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Éter 3

El Libro de Mormón, Manual del maestro de seminario

Introducción
En respuesta a la pregunta del Señor “¿Qué quieres que yo haga para que
tengáis luz en vuestros barcos?”, el hermano de Jared preparó dieciséis
piedras y con humildad le pidió al Señor que las tocara “para que [brillaran] en
la obscuridad” (Éter 2:23; 3:4). Por causa de la gran fe del hermano de Jared,
él vio al dedo del Señor tocar las piedras. El Señor entonces se mostró al
hermano de Jared y le reveló muchas cosas. El Señor le mandó al hermano de
Jared que escribiera lo que había visto y escuchado, y que sellara esos escritos
hasta que el Señor deseara sacarlos a la luz.
Sugerencias para la enseñanza
Éter 3:1–20
El Señor toca las piedras para proporcionarles luz a los
barcos jareditas y se muestra al hermano de Jared
Invite a un alumno a cumplir la función de escriba. Luego hágales la siguiente
pregunta a los alumnos y pídale al escribiente que haga una lista en la pizarra
que incluya las respuestas de los alumnos.

 ¿Cuáles son algunas de las cosas por las que los adolescentes oran
sinceramente?

Pídales a los alumnos que se imaginen que uno de sus amigos está orando por
una de las cosas anotadas en la pizarra. Ese amigo desearía saber cómo
mejorar sus oraciones y sus hechos a fin de poder recibir la ayuda y la guía del
Señor. Invite a los alumnos a pensar en esta petición mientras estudian el
ejemplo del hermano de Jared, en Éter 3, y a buscar ideas que podrían
compartir con su amigo.
Recuérdeles a los alumnos que en la lección anterior se habló acerca del relato
de cuando el hermano de Jared le preguntó al Señor cómo iluminar los barcos
de los jareditas.

 ¿Qué hizo el hermano de Jared para ayudar a iluminar los barcos?


(Véase Éter 3:1.)
 ¿Qué le pidió el hermano de Jared al Señor que hiciera para proporcionarles
luz? (Véase Éter 3:1, 4.)
 ¿Qué les llama la atención de los esfuerzos del hermano de Jared?

Observe que el hermano de Jared se empeñó mucho en preparar las piedras.


Luego invite a los alumnos a pensar en cuán eficaces hubieran sido las piedras
para dar luz si el Señor no las hubiera tocado. Invite a los alumnos a leer Éter
3:2–5 en silencio y a buscar frases que indiquen que el hermano de Jared
reconocía que dependía del Señor.
Una vez que los alumnos hayan tenido tiempo para leer, divídalos en grupos de
dos. Pídales que comenten con su compañero lo que hayan encontrado y
sugiérales que compartan lo que les llame la atención acerca de la oración del
hermano de Jared.

Cuando los alumnos lean Éter 3:2, quizá tengan preguntas acerca de las frases
“somos indignos delante de ti” y “nuestra naturaleza se ha tornado mala
continuamente”. Ayúdelos a entender que, cuando el hermano de Jared usó
esas palabras, se estaba refiriendo al estado que heredamos “por causa de la
caída”. Estamos física y espiritualmente separados de Dios, y nos separamos
aún más de Él cuando pecamos. Al compararnos con Él, somos débiles e
indignos y, sin Su ayuda, jamás podríamos regresar a morar en Su presencia.
A fin de ayudar a los alumnos a lograr una mejor comprensión del significado
de los versículos que han leído, haga estas preguntas:

 ¿Por qué creen que es importante que reconozcamos que dependemos del
Señor cuando pedimos Su ayuda?
 En Éter 3:1–5, ¿qué evidencia ven de que el hermano de Jared tuviera fe en
que el Señor podría ayudarlo a solucionar su problema? (Según sea
necesario, inste a los alumnos a buscar frases que describan el empeño del
hermano de Jared y frases que muestren su confianza en el Señor.)
Para enfatizar el poder de la fe del hermano de Jared, pídale a un alumno que
lea estas palabras del élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce
Apóstoles:
“Sin duda Dios, y también el lector, siente algo muy impactante frente a la
inocencia y el fervor de niño que hay en la fe de este hombre: ‘He aquí, oh
Señor, tú puedes hacer esto’. Tal vez no existe frase más potente y llena de fe
pronunciada por hombre alguno en las Escrituras… Por más inseguro que esté
el profeta en cuanto a su propia capacidad, no tiene ninguna duda en cuanto al
poder de Dios” (“Rending the Veil of Unbelief”, in Nurturing Faith through the
Book of Mormon: The 24th Annual Sidney B. Sperry Symposium, 1995, pág.
12).
Muestre la lámina El hermano de Jared ve el dedo del Señor (62478; Libro de
obras de arte del Evangelio, 2009, N° 85). Pida que un alumno lea Éter 3:6.
Pídale a la clase que siga la lectura y que se imagine cómo habrá sido para el
hermano de Jared la experiencia registrada en ese versículo.
 ¿Qué pensarían o sentirían si tuvieran una experiencia similar a la del
hermano de Jared?

