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VAN Dalen, Deobold y William Meyer.

La
construcción del objeto desde el punto de
vista metodológico. Investigación Descriptiva
Experimental: en Patricia Ducoing y Monique
Landesmann. Las nuevas formas de
investigación en educación: Compiladoras y
Editoras

ESTRATEGIA DE LA INVESTIGACIÓN DESCRIPTIVA.

El hombre debe ser capaz de describir los fenómenos que se propone estudiar, para poder avanzar en
la resolución de los problemas. Por ese motivo, en las primeras etapas del desarrollo de la
investigación educacional -al igual que en otras disciplinas- es necesario efectuar evaluaciones
precisas, para determinar la incidencia, distribución y relaciones de los fenómenos que forman parte de
este campo. Para resolver los diversos problemas vinculados con la niñez, la administración escolar,
los programas de estudio o la enseñanza de la aritmética, los investigadores deben comenzar su labor
procurando precisar las condiciones existentes en ese momento. Su objetivo consiste en llegar a
conocer las situaciones, costumbres y actitudes predominantes mediante la descripción exacta de las
actividades, objetos, procesos y personas. Pero la investigación descriptiva no se limita a la mera
recolección de datos; la meta de los investigadores competentes es la predicción e identificación de las
relaciones que existen entre dos o más variables.

PANORAMA GENERAL DE LOS ESTUDIOS DESCRIPTIVOS

Para que podamos comprender de manera más adecuada la naturaleza de la investigación descriptiva,
conviene que antes consideremos los distintos pasos que forman parte de una investigación, así como
también los diferentes métodos que se emplean en la recolección y presentación de los datos y las
categorías generales en las que pueden clasificarse los estudios. En consecuencia, ofrecemos una
breve reseña acerca de estos temas.

Las etapas de una investigación


En los estudios descriptivos, los investigadores no se limitan a presentar puntos de vista personales y
datos basados en observaciones casuales. Como ocurre en cualquier investigación: 1) Examinan las
características del problema escogido. 2) Lo definen y formulan sus hipótesis. 3) Enuncian los
supuestos en que se basan éstas y los diversos procedimientos adoptados. 4) Eligen los temas
y las fuentes apropiados. 5) Seleccionan o elaboran técnicas para la recolección de datos. 6)
Establecen, para clasificar estos últimos, categorías precisas, que se adecuen al propósito del
estudio y permitan poner de manifiesto las semejanzas, diferencias y relaciones significativas. 7)
Verifican la validez de las técnicas empleadas para la recolección de datos. 8) Realizan
observaciones objetivas y exactas. 9) Describen, analizan e interpretan los datos obtenidos, en
términos claros y precisos. La labor de los investigadores no se limita a efectuar una simple

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descripción, pues ellos no son -o al menos no deberían ser- meros tabuladores. Los
investigadores competentes recogen los datos sobre la base de alguna hipótesis o teoría,
exponen y resumen la información de manera cuidadosa y luego analizan detenidamente los
resultados, a fin de extraer generalizaciones significativas, que contribuyan al avance del
conocimiento.

La recolección de datos
Cuando se redacta el informe de una investigación descriptiva, es necesario señalar no sólo los
datos obtenidos sino también la naturaleza exacta de la población de la que estos últimos fueron
extraídos. La población, llamada a veces universo o agregado, constituye siempre una totalidad.
Las unidades que la integran pueden ser individuos, hechos, objetos o elementos de otra índole;
en consecuencia, pueden formar parte de una población todos los libros de aritmética
publicados en un país entre ' 1930 y 1940, o todos los alumnos de una escuela o institución
determinada. Una vez que ha identificado la población con la que habrá de trabajar, el
investigador debe decidir si recogerá los datos de: 1) la población total, o de 2) una muestra
representativa de ella. El método escogido dependerá de la naturaleza del problema y de la
finalidad para la que se desee utilizar los datos.
Población total. En la mayoría de los casos, no es difícil obtener información acerca de todas las
unidades que componen una población reducida, pero los resultados no pueden aplicarse a
ningún otro grupo que no sea el estudiado. Después de recoger información sobre cada uno de
los maestros de una escuela, un investigador puede extraer generalizaciones en relación con el
promedio de salarios, la capacitación y la edad del personal docente o cualquier otro aspecto
similar, pero tales conclusiones no serán válidas para los maestros de otras instituciones.
Muestra de la población. A menudo no es posible obtener información acerca de una población
excesivamente amplia, como, por ejemplo, la que integran todos los maestros de una provincia;
ésta suele ser, por lo general, una labor demasiado ardua y costosa. La tarea de tomar contacto
con cada unidad del grupo, observarla, medirla o entrevistarla puede insumir tanto tiempo, que
los datos perderían vigencia antes de que se completara el estudio. Para superar estas
dificultades, los investigadores suelen recoger la información a partir de unas pocas unidades
cuidadosamente seleccionadas. Si los elementos que forman parte de la muestra representan con
exactitud las características de la población, las generalizaciones basadas en los datos obtenidos
pueden aplicarse a todo el grupo. Pero, como veremos en el presente capítulo y en la exposición
sobre muestreo que se incluye en el capítulo 12, la selección de una muestra representativa no
constituye un proceso sencillo.

Expresión de los datos


Los datos descriptivos pueden expresarse en términos: 1) cualitativos -es decir mediante símbolos
verbales-, ó 2) cuantitativos --o sea por medio de símbolos matemáticos-. Un estudio puede utilizar
de manera casi exclusiva uno de estos tipos de símbolos o bien emplear ambos a la vez. Si un
investigador compara los programas de orientación de varias escuelas, puede presentar datos de
carácter cualitativo -descripciones verbales- referentes a la organización de tal programa, las
obligaciones de los consejeros y las decisiones adoptadas por la junta de educadores con respecto a
ese problema. Pero también puede incluir una considerable cantidad de datos de índole cuantitativa,

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como, por ejemplo, la suma de dinero que se destina a las tareas de orientación, el número de
alumnos atendidos por cada consejero y el nivel de capacitación especializada que reciben los
miembros del personal.
Símbolos cualitativos. En los estudios cuyo objetivo consiste en examinar la naturaleza general de
los fenómenos, suelen predominar los datos cualitativos. 1 Habitualmente, los trabajos que
corresponden a las primeras etapas del desarrollo de una disciplina se expresan en términos
verbales. Por ejemplo, las proposiciones cualitativas enunciadas por Freud sentaron las bases de la
psicología clínica. Arnold Gesell describió los cambios que sufren los niños en las habilidades
motoras y perceptivas, durante su proceso de maduración. En su obra, Chartging the Curriculum,
Alice Miel formuló observaciones, expresadas en términos verbales, acerca de los factores que
impiden o estimulan la introducción de modificaciones en los planes de estudio escolares. En los
estudios sobre educación comparada, los datos verbales fueron utilizados en gran medida, para
describir los objetivos, la administración, la filosofía y otros factores.
Los estudios de carácter cualitativo proporcionan al científico social una gran cantidad de
información valiosa, pero, en cambio, poseen un limitado grado de precisión, pues emplean términos
cuyo significado varía para las diferentes personas, épocas y contextos. Por lo general, en una
disciplina no se producen avances significativos hasta que se comienzan a utilizar unidades dé
medida cuantificables. Pero no debemos desechar los estudios cualitativos, puesto que ellos
contribuyen a identificar los factores importantes que deben ser medidos. Para que las mediciones
puedan ser empleadas de manera provechosa, es necesario que antes se hayan llevado a cabo
estas indagaciones generales. Si los investigadores elaboran instrumentos para medir los factores
descubiertos en los estudios cualitativos, pueden llegar a describir los datos mediante símbolos
numéricos. Pero es probable que transcurran muchos años hasta que, en un campo determinado, el
proceso de investigación pase de la etapa cualitativa a la cuantitativa. En la actualidad, este objetivo
resulta inalcanzable para algunos sectores de la ciencia social.
Símbolos cuantitativos. Más adelante, en este capítulo y en los siguientes, consideraremos los
diversos modelos y características de los estudios cuantitativos. Pero creemos que, en este punto,
conviene formular algunas observaciones introductorias. Los símbolos numéricos que se utilizan
para la exposición de los datos provienen de un cálculo o medición. Los investigadores pueden
medir la frecuencia con que aparecen las diferentes unidades, elementos o categorías identificables.
Gracias a estas mediciones, es posible determinar, por ejemplo, cuántos maestros, entre los que
trabajan en las escuelas de la ciudad, han seguido cursos de perfeccionamiento docente; cuántas
personas se manifiestan decididas a bregar por el mejoramiento de las escuelas de una región, o
cuántos consejeros escolares han recibido una preparación especializada. En algunos casos, la
medición de cantidades reviste mayor interés que la enumeración de las unidades o elementos
considerados. Puede ser objeto de medición, por ejemplo, el grado de práctica necesario para tipiar
treinta palabras por minuto, el peso de las niñas de doce años, la edad mental de los alumnos de
primer grado que no saben leer o la superficie ocupada por los patios de recreo.

1 Algunos símbolos verbales, tales como “pocos”, “pequeño”, “cercano”, “liviano” y “escasamente”, poseen características

cuantitativas.

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Tipos de investigación descriptiva
No existe un acuerdo entre los diferentes autores, en lo que respecta a la manera de clasificar los
estudios descriptivos. En este texto, utilizaremos las siguientes categorías, que si bien han sido
selecciona das de acuerdo con los propósitos de nuestra exposición, no carecen de cierta
arbitrariedad: 1) estudios de tipo encuesta; 2) estudios de interrelaciones, y 3) estudios de desarrollo.
Es necesario tener presente que estas categorías no son rígidas; muchos estudios pueden
encuadrarse exclusivamente dentro de alguna de estas áreas, en tanto que otros presentan
características que corresponden a más de una de ellas.

ESTUDIOS DE TIPO ENCUESTA.

Cuando los investigadores desean hallar la solución de los problemas que surgen en las
organizaciones educacionales, gubernamentales, industriales o políticas, llevan a cabo estudios
de tipo encuesta. Para ello, efectúan minuciosas descripciones de los fenómenos que se
proponen estudiar, a fin de justificar las disposiciones y prácticas vigentes o elaborar planes
más inteligentes que permitan mejorar estas últimas. El objetivo de su tarea puede consistir no
sólo en determinar el estado en que se hallan los fenómenos o problemas analizados sino
también en comparar la situación existente con las pautas aceptadas. Los procedimientos
empleados en el examen de salud, por ejemplo, pueden compararse con los "métodos óptimos",
tal como son definidos por las autoridades; los puntajes que los alumnos obtienen en lectura
pueden considerarse a la luz de las normas establecidas para los distintos grupos. Los maestros
que deseen mejorar las prácticas educacionales vigentes pueden estudiar la manera en que
otros han encarado la solución de los problemas similares a aquellos con los que tropiezan en
su labor diaria. Algunos investigadores recogen .tres tipos de información: 1) datos relacionados
con el nivel existente; 2) comparaciones entre este último y el nivel considerado óptimo, y 3)
medios de elevar el nivel existente. Otros, en cambio, limitan sus trabajos a una o dos de estas
categorías.
El alcance de los estudios de esta índole varía en una medida considerable; pueden abarcar
varios países o bien circunscribirse a una nación, región, Estado, sistema escolar de una ciudad
o alguna otra unidad. Los datos pueden extraerse a partir de toda la población o de una muestra
cuidadosamente seleccionada. La información recogida puede referirse a un gran número de
factores relacionados con el fenómeno o sólo a unos pocos aspectos escogidos. El alcance y la
profundidad del estudio dependen, en primer término, de la naturaleza del problema.
Analizaremos los estudios de este tipo en los siguientes apartados del presente capítulo: 1)
Encuestas escolares; 2 ) Análisis laboral; 3 ) Análisis documental; 4 ) Encuestas de opinión
pública, y 5 ) Encuestas de comunidad. Es necesario aclarar que no pretendemos que esta cla-
sificación sea universal ni que exista una nítida separación entre estas categorías.

Encuestas escolares
A principios de siglo, algunos investigadores educacionales comenzaron a llevar a cabo
encuestas escolares, sobre la base de las cuales formularon planes cuyo objetivo consistía en
permitir el logro de- una mayor eficiencia en este campo. Durante los años siguientes, quienes
procuraron continuar esta tarea recogieron una gran cantidad de información valiéndose de
técnicas tales como observaciones, cuestionarios, entrevistas, tests estandarizados, tarjetas de

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puntaje, escalas y otros instrumentos similares. Tras efectuar el análisis de los datos reunidos, los
educadores pudieron formular sugerencias gracias a las cuales fue posible mejorar muchas de las
prácticas administrativas, educacionales, financieras y de otra índole, relacionadas con los planes
escolares.
Tipos. A partir de 1910, año en que se llevó a cabo uno de los primeros estudios modernos en Boise,
Idaho, se han desarrollado tres tipos de encuestas escolares -1) encuesta efectuada por un
investigador externo; 2 ) encuesta realizada por el personal interno, y 3 )-encuesta efectuada en
cooperación- que continúan empleándose en la actualidad. Pero existe un tipo definido que se
aparta del modelo original de la encuesta realizada por un investigador externo; se trata de la que es
llevada a cabo de manera exclusiva por el cuerpo de investigadores de una universidad o
departamento estadual de educación. La encuesta efectuada por el personal interno, es decir, la que
realizan miembros de la organización escolar local, fue empleada con mayor frecuencia en la década
de 1920, cuando las escuelas comenzaron a incorporar a su personal especialistas en investigación
que se hallaban en condiciones de proporcionar una orientación adecuada. La encuesta efectuada
por personal interno sigue utilizándose actualmente, pero a partir de 1935, la encuesta realizada en
cooperación ha ido adquiriendo una difusión creciente. Este último tipo de encuesta presenta dos
formas: en la primera, los miembros del equipo local cuentan con la ayuda de asesores externos; en
la segunda, un grupo de ciudadanos trabaja con los miembros del cuerpo escolar, quienes no
siempre reciben la colaboración de los asesores especializados.
Las encuestas efectuadas en cooperación tienen algunas ventajas sobre los estudios -únicos o
periódicos- realizados exclusivamente por investigadores externos. Estos, aun cuando posean un
elevado nivel de capacitación en lo que respecta a las técnicas empleadas en las encuestas, suelen
tener un conocimiento deficiente del medio local. Para elaborar una encuesta que se ajuste a las
características especificas de una escuela determinada, es preciso que cuenten con la colaboración
de aquellas personas -educadores legos- que se hallan familiarizadas con la comunidad. Si los
miembros del equipo local no participan en la tarea de identificar las potencialidades y carencias de
las escuelas, es probable que no puedan comprender la necesidad de un cambio y no lleguen a
conocer los medios que los expertos proponen para efectuarlo. En tales condiciones, pueden ignorar
las sugerencias que aconsejen introducir modificaciones o bien resistirse a llevar a cabo estas
últimas. Por ese motivo, muchos administradores prefieren que los maestros y vecinos de la
localidad, que tienen a su cargo la tarea de realizar las encuestas, cuenten con la ayuda de
personas especializadas, que orienten, completen y estimulen su labor. De esa manera, las inves-
tigaciones se llevan a cabo de modo más o menos continuo y no a intervalos irregulares.
Alcances. En la mayoría de los casos, los estudios de este tipo se han realizado en el nivel local. En
1938, las bibliografías preparadas por Smith y O'Dell (124, 125) mencionaban 3.022 encuestas de
escuelas públicas norteamericanas. A partir de esa época han aparecido una gran cantidad de
informes, parte de los cuales fueron publicados. En Estados Unidos se han llevado a cabo encuestas
que abarcan todo un Estado, tales como los estudios de Florida e Indiana. En el nivel nacional, la
Oficina de Educación efectuó la National Survey of Secondary Education (138 ) y la National
Survey of the Educatian of Teachers (139 ) .
Datos recogidos por las encuestas. La información que buscan la mayoría de las encuestas se
puede clasificar de acuerdo con las siguientes categorías: 1) el marco del aprendizaje; 2) las
características del personal docente educacional; 3) las características de los alumnos, y 4) la
naturaleza del proceso educacional. Algunos estudios se proponen examinar una o más de estas

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áreas, en tanto que otros se limitan a indagar exhaustivamente ciertos aspectos específicos de
alguna de ellas.

