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Slash Autobiography Espanol
Slash Autobiography Espanol
Fue como un golpe en el pecho, pero de esos que vienen desde adentro.
Pequeñas luces azules se encendían a los costados de mis ojos. El golpe
fue violento, agotador, silencioso, inesperado. A simple vista, nada había
cambiado; nada se veía debilitado, pero el dolor hizo que todo se
detuviera. Seguí tocando y terminé la canción. El público no sabía que mi
corazón se había detenido por un instante justo antes del “solo”. Mi cuerpo
me había enviado todo su karma, recordándome, en el escenario frente al
público, la cantidad de veces que yo lo había colmado de vicios.
Salvo por Melissa y Steven, el resto de mis amigos eran mayores que yo.
A muchos de ellos los conoci haciendo bicicross e hice muchos otros
por la calle porque yo siempre conseguia marihuana de uno o de otro.
Mi madre tambien fumaba marihuana y era muy liberal en la crianza de
sus hijos: preferia que fume bajo su supervisión a que experimentara con
cualquier otra cosa fuera de casa. Pero con el debido respeto, sé que
lo hizo con la mejor intencion, pero no se cómo no se daba cuenta que
yo no sólo fumaba en casa bajo su ojo previsor sino que tambien
sacaba un poco de su planta (a veces sólo las hojas) para fumar o
vender cuando salía. Era sin ninguna duda, la mejor forma de
integrarme a un grupo.
Estos tipos tenian su departamento, vendían drogas, organizaban fiestas
y no precisamente para chicos menores de edad. Me juntaba con ellos
y más alla de los “beneficios” obvios, estar en ese ambiente me permitió
descubrir pequeñas bandas anonimas –no famosas-, que de otra
manera no hubiese podido conocer.
Habia un grupo de surfers y skaters. Ellos me hicieron escuchar a Devo y
The Police, 999, y algunas bandas más. Eran muy marketineras, del estilo
New Wave. Habia un pibe de 20 años mas o menos en otro grupo; muy
flaco y negro. Se llamaba Kevin. Él me hizo escuchar a The Cars en una
de esas fiestas. Kevin era el hermano mayor de uno de mis amigos de
bicicross, su nombre era Keith. Me habia apodado Solomon Grundy. Me
juntaba con el porque siempre tenia alrededor las chicas mas lindas del
Fairfax High School. Durante mis trece y catorce años, cuando todavía
practicaba bicicross, él era muy popular; siempre parecia estar un paso
más adelante que el resto de nosotros; en busca de otro tipo de cosas,
más adultas, sofisticadas. Nunca supe por qué Keith me llamaba
Solomon Grundy.
De todas maneras, el gusto musical de Kevin era bastante cuestionable.
Le gustaba la musica Disco; interes que yo no compartía aunque ahora
me doy cuenta que elegia esa musica porque le daba la oportunidad
de mantenerse delgado y atractivo- lo respeto más ahora. Debo decir
que su método funcionaba: se relacionaba con chicas muy lindas, muy
lanzadas, para nada tímidas; lo que me parecia fascinante, pero no
esperaba formar parte de ese grupo.
Kevin me hizo escuchar The Cars en una de sus fiestas. Cambie de
opinión al promediar la primera cancion, y al finalizar la segunda ya me
habia convertido en fan de Elliot Easton.
Elliot Easton era el alma de The Cars, y su primer disco me cautivo.
En mi opinión, The Cars fue uno de los pocos grupos que causaron
sensación cuando surgio el estilo New Wave.
Justo antes de irme de la fiesta esa noche, escuche algo que realmente
capto mi atención. Alguien habia puesto el disco “Rocks” de Aerosmith;
sólo llegué a escuchar dos canciones pero fue suficiente: sonaban
como gatos callejeros desagradables; nunca habia escuchado algo
así. Si la guitarra era mi voz interna, ese era el disco que estaba
esperando escuchar. Memorice la tapa del album porque ya conocia
el grupo. Me acuerdo de haber escuchado “Walk this way” en la radio
cuatro años antes, en 1975. En ese momento era su único hit. Una o dos
semanas más tarde, volvi a tildarme con “Rocks”... pero en el momento
menos oportuno.
Debo presentar la siguiente anécdota diciendo que las relaciones
nunca son fáciles, especialmente cuando las dos personas son jóvenes,
divertidas, inexpertas, y cuyo comportamiento esta totalmente
controlado por las hormonas.
Melissa y yo nos queriamos mucho, pero asi y todo nuestra relación tuvo
muchas idas y vueltas. El motivo de nuestras peleas era que yo
dedicaba mucho tiempo a tocar la guitarra y estaba poco tiempo con
ella. Una de las veces que estuvimos separados, posé mis ojos en una
chica a la que llamaremos Laurie. Ella era significativamente mayor y
obviamente no formaba parte de mi círculo de amigos. Laurie tenía
unos senos increíbles, cabello largo de color castaño claro y usaba tops
muy escotados, gastados -de tanto uso-; eran tan transparentes y
holgados que era muy facil ver su pecho a traves de ellos.
Tal como yo, Laurie era recientemente soltera: se habia peleado con
Ricky, su novio surfer. Estaba empecinado en salir con ella; no me
importaba que fuera cuatro años mayor y que no me diera ni la hora,
yo sabia que lograría mi cometido. Le hablé, le dije piropos y finalmente
entablamos un dialogo; bajó la guardia y accedió a conocerme.
Minutos despues parecia haber olvidado que unas semanas antes, yo
era sólo un nenito que ella ignoraba totalmente. Finalmente me invito a
la casa una noche que su madre estaba de viaje.
Deje mi bicicleta en el jardin y la acompañe a su habitación, que
estaba en la planta superior.
Su habitación distaba mucho de lo que yo llamaba “agradable” y
“prolijo” en esa epoca: tenía pañuelos sobre las luces, estaba repleto
de posters de rock, un monton de discos y tenía un stereo alli; su propio
stereo. Nos drogamos e intenté ser agradable asi que miré entre sus
discos buscando algo para impresionarla. Reconocí “Rocks”, el disco
que habia descubierto en la fiesta de Kevin unas semanas atrás. Lo
tome y lo puse en el stereo, ignorando el hecho que habia estado
sonando en mi subconsciente desde aquel momento, cuando escuche
las primeras dos canciones.
“Back in the Saddle” inundo la habitación y yo me paralicé; me arrodillé
cerca de los parlantes y escuché el disco una y otra vez. Ignoré
completamente a Laurie. Me olvide de ella y de todo lo que habia
planeado hacer esa tarde. Despues de un par de horas, me toco
suavemente el hombro.
“Hey”, me dijo
“Hey”, le contesté. ¿Qué pasa?
“Creo que deberias irte a casa”
“Bueno...O.K”
“Rocks” es tan poderoso para mí como era en ese entonces: las letras
gritadas en vez de cantadas, las guitarras bien heavy, el ritmo
acelerado. Es rock and roll. Es blues. Es así como debe interpretarse la
musica.
La banda tenía un aire crudo, descarnado en sus comienzos que
estaba perfectamente a tono con mi crecimiento personal en esa
epoca. El disco sonaba de la misma forma en la que yo me sentia.
Luego de desperdiciar mi oportunidad con Laurie, me dediqué a
aprender a tocar “Back in the Saddle”: robe un casete y un cancionero
de Aerosmith. Escuche la cancion hasta que me supe los riffs. Aprendí
algo muy valioso en el proceso: los cancioneros y los libros de musica no
pueden enseñarte cómo tocar. Sabía leer musica, pude darme cuenta
que las notas del cancionero no eran las mismas que las que
escuchaba en el disco. Y tenia sentido: estuve horas intentando y aun
no podia tocar correctamente. Asi que deje de lado el libro y aprendí la
cancion „de oido‟. Desde entonces, todas las canciones que quise
tocar las aprendí de esa manera.
En el proceso de aprendizaje de cada uno de los licks de “Back in the
Saddle” noté cuán particulares eran las interpretaciones de Joe (Perry)
y Brad (Whitford), y que nadie mas podria tocar como ellos. La imitación
puede ser de gran ayuda para que los artistas encuentren su propio
estilo pero nunca debe convertirse en tu estilo: nadie deberia emular a
sus idolos al punto de copiarlo „nota por nota‟. La guitarra es una forma
de expresión demasiado personal como para utilizarla para imitar a otra
persona; deberia ser lo que es: la extensión especial, particular y original
del guitarrista.
Diria que mi aventura más grande fue el dia que me fui de mi casa en
mi Big Wheel cuando tenia 6 años. En ese momento viviamos en la cima
de Lookout Mountain Road. Fui de allí a Laurel Canyon y despues de
Laurel Canyon hasta Sunset Boulevard, que en total eran mas o menos 2
millas. No me habia perdido, tenía un plan: me queria mudar a una
juguetería y quedarme a vivir ahí por el resto de mi vida. Creo que
siempre estuve decidido. Por supuesto, hubo muchas veces que me
quise ir de mi casa siendo muy chico pero no guardo remordimientos
por cómo fui criado. Si hubiese sido diferente, si hubiese nacido un
minuto despues o en el lugar equivocado en el momento justo o
viceversa, la vida que he vivido y que amo no existiria. Y esa es una
situación que no quiero considerar de ninguna manera.
CAPITULO 4:
EDUCACION SUPERIOR
Los halls de entrada de los institutos son siempre lo mismo, sólo están
pintados de colores diferentes. He pasado por muchos centros de
rehabilitación, algunos más exclusivos que otros, pero la sobriedad de sus
paredes fue siempre identica. Absolutamente todas eran mayormente
blancas y plastificadas con slogans optimistas como “Es un viaje, no un
destino”, o “Un día a la vez”. Esta última me parece un poco ironica
considerando la historia de Mackenzie Phillips.
Las habitaciones parecian decorados de teatro pensados para inspirar
esperanza en todo tipo de gente, porque como todos los que han estado
allí saben, los centros de rehabilitacion son lugares donde encontras una
gran diversidad de personalidades, incluso más que en los jurados
publicos. Nunca aprendi demasiado de los “grupos”; tampoco hice
amigos durante mi estadia y no saqué ventaja de las multiples
oportunidades de hacer nuevas conexiones para conseguir drogas.
Luego de haber pasado días enteros en cama, atado, sin poder comer,
hablar o pensar, no estaba preparado ni siquiera para hablar de tonterías.
Para mi, tener que ir a las charlas y participar de las actividades del centro
de rehabilitacion era una situacion forzada – como el secundario y tal
como me sucedió en la escuela, nunca encajé. No aprendí nada de lo
que me intentaron enseñar, pero aprendí algo de cada uno de ellos, tanto
del colegio como de los centros de rehabilitación: Cuando me retiraba, al
cruzar el hall hacia la salida, estaba seguro que me iba sabiendo
exactamente quién era yo.
Entré al Fairfax High en 1979. Era una escuela pública modelo: pisos de
linóleo, filas de lockers, un patio, y un monton de recovecos donde muchos
chicos habrán ido durante muchos años a fumar o a drogarse.
Estaba pintado en tonos neutros, el color gris claro caracteristico de todas
las instituciones públicas.
Tenia un buen lugar para ir a drogarse cerca del campo de futbol,
tambien habia otro edificio al lado el complejo, pero que formaba parte
de éste. Se llamaba Walt Whitman. Allí asistian los chicos que estaban
realmente arruinados, sólo porque tenían que hacerlo. Ese parecia ser el
limite. Aunque era mucho más interesante, incluso a la distancia, que el
colegio normal, traté de estar lo más lejos posible de ahí.
A mi mejor amigo, Steven Adler, lo habian mandado de vuelta a Valley
para cursar la secundaria allí. En mi mente, Valley quedaba tan lejos de
donde yo estaba como lo está España de aquí. Lo visité un par de veces y
siempre fue decepcionante: era un lugar aburrido, sin gracia; el clima era
más caluroso y más seco que el del lugar donde yo vivía. Era exactamente
como los vecindarios de las sitcoms: con su césped bien cortado e idéntico
estilo de vida. Aun a muy temprana edad, siempre supe que algo no
estaba bien ahí; debajo de toda esa „normalidad‟ podía presentir que esa
gente estaba mas jodida que cualquier otra de Hollywood.
Me sentí mal por Steven, pero cuando se fue, me encerré en mi mundo
con la guitarra.
Iba al colegio todos los dias, pero en realidad sólo tomaba las primeras tres
clases y despues pasaba el resto del dia sentado en las gradas tocando la
guitarra.
Habia solo una clase que me interesaba, por consiguiente, es la única que
tenia aprobada. Era un curso de teoria de la musica que tome durante el
primer año con el profesor Hummel. Las clases reducían los elementos de la
composición musical a la base, definiendolos en términos matemáticos.
Aprendi a escribir las figuras, los acordes y su estructura, a traves de
entender la logica que guardan entre ellos. Nunca tocamos ningun
instrumento: el profesor solia usar un piano como herramienta para ilustrar
la teoria pero nada más, eso era todo. Mientras que con la matemática
me llevaba bastante mal, en esto era realmente bueno, asi que nunca
faltaba a las clases. Pero cuando iba, sentia que lo que aprendia ya lo
sabía. Nunca aplique nada de eso a la guitarra, por lo menos no
conscientemente, pero no puedo evitar pensar que los conocimientos que
adquirí se filtraron en mi cabeza y mejoraron mi interpretación de alguna
manera.
Habia muchos personajes en esta clase: entre otros estaba Sam, el virtuoso
pianista, un chico judío de cabello enrulado y que siempre lo llevaba
atado y Randy que tenia pelo largo, era chino y metalero.
Randy siempre usaba un saco de satén al estilo Aerosmith y era de la idea
de que Keith Richards y Pete Townshend eran horribles y que Eddie Van
Halen era Dios.
Nos hicimos amigos y disfrutabamos de los debates diarios tanto como de
las clases porque eramos un grupo de „casi musicos‟ discutiendo nada más
que de música.
Mientras tanto, en las otras clases no me iba bien. Un maestro una vez me
eligió para dar un ejemplo cuando me quede dormido en el pupitre. En
ese entonces, trabajaba en un cine por las tardes, asi que pude haber
estado cansado, pero simplemente estaba aburrido porque la clase era
de ciencias sociales. Según mi entender, el maestro paró la clase para
discutir el concepto de „estereotipo‟ con el resto de los alumnos. Él destaco
mi cabello largo y el hecho de que yo estaba dormido y, para ilustrar el
significado de la palabra „estereotipo‟, concluyo con que yo era un
roquero que probablemente no tenia otra aspiracion en la vida que tocar
musica ruidosa. Luego me despertó y me hizo algunas preguntas.
“Deduzco que usted probablemente es músico, no?” me preguntó. “Qué
toca?”
“Toco la guitarra”, le dije
“Qué tipo de musica toca?”
“Rock and roll, creo.”
“Es ruidosa?”
“Sí, es bastante ruidosa.”
“Se dan cuenta alumnos?, este joven es un ejemplo perfecto de
„estereotipo‟”
Siempre me despierto de mal humor, asi que eso era más de lo que estaba
dispuesto a soportar: me paré, caminé hacia el frente de la clase, le pegué
un empujón a su escritorio y me fui. Ese incidente, sumado a un problema
previo con unos porros supuso el fin de mi carrera en el Fairfax High.
No lucia igual a los otros chicos de mi colegio y tenia otros intereses. Es casi
seguro que ambas eran las causas de mi aislamiento. Usé jeans, remeras y
zapatillas de lona (de la marca Vans o Converse –Chuck Tailors-) desde
que pude decidir cómo vestirme. En la secundaria, mi interes se centraba
en la musica y en tocar la guitarra; nunca acaté la moda que
predominaba entre mis compañeros, asi que yo era un anticuado. Era
paradójico en mí, estaba aislado pero no me interesaba, nunca pedí estar
integrado. De todas maneras, estaba acostumbrado a no encajar en el
grupo y a no estar cómodo con el entorno: habia cambiado tantas veces
de colegio que era el eterno “chico nuevo” y probablemente para mis
compañeros, el “„extraño‟ chico nuevo”.
Tampoco ayudaba mucho el hecho de que yo no era ni de clase alta, ni
media ni baja; ni blanco, ni negro.
A medida que vine más grande y seguí cambiando de casas, me dí
cuenta y entendí porqué mi madre ponderaba tanto la forma en la que
era registrado en el colegio, chequeando una casilla o la otra: si era
catalogado como negro en algunos distritos podría ser trasladado a una
escuela lejana, de nivel académico inferior; cuando de otra manera
podría acceder a un „mejor‟ colegio, cerca de mi casa, si era inscripto
como caucásico.
En la secundaria nunca me „encasillaron‟ por la raza y estuve consciente
de mi raza sólo cuando ésta se volvía un problema para los otros. He
pasado por situaciones, en aquel entonces y desde siempre -creo- en las
que gente sin prejuicios y de mente abierta ajustaba su comportamiento
porque no estaban seguros si yo era blanco o negro. Como músico
siempre me causó gracia el ser inglés y negro; particularmente porque hay
muchos músicos americanos que aspiran ser ingleses mientras que muchos
músicos ingleses, especialmente en los ‟60, la han pasado muy mal por el
hecho de ser negros. Ese era otro aspecto más en el que no era igual al
resto, pero puedo contar con los dedos de una mano las confrontaciones
que tuve por motivos de raza; ocurrieron cuando me metí en el ambiente
„metal‟ de los ‟80; que era un universo de blancos. Una vez en Rainbow,
me metí en una pelea con Chris Holmes de “W.A.S.P”. Duff escuchó a Chris
diciendo que „los negros no deberían tocar la guitarra‟, no me lo dijo
mirándome a los ojos pero obviamente lo decía por mí. Lo que recuerdo es
que Duff me lo contó más tarde y la proxima vez que vi a Chris fui a
enfrentarlo y se fue corriendo. Mas alla de haberme insultado, es una de
las cosas más ridiculas y mentirosas que una persona (músico o no) puede
haber dicho.
Mirando un poco para atrás, me gustaria saber cómo cada uno de ellos
fue a parar allí, al „de otra manera lujoso‟ Beverly Hills High School; no
„menos lujoso‟. Estabamos aislados todos juntos en beneficio de nuestra
propia educación „progresiva‟ en un aula con un solo baño para chicas y
chicos que tambien hacia de sala de espera y recreo. Alli fue donde
descubrí por qué las tres chicas roqueras de Sunset Strip lucían de esa
manera: eran del fan club no oficial de Mötley Crüe. Tambien hacian
relaciones públicas: Me hicieron conocer la banda la primera vez que me
junté con ellas en un recreo mientras me fumaba un cigarrillo…
Conocía a Nikki Sixx, el bajista y creador de Mötley Crüe desde su primera
banda “London”, porque Steven y yo, habiamos visto su show en Starwood
una noche que entramos sin que nadie se diera cuenta. “Londo”n tenía
una gran presencia escénica, combinada con un buen dinero gastado en
pirotecnia y la vestimenta; era una banda que tenia lo necesario para
volarle la cabeza a cualquier adolescente.
No sabia que Nikki habia conocido a Tommy y que luego ellos dos
buscaron a los otros miembros de la banda; tampoco sabía que
encabezaban un movimiento que desplazaría al punk de Los Angeles de la
noche a la mañana. Mötley no se parecia a Quiet Riot, Y&T, o a cualquier
otra banda de Sunset Strip: todas estaban en la cima pero no era como
ninguna otra.
Estaban tan interesadas en la banda que no creo que hubiera alguien
(excepto yo) que las confundiera con algo más que con fan de Mötley
Crüe.
Hay momentos en la vida que sólo el tiempo puede enmarcar: a lo sumo
sabés que la foto es especial cuando la sacas, pero la mayoria de las
veces sólo la distancia y la perspectiva te da la razón. Pase un momento
así justo antes de abandonar totalmente la escuela: fue el dia que Nikki Sixx
y Tommy Lee en el estacionamiento de mi colegio. Seis años despues
estaría inhalando cocaína en su jet privado pero verlos perder el tiempo a
mi colegio es algo más memorable para mí. Estaban vestidos con
pantalones elastizados y botas con taco, con el cabello batido,
maquillados; fumando un cigarrillo, charlando con las chicas de mi
colegio. Fue casi surrealista. Observé a mis nuevas amigas –las tres chicas
que lucian como ellos- mirar fijo a Tommy y Nikki como si fueran rosquillas
glaceadas, mientras que ellos, indiferentes, les repartían gráficas para
colgar por las calles y folletos para repartir en Sunset Strip, anunciando el
próximo show de la banda.
Me quedé asombrado: estas chicas no sólo les gustaba tanto la banda
como para elegir vestirse como ellos sino que tambien estaban dispuestas
a ser sus promotoras voluntarias. Nikki les habia dado copias de su nuevo
EP “Too Fast for Love” y su trabajo era convertir a todos sus amigos en fans
de Motlëy Crüe. Fue como ver a Drácula liberar a sus discipulos en Beverly
Hills para ir a chuparles la sangre a las mujeres.
Me impresionó y sentí mucha envidia: yo nunca podría estar en una banda
que luciera o sonara como Mötley Crüe, pero quería lo que ellos tenían.
Queria tocar la guitarra en una banda que inspirara tal grado de devocion
y entusiasmo y alboroto. Fui a ver Mötley Crüe ese fin de semana en The
Whisky… musicalmente, estuvo bien pero el show en sí fue altamente
efectivo. Fue memorable por su producción: Vince prendió fuego las botas
de Nikki y ahí arrancó la pirotecnia. Tommy toco como si quisiera a romper
la bateria en dos, mientras Mick Mars arrastraba los pies como los muertos
vivos. Aunque lo que más me impacto fue el público: eran incansables;
cantaban cada cancion y vivaban a la banda como si fuera un gran show
en el L.A. Forum.
Era obvio, por lo menos para mi, que muy pronto Mötley Crüe estaria
tocando allí.
Entonces pensé: Si ellos pueden hacerlo a su manera, por qué yo no
puedo?
CAPITULO 5
DISPUESTO A TRIUNFAR
Cuando hayas vivido un poco te daras cuenta que lo que le hayas dado al
mundo, el mundo te lo devuelve, de una manera u otra. Eso puede
suceder hoy, mañana o en años pero sucede; en general, cuando uno
menos lo espera, de una forma muy diferente a la original. Esos hechos
fortuitos, esos momentos casuales que te cambian la vida parecen obra
del azar en ese momento, pero yo no creo que lo sean. Por lo menos eso
es lo que deduje a lo largo de mi vida. Y sé que no soy el único…
Ansiaba tanto estar en una banda que urgaba una y otra vez en los avisos
de “The Recycler”, un diario de libre distribucion para músicos de L.A, todas
las semanas, buscando una propuesta que me atrajera. Muchas veces la
busqueda fue en vano; solo pedian guitarristas que dominen el „shred‟.
Hasta que vi uno que me intereso: era de un cantante y un guitarrista que
solicitaban otro guitarrista del estilo Aerosmith y Hanoi Rocks. Y lo más
importante; el aviso decia expresamente “sin barba, sin bigotes”.
Llame al numero de telefono que figuraba en el anuncio y fijamos una
reunion en la pension que alquilaban en Laurel Canyon. Mi novia y yo
fuimos para alla; cuando llegamos alli reconoci a Izzy inmediatamente
como aquel chico que habia ido a la tienda de musica con mi dibujo de
Aerosmith en su mano; luego me di cuenta que el cantante que estaba a
su lado debia ser el que escuche aquella vez en el demo; que tenia un
registro muy alto. Pensé „Ok! Esto puede llegar a estar bueno‟.
La pension era una casucha tan pequeña que parecia un ropero; solo
tenia espacio para una cama y una TV (la unica fuente de luz que tenia el
lugar) y un pequeño espacio para sentarte –en el piso-.
Izzy y yo nos pusimos a charlar un rato pero Axl nunca dejo el telefono,
aunque asintio con la cabeza cuando entramos a la sala. En ese momento
pense que era un maleducado, pero ahora que lo conozco sé que no es
así. Cuando Axl entabla una conversacion, despues no hay forma de
callarlo.
En Guns soliamos apodarlo Twain Wreck: cuando empezaba a contar una
historia, se ponia tan denso como Mark Twain.
Sin embargo, la reunion fue bastante tranquila: no se si decidieron que no
necesitaban una segunda guitarra o simplemente no les agradé yo. De
cualquier modo, nuestro primer encuentro fue irrelevante.
Esas eran las unicas dos bandas destacables despues de Motley Crue. LA
Guns y Hollywood Rose. Ambas bandas eran una especie de puerta
giratoria, sin una formacion estable ya que compartian los musicos a un
punto casi incestuoso.
El „fundador‟ de LA Guns fue Tracii Guns. Él y yo fuimos compañeros en el
Fairfax High. LA Guns era una version mas dura y pesada de la precaria
banda de la cual Tracii formaba parte siendo adolescente, y que tocaba
en fiestitas de mala muerte.
Hollywood Rose tenia ese „algo‟ mas. Me encontre con Steven justo
despues de una presentacion de la banda; y definió al agudo cantante
como un tipo que podia derribar los techos, ahi me di cuenta que, por
primera vez, Steven no estaba exagerando. En ese momento no lo
relacione con el tipo del demo quizá porque la cinta y la grabacion eran
de muy mala calidad.
Steve y yo fuimos a ver el show de Hollywood Rose en Gazzarri‟s, y por
primera vez contemple al mejor cantante que habia en Hollywood en ese
entonces: W. Axl Rose.
Similar al demo, el show no era mas que un grupo de principiantes
poniendo lo mejor de sí; lo que se llamaria una „banda de garage‟, pero
tenian una cosa muy energica y desenfrenada, muy loca; un gran sentido
del caos. O por lo menos dos de ellos tenian ese „no se qué‟: Izzy y Axl; los
demas integrantes eran bastante insulsos y aburridos; pasaban
desapercibidos, pero esos dos amigos de Lafayette, Indiana tenian un aire
siniestro y diabolico: Izzy siempre estaba de rodillas, no hacia mas que
arrastrarse por el escenario y Axl gritaba tanto que su corazon era capaz
de salirse por su boca. El show fue abrasador, devastador, maravilloso. La
voz de Axl me impacto al instante. Era tan versatil; y detrás de esos agudos
imposibles se escondia una esencia blusera fascinante.
Como te dije, Hollywood Rose (y tambien LA Guns) era una „puerta
giratoria‟. Sus integrantes se conocian todos y estaban siempre yendo y
viniendo. El bajista Steve Darrow trabajo con Izzy repartiendo el diario LA
Weekly todas las tardes, de manera que eran amigos, pero a Axl nunca le
cayó del todo bien el guitarrista Chris Weber. No se por qué. El hecho es
que aparentemente Axl lo habia hechado de la banda sin decirle nada a
sus compañeros y Steve se entero que estarian audicionando guitarristas al
dia siguiente.
