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ejército

REVISTAILUSTRADADE
LAS ARMASY SERVICIOS
NÚM. 59G DICIEMBRE 1944

SUMARIO
El recluta. Notas para un Tratado de Psicología Militar. Ca
pitán Médico Ballesteros. — Cargas huecas. Capitán Gómez
Alba.—Pje de marcha. Alférez Médico Sanjuán.—Defenga
- ticarro. Cooperación aeroartillera. Comandante Pérez Hervella.
El ejercicio físico. Capitán Sarasa.—Fundamentos matemáti-.
cos de los engranajes de ruedas de fricción utilizados en las
direcciones de tiro. Comandante Salvadór.—Trazado automá
lico de curvas circulares sobre el terreno. Capitán Nájera.
Pendiente y contrapeudiente. Teniente Coronel López Muñiz.
Min•ás antitanques. Capitán Nadal. — Selección e instrucción
de -observadores y telemetristas. Comandante González A riz
rnendi.—Defejjsa inmediata de la Artillería. Comandante Soto.
Información e ideas y reflexiones.—Bibliográfica.

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MINISTERIODEL EJERCITO

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DIRECTOR:
.1 UFONSO FERNÁNDEZ, Coronel de E. M.
JEFE DE REDACCIÓN:
Coronel de E. M. O. José Díaz de VilIegas, Director General de Marruecu y Colonias.

REDACTORES:
Coronel de Artillería D. José Fernández Ferrer, de la Escuela Superior del Ej érci ti>.
Coronel de Infantería D. Vicente Morales Morales, del Estado Mayor Central.
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1
NoTAS
ELkE(LUTP
PARA UN TRATADO D1I “PSICOLOGJA MILITAR”
Capitán Médico MANUEL BALLESTEROS BARÁHONA, de la 92 División.

A CABANde entrar los reclutas por la amplia puerta del cuartel. A su paso nos llama
la atención en seguida lo diverso y heterogéneo de esta masa humana, que ha dejado
sus hogares y familia para prestar el Servicio.
Tipos campesinos de atezado rostro curtido a la intemperie; rostros claros de los jóve
nes de la ciudad; manos encallecidas por el trabajo manual en la fábrica, el taller o el
campo; ojos acostumbrados a la intensidad del sol o a la disciplina intelectual; en fin: toda

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la variedad y distinta gama de la constitución corporal en esa edad juvenil del ingreso
en filas.
Poco después, cuando van distribuyéndose por los locales donde han de quedar alo
jados, veremos cómo estas diferencias externas quedan aún más acusadas en su manera
de comportarse y reaccionar en sus primeras horas de cuartel. Junto al joven que mira
tímido a su alrededor con aprensión y miedo, vemos al que observa con descaro todo lo
que le rodea y pronto entabla comunicación con los veteranos que se acercan a su grupo.
Apenas si podríamos encontrar dós figuras análogas en lo exterior, y menos aun en su inte
rior, en sus caracteres espirituales.
No hay nada que dé más sensación de abigarrado y vario como estas masas que perió
dicamente hacen su ingreso en el Ejército.
Si, por el contrario, fijamos nuestra atención en la más próxima formación de los sol
dados veteranos, que llevan ya tiempo en las filas, percibimos cómo, en enorme contraste
con lo heterogéneo de la colectividad recién incorporada, allí reina la armonía, la unidad,
el conjuiito. Es natural que haya las mismas diferencias psíquicas y físicas que en nuestro
primer caso; pero quedan absorbidas por un tono armónico, donde los resaltes son míni
mos y en donde apenas hay ninguno que desentone del conjunto que constituyen.
Unos y otros, reclutas y veteranos, han llegado al cuartel desde idénticas procedencias
y orígenes. ¿Qué ha ocurrido, pues, para que se produzca una tan radical transformación?
¿Qué ha pasado, qué se ha hecho de aquel recluta de hace meses, transformado en este
veterano de hoy?
Porpie la diferencia entre recluta y veterano no se hace patente sóio en lo externo, el
uniforme, la marcha o la instrucción, sino también marcadamente acusada en su interior,
en su desenvolvimiento psíquico, en su personalidad individual. Tiene el veterano una
tónica psicológica que ha adquirido en los días de Servicio, y en la formación de la cual el
cuartel, que en un ayer no lejano le abrió sus puertas, ha venido a ser el troquel que impri
mió en su alma una nueva forma de pensar y obrar, un nuevo perfil al encararse frente
a la vida. Pero para ello insistimos: ¿qué ha pasado?
Todo es obra de un proceso evolutivo que, iniciado desde las primeras horas de su lle
gada al cuartel, cristaliza, con el discurrir del tiempo, en el formidable crisol de la vida
militar.

II

Lkgaron los reclutas. La materia prima ya está en el laboratorio; ahora hay que trans
formarla, moldearla, darle forma ‘concreta. Es decir, hacer de una colectividad diversa y
multiforme un conjunto homogéneo.
Para ello contamos con varios factores operativos. En primer lugar, el recluta llega al
cuartel en una edad esencialmente plástica, no sólo desde el punto de vista físico, sino
también, y desde luego en mayor proporción, desde el punto de vista espiritual, psíquico.
En segundo lugar, en ningún ambiente se dan tan buenas condiciones para influir en la
psiquis del individuo como en el ambiente castrense. Todo lo pie rodea al recluta a su lle
gada al cuartel tiene un sello peculiar: el de la vida militar, que poco a poco se irá plas
mando en la materia prima, dándole ya desde los primeros días de su nueva vida un perfil
acusado. Por último, esta materia prima que nos entrega la Patria va a enfrentarse, por pri
mera vez para muchos, ante un hecho de extraordinaria importancia, cual es la vida en
común, el ambiente de colectividad en que ha de vivir durante el tiempo de su permanencia
en filas.

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Para muchos, esta vida en colectividad es la primera vez que se hace presente en su
existencia; para Otros, es quizá prolongación de un período vivido anteriormente en comu
nidad: la escuela, el internado, la fábrica o la Universidad. Pero, para todos, esta moda
lidad del ambiente con la que se ha de enfrentar el espíritu, es igualmente trascen
dente,
Pronto se inicia el cambio, y éste, como muchas de las transformaciones típicas del
alma, se preludia por un hecho externo, que no por exteriorizado deja de ser menos pene
trante. Nos referimos al uniforme. Quizá no se le haya dado toda la importancia psíquica
que tiene a esta cuestión; pero es indudable a todas luces que lo primero que influye y se
hace perceptible en la personalidad del recluta, lo primero que comienza a identificarlo con
lo militar, es el uniforme.
En los Ejércitos primitivos no existía el uniforme, como no existía la cadencia del paso,
ni la instrucción colectiva. Pronto se hizo patente la necesidad de algo que distinguiera
notablemente las fuerzas propias de las adversarias; y así, debieron surgir con el discurrir
del tiempo los tatuajes, las características de determinadas prendas del equipo o del arma
mento, y, por último, el iijnjfo La necesidad de distinguir las fuerzas propias de las
enemigas fué, pues, la que inició el uso del uniforme; pero estos fines, limitados en su ori
gen, se extendieron pronto hasta horizontes más extensos, porque el uniforme pasó de su
exclusiva utilidad externa para llegar a formar parte constitutiva y muy valiosa de un
sentimiento interior, de una manera de vivir, ser y pensar nueva.
Si bien es verdad que “el hábito no hace al monje”, no es menos cierto que dicho hábito
“caracteriza” externamente al religioso y que hace a éste sentirse, verse, un recordar con
tinuo que es monje, que a la larga influye y marca en su espíritu su especial cualidad.
Este inmiscuirse hacia dentro del hábitó o del uniforme, esta reflexión interna que llega al
espíritu desde el exterior, queda bien patente en frases que a menudo se pronuncian: “por
el honor del uniforme que visto”, “como iba de uniforme”, etc. Es decir, que de por sí el
uniforme, el hábito, impone en muchas circunstancias cierta norma de conducta, una pecu
liar manera de reaccionar ante estímulos ambientales de toda índole; de tal forma, que el
papel del uniforme o del hábito no se limita a dar un determinádo aspecto exterior al
militar o al monje, sino que su acción se extiende más allá y llega a los confines del alma.
Es en el militar profesional el sujeto en donde estos efectos se hacen más patentes. A
ningún observador le pasa inadvertido un militar vestido de paisano; a través del traje exte
rior se vislumbra siempre al hombre de uniforme, y sus movimientos, su empaque, su forma
de accionar, su “aire”, en fin, señala que estamos en presencia de un ser que, aunque des
provisto de su exponente externo castrense, no deja por ello de seguir siendo y actuando
como militar en todo el amplio concepto que esta palabra lleva tras sí.
He aquí, pues, que nuestro recluta ha dejado sus prendas de ciudadano civil, de pai
sano, y se viste el uniforme militar. Se ha iniciado el prólogo de su nueva vida; a partir
de aquí va quedando atrás, cada día más distante, su anterior vivir: su casa, familia, patria
chica, compañeros, toda su infancia y adolescencia. Se va desprendiendo de formas de
pensar. y reaccionar para adquirir poco a poco no sólo otra manera de actuar frente a la
vida, sino también un nuevo espíritu. Y ello porque la vida militar le deparará la consecu
ción de una meta que hasta entonces no alcanzó: su plena virilidad, la hombría completa.
Y es que el Servicio Mi][itar representa en ‘nuestra Patria el espaldarazo de lo varonil.
Antes de este Servicio sólo se completa la adolescencia; en él se plasma el hombre; pasado
el servicio, tenemos ya íntegra la transformación y se devuelve a la vida civil un hombre
completo, hecho, de aquel joven que se recibió. Si no hubiese otras razones, esta sola
transformación que cristaliza en el cuartel sería suficiente en nosotros para justificar el
Servicio Militar Obligatorio, y ello porque en España, donde la intensidad de la vida mo

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derna no alcanzó el auge que en otras naciones, es el Ejército el mejor medio con que se
cuenta para hacer completos ciudadanos.
En esto, como en otras muchas cosas, nuestras masas campesinas y aldeanas han cap
tado de forma más sensible que las otras capas sociales toda la importancia de la transfor
mación que se opera en el cuartel. Se sigue considerando en estos medios al varón, antes
del Servicio Militar, como adolescente, y, en consecuencia, no se le concede beligerancia
para determinados actos, que en estos ambientes siguen siendo trascendentales. No se le
admite como “novio oficial”, ni se le permite que fume ante el padre, ni puede hablar aún
de casamiento. Todo se aplaza para “cuando termine el Servicio”, porque hasta entonces
no se le acepta como hombre, como ciudadano.
El Servicio Militar es para nuestros jóvenes una magnífica escuela de ciudadanía, y
para nosotros, para los que estamos en el interior de la vida castrense, es además magní
fico observatorio, desde el cual podemos descubrir, respecto al soldado, el horizonte de su
porvenir, de su mañana, ya que el Servicio constituye magnífica piedra de toque para
valuar el temple de cada uno. El mal soldado es difícil que llegue a ser un buen ciudadano.
El que en el cuartel pasa por ser un vago, o un cínico, o un pobre de espíritu, en su vida
posterior, pasado el Servicio Militar, será un mal ciudadano, tachado con los mismos
defectos y lacras.
Pódemos estar seguros de nuestro diagnóstico en la mayoría de los casos, y si se pu
diese seguir la pista a todos los que, licenciados, se incorporan a la vida civil, veríamos
cómo los informes de los jefes de fábricas, empresas, trabajo intelectual, etc., habían de
coincidir, en su conjunto, con lo observado por los Oficiales en sus Unidades.
De forma que de esta heterogénea multitud se consigue la primera homogeneidad con
el uniforme. Ya comienzan a disminuir las diferencias, y embutidos en sus uniformes, el
obrero del campo y el de la ciudad, el artista, el científico y el universitario, adquieren un
mismo sello externo. Pero esto no son más que los albores; queda aún mucho camino por
recorrer. Toda la distancia de este camino la marca la enorme diferencia que existe entre
el recluta y el veterano. Ambos están ya igualmente vestidos, de la misma forma equipa
dos; pero a nadie le pasan inadvertidas las diferencias: se distingue al recluta aislado, en la
calle o en el cuartel; se le sigue distinguiendo y diferenciando en la formación, en el come
dor o en el dormitorio; más adelante estas diferencias disminuyen su perfil y, al cabo del
tiempo, todo vuelve a la homogeneidad. En el conjunto nada desentona. Se ha conseguido
plenamente la transformación completa de nuestro recluta. El mismo es el primero que
siente el cambio, que se da cuenta de con cuánta fuerza todo lo externo de su nueva vida
se va abriendo paso hasta el fondo del alma.

III

Deide el día de su llegada, ha salido al encuentro de nuestro recluta un compañero


que ya no le abandonará, que siempre dejará sentir su influencia sobre él, que continua
mente estará a su lado, que será de aquí en adelante como la sombra de su cuerpo, como
es su propio espíritu, su conciencia. Ha salido a recibirle la Disciplina.
Se ha dicho siempre, y en todos los tonos, que la disciplina es indispensable en el Ejér
cito; que sin ella no puede sobrevivir éste, etc., etc.; pero hay algo más. La disciplina no
sólo es indispensable en el Ejército, sino fuera de él, en todo orden de cosas y de ideas, en
todo medio ambiente de la categoría que sea, en toda la Nación, en toda nuestra vida.
La disciplina no es sólo aglutinante de una colectividad, sino que es igualmente necesaria

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para el individuo aislado. Es frecuente que, leyendo sobre estas cuestiones, nos salga al
encuentro un concepto que estimamos inexacto. Nos referimos al frecuente intento de de
finir la disciplina como un concepto hermanado con el de la obediencia. Y así se entiende
por muchos: la disciplina vendría a resultar una especie de obediencia llevada al máximo:
obediencia ciega, pasiva, a todo lo estatuido u ordenado.
No es sólo obediencia, aunque ésta sea indispensable para actuar disciplinadamente
El concepto de obediencia nos da idea siempre de una orden anteriormente recibida.
Es claro que para que “yo” obedezca, previamente he debido recibir una orden; es decir,
que existe una doble corriente entre lo ordenado y lo obedecido, el sujeto activo que ordena
y el que lo ejecuta. Ello puede inclinar a pensar que, al faltar el elemento propulsór, falle
necesariamente el ejecutante.
Es decir, que el concepto de obediencia lo entendemos como medio que nos lleva a
conseguir la disciplina en muchos casos; pero no deja de ser un medio como otro cualquiera,
por mucha que sea su importancia didáctica o espiritual, O sea: un concepto restringido,
mientras que la disciplina es en sí misma medio y fin. Concepto fundamental, cerebro que
concibe, plasma y ordena, y brazo que ejecuta. Es todo y parte, y lleva en su misma géne
sis, en su esencia, todos ios elementos necesarios para sus fines, sin que necesariamente pre
cise de medios que la auxilien, aunque se empleen éstos como coadyuvantes para facilitar
la identificación del sujeto con la idea. Pero nunca porque ella, la disciplina en sí, precise
auxiliares. Es un concepto tan fundamentalmente humano, tan consustancial con nuestra
sociedad, tan indispensable en la vida, tan identificado con el individuo, aunque éste en
casos apenas si se dé cuenta de lo arraigado que en su alma está, que en la misma idea de su
existencia lleva el germen de su desarrollo y ejecución.
La disciplina es única. No debe llevar apellidos; pero, sin embargo, en el medio militar
es donde su realización es perfecta, donde alcanza su máximum de efectividad, y ello por
las peculiaridades de la vida castrense, que hacen su realización absoluta. Esto ha trascen-
dido a todos los medios sociales, de tal forma que cuando se quiere dar idea de una colecti
vidad en donde el principio disciplinario es sustentado en forma aceptable, se dice que “allí
reina una disciplina militar”.
Sin duda alguna, la transformación más importante que sufre el recluta en el cuartel,
el cambio que en su espíritu se origina, que es de más amplios alcances y resultados, es el
que representa este enfrentarse con la disciplina. Desde el ingreso del recluta en el cuartel,
la disciplina le rodea. Cada hora de su día, cada acto de su vida castrense, está reglamentado,
distribuido, racionalmente dosificado, y en su psiquis esta reglamentación minuciosa de
las veinticuatro horas de un día deja pronta huella.
En el caótico desorden de los días pasados se ha puesto una armonía distributiva; se
hace del concepto abstracto y dispar del día una homogeneidad, una unidad racional.
Un día es ya una serie de actos, de trabajos físicos e intelectuales que desde su iniciación
siguen un curso dosificado progresivamente; coordinación de esfuerzos hacia un fin, que
marcan en el psiquis de quien los ejecuta una tendencia, ya irreversible, a la ordenación,
a la seriedad de las actividades, cualesquiera que éstas sean. No es difícil pensar las enor
mes ventajas que ello tiene cuando el día de mañana este soldado, que sale del cuartel para
incorporarse a la vida civil, en su oficio o profesión, en la aldea o en la ciudad, reanuda su
vivir, porque tenderá por sí mismo a la reglamentación, a la seriedad de sus actividades.
En unos, de forma consciente; en otros, de forma inconsciente y hasta rutinaria; pero en
todos bajo el influjo beneficioso de lo que captaron en los días del Servicio Militar.
Este es, pues, el primer resultado, porque esto es lo primero que se hace perceptible en
la vida de nuestro joven soldado. Pero ello no es todo, ni muchísimo menos. Porque, ade
más, ocurre que cada uno de esos actos, cada una de esas tareas en que se divide el día del
recluta, está, a su vez, también reglada y ordenada, y todas ellas cooperan uniformemente
a la labor de ir dejando en el espíritu de nuestro educando la huella profunda del concepto
vivido y real de la disciplina. Y así, por ejemplo, la instrucción, los movimientos de
conjunto.
Analicemos brevemente y desde el punto de vista psicológico lo que representa para el
individuo esta instrucción.
En primer lugar, e1 recluta se da cuenta de que se le exige la realización de un determi
nado movimiento a una determinada voz de mando; es decir, pronto se establece en su
espíritu este doble concepto de orden-ejecución, mandato-obediencia.
En segundo lugar, el acto que se exige de él no queda a su albedrío y libre interpreta
ción, sino que está sujeto a unas leyes determinadas, que se le han enseñado de antemano;
de forma que al establecerse ese doble concepto orden-ejecución, ésta no puede ser cumpli
mentada con intervención de su conciencia, ya que ella le daría una interpretación peculiar
a su normal manera de reaccionar, en un libre discurrir, sino que tiene que ser ejecutado el
acto requerido con arreglo a una idea preconcebida, ajena a la propia conciencia, porque e

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impuesta por una conciencia superior a la suya con autoridad. Pero como además se le exige
la ejecución del acto ordenado, rápidamente, sin que el sujeto tenga tiempo para esglosar
en su mente las distintas etapas del movimiento requerido, sin que pueda pasar lo. orde.
nado por todas las fases que pasan ios actos volitivos corrientes desde su concepción hasta
su ejecución, tiene, pues, forzosamente que seguir el camino más corto. Y el camino más
corto entre la voz que ordena y los músculos que ejecutan, pasa lejos de lo consciénte.
Osea: que se comienza a insinuar desde un principio en la psiquis del recluta la idea
subjetiva del obedecer ciego, del obrar inconsciente, guiado sólo por una voz que le manda
y dePorla que sólo el
último, sabe que hay
recluta que acatar;
no actúa en estaesinstrucción
decir, la obediencia perfecta.
aisladamente, sinoenque
la colectividad.
ha de acom
pasar sus movimientos a los de los restantes reclutas, ha de armonizar la ejecución del acto
ordenado con la ejecución de sus restantes compañeros de Unidad. No puede anticiparse
ni retrasarse, sino acompasar, ejecutar lo que se le pide con lo ejecutado. por el conjunto.
Es decir, que se ha de supeditar su tendencia volitiva, en el espacio, en la forma y en el
tiempó, a los demás, al conjunto. De aquí nace la idea, que se va introduciendo en su psiquis,
de la supeditación armónica, conjuntiva; idea de “equipo” que va desterrando la concep
ción. individualista de la vida tan desgraciadamente arraigada en nuestros climas.
Como vemos, esta instrucción, no siendo más que una de las muchas actividades en que
se distribuye el día militar, tiene, desde nuestro punto de vista, un resultado espléndido en
el camino de la transfo:rmación espiritual, psíquica, que el récluta experimenta.

Iv

La instrucción, además, como por lo general todas las distintas enseñanzas que se da
a los reclutas en el cuartel, es esencialmente educativa. Y ello porque está fundamentada
en un principio psicológico que es esencial en toda enseñanza, y que puede resumirse en la
fórmula siguiente: “Toda educación consiste en el arte de hacer entrar lo consciente en la
esfera de lo inconsciente” (Gustavo Le Bou). Para obtener este. resultado, hay que crear
en el recluta “asociaciones de ideas” primero conscientes, que se hacen inconscientes
en seguida.
Estas asociaciones que siguen la “ley de asociaciones”, base de la moderna psicología,
pueden reducirse a dos formas principales de asociación: la de conti.güidad y la de se
mejanza.
El principio de las asociaciones por contigüidad es, resumido, el siguiente: Cuando se
producen impresiones simultáneas o sucesivamente de un modo inmediato, basta que una
de ellas se presente al espíritu para que las otras aparezcan inmediatamente. El principio de
las asociaciones por semejanza puede formularse así: Las impresiones presentes reavivan
las impresiones pasadas que se les parecen. -

En el principio de las asociaciones por contigüidad está basada toda la educación de los
seres vivos. En este mismo principio está basada toda la técnica educativa de la instrucción
militar.
La función del cuartel como elemento educador es la de crear o corregir los actos refle
jos necesarios para las asociaciones de que antes hemos hablado. La moderna psicología
ha demostrado que el papel de lo inconsciente en la vida diaria es inmensamente superior
al. papel del razonamiento consciente, y que estos actos reflejos artificiales, modificadores
de lo inconsciente, se crean siempre por asociaciones conscientes al principio. .

No ejercidos de continuo, -los actos reflejos adquiridos por la educación tienden a diso

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ciarse; de aquí la necesidad absoluta de actuar sobre los individuos continuamente, de repe
tir una y otra vez los movimientos, las enseñanzas. Por ello la educación militar está
basada, muy acertadamente, en la repetición; esa repetición continua de movimientos,
actos y explicaciones, que puede parecer a algunos superflua, es el mejor camino para con
seguir la fijeza necesaria, ya que estos reflejos que así se van adquiriendo, emanados de la
costumbre, sólo la costumbre los mantiene. El equilibrista, el jinete, el músico tienen
necesidad de ejercitarse continuamente para evitar la disociación de los reflejos que han ad
quirido tan penosamente.
Así, pues, uno de los fines principales de la educación militar ha de ser crear pensamien
tos y actos reflejos artificiales que puedan, según los casos, desarrollar, o por el contrario
debilitar, los reflejos hereditarios de que todos estamos provistos. Todos los primitivos, sal
vajes, niños, y hasta en ciertas horas los hombres más civilizados, están guiados por sus
reflejos hereditarios. Cediendo a los impulsos del momento, sin pensar en las consecuen
cias, se conducen como el desharrapado que vende por la mañana su manta por un vaso de
alcohol, sin pensar que a la noche, cuando llegue el frío, le será necesario rescatarla, O como
Esaú, a quien la leyenda hace ceder su derecho a la primogenitura, derecho importante,
pero de utilidad remota, por un plato de lentejas, cosa poco importante, pero de utilidad
inmediata.
El individuo que llega a un alto grado de educación sabe servirse de sus reflejos, como
el pianista de su instrumento. La previsión de los efectos lejanos de sus actos le sirve para
dominar los impulsos, a los cuales se siente con inclinación a ceder.
Es decir, que esta labor educadora es un formidable coadyuvante para hacer penetrar
en el espíritu de los reclutas el concepto de la disciplina; pero de una disciplina perfecta que
es aquella que no está fundada en el temor al castigo, sino la que nace del interior, la dis
ciplina interna, ya que la que no tiene más sostén que e1 miedo a las leyes nunca es segura,
como una sociedad que reposa en el gendarme nunca es muy sólida. Esto se hace extensivo
no sólo a la vida castrense, sino a la total vida de la Nación, porque en ella una educación
inteligente que pueda crear esa disciplina, fijada por la herencia, se convierte en carácter
racial. Los ingleses colocan, con razón, en primer lugar las cualidades del carácter, el self
control; es decir, el dominio de sí mismo. Este dominio constituye, sin duda alguna, uno de
los elementos de su poder. Al “conócete a ti mismo” debemos oponer como más completo
el “domínate a ti mismo”. Conocerse, como dijo un filósofo, casi no se logra, y sólo sirve
para volverse excesivamente modesto. Dominarse se consigue algunas veces, y es una cua
lidad de la que se puede sacar mucho partido en la vida.
El papel de educador que correspondó al Jefe y al Oficial debe inclinarle a obrar sobre
lo inconsciente del recluta y no sobre su razón. Se puede, algunas veces, razonar ante él,
pero nunca contra él. Es, a nuestro juicio, completamente inútil explicarle el objetivo de la
voluntad que se le impone. La más pequeña disciplina, con tal que sea suficientemente in
flexible, es siempre superior al más perfecto y razonado sistema ético.
Quizá parezca esto a algunos excesivo; pero los españoles hemos debido aprender (jcon
cuántos sufrimientos!) a desconfiar de las ventajas del razonamiento para la educación de
masas. Insistimos, pues, en que la disciplina es superior a los razonamientos, y ello porque
la primera acaba, merced a la repetición de asociaciones, por crear conceptos reflejos que
adicionándose o superponiéndose a los reflejos hereditarios, puede fortificarlos o modificar
los cuando esto fuese necesario.
La disciplina externa nos es tan necesario el inculcarla, porque es el único camino que te
nemos para crear en el individuo la disciplina interna, cuando, como ocurre en la mayoría de
los casos, no se posee esta última. La habilidad manual del obrero, las virtudes profesionales
de los militares y de los marinos están formadas por la creación progresiva de tales reflejos.

lo
Los métodos a emplear para la creación de éstos varían, naturalmente, según las cosas
a enseñar; pero el principio fundamental es siempre el mismo: repetición de la cosa hasta
que sea perfectamente ejecutada. Sólo entonces se crean ios reflejos necesarios y puede
asegurarse que se han fijado por mucho tiempo. Para llegar a este fin, el educador ha de
obrar sobre el recluta por los diversos medios qúe la psicología nos enseña. La imitación, la
sugestión, el prestigio, el ejemplo, el estímulo, etc., son recursos que el Oficial debe saber
manejar y dosificar según los casos.
El razonamiento y la discusión son, repetimos, los únicos métodos que debe desechar en
absoluto. El ciclista, el jinete, el pianista no olvidan las dificultades que ha tenido que
vencer y los esfuerzos inútiles de su razón mientras no se crearon los reflejos necesarios.
Su aplicación consciente, sus razonamientos, no le daban ni el equilibrio sobre la bicicleta
y el caballo, ni la habilidad de dedos en el piano. Sólo cuando, por repetición de asociacio
nes convenientes se crearon reflejos y su trabajo se hizo inconsciente, pudieron montar,
sin dificultad, o tocar el piano.

De la misma forma qu.e a la entrada del recluta al cuartel le espera la disciplina, como
compañero inseparable, como amigo íntimo con el cual hay que contar continuamente,
también le aguarda en los primeros tiempos de su nuevo vivir un enemigo que, tímidamente
escondido, hace su aparición esporádicamente, en los ratos de ocio, al anochecer, en la sole
dad de su sueño. Es la Nostalgia.
Le hemos dado la denominación de enemigo, porque la nostalgia es un sentimiento
negativo en la vida del soLdado. Y como todo sentimiento negativo hay que combatirlo o,
mejor aún, encauzarlo. No es este sentimiento nostálgico del tipo constructivo, como puede
ser, por ejemplo, la nostalgia que de su Patria sienta un emigrado, que le hace tender al
retorno de la Patria, volver al regazo de la tierra que le vió nacer. La nostalgia del recluta
es un sentimiento de tristeza, cTeprofunda pena por el hogar y familia que dejó atrás cuándo
marchó con los demás mozos a incorporarse al Ejército, que si bien es verdad es un senti
miento muy humano y al cual se le debe considerar en principio como exponente de una
sensibilidad anímica encomiable, no por ello se debe perder de vista que es un sentimiento
que impulsa al psiquis de]Lrecluta a mirar con tintes sombríos su nueva vida, haciéndole
ver el cuartel como lo que mo-tivó la separación de su tierra y familiares más queridos.
En nuestro país, los más afectos por estos sentimientos nostálgicos son los de determina
das regiones, como Galicia y Canarias, sobre todo. La clásica “morriña” es tan acusada e
intensa en algunos tipos psicológicos, que por sí sola ha sido capaz, en casos, de impulsar
al suicidio o la deserción cuando ha aparecido en sujetos predispuestos a desequilibrios
mentales, siendo la causa desencadenante de su demencia.
Es lógico, humano, que al establecerse esta separación entre el reclutá y el medio am
biente en que discurrió su vida hasta el presente: familia, hogar, compañeros de infancia y
adolescencia, tierras y paisajes que aprendió a amar desde que tuvo uso de razón, su alma
sufra un rudo choque, sus sentimientos se vean inclinados al triste recordar del ayer.
Pero ello está dentro de lo normal sólo cuando se encierra en ciertos limites, de los cuales
no debe pasar. Por esto tiene extraordinaria importancia el conocimiento de tales estados
anímicos para el Jefe y el Oficial, ya que él, como educador, como pedagogo, debe valorar
el peligro que representa para el desarrollo de su labor de mando la existencia dentro de su
Unidad de estos sentimientos nostálgicos, que son no sólo contraproducentes para el buen
estado espiritual del recluita, sino también esencialmente expansivos, contagiantes para el
resto de los soldados.

