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INTRODUCCION:

“DESPUES DE HABERLO EVALUADO”

Fue como un golpe en el pecho, pero de esos que vienen desde adentro.
Pequeñas luces azules se encendían a los costados de mis ojos. El golpe
fue violento, agotador, silencioso, inesperado. A simple vista, nada había
cambiado; nada se veía debilitado, pero el dolor hizo que todo se
detuviera. Seguí tocando y terminé la canción. El público no sabía que mi
corazón se había detenido por un instante justo antes del “solo”. Mi cuerpo
me había enviado todo su karma, recordándome, en el escenario frente al
público, la cantidad de veces que yo lo había colmado de vicios.

El sacudón rápidamente se transformo en una leve molestia. Hasta podría


decirse que volví a sentirme bien. De todas maneras, me sentía más vivo
que hasta hace un momento, porque estaba más vivo. La máquina en mi
corazón me recordó lo preciosa que es la vida, el sentido del tiempo;
cómo todo sucede en el momento justo: frente a una multitud y mientras
tocaba la guitarra. El mensaje fue fuerte y claro. Lo recordé varias veces
esa noche, y cada vez que salíamos a escena, el tiempo que duró esa
gira. Pero nunca sabía bien cuando iba a recibir el golpe.

Un doctor me implantó un desfibrilador cardíaco en el corazón cuando


tenía 35 años. Es un aparato de unos 8 cm. Lo insertaron por la axila.
Monitorea constantemente el ritmo cardíaco y produce electroshocks
cuando el corazón late peligrosamente rápido o demasiado lento. Quince
años de alcohol y drogas han inflado mi corazón al punto de explotar.
Cuando finalmente me internaron, me dijeron que tenía seis semanas de
vida. Han pasado seis años desde entonces y esta pequeña máquina ha
salvado mi vida más de una vez.

He disfrutado de los efectos colaterales prácticos que el doctor no había


previsto: cuando mis indulgencias hacían que mi corazón lata
peligrosamente lento, el desfibrilador se apagaba, salvándome de la
muerte una vez más; porque también relajaba el corazón cuando latía lo
suficientemente rápido como para tener un paro cardíaco.
Es bueno que lo hayan ajustado justo antes de la primera gira con Velvet
Revolver. Me mantuve sobrio la mayor parte de la gira. Estaba tan lúcido
que el entusiasmo de tocar con la banda en la que creía, para los fans
que creían en nosotros, me movilizó. Hacía años que no me inspiraba de
esa manera. Recorrí todo el escenario y me deje llevar por nuestra energía.
Por la emoción, mi corazón se aceleró tanto que puso en marcha el
aparato cada noche que subí al escenario.

No era algo agradable, pero comencé a agradecer haber tenido esta


advertencia. Entonces vi las cosas como realmente eran: momentos ajenos
de incomoda lucidez, que resumían la sabiduría adquirida con dificultad a
lo largo de la vida.
CAPITULO 1
MI VIDA EN STOKE

Nací el 23 de Julio de 1965, en Stoke On Trent, Inglaterra, la ciudad donde


Lemmy Klimister de Motorhead había nacido 20 años antes. Fue en ese
año, cuando el rock and roll se convirtió en algo más que la suma de sus
partes, también fue en ese año cuando un par de bandas aisladas
cambiaron el pop para siempre. Los Beatles lanzaron Rubber Soul y los
Stones lanzaron Rolling Stones Nº2, el mejor disco de cover de blues de la
banda.
Había una revolución creativa en marcha que nunca fue igualada y estoy
orgulloso de ser producto de aquellos tiempos.
Mi madre es afro-americana y mi padre es inglés, y es blanco. Se
conocieron en París en los sesenta, se enamoraron y me tuvieron. No era
normal la unión interracial, intercontinental pero tampoco era normal su
ilimitada creatividad. Les agradezco por ser quienes son. Me expusieron a
ambientes únicos, tan ricos y coloridos que todo lo que viví, aún siendo
muy joven, dejo su huella en mí.
Mis padres me trataron de igual a igual desde que pude mantenerme en
pie, y me enseñaron –sobre la marcha- como lidiar con lo que sea que la
vida ponga en mi camino; la única forma de vida que conozco.

Mi mamá Ola tenía 17 años y mi papá Anthony (Tony) tenía 20 cuando se


conocieron. Había nacido para ser artista; y como todos los artistas, dejó su
pueblo natal para ir a París.
Mi mamá era precoz, exuberante, joven y hermosa. Había dejado Los
Angeles para conocer el mundo y sumar contactos en el negocio de la
moda.
Cuando sus caminos se cruzaron, se enamoraron y luego se casaron en
Inglaterra. Después llegué al mundo y decidieron armar una vida juntos.
La carrera de mi mamá como diseñadora comenzó alrededor de 1966 y
con el tiempo sumo clientes como Flip Wilson, Ringo Starr y John Lennon.
También trabajo para Pointer Sisters, Helen Reddy, Linda Rondstadt y James
Taylor. Sylvester era también su cliente; no esta más con nosotros pero era
cantante de música disco, era la versión gay de Sly Stone. Tenía una gran
voz y para mí era una persona estupenda; él me regaló un ratón blanco y
negro que llamé Mickey. Mickey era un despreciable malnacido. No se
achicaba ni siquiera cuando alimentaba mis serpientes con ratas.
Sobrevivió a una caída por la ventana de mi dormitorio después que mi
hermano menor lo empujara; tres días después apareció en la puerta de
mi casa en muy malas condiciones. También se recuperó de la “remoción
accidental” de un trozo de su cola cuando la parte interna del sofá se la
corto. Sin olvidar que estuvo casi un año sin agua ni comida. Nos lo
olvidamos sin darnos cuenta en un departamento que usábamos para
guardar cosas, y cuando finalmente regresamos allí, Mickey apareció muy
contento como si solo me hubiera ido un día; como diciendo “Hey, dónde
has estado?”.
Mickey fue una mascota inolvidable. Tuve muchas: tuve un león, Curtis,
hasta cientos de serpientes. Básicamente soy un cuidador de zoológico,
pero autodidacta; y me relaciono con los animales con los que convivo
mucho mejor que con gran parte de los seres humanos que conozco. Mis
animales y yo compartimos un punto de vista que la mayoría de la gente
olvida: que al final del día, la vida es supervivencia; sobrevivir día a día.
Cuando esa lección está aprendida, ganar la confianza de un animal
salvaje que podría matarte es definitivamente una experiencia
gratificante.

Poco tiempo después de que yo naciera, mi madre volvió a L.A para


expandir su negocio y fijar una base financiera sobre la cual construir la
familia. Mi papá me crió en Inglaterra. Pasamos cuatro años en la casa de
sus padres, Charles y Sybil Hudson, pero esto no fue fácil para él. Yo era
bastante intuitivo pero no podía discernir cuán tenso era el ambiente. Mi
padre y su padre, Charles tenían una buena relación. Tony era el segundo
de tres hijos. Tanto su hermano menor, Ian como el mayor, David estaban
de acuerdo con los valores de la familia. Mi padre fue a una escuela de
arte, él era todo lo que su padre no era. Tony era los ‟60: se reveló y
defendió sus ideales tan incondicionalmente como su padre los
condenaba.
Mi abuelo Charles era bombero en Stoke, una comunidad que no ha
cambiado absolutamente nada a lo largo de la historia. Muchos
habitantes de Stoke nunca la dejan; hay muchos como mis abuelos, que
nunca se atrevieron a ir 100 millas al sur, desde Stoke hasta Londres.
La idea implacable de Tony de ir a una escuela de arte, trabajar y vivir de
sus cuadros era algo que Charles no podía digerir. Esa diferencia de
opiniones provocaba grandes discusiones que muy a menudo se
transformaban en violentas peleas. Tony cuenta que Charles lo maltrataba
sin razón, habitualmente durante gran parte de su juventud.
Mi abuelo era un representante declarado de la Gran Bretaña de 1950, y
su hijo era un representante declarado de los años 60. Charles quería ver
cada cosa en el lugar correcto, mientras que Tony quería cambiar los
muebles de lugar y repintar la casa.
Creo que mi abuelo se horrorizó cuando su hijo volvió de París enamorado
de una desenfadada negra americana. Me pregunto qué habrá dicho
cuando Tony le conto que pensaban casarse y criar a su hijo recién nacido
en su casa hasta que ellos (mi mamá y mi papá) pudieran poner sus
asuntos en orden.
Tomando todo en cuenta, estoy conmovido por la diplomacia que
mostraban en las fiestas.

Mi padre me llevó a Londres tan pronto como pudo viajar conmigo en


tren. Creo que yo tenía dos o tres años, pero sabía lo lejos que estaba
Londres de Stoke, con un sinfín de casas de ladrillos marrones y raras
familias, porque mi padre estaba metido en la movida bohemia. Podíamos
dormir en un sofá y no regresar por unos días. Había lámparas de lava y luz
negra, ferias y artistas por la calle Portobello Road. Mi padre nunca se
consideró un Beat, pero absorbió esa forma de vida por osmosis. Era como
si hubiese elegido a dedo lo más importante, lo más destacado de ese
estilo: el amor por la aventura, tomar la ruta nada mas que con la ropa
que llevas puesta, buscar asilo en diferentes lugares repleto de gente muy
interesante.
Mis padres me enseñaron muchas cosas, pero la mejor lección la aprendí
muy tempranamente: no hay nada como la vida en la ruta.
Tengo buenos recuerdos de Inglaterra. Era el centro de atención de mis
padres. Iba al colegio, actuaba en obras: “The twelve days of Christmas”; e
hice el personaje principal en “The Drummer Boy”. Dibujaba todo el tiempo
y una vez por semana miraba “The Avengers” y “The Thunderbirds” porque
la televisión de fines de los ‟60 era muy limitada y reflejaba la post-segunda
guerra mundial; la idea del mundo según Churchill era la de la generación
de mis abuelos. Había sólo 3 canales de televisión, y dejando de lado las
dos horas semanales que cualquiera sea el canal que emitiera esos dos
programas, después sólo daban las noticias.
Es lógico que la generación de mis padres haya formado parte del
movimiento cultural que se había puesto en marcha.
Cuando Tony y yo pudimos viajar a Los Angeles para encontrarnos con
Ola, él nunca volvió a hablar de sus padres. Desaparecieron de mi vida
rápidamente y a menudo los extrañaba. Mi madre le insistía a mi padre
para que no perdiera contacto con ellos, pero no había caso;
simplemente no le interesaba la idea. No volví a ver a mis familiares ingleses
hasta que Guns n‟ Roses se volvió bien conocido. Cuando tocamos en el
estadio de Wembley en 1992, el clan Hudson apareció en gran número:
entre bastidores justo antes de comenzar el show vi a uno de mis tíos, mi
primo y mi abuelo. Era su primer viaje a Londres. En los camarines se
tomaron todo el licor que teníamos. Se habían tomado hasta la última
gota. Era una cantidad de alcohol que habría matado a cualquier
persona excepto a nosotros.

Lo primero que recuerdo de Los Angeles es la canción de The Doors “Light


my fire” en el tocadiscos de mis padres, todo el día, todos los días. A finales
de los ‟60 y principios de los ‟70 Los Angeles era el lugar indicado para los
jóvenes británicos involucrados con la música o el arte. Había mucho
trabajo creativo en comparación con el indigesto sistema inglés; y si
hablamos del clima, era el paraíso comparado con el lluvioso y nebuloso
clima de Londres.
Además dejar Inglaterra por la costa yanqui era una de las mejores
maneras de romper con el sistema y con su educación –y mi papá estaba
feliz por haberlo hecho-.
Mi madre siguió con su trabajo como diseñadora de moda y mi padre
capitalizó su innato talento artístico y se convirtió en diseñador gráfico. Mi
madre tenía contactos en el negocio de la música, así que poco después
su marido se convirtió en el diseñador de las tapas de los discos. Vivíamos
en Laurel Canyon Boulevard; en una comunidad muy sesentona, en la
cima de Lookout Mountain Road. Esa zona de Los Angeles siempre fue
refugio muy creativo porque el paisaje era muy bohemio. Las casas se
ubicaban en la montaña entre el abundante follaje. Eran pequeñas casas
que ofrecían un lugar donde dormir y desayuno: Recibían una amplia
gama de personalidades; lo que hacía del lugar, un lugar especial: simple,
público, compartido, muy conectado con la naturaleza. Una zona muy
concurrida, un ambiente cálido, amigable; había músicos y artistas
viviendo allí cuando yo era chico: Joni Mitchell vivía un par de casas de
distancia, Jim Morrison vivía detrás de Canyon Store en ese momento, Glen
Frey también estaba ahí. Gley Frey había formado “The Eagles”
recientemente.
Era un lugar donde todo estaba relacionado: mi mamá diseñaba ropa
para Joni Mitchel y mi papá se encargaba de la tapa de su disco.
David Geffen era muy amigo de la familia; tengo un buen recuerdo de él.
David contrató a Guns n‟ Roses años más tarde, pero no sabía quién era yo
–y yo tampoco le dije nada-. Para la navidad de 1987, la llamó a Ola para
saludar y le pregunto por mí, le preguntó en qué andaba; ella le dijo
“Deberías saber bien en qué anda, vos le estas produciendo el disco”

Después de uno o dos años, nos mudamos al sur a un departamento en


Doheny. Me cambiaron de colegio y fue ahí cuando me di cuenta cuán
diferente era del resto de los chicos. Yo no tuve una habitación tradicional
de un chico; llena de juguetes y pintada en colores primarios. Nuestra casa
nunca estuvo pintada de tonos neutros. En mi casa se sentía olor a comida
e incienso; comíamos guisos. Tenia buena vibra pero el ambiente era muy
oscuro. Para mí estaba bien porque nunca me interesó relacionarme con
los chicos de mi edad. Prefería la compañía de adultos, porque los amigos
de mis padres siguen siendo las personas más interesantes que conozco.
Escuchaba la radio KHJ, en AM, las 24 horas, durante los siete días de la
semana y dormía con la radio prendida. Hacía la tarea del colegio y
sacaba buenas notas aunque mi maestra decía que prestaba atención un
rato y después me distraía el resto de la clase. La verdad es que a mí me
apasionaba el arte; admiraba profundamente al pintor impresionista
francés Henri Rousseau y como él, dibujaba selvas repletas de mis animales
favoritos. Mi obsesión por las serpientes comenzó desde chico. La primera
vez que mi madre me llevo a Big Sur, California a visitar a una amiga que
vivía ahí. Tenía seis años y recuerdo que me pase horas en el bosque
atrapando serpientes; hurgué en los matorrales y en los árboles, y no paré
hasta que complete una pecera. Después, las liberé.
Esa no es la única anécdota emocionante de ese paseo: tanto mi madre
como su amiga eran jóvenes alocadas que les gustaba correr con el VW
escarabajo que tenía mi mamá por las carreteras zigzagueantes de los
acantilados. Me acuerdo que iba en el asiento de atrás muerto de miedo
mirando por la ventana al océano y las rocas que estaban debajo a sólo
unos centímetros de mi puerta.

La colección de discos de mis padres era perfecta. Escuchaban de todo:


desde Beethoven hasta Led Zeppelin y yo continué buscando pequeños
tesoros no descubiertos en esa biblioteca hasta la adolescencia.
Conocía a todos los artistas, conocidos o no, porque mis padres me
llevaban a sus conciertos todo el tiempo además que mi mamá me
llevaba al trabajo.
Desde muy chico conocí las internas del negocio; los estudios de
grabación, las salas de ensayo, y también estudios de cine y TV. Presencié
los ensayos y grabaciones de Joni Mitchell, también estuve en las
grabaciones del programa de Flip Wilson (un cómico muy famoso en ese
entonces y que ha sido olvidado). Estuve en los ensayos y en el show de
una cantante pop australiana Helen Reddy, y también de Linda Ronstadt
en Troubadour.
Mi mamá también me llevo cuando le tocó vestir a Bill Cosby para su
shows, y también le confeccionó algunas prendas a su esposa.
También recuerdo ir con ella a ver a Pointed Sisters.
Obviamente, todo esto sucedió en el transcurso de su carrera; pero
cuando nos mudamos al departamento de Doheny, el negocio
“despegó”: Carly Simon venía a casa, también Minnie Ripperton, que era
cantante de soul.
Conocí a Stevie Wonder y Diana Ross. Mi madre me cuenta que también
conocí a John Lennon pero desafortunadamente no lo recuerdo. Lo que sí
recuerdo es haber conocido a Ringo Starr: mi madre diseñó el traje que
usa en la tapa de su álbum “Goodnight Viena”, en 1974. Era un traje de
talle alto –a la cintura-, color gris metálico con una estrella blanca en el
medio del pecho.
Cada prueba de sonido, cada “detrás de escena” que presencié junto
con mi mamá me provocaba algo mágico. No sabía bien qué pasaba
pero mi fascinaba en ese momento y todavía me fascina ver cómo se
monta un show; el escenario lleno de instrumentos esperando a la banda,
es muy emocionante. El sólo hecho de ver una guitarra todavía me
emociona. Tienen algo maravilloso, tácito: tienen el don de trascender la
realidad si “caen” en las manos correctas.
Mi hermano Albion nació en Diciembre de 1972, lo que modificó un poco
la dinámica de la familia; de pronto había una nueva personalidad entre
nosotros. Era divertido tener un hermano menor y me alegraba ocuparme
de él: me encantaba que mis padres me pidieran cuidarlo.
Pero no paso mucho tiempo cuando empecé a notar un gran cambio en
la familia. Mis padres no se comportaban de la misma manera cuando
estaban juntos y muy a menudo estaban separados. Las cosas se pusieron
feas cuando mi mamá empezó a tener éxito en su negocio y nos
mudamos a Doheny. La dirección era 710 North Doheny; ahora es un
terreno vacío donde venden los arbolitos de navidad en Diciembre.
También me gustaría nombrar a nuestro vecino de al lado: el auténtico,
autoproclamado Elvis negro, a quien pueden contratar para fiestas en Las
Vegas (por si a alguien le interesa)
Ahora que soy grande puedo entender cuáles eran los problemas (obvios)
que devoraron la relación de mis padres. A mi padre no le gustaba la idea
que mi madre y mi abuela (materna) sean tan unidas; lastimaba su orgullo
saber que mi abuela nos ayudaba con la plata, tampoco quería que ella
esté tan involucrada con la familia. Mi padre también tenía problemas: le
gustaba beber demasiado. Era un mal bebedor. Nunca fue violento
porque es demasiado inteligente y rebuscado como para expresarse a
través de la fuerza bruta, pero el alcohol despertaba su mal genio. Cuando
estaba borracho hacía comentarios inapropiados a expensas de quienes
estaban a su alrededor. No hace falta decirlo, ahí era cuando la
conversación se terminaba: nos levantábamos y nos íbamos.
Tenía sólo ocho años, pero debí haberme dado cuenta que algo estaba
realmente mal. Mis padres siempre se habían tratado con mucho respeto
pero unos meses antes que se separaran, se evadían totalmente. Mi madre
pasaba la mayoría de las noches fuera de casa y mi padre, las pasaba en
la cocina, solo, deprimido, bebiendo vino y escuchando al pianista Erik
Satie. Cuando mi mamá se quedaba en casa, mi papá y yo salíamos a
caminar por bastante tiempo. Él caminaba por todos lados, en Inglaterra y
en Los Angeles.
Antes de Charles Manson (el clan Manson asesinó a Sharon Tate y a sus
amigos) solíamos hacer dedo; Los Angeles era una ciudad “inocente”
antes de los asesinatos. Esas muertes significaron el fin de la utopía de los
‟60, de sus ideales, del „Flower Power‟.
Los recuerdos de mi infancia con Tony son como los de una película:
siempre caminando a su lado, con mucho respeto. Un día de esos, que
habíamos salido a caminar, me llevó a Fatburger y me contó que él y
mamá se iban a separar. Quedé devastado: lo único “estable” que tenía,
que conocía, se había roto. No pregunté nada, sólo miré mi hamburguesa.
Esa misma noche, mi mamá y yo nos sentamos a hablar y me explicó la
situación. Ella destacó los “beneficios”: Yo tendría dos casas para vivir. Lo
medité por un instante; de alguna manera, eso tenía sentido pero sonaba
más como una mentira; yo asentí con la cabeza mientras hablaba pero no
escuchaba lo que me estaba diciendo.
La separación de mis padres fue difícil pero cordial ya que no se
divorciaron hasta pasados unos años. Vivían cerca uno del otro, y tenían el
mismo grupo de amigos. Cuando se separaron, mi hermano tenía dos años
y obviamente debía vivir con mi madre pero a mí me dieron la
oportunidad de elegir con quién quería estar, y yo elegí vivir con mi mamá.
Ola nos crió lo mejor que pudo, viajando constantemente por el trabajo.
Sin necesidad, mi hermano y yo vivíamos yendo y viniendo de la casa de
mamá a la casa de la abuela. La casa de mis padres era poco
convencional, interesante, siempre llena de gente –pero siempre fue
estable-. Pero cuando el lazo que los unía se rompió; los cambios
constantes se transformaron en algo normal para mí.
La separación fue muy dura para mi padre y no lo vi por un tiempo. Fue
dura para todos nosotros. Para mí, se transformó en algo real cuando vi a
mi mamá en compañía de otro hombre. Ese hombre era David Bowie.

En 1975, mi mamá empezó a trabajar con David Bowie mientras grababa


“Station To Station”; ella diseñaba su ropa desde “Young Americans”.
Entonces, cuando el fue contratado para protagonizar la película “The
man who fell to Earth”, mi mamá fue también contratada como
vestuarista. La película se rodó en Nuevo México. Durante el rodaje ellos
tuvieron un affaire. Hoy, mirando atrás, pienso que no debe haber sido
gran cosa pero en ese momento era como ver un extraterrestre aterrizar en
fondo de tu casa.
Cuando mis padres se divorciaron, mi mamá, mi hermano, y yo nos
mudamos a una casa en Rangely Drive. Era una casa muy linda: las
paredes del living eran celeste cielo con nubes. Había un piano; y la
colección de discos de mi madre ocupaba toda una pared. Era una casa
atractiva, agradable, cálida. Bowie venía de vez en cuando con su esposa
Angie y su hijo Zowie.
Los setenta fueron únicos: para Bowie era algo totalmente natural traer a
su esposa e hijo a la casa de su amante para estar todos juntos. En ese
entonces, mi madre y David practicaban meditación transcendental. Ellos
cantaban delante del santuario que estaba en su cuarto.
A David lo acepté cuando lo conocí. Es inteligente, gracioso y
tremendamente creativo. La imagen de David debajo del escenario
enriqueció la imagen que tenía arriba de él. Fui a verlo con mi mamá
cuando tocó en L.A Forum en 1975 y muchas veces más; me encantaba el
momento en el que él salía al escenario, en su personaje; realmente
quedaba cautivado. Como artista, dio todo en el escenario, dejó su
esencia. También conocí al hombre muy bien, como era con su familia.
Resumió lo que es ser famoso: “Ser una estrella de rock es la unión de lo
que sos con lo que querés ser”
CAPITULO 2:
BANDIDOS EN BICICLETA

Nadie piensa que te van a arrancar la alfombra mientras uno camina


sobre ella; los cambios no se anuncian.
Mientras que el instinto y la intuición pueden proporcionarte señales de
advertencia, poco pueden hacer para prepararte para el sentimiento de
desarraigo que se siente después de que el destino ponga tu mundo al
revés. Ira, confusión, tristeza y frustración. Todo mezclado dentro de ti
creciendo como una bola de nieve. Te lleva años asentar toda esa
polvareda de emociones, mientras tenés que poner lo mejor de vos para
poder ver a través de la tormenta.
La separación de mis padres fue lo que se llama “una separación de
común acuerdo”. No hubo peleas, malos comportamientos; no hubo
abogados ni juzgados. Pero así y todo, me tomó años aceptar la situación
y lidiar con ese dolor. Perdí parte de mí y tuve que reinventarme a mi
tiempo. Aprendí muchas cosas, pero esas lecciones no me ayudaron
después cuando mi otra familia, la única que tenía se desintegro. Pude
divisar las advertencias esa vez, cuando Guns n‟ Roses empezó a
desmoronarse. Y aunque aquella vez fui yo el que me fui, volví a tener la
misma sensación, la mezcla de sentimientos. Fue igualmente difícil volver a
encontrar el camino de nuevo

La separación de mis padres fue un gran cambio para mí y yo también


cambié. Internamente seguía siendo un buen chico pero externamente
me volví bastante problemático. Expresar las emociones sigue siendo una
de mis debilidades, y lo que sentí en ese momento fue inenarrable, así que
me dejé llevar por mis instintos- me volví violento y tuve problemas en el
colegio.
En casa, la promesa de mis padres acerca de “tener dos casas para vivir”
no hubiera cambiado nada de lo que estaba sucediendo. Casi no vi a mi
padre durante el primer año que estuvieron separados, y cuando sí lo vi
me parecía algo extraño, intenso. Como dije, el divorcio le afectó
muchísimo, le costó mucho adaptarse a esa situación y para mí era muy
duro verlo así. Estuvo un tiempo sin trabajar; no podía. Vivía precariamente
y visitaba amigos. Cuando lo visitaba, salía con él y con sus amigos:
tomaban vino tinto, hablaban de arte –de Picasso especialmente; el artista
preferido de mi padre- y literatura. También íbamos a la biblioteca o al
museo de arte, donde solíamos quedarnos a dibujar.
Mi madre no tenía un lugar fijo. Trabajaba constantemente, viajaba
bastante para poder mantenernos. Pasábamos mucho tiempo en la casa
de mi abuela Ola –madre-, que era nuestra salvadora cuando el dinero no
alcanzaba. También pasaba bastante tiempo con mi tía y mis primos que
vivían al sur de L.A en una zona llamada South Central L.A. Su casa era
ruidosa, llena de niños; había mucha energía.
Nuestras visitas allí sirvieron para poner en orden la idea de “tener una
familia”.Tomando en cuenta todo, tenía el tiempo en mis manos y saqué
ventaja de eso.
Crecí demasiado rápido. A los doce tuve sexo, empecé a tomar, a fumar,
a drogarme, robé, me echaron del colegio, y en ocasiones hubiese
terminado preso si no hubiese sido menor de edad. Actuaba de acuerdo
con lo que sentía, tenía una vida intensa e inestable. Un rasgo importante
de mi personalidad surgió en este período: el ahínco con el cual perseguí
mis intereses.
A los doce mis gustos habían cambiado: de amar el dibujo a amar el
bicicrós…
En 1977, las carreras de bicicrós era el nuevo deporte extremo. También
estaban de moda el surf y el skate. Ya tenía algunos corredores famosos
como Stu Thompson y Scout Breithaupt, había revistas como “Bicycle
Motocross Action” y “American Freestyler” y se organizaban competiciones
constantemente. Mi abuela me compró una WebCo y quedé fascinado.
Comencé a ganar carreras, y salí en algunas revistas como futuro corredor
en la categoría de 13 y 14 años. Realmente me encantaba. Estaba
preparado para competencias más grandes, y había conseguido sponsor.
Pero algo faltaba. Sentía que por alguna razón, el BMX no me satisfacía del
todo. La respuesta llegaría años mas tarde.
Después del colegio solía ir a una tienda de bicicletas, y me sumé a un
grupo que corría para una tienda llamada “Spokes and Stuff”, donde
conocí a gran parte de mis viejos amigos, y otros trabajaban en “Schwinn”
en Santa Mónica. Éramos más o menos 10 chicos que recorríamos
Hollywood todas las noches. Todos nosotros (excepto dos hermanos)
teníamos historias familiares similares. Uno encontraba consuelo en
compañía de otro: ellos eran los únicos compañeros con los que podía
contar habitualmente.
Nos encontrábamos todas las tardes en Hollywood e íbamos desde Culver
City hasta La Brea Tar Pits, ocupando las veredas como si fuesen carreteras.
Saltábamos hacia cualquier pendiente que encontrásemos y sin importar si
era medianoche u hora pico, siempre quitábamos del camino a los
peatones. Sólo éramos chicos traviesos en pequeñas bicicletas, pero si lo
multiplicás por 10, considerás que pasábamos todos juntos por la vereda
corriendo a máxima velocidad, éramos una fuerza para tener en cuenta.
Nos subíamos a los bancos de las paradas del bus, muchas veces cuando
había gente sentada, también nos subíamos a las bocas de incendio, y
competíamos constantemente para superar al otro. Éramos adolescentes
desilusionados tratando de pasar un mal momento en nuestras vidas, lo
pasamos saltando por las calles de Los Angeles.
Corríamos por un camino de tierra en Valley hasta Reseda (cerca del
juzgado de menores). Esto estaba más o menos a 15 millas de Hollywood,
que es una meta bastante ambiciosa. Solíamos atar las bicicletas a algún
paragolpes en Laurel Canyon Boulevard, para reducir el tiempo de viaje;
veíamos pasar los autos como los asientos de una aerosilla, esperábamos
un rato y después cada uno elegía un auto y volvíamos a la cima de la
montaña.
Mantener el equilibrio en una bicicleta, incluso una con un muy bajo
centro de gravedad, mientras esta amarrada a un auto que va a 30 o 40
millas por hora es emocionante pero peligroso en un suelo normal; ahora,
intentar hacer eso en una montaña con curvas y contra-curvas muy
cerradas, cuesta arriba, como era Laurel Canyon es totalmente diferente.
Todavía me pregunto como es que nunca ninguno rodo por la montaña.
Me sorprende más recordar que hacía este recorrido (subir y bajar de la
montaña) sin tener frenos la mayoría de las veces. Ser el más joven del
grupo para mi significaba que siempre tenía algo que demostrar a mis
amigos cuando corríamos; y a juzgar por la cara que ponían luego de
alguna de mis acrobacias, lo lograba. Pueden haber sido sólo
adolescentes, pero mis amigos no eran fáciles de cautivar.
A decir verdad, éramos una pandilla de chicos “difíciles”; pequeños
criminales.
Uno de ellos era Danny Mc Cracken. Tenía 16 años, era fuerte, callado,
“pesado”, con el no se jodía. Una noche Dany y yo robamos una bicicleta
con suspensión y mientras que él deliberadamente trataba de romper las
horquillas, saltándoles encima, para divertir al resto, tropezó con el
manubrio y se cortó la muñeca; fue un corte profundo. Vi venir el
accidente y observé todo como en “cámara lenta” mientras que la sangre
brotaba a chorros.
Danny gritó AHHHH!!!! Con dolor y todo, su voz era suave considerando
que era del tamaño de Mike Tyson.
“A la mierda!”
“Carajo!”
“Danny se lastimó!”
Danny vivía a la vuelta de la esquina, así que dos de nosotros lo
acompañamos hasta la casa.
Llegamos a la casa, tocamos el timbre, la madre abrió la puerta y miró la
muñeca de Danny. Luego nos miro despreocupada, como descreyendo lo
que había sucedido con su hijo. “Y qué carajo quieren que haga yo?!”, nos
contestó; luego pegó un portazo.
No sabíamos qué hacer; Danny estaba pálido y no sabíamos para qué
lado estaba el hospital y la sangre seguía brotando. Bajamos a la calle y
paramos el primer auto que pasó. Acerqué mi cara a la ventanilla y dije:
“Hey, mi amigo se está desangrando; nos llevás al hospital?”. “Se va a
morir!”, grité histérico. Por suerte la mujer que conducía era enfermera.
Cargó a Danny en el asiento delantero y nosotros seguimos al auto en
bicicleta. Cuando llegó al hospital no esperó un instante; la sangre le
brotaba a chorros y lo hicieron pasar inmediatamente, mientras toda la
gente miraba enfurecida.
Los doctores cosieron la herida pero ése no es el final de la historia: cuando
salió del consultorio hacia la sala de espera donde estábamos nosotros, se
le soltó uno de los puntos; la sangre brotó de tal manera que dejó
manchas en el techo, lo que enloqueció y disgustó a los que estaban
presentes. No es necesario decirlo: lo llevaron nuevamente al consultorio y
suturaron por segunda vez la herida. Finalmente se solucionó el problema.

Los únicos seres “emocionalmente estables” de la pandilla eran John y


Mike. Los llamábamos „los hermanos Cowabunga‟. Eran estables por varias
razones: vivían en Valley -una próspera zona suburbana-, sus padres no
estaban separados, tenían hermanas, y vivían todos juntos en una bella
casa tradicional. Pero no eran los únicos hermanos del grupo; también
estaban Jeff y Chris Griffin. Jeff trabajaba en Schwinn y Chris era su
hermano menor. Jeff era el más grande el grupo, tenía 18 años y un
trabajo que tomaba en serio. John y Mike eran bastante parecidos en su
forma de ser; no puedo decir lo mismo que Jeff y Chris. Chris siempre
trataba de imitar a su hermano mayor y fallaba invariablemente. Tenían
una hermana muy linda, muy atractiva; se llamaba Tracey. Ella se había
teñido el cabello de color negro por el solo hecho que toda su familia era
naturalmente rubia. Tracey tenía un aire gótico incluso antes que ese estilo
estuviese de moda.
También estaba Jonathan Watts. Era el más loco de todos nosotros, estaba
realmente insano. Era capaz de hacer cualquier cosa sin importar lo que
pudiera pasarle: ya sea lastimar su cuerpo o terminar preso. Yo tenía solo
doce años pero así y todo sabía bastante de música y gente como para
que me pareciera extraño que Jonathan y su padre fueran fieles
admiradores de Jethro Tull. Mejor dicho, adoraban a Jethro Tull. Me da
pena decir esto, pero Jonathan no esta más con nosotros; murió
trágicamente de sobredosis después de haber pasado años tanto como
alcohólico empedernido como abanderado de Alcohólicos Anónimos.
Habíamos perdido contacto hace tiempo, pero lo volví a ver en una
reunión de A.A a la que me ordenaron ir (para poner un poco las cosas en
orden) luego de ser arrestado por una noche a finales de los ‟80. No lo
podía creer; llegué a la reunión, escuché lo que hablaban y después de un
rato me di cuenta que el moderador la reunión (alguien tan partidario de
la sobriedad como el teniente Hill Kilgore –el personaje de Robert Duvall en
“Apocalipsis Now”-) no era otro que Jonathan Watts. El tiempo es un gran
catalizador para los cambios; nunca sabes dónde van a ir a parar dos
“almas gemelas”- o dónde nos volveremos a ver.
En ese momento, esos chicos y yo pasábamos muchas tardes en el
Colegio Primario Laurel, haciendo uso del patio. Era un punto de
encuentro; para andar en bicicleta o en skate, para juntarse a tomar
alcohol o a fumar marihuana. El patio tenía dos niveles conectados por
largas rampas de cemento; pedían por favor ser utilizadas por ciclistas o
skaters. Aprovechábamos todo: desarmábamos las mesas de picnic y las
usábamos de obstáculos que nos llevaban al otro nivel. No estoy orgulloso
de haber destruido de a poco un edificio público, pero subir y bajar por las
rampas, o saltar sobre los obstáculos, era muy emocionante; valía la pena.
Nosotros éramos pequeños delincuentes, pero tipos creativos que iban a
hacer cosas buenas también se reunían ahí. Me acuerdo de Mike Balzary,
más conocido como „la pulga‟, tocando la trompeta y los artistas
vendiendo cuadros. Quizá no era el lugar perfecto pero todos nos
sentíamos orgullosos de la escena que habíamos creado.
Desafortunadamente, los que pagaban las consecuencias eran los
maestros y alumnos, que tenían que limpiar y acomodar todo el desorden.
El director del colegio, torpemente, decidió tomar el toro por las astas: se
sentó a esperarnos para enfrentarnos. Esto no terminó bien. Nos burlamos
bastante de él, se puso loco y mis amigos y yo tuvimos una discusión. Todo
se fue de las manos muy rápido, y una persona que pasaba por ahí llamó
a la policía. Nada asusta mas a los chicos que el sonido de la sirena, así
que muchos de mis amigos huyeron. Desafortunadamente, yo no era uno
de ellos. Otro chico y yo fuimos los únicos que detuvieron; nos esposaron a
la baranda del frente del colegio, justo en la calle para que todos vieran.
Éramos como animales enjaulados, privados de la libertad y no muy felices
con eso. Nos negamos a cooperar: nos burlamos, les dimos nombres falsos,
nos comportamos muy mal, los llamamos „cerdos‟. Los policías siguieron
preguntando, y trataron de asustarnos, pero nosotros nos negamos a dar
nuestros nombres y direcciones; así que como teníamos 12 años y no
teníamos necesidad de llevar documentos, no les quedó otra alternativa
que dejarnos ir.

La pubertad se inició en mí a los trece, cuando cursaba la secundaria en el


Bancroft Junior High en Hollywood. Sea lo que sea que sentía con respecto
al divorcio de mis padres, paso a un segundo plano para dar lugar a la
invasión de hormonas. Pasar todo el día en la escuela no tenía sentido, así
que la dejé. Empecé a fumar marihuana frecuentemente y andar mucho
más en bicicleta. Me resulto difícil controlarme: Quería hacer lo que
quisiera, al instante. Una noche, mientras mis amigos y yo planeábamos la
forma de entrar a robar en Spokes and Stuff (la tienda de bicicletas donde
nos reuníamos) por alguna razón que no recuerdo, divisé a un chico que
estaba espiándonos por la ventana de un departamento que quedaba
cruzando el callejón. Que estás mirando?! No me mires?! -grité y le tiré un
ladrillo a la ventana.
Los padres llamaron a la policía, por supuesto, y los oficiales que
respondieron el llamado nos persiguieron por todo Hollywood y West
Hollywood. Nos metimos de contramano, entre medio del tráfico, cortamos
camino por callejones, tomamos los parques; ellos eran tan perseverantes
como Jimmy “Popeye” Doyle, el personaje de Gene Hackman en “The
French Connection”. Dábamos vuelta a la esquina y ellos estaban ahí.
Eventualmente huíamos hacia Hollywood Hills y nos escondíamos en los
cañones más alejados como si fuéramos bandidos del Lejano Oeste; y
como sucede en las películas de cowboys, cuando creíamos que era
seguro dejar la guarida para volver al rancho, éramos interceptados por los
mismos policías.
Pienso que la razón por la cual me persiguieron a mi y no al resto de mis
amigos cuando nos separamos, fue porque yo era el mas pequeño.
Pedaleé rápido por todo el vecindario, pero no podía eludirlos hasta que
busque refugio en un estacionamiento subterráneo, baje un par de niveles,
me metí entre los autos, me escondí en un rincón y me tire al piso, rogando
que no me encontraran. Entraron al garage a pie y cuando finalmente
llegaron al lugar donde yo estaba escondido, ya habían dado por
terminada la “cacería” –creo-, buscaron entre los autos con las linternas; y
cuando los tenía más o menos a dos metros de distancia, retrocedieron.
Debo decir que tuve suerte.
Esta batalla entre mis amigos y la policía continuó durante todo el verano y
desde luego no era una forma constructiva de pasar el tiempo, pero en mi
cabeza, a esa altura, era algo muy divertido.
Era muy bueno manteniendo mis asuntos en privado, pero cuando me
equivoque, mi mama y mi abuela fueron muy comprensivas.
Para la mitad de la secundaria, estaba en casa el menor tiempo posible.
En el verano de 1978, no tenia ni idea que mi abuela se iba a mudar a un
nuevo complejo en la intersección de Kings Road y Santa Mónica
Boulevard. Conocía el lugar porque pasaba en bicicleta cuando lo
estaban construyendo; era gigantesco, ocupaba toda la manzana.
Mis amigos y yo iríamos a drogarnos y correr carreras por los pasillos y por la
escalera, a cerrarle la puerta en la cara a la gente, a saltar sobre los
barandales y dejar las marcas del derrape sobre las paredes recién
pintadas.
Una vez, cuando estábamos haciendo esto, doblé en la esquina gritando y
casi derribo a mi mama y a mi abuela que venían con los brazos cargados
con las pertenencias de Ola madre y que las llevaban hacia el
departamento nuevo. Nunca me voy a olvidar la cara de mi abuela en
ese momento: la expresión era una mezcla de susto y horror. Me contuve,
pude frenar. Pero al mirar por arriba del hombro vi al último de mis amigos
girar muy rápido y perderse de vista. Yo tenía un pie en el suelo y otro en el
pedal, pensando que podría escaparme.
“¿Saúl?”; dijo Ola madre con una voz muy dulce y aguda, “eres tu?”
“Si abuela, soy yo” le respondí “¿como estas? Mis amigos y yo pasamos a
visitarte”
La mentira no resulto con mi mama, pero Ola madre estaba tan contenta
de verme, que Ola hija me dejo continuar. De hecho, funciono tan bien
que al final termine viviendo con mi abuela unas semanas mas tarde.
En ese momento es cuando empieza la hazaña en Hollywood. Pero
llegaremos ahí en un rato.

No voy a ponerme a analizar como fue que la cleptomanía se volvió “mi


otro nuevo interés”; pero debo aclarar que fui un adolescente “difícil de
tratar” desde muy chico. Robe lo que pensé que necesitaba y no me
podía comprar; robe lo que pensé que me haría feliz tener; y a veces robe
solo por robar.
Robe muchos libros porque siempre me gusto leer; robe muchísimos
cassetes porque amaba la música. Los cassetes –para los más jóvenes que
no saben qué son- tenían ciertas desventajas: la calidad de sonido se
desgastaba, la cinta se enredaba en la casetera y se derretían si los
dejabas al rayo del sol, pero era muy fácil llevárselos. Eran del tamaño de
un paquete de cigarrillos chico, así que un ratero ambicioso podía llevarse
la colección completa de su banda escondida entre la ropa y salir
caminando sin que nadie se de cuenta de nada.
En mi peor momento, podía llegar a robar tantas cosas como pudiera
esconder entre mi ropa, luego salía, las dejaba en los arbustos y volvía a
robar más, muchas veces en la misma tienda.
Una tarde me robe un par serpientes de Aquarium Stock Company, una
tienda de mascotas a la que solía ir bastante seguido; los dueños se habían
acostumbrado a mi presencia y no creo que pensaran que yo podría
robarles. No eran mala gente, simplemente me gustaban mucho las
serpientes que vendía, no respete lo suficiente la tienda y me lleve algunas
a casa. Las enrosque en las muñecas y me puse la campera encima
teniendo cuidado que las serpientes no sobrepasaran el antebrazo.
Un día fui a la ciudad y agarre un montón de serpientes, me dirigí a la
calle, las escondí y volví al local a tomar un libro que me enseñara como
cuidar las serpientes que me había robado.
Una vez, me robe un camaleón Jackson. Robar un camaleón no es algo
sutil; tienen astas, miden 10 pulgadas y se alimentan de moscas, tienen el
tamaño de pequeñas iguanas y ojos protuberantes piramidales, extraños.
Tenía muchas agallas cuando era chico: Salí caminando de la tienda. Era
un animal muy caro y exótico. Me fui a casa con él, pero no podía inventar
una historia que explique adecuadamente su presencia en la casa, así que
no me quedo otra que dejarlo vivir en el fondo de mi casa que tenia un
alambrado cubierto por una enredadera, al lado del cesto de basura. Me
había robado un libro de camaleones Jackson, así que sabia que les
gustaba comer moscas y el mejor lugar que encontré es cerca del cesto
de basura, ya que es común encontrar moscas ahí. Todos los días era una
aventura buscarlo porque era muy habilidoso para esconderse y mezclarse
con el medio en el que estaba; como todos sabemos los camaleones
tienen esa capacidad, se mimetizan. Siempre me llevaba un tiempo
localizarla y adoraba ese desafío. El jueguito duro más o menos 5 meses;
después de un tiempo mejoro tanto su habilidad que nunca mas pude
encontrarla. La busque durante dos meses, todas las tardes, pero fue inútil.
No se que le sucedió, pero considerando las miles de posibilidades de lo
que pudo haberle ocurrido espero que haya tenido un buen fin.
Tuve mucha suerte de no ser atrapado las veces que robé, que fueron
realmente muchas. Se me hacia tan fácil hacerlo que un día me atreví a
llevarme de un local de artículos deportivos, un bote inflable... inflado.
Necesitó cierta planificación pero lo hice, me lo robe. No sé cómo no me
atraparon.
No fue gran cosa; te voy a contar el método: el bote estaba colgado en
una pared cercana a una puerta lateral que conducía a un pasillo que
tenia salida al callejón. Una vez que pude abrir esa puerta sin que nadie
sospechara, descolgar el bote fue fácil; luego lo oculte de la vista de la
gente en una muestra de productos de camping. Después espere el
momento para sacarlo de la tienda y llevarlo hasta la esquina donde me
esperaban mis amigos. Ni siquiera me lo quede; una vez logrado el
objetivo, lo deje en el jardín de una casa, una cuadra más adelante.
No estoy orgulloso de eso, pero a fin de cuentas, cuando estaba a 10 millas
de mi casa, sin plata y con la rueda de la bicicleta pinchada, me alegra
que se me hiciera fácil robar una nueva de Toy”R”Us. De otra manera, si
hubiera tenido que hacer dedo para volver a casa, vaya a saber Dios en
qué situaciones me hubiese involucrado.
De todas maneras, como alguien que repetidamente tienta la suerte,
debo admitir que cuantas veces trates de convencerte de que tus
acciones son “necesarias” o que haces eso “porque no tenés otra
alternativa” y vos sabés que no es tan así y que lo que haces esta mal,
tenés que saber que al final siempre te descubren.
En mi caso, en tanto estamos hablando de “robar”, al final me atraparon
en Tower Records, en Sunset Boulevard, la disquería preferida de mis
padres. Recuerdo muy bien ese día: era uno de esos momentos en los que
uno sabe que algo no esta bien pero de todas maneras se prende en la
aventura.
Tenia 15 años, creo y recuerdo que estacione la bicicleta y pensé „debes
ser cuidadoso con este lugar‟. Esa revelación no me ayudo para nada: Fui
muy avaro. Entre al lugar, rellené de cassetes la campera, los pantalones;
toda mi ropa estaba abarrotada de cassetes, eran tantos que pensé
„quizá debería comprar algunos sólo para confundir a los cajeros‟; creo
que elegí uno del Cheap Trick, “Dream Police” y uno de Led Zeppelin,
“Houses of the Holy”. Los tome y fui hacia el mostrador, me los cobraron y
me dirigí a la salida.
En ese momento pensé `ya pasó, estoy fuera de peligro‟.
Estaba en la calle, junto con mi bicicleta, ya preparado para „volar‟ de ahí
cuando siento una mano en el hombro. Negué todo pero me habían
agarrado: me llevaron arriba a una oficina desde la cual me habían visto
robar, luego me mostraron la cinta.
Llamaron a mi madre; y devolví todos los casettes que había guardado
entre la ropa. Ellos los acomodaron todos sobre una mesa para que mi
madre los viera cuando llegara. Supere muchas cosas cuando era chico,
pero ser atrapado por robar casetes en la disquería a la que mis padres
habían ido por tanto tiempo era una ofensa que era más importante para
la familia que para la ley. Nunca me voy a olvidar de la cara de Ola
cuando llego a esa oficina y me encontró sentado junto a todo lo que
había querido robar. No dijo demasiado, porque no era necesario: estaba
claro que ella pensaba que no podría haber hecho eso.
Al final, Tower no presento ningún cargo porque toda la mercancía fue
recuperada. Me dejaron ir con la condición de que nunca mas vuelva a
poner un pie en el local, también porque el dueño reconoció que mi
mama era una clienta frecuente.
Por supuesto, cuando me contrataron para trabajar en la misma tienda 6
años mas tarde en la parte de videos, todo el tiempo estaba convencido
de que alguien recordaría ese incidente y que me iban a despedir.
Pensaba que un día cualquiera se darían cuenta que mentí
descaradamente en la solicitud de empleo y que suponían algo que yo
sabia que era verdad: todo lo que había logrado robar hasta que me
atraparon valía bastante más que un par de meses de sueldo.

Todas las permutas se resolverían en los 8 años subsiguientes, pero solo


cuando había encontrado una familia estable de mi propia autoría.
En el vacio que dejo la disolución de mi familia, yo construí mi propio
mundo. Tuve suerte que a pesar de mi edad, durante el periodo de prueba
de mis límites, hice un amigo que siempre se ha estado conmigo, incluso
cuando estuvimos lejos. Todavía es uno de mis confidentes y al que
después de 30 años todavía sigo molestando.
Se llama Marc Canter; su familia es la dueña del complejo Canter´s Deli en
North Fairfax. Los Canter se mudaron a New Jersey y abrieron un
restaurante en los ‟40 y desde entonces ha sido un punto neurálgico para
los tipos del show business, porque la comida es buena y además esta
abierto las 24 horas. Esta a media milla de Sunset Strip, y en los ‟60 ha sido el
refugio de muchos músicos y sigue siéndolo hasta hoy. En los ‟80, los Guns
han ido a comer allí de madrugada. “The Kibbitz Room” es el bar y
también hay shows en vivo; queda justo al lado del restaurant y pertenece
a él.
Los Canters han sido maravillosos conmigo; me dieron trabajo y refugio.
Nunca dejaré de agradecerles todo lo que hicieron por mí.
Conocí a Marc cuando estaba en el colegio primario, en Third Street
Elementary School, pero nos hicimos realmente amigos cuando le robe la
bicicleta en quinto grado.
Nuestra amistad fue sólida desde el principio. Nos juntábamos en el parque
Hancock que quedaba al lado de un barrio opulento donde él vivía.
Solíamos ir al viejo teatro “Pan Pacific” –hoy es el “Grove Shopping Center”-
. El Pan Pacific era una reliquia; había sido un glamoroso cine-teatro en los
‟40; tenía arcos en el techo y una gran pantalla en la que pasaban
películas y que definió una generación con respecto a la cultura y el cine.
En esos días, el teatro seguía siendo hermoso, los arcos verdes estilo Art
Deco estaban intactos pero el resto, estaba en ruinas. Al lado estaban la
biblioteca pública y un parque que tenia una cancha de basketball y una
pileta. Al igual que el Laurel Elementary también era el punto de reunión
para chicos de 12 a 18 años que alguna razón u otra, se sienten cómodos
en la noche.
Mis amigos y yo éramos los jóvenes del grupo. Las chicas estaban tan fuera
de nuestro alcance que no podíamos invitarlas a salir, pero lo hacíamos
igual. Había algunos fracasados y marginales, muchos de ellos Vivian en el
viejo teatro y subsistían gracias a la comida que robaban en la verdulería
de al lado, dos veces por semana. Marc y yo estábamos fascinados; nos
aceptaron en el grupo porque casi siempre teníamos marihuana, que era
muy requerida allí. Conocer a Marc promovió un gran cambio en mí; era
mi primer gran amigo, el que me entendía cuando me sentía solo. Ninguno
de los dos ha tenido lo que se llama “una vida normal”, pero estoy
orgulloso de que hoy estemos tan unidos como en aquel entonces. Esa es
mi definición de “familia”. Podes no haberlo visto en años pero cuando se
encuentran, se tratan como el primer día. Un verdadero amigo es el que
está presente cuando se lo necesita; no solo en las vacaciones o los fines
de semana.
Me di cuenta de eso, unos años mas tarde. Cuando no me importaba no
tener plata para comer, porque lo poco que tenia lo guardaba para
promocionar Guns n‟ roses. O cuando no tenía un mango, ni para los
afiches ni para las cuerdas de la guitarra. En esos momentos Marc estuvo a
mi lado. Afronto mis gastos; para lo que sea que necesitara dinero, lo tenía.
Le devolví la plata cuando pude hacerlo; cuando empezaron a contratar
a Guns. Pero nunca me olvide que Canter estuvo conmigo cuando estaba
deprimido y sin un peso.
CAPITULO 3:
CÓMO TOCAR LA GUITARRA.
CÓMO TOCAR ROCK AND ROLL.

Verte a vos mismo fuera de contexto, alejado de tu propio punto de


vista, te hace ver las cosas de otra manera. Es como escuchar tu voz en
un contestador. Es como conocer a un extraño o descubrir un talento
que no sabias que tenias.
La primera vez que hice el punteo de una melodía lo suficientemente
bien como para sonar como la original, tuve esa sensación.
Cuanto más aprendía a tocar, más me sentía ventrílocuo: podía
reconocer mi lado creativo a través que esas seis cuerdas, pero era
algo más que eso. Las notas y los acordes se han vuelto mi segunda
lengua y la mayoría de las veces, ese vocabulario expresa lo que siento
cuando las palabras no me alcanzan. La guitarra es mi conciencia
también: cuando perdí el rumbo, me hizo volver a encontrarlo; cuando
se me olvido, me hizo recordar por qué estoy aquí.

Todo se lo debo a Steven Adler, él fue el responsable. Por él, yo toco la


guitarra.
Nos conocimos una noche en Laurel Elementary a los 13 años de edad,
mientras yo andaba en bicicleta y él andaba en skate –muy mal-. Una
vez se pego un golpe muy feo y yo me acerqué a ayudarlo; desde ese
momento fuimos inseparables.
Steven se crio en Valley con su mamá, su padrastro y dos hermanos
hasta que su mamá no soporto mas su mal comportamiento y lo mando
a casa de su abuela, que vivía en Hollywood. Vivió allí pero el resto de
la primaria incluyendo los veranos. Luego volvió a su casa para ir a la
secundaria.
Steven es un tipo especial, un maleducado que solo los abuelos
pueden amar, pero jamás podrían convivir con él.
Steven y yo nos conocimos en el verano antes de empezar 8º grado y
seguí reuniéndome con él hasta la secundaria, desde que yo me mude
de Hancock, donde vivía mi madre a la casa de mi abuela, en
Hollywood.
Ambos íbamos al mismo colegio, al Bancroft Junior High, y vivíamos en
el mismo vecindario.
Por lo que sé, nunca pasó una semana completa en el colegio, siempre
estaba ausente. Yo pasaba de grado porque me iba bastante bien en
dibujo, música, lengua; mi promedio era lo suficientemente alto como
para aprobarlas; sacaba buenas notas porque eran las únicas que me
interesaban. Excepto esas materias, el resto no me gustaban y faltaba a
las clases. Pasaba en Dirección mucho tiempo, ya sea porque me
robaba las planillas de asistencia o porque me olvidaba de hacerle
firmar a mi mamá las notas. La única razón por la cual terminé la
primaria fue porque las maestras se declararon en huelga durante el
año, y fueron reemplazadas por suplentes, a las cuales se me hacia muy
fácil mentirles y conquistarlas. No voy a entrar en detalles, pero
recuerdo clases enteras tocando en la guitarra la canción preferida de
la maestra. Y BASTA!! Ya conté suficiente.
Honestamente, la escuela no estuvo tan mal: tenía muchos amigos, una
novia (en breve llegaremos ahí) y participe libremente en todo lo que
hiciese del colegio, un lugar divertido para los adictos.
A la mañana temprano, antes de entrar al aula, nuestro grupo se reunía
en el vestuario para inhalar “Amyl nitrito”, -un gas que dilata los vasos y
baja la presión arterial, mientras brinda una breve sensación de euforia-,
luego un par de cigarrillos y a la hora del almuerzo nos volvíamos a
juntar en la plaza para fumar un par de porros. Hacíamos lo que
podíamos para que los días en la escuela fueran un poco más
agradables.
Cuando no íbamos a la escuela, Steven y yo nos pasábamos el día
vagando por Hollywood con la cabeza en las nubes hablando de
música y tratando de conseguir dinero de cualquier forma: haciendo
trabajos esporádicos para gente que conocíamos ocasionalmente
(ayudar a mover muebles por ejemplo), pidiéndolo haciéndonos pasar
por mendigos, o robándolo.
Hollywood siempre ha sido un lugar extraño que atrae gente extraña
pero al final de los ‟70, todos los cambios que hubo a nivel cultural: el fin
de la revolución de los ‟60, el uso generalizado de drogas y la libertad
sexual, habían creado una nueva especie de personajes realmente
raros.
No recuerdo cómo lo conocimos, pero había un tipo que solía darnos
dinero por nada, sólo nos sentábamos a charlar un rato con él. Creo
que un par de veces también nos pidió que le hiciéramos las compras.
Definitivamente era extraño pero él no era lo suficiente peligroso como
para hacer algo de lo cual dos chicos de 13 años no se pudieran
defender. Además, el dinero extra valía la pena.
Steven era absolutamente desinhibido, así que se las arreglaba para
conseguir dinero habitualmente de muchas maneras. Una de ellas era
Clarissa, una vecina tenía aproximadamente 25 años y que vivía cerca
de mi casa. Un día la vimos sentada en la puerta; cuando pasamos por
ahí, Steven la saludo. Luego se pusieron a hablar y nos invito a pasar a
su casa; después de un tiempo yo decidí irme pero Steven me dijo que
él iba a quedarse un rato más. Resulta que tuvo sexo con ella esa
noche y para rematar consiguió que ella le diera algo de plata. No
tengo idea como hizo, pero sé que se vieron unas cuatro o cinco veces
más, y cada vez le dio dinero. Era increíble. Lo envidiaba muchísimo.
Una y otra vez, Steven siempre estaba metido en situaciones similares y
frecuentemente no tenían un final feliz. En este caso, Steven estaba
teniendo sexo con Clarissa, su compañera de piso –que era gay- entró
a la habitación y los sorprendió juntos. Ella se lo sacó de encima de un
empujón y él cayó al piso...boca abajo. Ese fue el final de la historia.
Steven y yo nos las arreglábamos bien. Yo robaba los casetes y las
revistas de rock que necesitábamos. Había muchas otras cosas en las
que nos interesaba gastarnos la plata aparte de gaseosas y cigarrillos,
así que estábamos en forma. Recorríamos Sunset Boulevard de punta a
punta, luego Hollywood Boulevard desde Sunset hasta Doheny,
buscando posters de rock en los negocios, zambulléndonos en ellos
cuando encontrábamos algo que nos gustaba. Deambulábamos por el
lugar, formábamos parte de ese osado y divertido microclima. Solíamos
juntarnos en un lugar llamado “Piece O‟ Pizza” y quedarnos por horas
escuchando a Van Halen en la rocola una y otra vez. Era como un
ritual. Steven me había hecho escuchar su primer disco unos meses
atrás. Fue uno de esos momentos en los que me sentí abrumado.
“Tenés que escuchar esto,” me dijo, con los ojos bien abiertos, “la
banda se llama Van Halen, son bárbaros!”; yo tenia mis grandes dudas
porque Steven y yo no compartíamos la misma idea de “buena
música”. Puso el disco y el „solo‟ de Eddie en Eruption exploto en los
parlantes. “JESUCRISTO!” le conteste, “que diablos es eso?!”

Ese año, vi mi primer gran concierto de rock. Fue en el California World


Music Festival en el coliseo L.A Memorial, el 8 de abril de 1979. Había
110.000 personas y los músicos que participaban eran una locura: había
cientos de bandas invitadas. Los principales eran Ted Nugent, Cheap
Trick, Aerosmith y Van Halen. Sin duda, Van Halen aplasto al resto de las
bandas que tocaban ese día, incluso a Aerosmith. Creo que eso no era
difícil: Aerosmith estaba tan mal en esa época que se me hizo imposible
diferenciar una canción de la otra en su show. Yo era su fan y la única
canción que pude reconocer fue “Season of Wither”.
Finalmente cuando llegamos a las puertas de “Rainbow” y “Starwood”,
Steve y yo sentimos que habíamos llegado a la cima, que nos habíamos
graduado; estábamos en el centro de la escena del „pre-glam metal‟,
formabamos parte de ella. Van Halen comenzó allí y Motley Crew
estaba por entrar también. Además de esas bandas, el punk rock
estaba dando los primeros pasos.
Siempre había un montón de gente en la puerta de esos clubs y desde
que tenia acceso a las drogas, se las vendía no sólo por el dinero sino
porque nos acercaba a esa escena.
Había tanta actividad en Hollywood y West Hollywood a la noche; la
escena homosexual que se desarrollaba alrededor de “The French
Quarter”, un pituquísimo restaurante gay y Rusty Nail, un bar también
para gays, entre otros; estaba justo enfrente de la escena del rock que
era mayoritariamente hetero. Esa yuxtaposición nos parecía muy
bizarra. Todo era muy extraño y absurdo, encontrabas freaks por todas
partes pero nosotros aceptábamos a todos.
Steve y yo nos metimos en toda clase de problemas que
aparentemente eran inofensivos. Una noche mi papa nos llevo a una
fiesta organizada por un grupo de amigos artistas que Vivian a lo largo
del callejón en Laurel Canyon. El anfitrión de la fiesta, Alexis, era amigo
de mi papa. Él había preparado un barril de ponche terriblemente letal,
que mantenía a todo el mundo completamente borracho. Steven se
había criado en Valley y nunca había visto una escena tan divertida:
esto era un grupo de artistas excéntricos post-hippies; así que la
combinación de la gente y el ponche le voló la cabeza
completamente. El y yo podíamos aguantar el licor pero esto era
demasiado avanzado para nosotros. Yo estaba tan borracho que no
me di cuenta que Steven se había ido con la chica que vivía en el
cuarto de huéspedes del piso de abajo. Terminó acostándose con ella,
lo que no fue del todo bueno: era casada y tenía aproximadamente 30
años.
Para un chico de trece años, una persona de 30 es casi de la tercera
edad. Para mi, Steven se había acostado con una abuelita, con una
`mujer mayor‟ que resulto siendo la „mujer mayor‟ de otra persona.
A la mañana siguiente, desperté en el piso con el sabor del ponche en
la boca; me sentía como si me hubieran clavado un clavo en la
cabeza, así que me fui a dormir a la casa de mi abuela; Steven opto
por quedarse un rato más en la cama de abajo. Hacia mas o menos 10
minutos que había llegado a casa cuando mi papa me llamo por
teléfono para decirme que Steven debería temer por su vida. La mujer
con la que había pasado la noche se lo había confesado a su marido y
éste estaba muy disgustado al respecto. El hombre, según mi padre,
tenia pensado ahorcar a Steven, y Tony me aseguró lo había
amenazado de verdad. Esto no lo tome en serio, pero mi papa me
conto que el tipo había prometido que iba a matar a Steven. Al final no
paso nada, Steven pudo zafar del tipo; pero era sólo una advertencia
de las cosas por venir. A los trece, Steven resumió sus objetivos a solo
dos cosas: estar con chicas y formar una banda de rock.
No puedo culparlo por su profecía.
Ya a los trece años su conocimiento sobre música, al que
(probablemente por su habilidad con las mujeres) siempre considere
superior al mío, Steve había llegado a la conclusión que había sólo tres
bandas importantes de rock and roll: Kiss, Boston y Queen. Él les rendía
tributo todo el día, todos los días, cuando debería haber estado en el
colegio. Su abuela trabajaba en una panadería y se iba de la casa a
las cinco de la mañana; no tenia ni idea que Steven faltaba casi
siempre a la escuela. Su día consistía en escuchar cassetes de Kiss a
todo volumen en Wall-mart mientras rasgaba la guitarra que había
tomado prestada allí, que estaba conectada a un amplificador y que
también ambos estaban a todo volumen. Yo lo acompañaba y me
decía gritando sobre todo ese ruido “hey, nosotros deberíamos formar
una banda, no?”
Steven es un ser de alma libre, desenfadada, de mente abierta. Su
entusiasmo es tremendamente contagioso.
No dudó en absoluto y fue para adelante: él estaba convencido de
que eso sucedería de un momento a otro. Se autoproclamo guitarrista y
decidimos que yo tocaría el bajo. Cuando escucho música hoy,
después de estar tocando por 20 años, puedo aislar todos los
instrumentos, escuchar sólo la guitarra, descubrir el tono e
inmediatamente decir muchas maneras de tocar la misma canción.
Pero cuando tenía 13, había escuchado mucho rock, había visto
muchos conciertos y sabia qué instrumentos necesitaba para formar
una banda pero no tenia ni idea cuál de todos ellos producía tal o cual
sonido en la canción. Sabia lo que era una guitarra pero no sabia en
qué se diferenciaba del bajo, y Steven con su forma de tocar no era
demasiado aclarador al respecto.
Cuando salíamos a caminar por la ciudad, solíamos pasar por una
escuela de música que quedaba en Fairfax y Santa Mónica; se llamaba
Fairfax Music School, así que pensé que era un buen lugar para ir a
aprender a tocar el bajo.
Un día entre a la escuela, me acerque a la recepcionista y le dije
“quiero tocar bajo”, luego me presento a uno de los profesores. Su
nombre era Robert Wolin. Cuando se acerco a hablar conmigo me di
cuenta que no era lo que yo esperaba: era un tipo blanco, de estatura
mediana, vestido de jeans Levi‟s y la camisa escocesa metida en el
pantalón. Tenía bigotes tupidos, barba de unos pocos días y pelo largo
enmarañado y despeinado –quizá alguna vez se lo había cortado pero
ya le había crecido-. No hace falta decirlo: Robert no se parecía para
nada a una estrella de rock.
Con mucha paciencia me informo que para tomar lecciones
necesitaba tener mi propio bajo -algo que yo no había considerado. Le
pedí ayuda a mi abuela y me dio una vieja guitarra flamenca que solo
tenia una cuerda, que ella tenia archivada en un ropero. Cuando me
encontré con Robert en la escuela, miro la guitarra y entendió que seria
mejor empezar por el principio; yo no sabia que lo que estaba
sosteniendo no era un bajo.
Robert puso “Brown Sugar” de los Stones, tomo su guitarra y acompaño
el riff y la guitarra principal. Recien ahí fue cuando escuché el sonido.
Sea lo que sea que estaba haciendo Robert, eso era lo que yo estaba
buscando. Mire fijo la guitarra de Robert, estaba asombrado,
maravillado.
“Eso es lo quiero hacer” le dije, “Eso” y le señale con el dedo su guitarra.
Él fue muy alentador: me dibujo algunos acordes, me marco la posición
de los dedos en su guitarra y afinó la única cuerda de mi guitarra.
Tambien me dijo que debia conseguir las otras cinco en un futuro muy
cercano.
La guitarra entro en mi vida de repente e inocentemente. No hubo
intencion ni premeditacion; no era parte de un gran plan, solo tocar
con Steven. Diez años despues estaria gozando de las ventajas con las
que había soñado Steven: viajar por el mundo, tocar a sala llena y tener
muchas chicas „a nuestro disposicion‟ –incluso mas de las que podiamos
manejar-… todo gracias a ese maltratado pedazo de madera que mi
abuela habia desempolvado del ropero.
Mi obsesion habia cambiado: La guitarra reemplazo al bicicross
literalmente de la noche a la mañana.
Era algo que no conocia: una forma de expresión tan satisfactoria y
personal como lo era el arte o el dibujo, pero un poco mas profundo.
Tener la capacidad de crear el sonido que me ha hablado a traves de
la musica desde siempre es algo que recuerdo como lo más poderoso
que habia hecho. El cambio fue instantaneo, como prender y apagar
la luz y fue absolutamente revelador. Sali de la escuela de musica, fui a
casa y copie los metodos de Robert: puse mi cancion preferida y trate
de acompañarla. La verdad que puse lo mejor de mí, e hice lo que
pude: te recuerdo que la guitarra tenía una sola cuerda.
Luego de algunas horas podia seguir los cambios de clave e imitar la
melodía de algunas canciones muy básicamente: “Smoke on the
water” de Deep Purple, “25 or 6 to 4” de Chicago, “Dazed and
confused” de Led Zeppelin, “Hey Joe” de Jimmy Hendrix, se pueden
tocar sobre la 6º cuerda, Mi. Me contentaba con ellas, una y otra vez.
Simplemente el saber que podia imitar la melodía de las canciones que
escuchaba en mi stereo era suficiente para que la guitarra se meta en
mi vida para siempre.
Tome lecciones con Robert con la vieja guitarra durante todo el verano
anterior a noveno grado; ya le habia puesto el resto de las cuerdas que
por supuesto Robert me enseño a afinar. Me asombraba ver cómo
aprendia los acordes de una cancion que no conocia en cuestion de
minutos, ahí en vivo y en directo. Me propuse obtener esa habilidad:
como todo alumno ansioso trate de saltar directamente a ese nivel y
como todo buen maestro, Robert, me obligo a dominar las cosas
esenciales. Me enseño las escalas mayor, menor, la escala de blues y
todos los acordes basicos. Tambien me apunto los acordes de mis
canciones favoritas “Jumping Jack Flash” y “Whole Lotta Love”, que
podria tocar como “premio” despues de hacer ejercicios durante toda
una semana.
Usualmente los eludia e iba directamente a los premios y cuando volvia
a la escuela de musica al dia siguiente, era obvio para Robert que yo ni
habia tocado la tarea; que no habia hecho un solo ejercicio.
A veces me gustaba tocar como si la guitarra tuviera una sola cuerda.
Cada cancion que me gustaba tenía el riff en ella, asi que tocar sobre
una sola cuerda era mas divertido hasta que mis dedos se
acostumbraran a la forma correcta.
Tanto los equipos de carrera como mi BMX juntaron polvo en el ropero.
Mis amigos se preguntaban dónde estaba. Un dia me encontre con
Danny McCracken en el camino de la escuela a casa con mi gutarra
colgada sobre los hombros. Me pregunto cómo estaba y si habia
ganado alguna carrera recientemente. Le dije „ahora soy guitarrista‟.
Hechó un vistazo a la vieja guitarra y me miro a los ojos, como
tanteandome. Ah, si?, me contesto. Danny lucia confundido, no sabía
qué pensar de lo que yo le habia contado. Nos quedamos en silencio
por un momento, incómodos; despues nos despedimos. Esa fue la
ultima vez que lo ví.
Respeté mucho a mi profesor, Robert, pero ingenua e impacientemente
no podia encontrar la conexión entre la teoria que él me enseñaba y
Los Rolling Stones y Led Zeppelin. Asi que mis clases con profesor
terminaron bastante rapido. Luego me hice autodidacta: encontre un
libro usado, en oferta en una casa de música; se llamaba “How to Play
Rock Guitar”. Este libro tenia todos los esquemas de acordes, tablaturas
y ejemplos de „solos‟ de grandes como Eric Clapton, Johnny Winter y
Jimmy Hendrix y tambien venia con un casete que mostraba la manera
correcta de tocar lo que tenias en el libro. Me lleve el libro a casa y me
lo „devoré‟. Cuando fui capaz de imitar los sonidos del cassete, pronto
empecé a improvisar. Estaba fuera de mi: cuando escuche lo que
estaba tocando me di cuenta que era la guitarra principal. Para mí, fue
como haber encontrado el Santo Grial. Ese libro cambio mi vida;
todavía lo tengo, destruido por supuesto, guardado en un baúl en algun
lugar. Nunca más volvi a ver uno desde entonces; lo busque muchas
veces pero fue en vano. Siento que esa era la ultima copia que
quedaba en el mundo y que estaba alli esperandome específicamente
a mí. Ese libro me enseño las tecnicas que buscaba, y una vez que
pude dominarlas abandoné la escuela de musica para siempre.
Me habia convertido en guitarrista de rock sin intencion alguna.
Entonces le pedí prestado a mi abuela 100 dolares y me compre mi
primera guitarra electrica. Era una copia de Les Paul (una muy mala
copia) fabricada por una compañía llamada Memphis Guitars. Me
gusto este modelo porque la mayoria de mis artistas favoritos tocaban
Les Paul; para mi una Les Paul era como la personificación del rock.
Dicho esto, yo no sabia siquiera quien era Les Paul; no estaba
familiarizado con su toque jazzero y no tenia idea que había promovido
el desarrollo de instrumentos musicales, efectos y tecnicas de
grabacion. No sabia que su gama de guitarras de cuerpo solido pronto
se convertiria en mi eleccion primordial en instrumentos.
Y no tenía ni idea que años mas tarde, tendria el honor de compartir el
escenario con él muchas veces. Ese dia fue algo mas basico; en mi
cabeza, la forma de la Les Paul visualmente representaba el sonido que
yo queria producir.
Encontrar la guitarra fue como encontrarme a mi mismo, me definió, me
dio una razon. Era como un outlet creativo que me permitio conocerme
a mi mismo. La confusion de mi adolescencia paso a un segundo lugar;
tocar la guitarra me dio una meta. No escribia un diario, no podia
volcar mis sentimientos alli, no podia ponerlos en palabras ni expresarlos
de manera constructiva, pero la guitarra me brindo claridad. Amaba
dibujar, esa era una actividad que ponia mi mente en blanco, pero no
me permitia reflejar totalmente mis sentimientos. Siempre envidie a los
artistas que pueden expresar lo que sienten por medio del arte. Hallé en
la guitarra el vehículo que me permitia exteriorizar mis emociones, lo
que es un sentimiento maravilloso.
Pasar horas practicando sea cual sea el lugar donde me encontrara
era algo liberador, hacia catarsis, aliviaba mi alma: tener mis manos
ocupadas, estar enfocado en mi guitarra, me daba mucha paz.
Cuando formé la banda me di cuenta que tambien era agotador estar
tocando durante un show, asi que el cansancio se sumaba a todo el
otro caudal de emociones; pero cuando estoy tocando, en el
escenario tengo los sentimientos a flor de piel, ahi surge “mi otro yo”.
Hay algo inconsciente, emocional que me indica qué nota tocar y de
qué manera; y como soy una persona a la que “la procesión le va por
dentro”, esto me ayudo a hurgar dentro de mí, a conocerme un poco
más.
El poder expresarme a traves de la guitarra a los 15 años para mí fue
revolucionario. Marcó un cambio rotundo. Creo que nada fue más
determinante en mi vida. Sólo fue comparable a mi primera experiencia
con el sexo opuesto, que habia sido dos años antes. En aquel momento
pense que nada podria igualar ese sentimiento, hasta que toque la
guitarra. Cuando finalmente me di cuenta, ambos ítems no pudieron
coexistir en paz en mi mundo.
Mi primera novia se llamaba Melissa. Era medio regordeta, pechugona.
Hermosa. Era un año menor que yo. Ella tenía 12 y yo 13 cuando
estuvimos juntos. Hoy por hoy no es algo tan raro. Hoy es comun ver a
chicos hacer cosas de grandes pero en 1978 eramos dos chicos
“audaces”, la gente se daba vuelta a mirarnos si nos besábamos en
público. Nos miraban con atención.
“No arruinar los buenos momentos”, esa era nuestra ley primera. No
debíamos desperdiciar la relacion que teniamos, que estaba buena; asi
que fuimos novios, con idas y vueltas por supuesto, por un par de años.
La primera vez que estuvimos juntos fue en la casa de ella. Comenzo en
el lavadero y termino en la habitación (el departamento tenia una sola
que compartia con su madre, Carolyn). Desafortunadamente, Carolyn
llegó a casa antes de lo previsto asi que me tuve que escapar por la
ventana con los pantalones por los tobillos. Por suerte, pude
esconderme en los arbustos.
Las cosas se pusieron hot y heavy entre nosotros bastante rapido:
cuando su mamá no estaba en la casa, usabamos la cama y cuando sí
estaba en la casa, usabamos el sillon despues de que Carolyn se
quedara dormida debido al Valium y rogando que no se despertara y
nos descubriera. Esperar que el Valum hiciera efecto sobre Carolyn, no
era tan facil. Luego ellas se mudaron al departamento de arriba que
tenia dos habitaciones: una para ella y otra para su hija y se resigno a
pensar que la usariamos los dos… Carolyn penso que seria mejor que
estemos en la casa que en cualquier otro lugar y nos lo comunicó. Para
nosotros, Carolyn era una divina!!!
Carolyn fumaba toneladas de marihuana, nos armaba cigarros
perfectos y me permitia quedarme con ellas, dormir en el cuarto con
Melissa por un tiempo. Desde que empezamos a salir, durante el verano
a mi mama no le importó. Su madre no trabajaba; ella tenía un novio
bastante mayor, muy buena onda, que era dealer y vendia todo tipo
de drogas. Nosotros la obteniamos gratuitamente ya que venia a la
casa y tambien se quedaba. El edificio estaba en Edinburgh y
Willoughby, a dos cuadras de Fairfax y a media de Santa Monica
Boulevard. La ubicación era perfecta: estaba cerca de Laurel
Elementary School donde mis amigos y yo nos juntabamos a menudo;
de hecho, con Melissa nos conocimos allí. El L.E.S era mas poblado que
la calle donde vivia Melissa. Su vecindario era un lugar muy interesante,
un revoltijo cultural: jóvenes gays, familias judias, rusos, armenios y
personas de medio oriente vivian en esa calle uno al lado de otro.
Habia un estilo „Leave it to Beaver‟, la gente saludaba diciendo hola o
simplemente con la mano pero habia mucha tension tambien en ese
lugar.
Por las noches, nos quedabamos Melisa, su madre y yo escuchando
musica mientras nos drogabamos, despues ibamos a visitar a Wes y
Nate, dos gays que vivian en la unica casa que habia en 6 cuadras a la
redonda (en el vecindarios predominaban los edificios). Tenía un jardin
enorme, más o menos 4000 m2, y un roble muy alto del cual colgaba
una hamaca. Entonces íbamos ahí, nos fumabamos unos porros y
despues nos quedabamos en el jardin, tendidos en la hamaca, mirando
las estrellas.
Descubrí muchisima musica contemporanea en ese momento tambien.
Ya te conté que mis padres escuchaban música todo el tiempo; es el
mejor recuerdo de mi infancia. Todavía escucho todo: desde piezas
clasicas que mi padre adoraba hasta el rock de los „60 y ‟70 de bandas
legendarias que ambos amaban. Los 60 y los 70 fueron un periodo muy
creativo para el rock, creo que fue el más creativo de todos.
Constantemente busco algo mejor; raras veces lo encuentro. Y cuando
creo haberlo encontrado, una mirada un poco más cercana revela
que es más de lo mismo: malas copias del orginal, un refrito de aquellas
viejas ideas. Es ahí cuando decido no buscar más y elijo escuchar
Aerosmith o los Stones.
A los trece, ya no me satisfacia escuchar los discos de mis padres, asi
que empece a buscar nueva musica, que encontré en casa de Melissa:
por primera vez escuche a Supertramp, Journey, Styx, April Wine,
Foghat, y Genesis –que no eran de mi gusto- y tambien Pink Floyd (que
lo conocia porque tambien lo escuchaba mi mamá). Quiza era la
marihuana que hacia que toda esa musica tenga un nuevo significado,
repentinamente.
Ese departamento era el paraíso para un guitarrista en ascenso como
yo: conseguia droga gratis, descubria nueva musica y tenia sexo con mi
novia todas las noches. Esto siguió hasta terminar la secundaria.
Lo que quedaba del 8º y todo 9º grado, me la pase recorriendo
Hollywood con Steven todos los dias, tocando la guitarra en mi
habitación y durmiendo con Melissa. Me robe un pequeño grabador
Panasonic, en algun lugar, que llevaba a todos lados para escuchar a
Ted Nugent, Cheap Trick, Queen, Cream y Edgar y Johnny Winters.
Robaba casetes todos los dias y escuchaba una banda por dia para
absorber su musica. Comenzaba escuchando recitales en vivo porque
creo que es la unica forma de evaluar si una banda vale la pena o no,
si merece prestarle atención o no. Si sonaban lo suficientemente bien,
me llevaria la colección completa o si no, un “grandes exitos” – Era
bastante discreto. Todavía me encantan los discos en vivo; como a
todo fan del rock –me sigo sintiendo un fan del rock- pienso que no hay
nada mas lindo que escuchar tu banda preferida en vivo. Me parece
que lo mejor de la banda, de sus representaciones estan capturadas en
los discos en vivo; sea “Live Bootleg, the Who‟s Live at Leeds” de
Aerosmith, o “Get your Ya Ya‟s Out” de Rolling Stones, o “Give the
people what they want” de The Kinks. Tiempo despues estuve orgulloso
cuando Guns N‟ Roses edito Live Era; ese disco capturo muchos de los
tantos buenos momentos de la banda.

Salvo por Melissa y Steven, el resto de mis amigos eran mayores que yo.
A muchos de ellos los conoci haciendo bicicross e hice muchos otros
por la calle porque yo siempre conseguia marihuana de uno o de otro.
Mi madre tambien fumaba marihuana y era muy liberal en la crianza de
sus hijos: preferia que fume bajo su supervisión a que experimentara con
cualquier otra cosa fuera de casa. Pero con el debido respeto, sé que
lo hizo con la mejor intencion, pero no se cómo no se daba cuenta que
yo no sólo fumaba en casa bajo su ojo previsor sino que tambien
sacaba un poco de su planta (a veces sólo las hojas) para fumar o
vender cuando salía. Era sin ninguna duda, la mejor forma de
integrarme a un grupo.
Estos tipos tenian su departamento, vendían drogas, organizaban fiestas
y no precisamente para chicos menores de edad. Me juntaba con ellos
y más alla de los “beneficios” obvios, estar en ese ambiente me permitió
descubrir pequeñas bandas anonimas –no famosas-, que de otra
manera no hubiese podido conocer.
Habia un grupo de surfers y skaters. Ellos me hicieron escuchar a Devo y
The Police, 999, y algunas bandas más. Eran muy marketineras, del estilo
New Wave. Habia un pibe de 20 años mas o menos en otro grupo; muy
flaco y negro. Se llamaba Kevin. Él me hizo escuchar a The Cars en una
de esas fiestas. Kevin era el hermano mayor de uno de mis amigos de
bicicross, su nombre era Keith. Me habia apodado Solomon Grundy. Me
juntaba con el porque siempre tenia alrededor las chicas mas lindas del
Fairfax High School. Durante mis trece y catorce años, cuando todavía
practicaba bicicross, él era muy popular; siempre parecia estar un paso
más adelante que el resto de nosotros; en busca de otro tipo de cosas,
más adultas, sofisticadas. Nunca supe por qué Keith me llamaba
Solomon Grundy.
De todas maneras, el gusto musical de Kevin era bastante cuestionable.
Le gustaba la musica Disco; interes que yo no compartía aunque ahora
me doy cuenta que elegia esa musica porque le daba la oportunidad
de mantenerse delgado y atractivo- lo respeto más ahora. Debo decir
que su método funcionaba: se relacionaba con chicas muy lindas, muy
lanzadas, para nada tímidas; lo que me parecia fascinante, pero no
esperaba formar parte de ese grupo.
Kevin me hizo escuchar The Cars en una de sus fiestas. Cambie de
opinión al promediar la primera cancion, y al finalizar la segunda ya me
habia convertido en fan de Elliot Easton.
Elliot Easton era el alma de The Cars, y su primer disco me cautivo.
En mi opinión, The Cars fue uno de los pocos grupos que causaron
sensación cuando surgio el estilo New Wave.
Justo antes de irme de la fiesta esa noche, escuche algo que realmente
capto mi atención. Alguien habia puesto el disco “Rocks” de Aerosmith;
sólo llegué a escuchar dos canciones pero fue suficiente: sonaban
como gatos callejeros desagradables; nunca habia escuchado algo
así. Si la guitarra era mi voz interna, ese era el disco que estaba
esperando escuchar. Memorice la tapa del album porque ya conocia
el grupo. Me acuerdo de haber escuchado “Walk this way” en la radio
cuatro años antes, en 1975. En ese momento era su único hit. Una o dos
semanas más tarde, volvi a tildarme con “Rocks”... pero en el momento
menos oportuno.
Debo presentar la siguiente anécdota diciendo que las relaciones
nunca son fáciles, especialmente cuando las dos personas son jóvenes,
divertidas, inexpertas, y cuyo comportamiento esta totalmente
controlado por las hormonas.
Melissa y yo nos queriamos mucho, pero asi y todo nuestra relación tuvo
muchas idas y vueltas. El motivo de nuestras peleas era que yo
dedicaba mucho tiempo a tocar la guitarra y estaba poco tiempo con
ella. Una de las veces que estuvimos separados, posé mis ojos en una
chica a la que llamaremos Laurie. Ella era significativamente mayor y
obviamente no formaba parte de mi círculo de amigos. Laurie tenía
unos senos increíbles, cabello largo de color castaño claro y usaba tops
muy escotados, gastados -de tanto uso-; eran tan transparentes y
holgados que era muy facil ver su pecho a traves de ellos.
Tal como yo, Laurie era recientemente soltera: se habia peleado con
Ricky, su novio surfer. Estaba empecinado en salir con ella; no me
importaba que fuera cuatro años mayor y que no me diera ni la hora,
yo sabia que lograría mi cometido. Le hablé, le dije piropos y finalmente
entablamos un dialogo; bajó la guardia y accedió a conocerme.
Minutos despues parecia haber olvidado que unas semanas antes, yo
era sólo un nenito que ella ignoraba totalmente. Finalmente me invito a
la casa una noche que su madre estaba de viaje.
Deje mi bicicleta en el jardin y la acompañe a su habitación, que
estaba en la planta superior.
Su habitación distaba mucho de lo que yo llamaba “agradable” y
“prolijo” en esa epoca: tenía pañuelos sobre las luces, estaba repleto
de posters de rock, un monton de discos y tenía un stereo alli; su propio
stereo. Nos drogamos e intenté ser agradable asi que miré entre sus
discos buscando algo para impresionarla. Reconocí “Rocks”, el disco
que habia descubierto en la fiesta de Kevin unas semanas atrás. Lo
tome y lo puse en el stereo, ignorando el hecho que habia estado
sonando en mi subconsciente desde aquel momento, cuando escuche
las primeras dos canciones.
“Back in the Saddle” inundo la habitación y yo me paralicé; me arrodillé
cerca de los parlantes y escuché el disco una y otra vez. Ignoré
completamente a Laurie. Me olvide de ella y de todo lo que habia
planeado hacer esa tarde. Despues de un par de horas, me toco
suavemente el hombro.

“Hey”, me dijo
“Hey”, le contesté. ¿Qué pasa?
“Creo que deberias irte a casa”
“Bueno...O.K”
“Rocks” es tan poderoso para mí como era en ese entonces: las letras
gritadas en vez de cantadas, las guitarras bien heavy, el ritmo
acelerado. Es rock and roll. Es blues. Es así como debe interpretarse la
musica.
La banda tenía un aire crudo, descarnado en sus comienzos que
estaba perfectamente a tono con mi crecimiento personal en esa
epoca. El disco sonaba de la misma forma en la que yo me sentia.
Luego de desperdiciar mi oportunidad con Laurie, me dediqué a
aprender a tocar “Back in the Saddle”: robe un casete y un cancionero
de Aerosmith. Escuche la cancion hasta que me supe los riffs. Aprendí
algo muy valioso en el proceso: los cancioneros y los libros de musica no
pueden enseñarte cómo tocar. Sabía leer musica, pude darme cuenta
que las notas del cancionero no eran las mismas que las que
escuchaba en el disco. Y tenia sentido: estuve horas intentando y aun
no podia tocar correctamente. Asi que deje de lado el libro y aprendí la
cancion „de oido‟. Desde entonces, todas las canciones que quise
tocar las aprendí de esa manera.
En el proceso de aprendizaje de cada uno de los licks de “Back in the
Saddle” noté cuán particulares eran las interpretaciones de Joe (Perry)
y Brad (Whitford), y que nadie mas podria tocar como ellos. La imitación
puede ser de gran ayuda para que los artistas encuentren su propio
estilo pero nunca debe convertirse en tu estilo: nadie deberia emular a
sus idolos al punto de copiarlo „nota por nota‟. La guitarra es una forma
de expresión demasiado personal como para utilizarla para imitar a otra
persona; deberia ser lo que es: la extensión especial, particular y original
del guitarrista.

Para cuando termine la secundaria, habia creado mi propio mundo,


que era consecuente con lo era mi hogar. Irregular.
Durante ese tiempo, luego de su separacion tanto mi madre como mi
padre tuvieron parejas ocasionales; fueron relaciones irregulares.
Viví con uno y con otro por un tiempo relativamente corto porque no
me sentia cómodo en esa situación. Luego me fui a vivir con mi abuela
a Hollywood, mientras que mi hermano vivia con mi mamá. Pero la
mayor parte del tiempo viví con Melissa.
Luego de su relacion con David Bowie, mi mamá empezo a salir con un
talentoso fotografo, a quien llamaremos „Novio‟. Estuvieron juntos
aproximadamente tres años y eventualmente se mudaron a un
departamento en Cochran off Third, cerca de La Brea, donde viví con
ellos por un tiempo. El novio era diez años menor que Ola; cuando se
conocieron él era una estrella en ascenso: recuerdo haber visto en la
casa a Herb Ritts, Moshe Brakha, y otros fotografos famosos y modelos.
Ola dejo su carrera de lado para transformarse en su asistente.
Mi mama y su novio tenian una relacion bastante tumultuosa. Él tenía en
su baño, su cuarto oscuro. Hacia el final de la relacion, descubri que él
se inyectaba cocaina allí mientras trabajaba por las noches.
Las cosas no siempre estuvieron mal, pero cuando la cocaina surgio en
la vida de su novio, se estanco su carrera como fotografo y hundió la
relacion de él con mi madre.
Estaba atormentado, abatido, miserable, infeliz; y a la gente infeliz le
gusta hacer infeliz a los otros. Yo no le tenia mucho carino –y él lo sabía-,
asi que decidio arrastrarme con él.
Nos inyectabamos los dos, y luego vagabamos por el barrio buscando
muebles usados, viejos juguetes y cualquier chuchería que la gente
pareciera haber descartado. Una de esas cosas fue un sofá rojo que
arrastramos por el camino hasta mi casa, luego lo pintamos con aerosol
negro y lo pusimos en la sala de estar. No imagino lo que penso Ola
cuando se desperto la mañana siguiente; de hecho no lo sé porque
nunca se refirio al respecto. De todos modos, despues de nuestras
aventuras, él se quedaba despierto, seguía picándose toda la mañana
(y supongo que todo el día) y yo me iba a mi cuarto a las 7:30 para
intentar dormir una hora, luego me levantaba, decia buen día a mi
madre y me iba al colegio como no hubiera pasado nada, como si
hubiera dormido toda la noche.
Mi mamá insistio en que yo viviera con ella y su novio porque no le
gustaba las condiciones en las que vivía mi padre.
Cuando mi papá se adapto a la separación, se mudo a un
departamento donde vivia un amigo y varias personas más. Parece que
a todos alli les gustaba beber bastante, mi padre salía con varias
mujeres, por eso mi mamá pensaba que ese no era un buen ambiente
para mí.
Mi papá salía con una mujer llamada Sonny. Se veian casi todos los
dias. La vida no habia sido buena con ella: habia perdido un hijo en un
accidente horrible y aunque era realmente una persona muy dulce, no
habia quedado bien de la cabeza.
Ella y mi padre pasaban la mayor parte del tiempo bebiendo y
teniendo relaciones sexuales. Asi que mientras mi padre vivió allí, yo
vivia con mi madre y estaba con mi padre sólo los fines de semana.
Cuando lo visitaba, él siempre tenía algo interesante para darme: un
modelo de dinosaurio, o sino algo más técnico como por ejemplo un
avion a control remoto al que tenías que armar desde cero.
Un tiempo despues se mudo a un departamento-estudio. Éste estaba
ubicado en Sunset y Gardner. Era un ambiente con baño compartido.
Su amigo Steve Douglas (también artista) vivia alli, cruzando el pasillo.
En el primer piso habia una tienda de guitarras, aunque en ese tiempo
todavía yo no tenia el hábito.
El estudio de arte de mi padre ocupaba casi todo el ambiente, asi que
guardó un pequeño espacio para dormir, al fondo del lugar.
Viví ahí con él mientras cursaba septimo grado, despues de que me
expulsaran del “John Burroughs Junior High School” por robar un monton
de bicicletas, de las que se utilizan para bicicross –pero esa historia no
vale la pena contarla-. De todos modos, durante un tiempo fui al La
Conte Junior High y como mi padre no sabia manejar, yo tenia que
caminar 5 millas de ida y vuelta todos los dias.
No estoy seguro si trabajaban o qué hacian para conseguir dinero.
Steve tambien era artista y por lo que recuerdo, lo único que hacian era
beber, pintar -porque les gustaba hacerlo- y hablar de arte.
Un recuerdo divertido de esa epoca es cuando Steve me sorprendio
mirando unas antiguas revistas porno que tenia guardadas en un
maletin.
Su espacio y nuestro espacio (de mi papá y mio) era básicamente un
espacio compartido: era normal para mí entrar y salir de su estudio
cuando quisiera.
Un día entro a su casa y me encontro con su cofre porno.
“Haremos un trato, Saul”, me dijo, “si logras robarme este maletín
delante de mis narices, te lo quedas. Cree estar a la altura de la
situación? Soy bastante listo; asi que vas a tener que hacer bien el
trabajo”. Yo sólo le sonreí; ya tenía pensado en un plan para hacer mío
el cofre mucho antes de que él me desafiara. Vivía cruzando el pasillo –
comparado con lo que venia haciendo por la calle –en terminos de
„robos‟- esto no era gran cosa.
Un par de dias despues, fui a lo de Steve en busca de mi padre. En ese
momento estaban tan entretenidos charlando que no se dieron cuenta
siquiera que estaba allí. Era la oportunidad perfecta; tomé el maletín,
salí del lugar y lo escondí. Desafortunadamente, canté victoria por
poco tiempo: mi papá me ordenó devolvérselo una vez que Steve se
dio cuenta que le faltaba. Es una lástima: esas revistas eran un clásico.
Hubo momentos durante mi niñez en los que les insistía a mis padres en
que ellos no eran mis padres, porque honestamente creia que ellos me
habian secuestrado. Me fui de mi casa muchas veces. Una vez, cuando
estaba preparandome para irme y mi padre me ayudo a hacer mi
bolso, que era un pequeño bolso de tela escocesa que él me habia
comprado en Inglaterra. Fue tan comprensivo, servicial y amable que
haciendo eso me convenció de quedarme. Esa perspicaz psicología
inversa es un rasgo suyo que espero haber heredado, porque me
gustaria utilizarlo con mis hijos.

Diria que mi aventura más grande fue el dia que me fui de mi casa en
mi Big Wheel cuando tenia 6 años. En ese momento viviamos en la cima
de Lookout Mountain Road. Fui de allí a Laurel Canyon y despues de
Laurel Canyon hasta Sunset Boulevard, que en total eran mas o menos 2
millas. No me habia perdido, tenía un plan: me queria mudar a una
juguetería y quedarme a vivir ahí por el resto de mi vida. Creo que
siempre estuve decidido. Por supuesto, hubo muchas veces que me
quise ir de mi casa siendo muy chico pero no guardo remordimientos
por cómo fui criado. Si hubiese sido diferente, si hubiese nacido un
minuto despues o en el lugar equivocado en el momento justo o
viceversa, la vida que he vivido y que amo no existiria. Y esa es una
situación que no quiero considerar de ninguna manera.

CAPITULO 4:
EDUCACION SUPERIOR

Los halls de entrada de los institutos son siempre lo mismo, sólo están
pintados de colores diferentes. He pasado por muchos centros de
rehabilitación, algunos más exclusivos que otros, pero la sobriedad de sus
paredes fue siempre identica. Absolutamente todas eran mayormente
blancas y plastificadas con slogans optimistas como “Es un viaje, no un
destino”, o “Un día a la vez”. Esta última me parece un poco ironica
considerando la historia de Mackenzie Phillips.
Las habitaciones parecian decorados de teatro pensados para inspirar
esperanza en todo tipo de gente, porque como todos los que han estado
allí saben, los centros de rehabilitacion son lugares donde encontras una
gran diversidad de personalidades, incluso más que en los jurados
publicos. Nunca aprendi demasiado de los “grupos”; tampoco hice
amigos durante mi estadia y no saqué ventaja de las multiples
oportunidades de hacer nuevas conexiones para conseguir drogas.
Luego de haber pasado días enteros en cama, atado, sin poder comer,
hablar o pensar, no estaba preparado ni siquiera para hablar de tonterías.
Para mi, tener que ir a las charlas y participar de las actividades del centro
de rehabilitacion era una situacion forzada – como el secundario y tal
como me sucedió en la escuela, nunca encajé. No aprendí nada de lo
que me intentaron enseñar, pero aprendí algo de cada uno de ellos, tanto
del colegio como de los centros de rehabilitación: Cuando me retiraba, al
cruzar el hall hacia la salida, estaba seguro que me iba sabiendo
exactamente quién era yo.

