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Tustin, F. Autismo y Psicosis Infantiles PDF
Tustin, F. Autismo y Psicosis Infantiles PDF
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En el ámbito de la literatura psi•quiátrica , muy
vez se han descrito los períodos de tristeza y d
que preceden a la ruptura co11 la real
característica de la crisis psicótica. Y por eso ·es
Psicología
Psiquiatría importante que este libro demuestre que , para el
Psicoterapia bebé, la separación física de la madre significa una
22 situación de vida o muerte, lo cual permite
comprender por qué los niños autistas se aíslan y
sienten tanto temor de establecer vínculos. La
diferenciación que la autora establece entre ciertas
deficiencias del niño normal y las aberraciones en el
niño autista constituyen también una ayuda muy
valiosa para detectar tempranamente la enfermedad
e interpretarla en términos educativos.
A través de la introducción de parámetros
diagnósticos y pronósticos originales y claros,
Tustin brinda agudas observaciones y ejemplos
ilustrativos sobre lo que ella identifica como las tres
formas del síndrome del autismo -primario
anormal, secundario encapst~lado y secundario
1
regresivo-, caracterizando a la,vez un corto período
de normalidad que finalmente desemboca en la
ruptura con la realidad. ,
Frances Tustin, psicoterapeuta y psicoanalista de la
clínica Tavistock, trabajó primero en el centro
infantil James Jackson de Boston y posteriormente
en el Servicio de Salud de Londres. Miembro de
honor de la Association of yhild Psyc~otherar~t:- \
de la British Psychoanalytical SocietY, es ac
autora de Estados autísticos en los niños, 1a
publicado por Paidós.
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l. F. AJe.underyoum · PJiquiatrla dinámica
\J. O. Rob eim -Magiay~Jq ll jzp{rt nia
14. E. M ink<lws:Q- La e.sqrü{.Ofullia
21. A. Aberastury- Ttorfa y t~cn icadtl psiccandli.si~· Je 11if!oJ \)
22. F. Tustin · Auti.smo y p:sir:osi.s injMtile.s
28. C. R. Rogers • PJiroterapia centrada en d cliente
t
30. G. Bttesoo y J. Ruesch - Conumicdcióll. La mt:Jtrit. .socitll dt Ja psiquiatría
39. G. C.tplan • Principios dt psiquiatrla preventil'tJ
45. D. Cooper · Psiquiarriu y am ipsiquiarria
46. E. lllayerGaston y otros · Tratadodemwicoterapia
48. C. R. Rogers- El proceso de cotweTtir.se enperso11a
76. E. Balint y J. C. Norell (comps.)- Seis minutos para el paciente
77. J. Zinker - El proceso creativo en la teropitJ guestdlrica
79. D. Meltzer y Olros · üp/oraci6n del aucismo
82. G. Pankow - EstruCiura familiar }'psicosis
.¡
8.5. R. N. Blakeney (comp.)- Manual d~ análisis traTU·occional
86. J. D. Page - Manual d~ psicopatología
87 . S. Arieú y J. Bemporad- Psicot~rapia d~ la d~pusi6n .)"
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104. D. H. Matan- Pslcot~ rapia individual \J
108. M. A. Materazz.i- Drogatk¡Hnthncia ~
109. F. Tustin - Estados autfsticos ~nlos niños
~
111 . A. Aberaslury - El p.sicQO.IUflisi.J d~ niños y sus apficacion ~s
li S. M. Knobe1- P.siCCJt~rapia breve
116. L. Ricon y S. Di Segni- Probln nasdel campo d~ fa salud m~ntal
117. E. Torras de BeA - Entr~vista y diagnóstico
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118. L. Ricon y OlfOS - Otros caminos
119. J. Poch y otros- La consulta en psicologfa clínica
~~@~~J~¡
120. L. Fart"t y o1ros • Psicot~rapia psicoanalíticafocal y hr~vt
121 . O . S1evenson - La attnci6n al niño maltratado
122. A. Musacchio De Zan y ooos- Drogadicción ..)
123. A. Ferntndez Álvarez - FWUÚJ.mentos de un mod~lo imegrativo ~~~ psicot~mpia
124. P. Qlan y otros - Psida
1 ~ .· J. Manzano y F. Palacio-Espasa- Las terapias~~~ p.siquiatria infantil y en psicopedagogkl
In
126. J:. O. <!u Y- LA vido personal d~l psicoterapeuta
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J27.·.K T. Beck · Terapia cognitiva
128. J. O. Safnn y Z. Sega! - El proceso interpersono/ ~n Jo ttrapia cogniliva ·: l
t~~: ~: ?&:p;,A..~!~~~.p~~~~:~;;;~:p:~ic~=Jílica (1957- 1991 J . .... ~
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edICIOnes
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l3Z. G . Fei;~.as y M. T . Miró· Apro:ximacionet a la psicoterapia
133. V . F. Guidano • El sf.mú-mo enproces(}
134. V. Bruce y P. Greco· PtrapciM vi.s;~.al j WDOS
135. M. Pérez PemJa y J. Castro · EJ d'sarroflo psicológi~:o d~ lor 11iíio.s ciesos
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138. J. Sobral • .R.. Altt y Á. Pri.eoo · MtmiUII de psi~:olotlo jwrúlico
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Título original: Autism and Childhood Psychosis
Publicado en inglés por The Hogarth Press Ltd., Londres
lNDICE
Palabras de agradecimiento, 7
Presentación de la edición castellana. por Kamaia A. Dí Tella, 9
..j¡ I. Autismo, 13
II. Depresión psicótica, 15
Material del caso, 15
Análisis, 27
ejemplo, a través del tacto-, y se orientan en términos de unos pocos garet Mahler- que muy rara vez se ha hecho en la literatura psiquiátrica
objeto~~ Con frecuencia la única vía con la que se puede lograr una la descripción de los períodos de tristeza y duelo que preceden y en·
comunicación con estos niños es guiándolos físicamente por la mano: cadenan la ruptura con la realidad característica de la crisis psicótica.
todo otro intento de lenguaje, por la palabra o señales, resulta entera- Tustin subraya que la separación física de su madre signüica para el
mente vano. Por lo común estos niños se atrasan en diversas habili- bebé una situación de vida y muerte y esto permite comprender por
dades, por lo cual muy a menudo son confundidos con débiles mentales, qué estos nilio.2. se a.íslan y se muestran tan teme.rosos de establecer
D a pesar de que en casos en que fueron accesibles al tratamiento se pudo vínculos. Aclar asimismo que más que una regresión el autismo pato-
comprobar que tenían un nivel mental alto. lógico es una J, ñención en un período temprano, que con el paso de
Esta condición autística se manifiesta desde el nacimiento; ello los años se agrava y se vuelve más rígida. Las comparaciones que la
abre la discusión acerca de si este cuadro es generado por un factor autora brinda entre las manifestaciones de ciertas deficiencias del creci-
hereditario y constitucional -como la sordera o ciertas lesiones cerebra- miento en el niño normal y las aberraciones en el niño autista constitu~
les-, o por una acficiencia ambiental en el proceso del aprendizaje, La yen una muy útil ayuda para detectar al niño autista y derivarlo a la
escuela psicoanalítica se inclina a considerar el autismo como un pro- educación y tratamiento especiales.
ducto de una defectuosa comunicación y falta de entendimiento entre á"ustin introduce originales y claros parámetros diagnósticos y pro-
los adultos y el bebé en sus primeros momentos de vida._ Coincidente- nósticos distinguiendo en el síndrome del autismo las tres formas si-
mente, muchas investigaciones de la escuela conductista, así como otras guientes~. 1) primario anormal: el niño presenta un cuadro de pasividad
que llevaron a cabo Schaffer y Rutter, testimonian los efectos devastado-- tij>o ameba con escasa capacidad de diferenciación; 2) secundario en-
r~s que una mala comunicación entre el recién nacido y su madre capsulado: el niño construye una especie de armadura, caparazón, o
produce sobre el desarrollo ele la personalidad infantil. Los trabajos de "segunda piel", detrás de la cual puede refugiarse y protegerse del
- John Bowlby muestran claramente la secuela de la separación madre mundo externo; 3) secundario regresivo: el niño acusa en un comienzo
e hijo -incluso breve- en los días inmediatos al nacimiento, y dejan ver una sobreadaptación (bebé "modelo", "bueno.. ). a la que sigue un corto
cómo esa experiencia vuelve al bebé incapaz de establecer los contactos período de desarrollo normal para desembocar finalmente en la ruptura
iniciales que requiere su sobrevivencia (como la succión). Las películas con la realiaad. La capacidad de diferenciación se disgrega en nume-
de James y Joyce Robertson, integrantes del equipo del "Child Deve- rosos fragmentos y el niño siente como si también su cuerpo se desinte-
lopment Team" de la clínica de Tavistock han mostrado visualmente el grara en pedazos, de lo que deriva una gran confusión y un terrible
daño que depara al niño esa temprana separación y cómo surge en res- miedo. Tustin brinda descripciones agudas y ejemplos ilustrativos de
puesta a ella el defensivo comportamiento autístico. estos tres tipos, así como estrategias terapéuticas e intervenciones verba-
En forma conco1dante;los trabajos de los etólogos permiten ver que les apoyad_as en esa clasificación.
también entre los animales la separación del recién nacido de su madre También trata la autora de describir el mundo interno de estos
afecta su condicionamiento, incluso su imprinting (su primer condi- niños preverbales que construyen su mundo externo sobre la base de
cionamiento natural, instintivo, como el aprendizaje de la natación en elementales experiencias corporales. Trata de captar sus vivencias y
los patos, el vuelo en los pájaros, y- diversas formas de búsquedas de describe detalladamente el método terapéutico que se debe seguir. Al
alimentación). respecto recomienda al terapeuta asumir una actitu_d de "atención•• en
En sus estudios sobre monos, Harlow comprobó en la generación cierta medida equivalente a la "completa devoción'• de la madre por su
de los que fueron separados de sus madres que reprimían sus tendencias hijo recién nacido. En este encuadre la "atención" delpsicoterapeuta pue-
a la reproducción. · de recomponer el mundo afectivo fragmentado del niño autista, guiarlo
En los seres humanos -en los cuales la influencia del ambiente es hacia la salida de su barrera autista y lograr la recuperación de sus
más importante aún- parecerían existir mayores posibilidades de re- pérdidar. En otras palabras: por medio de la "atención·· y la ..compren-
mediar esas primeras carencias. La observación de lactantes y niños ha sión" de su mundo interno el terapeuta puede reempla:zar a esa mano-
llevado a Donald Winnicott, de Londres, a afirmar que la psicosis en guía: que necesita el niño autista. Desde la angustia de "lo roto y la no
los niños es nada más que la resultante de una deficiencia del ambiente. existencia'· se le enseña al niñp autista a "remendar", a reunir los pedazoR
También a Winnicott se debe la original sugerencia de que la pérdidá a pedir apoyo para rearmar sus partes disgregadas y a utilizar los
del pecho materno puede suscitar en el bebé una sensación de carencia estímulos para su crecimiento.
de partes de su propio cuerpo; así, el déficit de succión puede generar Tustin describe muy sutilmente el mundo "atmosférico" (algo que
el sentimiento de falta de la propia boca. Frances Tustin trata de in- !!Ir flota, que no pisa la tierra} de estos niños y deja sentir en todo mornentD
terpretar estas separaciones y pérdidas tempranas en los niños autistas su respeto a la humanidad esencial de sus pequeños pacientes . En todo
y en relación con la depresión psicótica señala -de acuerdo con Mar- momento revela su empat]a con la angustia del niño autista y eruet\a 1
•
12 FRANCES TUSTIN
.
14. FRANCES TUSTIN CAPITULO II
1
bebé, tan vulnerable,' de un choque demasiado violento con la realidad. DEPRESION PSICOTICA
Dichos procesos parecen sentar la base que le permite ponerse en con-
tacto con el mundo externo y con otras personas una vez que ha - ",Lo que rara vez visualizam~s y difícilmente se dese~·~
l
desarrollado suficiente capacidad de diferenciación. Advertimos, en en la bibliografía especializada, es el período de aflicción y
. consecuencia, la necesidad de utilizar un concopto distinto al de narcisis- duelo que, a mi entender, precede y preanuncia inevitable-
mo primario. Tras mucho pensarlo, hemos decidido emplear el térmi- mente la total ruptura psicótica con la realidad ... ''
no autismo. ·
A medida que vaya de~arrollándose la tesis propuesta en esta obra, qL.. . Margaret Mahler, 1 l.
se sugerirá que esos procesos autistas primarios nonnales sop de la
naturaleza de las sensaciones, surgidas de una disposición innata, que
todavía no constituyen comprensión pero que, en condiciones favorables,
llevarán a ella. La crianza parental crea dichas condiciones. Pero en El objeto del presente capítulo es describir en detalle, con la ayuda
esa crianza pueden darse graves deficiencias; o, lo que es mucho más de material clínico, ese estado de "aflicción y duelo" al que Mahler
común, puede ocurrir que su recepción se vea severamente bloqueada o hace referencia en la cita anterior. \Vinnicott lo ha denominado depre-
deformada debido a la intervención de diversos factores. ~1 no recibir ~'ión psicótica, diferenciándolo de la depresión rea~iva, que configura
una crianza adecuag_!\,...O J~L~ h~cer uso suficiente de ella, el pequeño ,g. reacción consciente exteriorizada ante la pérdid~ de un ser amado.
permanece en un ~llPO _domi_paO'Oportarsensadunes:¡ o sufre una ~ En relación con la depresión psicótica, dice Winnicótt ( 1958, pág. 222) :
regresión hacia dicho estadQjl Por lo tanto;--er-aesarrollo emocional y.
el cognitivo se ven detenidos o deteriorados. 5'uede ocurrir que en este Por ejemplo, la pérdida puede ser de ciertos aspectos de
estado de inanición persistan o vuelvan a establecerse los procesos au- la boca que desaparecen desde el punto de vista infantil, junto
tísticos primarios, los que se intensifican y se mantienen con rigi~ez. Se con la madre y el pecho, cuando se produce una separación
utilizará la expresión autismo patológico para describir ese estadó~ '; En en una época anterior al momento en que el bebé ha llegado
consecuencia, se verá que la diferencia entr_e el autismo normal y et' pa- a una etapa de su desarrollo emocional que pueda equipado
tológico es más de grado que de especie. ~odría decirse que el autismo · de manera adecuada para encarar esa pérdida. La misma
normal es un estado de pre-pensamiento, en tanto que el autismo pato- pérdida de la madre pocos meses después entrañaría una sim-
lógico es un estado de anti-pensamientQI ple pérdida del objeto, sin ese elemento adicional de pérdida
A medida que vayamos avanzando se diferenciarán diversos siste- de parte del s-ujeto. ; (Bastardillas de Tustin).
mas de autismo patológico. Se analizará el síndrome de autismo infantil
precoz en su relación con un sistema de autismo patológico, y la es- Í Otros estudiosos han d:cubierto que la depresión psicótica, a la \
quizofreni4 infantil en su relación con otro. Este esquema de clasifi- que a veces se hace referencia como "depresión primigenia", configura J .
cación, sobre la base del tipo de autismo manifestado por el niño, parece ( el "punto en que se inicia la detención del desarrollo emocional" en )
arrojar luz sobre las posibilidades y técnicas terapéuticas. \. los niños "atípicos'· ( psicóticos) ( Rank y Putnam, 1953). /
En el siguiente capítulo se describirá un tipo primitivo de depre- · El material que presentamos a continuación corresponde a un ni!)o
sión, que será ilustrada por medio de material clínico. Dicha depresión que, según el diagnóstico elaborado por un psiquiatra muy experimen-
detiene el desarrollo emocional y cognitivo normal. En el capítulo 111
tado, padecia de auttsmo infantil precoz~
se demostrará que el autismo patológico se desarrolla a los efectos
de manejar ese estado de depresión, en referencia al cual se utilizará
la expresión depresión psicótica, acuñada por Winnicott. ·
El capítulo final demostrará que la comprensión de ese tipo de MATERIAL DEL CASO
depresión reviste importancia crucial en el campo de la psicoterapia
aplicada a los niños psicóticos. Los padres de Juan se mostraban preocupados porque el niño toda·
vía no hablaba y porque parecía diferente y, en muchos aspeetos, má.s
lento en su desarrollo que otro~> pequeños- de ~u edad. A hs dos años
16 FRANCES TUSTIN
AUTISMO Y PSICOSIS IN.'ANTILES 17
y medio lo examinó un psiquiatra, quien temió la existencia de una
deficiencia mental. No obstante, al examinárselo una vez más seis meses intranquila por lo que a ella le parecian procedimjentos extraños de
después, se descubrió que Juan había hecho ligeros progresos que la maternidad inglesa. Asimismo, tenía la sensación de que las enfer-
permitían alentar cierta esperanza: ahora colocaba sus autitos de jugue- meras impedían que entre ella y el bebé se desarro1lara una relación
te en su posición normal. (Anteriormente los colocaba siempre vueltos satisfactoria de amamantamiento. Tenía leche abundante, y se mostró
hacia aniba, a los efectos de hacer girar· las ruedas). En base a esto muy desilusionada al ver que no podría amamantar al bebé. Este pare-
Juan fue remitido a otro psiquiatra para obtener una segunda opinión; ce haber poseído una capacidad de succión muy deficiente, ·y -la madre
considerándose que un diagnóstico alternativo posible era el de autismo informó que durante toda la semana siguiente al nacimiento no abrió
infantil precoz. El segundo psiquiatra remitió a Juan (por ese entonces Jos ojos. Cuando la madre y el pequeño abandonaron la clínica fueron
de tres años y siete meses) a la autora, para realizar un tratamiento de a vivir con la tía paterna. Una vez más, la madre tuvo la sensación de
psicoterapia intensiva, y adjuntó el siguiente informe: que se le impedía entablar un contacto más estrecho con su bebé, esta
vez debido a la interferencia de la tía. Durante los. primeros meses. de
Casi desde su nacimiento se ha verificado en él una im- vida de aquél el padre trabajó en otra ciudad, período l,;urante el cual
posibilidad de ir superando cada etapa en el proceso del la madre se sintió insegura e infeliz; pero su depresión no llegó al extre-
desarrollo, como si se diera una renuencia a avanzar, un deseo mo de haoor necesario su tratamiento.
de estancarse en cada una de ellas. Actualmente se ponen Cuando entrevisté a los padres, me informaron que Juan .no había
de manifiesto en el pequeño muchas de las actitudes que sufrido ninguna experiencia traumática tal como la que puede provocar
relacionamos con el autismo. Sus principales intereses pare- una separación o una enfermedad grave. No había dado mayores mues-
cen ser palpar distintas superficies aplicándoles golpecitos, o tras de reaccionar ante el nacimiento de su hermanita, cuando él contaba
hacer girar objetos redondos. Lo fascinan las piezas mecáni- un año y medio, y siempre había sido un bebé tranquilo. No pudieron
cas móviles, y siempre ha tenido gran habilidad para aprender proporcionar detalle alguno sobre el momento en que el bebé mantuvo
a mover el cuerpo. Aunque se planta firmemente sobre sus erguida la cabeza por primera vez o se sentó en la cuna, pero en la
pies, todavía no se alimenta por sí solo; y no porque no pueda esfera locomotriz su desarrollo parece haber sido perfectamente nor-
hacerlo sino porque, aparentemente, no quiere. A esto ha- mal. Comenzaron a preocuparse cuando el pequeño, con el correr
cía referencia cuando habié de estancarse en determinada del tiempo, no daba señas de aprender a hablar, y en razón de la
etapa. En ciertas ocasiones se vislumbra en él un grado naturaleza extraña de sus juegos. Se registraron en él movimientos de
excesivo de ansiedad, y hay días en que se las pasa aullando a mano grotescos; por ejemplo, movía los dedos frente al rostro de manera
viva voz, pero este aspecto del problema es mucho menos muy curiosa, manteniéndolos tiesos. Nunca pudo lograrse que llevara
evidente. No cuenta con un lenguaje que le resulte útil, y un lápiz al papel. Ingería alimentos blandos, pero rechazaba cual-
sólo se comunica de manera muy tentativa tratando de usar quier sustancia algo más dura. No había logrado controlar sus esfín-
la mano de su interlocutor. No obstante, estoy convencido teres. Recibí la impresión de que la madre había tenido dificultades
de que es capaz de establecer un tipo de contacto muy específicas con este aspecto del cuidado del niño. Al recordar su pro-
primitivo en este nivel, y que, por consiguiente, hay en él cier- pia infancia, durante la cual había experimentado una sensación de
tas bases que nos permitirían intentar una terapia. Lo que C'ar~ncia, al vivir casi todos esos años lejos del hogar, en una institu-
más me preocupa · es la posibilidad de que la determinante ción, tras la muerte del padre, la mujer habló de su impaciencia por
básica de todo esto sea cierto grado intrínseco de retardo haber sido niña y sus deseos de convertirse en un ser adulto.
mental. El psiquiatra que me remitiem al niño dio a Jos padres apoy() in-
termitente aunque sumamente valioso a lo largo de todo el tratamient()
Sr informó sobre "una mala historia familiar del lado paterno". La de Juan. Y por cierto que necesitaban de ese apoyo, porque cuand() la
única hermana del padre era una esquizofrénica que había sido interna- "situación sostenida,. del tratamiento (Winnicott, 1958, pág. 268} se que-
da, y había en la familia otros miembros psicóticos o con características bró en varias ocasiones lamentables, Juan tuvo par()x:ismos de aullidos
cxc~ntricas. También se informó sobre la existencia de "tensiones tre-
y dificultades para dormir que a los padres les resultaron muy difíciles
mendas" entre la madre del niño y una tía que había tenido casi exclu- de soportar. Estos eran gente sensible e inteligente, y diee mucho en
sivamente a su cargo al padre durante su primera infancia y niñez.
Juan era el primer bebé nacido del matrimonio. En cuanto a sus aspectos ,;u favor el hecho de que siguieran prestando su apoyo al tratarnient()
físicos, el embarazo y el nad.miento habían sido normales, pero la en todas esas oportunidades, y llevaran a fuan al consultan() con toCbl
madre, oriunda de una remota aldea de Escoda, se había mostrado regularidad. En caso contrario O() podrían haberse logrado los resul·
tados relativamente satisfactorios registrados a] presente.
18 FRANCES TUSTIN AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 19
~
AUTISMO Y PSIGOSlS lNI<'ANTILES 21
20 FRANCES TUSTIN
mirnrle una oreja. Ya en ·el consultorio, trató de haeer girar
entonces sintió que mediante sus acciones había hecho que el trompo sobre la muUK!a alfombra. Pero el trowpo no gi-
tanto la pequeña como la mamita "se fueran"). raba. Tomando con violencia mi mano en la suya, trató de
Tomó entonces la muñeca bebita y la colocó en la cuna, usarla como apéndice de ésta para lograr sv ;:-"' 1~Ó~1to. Pero
a la que dio vuelta, de manera que la beba se cayó al suelo. no lo logró. Salivando lleno de furia y respirando co"l fuerza,
(Interpreté que los movimientos giratorios en la cartera arrojó hacia el techo el ofensivo trompo. Faltó poco rara que
de la mamá de Tustin trastornaban a los bebés, porque él se estrellara contra la lamparita eléctrica. El trompo cayó al
quería ser su único bebé). ·piso con un crujido, y se rompió en dos. Lo que había en su
A continuación colocó el trompo dentro de la valija de interior saltó afuera. Impresionado, el niño se acercó y dijo:
sus juguetes, presionando la punta contra un trozo de plas- "¡Roto!" y "¡Caramba!"; como con pena. Se pasó el resto de
tilina blanda que había al fondo. En determinado momento la sesión tratando inútilmente de arreglarlo. Parecía que la de-
tocó la muñeca-bebé y dijo "bebé" o "pipí" (no sé cual de primente realidad estaba penetrando las barreras del autismo.
las dos palabras) .
(Interpreté que Juan sentía que sus movimientos girato- A continuación siguió un período muy confuso en el análisis (fe-
rios hacían blanda a la madre, y ésta lo dejaba girar en su brero-abril de 1952). En su transcurso, hubo intentos por moldear a la
interior para hacer que se fueran sus bebés; pero de esa ma- gente y las cosas en oposición a su naturaleza real, tal como ocurriera
nera también se iba la madre.) en el caso del incidente con el trompo gimtorio. Los juguetes, y yo
(En el curso del estudio de todo este material me des- misma, parecíamos ser manipulados como si fuéramos los excrementos
cubrí dejando volar mis pensamientos hasta tal punto que co- del niño, o partes de su propio cuerpo. Por ese entonces aquél se pasaba
rrí peligro de acceder a algún pedido no formulado verbal- la mayor parte de las sesiones tirado en el diván, jugando con su pene
mente del pequeúo, y de esa manera, de conducirme. como si y con sus propias heces, y de vez en cuando con trozos de plastilina
fuera parte de su cuerpo o un juguete, en vez de un ser pen- que no pareCÍH casi diferenciar de las heces. Además, se hurgaba
sante y maduro que tratara de ayudarlo a· aceptar sus sen- la nariz con los dedos y lanzaba escupitajos.
timientos. Otros investigadores descubrieron que no se trata Esto cesó después de las tres semanas de vacaciones de Pascua
de un hecho inusitado en el curso del tratamiento de niños (abril 1952). Fue la segunda interrupción prolongada del tratamiento.
tan "atmosféricos". Posteriormente me resultó útil proporcio- Entonces el niño desarrolló el hábito obsesivo de darle golpecitos a
nar al pequeño la explicación de que sentía que haciendo un botón sobre un almohadón y decir "¡Papá! ¡Papá!" (Por ese en-
movimientos giratorios dentro de mi cabeza lograría hacer totlCes ·su padre estaba lejos del hogar). Esto, y el juguete al que
que se "fueran" los niños que pululaban en mi cerebro, de !lamaba "El ómnibus rojo de papá", desempeñaron un rol de impor-
manera de poder sentir que conmigo podía salirse con la suya.) tancia en el análisis llevado a cabo durante ese período. Se sucedían
las pataletas cuando el pequeño se daba cuenta de que esos elementos
En el material que antecede vemos aflorar la desilusión del niño no eran parte de él, por lo que no siempre haCían su voluntad. En-
cuando toma conciencia de que yo también puedo "irme", tanto en el tonces decía "¡Roto! ¡Se fue! ¡Car.ambal" en tono muy dolorido (mayo-
sentido de no prestarle atención como en el sentido real de una se- junio 1952). Por primera vez utilizó el pronombre personal cuando,
paración física. Esto significa que no estoy bajo su control. Cuatro en medio de una de esas rabietas, rompió el "'ómnibus rojo de papá".
semanas después el tema fue desarrollado ulteriormente, al pronunciar el Entonces dijo: "¡Yo lo arreglo! ¡Yo lo arreglo!" (Sesión 118).
pequeño otras dos palabras. Una vez más, ello ocurrió en el curso
de la última sesión semanal. Lunes 26 de n()ciembr'e ( Sesión 130).
Un día, tras producirse algunos cambios en la manera en
Viernes, 9 de febrero de 1952 (Sesión 23). que habitualmente se llevaba al niño al consultorio, éste se
Juan y su madre tocaron el timbre varias veces antes de mostró acongojado cuando el padre por poco pierde el equi-
que me fuera posible llegarme hasta la puerta y abrirles. libro sobre el escaloncito de entrada, al decirle a Juan adiós
Parados en el umbral, ~e los veía fríos, helados. El pequeño con la ·mano dejandolo en el -consultorio. En el curso de
había dejado de sacudir el buzón; en ocasiones anteriores esa sesión el pequeño, aparen-temente, tratÓ· de Jemostrar que
tuve la impresión de que .creía poder controlarme y llevarme los movimientos de su propdo cuer[J() podían mante11er "j"o
a la puerta haciendo eso. En tono lastimero repitió la pa· al padre. (Por ejemplo, saltaba sobre el diván diciendo: •• ¡Pa-
labra "sucia", que había pronunciado su madre después de
"~~
._~_
s'-~~/~f;
blecer el mun,·l,> del sentido común.) ..._
Comenzó a asociar el uso defectuoso de los objetos con
el hecho de que estuvieran rotos. En relación con el trompo.
,: ''-¡ manifestó: "¡Está rotal ¡Los trompos no caen sobre la al-
..: ,.i '"
fombra!". Hacia el final de las sesiones a veces me daba a
.: t l · ~·
.·- ..
:-. . ~ entender que, a su modo de ver, yo lo cejaba porque le faltaba ,.
......... , , ,~
1_:
AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 35
FRANCES TUSTIN
34
dad sobrecogedora, Juan se ha mantenido estancado en un estadio de su
( 1958, pág. 310). Cuando el pequeño es particularmente ansioso por desarrollo en que visualiza todo en función de fonnas innatas, equipa-
naturaleza, se produce una situación inquietante. Se visualizan las ex- rándolo todo a la materia del cuerpo. Había en él un anhelo desesperado
plosiones en función de una ruptura de la situación de lactancia, y las por tener un "botón" extraordinario y sobrevalorado, que parecía equi-
tensiones físicas como si se vaporizaran en el "agujero" y lo tornaran 1 pararse a un pezón-pene-padre omnipotente.
"negro". Además, no se percil?e en dicha ruptura una situación "sos-
tenida", aliviada y modificada por los oficios de una madre dotada de Informe
capacidad de respuesta, mediante lo cual aquélla ·pone de manifiesto su.
experiencia, aceptación y comprensión de la situación; sino que, por el En los estadios primitivos el "botón" parece experimentarse como
contrario, el "agujero negro" parece ser arrojado como una pelota entre un lazo tangible y permanente con la madre. El material presentado en
madre e hijo, a través de los canales físicos de la comunicación empática; este capítulo sugiere que el dolor experimentado por la ruptura de ese
y se produce la ruptura de los procesos puestos en marcha. El bebé se lazo primigenio que, a la vez que ata, facilita la comunicación, debe
aparta de la madre y se da una proliferación de procesos p..'1tológicos elaborarse, hasta cierto ·p unto, en la relación madre-hijo antes de que
centrados en el cuerpo, que serán analizados m ás detalladamente en pueda iniciarse el desarrollo de formas más normales de comunicación.
capítulos posteriores. Dicho desarrollo de las pautas de comunicación tiene relación con el
La capacidad requerida para apoyar a un bebé inseguro p:arcce re- desarrollo de un sentido de identidad personal. Juan comenzó a utilizar
lacionarse con la capacidad de prestar atención. Una madre infeliz y el pronombre personal cuando alentaron en él esperanzas de poder
llena de inseguridaQ. sucumbe con suma facilidad a los ataques dirigidos arreglar las cosas (sesión 118). Esos "arreglos" que se sentía capaz de
contra su capacidad de prestar atención al bebé, de "sostenerlo" en su hacer, bien que de manera omnipotente, y que gradualmente comenzó a
conciencia. Dichos ataques pueden d erivar de sus propios problemas confiar que yo también pudiera efectuar, se hallaban asociados con la
infantiles no resueltos, o provenir de hechos y gentes de afuera, o del capacidad de 1lorar por el "botón" perdido y soportar los terrores asocia-
propio bebé o, más a menudo, de una combinación de todos esos ele- dos con su ausencia. El pequeño parecía pasar por una serie de procesos
mentos. En el caso de sus ·propios problemas infantiles no resueltos, al primitivos de duelo; al abandonar sus esperanzas de encontrar el "botón"
experimentar por empatía el estado por el que pasa el bebé, comienza a en el mundo externo, comenzó a cobrar forma como imagen fabricada
pi·cocuparse por el suyo propio ; y de ese modo se desvía su atención, y por su mente. Al quedar establecido el "botón" como piedra angular
sus pensamientos comienzan a extraviarse. Aparentemente, si, sin por del mundo psíquico de Juan parecieron ponerse en marcha nuevas pautas
ello tener culpa alguna, la m ente de la progenitora se halla ausente, la de comunicación con sí mismo y con los demás. La situación analítica
situación anteriormente sostenida se quiebra de la misma manera que no le suministró ninguna experiencia real de cosa alguna que se pare-
si se produjera una separación corporal traumáti ca entre madre y bebé. ciera al "botón" (no se pusieron a su alcance caramelos, alimentos ni ma-
Es factible que dicha "situación sostenida" resulte afectada por la rela- maderas, ni se le brindaban besos y caricias), sino que, simplémente, lo
ción existente entre los propios padres, en el sentido de que esta última ayudó a tolerar sentimientos relativos a su pérdida. El equipo simple,
afecta la manera en que la madre responde a un bebé que es consecuen- la .r egularidad de las sesiones (en la medida de lo posible), la adhesión
cia de aquélla. Una ruptura en la situación sostenida significa que el a una técnica disciplinada, la atención y vigilancia analítica y las in-
inocente bebé queda solo para soportar ansiedades intolerables. Las terpretaciones parecían suministrar un "rreipiente" (una "cuna", en pa-
tensiones y esfuerzos a que se ve sometido se acumulan. A1 seguir utili- labras del mismo Juan) en el que el sí mismo infantil del niño pudiera
zando su propio cuerpo como si fuera el de sumadre, y éste como si fuera comenzar a crecer. Entretanto, el modo sensato en que los padres
el suyo propio, el pequeño se ve protegido por una ilusión de continui- manejaron a su hijo entre los tres años y medio y los seis años fue
dad, pero sigue smnido en un estado no diferenciado de la madre, o auxiliar indispensable de la tel'l!pia.
confundido con ella. Cuando es'a ilusión de omnipotencia se w asaltada,
la pérdida del "botón" lo deja expuesto a los sufrimientos y terrores Nota
derivados del "agujero negro y el pincho feo". Siendo escasa la ayuda La figura 1 reproduce e·l dibujo que Juan realizó al saber que ~1
que recibe para tolerarlos, el bebé se ve impulsado a incrementar el uso tratamiento habria de concluir al cabo de dos semanas. (Cabe recordar
de las sensaciones de su propio cuerpo, con los efectos acumulativos que que, cuando iDidó el tratamiento, jamás había llevado el lápiz al papel
ejemplifica el autismo. Juan ha perdido ·c ada vez más el contacto con por sí so.Jo. Los ·primeros uazos qu~ hizo sob-re el papel fueron unas
seres humanos conientes que podrían ayudarlo, y se ve atrapado más y poca.s. líneas, al cabo de un año de estar sometido a tratamiento.). El
más por tenores asociados ·con el "agujero negro" -"un terror sin nom- dibujo que reproducimos fue realizado al eaoo de tres años de iniciarie
bre" ( Bion, 1961, pág. 309) . El temor realista a la muerte palidece por lapsicoterapia. Da prueba. del desarrollo logrado por Juan eo ~~ cu~o
comparación con esas agonías y miedos. Como resultado de esa ansíe-
36 FRANCES 'IUSTIN AtmSMO Y l>SICOSrs INFANTILES
37
este dibujo demuestra su ·percepción al respecto, dado que se da cuenta
de que ello lo -convierte en un niño "perdido'~. Hacia el fin de la sesión
su aseveración llena de arrogancia y afinnacióp de poderío en el sen-
tido de que los patitos "la Hevaban a la madre éiel pico" se vio conside-
rablemente moderada. En el cuadro hay signos de que poco a poco está
logrando superar sus dificdltades para comer, sí bien todavía no ha lle-
gado a manejar la situación. Por consiguiente, aunque Juan ha "mejo-
rado más allá de cuanto fuera previsible" . ( p~ra citar al médico de la
familia), para hacer uso cabal de su talento indiscutible convendría que
recibiera ulterior ayuda más adelante.
