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Introducción – Antecedentes de los Sensores de Temperatura

Las sensaciones de calor y frío son fundamentales para la experiencia humana,


y aun así, encontrar formas de medir la temperatura fue un desafío para muchas
grandes mentes.
La temperatura es una representación numérica de calor o frío en comparación
con líneas de base, generalmente el punto en el que el agua se congela y hierve.
En la mayoría de los casos, la temperatura mide la cantidad de calor que hay en
una entidad particular: en un líquido, como el agua, o en un sólido, como el suelo.
En meteorología, la temperatura mide el contenido de calor de la atmósfera.
Pero claro, esto lo basamos en conocimientos modernos con los que contamos,
pero no siempre fue el caso…
En la sociedad antigua, la medición y utilización de artefactos para conocer la
temperatura era algo que aún no pasaba por la cabeza de los humanos
primitivos. Antes de formar las sociedades altamente tecnológicas como en las
que vivimos, nuestros antepasados ni siquiera tenían conceptos fijos sobre lo que
sensaciones físicas como el calor o el frío representaban, simplemente podían
asumir que en ciertos momentos o por ciertos materiales podrían sentir “calor” o
que, en su ausencia, sentirían “frío”. Su mundo era experimentación de
sensaciones donde no podían comprender cómo era que se efectuaban, solo
podían quedarse neutros a un mundo que no conocían.
Con el paso del tiempo y gracias a la naturaleza de realizar consciencia y
razonamientos que posee el hombre, fue que poco a poco personas en las etapas
primerizas de la ciencia comenzaron a sentar bases sobre lo que serían métricas
y equipos para comprender más al mundo que les rodeaba. Uno de esos avances
tecnológicos, evidentemente, estaría enfocado a la medición de la temperatura.
La mayoría de los métodos primarios de medición eran indirectos, observándose
el efecto que el calor tenía en algo y deduciendo la temperatura a partir de eso.
Galen, un científico y médico griego, hizo el primer intento de medir la
temperatura en 170 A.D. Él documentó una temperatura "neutral" estándar de
partes iguales de agua hirviendo y hielo.
El termoscopio, esencialmente un termómetro sin escala fue el precursor del
termómetro moderno. Un termoscopio podría mostrar las diferencias de
temperatura, permitiendo a los observadores saber si algo se estaba calentando
o haciendo más frío. Sin embargo, el termoscopio no pudo proporcionar una
temperatura exacta en grados.
El físico alemán Daniel Gabriel Fahrenheit conoció a Olaus Roemer, un
astrónomo danés, que desarrolló un termómetro a base de alcohol utilizando
vino. En 1714, Fahrenheit refinó la invención de Roemer y desarrolló el primer
termómetro moderno: el termómetro de mercurio con mediciones más refinadas.
El mercurio se expande o se contrae a medida que la temperatura sube o baja.
No mucho después de que se revelara la escala Fahrenheit, el astrónomo sueco
Anders Celsius salió con su escala de temperatura, que se conoce como la escala
Celsius. La escala original estableció 0 como el punto de ebullición del agua y
100 como el punto de congelación, pero se dio la vuelta poco después de inventar
la escala.
Lord Kelvin de Escocia intervino con su indicador de temperatura en 1848,
conocido como la escala de Kelvin. Lo basó en la idea de la temperatura absoluta,
una temperatura teórica en la que todas las sustancias no tienen energía
térmica. No hay números negativos en la escala de Kelvin, siendo 0 K la
temperatura más fría posible.
En 1821, T J Seebeck descubrió que se podía producir una corriente calentando
de manera desigual dos uniones de dos metales diferentes, el efecto termopar.
Seebeck asignó constantes a cada tipo de metal y usó estas constantes para
calcular la cantidad total de flujo de corriente. También en 1821, Sir Humphrey
Davy descubrió que todos los metales tienen un coeficiente de resistencia a la
temperatura positivo y que el platino podría usarse como un excelente detector
de temperatura (RTD). Estos dos descubrimientos marcaron el inicio de serios
sensores eléctricos.
Hoy en día, podemos encontrar diversos sensores de temperatura en una amplia
gama de lugares donde el conocer de la temperatura exacta es una necesidad.
Algunos ejemplos de sus usos hoy día son:
1. Estos se utilizan en motores eléctricos para medir la temperatura del
bobinado del motor, la temperatura interna de la carcasa, la temperatura
del cojinete, la temperatura del cepillo y la temperatura externa del
cuerpo.
2. Estos se utilizan en cables eléctricos para medir la temperatura interna
del cable y, en esta aplicación, se utilizan en forma de tubo termorretráctil
o carcasa metálica.
3. Estos se utilizan en motores mecánicos para medir la temperatura del
aceite del motor y la temperatura del cojinete del motor.
4. Estos se utilizan en los sistemas de control de calefacción, como en los
edificios donde los controles de temperatura para encender o apagar el
sistema de calefacción o refrigeración.
5. Estos se utilizan en el sistema de HVAC (calefacción, ventilación y aire
acondicionado) para controlar la temperatura del edificio de los centros
comerciales, el edificio de la universidad, el edificio del hospital y los
edificios industriales y comerciales.
6. Estos se utilizan frecuentemente en equipos de acondicionamiento de
humedad y aire acondicionado.
7. En los cargadores de aparatos eléctricos. El cargador debe conocer la
temperatura de la batería para determinar cuándo dejar de cargar y
cuándo comenzar a cargar para evitar dañar el aparato con una cantidad
innecesaria de energía.

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