11.
Hay que combatir este enemigo creando nuevos lazos afectivos, nuevos vínculos que sus
tituyan a los que rompió la separación familiar.
Con varios elementos podemos contar para ello. El buen humor, la camaradería y el
trabajo hacen la mayor parte; el resto lo completa la regulación de los ratos de ocio, propor
cionándoe al soldado honestas expansiones a través del recreo educativo y los dóportes.
El buen humor es un magnífico elemento que debemos utilizar para esta labor de crear
vínculos afectivos entre el soldado y el cuartel. Hay, pues, que fomentarlo y encauzarlo
de tal manera que nunca llegue a degenerar en otro peligro: la chabacanería. Una Unidad
en donde exista un “sano humor” lleva mucho camino recorrido para ser buena. Debemos
evitar por todos los medios que la colectividad adquiera un perfil agrio. De una tropa hosca
no se puede esperar nada bueno. Las amenas charlas, las canciones y la música, la alegría
en los juegos y en los ratos libres nos ayudarán notablemente.
No olvidemos que al verse separado de sus familiares el recluta, necesita afectos, y por
ello los crea o intenta crearlos. Su afecto lo consagra preferentemente en seres vivos; de
aquí el que cada uno se rodee de una “peña” de compañeros que le es querida al poco tiempo.
Insensiblemente, sin darse cuenta, compensa la separación de todos los que ama, uniéndose
a otros seres, con los que convive y que le son afines. Estos sentimientos hay que fomen
tarlos, pues lo contrario sería hacerle sufrir moralmente.
En estos afectos que se van creando, en estos lazos de que comienza a rodear su nueva
vida, está el germen de un sentimiento magnífico que es característico de la vida militar:
el Compañerismo. Es éste un sentimiento de solidaridad que constituye el aglutinante más
eficaz para la homogeneidad espiritual de la colectividad castrense. Sentimiento de compa
ñerismo que se inicia ya en los primeros días del Servicio por las agrupaciones más peque
ñas: la Escuadra o el Pelotón, y va poco a poco extendiéndose hasta las superiores.
En este orden de cosas, es bueno tener presente la desconfianza que nos debe inspirar el
soldado que reacciona ante la nostalgia retrayéndose y aislándose, rodeándose de una atmós
fera espiritual impenetrable a sus restantes compañeros. y enquistando su alma en un silen
cio hostil a todo intento de relación. No es infrecuente tropezar con esta clase de reclutas
en los primeros tiempos de la incorporación; después, poco a poco, la mayor parte de ellos
encuentran, por fin, compañeros más afines con su carácter, gustos o aficiones, y dejan de
vivir en el aislamiento espiritual del principio. Pero hay a veces tipos de éstos que se mues
tran reacios a todo acercamiento y, por el contrario, cada día que pasa viven en mayor
soledad. Son éstos precisamente ios que más importa estudiar y vigilar con cariño. El Of i
cial que observe alguno de ellos en su Unidad, tiene buena ocasión para adiestrarse en su
labor de captación, porqúe estos casos suelen ser difíciles de corrección. La conducta a
seguir nos la ha de señalar un detenido estudio de su psicología, de su forma de reaccionar
ante situaciones que nosotros mismos les vayamos presentando. Muchas veces una simple
conversación a solas y en tonos cariñosos nos da la solución del problema: un complejo de
inferioridad que tiene su origen en algún defecto físico o psíquico; inadaptación espiritual
a la vida en colectividad; un problema sentimental o económico de cualquier índole, o una
aversión profunda a la vida castrense, que en la mayoría de los casos es el resultado de
una educación errónea o malintencionadamente dirigida, etc., etc.
Con una inteligente labor podemos ganar a estos individuos, voluntariamente despla
zados, para la colectividad; es de. suma importancia no abandonarlos a sus solos pensa
mientos y problemas, y hemos de ser nosotros los que nos esforcemos continuamente en
hacerle salir del círculo vicioso que se formó en su espíritu. Enormemente nos interesa,
pues ya se comprende cuán impórtante es crear vínculos de solidaridad y compañerismo
entre todos y cada uno de los componentes de determinada Unidad. Lo contrario sería
seguir una conducta peligrosa y nociva. Pensemos siempre que un soldado que en esa

12
edad[ juvenil del Servicio Militar no siente la necesidad de expansión espiritual que repre
senta la conversación, el intercambio de ideas, pensamientos y sentimientos, aunque exte-
riormente se comporte de manera excelente, no podemos considerarlo como un soldado
“completo” ni estar seguros de su actitud y forma de reaccionar en determinadas circuns
tancias.
Antes de finalizar esto, digamos también que un recluta normal espiritualmente puede
malograrse y pasar a ser mi “desplazado” en la colectividad, engrosando el número de los
hoscos y espiritualmente resentidos, si nosotros no intervenimos con oportunidad. Con ello
nos referimos a ese tipo de recluta que por cualquier causa, casi siempre defectos físicos o
un nivel mental menos elevado que el desus compañeros, desde los primeros días de su
acceso al cuartel es objeto de todas las bromas y sátiras, y blanco de todas las injusticias de
sus restantes compañeros. Esto hay que evitarlo siempre y por el medio más eficaz, pues si
desamparamos a tales individuos, nos hacemos cómplices de una injusticia colectiva que
nos dará como resultado final un mal soldado y un mal ciudadano.
Es claro que si el recluta añora su hogar entre todas las cosas, nosotros hemos de hacer
de tal forma que encuentre en el cuartel, a poco de vivir en él, un ambiente hogareño. lo
más análogo posible al suyo. En este aspecto nos puede ayudar sobremanera el cuartel mis
mo. Nos referimos al cuartel en sí, a su aspecto físico, al edificio aislado. Las modernas edi
ficaciones militares no dejan nada que desear en este aspecto. Háy que procurar hacer del
cuartel, siempre que sea posible, un hogar con luz y sol; un refugio de paz, orden y descanso.
Por ello ha sido un formidable acierto la creación del Hogar del Soldado en los acuar
telamientos. Con ello se persigue crear en el interior del cuartel un centro de esparcimiento
y recreo que impulse al soldado a la permanencia en él, para ir desterrando esa imagen
triste y desconsoladora que, por fortuna, va desapareciendo del soldado, que en las horas
de paseo diarias o en los días festivos busca esparcimiento en bares y tabernas o, lo que
es peor aún, en las casas de prostitución, donde, entre procacidades y chabacanerías,
pierde la salud del cuerpo y del alma, llevando a su hogar, a su regreso del Servicio, la tara
de enfermedades que el día de mañana han de presentarse como estigma bochornoso en su
mujer e hijos, cumpliéndose así el triste designio de que nos hablan las Escrituras: “Los
padres comieron uvas verdes y los hijos sintieron la dentera.”

VI
Poco a poco nuestro recluta se va centrando en esta su nueva vida y va adquiriendo su
personalidad castrense. El uniforme ya le va más airoso; la instrucción, tan penosa en un
principio, resulta más amena y fácil de realizar; le agradan sus movimientos y comienza a
admirar la marcialidad de las formaciones de conjunto y los desfiles. Las enseñanzas teó
ricas se le van haciendo cada día más asimilables, y, en fin, el desquiciamiento afectivo, que
se originé en los primeros días de su nueva vida, va perdiéndose entre las brumas del pre
térito para dejar paso a la realidad de su actual vivir.
Dentro de la colectividad del cuartel, cada uno ha buscado su ambiente más afín,
rodeándose de amigos, casi siempre del mismo pueblo o región, y el sentimiento de cama
radería se va haciendo cada vez más firme a medida que el tiempo lo va separando más de
su ambiente familiar.
Con el transcurrir castrense, el recluta va perdiendo aquel aspecto exterior de que
hablamos, y en su interior ábrense camino nuevas ideas, nuevas enseñanzas y, sobre todo,
un nuevo concepto de la existencia. Poco a poco es educado e instruído. Es tan sólo el cuar
tel el único centro donde se adquiere ese espíritu de solidaridad y disciplina de que care
cemos los latinos. En el Ejército se aprende primero a soportarse mutuamente; después, a

13
ayudarse, y, por último, a amarse. Se aprende la disciplina cuando se conoce su necesidad.
Se aprende a dominarse y se adquiere el sentimiento del deber cuando ci medio lo impone.
Para disciplinarse a sí mismo, cuando no se está por herencia, es preciso, al principio, haber
sido disciplinado por otros. A la disciplina externa sucede pronto la interna por asociación
inconsciente de reflejos. El hombre que no sabe soportar la primera para adquirir la segunda,
será siempre un insignificante.
Todo esto lo capta el recluta y queda registrado en su espfritu con huella profunda.
Unos sienten la transformación y la registran de forma consciente; otros, inconscientemente;
pero en todos quedará para siempre constancia de tantas y tan importantes enseñanzas.
La permanencia en el Ejército enseña al soldado, además, otra cosa. Le enseña, sobre
todo, a que el mismo conozca el valor de su trabajo, a que sepa apreciarse a sí mismo, no
como un número en la colectividad, según idea que pretendieron esgrimir algunos intelec
tuales para combatir el Servicio Militar como anulador de la personalidad individual, sino
como un elemento pequeño, si se quiere, pero indispensable a la Nación. Aprende a valuar
por sí todo el papel que le corresponde desarrollar como ciudadano.
Lo primero que capta el recluta a poco de estar en el Ejército es a valorar la impor
tancia de la misión que le exige la Patria. Y así, puede afirmarse que no hay un solo soldado
que a poco de vivir en el cuartel considere la realización del Servicio que le corresponde den
tro de su Arma o Cuerpo como inferior en importancia a la de los demás compañeros de
armas. Ello es reflejo del cuido y minuciosidad con que se le exige, desde el primer día, que
desempeñe su trabajo. Por esto en todos ios países del mundo donde ha sido preciso utilizar
soldados, ha causado asombro el partido que se puede sacar de ellos.
En un número de Belgique Militaire, Léon Choné citaba el hecho de que los ferrocarriles
que se han logrado establecer hasta ahora en el Africa intertropical inglesa, francesa y,
sobre todo, congolana, han sido debidos a hombres que pertenecían al Ejército. Todas las
grandes misiones científicas en las Colonias han sido confiadas a militares. Es porque, sin
duda, esa educación militar, tan aborrecida por los “seudointelectuales”, tiene aún alguna
virtud eficiente; y, por nuestra parte, continúa el mismo autor, esta educación ha seguido
siendo la primera de todas,y así lo demuestra siempre que la ocasión se le presenta, tanto
en los medios ilustrados como en el humilde medio de los trabajadores, en que el buen sol
dado veterano siempre es el preferido.

14
LAS NUEVAS Y FUTUPAS ARMAS CONTRA-CARROS
Capitán de Infantería SERGIO GÓMEZ ALBA, de la E. de A. y Tiro de Infantería

1 bía terminado; pero, ¡ay!, en la contienda


actual esta ilusión fué totalmente desvane
NACIMIENTO Y EVOLUCION DE UNA
INQUIETUD cida: durante ella, la técnica, en lucha con
sigo misma, ha perfeccionado carros y ca
El estupor primero, e]Lasombro después, ñones, haciéndonos testigos de una intere
y la tremenda inquietud que se sucedieron sante etapa, durante la cual blindajes y cali
en el ánimo del Teniente Noach, Jefe de la bres han ido creciendo rápidamente; y con
12a Compañía del Regimiento de Reserva ello, si bien poseemos hoy cañones capaces
número 28, cuando presenció la marcha ha de hacer frente a cualquier carro, son tan di
cia su línea del primer “Tank” inglés, un 15 fíciles de construir y de reponer, y, lo que
de septiembre de 1916, marcan con precisión es peor, tan pesados, tan voluminosos y lle
el comienzo de una época en que análoga in nos de servidumbres, que su empleo en los
quietud anidara en el pecho de todos los primeros escalones es casi prohibitivo.
combatientes cuando la voz de ¡carros! les No nos hagamos ilusiones en vano; el gran
avise la presencia del adversario más temi cañón no es el remedio ideal; se ha aceptado
ble, pese a los medios de que la técnica les porque no había otro, ni los pequeños C. C. C.
dotó para defenderse de sus ataques. de calibres inferiores a 6o milímetros, que
Ciertamente, los técnicos trabajaron mu sólo pueden enfrentarse con carros de peso
cho y bien; tanto, que hubo un momento en medio, y aun en este caso precisan sus pro
que el perfeccionamiento de las piezas con yéctiles ángulos de incidencia favorables; ni
tra carros, ligeras, potentes y precisas, nos los fusiles o cañoncitos C. C., en los que tan
hizo pensar que la era de temor al carro ha- tas ilusiones pusimos, relegados hoy a la de-

15
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Fig. i. La explosión de una molécula explosiva produce presiones que se ejercen en todos las direcciones.—Fig. 2. En
una hilada explosiva las presiones se ejercen normalmente a la misma, a excepción de los extremos y puntos pró
ximos.—Fig. . En la superficie y volumen explosivo de espesor uniforme y homogénea constitución, también son las
direcciones de las presiones normales a la superficie, siempre que no estemos próximos a los bordes.

fensa contra los elementos ligeros de recono— tería”, y de ellas verse cumplidamente do
cimiento o el batido de troneras, nos propor tada, aun a costa de que alguien alce su voz
cionan solución aceptable, porque frente a con la consabida cantilena del aumento de
un carro, un verdadero y moderno carro de pesadez y de complicaciones en las Unida
combate, sólo un disparo afortunado nos li des, con la diversidad de armas y municio
brará de ser aplastados. nes; armas que no requieran numerosos
El infante sabe bien lo que puede esperar especialistas, que cualquiera sea capaz de
de estas armas, y, acosado por la urgencia manejar, y con las cuales la masa de carros
del problema, ha tratado de salvar esa crisis atacante sea acosada desde todas partes y
con ingenio, manifestado en las trampas, paulatinamente disgregada siendo así fácil
campos minados, con minas de circunstan pasto para las grandes piezás C. C., ante las
cias o especiales, si las tuvo, y heroísmo, de cuales llegarán sus objetivos, dispersos más y
rrochado en luchas, a pecho descubierto que, más, cuanto más profundicen en las propias
iniciadas durante nuestra Cruzada, se han zonas de defensa; armas, por último, de fácil
desarrollado y perfeccionado en estos últi y posible construcción nacional en todas sus
mos años, y que ilustrados compañeros nos partes, para que el acceso a las primeras ma-
han dado a conocer en varios interesantes tenas necesarias no nos fuera vedado en los
momentos de peligro. Unas armas así cons
trabajos aparecidos en esta revista; pero las
minas, las llamas o el combate de cerca por tituirían el verdadero centro de gravedad
cazacarros no son sino un medio comple de la defensa general contra los carros, en
mentario, no una solución, sino un paliativo las que intervendrían, armónicamente coor
en la crisis de la defensa C. C., que sólo en dinados, obstáculos, trampas, minas, caño
muy contadas ocasiones podrá surtir efec nes C. C., lanzallamas, cazacarros, e incluso
tos. ¡Son tantas las condiciones que se pre los aparatos de combate de la aviación do
cisan para que tengan éxito! Limitándonos tados de armas contra carros. ¿Podrían exis
a los cazacarros, es preciso que el carro esté tir esas armas ideales, o al menos, ya que los
parado o marche lentamente, que esté ais ideales suelen ser irrealizables, algunas que
lado, que no nos vea, etc., etc.; esto en el se acerquen a ese ideal? ¿Podría la técnica,
lado enemigo, que en el propio no digamos: con los medios y conocimientos actuales, pro
gran arrojo, destreza, facultades físicas, ins ducir esas armas? Creemos que sí, y a conti
trucción especial y... mucha suerte. nuación, compañero lector, someto a tu con
En resumen: la Infantería reclama a la sideración un ensayo de la explicación teórica
técnica armas, “unas armas que sean a los del nuevo poder perforante en que habrían
carros lo que la ametralladora es a la infan de fundarse, el primero publicado sobre estas

16
materias, que completaré, Dios mediante, a expansionarse y ejercen presión en todas
con otro siguiente sobre los posibles medios las direcciones (fig. r).
de aplicación y las nuevas armas propia Si suponemos (fig. 2) una hilada indefi
mente dichas. nida H H’ de moléculas explosivas m m’ que
estallan simultáneamente, las presiones ej er
EL NUEVO PODER PERFORANTE cidas en los puntos intermedios, tales como
Hasta ahora, las armas anticarro han em el O, se componen según el paralelogramo
pleado un proyectil para vulnerar las cora de fuerzas, dando una resultante R normal
zas protectoras El aumento de espesor en a la hilada H H’. La presión que resulte so
estas corazas trae consigo el aumento del ca bre un punto tal como Q,no contenido en el
libre y, con él, la pérdida dLeaptitud del arma plano intermedio entre dos moléculas, h h’,
para un empleo fácil y profuso de la misma. no será perpendicular a la hilada, porque
El problema así planteado no tiene solución siendo más potente la presión p’ ejercida
práctica; por ello, la técnica se ha visto obli por rn’ (en virtud de su proximidad) que la
gada a1 abandono de los proyectiles como ve p ejercida por ni, la resultante tal como R’
hículos de la fuerza perforante, y ha buscado estará inclinada hacia m; pero como tendre
otro medio con el que desarrollar dicha fuer mos otro punto Q’,simétrico de Q,en el que
za, sin que sea preciso el empleo de altas velo se producirá otra resultante de igual inten
cidades iniciales, sólo conseguibles con armas sidad e inclinación, aunque hacia ni’, tendre
de robustas paredes y largos tubos de acero. mos que estas dos fuerzas convergentes darán
Los explosivos han dado la solución a tan otra resultante final, cuya dirección será nor
difícil problema: el “proyectil sólido” ha sido mal a la hilada molecular; es decir, que a cierta
susttuído por el “proyectil gaseoso”; un cho distancia del hilo molecular explosivo, las pre
rro de gases a inconcebible presión y altísima siones se ejercen en dirección normal al hilo.
temperatura consigue con facilidad y sin que Esa distancia, si tenemos en cuenta la pe
sea precisa velocidad de lanzamiento alguna, queñez de las moléculas y de las distancias
la que sólo sería posible para proyectiles de intermoleculares, será tan pequeña que re
gran calibre y velocidad remanente (i). sulta inapreciable. Si consideramos los mis
Dirección de las presiones. mos fenómenos en un extremo H’ de una
hilada explosiva, veremos, con la sola ins
La molécula de explosivo, cuando estalla, pección de la figura, que en las presiones no
se convierte en gases (2), los cuales tienden resultan normales a la hilada, al no tener la
(x) Advertimos al lector que la explicación teórica que última molécula otras a su lado derecho que
sigue, pudiera, por ser nuestra en su mayor parte, ser equi compongan sus presiones con ella y con las
vocada; en cambio, los efectos de las explosiones han sido
plenamente comprobados. De los efectos hemos partido para que la preceden. En resumen, podemos decir:
buscar la causa, aun cuando, para mejor exposición, siga “Las presiones producidas por la explosión
mos un orden inverso.
(2) La energía dinámica producida originará presiones, de una hilada molecular indefinida se ejer
o sea fuerz3 por unidad de superficie, decrecientes al crecer cen en dirección normal a ella.”
con la distancia las superficies esféricas en que se distri
buye; y como este crecimiento es proporcional al cuadrado Si consideramos ahora una serie de hiladas
de los radios, o sea al cuadrado de la,s distancias al origen, moleculares explosivas, contiguas, h Ii’ h”
tendremos que las presiones ejercidas sobre dos superficies
unidas serán inversamente proporcionales al- cuadrado de (figura 3), tendremos una superficie explo
la distancia. siva, y si suponernos que sus moléculas es-
Fig. . Si el espesor no es uniforme, las direcciones se inclinan en el sentido de la disminución

P// de grosor.—.Fig. 5. Si el cuerpo no es homogéneo, las direcciones se inclinan hacia las partes
de menor condensación molecular.—Fig. 6. En los bordes, las direcciones se inclinan hacia ellos.

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_______7
11/1111 1111
tallan simultá las originadas en las posiciones a y b de la
neamente, ve parte VI; las cuales, al ser producidas por
remos que la volúmenes de distinta magnitud, tendrán
dirección de las distinta intensidad, siendo mayor la origi
presiones pro nada por la porción a y en consecuencia la
ducidas habrá resultante total R, que obrará sobre P y es
de ser normal tará inclinada hacia la parte de menor vo
a ella; puesto lumen de las dos, en que el cuerpo queda di
que tanto para vidido por la normal a S S’.
las hiladas pa La falta de homogeneidad del volumen
ralelas a h. J, obrará de la misma forma, ya que allí donde
como para las el cuerpo esté más condensado se originarán
paralelas a mayores presiones, que influirán sobre las
J K, habrá de circundantes, desviándolas proporcionalmen
cumplirse lo te a su intensidad (fig. 5).
anteriormente Si el cuerpo explosivo es limitado en su
demostrado; y extremo, tampoco serán las presiones nor
ma. así ha de ser, males a la superficie la última hilada que en
Figs. 7 y 8.—Figuras del Regla porque las pre una arista, por ejemplo, se puede considerar;
menfo para el empleo de explosivos.
siones que una le faltará a su lado otra que, componiendo
hilada pudiera sus presiones con ella, dé la resultante nor
producir no normalmente se combinarían mal, y, en consecuencia, a ambos lados de la
con las de la contigua simétrica, de un bisectriz, aproximadamente, las direcciones
modo análogo o como antes dijimos. de las presiones se inclinarán hacia la aris
Por último, si consideramos una serie de ta (fig. 6).
superficies moleculares superpuestas (hg. 3), Hasta ahora, hemos supuesto la simulta
nos resultará un volumen explosivo de caras neidad de la explosión de todas las molécu
paralelas Ji L K J M N O P (en el que que las de un volumen explosivo, lo cual es poco
-

da definido tan sólo el espesor; la anchura probable, por no decir imposible, que pueda
y longitud se han supuesto ilimitadas, al ser suceder; la explosión iniciada en un punto
lo las hiladas moleculares), y en el que no o varios, e incluso en una superficie, nece
cambiarán la dirección de las presiones y sí sitará cierto tiempo para propagarse a toda
sólo su intensidad, al sumarse la de varias la masa de un modo sucesivo; pero la enor
capas. Por todo esto establecemos el siguien me velocidad de esta propagación (varios
te principio básico: “Las presiones produci miles de metros por segundo), la inercia de
das por la explosión de un volumen homo las moléculas de los gases producidos y de
géneo de espesor uniforme se ejercen nor los cuerpos sometidos a la presión, hace que
malmente a su superficie, en los puntos ale para porciones de explosivo no muy grandes
jados de sus bordes.” sean válidos los anteriores razonamientos,
Cuando las dos superficies limitadas no totalmente de acuerdo con la experiencia.
son paralelas, o sea el espesor del volumen Composición de presiones.
no es uniforme, no se cumple el anterior teo
rema. En efecto: suponiendo (fig. 4) que no Los peritos en el empleo de explosivos ha
lo sean, podremos considerar que su volu bían atisbado algunas de las propiedades que
men está formado por dos: uno que lo son, V, acabamos de mencionar, y así, por ejemplo,
y otro en que no, V’. Un punto tal como el P en nuestro “Reglamento para el empleo de
quedará, respecto a la porción V, sometido explosivos” (i) se aconseja, en algunos ca
a una presión de dirección normal a S S’; (x) Véase “Reglamento para el empleo de explosivos”
pero esta presión habrá de componerse con artículos 158 y i6o, figuras r8, 59 y 20.

18
sos, “colocar las cargas, formando par, en liberada durante la explosión y, juntas todas,
los sitios de mayor resistencia y acompasar formarán un “rayo de fuego”, un verdadero
el fuego” (figs. 7 y 8); con esto se realiza un rayo gaseoso a presión y temperatura que su
primer intento de composición de las pre peran todas las conseguidas hasta hoy.
siones para conseguir en un punto una re Este es. en esencia, el fundamento de las
sultante adecuada. llamadas “cargas o granadas huecas”, aun
Las cargas en par nos proporcionan una cuando sería más ajustado el de cargas o
acción de cizalladura (fig. 9), y las cargas en granadas de cámara cónica, o simplemente
diedro, una acción de hachazo (fig. lo) en cargas C. C., que además de indicar su cons
dirección de la bisectriz del diedro (si las dos titución, señalaría su misión esencial: la lu
cargas son iguales), porqu.e en ella concurren cha contra carros.
todas las presiones normales a la superficie
interna (fig. u), p y p’ ft,, y se combinan
... EFECTOS DE LA CARGA C. C.
las de las dos caras C y C’, originando unas Si el rayo gaseoso, a una temperatura
resultantes de gran potencia R R, conteni aproximada de 8.ooo grados (i), choca con
das todas en el plano bisectriz. tra la placa de blindaje B (fig. 12), la acción
La carga hueca “Hohlladung”. combinada de la presión y temperatura con
siguen una perforación cuya magnitud de
El último paso, el fundamental, en la com pende del peso de la carga. La sola acción
posición de las presiones producidas por la de la temperatura conseguiría la perfora
explosión, lo dió la técnica alemana durante ción al no existir una fuerza que separase la
la actual contienda, consiguiendo concentrar parte fundida; la sola acción de la presión
en una sola resultante, es decir, en un punto podría conseguir perforaciones, pero no de
y en una sola dirección, la totalidad de las tanto espesor, como así se consiguen; y prue
presiones ej ercidas frente a una superficie de ba de que no es la presión la única causa, es
un cuerpo explosivo. En efecto: si ésta adop que, si así fuera, no sería cilíndrica la perfo
ta una forma cónica (fig. uz), las presiones ración, con orificio de entrada y salida de
producidas frente a la ca:ra externa conve diámetro aproximadamente igual, sino que
xa, E, seguirán direcciones que, al ser nor en la salida presentaría forma abocinada,
males a la superficie, son divergentes (i). troncocónica, como consecuencia de los es
Las presiones producidas frente a la super fuerzos de tracción y compresión a que esta
ficie interior, cóncava, P., se ej ercerán nor rían sometidas, las capas verticales y hori
malmente a ésta, concurriendo todas en el eje zontales del material (fig. i3) (2). El no ocu
del cono. Cada hilada circular C C’C” C “pro
ducirá presiones concurrentes en un mismo (s) Hasta ahora, las mayores temperaturas conseguidas
no rebasaban los 4.500 grados.
punto del eje del cono, dando una resultante (2) véase Tratado de Balística, de Hanert, pág. 2ao.
R en dirección del eje, por ser todos de igual
intensidad e inclinación respecto al mismo.
Las resultantes de cada hilada circuiar,
que serán de intensidad creciente a partir del
vértice (por crecer la longitud de las hiladas),
se suman por llevar la misma direccióñ y sen
Lfi.i
/
tido, dando una resultante única, F, en la que
se habrá condensado la totalidad de la ener
gí a dinámica que atravesó el plano de la su
perficie cónica interior. Parte de esa energía
se transformará en térmica, que se une a la
P
¡ ¡¡/T
Fig. . Acción de
(x) Las presiones producidas frente al borde seguirán cizalládura de las
direcciones inclinadas hacia él. cargas situadas for
mando par.—Figu..
ra so. Acción cor
tante de las cargas
diedro.—Fig. xx.
Composición de pre
siones en el diedro
explosivo.
1 ¿7.-II
blindaje; por eso las materias inflamables
son incendiadas, y así sucede con los depó
sitos de combustible que han sido ametra
llados por los trozos del blindaje. El brusco
aumento de presión al otro lado de la plan-
cha es máximo en un recinto cerrado, como
ocurre en los carros; en este caso, los ocu
pantes mueren instantáneamente: son lan
zados contra la pared opuesta y presentan
múltiples fracturas.
El diámetro del orificio y la capacidad de per
foración son, como es lógico, función del peso
explosivo y de la potencia de éste; como da
tos aproximados podernos dar los siguientes:
8 kilogramos, 20 centímetros; 3 kilogramos,
15 centímetros; 500 gramos, 8 centímetros.
En general, el explosivo de la carga lleva
una envoltura metálica exterior e interior
mente. La exterior tiene un grosor variable
desde un milímetro a un centímetro o más,
según las presiones que ha de soportar en el
momento del lanzamiento. La interior tiene
Fíg. iz.—Composición de presiones en la cámara cónica. por misión proteger la materia explosiva,

rrir esto demuestra la acción de la tempera mantener sin alteración la cámara cónica e
impedir que ésta se desorganice por el choque
tura que altera la cohesión molecular, dis contra el blindaje, antes de hacer explosión.
minuyéndola y facilitando la separación del
El espesor de esta cubierta interna varía de
trozo del blindaj e que sale proyectado y di
vidido por el orificio de salida con gran fuer uno a tres milímetros, según la velocidad re
za y poder vulnerante (fig. 12), T, capaz de manente con que la carga ha de chocar con el
blindaje. Estas dos envolturas motivan otros
atravesar chapas de algunos milímetros o
varios centímetros de madera, en las que fenómenos en el momento de la explosión.
La envoltura exterior es troceada, como en
deja una huella análoga a una perdigonada
las granadas ordinarias; pero el hecho de cho
a boca de jarro.
car las cargas huecas, de ordinario, con escasa o
El metal, en el orificio de entrada (figu
ras iz y 14), está ligeramente arremangado; ninguna velocidad remanente, hace con el apa
rato de percusión o encendido que en él suele
su alrededor, erosionado por los gases.
Del orificio, y radialmente, parten tam ir, salga proyectado fuertemente hacia atrás.
bién unas líneas de erosión, producidas, pro La envoltura interior (fig. 15) es aplastada
bablemente, por los gases desviados hacia concéntricamente por todos los lados y re
los lados por el borde del metal arremangado unida en un solo bloque, b, donde forma un
cuando se está produciendo la perforación cono macizo, c, cuya base aguzan los gases
un “pírulo”, d, que, arrastrado por
(figura 12, S). Por último, se observa un pun formando ellos, unas veces se incrusta en el orificio o
teado circular que circunscribe a lo ante en su borde, y otras pasa a través de él y es
rior (fig. 14), y que, al tener un diámetro re proyectado con fuerza al otro lado de la
lacionado con el de la base del cono y distan
cia de ésta a la placa, demuestra que es oca plancha, haciendo pensar equivocadamente
que fué el causante de la perforación. Como
sionado por el borde de la carga.
es natural, en las cargas sin envoltura no se
Los gases conservan aún muy alta tempe
ratura y presión después de atravesar el observa este fenómeno.

