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Cap.

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Cap. 1 INTRODUCCIÓN

Para entender correctamente lo que es y lo que no es el Test de Rorschach, así como


para comprender la lógica que sustenta su utilización e interpretación, me parece
fundamental saber cómo se originó y conocer a su autor. Para ello transcribo a
continuación parte de la publicación “Archiv und Sammlung Hermann Rorschach” de la
autora Rita Signer.1

Biografía de Hermann Rorschach.


Niñez y juventud.

Hermann Rorschach nació el 8 de noviembre de 1884 en Zúrich. Pasó su niñez y


juventud en Schaffhausen, donde su padre era profesor de dibujo en una preparatoria
para varones y en una escuela industrial. Un año antes de que Hermann ingresara a la
escuela cantonal, él y sus hermanos menores perdieron a su madre. Dos años más
tarde, su padre contrajo matrimonio con la media hermana de su primera esposa. En
su último año en la escuela cantonal, Hermann se unió a la asociación estudiantil
semioficial Scaphusia. Sobre la interrogante del por qué obtuvo allí precisamente el
apodo de Klex (mancha), sólo se puede especular. Eventualmente influyó en que
obtuviera este apodo el hecho de que ya en aquel entonces llamaba la atención como
buen dibujante. En 1904, Hermann aprobó la Maturität (término con el que se designa
el fin de los estudios secundarios) y en el mismo año muere el padre tras un largo
periodo de sufrimiento. Esta muerte dejó a la familia en una situación económica difícil.
A pesar de esto, Hermann pudo estudiar medicina.

Estudios en Zurich, Berlin y Berna.

En el otoño de 1904, Rorschach se matriculó como alumno de medicina en Zúrich


luego de un primer semestre propedéutico en Neuchatel. A los 22 años decidió
convertirse en psiquiatra y el 18 de febrero de 1906 le escribió a su hermana, cuatro
años menor que él: “No quiero seguir sólo leyendo libros, sino que a las personas”.

A Rorschach le gustaba frecuentar el círculo de estudiantes rusos, donde conoció a


su colega rusa Olga Stempelin, con quién se casó en 1910. En 1906, tras unos
semestres en Berlín y Berna, continuó su carrera en Zúrich. En sus últimos dos
semestres asistió a las clases de Bleuler sobre psiquiatría general y
especial y clínica psiquiátrica y a cursos de Jung sobre la psicopatología de la
histeria. En febrero de 1909 terminó sus estudios de medicina con los
exámenes estatales.

1
Rita Signer (2007) “Archiv und Sammlung Hermann Rorschach”, Edición de la
Universitätsbibliothek Bern. Una traducción al español será publicada próximamente por la
Editorial Psimática.
La presente traducción y transcripción fue autorizada por la autora.
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Como asistente en diferentes hospitales psiquiátricos.

En el verano de 1909, tras una estadía de muchos meses donde los


parientes de su prometida en Rusia, asumió el cargo de asistente en el
Thurgauische Irrenanstalt Münsterlingen (Hospital Psiquiátrico de Münsterlingen
en Turgovia). Aquí se dedicó pronto a estudiar el experimento de asociación de
Jung. Paralelamente, se dedicó en gran medida a los problemas de los
trastornos psíquicos hereditarios, que en aquel entonces era un área de
investigación importante. El interés por el psicoanálisis, despertado
indudablemente por Bleuer y Jung, se refleja en el trabajo psiquiátrico de
Rorschach. Tanto en el diagnóstico como en la intervención terapéutica
jugaron para él un rol importante los principios del psicoanálisis. Para su tesis
eligió en acuerdo con Bleuler el tema “Reflexhalluzinationen” (alucinaciones
reflejas). En 1911 realizó, en este contexto, las primeras experiencias con
manchas. La tesis se publicó en 1912 con el título Über
“Reflexhalluzinationen” und verwandte Erscheinungen (Sobre “alucinaciones
reflejas” y manifestaciones relacionadas). A continuación se dedicó en mayor
medida al psicoanálisis. Entre 1912 y 1914, Rorschach publicó varios trabajos
psicoanalíticos, pero también publicó un trabajo sobre la patología y
operabilidad de los tumores de la glándula pineal, para el que realizó una
investigación microscópica dirigida por Constantino von Monakow, el famoso
neurólogo ruso en Zúrich. En la misma época reseñó unas dos docenas de
obras y artículos de revista, de los cuales casi la mitad pertenecían a la
literatura especializada rusa.

