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Trigo y La Cizaña
Trigo y La Cizaña
Mateo 13:24-52
Síntomas de la cizaña
1- Una de las características más comunes de la cizaña es la hipocresía,
ella no es verdadera, no es auténtica, las palabras que salen de su boca no
corresponden a lo que está en el corazón.
Es impactante ver que Dios nos pide que dejemos que el trigo y la cizaña crezcan juntos porque será
Él quien segará. La cizaña está hueca en sí misma, tiene una semilla negra que envenena. Parece
trigo, pero no lo es, porque solo el trigo se doblega con el peso del fruto que brinda cuando ya está
lista para la siega. Al contrario, la cizaña siempre se mantiene erguida.
Los que llevamos fruto sabemos humillarnos delante del Señor.
Muchos nos cuestionamos si lo que estamos haciendo vale la pena, si funciona el esfuerzo. Durante
el huracán hubo tres momentos cuando realmente lloré, cuando pensé en renunciar. He visto
personas irse, gente en quien sembré y a quien amé. Pero Dios siempre tiene un contraste para tus
momentos difíciles y supo cómo consolarnos.
Para que la cizaña no te sorprenda en la cosecha, mantente atento. A veces descuidamos a la familia
y recibimos sorpresas. De repente, alguien siembra una mala semilla. Definitivamente la cosecha es
maravillosa y grande, pero debes estar alerta porque el enemigo desea sembrar malas semillas. Una
mala conversación con la persona incorrecta puede ser lo único que necesitas para que se destruya
la cosecha que esperas de tus hijos, de tu matrimonio, de tu ministerio. Esposa, esposo, cuiden de su
cónyuge, padres, manténganse atentos a sus hijos, aunque ellos no quieran. Todo lo que la mala
semilla necesita es que uno se descuide. Lo que tenemos es tan valioso que no nos podemos
descuidar.
2- Los frutos del trigo hacen la diferencia entre él y la cizaña, y con el peso
de esos frutos, el trigo acaba curvándose.
Observe, cuantos más frutos del Espíritu Santo hay en el trigo, más
reconoce él la grandeza de Dios en su vida, disminuyéndose a cada día, él
se ve como un bisturí en las manos de un cirujano.
Note que en una cirugía exitosa, el paciente siempre dirige sus elogios al
médico cirujano y nunca al bisturí, o a la pinza, o a la tijera que él usó, ¿no
es verdad?
Asegúrate de que tu semilla es buena para que tu cosecha sea buena. Tu prosperidad viene, la
restauración para tu familia viene. La buena cosecha vendrá, aunque el enemigo intente sembrar
cizaña. Tranquilo, tu negocio dará fruto, tus hijos estarán bien. No arranques, no te desesperes, no
tomes decisiones arrebatadas, porque tu confianza debe estar en la buena semilla que has
sembrado. No sé por qué el templo se destruyó, solo sé que he sembrado buena semilla. En medio
del problema, confía en la buena semilla que has sembrado.
3- Como el Señor Jesús, el trigo fue, es y será perseguido, sea por los que
están afuera o adentro, pues él sigue firmemente las pisadas de su Señor,
el cual ya había previsto eso en Juan 15:18-21.
Le pido a Dios que te dé paz, a pesar de la cizaña. Dios se encargará de hacer justicia por ti, no
intentes hacer justicia por ti mismo. El enemigo te tiene miedo, sabe que, si te levantas, no te podrá
detener. Debes ser capaz de caminar con la cizaña a tu lado. Debes ser capaz de ver que tu enemigo
tiene mejor negocio que tú, que los que levantan confusión prosperan más rápido, porque al final,
tu semilla dará mejor fruto. Ahora las malas noticias no te harán correr, ahora estarás tranquilo. Si
se va alguien de la iglesia, tranquilo. Si hablan mal, tranquilo. Tus enemigos comerán de las migajas
que caen de tu mesa. No pienses en arrancar, cerrar, correr, huir. Si arrancas, no ciegas porque
revelas que confías más en tus fuerzas que en las promesas de Dios. ¡Confía en tu semilla!
Siembra buena semilla para estar confiado, porque es la que asegura tu buena cosecha a pesar de la
cizaña. Aplaza la decisión que tomarás motivado por tus emociones. El mundo ha hablado mal de ti,
te han defraudado, abandonado, pero debes tener confianza en que Dios te dará la victoria y te traerá
paz. Pídele: “Señor, muéstranos quién es realmente la cizaña”. No dejes ir a tu esposa, no dejes ir a
tu esposo, tu empresa, tus hijos por un error. Ten paz, busca sabiduría para no destruir tu cosecha
por arrancar la cizaña. Toda confusión desaparece ahora por el poder de la Palabra de Dios. El Señor
te dará fortaleza para tomar buenas decisiones, porque la buena semilla dará buena cosecha.