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ARTÍCULO / ARTICLE 323

SALUD COLECTIVA, Buenos Aires, 5(3):323-344, Septiembre - Diciembre, 2009


Riesgo: concepto básico de la epidemiología

Risk: basic concept of epidemiology

Naomar de Almeida Filho1, Luis David Castiel2, José Ricardo Ayres3

1Doctor en Epidemiología. RESUMEN Este artículo propone la formalización del concepto de "riesgo" como obje-
Profesor Titular del Instituto de to de conocimiento de la ciencia epidemiológica, con el objetivo de sistematizar sus
Saúde Coletiva, Universidade
Federal da Bahia. Investigador aspectos lingüísticos, epistemológicos y metodológicos, compilando para ello contribu-
I-A, Conselho Nacional de ciones anteriores de los autores. En primer lugar, los sentidos del término "riesgo" son
Desenvolvimento Científico e
Tecnológico - CNPq. analizados desde un punto de vista etimológico y semántico, evaluando su utilización en
naomarf@ufba.br la constitución de discursos sociales comunes. En segundo lugar, el concepto epidemio-
2Doctor en Salud Pública.
lógico de riesgo es enfocado desde una perspectiva hermenéutica, explicitando los ejes
Investigador Titular del epistemológicos y los elementos conceptuales involucrados en la construcción del dis-
Departamento de Epidemiologia curso epidemiológico. En tercer lugar, se discuten correlaciones teóricas, metodológicas
y Métodos Cuantitativos en
Saúde, Escola Nacional de
y políticas entre el objeto riesgo, conceptos de salud y teorías críticas de la sociedad,
Saúde Pública, Fundação apuntando a una evaluación de perspectivas y desafíos para futuros desarrollos del
Oswaldo Cruz, Río de Janeiro,
campo científico de la epidemiología.
Brasil. Investigador I-C, CNPq.
luis.castiel@ensp.fiocruz.br PALABRAS CLAVE Riesgo; Modelos Epidemiológicos; Conocimiento; Epidemiología;
Política de Salud.
3Doctor en Medicina. Profesor
Titular del Departamento de
Medicina Preventiva,
Universidade de São Paulo, ABSTRACT This paper suggests a formalization of the "risk" concept as the object of
Brasil. Investigador I-C, CNPq.
jrcayres@usp.br knowledge of epidemiological science, in order to categorize linguistic, epistemological
and methodological aspects of this concept, following upon former contributions of the
authors. Firstly, the meanings of risk are analyzed from an etymological and semantic
viewpoint, evaluating its use for the constitution of common social discourses. Secondly,
the epidemiological concept of risk is focused in hermeneutical perspective, making
explicit epistemological axes and conceptual elements for the construction of the
epidemiological discourse. Thirdly, theoretical, methodological and political correlations
among the object risk, concepts of health and critical theories of society are discussed,
aiming at an evaluation of perspectives and challenges for future developments of the
scientific field of epidemiology.
KEY WORDS Risk; Epidemiologic Models; Knowledge; Epidemology; Health Policy.
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INTRODUCCIÓN En los procesos concretos de produc-


