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INVENTARIO MULTIFÁSICO DE LA PERSONALIDAD MINNESOTA PARA

ADOLESCENTES (MMPI-A).
Resumido por el Psicólogo Carlos Álvarez
AUTOR: Butcher, James N.
ADAPTACION: Al español para México; Dra. Emilia Lucio Gómez-Maqueo. Para
Argentina por María Casullo
ADMINISTRACION: Adolescentes de 14 a 18 años de edad.
FORMA DE APLICACIÓN: Individual, colectiva.
CAMPO DE APLICACIÓN: Clínica, Educativa, Social e Investigación. Ámbitos
psiquiátrico, forense, médico y en tratamiento de jóvenes adictos.
TIEMPO DE DURACION: 45' a 60’ aproximadamente.
OBJETIVO. Identificar los principales problemas personales, sociales y conductuales, así
como la psicopatología del adolescente.

MATERIAL:
1. Manual.
2. Cuadernillo de aplicación.
3. Hoja de respuestas (única para calificación manual y por computadora).
4. Plantillas de calificación (básicas, suplementarias y de contenido).
5. Perfiles (básico, y suplementario y de contenido-normas estadounidenses).
6. Perfiles (básico, y suplementario y de contenido-normas mexicanas).
7. Portafolios.

FUNDAMENTOS Y CARACTERÍSTICAS. :
El MMPI-A es una adaptación para adolescentes del MMPI-2. Es un inventario
autoadministrable que busca evaluar presencia de patologías. Se puede tomar de manera
individual o colectiva. A partir de los datos se pueden obtener tres perfiles, cada uno
relacionado con cada una de las escalas que lo integran.
El MMPI-A es la primera versión del MMPI-2 desarrollada de manera específica para
evaluar adolescentes por primera vez en Estados Unidos en 1992. Esta versión en español
del Inventario, sirvió de base a la versión hispana de la Universidad de Minnesota
publicada recientemente en Estados Unidos (Butch, Lucio, Cabiya Peña y Scott, 1998).
Cabe señalar que en la elaboración de dicha versión, participan algunos maestros de la
facultad de Psicología de la UNAM y alumnos de postgrado de diferentes nacionalidades

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con el objeto de obtener una versión que pudiera utilizarse en otros países de
Latinoamérica. Así, el proceso de traducción constituye una parte muy importante de la
adaptación del instrumento, ya que la versión en español para México es pionera en los
países de habla hispana.
El MMPI-A derivado del MMPI-2 original conserva, por tanto, muchos de los rasgos de
éste, a la vez que introduce nuevas características que son muy apropiadas para los
adolescentes de hoy día. Se utiliza primordialmente para la identificación, diagnóstico y
elaboración de planes de tratamiento en diversidad de escenarios: hospitales, escuelas,
práctica privada, centros de atención a menores infractores, etc. El MMPI-A se ha revisado
de manera cuidadosa para que el contenido y lenguaje sean pertinentes a los jóvenes. La
edición en español del Inventario Minnesota para adolescentes está estandarizada para
México, Argentina y España.

ESTRUCTURA DE LA TECNICA
El MMPI-A es un instrumento autodescriptivo cuya estructura es similar a la del MMPI
original. Consta de 478 reactivos o ítems repartidos en 38 escalas. Los primeros 350
reactivos permiten la calificación de las escalas clínicas y tres de las de validez. Las escalas
de contenido y suplementarias permiten abordar problemas familiares, trastornos de la
alimentación y farmacodependencia entre otras situaciones problema comunes entre los
adolescentes. Distribución de las distintas escalas del MMPI-A:
1. Siete (7) Escalas de Validez: Escala de Inconsistencia en las Respuestas Variables
(INVAR) Inconsistencia en las Respuestas Verdaderas (INVER) y las subescalas de
Infrecuencia F, F1 y F2; L de Mentiras y K de Defensividad.
2. Diez (10) Escalas Clínicas: 1 Hipocondriasis (Hs); 2 Depresión (D); 3 Histeria (Hi); 4
Desviación Psicopática (Dp); 5 Masculinidad-femineidad (Mf); 6 Paranoia (Pa); 7
Psicastenia (Pt); 8 Esquizofrenia (Es); 9 Hipomanía (Ma) y 0 Introversión Social (Is).
3. Quince (15) Escalas de Contenido: ANS-A Ansiedad-adolescentes; OBS-A
Obsesividad-adolescentes; DEP-A Depresión-adolescentes; SAU-A Preocupación por la
salud-adolescentes; ENA-A Enajenación-adolescentes; DEL-A Pensamiento delirante-
adolescentes; ENJ-A Enojo-adolescentes; CIN-A Cinismo-adolescentes; PCO-A Problemas
de conducta-adolescentes; BAE-A Baja autoestima-adolescentes; ASL-A Aspiraciones
limitadas-adolescentes; ISO-A Incomodidad en situaciones sociales-adolescentes; FAM-A
Problemas familiares-adolescentes; ESC-A Problemas escolares-adolescentes; RTR-A
Rechazo al tratamiento-adolescentes.
4. Seis (6) Escalas Suplementarias: MAC-A Alcoholismo de MacAndrew revisada (de
adolescentes); RPAD Reconocimiento de problemas con el Alcohol y/o Drogas; TPAD
Tendencia a problemas con el alcohol y/o drogas; INM Inmadurez-adolescente; A-A
Ansiedad-adolescente; R-A Represión-adolescente.
EL MMPI-A transforma las puntuaciones brutas en puntuaciones T (X = 50 y S = 10) El
Puntaje T empieza a ser significativo cuando da mayor o igual a 65.

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ADMINISTRACION
Condiciones de administración:
El MMPI-A puede administrarse a sujetos entre catorce y dieciocho años, que lean
fluidamente y que tengan capacidad de comprensión del material.
A sujetos que presentan limitaciones visuales, dislexias, dificultades severas de aprendizaje,
desorientación ocasionada por accidentes cerebrales, intoxicación por droga o alcohol, etc.
no se les puede tomar la técnica en forma auto-administrable, sino que se les tienen que ir
leyendo los ítemes.
Es necesario contar con las condiciones ambientales adecuadas para la administración del
inventario, un lugar donde se pueda tener privacidad y comodidad, ya que, usualmente, el
tiempo de la entrevista oscila entre una hora y una hora y media.

FORMA DE CALIFICAR:

 se obtienen puntuaciones crudas, por medio de las plantillas.


 se obtienen las puntuaciones T con las tablas y normas para población mexicana.
 se obtienen las puntuaciones de INVAR, INVER mediante las tablas. (Escalas de
validez).
 se grafica en la tabla cada puntuación para ver si pasa la media de la población de
entre 60 y 70.
 se obtiene el resultado del método de Welsh (solos escalas clínicas).

MÉTODO DE WELSH
Se utiliza para hacer un diagnóstico.
Los pasos del método son los siguientes
1.- Ordenar escalas de mayor a menor conforme a la puntuación total.
2.- Observar si entre las puntuaciones totales ya ordenadas existe entre dos de ellas un
rango mayor de 10.
3.- Si no existe un rango mayor de 10 se bajan los primeros dos valores de puntuación
cruda y se continúa así hasta terminar con los valores.
4.- Si existe un rango mayor a 10, se baja el primer número y se coloca el símbolo que
tiene el primer valor, si no se ha llegado al segundo valor, se pone un segundo símbolo
hasta llegar al símbolo del valor indicado y posteriormente bajar el valor que sigue.
5.- Cuando dos valores son iguales se subrayan.

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SIMBOLOGÍA CODIFICACIÓN DE WELSH

Rango de puntuación T
Símbolos
! 110-119
!! 120 y superior
** 100 -119
* 100 y superior
” 80-89
’ 70-79
+ 65-69
- 60-64
/ 50-59
: 40-49
# 30-39

Nota: no hay símbolo para puntuaciones T de 29 e inferiores; escriba el número de la escala


a la derecha del signo #.

ESTRATEGIA DE INTERPRETACION GENERAL DEL MMPI-A


(Butcher Y Williams, 1992)
1. Evaluar cualquier factor externo a la prueba que pueda influir en los resultados del
MMPI-A como el lugar donde fue administrado y la información previa del
adolescente.
2. Determinar las actitudes individuales de respuesta usando las escalas e indicadores
de validez para identificar los grupos de respuesta que invaliden la prueba, o que de
alguna otra manera puedan modificar el autoinforme personal. (Pp. 5-12)
3. Evaluar los informes de síntomas y conductas de cada individuo aportados por las
escalas clínicas (Pp. 12-19) y sus combinaciones (Pp. 20-23); las escalas de
contenido (Pp. 24-27) y las escalas suplementarias (Pág. 28).
4. Evaluar la predisposición para los problemas escolares de acuerdo a las escalas de
contenido ESC-A y ASL-A.
5. Determinar la predisposición a presentar problemas con el alcohol u otra droga.
Aunque las escalas clínicas DP y Ma incluyen problemas de alcohol y drogas entre
sus correlaciones, las tres escalas suplementarias MAC-A (escala de Alcoholismo
de MacAndrew), RPAD (Reconocimiento de Problemas con el Alcohol y /o
Drogas) y TPAD (Tendencia a Problemas con el Alcohol y/o Drogas aportan
mayor detalle.
6. Evaluar las relaciones interpersonales del adolescente mediante la escala clínica
Is y la escala de contenido ISO-A evalúan las relaciones sociales del adolescente.
Los problemas familiares se pueden predecir en base a la escalas FAM-A. Las
escalas de contenido ENA-A y CIN-A abarcan la enajenación y el cinismo. La
presencia de influencias negativas del grupo de compañeros puede inferirse de las
elevaciones de la escala TPAD. La escala INM-A aporta información sobre el
estilo y capacidad para desarrollar relaciones significativas.