Resuma Éter 3:6–8 explicando que, cuando el hermano de Jared vio el dedo


del Señor, “cayó delante del Señor” (Éter 3:6). Se sorprendió al ver que el dedo
del Señor “era como el dedo de un hombre, a semejanza de carne y sangre”
(Éter 3:6). (El hermano de Jared luego supo que había visto una parte del
cuerpo del espíritu del Señor [véase Éter 3:16].)
Invite a los alumnos a leer Éter 3:9 en silencio y a buscar la razón por la cual el
hermano de Jared pudo ver el dedo del Señor.
Después de que los alumnos respondan, anote la siguiente declaración
incompleta en la pizarra:

Si acudimos con humildad al Señor, Él nos bendecirá según nuestra/o… y Su


voluntad.

Pídales a los alumnos que mencionen palabras que podrían usarse para
completar la declaración. Los alumnos deberían indicar que la
palabra fe completa la oración. También podrían mencionar palabras
como esfuerzo, humildad, necesidades y sinceridad. Ayúdelos a darse cuenta
de que todas estas palabras representan expresiones de nuestra fe. Luego
complete la declaración en la pizarra: Si acudimos con humildad al Señor, Él
nos bendecirá según nuestra fe y Su voluntad.
Haga referencia a la lista que hicieron en la pizarra al comienzo de la lección.
Seleccione uno o dos puntos de la lista e invite a los alumnos a que compartan
sus ideas en cuanto a la forma en que una persona podría mostrar fe en el
Señor en esas situaciones específicas. Cuando los alumnos hayan comentado
sus ideas, vuelva al principio que acaba de anotar en la pizarra.

 ¿Qué experiencias han tenido que los han ayudado a saber que este
principio es verdadero?

A fin de ayudar a los alumnos a aplicar este principio en su vida, invítelos a


pensar en una situación en la que necesiten la ayuda del Señor. Deles tiempo
para que escriban en su cuaderno o diario de estudio de las Escrituras en
cuanto a una forma en la que pueden ejercer más fe al buscar con humildad la
ayuda del Señor. Aliente a los alumnos a llevar a cabo lo que hayan anotado.
Si lo desea, podría compartir una experiencia que haya tenido en la que haya
recibido bendiciones por haber ejercido fe en el Señor.

Compartir experiencias personales


Al compartir experiencias que haya tenido al procurar vivir los principios del
Evangelio, puede ayudar a los alumnos a entender la manera de aplicar esos
principios ellos mismos. Sea breve al contar experiencias y siempre incluya
palabras de testimonio que indiquen lo que usted ha aprendido o cómo ha sido
bendecido por medio de sus experiencias. Así invitará al Espíritu Santo a
testificar de las verdades que comparta.

Invite a un alumno a leer la siguiente cita, en la cual el élder Jeffrey R.


Holland explica que nuestras experiencias pasadas pueden fortalecer nuestra
fe.
“La fe preparatoria se forma con las experiencias del pasado, con lo conocido,
lo cual proporciona una base para creer” (Christ and the New Covenant: The
Messianic Message of the Book of Mormon, 1997, pág. 18).
 Desde la época de la Torre de Babel, ¿cuáles son algunas de las
experiencias que el hermano de Jared tuvo y que seguramente fortalecieron
su fe en el Señor? ¿Cómo creen que esas experiencias lo prepararon para
ejercer una fe tan grande cuando llevó las piedras ante el Señor?

Invite a los alumnos a dividirse en grupos de dos y comentar las siguientes


preguntas:

 ¿Qué experiencias han fortalecido su fe en el Señor? Esas experiencias,


¿cómo pueden prepararlos para ejercer una fe aún mayor más adelante en
su vida?