ción de conocimiento, las explicaciones sobre las
relaciones entre fenómenos pueden dejar el terre-
Hay ciencias que estudian objetos vin- no firme de los objetos precisos y delimitados
culados al pasado, como la paleontología, la bajo el régimen de la causalidad y adentrarse en
arqueología, la historia. Hay ciencias que dirigen dominios más inciertos. Aquí, los instrumentos
sus esfuerzos al entendimiento de estructuras y de construcción del conocimiento pasan a adop-
formas, como la química, la biología sistemática, tar perspectivas para lidiar con la incertidumbre.
la anatomía. Otras tienen como objetivo la expli- La probabilidad es un dispositivo con esta finali-
cación de procesos y fenómenos en curso, como dad. De un modo general, las afirmaciones basa-
la física mecánica, la biología molecular, la fisio- das en probabilidades son dependientes de las
logía. En general, tales ciencias no fueron cons- contingencias que eventualmente están fuera del
truidas para la previsibilidad o la anticipación control de los observadores, en sus intentos de
temporal de eventos y fenómenos, lo que, por el especificar causas y efectos. Así, en el ámbito de
contrario, caracteriza a otras disciplinas científi- la salud, las intenciones de prevención comien-
cas muy peculiares, como la meteorología, la zan a depender de definiciones con variadas
economía y la epidemiología. Estas últimas, no dosis de incertidumbre. Una de ellas es la del
por coincidencia, utilizan diferentes versiones objeto incierto denominado "riesgo".
del concepto de riesgo. Con el objetivo de sistematizar aspectos
Los analistas sociales contemporáneos lingüísticos, epistemológicos y metodológicos
consideran por diversas razones, que la preocu- del concepto de riesgo, compilando contribucio-
pación futurológica se acentuó significativa- nes anteriores de los autores, este artículo (a)
mente en el perfil de muchas áreas de investi- propone la formalización de este concepto como
gación. Una de ellas sería la necesidad de lidiar objeto de conocimiento de la ciencia epidemio-
con la reducción del presente y la ampliación lógica. Inicialmente, los sentidos del término ries-
de las incertidumbres y los correspondientes go son analizados desde un punto de vista etimo-
síntomas de intranquilidad que rodean a las lógico y semántico, evaluando su utilización en
sociedades modernas. Esta sensación de gran la constitución de discursos sociales comunes. A
inseguridad que acompaña a nuestra época, se continuación, el concepto epidemiológico de
combina con algunas denuncias sobre el des- riesgo es enfocado desde una perspectiva herme-
control de la técnica. néutica, explicitando los ejes epistemológicos y
Paradojalmente, los tiempos actuales se los elementos conceptuales involucrados en la
caracterizan por los efectos de muchos objetos construcción del discurso epidemiológico.
resultantes de la vertiente tecnológica propiciada Finalmente, se discuten correlaciones teóricas,
por la ciencia moderna, a partir de sus cánones metodológicas y políticas entre el objeto riesgo,
de racionalidad. Sin embargo, somos testigos de conceptos de salud y teorías críticas de la socie-
que la racionalidad no aporta obligatoriamente dad, como línea de base para una evaluación de
certeza, consistencia, confianza, tranquilidad (1). perspectivas y desafíos para futuros desarrollos
La disponibilidad de herramientas de modelado y del campo científico de la epidemiología.
simulación y el gran énfasis dado a las técnicas
estadísticas prospectivas, parecen ser manifesta-
ciones emblemáticas de ese estado de cosas, SENTIDOS DEL RIESGO
como resultado de la búsqueda de satisfacción de
una necesidad o como síntoma del espíritu de
una época vertiginosa. Innegablemente, el afán "Riesgo" es un vocablo especialmente
anticipatorio se acentuó bastante en la actuali- polisémico y, por lo tanto, deja cierto margen a
dad, al punto de que algunas ciencias hayan las ambigüedades. Como ya fue desarrollado en
incorporado recientemente una fuerte aura futu- otros trabajos (2), este término posee connotacio-
rista que las aproxima en gran medida a las narra- nes en el llamado sentido común. Desde esta
ciones de ficción científica. perspectiva, existen controversias en cuanto a sus
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orígenes en el idioma portugués: puede provenir futuro, bajo el supuesto de que se puede decidir
directamente del bajo latín riscu, risicu, como del cuál sería el futuro deseable. Según Luhmann (8),
español risco: peñasco escarpado. En la segunda
acepción –excluyendo los términos relacionados ...el concepto de riesgo considera una diferencia
al verbo riscar, en portugués (3)–, indica, por un de tiempo, o sea, la diferencia entre el juicio
lado, la propia idea de peligro y, por otro, posibi- anterior y el juicio posterior a la ocurrencia de la
lidad de ocurrencia. Etimológicamente, en ambas pérdida. Y se dirige directamente a esta diferen-
acepciones, el término "riesgo" se origina del cia [...] [una] paradoja de la simultaneidad de
latín resecum, "el que corta", derivado del verbo visiones opuestas del tiempo. (8 p.72)
resecare, "acto de dividir, cortar separando".
Designaba el estilete empleado por los romanos Paradoja que, a su vez, está también
para marcar las tablillas de cera que eran usadas involucrada en una dimensión temporal. A medi-
para escribir antes de la adopción del papiro. da que el tiempo pasa, en cada momento, solo
Más tarde, en la época medieval, en el lenguaje hay un juicio admisible.
náutico, riscum significaba "peñasco", "peligro El concepto de riesgo homogeneiza las
en el mar", "peligro oculto", lo que explica el sig- contradicciones en el presente, estableciendo
nificado finalmente establecido en la teoría epi- que solo se puede administrar el riesgo (el futuro)
demiológica (4). de modo racional, o sea, a través de la considera-
En el siglo pasado, en la mayoría de los ción criteriosa de la probabilidad de ganancias y
idiomas de Europa Occidental, su significado ya pérdidas, según las decisiones tomadas. Incluso
se encontraba relacionado a las apuestas y chan- en esta perspectiva, digamos econométrica, para
ces de ganancias y pérdidas en ciertas modalida- Sennett (9 p.8), el riesgo se tornó
des de juegos (llamados de azar). En épocas más
recientes, adquirió significados referidos a desen- ...desorientador y deprimente, [pues] al riesgo le
laces negativos (5). En el transcurso de la falta matemáticamente la cualidad de una narra-
Segunda Guerra Mundial, en el campo de la tiva, en la que un acontecimiento lleva al
ingeniería, el tema recibió un fuerte impulso en siguiente y lo condiciona. (9 p.97)
función de la necesidad de estimar daños deriva-
dos de la manipulación de materiales peligrosos ¿Qué son ganancias y pérdidas en el
(radioactivos, explosivos, combustibles). En la terreno del vivir/morir humanos? Este interrogan-
biomedicina, estos análisis sirvieron para dimen- te refleja la preocupación exacerbada por la pro-
sionar los posibles riesgos en la utilización de crastinación de la muerte y de las señales de
tecnologías y procedimientos médicos (6). envejecimiento que el mundo occidental persi-
Una lectura inicial que transita por la gue en la actualidad, paradoja cruel en una
obviedad esquemática, revela superposiciones época donde los grupos poblacionales alcanzan
semánticas entre "peligro" y "riesgo", como apa- altos índices de longevidad. Y, para esto, en el
rece, por ejemplo, en el Diccionario Houaiss (7). llamado sentido común, huir de los riesgos se
Si por un lado, "peligro" se define como "situa- transformó en sinónimo de estilo de vida sano
ción en que se encuentra, bajo amenaza, la exis- (10), "pleno" de templanza, prudencia, gestión
tencia o la integridad de una persona, un animal, criteriosa/ponderada de riesgos, cuando estos no
un objeto, etc."; al mismo tiempo es sinónimo de pudieren ser simplemente evitados...
"riesgo" y de este modo deja de ser "causa" evi- Por otro lado, los discursos sobre la salud
dente y directa en el sentido de que "hacer que se refieren cada vez menos tan solo a las dimen-
(algo) exista o suceda". A su vez, riesgo es "pro- siones de la salud. Si tales discursos representan
babilidad de peligro, generalmente, con amena- modos de pensar, escribir, hablar sobre la salud y
za física para el hombre y/o para el medio sus prácticas, es necesario situarlos en determina-
ambiente", dentro de una "perspectiva favorable dos momentos históricos y saber las razones por
de que algo pueda ocurrir; posibilidad, chance". las cuales se legitiman al acompañar y ajustarse al
En términos conceptuales, el riesgo se orden económico, político y social en el que son
constituye en una forma presente de describir el generados, sustentados y replicados. Los discursos
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sobre la salud (y, más específicamente, sobre los riesgo privilegia el componente menos importante
riesgos para la salud) consisten en construcciones de la reserva semántica agregada al riesgo en el
circunstanciales, de carácter normativo, inapela- discurso social común, que es la dimensión de la
blemente vinculadas a otros intereses. probabilidad. El sentido secundario de posibilidad
Dependen, explícitamente o no, de definiciones de ocurrencia de eventos se traduce como la pro-
de lo que es el ser humano, el tipo de sociedad babilidad de ocurrencia de eventos o fenómenos
que se anhela y los modos de alcanzarla (11). vinculados a la salud, integrado como dimensión
Es innegable que las estimaciones del fundamental del concepto en este campo. En su
riesgo producidas por los epidemiólogos trascien- origen, el concepto de riesgo en epidemiología
den aspectos intrínsecos a la pertinencia de la cons- incluía la idea de daño solo subsidiariamente, y
trucción técnico-metodológica y sus respectivas cada vez más se habla de riesgo haciendo referen-
adecuaciones en la interpretación de los hallazgos. cia también a pronósticos positivos.
Es imprescindible considerar también los corres-
pondientes aspectos morales, políticos y culturales.
En especial, cabe destacar la conexión entre los EL CONCEPTO EPIDEMIOLÓGICO
medios de comunicación y la "industria de la ansie- DE RIESGO
dad" (10). Se presentan ante nosotros múltiples y
exóticos riesgos muy difundidos por los programas
de TV, y son materia de periódicos legos, con la Una hermenéutica del concepto epide-
consecuente oferta de bienes, productos, y servi- miológico de riesgo, como ya fue desarrollado en
cios dirigidos al supuesto control/minimización de trabajos anteriores (14), muestra que este término
tales riesgos, según lo analizado por el interesante surge en el lenguaje epidemiológico británico a
artículo de Paulo Vaz et al. (12). inicios del siglo XX (15,16). Con una valoración
Bajo estas circunstancias, la idea de pre- más específicamente conceptual, el riesgo puede
dicción no suele ser determinista, como podría ser identificado en un estudio sobre mortalidad
sugerir el término, sino probabilística. Como vere- materna conducido por William Howard Jr., pro-
mos, incluso con el avance de los tests genéticos, fesor de Biometría de la Escuela de Higiene y
las predicciones (bajo la acepción "profética") de Salud Pública de la Johns Hopkins University,
la medicina solo son válidas en el actual estado publicado en 1921, en el primer número del
del arte, para algunas enfermedades específicas American Journal of Hygiene (que posteriormen-
(como la Corea de Huntington). Las "prediccio- te se transformaría en el American Journal of
nes" del riesgo (probabilidades) a partir de los Epidemiology). En ese artículo, el concepto ya se
conocimientos disponibles sobre las relaciones presenta con un asombroso grado de formaliza-
entre exposiciones/daños en la mayoría de las ción heurística y matemática, expresado en tér-
enfermedades, adquieren relevancia a posteriori, minos de proporciones entre el número de afec-
luego de la ocurrencia del daño. Esto confirmaría tados y el número de expuestos (17).
las relaciones de causalidad, aun cuando se des- Una nueva mención al concepto de
conozcan los mecanismos precisos de este proce- riesgo, más consistente, recién va a aparecer en
so. Para algunos autores, sin embargo, la ciencia 1925, en un estudio de Doull y Lara (18) sobre
de hecho solo se legitima con el descubrimiento difteria, y luego en 1928, en un artículo de Fales
de los mecanismos (13). Con el surgimiento de (19) que analiza datos secundarios sobre varias
estudios de medicina experimental y de epide- enfermedades infecciosas. Este último artículo
miología basados en la biología molecular, la introduce además la expresión "riesgo relativo",
determinación de los riesgos, bajo algunas cir- señalando ya la naturaleza comparativa de los
cunstancias, estará mejor delimitada, permitiendo indicadores de asociación. No obstante, solo con
predicciones con menores márgenes de error. la publicación en 1933, en el American Journal
El concepto de riesgo aparece en los of Public Health, de un trabajo de Frost (20) titu-
textos básicos del campo epidemiológico como lado Risk of persons in familial contact with pul-
un concepto operacional, por lo tanto como una monary tuberculosis (Riesgo de las personas en
definición técnica. En ese discurso, el concepto de contacto familiar con la tuberculosis pulmonar),
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el concepto de riesgo asume plenamente un esencial que preserva la especificidad del objeto.
carácter técnico-instrumental. En ese aspecto, la atribución de esta "diferencia
El riesgo en epidemiología equivale a crucial" ha sido aceptada en la investigación epi-
efecto, probabilidad de ocurrencia de una patolo- demiológica como dada por la clínica, resultando
gía en una población determinada, expresado a en la formación de un subconjunto "portador de
través del indicador paradigmático de incidencia. la ocurrencia (daño, enfermedad, óbito, cura,
Esta formulación se debe a OlIi Miettinen, autor etc.)" del tipo:
de un clásico de la literatura epidemiológica, titu-
lado Epidemiología teórica. Allí se encuentra la {1, 2, 3, 4} = D
primera referencia explícita en la literatura anglo-
sajona a la cuestión del establecimiento del obje- contenido en el conjunto población:
to en la disciplina, de la siguiente forma:
{{1, 2, 3, 4} 5, 6, 7...n} = D ⊂ P
...la relación de una medida de la ocurrencia a
un determinante, o a una serie de determinantes, Gráficamente, podemos traducir tal
es denominada relación o función de la ocurren- expresión de acuerdo con la Figura 1. Este esque-
cia. Tales relaciones son, en general, el objeto de ma debe ser entendido como una representación
investigación de la epidemiología. (21 p.6) del objeto epidemiológico "primitivo" (en el sen-
tido de fundamental). Se encuentra allí evidencia-
Esta propuesta está metodológicamente do el postulado básico de la lógica epidemiológi-
fundada en los principios de rigor y coherencia ca: el objeto de la epidemiología es de naturale-
interna, propiciando una conexión lógica entre za probabilística. Obtenemos entonces dos con-
sus principios y aplicaciones inmediatas a las téc- juntos formados por individuos miembros de una
nicas de análisis epidemiológico más usadas en determinada población P, representada por el
la actualidad. conjunto mayor. Algunos de los elementos de
No obstante, no cualquier proporción o este conjunto se distinguen como portadores o
probabilidad puede indicar una estimación del afectados por una enfermedad-daño-problema D,
riesgo. Es necesario observar la presencia de tres formando un subconjunto contenido en el con-
elementos, que siempre conforman la definición junto mayor P. La razón subconjunto/conjunto
epidemiológica del riesgo: D/P expresa la probabilidad de que los miembros
de P sean también elementos del subconjunto D.
1. ocurrencia de casos de óbito-enfermedad- En otras palabras, indicará la probabilidad de
salud (numerador); ocurrencia del atributo d (enfermedad o fenóme-
2. base de referencia poblacional (denominador); no correlativo), referida a modelos de distribu-
3. base de referencia temporal (período). ción demográfica de eventos de salud en conjun-
tos de individuos.
Técnicamente, ¿qué es una población? Ahora tenemos acceso a los elementos
Es un conjunto o una serie homogénea de ele- mínimos necesarios para comprender la lógica de
mentos, formado por miembros de una misma los indicadores epidemiológicos. A veces, por
clase. En el caso de la epidemiología, tales ele- dificultades en la definición precisa del denomi-
mentos son seres humanos capaces de padecer o nador, es necesario usar aproximaciones o suce-
sufrir algún problema de salud. Una población dáneos de la medida del riesgo que en rigor no
puede ser representada en el lenguaje de la teo- asumen la forma de una proporción (o sea, el
ría de los conjuntos, de la siguiente manera: numerador es parte del denominador). De cual-
quier modo, dentro de sus límites, todo indicador
{1, 2, 3, 4, 5, 6, 7...n} = P epidemiológico aspira a asumir la forma general
D/P | Tiempo en el sentido de una medida "proto-
Dentro de este conjunto P o población típica" del riesgo. En todos los casos, la dimensión
de referencia, es necesario crear una función de temporal siempre debe ser indicada, no importa
diferenciación dado que se trata de la referencia el tipo o nivel de la medida epidemiológica.
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Figura1. REPRESENTACIÓN DEL OBJETO EPIDEMIOLÓGICO "PRIMITIVO"

Fuente: Elaboración propia.