Todavia hoy me suena tan confuso e incoherente como en aquel
entonces, pero Steven me convenció de ir al lugar donde ensayaban; era
una casucha ubicada en Selma y Highland; a la que llamaban La Fortaleza
pero este lugar era el símbolo del harapiento estilo punk hollywoodense
porque sólo ellos podrian haberlo dejado en un estado tan desastroso.
Los rockeros no descartamos ni rompemos las cosas salvo que hayan
cumplido su funcion y esten viejas, pero los punks arruinan todo sin criterio
alguno.
No puedo decir de qué color era originalmente la alfombra de „La
Fortaleza‟ pero en ese momento era una mezcla de amarillo y marrón;
cubria el piso y las paredes, ya que tambien la habian usado para islar el
sonido. El lugar era realmente desagradable, un juntadero de piojos.
Empece a ensayar con ellos y todo funcionaba bien, hasta que Izzy
decidió irse del lugar durante la segunda cancion -ahora sé que esa
actitud es un mecanismo de defensa. Cuando él cree que algo no anda
del todo bien, no arma ninguna escena, simplemente se va, sin rever la
situacion.
Aparentemente Izzy no sabia qué hacía yo ahí y estaba justificadamente
disgustado con Axl por haber despedido a Chris Weber sin consutarle ni
informarle absolutamente nada.
Al final, despues nos hicimos amigos y hablamos del hecho.
Izzy siempre fue un tipo tranquilo, siempre mantuvo la calma; nunca se
alteraba pero siempre estaba atento a todo, nada se le pasaba por alto,
nunca bajaba la guardia. Pero cuando le pregunte acerca de aquella
situacion, me lanzo una mirada seria, casi temeraria; y no tuve dudas que
su actitud era sincera.
“Es muy simple”, me respondio. “No me gusta que me digan lo que tengo
que hacer. No me gusta que me impongan las cosas; bajo ningun
concepto”
De todos modos, Izzy se fue. Yo habia tenido que presenciar esta escena
sin tener absolutamente nada que ver y sin tener la menor idea de lo que
estaba sucediendo. Fue un momento bastante incomodo pero despues de
un rato comenzamos a tocar de nuevo.
No sabia que yo estaba en el medio de la situacion; que todo lo que habia
pasado era consecuencia directa de mi presencia allí.
Resulta que Tracii Guns habia peleado mucho por ese show, se habia
esforzado mucho para llegar hasta ahí; él habia contratado a Izzy y Axl
para estar en la banda. Me imagino cómo se habra sentido al saber que
ellos lo habian reemplazado por mí.
Yo no sabia nada de eso; y si lo hubiera sabido tampoco me hubiera
hecho cargo en absoluto.
Finalmente, despues de tanto insistir, estaba en una banda que tenia un
gran cantante. O por lo menos, una banda que tenía cantante.
Axl empezo a tirar ideas de cómo armar la banda y pensó que Izzy y yo
hariamos un buen dueto -la verdad es que nunca discutimos ese tema, Axl
decidio todo- pero he aquí otro problema: yo estaba con ellos pero Izzy se
habia ido. A mi entender, Hollywood Rose estaba formado por Axl, Steve
Darrow, Steven Adler y yo.
Tocamos un par de veces en Madame Wong‟s East and West, y
ensayabamos en un estudio llamado Shamrock en Santa Monica
Boulevard, entre Western y Gower. Ese lugar era increible; nada prodría
suceder allí, considerando que estaba muy lejos de Hollywood, no podria
pasar nada sin llamar la atencion de las autoridades. Habia tres estudios en
el complejo y los dueños armaban fiestas loquísimas todos los fines de
semana. Eran fiestas al limite.
Axl y yo nos hicimos muy amigos durante este periodo porque por un
tiempo, él vivió en mi casa con mi familia; no porque fueramos almas
gemelas sino porque en aquel momento Axl no tenia lugar donde estar,
entonces se quedaba donde podía. Mientras vivio con nosotros, yo me iba
a trabajar y él se quedaba durmiendo en la habitacion del sótano,
rodeado de mis serpientes y mis gatos; cuando llegaba a casa, lo
despertaba y los dos nos ibamos a ensayar.
De todos modos, aprendi mucho de Axl, en esos dias. Hablabamos mucho
de música y de las cosas que nos parecían buenas, escuchabamos una
cancion y luego la analizábamos, y estaba clarisimo que, en teminos
musicales, teníamos mucho en comun, éramos muy parecidos. Teniamos
mutuo respeto por las influencias de cada uno.
Tambien le interesaba hablar de la vida. De la suya, y de la vida en un
sentido más amplio. Yo no tenia mucho que decir, pero siempre supe
escuchar. Asi que me contaba de su familia y los malos momentos por los
que habia tenido que pasar en Indiana. No lo podia creer; simplemente su
historia de vida iba mucho mas alla de lo que yo era capaz de
comprender.
Axl me impacto en aquel entonces -como sigue haciendolo hoy-, en este
sentido: no le importa lo que la gente pueda decir o pensar, él es
brutalmente honesto. Su version de los hechos puede parecer un tanto
„particular‟ –por llamarlo de alguna manera- pero la verdad es que él dice
lo que piensa y relamente cree con todo su corazon en aquello que dice.
No creo haber conocido otra persona tan sincera.
No me escandalicé cuando Axl me contaba que la vida con su familia no
fue un cuento de hadas. Como dije, mi habitacion estaba en un sótano,
dos pisos abajo del garage de casa y cuando yo no estaba, Axl pasaba
allí la mayor parte del día. Pero una vez, luego de haberme ido a trabajar
a la mañana, aparentemente subio a mi casa y se tiro en el sillon del living.
Para otras familias, esto no debia ser gran cosa, pero para mi familia sí lo
era. Mi abuela era nuestra „directora‟, ella tomaba las decisiones; y ese
sofá era su trono, alli se sentaba todas las tardes a mirar la tele. Cuando
llegó, puntualmente para disfrutar de sus programas favoritos, y encontró a
Axl cómodamente recostado sobre su sillon, Ola madre trato de
despertarlo muy amablemente. Con un tono de voz dulce y suave le pidio
si por favor podria levantarse del sofa y volver a mi habitacion donde
podria seguir durmiendo todo el tiempo que quisiera. De cualquier manera,
esto no termino bien: por lo que yo sé, Axl la mando al carajo y se fue para
el sotano –al menos eso es lo que mi mamá me dijo.
Mi madre es una persona de trato facil, para nada complicada; pero ese
día me llamó aparte y me aclaró que si Axl queria seguir viviendo allí, debia
disculparse con la abuela y prometer que nunca más se comportaria de
esa manera; y que era mi deber hablar con Axl y convencerlo de ello –
cosa que en primer momento me parecio bastante facil-.
Ola solia prestarnos su auto, un Datsun 510. Esa tarde, trate de hablar con
él al respecto, camino a la fortaleza. Le dije –de la mejor manera posible-
que “quiza deberia pedirle disculpas a mi abuela por mandarla al carajo”.
No conocía mucho a Axl, pero sabia que era una persona muy sensible y
retraida que solia tener ese tipo de arranques; asi que elegí con cuidado
mis palabras y expuse el problema objetivamente, sin juzgar a nadie.
Mientras le hablaba, Axl miraba fijamente por la ventana y despues
comenzo a hamacarse en el asiento del copiloto. Ibamos por Santa
Monica Boulevard a 70 km/h cuando de repente abrió la puerta y saltó del
auto sin pronunciar palabra. Tropezó, pego un salto y llego a la vereda sin
caerse; recobro el equilibrio y se fue caminando sin mirar atrás.
Quedé shockeado. Doble en U –para retomar en sentido contrario- y
recorri los alrededores por una hora aproximadamente pero no pude
encontrarlo. No fue a casa esa noche y falto a los ensayos durante 4 dias.
Al quinto dia, aparecio en el estudio como si nada hubiera pasado: habia
encontrado otro lugar para estar y nunca mas hablo del tema.
A este punto, estaba claro que Axl era un ser „especial‟, con rasgos de
personalidad muy diferentes a los del resto de las personas que conocía.
No eramos esa clase de gente que aceptan un „no‟ por respuesta, pero a
nosotros sí nos gustaba dar un „no‟ por respuesta. Como personas, eramos
pibes con calle, independientes, que nos gustaba hacer las cosas a su
manera: antes de ceder, preferiamos estar muertos. Cuando formamos la
banda, esa cualidad se multiplico por cinco ya que respaldabamos y
defendiamos al otro, tan ferozmente como lo haciamos individualmente.
Las tres acepciones de la palabra “pandilla” eran totalmente aplicables a
nosotros: 1) eramos un grupo de personas que tenian un comportamiento
criminal; 2) eramos un grupo de personas con gustos similares e intereses
mutuos que se asociaban para trabajar juntos; y 3) eramos un grupo de
personas que se reunian con el fin de cometer delitos o tener otras
conductas antisociales.
Tambien teniamos el sentido de lealtad -un tanto mafioso-, propio de las
pandillas: solo confiabamos en el mayor de nosotros y todos protegiamos
al grupo.
Fuimos exitosos por nuestros propios medios, por nuestra garra, por nuestra
fuerza de voluntad, pero el camino tampoco se nos hizo facil.
Nuestra banda era diferente a las otras; no aceptabamos criticas de nadie
–ni de los pares, ni de los charlatanes que se ofrecian a representarnos
para llenarse de oro a costilla nuestra, ni de los „caza-talentos‟ que venian
en nombre de tal o cual discografica y se peleaban para contratarnos-. No
hicimos nada para ganar espacio y rechazamos el „éxito rapido‟.
Esperamos a que nuestra popularidad hablara por sí sola, y que las
discograficas se percataran de ello. Y cuando lo hicieron; nosotros se la
hicimos pagar.
Hay una imagen que tengo de nuestros dias en Seattle; una imagen que lo
resume todo: una TV dada vuelta. Recuerdo estar recostado con la mitad
de mi cuerpo en la cama, y mi cabeza colgando hacia atras al final del
sofa al punto de tocar el piso con la parte superior de ella. A ambos lados,
habia dos personas que no conocia, en la misma posicion y yo estaba tan
drogado que pense que habia descubierto la mejor postura en la que mi
cuerpo podia estar. La sangre fluia de prisa en mi cerebro mientras estaba
colgado mirando “The Abominable Dr. Phibes”, la pelicula protagonizada
por Vincent Price; siendo eso lo único que queria hacer.
Despues de un par de dias de fiesta en la casa de Donner, nos subimos
nuevamente al auto con una amiga suya, a quien llamaremos Jane. Debía
estar loca o simplemente le caimos lo suficientemente bien como para
llevarnos de vuelta a Los Angeles. Todavia no estoy seguro cual de las dos
fue la razon por la cual lo hizo.
Llegamos a Sacramento, que esta a 1200 km., donde hicimos nuestra
primera parada. En este punto tuvimos que deternernos: Jane no era la
clase de persona que tendría un auto con aire acondicionado y
considerando las altas temperaturas del verano, hubiese sido letal
continuar con el viaje.
Estacionamos y pasamos la tarde vagando por los alrededores del
capitolio estatal y pidiendo dinero para comer. Luego de unas horas,
tomamos lo que habiamos juntado, fuimos a Mc Donalds y apenas
pudimos comprar algo de comida para compartir entre nosotros. Despues
de eso, nos recostamos a la sombra de un roble en el parque frente al
capitolio, en busca de un poco de alivio, pero el calor era tan insoportable
que saltamos la valla y buscamos refugio en la pileta de una de las casas.
No nos importaba que estuvieramos metiendonos en una propiedad
privada: si nos arrestaban, era un avance –por lo menos tendriamos
comida y un mejor lugar para estar que el auto de Jane-.
Cuando bajo el sol y el clima refrescó, volvimos al auto y retomamos la
ruta.
No me di cuenta hasta pasados unos años, pero durante esa gira nos
afirmamos como banda más de lo que creimos; nuestro compromiso y
dedicacion fueron puestos a prueba en ese viaje. Nos divertimos, hicimos el
show, lo soportamos todo, sobrevivimos y compartimos un monton de
historias super valiosas en solo dos semanas. O en una?... creo que fue sólo
una semana... bueno, no lo se!
Es logico que el primer show de Guns n Roses haya sido en Seattle porque
mas alla que nosotros viviamos en Los Angeles; como banda teniamos
tanto en comun con las otras bandas de Los Angeles como el clima de
Seattle con el del sur de California.
Nuestras influencias eran Aerosmith –especialmente para mi-, T. Rex, Hanoi
Rocks y New York Dolls. Hasta podria decirse que Axl era una especie de
Michael Monroe.
Volvimos a Los Angeles con la experiencia de haber hecho nuestra primera
presentacion a cuestas.
Estabamos listos para volver a trabajar; habia que enfocarse y poner toda
nuestra energía en los ensayos. Nos juntabamos en esta sala de Silverlake.
Un dia ibamos todos en el Toyota Celica de Duff; desde Silverlake a mi
casa y al pasar por un cruce de calles con la intencion de doblar a la
izquierda fuimos sorprendidos y chocados por otro auto que venia a 100
km/h. Steven se rompio el tobillo porque sus piernas quedaron atascadas
entre los dos asientos delanteros; todos resultaron bastante golpeados,
excepto yo, que no tuve ni un rasguño. Fue un pequeño accidente, muy
desagrable que causo grandes daños; el auto de Duff quedo destruido y
podríamos habernos matado.
Hubiera sido una mala jugada del destino: la banda que muere poco
despues de haberse formado.
En ese tiempo, Izzy y Duff todavia vivian en Orange Avenue, uno enfrente
del otro. Duff y yo compartiamos la misma mentalidad: hasta que la banda
empezara realmente a progresar, no se sentía bien si no tenía un trabajo.
No importaba que el trabajo fuese moralmente sospechoso.
Hacia las ventas telefonicas o las estafas telefonicas, depende del punto
desde donde se lo mire: Duff trabajaba como telemarketer para una de
esas compañías que prometen premios a la gente y luego le piden una
suma de dinero en concepto de „cargos de envio‟. Tuve un trabajo similar
antes de entrar a trabajar en la relojeria: llamaba a gente todo el dia, les
ofrecia un Jacuzzi o vacaciones tropicales y ellos sólo tenian que brindar el
numero de tarjeta de credito para abonar su “entrada” al concurso. Era
una puesta en escena despiadada y desagradable; una farsa. Renuncié el
día anterior a que la empresa fuera allanada por la policia.
Axl y Steven eran capaces de hacer cualquier cosa, menos tener un
trabajo estable, asi que pedian dinero en la calle o le pedian prestado a
sus novias. Aunque recuerdo una vez que Axl y yo trabajamos juntos de
extras; eramos parte del publico en el LA Sports Arena en una pelicula
llamada “Touch and Go”, donde Michael Keaton interpretaba a un
jugador de hockey. No nos importaban los minutos de camara mientras
nos den de comer y nos paguen por no hacer nada: nos presentabamos
en el set a la mañana, conseguiamos el ticket para la comida y luego
buscabamos un lugar discreto detrás de las tribunas para dormir. Nos
despertabamos, almorzábamos con el resto de la gente y nos volviamos a
dormir hasta que se hiciese la hora de ir a buscar nuestro cheque.
Me gustaba ser extra, y hacer este trabajo tan regularmente como fuera
posible; no encontraba nada malo en comer gratis y que te paguen por
dormir toda la tarde. Iba en busca de algo similar cuando me eligieron
para el film “Sid y Nancy”. Sin saberlo, cada uno de nosotros se presentó al
casting en distintos puntos de la ciudad, y sin saberlo, el director selecciono
a los cinco miembros de Guns n Roses individualmente. El primer día de
trabajo, cuando nos encontramos todos allí, decíamos “Hey, que haces
vos aca?”!
Pero no fue divertido; era como trabajar de jurado: estabamos en un lugar
lleno de extras, pero nosotros cinco habiamos sido elegidos para estar en
la escena del concierto, donde Sex Pistols aparece tocando en un
pequeño club nocturno. La toma requeria que nos levantemos temprano
por tres dias consecutivos y obtendriamos nuestra consumision y 100
dolares por dia.
Tal compromiso era demasiado para el resto de mis compañeros. Al final,
yo fui el unico que hizo el esfuerzo y se presento a trabajar.
Que se jodan!, yo la pasé barbaro; por tres días filmaron a estos “Sex
Pistols” tocando en Starwood, un club que yo conocia por dentro y por
fuera.
Iba a la mañana, daba el presente, conseguia mi ticket, y luego me perdía
en las entrañas del lugar para emborracharme con Jim Beam sin que
nadie me molestara. Mientras el resto de los extras participaban de la
escena, yo observaba la filmacion escondido en la platea. Lo mejor de
todo: me pagaron lo acordado.
Nuestro „estudio‟ era bastante salvaje, despojado; era una de las tres
unidades de un edificio en Sunset y Gardner que fueron pensadas para
almacenar cajas o autos, no para albergar personas. La puerta era de
aluminio corrugado como las cortinas de enrollar que uno encuentra en los
garages, el piso era de cemento, y nosotros eramos los unicos
arrendatarios que elegimos convertir esta habitación de 4.5 por 6 mts en
nuestra mansion. El edificio tenia un solo baño a mas de 10 metros de allí
pero la mayoria de las veces, preferí orinar en los arbustos que estaban
cruzando el pasillo de nuestro hall recibidor. Llamabamos al lugar “Sunset
and Gardner Hotel & Villas”.
Este lugar no era una sala de ensayos a la cual queriamos hacer pasar por
departamento porque ni siquiera fue ideado para ser una sala de ensayos
–era apenas un depósito bastante aceptable, casi decente.
Finalmente, Izzy decidio que por lo menos Axl y yo deberiamos tener una
cama apropiada asi que un dia él y Steven encontraron unas en una
barata y armaron provisoriamente una “queen size” sobre el kit de baterias.
Fue tan bien recibida como fueron los inodoros en la Inglaterra del siglo
XVIII. Teniamos tambien otro artefacto que convertia al departamento de
la banda más en un hogar: una parrilla de carbon marca Hibachi que uno
de nosotros compro o robo. Nunca la use; en tanto aprecio la buena
cocina nunca intente hacer nada alli, pero Izzy y Steven pudieron comer
dignamente gracias a esa cosa.
Eramos aplicados como grupo: escribiamos las canciones y ensayabamos
todos los dias, pero al vivir alli Axl y yo, nuestra sala de ensayos pronto se
convirtió en un lugar perfecto donde ir a parar entrada la madrugada:
aislado, apartado del foco de atención de Hollywood y sin reglas de
comportamiento a seguir. En una noche normal, uno de nosotros estaria
teniendo sexo en la sala o en la puerta; otra noche caeriamos dormidos
entre el amplificador y el kit de bateria casi siempre mientras varios amigos
se emborraban y drogaban en el pasillo hasta que saliera el sol. Escribimos
un monton de canciones muy buenas en ese garage, inspirados por este
ambiente: “Nightrain”, “My Michelle” y “Rocket Queen” entre otras.
“Nightrain” surgio de la mezcla de varios momentos muy diferentes.
Recuerdo haber empezado a trabajar en el riff principal junto a Izzy,
sentados el frio y humedo piso de la sala, justo antes de irme de la casa de
Alison. No sabiamos bien para dónde iba la canción y tampoco teniamos
ningun tema en mente pero la onda era muy buena asi que nos
encerramos alli y dejamos que fluya. Tambien recuerdo que no me sentia
bien y al otro dia cai con faringitis. Estuve dos dias haciendo reposo en el
sillon de Alison pero en el interin Izzy le mostro a Duff lo que habiamos
estado componiendo y Duff trabajo sobre ello completando la melodía y
transformando un par de riffs en una verdadera base instrumental.
Ninguno de nosotros tenia en mente la letra para esta pieza, pero la
musica nos entusiasmo y nos quedo rondando en la cabeza hasta que
encontraramos algo apropiado para completar la cancion, lo que resulto
ser la fiesta de nuestra bebida favorita, Night Train.
Una noche estabamos caminando por Palm Avenue, que era una calle
tristemente célebre en nuestro mundo porque alli vivian chicas de mal
aspecto, adictas, allí tambien vivia Lizzy Grey, el guitarrista de London.
Pasabamos mucho tiempo en Palm Avenue en aquellos dias porque
conociamos a mucha gente ahi, asi que cada vez que nos
encontrabamos transitando esa calle sabiamos que era el principio de una
gran historia. Esa noche, estabamos compartiendo una botella de Night
Train, un vino con una graduación alcoholica del 18 por ciento y en ese
momento lo podias comprar por menos de dos dolares la botella. Es el vino
mas barato que podrias comprar y lo bebiamos como locos cuando no
habia nadie más que pudiera pagarnos un trago. Puede no sonar como
una „gran cosa‟ pero definitivamente el „Night Train‟ es un „super viaje‟; si
no lo probas, probablemente no comprendas por qué terminamos
improvisando la letra en honor a este vino mientras deambulabamos por
Palm Avenue.
No recuerdo quién empezó, pero de pronto alguien grito lo que termino
siendo el coro: “I‟m on the Night Train!‟; despues nos sumamos nosotros
mientras que Axl inventaba el resto: „Bottoms up!‟, „Fill my cup!‟, „Love that
Stuff!‟ y „I‟m ready to crash and burn!‟
Se nos ocurrio en uno de esos momentos asombrosos, como en „Paradise
City‟.
„Nightrain‟ fue un himno que surgio casi instantáneamente, ni siquiera
sabiamos cuánto contaba acerca de nosotros en ese entonces, cuánto
hablaba del momento que estabamos viviendo.
Al igual que „Paradise City‟, hay algo inocente en esa cancion: la rima es
casi propia de una cancion infantil, una linda melodía cantada por chicos
en el patio, en un recreo… en este caso, unos chicos un tanto siniestros
cuyo patio es un sordido callejón, despreciable e indecente.
Esa cancion realemente nos encendió. No recuerdo si nos pusimos a
trabajar en ella esa misma noche cuando volvimos a la sala o a la mañana
siguiente pero en el término de un día, la teniamos completa. Axl escribio
la letra, y nosotros pulimos ciertos detalles de la musica y eso fue todo. La
probamos con el publico en un show que teniamos y funciono; realmente
funciono. El ritmo de esa cancion en la parte de la letra, me volvio loco
desde el primer momento. La primera vez que la tocamos empece a saltar,
no pude evitarlo. Cuando tuvimos un escenario mas grande, un tiempo
despues, corria de una punta a la otra, saltaba de los amplificadores. Me
volvió loco cada vez que la tocamos. No se bien porqué, pero ninguna
otra cancion me movilizo como lo hizo Nightrain.
En ese garage, tambien se escribio otro clásico: “My Michelle”. La musica
se originó allí, creo que en unas pocas tardes. Izzy y yo armamos la
estructura basica, y luego como de costumbre Duff le confirió
exactamente lo necesario para que la cancion se desarrollara, para que
evolucionara. De cualquier modo, yo no escribi la letra pero
definitivamente sé de qué se trata. “Michelle” es Michelle Young, una
amiga de mi primera novia, Melissa. Las conoci a ambas en el colegio,
mucho antes que Guns fuera siquiera una idea, y mucho menos una
realidad.
El tema es que a causa de Mark Mansfield y Ron Scheneider, quienes eran
amigos cercanos y tambien eran parte de la escena musical de ese
momento en cierto grado, muchos de mis viejos amigos se involucraron en
el universo Guns n Roses, cuando la banda empezo a funcionar. Por
amigos en comun, volvi a estar en contacto con gente que no veia desde
que habia dejado el colegio y muchos de ellos fueron arrastrados hacia
nuestro mundo, algunos para bien; la mayoria para mal. Michelle fue una
de esas personas; incluso desde chica le faltaban un par de tornillos.
Cuando empezo a frecuentar nuestros circulos, termino saliendo con Axl y
tuvieron un breve romance. Èl escribió la cancion pensando en Michelle,
en situaciones de su vida, su educación, al pie de la letra: su padre metido
en el negocio de la pornografia, su madre adicta a las pastillas y otras
drogas que finalmente termino suicidandose. Michelle y yo eramos amigos
en el colegio y habiamos compartido cigarrillos en el baño mas de una
vez, pero que su historia sirviera de fuente de inspiración para una de las
canciones más duras de Guns n Roses, era otra cosa. Lo hablamos con Axl
un dia, porque imagine que Michelle no estaria contenta con que su vida
privada y familiar se hiciera pública de esta manera.
“Hey, Axl,” le dije mientras ensayabamos la cancion, “no crees que quiza
Michelle puede ofenderse por esto?”
“Por qué se ofenderia?, me dijo “Es la pura verdad”.
“Si, ya se; pero no se si esta bien decir todas esas cosas... No podes
modificarla un poco?”
“No”, me contesto. “Es la verdad. Y si no le gusta, no me importa. Yo la voy
cantar igual”.
Esperé lo peor; aunque no tuviera razon para demandarnos, esperaba que
Michelle viniera a quejarse o a cuestionarnos algo. Lo minimo que
esperaba de ella era que odiara la cancion y que se sintiera mortificada
por haber hecho publicas ciertas cosas. Debo decir que estaba muy, muy
equivocado: desde el momento que tocamos “Mi Michelle” en vivo hasta
que resolvimos incluirla en el album, ella amó esa cancion y destacó que la
volvio „popular‟. En ese momento, fue lo mejor que pudiera haberle
sucedido. Pero como tantos otros amigos que fueron arrastrados hacia es
obscuro circulo de Guns n Roses, Michelle llegó de una manera y salio de
otra muy diferente. Muchos de ellos terminaron presos o en rehabilitacion;
o ambas o incluso terminaron peor, pero estoy feliz de poder decir que ella
fue una de las pocas personas integrantes de ese grupo que pudo darle un
giro a su historia antes de que fuera demasiado tarde. Muchos de ellos al
final se mudaron a Minneapolis; quiza eso tuvo algo que ver con el cambio
en sus vidas.
“Roquet Queen” se origino a partir de un riff que compuse cuando Duff y
yo nos conocimos. Los arreglos eran muy complicados; era la cancion más
complicada del album, sobre todo porque teniamos que integrar ese riff al
estribillo que habia traido Axl, que era más melodico. La canción esta
inspirada en una amiga en comun: Barbie; quien ya a los 18 años tenia una
cierta reputacion: adicta a las drogas y reina de la escena underground
en aquel entonces que al final se convirtió en madama. Axl estaba
encaprichado con ella. Me enteré que ha sobrevivido a esos años y que
ahora ella está muy bien.
CAPITULO 7:
HAMBRIENTOS DE DESCONTROL
El desasosiego es un catalizador versátil y caprichoso; puede llevarte al
éxito o puede llevarte de a poco a la muerte y a veces no esta en vos
elegir entre ambas posibilidades. Esta cualidad de estar siempre en
movimiento es la que me ha hecho tener el apodo de „Slash‟ y es lo que
me mantiene en busca de riesgos, del proximo show, o de nuevos desafios
desde que tengo memoria. No es una perdida de tiempo.