20
Clases de cámaras cónicas.
Observemos (fig. i6) que
el valor de la resultante .R
de las fuerzas concurrentes
en un punto del eje del cono
es tanto mayor cuanto me
nor sea el ángulo que for Fig. i. Las flechas indican la pre
men entre sí dichas fuer sión; las líneas de puntos de izquierda
zas (i), o sea cuanto mayor aesfuerzo derecha, las capas sometidas a un
sólo de tracción. Las de pun
sea el ángulo del cono . tos de arriba abajo, las capassometi
Ahora bien: la presión dis das a un esfuerzo sólo de compresión. Las de

4
trazo continuo, oblicuas, las capas en las que
minuye al aumentar la dis la fatiga por desgarramiento alcanza su valor
tancia al cuerpo explosivo, máximo, por lo que de la placa, elástica, se
desprenderá un trozo, como indica el dibujo.
y, en consecuencia, si un Fig. x4. Efectos producidos por la carga C. C.
aumento del ángulo del co Fig. 15. Fases de la formación del “pirulo”.
no proporcionaría una ma
yor resultante, por ser menor el ángulo de centímetros, a
el
concurrencia de las presiones, por otro lado diámetro de la
aumenta la distancia al punto de concurren base del cono no
cia y las presiones serán menores. Además, puede rebasar ese calibre; y entonces, como
un auménto del ángulo del cono aumenta si se quiere disponer de un cierto poder
también la distancia a la plancha, óptima perforante, no podemos disminuir el peso
de perforación (fig. 17), que será aquella, D, del explosivo que interviene en la perfora—
que permite la composición de todas las pre ción, se aumenta desde el borde al vértice
siones “emitidas” por las paredes interiores el espesor del explosivo (fig. r8); de este
desde el vértice al borde (a excepción de una modo podemos reducir el ángulo en el vér
pequeña banda alrededor del borde, donde tice cç sin que la resultante R disminuya,
las presiones, según dijimos, no son parale puesto que la dirección de las presiones, j5,
las a las otras); por este motivo no es un no será ya ñormal a la superficie por no ser
ángulo grande ni pequeño el mejor, sino un el espesor constante, sino, como vimos ante
ángulo de unos 6o grados, el que resulta en riormente, inclinada hacia el borde y el án
la práctica más conveniente. gulo que forman las de los puntos opuestos,
Cuando se trata de cargas C. C. que han el conveni.ente para producir una resultante
de ser lanzadas como proyectiles ordinarios suficientemente potente. Esto tiene un inte
de un calibre no superior a los siete u ocho rés particular para la organización con cá
(x) El valor de la resultante de dos fuerzas F F’ con
mara cónica de los proyectiles artilleros.
currentes en un punto, y que forman un ángulo a es: Vemos, pues, que existen dos clases de
R =‘ F2 + F’2 + 2 FF’ cos a. cargas C. C.: de paredes de espesor constante

Fig. i6. Relación entre el ángulo en el vértice e intensidad de la resultante.—Fig. 17. Distancia de perforación
óptima.—Fig. x8. Relación entre la variación de espesor en las paredes de la cámara cónica, la inclinación de las di
recciones y la intensidad de la resultante.

R
R
4)
p
y ángulo en el vértice grande, y de paredes
•de espesor creciente y ángulo pequeño.
Desarrollando el fundamento del poder
perforante de las cargas C. C., pasemos a ver
las posibilidades de empleo.
Estas son dos: por aplicación directa o
por lanzamiento.

Cargas C. C. adosable o “mina magnética” (i)

Es la utilizada en la lucha individual del


“cazacarroS”, que tiene en esta carga su más
poderoso medio destructivo.
La carga C. C. destinada a este empleo re
cibe el nombre de “mina magnética” (fig. ip).
Está formada por un cuerpo de paredes de
espesor constante y ángulo de 6o grados en
el vértice del cono; este cuerpo se prolonga
en un mango, donde se deja el cebo y artif i
cio de encendido por fricción que deja trans
currir siete segundos hasta provocar la ex
plosión.
La mina va provista de un trípode for
mado por tres imanes, que la adhieren a la
plancha metálica y la separan de ella la dis
tancia conveniente para obtener una perfo
ración óptima. Para sujetarla en carros re
cubiertos de sustancias diamagnéticas que,
rechazando el flujo magnético de los imanes,
impiden la adherencia de la mina (2), lleva
ésta una cadena con ganchos. Fig. 19.—Carga C. C. adosable, de adhesión magnética
o “mina magnética”, y la armadura de hierro dulce que
La carga pesa tres kilogramos y su poder conserva el flujo magnético.
de perforación es eficaz hasta espesores de
blindaje de 14 centímetros (acero, cromo,
níquel, molibdeno), en los que hace un orif i ñido dentro de esta forma de aplicación, no
cio de unos seis centímetros de diámetro. pasarían las cargas C. C. de ser un medio más
En otros trabajos aparecidos en esta Re o menos interesante entre los muchos exis
vista se trata con detalle de su modo de em tentes sin verdadera trascendencia.
pleo más conveniente. La universalidad de su empleo, las gran
A pesar de su eficacia, es la utilización de des posibilidades contra carros que recupe
este medio de tan limitadas posibilidades ran armas que las habían perdidos la posible
que si su empleo hubiera de estar constre creación de nuevas armas de características
más aproximadas a las ideales, descubren a
(x) El nombre “mina” puede inducir a error respecto a esta invención prometedores horizontes, que
su modo de empleo, y 5G1de “magnética” aumenta la con en un próximo trabajo sobre sus modos de
fusión por hacer suponer que es su artificio de fuego el re
lacionado con esa forma de la energía. lanzamientos expondremos a nuestros lec
(2) Una capa espesa de barro o una de cemento de unos tores.
milímetros de grueso obran de ese modo.

22
(ENFERMEDAD DE DEUTSCIILÁNDER - JANSEN)

Mlfercz Médico Asimilado


JAIME SANJUAN FUENTES
del Regt.o de Jnf a 0.0 58.

1 dos, lo que, teniendo un fondo puramente cien


tífico, no por ello deja de interesar a la Oficiali
Vamos en un ejercicio de niarcha. La columna dad, que en alguna ocasión ha podido presen
avanza carretera adelante. De pronto se requie ciar la aparición de este llamado “Pie de
ren los servicios sanitarios: hay un lesionado; marcha”.
en efecto: uno de los soldados se queja mientras
los demás le quitan la bota derecha. Tiene dolo
res en el pie y no puede caminar; le vemos, inte II
rrogamos y le exploramos el pie; mientras tan Los clínicos de la segunda mitad del siglo pa
to, la columna sigue adelante. Al chico le acon sado, en especial los, franceses Pauzat y Martin
sejamos reposo y pensamos: ¿Será un pie de yel alemán Stechow, dieron a conocer una afec
marcha? Resuélta la misión de urgencia apro ción caracterizada por dolores sobrevenidos en
piada al caso, surgen las preguntas de rigor: las regiones. metatarsianas, de aparición tras
¿Cómo se ha producido esa lesión? He aquí, pues, marchas prolongadas; dolores cuya intensidad
lo que intentamos describir. El pie de marcha, iba aparejada con el tiempo de permanencia del
en efecto, vió la luz de esta forma: en el soldado, sujeto en la estación de pie, y especialmente en
y sobre él los médicos militares expusieron sus movimiento, y que cedían tan pronto se lograba
pareceres; es, pues, una afección que nació en el un reposo compensador. La afección que co
mismo cuartel. menzó entonces a diferenciarse clínicamente re
Este’ origen nos sugirió la idea de exponer de cibió gran impulso merced a la colaboración de
una forma sencilla y concreta, al álcancé de to los médicos militares de la época, que empezaron

23
f5que/etc /70f’íT18/ del Lo(a/,ac/dn oo/
p/e. Regi6n
dorsal. Oeusch/andeí
enfermedad desde el punto de vista de su loca
lización exclusiva en metatarso, en especial en
el segundo metatarsiano.
Fué mérito de Jansen, autor que reciente
mente—en 1926 y 1940—Se ha ocupado de lle
gar a mayor profundidad en el estudio de la pa
togenia de estas fracturas espontáneas, el haber
podido aportar nuevas investigaciones, merced
a las cuales pudo localizar la enfermedad en otras
regiones. Estima Jansen que las fracturas es
¿sidn pontáneas tienen una patogenia común que des
pués expondremos; una patogenia que podría
mos llamar “universal”, si se nos permitiera la
expresión. Si en algún metatarsiano se encuen
tra, por tanto, un punto lábil y la fractura se
produce en él, tendremos la enfermedad de
Deutschlnder (fig. i.a). Si aparece con otra lo
calización, tendremos los casos estudiados por
Jansen. De ahí nuestro título de “enfermedad
de Deutschl.nder-JaflSen” con que encabezamos
este escrito.

a distinguirla con el nombre de “Pie de marcha”, CAUSAS QUE CONDICIONAN


por darse con cierta frecuencia en soldados tras EL PIE DE MARCHA
largas caminatas a pie. Del cuartel, pues, salie
El pie de marcha es una afección que se da en
ron los primeros síntomas que mucho tiempo
después, en manos de DEuTsCHLÁNDER, prime sujetos jóvenes. Casi todos los casos descritos se
ro, y .de JANSEN, más recientemente, irían a encuentran entre los diecisiete y treinta años.
constituir una entidad clínica perfectamente di Afecta con más frecuencia al sexo masculino, y
ferenciada: la enfermedad de DEuTscHLÁNDER he aquí el porqué: Es el hombre—de los dos se
JAN SEN xos—quien realiza ejercicios físicos más inten
sos y violentos; en su edad militar se halla some
Como en tal entidad la aparición del síntoma
tido a períodos instructivos con largas y frecuen
“edema” era de extraordinaria frecuencia, nada
tes marchas; como consecuencia, todas las ar
es de extrañar que en los escritos de aquellos
ticulaciones del pie desarrollan gran actividad
tiempos se hablara del “pie de marcha edema
toso”, en cuya etiopatogenia se hacía intervenir funcional. A la palanca musculósea del pie se
a la distensión ligamentosa de los metatarsianos le exige gran rendimiento. Los movimientos de
—torceduras, como decía el médico militar ale flexión y extensión del pie son continuos y sos
tenidos durante horas; si pensamos un poco, nos
mán Breithaupt—O a las periostitis osteoplás
daremos cuenta que durante la marcha el pie se
ticas de los mismos, como quería Nimier.
No cabe la menor duda que se han dado tam apoya sobre el suelo con una intermitencia sos
bién en esta enfermedad las variaciones otiopa tenida. Es decir, hay una sucesión de pequeños
togénicas, según las ideas reinantes en el trans golpes—traumas pequeños y sostenidos—sobre
curso de los tiempos. Pero la aparición de los el suelo. Por los movimientos de flexión y exten
rayos X marcó una etapa definitiva en el cono sión señalados, los músculos, entre ellos los inter
óseos del pie—llegan con facilidad a la hiperfun
cimiento de la afección al dejar sentado, sin gé
nero de dudas, -que todos los síntomas que apa ción y a la contracción espasmódica, que, según
recen en dichos sujetos se deben a la existencia J ansen, puede por sí sola producir la fractura,
de una línea de fractura en uno de los metatar “fractura ósea por calambre muscular”, de
sianos, a pesar de que por el interrogatorio el J ansen.
sujeto niegue toda acción traumática. Se trata, Por otra parte, estos traumas pequeños y sos
por tanto, hay que aceptar este principio, de tenidos que ejecutan los huesos del pie sobre el
piso firme, pueden conducir, a la larga, a la dis
una fractura espontánea, cuya localización ra
dica en un metatarsiano; y así quedó fijada como minución de la resistencia ósea, condición indis
entidad nosológica. Deutschlnder, que dedicó pensable para la producción de la fractura es
gran atención a este problema, lo describió tan pontánea.
La aparición de este pie de marcha coincide,
magistralmente, que desde entonces lleva su
nombre; sin embargo, Deutschlnder estudió la la mayoría de las veces, en sujetos que son por-

24
tadores, ya de por sí, de otros estigmas constitu tarsianos, con ligero dolor a la separación de los mismos.
cionales. El autor antes citado, que ha estudiado Están pendientes las reacciones serológicas de la sífilis y la
doce casos de estas fracturas, que Reisschauer radiografía,
pronunciar
sin cuyos datos, a mano, no nos atrevemos a
diagnóstico, a pesar de que ya cierto autor dijo
llama, “por agotamiento o cansancio”, en la ti que todo edema persistente en el pie en un soldado de Infan
bia de otros tantos aspirantes a Oficiales de tería, aparecido después de una jornada a pie, obedece a un
aviación en Alemania, afirma que tanto en estos “pie de marcha”.
casos como en el pie de marcha se encuentran
signos de debilidad del tejido conjuntivo, como
son hernias y pies planos, en el por ioo de los ¿COMO SE PRODUCE EL PIE DE MARCHA?
casos, en los cuales un 33 por ioo es también ¿CUAL ES SU MECANISMO?
portador de acrocianosis y calambres muscula
res en las piernas; es decir, son sujetos que po Ya hemos comentado más arriba cómo al prin
seen ya una tara orgánica de mayor o menor cipio se creyó en una distensión ligamentosa, en
cuantía. un edema, o más acertadamente en una perios
Morton, con mucha anterioridad—en 1876—, titis de los metatarsianos como la causa respon
hablaba de haber encontrado también en sus ca sable del pie de marcha. El sentido clínico de los
sos una variedad de pie plano, que él llama “pie autores franceses llevó a algunos de ellos, a cuyo
plano subagudo”. Morton llegó a observar cómo frente figuraba Busquet, a emitir una hipótesis
en estos jóvenes que hacían largos trayectos a de base más amplia para la explicación de estos
pie aparecían unos dolores vivísimos por accesos hechos. Busquet y su escuela hablan de “perios
durante la marcha y localizados en la raíz del titis diatésicas” y creen que el pie de marcha
cuarto dedo, o sea a nivel de la cuarta articula tiene este mecanismo productor. Esta hipótesis
ción metatarso falangiana. Por las observacio tiene el mérito de hacer resaltar el papel que el
nes de este autor se pudo comprobar c6mo el medio interno humoral pudiera desempeñar en
dolor se aliviaba inmediatamente cuando el su la génesis de este proceso. Veremos más adelante
jeto se quitaba el calzado. En 1889, A. Pollosson cómo esta concepción puede ser equiparada a
presentó también varios casos, dándole la deno las más modernas teorías sobre el problema.
minación de “metatarsalgia o enfermedad de Indudablemente, Busquet llegó en sus tiempos
Morton” con que desde entoiices se la conoce. al conocimiento más perfecto del pie de marcha,
La agudeza clínica de los médicos militares de porque a pesar de ser más moderno Deutsch1n-
entonces hizo pensar a Pauzat que el pie de mar der, si bien adquirió notoriedad en este pro
cha sería debido a los golpes directos que ejerce blema, fué por sus estudios sobre el valor clínico
durante la marcha la presión del pliegue del em y localización de las lesiones, más que por haber
peine del calzado. Por otra parte, quien haya vi dilucidado su patogenia.
vido la vida activa de campaña, podrá darse Por otra parte, dejamos sentado el papel que
cuenta que es en el soldado de Infantería, du Jansen concede al espasmo muscular, en par
rante la marcha y durante el salto, cuando el pie ticular de los músculos interóseos; de ahí sus
se tuerce al contacto de una desigualdad del te “fracturas óseas por calambres musculares”.
rreno, circunstancia ésta que favorece la frac En 1937, Reisschauer da a conocer sus teorías
tura. sobre los fenómenos que él llama de “agota
Por lo que respecta a la literatura española,
conocemos únicamente los casos que los docto miento o cansancio en el sistema óseo” y afirma
que
res Sierra y Calderón publicaron hace unos me tro caso—sufretoda materia cristalina—el hueso en nues
alteraciones secundarias en su
ses. Trabajo de revisión, además del señalado, estructura, y Heuschen admite que la constitu
no hemos podido encontrar. ción molecular del hueso, en su porción anorgá
nica, en nada se diferencia de los materiales
SINTOMAS DEL PIE DE ESFUERZO

He aquí el breve resumen del caso citado al


comienzo de este escrito:
E. A. P. 22 aflos. Sin antecedentes personales y familiares,
de interés. Nos indica que desde hace un mes siente dolores
en ambos pies, sobre todo en el derecho. Dichos dolores los
tiene cuando está de pie y se le acentúan cuando anda.
Actualmente le recomendamos abandone toda marcha por
esta causa. Con el reposo le ceden los dolores y queda bf en.
En la exploración, nada anormal en órganos y aparatos. Mec9n/sr,7o
de producción
Pies planos poco pronunciados, con edema en región dorsal
del pie derecho y dolor a la presión digital en IT y III meta
fig2.
25
empleados en una construcción, produciéndose enérgica ejercida por el calzado, uno de dichos
análogos fenómenos de envejecimiento én su es nervios colaterales se encuentre pellizcado entre
tructura cristalina; pero con una diferencia fun— dos cabezas, y de ahí el dolor vivísimo que sien
damental: que en el hueso existen procesos de te el sujeto.
reabsorción y de reconstrucción ósea; que estos Con esto damos por terminado el estudio so
procesos son lentos, y que si el trabajo que se le mero sobre el “pie de marcha”, no sin indicar
exige es intenso y continuo, sucederá: por una antes que, por tratarse siempre de una fractura
parte, que la reconstrucción no pueda verificar- —aparezca o no en la radiografía—, el trata
se; por otra parte, que aparezcan los fenómenos miento ha de ser el indicado para éstas. No obs
de desgaste, de “agotamiento y fatiga”, como tante, nos permitimos exponer unos consejos so
los llama Reisschauer. Este esfuerzo intenso mo bre lo que debe hacerse cuando estos casos ocu
difica la estructura del hueso, haciéndolo más rran durante una marcha o en pleno campo, o
frágil, por producirse en él fisuras microscópicas. en aquellos destacamentos donde el médico no
De todo lo que antecede podemos sacar como puede estar siempre presente.
valor fundamental la existencia de un desequi
librio bien evidente entre la capacidad de carga
que el organismo admite y la exigencia funcional CONSEJOS PRACTICOS COMO
que se le reclama. La intensidad de la fisura afri REMEDIO DE URGENCIA
ba apuntada dependerá de las exigencias a que
e halle sometido el hueso. Looser admite esta Ante uno de estos casos, lo primero que hay
dios intermedios de resquebrajamientos micros que ordenar es el reposo. Con el reposo cede la
cópicos, en los cuales la intensidad funcional es tetanización muscular y el dolor comienza a ate
tal que los fenómenos de reconstrucción no son nuarse. A renglón seguido quitaremos la bota de
suficientes para restablecer el ya perdido esta campaña, con lo que conseguimos evitar toda
tismo; pero tampoco este esfuerzo tiene intensi presión lateral ejercida por el calzado sobre los
dad para producir las fracturas. Son los estadíos nervios plantares colaterales; si el dolor es de
de Looser. bido a ello, cesa inmediatamente (Morton); por
otra parte, evita la presión del pliegue del em
Los cambios en la edificación molecular se de peine del calzado, circunstancia que, de no des
ben a un proceso de atrofia, que recae en las lá aparecer, acabaría por favorecer la fractura
minas óseas, que son sustituídas por un tejido
pobre en sales de calcio; a la degeneración de la un(Pauzat). Si durante la marcha ha sobrevenido
dolor vivísimo, que cede poco al reposo y se
medula del hueso afecto y a la existencia de una acentúa a la presión con los dedos—signo cierto
reacción inflamatoria del periostio. Es fácil
de fractura—, además de lo indicado empleare
comprender cómo en estas condiciones se pue mos un vendaje compresivo, con el fin de que
den producir roturas, máxime si no olvidamos
que junto a los movimientos de flexión tenemos los extremos del hueso roto se desvíen lo menos
posible. A ser posible, huiremos del empleo de
los pequeños traumatismos sobre el suelo, que todo sedante; es decir, evitaremos hasta el úl
de hecho contribuyen también a la aparición de timo momento el empleo de la morfina y sucedá
las mismas. neos. Con esto el sujeto queda en magníficas con
Por último, Morton y Jansen dan gran impor diciones para ser evacuado. Y aquí termina
tancia a la presencia del pie plano. He aquí a Du nuestra misión de urgencia en el “pie de marcha”.
chenne (fig. 2.a): Durante la marcha, la bóveda
plantar tiende a aplanarse; esta tendencia está
contrarrestada por la contracción del músculo BIBLIOGRAFIA
peroneo lateral largo. Como esta contracción no
puede sostenerse largo tiempo, sobreviene la fa REISSCHAUER.—Zeflt. für Chic. N.° 9. 4-XII-37.
tiga que traduce su impotencia; a consecuencia JANSEN.—ZeRt. ¡dr. Clzi’v. N.° 46. 16-XII-40.
de ello sobreviene la distensión de los ligamentos TESTUT Y JACOB.—Tcat. Anat. Topog’r.
plantares, y no pudiéndose verificar por este mo MORT0N.—Citado por Testut.
tivo la coaptación de las piezas óseas, la bóveda HEUsCHEÑ.—CitadO por Reisschau,er.
plantar:se aplana; la fractura es ya más fácil. poLLossoN.—Citado por Testut y Jacob.
FORGUE.—TratadO de Pat. Quir.
No falta la explicación del síndrome de Mor PAUzAT.—Citado por Forgue.
ton: Se admite que los nervios colaterales plan DucieENNE.—Citado por Forgue.
tares, ganan los dedos correspondientes, pasando LoosER.—CitadO por Reisschauer.
por el intervalo que separa unas de otras las ca SIERRA’ Y CALDERÓN.—ReV. Clíni. Esp. N.° r. T. XIV.
bezas de los metatarsianos. Puede suceder que 15-7-44.
a consecuencia de una movilidad anormal de al MCCANCE y WIDDOWS0N.—The JournaZ of Phis. 102-1-43.
guno de ellos o de una presión lateral demasiado STECJiow z BREITHAUPT.—CitadOS por Forgue,

26
DEFENSA
ÁNTI(ARPO

ooperacion
aero-arPi
Comandante de Artilleria
JOSE PEREZ HERVELLA,
del Servicio de Estado Mayor

A importancia básica que ha adquirido el ción del carro en las diferentes fases que pueden
carro en el combate moderno multiplica los considerarse en un combate de tipo ofensivo.
temas que se refieren a la lucha anticarro. La ge Son estas:
neralidad de ellos atañen a los procedimientos de
1a Aproximación del carro a lá zona del
combate basados en el cañón anticarro o medios
combate.
suple.mentarios—minas, lanzallamas, el moderno
2. Contacto con los objetivos.
P. 1. A. T.—, característico de la lucha individual 3a Acción neutralizadora durante un tiempo
contra el citado ingenio. Es evidente que en el
conjunto de la defensa anticarro intervienen, o variable de los citados objetivos.
4a Penetración por la brecha abierta en la
deben intervenir, todos los medios, con todos los
organización enemiga hasta la zona de aseñta
hombres, y entre todas las armas, cuya caracte
mientos artilleros.
rística es el fuego, las de más potencia son: Arti
5a Explotación, si hay caso.
llería y Aviación. Pero, en realidad, ¿en cuánto
podremos evaluar este apoyo aeroartillero en el Por encima de estas cinco fases hemos de con
esquema anticarro terrestre? siderar una más, que atañe sólo a la Aviación, en
Para encauzar este trabajo, dividiremos la ac rázón de su mayor radio de acción, y que influye,

27
quizá de forma decisiva, en el final de una cam Infantería empiezan paulatinamente, en razón de
paña: el ataque a los centros productores, esta la distancia, a dejar sentir su acción, y, por lo
blecimientos fabriles de la retaguardia, etc. tanto, aquella aeroartillería pasará, de ser pri
En ésta es sólo el arma aérea, con sus Unida mordial, a secundaria. Colaborará la artillería
des de bombardeo estratégico, la que llena las barreando posibles zonas de irrupción, zonas en
necesidades de la defensa anticarro, con la servi que el terreno se muestra favorable a aquélla, o
dumbre inherente a su falta de precisión. bien otras en que la defensa anticarro, por dif e-
La Aviación sigue por sí sola colaborando en el rentes causas, ofrezca lagunas. La labor para de
esquema anticarro, durante aquella primera fase terminar éstas y la observación en el curso de la
que señalábamos, como aproximación a la zona batalla para precisar los efectos de la preparación
de combate. enemiga, que pudiera crearlas, serán cuestiones
Su acción, eficaz siempre, puede ser de forma di primordiales, de imposible olvido, para los Jefes
recta o indirecta. Directa con el fuego de las armas de las distintas Unidades artilleras. Por otra par
de a bordo contra las columnas en marcha o es te, el arma aérea disminuye cada vez más sus
tacionamiento; con bombardeos en puntos de posibilidades de acción, coadyuvando principal
paso obligado que obliguen a la acumulación de mente con la artillería mediante una observación
vehículos, aprovechando al máximo las dificulta permanente que determine al momento los más
des que encuentra el carro para sus movimientos mínimos movimientos de los medios blindados.
tácticos. Pero la eficacia de la acción artillera, dentro de
Pero si esta acción es importante, lo es tam esta fase que consideramos, así como en las si
bién la indirecta acumulando obstáculos en las guientes, en que el carro penetra dentro de la po
vías de aproximación, destruyendo puentes, etc. sición de resistencia, es pequeña, por múltiples
El carro ha llegado a las posiciones de partida razones; entre ellas, y no es la menos importante,
y se lanza a recorrer el espacio que media entre la poca eficiencia del tiro indirecto contra un
ellos y las primeras obras fortificadas. En el prin blanco móvil.
cipio de esta fase tomará su mayor incremento la Las opiniones sobre el valor de la lucha antica
acción anticarro aeroartillera, en razón de la po rro por medio de la artillería en tiro indirecto son
tencia de patrimonio de estas dos armas. diversas.
Determinadas aquellas posiciones de partida de Un conocido balístico alemán afirmaba que
los carros, o sospechada su situación, la artillería “una artillería bien preparada es superior a los
actuará en forma de concentraciones rápidas de carros de combate”.
todos los calibres, concentraciones que serán su Ciertamente, opinamos nosotros, siempre que
plementadas por la acción de bombardeo de las la artillería, potente, concentrando sus calibres
escuadrillas de cooperación. medios y pesados, logre cubrir durante suficiente
Tomarán estos tiros la forma de aquellos de tiempo y bajo una dirección de fuego rígida, con
contrapreparación, encaminados a romper el atá buena observación y abundancia de municiones,
que enemigo, anulando uno de sus principales a los carros de combate en formaciones densas y
medios ofensivos. paradas.
Las características, en fin, de la artillería: po Pero es probable que esto sólo se produzca en
tencia de fuego, movilidad de éste y precisión, caso de error del Mando enemigo. De otro modo,
serán aplicadas al máximo, lo mismo que antes evitará siempre estas concentraciones de carros
lo fueron los de la aviación: potencia y movilidad, en el alcance eficaz del tiro de artillería enemiga.
con profundidad y extensión en su punto de apli Además, que la velocidad grande actual de los
cación. carros les permite efectuar estas concentraciones
La acción anticarro de las dos armas considera suficientemente a retaguardia y a cubierto.
das empieza a perder eficacia en el momento en Fuera de esto, los carros sólo se moverán, den
que el carro comienza su movimiento de aproxi tro de ese alcance eficaz, desplegados, aprove
mación a la zona de objetivos. chando al límite su velocidad y todos los acciden
Será entonces cuando las armas propias de tes del terreno.

28
Sabemos bien que, aun contra blancos fijos de paso obligado ha de influir notablemente en el as
pequeñas dimensiones, la eficacia del tiro es pe pecto material de destrucción, y además en el
queña, en razón de la normal dispersión. Imagi moral, ya que las dotaciones saben que a través de
nemos, por tanto,, lo que será cuando se trate de estas verdaderas cascadas de acero colocadas ante
blancos móviles en idénticas circunstancias que ellos tienen que adentrarse en un terreno desco
cambien su rumbo constantemente. nocido, en donde se encontrarán una zona, orga
Por lo tanto, para lograr una eficacia propor nizada en profundidad, que vomita fuego anti
cionada al número de disparos consumidos, será carro. Los nervios sólidos, la disciplina férrea, la
preciso “barrer” materialmente la zona por donde confianza en sus propios medios y el ejemplo del
pasen o se presuma han de pasar los carros. Pero que los manda, es lo único que puede resolver la
esto, lógicamente, nos los parará. Influirá en su situación favorablemente.
comportamiento, en la moral de sus dotaciones En. los más de los casos, la dispersión de los
—con lo que ya colaborará al fin común—; pero carros, la inutilización del fin a conseguir por
la detención, en la mayoría de los casos, no se ellos, se obtiene fácilmente.
logrará. En terreno profundamente montañoso o que
Esto, como es lógico, viene supeditado a tantos concurran las circunstancias citadas—caso que
factores, que no permiten deducir en estos mo no es el normal—, el ataque no se verificará con
mentos del combate próximo reglas fijas que grandes medios acorazados, sino por el binomio
digan: “la artillería vale o no vale en misión anti clásico artillero-infante; claro es que con la pro
carro”. Como siempre, en el justo medio está la tección y el apoyo de pequeñas agrupaciones de
virtud. carros.
Lo dicho anteriormente podemos aplicarlo di Otro factor a tener en cuenta atañe a las pene
rectamente a un ataque de carros normal, en te traciones de los medios blindados en el despliegue
rreno viable. Pero si el terreno, con sus servidum propio.
bres inherentes, obliga al atacante a canalizar su Es indudable que éste es el fin que persiguen
ataque, es indudable que sube el papel a la arti los carros, y que esto lo consiguen, sobre todo, en
llería encomendada. En est:os casos, un tiro de
os’ frentes actuales, realmente” estirados” por
barrera cóncentrado y potente sobre una zona de falta de fuerzas...

