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Cómo descubrir lo

que nos apasiona.


A veces caemos en la rutina, dejamos de esforzarnos, dejamos de probar cosas nuevas, de
experimentar… y nos vamos conformando con el día a día tal cual nos llega, como suele
decirse: “de casa al trabajo, y del trabajo a casa”.

Sin embargo, un día despertamos y vemos que esta situación no es sostenible, no somos
felices. Con toda nuestra buena fé tratamos de ponerle remedio- “A partir de hoy empezaré a
hacer cosas, cosas que me gusten de verdad”. El problema es que la rutina nos ha enmohecido
el cerebro, ya no sabemos qué cosas son las que nos apasionan, qué es lo que verdaderamente
nos mueve.

En este momento se despierta el trauma: - “¿Por qué no me emociono ya con las cosas como
antes?, ¿qué pasa conmigo?, ¿he perdido la ilusión por todo?”.

Si estás en uno de estos momentos de tu vida, no te alarmes, tiene solución. La rutina sólo te
ha adormecido, como si de un gas tóxico se tratara, pero si ventilas bien tu cabeza podrás
ponerte en marcha de nuevo.

Una vez más, el primer paso será redescubrirnos, volver a conocernos tal cual somos ahora
mismo, así que manos a la obra. Te dejo algunas preguntas que te ayudarán a descubrir qué es
lo que te pone feliz y te sirve de motor:

1. ¿Cuáles son las cosas que consideras importantes para ti, cuáles son tus valores?
2. ¿Cuáles fueron los momentos más felices de tu vida?, ¿qué los hizo especiales?
3. ¿Qué te hace reír o al menos te provoca una gran sonrisa?
4. ¿Con qué actividades se te pasa el tiempo volando y les dedicarías todo el tiempo que
pudieras?
5. Si tus necesidades económicas estuvieran resueltas desde hace tiempo, ¿en qué
emplearías tus días?
6. ¿Qué cosas te hacen sentir en paz?
7. ¿Sobre qué te encanta hablar o escuchar a otros hablar?
8. Al final de tu vida, ¿qué te gustaría poder recordar?, ¿qué cosas te harían sentir
orgullos@?

Ahora que empiezas a conocerte, a intuir qué es lo que hace que te ilusiones, debes
emprender acción. Traza un plan para ir incorporando algunas de estas actividades en tu
rutina, en tu día a día, y poco a poco ve ampliándolas. Ve regalándote momentos especiales.

También es muy probable que algunas de las actividades que venías realizando hasta ahora
sean actividades que anteriormente te gustaban y apasionaban, si las encuentras, no las
abandones, al menos no todavía. Ponte tus gafas de colores y empieza a mirarlas con otra
perspectiva, realízalas viéndolas desde otro ángulo, quizás así redescubras los placeres que
antes te brindaban y las retomes con más energía.
De igual modo, será importante que empieces a salir de tu zona de confort y pruebes cosas
nuevas (si nunca has practicado escalada, por ejemplo, ¿cómo sabes que no te gusta? quizás
descubras en esta actividad una de tus pasiones).

No sólo realices nuevas actividades, sino que además debes empezar a relacionarte con nuevas
personas, no quiero decir con esto que abandones las que ya tienes en tu vida, sino que
amplíes tu círculo social, de este modo, comenzarás a descubrir nuevos puntos de vista, nuevas
actividades y nuevas ilusiones.

Pon en marcha estos consejos todos los días, al menos durante dos semanas seguidas, y verás
cómo recuperas tu ánimo y empiezas a redescubrir tus pasiones. No tienes nada que perder, y
sí mucho qué ganar, ¿a qué esperas? Ponte en marcha.

¿Y tú, has descubierto ya lo que te apasiona? Cuéntanoslo.

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