1. El marco del aprendizaje


Algunas encuestas investigan el marco legal, administrativo, social o físico del aprendizaje. El
objetivo de un estudio puede consistir en recoger información acerca de los títulos habilitantes
del personal, las ordenanzas estaduales, los reglamentos del consejo local, las decisiones de
las juntas de educación o los estatutos de las juntas sanitarias y de recreación que se relacionan
con el proceso educacional. En algunos casos, los investigadores estudian la composición,
atribuciones e ínterrelaciones de las juntas, consejos, comisiones y asociaciones escolares.
También es posible que deseen conocer aspectos vinculados con las finanzas de una escuela o
institución, tales como el monto de los recursos sujetos a la paga de impuestos, las normas im-
positívas, las deudas no amortiguadas o los costos por alumno: Con frecuencia, se efectúan
encuestas para obtener la descripción de la planta del edificio escolar, precisar su situación
geográfica y su distribución y conocer aspectos tales como los sistemas de calefacción, luz y
ventilación que posee, el espacio disponible por alumno, las condiciones sanitarias y de
seguridad y la superficie que ocupan los lugares de recreación, cafetería y librería. En otros
casos, se intenta recoger información acerca de los recursos con que cuenta una escuela, la
cantidad y naturaleza de los ejemplares existentes en la biblioteca o el tipo y valor de los
equipos audiovisuales y de los artefactos de atletismo o de laboratorio. Algunos estudios
procuran determinar la cantidad de alumnos, la duración y frecuencia de las clases; en tanto que
otros investigan los diversos aspectos relacionados con la estructura social de la clase, el hogar
o la comunidad, que puedan ejercer influencia sobre el proceso de aprendizaje.

2: Las características del personal


Muchas investigaciones persiguen el objetivo de recoger información acerca de los maestros,
inspectores y administradores. Las preguntas pueden estar dirigidas a determinar el sexo, edad,
educación, título, posición socioeconómica, grupo de pertenencia o ingresos de estos últimos.
En algunos casos, es posible que desee averiguar dónde vive el personal, qué tipo de vivienda
posee o cuáles son sus ideas con respecto a la seguridad e inamovilidad en el empleo y la
jubilación. Una gran cantidad de encuestas se propone estudiar el comportamiento que adoptan
los miembros del personal docente en la clase, en el departamento del cual forman parte y en la
comunidad, a fin de evaluar o mejorar el nivel de eficacia de la enseñanza. La finalidad de
algunas encuestas consiste en determinar las aptitudes físicas de los educadores, sus puntos de vista
acerca de diversas cuestiones, la naturaleza y cantidad - de sus contactos con sus colegas, con los
alumnos y con el conjunto de la comunidad, y las expectativas que tienen con respecto a sí mismos,
los estudiantes y la escuela. También se realizan estudios a fin de precisar las atribuciones e
interrelaciones de los administradores, jefes de departamento, maestros y miembros del personal no
docente.

3. Las características de los alumnos


Muchas encuestas procuran obtener información acerca de las pautas de conducta que observan los
alumnos en el aula, con sus pares, en el hogar y en la comunidad. En algunos casos, es posible que se

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desee conocer el nivel socioeconómico de la familia. Los investigadores también pueden tratar de
analizar las actitudes de los alumnos con respecto a la higiene, sus conocimientos, habilidades, nivel
de rendimiento, inteligencia, aptitudes, hábitos de estudio o de trabajo, preferencias, antipatías y otros
aspectos similares. Algunos estudios reúnen información acerca de las actividades ajenas al plan de
estudios, experiencias de trabajo, viajes o juegos y actividades recreativas. También se efectúan
encuestas para indagar los hábitos de lectura, las normas de higiene y el régimen alimenticio de los
alumnos. Algunas investigaciones se proponen determinar el porcentaje de asistencia o deserción
escolar, la cantidad de niños impedidos u otros alumnos que se encuentren en situación excepcional o
el número y la naturaleza de los hechos de carácter disciplinario o delictivo.

4. La naturaleza del proceso educativo


Los programas, procesos y logros educacionales constituyen también el objeto de muchas encuestas.
Los investigadores pueden averiguar cuáles son los temas que forman parte de un plan de estudios y
cuáles los que se excluyen. También pueden estudiar la cantidad de tiempo que se asigna a las
distintas materias y a los diversos aspectos de cada una de ellas. En algunos casos, las encuestas
intentan evaluar la naturaleza y extensión del contenido de los libros de texto y los materiales de ense-
ñanza o la naturaleza y cantidad de los servicios que brinda la escuela, tales como, por ejemplo, los
servicios sanitarios, de biblioteca, de orientación y educación para adultos. El objetivo de otros
investigadores consiste en recoger información acerca de los avances o retrasos que experimentan los
alumnos en las diversas materias y en los diferentes niveles educacionales.

Análisis laboral
La técnica del análisis laboral, utilizada por los organismos públicos y en el mundo empresario, se
emplea a veces para estudiar el aspecto ocupacional del personal docente y administrativo que forma
parte del sistema educacional. En estas investigaciones, se recoge la información acerca de las
atribuciones y responsabilidades generales de los miembros del personal, las actividades específicas
que deben desempeñar, su posición relativa en la organización administrativa, las condiciones de
trabajo y la naturaleza y características de su especialidad. También se investigan aspectos
relacionados con su nivel de capacitación, el grado de experiencia con que cuentan y los salarios que
perciben, o los conocimientos, habilidades, hábitos, normas de higiene y pautas de conducta que
poseen. Sobre la base de los datos reunidos, los investigadores pueden determinar las costumbres y
condiciones de empleo y los rasgos de conducta y aptitudes que el personal tiene, o debe tener, para
llevar a cabo su tarea de manera eficiente.
Al obtener un conocimiento exhaustivo de los diversos aspectos de la labor educacional, los
investigadores y administradores escolares se hallan en condiciones de: 1) descubrir debilidades,
deficiencias o errores en los procedimientos de trabajo empleados; 2) establecer clasificaciones
uniformes para las tareas similares; 3 ) determinar las reglas de retribución o los salarios para tareas
que requieren distinto grado de capacitación o responsabilidad; 4 ) identificar los niveles de aptitud
que deben exigirse al personal; 5 ) asignar a los miembros de este último aquellas tareas que les
permitan una más adecuada utilización de sus potencialidades; 6 ) elaborar programas de
capacitación y preparar materiales de enseñanza para los futuros empleados o para aquellos que se
encuentran en servicio; 7) fijar los requerimientos para los ascensos; 8) adoptar decisiones
relacionadas con el traslado o los cursos de perfeccionamiento del personal, y 9 ) desarrollar un
marco teórico de trabajo para estudiar las funciones y estructuras administrativas.

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En los estudios de análisis laboral, se emplean diversos procedimientos (63; pág. 343). Sobre la
base de la observación directa y de las opiniones formuladas por las autoridades en la materia, los
investigadores pueden compilar una lista de las múltiples funciones que implican los puestos
administrativos, docentes o de dirección. Pueden examinar documentos tales como leyes
estaduales, reglamentos escolares de distrito o decisiones de los tribunales, para obtener
información acerca de los deberes, responsabilidades y derechos del personal que desempeña una
tarea determinada. A menudo se efectúan encuestas para indagar la naturaleza de sus obligaciones,
su nivel de capacitación o sus actividades profesionales. Por ejemplo, Bryant y Deloach (19) llevaron
a cabo estudios sobre los instructores de música de los colegios superiores para negros de Carolina
del Sur. Por su parte, Wade (141) describió las características de la labor que realizan los maestros
de las escuelas superiores de inglés de Nueva York y determinó el número de alumnos que forman
parte de sus clases. La división de Investigaciones de la NEA (98) envió un cuestionario a más de
2.000 maestros, pidiéndoles que indicaran la cantidad de horas semanales que dedicaban a sus
distintas obligaciones. Se han efectuado estudios similares, para precisar, desde un punto de vista
cuantitativo, el alcance del trabajo que realizan los directores, maestros de escuela y otros miembros
del personal escolar.
Es necesario que los educadores que llevan a cabo estudios de análisis laboral conozcan las
dificultades que suelen suscitarse cuando se procura obtener descripciones precisas. Por ejemplo, si
en una investigación se consideran por separado la gran cantidad de actividades específicas que
debe realizar quien ocupa un determinado puesto, la suma mecánica de esos elementos
cuantitativos no proporciona sino una visión parcial de la tarea que se pretende estudiar. Para que
sea posible describir de modo exhaustivo los diversos aspectos de una tarea, se deben considerar
todas las características cualitativas que son imprescindibles para desempeñarla de manera exitosa,
tales como los ideales y actitudes, el ingenio y espíritu de cooperación, la confiabilidad y la calidad
humana. Pero, por lo general, resulta particularmente difícil obtener datos objetivos y confiables
acerca de tales características personales. Un análisis laboral que asigna la misma importancia a
todas las actividades, funciones y características que se relacionan con un determinado puesto
también presenta un cuadro distorsionado, puesto que cada factor contribuye en una medida
diferente a la realización de una tarea. Si bien es preciso que los investigadores cuenten con alguna
técnica que les permita evaluar la significación relativa de los diversos aspectos de una tarea, no es
fácil elaborar un método objetivo mediante el cual sea posible formular tales apreciaciones.

Análisis documental
Si bien la lectura de documentos y registros puede resultar una tarea árida para quienes no están
habituados a realizarla, estas fuentes a menudo proporcionan a los investigadores una gran cantidad
de datos que revisten particular utilidad para su trabajo. El análisis documental, que, en algunos
casos, se denomina "análisis de contenido", "análisis de actividad" o "análisis de información",
guarda una estrecha similitud con la investigación histórica. Pero si bien ambos métodos requieren
que los especialistas examinen los archivos existentes, la investigación histórica se relaciona, en
primer término, con el pasado, en tanto que la investigación descriptiva se refiere sobre todo al
presente.
Diferentes tipos de análisis. Existe una gran variedad de estudios documentales. Algunos expertos
analizan las decisiones judiciales, las leyes estaduales y los reglamentos de las juntas de educación,
a fin de enumerar y clasificar los aspectos específicos de estas fuentes que se relacionan con sus

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problemas, tales como la información sobre programas salariales, certificados, responsabilidad por
accidentes escolares y organización territorial. Los investigadores también analizan los registros,
formularios e informes administrativos, los informes de comisiones y actas de sesiones, las
memorias de presupuesto y finanzas y los antecedentes acumulados en materia de asistencia y
salud, para recoger información sobre las técnicas, procesos y condiciones escolares. Los catálogos
y boletines universitarios proporcionan datos acerca de los contenidos de los planes de estudio y de
algunos cursos especiales, de los requisitos para el ingreso y la graduación y de los aranceles.
Sobre la base del análisis de los cursos de estudio, bibliografías, programas escolares, planes de
lecciones, libros de texto y trabajos realizados por los alumnos, los investigadores pueden
determinar el contenido de la enseñanza, la medida en que se emplean los diferentes materiales y el
tiempo que se dedica a los diversos aspectos y temas que forman parte de una materia. Estudiando
los libros de texto, es posible enumerar los distintos tipos de conceptos que éstos incluyen, la
frecuencia con que aparecen los errores o distorsiones y el número de cuadros o tablas. También se
puede medir la extensión de las proposiciones, el espacio asignado a ciertos temas (44) o el nivel
del vocabulario. Mediante esta información, los investigadores pueden precisar dónde y cuándo se
enseñan determinados temas y qué grado de importancia se atribuye a cada uno de ellos; éstos
también los ayudan a identificar los prejuicios y opiniones de los autores. En algunos casos, los
documentos de carácter personal, tales como los diarios, cuentas de gastos y cartas, proporcionan
informaciones valiosas. De la misma manera, los expertos pueden analizar el contenido de trabajos
y obras de consulta, publicaciones, periódicos y filmes. A veces se examinan también los registros
sanitarios, para determinar qué tipo de enfermedades se hallan más difundidas entre los estudiantes
(35). A menudo los maestros se quejan por el hecho de que no pueden enseñar todo lo que desean
y quisieran saber cuáles son las aptitudes y conocimientos más importantes que los niños deberían
adquirir. Para responder a este interrogante, muchos educadores han dirigido su atención hacia la
investigación documental. En el campo de la matemática, por ejemplo, el objetivo fundamental de los
estudios que se llevan a cabo consiste en determinar los procedimientos aritméticos que se emplean
con mayor frecuencia en el ámbito comercial o en la sociedad en general. Tras examinar los archivos
de diferentes empresas, Wilson y Dalrymple (144) identificaron 102.000 maneras en que pueden
utilizarse las fracciones y llegaron a la conclusión de que, en el 90 por ciento de los casos, los
adultos se limitan a usar los medios, tercios y cuartos. Para determinar los temas y elementos que
deben incluirse en los planes de estudio, los investigadores han analizado también los tipos de
errores que los alumnos cometen en la comunicación oral y escrita, en aritmética y en otras
materias. Los estudios dirigidos a investigar el vocabulario básico que poseen los niños de diferentes
edades constituyen una valiosa ayuda para los autores de los libros de texto escolares. A fin de
indagar cuáles son los hechos, temas, problemas y generalizaciones que revisten mayor importancia
en la vida de una persona adulta, los científicos sociales tabularon la frecuencia con que tales
elementos son mencionados en los diarios, publicaciones periódicas, películas, dibujos animados y
otras fuentes. Tales estudios estimularon la revisión de los planes de enseñanza e indujeron a los
educadores a introducir en ellos considerables modificaciones.
Las primeras investigaciones documentales tuvieron un carácter superficial y mecánico, puesto que,
si bien los estudiosos leían los diversos materiales escritos o impresos y tabulaban la frecuencia con
que aparecían los diferentes temas, empleando para ello categorías adecuadas, no revelaban
hechos particularmente significativos. Alrededor de 1950, se comenzó a utilizar métodos de
clasificación más elaborados y flexibles, a fin de identificar los factores cualitativos importantes.
Estos estudios procuraban analizar temas más complejos que aquellos a los que dirigían su atención
las investigaciones de tipo cuantitativo. Los científicos se planteaban interrogantes tales como: ¿En