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7. Evaluar el potencial de cualidades y fortalezas de carácter individual
8. Determinar un posible diagnóstico en combinación con los resultados de pruebas, la
entrevista clínica y los datos de la historia personal de acuerdo a un manual
diagnostico vigente.
9. Evaluar las implicaciones y recomendaciones del tratamiento. Las elevaciones
en la escala RTR-A puede interpretarse como una indicación de la presencia de
actitudes negativas hacia el tratamiento de salud mental que puede interferir en la
construcción de una relación terapéutica. (Pp. 29-30)

ESCALAS DE VALIDEZ
El MMPI-A es un cuestionario autoadministrable vulnerable al estilo y actitud del sujeto y
por lo tanto susceptible de distorsiones en las respuestas, y por lo tanto tiene sus escalas de
Validez. Dichas escalas son importantes para evaluar la consistencia de respuestas del
sujeto. El propósito de estas escalas es intentar controlar la tendencia del sujeto a exagerar o
subestimar la propia conducta para hacerla más aceptable socialmente. Esto permite tener
más datos para interpretar los perfiles. Estas Escalas han sido elaboradas para determinar el
grado de confianza con que pueden hacerse inferencias, teniendo en cuenta la actitud que el
sujeto adopta al contestar la prueba.
a)?. (No responde): Corresponde al número total de ítemes no respondidos o respondidos
en ambas direcciones: (verdadero y falso a la vez).
Los adolescentes pueden omitir la respuesta a ítemes por varias razones, como tendencias
oposicionistas, limitaciones en la comprensión, indecisión, confusión, defensividad.
Si aparecen treinta (30) o más ítemes sin responder, el protocolo debe ser considerado
inválido, ya que tiende a disminuir los resultados de las escalas clínicas.

Puntajes Interpretación
0–3 Bajo. Estos adolescentes revelan disposición y capacidad no evasiva para
responder al contenido al que aluden los ítems.
4 – 10 Moderado. Es probable que hayan omitido algunos ítems en forma selectiva,
quizá en función del contenido. También, puede ser el resultado de limitada
experiencia en la vida lo que vuelve a esos ítems omitidos incontestables para
el adolescente. Existe una baja probabilidad de distorsiones en el perfil a menos
que todas las omisiones hayan ocurrido en una escala en particular.
11 – 30 Marcado. Estos adolescentes han dejado de contestar a más ítems que lo
esperado, probablemente a causa de indecisión. Estas omisiones pueden
distorsionar las elevaciones en el perfil. Por eso, hay que revisar a qué escala/s
pertenecen en pos de evaluar la validez del perfil.
> a 31 Inválido. Este rango de omisiones puede ser el resultado de una actitud
desafiante o poco cooperativa o indicar graves dificultades de lectura y/o
comprensión. Se trata de perfiles inválidos. Si es posible, el examinado debería
contestar los ítems omitidos o volver a responder a todo el inventario.

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b) L (mentira): A través de esta escala se trata de detectar intentos ingenuos de dar una
buena imagen. Si presenta un puntaje elevado puede pensarse en la existencia, no
necesariamente intencional, de negación de errores menores y debilidades. Hathaway y
Monachesi (1953) señalaron que la L fue destinada a detectar intentos inocentes de los
adolescentes por mostrarse en una posición favorable, en particular en lo concerniente a
ética personal o conducta social. Los adolescentes con puntuaciones altas en L contestaban
a los reactivos del MMPI.

Puntajes T Interpretación

45 ó menor Bajo. Estas puntuaciones pueden reflejar una actitud abierta y confiada entre
los adolescentes normales. Pero también es posible que indique una
tendencia a la aquiescencia (todo verdadero) o a brindar una mala imagen de
sí (fake bad).

46 - 55 Normal. Los puntajes en este rango pueden reflejar un balance adecuado


entre el reconocimiento y la negación de faltas o errores comunes. Estos
adolescentes tienden a ser flexibles.

56 – 65 Moderado. Puede reflejar cierto énfasis respecto de conductas o creencias


convencionales. En contextos psiquiátricos, estas puntuaciones pueden
indicar el uso de la negación como mecanismo de defensa central.

65 ó mayor Marcado. Las puntuaciones en este rango están asociadas con un uso
extremo de la negación, pobre insight y simplicidad. Es probable que los
tratamientos con estos adolescentes sean largos y con un pronóstico
reservado. También, pueden darse estas puntuaciones en sujetos con
tendencia a la aquiescencia (todo falso) o a brindar una buena imagen de sí

c) F (Fl y F2 infrecuencia): Se ha sugerido que F es, de alguna manera, lo opuesto a la


escala L. Personas que obtienen puntajes elevados en F se presentan a sí mismas como
sujetos con perturbaciones severas, dando una "mala" imagen de sí.
Esta escala fue dividida, en el MMPI-A, en dos distintas, F1 y F2. La primera desciende de
la escala F original, ya que consiste en ítemes que están dentro de los primeros trescientos
cincuenta (350) y provee una evaluación acerca de la aceptabilidad de las respuestas para
las escalas básicas. La segunda, en cambio, toma los ítemes desde el nº 242, evaluando así,
la aceptabilidad de las respuestas para las escalas de contenido y suplementarias.
En el MMPI-A se presentan algunas diferencias en cuanto a las escalas. Por ejemplo, divide
la escala F en F1 y F2. Incluye ítems nuevos, relacionados con temas del desarrollo propio
de este período, incluyendo los trastornos de esta etapa (problemas escolares, uso de
sustancias). Incorporan 3 escalas suplementarias para la evaluación del uso de alcohol, de
drogas e inmadurez. El total de ítems es de 478.

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Puntajes T Interpretación

45 ó menor Bajo. Los puntajes en este rango pueden reflejar experiencias de vida
convencionales entre adolescentes normales y, probablemente, tendencia a
brindar una buena imagen de sí en sujetos con disturbios.

46-59 Normal. Los adolescentes que contestan de este modo pueden haber
reconocido experiencias inusuales en un grado en que es esperable durante
la adolescencia

60 – 65 Moderado. Estas puntuaciones son frecuentes entre adolescentes que


exhiben alguna característica psicopatológica.

66 - 89 Marcado. En este rango de puntuación, los indicadores de validez deben ser


revisados cuidadosamente. Los perfiles válidos reflejan, en general,
psicopatología significativa, incluyendo síntomas típicos exhibidos en
contextos clínicos.

90 ó mayor Extremo. Perfil probablemente inválido. Si se descarta la tendencia


marcada a ofrecer una mala de imagen de sí (fake bad) u otro tipo de
respuesta fuera de las reglas, puede reflejar desorganización severa o
psicosis.

d) K (defensividad): Está compuesta por treinta (30) ítemes que, originalmente, fueron
seleccionados para identificar adultos que presentaban grados significativos de
psicopatología pero que producían perfiles dentro de lo normal. Mientras que en el MMPI y
en el MMPI-2, el factor K se comporta como corrector, no se utiliza en el MMPI-A. K sólo
se utiliza como escala de validez a los fines de detectar tendencia del sujeto a responder
defensivamente en los perfiles altos.
Tiene un objetivo similar al de la escala L, identificando sujetos que tienden a responder
defensivamente.

Puntajes T Interpretación

45 ó menor Bajo. Estas puntuaciones pueden reflejar pobre autoconcepto y recursos


limitados para afrontar apropiadamente el estrés. También pueden estar
relacionadas con un intento por ofrecer una mala imagen de sí en
adolescentes normales y con angustia o malestar agudo en jóvenes en
contextos psiquiátricos.

46-55 Normal. Los puntajes en este rango pueden reflejar un balance adecuado
entre una actitud de apertura y otra de reserva en la autodescripción. En
contextos psicoterapéuticos, el pronóstico para el tratamiento es bueno.

56 – 65 Moderado. Puede reflejar, entre adolescentes normales, una posición


confiada y renuencia a pedir ayuda a los demás. En contextos psiquiátricos,
este nivel de K puede estar relacionado con mala disposición para admitir

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problemas psicológicos y negar la necesidad de tratamiento o ayuda
psiquiátrica

65 ó mayor Marcado. Las puntuaciones en este rango pueden indicar defensividad


extrema, a menudo relacionada con un pobre pronóstico y una duración
larga en el tratamiento. También, pueden darse en sujetos con tendencia a
brindar una buena imagen de sí

e) ESCALAS DE RESPUESTA INCONSISTENTE

 INVAR (inconsistencias variables = VRIN).


 INVER (inconsistencias sólo con “verdadero” = TRIN):
Las escalas de validez Inconsistencia de las respuestas variables (INVAR) e
Inconsistencia de las respuestas verdaderas (INVER) son innovadoras y fueron
diseñadas para medir la tendencia del adolescente a responder de un modo inconsistente o
contradictorio. Ambas escalas fueron creadas en esta etapa de adaptación de la prueba para
complementar los indicadores tradicionales de validez. Las escalas INVAR e INVER
constan de pares de reactivos elegidos de manera específica.
Los integrantes de cada par INVAR son similares u opuestos en cuanto a contenido, y cada
par se califica en función de la incidencia de una inconsistencia lógica en la respuesta a
ambos reactivos. Por ejemplo, la respuesta Verdadero al reactivo 70 (“Definitivamente no
tengo confianza en mí mismo[a])”) y Verdadero al reactivo 223 (“Tengo entera confianza
en mí mismo[a]”) generan un punto que se suma a la escala INVAR. La puntuación natural
en esta escala es simplemente la cantidad total de pares de reactivos a los que se respondió
en forma inconsistente. Una puntuación INVAR muy elevada (T ≥ 80) indica que el
adolescente posiblemente respondió a los reactivos en forma indiscriminada, por lo que el
protocolo del MMPI-A se invalidó o es imposible interpretarlo.
VRIN Inconsistencia en las respuestas (50 ítems pares de respuestas).