Pida a algunos alumnos que se turnen para leer Éter 3:9–12 en voz alta. Pídale
a la clase que siga la lectura. Después hágales las siguientes preguntas:
 Cuando el Señor preguntó “¿Creerás las palabras que hablaré?”, el
hermano de Jared dijo: “Sí, Señor” (Éter 3:11–12). ¿Por qué creen que es
importante que el hermano de Jared se comprometiera a creer en las
palabras del Señor antes de escucharlas?
Explique que, después de que el élder Holland enseñara acerca de la fe que se
basa en experiencias pasadas, enseñó en cuanto a una fe más completa, la
cual debemos desarrollar. Pida a un alumno que lea la siguiente declaración
del élder Holland:
“La fe redentora a menudo se debe ejercer en lo referente a experiencias
venideras, a lo desconocido, lo cual ofrece una oportunidad para lo milagroso.
La fe rigurosa, la que mueve montañas, como la del hermano de
Jared, precede al milagro y al conocimiento … La fe es aceptar de forma
incondicional —y por anticipado— cualquier condición que Dios pueda exigir
tanto en el futuro cercano como en el lejano.
“La fe del hermano de Jared era completa” (Christ and the New
Covenant, págs. 18–19).
Inste a los alumnos a considerar si tienen suficiente fe en el Señor como para
comprometerse a creer y seguir lo que Él les revelará incluso antes de que lo
revele.

Invite a los alumnos a leer Éter 3:13–20 en silencio y a buscar la bendición que


el hermano de Jared recibió por causa de su fe. Quizá sea bueno que les dé
tiempo para escribir las verdades que hayan aprendido y las experiencias que
hayan tenido. Una vez que los alumnos hayan tenido tiempo para escribir,
considere pedirles a algunos de ellos que compartan lo que hayan anotado.
Hacia el comienzo de la lección, cuando los alumnos leyeron acerca de la
ocasión en que el hermano de Jared vio el dedo del Señor, les preguntó cómo
se sentirían si tuviesen una experiencia similar; ahora que ya han leído más
sobre la experiencia del hermano de Jared, podría hacerles esa pregunta de
nuevo.
Testifique que, en la medida en que tengamos fe como la del hermano de
Jared, estaremos más cerca del Señor.
Éter 3:21–28
El Señor le manda al hermano de Jared que escriba las
cosas que vio y que selle su registro
Invite a un alumno a leer Éter 3:25–26 y pídale a la clase que diga qué fue lo
que el Señor le mostró al hermano de Jared en una visión. Invítelos a compartir
lo que hayan aprendido.
Resuma Éter 3:21–24, 27–28 explicando que el Señor le mandó al hermano de
Jared que escribiera las cosas que había visto y escuchado y que sellara sus
escritos. El Señor también le explicó que prepararía una manera para que los
escritos del hermano de Jared fueran traducidos en el futuro, mediante dos
piedras. Esas piedras eran parte de lo que se llama el Urim y Tumim (véase D.
y C. 17:1; véase también la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Urim y
Tumim”).
Termine alentando a los alumnos a aplicar lo que aprendieron hoy: buscar
maneras de demostrar nuestra fe y nuestra confianza en el Señor. Hable
acerca de la seguridad de que, en la medida en que ejerzamos fe en
Jesucristo, Dios nos bendecirá, al igual que bendijo al hermano de Jared.

Comentarios e información de contexto


Éter 3:7, 9. El Señor le hace preguntas al
hermano de Jared
El Señor le hizo preguntas al hermano de Jared: “Levántate, ¿por qué has caído?” (Éter
3:7). “¿Viste más que esto?” (Éter 3:9). Las Escrituras incluyen muchos pasajes en los que
el Señor hace preguntas, aunque Él ya conoce las respuestas. El élder Jeffrey R. Holland,
del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó por qué el Señor hace esas preguntas:
“El conocimiento de que Dios ‘sabe todas las cosas, y no existe nada sin que él lo sepa’
[2 Nefi 9:20]. es una premisa básica de la teología de los Santos de los Últimos Días. Las
Escrituras, tanto las antiguas como las modernas, están colmadas de esta aserción de
omnisciencia. No obstante, en muchas ocasiones Dios les ha hecho preguntas a los
mortales, generalmente como un modo de probar su fe, medir su honestidad y aumentar
su conocimiento” (Christ and the New Covenant: The Messianic Message of the Book of
Mormon, 1997, págs. 19–20).
Éter 3:15. “Nunca me he mostrado al
hombre”
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, presentó una posible
explicación de la declaración de Jesús en cuanto a que Él nunca se había mostrado al
hombre antes de mostrarse al hermano de Jared:

