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Avanzar tid~iauna wciologla de la vio~enciaen el I

sistena educativo deja el camino abierto para el gran ;


interrogante que atraviesa los capítulos del presente
libro: ¿Es eccolar la violencia? El planteamiento de iS Sociología de las
esta cuestion implica asumir que las violencias en la !.;i;li.i, I;irs:; en la escuela 1
escuela sólo pueden ser aprehendidas en el marco de
fmgrnentacion y el crecimiento desmedido de las
desigualdades sociales, knornenas que dejan
profundas marcas en las subjetividades.
En Violencias en plural. Sociologia de las
- i
violereias en la escuela el descarte de las teorías Carina V. Kaplan / directora
que asocian mecanicamente a las violencias escolares P. l
con el crimen y el delito permite orientar el análisis
hacia la discusión de un orden social injusto y
desigual, y los mecanismos y prácticas que
contribuyen a su reproducción y naturalización. Los
capítulos que componen la primera p a a de &e libro
trazan un recorrido que comienza con la
reconstrucción teorica del termino violencia escolar,
para luego centrarse en el impacto qiie los
mecanismos de exclusión y fragmentación producen
sobre los sujetos, las practicas y las instituciones, y
cenar reflexionando cobre la construcciiin de sentidos
cobre la violenria colar a través de los discursos
producidos por los medios de comunicación. La
segunda parte presenta un mapeo de las
investigaciones y políticas de intervención en relación
ron la violencia en la escuela, a nivel mundial y
también en nuestro país, y finaliza ampliando la
mirada hacia la cuestión de las violencias de género
en las escuelas.
De este m d o , dentro dc lo que podría definirse
como una construcción social de la violencia escolar,
se trata de descubrir que, si bien existe una
singutaridad de sentidos y prácticas vinculadas a las
violencias eri el iiiler ior de la vida escolar, dicha
singularidad tiene su anclaje en determinados
contextos sociocuttumles. Es por eHo que los
investigadores que participaron en este trabajo han
preferido referirse a las violencias en plural, dada la
multiplicidad de sus manifestaciones y significados.
. .

htemdioa ~ h 6 l i o o slo
, que parnce -mo la e-
nación nmdina sobrevive r pesar de h
del s i s m prodipctivo.

b sr w mbmkr de) c o n q t o
---
H m l ' W 4 l c h d o que 1s ~enlajt~
&Jc o r n o & fio-
hbblica mpecto de las no- que m rtfiem a
md w b & h~bltlycb, ~ ~ I J Cm i1:fi
~ v ~ u w c0naimca
ah eon 0- "nponer-t&cioms socia-
l a ~ ~ - ~ ~ ~ , ~ ~ m u n c o r p l i gen#
s ~ 4
fipR, blw: ia nmih d~ campo, al W ~ ~ tí W S ~
r a i c . n. p la w i d i h d objetiva del
mimil,la m k i d a d m t h b s l t , ~ @ d
* * ~ m ~ - ~ w p b g d a ~ w & m
las- W~dsri~anpatadm3aapmpiaebbór9-
C ~ W sdm las
W a-.
pioW*,bn l
Pnmrrrante, exdnemaa su m-
CiCptádthQbk.

a ~ k i b i q . ~ ~
1
I
r h g o de tratarlas coma mm expresiones &
dadsocialotenMrtneipM1egio&swsiri~
social. Otra vez, se trata de tomar recaudo6 rinte
dificultades de la mnqtualizacibn científica en
la fomcibn de la doxa.
-"-m.
-- ---- sisir m&o de Iri v i o 1 6 si&Iica:
~~,baygus~~rol&~iaiilrit~~~dala~ & bs agentes d e s con m e-io. El&
h la =&a 1s nrd.del mdr hmd' Wupcau. 1998:4) :4)p @tiv[]s que, aim samatidas al detennmimo
ladoaLudi~k&~iheohjairqu*~oc*3al~Ai~
oción
9"~ %id, contribuyen -coiaro se ha visto- a pro- .
p i u r n ~ - 0 ~ ~ e ~ ~ i r ~ 1 ~ y m < i n *&cacia de
1 aquello que lm dekmha, en la medida
ilo le da la wr depende&10 de la "h ihldfin* nn cabo m actividad te. Se. trata del
ria"b l a &ma*es&l -te, sillo d e m t la dettminaci6n y las wgorias & percepcidn
aociak de thcia, m m kmos visto m@. La damina~i61 1agente&que provoca el efecta de dominación. Dice
fieu (2005) "limo dmwnocimiwlo al hecho de wm-
m vtolencia gw se qjme pmismnenttl en la &e&&

m el agente se comprometo m el simple hecho de dar


~$O~Scntado.Estoes,~dmiuidocomo~y
WrTo raintrel p m p sus m m t a e& constmidas de
~ c r p n ~ ~ ~ q u e
~~niurrdo.Al~enmmUnaOw~i&~