En la primavera de 1913, Rorschach renunció a su trabajo en


Münsterlingen y realizó un reemplazo en el Bernische Kantonale Irrenanstalt
Münsingen (hospital psiquiátrico cantonal Münsingen en Berna), durante
algunos meses. Allí se encontró con el historial clínico de un cierto Johannes
Binggeli, fundador de una secta religiosa, quien entre 1896 y 1909 estuvo
internado en la clínica. Este caso despertó un interés persistente en Roschach.
A fines de 1913 viajó a Rusia con su esposa con la idea de establecerse en
este lugar como psiquiatra. Sin embargo, seis meses más tarde volvió a Suiza.
Evidentemente, las condiciones de trabajo que había encontrado allá, no eran
las que esperaba.

Rorschach aceptó un puesto mal pagado de asistente en el Bernische


Kantonale Irrenanstalt Waldau (Hospital Psiquiátrico Cantonal de Waldau en
Berna), donde conoció de cerca a Walter Morgenthaler, unos años mayor que
él, por quien desarrolló un gran aprecio. Rorschach se ocupó del caso de
Binggeli durante toda su estadía en Waldau (desde julio de 1914 hasta octubre
de 1915) como informó Morgenthaler en sus Erinnerungen an Hermann
Rorschach (Recuerdos de Hermann Rorschach). Rorschach empezó a reunir
material y a estudiar literatura sobre sectas, folclor, mitología y sobre historia
mitológica, religiosa y de las iglesias. Mientras más se ocupaba de la
psicología y psicopatología de la fundación de sectas, místicas y mitologías,
más profundas relaciones se le hicieron evidentes con ciertas formas de
presentarse las enfermedades esquizofrénicas.

El nacimiento de dos hijos y una obra conocida mundialmente.

En el otoño de 1915, Rorschach fue nombrado médico secundario en el


Appenzell-Ausserrhodische Heil- und Pflegeanstalt (Sanatorio de Appenzell-
Ausserrhoden) en Herisau. En 1917 nació una hija del matrimonio y dos años
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más tarde un hijo. A fines de 1917, Rorschach retomó los experimentos con
manchas que había comenzado en 1911 y luego dejado de lado. Los
resultados de esta investigación que lo mantuvieron ocupado durante años se
publicaron en junio de 1921 con el título Psychodiagnostik. Methodik und
Ergebnisse eines wahrnemungsdiagnostischen Experiments (Deutenlassen
von Zufallsformen) (Psicodiagnóstico. Metodología y resultados de un
experimento perceptivo-diagnóstico -interpretación de formas casuales-).
Paralelo a esto continuó dedicándose a la temática de las sectas y se
comprometió como vicepresidente de la Schweizerische Gesellschaft für
Psychoanalyse (Sociedad Suiza para el Psicoanálisis), fundada en 1919.

Es notable que Rorschach pudiese ejercer todas estas actividades además


de su trabajo clínico, sobre todo si se tiene en cuenta que no había personal
médico en la clínica a excepción de él, el director y un voluntario para más de
300 pacientes. Tal vez le ayudaba a esto su facultad de disfrutar sus pocas
vacaciones despreocupadamente. Hermann Rorschach murió el 2 de abril de
1922, ocho meses después de la publicación de Psychodiagnostik, debido a
una apendicitis diagnosticada muy tarde.

Origen y desarrollo del Test de Rorschach.


Primeros experimentos con manchas.