Entré al Fairfax High en 1979. Era una escuela pública modelo: pisos de
linóleo, filas de lockers, un patio, y un monton de recovecos donde muchos
chicos habrán ido durante muchos años a fumar o a drogarse.
Estaba pintado en tonos neutros, el color gris claro caracteristico de todas
las instituciones públicas.
Tenia un buen lugar para ir a drogarse cerca del campo de futbol,
tambien habia otro edificio al lado el complejo, pero que formaba parte
de éste. Se llamaba Walt Whitman. Allí asistian los chicos que estaban
realmente arruinados, sólo porque tenían que hacerlo. Ese parecia ser el
limite. Aunque era mucho más interesante, incluso a la distancia, que el
colegio normal, traté de estar lo más lejos posible de ahí.
A mi mejor amigo, Steven Adler, lo habian mandado de vuelta a Valley
para cursar la secundaria allí. En mi mente, Valley quedaba tan lejos de
donde yo estaba como lo está España de aquí. Lo visité un par de veces y
siempre fue decepcionante: era un lugar aburrido, sin gracia; el clima era
más caluroso y más seco que el del lugar donde yo vivía. Era exactamente
como los vecindarios de las sitcoms: con su césped bien cortado e idéntico
estilo de vida. Aun a muy temprana edad, siempre supe que algo no
estaba bien ahí; debajo de toda esa „normalidad‟ podía presentir que esa
gente estaba mas jodida que cualquier otra de Hollywood.
Me sentí mal por Steven, pero cuando se fue, me encerré en mi mundo
con la guitarra.
Iba al colegio todos los dias, pero en realidad sólo tomaba las primeras tres
clases y despues pasaba el resto del dia sentado en las gradas tocando la
guitarra.
Habia solo una clase que me interesaba, por consiguiente, es la única que
tenia aprobada. Era un curso de teoria de la musica que tome durante el
primer año con el profesor Hummel. Las clases reducían los elementos de la
composición musical a la base, definiendolos en términos matemáticos.
Aprendi a escribir las figuras, los acordes y su estructura, a traves de
entender la logica que guardan entre ellos. Nunca tocamos ningun
instrumento: el profesor solia usar un piano como herramienta para ilustrar
la teoria pero nada más, eso era todo. Mientras que con la matemática
me llevaba bastante mal, en esto era realmente bueno, asi que nunca
faltaba a las clases. Pero cuando iba, sentia que lo que aprendia ya lo
sabía. Nunca aplique nada de eso a la guitarra, por lo menos no
conscientemente, pero no puedo evitar pensar que los conocimientos que
adquirí se filtraron en mi cabeza y mejoraron mi interpretación de alguna
manera.
Habia muchos personajes en esta clase: entre otros estaba Sam, el virtuoso
pianista, un chico judío de cabello enrulado y que siempre lo llevaba
atado y Randy que tenia pelo largo, era chino y metalero.
Randy siempre usaba un saco de satén al estilo Aerosmith y era de la idea
de que Keith Richards y Pete Townshend eran horribles y que Eddie Van
Halen era Dios.
Nos hicimos amigos y disfrutabamos de los debates diarios tanto como de
las clases porque eramos un grupo de „casi musicos‟ discutiendo nada más
que de música.
Mientras tanto, en las otras clases no me iba bien. Un maestro una vez me
eligió para dar un ejemplo cuando me quede dormido en el pupitre. En
ese entonces, trabajaba en un cine por las tardes, asi que pude haber
estado cansado, pero simplemente estaba aburrido porque la clase era
de ciencias sociales. Según mi entender, el maestro paró la clase para
discutir el concepto de „estereotipo‟ con el resto de los alumnos. Él destaco
mi cabello largo y el hecho de que yo estaba dormido y, para ilustrar el
significado de la palabra „estereotipo‟, concluyo con que yo era un
roquero que probablemente no tenia otra aspiracion en la vida que tocar
musica ruidosa. Luego me despertó y me hizo algunas preguntas.
“Deduzco que usted probablemente es músico, no?” me preguntó. “Qué
toca?”
“Toco la guitarra”, le dije
“Qué tipo de musica toca?”
“Rock and roll, creo.”
“Es ruidosa?”
“Sí, es bastante ruidosa.”
“Se dan cuenta alumnos?, este joven es un ejemplo perfecto de
„estereotipo‟”
Siempre me despierto de mal humor, asi que eso era más de lo que estaba
dispuesto a soportar: me paré, caminé hacia el frente de la clase, le pegué
un empujón a su escritorio y me fui. Ese incidente, sumado a un problema
previo con unos porros supuso el fin de mi carrera en el Fairfax High.

Aprendí más acerca de mis compañeros en el receso no oficial del colegio


donde los de primer año hasta los de quinto año del Fairfax se juntaban en
el final de una larga y sucia calle en la cima de Fuller Drive, en Hollywood
Hills. Se llamaba Fuller Estates, ya no existe más -ahora es sólo una curva en
el camino de montaña en Runyon Canyon. Era un terreno baldío a finales
de los ‟70 y principios de los ‟80, pero fue mucho más interesante en 1920,
cuando era la mansión de Errol Flynn; ocupaba un par de acres en la cima
de esa gran montaña desde la cual se ve Los Angeles. Desde ese
momento hasta cuando yo era chico, decayó muchísimo y para 1979 era
sólo ruinas; un gran bloque de concreto y una piscina vacia. Para el
tiempo que yo conoci el lugar, de la casa sólo quedaban vestigios
esculturales pero la vista que tenías desde alli era maravillosa.
Las paredes a medio caer se transformaron en un laberinto de dos pisos; un
lugar lejano, perfecto para drogadictos de todas las edades. Por las
noches estaba completamente oscuro, no llegaba ni un resplandor de las
luces de la calle. Siempre alguien traía un stereo. Allí conocí nuevas drogas
y tambien escuche por primera vez Black Sabbath. Estaba con la mente en
otro lado, mirando el cielo muy oscuro, trazando lineas entre las estrellas e
imaginando figuras cuando alguien puso “Iron Man”. No puedo señalar
con exactitud cómo me sentí; el riff recargado, grandilocuente, pomposo,
oscuro casi apocaliptico de esa cancion invadió absolutamente todo mi
cuerpo.
Tanto el lugar como los chicos que iban ahí ya estaban fuera de la movida
de los 70.
La situación fue muy bien capturada en el film “Over the Edge” (1979) que
protagonizó Matt Dillon: trata de un grupo de adolescentes reprimidos,
adictos y fuera de control que son ignorados por los padres y que toman a
la ciudad de rehen. Puedo apostar que los personajes estaban inspirados
en los chicos que frecuentaban Fuller. En la película, los padres de los
personajes no tenían ni idea qué andaban haciendo sus hijos. En los
pasajes mas agresivos y más realistas, el film es la representación real de la
cultura adolescente de esa epoca: la mayoria de los padres o no se
preocupaban demasiado en saber si sus hijos estaba haciendo las cosas
bien o pensaban -inocentemente- que sí porque confiaban en sus hijos y
simplemente miraban para otro lado.

Cuando estaba en la secundaria, los chicos lucían de manera diferente. La


influencia de la Lycra se infiltró gracias a Pat Benatar y David Lee Roth, y
esa moda dejo una marca: las chicas vestían „bodies‟ muy ajustados,
escotados y de colores fluorescentes y los chicos no se quedaban atrás.
Recuerdo haber visto „Capezios‟ cuando estaba en la primaria pero
gracias a Dios, no se usaban más cuando empecé la secundaria, aunque
el estilo desplumado en el cabello todavía era moda para ambos sexos.
Era demasiado común y para nada „cool‟.
Otra gran influencia fue “American Gigoló” protagonizada por Richard
Gere: Era una crónica de la caída del gigoló al estilo Beverly Hills.
Fue lo peor que pudo haberles pasado a los adolescentes de Hollywood,
porque cada chica que vió esa película se esforzaba para recrear su
versión personal de ese mundo. De pronto, chicas de 13, 14, o 15 años
trataban de vestirse como si tuvieran 25 y aspiraban a tener citas con tipos
bien vestidos y mucho mayores que ellas. Nunca me enfoqué en su
psicología, pero he visto más de una chica de 15 empezar a usar mucho
maquillaje, prostituirse y salir con chicos de veintipico. Era patético y
tambien triste. Varias de ellas se convirtieron en victimas de esa situación
mucho antes de alcanzar la mayoria de edad. Despues de todo, tuvieron
un aprendizaje temprano, de modo que las tomó de sorpresa antes que
pudieran salir del cascarón.

No lucia igual a los otros chicos de mi colegio y tenia otros intereses. Es casi
seguro que ambas eran las causas de mi aislamiento. Usé jeans, remeras y
zapatillas de lona (de la marca Vans o Converse –Chuck Tailors-) desde
que pude decidir cómo vestirme. En la secundaria, mi interes se centraba
en la musica y en tocar la guitarra; nunca acaté la moda que
predominaba entre mis compañeros, asi que yo era un anticuado. Era
paradójico en mí, estaba aislado pero no me interesaba, nunca pedí estar
integrado. De todas maneras, estaba acostumbrado a no encajar en el
grupo y a no estar cómodo con el entorno: habia cambiado tantas veces
de colegio que era el eterno “chico nuevo” y probablemente para mis
compañeros, el “„extraño‟ chico nuevo”.
Tampoco ayudaba mucho el hecho de que yo no era ni de clase alta, ni
media ni baja; ni blanco, ni negro.
A medida que vine más grande y seguí cambiando de casas, me dí
cuenta y entendí porqué mi madre ponderaba tanto la forma en la que
era registrado en el colegio, chequeando una casilla o la otra: si era
catalogado como negro en algunos distritos podría ser trasladado a una
escuela lejana, de nivel académico inferior; cuando de otra manera
podría acceder a un „mejor‟ colegio, cerca de mi casa, si era inscripto
como caucásico.
En la secundaria nunca me „encasillaron‟ por la raza y estuve consciente
de mi raza sólo cuando ésta se volvía un problema para los otros. He
pasado por situaciones, en aquel entonces y desde siempre -creo- en las
que gente sin prejuicios y de mente abierta ajustaba su comportamiento
porque no estaban seguros si yo era blanco o negro. Como músico
siempre me causó gracia el ser inglés y negro; particularmente porque hay
muchos músicos americanos que aspiran ser ingleses mientras que muchos
músicos ingleses, especialmente en los ‟60, la han pasado muy mal por el
hecho de ser negros. Ese era otro aspecto más en el que no era igual al
resto, pero puedo contar con los dedos de una mano las confrontaciones
que tuve por motivos de raza; ocurrieron cuando me metí en el ambiente
„metal‟ de los ‟80; que era un universo de blancos. Una vez en Rainbow,
me metí en una pelea con Chris Holmes de “W.A.S.P”. Duff escuchó a Chris
diciendo que „los negros no deberían tocar la guitarra‟, no me lo dijo
mirándome a los ojos pero obviamente lo decía por mí. Lo que recuerdo es
que Duff me lo contó más tarde y la proxima vez que vi a Chris fui a
enfrentarlo y se fue corriendo. Mas alla de haberme insultado, es una de
las cosas más ridiculas y mentirosas que una persona (músico o no) puede
haber dicho.

Arme mi propio grupo de amigos en la secundaria con gente única,


diferente al resto del alumnado. Mis mejores amigos, Matt y Mark definieron
ese período de mi vida. Matt Cassel es hijo de Seymour Cassel, uno de los
más grandes actores de los últimos 50 años. Seymour participo en casi 200
films desde los ‟60, la mayoria de ellos junto a su gran amigo John
Cassavetes. Ha estado en muchas películas y programas de T.V; en los
últimos años el director Wes Anderson lo ha convocado para formar parte
de “Rushmore”, “The Royal Tenenbaums” y “The Life Aquatic with Steve
Zissou”. Seymour es una leyenda de Hollywood; ha apoyado el cine
independiente mucho antes que éste se transformara en una „institucion‟
(su filosofia era: interpretar a un personaje con el que se sintiera
identificado aunque lo que ganara por ese trabajo le alcanzara solo para
el viático). Tambien estuvo en películas multiestelares que incluyeron a
Cassavetes, Ben Gazzara, Roman Polanski entre otros.
Podía aparecer en la casa de Matt, sentarme en su habitación a tocar la
guitarra por horas, y aprender cosas de los discos que él tenia: Pat Travers‟s
Live y “Back in black” de AC/DC proveían muchos riff para aprender. Vivia
en Sunset y Kings Road, justo detrás del “Riot Hyatt”, al lado de una casa
con techo a dos aguas, que todavía sigue allí. En esa casa se filmaban
películas porno todo el tiempo mientras que Seymour tenía plantas de
marihuana en el jardín de su casa. La casa de al lado era una buena razon
para ir a la casa de Matt: nos entrometíamos y nos enredábamos con las
actrices porno. No era apropiado pero les gustaba estar con adolescentes
en llamas como nosotros.
Seymour hacia las mejores fiestas y habia criado bien a sus hijos como para
confiar en ellos cuando salían. Mi madre conocía a Seymour pero nunca
hubiera aprobado lo que sucedía en esa casa. En las fiestas habia mucha
libertad y todos estaban al límite. Sus hijos, Matt y Dilynn eran tan
inteligentes e independientes que él no tenía de qué preocuparse: en
medio de esa forma de vida alocada, ellos sabían bien quienes eran.
La esposa de Seymour, Betty, jamás salia de su habitación, para mi era un
gran misterio lo que sucedia en la planta superior; sumado al hecho que
Seymour llevaba las riendas de la casa con mano de hierro, Matt dejaba
entrar a su casa (su mundo) a un selecto grupo de amigos, entre los cuales
estaba yo.
Un dia Seymour me miró y me confirió el apodo que resonó mucho más
que mi verdadero nombre. En una fiesta en su casa, mientras iba de una
habitación a la otra buscando no se qué cosa, me tomó por el hombro,
me miró fijo un momento (cordialmente, como es su costumbre) y me dijo
“Hey, Slash adonde vas? Adonde vas, Slash, eh?”
Obviamente el apodo pegó y mis amigos que frecuentaban la casa de
Seymour me empezaron a llamar así en la escuela y poco despues pasó a
ser el nombre por el que todos me conocían. En ese momento, mis amigos
y yo pensamos que era sólo un apodo „cool‟ pero años mas tarde me
encontré nuevamente con Seymour y me explico por qué me llamó asi.
Fue durante la gira de Use your Illusion. Yo estaba con mi madre cuando
ambos coincidimos en Paris. Fuimos a almorzar los tres y alli me explicó que
el apodo expresaba mi forma de ser agitada y vertiginosa en el sentido
mismo de la palabra. Estaba orgulloso de que yo lo haya transformado en
„mi nombre‟ de alguna manera y que haya sido él quien me diera ese
alias.
La razon por la cual me llamó „Slash‟ fue porque no me quedaba quieto
por mas de cinco minutos, él me veia como alguien que estaba haciendo
algo y pensando en lo que iba a hacer después. Seymour estaba en lo
cierto: siempre estaba más tiempo yendo y viniendo del que estaba quieto
y tranquilo; continuamente en movimiento. Seymour lo expreso diciendo
que yo estaba diciendo „adios‟ cuando el resto estaba diciendo „hola‟.
Conocí muchisima gente en casa de Seymour, incluidos los Stones. Luego
del concierto en el L.A Coliseum fueron a una fiesta allí. Habia visto el show
esa noche; tocaron “You can´t always get what you want” con tanto
sentimiento que nunca lo olvidaré. Logre darle la mano a Ronnie Wood;
tenia 15 años y no sabia que él, con el tiempo se transformaría en uno de
mis mejores amigos en la vida. De hecho, mi primer hijo London fue
concebido en su casa.
Mi otro mejor amigo, Mark Mansfield ha aparecido y desaparecido de mi
vida desde que nos conocimos en la secundaria. El padre de Mark era
productor musical y su madrastra era cantante –su verdadera madre vivia
en Santa Barbara, donde solía ir cada vez que se metia en líos; y estaba
constantemente metido en líos-.
La familia de Mark vivia en una bonita casa en Sunset, y Mark era James
Dean y Dennis Hooper juntos; haria todo lo que los otros lo desafiaban a
hacer y lo haria con total entusiasmo y una sonrisa en la cara. Lentamente
su actitud lo llevó por mal camino: reformatorios, institutos de
rehabilitacion, y demás.
Mark era la clase de chico que una vez me llamo a las 10 a.m. para
decirme que él y un amigo habian chocado el auto de su madre en algun
lugar sobre la calle Mulholland: Lo habian tomado del garage de la casa
de su amigo ya que su madre estaba de viaje. El auto inevitablemente se
salio de la calzada y fue directo al cañón; se estrello contra un árbol. Por
suerte no les paso nada, luego pudieron salir del auto y volver a la ruta. De
más esta decir que la siguiente llamada de Mark fue desde el exilio en la
casa de su madre en Santa Barbara.

Tan pronto como pude tocar tres acordes sistemáticamente e improvisar


un solo, quise formar una banda. Steven no estaba, lo habian mandado a
Valley, asi que emprendí el camino yo solo.
Traté de iniciar una banda cuando terminé la secundaria pero no me fue
bien. Encontré un bajista y un baterista cuya madre era profesora de
frances en el Fairfax High School. Esa iba a ser mi primera experiencia con
personas temperamentales, arrebatadas, propensas a tener berrinches. El
baterista tenia esa personalidad; si cometia un error empezaba patear el
kit hasta desarmarlo todo. Entonces teniamos que esperar que lo acomode
todo de vuelta. El bajista era asombroso. Su nombre era Albert. Haciamos
covers de Rainbow como “Stargazer”. Desafortunadamente, Albert tuvo un
accidente con una moto en Mullholland Drive y estuvo en coma por un
mes o más, le hicieron terapia de tracción; tenia clavos en el cuello y en
ambas piernas y unas abrazaderas que mantenían sus piernas separadas,
todo eso. Volvió a la escuela y dijo que no tenía deseos de seguir tocando
el bajo.
Mi primera presentacion a nivel profesional fue en Al‟s Bar, cuando toqué
con la banda de unos amigos de mi papá. Él estuvo orgulloso de mi
predileccion por la guitarra y siempre hacia alarde de eso frente a sus
amigos. No se bien qué, pero algo debe haberle sucedido al guitarrista de
la banda y Tony hablo para que yo tocara con ellos. Estoy seguro que
estaban preocupados porque no sabian si podía tocar o no. Pero subi al
escenario y me las arreglé: eran cover de los Stones, blues de 12 compases
y bases simples de blues de las que me gustan a mí. Conseguí cerveza
gratis a cambio, eso fue lo que hizo que el show fuese „profesional‟.
Habia varios guitarristas en mi círculo de amigos en la secundaria. Conoci
un pibe llamado Adam Greenberg, baterista y otro que se llamaba Ron
Schneider que tocaba el bajo. Formamos un trio llamado “Tidus Sloan”.
Todavía desconozco el significado del nombre, pero estoy seguro que
surgió por medio de Phillip Davidson (ya llegaremos a él en un momento).
Una vez Phillip estaba balbuceando incoherencias, pero recuerdo
haberme sentido curioso por lo que sea que estaba diciendo:
“Tifus ally sloan te go home” dijo Phillip, o eso es lo que escuché.
“qué!?” le pregunté
“Tifus all de sloans to ghos hum” dijo, o eso pensé que dijo
“Hey Phillip, qué estás tratando de decir?
“I‟m telling you to tifus these sloans ta grow fome”, me respondió. “Tidus
sloans to go home”
“Okay” le dije. “Entendido”.
Creo que lo que queria decirme era que les dijera a las chicas que
estaban ahí con él que se fueran a su casa. Evité esa situación asi que me
fui pensando que “Tidus Sloan”, cualquiera sea su significado, era un lindo
nombre para una banda.

“Tidus Sloan” era una banda instrumental porque nunca encontramos un


cantante y yo no iba a cantar de ninguna manera. Básicamente no tengo
personalidad de lider, no puedo ser lider en nada: es un gran esfuerzo para
mí salir a escena y tener que hablar con la gente. Todo lo que quiero es
tocar la guitarra y estar solo. De todas maneras Tidus Sloan tocaba los
primeros temas de Black Sabbath, Rush, de Led Zeppelin, y Deep Purple sin
letra. Eramos „retro‟ antes que existiera el „retro‟.
Ensayabamos en el garage de Adam, lo que volvía loca a su madre. Tanto
ella como los vecinos vivían quejándose. Era entendible porque
tocabamos a todo volumen, haciamos mucho ruido y ese era un barrio
residencial. Su madre se llamaba Shirley; le hice un dibujo en su honor: era
una mujer en la puerta de una habitación gritando con toda su fuerza
“Está muy fuerte, no puedo soportar tanto ruido!!!!”. En el dibujo, el piso
esta cubierto de latitas de cerveza y sobre la cama hay un chico de pelo
largo tocando la guitarra. Es bastante obvio.
La caricatura de Shirley fue la inspiración para mi primer tatuaje, aunque el
dibujo que tengo en mi brazo no se parece para nada a ella –mi versión
tiene el cabello de Nikki Sixx, y pechos grandes y Shirley tenia el cabello
rizado, era vieja y gorda. Me lo hice a los 16 en el brazo derecho y dice
“Slash” debajo.
Adam luego me explico que los ataques de su madre eran por mi culpa:
me habia comprado un Talkbox (la madrastra de Mark me lo vendió). Es un
amplificador que permite al músico modificar el sonido de cualquier
instrumento que se le conecte, con sólo mover su boca contra un tubo o
manguera que sale de él. Aparentemente le hacia recordar a su último
marido, que habia muerto de cáncer en la garganta unos años antes. Él
tenía que hablar a través de un aparato y el sonido que producia el
Talkbox era similar a aquél y no podía soportarlo. No hace falta decirlo,
tuve que dejar de usar el Talkbox en su casa.
Habia otros guitarristas y bandas en la secundaria como Tracii Guns y su
banda Pyrhus. Sentí envidia por un momento cuando empecé a tocar la
guitarra y todavía no me habia comprado mi elétrica: Tracii tenía un Les
Paul negra (una verdadera) y un amplificador Peavy. Nunca olvidaré lo
cerca que estábamos; coincidiamos en las fiestas donde ibamos a tocar
cada uno con su banda. Definitivamente era una competencia.
En la secundaria empecé a juntarme con cuanto músico encontraba.
Habia unos pibes de mi edad y algunos mas grandes tambien. Estaban
descerebrados; ya se le habia pasado la fecha de vencimiento como
para seguir tocando con adolescentes. El mejor de ellos era Phillip
Davidson, a quien mencióne antes. Él no sólo le dio nombre a mi primera
banda sino que tambien tenia una Stratocaster, que no era poco. Sus
padres parecian no estar nunca en su casa. Él vivia en una casa humilde
en Hancock Park; habia marihuana por todos lados y nosotros pasabamos
todo el dia y muchas noches ahí: mucha cerveza, marihuana, nada de
padres. Sólo Phillip, sus dos hermanos y yo.
Siempre me pregunté dónde estaban sus padres; era como el dibujo
animado “Peanuts”: todos niños, ninguna persona mayor como autoridad.
Era un gran misterio para mí, siempre pensé que quizá sus padres podían
llegar de un momento a otro, pero eso nunca sucedió. Sentía que yo era el
único que se preocupaba por él: Phillip hablaba de sus padres, que eran
los dueños de la casa, pero nunca los conocí, nunca los vi allí. Tampoco
podian estar escondidos porque la casa tenía una sala de estar y tres
habitaciones; podrían estar enterrados en el fondo de la casa, y si lo
estaban nadie los hubiera encontrado porque éste estaba lleno de basura
y escombros.
Phillips solia ir de una habitación a otra, siempre con su cigarrillo (de
tabaco, de marihuana o de la combinación de ambas) mientras contaba
historias que se hacian realmente extensas porque él hablaba muy
pausado. Era alto, desgarbado, tenía barba de chivo y cabello largo
castaño rojizo y muchas pecas; estaba siempre drogado, pero realmente
drogado. Me refiero a que a veces se reía solo y otras estaba totalmente
inexpresivo, parecia tener los ojos cerrados.
Teóricamente Phillip sabía tocar canciones de Hendrix y otros artistas en su
Strato, pero nunca lo escuché tocar nada de nada. Cuando iba a su casa
recuerdo que Phillip ponia canciones de Deep Purple en el stereo. Estaba
tan „quemado‟ que era doloroso, simplemente desagradable juntarse con
él. Yo siempre veo lo bueno de la gente sin importar sus defectos. Pero con
Phillip… espere que sucediera algo extraordinario, que su chispa interior
encienda la llama interna que los otros no podian ver, pero fue en vano;
espere los dos años que restaban de mi secundaria pero nunca la vi. Pero
sí tenia una Stratocaster.

Tomando todo en cuenta, Tidus Sloan era funcional, servia en la escuela


secundaria. Tocabamos en la sala de actos y en muchas de las fiestas que
se hacian en el colegio, incluído mi cumpleaños.
Cuando cumplí 16, Mark Mansfield armó una fiesta para mí, en la casa de
sus padres en Hollywood Hills y mi banda iba a tocar allí.
Mi novia Melissa, como regalo de cumpleaños me dio un gramo de
cocaína y esa noche aprendí algo muy valioso: No se puede mezclar la
guitarra con cocaina. Tome unas lineas antes de salir a escena y cuando
quise tocar, simplemente no pude. Fue una situación vergonzosa,
incómoda. Me ha pasado lo mismo todas las veces que cometí ese error:
nada sonaba bien, no podia encontrar el ritmo. No queria estar alli
tocando. Estaba como si nunca hubiera tocado la guitarra en mi vida. Me
sentí tan torpe como la primera vez que traté de esquiar.
Hicimos tres canciones y no pude seguir. Renuncié. Me fui. Aprendí que
tengo que dejar esas cosas (ciertos hábitos) para después de los shows.
Puedo beber y tocar, pero tambien conozco mi límite, y con respecto a la
heroína, despues te cuento porque es una historia aparte, totalmente
diferente.
De todas maneras, esta experiencia me basto para darme cuenta que
nunca debo llevar esta clase de vicios de gira.
El show más extravagante de Tidus Sloan fue en un bat mitzvah en un lugar
en el medio de la nada. Adam, Ron y yo estabamos en La Brea Tar Pits
drogándonos cuando una chica se acercó a nosotros para ofrecernos 500
dolares por tocar en la fiesta de su hermana. Cuando vio que estabamos
poco interesados en el tema, empezó a dar nombres de gente famosa,
que eran amigos de la familia y que estaban invitados a la fiesta, entre
ellos Mick Jagger. No le creimos demasiado pero despues de una par de
horas, nos pinto la fiesta como el mayor acontecimiento en Los Angeles; asi
que tomamos los equipos, los cargamos en una camioneta, llamamos un
par de amigos y nos fuimos a hacer nuestro show.
La fiesta era en la casa de la familia, que quedaba a dos horas de L. A.
(1:45 hs mas de lo que esperabamos). El viaje fue tan largo que cuando
llegamos no teniamos ni idea dónde estabamos. Nos paramos en la puerta
de la casa y me parecia directamente imposible que ahí fuera a tener
lugar el evento más importante de Los Angeles, que iba a estar repleto de
estrellas de Hollywood: era un lugar pequeño, antiguo, parecido a la casa
de mis abuelos. Los sillones tenian tapizado vinilico, una alfombra de pelo
largo en la sala, portarretratos con fotos familiares y adornos de porcelana
colgados en las paredes. Con respecto al espacio… habia muchos
muebles.
Llegamos la noche anterior y dormimos en el sector de huéspedes. Era un
gesto amistoso pero la idea en sí era horrible. A decir verdad, era una
familia judia tradicional y se quedaron „frios‟ cuando llegamos. Armamos
los equipos esa noche en la galeria donde habian puesto las mesas y las
sillas, y habian dejado un espacio a modo de escenario para nuestra
performance al dia siguiente. Despues nos dedicamos a aniquilarnos con
las cantidades industriales de alcohol que llevamos; lo consumimos en
privado y nos esforzamos por mantenernos en el sector de huéspedes
donde nos habian mandado pero desafortunadamente agotamos
nuestros recursos y nos vimos obligados a ir hacia la casa de la familia para
sacar cualquier botella que estuviera a mano. Fue lo peor que nos pudo
haber pasado, esas botellas no tendrian que haber caido en nuestras
manos. El hecho de mezclar nuestra vodka y whisky con Manischewitz y un
monton de otros licores que bebimos directamente de la botella predijo el
comienzo de un fin de semana realmente muy especial para nosotros,
para los anfitriones y para los invitados que vendrian a la fiesta al dia
siguiente.
Durante la noche, nuestros amigos y nosotros destruímos la casa de
huéspedes al punto de sobrepasar cualquier episodio descontrolado vivido
en la epoca de Guns. Habia vómito por todos lados. Estaba en el baño
con la chica, sentado en la pileta y la canilla se salío de la pared, el agua
regó todo alrededor hasta que pudimos cerrar la válvula. Parecía que lo
habiamos hecho a proposito pero la mayoria habian sido efectos
colaterales.
Estoy feliz de poder decir que no fui yo el autor de la ofensa más grande
de todas: vomitar dentro de una olla de guiso.
Este guiso era un plato tradicional que se sirvía en todos los bar y bat mitzva
de la familia; lo habian dejado cocinando a fuego lento en el sector de
huéspedes donde estabamos nosotros, para que esté listo para comer al
dia siguiente. En algun momento, uno de mis amigos rompio la tapa de la
olla, vomitó en ella, reemplazó la tapa sin decir nada a nadie, o por lo
menos apagar el fuego. No puedo explicarte lo que fue despertarse a la
mañana, despues de haber dormido en el suelo, con un dolor de cabeza
tremendo, trozos de vasos rotos adheridos en mi cara y con el olor del
vomito caliente infusionado con el guiso flotando en el aire.
Desafortunadamente, la película de terror continuó para esta pobre
gente. Nos habiamos tomado todo el alcohol que llevamos nosotros y todo
el que encontramos en la casa la noche anterior, asi que, a la mañana,
robamos las botellas del bar de al lado de la casa ni bien comenzamos a
ensayar. Despues empezaron a llegar los invitados a la fiesta. Estabamos
tocando a todo volumen, nadie sabía qué hacer o qué decir, pero
hicieron algunas sugerencias.
Una viejita, petisa, muy vital, se acerco a dar su crítica constructiva.
“Hey, jovencito, es muy chillon!” dijo mirándonos bizco. “Crees que puedes
bajar el volumen un poco? Estamos tratando de conversar!”
La abuela era muy habil, tenía mucha labia. Sostenia una botella de
Coca-Cola. Usaba lentes y un trajecito que a pesar de ser corto imponía
mucha autoridad. Nos pregunto si conocíamos alguna cancion „familiar‟ y
pusimos lo mejor de nosotros para complacerla. Hicimos todos los temas de
Deep Purple y Black Sabbath que conociamos. Nos habian armado una
especie de escenario y puesto sillas enfrente, era muy claro que excepto
por unos chicos de 6 u 8 años, el resto de los invitados estaban pegados a
la pared lo más lejos posible del escenario. De hecho, muchos se
comportaron como si se hubiese largado a llover, porque cuando mire
para arriba me di cuenta que se habian encerrado todos dentro de la sala
de estar sin razón alguna sólo para alejar el sonido de nuestra música.
Enloquecimos a los invitados asi que intentamos atraerlos tranquilizandonos
un poco y tocando algo mas lento: hicimos una versión heavy-metal de
“Message in a Bottle”. No funcionó; asi que tratamos de tocar algo más
popular; tocamos “Start me up” una y otra vez sin cantante, sin letras. No
hubo caso. Media hora de la versión intrumental de los Stones tampoco
acercó a la gente al escenario. Con toda tranquilidad tocamos la cancion
de Morris Albert “Feelings” pero la versión de Jimmy Hendrix. Nada
funcionó. Asi que tocamos nuestra última cancion y nos largamos de ahí.

Podrá sorprender a muchos, pero empecé a trabajar desde muy joven


para tener dinero para afrontar los gastos que implicaba aprender a tocar
la guitarra, incluso antes de poder formar la banda.
Fui canillita desde noveno grado. El recorrido era bastante extenso: cubría
desde Wilshire y La Brea hasta Fairfax y Beverly. Era sólo los domingos. Me
levantaba a las 6 a.m. salvo que combinara con mi abuela para que me
llevara. Me esperaban dos bolsos enormes de diarios y revistas, que
colgaba a cada lado del manubrio de la bicicleta; inclinarme mucho
hacia un lado o hacia el otro predecía un accidente. Luego ascendí y
conseguí otro trabajo en el Cine-teatro Fairfax.
Fue una revelacion para mí darme cuenta cuánto tiempo pasaba
trabajando y cuánto tiempo invertía en tocar la guitarra: finalmente
comprendí por qué me mataba trabajando. Mis padres me influenciaron
en este sentido: la mezcla de la creatividad de mi padre y el instinto
„triunfar en la vida‟ de mi madre era la razón. Yo podia elegir el camino
más largo y más duro para conseguir lo que quería pero siempre estaba
decidido a tener aquello que deseara.
Fue ese instinto lo que me ha ayudado a sobrevivir en momentos en que
todo estaba en contra, cuando me encontraba solo, pasando un mal
momento y tenia que seguir adelante.
El trabajo era algo en lo que siempre estaba concentrado. Hacia las cosas
bien, me gustara o no la actividad que me tocase realizar. Estaba decidido
a trabajar dia y noche para conseguir dinero para bancar mi vocación, mi
pasión.
Conseguí trabajo en „Business Card Clocks‟, una pequeña fabrica de
relojes. Me pasaba desde Septiembre hasta Diciembre armando relojes
para un monton de empresas; eran relojes personalizados que los
entregaban como regalos de fin de año.
Se hacia una gran producción de logos de la empresas sobre Masonite (un
material parecido al carton, pero más resistente), entonces yo tenia que
insertar la maquina del reloj en el centro, enmarcar el objeto en madera y
ponerlo en cajas. Eso era todo. Hice miles de estos relojes.
Nos pagaban por horas asi que yo era el único loco que llegaba a las seis
de la mañana, trabajaba todo el día, toda la noche y muchas veces me
quedaba a dormir allí. No creo que fuera legal hacerlo pero no me
importaba: yo sólo queria juntar la mayor cantidad posible de dinero
durante la temporada.
Era un muy buen trabajo, y lo mantuve por unos años. Luego se me volvió
en contra. Mi jefe, Larry, me pagaba con cheques personales, de manera
que no me tenía registrado como empleado, no informó mi salario a la
Agencia de Recaudación. Como no estuve registrado como empleado no
ví ninguna necesidad de pagar impuestos sobre lo que me habian pagado
por trabajar allí, pero en cuanto empecé a ganar dinero con Guns, unos
años después, la Agencia de Recaudación me llamó para reclamarme el
pago de impuestos sobre aquel trabajo más los intereses. Todavía no
puedo creer, despues de todo lo que hice, cómo el gobierno me apuntó
por el trabajo en la fábrica de relojes. Luego me enteré lo que pasó: Larry
tuvo una auditoria de la Agencia de Recaudación; le cuestionaron un
dinero que no figuraba en sus registros pero que él habia percibido durante
unos años. Entonces Larry se vió obligado a confesar que ese dinero se
habia usado para pagarle a un empleado suyo, o sea… yo. La Agencia de
Recaudación me rastreó y trabó un embargo sobre mi dinero, mis bienes,
mis cuentas; cualquier depósito que yo hiciera sería contabilizado para
cubrir mi deuda de impuestos.
Y a esa altura, había pasado mucho tiempo sin dinero; mejor dicho “en
bancarrota” como para rendirme a pagarla. Entonces, cuando conseguí
la plata, en vez de usarla para saldar la deuda, pedi que me dieran mi
parte del contrato de Guns –mi parte del adelanto- en cheques de viajero
que siempre llevaba conmigo. Pero ya llegaremos ahí.
Otro trabajo que tuve fue en Hollywood Music Store, una casa de música
ubicada en Fairfax y Melrose. Mientras trabajaba para ahorrar dinero y
pagar mis gastos, trataba de hacer lo que realmente me gustaba; asi que
tuve que pasar por momentos en los que uno piensa “Y bueno… Qué mas
da?!!!” Este es uno de ellos: habia un chico que solia venir todos los dias, se
paraba en el sector de guitarras, siempre tomaba una distinta, la afinaba y
procedia a tocar por horas. Más bien venia a pasar un rato allí y tocar la
guitarra. Estoy seguro que hay uno de esos en todas las casas de musica.
Cuando empecé el colegio primario habia muchos discos buenos de rock
para escuchar y para aprender de ellos: Cheap Trick, Van Halen, Ted
Nugent, AC/DC, Aerosmith y Queen estaban en su mejor momento. Al
contrario del resto de mis compañeros guitarristas, nunca procuré imitar a
Eddie Van Halen. Era el ícono de los guitarristas principales, asi que todos
trataban de tocar como él pero nadie tenia su „feeling‟, y no se daban
cuenta de eso. Su estilo era tan personal que no podría haberlo imitado, ni
sonar parecido (no traté, ni quise hacerlo). Saque de oido algunos licks de
blues de Eddie, licks que nadie resaltaba como „estilo propio‟ porque no
creo que él fuera correctamente valorado por su sentido del ritmo y la
melodía. Asi que mientras el resto practicaba sus ligados y escuchaba
“Eruption”, yo sólo escuchaba a Van Halen.
Siempre me gustaron los guitarristas personales como Stevie Ray Vaughan,
Jeff Beck, Johnny Winter, Albert King y mientras aprendía al observar su
técnica, tambien absorbía la pasion que ponian al tocar la guitarra. Esto
último me ayudó y enseñó mucho más que la técnica.
De todos modos, las cosas habian cambiado para cuando llegue a la
secundaria. Para 1980 el punk ingles habia encontrado su rumbo en L.A y
se habia convertido en algo completamente ridículo que nada tenia que
ver con sus orígenes. Era una imposición de la moda repentina pero difícil
de ignorar: de pronto cada pibe que conocia empezó a usar remeras
rasgadas, mocasines con plataforma, y cadenas de cartera hechas con
clips de papel o con alfileres de gancho. No era gran cosa; sólo era una
moda más en la escena de West Hollywood que se desarrollaba en the
Rainbow, The Whiskey, Club Lingere, y Starwood.
Siempre pense que no valia la pena escuchar a las bandas punk que
rondaban por Los Angeles porque nunca las considere reales, originales.
“Germs” era la más famosa, la gran banda y muchas otras la imitaban.
Creo que ninguno de sus integrantes sabía tocar y realmente eran
horribles, daban vergüenza. Pienso que las unicas bandas que se podían
escuchar eran “X” y “Fear” y ninguna otra más.
Respeto el hecho de que la escencia del punk, desde el punto de vista del
músico, se basaba en no saber tocar bien y que te importe un carajo eso.
Pero tenía un problema con el hecho de que todos explotaban la estetica
por las razones incorrectas. Hay una pequeña diferencia entre tocar mal
porque no sabes tocar, y tocar mal sabiendo tocar y hacerlo por alguna
razon en especial.
El punk rock que provenía de Londres y New York causó una impresión que,
si bien fue malinterpretada en Los Angeles, le dio vida a un monton de
clubs fabulosos. “Café de Grand” es el mejor de todos. Era uno de los
mejores lugares donde se podían ir a ver shows de verdadero punk, pero
ése no era el único; “Palladium” tambien organizaba buenos shows de
punk. Fui a ver a los Ramones ahí y nunca lo olvidaré: fue un show tan
intenso como surfear las enormes olas. Con algunas excepciones, la versión
punk de Los Angeles eran tan patetica como la gente que se juntaba en la
puerta de Starwood los fines de semana: un montón de estúpidos, huecos
que estaban siempre en pose.
En esa epoca, finalmente tenía la edad con la que me transformaba en
„grande‟. Habia pasado mi vida siendo el chiquito del grupo que andaba
con los pibes más grandes, me interesaba lo que a ellos les interesaba, y
siempre queria formar parte su grupo y de todas las cosas buenas que
estaban sucediendo. Ahora yo era grande y por lo que podía ver, el
movimiento punk y la moda horrible que traía con él, habian hechado
todo a perder. Había crecido lo suficiente como para valorar y disfrutar de
lo que venia sucediendo antes del punk y justo en ese momento todo
empezo a transformarse en una verdadera porqueria.
Desde 1965 hasta 1980, las cosas se mantuvieron bastante estables: la
musica se basaba en el rock and roll a pesar de algunas bandas de „rock
diluido‟ que andaban por ahí, como “Foghat”, “Styx”, “Journey”, “REO
Speedwagon” y muchas más.
En el ‟79 y ‟80, con excepcion de Van Halen, el resto tomó una direccion
diferente, lo que trajo aparejado el nacimiento de una nueva clase de
rebelión en la que yo estaba involucrado y fue desplazada de a poco por
algo que tenia que ver mas con la moda que con la música.

Despues de que me expulsaran de Fairfax High School por aquel incidente


en la clase de ciencias sociales, me encontré en el limbo.
La educación siempre fue una prioridad para mi madre; ella me dejaba
vivir donde quisiera, como quisiera, por todo el verano, mientras que yo
aceptara ir con ella, fuera donde fuera. Necesitaba estar bien segura que
yo estaba yendo a la escuela, asi que la mejor manera de controlarme era
viviendo con ella.
En las vacaciones del año en el que me expulsaron me anotó en una
escuela de verano en el Hollywood High School para prepararme para ir a
la otra escuela, la Beverly Hills Unified High School y comenzar segundo año
junto con el resto de los alumnos. Pero tambien intenté escaparme
totalmente de la escuela, preparándome y dando examenes de nivel, de
aptitud. No me fue bien: tomé la primera media hora de clase, luego sali a
fumar un cigarrillo y nunca más volví.
Durante este período, mi mamá se separó de su novio fotógrafo. Cuando
se entero que él se inyectaba, mi mama tomo a mi hermano, empacó sus
cosas y se fue de la casa. El fotografo termino en bancarrota: el vicio le
hizo perder todo, hasta su casa. En ese momento, yo no pasaba mucho
tiempo en casa, de manera que no fui testigo de su caida, pero cuando
me enteré, me senti aliviado.
Mi madre, mi hermano y mi abuela se mudaron juntos a un departamento
en Wilshire y La Cienaga, y a pedido de mi madre, me sumé a ellos en el
otoño.
Mi mamá queria que terminara el secundario antes de dejarme decidir
qué camino tomar, cualquiera sea mi decisión; pero no le dejé alternativa:
mis notas, asistencia y comportamiento dejaba bastante que desear asi
que hizo lo que creyó que era mejor: me anotó en el Beverly Hills High en el
sector de chicos especiales.
Mandan a este sector del colegio a los chicos con problemas de
adaptación, aprendizaje, conducta y a todos aquellos que no son
aceptados por razones diversas en los colegios tradicionales. Mientras que
el Fairfax era para mi algo que debia evitar, esta escuela me parecia
perfecta: me permitian trabajar a mi ritmo y podia elegir los horarios de
cursada y combinarlos con el trabajo.
Llegaba a las 8 y me iba al mediodia porque en ese momento tenia dos
trabajos, en el Fairfax movie theater y en la fabrica de relojes.
Mis compañeros de ese colegio eran verdaderos personajes. Habia una
pareja de chicas fanaticas de Harley Davidson, una de ellas era un
dinosaurio cuyo novio cuarenton, tambien fanatico de Harley la pasaba a
buscar todos los dias. Él llegaba temprano y se sentaba y admiraba su
„máquina‟, la otra chica tenía su propia Harley Davidson. Habia tambien
tres chicas roqueras de Sunset Strip en la clase, usaban Aqua Net en el
cabello para sostener el peinado en el que cada mecha iba en diferente
direccion, remeras rasgadas y zapatos de taco aguja.
Su estilo hablaba por sí solo. Las tres eran atractivas a su manera… sabian
utilizar el rouge y sombras, por decirlo de alguna manera. Conocia a otra
chica de la clase; se llamaba Desiree, era la hija de Norman Seiff, un amigo
de mi padre y muy conocido fotografo de bandas de rock. Jugabamos
juntos cuando eramos chicos, haciamos travesuras; ella me gustaba en
aquel momento y cuando la volví a ver me dí cuenta que tenía razones de
sobra para que me gustara en „ese‟ momento: se sentaba en la fila de
enfrente, se vestia con remeras sin mangas muy sueltas, sin soutien. Se
habia convertido en una chica punk, con mucho busto y muy sexy, que
seguia siendo, a mis ojos, tan bonita como cuando tenia siete años.
Habia también otras personas en la clase, eramos tan diversos y
extravagantes que podriamos haber sido personajes de figuritas
coleccionables: estaba el surfer drogadicto estilo Jeff Spicoli, la prostituta
adolescente madre, el gordito gótico melancólico, la triste chica india que
trabajaba en el turno noche en el “7-Eleven” de sus padres. Todos nosotros
juntos al lado –casi pegados- al resto de la población estudiantil, pero al
margen de ella.

Mirando un poco para atrás, me gustaria saber cómo cada uno de ellos
fue a parar allí, al „de otra manera lujoso‟ Beverly Hills High School; no
„menos lujoso‟. Estabamos aislados todos juntos en beneficio de nuestra
propia educación „progresiva‟ en un aula con un solo baño para chicas y
chicos que tambien hacia de sala de espera y recreo. Alli fue donde
descubrí por qué las tres chicas roqueras de Sunset Strip lucían de esa
manera: eran del fan club no oficial de Mötley Crüe. Tambien hacian
relaciones públicas: Me hicieron conocer la banda la primera vez que me
junté con ellas en un recreo mientras me fumaba un cigarrillo…
Conocía a Nikki Sixx, el bajista y creador de Mötley Crüe desde su primera
banda “London”, porque Steven y yo, habiamos visto su show en Starwood
una noche que entramos sin que nadie se diera cuenta. “Londo”n tenía
una gran presencia escénica, combinada con un buen dinero gastado en
pirotecnia y la vestimenta; era una banda que tenia lo necesario para
volarle la cabeza a cualquier adolescente.
No sabia que Nikki habia conocido a Tommy y que luego ellos dos
buscaron a los otros miembros de la banda; tampoco sabía que
encabezaban un movimiento que desplazaría al punk de Los Angeles de la
noche a la mañana. Mötley no se parecia a Quiet Riot, Y&T, o a cualquier
otra banda de Sunset Strip: todas estaban en la cima pero no era como
ninguna otra.
Estaban tan interesadas en la banda que no creo que hubiera alguien
(excepto yo) que las confundiera con algo más que con fan de Mötley
Crüe.
Hay momentos en la vida que sólo el tiempo puede enmarcar: a lo sumo
sabés que la foto es especial cuando la sacas, pero la mayoria de las
veces sólo la distancia y la perspectiva te da la razón. Pase un momento
así justo antes de abandonar totalmente la escuela: fue el dia que Nikki Sixx
y Tommy Lee en el estacionamiento de mi colegio. Seis años despues
estaría inhalando cocaína en su jet privado pero verlos perder el tiempo a
mi colegio es algo más memorable para mí. Estaban vestidos con
pantalones elastizados y botas con taco, con el cabello batido,
maquillados; fumando un cigarrillo, charlando con las chicas de mi
colegio. Fue casi surrealista. Observé a mis nuevas amigas –las tres chicas
que lucian como ellos- mirar fijo a Tommy y Nikki como si fueran rosquillas
glaceadas, mientras que ellos, indiferentes, les repartían gráficas para
colgar por las calles y folletos para repartir en Sunset Strip, anunciando el
próximo show de la banda.
Me quedé asombrado: estas chicas no sólo les gustaba tanto la banda
como para elegir vestirse como ellos sino que tambien estaban dispuestas
a ser sus promotoras voluntarias. Nikki les habia dado copias de su nuevo
EP “Too Fast for Love” y su trabajo era convertir a todos sus amigos en fans
de Motlëy Crüe. Fue como ver a Drácula liberar a sus discipulos en Beverly
Hills para ir a chuparles la sangre a las mujeres.
Me impresionó y sentí mucha envidia: yo nunca podría estar en una banda
que luciera o sonara como Mötley Crüe, pero quería lo que ellos tenían.
Queria tocar la guitarra en una banda que inspirara tal grado de devocion
y entusiasmo y alboroto. Fui a ver Mötley Crüe ese fin de semana en The
Whisky… musicalmente, estuvo bien pero el show en sí fue altamente
efectivo. Fue memorable por su producción: Vince prendió fuego las botas
de Nikki y ahí arrancó la pirotecnia. Tommy toco como si quisiera a romper
la bateria en dos, mientras Mick Mars arrastraba los pies como los muertos
vivos. Aunque lo que más me impacto fue el público: eran incansables;
cantaban cada cancion y vivaban a la banda como si fuera un gran show
en el L.A. Forum.
Era obvio, por lo menos para mi, que muy pronto Mötley Crüe estaria
tocando allí.
Entonces pensé: Si ellos pueden hacerlo a su manera, por qué yo no
puedo?

CAPITULO 5
DISPUESTO A TRIUNFAR

Cuando hayas vivido un poco te daras cuenta que lo que le hayas dado al
mundo, el mundo te lo devuelve, de una manera u otra. Eso puede
suceder hoy, mañana o en años pero sucede; en general, cuando uno
menos lo espera, de una forma muy diferente a la original. Esos hechos
fortuitos, esos momentos casuales que te cambian la vida parecen obra
del azar en ese momento, pero yo no creo que lo sean. Por lo menos eso
es lo que deduje a lo largo de mi vida. Y sé que no soy el único…

No habia visto a Marc Canter durante un año porque ambos habiamos


estado muy ocupados haciendo otras cosas. En el ínterin, él habia pasado
por una metamorfosis.
La ultima vez que lo vi, era sólo un fan de la musica y recien estaba
empezando a dirigir el negocio familiar, el restaurant Canter´s Deli. No era
para nada un roquero (es mi punto de vista, a grandes rasgos). Cuando
nos volvimos a ver, Marc era otra persona: un excelente modelo de „fan de
rock‟ obsesivo e incansable. No lo hubiera imaginado ni en un millon de
años, pero Marc había dedicado su vida entera a Aerosmith. Transformó su
cuarto en un santuario: habia empapelado las paredes con posters, tenia
un catalogo de absolutamente todas las revistas donde habia salido la
banda, y guardaba un monton de fotos autografiadas, todas ordenadas
en un album con recubrimiento plastico, y la suficiente cantidad de discos
en versiones extranjeras y casetes piratas como para abrir una disqueria.
Marc no parecia tener esta pasion por Aerosmith, era más bien un fan del
rock que usaba remeras de Aerosmith porque nunca dejo que su
fanatismo llegara al punto de vestirse como Steven o Joe como un
homenaje hacia la banda. De todas maneras, en su nombre se ha
involucrado en muchas actividades medianamente ilegales: acecho,
entrar sin autorización a la propiedad privada; tambien se infiltraba en
cuanto evento estén invitados. No se cómo, pero tambien se metió en el
negocio de la reventa de entradas: compraba muchos tickets para un
show y luego las intercambiaba por un par de plateas bajas con la mejor
ubicación. Era un juego para él, paracía un chico intercambiando figuritas;
pero en los shows, Marc era el chico que se quedaba con la figurita difícil.
Pero el intercambio de entradas era una pequeña parte del plan que
recien estaba empezando. Luego desarmaba su camara de fotos
profesional y escondía las piezas en los pantalones, en las mangas de la
campera o en cualquier otro lugar donde cupieran. Lo mismo hacia con
las lentes de la camara.
Nunca lo engancharon. Tiene fotos muy buenas de los shows de Aerosmith.
El único problema fue que Marc llegó un poco tarde: cuando él empezo a
investigar acerca de ellos, la banda se separó.
Lo más importante en la colección de objetos significativos de Aerosmith
era un paquete vacío de Doritos y una pequeña bolsa Ziploc llena de
colillas de cigarrillos que Marc habia secuestrado en la habitación de Joe
Perry en el hotel Sunset Marquis. Aparentemente pudo ingresar al lugar sin
que nadie se diera cuenta y se las arreglo para entrar a la habitación
despues que Joe abandonara el hotel y antes que llegara la persona de
Servicio Doméstico. Joe no habia tenido show ni actividad alguna la noche
anterior, ya que en ese momento, él habia renunciado a la banda. Me
parecio un poco raro; Aerosmith ya se habia separado; pero Marc vivia
para ellos las 24 horas, los siete dias de la semana.
Marc ha sido uno de mis mejores amigos en la vida desde el dia en que
nos conocimos, asi que tenia que alentarlo y colaborar con su colección:
le hice un dibujo a mano alzada de Aerosmith y se lo regale para su
cumpleaños; lo hice con lapiz y despues le dí luces y sombras con biromes
de colores y quedo bastante bien.
Ese dibujo me enseño la leccion que he indicado de una forma u otra a lo
largo de la historia: cualquier cosa que brindes al mundo, vuelve de alguna
u otra manera. En esa oportunidad, el dibujo regresó (literalmente) y trajo
con él lo que tanto habia estado buscando.
La otra vez que lo ví, yo estaba en un punto muerto; esforzandome en
vano para formar una banda en el ambiente musical que no me respondía
para nada. Queria el botín que habia visto disfrutar a guitarristas poco
capacitados para tocar, pero si para conseguir el botin tenia que cambiar
tanto como debia, entonces nunca iba a tener ese botín –lo intenté pero
descubri que era incapaz de comprometerme a ese punto, era ceder
demasiado. No te voy a mentir diciendo que mirando hacia atrás, estaba
en lo cierto y afirmar que muy en el fondo de mí sabía que todo terminaría
bien. No parecia que iba a ser así, de ninguna manera; pero esto no me
impidió hacer lo único que podia hacer: lo que creia correcto y de alguna
manera tuve suerte: encontre a cuatro almas disfuncionales con ideas
similares a las mías.
Estaba trabajando en Hollywood Music Store el dia que un pibe vestido
como Johnny Thunders, muy callado, cauteloso se acercó a mí. Llevaba
jean negros ajustados, mocasines, medias rosadas y el cabello teñído de
negro. Tenia en su mano una copia del dibujo de Aersomith que un amigo
en comun le habia dado: aparentemente se habian hecho varias copias y
andaban circulando por ahí. El pibe estaba lo suficientemente convencido
como para buscarme, especialmente cuando escuchó que yo era
guitarrista principal.
“Hey, fuiste vos el que dibujó esto?” me pregunto, un tanto impaciente.
“Me gusta, es buenisimo!”
“Sí, fui yo”, le dije. “Gracias”
“Cuál es tu nombre?”
“Me llamo Slash”
“Hey, Soy Izzy Stradlin”
No hablamos por un rato; Izzy siempre fue esa clase de chico que tenia
compromisos previos, pero luego quedamos en juntarnos más tarde y
cuando vino a mi casa esa noche me trajo un casete de su banda. No
podian sonar peor: el casete era el más barato que habia y el ensayo
habia sido grabado en un grabador portátil ubicado en el suelo. Se
escuchaba como si hubieran estado tocando dentro del motor de un
avion. Pero a traves del ruido de la estatica y del fondo escuché algo
interesante que creí que era la voz del cantante; era difícil de distinguir,
con un chillido tan agudo que pensé que era un defecto en la grabación;
era similar al crujido que hacen los casetes antes que la cinta empiece a
correr, excepto que era afinada, estaba en el tono correcto.

Luego de mi incompleto período en la secundaria, viví con mi madre y mi


abuela en la casa de Melrose y La Cienega, en el sótano debajo del
garage. Era el lugar perfecto para mi; me podia escapar por la ventana
de respiración que daba a la calle sin ser detectado tanto de día como de
noche, si era necesario. Tenía mis serpientes y gatos allí, y tambien podía
tocar la guitarra cuando quisiera sin molestar a nadie. Tan pronto como
abandoné la escuela, acordé con mi madre pagarle un alquiler por el
lugar.
Como dije antes, yo tenia varios trabajos por día mientras trataba de
formar una banda o sumarme a otra en la que confiase en el pantano de
la escena „metal‟ de Los Angeles.
En ese tiempo, trabajé un tiempo en Canter´s Deli. Marc inventó ese puesto
para mí. Estaba solo en una habitación arriba del local donde guardaban
toda clase de porquerías que no necesitaban. En ese momento no entendí
el chiste…
Lo que tenia que hacer era comparar las cuentas de los camareros con el
recibo correspondiente de la caja. De esta manera Marc podia saber
rapidamente quién lo estaba robando. Era un trabajo tan facil que
cualquier idiota lo podía hacer y tenia sus ventajas: comía sándwiches de
pastrami y bebía cola-cola todo el dia, mientras ponia los papeles en dos
pilas, básicamente. Mi trabajo encontró un sentido: Marc atrapo a varios
camareros que probablemente le habian estado robando por años.
Luego renuncié y dejé en mi lugar a Ron Schneider, mi bajista en Tidus
Sloan. Nuestra banda todavía se juntaba a tocar de vez en cuando pero
no ibamos a ir más alla de ninguna manera –sin cantante, jamás ibamos a
llegar a actuar en Sunset Strip.
Mi trabajo en Hollywood Music Store fue uno de los pocos trabajos que yo
consideré como un gran escalon para progresar y empezar a tocar la
guitarra profesionalmente, todo el tiempo. No por la fama y las chicas, sino
porque no habia otra cosa en el mundo que yo disfrutara más. En la tienda
de musica era asistente; vendía y tocaba todas las guitarras del local, pero
no era sólo esa mi area de trabajo: tambien vendía toda clase de artículos
de los que no sabía absolutamente nada. Fingía saber los pro y los contra
de los amplificadores para bajo, pero si se trataba de sets de baterias,
parches, palillos y una extensísima gama de instrumentos de percusión que
vendí, todavía me impresiona mi habilidad para el embuste.
Me gustaba mi trabajo en la casa de música pero era el purgatorio, sufría
muchisimo: en mis ratos libres, me pasaba mirando por la ventana el
estudio de enfrente, que se llamaba Cherokee Studios. Era un estudio de
grabacion a principio de los ‟80: no te voy a decir que era un gran
admirador pero cada vez que veia a los Dobbie Brothers llegar allí para
grabar una cancion, no puedo decirte que no sentía mucha envidia. Me
quedé anonadado el día que miré por la ventana y ví a Ric Ocasek
caminando por la calle, dirigiendose a Cherokee Studios.
Para ese tiempo, Steven Adler volvio de su exilio en Valley y retomamos
precisamente desde dónde dejamos. Cada uno tenia una chica en su
vida y los cuatro nos convertimos en un grupo inseparable. Mi novia Ivonne
estaba cursando el último año de secundaria cuando nos conocimos. De
día era una estudiante aplicada y disciplinada, y de noche se
transformaba en una chica roquera. Ella sabia muy bien cómo sobrellevar
su doble identidad. Yvone era una chica increíble: muy astuta, muy sexy,
muy extrovertida, y muy ambiciosa. Hoy es una abogada de alto nivel en
Los Angeles.
Despues de graduarse, fue a UCLA para estudiar psicología. Desde ese
momento empezamos a -más o menos- vivir juntos. En mis días libres ella de
alguna manera me convencia para que la acompañara a la escuela a las
8 de la mañana. Pasaba toda la mañana en la puerta de UCLA, fumando
cigarrillos y viendo a los chicos ricos universitarios de buena educación ir y
venir. Algunas veces, cuando me parecia interesante el profesor o el tema,
me sentaba en el aula y escuchaba la clase.
Ya no recuerdo su nombre, pero la novia de Steven e Ivone rapidamente
se volvieron grandes amigas ya que los cuatro saliamos todas las noches;
muchas veces yo no queria pero ahí estabamos, todos juntos por Sunset
Strip, tampoco me gustaba la musica que pasaban en aquel entonces
pero trataba de ser positivo. El tiro de gracia vino del lado de un novedoso,
superpromocionado, sobrevaluado proyecto conocido como MTV, el dia
que el canal salio al aire por primera vez: Yo esperaba que fuera como
“Don Kirshner´s Rock Concerts”, el extenso programa que se emitia en vivo
los sabados a la noche desde 1973 hasta 1981 y que presentaba un artista
por semana; todos han pasado por ahí, desde los Stones, The Eagles y Sex
Pistols y Sly and the family Stone hasta comediantes como Steve Martin.
MTV era todo lo contrario; mostraba “she blinded me with Science” de
Thomas Dolby, The Police, y Pat Benatar una y otra vez. Espere „horas‟ –
literalmente- para ver una buena cancion de Prince o Van Halen. Lo mismo
sentia al recorrer Sunset de noche; veia un monton de cosas, muy pocas
me gustaban y me aburria la mayor parte del tiempo. Por otro lado, Steven
estaba “en su salsa”; andaba por todos lados, sabía todo lo que sucedia
en Sunset; esto le daba la posibilidad de hacer realidad sus sueños de
RockStar, nunca se habia mostrado tan ambicioso: hacia lo que fuera para
entrar al club, conocer gente, establecer conexiones o relaciones de
cualquier grado. Steven llevaba el registro de todas las bandas que
tocaban en Rainbow los viernes y sabados a la noche, asi que se paraba
en el estacionamiento y trataba de hacer cualquier cosa para poder
entrar al lugar. Muy rara vez lo seguí, porque nunca pude hacer lo que era
necesario hacer la mayoria de las veces; yo era incapaz de humillarme a
mi mismo para ir un tanto más allá. No se por qué, pero siempre tuve un
problema con esa situación –de estar esperando en los estacionamientos o
en las puertas laterales, buscando el momento justo para ingresar a un
club- y como resultado casi nunca estuve presente las noches en las que
Steven se reunia con bandas increíbles y chicas hermosas (esas eran las
historias que él me contaba) y las veces que decidi acompañarlo –muy a
mi pesar- no vi tales criaturas, solo participe de un par de noches que –en
mi opinion- no llegaron a ser „epicas‟.
Pero una se destaca. La historia empieza cuando con Steven decidimos ir
a Rainbow a divertirnos un rato. Le pedi prestado a mamá su auto,
conduje hasta Hollywood y despues caminamos hasta llegar al club, y nos
enteramos que era „noche de chicas‟ –ladies‟ night-.
„Buenisimo!!‟ grito Steven.
Yo habia ingresado a Rainbow muchas veces años atrás gracias a un
documento falso y a Steady, el patovica de la puerta –todavia sigue alli, y
todavia me reconoce-. Por alguna razon, Steady dejo pasar a Steven y a
mí me rebotó.
„No, vos no‟ me dijo. „Esta noche no, andate a tu casa‟
Qué?!, le contesté. -No tenia razón para estar indignado pero lo estaba de
todos modos- „Qué me estas diciendo? Siempre vengo a este lugar!‟
„Si?, me importa un carajo!‟ me respondio; „Andate de acá, esta noche no
vas a entrar‟.
Estaba furioso y no tenia dónde ir; asi que segui las órdenes de Steady y me
fui a casa. Ahogue la vergüenza en alcohol y estando bien borracho se me
ocurrio una idea: volver a Raibow vestido como una chica. En mi estado el
plan tenia sentido: le demostraria a Steady que sí podia entrar al club, y
gratis gracias a la „noche de chicas‟ y luego me acostaria con Steven, ya
que Adler encaraba a cuanta chica pasara a su lado, asi que estaba
seguro que él lo haria conmigo antes de darse cuenta quién era yo.
Mi madre penso que mi plan era divertido y que seria comico verme en
esa situacion, entonces me vistio con una pollera y medias de red, me
peinó, me puso una boina y me maquilló; no pude usar sus zapatos pero sí
su ropa –que si lucia como una chica.?.. No, lucia como una chica de
Rainbow!
Tome el auto nuevamente y volvi a West Hollywood disfrazado. Estacioné
unas cuadras antes, sobre Doheny, y camine hasta llegar al club. Estaba
borracho y en una mision -enfocado con un objetivo- ambas cosas, asi que
mis inhibiciones eran inexistentes. Me paseé por delante de Steady y casi
me rio en su cara cuando me hizo señas para que entrara sin siquiera
pedirme documentos.
Estaba en la cima del universo: habia ganado –hasta que me di cuenta
que Steven ya se habia ido. Fue como llegar al final de la montaña rusa
antes de alcanzar la primera subida. Ahí ví cual era mi situacion real:
estaba en Rainbow, en medio de un monton de gente, vestido como una
chica. Cuando ententí la situación e hice algo decente... me fui. Recuerdo
que iba camino al auto y pensaba que todos los gritos eran para mí, que
todos estaban riendose de mí; entonces pense hacia adentro: Qué dificil
debe ser, ser una chica!

La novia de Steven y Tommy Lee se conocieron por casualidad, una noche


en la ciudad, y Tommy la invito a ir a los estudios Cherokee para ver las
grabaciones de “Theatre of Pain”, que le seguia a su disco debut “Shout at
the devil”. Ella penso que no habia razon para no invitarnos a Steven,
Ivonne y a mi; quizá creyo que la invitacion incluia un “plus x 3”. Steven y
yo nos tendriamos que haber dado cuenta que no era así.
Fuimos a los estudios, para pasar un buen rato y ver el procedimiento de
grabacion pero cuando llegamos nos informaron muy claramente que las
chicas podian ingresar –de hecho, lo hicieron- pero Steven y yo no
podiamos y nos „sugirieron‟ que nos vayamos a casa. Estabamos los dos
enfurecidos. Vimos a nuestras novias entrar al estudio para pasar la noche
divirtiendose en los sillones del lobby mientras nosotros nos preguntabamos
qué estarian haciendo ellas. No fue un buen momento.
No se cómo, pero esa experiencia no me marco lo suficiente como para
desertar de la idea de conseguir un trabajo en Cherokee. Habia estado un
año hostigando al gerente tratando de convencerlo de contratarme.
Todos los dias estaba ahí, como un reloj, durante el intervalo que tenía
para almorzar mientras trabajaba en Hollywood Music Store que quedaba
enfrente de los estudios. Unas semanas más tarde, finalmente se rindio y
me ofrecio el trabajo. Para mí, esto era un hecho significativo, un hito,
estaba a sólo un paso de convertirme en un musico profesional.
Estaba muy equivocado, pero mi plan era trabajar en el estudio y asi poder
establecer conexiones con productores y musicos. Para mi, un estudio era
„el‟ lugar para conocer otros interpretes que tomaran las cosas un poco
más en serio y trabajando ahí con ellos por lo menos obtendria una sesion
de grabacion gratis cuando finalmente formara una banda. Con esa idea
tonta en mi cabeza, renuncié a Hollywood Music sientiendome como si
hubiera ganado la loteria.
En Cherokee me contrataron como cadete de los tecnicos ingenieros, ni
más ni menos. No me importaba. Me presenté el primer dia listo para hacer
los mandados, sacar la basura, cualquier cosa, en todo momento. Eso es lo
que yo pense: casi me muero cuando descubri que el trabajo de esa
semana era conseguir todo lo que Motley Crüe fuera a necesitar, cualquier
cosa, de dia o de noche. La semana anterior, estos mismos tipos me
habian prohibido la entrada al estudio y probablemente se habian
acostado con mi novia (yo le crei cuando ella me dijo que nada habia
pasado pero asi y todo…), y ahora yo tendria que pasar las proximas
semanas siendo “el chico de los mandados” de Motley Crüe.
Estupendo!!!...
El gerente me dio 100 dolares para el primer pedido de la banda (estaba
seguro que seria el primero de muchos más); una botella grande de Jack
Daniels, una botella grande de vodka, varios paquetes de papas fritas y un
par de cartones de cigarrillos.
Baje la cabeza, miré el dinero que tenia en la mano mientras me retiraba
del lugar hacia la calle debatiendo entre mí los pro y los contra de tener
que tragarme mi orgullo. Era un dia soleado, realmente un muy lindo día.
Me detuve un instante a pensar en todo eso cuando llegué a la licorería;
miré al cielo, mire la calle y luego empece a caminar de nuevo –hacia mi
casa. Eso es todo; ahí se termina la historia. Considerando que desde
entonces he pasado muchas horas en salas de grabacion profesionales a
traves de los años, es casi ridiculo que nunca haya vuelto a poner un pie
en Cherokee. Y a esta altura tampoco tengo intencion de hacerlo; les
debo a estos tipos 100 dolares. El primer y unico dia que pasé alli me
ensañaron algo invaluable: que yo debia abrirme camino en la musica,
sólo. No me importaba perder el empleo; cualquier idiota podia
complacer a Motley Crüe o a quien quiera que sea; en realidad ése era un
trabajo que yo me resistia a hacer por cuestion de principios. Estoy
orgulloso de no haber aceptado ser un perrito faldero; luego fue todo más
facil cuando Motley Crue convoco a Guns n Roses como su banda soporte
un par de años más tarde.

Ahora bien, habia renunciado a Hollywood Music pensando que el trabajo


en los estudios Cherokee seria el ultimo que tendria antes de lograr mi
cometido. De ninguna manera! Las cosas no estaban bien a este punto: no
habia terminado la secundaria, no estaba estudiando tampoco, y
aparentemente habia abandonado el único trabajo que podria haberme
ayudado en algun modo.
Estaba desempleado y sin rumbo. Estuve así durante un tiempo. Era la
oportunidad perfecta para que mi mamá me mandara de nuevo al
colegio; a cualquier colegio. Dios bendiga a mi madre y su incansable
labor y el eterno esmero que puso en educarme. Esta vez, Ola hizo lo unico
que tenía sentido hacer: ella sabia que amaba la música, entonces me
anotó en una escuela de musica bastante extraña. Una escuela tecnica.
Lamento muchisimo no recordar el nombre de ese lugar, aunque sí
recuerdo que los maestros eran muy dispersos. Hoy llego a la conclusion
que mi madre se habra enterado de la existencia de esta escuela por
folletos que habrá encontrado en el Laundromat. De todos modos, me
anoté, asistí a las clases y unas semanas despues estaba ayudando a tirar
cables y poniendo filtros (tambien se conocen como „geles‟) a las luces
para varias presentaciones en vivo.
En este lugar se les enseñaba a los alumnos las tecnicas de iluminacion y
sonido para shows en vivo. Se los instruia en forma practica.
Eramos 6 chicos en la clase, y casi inmediatamente empezamos a ser
asistentes de los tecnicos en Country Club, FM Station, y otros lugares de
Los Angeles. En realidad era todo una farsa: la escuela estaba financiada
o „explotada‟ por la compañía de productores que montaban esos shows,
asi que nosotros, los estudiantes, no sólo estabamos trabajando para ellos
gratis sino que teniamos que pagar matricula y cuota. Era todo bastante
turbio pero allí aprendi a manejar luces y sonido de shows en vivo. Lo
disfruté mucho, hasta que una noche me toco organizar la iluminacion del
show de un grupo que intentaba parecerse a Duran Duran; se llamaba
“Bang Bang”. En ese momento me di cuenta de dos cosas: la primera, que
el show no podia ser más ridiculo, y la segunda era que, este trabajo de
iluminador-sonidista no me conducía a ningun lado.

Ansiaba tanto estar en una banda que urgaba una y otra vez en los avisos
de “The Recycler”, un diario de libre distribucion para músicos de L.A, todas
las semanas, buscando una propuesta que me atrajera. Muchas veces la
busqueda fue en vano; solo pedian guitarristas que dominen el „shred‟.
Hasta que vi uno que me intereso: era de un cantante y un guitarrista que
solicitaban otro guitarrista del estilo Aerosmith y Hanoi Rocks. Y lo más
importante; el aviso decia expresamente “sin barba, sin bigotes”.
Llame al numero de telefono que figuraba en el anuncio y fijamos una
reunion en la pension que alquilaban en Laurel Canyon. Mi novia y yo
fuimos para alla; cuando llegamos alli reconoci a Izzy inmediatamente
como aquel chico que habia ido a la tienda de musica con mi dibujo de
Aerosmith en su mano; luego me di cuenta que el cantante que estaba a
su lado debia ser el que escuche aquella vez en el demo; que tenia un
registro muy alto. Pensé „Ok! Esto puede llegar a estar bueno‟.
La pension era una casucha tan pequeña que parecia un ropero; solo
tenia espacio para una cama y una TV (la unica fuente de luz que tenia el
lugar) y un pequeño espacio para sentarte –en el piso-.
Izzy y yo nos pusimos a charlar un rato pero Axl nunca dejo el telefono,
aunque asintio con la cabeza cuando entramos a la sala. En ese momento
pense que era un maleducado, pero ahora que lo conozco sé que no es
así. Cuando Axl entabla una conversacion, despues no hay forma de
callarlo.
En Guns soliamos apodarlo Twain Wreck: cuando empezaba a contar una
historia, se ponia tan denso como Mark Twain.
Sin embargo, la reunion fue bastante tranquila: no se si decidieron que no
necesitaban una segunda guitarra o simplemente no les agradé yo. De
cualquier modo, nuestro primer encuentro fue irrelevante.

En cuanto Steven regreso a Hollywood, nos informó, orgulloso, que habia


aprendido a tocar la bateria en la casa de su madre en Valley, y estoy
seguro que eso contribuyo para que su madre lo echara de la casa una
vez más.
Steven estaba listo para formar una banda conmigo, aunque yo todavia
seguía tocando con Tidus Sloan y respondiendo los pedidos de guitarristas
de “The Recycler”. La verdad, tomé a la ligera lo de Steven ya que a mi
entender, él era un director social –tambien era un poco pesado: empezo
a venir conmigo a los ensayos con Tidus Sloan y siempre insitia con que él
era mejor baterista que Adam Greenberg.
Cuando finalmente me habia quedado sin banda, Steve me habia
colmado tanto la paciencia que no queria ni escucharlo tocar y mucho
menos tocar con él.
La abuela de Steven le habia regalado su viejo Gremlin azul –el auto anda
como suena su nombre-, tenía forma cuadrada y era fuerte, robusto.
Aparentemente como no podia ensayar en la casa de su abuela, cargaba
la bateria en el Gremlin todos los dias para ir a un parque en Pico
Boulevard, justo enfrente de los estudios de la Twentieth Century Fox. Este
parque tambien contaba con una pileta de natacion y un campo de golf;
yo lo conocía perfectamente ya que solia ir a jugar al futbol allí cuando
tenia 9 años. Es una locura, pero Steven armaba la bateria ahí, al lado de
los paseos del parque y practicaba toda la tarde. Seguramente los
abuelos, deportistas, patos y perros estaban encantados con la situacion;
un rockero de cabello rubio batido tocando la bateria con todas sus
fuerzas es lo suficientemente ruidoso e inquietante como para ser
agradable para la gente.
Una vez decidi ir a verlo, aunque seguia preguntandome por qué mientras
iba en el auto camino al parque. Estaba completamente oscuro cuando
llegué. Estacioné detrás de su auto y comencé a deambular por los
caminos del parque hasta que lo encontre. Y ahí estaba Steven; tocando
la bateria en penumbras –solo iluminado por lejanos reflectores-, con el
extenso parque y el campo de golf de fondo. Era una situacion muy
extraña, que me impacto incluso antes de prestarle atencion a Steven;
pero cuando lo hice automaticamente me olvide del decorado. Me sente
en la oscuridad y escuché tocar a Steven; y aunque no estaba
convencido de sus habilidades como interprete, estaba satisfecho.
Ademas, no me quedaba otra opcion.

Steven y yo estabamos en una situacion que ya nos parecia familiar pero


igualmente desagradable: estabamos buscando un cantante y ahora
tambien un bajista. En este caso, la presencia de Steven era importante, ya
que él conocia a muchos músicos; había ido a ver a todas las bandas que
se presentaban en los bares de Los Angeles por aquellos dias y tambien
sabia todos los rumores: cuando Motley Crue „despegó‟, Steve se entero
que Lizzy Grey (que habia formado London junto con Nikki Sixx –que ahora
formaba parte de Motley Crue-) tenia intenciones de volver con una
segunda version de la banda. Eso sí era una gran noticia. Steven y yo
habiamos ido a ver a London un par de años antes y nos volvimos locos.
Izzy Stradlin fue parte de la segunda formacion de London, pero cuando se
fue, las cosas se vinieron abajo un poco y quedo vacante el puesto de
guitarrista y baterista. Steve y yo audicionamos para London donde el
legendario grupo funk WAR solia ensayar y grabar sus discos; quedaba en
Sunset Blvd, cerca de Denny‟s. En aquel entonces, ese lugar no era más
que un rancho que se caia a pedazos; hoy es donde está Guitar Center
Hollywood, por cierto.
Ensayamos alli con London durante cuatro dias; aprendimos un monton de
sus canciones y aunque estabamos un escalon más arriba que antes (la
nada total), tampoco sirvio demasiado. Pero la experiencia fue interesante
porque ahí me di cuenta cuán extravagantes pueden ser las estrellas de
rock, o mas bien, aquellos que se creen estrellas de rock.
Los integrantes de London se comportaban como si fueran seres
imponentes, sobrenaturales y como si Steven, yo y el resto del mundo
fuesemos invisibles (casi inexistentes). En ese momento me acorde de
cuando era chico, de todos los artistas que habia conocido a traves de mis
padres; habia crecido rodeado de gente así. Lo habia visto todo; y aprendí
lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer: habia visto verdaderas
estrellas de rock realmente enojados y a mamá lidiando con ellos. Aprendi
mediante la observacion, cuán delicado y paciente tenés que ser con
tipos con esa personalidad.
En ese momento, pensaba que London era grandioso y yo estaba
impresionado e intimidado. Ahora ni pienso tal cosa, ni me siento así. Me
crucé con quien era el cantante de London en ese momento, a principios
de 2007 cuando manejaba mi auto camino al estudio para grabar con
Velvet Revolver; ahí estaba él, recorriendo Sunset, con el mismo look,
todavia buscando un lugar donde actuar.
Luego de intentar una y otra vez, inutilmente, Steven y yo decidimos
emprender nuestro propio camino: necesitabamos un bajista y un
cantante, pero resolvimos que debiamos seguir un orden logico y
conseguir primero un bajista antes de seleccionar un cantante ya que
tendriamos una banda completa para tomar las pruebas.
Publicamos un aviso en la seccion de busqueda de “The Recycler” que
decia así:
SE NECESITA BAJISTA.
INFLUENCIAS: AEROSMITH, ALICE COOPER.
LLAMAR A SLASH

Recibimos varias llamadas, pero al único que quisimos conocer era a un


pibe llamado “Duff” que recien habia llegado de Seattle y que, por
telefono, parecia „copado‟. Acordamos juntarnos en Canter‟s Deli a las 8
de la noche.
Steven y yo elegimos una mesa cerca de la entrada, al frente del local;
fuimos cada uno con su novia. Recuerdo que ese dia, mi novia Ivonne
llevaba una botella de vodka escondida en una bolsa de papel madera
guardada en su cartera -empecé a beber vodka por ella; incluso antes de
conocer a Ivonne sólo tomaba whiskey-.
Esperamos un rato largo, vimos pasar mucha gente pero ninguno de ellos
parecia músico; de hecho, las chicas estaban bastante borrachas cuando
Duff finalmente llegó a Canter‟s Deli. Nosotros estabamos charlando y
preguntándonos como luciría nuestro bajista cuando se nos presentó un
flaco –extremadamente flaco- rubio con pelos parados y jopo. Usaba
borcegos, una cadena con un candado en el cuello –al estilo Sid Vicious- y
un tapado impermeable de cuero rojo y negro –a pesar de los 42 grados
de temperatura. Ninguno de nosotros hubiera predicho algo así.
Codeé a Steven, callé a las chicas y murmuré -“Hey, miren. Este sí, este
tiene que ser él”.
Duff habia estado en una serie de bandas de punk-rock en Seattle. En
“Fartz” habia sido sido guitarrista, en “The Fastbacks” (un cuarteto pre-
grunge) habia tocado la bateria, entre otras. Justo antes de mudarse a Los
Angeles habia empezado a tocar el bajo. Duff nunca perdia de vista su
objetivo, era obstinado, perseverante y musicalmente muy versatil. Él no
habia abandonado Seattle por considerarlo un lugar poco creativo sino
porque, al menos en aquel tiempo, no habia propuestas que le atrayeran;
y él queria ser músico. Duff sabia que Los Angeles era la capital de la
musica, asi que, sin planes y sin amigos que lo convocaran para tocar,
armo la valija, se subio a su viejo Chevy Nova rojo y tomo la ruta a Los
Angeles para ser famoso.
Desde el primer momento lo respete por su devoción: él y yo
compartiamos una etica laboral similar. Inmediatamente se establecio
cierto parentezco entre nosotros (por llamarlo de alguna manera); un lazo
que mantenemos intacto desde entonces.
“Conque vos sos Slash!” dijo y se sento a mi lado, “no eres como pensé”
“No me digas…” dije “ Y cómo esperabas que fuera?”
“Con ese nombre… Slash!, pense que serias amenazante, temible” me
respondio.
Steven y las chicas se rieron.
“De verdad!... esperaba encontrarme con una especie de punk loco
psicopata, con un nombre como ese”
“Ah, si?!” dije haciendo muecas. Luego nos reimos en conjunto.
Si esto no habia roto el hielo, mi novia Ivonne se ocupo de hacerlo trizas
unos minutos despues.
Habiamos entablado una charla; Duff nos estaba conociendo a nosotros y
viceversa cuando, sin razon alguna, Ivonne pasa por encima mío y apoya
su mano en el hombro de Duff…
“Te puedo hacer una pregunta muy personal?” dijo con un tono de voz
más elevado que de costumbre.
“Sí, claro” contesto Duff.
“Sos gay?... Es sólo por curiosidad...
Por primera vez en horas habia silencio en la mesa. Qué queres que te
diga?... siempre me gustaron las mujeres francas y directas.
“No, claro que no” dijo Duff “No soy gay. Estoy seguro de eso”
Cuando esa conversacion se diluyo, las chicas, Steven, Duff, y yo fuimos
hacia el primer piso, nos metimos todos en un baño, destapamos una
botella de vodka y comenzamos a ser una banda en ese mismo momento,
alli en Canter‟s Deli. Luego empezamos a buscar al cantante.
Durante un mes estuvimos con las audiciones. Probamos a Ron Reyes, mas
conocido como Chavo Pederast (era su apodo mientras lideró Black Flag
por unos meses en 1979), entre otros. Como de costumbre no pudimos
hallar al hombre que buscabamos, pero surgieron muy buenas ideas: en
ese momento compusimos el riff de una cancion que poco despues se
convirtió en Rocket Queen, entre otras cosas.
A pesar de la creatividad que fluia entre nosotros tres, comence a sentirme
un tanto frustrado con Steven. Él nunca compartio la etica laboral que Duff
y yo sí compartimos; nosotros nos dedicabamos a la banda y él se
dedicaba a irse de joda. Era irritante verlo gastar su energia de esa
manera cuando teniamos tantas cosas para hacer. A esa altura era obvio
que debiamos encontrar al tipo correcto y tendriamos una banda que
realmente valiera la pena. El problema era que no teniamos cantante,
pero Steven se comportaba como si ya hubiesemos sido contratados por
una compañía discografica.
Al final, fui yo quien cortó con la banda: le dije a Duff que esto así no iba a
funcionar; tambien deje de ver a Steven por un tiempo.
Duff fue en busca de algo mejor: Casualmente, cuando se mudo a Los
Angeles, consiguió un departamento en Orange Avenue, justo enfrente de
la pension donde se alojaba Izzy. Tan pronto como se conocieron, se
hicieron amigos y asi fue como Duff termino tocando en
L.A.Guns/Hollywood Rose.

Esas eran las unicas dos bandas destacables despues de Motley Crue. LA
Guns y Hollywood Rose. Ambas bandas eran una especie de puerta
giratoria, sin una formacion estable ya que compartian los musicos a un
punto casi incestuoso.
El „fundador‟ de LA Guns fue Tracii Guns. Él y yo fuimos compañeros en el
Fairfax High. LA Guns era una version mas dura y pesada de la precaria
banda de la cual Tracii formaba parte siendo adolescente, y que tocaba
en fiestitas de mala muerte.
Hollywood Rose tenia ese „algo‟ mas. Me encontre con Steven justo
despues de una presentacion de la banda; y definió al agudo cantante
como un tipo que podia derribar los techos, ahi me di cuenta que, por
primera vez, Steven no estaba exagerando. En ese momento no lo
relacione con el tipo del demo quizá porque la cinta y la grabacion eran
de muy mala calidad.
Steve y yo fuimos a ver el show de Hollywood Rose en Gazzarri‟s, y por
primera vez contemple al mejor cantante que habia en Hollywood en ese
entonces: W. Axl Rose.
Similar al demo, el show no era mas que un grupo de principiantes
poniendo lo mejor de sí; lo que se llamaria una „banda de garage‟, pero
tenian una cosa muy energica y desenfrenada, muy loca; un gran sentido
del caos. O por lo menos dos de ellos tenian ese „no se qué‟: Izzy y Axl; los
demas integrantes eran bastante insulsos y aburridos; pasaban
desapercibidos, pero esos dos amigos de Lafayette, Indiana tenian un aire
siniestro y diabolico: Izzy siempre estaba de rodillas, no hacia mas que
arrastrarse por el escenario y Axl gritaba tanto que su corazon era capaz
de salirse por su boca. El show fue abrasador, devastador, maravilloso. La
voz de Axl me impacto al instante. Era tan versatil; y detrás de esos agudos
imposibles se escondia una esencia blusera fascinante.
Como te dije, Hollywood Rose (y tambien LA Guns) era una „puerta
giratoria‟. Sus integrantes se conocian todos y estaban siempre yendo y
viniendo. El bajista Steve Darrow trabajo con Izzy repartiendo el diario LA
Weekly todas las tardes, de manera que eran amigos, pero a Axl nunca le
cayó del todo bien el guitarrista Chris Weber. No se por qué. El hecho es
que aparentemente Axl lo habia hechado de la banda sin decirle nada a
sus compañeros y Steve se entero que estarian audicionando guitarristas al
dia siguiente.
Todavia hoy me suena tan confuso e incoherente como en aquel
entonces, pero Steven me convenció de ir al lugar donde ensayaban; era
una casucha ubicada en Selma y Highland; a la que llamaban La Fortaleza
pero este lugar era el símbolo del harapiento estilo punk hollywoodense
porque sólo ellos podrian haberlo dejado en un estado tan desastroso.
Los rockeros no descartamos ni rompemos las cosas salvo que hayan
cumplido su funcion y esten viejas, pero los punks arruinan todo sin criterio
alguno.
No puedo decir de qué color era originalmente la alfombra de „La
Fortaleza‟ pero en ese momento era una mezcla de amarillo y marrón;
cubria el piso y las paredes, ya que tambien la habian usado para islar el
sonido. El lugar era realmente desagradable, un juntadero de piojos.
Empece a ensayar con ellos y todo funcionaba bien, hasta que Izzy
decidió irse del lugar durante la segunda cancion -ahora sé que esa
actitud es un mecanismo de defensa. Cuando él cree que algo no anda
del todo bien, no arma ninguna escena, simplemente se va, sin rever la
situacion.
Aparentemente Izzy no sabia qué hacía yo ahí y estaba justificadamente
disgustado con Axl por haber despedido a Chris Weber sin consutarle ni
informarle absolutamente nada.
Al final, despues nos hicimos amigos y hablamos del hecho.
Izzy siempre fue un tipo tranquilo, siempre mantuvo la calma; nunca se
alteraba pero siempre estaba atento a todo, nada se le pasaba por alto,
nunca bajaba la guardia. Pero cuando le pregunte acerca de aquella
situacion, me lanzo una mirada seria, casi temeraria; y no tuve dudas que
su actitud era sincera.
“Es muy simple”, me respondio. “No me gusta que me digan lo que tengo
que hacer. No me gusta que me impongan las cosas; bajo ningun
concepto”
De todos modos, Izzy se fue. Yo habia tenido que presenciar esta escena
sin tener absolutamente nada que ver y sin tener la menor idea de lo que
estaba sucediendo. Fue un momento bastante incomodo pero despues de
un rato comenzamos a tocar de nuevo.
No sabia que yo estaba en el medio de la situacion; que todo lo que habia
pasado era consecuencia directa de mi presencia allí.
Resulta que Tracii Guns habia peleado mucho por ese show, se habia
esforzado mucho para llegar hasta ahí; él habia contratado a Izzy y Axl
para estar en la banda. Me imagino cómo se habra sentido al saber que
ellos lo habian reemplazado por mí.
Yo no sabia nada de eso; y si lo hubiera sabido tampoco me hubiera
hecho cargo en absoluto.
Finalmente, despues de tanto insistir, estaba en una banda que tenia un
gran cantante. O por lo menos, una banda que tenía cantante.
Axl empezo a tirar ideas de cómo armar la banda y pensó que Izzy y yo
hariamos un buen dueto -la verdad es que nunca discutimos ese tema, Axl
decidio todo- pero he aquí otro problema: yo estaba con ellos pero Izzy se
habia ido. A mi entender, Hollywood Rose estaba formado por Axl, Steve
Darrow, Steven Adler y yo.
Tocamos un par de veces en Madame Wong‟s East and West, y
ensayabamos en un estudio llamado Shamrock en Santa Monica
Boulevard, entre Western y Gower. Ese lugar era increible; nada prodría
suceder allí, considerando que estaba muy lejos de Hollywood, no podria
pasar nada sin llamar la atencion de las autoridades. Habia tres estudios en
el complejo y los dueños armaban fiestas loquísimas todos los fines de
semana. Eran fiestas al limite.
Axl y yo nos hicimos muy amigos durante este periodo porque por un
tiempo, él vivió en mi casa con mi familia; no porque fueramos almas
gemelas sino porque en aquel momento Axl no tenia lugar donde estar,
entonces se quedaba donde podía. Mientras vivio con nosotros, yo me iba
a trabajar y él se quedaba durmiendo en la habitacion del sótano,
rodeado de mis serpientes y mis gatos; cuando llegaba a casa, lo
despertaba y los dos nos ibamos a ensayar.
De todos modos, aprendi mucho de Axl, en esos dias. Hablabamos mucho
de música y de las cosas que nos parecían buenas, escuchabamos una
cancion y luego la analizábamos, y estaba clarisimo que, en teminos
musicales, teníamos mucho en comun, éramos muy parecidos. Teniamos
mutuo respeto por las influencias de cada uno.
Tambien le interesaba hablar de la vida. De la suya, y de la vida en un
sentido más amplio. Yo no tenia mucho que decir, pero siempre supe
escuchar. Asi que me contaba de su familia y los malos momentos por los
que habia tenido que pasar en Indiana. No lo podia creer; simplemente su
historia de vida iba mucho mas alla de lo que yo era capaz de
comprender.
Axl me impacto en aquel entonces -como sigue haciendolo hoy-, en este
sentido: no le importa lo que la gente pueda decir o pensar, él es
brutalmente honesto. Su version de los hechos puede parecer un tanto
„particular‟ –por llamarlo de alguna manera- pero la verdad es que él dice
lo que piensa y relamente cree con todo su corazon en aquello que dice.
No creo haber conocido otra persona tan sincera.
No me escandalicé cuando Axl me contaba que la vida con su familia no
fue un cuento de hadas. Como dije, mi habitacion estaba en un sótano,
dos pisos abajo del garage de casa y cuando yo no estaba, Axl pasaba
allí la mayor parte del día. Pero una vez, luego de haberme ido a trabajar
a la mañana, aparentemente subio a mi casa y se tiro en el sillon del living.
Para otras familias, esto no debia ser gran cosa, pero para mi familia sí lo
era. Mi abuela era nuestra „directora‟, ella tomaba las decisiones; y ese
sofá era su trono, alli se sentaba todas las tardes a mirar la tele. Cuando
llegó, puntualmente para disfrutar de sus programas favoritos, y encontró a
Axl cómodamente recostado sobre su sillon, Ola madre trato de
despertarlo muy amablemente. Con un tono de voz dulce y suave le pidio
si por favor podria levantarse del sofa y volver a mi habitacion donde
podria seguir durmiendo todo el tiempo que quisiera. De cualquier manera,
esto no termino bien: por lo que yo sé, Axl la mando al carajo y se fue para
el sotano –al menos eso es lo que mi mamá me dijo.
Mi madre es una persona de trato facil, para nada complicada; pero ese
día me llamó aparte y me aclaró que si Axl queria seguir viviendo allí, debia
disculparse con la abuela y prometer que nunca más se comportaria de
esa manera; y que era mi deber hablar con Axl y convencerlo de ello –
cosa que en primer momento me parecio bastante facil-.
Ola solia prestarnos su auto, un Datsun 510. Esa tarde, trate de hablar con
él al respecto, camino a la fortaleza. Le dije –de la mejor manera posible-
que “quiza deberia pedirle disculpas a mi abuela por mandarla al carajo”.
No conocía mucho a Axl, pero sabia que era una persona muy sensible y
retraida que solia tener ese tipo de arranques; asi que elegí con cuidado
mis palabras y expuse el problema objetivamente, sin juzgar a nadie.
Mientras le hablaba, Axl miraba fijamente por la ventana y despues
comenzo a hamacarse en el asiento del copiloto. Ibamos por Santa
Monica Boulevard a 70 km/h cuando de repente abrió la puerta y saltó del
auto sin pronunciar palabra. Tropezó, pego un salto y llego a la vereda sin
caerse; recobro el equilibrio y se fue caminando sin mirar atrás.
Quedé shockeado. Doble en U –para retomar en sentido contrario- y
recorri los alrededores por una hora aproximadamente pero no pude
encontrarlo. No fue a casa esa noche y falto a los ensayos durante 4 dias.
Al quinto dia, aparecio en el estudio como si nada hubiera pasado: habia
encontrado otro lugar para estar y nunca mas hablo del tema.
A este punto, estaba claro que Axl era un ser „especial‟, con rasgos de
personalidad muy diferentes a los del resto de las personas que conocía.