6V - 86F 60V - 121V 80V - 101F 177F - 283V 286F - 314V


6F - 86V 63V - 120V 94F - 469V 182V - 258F 292F - 331V
20V - 211F 63F - 120F 95F - 132V 182F - 258V 304F - 335F
25V - 106F 69V - 452F 99V - 323F 185F - 383V 309V - 402F
25F - 106V 70V - 223V 124F - 379V 188V - 403F 318F - 370V
34F - 81V 71F - 91V 128F - 465F 188F - 403V 332V - 337F
43V - 248F 77V - 107F 144V- 247F 212V - 298F 355V - 375F
46F - 475F 77F - 107V 146V- 167V 215V - 405F 463V - 476V
53F - 62V 78F - 90V 154V- 178F 215F - 405V 477V - 478F
57V - 191F 79V - 119F 160F - 227V 253V - 266F 477F - 478V

La escala INVER, a diferencia de la escala INVAR, se basa exclusivamente en pares de


reactivos que son contrarios en cuanto a contenido similar u opuesto. Por lo tanto, si un
cliente responde en forma inconsistente con Verdadero a dos reactivos contrarios en

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términos de significado o contenido, se suma un punto a la puntuación INVER; en cambio,
si responde en forma inconsistente con Falso a pares de reactivos opuestos, se resta un
punto del total. Con base en este método de calificación, una puntuación INVER elevada
indica una tendencia del participante a responder la prueba en forma indiscriminada con
Verdadero a los reactivos y, por lo tanto, refleja una tendencia de respuesta de aprobación.
En contraste, una puntuación natural INVER muy baja indica una propensión del
adolescente a responder Falso en forma indiscriminada y refleja una tendencia de respuesta
“negativista” o de no aprobación. Sin embargo, las puntuaciones T en INVER se escalan
de tal modo que aumentan a medida que se desvían de la media en cualquier dirección, de
manera que los patrones de respuesta de aprobación o no aprobación (o negativistas)
generan puntuaciones T elevadas. Como en el caso del punto de corte de la calificación T
de INVAR y, las puntuaciones T en INVER ≥ 80 indican respuestas de no aprobación o
negativistas al grado que invalidan el protocolo del MMPI-A.
INVAR e INVER pueden complementar la interpretación de L, F y K. Por ejemplo, una
puntuación alta de F combinada con una alta puntuación INVAR, es un mejor indicador
que solo una puntuación F elevada, con respecto al hecho de que un perfil sea interpretable
a causa de descuido, confusión u otros motivos.
Por otro lado, en el caso de una puntuación F alta y una puntuación INVAR baja, pueden
eliminarse, el descuido y otros elementos de falta de validez; una puntuación F elevada
puede interpretarse como un indicador de verdadera psicopatología o de un esfuerzo
deliberado de fingir un cuadro negativo.
Por poner otro ejemplo, una puntuación elevada K (consistente en la casi totalidad de
reactivos con respuestas Falso), combinado con una puntuación T muy elevada de Falso en
INVER, indicará con mayor probabilidad un patrón de respuesta indiscriminado en Falso
(reprobación) que si INVER se situara por lo menos en el promedio, en cuyo caso una
interpretación basada en el contenido de K sería más justificable.

INSTRUCCIONES PARA LA CALIFICACIÓN DEL INVER:


1. Transfiera las respuestas a los pares de reactivos de la hoja de respuestas al formato de
registro de la derecha marcando el círculo apropiado.
Ejemplo: Si la respuesta al reactivo 14 fue Falso: 14
2. Coloque la plantilla de calificación INVER-1 sobre el formato; en el espacio en blanco
que se proporciona en la tercera columna, ponga “+” (signo de más) por cada par de
reactivos en que ambos cuadros de la plantilla muestren una respuesta marcada.
Ejemplo: la respuesta 14 (V) (˜) 424 (˜) (F) recibiría “+” debido a que ambos cuadros del
formato muestran una respuesta marcada.
3. Cuente la cantidad de “+” y anote el total INVER-1.

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4. Coloque la plantilla de calificación INVER-2 sobre el formato; en el espacio en blanco
proporcionado en la tercera columna, ponga “-“ (signo de menos) por cada par de reactivos
en que ambos cuadros de la plantilla muestren una respuesta marcada.
5. Cuente la cantidad de “-“ y anote el total INVER-2.
6. Reste el total INVER-2 del total INVER-1 y anote el resultado.
7. Sume 9 puntos para obtener el total INVER.
Ejemplo: Total INVER -1 2
Total INVER -2 -1
1
Total INVER +9
10

INVER Inconsistencia verdadera (24 ítems-pares de respuestas).


1) Para cada uno de los siguientes pares de respuestas sume un punto:
14V - 424V 70V - 223V 242V - 260V
37V - 168V 71V - 283V 264V - 331V
60V - 121V 95V - 294V 304V - 335V
62V - 360V 119V - 184V 355V - 367V
63V - 120V 146V - 167V 463V - 476V
2) Para cada uno de los siguientes pares de respuestas reste un punto:
46F - 475F 71F - 283F 158F - 288F
53F - 91F 82F - 316F 245F - 257F
63F - 120F 128F - 465F 304F - 335F

3) Después sume nueve puntos al puntaje total.

EFECTOS DE LA TENDENCIA DE RESPUESTA EN


LAS ESCALAS DE VALIDEZ
Los adolescentes pueden distorsionar de manera consciente o inconsciente sus respuestas al
MMPI-A, a tal grado que llega a invalidarse una interpretación significativa del perfil
clínico resultante. Algunas de estas tendencias de respuesta son relativamente fáciles de
identificar con base en la incidencia de ciertas características o rasgos destacados, en tanto
que otras son más difíciles de detectar con las escalas de validez del MMPI-A. La siguiente

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sección constituye un resumen breve de los efectos de diversas tendencias de respuesta en
el MMPI-A.
Todo verdadero
La tendencia de respuesta de todo verdadero la indican puntuaciones sumamente bajas en
las escalas L y K, así como puntuaciones muy elevadas en F, F1 y F2. En la figura 4-1 se
presenta el perfil de todo verdadero de las escalas básicas, el cual se traza de acuerdo con
las normas para mujeres adolescentes. La elevación extrema en la escala INVER indica en
forma clara una tendencia de respuesta inconsistente en la dirección de la aceptación, o
“decir que sí” en combinación con valores de puntuación T muy por encima de 90 en F, F1
y F2. Asimismo, hay una pendiente notablemente positiva de psicosis en el perfil, por la
marcada elevación de las escalas clínicas que miden Paranoia (6), Psicastenia (7),
Esquizofrenia (8) e Hipomanía (9) porque se encuentran en un rango clínicamente
significativo.
Todo falso
El perfil que se aprecia en la figura 4-2 se genera si un adolescente responde con Falso a
todos los reactivos del MMPI-A. Aunque la figura ejemplifica el perfil de todo falso con
base en normas para varones adolescentes, ocurriría la misma configuración general en el
caso de las mujeres. La escala INVER es de nuevo muy elevada, pero esta vez como
resultado de la tendencia extrema a decir que no en las respuestas. Además, las escalas de
validez L y K del MMPI-A son muy elevadas porque se componen principalmente de
reactivos registrados en la dirección de Falso.
En este caso, el lado izquierdo del perfil de las escalas clínicas básicas se eleva, sobre todo
en las escalas clínicas básicas 1, 2 y 3. Como en el caso del perfil de todo como verdadero,
el perfil de todo falso en realidad es fácil de detectar por sus características drásticamente
elevadas.
Tendencias de respuesta aleatorias
Debido a que un adolescente llega a responder el MMPI-A en diversas formas mediante un
patrón de respuesta aleatorio, resulta difícil caracterizar un patrón prototipo. No obstante, el
valor promedio generado por una gran cantidad de perfiles aleatorios debería guardar un
estrecho paralelismo con el que se presenta en la figura 4-3. El detector más útil de patrones
de respuesta aleatorios es una elevación de la escala INVAR del MMPI-A, aunque debe
señalarse que el valor medio tanto de chicos como de chicas es sólo moderadamente
elevado en el rango de puntuaciones T de 70 a 80. Además, el perfil aleatorio se caracteriza
por un incremento inusual en la configuración de las escalas de validez en donde las
elevaciones del rango clínico se dan en F, F1 y F2, lo mismo que en la escala L del MMPI-
A. Una vez más, las características del perfil real generadas por una tendencia de respuesta
aleatoria específica varían en forma sustancial, dependiendo del método en particular que
se haya utilizado para aleatorizar el patrón de respuesta. El clínico siempre debe considerar
un patrón de respuesta aleatorio cuando un adolescente complete el MMPI-A en menos de
los 60 a 90 minutos que cabe esperar, sobre todo cuando el tiempo de respuesta es menor de
45 minutos.

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Estilos de respuesta por exageración o por subestimación de síntomas
Otra tendencia de respuesta en el MMPI-A supone una distorsión en la exactitud de las
respuestas de los adolescentes, que de manera consciente o inconsciente se presentan a sí
mismas en una situación desfavorable o presentarse como positivas. Además de los
términos “exagerar” y “subestimar”, otros autores describen con claridad estas distorsiones
como “autopresentación positiva” o “autopresentación negativa” a partir del autoinforme de
un participante. En general, los estudios publicados sobre adolescentes y adultos señalan,
en forma acentuada, que suele ser mucho más sencillo detectar un intento de exagerar cierta
sintomatología que un intento de subestimar síntomas. Esto se debe a que la mayoría de los
individuos que intentan dar una imagen desfavorable lo hacen en forma general y poco
sofisticada, lo que da por resultado elevaciones marcadas en la escala F, y cualquier
protocolo con valores de puntuación T en la escala F ≥ 90 en general indica tendencias de
respuesta a la exageración de síntomas. El clásico patrón de tendencia de respuesta a la
exageración de síntomas supone una escala F muy elevada con puntuaciones de rango bajo
en las escalas de validez L y K, como se ilustra en el ejemplo de caso clínico de un chico
de 16 años de edad que está en un centro de tratamiento residencial (véase la figura 4-4).
En contraste, detectar estilos de respuesta por subestimación de síntomas resulta más
problemático, por lo general supone elevaciones marcadas en L y K en combinación con
puntuaciones relativamente bajas en F, como se ilustra en el ejemplo de caso clínico de una
chica de 15 años de edad evaluada en un centro de tratamiento para pacientes externos
(véase la figura 4-5).
Sin embargo, muchos individuos que tratan de minimizar una sintomatología al parecer son
capaces de hacerlo sin necesariamente producir los valores elevados en L y K que se
aprecian en la figura 4-5. Por lo tanto, suele ser difícil distinguir las respuestas de un
adolescente normal, cauteloso, defensivo y sin problemas psiquiátricos significativos, que
las respuestas de un adolescente significativamente perturbado que de manera consciente o
inconsciente trata de parecer normal al responder los reactivos del MMPI-A. Pero hasta que
se desarrollen indicadores más sensibles, el mejor método para detectar el estilo de
respuesta por subestimar los síntomas sigue siendo examinar las elevaciones en las escalas
de validez L y K. En el cuadro Referencia rápida 4-1 se presenta una serie de pautas para
determinar la validez de perfil en el MMPI-A

ESCALAS CLÍNICAS
Las escalas clínicas permiten evaluar distintas dimensiones de la personalidad y obtener
información acerca de probables patologías. Todas las escalas han sido adaptadas,
conservándose algunos ítems del inventario original, eliminando otros y elaborando nuevos
teniendo en cuenta las características de esta población
Si las escalas del MMPI-A tienen una puntuación T de 41 a 59, se considera que estos
valores son similares a los producidos por la muestra normativa e incluso puede decirse que
están dentro de los límites normales.