Como Rorschach mismo escribió, su wahrnemungsdiagnostisches Experiment


(Experimento perceptivo-diagnóstico) se originó en sus investigaciones sobre las
alucinaciones reflejas. El 17 de octubre de 1910 le pidió consejo a Eugen Bleuler sobre
su tesis. En su carta hizo varias propuestas de temas, entre otras, un trabajo sobre
“alucinaciones reflejas complicadas”, agregando que: “en caso de que sean necesarias
investigaciones previas sobre los distintos tipos de intelectos, encontraría material
suficiente en los alumnos de un profesor de secundaria, amigo y vecino mío”. A lo que
se refería, eran experimentos con láminas con manchas. Como más tarde informó el
profesor Konrad Gehring, consultado por Henri F. Ellenberger, Rorschach había
desarrollado un método para examinar a sus pacientes con manchas de tinta y
compararlo con los experimentos de asociación de Jung. Entonces, según una
propuesta de Gehring, Rorschach también examinó con manchas de tinta a sus
alumnos. La interrogante fué si los estudiantes más inteligentes tenían más fantasías
que los menos inteligentes. Sin embargo, en la tesis publicada en 1912 Über
“Reflexhalluzinationen” und verwandte Erscheinungen (Sobre “Alucinaciones reflejas” y
manifestaciones relacionadas), Rorschach no menciona estos experimentos con
manchas.

Un experimento perceptivo-diagnóstico.

En los siguientes años, Rorschach pareció no continuar con esta investigación. A


fines de 1917 se publicó una tesis elaborada bajo la dirección de Bleuler con el título
Phantasieprüfungen mit formlosen Klecksen bei Schulkindern, normalen Erwachsenen
und Geisteskranken (Estudio de la fantasía con manchas sin forma en
escolares, adultos sanos y enfermos mentales) de un tal Szymon Hens. Este
había examinado con 8 láminas monocromáticas a 1000 niños, 100 adultos sanos y
100 psicóticos, con el objetivo de evaluar la fantasía. En ella se limitó al análisis del
contenido de las respuestas, las que eran dadas a la interrogante “¿Qué es esto?”. Sin
embargo, tuvo también en consideración que las respuestas podían estar
influenciadas por otros factores además de la fantasía. Había comprobado, por
ejemplo, que algunos de los sujetos de prueba tendieron a interpretar la mancha
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completa, mientras que otros tendieron a interpretar sólo partes aisladas. También
señaló que el experimento podía producir resultados interesantes con manchas de
colores. La publicación de Hens debe haber sido lo que impulsó a Rorschach a
retomar nuevamente sus anteriores experimentos con manchas.

En un principio experimentó con diferentes láminas con manchas las que


denominó Klexographien2. Los sujetos de prueba eran pacientes y empleados de la
clínica de Herisau. Finalmente, se definió una serie de diez láminas con manchas que
demostraron ser aptas para sus interrogantes y que por lo tanto determinó como serie
definitiva, e hizo imprimir en cartón. Rorschach entregaba a los sujetos de prueba las
láminas una tras otra en la mano preguntándoles “¿Qué podría ser eso?” Las
respuestas fueron anotadas y luego examinadas según los siguientes criterios,
especialmente formales:

- ¿Las manchas se percibían e interpretaban como un todo o en partes?


- ¿Estaba determinada la respuesta sólo por la forma de la mancha o también
por el color e incluso por movimiento visto en la lámina?
- ¿Qué es lo que se ve?

Los criterios formales como interpretación total o de detalle, influencia de la forma,


color y movimiento tuvieron para Rorschach mucha más importancia que el contenido
objetivo de las respuestas. En la evaluación aplicó un método estadístico y calculó las
influencias formales y los contenidos según su representación numérica en el
protocolo y las relaciones entre ellos. Comprobó que los sujetos de prueba
actuaban de manera muy distinta en la solución de la tarea. La manera en la
que interpretaron las manchas ambiguas parecía depender de determinadas
características de personalidad de la persona en cuestión y se mostró que con ello se
podía deducir patrones de comportamientos típicos de grupos de personas
determinados, por ejemplo, los grupos de personas pertenecientes a la población sana
con distintos grados de inteligencia o con talentos diferentes u otros grupos de
pacientes como esquizofrénicos, epilépticos, y maníaco-depresivos.

La búsqueda de un editor.