Antes de que firmaramos con Geffen, estaba desempleado y viviendo en
un garage que era tan acogedor como lo es una carcel en Sudamérica.
Ponia toda mi energia en vivir al dia y promocionar a la banda show a
show. Pero al obtener Guns el contrato, no tuve que preocuparme más por
el dinero, por la comida o por buscar refugio. Esa sensación de estabilidad
no me era familiar. No tenia ningun interes en conseguir todos los dotes de
la vida normal; asi que lo que parecia ser una una bendicion terminó
siendo casi una maldición.
El contrato y el adelanto fueron por unos 250.000 y 37.000 dolares,
respectivamente; lo que da 7.500 dolares para cada uno de nosotros.
Cambié esa suma en cheques de viajero de American Express por mi
problemita con la Hacienda Pública, que mantuve en mis bolsillos.
Ahorrar este dinero no era una opción para mí, pero tampoco lo invertí en
una nueva guitarra; me lo gasté todo en heroína. Cada uno de nosotros
aprendió la leccion a su manera, antes de volver a poner nuestras vidas en
orden y empezar a hacer lo que se nos habia pedido.
Esta no seria la última vez que tendriamos que huir de nuestros instintos:
cuando quiera que encontrasemos algo de tranquilidad, la misma
sensación de inquietud, de impaciencia, la misma revolución que impulsó
nuestro éxito, amenazaba con destruirlo todo.
Era obvio para todos que Vicky Hamilton no iba a poder estar a la altura
de las circunstancias cuando nuestro operativo creciera en escala.
Tambien ya era tiempo de formar un equipo de verdad: Joe no era para
nada un tecnico de sonido, y Danny era un amigote con quien compartia
drogas (seguí teniendo esa relacion por años), no un asistente de giras. No
estabamos felices de hacer estos cambios pero sabíamos que era
necesario hacerlos. Era el fin de una etapa; ya no eramos una banda
primitiva, elemental que no tenía nada que perder: ahora eramos una
banda primitiva, elemental con respaldo corporativo.
Tom Zutaut arregló unas reuniones con potenciales managers. Los primeros
de la lista eran Cliff Bernstein y Peter Mensch de Q Prime, que en aquel
entonces trabajaban con Metallica, Deff Leppard, entre otros; y continuan
haciendolo actualmente.
Fui a la oficina de Tom, y ellos se habian retrasado, asi que me heché a
dormir en el sofá de la oficina a la espera de los señores. Quiero que
conste que no estoy seguro si estaba lúcido o no; lo que si recuerdo es que
no fue una buena reunión.
„Guns n Roses no es lo suficientemente musical. No es una banda que
consideremos representar‟, dijo uno de ellos –no recuerdo cuál-
Me incorpore en el sillón; me quede estupefacto por lo que acababa de
escuchar. Eh?!, debo haber murmurado.
Básicamente, escuche el comentario, entre sueños; porque lo dijeron
mientras estaba recostado en el sofá; no dije nada pero mi cara debe
haber reflejado mi sensación de desdén, o por lo menos de confusión y
descreimiento.
„Te sabes los solos de guitarra que interpretas?‟, dijo el otro –nuevamente
no sé cuál de los dos fue-
„Si‟ le respondí por lo bajo.
„A mi entender, eso es „ruido‟, mientras que Metallica suena bastante más
melodico‟
„Está bien‟ dije; „Como tu digas, Jack‟, pensé
Tom puso lo mejor de sí para mediar en esta situación potencialmente
explosiva; estuvo todo el tiempo tratando de calmar los animos, poner
buena onda y ver los aspectos positivos.
„Bueno, en realidad, el demo no representa su música en todo su
esplendor, chicos‟, Tom les dijo. „Quizá deberian escuchar las canciones
nuevamente, cuando estén debidamente producidas‟
Tom sabía tan bien como yo, que la musica estaba perfectamente
representada en el demo- sólo que estos muchachos, no captaban la
idea.
Nos rechazaron y por supuesto, se arrepintieron. Todas las personas que
Tom nos presentó por esos días, nos rechazaron y se arrepintieron; que a fin
de cuentas, era mucha gente.
En ese momento Izzy todavía vivia en su departamento y Duff estaba
viviendo con una chica hungara llamada Katerina (con quien contraeria
matrimonio, más tarde) en un departamento de Hollywood Boulevard;
casualmente al lado de Sly Stone. Creo que podria decirse que ellos tenian
una relacion cercana de vecinos: Sly solia ir a visitar a su vecino, sin previo
aviso a fumar PCP, crack o una mezcla de ambas, solo, en su baño y luego
se retiraba. Eso nos volvia locos.
Aparentemente, lo hizo todo el tiempo pero nosotros no lo veiamos porque
no nos juntabamos en el departamento de Duff –simplemente su novia no
era la clase de chica que podia recibir a un monton de muchachos en el
living. Pero pasaba por ahí con Duff, despues de los ensayos, y en una
oportunidad fui testigo de esta escena.
Golpean la puerta. Duff abre, y era Sly.
„Hola, nene‟le dijo, ya que nunca recordaba el nombre de Duff. „Puedo
usar tu baño? No te molesta, no??
„Si. No, para nada‟ respondio Duff.
Eso fue todo. Despues dijo que Sly podia llegar a estar horas encerrado alli.
Duff tambien conocia a West Arkeen, ya que por un tiempo, tambien vivió
en el mismo sitio. El unico lugar donde sabía que West vivia regularmente
era en su viejo Chevrolet El camino; y creo que en ese momento, lo tenia
estacionado en la puerta del edificio donde vivia Duff. Asi que era un
inquilino más –por decirlo de alguna manera-.
Conocí a West Arkeen a traves de Duff, pero West se volvió mas amigo de
Duff que de la banda, o de Axl, o mio, en un primer momento.
Durante este tiempo, especialmente, yo estaba un poco reacio a conocer
gente nueva e incorporarla a nuestro círculo por toda una serie de
personajes de baja calaña que habian empezado a rondarnos, asi que
mantuve un trato bastante distante con los nuevos amigos de la banda.
Me cuesta mucho confiar en la gente, pero más tarde, West y yo nos
hicimos amigos.
West venia de San Diego, era guitarrista y un gran amante de las fiestas. Se
convirtió casi en un integrante más de Guns n Roses, mas que un amigo de
sus miembros: incluso es co-autor de algunas canciones como “it‟s so easy”
y “Yesterday” (junto a Duff) y “Bad Obsesión” y “The Garden” (junto con
Axl). Duff y West se juntaban a componer y yo me sumaba a veces, pero
con Axl trabaron muy buena relacion y se volvieron muy unidos.
Ademas de escribir para Guns n Roses, West participo en los proyectos
solistas de Duff y de Izzy, y todos nosotros participamos en el suyo:
“Outpatience”, a finales de los ‟90, justo antes de morir de sobredosis.
West bebia alcohol en exceso y llevaba una vida desenfrenada de
manera que encajaba muy bien con nosotros. Era un personaje tan seguro
de sí mismo y contento con su modo de vivir que si no eras amable con él,
de todas maneras él lo seria contigo; probablemente sea por eso que
finalmente se gano mi corazón. Para bien o para mal, West nos inició en el
consumo de lo que en aquel entonces se conocia como „speed‟ y lo que
hoy llaman „metanfetaminas‟ o „crystal meth‟. Esta sustancia era su
especialidad, siempre contaba con grandes cantidades, tenia importantes
contactos en San Diego para conseguirla y absolutamente todo su entorno
la utilizaba.
En determinado momento, West, de alguna forma consiguió dinero para
alquilar una linda casa en Hollywood Hills. Ésta era una de las tres casas del
lugar, al borde del acantilado, escondidas entre los arboles. Alli vivia con
Laurie y Patricia, dos grandes consumidoras de speed que vivian voladas,
con la cabeza en las nubes; si no, hubieran sido muy atractivas.
Laurie, de algun modo, trabajaba en la industria cinematografica y
conducia un bonito jeep Suzuki, mientras que Patricia parecia no trabajar
nunca, pero siempre contaba con dinero. Nunca pude entender como era
que aparentaban tener una vida normal, una casa, dinero en el banco y
todo lo demas; todo esto, mientras consumian speed con total desparpajo.
Pero por segunda vez, debo decir que no sabia mucho acerca del „speed‟
en ese entonces.
Solia hospedarme en esa casa cuando no tenia otro lugar donde ir, y
cuanto mas nos acercabamos a West y a su mundo, hubo algo que nunca
pude descubrir: como era que él, tambien, siempre tenia dinero.
Especialmente cuando las cosas cambiaron y empezamos a volvernos un
poco locos, West se convirtió en la unica persona en nuestro circulo, que
podiamos llamar „amigo‟; el único en el mundo. Era quien aparecia
cuando cualquiera de nosotros necesitaba algo; y por mucho tiempo, él
era –literalmente- la unica persona en la que podiamos confiar.
Tan pronto como pudimos disponer del dinero del adelanto, nos pusimos
de acuerdo para hacer algo práctico: alquilar un departamento. Nos
acercamos a muchas administraciones pero todas nos rechazaron porque
no eramos lo suficientemente solventes o directamente no eramos para
nada solventes. Pero, al final, encontramos un departamento al sudeste de
La Cienaga y Fountain; estaba en una planta baja, tenía dos habitaciones
y dos baños. Despues nos pusimos un tanto domesticos y arrendamos
algunos muebles –dos camas y un juego de comedor. Y para redondear,
agregamos un sofá que encontramos en la calle, detrás del edificio y un
televisor que fue una donacion de la madre de Steven. Cuando nos
mudamos, ella tambien colaboró con algunos alimentos –esa fue la unica
vez que tuvimos algo en la heladera- por una semana, mas o menos,
nuestro refrigerador lució como si alguien estuviera habitando el lugar.
Izzy y Steve compartian una de las habitaciones, Axl y yo compartiamos la
otra. Ese departamento sigue allí; paso con el auto todo el tiempo –tiene
un gran ventanal en el primer piso que da a la intersección de las calles.
Cuando lo alquilamos, Izzy todavía vivia con Dezi –su novia- en Orange
Avenue y Duff con Katrina en Hollywood Boulevard, pero ciertos intereses
en comun hicieron que Izzy pasara mucho más tiempo en nuestra casa.
Luego de una pelea con Dezi, Izzy se transformó en un residente más del
lugar por un tiempo.
Para mi, nuestro departamento era de lujo; incluso pude reubicar allí a mi
anaconda, Clyde, que hasta ese momento estaba al cuidado de Ivonne.
Desafortunadamente, el hecho de mudarse del garage hacia un lugar
aparentemete más lindo no redujo nuestro nivel de indecencia,
vandalismo y transgresion.
Pasados los tres meses que habian sido pagados por adelantado, nos
desalojaron y nunca nos devolvieron el depósito de garantía.
No funciono tan eficientemente como estaba planeado, pero el haber
estado todos juntos en un mismo lugar fue el primer paso hacia la
transformación de Guns n Roses en una banda organizada.
Por mi parte, todo iba bien hasta que nos desalojaron. Se nos dio dinero y si
hablamos de heroina, fui lo más mesurado que pude, la hice durar mucho
más; pero a pesar de mis esfuerzos, el lugar se transformó en un galeria de
pinchazos, parecia que habia un suministro constante en la calle. Mark
Mansfield aparecio alli una noche, ambos pasamos desapercibidos para el
otro, los dos eramos adictos, pero fue bueno volver a verlo. Formaba parte
de una banda de Texas llamada “Tex and the Horseheads”, cuyos
integrantes tambien vivian con la cabeza en las nubes, asi que todos
fueron a parar a nuestra casa.
Antes de todo esto, consumia cuando podia conseguirla, un poco aquí y
un poco alla, pero nunca pude obtener heroína con continuidad
simplemente porque no podia pagarla.
A esta altura, podia costear mis vicios, un dia a la vez; estaba tan
enamorado de las drogas que no sabía en lo que me estaba metiendo, o
simplemente no me importaban las consecuencias.
La disquera habia arrendado una sala de ensayo llamada Dean
Chamberlain‟s en Hollywood, donde tambien ensayaba Jane‟s Addiction.
Soliamos ir a las 2 o 3 de la tarde y tocar por 4 horas aproximadamente. La
sala era una pequeña caja de 1.80 por 6 mts., realmente muy angosta y
larga, iluminada por una luz blanca, brillante, muy desagradable; como las
de los hospitales. Básicamente era como ensayar en 7-Eleven.
Ironicamente, una de las primeras canciones en las que trabajamos fue
“Mr. Brownstone”, una pista que fue concebida en circunstancias bastante
más obscuras. Una noche, Izzy, Dezi y yo estabamos en su departamento y
se me ocurrió. Estabamos sentados en la mesa del comedor, calentando y
dosificando heroina para luego inyectarnosla. Hecho esto, ya estabamos
preparados para zapar. Andabamos esparcidos por todo el ambiente,
protestando, como lo hacen todos los drogadictos: nos quejabamos de
nuestros dealers y tambien nos lamentabamos por ser adictos y de ahí
surgio la cancion. “Mr. Brownstone” contaba cómo era un dia en nuestras
vidas, en ese entonces. Izzy tuvo una buena idea y compuso el riff, y
despues empezamos probar distintas frases. Dezi se considera coautora,
pero quiero que conste que ella aportó un sustantivo acá y una conjuncion
allá, asi que mas bien, corrigió la cancion.
Cuando ya teniamos la idea de la letra, procedimos a escribirla en la bolsa
de papel del almacén. Luego la llevamos al departamento de Fountain St.
y la interpretamos para Axl; y el trabajò un poco más en la letra antes de
que la banda la ensayara la proxima vez.
Axl podia tomar una simple melodía de Izzy y transformarla en algo
realmente fantastico; este es uno de los casos.
Tom Zutaut estaba ansioso por encontrar un productor y empezar a
trabajar en el disco; lo que él no sabia era que ésta seria una tarea muy
difícil de realizar. El primer candidato fue Tom Werman, un tipo muy
importante pero insoportable para nosotros. Werman acababa de
producir “Shout at the devil”, de Motley Crüe, que habia vendido unos
cuantos millones de copias, en 1985, pero antes de eso habia ganado
fama produciendo a Cheap Trick, Ted Nugent y Molly Hatcher. Tambien
trabajo con Poison, Twisted Sister, L.A Guns, Stryper, Krokus y Dokken. En
pocas palabras, Werman se transformo en un representante del metal de
los años 80.
Pero simplemente no pudo manejarnos. De hecho, nunca llegamos a tener
una reunion con él, de forma adecuada. Un dia vino a la sala de ensayos y
estabamos tocando “Mr. Brownstone” a un decibel propio de un motor de
avion: sucede que Izzy y yo habiamos adquirido un nuevo amplificador –un
Mesa Boggie- y yo estaba tocando una guitarra nueva –una Les Paul que
habia pertenecido a Steve Hunter, un guitarrista de blues de los ‟70. Habia
cambiado mi BC Rich por esta Les Paul en “Guitars R Us”, una tienda de
guitarras perteneciente a Albert y Howie Huberman. Este lugar era casi una
institución para los musicos de L.A que no podian comprar sus instrumentos
en Guitar Center; éste era como una casa de empeños para musicos. Ahí
fue donde me deshice de todos mis antiguos instrumentos y obtuve
nuevos; o cuando el dinero se terminaba, alli liquidaba mis equipos para
costear mi vicio-; de cualquier modo, estabamos tocando Mr. Brownstone
a tal volumen que Werman entro a la sala y se retiro inmediatamente. Vino
con su asistente, frenó por un instante en la puerta del lugar, luego giro y
desapareció. Al terminar la cancion, me asome para ver si estaban afuera
pero ya se habian ido.
„Creo que fue demasiado ruidoso‟, les dije a mis compañeros.
No le hicimos mucho caso pero debo decir que me deprimí un poco
porque yo pensaba que sonabamos barbaro, pero tambien estaba
acostumbrado a que la gente no entendiese el mensaje.
La persona más conocida que consideró trabajar con nosotros fue Paul
Stanley de Kiss, que andaba en busca de la banda adecuada para un
proyecto paralelo; pero esta vez, él se ubicaría del otro lado de la consola.
Izzy, Duff y yo no podiamos haber estado más desinteresados; le dijimos a
Zutaut que no teniamos ni idea qué podia aportar Paul Stanley a Guns n
Roses. Steven, por supuesto, estaba fuera de sí –Kiss era su banda favorita,
asi que pensamos que quiza deberiamos dejar que Steven cumpla su
sueño y acceder a reunirnos con Paul-.
El proceso comienza con Paul arribando a la casa para „hablar de la
musica‟. A esta altura, el uso de heroína se habia vuelto una practica
diaria, asi que cuando Paul llegó, Izzy y yo hicimos todo lo posible por evitar
quedarnos dormidos; apenas mantuvimos la compostura para que no
fuera tan obvio nuestro estado... o por lo menos, eso pensamos nosotros.
Izzy y yo tomamos el sillon, y como no teniamos sillas en el living, Paul tuvo
que sentarse en el piso, justo al lado de Steven y Axl.
“Primero lo primero” dijo. “Quiero reescribir „Welcome to the Jungle‟”
Según Paul, la cancion tenia potencial pero carecia de una estructura mas
impactante; lo que necesitaba era un coro que fuera memorable, más
coreable; casi como un himno. En pocas palabras, que se pareciera a una
cancion de Kiss.
“Ugh”, gruní por lo bajo. Para mi, éste era el final de la relación. Paul era el
ejemplo del tipo que viste bien, su esposa es bellísima –y la exhibe cual
trofeo- y conduce un auto carisimo, que baja a tu nivel para decirte lo que
debes hacer. Así era Paul, y no me caia para nada bien. Tambien era muy
persistente, por eso lo volvimos a ver nuevamente poco tiempo despues
cuando participamos de una muestra que Geffen –Tom Zutaut para ser
exactos- organizo para nosotros ya que necesitabamos hacer un show- y a
la cual sólo los invitados y la gente de la industria discografica podia asistir.
Este concierto fue en “Gazzari‟s” (hoy es el “Key Club”), que era un lugar
en el nunca habriamos ido a tocar porque iba en contra de todo lo que
defendíamos nosotros. Era un club muy glam, muy gay, que tenia
promociones en radio, en las cuales su dueño, Bill Gazzari, con un acento
bien marcado, propio de la costa este, decia „Todas las bandas que tocan
en mi club tienen integrantes sexies! Si no tienen integrantes sexies, no se
suben a mi escenario”. Gazarri era el lugar donde podias encontrar esas
bandas de glam metal realmente malas. Y definitivamente no eramos
sexies ni bellos, y tampoco queriamos serlo. Incluso, la unica vez que fui a
ese lugar, fue para ver a Hollywood Rose, aquella noche.
En fin, Paul Stanley asistio a la muestra, y hasta obligo al ingeniero de
sonido a dejarlo encargarse de la consola y tomar el control de la mezcla.
No nos dimos cuenta al principio, pero cuando lo hicimos, nos dio cierta
vergüenza ajena: Paul Stanley habia hecho la mezcla de Guns n Roses...
en Gazzari‟s. Era algo trillado, cliché, poco original o como quieras llamarlo;
qué mas podia pasarnos?! Recuerdo, cuando nos pagaron, estar
contando y dividiendo el dinero y decirle a Izzy: “necesito ir a comprar
droga!”. Era todo lo que me interesaba en aquel momento –y es lo que
hice: inmediatamente me fui a encontrar con mi dealer.
Paul queria ganarnos por cansancio, de manera que insistió en volver a
vernos en el proximo show, donde sabíamos que, de una vez por todas, le
mostrariamos quiénes eramos en realidad, y qué era lo que queriamos que
nuestro productor tomara de nosotros.
Una semana despues, tocamos en Raji‟s. Era un antro de 6 mts. por 6 mts
que apestaba del olor a cerveza y meadas, con muy mala amplificación -
los parlantes sonaban como una radio mal sintonizada-, el escenario tenia
30 cm de alto y estaba contra la pared mas alejada de la puerta; los
baños eran más desagradables que los de CBGB. En otras palabras, era el
habitat natural de Guns n Roses.
Creo que Paul pensaba que debia probarnos, de una vez por todas, que
comprendía de dónde veniamos; entonces iba a visitar, a pisar nuestro
terreno, porque despues de todo, él junto a Kiss tambien habia tocado en
esta clase de lugares, en su momento. Sus intenciones eran buenas, pero
no puedo evitar pensar que, rapidamente, comprendió que de dónde
veniamos nosotros era un lugar que él no habia visto por mucho, mucho
tiempo. GNR era una bestia furiosa que habia crecido en cuevas como
esa.
Ese show estuvo espectacular: fue grosero, confuso, oscuro, peligroso,
mezquino, de muy mala calidad, constantemente al borde del caos,
como nunca antes, porque me inyecté mucha heroína antes de subir al
escenario; y si a eso le sumás que habia esta bebiendo alcohol, todo esto
hizo que mi estomago quedara en ruinas y me sintiera fatal; al punto
darme vuelta y vomitar detrás de mi amplificador entre cancion y cancion.
Jason, el nuevo tecnico de guitarras estuvo todo el show saliendose de mi
camino para evitar ser salpicado. La temperatura en ese lugar era
insoportable; hacia muchisimo calor y eso empeoró la situación. El show
fue muy agitado y el publico tan rebelde, revoltoso, indisciplinado,
incontrolable, intransigente, que Axl termino peleandose con un tipo de las
primera fila –porque quizá lo habia golpeado con la base del soporte del
micrófono. Todo el concierto fue casi un motin; habia demasiada energía
encerrada en la pequeña caja recalentada, que era este club. Fue un
show im-pre-sio-nan-te. Hay una foto de ese show en la parte interna de la
caratula del disco Appetite for Destruction.
No sé donde estuvo mientras tocabamos, pero Paul finalmente aparecio
cuando terminamos el set con su super sexy y blonda novia/esposa, ambos
con vestimentas que probablemente costarian más que el edificio entero
según la valuación del mercado. No habia vestidores en Raji‟s; habia un
pasillo entre uno de los laterales del escenario y la puerta trasera y
separado por un par de escalones, donde la banda se sentó despues de
tocar.
Paul y su novia/esposa desentonaban con el entorno, pero de todas
maneras, tambien tomaron asiento en los escalones. Estabamos
transpirados y en muy mal estado, y luego de haber vomitado 8 veces mas
o menos en el escenario, estaba poniendo lo mejor de mi para no volver a
hacerlo sobre Paul al decirme, con su mujer –que era parecida a Ivanna
Trump- tomada del brazo, „Hmm, bueno, eso fue interesante...?
Al dia siguiente, lo hicimos oficial: le dije a Tom que le dijera a Paul que,
muchisimas gracias pero que ibamos a seguir buscando productor. Siento
mucho decirlo, pero poco despues, conté esta historia al L.A Weekly con
un excesivo grado de mala onda hacia Paul. No fue mi intención; estaba
tan entusiasmado por todo lo que estabamos haciendo que, para mi, el
que no lo entendia, estaba totalmente equivocado. Ni siquiera me
acordaba que lo habia insultado públicamente, y por lo tanto no tuve
ningun problema en llamarlo uno o dos meses despues para pedirle un
favor.
A este momento, ya habiamos empezado a grabar, pero habia vendido
mis mejores guitarras para comprar drogas y esperaba que Paul pudiera
proveerme de algun instrumento digno de usar en el estudio ya que él era
un artista estaba patrocinado por “BC Rich”
„Hola Paul, soy Slash‟, le dije „ha pasado un tiempo... como estas?
„Bien‟, me contesto.
„Escuchame, me entere que tenes un acuerdo con BC Rich. No podrias
conseguirme algunas guitarras?‟
„Si, podria, no tendria ningun problema‟, me dijo seguido de un gran
silencio. „Podria, pero no lo haré. Dejame darte un consejo: debes tener
más cuidado; no debes ventilar tus problemas en público. Te deseo buena
suerte.‟
Y cortó el telefono.
Tomo bastante tiempo, pero en 2006, tuve la oportunidad de disculparme
con Paul. Coincidimos en el evento Vh1‟s Rock Honors, del que formé parte
para rendirle tributo a Kiss, junto con Tommy Lee, Ace Frehley, entre otros.
Estuvo todo bien; habia pasado mucho agua debajo del puente. Viendolo
a la distancia, entiendo por qué me comporte de esa manera: era muy
arrogante y altanero, en ese entonces, y cuando eres así, sin importar
quién seas como persona, el hecho de que no te guste tu banda de algun
tipo es suficiente para convertirte en un tarado.
Ensayabamos todos los dias, escribiamos nuevas canciones, y
organizabamos fiestas todas las noches. Como dije antes, la heroína era
facil de hallar asi que no llevaba un control de cuantas veces consumía. En
mi mente, era una droga recreativa –se suponia que no sería el centro del
universo.
La primera vez que me di cuenta que tenia un problema fue cuando me
faltó. No me puse a pensar mucho en eso –dicen que en la ignorancia esta
la felicidad.
El dia que me agarro por primera vez fue cuando Izzy y yo decidimos ir a
Tijuana con el fotografo Robert John, que capturo imagenes de GNR
desde el comienzo y se transformo en un buen amigo de la banda y en el
fotografo oficial en las giras hasta 1993.
En fin, fue una gran travesía: bebimos unas cuantas botellas de tequila,
vagamos por las calles, vimos a norteamericanos borrachos siendo
robados por prostitutas en todos los bares y burdeles de la franja. Casi al
final del dia, estaba borracho y cansado y pense que estaba por
resfriarme; no tenia ni idea lo que estaba sucediendo en mi cuerpo.
Cuando regresamos a Los Angeles, recuerdo haberme quedado dormido
inmediatamente. Me desperté mas tarde a la noche, y todavía me sentia
enfermo y pense que tomar un par de whiskeys en Barney‟s Beanery,
aliviarian mi malestar. Me dirigí al bar a las 10 p.m, y luego de un par de
copas, los síntomas no mejoraron; de hecho, empeoraron. Volvi al
departamento y tomé la posición de „ataque aereo‟: me arrodillé, puse mi
cabeza en mis rodillas y mis manos detrás de mi cabeza; simplemente
porque no habia otra posición en la que me sintiera cómodo. Recuerdo
patente esa noche porque Marc Canter apareció en el departamento sin
previo aviso. El estaba bien lejos de este ambiente de las drogas. Me miró
fijamente, con curiosidad.
“No te ves nada bien”, me dijo “Te sentis mal?”
“No. Estoy bien. Es sólo un resfrio”, le dije
La verdad era que me habia enfermado por estar un solo dia sin heroína.
Me fue difícil admitirlo. Esa noche, estaba solo, recostado en mi cama,
sudando como loco, y todavia no estaba dispuesto a contemplar la idea
de que algo más que un fuerte resfrio pudiera estar afectandome.
Si bien reduje su uso, no lo hice del todo y continué comportandome así
hasta la proxima vez que me vi obligado a aceptar que tenia un vicio y a
enfrentar el problema, gracias al extenso brazo de la ley.