En el tradicional Diccionario de En la epidemiología, hay tres formulacio-


Epidemiología de Last (22), el término "riesgo" se nes básicas de riesgo: absoluto, relativo y atribui-
menciona como: a) la probabilidad de ocurrencia ble. Es importante, aquí, hacer dos comentarios.
de un evento (mórbido o fatal); b) un término no En primer lugar, es común decir que la
técnico que incluye diversas medidas de probabi- tasa expresa el riesgo. Según Last (22), esto es
lidad en cuanto a consecuencias desfavorables. pertinente en el caso de ser aplicado a las situa-
La propia idea de probabilidad puede ser leída de ciones presentadas, en el sentido más restricto de
dos modos: a) intuitivo, subjetivo, vago, ligado a tasa, o sea, como cocientes que representen cam-
algún grado de creencia –es decir una incerti- bios en el transcurso del tiempo. Además, el pro-
dumbre no mensurable–; b) objetivo, racional, pio concepto de tasa también es polisémico,
determinado en forma precisa mediante técnicas incluso al interior de la epidemiología. De esta
probabilísticas –incertidumbre mensurable– (23). forma, para este autor, la tasa no expresa riesgo
En esta segunda acepción, se reproduce en las siguientes situaciones:
el abordaje de los factores de riesgo, es decir,
marcadores que apuntan a la predicción de mor- 1. cuando es sinónimo de cociente, refiriéndose a
bimortalidad futura. De este modo, se podría proporciones. Por ejemplo: tasa de prevalencia;
identificar, contabilizar y comparar individuos, 2. cuando es cociente que representa cambios
grupos familiares o comunidades con relación a relativos (reales o potenciales) en dos cantida-
las exposiciones a dichos factores (ya estableci- des (numerador y denominador). Por ejemplo:
dos por estudios previos) y proporcionar inter- tasa de colesterol en sangre (22).
venciones preventivas. Como ya fue afirmado:
Sin embargo, estas distinciones no son
...la particularidad que permite identificar la dis- consensuales. Algunos epidemiólogos diferen-
cursividad propia de la epidemiología, puede ser cian claramente "tasa de incidencia" y "riesgo
sintéticamente descripta por el conjunto indiso- de padecer", tanto en términos conceptuales
ciable de tres características que nos llevarán a la como en los métodos de estimación. La primera
interrelación elucidatoria entre la epidemiología estaría referida al potencial instantáneo de cam-
del riesgo y sus antecesores: una pragmática del bio en la situación de salud (casos nuevos) por
control técnico; una sintaxis del comportamien- unidad de tiempo, relativo al tamaño de la
to colectivo y una semántica de la variación población de interés (sin daños), en el tiempo "t"
cuantitativa. (14 p.110) (la medida se expresa en unidades de 1/tiempo).
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El segundo se definiría como EJES EPISTEMOLÓGICOS DEL
CONCEPTO DE RIESGO
...la probabilidad de que un individuo sin enfer-
medad, la desarrolle en el transcurso de un perí-
odo específico de tiempo, siempre que el indivi- Los modelos utilizados en el paradigma
duo no muera por otra causa durante tal período. dominante, en la epidemiología moderna, son
(24 p.99) construidos como modelos de riesgo. El término
"riesgo" designa directamente una probabilidad
Al ser probabilidad condicional, varía de padecer que se desvía de las probabilidades
de cero a uno y no posee unidades de medida. puramente aleatorias. El objeto de la epidemiolo-
Las discordancias se mantienen en los intentos de gía, desde esta perspectiva, no puede ser propia-
distinguir entre los enfoques individual/colectivo mente definido como un objeto probabilístico
del riesgo y sus correspondientes estimaciones. porque lo que constituye su validez conceptual
De este modo, habría métodos que encaran el no es convalidado por modelos de probabilidad.
riesgo como medida (teórica) de probabilidad El método epidemiológico opera evaluando, en
individual de ocurrencia del daño "A" –los actua- primer lugar, proposiciones deterministas (bajo la
riales– y aquellos que dimensionan la "fuerza de forma de hipótesis causales) confrontadas con
la morbilidad" en poblaciones –razones de den- distribuciones teóricas estocásticas (27). En el
sidad de incidencia– (25). Tomamos posición a caso de que tales proposiciones sean satisfacto-
favor de la segunda interpretación, coincidiendo riamente explicadas por un modelo de distribu-
con que no se pueden aplicar modelos de riesgo ción aleatoria (en general denominado hipótesis
para establecer el diagnóstico o el pronóstico de nula), la hipótesis del estudio será rechazada.
un individuo en particular, porque el concepto La estadística, en ese sentido, no tendría
de riesgo se refiere exclusivamente al grupo una función explicativa, sino una función de
como un todo. "depuración del objeto", lo que implica decir
En segundo lugar, como no es posible que el objeto epidemiológico se constituye en
observar simultáneamente el efecto de la exposi- residuo de objetos probabilísticos, operando con
ción y no-exposición en el mismo individuo (25), un tipo de determinación sui géneris. A pesar de
el dispositivo estadístico-epidemiológico opera la crítica de la epidemiología popperiana, la esta-
con grupos poblacionales basado en el supuesto dística justificaría una expectativa de generaliza-
de que la diversidad de los individuos se distri- ción por procedimientos inductivos, a través de
buirá de modo homogéneo en las muestras debi- un conjunto condicional de probabilidades de
damente seleccionadas. Los cálculos producen padecer que no serían explicables por modelos
tasas medias que reflejan, por lo tanto, valores aleatorios. En otras palabras, lo que no es expli-
referentes a los agregados (efectos causales cado por los modelos estocásticos (distribución
medios). Si, por ventura, quisiéramos representar aleatoria) lo es por la determinación atribuida
la unidad a través del cociente relativo a la canti- como epidemiológica.
dad observada por el mismo valor, es obvio que La proposición de riesgo como concep-
ésta no representa a ningún "individuo", quien, to fundamental del campo científico de la epide-
de este modo, se torna una abstracción. Por lo miología reposa sobre tres supuestos epistemoló-
tanto, el riesgo es un hallazgo relativo a la dimen- gicos básicos: el primero es la identidad entre lo
sión agregada. Su validez para el nivel individual posible y lo probable, o sea, que la posibilidad
da margen a errores lógicos. Estas cuestiones de un evento puede ser reconocida en su proba-
estudiadas por la epidemiología (y por la sociolo- bilidad de ocurrencia. Esa probabilidad se consti-
gía) bajo la rúbrica de las falacias ecológicas, tuye como unidimensional, variable, y por exten-
pueden ser de dos tipos, según la operación: ato- sión, cuantificable. De esa forma, el concepto de
mística o agregativa (26); lo que es válido para el riesgo trae en su raíz una propuesta de cuantifica-
nivel agregado, puede no serlo a nivel del indivi- ción de los eventos de salud/enfermedad (28,29).
duo o viceversa. El segundo supuesto consiste en la
introducción de un principio de homogeneidad
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en la naturaleza de la morbilidad, o sea, las par- (mediciones tomadas, en la mejor de las hipóte-
ticularidades de los eventos se retraen ante una sis, en una serie temporal estandarizada), para
dimensión unificadora, resultando en una unidad hacer una predicción del pasado (por supuesto
de los elementos de análisis propiciada por el conocido) para el presente o incluso para el futu-
concepto de riesgo. Las diferencias expresadas en ro, aplicada a la población objeto de aquella
la singularidad de los procesos concretos salud- serie de observaciones. Tenemos aquí el empleo
enfermedad, desaparecen en el concepto unidi- del riesgo como predictor temporal, o "predictor
mensional de riesgo y sus propiedades, permi- verdadero".
tiendo aproximaciones y apropiaciones propias Como ya fue desarrollado anteriormen-
del discurso científico epidemiológico (30). Las te (30), en la epidemiología se observa también
incidencias de distintos eventos de salud o enfer- el uso del componente inductivo del riesgo para
medad, indicadores de los respectivos riesgos, instrumentalizar seudopredicciones, o prediccio-
entendidos como probabilidades de ocurrencia, nes en el espacio. En este segundo caso, en vez
son colocadas en un mismo registro. de una misma población en momentos distintos
En tercer lugar, se destaca el supuesto en el tiempo, se extrapola una serie finita de
de la recurrencia de los eventos en serie, lo que observaciones en poblaciones estudiadas a
implica la expectativa de estabilidad de los patro- poblaciones no observadas. Esto quiere decir
nes de ocurrencia seriada de los hechos epide- que, a partir del conocimiento de la incidencia
miológicos. A través de este supuesto, se puede de la enfermedad D en un conjunto de poblacio-
entonces justificar la aplicación del concepto de nes conocidas, se pretende "predecir" –con el
riesgo en modelos de prevención, proponiendo auxilio de tests estadísticos, intervalos de confian-
el conocimiento de sus determinantes para inter- za, media de incidencias, o cualquier otro cuan-
venir en su proceso, buscando la prevención del tificador matemático– cuál será el riesgo de la
riesgo (28). enfermedad D en la población en general, o en
Tales supuestos revelan claramente el grupos poblacionales no incluidos en la serie
carácter inductivista de la epidemiología (31,32), observada. Se trata, en este caso, del empleo del
dada la fundamentalidad y la naturaleza de las riesgo como un seudopredictor.
expectativas generalizadoras contenidas en el Al analizar comparativamente los usos
concepto. De esta forma, el riesgo es producido de la inducción en el discurso epidemiológico,
en el campo de la epidemiología a través de la constatamos básicamente sentidos distintos de la
observación sistemática y disciplinada de una noción de predicción, que conceden al concepto