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qué medida los artículos de divulgación representan con exactitud la realidad cultural ajena a
Estados Unidos (123)? ¿Cómo encaran el tema de las minorías étnicas los textos de estudios
sociales de nivel introductorio? ¿Qué diferencia existe entre la manera en que se expresan los
valores en la literatura para boy scouts de Estados Unidos y la forma que aquéllos adoptan en la
literatura de las organizaciones juveniles pertenecientes a otras culturas? Cuando lleva a cabo este
tipo de estudios cualitativos, el investigador se "preocupa relativamente menos por el contenido
como tal, que por éste en tanto es `reflejo' de fenómenos más `profundos"' (11; pág. 123). En
síntesis, es posible que su trabajo sea sólo en parte, de carácter cualitativo, pero "a menudo se basa
en la presencia o ausencia del contenido particular (y no en frecuencias relativas)" (11; pág. 119) y
contiene "una proporción mayor de enunciados `de no-contenido' respecto de los `de contenido', que
el análisis cuantitativo"
Ventajas y limitaciones. El análisis documental puede ayudar a los educadores a: 1) describir las
costumbres y requerimientos específicos de la escuela y la sociedad; 2) descubrir las tendencias
existentes; 3 ) identificar los errores y problemas; 4 ) señalar el proceso de desarrollo del trabajo de
un alumno o escritor; 5) poner de manifiesto, las diferencias que existen entre las prácticas
vigentes en distintas regiones, Estados o países; 6 ) evaluar la relación entre los objetivos
planteados y las características de la enseñanza que reciben los alumnos, y 7 ) identificar los
prejuicios, actitudes, intereses, valores y estados psicológicos de las personas.
Si bien es cierto que la investigación documental proporciona una gran cantidad de información
valiosa, este método adolece de ciertas limitaciones y, en consecuencia, los investigadores corren
el peligro de extraer conclusiones inexactas. Por ejemplo, un análisis de los errores que los
alumnos cometen en los exámenes puede revelar las dificultades con que tropiezan aquéllos, pero
no las causas de tales errores. Si bien sobre la base del estudio de la frecuencia con que se
manifiestan los diversos fenómenos, los investigadores pueden descubrir las pautas de interés o
actividad existentes, esos datos suelen tener, por lo general, un carácter demasiado provisional
como para servir de base a planes de largo alcance en materia de política educacional. Calculando
la frecuencia con que se presentan los distintos fenómenos o actividades particulares y midiendo la
cantidad de tiempo o espacio que se dedica a cada uno de ellos, no es posible poner de manifiesto
la importancia que revisten los hechos estudiados. El lugar que se asigna a un tema determinado
en un registro o documento y las connotaciones afectivas o emocionales de los términos que se
emplean para exponerlo constituyen también factores significativos que deben tomarse en
consideración.
Algunos hallazgos de la investigación documental resultan de escaso valor, porque los
investigadores cometieron errores al analizar la muestra representativa de la población original.
Ciertos estudios no proporcionan ningún dato acerca del grado de adecuación de la muestra o de la
correspondencia que guarda con el universo del que fue extraída. Por ejemplo, si se lleva a cabo un
análisis de los editoriales que los periódicos dedican a temas tales como la segregación escolar, la
lectura de la Biblia en las escuelas públicas o las agrupaciones gremiales de los maestros, el lector
debe juzgar por sí mismo si los periódicos seleccionados representan las opiniones de las diferentes
regiones del país, ciudades o grupos sociales, religiosos, económicos y políticos.
Otra limitación de algunos estudios documentales consiste en el hecho de que no evalúan con
precisión la confiabilidad de las fuentes de la que extraen los datos. Los materiales impresos o escritos
no siempre contienen informaciones exactas. A veces los escribientes cometen errores al registrar los
datos; en algunos casos, los miembros de un comité ocultan sus verdaderas motivaciones cuando
redactan los informes. También suele ocurrir que en los archivos y documentos oficiales, se intente

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distorsionar las informaciones, para presentar la situación mejor de lo que en realidad es; por otra
parte, distintas instituciones clasifican diferentes datos bajo una misma categoría. Los catálogos de los
colegios a veces mencionan cursos que nunca llegan a dictarse. Los documentos de carácter personal
tales como los diarios, autobiografías o cartas se falsifican o bien se les atribuye un autor que no es el
verdadero. En síntesis, cuando el investigador se aboca a la tarea del análisis documental, debe
proceder de la misma manera que el historiador y someter sus fuentes a un cuidadoso examen crítico,
para determinar la autenticidad de los documentos y la validez de su contenido.

Encuestas de opinión pública


Las personas que ocupan puestos de dirección, sea en el ámbito empresario, en la política, la
educación o en cualquier otro plano, se ven obligadas a adoptar muchas decisiones. En lugar de
dejarse guiar por sus propias conjeturas y suposiciones o por las presiones que pretenden ejercer los
diferentes grupos de presión, algunos dirigentes prefieren formular sus políticas sobre la base de las
opiniones, actitudes y preferencias del público. Por ejemplo, las empresas realizan a menudo
encuestas de opinión pública -también llamadas investigaciones de mercado-, para determinar los
productos, el tipo de presentación de estos últimos o las formas de publicidad que más atraen al
consumidor. Los políticos utilizan las encuestas para averiguar de qué manera votará la gente o qué
programas cuentan con el favor popular. Por su parte, los educadores llevan a cabo estas encuestas
para conocer la opinión del público acerca de los beneficios de la educación (92).
Por lo general, quienes realizan encuestas de opinión pública emplean cuestionarios o entrevistas para
recoger sus datos; los investigadores competentes seleccionan cuidadosamente a los sujetos, de
manera tal que estén representados los puntos de vista de todos los segmentos de una población
determinada. Por ejemplo, para predecir el resultado de las elecciones nacionales, identifican en primer
término las variables que pueden ejercer influencia sobre las preferencias políticas de los
ciudadanos, tales como el nivel económico, las creencias religiosas, la afiliación partidaria, la edad,
la educación, el sexo y el lugar de residencia. Una vez que han realizado estas apreciaciones, se
hallan en condiciones de evaluar la importancia relativa que deben asignar a cada uno de los
factores cuando seleccionen la muestra.
Pero las encuestas de opinión pública también presentan ciertas limitaciones. En primer término, es
necesario determinar cuidadosamente cómo, cuándo y dónde se obtendrán los datos y cuáles serán
las características de los individuos que integrarán la muestra; la información recogida a partir del
grupo con el que se puede trabajar con mayor facilidad no siempre reflejará la opinión de la
población total. Supongamos que un inspector envía cuestionarios a todas las asambleas de la PTA
(Asociación de Padres y Maestros) de las escuelas públicas, para requerir la opinión de sus
miembros acerca de la emisión de bonos. Los resultados de su encuesta pueden no corresponder al
voto emitido por la población el día de las elecciones, porque, por lo general los integrantes de la
PTA se interesan por la fundación de nuevas escuelas en mayor medida que los ciudadanos
jubilados, los matrimonios sin hijos y las familias que envían a sus hijos a las escuelas privadas. El
medio en que se realiza la encuesta puede influir también sobre la confiabilidad de los datos. Si se
pide a un grupo de alumnos que explique sus actitudes con respecto a la matemática, puede
suceder que, si no les agrada su actual profesor o si ese día tuvieron una prueba difícil, sus
respuestas registren esas reacciones, que obedecen a factores circunstanciales y no su verdadera
opinión acerca de la materia. Existen también otros problemas en relación con la confiabilidad de las
respuestas recogidas en las encuestas. Si los sujetos han reflexionado bastante sobre un tema, es

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probable que tengan un punto de vista definido acerca de él, pero si no poseen suficiente
información, sólo pueden emitir opiniones arbitrarias o juicios carentes de fundamento. Por otra
parte, medir la intensidad o profundidad de una opinión constituye también una tarea difícil. Veamos
un ejemplo: si se pide a dos mujeres que respondan a un cuestionario, ambas pueden expresar que
se oponen a que se introduzca en las escuelas la enseñanza sobre las Naciones Unidas. Sin
embargo, quizá sea posible persuadir a una de ellas e inducirla a cambiar su opinión, en tanto que la
otra puede manifestar una firme oposición intensa y mantener su punto de vista original.

Encuestas de comunidad
A causa de la estrecha relación que existe entre las escuelas y la comunidad, con frecuencia los
educadores procuran recoger datos acerca del medio local y de diversos aspectos de la vida en él. A
veces, junto con los científicos sociales, realizan proyectos de investigación, que se conocen con el
nombre de "encuestas de comunidad", "encuestas sociales" o "estudios de campo Las
investigaciones de este tipo se hallan íntimamente vinculadas con las encuestas escolares; aquéllas
pueden contener datos referentes a las escuelas y, por su parte, las encuestas escolares pueden
analizar muchos aspectos de la comunidad.
Historia de la investigación por encuestas En Estados Unidos, los artículos "de denuncia"
que aparecieron durante el presente siglo impulsaron el desarrollo de las encuestas de comunidad.
Tales artículos constituían vívidas descripciones de los barrios bajos y de las condiciones
infrahumanas en que vivían los trabajadores; proclamaban la necesidad de reformas sociales y
dieron origen a algunas asociaciones y organismos públicos cuya finalidad consistía en efectuar
investigaciones sociales. En épocas anteriores, los estudiosos de otros países se habían abocado a
la tarea de compilar información exacta y verificable sobre diversos aspectos de la vida de la
comunidad, a fin de promover la realización de reformas sociales. Podemos citar entre estos precur-
sores a John Howard (1726-1790 ) , quien llevó a cabo un minucioso estudio de las prisiones de
Inglaterra; Frédéric Le Play (1806-1882 ) , cuyo objetivo fue el estudio de la clase obrera francesa, y
Charles Booth (1840-1916), quien investigó el empobrecido East Side londinense.
En los Estados Unidos, uno de los primeros estudios extensivos de comunidad fue llevado a cabo
por Paul Kellogg y un grupo de investigadores profesionales, en Pittsburgo, entre los años 1909 y
1914. Pronto le siguieron otras investigaciones sobre ciudades norteamericanas, muchas de las
cuales se limitaron a indagar aspectos parciales de la vida de la comunidad. A Bibliography of
Social Surueys ( 50 ) contiene una lista de 2.775 investigaciones, efectuadas hasta fines de
1927. Aparte de los estudios locales, se realizaron otros de carácter regional, entre los que podemos
mencionar The Regional Survey of New York and Its Environs ( ocho volúmenes ) y T he
Regional Plan of New York ( dos volúmenes ) , que fueron publicados entre 1927 y 1931.
También otras comunidades llevaron a cabo este tipo de investigaciones, a fin de reunir la
información necesaria para planear de manera adecuada el futuro desarrollo de sus regiones. En
algunas comunidades, tales encuestas se repitieron a intervalos regulares o bien se realizaron de
modo ininterrumpido. Entre 1959 y 1960, bajo la dirección de Raymond Vernon, se publicó el New
York Metropalitan Region Stucly (nueve volúmenes).
Otros investigadores llevan a cabo encuestas para obtener un conocimiento científico de la vida de
la comunidad. Los iniciadores de este movimiento, Robert S. y Helen M. Lynd, efectuaron repetidos y
minu ciosos estudios en Muncie, Indiana. Su informe sociológico, Middletown (1929 ) y