Una noche, con Danny recorrimos en auto la zona en busca de heroína y
la conseguimos: era muy poco; casi nada. La llevamos a casa de Ron
Schneider (el bajista de Tidus Sloan), la consumimos y nos quedamos un
rato a escuchar a Iron Maiden; y luego, aproximadamente a las 4 a.m, nos
volvimos a nuestro departamento. En el camino, cerca de La Cienaga, nos
dimos cuenta, por las luces rojas y azules, que el patrullero nos seguía.
Bajamos la velocidad hasta detenernos; justo enfrente del departamento,
a sólo unos pasos de la puerta.
Estos dos oficiales estaban buscando, claramente, completar su cuota
nocturna o mensual, porque no nos habiamos excedido de velocidad, ni
habiamos hecho nada sospechoso. Ya no contabamos con la droga, pero
Danny todavía conservaba las agujas en el bolsillo de su camisa, lo que les
daria a los policias, luz verde para hacer lo que quisieran.
Comenzaron con apuntar sus linternas directo a los ojos.
„Han tomado drogas esta noche, señores?‟, me pregunto uno de ellos
„No‟, le respondí, tratando de mirarlo a traves de mi cabello.
“Estas seguro? A mi me parece que sí; sus pupilas estan contraidas”, me
dijo.
“Si, es porque la luz me da directo en los ojos”
No obtendrían nada por ese lado: incautaron el auto de Danny y lo
arrestaron por posesión de parafernalia; tambien me llevaron a mi, pero no
me dijeron bajo qué cargos. Y todo esto sucedió a tres metros de la puerta
del edificio. Nos subieron en el asiento trasero de la patrulla y siguieron la
recorrida en busca de algun vagabundo pelilargo a quien molestar. En
camino a la estacion de policia, tambien levantaron a Mike Levine, el
bajista de Triumph, saliendo de un 7-Eleven hacia su auto con una botella
de cerveza bajo el brazo, porque quizá tendria intenciones de beber y
luego conducir el vehículo. Tambien termino acompañandonos en el
asiento trasero de la patrulla, y asi continuaron el circuito. Un poco más
adelante, en Santa Monica Boulevard, arrestaron a una chica por estar
„hebria en la via publica‟ -literalmente- a 10 mts de la comisaria. No
parecia que la chica hubiera bebido; solo andaba caminando por la
calle. Como ya no habia más espacio en el auto, uno de los agentes optó
por acompañarla a pie a la seccional de policia que quedaba enfrente.
Nos encerraron a todos los varones juntos en la misma celda; sólo nos
quedaba tomar asiento y esperar un par de horas. Mike Levine fue dejado
en libertad bajo fianza, y Danny quedo registrado por guardar las agujas,
se le dio una fecha para juicio y todo eso. Yo era el único que quedaba, y
como pensaba que no habia hecho nada malo, pense que tambien me
dejarian ir de un momento a otro. Eran las 8 a.m del Sabado, y al pasar las
horas, traté –sin éxito- de llamar la atencion de los guardias para preguntar
por qué yo todavía seguia detenido. Solo logre que me pasaran de la
pequeña celda donde habia pasado la noche anterior a una más grande,
con techos altos, una alfombrita de goma en el piso, un solo inodoro en la
esquina, un monton de presos a mi lado, y mucho pero mucho olor a
meos. No podia imaginar qué podía venir despues de esto.
El efecto de la heroína comenzo a bajar; sólo faltaban un par de horas
para el bajon total. Un rato despues, nos cargaron en esos horribles micros
blancos y negros. Pusieron esposas en mis muñecas y tobillos y las
encadenaron a las de mi compañero de al lado. Seguia sin saber porqué
estaba ahí, pero advertí que nos llevaban a la carcel del condado, asi que
inmediatamente empecé a quitarme con los dientes el esmalte negro de
las uñas. De ninguna manera iba a ir a la carcel con las uñas pintadas.
Llevo horas llegar allí porque el micro hizo paradas en el camino en
diversas carceles para recoger más gente; mientras yo me sentia cada vez
peor. En cada carcel, nos bajaban, nos metian en otra celda a esperar
que los nuevos internos fuesen debidamente esposados y encadenados.
La carcel del condado quedaba mas o menos a 20 millas, pero llegar alli,
con todas esas paradas más la burocracia, tomó casi todo el día.
Recorrimos seis pequeñas carceles y arribamos a la carcel del condado
casi a la noche. Pero el proceso no termino ahí, de ninguna manera:
tomaron mis pertenencias, y me llevaron en unos cuartos de contencion,
solo, hasta completar mis papeles.
Nunca habia visto tanta burocracia. Fue muy tedioso, y no ayudo para
nada el sentirme enfermo por la falta de heroína.
Hasta ese momento, sabia de la abstinencia en el sentido abstracto; habia
oido historias, y aun despues de haber experimentado ese malestar aquel
dia en Tijuana; lo tomé con la misma soltura y altanería con que lo hice la
primera vez. Cuando me topé con la realidad, con el síndrome de
abstinencia, me di cuenta que la mejor forma de evitar pasar por esa
situación era siempre saber dónde conseguir más droga. Esto no habia sido
un problema en Hollywood. Pero estar encerrado por varios dias, sin poder
acceder a ella era algo totalmente diferente: era una rehabilitacion
forzada, en el peor lugar de todos.
Me alojaron en uno de esos grandes pabellones con varias filas de catres,
donde sudé, tuve nauseas, me sentí enfermo, exhausto. No sabría decir
cuánto tiempo estuve ahí en total; supongo que cerca de tres dias;
despues me liberaron en forma repentina, nuevamente sin dar
explicaciones, y tuve que hacer todo lo mismo que cuando entré pero al
revés.
Axl pagó la fianza y Dany me paso a buscar por el lugar, pero no sabía que
mientras cumplia con todos los procedimientos de salida vestido con mi
enterito, hice largas filas, esperé sentado en los cuartos de contención
sudando, tosiendo, llorisqueando, moviendome inquitamente, oliendo
realmente mal y, luciendo y sintiendome mucho peor; cuando me
devolvieron mis cosas y mi ropa, finalmente me informaron por qué habia
tenido que estar allí: la razón era una boleta por cruzar mal la calle que me
habian hecho hacia seis años. Habian librado una orden de arresto luego
de no concurrir a la corte o pagar el valor de la sancion. Despues de todo
lo que habia hecho, me apresaron por ser mal peaton. Pero bueno, por lo
menos cumpli mi condena y pagué mi deuda con la sociedad.
Caminé un rato por el condado, devorando cigarrillos por casi una hora, y
preguntandome quien habria pagado la fianza, hasta que Danny
aparecio de repente y fuimos con el auto directo hasta Melrose y Western
a comprar drogas. Cuando regrese al departamento, Axl dormia, tambien
Steven e Izzy. Duff no estaba allí. Me piqué, tomé una ducha y cuando
ellos se despertaron, cai en la cuenta de que ni habian notado mi
ausencia. No esperaba demasiado, pero hubiera estado bueno recibir
alguna clase de bienvenida o fanfarria. Cuando me enteré, despues, que
Axl habia sido quien juntó el dinero para la fianza; me conmovio. Fue muy
bueno de su parte.
Siempre tuve la facilidad que sentarme con mi guitarra e idear estos riffs
tan difíciles de interpretar. Sólo son patrones poco comunes de melodías
muy simples. Es mi forma de empezar a tocar, de precalentar; de ahí parto
para encontrar algo interesante que hacer y no solo practicar escalas. Hoy
en dia, todavía lo sigo haciendo. Mas que los ejercicios de
precalentamiento obvios y necesarios, prefiero inventar y diseñar mis
propias corridas porque aflojan mis dedos y mantienen los oidos atentos, ya
que si las practicas no suenan bien, por que habriamos de hacerlas?
Una noche, estaba concentrado en estos „esquemas‟ cuando Izzy se
acerco y se sento a mi lado.
“Hey, qué es eso que estas tocando?”, me preguntó
“No sé”, le respondi. “No es nada en particular; sólo un juego”
“Seguí haciendolo”, me dijo.
Izzy sumo unos acordes y como Duff tambien estaba con nosotros, hizo lo
propio con el bajo, mientras que Steven le dio el ritmo con la bateria. En el
termino de una hora, mi pequeño ejercicio se habia convertido en algo
mas.
Axl no bajo de su habitación esa noche, pero en el proceso creativo de
esta cancion, estuvo tan involucrado como nosotros. Escucho con
atencion la musica y empezo a escribir la letra. A la mañana siguiente, ésta
ya estaba completa; era una oda a su novia y futura primera esposa, Erin
Everly, la hija de Don Everly, un integrante de los Everly Brothers.
Encontramos una sala de ensayos en Burbank, llamada Burbank Studios,
que no era más que un gran deposito, propiedad de una pareja de
ancianos de origen asiatico. Alli fue donde comenzamos con la pre-
producción de Apetite, perfeccionando las canciones que ya habiamos
grabado en el demo. En la proxima sesion, terminamos de darle forma a
esta nueva cancion: escribimos el puente y el „solo‟. Se llamó “Sweet child
o mine”.
Todo esto estaba muy bien; teniamos las canciones, el estudio, un contrato
con Geffen pero todavía no habiamos encontrado productor. Tom penso
en intentar con Spencer Proffer, quien habia trabajado con Tina Turner,
Quiet Riot y W.A.S.P, un grupo que a Axl le gustaba mucho por aquellos
dias, asi que, llevamos los equipos a los estudios Pasha, donde operaba
Spencer en ese entonces y acordamos trabajar con “Sweet Child” a modo
de prueba.
Spencer era un gran tipo; de hecho fue quien sugirió que la cancion
necesitaba un quiebre dramatico antes del final. Tenia mucha razon... pero
no sabiamos bien qué queriamos hacer ahí. Nos sentamos todos en la sala
de control y escuchamos la cancion milesde veces, pero nada nos venia a
la mente.
“Where do we go?” –Hacia dónde vamos?- dijo Axl, más como una
pregunta a sí mismo que para el resto de los presentes. “Where do we go
now?... Where do we go” –Adonde vamos ahora?... Adonde vamos?-
“Hey”, dijo Spencer mientras bajaba el volumen de la cancion. “Por qué
no intentas cantar eso?”
Y ese fue el quiebre dramatico.
Hicimos un sólido demo de “Sweet child” y tambien trabajamos con los
demos de, por lo menos, la mitad de las canciones de “Apetite”, pero al
final del proceso, no sentiamos que Spencer fuera „el‟ productor para
nosotros; razon por la cual, continuamos con la búsqueda.
Alan Niven y Tom Zutaut nos reunieron con todos los productores de la
ciudad, y justo cuando comenzamos a perder las esperanzas, uno nos
llamo la atencion: Mike Clink. Compartimos una sesion con él y grabamos
“Shadow of your love”, la mejor cancion que vi interpretar a Hollywood
Rose, la primera vez que vi su show. Si bien nuestra version no formó parte
del disco, se incluyó en un EP que se editó en Japón.
De todos modos, cuando escuchamos el set nos dimos cuenta que todo
estaba allí: por fin pudimos sonar exactamente como queriamos. Eramos
nosotros mismos, era nuestro sonido; pero refinado. Clink habia logrado
reflejar la esencia de Guns n Roses en esa cinta. Finalmente, habiamos
reunido todas las piezas. Siete meses pasaron. Durante siete meses
estuvimos en el limbo, tocando de vez en cuando y grabando
esporadicamente con diferentes productores que no encajaban con
nosotros. La espera se nos hizo eterna; y por el modo en que viviamos, unos
pocos meses mas habrian atentado seriamente contra nosotros y arrasado
con los objetivos del grupo.
Mike Clink tenía lo que estabamos buscando; él sabía como dirigir nuestra
energía y transformarla en algo productivo. Supo capturar nuestro sonido
sin perder la esencia, el sello personal de GNR y, por su personalidad, supo
guiarnos y llevarse bien con todos. Su secreto era muy simple: no buscaba
cambiar nuestro estilo o improvisar; se dedicó a capturarlo tal como era; y
lo hizo de un modo perfecto. Es increible que nadie haya pensado en eso
antes. Clink habia trabajado con „Heart‟ y „Jefferson Starship‟, pero lo que
terminó de convencernos fue su participacion en el disco de UFO, “Lights
Out”, que era significativo para todos nosotros porque Michael Schenker
estaba en esa banda, y su interpretacion en él, era asombrosa,
impresionante.
Siempre pense que los productores eran la clase de personas que tienen
las respuestas para todo lo que otra gente pregunta, pero nunca logran
responder las propias. Son los primeros en decirte qué hacer, cómo tocar,
cómo sonar –absolutamente todo. Casi siempre no tienen identidad, se los
conoce a traves de la banda, lo que hace que sea un tanto dificil
respetarlos. Mike era diferente; era amable, facil de tratar, tranquilo, muy
observador y para nada entrometido. Sabia muy bien quién era. Preferia
tomar todo lo que ofreciamos y trasladarlo a la cinta; en vez de hacer
sugerencias como si lo supiera todo. Desde un principio, todos los miembros
lo respetamos muchisimo.
Reservamos los estudios S.I.R y con Mike al mando de la consola, la banda
se sintió libre para expresarse y desplego todo de una vez, en nuestra
primera sesion de preproduccion, y comenzamos a componer lo que mas
tarde seria “You could be mine”. En otra sesion, trabajamos sobre “Perfect
Crime”, que fue un aporte de Izzy. No estabamos ahí para hacer nuevas
canciones, pero nos sentiamos tan comodos que simplemente nos nació
hacerlo.
Empezamos a escuchar los demos de los temas que pensabamos incluir en
Apetite, los analizamos con Mike y los grabamos con muy pocas
modificaciones. El cambio más significativo a nivel creativo lo hicimos en
“Welcome to the Jungle”, donde originalmente se repetia la frase “when
you‟re high, you never want to come down” y Alan sugirió cantarla sólo
una vez; y tuvo razón. Pero solo la volvió más corta. Luego, todas las
canciones se grabaron tal como eran en una o dos tomas. Esto denotaba
que las cosas iban bien en el estudio, que nos llevabamos bien con la
gente con la que trabajabamos y tambien, que nosotros estabamos
motivados y de muy buen humor. Nunca aceptamos consejos de nadie.
Pero estabamos dispuestos a darles una oportunidad, y nos dimos cuenta
que todo realmente funciono muy bien. Alan, en ese entonces tambien
estaba representando a „Great White‟, ademas era su productor e incluso
coautor de sus canciones. Fue muy bueno que nadie estuviera al tanto de
esto porque sino esa reunion en S.I.R no habria tenido un buen fin y
“Welcome to the Jungle” hubiera sido muy diferente. A mi nunca me
molesto su conexión con „Great White‟; pero provoco un efecto „bola de
nieve‟ en el resto de mis compañeros.
Imagino lo feliz que estaria Tom al ver que Guns n Roses habia conseguido
un manager de verdad y un productor que nos agradara y con el cual
estuvieramos dispuestos a trabajar.
Nos tomo un par de años pero al fin, nos habiamos convertido en el grupo
que Tom advirtió e hizo creer a la discografica que seriamos; todo sucedió
tal cual como Tom presagió.
Alan nos llevó a Rumbo Studios en Canoga Park. Allí grabamos los temas
en vivo; a Mike le gustaba mucho trabajar ahí. Canoga Park esta ubicado
en Valley, cerca de dónde creció Steven; y estar allí era como estar otro
pais, era una atmósfera totalmente diferente. Creo que la razón por la cual
fuimos a Canoga Park fue porque ellos pensaron que mantenernos lejos
del ambiente de Hollywood nos ayudaria a concentrarnos y enfocarnos en
la grabacion del disco.
Alan alquilo un departamento en Oakwoods, un complejo de propiedades
totalmente amobladas que tiene franquicias en todas partes del mundo;
tambien nos consiguio una camioneta para trasladarnos y fui designado
chofer por alguna razon –que desconozco-.
Mike contrató un grupo de verdaderos profesionales para ayudar a sus
pequeñas ratitas: Porky, un famoso tecnico de guitarras, y Jame-O, un
tecnico en percusion. Ambos habian participado en cientos de discos,
eran tipos con mucha experiencia y ademas, muy divertidos, les
encantaban las fiestas. Eran invalorables para nosotros; los apreciabamos
muchisimo.
Grabar un disco de verdad, en un estudio de verdad, era algo nuevo para
nosotros: habiamos hecho demos en varios lugares de Los Angeles, muchos
de ellos épicos y guardaban grandes historias: grabamos las primeras
versiones de “Don´t Cry” y “Welcome to the Jungle” en Hollywood Sound,
donde Led Zeppelin habia grabado su segundo disco; nuestra experiencia
fue épica en otro sentido, como cuando discutimos con el dueño de un
estudio mediocre de Hollywood, por cuestiones de dinero; resulta que el
tipo estaba tan pasado de coca que termino amenazandonos con un
arma.
“Van a tener que pagarme, carajo!” nos dijo, con los ojos tan abiertos que
estaban a punto de salirse de sus orbitas. “me van a pagar... ahora!! YA!!”
“Bueno, esta bien” dijimos “Si...en realidad, nos equivocamos nosotros.
Tenes razón. Justo ibamos a darte tu dinero”.
Alguien agarró los demos mientras saliamos del lugar y afortunadamente
nadie resultó herido.
Comenzamos nuestro primer dia de grabacion con “Out to Get me”,
haciendo lo mismo de siempre pero en otra locacion: nos acomodamos
en una enorme sala para grabaciones en vivo y zapamos. Cuando
escuche la cinta, me di cuenta que tenia un gran problema: mi guitarra
sonaba horrible a traves de una consola de sonido profesional de un
verdadero estudio de grabacion.
En la epoca de descontrol, habia empeñado casi todos mis equipos,
incluyendo la Les Paul que habia pertenecido a Steve Hunter; arreglé con
Marshall para que me enviara unos amplificadores a la sala de ensayos
que teniamos en Burbank pero como nunca los pagué, vinieron a retirarlos.
Basicamente no tenia nada; sólo tres guitarras: dos eran marca Jackson -
una de ellas habia sido customizada: era una Firebird negra con el dibujo
de Shirley (el mismo de mi tatuaje) pintado en el cuerpo, y que sonaba
muy mal; la otra era un prototipo de Stratocaster con tapa arqueada que
la empresa me habia prestado y que tampoco devolví (era una de las
unicas dos que se fabricaron)-, y la tercera era una Warlock roja, marca BC
Rich. Ninguna de las tres tenian buen sonido con los equipos del estudio.
Me puse muy nervioso y me frustre muchisimo. Nos habia costado mucho
llegar hasta ahí y estaba decidido a hacer que mi guitarra sonara perfecto
en el disco, pero no sabía cómo lograria esto ya que estaba quebrado, en
terminos de dinero. Trate de disimular lo que senti durante esas primeras
sesiones; me emborrachaba o empezaba a saltar mientras tocaba con la
banda, teniendo claro que debia encontrar la manera de resolver el
problema y regrabar mi parte de los temas. Izzy, Duff y Steve no
necesitaban hacer nada de esto porque, desde un principio, se enfocaron
en cada una de las canciones, y su interpretacion fue perfecta,
inmejorable.
La grabacion iba barbaro pero la vida en Valley, apestaba. Cada noche
al finalizar nuestro trabajo en Rumbo, Tom Zutaut, Axl, Duff y Mike se iban a
su casa a descansar. Teoricamente, Izzy, Steven y yo deberiamos ir a
Oakwoods y hacer lo mismo. Estabamos muy entusiasmados y a menudo
quedabamos alborotados luego de las sesiones y queriamos salir a
divertirnos y rapidamente nos transformamos en los vecinos problematicos
de Canoga Park. Pensamos que habria vida nocturna en algun lugar del
complejo, asi que buscamos por todos lados cualquier sitio parecido a un
pub o bar; ingresabamos y resutaba ser una disco propia de un barrio muy
conservador, -si es que de verdad existen discotecas en los barrios
conservadores-, o el tipico bar con musica country de las zonas
suburbanas. Un tipo desalineado, de pelo largo y con aspecto de criminal,
desentonaba en esos ambientes.
Para ese entonces, Alan habia contratado a Lewis como guardia de
seguridad, para cuidarnos. Lewis pesaba entre 130 y 180 kilos, y manejaba
un sedan de finales de los ‟70, con el asiento del piloto tirado totalmente
hacia atrás, para poder acomodar su voluminoso cuerpo. Lewis venia de
Houston y era un tipo realmente encantador; yo lo queria mucho. Pero se
la pasaba comiendo cuando se suponia que debia ocuparse de nuestra
seguridad y estar en todos los detalles referentes a ella. Tenia su propio
metodo –no sé cuál era- para obtener enormes raciones de comida por la
puerta de servicio de la cocina en los lugares donde solia acompañarnos a
nosotros. La gente literalmente le daba una caja de cartón repleta de
envases plasticos -de comida para llevar- que contenia absolutamente
todo el menu de la carta –que no eran burritos ni tacos; estos eran platos
elaborados. Lewis ingería cuatro de cada uno; nunca vi nada igual. Él
arrastraba esta caja hasta el auto y se sentaba a comer.
Mientras tanto, en el interior de estos lugares, normalmente, los tres nos
involucrabamos en grandes peleas –o no las eludiamos demasiado-. En la
mayoria de los casos, nosotros intimidabamos al resto con nuestro
comportamiento pero a veces, se ponia muy fea la cosa. Por suerte,
ningun maton mafioso nos llevo a la rastra hacia el estacionamiento –si
esto hubiera sucedido, habriamos interrumpido la cena de Lewis.
La vida nocturna en Valley era tan aburrida que una noche despues de un
dia estupendo en el estudio, y luego de haber bebido bastante, hicimos lo
unico que creimos tenia sentido hacer: destruir el departamento de
Oakwoods al estilo Keith Moon. Hicimos trizas todo aquello que no estuviera
agarrado a la pared y aplastamos el resto de las cosas hasta dejarlas
inservibles e irreconocibles. Dimos vuelta las camas, aplastamos las mesitas
de luz, y arrancamos de la pared la mesada de la cocina. Rompimos las
puertas corredizas de vidrio, rompimos ventanas, espejos, vasos, copas,
platos. Todo. Destruimos el televisor y el mueble que lo contenía. Habia
pedazos de vidrio y astillas por todas partes. Desperté en el sofa, que
tambien estaba roto, con una resaca tremenda e inspeccioné el lugar
como pude ya que tenia los ojos medios bizcos y entrecerrados.
“Uh-Oh” balbuceé.
Cuando todos nos despabilamos, nos pusimos de acuerdo en mentir:
acordamos decir que alguien habia entrado al departamento cuando
nosotros no estabamos; que volvimos muy tarde a la noche y nos
quedamos dormidos, y optamos por arreglar el desorden a la mañana
siguiente. Ese dia le contamos a Alan esta historia, que en ese momento
era como nuestra madre. Alan era para nosotros lo que Malcom McLaren
era para Sex Pistols.
Tratamos de ceñirnos a la version falsa de los hechos, pero Alan empezo a
hacer preguntas, la historia se torno cada vez más confusa, y quedamos
expuestos y antes del careo, admitimos la verdad. Lo más gracioso fue
que, luego de considerar las posibilidades, Alan volvió al complejo
Oakwoods y les contó a los administradores nuestra historieta; tampoco
ellos la creyeron –la verdad no sé por qué- asi que los daños nos los
cargaron a la cuenta. Por un tiempo estuvimos baneados de todos los
complejos Oakwooods alrededor del mundo pero aparentemente
levantaron la prohibicion el algun momento, ya que vivi un tiempo en una
de sus locaciones cinco años más tarde. Me lalas arreglé para ser el
problemático, una vez más; pero esta vez fue por error: mi serpiente –no
recuerdo cuál de todas era la que llevaba conmigo en ese momento- se
puso aventurera y se fue por el caño del inodoro; apareció en la casa de
un vecino y casi se mueren del susto. Les pido disculpas por este
incidente...
Luego, regresamos a Los Angeles para dar los toques finales al album. Axl
nos habia traido la copia de una pintura de Robert Williams y acordamos
que ésa fuera la cubierta del disco: muestra la maniaca escena de un
robot a punto de vengar a una chica que habia sido violada, comiendose
a su atacante. Pensamos que era perfecta; tambien adoptamos el
nombre de esa pintura como titulo del disco: Appetite for Destruction.
Todo iba bien, el album salío como lo planeamos: con la pintura de
Williams en la tapa, y nadie tuvo problemas con eso. Como dije, todo
estaba bien hasta que Tipper Gore y su grupo de alcahuetes, PMRC
comenzo a llamarnos y presionarnos. Eran realmente efectivos, en aquel
momento, censurando musica pero a nosotros no nos importó; recibimos
con los brazos abiertos toda la controversia que Tipper pudiera
desparramar.
El deseo nos fue concedido: Geffen recibio tantas quejas que el album fue
censurado incluso antes de ser reservado por las cadenas nacionales de
disquerias.
Nos dijeron que la mayoria de las disquerias no lo comercializarian, y
muchas otras pidieron que envolvamos el disco en una bolsa de papel
marron a menos que modificaramos el arte de tapa.
Frente a esta situacion de no poder vender nada, justo cuando teniamos
algo para vender, en un rapto de sentido comun –verdaderamente
extraño en nosotros-, decidimos comprometernos a rediseñar la cubierta:
la pintura de Williams formo parte del cancionero del album.
Un tipo que conociamos de la Hell House hizo un dibujo de todos nosotros,
cual calaveras, sobre una cruz: era increible; nos gusto tanto que lo usamos
para la tapa de Appetite y Axl se lo tatuó en uno de sus brazos. Era un
diseño lo suficientemente bueno en tanto no estabamos contentos con
aceptar la derrota y hacer lo que se nos pidio, pero terminamos con algo
nuevo y que, realmente, nos encanto. De paso, te cuento que la primera
edicion del disco con la tapa original es un elemento de colección.
Como tengo cierta habilidad para el dibujo, siempre estuve muy
involucrado en el diseño de arte de la banda y sus posters. Recuerdo el dia
en el que tome unas cuantas revistas del tipo “Guns & Amno”, cuando
trabajaba en el puesto de diarios, me puse a buscar en ellas y encontre el
arma perfecta para copiar y armar nuestro logo. Me lleve el dibujo a casa
pero, al principio, no sabía como enlazar todo. Estaba viviendo con Ivonne
en ese momento. Una noche, despues de que ella y su madre se fueran a
descansar, estaba sentado en la mesa de la cocina cuando tuve la idea:
tome la foto del arma y la dibuje a mano alzada; luego dibuje otra,
atravesada; y le enrosque rosas alrededor. Este simple dibujo gustó y se
convirtió en el logo de la banda.