serie de eventos. En tanto concepto, el riesgo de riesgo la ambigüedad que es propia del pro-
opera por la vía de la predicción, basándose en el yecto de la epidemiología en tanto campo discur-
tercer supuesto. Al respecto, debemos distinguir sivo científico. Esta ambigüedad es la principal
dos tipos de generalización: la predicción propia- característica del uso epidemiológico del concep-
mente dicha, en el sentido de una expectativa de to de riesgo: un predictor simultáneamente tem-
recurrencia en el tiempo, con relación a casos poral y espacial, o más rigurosamente, como pre-
nuevos esperados, y la predicción equivalente a la dictor y seudopredictor. Este concepto de riesgo
extrapolación a casos y eventos no incluidos en la permite el quiebre de los límites temporales y de
muestra o población estudiada. Con relación a los límites geográficos del proceso de producción
esta última, tenemos una inferencia de naturaleza del dato, dotando al conocimiento epidemiológi-
"horizontal", en el sentido de amplitud poblacio- co de propiedades generalizadoras no siempre
nal, y una inferencia "vertical", buscando la con- legitimadas por la lógica que lo consustancia (30).
vergencia para los casos individuales. ¿Y dónde se sitúa el riesgo en el discur-
Por un lado, es posible la predicción en so epidemiológico? Más allá y fuera del sujeto, el
el tiempo, componente propiamente anticipato- riesgo se localiza en el ámbito de la población,
rio del concepto de riesgo. Cuando enunciamos producido o atribuido en el ámbito de los colecti-
el riesgo de ocurrencia de una enfermedad D en vos humanos (33). Riesgo es finalmente una pro-
una población determinada, empleamos una piedad de las poblaciones y su referencia legítima
serie sucesiva de observaciones precedentes será exclusivamente colectiva. En los orígenes de
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la constitución de la epidemiología en tanto cien- sobre el(los) riesgo(s) en especial bajo el punto de
cia, existía una propuesta implícita de conceptua- vista de sus pretensiones predictivas. En este sen-
lización del "riesgo absoluto" (de allí deriva la tido, Hayes (36) realiza un agudo análisis de las
idea de "riesgo relativo") (29). A pesar de ser limitaciones implícitas en este abordaje. Para este
tomado erróneamente como expresión indivi- autor, es esencial estar atento a determinados
dual en algunos manuales (34), el riesgo absolu- tópicos:
to siempre tuvo como referencia fundamental el
colectivo poblacional. 1. La regularidad de los efectos empíricos: no
No obstante, existe un gran margen pueden haber alteraciones en las relaciones
para confusiones oriundas en la imprecisión entre los marcadores de riesgo y los eventos
entre riesgo relativo y absoluto. El riesgo relativo, de interés. Como los mecanismos causantes
siendo incluso un relevante indicador de fuerza de los daños, en la mayoría de los casos, son
de asociación entre un factor presumible y un desconocidos, estos no deben variar de un
evento indeseado, no puede ser relacionado con modo inesperado. Se trata, en síntesis, de la
la probabilidad de que determinado individuo metáfora de la caja negra. Por cierto, dicha
será alcanzado por tal evento. Skrabanek y "epidemiología de los factores de riesgo" tam-
McCormick (35) presentan un ejemplo ilustrati- bién es llamada "epidemiología de la caja
vo. Los pilotos aéreos poseen riesgos relativos negra" (37). En otras palabras, es esencial la
más elevados de sufrir accidentes de este tipo al estabilidad de las condiciones de "existencia"
ser comparados con pasajeros eventuales como del objeto para que el sujeto investigador lo
la mayoría de nosotros. Sin embargo, aun siendo aprehenda de forma fidedigna: ni el objeto de
elevado el riesgo relativo en la comparación, el estudio puede variar en sus características,
riesgo absoluto de accidentes para los pilotos es atributos, propiedades, ni sus interrelaciones
bastante bajo. con el medio circundante, en términos espa-
La idea de riesgo relativo, permite la cio-temporales.
construcción del concepto derivado "factor de 2. La definición del estatuto de los factores de
riesgo". En algunas de las aplicaciones específi- riesgo específicos: es fundamental saber clara-
cas del discurso epidemiológico, más fuerte en mente si el factor es determinante o predispo-
ciertas subáreas por la conformación de un nente en relación a aquellos que son tan solo
campo semántico propio, se advierte una incohe- contribuyentes o incidentalmente asociados.
rencia como mínimo curiosa. Se trata de la trans- Y esto no suele ser fácilmente discernible en
ferencia al campo epidemiológico (formación muchas situaciones, especialmente en aque-
discursiva de base científica y, por lo tanto, con llas que implican la participación de aspectos
pretensiones de coherencia, precisión y consis- denominados psicogénicos, o, entonces, en la
tencia) de aquella inconsistencia que se observa controversia causada por estudios donde no se
en el discurso social común de confusión entre el observaron efectos de la hipercolesterolemia
riesgo y el factor de riesgo, o entre el efecto y su en la eclosión de enfermedades cardiovascula-
causa potencial. Ahora bien, si en el campo epi- res en mujeres (38).
demiológico, riesgo es predicción, factor de ries- 3. Los factores de riesgo pertenecientes a niveles
go será entonces un predictor de una predicción, de organización distintos (social vs. natural):
o "riesgo del riesgo". Por medio de esa opera- hay dificultades para establecer precisamente
ción, se termina atribuyendo a la idea de factor los mecanismos y mediaciones entre variables
de riesgo, el estatuto del propio concepto de ries- consideradas sociales (por ejemplo: desem-
go. En la subárea de la Salud Ocupacional, por pleo, analfabetismo, pobreza) y aquellas lla-
ejemplo, está cada vez más establecido llamar madas biológicas (edad, estado inmunológico,
"riesgo ocupacional" a factores de riesgo presen- características genéticas, etc.), a pesar de que
tes en el ambiente o en el proceso de trabajo. en ciertos casos, aparentemente no pareciera
No obstante, los epidemiólogos, en gene- haber dudas en cuanto a las relaciones entre
ral, no suelen cuestionar aquellos aspectos que pro- ellas. Por ejemplo: miseria y mortalidad por
blematizan la construcción de los conocimientos causas perinatales.
332 NAOMAR DE ALMEIDA FILHO, LUIS DAVID CASTIEL, JOSÉ RICARDO AYRES
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4. El período de tiempo considerado válido para 3. el eje temporal asume mayor importancia en
la predicción: es problemático lidiar con los modelos explicativos de los procesos de
exposiciones ocurridas hace largo tiempo padecer (40).
atrás (más de quince, veinte años por ejemplo)
y/o en cantidades reducidas, en el transcurso Vemos, entonces, surgir en el discurso y
de largos intervalos cronológicos, de modo en la intervención biomédica, una nueva condi-
que no es posible garantizar la relación causal ción medicalizable: el estado de salud bajo ries-
en el caso de ocurrencia del daño. Esto es go (41), que trae importantes implicancias:
especialmente relevante en exposiciones ocu-
pacionales, en las cuales no llegan a generar- a. como sustrato generador de preceptos compor-
se daños inmediatos, que solo ocurren, even- tamentales volcados a la promoción y preven-
tualmente, luego de muchos años (36). ción de la salud (en última instancia, base del
proyecto de extender la longevidad humana al
Una de las importantes críticas realizadas máximo posible);
al enfoque cuantitativista del riesgo consiste en el b. en el establecimiento de lazos con la produc-
hecho de instituir una entidad, que poseería una ción tecnológica biomédica;
"existencia" autónoma, objetivable, independiente c. en la ampliación de las tareas de la clínica
de los complejos contextos socioculturales en los médica –en otros términos, el surgimiento de
cuales se encuentran las personas. En otras pala- una vigilancia médica– como sugiere
bras, el riesgo adquiere un estatuto ontológico, que Armstrong (40);
acompaña, de cierta forma, a aquel producido por d. en la creación de la demanda de nuevos pro-
el discurso biomédico para las enfermedades, pero ductos, servicios y especialistas volcados a la
poseedor de características propias, o sea, atributos prevención de múltiples riesgos;
de virtualidad, "fantasmagóricos". Pues, la "existen- e. en el fortalecimiento del poder y prestigio de
cia" de los riesgos puede ser invisible, dado que no los profesionales responsables de las activida-
siempre es perceptible a través de sus señales/sínto- des dirigidas a las nuevas técnicas/programas
mas, objetos de los tradicionales instrumentos de la de control o a la investigación de factores de
semiología médica. Muchas veces, son necesarios riesgo (41).
sofisticados exámenes de laboratorio para "locali-
zar" este arisco ser, capaz de desarrollarse de un En ese contexto neomedicalizador, hay
modo silente y traicionero y hacerse presente de un un visible predominio de discursos sobre la salud
modo amenazador. subsidiados por una perspectiva metodológica
Si, por un lado, la retórica del riesgo denominada "medicina basada en evidencias".
puede servir de vehículo para reforzar conteni- Este abordaje se fundamenta en la idea de que la
dos morales y conservadores (39), por otro, redi- "verdad" solo puede ser obtenida mediante bús-
mensiona el papel de la configuración espacio- quedas casi paroxísticas a través de lo que se acor-
temporal en la comprensión del padecer: dó denominar "conocimiento factual" o "eviden-
cias", emblemas de este discurso de verdad empí-
1. la biomedicina incorpora como su tarea, la ricamente correcto (o sea, de lo que es tangible,
localización e identificación en los sanos, de pues lo que no es retenido por ese filtro, tiene una
sus posibles riesgos (oriundos de modalidades importancia secundaria o, peor aun, no existe).
de exposición ambiental y/o de susceptibilida- Sin embargo, la definición de "evidencia", inclu-
des biológicas, mediante técnicas diagnósticas so poseyendo innegables niveles de pertinencia,