Los resultados de sus experimentos los reunió Rorschach en un borrador


fechado en 1918 con el título Untersuchungen über die Wahrnehmung und
Auffassung bei Gesunden und Kranken (Investigación sobre la percepción y
concepción en sanos y enfermos). El trabajo le parecía tan ampliamente
desarrollado que lo quería publicar. Por lo tanto, en agosto de 1918 se dirigió
con una petición por escrito a Constantino von Monakow, editor de la revista
Schweizer Archiv für Neurologie und Psychiatrie (Archivo suizo para la
neurología y psiquiatría). Con esta carta comenzó una lucha que duró casi tres
años por la publicación de una obra que daría a su autor fama mundial
póstuma. La piedra de tope fueron desde un principio los altos costos de la
reproducción lo más fiel posible de las diez láminas con manchas, lo que hacía
retractarse a los editores consultados. Finalmente, Walter Morgenthaler le
propuso publicar el trabajo en su colección Arbeiten zur angewandten
Psychiatrie (Trabajos de Psiquiatría aplicada), la que estaba siendo planificada
por el editor bernés Ernst Bircher. Rorschach estuvo de acuerdo y a principios
de 1920, gracias a la mediación de Morgenthaler, Bircher manifestó que estaba
dispuesto a asumir la publicación del trabajo junto con la reproducción de las
diez láminas.
2
Klex: manchas; graphien: escritos (N. del T.)
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Expansión del área de investigación y desarrollo del experimento.

Entre tanto, Rorschach había continuado con su investigación y el


desarrollo del test. Si bien en el primer año sus experimentos se vieron
limitados principalmente a los pacientes y el personal sanitario de la clínica, se
le ofreció después progresivamente, gracias a buenos contactos, la posibilidad
de examinar a sujetos de la población normal y con esto respaldar más
ampliamente sus resultados. Su amigo y colega Emil Oberholzer, quien dirigía
una consulta particular como psicoanalista en Zúrich, jugó en esto un rol
importante y desde un principio tomó parte activa en los experimentos de
Rorschach.

Oberholzer realizó el experimento con la serie de láminas de Rorschach


con sus clientes y le enviaba los protocolos de respuestas para la evaluación.
Rorschach no conocía ni la edad ni el género de los sujetos de prueba,
tampoco si estos estaban enfermos o sanos. Con suspenso esperó cada
comentario de sus amigos sobre su “diagnóstico a ciegas”. Rorschach también
disertó sobre su método del test en distintas sociedades especializadas. Los
manuscritos redactados con este objetivo documentan de manera
impresionante el creciente perfeccionamiento y precisión de sus ideas.

A la fecha de la firma del contrato en abril de 1920, Rorschach aún no tenía


ningún manuscrito listo para ser impreso. Tres meses después, envió el
manuscrito listo a Morgenthaler con el título Methodik und Ergebnisse eines
wahrnemungsdiagnostischen Experiments (Deutenlassen von Zufallsformen)
(Metodología y resultados de un experimento perceptivo-diagnóstico
-interpretación de formas casuales-). Un mes más tarde, Morgenthaler le
propuso cambiar el título del manuscrito, argumentando que el “tema” de
Rorschach sería mucho más significativo que “Diagnóstico de la percepción” y
sugirió “Psychodiagnostik” (“Psicodiagnóstico”) como título principal. Rorschach
replicó con una amplia argumentación para conservar el título; sin embargo,
finalmente cedió al cambio, luego de analizar en detalle los argumentos que
agregó Morgenthaler en relación a razones de mercado.
El Psicodiagnóstico aparece.

Para mal de Rorschach, la impresión del texto se retardó mes a mes. Cada
vez más colegas interesados esperaban por las láminas reproducidas para
usar por sí mismos el experimento. Sobre todo le preocupaba el médico
alemán Georg A. Roemer, quien en el año 1919 trabajó como médico voluntario
en el hospital psiquiátrico en Herisau y fue iniciado por Rorschach en el
“experimento de interpretación de las formas”, -nombre que usó Rorschach
más tarde para denominar su experimento-. Roemer había elaborado, en aquel
entonces, algunas láminas propias con manchas, las que Rorschach calificó
como “muy fantásticas”. De vuelta en Alemania, Roemer experimentó con sus
propias láminas con manchas y comenzó a usar el método de Rorschach de un
modo que preocupó cada vez más a este último.