“Cristo le estaba diciendo al hermano de Jared: ‘Nunca me he mostrado al hombre de esta


manera, sin que fuera Mi voluntad, movido únicamente por la fe del que contempla’. Por
regla general, los profetas son invitados a la presencia del Señor, Él los llama a Su
presencia y entran solo con Su autorización. El hermano de Jared, por su parte, parece
haberse lanzado él mismo a través del velo, no como un invitado inoportuno sino
técnicamente como uno sin invitación… Obviamente, el Señor mismo estaba vinculando
esa fe sin precedentes a una visión sin precedentes. Si la visión en sí no era excepcional,
entonces la fe y la manera en que se recibió la visión tuvieron que ser sin par. La única
forma en que la fe podía ser tan notable era en su capacidad de llevar al profeta, sin
invitación, al lugar al que otros solo habían podido llegar al ser invitados por Dios” (Christ
and the New Covenant: The Messianic Message of the Book of Mormon, 1997, pág. 23).

Éter 3:16. “Este cuerpo…es el cuerpo de mi


espíritu”
El élder Cecil O. Samuelson, de los Setenta, hizo hincapié en que, mediante el relato del
hermano de Jared, aprendemos acerca del cuerpo premortal del Salvador y Su divinidad:

“En ningún lugar de las Escrituras hay un relato más claro en cuanto a la naturaleza del
cuerpo del Espíritu del Señor Jesucristo y, por supuesto, de las características de nuestro
propio espíritu. El hermano de Jared no solo vio el dedo del Jesucristo premortal, sino que
efectivamente contempló todo el cuerpo de Su espíritu (véase Éter 3:6, 13). Es una
enorme bendición y una ventaja el entender la divinidad premortal de Jesucristo y también
nuestra identidad espiritual anterior a nuestro nacimiento en la carne. Este conocimiento
que traspasa los límites tradicionales fue la consecuencia directa de la fe sin límites del
hermano de Jared” (en Heroes from the Book of Mormon, 1995, pág. 185).

Éter 3:23–24. “Estas dos piedras”


Las dos piedras que el Señor le dio al hermano de Jared eran parte de lo que llamamos el
Urim y Tumim. Las Escrituras hacen referencia a más de un Urim y Tumim, pero lo que
nosotros sabemos es que José Smith tenía el que usó el hermano de Jared (véanse Éter
3:22–28; D. y C. 10:1; 17:1). En José Smith—Historia 1:35, el profeta José ofrece una
descripción parcial de ese Urim y Tumim, el cual usó para traducir el Libro de Mormón y
para obtener otras revelaciones.
Sugerencia didáctica suplementaria
Éter 3:6–15. Aprender de la experiencia del
hermano de Jared
Pida a los alumnos que estudien Éter 3:6–15, individualmente o de a dos. Pídales que
hagan una lista de las verdades del Evangelio que el hermano de Jared aprendió o
confirmó durante su experiencia en la presencia del Señor. Tal vez desee sugerir que los
alumnos marquen estas verdades en sus ejemplares de las Escrituras. Pídales que
compartan lo que hayan descubierto. Considere la posibilidad de anotar sus comentarios
en la pizarra.
Entre las respuestas de los alumnos, quizá estén las que siguen a continuación:

1. El Señor tomaría sobre Sí carne y sangre (véase Éter 3:6).


2. Algunas personas que tenían una fe extremadamente grande vieron a Jesucristo
antes y después de Su ministerio mortal (véase Éter 3:9; 12:6–7).
3. El Señor nos redime de la Caída (véase Éter 3:13).
4. Jesucristo fue preparado desde la fundación del mundo (véase Éter 3:14).
5. La vida eterna llega por medio del Salvador (véase Éter 3:14).
6. Jesucristo (Jehová) se mostró en el espíritu a algunos hombres antes de nacer en
la carne (véase Éter 3:16).
7. Dios nos creó a Su propia imagen (véase Éter 3:16).