29
¿Qué papel puede tener la artillería en una pe tensivas al arma aérea con la limitación que su
netración de carros por un flanco o por reta pone su falta de precisión.
guardia? Sólo con Unidades aisladas de cooperación di
A mi juicio, escaso: las naturales condiciones recta con el Ejército de tierra podrá actuar en
de la artillería normal, asentadas en posiciones a apoyo anticarro dentro de las fases consideradas.
cubierto, las hacen aptas para batir zonas que no La acción será, en cambio, incrementada en lo
deben ser superiores á 45 grados, sin perder no que afecta a la observación, impidiendo además
table eficacia. Requeriría condiciones especiales la aproximación de reservas blindadas.
de observación, de asentamiento y montaje, y, Llegado al momento en que los carros han
sobre todo, enlace para que... toda la artillería creado una brecha en la disposición defensiva, o
pueda concentrarse en un momento dado sobre bien penetran por una establecida por la infante
el punto amenazado, y esto, además, olvidando ría, el esquema anticarro previamente establecido
sus propias misiones. se rompe, y entramos por grados sucesivos en la
Si esto no sucede, se lograría solamente una última fase del combate, que definíamos por ex
concentración escasa de los grupos que están si plotación.
tuados en la zona verdaderamente amenazada, El papel aeroartillero en el conjunto anticarro
con la consiguiente pérdida de una de las condi sube nuevamente. Convirtiéndose en tanto más
ciones más esenciales para el éxito: la masa. básico cuanto mayor sea la desorganización crea
Esto se ha tratado de conseguir dando movilidad da por la citada irrupción en nuestras disposicio
a la artillería, creando montajes especiales, mo nes. La característica de movilidad del fuego in
torizándola, por el cañón de asalto, en suma, que herente a estas dos armas es aplicada al máximo,
llena, efectivamente, estos requisitos; pero que tratando de llenar los vacíos que se han ocasio
hasta ahora es patrimonio exclusivo de las gran nado en el tantas veces citado despliegue.
des Unidades motorizadas. La acción directa de la aviación: bombardeo y
Por último, mencionaremos algo sobre la arti fuego de a bordo, se complementará con la indi
llería antiaérea, cuyo uso en Rusia por los ale recta; con acciones sobre las vías de comunica
manes como medio anticarro, ha sido frecuente ción, completando las destrucciones terrestres.
y con buen éxito. Es indudable que la artillería Su acción en combinación con la artillería, en
aérea, por su potencia, rapidez de tiro y rigidez forma de concentraciones cortas y violentas, so
de la trayectoria, llena perfectamente las neçesi bre los puntos de paso obligado, será realizada in
dades de toda pieza anticarro. Pero es indudable tensamente, agotando el esfuerzo de los materia
también que en Rusia se ha visto extraordinaria les, pensando que es en estos momentos, verdade
mente favorecido su empleo por las característi ramente cruciales del combate, cuando el carro
cas del terreno llano en su casi totalidad, con tiene su más importante aplicación, y dando tiem
grandes manchas de bosques que permiten la di po además a que con una retirada ordenada el
simulación de las Unidades artilleras, en espera perdido despliegue anticarro se recupere total
de la irrupción de carros. mente.
Pero en España esto no podría conseguirse las En resumen:
más de las veces, porque aun para cumplir su mi Fundamentándose la defensa anticarro en la
Sión específica antiaérea en nuestra Campaña aplicación, al máximo, de todos los medios aptos
nos hemos visto y deseado para buscar buenos para esta misión, aprovechando las característi
asentamientos. Además, el volumen de proyec cas de potencia y movilidad en el fuego, la coope
tiles a transportar aumenta de manera notable al ración aeroartillera es, por tanto, básica.
tener que emplearlos de distintos tipos. Su acción es, sin embargo, fundamental en
Todo por encima de que la misión verdad de la aquellas fases del combate en las que la caracte
artillería antiaérea es el tiro contra aviones, y rística es la movilidad. Complementando, en cam
que, por tanto, el darle otra es aumentar aquéllas, bio, en el combate próximo a la disposición anti
en detrimento de su propia eficacia. carro terrestre, cuya base es el armamento propio
Todas estas consideraciones pueden hacerse ex- de la Infantería.

30
EJERCIC
F1SK0

Capitán de Infantería
LUIS SARASA GONZÁLEZ,
de la Dirección General de Recluta
miento y Personal.

En educacíón, seguir a la Naturalea tóricas, produciendo enormes cataclismoso grandes hechos


y ayudarla. enaltecedores de una raza. Desde Platón, para quien edu
FE NE LÓN. cación es “lo que da al cuerpo y al alma toda la belleza y
perfección de que son capaces”, pasando por Froebel, que
CONCEPTODE LA EDUCACION dice es “extraer del hombre más de lo que se pone en él” o
“guiar al hombre a la completa realizaciónde la naturaleza
Lo que se ha tenido por educación,ha variado en su as humana”, según Dupanloup, hasta IVlanjón,que la define
-

pecto básico y en detalle a través de los tiempos y países. como “el desarrolloy cultivo de los gérmenesque ha puesto
Costumbres e ideas imprimencarácter a la educación;ésta, Dios en el hombre, el intento de hacer hombres perfectos,
a su vez, influye fuertemente sobre aquéllas, ocasionando teniendo en cuenta su doble naturaleza, espiritual y corpo
ambas el medio, la forma de ser y procederde la Humanidad, ral, en relación con su doble destino, temporal y eterno”,
la historia de los pueblos. Hoy mismo se orienta de muy di casi todos los filósofosy pedagogosse han ocupado de esta
versas formas, caracterizándosepor el predominio del des importante ciencia. Podemos decir ya que la educación es
arrollo intelectual y tendencias políticas o sociales,religio el conjunto de actos qué desarrollan y perfeccionanlg natu
sas y patrióticas. En Atenas se guiaba a sus pobladorespor raleza humana en su triple aspecto, físico,intelectual y mo
la senda del arte, buscando espíritus finos capaces de crear, ral, para mejorarlas y lograr la mayor felicidad posible.
o por lo menos apreciar, la belleza. En Esparta y Roma se La necesidad de la educación no requiere demostración.
quería la fuerza, muros para defender la patria, pasión por Desde que nace el hombre hay que ayudarle; bien es cierto
la gloria militar, mientras que en la Edad Media la educa que el crecimientose realiza por la ley natural; pero sin los
ción fué cristiana caballeresca,literaria en el Renacimiento debidos cuidados, el ser recién nacido arrastraría una vida
y modernamenteenciclopédicay social.Siempre ha existido lánguida, caso de no perecer. Más tarde habrá de desarro
acuerdo en que educar es desarrollarlas facultades humanas llar sus facultades intelectuales, adquiriendo los conoci
dormidas para que puedan realizar su destino o fin. En lo mientos indispensablespara su marcha por la vida, y sus
que existen diferenciases en la apreciación de esa impor actos tendrán que concordar siempre con el bien, proce
tante finalidad,y quién más, quién menos, cualquiera asigna diendo moralmente. -

un objetivo a la vida del hombre. Estas diferenciashan con Sentado lo anterior, comoobligadoprincipiopara tratar de
tribuído al despiste de los pueblos fuera del camino de la un asunto, aunque sólosea muy vaga y generalmente,entre
verdad y han sido factor importantísimo en las gestas his mos ya en la parte física de la misma,que es nuestro objeto.

31
EL EjERCICIO FISICO tas sacudidas indicativas de que el organismo io es±á prepa
rado para tal trabajo. 1-lade existir acuerdo entre la energía
Sin haberse llegado, ni con mucho, a dar a la educación del ejecutante, la flexibilidad de sus ligamientos, amplitud
física toda la importancia que tiene, es cierto que nunca de sus articulaciones y el ejercicio a realizar.
la juventud estiró sus músculos en la proporción en que hoy El ejercicio activa las funciones fisiológicas, fortalece to
lo hace. Claro que queda una mayoría de hombres jóvenes dos los órganos, desarrollando músculos y huesos. En cam
con sus articulaciones sin giro alguno, con un desarrollo sin bio, la quietud o falta de ejercicio da lugar a los fenómenos
proporción, tórax hundido, viejos en plena juventud, mer contrarios; como son la inapetencia, digestión y nutrición
ced a la quietud o desequilibrio de su desarrollo por el ejer lentas, debilidad y exposición a adquirir cualquier enferme
cicio localizado en ciertas partes de su organismo. dad y seguir una vida triste y difícil. Según Tissot, el ejer
El objeto de esta rama de la educación es conseguir hom cicio “fortifica las fibras, mantiene los flúidos en estado
bres sanos, fuertes, ágiles y equilibrados; es desarrollar to conveniente, despierta el apetito, facilita las secreciones, par
das las facultades físicas para conseguir un organismo de ticularmente la transpiración, y produce una sensación agra
gran vigor y salud completa. dable y una corriente saludable por todo el sistema ner
La importancia de la educación física es trascendental. vioso’,.
Con ella, además de la agilidad y la salud, se influye favo La mayoría de los habitantes de las ciudades no realizan
rablemente sobre las facultades del espíritu. El solo benefi el suficiente ejercicio físico. Los medios de locomoción, la
cio del ejercicio físico sobre la voluntad, la que se fortifica gran cantidad de maquinaria, las numerosas oficinas, comer
notablemente, justificaría las excelencias de su práctica. cios, etc., conducen al hombre a una vida quieta, poco
La importancia de esta influencia del ejercicio físico sobre higiénica, que indudablemente le perjudica; y así, las gene
la voluntad, la que se fortifica notablemente, justificaría las raciones son cada vez más débiles, con pérdida de las carac
excelencias de su práctica. La importancia de esta influen terísticas raciales. Sólo el ejercicio físico puede contener esa
cia del ejercicio físico sobre la voluntad está representada marcha decadente que se transmite y aumenta con la heren
en la respuesta de Alcibíades, que hallándose jugando a la cia. Ling consiguió que el pueblo sueco, practicando su mé
taba con otros niños en medio de la calle, cuando pasó un todo, expulsara las crueles enfermedades que lo minaban, y
carretero, Alcibíades no se quiso apartar y, tendiéndose en con los años se convirtió en una de las razas más ágiles, fuer
tierra, le dijo: “Pasa si te atreves.” tes y sanas de Europa.
El medio de que se vale la educación física es el ejercicio,
el movimiento. Pero el ejercicio no puede ser una finalidad;
es sólo el instrumento para mejorar al hombre. Dedicar la DISTINTOS METODOS DE EDUCACION FISICA
vida a la práctica de la educación física exclusivamente es
tener un concepto equivocado de la misma. La forma como el hombre cumple con esa ley natural del
El hombre se mueve y desarrolla, siendo el movimiento movimiento es muy varia; pero todos los ejercicios que rea
durante los primeros años una imperiosa necesidad, una ley liza entran en dos grandes grupos o clases: naturales y arti
natural: crecer y moverse. El movimiento ocasiona un gasto, ficiales. Los naturales no necesitan de reglas para su prác
una pérdida de energía que se repone mediante la nutrición tica o las requieren muy elementales, como sucede con el
y que a la vez contribuye al desarrollo. paseo, el alpinismo, etc.; mientras que los artificiales están
Al principio no será necesario más que guiar sus pequeños sujetos a reglamentos, que necesitan un aprendizaje y son
movimientos, evitando los que pudieran ser perjudiciales; comúnmente más fuertes y exigen, por lo tanto, un mayor
después se coopera con la naturaleza con otros suaves y esfuerzo muscular, como son todos los deportes o juegos.
beneficiosos, que irán aumentando su intensidad progre De todas las manifestaciones del ejercicio físico, la más
sivamente hasta su completa realización; luego se manten — completa y útil al organismo es la gimnasia, que, como in
drá la plenitud del organismo, y por último, en progresión dica su origen griego, significa ejercicio, y es el conjunto de
descendente ahora, se volverá a los ejercicios suaves, de con movimientos conducentes a desarrollar y fortalecer el orga
servación del vigor y flexibilidad, que se pierden, el mayor nismo, a la par que se consigue la flexibilidad debida. La gim
tiempo posible. Es el plan que señaló Fenelón en su frase: nasia exige una disciplina bastante rígida; pero ésta puede
“en educación, seguir a la Naturaleza y ayudarla”, en con atenuarse sin menoscabo del orden que ha de imperar siem
tra del optimismo de Rousseau, que abandona a educando pre en la misma. La gimnasia compensará el equilibrio per
para que crezca y desarrolle naturalmente, despreciando los dido con la práctica del deporte y será la preparación nece
progresos conseguidos por la Humanidad y auxilios cons saria para los mismos, dándoles el vigór o potencia y flexibi
tantes que puede darle quien esté en condiciones. lidad que todos ellos requieren.
No es posible hacer un estudio de los diferentes métodos
El ejercicio ha de ser de intensidad proporcionada con la gimnásticos que se han venido practicando con más o menos
constitución del que lo realiza, con su fortaleza física, y partidarios; todos ellos, excepto el sueco, adolecen de gra
debe terminar al primer síntoma de cansancio, sin llegar ves defectos, que les resta valor educativo y carecen de
nunca al agotamiento, verdadera monstruosidad originaria base científica necesaria.
de trastornos y enfermedades; detalle importante señalado
por Avicena en su frase qui modicum pergat, modicum inembra En Grecia se dió gran importancia al ejercicio físico, siendo
sua extendat. Es el caso del motor obligado a un trabajo las olimpíadas el centro de la vida griega, por la celebración
superior a su potencia, que pronto se avería y acaba por de las cuales se llegaba al armisticio en caso de guerra.
inutilizarse completamente. Salte más que el campeón X La mayor parte de los juegos actuales fueron ya practicados
quien esté constituído para esa proeza, y cada uno adquiera por aquel pueblo, y sus poetas los citan a menudo en sus
la agilidad propia a su organismo, y no tiene por qué intentar inspiraciones elevadas, en las que se leen frases alusivas a
lo que no esté a su alcance. los juegos de aquella época. “Gran multitud mirando está
El ejercicio físico beneficia; pero su exceso produce una ese corro”, de La I’íada, de Homero. Todo corro es danza y
circulación exagerada, respiración frecuente y difícil, y cier canción (Platón). Debajo del torcido azote vuela el agudo

32
trompo (Virgilio). Suelta ese trompo encordonado (Hora
cio). Por el juego de los procos (hoy los bolos) dirimieron
sus cuestiones los pretendientes de Penélope.
El pueblo griego buscaba, ante todo, el vigor máximo.
Tuvieron gimnasios o lugares ad.ecuados para la práctica
de los ejercicios. Todas las ciudades tenían gimnasio, al
frente del cual había el gimnasiarca, verdaderos puntos de
reunión y parques de recreo de jóvenes y adultos, donde se
practicaban los ejercicios de la olimpíada. En las pequeñas
poblaciones funcionaba la palestra con su paidotriba o fro
tador. La jabalina, el disco, la lucha en sus distintas moda
lidades, la natación, etc., fueron ya practicados por los grie
gos. Este pueblo llegó en educació:n física hasta donde podía
llegarse entonces. Faltan en su método la base científica
lograda hoy y la progresión metódica, y tiene su mayor de
fecto en la bárbara selección de la niñez; pero lo conseguido
por este pueblo es verdaderamente prodigioso.
En Roma se manifiesta la educación física por las luchas,
carreras y competiciones del circo o anfiteatro, y reviste
una tendencia marcada militar. Durante la Edad Media es
una educación caballeresca, de justas y torneos.
El método natural de I-lebert, que parece estar de acuerdo
con el pensamiento de Spencer, de “hacer del hombre un
buen animal”, sistema consistente en imitar la vida del sal
vaje, resulta de todo punto’inadniisible.
El de Amorós, de anillas, pesas, trapecios, etc., exige mu
chos aparatos y no es educativo, por dirigir su acción al des
arrollo exagerado del miembro superior, en detrimento del
resto del organismo.
La escuela deportiva, que cuenta con tantos partidarios
en Inglaterra y Estados Unidos, I:ampoco puede constituir
un método completo y aceptable, pues el deporte necesita
de una preparación física que la gimnasia educativa pro
porciona. Lo mismo sucede con la gimnasia rítmica, que
requiere, igualmente que el deporte, una flexibilidad y vigor
adquiridos anteriormente.
Puede decirse que la educación física descansa sobre dos
puntos bien distantes: Grecia y Ling. Este demostró el gran
error griego de la selección con su método científico educa
tivo y dió además al ejercicio una base sólida y cierta, de
que hasta él careció. dose más fácil y rápidamente; la digestión se acelera y per
fecciona, aumentando el apetito; la respiración es más pro
funda; la circulación, más frecuente, por lo que la nutrición
EL METODO DE LING es más completa al ser alimentados los tejidos musculares
con más actividad.
Henrich Ling, Oficial del Ejército sueco, tras esfuerzos El método de Ling produce un aumento de energía razo
extraordinarios, alcanza la forma de volver su propio orga nable; busca la extensión máxima y la flexibilidad de todas
nismo a la normalidad perdida a consecuencia de las heridas las partes, así como la amplitud posible de todas las articu
que tuvo. El método sueco se levanta sobre una base firme, laciones, sin llegar a las aberraciones de la gimnasia atlética.
como es el conocimiento perfecto de la anatomía humana En ésta, el objetivo era la bola, la redondez muscular; la
y de su funcionamiento, y el de las aptitudes y necesidades gimnasia cientifica educativa quiere la extensión debida:
del ejecutante. Sus ejercicios se reparten por todos los músculo largo y flexible, apto para el esfuerzo que cada uno
miembros, buscando el equilibrio y la armonía del orga ha de realizar, sin pérdida de la estética de su estructura.
nismo sin necesidad de trabajos intensos, que casi siempre Este sistema sigue una marcha verdaderamente educativa,
ocasionan trastornos, o açcidentes. Por su variación se evita poniendo en juego la progresión en todo momento; detalle
la monotonía, lo que contribuye a que en todo momento importantísimo en el desarrollo. Estudia el organismo y aco
estén vivos el interés y la atención. Se ocupa con preferen moda los ejércicios a la constitución o energía del que lo
cia de aumentar la caja torácica, lo que consigue plenamente, practica, y a medida que se crece en potencia, aumenta la
llevando a la sangre más cantidad de oxígeno, con lo que la intensidad del movimiento y el de la lección o sesión; pero
nutrición se depura y completa. Rectifica razonablemente la de forma paulatina, sin saltos peligrosos, apoyado en la má
columna vertebral, lo que, además de mejorar el aspecto xima: “el crecimiento o desarrolló, cuanto más lento, más
estético, contribuye a aumentar el volumen de los pulmones, perfecto”.
evitando la excesiva curvatura abdominal y la caída de Esta trayectoria progresiva, lenta, aumenta a potencia del
hombros adelante. educando sin causar perjuicios a su salud, que también
Las funciones fisiológicas resultan favorecidas, realizán queda mejorada, como se ha dicho repetidas veces, consi

33
guiéndose una gran resistencia a la fatiga, ún hábito benefinientes a mejorar el funcionamientoy desarrollode todo él.
cioso de aquilatar en los movimientosla fuerza muscular y Los ejercicioshan de efectuarse de manera que surtan los
el gasto nerviosopara alcanzar el mayor trabajo con el me resultados apetecidos;es decir, se ha de lograr una realiza
nor esfuerzo. ción perfecta, para lo cual las posicionesde partida, o ini
El aspecto estético, lo mismo en estatismo que en movi ciales, habrán de ser de extremada corrección, y el movi
miento, resulta mejorado notablementecon los ejerciciosde miento, en todas sus fases, se hará con la atención fija y la
Ling, mediante la armoníay proporcionalidaddel desarrollo precisión, intensidad y velocidad adecuadas al alumno.
que preconiza en aquéllos,al ser repartida y totalitaria su También han de ser ordenados y metódicos,tras el logro
acciÓn, según importancia y misión de cada parte. del desarrolloíntegro y armónicodel organismo,y habituar
El cerebroactúa en todos los movimientosde este método, al ejecutante a la economíade su gasto nerviosoy muscular.
beneficiándose todas las facultades y sentidos, en especial Es fundamental para que el ejerciciobeneficie,que la vo
la voluntad, el carácter y la observación, y sus ejercicios luntad del que lo realiza actúe constantemente,poniendo en
comunican hábitos de orden, constancia y decisión por la acción músculosy nervios con la debida tensión, para que el
indudable influenciarecíproca entre cuerpo y alma, y ade movimiento sea perfecto y educativo, ya que si no existe
deseo o la energía es superior a la categoría potencial del
más, y ésta es la gran utilidad del ejerciciofísico educativo,
proporciona al alma un instrumento, fuerte y vigoroso,sano, individuo que la ejerce, los efectos serán contrarios, perju
ágil y flexible,dispuestopara realizar las más difícilesem dicándole.
presas. En cuanto a los aparatos, el método sueco utiliza pocos:
El método de Ling es el único verdaderamente completo el banco, la barra y la espaldera,principalmente,y el caba
y educativo, capaz de desarrollary conservar el vigor, la llo, el potro, plinto, etc.; de algunos de los cuales puede
salud y la agilidad necesarios al hombre para marchar por prescindirse sin detrimento de su acción educativa. En los
la vida. Puede ser practicado por todos, cualquiera que sea dibujos se ve la forma fácil de sustituir algunos de estos
la edad, sexo o condicionesespeciales.El método de Ling aparatos, que, no obstante, deben ser adquiridos donde se
o sueco, es la base de la educaciónfísica. pueda.
Y para terminar, lector paciente, una última consideración;
es esta: Quien de ordinario practica la educación física, es
NOTAS FINALES un gran convencidode la útil labor que realiza al mejorar su
organismo; pero no se limite su acción a los minutos en que
Para que el ejercicioproduzca,pues, los efectosseñalados, flexiona y extiende sus músculos,sino que en la vida co
será necesarioconocer a la perfecciónel organismohumano, rriente observe los preceptos que le lleven a adoptar posicio
sus perturbaciones o anormalidades,y también los ejerci nes y actitudes correctas, que pronto conseguiráhacer suyas,
cios que, según edad, sexo o condiciones,sean los conve obteniendo así el éxito completo en su educación física.

Dibujo enviado por D. Ricardo Delgado García.

34
FUNDAMENTOS MATEMÁTJÇ5
DE LOS ENGRANAJES DE RUEDAS DE FRICCIÓN
UTILIZADOS EN LAS DIRECCIONES DE TIRO
-(A. KCIILENKAMP: Revista «Y. D. I.».Traduccjón del ale
mán del Comandante del C. 1. A. C. Pedro Salvador Elizondo.)

L os engranajes de ruedas de fricción en


cuentran en la actualidad una múltiple
representamos por El dispositivo consistirá
.

en un volante 2 que hace girar el anteojo al


y variada aplicación en los aparatos utilizados rededor de un eje horizontal, siendo marca
por los Ejércitos, tanto en las instalaciones dos los ángulos de giro por el indicador 3.
de a bordo de los aviones y barcos, como en Independientemente de este mecanismo im
las direcciones de tiro de la artillería antiaé pulsor del anteojo se medirá la velocidad con
rea. Sus cualidades, que les permiten obte un engranaje de ruedas de fricción. Para
.

ner una gradual regulación de velocidad; el ello, sobre el disco de fricción 5 que se mue
empleo discrecional como mecanismo de di ve a velocidad constante por intermedio del
rección (integrador) o medida (diferencial); motor 4, se desplaza con el volante 6 la rueda
la sencilla realización de multiplicaciones de fricción alejándola del centro del dis
,

del valor de una velocidad) que se trata de co en tal magnitud, que resulte el contra—
medie por un factor variable, son otras tan índice 8 en coincidencia permanente con el 3.
tas circunstancias .que hacen especialmente Una vez conseguido esto, se obtendrá en el
adecuado el empleo de tales aparatos. indicádor 9 la velocidad angular que se trate
DISPOSICION DE LOS MECANISMOS O de medir. Este dispositivo tiene el inconve
ENGRANAJES PARA LA MEDICION DE niente de que cada uno de los volantes 2 y 6
LA VELOCIDAD. DE UN ANTEOJO DE deberán ser manejados por un sirviente.
PUNTERIA Sin embargo, es factible una simplificación,
dado que el mecanismo comparador com
.

Para hacer más comprensible el empleo de puesto del índice 3 y contraíndice 8 puede
los engranajes de ruedas de fricción en la rea ser sustituído por otro de funcionamiento
lización de una determinada misión, vamos automático, actuando en. forma de diferen
a proponer el caso concreto de determinar cial. En este.caso (fig. z.) se obtendrá en el
la velocidad angular con que debe moverse diferencial 3,8 la diferencia entre el valor de.
el anteojo de puntería (fig. i.) para mante rotación proveniente del volante 2 y el su
ner constantemente en su línea de mira al ministradó por el mecanismo de rueda dé
objetivo móvil sobre el cual se encuentra fricción, utilizándose dicha diferencia para
apuntando. ajustar la posición de la rueda de fricción 7
El ángulo que describe el anteojo vamos sobre el disco 5 de fricción. Caso de que la
a suponer que es el ángulo de situación que mencionada diferencia fuese nula, entoncés
Fig. Mecanismo
medidor de velocidad,
con volantes indepen
dientes para la medi
ción y dirección, para
un solo anteojo.

Fig. a. a_Mecanismo
automático medidor de
velocidad para un solo
anteojo.