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Miádletown in Transition (1937 ) , traza un vívido cuadro de la cultura de transición de un típico
pueblo del Medio Oeste norteamericano, en el lapso de varias décadas. A partir de la aparición de
los trabajos de los autores mencionados, se publicaron otros similares, tales como Plainville, USA
y Hollow Folk, y se introdujeron considerables mejoras en las técnicas de investigación.
Alcances y profundidad de las encuestas de comunidad. Algunas encuestas sociales estudian
aspectos particulares de la vida de la comunidad, tales como los servicios sanitarios, las condiciones de
trabajo, la delincuencia juvenil, el problema de la vivienda o la discriminación racial. Otras recogen
información acerca de ciertos sectores sociales determinados, como por ejemplo, los portorriqueños, los
negros o los campamentistas. Por otra parte, los estudios de gran alcance encaran diversos aspectos de
la vida de la comunidad y atribuyen un grado de importancia similar a cada uno de ellos. El campo de
acción y la profundidad de las encuestas de comunidad dependen de la naturaleza del problema, el
tiempo de que dispone el investigador para realizar su tarea, el presupuesto asignado, el asesoramiento
especializado que reciben quienes llevan a cabo el estudio y la voluntad de cooperación de las
instituciones de la comunidad.
Los investigadores que realizan encuestas de amplio alcance recogen información acerca de muchos
factores que contribuyen a caracterizar la vida de la comunidad. Para obtener los datos, se plantean
interrogantes similares a los que enunciamos a continuación:
1. Historia
¿Qué tipo de datos poseemos acerca del origen y el desarrollo de la comunidad? ¿Quiénes fueron
los primitivos habitantes y los primeros líderes? ¿Qué instituciones y actividades económicas
desarrollaron? ¿Qué avances se produjeron a partir de aquella época? ¿Cuáles fueron los factores
que determinaron tales cambios?
2. Gobierno y legislación
¿Cuáles son las bases legales o normativas de la existencia de la comunidad y su actual
funcionamiento? ¿De qué manera las leyes de habilitación, cartas constitucionales,
reglamentaciones estaduales y ordenanzas locales definen los derechos, deberes y relaciones de
los distintos cuerpos y organismos oficiales? ¿Qué agrupaciones políticas existen? ¿Qué
facciones las dominan y quiénes son sus dirigentes? ¿Cuáles son los mecanismos impositivos
vigentes? ¿Qué leyes gobiernan el derecho de recaudación de impuestos? ¿Qué porción de la
riqueza de la comunidad está sujeta a gravámenes? ¿Cuál es la naturaleza, calidad y extensión de
los servicios ofrecidos por los organismos públicos?
3. Condiciones geográficas y económicas
¿De qué manera las condiciones geográficas de la región influyen sobre los transportes,
comunicaciones, negocios, ocupaciones, salud, valor de las tierras, recreación, distribución de la
población y sobre la historia social de la comunidad? ¿Qué actividades económicas desarrolla la
población? ¿Qué personas, asociaciones u organizaciones representan los intereses de los
distintos grupos empresarios, laborales o campesinos? ¿Qué influencia ejercen éstos sobre la
comunidad? ¿Cuál es su nivel económico?
4. Características culturales
¿Se halla esta comunidad aislada de otras? ¿Cuáles son las causas y efectos de esta situación?
¿Hay pruebas que atestigüen la existencia de esfuerzos cooperativos y de solidaridad grupal?
¿Existen divisiones y conflictos de clase, raza, religión o nacionalidad? ¿Cuáles son las normas

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morales vigentes en la comunidad? ¿Qué actividades, servicios y recursos culturales, tales como
iglesias, bibliotecas, museos y parques existen? ¿Cuáles son las instituciones y organismos que
los proporcionan? ¿Qué relaciones hay entre ellos? ¿Qué actividades o condiciones antisociales
tales como vicio, crimen y delincuencia existen y a qué factores pueden atribuirse? ¿En qué
medida y de qué modo los diversos grupos, organismos y condiciones existentes ejercen sus
influencias para enriquecer o bien hacer peligrar la vida de la comunidad?
5. Población
¿Cuál es la composición de la población según los criterios de edad, sexo, raza, color,
nacionalidad, educación, empleo, lengua, filiación política y lugar de residencia? ¿Qué grado de
movilidad tiene la población? ¿Cuál es la cantidad de habitantes? ¿Está aumentando o
disminuyendo esta última? ¿A qué obedece tal situación? ¿Qué conclusiones acerca de la
población permiten extraer las tasas de natalidad, mortalidad y morbilidad?
Los investigadores sociales utilizan métodos procedentes de diferentes campos y de diversas
fuentes de información. Para recabar datos provenientes de los funcionarios públicos, instituciones
sociales, minis tros, niños, maestros o de distintos tipos de documentos, se valen de procedimientos
tales como los cuestionarios y entrevistas, los métodos de observación directa, las técnicas
estadísticas ecológicas y otras similares. Su enfoque interdisciplinario les permite usar una gran
cantidad de métodos interrelacionados, para obtener información acerca de la naturaleza y de los
diversos procesos sociales y del papel que ellos desempeñan.

ESTUDIOS DE INTERRELACIONES

En algunos casos, los educadores no recogen los datos con la mera finalidad de obtener una
minuciosa descripción de la situación existente, sino que se proponen identificar las relaciones que
existen entre los hechos, para lograr una verdadera comprensión del fenómeno que desean estudiar.
En las páginas siguientes estudiaremos tres tipos de estudios de esta índole: estudios de casos,
estudios causales comparativos y estudios de correlación.

Estudios de casos
En el estudio de casos, el educador realiza una investigación intensiva de una unidad social, que
puede ser un individuo, familia, grupo, institución social o comunidad. Para ello, recoge información
acerca de la situación existente en el momento en que realiza su tarea, las experiencias y
condiciones pasadas y las variables ambientales que ayudan a determinar las características
específicas y conducta de la unidad. Después de analizar las secuencias e interrelaciones de esos
factores, elabora un cuadro amplio e integrado de la unidad social, tal como ella funciona en el seno
de la sociedad.
Naturaleza del estudio d e casos. Los trabajadores sociales y consejeros escolares efectúan
estudios de casos con el propósito de diagnosticar una situación particular y proponer las medidas
terapéuticas que crean convenientes. Su atención se centra en el individuo considerado como una
personalidad única. Los investigadores, por el contrario, se interesan por los individuos como tipos
representativos; reúnen los datos a partir de una muestra de sujetos cuidadosamente seleccionados
y procuran extraer generalizaciones válidas sobre la población que la muestra representa.

29
El objetivo de los estudios de casos consiste en realizar una indagación en profundidad; se puede
examinar el ciclo de vida completo de una unidad social o bien centrar la atención en un aspecto
particular de esta última. Un investigador puede llevar a cabo un estudio exhaustivo de las relacio-
nes que existen entre los jóvenes integrantes de una pandilla o de las que los maestros tienen con
sus superiores. Por otra parte, si le interesa descubrir los factores que contribuyen a determinar la
inadaptación social de los delincuentes o el éxito de los maestros, puede investigar los diversos
aspectos y fases de su vida: su infancia, las condiciones familiares, su vida escolar, el trabajo y las
experiencias sociales, así como también muchos de sus rasgos de conducta.
Todo análisis de casos se inserta dentro de un marco de referencia social; las dimensiones o
aspectos de este último que se toman en cuenta dependen de la naturaleza del caso que se desea
estudiar. Por ejemplo, para descubrir qué factores o condiciones provocan la delincuencia juvenil, el
investigador no puede limitarse a considerar los hechos en sí mismos, es decir el momento, el lugar,
la naturaleza y las causas inmediatas. Los estudios de casos que sólo tienen en cuenta un frag-
mento aislado de la vida de un individuo son superficiales y carecen de significación, pues no
proporcionan los datos necesarios para indagar las relaciones fundamentales de causa y efecto.
Puesto que los seres humanos se desenvuelven en un medio social dinámico, un estudio de casos
debe incluir una considerable cantidad de información acerca de las personas, grupos y hechos con
los cuales el individuo entra en contacto y la naturaleza de sus relaciones con aquéllos. Los seres
humanos desarrollan una constante interacción con diversos factores ambientales; por ese motivo,
es imposible comprender su conducta sin examinar tales relaciones.
Los datos del estudio de casos deben provenir de muchas fuentes. Un investigador puede interrogar
a los sujetos, valiéndose de entrevistas o cuestionarios, y pedirles que evoquen sus experiencias
pasadas o expresen sus deseos y expectativas presentes. Estudiando documentos de carácter
personal, tales como diarios y cartas y efectuando distintas mediciones físicas, psicológicas o
sociológicas, puede obtener valiosos datos. También es posible recoger información interrogando a
los padres, hermanos y amigos de los sujetos, o bien analizando los archivos de los tribunales,
escuelas, hospitales, empresas, instituciones sociales o iglesias.
Los estudios de casos son similares a las encuestas 2 pero en el tipo de investigaciones que estamos
considerando, el investigador realiza un estudio intensivo de una cantidad limitada de casos
representativos, en lugar de reunir datos acerca de unos pocos aspectos de un gran número de
unidades sociales. El estudio de casos tiene un alcance más limitado, pero, en esencia, es más
exhaustivo que la investigación por encuestas y concede mayor importancia a los factores de orden
cualitativo. A causa de que las descripciones verbales proporcionan un caudal de información que no
pueden producir las investigaciones de carácter cuantitativo, los estudios de casos se utilizan a
menudo para completar los datos obtenidos mediante las encuestas. Young sostiene que "en las
ciencias sociales, los estudios numéricos más significativos son aquellos que van acompañados por
exhaustivos estudios de casos que describen con exactitud las interrelaciones de los factores y
procesos". El estudio de casos puede descubrir factores relevantes que, posteriormente, el
investigador puede medir y expresar en términos cuantitativos. Por otra parte, las encuestas esta-
dísticas proveen una guía para la selección de los sujetos representativos con los que se trabajará
en los estudios de casos. De esa manera, ambos métodos guardan una relación de mutua
dependencia.

2 Por ejemplo, ciertos estudios de comunidades son considerados por algunos autores como estudios de casos y por otros, como

encuestas

30
Aportes y limitaciones. Si bien el estudio de casos permite realizar importantes contribuciones a la
investigación, presenta ciertas limitaciones que el investigador debe tener en cuenta. La naturaleza
expansiva y exploratoria de un estudio de casos puede proporcionar ideas que lo ayuden a formular
hipótesis fructíferas, pues el conocimiento de que un hecho particular existe en una situación única,
sugiere un factor digno de ser tomado en cuenta en otros casos. Pero las generalizaciones extraídas
a partir de un caso singular o de unos pocos casos seleccionados de manera azarosa no pueden
aplicarse a todos los elementos que constituyen una población determinada. Las pruebas que pro-
ceden de un estudio de casos no pueden hacerse extensivas a un universo entero, pero la mínima
prueba negativa que surja en un caso particular sugerirá al investigador la posibilidad de modificar
sus hipótesis. El estudio de casos también resulta útil cuando se desea ilustrar los resultados
obtenidos en una investigación estadística, pues los ejemplos concretos extraídos de los casos
individuales pueden ayudar a los lectores a comprender más fácilmente las generalizaciones
estadísticas.
Podemos preguntarnos si los datos de los estudios de casos tienen un carácter demasiado subjetivo,
capaz de menoscabar su validez científica. Algunos datos, como, por ejemplo, aquellos que se
refieren a la altura y el peso de una persona, son tan objetivos como las informaciones recogidas
mediante otros métodos de investigación. Pero es posible que en un informe se introduzcan ciertos
elementos subjetivos, en particular cuando los juicios que se emiten se refieren al carácter y a las
motivaciones del sujeto. Un investigador no debe permitir que sus prejuicios y pautas personales
ejerzan influencia sobre su interpretación. Es necesario presentar los hechos con precisión y
objetividad y no formular juicios hasta tanto las pruebas reunidas justifiquen una conclusión. Cuando se
recoge información a partir de los registros, entrevistas y cuestionarios, se deben adoptar muchas
precauciones, a fin de " descubrir aquellos datos que pueden ser producto de una percepción errónea,
del engaño deliberado, de las debilidades de la memoria del investigador o de los sujetos o bien
del deseo de estos últimos de brindar la respuesta "correcta". También debe tenerse en cuenta la
tendencia a conceder excesiva importancia a los hechos poco frecuentes o a distorsionarlos para
lograr un efecto dramático.

Estudios causales comparativos.


Algunos investigadores tratan de descubrir no sólo cómo e s un fenómeno, sino también d e q ué
ma n e ra y p o r q ué ocurre. En consecuencia, comparar las semejanzas y diferencias que existen
entre fenómenos, para descubrir los factores o condiciones que parecen acompañar o contribuir a la
aparición de ciertos hechos y situaciones.
Ne c e s id ad d e l mé t o do causal comparativo. Cuando los científicos estudian las relaciones de
causalidad, prefieren emplear el método experimental, pero, en algunos casos, "el método causal
comparativo 3 es el único adecuado para encarar un problema. En un experimento de laboratorio, el
investigador controla todas las variables, a excepción de las independientes que él maneja de
diversas maneras para observar los cambios que introducen. Pero, a causa de la complejidad y la
naturaleza de los fenómenos sociales, un educador no siempre puede seleccionar, controlar y
manipular todos los factores necesarios para estudiar relaciones de causalidad. Por ejemplo, un
investigador no puede manejar variables tales como los antecedentes familiares, la clase social, la
personalidad del maestro o su nivel de inteligencia. Cuando un experimentador se propone controlar
las variaciones que sufren todas las variables menos una de ellas que es la llamada independiente o

3 Algunos autores –en particular los sociólogos- lo denominan “diseño ex post facto”.

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experimental, puede evitar el funcionamiento simultáneo de aquellas variables que normalmente
operan de manera conjunta y, en consecuencia, liberar a la variable independiente de la influencia de
las restantes (17, pág. 336). En tales circunstancias, el análisis de una situación real puede ser un
método más adecuado que un experimento de laboratorio, para identificar las causas de un
fenómeno.
En algunos casos, tal como ocurre en los estudios sobre desórdenes callejeros o sobre la vida
cotidiana, el empleo del método experimental resulta de escasa utilidad, pues ínsume una excesiva
cantidad de tiempo y dinero y demanda enormes esfuerzos. Por otra parte, también las
consideraciones éticas aconsejan, en ciertas ocasiones, evitar la experimentación. No es posible,
por ejemplo, exponer a los niños que poseen un elevado grado de estabilidad emocional a la acción
de ambientes controlados, para determinar la manera en que pueden producirse distintos tipos de
psicosis. El respeto por los seres humanos impide a un investigador infligir a otras personas un
castigo, privación o daño innecesario, u obstaculizar de cualquier modo el crecimiento y desarrollo
normales de un individuo.
Naturaleza de los estudios causales comparativos. En los casos en que los investigadores no
pueden manejar la variable independiente y establecer los controles requeridos en los "verdaderos
experimentos", pueden, en cambio, realizar un estudio causal comparativo. En un experimento, el
investigador puede suponer que sí se somete a los alumnos a la experiencia A, se observará el
resultado B. En consecuencia, decide manipular la variable independiente A; para ello, expone a un
grupo experimental a la experiencia A, efectúa las verificaciones necesarias mediante un grupo de
control y observa el resultado. En un estudio causal comparativo, el investigador invierte el
procedimiento: parte de la observación del fenómeno B, que ya se ha producido, y trata de hallar,
entre las múltiples causas posibles, los factores -variables independientes- que se relacionan con el
fenómeno o contribuyen a determinar su aparición.
En un estudio causal comparativo, el investigador analiza una situación vital en la cual los sujetos
han experimentado el fenómeno que quiere investigar. Por ejemplo, si desea estudiar los
desórdenes relacionados con el problema de la integración escolar, no podrá montar un experimento
controlado para determinar cuáles son los factores capaces de provocar el conflicto, sino que deberá
comparar una comunidad en la que se hayan producido tales desórdenes, con otra que no haya
atravesado por experiencias de .: esa índole. Después de estudiar las semejanzas y diferencias que
existen entre las dos situaciones, podrá describir los factores que parecen explicar la presencia del
fenómeno en una situación y su ausencia en la otra.
De la misma manera; si un investigador quiere estudiar el problema de la inestabilidad emocional, no
colocará a los niños en una situación donde todos los factores se mantienen constantes, a excepción
de una variable que es manipulada, a fin de determinar las causas de un tipo particular de
perturbación emocional. Por el contrario, deberá tratar de buscar niños que, de acuerdo con ciertos
criterios escogidos, se hallen "-perturbados", y los comparará con otros que no, presenten ningún
desequilibrio emocional. Una vez que haya encontrado los factores o condiciones que parecen
relacionarse con la situación de cada uno de los grupos, podrá ofrecer una explicación de las
causas del problema emocional.
La investigación causal comparativa tiene su origen en el método elaborado por John Stuart Mill para
descubrir las conexiones causales. El método de la concordancia de Mill establece que "si dos o más
instancias del fenómeno investigado tienen sólo una circunstancia en común, en la cual todas las
instancias concuerdan, es la causa (o efecto) del fenómeno dado" (93, pág. 224}. Para comprender