Figura l. La gran "madre cisne" fue dibujada primero. Al dibujar las alas
el niño dijo: ."Its wings" ("Sus alas") pronunciando como si 'dijera: "lt swings''
(Se balancea). El patito dibujado justo frente a la madre cisne era "un patito feo",
con dientes. Al dibujar los otros patitos, el pequeño dijo que estaban conduciendo
a la madre cisne: el marrón encabezaba la fila.
Ei niño preguntó: "Durante el fin de semana usted descansa. ¿Por qué?"
A continuación, y en la parte superior del papel, dibujó de manera descuidada
otra madre cisne, sin pico, frente a un balde, y dijo: "Está aUí calentándose porque
siente mucho frío". En seguida dibujó, detrás de la madre cisne grande y bien
dibujada, ''un patito travieso que se escapó al bosque y se perdió, pero vino el papá
cisne y lo encontró y el patiro se convirtlió en jefe de todos los patos chiquitos".
(Juan tenía 6 años y medio cuando hiw este dibujo).
dos, hace que el material sea difícil de seguir, y que sea también permite estudiar el retraimiento propio del áutismo desde el punto de
difícil escribir al respecto. vista del paciente. Cuando .por primera vez llegara a mi conocimiento
En ·c uarto lugar, David visualiza una gran analogía en objetos que no comprendí ese material tan cabalmente como creo entenderlo ahorn.
para nosotros, ·corno observadores más agudos, tienen muy poco en Pero el hecho de registrar mi labor clínica realizada en una época en
eornún. Presta más atención a las similitudes que a las diferencias, que yo tení~,t considerablemente menos experiencia que ahora tiene la
de la misma manera que un niño pequeño, siguiendo esa línea del ventaja de que sobre el material del paciente influía relativamente poco
pensamiento, equipara una' pava que hierve con un tren a vapor, por- el esquema de comprensión por mí elaborado al respecto en la actua-
q•te lo i.mp'Jrtante para él es el humo. el cual, una vez más, puede lidad, y que deseo desarrollar corno tema de este capítulo.
considerarse análogo a sus sensaciones físicas. En el material presen-
tado David ve una identidad en una pelota, una caldera y un seno, 1. El monstruo
en función de sus propias sensaciones físicas. Su percepción de las Al acercarse las vacaciones de mediados de año David procuró .vivir
(liferencias existentes entre esos objetos parece diluirse. alentando la ilusión de que él y yo nos hallábamos unidos por un cordón
En quinto término, el lector puede tener la misma reacción atmos- umbilical siempre presente, que nos mantenía en contacto permanente.
férica que yo ante el material presentado. Al cabo de una de. esas Dicho cordón era parte de un teléfono de plastilina que había hecho, y
sesiones anoté: "Me resultó muy difícil concentrarme en el curso de que representaba la comunicación física que salvaba la brecha existente
estas sesiones. David hablaba de esto o lo de más allá de manera apa- entre riosotros. No obstante, esa estática burbuja de comunicación re-
rentemente incoherente. Sus palabras flotaban en derredor mío corno cíbía constantes pinchazos. Llevado por su desilusión, trató de socavar
una capa tangible que me rodeaba, de manera que me resultaba difícil mi propia confianza en mí misma y el goce que me brindaba mi trabajo.
concentrarme y prestar atención a su significado. Pensar y hablar Por ejemplo, del piolín que había colocado en su cajón dijo: "¡Oh, qué
entrañaban un verdadero esfuerzo". Mucho me temo que sea ésta la piolín tan delgado!" Recibió mis interpretaciones con desdén similar,
experiencia del lector, por muy claramente que procuremos presentar mofándose de ellas. En el curso de las sesiones parecía alentar en él
el material. Por otra parte, no vendrá mal cierta compenetrac.ión con una cólera incipiente, y decía: "La señora Fiona (su maestra) dice
la atmósfera de las sesiones. Los procesos ejemplificados por el mate- que soy un avinagrado". En otras ocasiones se mostraba adulador y
rial que se incluye en este capítulo son difíciles de entender, corno no zalamero.
sea experimentando y trabajando con ellos. Es de esperar que el rna- Pocos días antes de las vacaciones se apareció en el consultorio
t·erial sea lo suficientemente gráfico corno para que tenga lugar una mostrando huellas de una erupción de la piel. un forúnculo que le había
participación constructiva. saJi.do en el segundo dedo de la mano derecha. Dijo que ·el forúnculo
era "un monstruo". Comenzó a jugar con la palabra "forúnculo" y habló
Material clínico de "hervir de ira". Preguntó por un "caldero" que había en el corredor
que daba a la sala de terapia, y dijo que "podía explotar como un vol-
El material se divide en dos partes. La sección I hace referencia cán". Tuve la impresión de que sus juegos de palabras no eran los
a la creación de un monstruo. la· sección H a la confección de una propios de un niño neurótico, sino que David simplemente sentía que
a•·madura. El material cubre muchas sesiones, de manera aue debió la similitud de las palabras .. indicaba que existía cierta relación entre
resumírselo. Se origina en el momento en que David, actualmente de los objetos mencionados.
catorce ::~ños . bahía comenzado a realizar solo el largo viaie que lo Una vez que terminara de hablar acerca del caldero que podía ."ex-
llevaba de l-fampstead a South Kensington. El material referente al plotar como un volcán", dijo que la señora Fiona le había apretado e)
"monstruo" hace referencia a sus reacciones ante la llegada de las vaca- forúnculo y que de él había surgido "un chorro de horrible pus". Se
dones escolares de mitad de curso, que implicaban una interrupción refirió a ese pus como "lava" y "jugo mortal" y agregó:·· Hay un hueco
de una Sf>rnana en el tratamiento, ·p ara que el niño fuera a su casa en el todo rodeado de trozos arenosos de piel muerta allí donde ha desapare-
campo. Por supuesto, por ese entonces se hallaba mucho más capaci- cid.o el forúnculo". Asimismo, dijo en tono desdeñoso que la señora
t-ado para soport::tr una separación física del mundo externo, pero Fiona le había puesto un parche para cundo, pero que é) lo ••ha b(il
proporcionó una demostración eficaz de esos estados de diferenciación arrancado". (David siempre se arrancaba trozos de piel ; su aeci6n il
relativamente mínima y sobreco~edores terrores nocturnos, cuando se menudo le dejaba heridas en la boca y en las manos. A veces estabil
sentía un peligro inminente de sufrir un colapso. Es evidente que sólo literalmente lleno de agujeros.)
cuando se superan los estados autistas de inhibición y falta de comuni-
cación pueden los pacientes comunicar sus experiencias pasadas. Por • En inglés, ''boíl" (forunculo), ••bviling witb rage" (lliniendo de im).
lo tanto, parte del valor del material relativo a David estriba en que uos "boiler'' (caldero). [T.]
42 ' TUSTIN
FRANCES AUITSMO Y PSICOSIS INFANTILES 43
Más adelante ahuecó las manos y exclamó: "¡Es una bocal". Luego, no fue totalp:¡ente satisfactoria, porque cuando el monstruo estuvo ter-
sacudiendo el dedo donde había tenido el forúnculo, dijo: "Es usted minado la pelota azul oscura se vio negra a través de las órbitas. Di.jo
·-un títere enano -la lengua- quiero decir, el dedo". Aquí observamos que lo miraba con "ojos mortíferos". Asimismo, el recubrirlo con la
el modo en que equipara sus manos con su boca y la ilusión que sustancia de su propio cuerpo significaba que una vez más se hacia
alentaba en el sentido de que yo era una parte nociva de su cuerpo, tal parte de él (figura 2).
como lo había sido el forúnculo. Por la fotografía del monstruo podrá
verse que se asemeja a un dedo con un forúnculo en su extremo. El
autoengaño de que David era objeto, en el sentido de que yo era tan
maleable que ·podía "darme vuelta con un dedó', me convertía en
algo nocivo. ·
Posteriormente también una pelota que tenía en el cajón fue asi-
milada al forúnculo, porque exclamó: "Esta pelota - este forúnculo -
¿oyó lo que dije?" La pelota-forúnculo fue ·luego asociada con un seno
que también había desaparecido. Ál recuperar la pelota, caída bajo el
diván, dijo: "¡Mala! ¡Se fue! ¿Por qué te fuiste ahí abajo?". Entonces
se. dirigió a la pelota en tono autoritario y desdeñoso, diciendo: "Tú
quédate en mis manos". (Recuérdese que boca y manos eran intercam-
biables, y adviértase la boca del monstruo.) Prosiguió, exclamando:
"¡Esta cosa llena de gas! ¡La atraparé, la apretaré, y la haré reventar!"
Entonces entonó una cancioneilla:
podía es·capar a sus tentáculos. Estos pueden estrujarlo hasta darle de su propio cuerpo y penetrando en otro, que se ha confeccionado
muerte, pero el objeto sigue· siendo parte de él, bien que totalmente para sí. Se trata de una maniobra cíclica destinada a detener el
nociva. Su intento despiadado por poseer redunda en su sensación proceso de descomposición.
de sentirse "poseído". Mientras las capas de esa "coraza" protectora no sufran un im-
David había sufrido una separación geográfica real de su ma- pacto tal que impida toda reversión, es posible ayudar a dichos niños.
dre, pero hay otros factores que pueden generar una sensación simi- A lo largo de mi experiencia he llegado a descubrir que los "crustá-
lar de desarraigo traumático a partir de la ilusión primigenia de ceos·'' son más susceptibles de recibir ayuda que las amebas. Estas
unicidad con la madre. Rubinfine ( 1961) sugiere que la enfermedad (J)timas son criaturas pasivas y fláecidas cuya conducta parece darse
física sufrida en la infancia y las pertm baciones experimentadas en f'Xclusivamente sobre la pauta de una respuesta fisiológica reactiva,
el útero pueden ser factores posibles. Hace refer~ncia a una "con- <·omo, por ejemplo, ataques de temblores convulsivos, estornudos,
ciencia prematura del objetv como algo separado del sí mismo". Berg- bostezos y tos; vale decir, en forma de una expulsión convulsiva in-
man y Escalona ( 1949) sugieren la existencia de una hipersensibilidad mediata. Los "crustáceos" han interpuesto una elaborada pauta de
constitucional como factor combinado con una experiencia precoz de conducta entre el estímulo y su reacción. El relamerse, llenarse la
separación física en una situación en la que no era posible poner en boca de saliva burbujeante, saltar llenos de excitación, castañetear
funcionamiento "la coraza materna de protección contra los estímu- los dedos y estirar los músculos son todos intentos por oscurecer la
los". Winnicott ( 1958) manifiesta que esos niños han tenido que conciencia de una sacudida ante la cual ha sucumbido el niño más
"reaccionar demasiado pronto". En capítulos posteriores se sugerirán fláccido. Los crustáceos tratan de manejar la depresión psicótica por
otros factores que pueden, asimismo, intervenir. El presente capítulo medio del encapsulamiento. Su tragedia es que ello puede redundar
hace referencia, fundamentalmente, a la vida sensorial de ese tipo de en su aislamiento permanente de la vida y las gentes comunes, por
niños y sus in:entos por manejar la depresión psicótica. tener en torno a sí una coraza externa extraordinaria, en vez de un
Por horrip~lante que la encontremos nosotros, ahora que la obra corazón ordinario en su interior.
de Bowlby y Robertson ha arrojado luz sobre los resultados desastro-
sos de una separación temprana, esa experiencia, obviamente, fue aun
más horripilante para David. Es imposible conocer los detalles es-
pecíficos de ses reacciones ilusorias de aquel entonces, pero el ma-
terial clínico nos permite saber qué forma han cobrado a lo largo
de los añ:>s. Otros niños que no han experimentado una separación
geográfica de su madre pero que, por diversas razones, han tenido
una ex)1eriencia traumática de separación física en la temprana in-
Fancia. han puesto de manifiesto características similares. A continua-
ción haremos una breve reseñ:a de ]as características . centrales de
esas reacciones.
El. impacto de la separación física parece sobrecoger al niño, tan
débilmente integrado, generando en él una sensación do pánico aunada
a la ira. Tiene entonces la sensación de estar hinchado, lleno de sus-
tancias venenosas y "arena". La presión se alivia por medio de
la proyección explosiva de "lava" o "jugo mortífero". El pequeño se
ve enfrentado entonces a un par de "ojos mortíferos", un objeto su-
mamente temi·hle, un "agujero tapado con trozos arenosos de piel
muerta". En torno al objeto "reventado" parece echarse entonces una
"capa de seguridad" hecha con la materia física arrojada hacia afuera,
y el objeto, de esa manera, se convierte en parte de la estructura
suelta de la que el niño parece estar compuesto. El objeto "reventado"
no permite alentar esperanza alguna de integración y, a: medida que
cunde la sensación de terror, vuelve a expulsárselo con fuerza, con
los mismos resultados. Un terror mortal alienta en el seno mismo
de un objeto de pesadilla. El niño se aparta de él haciendo abandono
AUTISMO Y I'SICOSlS INFANTILES 55
sar las necesidades cotidianas y deseos personales, constituyen PROCESOS AUTISTAS: ANALISIS COMPLEMENTARIO ;
(
experiencias alentadoras en la enseñanza de una niña autista."
60 FRANCES TUSTIN .
sana al tomar el pecho de la madre. A las diez semanas fue destetada racterístico: "m-m-m". Cuando regresa la madre, Susana se ~ ~ A
y comenzó a dársele la mamadera; en las observaciones registradas se quita la pelota de la boca. - 1 , :> ,¡
tomó nota de que volvía a producir el mismo sonido mientras tomaba
la mamadera o se chupaba el puño. El mod? en que Susana a~razaba la(Qdaba la impresi:n d~ :-~ --; ~- 'J
Mientras )a bañaba, la madre siempre la sostenía sobre su falda. que, temporariamente l!l. ~Il!J.l~!l:~~J:>a c~· ~rte___de su prqpio . .cuer- /;,.~
A lo largo de todos los primeros meses de vida la bebita casi siempre po. Al experi~ent~r aquélla. como. un~ S:eno que era_pa.rte de sí misllla, r.' e} ,
lloraba mientras la recostaban sobre sus espaldas, para lavarla y en- recuperab.a Ja .Ilusióq de. dl}r _c().Qtl.Pl,liqªcJ. -~~~~!lJ~LlL..S.!L.~· Nt.J :,_, ,. 19
talcarla por delante. Con frecuencia ello parecía deberse al temor que obstante, con estas dos últimas observaciones hemos llegado al punto
le inspiraba el modo en que la madre1 hurgaba en las diferentes aristas en que . el _()"t>J~!Q -ª.!.lti.~tª- _s~. f!!!l.4e__j::_OJU~Lº-bi~-1rru:!§icional._en ~L91ª1..
y hendeduras de su cuerpo, más numerosas por delante que por detrás. ~~Q.nyifue.. Este concepto tan importante fue formulado por Winni-
No obstante, a los tres meses de vida pareció desarrollar la manera de cott ( 1958). Empero, Winnicott no trazó el distingo que aquí señalamos
enfrentar esa situación terrorífica. · entre los objetos autistas y los objetos transicionales. En términos gene-
rales, el objetp autista es: el que se.,experimenta.camo__parte. ...to.taL..del
Observaci6n 2
1'
1
1 .
"yo:·, El objeto transicio·nal entrapa una lll~z~l~--~eJ..::y()·~ r _el "n~:Y._<(,
• 1 de la cual el niño tiene oscura conciencia. Winnicott lo defíñiif como
Susana tiene ahora tres meses de 'Vida. La madre la re- "la primer!! i)Q~esiÓn. no.. ~ica..deLnfficr~_-·· ___________ .. _____ _
cuesta sobre sus espaldas para entalcarla. La pequeña llora, A continuación suministraremos un eie_IJl.plo de un objeto induda-
emitiendo una serie de gruüiditos. Al rato se lleva el puño blemente transiciQpal, a fin de, ilustrar las diferenchis··existéntes entre·
a la noca, emite un sonido, m-m-m, y deja de llorar. Al estor- é.>te y ei"ob)eto autista~·
nudar se le sale el puño de la boca, y nuevamente comienza
con su llanto y grm1iditos. Observación 4
El puño parecía ser utilizado como continuación reconfortante de Felisa, de seis años, es una pequeñuela de rostro pálido
)a boca, que le permitía a la pequeña excluir las experiencias desagra- :1¡ que fácilmente pasa desa·p ercibida en un aula llena de niños.
dables. Parecería como si las experiencias del "m-m-m" ante el pecho Nunca se separa de un trapO muy grande y sucio al que lla-
matemo .se estuvieran transformando en experiencia continuada en su maba "bibí", y la maestra aseguró que la niña lo chupaba la
mente. En situaciones muy amenazadoras se valía de las sensaciones mayor parte del tiempo.
transmitidas por su propio puño y la boca para traer a la memoria esas
experiencias reconfortantes. P~-~-stª manera,.~_na función del puño c~~o Al proseguir el informe de la observación realizada, resulta claro
objet<_J_autista pa!:"ece ser la_de revivir y mantener la satisfacción provo-
cada por la -presencia delpezón en la boca. (También se halla implica-
do ·erpapelqüe desempeñan los sonidos reminiscentes de zumbidos).
En el curso de la observación siguiente Susana utilizó UJ!_~bjeto
deLmundg_ extemo_eQI11Ó. .~! fuera p~rt~ d~ su propio cuerpo, para- ayu-
' de que el "bibí" representa una serie compleja de i_deas. Representa,
por ejemplo, los duraznos que Felisa querría morder. Estos, a su
vez, están asociados con el pecho . matei'Jlc:) .que la ~qu~ña puede ver
cuando su hermanito menor es amamantado. El "bibí" es asimismo. su
propio bebé, al que debe reéonfortar, y que la reconfort~ a ella. Pero
@,_tstl__a s.opoxtar -~?Cp~rj~!l_~j~s a:terrórizadoras_del "no -yo". reviste también otros significados, tal como puede verse a partir de la
siguiente conversación con el observador.
Observaci6n 3
O: ¿Quién es Bibí?
Susana tiene uti ~¡¡;;;je vidd.
\ Anda a los tumbos por la F: Es mi bebé.
habitación, sostenidá-· pm:nus píernas regordetas y vacilantes. 1: ¿Qué le das de comer?
Su madre entra en la cocina, para preparar el té. Susana la F: Nada, él me alimenta. Lo chupo. Pero lo voy a her-
sigue con los ojos mientras ésta avanza hacia la puerta, y vir y me lo voy a comer y lo ten.dré en la pancita.
entonces cae sentada. Mira la puerta por la cual ha desapa- 1: ~Qué sucederá entonces?
recido la madre. No obstante, muy pronto vuelve a levantarse, F: Se convertirá en bebé.
y, de espaldas a la puerta, levanta una gran pelota de goma.
La sostiene en brazos, como acunándola, y la aferra contra ·
su pecho. Aplica entonces los lahios a ia pelota, y deambula
.
. La niña distingue al ol;>jeto transicional como algo separada
su propio cuerpo, en tanto que no ocurre lo mismo en relación coo el
de )' \-
'-.,'
/.f;T'-'/' op
"- · ._:- -.
'' i
corriente el término "arena" para expresar dicha sensación). Ciertas de rayas que representaban la lluvia. Cada vez que decía
sensaciones diversificadas en otros orificios del cuerpo, fuera de la "nada" echa ha un vistazo al caracol.
boca, pueden ser utilizadas a los efectos de pon.~rfin .ll ~~a tensión Más tarde escribió su nombre en· un trozo de papel,
.en-C.Onti.nuQ__ aument~Observamos así que determinados objetossos>¡ que se guardó, y rompió un trozo de papel en blanco que
tenidos con fá"'rñaño o retenidos en el ano pueden emplearse cQ_nw · entregó a la observadora.
objetos autista,§ ..--·····---·-..··· - - ·-----.........--·--·----··-----------
Con el fin de abandonar el pezón como objeto autista, el niño La observadora tenía la sensación de que la peqúeña actuaba tra-
debe haber tenido el tiempo suficiente para sentir que se trata de tando por todos Ion medios de "obtener ayuda".
una extensión omnipotente de su boca; que ha nacido "con una cu- La trágica niñita de nuestra historia experimentaba claros temores
chara de plata en la boca"}, Como viéramos en anteriores ·c·ap1tiilo-s;, de estar "mentalmente desequilibrada" ("desabotonada"), y de que, por
si las ilusiones primarias se ven perturbadas demasiado pronto, la ' esa razón, dejaría de existir como persona. Ya antes ·debe de haber
actividad tiende a desviarse de su objeto, para compensar por la tenido cierta vacilante sensación de asociación interna y conciencia de
insuficiencia de determinadas satisfacciones de carácter autista( Nó su "sí mismo" para pod~ expresar con tanta claridad el. temor por la"
obstante, si el pezón sigue siendo un objeto autista durante uñltempo amenaza de su pérdid~ El apretar el caracol en la mano puede cons-
excesivo, entonces él ·dolor que ocasiona el heoho de tener que aban- · , tituir un intento por revivir la satisfacción sensorial que le proporcionaba
donarlo resulta insop()rtable. !En ambos casos se recurre de ·:manera \ el hecho de tomar el pezón en la boca, con el fin de contrarrestar la
persistente ,:¡Y por lo general encubierta al uso de objetos autistas \ catástrofe de aniquilación que a su entender se ha: producido¡' David,
anormales/~ La lengua o el suave interior de las mejillas se succiona de quien hablára~~n el capítulo III, invariablemente traía consigo
en secreto, las heces se retienen en el ano, se hacen burbujas de al consultorio un~y~diminuto de juguete. Lo sostenía en la palma d~
saliva en la boca, o el sujeto se aferra con tenacidad íl un objeto la mano, a menudo sudorosa, y lo apretaba con tanta fuerza que cuando )
seleccionado del mundo externo, pero lo utiliza con el único objeto de abría el puño para mostrarme la mano, se advertía en ésta una marca /
hacerlo parecer una parte especial de la boca (las manos y demás profunda. El pequeño creía que el autito poseía. facultades poderosa$
orificios se perciben como bocas)$' para impedir cualquier catástrofe que pudiera producirse camino al con-
La niña a la que se hace referencia en la observación siguiente sultorio. A se1nejanza de la pelota/pezón que rodeó con la sustancia de
ilustra de manera inquietante el luso anormal de un objeto autist~ su cuerpo, quería sentir que el juguete era también una extensión de
cuando en circurl:stancias más fáciles habría perfeccionado el uso de este último. El caracol, el autito y la pelota/pezón eran objetos autistas,
un objeto transicional. utilizados en un intento por cerrar el círculo, completando la importan-
tísima Gestalt de lactancia. Tanto Sara como David procuraron crear una
Observación 6 "situación autista sostenida" porque la real parecía carente de existencia.
La tragedia reside en que ese intento por hacer algo en relación con
(Observa dora: señorita Beryl Da y) . una situación desesperada puede llevarlos a verse atrapados inevi- ~ ··
tablemente. ~~
Sara tenía cuatro años.La madre había sufrido un colapso ner- Cierto tipo -de niños psicótkos se muestran obsesionados por objetos t
vioso y entre los cónyuges reinaba la desarmonía, debido a la "infi- ,,_
mecánicos duros, como trene~ y autos. Puede darse el caso de que se
delidad" .del marido. La observadora apuntó: sientan tan apegados a determinado objeto que si éste s.e extravía llegan ()
a sentirse desesperados. Otros pequeños_ de este tipo suelen tener una ~"'>
Sara aferraba compulsivamente en su mano un caracol colección enterad e juguetesiliecéi'nicOS caracterizados por su consistencia
en forma de cúpula. Se mostraba temerosa de entablar contacto duni. ~Pero no juegan con ellos como lo haría un niño normal. Los
con otros niños. Asimismo, mostraba falta de espontaneidad en objetos se consideran sumamente importantes para evitar ~catástrofes, de
el uso de los materiales de la guardería, y de manera total- la misma manera qúe algunos adultos se valen de amuletos o talismanes.
mente deliberada seleccionaba material defectuoso, como Ese tipo de niños con frecuencia. duermen con un tren a su lado, a
lápices rotos, y llena de apatía trataba de dibujar con ellos. semejanza del niño normal que duerme con su osito de felpa. ~_,...
Sus dibujos, por ejemplo, eran de "serpientes que no hacían Esos pequeños a menudo utilizan la mano de otra personTcomo
nada". También dibujó algo que denominó "nada yendo objeto autista. La emplean como si no tuviera vida o volición propia,
muy ligero". Tomó en sus manos un lápiz color marrón y como una poderosa extensión de su pf()pio cuerpo que les pennite d~ar
dijo: "No es marrón, es color nada". Dibujó "puntos de na- cumplimiento a sus deseos. Se da cierta medida de recon.ocimienlo del
da" tras haber dibujado un pan al que arruinó cubriéndolo modo en que se comportan los objetos del mundo ex:terno, por c11anto
68 FRANCES TUSTIN
~
Tal como lo puntualizara Bowlby ( 1969), los bebés necesitan algo \
ás que el mero suministro de alimentos. Dos de los ingredientes esen- 1
ales en el proceso ·de su crianza parecen ser la existencia de una
timuladón sensorial tolerable proveniente del exterior y el alivio /
\ de la excitación provocada por una estimulación proveniente de fuentes
\ . internas y externas. Asimismo, los pequeños necesitan de sus padres y.
en particular, de una madre que se halle capacitada para soportar las
dificultades y frustraciones inevitables derivadas de su diferenciación
del mundo externo, y asociadas a diferenciaciones intrapsíquicas. Loro
padres, o un miembro de la pareja que sea demasiado maleable, pueden
impedir que los citados procesos se desarrollen satisfactoriamente.
l. Falta total de cuidados elementales
Se lían dado casos de ello e!l ciertas institudones retrógradas como
las que describe Spitz en su filme "Grief'" (Dolor) y Cenevieve Appell
en el suyo, denominado •'Monique... Ell estas ins1itucioDes los ~ueiio.s
...
eran alimentados y cuidados de acuerdo con principios estrictamente de una "carei)Cia'', UtUiza el término privación a los efectos de con-
higiénicos. En la institución que describe Spitz, los bebés permanecían notar una ausenda :de cuidados prematura, que tuvo lqgar cuando ··el
en cubí-culos ocultos tras cortinas, y nunca se los sacaba de su cuna. Los modo esencial de suministrarlos escapaba por com-pleto a la percepción
cuidaba una serie de niñeras diferentes que simplemente los alimenta- r comprensión que tenia el bebé por ese entonces" ( Winnicott, 1956,
ban e higienizaban. Muy rara vez alguien jugaba con los pequeñuelos, _ pág. 226). El investigador cita, asimismo (1966, pág. 6), la definición
les brindaba consuelo o los hacía objeto de mimos. Semejante falta ·de del Oxford Dictionary abreviada en la que a su vez se menciona -la
~slímulos sensoriales procedentes del exterior, así como la de alivio de la observación de Burke en relación con el término ••privación": "Toda ·
excitación interna, conducían a un estado de debilitamiento total y lle- privación general resulta terrible en razón de sus proporciones inusita-
gaban a provocar la muerte de algunos bebés antes de los dos años das: el vacío, la oscurit1ad, la soledad, el silencio." Ese tipo de "prl.....
y medio. vaciones" tienen lugar en una etapa tan prematura de la existencia que
SQ~yr_!~g_ y _Tous~ieng . (.1965) _recogieron .considerable-número de por poco parecen constitucionales.
datos relativos a los efectos deletéreos de la insuficiencia de estimulación
táctil en los bebés criados en institucion~s. Asimi~l'll~. 1~~ citados--inyeS-" - 2. Falta parcial de cuidados ele-mentales
tigadores obtuvieron pruehas relativas a los efectos nOClVOS_q.u e prov09a
una estimulación táctil excesiv~ _E.:n a~bos casos los bebé~ _ponían de Los bebés parecen necesitar un punto de partida apropiado para
manifiesto reacciones de tipo autista, sea para manejar la irritabilidad su ulterior desarrollo, en forma de cuidados brindados con grado sufi-
carente de alivio provocada por la primera de esas situaciones o la es- ciente de elasticidad. La personalidad del niño resulta, por supuesto,
timuladón excesiva de la segunda. importante, y en cierta medida los bebés pueden crear su propio clima
Es evidente que, en la situación propia de una institución, la ausen- emocional y aprovechar al máximo l~>.s influencias del ambiente en que
cia de estimulación externa explicaría por qué la atención de los bebés se los cuida. Pero lo que el pequeño puede lograr en este sentido
se centraría exclusivamente en las sensaciones experimentadas en su tiene sus límites, y determinadas características de la madre pueden
propio cuerpo, que muy posiblemente se verían intensificadas a los compensar ciertas deficiencias -propias de los ingredientes esenciales
efectos de compensar la ausencia de otro tipo de satisfacciones deriva- del cuidado que el niño recibe.
das de una crianza normal. Partiendo del punto de vista de la teoría Existe un determinado tipo de madres e hijos que sólo parecen
_ de la libido, Spitz describió su psicopatología como propia de una "de- lograr una diferenciación "deshilvanada" entre sí. El siguiente ejemplo
presión anaclítica". En función de lo apuntado en los capítulos II y III clínico permitirá aclarar lo que decimos :
su psicopatología se interpretaría como derivada del tipo de depresión
asociada al "agujero" experimentado físicamente, resultante de una Pablo, de dos años ocho meses, fue remitido a la clínica
falta de modificación de las proyecciones por medio de respuestas ade- porque no hablaba, y porque cada vez que lo sacaban de
cuadas de una figura encargada en forma permanente del bebé. En su hogar rompía a gritar en una suerte de paroxismo. En
palabras de Winnicott ( 1958) , éstos han sufrido la experiencia de la clínica se expresó utilizando una suerte de .. jerga" que
una "caída interminable" debida a la· falta de una "situación sostenida" sólo su madre podía comprender. La madre y el padre
material adecuada. Esto último provoca, en última instancia, su total rara vez habla han entre sí, y su diferenciación el uno del
decaimiento y ·estado moribundo, otro, como personas distintas, parecía ser muy nebulosa. La
El igllo~ar las explosione§ de. ira_y los se_ntimientos de pánico parece madre siempre estaba al borde del llanto, y durante los dos
un hecho; en tanto, las tensiones internas van acumulándose incesante- primeros años de su vida rara Vt;Z sacó a Pablo de la casa.
mente. Todos estos niños fueron víctimas de dolencias intestinales f.e~ De pequeiía, a la madre se le había dictaminado un
\briles, que pueden haber sido consecuencia de su irritabilidad sin miras nivel mental subnormal, y debió someterse a terapia del
de verse aliviadas. Parece improbable que alguno de estos niños desa- lenguaje. Cuando fue entrevistada en la clínica. empero, no
rrollase procesos autistas secundarios como los de David y su armadura, parecía mentalmente subnormal. El pediatra que nos la
descriptos en el capítulo III. El autismo primario ·continuaría su curso, ·bahía derivado dijo que se trataba de una persona "subvi-
de resultas de una estimulación totalmente inadecuada para provocar talizada"'. y tal era la impresión que provocaba. Su manera
una creciente toma de conciencia del mundo externo. Lo mismo ocurriría ·1( de · e;ípresarse verbalmente era adecuada.
eri el caso de los bebés que, aunque criados en el seno de la familia, •' 1 De pequeña, recordaba haberse sentido disminuida por
quedan en sus cunas o corralitos gran parte del tiempo, teniendo escasas la presencia de una hermana mayor. Se sentía hUllli11ada
oportunidades de entablar contacto con seres vivos. por tener que asistir a la clíni-ca de terapia del lenguaje, y
_ Winnicott diría que esos niños sufren de una "privación", más que · había tenido allí un repentino estallido de cólera. Albergá-
...