El último show de Hollywood Rose tuvo lugar en Troubadour y termino


siendo memorable. Era una noche fuera de lo común, basicamente una
sucesion de casi buenos momentos. El show empezo más tarde y el sonido
era muy feo, el público estaba alborotado y queria retirarse. No habia
forma de cambiar el ambiente; lo intentamos todo, pero no pudimos.
Habia un tipo en la primera fila que empezo a insultar a Axl. No paso
mucho tiempo hasta que Axl finalmente perdió la paciencia y reacciono;
no recuerdo bien si le arrojo un vaso o le rompio una botella en la cabeza –
si fue una cosa u otra, es poco importante- pero esa fue la forma de
expresar la frustracion que sentía la banda y que venia reprimiendo hace
rato.
Mientras observaba la pelea que este tipo habia armado en el escenario,
la banda seguia tocando. Habia una desantecion total. Yo sabia que iba a
renunciar una vez terminado el show. La imagen de Axl persiguiendo a
esta persona fue como una revelacion del universo.
No es que no lo haya visto venir, sino que yo no estaba satisfecho y la
situacion de la banda en general no parecia ser algo estable.
En los meses que estuvimos juntos, solo hicimos un par de shows –los cuento
con los dedos de una mano- y la banda nunca llego a sentirse del todo
bien.
En este punto, no se necesitaba mucho: la escena de la botella fue
innecesaria; desvio la atencion de lo que era relamente importante, la
musica. Pero así estabamos: eramos una banda incipiente con un monton
de problemas internos tratando de ser famosa, y que todavia teniamos
que lidiar con situaciones como esas. Para Axl, la actitud de este individuo
fue ofensiva, pero no todos pensamos lo mismo: Él lo sintió asi y lo hizo, y si
realmente era necesario, bienvenido; pero la verdad es que hay veces
que tienes que dejar pasar ciertas cosas y saber cómo reaccionar frente a
diversas situaciones: parar el show y aclarar los tantos hubiese sido mucho
mejor.
Si vamos a hablar de rock and roll, me gustaba la postura tajante e
impulsiva de mandar al carajo a todos y terminar a las piñas, pero si
nosotros queriamos ser famosos y formar una banda de rock, debiamos ser
profesionales, y esa conducta podia llegar a ser problema.
Axl es una persona dramatica. Todo lo que hace o dice tiene un
significado teatral, grandioso, escenico; las pequeñas cosas se vuelven
descomunales en su cabeza, por lo tanto un „intercambio de opiniones‟
podia transfromarse en una discusion, y las discusiones podian tornarse
grandes peleas. En fin, Axl tiene su propio modo de ver las cosas.
Yo soy un tipo bastante facil de tratar –por lo menos eso es lo que me
dicen-, pero cuando Axl perdia los estribos, nunca le seguí el juego, nunca
reaccione de la misma manera. Nuestro enfrentamiento no pasaba del
“QUE?!...qué me estas diciendo, vos?!” y nada mas, porque luego me iba
volando de ahí. Tenia tantos altibajos y reacciones extremas que estar
cerca de él te hacia sentir como si estuvieras subido a una montaña rusa.
Lo que todavia no sabia que este comportamiento en Axl era algo
recurrente.
De cualquier manera, cuando termino el show les dije a los integrantes de
Hollywood Rose que renunciaba y la banda se separó. Axl y yo tomamos
caminos diferentes, sólo por un tiempo: él se reencontró con Tracci Guns y
se sumó a LA Guns -que luego se transformaría en la primera version de
Guns n‟ Roses-; y yo me uní a Black Sheep, la banda de Willie Bass, en la
cual se han iniciado musicos muy talentosos.
Willie es un gran lider. Negro y de gran estatura, él canta y toca el bajo y
ha lanzado a grandes guitarristas y shredders, uno atrás de otro: Paul
Gibert, Yngwie Malmsteen, Mitch Perry (que ha tocado con Michael
Schenker) han pasado por Black Sheep y yo tambien forme parte de la
banda por un corto periodo.
El shredding no era mi fuerte; -podia tocar rápido pero preferia más el estilo
de Chuck Berry al alarde del heavy metal- pero de todas maneras me metí
en el grupo porque despues de Hollywood Rose me di cuenta que estar en
el circuito, y que te conozcan era esencial: me daba la posibilidad de
conocer otros musicos, tocar y aprender de ellos. En fin, ganar experiencia,
que era algo que no podria conseguir tratando de hacer contactos
vagando por Sunset Strip.
Hicimos una presentacion ante 800 personas aproximadamente en el
Country Club, en Valley. Debo decir que fue un show bastante bueno; fue
la primera vez que toqué ante tanta gente. Disfrute el estar en el escenario
pero recuerdo haber tenido la sensacion de haber tocado horrible.
Despues supe que Axl habia estado allí; en ese momento no lo sabía
porque no se hizo ver ni se acerco a saludar.
Black Sheep no estaba dando muchos shows; de hecho, luego de ése no
tuvimos otros; solo nos juntabamos a ensayar. Mi paso fugaz por Black
Sheep no fue como imaginé pero me hizo más conocido; si a mi me
parecia que tocar en una banda popular iba a encauzar mi carrera, tocar
con la “banda del día” en el club más famoso de Los Angeles no era una
mala idea.
El guitarrista de Poison, Matt Smith, me llamo por telefono cuando decidio
que iba a dejar la banda. Su esposa estaba embarazada y habian resuelto
volver a Pennsylvania para formar una familia. Matt y yo teniamos amigos
en comun y él me habia invitado a un par de fiestas de Poison. Matt era un
muy buen tipo, con los pies en la tierra –el menos „Poison‟ de todos-. Él
sabia que Poison no era mi estilo, pero me dijo que seria un buen
espectaculo, que pagaban bien y de antemano yo sabía que la banda
era muy solicitada. Los integrantes de Poison y yo eramos polos opuestos
pero Matt me convencio de intentarlo.
La banda ensayaba en un departamento en Venice Blvd, -en la
interseccion de Washington y La Brea, o cerca de ahí-. El lugar estaba
empapelado con posters… de ellos. Me presente a la audicion con el
uniforme: jeans, una remera y un par de mocasines de cuero marron con
flecos alrededor del tobillo, que me habia robado de la feria.
Me aprendi 4 o 5 canciones del disco que ellos me habian dado; se
quedaron „muertos‟ con mi interpretacion cuando las ensayamos. Me
llamaron para una segunda prueba; recuerdo al bajista Bobby Dall
mirandome mientras tocaba ya que esta vez la cosa era diferente:
estaban enfocados en la imagen.
“Que es eso?!” me preguntó. “Vos no usarás esos zapatos en el escenario...
o sí?”
“A decir verdad, no habia pensado en eso”, le respondi. Él parecia
preocupado y confundido.
Poison habia decidido volver a convocar a tres gutiarristas. Ese dia habia
otro tipo tambien; tenia el cabello rubio platinado, una reluciente campera
blanca de cuero, y el rostro maquillado -con la boca color rosa perlado-.
Cuando lo ví, supe que lo elegirian a él. Efectivamente lo hicieron; el tipo
era C.C Deville.
Toqué las canciones perfectamente; ese era el unico punto a favor que
tenia ya que si hablamos de cuestiones esteticas y de puestas en escena,
definitivamente yo no era lo que ellos estaban buscando.

En 1984, Axl me ayudo a conseguir un trabajo en Tower Video. Fue raro


volver a verlo; esa situacion me dejo un sabor amargo. Al disolverse
Hollywood Rose, Axl y yo no nos llevabamos mal pero luego surgieron
ciertos problemas de índole un poco mas „personal‟: él se habia acostado
con mi novia –y en breve, ex novia- Ivonne.
Conocí a Ivonne a traves de Marc Canter, en el recital de Ratt –donde
tocaba Yngwie Malmsteen- en Hollywood Palladium. Ella, anteriormente,
habia salido con el lider de Ratt, Stephen Pearcy.
Despues del show, fuimos a cenar al Beverly Hills Café (uno de los lugares
preferidos de Marc); allí nos enamoramos y luego empezamos a salir.
Yvonne era una persona increible; sociable y muy divertida. Empecé a
escuchar a Hanoi Rocks, por ella. Tambien conoci al cantante, Mike
Monroe.
Hanoi Rocks era una banda que yo apreciaba mucho; que fue una gran
influencia para Guns n Roses y que todavia siguen siendo una „institucion
del rock and roll‟.
Ivonne y yo fuimos novios por un tiempo hasta que, en una de las tantas
pausas que nos tomamos luego de las peleas, Axl se acosto con ella. La
situacion no me causo gracia pero tampoco puedo decir que me
sorprendió, porque a Axl siempre le gusto Ivonne
Cuando ella y yo nos reconciliamos, con el pretexto de querer ser sincera
conmigo, me conto de su „romance‟ –por llamarlo de alguna manera- con
Axl, cuando el motivo real de blanquear la situacion era, quizá, vengarse
de mi por haberla dejado.
Lo fui a buscar a Tower Records, donde trabajaba para enfrentarme con él
cara a cara. Estaba furioso.
-Te acostaste con mi novia!!!, le dije. Como pudiste comportarte así
conmigo?!!!!!
En esto tengo que darle credito a Axl y decir que lejos de escaparle al
problema, él fue muy honesto conmigo: Me dijo que sí; que Ivonne y él
habian pasado la noche juntos.
“Cuál es el problema? Eso sucedió mientras ustedes estaban separados”
me respondió.
Yo no veía las cosas de esa manera, asi que la discusión fue subiendo de
tono hasta que me invito a solucionar el tema de otra manera…a los
golpes. Por un momento pense en aceptar la invitacion y romperle la cara
pero recapacité y desistí de la idea. No hace falta decirlo, pasó un tiempo
hasta que se me fuera el enojo.
Un día, Axl se entero que yo estaba buscando trabajo y, con intencion de
hacer las paces, me comento que habia un puesto disponible en Tower.
Me pareció un buen gesto de su parte. Axl siempre elige grandes gestos
para resolver los problemas.
Tower video estaba ubicado justo enfrente de Tower Records, donde años
antes me habian descubierto robando cassettes.
Axl se estaba hospedando en casa de uno de los gerentes y una vez que
me sume al staff de empleados, no tardé en darme cuenta de dos cosas:
la primera, que mis compañeros tenian una personalidad muy particular;
eran seres pintorezcos, originales, y estaban totalmente chiflados; y la
segunda, que yo tambien era de la partida.
Eramos los empleados mas ridiculos de toda la empresa: descuidados,
haraganes y totalmente inconscientes. No creo que Tower haya
contratado nunca seres más negligentes que nosotros. Tower Classical, que
estaba situado al lado de Tower Video, tambien contaba con un selecto
clan de viejitos alcoholicos muy divertidos.
Todas las noches, cuando el gerente general se retiraba –a las 8 p.m-, mis
compañeros y yo ibamos a la licoreria, comprabamos muchas bebidas,
regresabamos y poniamos peliculas porno en el video y el disco de
nuestras bandas favoritas en el stereo. Luego nos dedicabamos a beber y
a ignorar totalmente a los clientes que deambulaban por el local.
Las camaras de seguridad no eran un problema ya que no teniamos las
botellas en el sector de cajas, asi que todo paso desapercibido por mucho
tiempo –imagino que si esos videos fueran vistos, nos mostrarian perezosos y
poco serviciales-. Haciamos las mezclas en la oficina del fondo y las
poniamos en vasos de plastico para poder caminar por el local con el
trago sin despertar sospechas. Con una mano, registrabamos las compras y
con la otra, sosteniamos un “destornillador”.
Estoy seguro que los compradores se daban cuenta de lo que estaba
sucediendo en cuanto les hablabamos -por el aliento-, pero nadie nunca
se quejó porque quedaban asombrados, y sin palabras al ver la situacion.
En fin, nuestra imagen era terrorifica, y nuestro comportamiento provocaba
miedo en gran parte de los clientes, asi que entraban, compraban y se
retiraban los más rapido posible.
Desafortundamente, uno de los gerentes nos descubrio y cuando lo hizo,
Axl se llevo la peor parte: fue despedido por las travesuras que habiamos
hecho todos. Aún así, yo sabía por qué: Axl es un lider nato, su presencia
tiene „peso‟ y cuenta con la capacidad de saber influenciar a la gente;
definitivamente es una amenaza para cualquier persona que tenga un
poco de poder. En ese momento, lo señalaron como el cabecilla de todos
nosotros, y por eso lo echaron.

Se nubla mi memoria muchas veces al tratar de recordar con exactitud


cómo se formo Guns n‟ Roses porque, honestamente, en gran parte de esa
historia no estuve presente. No escribi este libro para presentar una
cronologia de la banda, qué ocurrio primero y que ocurrio despues o para
aclarar algun malentendido acerca de quien llego antes o quien inventó
tal o cual cosa; sino para contar mi experiencia. Yo sólo puedo hablar por
mí.
De cualquier manera, a principios de 1985, Axl y Tracii Guns empezaron a
armar una banda; convocaron a Ole Bench y Rob Gardner que habian
tocado bateria y bajo, respectivamente, en LA Guns. Izzy se suma al grupo,
poco despues y es, en ese momento, cuando Axl decide cambiar el
nombre por el de Guns n‟ Roses, por razones obvias. Finalmente Tracii
habia conseguido lo que tantas veces habia soñado –como dije
anteriormente, él habia estado „persiguiendo‟ a Axl y a Izzy para formar
una banda los tres-. Tocaron un par de veces, y escribieron un par de
canciones. En ese orden.
Todavia yo seguia trabajando en Tower y no estaba haciendo nada mas
alla de eso. Sentí un poco de envidia cuando Izzy me trajo el folleto del
show de Guns n‟ Roses en Orange County.
En algun momento, Duff reemplazó a Ole. Tambien hicieron un par de
shows y escribieron algunas canciones más.
Yo creo que, durante los shows en Orange County, Tracii y Axl tuvieron una
gran pelea que hizo que Tracii renunciara a la banda.
Una noche, Axl aparecio en Tower y me pregunto si estaba interesado en
juntarme con Izzy a escribir algunas canciones y tocar con ellos en un
show. Me detuve por un instante a pensar en el significado real de lo que
me habia dicho: Axl y Izzy eran una unidad, entonces los otros integrantes
de la banda debian llevarse bien con ambos. Izzy se habia ido muy rapido
de Hollywood Rose como para llegar a conocerme bien. A mi me
agradaba Izzy; despues de todo, fue al primero que conoci y admire
ademas de compartir su estilo; y si él se llevaba bien con Axl y yo me
llevaba bien con él, en poco tiempo yo me llevaria bien con Axl, y ante
cualquier discusion entre nosotros, Izzy seria una especie de mediador. Axl y
yo coincidiamos en un monton de cosas pero teniamos personalidades
muy diferentes; la pasabamos bien juntos y tambien formamos un
excelente equipo de trabajo aunque fueramos polos opuestos. Izzy (y mas
tarde, Duff) serian de gran ayuda en esta relacion, pero en ese momento,
la presencia de Izzy bastaba para calmar las aguas.
Unos dias despues, fui al departamento de Izzy; me comento que estaba
trabajando en una cancion llamada Don‟t Cry, que me gusto mucho –me
cerro inmediatamente-. Escribi algunas melodias para esa cancion y en el
transcurso de la tarde, terminamos de darle forma.
Fue una buena sesion; parecia como si huebieramos estado zapando por
años.
Encontramos un lugar para ensayar en Silverlake: Duff, Izzy, Axl, Rob
Gardner y yo.
Como ya nos conociamos todos, esa misma tarde empezamos a tocar
algunas canciones. Todo se afirmo rapidamente: fue uno de esos
momentos mágicos donde la musica habla por sí sola y donde las
habilidades de un intérprete complementan las del otro y la banda se
transforma en una unidad, en algo colectivo. Nunca sentí algo tan intenso
en mi vida. Y todo lo hizo ese estilo de musica, el rock and roll andrajoso de
Aerosmith en sus inicios, AC/DC, Humble Pie y Alice Cooper. Cada uno de
nosotros utilizo sus influencias musicales al maximo. Habia algo en el aire
que me decia que no eramos como las otras bandas, que vienen a Los
Angeles con la unica intencion de conseguir un contrato discografico. No
nos interesaban las poses o hacer canciones estupidas, aunque estas se
convirtieran en exitos rotundos y garantizaran un interminable desfile de
chicas hermosas alrededor nuestro. No haciamos esas especulaciones.
Eramos un par de ratas de albañal a las que les gustaba la misma musica.
Nos apasionaba tocar, y teniamos un objetivo común y un sentido de la
integridad bien marcado. Esa era la diferencia entre nosotros y el resto de
las bandas de rock.
CAPITULO 6:
APRENDIENDO A VIVIR COMO ANIMALES

No eramos esa clase de gente que aceptan un „no‟ por respuesta, pero a
nosotros sí nos gustaba dar un „no‟ por respuesta. Como personas, eramos
pibes con calle, independientes, que nos gustaba hacer las cosas a su
manera: antes de ceder, preferiamos estar muertos. Cuando formamos la
banda, esa cualidad se multiplico por cinco ya que respaldabamos y
defendiamos al otro, tan ferozmente como lo haciamos individualmente.
Las tres acepciones de la palabra “pandilla” eran totalmente aplicables a
nosotros: 1) eramos un grupo de personas que tenian un comportamiento
criminal; 2) eramos un grupo de personas con gustos similares e intereses
mutuos que se asociaban para trabajar juntos; y 3) eramos un grupo de
personas que se reunian con el fin de cometer delitos o tener otras
conductas antisociales.
Tambien teniamos el sentido de lealtad -un tanto mafioso-, propio de las
pandillas: solo confiabamos en el mayor de nosotros y todos protegiamos
al grupo.
Fuimos exitosos por nuestros propios medios, por nuestra garra, por nuestra
fuerza de voluntad, pero el camino tampoco se nos hizo facil.
Nuestra banda era diferente a las otras; no aceptabamos criticas de nadie
–ni de los pares, ni de los charlatanes que se ofrecian a representarnos
para llenarse de oro a costilla nuestra, ni de los „caza-talentos‟ que venian
en nombre de tal o cual discografica y se peleaban para contratarnos-. No
hicimos nada para ganar espacio y rechazamos el „éxito rapido‟.
Esperamos a que nuestra popularidad hablara por sí sola, y que las
discograficas se percataran de ello. Y cuando lo hicieron; nosotros se la
hicimos pagar.

Ensayabamos todos los dias, tocabamos canciones de otras bandas que


nos gustaran como „Move to the city‟ y „Reckless Life‟, que eran de
Hollywood Rose. Teniamos muy malos equipos de sonido, asi que muchas
canciones las compusimos sin que Axl pudiera cantarlas como Dios
manda; sólo las cantaba por lo bajo, escuchaba las melodias sobre las
que estabamos trabajando, daba su opinion al respecto y aportaba
ideas.
Despues de tres dias de trabajo, ya teniamos una lista de canciones que
incluía „Don`t Cry‟ y „Shadow of your love‟; asi que, por unanimidad,
decidimos que estabamos listos para mostrarnos al público.
Podríamos haber empezado por un club local, porque conociamos a la
gente indicada, pero no; concluímos en que despues de tres ensayos,
hariamos un tour que no sólo no durara solamente un fin de semana por los
clubes de Los Angeles sino que aceptamos la oferta de Duff y nos fuimos
de gira: luego de tocar en L.A, pasamos por Sacramento y llegamos hasta
Seattle. Era altamente improbable que esto nos saliera bien pero para
nosotros, era la mejor idea que se nos podia haber ocurrido, una meta
logica, una decisión sabia.
Planeabamos apilar los equipos y partir en un par de días, pero nuestro
coraje asustó tanto al baterista, que renuncio inmediatamente. Esto no
sorprendio a nadie porque Rob podia tocar muy bien pero desde un
principio, no „encajo‟ en la banda: no era de la misma especie, no era uno
de nosotros, no era un tipo que venderia su alma por tocar rock and roll.
Fue una salida agradable, educada –no podiamos creer que alguien haya
ensayado durante tres dias para despues no aceptar recorrer la costa con
una banda desconocida que sólo llevaba los equipos y la ropa que tenía
puesta; de todos modos, aceptamos su decisión. No obstante, no nos
detendríamos; asi que llamé al único baterista que sabía que aceptaria,
instantaneamente, viajar con nosotros si se lo pidieramos: Steven Adler.
Observamos a Steven armar una bateria de doble bombo e improvisar
algunos „fills‟ en los ensayos del dia siguiente. El toque estético estaba
ausente en su interpretacion pero eso no era un problema que nos quitara
el sueño; ya que pronto se corregiría. Resolveríamos el dilema de un modo
„muy Guns‟:
En uno de los ensayos, una vez Steven se retiro de la sala para ir al baño. En
ese momento, Izzy y Duff escondieron algunas piezas de la bateria: uno de
los bombos, el tom de piso y uno de aire. Cuando Steven regreso, tomo
asiento y comenzó el conteo de la proxima canción sin percatarse de que
su equipo estaba incompleto.
“Hey, donde esta el otro bombo?”, pregunto mientras miraba alrededor
como si lo hubiera perdido en camino al baño. Yo vine con dos… donde
esta el resto de mi bateria?
“No te preocupes. No la necesitas, sólo marcá la cancion”, le respondió
Izzy.
Steven nunca más recupero sus bombos, y es lo mejor que le pudo pasar.
De los cinco, él era el más contemporaneo de todos, lo que proveia un
elemento clave a nuestro sonido –pero no lo dejariamos insistir en ese
tema. Debia ser un baterista de rock: sólo tenia que tocar cuatro negras
por compas; que era un ritmo que „encajaba‟ con Duff y nos daba a Izzy y
a mí cierta libertad para crear nuevos sonidos. Queriamos adicionarle al
rock/blues ese aire obsesivo, neurotico y descontrolado del estilo punk de
la primera hora; sin mencionar lo que aportó Axl con sus letras y forma de
cantar, que tambien fue muy importante. Axl tenía una voz „unica‟;
brillante en rango y tono pero a pesar de que, a menudo era potente,
aguda y agresiva, en otros momentos, era sentimental y melancólica
porque él habia formado parte del coro de la iglesia cuando era chico;
entonces tenia esa formacion vocal.
Luego de esta prueba, Steven se sumó al grupo y así quedo formada la
primera version de Guns n‟ Roses.
Teniamos un tour por delante, asi que lo unico que necesitabamos eran
„ruedas‟.
La gente que conoce a un musico, exitoso o no, sabe bien que ellos son
adeptos a pedir cosas prestadas a sus amigos.
Sólo basto una llamada por telefono y una breve charla con nosotros, para
covencer a Danny y Joe de acompañarnos. Danny y Joe eran fieles
amigos y ademas tenian un auto, el cual usariamos con regularidad de
ahora en más. Para hacer un poco más atractiva la propuesta,
nombramos a Danny como director de la gira y a Joe como „plomo‟.
A la mañana siguiente, Danny condujo su viejo Odsmobile 1975 de color
verde hasta Valley, le enganchamos un trailer, donde cargamos los
amplificadores, las guitarras y la bateria, nos subimos al auto y
emprendimos el viaje. Ninguno de nosotros –excepto Duff- calculo que
recorreríamos casi 1600 Km y llegando a Fresno, entre Los Angeles y
Sacramento –aproximadamente a 300 km cada ciudad-, el auto se averió
-Danny no era la clase de tipo que derrochaba dinero en compañías de
seguro y asistencia mecanica “AAA”- pero afortunadamente esto sucedió
a pocos metros de una estacion de servicio, asi que lo empujamos hasta
llegar allí.
Al llegar a la estacion nos informaron que tardarian cuatro dias en
conseguir los repuestos de un auto tan viejo. A este paso, no podriamos
hacer ninguno de los shows.
Estabamos muy entusiasmados como para permitirnos tal demora y
ponernos a pensar en el sentido practico de contar con el Oldsmobile,
entonces les pedimos a Danny y a Joe que se quedaran ahí con los
equipos hasta que arreglaran el auto y que luego fueran a Portland (a 1200
km de distancia) donde teniamos una presentacion. Alli nos volveriamos a
encontrar y luego continuar el viaje todos juntos hasta Seattle (unos 300
km. más), la parada final de la gira para hacer el último show con nuestros
equipos.
Ellos trataron de persuadirnos de permanecer en Fresno hasta que el auto
fuera reparado, pero no pudieron hacerlo; no tomamos en cuenta
ninguna de las dos propuestas, ni la suya, ni la otra que, obviamente, era
suspender los shows y regresar a Los Angeles.
No pensamos en cómo nos trasladariamos de un show a otro, y mucho
menos en que quiza podriamos no encontrar quien nos preste los
amplificadores y la bateria. Nos importaba un carajo todo eso; asi que no
lo dudamos: volvimos a la ruta y empezamos a hacer dedo.
Le dimos a Danny y Joe todo el dinero que teníamos –veinte dolares
aproximadamente- para pagar el arreglo del auto, tomamos las guitarras
comenzamos a caminar por la ruta.
Luego de un par de horas, sólo un vehiculo aminoró la marcha, nos miro de
arriba abajo y siguio de largo. Esto no nos amedrentó; seguimos intentando
y probando diferentes configuraciones: los cinco sin equipaje; dos en la
ruta y los otros tres escondidos en los arbustos; sólo uno con la guitarra; sólo
Axl y Izzy; sólo Izzy y yo; sólo Axl y yo; sólo Steven haciendo señas y
sonriendo de oreja a oreja, sólo Duff. Nada parecia funcionar; no
podriamos hacer el show en Fresno, de ninguna manera.
Pasaron seis horas hasta que un camionero nos levantó: algunos fuimos
adelante y otros en la cabina: mas de una vez, nos encontramos cara a
cara con el otro por la falta de espacio –que se redujo aún mas cuando
ubicamos las guitarras- y porque el tipo que conducia era un apasionado
por la velocidad.
Compartió sus provisiones con nosotros, lo que hizo un poco mas „digerible‟
el relato de la lista interminable de anecdotas de su vida en la ruta.
Nosotros eramos bastante cínicos y sarcasticos, y el tipo estaba totalmente
insano; asi que en un principio, nos divertimos mucho pero luego de
escucharlo gritar por el parabrisas durante esa noche, el dia siguiente y el
dia siguiente a ese dia, ese camion era el ultimo lugar en el que preferia
estar.
El tipo se detenía en los paradores, al costado del camino, para dormir en
la cabina; dormia de una a doce horas. Durante ese tiempo, nos
entreteníamos dándole de comer a las ardillas, o caminando por ahí;
tambien escribiamos canciones o simplemente nos dormiamos en los
bancos hasta que saliera el sol.
Luego de un par de dias de hacer siempre lo mismo, el chofer comenzo a
oler particularmente mal y sus charlas, que anteriormente nos parecian
amenas y divertidas se tornaron extrañamente siniestras. Nos
desilucionamos totalmente. Nos informó que planeaba tomar un atajo y
desviarse del camino para encontrarse con su mujer: aparentemente
acordaban reunirse en ciertos puntos a lo largo de la ruta a fin de
mantener viva la relacion –sabes a lo que me refiero…
Nuestra situacion, lejos de mejorar, empeoraba cada vez mas.
La última vez que se detuvo en un parador para tomar su interminable
siesta, estabamos demasiado aburridos y cansados de esa situacion como
para seguir soportando a este hombre. Decidimos tentar la suerte y volver
al camino para buscar otra persona que nos llevara hasta Portland,
pensando que lo peor que nos podia pasar, a esa altura, era que el chofer
loco nos volviera a encontrar en la ruta y nos subiera nuevamente al
camion sin pensar que lo habiamos abandonado. No teniamos muchas
posibilidades ya que nosotros no eramos lo que se consideraba „atractivo‟
para la mayoria de la gente: Duff vestia un impermeable rojo y negro y
nosotros camperas de cuero, usabamos el pelo largo y estabamos todos
mugrientos despues de varios dias en la ruta.
No sé cuánto tiempo esperamos, pero al final, unas chicas que venian en
una camioneta con armazon nos llevaron hasta la entrada de Portland y
cuando llegamos a la ciudad, estuvo todo bien –Donner, un amigo de Duff
–se conocian de Seatle-, mando a alguien a buscarnos que nos informo
que Danny y Joe se habian comunicado con él: aparentemente no era
seguro hacer semejante viaje con ese auto y se volvieron a Los Angeles. No
nos preocupamos en lo más minimo; seguiriamos intentandolo. No nos
importaba perder los shows que teniamos programados en otras ciudades,
siempre y cuando llegaramos a tiempo para hacer el último-.
Ese ultimo show de la gira, en Seattle, se convirtio en el primero para Guns
n‟ Roses.
Llegamos victoriosos, porque a pesar de todo lo sucedido, al fin estabamos
en Seattle y porque la casa de Donner, era similar a la de Animal House; no
creo haber visto nunca algo más parecido. El dia que llegamos, hicieron un
asado en nuestro honor, y hasta donde yo sé; la fiesta no terminaba nunca
–estaban tan embravecidos cuando nos fuimos como lo estaban cuando
cruzamos la puerta y recibieron a esos cinco extraños que venian de Los
Angeles-. Habia provision constante de marihuana, toneladas de alcohol, y
gente tirada por los rincones; durmiendo, teniendo sexo, alucinando. Era la
tipica fiesta post-show de Guns n‟ Roses… pero que habia empezado
antes del show.
Arribamos a la casa de Donner varias horas antes de tener que subir al
escenario. Solo teniamos las guitarras, asi que era prioritario conseguir el
resto de los instrumentos y equipos. Como dije, Duff habia tocado en
muchas bandas de Seattle, antes de mudarse a Los Angeles, asi que
podria cobrar algunos favores: se comunico con Lulu Gargiulo, integrante
de Fastbacks y le pidio ayuda. Inmediatamente, ella puso a nuestra
disposcion sus amplificadores y su set de bateria.
Lulu Gargiulo, personalmente, hizo posible el primer show de Guns n Roses.
Le agradezco por eso, una vez más.
El club se llamaba Gorila Gardens, y era la materializacion del estilo punk-
rock: frio, humedo, sucio y olia a cerveza rancia. Estaba ubicado sobre el
agua, en un muelle industrial que le daba un ligero toque marítimo, pero
no en el sentido pintoresco del puerto con darsenas de madera; ese lugar
se encontraba en el extremo final de un bloque de cemento; se parecia
más al escenario que usaban para filmar las escenas de la peliculas de
pandillas de la costa este; las del pacto entre mafiosos. Como si todo esto
fuera poco, hacia mucho frio y llovia, la noche que tocamos alli.
Salimos a escena e hicimos el show pero el público no fui ni hostil ni gentil
con nosotros: Tocamos siete u ocho canciones entre las que estaban
“Move to the City”, “Reckless Life”, “Heartbreak Hotel”, “Shadow of Your
Love”, y “Anything Goes”. Fue un concierto bastante breve; y esa noche
nos dimos cuenta de lo que realmente eramos: una banda de novatos sin
experiencia. Estabamos muy nerviosos y nos equivocamos un par de veces;
pero considerando que fue el primero, puede decirse que fue un buen
show… hasta que tuvimos que ir a buscar nuestro dinero. Entonces, todo se
volvio un camino cuesta arriba; algo que seria comun para nosotros en los
dias por venir.
El dueño del lugar se rehusó a pagarnos los 150 dolares que habiamos
acordado. Entonces enfrentamos este obstaculo como lo hicimos durante
todo viaje: en grupo. Desarmamos los equipos y los retiramos del club y
luego acorralamos al tipo en su oficina. Mientras Duff hablaba con él,
nosotros lo teniamos arrinconado contra la pared, y lanzabamos amenazas
de alto rango. Eramos temibles. Trabamos la puerta y lo tomamos de rehen
hasta que, por fin, nos solto $100. Nos dio una excusa acerca de por qué
nos habia rebajado los $50 pero no nos interesaba llegar al fondo de la
cuestion, asi que tomamos los $100 y nos fuimos de ahí.

Hay una imagen que tengo de nuestros dias en Seattle; una imagen que lo
resume todo: una TV dada vuelta. Recuerdo estar recostado con la mitad
de mi cuerpo en la cama, y mi cabeza colgando hacia atras al final del
sofa al punto de tocar el piso con la parte superior de ella. A ambos lados,
habia dos personas que no conocia, en la misma posicion y yo estaba tan
drogado que pense que habia descubierto la mejor postura en la que mi
cuerpo podia estar. La sangre fluia de prisa en mi cerebro mientras estaba
colgado mirando “The Abominable Dr. Phibes”, la pelicula protagonizada
por Vincent Price; siendo eso lo único que queria hacer.
Despues de un par de dias de fiesta en la casa de Donner, nos subimos
nuevamente al auto con una amiga suya, a quien llamaremos Jane. Debía
estar loca o simplemente le caimos lo suficientemente bien como para
llevarnos de vuelta a Los Angeles. Todavia no estoy seguro cual de las dos
fue la razon por la cual lo hizo.
Llegamos a Sacramento, que esta a 1200 km., donde hicimos nuestra
primera parada. En este punto tuvimos que deternernos: Jane no era la
clase de persona que tendría un auto con aire acondicionado y
considerando las altas temperaturas del verano, hubiese sido letal
continuar con el viaje.
Estacionamos y pasamos la tarde vagando por los alrededores del
capitolio estatal y pidiendo dinero para comer. Luego de unas horas,
tomamos lo que habiamos juntado, fuimos a Mc Donalds y apenas
pudimos comprar algo de comida para compartir entre nosotros. Despues
de eso, nos recostamos a la sombra de un roble en el parque frente al
capitolio, en busca de un poco de alivio, pero el calor era tan insoportable
que saltamos la valla y buscamos refugio en la pileta de una de las casas.
No nos importaba que estuvieramos metiendonos en una propiedad
privada: si nos arrestaban, era un avance –por lo menos tendriamos
comida y un mejor lugar para estar que el auto de Jane-.
Cuando bajo el sol y el clima refrescó, volvimos al auto y retomamos la
ruta.
No me di cuenta hasta pasados unos años, pero durante esa gira nos
afirmamos como banda más de lo que creimos; nuestro compromiso y
dedicacion fueron puestos a prueba en ese viaje. Nos divertimos, hicimos el
show, lo soportamos todo, sobrevivimos y compartimos un monton de
historias super valiosas en solo dos semanas. O en una?... creo que fue sólo
una semana... bueno, no lo se!

Es logico que el primer show de Guns n Roses haya sido en Seattle porque
mas alla que nosotros viviamos en Los Angeles; como banda teniamos
tanto en comun con las otras bandas de Los Angeles como el clima de
Seattle con el del sur de California.
Nuestras influencias eran Aerosmith –especialmente para mi-, T. Rex, Hanoi
Rocks y New York Dolls. Hasta podria decirse que Axl era una especie de
Michael Monroe.
Volvimos a Los Angeles con la experiencia de haber hecho nuestra primera
presentacion a cuestas.
Estabamos listos para volver a trabajar; habia que enfocarse y poner toda
nuestra energía en los ensayos. Nos juntabamos en esta sala de Silverlake.
Un dia ibamos todos en el Toyota Celica de Duff; desde Silverlake a mi
casa y al pasar por un cruce de calles con la intencion de doblar a la
izquierda fuimos sorprendidos y chocados por otro auto que venia a 100
km/h. Steven se rompio el tobillo porque sus piernas quedaron atascadas
entre los dos asientos delanteros; todos resultaron bastante golpeados,
excepto yo, que no tuve ni un rasguño. Fue un pequeño accidente, muy
desagrable que causo grandes daños; el auto de Duff quedo destruido y
podríamos habernos matado.
Hubiera sido una mala jugada del destino: la banda que muere poco
despues de haberse formado.

Empezamos a juntarnos con personas relacionadas con el rock and roll


pero completamente desconocidas en LA, que pasaban desapercibidas
para gran parte de la gente que frecuentaba Sunset Strip y que eran fans
de rock. Una de esas personas fue Nicky Beat, que fue baterista de LA
Guns por un breve periodo, pero que habia pasado su vida tocando con
bandas glam poco conocidas como The Joneses. Nicky no era un
desconocido -literalmente- pero tenía un monton de amigos
desconocidos. Tambien tenia una sala de ensayos en su casa en Silverlake
donde los Guns iriamos, armariamos los equipos y zapariamos. Ese lugar se
convertiría en nuestro punto de reunion.
Izzy tenia algo llamado “Think about you” que nos gustó mucho y tambien
repasamos “Don‟t Cry”, que fue la primera cancion en la que trabajé con
Izzy, y tambien tenia un riff para una cancion llamada “Out to get me” que
me gusto desde la primera vez que la escuché. Axl me recordó un riff que
yo le habia mostrado cuando él vivia en mi casa –ya habia pasado
bastante tiempo de eso-: era la introduccion y el riff principal de “Welcome
to the jungle”. Fue la primera cancion que compusimos todos juntos:
Estabamos sentados en la sala, tratando de escribir algo nuevo, cuando el
riff le vino a la mente.
“Hey, que te parece si usamos el riff que me mostraste hace un tiempo?”,
me preguntó.
“Mientras vivias en casa?”, le pregunté
“Si, ese riff estaba bueno. Escuchémoslo”, me respondió.
Comence a tocarlo y enseguida Steve se sumo con la bateria y Duff, con
el bajo; sobre esa base, empece a improvisar las melodias sobre las cuales
despues, se construyeron el estribillo y el „solo‟; y Axl escribió la letra.
Duff aporto el „breakdown‟, esa linea de bajo salvaje y resonante, que
unifico la cancion. Izzy proveyó la textura.
En tres horas, mas o menos, “Welcome to the Jungle” estaba terminada y
los arreglos de la version final son casi iguales a los de esta primera version.
Sólo nos faltaba la intro: Se me ocurrio un dia, usando el digital delay de
una pedalera marca Boss, que a pesar de ser barata y de muy mala
calidad, valio cada centavo pagado; ya que le dio el eco tenso e inquieto
que le da el clima y que marcó el comienzo de la cancion y finalmente el
comienzo de nuestro disco debut.
Varias de las primeras canciones surgieron asi de facil. “Out to get me” se
hizo en una tarde, incluso mas rapido que “Welcome to the Jungle”: Izzy
aparecio con el riff y la idea basica de la cancion. Cuando la interpretó,
escuche las notas y simplemente, me inspire. Fue algo bastante rapido:
creo que la parte más complicada -cuando tocan las dos guitarras-, sólo
tomó 20 minutos.
Nunca habia estado en una banda donde la musica me provocara tanta
inspiracion y las canciones fluyeran de esa manera. No puedo hablar por el
resto de los integrantes, pero a juzgar por la velocidad con la que se
amalgamaba nuestra creatividad, pienso que sentian algo similar.
Pareciamos compartir un conocimiento mutuo y una especie de lenguaje
secreto, en ese momento; era como si supieramos de antemano con qué
idea iba a venir el otro y ya hubieramos escrito nuestra parte para luego en
los ensayos, completar la cancion. Cuando todos estabamos en la misma
sintonia, las cosas eran así de faciles.

Le pediamos cosas prestadas a las chicas que conocíamos y en un


principio tuvimos ese look barato caracteristico del estilo glam, aunque un
poco mas tosco y desalineado. Pero muy pronto nos pusimos vagos y nos
cansamos de tanta „produccion‟ y maquillaje, asi que nuestra fase glam
tuvo poca vida. Ademas, la vestimenta se volvio un problema porque
cambiabamos constantemente de novia, entonces nunca podias saber
qué ropa iba a tener la proxima chica en el placard o qué atuendo usarias
la proximas vez. No creo que ese look haya sido alguna vez para mi; no era
blanco, ni flaco esqualido, ni tenía pelo largo.
Haber abandonado ese look, nos jugo a favor al final: eramos valientes,
con un estilo mas clasico, mas genuino; mas un producto de Hollywood
que de la movida glam de Los Angeles.
Tambien eramos la banda de rock marginal y loca. Nos gustaba ser
„desubicados‟ y haciamos todos los shows que nos ofrecian.
Practicabamos todos los dias, y rapidamente sumamos las nuevas
canciones; las probamos frente a un publico indecente, obsceno y vulgar
en lugares como Madame Wong´s West, Troubador y The Whisky. Todo lo
que haciamos dia a dia, era un paso mas en el camino, donde todo podia
pasar; ese era mi punto de vista. A mi entender las cosas eran simples: sin
nos enfocabamos sólo en sortear los obstaculos más cercanos, pasariamos
del punto A al C rapidamente sin importar cuán lejos estuviera un punto
del otro.
Cada vez que tocabamos, ganabamos más fans y casi siempre nuevos
enemigos, pero eso no importaba; cuanta más gente arrastrabamos, más
facil se nos hacia conseguir shows. Nuestros fans, desde el principio, fue un
grupo heterogeneo: habia punks, metaleros, drogadictos, psicoticos, gente
muy extraña, un par de almas perdidas. No eran muchos, pero tampoco
eran un sector facil de cautivar; de hecho, despues de todo este tiempo,
todavia me pregunto qué habremos dicho o hecho para provocar tal
devocion –pero no me quejo de eso. Supongo que los fans de Guns eran
como almas gemelas, se sentian identificados: eramos un grupo de
inadaptados que hicimos de su forma de vida de paria, una postura.
Cuando nuestra popularidad empezo a crecer dentro del circuito,
conocimos a Vicky Hamilton; una manager que habia ayudado a Motley
Crue y Poison en sus comienzos. Vicky era una rubia platinada, de 1.50 mts
de estatura, con un sobrepeso importante y una voz muy molesta, que
simplemente confió en nosotros y se ofrecio ayudarnos gratuitamente. Me
caia muy bien; era una persona sincera, con buenas intenciones. Ella
costeo la impresión de los panfletos, publico avisos en L.A Weekly y nos
consiguió más shows y mejores propuestas. Ambos trabajamos a la par,
haciendo todo lo posible para promover nuestra causa; con su ayuda todo
empezo a mejorar.
Tocabamos, por los menos, una vez a la semana y a medida que se
incrementaba nuestra exposicion, tambien lo hacia la necesidad de tener
nueva vestimenta: tres remeras, un jean, el pantalon y la campera de
cuero ya no era suficientes -esta vez, encabezabamos en The Wiskey y era
la primera vez que tocabamos un sabado a la noche-; entonces decidi
que tenia que hacer algo al respecto: Como no contaba con el dinero
necesario para cambiar mi atuendo significativamente, fui hasta
Hollywood y comence a vagar por las tiendas de ofertas, saldos y
remanentes: Me robe un cinturon de caracolas de un lugar llamado
“Leathers and Treasures”. Era negro y plateado, como el que usaba Jim
Morrison; y planeaba usarlo con los jeans o con el pantalon de cuero que
habia encontrado en el contenedor de basura del complejo de
departamentos donde vivia mi abuela. Continué con mi busqueda y al
pasar por un negocio llamado “Retail Slur”, vi algo interesante; no habia
ninguna posibilidad de que pudiera comprarlo y, por primera vez en mi
vida, no sabía cómo robarmelo; pero sabía que tenía que tenerlo.
Un sombrero de copa no es algo que puedes esconder bajo la remera,
aunque me han robado tantos sombreros a lo largo de estos años, que
creo que alguien ha desarrollado una tecnica realmente efectiva que aún
no conozco. De cualquier modo, entré, descaradamente arranqué la
galera del maniquí, salí del lugar y nunca más volví. No se bien qué era,
pero el sombrero me llamaba…
Cuando regresé al departamento donde estaba viviendo en ese
momento, deduje que mis adquisiciones se verian mejor juntas; entonces
tome la tijera y corte el cinturon a la medida del sombrero. Estaba feliz con
el resultado final; me gustaba cómo habia quedado. Y me puse más
contento al descubrir que con ese accesorio en mi cabeza, podia ver todo
pero nadie podia verme realmente a mí
Muchos dicen que el guitarrista se esconde detrás de su instrumento; la
galera cumplia esta funcion y ademas era muy comoda. Nunca pense
que fuera algo original, pero era mio; ese sombrero de copa con
caracolas alrededor se convirtió en una marca registrada e indeleble de
mi imagen.

Cuando Guns empezo a „despegar‟, yo estaba trabajando en un puesto


de diarios en Melrose y Fairfax y viviendo nuevamente con Ivonne hasta
que se hartó de mí y nos separamos una vez más, dejandome sin un lugar
donde vivir. La encargada del puesto de diarios, Alison, me permitió vivir en
el living con la condicion de pagar la renta a medias. Era una chica muy
linda, con estilo reggae, que vivia en un departamento en Fairfax y
Olympic y que iba a la escuela nocturna. Era muy atractiva, pero siempre
pensé que ella era muy grande para mi; o que yo era muy joven para ella;
de cualquier modo, nunca tuvimos esa clase de relacion. Nos llevabamos
muy bien y cuando ella renuncio a su puesto en el stand, en busca de un
trabajo mejor, yo fui lo suficientemente afortunado para heredar su
posicion.
Allison siempre me trato como un perro al cual habia recogido de la calle,
y yo no hice nada para demostrarle que estaba equivocada. Como
inquilino, no ocupaba mucho espacio. Mis mas valiosas pertenencias eran:
mi guitarra, un baul de color negro repleto de revistas de rock, cassettes,
un reloj despertador, algunas fotos y algo de ropa –la mayoria prestada-. Y
tambien estaba Clyde, mi serpiente, en su jaula.
De todos modos, el trabajo en el puesto de diarios tuvo un final abrupto en
el verano de 1985, cuando una radio de rock local, KNEC, organizó una
fiesta en Griffith Park. Los micros que levaban a la gente en forma gratuita
hasta ese lugar salian de la puerta del hotel Hyatt en Sunset Strip.
Despues del trabajo, fui para alla, con una botella de un litro de Jack
Daniels escondida en los jeans, sin importarme que al dia siguiente debia
abrir el puesto de diarios a las cinco de la mañana.
La recuerdo como una noche de verano bastante descontrolada: la gente
se pasaba las botellas y los porros mientras estabamos en el micro. Habia
mucha gente conocida de la zona y musicos a bordo. Cuando llegamos al
lugar, habia musica y un asado. El parque estaba colmado de gente
haciendo de todo.
Estaba tan dado vuelta esa noche que lleve a una chica al departamento
de Alison. Cuando llegó, nos encontró a los dos ahí en el living. No necesitó
decir nada; por su expresion, me di cuenta que no estaba muy contenta,
no le cayo nada bien la situacion.
Me quede con la chica hasta que se hizo la hora de irme a trabajar. Para
cuando se vistio y se fue, mi jefe, Jake, habia llamado por telefono porque
yo estaba llegando tarde al trabajo.
Estaba en capilla porque solia usar mucho el telefono del negocio -lo
ponia como número de contacto para todo lo relacionado con la banda-,
entonces mi jefe empezo a llamarme durante mis turnos para agarrarme
con las manos en la masa, algo que resulto muy dificil porque estaba muy
atento a las llamadas de Jake.
Pero esos dias se habian terminado: la banda estaba tomando vuelo y yo
estaba constantemente hablando por telefono, asi que Jake estuvo horas
tratando de comunicarse conmigo para regañarme.
De más esta decirlo, Jake estaba furioso conmigo por tener que haber ido
él a abrir el puesto por mí, ese dia.
“Si, Jake, lo siento”, balbuceé estando todavia bajo los efectos del alcohol,
cuando llamó por segunda vez. “Ya sé que es tarde, me retrasé, pero ya
voy para alla”
“Oh, asi que ya venis para aca?” me pregunto
“Si, Jake, en unos minutos estoy allá”, le respondí.
“No, no vengas”, me dijo, “No te preocupes. No vengas ni hoy, ni mañana;
nunca más”
Me quede callado un instante. “Esa es una buena idea, Jake. Está bien”

En ese tiempo, Izzy y Duff todavia vivian en Orange Avenue, uno enfrente
del otro. Duff y yo compartiamos la misma mentalidad: hasta que la banda
empezara realmente a progresar, no se sentía bien si no tenía un trabajo.
No importaba que el trabajo fuese moralmente sospechoso.
Hacia las ventas telefonicas o las estafas telefonicas, depende del punto
desde donde se lo mire: Duff trabajaba como telemarketer para una de
esas compañías que prometen premios a la gente y luego le piden una
suma de dinero en concepto de „cargos de envio‟. Tuve un trabajo similar
antes de entrar a trabajar en la relojeria: llamaba a gente todo el dia, les
ofrecia un Jacuzzi o vacaciones tropicales y ellos sólo tenian que brindar el
numero de tarjeta de credito para abonar su “entrada” al concurso. Era
una puesta en escena despiadada y desagradable; una farsa. Renuncié el
día anterior a que la empresa fuera allanada por la policia.
Axl y Steven eran capaces de hacer cualquier cosa, menos tener un
trabajo estable, asi que pedian dinero en la calle o le pedian prestado a
sus novias. Aunque recuerdo una vez que Axl y yo trabajamos juntos de
extras; eramos parte del publico en el LA Sports Arena en una pelicula
llamada “Touch and Go”, donde Michael Keaton interpretaba a un
jugador de hockey. No nos importaban los minutos de camara mientras
nos den de comer y nos paguen por no hacer nada: nos presentabamos
en el set a la mañana, conseguiamos el ticket para la comida y luego
buscabamos un lugar discreto detrás de las tribunas para dormir. Nos
despertabamos, almorzábamos con el resto de la gente y nos volviamos a
dormir hasta que se hiciese la hora de ir a buscar nuestro cheque.
Me gustaba ser extra, y hacer este trabajo tan regularmente como fuera
posible; no encontraba nada malo en comer gratis y que te paguen por
dormir toda la tarde. Iba en busca de algo similar cuando me eligieron
para el film “Sid y Nancy”. Sin saberlo, cada uno de nosotros se presentó al
casting en distintos puntos de la ciudad, y sin saberlo, el director selecciono
a los cinco miembros de Guns n Roses individualmente. El primer día de
trabajo, cuando nos encontramos todos allí, decíamos “Hey, que haces
vos aca?”!
Pero no fue divertido; era como trabajar de jurado: estabamos en un lugar
lleno de extras, pero nosotros cinco habiamos sido elegidos para estar en
la escena del concierto, donde Sex Pistols aparece tocando en un
pequeño club nocturno. La toma requeria que nos levantemos temprano
por tres dias consecutivos y obtendriamos nuestra consumision y 100
dolares por dia.
Tal compromiso era demasiado para el resto de mis compañeros. Al final,
yo fui el unico que hizo el esfuerzo y se presento a trabajar.
Que se jodan!, yo la pasé barbaro; por tres días filmaron a estos “Sex
Pistols” tocando en Starwood, un club que yo conocia por dentro y por
fuera.
Iba a la mañana, daba el presente, conseguia mi ticket, y luego me perdía
en las entrañas del lugar para emborracharme con Jim Beam sin que
nadie me molestara. Mientras el resto de los extras participaban de la
escena, yo observaba la filmacion escondido en la platea. Lo mejor de
todo: me pagaron lo acordado.

A medida que Guns se volvia más popular, y eramos verdaderamente


tomados en cuenta por los dueños de los clubes por la gente que
arrastrabamos a los shows, comenzaron a aparecer unos personajes
bastante ridiculos: los managers angelinos. Los tipos te rodeaban como si
fueran tiburones, clamando tener „todo lo necesario‟ para transformarnos
en estrellas.
En ese entonces, la banda se habia separado temporaria y
amigablemente de Vicky y ambos habian tomado caminos diferentes, asi
que estabamos abiertos a nuevas propuestas, pero la gran mayoria eran
muy malas.
Uno de los ejemplos más convincentes de cuán bajo pueden caer esos
tipos y de lo que nos hubiera esperado si hubieramos cometido ese error es
cortesía de Kim Fowley, el infame que dirigio a Runaways, o la forma en la
que Phil Spector condujo a Ronettes; basicamente era un contrato para
ser sus esclavos a sueldo.
Kim nos dio su mejor discurso, pero en cuanto se refirio a llevarse un
porcentaje de la publicidad y de tener un compromiso „creativo‟ a largo
plazo, estaba claro lo que tenía en mente. Sus mentiras y su
comportamiento hablaron por sí solas; Kim era un tipo demasiado extraño,
no podia esconderlo.
Sin embargo, me caia bien; me gustaba juntarme con él y salir a divertirnos
-siempre y cuando mantuviera su distancia. Nosotros eramos parecidos a
él, la misma clase de animales: siempre queriendo sacar ventaja de
cualquier cosa que la otra persona pudiera ofrecerte; sin promesas que
cumplir ni tratos que mantener. Axl ocupaba su tiempo, si la charla valia la
pena porque Axl es muy locuaz; Steven se sumaba, si habia chicas
incolucradas; y yo sólo queria consumir todo lo que me fuese posible –
viandas de Dennys, cigarrillos, tragos, drogas. Todo.- a cambio de entablar
una conversación con alguien. Una vez que los factores que nos
mantenian unidos con la otra persona se agotaban, uno a uno, nos ibamos
retirando.
Kim nos presentó a un tipo llamado Dave Liebert, que habia sido por un
tiempo el manager de Alice Cooper durante las giras y habia trabajado
con Parliament y Funkadelic -sólo Dios sabe cuándo-. Estos dos intentaban
contratarnos como un equipo, porque nos valoraban.
Una noche, Kim me llevo a la casa de Dave. Recuerdo a Dave señalando
sus discos de oro; su actitud era como: “Ves nene, éste podrías ser vos”.
Supongo que intentaba seducirme -o comprarme- presentandome a dos
chicas tan jovenes que podrian ser sus hijas, y que se pasaron la noche en
el baño inyectandose speed. Dave me arrastro hasta ahí y en cierto punto
parecia que las chicas no tenian idea de lo que estaban haciendo. Eran
tan inutiles que me daban ganas de agarrar las agujas e inyectarlas yo
mismo. Dave tambien se inyectaba; y bajo la luz fluorescente del baño, se
desnudó hasta quedarse en ropa interior y empezo a jugar con las chicas –
que como mucho, tenian 19 años-, y despues me invito a sumarme a la
situacion.
En ese momento pensaba que, de todas las razones por las cuales la
escena era tan asquerosa, la iluminacion era la peor de todas. El sólo
pensar en este tipo dirigiendo la banda y a Kim Fowley con su colección
de discos de oro prehistoricos hacia casi imposible no reirse a carcajadas
en su cara. Y hubiera sido un suicidio profesional incluso antes de tener
algo para perder. De todos modos, no hubiesemos tenido ninguna
oportunidad si el manager era tan descontrolado como la banda.

Mientras que Guns continuó ensayando, escribiendo y haciendo shows;


trabajando para definir quiénes eramos, empecé a salir más. De repente
habia bandas que queria ver porque al fin la escena estaba cambiando;
habia bandas como Red Cross, que era una banda glam pero tosca, y en
el otro extremo, estaban las bandas como Jane‟s Addiction, que eran muy
buenas y me sentia identificado con ellas pero no estabamos en la misma
pagina.
Tocamos con muchas bandas poco conocidas, mas „artisticas‟ –recuerdo
una presentacion en Stardust Ballroom- pero nunca resulto algo bueno. No
eramos aclamados por esas bandas, porque pensaban que eramos una
banda glam que venia del otro lado de la ciudad, del lado de
„Troubadour‟ de la ciudad; y jamas fuimos eso. Lo que esas bandas no
sabian era que probablemente eramos mucho mas „oscuros‟ y siniestros
que ellos y tampoco sabían que no soportabamos a los colegas del otro
lado de la ciudad.
De hecho, cuando nos volvimos populares, entramos en guerra con las
bandas del „lado Troubadour‟ de la ciudad. No hicimos ningun esfuerzo
especial para tener problemas con ellos pero un tiempo despues, todas las
bandas con las que tocamos nos tenian miedo porque Axl tenia
reputacion de ser volátil y de perder los estribos con facilidad. Él y yo
salimos un par de noches y nos metimos en grandes peleas con
desconocidos sin tener razon alguna, si mal no recuerdo. Para Axl,
definitivamente había una buena razon para pelear pero para mí, solo
eramos gente peleando en la calle –literalmente en la calle- porque
alguien lo habia mirado mal o le habia dicho algo malo. Aunque debo
admitir que nos divertiamos mucho.
Diria que mi vida perdio todo indicio de estabilidad, de existencia „regular‟
una vez que me echaron del puesto de diarios. Como ya mencioné, había
estado viviendo en el living de Alison, mi jefa en ese trabajo, y
compartiendo el alquiler, pero cuando me despidió, su caridad y mi dinero
se acabaron. Sin un lugar donde vivir, tome mi serpiente, la guitarra y mi
baul y me mude a la sala de ensayos de Guns, donde Axl y yo
rapidamente nos volvimos residentes permanentes. Izzy, Steven, y Duff
tenian novias y se quedaban con ellas; Axl y yo eramos los unicos que no
teniamos otro lugar donde ir.

Nuestro „estudio‟ era bastante salvaje, despojado; era una de las tres
unidades de un edificio en Sunset y Gardner que fueron pensadas para
almacenar cajas o autos, no para albergar personas. La puerta era de
aluminio corrugado como las cortinas de enrollar que uno encuentra en los
garages, el piso era de cemento, y nosotros eramos los unicos
arrendatarios que elegimos convertir esta habitación de 4.5 por 6 mts en
nuestra mansion. El edificio tenia un solo baño a mas de 10 metros de allí
pero la mayoria de las veces, preferí orinar en los arbustos que estaban
cruzando el pasillo de nuestro hall recibidor. Llamabamos al lugar “Sunset
and Gardner Hotel & Villas”.
Este lugar no era una sala de ensayos a la cual queriamos hacer pasar por
departamento porque ni siquiera fue ideado para ser una sala de ensayos
–era apenas un depósito bastante aceptable, casi decente.
Finalmente, Izzy decidio que por lo menos Axl y yo deberiamos tener una
cama apropiada asi que un dia él y Steven encontraron unas en una
barata y armaron provisoriamente una “queen size” sobre el kit de baterias.
Fue tan bien recibida como fueron los inodoros en la Inglaterra del siglo
XVIII. Teniamos tambien otro artefacto que convertia al departamento de
la banda más en un hogar: una parrilla de carbon marca Hibachi que uno
de nosotros compro o robo. Nunca la use; en tanto aprecio la buena
cocina nunca intente hacer nada alli, pero Izzy y Steven pudieron comer
dignamente gracias a esa cosa.
Eramos aplicados como grupo: escribiamos las canciones y ensayabamos
todos los dias, pero al vivir alli Axl y yo, nuestra sala de ensayos pronto se
convirtió en un lugar perfecto donde ir a parar entrada la madrugada:
aislado, apartado del foco de atención de Hollywood y sin reglas de
comportamiento a seguir. En una noche normal, uno de nosotros estaria
teniendo sexo en la sala o en la puerta; otra noche caeriamos dormidos
entre el amplificador y el kit de bateria casi siempre mientras varios amigos
se emborraban y drogaban en el pasillo hasta que saliera el sol. Escribimos
un monton de canciones muy buenas en ese garage, inspirados por este
ambiente: “Nightrain”, “My Michelle” y “Rocket Queen” entre otras.
“Nightrain” surgio de la mezcla de varios momentos muy diferentes.
Recuerdo haber empezado a trabajar en el riff principal junto a Izzy,
sentados el frio y humedo piso de la sala, justo antes de irme de la casa de
Alison. No sabiamos bien para dónde iba la canción y tampoco teniamos
ningun tema en mente pero la onda era muy buena asi que nos
encerramos alli y dejamos que fluya. Tambien recuerdo que no me sentia
bien y al otro dia cai con faringitis. Estuve dos dias haciendo reposo en el
sillon de Alison pero en el interin Izzy le mostro a Duff lo que habiamos
estado componiendo y Duff trabajo sobre ello completando la melodía y
transformando un par de riffs en una verdadera base instrumental.
Ninguno de nosotros tenia en mente la letra para esta pieza, pero la
musica nos entusiasmo y nos quedo rondando en la cabeza hasta que
encontraramos algo apropiado para completar la cancion, lo que resulto
ser la fiesta de nuestra bebida favorita, Night Train.
Una noche estabamos caminando por Palm Avenue, que era una calle
tristemente célebre en nuestro mundo porque alli vivian chicas de mal
aspecto, adictas, allí tambien vivia Lizzy Grey, el guitarrista de London.
Pasabamos mucho tiempo en Palm Avenue en aquellos dias porque
conociamos a mucha gente ahi, asi que cada vez que nos
encontrabamos transitando esa calle sabiamos que era el principio de una
gran historia. Esa noche, estabamos compartiendo una botella de Night
Train, un vino con una graduación alcoholica del 18 por ciento y en ese
momento lo podias comprar por menos de dos dolares la botella. Es el vino
mas barato que podrias comprar y lo bebiamos como locos cuando no
habia nadie más que pudiera pagarnos un trago. Puede no sonar como
una „gran cosa‟ pero definitivamente el „Night Train‟ es un „super viaje‟; si
no lo probas, probablemente no comprendas por qué terminamos
improvisando la letra en honor a este vino mientras deambulabamos por
Palm Avenue.
No recuerdo quién empezó, pero de pronto alguien grito lo que termino
siendo el coro: “I‟m on the Night Train!‟; despues nos sumamos nosotros
mientras que Axl inventaba el resto: „Bottoms up!‟, „Fill my cup!‟, „Love that
Stuff!‟ y „I‟m ready to crash and burn!‟
Se nos ocurrio en uno de esos momentos asombrosos, como en „Paradise
City‟.
„Nightrain‟ fue un himno que surgio casi instantáneamente, ni siquiera
sabiamos cuánto contaba acerca de nosotros en ese entonces, cuánto
hablaba del momento que estabamos viviendo.
Al igual que „Paradise City‟, hay algo inocente en esa cancion: la rima es
casi propia de una cancion infantil, una linda melodía cantada por chicos
en el patio, en un recreo… en este caso, unos chicos un tanto siniestros
cuyo patio es un sordido callejón, despreciable e indecente.
Esa cancion realemente nos encendió. No recuerdo si nos pusimos a
trabajar en ella esa misma noche cuando volvimos a la sala o a la mañana
siguiente pero en el término de un día, la teniamos completa. Axl escribio
la letra, y nosotros pulimos ciertos detalles de la musica y eso fue todo. La
probamos con el publico en un show que teniamos y funciono; realmente
funciono. El ritmo de esa cancion en la parte de la letra, me volvio loco
desde el primer momento. La primera vez que la tocamos empece a saltar,
no pude evitarlo. Cuando tuvimos un escenario mas grande, un tiempo
despues, corria de una punta a la otra, saltaba de los amplificadores. Me
volvió loco cada vez que la tocamos. No se bien porqué, pero ninguna
otra cancion me movilizo como lo hizo Nightrain.
En ese garage, tambien se escribio otro clásico: “My Michelle”. La musica
se originó allí, creo que en unas pocas tardes. Izzy y yo armamos la
estructura basica, y luego como de costumbre Duff le confirió
exactamente lo necesario para que la cancion se desarrollara, para que
evolucionara. De cualquier modo, yo no escribi la letra pero
definitivamente sé de qué se trata. “Michelle” es Michelle Young, una
amiga de mi primera novia, Melissa. Las conoci a ambas en el colegio,
mucho antes que Guns fuera siquiera una idea, y mucho menos una
realidad.
El tema es que a causa de Mark Mansfield y Ron Scheneider, quienes eran
amigos cercanos y tambien eran parte de la escena musical de ese
momento en cierto grado, muchos de mis viejos amigos se involucraron en
el universo Guns n Roses, cuando la banda empezo a funcionar. Por
amigos en comun, volvi a estar en contacto con gente que no veia desde
que habia dejado el colegio y muchos de ellos fueron arrastrados hacia
nuestro mundo, algunos para bien; la mayoria para mal. Michelle fue una
de esas personas; incluso desde chica le faltaban un par de tornillos.
Cuando empezo a frecuentar nuestros circulos, termino saliendo con Axl y
tuvieron un breve romance. Èl escribió la cancion pensando en Michelle,
en situaciones de su vida, su educación, al pie de la letra: su padre metido
en el negocio de la pornografia, su madre adicta a las pastillas y otras
drogas que finalmente termino suicidandose. Michelle y yo eramos amigos
en el colegio y habiamos compartido cigarrillos en el baño mas de una
vez, pero que su historia sirviera de fuente de inspiración para una de las
canciones más duras de Guns n Roses, era otra cosa. Lo hablamos con Axl
un dia, porque imagine que Michelle no estaria contenta con que su vida
privada y familiar se hiciera pública de esta manera.
“Hey, Axl,” le dije mientras ensayabamos la cancion, “no crees que quiza
Michelle puede ofenderse por esto?”
“Por qué se ofenderia?, me dijo “Es la pura verdad”.
“Si, ya se; pero no se si esta bien decir todas esas cosas... No podes
modificarla un poco?”
“No”, me contesto. “Es la verdad. Y si no le gusta, no me importa. Yo la voy
cantar igual”.
Esperé lo peor; aunque no tuviera razon para demandarnos, esperaba que
Michelle viniera a quejarse o a cuestionarnos algo. Lo minimo que
esperaba de ella era que odiara la cancion y que se sintiera mortificada
por haber hecho publicas ciertas cosas. Debo decir que estaba muy, muy
equivocado: desde el momento que tocamos “Mi Michelle” en vivo hasta
que resolvimos incluirla en el album, ella amó esa cancion y destacó que la
volvio „popular‟. En ese momento, fue lo mejor que pudiera haberle
sucedido. Pero como tantos otros amigos que fueron arrastrados hacia es
obscuro circulo de Guns n Roses, Michelle llegó de una manera y salio de
otra muy diferente. Muchos de ellos terminaron presos o en rehabilitacion;
o ambas o incluso terminaron peor, pero estoy feliz de poder decir que ella
fue una de las pocas personas integrantes de ese grupo que pudo darle un
giro a su historia antes de que fuera demasiado tarde. Muchos de ellos al
final se mudaron a Minneapolis; quiza eso tuvo algo que ver con el cambio
en sus vidas.
“Roquet Queen” se origino a partir de un riff que compuse cuando Duff y
yo nos conocimos. Los arreglos eran muy complicados; era la cancion más
complicada del album, sobre todo porque teniamos que integrar ese riff al
estribillo que habia traido Axl, que era más melodico. La canción esta
inspirada en una amiga en comun: Barbie; quien ya a los 18 años tenia una
cierta reputacion: adicta a las drogas y reina de la escena underground
en aquel entonces que al final se convirtió en madama. Axl estaba
encaprichado con ella. Me enteré que ha sobrevivido a esos años y que
ahora ella está muy bien.

Fue durante este periodo de ensayos y composición en “Sunset and


Gardner Hotel & Villas” que comencé a notar algo diferente en Steven.
Venia a los ensayos un tanto “distendido”; parecia estar borracho pero no
habia estado bebiendo nada. No pudimos saber el por qué de tal
conducta debido a que su interpretación era buena, podía tocar; asi que
yo estaba bastante intrigado. Steven estaba viendo a una chica que vivia
con una compañera, a una cuadra del estudio; sobre Gardner. Empece a
ir ahí con él despues de cada prática y me encontré con algo muy
extraño, bastante obscuro: era como si al cruzar esa puerta el tiempo se
detuviera; y todo empezara a moverse muy, muy lentamente.
Conoci a la novia de Steven y tambien a la compañera de cuarto; esta
chica estaba tan desquiciada que me rompió el corazon pero tambien me
pareció muy linda, asi que empecé a verla más seguido y aunque de
antemano sabia que andaba en algo, no sabía bien qué era. Iría con
Steven despues de ensayar y los cuatro escuchabamos el disco “Goats
Head Soup” de los Rolling Stones, durante toda la noche mientras los veia
cabecear por los rincones. Se quedaban dormidos. Al final caí en la
cuenta de cuál era el catalizador de semejante estado de abstracción: la
heroína. Al principio, ni Steven ni su novia consumieron delante de mí, asi
que lo descubrí tarde; pero mas vale tarde que nunca. Incluso si hubieran
consumido delante mio, yo no me hubiera sumado porque en ese
momento la heroína simplemente no me interesaba. No sabía mucho de
ella y lo que conoci, a partir de Steven y su comportamiento, no me hizo
dar antojo de probar. Entonces, por qué habría de hacerlo?
Su amiga era una niña rica de 18 o 19 años que habia tomado todo el
dinero de su familia y habia hecho todo lo que estaba a su alcance por
lanzarlo en sus caras. En este proceso, se habia metido en grandes
problemas y vivia quejandose y culpando a su familia por tener una vida
tan desastrosa. La solucion a este dilema era enfadarse y protestar hasta
más no poder, para luego drogarse y buscar consuelo en ese estado de
letargo que, no hace falta decirlo, interferia en su ánimo de mejorar la
situación. La historia se completa con una escena en la cual la madre
irrumpió inesperadamente en la casa, a la mañana temprano para
enfrentar a su hija y por supuesto, cometí el gran error de meterme en la
pelea.
No dije demasiado, pero la madre estaba convencida que yo era el
culpable de que su hija esté en tales condiciones. La verdad era que yo
era la unica persona alli que no se daba con heroína. La señora se retiro
del lugar odiandome a mi y abandonando a su hija, pero al final ganó la
batalla: la chica desaparecio, un tiempo despues. Luego la novia de
Steven se mudó y ninguno de nosotros volvio a saber de ellas.
Hasta que pude ver a Steven y su novia consumir, y hasta que luego
comencé a hacerlo yo, todo lo que conocia acerca de la heroína era lo
que reflejaban las propagandas de las campañas antidrogas que nos
mostraban en el colegio y el argumento de “The French Connection” que
se centraba en Popeye Doyle y su esfuerzo maniaco por detener la
importación de cargamentos de esa sustancia por parte del cartel francés.
Pero averiguaria todo de ella en muy poco tiempo y se introduciria en mi
vida tan lenta y sigilosamente como una hiedra trepa y cubre una pared.
Izzy y yo estabamos en el estudio de Nicky Beat´s en 1984, cuando por
primera vez „cazamos al dragon‟-con esta expresión me refiero a aspirar
por un tubito el humo que resulta de quemar la heroína sobre papel
metalizado-; recuerdo que la sensación era como de un mareo pero nada
mas alla de eso. No obtuve, instantáneamente, el zumbido caracteristico,
asi que rapidamente perdi el interes en ese compuesto ya que el sentirme
„enfermo‟ no se condecia con mi concepto de „diversión‟, de „pasar un
buen rato‟. Izzy estaba bastante bien; pudo fumarlo y quedar satisfecho
con esa sensación.
Unos meses más tarde, me injecté por primera vez y eso fue todo, nunca lo
hice de otra manera que no fuera directamente al torrente sanguíneo.
Como cualquier otra persona, que busca lo facil, bueno y barato; yo
queria un efecto rapido, casi instantaneo. Nunca fui capaz de drogarme
de otra manera que no fuera con agujas. Y si no puedo, no me tomo la
molestia de hacerlo de otro modo; directamente no lo hago: se pierde
tiempo y se pierde droga y es una buena decisión si ese modo resulta ser
ineficaz. He tratado de hacerlo del modo que se supone: el antiguo
metodo civilizado de cazar al dragon de acuerdo con las costumbres
chinas, pero simplemente no funciono conmigo. Los chinos fueron lentos,
serenos, tranquilos con la heroína como lo fueron con el opio. La injección
intravenosa se desarrollo bastante más tarde, en occidente, cuando la
gente comenzó a usar morfina de modo „recreativo‟. Se empezó con las
agujas por el inmediato factor gratificante, que era lo que la gente de la
calle estaba buscando. En America, en la epoca de los cowbows del
Lejano Oeste, las mujeres se drogaban más que los hombres, y todas ellas
utilizaban agujas, la mayoria eran meseras y prostitutas.
Una sola noche realmente puede cambiar tu vida y ésta fue la que
cambio la mía. He tratado de recordar muchas veces este episodio pero
no pude retener detalles; puede ser por la cantidad de Jim Beam que bebí
esa noche. Estabamos en el departamento de una chica junto con Izzy, de
alguna manera fuimos a parar alli. Yo me encontraba en el tocador de su
baño, que tenia una luz tenue, muy especial y extraña al mismo tiempo.
Ella anudo la goma en mi brazo, cargo la jeringa y me picó… y de repente
tuve una sensación que nacia del estómago, muy profundamente; como si
una ola me tragara. Fue algo muy repentino; y es lo último que recuerdo.
Me arrastraron, me desmayé, me caí de la silla y desperté tendido en el
suelo unas horas mas tarde, al amanecer. Solo me tomo un segundo
descubrir qué habia pasado: a mi lado encontre la botella de Jim Beam
que habia estado bebiendo y por un momento olvide completamente que
tambien habia consumido heroína.
Miré hacia la puerta y vi a Izzy que dormia junto a la chica en la cama y
ahí fue cuando me di cuenta que se sentía diferente –de alguna manera-.
No podía identificar qué era, mas alla que lo que me estaba pasando no
me era familiar. Estaba todo bien, porque estaba de muy buen humor –de
verdad-. Cuando Izzy y la chica se despertaron, pasamos un rato todos
juntos y me sentia muy feliz y totalmente „en paz‟ con todo. Izzy se sentia
de la misma manera.
El departamento donde nos encontrabamos estaba en Wilshire, cerca del
centro de Los Angeles. Nos despedimos de la chica y nos fuimos de alli, sin
tener preocupación alguna. El futuro era brillante aunque no teniamos una
posibilidad concreta en ese entonces.
Durante toda la mañana vagamos por Melrose y Hollywood y fue ahí
cuando tuve la gran idea de ir a visitar a una chica que conocia del
Fairfax High que era muy atractiva y estaba enamorada de mí. Aunque no
la conocia tan bien, sabia que su madre trabajaba todo el dia, asi que
fuimos a su casa a pasar un rato y escuchamos a los Beatles durante toda
la tarde. Tenía una cama digna de una adolescente con un edredón muy
suave y sedoso, y la luz entraba a la habitación de tal manera que hacia
que todo se viera muy espacioso, aireado, luminoso, rosado y agradable.
Izzy y yo entramos alli, nos recostamos y escuchamos musica. Me
encantaba la cancion “Dear Prudence”. “Revolution” y “Dear Prudence”
parecian ser lo unico que importaba en el mundo. “Norwegian Word”
tambien era buena. Pasamos en su casa la mayor parte del día y luego
nos fuimos. Camino a casa, cuando parabamos de caminar, me daba la
dichosa sensación de adormecimiento, caracteristico de la heroína. En ese
instante me dí cuenta que el efecto me habia durado el dia entero.
„Esto es lo mejor que hice‟ pensé entre mí, „nada de lo que he hecho fue
como esto‟
Tenía sólo 19 años.

Nuestro departamento -mio y de Axl-, que tambien oficiaba de sala de


ensayos, era el lugar donde la banda se dirigia a la madrugada;
llegabamos todos en muy mal estado, podria decirse que nos
„remolcabamos‟ unos a otros. A medida que fuimos teniendo más fans, el ir
alli despues de tocar, se volvio una decisión poco intelingente y aunque
sabíamos que no terminaria bien, continuamos haciendolo.
“Sunset and Gardner Hotel & Villas” estaba entre Hollywood y el centro de
la ciudad, lo suficientemente alejado de ambos como para que ninguna
persona, excepto drogadictos y prostitutas, se animara a caminar sola
despues de cierta hora. Los negocios de la zona trabajaban de 9 a 5 de la
tarde a excepcion del “Gardner Elementary School” que quedaba atrás
de nuesta casa, y cuyo horario era de 8 a 3 dela tarde. Asi que se nos
hacia muy facil organizar fiestas de 50 o más personas y hacer lo que
quisieramos, desde usar drogas como heroína o hachis hasta arrojanos
botellas o romperlas contra la pared, sin tenes problemas con la policia. Al
principio, esta escena se limitaba al departamento pero luego tomó el
pasillo y estacionamiento de al lado del edificio. Podias encontrar gente
con botellas de licor en bolsas de papel madera, envueltas en cuanta
actividad ilegal te imagines y en extrañas situaciones tambien a menos de
50 mts. de Sunset Blvd durante toda la noche. Nos despertabamos ya
entrada la mañana cuando los chicos empezaban a llegar al colegio,
para reacondicionar el lugar. Por suerte, los niños no veian nada de esto,
aunque el patio del colegio era lindante con el fondo de la casa.
Al lado del estudio solia ensayar otra grupo cuyo nombre nunca podiamos
recordar; creo que se llamaba “Wild”, y Dizzy Reed era el tecladista; asi fue
como Axl y él se conocieron y volvieron amigos. “The Wild” era la tipica
„banda del dia‟ que jamas fui a ver ni tampoco presté mucha atención a
cómo sonaban, pero de todas maneras, ambas participaban de las fiestas.
Nuestra vida se desarrollaba en este ambiente: una fiesta constante en un
lúgubre y sucio rincón de la ciudad.
Nuestras fiestas eran un aquelarre. Nuestro comportamiento, vergonzoso
casi intolerable.
Una vez, despues de un show, Izzy y yo llevamos a una chica al estudio y
nos turnamos para tener sexo con ella, sin ninguna protección. Fue una
noche muy fuera de control para los tres; la noche más loca que habiamos
tenido hasta el momento. Recuerdo haberlo mirado a Izzy, luego de mirar
alrededor y decirle: Hey, Izzy! Creo que tendriamos que conseguir otro
departamento un poco más grande...
Este microclima de festejo, desenfreno y caos no duraría demasiado, y
cuando finalizó, lo hizo de manera dramatica. Luego de un show, nuestros
amigos y quienquiera que estuviera en el club esa noche fueron al estudio,
como de costumbre a seguir de juerga hasta bien entrada la mañana.
Ahora bien, las chicas que elegian venir con nosotros hasta las 6 o 7 de la
mañana, no eran la punta más afilada del lapiz; pero esa noche en
particular una de ellas derrapó totalmente. Se me nubla la memoria al
intentar recordar los detalles pero lo que sí sé es que Axl tuvo relaciones
sexuales con ella en el loft.
Casi al final de la noche, quiza porque las drogas y el alcohol se habian
agotado, la chica se volvio loca y le dio un ataque de ira. Axl le dijo que se
retirara de la casa y la empujó. Intenté mediar en la situación y calmar las
cosas para que se fuera tranquilamente pero fue imposible solucionar las
cosas con serenidad.
Mas o menos una semana más tarde, Steven estaba en la sala cuando
cayó la policia. Los oficiales dieron vuelta el lugar en busca de elementos
de contrabando, de hecho rompieron gran parte de los equipos en el
proceso ademas de hostigar a todas las personas que tenian alguna
conexión con nosotros y amenazaron a Steven diciendole que lo llevarian
detenido si no les decía donde podian encontrarnos ya que tanto Axl
como yo estabamos acusados de abuso contra esa chica. Steven se puso
en contacto con nosotros y nos advirtió de la situación asi que durante ese
dia, nos mantuvimos alejados de la casa.
A la mañana siguiente volvi al lugar. Estaba lloviendo y hacia un frio inusual
para esa epoca del año. Encontré a Izzy, abriendose paso en el desorden
que la policia habia dejado el dia anterior. Me quedé perplejo al ver cómo
habia quedado el estudio y senti un gran desconcierto porque ni Axl, ni yo -
ni nadie- habiamos hecho tal cosa. Yo sólo habia cruzado un par de
palabras con ella y nada más.
La situación era complicada asi que acepté el consejo y me fui de ahí.
Tomé un par de cosas y me mude con Steven al departamento de su
nueva novia, Monica que quedaba a unas cuadras del “Sunset and
Gardner Hotel & Villas”. Monica era una estrella porno sueca. Steven vivia
con ella, y yo no podria haber ido a parar a un mejor lugar. Eramos un gran
trio –en todo sentido-. Monica era maravillosa y aparte tenia teléfono; lo
que era muy util para recibir las novedades acerca de nuestra situación
legal. En general, las noticias no eran buenas: estabamos imputados por
violación que es un delito muy grave.
El futuro lucía bastante desalentador y el progreso de la banda se detuvo
inmediatamente.
Los padres de la chica tenian contactos en el Departamento de Policia de
Los Angeles e intentaron llevar el caso hasta las ultimas consecuencias. Axl
se refugió en Orange county por un par de semanas, en el departamento
de otra chica que conocia y yo me quede con Monica y Steven. Por temor
a ser arrestados, no tomamos fechas para shows y mantuvimos un perfil
bajo.
La verdad era que si bien Axl tuvo sexo con la chica, la relación fue
consensuada, fue de comun acuerdo, con el consentimiento de la chica.
No existio abuso por parte de ninguno de nosotros. Por mi parte, ni siquiera
la toqué!.
Luego de estar recluidos durante estas pocas semanas, juntamos coraje y
resolvimos la situación como es debido.
Axl volvio a Los Angeles y ambos nos mudamos con Vicky Hamilton y su
amiga Jennifer Perry. Vicky contrato un abogado para que se hiciera
cargo del caso. Estoy segurisimo que Vicky inmediatamente se arrepintió
de habernos hospedado: Axl y yo nos apoderamos del living de su
departamento de un ambiente. Habia botellas de licor vacias por todos
lados y un sinfín de personajes yendo y viniendo constantemente, que nos
seguian dondequiera que fuesemos. De noche, este lugar era un desorden
total, un verdadero desastre. Axl dormia en el sillon y yo en el piso y el living
daba el aspecto de haber sido blanco de una bomba. La cocina era un
chiquero, tenía los platos sucios de toda la semana apilados en un rincón y
tambien la basura. Por suerte, mi serpiente, Clyde estaba al cuidado de mi
ex novia, Ivonne.
El caso llego a la Corte, pero sobre la marcha, los cargos contra mi fueron
retirados; pero Axl tuvo que afrontar un juicio. Afortunadamente, luego de
prestar testimonio de lo sucedido, los cargos contra él tambien fueron
retirados; y ese es el final de la historia.
Desde que todo esto empezó hasta que finalmente se aclaro, las
actividades de la banda se detuvieron y los pocos dias que perdimos nos
parecian años, porque nos atormentaba mucho el estar metidos en esta
situación sin haber hecho nada. Realmente este tema nos tenia muy
preocupados.
Luego del incidente, desocupamos nuestro garage devenido en sala de
ensayos, volvimos con los shows y empezamos a trabajar en nuevas
canciones. Nuestros amigos, Danny y Joe seguian en escena y el viejo
Odsmobile de Danny seguia siendo el medio de transporte de la banda.
Danny era un tipo barbaro, de muy buen carácter y seguro de si mismo;
tenia el cabello al estilo James Dean. Nos hicimos muy amigos y me
acompañaba en el uso de drogas: cuando empece a consumir heroína, él
era capaz de recorrer Los Angeles de punta a punta por conseguir una
pequeña cantidad.
Joe era quien nos ayudaba con los equipos y tambien mi técnico de
guitarras en ese entonces, pero era bastante vago.
Me acuerdo de un show en The Roxy. Guns n Roses era la banda principal
esa noche. El trabajo de Joe abarcaba muchas actividades: una de ella
era alcanzarme un slide para poder tocar el „solo‟ de Rocket Queen”, pero
cuando finalmente esa herramienta llego a mis manos, la cancion ya se
habia terminado. Me enoje muchisimo con él y lo bajé del escenario de
una patada –literalmente-, despues fue perdonado porque era una
persona con codigos, muy leal; la clase de tipo que a cualquiera de
nosotros nos gustaria tener cerca. Él era quien salia a defendernos o a
respaldarnos en los momentos difíciles; y esa actitud de compromiso y
dedicacion es algo que no se puede comprar con dinero.
No nos pareciamos en nada a las otras bandas que tocaban en Sunset
Strip; en general, no nos importaba qué hacian. Pero, al igual que ellas,
despreciabamos a Poison porque era la banda del momento; eran muy
famosos y personificaban todo lo que odiabamos de la escena musical de
Los Angeles. Compartimos el escenario con ellos, en varias ocasiones, al
principio de nuestra carrera pero siempre algo pasaba, y esto hacia que
las cosas no resulten bien. Una vez, ni siquiera se presentaron a tocar y los
organizadores nos obligaron a hacer dos sets para cubrirlos; y en otra
oportunidad, nos cancelaron un show por una turbia maniobra por parte
de su agente.
Una de las presentaciones más memorables de este periodo fue en un
festival llamado “Street Scene” que se desarrollaba en seis o siete
escenarios, en diferentes puntos del centro de Los Angeles. Era la primera
vez que participabamos. Fue en 1983. Fuimos la banda soporte de Fear,
que era la única banda punk angelina que realmente valia la pena.
Llegamos al lugar en el Oldsmobile y cuando estabamos descargando los
equipos en una zona predeterminada para cada una de las bandas,
notamos que una gran cantidad de gente se dirigia hacia nosotros; pero
continuamos bajando los instrumentos mientras la gente pasaba corriendo
entre nosotros a toda velocidad. No teniamos la menor idea por qué
corrian. Era como si Godzilla los persiguiera o alguien hubiera
desenfundado un arma y empezado a disparar hacia ellos.
No sabiamos cuál era el problema hasta que nos acercamos lo suficiente
al escenario. Y nos dimos cuenta que no habia escenario. Los fanaticos de
Fear lo habian destruido incluso antes de que la banda pudiera subirse en
él.
Vicky y yo deambulamos en medio de este tremendo lío en pos de
encontrar un lugarcito en la extensa lista de presentaciones ya
programadas para ese dia. Recorrimos todos los puntos de la ciudad
donde estaban armados los escenarios; fuimos uno por uno y hablamos
con los organizadores en busca de un lugar donde hacer nuestro show.
Buscamos y encontramos uno: ibamos a tocar despues de „Social
Distortion‟. Quiza no sonaba como una buena idea tocar despues de una
banda punk, local, y tan fielmente adorada, pero resulto ser uno de los
shows mas grandes que hicimos.
El público era 100% punk. Estaba muy entusiamado y todavia sediento de
musica, incluso luego de haber visto a Social Distortion. Asi que salimos a
escena, a tocar nuestras canciones y en el termino de 30 segundos, el
show se conviritió en un concurso de escupitajos cuyos participantes
eramos nosotros y la gente de las primeras cinco filas: ellos nos escupian y
nosotros los escupiamos a ellos. Recuerdo haberme acercado a Izzy, estar
a su lado expulsando y recibiendo escupidas una y otra vez. Y llegamos a
esta situación porque eramos muy tercos, testarudos y perseverantes; no
importaba qué nos hiciera la gente; siempre habría un respuesta por parte
de GNR.
Al finalizar nuestro set, esta batalla realmente repugnante que ambas
partes estaban decidas a ganar resulto ser muy divertida.
Terminamos cubiertos de flemas de color verde; y si consideramos que
hacia mucho calor, razon por la cual yo estaba sin remera y que el calor
cocinaba las flemas; tambien empezamos a oler muy pero muy mal. No
me importaba. Era inquebrantable, nada hacia mella en mi: en ese
momento habia una energia muy grande, que se apodero de nosotros.
La proxima experiencia en “Street Scene” tambien fue memorable pero a
otro nivel. En esta ocasión, habiamos arreglado ser banda soporte de
Poison, que era la banda principal y tocaba en uno de escenarios mas
grandes. Era un show de primera linea, y el más importante que habiamos
ellos a la fecha. Ibamos preparados para expulsar a Poison del escenario.
Al final, no hubo necesidad de hacer nada extraño para lograr nuestro
objetivo; sólo salimos a escena, hicimos las canciones y la audiencia
enloquecio y empezo a trepar la estructura del escenario y a sacudir parte
de los cimientos sobre los cuales éste estaba construido. Cuando
terminamos la presentacion, el jefe de bomberos decidio clausurar el lugar.
Recuerdo haber visto a Poison, envueltos en purpurina –como siempre-,
listos para subir a escena y no pudiendo hacerlo a causa de lo que habia
sucedido. Debo decir que me encanto verlos con esos atuendos brillantes,
ya preparados para salir a tocar, y sin un lugar donde poder brindar su
show.

Volviendo al tema de la heroína. En las semanas siguientes a la primera vez


que Izzy y yo habiamos pasado toda la tarde en casa de mi compañera
del Fairfax High, desarrollé un nuevo interés. Y estaba decidido a disfrutar
de ese periodo de felicidad con mi nuevo amor...
Ivonne fue la única que demostro estar preocupada por mi bienestar en
ese momento, porque ella no era de este mundo. Desde su perspectiva
era facil ver que yo estaba recorriendo un camino directo al abismo.
Hubo muchas idas y vueltas en nuestra relacion, pero un dia me llamó y me
pidio encontrarnos a almorzar en Mel`s, un restaurante que esta en Sunset.
Pude percibir cierta sospecha en ella. Tan pronto como tomamos asiento
en el lugar, empezo a interrogarme de manera muy sutil; me pregunto
donde estaba viviendo, en qué andaba, con quiénes me estaba juntando,
qué estaba haciendo. La banda estaba muy bien, pero para ella todavía
no eramos más que una pequeña banda de bares –no coincidíamos para
nada en este punto-. Por otro lado, Ivonne me conocia muy bien, y sabia
cuán ambicioso era y estoy seguro que confiaba en lo que yo habia
planeado para la banda, pero no podia distinguir por qué no me
comportaba como solia hacerlo usualmente; y por más obvia que fuera la
respuesta a esa pregunta, no estaba dispuesto a hablar de ello.
Recuerdo que me dejó en la esquina de Clark y Sunset, cerca del
departamento de Vicky, donde todavía seguía durmiendo en el suelo. No
me dí vuelta pero podia sentir que me miraba mientras me alejaba; tenía
la sensación de que ella se habia dado cuenta que algo estaba
sucediendo.
Unos días despues, me visito en el departamento de Vicky, que estaba muy
desordenado. Me dijo que era por algo importante; porque su abuelo
habia muerto y estaba angustiada, y necesitaba verme. Yo era la clase de
ex novio compasivo, entonces no lo pensé dos veces. Hablamos de su
recientemente fallecido abuelo durante todo el trayecto hasta su casa.
Cuando llegamos alli, serian las seis de la tarde aproximandamente. Fuimos
a su habitación y me sente en un rincón de la cama; vimos televisión y
escuche sus consejos. De pronto sonó el timbre.
„Probablemente sea mi mamá‟, me dijo; abrio la puerta y se retiro de la
habitación. Luego de 10 minutos, la puerta volvio a abrirse y vi a dos
personas que hacia casi diez años que no veia juntas, en un mismo
ambiente: mis padres. Esto me llamo mucho la atención.
Ivonne entro en la habitación y empezo a contarles a mama y papa, su
interpretacion del por qué de mi comportamiento un tanto extraño. Lo hizo
de forma tan dramática que parecia el locutor de los spot antidrogas que
habia visto en el colegio o el personaje principal de una serie para
adolescentes, cuyo mejor amigo esta fuera de control.
Mis padres escuchaban a mi ex novia y al mismo tiempo me miraban
como estudiándome, intentando encontrar en mí alguna pizca del Slash
que ella les estaba describiendo. Ellos eran muy liberales y como no vieron
nada raro en mi actitud, asumieron que estaba todo en orden y que yo
estaba bien: la verdad es que si ellos no vieron nada, fue porque yo no me
distraje ni un segundo en esa situación y fingí estar bien sentado, erguido.
“Saul, esto es verdad?”, me dijo mi papá, mirandome a los ojos. Estas
consumiendo heroína? Ivonne tiene razon en lo que dice?
No dije que no, pero tampoco dije que si. No estaba lúcido pero lo disimule
bastante bien, en tanto mis padres no encontraron evidencia alguna que
diera credito a la historia de Ivonne.
Que bueno verlos a los dos compartir un mismo lugar”, dije
sarcásticamente, “ha pasado tanto tiempo...”
Me acerque a mi mamá y de di un beso. Ahí fue cuando el clima cambió.
De pronto, esta especie de „intervencion terapeutica‟ que Ivonne habia
planeado estratégicamente se transformó en un reencuentro familiar.
Podia sentir a mi ex novia hechando humo de la furia que le provocaba
ver cómo nosotros charlabamos animadamente y nos poniamos al tanto
de las ultimas novedades. La conversación con mis padres duró más de
media hora y segui guardando las apariencias mientras estuvieron allí, pero
al minuto que se fueron le exigí a Ivonne que me llevara a mi casa. A mitad
de camino, cambie de opinión y le pedi que me dejara en The Wisky; no
dije una sola palabra durante todo el viaje.
Si bien, Ivonne hizo todo esto con la mejor intencion y yo sabia que era así;
luego de este episodio nos distanciamos y no volvimos a hablar por un
tiempo.

Este periodo fue muy intenso. La banda comenzo a ser reconocida y


comenzamos a recorrer un camino en el cual era muy trabajoso dar un
paso adelante, hacerse notar o llamar la atencion entre toda la fauna del
ecosistema de Sunset Strip; y especialmente era dificil porque te retenian;
habia un monton de gente evitando que el otro se hiciera conocido
porque, en realidad, estaban todos en la misma situación, tras el mismo
objetivo: Surgir y hacerse famosos.
En el proceso, conocimos a Bridget, una persona con la cual podriamos
contar de aquí en adelante. Podria decirse que era como Vicky Hamilton
pero con mucho mas poder adquisitivo. Bridget queria contratarnos y ser
nuestra representante pero como nunca firmamos con nadie, se conformó
con trabajar con nosotros „en conjunto‟. Ella tambien representaba a
“Jetboy”, un grupo bastante popular en el circuito, originario de San
Francisco, asi que alquilamos una camioneta y fuimos a tocar con ellos.
Nos hospedamos en su casa por unos dias y pudimos ver cómo vivia, en
realidad, una banda que contaba con departamento propio y un tecnico
de sonido de verdad. Tenian shows continuamente y aunque no llegamos
a conocer en profundidad a la banda, respetabamos y admirabamos su
profesionalismo.
Todd Crew era el bajista de “Jetboy” y por muy lejos, el mas simpatico de
todos sus integrantes. Nos hicimos muy amigos y tambien fue amigo de la
banda por muchos años –a menudo, para disgusto de sus compañeros-. Su
estilo era muy especial: media mas de 1.80 mts, tenia el cabello oscuro,
largo y despeinado; su expresión era de desconcierto, ofuscación, y
perturbacion constante. Tenía ambos brazos completamente tatuados y
usaba chalecos de cuero, jeans rotos y botas tejanas por encima de ellos.
Y siempre llevaba un cigarrillo en la boca. Todd se alejo de la banda
porque su estilo era de rock & roll clásico y los Jetboys era la tipica banda
glam. El cantante lucia una cresta verde; eso ayudaba a no prarecer tan
diafanos como Poison.
Fue una gran experiencia para nosotros; el show que brindamos en
“Stone”-un bar que está en Hollywood Blvd.- fue barbaro. Una de las tantas
personas con las que compartian el departamento, colleccionaba reptiles,
asi que yo me entretuve bastante. Envidiaba mucho su colección: tenia
serpientes, unos cuantas lagartijas monitor exóticas y varios cocodrilos. En
este viaje vimos lo que era posible hacer a nivel local y nos dimos cuenta
que, sin duda, estaba a nuestro alcance.
La vuelta a casa tambien fue memorable: estabamos en la camioneta,
bebiendo y tocando la guitarra cuando empece a arpegiar una melodia
bastante inarmonica, la cual terminaria siendo la introducción de
“Paradise City”. A Izzy y Duff les gusto; la aprendieron y continuaron
tocandola mientras hacia los cambios de acorde; yo tarareaba una
melodía mientras ellos tocaban una y otra vez la primera. Ahí fue cuando
Axl dijo: “Take down to the paradise city” –llevame a la ciudad paraíso-.
Segui tocando y empezamos a inventar la letra la cancion. Agregué
“where the grass is green and the girls are pretty” –donde la hierba es
verde y las chicas son bonitas-; pero despues pensé que sonaba
demasiado gay.
“Take me down to the paradise city”, repitio Axl y grité “where the girls are
fat and they‟ve got big titties!” –donde las chicas son gordas y tienen
buenas tetas-
“Take... me... home!” -llevame a casa- reiteró Axl.
Se decidió que la parte de “la hierba es verde...” quedaba mejor con la
cancion; yo no pensaba lo mismo, preferia la versión libre, pero rechazaron
mi opinión.
Seguí improvisando sobre esa base musical mientras que ellos hicieron lo
propio con la letra, todos en una ronda, como si fuesemos chicos yendo a
un campamento de verano, y creo que lo eramos si comparamos nuestro
comportamiento al ver la silueta de los edificios de la ciudad de Los
Angeles.
Cuando ya tuvimos todo el coro resuelto, pasamos directamente al riff. En
ese momento empece a tocar esa melodia super heavy que presenta la
cancion. Y asi fue como “Paradise City” se convirtió en mi favorita.
Por más atipico y gay que sonara para Guns n Roses, la cancion terminó
grabandose así; y fue toda una experiencia.

Bridget, la nueva manager, nos ayudo a progresar en tanto llevo nuestros


shows al proximo nivel, pero siempre en el circuito de Los Angeles. El hecho
de haber tocado en San Francisco genero comentarios y el haber podido
tocar alli, queria decir que la gente habia empezado a hablar de nosotros
y que contabamos con un grupo de fans.
Despues pudimos empezar a tocar con más continuidad. GNR se volvio
una de las bandas más comentadas del momento en Los Angeles, y esto
llamó la atencion de las disqueras.
Se hablaba tanto de nosotros que, cuando Tom Zutaut de Geffen Records
nos vio por primera vez en Troubadour, le basto escuchar dos canciones
para ir y decirles a cada uno de los representantes de las compañias
discograficas que eramos horribles y que la banda sonaba muy mal –un
plan deliberadamente llevado a cabo-, sólo para poder contratarnos él.
Tom se habia vuelto una legenda despues de que Motley Crüe se sumara
a Geffen Records; era muy observado por sus pares, ya que sus instintos
generalmente llevaban a hallar oro en la mina que, en ese momento, era
la escena de Sunset.
La proxima vez que tocamos en Troubadour, Tom se acerco entre
bastidores, se presentó y recuerdo que todos pensamos que era alguien
que realmente merecia nuestro respeto, ya que sus logros hablaban por si
mísmos; y su entusiasmo era real. Nos dijo que eramos la mejor banda que
habia visto desde AC/DC y cuando nos hablo de la musica, pudimos notar
que estaba muy comprometido y relacionado sinceramente con las
canciones; más que cualquier otro. En todos estos años hemos tenido idas
y vueltas, pero Tom todavía sabe cómo captar mi atención; cuando quiere
que vaya a ver una banda que tiene pensado contratar, todo lo que tiene
que decir es : „No he visto una banda de rock así desde que vi a Guns n
Roses por primera vez‟.
Esa noche, en los camarines, habia algo profundamente sincero en Tom
que, aunque no se lo dijimos en su momento, hizo que no quisieramos
firmar con nadie más.
Tom quiso engañar a la competencia pero no tuvo éxito; se corrio la voz
que estaba interesado en la banda y, de la noche a la mañana, todas las
disqueras de la ciudad andaban buscandonos.
Si bien Bridget seguia siendo nuestra manager, Vicky Hamilton tenia los
mejores contactos en Los Angeles, y todos los representantes de las
compañias discograficas se comunicaban con ella para reunirse con
nostros; y eso era suficiente para que quisiesemos reavivar la relacion con
Vicky.
Aquel, fue muy lindo tiempo: disfrutamos a más no poder que cuantos
almuerzos, cenas, tragos y todo lo demás que viniera gratis de parte de las
disqueras, antes de decidirnos a firmar con alguna de ellas.
Por los siguientes dos meses, fuimos cortejados por Chrysalis, Electra, Warner
Bros., entre otras. Iriamos a restaurants bonitos y ordenariamos
extravagantes aperitivos y elegiríamos una mesa para luego hacer nuestro
juego. Antes de acordar cualquier otra cosa, lo unico que sabíamos con
seguridad, era que nos tendriamos que volver a encontrar para almorzar y
seguir charlando algunas cosas.
Este circo continuo hasta el dia que decidimos juntarnos con David Geffen
y Ed Rosenblatt, y firmar con Geffen Records. Tomé asiento en su oficina, y
mientras el resto de la banda negociaba el contrato, me quedé mirando a
David, a quien no veia desde que yo tenia 8 años, y recordando todas las
veces que habia ido allí con mi papa a dejar sus dibujos y preguntandome
si David tenia idea que quién era yo –luego mi madre descubrió que,
efectivamente, David no me habia reconocido-. Me hice unos minutos
para visitar los baños de la productora, y seguian tal como los recordaba
de pequeño, con las paredes cubiertas de fotos de viejas revistas de rock,
como un collage hippy, muy propio de los ‟60. Estaba muy feliz de ver que
seguian igual.
La negociación fue rapida: pedimos un contrato de seis cifras, entre otras
cosas, entre las cuales estaba una parte del dinero en concepto de
adelanto –un pedido realmente insolito para un artista nuevo o poco
conocido como nosotros en 1986-. Geffen aceptó; Vicky Hamilton intervino
como nuestra manager y por medio de ella conocimos a Peter Paterno,
quien se convirtió en el abogado de la banda. Peter hizo los papeles y fue
trato hecho.
Finalmente habiamos conseguido un contrato discografico, pero Geffen
no queria que siguieramos haciendo shows; queria que mantengamos
perfil bajo, construir cierta mistica alrededor de la banda y poner las cosas
en orden: insistieron en que deberiamos buscar una manager de verdad y
un productor; y que deberiamos enfocarnos en hacer un disco. Querian
que vivieramos con el adelanto que nos habian dado y que no nos
distrajiesemos en la rutina de tocar todos los fines de semana mientras
estabamos por dar los pasos necesarios para avanzar en nuestra carrera.
Poco sabian ellos o alguno de nosotros que darnos dinero era una mala
idea; nos estaban dando un grado de libertad que no conociamos y que
nunca antes habiamos tenido. De todos los miembros de la banda, yo era
el más aprensivo al mandato de no hacer más shows. Qué, nos ibamos a
quedar sentados como tontos teniendo unos cuantos miles de dolares
para gastar?! Esto no iba a terminar bien.
Los cinco nos las arreglamos para hacer que cada dia fuera epico,
inolvidable; el presupuesto estaba definido por la cantidad de dolares que
hallaramos en los bolsillos cada mañana. Con dinero en las manos y una
disquera detrás, muchas pero muchas más cosas eran posibles.
Tal como pudimos comprobar en aquel entonces, y una vez y otra vez, lo
peor que puede haberle sucedido a esta banda es: no tener nada que
hacer y tener dinero para gastar.