cada vez más refinadas); tiene sus limitaciones. Es pasible de excluir infor-
2. surge una infinita red de riesgos en la que los maciones relevantes para el conocimiento y la
comportamientos, señales, síntomas y enfer- comprensión de la situación de salud, y puede
medades pueden confluir para transformarse colaborar con mecanismos culpabilizantes.
en factores de riesgo para otras afecciones (por Los abordajes basados en evidencias
ejemplo: la hipertensión arterial como riesgo suelen jerarquizar los resultados de los estudios,
para las enfermedades cardíacas); de acuerdo a los métodos de colecta, dando
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prioridad a estudios experimentales aleatoriza- tentemente trasladada hacia el ámbito más especí-
dos y metanálisis. Y, de este modo, tienden a fico de la epidemiología. En las discusiones acerca
otorgar una importancia secundaria a aquellas de la promoción de la salud, y más aun en aque-
informaciones de carácter cualitativo, de carácter llas sobre vigilancia de la salud, la epidemiología
sociocultural y psicológico (cuando no las consi- ha sido señalada como un instrumento no solo
deran superfluas) y a aquellas referidas a esferas útil, sino incluso imprescindible. No obstante per-
sociopolíticas, que se muestran menos amigables manecen al margen de las discusiones los cambios
a los dispositivos cuantitativos numéricos. Una necesarios para el tránsito teórico hacia las nuevas
de las críticas, la que más nos interesa, señala propuestas. De hecho, al organizarse fundamental-
que las premisas filosóficas vinculadas al empiris- mente en torno al análisis del riesgo, la contribu-
mo evidenciológico que, en su forma extrema, ción del instrumental epidemiológico queda res-
sitúan los resultados de estudios experimentales tringida a la prevención de daños.
como primordiales en relación con otras formas Para cuestionar, epidemiológicamente,
de conocimiento, asumen la imposible proposi- acerca de qué es lo que produce salud, y por lo
ción de que las observaciones puedan ser realiza- tanto deba ser promovido, en vez de qué es lo
das de un modo totalmente objetivo, indepen- que produce enfermedad, y en tanto tal deba ser
dientemente de las teorías y de la visión del evitado, será necesario definir qué, y con qué
mundo del observador. fundamentación, deberá ser considerado el efec-
Curiosamente, la evaluación de la pro- to salud. Es posible, a modo de pura especula-
pia medicina basada en evidencias padece de una ción, imaginar que hay diversas experiencias
aparente paradoja. Según sus premisas metodoló- objetivas desde donde se pueden extraer varia-
gicas, para legitimar determinada acción en salud, bles de efecto relacionadas a la salud. Desde la
son necesarios ensayos clínicos aleatorizados y idea transmitida por la famosa definición de
estudios de metanálisis que muestren una eficacia salud como bienestar físico, mental y social,
superior de los efectos estudiados con relación a hasta las recientes discusiones sobre calidad de
los grupos-control. Pues no existen "evidencias" vida, hay todo un elenco de condiciones y situa-
originarias mediante este tipo de estudios que ase- ciones valoradas positivamente, entendidas
guren empíricamente la eficacia superior de las como bienes a los que los individuos pueden y
decisiones clínicas provenientes de la medicina deben aspirar para su buen vivir.
basada en evidencias en comparación con la asis- Dentro de esta proposición, coexisten,
tencia de la salud a pacientes a través de otros no obstante, dos órdenes de cuestiones metodo-
enfoques clínicos no evidenciológicos (42). lógicas de difícil solución. La primera de ellas se
refiere a la propia valorización positiva: ¿quién
define lo que es el buen vivir?; o dicho de otro
CONCEPTOS DE RIESGO Y modo, ¿quién define el efecto salud? ¿Será posi-
CONCEPCIONES DE SALUD ble alcanzar en las formulaciones positivas de
salud el mismo grado y tipo de consenso que
posibilitó la formalización del discurso del riesgo
Aunque la epidemiología contemporá- en torno de las enfermedades infecciosas y que
nea sea bastante versátil en la elección de las fue consolidado en la epidemiología de las enfer-
variables cuya asociación estudia, es evidente el medades crónico-degenerativas?
predominio, especialmente entre las variables de Es sabido cuán fundamental fue para el
efecto, de los daños, disfunciones o enfermeda- desarrollo de un lenguaje formal en epidemiolo-
des, es decir, de las condiciones positivamente gía el estrechamiento de las relaciones entre el
contrastables por las demás ciencias biomédicas, raciocinio epidemiológico y la conceptualización
ya que este es un requisito para su manipulación de daño tomada de la microbiología, de la virolo-
y validación en términos de especulación causal. gía, de la inmunología y de otras disciplinas (2). El
Más allá de que se evidencien algunas pasaje de la epidemiología de las enfermedades
contribuciones a una conceptualización positi- infecciosas a las crónico-degenerativas ya presen-
va de la salud, esta discusión aun no fue consis- tó una serie de desafíos epistemológicos, dado
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que los criterios de causalidad de Henle-Koch no discurso formal será aceptado o no por la comu-
se aplicaban a estos nuevos objetos. El carácter nidad científica. Lo que se plantea a partir de la
multicausal y no unívoco de las asociaciones conceptualización positiva de salud, por ende, es
entre exposición y daño en el caso de esas enfer- asumir activamente que estaremos tanto más pró-
medades llevó a un debate que, extendiéndose ximos a una definición precisa del efecto cuanto
por más de diez años, desembocó en los criterios más nos aproximemos a la totalidad particulariza-
de asociación causal de Bradford Hill (43). En ese dora de la situación física, mental y social de los
caso, el control estadístico de la incertidumbre de individuos en cuestión. O sea, el rigor necesario
las inferencias, el refinamiento de las técnicas de para la definición de las variables a ser estudiadas
análisis de la probabilidad de las asociaciones y, varía en relación inversa a su universalidad. No
muy especialmente, la definición morfofuncional se trata de un límite provisorio y controlable. Se
de los criterios de daño, garantizando la verifica- trata de una contradicción instalada en el centro
ción de la asociación, no solo permitieron la de la validez proposicional de ese discurso.
supervivencia de los análisis de riesgo, sino que Estos impasses metodológicos obligan,
hicieron de ellos uno de los más importantes como puede verse, a reflexiones que no se res-
acontecimientos en el campo de las ciencias de tringen al plano metodológico, sino que alcanzan
la salud contemporánea. a la propia dimensión epistemológica. Si los aná-
Habrá que indagar, no obstante, dónde lisis de riesgo tienen dificultad para sustentar su
se apoyará, en el caso de transitar hacia el efecto rigor frente a la plurivocidad y contingencia de
salud, la posibilidad de verificación de las asocia- las categorías relacionadas a la especulación cau-
ciones. ¿Hay algún sustrato positivamente verifi- sal sobre el efecto salud, posiblemente este tipo
cable para el efecto salud? Si la salud es, por defi- de investigación necesitará abandonar el modelo
nición, entendida como un bienestar físico, men- heurístico actualmente dominante.
tal y social, ¿no será de carácter extremadamente Al asumir que la definición de salud es
subjetivo e interpretativo la calificación del efec- resistente a su descomposición analítica en ele-
to salud? ¿No será, por otro lado, una condición mentos de menor complejidad y subjetividad, y
compleja (30), tanto en el efecto como en la que la facticidad de los fenómenos de la salud
exposición, exigiendo un movimiento de síntesis, vincula la validez de sus proposiciones a grados
y por lo tanto resistente a las descomposiciones elevados de contingencia, es forzoso admitir
analíticas necesarias a los tests de asociación? que una epidemiología de la salud es una pro-
El segundo orden de cuestiones metodo- posición internamente contradictoria (30). ¿Es
lógicas relacionadas a la búsqueda del efecto salud posible estudiar asociaciones entre variables
se refiere a la extensión de sus indagaciones e infe- que no pueden ser clara y notoriamente relacio-
rencias. Todo discurso científico formalizado nadas entre sí? ¿Es posible atribuir valores cuan-
busca, en el mayor grado posible, la universalidad titativos a variables cuya identidad es en tan alto
de sus concepciones. En efecto, en un sistema de grado dependiente de las circunstancias y de los
lenguaje que busca basar su argumentación y veri- sujetos que las formulan? ¿Existirá una "epide-
ficación en relaciones necesariamente implicadas miología sin números"? ¿Hay epidemiología sin
entre sí, la universalidad no es solo un ideal, sino riesgo? Si lo metodológico se remitió a lo epis-
una exigencia. Lo máximo que se admite allí, es la temológico, esto nos lleva a una cuestión pura-
limitación de la certeza sobre cuán universal es mente filosófica: ¿se debe trabajar la salud epi-
una proposición o constatación, aceptada solo demiológicamente? Esta parece ser la pregunta
como provisoria e inherentemente ligada a la que debe ser realizada ante los desafíos ante-
incompletitud del conocimiento humano. riormente planteados.
El impacto pragmático del tipo y grado Importantes valores permitieron cons-
de incertidumbre con la que es necesario lidiar y truir históricamente proposiciones de prácticas
la existencia o no de otras alternativas menos asistenciales centradas en la salud: la politización,
imprecisas para tratar el mismo campo de intereses democratización, desburocratización, participa-
científicos son, en última instancia, los criterios ción, humanización, pluralidad, equidad, entre
que decidirán hasta qué punto un determinado otros. No tendría ningún sentido desentenderse
RIESGO: CONCEPTO BÁSICO DE LA EPIDEMIOLOGÍA 335