El 10 de junio de 1921 cuando Rorschach tuvo finalmente en sus manos los


dos primeros ejemplares de Psychodiagnostik con sus respectivas láminas,
consideraba superadas muchas de sus ideas originales plasmadas en ellos.
Desde que finalizó su manuscrito continuó experimentando y acumulando
incansablemente nuevas experiencias, que requerían mayor elaboración.
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También estaba consciente que carecía casi por completo de un fundamento


teórico del test. Había todavía mucho por hacer.

En los últimos meses previos a su inesperada muerte, una interrogante lo


mantuvo cada vez más ocupado: ¿se justificaba dar tan poca importancia al
contenido objetivo de una interpretación de la respuesta como él lo había
hecho hasta ahora? El manuscrito de una conferencia que dictó en la
Schweizerische Gesellschaft für Psychoanalyse seis semanas antes de su
muerte, no deja dudas que esta interrogante había movilizado algunas cosas
en él.

Historia del Método de Rorschach.


Antecedentes históricos.

En una reseña de su conferencia sobre su experimento perceptivo-


diagnóstico escribió Rorschach: “una actividad que muchas personas hacen
con agrado es mirar las nubes y según su forma “ver” en ellas animales,
criaturas míticas, paisajes, etc. El experimento en cuestión sirve para poner a
prueba este arte de la interpretación”.

Por lo menos desde el Renacimiento, las formas indeterminadas y


originadas casualmente fascinaron e inspiraron a los artistas. Por mencionar
sólo a dos importantes de la época: Leonardo da Vinci (1452-1519) distinguió
la peculiaridad de las manchas originadas casualmente, además de otras
formas indeterminadas y señaló a sus alumnos el efecto estimulador de la
fantasía, de tales formas casuales (Tratado de Pintura). Víctor Hugo (1802-
1885), mientras se encontraba exiliado en las Islas Anglonormandas, detalló en
sus escritos de entonces todo lo que veía en las nubes y en las rocas mientras
paseaba e hizo láminas con manchas de tinta, las que se encuentran
actualmente en la Bibliothèque Nationale de París.

Casi al mismo tiempo que Hugo, el poeta-médico Justinus Kerner (1786-


1862) fabricó también láminas con manchas, que lo inspiraron para sus
creaciones poéticas, las que denominó KIexographien. Estas láminas fueron
conocidas por el público por primera vez en 1890, casi treinta años después de
la muerte de Kerner.

Investigaciones psicológicas experimentales.

Rorschach no fue el primero que usó las manchas de tinta para propósitos
científicos experimentales. Ya en el año 1895 los médicos y psicólogos
franceses Alfred Binet y Victor Henri, emplearon manchas de tinta para estudiar
la imaginación y la riqueza de la fantasía en el marco de estudios de
inteligencia en niños. Les sucedieron otros investigadores como George V.
Dearborn (1898), Stella E. Sharp (1899), Edwin A. Kirkpatrick (1900) y Guy
Montrose Whippie (1910). El psicólogo ruso Theodor Rybakow publicó en el
año 1910 un Atlas für experimentell-psychologische Untersuchungen der
Persönlichkeit (Atlas para análisis psicológicos experimentales de la
personalidad) en el que se encuentran ocho manchas de tinta que servirían
para la investigación de la capacidad imaginativa y de elaborar fantasías. Es
muy poco probable que Rorschach haya tenido conocimiento de todos estos
trabajos. Si es posible que conociese las investigaciones de Rybakow. Para
entonces, éste era docente privado de la Universidad de Moscú y director del
laboratorio de la clínica psiquiátrica de esa ciudad. Una indicación de que
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Rorschach posiblemente conoció el test de las manchas de Rybakow en Rusia


la encontramos en Georg A. Roemer: “originado a partir de la experiencia
psiquiátrica en Rusia y en Suiza, este [el experimento de Rorschach] aportó
información valiosa acerca de las funciones psíquicas centrales …” (1922). En
el año 1909 Rorschach estuvo por varios meses en Rusia. Como se infiere de
sus cartas, en este tiempo tuvo acceso a diferentes hospitales y centros de
salud psiquiátricos. El año 1914, en su segunda estadía en Rusia, trabajó en
un sanatorio para enfermedades nerviosas privado en las cercanías de Moscú.