72 FRANCES TUSTIN .AUTISMO Y PSICOSIS INF.ANT!LES 73
.b ase la sensación de que posiblemente experimentara lo <'iencia de su separación física se verá más demorada en él, puesto que
mismo en presencia de los especialistas que trabajaban en la visión contribuye en grado sumo a lograrla. Por ejemplo, a medida
la clínica· --de psicoterapia, cosa que la mujer no admitió ni que comienza a establecerse la coordinación de manos y ojos, alrededor
negó. Parecería aceptar pasivamente lo que se hacía. de los cinco meses, el bebé dotado de visión, al observar el movimiento
El pequeño se negaba a separarse de su progenitora y, de sus propias manos, cobra noción de la existencia de su cuerpo en el
tras deambular por la sala y abrir y cerrar todas las puertas espacio. Ello no ocurre en el caso del niño ciego. Amén de una demora
a su alcance, se sentó en las faldas de la madre y comenzó en ·la toma de conciencia de su separación física, la falta de estimulación
a ~huparse el dedo y a retorcerle una hebra de cabello a visual implica que el niño ciego ha de pennanecer centrado en su propio
aquélla. No parecía otra cosa que un -bebé de tamaño des- cuerpo un tiempo mucho más prolongado de lo que resulta normal,
medido. tal como lo ilustra el modo en que interpreta al mundo externo, a una
El pequeño falló por completo en algunos de los tests edad ya bastante avanzada, por analogia con las paJtes de su pro-
de Merrill-Palmer, pero de pronto pareció emerger de las pio cuerpo. Wills ( 1S65) suministra, al respecto, algunos ejemplos
tinieblas en que se hallaba sumido y ejecutó varios de ellos ~orprendentes:
con rapidez sorprendente. Los que llevó a cabo eran los
referentes a la colocación de figuras en sus cavidades y el ]udy (6:8). Bajó la tapa del tablero Braille diciendo:
ordenamiento correcto de las distintas partes de un maniquí. "Le 'cerré la boca."
Como resultado, alcanzó un puntaje mucho más alto en el Mateo (6:2). Tras referir una pesadilla, dijo que al de3-
test acorde a su funcionamiento global. ~rtar de ese tipo de sueños siempre palpaba la cama para ver
Ambos progenitores, pero en particular la madre, pare- si-estaba o no "en la boca", añadiendo que "bajo las sábanas
cían haber desarrollado pautas de inercia y pasividad que uno está como en una boca, ¿no?"
hacían que todo problema y pauta de diferenciación se vie-
ran oscurecidos. Sus respuestas eran siempre apagadas. Y Como era de esperar, el impedimento _sensorial que provoca la
el pequeño había adoptado pautas de conducta similares. sordera a veces 'suele' asociarse con características autistas, al igual
Cuando la nebulosa en que se hallaba envuelto se despejó oue las deficiencias mentales y la disfunción cerebral. Es evidente que
temporariamente, y la conciencia de su separación física y los impedimentos que hacen que el pequeño. no pueda tomar conciencia
diferenciación de la madre lo afect6 hasta el punto de re- adecuada del mundo externo llevan a aquél a atribuir una importancia
sultarle insoportable, el pequeño reaccionó rompiendo a desmedida a las sensaciones que experimenta en su propio cuerpo.
gritar a viva voz. La. madre, llevada por su inercia, no Asimismo, la deficiencia de determinada modalidad sensorial hace que
podía controlarlo ni ayudarlo a superar ese estado. La ma- la satisfacción sensorial lograda a través de otras modalidades cobre
yor parte del tiempo el niño evitaba esa amenaza mostrándose c:reciente imoortancia. El niño indebidamente centrado en sus sen-
pasivo e inerte. saciones se ~e apartado del contacto con su madre, quien, como s~r
He aplicado a este tipo de niños el calificativo de humano común e _imprevisible, puede pareGer poco satisfactorio en
"ameba". c:omparnción con otras satisfacciones corporales presentes de continuo.
De esta manera se ven alentadas las tendencias al autismo patológico.
3. Impedimentos del niño El grado · en que las deficiencias sensoriales, musculares y cogni-
tiva~ impide el curso normal del desarrollo depende de la calidad de
La crianza del bebé puede verse obstaculizada por un estado de la crianza recibida por el bebé. Obviamente, la crianza de este tipo
ceguera, sordera, incapacidad mental, disfunción cerebral, flojedad de bebés presenta muchos problemas, y en ellos la modalidad autista
muscular o constitución emocional dificultosa, Ese tipo de bebés requie~ de funcionamiento suele prolongarse mucho después del momento en
ren cuidados sumamente especiales a los efectos de compensar esos im- que el infante normal logra diferenc-iar a su propio cuerpo del mundo
pedimentos y' extraer el debido provecho de la situación. El tipo de externo y comienza a responder a las influencias externas más en fun-
crianza que resultaría adecuado para un bebé normal no lo sepa para ción de una "realidad" sobre la que existe cier;to consenso, que en
ellos1 A veces, ciertos impedimentos congénitos en el niño se ve1_1 función de las distintas partes de su propio cuerpo-
acentuados por deficiencias inevitables en las figuras encargadas de cui- Una crianza satisfactoria no implica una acomodación y compla·
darlos. No es cuestión de echar culpas a nadie, sino de comprenderlas cencia indebidas por parte del agente que la brinda, así ~o\no IEimpocCJ
características de la situación. una falta de adaptación rígida y obsesiva. Una madre...depnlsi"a o
Consideremos, por ejemplo, el caso de un niño aquejado de una carente de eonfianza en sí misma suele caer en ese tipo de cond•cta¡.
deficiencia sensorial tal como la ceguera. Al carecer de vista · la con- o~dllUldo a veces de la lUla a la otra con cierta incoher~ia. Los
74 FRANc'ES TUSTIN AUTISMO \' PSICOSIS INFANTILES 75
niños con impedimentos suel~m ser sobreprotegidos y recibir cuidados que, en un principio, una madre preparada es indispensable para
excesivos. Un tipo de crianza poco flexible y eón carácterísticas posf· l'esguardar de un susto a su bebé, por cuanto puede prever situaciones
blemente seductoras para el niño suele hacer que éste quede estan- causantes de temor !J saber de qué manera cbnsolar al pequeño cuando
c.ado en un estado de autismo durante un tiempo indebidamente pro- (y si) ocurren aquél1as. Una madre preocupada e insegura po ofrece
longado, pero cuando tropieza con el hecho incontrovertible de la protección a un bebé inseguro. Como lo manifestara un paciente
separación física suele sufrir una sacudida penosa. Esa sacudida suele niño: "Supongo que el nuevo bebé necesita protegerse con las plumas
llevarlo a desarro1lar procesos autistas secundarios tales como los que de la madre después de nacer, pam no asustarse demasiado". Meta-
se describen en el capítulo L De esta manera, el autismo primario fóricamente, ello es lo que el bebé parece necesitar. No se trata de
anormal · ( APA) puede convertirse en autisrrio · · secundario -ericápsulado un anhelo de regreso al útero, sino de una condición necesaria para
{ASE) si el niño posee una personalidad intrínsecamente. fue!'_t~· la supervivencia de aquél. Los bebés que desarrolJan un estado de
El bebé sometido a un tipo de crianza rígido y poco a·daptable sue- autismo pueden verse aquejados por ciertos factores congénitos que-
le experimentar la separación física antes de poder soportarla, y, de los hacen más propensos a experimentar sacudidas y sufrir los efectos
esa manera, desarro11ar procesos autistas secunearios. El bebé que de la separación física de manera prematura y crueL
recibe una crianza caracterizada por pautas incoherentes suele mos- Ello puede deberse al estado inusitadamente sensible de uno o
trarse confundido en su experiencia de separación física y recurrir a más órganos de los sentidos, o a una inteligencia general if!nata anor-
un funcionamiento centrado en el cuerpo a los efectos de hallar identi- malmente elevada, o al hecho de hallarse dotados de un talento espe-
dad y coherencia. cífico en grado inusitadamente alto. Estas características del niño
La expresión acuñada por Winnicott de "maternaje lo bastante pueden entrelazarse con características propias de los padres y circuns-
bueno" resulta muy adecuada y útil. Los niños que no reciben una tancias ambientales. Por ejemplo, el niño puede ser trasladado cons-
crianza "lo bastante buena" para ellos suelen desarrollar procesos au- tantemente de un sitio al otro, lo cual lo inquieta de manera desmedida,
tistas secundarios. En el caso de algunos, el desarrollo de dichos procesos o bien la madre puede mostrarse exageradamente preocupada por
puede haber estado precedido por un estancamiento en la etapa del otros problemas o sentirse deprimida. A una madre muy deprimida le
autismo primario durante un tiempo anormalmente largo. resulta difícil brindar al bebé la atención y estimulación que aquél
necesita. Se convierte en "papel en blanco" de sus proyecciones- ele-
Autismo secundario encapsulado (ASE) mentales, que permanecen relativamente carentes de modificación.
Los que lo sufren son los "crustáceos". Este tipó d.e _aljtismo se Asimismo, suele sentirse tan sobrecogida por su propio sentimiento de
desarrolla cómo defensa contra !á-sensación de pánico asociada a una frustración y tensiones internas que le resulta difícil ayudar al bebé a
soportarlas.
separación física de características insoportables. En Más ii:lli:í delpi*i~
cipio del placer Freud trazó un distingo revelador entre "susto" 1 , "nile- De la misma manera, a una madre que no recibe el apoyo nece-
do" y "ansiedad": saiio de su marido, de resultas de su indif&encia, pasividad, ausencia,
enfermedad o muerte, suele resultarle difícil suministrar al niño el grado
El término "ansiedad" describe un estado particular en superlativo de atención y apoyo CJUe la mayoría de los bebés recién
el que se espera el peligro· o se prepara la persona para él, Pacidos parecen requerir. Los bebés crecen de manera más ade-
aun cuando se .trate de un peligro desconocido. El "miedo" cuada en manos de una madre llena de confianza, pero si el equilibrio
requiere un objeto definido que inspire temor. El "susto", de ésta se ve socavado de continuo por un esposo excesivamente
no obstante, es el calificativo que damos al estado en que crítico, parientes entrometidos, cambios frecuentes de ambientes o re-
cae una persona cuando se ve enfrentada a un peligro para cuerdos perturbadores de sus propias 'éxperiencias infantiles reevoca-
el cual no se hallaba preparada; se acentúa el factor sorpresa. das, a la mujer le resultará difícil proporcionar al bebé el seguro
·,lfi
"sostén" que aquél necesita. Asimismo, a una madre apartada de los
aspectos primitivos de sí. misma debido a su depresión, falta de con-
Freud puntualiza, muy acertadamente, que en torno a la ansiedad
hay algo que protege al sujeto del "susto'', y sugiere que dicha pro- 1 fianza, temperamento y educación le resultará dificil satisfa-cer las ne-
tección deriva del hecho de hallarse preparado para lo que habrá
rle ocurrir. Esa preparación la proporciona la experiencia, de manera
i cesid1des físicas del bebé de manera apropiada. Por el contrario, pare-
cerá hallarse totalmente separada de. este último,
!1 Algunos padres parecen poseer un grado inusitadamente desa-
rrollado de definición individual que lleva a un sentimiento- de sepa-
1 El vocablo alemán "schreck" sugiere algo más drástico que un ''susto".
Las ideas de pánico, terror, shock, horror, espanto estarían más cerca de ese sig- ración. :Marido y mujer siguen sus pr0opias vidas por sei?~Hado, y por
nificado. lo común no sostient>n encuentros profundos entre sí o con su prole, ¡,_
~
AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 77
76 FRANCES TUSTIN
atención en ellos, los niños evitan enfrentar los aspectos terroríficos
cual, de todas maneras, parece amenazar sus esquemas de larga data y del "no- yo" propios del mundo externo. Parece factible, asimismo,
cuidadosamente establecid:Js para enfrentar el mundo externo y en- que la rotación cumpla el propósito de producir un estado de disocia-
frentarse a sí mismos. Ello a menudo se logra por medio de actividades ción, análogo al de la hipnosis autoinducida, en el cual los objetos
profesionales y creativas emprendidas con intensidad. Ese tipó de terroríficos del "no - yo" parecen oscureéerse por completo. Al observar
padres a meriudo- pueden pensar con frialdad y clarid&d, y poseen un los estados de trance provocados por las danzas rituales que ejecutan
sentido excesivamente agudo de autodiferenciación. Ello hace que les las tribus primitivas, a menudo me vinieron a la memoria los movi-
resulte difícil propor·cionar experiencias transicionales apropiadas al mientos rotativos de los niños autistas. Esas danzas, en las que el
hebé. Una madre ·encuadrada dentro de pautas más corrientes, que bailarín entra en trance, suelen actuar como exorcismo para expulsar
responda al mundo externo de modo más espontáneo, aunque grosero, objetos perniciosos del cuerpo de la persona o del ambiente, fin que
puede lograr su propósito corno cosa habitual. Sabe, por intuición, también parecen perseguir los movimientos giratorios del niño autista.
cuándo debe dejar que el bebé la "explote", y cuándo ha de ponerse En otras palabras, ellos configuran un intento por oscurecer la con-
firme y controlarlo en relación con sí misma y con terceros. Lo ayuda
a verse expuesto a mucha~> posibilidades diferentes, de manera tal de ciencia psicológica.
El animismo y el autismo parecen ser las modalidades opuestas
que aquél cuente con vías de descarga para sus sentimientos y
energías. de operación de la mente primitiva. El animismo implica la acción de
dotar de vida a los objetos inanimados; el autismo patológico, por su
Como viéramos, si el ambiente en que se halla criado el niño
!e parece a este último hallarse perturbado de manera catastrófica, el parte, es un proceso de enfrentamiento con la muerte que procura
pequeño desarrollará un trauma. El mismo punto sensible puede ser borrar los objetos mediante la aplicación de sustancia corporal, a los
traumatizado por incidentes similares. Asimismo, el proceso de repe- efectos de borrar su existencia. Asimismo. reduce a los seres vivos al
tición- compulsión que opera en estos niveles elementales significa estado de objetos inanimados. La distinción entre objetos animados e
que ha de reiterarse una y otra vez. A menos de ser aliviada, la tensión inanimados parecería darse en una . etapa crítica del desarrollo del
sigue acumulándose. El niño APA ve empañada su capacidad de niño ( Spitz, 1963). En los casos de autismo patológico, esa distinción
percibir diferencias, y se produce en él una subdiferenciación con el no ha sido delineada con claridad ( APA), o bien ha sido totalmente
fin de evitar este trauma. El niño ASE establece una diferenciaci(m borrada (ASE).
excesiva entre el "yo" y el "no- yo"; este último queda excluido total- El material clínico indica que, en las situaciones de crianza carac·
mente. El hecho se experimenta como barrera entre sí mismo y el terizadas por la inseguridad (debido a impedimentos tanto de la ma-
mundo externo. dre como del hijo) la relación pezón-lengua asume importancia inde·
Resultará ya evidente al lector que el examen de los procesos bida. Cabe sustentar la hipótesis de que, en el curso del desarrollo
autistas se halla plagado de dificultades semánticas. Por ejemplo, el normal, ella parece salvar la brecha existente entre madre e hijo. Si
autoengaño del "caparazón" debe analizarse como si fuera una reali- se toma conciencia de la pérdida del pezón antes de desarrollarse la
dad material. Para el niño autista parece tratarse de un objeto tangi- capacidad de representación interna de los objetos ausentes, el puente
ble que lo rodea, pero nosotros, observadores más experimentados, parece romperse, cosa que parece haberle ocurrido al niño autista
sabemos que se trata de una concepción primitiva de su mente inge- ., que desea evitar toda repetición de la penosa experiencia. Muchos
nua, que, no obstante, ejerce una influencia poderosa. pequeños ASE se relamen y succionan los cachetes hacia adentro.
En el capítulo siguiente se examinarán detalladamente las barre- ·~ Otros parecen hallar consuelo a partir de la sensación que les procura
J la mac;a de heces en el ano. De esta manera se resguardan de expc·
ras autísticas. En el presente capítulo se examinarán pautas caracte-
rísticas de los niños ,psicóticos, y se. hará un intento por comprender rimentar la pérdida de la madre en forma tangible.
su función. .· Los objetos autistas, a menos de ser utilizados en exceso o du-
Muchos niños psicóticos rotan sus cuerpo·s y hacen girar objetos rante un tiempo indebidamente prolongado, desempeñan una función
~ externos como si fueran sus propios cuerpos. Estas actividades estereo- de importancia al permitir a los niños manejar los sentimientos gene-
tipadas y repetitivas proporcionan a esos pequeños el sentido de rados en ellos por la pérdida de la madre. Los niños APA hacen uso
identidad y la sensación de seguridad que tanto anhelan. Ello ocurri- de objetos primarios mucho después de la época en que, en siltlaciones
ría porque, aparentemente, en determinado mómento de la infancia normales, se hace abandono de ellos. Esas actividades de consuelo
se produjeron cambios demasiado repentinos y perturbadores ·para oral parecen basarse en la existencia de disposiciones congénitas pri-
ellos. Esos cambios generaron la experiencia terrorífica de la separa- marias; se han fotografiado niños en el útero materno que y11 !'itl lleva-
ción física y, en consecuencia, debe evitár.ilclas. Los movimientos de ban los dedos a la boca. El relamerse y el succionarse los uchete.s
rotación también parecen cumplir otra función. Al concentrar toda su rJ
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78 FRANCES TUSTIN AUTISMO Y I'SlCOSIS INFANTILES 79
propios del pequeño ASE constituye una pauta que parece indicar El problema que plantea el tipo de autismo ASE reside en que
una desviación. la situación va empeorando ·cada vez más, ya que se cortan las vías de
El material clínico indica, asimismo, que los latidos de su propio acceso a las influencias externas, las cuales constituyen el único ele-
corazón son importantes para el niño cuando éste se siente solo y mento susceptible de modificarla. Esto, por supuesto, no es "'culpa"
asustado. Ello puede ocurrir porque el ritmo de las vibraciones del de nadie, y se ha causado mucho daño y producido heridas innecesarias
pezón en la boca llega a asociarse con los latidos del corazón, o porque al implicarse que las madres de los niños autistas son la fuente ex-
el chupeteo acentúa una sensibilidad congénita a los latidos del cora- clusiva de los problemas de sus hijos. Para que el lector logre com-
zón de la madre y, de esa manera, se desvía en dirección a los latidos prender lo que esas madres. han sufrido en su intento por entablar
de su propio corazón para sentir que la progenitora sigue presente: contacto con sus hijos totalmente faltos de capacidad de respuesta, y
aquélla puede haberse marchado, pero los latidos del propio corazón llegue a compadecerlas, lo remitimos a los trabajos de Tischler ( 1964).
del niño y el ritmo de las pulsaciones de su propio chupeteo siempre Dicho investigador puntualiza, por cierto que atinadamente, que para
siguen en él. Estos últimos elementos poseen un carácter mecánico y el momento en que los especialistas entrevistan a esas madres, éstas
previsible, a diferencia de la madre, quien, con sus ausencias repen- ya han sido sometidas a un exceso de tensión emocional. Sus hijos,
tinas e imprevisibles, puede inducir en el pequeño una sensación de como bien lo saben los terapeutas, pueden ejercer sobre ellas efectos
pánico. Laing puntualiza que los esquizofrénicos adultos se caracte- sumamente desmoralizadores.
rizan, en esencia, por haber sufrido un gran' dolor que les deja des- La experiencia psicoterapéutica me permite llegar a la conclusión
.trozado el corazón. Nuestra labor con niños psicóticos nos permitiría do que en muchos niños neuróticos los procesos crónicos de ASE han
tom'ar conciencia de la catástrofe oral primitiva de la cual ese dolor sido aislados en un "bolsillo" de funcionamiento, de manera tal que
es un derivado. Todas las partes del cuerpo citadas (lengua, mejillas, el desarrollo parece continuar normalmente, en tanto que el "bolsillo"
heces, corazón) formap parte más intrínseca del niño que las partes de encapsulamiento causa problemas más adelante. Estos pueden
de la mano que deben moverse en el espacio para brindar consuelo. darse en forma de fobias, dificultades para dormir, anorexia nerviosa,
Esto puede tener algo que ver con su uso anormal por parte de niños mutisrno electivo, algunos problemas de piel, determinados trastornos
excesivamente protegidos contra toda experiencia de separación física. psicosomáticos, dificultades para el aprendizaje, trastornos del len-
En el curso del desarrollo norhtal, la madre está aparentemente guaje y ciertas formas de delincuencia. Dentro de este "bolsillo'' los
capacitada para infundir en el bebé, de manera gradual, una "pizca" objetos autísticos ·han mantenido su ascendiente, y los fenómenos ob-
del terror asociado con la separación física, de manera que poco a jetales transidonales no se han desarrollado en medida suficiente.
poco aquél pueda irse preparando para admitir esa situación. Parte de Existe cierta imaginación de tipo primitivo, pero que se limita a jugar
esa preparación reside en la capacidad para mantener en la mente una en torno a objetos físicos y sus equivalentes en el mundo externo.
imagen de la madre ausente, de manera tal que tanto ella como su Este tipo de autismo también parece entrar en juego en la estruc-
bebé se vean liberados de la necesidad de entablar un contacto físico tura caracterial de determinados individuos relativamente nonnales.
constante. Como viéramos, los niños autistas nunca alcanzan esa Rubinfine ( 1961) sugiere que la negación, característica de este tipo
etapa, exigen un contacto físico constante, y la ilusión de la presencia de autismo, se da como precedente del rechazo. El rechazo configura
materna se mantiene por medio de actividades autísticas que impiden una modalidad central de defensa del carácter hipomaníaco. Cuando
el uso de la madre real. Esta última es negada como fuente del terror los niños acorazados tras las barreras del ASE salen de ese estado de
inducido por el ..no- yo.., y de esa manera se le impide brindar las autismo invariablemente se producen oscilaciones en su temperamento
cuidados que es capaz de suministrar. maníaco - depresivo, que va del éxtasis de la omnipotencia a la "ca:ída"
Todo esto es, naturalmente, fuente de profunda inquietud para abismal en la desesperanza. Esta última se produce como resultado
la madre, quien suele mostrarse cada vez más insegura en los métodos de las rabietas a menudo reprimidas que tienen lugar cuando se des-
de crianza que aplica a un pequeño que constantemente rechaza sus cubre que los obj-etos experimentados como "yo" pertenecen, después
intentos de acercamit:nto. Como bien lo saben aquellos que han de todo, al "no - yo".
tomado conocimiento de ese tipo de niños en la situación terapéutica o Algunas personas relativamente normales y a menudo extrema-
educacional, los intentns por entablar contacto con ellos resultan su- damente talentosás tratan a los seres, objetos e instituciones externas
mamente fatigosos, inquietantes y perturbadores. La tragedia estriba como peones físicos en el tablero de ajedrez de sus propósitos ..centra-
en que algo que parees haberse iniciado como un movimiento de dos en el yo". Entre ellas se cuentan los seres adictos al fanatismo.
retroceso temporario ante una situación inductora de pánico parece exa- Ellos emprenden una persecución religiosa, sectaria y discrimillatoria
cerbarse a medida que van pasando los afias. Ello ocurre hasta tal punto cuyo objeto es mantener a raya al "'espantoso no· yo·· colocándose "'an-
que a menudo parece tornarse irreversible. teojeras" que impiden yer tcxlo punto de vista que no sea el pl'Opio.
80 FRANCES TUSTIN AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 81
Afiliaciones propias de una mentalidad tan estrecha pueden pasar por madurez en pleno desarrollo. El cuidado de los niños psic6ticos exige
lealtad, pero no lo son en un sentido profundo. A semejanza de David, la presencia de seres que hayan pasado por esa experiencia.
el niño descripto en el capítulo 111, les interesan, fundamentalmente, Los psicóticos no son animales totalmente diferentes del resto de
las superficies externas. Para gente de ese tipo resultan sumamente nosotros. Cabe argumentar que la gran mayoría de los individuos de-
significativas ciertas características superficiales del individuo, como nominados "normales" llevan arraigados en su ser vestigios de autismo
el color de su piel, · su ideología política, ciertos detalles de su termi- patológico. Como el crecimiento no es un proceso que fluya de manera
nología teórica, o formas y ceremonias religiosas. Semejantes forma- uniforme sino que se produce con una serie de altibajos, la toma de
listas pisotean todo aquello que sea nuevo y original. En la vida se conciencia de la separación física suele causar una sacudida a todos
abren camino por la fuerza, empleando sistemas globales que tienden los bebés. Suelen producirse integraciones que atraen la atención del
a cerrar su círculo, en vez de valerse de su falta de conclusión como bebé hacia la realidad de la separación física de manera totalmente
estímulo del esfuerzo creador. Bus·c an poder adherir totalmente a repentina e incontrovertible. Y, con ello, surge la desesperación por
sus sistemas globales completados de manera poco natural y hacer reemplazar algo que se ha "ido". Lo que se ha "ido" se convierte
que los demás también adhieran a ellos. No dan lugar al movimiento en un vacío hostil del "no - yo", que el niño ha de evitar con todas
y las diferencias individuales. Asimismo, falsifican y toman irreales sus fuerzas. El hecho de que la manera misma de evitarlo genera
sus propias respuestas y su opinión de los demás. Los seres que difie- ulteriores vacíos es la tragedia del autismo patológico. No obstante,
ren de ellos son perversos, corruptos, o se encuentran abismalmente en el curso de su desarrollo normal el bebé se afana en medida sufi-
eqnivocados. ciente, y la madre (apoyada por el padre) le responde también en
Los archimanipuladores que, a semejanza del Polonia de Hamlet, medida suficiente como para permitirle soportar la presencia de ese
se ocultan tras las cortinas de sus falsas pretensiones, procuran alejar vacío sin verse obligado a evitarlo, ni ser arrojado nuevamente en ese
idénticos terrores. Así son, también, los eternos camaleones que, ca- mundo inanimado de seres y objetos sin diferenciación alguna de la
rentes de plincipios cabalmente interiorizados, adoptan el color del materia corporal. );':m pero, en lo más profundo de nuestro ser (al me-
ambiente, o los mediocres ambiciosos que copian textualmente las ideas nos, en, algunos de nosotros), parece haber vestigios de una inercia
de un creador (sin citarlo jamás) y las utilizan caóticamente, o de ma- autística empeñada en la búsqueda de comodidad, que tiende a provo-
nera dogmática. Todos estos tipos de gente "normal" manipulan el car una regresión indeseable. Apa:entemente, es a ello que Freud
muntlo externo con el fin de utilizarlo como capa que proteja su ser hacía referencia cuando,· en MCÍ8 allá del principio del placer, se ex-
herido y vulnerable. En su interior vibra tal terror de algo peor que playó sobre el impulso de retorno a lo inanimado al -q~e asociaba con
la muerte que sus actos todos se basan en un intento, desesperado por ~u cóncepto del instinto de muerte. El modo en que se maneje dicho
salvar el pellejo sea cual fuere su costo para el prójimo. impulso regresivo tiene gran importancia para el desarrollo normal
En momentos de percepción aguda esos caracteres se sienten im- de la persona. ~ .
pacientes con el barniz de artificialidad que les impide entablar con- El tipo de autismo que hemos anali::ado hasta aquí se asocia con
tacto con las personas tal como son. Tienen la sensación de estar una inteTTUpci6n del desarrollo mental. A continuación examinaremos
Pncaramándose en un espejo sin conseguir nunca llegar al otro lado, otro tipo de autismo, asociado con una regresión.
allí donde podrían tener una visión real y directa de los objetos. En
ese su mundo situado "a través del espejo" no hay mayor lugar para Autísm.o secur1dario regresivQ ( ASR)
la originalidad, la creatividad o la simpatía, puesto que para que ellás En algunas condiciones patológicas el proceso de desarrollo pa-
se desarrollen debe tomarse conciencia de la separación de otras rece haber seguido su curso, aunque sobre bases muy endebles. Ello
personas cuya diferencia se respeta y valoriza. Asimismo, debe existir ocurre debido a que buena parte de la personalidad ha conservado
una aguda percepción de la diferencia existente entre los objetos y los sus características autistas y se ha mantenido fuera del alcance dtl
seres humanos. influencias externas en el proceso de crianza, cuya separaeión física
La distribución de dádivas puede tomarse por una muestra de fuera reconocida. Se trata, a menudo, de una si!uaci6n en la cual
bondad y generosidad. La manipulación de materiales, a menudo su- se ha dado una adaptación indebida, y, posiblemente, respuestas in-
mamente habilidosa, puede pasar por actividad creadora. Pero no debidamente sedudoias, asimismo, por parte de la madre. No obstante,
son éstos los frutos de h imaginación creadora ni de la solicitud por estos be'bés a menudo parecen mostrarse inusitadamente pasivos y
los congéneres. Para que esto ocurra, ese dolor que desgarra el co· manifiestan un impulso muy débil llacia la integración. E.s éste el
razón y que constituye la esencia de la condición humana debe expe· tipo de situación que produce el tipo de bebé ..demasiado bueno" del
rimentarse una y otra vez en contextos cada vez más amplios de una cuento. Llega un momento en que esa adaptación e-'!cesivamente sa-
J
82 FRANCES TUSTIN AUITSMO Y PSICOSIS INJ:o'ANTILES 83
tisfactoria de madre y bebé entre sí (un bebé "modelo" y una madre tarla nuevamente. Los niños APA apenas si parecen haberla experi-
"modelo") se torna insostenible. El desarrollo del pequeño, basado mentado en absoluto, salvo por medio de breves estallidos en que
hasta ese entonces en una relación artificial, se interrumpe por com- reaccionaban eruptivamente, pero de ninguna otra manera activa.
pleto, y se produce una regresión en la personalidad que ha logrado El ASR se1 asocia con una desintegración, en tanto que el AS-E se
un desarrollo muy débil. Algunos vestigios de las últimas etapas de asocia con una rápida "integración", a partir de un estado previo de
ese desarrollo, como las fantasías, parecen retenerse y participar del falta de integración. Los niños APA se han integrado en ciertas áreas,
funcionamiento autistico centrado en sensaciones. Una característica pero, por lo general, las diferenciaciones se han mantenido totalmel).te
diferencial saliente de este tipo regresivo de autisrno es la huida hacia borrosas.
un mundo de fantasías estrechamente asociadas con sensaciones físi- En el ASR los procesos de escisión excesiva finalmente redundan
cas. El ASE, por el contrario, se caracteriza por la falta de fantasías. en, una fragmentación del objeto y el yo. Los niños ASA reaccionan
Un tipo de autismo asociado con una existencia primitiva en el globalmente; es muy escasa la dicotomía existente entre el "yo" que
mundo de las fantasías es el que parece caracterizar a la esquizofrenia brinda placer y el "no - yo"; este último, en realidad, es anulado. En el
adulta ( Bleuler, 1913). En consecuencia, a los efectos de simplificar APA se borran las distinciones.
las cosas convendría reservar la expresión esquizofrenia infantil para En el ASE los procesos de encapsulamiento implican una intensifi-
los niños que ponen de manifiesto este tipo regrcsivó de autismo. La cación de procesos normales de envoltura por expulsión o inclusión.
esquizofrenia infantil y la adulta tendrían en común, por consiguiente, El ASR se asocia con un hiperdesarrollo de los procesos a. los que
el hecho de que en ambas se dan: Klein denomina de identificación proyectiva (término poco afortunado,
como la misma autora lo advirtió) . La define del modo siguiente ( 1963,
a) Fantasías pág. 58) : "La identificación por proyección implica que se dan aunadas
b) La interrupción de lo que parecia ser un proceso normal de la escisión de ciertas partes del sí mismo con su proyección sobre (o en)
desarrollo. vtra persona".