SALUD COLECTIVA, Buenos Aires, 5(3):323-344, Septiembre - Diciembre, 2009


de estos valores en función de las dificultades de c. Riesgo poblacional como concepto epidemio-
manipularlos epidemiológicamente. Esto parece lógico en sentido estricto.
obvio. Lo que no resulta tan obvio, pero que sería d. Riesgo estructural en los campos de la salud
igualmente absurdo, es exigirle a la epidemiolo- ambiental/ocupacional.
gía una "corrección de rumbos", como si el des-
compás entre la promoción de la salud y la epi- Como ya fue propuesto anteriormente
demiología fuera un "accidente" o una insuficien- (46), el concepto de riesgo necesita actualizarse,
cia de esta ciencia. incorporando la dimensión contingente de los
En realidad, existen siempre motiva- procesos de ocurrencia de problemas de salud en
ciones y elecciones que subyacen a cualquier poblaciones humanas. El futuro del concepto de
discurso racional, incluso en aquellos con alto riesgo dependerá de su capacidad de articularse
grado de formalización, como es el caso del dis- con los desarrollos conceptuales y metodológi-
curso del riesgo. Lo que elude el discurso del cos de este nuevo campo ideológico, conceptual
riesgo no es aquello que se le escapó, sino y metodológico que ha sido denominado Salud
aquello que de algún modo no se relaciona con Colectiva, contribuyendo con modelos teóricos y
él, que no estuvo entre las exigencias/condicio- estrategias metodológicas capaces de abordar
nes normativas, proposicionales o expresivas objetos complejos emergentes. En ese sentido,
(44) que lo conformaron. Por eso, la pregunta proponemos incorporar una definición más a la
que cabe hacer en este punto no es tanto sobre lista de los conceptos de riesgo ya mencionados:
la necesidad de trabajar la salud epidemiológi-
camente, ni tampoco sobre la posibilidad de e. Riesgo contingencial como operador del
hacerlo. La pregunta fundamental aquí es sobre recientemente constituido campo de prácticas
el interés de hacerlo. ¿Es deseable trabajar la denominado Promoción de la Salud.
salud epidemiológicamente? De la respuesta a
esa pregunta dependen las futuras conformacio- La idea de un campo general de prácti-
nes tanto de los discursos epidemiológicos cas bajo el nombre de Promoción de la Salud,
como de las propuestas de promoción de la que abarque tanto la prevención como la protec-
salud. Tanto una como otra, son racionalidades ción y la promoción (en sentido estricto) de la
abiertas y solo el diálogo activo entre ellas, nor- salud individual y colectiva, supone un reperto-
teado por las pretensiones y exigencias de vali- rio social de acciones preventivas de la morbili-
dez de las que van siendo socialmente investi- dad (riesgos, enfermedades, etc.), protectoras y
das, podrá definir sus destinos. fomentadoras de la salubridad, que de cierto
modo contribuya a la reducción de los sufrimien-
tos causados por los problemas de salud-enfer-
PERSPECTIVAS PARA EL CONCEPTO medad en la comunidad. Esto determina una
DE RIESGO integración teórica y filosófica de la red de con-
ceptos correspondientes a la salud (vida, riesgo,
enfermedad, cuidado) al conjunto de prácticas
El riesgo es más que un concepto inter- discursivas y operacionales de los nuevos cam-
disciplinario: necesitamos prepararnos cada vez pos de saberes y de prácticas que cada vez, con
más para comprenderlo y construirlo como un más intensidad y frecuencia, se forman en torno
concepto indisciplinado (45). En el recorrido del objeto salud. Con ese objetivo, los conceptos
argumentativo de este texto, identificamos y eva- de riesgo y las prácticas que le conciernen en el
luamos las siguientes formas de presentación del campo de la salud pueden ser agrupados en tres
concepto: grupos:

a. Riesgo como peligro latente u oculto en el dis- 1. Riesgo como indicador de causalidad (o resi-
curso social común. duo de la probabilidad). Se trata de recono-
b. Riesgo individual como concepto práctico de cer y reafirmar su base inductiva, frecuentis-
la Clínica. ta, fisheriana. Este concepto particular de
336 NAOMAR DE ALMEIDA FILHO, LUIS DAVID CASTIEL, JOSÉ RICARDO AYRES
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riesgo subsidia modelos de prevención de La estrategia de Prevención en Salud


enfermedades o eventos mórbidos, con las hace mucho tiempo que quedó a las órdenes de
siguientes variantes: la necesidad, asentada en el modelo de la cau-
a. modelos de prevención individual (con- salidad y cuya intervención más específica sería
cepto clínico de riesgo); el modelado de la realidad. Aristóteles (48) defi-
b. modelos de prevención poblacional ne lo real como aquello que es. Si lo real se
(Teorema de Rose). caracteriza como lo que ya estaba allí, la reali-
dad, o mejor dicho, las realidades son construi-
2. Riesgo como peligro estructurado. Tal concep- das para intentar dar cuenta de lo real que no
to subsidia ampliamente modelos de interven- habla, que más bien se muestra como límite a la
ción en los campos de la salud ambiental y simbolización. El régimen de la necesidad es
ocupacional (46). En ese caso, es necesario solidario al registro simbólico, de acuerdo con
explorar su base deductiva, descriptiva, la formulación de que la necesidad humana se
estructural, tarea que evidentemente extrapola vincula a eventos imprescindibles al mundo del
los objetivos del presente texto. lenguaje, pues al constituirse como ser del len-
3. Riesgo como emergencia. Se trata, en este guaje, el ser humano instaura un movimiento
caso, de explicitar la base filosófica de la con- peculiar: lo simbólico (discurso humano) separa
tingencia, articulada como procesos de emer- la realidad de lo real al promover, a través de la
gencia en modelos de complejidad. Este con- mediación de la palabra, una escisión entre
cepto subsidia: cosa y símbolo (46).
a. modelos de Vigilancia en Salud; Por otro lado, desde diversos ángulos
b. modelos de Promoción de la Salud. de análisis, la Protección de la Salud como estra-
tegia es lógicamente imposible, a pesar de que
El Cuadro 1 ilustra comparativamente históricamente haya sido construida como
los principales elementos conceptuales involu- campo de práctica plausible. Su modelo es el
crados en esa articulación, mientras que el control y la intervención requerida, el experi-
Cuadro 2 ilustra los principales elementos de mento. Tal modalidad –lo imposible– debe ser
actuación comparativos de esas estrategias. tomada en su estructura lógica, lo que no signifi-
Los dispositivos, signos y acciones ca que por eso no exista (46,48). Solo que el con-
apuntados en el esquema son característicos de trol y el experimento no son realidades en sí, sino
cada estrategia, aunque no se propone allí una realidades lingüísticas que no se encuentran en
relación de exclusividad, ni biunívoca, punto a las condiciones efectivas de la investigación o de
punto. Para una comprensión más clara de los la intervención; tal como los eventos circunstan-
Cuadros 1 y 2, a continuación, explicitaremos sus ciales, son realizados y solo entonces reconoci-
términos. dos por sus efectos.

Cuadro 1. ELEMENTOS CONCEPTUALES EN LA ARTICULACIÓN DE LAS ESTRATEGIAS DE


INTERVENCIÓN EN SALUD
ESTRATEGIAS MODELOS DE TIPOLOGÍAS DE REGISTROS MODALES
INTERVENCIÓN INTERVENCIÓN

PREVENCIÓN Causalidad Modelado Simbólico Necesidad

PROTECCIÓN Control Experimento Real Imposibilidad

PRECAUCIÓN Estructura Regulación Imaginario Posibilidad

PROMOCIÓN Emergencia Vigilancia Objeto a Contingencia

Fuente: Elaboración propia.


RIESGO: CONCEPTO BÁSICO DE LA EPIDEMIOLOGÍA 337

SALUD COLECTIVA, Buenos Aires, 5(3):323-344, Septiembre - Diciembre, 2009


Cuadro 2. ELEMENTOS DE ACTUACIÓN COMPARATIVOS DE LAS ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN
EN SALUD
ESTRATEGIAS DISPOSITIVOS SIGNOS OBJETIVOS ACCIONES

PREVENCIÓN Riesgos Factores de riesgo Grupos de riesgo Reducción


Remoción

PROTECCIÓN Marcadores Defensas Sujetos Inmunización


Comunidades Refuerzo

PRECAUCIÓN Sensores Eventos centinela Ambientes Legislación


Escenarios Control

PROMOCIÓN Monitores Tendencias Ambientes Monitoreo


Patrones Productos Fomento

Fuente: Elaboración propia.

Rigurosamente, un experimento nunca –impuestos por los escenarios imaginados– no


puede ser reproducido, es único, pudiendo, sí, al es incompatible, por el contrario, con la apertu-
ser replicado, constituir la serie. Además, tal ra a posibles e imaginables medidas de precau-
replicación nunca se da conforme a lo planeado, ción contra riesgos para la salud. No obstante,
puesto que la situación del laboratorio no tiene esta pantalla imaginaria, este límite, con su fun-
otra relación con la vida, a no ser la de verosimi- ción al mismo tiempo formadora y alienante,
litud. Por más que ensayemos, la realidad del son los que organizan no el mundo en sí, sino
experimento jamás se corresponderá a lo real del el mundo en cuestión.
evento. Por otro lado, en el caso de la prevención Los principios de prevención y precau-
de riesgos en salud, frente a las imponderabilida- ción son cada vez más dominantes en tiempos en
des que envuelven a la determinación y a la pre- los cuales la consideración de escenarios futuros es
sentificación de daños a la salud, aun tomando una constante en las propuestas de gestión de
las medidas preventivas, no tenemos certeza de varios aspectos de la vida. La prevención de riesgos
que los resultados de protección estén garantiza- tiene sus ambivalencias, según juicios eventual-
dos en función de las medidas tomadas. mente imponderables, pueden implicar medidas
La posibilidad, modo lógico de la estrate- procrastinatorias o intervenciones urgentes (1). En
gia de precaución, es el registro referente al imagi- estos casos, el principio de prevención o precau-
nario que, lejos de tener un carácter negativo de ción puede ser manipulado, de acuerdo a las cir-
algo imaginado o ilusorio, como comúnmente se cunstancias y, también, en base a los intereses
dice, solo puede ser pensado en su entrelazamien- involucrados. El ejemplo de la justificación de la
to con los niveles simbólico y real (49). La utiliza- guerra preventiva a Irak por parte de EE.UU. es un
ción de las estrategias de precaución en el campo triste emblema de la política a partir de esta racio-
de la salud (49), como construcción de posibles nalidad. Pero en esta trágica contingencia, la cons-
escenarios anticipatorios a daños existentes o pro- tatación de la insuficiencia de las evidencias solo se
yectados, desempeña el papel no menospreciable confirma a posteriori. O sea, solo después de que
de anticipar, y en este caso también de contener el futuro se torna presente, es posible saber si las
reacciones de pánico o intranquilidad generaliza- especulaciones anticipatorias se confirmaron.
dos que muchas veces desarrolla el imaginario Por último, asociamos la estrategia de
social frente a lo desconocido. Promoción de la Salud a los modelos de imprevi-
En la formalización propuesta, el regis- sibilidad de los eventos, incorporados en las
tro del imaginario da consistencia al mundo ciencias como emergencia y en la filosofía como
humano poblando con escenarios las posibilida- contingencia. De todas las modalidades lógicas,
des de existir. Así, la consistencia de los límites esta es, seguramente, la que más se resiste a una
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aprehensión directa de su sentido. En otras pala- Salud orientadas exclusivamente, o predominan-