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Puntajes menores, entre 50 y 60 y puntajes bajos no deben ser utilizados para la
interpretación ya que en el MMPI-A todavía no resultan lo suficientemente claros.
Sin embargo, en el caso de valores de puntuación T que se encuentran en la zona
sombreada entre las puntuaciones T de 60 a 64, aun cuando pueden hacerse
interpretaciones debería tomarse con reserva este nivel de elevación. Además, es probable
que las puntuaciones en estos rangos reflejen descriptores menos extremos.
Una puntuación T de 65 o mayor es crucial para determinar puntuaciones clínicamente
elevadas y significativas. Varios estudios de investigación (p. ej., Fontaine, Archer, Elkins
& Johansen, 2001) han respaldado la idea de que una puntuación T ≥ 65 es necesaria para
aplicar al entrevistado adolescente los descriptores clínicos, para su interpretación.
1. Hs (hipocondriasis): Esta escala refleja preocupaciones por la salud y la enfermedad.
Los ítemes están compuestos por quejas somáticas, vagas y específicas por lo que puntajes
elevados en dicha escala puede ser interpretado como una preocupación importante por la
salud física.
Es necesario conocer la posible presencia de alguna enfermedad crónica ya que en perfiles
moderadamente elevados se encontraron adolescentes que padecían alguna afección de este
tipo.
Las puntuaciones altas son indicadoras de:
Presencia de síntomas somáticos que preocupan. Posibles trastornos en la alimentación
(mujeres). Fatiga, falta de energía. Problemas relacionados con el rendimiento escolar.
Inseguridad, miedo al fracaso. Actitudes intrapunitivas (tendencia a la internalización).
Insatisfacción, quejas. Actitudes egocéntricas, egoístas. Demanda de atención y protección.
Sentimientos de aislamiento.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Quejas y preocupaciones somáticas y corporales de naturaleza vaga. Probable respuesta
somática ante situaciones de estrés, que pueden incluir problemas alimentarios. Incremento
de la probabilidad de problemas relacionados con diagnóstico de neurosis. Relaciones
interpersonales caracterizadas por una actitud demandante, crítica, egoísta y quejosa.
Probabilidad de escasa capacidad de insight en psicoterapia. Escasa probabilidad de
entregarse a conductas delictivas. Probabilidad de problemas escolares, incluyendo los de
índole académica y dificultades de adaptación.
Puntuaciones bajas T ≤ 40
Escasez de síntomas físicos y de preocupaciones somáticas. Probabilidad de rendimiento
alto en tests de inteligencia. Más probable que se refieran a contextos urbanos antes que
rurales. Capacidad de insight y de sutileza psicológicas.

2. D (depresión): La escala D es una medida del grado de insatisfacción general con la


propia vida, incluyendo sentimientos de desesperanza, apatía.
Se encontraron adolescentes en los que puntajes elevados permitían considerar una buena
predisposición para realizar psicoterapia. También se presentaron sujetos introspectivos con

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sentimientos de culpa y de vergüenza. Se ha considerado, además, que esta escala permite
evaluar la presencia de ideación suicida.
Las puntuaciones altas son indicadoras de:
Sentimientos depresivos, ideaciones suicidas. Síntomas somáticos. Ansiedad, temores,
preocupaciones. Pobre rendimiento escolar. Sentimientos de culpa. Falta de confianza en sí
mismo/a. Retraimiento social. Pesimismo, insatisfacción.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Sentimientos de insatisfacción, desesperanza e infelicidad. Apatía general y falta de interés
en actividades. Presencia de sentimientos de culpa, vergüenza y autocrítica. Escasa
autoconfianza y sensación de inadecuación y pesimismo. Aislamiento social. Grado de
angustia emocional que puede servir como motivador positivo a los esfuerzos
psicoterapéuticos.
Puntuaciones bajas T ≤ 40
Niveles altos de inteligencia y de rendimiento académico. Ausencia de depresión, ansiedad
y culpa. Autoconfianza y estabilidad emocional. Habilidad para funcionar efectivamente
en situaciones variadas y diversas. Alerta, actividad y competencia. En pacientes
psiquiátricos, rebeldía, irresponsabilidad, tendencia a la controversia y a la manipulación.

3) Hy (histeria): Esta escala incluye la evaluación en dos áreas: preocupaciones somáticas


y negación de los problemas por un lado, y la necesidad de aceptación y aprobación por
otro.
Se encontró que adolescentes con puntuaciones elevadas en la escala Hy expresaban la
ansiedad a través de somatizaciones o síntomas físicos. Además se mostraban dependientes,
poco asertivos y capaces de modificar rápidamente su conducta en función de las
expectativas o demandas sociales.
Puntuaciones altas indican:
Preocupaciones por el cuerpo. Problemas con el dormir. Mecanismos de negación, falta de
“insight”. Inmadurez afectiva. Actitudes egocéntricas. Alta demanda de atención y afecto.
Necesidad de protagonismo social.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Preocupaciones y quejas somáticas. Orientación al logro, socialmente activo, amigable.
Patrones de sobre reacción a situaciones de estrés que a menudo se acompañan con el
desarrollo de síntomas físicos. Centrado en sí mismo, egocentrismo, inmadurez. Altos
niveles de logro educativo. Fuerte necesidad de afecto, atención y aprobación. A menudo,
provienen de familias con alto nivel socioeconómico. Psicológicamente ingenuos con
escaso insight acerca de áreas problemáticas.
Puntuaciones bajas T ≤ 40
Rango de intereses restringido. Limitada implicación social y evitación de roles de
liderazgo. Poco amistoso, realista, disposición tenaz. Bajo nivel de logro escolar y status
socioeconómico bajo. Escasa tendencia a la aventura y a la laboriosidad.

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4. Pd (desviación psicopática): La escala Pd se construyó sobre la base de respuestas de
mujeres y hombres jóvenes que presentaban abuso de alcohol, robo, promiscuidad sexual.
En el MMPI original los puntajes promedios de los adolescentes eran más elevados que en
los adultos. Actualmente, adolescentes que tienen puntajes altos en esta escala presentan
problemas legales, familiares, y/o en la escuela, posible abuso de alcohol o droga, robo,
tienden a mentir y a agredir.
Una puntuación alta puede estar indicando:
Tendencia a la actuación de los conflictos. (Acting-out). Uso de alcohol y/o drogas.
Conductas delictivas. Resistencia a la autoridad. Extroversión, externalización de los
conflictos. Impulsividad y agresividad. Historia de abusos físicos en varones. (Verificado
en historias clínicas). Historia de abuso sexual en mujeres. (Verificado en historias
clínicas).

Puntuaciones altas T ≥ 60
Pobre ajuste escolar y problemas de conducta. Incremento de la probabilidad de
conductas delictivas y agresivas. Probabilidad de historia familiar con separaciones y/o
divorcios. Mayor frecuencia de pertenencia a medios urbanos. Dificultad para
incorporar o internalizar valores y estándares sociales. Rebeldía y hostilidad hacia
figuras de autoridad. Incremento de la probabilidad de diagnósticos vinculados a
desórdenes de conducta. Escasa habilidad para retardar la gratificación inmediata de los
impulsos. Baja tolerancia a la frustración y al aburrimiento. Pobre habilidad de
planificación e impulsividad. Acting out como mecanismo de defensa primario.
Incremento de la probabilidad de conflictos con pares y discordia familiar. Conductas
de riesgo, incluyendo uso de alcohol y drogas. Egoísmo, egocentrismo. Habilidad para
formar primeras impresiones favorables. Estilo interpersonal extrovertido.
Relativamente libre de sentimientos de culpa y remordimiento. Escasa evidencia de
angustia o problemas emocionales y/o afectivos.
Puntuaciones bajas T ≤ 40
- convencional, conformista y complaciente con la autoridad
- escasa probabilidad de tendencia a la delincuencia, a las conductas transgresoras
- preocupaciones atinentes más a hacia el status y la seguridad que hacia la competencia y
la dominancia
- estilo interpersonal pasivo, confiado y agradable

5. Mf (masculinidad-feminidad): Los puntajes elevados en esta escala, en los varones,


indican la presencia de patrones o intereses femeninos, y, en las mujeres la presencia de
intereses masculinos. Además se observó que opera como un inhibidor en las conductas de
acting out.
De todos modos es necesario tener precaución en la interpretación de la escala que todavía
se encuentran en estudio las características presentadas por los adolescentes con puntajes
elevados.

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Puntuaciones altas tienen significados diferentes según el sexo de quien ha contestado el
inventario.
En los VARONES pueden indicar:
Presencia de intereses socialmente considerados femeninos. Baja probabilidad de
comportamientos de tipo ¨acting out¨.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Inteligencia, intereses estéticos, altos niveles de logro académico. Posibilidad de
inseguridad o conflictos en cuestiones de identidad sexual. Empatía y comodidad para
expresar sentimientos y emociones hacia los demás. Relaciones interpersonales pasivas y
sumisas. Escasa probabilidad de conductas antisociales o delictivas.
Puntuaciones bajas T ≤ 40
Énfasis algo exagerado en una presentación de sí mismo masculino y varonil. Mayor
frecuencia de problemas de conducta en la escuela y/o de comportamientos delictivos.
Énfasis exagerado en la fuerza, a menudo acompañado de conductas toscas y brutas.
Habilidad intelectual y logros académicos bajos. Gama de intereses relativamente
restringida y concerniente a los roles masculinos tradicionales.

En las MUJERES:
Presencia de intereses socialmente considerados masculinos.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Vigor y asertividad. Competitividad, agresividad, disposición tenaz. Probabilidad de
problemas de conducta escolar. Incremento en la frecuencia de problemas de
comportamiento en general. Posibilidad de intereses “masculinos” en áreas académicas y
deportivas.
Puntuaciones bajas T ≤ 40
Presentación de sí en función de roles estereotipados femeninos. Relaciones
interpersonales caracterizadas por la pasividad, y la sumisión. Medio socioeconómico
bajo. Altos niveles de rendimiento académico. Baja incidencia de problemas en el
aprendizaje.