Las dificultades que impiden la comprensión cabal de este con-
La clasificación anterior también adhiere a los linearnientos.del dia~ cepto parecen derivar de la confusión existente entre sujeto y objeto,
nóstico diferencial de Rimland, quien distingue entre auti.mw infantü iuherente a su naturaleza. Aparentemente se trataría de un concepto
precoz y eaquizofrenia mfanta ( Rimland, 1962). Se podrían elaborar útil, por cuanto proporciona una descripción científica del "diálogo"
diagnósticos mucho más dignos de confianza de los estados psicóticos (Spitz, 1S63) desarrollado entre madre y bebé, que, caso contrario, pa-
si el niño fuera entrevistado un mínimo de veinte veces (entrevistas rece "cuasi -místico" ( Rank, 1949, pág. 43). Estos procesos, en sus
diagnósticas) en un contexto psicoterapéutico con un especialista ca· aspectos normales, parecen constituir un sistema · dialéctico o de reali-
pacitado en análisis de profundidad. Estos niños presentan cuadros d\1 mentación de ilusiones, cuyas idas y venidas parecen hacer soportables
conducta tan variados que sólo tras una exploración en profundidad y contenidas las erupciones corporales de pánico e ira. Trátase de
pueden integrarse determinados factores comunes, a los efectos de ela- una suerte de reciprocidad por empatía. El tono de voz, las tensiones
borar algún tipo de diagnóstico básico en función de los diferentes tipos musculares, las expresiones faciales, las posturas del cuerpo y la conducta
de autisrno posibles. son los canales a través de los cuales se produce la comunicación. Ellos
configuran vías no verbales que nos permiten, por así decirlo, colocarnos
Comparación entre ASR y ASE en el lugar del otro, entendernos entre nosotros. Es sólo cuando las
partes del sí mismo parecen fragmentarse en trozos .diminutos (o des-
El síndrome psicótico central asociado corf el autisrno secundario integrarse) y dispersarse a lo largo de un área muy amplia, utilizando
regresivo ( ASR ) es la esquizofrenia infanta. 2 , muchos repositorios separados, que dichos procesos se tornan patoló-
El síndrome psicótico central asociado con el autismo secundario gicos. El grado de dispersión de esas partes relegadas incide sobre
encapsulado (ASE) es el autisrno infantil precoz. · ' los resultados del tratamiento psicoterapéutico que puedan espe-rarse.
En el ASR, antes de producirse la regresión el niño ha tenido con- En sus· manifestaciones patológicas, los procesos de identificación
ciencia de la separación física durante un período más prolongado que proyectiva parecen tener mucho en común con el ..distanciamiento' y
en el caso de los niños ASE. Los niños ASE la han experimentado de la "e:xternalización", tal corno los describe W. M. Brodey ( 1965 ). Ma'h-
manera sumamente dolorosa, han sufrido una. suerte de erupción violenta ler ( 1952) emplea el término "simbiosis" para describir la situación
y luego se han atrincherado tras una barrera que les impide experimen- en que se da una crianza mutuamente beneficiosa; cuando escapa al
control del sujeto y se torna patológica, la denomina '"psicosis simbió-
2 Al final de este capÍtulo se añade una Nota en la que se diferencia entre
dos tipos de autismo secundario regresivo.
tica". Winnicott (1958) hace referencia a una situación de ••doble
84 FRANCFS TUSTIN AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILEs 85
dependencia" en la primera infancia, y nos advierte que "la idea de nechos tal como he pc:lido experimentarlos a lo largo del tratamiento
intercomunicación se basa en una ilusión". psicoanalítico de una ·amplia serie de perturbaciones emocionales.
En el caso de muchos niños APA parece ser -la madre quien les
ha impedido que efectúen diferenciaciones normales. Por el contrario, Nota
parecen haberlo logrado de modo muy deshilvanado. Esta limitación
de las diferenciaciones efectuadas se debería a un estado de ansiedad En el curso de mi ulterior trabajo he llegado a diferenciar dos tipos
muy aguda por parte de la madre, quien teme permitirle al bebé que de autismo regresivo, · que denominaré ASR 1 y ASR2 respectivamente.
se separe de ella. El pequeño "retoma" el temor que la separación Las primeras fases del autismo secundario regresivo son idénticas a
inspira a la madre, y "entra" en la situación. las que llevan al autismo secundario encapsulado: la experiencia de la
Los niños ASE parecen encerrarse tras una fuerte cubierta con ¡,eparación física de la madre trae aparejada la concomitante distin-
el fin de afrontar el trauma oral que les causa la pérdida de su unidad ción entre el "yo" y el "no- yo", lo "conocido" y lo "desconocido", lo
primigenia con la madre. Se "encierran en sí mismos" y experimentan "familiar" y lo "extraño". Por varias razones, el "no- yo", ese ente "ex-
a los objetos externos como parte de su propio cuerpo. traño y desconocido" resulta terrorífico en medida mayor de lo sopor-
ljos niños ASR se han diferenciado de la madre de modo precario, table. El niño ASE enfrenta esta situación mediante su encapsula-
y luego sufren una regresión, "encerrándose en la propia madre", cuando miento. Ello significa que se borra en él por completo la conciencia
el trauma oral de la separación física resulta demasiado para ellos. de su separación. El niño ASR tiene oscura conciencia de la separación
· En relación con el desarrollo cognitivo, los niños APA tienen '.'is- y la encara mediante la dispersión de fragmentos de sí mismo en
las" de funcionamiento cognitivo. La negación del mundo externo por fragmentos de objetos externos utilizados como cobertura ultrapro-
parte de los niños ASE redunda en una inhibición del pensamiento. te,d ora. Si la dispersión no ha sido demasiado fragmentaria o no se
En el niño ASR la fragmentación y confusión extremas de las partes del ha prolongado durante un tiempo excesivo, se la denomina ASR1 • Por
sí mismo con ias de otras personas redunda en un pensamiento des- lo general sus víctimas son niños peqUeños, a los que puede aplicarse
integrado y confuso. el tipo de psicoterapia que describiremos posteriormente. Si no se los
En cuanto a la relación madre-hijo: el niño APA apenas si diferen- trata, la dispersión fragmentada lleva a un deterioro, por cuanto los
cia a la madre de sí mismo (o su cuerpo). El niño ASE la traca en procesos de encapsulamiento no protegen al pequeño de esto último.
"nada", negándole todo sentido. El niño ASR la visualiza de manera (Los casos de recuperación espontánea que pueden darse en los niños
totalmente confusa. ASE no san viables en las condiciones propias del ASR2 por cuanto
En lo que respecta al lenguaje, éste puede ser muy limitado, como d deterioro sufrido pronto se torna irreversible.)
la "jerga" propia de los niños APA. Muchos niños ASE son mudos, eco-
lálicos, o tienen un lenguaje propio; los que han desarrollado un lenguaje
parecen utilizarlo más para aliviar sus tensiones que como medio de
comunicación. En los niños ASR el lenguaje es a menudo deficiente,
un mero farfulleo, o bien prolijo aunque confuso en su significado.
Los movimientos del cuerpo pueden ser· torpes, por contraste con los
movimientos preternaturalmente ligeros y ágiles de los pequeños con
signos de padecer autismo infantil precoz. Falta aquí la. cualidad
etérea propia de estos últimos. Lós ojos de los niños que han sufrido
una regresión a menudo están fuera de foco y se muestran empañados
como los de los viejos; no parecen mirar a la gente, sino a través de
ella. Algunos niños ASE evitan por completo "mirar a" la gente.
A continuación sintetizaremos las características comparativas de
los cuatro tipos de autismo por medio de cuatro cuadros. El cuadro I
hará referencia a los factores que precipitan la dolencia, y el cuadro II
a sus características diferenciales. Estos cuadros incluyen hipótesis
referentes al autismo que podrán confirmarse, modificarse o descar-
tarse a la luz de la experiencia de terceros. La virtud intrínseca de
dichas hipótesis, por lo que a mí atañe, reside en que proporcionan un
!iistema integrador basada en el desarrollo del niña, el cual cubre los
"
\>;
Cuadro 1 (cont.)
Cuadro 1 (cont.)
Autismo primario normal Autisrno primario anormal Autismo secundario encapsulado Autismo secundario regresivo
(APN) (APA) (ASE) (ASR)
bido a defectos congénitos. Pue- estructura caracterial indebida- rente de estructura; borrosa y
de tratarse de defectos sensoriales mente rígida. Estos niños se afe- confusa.
o cognitivos, de una constitución rran en exceso a rutinas fijas, las
emocional difícil o de la interac- que se experimentan en función de
ción de todos estos factores.' Pue- una envoltura protectora que ase-
de darse una: gura la superviviencia del cuerpo.
a) Proloñgación permanente del Ahí reside la esencia de los inten-
APN tos del niño autista por preservar
la "identidad". Esta necesidad,
asimismo, parece ser la base de
Los niños con notoria falta defensas neuróticas obsesivas y el
de estimulación ambiental se desarrollo de rituales rígidamente
hunden en estados marásmicos mantenidos.
y algunos mueren.
b) Prolongación temporaria del
APN
Carencia parcial debida a
defectos ambientales o cons-
titucionales, lo que determina
que la toma de conciencia re-
pentina e intolerable de la se-
paración física tome el APA
en ASE. Si ha tenido lugar
un desarrollo caracterizado por
la inseguridad, se convierte
en ASR. 2. Los procesos ilusorios de desbor- 2. La identificación proyectiva se
de-envoltura se tornan excesivos, torna excesiva, desparramando las
2. Véanse etapas delineadas en el 2. Este estado se caracteriza por la partes del cuerpo en objetos ex-
cuadro l. hasta el punto de generar un
subdiferenciación en la esfera encapsulamiento. El objeto de ternos. (Ese "desparramo" es, por
emocional. Conciencia difusa de éste es: supuesto, ilusorio). Su objeto es:
la separación física, de la ima- a) Hacer a un lado el "no yo" a) Disminuir el choque provocado
gen corporal, de la identidad per- causante de terror. por la separación corporal.
sonal y del hecho de estar vivo. b) Cubrir la depresión de tipo b) Mitigar la depresión de tipo
"agujero". "agujero".
e) Preservar la integración de la e) Sentir que los fragmentos del
personalidad precozmente in- cuerpo se mantienen unidos.
tegrada, El resultado es:
i) Los efectos de la crianza
y la recepción discrinú-
natoria de estímulos se
ven obstaculizados por la
dispersión de los fragmen-
tos del cuerpo.
ii) La fragmentacit)n del ob-
jeto y del y().
3. El uso de objetos autistas prima- 3. Los objetos autistas primarios, iii) La regresión y el deterioro
rios da lugar al uso de objetos como consecuencias it~evi
tales como el dedo o el put'io, si-
transicionales y experiencias transi- guen siendo utilizados mucho tables.
cionales. tiempo después del período en
que normalmente se hace aban- 3. Perseverancia en el uso de obje- 3. Los objetos de transición se llti-
dono de su uso. tos autistas de tipo anormal, co- lizan de modo C()mpulsiv«> y a
mo duros o mecánicos. una edad en que normalmente se
hace abandono de e-llos.
92 FRANCES TUSTIN AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 93
Autismo primario normal Autismo primario anormal Autismo secundario encapsulado Autismo secundario regresivo
(APN) (APA) (ASE) (ASR)
4. El autismo es reemplazado por 4. En la situación clínica puede que 4. En la situación clínica el niño se 4. En la situación clínica el niño
relaciones recíprocas continuas. .,¡ niño no se separe de la ma- separa de la madre sin darse vuel- pu<1rle aferrarse con fuerza a la
dre. ta para echarle una mirada. madre o llevar consigo el objeto
transicional.
5. El cuerpo del niño parece blando
y fláccido. Parece hundirse en la 5. El r;:uerpo del niño parece tieso 5. El cuerpo del niño puede ser de-
falda de la madre, en sus hom- y falto de capacidad de respues- masiado grande para su edad o
bros o su costado. · ta. Rehuyen todo conta.c to físico. largirucho o delgado y débil.
6. Distinción fragmentada entre ob- 6. No parecen distinguir entre las 6. Distinción confusa entre las per-
jetos vivos e inanimados. personas y las "cosas". sonas y las cosas. Algunos de es-
tos niños les hablan a sus heces
como si estuviesen vivas, y a ve-
ces tratan a la gente como si fue-
sen objetos.
7. Estos niños parecen funcionar so- 7. Estos niños han trazado un dis-
bre la base de una dicotomia en- tingo confuso entre lo "lindo" y
tre el "yo" sublime y el "no-yo" lo "feo", lo "bueno" y lo "malo".
terrorífico; este último permanece Surgen problemas porque no pue-
bloqueado la mayor parte del den mantenerse las diferenciacio-
tiempo. nes. Las cosas buenas llegan · a
confundirse con las malas.
10. Estos niños han desarrollado UJI 10. Niños en apariencia muy sensi-
fuerte caparazón protector ( crus- bles. que manejan su hipersensi-
táceos) con el fin de ocultar su bilidad mostrándose confusos y
hipersensibilidad. desordenados.
"Islas" de · pensamiento. Pueden
no hablar, o hablar en "jerigonza". 11. Inhibición del pensamiento. 11. Confusión del pensamiento.
Cuadro 2 (cont.)
Cuadro 2 (cont.)
Autismo secundario encapsulado Autismo secundario l'egresivo
Autismo primario normal Autismo primario anormal (ASE)
(APN) (ASR)
(APA)
14. Estos niños por lo general evitan 14. Ojos fuera de foco. Miran "a
mirar a la gente. través'' de la gente, no "a" la
gente.
15. Pueden parecer sordos o ciegos. 15. Tal vez se vean faltos de sensa-
ción en las extremidades.
16. Estos niños parecen encerrarse to- 16. Estos niños parecen abrirse por
talmente en si mismos y apartar completo y esparcirse por do-
:'JJ: la atención con el fin de mante- quier. Ellos y los objetos del
ner intacta su personalidad inte- mundo externo experimentados
grada de manera apresurada. Se por separado se envuelven los
encuentran "envueltos en si mis- unos en los otros.
.~1 mos" (o en la propia sustancia
de su cuerpo) . Algunos llegan a
estados de éxtasis en que parecen
"abrazarse" a si mismos con de-
leite".
Madre e hijo sólo se diferencian 17. Desde el punto de vista del pe- 17. Desde el punto de vista del pe-
queño la madre parece haberse queño, la madre parece demasia-
entre sí en fragmentos aislados.
cerrado totalmente. Ello puede do abierta. Ello puede deberse a:
deberse a: a) La naturaleza indebidamente
a) El modo aterrorizado en que evasiva del niño, debida a una
el niño rehúye a la madre. codicia y envidia excesivas.
'1 b) La naturaleza reservada y re- b) El estado confuso y caótico en
traída de la madre. que se encuentra la madre
i
e) La ausencia fisica o mental de e) La actitud indebidamente se-
la madre · (por una serie de ductora y complaciente de la
razones), quien no se compor- madre.
ta como un ser vivo y lleno d) El hecho de que no exista
de capacidad de respuesta. continuidad en la figura de la
(Por lo general trátase de una madre.
combinación de esas caracte- e) Una combinación de los an-
rísticas). teriores factores.
Pablo, el pequeño descripto en 18. Juan y David son ejemplos ae 18. Estos niños han alcanzado cierto
este capítulo (VI), es un ejem- ASE. Trátase de los denominados grado de integración. Dicha in-
plo de APA. Trátase de niños "crustáceos". tegración luego se fragmenta, y la
fláccidos y ameboides. personalidad parece escind.irse en
.·1 dos partes (ASR,). No existe en-
~'.i
capsulamiento. Si no se produce
la recuperación, la pel'Sonalidad
\~ se desmorona y desintegra (ASR..).
Rafael, el pequeño que será pre-
1
sentado en el capítulo X, cónsti-
ttiye un ejemplo de ASR.. Tito
y Pablo, que serán presentados
en el cmpltulo XII, son ejemplos
de ASR,.
~~~
'
AU'DSMO Y PSICOSIS INl''ANTILES 97
de la materia física. El material referente a David, por ejemplo, indica Como viéramos, la mayoría de los niños psicóticos se muestran
que sus intentos por superar esa desconexión embadurnándolo todo, demasiado asustados para mirar y ver, para oír y escuchar. Cuando, ·
por borrarla por completo mediante la aplicación de materia física, de resultas. del tratamiento, su negativismo provocado por el terror
dan pie a la ilusión de que se interpone una barrera impenetrable logra expresarse de manera más abierta, los niños ASE pueden llegar
que obstaculiza la estimulación. Como viéramos, ello puede llegar al a cubrirse los ojos con las manos, o taparse los oídos (como lo hiciera
extremo de borrar totalmente del cuadro los objetos externos. El nn pe:Jueíio que se dobló la parte superior de la oreja para taparse el
psicoanálisis ha acuñado la expresión alucinaciOn negativa a los efec- crificio del oído). De esa manera la inhibición de la atención se ex-
tos de describir esta situación. En términos cotidianos esta negación presa como generando una barrera palpable. (En esta etapa cabría
del mundo externo constituiría una sombra persistente que surge de una inferir que existe cierto sentido de separación física). Esa conducta,
aversión intensa al "no - yo" que provocara perturbaciones tan catastró- puesta de manifiesto por parte de niños ASE "en proceso de recupe-
ficas. El niño opta por retrotraerse por completo y encerrarse en sí ración", sugiere que la barrera autista, en uno de sus aspectos, es un
mismo, lo cual genera la sensación de que entre él y el resto de la gente supradesarrollo patológico de la tendencia natural a valerse de una
se interpone una barrera. parte del cuerpo para proteger otra, como al llevarse las manos a los
Se ha argumentado que el niño no tiene conciencia de esa ·b arrera, oídos o cubrir los ojos con los párpados. Un uso similar, aupque tal
la cual, por el contrario, es elaborada por la percepción del observador ,·ez más primitivo, de lo que antecede, es ilustrado por el material
( Anthony, 1958). Pero mi experiencia me dice que el pequeño sí tiene referente a David (capítulo III), en el cual se tenía la sensación de
conciencia de ella, tal como lo ejemplifica el material referente a David. que las sustancias del cuerpo fluyeran en torno a sí mismo u otros
En determinados momentos el niño da muestras de tener conciencia objetos con e] fin de hacer a un lado los objetos mortíferos. Dicho
de que sus actividades autistas, cuyo objetivo era l~rar la total auto- proceso contribuye, asimismo, a proteger el objeto de "bondad" sublime
suficiencia, bloquean su capacidad para responder como persona real daborado a partir de experiencias de lactancia que producen un estado
a personas y objetos igualmente reales. Esto es comprensible cnando de arrobamiento y parecen rodear al bebé de un capullo que configura
el sistema todo de autoengaño patológico se visualiza como reacción una "piel" psicológica.
a un sentido de destrucción catastrófica del flujo corporal, y una sen- El materia] clínico indica que los medios exclusivamente autistas
sación repentina y alarmante de separación cuando la realidad nos ele enfrentar los objetos "horribles" del "no - yo" no resultan satisfacto-
acosa con demasiada fuerza y de manera demasiado cruel. rios. Probablemente puedan utilizarse sobre una base temporaria, hasta
_ Es ahí donde radica la diferencia entre el autismo normal y el que la interacción entre madre e hijo modifique ese terrorífico "no - yo"
autismo patológico. Los procesos autistas normales de la infancia de manera de volverlo más soportable, pero no resultan satisfactorios
parecen darse en forma de un desborde y un elemento envolvente que como medida a largo plazo. Tal <:omo lo ilustra el material referente
Ueva a la unicidad con la madre. En los estados patológicos de reac- a David, los métodos autistas de cura y protección interponen una
ción excesiva parecen dar lugar a una expulsión y una intrusión erup- barrera rígida y difícil de modificar entre el pequeño y el mundo
tivas, que llevan al encapsulamiento. Estos procesos patológicos tam- ('Xterno.
bién persiguen, como fin, el logro de una unicidad con la madre, pero Los niños ASR con experiencias <:onfusas de su propia separación
redundan en una separación (alienación). Ha habido una toma de parecen tener conciencia de la barrera existente entre ellos mismos y
conciencia abrupta y dolorosa de la realidad, pero se la borra por bs demás. Uno de esos chiquillos (Rafael, a quien describiremos
completo en razón de sus características terroríficas. posteriormente) luchaba sin parar por desembarazarse de una "mor-
Esta alienación se toma más pronunciada a medida que pasan los taja" raída, sabiendo que estaba separado de ella, y vivo. (Se le plan-
años. Cuando surgen situaciones análogas al trauma original, vuelve teó una interpretación de ese embrollo en función de una identificación
a experimentarse la presencia del "agujero... Ello implica que la barrera proyectiva con una madre envidiada, que de ese modo se había tor-
se ve reforzada. El negativismo del pequeño no sólo no sufre modifi- nado fragmentada y había quedado reducida a un montón de harapos,
cación alguna, sino que se ve reforzado. y en la cual el pequeño sentfa que estaba enterrado vivo). Al inten·
Como pudiéramos observar al analizar el material referente a Da- sifi.carse al máximo su retraimiento. los ni5os ASE DO suelen tener
vid a la vez que constituye una barrera contra la estimulación externa, conciencia de la barrera existente, debido a que, en términos generales,
el encapsulamiento sirve de protección contra sentimientos internos evitan tomar conciencia de todo tipo de 'separación. N o obstante, al
violentos, al faltar el sentido suficiente de un objeto de crianza que volverse a experimentar el trauma, o a medida que va progresando el
pueda hacerlo. De esa manera puede ejercerse un control rígido de tratamiento, o tiene lugar una mejoría. espontánea, parecen tomar con·
la violencia que amenaza la estructura integrada de manera tan inse- ciencia de la barrera. E.n el curso del proceso de mejorfa, ]11a11. (~pL·
gura en dichos niños. lulo II) produjo material en torno a una m:tdJe cargada de C()IIOOia·
AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 101
FRANCES TUSTIN
100
hablarle a los gritos, en la creencia, por cierto falsa, de que si gritamos
dones, que actuaba como "manta mojada" y se envolvía en torno al lo bastante fuerte se quebrará la barrera que parece existir entre ambos,
bebé como si fuese un pañal sucio, vale decir, un objeto autista. El o bien que de esa manera podremos trasponerla. Esto es bastante
pequeño trataba de· apartar de s~ vista a esa madre autista, utilizando natural, por cuanto tenemos la sensación de que, si logramos que el
las manos como si fuesen los limpiadores de un parabrisas. Tratábase extranjero nos preste atención, por fuerza tendrá que comprender lo
de una madre deprimida, experimentada de manera primitiva como que decimos. Pot· supuesto, en realidad no ocurre así, y tras pensarlo
llena de cúmulo de materia física húmeda tal como orina, heces y un poco trataremos, quizá, de desarrollar un lenguaj·e de signos que
lágrimas, y a quien el pequeño sentía que había convertido en parte nos permita entablar comunicación con él en p.n nivel muy simple. Se
tan inextricable de sí mismo que se veía obligado a llevar a cabo la trata de una medida a corto plazo razonablemente eficaz. No obstante,
tarea imposible de limpiarla. Abrumado por proyecciones de sustancia el método a largo plazo, que consiste en aprender el idioma del ex-
corporal negra de ira y que se rehusaba a limpiarse, el niño sentía que tranjero y al-go sobre sus hábitos y costumbres, es el más eficaz. De
su percepción del mundo externo estaba obstaculizada. manera limitada, esta analogía podría aplicarse a los niños psic6ticos;
La psicoterapia tenía el objeto de demostrarle que existía la tenemos que aprender su "idioma" y penetrar en su mundo, en la me-
manera de salir de ese dilema de negra desesperación físicamente ex- elida de lo p::>sible, si lo que deseamos es comunicarnos con ellos. Tal
perimentada. Al revivir y elaborar sus terrores. sobre la separación como afirmara Bion, debemos desarrollar una capacidad para el "en-
física de la madre en la situación del tratamiento, de maftera de sueño". En el capítulo referente a psicoterapia diremos algo más
modificar la necesidad infantil de reacciona·r ante ella como si fuera al respecto.
parte del propio c~rpo, el pequeño pudo comenzar a relacionarse con
una madre que a su vez tenía una interacción vivifi.cante y purificadora
con el padre. El niño ya no se veía agobiado por la presencia de la '
PERSPECTIVAS DE TRATAMIENTO
madre cómo extensión inanimada de sí mismo. De ese modo, al verse
hberado de esa madre que actuaba a la manera de un "pañal mojado", Autismo primario- auormal (APA)
comenzó a utilizar las funciones transformadoras de la interacción de
ambos progenitores entre sí, y pudieron encauzarse ciertas actividades Los niños criados en el seno de una institución, con manifestacio-
simbólicas. nes de APA, suelen padecer un daño tan grande y temprano, debido
Además de ese negativismo producto del terror, que redunda en a su situación de "carencia", que aquél se convierte, prácticamente, en
la inhibición y distorsión de la percepción y el retraimiento de las fuen- Higo constitucional. Cabe presuponer . que la vida emocional de esos
tes de lactancia, la barrera tiene también otro origen: la falta de pequeños habrá de caracterizarse por su escasa diferenciación. Rara
comunicación. Dicha falta de comunicación (sea no verbal o de cual- vez puede hacerse gran cosa por ayudarlos y, por cierto, tal con1o
quier otro tipo) se experimenta como barrera y aumenta el enclaustra- viéramos al analizar los niños de Spitz, la "carencia" temprana y ab-
mientp autista. A veces el pequeño puede tratar de ponerse en con- soluta, así como la falta de estímulo, a menudo llevan a la muerte
tacto con alguien, y ese alguien, a su vez, trata de entablar contacto antes de los dos años. Incluso su desarrollo físico parece haber sufrido
con él. Por varias razones, ese contacto no llega a producirse. En daño. En su filme "Monique" Genevieve Appell hace una demostra-
dichos casos la barrera reside en una falta de •comunicación, al no ción de técnicas cuyo objeto es proporcionar a ese tipo de niños la
producirse determinado hecho, y se la experimenta como impedimento estimulación y satisfacciones sensoriales que les faltaban, en la espe-
(ASE} o como frustración ( ASR). ranza de que en esa etapa posterior p:uedan aún derivar beneficios de
Los ejemplos anteriores ejemplifican el hecho de que la "barrera" ellas. Para este tipo de tratamiento lo importante parece ser tratar al
citada puede adoptar formas diversas y prueban que, si bien se trata pequeño cuanto antes, y el resultado parece depender, entonces, de las
de una ilusión fruto del autoengaño, ejerce influencia poderosa sobre características constitucionales de aquél y e] grado de carencia que
el niño y su funcionamiento. Como observáramos anteriormente, pa- .m fra.
recería tratarse de un proceso normal que ha llegado a un estado de Otros niños que, aunque viven con sus familias, se hallan faltos
supradesarrollo. Una persona relativamente normal me dijo que para de estimuladón (por ejemplo, cuando se los deja demasiado tiempc en
ella la . única .manera de no desfallecer ante la visión de la sangre sus cochecitos y corralitos), y aunado ello a otro tipo de carencias,
residía en "hacer caer una cortina negra sobre los ojos". Por supuesto, pueden dar muestras de grados diversos de APA. Ejemplo de esto fue
en realidad no había ninguna cortina negra, pero el efecto era el mismo. un hijo ilegítimo a quien su joven madre dio el pecho durante ~os
En la vida corriente podemos experimentar esa sensación de que semanas, tras lo cual debió internarse en un hospital durante ua mes.
existe una barrera cuando hablamos con un extranjero cuyo idioma des- Durante ese tiempo la joven dejó al bebé con su propia madJe. A
conocemos. Posiblemente todos hayamos pasado por la experiencia de
102 l'llANtES TUSTIN AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 103
su regreso del hospital la abuela siguió cuidando del bebé mientras do, ponen de manifiesto una capacidad de aprendizaje que excede lo
la joven madre iba a trabajar. Era un bebé muy bueno, y la abuela normal. Parecen haber superado toda conciencia de frustración mos-
materna solía dejarlo en el corralito durante lapsos bastante extensos. trándose dóciles y acomodaticios, tal como lo ha sido la madre (o
A Jos dieciocho meses, y aunque la coordinación del cuerpo era apro- ambos progenitores) para con él. Cuando la conciencia de la frustra-
piada, daba signos inconfundibles de retraimiento. Los ojos habían ción no puede ya evitarse tiende a resultar traumática, debido a la
perdido su brillo, y no parecía ver los objetos del mundo externo; se falta de preparación interna para afrontarla. A menudo esos pequeños
lo veía apático en sus respuestas, y se mostraba dificil para ingerir tienen una historia de desarrollo normal, pero que parece haberse
los alimentos. dado, fundamentalmente, sobre la base de la docilidad, del amoldarse
Al cabo de un mes de quedar al cuidado de su propia madre, y ser amoldado. Estos niños pueden convertirse en ASE o ASR, según
quien para eso abandonó su trabajo, comenzó a dar muestras de una la manera en que logren manejar el trauma de la separación. Si se
mayor capacidad de respuesta. Cabe esperar que, dada la presencia detiene el desarrollo y los procesos de encapsulamiento llegan a ser
estimulante de su madre, que le habla y juega con él, llegará a adqui· dominantes, se convierten en ASE.
rir una capacidad de respuesta normal. El niño fue rescatado cuando Pedro era un niño de ese tipo. Cuando lo vi por primera vez tenía
lo vio un pediatra experto que conocía las señales de peligro, y que un cuerpo bien formado y un rostro inteligente, pero evitaba mirar
pudo ayudar a la madre a comenzar a satisfacer las necesidades psi- a la gente. Con suma frecuencia parecía apático y mudo, pero a veces
cológicas de su bebé. se ponía a saltar y reír lleno de excitación, aparentemente, a los efectos
Algunos niños mentalmente subnormales, aunque no todos, tien- de evitar todo sentimiento de frustración o sentido de separación. Cuando
den a permanecer en un estado de autismo primario durante un tiempo lo amenazaba la conciencia de la separación reiteraba el círculo encan-
indebidamente prolongado, al verse impedidos de utilizar la estimula- tado del "yo - bueno" y el "no - yo malo" saltando lleno de éxtasis, co-
ción a su alcance. Si, por añadidura, se los deja solos largo rato, rriendo en círculos o abalanzándose en dirección a un adulto y rodeán-
librados a sus propios recursos, su autismo irá en aumento. La propia dolo con sus brazos. (No hundiendo la cabeza en el estómago del
naturaleza del niño también resulta importante. El pequeño mongó- adulto, como para tratar de ocultarse, sino rodeándolo con los brazos).
lico, por ejemplo, quien por lo general se muestra afectuoso y dotado Dichas acciones parecían borrar todo sentido de separación alarmante.
de capacidad de respuesta, rara vez da muestras de poseer caracte- El pequeño parecía perseverar lleno de éxtasis en determinadas activi-
rísticas autistas. Estos chiquillos, como los niños ciegos y sordos, dades (como, por ejemplo, el juego con arena) con el fin de borrar la
requieren técnicas educacionales especializadas cuyo análisis no forma conciencia de todo lo demás. El material con el que jugaba parecía
parte del tema de esta obra. La dificultad para evaluar las posibilidades combinarse con su propio cuerpo, anulando la conciencia de toda
del tratamiento surge de no poder determinar a ciencia cierta si el otra cosa.
autismo deriva de un grado inherente de retardo mental o si existe A continuación transcribimos un informe de mi primera observa-
un potencial intelectual razonablemente adecuado. Una vez más, esto ción de ese niño.
no puede determinarse con absoluta certeza, aunque los profesionales
experimentados a menudo "palpan" la capacidad del niño, aun cuando Pedro. Un pequeño desconcertante. Recitaba muchas can.
no se la utilice. ciones de cuna, en número sorprendente para su edad, y los
padres no parecían darse cuenta de <1ue se trataba de un
Autismo secundario encapsulado (ASE) hecho fuera· de lo común. Repetía, más bien, como un loro.