En cuanto nos pusimos de acuerdo con la nueva cubierta, quise ir a New
York a supervisar el arte del disco en su totalidad, como asi tambien
conocer a las personas encargadas de promocionar y comercializar las
remeras y a nuestro nuevo gerente de contrataciones, Bill Elson en ICM. Iba
a ser un viaje agitado...
En ese momento estaba saliendo con la actriz porno Lois Ayres, cuyo
trabajo apreciaba mucho y mientras que la shockeante naturaleza de su
performance disuadia a sus pretendientes, yo me sentia intrigado por él.
De un modo u otro, nos encontramos en L.A y estuve viviendo con ella un
tiempo. Cuando yo tenia programado un viaje a New York, justo sucedia
que ella tambien tenia que viajar ya que debia cumplir con algunas
presentaciones como invitada en un par de clubs de desnudistas en
Square Garden. Tenia reservas en el Milford Plaza en Eight Avenue y Forty-
fifth Street, asi que yo me quedé con ella cuando arribé a la ciudad.
Al segundo día, Louis me despertó a las 7 a.m.
Ring! Ring!
Ring! Ring!
Levanté el telefono y luego volví a colgarlo
Ring! Ring!
Ring! Ring!
Obviamente el telefono no iba a deternerse.
“Sí? Que?!”, grité
“Buenos dias, señor. Aquí hay un tal Todd Crew que necesita verlo”, dijo la
voz. Está bien si lo envio a su habitación?
“Uh...si, claro...seguro”, dije de un modo titubeante. No tenia idea qué
podría querer Todd a las siete de la mañana; nada menos que en New
York.
Aparentemente un amigo actor lo habia invitado a ir, a ultimo momento,
ya que necesitaba salir de Los Angeles, por su propio bien: Todd y su novia,
Girl se habian separado, lo que era un gran dilema –esos dos habian
estado juntos muchos años y eran, mas o menos, como un mismo ser.
Tambien sus compañeros, no sólo lo habian echado de la banda, porque
odiaban la idea que Todd pasara tanto tiempo con nosotros -pronto fue
reemplazado por Sam Yaffa –de Hanoi Rocks- sin mayor discusion- sino que
se habian quedado con todos sus instrumentos y equipos, y se negaban a
devolverselo.
Lo menos que puedo decir es que Todd no se sentia para nada bien.
Aparecio en la puerta de la habitacion, muy borracho, sosteniendo litro de
vodka mezclado con jugo de naranja, disimulado en una botella de
„Seven-Up‟ –soliamos llamar a esta bebida „Toad Venom‟-.
Ese dia, yo tenia un monton de reuniones programadas, a partir de las 10
de la mañana, en diferentes puntos de la ciudad; pero notaba que
tambien Todd necesitaba cierta atención: Girl no respondia sus llamadas,
se habia quedado sin banda, y de ninguna manera iba a dejarlo solo.
No tuve opcion; lo llevé a todas las reuniones, lo que fue un esfuerzo extra.
Unas pocas cuadras de distancia habia entre los puntos de encuentro de
una y otra reunion y planeé ir a pie a cada una de ellas –era un largo
camino para recorrer pero para mí, estaba bien-
Era un dia propio del mes de Julio; el calor era agobiante. Bajo estas
condiciones, Todd insistio en que antes de ir a las reuniones, lo
acompañara hasta Western Union –a diez cuadras de distancia del primer
destino- para conseguir algo de dinero; él estaba tan angustiado que
acepté su propuesta y hasta el dia de hoy, hubiera preferido no haberlo
hecho: si me hubiera rehusado a ir a Western Union con él, todo hubiese
terminado de otra manera porque Todd no habria contado con dinero
para gastar.
Salimos a la calle y tomamos el camino a Western Union; y como recien te
dije, Todd ya estaba desvastado en ese momento: se desmayaba en cada
parada que debimos hacer para dar paso a los autos; yo trate de
sostenerlo pero Todd era mas alto y mas grandote que yo, traté de guiarlo
para cruzar pero se caia en el medio de la calle, mientras un monton de
gente queria irse rápidamente a trabajar, ya que eran las ocho de la
mañana; él yacia en el suelo y la gente le pasaba por al lado,
esquivándolo. De esta manera, paso a paso, llegamos a Western Union y
Todd tomó su dinero; luego fuimos a mi primera reunion en Geffen;
arribamos 10 minutos tarde.
Deje a Todd en el palier del edificio y estoy seguro que la secretaria en ese
momento, todavia lo recuerda. Se quedo dormido en el sillón a los 10
minutos de estar bajo el aire acondicionado, asi que deje este grandulon
pelilargo, con tatuajes roncando allí y asustando a todos lo que,
desafortunadamente, tuvieron que esperar en ese lugar, ese dia, junto a él.
Cuando la reunion termino y era hora de irme, dos asistentes tuvieron que
cargar a Todd hasta el ascensor. Este pequeño descanso mejoro un poco
su estado; sólo un poco. Fue trabajoso transitar con él por la calle –era un
tipo dificil de maniobrar- pero asi y todo, lo lleve a todas mis reuniones: una
en Brokum para discutir el tema de las remeras y la otra en ICM, mientras
arrastraba un bajista borracho conmigo, actuando como si fuera un
elefante invisible en la oficina y nadie hacia mención a él; era como el
policia de “Up in Smoke”, que en el medio de la ruta trataba de dar
instrucciones a uno de los personajes mientras el otro se drogaba
alevosamente, en su cara.
Casi al mediodia, las reuniones ya habian terminado. Todd habia
recuperado un poco más la coherencia, pero definitivamente necesitaba
dormir una siesta, asi que pense llevarlo a Central Park y resolver el
problema –al menos podria dormir la mona en el pasto, bajo el sol-. Me las
arregle para ayudarlo a llegar hasta ahí y justo cuando estabamos por
entrar al parque nos encontramos con tres musicos de Los Angeles que
ambos conociamos. No recuerdo por qué estaban en New York pero
querian que los acompañaramos hasta el barrio Alphabet City a comprar
heroína. Todd estaba dispuesto a ir con ellos, pero yo no lo dejaria; ya
habia pasado un tiempo en ese infierno y no queria volver allí, de modo
que la idea no me interesaba en lo más minimo; ademas, ya tenia
antecedentes y correr el riego de que me arrestaran de nuevo,
simplemente no valia la pena.
Logre mantener mis demonios a raya sugiriendo comprar una botella de
Jim Beam y dar un paseo en carruaje por el parque; y eso fue lo que
hicimos. Era una escena por demas extraña: Todd, estos tres rockeros con
aire gotico, tatuajes y piercings, y yo haciendo turismo por Central Park en
temporada de verano. Lo completamos con un par de pizzas y luego, una
ronda de bebidas el Dive Bar de la zona. En la segunda ronda, resurgió el
tema de la heroína; hice todo lo que pude para poner frenos al asunto
pero fue inutil; no me hicieron caso. En este punto, mis problemas
personales pasaron a un segundo plano; sólo me preocupaba por el
bienestar de Todd: No me gusto cómo lo vi esa tarde e hice todo lo posible
para evitar que empeorara. Todd consumia heroína pero no era tan
experimentado; incluso si lo hubiera sido, él no estaba en condiciones de
andar jodiendo con drogas. Como dije, perdi por unanimidad: Todd
arregló que ellos fueran a comprar la droga por nosotros asi yo no corria
riesgos de ser arrestado. A decir verdad, yo tambien queria consumir. Nos
fuimos a un bar del centro de la ciudad, ubicado en East Village, sobre St.
Mark‟s Place, y aguardamos mientras ellos fueron por las drogas.
Terminamos todos juntos en la casa de un amigo de nuestros amigos,
llamado Chosei Funahara, que era el bajista de Plasmatics. Estreché su
mano pero no tuve oportunidad de hablar con él porque Todd estaba tan
desesperado por obtener su parte, que pasó al baño a los dos minutos de
haber llegado al departamento. Yo era bastante cauteloso con este tipo
de cosas, porque nunca sabés qué obtendrás cuando compras drogas en
la calle –siempre tenes que ser muy cuidadoso. En realidad, no queria
consumir eso pero probé un poco y despues de notar que era muy suave,
preparé una dosis para Todd y para mi.
Nos quedamos un rato allí y armamos planes para encontrarnos más tarde
en mi hotel; luego Todd y yo nos retiramos. Era el atardecer cuando
llegamos al Times Square, y mientras recorriamos la calle de los cines, y
miraba las marquesinas, decidi ir a ver “Jaws” en 3D. Todd acepto
acompañarme, despues de todo, lo único que él queria hacer realmente
era beber mas y mas alcohol. Compramos un pack de cervezas y las
ingresamos a escondidas en el teatro –esto puede sonar extraño en estos
dias, pero en 1987, el Times Square de New York era un lugar muy
particular: era el único cine que no mostraba pornografia y el único cine
que no le hubiera negado la entrada a dos muchachos que traian su
propia cerveza.
“Jaws” en 3D no fue una buena pelicula; y tampoco lo fue esa dosis de
heroína. Casi en la mitad de la pelicula, pude notar que no me sentia
„drogado‟ y que habia bebido dos o tres botellas de cerveza, y que Todd
se habia tomado todas las demás, una detrás de otra. Luego, abandono la
sala para llamar por telefono a su novia; estuvo afuera por un largo tiempo
y creí que era una buena señal –quiza estaban arreglando sus cosas-.
Desafortunadamente, éste no era el caso: cuando termino la pelicula
encontre a Todd junto a la cabina telefonica, totalmente deprimido
porque Girl lo habia rechazado, aparentemente, de una muy mala
manera.
Lo lleve a cuestas hasta mi hotel, haciendo todo lo que pude para que
mejorara y esperando que se calmara. Todd estaba muy angustiado pero
despues, logre tranquilizarlo; se recostó y poco a poco fue quedandose
dormido. Ahí fue cuando golpearon la puerta nuestros amigos de Central
Park, que tenian todo preparado para consumir heroína y pasar un par de
horas con nosotros. De repente, Todd mejoro y estaba ansioso por aceptar
la idea. Fue otra batalla perdida, porque yo tambien me sumé a la reunion
y me inyecté casi la totalidad de mi porcion porque tardaba en hacer
efecto. Al mismo tiempo estaba vigilando a Todd para asegurarme que no
se diera de más, porque habia estado bebiendo en exceso por casi 18
horas. No puedo decir con seguridad qué paso despues pero estoy casi
seguro que alguien más lo inyecto mientras yo no estaba observando;
alguien más de los que estuvieron allí esa noche. Lo que yo le dí no era lo
suficientemente fuerte para causar lo que sucedió.
Una hora despues –mas o menos- de que llegaron estos tipos, Todd se paró
en el medio de la habitacion, como apoyandose en uno de sus lados y
luego, colapsó. Respiraba muy despacio, no respondía, asi que lo lleve a la
bañera y lo mojé con agua muy fria. Lo sacudí, lo abofeteé; hice todo lo
posible para que se despertara; todo esto mientras los otros se rearmaron y
se retiraron de la habitacion sin pronunciar palabra.
Ahí estaba yo, con mi mejor amigo, Todd en mis brazos, en la bañera.
Estaba deseperado, al borde de la locura. Anteriormente habia tenido
sobredosis pero nunca habia visto a alguien con sobredosis, mucho menos
lo habia tenido arriba mio como en ese momento; nunca habia lidiado
con una cosa así. Hice todo lo que pude para que se mantuviera
consciente. Estaba confundido porque habia consumido casi el doble de
sustancia que Todd,-por lo que me enteré- y ni siquiera me sentia
„drogado‟; entonces comencé a preguntarme qué otra cosa tendría en su
cuerpo, que yo no sabía.
No sabía que carajo hacer. De pronto, Todd volvio en sí: no estaba del
todo consciente, pero respiraba y por un instante sus ojos parecian hacer
foco; me miro y luego obsevó alrededor. Su respiracion se normalizó y volvi
a sentirme bien. Lo sequé y lo lleve hasta la cama.
Me quedé a su lado, mirandolo respirar y despues llamé a nuestros amigos
en comun para contarles lo que estaba pasando, y tambien como una
forma de calmarme un poco. Tambien me comuniqué con la unica
persona que conocia en New York y en la que confiaba lo suficiente como
para confiarle esto: una chica llamada Shelley que trabajaba con Bill Elson
en ICM. Estaba dialogando con Shelley y observando con atencion a
Todd, cuando de repente dejo de respirar. Solté el telefono, lo sacudí
nuevamente, lo abofeteé mientras lo sostenia, golpeé su pecho -de la
desesperacion-, pero no respondía. Llamé al 911, luego eche un poco de
agua sobre él pero nada funcionó. No lo pude salvar: Todd murio en mis
brazos, a los 21 años de edad. Estaba emocionalmente desbordado:
miedo, panico, ansiedad. Todo. Y donde carajo estaban los paramedicos?
Cuando llegaron al hotel, despues de 40 minutos, ya no tenian nada qué
hacer. Subieron a la habitacion y observaron a Todd como si fuera una
bolsa de basura.
“A la mierda!” dijo uno de ellos, con un tono de voz demasiado elevado
para mi gusto. “Que es esto?!”
“Sí, ya sé” el otro respondio. Esto es estupido; este tipo lleva un rato muerto”
“No se para qué nos molestamos en venir hasta aca...menos mal que no
nos apuramos en llegar”
Se llevaron el cuerpo y me dejaron en la habitacion junto a su billetera, las
botas de cowboy y demas pertenencias de Todd. Cuando estaba
empezando a captar lo que habia pasado, llego la policia. Me
interrogaron, jugaron el rol de policia bueno – policia malo. Me
preguntaron dónde consiguió la droga, y dónde estaba la jeringa. Se
acomodaron en dos habitaciones del hotel, separada una de otra y me
tuvieron de aquí para allá por casi 3 horas. Cuando terminaron el
interrogatorio y estaban satisfechos con mi declaración, me dijeron que
tenia que presentarme al otro dia, las ocho de la mañana, en la estacion
de policia para firmar unos papeles y así poder retirar el cuerpo.
Ese testimonio solamente, era demasiado para mí; en cuanto se retiraron
los policias, salí a la calle y me sente en la vereda con la espalda apoyada
en la pared del hotel. Pasé horas preguntandome qué habia pasado,
cómo habia sucedido todo esto y vi salir el sol antes de encontrar
respuesta a mis preguntas. Era hora de despegarme de la vereda y volver
al hotel. Nunca en mi vida habia estado tan desorientado.
La estacion de policia estaba tan destartalada y desorganizada como la
de “Barney Miller”: Me presenté allí y firme lo que fuera que tuviera que
firmar -papeles y fichas tan impersonales como los formularios de equipaje
perdido-; luego, volví al hotel, muy aturdido.
Lois todavia no habia regresado desde la noche anterior; asi que me
recosté. Mientras estaba en la cama, escucho un golpe muy fuerte en mi
puerta -no era la mucama; esto era algo serio-: el gerente y el guardía de
seguridad del hotel aguardaban detrás de ella, para decirme no sólo que
Lois no regresaria sino que se habia excedido en la cuenta y que el hotel
no tenía intencion alguna de seguir contandome entre sus huepedes y
necesitaba dejar la habitacion.
Volví a mi lugar en la calle, y despues de un rato, sin saber a quién mas
llamar, llamé a Alan. Él arregló con Shelley para que fuera a su casa a
descansar un poco. Estaba exhausto, asi que apenas llegué allí, me quedé
dormido. Acto seguido, supe que Alan fue a la casa de Shelley para
asegurarse que estuviera bien y que regresara a Los Angeles sano y salvo.
Le estoy tremendamente agradecido por esto, porque realmente no me
encontraba en el mejor de los momentos; estaba como anesteciado,
aturdido, paralizado.
Fue lo peor que me habia pasado hasta ese momento; o lo peor que me
paso en toda mi vida. Todd era mi mejor amigo y habia muerto. Pero esto
no terminó ahí. Cuando fui a San Francisco para el funeral tuve que
soportar ser señalado por su familia y amigos integrantes de la banda –
obviamente estaban muy angustiados- como el responsable de su muerte.
El hermanastro de Todd y Del James eran amigos –él me conocia y
tambien pensaba que yo era culpable. Todo se puso realmente feo.
Incluso la familia de Todd contrato un investigador privado para que me
vigilara por un tiempo. Asi que, mientras todos haciamos nuestro duelo,
tuve que luchar con una enorme nube de acusaciones injustas porque, al
final yo fui el único que hizo todo lo posible por mantener vivo a Todd.
Fue un gran llamado de atencion: No sólo estuve cara a cara con la
realidad del estilo de vida voraz que tenia, sino que tambien aprendí que
vivir tan abiertamente y abrirte a las personas –incluso a las que más
confias- y ser sincero con ellas, te vuelve vulnerable y te convertis en un
blanco fácil para todos, hasta para los que mejor te conocen.
CAPITULO 8:
UN BUEN COMIENZO
Puedo decir una cosa acerca de lo más destacado de 1987, en terminos
musicales: ese año tuvo el estereotipo de los 80 más que el resto de las
decadas, todas juntas.
En 1987, “Livin on a Prayer” de Bon Jovi paso desde el 14 de febrero hasta
el 7 de marzo en el puesto numero uno en los charts –estuvo allí más
semanas que cualquier otro single en el año.
En 1987, Whitney Houston se convirtio en la primera artista solista femenina
en tener un album debut en el puesto numero uno. Robert Palmer gano el
Grammy en el rubro „Mejor interpretacion masculina de Rock‟ por
“Addicted to love” y „Eurythmics‟, en el rubro „Mejor interpretacion de un
grupo de Pop‟ por “Missionary Man”.
“Dirty Dancing” y “Three Men and a Baby” fueron las peliculas del año y
todas las canciones que se escuchaban en la radio eran empalagosas y
super producidas: Who`s that girl? de Madonna, “Big Time” de Peter
Gabriel, “Back in the High Life Again” de Steve Wirwood. La industria
discografica estaba plagada de malas ideas en 1987; ya se utilizaban CDs
pero los poderosos decidieron que los cassetes „single‟ serian el futuro,
entonces lanzaron en este formato „Heart of the Night‟ de Bryan Adams,
que resistió el paso del tiempo de la misma manera que lo hicieron los
cassetes „singles‟.
Y si hablamos de Hard Rock en 1987, “Permanent Vacation” marco el
regreso de Aerosmith a los escenarios, pero “Rag Doll” y “Dude (looks like
a lady)”, las canciones más reproducidas en las radios, eran debiles; les
faltaba fuerza. Tambien estaba “Here I go again” de Whitesnake, “Alone”
de Heart, “Once Bitten” de Great White, y Billy Idol con el cover de “Mony,
Mony”.
En el medio de todo esto aparecimos nosotros. Ni Guns n Roses, ni Appetite
for Destruction encajaba en los moldes preexistentes, en el paisaje musical
de 1987. Por mas que tuvieramos un disco en la calle; esto era como
síempre lo fue: teniamos que hacer nuestro propio espacio.
Durante la gira con The Cult, nos hopedamos en hoteles más baratos que
ellos, pero esto no nos impidio causar estragos en los suyos. Bastante
seguido, la noche terminaba con Duff y yo siendo echados, ya sea por el
personal del hotel o por la mismisima banda, y ambos teniamos que
enfrentar el desafio de volver a nuestro hotel, dondequiera que estuviera.
Una noche, estaba tan borracho que me dormí en el sofá del salon
principal del hotel donde se hospedaba The Cult y Duff me dejo allí. Me
desperté como a las cinco de la mañana, luego haberme orinado encima
mientras dormía. Para peor, no llevaba conmigo las llaves de mi habitacion
y no tenia idea dónde quedaba nuestro hotel. El personal de ese hotel no
me ayudo en lo más minimo, probablemente porque estaba empapado
en meos y olía muy mal. Me dirigí al exterior del hotel a resistir el invierno
canadiense. Hacia mucho frio y empecé a deambular, esperando
encontrar el camino. El unico hotel que vi al salir a la calle estaba bastante
lejos, pero afortunadamente para mí, ése resulto ser nuestro hotel; y aún
tuve más suerte de haber estado usando mis pantalones de cuero, porque
sino me hubiese congelado más de lo que realmente lo hice. Es un
beneficioso efecto colateral de los pantalones de cuero: si te haces pis
encima mientras los usas, resultan ser más ductiles y confortables que los
jeans.
Estaba tan contento de estar de gira por cualquier lugar con un motor
home de verdad, sin importar cuan feo o poco confiable que fuera. Como
banda, eramos como el equipo de las peliculas de deportes: los
subestimados, los menospreciados que estaban en desventaja: teniamos
equipos precarios de menor calidad, y algo de ropa en un bolso, pero
suficiente valor como para ganar el campeonato- eramos la version
rockera de “Slap Shot”. Incluso tocamos en canchas de hockey sobre
patines en Canada: El tour empezo en las provincias del este y siguió por la
costa oeste de Canadá; despues recorrimos el noroeste de los Estados
Unidos hasta el sur, pasando por California; luego Arizona y Texas hasta
Louisiana y la region del Delta del Mississippi. Fue un largo camino, una
verdadera expedicion.
En Canada, nada nos impactó, pero nosotros impactamos a todos los
canadienses. Muy a menudo, me sentia como si fueramos los Blues Brothers
en esa escena en la que van a tocar al „Country Bunker‟ y el publico les
arroja botellas de cerveza. Nosotros teniamos la misma actitud que ellos
frente al „no respaldo‟ de la gente cuando nos encontrabamos
inesperadamente en un ambiente hostil; lo cual estuvo bueno...porque lo
hicimos varias veces.
Incluso cuando no lo hicimos, los canadienses nos miraban de manera
extraña en cualquier lugar donde nos presentaramos. Nosotros
pensabamos que eramos normales, pero puede notar claramente que
para esta gente –y para otra gente tambien-, nuestra forma de proceder
no era normal, en absoluto. Eramos un par de maleducados que pensaban
que lo sabian todo y que en realidad, no sabian nada. Imagino que The
Cult nos veia como una maquina inestable e imprevisible: eramos
interesantes para algunos de ellos porque teniamos un timbre único; pero
tambien eramos una maquina que podria derrapar en cualquier
momento.
El cantante y lider de The Cult, Ian Astbury se divertía mucho al ver lo
explosivos que eramos; el disfrutaba eso; para él, eramos como fieras
voraces y todas las demas cualidades que los rockeros experimentados
anhelan o envidian. Ian tenia razon: eramos eso y mucho más –eramos
como una M80 en una lata de Coca-cola.
El guitarrista de The Cult, Billy Duffy, por otro lado, era indiferente: no le
interesabamos o simplemente no creía en nuestra postura. De todos
modos, la mayoria de las veces, pasaban un rato a ver el numerito que
montabamos.
El unico lazo real al pasado es, quitando los recuerdos y anectdotas, son los
meticulosos organizadores de actividades que he tenido la mayor parte de
mi vida –hasta que me rendí, luego de perder muchos y que me robaran
tantos otros. Pero los que sobrevivieron, los guardé y varios de estos han
venido bastante bien para recordar especificamente algunas cosas; cosas
puntuales para hacer este libro o cuando surgió alguna situacion legal
desagradable. Así era cómo yo mantenia el registro de mi vida, y allí anoté
todos los sucesos importantes. Dicho esto, desafortunadamente, este tour
con Motley es un gran agujero negro porque, por primera vez en mi vida,
alguien robó esa agenda junto con la poca ropa que llevaba conmigo
para la gira. No fue muy complicado hacerlo; todo estaba amontonado
dentro de una funda de almohada, la cual cumplia doble funcion:
almohada y equipaje. Nuestro guardia de seguridad, Ron Stalnaker, era
quien se encargaba de los bolsos –era uno de esos tipos que sin ton ni son
tenia la necesidad de cargar cosas y hacer ejercicio. Su pensamiento era
robotico: “debo levantar las cosas y cargarlas...‟. Estaba bien para nosotros
porque nunca les pediamos ayuda al portero o al botones del hotel,
porque no teniamos dinero para las propinas.
Entones Ronnie habia puesto nuestros bolsos contra uno de los lados del
bus y habia vuelto al lobby del hotel para buscar más bolsos. Algun chico
que habia estado esperando allí, manoteó los primeros que Ronnie apoyo
–que eran: las cosas de Duff y mis fundas de almohada-. Apenas
lavabamos la ropa; no teniamos a nadie que se ocupara de esas cosas.
De vez en cuando –y sólo de vez en cuando- iriamos a la lavanderia y
pondriamos unas fichas para lavar nuestra ropa. Usabamos lo que
teniamos y nos comprabamos remeras nuevas cuando era posible.
Basicamente cuando mis jeans se gastaron de tanto uso, segui usando mis
pantalones de cuero por el resto de la gira. Definitivamente Duff, Izzy y yo
viviamos improvisando con la vestimenta; luego pondriamos toda la ropa
junta, la sucia y la limpia dentro del bolso o de mi funda de almohada.
Esa bolsa que me robaron contenía todo lo que necesitaba ese día:
medias, una remera nueva, y mi diario, sumado a todo lo demas que
debia usar para vestirme.
En ese punto de la historia ya eramos lo suficientemente importantes como
para que alguien quiera llevarse mi „equipaje‟ como trofeo. Creo que
estuvo bien. En ese momento fue todo un problema porque no tenia otra
ropa que pudiera usar y llegué tarde a una entrevista en una radio, que
debia hacer en persona, en vivo, y cubierto con una toalla dado que le
habia dicho a Ronnie que llevara toda mi ropa al bus mientras tomaba
una ducha porque planeaba vestirme en el camino. Por lo menos, la gente
de la radio me regalo una remera.
Motley fue la unica banda de la escena de Los Angeles con la que nos
juntamos para trabajar a nivel profesional y nacional. Esto tenia sentido:
era la única banda que respetábamos y con quienes compartiamos cierta
camaraderia. Asi y todo estaba convencido que nadie sabia quiénes
eramos nosotros, pero aparentemente sí, debido a que se vendian muchas
entradas y los shows eran asombrosos. Era el encuentro supremo de dos
bandas de „chicos malos‟ y nos comportabamos de manera acorde al
termino.
Hubo una noche en la que Nikky y yo armamos una competencia de
bebedores. Dependiendo a quien preguntes, te diran que todo lo empecé
yo, clamando que podría beber más que lo que Tommy y Nikki juntos
bebian cualquier día de la semana; o que Nikki empezo al desafiarme a
tomar más que él. En cualquier caso, él y yo terminamos sentados en el bar
del hotel de algun lugar de Estados Unidos, participando de la
competencia de tragos.
Nikki tenia su sistema: pedia cuatro vasos y yo me tomaria 2 de ellos
mientras él solo tomaba uno y dejaba el otro, que yo tambien terminaria
tomando solo porque estaba allí. Me habia dado cuenta lo que Nikki
estaba haciendo, pero asi y todo, yo bebia mis tragos rapidamente, y ya
sea en la conversacion o en lo que fuere, comence a perder la nocion de
cuántos habia tomado. Rapidamente, mas tragos me traian, mas tragos
bebía. Y en el fragor del momento, yo beberia mis tragos mientras él
disfrutaria lentamente los suyos; mas uno extra que tambien me lo tomé.