7l”C0i7St’ 4
aparecerá en el dispositivo indicador 9 el velocidad constante de varia
valor de la velocidad c correspondiente al ción del ángulo de situación y
movimiento del volante 2. velocidad inicial del movimien
to de variación acelerada del
En esta forma, el mecanismo de rueda de
fricción viene a ser un engranaje diferencia ángulo de situación, en. (1/s).
aceleración del movimiento de
dor. Ahora bien: si invertimos la disposición
del volante, se obtendrá un mecanismo de variación del ángulo de situa
mando, y con ello uno de integración, tal ción, en (1/Sz)
como el representado en la figura 3•a, en el Lc = errores en la medición de la
velocidad de variación del án
cual el volante 2 se encuentra entonces so
gulo de situación, en (1/s).
bre el eje de los resiltados, al cual está aco
piado él dispositivo indicador 9. Para el caso = ángulo de situación en el me
en que, no obstante ser correcta la velocidad canismo de rueda de fricción,
del movimiento del anteojo, el valor del man en (°).
do indicado no sea el verdadero, debido a velocidad de variación del án
que el anteojo resulte constantemente apun
co = gulo velocidad CR en angular
(1/S) del disco de
tado algo más alto o más bajo que el obje
tivo, entonces deberá preverse un diferen fricción, en (‘/s).
cial adicional lo, con el cual, y mediante el r = distancia del punto de contac
to de la rueda al centro del dis
manejó del botón u, se pueda ajustar el va
co de fricción, en (mm).
br de la citada diferencia, la cual viene a re
= errores cometidos en la posi
presentar, evidentemente, la constante de
ción de la rueda de fricción,
integración.
en (mm).
Uno de tales mecanismos de mando en
r, r, = distancias de las posiciones ini
cuentra una aplicación universal, bajo el
nombre de “Mecanismo de recorrido y velo cial y final de la rueda de fric
cidad”, en todos aquellos casos en que se ción, en (mm).
R = radio de la rueda de fricción,
haga preciso el gobernar con gran precisión
y regularidad un aparato con arreglo a un d en
(mm).
= = velocidad de ajuste de la rueda
valor permanentemente variable. Para ello
de fricción, en (mm/s).
se representan la componente velocidad del
ángulo del anteojo, dada por la rueda de c = relación de transmisión a la
fricción 7, y la componente recorrido obte rueda de fricción, en (mm).
k = = factor de amortiguamiento, en
nida porla rotación del husillo en el dif eren
(‘/s).
cial 3,8. i. R
Por otra parte, si se varia la relación de = constante del tiempo, en (s).
transmisión entre la rotación del husillo y
el desplazamiento de la rueda de fricción, se cz=c . = constante, en (mm7s).
pueden obtener diferentes peculiaridades o e = base del sistema de logaritmos
naturales. en (—).
características para los mecanismos repre
t tiempo transcurrido, en (s).
sentados en las figuras z y 3.
valor del semitiempO, en (s).
ECUACIONES DEL MOVIMIENTO Según estas notaciones, y basado en el fun
El significado de las distintas notaciones cionamiento de los mencionados mecanismos
a emplear es el siguiente:
podemos establecer = c (co — cocR)... (i),
Referentes al anteojo:
= ángulo de situación, en grados (°). en la cual, como sabemos, c es un factor de
= velocidad de variación del ángulo dr
de situación, en (1/s). proporcionalidad. Ahora bien: puesto que -

36
viene expresado en mm., mientras o y R están previamente fijados, sino que son de
lo son en ‘/s, este factor tendrá que venir ex libre elección, entonces vemos, según la
presado en mm., y nos dará el desplaza ecuación (3), que la variación de la posi
miento de la rueda de fricción, en mm., para ción de la rueda de fricción dada por la dis
la unidad de la diferencia existente entre tancia r, será además tanto más grande
ambas velocidades de rotación; vemos, pues, cuanto mayor sea la velocidad de rotación
según esto, que c representa la relación de del disco de fricción, y cuanto menor sea el
transmisión dada por el par de ruedas cilín radio R de la rueda de fricción. También en
dricas dentadas 12 (fig. 3) y el husifio i. estos casos variará en la correspondiente me
Por otra’ parte, lá velocidad de rotación R dida el tiempo de ajuste del mecanismo.
viene determinada por la velocidad de rota
ción del disco de fricción, la distancia r y AJUSTE
O REGULACION DEL MECA
el radio R de la rueda de fricción, por medio NISMO
de la siguiente expresión: R = (2). El proceso de ajuste sé termina con la co
...

locación de la rueda de fricción 7 (fig. 3) en


Introduciendo ahora el valor dado por esta la posición correspondiente al valor de la ve
expresión en la ecuación (i), se obtiene: locidad angular del anteojo. Si denominamos
dr c.
c. óc ——a---. r (a),y si tenemos en a este valor final, que vendrá dado por la dis
...

cuenta que tanto c como c y R son valores tancia, r, como en este momento = o,
constantes, podemos simplificar la anterior haciendo uso de la ecuación (5), tendremos:
expresión sustituyendo ±j = (.), de c. = k, r1 es decir: r1 =
...
C.Ó0
(6); o si. ...

dimensión 1, obteniendo en definitiva:


dr S utilizamos la ecuacion (4): r, = ... (6),
= c . — k r . ... (5). Las ecuacio
Los procesos de regulación deben ser ensa-’.
nes (i), (3) y (5)’nos confirman que la velo yados para dos casos distintos de la marcha
cidad de ajuste de la rueda de fricción 7 del movimiento del anteojo: uno, para velo
(fig. 3) para una determinada diferencia de cidad de variación de ángulos de situación
las velocidades de rotación y e R’ es constante, y otro para velocidad unifor
tanto mayor cuanto mayor es el factor c; es memente acelerada.
decir, la relación de transmisión. Por consi
guiente, y en forma correlativa, el tiempo de Caso i.° Velocidad del anteojo constante.
regulación del mecanismo será más peque Para el caso de que la velocidad del an
fío. Por otra parte, y silos valores y R no teojo sea constante (o const. cR), la
ecuación (5) se podrá escribir = c. —

Fig. Mecazismo
regulador de velocidad — k. r; y si ahora introducimos una nueva
empleado como meca constante a = c. (y), expresada en
...
iismo de velocidad y
recorr&do. mm/s, tendremos que = a — k. r ... (8),
con cuya ecuación se calculará la dependen
cia de la posición r con respecto al tiempo
del ajuste t. Esta ecuación representa una
ecuación diferencial lineal que podemos es
cribir de la siguiente manera: dt =
a—k.r
Pdr
la que integrada nos daj & —_ja-k.r”’ (9);

37
‘t C$
y si hacemos a — . r = z, tendremos final ecuación (io) tomamos como límite supe
riór de integración el valor r, que sabemos
mente, [t] = — .-[l,,, (a — k . ... (io). es variable con el tiempo, tendremos:
El ajustado comienza al tiempo ¿ = o y t
termina al tiempo t. Los límites serán, por
consiguiente, o y t. Para r existen, sin em que puede escribirse también:
bargo, dos posibilidades: El ajuste de la rue (a_-k.r
da de fricción en la posición r1 puede conse
guirse bien partiendo de la posición cen y si tenemos en cuenta que k = C .(* y
tral de la misma, es decir, r = o, o bien de
una posición determinada (r = ri). Para que, según (7), c. = a, podremos escribir
considerar el caso más general, establecernos
en principio, como límite inferior de integra — k t
. = l —-—y--),
olo que es lo mismo:
ción r = r. La ecuación obtenida entonces VI’
_k..1 r
deberá poder resolverse para r = o, cuando VI
la posición inicial de la rueda de fricción se e = , que, resuelta con respecto a —,

toma en la posición cero. 7/

Con estos límites de integración se obtie k/.


e Y
ne: = —4[l (a — k r,). — l (a — k r. .
nos da: e — Yj. —=
Y,
1 — — o lo que es lo
---k .

Ahora bien: como para la posición final te _k.t r.e


mismo: 1 e—= + — y ; si tene
nemos, segun la ecuacion (6): r, = c .R _______
r1
mos en cuenta la ecuación (6):
Ti
c)
o bien tomando en consideración las ecua
a
ciones (4) y (q), r,. = o r, = de —,—— --, en la cual, si consideramos qu la posición•
donde a k r1 = o; el tiempo de ajuste
— .
inicial de la rueda de fricción corresponde
a r = o, es decir, el centro del disco de fric
...(ii). r
= i e clon, tendremos:
(13). — ...

Es decir, puesto que lo = tendremos , Y’


t = que nos indica que para conseguir Esta ecuación confirma de nuevo lo que
la posirión final de la rueda de fricción se ya nos indicó la (ir); es decir, que para el
hace preciso un tiempo infinito, siendo indi valor de r = r1 tendremos que i = i e k — .

ferente que la posición inicial de la rueda de lo cual solamente se verifica cuando ¿ = :x.
fricción sea la cero (r = o) u otra cualquie De la misma manera, y como ya habíamos
ra. Podemos, por tanto, decir: para r = ‘r1 indicado, también nos da la marcha del tiem
se tiene: t = po requerido para la regulación, en el caso
Sin embargo, en los mecanismos corrien previsto de que ésta comience cuando la
tes puede encontrarse un tanto por ciento rueda se encuentra en el centro del disco;
prácticamente considerable, de valores fina siendo entonces el tiempo t = o, tendremos
les, manipulando durante escasos segundos. que la mencionada relación comenzará con
Por otra parte, y puesto que con r se de el valor ir ir = o, para r = o; y ter —

signa la posición actual de la rueda de fric


• r minará, como hemos dicho, con el valor
cion, el cociente designara una fraccion

i, o bien r = r1, para el tiempo t =
de r,, que, a lo más, podrá variar entre o y i,
y que puede servirnos para encontrar la ley Los valores intermedios vendrán determina
de evolución del fiempo requerido para el dos por medio del valor k que figura en el
ajuste del mecanismo. En efecto: si en la exponente.

38
Dando, pues, al exponente k los, valo .
diente al valor medio solamente viene -deter
res i, 2, 3, etc., y puesto que e = 2,718. ten
dremos para la ecuación (13) los siguientes minado por la constante del tiempo —--.

valores numéricos:
Como, ejemplo para la obtención de la men.
= 0,5 1,0 2,0 3,0 4,0 6,0 8,o 50,0
cionada curva de la figura 4a hemos elegido:
= 0,395 0,632 0,865 0,95 0,982 0,998 0,9997 0,99996
Relación de transmisión hasta la rueda de
En la figura 4 se representa, de línea con fricción c ‘= 2 mm.
tinua, la curva que expresa la ley de varia Velocidad de rotación del disco de fricción,
= 30 (1/s) = 285 revolu/m.
ción de esta relación en función del pro
Radio de la rueda de fricción, R io mm.
ducto k t. Esta curva es al mismo tiempo
.

la representación de la ecuación (8), de la ,Seg’únestos datos, tendremos que k = .2


cual habíamos obtenido la anterior relación,
y que mediante las transformaciones que ex-. y la constante de tiempo, —-=- es decir,
‘presamos a continuación nos permite obte que la escala de las abscisas significa:
ner nuevas interpretaciones. En efecto, si
escribimos la mencionada, ecuación (8) en la para k.t==i,,
forma k r . —- a, o lo que es lo mism, -

Idi’ a
i’ + —=----, y si en ella, segun (6) y (7), 6’
yparak.t=6,,i
sustituímos. r, se obt:iene: r + ---. lo que nos’ dice que, al cabo de un segundo,
‘‘7 —, o sea la ordenada correspon
la relacion
= r1 (14); es decir, según esto, el valor
...

final r, está compuesto en cada punto de la diente, alcanza el valor 0,998; es decir, que
curva por la suma de la distancia r, alcan la rueda ha corrido hasta 0,998 del verdadero
zada por la rueda en cada mómento, y el pro valor de ajuste. El valor medio correspon
ducto de la velocidad de variación de dicha de, en este caso, a la abscisa k. t 0,694,
distancia por el factor constante
--- y el tiempo para alcanzar este valor será
Ahora bien: la veloçidad de variación sig o,5 2-94_’= o,ii6; lo que, por otra parte,
nifica la tangente a la mencionada curva, ,
se obtiene directamente de la ecuación (15),
mientras el factor, según las ecuaciones (6), que para los datos indicados adquirirá la
es igual a y significa la cons,tant del siguiente forma:
tiempo, de dimensión (s). t0,5 = 2,3059 )< l,,2 x’ --- = o,ii6 (s).
Por otra parte, un valor por el cual se ca-
racteriza frecuentemente la marcha del tiem
po de regulación de tales mecanismos es el
valor medio, así como el tiempo necesario
para alcanzar dicho valor medio, que por co 1

rresponder a = 0,5, tendremos, egún la---


1
í
q632
ecuación (13): 0,5 =I—_e—l.óe—k.t = 0,5;

es decir, e—h = 2 ó l2 = k t, y, final .


‘ti,

ménte, t0,5 . . .- (15). Vemos, pues, se ‘7TT a


gún esto, que el valor ,del tiempo correspon /4 \ ir— ‘—

Fig. 4.a_procesó de regulación de óelocidad de los


engranajes de ruedas de fricción, según las figu
1 z
i • :
3 4 .7 c ‘

ras 2.a y’3.a, para una velocidad angular conslane.


/t
Errores de arrastre.—El valor de velocidad ción marchará hacia su valor correcto, según
correspondiente a la situación r de la rueda una función et, dependiendo la velocidad
de fricción es afectado, durante el tiempo de de ajuste- del “factor de amortiguamiento”
ajuste, con un error de inercia o de arrastre k = quecuanto mayor sea, tanto más
del mecanismo. Dicho error ha de ser, indu
dablemente, más pequeño cuanto más se rápida será la mencionada velocidad de ajus
aproxime el ajuste a su verdadero valor. te y tanto más sensible será el mecanismo
Este valor correcto, o “valor que debe ser”, contra las irregularidades en su manipula
viene dado de la ecuación (6) por la siguiente ción. Por otra parte, durante el ajuste la
rueda de fricción quedará retrasada en la
relacion: r1 = = y el incremento magnitud del error de arrastre, el cual, se —,
0)
de r, o error de arrastre, lo estará a su vez gún la ecuación (14), viene dado por la velo
por la diferencia entre la posición de la rue cidad de ajuste
da de fricción y la posición que “debe ser”,
dela rueda de fricción, 4!j..
dada por la ecuación (6). Ahora bien: como y la constante de tiempo que vemos es igual
según la ecuación (12) a la inversa del factor de amortiguamiento.
Finalmente, como el tiempo de ajuste es,
r=-R_e_t(0)0(, _) teóricamente, infinitamente grande, para co
nocer la característica de amortiguamiento
tendremos qúe
de uno de tales mecanismos se utiliza el
+ tiempo correspondiente al valor medio t0,5,

es decir: r = e o
con el que se quiere expresar el tiempo que
se necesita para que el mecanismo adquiera ( R — ... (i6).

Ir --
Según esto, si para efectuar el ajuste se par su valor medio = O5). y el cual viene -

te de la posición cero (r = o), el error de arras

tre vendrá dado por ár=----—-*


o e R
(17).
dado pór la expresión t0,5 -—. l z.

Y a este error, en la posición de la rueda


En definitiva, y en tanto que se trate del
de fricción, corresponderá, según la ecua
caso en que el anteojo tenga que moverse
con una velocidad constante, que es el hasta
cion (6), un error en la velocidad ahora considerado, la importancia del error
el cual, según la ecuación (17), puede tam
de arrastre trasciende únicamente en un re
tardo en la determinación de la correcta ve
bién escribirse = . e— ... (i8).

Esta expresión puede representarse en


locidad, no llevando consigo prácticamente,
una curva, tal como la de puntos de la fi
por lo demás, ningún error en las mediciones.
gura 4a, que nos dé la marcha evolutiva de
Caso .°: Anteojo con veloci
los errores de arrastre para la velocidad, su
dád uniformemente acelerada.
poniendo co i°/s. A continuación damos

En este caso tenemos que o o t .


la correlación entre los valores de k. t e o

para los distintos puntos de dicha curva:


—en donde representa la capacidad de
aceleración del aparato—y la ecuación (i)
1t = 0,5 1,0 2,0 3,0 4,0 6,0 8,0 10,0

io= 0,605 0,368 0,135 0,05 o,oi8 0,002 0,0003 0,00004 f,


adquiere lafórma4-= c. (o0+ .

quiera
Claro

un
está

valor
que

distinto
cuando

de
el

la
valor

unidad,
de o

única
ad
o si tomamos corno base la ecuación ()
dr /
mente habrá que multiplicar dicho valor por

cada uno de los obtenidos por la curva men

cionada.
demos escribir en la forma
dr ____
De lo expuesto vemos que cuando la ve R —0,
locidad c, sea invariable, la rueda de fric

40
en la cual cada uno de los sumandos tiene la y si además la posición inicial de la rueda de
dimensión mrn/s. fricción es r o, es decir, que comienza el
La solución de_esta ecuación exige efec ajuste desde el punto medio del disco de
tuar una gran série de operaciones interme fricción, entonces se podrá escribir de nuevo:
dias, para simplificación de las cuales esta
(25),
bleceremos que C.(’) =Z o (20),
j
...

c.=rn
en cuyo caso se transforma en o bien: r = -_ -. e +
Según esta ecuación, y para la hipótesis
k.r—m.t—-a=o...(21).
de que la rueda de fricción parte del punto
Ahora bien: para resolver esta ecuación medio del disco de fricción, si hacemos t = o,
diferencial supongamos que sea z una inte - R R
gral particular de la misma, y éntonces ten tendremos: r = ———-— . = o.
c k k
dremos + k z = o, cuya solución ven
.,
También vemos que si hacemos crecer el
valor de i, disminuirá rápidamente el valor
drá dada por z = z.ek (),
... en la cual;, de primer sumando del segundo término de
como valor inicial, representa uno de los la ecuación (25), y ciertamente, de la misma
límites de la integración. manera que en la ecuación (13), eh depen
Por otra parte, si designamos por u el co dencia del factor de amortiguamiento k.
ciente entre r y z, tendremos qué r = z. u, Por otra parte, y en tanto que el tiempo
tomando entonces la ecuación (21) la si
sea más pequeño que el factor tiempo _-,
guiente expresión:
el segundo sumando del término expresado
(23);
será negativo y disminuirá el valor de la po
si tomamos ahora en consideración lo expre sici6n de la rueda de fricción, representado
sado por la ecuación (22). y luego volvemos por el primero. Si el tiempo es igual a la ci
a efectuar la sustitución in.versa de z. u por r,
FRíc tada constante —---, el segundo sumando será
tendremos: r = e—k.t r ± —i—-—- i +
L nulo; ganando
0/ en importancia, a partir de
R r 1ii este momento, con respecto al primero, has
+ -+t_—,)j (24),
... la cual,
ta el momento de determinar él únicamente
si hacemos 1aaceleración = o, tomará la la posición r de la rueda de fricción, para va
¡
formar=e—k.t1y______p + —-,
R la lores suficientemente elevados de t.
() / Ci) Según esto, -la primera parte de la ecua
que, dividida por r, = —° , nos conduce
ción da el ajuste a partir de la posición cero,
durante el transcurso—dado por el segundo
de nuevo á la ecuación (12). término—de la variación de posición de la
La ecuación (24) nos da el proceso evolu rueda de fricción con el tiempo.
tivo del tiempo de regulación de los meca Este segundo término estará representado
nismos de las figuras 2•a 3•a, para el caso por una recta, cuya inclinación con respecto
en que al volante 2 se le hi.ciese girar con una al eje de los tiempos estará dada por el fac
aceleración constante , a partir de una de tor del tiempo. Es decir, si representa el
terminada velocidad c• La rueda de fric R.
ción comienza su ajuste. a partir de la posi ángulo de inchnacion tg = . Y si,
ción r. Si la velocidad de giro del volante como decíamos, suponemos que ha transcu
es acelerado desde el principio, entonces rrido un tiempo suficientemente grande, el
= o, y la ecuación (24) podrá escribirse: primer término se habrá hecho tan pequeño,
1 R R ¡ que le podemos menospreciar coñ respecto
= e—k’ (r + Ci) —)
—. + —. 1t—--—);
O) lf al segundo, y el proceso se proseguirá según

41
ii R I,5X10
larelacion r =—.. t—— , de lacual se constante de tiempo k—’ •-•= 30 —

R 1,5X100 0,083, que


deducequesi t = o,, r = — -e--. k Es decir,2.900
= 0,5; —.

=

que la recta dada por la ecuación corta a la dando la ecuación (25) en la siguiente forma:
ordenada r para el valor -y-. Vemos, rpara= 0,083

+ 0,5 (t o,i66), de la cual,
distintos valores de t, se obtendrán los
.

pues, que la ecuación (25) puede representarse siguientes valores para r:


como en la figura 5•a, en la cual, to
mando los tiempos como eje de absci •1 2 4 5 6 7
sas y las posiciones r como eje de orde
nadas, la recta que teniendo como mcli o0,1 0,2 0,3 0,5 0,6 1 1,5
a0549 0,301 0,165 00497 0,0273 0,002
= 0,b0012
R.
y que corta al eje 0083. e6t= 0,083 00456 0,025 0,0137 0,00410,002270 0001860,00000996 . .
nacion tg = , 0,5 (t—o,166) 0083 0,033 0,017 0067 0,167 0,217 0,417 0.667 = —
o0,013 0,042 0,0807 0,171 0,219 0,4188 0,667
=

de ordenadas en el punto r =— -. -, —

es a la que se aproxima asintóticamente la La recta a la cual tiende aproximarse la


curva a partir del punto cero y representa curva está dada por el ángulo de inclinación
la mencionada ecuación. tg = = 0,5, = 26°35’; y el punto -.

de intersección con el eje de ordenadas


R
= —0,083.
00 ¡‘7

Errores de arrastre.—Durante el ajuste


efectuado según la ecuación (25), en depen
dencia con el tiempo, existe un retardo en el
valor de la velocidad dada por el mecanismo,
con respecto al verdadero valor correspon
diente a la velocidad del anteojo. Ahora bien:
según la ecuación (6), la correcta posición
rd de la rueda de fricción, correspondiente
Fig. 5.a_Regidaciófl y errores de arrastre para una velocidad
a la velocidad del anteojo, tiene el siguiente
angular unijormernent.e acelerada del anteojo, según las figu-. R
ras 2,a y 3a valor: re. = c. y como en el caso que
. ,

consideramos de velocidad uniformemente


• Como ejemplo para la obtención de la acelerada ü = o + i t, tendremos: .

figura 5•a se han tornado los siguientes valo R


res constructivos: re.5 =—. (c0±s . t) ... (26), o para 0=o,,
Radio de la rueda de fricción R io mm.
re5 =--. i .t ... (26 a), y la difereiicia en
Velocidad de rotación del disco de fricción
00 = 30 (‘/s) = 382 rey/mm. tre las ecuaciones (26) y (24) nos dará el
Desplazamiento de la rueda de fricción error de arrastre, que tendrá por valor:
c 2 mm.
+t)_et
Aceleración i 1,5 1/Sa.
Y los valores constántes de la ecuación (25) [ Rt 1 RF ( ‘l
+
____ 2X30 —
serán entonces: k = R = — — 6; que después de simplificada se reduce a:

42
r=_.j_e - (27),
...
valor inverso del factor de amortiguamiento
conocido con el nombre de constante de
de la cual se obtiene, para una velocidad de
puntería de anteojo no acelerada, la siguiente tiempo --, el cual nos dará. en seguida la
mencionada cantidad. Además, las ecuacio
expresión: Ar= e-
. et
nes (24) y (25) nos muestran que a la posi
lo que está en perfecta concordancia con lo ción de la rueda de fricción le corresponde
expresado por la ecuación (16), para cuando
se trataba de esta clase de niovimiento de un aumento de velocidad de
velocidad constante.
_._), . (
quedando retrasada, según esto, en la can-
Por otra parte, al error r en la posición
de la rueda de fricción corresponde, según la tidad que, representando una veloci
.---,

ecuación (6), un error en la velocidad angular dad de dimensión (lis), nos dará al mismo
Lc z r. y si sustituí:mos en ésta el valor tiempo un error de medida en la velocidad,
a la que corresponderá un error en la posi
de ¿r dado por la ecuación (27), tendremós:
ción de la rueda de fricción, de- .
_ 1 ) ()
— —- . -s e •‘ (ri. - ±
— co (z a).
— ...

Vemos, según esto, que el error de arrastre


crece desde un valor mínimo para t = o, el RESUMEN
cual puede llegar a ser cero cuando o ==o
hasta un valor máximo, invariable, dado por El mecanismo de recorrido y velocidad,
el primer término de la ecuación. empleado como medidor (mecanismo dife
renciador), deberá medir la velocidad de
Para el caso del ejemplo anterior, en el aquellos movimientos que, no siendo sufi
cual sucediera que co = = o, las ecua cientemente exactos o regulares, puedan ser
ciones (27) y (27 a) quedarían transforma medidos sin tener en cuenta los errores de
das en las siguientes: inercia. Esta irregularidad no provendrá, por
LY lo demás, del movimiento del objetivo cuya
co ...(28),, velocidad se trata de medir, sino más bien
co=——• (x—e—- .) de las imperfecciones mecánicas ó de otra
índole de los medios empleados para se
y tendríamos que el error de arrastre ten guirle. Según esto, es evidente que en la
dería hacia el valor constante instalación medidora se introducirá un mo
R vimiento que se diferenciará más o menos
del réalmente existente. Por otra parte, pues
to que las irregularidades del, movimiento
o bien hacia zco = = = 0,25 (‘/s). originan aceleraciones y diferencias notables
de tiempo, cuya magnitud y forma no vie—
Es decir, que para un movimiento de ace nen. dadas por dicho movimieñto, resultará
leración constante , el mecanismo dé rueda falso e inútil el medirlas para tenerlas en
de fricción marchará de tal manera que la cuenta, debiendo intentarse, por el contra
velocidad medida por la rueda de fricción, rio, eliminarlas; valiéndose para ello de ade
durante el ajuste determinado por un cierto cuados medios amortiguadores que disipan
factor k de amortiguamiento, permanecerá o hacen desaparecer, en las medidas al me
constantemente retardada. en una determi nos, aquellas aceleraéiones de intensidad
nada cantidad, con respecto al verdadero apreciable.
valor; siendo de influencia decisiva para la En el mecanismo medidor de la figura 2a,
determinación del error el conocimiento del: las irregularidades. de los sirvientes soñ espe

43
cialmente considerables, dado que el volante la misma función e, hacia una velocidad,
solamente podrá girarse con una relativa re la cual queda retrasada con respecto a la
gularidad de una manera continua y al me ya existente, en la constante de tiempo—_
nor descuido puede anularse repentinamente
la velocidad cuando se detiene momentánea aproximadamente. El error de arrastre en
mente su movimiento; pudiendo llegar in la medida de la velocidad estará dado por
clusive a obtener valores invertidos cuando, medio de la aceleración y la constante de
por percibir el sirviente que ha girado muy tiempo —-. ‘La importancia ‘del mecanismo
de prisa, hace girar el volante en sentido con
trario. reside, según esto, en que no puede captar
Cuando el mecanismo es de mando, como variaciones repentinas de velocidad; es decir,
el de la figura 3a (mecanismo de integra que se evitarán las inflexiones de las acele
ción), las condiciones son más favorables, raciones. Los errores de arrastre durante las
puesto que, supuesta la misma atención mediciones carecen de importancia cuando el
prestada por los sirvientes, las irregularida mecanismo se utiice solamente para conse
des del movimiento, seguido por el anteojo guir un movimiento regular y muy exacto,
son fundamentalmente más pequeñas. El del cual no se utilice para ulteriores cálculos
movimiento, en este caso, se encuentra libre nada más que el valor angular corriente. Por
de las irregularidades originadas por el giro’ el contrario, en el caso de que se deba calcu
del volante y no puede conducir involunta lar el valor de la velocidad, entonces habrá
riamente a ninguna aceleración espontánea, que medir, con un dispositivo especial medi
dado que a la velocidad gobernada se le da dor de velocidad, el movimiento impulsor del
una regulación que hace imposible alcanzar anteojo; es decir, la rotación del árbol motor
instantáneamente el valor cero o invertir la del mecanismo de fricción, o bien calcular
indicación de la velocidad. los errores de arrastre. En la práctica suelen
Según esto, el mando conseguido sobre el ocurrir raramente movimientos uniforme
anteojo, por el mecanismo recorrido-veloci mente acelerados, pues, por lo general, se
dad, se caracterizará por su gran firmeza y trata de movimientos variados, en cuyo caso
regularidad. así como por la eliminación de la ecuación del movimiento no es integrable
errores durante sus largos períodos de exactamente, debiendo emplearse, por con
marcha: siguiente, proçedimientos gráficos o numé
Las características de los dos mecanismos ricos
mencionados vienen dadas por el factor c, El cálculo de los errores originados no será
que nos da la relación del recorrido a la ve entonces posible, dado que es desconocida la
locidad. Cuanto mayor sea este factor, tanto evolución del movimiento. Se puede actuar
más rápido será el ajuste del mecanismo a por aproximación, calculando los errores de
la velocidad existente, y tanto menor será medida correspondientes a una marcha me
el amortiguamiento. De una manera corre dia del objetivo, añadiéndole después el va
lativa influirán en el comportamiento del lor medido por el mecanismo. De esta ma
mecanismo la velocidad de rotación y el nera se conseguirá aminorar los errores.
radio R de la rueda de fricción. En resumen: Por otra parte. también pueden variarse
las propiedades del mecanismo, si la veloci
lo decisivo será el factor k = --j-, y para dad de rotación o del disco de fricción se
una velocidad de puntería constante, el me hace variar con arreglo a una determinada
-canismo marcha hacia el valor a medir, se función, en lugar de permanecer invariable,
gún la función e como hasta ahora. Con esto se consigue, por
En el ¿aso de un movimiento uniforme un medio sencillo, variar continuamente las
mente acelerado, el valor medido por el me cualidades de amortiguamiento del meca
canismo de ruedas de fricción tiende, según nismo.

44
Trazado automático
de curvas circulares sobre el terreno
Capitán II. de Ingenieros FE RNA N’DO N Á.JERA AN GU LO, Ingeniero de Montes.

Los Ingenieros Civiles que durante nuestra Cruzadanos agrupa


mos bajo el Castillo del Arma de Ingenieros, no podremos nunca
olvidar al emblema que simbolizó, con su gloriosa tradición, la unidad
y grandeza de la Ingeniería Española.

frente obliga a convertir en caminos permanen


L yOSconstrucción
problemas técnicos
de las vías
que depara el trazado tes pistas que únicamente se hicieron para abas
comunicación
en campaña tiene que reso[ver el Ingeniero mi tecer de momento determinada posición o sector.
litar, requieren en muchos casos soluciones, si En este caso se van introduciendo paulatina
no difíciles, complicadas, ya que el fundamental mente modificaciones, también de carácter cir
carácter táctico de dichas vías impone, en todo cunstancial, que absorben grandes cantidades
momento, modos de hacer, no siempre compa
tibies con los tanteos y est;udios previos que el B
normal desarrollo dé esta clase dé obras exige.
La urgencia de ejecución y la necesidad de
llevar el trazado desenfilado del campo enemigo,
condiciones elementales de toda pista de van
guardia, pueden complicar extraordinariamente
su estudio y construcción.
La orden de que se empiece inmediatamente
la construcción de una pista sin conceder tiempo T
alguno para, el más ligero estudio, aunque le’
acompañe la consigna, hasta’ cierto punto tran
quilizadora, del más amplio criterio en curvas y
pendientes, es frecuente en campaña; pero tam
bién es tanto o más freç,uente que a las pocas rr.11
horas de pasar por ella los primeros camiones,
empiecen ‘a verse los inconvenientes y a oírse las de dinero y mano de obra, y sólo sirven para po
quejas que forzosamente tiene que presentar un, ner cada vez más al descubierto los errores del
trazado excesivamente duro. primitivo trazado.
Y el Oficial, que ha tenido que hacer toda cla Por otra parte, si después de estas ligeras con
se de milagros, empezando por defo?mar su cri sideraciones pensamos en la trascendental im
terio técnico al utilizar en él trazado valores para portancia que en el rendimiento y conservación
-las curvas y pendientes fuera de su límite de del material automóvil tiene el trazado y conser
aplicación, se encuentra, al terminar la pista en vación de las pistas, sacaremos la consecuencia
el tiempo ordénado, que su obra, si bien ha re de que esta clase de problemas necesitan siem
suelto de momento un problema, no satisface a pre, sean cuales fueren las circunstancias, la má
nadie en el servicio continuo de la misma; y por xima atención por parte del Oficial de Inge
consiguiente, que en vez de la satisfacción del nieros.
deber cumplido, no le queda, al terminar su tra Ahora bien: es evidente que en campaña no
bajo, más que la secuela de los enojosos.proble pueden aplicarse para el trazado de pistas o ca
mas que plantea la necesidad de ir con urgencia minos los procedimientos técnicos corrientes, y’
a la modificación de un trazado hecho a Jorliori. que es de absoluta necesidad ir a sistemas más
Y el problema anterior se encuentra agravado expeditos y eficaces, mediante el empleo de apa
si una estabilización, más o menos larga, del ratos de manejo lo más sencillo y rápido posible.