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Éter 4–5
El Libro de Mormón, Manual del maestro de seminario

Introducción
El Señor le mandó a Moroni que sellara la visión registrada del hermano de
Jared y explicó que esos escritos serían revelados cuando las personas
tuvieran fe como la del hermano de Jared. Moroni profetizó que tres testigos
darían testimonio de la veracidad del Libro de Mormón en los últimos días.

Sugerencias para la enseñanza


Éter 4:1–7
Moroni registra y sella el relato completo de la visión del
hermano de Jared
Invite a los alumnos a pensar en un objeto que sea especialmente valioso para
ellos o su familia y que probablemente desearían mantener fuera del alcance
de los niños pequeños. Como ejemplo, podría mostrar o describir algo que sea
de valor para usted.

 ¿Por qué no permitirían que un niño tomara dicho objeto?

 ¿Qué debería aprender o hacer un niño antes de que se le confiara el


objeto?

Explique que las verdades del Evangelio son valiosas para el Señor; Él desea
compartirlas todas con nosotros, pero espera a que estemos listos para
recibirlas. Cuando los alumnos estudien Éter 4 durante esta lección, invítelos a
buscar principios que los ayuden a prepararse para recibir verdades del Señor.
Pídale a un alumno que lea Éter 4:1–5 y pídale a la clase que busque lo que el
Señor le mandó a Moroni que escribiera y sellara.
 ¿Qué se le mandó a Moroni que “sellara”?

Explique que Moroni incluyó el registro del hermano de Jared en lo que a


menudo llamamos la porción sellada del Libro de Mormón. (Si lo desea, podría
mostrar el cuadro titulado Fuentes del Libro de Mormón, que se encuentra en el
apéndice al final de este manual.)

 ¿Cómo describió Moroni lo que vio el hermano de Jared? (Véase Éter 4:4.)


Para ayudar a los alumnos a aprender más en cuanto a lo que el Señor le
mostró al hermano de Jared, invítelos a leer Éter 3:25–26 y 2 Nefi 27:8–10 en
silencio. Después hágales las siguientes preguntas:
 Según Éter 3:25–26, ¿qué le mostró el Señor al hermano de Jared?
 Según 2 Nefi 27:10, ¿qué contiene la porción sellada del Libro de Mormón?
Pida a un alumno que lea Éter 4:6–7 en voz alta. Pídale a la clase que siga la
lectura y que determine cuáles son las condiciones que deben prevalecer antes
de que las revelaciones dadas al hermano de Jared se den a conocer. Sería
bueno que instara a los alumnos a marcar lo que encuentren en las Escrituras.
 ¿Qué condiciones encontraron?

 ¿Qué principios en cuanto a recibir revelación aprendemos de este pasaje?


(Ayude a los alumnos a entender que, si nos arrepentimos y ejercemos fe
en Jesucristo, podemos recibir revelación adicional.)
 ¿Por qué creen que debemos arrepentirnos y ser limpios a fin de recibir
revelación adicional?

Para ayudar a los alumnos a entender qué significa “[ejercer] la fe… así como
lo hizo el hermano de Jared” (Éter 4:7), invítelos a hacer una lista en su
cuaderno o diario de estudio de las Escrituras de todas las maneras que
recuerden en que el hermano de Jared haya mostrado fe en el Señor. Podría
sugerirles que repasen Éter 1–3 al confeccionar su lista. Una vez que hayan
tenido tiempo suficiente para meditar y escribir, invite a unos pocos alumnos a
leer algunos de los ejemplos que han incluido en su lista y a explicar por qué
esos ejemplos llaman su atención.
Recuérdeles a los alumnos el objeto en el cual pensaron al comienzo de la
clase y las condiciones bajo las cuales permitirían que un niño lo tuviera.
Testifique que, del mismo modo, el Señor requiere que Sus hijos cumplan con
ciertos requisitos antes de revelar toda Su verdad a ellos. Él requiere que
demostremos nuestra preparación espiritual y nuestra fe.

Éter 4:8–19
El Señor enseña qué debemos hacer para recibir más
revelación
Sostenga en alto un trozo de tela. Explique que el Señor enseñó principios que
pueden ayudarnos a recibir revelación. Cuando enseñó esos principios, hizo
referencia a un velo. Un velo es una cortina o una tela que se usa para cubrir o
esconder algo.

Invite a los alumnos a leer Éter 4:15 en silencio y buscar la frase que incluye la
palabra velo.
 ¿A qué tipo de velo se refería el Señor? (A un “velo de incredulidad”.) ¿En
qué se asemejan la incredulidad y un velo?

