El auditorio León de Greiff, ubicado en el interior de la Universidad Nacional, es la

sede principal de la orquesta filarmónica de Bogotá, fue inaugurado en el año

1973 y es reconocido como monumento nacional por su arquitectura moderna y
catalogado como una de las mejores salas de conciertos en América latina gracias
a su excelente acústica; pero, ¿Qué hace que el proceso de percepción auditiva
en este recinto destaque respecto a otros?

Cabe destacar principalmente, que la sala no presenta influencia alguna de ruido

exterior producto de carreteras con alto flujo vehicular o zonas industriales; su
particular construcción en forma de diamante, se compone de muros de concreto
de 40 cm de espesor sobre los que se han añadido paneles y listones de madera
con características absorbentes para bajas y medias frecuencias los cuales
ocupan aproximadamente el 90% de la superficie1; cuenta con una capacidad para
1619 espectadores y está constituido en tres secciones, baja, media y alta,
construidas con una altura ascendente respecto a su cercanía al escenario.
Mediciones realizadas en esta sala permitieron determinar un valor de tiempo de
reverberación de 1,9 segundos para frecuencias bajas y medias; sin embargo,
establecer la clase de música que se adecúa correctamente a este tiempo, es
decir, composiciones que posean una textura agradable para los espectadores, se
determina a través de un proceso netamente de escucha, en la cual el oyente
identifique cualidades y desventajas sonoras que le dan al recinto su identidad.
Como ingenieros, al realizar un proceso perceptual en un recinto debemos tener la
capacidad de identificar factores diferenciales que se involucren directamente con
la buena acústica de una sala.

Desde una perspectiva personal, al desarrollar el proceso experimental de

escucha en el auditorio León de Greiff, posicionado en la gradería media central,
tuve la experiencia de escuchar la orquesta filarmónica de Bogotá, dirigida por
Carlos Izcaray (director venezolano invitado) y una presentación del pianista
Sergei Sichkov (Rusia) interpretando sinfonías pertenecientes al periodo
romantico y siglo XX, tales como Concierto No. 1 en Re bemol mayor de Serguei
Prokofiev o La Boutique Fantasque de Rossini, permitieron disfrutar de una gran
calidad acústica e interpretación de los instrumentos de cuerda y viento.

Existieron momentos en los que la lira tenía compases en los cuales destacaba en
la sinfonía, y aunque se encontraba posicionada en la parte trasera del escenario,
se lograba distinguir con una gran claridad y brillos característicos de este
instrumento, aunque no era percibida una gran profundidad en sus notas; en el
momento de interpretar en unísono la pieza de Serguei Prokofiev junto con el
pianista invitado logré percibir cierto fenómeno de enmascaramiento por parte de
la orquesta al piano, esto probablemente por la direccionalidad que tenía el
instrumento respecto a mi posición o por el proceso de amplificación que tenían
los instrumentos de la orquesta. El piano individualmente se escuchaba con un
gran cuerpo, a pesar de que el intérprete tocaba unas notas con mayor intensidad
que otras, lograban percibirse con una gran claridad y sin saturación, a pesar de
contener un gran cuerpo no se percibían reflexiones largas provenientes de las
superficies.

Relacionando los valores de tiempo de reverberación presentados en el libro de

Leo Beranek para el periodo romántico y el ofrecido por la sala para las
composiciones presentadas se evidencia una clara relación, lo cual fue principal
para que la composición tuviera una gran claridad en su interpretación, así mismo,
según lo descrito desde la perspectiva de un director de orquesta, Herbert von
Karajan, al ser la sede principal de la orquesta filarmonica de Bogota, esto implica
que esta orquesta desarrolla un sonido caracteristico el cual se acomoda a la
respuesta acustica que ofrece su sala principal, lo cual implica que es el lugar
donde interpreta con una mayor claridad las piezas musicales. En el auditorio
Leon de Greiff se han tenido en cuenta diferentes cualidades acusticas, desde su
construcción, propiedades de absorción, tiempo de reverberación, tratamiento de
la sala por medio del ingeniero encargado, etc., las cuales mediante un equilibrio
entre ellas, ofrecen al oyente una sensación auditiva completamente placentera la
cual determina una experiencia acustica que sobresale en relación a salas
similares. A medida de que se desarrolle el ejercicio de percepción en distintas
salas de conciertos, serán identificados con mayor facilidad los factores
diferenciales que le dan propiedad a cada sala, y se tendrá un mayor criterio a la
hora de seleccionar tanto un recinto, repertorio e interpretes con el objetivo de
obtener la sensación auditiva placentera que se está buscando.