45
dancia de Ingenieros de la Divi
sión 75, a la que tuve el honor
de pertenecer.
Con este motivo quiero rendir
el tributo más emocionado a to
dos los Caídos del Arma, ya que
con su heroísmo y sacrificio hicie
ron siempre inmarcesibles los lau
reles del Castillo. Un afectuoso
recuerdo para todos mis compa
ñeros del Arma y para nuestro
Comandante de Ingenieros de la
División.
Por último, como el empleo del
citado aparato me fué de extraor
dinaria utilidad, con la esperanza
y el deseo de que pueda ser prác
tico para los demás, me decido
a describirlo a continuación.

1
TEORIA Y DESCRIPCION
DEL APARATO
1?ig.2
Si tres puntos no situados en
línea recta determinan siempre
Para esto hemos detener en cuenta que, una una circunferencia, es evidente que si estos tres
vez fijada la zona según las condiciones tácticas, puntos constituyen un sistema rígido, como el
económicas, etc., que debe reunir la pista, la triángulo isósceles ABC (fig. r.a), seguirán dan
ejecución de su replanteo, desde el punto de vis do una circunferencia del mismo radio, cualquiera
ta de su tráfico peculiar, será función exclusiva que sea la posición que hagamos ocupar al citado
mente de la pendiente de sus rasantes y del ra triángulo.
dio de sus curvas. Es necesario, por consiguiente, Ahora bien: si a este triángulo isósceles A BC,
poder disponer de aparatos de manejo tan có que viene dado por la cuerda A C y la flecha BM
modo y rápido como fácil, que permitan en todo del segmento de círculo A BC, le hacemos ocu
momento, incluso delante de los picos de los za par, por resbalamiento, una nueva posición BCD
padores, determinar los dos factores citados. que tenga común con la anterior los puntcis B
Pero así como para medir pendientes existen y C, es fácil demostrar que el nuevo punto D se
en el comercio numerosos modelos de eclímetros guirá perteneciendo a la misma circunferencia
de bolsillo verdaderamente prácticos, no sucede O que corresponde al primer sistema A BC; como
lo mismo en cuanto a los procedimientos corrien un nuevo movimiento de traslación análogo al
tes empleados en el trazado y replanteo de cur anterior nos dará otro punto E, también perte
vas, ya que no son todo lo expeditos que el mo neciente a la misma circunferencia, es evidente
mento puede exigir. que por este sistema podremos fijar cuantos
La falta de un aparato de esta clase y el con puntos necesitemos de esta misma circunferen
vencimiento de lo útil que podría ser su empleo cia O.
me hizo pensar, durante nuestra Cruzada, en los Por consiguiente, si estamos en posesión de
elementales artificios geométricos que habrían un aparato que nos permita replantear en el
de servir de base para su construcción. terreno los tres puntos A BC y lo colocamos
Así nació este aparato para el trazado auto de tal modo qúe el arco A B sea tangente a
mático de curvas circulares sobre el terreno. la alineación AT del eje de un camino, po
Su origen teórico y su ejecución material no pu dremos determinar, siguiendo el sistema ante
dieron ser más modestos; tanto, que desde el rior, cuantos puntos necesitemos de una curva
primer momento no osó entrar en la linajuda es de radio, dado que sea tangente a otra recta
tirpe de los aparatos topo gráficos, ni aun paran también dada.
gonarse con los más modestos entre estos: sive Veamos ahora qué realización práctica puede
lelas, pla’nchelas, paii/dmeiras, etc. tener el conseguir un aparato que nos permita
El primer modelo de este aparato se cons manejar el sistema rígido A BCM.
truyó en el Parque de Zapadores de la Coman- Si con las denominaciones BM_—/,, AM=MC

46
ÓA=r consideramos el triángulo rectán Aplicando esta fórmula, hemos obtenido los
gulo OMC, deduciremosqueel valor de es: .
valores que figuran en la siguiente tabla:
X = /2r/ ___/2 (i)

Si en esta fórmula hacemos / = o,o, resulta


que X 2 r 0,01 y SÍ Sustituimos r por

valores suceivos de 5, lO, 25, 50... metros, ob


tendremos la tabla que figura a continuación:

r _____

5 ms. 1,400ms.
20 1,990
25 “ 3,140 Estos valores son perfectamente admisibles,
50 4,468
100 6,321 ya que, en el peor caso, pueden apreciarse i,6 mi
200 » 8,942 límetros en 1,40 metros, y cómodamente, i6 cen
500 “ 14,141 tímetros en 14,141 metros.
— — Examinada, en líneas generales, la teoría en
En esta tabla vemos que si conseguimos un que se funda la construcción del aparato, vamos
aparato con un valor para / = O,2o ms., muy a pasar a la descripción de éste.
práctico y cómodo por su pequeño tamaño, ob Dos discos metálicos o platillos A y B (fig. 2.a),
tendremos para los valores de X que correspon fijo el segundo a la abrazadera o cajetín C y con
giro libre el primero sobre el eje MN, mediante
• dan a los diferentes radios, cifras que van va- un cojinete de bolas y la disposición indicada en
• riando lentamente y que, por otra parte, son la figura, constituyen la parte fundamental del
perfectamente admisibles para ser manejadas
con la cinta métrica. aparato.
Al mismo tiempo observaremos en la fór Los discos A y B llevan en a y b dos pinzas
mula (i) que, a partir de r 5; io ms., podemos formadas por un pequeño fleje de acero, que su
• prescindir del término f’, ya que para r 10 ms.
jetan a Simple presión los extremos t de las cin
el error es de i centímetro, y para valores ma tas métricas; este sencillo mecanismo tiene por
yores disminuye considerablemente; el nuevo va objeto evitar que se rompan las cintas métricas
bajo la acción de un fuerte tirón, ya que antes
lor X = / 2r/ nos dice que si reducimos / a la de suceder esto se abrirán los flejes a y b y deja
mitad, un tercio, etc., con los mismos valores de rán escapar dichas cintas.
se duplican, triplican, etc., los radios; lo que La sujeción de la cinta al disco b se hace soli
puede tener gran importancia cuando se quieren dariamente a la abrazadera o cajetín C, me
trazar curvas de grandes radios. diante la prolongación del brazo en escuadra e;
Si ahora despejamos el valor de r en la fór el eje de la cinta b quedará siempre fijo y per
mula (i)., tendremos: r = XII y diferen pendicular al brazo soporte delaparato que pasa
por C, y del que más adelante hablaremos.
ciando con respecto a . y sustituyendo / = 0,20, Cuando la abrazadera a del disco móvil A está
resulta: en la misma prolongación de la b, es decir, cuan
do las dos cintas métricas forman, a uno y otro
lado del aparato, una recta, deberán coincidir
‘ / /0,2O)
dr.=
/Ior—I.d?..
jP
En esta fórmula vemos que desde valores de
r 5; 5 ms. se puede suprimir el i del radical, con
lo que quedará reducida a: dr = io r cA, y .•

dividiendo por r, tendremos:


- = cA. .

Es decir, que si la apreciación en el radio que


remos que sea del tendrá que apreciarse
—,
1
0,001 . r.
en X :.dx
3,1623 cí
-
los dos índices múltiples i i’. Y recíproca

A la salida de la cinta va colocado un juego
mente, cuando los índices i i’ coincidan, las

de rodillos de caucho D y D’, giratorios sobre, sus
dos cintas métricas forman una línea recta per ejes ci y ci’, con la misión de sujetar aquélla en la
pendicular al brazo soporte que pasa por C. longitud que se desee; el rodillo D gira libre
Sobre el brazo soporte D (fig. 3.8), que es la mente sobre el eje fijo ci,y el rodillo D’ gira sobre
flecha BM de la figttra 1.8, va sujeto el aparato el eje ci’, que bascula a su vez alrededor de ci”,
por medio de su cajetín C y correspondiente tor /
nillo de presión c; este brazo D lleva en un ex
tremo la abrazadera circular F, que permite, por
medio del tornillo de presión /, sujetarlo a una
barra de hierro de 0 de 15 mm. G (fig. 4.8), que
constituye el pie del aparato.
La cintas métricas que lleva el aparato son
las corrientes, en cuanto se refiere a su división t

o
con objeto de poder apretar D’ contra D cuando
se quiere sujetar la cinta M. La presión de los
dos rodillos se mantiene mediante la horquilla
y tornillo T; la sección de los rodillos D y D’ es
ligeramente elíptica, con objeto de que en el
caso de que el tornillo T no ejerza la suficiente
presión al tirar de la ‘cinta M, se acuñen auto
máticamente dichos rodillos e impidan el resba
lamiento de ésta.
Por último, cuando se tiene que manejar el
aparato en terreno de grandes pendientes, es
necesario conocer éstas, con objeto de poder in
crementar los valores de en la cantidad nece

A B
1ig.4
y numeración, y la longitud que más conviene
es la de 15 metros, ya que vimos anteriormente
que este número corresponde a los valores de x
para curvas hasta de 500 ms. de radio.
Es necesario, sin embargo, dotar a estas cin
tas de un mecanismo especial, con objeto deha
cer que su manejo sea cómodo -y seguro.
Consiste este mecanismo (fig. 5.), en un ani Pig.6
llo B de chapa que rodea la caja A de la cinta
y que lleva soldado a su derecha un pequeño
cajetín en forma de tubo de 40 mm. de longitud, sana p-ara que la traza de -la curva sea siempre
por cuyo interior pasan unas barras de hierro la correspondiente a su proyección horizontal.
análogas a la que sirve de pie del aparato, y que Para esto se utiliza (fig. 6.a) un eclímetro ele
más adelante veremos constituyen con este pie mental formado por un tubo curvido de cristal,
los jalones de replanteo. El tornillo de presión 1 de radio determinado, que lleva en su interior
tiene por misión sujetar el cajetín C a la barra- una bola de acero de diámetro un poco más pe
jalón e impedir su resbalamiento. queño que el del tubo. Cuando los extremos A

48-
y B del tubo están en la misma horizontal, como Si p es el coeficiente de rozamiento y r el radio
las dos ramas A C y BC son iguales y simétricas, del círculo de rozamiento del cojinete, para que
la bola C ocupa la posición más baja; pero en el haya rotación será necesario que:
momento que A B pierda suhorizontalidad, cual
f.i.sen >f.p.r,,——> 1
p.r sen
Pero si L es la longitud total de la cinta y
el desplazamiento del punto N, la condición an
1*—
terior tendrá la expresión: PY
A
Si sustituimos p, r y i por las constantes del
aparato y suponemos para L el valor máximo
de 15 metros, tendremos: 6,
= mm.

Pero como ¿ tiene como valor mínimo el error


quiera que sea el sentido de la pendiente, la producido al colocar los jalones, y éste puede ser
bola C se desplazará y su nueva posición indicará
en las graduaciones indicadas en el tubo el tanto
por ciento correspondiente a la pendiente que se
quiere medir.
Para un radio de curvatura de ioo mm., las
divisiones, que son dobles milímetros, indican
incrementos de pendiente del 2,5 por ioo, que
es una apreciación más que suficienté para un
correcto manejo del aparato.
El tubo de cristal va protegido en sus caras
cóncava y convexa por dos estrechas chapas me-.
tálicas, y lleva en su extremo A un pequeño es
párrago, que tiene por objeto fijarlo al aparato,
y en el B, la pinza que ha de sujetar el extremo
de la cinta métrica.
Respecto a la sensibilidad del aparato, calcu
laremos rápidamente el error máximo que puede f.9L
producirse como consecuencia de que, por la
pereza de giro, las dos cintas no estén en una
misma recta. Supongamos que O (fig. 7.a) es el muy bien de 20 a 30 mm., resulta el aparato en
sí prácticamente preciso.
Por último, para terminar esta descripción,
diremos que el aparato lleva montado en su par
te superior, y coincidiendo con su eje MN, un
• sencillo nivel esférico D (fig. 2.), que tiene por
- objeto poderla colocar, en estación, en posición
sensiblemente horizontal.

MANEJO DEL APARATO

Antes de entrar en la descripción del manejo


.8* del aparato, es necesario, una vez conocido el
radio de la curva que se quiere replantear, em
pezar por prepararlo o ponerlo a punto.
eje de giro, y- A y B los enganches de la cinta Para esto es necesario fijar las dos variables
MA y NB; si OA y OB, con arreglo al índice de del aparato: graduación del brazo o flecha y lon
referencia, están en línea recta y NB forma el gitud de las cintas o semicuerdas; la graduación
ángulo con la dirección MB, tendremos que del brazo no será necesaria, en general, variarla,
el momento de la fuerza NB será: /. oc f. i ya que con la longitud de 0,20 metros vimos, al
sen , siendo i = OB. estudiar la teoría, que con longitudes prácticas

49
de X < 15 metros teníamos la casi totalidad de. puede admitirse siempre que la pendiente
los radios que prácticamente pueden interesar. 15 %. En el caso de que el terreno en que
Por otra parte, al aparato se acompaña una estemos operando sea muy accidentado y pre
tabla de doble entrada que da los valores de x sente (fig. lo) una estación B, que por el cam
que corresponden a los de / y r elegidos. bio de rasante nos obligue a tener una cinta A B
Supongamos ahora que venimos en el estudio horizontal y la otra BC en fuerte pendiente,
de un camino con la rasante RA (fig. 8.a), y que observaremos inmediatamente que tendremos
queremos iniciar en A, como punto de tangen que incrementar el valor de Xcorrespondiente a
cia, una curva circular de radio dado. Si supo BC en la cantidad necesaria- CD, que nos indi
nemos el problema resuelto y colocamos el apa cará el eclímetro correspondiente E, para que
rato en el punto A, con el brazo Aa en la direc las proyecciones sobre el plano de la futura ex
ción del centro O, observaremos que la cuerda planación sean- iguales: ab bc + cd. -

aB + aC = BC 2 es la paralela, por per


pendiculares al mismo radio, a la alineación de
salida RA, y, por consiguiente, que para iniciar
el trazado de una curva se empezará por colocar UTILIDAD DEL APARATO
el pie del aparato en el punto A de tangencia,
medir sobre AR la ion gitu.d Ab = y el punto B
, Dos casos fundamentales distinguiremos en
las aplicaciones de este aparato:
1.0 El trazado directo sobre el terreno del eje
de una pista con la ayuda exclusivamente de
un eclímetro para fijar las pendientes de las ra
santes y del aparato que estudiamos para el tra
zado de las curvas.
En estas condiciones, al llegar con una alinea
ción al punto de tangencia de entrada de la
-

curva, se procede a reconocer el terreno para te


ner idea de los puntos d& paso y del radio pro
ximado de la misma que mejor se adapta a di
choUnaterreno.
vez réplanteados puntos suficientes de
rig .iot
la curva, pueden presentarse, a su vez, dos ca
sobre la perpendicular bB = f será el ie del pri sos: que uno de estos puntos pueda elegirse como
mer jalón del aparato, al que corresponderá el de tangencia de salida para la nueva alineación,
punto C del segundo jalón, que será, .a su vez, el o que sea necesaria una contracurva para enla
segundo- punto obtenido de la curva. zar con la nueva alineación; lo que se logró rápi
Una vez obtenidos los puntos A y C, si tras damente empleando el aparato en sentido con
ladamos a C el pie del aparato y colocamos el trario de como venía trabajando.
primer jalón en A, el segundo jalón nos dará En ambos casos, el problema ha quedado re
en D el tercer punto de la curva. suelto de un modo sencillo y rápido.
Repitiendo la operación, obtendremos cuan 2.° Que tengamos fijado sobre el terreno los
tos puntos necesitemos de la curva que estamos puntos de tangencia de entrada y salida de la
trazando. Una perspectiva de la puesta en esta curva y, por consiguiente, que, conozcamos el
ción del aparato nos da la figura 9a - radio de ésta.
El manejo en sí del aparato es tan sencillo, Su solución es sencillísima, pues partiendo con
que, suponiéndolo colocado en ci para que los el aparato preparado para el radio dado del
jalones b y c ocupen la posición que exactamente punto de .tangencia de entrada, se llegará, si
les corresponde, basta mantener ten-sas las cin guiendo el eje del trazado, al punto de- tangen
tas CA y BA, de modo que coincidan las refe cia de salida.
- rencias de los discos fijo y móvil. Por último, y como resumen, dirémos que en
Hasta aquí hemos supuesto que el terreno del ningún caso tendremos que salirnos de la traza
trazado era sensiblem,ente horizontal, lo que que ha de seguir el eje de la pista que se estudie.

50
PendienFe q C’onlrapendienFe
Teniente Coronel de Estado Mayor GREGORIO LOPEZ MU] 1Z
Profesor de la Escuela Superior del Ejército

Lpermite
conocimiento detallado
exacto y más del terreno, sola, sino la suma de acciones estrechamente coordinadas
el acoplamiento beneficioso de sus que
ca- de todas ellas: Infantería, Carros, Zapadores, Artillería,
- racterísticas a las circunstancias de cada situación tác Aviación y, eventualmente, Caballería.
tica, es la base esencial para el acertado planteamiento Las fuerzas del ataque que han de resolver verdadera
de la batalla defensiva. mente la acción por medio del choque, se verán obligadas
La defensiva es hoy, a nuestro juicio, el problema más
a recorrer una distancia mayor o menor según las circuns
complejo de la guerra. Del tipo casi único de defensa de
tancas tácticas, desde la base de partida hasta llegar al
carácter puramente estático que nos legó la primera con
tienda mundial, se ha llegado a la multiplicidad de for asalto de las primeras organizaciones de la defensa; dado
éste, la penetración en el interior de la posición se prosi
mas en el planteamiento y conducción de la batalla de gue sin más solución de continuidad que las que impon
fensiva; defensiva elástica, maniobra en retirada, batalla
en retirada, son otros tantos mél:odos con los que se pre gan la reorganización de las tropas y la ejecución de los
tiros que se precisen para adquirir la indispensable supe
tende conectar la extensión de los teatros de operaciones rioridad de fuegos.
y la forzada diseminación de fuerzas, que es su conse
La batalla, en cuanto a los medios se refiere, presenta
cuencia inmediata, con la potencia creciente de la ofen
una particularidad del máximo interés que diferencia las
siva, buscando con aquélla, y en definitiva, en sus di
versas manifestaciones, ser más fuerte en el punto deci operaciones actuales de las de la primera guerra europea
y explica ciertas diferencias de concepto que aparecen en
sivo. unas y otras; tal es la actuación intensa, constante, en
Se ha sostenido, y se sostiene, discusión enconada en muchas ocasiones resolutiva, de la aviación y de los carros
tre los partidarios de la pendiente y de la contrapendiente de combate.
para la instalación de las posiciones defensivas; por unos
y otros se cantan, con gran copia de argumentos, las ex La aviación participa en la batalla, no sólo con sus bom
bardeos estratégicos y tácticos, sino en una cooperación
celencias de los procedimientos que respectivamente de
con las fuerzas terrestres, cada vez más sensible y acu
fienden, soslayando los inconvenientes que supone la
sada, cumpliendo, en ocasiones, una verdadera misión
práctica sistemática de ambos procederes. Trataremos,
por nuestra parte, de estudiar problema de tan indiscuti de acompafiamien to.
No menos intensa y constante es la intervención de los
ble trascendencia desde un punto de vista absolutamente carros de combate; no es lícito desprenderse de elemento
imparcial y puramente objetivo, para deducir, si ello es
tan poderoso de choque y negar su apoyo a la infantería
posible, ciertas conclusiones que orienten en tan debatido
en el acto resolutivo de la batalla; salvo el caso de un te
asunto y abran campo para más documentadas y amplias
discusiones. rreno que por sus características impida el empleo de ta
les medios, hay que admitir siempre la hipótesis de que el
Para ello, parece lo mejor analizar la forma en que se
enemigo atacará con carros. En todos los.Ejércitos apunta
desarrolla el ataque y deducir las necesidades que para
oponerse a él siente la defensa y las características del te la idea, y en algunos ha llegado a ser realidad, la crea
rreno que más favorablemente se prestan a satisfacerlas. ción de Regimientos independientes de carros, con los
El ataque exige, ante todo, la concentración y el des modelos pesados y ultrapesados, para su intervención en
pliegue de los medios. Una vez colocados éstos conve las operaciones de ruptura en íntimo enlace con la infan
nientemente en la base de partida, se inicia la preparación tería.
El ataque no es hoy, pues, una mera acción combinada
del ataque, más o menos larga, más o menos intensa, con
fisonomía más o menos acusada y con finalidad distinta de infantería y artillería; juegan en él papel preeminente,
según cada situación táctica; en ella participa toda la a veces con carácter decisivo, la aviación y los carros;
insistimos sobre este particular por considerarlo del má
artillería disponible, la aviación y las armas pesadas de ximo interés.
Infantería, dentro de las instrucciones que el Mando haya Fijemos ahora, ante estos medios de ataque y este des
dictado.
Conseguido el grado de destrucción o neutralización arrollo de la batalla, qué ayuda y apoyo ha de buscar el
defensor en el terreno, su mejor aliado, y cuáles son las
que se considere preciso, a la preparación sigue inmedia
formas y accidentes característicos que más favorable
tamente el ataque, que no es acto aislado de un arma
mente refuerzan la potencia de sus medios propios.

51
LO PRIMERO, VER del adversario por la acción de elementos destacacos, fue
gos de artillería a grandes distancias y aplicaciónintensa
Lo primero que necesita la defensa es “ver”. Si no “ve”, de las destrucciónes.
no podrá descubrir a tiempo los preparativos del enemigo, 2.° En disociar con los fuegos de su artillería e infan
tería las formaciones del enemigo para hacer abortar el
ni desencadenar oportunamente y corregir con rapidez
los tiros, cuya finalidad es dificultarlos y, a ser posible, ataque.
impedirlos; una contrapreparación bien conducida pue No menos explícito es el Reglamento alemán cuando
de, en muchas ocasiones, hacer abortar un ataque. Ejem dice:
pio claro presenta la llamada segunda batalla de Brunete, “Si la situación y el municionamiento lo consienten, la
en nuestra guerra de la Cruzada, en la que la contrapre artillería rompe el fuego aprovechando todo su alcance
paración propia, hábilmente dirigida, hizo fracasar el ata para obstaculizar la aproximación del enemigo, el des
que rojo antes de que su infantería desembocara de la pliegue de su artillería y la ocupación de observatorios,
base de partida. al tiempo que se dificultan sus comunicaciones y sus ser
La defensa precisa ver, no sólo en estas acciones pre vicios. Unicarnente se retrasará la entrada en acción si el
ludio del ataque, sino durante todo el ataque en sí mismo; adversario tiene gran superioridad artillera o se quieren
mientras la infantería y los carros adversarios cubren la conseguir efectos totales de sorpresa.”
distancia entre la base de partida y aquella otra desde Y más adelante agrega:
que han de lanzarse al asalto, para seguir sus progresos y “Las armas pesadas de infantería participan en los
situar los fuegos en forma de que, a ser posible, detengan tiros de detención, batiendo a la infantería adversaria en
su avance o, por lo menos, le entorpezcan y canalicen en su misma base de partida. La infantería rompe el fuego
las direcciones que más convenga, respondiendo a la idea cuanto antes y con la mayor violencia pasible. Si la arti
de defensa formulada por el Mando; si el enemigo llega a llería propia es débil, el avance del enemiga tendrá que
poner pie en la posición, para coordinar las acciones de ser impedido a grandes distancias con el fuego de las ame
fuego y movimiento, cuyo objeto es limitar la penetra tralladoras pesadas y, en ocasiones, con el de morteros.
ción, recuperando por medio del contraataque los puntos Estos tiros a grandes distancias, si bien cumplen la in
esenciales de la posición. Esta necesidad de ver se refiere teresante finalidad de entorpecer y retardar el despliegue
no sólo a artillería, sino que abarca al Mando en todos sus y avance enemigo, ocasionándole bajas sensibles, que en
escalones y a las armas pesadas de infantería, con la par algunas ocasiones pueden obligarle a modificar sus pro
ticularidad de que si a aquélla le bastan pocos ojos para pósitos, no conseguirán, en muchas circunstancias, para
dirigir sus tiros, en éstas requieren ver los sirvientes de lizar por completo el ataque; tienen el carácter de discon
todas ellas, ya que ha de huirse de procedimientos com tinuos en tiempo y en espacio; pero no son el único re
plicados en la ejecución de los fuegos. curso del defensor, que opone al atacante, cuando éste se
Ver, es decir, observatorios, aparece aí como la primera dispone al supremo esfuerzo del asalto, una última barrera
condición fundamental en la acertada elección de las po de fuegos, tan densa y continua como sea posible, obte
siciones defnsivas. La importancia de esta conclusión, nida por la acción similtánea en orden al tiempo de to
deducida del análisis, se comprueba por dos opiniones de das las armas disponibles.
valía indiscutible. La primera es de S. E. el Generalísimo, La segunda condición que ha de buscarse en el terreno
que en sus comentarios al Reglamento de Grandes Uni es, por tanto, que, si no todas, un cierto número de las
dades dice textualmente: armas pesadas de infantería estén en condiciones de eje
“De los accidentes del terreno que definen en grandes cutar sus tiros a grandes distancias y que todas ellas, o la
líneas el trazado de las posiciones defensivas, el más inte mayor cantidad posible, contribuyan a la formación de la
resante es el de los observatorios.” llamada barrera principal de fuegos.
Y en el “Truppenfuhrung” (Reglamento de Grandes Intimamente unida a la noción del fuego aparece la del
Unidades del Ejército alemán) se prescribe terminante obstáculo, sin que puedan ni deban separarse una de
mente: otra; el obstáculo sin fuego supone una mera detención;
“Para lograr la eficacia en el fuego, es condición pre el fuego con obstáculo aumenta su valor hasta límites que,
via que existan buenas posibilidades para la observación a veces, es absoluto.
artillera y de las armas pesadas de Infantería.”
EL OBSTACULO
MAXIMO RENDIMIENTO DEL FUEGO La importancia del obstáculo aparece ya señalada en
los antiguos reglamentos; pero se hace destacar con todo
Para oponerse a la acción de movimiento del ataque, su vigor en los de fecha más reciente. Así, el de Grandes
la defensa acude al fuego, único medio que a su disposición Unidades del Ejército francés del año i4o, antes citado,
tiene. Para obtener del fuego el máximo rendimiento, puntualiza, entre las dos condiciones esenciales a que res
hace falta no sólo una buena observación, sino una acer ponde la elección de la posición de resistencia y conside
tada colocación de las armas. Ha de tenerse en cuenta, rando como primera la de los fuegos, que:
además, que en la moderna concepción de la batalla de
fensiva se empleán las armas a su máximo alcance, y que “La posición ha de proteger a la defensa contra las
su situación sobre el terreno ha de responder a esta irrup,ciones del enemigo, singularmente contra sus inge
premisa. nios blindados, por la presencia de un obstáculo natural
El Reglamento de Grandes Unidades del Ejército fran o artificial combinado con destrucciones y batido por la
cés, editado en 1940, prescribe que el defensor ha de es barrera principal de fuegos.” -

forzarse: Un obstáculo artificial continuo contra carros, real


1.0 En retardar, desde lo más lejos posible, el avance mente eficaz, es difícil de lograr, y exige, en todo caso

52
fina cantidad tal de tiempo, FLGUFiA.—1.
material y mano de obra, de
que no siempre se dispondrá.
Por esta razón, el “Truppe.n
fuhrung” establece que:
“La necesidad de Prote
gerse contra los ataques de
carros, mediante el empleo
de obstáculos naturales, ta
les como ríos, terrenos pan
tanosos, escarpados, etc.,
puede ser la consideración
principal en la elección del
terreno.”
Es ésta una característica
de la batalla defensiva mo
derna, que, naturalmente, no
reflejan los Reglamentos an
tiguos, ya que en la época
en que se redactaron, los Enerngo
carros de combate, cornpa
rando sus posibilidades de
entonces con las actuales, no
pasaban de ser un mero en —?csie:ón de resIstencia
sayo.
Fuego y obstáculo consti
tuyen, pues, un todo indisoluble; han de considerarse, que la artillería no pueda corregir su tiro sobre los órga
en realidad, como una sola condición, que es la segunda nos vitales de la defensa.”
en la determinación de las posiciones.
Y el “Truppenfuhrung” dice:
OCULTACION DE LAS VISTAS “A veces, puede ser lo más conveniente utilizar ún terre
no que oculte la infantería a la observación enemiga.
Ahora bien: el enemigo, para dar su ataque, empieza
Insistimos sobre la necesidad de que esta ocultación
por desconectar el plan de fuegos de la defensa; y decimos
desconectar, porque en la mayoría de las ocasiones no sea no sólo a los observatorios terrestres, sino a las vistas
aéreas.
será posible emprender la destrucción integral de todos Hemos dicho tercera condición, y surge en nuestro áni
los órganos de fuego, limitándose a urja imple neutrali
zación de la mayor parte, combinada con las destruccio mo la vacilación y la duda sobre si no cometeremos grave
error al establecer este orden de preferencia. Supongamos
nes absolutamente indispensables.
una posición que idealmente responda a las dos clasifica
Este trabajo preparatorio, objeto y finalidad de la pre das como de primera urgencia; pero en la que ios órganos
paración del ataque, es puramente una acción de fuegos,
de fuego, observación, mando, transmisiones y servicios
en la que participan, con mayor o menor intensidad, se queden perfectamente vistos por la observación terrestre
gún las circunstancias, no sólo la artillería, sino la avia
y aérea del adversario y, en consecuencia, exactamente
ción y las armas pesadas de infantería. Estas, para pro localizados; su destrucción será un mero problema de
ducir sus fuegos, necesitan forzosamente ver los objeti tiempo, bocas de fuego y municiones; si el enemigo dis
vos, so pena de aplicar procedimientos de tiro laboriosos
pone de tales medios, llegará a desconectar comp1eta..
y de rendimiento incierto; la artillería ejecuta sus tiros de
destrucción con tanta más economía y tanto más certe mente el plan de defensa, y sus fuerzas de choque, infan
ralnente cuanto de mejor observación terrestre dispone; tería, carros y zapadores, terminarán fácilmente la obra
que empezaron la aviación y la artillería.
pero en los tiros de neutralización ésta puede ser susti
tuida, por lo menos en parte, por la observación aérea;
para la aviación no hay zonas vistas y ocultas por razón
de las formas topográficas del terreno, sino por la natu QUE ES UNA BUENA POSICION
raleza de los accidentes de su superficie, que procuran, en
mayor o menor medida, un enmascaramiento más o me Llegamos de esta suerte a la conclusión de que, al pre
nos perfecto. tender definir por un estudio meramente teórico las con
Aparece así, como tercera condición que ha de presidir diciones tácticas a que ha de satisfacer una posición de
las meditaciones del que asume la responsabilidad de fensiva, no es posible o, por lo menos, no es conveniente,
definir la posición, la ocultación a las vistas terrestres y para evitar se extravíe el juicio, establecer de modo cate
aéreas. Sobre su importancia insisten asimismo los Re górico una escala gradual de importancia. Una magnífica
glamentos; S. E. el Generalísimo, en los comentarios an observación sobre un terreno que presente grandes difi..
tes aludidos, prescribe: cultades para aplicar los fuegos, no satisfará los términos
“Lo más interesante para una posición es estar oculta, del problema, como asimismo quedará éste deféctuosa
mente resuelto con un buen plan de fuegos sin obstáculo
en cuanto sea posible, a los observatorios enemigos, para o con un obstáculo que no se preste a ser revalorizado

