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Los nervios espinales o también conocidos como nervios raquídeos son aquellos que se
prolongan desde la médula espinal y atraviesan los músculos vertebrales para distribuirse a
las zonas del cuerpo.
Pares de nervios
Existen entre 31 a 33 pares de nervios espinales:
8 pares de diminutos nervios raquídeos cervicales
12 pares de nervios dorsales o torácicos
5 pares de nervios raquídeos lumbares
5 pares de nervios raquídeos sacros
Desde 1 hasta 3 (variable) par de nervios raquídeos coccígeos
Tiene una raíz posterior que entra por el asta posterior y sale por el asta anterior o motora.
Los 7 primeros nervios cervicales (C1 a C7) salen del foramen vertebral ubicado sobre su
respectiva vértebra cervical (es decir, C1 sale del canal vertebral entre el cráneo y la primera
vértebra cervical; C2 sale sobre la segunda, y así). El nervio C8 sale de debajo de la séptima
vértebra cervical, y el resto de nervios espinales (T1 a Co) salen bajo sus respectivas
columnas.
Las raíces dorsales contienen axones sensoriales aferentes, Las raíces dorsales de cada
lado continúan formando un ganglio de la raíz dorsal (también llamado ganglio espinal).
Las raíces ventrales contienen axones eferentes motores.
Poco después del ganglio espinal, las raíces se juntan, formando el nervio espinal,
propiamente tal.
Destino de los nervios raquídeos o espinales
Después de que las raíces dorsales y ventrales se transformen en un nervio espinal, este
sale de la columna vertebral, para luego bifurcarse en sus ramas primarias dorsal y ventral.
La rama dorsal lleva la inervación motora y sensitiva para y desde la piel y músculos de
la espalda.
La rama ventral lleva la información motora y sensitiva para el resto del cuerpo.
La rama ventral primaria también da lugar a las raíces de varios plexos (ej. el plexo braquial),
el cual se convierte en los nervios motores y sensoriales de los miembros superiores.
Antes de formar los plexos, la rama ventral primaria se divide en dos otras ramas
secundarias que conducen al ganglio simpático. Estos ganglios se conectan unos a los otros,
formando la cadena simpática.
Son treinta y una a cada lado y se separan de los troncos raquídeos inmediatamente por
fuera de los agujeros de conjunción. Se dirigen hacia atrás y dan ramos cutáneos y ramos
musculares. Su modo de distribución es variable, según las regiones. Las dividiremos, como
los pares raquídeos mismos, en cinco grupos:
1° Ramas posteriores de los nervios cervicales. Son ocho; las dos primeras presentan una
disposición algo especial.
La rama posterior del primer nervio cervical sale del conducto vertebral entre el occipital y el
atlas, y se reparte por los músculos que forman un triángulo en lo profundo de la nuca (rectos
posteriores mayor y menor de la cabeza, oblicuo mayor y oblicuo menor).
La rama posterior del segundo nervio cervical o gran nervio occipital de Arnold sale del
conducto vertebral entre el atlas y el axis. Se dirige hacia arriba después de haber cruzado el
borde superior del músculo oblicuo mayor y termina en la piel de la región occipital. De paso
emite los siguientes ramos: 1°, un ramo que se anastomosa con la rama posterior del primer
nervio cervical (plexo cervical posterior); 2°, ramos para los músculos de la nuca, que no
reciben ningún filete del nervio precedente (complexo, esplenio, trapecio).
Las ramas posteriores de los seis últimos nervios cervicales se distribuyen, primero, por
algunos músculos de la nuca (clomplexo, transverso espinoso, espinoso), y, después, por la
piel de la nuca.
Las ramas posteriores de los siete nervios dorsales siguientes se dividen cada uno en dos
ramos: 1°, ramo externo o muscular, para el dorsal largo y el sacrolumbar; 2°, ramo interno o
musculocutáneo, para el transverso espinoso y la piel.
Las ramas posteriores de los cuatro últimos nervios dorsales no tienen ramo interno; se
conducen como las ramas lumbares.
3° Ramas posteriores de los nervios lumbares. En número de cinco, dan, primero, filetes a
los músculos espinales, y después, terminan por dos filetes cutáneos, uno interno y
otro externo.
4° Ramas posteriores de los nervios sacros. En número de cinco, salen por los agujeros
sacros posteriores y forman arcos de los cuales parten: 1°, filetes motores, para los músculos
espinales; 2°, filetes sensitivos, para la piel de la región sacrococcígea.