32
mejor este principio, veamos un ejemplo concreto. Supongamos que seis estudiantes -A, B, C, D, E y
F- concurrieron a una conferencia y, posteriormente, tres de ellos cayeron enfermos. A fin de hallar
la causa de la enfermedad, el médico interroga a A, B y C, para saber qué tipo de alimentos habían
ingerido. Descubre que todos han comido platos diferentes, excepto una porción de torta de frutillas.
En otras palabras, el único alimento que había sido ingerido por todos aquellos que se enfermaron
era la torta de frutillas. De acuerdo con el método de la concordancia, el médico concluyó que la
indisposición había sido provocada por la torta, puesto que sólo ésta era el elemento común entre
los alimentos que habían ingerido los tres estudiantes enfermos.
Para que su diagnóstico fuera aun más certero, el médico podría haber utilizado, junto con el método
de la concordancia, el llamado método de la diferencia, también creado por J. S. Mill. Este establece
que "si dos o más momentos en los que se produce un fenómeno tienen un único elemento en
común, en tanto que entre dos o más momentos en los cuales el fenómeno no se manifiesta, no
existe nada en común salvo la ausencia de esa circunstancia; la circunstancia por la cual difieren los
dos momentos del fenómeno es efecto o causa, o bien elemento constitutivo de la causa del
fenómeno" (93, pág. 229). Si hubiera querido aplicar este método, el médico, además de determinar
que la torta de frutillas era el único elemento que había sido ingerido por todos los enfermos, habría
tenido que interrogar a los tres estudiantes restantes, es decir a D, E y F. Si descubría que el único
elemento común a todos aquellos que no se habían sentido indispuestos era el hecho de no haber
comido la torta, hubiera corroborado su conclusión de que la torta de frutillas era la causa de la
enfermedad de los estudiantes. En consecuencia, este método proporciona al investigador una doble
posibilidad de control sobre sus conclusiones acerca de las relaciones de causalidad. Sin embargo,
la vida real no presenta, por lo general, situaciones tan simples como la que acabamos de describir.
Tipos de problemas. Muchos procesos, prácticas, programas y resultados educacionales, han sido
analizados mediante el método causal comparativo. Los problemas considerados son muy diversos;
en algunos casos, se trata de estudios relativamente simples, en los que no se procura establecer
relaciones cuantitativas, en tanto que en otros, los trabajos realizados son bastante más complejos y
demandan la utilización de grupos de control y de algunos aspectos del método experimental. Entre
los estudios más representativos llevados a cabo en Estados Unidos, podemos mencionar un
análisis diferencial del juego en los adolescentes (140 ) y diversos trabajos sobre temas tales
como las diferencias existentes entre los alumnos conformistas e inconformistas de las senior
hígh schools de varones ( l0I ) ; el logro diferencial de los alumnos en álgebra (149 ); las
diferencias que, en lo que respecta a las pautas de conducta, se manifiestan entre los niños
superdotados y los considerados "normales" (100 ), y una comparación entre el rendimiento de
los alumnos de las escuelas rurales de simple y doble escolaridad ( 57 ) . En otros estudios, los
investigadores procuran hallar las semejanzas y diferencias que existen entre los diversos
sujetos, para determinar cuál es la causa o el factor que contribuye a determinar la aparición de
un fenómeno.
Posibles dificultades. Cuando los educadores se proponen explicar Ios fenómenos, a
menudo realizan estudios causales comparativos. Pero este método de investigación presenta
algunas limitaciones.
I. La imposibilidad de establecer un control es una de las mayores dificultades del método
causal comparativo. Supongamos que un investigador observa el fenómeno B y piensa que A es
la causa de la aparición de B. Aun cuando mediante un estudio descriptivo obtenga datos que-
indiquen que A se relaciona con B, el investigador no puede tener la seguridad de que algún
otro factor o hipótesis alternativa no sea la verdadera causa de B. Sí realiza un experimento en

33
el cual todos los factores, excepto A, se hallan bajo control, puede determinar con mayor certeza
que A se relaciona con B. Todo lo que puede hacer para lograr un cierto grado de control, en un
estudio descriptivo, es poner a prueba tantas hipótesis alternativas como sea posible.
2. Si al estudiar un problema, el factor que produce un efecto determinado no se incluye entre
los puntos considerados, no será posible averiguar la causa. Pero, ¿de; qué manera se puede
identificar un factor relevante? Si algunos factores parecen acompañar a ciertos fenómenos, uno
o más de ellos puede ser su causa; por otra parte, el hecho de que algunos factores aparezcan
siempre que se produce un fenómeno no significa que guarden con éI una relación de
causalidad. Los tres jóvenes de nuestro ejemplo anterior pueden haber tenido otras experiencias
comunes, además de comer la torta de frutillas. Es probable, por ejemplo, que hayan bebido
café o ingerido la misma clase de medicamentos o bien que se hayan sumergido en la misma
pileta de natación; sin embargo, estos hechos no tienen ninguna relación con su enfermedad.
Si desea hallar las posibles causas de los fenómenos y desechar los factores aleatorios, el
investigador debe poseer suficiente información general acerca de tales fenómenos y elaborar
cuidadosamente sus procedimientos de observación.
3. El método de concordancias y diferencias exige que un solo factor sea el que determine la
aparición o la ausencia de un fenómeno. Pero, por lo general, esta condición no se da cuando
trabajamos con fenómenos sociales complejos, puesto que estos últimos obedecen
habitualmente a la acción de múltiples causas. ¿Cuál es, por ejemplo, el factor determinante de
la eficiencia de un maestro? ¿Reside la causa en su preparación docente, su cultura general, Ia
naturaleza de sus experiencias extraescolares, su actitud hacia los niños o la estructura de su
personalidad? El fenómeno de la eficacia de la enseñanza no se halla relacionado con un solo
factor, sino que depende de la interacción de un cierto número de variables relevantes.
4. Un fenómeno puede ser producto de múltiples causas, e inclusive es posible que en
diferentes momentos obedezca a distintas de ellas. Los tres estudiantes que se enfermaron
después del debate tuvieron una experiencia común -es decir, el hecho de haber ingerido la
torta de frutillas-; sin embargo, este factor podría no haber ejercido influencia alguna. El estudiante A
pudo haberse enfermado por un exceso de ejercicios físicos; B, por inhalar los gases tóxicos que
despiden los automóviles y C, por haber comido exageradamente. De esta manera, la búsqueda de los
elementos comunes que presentan los fenómenos puede conducir al investigador a un callejón sin salida
e impedirle hallar las verdaderas causas de un hecho.
5. Cuando dos variables se hallan relacionadas entre sí, es probable que resulte difícil determinar cuál de
ellas es la causa y cuál, el efecto. Si un estudio revela que existe una relación entre los estudiantes que
obtienen bajas calificaciones y el hecho de que tales alumnos posean su propio automóvil, el interrogante
que se plantea es si la posesión de un automóvil determina las bajas calificaciones o si, por el contrario,
aquellos que no logran un rendimiento satisfactorio en sus estudios se sienten inseguros y procuran
afirmarse adquiriendo un automóvil. Aunque los dos factores se presenten siempre juntos, ello no implica
que uno deba ser la causa del otro, sino que ambos pueden estar determinados por un tercero o bien por
un conjunto de factores. Por ejemplo, los estudios revelan que las mujeres maduras dan a luz niños más
inteligentes que las jóvenes. Sin duda alguna, esta relación existe, pero cabe preguntarse si a partir de
ello podemos concluir que la edad madura es la más adecuada para concebir y dar a luz niños
inteligentes. Bien puede ocurrir que la relación obedezca al hecho de que las mujeres de mayor
inteligencia tienden a contraer matrimonio a una edad más avanzada que las otras.

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6. También surgen dificultades cuando se intenta clasificar a los sujetos en grupos dicotómicos, a fin de
establecer comparaciones entre ellos; los fenómenos sociales sólo presentan similitudes si los incluimos
en las más amplias categorías. Por otra parte, los hechos sociales no se clasifican automáticamente en
categorías exclusivas. Las categorías tales como nadadores, dactilógrafos, maestros, oradores abarcan
cada una de ellas a una gran cantidad de individuos, algunos de los cuales poseen un escaso nivel de
capacitación en su especialidad, en tanto que otros han alcanzado las posiciones más encumbradas.
También la situación de los estudiantes que enfermaron después del debate varía en una medida
considerable; en un extremo, se halla el que sólo experimentó un ligero dolor de cabeza, y en el otro,
aquel que se sintió muy enfermo. Por lo general, la comparación entre dos variables indefinidas
proporciona escasa información útil sobre el fenómeno que se pretende explicar. Si el objetivo de las
comparaciones entre los estudiantes exitosos y los fracasados, entre los buenos y malos polemistas o
entre otros sujetos consiste en averiguar qué es lo que determina o contribuye a la existencia del factor
en cuestión, los fenómenos y categorías deben definirse con gran cuidado.
7. Cuando se trata de estudios en los que se comparan situaciones normales, la tarea de seleccionar los
sujetos no requiere los mismos cuidados y precauciones que en el caso de los estudios experimentales
más complejos. Por lo general, resulta considerablemente difícil hallar grupos de elementos que sean
similares en todos sus aspectos, excepto en lo que respecta al hecho de hallarse expuestos a una
variable distinta. Siempre existe el peligro de que los grupos presenten diferencias en relación con otras
dimensiones -salud, inteligencia, antecedentes familiares, experiencia anterior- que pueden afectar los
resultados del estudio. Supongamos que un investigador decide verificar una hipótesis acerca de los
efectos que un nuevo texto de higiene ejerce sobre las prácticas sanitarias de los niños. Es probable que,
si compara los hábitos higiénicos de los alumnos que han leído el libro con los de aquellos que no lo
conocen, compruebe que los integrantes del primer grupo han recibido, en su hogar, una formación
higiénica más adecuada que la de los otros. Para controlar las variables ajenas a un experimento, tales
como los antecedentes familiares, es posible distribuir los sujetos al azar entre los diferentes grupos y
proceder también de manera aleatoria cuando se trata de experimentar con cada uno de estos últimos.
Pero, puesto que en los estudios causales comparativos los sujetos pueden "autoincluirse" en los grupos,
si estos individuos presentan alguna diferencia en el carácter que no esté incluida en el tratamiento
experimental, ello puede ejercer influencia sobre los resultados finales. Si, por ejemplo, la educación
sanitaria no es obligatoria, es probable que los alumnos que se inscriban en el curso de esta asignatura
experimenten mayor interés por el tema y se hallen más motivados para mejorar sus prácticas
higiénicas que aquellos que no se han inscripto. En consecuencia, vemos que el texto puede no haber
ejercido el mismo efecto sobre unos y otros.
Los estudios causales comparativos poseen ciertas limitaciones y a menudo no proveen información
tan precisa y confiable como la que es posible obtener mediante estudios experimentales rigurosos.
En cambio nos proporcionan instrumentos para abordar los problemas que no pueden estudiarse en
condiciones de laboratorio y nos brindan valiosos indicios acerca de la naturaleza de los fenómenos.
Por otra parte, a medida qué las técnicas, instrumentos y controles empleados en los estudios
causales comparativos se fueron perfeccionando, este método de investigación ha ido adquiriendo
cada vez mayor difusión.