53
por el fuego; o en una posición en que sus organizaciones ....Circunstancialmente, y a vanguardia de la pQsic,ión
queden a cubierto de las vistas terrestres y no de las de resistencia, una posición avanzada o destaca-
aéreas, o se abandone el obstáculo,: o las armas no pue mentos que ejercerán acción retardarlz, apoyán
dose en un sistema de destrucciones. - :.
dan actuar con la plenitud de su rendimiento por falta de
observación, limitaciones en su alcance o reducción de
sus campos de tiro. Los Reglamentos suelen materializar en cifras el esca
Han de conjugarse, pues, de un modo íntimo, formando lonamiento en profundidad de estas diversas organiza
un todo absolutamente homogéneo, estas cuatro condi ciones; no hemos de repetirlas, en primer lugar, por ser
ciones fundamentales: observación, fuegos, obstáculo y de todos sabidas; en segundo término, porque entendemos
ocultación. Así, podríamos definir: una posición defensiva que, salvo datos concretos acerca de las posibilidades de
las armas, las matemáticas tienen muy poco que hacer
reune las mejores ‘cualidades tácticas cuando, servida por
una buena observación, permite situar sus organizaciones en táctica.
a cubierto de las vistas aéreas y terrestres, de tal suerte
que se puedan utilizar las armas a su máximo alcance y
obtener, en campo de tiro despejado, la concentración del INSCRIPCION DE LA POSICION EN EL TERRENO
fuego de todas ellas sobre un obstáculo natural continuo
Establecidas teóricamente las condiciones esenciales
y fuerte.
Claro está que la posición defensiva no es un ente ais que ha de cumplir una posición defensiva, recordando el
esquema de su organización de conjunto, pasemos aho
lado; ha de mantener relaciones estrechas con su retaguar
ra al campo de la realidad y tratemos de ver la forma en
dia y de los distintos sectores entre sí, por lo que necesita que tales posiciones pueden inscribirse sobre el terreno.
imprescindiblemente, para sustituir un buen sistema de
Nuestro antiguo Reglamento para la organización y
comunicaciones longitudinales y transversales, condición
preparación del terreno establece cuatro situaciones posi
que aparece como más interesante cuanto más elevado bles con relación a este de la línea principal de resistencia
sea el escalón de Mando que se considere. y las define en la forma siguiente:
La defensiva, aun en su concepto más estático, entraña
acciones por el movimiento que se materializan con el —En la cresta militar (fig, I.a)._Para emplear esta or
nombre genérico de contraataques y comprenden, desde ganización, hace falta que desde dicha línea se
el de carácter inmediato hasta la contraofensiva de con pueda batir el terreno anterior en una zona de
junto; claro está que su ejecución y probabilidades de 300 metros de profundidad, por lo menos, con tiro
buen éxito están estrechamente relacionadas con las ca rasante.
racterísticas del terreno. —A media ladera ,(fig. 2. a)._Se acudirá a esta dispo
Como el análisis de esta última cuestión nos exigiría sición cuando la cresta militar está muy alta, muy
mayor espacio del que disponemos, habremos de limitar alejada, no sea posible el tiro rasante o existan on
nos en nuestro estudio, y concretamente, a los cuatro dulaciones del terreno que permitan la ocultación
puntos fundamentales primeramente establecidos. del enemigo.
—Al pie.de la elevación (fig. 3. a) .—Cuando exista de
lante de ésta una etensa zona llana.
COMO ESTA CONSTITUIDA UNA POSICION —En contrapendierzte (fig. 4. a) .—Si se dispone por de
lante de un campo de tiro de 300 metros como
Una posición defensiva completa se integra, como es mínimo, si “la moral de las tropas propias es muy
de sobra conocido, por los siguientes elementos: elevada”, si se tiene asegurada la posesión de bue
nos observatorios y si la pendiente del terreno no
—Posición de resistencia: es la zona de mayor o menor excede de 52 a 55 grados.
• profundidad, según los medios de que se disponga
y las características del terreno sobre la que des A título excepcional, e impuesto por las circunstancias
pliega la infantería. topográficas, se recurrirá a la organización defensiva en
• Suborde anterior es la línea principal de resistencia; las crestas.
su borde posterior, la línea de detención, bien en Si esquematizamos estas diversas situaciones, cabe
tendido que estos términos no presuponen una dis prácticamente reducirlas a dos: posición en pendiente y
posición lineal de las fuerzas, sino que representan posición en con trapendiente, cuyo análisis, respondiendo
simplemente un trazado general. al enunciado del tema, vamos a tratar de exponer a con
tinuación.
A vanguardia de la línea principal, y bien batido Sea un terreno como el que sintéticamente se representa
por los fuegos de la posición, existirá un obstáculo
en la figura 5• a y que corresponde a la contextura más co
anticarro, natural y continuo siempre que sea po mún: mi valle con sus das vertientes, una de ellas que es
sible, y defensas accesorias contra personal. Tanto
o va a ser del enemigo, y otra sobre la que está instalada
uno como otro obstáculo se multiplicarán en el
o vamos a instalar nuestra posición.
interior de la posición cuanto permitan las formas
del terreno, los materiales, el tiempo y la mano de
obra disponibles. Posición en pendíente
—Una zona de observatorios, protegida a vanguar
dia por la posición de resistencia o, por lo menos, La posición en pendiente se extend.erá sobre la zona CD.
englobada dentro de ella. La línea principal se situará más o menos al pie de la
—Una zona de despliegue de artillería a retaguardia elevación, según la amplitud del valle y la dominación
que ejerzan las alturas del lado enemigo; pero siempre. en
de la zona de observatorios.

54
condiciones de batir eficaz
y densamente el obstáculo
A-B. Este obstáculo supo
nemos es un río, un arroyo
de márgenes escarpadas, un
barranco que, si no obstáculo
absoluto para carros, prohi
be, por lo menos, su acción
en masa y con diciona a de
terminados puntos de paso
la maniobra de los de acom
pañarniento de la infantería.
Tales caractetjstjcas se dan
muy frecuentemente en nues
tro país, escaso de grandes
cursos de agua; pero en el
que abundan, aun en plena
meseta, arroyos de márgenes nemkgo
tajadas por la erosión, impo
sibles de ser abordadas por
los carros sin un trabajo
previo.
La posición de resisten
cia se desarrollará o no total
mente sobre la pendiente C-D según la extensión de ésta; Tales son, a nuestro juicio, las condiciones favorables
en la mayoría de las ocasiones, la línea de detención que que presenta esta posición; tiene, por el contrario, cuatro
dará en la con trapendiente o, por lo menos, se situarán en inconvenientes, que por orden de gravedad menor a
ésta las reservas de sector. mayor son:
En D, que representa la cresl;a o divisoria entre el valle
A-E y su inmediato por la espalda, se encontrará la zona —Dificultad para el apoyo inmediato de la artillería
de observatorios. a la posición de resistencia; los tiros de detención a
En la región E-F se escalonará la artillería en mayor vanguardia de la línea principal, que forman parte
o menor profundidad según la disponible y sus alcances. de la barrera mixta de fuegos de infantería y arti
Esta posición defensiva en pendiente, considerada en llería, y aquellos otros que hayan de ejecutarse en
su más amplia generalidad, presenta las siguientes carac
el interior de la posición, se pegarán tanto menos a
terísticas. las líneas propias cuanto mayor sea la inclinación
—Se dispone de magnífica observación a distancia de la pendiente C-D.
La observación próxima artillera es probable haya —Todos los movimientos sobre la pendiente C-D serán
que adelantarle a vanguardia de la cresta. precarios, acaso materialmente imposibles, una
—Todaso la mayor parte de las armas pesadas de In vez se desencadene el ataque, y tanto el municio
fantería están en condiciones de ejecutar tiros a namiento como las evacuaciones habrán de redu
grandes distancias y de contribuir a la barrera cirse a las que permitan las comunicaciones ente
principal. rradas existentes.
—El obstáculo impide el ataque de carros en masa, di —Como secuela inmediata de esta característica apa
ficulta la acción de los de acompañamiento y, ba rece la dificultad para la ejecución de los contra
tido con densidad suficiente de fuegos y reforzado ataques, ya que la acción de las fuerzas que hayan
con defensas accesorias contra personal, supone de llevarles a cabo será descubierta y, natural
un entorpecimiento considerable al avance de la mente, batida por el enemigo.
infantería. —Toda o la mayor parte de la zona de terreno sobre la
—En guerra de movimiento, sl enemigo habrá de utili que se extiende nuestra posición queda vista desde
zar como base de partida para el ataque la diviso los observatorios terrestres adversarios. La loca
riaM, y podrá batirsele con gran eficacia por toda lización de las obras será tanto más fácil cúanto
la artillería y las armas pesadas de Infantería, cuyo más desnuda sea la pendiente. Si el eneÑigo dis
alcance lo permita, durante todo su recorrido sobre pone de artillería adecuada y la distancia de sus
la ladera y fondo del valle, desconectando conside asentamientos a la organización defensiva lo per
rablemente su despliegue. Para impedir que du mite, podrá emprender una serie de tiros eficaces
rante la noche decienda al valle, bastará con lan de destrucción que, dentro de los grandes consu /
zar a la orilla adversaria elementos de vigilancia mos de municiones que exigen, serán capaces de
que pueden réplegarse al ser de día. desconectar profundamente el sistema de fuegos y
—Enfi-entés estabilizadoé,el ataqüepartirá de una base el plan general de la defensa.
más o menos proxima, segun fuera la situación al
terminarse el período activo de operaciones, de Aparece aquí el gráve peligro de las pósiciáieseii pén..
todas sueites, si el advérsario utiliza las organiza
diénte. Tres procedimientos cabe apiicai- para dismi
ciones que tuviera en el viIle como base de partida, nuirle, ya qué evitarlode modo absoluto es materialménte
se le someterá a una eficaz• contrapreparacj6n.
impóéible: . . . . . .

55
para que los proyectiles caye
ran delante o detrás de la aris
ta; los defensores, agazapados
en el fondo de su trinchera,
aguantaban la preparación sin
sufrir bajas, y en el momento
en que la infantería nacional
se lanzaba al asalto, aparecían
las armas automáticas, que ma
terialmente segaban sus filas.
El tiro de artillería ejecutado
frontalmente no logró éxito al
guno; la única solución era po
der tomar la trinchera de enfi
lada, y así se pretendió con un
Grupo de artillería que tomó
posiciones en la Muela de Teruel,
1o
unes sin conseguir tampoco la finali
de letención dad perseguida por dificultades
en la observación, que no pudo
Llosa principal
adelantarse todo lo necesario
1
ya que una gran parte- de esta
-. —_Posición ressteneia
— — ——
Muela estaba en poder del ene
migo. Esta obra, insignificante
si se la pondera en relación con
—Diseminar los órganos de fuego. el conjunto de la organización defensiva, fué, sin embar
go, suficiente para hacer fracasar el ataque.
—Enmascarar cuidadosamente todas las obras, apro
vechando al máximo los recursos naturales.
—Descender el triayor número posible de órganos de Posición en contrapendiente.
fuego a las partes bajas, dentro de lo que permita
la amplitud del valle y la dominación de la orilla Examinemos ahora las características que presentará
opuesta. la posición en contrapendiente, dentro del mismo terreno
que nos ha servido de base para el estudio anterior.
La posición de infantería se instalará sobre la. contra-
La diseminación, combinada con el enmascaramiento pendiente D-E y se extenderá, además, por parte del
a las vistas, si los medios disponibles permiten dar sufi valle e incluso de la pendiente F-G, según la. extensión de
ciente profundidad a la posición, forma, como dice aquélla y la amplitud de éste.
S. E. el Generalísimo, un sistema formidable, cuya des Recuérdese, en primer término, que, según señala taxa
trucción, si está bien establecido, requerirá grandes can tivamente nuestro Reglamento para la organización del
tidades de artillería. terreno, la primera condición que ha de cumplirse, es la
La situación en las partes bajas de los órganos de fue de que esta contrapendiente no exceda de los 12 a. 15 gra
go, por lo menos de aquellas armas que contribuyen di dos y de que a vanguardia de la línea principal exista un
rectamente a batir el obstáculo y forman con sus tiros de campo de tiro, por lo menos, de 300 metros. Hagamos
flanco el esqueleto de la barrera principal, es punto inte resaltar, por nuestra parte, la consideración de que es
resantísimo, asimismo hecho resaltar reiteradamente por muy difícil en la realidad que la contrapendiente D-E
S. E. el Generalísimo. Ha de advertirse que en estas zonas sea perfectamente llana con una pendiente uniforme, así
bajas, en la proximidad del río o arroyo, si tal es el obs como el que la divisoria .0 sea una verdadera arista desde
táculo, suelen existir núcleos de cultivos, grupos de árbo la cual desciendan a ambos lados, como los planos de un
les, setos y ondulaciones del terreno que facilitan excelen tejado, las dos vertientes. La contrapendiente presentará
te enmascaramiento natural; tales partes bajas son, ade lomos, arrugas, vaguadas, que limitarán en muchas oca
más, si el valle es suficientemente amplio, menos visibles siones y considerablemente no sólo los campos de tiro,
desde los observatorios de la vertiente opuesta y más di sino las vistas. La divisoria aparecerá frecuentemente en
fíciles de localizar, por tanto, las obras que en ellos se forma amesetada más o menos amplia; otras, definida por
instalen. una serie de cotas que constituirán zona más o menos
Entre otros ejemplos que pudiéramos citar para demos intrincada.
trar la eficacia de estas organizaciones bajas, recordamos La posición de resistencia, esto es, la posición de infante
uno de carácter típico que se produjo en la batalla de ría que se desarrolla sobre la contrapendiente D-E a dis
Teruel. tancia variable de la cresta y extendiéndose más o menos
Habían instalado los rojos una simple trinchera tipo car en el valle, según las formas del terreno, ha de estar com
lista, estrecha y muy profunda, en la misma cresta de una plementada a. vanguardia por un sistema de observación
arista que al pie del cementerio dominaba el valle del río, y de fuegos.
barriendo con sus fuegos un amplio campo de tiro. Perfec Será excepcional el caso de que a retaguardia del valle
tamente localizada la obra, se la sometió reiteradamente a E-F se levante el terreno a tal cota que en sus cumbres
un tiro intenso de artillería con resultados prácticamente encontremos observatorios capaces de descubrir todo el
nulos, ya que un desvío de un par de metros era suficiente terreno a vanguardia de nuestra posición; e fácil que ta

56
les observatorios procuren vis
tas lejanas, acaso sobre el fondo
del valle y más allá; pero siern
pre quedarán amplias zonas
ocultas o vistas desde tal distan
cia, que resulten sin provecho
para la dirección de los fuegos.
Lo primero que exige la or
ganización en contrapendiente
es, por tanto, la instalación de
observatorios en la cresta D, que
han de servir el fuego artillero
durante todo el período prepa
ratorio del ataque, ya que, efl
caso contrario, permitiríamos al
enemigo avanzar cómodamente
hasta ocupar una base de par anemigo
tida próxima.
Estos observatorios han de
estar, naturalmente, protegidos Linea principal
contra una acción en fuerza del detención!
———---- Posición de reaistéxjcja-
adversario, lo que nos llevará a
desplegar a vanguardia de la
cresta una posición de vigilancia
constituída por puntos fuertes
que mutuamente se apoyen y, en mayor o menor número, Admitamos, a los efectos de nuestro estudio, que el te.
según los medios disponibles, Para la conducción de la rreno cumple todas las condiciones que se requieren.
defensa, el mantenimiento de esta zona de observatorios,
durante el máximo tiempo posible, es fundamental. Las ventajas que se atribuyen a una posición de esta
Pero, además, no vacilaríamos en adelantar a la misma naturaleza se sintetizan en quedar oculta a los observato
rios terrestres enemigos, derivándose de ella dos conclu
cresta, en posiciones, a ser posibles, desenfiladas, parte
de las armas pesadas de infantería, singularmente morte siones interesantísimas: no poder ser batida por la artille
ros, para hacerlos participar en estos combates, forzado ría en tiros eficaces de destrucción y conseguir efectos de
prólogo del ataque, y que cuanto más se prolonguen, re sorpresa en la producción de los fuegos propios, singular
tardando el contacto con la posición principal, tanto más mente en los de infantería. Tales ventajas, si fueran abso
beneficioso es para la defensa. lutas, compensarían con creces los inconvenientes; para
El “Truppenfuhrung” es en este punto terminante; in investigar el grado de aquéllas y establecer la importan.
siste sobre que la infantería debe romper cuanto antes el cia de éstos, nada mejor que seguir el desarrollo lógico de
fuego y prescribe que cuando la artillería propia sea dé los acontecimientos cuando el ataque se produzca.
bil, la progresión del adversario tendrá que ser impedida Hagamos constar, ante todo, que los ataques no se
o contrariada a grandes distancias con el fuego de las plantean hoy a ciegas, con un absoluto desconocimiento
ametralladoras pesa das y singularmente con el de los mor de la situación. Para llevar a cabo una ofensiva de cierta
teros, Ahora bien: en defensiva, la debilidad de la artille. importancia, el primer factor, absolutamente indispensa
ría será el punto flaco de casi todas las posiciones defen ble, es tener, por lo menos, superioridad en el aire; no se
sivas, concibe, y así lo demuestran los hechos de la contienda
En definitiva, nuestra posición en contrapendiente pre actual, una acción de estas características si el adversario
sentará esta fisonomía: domina el cielo del campo de batalla; sería lo mismo que
pretender romper una posición con inferioridad mani
—Sobre la cresta D, observatorios de artillería e infan fiesta de artillería.
tería. Si hay superioridad en el aire, habrá reconocimientos a
—A vanguardia de la misma, una posición de vigilan. la vista y fotográficos, capaces estos últimos, con la ac
- cia más o menos fudrte. tual organización del servicio, de procurar fotografías a
—Sobre la contrapendiente D-E, la posición de resisten las pocas horas de haber sido adquiridos. El conocimiento
cia, extendiéndose más o menos por la zona llana E-F e será tanto más exacto cuanto más se hayan podido mul
incluso en la pendiente F-G. .tiplicar los reconocimientos y, en consecuencia, obtener
—En la divisoria H, otra zóna de observatorios de man un mayor detalle; pero aun en plena guerra de movimiento
do y artillería. el ofensor sabe, porque lo. necesita saber, y así lo solicita
—En la región 1, el despliegue de la artillería. de sus órganos de información, si no una representación
exacta de la posición elegida por el adversario, sí, por lo
Hagamos notar .qie las formas del. relieve a retaguar. menos, las líneas generales de sus organizaciones.
- . Hace falta, pues, para conseguir efectos de sorpresa en
ha de la, con tra.pen diente D-E tienen valor singular; .5j ja
el Mando contrario, que el. enmascaramiento fuera per
masa cubriclo;a H se aleja excesivamente de la cresta D,
se. perderá alcance,. y los tiros, tanto a- vanguardia de ella fecto, circunstancia imposible de lograr por falta de.tiem
como los de dçtenci6n irnediatos.a la infaatería, se ejecu po,. salvo, en terreno. extraordinariamen te cubierto, en
tarán con. gran.dificultad y.merma de efjcaca. guerra de movimiento, y muy difícil de conseguir en la es
,tabilización .de los frentes,, porque si el tiempo favorece, al

.57
defensor, permitiéndole mayores trabajos para lograr la la línea principal de
ocultación, también beneficia al futuro ofensor, que hará resistencia; acaso des
funcionar a pleno rendimiento sus órganos de investi de observatorios en la
gación. cresta FI se tengan
vistas más allá de la
No basta, pues, la ocultación a las vistas terrestres;
es indispensable conseguir la de las vistas aéreas. divisoria D; pero, en
Pero aunque así no fuera, aunque, por tratarse de gue todo caso, como ya se *

rra de movimiento, al tomarse el contacto el atacante ig hizo constar, serán le


janas y, probablemen
nore qué es lo que tiene delante, se lo descubrirá este mis
mo contacto. El combate que se sostiene en una posición te, con amplios espa
avanzada tiene características que le diferencian funda cios desenfilados. No
queda más solución
mentalmente del que se libra sobre una posición de resis
que esperar a que el
tencia.
ataque se produzca --
Esa fase, que los Reglamentos llaman de verificación para poner en acción
del contacto, delatará la situación, demostrando que se instantáneamente el
trate simplemente de una posición avanzada; conjugando plan de fuegos precon-
los informes de carácter periférico adquiridos por las tro cebido; y esa espera —RIO.
A—E.
pas que sostienen estas primeras luchas con los de pro arma al brazo, esa vi
fundidad que facilite la aviación, no será difícil deducir gilia tensa del espíritu
los propósitos del defensor y a contextura general de su en acecho de un peligro
despliegue. que se sabe cierto, y
Averiguado que es una mera posición avanzada, no le que al ignorarse cómo
será difícil, en la mayoría de los casos, apoderarse de ella, y cuándo va a produ
concentrando sobre los puntos que la constituyen, forzo cirse, se agiganta, quie
samente limitados en número, los medios necesarios. bra los nervios y des- Enemigo
¿Qué ocurrirá entonces? gasta moral y fisica
El atacante sabe a ciencia cierta, o por lo menos sospe mente, en primer tér / -
cha, que su enemigo lo espera abrigado en la contrapen mino, a la infantería.
diente; por si no bastaran sus informaciones anteriores, Por eso todos los
los tiros de detención que desencadenará la artillería de tratadistas ponen, co
la defensa sobre la cresta D tan pronto como se retire o mo primera condición
caiga el último elemento del sistema avanzado, será una para defenderse en con
señal suficientemente clara. trapendientes, que las
En estas condiciones, no es lógico, fuera suicida, que el tropas posean moral elevada; tropas hechas
ofensor, sin más preparación ni más reconocimiento, haga a las asechanzas de la guerra, cuando, tras una larga y
a su infantería descender en tromba por la ladera para angustiosa espera aparezca el enemigo en la cresta, do
caer segada por las ametralladoras de la posición. A la minándole, acaso den media vuelta y abandonen sus po
cresta, lo primero que llegan son unas patrullas que, al siciones.
recibir fuego, se aplastan en el terreno, rastrean, se pro La acción que la defensa puede ejercer con sus fuegos
tegen tras los pequeños accidentes y tratan, ante todo,
a vanguardia de la cresta D es precaria. La ausencia o
de ver, y ven, en efecto; cada una descubre unos órganos malas condiciones de la observación obligarán a la arti
de fuego, un nido de ametralladoras, el asentamiento de llería a ejecutar tiros sobre lugares previamente conside
un mortero, el trazado sinuoso de una trinchera; la reunión rados como de necesaria utilización por el atacante, tan
de estos informes, que se van centralizando en los esca
aleatorios como todos aquellos que se efectúan sin obser
lones superiores, acusa al Mando la existencia de una posi vación; las armas de la infantería habrán de permanecer
ción, y si éste tiene visión clara de su responsabilidad, no silenciosas, interviniendo, todo lo más, las de tiro curvo.
lanzará sus tropas alegremente al ataque, sino que orga E insistimos sobre ello: en la mayoría de las ocasiones
nizará debidamente la acción. sólo cabrá esperar pasivamente a que el ataque se des
La teoría de que el enemigo no podrá ver nada desde la
encadene.
cresta, porque en el momento en que se asome a ella le
harán retroceder más que velozmente las ráfagas de ame El ofensor, por el contrario, se encuentra en condicio
tralladora de la barrera principal, sería cierta si el te nes, a nuestro juicio, magníficas; su primera preocupa
rreno se prestara a los caprichos del dibujo, pero el te ción será afirmarse sólidamente en la cresta, aprove
rreno parece tiene particular empeño en no sujetarse chando esos accidentes a que repetidamente hemos alu
exactamente a reglas geométricas. Esa cresta, como de- dido y escalonándose con la necesaria profundidad en la
ciamos antes, no será casi nunca una arista lineal, la línea pendiente C-D, que para nosotros resulta contrapendien
que define la intersección de dos planos; se presentará te; es decir, reune todas las condiciones de ocultación ape
amesetada, con orígenes de vaguadas y mamelones, con tecibles.
cotas diferentes y accidentes diversos. Al abrigo de este servicio de seguridad, llevará a cabo
A partir del momento en que el atacante consiga al cómodamente su despliegue para el ataque, que sólo pre
canzar la cresta, entendemos que la situación del defen cariamente será entorpecido por el defensor. Infantería y
sor no tiene nada de envidiable. carros ocuparán la base de partida en la pendiente C-D;
Infantería, mando y artillería han perdido toda obser la artillería desplegará en sus posiciones, y acaso alguna
vación táctica inmediata; sus vistas quedan reducidas a fracción de apoyo directo avance hasta el mismo valle A- B.
esos 300 6 400 metros que se extienden a vanguardia de Cuando el atacante considere suficientemente trgani
FIGURA.—55. cazmeute las mi
D siones de protección
H acompañamiento
y
del ataque.
Le queda aún al
adversario por ju
gar una interesante
carta: los carros de
combate; tales in
genios podrán des
plegar oportuna
mente en la pen
diente C-D, al abri
go de fuegos y
vistas. La posición
en con trapen diente
excluye, por nece
sidades de los fue
¡ gos de infantería,
los terrenos agrios,
1
escabrosos, de for
D mas difíciles. Si el
defensor no pudo
tender un obstácu
1 lo continuo antica
rro, Ja acción de
los carros estará
extraordinariamen
te facilitada; su
ataque no será
cubierto hasta el des
Posicion en Peadiente_poj01o en Contrapendiente
momento de salvar
la cresta, y esos 300
Ó 400 metros de
zada la maniobra, emprenderá el ataque; lejos de presen suave pendiente se recorrerán con toda rapidez para caer
tar éste la forma de una acción aislada de infantería, huér brutalmente sobre las posiciones adversarias.
fana de todo apoyo por el fuego, cooperarán con toda efi En los razonamientos anteriores deseamos huir de toda
cacia artillería, aviación y Carros.
idea preconcebida capaz de imprimir, aunque inconscien
Téngase presente, en primer término, que para obser temente, apasionamiento por determinadas soluciones.
var el tird de un Grupo basta con un observador experto Creemos ajustamos a la realidad si entendemos que la
provisto de un telémetro y enlazado por teléfono con el posición en contrapendiente, concepción de la guerra
puesto de mando de las Baterías. Muy difíciles han de ser X914-18, en la que los ataques se reducen casi exclusiva
las circunstancias, muy pelado el terreno, muy afilada la mente a la acción combinada de la infantería y artillería,
cresta, muy intenso y continuado el fuego, para que este ha perdido muchas de sus ventajas ante el predominio
observador no pueda instalar su anteojo de antena tras actual que en la lucha tienen los carros y la aviación.
una desigualdad del suelo para observar; y como esta
conducta se seguirá en puntos diversos, la artillería, o CONCLUSIONES
por lo menos parte de ella, estará en condiciones de Sintetizando cuanto llevamos expuesto, es posible decir:
ejecutar sus tiros con observación terrestre.
—La posición en contrapendiente queda tan expuesta
Pero, aunque así no fuera, hay otro poderoso elemento
a las vistas y a la acción aérea como la de pendien
de carácter muchas veces resolutivo: la aviación.
Aparatos destinados al servicio de artillería observarán • te; la ocultación depende exclusivamente de las po
el tiro; esta observación es insuficiente para corregir un sibilidades naturales y artificiales para el enmas-.
caramiento.
tiro de gran precisión sobre pequeños objetivos, cuya —La ocultación a las vistas terrestres es positiva en
destrucción exigiría elevados consumos de municio
nes; pero basta para situar tiros de neutralización po- • tanto el enemigo no consiga apoderarse de la
ten tes. cresta.
—El interés máximo de la defensa radica en conservar
Además, la aviación participa de un modo intenso y
en su poder los observatorios de esta cresta el ma
constante en la batalla; ios relatos de la guerra, singular yor tiempo posible, lo que sólo conseguirá comba
mente los de la última campaña de Francia, la atribuyen, tiendo a vanguardia de la misma. Pero ha de pon
en los períodos de ruptura y explotación. del éxito, una derarse muy Ineditadamente la intensidad del es
influencia decisiva; para la aviación no hay con trapen fuerzo que se dedique a tal. f•inalidad; la defensa
dientes, y con sus grandes bombardeos sobre las organi
zaciones alejadas, con su bombardeo en picado y amétra. estática de esta cresta se ha de hacer en una posi
éión en pendiente; esto es, perdiendo las ventajas
llan,jento sobre las próximas, puede y debe ejercer efi
esenciales ql.re se atribuyen a la contrapencliente