CAPITULO 7:
HAMBRIENTOS DE DESCONTROL
El desasosiego es un catalizador versátil y caprichoso; puede llevarte al
éxito o puede llevarte de a poco a la muerte y a veces no esta en vos
elegir entre ambas posibilidades. Esta cualidad de estar siempre en
movimiento es la que me ha hecho tener el apodo de „Slash‟ y es lo que
me mantiene en busca de riesgos, del proximo show, o de nuevos desafios
desde que tengo memoria. No es una perdida de tiempo.
Antes de que firmaramos con Geffen, estaba desempleado y viviendo en
un garage que era tan acogedor como lo es una carcel en Sudamérica.
Ponia toda mi energia en vivir al dia y promocionar a la banda show a
show. Pero al obtener Guns el contrato, no tuve que preocuparme más por
el dinero, por la comida o por buscar refugio. Esa sensación de estabilidad
no me era familiar. No tenia ningun interes en conseguir todos los dotes de
la vida normal; asi que lo que parecia ser una una bendicion terminó
siendo casi una maldición.
El contrato y el adelanto fueron por unos 250.000 y 37.000 dolares,
respectivamente; lo que da 7.500 dolares para cada uno de nosotros.
Cambié esa suma en cheques de viajero de American Express por mi
problemita con la Hacienda Pública, que mantuve en mis bolsillos.
Ahorrar este dinero no era una opción para mí, pero tampoco lo invertí en
una nueva guitarra; me lo gasté todo en heroína. Cada uno de nosotros
aprendió la leccion a su manera, antes de volver a poner nuestras vidas en
orden y empezar a hacer lo que se nos habia pedido.
Esta no seria la última vez que tendriamos que huir de nuestros instintos:
cuando quiera que encontrasemos algo de tranquilidad, la misma
sensación de inquietud, de impaciencia, la misma revolución que impulsó
nuestro éxito, amenazaba con destruirlo todo.

Era obvio para todos que Vicky Hamilton no iba a poder estar a la altura
de las circunstancias cuando nuestro operativo creciera en escala.
Tambien ya era tiempo de formar un equipo de verdad: Joe no era para
nada un tecnico de sonido, y Danny era un amigote con quien compartia
drogas (seguí teniendo esa relacion por años), no un asistente de giras. No
estabamos felices de hacer estos cambios pero sabíamos que era
necesario hacerlos. Era el fin de una etapa; ya no eramos una banda
primitiva, elemental que no tenía nada que perder: ahora eramos una
banda primitiva, elemental con respaldo corporativo.
Tom Zutaut arregló unas reuniones con potenciales managers. Los primeros
de la lista eran Cliff Bernstein y Peter Mensch de Q Prime, que en aquel
entonces trabajaban con Metallica, Deff Leppard, entre otros; y continuan
haciendolo actualmente.
Fui a la oficina de Tom, y ellos se habian retrasado, asi que me heché a
dormir en el sofá de la oficina a la espera de los señores. Quiero que
conste que no estoy seguro si estaba lúcido o no; lo que si recuerdo es que
no fue una buena reunión.
„Guns n Roses no es lo suficientemente musical. No es una banda que
consideremos representar‟, dijo uno de ellos –no recuerdo cuál-
Me incorpore en el sillón; me quede estupefacto por lo que acababa de
escuchar. Eh?!, debo haber murmurado.
Básicamente, escuche el comentario, entre sueños; porque lo dijeron
mientras estaba recostado en el sofá; no dije nada pero mi cara debe
haber reflejado mi sensación de desdén, o por lo menos de confusión y
descreimiento.
„Te sabes los solos de guitarra que interpretas?‟, dijo el otro –nuevamente
no sé cuál de los dos fue-
„Si‟ le respondí por lo bajo.
„A mi entender, eso es „ruido‟, mientras que Metallica suena bastante más
melodico‟
„Está bien‟ dije; „Como tu digas, Jack‟, pensé
Tom puso lo mejor de sí para mediar en esta situación potencialmente
explosiva; estuvo todo el tiempo tratando de calmar los animos, poner
buena onda y ver los aspectos positivos.
„Bueno, en realidad, el demo no representa su música en todo su
esplendor, chicos‟, Tom les dijo. „Quizá deberian escuchar las canciones
nuevamente, cuando estén debidamente producidas‟
Tom sabía tan bien como yo, que la musica estaba perfectamente
representada en el demo- sólo que estos muchachos, no captaban la
idea.
Nos rechazaron y por supuesto, se arrepintieron. Todas las personas que
Tom nos presentó por esos días, nos rechazaron y se arrepintieron; que a fin
de cuentas, era mucha gente.
En ese momento Izzy todavía vivia en su departamento y Duff estaba
viviendo con una chica hungara llamada Katerina (con quien contraeria
matrimonio, más tarde) en un departamento de Hollywood Boulevard;
casualmente al lado de Sly Stone. Creo que podria decirse que ellos tenian
una relacion cercana de vecinos: Sly solia ir a visitar a su vecino, sin previo
aviso a fumar PCP, crack o una mezcla de ambas, solo, en su baño y luego
se retiraba. Eso nos volvia locos.
Aparentemente, lo hizo todo el tiempo pero nosotros no lo veiamos porque
no nos juntabamos en el departamento de Duff –simplemente su novia no
era la clase de chica que podia recibir a un monton de muchachos en el
living. Pero pasaba por ahí con Duff, despues de los ensayos, y en una
oportunidad fui testigo de esta escena.
Golpean la puerta. Duff abre, y era Sly.
„Hola, nene‟le dijo, ya que nunca recordaba el nombre de Duff. „Puedo
usar tu baño? No te molesta, no??
„Si. No, para nada‟ respondio Duff.
Eso fue todo. Despues dijo que Sly podia llegar a estar horas encerrado alli.
Duff tambien conocia a West Arkeen, ya que por un tiempo, tambien vivió
en el mismo sitio. El unico lugar donde sabía que West vivia regularmente
era en su viejo Chevrolet El camino; y creo que en ese momento, lo tenia
estacionado en la puerta del edificio donde vivia Duff. Asi que era un
inquilino más –por decirlo de alguna manera-.
Conocí a West Arkeen a traves de Duff, pero West se volvió mas amigo de
Duff que de la banda, o de Axl, o mio, en un primer momento.
Durante este tiempo, especialmente, yo estaba un poco reacio a conocer
gente nueva e incorporarla a nuestro círculo por toda una serie de
personajes de baja calaña que habian empezado a rondarnos, asi que
mantuve un trato bastante distante con los nuevos amigos de la banda.
Me cuesta mucho confiar en la gente, pero más tarde, West y yo nos
hicimos amigos.
West venia de San Diego, era guitarrista y un gran amante de las fiestas. Se
convirtió casi en un integrante más de Guns n Roses, mas que un amigo de
sus miembros: incluso es co-autor de algunas canciones como “it‟s so easy”
y “Yesterday” (junto a Duff) y “Bad Obsesión” y “The Garden” (junto con
Axl). Duff y West se juntaban a componer y yo me sumaba a veces, pero
con Axl trabaron muy buena relacion y se volvieron muy unidos.
Ademas de escribir para Guns n Roses, West participo en los proyectos
solistas de Duff y de Izzy, y todos nosotros participamos en el suyo:
“Outpatience”, a finales de los ‟90, justo antes de morir de sobredosis.
West bebia alcohol en exceso y llevaba una vida desenfrenada de
manera que encajaba muy bien con nosotros. Era un personaje tan seguro
de sí mismo y contento con su modo de vivir que si no eras amable con él,
de todas maneras él lo seria contigo; probablemente sea por eso que
finalmente se gano mi corazón. Para bien o para mal, West nos inició en el
consumo de lo que en aquel entonces se conocia como „speed‟ y lo que
hoy llaman „metanfetaminas‟ o „crystal meth‟. Esta sustancia era su
especialidad, siempre contaba con grandes cantidades, tenia importantes
contactos en San Diego para conseguirla y absolutamente todo su entorno
la utilizaba.
En determinado momento, West, de alguna forma consiguió dinero para
alquilar una linda casa en Hollywood Hills. Ésta era una de las tres casas del
lugar, al borde del acantilado, escondidas entre los arboles. Alli vivia con
Laurie y Patricia, dos grandes consumidoras de speed que vivian voladas,
con la cabeza en las nubes; si no, hubieran sido muy atractivas.
Laurie, de algun modo, trabajaba en la industria cinematografica y
conducia un bonito jeep Suzuki, mientras que Patricia parecia no trabajar
nunca, pero siempre contaba con dinero. Nunca pude entender como era
que aparentaban tener una vida normal, una casa, dinero en el banco y
todo lo demas; todo esto, mientras consumian speed con total desparpajo.
Pero por segunda vez, debo decir que no sabia mucho acerca del „speed‟
en ese entonces.
Solia hospedarme en esa casa cuando no tenia otro lugar donde ir, y
cuanto mas nos acercabamos a West y a su mundo, hubo algo que nunca
pude descubrir: como era que él, tambien, siempre tenia dinero.
Especialmente cuando las cosas cambiaron y empezamos a volvernos un
poco locos, West se convirtió en la unica persona en nuestro circulo, que
podiamos llamar „amigo‟; el único en el mundo. Era quien aparecia
cuando cualquiera de nosotros necesitaba algo; y por mucho tiempo, él
era –literalmente- la unica persona en la que podiamos confiar.

Tan pronto como pudimos disponer del dinero del adelanto, nos pusimos
de acuerdo para hacer algo práctico: alquilar un departamento. Nos
acercamos a muchas administraciones pero todas nos rechazaron porque
no eramos lo suficientemente solventes o directamente no eramos para
nada solventes. Pero, al final, encontramos un departamento al sudeste de
La Cienaga y Fountain; estaba en una planta baja, tenía dos habitaciones
y dos baños. Despues nos pusimos un tanto domesticos y arrendamos
algunos muebles –dos camas y un juego de comedor. Y para redondear,
agregamos un sofá que encontramos en la calle, detrás del edificio y un
televisor que fue una donacion de la madre de Steven. Cuando nos
mudamos, ella tambien colaboró con algunos alimentos –esa fue la unica
vez que tuvimos algo en la heladera- por una semana, mas o menos,
nuestro refrigerador lució como si alguien estuviera habitando el lugar.
Izzy y Steve compartian una de las habitaciones, Axl y yo compartiamos la
otra. Ese departamento sigue allí; paso con el auto todo el tiempo –tiene
un gran ventanal en el primer piso que da a la intersección de las calles.
Cuando lo alquilamos, Izzy todavía vivia con Dezi –su novia- en Orange
Avenue y Duff con Katrina en Hollywood Boulevard, pero ciertos intereses
en comun hicieron que Izzy pasara mucho más tiempo en nuestra casa.
Luego de una pelea con Dezi, Izzy se transformó en un residente más del
lugar por un tiempo.
Para mi, nuestro departamento era de lujo; incluso pude reubicar allí a mi
anaconda, Clyde, que hasta ese momento estaba al cuidado de Ivonne.
Desafortunadamente, el hecho de mudarse del garage hacia un lugar
aparentemete más lindo no redujo nuestro nivel de indecencia,
vandalismo y transgresion.
Pasados los tres meses que habian sido pagados por adelantado, nos
desalojaron y nunca nos devolvieron el depósito de garantía.
No funciono tan eficientemente como estaba planeado, pero el haber
estado todos juntos en un mismo lugar fue el primer paso hacia la
transformación de Guns n Roses en una banda organizada.
Por mi parte, todo iba bien hasta que nos desalojaron. Se nos dio dinero y si
hablamos de heroina, fui lo más mesurado que pude, la hice durar mucho
más; pero a pesar de mis esfuerzos, el lugar se transformó en un galeria de
pinchazos, parecia que habia un suministro constante en la calle. Mark
Mansfield aparecio alli una noche, ambos pasamos desapercibidos para el
otro, los dos eramos adictos, pero fue bueno volver a verlo. Formaba parte
de una banda de Texas llamada “Tex and the Horseheads”, cuyos
integrantes tambien vivian con la cabeza en las nubes, asi que todos
fueron a parar a nuestra casa.
Antes de todo esto, consumia cuando podia conseguirla, un poco aquí y
un poco alla, pero nunca pude obtener heroína con continuidad
simplemente porque no podia pagarla.
A esta altura, podia costear mis vicios, un dia a la vez; estaba tan
enamorado de las drogas que no sabía en lo que me estaba metiendo, o
simplemente no me importaban las consecuencias.
La disquera habia arrendado una sala de ensayo llamada Dean
Chamberlain‟s en Hollywood, donde tambien ensayaba Jane‟s Addiction.
Soliamos ir a las 2 o 3 de la tarde y tocar por 4 horas aproximadamente. La
sala era una pequeña caja de 1.80 por 6 mts., realmente muy angosta y
larga, iluminada por una luz blanca, brillante, muy desagradable; como las
de los hospitales. Básicamente era como ensayar en 7-Eleven.
Ironicamente, una de las primeras canciones en las que trabajamos fue
“Mr. Brownstone”, una pista que fue concebida en circunstancias bastante
más obscuras. Una noche, Izzy, Dezi y yo estabamos en su departamento y
se me ocurrió. Estabamos sentados en la mesa del comedor, calentando y
dosificando heroina para luego inyectarnosla. Hecho esto, ya estabamos
preparados para zapar. Andabamos esparcidos por todo el ambiente,
protestando, como lo hacen todos los drogadictos: nos quejabamos de
nuestros dealers y tambien nos lamentabamos por ser adictos y de ahí
surgio la cancion. “Mr. Brownstone” contaba cómo era un dia en nuestras
vidas, en ese entonces. Izzy tuvo una buena idea y compuso el riff, y
despues empezamos probar distintas frases. Dezi se considera coautora,
pero quiero que conste que ella aportó un sustantivo acá y una conjuncion
allá, asi que mas bien, corrigió la cancion.
Cuando ya teniamos la idea de la letra, procedimos a escribirla en la bolsa
de papel del almacén. Luego la llevamos al departamento de Fountain St.
y la interpretamos para Axl; y el trabajò un poco más en la letra antes de
que la banda la ensayara la proxima vez.
Axl podia tomar una simple melodía de Izzy y transformarla en algo
realmente fantastico; este es uno de los casos.
Tom Zutaut estaba ansioso por encontrar un productor y empezar a
trabajar en el disco; lo que él no sabia era que ésta seria una tarea muy
difícil de realizar. El primer candidato fue Tom Werman, un tipo muy
importante pero insoportable para nosotros. Werman acababa de
producir “Shout at the devil”, de Motley Crüe, que habia vendido unos
cuantos millones de copias, en 1985, pero antes de eso habia ganado
fama produciendo a Cheap Trick, Ted Nugent y Molly Hatcher. Tambien
trabajo con Poison, Twisted Sister, L.A Guns, Stryper, Krokus y Dokken. En
pocas palabras, Werman se transformo en un representante del metal de
los años 80.
Pero simplemente no pudo manejarnos. De hecho, nunca llegamos a tener
una reunion con él, de forma adecuada. Un dia vino a la sala de ensayos y
estabamos tocando “Mr. Brownstone” a un decibel propio de un motor de
avion: sucede que Izzy y yo habiamos adquirido un nuevo amplificador –un
Mesa Boggie- y yo estaba tocando una guitarra nueva –una Les Paul que
habia pertenecido a Steve Hunter, un guitarrista de blues de los ‟70. Habia
cambiado mi BC Rich por esta Les Paul en “Guitars R Us”, una tienda de
guitarras perteneciente a Albert y Howie Huberman. Este lugar era casi una
institución para los musicos de L.A que no podian comprar sus instrumentos
en Guitar Center; éste era como una casa de empeños para musicos. Ahí
fue donde me deshice de todos mis antiguos instrumentos y obtuve
nuevos; o cuando el dinero se terminaba, alli liquidaba mis equipos para
costear mi vicio-; de cualquier modo, estabamos tocando Mr. Brownstone
a tal volumen que Werman entro a la sala y se retiro inmediatamente. Vino
con su asistente, frenó por un instante en la puerta del lugar, luego giro y
desapareció. Al terminar la cancion, me asome para ver si estaban afuera
pero ya se habian ido.
„Creo que fue demasiado ruidoso‟, les dije a mis compañeros.
No le hicimos mucho caso pero debo decir que me deprimí un poco
porque yo pensaba que sonabamos barbaro, pero tambien estaba
acostumbrado a que la gente no entendiese el mensaje.
La persona más conocida que consideró trabajar con nosotros fue Paul
Stanley de Kiss, que andaba en busca de la banda adecuada para un
proyecto paralelo; pero esta vez, él se ubicaría del otro lado de la consola.
Izzy, Duff y yo no podiamos haber estado más desinteresados; le dijimos a
Zutaut que no teniamos ni idea qué podia aportar Paul Stanley a Guns n
Roses. Steven, por supuesto, estaba fuera de sí –Kiss era su banda favorita,
asi que pensamos que quiza deberiamos dejar que Steven cumpla su
sueño y acceder a reunirnos con Paul-.
El proceso comienza con Paul arribando a la casa para „hablar de la
musica‟. A esta altura, el uso de heroína se habia vuelto una practica
diaria, asi que cuando Paul llegó, Izzy y yo hicimos todo lo posible por evitar
quedarnos dormidos; apenas mantuvimos la compostura para que no
fuera tan obvio nuestro estado... o por lo menos, eso pensamos nosotros.
Izzy y yo tomamos el sillon, y como no teniamos sillas en el living, Paul tuvo
que sentarse en el piso, justo al lado de Steven y Axl.
“Primero lo primero” dijo. “Quiero reescribir „Welcome to the Jungle‟”
Según Paul, la cancion tenia potencial pero carecia de una estructura mas
impactante; lo que necesitaba era un coro que fuera memorable, más
coreable; casi como un himno. En pocas palabras, que se pareciera a una
cancion de Kiss.
“Ugh”, gruní por lo bajo. Para mi, éste era el final de la relación. Paul era el
ejemplo del tipo que viste bien, su esposa es bellísima –y la exhibe cual
trofeo- y conduce un auto carisimo, que baja a tu nivel para decirte lo que
debes hacer. Así era Paul, y no me caia para nada bien. Tambien era muy
persistente, por eso lo volvimos a ver nuevamente poco tiempo despues
cuando participamos de una muestra que Geffen –Tom Zutaut para ser
exactos- organizo para nosotros ya que necesitabamos hacer un show- y a
la cual sólo los invitados y la gente de la industria discografica podia asistir.
Este concierto fue en “Gazzari‟s” (hoy es el “Key Club”), que era un lugar
en el nunca habriamos ido a tocar porque iba en contra de todo lo que
defendíamos nosotros. Era un club muy glam, muy gay, que tenia
promociones en radio, en las cuales su dueño, Bill Gazzari, con un acento
bien marcado, propio de la costa este, decia „Todas las bandas que tocan
en mi club tienen integrantes sexies! Si no tienen integrantes sexies, no se
suben a mi escenario”. Gazarri era el lugar donde podias encontrar esas
bandas de glam metal realmente malas. Y definitivamente no eramos
sexies ni bellos, y tampoco queriamos serlo. Incluso, la unica vez que fui a
ese lugar, fue para ver a Hollywood Rose, aquella noche.
En fin, Paul Stanley asistio a la muestra, y hasta obligo al ingeniero de
sonido a dejarlo encargarse de la consola y tomar el control de la mezcla.
No nos dimos cuenta al principio, pero cuando lo hicimos, nos dio cierta
vergüenza ajena: Paul Stanley habia hecho la mezcla de Guns n Roses...
en Gazzari‟s. Era algo trillado, cliché, poco original o como quieras llamarlo;
qué mas podia pasarnos?! Recuerdo, cuando nos pagaron, estar
contando y dividiendo el dinero y decirle a Izzy: “necesito ir a comprar
droga!”. Era todo lo que me interesaba en aquel momento –y es lo que
hice: inmediatamente me fui a encontrar con mi dealer.
Paul queria ganarnos por cansancio, de manera que insistió en volver a
vernos en el proximo show, donde sabíamos que, de una vez por todas, le
mostrariamos quiénes eramos en realidad, y qué era lo que queriamos que
nuestro productor tomara de nosotros.
Una semana despues, tocamos en Raji‟s. Era un antro de 6 mts. por 6 mts
que apestaba del olor a cerveza y meadas, con muy mala amplificación -
los parlantes sonaban como una radio mal sintonizada-, el escenario tenia
30 cm de alto y estaba contra la pared mas alejada de la puerta; los
baños eran más desagradables que los de CBGB. En otras palabras, era el
habitat natural de Guns n Roses.
Creo que Paul pensaba que debia probarnos, de una vez por todas, que
comprendía de dónde veniamos; entonces iba a visitar, a pisar nuestro
terreno, porque despues de todo, él junto a Kiss tambien habia tocado en
esta clase de lugares, en su momento. Sus intenciones eran buenas, pero
no puedo evitar pensar que, rapidamente, comprendió que de dónde
veniamos nosotros era un lugar que él no habia visto por mucho, mucho
tiempo. GNR era una bestia furiosa que habia crecido en cuevas como
esa.
Ese show estuvo espectacular: fue grosero, confuso, oscuro, peligroso,
mezquino, de muy mala calidad, constantemente al borde del caos,
como nunca antes, porque me inyecté mucha heroína antes de subir al
escenario; y si a eso le sumás que habia esta bebiendo alcohol, todo esto
hizo que mi estomago quedara en ruinas y me sintiera fatal; al punto
darme vuelta y vomitar detrás de mi amplificador entre cancion y cancion.
Jason, el nuevo tecnico de guitarras estuvo todo el show saliendose de mi
camino para evitar ser salpicado. La temperatura en ese lugar era
insoportable; hacia muchisimo calor y eso empeoró la situación. El show
fue muy agitado y el publico tan rebelde, revoltoso, indisciplinado,
incontrolable, intransigente, que Axl termino peleandose con un tipo de las
primera fila –porque quizá lo habia golpeado con la base del soporte del
micrófono. Todo el concierto fue casi un motin; habia demasiada energía
encerrada en la pequeña caja recalentada, que era este club. Fue un
show im-pre-sio-nan-te. Hay una foto de ese show en la parte interna de la
caratula del disco Appetite for Destruction.
No sé donde estuvo mientras tocabamos, pero Paul finalmente aparecio
cuando terminamos el set con su super sexy y blonda novia/esposa, ambos
con vestimentas que probablemente costarian más que el edificio entero
según la valuación del mercado. No habia vestidores en Raji‟s; habia un
pasillo entre uno de los laterales del escenario y la puerta trasera y
separado por un par de escalones, donde la banda se sentó despues de
tocar.
Paul y su novia/esposa desentonaban con el entorno, pero de todas
maneras, tambien tomaron asiento en los escalones. Estabamos
transpirados y en muy mal estado, y luego de haber vomitado 8 veces mas
o menos en el escenario, estaba poniendo lo mejor de mi para no volver a
hacerlo sobre Paul al decirme, con su mujer –que era parecida a Ivanna
Trump- tomada del brazo, „Hmm, bueno, eso fue interesante...?
Al dia siguiente, lo hicimos oficial: le dije a Tom que le dijera a Paul que,
muchisimas gracias pero que ibamos a seguir buscando productor. Siento
mucho decirlo, pero poco despues, conté esta historia al L.A Weekly con
un excesivo grado de mala onda hacia Paul. No fue mi intención; estaba
tan entusiasmado por todo lo que estabamos haciendo que, para mi, el
que no lo entendia, estaba totalmente equivocado. Ni siquiera me
acordaba que lo habia insultado públicamente, y por lo tanto no tuve
ningun problema en llamarlo uno o dos meses despues para pedirle un
favor.
A este momento, ya habiamos empezado a grabar, pero habia vendido
mis mejores guitarras para comprar drogas y esperaba que Paul pudiera
proveerme de algun instrumento digno de usar en el estudio ya que él era
un artista estaba patrocinado por “BC Rich”
„Hola Paul, soy Slash‟, le dije „ha pasado un tiempo... como estas?
„Bien‟, me contesto.
„Escuchame, me entere que tenes un acuerdo con BC Rich. No podrias
conseguirme algunas guitarras?‟
„Si, podria, no tendria ningun problema‟, me dijo seguido de un gran
silencio. „Podria, pero no lo haré. Dejame darte un consejo: debes tener
más cuidado; no debes ventilar tus problemas en público. Te deseo buena
suerte.‟
Y cortó el telefono.
Tomo bastante tiempo, pero en 2006, tuve la oportunidad de disculparme
con Paul. Coincidimos en el evento Vh1‟s Rock Honors, del que formé parte
para rendirle tributo a Kiss, junto con Tommy Lee, Ace Frehley, entre otros.
Estuvo todo bien; habia pasado mucho agua debajo del puente. Viendolo
a la distancia, entiendo por qué me comporte de esa manera: era muy
arrogante y altanero, en ese entonces, y cuando eres así, sin importar
quién seas como persona, el hecho de que no te guste tu banda de algun
tipo es suficiente para convertirte en un tarado.
Ensayabamos todos los dias, escribiamos nuevas canciones, y
organizabamos fiestas todas las noches. Como dije antes, la heroína era
facil de hallar asi que no llevaba un control de cuantas veces consumía. En
mi mente, era una droga recreativa –se suponia que no sería el centro del
universo.
La primera vez que me di cuenta que tenia un problema fue cuando me
faltó. No me puse a pensar mucho en eso –dicen que en la ignorancia esta
la felicidad.
El dia que me agarro por primera vez fue cuando Izzy y yo decidimos ir a
Tijuana con el fotografo Robert John, que capturo imagenes de GNR
desde el comienzo y se transformo en un buen amigo de la banda y en el
fotografo oficial en las giras hasta 1993.
En fin, fue una gran travesía: bebimos unas cuantas botellas de tequila,
vagamos por las calles, vimos a norteamericanos borrachos siendo
robados por prostitutas en todos los bares y burdeles de la franja. Casi al
final del dia, estaba borracho y cansado y pense que estaba por
resfriarme; no tenia ni idea lo que estaba sucediendo en mi cuerpo.
Cuando regresamos a Los Angeles, recuerdo haberme quedado dormido
inmediatamente. Me desperté mas tarde a la noche, y todavía me sentia
enfermo y pense que tomar un par de whiskeys en Barney‟s Beanery,
aliviarian mi malestar. Me dirigí al bar a las 10 p.m, y luego de un par de
copas, los síntomas no mejoraron; de hecho, empeoraron. Volvi al
departamento y tomé la posición de „ataque aereo‟: me arrodillé, puse mi
cabeza en mis rodillas y mis manos detrás de mi cabeza; simplemente
porque no habia otra posición en la que me sintiera cómodo. Recuerdo
patente esa noche porque Marc Canter apareció en el departamento sin
previo aviso. El estaba bien lejos de este ambiente de las drogas. Me miró
fijamente, con curiosidad.
“No te ves nada bien”, me dijo “Te sentis mal?”
“No. Estoy bien. Es sólo un resfrio”, le dije
La verdad era que me habia enfermado por estar un solo dia sin heroína.
Me fue difícil admitirlo. Esa noche, estaba solo, recostado en mi cama,
sudando como loco, y todavia no estaba dispuesto a contemplar la idea
de que algo más que un fuerte resfrio pudiera estar afectandome.
Si bien reduje su uso, no lo hice del todo y continué comportandome así
hasta la proxima vez que me vi obligado a aceptar que tenia un vicio y a
enfrentar el problema, gracias al extenso brazo de la ley.
Una noche, con Danny recorrimos en auto la zona en busca de heroína y
la conseguimos: era muy poco; casi nada. La llevamos a casa de Ron
Schneider (el bajista de Tidus Sloan), la consumimos y nos quedamos un
rato a escuchar a Iron Maiden; y luego, aproximadamente a las 4 a.m, nos
volvimos a nuestro departamento. En el camino, cerca de La Cienaga, nos
dimos cuenta, por las luces rojas y azules, que el patrullero nos seguía.
Bajamos la velocidad hasta detenernos; justo enfrente del departamento,
a sólo unos pasos de la puerta.
Estos dos oficiales estaban buscando, claramente, completar su cuota
nocturna o mensual, porque no nos habiamos excedido de velocidad, ni
habiamos hecho nada sospechoso. Ya no contabamos con la droga, pero
Danny todavía conservaba las agujas en el bolsillo de su camisa, lo que les
daria a los policias, luz verde para hacer lo que quisieran.
Comenzaron con apuntar sus linternas directo a los ojos.
„Han tomado drogas esta noche, señores?‟, me pregunto uno de ellos
„No‟, le respondí, tratando de mirarlo a traves de mi cabello.
“Estas seguro? A mi me parece que sí; sus pupilas estan contraidas”, me
dijo.
“Si, es porque la luz me da directo en los ojos”
No obtendrían nada por ese lado: incautaron el auto de Danny y lo
arrestaron por posesión de parafernalia; tambien me llevaron a mi, pero no
me dijeron bajo qué cargos. Y todo esto sucedió a tres metros de la puerta
del edificio. Nos subieron en el asiento trasero de la patrulla y siguieron la
recorrida en busca de algun vagabundo pelilargo a quien molestar. En
camino a la estacion de policia, tambien levantaron a Mike Levine, el
bajista de Triumph, saliendo de un 7-Eleven hacia su auto con una botella
de cerveza bajo el brazo, porque quizá tendria intenciones de beber y
luego conducir el vehículo. Tambien termino acompañandonos en el
asiento trasero de la patrulla, y asi continuaron el circuito. Un poco más
adelante, en Santa Monica Boulevard, arrestaron a una chica por estar
„hebria en la via publica‟ -literalmente- a 10 mts de la comisaria. No
parecia que la chica hubiera bebido; solo andaba caminando por la
calle. Como ya no habia más espacio en el auto, uno de los agentes optó
por acompañarla a pie a la seccional de policia que quedaba enfrente.
Nos encerraron a todos los varones juntos en la misma celda; sólo nos
quedaba tomar asiento y esperar un par de horas. Mike Levine fue dejado
en libertad bajo fianza, y Danny quedo registrado por guardar las agujas,
se le dio una fecha para juicio y todo eso. Yo era el único que quedaba, y
como pensaba que no habia hecho nada malo, pense que tambien me
dejarian ir de un momento a otro. Eran las 8 a.m del Sabado, y al pasar las
horas, traté –sin éxito- de llamar la atencion de los guardias para preguntar
por qué yo todavía seguia detenido. Solo logre que me pasaran de la
pequeña celda donde habia pasado la noche anterior a una más grande,
con techos altos, una alfombrita de goma en el piso, un solo inodoro en la
esquina, un monton de presos a mi lado, y mucho pero mucho olor a
meos. No podia imaginar qué podía venir despues de esto.
El efecto de la heroína comenzo a bajar; sólo faltaban un par de horas
para el bajon total. Un rato despues, nos cargaron en esos horribles micros
blancos y negros. Pusieron esposas en mis muñecas y tobillos y las
encadenaron a las de mi compañero de al lado. Seguia sin saber porqué
estaba ahí, pero advertí que nos llevaban a la carcel del condado, asi que
inmediatamente empecé a quitarme con los dientes el esmalte negro de
las uñas. De ninguna manera iba a ir a la carcel con las uñas pintadas.
Llevo horas llegar allí porque el micro hizo paradas en el camino en
diversas carceles para recoger más gente; mientras yo me sentia cada vez
peor. En cada carcel, nos bajaban, nos metian en otra celda a esperar
que los nuevos internos fuesen debidamente esposados y encadenados.
La carcel del condado quedaba mas o menos a 20 millas, pero llegar alli,
con todas esas paradas más la burocracia, tomó casi todo el día.
Recorrimos seis pequeñas carceles y arribamos a la carcel del condado
casi a la noche. Pero el proceso no termino ahí, de ninguna manera:
tomaron mis pertenencias, y me llevaron en unos cuartos de contencion,
solo, hasta completar mis papeles.
Nunca habia visto tanta burocracia. Fue muy tedioso, y no ayudo para
nada el sentirme enfermo por la falta de heroína.
Hasta ese momento, sabia de la abstinencia en el sentido abstracto; habia
oido historias, y aun despues de haber experimentado ese malestar aquel
dia en Tijuana; lo tomé con la misma soltura y altanería con que lo hice la
primera vez. Cuando me topé con la realidad, con el síndrome de
abstinencia, me di cuenta que la mejor forma de evitar pasar por esa
situación era siempre saber dónde conseguir más droga. Esto no habia sido
un problema en Hollywood. Pero estar encerrado por varios dias, sin poder
acceder a ella era algo totalmente diferente: era una rehabilitacion
forzada, en el peor lugar de todos.
Me alojaron en uno de esos grandes pabellones con varias filas de catres,
donde sudé, tuve nauseas, me sentí enfermo, exhausto. No sabría decir
cuánto tiempo estuve ahí en total; supongo que cerca de tres dias;
despues me liberaron en forma repentina, nuevamente sin dar
explicaciones, y tuve que hacer todo lo mismo que cuando entré pero al
revés.
Axl pagó la fianza y Dany me paso a buscar por el lugar, pero no sabía que
mientras cumplia con todos los procedimientos de salida vestido con mi
enterito, hice largas filas, esperé sentado en los cuartos de contención
sudando, tosiendo, llorisqueando, moviendome inquitamente, oliendo
realmente mal y, luciendo y sintiendome mucho peor; cuando me
devolvieron mis cosas y mi ropa, finalmente me informaron por qué habia
tenido que estar allí: la razón era una boleta por cruzar mal la calle que me
habian hecho hacia seis años. Habian librado una orden de arresto luego
de no concurrir a la corte o pagar el valor de la sancion. Despues de todo
lo que habia hecho, me apresaron por ser mal peaton. Pero bueno, por lo
menos cumpli mi condena y pagué mi deuda con la sociedad.
Caminé un rato por el condado, devorando cigarrillos por casi una hora, y
preguntandome quien habria pagado la fianza, hasta que Danny
aparecio de repente y fuimos con el auto directo hasta Melrose y Western
a comprar drogas. Cuando regrese al departamento, Axl dormia, tambien
Steven e Izzy. Duff no estaba allí. Me piqué, tomé una ducha y cuando
ellos se despertaron, cai en la cuenta de que ni habian notado mi
ausencia. No esperaba demasiado, pero hubiera estado bueno recibir
alguna clase de bienvenida o fanfarria. Cuando me enteré, despues, que
Axl habia sido quien juntó el dinero para la fianza; me conmovio. Fue muy
bueno de su parte.

A pesar de nuestro estilo de vida y de una lista poco convencional de


prioridades, logramos resolver muchas cosas en ese departamento.
Escribimos “You‟re Crazy”. Se hicieron dos versiones de ese tema: la
acustica –y original- se incluyo en Lies, y despues la electrica que termino
formando parte de Apetite. Trabajamos en el estudio Dean Chamberlain‟s
y le dimos a la cancion un toque nervioso y peligroso –por llamarlo de
alguna manera-, aumentando el tempo de la versión original en 20 bpm.
Axl, Izzy y yo tuvimos grandes momentos creativos en ese departamento.
Pero nuestra evolucion habia disminuído, tanto colectiva como
individualmente, asi que de repente la búsqueda de un manager se volvió
importante: nos habian desalojado y dos de nosotros habiamos
involucionado en dos drogadictos que necesitaban un lugar para vivir.
Tom Zutaut nos presentó a Arnold Stiefel, un agente cuyos más grandes
artistas eran Rod Stewart (a quien creo que todavía representa) y el actor
Matthew Broderick, que estaba por dar el gran salto a la fama luego de
“Ferris Bueller‟s Day Off”; esto no nos impactó, pero luego de varias
reuniones muy buenas con Arnold y su grupo, llegamos a un acuerdo ideal
para nosotros, no imaginamos nunca estar en mejor situación: no habian
firmado totalmente; se compromentieron a darnos una casa hasta que
encontraramos un productor y grabaramos un disco y, en este punto, ellos
decidirian si querian representarnos o no. No sé qué tipo de arreglo habrá
hecho Tom con ellos para lograr esto, pero para nostros fue perfecto: un
acuerdo a corto plazo en el cual ellos nos dejarian desarrollar ciertos
objetivos y evolucionar como banda, pero dentro de su campo de accion.
Senti lastima por Tom en ese momento: GNR era una banda
autodestructiva en la que Tom confiaba ciegamente y en retribución
recibia de nuestra parte una actitud poco comprometida (o nada
comprometida) de cumplir con lo pedido.
Nos parecia gracioso que ninguno de los productores o managers esten
dispuestos a trabajar con nosotros, pero Tom era consciente que, de a
poco, estabamos achicando el espacio de interes de la industria en GNR,
entre „todos‟ y „ninguno‟ –puedo asegurar que Tom estaba aterrado: si
despues de dos años no cumplia su objetivo, podia perder su trabajo.
Lo unico bueno que Tom obtuvo de todo esto, como cazatalentos, es que
nos eligio y nos contrató; ya contábamos con varias canciones muy
buenas, pero este periodo nos permitió escribir otro tanto más.
Quizá, en el fondo, habia cierta logica en su locura; quizá sabia que
necesitabamos este tiempo y Tom hizo todo para conseguirlo, porque al
final él saco lo mejor de cada uno; nunca se lo planteó como un proposito,
pero estoy seguro que pudo ver el lado bueno de nosotros.
Tom dedico la mayor parte del tiempo a la banda desde que Geffen nos
contrato hasta que tuvimos el disco y empezamos la gira que debe
haberlo vuelto loco. No habia nada que él pudiera hacer para modelar
nuestra personalidad o avanzar en este proyecto; todo lo que intento, falló.
Nuestra actitud, en general; nuestro comportamiento, y las „actividades
extracurriculares‟; atentaban contra el progreso de Guns n Roses; si Tom
nos mostraba un camino a seguir, nosotros ibamos para el lado contrario.
Sin desesperarse, Tom se las arregló para meternos en el estudio junto con
Manny Charlton, el guitarrista de Nazareth. El estudio se llamaba Sound City
Studio y estaba situado en Whitsett y Moorpark, en Valley. Trabajamos en
los demos de “November Rain”, que originalmente duraba casi 18 minutos
y que, no es necesario decirlo, tuvimos que estar muy concentrados para
lograr los arreglos de esa cancion. Tambien trabajamos con “Don‟t Cry” y
con casi todas las canciones que se editaron en Apetite, excepto “Sweet
child o mine”, porque no estaba escrita todavía. Pasamos un dia
estupendo; todos juntos grabando en vivo todas las canciones en esta
gran sala. Desafortunadamente, Manny no se sentía bien. Los demos
sonaban barbaro, pero eran sólo eso: un par de demos con buen sonido.
Nos conociamos lo suficiente como interpretes y sabíamos que no estaban
del todo bien.

Poco despues nos mudamos a la casa de Stiefel –una casona nuevisima en


un barrio cerrado llamado Laughlin Park, situado en el Griffith Park, cerca
del Observatorio, el Greek Theater y el zoologico de Los Angeles-. Estaba
en el este de Hollywood, a 20 minutos de auto del departamento anterior.
No era muy lejos, pero como ninguno de nosotros tenía vehículo, èste se
convirtió en el periodo menos „social‟ que jamas tuvimos.
Estabamos allí, varados en una nueva casa, en un nuevo complejo, fuera
del centro de la ciudad. Tenia dos habitaciones en la planta alta –una de
Axl y otra de Steven- y una abajo –que yo compartia con Izzy, debido a
nuestros intereses en comun-. Pasamos en esa casa aproximadamente 4 o
5 meses pero teniamos muy pocos muebles, asi que no tengo mucho que
hablar acerca de eso: teniamos las camas, una mesa y un par de sillas en
toda la casa. Axl, no se de qué manera se ingenió para tener una cama
apropiada, una lampara y un vestidor; su habitación era la mejor
equipada de todas, un pequeño oasis resguardado con candados, pero el
resto del lugar estaba casi vacio. La iluminación era igualemente escasa y
precaria: una lampara en el cuarto de Izzy y mío; otra lamparita de techo
en el comedor y nada más; no habia luz ni en el living, ni en las escaleras ni
en los corredores. Todo el tiempo que estuvimos ahí, paracia que alguien
estaba por mudarse a la casa.
Teniamos una chimenea, y como no nos preocupabamos por comprar
lamparitas, cuando caia el sol, prendiamos el fuego y tratabamos de
quedarnos en el living o en la cocina, que tambien tenia una lampara de
techo. Nos sentiamos descolocados en ese lugar; no era el ambiente al
cual estabamos habituados: por primera vez viviamos en un barrio donde
no habia articulos del hogar en las calles, que pudieras recoger de la
basura, reciclar y volver a utilizar. Lo bueno era que la casa estaba situada
en una zona residencial donde las casas estaban tan distantes unas de
otras que cuando no tuvieramos ganas de tocar con acusticas, podriamos
zapar toda la noche con guitarras electricas y, si hubieramos contado con
amplificadores de practica, probablemente lo hubiesemos hecho.
La droga dominaba nuestras vidas y jugó un rol más que importante en
todo lo que hicimos en aquel momento. Cuando empezaba a hacer
efecto, ahí definitivamente hallabamos una luz al final del tunel... nos
gustase o no, así era. Era obvio que los dias de uso y abuso, facil obtención
y libre consumo de heroína que pasamos en West Hollywood se habian
acabado: no teniamos dinero ni nada más para vender, y debido a
nuestra nueva ubicación, estabamos a merced del unico dealer dispuesto
a viajar. Esto no era del todo bueno: lo que habia sido muy divertido en
algun otro tiempo ahora se habia transformado en un problema.
Desafortunadamente, no estabamos acostumbrados a rendirnos, renunciar
y olvidar el tema. Nos vimos obligados a ser cuidadosos y mesurados
mientras procurabamos limitar el consumo.
A fin de cuentas, Izzy y yo escribimos muchas canciones en esa epoca
porque la heroína era un gran catalizador para nosotros. Pense que era la
mejor de todas las drogas porque me hacia sentir en paz con
absolutamente todo; hacia desaparecer mis inhibiciones e inseguridades.
Bajo su influencia, era un tipo cool y seguro de sí mismo, asi que colaborar
con Izzy era muy facil. Tan pronto como nos hacia efecto, podriamos
sentarnos a zapar y discutir nuestras ideas, e ir probando distintos riff y
acordes una y otra vez. Siempre salia algo bueno eso, surgia naturalmente
pero parecia muy trabajado, parecia ser fruto de una gran inspiración.

Siempre tuve la facilidad que sentarme con mi guitarra e idear estos riffs
tan difíciles de interpretar. Sólo son patrones poco comunes de melodías
muy simples. Es mi forma de empezar a tocar, de precalentar; de ahí parto
para encontrar algo interesante que hacer y no solo practicar escalas. Hoy
en dia, todavía lo sigo haciendo. Mas que los ejercicios de
precalentamiento obvios y necesarios, prefiero inventar y diseñar mis
propias corridas porque aflojan mis dedos y mantienen los oidos atentos, ya
que si las practicas no suenan bien, por que habriamos de hacerlas?
Una noche, estaba concentrado en estos „esquemas‟ cuando Izzy se
acerco y se sento a mi lado.
“Hey, qué es eso que estas tocando?”, me preguntó
“No sé”, le respondi. “No es nada en particular; sólo un juego”
“Seguí haciendolo”, me dijo.
Izzy sumo unos acordes y como Duff tambien estaba con nosotros, hizo lo
propio con el bajo, mientras que Steven le dio el ritmo con la bateria. En el
termino de una hora, mi pequeño ejercicio se habia convertido en algo
mas.
Axl no bajo de su habitación esa noche, pero en el proceso creativo de
esta cancion, estuvo tan involucrado como nosotros. Escucho con
atencion la musica y empezo a escribir la letra. A la mañana siguiente, ésta
ya estaba completa; era una oda a su novia y futura primera esposa, Erin
Everly, la hija de Don Everly, un integrante de los Everly Brothers.
Encontramos una sala de ensayos en Burbank, llamada Burbank Studios,
que no era más que un gran deposito, propiedad de una pareja de
ancianos de origen asiatico. Alli fue donde comenzamos con la pre-
producción de Apetite, perfeccionando las canciones que ya habiamos
grabado en el demo. En la proxima sesion, terminamos de darle forma a
esta nueva cancion: escribimos el puente y el „solo‟. Se llamó “Sweet child
o mine”.
Todo esto estaba muy bien; teniamos las canciones, el estudio, un contrato
con Geffen pero todavía no habiamos encontrado productor. Tom penso
en intentar con Spencer Proffer, quien habia trabajado con Tina Turner,
Quiet Riot y W.A.S.P, un grupo que a Axl le gustaba mucho por aquellos
dias, asi que, llevamos los equipos a los estudios Pasha, donde operaba
Spencer en ese entonces y acordamos trabajar con “Sweet Child” a modo
de prueba.
Spencer era un gran tipo; de hecho fue quien sugirió que la cancion
necesitaba un quiebre dramatico antes del final. Tenia mucha razon... pero
no sabiamos bien qué queriamos hacer ahí. Nos sentamos todos en la sala
de control y escuchamos la cancion milesde veces, pero nada nos venia a
la mente.
“Where do we go?” –Hacia dónde vamos?- dijo Axl, más como una
pregunta a sí mismo que para el resto de los presentes. “Where do we go
now?... Where do we go” –Adonde vamos ahora?... Adonde vamos?-
“Hey”, dijo Spencer mientras bajaba el volumen de la cancion. “Por qué
no intentas cantar eso?”
Y ese fue el quiebre dramatico.
Hicimos un sólido demo de “Sweet child” y tambien trabajamos con los
demos de, por lo menos, la mitad de las canciones de “Apetite”, pero al
final del proceso, no sentiamos que Spencer fuera „el‟ productor para
nosotros; razon por la cual, continuamos con la búsqueda.

Esto no iba bien –Puedo asegurar que Tom estaba empezando a


exasperarse, pero justo antes de quebrarse y rendirse, hallamos un
manager. Técnicamente, nos estaba representando Stifield y compañía,
quien nos habia brindado la casa donde viviamos, pero como ni Tom ni
nosotros volvimos a tener contacto con él, seguiamos entrevistando a
potenciales managers.
El unico que parecia „encajar‟ con lo que buscabamos fue Alan Niven, un
tipo que supo de inmediato, en qué se metia al trabajar con nosotros.
Izzy y yo conocimos a Alan en la barra de un bar; un día que yo apenas
podía mantener los ojos abiertos pero esto no parecia molestarle en
absoluto. Desde un principio él se sintió identificado con la banda, y con su
alocada energía; y estaba muy contento de poder ayudarnos a superar
este obstáculo que nos tenía atascados en el camino a grabar, hacer giras
y transformarnos en un grupo musical profesional.
Yo estaba muy cansado, rendido y como ya mencioné, muy paranoico
por cualquier persona con intenciones de meterse en nuestro círculo, pero
respeté a Alan incluso antes de conocerlo: fue el “arquitecto” del acuerdo
entre Sex Pistols y la disquera EMI; asi que sabia de su habilidad.
Alan era un neozelandés encantador con un estilo de vida acelerado que
le tomó cariño a Izzy y supo que valía la pena su esfuerzo en ayudarnos. Èl
no trató de ejercer su voluntad en el ámbito creativo –de eso nos
encargábamos nosotros-, él sólo hizo lo que mejor sabía hacer: dirigir y
vender; ése era su fuerte.
Alan conoció al resto de los miembros de la banda mientras seguíamos
trabajando con Spencer en Pasha Records y escucho todos los demos que
habíamos hecho y decidió que debíamos tomar dichos demos, agregar
unos temas en vivo y hacer un disco EP.
Pensó que era esencial lanzar una muestra de Guns n Roses al mercado en
ese momento, cuando todavía la industria hablaba por lo bajo de
nosotros. Esto mantendría el entusiasmo mientras grabáramos el verdadero
disco. Se le ocurrió que el EP saliera bajo nuestro propio sello, en el que
insistimos para que estuviera financiado por Geffen: parecería un EP
grabado en vivo por una compañía „indie‟ pero a decir verdad, no era ni
una cosa ni la otra; el disco no era „en vivo‟ y tampoco existía tal
compañía.
El sello se llamo “Uzi Suicide” y el EP, “Live like a Suicide”; y era un disco
„crudo‟, carente de retoques y recopilaba las canciones que habíamos
estado interpretando desde la primera práctica: “Mama Kin” de Aerosmith,
“Nice Boys” de Rose Tattoo y, “Move to the City” y “Reckless life”, ambos
de GNR. Son versiones bastante desprolijas, creo; pero si me preguntas, asi
y todo me encantan, suenan barbaro.
De modo que ya teníamos manager; teníamos la mitad de un álbum con
canciones en vivo; y a Zutaut contento -él creía que este EP atraería a los
productores adecuados para trabajar con nosotros-. Definitivamente “Live
like a Suicide” nos volvió reconocidos: Recuerdo estar saliendo de la casa
de Alan, en Redondo Beach, junto a Duff y escuchar “Move to the City” en
KNEC, una radio de Long Beach especializada en heavy metal. El demo
era un claro indicador de nuestra estética y ni hablar de nuestro estilo de
vida y como de costumbre, era muy fácil encontrar gente que se sintiera
identificada con ello.
Lo menos que puedo decir es que nos tomó un tiempo, pero encontramos
al tipo correcto.

Se dicidio hacer un par de presentaciones, para permanecer visibles y no


perder el espacio ganado anteriormente.
Yo, particularmente, sabía que sin propuestas serias de trabajo en un
horizonte cercano, viviría todos los días como si fueran vacaciones.
Volvimos de San Francisco y tocamos en “The Stone” junto a Jetboy y dos
días después abrimos el show de Ted Nugent en el “Santa Monica Civic
Center”
Hasta ese momento todavía vivíamos en la casona que nos había
prestado Stiefel oficialmente, aunque después de haber elegido a Alan
como manager, comenzamos a mudarnos esperando que Stiefel dedujera
la mala noticia: Axl se fue a la casa de Erin, no sabia dónde se estaba
hospedando Steven, y Duff seguía donde siempre estaba; asi que Izzy y yo
nos transformamos en residentes de tiempo completo que ocupábamos
una sucia habitación en el fondo de su casa, en la planta baja.
Parecíamos gitanos. Dany, nuestro amigo también solía quedarse allí en
medio del disperso y poco equipado espacio.
De repente se hizo más difícil encontrar drogas en Los Angeles, asi que
Danny y yo recorrimos las calles; fuimos por todas partes buscando alguien
a quien comprarle aunque sea una pequeña cantidad. Esto lo hicimos
regularmente sin éxito hasta que una de esas noches; lo logramos. Nos las
arreglamos para conseguir una cantidad bastante aceptable; estábamos
locos de contentos.
Volvimos a la casa y la escondimos en un encendedor mio que tiene la
forma de un revolver y guardamos éste en mi cajón porque a la mañana
siguiente viajábamos a San Francisco.
No consideré llevar nada de eso conmigo, ya que nunca había tenido
problemas allí en lo que concierne a obtener heroína china –la de mejor
calidad-.
Cargamos los instrumentos y equipos en una camioneta de alquiler y
Danny, Izzy y yo fuimos en el viejo Oldsmobile.
Cuando llegamos a San Fancisco, nos dirigimos a un departamento donde
podríamos conseguir un poco de dicha sustancia, pero el dealer no llego a
tiempo, asi que tuvimos que irnos a hacer el show con las manos vacias.
La presentación fue bastante aburrida ya que no podía pensar en otra
cosa que no fuera terminar el set y obtener mi dosis.
El resto de la banda y Danny viajaron junto con los equipos mientras que
Izzy y yo preferimos ir en auto ya que antes de regresar deberíamos volver
al departamento del dealer a esperar que éste apareciera con la droga.
Esperamos un rato, y otro rato, y otro rato más... y nada.
A este punto ya nos estábamos poniendo nerviosos; finalmente se hizo la
entrega: la droga era muy mala, no servia, era basura. Ahí fue cuando nos
miramos uno al otro y nos dimos cuenta que estábamos muy lejos de casa
y que el tiempo nos jugaba en contra ya que no faltaba mucho para que
se acabara el hechizo y nuestra carroza se convirtiera en calabaza.
Estaba todo bien para la mañana siguiente. Salimos a la ruta sabiendo que
en casa contábamos con mi encendedor. Como ya dije, todo iba bien...
hasta que nos quedamos sin combustible. Perdimos una hora, más o
menos, entre ir y volver a la gasolinería; considerando que tuvimos que
hacer dedo.
Cuando retomamos la ruta -a gran velocidad ya que necesitamos
recuperar el tiempo perdido y la resaca nos pisaba los talones- pinchamos
una goma y tuvimos que detenernos por segunda vez. Cambiar la rueda
de un auto nunca es divertido y no le causa gracia a nadie; a nosotros
tampoco; y cuando tu reloj interno descuenta los ultimos segundos de tu
vida es aún menos divertido.
Llegamos a casa a la noche pensando que estábamos bien y que todo
estaba bien –hay cierta camaradería entre dos adictos que van a a
consumir juntos- y mientras nos dirigíamos a la casa, Izzy y yo eramos los
mejores amigos que cada uno podría tener; codo a codo, riéndonos de
todo lo que nos había pasado en el camino.
Fuimos a mi habitación y abrí el cajón donde habíamos escondido las
drogas... y nos dimos cuenta que había desaparecido.
Entonces llamé a Danny.
-Hola!, le dije, yo no había guardado las drogas en el encendedor?
-Si. Me dijo, inocentemente
-No está allí
-No me digas!
-No la encuentro
-Uh! Qué mal!
-Veni para aca y ayudame!
Izzy, Danny y yo procedimos a dar vuelta la habitacion y luego la casa
entera, en busca del bendito encendedor con forma de revolver.
Sabia que lo habia puesto en el cajón y tambien sabía que Danny era el
único que estaba allí conmigo cuando lo hice, pero estaba dispuesto a
otorgarle el beneficio de la duda.
-Sabés qué?, me dijo Danny, despues de que estabamos exhaustos de
buscar en todos los rincones, luego movio la cabeza; -la escondí. La
escondí mientras estaba drogado. Voy a tratar de recordar dónde la
puse... sólo dejame pensar.
Luego de pensar largo y tendido, buscó en algunos rincones que a
nosotros se nos habían pasado por alto -lugares realmente disparatados-;
despues se fue a su casa, dejandonos a Izzy y a mi con la imposible tarea
de contactar a Sammy, un traficante persa y nuestro único dealer en ese
momento.
Esto no lucía para nada bien: lo llamamos a su pager cada diez minutos
pero nunca respondió.
A la mañana siguiente, Dezi, la novia de Izzy, vino al departamento y
denotó que la situacion era horrenda: habiamos estado despiertos toda la
noche; habiamos conducido de San Francisco a Los Angeles; habiamos
tratado de contactar dealers todo el dia y en un par de horas teniamos
que ir a tocar para Ted Nugent.
Estabamos muy deprimidos; no sucederia nada mas, no teniamos a nadie
más a quien llamar y estabamos arruinados. Nos sentiamos
extremadamente ansiosos, necesitabamos la droga, la deseabamos
intensamente; eramos como los vampiros de Blackula; ibamos cayendo y
reptando por el suelo hasta llegar al baño para vomitar cada 5 minutos.
La presentacion de Ted Nugent era en Santa Monica a las siete y media de
la tarde. Sammy no nos contestaba los llamados, asi que teniamos que
pensar cómo podiamos suministrar algo a nuestro cuerpo –cualquier cosa-
que nos volviera seres humanos para poder ir a hacer el show. No
estabamos en condiciones de tocar y mucho menos de conducir hasta el
Civic Center.
Dezi llamo desesperada a su amiga Melissa, que vivia en Hollywood en el
antiguo departamento de Izzy. Ella conocia a Sammy, y se encontraría con
él en pocas horas. Esto era bastante motivador para nosotros. Fuimos hasta
su casa y esperamos a que Melissa volviera con nuestras drogas.
Aparentemente habiamos resuelto un problema, pero a esta altura de los
acontecimientos, eran las cinco de la tarde y quedaba poco más de una
hora para el show.
Cuando Melissa regresó, Izzy y yo, la tomamos, la preparamos, la
inyectamos y fue un gran alivio; por suerte eramos funcionales de nuevo.
Estabamos con los minutos contados para llegar al Santa Monica Civic
Center y reunirmos con el resto de la banda, que estaria esperándonos
para poder tocar por primera vez en un estadio frente a 3000 personas.
Nos fuimos volando para allá, no teniamos las acreditaciones de artistas, ni
lugares para estacionar reservados para GNR y despues del dia habiamos
vivido, luciamos como pordioseros roñosos.
Dejamos que Dezi estacionara el auto y nosotros trepamos las vallas que
estaban detrás del escenario, porque no tuvimos una idea mejor. En ese
proceso, me enganche con las cadenas y el alambrado y el boton del
jean se salió, asi que pase toda la noche asegurandome de que el cierre
no se bajara porque nunca usé ropa interior.
De alguna manera nos escabullimos en el area de carga y llegamos a
bambalinas, y mientras nos dirigiamos al escenario, ví a Gene Simmons que
estaba al otro lado del pasillo, tambien detrás del escenario. Gene nos
miro de una forma extraña, como presagiando algo –él es muy bueno en
eso-; yo no sabía el por qué de su presencia pero se agrego a la lista de
sucesos surrealistas de esas ultimas 24 horas.
Con Izzy llegamos a los vestidores diez minutos antes de salir a escena. Al
principio, los otros estaban muy molestos pero despues se tranquilizaron.
Habiendo dejado de lado la discusion, nos miramos un instante al espejo y
salimos al escenario.
Esa fue la primera vez que tocamos “Sweet child o mine” en vivo. No tenia
bien aprendido el riff principal como para puntearlo a la perfeccion pero
saqué adelante la cancion y la banda en general, la interpreto realmente
muy bien.
Todo el set fue muy bueno. Todos nuestros amigos estaban presentes:
Yvonne, Marc Canter, entre otros amigos normales que tenia.
Para mejor, justo cuando bajamos del escenario, Izzy por fin contactó a
Sammy y quedamos en juntarnos en la casa de Stiefel.
Ivonne y sus amigos estaban detrás de escena y en ese momento ella y yo
habiamos vuelto a estar juntos, y todo aquel incidente de mis padres y mis
vicios habia sido dejado atrás.
Ella no sabía con exactitud en qué andaba yo, en terminos de drogas; y yo
no sentí necesidad alguna de contarle nada. Yvonne estuvo allí dandome
su apoyo, y alentándome en mi primer show en un estadio, como toda
buena novia. Tomando todo en cuenta, estaba dejandome hacer mi
trabajo. Por supuesto, despues queria celebrar el acontecimiento, lo que
fue un problema; estaba ansioso por ir a casa a consumir drogas pero no
queria que ella lo supiera; entonces le dije que la llamaria para
encontrarnos despues de dejar las guitarras, pero no captó la idea –
Yvonne y sus amigas irian a nuestra casa.
Izzy y Danny y yo pensabamos que la mejor forma de celebrar luego del
show era consumir un poco de heroína; asi que fuimos hasta Griffith Park a
comprarla. Era muy temprano; todavia no habia amanecido cuando
cruzamos Fairfax St. y nos detuvimos al ver una luz roja en Fountain St. –era
muy facil ver el auto de Sammy en el carril contiguo al nuestro. Esto
tambien se sumó a la atmosfera euforica y épica de este día y modificó la
rutina de Sammy. A esta altura, sentía que tenia chances de consumir
antes que Ivonne llegara al departamento.
Hicimos la compra, nos fuimos a toda velocidad, y entramos a la casa
como lunaticos: Izzy fue la habitacion y pegó un portazo; y yo me encerré
en el baño de Steven, que estaba iluminado con una lamparita roja que él
mismo habia instalado. Estaba ahí tratando de inyectarme bajo esta luz,
temblando y casi sin aliento por los nervios, cuando de pronto alguien tocó
la puerta.
“Hey, amor” dijo Yvonne. “estas ahí?”
“Eh, si.. Aca estoy” le dije. “Estoy en la ducha; llegué muy transpirado del
show”. Luego abri las canillas.
“Dejame entrar, amor”, insistió.
“Pero me estoy duchando”, le respondí. “Enseguida salgo”.
Cuando terminé lo que estaba haciendo, heché un poco de agua en mi
cara y en mi cabello y salí del baño. Estoy seguro que ella se dio cuenta de
todo. Yvonne no quiso quedarse allí –no puedo imaginar por qué- asi que
acordamos ir a su casa. Esa noche decidí mandar todo al carajo y dejar
de consumir. Me inyecté a la tarde; el viaje duro hasta la una de la
mañana aproximadamente y no volvi a hacerlo; pasé los proximos dias en
la cama de Yvonne, bancandome el malestar. No seria la ultima vez que
haria esto; volveria hacerlo nuevamente antes de juntarnos a grabar
Appetite, pero nunca le dije a Yvonne qué me sucedia realmente. Actué
como si tuviera una fuerte gripe y le resté importancia. Yvonne estaba muy
ocupada; iba a la escuela y yo me quedaba solo en su casa, en su cama,
en mi propio infierno. La verdad era que ella estaba feliz con que yo
estuviera ahí cuando ella se fuera y cuando volviera, yo siguiera allí,
recostado en su cama; aunque fuera sólo una sombra del Slash que solia
ser.
En esta oportunidad, me quede con Ivonne toda esa semana, y a pesar
de todo lo que paso entorno a ese concierto, para bien o para mal,
absolutamente todos los miembros de la banda y demas presentes en la
casona se habian metido tanta droga despues del show que nadie se
percato de mi ausencia. Lo unico que lamento es no haber podido
conocer esa noche a Ted Nugent; ya que él habia sido una gran influencia
para mí cuando era chico.
Al final, Danny admitió haber tomado la droga que habiamos escondido
en el encendedor con forma de revolver, y nunca le perdonaré eso. Fue
muy cruel de su parte haberlo hecho, y casi nos arruina a Izzy y a mi frente
al resto de los integrantes de la banda. Si todo hubiera salido mal, habria
causado el mayor bochorno profesional de la banda en un momento
crucial para nosotros. Pero eso es lo que tiene la heroína: es el demonio. Es
tan tentadora, excitante, y seductora que transforma a las personas en
seres malvados, deshonestos, y traicioneros. Ser adicto es similar a ser un
vampiro: es muy atractivo al principio pero se vuelve un deseo
incontrolable, un hambre feroz que necesitas saciar a cualquier precio. La
heroína te posee, te controla, te domina, te hechiza y finalmente te
atrapa. Empezas probando un poco aquí, y un poco allá y terminas
haciendolo todo el tiempo; pensás que es tu decision consumir, que vos
elegis hacerlo pero pronto te das cuenta que necesitas hacerlo, todo el
tiempo.
Cuando mordes el anzuelo, entras en un circulo vicioso incluso antes de
estar conciente de que te has convertido en adicto e ingresado en la
estadistica.

Creo que nunca informamos, formalmente, a Stiefel y compañía que no


ibamos a firmar con ellos –simplemente dejamos la casa... en ruinas, junto a
„montañas‟ de basura. Este era un comportamiento usual para Guns n
Roses. Nuestro paso por esa casa dejo una estela de destruccion, y Tom
Zutaut tuvo que hacerse cargo de los daños ocasionados.
Alan era nuestro nuevo manager y eso era todo.
Lanzar el EP “Live like a Suicide”, significo un pequeño avance: Izzy y Steven
pudieron alquilar un pequeño departamento cerca de Sunset Blvd. justo al
lado de Rock n‟ Roll Ralph‟s –un supermercado de West Hollywood donde
todos los musicos locales van a comprar cerveza y todo aquello que
necesiten para subsistir-. Duff seguia viviendo con Katerina y Axl con Erin. Yo
era el único vagabundo de la banda; descaradamente vagabundo: me
quedaba con Yvonne o con otras chicas o simplemente dormia en
cualquier otro lugar donde me encontrara esa noche.
A esa altura, habia varias strippers en nuestro entorno. Todo lo que puedo
decir es: Dios las bendiga! Muchas bandas antes y despues de GNR han
tenido strippers en su entorno tambien. Las strippers que viven juntas son
virtualmente como una banda, y teniamos afinidad una por otra. Ellas eran
muy generosas y pensaban que eramos guapos, siniestros, músicos
misteriosos o simplemente, atractivos cachorritos perdidos a los que tenian
que cuidar y dar asilo. Y quiza ellas tambien se sentían protegidas cerca
nuestro. El hecho de que habitualmente tuvieran esa desenfadada y
desinhibida energia sexual no nos molestaba en absoluto. Despues de
todo, eran las mujeres perfectas para los tipos como yo.
Una de ellas se llamaba Christina y vivia con otra chica. Yo aparecía en su
casa y pasaba la noche con una u otra. Viví con ellas un tiempo y dormiria
en la habitacion de una o de la otra; o dormiría con las dos, dependiendo
de cómo se dieran las cosas. Estas chicas vivian en un edificio repleto de
strippers en La Cienaga, a pocos metros del departamento de Izzy y
Steven. Se podria decir que ellas me albergaron allí, y que este fue mi
nuevo hogar mientras la banda atravesaba otro periodo de espera que,
como siempre, auguraba sólo problemas.
Steven, Izzy y yo nos divertiamos mucho en la casa de Christina, realmente
la pasabamos muy bien: la droga era más facil de conseguir ahora que
estabamos de vuelta en Hollywood, pero no en forma tan abundante
como cuando vivimos allí la última vez. Despues de haberme
desintoxicado por propia voluntad, puse lo mejor de mí para mantenerme
limpio. Recuerdo estar junto a Izzy y Axl, en la casa de Christina, tratando
con todas mis fuerzas de abstenerme. No tenia nada de dinero esa noche:
el volumen de droga era escaso, podias conseguirla sin mayor esfuerzo
pero no tan facilmente como para que la gente quisiera compartirla
gratuitamente. Pense que podria juntarme con ellos y no consumir; pero no
pude –necesitaba irme de ahí. Al poco tiempo, volví a usar heroína –no
hubo caso.
Pasaba la noche donde podía, y hacia cualquier cosa que me viniera a la
mente. En un momento, estuve parando en la casa de Dave Mustaine de
Megadeth. Nos hicimos amigos; él era adicto a la heroína y al crack y vivía
en el mismo vecindario, asi que nos juntabamos en su casa y escribíamos
canciones. David era un maniatico loco y un genial compositor de riffs.
Nos reuniriamos allí, fumariamos crack, terminariamos tocando riffs de
heavy metal realmente estupendos: obscuros, pesados, infernales. A veces
se sumaba Dave Ellfson; nos llevabamos muy bien, y con él tambien
compusimos cosas buenísimas. Por un momento, en medio de una
atmosfera creativa impulsada por drogas, empezamos seriamente a
considerar la idea de sumarme a Megadeth. Guns seguia en pausa, y
despues de todo yo estaba lo suficientemente drogado como para
contemplar todo tipo de malas decisiones. Dave Mustaine es todavia uno
de los musicos mas geniales con los que he zapado, pero asi y todo, en el
fondo de mi corazon sabia que no podria dejar Guns n Roses.
Otro lugar que frecuenté, tal como lo hicieron los otros tambien, fue la Hell
House, una cueva que plasmaba nuestra vision del mundo en ese
momento. Era una especie de test de Roschach para todo el que
considerara conocernos o trabajar con nosotros. Hell House era un
producto de West Arkeen, y el lugar, basicamente era una casa que él
rentó junto a varios amigos motociclistas de Harley Davidson, que venían
de la costa este de EEUU. Tenia tres habitaciones sobre uno de los laterales:
la del fondo estaba ocupada por Red Ed y su novia/esposa y estaba
totalmente prohibido entrar allí porque Ed era el motoquero más peligroso
del grupo y su novia era tambien de temer –sabias a primera vista que no
debias joder con ellos- pero ambos eran un encanto de personas. Nunca
nadie los molestaba en su habitacion; de hecho, no creo que alguien
haya entrado jamas allí. La habitacion del medio la ocupaban otros dos
motoqueros, Paul y Del James, y habia sido pensada para ser un pequeño
estudio de grabacion, y West Arkeen ocupaba la habitacion de adelante,
a la cual nadie queria entrar debido a que era un chiquero: lo unico que
podias hacer era recostarte en la cama; era tan desordenada que no
podias estar de pie, tampoco podias sentarte en ningun lado; era algo
realmente insoportable.
Me enteré que la Hell House tambien contaba con un jardin trasero... Me
hubiera encantado saber cómo era. En el tiempo que pasé ahí, incluyendo
mi periodo como residente, nunca fui más alla de la cocina. Esa era una
de las areas, junto con el living, donde solian reunirse los huespedes
transitorios como yo para brindar privacidad y dejar a los temibles
motoqueros y sus novias tranquilos en sus habitaciones. Los invitados eran
recibidos en el living, la cocina y otro ambiente más... creo que era la sala
de estar, tambien tenia una antecocina, donde West a veces solia
quedarse dormido.
En medio del caos total que reinaba en la Hell House, se aplicaba una ley
tácita que todos cumplian: No debias, por nada del mundo, molestar a los
„residentes legales‟ de la casa, los motociclistas de Harley Davidson;
mientras que las areas comunes eran de libre transito, y zona liberada para
cualquier cosa: podias romper todo lo que tenias alrededor o prenderlo
fuego y no habia ningun problema.
No imagino quién pudo haber decidido alquilarles la propiedad a esos
inadaptados que la transformaron en el antro mas espantoso que haya
visto en un pais desarrollado. Era la antepenultima casa en esa calle,
estaba rodeada de edificios, y el pequeño jardin de la entrada iba en
declive, lo que le daba a la casa el aspecto de estar sobre las colinas. La
Hell House estaba ubicada en Poinsettia, cerca de Sunset Blvd, y se
destacaba del resto, como la casa de la pelicula “Psycho”. Habia varias
cosas que podias aprender con sólo pasar una noche allí; la mas
importante era que si te sentabas en algun lugar tenias la posibilidad dos a
uno de irte con piojos de todo tipo. Todavia no encuentro explicacion a
por qué muchos de nosotros no fuimos apresados por la policia cualquiera
de esas noches. Habia autos y motos estacionadas en la entrada y basura
por todos lados; gente que entraba y salia constantemente del lugar y
musica a todo volumen hasta altas horas de la madrugada. La Hell House
era tan estridente, ruidosa y escandalosa que a lo lejos lucía excitante.
Uno de los habitantes regulares era Del James, un verdadero oxímoron: un
motoquero con tatuajes y todo lo demas pero tambien, escritor. Del era
una persona cercana a todos nosotros en un principio pero al pasar el
tiempo se volvio más cercana a Axl. Axl le tomo cariño y apreció su
intelecto; ademas Del sabia escuchar a Axl –lo escuchaba pacientemente
expresarse en profundidad-. Escribieron muchas cosas juntos y creo que
todavia lo siguen haciendo. Él aporto muchas ideas en cuanto al
concepto de nuestros videos, asi como tambien es el autor del cuento que
inspiro a Axl a componer “November Rain”.
Durante este periodo de inactividad de Guns n Roses, mientras
buscabamos un productor, fuimos bastante a la Hell House –demasiado,
creo-, pero yo era el único indigente de la banda que vivia allí, de a ratos.
Incluso dí varias entrevistas en esa casa y cuando las leo, recuerdo que los
periodistas quedaban horrorizados al ver el lugar; para mí, era algo normal,
natural, y no entendía el por qué de su reaccion.

Otro lugar que solia frecuentar ademas de la Hell House y el complejo de


strippers donde vivia Christina, giraba entorno a un club nocturno de Sunset
llamado “Seventh Veil” que todavia funciona. Me gustaba pasar la noche
con un par de chicas que trabajaban ahí y que compartian un
departamento en Hollywood Blvd, donde nos emborrachabamos todas las
noches hasta quedar inconscientes. Una de esas chicas se llamaba
Cameron; todos tuvimos sexo con ella en uno u otro momento y Steven
termino saliendo con ella durante un tiempo. En el curso de la historia con
Cameron, nos transmitió ladillas a todos y cada uno de nosotros. Era
ridiculo; comenzamos a llamarla Craberon –en su presencia. Le otorgué el
beneficio de la duda; pensé que quizá me las pegué en la Hell House o en
alguno de los tantos otros lugares dudosos donde habia elegido dormir en
aquel entonces; sólo que éste no era el caso. Craberon era propietaria de
un lindo departamento en West Hollywood y la única vez que dormí con
ella allí, tambien contraje ladillas.
Otra stripper que vale la pena mencionar es Adrianna Smith, una chica
que fue novia de Axl y Steven, y que Axl inmortalizo en nuestro disco
debut... pero llegaremos ahí en unos instantes. Mi pequeño universo en
Seventh Veil era bárbaro: aparecia por ahí a las once de la noche, les
pedia el dinero de las propinas a las chicas, iba a la licoreria a comprar Jim
Beam (la opcion economica del Jack Daniel‟s), para luego regresar al
lugar y sumarme a la fiesta que se daba cuando las chicas terminaban de
trabajar. Para alguien que no tenia un lugar propio ni fijo dónde estar, ésta
era la mejor escena que podia imaginar: un sitio confortable, placentero,
audaz y alocado, repleto de chicas; donde podia beber hasta morir o
hacer lo que quisiera sin que nadie viniera a cuestionarte nada.
En mi subconsiente sabía que no estabamos ni cerca de tener un
productor y esa inercia, ese estado de pasividad nos estaba destruyendo a
todos. Yo estaba arruinado, tomaba mucho y consumia drogas cuando
podia, contaba con muy poco dinero; y el resto de los integrantes de la
banda no estaban mucho mejor. Volvi a depender economicamente de
mis amigos, a dormir en sillones ajenos y a vivir como un pordiosero –como
en los viejos tiempos, pero mucho peor. En aquel momento era divertido
porque tanto los otros miembros de la banda como yo estabamos
trabajando y teniamos un objetivo claro; ahora parecia que estabamos
demasiado desorganizados y jodidos como para aspirar a ser algo mas
que viciosos indigentes y lo logramos. En el fondo sabia que necesitaba
rearmarme, que no iba a poder estar en el abismo mucho tiempo más.
En esta epoca, nuestro dealer Sammy fue arrestado y ése fue un verdero
punto de quiebre. Yo estaba en la casa de Izzy y Steven; y Dezi se habia
ido a encontrar con Sammy en uno de los puntos de venta habituales
donde todos sus clientes iban a comprar luego del largo letargo. La policia
habia planeado un operativo y nos preocupamos mucho al darnos cuenta
que Dezi demoraba más de lo esperado. Unas cuantas horas mas tarde
nos llamo por telefono desde la carcel: resulta que habian detenido a
todos los clientes de Sammy e iban a dejarla en libertad, pero no
volveriamos a ver a Sammy por mucho, mucho tiempo. Esto nos hizo ver la
realidad. Recuerdo haber ido con Izzy a recorrer las calles buscando
drogas, desesperadamente; y fue un desastre. Terminé recluyendome en la
casa de Yvonne, por tercera vez: me pase un par de días allí, fuera de la
cama pero sintiendome muy pero muy mal y alegando que la causa de
mis dolencias era, de nuevo, una fuerte gripe.
Mientras tanto, Tom Zutaut estaba al borde la locura. Un dia nos pidio que
fueramos a Geffen, y nosotros pensamos que era para hablar con otro
manojo de productores que él queria que conocieramos. Entramos a su
oficina y nos miro fijamente un instante: yo continuaba en mi proceso de
desintoxicacion, y me la pasaba cabeceando; estaba destruido y los otros
tambien, en plena resaca.
“Qué carajo puedo hacer por ustedes?!” nos dijo, “ustedes se vieron cómo
estan?. De veras piensan que son capaces de grabar un disco en estas
condiciones?!... chicos, ustedes tienen que rearmarse, mejorarse!; tienen
que concentrarse y ponerse a trabajar!! Se les esta acabando el tiempo!!”
Sus palabras quedaron en el aire, pero hicieron efecto: de a poco, a paso
lento pero seguro, sin hacer problemas y casi sin saberlo, pudimos mejorar,
y recuperar el rumbo.

Alan Niven y Tom Zutaut nos reunieron con todos los productores de la
ciudad, y justo cuando comenzamos a perder las esperanzas, uno nos
llamo la atencion: Mike Clink. Compartimos una sesion con él y grabamos
“Shadow of your love”, la mejor cancion que vi interpretar a Hollywood
Rose, la primera vez que vi su show. Si bien nuestra version no formó parte
del disco, se incluyó en un EP que se editó en Japón.
De todos modos, cuando escuchamos el set nos dimos cuenta que todo
estaba allí: por fin pudimos sonar exactamente como queriamos. Eramos
nosotros mismos, era nuestro sonido; pero refinado. Clink habia logrado
reflejar la esencia de Guns n Roses en esa cinta. Finalmente, habiamos
reunido todas las piezas. Siete meses pasaron. Durante siete meses
estuvimos en el limbo, tocando de vez en cuando y grabando
esporadicamente con diferentes productores que no encajaban con
nosotros. La espera se nos hizo eterna; y por el modo en que viviamos, unos
pocos meses mas habrian atentado seriamente contra nosotros y arrasado
con los objetivos del grupo.
Mike Clink tenía lo que estabamos buscando; él sabía como dirigir nuestra
energía y transformarla en algo productivo. Supo capturar nuestro sonido
sin perder la esencia, el sello personal de GNR y, por su personalidad, supo
guiarnos y llevarse bien con todos. Su secreto era muy simple: no buscaba
cambiar nuestro estilo o improvisar; se dedicó a capturarlo tal como era; y
lo hizo de un modo perfecto. Es increible que nadie haya pensado en eso
antes. Clink habia trabajado con „Heart‟ y „Jefferson Starship‟, pero lo que
terminó de convencernos fue su participacion en el disco de UFO, “Lights
Out”, que era significativo para todos nosotros porque Michael Schenker
estaba en esa banda, y su interpretacion en él, era asombrosa,
impresionante.
Siempre pense que los productores eran la clase de personas que tienen
las respuestas para todo lo que otra gente pregunta, pero nunca logran
responder las propias. Son los primeros en decirte qué hacer, cómo tocar,
cómo sonar –absolutamente todo. Casi siempre no tienen identidad, se los
conoce a traves de la banda, lo que hace que sea un tanto dificil
respetarlos. Mike era diferente; era amable, facil de tratar, tranquilo, muy
observador y para nada entrometido. Sabia muy bien quién era. Preferia
tomar todo lo que ofreciamos y trasladarlo a la cinta; en vez de hacer
sugerencias como si lo supiera todo. Desde un principio, todos los miembros
lo respetamos muchisimo.
Reservamos los estudios S.I.R y con Mike al mando de la consola, la banda
se sintió libre para expresarse y desplego todo de una vez, en nuestra
primera sesion de preproduccion, y comenzamos a componer lo que mas
tarde seria “You could be mine”. En otra sesion, trabajamos sobre “Perfect
Crime”, que fue un aporte de Izzy. No estabamos ahí para hacer nuevas
canciones, pero nos sentiamos tan comodos que simplemente nos nació
hacerlo.
Empezamos a escuchar los demos de los temas que pensabamos incluir en
Apetite, los analizamos con Mike y los grabamos con muy pocas
modificaciones. El cambio más significativo a nivel creativo lo hicimos en
“Welcome to the Jungle”, donde originalmente se repetia la frase “when
you‟re high, you never want to come down” y Alan sugirió cantarla sólo
una vez; y tuvo razón. Pero solo la volvió más corta. Luego, todas las
canciones se grabaron tal como eran en una o dos tomas. Esto denotaba
que las cosas iban bien en el estudio, que nos llevabamos bien con la
gente con la que trabajabamos y tambien, que nosotros estabamos
motivados y de muy buen humor. Nunca aceptamos consejos de nadie.
Pero estabamos dispuestos a darles una oportunidad, y nos dimos cuenta
que todo realmente funciono muy bien. Alan, en ese entonces tambien
estaba representando a „Great White‟, ademas era su productor e incluso
coautor de sus canciones. Fue muy bueno que nadie estuviera al tanto de
esto porque sino esa reunion en S.I.R no habria tenido un buen fin y
“Welcome to the Jungle” hubiera sido muy diferente. A mi nunca me
molesto su conexión con „Great White‟; pero provoco un efecto „bola de
nieve‟ en el resto de mis compañeros.
Imagino lo feliz que estaria Tom al ver que Guns n Roses habia conseguido
un manager de verdad y un productor que nos agradara y con el cual
estuvieramos dispuestos a trabajar.
Nos tomo un par de años pero al fin, nos habiamos convertido en el grupo
que Tom advirtió e hizo creer a la discografica que seriamos; todo sucedió
tal cual como Tom presagió.
Alan nos llevó a Rumbo Studios en Canoga Park. Allí grabamos los temas
en vivo; a Mike le gustaba mucho trabajar ahí. Canoga Park esta ubicado
en Valley, cerca de dónde creció Steven; y estar allí era como estar otro
pais, era una atmósfera totalmente diferente. Creo que la razón por la cual
fuimos a Canoga Park fue porque ellos pensaron que mantenernos lejos
del ambiente de Hollywood nos ayudaria a concentrarnos y enfocarnos en
la grabacion del disco.
Alan alquilo un departamento en Oakwoods, un complejo de propiedades
totalmente amobladas que tiene franquicias en todas partes del mundo;
tambien nos consiguio una camioneta para trasladarnos y fui designado
chofer por alguna razon –que desconozco-.
Mike contrató un grupo de verdaderos profesionales para ayudar a sus
pequeñas ratitas: Porky, un famoso tecnico de guitarras, y Jame-O, un
tecnico en percusion. Ambos habian participado en cientos de discos,
eran tipos con mucha experiencia y ademas, muy divertidos, les
encantaban las fiestas. Eran invalorables para nosotros; los apreciabamos
muchisimo.
Grabar un disco de verdad, en un estudio de verdad, era algo nuevo para
nosotros: habiamos hecho demos en varios lugares de Los Angeles, muchos
de ellos épicos y guardaban grandes historias: grabamos las primeras
versiones de “Don´t Cry” y “Welcome to the Jungle” en Hollywood Sound,
donde Led Zeppelin habia grabado su segundo disco; nuestra experiencia
fue épica en otro sentido, como cuando discutimos con el dueño de un
estudio mediocre de Hollywood, por cuestiones de dinero; resulta que el
tipo estaba tan pasado de coca que termino amenazandonos con un
arma.
“Van a tener que pagarme, carajo!” nos dijo, con los ojos tan abiertos que
estaban a punto de salirse de sus orbitas. “me van a pagar... ahora!! YA!!”
“Bueno, esta bien” dijimos “Si...en realidad, nos equivocamos nosotros.
Tenes razón. Justo ibamos a darte tu dinero”.
Alguien agarró los demos mientras saliamos del lugar y afortunadamente
nadie resultó herido.
Comenzamos nuestro primer dia de grabacion con “Out to Get me”,
haciendo lo mismo de siempre pero en otra locacion: nos acomodamos
en una enorme sala para grabaciones en vivo y zapamos. Cuando
escuche la cinta, me di cuenta que tenia un gran problema: mi guitarra
sonaba horrible a traves de una consola de sonido profesional de un
verdadero estudio de grabacion.
En la epoca de descontrol, habia empeñado casi todos mis equipos,
incluyendo la Les Paul que habia pertenecido a Steve Hunter; arreglé con
Marshall para que me enviara unos amplificadores a la sala de ensayos
que teniamos en Burbank pero como nunca los pagué, vinieron a retirarlos.
Basicamente no tenia nada; sólo tres guitarras: dos eran marca Jackson -
una de ellas habia sido customizada: era una Firebird negra con el dibujo
de Shirley (el mismo de mi tatuaje) pintado en el cuerpo, y que sonaba
muy mal; la otra era un prototipo de Stratocaster con tapa arqueada que
la empresa me habia prestado y que tampoco devolví (era una de las
unicas dos que se fabricaron)-, y la tercera era una Warlock roja, marca BC
Rich. Ninguna de las tres tenian buen sonido con los equipos del estudio.
Me puse muy nervioso y me frustre muchisimo. Nos habia costado mucho
llegar hasta ahí y estaba decidido a hacer que mi guitarra sonara perfecto
en el disco, pero no sabía cómo lograria esto ya que estaba quebrado, en
terminos de dinero. Trate de disimular lo que senti durante esas primeras
sesiones; me emborrachaba o empezaba a saltar mientras tocaba con la
banda, teniendo claro que debia encontrar la manera de resolver el
problema y regrabar mi parte de los temas. Izzy, Duff y Steve no
necesitaban hacer nada de esto porque, desde un principio, se enfocaron
en cada una de las canciones, y su interpretacion fue perfecta,
inmejorable.
La grabacion iba barbaro pero la vida en Valley, apestaba. Cada noche
al finalizar nuestro trabajo en Rumbo, Tom Zutaut, Axl, Duff y Mike se iban a
su casa a descansar. Teoricamente, Izzy, Steven y yo deberiamos ir a
Oakwoods y hacer lo mismo. Estabamos muy entusiasmados y a menudo
quedabamos alborotados luego de las sesiones y queriamos salir a
divertirnos y rapidamente nos transformamos en los vecinos problematicos
de Canoga Park. Pensamos que habria vida nocturna en algun lugar del
complejo, asi que buscamos por todos lados cualquier sitio parecido a un
pub o bar; ingresabamos y resutaba ser una disco propia de un barrio muy
conservador, -si es que de verdad existen discotecas en los barrios
conservadores-, o el tipico bar con musica country de las zonas
suburbanas. Un tipo desalineado, de pelo largo y con aspecto de criminal,
desentonaba en esos ambientes.
Para ese entonces, Alan habia contratado a Lewis como guardia de
seguridad, para cuidarnos. Lewis pesaba entre 130 y 180 kilos, y manejaba
un sedan de finales de los ‟70, con el asiento del piloto tirado totalmente
hacia atrás, para poder acomodar su voluminoso cuerpo. Lewis venia de
Houston y era un tipo realmente encantador; yo lo queria mucho. Pero se
la pasaba comiendo cuando se suponia que debia ocuparse de nuestra
seguridad y estar en todos los detalles referentes a ella. Tenia su propio
metodo –no sé cuál era- para obtener enormes raciones de comida por la
puerta de servicio de la cocina en los lugares donde solia acompañarnos a
nosotros. La gente literalmente le daba una caja de cartón repleta de
envases plasticos -de comida para llevar- que contenia absolutamente
todo el menu de la carta –que no eran burritos ni tacos; estos eran platos
elaborados. Lewis ingería cuatro de cada uno; nunca vi nada igual. Él
arrastraba esta caja hasta el auto y se sentaba a comer.
Mientras tanto, en el interior de estos lugares, normalmente, los tres nos
involucrabamos en grandes peleas –o no las eludiamos demasiado-. En la
mayoria de los casos, nosotros intimidabamos al resto con nuestro
comportamiento pero a veces, se ponia muy fea la cosa. Por suerte,
ningun maton mafioso nos llevo a la rastra hacia el estacionamiento –si
esto hubiera sucedido, habriamos interrumpido la cena de Lewis.
La vida nocturna en Valley era tan aburrida que una noche despues de un
dia estupendo en el estudio, y luego de haber bebido bastante, hicimos lo
unico que creimos tenia sentido hacer: destruir el departamento de
Oakwoods al estilo Keith Moon. Hicimos trizas todo aquello que no estuviera
agarrado a la pared y aplastamos el resto de las cosas hasta dejarlas
inservibles e irreconocibles. Dimos vuelta las camas, aplastamos las mesitas
de luz, y arrancamos de la pared la mesada de la cocina. Rompimos las
puertas corredizas de vidrio, rompimos ventanas, espejos, vasos, copas,
platos. Todo. Destruimos el televisor y el mueble que lo contenía. Habia
pedazos de vidrio y astillas por todas partes. Desperté en el sofa, que
tambien estaba roto, con una resaca tremenda e inspeccioné el lugar
como pude ya que tenia los ojos medios bizcos y entrecerrados.
“Uh-Oh” balbuceé.
Cuando todos nos despabilamos, nos pusimos de acuerdo en mentir:
acordamos decir que alguien habia entrado al departamento cuando
nosotros no estabamos; que volvimos muy tarde a la noche y nos
quedamos dormidos, y optamos por arreglar el desorden a la mañana
siguiente. Ese dia le contamos a Alan esta historia, que en ese momento
era como nuestra madre. Alan era para nosotros lo que Malcom McLaren
era para Sex Pistols.
Tratamos de ceñirnos a la version falsa de los hechos, pero Alan empezo a
hacer preguntas, la historia se torno cada vez más confusa, y quedamos
expuestos y antes del careo, admitimos la verdad. Lo más gracioso fue
que, luego de considerar las posibilidades, Alan volvió al complejo
Oakwoods y les contó a los administradores nuestra historieta; tampoco
ellos la creyeron –la verdad no sé por qué- asi que los daños nos los
cargaron a la cuenta. Por un tiempo estuvimos baneados de todos los
complejos Oakwooods alrededor del mundo pero aparentemente
levantaron la prohibicion el algun momento, ya que vivi un tiempo en una
de sus locaciones cinco años más tarde. Me lalas arreglé para ser el
problemático, una vez más; pero esta vez fue por error: mi serpiente –no
recuerdo cuál de todas era la que llevaba conmigo en ese momento- se
puso aventurera y se fue por el caño del inodoro; apareció en la casa de
un vecino y casi se mueren del susto. Les pido disculpas por este
incidente...

Terminamos las grabaciones en vivo en pocas semanas y todo sonaba


barbaro –excepto mi guitarra. Alan reservo por un tiempo un estudio
llamado Take 1 para que pudiera regrabar mi parte, pero todavia no
habia encontrado una guitarra decente; no sabía qué hacer. Traté de
tranquilizarme y no mostrar signos de stress, pero el tiempo pasaba y no
habia solucion a la vista. En nuestro ultimo dia en Rumbo, Alan aparecio en
el cuarto de control y apoyo un estuche de guitarra sobre el sillón que
estaba detrás de las consolas –el cuarto de control era muy pequeño; el
sillón encajaba perfecto allí y estaba iluminado por una luz focal que
perfectamente iluminó la guitarra cuando Alan abrió el estuche.
“Se la compre a un tipo en Redondo Beach”, me dijo. “Las hace a mano.
Por qué no la probás?”
Era muy linda: era una replica de Les Paul „flame-top‟ 1959 sin pickguard y
con microfonos Seymour Duncan. La tuve en mis manos y me gustó pero
no la conecté hasta que fui a grabar a Take 1.
Tengo muy buenos recuerdos de mis dias en Take 1 -los guardo en mi
memoria con mucho cariño-. De principio a fin, todo el proceso fue
mágico para mi. El lugar era de dimensiones pequeñas, nada
extravagante, sin lujos –basicamente, era un estudio casero bien
equipado; pero era mi primera sesion seria de grabacion y lo que sucedió
allí jamas podra ser igualado.
Apenas conecté mi nueva guitarra, pude notar que sonaba realmente
bien; sólo restaba encontrar el amplificador correcto. Probe muchos tipos
de cabezales Marshall –muchos, de verdad- y fue un proceso arduo.
Recuerdo haberlos rentado, llevado al estudio; setearlos, encenderlos,
enchufar la guitarra; tocar un par de acordes, ajustar los controles junto
con Mike Clink y el tecnico en guitarras, tocar un par de acordes más, Mike
iba al control hacia algunas modificaciones, luego salia y movia los
microfonos. Luego volvia a tocar y todo empezaba de vuelta. Fue
trabajoso pero valió la pena. Mike es un tipo muy gentil, tranquilo y
relajado que me dejo hacer todo lo que yo necesitaba, aunque no fuera
necesario. Segui rentando y devolviendo amplificadores; probamos ocho,
mas o menos, antes de encontrar el que sonaba exactamente como yo
queria. Creo que me lo mando Dios, porque ese aparato no se fabricaba
más; era un Marshall usado que habia sido customizado.
Lo utilicé en todo el proceso de grabacion e intenté quedarmelo cuando
las sesiones se terminaron: fui a la compañía que me lo habia alquilado y
les dije que lo habian robado del estudio. Desafortunadamente, el tecnico
lo devolvio sin decirme nada. Cuando S.I.R recibio el equipo que yo habia
reportado como robado, no estaban dispuesto a volvermelo a prestar asi
que cuando llamé, me dijeron que habia sido rentado por otra persona.
De todas maneras, al escuchar mi guitarra a traves de ese aparato, supe
inmediatamente, que ése era el correcto; fue un momento
verdaderamente mágico. Conecte la guitarra a él, tal como lo habia
hecho con los otros, toqué algunos acordes al azar, y eso fue todo. Fue la
combinacion correcta de Les Paul y Marshall; la profundidad del tono de la
guitarra encaja perfectamente con el sonido crujiente del amplificador.
Fue asombroso, estupendo.
“Espera”, dijo Mike. “No te muevas. No hagas nada!”
Movio un poco los controles y sonó aún mejor. Y asi fue: en toda la sesion
no se volvio a ajustar nada –ni los microfonos de lugar, ni los controles del
amplificador; absolutamente nada. Cuando encontramos el sonido que
habiamos estado buscando, no estabamos dispuestos a perderlo.
Desde ese momento, esta guitarra ha estado siempre conmigo. Fue
construida por el ultimo de los Jim Foot, que era dueño de Music Works en
Redondo Beach: hizo aproximadamente cincuenta unidades de esa Les
Paul, todas hechas a mano. Eran replicas realmente identicas; ningun
detalle fue pasado por alto.
Por mucho tiempo fue la única guitarra que tuve, y la única que siempre
use en el estudio. Sonó diferente en cada disco que hice, pero es la misma
guitarra; lo que pone en evidencia cuán volatil es el proceso de grabacion
y la importancia que tiene el estudio donde uno graba: el tamaño y la
forma de la sala, la consola de sonido utilizada y hasta la composicion
molecular del aire en el momento de la grabacion –la temperatura y los
valores de humedad en el ambiente pueden estropear todo tu trabajo-.
Tambien es importante dónde se ubican los microfonos y dónde, los
amplificadores. Todos estos factores tienen gran influencia en el resultado
final.
En ese momento no sabia todo esto, pero estoy feliz de no haber
modificado el amplificador o la guitarra durante las sesiones de Appetite –
estaba bien así nomas. Pero ahora entiendo por qué nunca más pude
recrear exactamente el sonido de ese disco. Se requiere algo más que el
mismo equipo seteado de la misma manera en la misma sala porque –
creeme- que lo he intentado muchas veces. Hubo mucho interes en los
instrumentos y los aspectos tecnicos del amplificador que se utilizó para
Appetite, pero nunca se volvio a repetir. De hecho, intenté tocar con un
Marshall modificado –identico a aquel- con la misma guitarra, pero no
obtuve el mismo sonido. No podria haberlo hecho nunca, porque no
estaba en el mismo estudio bajo las mismas condiciones. Esas sesiones
fueron únicas e irrepetibles.