5° Rama posterior del nervio coccígeo. Extremadamente delgada, termina en la piel que
cubre el cóccix.
SISTEMA NERVIOSO VEGETATIVO
El sistema nervioso somático está en su mayor parte sujeto al control voluntario del ser
humano, es decir, se puede regular de manera consciente. Con ayuda del sistema nervioso
somático se coordinan, por ejemplo, los movimientos (motricidad), como elevar la mano o
doblar el dedo pequeño del pie.
El sistema nervioso vegetativo inerva (conecta los nervios con los órganos)
fundamentalmente los denominados músculos lisos de todos los órganos, el corazón y las
glándulas. Los músculos lisos se encuentran en aquellos órganos cuya actividad es
involuntaria (por ejemplo, el estómago, el intestino o el páncreas).
Ambos sistemas nerviosos trabajan de manera conjunta. En algunas regiones corporales es
imposible delimitar de manera exacta sus respectivas células nerviosas.
El sistema entérico está formado por fibras nerviosas vegetativas y ganglios situados en la
pared de los órganos huecos (corazón, estomágo, intestino, vejiga y útero). El
funcionamiento del útero posee relativa autonomía. Se incluye asimismo en el sistema
entérico al sistema nervioso de la pared intestinal, que funciona con total independencia
respecto del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).
La relación entre las diferentes maneras de funcionar del sistema simpático y parasimpático
puede ilustrarse de la siguiente forma: un individuo expuesto a una situación de estrés o
peligro inminente (como, por ejemplo, la cercanía de un animal salvaje) tratará de huir, para
lo que necesitará un mayor suministro de sangre a los músculos y para conseguir esto el
corazón tendrá que latir a una frecuencia más elevada.
El neuroeje está formado por un tejido constituido esencialmente por células altamente
diferenciadas, denominadas neuronas.
La célula nerviosa
Neurona es la denominación que recibe la célula nerviosa con todas sus prolongaciónes.
Cada célula nerviosa consta de una porción central o cuerpo celular, que contiene el núcleo
y una o más estructuras denominadas axones y dendritas. Estas últimas son unas
extensiones bastante cortas del cuerpo neuronal y están implicadas en la recepción de los
estímulos. Por contraste, el axón suele ser una prolongación única y alargada, muy
importante en la transmisión de los impulsos desde la región del cuerpo neuronal hasta
otras células.
La sustancia gris se caracteriza precisamente, por ser el lugar en el que se reúnen los
cuerpos celulares y, también, el sitio donde las neuronas se articulan entre sí. La sustancia
blanca, formada por el acoplamiento de las innumerables prolongaciones celulares, es sobre
todo, desde el punto de vista funcional, un aparato de transmisión, entre los diferentes
centros grises o entre éstos y el sistema nervioso periférico.
El influjo nervioso de una a otra neurona, o de ella al órgano inervado por ella, depende de
la sinapsis y los mediadores químicos.
La constitución de los diferentes tejidos del organismo es, en general, homogénea, mientras
que la del tejido nervioso es particularmente heterogénea; cada parte del neuroeje posee no
solo su arquitectura propia, sino también su estructura fina particular.
Esta noción es particularmente importante y nos permite comprender por qué cada una de
los dieciséis mil millones de neuronas que forman el neuroeje tiene su función especial.
Es posible que la lesión neuronal se compense, se supla; pero jamás seria completa la
sustitución. No existe en el tejido nervioso regeneración real capaz de reemplazar la neurona
desaparecida, testimonio de ello es la falta de órganos de división en el cuerpo celular.
Funciones:
Contrae la pupila.
Estimula la salivación.
Reduce el ritmo cardíaco.
Contrae los bronquios.
Vasodilatación los vasos sanguíneos periféricos.
Estimula la actividad digestiva.
Estimula la vesícula biliar.
Contrae la vejiga.
Relaja el recto.
SISTEMA SIMPÁTICO: acelera la función del organismo y nos prepara para la acción de lucha o huida.
Funciones:
Dilata pupila.
Inhibe la salivación.
Acelera el ritmo cardíaco.
Relaja los bronquios.
Vasoconstricción de los vasos cardiacos periféricos y vasodilatación de los centrales.
Inhibe la actividad digestiva.
Estimula la liberación de glucosa por el hígado.
Estimula la secreción de adrenalina y noradrenalina por el riñón.
Relaja la vejiga.
Contrae el recto.