En la sala de terapia gmudó un elefante, una vaca, una
Algunos niños que han continuado en un estado de autismo pri- oveja y un cordero en un cobertizo de madera, como si no
mario durante un período exageradamente prolongado pueden padecer quisiera mirarlos. Luego empezó a cavar con una pala en la
una experienda traumática de separación física, en razón de que la arena, sin orden ni concierto, y me di cuenta de que mi
duración anormal de este tipo de autismo les ha impedido desarrollar mente estaba en otra parte.
mayor experiencia interna. Estos niños entran, entonces, dentro de la Al final se desencadenó una situación dramáUca, cuando
categoría de ASE. el pequeño quiso apoderarse de la pala. Yo lo detuve y dije:
Otros pequeños pueden permanecer en un estado de autismo pri- ••La pala no", ante lo cual lanzó un aullido y se arrojó- al pis(),
mario anormal ( AP A) durante un período exageradamente prolongado dando furiosos puntapiés. Todo el tiempo persistía en sus
en razón de que se da satisfacción inmediata a todas y cada una da jnteociones de apoderarse de la pala. Me mostré finne; aun-
sus necesidades. Por lo general, se trata, de acuerdo con los informes que el niño seguía enojado, su furia era cada vez menor. Pm
obtenidos, de "bebés muy buenos" y, a medida que se van desarrollan- fin se djrigió a la bandeja de arena, tom6 nrios puñados, y
104 FRANCES TUSTIN AUTISMO Y l'SICOSIS INI'Al'<11LES 105
dejó que la arena se le deslizara de entre los dedos, como si ASE han borrado toda concie:Jcia de la separación y, en consecuencia,
eso lo reconfortara y estuviera tratando de despojarse de la del espacio y de lo interior y lo exterior, por lo cual su vida interna
sensación de su propia mano. Por fin se mostró dispuesto a es escasa o nula, lo que explica la impresión que producen en los
marcharse sin la pala. demás, de vacío total.
Ira
Los niños ASE han debido enfrentar una sensación de "vacío" trau-
mático en la boca mientras seguían funcionando en los términos om- Esos niños, asimismo, se hallan sumamente inhibidos en la expre•
nipotentes de formas innatas, con sus respuestas estereotipadas y auto- l>ión de su cólera. (Es cuando comienzan a recobrarse que las "patale-
máticas. Su omnipotencia se ha visto perturbada antes de que pudieran tas" configuran una característica de su conducta). Ello parece deberse
obtener provecho de las experiencias corrientes de lactancia con una a que tienen miedo de la rabia explosiva que amenaza con hacerlos
madre en quien visualizaran a un ser vivo y separado. Como medida saltar por los aires. Al comenzar a recobrarse, las "rabietas" se l'On·
de protección, parecen encerrarse en sí mismos y aislarse por completo vierten en característica de su conducta. Rimland manifiesta que tu-
del mundo externo. Esta inhibición o restricción de la atención redun- vieron lugar en un pequeño autista tratado con la droga Deanol, e
da en una interrupción del desarrollo emocional e intelectual, pero el idéntica fue mi experiencia en el campo de la psicDterapia. Ante¡¡ de
desarrollo físico se encauza por otros carriles y continúa de manera efectuarse dichos progresos, el encapsulamiento rígido había hecho que
autónoma. El estudio de los niños ASE promete arrojar luz sobre las la ira convulsiva ~e mantuviera dentro de límites estrictos. Los ata-
etapas iniciales del desarrollo emocional e intelectual. Con los niños ques que sufren algunos niños ASE son una característica que da lugar
ASR el cuadro es más confuso y se complica aun más, por lo cual no a la especulación de que, al menos en algunos de los pequeños, pue-
es tan fácil acceder a las etapas iniciales del desarrollo. den constituir un intento por liberar su ira reprimida. Antes de
comenzar con sus rabietas, Jos padres de .Juan (capítulo 1) describieron
La lengua de qué manera el pequeño se ponía rígido "como si estuviera trátando
de expulsar afuera algo muy malo". Tenían miedo de que comenzara
De la labor llevada a cabo con niños ASE parecería desprenderse a sufrir ataques. El material indica que ese ''algo muy malo"' parece
que la lengua desempeña un rol de importancia en el desarrollo infantil amenazar la supervivencia.
temprano. Se trata de un órgan9 físico que no ha sido mayormente
analizado en la literatura psicoanalítica. En un trabajo muy intere- Supervitj€ncía
sante, Augusta Bonnard ( 1960) describió la notoria mejoría lograda
por ruños que succionaban su lengua cuando se analizó con ellos el En un estado de autismo secundario, el paciente parece sentir que
significado de ese órgano. Realizaron esfuerzos supremos en su desa- el flujo de sustancias corporales en y en torno al terapeuta (la madre)
rrollo intelectual y emocional. La autora nos recuerda que la lengua es lo que la hace existir. Se piensa que las sustancias del cuerpo "llenan",
es nuestro primer "dispositivo explorador de importancia" (Bonnard, en tanto que la carencia "desinfla". Se cree que los movimientos del
1960, pág. 304). Parece factible que la sensación de la lengua en la cuerpo poseen po::ler similar de vida o muerte. El chupeteo indica que
boca ("la cavidad primigenia", tal como la denomina Spitz) brinde al el pteho existe; la ausencia de chupeteo que aquél no existe. La visi6n
niño su primera experiencia espacial. En esa etapa, la lengua cons- del objeto confiere a éste su existencia; la falta de visión lo aniquila.
tituiría la experiencia total del "ser" del bebé, y no se experimentaría De esta manera, la existencia misma del terapeuta (la madre) parece
como parte del cuerpo. Aparentemente, el trauma oral inicial podría - depender del niño. Este siente que a él le corresponde hacer que
asociarse con la sensación' de la lengua repentinamente ubicada "en el el mundo siga girando. En consecuencia, en un estadio de "pre-ver·
espacio", sin esa continuación reconfortante del cuerpo de la madre dad'' (término de Winnicott) el pequeño se siente abrumado por
que suministra el pezón. Muchos niños ASE, cuando comienzan a responsabilidades ·concernientes a la supervivencia de sí mismo y de
dibujar, se muestran preocupados con los problemas de perspectiva y los demás. hasta un punto que excede la capacidad humana para sopor-
el dibujo de objetos tridimensionales en el espacio, en una etapa en tarlo. Una ulterior intensificación proviene del hecho de que en esos
que eso no es lo acostumbrado, o en grado tal que llega a convertirse estados lo que debe hacerse se magnifica, y la capacidad para hacerlo,
en obsesión. La conciencia de la separación es inseparable de la con- no obstante, se ve entorpecida. El "hallarse henchido por el senti·
ciencia del espacio, y va aunada a una conciencia de exteriores e miento de la propia importancia" no constituye un estado placentero,
interiores. Parece factible que el espacio de adentro de la boca sea aunque a veces parez¡ca serlo.
Ja primera experiencia del interior del cuerpo. Hasta tanto no se tome Un niño psicótico -colocado en esas ·circunstancias se succiona la
conciencia de los "interiores", no es posible la vida interi0r. l.os niños lengua, háce burbujas en la boca o ruido con ellas, con el fin de ~ntir
106 FRANCES TUSTIN AlJTISMO . Y PSICOSIS INJ.o'ANTILES 107
que posee ese fragmento esencial de la madre que le da consuelo y hace desarrollo proceda en función de una respuesta exclusiva a uno u otro
que la boca tenga su objeto de ser. Ello ahuyenta el temor de que se aspecto del sí mismo o a aquellos aspectos del mundo externo concebidos
acaben las provisiones vitales de manera inoportuna, traicionera y en- en términos exclusivamente autistas, seguirá caracterizándose por su
demoniadamente molesta. Si pudiera hablar sobre su estado, el niño inseguridad. El niño debe integrar ambos aspectos de sí mismo y sentir
psicótico exclamaría: "Mi Dios, estoy deshecho". Ese hecho de "des- que ambos padres actúan juntos de manera de llegar a una unión cons-
hacerse" se evita a toda costa por medio de las reacciones autistas que tructiva y creadora.
describimos. En ese estado el pequeño puede incluso "hablar" lo- Como hemos visto, la conciencia oral prematura de Gestalten in-
cuazmente, aunque sin poder comunicarse, a los efectos de sentir que completas hace que el niño se sienta sobrecogido por una sensación de
está "creando" lo que, a su modo de ver, es una manera de completar pánico y rabia. En la temprana infancia, el sentido de . estar ante
su boca, con lo cual mantiene su sentido falso de autosuficiencia y domi- un círculo incompleto hace que las pautas del desarrollo ocurran
nio. Es evidente que no se trata de una auténtica creatividad, por cuanto demasiado pronto y se superpongan entre sí. La boca parece erotizarse,
no se halla constreñida por los límites de la realidad. Se percibe a la llevando a un posterior desarrollo seudofálico. El hecho de que la
madre (el mundo externo) como la propia "criatura", que le da al pauta pezón-en-boca, propia de la lactancia, sea similar a la pauta
niño exactamente lo que necesita. sexual del pene en la vagina y la anal de las heces en el ano, parece
tener cierta relación con todo esto.
Bisexualidad En el curso del tratamiento, el terapeuta tiene la impresión de
que muchas zonas han sido estimuladas a la vez, en vez de desarrollar
En el curso del tratamiento a menudo se ve a los niños ASE ju- su primacía de manera ordenada. Debido a la pérdida perturbadora
gando con arena, a la que dan vueltas con una cuchara en actitud de la ilusión de unicidad con la madre, la situación de lactancia parece
totalmente apática y sin sentido. La labor llevada a cabo con niños dividirse en términos de ·lindo-feo, suave-duro, receptividad-agresividad,
ASE que comienzan a "recuperarse" nos da ciertas pistas de lo que "femenino"-"masculino". La "bisexualidad" parece desarrollarse dema-
podría suceder durante este período inconexo. Un pequeño me informó siado pronto, y de manera muy peculiar. Los niños parecen precipi-
que había estado "haciendo formas" en la boca con la saliva, de ~a tarse en un "complejo de Edipo" rudimentario, fuera de lugar y cargado
misma manera que hacía formas en la cola con sus "heces". Dijo que de elementos perversos polimorfos. A continuación trataré de describir
esas formas eran "monstruos,. Dibujó uno de ellos que, en el segundo este fenómeno tan extraño.
cuadro, se bifurcaba en monstruos masculinos y femeninos. Esa dife- La boca parece sexualizarse, al igual que otras partes del cuerpo
renciación de la sustancia corporal en función de su bisexualidad pa- experimentadas como boca: por ejemplo, el ano y las manos. En su
recía ser experimentada en términos de agresividad y receptividad. El autoengaño, el pequeño encierra ciertas partes del cuerpo de la madre,
material proporcionado por David demostraba que, con el fin de esca- como partes inanimadas y fálicas de sí mismo (por ejemplo, el pezón
par a los efectos de sus actividades envolventes con la madre suave, materno, la mano, el pelo, las cuentas de su collar, etc.). (Tal vez la
utilizaba su ímpetu masculino para producir el total encapsulamiento madre le hace lo mismo al niño). Las propias partes del cuerpo infantil
de sí mismo dentro del cuerpo del padre duro. (Cabe recordar que en también se sexualizan: los dedos, el pelo, las heces. La madre se
estos estados las partes se experimentan como todos.) utiliza como herramienta, una extensión manipulable de los propios
Esta concentración de toda la atención del pequeño en los aspectos órganos, una suerte de flor fálica en el ojal del niño, que lo hace sentirse
masculinos de sí mismo y su crianza indicaba que la contribución "especial" y bajo "protección especiar'. (Entonces siente que tiene que
femenina había sido borrada totalmente. La escasa importancia que ser el falo para ella). Ese fragmento fálico, masculino, se experimenta
el niño ASE da a la contribución que la mujer receptiva hace en primero como parte de la madre pero, en determinado estadio, al to-
relación con su bienestar puede ser una de las razones que determinan marse conciencia de la separación, un "padre" malévolo parece entrar
que, al adoptarse una visión superficial del problema, la madre parezca en escena para rivalizar con el niño y amenazarlo en relación con sus
ser la única responsable del estado en que se halla sumido el infeliz actividades envolventes posesivas para con la madre. Se trata ele una
hijo. Como aquélla a menudo subestima su propia contribución, ello ilusión creada por el propio sentido de bisexualidad, que no guarda
también incide en la psicopatología infantil, como otra evaluación relación algtma con el padre real, de manera que el "complejo de :E:di-
falsa de su causa. po" no es el mismo que se describe en la literatura freudiana clásica.
El material clínico implica que todo esto sucedió en relacióP" con Se trata de algo patológico, de la variedad "como si .•. ·:. Un niño
la boca (el receptor primario) y la lengua ( el agresor primario) . A autista en proceso de recuperación, que hab1a llegado a una etapa en
partir de esa base primip:enia parecen desanollarse las posteriores no- que ya podía soñar, de.scrihió esa aparición oral, seudosex:ual de un
ciones de lo masculino y lo femenino. la madre y el padre. Mientras el padre fálico mediante uu sueño en tomo a un pote de leche crero()s;a
108 FRANCES TUSTIN AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 109
en el cual de pronto apareció un mechón de vello púbico masculino~ derse en cuanto las actividades anteriormente citadas producían una
ante cuya visión se sintió desfalleciente y aterrorizado. Ese "padre,. sensación de unidad con el objeto de crianza.
ilusorio puede afectar la relación del niño con el padre real y, hasta El niño. ASE se vale, por lo general, de procesos de encapsula-
tanto no se haya modificado ese fantasma, dicha relación seguirá vién- miento globales, ya que ha manejado el trauma oral de separación
dose perturbada. física prematura apartándose de la situación de crianza y encerrándose
El niño psicótico parece sentir, asimismo, que ha mirado algo que en sí mismo. Parece permanecer en estado de latencia hasta tan\o no
no debería ver. En la madre contradictoria que constituye una carac- sean más propicias las condiciones del desarrollo. Beata Rank solía
terística de los estados psicóticos, en un estado de "no ·saber", siente, decir que debajo del caparazón autista había un príncipe o princesa
asimismo, que "sabe" demasiado. En la medida en que resulta posible durmiente a la espera de poder crecer. El peligro estriba en que ese
expresar ese fenómen<? extraño, no verbal, por medio de palabras, puede tipo de retraimiento se convierta en algo habitual, y que la respuesta a
decirse que se presenta como un encuentro incontrolable y violento de la estimulación externa se reduzca hasta el punto de imposibilitar toda
"padres" destructivamente sexuales que amenazan al hijo con un desti- capacidad de respuesta en proceso de desarrollo. No obstante, cuanto
no peor que la muerte. Este fenómeno parece surgir autísticamente de más comprendemos los factores que determinan ese retraimiento, más
la propia bisexualidad del pequeño, gobernada por los impulsos y
precozmente excitada, habiendo producido una bifurcación demasiado podremos ayudar al pequeño. El problema reside en que el niño vive
repentina a partir de la etapa de unidad primigenia con la madre. en un mundo de locos, y todo intento por describirlo parecerá tan ex-
traordinario como descabellado. La siguiente descripción ilustra ca-
En los estados patológicos, el ímpetu experimentado parece des-
controlarse por completo, convirtiéndose en hiperactividad. o la recep- balmente lo antedicho.
tividad desarrollarse en exceso, y convertirse en pasividad extrema. Los
niños aparentemente paralizados y helados parecen liberarse del ímpetu Tratamiento
que los consume generándolo en el mundo externo o visualizándolo Las perspectivas de lograr cierto grado de mejoría estable en el
como si proviniera de allí. De esa manera se sienten a merced de niño ASE parecen depender de las fuerzas constitucionales de aquél,
aguijones que los punzan y amenazan su receptividad extraordinaria- su potencial de inteligencia, el ambiente familiar, la posibilidad de que
mente pasiva. Ello los mantiene en un estado aterrorizado de inanición la familia logre apoyo de alguien capacitado, y el conocimiento que el
e inhibición, que los torna indebidamente vulnerables y maleables. terapeuta tenga de los procesos autistas. Ese conocimiento ayuda al
Como la experiencia toda se asocia con una sensación intensa de terapeuta a soportar el período durante el cual el pequeño se encierra
incomodidad y frustración, la boca y el pezón no parecen llegar a una en sí mismo, y no parece ocurrir nada. Cuando el niño, en apariencia,
relación apropiada entre sí. Al fracasar una experiencia primigenia de comienza a responderle al terapeuta, el hecho en sí desempeña un rol
vinculación adecuada, los nexos existentes entre las diversas partes de la de importancia, al permitirle al pequeño utilizar esos procesos de ma-
personalidad se tornan inseguros. Con el fin de contrarrestarlo, el niño nera menos excesiva, a los efectos de que conformen una "rpembrana"
ASE se convierte en un ente encapsulado (emocionalmente encerrado discriminadamente receptiva y protectora. La necesidad que experi-
en sí mismo), pero el desarrollo físico sigue rumbos divergentes y se menta el chiquillo de armarse contra el mundo externo y su "'feo no-yo"
produce de manera autónoma. Es así que el desarrollo del niño se modifica a medida que la brecha existente entre las expectativas y
ASE suele ser satisfactorio. En el niño ASR, por falta de· contención la realidad puede tolerarse mejor, y las experiencias transicionales, como
derivada de una buena experiencia primaria de vinculación, los frag- los sueños y el juego de la fantasía, se desarrollan como válvulas de
mentos psicológicos y seudofisiológicos que se mantenían unidos se seguridad para la expresión del pánico, la ira, la desesperación y el
dispersan en otros objetos. Su desarrollo físico es menos satisfactorio desamparo resultantes de esa brecha.
y no está tan bien coordinado como el del niño ASE. Es evidente que
Si pudiera modificarse su encapsulamiento autista, aparentemente
ambos tipos de niños psicóticos requieren firme sostén, a los efectos de·
evitar que corran el riesgo de dispersarse en fragmentos separados. serían mayores las posibilidades de ayudar a los niños ASE que a
muchos de los niños ASR. Las técnicas de dispersión ASR, aunque más ·
satisfactor~as como medida a corto plazo, en razón de tener lugar un
Envoltura y encapsulamiento
desarrollo de tipo confuso y "fragmentario", no resultan satisfactorias
El desarrollo del niño ASE parece detenerse en la etapa en que como solución a largo plazo, y van en detrimento del problema por e1
~a acción de moldear y hacer fluir en derredor objetos externos en hecho de que la fragmentación y la dispersión impiden la integración
función de formas innatas alcanzaba su punto máximo. En ese estado, última y la recuperación espontánea, o la aplicación de psic()terapiA.
la conciencia de la separación solía ser transitoria y fugaz, para per- El método ASE de manejar el temor a hacerse trizas ha manterddo mé.s
110 l''RANCES TCSTIN
AUTISMO Y PSICOSIS INJ."ANTILES
lll
intacta la personalidad primitiva. En el material de Pedro presentado
anteriormente en este mismo capítulo, el encapsulamiento se expresaba o ambas mejillas, a los que hacía sangrar profusamente, di-
al guardar los animales en el cobertizo de madera. No eran desparra- ciendo: "'¡Miren! ¡Miren! ¡Miren!" todo el tiempo. Esos agu-
mados por doquier, como haría un niño ASR. jeros solían tenerla muy preocupada, y de manera muy gradual
dejó de hacerlos.
Autismo secundario regresivo ( ASR) Cuando está por poner fin a una de sus rabietas sus aulli-
dos cobran un matiz teatríll, como si la pequeña estuviera
El término regresión se utiliza aquí en el sentido de regresar a una escuchándolos, y a veces hace que vaya disminuyendo su
etapa anterior del desarrollo emocional. La integración se visualiza intensidad hasta que ya no se escuchan más; entonces abre
como una progresión, y la desintegración como una regresión a un es- bien la boca y dice: "los gritos se fueron".
tado próximo a la falta de integración. En el curso del desarrollo nor- Cuando Susana entabla contacto físico con algo o alguien,
mal cierto grado de desintegración puede configurar un "reculer pour y cuando se trata de un contacto que ella no había buscado,
mieux sauter", pero en el caso del ASR debido a la confusión y la se siente, por así decirlo, violada, hasta que efectúa los gestos
fragmentación asociadas con la desintegración, no ocurre así. Por cier- simbólicos de retirar de la otra persona o cosa las partes de
to, en los niños ASR 2 , incluso la integración se convierte en paso su anatomía que entraron en contacto con ella, reemplazán-
regresivo, por cuanto, al cabo de un tiempo, las partes físicas y seudo- dolas minuciosamente. Este proceso es tan complicado que
psicológicas se unen de manera tan fragmentaria y extraña que el en realidad está más allá de toda descripción. Por ejemplo,
estado patológico empeora progresivamente, a menos de producirse en el curso de una de sus rabietas, tuve, en cierta oportunidad,
una oportuna intervención terapéutica. (En la terapia damos con lo que arrastrarla por la fuerza por el piso. Cuando se calmó,
que Bion [1962] denominara "objeto extraño".) volvió cuidadosamente sobre sus pasos., recogiendo y reempla-
A continuación transcribimos una sesión de observación con un zando los trozos de su trasero que, en su imaginación, seguían
niño de ese tipo, incluyendo el acertado informe de la maestra. sobre el piso. Luego se me acercó, abriéndome cuidadosa-
··, mente la mano para quitarme de los dedos y volver a su sitio
Observación del terapeuta todas las partes de su cuerpo que yo había tocado.•
Susana entró a la sala con un trozo de cartón en una mano El niño ASR parece protegerse a sí mismo del mundo externo
y un platillo de plástico en la otra. Nunca dejaba que los dos que configura el "feo no-yo", que lo perturba y lo llena de frustrad6n,
objetos se tocaran entre sí, sino que los mantenía bien sepa- disminuyendo y diluyendo su impacto. Y lo logra mediante la ilusión
rados. Los hada oscilar frente a sus ojos, de manera que su de desparramar en él trozos de su propio cuerpo. Esos trozos a menudo
percepción de los objetos externos debe haberse dado de modo !le encuentran fragmentados, en un intento por disminuir aun más el
vacilante y espasmódico. Su lenguaje estaba lleno de vacila- impacto penoso de la separación física. No obstante, al desparramarse
ciones simihues, produciéndose una comunicación fragmentaria cuidadosamente para disminuir el impacto del trauma de se1Mración,
y llena de brechas. Por ejemplo, decía: "Susana se mueve ... .~e produce cierta evolución vacilante, y se desarrolla el juego ele la
mamá no se va ... papá aquí". (Su padre era soldado, y se fantasía y el lenguaje. Estos son confusos y a menudo fragmentarios,
encontraba en casa "con uso de licencia".) llenos de non sequ.iturs. El hecho de que las partes de la personalichld,
Desparramó los objetos sobre la mesa sin orden ni con- Husoriamente dispersas, se hallen escasamente diferenciadas de las par-
cierto, y cuando me vio ir a la puerta para cerrarla, en respues- tes del cuerpo, indica que la coordinación corporal del niño ASR:? es,
ta, y llena de ansiedad, formó montoncitos con ellos, sin in- a veces, pobre. Asimismo, esa dispersión de partes físicas y seudo-psi-
tentar clasífi.carlos. Los animales del zoológico se entremez- cológicas a menudo se expresa por medio de una hiperactividad o
claban con los animales de la granja y las casas de madera. movimientos extraños del cuerpo. Estas fases de hiper_actividaJ, en la
cual se siente la dispersión de los fragmentos del cuerpo, a meuudo se
Informe de la maestra ven sucedidas por un estado de inmovilidad absoluta. La señora Seclla-
En el curso de los dos últimos años se ha producido una haye describe a una paciente adulta en estado de total regre~¡jón, quien
alteración en el tipo de estallidos emocionales que sufriera dijo: ..No quería moverme porque, de hacerlo, todo cambiaba en de-
Susana. Anteriormente solía atacar su propio rostro; haciéndose
agujeros en la base de los lóbulos de las orejas, y no dejaba
que se curaran. Luego "progresó" haciéndose agujeros en una 1 Deseo agradecer a la señorita Janet Pratt por su, autorizacíÓll para citar
e$te infonne. Tratábase de un niño ASR-,
112 FRANC.:ES TUSTIN AtrriSMO Y PSICOSIS INFANTILES
113
rrcdor y me perturbaba de modo horroroso, de manera que me quedé dón sensorial acariciándolos a menudo les produce terror, por cuanto
quieta para mantener la sensación de permanencia". algunos de el1os, como era el caso de Susana, rehúyen todo tipo de
l'atece probable que, para esta paciente, el movimiento propio del contacto físico. He visto cómo un niño psicótico se tornaba catatónicó
mundo externo significaba una perturbación de las partes de su cuerpo como resultado de un esfuerzo bien intencionado por hacerle mimos y
que estaban desparramadas. · caricias. No he visto que los niños ASR y ASE que respondieron al
tratamiento necesitaran mayor modificación de la técnica psicoterapéu-
Tmtrwtiento tica utilizada con los niños neuróticos, si bien el tratamiento plantea
grandes exigencias al terapeuta.
El pronóstico referido a los niños ASR parece depender del grado
La comprensión de los procesos autistas de encapsulamiento e
de fragmentación asociada con sus técnicas de dispersión, su grado de identificación proyectiva patológica (sea cual fuere el término que
confusión, el tipo de ayuda que pueda brindarse a los padres P'ara faci - utilizamos para hacer referencia a ellos) es esencial para emprender el
litar y permitirles superar la separación del hijo, la fortaleza de b tratamiento de los tipos de psicosis infantil ASE y ASR. Las dificulta-
comtitución de este último, su grado potencial de inteligencia, y la des p;ua comprender y aceptar la validez de estos procesos autistas
capaddad del terapeuta para percibir los procesos autistas utilizados proviene de una falta de comprensión de su naturaleza (así como de
por el pequeño. dificultades semánticas). En sus manifestaciones patológicas, o sea,
El tratamiento de los niños ASR comienza de inmediato pero se ve cuando se los utiliza en exceso, constituyen procesos ilusorios de "como
obstaculizado por el grado de confusión provocado en el terapeuta, y la si ... ", conducentes al "sí mismo falso" ( Winnicott) y la personalidad
confusión que también suele producirse entre niño y terapeuta. Este "apatente" ( Deutsch). En el curso de la mejoría debida a la psicote-
último debe experimentar la confusión existente pero, a la vez, actuar rapia, el "acting out" se utiliza a veces como medio de expresar esos
con grado suficiente de desapego como para poder pensar con clari0.aJ. dramas pre-verbales elementales que no han · sido traídos dentro de la
La confusión puede constituir un arma poderosa al servicio de la envi- órbita de la crianza paterna y cultural, y que mediatizan una realidad
dia, y causar la ruina del pequeño. Una ilusión de la que comúnmente sobre la cual existe consenso general.
son víctimas los niños ASR, cuyo sentido de separación es mayor que En su aplicación normal, en determinado estadio elemental del
en los niños ASE, reside en creer que dentro de la persona envidiad.t desarrollo emocional, estos procesos autistas de ilusión son el medio
se C'olocan trozos de sustancia corporal con el fin de impedir su creativi- por el cual el bebé se pone en contacto con el mundo externo y se ve
dad, cual una suerte de llave de tuerca colocada dentro de una maquina- lemporariamente protegido de un choque demasiado violento en razón
ria. La noción primitiva de la vinculación creativa de los padres entre del desfasaje producido entre aquél y sus expectativas innatas. La ma-
sí es causa de gran envidia, y se tiene la ilusión de poder bloquearla yoría de los neuróticos y, posiblemente, de la gente normal, parecen
con sustancias del cuerpo. De esa manera, tienden a perpetuarse los contar con un "bolsillo" de autismo patológico. En nuestra comprensión
estados de confusión de estos niños. de los niños psicóticos podemos valernos de él para penetrar las fron-
Otra característica que obstaculiza la terapia en el caso de los niño~ teras del mundo irreal de esos chiquillos desamparados.
ASI:l reside en el hecho de tratarse de pequeños más retorcidos, tortuosos
y complejos que los niños ASE. Se han desarrollado de manera corúusa
a partir de una base insegura, y los procesos regresivos se v~n asentando
cada vez más hasta que alguna intervención externa detiene el inevita-
ble deterioro. En la esfera de la psicoterapia, nos vemos enfrentados
a un objeto minuciosamente fragmentado, despojado o extraño, y el
proceso de cura lleva mucho tiempo y tal vez resulta imposible. Los
niños ASE más globales tienen un objeto entero, excitante, omnipotenle
y relativamente indiferenciado, y un objeto roto.
La asociación indiscriminada de todos los tipos de psicosis iufaPtil
generó la teoría errónea de que los niños ASE y ASR inevit&blemente h~n
tenido madres frías que los han privado de satisfacciones sensoriales.