Hice una cancion por dia. Llegaba al estudio, me preparaba un café y


luego un Jack Daniels –O era un Jack Daniels y luego un café?- y me ponia
a trabajar. La parte de Izzy se grabó de una sola vez –de ninguna manera
vendría a grabarla de nuevo y aparte, no era necesario: su interpretacion
es tan sutil y precisa –simplemente es la escencia de una buena guitarra
ritmica-, que perder tiempo en eso, o grabar encima de las canciones en
vivo, es algo tonto.
Basicamente, Izzy interpretaba la base, el corazon de la cancion, sin
importar quien era el autor; si tomaras una de nuestras canciones y quitaras
todos los demas instrumentos, escucharías lo simple y grandiosa que es la
guitarra de Izzy, y apreciarias su talento y estilo al tocar.
En conjunto, toda la banda tenia un modo simple –pero efectivo- de tocar
todos juntos. Steven miraría mi pie izquierdo para determinar el tempo y a
Duff para que acoplara el bajo -esos dos tenian una relacion
verdaderamente cohesiva: se comunicaban mutuamente los cambios y
sutilezas de cada cancion con sólo una mirada-, mientras que Izzy zapaba
sobre los riffs que yo tocaba junto a Duff de la siguiente manera: Duff y yo
interpretabamos diferentes riffs, nota a nota, al estilo Led Zeppelin en tanto
Izzy probaba difentes esquemas de acordes simples que no cayeran sobre
la primera nota o la nota fuerte del compas, que rellenaban y
completaban la cancion. Izzy marcaba las partes debiles y el resto, las
fuertes. Eso hacia que los temas de la banda tuvieran un sonido complejo y
parecieran dificiles de tocar, pero en el fondo eran de muy facil ejecución.
La primera cancion con la que trabajé con mi nueva dupla Les
Paul/Marshall fue “Think About You” y la ultima fue “Paradise City”. Duff
estuvo conmigo allí todos los dias, porque como no consumia drogas,
rebrotó mi amor por la bebida y podria decirse que me entregué
sinceramente al alcohol con total desenfreno, asi que Duff era mi nuevo
„compañero de copas‟. Lo pasaba a buscar por el departamento que
compartia con Katerina, que estaba ubicado en Crescent Heights; y
llegabamos al estudio al mediodia. Él se quedaba escuchando la sesion y
al finalizar mi tarea, al anochecer, salíamos a buscar problemas en
Hollywood y divertirnos todas las noches. En ese entonces, Cathouse era el
lugar indicado para ir a buscar problemas... y encontrarlos muy facilmente.
Cathouse funcionaba en lo que antes era Oscos‟s, la ridicula discoteca
que aparece en la pelicula “Thank God, It‟s Friday”. Cuando era chico,
recuerdo a „Osco‟s‟ como el punto de encuentro para gente que estaba
muy loca; pero nada más porque nunca fui allí; me bastaba con observar
desde la vereda de enfrente a los hombres vestidos con pantalon sport y
saco haciendo juego, camisas de seda, cinturones angostos, y zapatos
lustrados; y a las chicas luciendo impactantes vestidos de seda rojos,
azules, o amarillos; todos ellos desparramados, entrando y saliendo de la
disco.
En ese entonces, el aspecto del lugar era diferente, pero ahora era
nuestro. Cathouse se convirtió casi en nuestro club, aunque al principio
nadie se percató de eso. Fue como si ya hubieramos tenido una mesa
reservada en el Vip, pero nadie nos aviso.
Eramos timidos, mansos y callados cuando empezamos a ir a Cathouse
hasta que nos dimos cuenta que su dueño, Riki Rachtman, queria
realmente que estemos allí. Cuando descubrimos que nos bancaban
cualquier cosa en ese lugar, cambiamos nuestra actitud y nos
transformamos en un par de locos descontrolados; fue como si tuviesemos
via libre para hacer lo que quisieramos. Era popular por romper botellas de
cerveza sobre mi cabeza sin razon aparente, o sólo porque tenia ganas; y
tambien me gustaba bajar las escaleras de la entrada parado de manos
mientras estaba repleta de gente queriendo entrar al lugar. Mirar el
programa “Jackass” me pone nervioso, nunca me atravesé la mejilla con
un anzuelo pero definitivamente tenia esa mentalidad en aquel entonces.
Me acuerdo cuando una noche Mike Clink de una forma muy educada
nos pregunto si podia sumarse al grupo y pasar un rato con nosotros allí:
Resulto ser una especie de cita o primera salida con la chica que más
adelante se convertiria en su esposa. Puse lo mejor de mí para portarme
bien y entablar una conversacion, pero al retirarme, mientras me alejaba
con un andar similar a Sid Vicious tropezé y caí sobre un ventanal con un
enorme panel de vidrio que se hizo trizas encima de mí.
Cathouse se transformo en nuestro refugio en las instancias finales de la
grabacion de Appetite. Pude conocer a Nikki Sixx porque él tambien era
un cliente asiduo. Tambien me encontré con Yvonne allí. Era tan relevante
para nosotros que hasta Axl fue, lo que logro atraer la atencion un poco
mas- y nos pusimos muy contentos porque él no solia ir con nosotros a
clubes o bares. Duff, Izzy y yo eramos ratas de albañal; Axl era mas
sofisticado, y tenia otra forma de proceder, otros limites; o por lo menos no
terminaba desmayado e inconsciente como nosotros.
Casi todas las noches, salia de Cathouse y terminaba en la casa de
alguien; y casi siempre era alguien que no conocia. Muy frecuentemente,
chicas, que con suerte me dejarian ducharme alli a la mañana siguiente
antes de pasar a buscar a Duff e ir al estudio en nuestra camioneta
alquilada y ponerme a trabajan en la proxima cancion. Así era mi vida; no
tenia dinero en ese momento y tenia que arreglarmelas de alguna
manera. Almorzaba en Taco Bell a cargo de Take 1. Duff y yo estabamos
en bancarrota, asi que antes de ir a Cathouse y engañar a alguien para
obtener canilla libre de alcohol durante toda la noche, pasabamos por Mc
Donals a canjear los cupones -con la compra te daban unas raspaditas
con las que ganabas una ración de papas fritas, una Coca, o una
hamburguesa- y entre todos armar un menu. El McRib estaba en
promoción, asi que empece a preferir ese combo –la publicidad decia
“Mac The Knife”-. Juntabamos nuestros recursos –los pocos que teniamos- y
planeabamos una comida medianamente decente; luego regresabamos
rapidamente a Hollywood.
Otro de mis pasatiempos era volcar todas mis frustraciones en la
camioneta que Alan nos proveyo. Sin ton ni son, rompia las ventanas, los
espejos –cualquier elemento de vidrio estaba en peligro cerca mio. Me
estrellé contra una cerca sumamente resitente y destruí las dos cosas: la
cerca y el tren delantero del vehiculo. Trataba a esas cosas como si fueran
arietes. Si nos conseguian una camioneta nueva, yo romperia los focos
delanteros incluso antes de haberme sentado al volante.
Una noche alcancé a una chica hasta su casa en Edinburgh y Santa
Monica, pensando que quizá obtendria algo más. Lo proximo que supe fue
que eran las ocho de la mañana, que estaba estacionado en doble fila,
que habia palmado al volante, que las luces estaban encendidas y la
puerta del copiloto, abierta de par en par. Aparentemente me quede
dormido ahí sentado y ella me dejo seguir durmiendo y se fue. Fue
divertido sólo porque no me atraparon. Recuerdo haberme despertado,
mirar alrededor, tomar conciencia de la situacion y salir corriendo de ahí.
No sé cómo carajo pude salir impune de esa situacion.
Una de esas camionetas aparece en una foto que Robert John me tomó;
tambien ahí aparece la otra guitarra que utilice en Appetite: una Gibson
SG 1960 que le pedi prestada a Howie, de “Guitars R Us”, que sonaba
barbaro en el estudio y que la use en “My Michelle”. De todos modos,
decidi arrojarla por el agujero que habia hecho previamente en el
parabrisas de la camioneta –le pegué una patada desde adentro-,
solamente para divertir a Robert.
Mi forma de uso –o abuso- de vehiculos, nos hizo familiarizar con diferentes
empresas de alquiler, en diferentes lugares: Hertz, Budget, Avis.
Conociamos todas compañías en un radio de 8 km. Lo que haciamos era
esto: retirabamos la camioneta, la destruiamos en un termino de 2 dias o
un poco mas, y despues la devolviamos de madrugada –la dejaba en la
playa de estacionamiento, con las llaves puestas. Luego, ibamos a otro
lugar y elegiamos una nueva.
En un momento, Alan tuvo que apartarme del puesto de chofer.
“Me terminan de llamar de Budget”, me dijo muy enojado. “El gerente me
pidio que fuera para allá. Le pregunté por qué y me dijo que necesitaba
ver el estado del vehiculo para poder entender la magnitud del problema.
Y tuve que darle la razon”.
“Ah... si?”, respondi con cierto orgullo. “Estaba muy rota?”
“Sí!, pero eso no era todo”, me respondio. “El gerente me sermoneó
durante una hora mientras me mostraba uno por uno los daños producidos
a la camioneta y luego me pregunto si tenia idea con qué gente clase
estaba tratando, con qué clase de psicopatas delincuentes esta
involucrado; y despues de ver cómo quedo esa camioneta, no estoy
seguro de saberlo.”
Qué queres que te diga?! Las camionetas eran como hoteles moviles –
tenian mucho uso y desgaste. En ese entonces, ni conocia una habitacion
de hotel: Todas mis pertenencias estaban guardadas en un cuarto del
estudio. Todos los dias iba allí despues de haber deambulado por
Hollywood la noche anterior, a cambiarme la ropa; y trataba de ducharme
en el lugar donde habia ido a dormir. Ese lugar fue el armario más grande
que tuve; y es donde tomamos la foto que aparece en el interior de
Appetite. Me encantaba quedarme ahí; era un sitio lindo y tranquilo, como
un santuario para mí; y el único lugar con el que contaba.
Desafortunadamente, la gente de Take 1 no me dejaba dormir allí, porque
decia que no era seguro, pero sabes qué?; nunca les creí.
Sólo dos cosas fueron dificiles para mi, en todo el proceso de grabacion
del disco: Una fue el „solo‟ del final de “Paradise City”, que siempre fue facil
en vivo, pero en la version final debia durar 30 segundos exactamente, asi
que no se me hizo facil empaquetar toda la emocion en tan poco tiempo,
y cuando se encendio la luz roja, permanecí inmovil y asustado como si me
hubieran amenazado con un arma. Recuerdo que trate y fallé tantas
veces que me sentí totalmente frustrado y terminé retirandome del estudio
muy decepcionado. A la mañana siguiente, más despabilado, volvi a
intentarlo y finalmente lo hice. La otra fue “Sweet Child o mine”: Steven
miraba mi pie para determinar el tempo, pero en esta cancion yo tendria
que que seguir el suyo y contar para no perder el ritmo porque el riff
precede a la bateria. No habia ningun golpe de platillos al principio y no
habiamos grabado la pista con el sonido de los pulsos, asi que tuve que
adivinarlos: trate de anticipar el comienzo de la cancion, rogando haber
contado bien los pasos de manera que, al iniciar el punteo, el tiempo fuera
el correcto. Esto fue anterior al proceso digital de grabacion, de modo que
no habia nada que me guiara. Tomo un tiempo, se hicieron muchas tomas,
pero finalmente lo logramos. Aparte de eso, el album se armo muy rapido y
todo surgio muy naturalmente; asi tenia que ser...y asi fue.
Una vez terminado mi trabajo en Take 1, tuve que encontrar otro lugar
para guardar mis pertenencias y, en teoria, a mi mísmo; de modo que me
fui con mi amigo Todd Crew de “Jetboy”, que se habia mudado de San
Francisco a Los Angeles. Él vivia con su novia, “Girl” y una compañera,
Samantha, quien tenía los senos más grandes que vi en mi vida en un
cuerpo muy pequeñito; eso era suficiente para pensar, por un instante,
transformarme en hombre de una sola mujer. Nos divertiamos mucho;
eramos cuatro payasos ridiculos: visitabamos Cathouse todas las noches,
bebiamos en demasia, quedabamos completamente borrachos y nuestro
comportamiento extremadamente animado y festivo, a menudo,
resultaba ser muy molesto para el resto de los clientes.
El circuito se repitio por semanas; mientras Axl ponia su voz a las canciones.

Cuando el proceso de grabacion finalizó, llego el momento de las mezclas.


Tom Zutaut me llevo a New York –era mi primera visita- para presentarme
algunos candidatos al puesto y gente popular de la industria en la Costa
Este. Tom amaba la ostentacion: le gustaba mostrar a sus elegidos, los lujos
de la primera clase, le gustaba mostrar cuán importante era en el negocio
de la musica –creo que éste fue el móvil del viaje, mas que encontrar un
equipo de tecnicos de sonido. Conoci a Rick Rubin, a quien le estaba
yendo muy bien con Run-DMC, con su discografica Def Jam y con su
nueva adquisicion, los Beastie Boys. Rick nos invitó a comer a su restorant
favorito, “White Castle” en Queens. Era una persona increible; hablamos
mucho de musica, de los discos que nos gustaban y un monton de cosas
más porque previamente habia rechazado nuestra propuesta. Mucha
gente lo hizo y una vez mas...se lamentaron despues.
En ese viaje tambien conocí a Steve Thompson y Michael Barbiero, quienes
finalemente aceptaron trabajar con nosotros. Hicieron la mezcla de “Mr
Brownstone” mientras estabamos con ellos en New York y luego la
reenviamos al resto de la banda. Al mismo tiempo, Alan Niven tambien
mezclo “Mr. Brownstone” porque queria intentarlo; su versión no era mala –
me acuerdo que a Izzy le gustaba mucho, pero la del duo Thompson-
Barbiero era mucho más provocadora y desafiante. El uso de tonos medios
encajo perfectamente con el sonido del grupo. Su version fuera mas dura,
corajuda, mezquina; tenia una buena interaccion en las guitarras, mientras
que la version de Alan era mas lineal, bidimensional y vacia.
Nos tomamos dos semanas para hacer la mezcla del disco; entonces Axl,
Izzy y yo, junto con Alan Niven y Tom Zutaut volvimos a New York y nos
quedamos allí hasta que se terminara el proceso. Nos hospedamos en el
hotel Meridien, que estaba ubicado cerca del centro de la ciudad. Tom
tenia su propio cuarto, Izzy compartía otro con Alan y Axl compartia otro
conmigo. En ese momento, tenia una muñeca rota y un brazo enyesado -
heridas obtenidas en un viaje reciente a Seattle: Estabamos en una fiesta
en casa de Donner, un amigo de Duff. La fiesta era un descontrol. En un
momento, en medio del alboroto, conocí una chica y mientras estaba
teniendo sexo con ella, el tocadiscos empezo a saltar; me estaba
arruinando el momento!, asi que lo derribe de una trompada –se ve que
pegue demasiado fuerte-, para que se detuviera.
De todos modos, el yeso no me prohibiria trenzarme con Alan a las piñas y
destruir la habitacion del hotel en su totalidad durante los primeros dias en
New York. Ni siquiera me acuerdo qué inicio la pelea –estoy seguro que fue
porque estaba enojado y borracho; y porque Alan era como un gran oso
al que queria enfrentar y hacer un tackle. Luego desperté con moretones
en la cara y en el pecho –aparentemente perdí la contienda.
Nuestra amiga stripper Adrianna Smith, coincidio con nosotros en ese viaje.
Ella estaba en la Costa Este visitando unos amigos que vivian en Alphabet
City. Fue bueno que estuviera allí, porque Adrianna era una persona muy
alegre, amante de las fiestas, pero cuando Axl logro meterla en su cama
tuve que soportar escucharlos tener sexo durante toda la noche –él y yo
compartiamos la habitacion-. Adrianna es muy expresiva, verborragica,
ruidosa; asi que opté por pasar las noches fuera del hotel y regresar lo más
tarde posible.
Una de esas noches, Steve Thompson me llevo a China Club, que era el
arquetipo de la vida nocturna de New York en los años ‟80: Mucha
cocaina, no de muy buena calidad, y demasiado costosa. Estaba ahí
vestido con pantalones de cuero, campera de cuero, botas tejanas y
galera; en medio de un monton de los tipicos neoyorquinos que te dicen
“Iou, como estas?” todo el tiempo y tratan de impresionase unos a otros
con sus caros blazers italianos y la bolsita de coca que tienen en el bolsillo.
Steve, por supuesto estaba bastante conectado con esa escena –despues
de todo, él estaba en el negocio de la musica.
Cuando me cansé de ese lugar, me fui sin decir nada a nadie como
muchas veces suelo hacer. Este comportamiento me trajo problemas antes
–por ejemplo cuando opté por pasear por la zona rural de Canada-
porque generalmente terminé perdido, como en este caso: este club
estaba en los alrededores del centro de New York, a menos de 10 cuadras
del hotel, pero a las cuatro de la madrugada tomé por el camino
equivocado y deambulé por una ciudad que no me era familiar. Fue
surrealista: recorri Broadway, Houston Street, hasta Avenue C. y mas o
menos a las 9 de la mañana, no sé cómo, llegué al hotel. New York no es
“la ciudad que nunca duerme”; en el camino encontré calles totalmente a
oscuras, sin nadie alrededor excepto algunos vagabundos. A medida que
me alejaba del bullicio, y la ciudad se tranquilizaba, me sentía más, y más
sólo. Muchas escenas de peliculas venian a mi mente mientras observaba
el entorno, los edificios, las calles; me parecian conocidas y a la vez,
desconocidas. Cuando al final, admití que no tenia ni idea adonde iba,
pude ubicarme y empecé a reconocer ciertas señales y carteles y, sin
darme cuenta, encontré el hotel. Como de costumbre, no habia ninguna
fiesta de bienvenida: cuando entré a la habitacion, Axl y Adrianna
estaban dormidos.
La mezcla del disco fue una experiencia increíble. Por primera vez ví cómo
se hacia y aprendí el proceso de manipulacion de sonido; y hoy, mirando
atrás, puedo decir que esa tecnologia digital cambio la industria
discografica para siempre y me siento privilegiado de haber hecho un
disco y participado en el proceso de mezcla antes que todo evolucionara.
No habia interfaces automaticas en ese entonces; Thompson y Barbiero
trabajaban los fundidos de forma manual, haciendo pequeños ajustes en
los diferentes canales, de acuerdo a nuestros requerimientos, cada vez
que escuchabamos las pistas. Los dos eran estupendos; tenían un sistema,
un método de trabajo; habia casi un lenguaje secreto entre ellos. Steve era
una persona energica y espontanea; Michael era más resevado, analitico
y mesurado. Se sacaban de quicio mutuamente, lo que potenciaba su
creatividad, de alguna manera. Su modo de trabajo era: Barbiero
preparaba la parte basica de la mezcla –bajo, percusion, etc; y las
equalizaciones de cada uno de ellos-, luego Steve los pasaba al mismo
tiempo que nivelaba las guitarras y la voz en cada fragmento de la
cancion. Él se encargó de la parte dinamica del disco, mientras que
Barbiero le dio solidez y calidad sonora.
Como el procedimiento era totalmente manual y se hacia sobre la
marcha, mientras se reproducia la cancion, todo tenia que hacerse de
una sola vez: Se iniciaba el pasaje, empezaba la cancion, y ellos
comenzaban su trabajo a cuatro manos sobre las consolas, saltando de un
lado a otro de la mesa de mezclas, ajustando los diferentes controles y
supervisando el fundido en tiempo real, mientras sonaba la canción. Si
cometían algún error, tenían que volver a hacer todo de nuevo. Y lo mejor
de todo, nos tenían a todos nosotros sentados en la sala de control, a la
espera de los resultados.
Uno de los episodios mas graciosos fue cuando Izzy se levantó de buen
humor, muy temprano a la mañana, y pasó por el estudio a revisar la
mezcla de “Sweet child o mine”. Nos embauco a todos. Normalmente
empezaban a trabajar al mediodía y tendrian el tema terminado a las
cuatro de la tarde. Ese día, Izzy nos llamó alrededor de una de la tarde y
nos pidio que fueramos al estudio inmediatamente porque la cancion ya
estaba terminada y sonaba barbaro. Cuando llegué allí, lo primero que vi
fue la expresion en cara de Mike Barbiero: estaba desorbitado; parecía un
preso al que habrian interrogado la noche entera. Nos mostro la cancion, y
era ridicula: se escuchaba la guitarra de Izzy y la voz de Axl; lo demas era
casi insignificante. Apenas se eschuchaban las baterias, el bajo era
inexistente, y mi guitarra aparecia sólo al principio y en el „solo‟. Digamos
que Izzy tenia un modo más relajado de ver las cosas y esto demostraba su
punto de vista. Obviamente, nosotros volvimos a hacerlo.
Cuando mezclamos “Rocket Queen”, Axl sintio que algo faltaba; que el
puente necesitaba algo más para elevar el drama. Sugirió que él y
Adrianna Smith, -que ese dia se encontraba con nosotros en el estudio-,
tuvieran sexo en la sala asi podriamos grabar su „interpretacion‟, para
luego incluirla en el quiebre de la canción. Habiamos estado bebiendo
mucho Jack Daniels durante todo el tia, por lo que esto nos parecia lo más
natural del mundo. Yo estaba a favor de la idea; sabia que ella era capaz
de hacerlo –vocalmente capaz- ya que habia pasado tres noches sin
dormir por culpa de su extrema expresividad. Asi que encendimos unas
velas para crear cierto ambiente, y dejamos que Axl y Adrianna se
pusieran comodos en la sala, sobre la tarima de la bateria; nosotros
grabamos a Adrianna en todo su esplendor. Que lo disfrutes! –todo esta allí,
en la version final. El quiebre de esa cancion lo dijo todo; no habia otra
cancion mejor para cerrar el album; era el testimonio más revelador de
nuestra vida que, en ese momento, pudieramos regalar a nuestros fans.

Alan Niven siempre estaba pensando como sacar provecho a nuestro


favor de cada situacion. Corria la voz, generaba alboroto, espectativa –
era excelente en este area-. Mientras el album era masterizado y
preparado para salir a la venta, Alan nos puso a ensayar y nos consiguio
tres fechas para shows, en Marquee, en Londres; y tambien algunas
entrevistas. Hizo todo lo posible para que GNR fuese conocido en
Inglaterra, previo a los shows; lo que fue una movida muy inteligente de su
parte. De todos modos, antes de que pudieramos viajar, tenia que
conseguir una nueva tarjeta de residencia permanente, porque la habia
perdido recientemente: Dejé mi agenda negra, donde guardaba todos
mis papeles importantes, apoyada sobre la camioneta, una noche que sali
con Duff, luego de los ensayos; la apoyé en el techo, me subi a la
camioneta, arranque el motor, y todos mis papeles terminaron esparcidos
por Santa Monica Boulevard. Pude recuperar la gran mayoria de ellos pero
lo unico que no encontre fue mi tarjeta de residencia –posiblemente haya
algun inmigrante ilegal caminando por Los Angeles con el nombre Saul
Hudson. Si es así, espero que mi nombre le haya sido útil.
Cometi un error al ir con Todd Crew y West Arkeen a la oficina de
inmigracion, cuando fui a pedir mi tarjeta. Te atienden por orden de
llegada asi que despues de tres dias de esperar y no lograr ser atendido,
necesitaba compañía. Llegamos a las cuatro de la mañana para
asegurarme un lugar entre los primeros y estabamos tan borrachos que
perdiamos el equilibrio al caminar como los Keystone Kops. Habiamos
llevado bebidas alcoholicas para el camino y por supuesto, cuando abrio
la oficina eramos un desastre de personas. Todd casi va preso por ponerse
a jugar con un planta artificial en el pasillo mientras me guardaba un lugar
en la fila, y esto puso muy fastidiosa al resto de la gente.
Llegamos a Inglaterra y nos alojamos en dos departamentos: Axl, Izzy y
Alan ocuparon uno de ellos, y Duff, Steven y yo, el otro. Conseguimos un
manager de gira, Colin y arribamos allí una semana antes de los shows
para ensayar y hacer prensa. El departamento estaba ubicado en
Kensington Hight Street, muy lejos del Soho. No era del todo un barrio de
rock-and-roll, lo unico que podias hacer allí era ir a embriagarte al pub de
la esquina; cosa que por supuesto, hicimos. Me hizo acordar a nuestro
periodo en Canoga Park; buscamos por todos lados pero no encontramos
un lugar adecuado a nosotros. Excepto que, en Londres, nadie nos presto
demasiada atencion.
En Londres nos encontramos con Todd Crew y Del James, lo que acelero el
ritmo considerablemente.
Todd Crew tenia pasajes a Paris que sus padres le habian dado como
regalo por haber terminado sus estudios. La apariencias engañan: a simple
vista, estaba quemado, pero Todd tenia titulo universitario y muy buenas
calificaciones; simplemente tomo otro camino. Él y Del James usaron esos
pasajes: eran dos pelilargos rockeros extranjeros, totalmente perdidos en
Francia, viviendo su propia version de “European Vacation”. Luego de un
par de días, se tomaron el ferry y luego el tren, y se quedaron con nosotros.
Ellos eran dos norteamericanos rebeldes tratando de ir de Paris a Londres,
en taxi, tren o ferry. Del solia llamar a los tipos como él y como yo,
“trotamundos”. Ni siquiera sé como esos dos trotamundos pudieron hallar la
forma de regresar de Paris a Londres, sin conocer el pais.
Un dia “normal” para nosotros, en Londres consistia en juntarnos a ensayar
y luego ir a cualquier negocio de ropa del lugar, porque eso era lo unico
que habia para hacer allí. En una oportunidad, Johnny, mi tecnico de
guitarras, me llevo a una casa de musica realmente buena. Me presentó
de tal manera que me hizo parecer importante: Yo era Slash, el guitarrista
de Guns n‟ Roses, la gran banda de rock proveniente de Los Angeles.
Mientras él hablaba con el dueño de la tienda y trataba de convercerlo
de la popularidad de la banda, yo me senté en el suelo para estar más
comodo y me quede dormido ahí no más, y ellos tuvieron que cargarme.
Aparentemente esta situacion causo impacto en la prensa inglesa y dio
pie a que me apodaran de mil maneras diferentes: “Slash Crash” y
“Slashed”, entre otros; en el sentido de estar abatido, o al borde del
colapso, o flagelado por mi borrachera. Gané cierta reputacion en
Londres por esto; la legendaria reputacion que poseo –y no se por qué.
Cuando regresaron nuestros amigos, empezamos a divertirnos más
intensamente. Bebíamos en todos los bares que encontrabamos, nos
juntabamos a practicar un par de horas y luego volviamos a los bares para
seguir bebiendo hasta que éste cerrara sus puertas. No armamos tanto
alboroto ni destruimos tanto como en otras oportunidades; por ejemplo en
Valley, porque no habia nada que pudieramos hacer para ponerle un
poco mas de vida a la Kensington High Street. Sòlo podias caminar por las
calles y observar sus parques y jardines meticulosamente arreglados. Todo
el dia era así; este comportamiento era ejemplificador para nosotros.
La sala de ensayo tenia la misma atmosfera de Londres. En un lugar tan
pulcro como ese, en un barrio tan perfecto y ordenado como ese, no te
sentís bien destrozando cosas; el entorno hace que te comportes diferente:
de alguna manera, te obliga a beber responsablemente y a ser amable y
respetuoso.
Al llegar a Soho y más alla, nos sentimos más a gusto. Una noche Duff y yo
vimos tocar a un grupo (no me acuerdo su nombre) en “Town and
Country”; el lugar era una especie de garage reformado ubicado en un
punto lejano del este de Londres.
Estabamos borrachos cuando llegamos al lugar y salimos de él, aun más
borrachos y nunca nos tomamos un momento para pensar que tendriamos
problemas para regresar a casa al terminar el recital. Por el horario, ya no
habia trenes y estoy seguro que, habria buses pero nosotros no sabiamos
nada al respecto. Empezamos a caminar tratando simplemente de
orientarnos, buscando, infructuosamente, un taxi. Y por supuesto, comenzo
a llover.
No me agradaba para nada la situacion y aparentemente me puse tan
agresivo, que ahí nomas, a una pocas cuadras de nuestro destino final,
Duff creyo que era necesario „ponerme los puntos‟. No fue -exactamente-
una pelea a las piñas pero sí hubo un intercambio de palabras. No sé
cómo fue que llegamos a casa, no recuerdo haberme dormido luego de
nuestro altercado; no recuerdo nada. De alguna manera volvimos al
departamento donde Del nos estaba esperando. A Del le gustaba sacar
fotos a sus amigos en situaciones comprometidas, asi que me enteré por
fotografias que dormi durante gran parte de la mañana siguiente, sobre
mis manos y rodillas, con las botas puestas y la cabeza hundida en el
extremo del sillon. Mi galera se habia empapado con la lluvia, pero me
aferré a ella –quedo allí, amontonada a mi lado- y durante el resto del
viaje, fui como un cachorrito maltratado: “Que?!.. Sin galera?!”
Una de las excursiones mas extrañas de las semanas anteriores a los shows,
fue un domingo que nadie se ocupo de decirnos que era „off-license‟, lo
que quiere decir que ni las licorerias, ni los pubs, ni los almacenes estaban
habilitados a vender bebidas alcoholicas. Por supuesto siempre hay
excepciones; siempre encontrás a alguien que no cumple con la ley, pero
ese día se cortó todo para nosotros porque nadie se congració con
nuestra causa en el recatado ambiente de Kensington High Street. En
nuestra recorrida en busca de un pub que estuviese abierto, acumulamos
varios disidentes rezagados: una extraña joven fan de rock, muy timida y
de alguna manera, ausente. Ella se entendio con nosotros y comenzo a
seguirnos dondequiera que fueramos. Ninguno estaba hablando mucho o
interactuando con ella; simplemente se nos prendió. No estabamos
seguros si era una fugitiva, una desamparada, una groupie, o si era
emocionalemente inestable, pero al llegar la noche estaba claro que
intentaria quedarse donde estuvieramos nosotros, porque parecia no tener
otro lugar adonde ir. Era inofensiva, asi que dejamos que nos acompañara.
Entre Del, Todd y todos nosotros habia un monton de gente durmiendo en
el piso del departamento, recostados por todos lados. Yo tambien dormi
en el piso y recuerdo que esta chica estaba presente en la misma
habitacion, antes de dormirme profundamente hasta perder la
conciencia. En algun punto de la noche, me desperté y me di cuenta que
me habia desabrochado el pantalon y estaba practicandome sexo oral.
Actué como si siguiera durmiendo; pero debo decir que no la detuve
porque era muy buena. A la mañana siguiente, ya se habia ido del
departamento y nunca más volví a verla.

Ensayamos en “John Henry‟s”, un famoso estudio donde tambien


ensayaban todos los han hecho un nombre de sí mismos. Es el equivalente
al “S.I.R” de Los Angeles, pero con la sensibilidad inglesa, es un poco más
„apropiado‟, por decirlo de alguna manera. Era un sitio muy ameno, con
muy buena vibra; los pasillos estaban llenos de racks de viaje que decian
MOTÖRHEAD, IRON MAIDEN, y THIN LIZZY. Decidimos gastar el escaso dinero
con el que contabamos (unos pocos pesos por persona) en el pub,
entonces atacariamos la cafeteria del estudio y pediriamos la mayor
cantidad cantidad de cafes, masas danesas y sandwiches que
pudieramos ingerir. Luego comprabamos algunas bolsas de papas fritas en
el negocio de la esquina y comiamos eso antes de invertir el resto del
dinero en tragos en el pub de la otra cuadra.
Los tres recitales fueron en el “Marquee Club”; el mismo lugar donde
anteriormente habian tocado The Who, David Bowie y Sex Pistols. El dia de
la presentacion; llegabamos, haciamos la prueba de sonido, y luego
pasabamos el resto de la tarde bebiendo con Duff en la puerta junto a los
curiosos ingleses que se habian quedado a ver. Despues de pasar una
semana en Kensington High Street, estabamos hambrientos de un poco de
la cultura de rock a la que estabamos acostumbrados. No estoy seguro si
fue esa misma tarde o al final del primer show que conoci a Sally, una
chica muy atractiva que, en ese entonces, habia salido en “Page Three”.
“Page Three” es una seccion del periodico ingles “The Sun” que publica
chicas –aspirantes a modelos- en traje de baño o ropa interior porque,
despues de todo, son dignas de salir en las noticias.
Estaba embelesado con Sally; me enamore inmediatamente. Ella hizo que
el resto de nuestra estadía fuera un poco mas divertido, porque tambien
conocia diferentes lugares donde podriamos ir. Visitamos un par de sitios
de rock en Soho: uno de ellos fue “Intrepid Fox” donde herí a Phill Magg, el
lider de UFO, con un vaso pero no recuerdo por qué; tambien pasamos un
rato con rato con mi heroe, Lemmy Kilmister. Toda la banda conoció a
Motörhead en ese viaje y esto hizo que fuera perfecto.
Los shows en “Marquee Club” fueron ruidosos, alocados, energicos, y
llamativos. Tengo muy gratos recuerdos de esos shows: Hicimos „Whole lotta
Rosie‟ de AC/DC y “Mama Kin” de Aerosmith, ademas de nuestro
repertorio original. En uno de esos shows tambien tocamos por primera vez
„Knocking on Heaven‟s Door‟ –la habiamos armado a nuestro antojo en la
prueba de sonido y muy rapidamente-. Siempre me encantó esa cancion,
y tambien me encantaba la version en vivo porque no era tan refinada
como la de “Use Your Illusion”.
Los show fueron lo suficiente buenos como para que, desde un principio,
no nos hayan considerado nunca de la misma liga de bandas glam de Los
Angeles que venian a Inglaterra; nos vieron como „algo más‟, que era lo
que siempre dijimos. Al final, creo que justificamos lo dicho..

Luego, regresamos a Los Angeles para dar los toques finales al album. Axl
nos habia traido la copia de una pintura de Robert Williams y acordamos
que ésa fuera la cubierta del disco: muestra la maniaca escena de un
robot a punto de vengar a una chica que habia sido violada, comiendose
a su atacante. Pensamos que era perfecta; tambien adoptamos el
nombre de esa pintura como titulo del disco: Appetite for Destruction.
Todo iba bien, el album salío como lo planeamos: con la pintura de
Williams en la tapa, y nadie tuvo problemas con eso. Como dije, todo
estaba bien hasta que Tipper Gore y su grupo de alcahuetes, PMRC
comenzo a llamarnos y presionarnos. Eran realmente efectivos, en aquel
momento, censurando musica pero a nosotros no nos importó; recibimos
con los brazos abiertos toda la controversia que Tipper pudiera
desparramar.
El deseo nos fue concedido: Geffen recibio tantas quejas que el album fue
censurado incluso antes de ser reservado por las cadenas nacionales de
disquerias.
Nos dijeron que la mayoria de las disquerias no lo comercializarian, y
muchas otras pidieron que envolvamos el disco en una bolsa de papel
marron a menos que modificaramos el arte de tapa.
Frente a esta situacion de no poder vender nada, justo cuando teniamos
algo para vender, en un rapto de sentido comun –verdaderamente
extraño en nosotros-, decidimos comprometernos a rediseñar la cubierta:
la pintura de Williams formo parte del cancionero del album.
Un tipo que conociamos de la Hell House hizo un dibujo de todos nosotros,
cual calaveras, sobre una cruz: era increible; nos gusto tanto que lo usamos
para la tapa de Appetite y Axl se lo tatuó en uno de sus brazos. Era un
diseño lo suficientemente bueno en tanto no estabamos contentos con
aceptar la derrota y hacer lo que se nos pidio, pero terminamos con algo
nuevo y que, realmente, nos encanto. De paso, te cuento que la primera
edicion del disco con la tapa original es un elemento de colección.
Como tengo cierta habilidad para el dibujo, siempre estuve muy
involucrado en el diseño de arte de la banda y sus posters. Recuerdo el dia
en el que tome unas cuantas revistas del tipo “Guns & Amno”, cuando
trabajaba en el puesto de diarios, me puse a buscar en ellas y encontre el
arma perfecta para copiar y armar nuestro logo. Me lleve el dibujo a casa
pero, al principio, no sabía como enlazar todo. Estaba viviendo con Ivonne
en ese momento. Una noche, despues de que ella y su madre se fueran a
descansar, estaba sentado en la mesa de la cocina cuando tuve la idea:
tome la foto del arma y la dibuje a mano alzada; luego dibuje otra,
atravesada; y le enrosque rosas alrededor. Este simple dibujo gustó y se
convirtió en el logo de la banda.
En cuanto nos pusimos de acuerdo con la nueva cubierta, quise ir a New
York a supervisar el arte del disco en su totalidad, como asi tambien
conocer a las personas encargadas de promocionar y comercializar las
remeras y a nuestro nuevo gerente de contrataciones, Bill Elson en ICM. Iba
a ser un viaje agitado...
En ese momento estaba saliendo con la actriz porno Lois Ayres, cuyo
trabajo apreciaba mucho y mientras que la shockeante naturaleza de su
performance disuadia a sus pretendientes, yo me sentia intrigado por él.
De un modo u otro, nos encontramos en L.A y estuve viviendo con ella un
tiempo. Cuando yo tenia programado un viaje a New York, justo sucedia
que ella tambien tenia que viajar ya que debia cumplir con algunas
presentaciones como invitada en un par de clubs de desnudistas en
Square Garden. Tenia reservas en el Milford Plaza en Eight Avenue y Forty-
fifth Street, asi que yo me quedé con ella cuando arribé a la ciudad.
Al segundo día, Louis me despertó a las 7 a.m.
Ring! Ring!
Ring! Ring!
Levanté el telefono y luego volví a colgarlo
Ring! Ring!
Ring! Ring!
Obviamente el telefono no iba a deternerse.
“Sí? Que?!”, grité
“Buenos dias, señor. Aquí hay un tal Todd Crew que necesita verlo”, dijo la
voz. Está bien si lo envio a su habitación?
“Uh...si, claro...seguro”, dije de un modo titubeante. No tenia idea qué
podría querer Todd a las siete de la mañana; nada menos que en New
York.
Aparentemente un amigo actor lo habia invitado a ir, a ultimo momento,
ya que necesitaba salir de Los Angeles, por su propio bien: Todd y su novia,
Girl se habian separado, lo que era un gran dilema –esos dos habian
estado juntos muchos años y eran, mas o menos, como un mismo ser.
Tambien sus compañeros, no sólo lo habian echado de la banda, porque
odiaban la idea que Todd pasara tanto tiempo con nosotros -pronto fue
reemplazado por Sam Yaffa –de Hanoi Rocks- sin mayor discusion- sino que
se habian quedado con todos sus instrumentos y equipos, y se negaban a
devolverselo.
Lo menos que puedo decir es que Todd no se sentia para nada bien.
Aparecio en la puerta de la habitacion, muy borracho, sosteniendo litro de
vodka mezclado con jugo de naranja, disimulado en una botella de
„Seven-Up‟ –soliamos llamar a esta bebida „Toad Venom‟-.
Ese dia, yo tenia un monton de reuniones programadas, a partir de las 10
de la mañana, en diferentes puntos de la ciudad; pero notaba que
tambien Todd necesitaba cierta atención: Girl no respondia sus llamadas,
se habia quedado sin banda, y de ninguna manera iba a dejarlo solo.
No tuve opcion; lo llevé a todas las reuniones, lo que fue un esfuerzo extra.
Unas pocas cuadras de distancia habia entre los puntos de encuentro de
una y otra reunion y planeé ir a pie a cada una de ellas –era un largo
camino para recorrer pero para mí, estaba bien-
Era un dia propio del mes de Julio; el calor era agobiante. Bajo estas
condiciones, Todd insistio en que antes de ir a las reuniones, lo
acompañara hasta Western Union –a diez cuadras de distancia del primer
destino- para conseguir algo de dinero; él estaba tan angustiado que
acepté su propuesta y hasta el dia de hoy, hubiera preferido no haberlo
hecho: si me hubiera rehusado a ir a Western Union con él, todo hubiese
terminado de otra manera porque Todd no habria contado con dinero
para gastar.
Salimos a la calle y tomamos el camino a Western Union; y como recien te
dije, Todd ya estaba desvastado en ese momento: se desmayaba en cada
parada que debimos hacer para dar paso a los autos; yo trate de
sostenerlo pero Todd era mas alto y mas grandote que yo, traté de guiarlo
para cruzar pero se caia en el medio de la calle, mientras un monton de
gente queria irse rápidamente a trabajar, ya que eran las ocho de la
mañana; él yacia en el suelo y la gente le pasaba por al lado,
esquivándolo. De esta manera, paso a paso, llegamos a Western Union y
Todd tomó su dinero; luego fuimos a mi primera reunion en Geffen;
arribamos 10 minutos tarde.
Deje a Todd en el palier del edificio y estoy seguro que la secretaria en ese
momento, todavia lo recuerda. Se quedo dormido en el sillón a los 10
minutos de estar bajo el aire acondicionado, asi que deje este grandulon
pelilargo, con tatuajes roncando allí y asustando a todos lo que,
desafortunadamente, tuvieron que esperar en ese lugar, ese dia, junto a él.
Cuando la reunion termino y era hora de irme, dos asistentes tuvieron que
cargar a Todd hasta el ascensor. Este pequeño descanso mejoro un poco
su estado; sólo un poco. Fue trabajoso transitar con él por la calle –era un
tipo dificil de maniobrar- pero asi y todo, lo lleve a todas mis reuniones: una
en Brokum para discutir el tema de las remeras y la otra en ICM, mientras
arrastraba un bajista borracho conmigo, actuando como si fuera un
elefante invisible en la oficina y nadie hacia mención a él; era como el
policia de “Up in Smoke”, que en el medio de la ruta trataba de dar
instrucciones a uno de los personajes mientras el otro se drogaba
alevosamente, en su cara.
Casi al mediodia, las reuniones ya habian terminado. Todd habia
recuperado un poco más la coherencia, pero definitivamente necesitaba
dormir una siesta, asi que pense llevarlo a Central Park y resolver el
problema –al menos podria dormir la mona en el pasto, bajo el sol-. Me las
arregle para ayudarlo a llegar hasta ahí y justo cuando estabamos por
entrar al parque nos encontramos con tres musicos de Los Angeles que
ambos conociamos. No recuerdo por qué estaban en New York pero
querian que los acompañaramos hasta el barrio Alphabet City a comprar
heroína. Todd estaba dispuesto a ir con ellos, pero yo no lo dejaria; ya
habia pasado un tiempo en ese infierno y no queria volver allí, de modo
que la idea no me interesaba en lo más minimo; ademas, ya tenia
antecedentes y correr el riego de que me arrestaran de nuevo,
simplemente no valia la pena.
Logre mantener mis demonios a raya sugiriendo comprar una botella de
Jim Beam y dar un paseo en carruaje por el parque; y eso fue lo que
hicimos. Era una escena por demas extraña: Todd, estos tres rockeros con
aire gotico, tatuajes y piercings, y yo haciendo turismo por Central Park en
temporada de verano. Lo completamos con un par de pizzas y luego, una
ronda de bebidas el Dive Bar de la zona. En la segunda ronda, resurgió el
tema de la heroína; hice todo lo que pude para poner frenos al asunto
pero fue inutil; no me hicieron caso. En este punto, mis problemas
personales pasaron a un segundo plano; sólo me preocupaba por el
bienestar de Todd: No me gusto cómo lo vi esa tarde e hice todo lo posible
para evitar que empeorara. Todd consumia heroína pero no era tan
experimentado; incluso si lo hubiera sido, él no estaba en condiciones de
andar jodiendo con drogas. Como dije, perdi por unanimidad: Todd
arregló que ellos fueran a comprar la droga por nosotros asi yo no corria
riesgos de ser arrestado. A decir verdad, yo tambien queria consumir. Nos
fuimos a un bar del centro de la ciudad, ubicado en East Village, sobre St.
Mark‟s Place, y aguardamos mientras ellos fueron por las drogas.
Terminamos todos juntos en la casa de un amigo de nuestros amigos,
llamado Chosei Funahara, que era el bajista de Plasmatics. Estreché su
mano pero no tuve oportunidad de hablar con él porque Todd estaba tan
desesperado por obtener su parte, que pasó al baño a los dos minutos de
haber llegado al departamento. Yo era bastante cauteloso con este tipo
de cosas, porque nunca sabés qué obtendrás cuando compras drogas en
la calle –siempre tenes que ser muy cuidadoso. En realidad, no queria
consumir eso pero probé un poco y despues de notar que era muy suave,
preparé una dosis para Todd y para mi.
Nos quedamos un rato allí y armamos planes para encontrarnos más tarde
en mi hotel; luego Todd y yo nos retiramos. Era el atardecer cuando
llegamos al Times Square, y mientras recorriamos la calle de los cines, y
miraba las marquesinas, decidi ir a ver “Jaws” en 3D. Todd acepto
acompañarme, despues de todo, lo único que él queria hacer realmente
era beber mas y mas alcohol. Compramos un pack de cervezas y las
ingresamos a escondidas en el teatro –esto puede sonar extraño en estos
dias, pero en 1987, el Times Square de New York era un lugar muy
particular: era el único cine que no mostraba pornografia y el único cine
que no le hubiera negado la entrada a dos muchachos que traian su
propia cerveza.
“Jaws” en 3D no fue una buena pelicula; y tampoco lo fue esa dosis de
heroína. Casi en la mitad de la pelicula, pude notar que no me sentia
„drogado‟ y que habia bebido dos o tres botellas de cerveza, y que Todd
se habia tomado todas las demás, una detrás de otra. Luego, abandono la
sala para llamar por telefono a su novia; estuvo afuera por un largo tiempo
y creí que era una buena señal –quiza estaban arreglando sus cosas-.
Desafortunadamente, éste no era el caso: cuando termino la pelicula
encontre a Todd junto a la cabina telefonica, totalmente deprimido
porque Girl lo habia rechazado, aparentemente, de una muy mala
manera.
Lo lleve a cuestas hasta mi hotel, haciendo todo lo que pude para que
mejorara y esperando que se calmara. Todd estaba muy angustiado pero
despues, logre tranquilizarlo; se recostó y poco a poco fue quedandose
dormido. Ahí fue cuando golpearon la puerta nuestros amigos de Central
Park, que tenian todo preparado para consumir heroína y pasar un par de
horas con nosotros. De repente, Todd mejoro y estaba ansioso por aceptar
la idea. Fue otra batalla perdida, porque yo tambien me sumé a la reunion
y me inyecté casi la totalidad de mi porcion porque tardaba en hacer
efecto. Al mismo tiempo estaba vigilando a Todd para asegurarme que no
se diera de más, porque habia estado bebiendo en exceso por casi 18
horas. No puedo decir con seguridad qué paso despues pero estoy casi
seguro que alguien más lo inyecto mientras yo no estaba observando;
alguien más de los que estuvieron allí esa noche. Lo que yo le dí no era lo
suficientemente fuerte para causar lo que sucedió.
Una hora despues –mas o menos- de que llegaron estos tipos, Todd se paró
en el medio de la habitacion, como apoyandose en uno de sus lados y
luego, colapsó. Respiraba muy despacio, no respondía, asi que lo lleve a la
bañera y lo mojé con agua muy fria. Lo sacudí, lo abofeteé; hice todo lo
posible para que se despertara; todo esto mientras los otros se rearmaron y
se retiraron de la habitacion sin pronunciar palabra.
Ahí estaba yo, con mi mejor amigo, Todd en mis brazos, en la bañera.
Estaba deseperado, al borde de la locura. Anteriormente habia tenido
sobredosis pero nunca habia visto a alguien con sobredosis, mucho menos
lo habia tenido arriba mio como en ese momento; nunca habia lidiado
con una cosa así. Hice todo lo que pude para que se mantuviera
consciente. Estaba confundido porque habia consumido casi el doble de
sustancia que Todd,-por lo que me enteré- y ni siquiera me sentia
„drogado‟; entonces comencé a preguntarme qué otra cosa tendría en su
cuerpo, que yo no sabía.
No sabía que carajo hacer. De pronto, Todd volvio en sí: no estaba del
todo consciente, pero respiraba y por un instante sus ojos parecian hacer
foco; me miro y luego obsevó alrededor. Su respiracion se normalizó y volvi
a sentirme bien. Lo sequé y lo lleve hasta la cama.
Me quedé a su lado, mirandolo respirar y despues llamé a nuestros amigos
en comun para contarles lo que estaba pasando, y tambien como una
forma de calmarme un poco. Tambien me comuniqué con la unica
persona que conocia en New York y en la que confiaba lo suficiente como
para confiarle esto: una chica llamada Shelley que trabajaba con Bill Elson
en ICM. Estaba dialogando con Shelley y observando con atencion a
Todd, cuando de repente dejo de respirar. Solté el telefono, lo sacudí
nuevamente, lo abofeteé mientras lo sostenia, golpeé su pecho -de la
desesperacion-, pero no respondía. Llamé al 911, luego eche un poco de
agua sobre él pero nada funcionó. No lo pude salvar: Todd murio en mis
brazos, a los 21 años de edad. Estaba emocionalmente desbordado:
miedo, panico, ansiedad. Todo. Y donde carajo estaban los paramedicos?
Cuando llegaron al hotel, despues de 40 minutos, ya no tenian nada qué
hacer. Subieron a la habitacion y observaron a Todd como si fuera una
bolsa de basura.
“A la mierda!” dijo uno de ellos, con un tono de voz demasiado elevado
para mi gusto. “Que es esto?!”
“Sí, ya sé” el otro respondio. Esto es estupido; este tipo lleva un rato muerto”
“No se para qué nos molestamos en venir hasta aca...menos mal que no
nos apuramos en llegar”
Se llevaron el cuerpo y me dejaron en la habitacion junto a su billetera, las
botas de cowboy y demas pertenencias de Todd. Cuando estaba
empezando a captar lo que habia pasado, llego la policia. Me
interrogaron, jugaron el rol de policia bueno – policia malo. Me
preguntaron dónde consiguió la droga, y dónde estaba la jeringa. Se
acomodaron en dos habitaciones del hotel, separada una de otra y me
tuvieron de aquí para allá por casi 3 horas. Cuando terminaron el
interrogatorio y estaban satisfechos con mi declaración, me dijeron que
tenia que presentarme al otro dia, las ocho de la mañana, en la estacion
de policia para firmar unos papeles y así poder retirar el cuerpo.
Ese testimonio solamente, era demasiado para mí; en cuanto se retiraron
los policias, salí a la calle y me sente en la vereda con la espalda apoyada
en la pared del hotel. Pasé horas preguntandome qué habia pasado,
cómo habia sucedido todo esto y vi salir el sol antes de encontrar
respuesta a mis preguntas. Era hora de despegarme de la vereda y volver
al hotel. Nunca en mi vida habia estado tan desorientado.
La estacion de policia estaba tan destartalada y desorganizada como la
de “Barney Miller”: Me presenté allí y firme lo que fuera que tuviera que
firmar -papeles y fichas tan impersonales como los formularios de equipaje
perdido-; luego, volví al hotel, muy aturdido.
Lois todavia no habia regresado desde la noche anterior; asi que me
recosté. Mientras estaba en la cama, escucho un golpe muy fuerte en mi
puerta -no era la mucama; esto era algo serio-: el gerente y el guardía de
seguridad del hotel aguardaban detrás de ella, para decirme no sólo que
Lois no regresaria sino que se habia excedido en la cuenta y que el hotel
no tenía intencion alguna de seguir contandome entre sus huepedes y
necesitaba dejar la habitacion.
Volví a mi lugar en la calle, y despues de un rato, sin saber a quién mas
llamar, llamé a Alan. Él arregló con Shelley para que fuera a su casa a
descansar un poco. Estaba exhausto, asi que apenas llegué allí, me quedé
dormido. Acto seguido, supe que Alan fue a la casa de Shelley para
asegurarse que estuviera bien y que regresara a Los Angeles sano y salvo.
Le estoy tremendamente agradecido por esto, porque realmente no me
encontraba en el mejor de los momentos; estaba como anesteciado,
aturdido, paralizado.
Fue lo peor que me habia pasado hasta ese momento; o lo peor que me
paso en toda mi vida. Todd era mi mejor amigo y habia muerto. Pero esto
no terminó ahí. Cuando fui a San Francisco para el funeral tuve que
soportar ser señalado por su familia y amigos integrantes de la banda –
obviamente estaban muy angustiados- como el responsable de su muerte.
El hermanastro de Todd y Del James eran amigos –él me conocia y
tambien pensaba que yo era culpable. Todo se puso realmente feo.
Incluso la familia de Todd contrato un investigador privado para que me
vigilara por un tiempo. Asi que, mientras todos haciamos nuestro duelo,
tuve que luchar con una enorme nube de acusaciones injustas porque, al
final yo fui el único que hizo todo lo posible por mantener vivo a Todd.
Fue un gran llamado de atencion: No sólo estuve cara a cara con la
realidad del estilo de vida voraz que tenia, sino que tambien aprendí que
vivir tan abiertamente y abrirte a las personas –incluso a las que más
confias- y ser sincero con ellas, te vuelve vulnerable y te convertis en un
blanco fácil para todos, hasta para los que mejor te conocen.

CAPITULO 8:
UN BUEN COMIENZO
Puedo decir una cosa acerca de lo más destacado de 1987, en terminos
musicales: ese año tuvo el estereotipo de los 80 más que el resto de las
decadas, todas juntas.
En 1987, “Livin on a Prayer” de Bon Jovi paso desde el 14 de febrero hasta
el 7 de marzo en el puesto numero uno en los charts –estuvo allí más
semanas que cualquier otro single en el año.
En 1987, Whitney Houston se convirtio en la primera artista solista femenina
en tener un album debut en el puesto numero uno. Robert Palmer gano el
Grammy en el rubro „Mejor interpretacion masculina de Rock‟ por
“Addicted to love” y „Eurythmics‟, en el rubro „Mejor interpretacion de un
grupo de Pop‟ por “Missionary Man”.
“Dirty Dancing” y “Three Men and a Baby” fueron las peliculas del año y
todas las canciones que se escuchaban en la radio eran empalagosas y
super producidas: Who`s that girl? de Madonna, “Big Time” de Peter
Gabriel, “Back in the High Life Again” de Steve Wirwood. La industria
discografica estaba plagada de malas ideas en 1987; ya se utilizaban CDs
pero los poderosos decidieron que los cassetes „single‟ serian el futuro,
entonces lanzaron en este formato „Heart of the Night‟ de Bryan Adams,
que resistió el paso del tiempo de la misma manera que lo hicieron los
cassetes „singles‟.
Y si hablamos de Hard Rock en 1987, “Permanent Vacation” marco el
regreso de Aerosmith a los escenarios, pero “Rag Doll” y “Dude (looks like
a lady)”, las canciones más reproducidas en las radios, eran debiles; les
faltaba fuerza. Tambien estaba “Here I go again” de Whitesnake, “Alone”
de Heart, “Once Bitten” de Great White, y Billy Idol con el cover de “Mony,
Mony”.
En el medio de todo esto aparecimos nosotros. Ni Guns n Roses, ni Appetite
for Destruction encajaba en los moldes preexistentes, en el paisaje musical
de 1987. Por mas que tuvieramos un disco en la calle; esto era como
síempre lo fue: teniamos que hacer nuestro propio espacio.

Appetite for Destruction fue lanzado al mercado el 21 de Julio de 1987, con


muy pocos bombos y platillos. Para ser amable, dire que era un hit en el
circuito underground; tuvo muy pocos seguidores y todo se fue
transmitiendo de boca en boca, como el disco de Metallica “Kill ‟em All”.
Ganamos nuestros primeros fans a partir de The Cult, luego que su lider, Ian
Astbury –que nos habia visto tocar en Marquee, en Londres; y que luego de
unos años me dijo que él supo desde un primer momento que seriamos
una banda importante- nos contratara como banda soporte durante los
dos meses que duraba la parte norteamericana de la gira de promocion
de su disco „Electric‟.
Ese album fue producido por Rick Rubin y significó para la banda, el
alejamiento de sus raices goticas. Tenia sentido que quisieran una banda
de hard-rock como Guns n Roses en su gira porque „Electric‟ sonaba como
si hubiera sido grabado en 1973. The Cult tenia muchos seguidores
alrededor del mundo en ese entonces y, aunque „Electric‟ seria el album
que los llevaria a la fama, no pegaron tanto en America. Habia escuchado
el disco por la chica con la que dormía en ese tiempo –las chicas eran
buenas averiguando qué era „cool‟ en ese momento porque parecian
estar al tanto de los nuevos discos de cada día-.
Antes de irnos de gira con The Cult, filmamos el video de “Welcome to the
Jungle”, que era primero que haciamos. Se filmó en dos dias. El primer dia
hicimos las tomas individuales: Axl bajando del bus, Izzy y Duff en la calle,
etc. Si pestañeas, probablemente te pierdas mi actuacion: Soy el borracho
sentado en la vereda que sostiene una botella de Jack Daniels escondida
en una bolsa de papel madera. La locacion elegida para esas escenas fue
La Brea, en el frente de un pequeño local que el director, Nigel Dick habia
encontrado. Yo estaba acostumbrado al largo y arduo proceso de filmar
videos: fui extra en un video de Michael Schenker, de una cancion de su
album „Assault Attack” en 1982.
En el curso de la tarde, mientras esperaba mi señal para grabar, me agarré
tremenda borrachera. Me parecía tan aburrido el constante ciclo de
„apresurarse y esperar‟-que es comun en cualquier fimacion, ya sea un
video o una pelicula- que cuando finalmente ellos estaban preparados
para rodar mis escenas, no tuve que actuarlas, ni posar; ese video capturó
el estado real en el que me encontraba en ese instante. Pasado un minuto
del „corten!‟ del director, me peleé con nuestro manager, Alan Niven: el
por qué, no lo recuerdo; tampoco él. Me enojé con Alan y discutimos;
luego terminé vagando por la ciudad, a la noche y haciendo dedo quién
sabe hasta cuándo.
La noche siguiente, filmamos en el Park Plaza Hotel, donde estaba situado
el Dale Gloria‟s Scream Club. Dale es una celebridad en la noche de Los
Angeles que ha sido dueña de gran variedad de clubs; Scream es el más
legendario. Este segundo día sería, nuevamente, un largo proceso, pero al
menos, hicimos las tomas de la banda tocando en vivo. Fue todo un
acontecimiento: primero tocamos en el set a puertas cerradas, luego
hicimos ingresar al publico y volvimos a interpretar la cancion tres veces
más, sin parar; fue muy divertido. Y eso es todo; asi fue como filmamos
nuestro primer video.
Uno o dos dias despues –quiza, una semana-, empezamos la gira con The
Cult: Duro dos meses, Agosto y Septiembre, y recorrimos Canadá, la costa
oeste y el sur de los Estados Unidos. Esa gira estuvo buenisima; no paso
nada de lo que usualmente sucede cuando la banda principal,
premeditadamente, sabotea a la banda soporte, perjudicando su sonido
asi cuando fuera su turno de subir al escenario, la banda principal causara
mayor impacto. Creo que The Cult esquivó este problema al elegir una
banda de Los Angeles, de la que nadie sabia demasiado. Fuera lo que
fuera, hubo gran camaradería entre ambas bandas. Ian y Axl se llevaron
muy bien, y Duff y yo salimos bastante con Stephen “Hagus” Harris. Asi y
todo, no estoy seguro que supieran en que se estaba metiendo cuando
nos contrataron. Pero, con certeza, puedo decir que esta pequeña
excursión confirmo mi pasion por las giras. Fue un comienzo bastante pobre
pero inició mi perdurable historia de amor con la ruta –todavia sigo siendo
un irremediable perro callejero-.
Otro patron que se mantuvo a lo largo de mi vida se asento tambien en
esta epoca: abandoné la heroína como un habito diario y comencé una
lenta transicion hacia la bebida. Ahora que estabamos trabajando,
previsiblemente reemplacé una adicción por otra; asi que deje las drogas
y empece a empinar el codo. Fue inocente de mi parte el pensar que era
muy valiente por haberme desintoxicado por mis propios medios y que no
tenia ningun problema de adiccion; la realidad era que yo no habia
cambiado en lo más minimo; sólo reemplacé una sustancia ilegal por otra
legal, ya que el alcohol era aceptado por todos. Se esperaba una faceta
como ésta en la vida cotidiana, en el ambito del rock, porque si bebía
mucho pero no me picaba, todos aquellos que formaban parte de mi
entorno lo aceptarian sin problemas. Como iban a saberlo ellos?!
De ahí en adelante, exceptuando algunos incidentes aislados, pasaron
varios años antes de volver a tener problemas serios con la heroína. Lo más
interesante es que en ese interin, mi punto de vista con respecto a esta
sustancia cambio drasticamente: poco tiempo despues fue como si no la
hubiese probado nunca. De alguna manera, me olvide totalmente y perdí
todo interes en ella, incluso cuando la gente a mi alrededor consumia en
mi presencia. Aún hoy no lo entiendo. Tóme la bebida como una forma de
estar constantemente drogado –si vale el término- aunque siempre estuve
muy atento a no exceder mis limites antes de salir a tocar.
Hace mucho tiempo, alguien me dijo que el mejor remedio para la resaca
es otro poco de alcohol –es como aplicar sobre tu herida, el pelo del perro
que te ha mordido y dejado la herida. Esa se volvio mi filosofia de vida,
porque realmente funcionaba; el unico problema era que durante este
periodo, estabamos siempre de fiesta y esto se volvio un ciclo que se
repetia una y otra vez: cada dia me despertaba con resaca, entonces me
preparaba un trago, y luego bebia en la fiesta de esa noche. En un
santiamen, las fiestas se volvieron turbias: bebia toda la noche hasta la
mañana, luego de la mañana a la noche siguiente, y luego de la noche
siguiente a la mañana del otro dia. No habia un solo día en el que no
bebiera porque generalmente teniamos fiestas todos los dias; y se volvio
parte de mi rutina diaria.

Durante la gira con The Cult, nos hopedamos en hoteles más baratos que
ellos, pero esto no nos impidio causar estragos en los suyos. Bastante
seguido, la noche terminaba con Duff y yo siendo echados, ya sea por el
personal del hotel o por la mismisima banda, y ambos teniamos que
enfrentar el desafio de volver a nuestro hotel, dondequiera que estuviera.
Una noche, estaba tan borracho que me dormí en el sofá del salon
principal del hotel donde se hospedaba The Cult y Duff me dejo allí. Me
desperté como a las cinco de la mañana, luego haberme orinado encima
mientras dormía. Para peor, no llevaba conmigo las llaves de mi habitacion
y no tenia idea dónde quedaba nuestro hotel. El personal de ese hotel no
me ayudo en lo más minimo, probablemente porque estaba empapado
en meos y olía muy mal. Me dirigí al exterior del hotel a resistir el invierno
canadiense. Hacia mucho frio y empecé a deambular, esperando
encontrar el camino. El unico hotel que vi al salir a la calle estaba bastante
lejos, pero afortunadamente para mí, ése resulto ser nuestro hotel; y aún
tuve más suerte de haber estado usando mis pantalones de cuero, porque
sino me hubiese congelado más de lo que realmente lo hice. Es un
beneficioso efecto colateral de los pantalones de cuero: si te haces pis
encima mientras los usas, resultan ser más ductiles y confortables que los
jeans.
Estaba tan contento de estar de gira por cualquier lugar con un motor
home de verdad, sin importar cuan feo o poco confiable que fuera. Como
banda, eramos como el equipo de las peliculas de deportes: los
subestimados, los menospreciados que estaban en desventaja: teniamos
equipos precarios de menor calidad, y algo de ropa en un bolso, pero
suficiente valor como para ganar el campeonato- eramos la version
rockera de “Slap Shot”. Incluso tocamos en canchas de hockey sobre
patines en Canada: El tour empezo en las provincias del este y siguió por la
costa oeste de Canadá; despues recorrimos el noroeste de los Estados
Unidos hasta el sur, pasando por California; luego Arizona y Texas hasta
Louisiana y la region del Delta del Mississippi. Fue un largo camino, una
verdadera expedicion.
En Canada, nada nos impactó, pero nosotros impactamos a todos los
canadienses. Muy a menudo, me sentia como si fueramos los Blues Brothers
en esa escena en la que van a tocar al „Country Bunker‟ y el publico les
arroja botellas de cerveza. Nosotros teniamos la misma actitud que ellos
frente al „no respaldo‟ de la gente cuando nos encontrabamos
inesperadamente en un ambiente hostil; lo cual estuvo bueno...porque lo
hicimos varias veces.
Incluso cuando no lo hicimos, los canadienses nos miraban de manera
extraña en cualquier lugar donde nos presentaramos. Nosotros
pensabamos que eramos normales, pero puede notar claramente que
para esta gente –y para otra gente tambien-, nuestra forma de proceder
no era normal, en absoluto. Eramos un par de maleducados que pensaban
que lo sabian todo y que en realidad, no sabian nada. Imagino que The
Cult nos veia como una maquina inestable e imprevisible: eramos
interesantes para algunos de ellos porque teniamos un timbre único; pero
tambien eramos una maquina que podria derrapar en cualquier
momento.
El cantante y lider de The Cult, Ian Astbury se divertía mucho al ver lo
explosivos que eramos; el disfrutaba eso; para él, eramos como fieras
voraces y todas las demas cualidades que los rockeros experimentados
anhelan o envidian. Ian tenia razon: eramos eso y mucho más –eramos
como una M80 en una lata de Coca-cola.
El guitarrista de The Cult, Billy Duffy, por otro lado, era indiferente: no le
interesabamos o simplemente no creía en nuestra postura. De todos
modos, la mayoria de las veces, pasaban un rato a ver el numerito que
montabamos.

Nos subimos al escenario cada noche e hicimos nuestro show, pero la


verdad es que nunca me sentí satisfecho con esas presentaciones. Todavia
no teniamos entidad suficiente como para hacer giras; todavia no eramos
profesionales experimentados en el tema y eso me mortificaba. Quizá eso
nos hizo entretenidos, porque nos sentiamos muy perdidos. Salimos a
afrontar una gira sin tener experiencia; sólo contabamos con lo basico:
algunos equipos, los instrumentos y un manojo de canciones para tocar
frente a un público que jamas habia oido de nosotros. Creo que sólo
nosotros sabíamos que Guns n Roses habia grabado un disco y que ya
estaba a la venta.
Tocamos en canchas de hockey sobre patines, teatros y varios festivales
pequeños –como una banda más de la lista-. Y por mas feliz que estuviese
por estar de gira y pensar que era lo mejor que nos pudiera suceder, no
pude superar el hecho que no fue tan bueno como debió ser. Nunca lo
fue porque nuestra presencia en un escenario tan extenso no era
adecuada; no estabamos a la par algo asi; esto nos quedaba grande.
Quizá estoy siendo demasiado critico, pero soy asi. Definitivamente, ser
critico es parte de mi carácter.
No pude cancelar esos shows como –me imagino- lo hubiera hecho Sex
Pistols.
Me sentí como „de vuelta en casa‟ cuando llegamos al Long Beach Arena.
Recuerdo haber ido muy tarde la noche anterior y mirar el edificio y
quedar deslumbrado. Habia visto a Ozzy, AC/DC, Black Sabbath, Judas
Priest, Billy Idol, y muchos más; y por mucho tiempo he pensado que tocar
allí, significaba que finalmente habias llegado a la cima.
Incluso vi a Ratt contra mi voluntad: como ya te dije, Yvonne habia salido
con el cantante de la banda, Stephen Pearcy, un tiempo atrás, cuando
todavia la banda se llamaba “Mickey Ratt”. Cuando ella y yo estabamos
juntos, este grupo era el principal, encabezaba la lista y ella estaba tan
orgullosa por esto, que nosotros teniamos que ir a toda costa, aunque él
fuera un tremendo idiota. Estaba encantada con que Ratt hubiese llegado
allí; Ratt paso de vivir todos juntos en un departamento barato a
encabezar en el Long Beach Arena. Y ahora era mi turno, y no puedo
mentir; cuando conseguimos ese show, senti una tremenda sensacion de
„tarea cumplida‟ o „ser exitoso‟.
Para una banda grande, famosa, acostumbrada a las giras, desde una
perspectiva amplia, tocar para aproximadamente 5.000 personas en Long
Beach Arena, no significa nada –pero para nosotros era muy importante;
ese concierto era todo.
Hubo una bienvenida tambien. Ingresamos al estadio y estacionamos el
bus en la calle del hotel. De alguna manera, pudimos elegir dos chicas que
estaban en la vereda y unos chicos las subieron a la parte trasera del bus.
Luego nos registramos en el hotel y recuerdo que estaba tomando un
trago, de a sorbos, mientras miraba en frente, al estacionamiento del
estadio donde se erijia el tremendo Long Beach Arena, de proporciones
titanicas.
Al dia siguiente, llegaron nuestros amigos desde Los Angeles y cuando
subimos al escenario, nos prestaron mucha más atencion que todo el
publico canadiense junto.
Fue barbaro el recital. Tambien fue bueno estar en casa de nuevo...

Tomamos bastante naturalmente la rutina de la gira. Nos adaptamos


rapido y pasamos la prueba sin demasiado esfuerzo.
Cuando llegamos a Arizona –creo que era Arizona-, tuvimos nuestra
primera experiencia con „groupies‟, pero no de la clase que quieren
acostarse con vos porque eran tus fans –ya habiamos tenido nuestra racion
de ellas cuando pasamos por Los Angeles. Éstas eran groupies de bandas
en general –de la tuya, de la otra, de todas-, siempre dispuestas y a tu
servicio, o al de cualquiera de sus integrantes, en igual medida.
En general, las groupies tenían entre 17 y 22 años de edad; si rondaban los
25, ya tenian bastante experiencia –quizá demasiada- y tambien estaban
las mayorcitas que –por más bizarro que suene- incluian a sus hijas en el
combo. Pero de algun modo, era más comprensible ser groupie en las
afueras de la ciudad que en Los Angeles; porque donde vivian estas
chicas, la cultura era minima (o habia muy poca cultura) y dedicaban su
vida a obtener la mayor cantidad posible de ella, cuando pasaba por el
pueblo. Era casi respetable su actitud.
Cuando no estabamos actuando, Axl se recluía en el sofá del motor home,
para descansar la voz y dormir. Cuando a veces teniamos dias libres, él
tambien se quedaba allí durmiendo en vez de registrarse en el hotel; pero
así y todo, frecuentemente salia con nosotros, y esto siempre era bueno.
Todo estaba realmente muy bien en este punto de la historia; veamoslo de
esta manera: saliamos al escenario a horario, y habia gran camaraderia –
como la de cualquier grupo de jovenes que viajan juntos-... no era gran
cosa pero estabamos todos bastante contentos hasta que el compresor
del vehiculo se rompio y nos quedamos sin aire acondicionado, en el
medio de Texas. Mientras estabamos sentados allí, sudando como locos, se
nos ocurrió que debia haber un curso de cómo viajar de la forma que lo
haciamos nootros; a ese nivel.
West Arkeen vino a Texas por unos dias, lo que llevo a nuestras fiestas al
siguiente nivel, a pesar de las condiciones climaticas en el bus –similares a
las del desierto de Sahara-. Luego de los tres o cuatro dias que paso con
nosotros, West parecia la sombra de aquel que habia llegado dias antes.
Calculo que habría adelgazado mas de tres kilos de tanto sudar. Luego
tuvimos tres dias libres en Texas, en un Resort hotel en el medio de la nada;
ahí fue cuando despedimos al chofer y al manager de giras, a quien
llamaremos “Cooper”.
Cooper era todo un personaje: siempre usaba boina y conducia un Lotus
amarillo. Era ingles, extremadamente delgado y fornido. Su
comportamiento era algo nervioso o alterado –creo que era por la
cantidad de cocaina que tomaba-. El problema con Cooper fue que se
volvio tan egocentrico como una estrella de rock y se olvido que era
nuestro manager de giras.
Nos hartamos de que Cooper llevara a las chicas que seleccionabamos
para nosotros a su cuarto usando cocaina como anzuelo y las mantuviera
ilusionadas con la idea de que alguien se acostaria con ellas. Incluso nos
mentiría cuando llamabamos a su habitacion para saber dónde estaban, y
él diria que ya se habian ido y le creimos hasta el dia que entramos todos
juntos, como una tromba, a su habitacion y lo agarramos con las manos en
la masa.
Tambien tenia la mala costumbre de prometernos a Izzy y a mi, un gramo
de coca si nos levantabamos temprano a hacer entrevistas; primero nos
daria un poquito para probar, pero en cuanto terminabamos la entrevista
en la radio o por via telefonica, y le pediamos el resto, casi siempre
intentaba retractarse de la promesa. Eso era una estupidez; algo que no
debias hacer con nosotros porque si nos prometias droga y despues no la
dabas, eramos la clase de personas que te dariamos una paliza, te
moleriamos a palos, te partiriamos la cabeza.
El colmo fue cuando Alan le pidio a Cooper que se ocupara de la banda y
simplemente se atrasó y llegamos al show demasiado tarde. Se mandó una
gran cagada y fue la última de él siendo manager de giras de Guns n
Roses: Alan despidio a Cooper y al chofer de una sola vez. Ambos se
fueron. Lo proximo que supimos fue que Cooper andaba vendiendo guias
telefonicas puerta a puerta.
Me impresiono la forma en la que Alan echo a Cooper; asi no mas, sin dar
demasiada explicacion –ahí me di cuenta que él era alguien serio. Ese fue
un ejemplo de la postura dominante, posesiva, sumamente protectora y
paternal que tenia para con nosotros. Era reconfortante tener cerca a
alguien así, porque nosotros eramos tan rebeldes, conflictivos, y
descuidados que alguien tenia que preocuparse por las cosas importantes.
Alan estuvo bien al hacer estos recortes; pero la realidad era que despues
de varios dias, necesitabamos ir a hacer el proximo show a Houston y no
teniamos ni manager de giras ni chofer; asi que debiamos buscar
inmediatamente algun medio de locomocion. No recuerdo qué hicieron
los demas, pero Duff y yo viajamos con una de las chicas elegidas que
tenia un „Trans Am‟. Todo iba bien hasta que empezó a llover
torrencialemente. El auto no tenia limpiaparabrisas y la lluvia era tan fuerte
que tuve que asomarme por la ventana del copiloto y usar parte de mi
cuerpo como escudo y mantener sin agua una de las mitades del
parabrisas mientras escurría con mi brazo la otra mitad para que, al menos,
pudiera ver lo suficiente para conducir en la ruta.
El concierto en Houston fue buenisimo, y luego recorrimos el Sur. Louisiana
era mi especialidad, tambien New Orleans, con todo su aire voodoo, la
religion africana y la magia negra. Fuimos a un restaurant de comida tipica
de la zona de Louisiana donde comí serpientes cascabel y lagarto
especiado. La pase muy bien; he llegado a darme cuenta que no hay otro
lugar donde preferiría estar que en la ruta, haciendo giras y que no me
equivoqué al elegir esta carrera.

En este tour tambien formamos un equipo de trabajo estable que nos


acompañaria en las giras por años: antes del tour habiamos ensayado con
Mike „McBob‟ Mayhew como el tecnico que guitarra ritmica y bajo.
„McBob utilizaba su agudo sentido del humor para recordarnos cual era
nuestro lugar en la cadena alimentaria, señalando lo vulgares y ordinarios
que eran los lugares donde nos alojabamos. Tenia mucha experiencia en
giras, y el minimo comentario aquí o allá era todo lo que necesitabamos
para que el „Shangri-la‟ de nuestra gira fuera un espejismo.
McBob ha estado con Duff y conmigo hasta hoy –él trabaja con nosotros
en Velvet Revolver- y luego de todo este tiempo puedo decir que lo más
entretenido de tenerlo cerca es su todavia interminable provision de
anecdotas de ruta. Muchas terminan con Mike en el hospital debido a
toda clase de dolencias y heridas que, casi siempre, son autoinfligidas o un
efecto imprevisto de la juerga. Una de las más memorables de su arsenal
es cuando se emborracho a tal punto que cayo de un auto, y quedo
arrastrando su cabeza en el pavimento y despertó en el hospital con una
placa metalica en el craneo. A veces acciona los detectores de metales
en los aeropuertos. McBob era como Robert Shaw –Capitan Quint en
„Jaws‟-; allí sentado en la proa de su embarcacion llamada „The Orca‟,
contandonos esas historias traumaticas de la guerra, como quien arroja
una bomba atomica.
Nuestro equipo de trabajo estaba formado por Bill Smith, mi tecnico de
guitarras, quien luego me di cuenta, estaba allí sólo por la cerveza. Era un
tipo encantador, le encantaban las fiestas y solia sentarse a un costado del
escenario a mirar el show más que ayudarnos a hacerlo, detrás de escena.
Yo diria que habrá cambiado cinco cuerdas en toda la gira; él sabia
cambiarlas; solo que no lo hacia en el tiempo que debia hacerlo. Gracias
a Bill, aprendí a tocar con más cuidado –trataba de no romper las cuerdas
porque si lo hacia, no sabia cuando recuperaria mi guitarra. Sólo llevaba
dos guitarras a la gira, asi que no sabía qué era lo que le llevaba tanto
tiempo. No es necesario decirlo: tuve que reemplazar a Bill. Pero tomando
todo en cuenta, con este equipo de trabajo sumado a nuestra
inexperiencia en la ruta a nivel profesional, este operativo resulto como la
pelicula “Bad News Bears”

Existe un motivo esencial para salir de gira, en el que nunca habiamos


pensado en aquel entonces: ignorabamos completamente que la gira se
habia planeado para promocionar el disco; pensabamos que tocabamos
por el solo hecho de tocar. Para mí, era trabajar por trabajar, por tener
algo para hacer, porque si no hacia giras, no tenia otro lugar donde estar.
Estabamos muy metidos en esta nueva experiencia como para pensar en
promocionar el disco cada dia que subimos al escenario pero Alan trato
de ver cómo promocionar esto, quiza tanto, para luego jactarse de ello,
como para que dé resultado.
Alan no estaba haciendo un buen trabajo; tampoco Geffen. Cada noche
que tocamos, me di cuenta –con todo el dolor del mundo- que nadie
conocia nuestras canciones, que nadie se habia percatado del disco en
absoluto. Sentiamos que nadie nos escuchaba, que nadie reparaba en
nosotros; pero seguimos adelante con la gira, mas alla de la actitud del
publico y Alan y Tom Zutaut continuaron apoyando “Appetite”. La otra
opcion hubiera sido volver a casa, y no queriamos hacerlo si podiamos
evitarlo.
Por casi todo un año, desde Agosto de 1987 hasta cierto punto de 1988, no
vimos Los Angeles por más de un par dias; estabamos de gira en gira. Dias
despues de terminar la gira con The Cult, Alan nos apunto otra por toda
Europa, como banda soporte de Aeromith, junto con Faster Pussycat.
Esta gira marcaba el regreso de Aerosmith a los escenarios y no habia otra
banda que nos hubiese gustado mas acompañar que Aerosmith; pero no
sería esta vez, ya que a ultimo momento, Aerosmith cancelo sus shows.
Entonces, en vez de volver a casa, Alan mantuvo su postura, y nos subio al
bus junto a “Faster Pussycat” y una banda japonesa fenomenal llamada
“EZO”.
Fue el primer tour de “Guns n Roses” como banda principal. Arrancó en
Alemania, el 29 de Septiembre de 1987 en el Markthalle de Hamburgo.
Estuvo bueno encabezar, pero tuvimos algunos problemitas. Una de las
bandas que más odiabamos era “Faster Pussycat”; eran la clase de
personas que tratabamos de evitar. El tour tambien fue como un choque
cultural: En Hamburgo todavia se siente la herida de la Segunda Guerra
Mundial; en ese lugar tienen un estrecho punto de vista con respecto a
este tema. Era una ciudad industrial oscura; la sociedad parecia
amargada, disgustada; como si hubieran preferido que no estemos allí; si
hubiesen podido, lo habrian evitado.
Ese tipo de ambientes siempre nos inspiró a mostrar la hilacha más de lo
normal. Y estos episodios no tuvieron un final feliz.
Cada vez que entrabamos a un restaurant, todos se daban vuelta a
mirarnos y paraban de hablar. Frente a esta situacion, nos mostrabamos
aún más decididos a pedir tragos, fumar, y comportarnos aún peor que si
nos encontraramos en otro ambiente menos hostil.
En esta gira tambien experimentamos con Doug Goldstein como nuevo
manager de giras. Alan lo contrato para cuidar de nosotros.
Recuerdo que llegamos muy tarde a la noche –el dia que tocamos
despues de “Faster Pussycatt”- y a la mañana siguiente, me levanté y fui a
la habitacion de Doug a buscar nuestro pago del dia antes de salir a hacer
turismo. En Alemania, y especialmente en Hamburgo, hay sitios
extremadamente explicitos en cuanto al sexo, la pornografia, y la
prostitucion, usualmente en lugares muy faciles de encontrar, en puntos
centrales de la ciudad; y alli fue donde nos dirigimos. No habia visto en mi
vida, algo más obsceno. Estaba muy entusiasmado, alborotado -parecia
un niño en una tienda de golosinas-, mostrando a mis compañeros y al
publico en general, revistas con fotos o dibujos dignos de enfermos
mentales –gente con animales, mujeres embarazadas y todo las cosas más
depravadas que puedas imaginarte-; las tomaba con los brazos en alto y
decia: “Hey, chicos... Vieron esto?!. Alguna vez vieron algo semejante?!!!”
Nos alojabamos en el mismo hotel que “Faster Pussycat” y nos
encontramos con ellos en el lobby antes de irnos de paseo ese dia. Diria
que fuimos educados, cordiales pero no lo que yo llamaria „amigables‟ o
„simpaticos‟. A pesar de nuestra actitud, cuando les informamos que
ibamos a ir a recorrer la ciudad, Mark Michals –el baterista de FP- insistio en
venir con nosotros.
Su banda lucia algo nerviosa.
„No, no. Quedate aca con nosotros‟, dijo uno de ellos
„No, esta todo bien... Voy con ellos‟, respondio Mark.
„Francamente, creo que deberias, de verdad, quedarte aca. Nosotros
vamos a salir despues, más tarde‟, dijo otro de sus compañeros
„Si. No, pero esta todo más que bien...de verdad quiero ir con ellos‟, replico
Mark.
No hicimos nada para alentarlo a venir y mucho menos, invitarlo. Incluso
recuerdo a uno de nosotros decir de repente „No...Quedate con ellos‟,
pero ahí estaba Mark, prendido de paseo de ese dia con nosotros.
La primera parada fue en McDonalds: Me habia convertido en fan del
McRib durante las grabaciones de Appetite, asi que, para mí, el McRib era
„alta cocina‟. Me alegró verlo en el menu de Hambugo y, a simple vista,
parecian auténticos pero no lo eran: en vez de salsa barbacoa tenian una
extraña salsa marrón. Fue la única comida del día. La razon por la cual
estabamos tan delgados en aquel entonces era porque nunca comiamos,
verdaderamente.
En cualquier caso, vagamos durante toda la tarde y al anochecer
recorrimos el „Reeperbahn‟, que abarca linealmente cinco calles y donde
puedes encontrar gran cantidad de burdeles exclusivos para hombres –las
mujeres no ingresan allí-, en los cuales, tal como en el „Distrito Rojo‟ de
Amsterdam, todas y cada una de las mujeres estan „disponibles‟.
Estabamos casi en el paraiso: nunca habiamos visto nada igual hasta el
momento, teniamos amigos de otras bandas que hubieran viajado más
que nosotros, y tampoco nuestros experimentados colaboradores nos
habian contado nada acerca de este lugar. Estaba loco de felicidad.
Creo que Steven gasto todo su dinero en prostitutas en los primeros 15
minutos. Estabamos caminando cuando de pronto lo perdimos en un
garage subterraneo, donde varias chicas aguardaban apoyadas en la
columna debajo del cartel fluorescente.
Ya era bastante tarde y este tipo, Mark, todavia andaba pegado a
nosotros. Dejamos el „Reeperbahn‟ y fuimos a un bar donde los Beatles
habian tocado en sus comienzos. Una vez más, al entrar allí recibimos la
misma actitud por parte de los presentes; eramos el mal sobre la tierra,
pero no nos importó; bebimos Jack Daniels con hielo (un cubito de hielo es
la cantidad que ponen por cada vaso) hasta que el bar cerró sus puertas.
Volvimos al hotel y Mark todavia seguia con nosotros -esta altura, ya
dejamos de hablarle totalmente.
Habia sido un largo dia, asi que me acoste y me dormí; mientras Mark hizo
lo mismo en la otra cama –que era la de Duff. Ahora bien, Izzy siempre fue
un gran instigador; el podia armar el lio sin quedar involucrado, de modo
que no dejo pasar esta oportunidad.
“Hey, Duff” dijo, “Este pibe esta durmiendo en tu cama”
“Si...” dijo Duff.
“Y vas a dejar que lo haga?” le respondio Izzy. Que se vaya a la mierda! No
puede quedarse aca”
“No...de ninguna manera! Carajo! Replico Duff
“De todos modos, quién carajo es este pibe? dijo Izzy
“Si...quien carajo se cree que es?” contesto Duff, un poco más furioso.
Al carajo con este pibe!”
Trataron de despertarlo bruscamente pero no pudieron, Mark dormia
profundamente.
“Ya se lo que deberiamos hacer”, dijo Izzy, “lo encintamos y lo dejamos en
el hueco del ascensor”
“Uh...Dale!” respondio Duff.
“Lo pondremos en el hueco del ascensor. Puede seguir durmiendo en el
techo del ascensor”
Encintaron a Mark bastante bien: sujetaron sus brazos, las manos, los tobillos
y tambien taparon su boca. Mark era un tipo de talla media, y 70 kilos
aproximadamente, asi que lo cargaron hasta el ascensor; ahí fue cuando
Mark despertó y empezo a chillar como un cerdo atascado.
Inmediatamente, Izzy y Duff dieron marcha atrás con su plan y decidieron
subirlo al ascensor y enviarlo a la planta baja del hotel. El staff del hotel lidio
con él de ahí en más: le quitaron las cintas y en cuanto les dijo quién era,
los empleados siguieron la cadena de comandos hasta dar con su banda,
que tuvo que venir a salvarlo porque él no tenia las llaves de la habitacion,
ni documentos, ni dinero ni nada. Esa fue la última noche que hablé con él;
sólo le hice señas con la cabeza por el resto de la gira. Ahora que lo
pienso, eso fue lo úlitmo que supimos de todos ellos.
A la noche siguiente, hicimos el show; el primero del tour, y el primero como
banda principal, y es bueno que no haya sentado precedentes. El predio
donde debiamos tocar estaba sobre el agua; era una salon oscuro con
largas mesas en los laterales y bancos flanqueando las mesas. Todo allí
estaba pintado de negro –fue el club más oscuro que ví jamas, y tenia un
olor apestoso a cerveza rancia. Sobre las paredes se veian las firmas y
graffitis de todas las bandas de heavy metal y trash que habian pasado
por ahí, que parecian ser muchas.
El publico fue, sin dudas, el más mediocre que enfrentamos en toda
nuestra carrera: recuerdo que eran tan frios y deprimentes como el clima, y
tambien recuerdo que antes de empezar el show y al finalizar, el club solo
pasaba canciones de Metallica, una detrás de otra, sin parar. Era obvio
que cualquier banda, americana o no, que no sonara como Metallica, no
iba a ser bien recibida. Y tenia razón. Hicimos el show y cuando
terminamos, lo único que pensaba era que „odiaria tener que volver a
hacer esto mañana‟.
Estaba muy inquieto por como iba a ser el resto de la gira, particularmente
porque teniamos más fechas programadas en Alemania. Nos quedaban
un par de dias libres antes del proximo show; días en los que mi
preocupacion se intensifico. Pero cuando llegamos a Düsseldorf, una
ciudad más aereada, con más arboles y menos refugios antibombas, era
una escena tan diferente que me di cuenta lo grande y diverso que es ese
pais: la vibra de cada ciudad es particular, propia, diferente y única.

Mientras recorriamos Europa, la banda se empezo a unir cada vez más;


nuestra interacción espontanea tenia sus ventajas y salir a tocar era
divertido. Hicimos el tour por Europa en un micro para turismo que
transformamos en una guarida colectiva, quitando algunos asientos y
cubriendo el piso con almohadones.
Izzy habia conocido una chica alemana en el camino y ella habia traido
una amiga con la que tuve un corto affair. Me gustaba tener una chica en
cada lugar que visitaba; y como ya tenia a Sally esperandome en
Inglaterra, tuve que terminar abruptamente mi romance con la alemana,
al cruzar el Canal de la Mancha. Le dije a mi chica alemana, literalmente,
justo antes de entrar a la habitacion donde Sally aguardaba por mí, que
tenia que volver a EEUU de inmediato.
Cuando pienso en Europa, ademas de los shows, recuerdo los dias que
pasé yendo y viniendo a varias clinicas especializadas en enfermedades
venereas. En Los Angeles, estaba saliendo con una actriz porno y tambien
con otra chica muy joven, dulce y adicta.
Luego de filmar el video de “Welcome to the Jungle”, recuerdo que me
desperté al otro dia y descubrí unas pequeñas marcas rojizas al lado
izquierdo del estomago. En ese momento, surgio el Sida y se empezo a
hablar del virus, se transformo en un gran problema social.
Habia cierta histeria entre los musicos de rock; todos estaban muy
asustados pero la gran mayoria, todavia se sentia inmune a ella.
Pensabamos que no habia de qué preocuparse hasta que supimos que
David Lee Roth tenia HIV.
De todo modos, habia leido la portada de la revista „Time‟ que hablaba
del Sida y las fotos de las lesiones relacionadas con la enfermedad eran
casi identicas a las marcas en mi estómago. Probablemente era psoriasis o
alguna irritacion, pero yo estaba convencido que me habia contagiado o
de la actriz porno o de la joven adicta, porque no me habia cuidado con
ninguna de las dos. Recuerdo estar caminando por Melrose, cerca de San
Vicente, despues de despedirme de mi novia adicta, e ir a una clinica
para hacerme los analisis de HIV. Pense que estaba deshauciado, en las
diez de ultima; estaba convencido que esa gira por Europa seria la unica
gira internacional que haria antes de morir. Afortunadamente, el analisis
me dio negativo.
Tampoco ayudo que, encima, me habia agarrado verrugas venereas –
quiza me las contagio la actriz porno- lo que intensificó mi miedo al Sida.
Habia sido bastante promiscuo en esa etapa de mi vida y nunca usé
protección; pensé que podria contraer ladillas pero nada más serio que
eso. Cuando aparecieron estas cosas, pensé: Qué carajo es esto? Fui a
una clinica antes de viajar y para que deshacerme de ellas, varias veces,
pero nada funcionó; volvieron una y otra vez. Cuando empezamos la gira,
se habian vuelto tan dolorosas que no podia dormir boca abajo. Me pase
todo el tiempo entrando y saliendo de varias clinicas en todos los paises
que visitamos, y las mantuve a raya. Queria deshacerme de ellas antes de
encontrarme con Sally. En un momento, se fueron y no volvieron a
aparecer; justo antes de llegar al Reino Unido. Sally nunca supo nada de
esto.
Si tuviera que elegir mi show favorito de esa gira, eligiria el de Paradiso en
Amsterdam. El lugar de la actuacion es espectacular; es un edificio algo
oscuro, con un aire siniestro y perturbador; solia ser una iglesia. El hall
central tiene techos altos y arcos; ademas de una gran acustica. Muchas
figuras legendarias han tocado allí, desde Sex Pistols hasta los Rolling
Stones, asi que estaba muy feliz de poder hacerlo yo tambien. Me acuerdo
que esa noche, Axl empezo a hablar de los viejos rockeros –por decirlo de
alguna manera- durante el concierto; no recuerdo las palabras exactas
pero la escencia de su discurso fue que todas aquellas estrellas de rock de
las generaciones anteriores que sentían que los estabamos parodiando,
tenian razón, los estabamos imitando pero lo estabamos haciendo mejor
que el original. Remato el monologo diciendole a Paul Stanley...“Such my
dick”
Ese show fue estupendo, por lo que Izzy y yo decidimos festejar tal como
era nuestra costumbre: con un poco de drogas. Despues de todo,
estabamos en Amsterdam, donde las drogas livianas son casi legales y las
pesadas, bastante faciles de conseguir -o por lo menos eso pensamos.
Pasamos la mitad de la noche buscando dealers y finalmente logramos
comprar un poco, pero estaba tan cortada y el efecto era tan suave que
tanto esfuerzo no valio la pena. Obviamente, nos hicimos pasar por turistas.
Tomamos el ferry para ir de Holanda a Inglaterra. Para la gente del equipo,
que tenia vasta experiencia en giras, esto no era gran cosa; pero para
nosotros este pequeño viaje era algo realmente importante. Podias fumar
tanta marihuana como quisieras hasta llegar a destino. Fue muy
desaforado: todo nuestro equipo y la banda fumando hasta morir, y
tratando de consumir el resto de lo que sea que hubieran comprado en
Amsterdam en el bar principal del transbordador. Axl estaba tan drogado
que se durmió en uno de los sillones del bar; solo nosotros estabamos alli
cuando lo hizo, pero pronto el lugar se empezo a poblar y los pasajeros se
sentaban alrededor de Axl y casi se apoyaban sobre él. Recuerdo abrir las
puertas de las cabinas de uno u otro miembro del equipo, por ejemplo de
Bill, mi tecnico de guitarras, que estaria fumando hasta el última migaja de
marihuana para no tener que tirarla por la borda antes de llegar a
Inglaterra.
El tour finalizo en Londres, el 8 de Octubre de 1987. El concierto allí fue
impresionante. La banda estaba empezando a establecerse como tal, las
actuaciones fueron cada vez mas solidas, artisticamente, y para ese
entonces habiamos estado en la ruta el tiempo suficiente como para saber
qué estabamos haciendo. Nos sentimos más comodos como musicos o
interpretes, porque ya nos conociamos bastante bien y no teniamos que
pensar demasiado lo que hariamos al subir al escenario. Cuando logras
tener ese nivel de confianza, podes empezar a improvisar y crear a partir
de allí, y hacer que cada show sea unico.
La presentacion en el Hammersmith Odeon fue explosivo; muchos fans
incondicionales, con los que me encuentro hasta el dia de hoy, me dicen
que ése fue el mejor show de ellos hayan visto jamas.
Cuando el circulo se completa, cuando cierra perfectamente -con cada
cosa en el lugar indicado-, el show se vuelve increible y pega en el publico
y en la banda. Esto fue lo que sucedió esa noche en Londres:
interactuamos muy bien con Izzy y nuestras guitarras sonaron
espectaculares porque tuvimos esa relacion indescriptible a nivel musical
instrumental, o simplemente porque pude estar en sincronia con las partes
ritmicas, Duff y Steven; o hubo una gran interaccion entre Axl, con su
energia, y yo con el toque emotivo en la guitarra. Hubo muy buena vibra,
entre nosotros en general y de la banda con el publico –pusimos todo en el
show, lo entregamos a la gente y la gente nos lo devolvia. No pudo haber
sucedido en un mejor lugar: el Hammersmith Odeon es la famosa sala
donde tocaron desde Motörhead hasta Johnny Cash, pasando por The
Who, Black Sabbath y hasta los Beatles; y tambien David Bowie hizo su
ultimo show como “Ziggy Stardust” en 1973.