 El verbo rasgar significa romper o dividir. ¿Qué creen que significa “[rasgar


el] velo de incredulidad”?
Pida a un alumno que lea Éter 4:8, a otro que lea Éter 4:11 y uno más que
lea Éter 4:15; pida a cada uno que lea su pasaje en voz alta. Pídale a la clase
que siga la lectura y que determine qué es lo que puede impedirnos recibir
revelación y qué puede ayudarnos a “[rasgar el] velo de incredulidad” y recibir
más revelación.
 ¿Qué creen que significa “[contender] contra la palabra del Señor”? (Éter
4:8).
 Según Éter 4:8, ¿con qué consecuencias nos enfrentamos cuando
contendemos contra la palabra del Señor?
 Según Éter 4:11, ¿cuál es una de las bendiciones que recibimos cuando
creemos en las palabras del Señor?
Escriba la siguiente frase incompleta en la pizarra:

Cuando creemos en la palabra del Señor,…

Pídales a los alumnos que completen la oración de acuerdo con lo que han
aprendido de ese versículo. Aunque las respuestas de los alumnos varíen,
asegúrese de que entiendan este principio: Cuando creemos en la palabra
del Señor, el Señor nos bendecirá con más revelación. Anote este principio
en la pizarra. Quizá también sea bueno que invite a los alumnos a anotarlo en
su ejemplar de las Escrituras, junto a Éter 4:11.
Para ayudar a los alumnos a entender este principio, pregunte:
 ¿Por qué consideran que debemos creer las verdades que ya hemos
recibido antes de que el Señor nos dé más?

Pídale a un alumno que anote en la pizarra los siguientes ejemplos del ejercicio
de la fe en la palabra del Señor: estudiar individualmente las Escrituras; seguir
las impresiones del Espíritu Santo; seguir a los líderes locales de la Iglesia;
estudiar las Escrituras en la capilla y en seminario; seguir las palabras de los
profetas de los últimos días.
Invite a los alumnos a meditar en cómo el demostrar que creemos en la palabra
del Señor de alguna de estas maneras los ha conducido a recibir más
revelación. Pida a algunos alumnos que compartan lo que hayan
experimentado.

Refiérase otra vez a los ejemplos de la pizarra. Pídales a los alumnos que
consideren esos ejemplos mientras meditan en silencio en cuán bien
demuestran que creen en la palabra de Dios. Sugiérales que, para cada
ejemplo, se asignen un puntaje del 1 al 10; el 10 significa que el ejemplo se
refiere a algo que hacen bien. Invite a los alumnos a escribir en su cuaderno o
diario de estudio de las Escrituras acerca de una manera en que pueden
mostrar más fe en la guía que ya han recibido del Señor. Comparta su
testimonio de los principios que ha anotado en la pizarra e inste a los alumnos
a cumplir con las metas que escribieron.

Borre la frase “creer en la palabra del Señor” de la pizarra. Indique que el Señor
enseñó otros principios acerca del recibir revelación. Pídales a los alumnos que
lean Éter 4:13–15 en silencio y que busquen otras cosas que puedan hacer
para recibir revelación del Señor.
Una vez que los alumnos hayan tenido tiempo para leer, pídales que sugieran
maneras de completar la oración. Entre las respuestas podrían estar estos
principios: Cuando venimos al Señor, Él nos bendecirá con más
revelación. Si oramos con humildad, el Señor nos bendecirá con más
revelación.
Para ayudar a los alumnos a entender mejor estos principios, considere hacer
las siguientes preguntas:
 ¿Qué significa para ustedes venir al Señor? (Las respuestas podrían incluir
estudiar Sus palabras, volver nuestro corazón a Él, arrepentirnos y seguirlo y
ser obedientes a Él.)

 ¿Qué significa tener un corazón quebrantado y un espíritu contrito? (Ser


humilde, estar arrepentido y ser receptivo a la voluntad del Señor.) ¿Por qué
estas actitudes son necesarias al orar a fin de recibir revelación constante
del Señor?

Invite a los alumnos a reflexionar en cómo podrían incorporar estos principios a


sus esfuerzos por recibir revelación.