6. Pa (paranoia): Tanto en el MMPI como en el MMPI-A esta escala apunta a señalar


sintomatología paranoide, su contenido está relacionado con ideas de referencia, suspicacia
y sentimientos de persecución. También se encuentra asociada con agresividad y acting out.
Se notó que en adolescentes normales las puntuaciones eran mayores que en adultos.
Podría pensarse que esta situación está asociada a una hipersensibilidad frente a
observaciones de los otros.
Las puntuaciones altas sugieren la presencia de:
Estados de ánimos cambiantes, poco predecibles. Los varones suelen ser muy hostiles,
discutidores, destructivos y resentidos. Las mujeres suelen tener mayores problemas en los

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vínculos con sus padres. Se esfuerzan por ser queridas y aceptadas. Problemas de conducta
y rendimiento en la escuela Sentimientos de desconfianza y suspicacia. Actitudes evasivas
y alertas.

Puntuaciones altas T ≥ 70
Enojo, resentimiento, hostilidad. Uso de la proyección como mecanismo de defensa
primario. Disturbios en el juicio de realidad. Delirios de persecución o grandeza. Ideas de
referencia. Diagnóstico a menudo asociado con la manifestación de desórdenes del
pensamiento tal como son exhibidos en las psicosis y en la esquizofrenia. Apartamiento
y/o aislamiento social.
Puntuaciones altas T ≥ 60 a 69
Marcada sensibilidad interpersonal. Relaciones interpersonales caracterizadas por la
suspicacia y la desconfianza. Problemas de adaptación en la escuela. Incremento de la
tendencia al desacuerdo con los padres. Dificultad para establecer relaciones terapéuticas
debido a una excesiva reserva interpersonal.
Puntuaciones bajas T ≤ 40
Bajos niveles de inteligencia y de logros académicos. Presentación de sí mismo como
alguien jovial y equilibrado. Cauto y convencional. Relaciones interpersonales poco
sensibles, ajeno a los sentimientos y motivaciones de los demás. En pacientes
psiquiátricos, posibilidad de sobre compensación por síntomas paranoides.

7. Pt (psicastenia): El contenido de los ítemes de esta escala apunta a una amplia variedad
de sintomatología. Se observó que en población adolescente estaba relacionada con un alto
grado de autocrítica, ansiedad, tensión y nervios.
Las puntuaciones altas son indicadoras de:
Presencia de perturbación emocional: ansiedad, tensión. Temores y aprehensiones.
Problemas para concentrarse y prestar atención. Bajo autoconcepto. Alto nivel de
autocrítica y actitudes perfeccionistas. Muchas Indecisiones y dudas. Dificultad para tomar
decisiones. Comportamientos tímidos e inhibidos. En los varones puede haber una historia
con presencia de abuso sexual.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Ansiedad, tensión y aprensión. Autocrítica, enfoque perfeccionista de la vida.
Sentimientos de inseguridad, inadecuación e inferioridad. Emocionalmente sobre
controlado; incomodidad con los sentimientos. Introspección y tendencia a la rumiación.
Falta de autoconfianza y ambivalencia en situaciones de toma de decisión. Rigidez,
moralismo, escrupulosidad. En elevaciones marcadas de la escala, patrones de
pensamiento obsesivo y conductas compulsivas.
Puntuaciones bajas T ≤ 40

Escasa angustia o malestar emocional y ausencia de ansiedad y tensión. Capacidad y


autoconfianza en la aproximación a los problemas. Es percibido por los demás como una
persona cálida, animada y relajada. Flexible, eficiente, adaptable.

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8. Sc (esquizofrenia): Los ítemes de la escala Sc incluyen la presencia de pensamientos
bizarros, percepciones peculiares, aislamiento social, alteraciones en el ánimo y en la
conducta, dificultades en la concentración y en el control de los impulsos.
En los adolescentes se encontró asociada con problemas escolares y parentales
Las puntuaciones altas son indicadores de:
Probable presencia de síntomas relacionados con patología psicótica. Pensamiento confuso
y desorganizado. Problemas en el rendimiento escolar y/o laboral. Probable consumo de
drogas (no alcohol). Presencia de temores diversos. Excesivas fantasías. Baja autoestima y
sentimientos de inferioridad. Situaciones de aislamiento personal. Puede haber ideas de
grandiosidad y autorreferencia. Las mujeres suelen ser agresivas y tener problemas con el
aumento de peso.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Aislamiento y retraimiento social. Confusión y desorganización. Presencia de rasgos
esquizoides. Sentimientos de inferioridad, incompetencia, baja autoestima e insatisfacción.
Sentimientos de frustración e infelicidad. Sensación de ser rechazado y atormentado por
los pares. Pobre ajuste y rendimiento escolares. Vulnerable y fácilmente trastornable.
Renuencia para encarar relaciones interpersonales, incluidas las psicoterapéuticas.
Inconformismo, falta de convencionalismo y desviación social. Escaso criterio de realidad.
elevaciones marcadas de la escala asociadas con delirios, alucinaciones y otros síntomas
psicóticos
Puntuaciones bajas T ≤ 40

Conformismo, convencionalismo y conservadurismo. Orientado al logro, de modo práctico


y lógico. Escasamente imaginativo y cauteloso en el enfoque para la resolución de
problemas. responsabilidad, cooperación y confiabilidad

9. Ma (hipomanía): Esta escala fue diseñada para evaluar la presencia de sentimientos de


grandiosidad, irritabilidad, egocentrismo, estado de ánimo elevado, hiperactividad y
taquipsiquia.
En adolescentes normales se encuentran puntuaciones más elevadas, especialmente en
ítemes que tienen que ver con la aceleración psicomotriz, ya que ésta está relacionada con
el entusiasmo y la energía, que son características típicas de este grupo etáreo. Sin
embargo, un puntaje elevado se encuentra asociado con conductas antisociales e
irracionales.
Este tipo de adolescentes tienen poca motivación para realizar tratamiento psicoterapéutico.
Las puntuaciones altas indican la presencia de:
Problemas de convivencia en la escuela y el hogar. Entusiasmo e interés por varias
actividades simultáneas. Puede existir consumo de drogas, especialmente entre los varones.
Impulsividad y resistencia ante figuras con autoridad. Extraversión y gregarismo. Alto

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egocentrismo. Autoconcepto muy positivo y poco real. Tendencia a la actuación de
conflictos.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Tempo personal acelerado y actividad excesiva. Preferencia por la acción más que por la
reflexión. Impulsividad, impaciencia y Distractibilidad. Falta de realismo, grandiosidad en
las metas y aspiraciones. Socialmente extrovertido y gregario. Energético y locuaz.
Egocéntrico, insensible y autoindulgente. Mayor probabilidad de problemas de conducta
en la escuela y de comportamientos delictivos. Emocionalmente lábil. fuga de ideas, ánimo
eufórico, autopercepción de grandiosidad
Puntuaciones bajas T ≤ 40

Bajo nivel de energía. Quietud, aislamiento, depresión. Sobre controlado, inhibido,


excesivamente responsable. Baja probabilidad de conductas tipo acting out o delictivas.
depresión, letargia, apatía

0. Si (introversión social): La escala Si evalúa problemas de interacción social. Los


puntajes altos se encuentran asociados con introversión social y baja autoestima, Son
Adolescentes tímidos, que evitan situaciones de contacto social.
Los puntajes altos sugieren:
Falta de autoconfianza. Marcadas dificultades para tener amigos. Control excesivo de las
emociones. Posibles sentimientos depresivos e ideaciones suicidas. Tendencia a internalizar
los conflictos. Baja frecuencia de comportamientos delictivos. Baja probabilidad de
consumo de alcohol / drogas.

Puntuaciones altas T ≥ 60
Introversión social e incomodidad en situaciones sociales. Baja autoestima. Reserva,
timidez, retraimiento social. Probabilidad reducida de conductas transgresoras o tipo acting
out.- sumisión, aceptación y complacencia respecto de la autoridad. Inseguridad y falta de
auto confianza. Sobre control, dificultad para darse a conocer, hipersensibilidad
interpersonal. Confiable, cauteloso. Falto de habilidades sociales.
Puntuaciones bajas T ≤ 40

Sociable, extrovertido, gregario. Inteligente pero con probabilidad de antecedentes de


dificultades para el logro académico. Actividad, energía, locuacidad. Interés en la
influencia, el poder y el reconocimiento social. socialmente seguro y competente

19
TIPOS DE CÓDIGOS CLINICOS COMBINADOS
Tipo de código 1-3/3-1
Tanto entre adolescentes como entre adultos, el tipo de código 1-3/3-1 representa
comúnmente a individuos que se quejan de dolencias físicas y mala salud. Los tipos de
malestares físicos que informan estas personas suelen ser dolor de cabeza, dolor de pecho,
mareos, dolor abdominal, náuseas, insomnio, visión borrosa y alteraciones alimentarias.
Estos síntomas físicos por lo general aumentan durante los periodos de tensión psicológica
y, a menudo, hay evidencias de que el cliente adolescente experimenta ciertos deseos de
afección (es decir, una ganancia secundaria), como resultado de esta sintomatología (p. ej.,
a un adolescente que no quiere ir a la escuela y presenta síntomas físicos se le permite
permanecer en casa en lugar de asistir a clases).
El principal mecanismo de defensa asociado con este tipo de código consiste en negación,
externalización y somatización. A los adolescentes que reciben esta clasificación de tipo de
código es frecuente que reciban tratamiento por problemas y preocupaciones relacionadas
con su ambiente escolar. Muchos de los adolescentes que reciben esta clasificación de tipo
de código al parecer temen obtener malas calificaciones, además de que tienen fuertes
necesidades de atención, manifiestan poco discernimiento sobre sus problemas psicológicos
y no están dispuestos a reconocer que sus dolencias físicas tienen un origen psicológico.

Tipo de código 2-3/3-2


Tanto a los adolescentes como a los adultos a los que se clasifica con el tipo de código 2-
3/3-2 suele describírseles como individuos emocionalmente sobrecontrolados, pasivos,
dóciles y dependientes. También se les describe como poco asertivos, inhibidos, e
inseguros de sí mismos.
Si bien suelen fijarse metas elevadas en términos de su propio desempeño y
aprovechamiento, con frecuencia estas aspiraciones son poco realistas y les generan una
sensación de inferioridad y depresión. Entre sus mecanismos de defensa es usual encontrar
somatización e hipocondriasis, y al parecer es común que tengan dolencias físicas que
suponen debilidad, cansancio y mareos.
La mayoría de estos adolescentes suelen ser canalizados a tratamiento debido a su
deficiente relación con los compañeros y su aislamiento social. Tienen pocos amigos fuera
del ambiente escolar y los demás los perciben como “solitarios”. En contraste con otros
tipos de código, los adolescentes con un código 2-3/3-2 por lo general no presentan
conductas de acting out; además, el abuso de drogas y la rebeldía sexual son problemas
relativamente poco comunes en ellos.