Volvimos a los Estados Unidos. Aterrizamos en New York y fuimos


directamente a MTV para participar del programa “Headbangers Ball”.
Acto seguido, nos subimos nuevamente al bus y viajamos durante toda la
noche para unirnos a Motlëy Crue y comenzar nuestro periodo de trabajo
con ellos, y donde Guns n Roses seria banda soporte.
Habiamos bajado del avion momentos antes, luego de haber volado toda
la noche, y no nos habiamos duchado; obviamente no estabamos de
humor para ir a MTV. Llegamos al edificio a las diez de la mañana; y desde
el primer momento sentimos el choque entre nosotros, unos sudorosos
rockeros con resaca, que habian estado usando la misma ropa por más de
una semana, y el mundo corporativo de MTV.
En la recepcion del lugar estaba esperandonos un representante de
Geffen en su postura sonriente y gentil. Tomamos las acreditaciones que
tenian nuestros nombres, pasamos por el molinete rumbo al ascensor hasta
llegar a una sala a esperar salir al aire.
La sala estaba pintada de verde y tenia dos sillones y una mesita: no habia
lista de exigencias, ni grandes comodidades, ni tampoco gran atencion
por parte del canal; no habia nada de nada. De todas maneras, yo
estaba bien, ya que habia llevado mi botella de Jack Daniels.
Fue obvio que no estábamos contentos con esta situacion, asi que alguien
envio a la Vj Downtown Julie Brown a saludar y a mantenernos ocupados
por un rato. Tuve la sensacion que no surgio de ella la idea y que tampoco
queria estar en esa sala con nosotros. Pasó la prueba; hizo su trabajo pero
no estaba para nada alegre y chispeante como solia ser habitualmente y
en vez de mostrar esas cualidades tan caracteristicas en ella, lucia nerviosa
y aprensiva. Claramente, tenia el peor preconcepto de la banda para ser
alguien que vivía en New York, supuestamente en el centro de la ciudad.
Me molesto mucho su actitud, me dio vuelta el estomago; si hubiese tenido
algunas copas más de whisky encima, probablemente le hubiera gritado lo
que estaba pensando: “Callate! Cerra la boca! No hables más! Yo
tampoco quiero estar aca, pero hoy vamos a tener que pasar todo el dia
aca, con vos!”
Cuando fuimos al estudio, conocimos a JJ Jackson, el presentador; un tipo
barbaro.
Era un set muy grande, y en algun momento, dijimos en chiste que
deberiamos destrozarlo en camara, en el aire; parecio una buena idea y
entre nosotros establecimos que ibamos a hacer solo eso, destruir el set.
Entonces, salimos al aire, empezo la entrevista y Axl respondió todas las
preguntas que JJ Jackson le formuló. Yo me senté a un lado y me mantuve
en siencio, los otros tambien se quedaron callados. Esperamos hasta casi el
final del programa y luego, en diez segundos, arruinamos todo el
decorado.
No lo pense en ese momento, ni despues, hasta que ví el episodio en la
television, unas semanas más tarde: pareciamos un par de zombies
salvajes, sacados de la pelicula “28 Days Later”. Esa fue nuestra primera
presentacion real, un paso más cerca de tener nuestro video en MTV; esos
eramos nosotros, avanzando lentamente hacia el conocimiento publico.
Al salir del canal, nos subimos al bus y al dia siguiente arrancamos con
Motley Crue. Fue surrealista que luego de pasar una semana viajando en
un bus de turismo modificado por toda Europa encabezando una gira,
tuvieramos que ser teloneros de Motley Crue en una gira por la region
central de los Estados Unidos. Estaban promocionando “Girls, girls, girls”,
estaban en la cuspide de su popularidad y eran una banda que no se
fijaba en gastos. Tommy me agradó desde el dia en que lo conocí –es
probablemente el más sincero, leal que emergió de esa escena; tiene un
gran corazon. Tambien me agrado Nikki, porque él era el cerebro, el
marketing, y las ideas de la banda. Siempre respeté su pasion y dedicacion
a su vision y cómo ésta se fue haciendo realidad. Motley Crue fue la única
banda de Glam Metal en Los Angeles que era totalmente genuina. Puede
ser que no haya sido la más original –despues de todo, Nikki
desvergonzadamente tomo partes enteras de otras bandas. Pero si las
tomo de Kiss o de alguna otra banda -de las tantas que formaban parte
de sus influencias, Motley las mostro abiertamente y fueron tan sinceros y
devotos a ellas que no podrias culparlos por eso- y en mi mente, Nikki
personificaba todo eso.
En ese tour, Duff y yo usualmente nos encontrabamos en las cercanias a
Nikki debido a que sabiamos que siempre llevaba su bolsita con gran
cantidad de drogas.
Esos tipos fueron muy generosos con nosotros; nos trataron cual padres
orgullosos, y como tales, nos mostraron la casa que construyeron con
mucho trabajo y esfuerzo.
Este era la tercer gran gira mundial que la banda hacia, asi que tenian
todo un show armado: un completo arsenal de pirotecnia, un equipo de
trabajo enorme, y muchos shows estipulados en grandes estadios con
entradas agotadas; en fin, el sueño de cualquier banda de rock-.
Habian desarrollado un sistema de comunicación que consitia en walkie-
talkies y codigos numericos: cada integrante del equipo de trabajo
contaba con un aparato que tenia adherido al dorso, un papel con la
clave para cada uno de estos numeros. Habia codigos estrictamente para
los colaboradores, relacionados con los equipos, iluminacion, montaje, etc.
Tambien habia codigos para la banda, vinculados con las necesidades
diarias. Por ejemplo: “1” era drogas, pero aparecia en la lista con un
apodo; usaban “2” para chicas, “3” para bebidas alcoholicas, y asi
sucesivamente. Estaba barbaro; en cualquier momento, cuando la
situacion lo requeria, sólo tenian que tomar el aparato, apretar un boton y
decir „Hey, soy Tommy, necesito un numero uno, un numero tres, y si ves
algunos buenos dos, traélos a mi camarin. Ehh, y por favor, que sea rápido.
Muchisimas gracias!‟
Nos reunimos y salimos mucho con ellos durante la gira, pero Nikki siempre
estaba muy consciente de lo mucho que él se jactaba del éxito de la
banda, de su fama y de su status. Él y Tommy eran los unicos que nos
invitaban a compartir su botin; nunca vimos a Vince en toda la gira, y
tampoco conoci a Mick Mars. Incluso, al dia de hoy, no lo conozco.
Por mas que pareciera que Nikki compartia cosas con nosotros, para mi
estaba claro que lo hacia para alardear un poco; especialmente porque
sólo lo vimos y disfrutamos de sus privilegios cuando Nikki tenia ganas de
salir y pasar tiempo con nosotros. Siempre llevaba su agenda; cuando
estaba de gira, nunca perdió el control; y si alguna vez lo perdió, siempre
estuvo muy cuidado. Respeté eso; a Nikki no le gustaba mostrarse
vulnerable. Y salir con gente como nosotros no era lo indicado para
mantener el control.
Motley viajaba en avion privado, practicamente a todos lados, muy a
menudo, en este momento, y en uno de los viajes más largos que tuvimos
en la gira, Nikki nos invitó a viajar con ellos: esto era mucho más de los que
muchas bandas principales hubieran hecho; ademas, viajar en „Motley Air‟
era placentero; el vuelo incluyo tragos, lineas, y „aisle surfing‟ durante el
despegue y aterrizaje –„aisle surfing‟ es un deporte que requiere estar
parado de costado en el pasillo y recorrerlo manteniendo el equilibrio –
como en el mar- mientras que el avion se inclina y va adquiriendo
velocidad. Si tenes la oportunidad, hacelo; te lo recomiendo!
En ese entonces no habia par más descontrolado que Guns y Motley; y
como estabamos a la altura de esta forma de vida, esa realidad se
convirtió rapidamente en rutina.
Esa presentacion significo mi primer contacto con profesionales de primera
clase, y vi cómo se trabajaba en ese nivel, cómo se organizaba una gira; lo
cual, al contrario de Steven, habia sido algo que nunca codicié, aunque
las giras se hayan vuelto parte de mi vida cotidiana: para mi, sólo se trata
de subir al escenario y tocar la guitarra frente a una multitud. Eso es lo que
siempre me importó; eso es lo que hizo que todo el aburrimiento y el drama
que trae aparejado una gira con tu banda de rock, valgan la pena.
Aunque habia estado relacionado con este negocio toda mi vida, en el
tour con Motley me di cuenta, desde un primer momento que, cada
momento especial del show requeria un tedioso trabajo, en igual medida;
que el espectaculo llevaba magia, trabajo, y hastío en partes iguales; que
demandaba compromiso. Incluso en la mejor situacion, la vida en la ruta
es monótona: te despertas a cierta hora; pasas el tiempo antes del show;
haces el show; y luego festejas, a menudo mientras viajas al proximo
destino, donde todo vuelve a empezar. La rutina, opaca los grandes
momentos intensos de la gira; éstos se van desdibujando y pierden color y
brillo a medida que pasa el tiempo.
Dicho esto, las giras nunca fueron un cliché para mi; al dia de hoy, no lo
son. Siempre he sabido donde estoy; cada sala es diferente. Tanto en
aquel entonces como ahora, en estos dias, siempre me he ocupado de
hacer una prueba de sonido para conocer la vibracion del lugar donde
tocamos. No siempre pude hacerlo porque eramos la banda soporte, pero
lo que sí pude hacer es conocer y aprender un poco de la ciudad donde
estábamos. Nunca me preocupé de lo que sucedia a nivel cultural en
cada ciudad que visité pero si aprendí lo que pude acerca del publico y
cómo era la gente, en general.
Desortunadamente, cualquier conclusion que hubiera sacado acerca de
la gente que concurría a nuestros shows, cualquiera sea el lugar que
visitasemos, muy a menudo la olvidaba en los bares a los que iba despues
de cada show.
Tengo momentos de Ilustracion, en los que me pongo intelectual y
aprendo un monton de cosas, que luego son totalmente olvidadas al
tomar la ruta hacia la ciudad siguiente y sólo las repaso cuando vuelvo al
lugar en alguna otra gira.
Mi memoria es finita, dado que espero ansioso los momentos por venir, el
pasado se desvanece muy rapido. Los viajes para mi son como la historia
de Stephen King “The Tommyknockers”, en la que el pasado te va
mordiendo ansiosamente los talones mientras tratas desesperadamente de
estar siempre un paso adelante.
Cuando sos tan obstinado y pones tanto empeño y entusiasmo por
alcanzar tus objetivos –como un Gung ho-, 24 horas no son suficientes. No
recuerdo haber dormido o descansado siquiera durante ese periodo; el
estado de agitacion y excitación era extremo, habia mucho fervor y
entusiasmo por todo y no queria perderme nada. Era como que si me
tranquilizaba, si aminoraba la marcha; el tiempo me alcanzaría, me
atraparía y haria que todo lo demás se detuviera.
Hice todo lo posible por poner cierta distancia entre el ayer y hoy. Siempre
he sido así; aun hoy sigo actuando de la misma manera. Es por eso que no
tengo guardo ningun objeto conmemorativo de aquel tiempo del que te
pueda hablar: no tengo discos de oro, tampoco de platino; sólo tengo las
guitarras que son significativas para mí. Mi esposa, Perla, se sorprendio
tanto por esto que recientemente consiguió que la disquera me hiciera
copias del platino de todos mis discos y los colgó en la pared a lo largo de
la escalera, en nuestra casa. Creo que duraron una semana; me volvia
loco verlos allí, me cansaron tanto que una noche los descolgué y los puse
en el deposito. Yo no necesito galardones colgando de la pared para
recordar quien soy.

El unico lazo real al pasado es, quitando los recuerdos y anectdotas, son los
meticulosos organizadores de actividades que he tenido la mayor parte de
mi vida –hasta que me rendí, luego de perder muchos y que me robaran
tantos otros. Pero los que sobrevivieron, los guardé y varios de estos han
venido bastante bien para recordar especificamente algunas cosas; cosas
puntuales para hacer este libro o cuando surgió alguna situacion legal
desagradable. Así era cómo yo mantenia el registro de mi vida, y allí anoté
todos los sucesos importantes. Dicho esto, desafortunadamente, este tour
con Motley es un gran agujero negro porque, por primera vez en mi vida,
alguien robó esa agenda junto con la poca ropa que llevaba conmigo
para la gira. No fue muy complicado hacerlo; todo estaba amontonado
dentro de una funda de almohada, la cual cumplia doble funcion:
almohada y equipaje. Nuestro guardia de seguridad, Ron Stalnaker, era
quien se encargaba de los bolsos –era uno de esos tipos que sin ton ni son
tenia la necesidad de cargar cosas y hacer ejercicio. Su pensamiento era
robotico: “debo levantar las cosas y cargarlas...‟. Estaba bien para nosotros
porque nunca les pediamos ayuda al portero o al botones del hotel,
porque no teniamos dinero para las propinas.
Entones Ronnie habia puesto nuestros bolsos contra uno de los lados del
bus y habia vuelto al lobby del hotel para buscar más bolsos. Algun chico
que habia estado esperando allí, manoteó los primeros que Ronnie apoyo
–que eran: las cosas de Duff y mis fundas de almohada-. Apenas
lavabamos la ropa; no teniamos a nadie que se ocupara de esas cosas.
De vez en cuando –y sólo de vez en cuando- iriamos a la lavanderia y
pondriamos unas fichas para lavar nuestra ropa. Usabamos lo que
teniamos y nos comprabamos remeras nuevas cuando era posible.
Basicamente cuando mis jeans se gastaron de tanto uso, segui usando mis
pantalones de cuero por el resto de la gira. Definitivamente Duff, Izzy y yo
viviamos improvisando con la vestimenta; luego pondriamos toda la ropa
junta, la sucia y la limpia dentro del bolso o de mi funda de almohada.
Esa bolsa que me robaron contenía todo lo que necesitaba ese día:
medias, una remera nueva, y mi diario, sumado a todo lo demas que
debia usar para vestirme.
En ese punto de la historia ya eramos lo suficientemente importantes como
para que alguien quiera llevarse mi „equipaje‟ como trofeo. Creo que
estuvo bien. En ese momento fue todo un problema porque no tenia otra
ropa que pudiera usar y llegué tarde a una entrevista en una radio, que
debia hacer en persona, en vivo, y cubierto con una toalla dado que le
habia dicho a Ronnie que llevara toda mi ropa al bus mientras tomaba
una ducha porque planeaba vestirme en el camino. Por lo menos, la gente
de la radio me regalo una remera.

Motley fue la unica banda de la escena de Los Angeles con la que nos
juntamos para trabajar a nivel profesional y nacional. Esto tenia sentido:
era la única banda que respetábamos y con quienes compartiamos cierta
camaraderia. Asi y todo estaba convencido que nadie sabia quiénes
eramos nosotros, pero aparentemente sí, debido a que se vendian muchas
entradas y los shows eran asombrosos. Era el encuentro supremo de dos
bandas de „chicos malos‟ y nos comportabamos de manera acorde al
termino.
Hubo una noche en la que Nikky y yo armamos una competencia de
bebedores. Dependiendo a quien preguntes, te diran que todo lo empecé
yo, clamando que podría beber más que lo que Tommy y Nikki juntos
bebian cualquier día de la semana; o que Nikki empezo al desafiarme a
tomar más que él. En cualquier caso, él y yo terminamos sentados en el bar
del hotel de algun lugar de Estados Unidos, participando de la
competencia de tragos.
Nikki tenia su sistema: pedia cuatro vasos y yo me tomaria 2 de ellos
mientras él solo tomaba uno y dejaba el otro, que yo tambien terminaria
tomando solo porque estaba allí. Me habia dado cuenta lo que Nikki
estaba haciendo, pero asi y todo, yo bebia mis tragos rapidamente, y ya
sea en la conversacion o en lo que fuere, comence a perder la nocion de
cuántos habia tomado. Rapidamente, mas tragos me traian, mas tragos
bebía. Y en el fragor del momento, yo beberia mis tragos mientras él
disfrutaria lentamente los suyos; mas uno extra que tambien me lo tomé.
Nunca habia bebido tanto y seguia alerta: estaba totalmente al tanto de
lo que estaba haciendo... hasta cierto punto.
Teoricamente, ibamos trago a trago, pero dado que yo me estaba
tomando la mitad de los tragos de Nikki, diria que al final, bebí 20 medidas
de Jack Daniels contra diez que tomo Nikki. Me emborrache a tal punto
que me contaron que vomité, ahí nomas, en el bar, entre mis piernas, y
trate de disimularlo. No recuerdo nada de eso, pero si recuerdo haber
hecho lo que siempre me gusto hacer cuando me emborrachaba:
pelearme con alguien más grande que yo. En este caso fue Nikki; lo
ataqué sin razon, de la nada; le hice un tackle y la pelea incluyo los
taburetes del bar...todo. Nikki es bastante alto, y en ese tiempo tambien
era bastante corpulento; asi que la gresca se termino dando vuelta: me
devolvio la gentileza, caí de espaldas y se sentó encima de mí. Cuando
me calmé, me llevó hasta la habitacion del tecnico de percusion de
Tommy, Spidy. Me quede dormido ahí, y me desperté a la mañana
siguiente con tal resaca que no podía voltear la cabeza –fue el peor dolor
que experimenté en toda mi vida-. Me las arregle para ir hasta mi
habitacion –a los tumbos- y llamé a Doug, nuestro manager de giras, para
decirle que necesitaba urgente un doctor. Aparentemente me habia
dislocado cuatro vertebras cervicales.
Apenas podia tocar, porque soportar el peso de la guitarra sobre los
hombros me producia un dolor atroz. Durante los shows, tuve que
quedarme de pie en un lugar fijo del escenario, con mi galera lo más
ajustada posible; me mantuve así un par de semanas. Las vertebras que
me habia lesionado estaban muy cerca de la base del craneo como para
que un quiropractico pudiera ponerlas de vuelta en su lugar, asi que probé
con acupuntura, por primera vez en mi vida, y debo decir que resulto ser
muy util y beneficioso. Tenia una sesion antes de cada show, y luego varias
veces por semanas durante los meses siguientes; pero hasta que cedio la
hinchazon, mi andar se parecia al de Tin Man, pero oxidado.
Esa no fue la unica experiencia dolorosa de esa noche. Aparentemente,
despues de quedarme dormido, Tommy y Nikki me tomaron varias
fotografias: una de ellas era un primer plano de mi cara con las bolas de
Nikki colgando encima, en plano; a la mañana siguiente hicieron copias,
las plastificaron y las mostraron a todos lo que viajaban con nosotros en la
gira. Incluso creo que pusieron esa foto en las acreditaciones del tour –que
dicen „All Access‟-. Fui ridiculizado frente al mundo.
Nunca antes habia tenido Guns este tipo de relacion con otra banda en
las giras y nunca más la tuvo; y no hubo mayor nivel de descontrol que en
esa gira. Motley era la única banda que tenia la misma mentalidad
autodestructiva que nosotros, combinada con un furioso sentido de la
competencia para colocarse en un nivel de superioridad con respecto al
otro. Durante toda la gira tratamos de superar uno al otro en todos
aspectos y eso hizo que los shows fueran mejores.
La unica experiencia semejante fue una gira de Guns con Skid Row como
banda soporte, unos años más tarde, y por mas que odie tener que decir
esto, creo que fue con Sebastian Bach que llevamos las cosas al proximo
nivel.
Motley se reservaba un gran final para nosotros: le hicieron honor a la vieja
tradicion de hacerle bromas a la banda soporte en la noche de cierre de
la gira. Su grupo de trabajo lo mantuvo en secreto y nosotros nunca
supimos lo que iba a suceder. Cuando estabamos por arrancar la ultima
cancion del show, diez kilos de harina cayeron de las vigas del escenario, y
por mas cool que pensamos que fue, creo que lucimos ridiculos por un
instante. Me llevo varias semanas quitar los restos de harina de los trastes y
de cada recoveco de mi guitarra.
Toda la gira fue una gran experiencia de aprendizaje. Motley estaba en la
cresta de ola y tenian mucha experiencia, pero nunca olvidare la
expresion de terror en los ojos de su manager, Doc McGee, cuando me
acercaba a él por cualquier consulta. Doc estaba tratando con una
banda que vivia al limite: en esa gira, al final de cada noche, Tommy
quedaba tan mal que uno creia que estaba a un paso de la muerte. El
ultimo recuerdo que tengo de esa gira es ver a Doug trasladar a Tommy
por el aeropuerto en un carrito de los que se usan para el equipaje, para
poder subirlo al avion junto al resto de la banda; Tommy iba apilado en el
carrito, sus largos brazos y piernas colgaban de uno de sus lados, llevaba la
cabeza totalmente inclinada hacia delante de modo que el menton
tocaba el pecho.

Cuando terminamos el “Girls Girls Girls Tour” con Motley, tuvimos muy pocas
presentaciones porque no habia muchos lugares apropiados para una
actuacion como la nuestra. Pero existia la pareja perfecta para Guns n‟
Roses: Alice Cooper. Eran el uno para el otro. Habiamos participado en un
show de Alice Cooper en 1986, en Santa Barbara; en el cual, cualquier otro
artista de su talla, en su lugar, nos habría descalificado inmediatamente.
Ese show debia tener una hora de duracion, pero Axl insistio en traer a su
novia, Erin, a ultimo momento. Todos los integrantes de la banda nos
opusimos a esto, al igual que Alan, pero Axl lo convencio y le dijo que no
habia nada de qué preocuparse. Llegamos al predio donde teniamos que
tocar, y no encontramos a Axl por ningun lado pero, aparentemente,
estaba en camino al lugar. Habia llegado el momento de subir a escena y
todavia él no aparecía, asi que salimos Izzy, Duff, Steven y yo y empezamos
a tocar sin Axl. Izzy y Duff cantaron “Whole lotta Rosie” de AC/DC entre
otros covers. Eramos teloneros de Alice Cooper pero basicamente ese set
fue como una sesion improvisada, una zapada de borrachos de bar, que
era adecuada para un bar pero no para un estadio. Las situacion era tan
fea que llego un momento que le pedimos al publico que cantara y luego
preguntamos si no habia ningun cantante en la sala. Fuimos amigos del
publico por unos minutos pero rapidamente cambiamos de parecer y
terminamos insultandolos y tirandoles cosas. Fue realmente ridiculo.
Nos quedamos allí el tiempo estipulado y luego nos retiramos en medio del
vergonzoso desastre. Salímos de inmediato y volvimos a Hollywood, tan
enojados que, esa noche, hablamos de separar a Axl de la banda y
buscar otro cantante. Junto con Izzy fuimos hasta la casa de West y yo
estaba lo suficientemente disgustado y alterado como para volver a la
heroína. Mientras consumíamos en el baño, Izzy y yo hablamos del show de
mierda que acababamos de dar y de qué podiamos hacer al respecto.
No era la primera vez que tocabamos este tema; diria que la idea de
despedir a Axl rondó aproximadamente 6 veces, muy seriamente, en el
ciclo de vida de Guns n Roses. Izzy y yo estabamos realmente planeando
una estrategia acerca de qué hacer cuando Axl apareciera. Resulta que
vino al baño, se apoyo sobre la bañera y empezó a hablar.
Lo asombroso de Axl es que él no entendió, en situaciones como éstas, que
había hecho algo mal, que se había equivocado; no desde su marco de
referencia. Entro al baño creyendo que no tenia razón alguna por qué
disculparse, por lo que pude notar. De todas maneras hablamos largo y
tendido y cuando la conversacion se alejo del tema de su ausencia en el
show, él intento ofrecer, vagamente, algun tipo de disculpas. Y cuando lo
hizo, tambien explico, bastante más apasionadamente, por qué hizo lo
que hizo. Sus razones eran tan enroscadas y complicadas que me quede
con la impresión de que ignoraba totalmente las repercusiones -o
consecuencias- de su no aparicion en el escenario esa noche y lo que
habia sucedido en su ausencia y que tampoco lo entendía.
Hay ciertos protocolos que Axl, simplemente no acata; dado que su mente
no funciona de la misma manera que la de los demas y los valores morales
y las reglas comunmente aceptadas no existen para él, explicar esas
normas podria o no hacer la diferencia; nunca se sabe. Axl es super
inteligente pero al mismo tiempo vive en un mundo donde no se aplica la
misma logica por la cual se rige el resto de la gente. Nunca jamas llega a
entender realmente los incovenientes que otros pueden tener a raiz de sus
decisiones; no lo hace con mala intencion, simplemente es su forma de ser.
Es muy dificil explicarlo. No hay ser más sincero que él, pero resulta que Axl,
independientemente del mundo que lo rodea, insiste en vivir acorde a las
reglas que son validas y se cumplen sólo en ese universo que él mismo ha
creado a su alrededor. El show de Alice Cooper fue un claro ejemplo de
esto: recuerdo que tanto Izzy como yo estabamos furiosos esa noche. Pero
por más enojados que estuviesemos, estar sentados allí, en el baño,
hablando de cuán decididos estabamos a hallar otro cantante; así y todo,
cuando Axl aparecio, nos convencio; paulatinamente, se aplaco nuestra
ira y Axl nos toco el corazón, asi que decidimos perdonarlo y olvidar el
tema. No nos costo mucho... habiamos consumido tanta heroína que
luego de un rato, le habiamos quitado el dramatismo a la situacion, y la
discusion ya no tenia sentido.
En todo caso, así fue entonces y ciertamente es ahora. Aparentemente,
Alice habia disfrutado de nuestra performance; creo que vio un poco de sí
mismo en su juventud, en nosotros. El tour promocionaba su disco “Raise
your fist and yell” y Alice no habia tenido un buen año: casi muere en el
escenario cuando su famosa guillotina de utileria no funciono bien y casi lo
decapita; se habia desintoxicado y se mantuvo limpio en la gira, de modo
que exceptuando algunos miembros de la banda que eran un tanto
pendencieros y escandalosos, nosotros eramos las manzanas podridas que
podias encontrar en ese viaje.
Compartimos con Alice la etapa estadounidense de su gira. Nuestro chofer
era un principiante y tenia la cabeza quemada. Fue inolvidable: era un
musico pelilargo que le gustaba siempre andar hablando de los temas que
componía, y como tambien era alguien muy divertido para salir,
constantemente hacia cosas que hacian nuestra vida un tanto más dificil.
El gran problema era que siempre queria salir con nosotros, asi que en vez
de estacionar el bus en un lugar determinado y luego dejarnos ir donde
quisiesemos, se ofrecia a llevarnos hasta el lugar propiamente dicho, lo que
inevitablemente hacia que terminemos perdidos por las calles laterales. No
hace falta decirlo: no duro mucho en su puesto.
Al unirnos al tour, Alice fue super amable y nos apoyo mucho. Nos dio la
bienvenida sin protocolos, no hubo jerarquias, ni nada de eso; nos trato de
igual a igual. Sinceramente le gustaba nuestra banda y lo que haciamos –y
nosotros lo admirabamos muchisimo. Digamoslo así: Nos tomamos todos
muchas fotos con Alice. Fue una transcision interesante: al trabajar con
Motley, habiamos visto una produccion a gran escala y una actuacion
predecible cada noche. Con Alice, sucedió lo mismo pero a otro nivel
totalmente diferente. Dado que hemos sido sus fans por años, ha
influenciado nuestra musica y letras y lo hemos tomado como un modelo a
seguir; salir de gira con él era algo completamente distinto. Alice contaba
con un tecladista, un guitarrista del tamaño de un behemoth que le
gustaba levantar pesas, tambien a Kip Winger en el bajo, otro guitarrista
más y un baterista. Estaba respaldado por un monton de gente contratada
para cada uno de los shows, todo tipo de escenografía y utileria; y era muy
interesante ver cómo Alice interactuaba con todo eso. Tenia ocho
musicos, coristas, actores, varios cambios de vestimenta...Definitivamente,
un show con todas las letras.
Tambien tenia un serpiente, la cual estaba muy contento por ver. Pero
Alice no era un coleccionista; no tenia una en su casa, sino que era una
pieza más de la utileria de sus shows. Un chico cuidaba de ella, pero no
estaba muy instruido en cómo cuidar y proteger a esta pobre „Boa
Constrictor‟ de las bajas temperaturas de la region norcentral de los
Estados Unidos, asi que tuve que darle algunos consejos. De todas formas,
la rompimos en esa gira.
Por la produccion, teniamos que ubicarnos contra el frente del escenario,
contra el publico, y esto era un catalizador. Los shows eran dinamicos, con
minima iluminacion y los predios del concierto mucho más pequeños que
los que habiamos visto con Motley; a fin de cuentas, habia enormes
diferencias entre Motley y Alice, e hicimos este cambio muy velozmente.
Esa epoca estuvo caracterizada por los cambios rapidos y drasticos;
cambiabamos los equipos constantemente, y estos cambios nos forzaron a
aprender mucho en poco tiempo. Si nos nos adaptabamos, cometeriamos
errores; asi de simple, ni más ni menos. Para una banda que estaba
empecinada en hacer las cosas a su manera, y mantenerse en esa
postura; fue bueno estar expuestos a estas diferentes situaciones sin previo
aviso.

Estabamos en Central Michigan en un pueblo en medio de la nada; yo


estaba tomando un trago en el bar del hotel cuando nuestro manager me
dijo que el show se habia cancelado porque le habia ocurrido algo a
Alice. Un par de horas más tarde, supimos que su padre habia muerto;
pasamos varios dias en el hotel esperando y preguntandonos, en el bar, si
la gira continuaria. Durante la segunda noche de vigilia, Steven Adler
perdio completamente los estribos. Steven podia volverse sensible, de un
momento a otro, con cualquier pretexto y su forma de exteriorizarlo era
mediante actos de rebeldia total y absoluta. En ese pequeño pueblo,
habia un bar de tematica deportiva, donde la gente iba a ver los partidos
de su equipo favorito, uno o dos restaurants, un hotel y nada mas; ninguna
otra atraccion por millas. Duff estaba con él esa noche, habian salido
juntos a tomar una copas y por alguna razon Steven se exaltó de más y le
pego una trompada a un farol de la calle. Se rompio la mano y no pudo
tocar por seis semanas, aproximadamente.
Alan nos habia arreglado algunas fechas para tocar como banda
principal en Los Angeles; éstas seguirian a la gira con Alice pero nos dimos
cuenta que Steven no iba a poder librarse del yeso a tiempo, asi que
corrimos la voz acerca de que necesitabamos un baterista sólo por
algunos shows. En el término de 24 horas, nos encontramos con Fred Curry,
integrante de Cinderella. Fue barbaro para sacarnos del apuro. Aprendio
rapidamente todas las canciones y ensayamos con él, en el lobby del
hotel, en Michigan; Izzy, Duff y yo, cada uno con su instrumento mientras
Fred tocaba la bateria.
Unos dias despues, nos enteramos que Alice habia cancelado la gira,
entonces volvimos a Los Angeles y nos preparamos para los shows en el
Perkins Palace.
Todos estabamos muy ofendidos y resentidos con Steve en ese momento;
no nos agradaba que despertara a la mañana siguiente, luego de haberle
pegado una trompada a un farol, con un yeso en el brazo; sabiendo que
eso habia sido una estupidez producto de una tremenda borrachera. Se
habia equivocado, habia metido la pata -y ahora tendria que enfrentar las
consecuencias.
De vuelta en Los Angeles, Steven y yo nos mudamos a „Franklin
Apartments‟, en Hollywood y Franklin. Las unidades estaban totalmente
amuebladas y podias alquilarlas por poco tiempo. Estuvimos allí unas
noches antes y despues de los show en el Perkins Palace, en Pasadena.
Basto registrarme, para tener a Sally a cuestas. Se estaba hospedando en
el Drury Hotel de Missouri –al cual soliamos llamar „Dreary Hotel in Misery‟
(„el lugubre hotel de la miseria‟)-; aparecio con una credencial de
residencia y lista para quedarse conmigo un tiempo. Proveniente de
Sheffield, es una chica verdaderamente inglesa que cambio todo su
ambito rapidamente, empezo a salir de gira con nosotros y debo decir que
sobrevivió. Ella vino a vivir conmigo a Franklin Apartments, justo al lado de
Steven.
Faltaban algunas semanas para los cuatro shows en Perkins Palace, en
Pasadena, y como de costumbre, al tener varios dias de libertad en Los
Angeles me sumergi nuevamente en el circuito nocturno. Una de esas
noches, Lars Ulrich y James Hetfield, de Metallica, vinieron al departamento
y armamos una fiesta excepcional. Sally estaba allí y recuerdo que habia
una chica con la James queria tener sexo y los deje usar mi habitación.
Estuvieron allí un rato y en un momento tuve que ir a buscar algo, entonces
entre sigilosamente y vi la escena: James de pie sobre la cama, la chica
contra la pared, James la tomaba firmemente del cuello, hacia lo suyo
mientras gritaba con esa voz de trueno: Asi esta bien! Si! Asi esta bien!...
Las fiestas se repetian noche a noche. En una oportunidad, fuimos a
Cathouse, ahora ubicado en Highland y Melrose, donde nos cruzamos con
el tristemente celebre Mark Mansfield y con Nikki Sixx y ambos grupos nos
juntamos. Estaba en el bando anti-heroína en ese entonces y no me
interesaba consumir, pero Mark tenia un poco, y él, Steve y Nikki, sí querian.
Yo no estaba al tanto de esto –se retiraron del pub hacia el departamento
de Steven para hacerlo.
Mas tarde, Sally y yo volvimos a casa; tomamos algunas copas más en la
habitacion y yo me quede dormido pero Sally se mantuvo despierta. Creo
que sabia lo que estaba sucediendo en la casa de Steven. No sé
cronologicamente cómo fueron los hechos porque no estaba presente,
pero todos habian hecho lo que tenian que hacer y en algun momento
Nikki entro a mi casa sin golpear, ni pedir permiso; como si tal cosa.
Aparentemente, se habia picado de más, porque sufrio un cuadro de
sobredosis en mi departamento.
Sally trato de despertarme cuando encontro a Nikki, desmayado en un
rincon. Yo estaba tan ebrio y cansado que tuvo que arrastrasme hasta la
ducha para hacerme volver en mí. Apenas funciono: estaba muy borracho
y me puse agresivo; resultado: rompí la mampara de la ducha.
Mientras tanto, los paramedicos atendian a Nikki en la habitacion. Steven
estaba allí tambien; muy drogado, por supuesto.
Gracias Dios por Sally. Ella fue quien llamo al 911, de lo contrario Nikki ya no
estaria entre nosotros.
Un par de horas mas tarde, Christine, la asistente de Doc McGee, vino a
buscar sus pertenencias, y nos enteramos que lo habian llevado a Cedars-
Sinai, lo habian reanimado, estuvo unas horas allí y luego salio de alta por
voluntad propia y bajo su responsabilidad. No se sabe qué hizo despues,
pero la leyenda cuenta que siguió consumiendo e inmortalizó esa
experiencia en la cancion “Kickstart my heart”. En cualquier caso, si las
miradas pudieran matar, Christine me hubiese matado, esa vez; me trato
como si la sobredosis de Nikki hubiera sido culpa mia, como si hubiera sido
mi droga, mi idea y como si yo lo hubiera forzado a él a hacer lo que hizo.
Christine siempre habia sido muy buena conmigo, pero ahora me lanzaba
miradas fulminantes, cual dagas. Nunca más hable con ella.
A pesar de todo esto, los shows en el Perkins Palace estan entre los mejores
que hemos hecho...con Fred Curry en baterias. Esto fue tremendo para
Steve; estaba allí parado, a un lado del escenario; llevaba puesto su
pañuelo al estilo Clint Eastwood, y con un casco en la cabeza, como los
que usan los jugadores de baseball, cuyas tiras habian sido transformadas
en sostenes de dos latas de cerveza, y con el brazo enyesado. Me dio
pena. Tuvo que tocar la pandereta; estaba furioso. Fue amable con Fred,
correcto; pero nada más. Era entendible; Steve tenia que estar ahí sentado
viendonos tocar tan bien –sin él-, para un publico agradable que nos
recibia con los brazos abiertos; la clase de publico que no conociamos
hasta el momento.
No tuve nada que ver con la sobredosis de Nikki, pero el hecho que haya
sucedido en mi departamento, era razon suficiente para exiliarme de
Hollywood junto con Sally y Steven, por consejo de los que saben. Nos
quedamos en el Holiday Inn en Hermosa Beach. Esta fue la primera de
varias veces que la compañía tuvo que buscar la forma de sacarme de
Los Angeles y llevarme a lugares con menos actividad para mantenerme
bajo control.
La intencion fue buena; el modo, no. Hermosa Beach estaba
efectivamente muy lejos de Los Angeles y una cosa era segura: estaba
varado allí –porque no tenia auto-. El cuarto tenia una sola cama, una
pequeña television y dos sillas. No tenia una cocina adecuada, no tenia
nada adecuado, y estaba lo suficientemente lejos de la ciudad como
para satisfacer mis necesidades. Ni siquiera tenia servicio al cuarto.
Sally y yo compartiamos uno de ellos, Steven estaba al lado nuestro. Debo
decir que este fue el comienzo de su caida. Varias veces vi que tenia todo
tipo de drogas en su cuarto; consumia mucho y siempre estaba
acompañado con una u otra chica. Solo puedo decirlo en retrospectiva,
porque en ese momento, él parecia estar feliz. Yo tambien bebia una
botella tras otra de Jack, al mismo tiempo que mi relacion –o lo que haya
sido- con Sally llegaba a un punto critico, y alcanzaba limites casi
dramaticos.
Mientras vivimos en Hermosa Beach, no podiamos parar de pelearnos.
Poco a poco fue volviendose agresiva, y cuando finalmente perdi la
paciencia, la mande de vuelta a Los Angeles. En los años siguientes, me
volveria a encontrar con Sally; una vez, hasta se me apareció a los pies de
mi cama… pero llegaremos ahí, en instantes...
Hicimos “Lies” durante este periodo; ya contabamos con la base acustica
y yo agregué mis guitarras. Eso me mantuvo ocupado un momento, lo que
fue barbaro, porque todos los dias que pase en Hermosa Beach, estuve a
punto de explotar. Poner mi guitarra en “Lies” me llevo exactamente dos
dias; en todo caso, estaba tan ansioso por volver a Los Angeles que las
hice muy rapidamente –desearia que todo me hubiera llevado más
tiempo.
Mi exiilio parecia durar una eternidad; cada dia pasaba como si fuera un
año. Tampoco era alguien popular allí; bajaria a la piscina del lugar y no
habria nada divertido para hacer, y el ambiente no era acogedor debido
a que la actitud y la energia de la gente no era la mejor.
En Hermosa Beach todo giraba en torno a playa y surf, cuando una ciudad
adopta eso como identidad cultural, deja de ser un sitio interesante –al
menos para alguien como yo, que tenia la sensibilidad de una rata de
albañal, en ese momento.

Dejamos pasar el tiempo y luego nos dirijimos a New York City para hacer
un par de shows. “Zodiac”, “Mindwarp” y “EZO” eran las bandas soporte en
forma intercalada, pero recuerdo el show en “Limelight”. No lo tomamos
muy en serio; nuestro plan era aparecer allí y usar los equipos de las otras
bandas. Tome tranquilizantes antes de volar a L.A. y cuando perdimos el
avion porque Axl se demoraba, no se cómo hice para mantenerme
despierto.
Siempre viajamos todos juntos en las giras, y mientras esperabamos a Axl y
que se hiciera la hora del proximo vuelo, empecé a tomar whisky -tome
varios Jacks-. Arribamos en New York y nos fuimos directamente a hacer el
show. La mezcla de pastillas y alcohol habian hecho efecto realmente.
Luego de haber dormido no más de una hora en el avion, basicamente
era un zombie, un muerto vivo.
Subimos al escenario sin anunciarnos, y tomando todo en cuenta fue una
noche bastante buena. El unico problema surgio cuando tuvimos que
tocar “Sweet child o mine”; fue un momento de terror: me tomo 10 minutos
encontrar esas ocho primeras notas. Empezaria y me detendría una y otra
vez hasta que finalmente lo resolvi. Me dio vergüenza y risa al mismo
tiempo. Creo que tambien fue esa misma noche que me tire del escenario,
y el publico en vez de sostenerme, se apartó como el Mar Rojo y me dejo
caer al suelo. Estuve allí por un instante, evaluando si me habia roto -o no-
algun hueso. Luego volvi al escenario y traté de mantener un buen
semblante.
En esta ocasión, tambien tocamos en The Ritz y este show fue
tremendamente popular en MTV. No fue el mejor show que dimos, de
ninguna manera: Axl tenia problemas vocales y aunque no tocamos mal,
habiamos tocado mejor en los ultimos tiempos. En todo caso, fue
desorganizado, desafinado; demasiado punk rock y solo por esta razon, es
digno de reconocimiento. Esa secuencia es importante porque capturo la
escencia de la banda. El publico fue espectacular y como sucede con
todos los momentos memorables, paso muy rapido y se terminó, incluso
antes de percatarme de ello.
Hicimos gran cantidad de presentaciones en la Costa Este, despues; en el
auge de Guns. Recuerdo una noche en particular; en “L‟Amour” en
Brooklyn.
L‟Amour era un clasico en New York City; era el mejor lugar donde
cualquier banda de hard-rock o metal pudiera tocar jamas. Izzy se
emborracho de tantas cervezas que tomo antes de subir al escenario pero
se mantuvo agradable, tranquilo, a su modo –Izzy siempre fue gracioso
estando borracho. Esa noche hizo el show como si nada sucediera,
sentado en el angosto borde del rack de sonido. Era muy divertido de ver.
Esos shows fueron barbaros –todos los fans que estuvieron allí lo saben tan
bien como yo. Durante este periodo, cuando encabezabamos, teniamos
cierta presencia majestuosa. Algo sucedió en esos meses en los que
pasamos de ser teloneros a ser banda principal; ya en ese entonces,
sabiamos como hacer de un show de 45 minutos, un „vale todo‟ donde no
habia limites, ni restricciones. Fuimos una gran banda soporte, y cuando
empezaron a contratarnos más y nosotros, a tocar con continuidad, incluso
ofreciamos más por el mismo precio.
Encabezar sumaba algo particular a la buena vibra del lugar, una
sensacion de libertad de accion, apoyo, comodidad, control; en esos
shows, nosotros teniamos las riendas del lugar, del publico; todos ellos
habian venido a ver a su banda, Guns n Roses.

De regreso en Los Angeles, filmamos el video de “Sweet Child o mine”, lo


que nos mantuvo ocupados hasta que Alan pudiera ponernos de vuelta
en la ruta. Fue un buen video: sólo tomo dos dias de trabajo. Mientras
hubiera una sesion en vivo, yo estaba contento. En particular, este video
muestra a cada una de nuestras chicas de ese momento; algo que hoy, a
la distancia, resulta entretenido ver.
En ese tiempo, Alan le habia asignado a Ronnie, el guardia de seguridad,
la dificil tarea de cuidarme. Ronnie era muy leal y comprometido con su
trabajo. Estos aspectos de su personalidad resultaron ser muy divertidos
para mi. Alan tenia las mejores intenciones pero me metí en muchos más
problemas mientras Ronnie estuvo cerca; si no hubiera tenido a mano a
Ronnie seguramente me hubiera portado mejor. Me dediqué a volverlo
loco; ese fue mi nuevo pasatiempo. Llegaria a encerrarme en mi
habitacion y esconderse, en caso de que quisiera escaparme –porque lo
haria.
Ronnie era barbaro, siempre me siguio el juego, nunca perdio los estribos,
incluso en los momentos en que enfoque toda mi energia en tratar de
escaparme sigilosamente.
Tomando todo en cuenta, fue un gran recurso, fue bueno tenerlo cerca
hasta que obviamente, todo se fue a pique. Pero llegaremos ahí mas
adelante...

El siguiente trabajo nos produjo cierta aprehension, incluso antes de


aceptar la propuesta. Debiamos abrir los shows de “Iron Maiden”,
empezando en Canada, en Mayo de 1988, en la gira de promocion de su
album “Seventh Son of a Seventh Son”. No estabamos muy entusiasmados,
porque no creiamos combinar bien con Iron Maiden. No tenia nada en
contra de la banda; la habia conocido a traves de Ron Schneider de „Tidus
Sloan‟, que amaba a “Maiden”, “Rush”, “Armageddon” y “Black Sabbath”;
asi que estaba bastante familiarizado con su musica. Pasaria mas de una
tarde, al salir del colegio, viendo a Ron tocar su bajo Rickenbacker junto
con los discos de Maiden. Sobre todo me gustaba el album “Killers”;
despues perdi contacto.
La tematica de la gira y el concepto del album era una especie de
holocausto polar: el set era un enorme glaciar del cual surgia Eddie, la
mascota de la banda, decongelado de su tumba de hielo, o lo que fuera;
no sé. Aparentemente, el album tuvo muchisimo éxito en el Reino Unido y
es considerado uno de los mejores. Para nosotros, todo era muy ridiculo;
odiamos el escenario en cuanto lo vimos, y la pasamos mal tocando con
esa escena de fondo. El primer dia de show, fuimos al lugar con el fin de
hacer una prueba de sonido y no pudimos porque los asistentes de Maiden
no habian armado todavia el glaciar, ni hablar del Yeti.
En ese momento, no teniamos reservaciones de hotel, asi que nos
quedaba pasar el tiempo hasta la hora del show, en el predio donde
tocariamos, o en el bus. Esos shows fueron interesantes, porque nos
sentiamos tan fuera de lugar, -estabamos tan fuera de lugar- que subir al
escenario era todo un desafio. Pusimos lo mejor de nosotros para brindar
un buen show y fuimos bien recibidos la mayoria de las veces: no nos
odiaban, tampoco nos amaban; en algunos existio buena conexión con el
publico, y en algunos otros, no.
Duff y yo, por nuestra parte, tratamos de establecer cierta conexión con los
integrantes de Maiden. La banda era una institucion, lo sabiamos; estaban
en este ambiente hace años, tenian un grupo de trabajo y lo que hacian
es lo que venian haciendo, tambien, hace años. Nosotros eramos una
banda nueva y poco disciplinada -cuyos integrantes vestian jeans rotos y
viviamos con los nervios de punta- burlandose de Iron Maiden y de su
sistema establecido. Duff y yo respetabamos todo eso y decidimos salir con
ellos una noche, a jugar a los dardos, y forjar momentaneamente cierto
parentezco. La pasamos muy bien. Ellos jugaban muy bien, nosotros no; no
hirio nuestro orgullo perder con ellos.
Por unos instantes, nos parecio tener ciertas cosas en comun con Maiden.
Unas fechas más tarde, Axl se dirigio a la antesala, que estaba repleta de
asistentes de ambas bandas, e hizo una escena.
La antesala es sagrada para las bandas en gira; es la zona neutral, un area
compartida; es como el comedor de las carceles, por decirte algo. Ese el
„el‟ lugar donde todos debemos aguantar todo del resto.
Estabamos casi en la mitad de la gira y Axl entro allí y perdió los estribos:
volteo una mesa y se fue enfurecido. Estaba descontento con la gira; su
paciencia y resistencia llegaron al limite.
Ya habia tension y molestia entre Guns y Maiden. Esto, obviamente, elevó
el nivel y decreto el alerta naranja, siendo el rojo sinonimo de „ataque
nuclear‟. Se corrio la voz entre los asistentes, acerca de este episodio y de
ahí en más, se perdio el contacto entre ambas bandas. Fue una situacion
incomoda, pero estabamos dispuestos a preserverar, pasar por este mal
momento y terminar nuestra labor.
El tour recorrio Canada, luego Seattle y el norte de California. No estoy
seguro pero creo que tambien tocamos en la zona de la bahia de San
Francisco, y fue ahí cuando Axl se rehuso a dejar el hotel para ir a hacer el
show. Si mal no recuerdo, todavia seguia en su habitacion cuando el resto
de la banda partio hacia la sede del show; Alan estaba con él. Poco
despues, recibimos una llamada diciendo que Axl no se sentia bien y que
no iba a poder hacer su presentacion.
Una multitud aguardaba ver tocar a Iron Maiden. Alan insistio en que Duff y
yo subieramos al escenario y le hicieramos saber al publico que Axl no iba
a venir porque se sentia mal.
Subimos al escenario y hubo un discreto aplauso y entusiasmo, hasta que
oyeron lo que teniamos para decirles. Fue otro momento incomodo,
horrible; desearia no haber tenido que hacer eso, desearia que esto no
huebiese pasado. Para bien o para mal, cuando les dimos la noticia; ésta
no fue bien recibida: la gente se exaspero muchisimo, lo que saco a relucir
su interes en nosotros; y sólo eramos la banda soporte. No esperabamos
tanto de los fans de Iron Maiden; no sabiamos que les gustabamos tanto.
Evidentemente habiamos cruzado la linea. Fue la primera vez que
recibimos esa respuesta del publico, fue una linda sorpresa.
Quedaban unos pocos shows por hacer en California para terminar la gira,
aunque ninguno de nosotros queria realmente hacerlos, eramos
profesionales y nos habiamos comprometido. Dos presentaciones estaban
estipuladas en Irvine Meadows, pero la garganta de Axl no soportaba más,
no podia cantar, de ninguna manera; asi que tampoco pudo hacer esos
dos shows. No se bien cómo termino esa historia, pero Axl aviso con la
suficiente anticipacion como para que Alan pudiera resolver –con
dificultad y cierto apuro- el problema y cumplir el contrato. Al final, L.A
Guns fue contratado para tocar, mientras que nosotros –Duff, Izzy, Steven y
yo- nos sumamos para de una zapada y para tocar –a regañadientes-, a lo
sumo algunas canciones.
Al bajar del escenario, un asistente de nuestro equipo me dijo que LA Guns
habia intentado boicotear nuestra actuacion; habian apagado los
amplificadores para que sonasemos mal. Creo que a Tracii le preocupaba
que yo fuera a tocar mejor que él. Fuere lo que fuere, trataron de cortarnos
de raiz, pero nuestro equipo se percató de esto y lo arregló. En cualquier
caso, ese show descartó cualquier tipo de relacion civilizada entre Tracii
Guns y yo.

Esos dos fueron los ultimos shows que teniamos estipulados con Iron
Maiden.
De vuelta en Los Angeles, me volvi a juntar con West Arkeen y se corrio el
rumor que yo habia vuelto a consumir heroína; esto preocupaba a todo el
entorno de la banda. La verdad es que, en ese periodo, sólo consumí una
vez y nada más; eso fue todo. Pero la intencion era buena: estaban
preocupados en que yo volviera a hacerlo, al tener tiempo libre. No se
equivocaron del todo: yo tendia a ser un tipo revoltoso, rebelde, dificil de
controlar y nunca pudieron dominarme. Sabiendo eso, Alan decidio que
Doug debia llevarme a Hawaii para estar un poco más tranquilo.
Doug y yo fuimos a Maui. Doug ama el golf, y estaba encantado de ir allí;
eligió un Resort de primera linea por esa única y sencilla razón.
Yo debia empaparme de sol y relajarme...fue una pesadilla total!
Este lugar era un complejo de bungalows; habiamos alquilado un auto
para la semana y llenamos la casucha de comida. Era tan caro como un
hotel pero no se parecia en nada a un hotel. Debiamos permanecer en
Hawaii durante dos semanas pero al quinto día, ya estaba preparado para
irme. Empece a llamar a Doug para que me mandara pasajes de avion a
cualquier otro lado más interesante.
“Puedo viajar a cualquier lado, Doug!, qué lugar de mierda!”, grite. Por
qué estoy aca?!”
“Slash, calmate!”, respondió Doug. “Estas mas tranquilo?. Ok, dónde
queres ir?”
“Ya te dije!! ... a cualquier lado!!. New York!
Finalmente, en vez de sacarme de ahí, Doug decidio mandarme a una
stripper muy hot que yo habia conocido en Toronto. Él se encargo de todo,
hizo todos los planes y me dejo contento. Supuestamente, en este viaje,
debia relajarme, bajar un cambio. Pero debo decir que aún allí, me agarre
tremendas borracheras. Una noche, en particular, bebimos tanto con Rose
que por alguna razon –estupida-, crei necesario romper todas las partes
vidriadas del frente de la casa. Ni siquiera lo pensé; en ese momento me
parecio algo totalmente natural. De pronto oimos que alguien llamó a la
puerta, mientras Rose y yo estabamos sentados en el sofá. Afuera
aguardaba un enorme samoano, guardia de seguridad del Resort. Pude
notar que no estaba muy contento...
“Vos rompiste todo este vidrio?” me preguntó.
“Si...Y qué?!, le constesté
“Vas a tener que limpiarlo”, me dijo, endemoniado. “Vas a tener que
limpiar este desastre”.
Tenia razon; moralmente, sí. Deberia haber limpiado los vidrios rotos. Pero
estaba pagando cerca de mil dolares por noche, de hospedaje; y por ese
dinero, no pensaba limpiar absolutamente nada.
“Y por qué no lo limpias vos?, le dije.
El tipo me miro fijamente un instante, luego me tomó del cuello, y me
sostuvo contra la pared. No sé que tenia planeado hacer; todo lo que se
es que apenas podia respirar y mi espalda desnuda estaba sintiendo
seriamente el estuco de la pared.
Mi chica se volvio loca, y salto sobre la espalda del samoano, recreando a
Cain. No tuvo mucho efecto; él estaba prendido a mi cuello como un
pitbull: se libero de ella de un solo golpe, con un solo brazo; porque el otro
se mantuvo presionando mi garganta y nunca aflojo su tension.
Toda la escena fue muy ruidosa y luego de unos minutos esto atrajo a los
otros huespedes. La pareja de la casa de al lado se acercó y cuando el
samoano los vio, fue como si hubiera visto kriptonita: de pronto se
tranquilizó y se retiro de mi casa. Al dia siguiente, lo busqué pero no tuve
éxito; desaparecio y nunca mas regresó; renuncio a su trabajo,
aparentemente.

Hicimos un mini-tour, poco despues. Era algo que Alan habia arreglado
para mantener el impulso, para no perder lo que habiamos logrado.
Tocamos en un teatro en Phoenix con TSOL, y recuerdo que cuando llegué
allí, todos se sintieron aliviados de verme. Estaba super bronceado y Doug
esta orgulloso de eso; según él, su plan habia funcionado: me habia
llevado a Hawaii y habia logrado enderezarme. Me causaba mucha
gracia.
El primer show estuvo bien, pero la segunda noche, Axl no aparecio;
nuevamente se rehusó a salir de su habitacion. No sé cuanto insistieron
Doug y Alan para que subiera a escena, y aún hoy no entiendo por que no
habra querido hacer el show, pero creo que fue un duro golpe a la moral.
Nosotros como banda, estabamos fuera de sí; estabamos encabezando
esos show y no podiamos perdonarle esto. Son muy pocas las razones por
las cuales podes cancelar una presentacion: si muere alguien en la familia,
si te moris vos, o te enfermas o estas enfermo y a punto de morir; sino tenes
que hacer el show como sea, arrastrandote si es necesario, pero tenes que
subir al escenario.
Esta actitud de Axl, desató una reaccion en cadena y desde ese momento
se le abrieron las puertas a la disfuncion.
Steven encontro a alguien vendiendo drogas en Phoenix; el resultado: yo
me inyecté y tambien él; no estoy seguro qué estaban haciendo Izzy y Duff,
pero Steve y yo andabamos agarrandonos de las paredes. Todo lo que
recuerdo de esa noche es que el hotel parecia una caverna; mi cuarto y el
de Steven parecian estar a 6 millas de distancia. El hotel estaba oscuro,
lugubre; un gran numero de personas habian reservado cuartos,
estrictamente para poder festejar despues del show y estaban en plena
marcha. Parecia siniestro y avieso; se percibia cierta perversion y toxicidad
en el ambiente.
Al amanecer, Doug y Alan pidieron una reunion de la banda despues del
desayuno. Duff, Izzy, Steven y yo nos sentamos algun restaurant junto a
Alan, y realizo su exposicion. Nos dijo que estabamos a punto de arruinar
todo lo que nos habia costado tanto conseguir. Puse todas mis fuerzas por
mantener mi cabeza erguida por dos segundos, mientras Alan seguia
diciendonos que no podiamos continuar viviendo así. Hicimos una pausa
para expresar nuestra decepcion por la indiferencia de Axl y el hecho de
que tampoco estuviera participando de la reunion. Pero tambien sabiamos
que no podiamos salir a buscar otro cantante. Parecia que Alan estaba de
acuerdo con nosotros y que iba a hablar con él. No marco ninguna
diferencia, por supuesto.
Volvimos a Los Angeles, y cancelamos el resto de las presentaciones. Acto
seguido: abrir para Aerosmith. El entorno controlado de ser banda soporte
parecia ser bueno para nosotros en ese momento. El manager de
Aerosmith, Tim Collins habia conseguido reordenar a la banda, y era
responsable de su sobriedad; y la banda habia invertido millones de
dolares en tratar de desintoxicarse y mantenerse limpios. Y habian
contratado a Guns n Roses como banda soporte, cuyos cimientos habian
empezado a ceder y mostraba sus primeras grietas. Imagino las mentiras
que Alan habra dicho acerca de lo bien que nos llevabamos, para cerrar
el contrato.
Tom Zutaut, Alan Niven, y Doug Goldstein fueron advertidos. Tim Collins les
leyo la cartilla acerca de poner en peligro a su banda, en referencia a
nuestras adicciones y la sobriedad de Aerosmith. Luego, nosotros nos
reunimos con él. Lo fuimos a ver a su hotel en Los Angeles; la reunion tuvo
lugar en su habitacion; ordenamos por „servicio al cuarto‟ bebidas
alcoholicas por un valor de mil dolares cuando él fue al baño. Tom se
quedó callado al ver llegar a la sala esta enorme cantidad de comida y
bebida; no dijo ni una palabra, sólo nos sonrio.
“Lo siento, pero teniamos hambre... y sed” le dije.
Era nuestra forma de mostrarle a Tim que no estabamos dispuestos a
renunciar a nuestro estilo de vida, pero sí podriamos seguir ciertos
lineamientos: todos los tragos serian servidos en vasos comunes y todas las
botellas debian no estar a la vista y, por supuesto, no hacer mencion a la
heroína o cocaina. Eso no era un problema para nosotros; no fue dificil
ocultar que teniamos drogas porque siempre fuimos muy reservados en ese
sentido.
El tour comenzó en Julio y duro dos meses; y yo no podia estar más feliz de
compartir la gira con una de mis bandas preferidas. “Permanent Vacation”
era su noveno album, el primero con canciones de autores ajenos a la
banda, y el que contenia muchos de los hits que el mundo ha disfrutado
por años; pero dado que creia que interpretar canciones que fueran
escritas por otra gente y no por la banda, no estaba del todo bien; me
alegro verlos resucitar entre los muertos.
La primera noche fue tumultuosa: el primer show tuvo lugar en Illinois y
mientras que la banda arribo al predio lo suficientemente temprano para
verlos probar sonido, Axl estuvo desaparecido en acción hasta media hora
antes tocar. Recuerdo que Steven Tyler se acerco y me dijo: “Hey, donde
esta el cantante?”; ésta se ha convertido en una frase recurrente, el
remate del chiste, y la linea obligada cada vez que nos vemos con Tyler –
siempre me dice eso cuando me saluda-. Axl aparecio con los minutos
contados, lo que obviamente hizo que la tension aumentara entre nosotros
pero tocamos lo suficientemente bien como para hacer las paces y dejar
pasar el incidente.
Durante esa gira tocamos en el Giants Stadium, con Deep Purple. Ese
estadio es tan grande que teniamos suficiente espacio para correr
alrededor de él; siempre fuimos buenos en eso. El set duro 45 minutos y
tocamos “Paradise City” dos veces para filmar el video. El publico
enloquecio. Ese estadio tiene una capacidad de 80.000 personas, y
aunque no estaba completamente lleno, nunca habiamos tocado frente a
tal multitud. La energia de ese show fue increible. Fue uno de esos
momentos en lo que realmente me dí cuenta cuán popular era Guns n
Roses. Fue un momento de „claridad‟.
Recuerdo la prueba de sonido de ese día: baje del escenario, caminé
hacia el centro del campo –de gran extension- y toqué la guitarra desde
allí durante un tiempo, para tomar dimensión de la situacion y disfrutar.
Habiamos pasado por muchas cosas desde el primer show en Seattle y
todavia la quimica y energia entre nosotros seguia igual. Guns n Roses era
un grupo digno de un estadio desde el principio. Teniamos un modo
irrefutable de hacer las cosas, y sólo requirio algunos ajustes una vez que
dimos el gran salto y pasamos de los clubes a los estadios.
Al bajar del escenario, me senti como si estuviera en la novena nube, asi
que subi al bus y celebré con cinco lineas de coca aproximadamente y
varios vasos de trago largo de Jack Daniels. Literalmente un minuto
despues de terminar mi ultima linea aparecio Gene Kirkland, un fotografo
conocido mío, y dijo que estaba allí para fotografiar a Joe Perry para „Rip
Magazine‟ y que Joe habia pedido que yo fuera parte de ella. La coca
estaba haciendo efecto y el Jack tampoco ayudaba mucho; en definitiva
parecia “Frosty”, el muñeco de nieve.
Le dije a Gene que iria enseguida; luego ingerí tanto Jack Daniels como mi
estomago pudiera soportar, y despues di vuelta todo el bus en busca de
mis anteojos oscuros. Me miré al espejo, respire hondo varias veces y bajé
del bus, aparentando despreocupacion y tranquilidad. Caminamos unos
minutos con Joe mientras yo trataba de no mostrar los tics o moverme
nerviosamente, y que mi sonrisa luciera más relajada que lo que en
realidad era. La cocaina te vuelve paranoico y particularmente esta
receta –por llamarlo de alguna manera- era una especie de Coca de The
Sopranos asi que era dificil disimular los efectos. Me habia encontrado
antes con Joe pero no queria rondarle en ese estado. Cada vez que veo la
fotografia resultante de esa escena, debo reirme porque todos lo que me
conocen realmente saben que nunca sonrio de esa manera o tengo esa
postura tan rigida. De alguna manera me las arregle para mantener mi
mandibula en linea porque tendia a oscilar como una puerta azotada por
el viento.
Trabajamos mucho para portarnos bien durante esa gira, pero Steven Tyler
estaba convencido que viviamos drogados y con la cabeza en las nubes
todo el tiempo. Era muy curioso; siempre queria saber en qué andabamos
y qué habiamos hecho la noche anterior. Vendria todas las tardes y nos
diria, con su tono rapido y casi ritmico: Que hiciste anoche? Tomaste
drogas? Te acostaste con alguna chica?.
Se hizo dificil cumplir con sus espectativas.
El unico episodio cercano al desastre que tuvimos con Aerosmith fue en
algun lugar en los estados centrales de los Estados Unidos, en un predio
donde teniamos que tocar. Teniamos bastante tiempo de viaje desde el
hotel hasta allí y Axl estaba demorando mucho, el primer vehiculo estaba
lleno y decidi esperarlo. Los otros llegaron bien, pero nosotros nos
quedamos atascados en el camino, en una carretera de dos carriles, por
la cantidad de autos que iban hacia el estadio. Estabamos jodidos,
avanzabamos muy lentamente y transcurrian los minutos. Axl estaba
tranquilo, pero yo no; yo estaba muy nervioso y ansioso. Terminamos
pidiendo escolta policial y pudimos llegar cinco minutos antes de salir a
tocar. Recuerdo ir a mi vestidor, cambiarme la remera y salir corriendo al
escenario. Cruce a Joe Perry en el pasillo; estaba en esa postura tan
caracteristica de él –parado sobre una pierna-, me vio pasar y me dio una
sonrisa burlona como diciendo: „Aha, esta vez lo lograste!‟.
Hoy, mirando atrás, puedo decir que estaba claro que a pesar de los hits
de Aerosmith, pronto seriamos la principal atraccion. Sucedió muy rapido,
gracias a MTV y a la repeticion cronica de “Sweet child o mine”: a las
pocas semanas del estreno en los primeros dias de Junio, llegó al numero
uno y GNR se convirtio en la banda mas popular del pais. Los empresarios
nos contaron la noticia pero yo no me lo crei hasta que ví gente de „Rolling
Stone‟ en la gira: habian enviado un escritor para cubrir la gira de
Aerosmith pero despues de unos dias de ver la reaccion del publico y
vernos tocar en vivo, la revista opto por ponernos a nosotros en la tapa. Al
final de la gira, GNR era, absolutamente, una banda grande, enorme,
gigantezca; y generabamos la clase de entusiasmo y alboroto que me
dejo perplejo noche tras noche.
Dicho esto, los miembros de GNR todavia eramos un par de rudimentarios
gitanos que no tenian la menor idea de nada, entonces el manager de
Aerosmith, Tim Collins, a modo de felicitación, se despacho con un regalo
que realmente necesitabamos: Maletas. Nos dio a cada uno de nosotros
una valija de aluminio marca Halliburton que todavia conservo. Tim se dio
cuenta que eramos el tipo de personas que podrian haber estado en la
ruta por diez años más sin el equipaje apropiado –y no estaba tan
equivocado.
Me acuerdo lo agradecido y contento que estaba de contar con ella. Fui
corriendo hacia el vestidor de Joe y Steven y les agradecí desde el fondo
de mi corazon. Ellos me miraron como si estuviera loco; ahora me doy
cuenta que, probablemente, no tenian ni idea que los organizadores nos
habian hecho ese obsequio.

Filmamos la mitad de nuestro tercer video durante la gira con Aerosmith. La


secuencia en vivo que se ve en „Paradise City‟ contiene escenas tomadas
en dos locaciones: en el Giants Stadium en New Jersey –en dicha gira- y en
el „Monsters of Rock Festival‟ en Castle Donnington en el area central de
Inglaterra, un mes despues, el 20 de agosto de 1988.
Cuando llegamos a Donnington, „Sweet Child o mine‟ y „Welcome to the
Jungle‟ habia entrado al ranking mundial y el album, al Top Ten.
En ese show fuimos testigos de la frenetica reaccion del publico; nunca
habiamos visto algo así. El festival batió records de asistencia ese año,
sobrepasando las 100.000 personas. No pudo haber sido mejor lugar para
filmar una secuencia en vivo...excepto por el hecho de que dos personas
murieron aplastadas cerca del escenario durante nuestro set.
El publico enloqueció; era una oleada constante de gente. Axl paró el
espectaculo varias veces para controlar la situacion pero fue inutil, no
habia forma de calmar a la multitud. No teniamos idea que alguien habia
resultado herido, y mucho menos que alguien habia muerto; despues del
show fuimos a celebrar a un pub de la zona y Alan vino totalmente
angustiado y nos dio la noticia. Fue horrible; ninguno de nosotros sabía qué
hacer: algo que habia sido motivo de celebracion minutos antes, se habia
transformado en una tragedia. Este fue el primero de muchos momentos
extraños, contradictorios y surrealistas.

Casi al mes siguiente, Guns se presento en los MTV Video Music Awards;
tocamos „Welcome to the Jungle‟ y nos llevamos el premio al „Mejor Artista
Nuevo‟. Me gustaria saber qué fue de esa estatuilla; dónde se encuentra
hoy; creo que me la olvidé en un taxi que, ahora que lo pienso, es lo
minimo que se merece. Luego, el 24 de Septiembre de 1988 –casi un año y
un mes despues de salir a la venta, „Appetite for Destruction‟ llego al
puesto numero uno en el ranking Billboard de los albums más vendidos, y se
mantendría alli por tres semanas. Y ahí fue cuando comenzó nuestro reino
de terror.
La verdad es que, todo lo que queriamos hacer era poner un tope a todas
esas bandas de porqueria de „Hair Metal‟ que gozaban de excesivo éxito
para lo mediocres que eran. Por lo menos nosotros nunca quisimos ser
Madonna; el estilo de vida de las estrellas pop no tenia nada que ver con
lo que era GNR, al menos desde mi punto de vista. Pero habiamos arribado
allí de la noche a la mañana, incluso antes de saberlo.
Luego de haber cuidado de nosotros mientras haciamos el disco, y luego
de haber esperado un año para que éste „despegara‟, Tom Zutaut no iba
a dejar que su „avion‟ perdiera altura y velocidad; entonces nos convenció
para que incluyeramos el material acustico en el que habiamos estado
trabajando al de „Live like a Suicide‟ en un nuevo disco, y que lo
lanzaramos inmediatamente. Lo llamamos “GNR Lies” y salio a la venta el
29 de noviembre de 1988; una semana despues estaba en el puesto cinco
en los charts y de pronto, la banda que casi rechaza Geffen estaba
batiendo records, ya que sólo GNR tuvo dos discos en el Top Five al mismo
tiempo en la decada del ‟80.
Ya eramos conocidos en America y el Reino Unido, asi que Alan nos arreglo
una gira por Japón, Australia y Nueva Zelanda, donde el disco todavia no
era tan conocido, y recien estaba empezando a „despegar‟.
Japon fue especial; un gran choque cultural. Cuando me desperté a la
mañana y miré por la ventana, todos los juguetes japoneses y las peliculas
de Godzilla que tanto me gustaban, de pronto adquirieron un nuevo
significado para mí. La experiencia de Izzy fue peor que la mía: la semana
antes de viajar Izzy estaba tan nervioso, ansioso, tenso que para soportar
las 10 horas de vuelo sin problemas, tomó un varios comprimidos de Valium
-de liberacion controlada- minutos antes de subir al avion. Durmio
profundamente durante todo el viaje; tan profundamente que tuvimos que
cargarlo y guiarlo a traves de Migraciones en el aeropuerto. Hicimos lo
mejor para mantenerlo despierto durante el proceso, pero parecia que no
iba a lograrlo.
Despertó en el hotel, en su habitacion, pero no tenia la menor idea dónde
estaba asi que llamó a Recepción, y preguntó, inseguro, si alguno de
nosotros estaba hospedándose en ese mismo hotel; desde Recepcion,
transfirieron el llamado a la habitacion de Steven.
“Hola...Soy Izzy”, dijo. “Eh... donde estoy?”
“Hola!”, dijo Steven. “Estas en Japón!”
“No”
“Sí, Izzy!... Estamos en Japón!
“Salí de acá!” Izzy respondió. “No jodas...mira si vamos a estar en Japón!”
“Si!... estamos en Japón!”, replico Steven, “...mira por la ventana!”
Tal como las demas bandas de hard-rock o heavy metal que tocan en
Japon, nos quedamos en Roppongi, en el Roppongi Prince Hotel, para ser
exacto.
Entre los tragos rebajados con agua y la mala droga, me aburri casi
inmediatamente, porque no tenia otro lugar donde ir. Me la pase
encerrado en mi habitacion la mayor parte del tiempo que estuve allí; ésta
tenía sólo 9 m2, pero era increiblemente comoda. Estaba la barrera
idiomática, por supuesto pero más alla de eso, no soportaba el
comportamiento beatlemaníaco de los fans japoneses: Nos esperaron en
el aeropuerto, nos siguieron al hotel, esperaban en el lobby o en los pasillos
de éste, por si acaso alguno de nosotros pensaba salir. Me sentía
halagado, pero pensaba que todo era muy extraño. Las pocas veces que
intenté salir, fui con escolta hasta el Hard Rock y algunos clubs más, y no
encontre razón para hacer nuevamente el esfuerzo: la escena pseudo
dance/rock adquirida del modelo americano, no me bastó.
Afortunadamente, me encontré con una chica que conocia de Los
Angeles, y eso hizo más llevadera la estadía. Por lo demás, mis memorias
de esa gira se reducen a tres cosas: arroz pegajoso, Sake, y Jack Daniel´s
En total hicimos cinco shows allí y tomamos el tren bala para llegar a los
otros, fuera de Tokio. El organizador de dichos shows era el Sr. Udo, famoso
por llevar a cabo esta clase de espectaculos con grandes bandas de
hard-rock en aquel tiempo; acompañó a las bandas más descontroladas
desde Van Halen a Motley Crue, y los mantuvo sanos y salvos. Como es
costumbre, el Sr. Udo organizo una cena para nosotros, en la que tambien
estaban presentes los ejecutivos de la discografica japonesa que editaba
nuestros discos y otros empresarios importantes –que nos contaron que
pertenecian a „Yakuza‟, la mafia japonesa-. Esa noche nos ordenaron no
mostrar los tatuajes porque los miembros de Yakuza se ofenderían: en
Japon, los tatuajes tienen mucho más peso que en cualquier otro lugar, y
éstos son fundamentales dentro de la cultura Yakuza. Por supuesto, no
hicimos caso: Axl uso mangas cortas y yo me quité la campera y tambien
subí las mangas de la remera, sin siquiera pensarlo. La cena terminó siendo
agradable y el Sr. Udo nos obsequió cámaras al finalizar la reunion. Las
camaras fueron un lindo gesto que terminó convirtiendose en un problema:
a ninguno de nosotros se nos ocurrió declararlas como „regalos‟ cuando
pasamos por la aduana, asi que las autoridades japonesas nos detuvieron
cuando las encontraron. Por lo menos a alguno de nosotros: Yo ya habia
perdido la mía al momento de llegar al aeropuerto, y creo que Steven
tambien. Duff logró pasar pero los otros fueron demorados. Luego de una
hora de interrogatorio, Izzy se rindió; le parecio irrelevante el problema, y
termino haciendola pedazos en frente de los guardias; Axl, sin embargo, no
lo hizo; y fue inspeccionado al maximo nivel; creo que hasta lo desnudaron
y todo. En cualquier caso, perdimos el avion esperandolo a él.
La proxima parada era Australia; hicimos una pequeña gira que incluyo
Sidney y Melbourne, y como el album apenas era conocido allí, decidimos
resucitar algunos covers como “Marseilles” de Angels y “Nice boys don´t
play rock n‟ roll” de Rose Tattoo, una gran banda australiana. Hicimos una
pausa para ponernos en contacto con ellos y conocerlos; y debo decir
que su lider, Angry Anderson, era tal como lo imagine: jamás habia visto
alguien con tantos tatuajes como él, y era tan autentico y honesto como
pensé que seria.
A esta altura, ya mostrabamos los primeros signos de desgaste fisico
debido al exceso de giras. El cuerpo nos estaba pasando factura. Tambien
habiamos sido muy mimados por el entusiasmo que mostro el publico
americano, asi que Australia fue un poco decepcionante, cuando
necesitamos que nos levantaran el animo. Las chicas eran distantes,
„estiradas‟ e independientes; no se nos tiraban encima, ni nos perseguian
para conocernos personalmente como lo hacian las demas, en todos los
lugares que habiamos visitado.
En este punto, la heroína comenzaba a mostrar su fea cara nuevamente:
Izzy y yo nos encontramos con alguien que tenia, y le compramos un poco.
Pronto descubrimos la antigua cultura de la heroína en Australia.
Mantuvimos el control; consumimos poca cantidad y esporadicamente, de
modo que este comportamiento no evoluciono en un habito constante o
vicio.
Tratamos de sacar provecho y compusimos muy buen material en el
transcurso de la gira. El arreglo instrumental de „Civil War‟ lo compuse antes
de irnos de Japon. Axl comenzó a escribir la letra y ensamblamos todo
durante la prueba de sonido en Melbourne; primero el comienzo, luego la
seccion más fuerte. Esa cancion se armó muy rapidamente.
Pasadas las cinco fechas en Australia, finalmente llegamos a Nueva
Zelanda. Ahí fue cuando me di cuenta que no daba más, que estaba
completamente agotado; habiamos pasado dos años en la ruta, pero al
mismo tiempo no queria volver, porque no tenia dónde ir.
Cuando regresamos a Los Angeles, decidi mimarme un poco y me compre
una guitarra. De alguna manera, un coleccionista se puso en contacto
con nuestro manager porque queria venderme la Les Paul 1959 que habia
pertenecido a Joe Perry; la guitarra tiene acabado Sunburst color tabaco y
he sido fotografiado con ella infinidad de veces. La ex esposa de Joe la
habia vendido cuando él todavia tenia problemas con drogas y ambos
estaban atravesando momentos dificiles. Y asi fue; este tipo tenia fotos y
toda la documentacion. Yo conocia muy bien esa guitarra: cuando era
chico tenia un poster de Aerosmith en la pared, en el que Joe sostenia esa
Les Paul. Ademas la guitarra tenía marcado su apodo; era 100% autentica.
El tipo queria 8.000 dolares por ella, y aunque nunca habia gastado tal
cantidad en ninguna otra cosa en mi vida, tenia que tenerla. Fue una
sensacion increible la que senti al tener esa guitarra en mis manos; el
mismo instrumento que habia tenido un rol esencial en mi vida, en cuanto
a la profesion que elegí, estaba ahora en mis manos, era mío; y la usaria en
el video de „November Rain‟. De verdad, sentí que era exitoso.
Si mal no recuerdo, fue para el tiempo que mande a guardar la guitarra
que habia usado para Appetite y para el video de „Welcome to the
Jungle‟, mi vieja replica de Les Paul -y la de repuesto tambien. Hago uso y
abuso de mis guitarras cuando toco en vivo; y a esta altura, luego de la
gira, estaba en muy mal estado.
En cualquier caso, necesitaba nuevas guitarras para la gira, asi que le pedí
a Gibson dos Les Paul Standards. Ellos apreciaron mi dedicacion, pero
como no era un personaje destacado en ese momento, no me las darian
gratis, sino que me las cobrarian a precio mayorista. Eso estaba bien:
conseguí dos modelos con acabado Sunburst rojo y naranja e
inmediatamente las hice repintar para que lucieran menos „nuevas‟ y los
colores no fueran tan brillantes; al contrario, las queria mate y que
parecieran desgastadas del uso. Utilicé una para el resto de la gira de
Appetite, la totalidad de la gira de Use Your Illusion y en las dos giras de
Snakepit. Tambien aparece en los videos de “Sweet child o mine” y
“Paradise City”. La otra la guardé de repuesto.
Duraron bastante, por lo menos. Cuando armamos Velvet Revolver esas
guitarras estaban en muy mal estado; y aunque no las guarde en un
armario, decidi no usarlas en vivo o usarlas minimamente –sólo recurro a
ellas para tocar „Fall to pieces‟-. Para llenar este espacio, le pedi a Gibson
un par de guitarras mas y esta vez me las dieron sin cuestionarme;
aparentemente mi nombre ya habia adquirido notoriedad. De hecho,
fueron mas allá y me hicieron mi propia guitarra: la Les Paul Slash Model,
que es una replica exacta de la Gibson Les Paul 1988 que me habian dado
en aquel momento.
Ahora uso esas en el escenario y son replicas tan exactas que la primera
vez que abri el estuche y miré al prototipo numero 001, pensé que estaba
mirando la original que me habian devuelto. La replica tenia los rayones,
las muescas y las quemaduras de cigarrillo que tenia la original; incluso una
grieta en el diapason de la vez que me exploto en la cara y la hice reparar
–enseguida te contaré esa historia. En cualquier caso, se llama „Slash
Signature Model‟ y es exactamente igual a aquella mia. Considerando que
Gibson hizo lo mismo para Jimmy Page –replico la guitarra que él uso para
„The Song Remains the Same‟ y todos los albums exitosos de Led Zeppelin-,
me honra que lo hayan hecho por mí tambien.
CAPITULO 9
NO INTENTEN ESTO EN SUS CASAS

Una vez que terminó la última parte de la gira de „Appetite‟, volví a Los
Angeles, bastante haragán y molesto con esa situacion; por primera vez en
dos años no tenia un lugar predeterminado donde estar, o una tarea que
hacer cuando despertara. Habia estado lejos tanto tiempo que nada era
gratificante y la rutina de la vida normal me resultaba ajena: no sabía
cómo se suponia que iba a ir al supermercado despues de haber tocado
en un campo de deportes en Japon, la semana anterior. La gira habia sido
tan extensa que me habia olvidado que alguna vez salí a comprar whisky
y cigarrillos por mi cuenta. No pude concebir la idea de renunciar a la
emocion y el entusiasmo de tocar todas las noches y cada dia esperaba
volver a sentir esa sensacion de vértigo. Tuve que llenar ese vacio. Con la
banda en pausa y sin actividades a la vista, me embarqué en una
expedicion solitaria que nunca fue más alla de Los Angeles y fui más
decadente que nunca; porque cuando las cosas se terminan y todo se
tranquiliza; cuando no se qué hacer conmigo mismo, me convierto en la
persona más autodestructiva que conozco.
No me siento culpable; más lo veo como un efecto colateral natural,
normal de esta actividad. Despues de dos años en la ruta, nos tomo
bastante tiempo a todos, bajar a tierra nuevamente. Siempre habia vivido
todo a una velocidad suicida, no sabía qué me estaba sucediendo ahora;
no habia hecho nada para modificar mi ritmo o mi estilo de vida pero de lo
que sí estaba seguro es que no estaba preparado para permanecer en un
mismo lugar, tranquilo. En nuestra carrera siempre habiamos estado
trabajando constantemente para hacernos conocidos, luego siguió de la
misma manera. Habian sido cinco años...ocho años; comencé a los 18 y
ahora tenia 23. Habia logrado lo que queria; lo habiamos logrado. Y ahora
estaba solo, impaciente, dandome la cabeza contra la pared y sentia que
la casa se me venia encima.

En un punto de mi vida, estaba tan obsesionado con la heroína, el opio y


todo lo que derivase de las amapolas que iba a la biblioteca todos los dias
a estudiar el cultivo y la ciencia de cada una de ellas. Leia cualquier cosa
que encontrara: desde libros de texto que explicaban el proceso quimico
de las drogas hasta libros de historia que contaban cronologicamente la
evolución de las Triadas y otras organizaciones chinas que controlaban el
tráfico y contrabando de ellas. Tambien leí acerca de mis estrellas de rock
favoritas, mis idolos...todos adictos. Tomando todo en cuenta, me las
arreglé para ingresar en ese area, sin un modelo a seguir; no traté de imitar
a nadie. La simple contradiccion tenia sentido para mí: todos en la ciudad
consumian heroína y por esa sencilla razón, yo no estaba interesado en
ella. Pero cuando sí lo estuve, lo estuve realmente... simplemente no senti la
necesidad de demostrarlo.
El primer y último libro que leí estaba cargado de heroína y abuso de
drogas, y era demasiado sensacionalista. Leí “Hammer of the Gods” (El
Martillo de los Dioses) y “No One Here Gets Out Alive” (Ninguno de nosotros
saldrá vivo de aquí), ambas historias de Led Zeppelin y The Doors
respectivamente. Mencionan la droga a lo largo de los libros y yo estaba
tan obsesionado que los leía sólo por esa razón; no tenia el más mínimo
interés por las otras cosas que contaban. Para mí, esos libros habían sido
escritos, básicamente, para diversión de los propios autores; me parecían
imprecisos, inexactos y llenos de mentiras. Después, no volví a leer nunca
más otra biografía de estrellas de rock.
En este sentido, nunca „hice los deberes‟; nunca estudié la vida de otros
adictos en el mundo del rock; pero, al mismo tiempo, no tuve que hacerlo
ya que más adelante, entraría en el círculo de Keith Richards, Eric Clapton
y Ray Charles. Creo que quien es verdaderamente adicto siente cierto
parentezco con otros adictos. De alguna manera, supe que compartimos
ciertos intereses, en términos de preferencia por tal o cual droga. Es la
adicción que determina este comportamiento; sin saberlo, terminás
acercándote a otros que eligen lo mismo que vos.
En ese entonces, la heroína era como una novela para mí, una aventura,
un refugio personal dentro de mi propio cuerpo y mente. Luego de haber
abandonado el consumo y haberme desintoxicado más de una vez, la
innegable incomodidad nunca me desalentó. Pude haberme dado
cuenta de la discapacidad que provoca la droga cuando estuve limpio,
pero luego de no consumir por un tiempo, recordaría lo mucho que
amaba utilizarla.

Había pasado un tiempo y estaba a punto de redescubrir todo


nuevamente. Era 1989. Habíamos girado por la mayor parte de América,
Canadá, Europa, Japón y Australia. Habíamos esperado un año que el
album llegara al Top Ten y tener una canción en el puesto número uno de
los rankings; habíamos filmado tres videos que eran reproducidos una y
otra vez por MTV, un canal que nos ha ayudado mucho y que nunca nos
importó demasiado. Nos habíamos presentado en los American Music
Awards e intrepretado “Patience” con Don Henley en baterías. Habíamos
compartido giras con nuestros amigos y con nuestros ídolos. Al final y de
repente, nos habíamos convertido en la banda que siempre supimos que
seríamos...pero mejores.
Al arribar a Los Angeles, al término de la gira de Appetite, cada uno de
nosotros, uno por uno, volvió a su vida habitual y retomó lo que sea que
habíamos dejado atrás: Duff volvió a su casa con Mandy (con quien se
había casado en 1988), Steven se fue a vivir con su chica de turno -quien
quiera que fuese a ese entonces-; Axl volvió con Erin; Doug retornó a San
Diego; y Alan, a Redondo Beach. Pronto, Izzy y yo nos quedamos sentados
en el Aeropuerto Internacional de Los Angeles, con nuestras flamantes
maletas Halliburton y sin un lugar en particular adonde ir. Durante este
período cada uno vivió en su burbuja. Habíamos recaudado bastante
dinero en la gira y se sumaba el de las ventas de Appetite, asi que la
necesidad de supervivencia ya no era una motivación. Todos estaban,
supongo, „tomándose un tiempo para oler las rosas‟ –como dicen-, o mejor
dicho, disfrutando de las cosas buenas que la vida les había dado; pero
simplemente no estoy seguro que ninguno de nosotros supiera cómo
hacerlo.
Izzy hizo una llamada y fuimos a la casa de un amigo de Seymour Cassel, a
quien llamaremos „Bill‟. Habíamos probado un poco de heroína en
Australia y el antojo volvió a aparecer cuando volvimos a casa. Aparte,
después de dos años de giras, subconscientemente, ambos sentíamos que
merecíamos darnos el gusto. De todos modos, Bill tenía preferencia por las
drogas; siempre tenía bastante cantidad y variedad, y también era muy
generoso.
Cuando empezás a hacerte famoso, suceden ciertas cosas tipicas: en
Hollywood, si vas a un bar, todo el mundo quiere pagarte un trago, tenés
libre entrada a todos los clubes y, te guste o no, de repente te convertís en
toda una figura en el circuito de la noche. Cuando eso empezó a
sucedernos a nosotros, nunca me hubiera imaginado hacer algo menos
interesante en mi tiempo libre. La escena en Hollywood, en ese entonces,
seguía siendo tan mala como antes, y cuanto más conocido se hacía mi
nombre, menos me gustaba.
El número de desconocidos que se acercaban a mí para salir de juerga se
había cuadruplicado, asi que me volví completamente distante y solitario.
Incluso, en raras ocasiones cuando quería salir, me encontraba con que la
escena de Hollywood que nosotros conocíamos estaba muerta:
„Cathouse‟ había cerrado y no había nada más que me pareciera
interesante en Los Angeles. Toda la banda necesitaba tiempo para
descomprimir; mirando atrás, tiene sentido que me haya permitido un desliz
con la seductora heroína; era una zona confortable para mí. Éste era el
único aspecto del éxito y la fama que no me parecía insípido; realmente
no había nada más. No quería salir a los clubs de strippers a buscar chicas
sexies y demás para disfrutar de mi nuevo „status social‟; sólo quería
juntarme con Bill a consumir drogas.
La única „estabilidad‟ que había conocido en mi vida hasta ese momento,
era el viajar constantemente; puede sonar contradictorio pero es la
verdad y es algo que no he perdido. Tenía 23 años y no había tenido un
domicilio estable ni una vida estable, desde que tenía 13. El hogar para mí
se reducía a la casa de mis novias, o al bus en el que viajábamos con la
banda. Es simple y sencillo: viví para tocar la guitarra o estar en la ruta.
Como dije, Bill no era realmente un dealer, sólo le gustaba consumir de
manera informal. Siempre fumaba heroína y tenía muchísimo control sobre
eso, mientras que yo estaba en el otro extremo: era obsesivo/compulsivo
con respecto a la heroína; estaba endemoniado, siempre ansioso de
tenerla cerca y siempre queriendo un poco más.
La primera noche en la casa de Bill, todos fumamos, ya que no contaba
con los elementos para inyectarla. Pero estaba ansioso por tomar un poco
y salir corriendo a conseguir jeringas y agujas.
Así fue que comenzó una larga obsesión con la heroína; una pesadilla que
duró desde 1989 hasta 1991.

La casa de Bill estaba ubicada en Franklin y Western, en East Hollywood


pero bastante alejado de la zona por la que todos transitaban. Él, su
esposa y sus amigos eran todos muy buenos. Izzy y yo frecuentabamos la
casa diariamente y nos llevabamos muy bien con ellos. Bill no permitía el
uso de agujas en su casa, asi que yo fumaría un poco allí y guardaría otro
poco para inyectarla en mis ratos libres, cuando terminara mis actividades
o luego de cumplir con los compromisos asumidos.
Uno de ellos era una sesión de fotos para la revista „Guitar World‟ con Glen
La Ferman en la que Izzy y yo estabamos muy drogados. Habíamos pasado
por lo menos una semana en la casa de Bill y recuerdo que fuimos a la cita
con nuestras guitarras y nos quedamos dormidos en el piso...no mucho más
que eso. Obviamente no era ése el objetivo pero creo que ni nos dimos
cuenta lo que hicimos. Sólo recuerdo que después, volvimos a lo de Bill.
Quiero que conste que esa sesión incluye la famosa foto en Rainbow, en la
que estoy tirado en el suelo con mi galera, y a mi lado está la guitarra, una
botella de Stoli y todo lo demás. Si tenés una visión decente y nos mirás
detenidamente a los dos, fácilmente verás que estaba en otro mundo.
Estaba gastándome en drogas todo el dinero que habíamos recaudado
en la gira, y ambos íbamos en busca de esa excitación, la clase de
alboroto que nunca encontrarás caminando por Hollywood jugando a la
estrella de rock. Buscábamos un lugar un tanto más oscuro.
Finalmente, Bill fue arrestado y sentenciado a 30 años por haberlo
agarrado tres veces con drogas ilegales en cantidad suficiente para ser
calificado como „intento de venta‟. Al final, Bill pasó 11 años en la cárcel y
luego, salió. Pero antes de su arresto, su casa y su teléfono fueron vigilados;
cada movimiento fue monitoreado. Entre todas las personas que
concurrían con regularidad a la casa, estábamos Izzy y yo; y después me
contó Bill que los policías se mostraron particularmente interesados en
nosotros. Teóricamente, estaban dispuestos a negociar con Bill si nos
delataba ya que, en ese entonces, ya teníamos cierto grado de fama.
Pero Bill se negó a hacerlo...Dios lo bendiga!

Finalmente, decidí que, a la luz del éxito de la banda, quizá debería


alquilar un lugar propio. El departamento de Larrabee fue el primero que
tuve en toda mi vida; a mi nombre y estaba orgulloso de eso. Era un
ambiente totalmente amoblado, un estudio perfecto, exactamente
diseñado como un cuarto de hotel –y fue exactamente eso lo que me
gustó de él. Desafortunadamente, como en todos los otros departamentos
en los que viví anteriormente, me desalojaron bastante rápidamente.
Lo mantuve un tiempo; bueno, en realidad, Ronnie Stalnaker lo hizo –una
de sus tareas era mantener a las drogas y los problemas lejos de mí y a mí
lejos de ellos. Regularmente venía y limpiaba el lugar, probablemente para
ver si me estaba portando bien; la verdad, nunca lo hice: era un desafío
demasiado divertido ingeniármelas para hacer entrar al departamento a
escondidas a mis amigos adictos sin que Ronnie se diera cuenta de ello.
Siempre era una gran hazaña porque Ronnie vivía en el departamento de
al lado.
Las cosas no terminaron bien con Ronnie –era un tanto obsesivo con su
trabajo y se volvió un poco acosador- pero a esta altura él no había hecho
más que demostrar su lealtad y ser muy buen guardaespaldas, a pesar de
mis esfuerzos por volverlo loco. Por ejemplo, una noche, mientras
estábamos de gira por algún lugar, decidí terminar la tarde tirando una
botella de Jack Daniels a la televisión de mi habitación en el hotel antes de
quedarme dormido. Por supuesto, explotó todo, y Ronnie se acercó a la
habitación. Estábamos en un piso alto pero Ronnie decretó que no
pagaríamos por esa TV, entonces, fue hacia la ventana, salió al exterior,
caminó por la cornisa del edificio hasta la habitación contigua, donde
robó un televisor y lo reemplazó por el que yo había roto. „Eso‟ es
dedicación.
Otra vez, durante la estadía en Dallas, Duff y yo teníamos cuartos contiguos
conectados por una puerta, donde invitábamos gran cantidad de amigos
que traían cocaína a montones. La fiesta duró toda esa noche hasta bien
entrada la mañana siguiente. Las cosas nuevamente se nos fueron de las
manos: rompimos una pequeña mesa de café de vidrio. Yo estaba
descalzo y caminé sobre ella; obviamente me corté los pies y todo el lugar
quedó ensangrentado. En un momento alguien pateó la puerta divisoria,
volcaron las camas e hicieron trizas la totalidad de las lámparas. Éramos
demasiadas personas portándose mal como para que Ronnie pudiera
lidiar con nosotros, asi que planeó sacarnos del hotel sin que nadie supiera:
nos guió hacia un ascensor de servicio, por el sector interno, hacia la zona
de carga y descarga del hotel, hasta el bus. En el hotel se habían
escuchado los ruidos y se percataron que había una fiesta allí, pero
Ronnie, de alguna manera, había logrado „distraer‟ al personal de
seguridad por una hora, más o menos. Pensamos que habíamos zafado
hasta que la policía nos detuvo, a unas cuadras del lugar, en un pequeño
almacén donde, si mi memoria no falla, me había robado un manojo de
caramelos.
Nos pusieron en fila contra uno de los laterales del bus y luego nos llevaron
detenidos por destruir el hotel. Fue realmente costoso y puedo decir con
total honestidad que esa fue la última vez que causé un desastre
semejante en un hotel. Por supuesto, rompí algunos televisores y fui
responsable de alguna otra estupidez más, pero fue la última vez que me
prendí en tal destrozo porque yo fui el que pagó la cuenta por los daños.
Claramente, Ronnie era muy dedicado a su trabajo pero a pesar de esto,
no le fue fácil mantener mi departamento en orden. El primer choque fue
cuando mi hermano Albion o “Ash” se quedó allí mientras yo estaba de
gira. Ash es un gran artista de graffitis, y cuando regresé, encontré todas las
paredes cubiertas de asombrosos murales –pero no tenía el más mínimo
interés en tenerlos en mi casa. Estaba muy enojado pero sólo le dije que
habia sido „desconsiderado‟ al actuar de esa manera; después de todo,
sólo tenía 16 años. Desde entonces, Ash es parte de “Conart”, una
empresa vanguardista de remeras cuyos diseños se basan en su arte.
Ronnie repintó las paredes, limpió el lugar e hizo todo lo demás para que
sigamos viviendo allí. Era un departamento muy simple: tenía un
microondas y un refrigerador repleto de lo que, usualmente, un hombre
soltero puede guardar en él, además de condimentos y aderezos. No era
gran cosa, pero lo arruiné en muy poco tiempo ya que West Arkeen venía
casi todos los días y ambos fumaríamos crack. Cuando la pipa empezaba
a hacer efecto, escucharíamos música y lentamente treparíamos por las
paredes. En los días que pasé con West, me di cuenta que era un tipo
bárbaro pero que también era un desastre de persona. Y para completar,
yo tenía otro amigo músico, Jay, a cuya casa fui muchas veces a consumir
heroína. Tomando todo en cuenta, poco a poco y a pesar de mi solvencia
económica, terminé viviendo en las mismas condiciones andrajosas que
cuando vivía en el garage.
Tuve muchisimas novias durante este período; las veía en mi departamento
en diferentes días –o noches, mejor dicho-. En el curso de estos meses, el
manager tuvo la brillante idea de hacerme participar de los MTV Video
Music Awards como presentador de una de las ternas; ni siquiera recuerdo
quién se llevo la estatuilla, pero sí recuerdo que Traci Lords era co-
presentadora de esa terna.
Traci Lords era una actriz porno y a Alan pensó que sería divertido que yo
apareciera ahí con ella. Obviamente vió las ventajas desde el aspecto
sensacionalista, pero no fue -para nada- una mala idea.
Traci y yo nos conocimos detrás del escenario, comenzamos a hablar; y a
salir, casi inmediatamente. Ella era realmente muy linda y pronto descubrí
que también era un tanto dicotómica.
Me encontraba en un lugar extraño; era ligeramente famoso, tenía triste
fama, pero todavía seguía teniendo la misma mentalidad y seguía
viviendo igual que siempre: de un modo rebelde, salvaje y harapiento.
En ese momento, podría haber tenido 15.000.000 de dólares en el banco y
no hubiera cambiado el más mínimo detalle acerca de mi estilo de vida:
No tenía auto, y estaba feliz de contar con un departamento de un
ambiente idéntico a una habitación de hotel; no necesitaba nada más. Así
pensaba. Pero al mismo tiempo, sabía como ser un „caballero‟, que es
todo lo que Traci Lords esperaba de mí en una cita. Asi que, de alguna
manera, nos entendimos bien.
Traci no quería ser vista en público conmigo, bajo ningún concepto; si
alguna vez fuimos a algún lado donde otros estarían pendientes de
nosotros, fue toda una epopeya: yo debía llegar después de ella, y
reunirme con ella en el interior del lugar pero actuar como si nos
hubiésemos encontrado por accidente. Obviamente, no era difícil
reconocerme; asi que ella siempre insistía en que nos retiráramos
enseguida por alguna puerta lateral, para que nadie nos viera.
Personalmente, pienso que a la gente que nos vió, les importaba un carajo
que estuviéramos juntos. Esto provocó que salir con Traci –en público- se
tranformara un verdadero fastidio. Llamame „inocente‟ pero no lo
entendía; no sabía de quíen podría estar escondiéndose. Por lo que yo
entendí, quería mantener un perfil bajo porque no quería quedar como „la
puta groupie‟ o la clase de actriz porno que, los tipos como yo elegían
como novias. Nunca fui crítico con ese tema y nunca comprendí a los que
sí lo fueron: de hecho, sólo la conocía por una película en la que esta
inclinada agarrándose los tobillos, y era divina. Apreciaba eso, de verdad;
y me imagino que los otros también lo apreciaban. Asi que nunca entendí
el por qué de toda esa farsa.
A esa altura, Traci ya no participaba en películas porno; estaba
lanzándose como cantante y tratando de cruzar la barrera hacia la
cinematografía tradicional. Esa era la razón por la cual no quería ser
considerada como „la estrella porno que se acostaba con el rockero‟;
quería hacer un cambio en su carrera. Me había propuesto participar en
una de sus canciones, y viajar a Vancouver, donde ella estaba grabando
su disco. Todo lo que puedo decir es que estaba involucrada con uno de
los productores más turbios y menos talentosos que jamás he visto... y se lo
advertí. No obstante, hice con ella algunos temas, pero estaba claro que
ese disco era poco serio.
Absolutamente todo lo que hacíamos juntos estaba teñido de formalidad;
todo muy apropiado. Era como que ella tenía una idea de sí, que no se
condecía para nada con la imagen real, con quien realmente era.
Honestamente, yo sólo quería tener sexo con ella.
Por supuesto, cuando empecé a salir con Traci, West trajo una copia de
“New Wave Hookers” para ver. Fue entretenido pero también fue como un
„adelanto‟ ya que luego de un mes de noviazgo, todavía no habíamos
dormido juntos. Nuestra relación estaba empezando a convertirse en una
molestia en vez de algo que valiera la pena.
Un día, Traci me llamó para planear algo juntos; ese mismo día, West
apareció en mi departamento con una enorme cantidad de crack. No
dormimos por dos días y para cuando Traci pasó a buscarme para salir,
West y yo andábamos reptando en busca de más rocas. Yo sabía que
vendría, pero no pude evitarlo; estábamos hechos un desastre. La única
persona que habría apañado esa situación hubiera sido una prostituta
adicta al crack.
El lugar parecía un chiquero en todo sentido, y que West se estuviera
quedando allí como un pigmeo residente; sólo medía 1.55 mts, tenía poco
pelo, rubio y realmente grasoso después de fumar crack durante dos días.
West siempre mostraba una amplia sonrisa; pero más drogado estaba, más
perturbadora parecía su sonrisa. Esa tarde, en particular, estaba tan
arruinado que miraba lascivamente a Traci; tan arruinado que tampoco le
importó ir a mi biblioteca, tomar “New Wave Hookers”, y señalar la
cubierta, diciendo: “Ésta sos vos, no?!, Sos Traci Lords!”, mientras
continuaba sonriéndole.
Ahora bien, Traci era la clase de chica que buscaba el hombre que la
proveyera de todas las cosas que ella había querido desde siempre:
buena ropa, lindos autos, linda vida. Y mientras yo podría haberlo hecho,
no era lo suficiente maduro como para darme cuenta que eso es lo que
buscaban la mayoría de las chicas –especialmente las chicas como Traci.
No lo veía de esa manera en ese entonces, por la forma en la que había
estado viviendo, apenas podía prestar atención a esos pequeños detalles.
Pero allí estaba ella, a media tarde, en el departamento, en un ambiente
totalmente oscuro que olía a llantas quemadas después de nuestras 48
horas de fiesta fumando crack; allí estaba West, petisito, super feliz,
babeándose; y también estaba yo.
Traci miró detenidamente alrededor. “Enseguida vuelvo” dijo con su
particular tono de voz. “Creo que me olvidé algo en el auto”.
“Bueno...si, esta bien”, le respondí. “Luego nos vemos!”. Estaba tan
drogado que perdí el sentido del tiempo, pero pronto me di cuenta que se
había ido para nunca regresar.