bras, se trata de la ocurrencia de un evento que temente, por una renovación del concepto de
hace cesar, que interrumpe bruscamente un esta- riesgo (como hicimos anteriormente al proponer
do anterior, pero que, en conformidad con lo real, una quinta categoría de riesgo: el riesgo contin-
no se inscribe como hecho. Podrá ser, retroactiva- gencial) estaremos priorizando, tal vez indebida-
mente, integrado a la cadena significante como mente, una visión unidimensional y mecanicista
soporte de estrategias que fomenten acciones glo- del proceso salud-enfermedad-cuidado. Esta solu-
bales de supervisión y vigilancia, como las prácti- ción corre el riesgo de crear un nuevo panopti-
cas actualmente denominadas de Promoción de con, alimentado ahora por las nuevas tecnologí-
la Salud, destinadas a detectar, comprender y sig- as de vigilancia epidemiológica, sus sensores y
nificar emergencias-ocurrencias-contingencias monitores.
para, a partir de allí, reconocer (para hacer cesar Debemos entonces evaluar como alter-
sus efectos) eventos futuros similares (50). nativa o complemento, el fomento de prácticas
Como su nombre lo indica, los con- de Promoción de la Salud basadas en procesos
ceptos de emergencia o contingencia articulan gerenciados por los sujetos y grupos afectados
acontecimientos, de los que solo podemos por los daños a la salud, focalizando conceptos
constatar sus efectos, y ante la imposibilidad de como vulnerabilidad (51), por ejemplo. Tal pers-
proponer medidas de acción retroactivas, indi- pectiva nos permitirá superar o considerar pro-
car formas de precaución de base analógica. En blemas conceptuales, metodológicos y prácticos,
general, son acontecimientos desencadenados producto de la mera actualización del concepto
por factores múltiples e interconectados, estruc- de riesgo sin considerar los sentidos políticos de
turados en redes abiertas, lo que imposibilita la gestión de los riesgos, es decir, sus orígenes y
establecer entre ellos relaciones lineales de cau- consecuencias políticas.
salidad. En la esfera de los acontecimientos con- El desarrollo, actualmente en curso, de
tingentes, pensamos que es de especial valor, un marco teórico que tenga como base la noción
como tipología de intervención más adecuada, de vulnerabilidad, tiene como pretensión produ-
la utilización de la teoría de redes como mapa cir "saberes mediadores", que, sin despreciar las
conceptual no solo explicativo –en este caso, contribuciones positivas de la epidemiología (y
como modelado de sobredeterminación–, sino de otras ciencias de la salud), puedan aproximar
también como diseño metodológico para pro- sus concepciones a la aprehensión de situaciones
gramas de Promoción de la Salud. sociales determinantes de la epidemia y de sus
No obstante tales aperturas y posibilida- posibilidades efectivas de control. La epidemiolo-
des, caben algunas preguntas: ¿Será que cada vez gía nos puede mostrar quién, dónde y cuándo
más se concebirá la idea de salud a partir de la está, o podría estar, más involucrado en situacio-
noción de seguridad, la cual será mediada por nes de riesgo para la salud. Pero para poder
métodos, estrategias y técnicas de vigilancia en entender porqué y trazar caminos para intervenir
salud? ¿O lo será por medio de ejercicios de auto- sobre ese proceso también resultan necesarios
vigilancia? ¿Pero dónde están los sujetos que saberes mediadores, síntesis en las cuales los
sufren? ¿Y los agentes que operan las prácticas? ¿Y aspectos políticos, éticos, culturales y psicoafecti-
los gestores que se responsabilizan? ¿Cómo des- vos puedan mostrarse en la concretitud de su
viar finalmente el foco de una gestión de las enfer- complejidad social.
medades y sus riesgos hacia una política de salud? De este modo, como ya fue desarrolla-
do anteriormente (51), la vulnerabilidad puede
ser definida como una síntesis comprensiva de
SENTIDOS POLÍTICOS DEL CONCEPTO las dimensiones comportamentales, sociales y
DE RIESGO político-institucionales implicadas en las diferen-
tes susceptibilidades de individuos y grupos
poblacionales a un daño a la salud y sus conse-
De hecho, si ponemos en práctica una cuencias indeseables (sufrimiento, limitación y
definición de estrategias para la Promoción de la muerte).
RIESGO: CONCEPTO BÁSICO DE LA EPIDEMIOLOGÍA 339

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La adopción de la perspectiva de la vul- deber de participar de ellas). Es necesario que los
nerabilidad tiene implicancias en diversos órde- sujetos directamente involucrados en las situacio-
nes. Como forma de conocer, imprime la necesi- nes participen activamente de ese proceso y los
dad de procedimientos sintéticos e interpretati- reconstruyan con nosotros.
vo/comprensivos, de carácter transdisciplinario. Cualquier intento de aprehender una
Como recurso para la planificación, la noción de situación-problema desde una perspectiva que
vulnerabilidad refuerza la importancia de la poli- no incluya de algún modo a los participantes de
tización radical de esta práctica, ya que siempre la situación-problema, estará produciendo un
remitirá a aspectos relacionales, valorativos y de saber dirigido siempre hacia la abstracción,
visiones del mundo, en la definición de los "qué requiriendo, como vimos, saberes que lo recon-
observar/qué hacer". Asume también el carácter duzcan a síntesis más pragmáticas. Por otro lado,
siempre procesal, nunca finalista, de esta prácti- un saber puramente pragmático, inmediatista,
ca, dado que, en cada nueva situación alcanzada, incapaz de distanciarse a niveles más abstractos
entrarán en escena nuevos horizontes de intere- para dar nueva inteligibilidad a las situaciones en
ses, concepciones y valores. las cuales son generados, pierde también capaci-
Por lo tanto, existen dos supuestos que dad crítica, pierde potencial de visualizar regula-
son indisociables de la construcción del marco de ridades, tendencias y mecanismos que pueden
la vulnerabilidad. Como elemento mediador, vol- ser de fundamental interés, como el concepto
cado a una síntesis de saberes pragmáticamente epidemiológico de riesgo.
vinculados a la acción desde una perspectiva Cabe resaltar, que no se trata aquí de
sociosanitaria, los diagnósticos de vulnerabilidad desconsiderar el poder del conocimiento dispo-
presuponen intersubjetividad y construccionismo. nible sobre el riesgo, importante para las técnicas
El supuesto de la intersubjetividad, y conjuntos de prácticas con vistas a la preven-
tiene que ver con asumir el carácter interactivo ción de enfermedades a nivel poblacional. Sino
de toda práctica con implicancias sobre el proce- más bien señalar los posibles efectos de las exa-
so salud-enfermedad-cuidado. O sea, más allá de geraciones en su utilización, como también resal-
la posición filosófica que adoptemos, dado que tar su vinculación con los aspectos indeseables
nuestras identidades, discursos y nuestra raciona- de las configuraciones socioculturales corrientes
lidad se originan siempre en encuentros entre que deben ser mejoradas. Innegablemente, el
sujetos y siempre estarán vinculados a esos cálculo del riesgo, en términos de su orientación
encuentros, es coherente asumir que, cuanto más temporal futurológica, desempeña un importante
busquemos un saber pragmático, volcado hacia papel al viabilizar el delineamento de regularida-
las prácticas que involucren de un modo inme- des y patrones, hasta que se puedan ordenar las
diato relaciones interpersonales (como las rela- apariencias, de modo de producir algún sentido
ciones sexuales, el sida, situaciones de conflicto, de previsibilidad con vistas al control y a la pre-
violencia, etc.), más debe focalizarse nuestra vención de los daños, y a la protección y promo-
atención hacia la intersubjetividad. Lo que hace a ción de la salud.
las personas vulnerables son siempre interaccio- La metáfora del panóptico de Bentham,
nes, relaciones que necesitan ser identificadas, propuesta por autores foucaultianos para analizar
problematizadas y transformadas. la problemática conceptual de la salud en la
Como consecuencia necesaria de la sociedad, tuvo una enorme influencia en el
asunción radical de intersubjetividades, como campo teórico de la Salud. Para algunos críticos,
foco de problematizaciones de la vulnerabili- en la actualidad, tal metáfora ya no es adecuada
dad, se torna esencial que cualquier movimien- para lidiar con los elementos tecnológicos-comu-
to de superación de las situaciones-problema, nicacionales presentes en la producción de la
de las situaciones de vulnerabilidad, impliquen subjetividad en las sociedades contemporáneas
una actitud construccionista. No es posible que (52,53). En el caso de la autovigilancia, se perci-
nosotros, como profesionales, científicos y téc- ben otras señales que pueden ser mejor represen-
nicos, podamos unilateralmente encontrar solu- tadas por la noción de sinóptico. Si en el panóp-
ciones de superación (aunque tengamos el tico, muchos eran observados y controlados por
340 NAOMAR DE ALMEIDA FILHO, LUIS DAVID CASTIEL, JOSÉ RICARDO AYRES
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pocos, a través de puntos privilegiados de obser- acciones, sean propias o ajenas, o relativas a
vación supuestamente activa, en el sinóptico, objetos que, a través de algún compromiso, les
muchos observan pasivamente a pocos y se auto- fueron confiados. Cabe destacar que, bajo estas
controlan por efecto de demostración y conven- circunstancias, se está sujeto a las dimensiones
cimiento (algo semejante al otro Big Brother, el de la ley, de los usos y costumbres y/o de la
de los "espectáculos de realidad" televisiva). conciencia.
Para comprender el predominio de la De cualquier forma, hay que tener en
noción de riesgo en el imaginario contemporá- cuenta el énfasis moralista de las complejas
neo, ha sido bastante utilizada otra noción fou- sociedades modernas y su correspondiente preo-
caultiana: gubernamentalidad (yuxtaposición de cupación por la responsabilidad y culpabiliza-
gobierno con mentalidad). No vamos aquí a ción (1,39,52). La responsabilidad consiste en
entrar en la descripción de los orígenes de la una idea normativa que posibilita y sustenta
noción de gubernamentalidad. Según Lemke ordenamientos esenciales a la organización de
(54), el aspecto que nos interesa es aquel desarro- los colectivos humanos. Es inevitable la asocia-
llado por Foucault para abordar la capacidad del ción de "responsabilidad" con "culpa", especial-
individuo autónomo de autorregularse y cómo mente en lo referente al incumplimiento de las
esto se vincula a las dimensiones políticas y eco- obligaciones. La visión moralista, a partir de
nómicas de explotación. Muchas de las críticas a raciocinios que apuntan a establecer causas bien
la idea de promoción de la salud y al neolibera- definidas, procura localizar y punir responsa-
lismo (y cómo se relacionan de modo recursivo) bles/culpados por sus correspondientes faltas. No
se basan en este punto de vista (53). es común, en estas circunstancias, que exista
La gubernamentalidad se refiere a las mucha disponibilidad para el beneficio de la
formas de poder que trascienden el ejercicio duda en relación a la indefinición de las causas
directo de la dominación, mediante la producción efectivas o de la culpabilidad de los reos. Es sabi-
de subjetividad. Para esto, sigue una racionalidad do que la perspectiva moralista, además de incli-
que define finalidades de acción y modos apro- narse hacia el maniqueísmo, no suele reconocer-
piados de alcanzarla. Las formas de control a tra- se como tal.
vés del autogobierno son denominadas "tecnolo-
gías de sí mismo". En síntesis, el autocuidado es
una estrategia de hacer que los individuos sean EPÍLOGO: POLITIZAR LAS RELACIONES
personalmente responsables de la gestión de ries- ENTRE EPIDEMIOLOGÍA, ENFERMEDAD,
gos socialmente generados. Un trazo distintivo de RIESGO Y SALUD
la racionalidad neoliberal consiste en la yuxtapo-
sición entre el individuo moral y responsable con
el individuo económico y racional. La noción de Nuestras ciencias, como construccio-
libre albedrío se afirma tanto en el sentido del nes racionales, son "mensajes" que nos envia-
derecho a decidir como en el de la libertad de mos acerca de la facticidad de nuestra vida, dis-
elección. Esta es necesaria en la ecuación que cursos capaces de interferir sobre las condicio-
desemboca en la responsabilidad de las acciones nes que regulan nuestra existencia material y
y de sus consecuencias para este individuo. práctico-moral, preguntas y respuestas con las
En este punto, es importante delinear la que reaccionamos a las interpelaciones de nues-
noción de responsabilidad frente al riesgo. tras experiencias (55).
Sabemos que tal tema permite complejos aborda- Según Canguilhem (56), es posible
jes ético-filosóficos y/o jurídico-legales que por aceptar que nuestros discursos científicos sobre
cierto no caben aquí. Por el momento, basta con- el padecimiento son como "dispositivos" vitales
siderar que la idea de responsabilidad, en térmi- que buscan mantener una organización abierta,
nos generales, implica fundamentalmente la una permanencia que se da por la capacidad de
noción de deber u obligación de individuos/insti- percibir y responder a lo imponderable de nues-
tuciones de rendir cuentas ante instancias de regu- tro medio (socialmente biológico, biológicamen-
lación –concretas o simbólicas– por determinadas te social). Somos seres creadores, e incluso, por
RIESGO: CONCEPTO BÁSICO DE LA EPIDEMIOLOGÍA 341