Ello ha redundado e.1 un tipo de terapia que procuraba suministrar con-
tacto físico y satisfacción sensorial. Como viéramos, el ASE y el ASR
por lo 1,general se ven precipitados por causas diferentes a las que
precipitan el APA. El tratar de proporcionar a los niños ASE satisfac-
CAPITULO IX A UTISMO Y P SICOSIS INl'ANT [LES 115
EL AUTISMO INFANTIL PRECOZ Y LA ESQUIZOFRENIA
INFANTIL COMO SINDROMES ESPECIFICOS terna o un trauma en pequeños de temperamento marcada-
mente esquizoide (vale decir con escasa capacidad de amor,
envidia destructiva c·xtrcmadamente severa e intolerancia del
dolor psíquico) . El cuadro clínico es fundamentalmente he-
befrénico, debido, en parte, a la adaptación inconsciente del
ambiente a la enfermedad, que enm:1.scara las características
más paranoides y catatónicas. E:;o.> niños son ineducables,
En los cuadros adjuntos al final del capítulo VI se diferencian y pueden parecer débiles mentales y presentar un problema de
investigación todavía no.explorado, prácticamente, en el campo
comparan los distintos tipos de autismo patológico. En el estado actual de la psicoterapia.
de nuestros conocimientos sobre psicosis infantil, la elaboración de un
diagnóstico diferencial en función del tipo de autismo de que se trate Además de constituir un ejemplo de autismo regresivo, Rafael (al
constituye un medio directo (bien que grosero) de clasificar los tras· que presentaremos en el capítulo X) parecería configurar un caso de
tomos psicóticos de la infancia sobre la base de un rasgo crítico de su esquizofrenia infantil. Se le proporcionó ayuda limitada, aunque útil,
psicodinámica. Este método de clasificación, por tipos de autismo, evita y los padres obtuvieron asistencia especi¡¡lizada para lograr aceptar
que se agrupen juntos los casos más heterogéneos de psicosis infantil la realidad y desechar cualquier esperanza poco realista que pudieran
formando una verdadera "mescolanza" (Kanner, 1958, pág. 142), a la haber albergado en relación con el resultado del tratamiento.
vez que "deja abierta la puerta, revelando nuestra perplejidad y con- En relación con el autismo infantil precoz ( Wing, 1966, sugirió reem-
fusión"· ( Creak, 1967, pág. 368). No obstante, a medida que se va plazar esa denominación por la de autismo infantil ), Meltzer escribe:
observando y describiendo mayor número de niños psicóticos, aparen-
temente vemos aflorar dos síndromes que pueden distinguirse con cierta Trátase de un tipo de niño mucho más frecuent<', al que
precisión: el autismo infantil precoz y la esquizofrenia infantü. (Aunque a menudo se diagnostica, errón~amente, como sordo, t·i~·~o o
quedan aún muchos tipos de niños psicóticos que no entran dentro de débil mental. Por Jo general provienen de familias inl¡·ligcn-
ninguna de las dos categorías). En función del tipo de autismo, el au- tes y educadas, si bien su nacimiento se produjo en momentos
tismo infantil precoz entra en la categoría del autismo secundario encap- de discordia o separación de los padres, período caracteri-
sulado (ASE) y la esquizofrenia infantil en la del autismo secundario zado, en particular, por la depresión de la madre. Como se
regresivo ( ASR). trata de niños sensitivos, de disposición afectuosa y buenos
Kanner describió por primera vez el síndrome de autismo infantil lactantes, a menudo el trastorno que sufren sólo se advierte
precoz en 1943, época por la cual era importante diferenciarlo de la después del destete y, en especial, al producirse un deterioro
subnormalidad mental. Hace poco, y sobre la base de características en la evolución d el lenguaje. Sus extrañas características a
externas, Rimland trazó un distingo apropiado entre ese tipo de autismo menudo se acentúan con el nacimiento de un hermanito y la
y la esquizofrenia infantil, efectuando su descripción de manera más separación materna.
precisa que Kanner (Rimland, 1965, páginas 67-76) . En el cuadro 111, El citado investigador afirma, asimismo, que se trata de
al final de este capítulo, se comparan las características diferenciales niños de "natural intensamente celoso y posesivo'~.
del autismo infantil precoz y la esquizofrenia infantil sobre la base de
su conducta y psicodinámica. Coincido en gran medida con la anterior de~cripción del nutismo
infantil, pero no me atrevería a emplear el término de mam:ra tan
Meltzer ( 1963) formuló sus características diferenciales en función extensiva como lo hace Meltzer. A algunos de los peq ueños que clasifica
de Qna psicodinámica. En relación con la esquizofrenia infantil, escribe :
dentro de la categoría de autismo infantil precoz yo los colocaría en la de
ASE con el fin de reservar la expresión autismo infantil (tal como lo
Se trata de un síndrome clínico muy infrecuente, que a hace Rimland) para describir una combinación de síntomas más espe·
menudo se da en los niños de familias afectadas de esquizo- cífica que se da con frecuencia mucho menor de lo que sug.\ere Meltzer
frenia, y por lo general su desencadenamiento insidioso sucede en el pasaje anterior.
al destete, el nacimiento de un hermanito, la separación roa-
LA COMBINACION DE SINTOMAS PROPIA DEL AUTISMO INFANTIL
tuviese, a menos de poseer una aptitud innata muy notable. (Su padre provio niño. Cuando un bebé sumamente inteligente efectúa discri-
era un matemático destacado.) minadoru::·s demasiado tempranas se vería perturbada la ilusión de
Los pequeños que utilizan el lenguaje a menudo cuentan con una una continuidad protectora con la madre y resultaría intolerable la
historia de desarrollo temprano. Aprenden las palabras con rapidez, y toma de conciencia de la separación corporal, que redundaría en el
el chiquillo se ve, con frecuencia, utilizando oraciones completas antes miedo a la separación y todas las características relacionadas con él que
de llegar al año. Al igual que este uso precoz del lenguaje, se registra describiéramos en anteriores capítulos. (El "pánico sin nombre"
una habilidad motriz precoz o, al menos, no demorada. En algunos de Bion constituye una característica destacada.) Ello hace que el
peque.JOS se ve demorada SU capacidad para · can.tinar hasta que lo pequeño se aleje de la madre que, por diversas razones, puede mos- '·
trarse algo insegura en su maternaje. Y ello desencadena el círculo
.
....
logran hacer perfectamente. Se trata de una caraCterística de niños
sum1mente inteligentes cuyo· uso del lenguaje y su facultad para cami- vicioso del autismo anonnal, que hace que estos pequeños resulten tan \,
nar se ve demorada hasta el momento en que pueden lograr algo si- difíciles de tratar.
milar a lo que hacen los adultos que los rode-an. Parecen contar con El hecho de que los niños autistas sean, de manera preponderante,
1111 modelo de comportamiento, y mostrarse poco dispuestos a poner los primeros hijos varones de un matrimonio, resulta significativo, pues-
en práctica sus habilidades en el mundo externo hasta tanto ·no puedan to que los varoncitos son más difíciles de educar que las niñas. Asi-
estar en consonancia con dicho modelo. Cuando los niños autistas co- mismo, las madres' pueden albergar sensaciones específicas sobre d.
mienzan a dibujar, ponen de manifiesto una conducta similar. Si la hecho de dar a luz a un hijo varón y, en su fuero íntimo, sentir que
representación del objeto en el papel no se ajusta en medida suficiente han perdido una parte masculina importante de su cuerpo. Asimismo,
al cuadro que tienen en mente, suelen destrozar la hoja, llenos de furia debe tenerse en cuenta el hecho de que la mayoría de las madres se
y desesperación. La falta de ajuste entre el mundo externo y las propias muestran más inseguras en el mane jo de sus primeros hijos que en el
pautas infantiles parece ser la raíz del problema en todo nivel. En- de aquéllos que nacen cuando ya están más expertas.
tiendo que ello se debe, en ·parte, a una capacidad de discriminación
tan aguda como precoz, a raíz de su alto nivel de inteligencia, la hiper- Las madres de los niños autistas
--· ··--·~-
:-:ensibilidad de los órganos de los sentidos y, posiblemente, un sentido
innato de figura y forma. (Casi invariablemente estos pequeños dan En reiteradas oportunidades he rehuido con disgusto las descrip-
muestras de poseer aptitudes artísticas cuando salen de su estado de ciones estereotipadas de las madres de niños autistas, a las que se
autismo. Rimland afirma que, cuando se les aplican tests, esos niños tilda de "madres-heladeras", madres "excesivamente objetivas", etc.;
dan muestras de aptitud notoria para el reconocimiento de formas pero los proge nitores de los pequeños que ponen de manifiesto la com-
y figuras) . binación de síntomas propios del autismo infantil parecen, efectivamen-
La inteligencia es un verdadero conglomerado de aptitudes, aunque te, poseer características específicas en común. En primer lugar, se ,.¡..
la capacidad para efectuar discriminaciones precisas es, sin duda algu- trata, C<tsi invariablemente, de personas de un nivel de inteli~encia
na, una de sus características. Un niño sumamente inteligente, con bne'.10 o superior. Kanner los tipifica como seres "desdeñosos de la
aptitudes notorias para el reconocimiento de figuras y formas, podrá frivolidad", "tranquilos y serios", y explica que ''informan con precisión
discriminar de manera muy precoz y, de ese modo, tener mayor con- y detalle". Tendían a orientar sus actividades de manera específica ha-
ciencia que un pequeño menos inteligente de la falta de ajuste de cia objetivos dados, llenos de · perseverancia, y a mostrarse relativa-
correspondencias a formas innatas, con el concomitante estallido de fu- m ente indestructibles. Sus estándares eran elevados, y se trataba d e
ria y pánico que, como viéramos, ocasiona dicho descubrimiento. Los seres muy perfeccionistas ( Ka nner, 1967).
órganos de los sentidos, ultrasensibles, también reforzarían la capa- Rimland confirmó esos rasgos específicos del carácter. El inve.~ti
cidad para efectuar discriminaciones agudas antes de lo normal. Berg- gador coloca esos padres dentro de un grupo reducido de ciclotímicos
man y Escalona ( 1949) atribuyen la aparición de funciones discrimi- de Kretschmer, "gatos que caminan solitarios", "gente que se toma
natorias precoces en los niños de sensibilidad insólita que observaran, las cosas bastante en serio" y a quienes "les agrada vivir sus vidas
a la falta de '1a sensación de seguridad ininterrumpida que brinda la con tran(1uilidad y contemplativamente" ( Rimland, 1965, pág. 162).
protección materna". (Rimland clasifica a los niños de Bergman y Es- Esto coincide con mi propia experiencia de esos ·pa dres y, en particu-
lar, de las madres.
calona como casos de autismo infantil precoz. de acuerdo con sus cri-
terios diagnóstic os estrictos) . A mi modo de ver, esa capacidad de Cuando los niños salen de su estado de autismo manifiestan las
discriminación sólo podría desarrollarse en un bebé con un buen nivel mjsrnas cualidades. Dan muestras de ser muy perseverantes y extre-
intelectual ya congénito. Como modificación de la hipótesis de Berg- madamente lógicos. Escuchan atentamente las interpretaciones. corri-
man y Escalona, sugeriría la contribución al trastorno por parte del giéndolas a veces, de manera justificada, o señalan sutilezas que liemos
120 FRANCES TUSTIN
AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 121
pasado por alto. Su concentración en la labor terapéutica resulta suma-
mente gratificante y estimulante. des. De esa manera imponen una forma de conducta muy avanzada
Si bien puedo confirmar el descubrimiento de Rimland en el sen- en un pequeño ya de por sí aterrorizado, que se encuentra en un estado
tido de que la enfermedad mental rara vez se registra en las familias de hipersensibilidad. Desesperado, el chiquillo reacciona lleno de ne-
de niños que padecen de auti~mo infantil, fue mi impresión que los gativismo, y se cierra a todo lo que lo rodea; ya que desde todas partes
padres y, en particular, las madres, deben hacer gasto . considerable lo bombardean con exigencias. Un niño autista que se recuperó espon-
"' de energia. y v~)or pa.ra ~-superar la . ciep!~:~tó~. Recuerdo -muy bie~ la táneamente expresó luego que sentía "un denso globo de preocupacio-
' madre de un mno autista que me telefoneo durante uno de los pnme- nes en la mente, que no podía transformar en pensamientos, por lo
ros fines de semana en que se había interrumpido el tratamiento del cual me aparté violentamente". Ese "apartarse con violencia" puede
pequeño. para decirme que éste provocaba en ella "ese estado terrible ser parte de un instinto saludable de supervivencia, la decisión de
de depresión" en que se sentía con ganas de arrojarse por la ventana. alejarse del problema hasta que sean más propicias las circunstancias,
No podía seguir de esa manera, añadió, o no les haría ningún bien al el sumirse, por así decirlo, en un estado de latencia. EJ problema reside
marido y al hijo. Otra madre me refirió cómo. en determinada ocasión, en que los procesos autistas asociados al retraimiento pueden tornarse
se había sentido "congelada en eternidades de espacio". Esto ilustra tau habituales que el pequeño llega a un estado en que pierde todo
la· necesidad de la madre (y el padre) de recibir apoyo mientras el contacto con las fuentes de ayuda humana. Parecería tratarse del
pequeño se somete a tratamiento, por cuanto, si bien el hijo no res- mel·anismo de defensa de una personalidad original e independiente, a
ponde abiertamente a la madre, entre ambos se produce una marcada diferencia del esquizofrénico que, mediante los procesos de escisión
interacción subterránea. Estos niños proyectan con fuerza y pueden e identificación proyectiva, se dispersa entre la muchedumbre, para se-
afectar el clima emocional de la familia, así como ser afectados por éste. guir siendo una figura vaga, sombría y difusa, "uno más entre la
multitud", con frecuencia de tipo "inadecuado".
Siempre me ha parecido que las madres de esos niños a menudo
'{ 'sufren grandes cambios de humor, por debajo de sus exteriores contro- En el pasado los denominados psicogenetistas parecían "culpar" a 'r
lados. (Como lo indica el hecho de que Rimland las coloque en la la madre por el trastorno padecido por su hijo autista. Como viéra- '
categoría de ciclotímicos de Kretschmer.) Esas mujeres parecen ma- mos, dichas madres se muestran bastante deprimidas acerca de la dis- ·. _,
nejar su naturaleza tempestuosa tratando de amortiguar sus reacciones. crcpancia que se da entre la visión de lo que querían lograr y lo que
Cuando dan a luz un niño que dista de poseer un temperamento fle- como mortales comunes, aunque talentosos, pueden lograr. De esta
mático. y que revela estar lleno de energía en razón de su elevado manera, su "culpa" les resulta particularmente dolorosa, y parece
nivel de inteligencia y su naturaleza apasionada. les resulta difícil so- profundizar la herida causada por el retraimiento del hijo. Tal como
portar los vaivenes temperamentales del bebé. Ello, aunado a circuns- lo demuestra Tischler ( 1964) de manera tan conmovedora, han sufrido
tancias externas que socavan la situación, puede determinar que el grandes tensiones a lo largo de años enteros de sentir el rechazo de
desarrollo del niño siga cauces desviados, de donde es difícil rescatarlo. u11 hijo falto de capacidad de respuesta, que no las gratifica en lo más
El dolor y la valentia puestos de manifiesto en estas familias resul- mínimo. Aunque pueden ser buenos padres, nunca son tan buenos .>
tan conmovedores, e inducen un sentimiento de compasión a la vez como les gustaría ser. Y el hijo autista parece constituirse en viva cor-
porización de su fracaso.'&'
que aiientan nuestras ~ biciones terapéuticas. El niño (por lo común,
el primer hijo de un matrimonio), que debía de satisfacer las expec-
tativas más grandes de perfeccionismo alentadas por los padres, por La hipótesis relativa a la ~~l~~ipl~a del autismo infantil pre-
alguna razón desconocida no logra hacerlo, y se convierte en una eoz presentada en este capítulo cobra sentí o en función de los rasgos
creación propia de la cual se avergüenzan. La progenitora siente que clínicos y de conducta que caracterizan el síndrome. En particular,
ese algo excitante que albergaba en su interior se ha convertido en armoniza con las pruebas recogidas por Rimland, quien descubrió que
una catástrofe; en palabras de una madre: "La esperanza mesiánica once sobre catorce pares de mellizos autistas eran idénticos. Por el
ha terminado por ser una cruz". A menudo el pequeño parece repre- contrario, los seis estudios registrados de mellizos esquizofrénicos de-
sentar para la madre (o para ambos progenitores) ese elemento de muestran que" siguen la razón habitual de dos o más pares disímiles
sí mismos incorregible y dominado por los impulsos, que se resiste a por cada par idéntico ( Rimland, 1963, pág. 75). Ello parece constituir
aprender y a pensar, y del cual se avergüenzan. Y así van retrayén- prueba fehaciente de que uno o varios factores genéticos son responsa-
dose cada vez m&s en espíritu (por no decir en cuerpo) de un pe- , -.\>les por el autismo infantil preco~. . Asimismo, podría · señalar la iooi-
queño que requiere una capacidad de respuesta extra y especial. dencla 'ae· ·factOres··relaHvos iila crianza que guardan estrecha cooe:~dón
En sus esfuerzos por hacer que el pequeño conforme sus expec- _con la situación madre - hijo. Si bien, incluso en los pr,imeros meses.
tativas suelen brindarle una instrucción que escapa a su edad y aptitu- ninguno de los dqs mellizos pasa por una situación de crian2a igual a
la del otro, como tampoco ha pasado por la misma· situación intrauteri-
122 FRANCES TUSTIN AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 12.3
RESUMEN
na, el factor tan importante de la existenci~ . de, una madre ~eprinúda
i . o insegura suele afectarlos a. ambos:·-- G hipótesis desarrollada en este
El autismo infantil ha sido discriminado como síndrome específico
capítulo sugiere que puede darse una combinación de factores genéti-
de tipo ASE. Se ha sugerido que su carácter infrecuente puede deberse
cos con ese .factor de crianza inicial. ·
a que su desarrollo sea resultado de la conjunción de varios factores
Rimland se basa en esas pruebas relativas a mellizos para dife-
c1ue rara vez se dan juntos. La labor clínica indica que entre esos fac-
renciar entre el ~~IE-~Jilf¡¡ntil precoz y la esquizofrenia infantil, y
tores puede contarse el potencial de inteligencia bueno o elevado,
como prueba de que en el _pr~mero de esos síndromes entra en juego
una capacidad notoria para el reconocimiento de figuras y formas, y
.un factor orgánico. Sugiere que la causa: básica y única del autismo
la hipersensibilidad de los órganos de los sentidos. Se ha planteado
infantil precoz es el daño sufrido por la formación reticular en el tallo
la hipótesis de que ese tipo de niño es propenso a padecer un trauma ,
cerebral, cuyas células, afirma, son similares a las de la retina. Asi-
de separación oral, y que la naturaleza depresiva y el rechazo inde- "
mismo sugiere que, así como la retina se ve dañada en la fibro,plasia
hido de padres que se rigen por altos estándares para sí mismos hace
retrolenticular por la administración excesiva de oxígeno en el nacimien-
difícil que el pequeño pueda salir de ese estado de retraimiento tan
to, el daño sufrido por la formación reticular en los niños autistas puede
terrible. Una vez que cobra peso el estado de autismo patológico, re-
haber sido causado de la misma manera. ¡Como hay muchos casos de
sulta difícil su reversión, por cuanto tiende a autoperpetuarse y auto-
autismo infantil precoz en que no se administró oxígeno en el momen-
agravarse. No se descarta la posibilidad de que los niños autistas
to del nacimiento, sugiere que esos niños se mostraban susceptibles a
tengan algún defecto congénito, pero, en apariencia, los pequeños que
la acción del oxígeno del aire! Esta hipótesis, amén de ser traída de los
se recobran, sea espontáneamente o como resultado de la educación
pelos, soslaya el hecho de que no se producen curas espontáneas de la
o la psicoterapia, han hallado (de existir) alguna manera de superar
fibroplasia retrolenticular, en tanto que sí se las registra en el caso del
ese impedimento.
autismo infantil precoz.
Creak ( 1867) sugiere que puede haber una "falla innata para in-
corporar un sistema de respuesta a los estímulos". Rubinfine postula
la posibilidad de que existan factores intrauterinos (aunque en el
caso de los gemelos idénticos deberían afe<:tar a ambos embriones) .
O'Gorman ( 1967) habla de factores hormonales. Todas esas posibili-
dades son viables, pero los niños que se recobran espontáneamente o
que responden a la educación o la ·p sicoterapia deben de haber en-
contrado la manera de superar algunos de estos defectos básicos, si es
que existían.
El conflicto entre los organicistas y los psicogenetistas a menudo
resulta falso. El actual estado incierto de nuestros conocimientos refe-
rentes a la interacción de la estructura neural y el funcionamiento psi-
cológico significa que el distingo trazado entre factores orgánicos y
psicogenéticos tiene escasa importancia y utilidad, salvo en casos de
daño cerebral grave y obvio. Las perturbaciones sufridas en el pro-
ceso de desarrollo durante la temprana infancia pueden causar .un
deterioro que llega a parecer casi constitucional. A lo largo de toda
la existencia los factores emocionales se reflejan en la vida emocional.
El que hablemos de factores psicogenéticos o neurofisiológicos a me-
nudo parece depender, exclusivamente, del nivel del discurso en que
nos expresemos. Algunas personas prefieren lo uno; otras, lo otro. Tal
vez la solución resida en determinar si un nivel del discurso lleva a la
aplicación de métodos más eficaces de tratamiento, de manera que
mejore la suerte de esos niños desdichados y sus apesadumbrados pro-
genitores.
124 FRAN€ES TUSTIN
.AUTISMO Y r5ICOSIS INJi'ANTILES 125
Cuadro 3 ( c:ont.)
Cuadro 3
Autismo infantil precoz Esquizofrenia infantil
AUTISMO INFANTIL PRECOZ Y ESQUIZOFRENIA INFANTIL:
CARACfERISTICAS DIFERENCIALES 13. Puede fa ltarle sensibilidad en 13. Falta de sensación común en las
·d edos de la mano y del pie. extremidades.
Austismo infantil precoz Esquizofrenia infantil
14. "El niño autista se muestra . . . 14. " ... el niño esquizofrénico pa-
l. El retraimiento data de la tem- l. Síntomas. graves suceden a un falto de orientación, desapegado, rece d esorientado, confuso y lleno
prana infancia. período de normalidad. parece desinteresarse por todo lo de ansiedad, y a menudo se mues-
que lo rodea, y más ajeno y ol- tra profundamente preocupado
2. Puede tener una historia temprana 2. El niño preesquizofrénico es el vidado del ambiente que en con- por su relación con el ambiente.
de gritos y rabietas. " más fácil de cuidar, el que más tacto con él" ( Rimland, 1965, Se da cuenta que está confuso"
rápidamente puede ser entrena- pág. 74). (Bastardillas de Tus- (Rimland, 1965, pág. 74). (Bas-
do, el más limpio, en una pa- tin.) tardillas de Tustin. )
labra, casi un bebé perfecto".
( Rimland, 1965-, pág. 69, cita 15. Potencial de inteligencia bueno 15. Potencial de inteligencia varillble.
de muchos otros autores) . o elevado.
:3. Salud excepcionalmente buena 3. Mala salud desde el nacimiento; 16. Capacidad notoria para el reco- 16. Capacidad variable para el teco-
desde el nacimiento. Signo de son muy comunes las dificultades nocimiento de figuras y formas. nocimiento de figuras y form¡;ts.
progreso cuando comienzan a te- respiratorias, circulatorias, metabó-
ner las infecciones y enfermeda- licas y digestivas. 17. Organos de los sentidos hiper- 17.
des comunes de la infancia. sensibles.
4. Cuerpos tiesos y con escasa capa- 4. Cuando se los tiene en brazos se 18. Por lo general, provienen de fa- 18. Ambiente familiar mucho más
cidad de respuesta. No se adap- '·'amoldan" como "plástico o ar- milias de nivel cultural y educa- variado.
tan para ser tenidos en brazos. cilla". Se "aferran en el vacío" cional elevado.
y hunden la cabeza en el cuerpo
d e la gente. l 9. Casos infrecuentes de trastorno 19. Gran frecuencia de trastornos
mental en las familias. mentales graves.
5. Evitan toda forma de contacto 5. "Contacto patológicamente inva-
con otras personas. sor" ( Bender). 20. Ninguna conciencia de separa- 20. Conciencia constante aunque bo-
ción física, salvo por breves mo- rrosa de la separación física.
6 . Desvían los ojos y no miran de 6. Ojos fuera de foco. Parecen mi- mentos. Sentimientos de confusión.
frente. rar a través de la gente, más que
a ella. 21. 21. No se muestran invariablemente
fascinados por los objetos mecá-
7. Inhibición del pensamiento. 7. Confusión d el pensamiento. veran nicos. Pueden utilizar un objeto
tistas. transicional y mostrarse im3ebi-
8 . .Virtualmente no se da e l juego 8. Juego de la fantasía frecuente, damente apegados a él m~cho
de la fantasía. primitivo y confuso. después de la edad en que nor-
malmente se hac.-e abandono de
9. Puede permanecer mudo o dar l': 9 . Arrastra las palabras, lenguaJe ellos.
signos de ecolalia. Ausencia de confuso o monqtono, t edioso.
las palabras "sí" y "yo". Afirma- 22. Un objeto causante de terror
ción por medio de la repetición. puede ser dividido en partes se-
paradas y ser integrado por un '
10, Movimientos del cuerpo ágiles y ,_"· , 10. Movimientos sueltos, faltos de niño a quien le parece más facil
. .. gráciles; movimientos diestros con-.,'t C'oordinación y a menudo torpes. de manejar porque cree que él
,.-·
•• • •• ¡· .• •
los
., dedos. ":>f. <l'•• mismo lo ha hecho.
... 1.1. ·-.l.I~¿en rotar los objetos con des- 11. Torpes para hacer rotar los ob- ~3. N'iños que opta n p()r apartarse 23.
·. >f"'" •."1 _.. .. ti'~~; jetos. del mundo.
'.,::: ;1. . ... ::·:
. (. ·,'"~;1~.~ Toq~e ligero como una pluma 12. Manipulación de objetos torpe, 24 . Desarrollo deteo ido 24. :Regresió~ del de:sarr
. en= "la manipulación de objetos. movimientos bruscos de los de-
dos.
-\:';
-·
..._, ,_
::r
126 FRAN.CES TUSTIN
Cuadro 3 (cont.)
,. lli
130 FRANCF..S TUSTIN
AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILEs
131
confuso en que lo encontré. En primer lugar, como sabemos, a menudo
las historias de "bebés extraordinariamente buenos" no presagian nada posesivo de los celos. La envidia parece requerir un mayor sentido
bueno. (Cuando lo conocí, Rafael oscilaba entre una conducta de doci- de la separación que el sentido posesivo. Los niños ASR, tan desinte-
lidad pasiva e ímpetu dominador). Había una historia de esquizofrenia grados, siempre han funcionado de manera más diferenciada de lo
en la familia. Asimismo, se había producido su separación de la madre que jamás ocurri_era con los pequeños ASE. A menudo dan muestras
cuando contaba diez meses, y las mudanzas de un lugar a otro, que de sentido posesivo hacia la madre, así como envidia de la relación
podrían perturbar a un bebé que, debido a factores constitucionales y entablada entre los padres. Uno de esos niños dijo abiertamente:
ambientales, tendía a cierta fragilidad emocional. A la vez, cuando vi- "Quiero casarme con mamá y no dejarla nunca". Los niños ASE ma-
nieron a verme, bahía que tener en cuenta la excesiva indulgencia nifiestan sus celos al salir de su retraimiento, pero-. la envidia aflora
de la mad:-e, la cual, cabe imaginar, había incidido como factor desde posteriormente, aunque rara vez es tan intensa como en los pequeños
que el niño fuera un bebé. Gracias a sus conversaciones con un asistente ASR. Tal vez ello ocurra porque, tal como lo sugiere Meltzer ( basán·
social psiquiátrico sumamente hábil se convenció de la necesidad de dose en su distinción entre autista y esquizofrénico), los niños ASE
mostrarse más firme y menos complaciente con el hijo, lo cual ayudó a (autistas) poseen una naturaleZa más cálida que los niños esqujzo-
éste en grado sumo para huir de una relación con la madre que lo frénicos (que entrarían dentro de la categorfa de ASR).
sumía en un mundo de extrañas fantasías. Con anterioridad estoy El material clínico ilustra, asimismo, el modo en que el niño ASR
segura de que entre madre e hijo se había producido en buena medida produce material profundo y primitivo a partir de la palabra "ir" (en
una comunicación de tipo "doble ciego", que había aumentado su ina- realidad, son demasiado "abiertos"), en tanto que los niños ASE pue-
nición y su confusión. 1 den tardar un año o más ántes de comenzar a jugar de manera que
facilite su comunicación. ·
1 Esta madre fue una de las que más me ayudó a disfrutar de mi trabajo.
Dio muestras de gran valor para enfrentar y solucionar sus propios problemas.
Sin su colaboración y devoción, uo hubiera sido posible reintegrar a Rafael al
marco de la vida comunitaria.
,
AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 133
(
radican en que, desde el comienzo mismo del tratamiento, se efectúan
interpretaciones y comentarios breves y concisos. Uno de los aspectos
CAPITULO XI valiosos de contar con un tera:peuta atento que interpreta la situación
reside en que el niño gradualmente va experimentando la presencia de
EL MARCO DE LA PSICOTERAPIA un objeto que habla y que lo escucha. Ambas actividades son impor-
tantes para ayudarlo a aprender a hablar (sobre todo, el acto de
escuchar).
Interpretaciones
Las interpretaciones poseen otro valor. Los niños psicóticos man-
La necesidad primera y más urgente del niño psicótico reside en tienen sus experiencias separadas entre si, confiriéndoles un carácter
poder sentir que la violencia explosiva que amenaza con hacer todo discontinuo; aparentemente, no pueden eslabonadas entre sí ni interpre-
trizas puede ser mantenida y contenida dentro de un marc.:o capaz de tarlas. El proceso interpretativo parece proporcionarle a ese pequeño lo
resistirla. Cualquier método de tratamiento que se aplique debe tener que le faltaba. Puede formularse la objeción de que, al comienzo del
en cuenta que ese tipo de niños, en su fuero interno, se sienten domina- tratamiento, el niño tiene escasa· comprensión de las palabras. Mi ex-
dos por el terror. Cada partícula, · cada célula de su cuerpo parece periencia me dice que hay_ un _sector de su conciencia que comprende
haber sido atacada por un irritante potente. Como dijera un niño muchas más palabras de lo que nosotros creemos, como lo prueba el
psicótico en vías de recuperación: "Me parecía tener duendecillos en caso del niño autista mudo que cita Rimland, el cual, en un momento
la sangre". Una vez elaborados y menguados la ira y el terror, el de pánico, al atrágantarse con una cáscara de ciruela, susurró entrecor-
pequeño puede persistir en sus hábitos autistas, simplemente porque tadamente: "¡Sáquet:1~1elal" ( Rimland, 1932, pág. 15). Asimismo, al efec-
se han arraigado en él, y se requiere actuar· con firmeza para ayudarlo tuar interpretaciones es importante elegir las palabras cuidadosamente
a que los abandone. y, en el caso de un niño que permanece mudo, intercalar las palabras
La psicoterapia es uno de los medios apropiados de tratar ese que, en opinión de los padres, comprende. En el caso de todos esos
tipo de niños, y los métodos de psicoterapia son muchos. Mi propio pequeños es necesario efectuar interpretaciones breves y atinadas, sin
método (psicoanalítico) se basa en la obra ·de Melanie Klein. temor de repetir lo mismo una y otra vez, sea de la misma manera o
con ligeros cambios.
Marco del tratamiento Una de las característicás terapéuticas de este enfoque reside en
que el niño parece da se cuenta de que hay alguien que está tratando
En este tipo de tratam~nto el niño acude al consultorio siempre de entablar contacto _ n él y se ve frustrado por su falta de respuesta,
a la misma hora, todos los días (si se lo ve diariamente) o todas las pero, sin embargo, o se siente descorazonado, sino que persiste en
semanas (si se lo ve semanalmente). Si se lo ve sólo una vez por su tarea. A menu o al niño autista le resulta más fácil soportar ese
semana resulta conveniente que asista diariamente a una unidad espe- movimiento verba hacia adelante de parte del terapeuta que el contacto
cial donde el maestro pueda proporcionarle un marco de apoyo pre- físico. En el curso de mi labor y, especialmente, en las etapas iniciales
visible. Durante la sesión terapéutica el pequeño permanece en la del tratamiento, he aprendido reducir a un mínimo el contacto físico,
misma sala todo el tiempo. No se le permite deambular por la clínica. e incluso los gestús, puesto que ellos. parecen excitar al pequeño hasta
La disposición de los muebles y material de la sala no varía de sesión tal punto que éste queda paralizado por completo o, por el contrario,
en sesión. El chiquillo tiene su propio cajón con juguetes, que siempre se torna hiperactivo. El h;¡blarle no parece eiercer este efecto, si bien
se cierra con llave a su partida. Los juguetes son objetos simples, como a veces el pequeño !ie siente perseguido por las palabras y siente que
animales domésticos y salvajes, figuras que representan una familia, son objetos sólidos que penetran en él. En tales casos se debe inter-
áutc;, ~n puente de madera, pinturas y lápices. En la sala hay, también, pretar lo que ocurre y, si la interpretadón se efectúa con cuidado, casi
una canilla con agua corriente. invariablemente proporciona alivio profundo al pequeño que comien:za
La importante característica intangible de permanecer dentro de a actuar a partir de un nivel concreto de funcionamiento.
la órbita d'e la atención vigilante y constante del terapeuta completa el Aparentemente, el terapeuta le estaría proporcionando un agente
marco dentro del cual se halla inmerso el niño. El terapeuta no sale auxiliar de interpretación, hasta tanto aquél no comience a interpretar
ele la habitación, no contesta el teléfono, no come o bebe, ni se mueve de por sí mismo. El terapeuta actúa como si e$tuviera diciendo: "'En ve:z
manera brusca. Las otras características intangibles de importancia de darte mi mano, como si fuera parte de tu propio cuerpo, te daré
......