El siguiente hogar fue la casa que Izzy y yo alquilamos en Hollywood Hills


durante un mes. Estaba parcialmente amoblada con todos lo básico que
uno puede necesitar: camas, microondas, todo. Nos divertimos mucho allí
y también compusimos buenas cosas; yo compuse “Coma”, y ambos,
“Locomotive”. Había un gran flujo creativo en esa casa.
Adam Day también venía a dormir. Él ha estado soportándome por 19
años; es mi técnico de guitarras. Alan se mudó con nosotros pero, al
prosperar nuestra relación laboral profesional, esa fue la última vez que
intentó vivir cerca de mí.
Fue para ese tiempo que filmamos los videos del album „Lies‟, que lideraba
los charts junto a „Appetite‟. Las tomas del video de „Patience‟ las rodamos
en dos lugares: los estudios „Record Plant‟, donde también se grabaron las
canciones; y el Hotel Ambassador, donde mataron a Bobby Kennedy y
que en ese momento estaba cerrado al público pero lo usaban para
videos o películas. En el estudio filmamos la escena donde tocamos todos
en vivo y el resto en el hotel.
Tenía dos serpientes que me habían regalado mientras vivía en Larrabee:
una boa constrictor de cola roja de 1.80 mts de largo llamada Pandora
que había sido un obsequio de Lisa Flynt, la hija de Larry; la otra era una
hembra pitón burmés llamada Adrianna. Ambas vivían en el placard de mi
habitación y ambas aparecen en el video. Las había trasladado a la casa
nueva y recuerdo que ese día, Adam fue a buscarlas y regreso
enloquecido –y sin las serpientes.
“Mmm, si...bueno, traté de agarrarlas” dijo, un poco nervioso. “Pero se
habían salido de la pecera, y andaban sueltas, por arriba de tu cama”. Asi
que tuve que ir yo a buscarlas –nadie más pudo traerlas.
Recuerdo muy bien ese día; estaba empezando a convertirme en esos
músicos drogadictos que piensan que lo que hacen es común y corriente,
y „aceptado‟ por los demás, que casi lo hacen en público, abiertamente.
Llegué al lugar de la filmación, entré lo más campante saludando a todos
camarógrafos e iluminadores que se habían agrupado para preparar esa
escena, y me encerré en el baño. Ahora era un guitarrista cuya reputación
le precedía, y estaba a la altura de eso: Me quede allí durante 8 minutos,
me inyecté, salí y me recosté en la cama junto a mi boa. No hice mucho
más; eso es lo que querían, y eso fue lo que filmaron. No creo haber
pronunciado palabra. Fue muy surrealista: ya no estabamos en los ‟60; de
hecho, esto era a finales de los ‟80. En los años 60, los músicos viajaban con
todo un sequito de personas para hacer este tipo de cosas. Y yo me
econtraba ahí, solo, con mi serpiente, haciendo lo mío, filmando mi
escena.

Después de alquilar por un tiempo, hice lo que cualquier persona con


dinero debería hacer: compre una casa, tal como me aconsejó mi
manager. Todavía no pensaba en el futuro ni sabía manejar mis finanzas;
no tenía aspiraciones materiales y tampoco gastaba demasiado dinero en
ninguna otra cosa en ese momento; el dinero era un concepto abstracto
para mí. Los bienes materiales nunca me interesaron aunque, de repente,
todos a mi alrededor se mostraron preocupados por ellos.
Encontré una casa en Laurel Canyon, que era el área de Los Angeles que
tuve en mente desde un principio: me recordaba los mejores momentos de
mi adolescencia. Me compré mi primera casa en Walnut Drive, bastante
alejado de Kirkwood Dr., que esta bastante alejado de Laurel Canyon.
Siempre fue conocida como la „Walnut House‟.
Walnut Drive quedaba cerca de donde Steven había sufrido el incidente
con la señora de 30 años y su marido en la fiesta de Alexis, muchos años
atrás.
La „Walnut House‟ era una casita rara con dos habitaciones, -y bastante
escondida- que necesitaba cierta ambientación, asi que me pareció de lo
más normal contratar al equipo de diseñadores que había trabajado en
„Patience‟ para recrear el entorno gitano del video. Buscaron y
encontraron todos los muebles en tiendas de antigüedades y de segunda
mano. Mientras conseguían todo lo necesario y redecoraban el lugar, me
mudé con nuestra publicista internacional, Arlette, que trabajaba con
nosotros desde aquellos primeros tres show en Inglaterra, en Marquee. Fue
como una madre para mí; quizá por mi condición de „perro callejero‟ en
ese entonces. Me dejó llevar a Clyde, mi serpiente que había estado
viviendo con Del James por un tiempo, asi como también a Pandora y
Adrianna. De hecho, llevé varias de mis serpientes allí, las dejaba en la sala
de estar de su casa de dos ambientes ubicada en Cynthia y San Vicente
en West Hollywood; Arlette todavía vive allí. Ella ha sido muy generosa
conmigo al dejar ingresar mis mascotas a la casa; desafortundamente,
también tuvo que lidiar con mi adicción desmedida a la heroína. Cada
noche, algún personaje de carácter dudoso se asomaba y golpeaba mi
ventana...o mejor dicho, su ventana. Sabía que no le gustaban mis reptiles
pero menos le gustaba que anduviera despierto toda la noche,
metiéndome drogas y tener indeseables visitas a altas horas de la
madrugada.
Sucedió algo muy gracioso con las serpientes. Al principio, Arlette les tenía
miedo pero de a poco se convirtió, por sí sola –sin aliento de mi parte- en
una loca por las serpientes. Una vez, le regalé una pitón burmes macho -un
bebé que creció hasta tener más de tres metros de largo. Se hicieron
amigas; la llevaba a nadar, se bañaba con ella y le hablaba como si fuera
un perro. Arlette estaba convencida que esa serpiente era casi un ser
humano y entendía todo lo que ella le decía; y debo decir que actuaba
como si verdaderamente entendiera.
Arlette se interesó mucho por mi bienestar mientras estuve viviendo con
ella y remarcaba lo que era obvio: había pasado de ser un alcohólico
despreocupado a ser un desalmado monstruo drogadicto que no se
asemejaba en nada al tipo que ella habia conocido años antes. Sabía que
tenía razón, sabía que no lucía saludable y tampoco me sentía saludable.
Me quedé en su casa durante tres o cuatro meses pero hice muy poco
para cambiar mis hábitos.
En cambio, ocupé mi tiempo en supervisar las reformas en mi casa. Se
había convertido en un fumadero de opio con aire gitano; tal cual como
lo quería: cambiaron el aspecto de las molduras y las maderas, y pintaron
las paredes de colores oscuros. La cocina era verde pino; mi baño favorito,
completamente negro –allí iba a inyectarme-, otro ambiente estaba
pintado de azul noche y la sala de estar, color púrpura. También había un
cuarto sepia como si estuvieras en una película del lejano oeste. También
me compre un auto, en conjunto con la casa; era un Honda CRX, y como
todos los autos que tuve en mi vida, era negro por dentro y por fuera.
Estaba bastante fuera de control, en ese tiempo. Recuerdo reunirme con el
contratista para hablar de remodelar el baño y pensar que, quizá, tomar
algunas líneas de coca sería una buena forma de romper el hielo.
Ambos estábamos parados en el baño, mientras él me contaba cómo iba
a ser el trabajo.
“Si, esta bien. Esta todo bien” le dije. Luego bajé la tapa del inodoro y
corté allí cuatro gruesas líneas de cocaína. “Querés una?”
No parecía estar muy cómodo. “No, gracias. Estoy trabajando” me
respondió
“O.K, esta bien” respondí. “Entonces, también me tomaré la tuya”
“No es sólo eso...son las ocho de la mañana”, me dijo sonriendo como
gesto de disculpas.
En ese momento, me convertí en su peor pesadilla. Yo reunía todos y cada
uno de los estereotipos que el tipo podía haber oído mencionar sobre las
estrellas de rock; todos encerrados en una misma persona, y aún peor
porque él había sido contratado para transformar uno de los baños con un
enorme jacuzzi en un gigantezco terrario para mis serpientes que ocupaba
un cuarto del baño. Tenía que construir paredes de vidrio que iban del piso
al techo para cerrar esa bañera, que estaba elevada y ademas agregar
varios escalones de Plexiglas para que uno pudiera ver mis mascotas
donde quiera que se encontraran. Estaba ansioso por rellenar el terrario
con árboles y todo lo que les agrada a las serpientes. En la „Walnut House‟
tuve casi 90 serpientes y reptiles: tuve lagartos, lagartijas, caimanes, todo
tipo de animales.
Cuando el trabajo estaba terminado, finalmente me mudé a la Walnut
House; y en conmemoración, dedidí consumir mucha, mucha droga. Tenía
una mesa redonda espectacular de madera oriental tallada con un vidrio
encima de ella; iba a ser testigo y partícipe de muchos cortes de todas
clases a lo largo de los años, pero esa primera noche, Izzy y yo nos
sentamos alrededor, en un sillón de terciopelo rojo oscuro. Sólo una
lamparita iluminaba el lugar. No es necesario decirlo; el efecto duró mucho
tiempo.
Poco después de mudarme, volví a ver a mi ex novia Sally. La cama en esa
casa estaba en una especie de entrepiso o tarima en el segundo piso y el
ambiente en sí era bastante oscuro ya que la única luz provenía de un
velador. Tenía cajas llenas de revistas al final de la cama que tenían
controles remoto montados en ellas para la TV que emergía de la cómoda
ubicada a los pies de la cama.
El velador era una verdadera antigüedad; tenía una pantalla de vidrio
color salmón y daba una luz muy tenue. La amaba.
Recuerdo esa primera noche muy bien: me había ido a dormir más
temprano de lo habitual y de pronto, me despierto con un extraño
presentimiento. Prendí el velador para orientarme y ahí la ví. Allí estaba
Sally, de pie al final de la cama; al principio me asusté porque ví la silueta
en el techo y en la pared y no sabía quién era. En ese momento de mi
vida, contaba con algunas armas pero no las guardaba yo y agradezco
no haberlas tenido conmigo, sino le hubiera disparado y la habría herido;
me asustó mucho.
Entrar a la casa no era fácil; había tenido que saltar una cerca, pasado
por una cantidad considerable de escaleras, y había tenido la suficiente
suerte para encontrar el juego extra de llaves que yo escondía bajo el
felpudo de la puerta –una vez develado el misterio, no volví a poner allí las
llaves.
No estaba bien, asi que dejé que se quedara a dormir esa noche y a la
mañana siguiente la llevé con el auto por Laurel Canyon y la dejé en la
esquina de Sunset. Esa no fue la última vez que la ví pero fue la última que
entro a mi casa de ese modo. Por lo que oí, andaba por Los Angeles y se
metió en problemas. La última vez que la ví fue en New York, donde se
estaba juntando con Michael Alig y la gente de Limelight; después de eso,
me enteré que regresó a Inglaterra. Ahora ella es mucho más feliz allá.
Es duro ser la persona que vive al límite y totalmente al margen de la
sociedad si no sos músico y alguien que tiene una razón lo suficientemente
importante para estar allí. El resto de los actores en la escena son
descartables y quedan perdidos en el vacío. La mayoría de las chicas con
las que salíamos eran seres inocentes cuya vida cambiaba radicalmente
luego de cruzarse con alguno de nosotros, no importa cuán larga fuera la
relación. En aquel entonces, eramos como una aspiradora: atraíamos
gente hacia nosotros y luego las descartábamos. Toneladas de gente
hemos atraído y descartado; algunos murieron, no porque les hayamos
hecho nada malo, sino por los efectos colaterales que causa acercarte
demasiado a la llama cuando estas jugando con fuego. La gente se sentía
atraída por nuestra extraña y podrida existencia; luego, no entendía el
juego, se equivocaba y terminaba ahogándose en nuestro mar de aguas
revueltas.

Steven y Duff compraron casas cerca de la mía, sobre Mullholland Drive en


Valley, justo al lado de Laurel Canyon. Sus casas estaban ubicadas en las
esquinas opuestas de una misma calle. Como ya mencioné, Steven estaba
llevando –a su manera- los asuntos domésticos junto a una chica y Duff y su
futura esposa, Mandy, se asentaban más como pareja al compartir un
hogar, juntos. Duff siempre tuvo una casa, un lugar; y siempre fue bueno
manteniendo su hogar. Él nunca disfrutó de mi estilo de vida, nunca le
gustó ser „residente transitorio de diferentes lugares‟. Pude haber vivido a
menos de 3 kms. de sus casas, pero no los veía muy a menudo; pero si
hubieran sido dealers, estoy seguro que lo hubiera hecho todo el tiempo.
Tomando todo en cuenta, me di cuenta que necesitaba limpiarme un
poco antes de comenzar con los ensayos de la banda. Duff no se quería
juntar conmigo a componer cuando yo estaba drogado y no puedo
culparlo por eso. Cuando hubo sequía de drogas en Los Angeles y todo se
convirtió en un problema, me encerré en mi casa por propia voluntad y
con la ayuda del Dr. Stoli y sus asistentes, pude transitar mi período de
desintoxicación.
Cuando dejé la heroína, Duff y yo volvimos a vernos y programamos los
ensayos –a esta altura, lo hicimos sin la confirmación de Axl-. Los únicos
mensajes que recibí de Axl fueron a través de Doug Goldstein, quien
hablaba regularmente con él.
No importaba que no estuviésemos todos ahí; Steven, Duff y yo
empezamos a zapar en „Mates‟, nuestro punto de reunión elegido para
absolutamente todo. Izzy no estaba como para unirse a nosotros: había
pasado demasiado tiempo en la casa de Bill y había emprendido un
camino mucho más oscuro que el mío. Cada tanto aparecía en las
prácticas pero nunca lo esperamos, no contábamos con que vendría. Por
lo menos, estábamos tratando de ser productivos; no tenía ni idea en qué
andaba Axl, en ese entonces, porque no hablabamos, probablemente
porque varios de nosotros estaba, químicamente, fuera de control.
Beber en exceso volvio a ser „lo mío‟ de nuevo. Volvería de los ensayos,
totalmente borracho, adelantando a los otros autos por el lado
equivocado, mientras transitaba Laurel Canyon, a 140 kms. por hora en mi
Honda CRX; habría muerto fácilmente si hubiera rosado algo con mi auto o
chocado. Agradezco no haber lastimado a nadie, no haber sido
arrestado, o no haber muerto –alguien debe estar protegiéndome, dada la
gran cantidad de veces que estuve cerca de morir y no lo hice.
Una noche en particular –una extraordinaria noche-, al abandonar Laurel
Canyon y entrar en Kirkwood, la calle que llevaba a la calle de mi casa,
Walnut Drive, encuentro un auto parado, preparado para doblar a la
izquierda y tomar Kirkwood. Ese auto estaba lo suficientemente alejado del
mío, pero en mi carril; y en mi mente, ese auto se había metido en mi
camino. En vez de parar o aminorar la marcha, fui directo al auto y estrellé
el mío contra él –a propósito.
Luego traté de retroceder y desaparecer inmediatamente, pero los autos
se quedaron trabados. Lo golpeé sobre el lado del conductor, cerca de la
rueda de atrás, y la trompa de mi auto quedó estancada allí. Ahí fue
cuando caí en la cuenta que quizá no debería haber hecho eso.
Me quede sentado, tratando de dar marcha atrás y largarme de ahí;
rompí el paragolpes porque estaba severamente metido dentro del otro
auto. Mientras hacía esto, el conductor salió y se acercó a mi ventanilla.
-“Que te pasa?!”, le pregunté y lo miré fijo un instante, con los ojos
entrecerrados, casi bizcos.
El tipo tenía un olor a alcohol que apestaba –prácticamente derramaba
alcohol-; estaba super borracho y ahora, totalmente confundido por mí.
“Estas muy borracho!” me dijo, arrastrando las palabras.
“Borracho yo?. No, no estoy borracho. Vos estás muy borracho”, le
respondí.
Encendí un cigarrillo mientras él y yo nos fuimos dando cuenta que ambos
estábamos bastante arruinados y que avisar a la policía no era una buena
idea.
“Tenés seguro?”, me preguntó el tipo. “Yo no tengo”.
“Escuchame...no me puedo dar el lujo de tener problemas con la ley”, le
dije.
“Hagamos como que esto nunca sucedió”, dijo
“Ok, esta bien.”
De alguna manera, separamos nuestros autos; el tipo salió casi disparado y
yo conduje hasta mi casa lo más rapido que pude. Puse el auto en el
garage y me quedé allí sentado un momento. Mi corazón latía
rápidamente mientras tomaba consciencia de lo que podría haber
sucedido. Tuve un momento de claridad que era altamente necesario: las
repercusiones de una desgracia tal, habrían detenido todo para mí.
No se necesitaba un clarividente para ver que, si alguna vez volveríamos a
ser una banda de rock, Izzy, Duff, Steven y yo, necesitaríamos escribir
nuevas canciones y que Axl se interese por ellas y se una a nosotros.
Estábamos trabajando en varias canciones pero teníamos que seguir
haciéndolo, mantener el ritmo de trabajo y concentrarnos en eso. Ya casi
lo lograbamos: esto volvía a ser excitante; el ansia original seguía allí, el
fuego seguía vivo. Queríamos hacer de Guns n Roses, la prioridad número
uno.
Seguimos ensayando, y una vez que tuvimos las bases de un par de
canciones, fuimos a verlo a Izzy a su casa de Valley Vista y Sepulveda para
hacer las letras, además de ver „por dónde andaba su cabeza‟. No me
llevó mucho tiempo averiguarlo: fui al baño a orinar y vi una gruesa capa
de polvo en las canillas y la bañera: esas cosas llevaban semanas sin usarse
–así de perdido estaba Izzy. Incluso Axl vino ese día y más allá de que
comenzamos a trabajar en la canción que resultaría “Pretty Tied Up”,
recuerdo que Izzy tomó un címbalo, un palo de escoba y algunas cuerdas,
y armó una sítara con todo eso. No es necesario decirlo... Izzy esta super
drogado.
No tuvimos que enfrentarnos con él; una noche tuvo un gran susto que lo
hizo recomponerse. Fuere lo que fuere, Izzy quedó tan conmocionado que
nunca dijo nada al respecto. Él se comunicó con su papá, que viajó desde
Indiana y lo llevó para allá un tiempo. Asi fue como Izzy logró desintoxicarse
y ha estado limpio desde entonces.
Todos nosotros continuamos trabajando y una vez que tuvimos bastante
material y nos hablabamos directamente con Axl, él nos dijo que Izzy y él
querían escribrir las canciones del album en Indiana. No sabía bien por
qué; ambos habían dejado Indiana muy jóvenes para venir a Los Angeles,
y no parecía que vieran con buenos ojos la idea de regresar allí alguna
vez. En cualquier caso, nuestra situación era tan impredecible que no me
iba a meter en un trigal sin tener garantías que haríamos algo, de que
había un proyecto.
El objetivo era escaparse de las distracciones de Los Angeles y yo respeté
eso. Axl quería que fuéramos a un lugar donde tuviéramos más privacidad
y para poder enfocarnos más en la composición; yo quería hacer lo mismo
pero estar en un área más poblada, asi que al final, decidimos ir a
Chicago.
Estaba lo suficientemente cerca de Indiana para que Izzy pudiera sumarse
a nosotros cuando se sintiera mejor y preparado para volver a trabajar o
volver allí cuando viera que su sobriedad corría peligro.
Doug Goldstein y yo fuimos a Chicago para buscar un lugar donde
quedarnos y ensayar. Elegimos el „Cabaret Metro‟, el famoso club de rock
al norte de la ciudad: es un espacio para conciertos en cuyo subsuelo se
ubica otro club llamado „Smart Bar‟; y en la planta superior, un teatro. Era
perfecto; llegaríamos al teatro, haríamos nuestro trabajo y al fin del día, el
mejor pub de la ciudad estaría esperando por nosotros al bajar las
escaleras. Alquilamos para vivir, un edificio de dos departamentos de
ladrillos marrones a metros de Clark Street, junto a la subida del subte.
Nos mudamos todos allí, también vino Adam Day, Tom Mayhew, nuestro
jefe de producción, y el nuevo guardia de seguridad, Earl.
Duff, Steven y la gente del equipo ocuparon la planta baja; Axl, Izzy, Earl y
yo, la planta alta. Estaba bien para mí porque tuve todo el espacio para
mí solo la mayor parte del tiempo, ya que Izzy no paso allí más de una hora
y Axl tardó más de un mes en venir. Le toma mucho tiempo a Axl decidir
qué hacer, desde la concepción hasta la puesta en práctica de una idea;
lo que siempre mantiene la espectativa. Después de todo, no
acostumbrábamos a trabajar de esa manera, pero era un comienzo.
Por un tiempo, no me importó que hubiéramos trasladado a toda la banda
y a la gente para satisfacer a los únicos dos integrantes de que no estaban
allí presentes porque, en ese entonces, Duff y yo eramos dos borrachines
entusiasmados por la North Clark Street –era un sitio nuevo para nosotros-
con su gran cantidad de bares, todos ellos ubicados a pocos metros entre
uno y otro. En ese momento, yo consumía casi dos litros de Stoli por día,
más todo lo demás que bebía cuando salía de noche. Me despertaba a la
mañana y llenaba a más de ¾ un vaso de plástico „Solo‟ con vodka, hielo
y un poco de jugo de arándanos; lo llamaba „el desayuno de lo
campeones‟. Duff estaba en la misma liga, aunque creo que él preparaba
el trago, lo rodeaba de hielo antes de irse a dormir y lo dejaba junto a su
cama; de esa manera, el trago se mantenía frío mientras dormía para
luego beberlo a la mañana siguiente.
Yo me sentaría en el piso a beber de a sorbos mi desayuno y a mirar TV,
todos los días hasta que el resto de la banda estuviera lista para empezar a
ensayar. Zapábamos en el Metro casi toda la tarde, a veces hasta el
anochecer, y luego pasábamos la noche entrando y saliendo de bares.
En realidad lo que hacíamos ahí era juntarnos, componer algunos riffs y
escribir pedacitos de canciones; cuando trabajábamos, nos
concentrábamos; pero nunca podríamos completar las ideas si no
estábamos todos presentes.
He aprendido que es esencial que siempre esté presente toda la banda,
todo el tiempo –nuestro productor insistió en eso durante el período de
composición del último album de Velvet Revolver, „Libertad‟-.
A esta altura, todos los integrantes de Guns n Roses estaban enfocados en
el proceso –incluso Axl- pero no sabíamos cómo trabajar en grupo, no
teníamos una guía de trabajo. Teníamos voluntad, pero necesitábamos
cierta „regulación‟. Si uno de nosotros no venía, trabajaríamos igual; y eso
fue una de las tantas cosas que impedían hacer las canciones de la
manera apropiada. Primero que todo, Duff y yo estabamos abstraídos en
el alcohol y lo considerábamos algo normal porque nunca interfirió en
nuestro trabajo, pero fuera de él, eramos feroces bebedores. Esta era una
situación desagradable para Izzy: No podía estar con gente que se
comportara así, en ese entonces; y aún hoy, sigue siendo del mismo modo.
No lo sabíamos en aquel momento; incluso si lo hubiéramos sabido,
tampoco nos hubiera importado demasiado –todo lo que sabíamos era
que Izzy no se presentaba a trabajar y no podíamos aceptar eso. Estoy
seguro que Axl también tenía sus razones para hacer las cosas a su
manera. Pero no teníamos una comunicación fluída entre nosotros para
hablar de estos problemas, asi que el resultado final fue un gran
malentendido.
Porque esos „puntos‟ nunca se discutieron, porque nunca tuvimos una
conversación acerca de cómo modificar el método de trabajo o generar
una estrategia que tomara en cuenta las necesidades de cada uno; fue
por todo esto que continuamos haciendo las cosas de la misma forma que
las habíamos hecho en el pasado y, considerando que todos habíamos
cambiado, que ya no eramos los mismos, causó una gran tensión interna
en el grupo.
En vez de proponer un nuevo método para dirimir nuestras cuestiones,
todos los problemas crecieron como una bola de nieve. Acá es cuando un
buen manager podría haber dado vuelta las cosas, pero no teníamos uno.
En este proceso, Doug y los empresarios no servían para nada; parecía que
no querían tomarse el tiempo para conciliar. Alan todavía era nuestro
manager, y Doug era con quien tratábamos a diario, y él no estaba
haciendo nada más que dejar fluir esto. Su posición era que se suponía
que debíamos saber cómo resolver los problemas por sí mismos. Y asi lo
hicimos; logramos arreglárnoslas por nosotros mismos, con creatividad...
excepto cuando viviamos todos juntos como grupo; ahí sí viviamos cinco
vidas similares. Ahora que Guns n Roses había logrado establecerse como
banda; ahora que veíamos las cosas desde una perspectiva diferente, la
dinámica del grupo se había perdido. No podemos culpar a nadie, lo
hicimos lo mejor que pudimos.
Tuvimos que seguir trabajando sin Axl, y tomamos su ausencia como una
falta de respeto, que luego se transformó en tal animosidad que cuando,
al final, apareció, todos nosotros nos mostramos bastante ofendidos.
Eramos una banda fuera de control que aparentaba estar medianamente
íntegra, que había perdido la capacidad de canalizar y encauzar las
cosas: no podríamos estar en la misma sintonía, aunque nos fuera la vida
en ello. Tampoco nos esforzamos mucho por buscar una manera adulta de
manejar la situación. Mirando atrás, yo no lo llamaría „inocencia‟ o
„ingenuidad‟, pero todos aportamos nuestro granito de arena para llegar a
este punto, todos somos –en parte- responsables. Ninguno de nosotros se
detuvo a preguntar o preguntarse „cómo podemos hacer esto?‟, cómo
podemos hacer para reunirnos todos, trabajar y estar satisfechos?
Necesitábamos ser lúcidos en esto; si algo no funcionaba, necesitaríamos
seguir intentándolo; pero no hicimos eso. Dejando de lado el hecho que al
manager no le interesaba tomar las riendas de la situaciónn; lo que
provocó el deceso de la banda fue la falta de comunicación entre sus
miembros.
La verdad es que yo era muy terco; no quería sentir que siempre yo era el
que quedaba de rodillas. Yo consideraba que eramos todos iguales, y era
yo el que estaba haciendo un gran esfuerzo tratando de ser aplicado y
concienzudo para sacar adelante la banda, pero no tenia los medios para
saber qué era lo que esperaba Axl de nosotros, o la paciencia para
sentarme y hablarlo con él. Como sucede en todas las relaciones, cuando
alguien despierta tu „lado malo‟ se vuelve difícil ser amable. En ese
entonces, tenía la guardia alta, muy alta. En medio de esta situación, con
todos estos problemas, fue mucho más fácil disfrutar del verano en
Chicago porque los bares eran altamente tentadores, te invitaban a pasar.
En nuestro abundante tiempo libre, Duff y yo también pusimos lo mejor de
nosotros por mantenernos en forma. Habia llevado una de mis bicicletas
de bicicross y solía usarla para ir del departamento al Cabaret Metro,
saltando sobre cualquier cosa que encontrara en el camino, o andando
por la vereda. Era un buen ejercicio. A veces Duff y yo incluso ibamos al
gimnasio, casi siempre despues de tomar nuestro vaso de vodka por las
mañanas. Ibamos a uno de esos grandes centros publicos de „YMCA‟
(Young Men‟s Christian Association –Asociación de Jovenes Cristianos-),
con Earl, nuestro guardia de seguridad, a levantar pesas. Caíamos ahí,
vestidos con jeans, e intercalábamos series de ejercicio con pequeñas
pausas para fumar un cigarrillo –era algo muy estimulante. Y casi siempre,
después del entrenamiento nos relajábamos en un bar temático deportivo,
cocktails por medio. No importaba cuán grandes eramos en Los Angeles o
cuántos discos vendiéramos o cuántos shows hiciéramos; en Chicago,
eramos completamente desconocidos. Eramos dos tipos comunes y
corrientes, dos clientes más del montón en los bares; y en América, no hay
mejor refugio para los tipos comunes que los bares temáticos deportivos de
la North Clark Street.
Todas las noches, nos juntábamos en el Smart Bar, que era un muy buen
lugar, pero muy diferente a los de la escena musical de Los Angeles. Era
1990, y en ese lugar sólo se escuchaba Tecno y música industrial como
“Ministry” y “Nine inch Nails”. No encajábamos con la gente allí porque,
claramente, eramos una variedad diferente; pero así y todo, hicimos
muchos amigos. En este círculo había docenas de chicas; parecía que
había una galería de tiro al blanco en ese lugar; pero, en su momento,
apunté a una de ellas. Se llamaba Megan y tenía 19 años; vivía con su
madre y su hermano menor en un barrio cercano; tenía un estilo exótico,
una personalidad esfervescente, era muy dulce y tenía muy buenas tetas.
Comencé una relación muy linda con ella; me estaba acostumbrando a la
rutina de juntarnos con la banda a zapar mucho tiempo durante el día y
quedarme o salir con ella toda las noches. Ahí fue cuando apareció Axl, y
cambió la dinamica, inmediatamente. A pesar del resentimiento que todos
sentíamos, estábamos tan contentos de volver a verlo, que nadie quería
enfrentarse con él por su „tardanza‟, y agravar la situación.
Empezamos a trabajar con Axl, los días que vino a ensayar, pero nunca
estábamos seguros qué días vendría. Si acordábamos ensayar de cuatro a
seis de la tarde; él puede que llegara a las siete u ocho de la noche o que
ni se dignara a aparecer por allí.
Cuando sí se presentaba en los ensayos, generalmente, se sentaba al
piano y empezaba a juguetear o se sentaba a escuchar alguna de las
ideas que habíamos elaborado nosotros. Tomando todo en cuenta, nos las
arreglamos para producir algunas buenas melodías; “Estranged”, “Bad
Apples” y “Garden of Eden” surgieron en este período.
En general, para mí, la estadía en Chicago significó una gran pérdida de
tiempo, que siempre será un tema controversial entre Axl y yo. Al parecer,
Axl pensaba que residir en Chicago, realmente nos llevaría a algún lado y
que yo era quien arruinaría todo. Quizá me hubiera sentido diferente, si él
hubiera estado con nosotros todo el tiempo, pero después de ocho
semanas –seis de ellas, sin Axl-, sentí que no teníamos suficiente material
para mostrar, me sentí frustrado y poco dispuesto a esperar ver si
podríamos sacar la banda adelante, consistentemente.
Había una vibra demasiado obscura entre nosotros que, de ninguna
manera, nos llevaría a ser creativos. También estábamos siendo frívolos con
el dinero, no podía ignorar eso: nos habíamos tenido que trasladar con un
montón de gente a otro lugar para volver con nada más que algunas
canciones completas y un manojo de ideas bastante rudimentarias -
muchas de las cuales ya teníamos en mente desde antes de llegar allí.
Me mantuve en el mismo camino cuando Axl llegó, pero dos incidentes
pusieron fin a la estadía en la „La Ciudad del Viento‟.
El primero fue la noche que volviamos a casa después de tomar unos
tragos y había una fiesta, un banquete de comida italiana en la calle –o
mejor dicho, en la vereda- de enfrente del departamento. Tengo un ojo
clínico para el desastre porque, según recuerdo, insití en pasar toda la
noche tendido sobre el techo del auto mientras viajábamos de bar en bar.
Nuestro lugar favorito de comida italiana quedaba en la esquina y
aparentemente, Axl les tiró la comida de todos nosotros a un grupo de
gente que había averiguado que estábamos viviendo allí y que nos
abucheaba desde la calle (por cierto, esto no fue lo que inspiró el titulo
“The Spaguetti Incident” para el disco; eso vino a raíz de una demanda
contra la banda que Steven incluyó en el juicio, después de ser expulsado
del grupo –ya te contaré también esa historia-. No sé bien cuál era el
reclamo... algo relacionado con Axl lanzándole spaguettis a Steven, creo.
En su momento, esto fue todo un tema.
En cualquier caso, después de tirarle a esta gente nuestra cena, procedió
a arruinar la cocina y romper todos los elementos de vidrio del
departamento. Y, tal como nos enteramos días mas tarde; Izzy llegó
durante el berrinche de Axl. Resulta que Izzy había manejado su auto
desde Indiana hasta Chicago, pero luego de divisar la situación desde la
calle, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, pegó la vuelta y se fue
inmediatamente de ahí, sin siquiera ingresar al edificio.
Supongo que alguno de nosotros debería haber notado que Axl estaba
molesto y que lo exteriorizó luego de ese primer incidente, pero a esa
altura, habíamos llegado al punto de dejarlo hacer lo que quisiera sin
prestarle demasiada atención. Quién sabe?... quizá, si escuchábamos lo
que quería hacer y cumpliamos con sus pedidos –sólo un poco más-, no
hubiese „estallado‟ de esa manera. Asi y todo, quién podría descifrar por
qué estaba tan disgustado? Llegaba con una actitud tan amargada que
parecía que venía de un lugar totalmente deprimente. Pero, para ser
honesto, yo estaba más preocupado por Steven que por Axl, en ese
momento: se volvió un gran problema; Steven estaba consumiendo
toneladas de droga y su performance ya no era estable. No lo noté, al
principio, ya que la cocaína la tenía escondida en la heladera del
departamento de abajo, donde él vivía.
Andábamos juntos y también compartíamos algo de drogas, pero no me
dí cuenta como era que Steve siempre quedaba tan arruinado. En cuanto
le brillaban los ojos, decía “Si...es la mantequera”, y señalaba el
refrigerador.
“Si, esta bien...por supuesto, Steve” le respondía. Iba al refrigerador, me
preparaba un trago y volvía donde estaba, sin tener nada extraordinario
que decir. No pensé que, en realidad, lo que él quería era que mirara la
bandeja de manteca. Estaba tan „colgado‟ que no tomé en serio lo que
me dijo.
Viste?, me preguntó, mientras sonreía abiertamente –de oreja a oreja- y
seguía señalando con el dedo la heladera y diciendo “...la mantequera”
“Sí, Steve. Ya la ví” le dije. “La heladera que tenés es buenisima y también
tenés una muy linda mantequera”
“La mantequera”
“Bueno, Steven...qué estas tratando de decirme?”
A la larga, Tom Mayhem descubrió el secreto: Steven tenía gran cantidad
de coca, amontonada en su bandeja de manteca
En este punto, realmente no tuve otra alternativa que confirmar lo que
todos pensábamos. No importaba cuán fuera de control me sentía que
estaba yo o los otros; pero comprendí que Steve era irrecuperable. Casi al
final de nuestra estadía en Chicago, Steven y yo teníamos cada vez menos
trato; y al momento de volver a Los Angeles, él estaba completamente
aislado.
Como banda, eramos muy unidos, pero durante los dos años de gira, Steve
y yo nos distanciamos individualmente, y esa distancia creció cada vez
más.
Una de las pocas cosas que teníamos en común, como banda, por lo
menos en Chicago, era el interés compartido por el album “Real Thing” de
Faith No More, ya que fue la música de fondo durante todo el viaje;
sonaría todo el tiempo en diferentes stereos en ambos departamentos.
Aca esta el trasfondo de la historia y, al final, ésta fue la razón por la cual
me fui.
El otro incidente involucró a unas chicas que vinieron a nuestro domicilio
una noche. Mi novia, Megan, habia salido y yo me quedé en casa, en la
cama. Tarde a la noche, habia mucho alboroto en el edificio; escuché
que varias personas haciendo fila, desde mi cuarto hasta el de Axl. Hasta
ese momento, Axl habia pasado la mayor parte del tiempo ahí adentro,
solo, constantemente hablando por telefono. Esta noche, era todo un
acontecimiento.
Mi habitacion estaba al frente del departamento, separada de la
habitacion de Axl por la sala de estar y un largo pasillo. Me acerqué para
ver qué sucedía y encontré a Earl, Tom Mayhem, Steven y Axl junto a dos
chicas super desestructuradas que frecuentaban esa zona y que ellos
habian traido al departamento.
Yo me sumé a la reunión, y en el curso de la noche, les sugerimos a las
chicas que tengan sexo con todos nosotros. Accederian a practicarnos
sexo oral a todos los presentes –lo que me parecio bastante razonable-,
pero no querian acostarse con nosotros. Por alguna razón, esto enfureció a
Axl. Las chicas tenian sus razones –muy inteligentes- para pensar así y
adoptar esa postura pero Axl se permitió disentir con ellas. Luego de
debatir un rato, de forma tranquila, Axl „explotó‟ repentinamente: las echo
de la habitacion con tal ira que nos impactó a todos. No era necesario
que las cosas terminaran de esa manera. El tiro de gracia fue que el padre
de una de las chicas era un destacado oficial en la policia de Chicago, o
por lo menos, eso fue lo que me contaron. Posteriormente ese dia, armé las
valijas y me volví a L.A. Unos dias despues, Megan se sumo a nosotros.

Guns n Roses era una banda que podia desmoronarse en cualquier


momento; éso era, en parte, lo excitante de la experiencia. Cuando
teniamos un objetivo comun que lograr, esa posibilidad se alejaba. Cuanto
más tiempo pasabamos separados, cada uno por su lado; la idea de
„grupo‟, la corriente creativa que teniamos como banda, más se
asemejaba a un recuerdo que a una realidad; la falta de comunicación y
el consiguiente resultado de no saber qué era lo que estaba sucediendo
realmente con cada uno de nosotros, agotó cualquier posibilidad que
pudieramos tener de cambiar y mejorar la situacion.
A nivel creativo, las cosas habian cambiado drásticamente. Hasta Use Your
Illusion I y II, Guns componía las canciones de esta manera: se empezaba
con una idea que cualquiera de nosotros les comunicaba al resto y luego,
los otros colaboraban, aportaban lo suyo. Axl es muy creativo con respecto
las letras, y tambien tiene un innato oido musical que, si lo combinas con la
habilidad de Izzy como compositor y le sumás nuestra habilidad –de Duff y
mía-, como musicos, creando estupendas partes de guitarra, era muy facil
tener un montón de canciones buenisimas en muy poco tiempo. Izzy y Axl
tenian mucha quimica: Axl sabía como transformar la estructura basica de
la poesia de Izzy en canciones perfectas, redonditas, muy ricas tanto en
letras como en musica. “Patience” es un gran ejemplo de esto: Axl llevó la
composicion de Izzy al proximo nivel, la transformó en „algo mas‟. Tengo un
gran sentido de la melodía y de los riffs, por eso pude vincular todo.
Muchas veces, empezariamos a escribir una cancion partiendo de una
base de guitarra a la que Duff sumaria el bajo; o yo propondría la seccion
del puente o los coros en los que Axl se inspiraría para componer la letra y
darle su estilo.
Cuando Izzy y yo llevabamos una canción, casi siempre, estaba todo allí;
pero cuando Axl la cantaba, le daba su „toque‟ personal y la cancion
tomaba forma -realmente-. En ese momento, era así de facil; pero en 1990,
habiamos perdido la conexión grupal, que era el disparador de tal
creatividad. El deseo de juntarse a escribir canciones, es una cosa; es lo
que siempre se hace, es parte del trabajo; que la cancion surja a partir de
la inspiracion grupal, basada en los aportes de cada uno, en la
colaboracion mutua, es otra cosa. Esto era lo peor que no podia pasar, y
nos costaba aceptar esta dura realidad. Por primera vez, tuvimos que
esforzarnos; de todas maneras, cuando por fin pusimos manos a la obra, lo
hicimos bien y todo fue muy rápido, pero todo el proceso fue muy tedioso,
una tarea muy estresante.

Estaba bastante desilusionado con respecto a la banda cuando volvimos


de Chicago. Cuando llegamos a Los Angeles, Megan se mudo conmigo a
la Walnut House. No sé qué estaba pensando en ese momento, porque no
la conocia demasiado; pero allí estaba, viviendo conmigo. Todos los
miembros de la banda, -excepto Izzy- todavia estaban en Chicago, y se
dieron cuenta que me habia ido, despues de uno o dos días. Uno a uno
volvieron a Los Angeles, pero Axl se quedó en Chicago casi dos semanas
más, despues de que yo me fui. Considerando que él estaba furioso
conmigo por haber terminado nuestro “retiro creativo” allí, no ocupo ese
tiempo en componer canciones en la sala de ensayos que habiamos
alquilado y pagado por adelantado. Por lo que tengo entendido, se la
paso durmiendo y mandándome, regularmente, mensajes reprochantes
via Doug; tambien tuvo algunos berrinches más. Doug me regañaba como
si fuera el hijo de Axl, y no puedo decir que le creí automaticamente todo
lo que me dijo, pero respondería con la mayor honestidad posible, y
esperaba que él le hiciera llegar a Axl las razones de mi partida.
Igualmente, se quedo en Chicago y creo que les mando mensajes a todos
los integrantes de la banda por un tiempo.
Axl y yo tuvimos desde siempre una especie de relacion amor-odio
bastante interesante. La mayor parte del tiempo, él y yo eramos como
compañeros de pesca; que no tenian demasiado de qué hablar a menos
que estén pescando. Entonces habia momentos en los que teniamos una
comunicación estupenda, cuando se acercaría a hablarme acerca de las
muchas cosas que tenia en mente. Por todos estos momentos buenos,
tambien habia otros (bastante extensos) en los que estabamos,
claramente, en polos opuestos; separados por una barrera invisible, y no
cruzabamos palabra. Durante los meses previos a que volvieramos a
componer, Axl y Erin estaban teniendo problemas muy serios en su relación;
y él y yo tuvimos largas charlas, muy profundas al respecto. Estaban
atravesando momentos dificiles: de hecho, una vez, despues de volver de
Chicago, tuve que ir a la casa de Erin para interceder en una discusión
que estaban teniendo. Cada pareja es un mundo, y tiene su propia
dinamica y si hay algo que nunca afirmaria es que comprendía las suyas.
Aun así, era amigo de ambos y podia mediar en las peleas. A pesar de la
situacion en Guns, seguiamos siendo compañeros y amigos. Si Axl me
necesitaba para algo, siempre estaría ahí para él.

Me volvia autodestructivo con las drogas, en represalia a mi frustración


creativa. Esa es mi excusa para transitar el camino. Es un fenomeno comun
entre los adictos. Asi que, poco despues de volver a Los Angeles,
considerando el estado de los asuntos con la banda, cuando se presentó
la oportunidad, estuve deseoso de sacar ventaja.
Megan y yo habiamos sentado cabeza; eramos felices en nuestro nuevo
hogar; Megan era una persona muy „casera‟, se ocupaba de ordenar,
cocinar; era toda una ama de casa. Se acostaría temprano y se levantaría
para ir al gimnasio, luego limpiaría la casa y prepararía la cena. Una
semanas despues, su amiga Karen llegó de Chicago y las dos se pasaron
una semana „de shopping‟. El primer dia que tuve libre, me topé con una
amiga que hacia años no veía; desde cuando iba a “El Compadre”, un
restaurant mexicano ubicado en Sunset y Gardner. Es barbaro: Duff y yo
eramos asiduos clientes; soliamos frecuentar ese restaurant cuando Guns
recien estaba surgiendo. Eramos el centro de atencion y nos
comportabamos como si fueramos los dueños del lugar: Iriamos con
chicas, tendriamos sexo con ellas o ellas nos practicarian sexo oral debajo
de la mesa; o simplemente actuabamos de manera inapropiada.
Esta vieja amiga con la que me encontré, solía ser peluquera en aquel
entonces –incluso mía- y mencionó que todavia se dedicaba a ello, pero
que tambien vendia drogas aquí y allá –esto fue estímulo suficiente para
mi-. Vino a mi casa más tarde con todos los elementos necesarios y antes
de darme cuenta; antes de que Axl volviera a Los Angeles, y Megan y
Karen llegaran a casa despues de su paseo por Melrose y Beverly Hills, yo
estaba nuevamente involucrado con las drogas; consumiendo heroína
otra vez, con muchas ganas.
Megan fue una chica que se encontró con el tipo equivocado y la ha
pasado muy mal por esto. Era muy inocente; pudo haber pensado que se
habia enamorado, pero no creo que tuviera la menor idea; no creo que
supiera en qué se estaba metiendo o que me estaba sucediendo a mí,
despues de volver de Chicago. Me habia conocido completamente
borracho y, como ya te dije, a simple vista, un heroinomano no actua de
un modo muy diferente, a menos que cuentes cuántas copas ha tomado.
Megan era tan inocente que no reparó en el hecho que, de repente,
habia dejado de beber mi medio galón de Vodka por dia, y así y todo,
seguia actuando como si estuviera borracho (peor que si hubiera bebido
el medio galon de vodka).
Mantuvimos una relacion muy dulce y muy retorcida, al mismo tiempo;
como las de los años ‟50. Ella se ocuparia de la casa, luego se iria a dormir
a las diez u once, y yo me quedaría despierto toda la noche, en el living,
inyectandome a cada rato en el baño que habia hecho pintar
íntegramente de negro. Algunas noches, me quedaba escribiendo
canciones en el sofá; y otras, solo observaría mis serpientes. Antes de
notarlo, se haria de día: Megan se despertaba y pasabamos un rato juntos;
nos divertiamos hasta que yo me cansaba. Megan nunca hizo preguntas y
nos llevamos muy bien por un tiempo, fuimos muy felices. Teniamos un
nombre para todo; todo tenia su apodo. Todo para ella era “bonito”,
“agradable”; y casi siempre yo era “cariño”. Hoy, mirando atrás, Megan
sonaba como Jennifer Tilly.
Megan tambien era una gran ama de casa. Acomodaba la casa,
especialmente la cocina y hacía de la Walnut House, un lugar más
habitable. Le encantaba invitar gente a cenar, si se presentaba la ocasión.
Recuerdo que una vez vino Mark Mansfield; en realidad no vino a comer,
sino a consumir drogas y charlar un rato –para ponernos al dia- pero
Megan preparó un banquete: nos sirvió pollo con distintas guarniciones,
pan de ajo y una ensalada exquisita; todo presentado en la mesa, con
manteles individuales...todo. Ella estaba muy contenta, no parecia darse
cuenta en el estado en que estabamos Mark y yo; estabamos tan
drogados que creo que nos pusimos a jugar con la comida. Eso no
importaba; al finalizar la velada, Megan me dijo que Mark le parecia un
tipo encantador. Megan era una mujer interesante en otros aspectos; por
lo general, más que tener sexo, le gustaba tocarme y mirar...Creo que la
nuestra era, de verdad, una relacion extraña, bastante particular.

La tendencia de Axl de comunicarse a traves del manager continuó


cuando volvimos de Chicago hasta mis ultimos dias en la banda. Pero el
comienzo de esto, quiza despabilo un poco a Doug y Alan porque, de
pronto, ambos parecian desesperados por volver a reunirnos a todos
regularmente. El éxito de GNR Lies habia generado una gran demanda por
parte del publico, y no habiamos lanzado ningun disco más desde
entonces. Podriamos haber armado una gira entera, y agotar las entradas
de cuanto estadio nos presentaramos sobre la base de un disco debut que
ya tenia 3 años y un EP con sólo 4 temas nuevos. Supongo que la mayoria
de las bandas, no disfrutan de esa situacion, cuando la gente empieza a
„exigirte‟ cosas –por decirlo de alguna manera-, pero no ibamos a apurar
el proximo disco, probablemente porque no lograbamos aplicarnos a
escribir las canciones.
Por mi parte, debo decir que ésta fue mi epoca más oscura, en la cual
conocí el „speedball‟. Empecé a inyectarme fuertemente y a disfrutar de
las alucinaciones y la paranoia asociada a su uso. Nadie me inició en el
tema del „speedball‟; sólo pensé que seria la version narcotica de los
bocaditos “Reese” (bocaditos de chocolate rellenos con mantequilla de
maní); „Cocaina‟ y „Heroína‟ eran dos sabores diferentes que sabía que
irian muy bien juntos.
Me tomo mucho tiempo encontrar la proporcion que debia mezclar de
cada una para lograr el efecto deseado y me divertí infinitamente en
cada experiencia. Tenia diferentes tecnicas, pero a menudo inyectaba
primero la coca y despues la heroína; tambien estaba bueno mezclarlas y
luego inyectarlas pero yo lo hacía por separado porque amaba el ritual de
las agujas; siempre me resultaba excitante picarme.
El „speedball‟ fue la mayor montaña rusa a la que he subido jamas: la
coca me provocaba euforia y luego, entraria en juego la heroína y el viaje
daria un giro inesperado, asombroso: se volveria un ida y vuelta de
diferentes sensaciones hasta el final. Siempre terminaba inyectandome
toda la heroína antes de acribillarme con coca, asi que a menudo me
ponia nervioso y ansioso al punto de ser inminente el paro cardiaco. Al final
de cada una de esas noches, terminaba con una marcada sensacion de
estar siendo observado, asi que empecé a considerar la idea de recorrer
mi casa armado hasta los dientes. Compré varias armas: una escopeta,
una calibre .38 especial, una Magnum calibre .44 y varios revólveres. Solia
tener mi .38 siempre guardada en la parte de atrás de mi pantalon y
despues de que Megan se fuera a dormir, y luego de picarme con
suficiente cocaina y heroína caminaria por toda la casa pensando en
diferentes cosas y observando las pequeñas figuras que se asomaban a los
costados de mis ojos (producto de las alucinaciones). Las veía caer y rodar
por la barra de las cortinas o correr por los zócalos; todo en mi vision
periferica, pero cada vez intentaba mirarlas de frente, con vision central,
las figuras desaparecian. Por ese entonces, me volví callado, hermitaño, y
empecé a dibujar mucho. A lo largo de mi vida, los dibujos reflejaron lo me
interesaba en cada momento. Durante este periodo, sólo dibujaba
dinosaurios, y gran variedad de logos.
Deberia haber dibujado al pequeño demonio que nunca pude ver -
realmente- o capturar en un video –de veras, he tratado de hacerlo-. Tan
pronto como empecé a usar „Speedball‟ en forma regular, estos
hombrecitos aparecian por todos lados. Eran pequeños seres translucidos,
extremadamente delgados pero fornidos; los veia a lo lejos y de repente,
los veia trepar por mi campera, mientras estaba drogado. De alguna
manera, queria conocerlos más de cerca. Me recostaba en el suelo, y
mientras esperaba que mi corazon se relajara y bajaran las pulsaciones,
observaria el pequeño show, al estilo “Cirque du Soleil”, que estos
personajes montaban para mi, a mi alrededor. Mas de una vez pense en
despertar a Megan para que pudiera verlos. Tambien me tomé fotos en el
espejo con uno de ellos sentado en el hombro, o hurgando en mi cabello.
Empece a hablar de estos hombrecitos y a verlos tan claramente que creo
que enloquecí a mi dealer. Las pocas veces que he dejado mi casa fue
para ir a comprar drogas a su casa. Casi siempre me inyectaba allí y
enseguida empezaba a ver a estos pequeños personajes trepando por mi
brazo.
“Hey, mira...no lo ves?” preguntaría, extendiendo el brazo. “Ves a ese
pequeño hombrecito...no? Esta justo allí”
El dealer me miraba fijamente con rostro inexpresivo. Este tipo estaba
bastante acostumbrado al comportamiento extraño de los adictos. “Sera
mejor que te vayas” me diría, “Estas muy mal, muy ido. Deberias irte a
casa”. Aparentemente, era malo para el negocio.
Una noche, estaba patrullando mi casa con la escopeta: bajé por las
escaleras desde el dormitorio hasta el living, y luego subí hasta el descanso
del dormitorio y al entrepiso, donde Megan dormía. Mientras subía, la
escopeta se disparó, haciendo volar parte del techo delante del entrepiso.
Es asombroso que Megan haya seguido durmiendo.
Todavia estaba despierto para los fuegos artificiales: estaba recostado allí,
bastante alterado cuando escuché las sirenas; me quedé quieto un
instante y pensé: “Ah, carajo! Lo que faltaba...”
Mi casa estaba ubicada sobre la colina, asi que la pequeña y cuadrada
ventana de la habitación, que estaba en el segundo piso, tambien
quedaba bastante elevada del nivel de la calle. Escuché el bullicio e
imaginé que alguien vendría por mí; entonces tomé mi .45 y la guardé en
la cintura, en la parte de atrás de mi pantalon; fui hacia la ventana, corrí
las cortinas y observé a los bomberos preparados para derribar la puerta
de mi casa. Les pregunté cuál era el problema y me dijeron que la alarma
de incendios habia estado sonando por 30 minutos.
Evité que rompieran la puerta asegurándoles que no habia ningun
incendio, y Megan no se dio cuenta de nada.
En otra oportunidad, ella pudo haberme „atrapado‟ y descubierto mis
„actividades nocturnas‟, pero tampoco lo hizo. Aparentemente me habia
quedado dormido en el sillón del living con las agujas justó ahí, al lado mio.
A la mañana siguiente, me despertó y me dijo:
“Cariño, creo que el gato esta jugando con algo...”
Mire hacia abajo y ví al gato azotando mi aguja como si fuera un ratón.
No mucho despues de eso, Duff empezó a pasar por mi casa porque
estaba preocupado por mí. No sé bien por qué; todas las conversaciones
que tuvimos fueron a traves de la ventana de mi habitación: yo, reclinado
sobre la ventana y él, parado en medio de la calle. Siempre tenia un arma
guardada en el cinturón y, por supuesto, nunca lo invité a pasar a mi casa;
pero estaba todo bien, porque Duff tampoco parecia querer entrar.
“Hola Duff!... Cómo estas?” le preguntaría
“Bien”, me respondería. “Que andabas haciendo?”
“Nada importante”
“Ah, bueno...OK!” me diria, mientras me miraba como evaluándome. “Te
veo más tarde”.
“Hey Duff...Queres pasar?”
“No”.
“OK, esta bien...Te veo mas tarde”

Mi abuela habia estado enferma del corazón, desde que tengo memoria,
hasta sus ultimos dias. Cuando murió, estuve completamente angustiado.
Nunca pensé que moriría tan joven –no llegaba a los 70 años-. La fui a ver
al hospital, antes de morir: fue la unica vez que recuerdo haberme
quebrado emocionalmente.
La noche siguiente a ver a mi abuela morir en la cama del hospital, fui a
“Rainbow Bar & Grill” y pedí prestado algunos cientos de dolares a Mario,
el dueño del lugar. Aunque tenía dinero, nunca andaba con billetes en el
bolsillo. El manager era reacio a darme dinero, por obvias razones. Mario
no sabía para qué era la plata y ésa fue la primera vez que he pedido
dinero a alguien. Fui hasta el este de Los Angeles a comprar drogas y luego
volví a Hollywood, y la consumí en el asiento delantero del auto, en una
calle lateral. Por alguna razon, llamé a Izzy -él recientemente habia
alquilado un departamento en Santa Monica- y le pregunté si podia
quedarme esa noche en su casa. Dijo que sí, y entonces conduje super
drogado mi Honda CRX por la Pacific Coast Highway. Antes de ir a lo de
Izzy, pase varias horas corriendo con el auto por las calles laterales de
Santa Monica como un maniatico. De hecho, recuerdo haber saltado
montones de tierra con el coche, en una obra en construcción. Como fue
que sobrevivió el Honda CRX...no lo sé; tampoco sé cómo fue que nunca
me arrestaron, ya que estaba super volado, con la cabeza en las nubes.
Cuando al final, llegué a la casa de Izzy, me preparó el sofá para pasar allí
el resto de la noche. Recuerdo que mientras él dormía, miré una pelicula
“Performance” que Izzy habia alquilado...Despues, me quedé dormido.
Ahora bien, a esta altura de 1990, Izzy estaba en libertad condicional por
haber tenido un altercado con una azafata en un vuelo comercial, lo que
constituye un delito federal, asi que él estaba manteniendo su nariz bien
limpia –por decirlo de alguna manera-. Tenia una reunión con su agente
de libertad vigilada, muy temprano a la mañana siguiente, y me dejo solo
en el departamento. Me levanté y fui al baño a darme una ducha y
prepararme para el velatorio de mi abuela, que era media mañana. Traté
de picarme –todavia me duraba el efecto de la dosis de la noche anterior,
pero creí que era absolutamente necesario hacerlo nuevamente- y no
podia encontrar la vena; el resultado: sangre en todo el baño, en las
toallas, las paredes, la pileta... por todos lados. Seguí buscando hasta que
encontré una arteria. Luego escondí todos mis „utensillos‟ en un armario
que Izzy tenia en el living y me fui al velorio de mi abuela, dejando todo el
departamento desordenado y con manchas de sangre.
Cuando llegué al velatorio, estaba hecho un desastre. Saludé a mi mamá
y a mi hermano, pero por alguna razon, no estaba preparado para ver al
resto de mi familia, parado al lado de mi mamá, y que todos se dieran
cuenta. Presenté mis respetos a la abuela y huí al baño a picarme otra vez
–era un momento muy duro para mi. Esa clase de monstruo era yo.
Cuando salí del baño, mi mamá pensó que no era adecuado que me
mostrase en ese estado, en publico y sugirio que me fuera a casa. Me fui
con mi antigua novia, Yvonne, que estaba presente en el velatorio y pasé
en su casa la mayor parte de la tarde, pero estaba demasiado volado
para que ella pudiera tolerarme, asi que paré un taxi y me fui a mi casa.
Cuando llegué, habia un mensaje en el constestador: Era Izzy Stradlin...
extremadamente furioso. Resulta que había encontrado la jeringa y la
cuchara que yo habia escondido en el armario; de más esta decir que no
le hizo gracia. Entendiendo que estaba en libertad condicional y que su
agente podria requisar su casa sin previo aviso ni orden alguna, tenia toda
la razón para estar furioso.
Mirando atrás, y evaluando los hechos, me doy cuenta lo autodestructivo
que era, y lo enfermo que estaba; pero en ese momento no lo sabía. Hoy,
me parece terrible, pero en esa epoca no era gran cosa –por lo menos,
para mi.
Mi abuela fue la persona mas desinteresada, y generosa que conoci en mi
vida. Ella te daría hasta el ultimo centavo, sin importar cuanto prostestaras;
tambien me ha apoyado mucho en todo lo que hice, pero en especial
con la musica. Habia estudiado piano cuando era joven y tenia formacion
musical. Tuve la sensacion que fue un gran alivio para ella que yo
empezara a tocar la guitarra; ella financio los primeros instrumentos que
tuve; problablemente pensó que era la musica era mejor que andar
aterrorizando gente inocente montado en una bicicleta; que era más
seguro para mí. No sabía cuán equivocada estaba. Su hijo, mi tio Jacques,
vivia con ella. Era 12 años mayor que yo, tenia Sindrome de Down y
tambien le gustaba mucho la música. Sus preferencias musicales eran
eclécticas porque era un persona muy alegre e inocente y tenia una
personalidad bastante aniñada; escuchaba a Village People, ABBA,
Partridge Family; y tambien me hizo escuchar a James Brown y The
Runaways –Quien lo hubiera dicho?!
Mi abuela murio de complicaciones cardiacas en 1990 y mi tio Jacques
quedo al cuidado de mi mamá. Pero antes de morir, estaba orgullosa de
que yo haya hecho carrera en la musica. Mi tio Jacques, murio en 2004.

Posiblemente la inercia hubiera matado a Guns n Roses antes de arrancar,


si no hubiese sido por los Rolling Stones. A esta altura de la historia, yo
estaba abusando del speedball como Belushi, y todos nosotros
necesitabamos realmente una buena razón para juntarse mas que al
principio, cuando sólo teniamos ganas y ningun objetivo. Recuerdo el dia
que recibí la llamada de Alan:
“Hey, Slasher, los Stones se comunicaron con nosotros. Quieren a Guns
como banda soporte”, me dijo. “Son cuatro shows en el L.A Coliseum”.
“De verdad?” le dije. “Me parece una buena idea”
“Pronto comienzarán la gira y estan con los ensayos de produccion en
Pittsburg”, me respondió.
“Bueno, hagamoslo! Vayamos a Pittsburg, entonces”, le respondí.
Se hicieron las reservaciones y Alan, Doug y yo volamos para allá a ver los
ensayos de los Stones. Empaqué un par de jeringas y suficiente droga para
varios dias, y ya estaba listo para viajar. Hay algo que no habia tomado en
cuenta, y eso fue un problema para la banda desde el principio: en el
camino a Pittsburg, Alan habia programado parar en Ohio a ver a “Great
White”... no habia ninguna otra banda –aparte de “Poison”- que reuniera
todo lo que nosotros odiabamos más que “Great White”; y nuestro
manager, Alan Niven, tambien manejaba su carrera. Esto enfureció a Axl
casi todos los dias, particularmente despues de que Alan obligara a Guns a
cubrir a “Great White” en The Ritz en New York en un concierto para MTV
en 1988; por alguna razón, la banda no pudo hacer el show y nosotros
subimos al escenario en su lugar. Cuando la banda „despegó‟, Alan
comenzó a utilizar nuestra popularidad para favorecer la carrera de sus
otros representados; hubo muchos problemas con a raiz de esto, asi que
hacer una pausa en el camino a Pittsburg, donde nos esperaban los
“Stones”, para ver un show de Great White”, no fue una buena movida; fue
estúpido de su parte.
No tenia ningun interés interés en verlos tocar, asi que me quede en mi
habitacion inyectadome drogas hasta que pudieramos retomar el viaje, a
la mañana siguiente. Era bastante bueno escondiendo las jeringas y la
droga, en ese entonces: el forro de la campera era siempre un buen lugar,
y en el interior de una lapicera pasarian desapercibidas facilmente las
pequeñas capsulas. Habia muchas tecnicas mas, pero esas deben seguir
siendo un secreto. Durante este viaje, fui bastante descuidado y, de
alguna manera, rompí una jeringa. No habia ningun problema... asi que
llamé a Recepcion:
“Eh... hola...hablo con Recepcion?”
“Si, señor. Ha llamado a Recepcion. En que puedo ayudarlo?”
“Mi situacion es un tanto urgente...Soy el guitarrista de „Great White‟, soy
diabetico y me robaron las jeringas de insulina; tengo que subir al
escenario en una hora y necesito obtener mi dosis antes del show. No hay
una farmacia en la zona a la cual puedas mandar a alguien por mí?”
“Si, señor. Qué pena! Por supuesto podemos encargarnos de eso;
enseguida conseguiremos sus jeringas”
“Muchisimas gracias. De veras, se lo agradezco”
Estaba loco de contento, cuando me trajeron las jeringas a la habitacion.
Los adictos pueden ser muy manipuladores y utilizar argumentos muy
convincentes para conseguir drogas y lograr consumirlas.
En cualquier caso, en un abrir y cerrar de ojos, se habia solucionado el
problema, podría volver a „lo mio‟, y pasarla bomba, solo, en mi habitacion
de hotel. En el transcurso de la noche, no se bien si, de hecho, perdí una
de mis capsulas de heroína, pero revolví mi habitacion como si lo hubiera
hecho: di vuelta los muebles y busqué debajo de todas las superficies;
básicamente, parecia que un chico habia armado un pequeño fuerte con
todos los elementos que habia allí.
Mi divertí tanto y el desorden fue tal, que no pudimos llegar a tiempo a
Pittsburg. Habia usado la mayor parte de las drogas la noche anterior, y
necesitaba tanto una dosis extra que, cuando llegamos allí, le pedí a Alan
que me dejara dormir un rato antes del show. Consumi una dosis más, y me
dormí durante todo el show de los Stones. Alan y Doug me llamaron
numerosas veces pero nunca escuché el telefono. Los dos vieron el show y
a la mañana siguiente me contaron lo estupendo que fue.
Alan me miró directo a los ojos y me dijo: “Slasher, voy a rechazar la
propuesta. De ninguna manera podrian abrir los shows de los Stones. No
estan preparados para cumplir con esto”.
“Si que podemos, te lo juro”, le dije. Conseguinos las fechas...
A pesar de que no estaba de acuerdo, Alan nos arreglo los shows.
Estaba totalmente „desatado‟ con las drogas, era realmente una bestia;
pero los otros parecian más preocupados que yo, al respecto. La mayoria
de mis dealers comenzaron a evadirme y los pocos que me vendían, eran
amables conmigo pero se limitaban a dejarme el paquete en la puerta
trasera de la Walnut House; nunca querian pasar a mi casa, no querian
tenerme cerca.
Mas o menos en ese tiempo, vi a mi mamá y ella tambien estaba
preocupada. Me sugirió que lo llamara por telefono a David Bowie, porque
pensaba que una charla o un consejo suyo me ayudaria más que
obligarme a ingresar en rehabilitacion.
David era agradable, y muy sabio con respecto al abuso de sustancias
quimicas. Me preguntó qué andaba haciendo –en referencia a las drogas-
, cómo estaba fisica y emocionalmente, y cómo iban las cosas con la
banda. Luego de divagar un rato, comencé a hablarle de mis pequeños
amigos translucidos y David me interrumpio. La conversacion fue muy
complicada, considerando que él no me veia desde que yo tenia 8 años;
pero a ese punto, ya habia escuchado suficiente.
“Escuchame...” me dijo. “No vas por buen camino. Si estas viendo cosas
extrañas todos los dias, lo que estas haciendo no te hace bien. Y si eso
sucede significa que estas muy débil de espíritu”. Hizo una pausa y
continuó. “Te estás exponiendo al lado más oscuro de tu subconsciente; y
eso te hace más vulnerable a todo tipo de malas energías”
No estaba de acuerdo con esto: veia las alucinaciones como parte de un
divertido entretenimiento.
“OK, esta bien”, le dije. “Si, supongo que eso es malo... Quedo
debidamente notificado, entonces”
Proximos a tocar para los Stones, todos nos volvimos muy responsables y
puntuales con los ensayos; parecia que nuevamente teniamos un
incentivo. En este tiempo, Duff era el más responsable de todos: pasaba a
buscar a Steven todos los dias y lo esperaba que tomara todas las lineas
necesarias para poder rendir; luego, pasaba por mi casa y ambos
esperaban a que yo me picara mi dosis pre-ensayo.
El dia antes de tocar con los Stones, para ir calentando motores, hicimos
una presentacion en Cathouse. Fue espectacular. No habiamos tocado en
un tiempo y teniamos mucha energia para liberar. Sonamos barbaro; fue
un clasico show de Guns n Roses. Aunque no le faltaron momentos
desagradables: Axl insulto tanto a David Bowie desde arriba del escenario,
que él terminó retirandose en la mitad del concierto.
David estaba allí, acompañando a mi mamá, en una mesa cercana al
escenario. Aparentemente, Axl estaba convencido que David habia
estado coqueteando con Erin Everly, en bambalinas, antes del show. Era
una ocurrencia tan ridicula que, despues del incidente, mi mamá me
pregunto qué carajos le pasaba a Axl. Fue una situacion incomoda, pero
no le di demasiada importancia y traté de concentrarme en las cosas
positivas. El show de esa noche, quedo capturado para la posteridad en el
video de “It‟s so Easy”, que nunca fue aceptado por MTV, ni tuvo aire en
los Estados Unidos, porque nos negamos a editarlo y quitar los pasajes
groseros y las malas palabras.
Nos registramos en el “Hotel Bonaventure” por cuatro dias
correspondientes a las cuatro noches de shows con los Rolling Stones. Era la
mañana de primer dia y me encontraba en el hotel cuando recibí una
llamada de Axl diciendo que no se presentaria a hacer los shows; las
razones eran que Steven y yo estabamos consumiendo drogas; tenia
razon... pero ése no era el punto; ibamos a tocar nada menos que con los
Rolling Stones. De alguna manera, lo obligamos a hacer el primer show...y
fue un verdadero desastre.
“Disfruten el show”, dijo Axl cuando salimos a escena “...porque será el
último. Muchos de nosotros estan bailando con Mr. Brownstone”.
Estaba tan enojado con Axl por haber dicho eso y Axl estaba tan enojado
conmigo por ser adicto que pasé más de medio show, de espaldas al
publico.
Esa noche no nos conectamos como banda, y sonamos horrible. Asi de
enojado, bajé del escenario, me subi a la limo; fui directo al hotel, y me
encerré en mi habitacion a consumir drogas.
Al dia siguiente, Doug me dijo que Axl haria los tres shows restantes con la
condicion que yo, sobre el escenario, le pidiera disculpas a la audiencia
por ser drogadicto. Ese fue un trago amargo. En retrospectiva, entiendo
porqué Axl apunto hacia mi en vez de Steven. Yo soy el más fuerte de los
dos y Axl confiaba más en mi. Mi presencia era importante para él; Axl
sentía que yo era un eslabón en la banda y no podia darme el lujo de
perder el control. Asi y todo, no crei que fuesen necesarias las disculpas
publicas. Cuando estas drogado, te volves arrogante y por nada del
mundo iba a asumir la culpa de esa forma. No pensaba que fueran las
drogas las que estaban causando problemas en la banda, aún si así fuere,
ése no era el momento de poner bajo la lupa el tema.
Pero tenia que hacer algo. Asi que cuando llegó el momento, subí al
escenario y más que disculparme, empecé a hacer bromas acerca de la
heroína, y qué es lo que puede sucederte si la consumes, de que nosotros
ya habiamos estado ahí y que yo ya habia cumplido mi condena con la
seductora bestia. Fue mas un entretenimiento, porque no queria aplacar
demasiado a la gente. De todos modos, tengo la costumbre de hablar
entre dientes, asi que mencionar “la realidad de las drogas” mas todas las
otras cosas que dije, fueron disculpas suficientes. Hicimos una larga intro de
“Mr. Brownstone” mientras hablaba, asi que para el publico, mi discurso fue
una especie de presentacion improvisada de la cancion.
Fuere lo que fuere, en cuanto Doug le avisó a Axl que yo ya habia hecho
lo que él me habia pedido (porque se negaba a salir del camarin hasta
que yo le pidiera disculpas al publico), Axl se quedo contento y la vibra de
toda la banda cambio cuando él piso el escenario y lanzamos “Mr
Brownstone”. De repente, habia retornado nuestra camaraderia; una vez
solucionadas las cuestiones personales, pudimos concentrarnos en la
musica. Ese segundo show estuvo bien, el tercero estuvo aún mejor (a esa
altura, ya habiamos pulido ciertas imperfecciones), y el cuarto fue
realmente asombroso; estabamos al 100%. Esos shows fueron toda una
experiencia, por decirte algo. Son renombrados en el circuito pirata y
quienes estuvieron presentes, los recuerdan muy bien; no obstante, las
noches que tuvimos libres fueron divertidas.
Los Stones vieron nuestro show las cuatro noches, según me contaron,
porque les haciamos acordar a ellos en otra epoca. No pasé ni un minuto
con ellos; estaba demasiado agotado. A pesar de todo lo que habia dicho
en el escenario, lo unico que me importaba era darme un pinchazo los
mas pronto posible, despues de tocar el ultimo acorde. Casi siempre lo
hacia en el estacionamiento porque no podia esperar a llegar al hotel. Por
mas inspirado que haya estado en esos shows, comencé a ver a la banda
y a la composicion de los temas de proximo album como algo de lo que
ocuparia „cuando estuviera limpio‟. Es el famoso lema de todos los
drogadictos: „Lo hare cuando esté limpio‟.
Para conseguir las drogas que necesité durante esas cuatro noches, una
vez tuve que salir del hotel, ir con el auto hasta Hollywood, esperar mi
heroína y luego volver al centro para la presentacion. Podes estar en un
alto nivel –tocar en el L.A Coliseum- pero si sos adicto, tambien eres parte
de la otra realidad; en la que vivis como un pordiosero, y tenes recorrer las
calles en busca de droga. Lo haces, y luego volves a tu otra realidad.
No queria que esto volviese a suceder, asi que para el tercer show, le di a a
mi dealer –a quien llamaremos “Bobby”- las tarjetas para ingresar al
backstage así podria traerme mi „paquete‟ y ver el show. Estaba en
bambalinas esperando que llegara y a medida que se acercaba la hora
de subir al escenario, empecé a sentirme mal. Los minutos pasaban y a
este punto, mi estado no me permitiria tocar; estaba super ansioso, porque
si Bobby no llegaba a tiempo, no podria salir a hacer el show. Esperaba, le
dejaba mensajes en su pager, mientras trataba de mantener las
apariencias. Lo llamaba y no respondía. Literalmente, 10 minutos antes de
empezar el concierto, Bobby aparecio. Me encerré en el baño del trailer,
al que llamabamos „camarin‟, y me piqué. Recien ahí respiré con
tranquilidad. Eso no estaba bien. Axl tenia toda la razón al protestar como
lo hizo; no podria llevar esta vida en el nivel que estabamos ahora. Cuando
estas tan metido con la heroína; la música ya no te importa. Yo me habia
olvidado de la musica. Steven estaba tan mal como yo, pero hasta que
me desintoxiqué, no tuve ni idea de lo que realmente estaba sucediendo
con él.

Donde estabamos nosotros, habia drogas; y adonde ibamos, las


llevabamos con nosotros. Como a partir de los shows con los Stones se
habia establecido una buena comunicación con la banda, creativa,
funcional; tratamos de manejar la cuestion lo mejor que pudimos. Doug
penso que podria intervenir con Steven: lo llevaria de vacaciones a un
exclusivo Golf Resort en Arizona. Steven estaba muy contento con lo que la
banda habia hecho recientemente, asi que, por lo menos en teoria, queria
reponerse. Acordó que sólo necesitaba una semana lejos de Los Angeles
para relajarse junto a la piscina, en el desierto.
Yo era una fiera más complicada: sugerirme ingresar en rehabilitacion no
iba a terminar bien; tampoco, tener un acompañante terapeutico. De
hecho, en ese momento, nadie podria darme lecciones; tenian que
confiar en mi, en que yo me desintoxicaria por mis propios medios. Y lo
tenia todo planeado; pensé cómo abordar el proceso durante muchas
noches que pasé totalmente drogado en la Walnut House. Conseguí que
un doctor me recetara Buprinex, que es un bloqueador de narcoticos. Él
me daria varias botellas de ese medicamento y las jeringas. Era un
tratamiento muy costoso, pero este tipo era una especie de Dr. Feegood
(Dr. Mesientobien); el tipo ejercia la medicina de forma ilegal.
Llevé todo conmigo la noche que, espontaneamente, decidí sumarme a
Doug y Steven en Arizona. Tenia mucho sentido en ese entonces: el sol de
Arizona me ayudaria a aplacar mis malos habitos. Le dije a Megan que
tenia cosas que hacer con la banda y que volvería en cuatro dias. Reservé
mi pasaje, pedí una limo, llamé a mi dealer -sabía que su ubicación me
quedaba de paso al aeropuerto-. Habia previsto todo: compré suficiente
cocaína y heroína, junto con las botellas de Buprinex, para pasar un largo y
tranquilo fin de semana en el Golf Resort.
No les habia avisado a Doug o Steven que iria para allá, asi que cuando
aterrizo el avion esa noche, estaba completamente solo. No habia
demasiado para hacer en la ciudad, pero no me importaba.
“Hey, queda muy lejos este lugar? Le pregunté al chofer de la limo.
“A 45 minutos de aquí, señor”, me dijo.
“OK. Escuchame...podrias pasar por un lugar y conseguirme algunos
cubiertos?” le pregunté. “Me gustaria comer la comida que tengo acá”
El chofer condujo la limo por casi 20 minutos y se detuvo en Denny‟s.
Descendió del auto y me alcanzó un tenedor y un cuchillo envueltos en
una servilleta. “Estupendo...” pensé.
“Hey!” le dije. “Escuchame, no hay otro lugar por donde podamos pasar?
Necesito un juego completo de cubiertos”.
Luego de 15 minutos más paramos nuevamente y esta vez sí me consiguió
una cuchara. Inmediatamente puse el separador entre el chofer y yo,
saqué las drogas e hice el ritual.
Me di el pinchazo y me tranquilicé mientras ibamos al hotel. El paisaje de
Arizona, y su rudimentarios matorrales, de pronto, lucían más atractivos y los
vidrios polarizados hacia que la vegetacion pareciera más exuberante
todavia.
Cuando llegamos al Resort, el “Venetian”, asistí a mi fiesta individual en la
habitacion. No estaba acostumbrado al entorno, porque ese lugar no
parecia un hotel; más bien era una colección de bungalows ubicados a lo
largo del prolijamente cortado cesped del campo de golf; ahora que lo
pienso, era muy parecido a aquel resort en Hawaii donde Doug me habia
llevado anteriormente.
Mi habitacion era divina: tenia suaves cortinados blancos alrededor de la
cama, una pequeño hogar –similar a los de adobe-, y el baño tenia ducha
con cerramiento de vidrio. Parecía un spa; todo estaba muy bien
decorado. Era un sitio tan relajado que no hallé mejor terapia para aliviar
mi alma que picarme toda la noche con heroína y coca.
Pronto se me olvido que la droga que habia traido debia durar cuatro dias.
Actuaba como si tuviera algo para celebrar, entonces, en cuestion de
horas, me habia quedado sin heroína. Es muy comun entre los adictos: Si
estas drogado, estas conforme; todo esta bien y reina la calma. Ahí es
cuando haces los planes; ahí es cuando calculás cuánta droga necesitas.
Despues, empezas a consumirla y todo cambia: rearmas tus planes a
medida que ésta se va agotando; vas encontrando diferentes razones por
la cuales puedes o debes tomar otro poco más. Luego, encontras una
buena razón para terminar con todo lo que tenes porque...mmm... eh, no
lo necesitarás despues.
Por qué haces todas estas locuras?... Todo se reduce al primer dia que
consumiste heroína, cuando lo hiciste y te gustó, cuando tu cuerpo no
habia sido adulterado, cuando estaba limpio, puro; esa vez fue la mejor.
Entonces, pasas el resto de tu „carrera‟ como adicto tratando de obtener
la misma sensación; eso que jamas volverás a sentir; pero te convencés a
vos mismo que sí lo harás, y seguis intentandolo...y seguis consumiendo.
Probas diferentes métodos, pero estás persiguiendo un fantasma. Terminas
necesitando la heroína para sentirte bien: tomas lo suficiente como para
no sentirte mal, tomás lo suficiente para estar bien. Pero cuando ya
tomaste una buena cantidad, nuevamente intentaras sentirte como la
primera vez –y antes de que te des cuenta, en sólo una noche, habrás
consumido todo lo que habias planeado racionar para cuatro dias...y lo
que tan cuidadosamente planeaste se habrá ido al carajo.
No habia por qué terminar la fiesta; todavia me quedaba mucha cocaina.
No importa cuán meticuloso seas con la heroína, siempre se termina antes
que la coca. Y cuando empezas a picarte con coca, las alucinaciones se
vuelven tan reales, que no te das cuenta que eso que ves, lo ves porque
estas drogado; que sólo es tu imaginacion. Es como el acido, pero con
otra actitud totalmente diferente. Lo que ves es real y da miedo; y no es
para nada psicodelico. En mi caso, fue violento y aterrador. Habia
disfrutado de mis alucinaciones en el pasado, pero ahora estaba al borde
de la locura.
Esa noche, segui picandome coca por el sólo hecho de seguirme
pinchando; ya te dije que me gustaba sentir la aguja ingresar en las venas
a traves de mi piel, y la sensación de las drogas entrando en mi cuerpo y
apoderandose de él. Tambien me encantaba el ritual previo: la disolucion,
el filtrado, el torniquete...Todo esto me gustaba tanto como sus efectos. Me
contentaba bastante con hacerlo una y otra vez, por varias horas.
Y luego, todo se volvia raro. Empezaba a boxear a los monstruos que veia
al otro lado de las cortinas que enmarcaban la enorme cama King Size;
hacia esquivas y desplazamientos como si estuviera entrenando en el
gimnasio. El boxeo con los monstruos continuó durante toda la noche.
Cuando salio el sol, las sombras desaparecieron (los monstruos tambien) y
dí por finalizada mi actividad.
Cuando salí del trance, pensé que quizá deberia ir en busca de Steven y
Doug. Decidí tomar una ducha para despabilarme un poco, pero antes
opté por una dosis de coca, la ultima. Me sentia barbaro cuando entré a
la lujosa ducha. Mientras estaba bajo la lluvia de agua caliente, la coca
me pego mas fuerte que la noche anterior y tuve alucinaciones como
nunca antes: era pleno dia, y la luz del sol entraba por la claraboya; pero ví
surgir nuevamente las sombras, que se acercaban a mí, reptando,
trepando por la mampara y adoptaban la forma del monstruo con el que
habia estado peleando a las piñas, horas antes. Estaban ahí frente a mi,
cubriendo la puerta de la ducha y no iba a dejar que me atrapen, asi que
empecé a lanzar golpes de puño lo más fuerte que pude, haciendo trizas
el gran panel de vidrio –cuyos trozos quedaron desparramados por el piso-.
Me corté la mano, me quedé ahí parado debajo del agua, paralizado,
paranoico, registrando cuidadosamente el baño en busca de otros
agresores. Ahí fue cuando aparecieron mis pequeños amiguitos. A mis ojos,
eran parecidos a la criatura de “Predator” (“Depredador”) pero mucho
más chiquitos, y eran translucidos de color azul grisáceo; delgados pero
fornidos; con la cabeza punteaguda y rastas que parecian de goma.
Siempre habian sido un grato entretenimiento, pero esta vez estas
pequeñas figuras alucinantes eran siniestras. Podia verlas agruparse en el
pasillo; eran casi un ejercito y sostenian todo tipo de armas y lanzas.
Estaba aterrorizado; corrí por encima de los vidrios y cerre la puerta de un
portazo. Habia un charco de sangre alrededor que salia de mis pies, pero
no sentía nada; sólo miraba horrorizado las diminutas criaturas que
asomaban sus miembros entre la puerta y su marco, y comenzaban a
abrirla. Puse todo el peso de mi cuerpo contra ella para mantenerla
cerrada, pero fue inutil; ellos estaban ganando la batalla y yo perdia el
equilibrio al caminar sobre los vidrios rotos. Decidí huir: traspasé la puerta
corrediza de vidrio, lastimándome aún más y esparciendo restos de vidrio
por todo el ambiente. Cuando salí corriendo del bungalow, noté que la luz
del sol era más brillante, el verde cesped era aún más verde y los colores
del cielo eran abrumadores; todo era muy estridente y efusivo para mí.
Todo lo de mi habitacion habia sido tan real que no estaba preparado, en
mi condicion, para pasar tan repentinamente de la oscuridad a la luz.
Sali corriendo...totalmente desnudo y sangrando. Corri por los senderos del
cesped para escaparme de los „mini depredadores‟ que veia sobre mis
hombros cada vez que miraba hacia atrás. Necesitaba refugiarme de la
luz del sol -era insoportable, en mi estado-, asi que esquivando la puerta
entreabierta, me metí en otro bungalow. Me escondí detrás de la puerta,
detrás de la silla, mientras que las criaturas tomaban la unidad. La
mucama estaba allí, haciendo la cama, y empezó a gritar cuando me vió.
Y gritó aún más fuerte cuando corrí hacia ella y traté de usarla como
escudo humano para protegerme de los minusculos personajes que me
acosaban.
Huí nuevamente. Empecé a correr a toda velocidad por el Resort con un
ejercito de translucidos soldaditos pisandome los talones; los colores y el
paisaje sólo aumentaban mi demencia. Llegué a la parte de atrás de la
sala de reuniones del lugar, y entré a la cocina; los cocineros estaban en
plena actividad, iban de aquí para alla y me mareaban, asi que tambien
me fui de ahí e ingresé en salón. Habia huespedes y personal de hotel por
todos lados, y recuerdo haber tomado a un señor muy bien vestido que
estaba parado ahí con su equipaje, y usarlo como escudo humano –una
vez más-. Parecia tan fuerte, que creí que él podría mantener los
hombrecitos a raya, pero estaba equivocado. De hecho, me atraparon allí
y empezaron a trepar por mis piernas, y a cargar las armas. Este señor no
queria tener nada que ver conmigo; se liberó de mí y entonces corrí hacia
un armario que estaba cerca de la cocina. Cuando la gente comenzó a
agolparse, salí corriendo nuevamente hacia el exterior y al fin, encontré
refugio y oscuridad en un cobertizo del campo, donde me escondí detrás
de la cortadora de cesped, hasta que cedieron las alucinaciones.
Fue un gran escándalo: había venido la policía, que junto a una multitud
de mirones, fueron a enfrentarme a mi escondite. Ya no veía a los
hombrecitos, pero mi declaración ante la policía incluyó una detallada
teatralización de cómo me habían perseguido por todo el Resort con la
intención de matarme. Todavía me duraba el efecto de las drogas, asi que
conté la historia sin una pizca de autoconciencia. Para mí, todo el entorno
aún lucia bastante estrambótico; incluso cuando Steven surgió de entre el
gentío para alcanzarme un jogging. Los policías me llevaron a mi
bungalow y allí encontraron un monton de jeringas, pero nada de drogas;
y como tenía una receta de Buprinex -que no te droga-, estaba permitido
tener jeringas.
Asi y todo, la policía no se lo creía: en un momento abandonaron la
habitación para discutir qué iban a hacer conmigo. Yo todavía estaba
convencido que lo que les había contado, había sucedido realmente –lo
que no ayudaba para nada a exonerarme-. Seguian observando mi
comportamiento. Al final me llevaron detenido cuando encontraron
vestigios de coca en una cuchara que estaba tirada en el piso. Doug entro
al lugar, se comunico con Danny Zelisko, un poderoso empresario en
Phoenix, quien se las arregló para que no me llevaran a la cárcel. Doug y
Danny me sacaron rápidamente de ahí, con un solo zapato, porque el otro
pie estaba muy lastimado. Me metieron en un avión privado y me
mandaron de vuelta a L.A.
Sin la ayuda de Danny, habria pasado cierto tiempo en la cárcel. Gracias
de nuevo.

Cuando aterricé en Los Angeles, me fueron a buscar y me llevaron al


“Sunset Marquis”, al cual entre a escondidas. Habia quedado exhausto
después de mi excursión por Arizona, y la aventura en el „Venetian‟ con los
hombrecitos azul-grisaceos, asi que me fui directamente a dormir.
Me desperté cuando Duff se acercó.
“Hey...estas despierto?” me dijo
“Si”, le dije mientras trataba de darme cuenta dónde estaba.
“Vestite, te espero en la sala”, me respondió, “tengo algo que hablar con
vos”
“Ok... esta bien”.
Cuando entré, vi que todas las sillas de la sala estaban ocupadas: el
manager, mi mamá, mis compañeros de la banda (excepto Izzy y Axl) –
dejando de lado a mi dealer, toda la gente que conocía estaba ahí. Esto
era una intervención oficial. Todavía desorientado, me pareció ridícula la
presencia de Steven, porque él necesitaba ir a rehabilitación tanto como
yo (o más). Me lo quedé mirando y pensé „hipócrita!‟. Que todos los demás
estén presentes, significo algo para mí; no se bien qué, pero
definitivamente, algo. Casi todos también tenían algo para decir.
El guardia de seguridad, Earl, dijo “Slash, estabas vivo y vibrante en
Chicago; eras una persona fuerte allí. No soporto verte así, en esta
condición de tanta debilidad”.
Mi mamá, estupefacta, guardó silencio la mayor parte de la reunión.
Alan Niven siempre fue rimbombante. “Slash, tenés que ingresar en
rehabilitación” dijo. “Ya hicimos los arreglos”.
Todos ellos dijeron que me amaban, y Dios bendiga sus corazones; estoy
seguro que eran sinceros, pero venir a „enfrentarme‟ de esa manera, hizo
que perdiera un poco el significado. Estaba completamente acorralado; el
discurso de siempre de „no pasa nada‟ o „estoy bien‟ no iba a funcionar.
Estaba atrapado sin defensa; me habían declarado culpable sin haber
sido juzgado; no había nada que pudiera hacer. Como cualquier persona
en esa situación, mi mentira había sido rigurosamente analizada.
Nunca culpé a mi mamá por aquello; en ningún momento pensé que esto
fuere idea suya; ese día parecía tan confundida como yo. Por mi parte, los
otros eran una banda de conspiradores hijos de puta. De todos modos, si
quería hacer las cosas bien con la banda, tendría que ir a una clínica en
Tucson llamada “Sierra Tucson”; asi que ingresé a rehabilitación por primera
vez.
Lo más importante en el tratamiento de rehabilitación es que tenés que
estar dispuesto. Si queres hacerlo, funciona de maravillas; pero si no, sólo
limpiará tu cuerpo, pero no cambiará tu cabeza. Precisamente eso
sucedió conmigo la primera vez: pasé por la etapa de desintoxicación, en
un ambiente seguro, estable, esteril; pero de ninguna manera, tenia la
intención de participar en ningún grupo, ni integrarme a la comunidad de
la vida saludable; que es la fase 2 del tratamiento.
Pero antes de llegar allí, hice lo que todo buen adicto hace: les dije a
todos que estaba de acuerdo con ellos, que iba a hacer lo que ellos
querían, con la condición que me dejaran pasar una última noche en mi
cama, antes de partir hacia el centro de rehabilitación, la mañana
siguiente. Aceptaron mi propuesta; mis argucias habían hecho mella en
ellos.
Volví a mi casa, saqué los utensillos del escondite, me dí un pinchazo, y salí
con Megan –que ignoraba completamente lo que iba a suceder-; le dije
que me iria unos días, porque tenia cosas que hacer con la banda, y a la
mañana siguiente me levanté bien temprano, me inyecté nuevamente y
me fui a Tucson con Doug, en la limo.
“Sierra Tucson” estaba en el medio del desierto –literalmente-; no había
supermercados, ni casas, ni centros comerciales a la vista...el progreso no
había llegado allí. Era un pequeño y sobrio oasis.
Me mandaron a una habitación compartida pero, afortunadamente, la
cama de al lado nunca fue ocupada durante mi estadía. Los primeros 3 o
4 dias de desintoxicación fueron, como siempre, horribles; pero mucho
menos drásticos gracias a la combinación de medicamentos que me
dieron. Nunca lo había hecho de esa manera, asi que las medicaciones
fueron bienvenidas y muy beneficiosas pero no del todo confortables
como para poder comer de todo o dormir profundamente por mas de una
o dos horas.
Despues de un par de días, cuando la sudoración, la ansiedad y la
ineludible incomodidad cedieron, me sentía lo suficientemente bien
físicamente como para levantarme de la cama e ir a caminar un poco;
era lo único que podía hacer; todavía no estaba preparado para
interactuar con otras personas. Pero en cuanto salí de mi habitación, tenia
encima a todo el personal del lugar insistiéndome para que concurriera a
las terapias de grupo. Ese tema estaba fuera de discusión: el hecho de que
pudiera caminar no quería decir que tuviera ganas de hablar. Queria
evitar el contacto con la gente a tal punto que esperaba a estar muerto
de hambre para ir a buscar comida, porque no hacerlo de esa manera,
significaba encontrarme con extraños en la cafetería.
Luego supe que debería haber ingresado una semana antes; hubiera
conocido a Steve Clark, el guitarrista original de Deff Leppard. Él estaba allí
por abuso de drogas, pero como es costumbre en lugares como esos, una
vez que te sometés a sus métodos, ellos te encuentran incontables
diferentes “aflicciones” que te perjudican. En este marco, el sexo y casi
todo lo demás, en algún punto, son considerados como una adicción que
domina tu vida. En el caso de Steve, me enteré que lo habían catalogado
como „sexoadicto‟ y le habían pegado un cartelito con la leyenda “No
Female Contact” (“Prohibido el contacto con mujeres”) después de que
transgrediera las reglas al hablar con la misma chica, más de una vez, en
privado. Esto no le cayó muy bien a Steve y se fue de la clínica. Steve
murió de sobredosis, dos años después.
Cuando no estaba en mi habitación, pasaba la mayoría del tiempo
sentado en una gran mesa con un gigantezco cenicero en el centro. Puse
lo mejor de mí para evitar dialogar con otros residentes; pero a veces no
pude hacerlo.
Generalmente las conversaciones empezaban así: Alguien se sentaría
cerca de ti a fumar y te preguntaría...
“Hey...por que estas aca?”
“Heroína”.
Casi siempre, al mencionar la palabra, por lo menos uno o más pacientes
presentes en la mesa, o los que estaban a cierta distancia y alcanzaban a
escuchar, empezarían a rascarse o moverse nerviosamente.
“Ah, esta bien. Pero eso no es nada...dejame que te cuente mi historia...”
Gran parte de la gente que conocí allí tenia multiples adicciones y
personalidades tan complejas que desafiaban todos los conceptos pre-
establecidos. Eran un grupo de extraños individuos de todos los estratos
sociales. El ambiente era parecido al de la película “One flew over the
Cuckoo‟s Nest” y el personaje de Jack Nicholson. Yo estaba convencido
que era el menos jodido de todos. Me daba la impresión que yo sabía qué
era lo que estaba haciendo cuando lo hacia, sin importar lo que fuera;
mientras que esta gente no parecía saber lo que hacia en ningún
momento y no tenia ni idea lo que habían hecho para estar en “Tucson
Sierra”.
Pasados otros tres o cuatro días, decidí irme de ahí. Me dije: “Al carajo con
todo esto”. Estaba harto de todo: del personal tratando de convencerme
de ir a los grupos, y de la gente que conocí mientras fumaba sentado en la
gran mesa, que quería encontrarse conmigo afuera y juntarse a consumir
droga, en algunas semanas cuando salieran de la clínica.
En ese momento, no estaba para nada preparado para rendirme ante
nadie, bajo ningún concepto. Me hallaba en el medio del desierto, hacia
un calor infernal, y no creia que fuera productivo pasar los próximos 21 dias
allí. Le dije a la jefa de enfermeras que necesitaba salir inmediatamente, y
ella hizo todo lo posible para detenerme; hasta el fundador del lugar vino a
hablar conmigo y convencerme de que me quedara. El tipo era una
especie de cowboy moderno, de esos que solo existen en el sudoeste de
los Estados Unidos; usaba los sombreros típicos, mucha adornos de piedra
turquesa y botas de cowboy. Me hablo largo y tendido de su experiencia
personal, su largo viaje hacia la sobriedad; fue categorico e insistió en que
yo todavía no había empezado a transitar el camino –estaba en lo cierto,
pero me importaba y tampoco quería acompañarlo en ese camino-.
“Escuchame”, le dije bastante disgustado, “no podes tenerme encerrado
aca; no podes. Asi que dame un teléfono, dame mis cosas, porque me voy
de aca; me voy ahora mismo!”
“Estas cometiendo un grave error”, me dijo. “Te estas rindiendo, estas
siendo débil; necesitas pensar todo esto. Solo vení a una de las reuniones
conmigo”
“No voy a ir con vos a ningún lado”, le dije. “No voy a ir. Eso no va a
suceder... Muchas gracias por tu ayuda. Pero me voy de aca!
Me pedí una enorme limousine para ir al aeropuerto, mientras que este tipo
seguía tratando que me quedara hasta último momento, cuando entré al
automóvil. Luego baje la ventanilla y lo miré directo a los ojos.
“No puedo impedir que te vayas pero quiero que sepas que estas
cometiendo un gran error”, me dijo
“Chau...nos vemos!”
En el camino, a un par de millas, divisé una licorería.
“Deténgase”, le dije al chofer.
Compre una botella de un litro de Stoli; la abrí y arrojé la tapa por la
ventanilla. La furia por todo lo que había pasado, crecia mientras bajaba
el contenido de la botella, camino al aeropuerto. Me ofendía pensar que
la gente de mi entorno hubiera pensado que en ese circo, en ese sitio
ridiculo al que me habían enviado, me enseñarían a controlarme más de
lo yo ya sabía. Era muy desagradable. No me imagino qué habrá pensado
el chofer de la limo esa tarde: me había pasado a buscar por un centro de
rehabilitación y luego me había observado beber medio litro de vodka en
menos de una hora.
Ya en el aeropuerto, mientras esperaba mi avión, me comuniqué con un
dealer que era amigo de Mark Mansfield y Matt Cassel, mis compañeros
de secundaria. El tipo era muy sofisticado, de alta gama; ofrecia un
servicio muy completo. Quedamos en que se reuniría conmigo en el
aeropuerto, cuando llegara a destino. Sabía que la primera dosis de
heroína después de la desintoxicación seria la mejor, asi que compré
heroina de la mejor calidad. Después de la „transacción‟, fui a mi casa, la
consumí y luego llamé a Doug Goldstein.
“Hola?”
“Hola, Doug. Habla Slash”, le dije. “Volviiiiii”. Luego colgué.

