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ANEXO 1

Mi primer día de clases

Cuando estaba en tercer grado


de primaria siempre soñaba en
estar en quinto grado. Entre
dormido y despierto escuchaba
la voz de mi querida
madre llamándome y
recordándome que me
alistara para ir a la escuela. Yo levantándome entusiasmado,
contento y a la vez triste porque tenía que dejar las hermosas
vacaciones las que jugaba todos los días con mis primos.

Mientras mi mamá me apuraba porque me había retrasado


algunos minutos. Tomé desayuno y salí rumbo a mi escuela.
Emocionado porque había pasado ya a quinto grado, lo que
tanto soñaba.
Llegue a mi escuela. Tarde claro... Pase al salón y vi que
el profesor se estaba presentando, interrumpí, toque
la puerta y me hizo pasar. Asustado por que no sabía con qué
clases de amigos me tocaría compartir ese gran año. Entre y
todos mis amigos me quedaron viendo. Avergonzado por mi
tardanza me dirigí a mi asiento sin observar que en el suelo
había una cáscara, cayéndome encima de los pies de un
compañero.
Entre las risas de mis amigos me levante rápidamente y empecé
a reír junto con ellos.

Finalmente, desde ese día trato de llegar temprano al colegio y


percatarme que no haya ningún objeto tirado por el suelo.

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