Tipo de código 2-4/4-2


Tanto a los adolescentes como a los adultos que generan este tipo de código suele
describírseles como individuos que tienen dificultades para controlar sus impulsos y que se
comportan en forma socialmente inapropiada. A estos adolescentes se les describe
comúnmente como personas depresivas, enojonas y rebeldes, y suelen tener problemas con
las figuras de autoridad. Sus principales mecanismos de defensa son el acting out, el

20
desplazamiento y la externalización. Estos adolescentes presentan de manera frecuente
comportamientos como la impulsividad, desordenes de conducta y antecedentes legales que
los llevan a tener problemas con la justicia como arrestos y sanciones. Además, estos
adolescentes también están en mayor riesgo de presentar problemas en el uso y abuso de
drogas y alcohol. De hecho, la configuración en el perfil de las escalas
2-4/4-2 es característico de personas que abusan del alcohol o las drogas en poblaciones
tanto de adolescentes como de adultos. Asimismo las conductas de acting out, con
frecuencia tienden a promover la promiscuidad sexual y la fuga del hogar. Con frecuencia,
estos adolescentes perciben a sus padres como personas poco afectuosas e incongruentes, y
su vida familiar como algo conflictivo y hostil.

Tipo de código 3-4/4-3


Los adolescentes y los adultos con el tipo de código 3-4/4-3 al parecer presentan quejas
hipocondriacas o somáticas, que incluyen síntomas de cansancio, debilidad, pérdida del
apetito y dolores de cabeza. Además, los adolescentes con este tipo de código comúnmente
no reportan altos niveles de malestar emocional, pero sí problemas para controlar los
impulsos y suelen tener antecedentes de conductas antisociales como robo, ausentismo
escolar y huidas de casa. En los entornos psiquiátricos de tratamiento ambulatorio, los
adolescentes con este tipo de código con frecuencia suponen un riesgo de fuga de la unidad
hospitalaria, y muchos manifiestan amplios antecedentes de consumo de drogas. A los
adolescentes con el tipo de código 3-4/4-3 también se les ha descrito como personas
iracundas e impulsivas. Por lo general son canalizados a tratamiento porque tienen
dificultades para dormir y manifiestan pensamientos, o señales de intentos suicidas.
Los terapeutas de estos adolescentes suelen describirlos como chicos depresivos y también
observan que tiene problemas para controlar su temperamento. En la escuela se le percibe
como sujetos acosadores o pendencieros que tienen un temperamento explosivo.

Tipo de código 4-6/6-4


A los adolescentes con el tipo de código 4-6/6-4 suele canalizárseles a tratamiento por una
sintomatología caracterizada por desobediencia, negativismo y desafío. Incluso, las
canalizaciones a tratamiento de estos pacientes suelen hacerlas agencias ministeriales. Por
lo general, estos adolescentes sospechan de las motivaciones de los demás, y a menudo
exigen atención y simpatía excesivas. Sus mecanismos de defensa comunes suponen
proyección y racionalización; además, tienden a externalizar la responsabilidad de sus
problemas y conductas. Con frecuencia, este tipo de código se asocia con conflictos entre
padres e hijos que a menudo adquieren la forma de luchas crónicas intensas. En
investigaciones recientes se ha asociado la incidencia de este tipo de código a conductas de
acting out, lo que incluye rebeldía sexual, en tanto que en investigaciones anteriores, este
código se relacionaba con abuso de drogas. Los terapeutas suelen percibir a los
adolescentes que manifiestan este tipo de código como chicos provocadores, agresivos,
embusteros, hostiles y buscapleitos.

21
Tipo de código 4-8/8-4
Este tipo de código suelen generarlo adolescentes con una adaptación social marginal. A
menudo los demás los perciben como individuos extraños, peculiares e inmaduros, y tienen
problemas en términos de conflicto interpersonal y control de los impulsos. A los
adolescentes con este tipo de código es frecuente que se les describa como chicos evasivos
en la psicoterapia; incluso, llegan a manifestar patrones de aprovechamiento académico
deficiente y llevan vidas familiares caóticas y conflictivas. Aunque es raro entre los tipos de
códigos de adolescentes, al parecer hay ciertas diferencias correlacionales concernientes
con el orden específico de las dos principales escalas.
En los adolescentes con el tipo de código 8-4 parece ser que su funcionamiento psicológico
tiende a ser más regresivo y primitivo que los que generan un tipo de código 4-8.

Tipo de código 4-9/9-4


Este tipo de código se da con mucha frecuencia entre los pacientes psiquiátricos
adolescentes, sobre todo en los varones. A estos adolescentes se les canaliza a tratamiento
debido a que presentan conductas desafiantes, desobediencia y provocación, impulsividad y
ausentismo escolar.
En muchos casos, los malos comportamientos de estos adolescentes les generan un
conflicto constante con sus padres, pero originalmente algunos estudios acerca de las
familias de estos jóvenes indican que en este tipo de código hay una tasa elevada de
adopción o de colocación en hogares de cuidado tutelar. A muchos de estos adolescentes se
les aplican procesos de libertad condicional o se les coloca en centros de detención, y la
conducta de acting out es uno de sus mecanismos de defensa primarios. Los terapeutas
describen a los pacientes con este tipo de código como individuos socialmente
extrovertidos, egocéntricos, narcisistas y demandantes, así como resentidos con las figuras
de autoridad. Además, a este grupo se le percibe como impaciente, impulsivo, inquieto,
descontrolado y busca satisfacer sus necesidades de manera inmediata. Estos adolescentes
suelen combinar su extroversión social y naturaleza gregaria con una tendencia a manifestar
conductas de provocación y manipulación, también mienten, roban y realizan otras
acciones antisociales. Esta combinación de características gregarias y antisociales hicieron
que Marks et al. (1974) se refirieran a los adolescentes que reciben el tipo de código 4-9/9-
4 como un “prototipo de infractores”.

Tipo de código 6-8/8-6


Este tipo de código indica una psicopatología grave tanto en el caso de los adolescentes
como en el de los adultos; además, se asocia con una sintomatología paranoide. La
configuración de este código se ha asociado con sintomatología paranoide, alucinaciones,
delirios de grandeza y de persecución, con un pobre sentido de la realidad, así como
descargas de hostilidad y agresión. Adolescentes con este tipo de código parecen ser
socialmente aislados y retirados y su comportamiento es a menudo inadecuado e
impredecible. Estos adolescentes suelen ser referidos para tratamiento porque presentan
comportamientos irracionales o dificultades para distinguir la realidad de la fantasía.
También parecen tener problemas de control de la agresión, y pueden expresar hostilidad o

22
ira físicamente como golpear a otros o lanzar objetos. No son del agrado de sus compañeros
y, a menudo son escogidos por otros adolescentes, como el blanco de burlas.
Estos adolescentes experimentan niveles moderados de depresión, sentimientos de culpa y
vergüenza. Los chicos con este tipo de codificación poseen una baja capacidad de insight
respecto al reconocimiento de sus problemas psicológicos.

Tipo de código 7-8/8-7


Este tipo de código al parecer se relaciona con la incidencia de defensas inadecuadas y baja
tolerancia al estrés. Con frecuencia, a estos adolescentes se les describe como sujetos
ansiosos, depresivos, retraídos y socialmente aislados, y manifiestan sentimientos de
incompetencia e inseguridad. Tienen dificultades importantes para expresar sus emociones
en forma apropiada y se les describe como individuos inhibidos y conflictivos en sus
relaciones interpersonales. Muchos de estos adolescentes tienen dificultades en la escuela
en términos de fracaso académico y se les percibe como sujetos con patrones de
pensamiento y comportamiento desviados. En un trabajo que marcó un hito realizado por
Marks et al. (1974), un porcentaje relativamente elevado de estos adolescentes (cerca de la
mitad) manifestaron que experimentaban alucinaciones auditivas o visuales.

Resumen de los correlatos conductuales y emocionales de estos tipos de código


comunes del MMPI-A.
1-3/3-1 Quejas físicas múltiples, acciones que buscan llamar la atención y aceptación,
inseguridad y una pobre conciencia de su enfermedad.
2-3/3-2 Sobrecontrol emocional, pasividad, dependencia, inseguridad, malas relaciones con
los compañeros.
2-4/4-2 Pobre control de impulsos, abuso de sustancias, depresión, riesgo de fuga
3-4/4-3 Quejas somáticas, riesgo de suicidio, impulsos hostiles y agresivos, negación de la
angustia emocional.
4-6/6-4 Demandas de atención y afecto, resentimiento, desconfianza, hostilidad conflictos
entre padres e hijo.
4-8/8-4 Mala adaptación social; los demás lo perciben como alguien impulsivo, extraño y
peculiar; desorganización de la vida familiar y una pobre adaptación escolar.
4-9/9-4 Desafiante, desobediente, tendiente al acting out, impulsivo, conflictos con la
autoridad, abuso de drogas, deserción escolar, fugas del hogar, adolescentes delincuentes.
6-8/8-6 Psicopatología grave que incluye sintomatología paranoide, delirios, alucinaciones,
conducta impredecible y hostil.
7-8/8-7 Síntomas de ansiedad, depresión, retraimiento social, fuertes sentimientos de
incompetencia e inseguridad, posibles trastornos.

23
ESCALAS DE CONTENIDO
Estas escalas fueron desarrolladas siguiendo el mismo procedimiento que se utilizó para la
construcción de sus equivalentes del MMPI-2. Tal como lo explican Butcher, Williams,
Ben-Porath y Graham (1992) se siguieron las siguientes etapas:

 Las puntuaciones mayor o igual a T 65 se consideran puntuaciones elevadas.