134 FRANCES TUSTIN
AUTISMO Y PSICOSIS INFANTILES 135
mis 'pensamientos' que te ayudarán a ir diferenciando gradualmente tu referente a procesos atftlstas, y parecían basarse en el uso excesivo de
cuerpo del mío y a desarrollar 'pensamientos' propios''. La interpreta- la capacidad de "sentir lo mismo.. que otra persona. De esta mahera.
ción de los estados corporales primitivos requiere una capacidad para el terapeuta debe refrenar toda tendencia "embrujada" a proporcionar
adentrarse en los estadios físicos del otro sin perder la propia cabeza. interpretaciones para las cuales no pueden hallarse pruebas en el ma-
La capacidad de efectuar una reconstrucción imaginativa de la expe- terial del niño, aun cuando dichas pruebas suelen revestir menos peso
riencia primitiva es importante en la terapia aplicada a niños autistas. del que tendrían las utilizadas en la labor con un niño neurótico. Ello
La expresión de dichas reconstrucciones por medio de palabras resulta impide que las creencias mágicas del chiquillo se vean reforzadas. Eso
útil tanto al terapeuta como a] paciente; este último, de manera gra- no significa que se excluyan manifestaciones de contratransferencia
dual, "capta el sentido" de este proceso, y comienza a hacerlo por sí sino, simplemente, que se mantengan dentro de ciertos límites, de
mismo. Comienza a interponer palabras y, posteriormente, pensamien- manera que aquello que se le interpreta al pequeño se base en pruebas
tos (lenguaje interno) entre el impulso que lo lleva a la acción y su que, de ser necesario, puedan suministrársele tánto a él corno a otros
ejecución. La capacidad de interpretación del terapeuta parece pro- especialistas dotados de percepción.
porcionar un aparato mental (hasta que el pequeño pueda desarrollar Al uso de interpretaciones con esos niños podría objetarse que,
el suyo propio) que permite sostener la tensión y demorar la acción en los días iniciales, estamos manejando niveles no verbales de acting
en función de las posibilidades externas y de su propia capacidad. Al out en los que los actos hablan más que las palabras. Ello es cierto;
utilizar la mente del terapeuta como agente auxiliar intermediario, los pero el hecho mismo de efectuar una interpretación constituye una
procesos somáticos de descarga inmediata gradualmente se transfor- acción. Ello determina que el lenguaje sea el modo de comunicación
man en estados mentales. Este es un paso que los niños autistas han comúnmente aceptado entre los seres humanos corrientes. La transfe-
sido siempre incapaces de dar. Constituye la esencia de la interrup- rencia del pensamiento y la telepatía, aun cuando dichos procesos
ción del desarrollo intelectual. sean posibles, no constituyen métodos comunes de comunicación. En
La inca.p a·cidad para comunicarse aumenta los terrores propios del el tratamiento de los niños psicóticos, el terapeuta debe cuidarse de
estado de autismo patológico. El terapeuta debe actuar como inter- sentir que los está utilizando. Se trata, en realidad, de niños ya lo bas-
mediario del paciente en ese sentido, hasta que éste pueda comenzar tante extraordinarios de por sí.
a utilizar las expresiones simbólicas evocativas que le permiten conferir
forma y sustancia a los terrores invisibles e innombrables que surgen El trabafo con los padres
de las profundidades de la mente, y que a todos nos acosan. La in-
tuición del terapeuta, sobre la base de su experiencia con otros pa- Un factor de importancia, del que los psicoterapeutas pueden en-
cientes, y los sentimientos que despierta en él este paciente, preferible- terarse por su trato con los terapeutas de la conducta, es que los padres
mente discutidos con un analista, supervisor o colegas, constituyen deben actuar corno coterapeutas en el proceso de recuperar las partes
una fuente de inspiración que permite efectuar interpretaciones durante de la personalidad del niño que se estaban deteriorando. Los padres
ese difícil período inicial. La .posibilidad de analizar la conducta del que se han tomado la molestia de buscar un tratamiento adecuado
niño con otra persona brinda gran apoyo al terapeuta, por cuanto, para su hijo se muestran deseosos de colaborar, aun cuando puedan
hasta tanto no sea muy experto, le resultará difícil contener el temor experimentar sentimientos distintos cuando el pequeño pasa por etapas
y excitación intensa y primitiva que provocarán en él esos niños, si
difíciles o cuando , sienten que aquél está recibiendo el tipo de ayuda
se los trata sobre la base de una identificación con ellos. que ellos mismos hubieran querido recibir de niños.
El hecho de chequear la intuición del terapeuta con otros espe- Mi propia experiencia con el trabajo con padres cuyos hijos reci-
cialistas reviste importancia por otra razón. Con suma frecuencia, las bían terapia en mi consultorio privado me enseña que resulta útil que
madres de estos niños, si bien lograron responder a sus esfuerzos por las contribuciones del terapeuta y de los progenitor~ se delineen y
comunicarse, han dado respuestas demasiado rápidas a formas de co- diferencien claramente entre si. La terapeuta deja bien en claro que
municación que no se producen por los canales normales. Han dado no desea arrogarse el rol de madre del niño en la situación actual. Lo
muestras indebidas de "telepatía" y han respondido a pautas de co- ayudará a revivir estados infantiles en relación con ella., pero esto hará
municación física como si sus propios cuerpos fueran parte del cuerpo que sea más fácil su uso corriente de la madre real. El rol de los
del niño y éste parte de ellos, en momentos en que debería comenzar padres reside en ayudar a la firme contención del pequeño, y mos-
a abandonarse esta modalidad de respuesta. Ello contribuye a que el trarse dispuestos a responder a los signos de apertura que aquél comien-
pequeño se muestre "perezoso" para desarrollar medios más normales ce a poner de manifiesto. Los progenitores que acuden a un consultorio
de entablar contacto con otros seres humanos. Estos modos anormales en busca de un tratamiento para el hijo se muestran sumamente dis-
de entablar comunicación con otros seres se describieron en el capítulo puestos a colaborar de esa manera. Asimismo, comienzan a darse cuenta
....
de que para ellos no sería apropiado asumir el rol del terapeuta en ración en el tratrunicnto de un caso :hiiren que se produzcan progresos
relación con el hijo, si bien en un principio muchos padres se ven altamente satisfactorios. Si la madre no tiene marido, lo mejor es que
tentados a hacerlo. Gradualmente, comienzan a tomar conciencia de el niño permanezca internado, posiblemente como pensionista semanal,
que ese rol es extremadamente limitado, arduo, y no demasiado grati- en una unidad especial para niños autistas. En cierta ocasión madre
ficante. Se dan cuenta de que no poseen las condiciones necesarias que e hijo vivieron un tiempo en la unidad de una sala de pediatría para
les permitirían funcionar como el tipo de terapeuta al que se describe madres con sus bebés, antes de marcharse a vivir junto con otra .familb
en estas páginas. Su trabajo como padres es mucho más satisfactorio que también tenía un pequeño, y que les brindó tcdo su apoyo. (Un
y amplio. Una madre cuyo hijo se estaba sometiendo a tratamiento pediatra muy humano y lleno de visión faditó este llpo de ayuda poco
~olía llamarme por teléfono para decirme: "Creo que éste es su de- corriente). En todos los casos, la ayuda de un asistente social o psi-
partamento". A mi entender, la delineación de roles buscada parece quiatra capacitado resulta de valor inestimable.
tornar relativamente claros los canales de comunicación entre terapeuta
y padres. No hemos ocupado el lugar del otro de manera indebida. Condiciones en que debe cumplirse
Como viéramos, estos niños menoscaban gravemente la con- la atención de los 11i11os psio6ticos
fianza de la persona que los cuida en razón de los sentimientos
violentos que provocan por su falta de respuesta, y por la manera en El trabajo con ese tipo de niños plantea grandes exigencias al
que repudian esos cuidados. No es de extrañarse que los padres de personal dedicado a su cuidado. Cuando entre el grupo de especialistas
niños tales (en particular las madres) acudan a organismos especializa- reina una atmósfera exageradamente competitiva, la labor con esos pe-
dos en busca de ayuda, duden de su capacidad corno madres, y se queños se torna difícil, por no decir imposible. El especialista que parte
muestren fácilmente heridos por lo que se les dice, en particular si de su propia vulnerabilidad para comprender a esos niños extraordina-
c·xistc la implicación de que han sido "malas" madres, o inadecuadas riamente vulnerables puede sentirse psicológicamente golpeado por un
como tales. Como resultado de experiencias dolorosas a manos de grupo en el cual las ambiciones desmedidas y las maniobras políticas
psicoterapeutas, algunos padres se muestran resentidos por dicha forma son moneda corriente. En un grupo tal la fragilidad y la falibilidad
de tratamiento (véase Rimland, 1962, pág. 65). humanas son despreciadas como signo de debilidad; y el atacar los pun-
Mi eX'periencia me dice que las madres de ese tipo de niños con tos débiles de los demás está a la orden del día, por más que dichos
frecuencia tienen muy poca confianza en sí mismas en su calidad de ataques se disfracen bajo un exterior civilizado. Un único individuo,
tales, s<: sienten confundidas, tristes o "hechas un lío". Muchas de ellas aun cuando su integridad interna permanezca intacta, no siempre puede
parecen sentirse aterrorizadas por sus hijos; todas han manifestado su soportar los accesos de cólera, terrores y angustias que desencadenan
preocupación al respecto, y algunas se muestran sobrecogidas por la esos niños. Ese hombre requiere el apoyo de un grupo bien integrado
responsabilidad de ser madres. Es natural que alienten cierto senti- y maduro de colegas. Y ello exige un grado inusitado de bondad e in-
miento ele envidia en relación con la terapeuta, cuando ésta parece dulgencia por parte de los especialistas implicados. A su vez, el tera·
capaz de hacer por el hijo lo que ellas, a su entender, no han podido peuta individual debe ser capaz de admitir su necesidad de apoyo de
lograr. Pero el placer que experimentan al ver que su hijo se va reco- los demás. Ha debido recurrir a sus propios alardes autistas. En una
brando y comienza a colaborar en el proceso invariablemente hace que palabra, todos aquellos que trabajan con niños psicóticos requieren un
se sientan compensadas. grado elevado de seguridad, tanto interna como externa, si han de fun-
Los padres y los especialistas clínicos se ven comprometidos en cionar de manera tal de series útiles al niño y no causarse un daño per-
una empresa difícil que requiere gran dedicación. El esfuerzo de los ~anente a sí mismos.
terapeutas no tiene su recompensa si la confianza de los padres se ve Los niños psicóticos parecen realizar mayor grado de progreso<>
socavada por la labor terapéutica o la de otros miembros del personal cuando se hallan en compañía de personas tan sensibles como sensa-
de la clínica. De manera análoga, la empresa conjunta no se ve favore- tas y directas en su proceder, seres que no maniobren con los pequeño:;
cida si los padres comienzan a socavar la confianza del terapeuta. Esos de manera desviada ni se dejen maniobrar de ese modo. En virtud de
niños, y las personas que los cuidan, pasan por estados emocionales que, su simplicidad, y su falta de ostentación y de artificiosidad, esperan
en su intensidad, exceden toda experiencia corriente. Los adultos se poder ayudar a los niños a entablar un contacto más directo consigo
ven obligados a estrechar las manos formando un círculo en torno al mismos y con el mundo externo.
pequeño y apoyarse entre sí mientras aquél alienta sentimientos tan Quienes han trabajado con niños psicóticos saben que debe respon-
intensos. dérsele de manera cálida, firme, coherente y confiada. fLa necesidad
El padre, en particular, a menudo puede brindar a la madre el básica de aquéllos es contar con alguíen que se preocupe por ellos, aun
apoyo que ésta tanto necesita. Los padres que brindan toda su colaba- cuando procuren eludir sus cuidados para perseverar en sus propias
138 FRANCES 'IUSTIN ' !f.'i
FASE 1
apoyo perpetuos, así como protección ininterrumpida. Trátase de una En el material clínico citado anteriormente, Tito encaraba el mun-
reacción ante situaciones experimentadas por el niño como una pro- do envuelto en otro cuerpo, al que usaba como si no tuvi~ vida propia,
funda frustración oral, imbuida de terrores inenarrables. Dichas sitmi- y estuviera a merced de sus más mínimos caprichos. El hiño "probaba"
ciones han sido experimentadas a la manera de un golpe sobre la boca, In vida de manera indirecta. Puesto que el terapeuta es utilizado como
que produce una toma de conciencia agónica que no puede tolerarse. si fuera un objeto muerto, la relación entablada es más de tipo sapro-
El niño hipersensibilizado debe revivir esa frustración traumática (ese fiítico que simbiótico. Si se permite que dicha relación avance en
"agujero negro con el pincho feo") dentro de la situación del tratamiento. é'emasía, genera en el pequeño la sensación de estar tratando con un
El primer paso dado en relación a un posible progreso se produce objeto muerto, en proceso de descomposición. Pero niño y terapeuta
cuando las reacciones autistas "hacia adentro" y "hacia afuera" del deben pasar por esa etapa "saprofítica" cuando este último es utilizado
niño gradualmente se modifican a los efectos de convertirse en respuestas como objeto autista o transicional, hasta que sus propias acciones, co-
recíprocas de "ida" y "venida". Al principio esa etapa es transitoria y mentarios e interpretaciones dejan establecido que se encuentra vivo.
fugaz, tal como lo ilustra un paciente ASR.1 mudo de seis años, quien Ello genera cierta frustración, y el pequeño tiene ocasión de revivir los
había recibido t~atamiento semanal durante un año y que, asimismo, per- momentos en que todo marchaba mal, y la depresión psicótica inhibía
tenecía a una unidad pequeña y bien administrada para niños autistas. el desarrollo. Cuando la depresión de tipo ··agujero" comienza a ser
elaborada, pueden observarse respuestas de reciprocidad hacia el te-
Tito había atravesado una fase durante la cual pasaba la rapeuta. Trátase de indicios fugaces de progreso, pero que permiten
mayor parte del tiempo arrojándose sobre el diván de mi sala alentar esperanzas en ese sentido. A continuación transcribimos la
y rodando por encima, a menudo extasiado. Señalaba un descripción de una fase tal en el tratamiento de Tito.
hueco oscuro sobre la puerta y a veces se tocaba la boca o los
genitales, o ambas cosas a la vez. Luego se dirigía a la ventana Cierto día, tras envolver su propia persona de acuerdo
y se envolvía en la cortina. Envuelto en ella, miraba por la con los procedimientos descriptos anteriormente, Tito fue a ·
ventana. recoger un trozo de un puente de madera. Entonces se me
Aunque enunciadas de modos diversos, la esencia de mis acercó, y me lo entregó sin mirarme directamente. Cuando lo
interpretaciones era que se estaba envolviendo en el diván hube tenido en la mano por un instante, el pequeño extendió
de Tustin, la cortina de Tustin, el cuerpo de Tustin, y miraba la suya, para que se lo devolviera, cosa que hice. A continua-
por los ojos de Tustin (la ventana), de manera de sentirse ción volvió a entregármelo. Durante un rato seguimos así,
a salvo de los objetos peligrosos que acechaban desde arriba con ese jueguito de pasar el puente de las manos del uno a
de la puerta. las del otro. Fue ésa la ·primera vez que utilizó los juguetes
con una intención definida o me respondió durante un lapso
Con posterioridad llegué a darme cuenta de que, ilusoriamente, prolongado.
estos niños "expulsan" de sus cuerpos sensaciones intolerablemente ex-
citantes, irritantes o causantes de agitación, con el fin de sentirse libe- El fragmento del material referente a Tito citado anteriormente
rados de ellas y comprobar que, en ese sentido, están bajo control. ilustra de manera cabal un tipo de conducta dirÍ'gida "hacia adentro'" y
Esas sensaciones intolerables pueden ser "expulsadas" por la ventana, "hacia afuera" (en la cual puede haber poca o ninguna conciencia de
o lanzadas a un sector de la habitación que permanece en tinieblas, o la separación corporal y los exteriores e interiores, o una conciencia
al 'cuerpo del terapeuta, o hacia un rincón o recoveco de la habitación. restringida a un sector focal, como, por ejemplo, la boca; o bien puede
Esos sitios, entonces, se toman sumamente excitantes o peligrosos. Asi- darse de manera fluctuante e intermitente). En este tipo de conductas
mismo, los exteriores pueden tomarse interiores y viceversa, con la se utiliza al terapeuta como si fuese un objeto inanimado e indiferen-
rapidez sobrecogedora de una ilusión óptica. La acción de hacer girar ciado al que puede "penetrarse" y cuyos atributos pueden utilizarse,
objetos externos a menudo parece tener el mismo significado. La agita- con el fin de rehuir las penurias y terrores intolerables que causa el
ción y excitación son externas y, hasta cierto punto, allí pueden con- verse ignorante y desamparado en un mundo amenazador. El segundo
trolarse. El hecho de que los objetos que rotan se caigan al suelo fragmento del material trans.cripto ilustra un movimiento hacia un tipo
puede contribuir a generar en el niño la ilusión de poder controlar esa de respuesta recíproca en que se reconoce la separación y se efectúan
sensación de que las cosas "se vienen abajo" visualizándolas como ex- intentos por tolerar y superar la brecha existente entre uno mismo y
temas a su cuerpo. (Por supuesto, se dan elementos apropiados para los demás. Durante un lapso breve, al menos, reconocemos nuestro
el drama, la pintura y la escritura cuando el funcionamiento es mucho estado de mutua dependencia. Hay algo que compartimos. Y esa wna
más diferenciado, y mucho menos global y rígido.) compartida entre madre e hijo es el punto en que se inicia la comuni-
142 FRANCES , TUSTIN
~ AUflSMO Y PSICOSIS INFANTILES 143
cación. El niño psicótico tiene un "agujero" (una brecha en un lugar
que debería ser punto de contacto), un lugar donde podría extenderse Comunicaciones entabladas en el nivel del prelenguaje
un puente desde el "yo" al "tú". Ciertas zonas sensibles, como los
ojos, nariz, oídos, boca, genitales, son sitios donde puede darse esa Las acciones del terapeuta, su tono de voz y lo que el niño perci-
experiencia de realización, pero en el niño psicótico ello no ocurre, o be en relación con aquél constituyen el tipo de comunicación que
bien ocurre sólo de manera muy · limitada. mayor significado reviste para el pequeño al comienzo del tratamiento.
Como veremos, el tratamiento consiste en la observación de la con· Por otra parte, el chiquillo escucha una y otra vez lo que el terapeuta
ducta infantil por parte del terapeuta, de manera muy detallada, en está diciendo. Al cabo de un tiempo puede desarrollar un tipo de
un intento por entablar contacto con el pequeño experimentando el lenguaje concreto, en función de sus juguetes. En' el caso de Juan (ca-
mundo de la misma manera que aquél lo experimenta. En ciertas opor- pítulo II), teníamos el "carro azul de mamá'' con las "ruedas rojas
tunidades, y particularmente durante los días iniciales del tratamiento, de papá". Había un "tractor rojo y cruel" que pasaba por encima de
aunque, asimismo, también en ocasiones posteriores que constituyen las cosas. (Yo elaboré el vocabulario en función de sus acciones.) Había
motivo de .preocupación, el terapeuta se siente completamente a oscu- un auto de plástico amaril1o, con partes que podían desprenderse, y
ras en ·relación con lo que le sucede al niño. Sólo puede trabajar sobre que representaban a la madre que el pequeño hizo trizas en medio de
la base incierta de los sentimientos que en él despierta el paciente, lo su furia. Había, también, una muñeca y una cunita. Según estuviera
cual resulta útil, si bien dichas respuestas deben analizarse cuidadosa- la muñeca en su cuna o arrojada a un costado, como al descuido,
mente y utilizarse con cautela. Tal vez nos sintamos tentados a creer podíamos saber qué sentimientos alentaba el pequeño en relación con
'" 1"'
que sabemos algo del paciente en razón de los sentimientos que en la situación "sostenida" del tratamiento. Tras "rupturas" repentinas en
nosotros despierta, cuando en realidad nos hallamos en estado de "des- el contexto del tratamiento, la mUñeca era arrojada a un lado de la
conocimiento", cosa que sería conveniente admitir. No obstante, nues- cuna, como al descuido. Cuando el tratamiento proseguía de manera
tras propias respuestas en relación con el niño constituyen una parte fácil y ·alentadora, la muñeca era colocada con todo cuidado en s'u
importante de la situación y, con la ayuda de un análisis y supervisión cuna. Las interpretaciones elaboradas a partir de ese uso de los jugue-
personal rigurosos, pueden resultamos útiles en ese primer y difícil pe- tes se basaban en pruebas de menor peso que las que comúnmente se
ríodo, durante el cual parecen darse muy pocos elementos que podamos utilizan en el tratamiento psicoanalítico, pero establecieron vías de
comprender con certeza. Nuestros sentimientos principales pueden ser comunicación entre el niño y el terapeuta, antes de que comenzara a
de impaciencia y hastío. Resulta útil saber que, al poder soportar esos utilizarse el lenguaje.
sentimientos, estamos ayudando al paciente. Terrores primitioos
A medida que el niño se va tornando más capaz de tolera;r s'U
conciencia de las frustraciones inherentes a la situación del tratamiento :Purante gran parte del tiempo en los días iniciales del tratamiento,
(por ejemplo, el final de las sesiones, las ausencias del terapeuta, las el niño (en especial el ASE) puede, en apariencia, no comunicarse en
vacaciones, el hecho de que el terapeuta no se comporte como una ex- absoluto con el terapeuta. Cabe recordar que, a la ~nanera del aves-
tensión inanimada de su cuerpo), la depresión de tipo "agujero" puede truz, el pequeño oculta su cabeza en la arena con el fin de escapar a
ser enfocada con fiacilidad cada vez mayor por el terapeuta. De esta terrores indecibles. Expresado en otros términos, ello significa que .está
manera, la sesión cobra forma y sustancia. Pueden observarse secuen- revolcándose en ese barro primitivo del cual se siente relativamente
cias de conducta que gradualmente van cobrando sentido para el poco diferenciado. Gradualmente el terapeuta va conociendo algunos
terapeuta que siente que ha entablado mayor contacto con el pequeño. de esos terrores inenarrables a los que se ha puesto coto de manera
Entre ambos se desenvuelve un área de relación compartida. Se esta- ilusoria, creyendo que se está en control absoluto de la situación al
blece cierta comunicación en función de acción y conducta, y los llevar todo a un punto muerto. Los terrores se interpenetran entre sí,
comentarios e interpretaciones del terapeuta indican que el lenguaje pero todos ellos se encuentran imbuidos de un elemento supremo: el
constituye la modalidad final de comunicación. Esos comentarios, ela- miedo al desamparo. En un estado de desamparo absoluto, el pequeño
borados a la manera de interpretaciones, constituyen descripciones siente que se verá sumido en una oscuridad sin fin, o golpeado y herido
breves y simples de lo que hace el pequeño. Dichos niños no Dllf~den irremediablemente, hasta el punto de sufrir un daño irreparable, o que
absorber interpretaciones extensas e intrincadas, si bien pueden valerse habrá de caer de manera inacabable, o ser engullido por una madre
de ésa nube de palabras para verse envueltas en ella. Asimismo, la semejante a una boca que todo lo ingurgita. Al ir cobrando noción del
sensación de que alguien está tratando de comunicarse con ellos puede elemento paterno se atenúan esos temores. Por diversas razones (que
servirles de ayuda. difieren en el caso de cada niño), la masculinidad no ha aparecido
como elemento de integración y apoyo.
144 FRANCES TUSTIN \ AUTISMO Y PSICOSIS IN:FANTILES
145
,.;1 elemento paterno dijo: "Me lo voy a comer a Daniel. No me lo voy a saca!'
nunca de la boca . . . Nadie puede tenerlo/tenerme". ( Se
En el curso de ]a vida cotidiana en familia, el padre protege a produjo una confusión con los pronombres '1o" y "me".)
madre e hijo, evitando que "se agarren de los pelos", absbrbiéndose y Luego miró los botones de mi chaqueta y dijo: "Mami-
aniquilándose entre sí en forma de nunca acabar. El padre logra mitigar ta tiene botones", mientras se tocaba su propio pecho. Trató
la tensión existente entre madre e hijo, y pone límites a la explosividad de arrancarme los botones, pero al ver que no podía hacer-
inherente a una unión demasiado estrecha entre ambos. Actúa como lo se apoderó de mi cartera y, sacando las llaves, se las
mediatizador de la realidad. Empero, si debido n diversas circuns- puso entre las piernas diciendo: "La cosa de mi papá". En-
tancias se ma~tiene una unión indebidamente estrecha entre ampos, tonces, saliendo de su estado adormilado, me miró con
la influencia del padre se deja de lado, caso en que madre e hijo expresión triunfal y dijo: "Ahora usted no sirve de nada".
seguirán interpenetrándose entre sí. Por fin volvió a la sala, y colocó el muñeco en la
i falda de la madre, diciendo: "Mamita puede llevarse a
El factor masculino f· Daniel".
Una gran cantidad de trabajos clínicos y de investigación llevados
:¡
Análisis de la observación
a cabo demuestran que el pezón-lengua que se extiende hacia el mundo 1
.,~.·
externo y lo introduce en el mundo propio del sujeto liega a asociarse La anterior observación fue registrada antes de que yo iniciara
con el pene. Por medio de procesos que escapan a mi comprensión el mi capacitación en psicoterapia de niños. Por ese entonces no com-
pezón-lengua-pene, duro e impetuoso, liega a asociarse con la figura
del padre y de otros hombres. En determinada etapa del tratamiento prendí lo ocurrido de manera tan cabal como, a mi entender, he llegado
a comprenderlo con el correr de los años.
el niño toma conciencia de la presenc:a de Jos hombres en la clínica o,
en el consultorio, se vale de muñecos del sexo masculino para expresar ·' Al borde del suelo, los distingos que Sara traza se vuelven nebu-
sus sentimientos acerca de Jos aspectos masculinos duros e impetuosos losos. EJ padre y las partes del cuerpo de éste pueden tornarse parte
de sí mismo y de ese mundo externo del cual no se ve claramente ~ del propio cuerpo de la niña, al igual que los botones de una madre.
diferenciado. ~· Las fronteras entre sí misma y los demás se están derrumbando. Su
A continuación transcribiremos observaciones referentes a Sara, una padre, como persona diferenciada con brazos, piernas y cabeza, etc.,
V parece haberse convertido en esa "cosa de papá", un elemento mascu-
niña normal de dos años, con el fin de ilustrar algunas de las caracte-
rísticas salientes de ese modo de funcionamiento. En la observación i1 lino que es parte de la propia pequeña. Los elementos orales y fálicos
1·..
siguiente Sara se enc~mtraba adormilada: eso significa que la diferen- se encuentran relativamente indiferenciados y fusionados en su expe-
ciación entre sí misma y el mundo externo era mucho más nebulosa de ·
,,'1' riencia. Sara termina por devolverle a la madre el elemento paterno
]o habitual. Al debilitarse e] foco de atención las respuestas de la pe-
queña se tornaban menos organizadas y diferenciadas. Estas observa-
dones, en relación con una pequeña que podía hablar normalmente,
resultan útiles en el sentido de que permiten describir estados propios
de niños psicóticos carentes de lenguaje, cuya diferenciación limitada y
í antes de irse a] lecho, lo cual constituye un buen signo tanto en
relación con su sueño de esa noche como respecto de su desarrollo
futuro. Es posible que la secuencia toda de su actividad le haya
permitido elaborar algunos de sus temores más profundos en relación
con el hecho de quedarse dormida.
falta de organización psíquica es de tipo más prolongado y rígido. · Al trabajar con pacientes infantiles he des¡:::ubierto que sus difi-
cultades para dormir se asocian con temores profundos concernientes
Estaba ayudándola a Sara a prepararse para ir a dormir. a la pérdida del pezón que tenían en la boca, el pene de entre las
La niña quiso "hacer pipí" y, camino al cuarto de baño, tomó piernas, o el padre como miembro de la familia (elementos todos
un muñeco del cochecito. Lo llamaba "Mi Daniel'' (Daniel que se ven relativamente indiferenciados) . Ese sentido de pérdida
era el nombre del padre). genera tales sentimientos de vulnerabilidad y desamparo que el yacer
En el baño, se colocó el muñeco entre ]as piernas y, despierto significa una verdadera pesadilla, en razón de los pensa~
riendo, exclamó: "¡Mi Daniel!". mientas terrorüicos y airados que se agolpan en su cerebro. Toda
Tomó entre los dedos una fibra de lana que pendía brecha, ausencia o pérdida (sea real o imaginaria) se convierte en
entre las piernas del muñeco y dijo: "¡El gatito tiene cola! algo horrible y vergonzoso. Una niña de siete años, paciente de un
¡El perrito tiene cola!". terapeuta muy experimentado, Jo expresó de manera sorprendente. Se
Luego se colocó en la boca la cabeza det rnuñeco y trataba de una pequeña muy enferma, con un sentido y un domi-
~(
AUTISMO Y PSICOSIS INi'ANTILES 147
FRANCES TUSTIN
146
de papá" para poder hacer lo que le venía en gana: per-
nio fantástico de las palabras. Tras una interrupción en el tratamiento, manecer todo el tiempo que quisiese, orinarse cuando tu-
debida a un feriado, Margarita entró al consultorio diciendo: viera ganas, jugar con el agua, detenerme por completo
[detener mi reloj].
Margarita: Intervalo. Qué palabra grosera. i.,
. ~.
Gradualmente, por medio de otras interpretaciones pro-
Terapeuta: ¿Por qué grosera? curé ayudarlo a comprender que mi ausencia lo había te-
Margarita: Porque es lasciva. Un interludio. Un espacio. 1 ¡Mire! nido preocupado: se había sentido como si tuviera un
(Abriendo bien las .piernas y tocándose los genitales) . "¡. 1 agujero en el cuerpo. En consecuencia, ahora quería qui-
tarme la "cosa de papá", adherirla a sí y sentir que él t~nía
El ejemplo ilustra cabalmente los sorprendentes juegos de pala-
en sus manos las riendas de la situación, de manera de
bras típicos de algunos de estos niños. poder hacerme ir y venir a su antojo.
Todos los ejemplos citados, tomados de la conversación y conducta
de niños con dominio del lenguaje, nos ayudan a entender lo que En el momento de escribir estas notas, como resultado del ulte-
ocurre en el curso de las sesiones con pacientes psicóticos que no 1 rior material clínico recogido, estamos trabajando en función del hecho
pueden hablar, y que se encuentran en un estado similar de funcio- de que estos intentos por socavar mi autoridad y privarme de los
namiento. El material clínico de los pacientes psicóticos, que ilustra ¡ elementos "paternos" que lo disciplinaban hacen que yo sea inútil
la importancia de lo que, faute de mieux. he dado en llamar "elemento para el niño. Con esa madre inútil a cuestas, y sin el apoyo de un
masculino", se presentará a continuación. El primer fragmento de ma- padre lleno de. rectitud, no puede crecer como se debe.
terial clínico ha sido tomado de nuestra labor con Tito, en relación
r
Si la situación externa al hogar ·(o situación terapéutica) refuer-
con el cual presentamos material pertinente al comienzo de este
za dicha situación intrapsíquica, el niño, por cierto, se verá en difi-
capítulo. cultades. En términos coloquiales, siente que puede "desinflar" a la
Tito (niño carente de habla) corrió delante de mí rum- :1 madre y salir bien librado. Ese acto aparente de tomar ese elemento
bo a la sala de terapia y tomó el muñeco- padre de su duro y masculino de la madre, para tomarla indebidamente blanda
cajón, que estaba abierto. Se recostó en el diván, mirando !! y maleable, como protección para si mismo, causa su propia autodes-
,¡ trucción, ya que, en el vago estado de diferenciación borrosa en
el muñeco, colocándoselo entre las piernas, y sin darme '.~
·,
ninguna respuesta. Me sentí dejada de lado, inútil. que se encuentra el pequeño, la pérdida de la madre es la suya propia.
Al cabo de un tiempo se levantó, y vi que se había El siguiente registro de una sesión con otro niño ASR 1 ilustra con
'~'
orinado encima. (El niño ya había aprendido a controlar claridad lo antedicho, así como otras características importantes de
sus esHnteres). Entonces miró las canillas, como si estuvie- ~; esta fase del tratamiento.
fl
¡i
se por abrirlas y dejar correr el agua. (Cuando inició el ·'
tratamiento Tito se pasaba todo el tiempo abriendo las Material clínico
canillas, llenando oe agua el lavab:> y vaciándolo nueva-
mente. Lo interrumpí cuando sus actos parecían ya con- Antes de transcribir esta sesión es preciso efectuar algunas ob-
vertirse en activioad repetitiva que no nos conducía a nada. servaciones introductorias. Pablo tenía dos añ:>s y medio al iniciar
A mi entender, las interpretaciones relativas al modo en terapia psicoanalítica, con cinco sesiones por semana. En la sesión
·t inicial orinó y defecó por todas partes. Gradualmente, la terapeuta
que se "envolvía" .en el agua de Tustin no habían resultado
eficaces, porque entonces el niño procedió a "envolverse"
en mis palabras. Cuando puse fin a su actividad con el i1
·('
puso en claro que debía utilizar una bacinilla, y durante las primeras
sesiones el pequeño se pasaba casi todo el tiempo orinando y defe-
cando en e1la. Sus actos se interpretaron como intentos de llenar a
agua comenzó a zambullirse en mi diván como si se tra-
la terapeuta y las pertenencias de éstas con los productos del cuerpo
tara de un cuerpo).