Volví con Megan y todo estaba muy bien. También volví a mis fiestas
unipersonales por las noches, después de que Megan se fuera a dormir. Ella
no tenía ni idea que estaba recién salido de rehabilitacion –o que había
entrado siquiera-. La cosa era que como fui obligado a ese lugar, me
rehusé a seguir el tratamiento...aunque sabía que tenía que limpiarme. Mi
intención no era volver a consumir, solo que no iba a dejarla bajo los
términos de “Tucson Sierra”.
Planeé un viaje a Hawaii con Megan, y conseguí suficiente droga para
permitirme consumir hasta cierto punto; luego empezaría a dejarla „a mi
modo‟. Estuvimos en una villa en Kauai. Al llegar allí, inicié el proceso de
desintoxicación. Tuve fiebre, sudoración, temblores. Mi estado general era
lamentable; me sentía enfermo y deprimido. Le dije a Megan que tenia
gripe y me creyó; ella era feliz saliendo sola; yendo de shopping y visitando
lugares de interés.
No esperaba que esta vez fuera tan brava como aquella; pensé que lo
peor lo había pasado allá, en la clínica Tucson Sierra. Bueno...lo peor no
había pasado. No fue para nada fácil. Tenía esperanzas de poder
soportarlo, pero no pude: todo sabía mal, nada estaba bien. Los síntomas
eran mucho mas violentos que de costumbre: tenia nauseas pero no
vomitaba nada, tenia puntadas en el estomago, retorcijones, abundante
sudoración, ansiedad, y una sensación de hormigueo espeluznante. Fue
muy desagradable, horrible. No podía mirar la tele, no podía relajarme, no
podía comer, no podía dormir. Estoy seguro que Megan se ausentaba
mucho tiempo, a propósito.
En pocas palabras, mi estado era deplorable; y seguí asi por mas o menos
una semana del viaje a Kauai. La cuestión es que, asi como me esforcé
para conseguir drogas para saciar mi „deseo‟, cada vez que las dejé,
nunca invertí el tiempo necesario para obtener las medicaciones
apropiadas para aliviar los síntomas del proceso. Siempre me molestaba
muchísimo tener que ir al medico a pedirle las recetas; había que hacer
muchos planes cuando tenia que hacerlo. Ademas, siempre tengo que
hacer las cosas del modo mas difícil; asi que siempre fui drástico para
desintoxicarme; dejé de consumir y punto...y me banqué la abstinencia.
Despues de una semana, llegue al punto de poder moverme libremente y
salir; y empecé a sentirme mejor; casi recuperado. Comencé a planear
salidas con Megan y hacer lo que todos los turistas hacen en Hawaii. Al
mismo tiempo, también tuve la feliz idea de llamar a mi dealer y pedirle
que me enviara por “FedEx” un poco de heroína.
En conclusión, fue muy tonto de mi parte, porque a esta altura, estaba a
mitad de camino en el proceso de desintoxicación, y hubiera llegado al
final si hubiese podido mantenerme sin consumir unos dias más. Pero me
negué a hacerlo; lisa y llanamente. En cualquier caso, mi dealer podría
enviarme muy poca cantidad, asi que esto no era más que una solución a
corto plazo. Hoy, re-evaluándolo, debo decir que fue una decisión
particularmente estúpida.
Este dealer era el más sofisticado de todos los que alguna vez me
vendieron drogas. Él me convenció que podría satisfacer mis ansias, en
forma segura, por servicio postal certificado, con infimas posibilidades de
ser descubierto.
Acepté su propuesta, y luego me acordé de algo: Mark, uno de los
integrantes de “Faster Pussycat”, el mismo que habíamos encintado y
mandado a la planta baja del hotel en Alemania, había sido atrapado por
recibir drogas de alguien por encomienda. Que carajos estaba pensando
cuando acepté?!
A la mañana siguiente, estaba super ansioso, como todos los adictos que
esperan recibir sus drogas. Todavía me preocupaba ser descubierto al
retirarlas. Puse en la balanza los pro y los contra, una y otra vez, durante
toda la mañana, hasta que sonó el teléfono.
“Buenos días, señor, lo llamamos de „Recepcion‟; tenemos un paquete
para usted”
“Que?”, le dije. “…que hay un paquete para mí?... Yo no espero ningún
paquete”.
“Sí, señor...hay un paquete para usted. Viene de los Estados Unidos...de Los
Angeles, California.”
Decidí tomar algunas precauciones más: tomé el ascensor de servicio
hasta el primer piso. El ascensor estaba escondido en una de las esquinas,
y desde ahí tenia un amplio campo de visión –como el de los
francotiradores-; podría entrar llegar a la planta baja, con disimulo y sin
perder la perspectiva. Nadie alrededor parecía visiblemente sospechoso,
pero no sabía si alguno de los que rondaban por el lobby eran o no
policías.
De lo que sí estaba seguro era que, sea lo que sea que estuviera vistiendo
en ese momento, era totalmente impresentable. Caminé sigilosamente por
el pasillo que daba al ascensor, en dirección al sector „Recepcion‟. Me
acerqué al escritorio, sin perder de vista el entorno, y lo hice...Retiré mi
paquete.
“Sabes...acabo de recibir una llamada diciendo que alguien me envio un
paquete”, le dije a la recepcionista. Parecia inocente, pero quizá estaba al
tanto de la situación. “Lo gracioso es que yo no estaba esperando
absolutamente nada”, continué y luego, sonreí –o por lo menos creo que
lo hice-.
La chica me alcanzó el “paquete”, que resultó ser un sobre con CDs –que
escondían droga-. Cuando lo apoyó en el escritorio, frente a mi, me quedé
frio, duro, inmóvil; lo miré pero no lo toqué.
“Aquí esta su paquete, señor”
“Esto es todo?”, pregunté. “Es muy loco todo esto. No tenia previsto recibir
absolutamente nada”. Mire alrededor, especialmente las esquinas, los
rincones, en busca de policías o gente del FBI listos para atacar. “Es muy
extraño; estoy totalmente sorprendido. De veras, no esperaba para nada,
recibir un paquete aquí”
“Bueno, señor...este paquete llego aquí esta mañana; y es para usted”. Me
dijo, mirándome de rara manera. Luego tomó una lapicera. “Firme aca,
por favor”
Mire fijamente la hoja que papel que estaba en la mesa, entre ella y yo.
Me di cuenta que si todo esto era una trampa y había alguna autoridad
competente (policía, FBI...quien fuere) observando esta transacción, seria
el final; que una vez que firmara ese papel, habrían conseguido toda la
evidencia que necesitaban.
Mire a la chica, mire el papel, mire alrededor –ya sin disimulo-. No hice
nada, guardé silencio; fue una pausa cargada de suspenso. Luego pensé:
Al carajo con esto!”. Agarré el sobre, firmé el papel, le agradecí a la
recepcionista y enfilé rápidamente al ascensor de servicio, y a mi
habitación.
Megan había salido y todavía no había vuelto, en ese momento. Pero
cuando llegó, yo ya me había drogado, me sentía bien, feliz; de ahí en
adelante, el resto de las vacaciones en Hawaii fueron maravillosas.
Llamame como quieras, pero ese viaje con Megan dio un giro de 180
grados cuando obtuve mis drogas; mejoro muchísimo. A partir de
entonces, Megan y yo pudimos empezar a hacer cosas: fuimos de
shopping, alquilamos un Jeep y recorrimos el lugar, además de visitar los
sitios de interés turístico.
Desde Hawaii, Megan y yo volamos a Chicago, para pasar el “Dia de
Acción de Gracias” con su madre, a quien vería por primera vez. Terminé
mi última dosis de heroína en Hawaii, y al momento de llegar a Chicago,
estaba comenzando a experimentar picazón y ansiedad, debido al
„bajon‟. Conocía poca gente en Chicago, y me encontré con uno de ellos
en el Smart Bar, la primera noche que pasamos allí; era uno de los
ingenieros que había adecuado el lugar para ser nuestra sala de ensayos.
Él no conocía a nadie que vendiera heroína pero siempre contaba con
toneladas de coca, asi que me enganchó, dandome una cantidad
considerable de ella. Cuando volví a la casa de la madre de Megan,
empecé a inyectarme cocaína, para lograr sentirme un poco mejor.
Megan no lo sabía, pero pude notar que su madre sí sabía que algo no
andaba del todo bien conmigo, que algo me sucedía; simplemente no
estoy seguro que supiera „exactamente‟ qué era.
Fue muy difícil mantener las apariencias y todo bajo control durante ese fin
de semana festivo porque Megan y su madre vivian una frente a la otra.
Sus dormitorios estaban divididos por un placard compartido; de modo
que, si las puertas corredizas de ambos lados estaban abiertas, podias
pasar de una a otra habitación sin problemas. A la noche, después de que
Megan se durmiera, me quedaba mirando tele y pinchándome con coca.
Cuando esta empezaba a hacer efecto, comenzaría mi „viaje‟ y pasaría
toda la noche convencido que la madre de Megan me observaba desde
la otra habitación. Asi pasaron varias noches. No sé qué estaba pensado
mientras lo hacia! Estaba inyectándome cocaína al lado de Megan! A un
lado, su cuerpo y al otro, la pared!... Era ridículo!
En el Dia de Acción de Gracias, tomé una ducha y me preparé para
conocer a la familia y los amigos de Megan. Mientras bajaba las escaleras,
noté que la heroína, de alguna manera, se había ido de mi cuerpo –suena
ilógico, pero la única explicación que encuentro es que la cocaína había
aplacado los efectos del bajon, desde el comienzo. Igualmente estuve „de
viaje‟ con la cabeza en las nubes durante toda la reunión, y esa cena del
Dia de Accion de Gracias fue una de las fiestas más desagradables que
tuve jamás, pero debo decir que tuvo algunos buenos momentos: había
bastante bebida y, de a ratos, la pasamos muy bien. Luego, Megan y yo
retornamos a Los Angeles. A esa altura, yo ya estaba bastante „limpito‟ –
por decirlo de alguna manera-: nada de drogas y muy poco alcohol. Por lo
menos, por un tiempo.
Sin darme cuenta, casi era Navidad y Megan comenzó con los
preparativos para una fastuosa fiesta: estaba muy entusiasmada
decorando la casa, compró una olla para hacer fondue, e invitó a todos
nuestros amigos a casa (que parecia “Winter Wonderland”). Es la situación
mas ridícula y extravagante en la que estuve involucrado, en mucho
tiempo; y el hecho de que estuviera lúcido hizo que esa sensación fuera
más difícil de ignorar. El dia anterior a Navidad, Megan llegó a casa con un
monton de porquerias para decorar la casa. Habia gastado más de 400
dolares en adornitos –cosas realmente inservibles-; ése fue el punto límite.
La observé decorar la casa, pero todo el tiempo pensaba: Quien sos?... No
te reconozco. Pasamos la Navidad, nos reunimos con amigos en la casa;
pero en cuanto ellos se fueron y nos quedamos solos, decidí comunicarle a
Megan que también ella se tenía que ir. Mi declaración fue desagradable
y bastante „explicita‟; me sacó de las casillas que haya ido al
supermercado, pero ése no era el verdadero problema: No quería estar
más con ella; ya lo había decidido, y necesitaba que se fuera de mi casa
lo más pronto posible. No importaba cómo es que habíamos llegado a
este punto, simplemente se tenia que terminar...inmediatamente. Fue
horrible: la miré a los ojos y le dije: “Andate!”. Y se fue. Su amiga Karen, que
me odiaba desde siempre, la vino a buscar.
Mirando atrás, pienso que, estando sobrio, miré a Megan con otros ojos.
Era muy dulce, era divina...pero seguía allí, en mi casa. De pronto, la ví
como un mueble que no recordaba haber comprado, y me preguntaba a
diario qué teníamos en común. Sin nada que opacara mi visión, sentí que
Megan era una desconocida. Una pareja implica atención, deberes y
responsabilidades; y yo no tenia tiempo para esas cosas. Ella no era el
problema...YO era el problema. Estaba volviendo a ser el de antes; estaba
volviendo al trabajo y actué consecuentemente. Lo único que pensaba
cuando la miraba era “Que estas haciendo aca? Tenes que irte...Yo tengo
cosas que hacer! Tengo que sacar un nuevo disco con la banda!
Creo que fue -más o menos- lo que le dije. Fui muy duro con ella, la traté
muy mal. No suelo tratar así a la gente; no es mi estilo; pero no soportaba
más esa situación. No volvi a ver a Megan, desde entonces.
Siempre he hecho las cosas „a mi manera‟: me he drogado y
desintoxicado a mi manera, he comenzado y terminado relaciones a mi
manera, he llevado mi vida a limites inimaginados a mi manera... Y aún
sigo aquí. Si lo merezco o no; eso ya es otra historia.

CAPITULO 10:
HUMPTY-DUMPTY

Cuando formamos Guns n Roses, el futuro de la banda dependía nuestro


compromiso mutuo, de nuestra unidad a nivel grupal. Nuestra actitud
fomento una sincera relación de compañerismo –de las que ya no
quedan.
El éxito fragmentó la banda: nos dio todo lo que queríamos y mucho de lo
que no necesitábamos...todo de una vez. Nos ganamos el éxito de la
forma convencional y la banda se fragmentó del modo que es usual.
Teníamos éxito, eramos famosos; la fama significo más dinero, y más
dinero significó más libertad. De pronto, teníamos la libertad de emprender
cada uno su propio camino. Nos alejamos tanto, que casi olvidamos cómo
era estar todos juntos en un mismo sitio; casi se nos olvida cómo fue que
ganamos esa libertad, en un primer momento.
Al final, pudimos hacerlo, justo a tiempo...pero hubo algunas bajas y los
problemas fueron creciendo. Es algo que no pudimos evitar. Para volver a
empezar, tuvimos que volver a presentarnos y conocernos; tuvimos que
separar la paja del trigo; tuvimos que redescubrir Guns n Roses. Solo
habían pasado unos años, pero parecía que nos habíamos olvidado cuan
divertido era ser nosotros mismos. Te sorprendería saber lo rápido que uno
se olvida qué es lo importante cuando, de repente, lo tenés todo; incluso
aquello que nunca pensaste que podrías tener.

Una vez que deje de heroína y me separé de Megan, empecé a pasar


más tiempo con Duff, escuchando música, tomando algunos tragos y
consumiendo alguna línea de coca, ocasionalmente. Todo se fue dando
de a poco. No era gran cosa; tal como lo había hecho anteriormente,
reemplacé la heroína por alcohol, y estaba preparado para volver a
trabajar. Y eso era muy bueno.
Izzy todavía no había regresado de Indiana –no estaba preparado para
soportar las tentaciones de L.A-, asi que Duff y yo fuimos quienes
empezamos a ir a “Mates” a componer. Esperabamos volver a poner la
pelota en movimiento mediante, por ejemplo, mantener una rutina regular
durante la etapa de composición. Estábamos esbozando algunas nuevas
canciones y trabajando sobre las ya existentes. Tal como en Chicago,
nuestro objetivo era hacer que Izzy y Axl pudieran regresar y reunirnos todos
en un mismo lugar, pero sabíamos que antes de que pudiéramos hacer
eso, necesitábamos ocuparnos de Steven.
Nuestro amigo Steve se habia metido en un lindo lío; sufria una pesada
adicción a las drogas y estaba en la etapa de negación.
Steve nunca maduró, nunca dejó atrás todas esas fantasias relacionadas
con el mundo del rock, que tenia cuando era un adolescente, aún frente a
la amenaza de perderlo todo. Asi que esto nos iba a costar trabajo...
Duff y yo dividíamos el tiempo entre zapar en „Mates‟ y supervisar a Steven,
que vivía muy cerca de la casa de Duff; y que ocultaba -y disimulaba- su
problema.
Ya en Chicago todos habíamos empezado a notar ciertos cambios:
estaba un tanto nervioso y frágil; pero cuando volvimos a Los Angeles, yo
también estaba muy mal y mi propia nube narcótica me impidió ver cuál
era su situación real, pero ahora sí podía ver que él estaba física y
psicológicamente afectado. En esas circunstancias, se la perdonamos,
pero creo que en el transcurso de la historia, nos olvidamos que Steven era
un tipo de esos que siempre necesitan que alguien esté pendiente de ellos,
que los cuiden. Steven era como un chico curioso al que no podías dejar
solo en la casa, mientras que nosotros teníamos una forma más adulta de
proceder: Podés hacer lo que quieras con tu vida, pero tenés que hacerte
cargo de aquello que hacés; podés cometer errores, pero tenés que
asumir las consecuencias. Ese era nuestro pensamiento.
Hasta el final de la gira de Appetite, y durante los años anteriores, las
drogas eran algo casual; las consumíamos con fines recreativos o por
diversión. Le restábamos importancia al asunto, pero a esta altura nos
estaba pasando factura: cuando me dí cuenta que las cosas se estaban
poniendo feas, que estaban pasando de castaño a oscuro, decidí
aislarme. Steve no pudo hacerlo, entonces tampoco pudo hacer nada
para cambiarlo. No quería reconocer su problema, y fue muy difícil para
nosotros enrostrárselo; más para Duff, que todavía consumía cocaína.
Simplemente, no gozaba de todas sus facultades; no podía mantener un
equilibrio entre sus excesos y su rendimiento a nivel laboral.
Hicimos lo que habia que hacer para que pudiera reincorporarse, pero no
podías cruzar palabra con él; te discutía todo y luego te lo echaba en
cara –de hecho, hoy todavía sigue quejándose y preguntando por qué lo
echamos de la banda-. A veces, pensaría que la conversación habia
llegado a buen puerto, y que habia razonado y recapacitado... luego,
hacia tonterías como no presentarse a ensayar. Era imposible hacerlo
entrar en razón a Steven –o a cualquier otra persona en la misma situación,
creo-. Su madurez emocional era la de un chico de entre ocho a once
años.
Tratar de que Steven reduzca o restringa su consumo de drogas, por lo
menos para mí, era una situación „incomoda‟ (si vale el término); es una
situación en la que podría decirse que „el muerto se asustaba del
degollado‟: Ahí estaba yo, “Mr. RecentlyClean” (Sr. RecienRehabilitado),
que todavía bebía en demasía, dándole órdenes a Steven. En realidad, no
estaba haciendo más que criticando mi propio reflejo, del otro lado del
espejo. Sabía que hacer eso implicaba cierta hipocresía, pero no
importaba –la diferencia entre Steven y yo, era que yo sabía cuál era mi
límite; desaforunadamente, Steve no. Y Guns n Roses necesitaba seguir
adelante...a toda costa.
Al igual que Izzy y yo, Steven habia tropezado, caído y perdido el paso en
una pila de cocaína y heroína, pero al contrario de nosotros, el no pudo
recuperar el equilibrio.
Iriamos hasta su casa por las tardes y trataríamos de hacerlo venir a
ensayar, pero sus ojos nos decían todo lo que necesitábamos saber: sus
pupilas lucian visiblemente contraídas; eran tan diminutas como la cabeza
de un alfiler y se hacia aún más notorio debido al iris azul de sus ojos. Él solo
se sentaría allí y desmentiría una y otra vez, estar utilizando heroína, sólo
asumiría estar bebiendo alcohol y consumiendo alguna que otra línea de
coca, pero nosotros sabíamos que eso no era verdad y no lo ayudó para
nada que Duff y yo encontrásemos sus drogas escondidas en la casa –
generalmente las guardaba detras de su cama o del inodoro-. No habia
nadie que lo controlara, sólo nosotros. Steve habia estado en pareja pero
se habia separado, asi que estaba viviendo solo cuando toco fondo.
Hicimos varios intentos de enviarlo a Rehabilitacion, y lo llevamos a
“Exodus” más de una vez. Aunque cada vez que ingresaba, recibiríamos
una llamada diciendo que habia trepado una pared o salido por alguna
puerta lateral. Por supuesto, siempre que lo hacia, seria irrecuperable por
varios días. Debe existir algún registro: en total, durante este periodo,
Steven escapo de los centros de rehabilitación 22 veces. Duff y yo nos
mantuvimos a su lado, pero sabíamos que era cuestión de tiempo, que
Steven agotara toda la buena voluntad que la banda tenia para con él.
Mientras tanto, de alguna manera Axl y yo habíamos vuelto a tener una
relación „cordial‟, y los dos estábamos muy contentos y ansiosos por volver
a trabajar en un nuevo disco –aparentemente, ya se habia terminado la
veda. Axl sabia que yo habia dejado las drogas y que me habia
comprometido a mantenerme así. Después de muchos intentos fallidos, Axl,
Duff y yo estábamos empezando a recuperar el sentido de „unidad‟. Izzy
no se quedaba atrás: Nos encantó volver a verlo cuando apareció en
„Mates‟; no venía todos los días –quiza dos sí y uno no-, pero eso no interfirió
en el trabajo. Izzy es una persona muy tratable; es muy fácil llevarse bien
con él.
Duff, Steven, y yo zapamos con Izzy en un par de canciones, y en esos
momentos, aquella vieja energía regreso; y todo se volvió muy excitante y
eléctrico.
Nos juntamos todos en mi casa y compusimos más de la mitad de los dos
“Illusion” con guitarras acústicas, literalmente, en dos noches. Empezamos
trabajando sobre las canciones que teníamos guardadas de los viejos
tiempos y que nunca habíamos hecho nada con ellas. Modificamos la intro
de „Back off Bitch‟ y de „Don‟t Cry‟; también contábamos con „The
Garden‟, una canción que Axl e Izzy habían escrito junto a West Arkeen.
„Estranged‟, era una pieza que Axl habia estado trabajando en piano
durante mucho tiempo –habia estado tocando las mismas secuencias una
y otra vez, en Chicago y después también; estaba claro que estaba
elaborando la canción en su cabeza; asimismo, yo habia empezado a
componer las guitarras en Chicago, asi que „Estranged‟ se armó en un abrir
y se cerrar de ojos, una vez que nos enfocamos en ella.
„November Rain‟ también estaba en la lista: Habíamos planeado incluirla
en „Appetite‟ pero como teníamos „Sweet Child o mine‟, se decidió por
mayoria que no necesitábamos otra balada. Además, el demo original de
la canción duraba 18 minutos, más o menos, y ninguno de nosotros se
preocupó en interpretarla en el estudio, en aquel momento. Habia sido
una canción con la que Axl habia estado jugueteando por años, desde
que sumamos el piano al resto de los instrumentos; habia estado rondando
desde siempre y finalmente ibamos a darle su espacio. Axl se molestó
bastante cuando Tom Zutaut nos sugirió que dejaramos „November Rain‟
para un próximo disco, porque esa canción significaba mucho para él; en
ese momento, Axl aceptó y calló, pero no le gusto nada la desición, y
estuvo ofendido por eso mucho tiempo.Teníamos el esquema básico de
„Civil War‟ desde nuestro primer tour por Australia: yo escribí la música y Axl,
la letra –y la revisó, muchísimas veces, pero todo se acomodó
correctamente cuando resurgió esta vez. „You could be mine‟, tampoco
era un tema nuevo: la compusimos durante los ensayos de „Appetite‟ y
siempre sentí que debería haber sido incluida en ese álbum, porque
guarda más semejanzas con las canciones de aquel, que con cualquiera
de las que terminaron en los „Use your Illusion”.
Habiamos perdido mucho tiempo, pero durante esas noches en la Walnut
House, la química y la conexión sobre la cual se habia construido Guns n
Roses, revivió. Izzy y yo tiramos algunas ideas básicas, y antes de que
pudiéramos darnos cuenta, todos habíamos contribuído en transformar
esas ideas en canciones completas.
Yo habia traído de Chicago una canción que se llamaba „Bad Apples‟, y
Duff habia escrito allí la música para „Get in the Ring‟. Esas dos canciones
fueron seleccionadas inmediatamente, junto a otro „mantra‟ que habia
escrito mientras estaba viviendo con Izzy; era una sucesión de riffs bien
heavy, y que terminó transformándose en „Coma‟: la pieza duraba 8
minutos y se basaba en la repetición de un esquema que se hacia cada
vez mas preciso y complejo en su precisión a medida que avanzaba la
canción. A Axl le gustó desde un primer momento, pero fue la única
canción a la que no pudo ponerle letra de la forma que él lo hacia
habitualmente –escuchaba la música y la letra le surgía, casi
espontáneamente-; estaba muy orgulloso de tener ese don, asi que se
frustro bastante por no poder hacerlo con „Coma‟...hasta que una noche –
varios meses después- la letra, simplemente, vino a él. Terminamos de darle
forma a „Locomotive‟, que la habia empezado a componer con Izzy; y
también teníamos „Dead Horse‟, una pieza que Axl habia compuesto
íntegramente (letra y música) hace muchos años, incluso antes de que nos
conociéramos. Duff también aportó „So Fine‟ cuya letra y música son de su
autoría.
En poco tiempo, nos dimos cuenta que teníamos material mas que
suficiente para un álbum, y en algunas sesiones, nos las arreglamos para
ultimar los detalles, y entregar el proyecto de manera rápida y
relativamente sin problemas.
Todavía no tengo idea por qué nos habíamos demorado tanto tiempo,
pero estaba claro que, en cuanto nos tomamos un segundo, apartamos
los dilemas y nos juntamos sin animosidades, la buena vibra a nivel grupal
resurgió.
Lo comico es que, los „Illusion‟ -excepto alguna que otra canción- no
cuentan con pomposos arreglos, porque se armó realmente muy rápido.
Pistas como „Locomotive‟ o „Coma‟ tienen muchos arreglos pero fueron
pensadas así desde el principio, cuando Axl escribió las letras. Apartando
las canciones épicas que incluyen piano, el resto son piezas muy simples y
no necesitan tanto desarrollo. No nos pasamos tardes debatiendo cuantas
veces tocábamos el puente de una cancion, o complicándonos con
acordes difíciles para el „quiebre‟. Cuando volvimos a juntarnos,
estábamos todos de muy buen ánimo, nos llevábamos realmente bien
como banda; volvimos a salir todos juntos por primera vez en mucho
tiempo y todo volvia a ser divertido de nuevo.
Por supuesto, nada es perfecto. Lo curioso es que cuando todo iba bien,
Axl siempre hacia las cosas un poco más interesantes...Uno de los puntos
escabrosos en la reformulación de la banda fue que cuando, de una vez
por todas, nos habíamos puesto en marcha, Axl quiso agregar otro
instrumento más: teclados. Quería contratar a Dizzy Reed, el tecladista de
„Wild‟, una banda genérica de Los Angeles, que solia practicar al lado de
nuestra casa/estudio en Sunset y Gardner. Dizzy era un buen tipo; pero
simplemente no encontraba una buena razón para que Guns n Roses
necesitara un tecladista.
Yo estaba totalmente en contra de la idea; y en esto era inflexible. Sentia
que adulteraba el sonido de la que ya era una gran banda de rock.
Agregar un piano tradicional o eléctrico, esta bien; pero pertenezco a la
vieja escuela, y jamás me gustaron los sintetizadores porque no me gustan
los sonidos falsificados.
Axl, por otro lado, se mostraba apasionado por la evolución artística que la
banda necesitaba realizar. Nuestras conversaciones no eran tan
„acaloradas‟ porque estabamos haciendo un gran esfuerzo, asi que a
veces, sólo diríamos algún chiste ironico y Axl sabría que no estábamos de
acuerdo. Asi y todo, él defendía su idea tan firmemente como yo la
rechazaba.
En aras de mantener la buena onda, a lo último y muy a mi pesar, cedí; y
también cedieron los otros. No valia la pena ir hacia atrás, no valia la pena
retroceder sobre nuestros pasos, no valia la pena pelear.
Dizzy se convirtió en un miembro más y nosotros procedimos a agarrárnosla
con él, implacablemente. Era como el Ronnie Wood de Guns n Roses.
Realmente, ese fue la única falla a nivel creativo. Componer las canciones
para „Use your Illusion‟, la situación era como siempre imaginé que serian
las primeras sesiones de los Stones, en aquel momento: todos juntos en una
casa en Hollywood Hills, pasando el rato y expresando cada uno sus ideas.
Era bueno que Izzy, Axl, Duff y yo estuviéramos en un mismo lugar, y más o
menos, sobrios. Digo... nunca me faltaba mi trago pero no estaba tan
vicioso como para andar bebiendo directamente del pico de la botella.
Aunque era triste que Steven no estuviese realmente „allí‟ para nada de
esto.
Tal como temía, Steven se habia convertido en la „persona que sobraba‟.
Durante los ensayos, Duff y yo teníamos la tediosa tarea de lidiar con él.
Mientras que Axl estaba consciente de la situación, no estaba obligado –
como nosotros- a proteger a Steven las 24 horas, los siete días de la
semana, y en cuanto a Izzy… él no tendría absolutamente nada que ver
con esto. Steven se estaba convirtiendo en una carga más pesada, día
tras día.
Al empezar los ensayos del nuevo material; ahí fue cuando la casita de
naipes de Steven se derrumbó. Era completamente incapaz de tocar
cuando fue puesto a prueba; simplemente no podía: la mayoría de las
veces, se iria de tempo en algún momento de la canción o se nublaría y
olvidaría qué estaba haciendo. No podía mantener el ritmo, ni tampoco
enfocarse en Duff o en mí, y seguirnos a nosotros, como solía hacerlo. Era
una situación desesperante; teníamos que hacer algo. Ahora que la
banda, por fin, habia tomado impulso, habiamos escrito nuevas canciones
y necesitábamos empezar las grabaciones; no podíamos estancarnos. No
podíamos permitir que ensayar una canción fuera un calvario.
Eso no quiere decir que no le tuviéramos paciencia a Steven. Intentamos
todo lo que se nos cruzó por la cabeza, aunque probablemente
deberíamos haber hecho más cosas por él...no sé qué mas podríamos
haber hecho por él; hasta llegamos a contactar a Bob Timmons -un
consejero en adicciones que habia ayudado a rehabilitarse a Motley Crûe-
, y otros especialistas con experiencia en casos extremos. Todo fue en
vano.
Nos propusieron tocar en el Farm Aid, en Indiana, el 7 de abril de 1990. Ese
show nos entusiasmo, en el mismo sentido que lo hizo aquel con los Stones,
no mucho tiempo atrás. Estos shows servirían de „envión‟ para poner la
banda en marcha y dejar todo fluir nuevamente, porque cuando
trabajábamos, todos los cilindros entraban en combustión.
Preparamos algunas nuevas canciones sólo para el show, también un
cover de “Down on the farm”, el clásico de “U.K. Subs”, y le hicimos
pequeños ajustes a “Civil War”.
Yo estaba muy ansioso por subir al escenario nuevamente a tocar todos
juntos, pero todo se desmoronó rápidamente. Al subir al escenario, Steven
tomo carrera y salto de la tarima que eleva las baterías, -que es una
plataforma bastante grande y difícil de errarle-, y tómo vuelo. Pensaba
caer cerca del set de baterías, pero su percepción de la profundidad del
escenario con respecto a la tarima y sus reflejos no funcionaban bien, asi
que no pudo lograrlo y terminó a cuatro pies de distancia. Observé la
situación como „en cámara lenta‟... era más que bochornoso: Steven toco
con dificultad, y nuestra performance fue, a lo sumo, „cuestionable‟ y
dudosa, aunque bien recibida por el público. Todos sabíamos por qué no
estábamos contentos: el ritmo no era el correcto; Steven estaba disperso.
Hay algo que Steven y Guns tenían, cierto „groove‟ y ritmo, que cuando se
perdió, la banda también perdió confianza; porque teníamos que recurrir a
la intuición para interpretar las canciones. Esta banda jamás se trató de
eso, Guns n Roses estaba basada en toneladas de engreimiento.
No pudo haber mejor manera para Steven, de revelarnos que habia
mentido acerca de su desintoxicación. Ni una confesión directa hubiera
sido mas honesta que su interpretación en ese show. Era obvio que
estábamos en grandes problemas. Steven seguia consumiendo, y
probablemente habia estado consumiendo en su habitación hasta
minutos antes de partir hacia el “Indiana Housier Dome”. Despues, todavía
seguía negando su problema, y estaba tan abierto y social como nunca
antes. Era muy difícil y molesto hablar con un tipo que vos sabes que en su
interior piensa exactamente lo contrario a lo que esta diciendo...
Toda su actuación estaba rodeada de mentiras.
En este punto, la verdad era que si su interpretación hubiera sido buena,
creo que a nadie le hubiera importado qué estaba haciendo –por lo
menos a mí no me hubiera importado. Si puedes manejar ambas -la
música y las drogas-, mejor para vos.
No estábamos realmente preocupados por la salud de Steven, en tanto
estábamos muy enojados porque su adicción estaba limitando su
interpretación y por consiguiente, la de todos nosotros.
Ya que el bajo y la batería son los pilares sobre los cuales se construye
cualquier banda de rock, la situación de Guns n Roses era absolutamente
desconcertante.
“Farm Aid” fue el último show que tocamos con Steven. Volvimos a Los
Angeles y Steven empeoró aún más –no sé por qué; quizá porque sabía
que el final estaba cerca, o porque la heroína es un demonio muy hábil.
Estuvo en rehabilitación varias veces más, pero por muy cortos periodos –
quiza 24 o 48 horas, cada vez. La gota que rebasó el vaso fue cuando nos
propusieron donar una canción para un álbum a beneficio de “Nobody‟s
Child”, una organización que asiste a niños rumanos que quedaron
huérfanos durante la Revolución Rumana en 1989. Pensamos que “Civil
War” seria una buena opción. En ese entonces, estábamos totalmente
distanciados de Steven. En esa sesión de grabación, estábamos nosotros
acá y él, allá. Despues de terminar de grabar la canción, antes de que
Mike Clink pudiera realizar la mezcla, se dio cuenta que tenia que editar
toda la pista de baterías -esto es anterior a la grabación digital, asi que
Mike trabajaba sobre cintas- y estuvo varias horas abocado a esta tarea
en la isla de edición para que estuviera acorde al ritmo.
Estaba escrito, era algo inevitable; la situación rapidamente llegó a un
punto critico. Axl habia perdido la paciencia hacia rato con respecto a
Steve; asi que, inevitablemente tuvimos que juntarnos a discutir la situación;
con el apoyo de Alan, Axl propuso que le diéramos a Steven un
„ultimatum‟ por escrito: era un contrato que él estaba obligado a firmar;
nosotros esperábamos asustarlo para que ingrese a rehabilitación, en el
mejor de los casos; o lo desvincularíamos de la banda, en el peor. Los
papeles eran claros; decían que si Steven se presentaba drogado a las
sesiones de grabación, seria sancionado; si lo hacia 3 veces, seria
despedido. Decia algo así.
Steven firmo y acepto estos términos, y como cualquier persona sumida en
su adicción a la heroína, ignoró el pacto; se presento drogado a trabajar y
siguió viviendo de la manera que lo venia haciendo hacia tiempo. Hizo el
esfuerzo una vez: probó con Buprinex, pero era muy débil para dejar
totalmente la heroína.
A mis ojos, parecía que a Axl no le caia bien Steven.
Steven tenia un entusiasmo desenfrenado por tocar la batería, por el rock
and roll y por la vida en general. Era hiperactivo y muy divertido. Pero
también era descaradamente honesto y expresaba libremente sus
opiniones a Axl o a cualquiera de nosotros. Muy a menudo, Steven era –
quizá- demasiado „frontal‟ con Axl; pero Axl no operaba de esa manera,
no solia a proceder así. Steven no tenia filtro, decía exactamente lo que
sentía, sin dar vueltas; decia lo que pensaba ahí, en la cara, sin tapujos.
Duff y yo estábamos acostumbrados a su estilo, y tomabamos sus
comentarios con soda, no le dabamos demasiada importancia. Pero Axl
era un tanto más „sensible‟ que nosotros, y también Duff y yo entendíamos
que no le cayera bien su actitud.
Con Axl, yo no quería perder el ritmo o la rutina de ensayos o de
grabación, asi que preferí no enfrentarme con él por su „tardanza‟ –o
como quieras llamarlo-. Pero Steven haría comentarios o se lo diría en la
cara; y eso es algo que nunca „funcionó‟ con Axl. De todas maneras,
Steven no podría ser „medido‟ al hablar, y no podrías juzgarlo ni
reprocharle nada porque todo lo que salía de su boca –por decirlo de
alguna manera- era verdad; esa era su parte inocente, un efecto colateral
de su personalidad. Desafortunadamente, contra el alto nivel de
susceptibilidad de Axl, puedo asegurar que fueron más la veces que
Steven ofendió a Axl, que las que no lo hizo, pero Steven ni siquiera se
daba cuenta de ello.
Yo podía notar la manera en que Steven tocaba las fibras sensibles de Axl;
pero dicho esto, no creo que Axl jamás le haya dado –realmente- a Steven
el merecido crédito por el dinámica que él aportó a Guns n Roses,
musicalmente; y creo que esto lo hirió mucho…. Pero yo qué se?!
Probablemente hay muchas más cosas entre ellos, de las que no puedo
hablarte.
Axl habia dejado claros sus sentimientos hacia Steven, cuando estábamos
preproduciendo „Appetite‟. Faltaba poco para finalizar con el disco y era
hora de ponerse a charlar de los derechos de autor y difusión de las
canciones. Estabamos hablando del tema, en una de las salas de los
estudios Burbank, y alguien propuso que, como eramos una banda,
deberíamos dividir el total en cinco partes iguales (20% para cada uno de
los miembros). Axl frunció el ceño…
“De ninguna manera Steven obtendrá el 20% igual que yo. Uh-uh”, dijo.
“Yo quiero un 25%, y que Steven perciba 15%. Él es baterista; no aporta a la
composición de las canciones del mismo modo que nosotros”.
Ese fue el pacto que hicimos: Axl se quedó con un 25%; Izzy, Duff y yo,
percibimos un 20%; y Steven, 15%.
Creo que Steven quedo herido por eso, y la cicatriz nunca cerró.
No estoy seguro de cuánto tiempo pasó hasta que Steven violó los
términos de su contrato o „acuerdo de sobriedad‟, pero no fue mucho;
como ya dije, la verdad es que él nunca tuvo la fortaleza suficiente para
dejar las drogas fácilmente –si algún día se empeña en dejarlas
definitivamente.. Pero a esta altura, todos habíamos tratado de ayudarlo –
novias, amigos, especialistas- y nada parecía hacer mella en él para que
pusiera ganas de solucionar su problema. En este punto, en particular,
Steven era como “Catch-22” por lo mucho que yo habría estado
acompañándolo -por un largo tiempo-, hasta que se recuperara. Si la
banda perdía este impulso, seria el final para todos nosotros. Todos
teníamos personalidades complejas, y un carácter variable; y ahora
habíamos arrancado nuevamente, y nos estábamos llevando bien, y
teníamos una nueva oportunidad –aunque probablemente esta situación
no duraría mucho tiempo. No puedo negar que el hecho de haber
echado a Steven de la banda por abuso de drogas fue algo ridículo,
excesivamente violento, y muy hipócrita. Pensalo… suena como un chiste:
“Fue despedido de Guns n Roses por abuso de drogas?!... Me estas
jodiendo?! Como pudo suceder eso?!
Todo lo que recuerdo es que la próxima vez que ví a Steven fue en la
Corte, porque nos habia demandado, lo que me parecía una tremenda
estupidez. Estaba tan desmojorado que yo sabía perfectamente para qué
iba al baño en el medio del juicio. Nos habia demandado por un par de
millones de dólares por el no-cumplimiento de su „acuerdo de sobriedad‟ y
su consiguiente despido. Necesitábamos un abogado presente al
momento de firmar ese papel, pero no hubo ningun abogado. Por
supuesto, gracias a nuestros letrados, nosotros no lo sabíamos. Me shokeó
enterarme que Steven habia ganado el juicio y que le teníamos que pagar
dos millones de dólares.
Fue difícil, pero por lo menos se habia terminado. Ahora debíamos
encontrar un nuevo baterista…

Duff, Izzy y yo estuvimos a cargo de esta ardua tarea. Nos establecimos en


una pequeña sala de ensayos, cercana a la oficina de Alan Niven, en
Redondo Beach. Luego del primer dia de audiciones, me dí cuenta lo difícil
que iba a ser esto. En el fondo pensaba: “Oh… nadie sabe tocar la
batería”.
Ahora bien, nosotros tres pensamos que encontrar un reemplazo seria algo
fácil, considerando que nuestras canciones eran simples, ritmos de 4/4 –
cuatro negras por compás- con pocos cambios y algunos toques
„decorativos‟; qué tan difícil podía llegar a ser? Despues de todo, si
pudimos salir del paso con Fred Curry aquella vez que Steven se accidentó
con el farol en la calle, el pronóstico era bueno. Despues de varios días
horribles de tratar de tocar con diferentes candidatos, notamos que todo
lo que hacíamos era en vano y que ninguno de los aspirantes era idóneo
para la tarea. Ahí fue cuando nos dimos cuenta lo ingenuos que eramos.
La forma en que toca un baterista involucra el sentimiento personal de
cada uno con respecto al ritmo y afecta los golpes de tal manera, que
puede modificar significativamente la energía de la canción –y de la
banda entera que está siguiendo ese ritmo.
Abandonamos Redondo Beach para volver a „Mates‟ y seguir con la
búsqueda. Probamos con Martin Chambers, baterista de “The Pretenders”,
un gran músico y una gran persona, pero deberíamos haber sabido que no
funcionaria con él, en el momento que aprareció con un kit enorme, un
gran pulpo, el mismo que usaba con “The Pretenders”. El kit era un tanto
más…-por falta de una palabra mejor- „fantastico‟ que cualquier otro
instrumento del montón. Esa cosa tenia postes circulares de los cuales
colgaban címbalos –era ridículo! Se puso a armar todo mientras Duff y yo
afinábamos los instrumentos y nos preparábamos para tocar un poco.
Duff era el que más sabía de esto. Primero que nada, el bajista y el
baterista tenian que congeniar; si no lo hacían, no habia razón alguna
para que Izzy y yo nos molestemos a tomar las guitarras.
Estaba en el baño, sentado en el inodoro, leyendo una revista, cuando
Martin y Duff empezaron a tocar. Yo escuché a través de la puerta y
pensé: Ay Dios! Lo que estaba haciendo en el baño era más atractivo que
lo estaba escuchando en ese momento; esto viene a demostrar que poner
a muchos buenos músicos a tocar en un mismo lugar, no quiere decir que
vayan a sonar bien. Hacer buena música es mucho más complicado: se
trata de química y combinación perfecta de estilos. La buena música no
es para nada igual a la suma de unos cuantos buenos músicos tocando en
conjunto; no es tan simple; es más, dista mucho de eso. Hacer buena
música es como crear a Frankenstein: necesitás ingenio… y un rayo.
Cuando salí del baño, Duff aún seguía tocando, pero me miró fijo un
instante y no fue necesario decir más nada: Martin no era el indicado.
Estabamos realmente jodidos porque Martin era el último de una corta lista
de candidatos que ya habíamos agotado, así que habíamos puesto todas
las fichas en él.
En favor de Steven, debo decir que gran parte del sentimiento y la energía
de “Appetite for Destruction” se la debemos a él; es un dato desconocido
por muchos pero hay que reconocerle que tenía un estilo inimitable, y que
no pudo ser „reemplazado‟ –realmente-; su ligereza y gracia adolescente
fue lo que le dio esa „chispa‟a la banda.
De buenas a primeras, el impulso que habíamos tomado en los últimos
meses, se paralizó; y aunque no lo demostraba, estaba aterrado. Pensaba
“Bueno…esto es todo…estamos fritos”. Estaba convencido que la banda
se rompería si no podíamos hallar un baterista. Y estaba preocupado; qué
seria de mí si esto sucedía?!

Durante este periodo, Duff y yo eramos casi inseparables. Duff se habia


separado de Mandy, asi que nosotros saldríamos por ahí cuando la banda
no estaba trabajando. Casi siempre íbamos a “Bordello‟s”, un club cuyo
dueño era Ricky Ratchman, que también era dueño de „Cathouse‟.
“Bordello” era un lugar barbaro, habia una pequeña sala de zapadas, al
fondo, y donde una banda de blues, iría allí y empezaría a tocar, y
usualmente, yo iria a verlos -sin participar-. Ese lugar era muy divertido: nos
juntaríamos allí a tomar algo y zapar un rato. Pero la verdad es que, aún si
eres famoso y la gente te ama y bla, bla, bla, esta escena o cualquier
escena se vuelve lamentable, tonta, y monótona; y después de que lo
hiciste dos o tres veces, es simplemente aburrida. Incluso hoy, la movida de
Hollywood, de rock y clubs, no me atrae para nada. No ha cambiado;
mientras que los tiempos y los estilos sí lo hicieron, la escena sigue siendo
siempre la misma. Si terminas de hacer un show y necesitas relajarte, está
buenísimo, pero si sólo saliste a „despejarte‟ y pasar un rato, a cualquier
lado de la ciudad, es como caer en lugares comunes: desde las chicas y
todo lo demás; es un cliché muy gastado, y así es como los chicos piensan
que será su vida si se convierten en estrellas de rock. Todo eso es un
espejismo, una ilusión; y no quiero formar parte de él.
A qué voy con todo esto… a que generalmente prefería quedarme en
casa, beber todo el día, escuchar música, tocar la guitarra y escribir
canciones. No me recluí como cuando consumía heroína, pero
mentalmente, me habia „programado‟ –si vale el término- en „modo
trabajo‟, asi que andar por ahí y socializar era lo último que se me cruzaba
por la cabeza. Estaba abocado a trabajar y llevar a la banda al próximo
nivel.
Una noche en la que Duff me convenció de acompañarlo a “Peanuts” a
zapar con una pequeña banda de blues, terminamos pasando un rato
con una chica que Duff habia seleccionado; se llamaba Pilar, era muy
sexy, pero no recuerdo si era Latina o de Medio Oriente. Pilar estaba con
una amiga con quien casi ni hablé, su nombre era Reneé.
Reneé se creia mejor que nadie, llevaba la cabeza en alto, y esa pose de
prepotencia. Era muy bonita…y lo sabía, y toda su imagen me abdujo. Me
sentí totalmente atraído por ella, porque posaría mi mirada en cualquier
chica que hiciera mi vida un tanto más complicada, cualquier chica que
fuera difícil de conquistar. Tomando las palabras de Lemmy Kilmister, “la
caza es mejor que la presa” (“the chase is better than the catch”). Reneé
no mostró ningun interés en lo que yo hacía y tampoco en la notoriedad
que traía aparejada; no frecuentaba el ambiente del rock.
Reneé era modelo y aspiraba a ser actriz, también era muy independiente.
Pocas semanas más tarde habia dejado la Walnut House para ir a vivir con
ella, full-time. Tenia un departamento muy lindo en Valley Vista, que su
padre le habia regalado antes de morir; contaba con un juego de
comedor, una cama, y un sillón… nada más. Asi pasábamos el tiempo allí:
me despertaba a la mañana, y me sentaba en el piso a tomar vodka y
fumar un cigarrillo hasta que ella se levantaba. Luego se iba y hacia todo
lo que tenia que hacer ese dia y yo también hacia lo mismo. Esa era
nuestra vida. Yo miraba muchos programas de cocina: “The Galloping
Gourmet”, “Great Chefs of the East and West” y el canal “The Food
Network”; este fue el comienzo de una larga obsesion por los programas
de cocina; aunque al dia de hoy, no sé cocinar. Por las noches, Reneé y yo
pediríamos comida por delivery. Esta era mi vida domestica, familiar o
privada –como quieras llamarlo-. Mientras tanto, con la banda seguíamos
buscando un baterista.

Una vez que agotamos todas las posibilidades „logicas‟, yo, por mi parte,
no iba a dejar que esta búsqueda termine con la banda. Duff Izzy y yo nos
rompimos la cabeza!. Discutimos los mejores aspirantes que habíamos visto
últimamente, pero ninguno era apropiado… hasta que una noche, tuve
una epifanía. Recordé haber visto a The Cult, unos meses atrás en el
Universal Amphitheater y quedar anonadado con su baterista. Era
asombroso. Yo estaba cerca de las consolas de sonido y su interpretación
me cautivó completamente. No le presté atención al resto de la banda
durante toda esa noche. Era un sonido muy duro, tenia gran presencia; era
grande, ampuloso; el baterista tocaba con enorme autoridad.
Cuando lo recordé, no podía creer haber estado sentado tanto tiempo
soportando las horribles audiciones, sin darme cuenta que ya sabía quién
era el indicado para el puesto.
Mike Clink, nuestro productor, habia trabajado anteriormente con Matt
Sorum, el hombre en cuestión, asi que lo llamé inmediatamente y le dejé
un mensaje. Poco después, mientras estaba un poco borracho, recostado
boca arriba y con la cabeza colgando hacia afuera de uno de los bordes
de la cama de Reneé, mirando el teléfono que estaba en piso y
esperando que sonara; al final, sonó, y levanté el tubo casi
instantáneamente…
“Hola!” dijo Mike, con su suave tono de voz
“Hola… Slash habla…” dije. “Ehh…escuchame, conocés al baterista de The
Cult? Necesitamos un baterista; ví a este tipo y es fabuloso; quisiera
averiguar si él está disponible”
“Bueno… no sé” dijo Mike. “Dejame llamarlo por teléfono”
“Ok… Esta bien”
Mas tarde, el teléfono volvió a sonar...”Slash”, Mike dijo, “esto es lo que
pude averiguar; Matt posiblemente esté disponible. Tenés para anotar?; te
dicto su teléfono”
No habia salido mucho ese día; habia estado esperando el llamado,
enfocado en el teléfono; porque sabía que esto estaba bien, que era algo
bueno.
Escribí su número; no recuerdo dónde, si fue en una hoja, en la pared o en
la palma de mi mano. Luego corté con Mike; disqué el número que él me
habia dado y esperé…luego Matt respondió:
“Hola!”
“Hola, habla Matt? Soy Slash…de Guns n Roses”, le dije “necesitamos un
baterista. Te interesaría formar parte de la banda?
Dos días después, Matt vino a las prácticas y, en el curso de dos o tres
canciones, Duff, Izzy y yo nos dimos cuenta que habíamos encontrado el
tipo indicado. Era un interprete con un sentido innato, muy suyo, que
estaba acorde con nosotros y a la vez tenia su estilo propio. Tenia la fuerza,
el golpe y la vibra para ocupar el lugar –
Creo que Duff y yo nos encontramos con él –no me acuerdo dónde pero
es muy probable fuera en Rainbow- y le preguntamos si queria integrarse a
la banda. Lo citamos allí, tomamos unos tragos y algunas líneas de coca,
ese tipo de cosas. Matt encajo con nosotros perfectamente. Estaba loco;
era la situación con la que sueñan todos los grandes músicos. No hay un
show más fácil de involucrarse que éste, para un verdadero rockero.
Despues de salir con Duff y conmigo, quedaba claro que Matt pensaba
que Guns n Roses era la banda más grande del planeta y sus integrantes,
un grupo de fiesteros incesantes. El dinero era bueno y no habia reglas,
excepto una: todo lo que tenías que hacer era tocar bien.
Pero Matt tenia que aprenderse una pila de canciones muy rápido.
Teníamos los demos de 36 canciones que planeábamos grabar para los
discos. Y como éstos no eran suficientes para poder seguir adelante, Duff,
Izzy y yo tuvimos que enseñarle a Matt absolutamente todo en un corto
lapso de tiempo y debido a eso, el resto de nosotros tuvo que volverse muy
profesional muy pronto. Habia mucho remordimiento, por lo menos de mi
parte -y seguramente de parte de los otros también- por haber dejado ir a
Steven; pero cuando Matt se sumó, le dio otra vida al proceso. Era una luz
al final del túnel cuando todo parecía que podía oscurecerse para
siempre.
Pasaron varias cosas más durante este periodo, mientras Guns se rearmaba
para volver a emerger. Hicimos varias apariciones que son dignas de
contar: Una de ellas fue la noche en la que Duff y yo concurrimos a los
“American Music Awards” en nombre de la banda; „Appetite‟ estaba
nominado como “Mejor Álbum de Rock”.
Nunca le habia prestado demasiada atención a los premios “Grammys” o
a los “American Music Awards” ni a cualquiera de los otros; nunca miré los
shows en la televisión y nunca me interesó participar activamente de ellos.
Duff y yo asistimos a la entrega –más que nada por los tragos- y no
teníamos noción del hecho de que estar nominados significaba que tenias
grandes posiblidades de „ganar‟ algo, y si lo hacias, se suponía que debias
subir al escenario y decir unas palabras –al público presente y a quienes
estaban viendo el show desde sus casas.
En ese momento, yo estaba saliendo con Renee y Duff estaba saliendo
con Pilar; y los AMAs era un acontencimiento apropiado para llevar a las
chicas. Lo único que servían era vino, y por lo menos nos habíamos
tomado 8 copas cada uno. Toda la ceremonia fue „acartonada‟ y
aburridísima. Estabamos sentados charlando cuando de pronto anuncian
que Guns n Roses habia ganado el premio al “Mejor álbum de Rock” por
“Apettite for destruction”. Nos quedamos anonadados, mudos del
asombro. Subimos al escenario a los tumbos, sosteniéndonos uno al otro.
Cuando nos dimos cuenta que habíamos ganado, quise agradecer a un
montón de gente; nombré a Zutaut, a Niven y a toda la gente de Geffen,
mientras no podía parar de decir „Fuck‟ entre palabra y palabra, producto
de los nervios y del vino. No conocía el protocolo de estas ceremonias. De
todas maneras, pude nombrar a varios antes de que cerraran el microfóno;
segui hablando por un instante, hasta que me dí cuenta que éste habia
sido cortado. Nos acompañaron hacia otro lugar para hacer algunas fotos
y hablar con la prensa. Estaba un poco mareadito por el vino, estaba feliz,
la estaba pasando bien, y les regalé a la prensa mi dedo mayor -y me
fotografiaron haciéndoles „fuck you‟ a todos.
Al dia siguiente, sólo se hablaba de los „American Music Awards‟. Estaba
abrumado por la controversia, porque ese incidente, incluso al día de hoy,
no es gran cosa para mí. De todos modos, fui el responsable de que se
establecieran los siete segundos de delay para todas las futuras entregas
de premios que se emitieran en directo; sumado a que Dick Clark dejaría
de dirigirme la palabra por ocho años. No me permitieron la entrada en los
AMAs hasta más o menos un año atrás, cuando me llamaron para
proponerme participar de la entrega, presentando una de las ternas.
No fue intencional; no obstante, dejó un mensaje: el espíritu de Guns
estaba vivito y coleando.
Volvamos al estudio… Entonces teníamos 36 canciones, que eran más que
suficientes para llenar un álbum doble. Queria seleccionar las 12 mejores y
perfeccionarlas –en el sentido literal de la palabra: queria que queden
perfectas-, pero no lo hice porque mientras que el proyecto avanzara, y
nosotros fueramos hacia adelante, yo estaba feliz.
Axl queria grabar las 36 piezas y hacer un disco doble; no queria relegar
ninguna de las canciones. Yo lo entendía: muchas de ellas las teníamos
desde hace bastante tiempo, a este punto de la historia –algunas habian
sido excluidas del último álbum y otras eran aún más antiguas-. Tambien
habia otro manojo de temas que reflejaban nuestro momento, en ese
entonces. Hoy, evaluándolo, quizá la idea general era „hacer borrón y
cuenta nueva‟; quizá por eso sacamos un disco con todo el material con el
que contábamos. En sí, representaba algo importante: el pasado y el
presente de la banda. Habia sido una experiencia increíble, y la única
manera que teníamos de expresarlo era en esa cantidad de canciones.
Matt era un tipo barbaro; siempre andaba con Duff y conmigo; Izzy estaba
siempre alrededor pero no como solia hacerlo; no sólo que estaba 100%
sobrio sino que también era muy „anti-alcohol / anti-drogas‟, en ese
entonces. Cuando Izzy y Matt se conocieron se llevaron muy bien, pero
bajo la condición de que ya había tomado la desición: Estaba todo bien,
pero creo que Izzy sintió que le estaban imponiendo cosas –y él odiaba
que le dieran órdenes. Izzy se volvió frágil desde su regreso hasta sus últimos
días en la banda; mirando atrás, quizá el giro que habia dado la banda no
le sentaba del todo bien. Cuando teníamos que ensayar, estábamos
todos, y todo estaba bien, pero faltaba „algo‟. Izzy no estaba contento…
pero no decía nada, y Axl se habia distanciado tanto de la rutina diaria del
grupo que, mientras que tuviéramos un baterista y estuviéramos todos
nosotros ahí para tocar, él pensaba que estaba todo bien y que
estábamos listos para seguir adelante.
El primer tema que grabamos con Matt fue “Knocking on Heaven‟s Door”
para la película „Days of Thunder‟ (que también se incluyó en el disco “Use
Your Illusion”). Recuerdo estar escribiendo el „solo‟ para esa canción en el
camino a algún lugar –no me acuerdo dónde- y que usé una Gibson
Explorer ‟58. Fue una gran pista; sólo fui al estudio con mi novia y algunos
amigos, tomé la guitarra y dejé que el „solo‟ fluyera. Bajé el tono del
micrófono del mástil, me encerré en la sala y deje que la guitarra grite. Me
encanta como salió: es un solo muy emotivo se surgió sin esfuerzo.
“Knockin on Heaven‟s Door” también fue la primera canción que pudimos
escuchar para darnos una idea de cómo sonaba la banda con el nuevo
baterista. Sonaba barbaro, pero definitivamente habia una gran diferencia
en el sentimiento de esta nueva versión de Guns con respecto a la antigua
(con Steven en Baterias). Habiamos perdido un poco esa cosa caotica o
de punk rock, ese sentimiento de crudeza, descontrol, y espontaneidad. En
cambio, ahora sonabamos más épicos, sólidos y grandes. Si eso era bueno
o malo… bueno, depende a quien preguntaras. En mi opinión… estaba
bueno, simplemente, poder seguir adelante.
Despues, nos metimos en el estudio y Matt aprendió las 36 canciones a una
velocidad asombrosa, básicamente, tocándolas una y otra vez con
nosotros –no habia otra forma porque no habia otro material para tomar
como referencia-. Reservamos los estudios de A&M en Hollywood y
grabamos las 36 canciones en 36 días. Entre pista y pista, iriamos a “Crazy
Girls”, un bar de strippers, ubicado al cruzar la calle, que me apena decir
que ya no existe más. Por las noches, saldríamos a divertirnos y a la
mañana siguiente, volveríamos a „A&M‟ para empezar todo de nuevo con
una nueva canción. Esos 36 dias fueron espectaculares, en los que Duff y
yo descubrimos que Matt, además de ser un gran baterista, era nuestro
nuevo amigote a la hora de salir de joda. Antes de que el asunto „drogas‟
se nos fuera de las manos, y antes del incidente con Steven, hubo algunas
épocas oscuras, pero habíamos podido superar todo eso: ahora eramos
alcoholicos funcionales, y ocasionales consumidores de cocaina. De
hecho, dudo que fuese algo ocasional para Matt y Duff porque consumían
mucho; yo, no tanto como ellos, pero eso no importaba porque, tal como
ellos, yo habia desarrollado tolerancia a todo, al punto que todos eramos
una banda perfectamente productiva, dominada por sustancias químicas
y muy profesional.

A esta altura, empecé a salir más. Duff y yo nos encontramos, por


casualidad, con Iggy Pop una vez, cuando salimos en los intervalos de
grabación y nos propuso tocar algunos temas en “Brick by Brick”, el disco
que Iggy estaba grabando en aquel momento. Nos encontramos en
Rainbow y nos llevó al auto para escuchar los demos –que eran muy
buenos. Iggy es el artista favorito de Duff y también habia cierta „conexión‟
conmigo a través de Bowie (él y mi mamá habían ido a visitar a Iggy
durante su estadia en Cedars-Sinai. Fuimos a Hollywood y colaboramos en
algunos temas como “Home Boy”, “Pussy Power” y también Iggy y yo
compusimos “My Baby Wants to Rock n‟ Roll”. Fue una de las sesiones más
divertidas en la que participé. Poco después, Iggy nos llamó para filmar el
video de “Home Boy”.
Fue un gran honor para nosotros; y ese era otro signo de que Guns estaba
volviendo a la escena musical, y que nos estaban empezando a tomar en
serio como músicos. Era simple: la gente queria vernos. En este punto de la
historia, en 1990, tanto “Appetite” como “Lies” eran discos tremendamente
exitosos. Este éxito, o esta „atencion‟ también hizo foco en mí como
guitarrista; y esto se tradujo en nuevas llamadas a nuestro manager, de
parte de otros artistas. Me halagaba descubrir que otros músicos
empezaban a prestarme atención y a reconocerme como “un muy buen
guitarrista”.
En esa época también hice una colaboración con Lenny Kravitz. Yo ya lo
conocía, porque los dos íbamos al mismo colegio, el Beverly Hills High, en el
mismo horario; yo como alumno libre y él como alumno regular; y eramos
los únicos dos músicos „ni blancos, ni negros‟ de todo el colegio.
Duff y yo eramos fanáticos de Lenny, y en ese momento, nuestro disco
favorito era “Let Love Rule”. Nos presentaron en una entrega de premios, y
me quedé frío cuando me propuso tocar en su próximo disco, “Mama
Said”, para el cual estaba escribiendo las canciones. Poco después nos
reunimos en un pequeño estudio de la calle Robertson en Los Angeles,
para hacer el „solo‟ de “Fields of Joy”. Mientras hacia mis ejercicios de
precalentamiento en la sala de estar del estudio, ese día, empecé a tocar
un riff muy „funky‟ que habia compuesto recientemente para el disco de
Guns y que no habia podido ensamblarlo en ninguna de las canciones. Al
momento de grabar con Lenny, ese riff se habia convertido en otro más de
mis ejercicios.
“Hey Slash! Qué es eso que estas tocando? Me preguntó Lenny.
“No se…algo… no tiene nombre” le dije. “Es demasiado „funky‟ para Guns
n Roses, pero me gusta. Está bueno”
“Si! No lo deseches! Podemos hacer algo con eso”, me dijo. “Una
canción… Yo voy a escribir la letra.”
Cuando llego la hora de componer y grabar la canción, viajé a New York.
Lenny vivía en Manhattan pero estaba trabajando en un estudio cerca del
rio, en Hoboken. Alli habia grabado su primer disco y allí también estaba
grabando las bases de las canciones de “Mama Said”. Desde Manhattan
tomabamos el tren a Hoboken. Él tocaba la batería mientras yo sumaba
las guitarras a lo que luego se llamaría “Always on the run”. Fue muy
divertido, despojado y desestructurado. Asi deberían ser siempre las
grabaciones. No es una canción difícil, pero sonaba muy bien; luego Lenny
adicionó el bajo y después, por supuesto, la voz. El estudio era como su
castillo; todo estaba muy ordenado y los instrumentos cada uno en su lugar
asi podría ir saltando de la guitarra al bajo, del bajo a las baterias, y tener
todo a mano de acuerdo a lo que le dictaba su inspiración.
Habia viajado con Renee esta vez y estábamos hospedándonos en los
alrededores del centro de la ciudad, en un hotel cercano al
departamento de Lenny y la noche anterior, un sábado, la habíamos
pasado de maravillas. Era verano, hacia muchísimo calor y cuando
llegamos a la casa de Lenny, ese domingo a la mañana, descubrí que no
habia ni bares ni licorerías abiertas porque regía una antigua norma
llamada “Blue Law” por la que estas actividades quedan prohibidas los
días domingos.
No era „exactamente‟ así como me imaginaba que terminaría esta historia
y estuvo a punto de transformarse en un problema. Recuerdo estar
pasando un rato en el departamento de Lenny, esperándolo a que
estuviera listo. El lugar estaba repleto de ropa vintage, parecía un gran
ropero; el más grande del mundo: habia ropa por donde miraras. Eran las
10 de la mañana, y mientras miraba todo, moria por un trago…
“Hey, no tenes nada para tomar?”, pregunté
“No, creo que no” dijo Lenny. “No querés fumarte un porro?”
“Bueno…preferiría un trago” le dije. “Podemos parar por el camino, en un
bar o en una licorería?
“Mmm, no sé” me dijo. “No creo… es Domingo y todos los negocios están
cerrados”
“Ah… si??, respondí y comencé a ponerme nervioso. “Y los vecinos?? Ellos
no tendrán algo con alcohol para tomar? De veras necesito un trago,
Lenny”
Lenny hizo todo lo que pudo; me consiguió un dedal de vodka de un
vecino. Me lo tomé todo, pero era como querer curar una herida de bala
con una Band-Aid. Al subir al tren PATH, que nos llevaría a Hoboken,
comencé a experimentar la resaca del alcohol: mis manos temblaban,
estaba mareado, irritable y ansioso. No era un gran misterio; sólo
necesitaba un trago… inmediatamente. Mis reservas de civismo y
educación también se habían agotado.
“Hey, Lenny… Necesito vodka enseguida” le dije. “No puedo tocar si no
bebo”
Lenny se sentía identificado, supongo; me comprendía porque él también
necesitaba su dosis de marihuana para componer canciones, con la
pequeña diferencia que su cuerpo seguía funcionando normalmente si
ésta alguna vez le faltaba. Todos los bares que vimos en los 20 minutos de
viaje de New York a New Jersey, parecían que habían estado cerrados
desde 1955. Cuando llegamos al estudio, Lenny mando a su gente a
conseguir un poco de alguna bebida alcoholica. No sé como la consiguió,
pero volvió con bastante vodka alrededor de las doce del mediodía; y
cuando lo hicieron, recién ahí pudimos concentrarnos en la grabación.
Grabamos “Always on the Run” en más o menos una hora; esa energía
cruda, directa, espontánea se plasmó en el corte final de la canción,
presente en el disco.

Las pistas de guitarra y voces que escuchas en el disco Illusion se grabaron


en Record Plant, en Los Angeles. Fue un gran momento para mí como
guitarrista; teníamos tantas canciones como posibilidades de sonidos y
técnicas diferentes en ese nuevo material. Estaba verdaderamente en la
cúspide, en ese momento; logrando fácilmente el sonido que queria. Todo
vino a mí durante esas sesiones de grabación, de manera natural, fluída.
Tenia un par de guitarras muy buenas a las cuales recurrir porque, por
primera vez en mi vida, tenia el dinero para reunir un verdadero arsenal.
Por ese entonces, tenia una Gibson Flying V 1958, una Gibson Explorer 1958,
algunas Travis Beans, y acústicas de varias marcas –Martin, Gibson, Taylor,
etc- también tenia una gran guitarra acústica con estilo español-flamenco,
varias Dobros y un manojo de Les Pauls vintage… más la infaltable copia
de Les Paul con micrófonos Seymour Duncan.
Habia alquilado otro monton, pero para la mayoría de las canciones usé
„Les Pauls‟; cuando tuve que hacer „slides‟ extensos usé una Travis Beans
(“The Garden”) o una Dobro (“You ain‟t the First”), y también tuve que usar
plancas de tremolo (“You could be mine”).
Fui glotón para las guitarras esta vez; incluso llevé 20 en las giras; estaba
decidido a llevarlas a todos lados, y a incluir todos esos diferentes sonidos
en el nuevo álbum, de alguna forma u otra. Tenia 36 canciones para tocar
y eso significaba muchas semanas de grabación. Me sentía en el paraiso,
abstraído en mis guitarras; estaba en mi hábitat natural. Record Plant era
un estudio maravilloso; la sala era barbara y su gente tambien.
Durante la grabación de “Use your Illusion” (I y II), sucedió un hecho del
que hablaron todos: era un dia de gran conmocion en la calle. Resulta que
la policía habia encontrado un brazo y una cabeza en el contenedor de
basura ubicado detrás del estudio. Todo lo que sé es que no fuimos
nosotros… Pero Izzy transformó este episodio en canción y la llamó “Double
Talking Jive”, para la que tuve que componer una melodía flamenco-
española y fue grandiosa… Esa canción tambien tiene un solo de guitarra
eléctrica realmente bueno que va mutando hasta convertirse en una
melodía medio flamenca con guitarra acústica.
Hubo algunas canciones bastante complicadas en el álbum, en lo que
respecta a la interpretación con la guitarra. “Estranged” era una canción
„colosal‟ y muy larga para la cual usé una Les Paul GoldTop: grabé todas la
melodías con el micrófono del mástil y el tono bien bajo. “November Rain”
y “Breakdown” (que era otra canción de Axl) también fueron difíciles de
tocar; debido a que el instrumento principal de aquellas era el piano -que
impulsaba la canción- y necesitaban „acompañamiento‟; los otros
instrumentos de alguna manera „seguían‟ al piano y entonces las partes de
guitarra y bajo tenían que ser precisas e interpretadas a conciencia. Todas
esas canciones eran buenísimas -realmente estupendas- pero debo decir
que nos costaron bastante trabajo.
“November Rain” se grabo en un dia, pero nos tomo varias horas más
perfeccionar los arreglos. Lo gracioso es que el „solo‟ que escuchas en el
disco es exactamente el mismo que toqué la primera vez que escuché la
canción, años antes. Es algo recurrente en Guns n Roses: casi todos los
„solos‟ del disco son exactamente iguales a los que interpreté la primera
vez. Tiene que ver la manera en que la canción me „pega‟ cada vez que
llegamos a esa parte. A lo largo de la historia de la banda, ya sea cuando
tocamos en vivo o cuando grabamos, mis „solos‟ se asemejan más a una
melodía y no son notas desarticuladas punteadas a toda velocidad. Notas
más, notas menos, mis solos se han compuesto siempre de la misma serie
de notas que forman parte de la canción -o de la música- desde siempre.
El resultado final era que siempre habia una relación que me gustaba
cuando habia que tocar esas canciones y llegar al „solo‟.
De todos modos, “Breakdown” era muy complicada, en cuanto a poder
interpretar bien las partes de guitarra y batería en A&M, también la parte
del piano era bastante intrincada.
Es una canción compleja y si bien suena como que la grabamos por
separado, a través del proceso de grabación, tuvimos que concentrarnos
mucho a la hora de interpretarla. La canción fue difícil para Matt
especialmente –le costó bastante que su parte quedara perfecta-. Te
repito: hicimos una canción por dia; sólo que unos días fueron más largos
que otros.
Algunas canciones eran intrincadas; otras, complejas; creo que sólo
bandas como Metallica estaban haciendo algo similar a lo nuestro. Ellos,
en “The Black Album” se enfocaron seriamente en los cambios de métrica
y todo eso, y yo no sé cómo lo hizó Metallica; pero nosotros armamos las
bases y luego simplemente improvisamos. Si cometíamos un error o
hacíamos un desastre, parábamos y volvíamos a empezar de cero; pero
casi siempre las cosas nos salian rápido y bastante bien.
Todos los integrantes de la banda, en ese momento sufrían cierto déficit de
atención y nadie queria dar demasiadas vueltas sobre algo en particular.
Nos tomamos unos días para los arreglos y después vino la grabación que
se haría de la siguiente manera: primero haríamos una pasada de la
canción (a modo de ensayo) y después se encendería la luz roja y se
grabaria. Se sabía que algunas cosas tendríamos que hacerlas después,
como por ejemplo, agregados de guitarras y voces, pero cuando llegó el
momento de grabar las bases (de guitarra, bajo, batería) sabíamos que
esas pistas tenían que ser „definitivas‟. Nadie queria pasar vergüenza y
hacer que todos tuvieran que tocar una y otra vez la canción mientras los
otros esperaban a que vos hicieras las cosas bien. Eso sucede cuando
tenes buenos músicos, y hay química entre todos… solo necesitas a la
gente apropiada para armar una muy buena banda de rock.
Guns se instaló en Record Plant. Fue indulgente, definitivamente; pero
teníamos mucho que hacer y estábamos muy contentos de ser „Guns n
Roses‟ de nuevo. Yo tocaba la guitarra en uno de los estudios y Axl
transformó el otro, en una especie de departamento porque él habia
decidido vivir allí para poder trabajar más: llevó al estudio sus aparatos de
gimnasia, la cama y un par de sillones –era similar a una „sala de estar‟
bastante bien equipada-; en ese lugar, Axl y su séquito podrían „ponerse
cómodos‟. Definitivamente, Record Plant fue muy transitada por esos
días… Yo creo que nada de eso iba a hacer que el disco se terminara más
rápido. De todas maneras, el ambiente durante las grabaciones de „Use
Your Illusion‟ fue muy bohemio, muy sesentón: se mezclaron los amigos -
músicos y de los otros-, con mucha gente que conocíamos y esto hizo que
se creara una buena atmósfera. Una noche cualquiera, yo estaría
ensamblando las guitarras en un estudio; mientras que Axl estaría
grabando las voces, en el otro; y mientras, una serie de interesantes
personajes presenciaban y participaban de un modo u otro. Shanoon
Hoon, el cantante de Blind Melon, venía mucho al estudio porque era un
viejo amigo de Axl –se conocían de Indiana-; participó en los coros de
„Don`t cry‟ y su estilo hizo la canción mucho más conmovedora.
El cambio más grande que hizo la banda, mas allá de haber reemplazado
a Steven por Matt, fue que el teclado y los sintetizadores adquirieron gran
importancia. Axl habia usado algo de esto para añadir gritos a „Paradise
City‟ en la época de Appetite; supongo que ahí se inició, y en ese
entonces yo tambien me opuse. Como ya te dije, Axl queria que el piano y
las máquinas estuvieran más presentes en „Use your Illusion‟. Después de
que la banda grabó las bases; yo, las partes de guitarra; Axl agregó las
voces y después se pasó un monton de tiempo con los sintetizadores: era
como un chico en una tienda de golosinas, jugueteando con todos los
teclados que habia ubicado en el estudio. Se sentaría allí por horas en
busca del sonido correcto para una sección de la canción –te recuerdo
que este tipo no estaba drogado ni echado a perder por drogas; aunque
consumía bastante marihuana (lo que pude haber acrecentado su
obsesión en este tema)-. Axl estaba totalmente concentrado en la
superproducción del disco que, por un lado, no era bueno; pero por el
otro, tenia tanta integridad en lo que hacia que pasaría el tiempo que
fuese necesario para estar seguro que el tono dramático del disco fuese
perfecto. Cual era el resultado de todo ese trabajo al final del dia?… Algo
absolutamente brillante; a mi entender, no sé si ese sonido representaba a
Guns n Roses, pero sonaba espectacular. Para “Live and let Die” usamos
todos sintetizadores…las trompetas no son trompetas: lo que hizo con la
canción fue realmente complejo: tardó horas ajustando todo,
encontrando los matices, y tengo que darle el justo reconocimiento. Hizo lo
mismo con “November Rain”: todo ese arreglo de cuerdas… también se
logro con los sintetizadores. He escuchado canciones que contienen
secciones de cuerdas „reales‟ que no suenan tan autenticas como las de
„November Rain‟. Las únicas veces que acudimos a músicos „ajenos‟ a la
banda para esos dos discos fueron cuando convocamos a cantantes de
Gospel para “Knockin on Heaven‟s Door” y para la harmónica en “Bad
Obsession”. El único efecto que no fue creado por un sintetizador fue el
desfibrilador que se escucha al principio de “Coma”. Si...eso fue real.

Despues de terminar mi parte del trabajo, abandoné el Estudio B y lo


ocupó Axl; y transformó todo el lugar, todo Record Plant, en un complejo
donde sus amigos pudieran visitarlo mientras él pasaba las próximas
semanas, terminando con las voces y agregando los benditos
sintetizadores. El resto de la banda (nosotros) no estábamos muy felices
con esta situación, ya que cada día allí, con ese equipamiento, nos costó
muchísimo dinero. Hubiera estado bien si se hubiera trabajado todo el día,
pero ninguno de nosotros notaba que Axl lo hiciera en forma constante. Al
final, Axl terminó su trabajo, pero carajo!! esos discos nos costaron una
verdadera fortuna… y estoy hablando sólo del tiempo que estuvimos en el
estudio.
A partir de este momento, Axl comienza a desarrollar esa obsesión por los
detalles y todo lo que tiene que ver con GNR, empezando por la
participación en la composición de las canciones del disco “Use Your
Illusion” (I y II) y los porcentajes y los derechos de autor y todo eso. Los días
en los que los cinco integrantes de la banda se llevaban un 20% cada uno
se habían acabado debido a que ahora habia muchos autores ajenos a la
banda, especialmente con las canciones que eran anteriores a Guns n
Roses, como por ejemplo “Back off Bitch”; otro factor importante era Matt,
ya que él no era un integrante „hecho y derecho‟ –como suele decirse-: no
habia formado parte de la composición de las canciones pero sí habia
interpretado todas ellas. Al final, gracias a la contribución de Paul Huge,
West Arkeen, y Del James, Axl decidió repartir un 22.75 % o 32.2% por cada
canción entre nosotros, los miembros de Guns y parte importante en la
banda. Matematicamente, beneficiaba a quien habia escrito la letra de
las canciones, lo que facilitó las cosas, en cierto modo, ya que nosotros –la
banda- no hemos tenido jamás nada por qué pelear, pero al mismo
tiempo, fue algo estudiado minuciosamente y que complicó las cosas
desde el punto de vista colectivo, corporativo o empresarial.
Las canciones en las que trabajamos durante la estadia en Chicago
también fueron un problema porque en ese momento habia mucha
desunión entre nosotros y la mayor parte de esos meses Axl no estuvo allí,
asi que la división que hizo de “Garden of Eden”, “Don‟t Damn Me” y “Get
in the Ring” fue totalmente arbitraria; Duff y yo las compusimos de forma
instrumental cuando Axl ni siquiera estaba compartiendo el mismo espacio
con nosotros. Hubo canciones que si bien estaban „comandadas‟ por el
piano, tenían melodías en guitarra muy complejas que habia tenido que
escribir y arreglar, y en las que no se me ha reconocido autoria alguna. Lo
mismo pasó con “November Rain” y “Estranged”, específicamente. Todo
este tema me preocupaba –es lo menos que puedo decir-; porque yo
formaba parte de la banda y de las canciones, pero estas cuestiones
decidí pasarlas por alto.

Cuando llego la hora de las mezclas del álbum tuvimos que tomar una
decisión. Thompson y Barbiero, quienes habían mezclado „Appetite‟ ya no
eran un „equipo‟. El temperamento de la banda en ese momento no se
adaptaba a ellos o su temperamento no se adaptaba a nosotros –no
recuerdo cuál de las dos posibilidades era-. Entonces decidimos contratar
a Bob Clearmountain, un tipo cuyo historial hablaba por sí solo: habia
trabajado con todos; desde „Kinks‟ hasta David Bowie y desde los „Stones‟
hasta Bruce Springsteen. Teniamos un montón de material para que él
empiece a mezclar mientras que Axl continuaba trabajando en lo que
todavía le faltaba terminar. Clearmountain se reunió con nosotros y nos
habló infinitamente acerca del „Q Sound 5.1‟, una tecnología que estaba
en la fase inicial. Él estaba muy informado y recuerdo que Axl estaba muy
ansioso también. Estaba todo bien, pero yo no llegaba a entender la
totalidad de lo que estaba diciendo Bob; „Q Sound‟ a mis oídos sonaba
irrelevante, no me importaba que Bob dijera que era el sonido del futuro;
para percibir ese sonido como es debido necesitabas 5 parlantes, y
especialmente en aquel tiempo, a principios de los ‟90, la gran mayoría de
la gente sólo contaba con dos. Y si escuchabas alguna canción que habia
sido mezclada con esa tecnología, a través de dos parlantes, sonaba
como algo poco claro, confuso y desordenado. Fue como tantas otras
cosas que han sido super promocionadas y que el tiempo ha probado que
no son más que meras tecnologías de transición a corto plazo; otros
ejemplos son el minidisc o el Laserdisc; el „Q Sound‟ era inestable; una
versión transitoria de lo que estaba por venir.
Dicho esto, en vez de armar una escena, enardecer a la banda e ir al
choque, que hubiera terminado con Axl y yo peleando al discutir los pro y
los contra del „Q Sound‟ hasta ponernos azules de bronca, me mordí la
lengua y esperé que esto funcionara… y funcionó; Clearmountain cavó su
propia fosa casi inmediatamente: una tarde, descubrimos su anotador
donde tenia apuntadas las grabaciones que tenia pensado aplicar sobre
las pistas de Matt. Yo no soy baterista asi que no puedo explicar
técnicamente los detalles, pero habría incorporado cosas que
modificarían drásticamente el sonido de Matt, su estilo. Se lo mostramos a
Matt, que no estaba al tanto y no le cayo para nada bien –y esa fue la
excusa que necesitábamos para despedir a Bob Clearmountain.
Terminamos contratando a Bill Price para las mezclas. Respetábamos su
curriculum, por decirte algo: habia mezclado el primer disco de “The
Pretenders”, y „Never Mind the Bollocks‟ de los “Sex Pistols”, y en lo que a mí
respecta, eso era todo lo que necesitaba saber para contratarlo. Bill se
puso a trabajar en un estudio en Larchmont, California, y fue mi misión
personal estar ahí todos los días para ver su trabajo, contribuir en lo que
podía y asegurar que las mezclas que iba haciendo dia a dia fueran
enviadas a Axl, a su casa en Malibú, de inmediato.
Fue un largo y tedioso proceso: me presentaba allí, muy temprano a la
mañana y escuchaba lo que Bill iba haciendo. Cuando se llegaba al
punto en el que yo estaba satisfecho, pasaríamos eso a una cinta y se lo
enviaríamos a Axl. Nos quedaríamos en el estudio sin hacer nada en
particular o nos pondríamos a trabajar en la próxima canción, mientras el
cartero llegaba a Malibú, y cuando lo hacia, debo decir que Axl lo
escuchaba inmediatamente y llamaba por teléfono para dar su opinión y
hacer comentarios, los que casi siempre fueron de mucha ayuda.
Entonces, hacíamos los cambios necesarios, volvíamos a mezclar la
canción y le enviábamos la copia nuevamente. Asi sucesivamente, con
cada canción; una por una. Tomo una eternidad lograr que todo quedara
bien, pero valió la pena.

Durante todo este tiempo, la animosidad entre nuestro manager, Alan


Niven y Axl, llegó a un punto límite. Nosotros habíamos tratado de calmar
los animos por un tiempo, pero los problemas de Axl con Alan venían
desde años atrás –desde que Axl se enteró que Alan también
representaba, producía y colaboraba en las composiciones de Great
White. También por el hecho de que Alan opinaba de un montón de cosas
y Axl no siempre estaba de acuerdo con su punto de vista; asi que,
muchas veces, Axl se sentía forzado a hacer ciertas cosas que no queria
hacer y que no le parecían necesarias. Axl pensaba que Alan habia
desarrollado mucho su ego; de ser Malcolm Mc Laren a ser Peter Grant. Y
te digo la verdad, el ego de Alan estaba tan inflado como el nuestro.
Yo habia defendido a Alan más de una vez, hasta que un incidente hizo
que tomara distancia de él: Una noche Reneé y yo estábamos en su casa
con él y su esposa, Camilla. En un momento, Alan le dijo algo inapropiado
a Reneé; no recuerdo exactamente sus palabras, pero fue lo
suficientemente asqueroso para retirarnos de su casa. En realidad, nunca
lo olvidé pero no lo voy a mencionar aca. Yo lo apreciaba a Alan ya que
habia hecho mucho por la banda, pero no protesté cuando Axl lo
derrocó. Sabia que sucedería algún día pero no pensé que este sería el
punto de inflexión. Reevaluando la historia, siento que ese cambio
desencadenó todo, que fue „ese‟ el momento; la pausa en la cima de la
montaña, el punto más alto de nuestra carrera, y el comienzo del
descenso, de la caída, del ocaso de la banda. De todas maneras, presentí
lo que sucedería; ví venir a Doug –como suele decirse-: Doug se habia
abierto camino en la vida de Axl y ocupaba un lugar en ella, y una vez
que Axl dejo claro su opinión sobre Alan, no creo que haya sido casual que
Doug estuviera justo ahí, dispuesto a tomar las riendas. Doug habia estado
preparando estratégicamente todo esto, trepando poco a poco; similar a
un depredador que ha tendido una emboscada. Aunque a fin de cuentas,
el responsable del desenlace de Guns n Roses es Guns n Roses, y que nadie
es más responsable de lo que pasó que nosotros mismos, Doug Goldstein
fue el catalizador del proceso. “Divide y reinarás”: esa fue su filosofía y la
técnica que utilizó Doug para lograr terminar con la banda.
Si revisas la historia de las grandes bandas de rock que se han disuelto a lo
largo de los años descubrirás que, en la mayoría de los casos, muchas de
ellas han despedido al manager original con el objeto de „sacarse la
sortija‟ o „quedarse con el premio mayor‟ que es tomar el control de una
banda exitosa; y cuando lo hicieron, se pudrió todo y empezaron a
desmoronarse. Me molesta muchísimo que hayamos seguido la tradición.
Es probable que hayamos sido autodestructivos –o no-, y a pesar de las
barreras comunicativas entre los miembros, GNR era una banda que tenia
ganas de tocar, de hacer música y de seguir adelante a toda costa. Es
una lastima que esto se haya interrumpido completamente por influencias
externas, ajenas a la banda.
Creo que le tomó sólo dos días a Doug Goldstein ser elegido como el
nuevo manager oficial de Guns n Roses. A esta altura, todavía no
habíamos terminado de mezclar el disco, pero Doug, desde el principio,
queria hacerse un nombre en la industria musical y ganar dinero; y nosotros
fuimos el medio para lograr su objetivo. Teníamos algunos shows por
delante, y en los días de descanso, nos meteríamos en el estudio a terminar
„Illusion‟. Por un tiempo, la grilla de la gira hizo que se retrasara la salida de
los discos indefinidamente.
Tambien teníamos nuestros momentos de diversión. Doug nos saco del
estudio para participar de „Rock in Rio‟ en Brazil, en 1991: ese fue el primer
show para Matt y Dizzy como integrantes de Guns. Fue INCREIBLE: tocamos
dos noches seguidas para 180.000 fans en el Estadio Maracaná. El festival
duraba algunas semanas, y formaron parte de él, desde Megadeth a Faith
no More, INXS, Run-DMC y Prince. Era algo importante. No recuerdo haber
estado frente a una multitud más „loca‟ que esa, por decirlo de alguna
manera. Cuando llegamos al puente de “Paradise City” la gente comenzó
a arrojarse desde los sectores más altos del estadio –como si quisieran
suicidarse. No tengo palabras para explicar cuán intensos eran: habia
gente agolpada en la puerta del hotel; estaban por todos lados; no
podíamos salir a la calle, tampoco bajar a la piscina, porque si lo
hacíamos, de alguna manera, la gente treparía las paredes que tenían
más de 4 metros de altura y se arrojaría desde ahí, y empezaría a correr
para „atacarnos‟ -no querían lastimarnos sino arrancar algun pedacito
nuestro para guardarlo de recuerdo. Era rarísimo. No podíamos salir de las
habitaciones, y nuestras esposas, o novias, o cualquier mujer que vieran a
nuestro alrededor eran insultadas por las fans –basicamente les decían que
las iban a matar y todo eso...
Hicimos algunos shows más. Teníamos fechas en teatros de Los Angeles,
San Francisco y New York con diferentes bandas como teloneras (Blind
Melon, Faith No More y Raging Slab). Filmamos la presentación en New
York, y ésta se utilizó para el video de la banda sonora de “Terminator 2”,
en el que también aparece Arnold Schwarzenegger, en el personaje de
„Terminator‟, en „Rainbow‟.
Después comenzamos una gira por los Estados Unidos, junto a Skid Row,
que incluyó dos shows en el „Inglewood Forum‟ de Los Angeles. Te digo:
formar parte de una banda asi de grande fue espectacular; viajar con Skid
Row fue muy divertido. Esa fue una gira bien a mi estilo… En dos palabras:
descontrol total.
Mucho antes ya habíamos terminado de mezclar y masterizar ambos
„Illusion‟. Ahora Axl se estaba ocupando del arte de tapa: le confiamos
este tema porque él fue quien habia propuesto la pintura de Robert
Williams para Appetite. Su idea fue brillante para aquella vez y volvió a
serlo ésta: la imagen que representaba esa mezcla extraña de canciones,
de estilos, de sonidos era una joven figura con aire holandés en pose de
„pensativo‟ que estaba inspirada en una pintura renacentista. En ese
momento, Axl queria que los dos discos llevaran la misma imagen; al final,
uno tuvo la imagen en color rojo y el otro, en azul; nosotros respondimos,
“bueno, esta bien… me parece bien”. Esto ratificaba la idea del álbum
doble.
Esa fue una de las que se pueden considerar „grandes decisiones‟, que
como banda nos apresuramos a dejarselas a Axl. Pero no me arrepiento en
lo más minimo: si ahí Axl queria arrojar los guantes, estaba todo bien. A mi
me preocupaba más que los discos se lanzaran por separado; de esta
manera, nuestros fans no tendrían que gastar 30 o 40 dolares para tener el
nuevo material y podrían decidir cuál comprar; con un poco de suerte,
quizá comprarían ambos. A fin de cuentas, „Use Your Illusion I‟ vendió más
copias que „Use Your Illusion II‟.
Cuando los discos salieron a la venta, los fans hacían fila en la puerta de
las disquerías; esta situación se repetía en todo el país. Yo puedo responder
por el hecho que habia una fila de personas esperando afuera de Tower
Records en Sunset porque esa noche pasé por ahí con Reneé, camino al
aeropuerto. Detuve mi limo y nos metimos a escondidas por la puerta
trasera del local; luego nos llevaron a una oficina ubicada arriba del salón
de ventas -a la misma que me habían llevado luego de descubrirme
robando cuando era adolescente- y observé a todos esos chicos
haciendo fila para comprar los discos a través de la misma pequeña
pantalla por la que el tipo de seguridad me habia observado a mí, aquel
día. La situación fue surrealista.
Los discos se posicionaron numero uno y dos en ventas la misma semana
del lanzamiento; esto era todo un record! y continuaron así. Habia mucho
alboroto y entusiasmo en todos lados, y nosotros teníamos que empezar a
organizar la gira -que iba a ser mucho más grande que las que habíamos
hecho hasta ese momento.
Las canciones del nuevo material eran mucho mas complicadas, asi que
trasladarlas al escenario, requería el agregado de nuevos músicos. Yo fui
elegido „el nuevo director musical no oficial‟ de la banda, y quien se
encargó de encontrar más cantantes (para los coros) e interpretes de
instrumentos de viento. Me costaba incorporar la idea tener tres tipos
vestidos de smoking soplando bronces asi que, en su lugar, contraté
chicas. Por supuesto, era una necesidad tener un par de coristas bellas
también. De alguna manera, lo hice todo en tono de broma. También
incorporé a Teddy Zigzag, un gran músico de blues con quien habia
zapado muchísimas veces, para que tocara piano -ocasionalmente- y
harmónica. De hecho, le confié a Ted las audiciones de las chicas e hizo
un trabajo asombroso.
Mientras nos preparábamos para la gira, yo tenía mucho que hacer con
respecto al diseño del escenario. Ayudé a diseñar un escenario eficiente
en términos de espacio y bonito a la vista; ya que pasaríamos sobre él, los
próximos dos años y medio: tenia rampas, pequeñas plataformas sobre los
amplificadores para que se ubiquen las chicas, un sector para el teclado y
otro para el piano de Axl, que se elevaba desde abajo del escenario; otro
detalle era que el piso era de rejillas para que las luces pudiesen enfocar y
brillar desde abajo –esa fue una muy buena idea-.
Habíamos puesto manos a la obra para el desarrollo de este gran
escenario. También teníamos el logo de Guns n Roses en el piso...eso
tambien estaba bueno. Era increíble para nosotros tener el dinero y la
demanda por parte del público para diseñar el medio en que
ofreceríamos nuestro shows. Era un sueño hecho realidad...pero mientras
preparábamos este monstruoso tour, no pensábamos en que debíamos ser
cuiadosos con lo que deseábamos.

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