35
Estudios de correlación
Para lograr descripciones de los fenómenos, algunos investigadores emplean las técnicas de
correlación. En el capítulo 13, estudiaremos los procesos matemáticos que forman parte de estos
procedimientos, pero las explicaciones y ejemplos generales que presentamos a continuación nos
mostrarán cómo estas técnicas ayudan a los investigadores a identificar el grado de relación
existente entre los datos.
Las técnicas de correlación se utilizan para determinar la medida en que dos variables se relacionan
entre sí, es decir el grado en que las variaciones que sufre un factor se corresponden con las que
experimenta el otro. Supongamos que se desea saber en qué medida existe una relación entre los
puntajes del CI y las calificaciones que obtuvieron en álgebra los alumnos del noveno grado que
asistieron a la Lincoln School durante el último curso lectivo. Sobre la base de una apreciación
general, se puede formular la hipótesis de que cuanto más alto sea el CI del alumno, mayores serán
sus calificaciones en álgebra. Los siguientes procedimientos permitirán verificar esta hipótesis y de-
terminar el grado de relación existente entre ambos hechos.
En primer término, se deben conocer los puntajes del CI y las calificaciones que obtuvieron en
álgebra los alumnos del noveno grado; para ello será necesario consultar los legajos. Después de
registrar los puntajes del CI en orden creciente --es decir, desde los más bajos hasta los más altos-
es necesario indicar, al lado de éstos, las correspondientes calificaciones de álgebra. Luego se debe
observar si las calificaciones 'aumentan de la misma manera que los puntajes del CI. Si ambas
categorías se corresponden exactamente, ello implica que existe entre ellas una perfecta
correlación positiva. Si sólo coinciden en parte, es probable que exista cierta correlación, pero la
magnitud de esta última sólo podrá determinarse mediante procedimientos matemáticos.
Las variables pueden hallarse estrecha o parcialmente relacionadas entre sí, pero también es
posible que no exista entre ellas relación alguna. En términos generales, puede decirse que la
magnitud de una correlación depende de la medida en que los valores de dos variables aumenten o
disminuyan en la misma o en diferente dirección. Por ejemplo, si los valores de dos variables
aumentan (altos puntajes del CI - altas calificaciones escolares) o disminuyen (bajos puntajes del CI
- bajas calificaciones escolares) de la misma manera, existe una alta correlación positiva. Si, en
cambio los valores de una variable aumentan en tanto que disminuyen los de la otra (altos puntajes
del CI - bajas calificaciones escolares o bien bajos puntajes del CI - altas calificaciones escolares),
existe una alta correlación negativa. Por otra parte, si cuando los valores de una variable aumentan,
los de la otra pueden aumentar o bien disminuir (los estudiantes con altos puntajes en el CI pueden
tener altas o bajas calificaciones escolares), existe poca o ninguna correlación. En otras palabras,
no hay una correspondencia visible entre los valores de ambas variables. En consecuencia, la gama
de las correlaciones se extiende desde la perfecta correlación negativa hasta la no correlación o la
perfecta correlación positiva.
Las técnicas de correlación se emplean con diferentes propósitos. Para los científicos sociales,
revisten especial utilidad en el caso de los estudios de carácter predictivo. Con frecuencia se pide a
los investiga dores que hallen medios para determinar si los estudiantes o los empleados tendrán
éxito en su trabajo o llegarán a adquirir un profundo conocimiento de sus materias específicas o de
las técnicas necesarias para el desarrolla de su tarea (36). Cuando desea predecir el éxito que
puede alcanzar en sus estudios un grupo de alumnos, el equipo de un departamento de
investigación educacional puede elaborar un test para medir la "aptitud escolar" y administrarlo a
todos los que aspiran a ingresar en la escuela o institución de que se trate. Al finalizar el año lectivo,
los miembros del equipo pueden comparar los puntajes que los alumnos obtuvieron en el test de

36
aptitud con sus promedios de calificaciones. Si existe una correlación positiva entre las dos variables
y si los jóvenes que realizaron el test de aptitud escolar son representativos de la totalidad de los
alumnos que aprueban los cursos, los investigadores pueden afirmar que el test elegido constituye
un valioso instrumento para predecir el éxito escolar de las futuras promociones. Por ese motivo, los
tests sirven de base para la selección y el asesoramiento de los estudiantes. Sin embargo, existe la
posibilidad de que la realización hallada entre las variables se deba al azar o a factores irrelevantes.
Para que el lector pueda comprender mejor la manera en que se utiliza la técnica de correlación en
los estudios que procuran identificar relaciones de causalidad, consideraremos un ejemplo concreto.
Su pongamos que al observar el desarrollo de una clase de dactilografía, observamos que la
cantidad de tiempo que los alumnos pierden a causa de la distracción es inversamente proporcional
a la rapidez alcanzada. Para verificar esta hipótesis, pedimos a todos los alumnos del curso que
escriban a máquina un texto determinado. Después de medir la velocidad lograda por cada uno y el
tiempo que permanecieron distraídos, comparamos los diversos puntajes y advertimos que existe
una alta correlación negativa entre las variables consideradas; cuanto menor es la rapidez que
alcanza un estudiante, mayor es la cantidad de tiempo en que se distrae de su tarea. Esta
correlación sugiere (aunque no prueba de manera concluyente) que la distracción es un factor
importante que afecta la velocidad del dactilógrafo. Los resultados del estudio indican que, si se
disminuye el tiempo en que un dactilógrafo se distrae de su trabajo, es posible aumentar su rapidez.
Las técnicas de correlación constituyen un valioso instrumento de investigación. Si bien el
coeficiente de correlación sólo permite expresar en términos cuantitativos el grado de relación que
dos variables guardan entre sí, ello no siempre significa que tal relación sea de carácter causal. Para
interpretar el significado de una relación es necesario recurrir al análisis lógico, pues la computación
estadística no permite dilucidar ese problema. Esta interpretación está sujeta a todos los peligros y
limitaciones que señalamos en la .sección anterior, cuando analizamos las características de los
estudios causales comparativos.

ESTUDIOS DE DESARROLLO

El objetivo de los estudios de desarrollo consiste en determinar sólo las interrelaciones y el estado
en que se hallan los fenómenos, sino también los cambios que se producen con el transcurso del
tiempo. En estos estudios, los investigadores se proponen describir el desarrollo que experimentan
las variables durante un lapso que puede abarcar meses o años. En las siguientes secciones,
consideraremos dos tipos de estudios de desarrollo: los estudios de crecimiento y los de tendencia.

Estudios de crecimiento
Para que su enseñanza sea eficaz, el educador debe conocer la naturaleza y velocidad de los
cambios que experimenta el organismo humano. Es necesario identificar los diversos factores
interrelacionados que influyen sobre el crecimiento en sus diferentes etapas, saber también en qué
momento se tornan observables los diversos aspectos de aquél y cuándo surgen, permanecen
estacionarios, alcanzan su desarrollo óptimo y, finalmente, decaen.
T é c n i c a s . Para el estudio del desarrollo humano, se utilizan dos métodos: las técnicas lineales
y las de corte transversal. En ambos tipos de investigación, es necesario efectuar una serie de
observaciones sistemáticas. El objetivo de los trabajos en los que se emplean las técnicas lineales

37
consiste en medir el grado de crecimiento de d e t e r m i n a d o s niños en d i f e r e n t e s
e d a d e s . Puede medirse, por ejemplo, un cierto número de variables de un mismo grupo de
alumnos, a los doce, trece, catorce y quince años, y describir las pautas de crecimiento individual de
esos factores, en las distintas edades. En cambio, si se desea realizar un estudio de corte
transversal, no se miden los mismos niños a intervalos regulares, sino que se efectúa un registro de
medidas de diferentes niños, que pertenecen a distintos grupos de edad. Luego se calculan los
promedios de las variables correspondientes a cada uno de los grupos y se los ordena para
representar las pautas generales de crecimiento de cada una de ellas, en los niños de doce a
dieciséis años.
Por lo general, los estudios de corte transversal incluyen una mayor cantidad de sujetos, pero, en
cambio, describen un número menor de factores de crecimiento que los estudios lineales. En los
primeros, se pueden indicar las medidas de peso, altura, ancho de cintura y cadera de varios miles
de estudiantes pertenecientes a un determinado grupo de edad. Para obtener la curva "normal" de
crecimiento de estos fenómenos, se calcula la tendencia central de los factores medidos en cada
nivel. De esa manera, es posible hallar el promedio del peso y de otras medidas, en cada nivel de
edad. En un estudio lineal de crecimiento, si bien pueden observarse menos sujetos, existe la
posibilidad de medir un mayor número de variables. En el estudio descrito en la obra de Jones y
sus colegas de la Universidad de California, Development in Adolescence (77), se analiza el
desarrollo de un adolescente, durante un período de varios años. Entre los distintos factores
considerados figuran: 1) hogar, vecindario y antecedentes familiares; 2) ingreso en la adolescencia;
3) reacciones de los maestros y compañeros de clase; 4) pertenencia a grupos sociales; 5)
desarrollo físico (registros sanitarios, desarrollo de la estructura ósea, curvas de crecimiento
referentes al grupo, cambios fisiológicos); 6) aptitudes mentales y motoras (registros de fuerza
muscular, tests de realización, aspectos de la aptitud para el aprendizaje y diferentes habilidades
físicas, manuales e intelectuales); 7) intereses y actitudes; 8) tendencias subyacentes (análisis de
pautas de conducción, materiales proyectivos, registros de voz, informes Rorschach y tendencias
emocionales) , y 9) manera en que el adolescente se ve y juzga a sí mismo y a los demás.
Evaluación. Si bien la técnica de corte transversal es la que se usa con mayor frecuencia, a causa
de su bajo costo y porque su empleo insume una menor cantidad de tiempo, la técnica lineal
constituye el método más adecuado para estudiar el desarrollo humano. Si un educador utiliza la
técnica de corte transversal, puede reunir y analizar sus datos en muy poco tiempo, pues no es
necesario estudiar a los sujetos durante varios años ni aguardar a que maduren para completar la
investigación.
Ambas técnicas plantean problemas de muestreo. En los estudios de corte transversal, es posible
que los diferentes sujetos de cada nivel de edad no sean comparables. Si se desea medir la fuerza e
inteligencia de personas del sexo masculino que tienen entre los quince y sesenta y cinco años, los
datos recogidos en los grupos de menor y mayor edad no pueden ser considerados entre sí.
Presumiblemente, los sujetos mayores son representativos de aquéllos cuyas condiciones físicas e
intelectuales; a los quince años, permitían pensar que su vida se prolongaría, por lo menos, hasta
los sesenta y cinco años. Sin duda, el grupo de quince años que forma parte de la muestra incluye
algunos sujetos que no llegarán a vivir hasta los sesenta y cinco años. Aun cuando un estudio
transversal no abarque una gama de edades demasiado amplia, pueden cometerse errores al
comparar el promedio de crecimiento de los diferentes grupos. Supongamos, por ejemplo, que un
investigador desea determinar el promedio de inteligencia y vigor de los niños norteamericanos cuya
edad oscila entre los seis y dieciocho años. Si para efectuar las mediciones necesarias, elige a los

38
alumnos de Irontown que pertenezcan a ese grupo de edad, obtendrá una visión distorsionada de
las aptitudes de los jóvenes norteamericanos, puesto que en ese pueblo minero muchos estudiantes
destacados abandonan la escuela antes del último año, para dedicarse a trabajar.

Los estudios lineales también presentan ciertas dificultades relacionadas con el muestreo. Por lo
general, en este tipo de investigaciones, los datos se obtienen a partir de un número limitado de
sujetos; por esa razón, existen mayores posibilidades de error que en los casos en que se emplean
muestras más amplias. Cuando, entre los miembros de una comunidad cuya población sea estable,
se seleccionan determinados sujetos con el objeto de seguirlos a través de los años de estudio, la
escasa movilidad que posee el grupo introduce una desviación que influirá en los resultados. Si bien
los estudios lineales permiten medir con precisión el crecimiento de los individuos seleccionados, las
mediciones que se efectúan no siempre son representativas de la población total. Por ejemplo, no
cabe duda de que los resultados obtenidos en lo que respecta al crecimiento y desarrollo de los
alumnos de una escuela laboratorio de la Universidad de Michigan no pueden aplicarse directamente
a los estudiantes de una comunidad rural de la región de Mississippi ni a los hijos de trabajadores
mexicanos que han emigrado hacia Estados Unidos.

Otra dificultad del método lineal consiste en el hecho de que el investigador no puede evaluar y
perfeccionar con cierta frecuencia sus técnicas, puesto que una vez iniciada una investigación no es
posible interrumpirla para modificar o mejorar los procedimientos empleados. Si, uno o dos años
después de haber comenzado su estudio, descubre un mero instrumento que permite medir con
mayor precisión una aptitud específica y decide usarlo, los datos que obtenga con ése instrumento
no podrán ser comparados con los que reunió antes.

Si comparamos los estudios lineales con los de corte transversal, comprobaremos que aquéllos no
nos ofrecen un cuadro tan exacto de la gran cantidad de diferencias individuales que existen entre
los niños, puesto que a menudo incluyen sólo un reducido número de sujetos de una localidad. Sin
embargo, los estudios lineales revelan de manera más adecuada las variaciones individuales de
crecimiento y desarrollo. En cambio, los estudios de corte transversal sólo nos proporcionan, en el
mejor de los casos, estimaciones aproximativas de las características individuales del crecimiento en
relación con el tiempo. Su objetivo consiste en determinar el nivel de crecimiento promedio de un
cierto grupo de edad y, de ese modo, tienden a restar importancia y borrar las diferencias
individuales. En consecuencia, es probable que un estudio de corte transversal no pueda revelar el
salto en el crecimiento que se produce durante la adolescencia, a causa de que la presencia de
sujetos de temprana y tardía maduración suele suavizar la curva. Por ejemplo, al estudiar las pautas
físicas de crecimiento en los niños, Shuttleworth (119) observó que las niñas de temprana edad y
tardía maduración mostraban curvas de maduración diferentes, que no fue posible descubrir cuando
se utilizaron los datos del estudio de corte transversal. El proceso de maduración de los niños se
produce con un ritmo distinto en cada caso particular; por otra parte, sus pautas de crecimiento
reflejan la influencia de las experiencias ambientales y de las enfermedades que pueden haber
sufrido. Por consiguiente, el método lineal constituye el medio más adecuado para obtener des-
cripciones precisas del crecimiento individual.

39
Sin embargo, cuando utiliza la técnica lineal el investigador puede tropezar con otros problemas. En
algunos casos, resulta muy difícil obtener datos completos de todos los sujetos, durante un período
de varios años, puesto que es posible que, en ese lapso, algunos de ellos mueran, enfermen, se
muden o pierdan todo interés por participar en la investigación. Las condiciones por las que un
sujeto puede tornarse inaccesible para el investigador guardan relación con las pautas de
crecimiento analizadas, las cuales, por supuesto, no pueden reflejarse en las últimas etapas de los
resultados de un estudio. Si el factor que se desea medir es el vigor físico, es probable que, después
de los primeros años, los jóvenes más débiles pierdan interés por el estudio e inclusive se nieguen a
realizar los tests. Si, tal como sugieren algunos investigadores (4), se desechan los datos de
aquellos sujetos sobre los cuales no fue posible efectuar todas las mediciones necesarias, la
amplitud de la muestra puede reducirse hasta tal punto que ésta pierda todo su valor. En
consecuencia, la alternativa consiste en comenzar el trabajo con un grupo muy grande, que deberá
figurar en los resultados finales; sin embargo, ello implica un costo demasiado elevado, insume una
excesiva cantidad de tiempo y no resuelve los problemas de muestreo que surgen cuando una clase
específica de sujetos desaparece de la muestra.
A causa de que para llevar a cabo estudios lineales es necesario contar con grandes facilidades, con
un considerable apoyo económico y con un equipo que trabaje de manera ininterrumpida durante
varios años, las entidades que se ocupan del bienestar de los niños, junto con las grandes
universidades, son las que, en Estados Unidos, han desempeñado el papel más importante en este
campo de investigación. Los profesores y estudiantes graduados que reciben reducidas
subvenciones o escaso apoyo financiero se dedican a realizar estudios de corte transversal. Pero no
existe ninguna oposición real entre el método de corte transversal y el lineal; ambos resultan útiles y
valiosos y los datos que proporcionan se complementan mutuamente.

