Para: Jaime Torres Fragoso. Fecha: 21 de enero del 2019.
“El gobierno es diferente”. – Paul Appleby.
Este autor nos dice en un inicio que lo más difícil es la clara y correcta identificación de los factores que hacen distinto al gobierno de las demás actividades con respecto a la sociedad. Para entender mejor el por qué es distinto el gobierno, podemos guiarnos de algo simple, comparando lo privado- empresarial de lo público-gubernamental; en las empresas, existen ejecutivos que podrían ser aptos para desempeñar un papel en el ámbito público, al igual que puede suceder a la inversa, con políticos o funcionarios que se trasladen al ámbito contrario, es claro que sí existe la posibilidad de que estos triunfen y lo logren de manera correcta, pero puede darse el caso negativo, en el proceso de selección para estos cargos contrarios, denotarán ambos la experiencia en el ámbito en el que se han desarrollado y donde han ganado experiencia, además de influir las actitudes con las que se aparezca cada uno de ellos, eso también será un factor sumamente importante, debido a que depende del interés que uno tome en ello, se considerará si puede o no desempeñar el cargo (Shafritz y Hyde, 1999). Una de las principales acciones que distingue al gobierno es que este se enfoca en la promoción y protección del interés público y en sus necesidades, aun cuando este no siempre le reconozca o le atribuya lo que este desempeña día a día, el gobierno es el encargado de proteger a la sociedad. Los funcionarios públicos deben encargarse de ser buenos políticos, pensando de manera general y no de manera parcial como podría hacer un empresario, no por ello se le denigra, sino que un político que está sujeto a tres aspectos, al gran alcance e impacto, la responsabilidad pública y un buen carácter político; solo la institución pública se encarga de eso. El político debe comprender la política en general, ya que ésta es el arte de gobernar (Shafritz y Hyde, 1999). Una enorme diferencia entre las empresas y lo gubernamental es que la sociedad está mucho más atenta a las actividades del gobierno que de las empresas privadas, debido a que las acciones administrativas toman mayor relevancia ante ellos porque les afecta de algún modo; los funcionarios públicos están también siempre al acecho de sus vidas privadas, están bajo un foco de vigilancia permanente de la sociedad y los medios. Deben de considerar y pensar de manera detenida toda acción que estén por realizar y visualizar consecuencias de estas, ya que un pequeño error puede costar demasiado, al igual que alguno de sus empleados pueda estar formando un archivo de cosas que involucren al funcionario ya sea en situaciones embarazosas o ilícitas. Todo esto mientras que en un cargo privado no tiene tanta relevancia la vida privada del sujeto a ojos de la prensa, pero el cargo público está constantemente viviendo entre una “dinamita pública”. Mientras los funcionarios cumplan con las funciones de administrar correctamente a la nación y con liderazgo al pueblo, todo seguirá su curso de forma idónea (Shafritz y Hyde, 1999). Referencia: Shafritz, J. y Hyde, A. (1999). Clásicos de la Administración Pública. México: Fondo de Cultura Económica.