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eso mismo, vivimos en un medio en constante vida, inhibiendo la manifestación de formas más
mutación. El cambio es nuestra marca de origen, ricas y activas de salud. Bajo una comprensión
condición de posibilidad de nuestra existencia y contrafáctica, la enfermedad obliga a pensar
el elemento necesariamente incluido en nuestra sobre aquello que, estando de un modo, podría
permanencia. Ahora bien, justamente por eso, estar de otro; obliga a reflexionar sobre otros
toda la normatividad que creamos por intermedio modos en los que la vida podría estar transitando,
de la razón, toda la adecuación que hacemos de motivando y organizando cambios, buscando
nosotros mismos, en nuestros modos de vivir en enriquecer sus cualidades.
común y en nuestro medio, de manera de seguir Una consecuente asunción del carácter
viviendo, y para vivir mejor, jamás puede ser contrafáctico del objeto enfermedad conduce, a
concebida a priori, de modo unívoco y perma- su vez, a la necesidad de transformación del tipo
nente. La vida humana solo percibe algo que pre- de respuesta a ser dada a la positividad del daño:
cisa cuando, de algún modo, ese algo se le pre- de un intento siempre vinculado a su supresión o
senta como carencia, como falta. prevención, a su incorporación en un movimien-
Es esta percepción la que lleva a to interpretativo, que haga emerger y criticar los
Canguilhem a afirmar que, aunque epistemológi- contenidos valorativos, normativos, que están en
camente, lo fisiológico, como funcionamiento nor- la base de su positividad. Este movimiento impli-
mal de la economía orgánica humana, dé sustento ca un activo tránsito interdisciplinario. Si no, ¿de
a la enunciación científica del fenómeno patológi- qué forma identificar, interpretar y validar, de
co, este lo antecede ontológicamente. Lo patológi- modo auténtico, verdadero y legítimo, las dife-
co precede a lo normal, y lo define. Los obstácu- rentes dimensiones de la vida negadas por los
los a la vida humana son los que la hacen inteligi- daños y padecimientos? La fusión de los horizon-
ble a sí misma en sus exigencias y preferencias. En tes discursivos de las diversas disciplinas científi-
ese sentido, cabe preguntar: ¿hasta qué punto es cas requiere no el abandono de un discurso en
deseable, racional, práctico, buscar aprehender pro de otro, sino la creación de categorías que
científicamente la salud? ¿Será el ideal de organi- expresen los nuevos contornos que adquieren
zar las prácticas de salud en torno a los aspectos sus concepciones a partir de las luces que sobre
que no se restringen al tratamiento de patologías o ellos proyectan los discursos de otras disciplinas
prevención de daños, dependiente incluso de una (más allá de los discursos "no disciplinados").
conceptualización positiva de salud? Justamente, hay que buscar marcos y
La respuesta tal vez no esté en la oposi- categorías teóricas que permitan hacer dialogar a
ción entre salud y enfermedad. La construcción de los instrumentos y hallazgos de la epidemiología.
la salud posiblemente necesitará siempre de los Tales categorías, al ofrecer la positividad que la
problemas, de los obstáculos, de los daños, para epidemiología confiere a los riesgos y daños a
que pueda asimilar los propios intereses y medios relecturas transdisciplinarias, pueden potenciali-
de alcanzarlos, pero esa asimilación podrá ser zar la contribución de esta ciencia al desafío de
favorecida y potenciada si tales problemas y obstá- promover la salud, tanto como protegerla y recu-
culos fueran tratados como "objetos contrafácti- perarla de los daños.
cos". Es decir, no es necesario abandonar la con- Claro que esa transdisciplinariedad no
ceptualización de las enfermedades para producir se construye de la noche a la mañana, ni por
conocimiento sobre salud, sino que indudable- decreto, sino que implica acuerdos técnicos e
mente resulta necesario interpretar y tematizar institucionales que permitan un efectivo tránsito
activamente qué valores están siendo obstaculiza- de sujetos entre diferentes áreas y grupos de pro-
dos por las patologías y riesgos, tal como los per- ducción científica (57). Este tránsito, a su vez,
cibimos, conceptualizamos y transformamos. encuentra serios obstáculos en las rígidas y pode-
Al ser considerada como un hecho en sí rosas fronteras disciplinarias, que delimitan no
mismo, la enfermedad (o sus riesgos) se absoluti- solo áreas de competencia científica, sino sólidos
za, esencializa y, como tal, permanece reprodu- intereses y poderes socialmente consustanciados
ciendo respuestas en una misma dirección y sen- y que no se dejan remover ingenuamente, sin
tido, cercenando los potenciales creativos de la resistencia (45, 58).
342 NAOMAR DE ALMEIDA FILHO, LUIS DAVID CASTIEL, JOSÉ RICARDO AYRES
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Por lo tanto, hay significativos esfuerzos de diversos órdenes (de carácter público y priva-
a ser emprendidos en el plano político para que la do; de diferentes áreas de competencia; de inves-
epidemiología y otros saberes puedan efectiva- tigación y servicios; etc.), se encuentra, en efecto,
mente dialogar, resumidos en la necesidad de un irresistible impulso a la efectividad y legitimi-
disolver la "feudalización" de las ciencias y sus dad de los diálogos transdisciplinarios. Tenemos
instituciones. En cuanto a eso, no parece haber todas las razones para ser optimistas en cuanto a
"solvente" más eficaz que el poder de la solución, estos reacuerdos en el campo de la salud, dado
es decir, la autoridad y legitimidad que provienen que las propuestas de Promoción de la Salud,
de la capacidad de ofrecer respuestas convenien- como también las de Vigilancia de la Salud, por el
tes y efectivas para situaciones que obstaculizan carácter politizado, democratizado y regionaliza-
el buen curso de la vida en el cotidiano. do que imprimen a la organización de las prácti-
En la capacidad de identificar problemas cas asistenciales, construyen un nuevo y muy
prácticos que agreguen el mayor número posible favorable escenario para que prevalezca el poder
de intereses sociales y de organizar en torno de de la solución, lo que, si estuviéramos en lo cier-
esos problemas, y no de áreas abstractas de exper- to, será esencial para la supervivencia, diversifica-
tise, esfuerzos transdisciplinarios e intersectoriales ción y perfeccionamiento del concepto de riesgo.

NOTAS FINALES

a. Este texto formará parte del libro Epidemiologia


& Saúde: Princípios, Métodos e Aplicações, organi-
zado por Naomar de Almeida Filho y Maurício
Lima Barreto, que será publicado por la Editora
Guanabara-Koogan, y cuyo lanzamiento está pre-
visto para mayo de 2010.

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FORMA DE CITAR
Almeida Filho N, Castiel LD, Ayres JRM. Riesgo: concepto básico de la epidemiología. Salud Colectiva.
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Recibido el 9 de agosto de 2009


Versión final presentada el 22 de septiembre de 2009
Aprobado el 15 de octubre de 2009

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