Estudios de tendencia
El objetivo de algunos estudios descriptivos consiste en obtener datos sobre aspectos sociales,
económicos y políticos y en analizarlos posteriormente, para identificar las tendencias fundamentales
y predecir los hechos que pueden producirse en el futuro. Los investigadores que llevan a cabo esta
labor pueden repetir el mismo estudio situacional a intervalos regulares durante varios años o bien
pueden recoger información a partir de fuentes documentales que describan las condiciones y los
hechos presentes o los que ocurrieron en diferentes épocas del pasado. Una vez que han
comparado los datos y estudiado la velocidad y dirección del cambio, predicen las condiciones y
acontecimientos que pueden predominar en el futuro. En este tipo de estudios, se combinan a veces
las técnicas históricas, las documentales y las que se utilizan en las encuestas.
Con frecuencia los administradores de una empresa industrial, comunidad o sistema escolar
organizan y consultan investigaciones de tendencia, antes de formular políticas o planes para el
futuro. Sin duda, los líderes norteamericanos de diferentes sectores de la comunidad leerán
detenidamente el New York Metropolitan Region Study (nueve volúmenes), que analiza las
ocupaciones y salarios; el cambio en las áreas residenciales, el crecimiento y disminución de la
población, las condiciones que afectan la marcha de los negocios, la industria y el comercio, los
transportes, las finanzas, el trabajo y la educación. Sobre la base de las tendencias existentes, el
estudio sugiere los probables desarrollos para 1985. A fin de planear los cursos de acción .futuros,
las autoridades escolares deben poseer considerable información acerca de las tendencias que se
registran en el ámbito educacional. Los estudios sobre tendencias relacionadas con la construcción
de edificios en la comunidad y con las edades de nuevos residentes pueden proporcionar elementos

40
que permitan determinar cuáles son las épocas y lugares más adecuados para construir futuras
escuelas. Los estudios sobre migraciones ofrecen datos acerca de las expectativas que, en lo que
respecta a los posibles beneficios o pérdidas, tiene la población extranjera que reside en el país;
sobre esa base, pueden ajustarse los presupuestos escolares y elaborarse los programas de
instrucción, construcción de aulas y reclutamiento de maestros.
Después de la Segunda Guerra Mundial, varios estudios (98, 102, 136) advirtieron a los educadores
que se prepararan para el gran incremento que habría de sufrir el número de alumnos de las
escuelas secundarias y el de los que solicitarían matrícula universitaria. Estas predicciones se
basaron en análisis de tendencias, que revelaron el notable aumento de la tasa de natalidad y la
mayor proporción de estudiantes que completaban su ciclo secundario e ingresaban en la
universidad. Tales estudios llamaron la atención de las universidades oficiales sobre la necesidad de
acelerar los programas de construcción de edificios, atraer una mayor cantidad de jóvenes hacia la
docencia universitaria y organizar vastas campañas para obtener fondos que permitieran ampliar el
alcance de sus programas.
Entre otros estudios de tendencia referentes a problemas educacionales, se encuentran los
interesantes y complejos análisis de cambios en la población que presentaron Edwards y Richey
(51) y el Departamento de Investigaciones de la NEA (véanse las ediciones del Research Bulletin).
Estos estudios formularon interrogantes acerca de las implicaciones que podrían tener, para la
educación, tendencias tales como el creciente nivel de escolaridad alcanzado por la población, la
cambiante estructura de edades de esta última y la fertilidad diferencial de los grupos raciales,
socioeconómicos y educacionales. Durante muchos años se han realizado análisis de tendencias en
relación con el problema de la natalidad, las matrículas de inscripción escolares y otros aspectos,
para predecir la demanda de maestros en varios campos. Los estudios de tendencia ocupacional
también han proporcionada información a los administradores, para ayudarlos en el planeamiento de
futuros programas educacionales.
Resulta aventurado formular predicciones basadas en los datos de tendencia social, porque las
condiciones económicas, los avances tecnológicos, las guerras, las aspiraciones individuales y otros
hechos imprevisibles pueden modificar de manera repentina el curso esperado de los
acontecimientos. Con frecuencia, las predicciones de largo alcance relacionadas con el crecimiento
demográfico han resultado equivocadas. Malthus formuló predicciones sobre el hambre que traería
apareada la superpoblación, pero no previó la productividad de la Revolución Industrial ni el papel
que cumpliría América en lo que respecta al abastecimiento de productos agrícolas. Los expertos
sugirieron que, a causa de la disminución de los aportes migratorios y de la reducción de la tasa de
natalidad que se produjo durante los años de depresión, Estados Unidos debía prepararse para
hacer frente a un descenso en el nivel de población. Pero en años recientes, las predicciones del
Census Bureau (Oficina de Censos) acerca del crecimiento demográfico han quedado invalidadas
antes de ser publicadas, a causa de los inesperados aumentos de la población. Nuevamente, los
especialistas señalan que la explosión demográfica traerá consigo la miseria total. Una de sus
predicciones consiste en que las universidades no podrán afrontar la creciente demanda de
matrículas de inscripción. Pero aún es posible que se descubran nuevas técnicas y recursos
educacionales que permitan hallar la solución del problema. Por otra parte, existe la posibilidad de
que una guerra, una fuerte depresión económica, un brusco aumento en los aranceles escolares o
diversos hechos que puedan obstaculizar el ingreso en la universidad, impidan a los jóvenes
alcanzar los niveles más altos de educación, con lo cual no se producirá el mencionado incremento.
A causa de los innumerables factores impredictibles que pueden ejercer influencia sobre los

41
fenómenos sociales, la duración de los análisis de tendencia afecta en una medida considerable la
validez de la predicción; la mayoría de las predicciones de largo alcance constituyen meras
estimaciones, en tanto que las que se refieren a lapsos más breves gozan de mayores
probabilidades de certeza.

EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN DESCRIPTIVA

La investigación descriptiva es el método empleado con más frecuencia por los educadores. Sin
embargo, el grado de difusión alcanzado no constituye una prueba suficiente de sus posibles
méritos. Si bien algunos estudios nos permiten aumentar nuestro conocimiento acerca de los
fenómenos educacionales, muchos otros son de limitado valor. Los estudios descriptivos
correctamente elaborados se ajustan, en algunos aspectos, a las exigencias del método científico de
investigación, pero la compleja naturaleza de los fenómenos sociales hace que ese objetivo sea en
cierta medida inalcanzable. Algunos de los problemas con que suelen tropezar los investigadores se
refieren a: 1) el examen crítico de los materiales originales; 2) el vocabulario técnico; 3) la for-
mulación de hipótesis; 4) la observación y experimentación, y 5) la generalización y predicción.

Examen critico de los materiales originales


La indagación científica requiere que el investigador presente hechos exactos que puedan ser
verificados mediante procedimientos de observación. Algunos datos de carácter descriptivo
satisfacen ese requisito, pero muchos de ellos no pueden probarse de manera tan precisa y objetiva
como los hechos de las ciencias naturales. Los investigadores de las ciencias de la naturaleza
estudian hechos que forman parte del nivel físico. En cambio, a causa de que los educadores no se
ocupan sólo de fenómenos naturales, sino también de diversos fenómenos sociales, biológicos o
psicológicos, a menudo resulta difícil identificar los factores causales y medirlos con exactitud, para
determinar los hechos relativamente estables.
En el caso de algunos fenómenos sociales, la obtención de medidas confiables no ofrece
demasiadas dificultades. Un investigador puede descubrir que Juan es un muchacho fuerte que pesa
50 kg y cuyo golpe de puño tiene una fuerza equivalente a 28 kg; cualquier observador competente
puede examinar y confirmar estas estimaciones. Pero, en cambio, es probable que surjan dudas si el
investigador trata de obtener información exacta acerca de las actitudes de la juventud con respecto a
los negros o sobre las causas de la preferencia que manifiestan los niños por los alimentos que hacen
engordar. Juan puede ocultar deliberadamente sus motivaciones y actitudes y ofrecer las respuestas
que él considera aceptables desde el punto de vista social. Sus respuestas pueden reflejar la reacción
ante una experiencia reciente y no sus verdaderas actitudes. Es probable que su preferencia por los
alimentos que poseen una elevada cantidad de calorías responda a uno o varios hábitos alimenticios
familiares, al deseo de compensar un fracaso en las actividades físicas o intelectuales o a ciertas
condiciones psicológicas. Desentrañar estos factores y evaluar la medida en que cada uno de ellos
contribuye a determinar sus preferencias alimenticias puede resultar una tarea difícil, si no imposible.
Los estudios descriptivos no pueden proporcionar resultados útiles cuando los investigadores parten de
datos erróneos. Muchos no someten sus materiales a un examen crítico y aceptan al pie de la letra la
in formación procedente de las fuentes impresas o de los archivos oficiales. Es ésta una costumbre
peligrosa, puesto que los registros pueden incluir errores deliberados o involuntarios y los materiales

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impresos pueden reflejar los prejuicios del autor o estar basados en observaciones de segunda mano.
Otros investigadores olvidan también que los datos recogidos a partir de distintas fuentes por diversas
personas, mediante técnicas diferentes o en distintas épocas, no son comparables entre sí.

Vocabulario técnico
La investigación descriptiva es el instrumento que se utiliza para hallar las variables significativas de un
determinado problema o situación. Después de identificar tales variables, los experimentadores deben
estudiarlas en condiciones más rigurosas. Puesto que quienes tienen a su cargo la tarea de efectuar la
investigación descriptiva realizan el trabajo preliminar, a partir del cual llevan a cabo su labor los
investigadores experimentales, es probable que en este tipo de estudios las variables no sean
definidas en términos prácticos operacionales con el mismo grado de exactitud que en los trabajos de
carácter experimental. Por otra parte, los instrumentos de medición que se emplean en la investigación
descriptiva suelen ser más imprecisos y muchos de sus datos son de naturaleza cualitativa.
El desarrollo científico es un proceso gradual. A causa de que las ciencias sociales se encuentran aún
en las etapas iniciales de su desarrollo, los investigadores de este campo no han construido aún un
vocabulario preciso y elaborado, aceptado universalmente, para comunicarse entre sí. Esa búsqueda
se ha comenzado a llevar a cabo en el área de la investigación descriptiva, pero muchos estudiosos no
prestan suficiente atención al problema. Distintos investigadores usan términos diferentes para
describir los mismos fenómenos; por otra parte, aun en el caso de que empleen términos idénticos,
éstos pueden no responder siempre al mismo concepto. Es probable, por ejemplo, que si dos ob-
servadores se proponen recoger información acerca de la "conducta cooperativa" de los escolares,
uno de ellos tome en cuenta los actos de ciega obediencia a la autoridad, en tanto que el otro decida
considerar aquellas situaciones en las que el alumno participa ejerciendo una crítica constructiva. Un
investigador puede usar el término "conducta agresiva" para referirse a actos de naturaleza
antisocial o delictiva, mientras que otro utiliza la misma expresión para describir las manifestaciones
de iniciativa y capacidad de liderazgo. El hecho de que los términos empleados no cuenten con
significados claramente definidos se traduce en comunicaciones ambiguas que no pueden pro-
porcionar una sólida base para el mutuo entendimiento que debe existir entre los científicos.

Formulación de hipótesis
El método científico requiere que los estudiosos formulen conjeturas inteligentes acerca de los
diversos problemas y que luego verifiquen si esas hipótesis constituyen una explicación satisfactoria
de los fenómenos considerados. Muchos estudios descriptivos no cumplen este requerimiento; las
hipótesis que ellos presentan son, por lo general, de menor nivel que aquellas que se basan en
estudios de carácter explicativo. En última instancia, las hipótesis deben ofrecer explicaciones
generales de las causas por las cuales ciertos fenómenos se comportan de determinada manera. En
cambio, los estudios descriptivos se limitan a "retratar" los hechos: describen qué sucede, pero no
dan cuenta de la razón por la cual los hechos han llegado hasta su estado actual. Pueden describir
las semejanzas y diferencias que existen entre las variables y agrupar los fenómenos en categorías
provisionales. Los investigadores pueden clasificar, ordenar y relacionar los datos y describir luego
las relaciones que parecen existir entre varias variables, pero no pueden realizar un análisis y
formular una explicación exhaustiva acerca de las causas de la existencia de tales relaciones,
puesto que no las someten a una prueba experimental definitiva.