Nunca habia bebido tanto y seguia alerta: estaba totalmente al tanto de
lo que estaba haciendo... hasta cierto punto.
Teoricamente, ibamos trago a trago, pero dado que yo me estaba
tomando la mitad de los tragos de Nikki, diria que al final, bebí 20 medidas
de Jack Daniels contra diez que tomo Nikki. Me emborrache a tal punto
que me contaron que vomité, ahí nomas, en el bar, entre mis piernas, y
trate de disimularlo. No recuerdo nada de eso, pero si recuerdo haber
hecho lo que siempre me gusto hacer cuando me emborrachaba:
pelearme con alguien más grande que yo. En este caso fue Nikki; lo
ataqué sin razon, de la nada; le hice un tackle y la pelea incluyo los
taburetes del bar...todo. Nikki es bastante alto, y en ese tiempo tambien
era bastante corpulento; asi que la gresca se termino dando vuelta: me
devolvio la gentileza, caí de espaldas y se sentó encima de mí. Cuando
me calmé, me llevó hasta la habitacion del tecnico de percusion de
Tommy, Spidy. Me quede dormido ahí, y me desperté a la mañana
siguiente con tal resaca que no podía voltear la cabeza –fue el peor dolor
que experimenté en toda mi vida-. Me las arregle para ir hasta mi
habitacion –a los tumbos- y llamé a Doug, nuestro manager de giras, para
decirle que necesitaba urgente un doctor. Aparentemente me habia
dislocado cuatro vertebras cervicales.
Apenas podia tocar, porque soportar el peso de la guitarra sobre los
hombros me producia un dolor atroz. Durante los shows, tuve que
quedarme de pie en un lugar fijo del escenario, con mi galera lo más
ajustada posible; me mantuve así un par de semanas. Las vertebras que
me habia lesionado estaban muy cerca de la base del craneo como para
que un quiropractico pudiera ponerlas de vuelta en su lugar, asi que probé
con acupuntura, por primera vez en mi vida, y debo decir que resulto ser
muy util y beneficioso. Tenia una sesion antes de cada show, y luego varias
veces por semanas durante los meses siguientes; pero hasta que cedio la
hinchazon, mi andar se parecia al de Tin Man, pero oxidado.
Esa no fue la unica experiencia dolorosa de esa noche. Aparentemente,
despues de quedarme dormido, Tommy y Nikki me tomaron varias
fotografias: una de ellas era un primer plano de mi cara con las bolas de
Nikki colgando encima, en plano; a la mañana siguiente hicieron copias,
las plastificaron y las mostraron a todos lo que viajaban con nosotros en la
gira. Incluso creo que pusieron esa foto en las acreditaciones del tour –que
dicen „All Access‟-. Fui ridiculizado frente al mundo.
Nunca antes habia tenido Guns este tipo de relacion con otra banda en
las giras y nunca más la tuvo; y no hubo mayor nivel de descontrol que en
esa gira. Motley era la única banda que tenia la misma mentalidad
autodestructiva que nosotros, combinada con un furioso sentido de la
competencia para colocarse en un nivel de superioridad con respecto al
otro. Durante toda la gira tratamos de superar uno al otro en todos
aspectos y eso hizo que los shows fueran mejores.
La unica experiencia semejante fue una gira de Guns con Skid Row como
banda soporte, unos años más tarde, y por mas que odie tener que decir
esto, creo que fue con Sebastian Bach que llevamos las cosas al proximo
nivel.
Motley se reservaba un gran final para nosotros: le hicieron honor a la vieja
tradicion de hacerle bromas a la banda soporte en la noche de cierre de
la gira. Su grupo de trabajo lo mantuvo en secreto y nosotros nunca
supimos lo que iba a suceder. Cuando estabamos por arrancar la ultima
cancion del show, diez kilos de harina cayeron de las vigas del escenario, y
por mas cool que pensamos que fue, creo que lucimos ridiculos por un
instante. Me llevo varias semanas quitar los restos de harina de los trastes y
de cada recoveco de mi guitarra.
Toda la gira fue una gran experiencia de aprendizaje. Motley estaba en la
cresta de ola y tenian mucha experiencia, pero nunca olvidare la
expresion de terror en los ojos de su manager, Doc McGee, cuando me
acercaba a él por cualquier consulta. Doc estaba tratando con una
banda que vivia al limite: en esa gira, al final de cada noche, Tommy
quedaba tan mal que uno creia que estaba a un paso de la muerte. El
ultimo recuerdo que tengo de esa gira es ver a Doug trasladar a Tommy
por el aeropuerto en un carrito de los que se usan para el equipaje, para
poder subirlo al avion junto al resto de la banda; Tommy iba apilado en el
carrito, sus largos brazos y piernas colgaban de uno de sus lados, llevaba la
cabeza totalmente inclinada hacia delante de modo que el menton
tocaba el pecho.
Cuando terminamos el “Girls Girls Girls Tour” con Motley, tuvimos muy pocas
presentaciones porque no habia muchos lugares apropiados para una
actuacion como la nuestra. Pero existia la pareja perfecta para Guns n‟
Roses: Alice Cooper. Eran el uno para el otro. Habiamos participado en un
show de Alice Cooper en 1986, en Santa Barbara; en el cual, cualquier otro
artista de su talla, en su lugar, nos habría descalificado inmediatamente.
Ese show debia tener una hora de duracion, pero Axl insistio en traer a su
novia, Erin, a ultimo momento. Todos los integrantes de la banda nos
opusimos a esto, al igual que Alan, pero Axl lo convencio y le dijo que no
habia nada de qué preocuparse. Llegamos al predio donde teniamos que
tocar, y no encontramos a Axl por ningun lado pero, aparentemente,
estaba en camino al lugar. Habia llegado el momento de subir a escena y
todavia él no aparecía, asi que salimos Izzy, Duff, Steven y yo y empezamos
a tocar sin Axl. Izzy y Duff cantaron “Whole lotta Rosie” de AC/DC entre
otros covers. Eramos teloneros de Alice Cooper pero basicamente ese set
fue como una sesion improvisada, una zapada de borrachos de bar, que
era adecuada para un bar pero no para un estadio. Las situacion era tan
fea que llego un momento que le pedimos al publico que cantara y luego
preguntamos si no habia ningun cantante en la sala. Fuimos amigos del
publico por unos minutos pero rapidamente cambiamos de parecer y
terminamos insultandolos y tirandoles cosas. Fue realmente ridiculo.
Nos quedamos allí el tiempo estipulado y luego nos retiramos en medio del
vergonzoso desastre. Salímos de inmediato y volvimos a Hollywood, tan
enojados que, esa noche, hablamos de separar a Axl de la banda y
buscar otro cantante. Junto con Izzy fuimos hasta la casa de West y yo
estaba lo suficientemente disgustado y alterado como para volver a la
heroína. Mientras consumíamos en el baño, Izzy y yo hablamos del show de
mierda que acababamos de dar y de qué podiamos hacer al respecto.
No era la primera vez que tocabamos este tema; diria que la idea de
despedir a Axl rondó aproximadamente 6 veces, muy seriamente, en el
ciclo de vida de Guns n Roses. Izzy y yo estabamos realmente planeando
una estrategia acerca de qué hacer cuando Axl apareciera. Resulta que
vino al baño, se apoyo sobre la bañera y empezó a hablar.
Lo asombroso de Axl es que él no entendió, en situaciones como éstas, que
había hecho algo mal, que se había equivocado; no desde su marco de
referencia. Entro al baño creyendo que no tenia razón alguna por qué
disculparse, por lo que pude notar. De todas maneras hablamos largo y
tendido y cuando la conversacion se alejo del tema de su ausencia en el
show, él intento ofrecer, vagamente, algun tipo de disculpas. Y cuando lo
hizo, tambien explico, bastante más apasionadamente, por qué hizo lo
que hizo. Sus razones eran tan enroscadas y complicadas que me quede
con la impresión de que ignoraba totalmente las repercusiones -o
consecuencias- de su no aparicion en el escenario esa noche y lo que
habia sucedido en su ausencia y que tampoco lo entendía.
Hay ciertos protocolos que Axl, simplemente no acata; dado que su mente
no funciona de la misma manera que la de los demas y los valores morales
y las reglas comunmente aceptadas no existen para él, explicar esas
normas podria o no hacer la diferencia; nunca se sabe. Axl es super
inteligente pero al mismo tiempo vive en un mundo donde no se aplica la
misma logica por la cual se rige el resto de la gente. Nunca jamas llega a
entender realmente los incovenientes que otros pueden tener a raiz de sus
decisiones; no lo hace con mala intencion, simplemente es su forma de ser.
Es muy dificil explicarlo. No hay ser más sincero que él, pero resulta que Axl,
independientemente del mundo que lo rodea, insiste en vivir acorde a las
reglas que son validas y se cumplen sólo en ese universo que él mismo ha
creado a su alrededor. El show de Alice Cooper fue un claro ejemplo de
esto: recuerdo que tanto Izzy como yo estabamos furiosos esa noche. Pero
por más enojados que estuviesemos, estar sentados allí, en el baño,
hablando de cuán decididos estabamos a hallar otro cantante; así y todo,
cuando Axl aparecio, nos convencio; paulatinamente, se aplaco nuestra
ira y Axl nos toco el corazón, asi que decidimos perdonarlo y olvidar el
tema. No nos costo mucho... habiamos consumido tanta heroína que
luego de un rato, le habiamos quitado el dramatismo a la situacion, y la
discusion ya no tenia sentido.
En todo caso, así fue entonces y ciertamente es ahora. Aparentemente,
Alice habia disfrutado de nuestra performance; creo que vio un poco de sí
mismo en su juventud, en nosotros. El tour promocionaba su disco “Raise
your fist and yell” y Alice no habia tenido un buen año: casi muere en el
escenario cuando su famosa guillotina de utileria no funciono bien y casi lo
decapita; se habia desintoxicado y se mantuvo limpio en la gira, de modo
que exceptuando algunos miembros de la banda que eran un tanto
pendencieros y escandalosos, nosotros eramos las manzanas podridas que
podias encontrar en ese viaje.
Compartimos con Alice la etapa estadounidense de su gira. Nuestro chofer
era un principiante y tenia la cabeza quemada. Fue inolvidable: era un
musico pelilargo que le gustaba siempre andar hablando de los temas que
componía, y como tambien era alguien muy divertido para salir,
constantemente hacia cosas que hacian nuestra vida un tanto más dificil.
El gran problema era que siempre queria salir con nosotros, asi que en vez
de estacionar el bus en un lugar determinado y luego dejarnos ir donde
quisiesemos, se ofrecia a llevarnos hasta el lugar propiamente dicho, lo que
inevitablemente hacia que terminemos perdidos por las calles laterales. No
hace falta decirlo: no duro mucho en su puesto.
Al unirnos al tour, Alice fue super amable y nos apoyo mucho. Nos dio la
bienvenida sin protocolos, no hubo jerarquias, ni nada de eso; nos trato de
igual a igual. Sinceramente le gustaba nuestra banda y lo que haciamos –y
nosotros lo admirabamos muchisimo. Digamoslo así: Nos tomamos todos
muchas fotos con Alice. Fue una transcision interesante: al trabajar con
Motley, habiamos visto una produccion a gran escala y una actuacion
predecible cada noche. Con Alice, sucedió lo mismo pero a otro nivel
totalmente diferente. Dado que hemos sido sus fans por años, ha
influenciado nuestra musica y letras y lo hemos tomado como un modelo a
seguir; salir de gira con él era algo completamente distinto. Alice contaba
con un tecladista, un guitarrista del tamaño de un behemoth que le
gustaba levantar pesas, tambien a Kip Winger en el bajo, otro guitarrista
más y un baterista. Estaba respaldado por un monton de gente contratada
para cada uno de los shows, todo tipo de escenografía y utileria; y era muy
interesante ver cómo Alice interactuaba con todo eso. Tenia ocho
musicos, coristas, actores, varios cambios de vestimenta...Definitivamente,
un show con todas las letras.
Tambien tenia un serpiente, la cual estaba muy contento por ver. Pero
Alice no era un coleccionista; no tenia una en su casa, sino que era una
pieza más de la utileria de sus shows. Un chico cuidaba de ella, pero no
estaba muy instruido en cómo cuidar y proteger a esta pobre „Boa
Constrictor‟ de las bajas temperaturas de la region norcentral de los
Estados Unidos, asi que tuve que darle algunos consejos. De todas formas,
la rompimos en esa gira.
Por la produccion, teniamos que ubicarnos contra el frente del escenario,
contra el publico, y esto era un catalizador. Los shows eran dinamicos, con
minima iluminacion y los predios del concierto mucho más pequeños que
los que habiamos visto con Motley; a fin de cuentas, habia enormes
diferencias entre Motley y Alice, e hicimos este cambio muy velozmente.
Esa epoca estuvo caracterizada por los cambios rapidos y drasticos;
cambiabamos los equipos constantemente, y estos cambios nos forzaron a
aprender mucho en poco tiempo. Si nos nos adaptabamos, cometeriamos
errores; asi de simple, ni más ni menos. Para una banda que estaba
empecinada en hacer las cosas a su manera, y mantenerse en esa
postura; fue bueno estar expuestos a estas diferentes situaciones sin previo
aviso.
Dejamos pasar el tiempo y luego nos dirijimos a New York City para hacer
un par de shows. “Zodiac”, “Mindwarp” y “EZO” eran las bandas soporte en
forma intercalada, pero recuerdo el show en “Limelight”. No lo tomamos
muy en serio; nuestro plan era aparecer allí y usar los equipos de las otras
bandas. Tome tranquilizantes antes de volar a L.A. y cuando perdimos el
avion porque Axl se demoraba, no se cómo hice para mantenerme
despierto.
Siempre viajamos todos juntos en las giras, y mientras esperabamos a Axl y
que se hiciera la hora del proximo vuelo, empecé a tomar whisky -tome
varios Jacks-. Arribamos en New York y nos fuimos directamente a hacer el
show. La mezcla de pastillas y alcohol habian hecho efecto realmente.
Luego de haber dormido no más de una hora en el avion, basicamente
era un zombie, un muerto vivo.
Subimos al escenario sin anunciarnos, y tomando todo en cuenta fue una
noche bastante buena. El unico problema surgio cuando tuvimos que
tocar “Sweet child o mine”; fue un momento de terror: me tomo 10 minutos
encontrar esas ocho primeras notas. Empezaria y me detendría una y otra
vez hasta que finalmente lo resolvi. Me dio vergüenza y risa al mismo
tiempo. Creo que tambien fue esa misma noche que me tire del escenario,
y el publico en vez de sostenerme, se apartó como el Mar Rojo y me dejo
caer al suelo. Estuve allí por un instante, evaluando si me habia roto -o no-
algun hueso. Luego volvi al escenario y traté de mantener un buen
semblante.
En esta ocasión, tambien tocamos en The Ritz y este show fue
tremendamente popular en MTV. No fue el mejor show que dimos, de
ninguna manera: Axl tenia problemas vocales y aunque no tocamos mal,
habiamos tocado mejor en los ultimos tiempos. En todo caso, fue
desorganizado, desafinado; demasiado punk rock y solo por esta razon, es
digno de reconocimiento. Esa secuencia es importante porque capturo la
escencia de la banda. El publico fue espectacular y como sucede con
todos los momentos memorables, paso muy rapido y se terminó, incluso
antes de percatarme de ello.
Hicimos gran cantidad de presentaciones en la Costa Este, despues; en el
auge de Guns. Recuerdo una noche en particular; en “L‟Amour” en
Brooklyn.
L‟Amour era un clasico en New York City; era el mejor lugar donde
cualquier banda de hard-rock o metal pudiera tocar jamas. Izzy se
emborracho de tantas cervezas que tomo antes de subir al escenario pero
se mantuvo agradable, tranquilo, a su modo –Izzy siempre fue gracioso
estando borracho. Esa noche hizo el show como si nada sucediera,
sentado en el angosto borde del rack de sonido. Era muy divertido de ver.
Esos shows fueron barbaros –todos los fans que estuvieron allí lo saben tan
bien como yo. Durante este periodo, cuando encabezabamos, teniamos
cierta presencia majestuosa. Algo sucedió en esos meses en los que
pasamos de ser teloneros a ser banda principal; ya en ese entonces,
sabiamos como hacer de un show de 45 minutos, un „vale todo‟ donde no
habia limites, ni restricciones. Fuimos una gran banda soporte, y cuando
empezaron a contratarnos más y nosotros, a tocar con continuidad, incluso
ofreciamos más por el mismo precio.
Encabezar sumaba algo particular a la buena vibra del lugar, una
sensacion de libertad de accion, apoyo, comodidad, control; en esos
shows, nosotros teniamos las riendas del lugar, del publico; todos ellos
habian venido a ver a su banda, Guns n Roses.
Esos dos fueron los ultimos shows que teniamos estipulados con Iron
Maiden.
De vuelta en Los Angeles, me volvi a juntar con West Arkeen y se corrio el
rumor que yo habia vuelto a consumir heroína; esto preocupaba a todo el
entorno de la banda. La verdad es que, en ese periodo, sólo consumí una
vez y nada más; eso fue todo. Pero la intencion era buena: estaban
preocupados en que yo volviera a hacerlo, al tener tiempo libre. No se
equivocaron del todo: yo tendia a ser un tipo revoltoso, rebelde, dificil de
controlar y nunca pudieron dominarme. Sabiendo eso, Alan decidio que
Doug debia llevarme a Hawaii para estar un poco más tranquilo.
Doug y yo fuimos a Maui. Doug ama el golf, y estaba encantado de ir allí;
eligió un Resort de primera linea por esa única y sencilla razón.
Yo debia empaparme de sol y relajarme...fue una pesadilla total!
Este lugar era un complejo de bungalows; habiamos alquilado un auto
para la semana y llenamos la casucha de comida. Era tan caro como un
hotel pero no se parecia en nada a un hotel. Debiamos permanecer en
Hawaii durante dos semanas pero al quinto día, ya estaba preparado para
irme. Empece a llamar a Doug para que me mandara pasajes de avion a
cualquier otro lado más interesante.
“Puedo viajar a cualquier lado, Doug!, qué lugar de mierda!”, grite. Por
qué estoy aca?!”
“Slash, calmate!”, respondió Doug. “Estas mas tranquilo?. Ok, dónde
queres ir?”
“Ya te dije!! ... a cualquier lado!!. New York!
Finalmente, en vez de sacarme de ahí, Doug decidio mandarme a una
stripper muy hot que yo habia conocido en Toronto. Él se encargo de todo,
hizo todos los planes y me dejo contento. Supuestamente, en este viaje,
debia relajarme, bajar un cambio. Pero debo decir que aún allí, me agarre
tremendas borracheras. Una noche, en particular, bebimos tanto con Rose
que por alguna razon –estupida-, crei necesario romper todas las partes
vidriadas del frente de la casa. Ni siquiera lo pensé; en ese momento me
parecio algo totalmente natural. De pronto oimos que alguien llamó a la
puerta, mientras Rose y yo estabamos sentados en el sofá. Afuera
aguardaba un enorme samoano, guardia de seguridad del Resort. Pude
notar que no estaba muy contento...
“Vos rompiste todo este vidrio?” me preguntó.
“Si...Y qué?!, le constesté
“Vas a tener que limpiarlo”, me dijo, endemoniado. “Vas a tener que
limpiar este desastre”.
Tenia razon; moralmente, sí. Deberia haber limpiado los vidrios rotos. Pero
estaba pagando cerca de mil dolares por noche, de hospedaje; y por ese
dinero, no pensaba limpiar absolutamente nada.
“Y por qué no lo limpias vos?, le dije.
El tipo me miro fijamente un instante, luego me tomó del cuello, y me
sostuvo contra la pared. No sé que tenia planeado hacer; todo lo que se
es que apenas podia respirar y mi espalda desnuda estaba sintiendo
seriamente el estuco de la pared.
Mi chica se volvio loca, y salto sobre la espalda del samoano, recreando a
Cain. No tuvo mucho efecto; él estaba prendido a mi cuello como un
pitbull: se libero de ella de un solo golpe, con un solo brazo; porque el otro
se mantuvo presionando mi garganta y nunca aflojo su tension.
Toda la escena fue muy ruidosa y luego de unos minutos esto atrajo a los
otros huespedes. La pareja de la casa de al lado se acercó y cuando el
samoano los vio, fue como si hubiera visto kriptonita: de pronto se
tranquilizó y se retiro de mi casa. Al dia siguiente, lo busqué pero no tuve
éxito; desaparecio y nunca mas regresó; renuncio a su trabajo,
aparentemente.
Hicimos un mini-tour, poco despues. Era algo que Alan habia arreglado
para mantener el impulso, para no perder lo que habiamos logrado.
Tocamos en un teatro en Phoenix con TSOL, y recuerdo que cuando llegué
allí, todos se sintieron aliviados de verme. Estaba super bronceado y Doug
esta orgulloso de eso; según él, su plan habia funcionado: me habia
llevado a Hawaii y habia logrado enderezarme. Me causaba mucha
gracia.
El primer show estuvo bien, pero la segunda noche, Axl no aparecio;
nuevamente se rehusó a salir de su habitacion. No sé cuanto insistieron
Doug y Alan para que subiera a escena, y aún hoy no entiendo por que no
habra querido hacer el show, pero creo que fue un duro golpe a la moral.
Nosotros como banda, estabamos fuera de sí; estabamos encabezando
esos show y no podiamos perdonarle esto. Son muy pocas las razones por
las cuales podes cancelar una presentacion: si muere alguien en la familia,
si te moris vos, o te enfermas o estas enfermo y a punto de morir; sino tenes
que hacer el show como sea, arrastrandote si es necesario, pero tenes que
subir al escenario.
Esta actitud de Axl, desató una reaccion en cadena y desde ese momento
se le abrieron las puertas a la disfuncion.
Steven encontro a alguien vendiendo drogas en Phoenix; el resultado: yo
me inyecté y tambien él; no estoy seguro qué estaban haciendo Izzy y Duff,
pero Steve y yo andabamos agarrandonos de las paredes. Todo lo que
recuerdo de esa noche es que el hotel parecia una caverna; mi cuarto y el
de Steven parecian estar a 6 millas de distancia. El hotel estaba oscuro,
lugubre; un gran numero de personas habian reservado cuartos,
estrictamente para poder festejar despues del show y estaban en plena
marcha. Parecia siniestro y avieso; se percibia cierta perversion y toxicidad
en el ambiente.
Al amanecer, Doug y Alan pidieron una reunion de la banda despues del
desayuno. Duff, Izzy, Steven y yo nos sentamos algun restaurant junto a
Alan, y realizo su exposicion. Nos dijo que estabamos a punto de arruinar
todo lo que nos habia costado tanto conseguir. Puse todas mis fuerzas por
mantener mi cabeza erguida por dos segundos, mientras Alan seguia
diciendonos que no podiamos continuar viviendo así. Hicimos una pausa
para expresar nuestra decepcion por la indiferencia de Axl y el hecho de
que tampoco estuviera participando de la reunion. Pero tambien sabiamos
que no podiamos salir a buscar otro cantante. Parecia que Alan estaba de
acuerdo con nosotros y que iba a hablar con él. No marco ninguna
diferencia, por supuesto.
Volvimos a Los Angeles, y cancelamos el resto de las presentaciones. Acto
seguido: abrir para Aerosmith. El entorno controlado de ser banda soporte
parecia ser bueno para nosotros en ese momento. El manager de
Aerosmith, Tim Collins habia conseguido reordenar a la banda, y era
responsable de su sobriedad; y la banda habia invertido millones de
dolares en tratar de desintoxicarse y mantenerse limpios. Y habian
contratado a Guns n Roses como banda soporte, cuyos cimientos habian
empezado a ceder y mostraba sus primeras grietas. Imagino las mentiras
que Alan habra dicho acerca de lo bien que nos llevabamos, para cerrar
el contrato.
Tom Zutaut, Alan Niven, y Doug Goldstein fueron advertidos. Tim Collins les
leyo la cartilla acerca de poner en peligro a su banda, en referencia a
nuestras adicciones y la sobriedad de Aerosmith. Luego, nosotros nos
reunimos con él. Lo fuimos a ver a su hotel en Los Angeles; la reunion tuvo
lugar en su habitacion; ordenamos por „servicio al cuarto‟ bebidas
alcoholicas por un valor de mil dolares cuando él fue al baño. Tom se
quedó callado al ver llegar a la sala esta enorme cantidad de comida y
bebida; no dijo ni una palabra, sólo nos sonrio.
“Lo siento, pero teniamos hambre... y sed” le dije.
Era nuestra forma de mostrarle a Tim que no estabamos dispuestos a
renunciar a nuestro estilo de vida, pero sí podriamos seguir ciertos
lineamientos: todos los tragos serian servidos en vasos comunes y todas las
botellas debian no estar a la vista y, por supuesto, no hacer mencion a la
heroína o cocaina. Eso no era un problema para nosotros; no fue dificil
ocultar que teniamos drogas porque siempre fuimos muy reservados en ese
sentido.
El tour comenzó en Julio y duro dos meses; y yo no podia estar más feliz de
compartir la gira con una de mis bandas preferidas. “Permanent Vacation”
era su noveno album, el primero con canciones de autores ajenos a la
banda, y el que contenia muchos de los hits que el mundo ha disfrutado
por años; pero dado que creia que interpretar canciones que fueran
escritas por otra gente y no por la banda, no estaba del todo bien; me
alegro verlos resucitar entre los muertos.
La primera noche fue tumultuosa: el primer show tuvo lugar en Illinois y
mientras que la banda arribo al predio lo suficientemente temprano para
verlos probar sonido, Axl estuvo desaparecido en acción hasta media hora
antes tocar. Recuerdo que Steven Tyler se acerco y me dijo: “Hey, donde
esta el cantante?”; ésta se ha convertido en una frase recurrente, el
remate del chiste, y la linea obligada cada vez que nos vemos con Tyler –
siempre me dice eso cuando me saluda-. Axl aparecio con los minutos
contados, lo que obviamente hizo que la tension aumentara entre nosotros
pero tocamos lo suficientemente bien como para hacer las paces y dejar
pasar el incidente.
Durante esa gira tocamos en el Giants Stadium, con Deep Purple. Ese
estadio es tan grande que teniamos suficiente espacio para correr
alrededor de él; siempre fuimos buenos en eso. El set duro 45 minutos y
tocamos “Paradise City” dos veces para filmar el video. El publico
enloquecio. Ese estadio tiene una capacidad de 80.000 personas, y
aunque no estaba completamente lleno, nunca habiamos tocado frente a
tal multitud. La energia de ese show fue increible. Fue uno de esos
momentos en lo que realmente me dí cuenta cuán popular era Guns n
Roses. Fue un momento de „claridad‟.
