Wabi-Sabi es un término estético japonés que consiste en reparar objetos rotos rellenando sus grietas en vez de

tirarlas u es. Ya ocultarlas, se acentúan los defectos y la imperfección. Ya que genera la resiliencia, la capacidad para
sobrevivir, recuperarse y mantenerse. Dicho punto de vista da a las formas un aspecto natural y rústico. Se
encuentran en objetos cotidianos o elementos arquitectónicos.

El Wabi-Sabi combina la atención de la composición del minimalismo y la calidez de los objetos provenientes de la
naturaleza.

Wabi connota simpleza rústica, frescura siendo aplicable a objetos naturales o hechos por el hombre, es de elegancia
subestimada, refiere a la armonía, la paz, la tranquilidad, el equilibrio. y comprende la sabiduría de la naturaleza.
También se puede notar en anomalías que surgen durante la construcción y dotan la elegancia. Sab, “la flor de
tiempo”. Es la belleza que aparece con la edad, cuando la vida del objeto y su impermanencia se evidencia en su
desgaste. Desde el diseño o la ingeniería, se interpreta como la cualidad imperfecta de cualquier objeto debía a
inevitables limitaciones del diseño o construcción.

Juntos hacen referencia a la belleza de lo imperfecto, de lo defectuoso o lo inacabado.

Las 5 características de la tendencia WABI-SABI

1. Simplicidad y austeridad: se trata de eliminación de los excesos, sin llegar al minimalismo extremo, manteniendo
un equilibrio entre sobriedad y exceso.

2. Valoración de la belleza de las imperfecciones en los objetos y los espacios por el paso del tiempo y su uso.

Wabi-Sabi sugiere un proceso natural basado en 3 realidades:

a. Nada dura para Siempre (Belleza Impermanente)

b. Nada está completado (Belleza Incompleta)

c. Nada es perfecto (Belleza Imperfecta)

3. Uso de los colores como: Ocres, verdes y grises. Los colores vibrantes solo están dados en objetos decorativos. Los
colores son por lo general, los propios del material, sin añadir tratamientos adicionales.

4. Utilización de materiales naturales o recuperados como el lino, yute, bambú, madera sin tratamientos.

5. Muebles con aspecto inacabado y/o desgastado. Los elementos de mobiliario están formados por objetos simples,
que huyen de sofisticados tratamientos que les den un aspecto demasiado acabado a los muebles.
El ciclo natural de crecimiento y decadencia inherente a la vida.

La estética japonesa del Wabi Sabi se basa en la idea de encontrar la belleza en la imperfección. “Es importante no
confundir la sencillez y las imperfecciones con el desorden y la suciedad”. “La limpieza implica respeto”

El Wabi Sabi es un concepto elaborado directamente de la filosofía budista Zen, basada en la contemplación de la
naturaleza y la aceptación de su continuo ciclo de nacimiento, crecimiento, decadencia y muerte.

Daisetz T. Suzuki describió el Wabi-Sabi de esta manera:

Wabi es estar satisfecho con una pequeña cabaña, una habitación de dos o tres tatamis, al igual que con
la cabaña de troncos de Thoreau, y con un plato de verduras recogidas en los campos vecinos, y tal vez
escuchar el sonido de una suave lluvia de primavera
Tadao Ando escribió:

Los materiales naturales son vulnerables a la intemperie, a la deformación, la contracción y el agrietamiento,

dándole un aire perecedero. “La realidad ofrece una oportunidad para la innovación y la creatividad”.
Leonard Koren. El divulgador de este término milenario en Occidente es autor de Wabi-sabi para artistas,
diseñadores, poetas y filósofos y Wabi-sabi, nuevas consideraciones.

“La apreciación de este tipo de belleza requiere ojos que vean lo maravilloso que es que las cosas sean como son".

El divulgador nos da las claves: "Aprende a vivir con lo que tienes. Deja que los objetos materiales envejezcan con
dignidad. No reemplaces las cosas simplemente porque son viejas o ya no están de moda. Respeta la materialidad
que sustenta tu vida", nos aconseja.
Sin embargo, este proceso de aceptación no parece sencillo en un mundo en la que todo está pensado para usar y
tirar. Aunque quizá por eso mismo debamos acogerla con más fuerza: "El wabi-sabi es la antítesis de lo digital, de lo
tecnológico. Muchos de nosotros tenemos una profunda esperanza en que las soluciones tecnológicas, de alguna
manera, consigan 'arreglar' la sociedad y el mundo en general. En el fondo, por supuesto, sabemos que esto es sólo
una ilusión. La realidad, tal y como muchos de nosotros sabemos, es wabi-sabi. No es una salvación que venga de
los smartphones y de cosas similares. Los seres humanos han evolucionado en la naturaleza, y dependen de la
naturaleza de manera esencial, y este entendimiento viene de una apreciación de todo lo wabi-sabi.

"El mundo físico siempre se construye, pero también se deconstruye simultáneamente”.