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El alcance de los estudios descriptivos varía considerablemente; algunos de ellos se limitan a
formular preguntas y enunciar respuestas, en tanto que los estudios de interrelación ofrecen
hipótesis cuyo nivel se aproxima al de las hipótesis de carácter explicativo. La utilidad de los
diversos tipos de estudio depende de la situación para la que se desea usarlos. Los estudios
descriptivos, que obtienen datos exactos sobre el estado de los fenómenos o identifican las
relaciones que existen entre estos últimos e interpretan el significado de los datos, ofrecen al
educador una información de gran valor práctico, que puede ser empleada para resolver los
diferentes problemas que surgen de la labor diaria. La información fáctica acerca de la situación
presente permite a los miembros de la profesión formular planes más inteligentes con respecto de
los cursos de acción futuros y los ayuda a comunicar al público los problemas educacionales de una
manera más eficaz. Los datos relacionados con la situación existente pueden llamar la atención
sobre procesos, circunstancias y tendencias que, de otro modo, podrían pasar inadvertidos. Pueden
inducir a los educadores a actuar de acuerdo con las necesidades presentes y a prepararse para
afrontar los acontecimientos futuros. Puesto que las condiciones, procesos, técnicas y programas de
enseñanza sufren continuos cambios, es necesario contar con descripciones actualizadas de los
fenómenos.
Si la única finalidad de los estudios descriptivos consistiera en obtener información de carácter
práctico, que pudiera ser utilizada para mejorar o justificar una situación existente en una escuela o
comunidad determinadas, no podría lograrse ningún avance científico de importancia. Pero algunos
estudios descriptivos, en particular aquellos que intentan formular hipótesis acerca de las relaciones
entre dos o más variables, proporcionan los fundamentos fácticos a partir de los cuales es posible
alcanzar niveles más elevados de comprensión científica. En comparación con las ciencias
naturales, la investigación en el campo educacional tiene un origen bastante reciente. Aún existen
muchas zonas que no han sido exploradas, muchas carencias que es necesario superar. A menos
que los educadores procuren hallar los hechos relevantes que se relacionan con una determinada
situación, no podrán apreciar cuáles son los aspectos significativos en tales áreas. A fin de que los
investigadores puedan adquirir conocimientos que les permitan avanzar hacia más altos niveles del
conocimiento científico, es preciso recoger, acumular, clasificar y relacionar información acerca de la
naturaleza específica de los fenómenos educacionales.
A veces se subestima la importancia de la investigación descriptiva, a causa de que ella es la que
provee los niveles más bajos de comprensión científica -es decir, las descripciones de los hechos
existentes-. Los estudios descriptivos no producen las elaboradas y complejas teorías que
constituyen la cima en nuestra jerarquización del conocimiento. Algunos autores consideran que si
bien este tipo de estudios sólo puede ser llevado a cabo por expertos, no alcanza la jerarquía de una
investigación. Es indudable que los educadores han centrado sus esfuerzos en los trabajos
descriptivos y han olvidado otros tipos de estudios. Ha llegado la hora de penetrar en investigaciones
fundamentales acerca de la naturaleza de los fenómenos que corresponden a este campo. Por
cierto, necesitamos contar con una mayor cantidad de investigación experimental, pero los estudios
descriptivos constituyen valiosos instrumentos de explicación; aún es preciso mejorar su calidad,
pues muchos de ellos carecen de profundidad y perspectiva y ponen de manifiesto un deficiente
grado de elaboración. En lugar de formular hipótesis fundamentadas y recoger los datos necesarios
para verificar estas últimas, muchos investigadores se limitan á tabular la información que se
relaciona con el tema que pretenden estudiar. Sus esmerados conjuntos de datos no resuelven
problemas, porque cuando aquéllos no son utilizados para confirmar o rechazar una hipótesis acerca
de la naturaleza de los fenómenos, no permiten lograr verdaderos avances del conocimiento.

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En la actualidad, la práctica de que los artículos de investigación formulen hipótesis se halla más
difundida que a principios de siglo. Tal vez algunas proposiciones extraídas de publicaciones
recientes re presenten el mejor medio para ilustrar la naturaleza de las hipótesis descriptivas. En un
estudio sobre permisividad, aprobación y agresión sobre el efecto que la presencia o ausencia de
adultos ejerce en el juego de los niños, Siegel y Kohn enunciaron la siguiente hipótesis: "Según la
condición en la que se encuentren, los niños manifestarán, de una sesión a otra, diferentes cambios
relacionados con la agresividad; en el caso de los niños en cuyos juegos no participan los adultos,
esta última condición tenderá a disminuir, en tanto que la agresividad de los niños que deben jugar
en presencia de adultos tenderá a aumentar" (121, pág. 134 ).
En un estudio cuyo objetivo consistía en indagar el efecto que los valores personales de los alumnos
y maestros provocan en la determinación de las calificaciones escolares, el investigador (10, pág.
28) examinó las tres hipótesis siguientes:
1. Entre los alumnos que tienen la misma edad y sexo y un nivel de aptitud similar, las pautas
valorativas de aquellos que obtienen calificaciones más altas en una materia tienden a manifestar, en
comparación con las de los estudiantes cuyos puntajes son inferiores, una correlación más elevada
con las pautas valorativas consideradas ideales por el maestro que determina las calificaciones.
2. Si se controlan la capacidad, edad y sexo de los alumnos, las pautas valorativas de los estudiantes
que tienen promedios escolares más altos en diferentes asignaturas presentarán, si se las compara
con las de aquellos cuyos promedios son más bajos, una correlación más elevada con una pauta
valorativa compuesta, determinada por los distintos maestros de la escuela.
3. En un modelo Spearman de dos factores, compuesto por una muestra de maestros, un cierto
número de alumnos de alto rendimiento y la misma cantidad de otros de bajo rendimiento, la
concentración en el factor común para los maestros y alumnos de alto rendimiento, tenderá a superar
la concentración de este factor en los alumnos de bajo rendimiento.
En algunos estudios descriptivos, las hipótesis son formuladas de manera ambigua y en términos
demasiado generales, o bien carecen de una sólida fundamentación lógica. Por otra parte, muchos
artículos sobre trabajos de investigación no incluyen un análisis exhaustivo del problema y de los
supuestos en que se basan las hipótesis, que permita al lector reconstruir el camino que siguieron
los investigadores. Otro error en el que incurren a menudo los informes consiste en la omisión del
proceso de elaboración deductiva de las hipótesis. A menudo los informes hacen pensar que estas
últimas fueron verificadas de manera directa y no indirectamente (tal como sugiere el 4° paso del
esquema de Dewey), mediante las conclusiones que se deducen a partir de ellas.

Observación y experimentación
Cuando ello es posible, los científicos sociales procuran verificar sus hipótesis mediante la
experimentación: manejan la variable independiente en condiciones de laboratorio y observan
directamente los resultados. Pero algunos fenómenos de orden social no pueden ser estudiados de
esta manera. A veces, el único método para examinar y analizar los factores relacionados con la
producción de ciertos fenómenos consiste en observar estos últimos tal como aparecen en el aula, la
comunidad, el centro de recreación o la colonia de vacaciones. No obstante, realizar observaciones en
una situación dinámica resulta mucho más difícil que observar unas pocas variables aisladas en un
experimento de laboratorio, en el que es posible ejercer un rígido control. Por otra parte, en algunos
casos, quienes llevan a cabo una investigación descriptiva deben atenerse a las observaciones

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realizadas por otros científicos, lo que los obliga a examinar la autenticidad y verosimilitud de la
información en la que se basan.
Al realizar las observaciones, los investigadores que emplean procedimientos descriptivos deben
adoptar toda clase de precauciones para eliminar las variables que puedan inducir a error y evitar que
los factores irrelevantes influyan sobre los resultados. Pero, aun en el mejor de los casos, sólo pueden
lograr en cierta medida el rigor y la exactitud que permiten las condiciones experimentales. Los
investigadores descriptivos nunca pueden tener la absoluta certeza de haber establecido relaciones de
causalidad, puesto que no pueden ejercer el grado de control que alcanzan los experimentadores. La
existencia de una correlación entre dos factores revela que estos últimos se hallan asociados entre sí,
pero no prueba que uno de ellos sea la causa del otro, Un investigador puede descubrir que el factor A
está asociado con la aparición de B, pero subsiste el interrogante de si A constituye la causa de B, o, a
la inversa, B la causa de A, o bien si la asociación entre A y B no es sino el efecto de un tercer factor.
En una investigación de carácter descriptivo sólo es posible identificar asociaciones entre variables,
aunque esta información será de utilidad si se la emplea de manera apropiada. Los estudios
descriptivos que descubren la presencia o ausencia de una asociación entre variables, sirven como
base para otros trabajos de investigación de mayor alcance. Estos estudios pueden poner de
manifiesto las hipótesis irrelevantes y hallar las relaciones entre variables, que luego los
experimentadores podrán estudiar en condiciones de laboratorio más rigurosamente controladas.

Generalización y predicción
Los objetivos de la ciencia consisten en la explicación, predicción y control de los hechos y
condiciones. La investigación descriptiva contribuye al progreso de la ciencia, puesto que proporciona
los datos a partir de los cuales es posible elaborar hipótesis explicativas y ayuda a examinar la validez
de las teorías existentes. El desarrollo de una ciencia se inicia con descripciones de hechos
particulares y únicos, pero no permanece en este primer nivel del conocimiento. Los científicos se
esfuerzan por formular generalizaciones -es decir, hipótesis- que expliquen las causas de los
hechos. No se limitan a estudiar un fenómeno aislado, sino que elaboran amplias generalizaciones
que permitan comprender los factores determinantes de los diversos hechos y situaciones. Su
objetivo último consiste en establecer leyes de valor universal, sobre la base de las cuales el hombre
pueda predecir los fenómenos futuros y ejercer el control sobre la naturaleza.
Puesto que, en la mayoría de los casos, los estudios de investigación descriptiva abarcan un lapso
reducido, sus resultados no poseen gran poder predictivo. Muchos de ellos sólo son aplicables
dentro de períodos bastante breves. Las generalizaciones descriptivas pueden contribuir a resolver
problemas contemporáneos, pero, por lo general, sus posibilidades de utilización son
considerablemente limitadas, desde el punto de vist2 temporal. Ello se debe a que muchas
fenómenos sociales sufren constantes cambios, pues carecen de la estabilidad que caracteriza a los
fenómenos que estudian las ciencias físicas. Claro está que algunos datos descriptivos son más
duraderos que otros; por otra parte, los que se refieren a ciertas condiciones físicas del ambiente
escolar tales como la situación de los edificios o las características físicas de los niños, poseen
permanentemente vigencia ilimitada. Los datos relacionados con ciertos fenómenos de la conducta,
por ejemplo, la inteligencia o el autoritarismo, son relativamente más permanentes que las
descripciones de actitudes, intereses, deseos u opiniones, que suelen ser de naturaleza pasajera. El
carácter provisional de muchos conocimientos obtenidos mediante los estudios descriptivos
determina el hecho de que los datos sólo puedan aplicarse a los problemas contemporáneos.

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Muchos educadores llevan a cabo estudios que producen conocimientos fragmentarios y sólo
poseen significación local; los trabajos de este tipo no permiten lograr ningún avance científico de
importancia. Si un investigador obtiene sus datos a partir de una muestra adecuada de sujetos, tal
como una clase cooperativa o una escuela de la localidad, los hallazgos de su estudio tienen
posibilidades de aplicación limitadas. Podrán aplicarse a los integrantes del grupo que participó,
pero, de ninguna manera, es posible extraer generalizaciones válidas para una población más
numerosa. Si un científico social desea que sus conclusiones puedan hacerse extensivas a otros
sujetos o situaciones, que no sean los incluidos en su estudio, debe identificar claramente la pobla-
ción y seleccionar al azar una muestra representativa de sujetos.
Los científicos sociales que trabajan de manera responsable respetan la precisión de los
procedimientos de muestreo, pero, a pesar de su seriedad, no pueden elaborar generalizaciones tan
amplias como las que formulan sus colegas de las ciencias naturales. Puesto que las culturas,
comunidades y escuelas difieren entre sí y, por otra parte, ninguna .cultura posee una uniformidad
absoluta, los datos descriptivos sólo pueden reflejar aspectos particulares de hechos o
condiciones específicas de una situación determinada.
"Cuando los científicos sociales intentan formular generalizaciones acerca de todos los seres
humanos, en lugar de limitarse a los miembros de una cultura u organización específica, su
muestra es, invariablemente, no representativa. Nadie ha estudiado aún una muestra que sea
representativa de la totalidad de las personas o conductas de las diversas culturas y en todas
las épocas" (104; págs. 256-257) . Los químicos pueden tener la certeza de que una muestra de
magnesio puro es igual a otra, pero los educadores nunca pueden sostener que un niño es
idéntico al resto de los niños.
Los investigadores de las ciencias sociales se ven obligados a estudiar fenómenos que se
caracterizan por su complejidad. No pueden abstraer las características espaciales y temporales
de un hecho determinado y extraer, a partir de ellas, generalizaciones válidas para todas las
manifestaciones futuras de ese hecho. La tarea de formular predicciones les resulta casi
inabordable, pues para que ello sea posible es necesario que los hechos pasadas se repitan en
el futuro. Rose señala que…
. . , en la medida en que la ciencia social encara los fenómenos sociales en el nivel en el que
éstos pueden ser observados de manera directa, no puede encontrar leyes de causalidad que
. puedan aplicarse a todas las culturas conocidas y posibles. Esta afirmación no requiere una
explicación metafísica: se basa simplemente en el hecho de que uno de los factores
determinantes de una conducta individual -cuando es de carácter mediato- consiste en su "masa
aperceptiva", es decir en el cúmulo de experiencias por las que una persona ha pasado desde su
nacimiento y que ha retenido en su sistema nervioso. Para predecir sus movimientos físicos en
cierto momento, el que predice debería conocer todo lo que le sucedió siempre, lo cual, por
supuesto, es imposible. Además, no existen dos individuos que hayan tenido exactamente las
mismas experiencias y, en consecuencia, el conocimiento de la manera en que actúa un individuo
no proporciona ningún indicio seguro acerca del modo en que se comportará otro. Esto significa
que jamás podremos formular predicciones precisas o elaborar proposiciones universalmente
válidas sobre la conducta humana, tal como podemos hacerlo con respecto al comportamiento de
las tortugas o de las rocas (104, pág. 158) .

En los fenómenos educacionales intervienen demasiadas variables como para que los
investigadores puedan desentrañar leyes específicas. No nos hallamos en condiciones de
predecir con exactitud la conducta humana, pero tampoco podemos afirmar que la vida se
compone de hechos accidentales o azarosos. La descripción de pautas recurrentes o
regularidades de la conducta humana, capacita a los investigadores para formular algunas

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predicciones limitadas de razonable confiabilidad. Muchas predicciones hechas por los
científicos sociales son más exactas de lo que permitiría el mero azar, pero no poseen la
universalidad, precisión o exactitud que tienen aquéllas de las ciencias naturales. En el campo
de los fenómenos sociales, las predicciones sólo pueden formularse en términos tales como los
segmentos: "Cuando pasa tal cosa, esto otro tiende a ocurrir", o "Si esto sucede, podemos esperar
que ocurra aquéllo, en un 60 por ciento de los casos". La meta ideal consistiría en poder formular
generalizaciones universales que permitieran efectuar predicciones de un más alto grado de
exactitud; sin embargo, en la actualidad, hasta los científicos que trabajan en el campo de la física se
sienten menos seguros que en el pasado, con respecto de su capacidad para predecir en ciertas
áreas, excepto en términos de probabilidad estadística.

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