 Las puntaciones de T 60 a 64 se consideran elevaciones moderadas.
 Las puntuaciones promedio menor a T 55 se consideran bajas.
Los descriptores de las escalas de contenido fueron obtenidos empíricamente y han sido
reportados tanto Williams, Butcher, Ben-Porath y Graham (1992) como Archer y Gordon
(1991). De manera similar a lo que sucede con otras escalas, en el MMPI-A, es posible
considerar que las puntuaciones T ≥ 65 son elevadas en términos clínicos, en tanto que las
puntuaciones T de entre 60 y 64 son marginalmente elevadas. Sin embargo, en contraste
con las escalas básicas del MMPI-A, poco se sabe acerca del significado correlacional de
las puntuaciones bajas en las escalas de contenido del MMPI-A y, por lo tanto, este capítulo
no ofrece interpretaciones sobre las puntuaciones bajas para las escalas de contenido.
A) Escalas de contenido que evalúan síntomas: evalúan síntomas y cogniciones
desadaptativas que un sujeto puede presentar. Las puntuaciones elevadas en estas escalas
brindan indicios acerca de conductas sintomáticas singulares, creencias cognitivas
desviadas o poco adaptativas y disturbios en el pensamiento.
ANS-A (ANSIEDAD): Los adolescentes con puntuaciones altas indican síntomas de
ansiedad, incluyendo tensión preocupaciones frecuentes, trastornos del sueño (por ejemplo
pesadillas, sueño intranquilo y dificultad para conciliar el sueño). Indican también
confusión, problemas para concentrarse e incapacidad para mantenerse ocupados en una
tarea. Perciben que la vida es difícil para ellos y creen que sus dificultades son
insuperables. Los adolescentes con calificaciones altas en esta escala se preocupan porque
consideran que pueden volverse locos y sienten que un suceso terrible está a punto de
ocurrir. Parecen darse cuenta de sus problemas y de que son diferentes a otros adolescentes.
Posible existencia de relaciones conflictivas con los padres. El adolescente tiene conciencia
de las preocupaciones, generalmente acompañada de la sensación subjetiva de no poder
superarlas. Esta escala parece evaluar la desadaptación general, como síntomas específicos
tales como la depresión y los problemas somáticos. (21 ítemes).
OBS-A (OBSESIONES): Los adolescentes con puntuaciones elevadas indican
preocupaciones desproporcionadas, frecuentemente relacionadas con asuntos triviales.
Pueden rumiar pensamientos acerca de malas palabras o enumerar detalles sin importancia.
En ocasiones no puede dormir debido a sus preocupaciones. Manifiesta marcada dificultad
para tomar decisiones y frecuentemente muestra terror ante la necesidad de hacer cambio
en sus vidas. Reportan que a veces la gente les pierde la paciencia. Frecuentemente se
arrepienten de lo que han dicho o hecho. Los varones suelen ser muy pasivos y
dependientes de los adultos, con desadaptación generalizada, conducta ansiosa y auto-
culparse por los comportamientos que perciben como incorrectos. Las mujeres suelen tener
una historia de ideaciones o conductas suicidas. (15 ítemes).

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DEP-A (DEPRESIÓN): Los adolescentes con calificaciones altas indican muchos
síntomas de depresión, indican presencia de tristeza, fatiga, episodios de llanto, poca
comprensión del sentido de la vida. También sentimientos de soledad y pesimismo. Sienten
que las demás personas son más felices que ellos y están insatisfechos por sus vidas.
Manifiestan muchos pensamientos autorreprobatorios, incluyendo aquellos referentes a
crear que no ha llevado el tipo de su vida adecuado, que son inútiles, que están condenados
y que sus pecados son imperdonables. No tienen esperanzas sobre el futuro y consideran
que la vida no vale la pena ni es interesante. La mayor parte del tiempo manifiesta
sentimientos de tristeza y deseos de morirse. Es posible que exista ideación suicida. Se
sienten solos aun cuando están con otras personas. Su futuro les parece incierto para poder
realizar planes serios y tienen periodos en los cuales manifiestan incapacidad para seguir
adelante. Otras de sus características son los sentimientos de desesperanza, no interesarse
por lo que pasa y la tendencia a tomar las cosas con resentimiento. (26 ítemes).
SAU-A (PREOCUPACIONES POR LA SALUD): Los adolescentes con calificaciones
altas manifiestan síntomas somáticos y preocupaciones por el estado de salud física que
interfieren con el disfrute de actividades extraescolares y contribuyen a ausencias escolares
significativas. Pueden expresar que su salud física es peor que la de sus amigos. Son quejas
físicas abarcan diversos sistemas corporales incluyendo problemas intestinales, problemas
neurológicos, problemas en los órganos de los sentidos, síntomas cardiovasculares,
problemas dermatológicos, dolores y problemas respiratorios. Las personas con
calificaciones elevadas en esta escala indican preocupaciones por la salud y sensación de
que sus problemas desaparecerían si su salud mejorara. (37 ítemes).
ENA-A (ALIENACIÓN): Los adolescentes con calificaciones elevadas manifiestan una
considerable distancia emocional con respecto a los otros. Creen que tienen una vida difícil
y que no le importa a nadie, ni nadie los comprende. También piensan que ninguna persona
los quiere y que no se puede llevar con los demás, no hay nadie que los comprenda
incluyendo parientes y amigos cercanos. Sienten que los demás quieren perjudicarlos y que
no son amables con ellos. Creen tener menos diversiones que otros adolescentes y que
pretenden vivir solos aislados en una cabaña en el bosque. Tiene dificultad para sincerarse
con los otros y se sienten inhibidos cuando tienen que hablar en grupo. No aprecian las
opiniones que le dan los demás ni creen que otros puedan tener simpatía hacia ellos.
Además sienten que la gente frecuentemente obstaculiza sus problemas personales. Hay
marcados sentimientos de ser diferentes al resto. Evidencian mucha dificultad para expresar
lo que sienten, tampoco les interesa escuchar o ayudar a alguien con problemas. (20
ítemes).
DEL-A (PENSAMIENTO BIZARRO): Los adolescentes con calificaciones elevadas
indican pensamientos y experiencias extrañas e inusuales y creen que existe algo raro en su
mente, incluyendo posibles alucinaciones auditivas, visuales y olfativas. O la sensación de
ser controlados por otros. Los adolescentes pueden creer que algo no funciona bien en sus
mentes. También puede indicar ideaciones paranoides. Pueden creer que los demás quieren
robarles sus pensamientos e ideas o quieren controlar su mente tal vez mediante la hipnosis.
También pueden creer que espíritus malignos o fantasmas los poseen e influyen. (19
ítemes).

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B) Escalas de contenido que evalúan tendencias agresivas: brindan información acerca
de la expresión externa de las emociones y del control de la conducta. Los puntajes de estas
escalas indican cómo el sujeto trata con los demás. Cuando la puntuación es significativa
sugiere que el individuo presenta actitudes desadaptadas en la relación con las demandas de
su situación vital.
ENJ-A (ENOJO): esta escala informa sobre control de los impulsos. Los adolescentes con
calificaciones elevadas manifiestan problemas en los controles del enojo, irritables e
impacientes. Generalmente con historias de participación en peleas y otros tipos de
comportamientos agresivos. Frecuentemente sienten que quisieran blasfemar, romper cosas,
o comenzar peleas a golpes, muchas veces se mete en problemas por romper o destruir
objetos. Refieren tener problemas considerables por ser irritables e impacientes con los
demás y hacen berrinches con tal de conseguir lo que desean. Son temperamentales y
frecuentemente sienten que tienen que gritar para convencer a alguna persona.
Ocasionalmente se pelean, especialmente cuando han bebido. A estos jóvenes no les gusta
que los demás los apresuren o se coloquen delante de ellos cuando esperan su turno. (17
ítemes)
CIN-A (CINISMO): sujetos con altas puntuaciones son cuestionadores permanentes de los
comportamientos de los demás, con muy poca confianza en otros. Se sienten poco
comprendidos y maltratados. Muestran actitudes misantrópicas. Creen que los demás
quieren aprovecharse de ellos por lo que utilizan medios injustos para obtener ventajas.
Buscan motivaciones ocultas, siempre que alguien hace algo agradable por ellos, creen que
es más seguro no confiar en nadie, puesto que la gente se hace de amigos solo para
utilizarlos. Supone que los demás en el fondo no les gusta ayudar a la gente y están alerta
cuando la gente se comporta más amigable de lo que esperan. Se sienten incomprendidos,
por los otros y piensan que los demás están celosos de ellos. (22 ítemes).
PCO-A (PROBLEMAS DE CONDUCTA): altos puntajes indican la participación en
comportamientos como mentir, robar, romper o destruir objetos. Son sujetos irrespetuosos,
oposicionistas a quienes les gusta maldecir y son poco confiables. Puede haber historias con
abandono del hogar paterno. Su grupo de compañeros y amigos frecuentemente está en
problemas y los convencen de hacer cosas que saben que no se deberían de hacer. En
ocasiones hacen lo posible por atemorizar a extraños con respecto a ellos, solo por el placer
de hacerlo. Les atrae la conducta criminal y no culpan a una persona que se aprovecha de
otra. Admiten haber hecho cosas en el pasado que no pueden contarle a nadie. (23 ítemes).

C) Escala de contenido que evalúa la autoestima negativa:


BAE-A (BAJA AUTOESTIMA): los adolescentes con altos puntajes refieren opiniones
muy negativas acerca de sí mismos, incluyendo el sentirse poco atractivos, falta de
confianza en sí mismos y sentimientos de inutilidad, consideran tener pocas habilidades,
muchas fallas y no ser capaces de hacer nada bien. Los adolescentes pueden considerarse
muy influenciables por los demás e incapaces de resolver los problemas personales.
Fácilmente ceden ante las presiones de otros, cambiando de opinión o desistiendo en las
discusiones, tienden a dejar que la gente se haga cargo de los problemas cuando estos
tienen que solucionarse no se sienten capaces de planear su propio futuro. Se incomodan