Todos los trabajos mencionados tienen en común que en las


investigaciones psicológicas los experimentos con manchas fueron usados sólo
como un medio más entre otros, principalmente para el estudio de las
capacidades de representación y fantasía. Rorschach investigó de forma
sistemática el potencial psicodiagnóstico de las manchas y tenía el
convencimiento de que su experimento examinaba en primer lugar la función
perceptiva. Consecuentemente, denominó su experimento como “perceptivo-
diagnóstico”.

La psicología entre las ciencias naturales y humanistas en el cambio del S. XIX


al XX.

El hecho de que con su experimento se encontraba entre dos frentes, le era


penosamente evidente a Rorschach ya en el tiempo en que apareció el
Psychodiagnostik. Es así como el 18 de junio de 1921 le escribió a un
compañero de trabajo: “Hasta el momento no me ha ido muy bien. El trabajo
surgió de dos formas de pensamiento psicológico: [psico]analítico y psicológico
disciplinar [es decir, experimental]. El resultado es que el psicólogo disciplinar
lo considera demasiado analítico y el [psico]analítico, frecuentemente, no
entiende nada de ello, porque permanece adherido a la interpretación del
contenido y no comprende los aspectos formales”. Por cierto, en esta
declaración se refleja el doble enfoque del propio Rorschach. Por un lado, se
sentía atraído por la ciencia natural, como lo escribió el 9 de enero de 1922:
“Sin embargo, lo que más me atrae es la asimilación, no a la psicología
disciplinar sino, por lo menos simultáneamente, con la tendencia biológica de la
escuela de Monakow, hacia donde me impulsan no sólo mi propia inclinación
sino también muchos hechos”. Un acceso comprensivo al vivenciar psicológico
del individuo, le era igualmente importante. “Leer a las personas” fue para él
siempre un objetivo.

La doble postura de Rorschach refleja, a su vez, las diferentes corrientes


dentro de la Psicología. Por un lado, la psicología experimental que buscaba
satisfacer las exigencias de las ciencias naturales y esperaba encontrar leyes
comunes con ayuda de métodos de medida y cálculos. Por otro lado, los
principios de las ciencias humanistas anclados en la tradición de Dilthey
desaprobaban los métodos de “las ciencias naturales” para la investigación de
las personas y abogaban por una aproximación dirigida al entendimiento de la
singularidad de cada individuo.

Ante esta situación, no puede sorprender que el experimento de Rorschach


se discutiese controvertidamente desde un comienzo.
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El hecho de que su experimento perceptivo-diagnóstico requería aún de mucha


elaboración y análisis teóricos era algo de lo que Rorschach estaba plenamente
consciente, como lo demuestra la Introducción con la que presenta la primera edición
de su obra:

“En lo que sigue se describe el método y los resultados preliminares de


un experimento psicológico el cual, a pesar de su sencillez, se ha demostrado
como valioso en diversos aspectos, tanto como prueba de investigación como
de examen. Es necesario adelantar que todo el trabajo tiene un carácter
principalmente empírico. Las preguntas de las cuales se derivaron los primeros
ensayos de este tipo (1911), eran esencialmente de otra naturaleza que
aquellas que se nos imponían después de los siguientes ensayos. Las
conclusiones que se derivan del experimento deben ser consideradas, por lo
tanto, más bien como hallazgos que como derivaciones teóricas. La
fundamentación teórica de los ensayos se encuentra parcialmente todavía
absolutamente en sus comienzos.

Es necesario adelantar también que los resultados respecto de las


personas sanas se obtuvieron en permanente comparación con los resultados
de enfermos mentales, y a la inversa.”

Herisau, Otoño 1920 Hermann Rorschach.

A la luz de todo lo anterior se nos hace evidente que Rorschach no tuvo


en mente un enfoque teórico determinado ni cuando comenzó sus
experimentos ni cuando llevó su obra al editor. Revisando sus escritos,
podemos reconocer en ellos un enfoque y análisis más bien descriptivo-
fenomenológico.

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