rclan m FQwa de reconocisnieW de este d e n , foma


~ b edacmmhientu
l de h-Bdrd & s k fim-
- gqrwpndcn~iaen& .W:&- oqetiw
&l pmto de vista de las víctimas ni del tipo de
ante por entonces en el p d s . - A ~ ! !
ente b categoría de violencia simMlica,
de Estados Unidos Y m (Fol% 1991) se
puesto de relieve que una pae significatimde c d zla
Por la misma epoca, los trabajos e& loa ahmuiosc l a s i f i d como violentas una forma
f 970) s i h la problemática de la m a s y a una pdctica escolar que les niega
lwcs, de mada que la violencia escotar es interpreta& en dada socio-cu~turalw.
t8rminos de una resistencia a las normas 1-- orgii-- ~n la historie de las indagaciones socioI6gicas, se adopt6
b n frecuacia una definicibn "limitada" de violencia, Gen-
10s hmhos tipificeidos en el ebdim pend o en 10s
bnicala. HCIIIMmencionado antts que algunas de estas defini-
tedan )a dificultad epistemolbgicade su esencialismo-
T J la
~ actualidad, la mayor partc de los estudios ~ o c 3 ~
ten una defmicih "amplia"; es decir, se incfuyen &Os de
la década de los when violencia no pasibles de penalbcibn O que d a ~ e ~ i -
studios aociolbgicos de IavioIencia en la e en el sistema de justicia. En la mi- dimción, Debar-
cmider6 un objeto ilegítimo de i n v d ~ i d (nc h ~ d s , &&jeux (2001) i n w m en su ~ t r i z a c i ó n de la violencia
esoolar el punto de vi- de las víctimas.
Si bien la violencia simbólica -que no es prcibida como
fal por victhw- sigue siendo utilizada como explim-
c i h sociolbgica de la viobncia en la m e l a , la m p l * j h
&l mncepto p m incluir "el punto de vista de la víctima'' da
cia en la vida social. -fuwun wifwdiferente. ~l considerarlos actos violentos
e sufren, Se i
s g d n ]a intaprehci611de los q i ~ 10s n 1s ~
~VM& & las victimas e inclusive sus propiw ~ ~ P ~ n t a c i o -
~ la
socides h definicibri que hacen estos s o c i b l o sobre
a. Mientras en la teoría de la violencia shbblia, hay
de instnimemtm conceptuales que exprim la pro-
1109 de toda la cise obrera. d h ampQa,la vivencia de los a c t m y sus rtpresan-
inchryen en la d e h i c i h del con- de V d e f i M ~
bq- d$im& el mibiogo (Debarbim 2001; 2002).
las situaciones de violencia e . definiciones “amplias" corren el r i a p de una cierta
dive- indagaciones. Por un lado, 1s no &Iqcepto, al incluir desde la "iqciviiidad" m
i n h e n t o -utilizttd6s
~ pcmiti6 av- en el d d a de Elias, h propia violencia sirnbblica, p-&
objeto de hestigacibn y por el otm, se p w de relim ia b viotimar, -&ta ia Violencia f i s h M* ~inS
insufi~ienciadel mdeIo del '&-a & ]a m d a c (2001) -a que al i n w p r m "la experitncia
Por otra parte, cabe seMlar que se admite. c m r e fhil, de cambio de modos de presenrarse a sus
a, identifiable con un cambio de habitu3. &'
o w que hemos evoca& antes. Desde nu*
evidente, harta alcar~zarformas tsn sutiles que pueden pasafl ,atamos ante otra evidencia & que RIutiluir
desapercibidas (Lodo, 2002). En es@sentido, h ~ moins imestigador no siemp a consistente con '-'
de significados que lo d&cn.

cia simbblica: una dimertsibn


cimiento y un desconocimiento simult4mos. La totalidad de ncia ~ r c o h r
10s migas que definen al conceuto deben tomairte en rii*n+m
r que la violencia simbo6ca constituye una fúrrna
de violunch no implica que sea ioi única ni que sta
;es de&, como hemos mosmdo a lo largo -. de ,&te
.. ,
ridad de ios k b W , da& lugar a 1% disposiciwts m* o
menos permanentk, lo que no m equivalente a aArmar su
inmutabilidad Es decir, pueden ser modificados muy dificulb
samtntt, por nuevas prácticas sociales y la actividadcritica de
los individuos sobre las condiciones sociales de sus ams.
A este respecto querernos mencionar una invesdgaci6n
empírica d h d a en un contexto maicano, que cs una con- ,hemos afirmado que Ia vioienda no es inelnc-
tribucibn significativa al estudio dt la violencia entre Pares entido en que, s i bien se la percibe en !a coti-
n
wmo ~ h i 6 casifimh, hay razones para &-

:aracterizsa si rhivns -O una bu& &a; pr su inldQ


I
:a Im estudios y por su esfuerzo, rasgos uor los d e s ha sido
a violencia time un cdcter, histhrico, contextual,
y, mmo tal, pude dar kigu a otras relaciones
coactivas y que tiendan a la autonomía de los
p*islss
* e p ~ lo
o anteriw, nos hemos mp&i e wncepto~ de
h~ia simb6lica en tanto que ests situado en un sistema
. , S

. I --- -------
modificado su h a & al ~ cambiar su cornporhmiento m n sus
ptm. Explicimnmte, dice u t i h este titmiinri en el sentido % actos de im agentes. si bien ia ímposiaon lu
- .es un p <.
en que lo h fomnilado Bowdieu.
En nuestra opinión, el concepto de violencia sirnWlica se
rc&rr P un s b a fscim de =los iinpuerüs por k p r h t i c a ~
sociales, con centm en d cuerpo, quc organiza la vida cocial
*

de los individuos, Es discutible que la decisidn voluntaria,


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