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cuando los demás hacen cosas agradables acerca de ellos, estos jóvenes pueden confundirse
fácilmente y ser olvidadizos. (18 ítemes).
D) Escalas de contenido que evalúan áreas de problemas: son más complejas que las
anteriores, ya que no tratan solamente de evaluar rasgos o actitudes como las anteriores,
sino que abarcan áreas de problemas. Estas escalas proporcionan información acerca de
problemas en las relaciones sociales, percepciones y preocupaciones familiares, actitudes y
actividades laborales desajustadas y pueden servir de guía para valorar en qué medida las
características de personalidad pueden o no interferir en un tratamiento psicológico futuro.
ASL-A (BAJAS ASPIRACIONES): puntuaciones altas reflejan poco interés por ser
exitosos, presencia de características asociadas con la pereza y el desinterés. Tienen
dificultad para empezar actividades nuevas y abandonan las que están haciendo ante los
menores inconvenientes. No les interesa tener éxito en lo que hacen, no les gusta estudiar,
ni leer para saber algo, les disgustan las conferencias sobre temas serios y prefieren trabajos
que les permite ser descuidados. No esperan tener éxito en lo que hagan. (16 ítemes).
ISO-A (DISCONFORMIDAD SOCIAL): puntuaciones elevadas indican dificultades
para tener amigos y tendencia a evitar encuentros sociales. Encuentran difícil convivir con
otros además son tímidos y prefieren estar solos. Asimismo no les gusta tener gente a su
alrededor y frecuentemente evitan a los demás. No les gustan las fiestas bailes, multitudes
ni cualquier otro tipo de relaciones sociales. Ellos no hablan a menos que ellos hablen
primero y las personas comentan que es difícil conocerlos. (24 ítemes).
FAM-A (PROBLEMAS FAMILIARES): las puntuaciones elevadas indican presencia de
considerables dificultades en las relaciones con los padres y otros miembros del grupo
familiar. Pueden revelar sentimientos de no pueden contar con sus familias para analizar y
resolver problemas así como el deseo de poder desprenderse del grupo familiar. También es
probable que presencien con frecuencia discusiones fuertes entre los miembros de sus
familias. Discordias, celos, críticas, enojos, palizas, serios desacuerdos, falta de amor y
comprensión así como una comunicación restringida caracterizan a estas familias. (35
ítemes).
ESC-A (PROBLEMAS ESCOLARES): puntuaciones altas revelan distintos tipos de
dificultades. Asistir a la escuela puede ser percibido como una pérdida de tiempo. Están
presentes experiencias de fracaso en los aprendizajes así como dificultades de ajuste al
medio escolar. Dificultades numerosas en la escuela, las bajas calificaciones, suspensiones,
actitudes negativas hacia los maestros y el desagrado con respecto a la escuela, son
características de los sujetos con puntuaciones altas en la escala. Las amistades son el único
aspecto placentero expresado por calificaciones altas. (20 ítemes).
RTR-A (ACTITUDES NEGATIVAS HACIA EL TRATAMIENTO): esta escala revela
las actitudes negativas de los adolescentes respecto a confiar sus problemas a otros.
Puntuaciones altas indican que no están dispuestos a compartir sus malestares con un
adulto, incluyendo a médicos y profesionales de la salud mental, en especial porque no
creen que vayan a ser comprendidos o estén interesados sobre lo que les está pasando.
También expresan la incapacidad para asumir la responsabilidad de buscar una solución a

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las dificultades personales. Son renuentes a hacerse cargo y enfrentar sus problemas y
dificultades. (26 ítemes).

ESCALAS SUPLEMENTARIAS
Se analizan las cinco que aparecen en los perfiles de evaluaciones a adolescentes. Solo
mencionamos los indicadores centrales de las puntuaciones iguales o superiores a un
puntaje T 60, ya que hay pocas investigaciones concretadas sobre la interpretación de las
puntuaciones bajas del inventario MMPI-A
A-A (Ansiedad): Los sujetos con calificaciones elevadas tienen a ser inhibidos y
sobrecontrolados, incapaces de tomar decisiones sin vacilación y poca seguridad, así mismo
son conformistas y se alteran fácilmente en situaciones sociales. Las puntuaciones altas
indican angustia, ansiedad, molestias y trastornos emocionales generales. Ansiosos,
miedosos, propensos a creerse culpables y autocríticos.
Los sujetos con puntuaciones bajas tienen a ser enérgicos, competitivos y socialmente
abiertos. Pueden tener poca tolerancia a la frustración y usualmente prefieren la acción a la
contemplación.
R-A (Represión). Los sujetos con puntuaciones elevadas tienden a ser convencionales,
gente sumisa que procura evadir situaciones displacenteras o desagradables. Los
adolescentes con puntuaciones altas resultan sobrecontrolados, inhibidos y menos
espontáneos que otros adolescentes.
Los sujetos con puntuaciones bajas parecen ser extravertidos, enérgicos, expresivos, poco
cohibidos, además de informales y de expresar entusiasmo en la vida. Por otra parte tienden
a ser emocionales, excitables, agresivos, astutos y dominantes.
MAC-R (Alcoholismo de MacAndrew): Indican que el sujeto tiene alta probabilidad de
comprometerse en problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas. En general
son personas extravertidas, exhibicionistas, que se exponen a situaciones de riesgo. (49
ítemes)
RPAD (Reconocimiento de Problemas con el Alcohol y/o Drogas): Esta escala de
reconocimiento de problemas con alcohol o drogas es de reciente diseño. Indica el grado en
que el adolescente ha admitido este tipo de problemas. (13 ítemes).
TPAD (Tendencia a Problemas con el Alcohol y/o Drogas): Puntuaciones altas indican
la probabilidad de que un adolescente pueda, en el futuro, tener problemas con el alcohol y
las drogas. Indicadores de involucramiento con un grupo problemático de compañeros y
amigos que abusan y utilizan drogas. (36 ítemes).
INM-A (INMADUREZ): Esta escala determina el grado en el cual el adolescente refiere
conductas, actitudes y percepciones de él mismo y otros que reflejan inmadurez en términos
de estilo interpersonal, complejidad cognoscitiva, conciencia de su mismo, juicio adecuado
y control de impulsos. (43 ítemes)

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OTROS APORTES CLINICOS

Cómo evaluar a los delincuentes juveniles con el MMPI-A


• En los primeros estudios del MMPI se descubrió que las escalas 4, 8 y 9 eran útiles para
identificar a los delincuentes juveniles.
• En estudios recientes se descubrió que las escalas 4, 6 y 9, así como el tipo de código 4-9
con frecuencia se encuentran en los perfiles del MMPI-A de los delincuentes juveniles
varones.
• También cabe esperar elevaciones en las escalas suplementarias MAC-A, RPAD, TPAD
e INM-A y en las escalas de contenido ENJ-A, CIN-A, ESC-A, PCO-A y RTR-A en los
perfiles de los delincuentes juveniles.
• El patrón de perfil general de los delincuentes juveniles por lo general refleja fuertes
tendencias de externalización de la conducta.
Cómo evaluar a adolescentes que abusan de las sustancias con el MMPI-A • Las
puntuaciones elevadas en la escala MAC en el MMPI original se han asociado con abuso
de drogas y alcohol entre los adolescentes.
• Una escala 4 elevada y la presencia del tipo de código 4-9 también son comunes en el
caso de esta población.
• Las escalas suplementarias RPAD y TPAD del MMPI-A facilitan la identificación de los
adolescentes que abusan de las sustancias.

Cómo evaluar a adolescentes con trastornos alimentarios con el MMPI-A


• Las elevaciones en las escalas 2 e ISO-A del MMPI-A se han asociado con problemas
alimentarios.
• Las elevaciones en las escalas 1, 2, 3, 7 y 0, así como la presencia del tipo de código 2-3,
suelen hallarse en los adolescentes con trastornos alimentarios.
• Las adolescentes con bulimia nerviosa muestran mayores tendencias de externalización
que comprenden elevaciones en las escalas 4, 6, 8 y 9 que las adolescentes con anorexia
nerviosa.

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Cómo evaluar con el MMPI-A a adolescentes que han sufrido abuso sexual
• Los perfiles de los adolescentes que han sufrido abuso sexual presentan características de
depresión y ansiedad.
• Las elevaciones en las escalas de contenido DEP-A, ENJ-A, BAE-A, ESC-A y FAM-A
se han relacionado con antecedentes de abuso.
• Es probable que los perfiles de los adolescentes que han sufrido abuso sexual contengan
múltiples elevaciones en las escalas, en contraste con el tipo de código específico que se
halla en esta población.

Lineamientos de tratamiento basados en los patrones del perfil del MMPI-A


• Los indicadores del MMPI-A de actitud defensiva o baja motivación para el tratamiento
(escalas L, K, R, RTR-A) se refieren a la necesidad de construir una relación y hacer
exigencias mínimas de revelación de información en las etapas iniciales del tratamiento.
• Las evidencias de una perturbación conductual significativa (escalas 4, ENJ-A, PCO-A,
CIN-A, ESC-A, INM-A, tipo de código 4-9, factor de desinhibición / excitación
potenciales) destacan la importancia de realizar intervenciones para el establecimiento de
límites.
• La evaluación del riesgo de suicidio, la intervención en momentos de crisis y la
hospitalización deben considerarse cuando sea evidente una angustia grave y aguda (escalas
2, 7, A, DEP-A, ANS-A, OBS-A, BAE-A, factor de desajuste general). La estabilización y
el alivio de los síntomas deben ser las prioridades del tratamiento.
• La elección del formato de psicoterapia debe orientarse en función de si existe
incomodidad interpersonal (escalas 0, ISO-A, se sugiere psicoterapia individual) o una
necesidad de contacto social (escala 0 baja, se sugiere psicoterapia de grupo). Al diseñar el
plan de tratamiento, el terapeuta también debe prestar atención a los problemas de
dependencia (escalas 1, 3) o a la tendencia a manipular (escalas 4, 9).
• El plan de tratamiento debe abordar los siguientes ámbitos específicos cuando las escalas
relevantes se eleven en el perfil:
Familia FAM-A, Dp1, factor de alienación familiar
Escuela ESC-A, ASL-A, BAE-A, ENA-A
Salud 1, 3, SAU-A, ANS-A, DEP-A, factor de preocupación por la salud
Trastorno de conducta 8, 6, ES6, DEL-A, tipos de código 6-8 y 8-9, factor de psicoticismo
Abuso de sustancias MAC-A, RPAD, TPAD

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FUENTES:
Butcher, Cabiya, Lucio y Garrido (2009) Aplicación del MMPI-2 y el MMPI-A en
pacientes hispanos Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V. México.
Emilia Lucio Gómez- Maqueo (1998) MMPI-A. Manual para la aplicación y calificación.
Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V. México.
María Martina Casullo (2003) Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota para
Adolescentes (MMPI-A) Facultad de Psicología. UBA
Robert P. Archer y Radhika Krishnamurthy (2012) Aplicaciones clínicas del MMPI-A
Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V.
Inventario Multifásico de la Personalidad Minnesota para Adolescentes (MMPI-A).
http://www.buenastareas.com/ensayos/Ficha-Tecnica-Mmpi-A/228821.html

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