Tras mirar las canillas como si estuviera a punto de ¡ del pequeño, de manera que aquélla se convirtiera en su propia ol;lra,
'
abrirlas y dejar correr el agua, desistió. Entonces se me :.\
en parte de él. De esta manera se ponía coto a toda posible con-
acercó, para 10irar mi reloj. Hizo ademanes de querer ·:¡~1· ciencia de la separación entre ambos. En otras oportunidades ,pare-
arrancar el botoncito para darle cuerda. (Acto .que fue cían constituir un intento de alimentarse de las propias sustancias de
interpretado como si en realidad quisiera quitarme la "cosa su cuerpo, de manera que el pequeño no se viera obligado a ad-
mitir su dependencia infantil con respecto a la figura de la ,. terapeu-
su autorización
1 Deseo dar las gracias a la señorita Jess Guthrie por ta/madre.
para citar este fragmento de material clínico tan interesante.
<¡i
148 FRANCES TUSTIN
AUTISMO Y P31COSIS 1Nl,.ANT1LES
149
A veces el chiquillo se enrollaba en una alfombra, sobre el piso.
Dicho acto fue interpretado en función de un deseo de envolverse
-~ JUsto
. antes de . do. pablo 1o reconocw
un ·f ena . ., y se mostro,
en las pertenencias de la terapeuta, de manera tal de verse protegido complacido. Incluso pareció a punto de decir algo. No
obstante, no abrió la boca.
de todo daño. t:n otras oportunidades enrollaba tiras de papel o
Al lJegar a la sala de terapia eludió mi mano, que lo
plastilina, cual si estuviera envolviendo algo. Esto último se interpre-
guiaba y traspuso la puerta corriendo, dirigiéndose hacia
tó como si estuviera tratando de envolver a la terapeuta, de manera
otra sala ocupada por un profesional del sexo masculino, en
de lograr que ésta pareciera formar parte de él. cuyo consultorio había entrado en ocasiones previas. Al
Al cabo de un año de tratamiento Pablo comenzó a mostrarse llegar a la puerta se detuvo y, en vez de abrirla. se dio
muy preocupado por la presencia de agujeros, y; en particular, el vuelta en dirección a mí, aferrándome lleno de miedo. Lue-
hueco de la escalera, que llegaba a la planta baja y se hacía cada go volvió a la sala de terapia, corriendo, y se recostó en
vez más grande a medida que el pequeño iba subiendo los peldaños. ~! el diván, agarrándose el pene con fuerza.
Esto puede haberse asociado con una sensación de vacío en la boca :'¡ Al cabo de un tiempo se levantó y marchó en dirección
l·r
del estómago, de la cual su experiencia se diferenciaba escasamente. a Ja caja de juguetes. de donde tomó un lápiz color na-
Al desarrollarse esta capacidad limitada para soportar la separación ranja con punta de fieltro. Manoseó la punta con los dedos,
de la persona que lo criaba, y el temor interrelacionado de que le y con la mano iquierda hizo algunos trazos sobre un
"fallaran" en momentos de necesidad, comenzó a interesarse por ' la trozo de papel. Luego repitió la acción con otro lápiz. Sus
figura de los hombres presentes en la clínica. ,1
movimientos parecían provocarle cierta tranquilidad.
A continuación transcribiremos una sesión que demuestra lo que
acabáramos de decir, así como la creciente conciencia de los agujeros
t Luego formó una suerte de larga serpiente con plas-
tilina, tocándose el pene mientras trabajaba. Al caerse un
de Pablo. Este, asimismo, reveló a la terapeuta sus intentos autistas poco de plastilina al piso, el pequeño no gritó alarmado,
'
por llenar dichos agujeros. Al leer el material transcripto de la sesión, como ocurriera en otras ocasiones.
deberá recordarse que estábamos en presencia de un niño psicótico, Abandonando la plastilina,. Pablo vino hacia mí, lleván-
y que las interpretaciones de su conducta que serian correctas de tra- '· dose el dedo a la b:>ca. In:terpreté esto en el sentido de
tarse de un niño neurótico no lo son en su caso. La clave para com- f_, que el pequeño sentía que Sl} boca era un agujero que
prender dicho material reside en recordar que el pequeño respondía debía llenar. E.'l respuesta directa a esta. interpretación; co-
al mundo externo en función de su propio cuerpo, y que la diferen- f: ·
:(
locó el dedo en el agujero de la canilla, volviéndose de
ciación entre ambos era vaga y fluctuante. manera tal de dejarme ver lo que estaba haciendo. Tras
A continuación presentamos el registro cuidadoso y perceptivo de :,.~· 1 esto vino hacia mí y se sentó en rrii falda.
la sesión con Pablo, en el cual se introducen modificaciones muy Al cabo de unos instantes se bajó de mi falda y abrió
ligeras. La terapeuta era la señorita Lyn Barnett. La simplicidad y la c;tnilla, observando cómo co~ría el agua por el agujero
economía de sus interpretaciones constituyen un ejemplo cabal del deA'a pileta. · ·
tipo de interpretación a la que un niño como ése puede responder. De pronto cruzó la sala y corrió las cortinas. Luego
Queda perfectamente demostrado en qué medida afectaron su con- las volvió a colocar come> estaban antes, y se dirigió a la
ducta. El modo en que la terapeuta "filtró" de manera crítica el pileta, tomó el tapón y lo miró detenidamente. Se lo llevó
,,,uterial proporcionado por el pequeño (¡así como las sugerencias de al oído, a la boca, y luego lo colocó en el agujero de la
su supervisor!) han sido de suma utilidad para ambos. pileta. El agua de la canilla seguía corriendo, y ahora que
Escribe la terapeuta: el agujero de la pileta estaba tapado, ésta comenzó a lle-
narse de agua. El pequeño se mostró muy excitado, excla-
Pablo corrió hacia mí lleno de ansiedad. La sesión mó .. ¡Ooh! ¡Ooh!" y efectuó movimientos excitados de
había tenido lugar un martes, y el pequeño comenzaba a cuerpo y cabeza. de arriba hacia ah:tjo.
advertir las "interrupciones" producidas durante los fines ,,
Formó una O con el índice y el pulgar, y dejó correr
de semana. Asimismo comenzaba a advertir la presencia el agua entre medio. Luego se Uevó la punta de Jos dedos
de agujeros y, en espe~ial, del hueco de la ~scalera. Camino '¡f
\. a la bxa, mirándome al hacerlo. Lleno de delicadeza, llevó
a la sala de terapia nos encontramos con un médico joven .l(f,,
entonces Jos dedos a ]as burbujas redondas formadas sobre
que lo había llevado a dicha sala en cierta oportunidad la. supeqicie del agua. Por fin se trepó al borde de la _p1 -
en que el pequeño se mostrara sumamente trastornado, leta, de manen de poder llegar con la boca a) agua. Pablo
150 FRANCES TUSTIN AtrnSMO Y PSICOSIS JNFA:Io.'l'ILES 151
sonrió cuando yo asocié el agujero de la pileta, su bqca, doint~rn~do limitado de diferenciación hace que ello resulte
el círculo formado con los dedos y las burbujas, formula~do imposible.
la sugerencia de que quería llenar los agujeros. al succionar Como viéramos, e) niño psic6tico vive, de manera predominante,
agua con la boca. en un mundo de materia negra y bullente, lleno de precipicios y ca-
Cuando anuncié que era hora de dar por terminada la rente de todo principio de organización. Ese mundo di!iere poi' com-
sesión, Pablo tomó . el ceJto de los papeles y lo colocó en pleto del propio del njfío neurótico. El niño psicótico hll desarrollado
la pileta ( cual si fuese una b::>ca a bietta) . reacciones protectoras ( autismo patológico) con el fin de salvaguar-
dar la supervivencia corporal. Dichas reacciones difieretl 1 en grado
Análisis clínico sumo de Jos mecanismos de defensa organizados del neurótico (tales
como escisión, proyección fen e] sentido corriente del término], repre-
Para quienes, de entre nosotros, hemos recibido capacitación en · ¡_ sión y negación), que se han desarrollado ~ los efectos de proteger la
la labor con niños neuróticos, resulta tentador interpretar dicho mate- ,. psiquis de un sufrimiento y una zozobra mental intolerable. A mi
rial en función de un complejo de Edipo clásico, un interés por las ti .entender, lo que a menudo causa confusión es el análisis de Jos estados
J
'
diferencias anatómicas existentes entre varones y nifi.as, y una ansiedad ps.icóticos empleando la terminología acuñada para la descripción de
de castración típica. No obstante, ulteriores consideraciones nos de- ,-~ los procesos neuróticos.
muestran que ello no sería apropiado. ~
¡~
A la luz de Jos anteriores comentarios, consideraremos ahora la
El psicólogo había aplicado a Pablo varios te.>ts antes de regis- sesión con Pablo efectuando sugerencias L'On respecto a su posible in-
IV<
trarse la sesión que transcribimos, descubriendo que todavía se ha- terpretación. Al eludir Ja mano de la terapeuta que lo guiaba, Pablo
llaba en un estado de "asimbolismo". Los procesos neuróticos cita-
dos anteriormente dependen de cierta capacidad para la elaboración
de símbolos. para fantasear y ob;ervar el mundo externo como alp;o
separado del sí mismo. Ninguno de estos procesos podían darsé en
j :~¡\
.;:.
tal vez experimentó )a sensación de estar convirtiéndola en un ser
"blando" cuyo elemento masculino (duro) era pasado por alto y vi-
sualizado en otro sitio. Al hacerlo, no logra integrar Jos elementos
..matemos" suaves con Jos elementos ..paternos" duros. No existe una
Pablo, si bien observamos elementos a partir de los cuales podrían vinculación adecuada entre eJios. No parece existir una buena combi-
desarrollarse. El trazado de analogías entre los objetos, en funciím nación funcional de pecho y pezón. Ello aumenta la sensación que
de su forma, puede constituir la base de la ulterior elaboración de experimenta el niño, de pérdida, de tener un "agujero... Y esto lo
símbolos. El trazar un círculo con el pulgar y el índice, y el colocar impulsa a tratar de obtener más de Jo que se le brinda (otra habita-
el dedo en el agujero de la pileta, parece entrañar una forma primitiva ción, otra persona). A semejanza de Sara, intenta capturar al "hombre"
de representación, por medio de una acci6n el pequeño elabora un que tiene la madre en la clínica convirtiéndolo en parte de su propio
modelo de una situación en relación con la cual desea comunicar algo. cuerpo, con el fin de sentirse entero e integrado. Pero como sólo se
Asimismo, se trata de una comunicación intencional, y . no de una diferencia levemente de la madre de la clínica, la pérdida de los
serie de reacciones reactivas, como la defecación, los gritos y las pa- elementos- masculinos de ésta es una pérdida que él mismo experi-
taletas. Pero su capacidad para comunicarse y su funcionamiento cog- menta. Al rodear el pene con la mano siente que el impetuoso ele-
nitivo se dan todavía en un nivel rudimentario. mento "masculino" se encuentra a salvo dentro del elemento "feme-
Es cierto que en los niños de la edad de Pablo (y de Sara, Tito nino" receptivo: el "botón" se encuentra en el "ojal", y él está todo
y Margarita) los hechos del mundo externo, como el hecho de que "abotonado':..--oe e~manera logra sentirse a salvo. Pero él ha hecho
los varoncitos tengan un pene y las niñas un "agujero", casi con cer- todo por sí mismo, sin utilizar las posibilidades de vinculación que
teza se integran en una conciencia borrosa del mundo externo. Pero le brinda el mundo externo.
ese mundo externo se interpreta primordialmente en función de sen- Ese intento por quitarle el elemento masculino a la madre de la
saciones físicas. Esto difiere totalmente del hecho de utilizar situa- clínica significa que se siente poseído po-r una madre con un agujero
ciones externas que parecen análogas a los estados emocionales internos que se repite en su propio cuerpo. Se ve impulsado a tratar de llenar
con el fin de expresar y comunicar sensaciones al respecto, lo cual .,t los agujeros de aquéJia, al igual que el suyo propio, pero ello está
constituye la esencia de la fantasía. La capacidad de fantasear se ~ fuera de su alcance. En el curso de la sesión que transcribimos, en-
asocia con la formación de símbolos, y requiere una toma de conciencia frentado con esa tarea sobrehumana, observamos sus esfuerzos por
considerable de la separación del mundo externo, con la conciencia "manejar" los agujeros de que se ve rodeado. 13-usca reaseguramiento
concomitante de exteriores e interiores, y de ser un sí mismo con uu tocando la punta de los lápices, trata de hacer una "serpiente" de
mundo interno. Los niños ASE y ASRt poseen poco o ningún mun- plastilina, se palpa el pene, se lleva el dedo a la boca, tapa otros
1
.~~
152 FRANéES TIJSTIN AuriSMO Y PSICOSIS lNFANTILES 153
agujeros similares, se sienta en la falda de la terapeuta, corre las generar una ü~ de un pezón rodeado por la boca: de ese
cortinas de la ventana, en un intento, quizá, por cubrir una parte modo, el botón parece entrar en el ojal. Expresado en otros términos,
vulnerable de la habitación, de la misma manera en que sus ojos (las comienza a producirse un maridazgo entre los aspectos masculinos y
"ventanas del alma") ~on partes vulnerables de su cuerpo; hace mo- femeninos de su personalidad, los que, en vez de separarse, comienzan
vimientos excitados co'n el cuerpo y cabeza y, por fin, tapa el agujero a unirse. (Los hechos reales del mundo externo pueden reforzar u
de la pileta con el cesto de papeles. En una palabra, Pabla experimen- obstaculizar esa unión.) La paradoja reside en que, para que se pro-
ta una depresión psicótica, y todo cuanto ello implica, y revela sus
intentos autistas por manejarla, bloqueando esas partes de sí mismo y
de la habitación que dan acceso al mundo externo.
1' duzca ese ..abotonamiento", es preciso poder tolerar la vulnerabilidad,
la confusión, la ignorancia y la desorganización. En esta primera fase,
la terapia es una tarea delicada y sutil que requiere sensibilidad;
A medida que progresa el tratamiento y el niño descubre, a la imaginación, sentido común y dedicación de parte del terapeuta cuyo
postre, que el agujero no puede ser taponado de ese modo materia- propio "maridazgo" interno debe poseer la finneza necesaria. El te-
lista, puede romper a llorar y gritar lleno de angustia, a veces durante rapeuta y el niño deben aprender que las áreas sensibles y vulnera-
horas enteras. El terapeuta y los ansiosos padres deben soportar un bles pueden convertirse en puntos de contacto gratificantes, en vez
grado considerable de desesperanza antes de que el niño desarrolle de sitios donde parecen tener lugar desconexiones frustrantes y muti-
relaciones recíprocas y sostenidas con la gente que lo cuida, y antes ladoras. Ser invulnerable significa hallarse incomunicado. El no co-
de que utilice como corresponde los objetos del mundo externo, en municarse preserva la invulnerabilidad. Pero ¡a qué precio!
vez de "llenarlos todos de suciedad". A medida que se desarrollan
esas relaciones r~c'CÍprocas comienza a mitigarse el terror que inspira
el "agujero" y cuanto ello implica. Los progresos que permiten llegar FASE 2
a esta etapa del tratamiento se, producen cuando el pequeño se vuelve
capaz de tolerar la frustración, aunque a menudo se rebele. El tera- En esta fase el niño comienza a vivir "en su propia mente". Pero
peuta debe mantenerse firme ante esos estallidos. ello causa limitaciones inquietantes. Primero las alucinaciones, luego
En este tipo de tratamiento psicoterapéutico, la frustración se pro- los sueños y las fantasías, contribuyen a aliviar la tensión.
duce como parte de un proceso orgánico que se desarrolla entre el
niño y el terapeuta, y no como una forma de manipulación artificial y AluciTillCÍOne9
aislada. La no tolerancia de la frustración constituye un elemento crí-
tico de la enfermedad del pequeño; y las necesidades frustrantes sur- A medida que el niño se convierte en un· ser más intacto comienza
gen de alguien que lo conoce bien, por haber debido soportar muchas a tener alucinaciones. El terapeuta puede tardar algún tiempo antes
frustraciones de su parte. de darse cuenta de lo que sucede. Coincido con Roderigues en afir-
Importa recordar que estos niños se han sentido heridos a edad mar que las alucinaciones visuales son signo de progreso y ayudan a
muy tierna, tocados en sus puntos más débiles. Y necesitan aceptar establecer una relación más estrecha con el niño. A veces se tráta
la ternura de la gente que los cUida para que la llaga cubierta de alucinaciones persecutorias, como en el caso de los "pájaros" de
con la escara del autismo llegue a curar. En su cómodo estado de Juan, que se cernían sobre él y amenazaban con picarlo. Los pájaros
confusión consigo mismos, o con su m~dre, han convertido la ternura parecían bocas rivales dotadas de alas. En un principio, dichas alu-
en algo tabú, aun cuando los padres de muchos de estos pequeños se cinaciones pueden producirse fuera del contexto del trat~ento y
muestren capaces y dispuestos a brindársela. En su estado autista, convertirse en fuente de gran inquietud para los pad.r.es;--que temen
estos niños no despiertan ternura en Jos demás, sino (como he com- que el tratamiento haga que el niño se revele "fuera d~ su sano juicio,..
probado por propia experiencia) impulsos de seducción y crueldad. Por supuesto, eso es cierto. Pero, al llevar las temibles alucinaciones
Surgen ·ansias desesperadas por abatir la resistencia poco gratificante dentro de la órbita del contexto terapéutico, pued~n colocarse dentro
del pequeño. Asimismo, de nada sirve tratar de rodearlos por fuerza de la mente infantil y bajo control racional.
de amor y cuidados. Entonces se ponen "mojados y sucios" o bien En determinado punto de esta etapa el pequeño a menudo co--
se ven paralizados por el terror. mienza a sentir miedo de su propia sombra. Esta ..sombra" parece ser
La meta del terapeuta es perturbar el sistema autista del mno una ira explosivamente proyectada y e~rimentada físicamente, una
en medida suficiente como para permitir el paso de las influencias defecación enonne que lo amenaza. y sobrecoge, una suerte de "pañal
externas, de manera que la envoltura externa que proporciona el sucio.. del cual no puede desembarazarse. Al permitir que las relaciones
contexto terapéutico y la labor y preocupación del terapeuta puedan recíprocas y purificadoras se conviertan en característica cada vez más
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154 FRANCES TUSTIN AUITSMO Y PSICOSIS INFANTILES 155
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común de su conducta, el temor que le inspiraba su sombra comienza a ~ ausente es crucial para ~ión de una imagen mental de aquél,
disminuir. y que ello pone en marcha la actividad mental. Tal como lo expresa
En el contexto del tratamiento se producen alucinaciones benig- dicho autor (1962, pág. 37), la activ:dad mental c:Jmienza ·cuando:
nas, referentes a personas ausentes. Invariablemente, se trata de miem- " ... el pecho deseado se experimenta como 'idea del pecho ausente',
bros de la propia familia. Ello ocurre, en parte, para sentir que el y no como presencia de un pecho malo".
hogar y la terapia se encuentran en el mismo sitio, de manera que no De Monchaux (1962, pág. 314), al hacer un comentario sobre la
haya momento alguno en que el terapeuta o las figuras familiares se obra de Bion, manifiesta: "El enfoque de Bion es . .. sutil. El 'no
hallen lejos, o sea que se trata de un intento mágico por manejar la pecho' concebido en el pensamiento constituye una elaboración men-
situación provocada por las personas au5.entes y salvar la brecha que tal mucho más adaptativa que la 'imagen del pecho bueno'."
generan. Asociadas con la ausencia sufrida, estas alucinaciones tienen O'Shaughnessy ( 1S64, pág. 34) señala que la situación de "falta
otro significado. La alucinación parece ser una predecesora omnipo- del pecho": "Por su crueldad ... obliga al niño a enfrentar la cruda
tente de la "recordación" de una persona ausente. Las alucinacion,es, realidad, y destruye las fantasías · que le impedían tomar conciencia
aparentemente, tienen el sentido de crear a alguien, de hacer aparecer de su vulnerabilidad y dependencia. Lo hace conocer la realidad".
alguien, y no sólo en la mente (como ocurre con el recuerdo), sino, Pero, por diversas razones, el niño ASE debe enfrentar esta situación
de acuerdo con la modalidad ilimitada del fu:Qcionamiento omnipo- demasiado prematuramente. El pequeño tiene necesidad de haber oh·
tente, también en el mundo externo, a la manera de los genios que tenido, y uti'lizado, suficientes experiencias con el "pecho bueno" como
se aparecen en las historias de hadas. En esos estados omnipotentes, para poder tolerar la situación de "falta de pecho". Diríase que cuando
el "ver" una cosa equivale a crearla, como el "árbol en el cuadrángulo" el niño comienza a tener alucinaciones visuales benignas en el marco
de Berkley, visualizado por "su seguro servidor, Dios". de la terapia, está extrayendo material del caudal de experi~ias
La alucinación negativa parece constituir la predecesora omnipo- sobre el "pecho bueno~ (familia buena) que posee. Pero ap(es, de
tente del "olvido" o la "ignorancia". Aparentemente, posee el signifi- poder tolerar cabalmente la "ausencia de pecho", las aluci'naciones
cado múltiple de "dejar caer" algo de la mente (a semejanza de las persecutorias deben llevarse al marco de la situación terapéutica, en
heces que caen del ano), o borrarlo y enterrarlo con sustancia corporal donde habrán de tolerarse y modificarse.
henchida de una cólera asesina y suicida tan omnipotente que se Lo que antecede ha sido analizado en detalle porque si el nhío
convierte en locura que no puede tener cahida en la mente. El no comienza a dar muestras de su capacidad de respuesta, el paso si-
mirar, no escuchar, no usar, significa negar la existencia del obje.to, guiente, y más difícil, de la terapia, reside en ayudarlo a valerse de
borrar su "ser". Como viéramos, el niño autista procura borrar la su ingenio. Sus funciones mentales, escasamente diferenciadas de las
fuente del trauma destruyendo los objetos del "no - yo". El borrarlos partes del cuerpo, parecen rotas, desquiciadas. Con el fin de prote-
de esa manera parece ser la fuente de la amnesia. En niveles tales. gerlas, en el niño ASE se produce el encapsuiamiento. Esto significa
el descuido y la falta de atención se experimentan como una negación que cada función se visualiza como up elemento discontinuo y sepa-
de la existencia, una destrucción del "ser". La ignorancia es conse- rado de los demás, de manera que. nos vemos ante una situación tal
cuencia del acto de ignorar.
como la que Rimland (1962, pág. ?9) describe cuando dice: "La co-
Las interpretaciones referentes a las alucinaciones parecen per- nexión vital entre las sensaciones y la memoria sólo puede lograrse con
mitir al niño apartar esas imágenes del mundo externC> para manipu-
larlas en su propia mente, como imágenes mentales. Se inicia así el dificultad".
juego de ideas en el cerebro. A la vez, el pequeño, en la situación En esta situación, una de las funciones puede cobrar absoluta
terapéutica, comienza a jugar con los juguetes de modo mucho más preeminencia perdiendo todo contacto con las demás y oando como
coherente. Esa creación omnipotente de objetos ausentes por medio resultado lo que se c:>noce como idiot-savant.
de la · alucinación parecería preceder actos tales como el "imaginar", A medida que d pequeño se terna más accesible y se abandonan
"recordar", "pensar". Visualizadas de esta manera, las alucinaciones los encapsulamientos encostrados ("segunda piel"), parece viable la
no son signo de patología perturbadora, sino de que se ha dado un cura de las funciones desquiciadas. (El niño ya no está expuesto a
paso adelante en el proceso de recuperación. perder trozos del cuerpo que simbolizan los de su mente, de manera
de ponerse "fuera de sí":) Por consiguiente, la etapa siguiente ·se
El desarroUo cognitivo produce cuando el pequeño, aparentemente, cobra idea repentina de
·j'
que puede arreglar las cosas, bien que de manera omnipotente. Al
En esencia, la obra de W. R. Bion sobre el pensamiento propone 1
d'
.,
sentir que puede arreglar los "agujeros" y "roturas" que, en apariencia,
la teoría de que la tolerancia de la frustración provocada por el pecho se han producido en su propio cuerpo, cobra sentido más cabal de
1 '
•t. !!•.'
156 FRANCES TUSTIN
autista~zan
157
a asumir preeminencia en el
hogar, y puede llegar a abandonárselas. El pequeño, asimismo, co-
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lo antedicho quedó cabalmente ilustrado cuando el pequeño utilizó mienza a aprender, es decir, a absorber alime::lto intelectual.
por primera vez el pronombre personal en relación con un ómnibus La fantasía del "nido de bebés" es la característica más tempraha
de juguete que había roto en medio de sus pataletas, respecto del de la etapa en que el niño claramente comienza a pensar con su propia
cual dijo: "¡Yo lo arreglo! ¡Yo lo arreglo!". mente. En esa fantasía, el niño se preocupa par obtener todo cuanto
La etapa siguiente es alcanzada cuando el paciente toma concien- desea. Su estado e~ imaginario, si bien le atribuye existencia real.
cia de que yo, como terapeuta, puedo arreglar su problema. Una vez Pero, a medida que la auténtica realidad va infiltrándose, se da cuenta
más surge en él un sentido de· omnip"Jtencia, al creerme dotada de de que no la tiene. El próximo pensamiento es: "Pero hay algunos
poderes sobrehumanos; pero la omnipotencia disminuye cuando aquél que lo consiguen", y, a continuación: "Pero no yo". Ello provoca en
comienza a tolerar su dependencia de un tercero, una persona de él una sensación de desaliento, ira, celos, envidia y competencia, todo
afuera. Se ha desarrollado en él cierto grado de confianza. La cura ello en función de entidades imaginarias especialmente favorecidas.
que el terapeuta puede efectuar se asocia, a veces, con el aceite com<J El primer precedente de todo eso era la desilmión experimentada al
medio de cura. David (capítulo III) le ponía aceite a sus a u titos ver que su excitación oral, con c:mnotaciones sexuales, no siempre ob-
como si fuera un supremo sacerdote administrando óleos divinos. En tenía un clímax proporcionado por el mundo externo en los términos
ciertas oportunidades tenía la impresión de que yo hacía lo mismo exactos de sus expectativas supraestimuladas: el mundo no era materia
por él. Winnicott ( 1958) cita el caso de dos pacientes adultos, psi- física a la que pudiera moldear en sus propios términos. Por consi-
cóticos, en quienes ocurría tal cosa. Uno de ellos habla del aceite guiente, en el marco de la terapia no es necesario proporcionarle una
"como el medio en que las ruedas pueden comenzar a girar". Win- satisfacción oral, sino ayudarlo a tolerar los sentimientos asociados con
nicott afirma entonces que se trata de un importante paso adelant'O! su descubrimiento de que el mundo externo no es parte de sí mismo
en el tratamiento del hombre, quien había tomado conciencia de que ni su continuación, sino que puede modificarse y desaparecer. Al
la situación analítica era un medio de curación que le permitía man- hacerlo, la aceptación de su pánico, dolor y rabia como sentimientos
tener su integridad. El desarrollo de una confianza tal en la "situa- naturales que pueden ser moldeados en función del pensamiento y el
ción sostenida" terapéutica constituye un paso de importancia, si bien lenguaje, en vez de constituir masas informes, amenazadoras, negras
entraña consigo gran ansiedad en referencia a los estados de depen- e impDsibles de comprender, configura una parte importante de la
dencia y separación. terapia.
En esta fase, cuando el pequeño comienza a tolerar la toma de Por varias razones, estos niños han descubierto demasiado pronto
conciencia de la clara distinción existente entre él y los demás, inva- las ideas de rivalidad que parecen asociarse con la conciencia de la
riablemente se desarrolla una fantasía la que he dado en llamar "fan- separación física. En tiempos de esca~ez, el pequeño parece sentir
tasía del nido de bebés", la cual se asocia a la idea de que existen que otras bocas rivales gozan de aquello que a él le falta. Los niños
"bebés especiales" a los cuales se suministra "comida especial". Mis autistas parecen haber sido presionados o intentado hacer demasiado,
"niños mentales", los niños de mi cerebro a quienes aparentemente demasiado pronto. Asimismo, pueden haber tenido una madre depri-
alimento cuando estoy preocupada y me aparto de él, parecen ser, en mida o indebidamente introvertida que tendía a valorarse por debáj::J
ocasiones, los destinatarios de ese alimento especial. Se da la fantasía de sus méritos. Amén de manejárselos CDn cierta falta de seguridad,
de que él (el paciente, el niño que recibe mi leche terapéutica) entra parecen haber albergado la sensación de entrar en competencia vio-
en competencia con rivales voraces situados del otro lado del "pecho", lenta con otros rivales, en pos de una satisfacción mental. Parecen
que quieren arrebatarle el pezón, y C0!1 él sus posibilidades de vida rivalizar con los pensamientos de su propia madre, como si fueran los
y sustento. En ciertas ocasiones, a~errorizado, evita el sentirse de- "niños de su cerebro", en busca de atención, que parece ser su sus-
pendiente de otro cuerpo y se vuelve al suyo propio. Las heces en el tento mental. En su desesperación, el niño acentúa desmcdidamente
ano se experimentan como una suerte de alacena ambulante, su propio el vínculo físico con h madre (el "botóa") y las modalidades físicas
pecho particular. O la saliva es visualizada como "el líquido más de comunicación, por cuanto las de tipo mental, más normales, pare-
delicioso de la creación" ( Bonnard, 1960, pág. 302). Esas fantasías cen fuera de su alcance, en razón de que se ve imposibilitado de
en torno a bebés especialmente favorecidos a quienes se suministra utilizarlas. De esa manera, la atención de la terapeuta, su pensamiento,
alimento especial eran también características de un paciente aqueja- tal como lo expresa su conducta, sus comentarios y sus interpreta-
do de anorexia nerviosa a quien describió la autora ( Tustin, 1958). dones constituyen la parte más importante de la terapia. Los métodos
En esta etapa, las características idiosincrásicas de alimentación pro- que acentúan índeb¡darnente las satisfaccione.i físicas que proporciona
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Conclusión
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AUTISMO Y e~ICOSIS INFANTILES 161
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sumamente restringido de una ualidad en particular, hasta llegar a
la regresión y la desintegración.
Se ha presentado, como sugerencia, una clasificación de la en-
CONCLUSIONES t fermedad psicótica que toma en cuenta las posibilidades de tratamiento
psicoterapéutico. Por añadidura, se ha sugerido la posibilidad de que
en determinadas enfermedades neuróticas el autismo aún persista en
::''/' determinada parte de la personalidad. El encapsulamiento autista tam-
El propósito de esta obra ha sido describir determinados aspectos ~:¡'
bién parece funcionar globalmente en determinado tipo de estructura
de la psicosis infantil que han atraído la atención de una psicoterapeuta
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caracterial en que el funcionamiento global y la negación desempeñan
especializada en niños y que, en aparíencia, no han sido enfocados
un papel predominante.
en detalle en ningún otro trabajo. El escribir acerca de estados tan
Se ha planteado la posibilidad de que en los individuos "norma..
intensos de "sentimiento al desnudo" presentó sus dificultades. Dentro
les" puedan hallarse vestigios arraigados de funcionamiento autista.
de lo posible, se ha utilizado siempre un lenguaje corriente, evitando
todo giro extraño y facilitando la asociación de los términos con expe-
t) Ello puede ser fuente de debilidad o de fuerza. Puede manifestarse
como una tendencia excéntrica e individualista a rechazar las maneras
riencias elementales a los que nuestro idioma puede dar expresión
comúnmente aceptadas de contemplar el mundo. Mirado con temor,
coloquial. También se ha utilizado un lenguaje evocativo con el fin \ puede llevar a un conformismo indebido o una mediocridad caracte-
de facilitar el ingreso del lector en el mundo extraño de los niños
rizada por ambiciones desmedidas. Utilizado de manera correcta, pue-
psicóticos. El único modo eficaz de ayudar a éstos. es sumergirs~
de llevar a un estado de originalidad, creatividad e independencia.
totalmente en su mundo y emerger de él con mayor comprensión
Encarado desde esta perspectiva, el estudio del autismo patológico
de uno mismo y del niño. Para algunos lectores, la experiencia puede
posee una importancia que va mucho más allá de lo que puede asig-
haber sido análoga a la de un bautismo de fuego.
narse al estudio de una enfermedad mental grave.
· No obstante, la tesis desarro1lada, aunque de importancia funda- ~'
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mental, no por eso deja de ser corriente. Atañe a la elaboración de
una concepción interna de la realidad lo bastante similar a aquélla
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