Resuma Éter 4:17–19 explicando que el Señor declaró que la salida a luz del


Libro de Mormón sería una señal de que había comenzado la obra de Dios de
los últimos días. Además exhortó a todas las personas a que se arrepintieran y
vinieran a Él.
Éter 5
Moroni declara que tres testigos verán y darán testimonio
de las planchas
Sostenga la lámina José Smith traduciendo el Libro de Mormón (Libro de obras
de arte del Evangelio, 2009, N° 92). Pida a un alumno que lea Éter 5:1–3 en
voz alta. Pídale a la clase que siga la lectura y se imagine cómo habrá sido
para José Smith traducir el Libro de Mormón y darse cuenta de que Moroni
escribió ese consejo directamente para él más de 1400 años antes.
 ¿Qué dijo Moroni acerca de las planchas que tenía que “sellar”?

 Según Éter 5:2–3, ¿qué tendría el privilegio de hacer José con las planchas?
Pregúnteles a los alumnos si pueden decir quiénes fueron los Tres Testigos del
Libro de Mormón y si recuerdan qué experiencias tuvieron ellos. (Si los
alumnos necesitaran ayuda, invítelos a que lean “El testimonio de Tres
Testigos”, al comienzo del Libro de Mormón.) Podría explicar que además de
los Tres Testigos, hubo otras personas que testificaron de la realidad de las
planchas de oro, entre ellos: los miembros de la Trinidad (véase Éter 5:4),
Moroni (véase Éter 5:6), José Smith y los Ocho Testigos.
 ¿Qué pueden hacer para ser testigos del Libo de Mormón, aun sin ver las
planchas? ¿En qué modo su testimonio del Libro de Mormón puede influir en
otras personas?

Para dar fin a la lección, pídales a algunos alumnos que compartan su


testimonio del Libro de Mormón.

Comentarios e información de contexto


Éter 5. El testimonio de los tres testigos
El presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, dijo:

“Siendo yo un muchachito del Sacerdocio Aarónico, recibí una confirmación de primera


mano del notable testimonio de los tres testigos referente a la veracidad del Libro de
Mormón. El presidente de mi estaca era el presidente Henry D. Moyle, y su padre era
James H. Moyle. En el verano, el hermano James H. Moyle visitaba a su familia y asistía a
nuestro pequeño barrio del sureste del Valle del Lago Salado.

“Un domingo, el hermano James H. Moyle nos contó un hecho excepcional. De joven
había ido a la Universidad de Michigan a estudiar derecho. Cuando estaba para terminar
sus estudios, su padre le dijo que David Whitmer, uno de los testigos del Libro de Mormón,
todavía vivía. El padre sugirió al hijo que en el camino de regreso a Salt Lake City pasara a
visitar a David Whitmer. El objetivo del hermano Moyle era preguntarle acerca de su
testimonio con respecto a las planchas de oro del Libro de Mormón.

“Durante esa visita, el hermano Moyle le dijo a David Whitmer: ‘Señor, usted es un hombre
mayor y yo soy un joven. He estado estudiando de atestiguaciones y testimonios. Le ruego
me diga la verdad sobre su testimonio como uno de los testigos del Libro de Mormón’.
Entonces, David Whitmer le dijo: ‘Sí, yo sostuve las planchas en mis manos y un ángel las
puso ante nosotros. Mi testimonio con respecto al Libro de Mormón es verdadero’. David
Whitmer estaba fuera de la Iglesia, pero nunca negó su testimonio de la visitación del
ángel, de haber tocado las planchas de oro y de la veracidad del Libro de Mormón. El
haber oído con mis propios oídos esa experiencia notable de labios del hermano Moyle
produjo un efecto poderoso y confirmante en mi creciente testimonio. Una vez que lo oí,
vino a ser irrevocable para mí” (véase “Un testimonio cada vez mayor”, Liahona, enero de
2001, págs. 69–70).
El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, dijo:

“Los Tres Testigos jamás negaron su testimonio del Libro de Mormón; no podían hacerlo
porque sabían que era verdadero. Realizaron sacrificios y pasaron dificultades
inimaginables para la mayoría de la gente. Oliver Cowdery dio el mismo testimonio del
origen divino del Libro de Mormón en su lecho de muerte… El que durante sus largos
periodos de distanciamiento de la Iglesia y de José continuaran afirmando lo que habían
visto y oído, hace que su testimonio sea aún más poderoso” (véase “Un testimonio
imperecedero de la misión del profeta José Smith”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 90).

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Modelos de luz: El espíritu de revelación (3:04)

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