Recuerdo la prueba de sonido de ese día: baje del escenario, caminé
hacia el centro del campo –de gran extension- y toqué la guitarra desde
allí durante un tiempo, para tomar dimensión de la situacion y disfrutar.
Habiamos pasado por muchas cosas desde el primer show en Seattle y
todavia la quimica y energia entre nosotros seguia igual. Guns n Roses era
un grupo digno de un estadio desde el principio. Teniamos un modo
irrefutable de hacer las cosas, y sólo requirio algunos ajustes una vez que
dimos el gran salto y pasamos de los clubes a los estadios.
Al bajar del escenario, me senti como si estuviera en la novena nube, asi
que subi al bus y celebré con cinco lineas de coca aproximadamente y
varios vasos de trago largo de Jack Daniels. Literalmente un minuto
despues de terminar mi ultima linea aparecio Gene Kirkland, un fotografo
conocido mío, y dijo que estaba allí para fotografiar a Joe Perry para „Rip
Magazine‟ y que Joe habia pedido que yo fuera parte de ella. La coca
estaba haciendo efecto y el Jack tampoco ayudaba mucho; en definitiva
parecia “Frosty”, el muñeco de nieve.
Le dije a Gene que iria enseguida; luego ingerí tanto Jack Daniels como mi
estomago pudiera soportar, y despues di vuelta todo el bus en busca de
mis anteojos oscuros. Me miré al espejo, respire hondo varias veces y bajé
del bus, aparentando despreocupacion y tranquilidad. Caminamos unos
minutos con Joe mientras yo trataba de no mostrar los tics o moverme
nerviosamente, y que mi sonrisa luciera más relajada que lo que en
realidad era. La cocaina te vuelve paranoico y particularmente esta
receta –por llamarlo de alguna manera- era una especie de Coca de The
Sopranos asi que era dificil disimular los efectos. Me habia encontrado
antes con Joe pero no queria rondarle en ese estado. Cada vez que veo la
fotografia resultante de esa escena, debo reirme porque todos lo que me
conocen realmente saben que nunca sonrio de esa manera o tengo esa
postura tan rigida. De alguna manera me las arregle para mantener mi
mandibula en linea porque tendia a oscilar como una puerta azotada por
el viento.
Trabajamos mucho para portarnos bien durante esa gira, pero Steven Tyler
estaba convencido que viviamos drogados y con la cabeza en las nubes
todo el tiempo. Era muy curioso; siempre queria saber en qué andabamos
y qué habiamos hecho la noche anterior. Vendria todas las tardes y nos
diria, con su tono rapido y casi ritmico: Que hiciste anoche? Tomaste
drogas? Te acostaste con alguna chica?.
Se hizo dificil cumplir con sus espectativas.
El unico episodio cercano al desastre que tuvimos con Aerosmith fue en
algun lugar en los estados centrales de los Estados Unidos, en un predio
donde teniamos que tocar. Teniamos bastante tiempo de viaje desde el
hotel hasta allí y Axl estaba demorando mucho, el primer vehiculo estaba
lleno y decidi esperarlo. Los otros llegaron bien, pero nosotros nos
quedamos atascados en el camino, en una carretera de dos carriles, por
la cantidad de autos que iban hacia el estadio. Estabamos jodidos,
avanzabamos muy lentamente y transcurrian los minutos. Axl estaba
tranquilo, pero yo no; yo estaba muy nervioso y ansioso. Terminamos
pidiendo escolta policial y pudimos llegar cinco minutos antes de salir a
tocar. Recuerdo ir a mi vestidor, cambiarme la remera y salir corriendo al
escenario. Cruce a Joe Perry en el pasillo; estaba en esa postura tan
caracteristica de él –parado sobre una pierna-, me vio pasar y me dio una
sonrisa burlona como diciendo: „Aha, esta vez lo lograste!‟.
Hoy, mirando atrás, puedo decir que estaba claro que a pesar de los hits
de Aerosmith, pronto seriamos la principal atraccion. Sucedió muy rapido,
gracias a MTV y a la repeticion cronica de “Sweet child o mine”: a las
pocas semanas del estreno en los primeros dias de Junio, llegó al numero
uno y GNR se convirtio en la banda mas popular del pais. Los empresarios
nos contaron la noticia pero yo no me lo crei hasta que ví gente de „Rolling
Stone‟ en la gira: habian enviado un escritor para cubrir la gira de
Aerosmith pero despues de unos dias de ver la reaccion del publico y
vernos tocar en vivo, la revista opto por ponernos a nosotros en la tapa. Al
final de la gira, GNR era, absolutamente, una banda grande, enorme,
gigantezca; y generabamos la clase de entusiasmo y alboroto que me
dejo perplejo noche tras noche.
Dicho esto, los miembros de GNR todavia eramos un par de rudimentarios
gitanos que no tenian la menor idea de nada, entonces el manager de
Aerosmith, Tim Collins, a modo de felicitación, se despacho con un regalo
que realmente necesitabamos: Maletas. Nos dio a cada uno de nosotros
una valija de aluminio marca Halliburton que todavia conservo. Tim se dio
cuenta que eramos el tipo de personas que podrian haber estado en la
ruta por diez años más sin el equipaje apropiado –y no estaba tan
equivocado.
Me acuerdo lo agradecido y contento que estaba de contar con ella. Fui
corriendo hacia el vestidor de Joe y Steven y les agradecí desde el fondo
de mi corazon. Ellos me miraron como si estuviera loco; ahora me doy
cuenta que, probablemente, no tenian ni idea que los organizadores nos
habian hecho ese obsequio.
Casi al mes siguiente, Guns se presento en los MTV Video Music Awards;
tocamos „Welcome to the Jungle‟ y nos llevamos el premio al „Mejor Artista
Nuevo‟. Me gustaria saber qué fue de esa estatuilla; dónde se encuentra
hoy; creo que me la olvidé en un taxi que, ahora que lo pienso, es lo
minimo que se merece. Luego, el 24 de Septiembre de 1988 –casi un año y
un mes despues de salir a la venta, „Appetite for Destruction‟ llego al
puesto numero uno en el ranking Billboard de los albums más vendidos, y se
mantendría alli por tres semanas. Y ahí fue cuando comenzó nuestro reino
de terror.
La verdad es que, todo lo que queriamos hacer era poner un tope a todas
esas bandas de porqueria de „Hair Metal‟ que gozaban de excesivo éxito
para lo mediocres que eran. Por lo menos nosotros nunca quisimos ser
Madonna; el estilo de vida de las estrellas pop no tenia nada que ver con
lo que era GNR, al menos desde mi punto de vista. Pero habiamos arribado
allí de la noche a la mañana, incluso antes de saberlo.
Luego de haber cuidado de nosotros mientras haciamos el disco, y luego
de haber esperado un año para que éste „despegara‟, Tom Zutaut no iba
a dejar que su „avion‟ perdiera altura y velocidad; entonces nos convenció
para que incluyeramos el material acustico en el que habiamos estado
trabajando al de „Live like a Suicide‟ en un nuevo disco, y que lo
lanzaramos inmediatamente. Lo llamamos “GNR Lies” y salio a la venta el
29 de noviembre de 1988; una semana despues estaba en el puesto cinco
en los charts y de pronto, la banda que casi rechaza Geffen estaba
batiendo records, ya que sólo GNR tuvo dos discos en el Top Five al mismo
tiempo en la decada del ‟80.
Ya eramos conocidos en America y el Reino Unido, asi que Alan nos arreglo
una gira por Japón, Australia y Nueva Zelanda, donde el disco todavia no
era tan conocido, y recien estaba empezando a „despegar‟.
Japon fue especial; un gran choque cultural. Cuando me desperté a la
mañana y miré por la ventana, todos los juguetes japoneses y las peliculas
de Godzilla que tanto me gustaban, de pronto adquirieron un nuevo
significado para mí. La experiencia de Izzy fue peor que la mía: la semana
antes de viajar Izzy estaba tan nervioso, ansioso, tenso que para soportar
las 10 horas de vuelo sin problemas, tomó un varios comprimidos de Valium
-de liberacion controlada- minutos antes de subir al avion. Durmio
profundamente durante todo el viaje; tan profundamente que tuvimos que
cargarlo y guiarlo a traves de Migraciones en el aeropuerto. Hicimos lo
mejor para mantenerlo despierto durante el proceso, pero parecia que no
iba a lograrlo.
Despertó en el hotel, en su habitacion, pero no tenia la menor idea dónde
estaba asi que llamó a Recepción, y preguntó, inseguro, si alguno de
nosotros estaba hospedándose en ese mismo hotel; desde Recepcion,
transfirieron el llamado a la habitacion de Steven.
“Hola...Soy Izzy”, dijo. “Eh... donde estoy?”
“Hola!”, dijo Steven. “Estas en Japón!”
“No”
“Sí, Izzy!... Estamos en Japón!
“Salí de acá!” Izzy respondió. “No jodas...mira si vamos a estar en Japón!”
“Si!... estamos en Japón!”, replico Steven, “...mira por la ventana!”
Tal como las demas bandas de hard-rock o heavy metal que tocan en
Japon, nos quedamos en Roppongi, en el Roppongi Prince Hotel, para ser
exacto.
Entre los tragos rebajados con agua y la mala droga, me aburri casi
inmediatamente, porque no tenia otro lugar donde ir. Me la pase
encerrado en mi habitacion la mayor parte del tiempo que estuve allí; ésta
tenía sólo 9 m2, pero era increiblemente comoda. Estaba la barrera
idiomática, por supuesto pero más alla de eso, no soportaba el
comportamiento beatlemaníaco de los fans japoneses: Nos esperaron en
el aeropuerto, nos siguieron al hotel, esperaban en el lobby o en los pasillos
de éste, por si acaso alguno de nosotros pensaba salir. Me sentía
halagado, pero pensaba que todo era muy extraño. Las pocas veces que
intenté salir, fui con escolta hasta el Hard Rock y algunos clubs más, y no
encontre razón para hacer nuevamente el esfuerzo: la escena pseudo
dance/rock adquirida del modelo americano, no me bastó.
Afortunadamente, me encontré con una chica que conocia de Los
Angeles, y eso hizo más llevadera la estadía. Por lo demás, mis memorias
de esa gira se reducen a tres cosas: arroz pegajoso, Sake, y Jack Daniel´s
En total hicimos cinco shows allí y tomamos el tren bala para llegar a los
otros, fuera de Tokio. El organizador de dichos shows era el Sr. Udo, famoso
por llevar a cabo esta clase de espectaculos con grandes bandas de
hard-rock en aquel tiempo; acompañó a las bandas más descontroladas
desde Van Halen a Motley Crue, y los mantuvo sanos y salvos. Como es
costumbre, el Sr. Udo organizo una cena para nosotros, en la que tambien
estaban presentes los ejecutivos de la discografica japonesa que editaba
nuestros discos y otros empresarios importantes –que nos contaron que
pertenecian a „Yakuza‟, la mafia japonesa-. Esa noche nos ordenaron no
mostrar los tatuajes porque los miembros de Yakuza se ofenderían: en
Japon, los tatuajes tienen mucho más peso que en cualquier otro lugar, y
éstos son fundamentales dentro de la cultura Yakuza. Por supuesto, no
hicimos caso: Axl uso mangas cortas y yo me quité la campera y tambien
subí las mangas de la remera, sin siquiera pensarlo. La cena terminó siendo
agradable y el Sr. Udo nos obsequió cámaras al finalizar la reunion. Las
camaras fueron un lindo gesto que terminó convirtiendose en un problema:
a ninguno de nosotros se nos ocurrió declararlas como „regalos‟ cuando
pasamos por la aduana, asi que las autoridades japonesas nos detuvieron
cuando las encontraron. Por lo menos a alguno de nosotros: Yo ya habia
perdido la mía al momento de llegar al aeropuerto, y creo que Steven
tambien. Duff logró pasar pero los otros fueron demorados. Luego de una
hora de interrogatorio, Izzy se rindió; le parecio irrelevante el problema, y
termino haciendola pedazos en frente de los guardias; Axl, sin embargo, no
lo hizo; y fue inspeccionado al maximo nivel; creo que hasta lo desnudaron
y todo. En cualquier caso, perdimos el avion esperandolo a él.
La proxima parada era Australia; hicimos una pequeña gira que incluyo
Sidney y Melbourne, y como el album apenas era conocido allí, decidimos
resucitar algunos covers como “Marseilles” de Angels y “Nice boys don´t
play rock n‟ roll” de Rose Tattoo, una gran banda australiana. Hicimos una
pausa para ponernos en contacto con ellos y conocerlos; y debo decir
que su lider, Angry Anderson, era tal como lo imagine: jamás habia visto
alguien con tantos tatuajes como él, y era tan autentico y honesto como
pensé que seria.
A esta altura, ya mostrabamos los primeros signos de desgaste fisico
debido al exceso de giras. El cuerpo nos estaba pasando factura. Tambien
habiamos sido muy mimados por el entusiasmo que mostro el publico
americano, asi que Australia fue un poco decepcionante, cuando
necesitamos que nos levantaran el animo. Las chicas eran distantes,
„estiradas‟ e independientes; no se nos tiraban encima, ni nos perseguian
para conocernos personalmente como lo hacian las demas, en todos los
lugares que habiamos visitado.
En este punto, la heroína comenzaba a mostrar su fea cara nuevamente:
Izzy y yo nos encontramos con alguien que tenia, y le compramos un poco.
Pronto descubrimos la antigua cultura de la heroína en Australia.
Mantuvimos el control; consumimos poca cantidad y esporadicamente, de
modo que este comportamiento no evoluciono en un habito constante o
vicio.
Tratamos de sacar provecho y compusimos muy buen material en el
transcurso de la gira. El arreglo instrumental de „Civil War‟ lo compuse antes
de irnos de Japon. Axl comenzó a escribir la letra y ensamblamos todo
durante la prueba de sonido en Melbourne; primero el comienzo, luego la
seccion más fuerte. Esa cancion se armó muy rapidamente.
Pasadas las cinco fechas en Australia, finalmente llegamos a Nueva
Zelanda. Ahí fue cuando me di cuenta que no daba más, que estaba
completamente agotado; habiamos pasado dos años en la ruta, pero al
mismo tiempo no queria volver, porque no tenia dónde ir.
Cuando regresamos a Los Angeles, decidi mimarme un poco y me compre
una guitarra. De alguna manera, un coleccionista se puso en contacto
con nuestro manager porque queria venderme la Les Paul 1959 que habia
pertenecido a Joe Perry; la guitarra tiene acabado Sunburst color tabaco y
he sido fotografiado con ella infinidad de veces. La ex esposa de Joe la
habia vendido cuando él todavia tenia problemas con drogas y ambos
estaban atravesando momentos dificiles. Y asi fue; este tipo tenia fotos y
toda la documentacion. Yo conocia muy bien esa guitarra: cuando era
chico tenia un poster de Aerosmith en la pared, en el que Joe sostenia esa
Les Paul. Ademas la guitarra tenía marcado su apodo; era 100% autentica.
El tipo queria 8.000 dolares por ella, y aunque nunca habia gastado tal
cantidad en ninguna otra cosa en mi vida, tenia que tenerla. Fue una
sensacion increible la que senti al tener esa guitarra en mis manos; el
mismo instrumento que habia tenido un rol esencial en mi vida, en cuanto
a la profesion que elegí, estaba ahora en mis manos, era mío; y la usaria en
el video de „November Rain‟. De verdad, sentí que era exitoso.
Si mal no recuerdo, fue para el tiempo que mande a guardar la guitarra
que habia usado para Appetite y para el video de „Welcome to the
Jungle‟, mi vieja replica de Les Paul -y la de repuesto tambien. Hago uso y
abuso de mis guitarras cuando toco en vivo; y a esta altura, luego de la
gira, estaba en muy mal estado.
En cualquier caso, necesitaba nuevas guitarras para la gira, asi que le pedí
a Gibson dos Les Paul Standards. Ellos apreciaron mi dedicacion, pero
como no era un personaje destacado en ese momento, no me las darian
gratis, sino que me las cobrarian a precio mayorista. Eso estaba bien:
conseguí dos modelos con acabado Sunburst rojo y naranja e
inmediatamente las hice repintar para que lucieran menos „nuevas‟ y los
colores no fueran tan brillantes; al contrario, las queria mate y que
parecieran desgastadas del uso. Utilicé una para el resto de la gira de
Appetite, la totalidad de la gira de Use Your Illusion y en las dos giras de
Snakepit. Tambien aparece en los videos de “Sweet child o mine” y
“Paradise City”. La otra la guardé de repuesto.
Duraron bastante, por lo menos. Cuando armamos Velvet Revolver esas
guitarras estaban en muy mal estado; y aunque no las guarde en un
armario, decidi no usarlas en vivo o usarlas minimamente –sólo recurro a
ellas para tocar „Fall to pieces‟-. Para llenar este espacio, le pedi a Gibson
un par de guitarras mas y esta vez me las dieron sin cuestionarme;
aparentemente mi nombre ya habia adquirido notoriedad. De hecho,
fueron mas allá y me hicieron mi propia guitarra: la Les Paul Slash Model,
que es una replica exacta de la Gibson Les Paul 1988 que me habian dado
en aquel momento.
Ahora uso esas en el escenario y son replicas tan exactas que la primera
vez que abri el estuche y miré al prototipo numero 001, pensé que estaba
mirando la original que me habian devuelto. La replica tenia los rayones,
las muescas y las quemaduras de cigarrillo que tenia la original; incluso una
grieta en el diapason de la vez que me exploto en la cara y la hice reparar
–enseguida te contaré esa historia. En cualquier caso, se llama „Slash
Signature Model‟ y es exactamente igual a aquella mia. Considerando que
Gibson hizo lo mismo para Jimmy Page –replico la guitarra que él uso para
„The Song Remains the Same‟ y todos los albums exitosos de Led Zeppelin-,
me honra que lo hayan hecho por mí tambien.
CAPITULO 9
NO INTENTEN ESTO EN SUS CASAS
Una vez que terminó la última parte de la gira de „Appetite‟, volví a Los
Angeles, bastante haragán y molesto con esa situacion; por primera vez en
dos años no tenia un lugar predeterminado donde estar, o una tarea que
hacer cuando despertara. Habia estado lejos tanto tiempo que nada era
gratificante y la rutina de la vida normal me resultaba ajena: no sabía
cómo se suponia que iba a ir al supermercado despues de haber tocado
en un campo de deportes en Japon, la semana anterior. La gira habia sido
tan extensa que me habia olvidado que alguna vez salí a comprar whisky
y cigarrillos por mi cuenta. No pude concebir la idea de renunciar a la
emocion y el entusiasmo de tocar todas las noches y cada dia esperaba
volver a sentir esa sensacion de vértigo. Tuve que llenar ese vacio. Con la
banda en pausa y sin actividades a la vista, me embarqué en una
expedicion solitaria que nunca fue más alla de Los Angeles y fui más
decadente que nunca; porque cuando las cosas se terminan y todo se
tranquiliza; cuando no se qué hacer conmigo mismo, me convierto en la
persona más autodestructiva que conozco.
No me siento culpable; más lo veo como un efecto colateral natural,
normal de esta actividad. Despues de dos años en la ruta, nos tomo
bastante tiempo a todos, bajar a tierra nuevamente. Siempre habia vivido
todo a una velocidad suicida, no sabía qué me estaba sucediendo ahora;
no habia hecho nada para modificar mi ritmo o mi estilo de vida pero de lo
que sí estaba seguro es que no estaba preparado para permanecer en un
mismo lugar, tranquilo. En nuestra carrera siempre habiamos estado
trabajando constantemente para hacernos conocidos, luego siguió de la
misma manera. Habian sido cinco años...ocho años; comencé a los 18 y
ahora tenia 23. Habia logrado lo que queria; lo habiamos logrado. Y ahora
estaba solo, impaciente, dandome la cabeza contra la pared y sentia que
la casa se me venia encima.
Mi abuela habia estado enferma del corazón, desde que tengo memoria,
hasta sus ultimos dias. Cuando murió, estuve completamente angustiado.
Nunca pensé que moriría tan joven –no llegaba a los 70 años-. La fui a ver
al hospital, antes de morir: fue la unica vez que recuerdo haberme
quebrado emocionalmente.
La noche siguiente a ver a mi abuela morir en la cama del hospital, fui a
“Rainbow Bar & Grill” y pedí prestado algunos cientos de dolares a Mario,
el dueño del lugar. Aunque tenía dinero, nunca andaba con billetes en el
bolsillo. El manager era reacio a darme dinero, por obvias razones. Mario
no sabía para qué era la plata y ésa fue la primera vez que he pedido
dinero a alguien. Fui hasta el este de Los Angeles a comprar drogas y luego
volví a Hollywood, y la consumí en el asiento delantero del auto, en una
calle lateral. Por alguna razon, llamé a Izzy -él recientemente habia
alquilado un departamento en Santa Monica- y le pregunté si podia
quedarme esa noche en su casa. Dijo que sí, y entonces conduje super
drogado mi Honda CRX por la Pacific Coast Highway. Antes de ir a lo de
Izzy, pase varias horas corriendo con el auto por las calles laterales de
Santa Monica como un maniatico. De hecho, recuerdo haber saltado
montones de tierra con el coche, en una obra en construcción. Como fue
que sobrevivió el Honda CRX...no lo sé; tampoco sé cómo fue que nunca
me arrestaron, ya que estaba super volado, con la cabeza en las nubes.
Cuando al final, llegué a la casa de Izzy, me preparó el sofá para pasar allí
el resto de la noche. Recuerdo que mientras él dormía, miré una pelicula
“Performance” que Izzy habia alquilado...Despues, me quedé dormido.
Ahora bien, a esta altura de 1990, Izzy estaba en libertad condicional por
haber tenido un altercado con una azafata en un vuelo comercial, lo que
constituye un delito federal, asi que él estaba manteniendo su nariz bien
limpia –por decirlo de alguna manera-. Tenia una reunión con su agente
de libertad vigilada, muy temprano a la mañana siguiente, y me dejo solo
en el departamento. Me levanté y fui al baño a darme una ducha y
prepararme para el velatorio de mi abuela, que era media mañana. Traté
de picarme –todavia me duraba el efecto de la dosis de la noche anterior,
pero creí que era absolutamente necesario hacerlo nuevamente- y no
podia encontrar la vena; el resultado: sangre en todo el baño, en las
toallas, las paredes, la pileta... por todos lados. Seguí buscando hasta que
encontré una arteria. Luego escondí todos mis „utensillos‟ en un armario
que Izzy tenia en el living y me fui al velorio de mi abuela, dejando todo el
departamento desordenado y con manchas de sangre.
Cuando llegué al velatorio, estaba hecho un desastre. Saludé a mi mamá
y a mi hermano, pero por alguna razon, no estaba preparado para ver al
resto de mi familia, parado al lado de mi mamá, y que todos se dieran
cuenta. Presenté mis respetos a la abuela y huí al baño a picarme otra vez
–era un momento muy duro para mi. Esa clase de monstruo era yo.
Cuando salí del baño, mi mamá pensó que no era adecuado que me
mostrase en ese estado, en publico y sugirio que me fuera a casa. Me fui
con mi antigua novia, Yvonne, que estaba presente en el velatorio y pasé
en su casa la mayor parte de la tarde, pero estaba demasiado volado
para que ella pudiera tolerarme, asi que paré un taxi y me fui a mi casa.
Cuando llegué, habia un mensaje en el constestador: Era Izzy Stradlin...
extremadamente furioso. Resulta que había encontrado la jeringa y la
cuchara que yo habia escondido en el armario; de más esta decir que no
le hizo gracia. Entendiendo que estaba en libertad condicional y que su
agente podria requisar su casa sin previo aviso ni orden alguna, tenia toda
la razón para estar furioso.
Mirando atrás, y evaluando los hechos, me doy cuenta lo autodestructivo
que era, y lo enfermo que estaba; pero en ese momento no lo sabía. Hoy,
me parece terrible, pero en esa epoca no era gran cosa –por lo menos,
para mi.
Mi abuela fue la persona mas desinteresada, y generosa que conoci en mi
vida. Ella te daría hasta el ultimo centavo, sin importar cuanto prostestaras;
tambien me ha apoyado mucho en todo lo que hice, pero en especial
con la musica. Habia estudiado piano cuando era joven y tenia formacion
musical. Tuve la sensacion que fue un gran alivio para ella que yo
empezara a tocar la guitarra; ella financio los primeros instrumentos que
tuve; problablemente pensó que era la musica era mejor que andar
aterrorizando gente inocente montado en una bicicleta; que era más
seguro para mí. No sabía cuán equivocada estaba. Su hijo, mi tio Jacques,
vivia con ella. Era 12 años mayor que yo, tenia Sindrome de Down y
tambien le gustaba mucho la música. Sus preferencias musicales eran
eclécticas porque era un persona muy alegre e inocente y tenia una
personalidad bastante aniñada; escuchaba a Village People, ABBA,
Partridge Family; y tambien me hizo escuchar a James Brown y The
Runaways –Quien lo hubiera dicho?!
Mi abuela murio de complicaciones cardiacas en 1990 y mi tio Jacques
quedo al cuidado de mi mamá. Pero antes de morir, estaba orgullosa de
que yo haya hecho carrera en la musica. Mi tio Jacques, murio en 2004.
Volví con Megan y todo estaba muy bien. También volví a mis fiestas
unipersonales por las noches, después de que Megan se fuera a dormir. Ella
no tenía ni idea que estaba recién salido de rehabilitacion –o que había
entrado siquiera-. La cosa era que como fui obligado a ese lugar, me
rehusé a seguir el tratamiento...aunque sabía que tenía que limpiarme. Mi
intención no era volver a consumir, solo que no iba a dejarla bajo los
términos de “Tucson Sierra”.
Planeé un viaje a Hawaii con Megan, y conseguí suficiente droga para
permitirme consumir hasta cierto punto; luego empezaría a dejarla „a mi
modo‟. Estuvimos en una villa en Kauai. Al llegar allí, inicié el proceso de
desintoxicación. Tuve fiebre, sudoración, temblores. Mi estado general era
lamentable; me sentía enfermo y deprimido. Le dije a Megan que tenia
gripe y me creyó; ella era feliz saliendo sola; yendo de shopping y visitando
lugares de interés.
No esperaba que esta vez fuera tan brava como aquella; pensé que lo
peor lo había pasado allá, en la clínica Tucson Sierra. Bueno...lo peor no
había pasado. No fue para nada fácil. Tenía esperanzas de poder
soportarlo, pero no pude: todo sabía mal, nada estaba bien. Los síntomas
eran mucho mas violentos que de costumbre: tenia nauseas pero no
vomitaba nada, tenia puntadas en el estomago, retorcijones, abundante
sudoración, ansiedad, y una sensación de hormigueo espeluznante. Fue
muy desagradable, horrible. No podía mirar la tele, no podía relajarme, no
podía comer, no podía dormir. Estoy seguro que Megan se ausentaba
mucho tiempo, a propósito.
En pocas palabras, mi estado era deplorable; y seguí asi por mas o menos
una semana del viaje a Kauai. La cuestión es que, asi como me esforcé
para conseguir drogas para saciar mi „deseo‟, cada vez que las dejé,
nunca invertí el tiempo necesario para obtener las medicaciones
apropiadas para aliviar los síntomas del proceso. Siempre me molestaba
muchísimo tener que ir al medico a pedirle las recetas; había que hacer
muchos planes cuando tenia que hacerlo. Ademas, siempre tengo que
hacer las cosas del modo mas difícil; asi que siempre fui drástico para
desintoxicarme; dejé de consumir y punto...y me banqué la abstinencia.
Despues de una semana, llegue al punto de poder moverme libremente y
salir; y empecé a sentirme mejor; casi recuperado. Comencé a planear
salidas con Megan y hacer lo que todos los turistas hacen en Hawaii. Al
mismo tiempo, también tuve la feliz idea de llamar a mi dealer y pedirle
que me enviara por “FedEx” un poco de heroína.
En conclusión, fue muy tonto de mi parte, porque a esta altura, estaba a
mitad de camino en el proceso de desintoxicación, y hubiera llegado al
final si hubiese podido mantenerme sin consumir unos dias más. Pero me
negué a hacerlo; lisa y llanamente. En cualquier caso, mi dealer podría
enviarme muy poca cantidad, asi que esto no era más que una solución a
corto plazo. Hoy, re-evaluándolo, debo decir que fue una decisión
particularmente estúpida.
Este dealer era el más sofisticado de todos los que alguna vez me
vendieron drogas. Él me convenció que podría satisfacer mis ansias, en
forma segura, por servicio postal certificado, con infimas posibilidades de
ser descubierto.
Acepté su propuesta, y luego me acordé de algo: Mark, uno de los
integrantes de “Faster Pussycat”, el mismo que habíamos encintado y
mandado a la planta baja del hotel en Alemania, había sido atrapado por
recibir drogas de alguien por encomienda. Que carajos estaba pensando
cuando acepté?!
A la mañana siguiente, estaba super ansioso, como todos los adictos que
esperan recibir sus drogas. Todavía me preocupaba ser descubierto al
retirarlas. Puse en la balanza los pro y los contra, una y otra vez, durante
toda la mañana, hasta que sonó el teléfono.
“Buenos días, señor, lo llamamos de „Recepcion‟; tenemos un paquete
para usted”
“Que?”, le dije. “…que hay un paquete para mí?... Yo no espero ningún
paquete”.
“Sí, señor...hay un paquete para usted. Viene de los Estados Unidos...de Los
Angeles, California.”
Decidí tomar algunas precauciones más: tomé el ascensor de servicio
hasta el primer piso. El ascensor estaba escondido en una de las esquinas,
y desde ahí tenia un amplio campo de visión –como el de los
francotiradores-; podría entrar llegar a la planta baja, con disimulo y sin
perder la perspectiva. Nadie alrededor parecía visiblemente sospechoso,
pero no sabía si alguno de los que rondaban por el lobby eran o no
policías.
De lo que sí estaba seguro era que, sea lo que sea que estuviera vistiendo
en ese momento, era totalmente impresentable. Caminé sigilosamente por
el pasillo que daba al ascensor, en dirección al sector „Recepcion‟. Me
acerqué al escritorio, sin perder de vista el entorno, y lo hice...Retiré mi
paquete.
“Sabes...acabo de recibir una llamada diciendo que alguien me envio un
paquete”, le dije a la recepcionista. Parecia inocente, pero quizá estaba al
tanto de la situación. “Lo gracioso es que yo no estaba esperando
absolutamente nada”, continué y luego, sonreí –o por lo menos creo que
lo hice-.
La chica me alcanzó el “paquete”, que resultó ser un sobre con CDs –que
escondían droga-. Cuando lo apoyó en el escritorio, frente a mi, me quedé
frio, duro, inmóvil; lo miré pero no lo toqué.
“Aquí esta su paquete, señor”
“Esto es todo?”, pregunté. “Es muy loco todo esto. No tenia previsto recibir
absolutamente nada”. Mire alrededor, especialmente las esquinas, los
rincones, en busca de policías o gente del FBI listos para atacar. “Es muy
extraño; estoy totalmente sorprendido. De veras, no esperaba para nada,
recibir un paquete aquí”
“Bueno, señor...este paquete llego aquí esta mañana; y es para usted”. Me
dijo, mirándome de rara manera. Luego tomó una lapicera. “Firme aca,
por favor”
Mire fijamente la hoja que papel que estaba en la mesa, entre ella y yo.
Me di cuenta que si todo esto era una trampa y había alguna autoridad
competente (policía, FBI...quien fuere) observando esta transacción, seria
el final; que una vez que firmara ese papel, habrían conseguido toda la
evidencia que necesitaban.
Mire a la chica, mire el papel, mire alrededor –ya sin disimulo-. No hice
nada, guardé silencio; fue una pausa cargada de suspenso. Luego pensé:
Al carajo con esto!”. Agarré el sobre, firmé el papel, le agradecí a la
recepcionista y enfilé rápidamente al ascensor de servicio, y a mi
habitación.
Megan había salido y todavía no había vuelto, en ese momento. Pero
cuando llegó, yo ya me había drogado, me sentía bien, feliz; de ahí en
adelante, el resto de las vacaciones en Hawaii fueron maravillosas.
Llamame como quieras, pero ese viaje con Megan dio un giro de 180
grados cuando obtuve mis drogas; mejoro muchísimo. A partir de
entonces, Megan y yo pudimos empezar a hacer cosas: fuimos de
shopping, alquilamos un Jeep y recorrimos el lugar, además de visitar los
sitios de interés turístico.
Desde Hawaii, Megan y yo volamos a Chicago, para pasar el “Dia de
Acción de Gracias” con su madre, a quien vería por primera vez. Terminé
mi última dosis de heroína en Hawaii, y al momento de llegar a Chicago,
estaba comenzando a experimentar picazón y ansiedad, debido al
„bajon‟. Conocía poca gente en Chicago, y me encontré con uno de ellos
en el Smart Bar, la primera noche que pasamos allí; era uno de los
ingenieros que había adecuado el lugar para ser nuestra sala de ensayos.
Él no conocía a nadie que vendiera heroína pero siempre contaba con
toneladas de coca, asi que me enganchó, dandome una cantidad
considerable de ella. Cuando volví a la casa de la madre de Megan,
empecé a inyectarme cocaína, para lograr sentirme un poco mejor.
Megan no lo sabía, pero pude notar que su madre sí sabía que algo no
andaba del todo bien conmigo, que algo me sucedía; simplemente no
estoy seguro que supiera „exactamente‟ qué era.
Fue muy difícil mantener las apariencias y todo bajo control durante ese fin
de semana festivo porque Megan y su madre vivian una frente a la otra.
Sus dormitorios estaban divididos por un placard compartido; de modo
que, si las puertas corredizas de ambos lados estaban abiertas, podias
pasar de una a otra habitación sin problemas. A la noche, después de que
Megan se durmiera, me quedaba mirando tele y pinchándome con coca.
Cuando esta empezaba a hacer efecto, comenzaría mi „viaje‟ y pasaría
toda la noche convencido que la madre de Megan me observaba desde
la otra habitación. Asi pasaron varias noches. No sé qué estaba pensado
mientras lo hacia! Estaba inyectándome cocaína al lado de Megan! A un
lado, su cuerpo y al otro, la pared!... Era ridículo!
En el Dia de Acción de Gracias, tomé una ducha y me preparé para
conocer a la familia y los amigos de Megan. Mientras bajaba las escaleras,
noté que la heroína, de alguna manera, se había ido de mi cuerpo –suena
ilógico, pero la única explicación que encuentro es que la cocaína había
aplacado los efectos del bajon, desde el comienzo. Igualmente estuve „de
viaje‟ con la cabeza en las nubes durante toda la reunión, y esa cena del
Dia de Accion de Gracias fue una de las fiestas más desagradables que
tuve jamás, pero debo decir que tuvo algunos buenos momentos: había
bastante bebida y, de a ratos, la pasamos muy bien. Luego, Megan y yo
retornamos a Los Angeles. A esa altura, yo ya estaba bastante „limpito‟ –
por decirlo de alguna manera-: nada de drogas y muy poco alcohol. Por lo
menos, por un tiempo.
Sin darme cuenta, casi era Navidad y Megan comenzó con los
preparativos para una fastuosa fiesta: estaba muy entusiasmada
decorando la casa, compró una olla para hacer fondue, e invitó a todos
nuestros amigos a casa (que parecia “Winter Wonderland”). Es la situación
mas ridícula y extravagante en la que estuve involucrado, en mucho
tiempo; y el hecho de que estuviera lúcido hizo que esa sensación fuera
más difícil de ignorar. El dia anterior a Navidad, Megan llegó a casa con un
monton de porquerias para decorar la casa. Habia gastado más de 400
dolares en adornitos –cosas realmente inservibles-; ése fue el punto límite.
La observé decorar la casa, pero todo el tiempo pensaba: Quien sos?... No
te reconozco. Pasamos la Navidad, nos reunimos con amigos en la casa;
pero en cuanto ellos se fueron y nos quedamos solos, decidí comunicarle a
Megan que también ella se tenía que ir. Mi declaración fue desagradable
y bastante „explicita‟; me sacó de las casillas que haya ido al
supermercado, pero ése no era el verdadero problema: No quería estar
más con ella; ya lo había decidido, y necesitaba que se fuera de mi casa
lo más pronto posible. No importaba cómo es que habíamos llegado a
este punto, simplemente se tenia que terminar...inmediatamente. Fue
horrible: la miré a los ojos y le dije: “Andate!”. Y se fue. Su amiga Karen, que
me odiaba desde siempre, la vino a buscar.
Mirando atrás, pienso que, estando sobrio, miré a Megan con otros ojos.
Era muy dulce, era divina...pero seguía allí, en mi casa. De pronto, la ví
como un mueble que no recordaba haber comprado, y me preguntaba a
diario qué teníamos en común. Sin nada que opacara mi visión, sentí que
Megan era una desconocida. Una pareja implica atención, deberes y
responsabilidades; y yo no tenia tiempo para esas cosas. Ella no era el
problema...YO era el problema. Estaba volviendo a ser el de antes; estaba
volviendo al trabajo y actué consecuentemente. Lo único que pensaba
cuando la miraba era “Que estas haciendo aca? Tenes que irte...Yo tengo
cosas que hacer! Tengo que sacar un nuevo disco con la banda!
Creo que fue -más o menos- lo que le dije. Fui muy duro con ella, la traté
muy mal. No suelo tratar así a la gente; no es mi estilo; pero no soportaba
más esa situación. No volvi a ver a Megan, desde entonces.
Siempre he hecho las cosas „a mi manera‟: me he drogado y
desintoxicado a mi manera, he comenzado y terminado relaciones a mi
manera, he llevado mi vida a limites inimaginados a mi manera... Y aún
sigo aquí. Si lo merezco o no; eso ya es otra historia.
CAPITULO 10:
HUMPTY-DUMPTY
Una vez que agotamos todas las posibilidades „logicas‟, yo, por mi parte,
no iba a dejar que esta búsqueda termine con la banda. Duff Izzy y yo nos
rompimos la cabeza!. Discutimos los mejores aspirantes que habíamos visto
últimamente, pero ninguno era apropiado… hasta que una noche, tuve
una epifanía. Recordé haber visto a The Cult, unos meses atrás en el
Universal Amphitheater y quedar anonadado con su baterista. Era
asombroso. Yo estaba cerca de las consolas de sonido y su interpretación
me cautivó completamente. No le presté atención al resto de la banda
durante toda esa noche. Era un sonido muy duro, tenia gran presencia; era
grande, ampuloso; el baterista tocaba con enorme autoridad.
Cuando lo recordé, no podía creer haber estado sentado tanto tiempo
soportando las horribles audiciones, sin darme cuenta que ya sabía quién
era el indicado para el puesto.
Mike Clink, nuestro productor, habia trabajado anteriormente con Matt
Sorum, el hombre en cuestión, asi que lo llamé inmediatamente y le dejé
un mensaje. Poco después, mientras estaba un poco borracho, recostado
boca arriba y con la cabeza colgando hacia afuera de uno de los bordes
de la cama de Reneé, mirando el teléfono que estaba en piso y
esperando que sonara; al final, sonó, y levanté el tubo casi
instantáneamente…
“Hola!” dijo Mike, con su suave tono de voz
“Hola… Slash habla…” dije. “Ehh…escuchame, conocés al baterista de The
Cult? Necesitamos un baterista; ví a este tipo y es fabuloso; quisiera
averiguar si él está disponible”
“Bueno… no sé” dijo Mike. “Dejame llamarlo por teléfono”
“Ok… Esta bien”
Mas tarde, el teléfono volvió a sonar...”Slash”, Mike dijo, “esto es lo que
pude averiguar; Matt posiblemente esté disponible. Tenés para anotar?; te
dicto su teléfono”
No habia salido mucho ese día; habia estado esperando el llamado,
enfocado en el teléfono; porque sabía que esto estaba bien, que era algo
bueno.
Escribí su número; no recuerdo dónde, si fue en una hoja, en la pared o en
la palma de mi mano. Luego corté con Mike; disqué el número que él me
habia dado y esperé…luego Matt respondió:
“Hola!”
“Hola, habla Matt? Soy Slash…de Guns n Roses”, le dije “necesitamos un
baterista. Te interesaría formar parte de la banda?
Dos días después, Matt vino a las prácticas y, en el curso de dos o tres
canciones, Duff, Izzy y yo nos dimos cuenta que habíamos encontrado el
tipo indicado. Era un interprete con un sentido innato, muy suyo, que
estaba acorde con nosotros y a la vez tenia su estilo propio. Tenia la fuerza,
el golpe y la vibra para ocupar el lugar –
Creo que Duff y yo nos encontramos con él –no me acuerdo dónde pero
es muy probable fuera en Rainbow- y le preguntamos si queria integrarse a
la banda. Lo citamos allí, tomamos unos tragos y algunas líneas de coca,
ese tipo de cosas. Matt encajo con nosotros perfectamente. Estaba loco;
era la situación con la que sueñan todos los grandes músicos. No hay un
show más fácil de involucrarse que éste, para un verdadero rockero.
Despues de salir con Duff y conmigo, quedaba claro que Matt pensaba
que Guns n Roses era la banda más grande del planeta y sus integrantes,
un grupo de fiesteros incesantes. El dinero era bueno y no habia reglas,
excepto una: todo lo que tenías que hacer era tocar bien.
Pero Matt tenia que aprenderse una pila de canciones muy rápido.
Teníamos los demos de 36 canciones que planeábamos grabar para los
discos. Y como éstos no eran suficientes para poder seguir adelante, Duff,
Izzy y yo tuvimos que enseñarle a Matt absolutamente todo en un corto
lapso de tiempo y debido a eso, el resto de nosotros tuvo que volverse muy
profesional muy pronto. Habia mucho remordimiento, por lo menos de mi
parte -y seguramente de parte de los otros también- por haber dejado ir a
Steven; pero cuando Matt se sumó, le dio otra vida al proceso. Era una luz
al final del túnel cuando todo parecía que podía oscurecerse para
siempre.
Pasaron varias cosas más durante este periodo, mientras Guns se rearmaba
para volver a emerger. Hicimos varias apariciones que son dignas de
contar: Una de ellas fue la noche en la que Duff y yo concurrimos a los
“American Music Awards” en nombre de la banda; „Appetite‟ estaba
nominado como “Mejor Álbum de Rock”.
Nunca le habia prestado demasiada atención a los premios “Grammys” o
a los “American Music Awards” ni a cualquiera de los otros; nunca miré los
shows en la televisión y nunca me interesó participar activamente de ellos.
Duff y yo asistimos a la entrega –más que nada por los tragos- y no
teníamos noción del hecho de que estar nominados significaba que tenias
grandes posiblidades de „ganar‟ algo, y si lo hacias, se suponía que debias
subir al escenario y decir unas palabras –al público presente y a quienes
estaban viendo el show desde sus casas.
En ese momento, yo estaba saliendo con Renee y Duff estaba saliendo
con Pilar; y los AMAs era un acontencimiento apropiado para llevar a las
chicas. Lo único que servían era vino, y por lo menos nos habíamos
tomado 8 copas cada uno. Toda la ceremonia fue „acartonada‟ y
aburridísima. Estabamos sentados charlando cuando de pronto anuncian
que Guns n Roses habia ganado el premio al “Mejor álbum de Rock” por
“Apettite for destruction”. Nos quedamos anonadados, mudos del
asombro. Subimos al escenario a los tumbos, sosteniéndonos uno al otro.
Cuando nos dimos cuenta que habíamos ganado, quise agradecer a un
montón de gente; nombré a Zutaut, a Niven y a toda la gente de Geffen,
mientras no podía parar de decir „Fuck‟ entre palabra y palabra, producto
de los nervios y del vino. No conocía el protocolo de estas ceremonias. De
todas maneras, pude nombrar a varios antes de que cerraran el microfóno;
segui hablando por un instante, hasta que me dí cuenta que éste habia
sido cortado. Nos acompañaron hacia otro lugar para hacer algunas fotos
y hablar con la prensa. Estaba un poco mareadito por el vino, estaba feliz,
la estaba pasando bien, y les regalé a la prensa mi dedo mayor -y me
fotografiaron haciéndoles „fuck you‟ a todos.
Al dia siguiente, sólo se hablaba de los „American Music Awards‟. Estaba
abrumado por la controversia, porque ese incidente, incluso al día de hoy,
no es gran cosa para mí. De todos modos, fui el responsable de que se
establecieran los siete segundos de delay para todas las futuras entregas
de premios que se emitieran en directo; sumado a que Dick Clark dejaría
de dirigirme la palabra por ocho años. No me permitieron la entrada en los
AMAs hasta más o menos un año atrás, cuando me llamaron para
proponerme participar de la entrega, presentando una de las ternas.
No fue intencional; no obstante, dejó un mensaje: el espíritu de Guns
estaba vivito y coleando.
Volvamos al estudio… Entonces teníamos 36 canciones, que eran más que
suficientes para llenar un álbum doble. Queria seleccionar las 12 mejores y
perfeccionarlas –en el sentido literal de la palabra: queria que queden
perfectas-, pero no lo hice porque mientras que el proyecto avanzara, y
nosotros fueramos hacia adelante, yo estaba feliz.
Axl queria grabar las 36 piezas y hacer un disco doble; no queria relegar
ninguna de las canciones. Yo lo entendía: muchas de ellas las teníamos
desde hace bastante tiempo, a este punto de la historia –algunas habian
sido excluidas del último álbum y otras eran aún más antiguas-. Tambien
habia otro manojo de temas que reflejaban nuestro momento, en ese
entonces. Hoy, evaluándolo, quizá la idea general era „hacer borrón y
cuenta nueva‟; quizá por eso sacamos un disco con todo el material con el
que contábamos. En sí, representaba algo importante: el pasado y el
presente de la banda. Habia sido una experiencia increíble, y la única
manera que teníamos de expresarlo era en esa cantidad de canciones.
Matt era un tipo barbaro; siempre andaba con Duff y conmigo; Izzy estaba
siempre alrededor pero no como solia hacerlo; no sólo que estaba 100%
sobrio sino que también era muy „anti-alcohol / anti-drogas‟, en ese
entonces. Cuando Izzy y Matt se conocieron se llevaron muy bien, pero
bajo la condición de que ya había tomado la desición: Estaba todo bien,
pero creo que Izzy sintió que le estaban imponiendo cosas –y él odiaba
que le dieran órdenes. Izzy se volvió frágil desde su regreso hasta sus últimos
días en la banda; mirando atrás, quizá el giro que habia dado la banda no
le sentaba del todo bien. Cuando teníamos que ensayar, estábamos
todos, y todo estaba bien, pero faltaba „algo‟. Izzy no estaba contento…
pero no decía nada, y Axl se habia distanciado tanto de la rutina diaria del
grupo que, mientras que tuviéramos un baterista y estuviéramos todos
nosotros ahí para tocar, él pensaba que estaba todo bien y que
estábamos listos para seguir adelante.
El primer tema que grabamos con Matt fue “Knocking on Heaven‟s Door”
para la película „Days of Thunder‟ (que también se incluyó en el disco “Use
Your Illusion”). Recuerdo estar escribiendo el „solo‟ para esa canción en el
camino a algún lugar –no me acuerdo dónde- y que usé una Gibson
Explorer ‟58. Fue una gran pista; sólo fui al estudio con mi novia y algunos
amigos, tomé la guitarra y dejé que el „solo‟ fluyera. Bajé el tono del
micrófono del mástil, me encerré en la sala y deje que la guitarra grite. Me
encanta como salió: es un solo muy emotivo se surgió sin esfuerzo.
“Knockin on Heaven‟s Door” también fue la primera canción que pudimos
escuchar para darnos una idea de cómo sonaba la banda con el nuevo
baterista. Sonaba barbaro, pero definitivamente habia una gran diferencia
en el sentimiento de esta nueva versión de Guns con respecto a la antigua
(con Steven en Baterias). Habiamos perdido un poco esa cosa caotica o
de punk rock, ese sentimiento de crudeza, descontrol, y espontaneidad. En
cambio, ahora sonabamos más épicos, sólidos y grandes. Si eso era bueno
o malo… bueno, depende a quien preguntaras. En mi opinión… estaba
bueno, simplemente, poder seguir adelante.
Despues, nos metimos en el estudio y Matt aprendió las 36 canciones a una
velocidad asombrosa, básicamente, tocándolas una y otra vez con
nosotros –no habia otra forma porque no habia otro material para tomar
como referencia-. Reservamos los estudios de A&M en Hollywood y
grabamos las 36 canciones en 36 días. Entre pista y pista, iriamos a “Crazy
Girls”, un bar de strippers, ubicado al cruzar la calle, que me apena decir
que ya no existe más. Por las noches, saldríamos a divertirnos y a la
mañana siguiente, volveríamos a „A&M‟ para empezar todo de nuevo con
una nueva canción. Esos 36 dias fueron espectaculares, en los que Duff y
yo descubrimos que Matt, además de ser un gran baterista, era nuestro
nuevo amigote a la hora de salir de joda. Antes de que el asunto „drogas‟
se nos fuera de las manos, y antes del incidente con Steven, hubo algunas
épocas oscuras, pero habíamos podido superar todo eso: ahora eramos
alcoholicos funcionales, y ocasionales consumidores de cocaina. De
hecho, dudo que fuese algo ocasional para Matt y Duff porque consumían
mucho; yo, no tanto como ellos, pero eso no importaba porque, tal como
ellos, yo habia desarrollado tolerancia a todo, al punto que todos eramos
una banda perfectamente productiva, dominada por sustancias químicas
y muy profesional.
Cuando llego la hora de las mezclas del álbum tuvimos que tomar una
decisión. Thompson y Barbiero, quienes habían mezclado „Appetite‟ ya no
eran un „equipo‟. El temperamento de la banda en ese momento no se
adaptaba a ellos o su temperamento no se adaptaba a nosotros –no
recuerdo cuál de las dos posibilidades era-. Entonces decidimos contratar
a Bob Clearmountain, un tipo cuyo historial hablaba por sí solo: habia
trabajado con todos; desde „Kinks‟ hasta David Bowie y desde los „Stones‟
hasta Bruce Springsteen. Teniamos un montón de material para que él
empiece a mezclar mientras que Axl continuaba trabajando en lo que
todavía le faltaba terminar. Clearmountain se reunió con nosotros y nos
habló infinitamente acerca del „Q Sound 5.1‟, una tecnología que estaba
en la fase inicial. Él estaba muy informado y recuerdo que Axl estaba muy
ansioso también. Estaba todo bien, pero yo no llegaba a entender la
totalidad de lo que estaba diciendo Bob; „Q Sound‟ a mis oídos sonaba
irrelevante, no me importaba que Bob dijera que era el sonido del futuro;
para percibir ese sonido como es debido necesitabas 5 parlantes, y
especialmente en aquel tiempo, a principios de los ‟90, la gran mayoría de
la gente sólo contaba con dos. Y si escuchabas alguna canción que habia
sido mezclada con esa tecnología, a través de dos parlantes, sonaba
como algo poco claro, confuso y desordenado. Fue como tantas otras
cosas que han sido super promocionadas y que el tiempo ha probado que
no son más que meras tecnologías de transición a corto plazo; otros
ejemplos son el minidisc o el Laserdisc; el „Q Sound‟ era inestable; una
versión transitoria de lo que estaba por venir.
Dicho esto, en vez de armar una escena, enardecer a la banda e ir al
choque, que hubiera terminado con Axl y yo peleando al discutir los pro y
los contra del „Q Sound‟ hasta ponernos azules de bronca, me mordí la
lengua y esperé que esto funcionara… y funcionó; Clearmountain cavó su
propia fosa casi inmediatamente: una tarde, descubrimos su anotador
donde tenia apuntadas las grabaciones que tenia pensado aplicar sobre
las pistas de Matt. Yo no soy baterista asi que no puedo explicar
técnicamente los detalles, pero habría incorporado cosas que
modificarían drásticamente el sonido de Matt, su estilo. Se lo mostramos a
Matt, que no estaba al tanto y no le cayo para nada bien –y esa fue la
excusa que necesitábamos para despedir a Bob Clearmountain.
Terminamos contratando a Bill Price para las mezclas. Respetábamos su
curriculum, por decirte algo: habia mezclado el primer disco de “The
Pretenders”, y „Never Mind the Bollocks‟ de los “Sex Pistols”, y en lo que a mí
respecta, eso era todo lo que necesitaba saber para contratarlo. Bill se
puso a trabajar en un estudio en Larchmont, California, y fue mi misión
personal estar ahí todos los días para ver su trabajo, contribuir en lo que
podía y asegurar que las mezclas que iba haciendo dia a dia fueran
enviadas a Axl, a su casa en Malibú, de inmediato.
Fue un largo y tedioso proceso: me presentaba allí, muy temprano a la
mañana y escuchaba lo que Bill iba haciendo. Cuando se llegaba al
punto en el que yo estaba satisfecho, pasaríamos eso a una cinta y se lo
enviaríamos a Axl. Nos quedaríamos en el estudio sin hacer nada en
particular o nos pondríamos a trabajar en la próxima canción, mientras el
cartero llegaba a Malibú, y cuando lo hacia, debo decir que Axl lo
escuchaba inmediatamente y llamaba por teléfono para dar su opinión y
hacer comentarios, los que casi siempre fueron de mucha ayuda.
Entonces, hacíamos los cambios necesarios, volvíamos a mezclar la
canción y le enviábamos la copia nuevamente. Asi sucesivamente, con
cada canción; una por una. Tomo una eternidad lograr que todo quedara
bien, pero valió la pena.