59
la defensa dinámica, por medio de contraataques defensor de sus observatorios de la cresta, y acto seguido
inmediatos contra las fuerzas adversarias que con emprenderá el ataque contra la verdadera posición, te
sigan poner el pie en la divisoria, acaso resulte niendo a su favor todas las ventajas antes enumeradas.
más eficaz; en todo caso, ha de evitarse que estas
acciones preliminares de la verdadera batalla no De las consideraciones expuestas parece deducirse que
consuman paulatinamente los medios disponibles. nos hemos complacido particularmente en hacer resaltar
—En la posición en contrapendiente se renuncia a prio los inconvenientes de la posición en contrapendiente, re
ri al obstáculo anticarro, ya que aquélla exige for chazando de plano y sin más discusión estas disposiciones
mas del terreno suaves y redondeadas para sacar defensivas.
todo su rendimiento a las armas de infantería de Nada más lejos de nuestro ánimo; nos hemos limitado
tiro rasante. a recordar imaginativamente las características de la ba
—Las acciones de contrapreparación, decisivas a veces, talla actual, en la que juegan medios poderosos que no
no se pueden llevar a cabo o se ejecutan mal en pudieron ser tenidos en cuenta en concepciones anteriores.
tales posiciones; perdida la cresta, se facilita al ad Hoy, con el carácter de verdadera obsesión, aparece en
versario el cómodo despliegue de sus medios, hos todos los Ejércitos beligerantes, Mando y combatientes,
tigado tan sólo por un tiro incierto de artillería y la lucha contra el carro y contra la aviación; se busca,
sin participación eficaz de las armas de infantería. ante todo, el obstáculo que, si no impida en absoluto,
Hay aún otra consideración de interés. Nuestro antiguo coarte, por lo menos, la maniobra de aquél y la oculta
Reglamento de Infantería dice que: ción a las vistas aéreas, que es el mejor procedimiento de
“La instalación de la infantería en contrapendiente cubrirse de los fuegos de esta naturaleza.
debe buscarse con preferencia cuando la situación defensiva Pero en táctica no hay nada absoluto; tan grave error
se prolongue. o se estabilice, y que, por el contrario, no ha sería crear en los espíritus una firme y absoluta convic
de hacerse sistemáticamente en guerra de movimiento.” ción sobre las excelencias de la posición en contrapen
La estabilidad es, en cierto modo, condición precisa diente, como rechazar de plano tal sistema defensivo.
para esta organización defensiva, que requiere tiempo, Los problemas tácticos se caracterizan precisamente
si se quiere sea completa; la posición en contrapendiente por su complejidad; no se resuelven con acierto por el
exige un sistema complicado de observación artillera y de análisis de un simple factor, ni caben recetas o fórmulas
transmisiones, un trabajo intensivo y extensivo para susti de aplicación universal, La decisión de aplicar este o el
tuir el obstáculo natural anticarro por el artificial. Mien otro procedimiento ha de fundamentarse en el raz nado
tras el frente estabilizado permanezca inactivo, no tiene estudio de los eternos e invariables factores que se pre
duda que se encontrarán positivas ventajas, por cuanto sentan con facetas propias y características en cada caso
el fuego enemigo, mal dirigido para artillería por falta de concreto. Cuando, orientados por la misión y a la vista
observación terrestre e imposible para todas las armas de del terreno, establezcamos las posibilidades de los medios
tiro rasante, sólo ocasionará reducido número de bajas. propios y de los del adversario, será elmomento de deci
Pero si el adversario decide dar el ataque, cuanto de dir, acto de suprema responsabilidad para todo el que
más antiguo venga la estabilización, tanto más será para manda. Esta responsabilidad se agiganta en ls situacio
el ofensor conocida por sus reconocimientos aerofotográ nes defensivas, que si siempre fueron embarazosas, hoy,
ficos la organización defensiva en su conjunto y en los como lo demuestran los acontecimientos de la guerra ac.
detalles; montará una acción previa para desposeer al tual, tienen solución dificilísima.

Resolución
del
Concurso
de
premios
anunciado
enEJERCITO
enlosnúmeros
de
febrero,
marzoy
abril
delcorriente
ao
5. E. el Ministro ha dispuesto que se concedan los premios que a continuación se relacicnan, a los trabajos presentados
con motivo del Concurso antes expresado.

PRIMER TEMA.—Movilización en la guerra total. 2.° premio: 1.250 pesetas.—Capitán de Infantería D. Miguel
Urmeneta.
1ei premio: 2.000 pesetas.—”Un aspecto de la guerra total. 3.’ premio: 750 pesetas—Capitán de Aviación D. J. Rodrí
Los transportes”. Teniente Coronel de Ingenieros D. José guez Rodríguez y Teniente de Aviación D. M. Outeiriño
Maristany. Néñez.
2.° premio:I.250 pesetas.—”Movilizacióflen la guerra total”.
Excmo. Sr. General D. José Martínez Esparza. CUARTO TEMA.—Operaciones de desembarco. Coope
3. premiO: “La movilización industrial, factor
750 pesetas.— ración de las fuerzas terrestres, navales y aéreas en estas
preponderante en la movilización total”. Coronel de In operaciones.
genieros D. Manuel Pérez Urruti. 1ey premio: 2.000 pesetas—Excmo. Sr. General de División
SEGUNDO TEMA.—Logística de las Unidades blinda D. foaquín de la Llave.
das y motorizadas. 2.° 1.250 pesetas—Excmo.
premio: Sr. General de Aviación
D.
José M.’ Aymat.
1eT premio: 2.000 pesetas—Capitán de Caballería D. Angel 3. premio: 750 pesetas.—Comandante de Artillería D. Vi
Pagés. cente Martínez Lorenzo.
TERCER TEMA.—Çooperación de las Unidades para Otro 3ei premio: 750 pesetas.Teniente Coronel de Jnfam
caidista y de las Unidades aerotransportadas. terfa del Serviciq de E. M. D. Joaquín Calvo Escanero.
Otro. .e1 premio: 750 pesetas—Teniente de Navío D. Car
1,et premio: 2.000 pesetas.—Coronel e AviaciÓn D. Fran
cisco Mata Manzanedo. -
los Martínez Valverde.

A los do “terceros premios suplenientari0 sededican los no adjudicaosefl el z.° Tems por no haberse presentado más
trabajos qi.ie eL.del capitán Pagós.. . .

.6.0
RIUNÁS
ÁNTUTANOUS
Capitán de Ingenieros GUILLERMO NADAL SIMÓ
de la Jefatura de Transmisiones de Baleares.

CONSIDERACIONESPRELIMINARES
al ser pisada por un carro, pondrá alerta a la defensa con
tiempo suficiente para organizarse.
En estas lineas se pretende analizar con detalle. la conve
Para conseguir todo lo anterior, se ve la necesidad de que
niencia de que las minas antitanque tengan forma, alargada
la barrera de minas tiene que presentar unos efectos de deten
o redonda. ción máximos, sin que haya posibilidad de que pueda cru’arla
Para ello empezaremos por hacer un análisis de las carac
ni un solo carro.
terísticas esenciales que debe reunir un campo de esta clase Ya veremos lo que ocurre en la práctica.
Líe artefactos, las cuales son
i. Detener la progresión de los carros, canalizar el ata
que, evitar la sorpresa.
2.a Efectos de destrucción grandes. La otra condición, señalada en el apartado 2.°, que debe
reunir todo campo de minas antitanque, es que produzca
grandes efectos de destrucción sobre el carro que tropiece
con una niina.
Analizando el apartado i.°, vemos que el objeto que se No queremos decir con esto que se deba llegar a un. má
persigue no es evitar que el ataque de carros se produzca; ximo de destrucción, ya que ello es función de la cantidad de
seria pueril pensar que, poniendo una barrera de minas anti carga explosiva que tenga la mina, la cual no puede aumen
tanque, el ataque quedaría evitado por completo. Tenemos tarse hasta donde se quiera; pues viene condicionada a que
ejemplo de ello en la guerra actual, donde, a pesar de eni sea de fácil manejo. Hay, pues, que conjugar estas dos varia
plearse estas minas en enorme profusión, no paralizan los bles de una forma acertada.
movimientos de las masas acorazadas. No siendo la misión Sería, desde luego, de un gran efecto moral que, al tro
de estos campos de minas evitar por completo el ataque, pezar el tanque con una mina, volara por los aires despe
será solamente áonseguiruna detenciónmomentánea, para dazado, hecho añicos. Pero en la práctica es imposible el
lizar la progresión un momento; momento que es aprove conseguirlo, como no sea poniendo una carga en el interior
chado por las armas anticarro para efectuar un tiro eficaz del carro. Pero la mina no obra así; su efecto es el de carga
y poner fuera de combate el mayor número de tanques. exterior. Se podría conseguir, aumentando mucho la carga,
El campo de minas juega el mismo papel que una alambrada que el tanque sea levantado del suelo, dé varias vueltas,
vulgar; la misión de ésta es también estorbar la progresión quede incluso retorcido; pero ya hemos dicho que esta can
del enemigopara que las armas de la defensa puedan batirle tidad de carga explosiva no puede pasar de ciertos limites;
más eficazmente;como así debía de suceder, ya que tanto no puede construirse la mina de gran volumen y peso.
el campo de minas como la alambrada son obstáculos. Pero vamos a suponer, incluso, que tal pudiera conse
No hay más diferenciaentre ambos que mientras uno es guirse. ¿Se detendría por esto la progresión de los restantes
obstáculo activo, el otro es
obstáculo pasivo. Pero preci
samente debido a esto cum Eb e(‘a E” E”’
pie con las otras condiciones
del apartado 1.0, ya que, por
ser activo, además de ser por
sí un elementode destrucción,
hará que los tanques enemigos
procuren soslayarlo, con lo 1—
cual se logrará canalizar el -

ataque hacia aquellos lugares


que mejores condiciones re-
unan para organizar la defen
sa con las armas anticarro. Y p
también nos evitará la sorpre
Sa. (de una forma,relativa),ya CM1ODE MINAS ALÁRGÁDAS DE 3 MTS. DE LONGITU’D
que la explosión de una mina, .. Esc:1/200,

61
carros, al ver el primero de
la formación despedazado,
proyectado en trozos? Cree 1.Fi
mos que no, pues de lo con
trario cabría suponer que a
la infantería que defiende
una posición le bastaria con
hacer saltar por los aires, 2 ,F
por un procedimiento de
terminado, al primero de
los atacantes, para que los
demás se detuvieran, y es
to bien sabemos que no su
cede asl. 3.F:
No negamos que el efec
to moral sea grande: todo
lo contrario; pero no cree
mos sea decisivo. El campo 4 -p’j
de minas ya hemos dicho
que detiene a los carros un
espacio de tiempo determi
nado, estorba su progreso,
dando lugar a que las ar
mas anticarro los batan
con eficacia, aunque sin
aparatosidad. ¿No serán de
esta forma más reales los CÁI’IPODEMINAREDONDAS,ENPUNTADEFLECHA,DE5FILAS FIG.-.2.
resultados obtenidos? Y
además, como el obstáculo
que considerarnos es activo ¿no será también más positivo b) Lograrque la carga explosiva de la mina antitanque
el que el máximo número de carros penetren en el campo de sea de efectos suficientes para poner fuera de combate al carro
minas, quedando destruIdos por las minas en si, sin tener en que la pise.
cuenta para nada las armas anticarro, que no conseguir que c) Mínima densidad por metro lineal de frente. Rapidez
por la voladura del primer carro, hecha aparatosamente, los de construcción. Fácil manejo y transporte de las minas. Poca
restantes se den cuenta de su existencia antes de penetrar vulnerabilidad, etc.
en él y procuren soslayarlo? Más efecto moral, y material
también, se conseguirá cuando el resto de la formación se dé
cuenta de que está metida en plena barrera de minas y que
gran número de sus componentes ya han sido puestos fuera La condición señalada en el apartado a), en la práctica
de combate. no se puede conseguir. pía varias razones: unas técnicas y
Resumiendo, pues, todo lo anterior, vemos que una ba otras tácticas. Se podrá llegar a que la seguridad de deten
rrera de minas antitanque debe: ción sea del 99 por loo,casi del lOO por 100; pero no puede
a) Presentar una rnfranqneabilidad absoluta; debe pro existir jamás una seguridad absoluta de que el tanque sea
ducir un efecto de detención total. detenido.
Ello se debe, principal
mente, a dos razones: una
PIG.—3.—CAMP0 DE MI?1ASALARGADAS,D 5 FILAS. técnica y otra táctica.
Denidad 41,40 ninaa x n.1.de— frente. La primera es que las es
Esc1/2OO. poletas de las minas tienen
que estar separadas por una
distancia minima, para
que, al estallar una, no lo
hagan por simpatia todas
de rmetro. las vecinas: pues si tal ocu
rriera, estallaria todo el
campo al comunicarse la
explosión de espoleta en
espoleta de cada mina, des
apareciendo la barrera.
Bástaria un dispafo de la
ártilleiia enemiga para ha
cer estalIa tdoél campó,
e igial ourríria, coñ efec
tos peáres, uando al pi’
sar un cárro una mina, por

62
ALZADO. a) Con minas redondas, emplean4o la..ley
A de .coná&uc6n, llamada eú puntade flecha,
Qaterta.-del. r&presentado en la figura 2a
tanqie
/ _LÇdena del
.i
b) Conminas alargadas, con la Iey.de.cons
trúción, que se indica en la flgura;.3.a, aun
MIna.redona. 0,35 que pueden emplearse múltiples combinacio
nes parecidas
Ambos campos son de cinco filas de minas,
que ya hemos dicho es el mínimo que debían
PLANTA. / Q,jc1—\ tener; sin embargo, podrían ser más, sin que
por ello variaran las conclusiones finales que
más adelante se citan.
PLANTA.
Comparemos, pues, estos dos campos de
minas, y veamos cuál de los dos cumple me
() PIO,,—4’..
jor con la condición de detención máxima.
En el campo de minas redondas de la figu
ra 2a, cuya ley de formación se ve al simple
Cadena del tarque. examen de la misma, se consigue una barre
ra de detención casi absoluta, prácticamente
total; el carró tropezará con una mina, como
la explosión de ésta estallaran todas las demás, dejando no sea que siga una de las direcciones curvas A y B u otras
expedito el paso al resto de la formación. análogas.
Esta distancia mínima entre espoleta y espoleta es de En el campo de minis alargadas de la figura 3., cuya ley
3 a 3,50 metros. de formación también se puede determinar con facilidad,
Claro está que lo anterior se podría solventar poniendo el tanque tropezará con una mina, a no ser que siga alguna
un campo de minas como el que se indica en la figura 1.a, de las direcciones curvas A, B y C, u otras anáhgas.
empleando minas alargadas de tres o más metros de lon Vemos, pues, que ei ambos casos la detención es casi ab
gitud, y a las distancias que se indican en la misma, como soluta; prácticamente lo es del todo, pues habría una pro
ejemplo (pues habría infinidad de formas de colocarlas). babilidad entre un millón, pongo por ejemplo, para que el
Pero aun tendríamos que ver, que aunque las espoletas tanque fuera a seguir precisamente, en toda su marcha
E, E1, E’, E’1... estén separadas por una distancia mayor curva, uno de los itinerarios citados en las figuras. Y no
de 3 metros, no fuera suficiente la explosión de las partes a cabe suponer que alguien le vaya indicando la ruta a seguir
de la mina 1112para que, por simpatía, no estallen las partes b y los virajes qte tiene que ir hacien lo, ya ue a este alguien
de las minas vecinas M1 y M3, y así sucesivamente; e incluso le seria mucha más fácil abrirle peso levantando las minas
que obren, también por simpatía, sobre las espoletas E y E”, que le estorben para seguir su marcha. Además, hay que
ya que la distancia entre las partes a y estas últimas no sería tener en cuenta que el tanque marchará, generalmente, en
superior a los 3 metros necesarios. el momento de la irrupción, en línea recta, casi perpendicu
Aumentando la longitud de la mina, tendríamos que lar a la mayor longitud del campo; pues éstos se emplazai
aumentar también la carga explosiva, en cuyo caso la dis perpendiculares a las direcciones probables de ataque, con
tancia mínima citada de 3 metros aumentaría, y nos encon lo que todavía será más improbable que el tanque no tro
traríamos siempre con el mismo problema. piece con una mina.
Pero, de todas formas, aun encontrando solución a este Es decir, que sacamos la consecuencia de •que ambos
problema técnico con minas de gran longitud, se presentaría campos obran como una barrera idéntica de detención;
el táctico, al que ya sabemos que se tiene que subordinar el absoluta en los dos, en la práctica.
técnico. Y no hay duda que con minas superiores a y metro
se presentarían no sólo grandes problemas de transporte y
fabricación, sino también de difícil manejo en el terreno,
vulnerabilidad, economía, etc., que hacen que haya que Vamos ahora a analizar la condición que hemos citado con
desechar esta solución de minas de gran longitud, y en la anterioridad y ver cuál de los dos campos tiene más potencia
práctica no sea posible adoptar las que tengan más de 1 me de destrucción.
tro, como máximo, sin que se presenten graves inconve
nientes.

CONSTRUCCIONDEL CAMPO

Sentado todo lo anterior, después de varios cálculos, te


niendo en cuenta los órganos sensibles de las minas, la an
chura de las cadenas, la batalla de los carros, etc., se llega

F:
a la conclusión de que las minas para formar un campo efi
caz deben colocarse en profundidad, con un mínimo de
cinco filas. Conclusión sancionada por la práctica.
Después de múltiples tanteos se ha llegado •a la conse 1”’ia alargada.
cuencia de que los campos de minas antitanque que mejor
cumplen las condiciones de detención son las sigtientes:

63
A igualdad de explosivo, la mine alargada 8
pesa un poco más que la redonda. Luego
una de estas últimas, que en total pese .4 Mina alarad
kilogramos, y otra alargada de igual peso, i1naalar!:
Li primera contendrá más explosivo que la 1’ p -
segunda. Sin embargo, vamos a suponer mo - l,0C
mentáneamente que contienen la misma Cadena del
cantidad y que ésta sea de B kilogramos. L.0, tinque.
Debido a la anchura de las cadenas de los Cderia del tanque
tanques actuales, superior a los 35 centíme
tros, al pisar uno de éstos una mina redon—
da, en las mejores condiciones, la pisará C
totalmente (fig. 4.a, .4), y toda la carga
explosiva, o sean los B kilogramos que he Mina alargada. P F1G.—6.(PLAN’fAS).
mos considerado, obrarán como carga con
centrada, con gran atraque, aprovechándo Cadena del tanque. 1,00
se la totalidad de la misma. Sea cualquiera
la dirección que lleve el carro, los efectos
serán los mismos, mientras pise toda la mi
na (figura 4.°, E).
Si en lugar de ser una mina redonda es una alargada.
chura y minas de 1 metro de longitud), o sean - kilogramos,
sólo en un caso se aprovechará todo el efecto máximo de los
E kilogramos de explosivo, o sea aquel en que la cadena del
carro sea paralela a la máxima longitud de la mina; y eso que pueden no ser suficientes para romper la ¿adena. Las
suponiendo que ésta no estallará hasta el momento en que partes P1 también producirán efectos destructores, pero no
la cadena del carro estuviera en contacto con toda la longi al máximo; es decir, que la carga equivalente supuesta atra
tud de la mina (posición de puntos de la figura 5.a); cosa que cada sería:
E E.
en esta mina no se podría considerar sin gran error, y en CE +
cambio, sí, en la mina redonda, dado su poco diámetro, en
comparación con el metro que tiene la mina alargada. siendo u un coeficiente menor que la unidad; luego CE sería
Además, casi nunca el carro incidirá sobre la mina en el menor que B kilogramos.
sentido de su mayor longitud, pues éstas, en general, se colo Si suponemos los casos de la figura 7a, se tendrían más
- can paralelas a la magistral del frente; es decir, perpendicu efectos destructores; pero siempre serian menores que los
lares a la dirección probable del tanque, cubriendo el máximo producidos por los fi kilogramos concentrados de la mine
frente (según se puede ver en la figura 3a o en la figura 9.). redonda.
En este caso, la cadena del carro, aunque apoye totalmente, Si la cadena pisara sólo parte dela mina (fíg. 8, A y B),
en el sentido de su anchura, sobre la mina (fig. 6., A, B y C), si bien ni en la mina redonda ni en la alargada se tendrian
ño aprovechará toda la carga explosiva al máximo, consi los máximos efectos, siempre la balanza se inclinaría a favor
derada cómo atracada, sino sólo las partes P de la misma. de la primera, ya que la parte más alejada, E, se encuentra
Las partes P1 obrarán, bien como carga adosada, bien como más próxima a la cadena C que no la E1 de la C1, e igual
carga a distancia, según las secciones que consideremos. mente para las demás secciones. Claro está que esto viene,
Y la parte P, en los tres casos, no es más que la mitad de la aunque sólo sea en parte, compensado, porque la carga E1
carga total (suponemos la cadena de 0,50 metros de an del extremo de la mina alargada obrará, si bien a distancia.
sobre la parte inferior del tanque.
Resumiendo, vemos que la mina redonda lleva bastante ven
Cadenadeltan e. taia a la alargada en potencia destructora. Sin embargo, vamos
a suponer que tienen la misma, en igualdad de condiciones.
Llegamos así a la conclusión final de que los campos repre
Incalargada. tados en las figuras 2. y 3 presentan igual. detención práctica
máxima e igual potencia de destruccá3n.
L IIJIIi Cadena
del Habrá, pues, que buscar las ventajas e inconvenientes de
cada mine en otros órdenes que no sean los anteriores, ya que
éstos están equilibrados.
Salta a la vista cuáles van a ser: los señalados en el apar
tado c). que se indican en el capítulo siguiente.

OO que tan
VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LAS
MINAS REDONDAS Y ALARGADAS

Una vez supuesto, aunque sea momentáneamente, que los


campos de las figuras 2. y 3a obtendrán los mismos resul
tados contra ataques de carros de iguales características,
veamos ahora otras condiciones que debe reunir todo campo
PIG.—7.—(PLANTAs). de minas.

64
Pueden reuaiirse de la siguiente formá: de lás alargadaá; la ven.ájá de fadlid e transpor±e se
1. Densidad por metro lineal de frente. inclinará a las primeras.
2. Profundidad del campo. Nos referimos únicamente al transporte efectuado desde
3a Peso y volumen de las minas que lo forman. el Parque de la Compañía de Zapadores al lugar del empla
4. Manejo de las minas sobre el terreno. zamiento del campo; pués si bien es conveniente tenerlo en
5a Transporte. cuenta para suministrar las minas a la Compañía desde el
6.a Vulnerabilidad. Batallón, y a éste desde C. E., etc., se puede suponer que se
ga Urgencia en la construcción del campo (caso inmi dispone de medios suficientes para hacerlo con facilidad, se
nente de ataque de carros). trate de la clase de minas que sea. No así entre la Compañía
8. Rapidez en la construcción del campo (condiciones y el lugar de emplazamiento del campo, pues ésta tendrá
normales). medios de transporte limitados, y además no siempre se dis
9•a Economía en la fabricación de las minas. pondrá de comunicaciones en buen estado, con el lugar de
10. Diversidád en las leyes de formación del campo. emplazamiento, por donde puedan circular los elementos,
Vamos a analizar cada una de ellas por separado, viendo tanto auto como hipomóviles, las cuales pueden incluso no
cuál la cumple mejor, si la mina alargada o la mina redonda estar fuera de las vistas y el fuego del enemigo.
1 •o Densidad por metro lineal de /rente.—Si en la figura 2a 6.° Vulnerabilidad.—Al ser mayor la superficie de la
consideramos la parte del campo comprendida entre las rec mina alargada, resulta más vulnerable; y como la superficie
tas XY y X1Y1, separadas entre sí lo metros, vemos que en viene a ser tres veces la de la redonda, y el número de ellas
total hay lo minas; es decir, que la densidad por metro li a colocar es 14 por 10, respectivamente, resulta que la vul
neal de frente será: = 1 mina, como no podía menos de nerabilidad será 3 x 1,4 = 4,2 veces mayor para la mina
alargada.
suceder, por la ley de formación del campo. Además, esta 7.0 Urgencia en la construcción del camo.—En caso in
densidad será la misma para cualquier parte del campo. minente de ataque de carros, la mina redonda se presta
Si hacemos lo mismo en la figura 3a, vemos que el nú mejor a minar un campo con urgencia, coloando las minas
mero de minas comprendido entre XY y X1Y1 es de catorce; sobre el terreno, sin que exista el peligro de que pueda ser
volcada por el carro y, por tanto, no estallar.
es decir, que la densidad del camjo será de -- = 1,4 minas Con la mina alargada no se logra tal rapidez, y además,
por metro lineal de frente. Además, esta cantidad no es cons para evitar el inconveniente de que el tanque vuelque, la
tante si consideramos pequeñas partes del mismo. mina, hay que dotar a ésta de unas patillas transversales,
Luego el campo de minas redondas tiene la ventaja sobre con lo que se consigue un aumento de peso.y volumen, y
el de minas alargadas de necesitar menos minas, siendo la también de precio de coste.
equivalencia de 10 a 14, respectivamente. 8.° Rapideg en construcción del campo.—En condiciones
No hay que olvidar para este razonamiento, ni para. los normales se construye mucho más rápidamente el campo
que siguen, que consideramos dos campos que produzcan de la figura 2. que no el de la figura 3•a, pues además de
los mismos efectos de detención y de destrucción. tener su ley de formación más sencilla, son iguales todas las
2.° Profundidad del campo.—Cuanto mayor sea la prof un distancias y todos los intervalos. En el representado en la
didad del campo, más difícil será que pase un carro, ya que figura 3a vemos que las distancias e intervalos no son los
los itinerarios curvos que tendrá que seguir serán más mismos siempre, sino qüe se repiten periólicamente; ade
largos. Vemos también que la distancia entre espoletas de más habrá que poner más cuidado en que la mina quede pa
las minas es mayor en el de minas redondas, en beneficio de ralela o perpendicular a la dirección general del campo, cosa
evitar las explosiones por simpatía. Y la profundidad del que no ocurre en la redonda, por la forma que tiene.
campo de la figura 2. es de 20 metros, mientras que en el En este apartado hay que incluir también que, al ser
de la figura 3a es solamente de 12 metros, siendo, por tanto, menor la superficie de la redonda, necesitará menos tiempo
la ventaja para el primero. la excavación que hay que hacer para enterrarla, y además
3.0 Peso y volumen de las minas que lo forman.—Ya hemos que sobrará menos tierra, producto de la misma, tierra que
dicho que, a igualdad de explosivo, la mina redonda pesa hay que hacer desaparecer por completo para que el campo
menos que la alargada. El volumen será también más pe quede perfectamente enmascarado, condición primordial que
queño: por la forma que tiene cada una de ellas y también. debe reunir.
porque se necesitan menos minas por metro lineal de frente. Se construirá, pues, más rápidamente el campo con minas
Igual ocurre con el peso. redondas.
La ventaja es para la mina redonda, con mucha dife 9.0 Economía en la fabricación de las rninas.—La diferen
rencia. cia de precio de coste es pequeña entre una y otra, inclinán
40 Manefo de las minas sobre e! terreno.—Una vez apa
readas las minas en el lugar del emplazamiento del campo,
para construir éste, corresponde al equipo de transporte el ir 1.

colocando cada mina en el lugar que previamente haya seña


lado el equipo de marcadores. No hay ninguna duda que
cada zapador podrá llevar sobre sí :más minas redondas que
minas alargadas, por ser menor el peso y mucho menor el
volumen; además serán menos a transportar, al ser menor
la densidad del campo.
Otra ventaja, y no pequeña, de la mina redonda.
5.0 Transporle.—Desde el momento que se necesitan
menos minas, para formar un campo de iguales caracterís
ticas, redondas, y ser menor el peso y volumen de éstas que
dose a favor de la alargada, pues jara a redoflda se necesi traLajar casi automáticamente. Se cooiprende lo dificil ua
tan prehsás de gran potencia, matrices caras, operaciones será conseguir esto con campos de minas como el de la
delicadas, fundir trilita en la misma cazuela, etc. figura 3,a, en que unas están colocadas normales y otras
Pero esta diferencia en el precio de fabricación viene com paralelas a la magistral del frente, con distancias e intervalos
pensada al ser menor la densidad del cgPipo en lás. minasl desiguals; y no digamos nada si frecuentemente- había que
redondas. - variarlos, al variar 15 ly de formación.
Además hay que tener en cuenta que, por ser el perímetro En la práctica resulta imposible, pues de lo contrario, la
marítimo de nuestra Patria muy grande, Se necesitarán rapidez en la construcción sería mínima. Y creernos que es
solamente para la defensa de las costas una cantidad enorme más necesaria esta rapidez que no la variación en la dey de
de minas, del orden de millares, por lo que, disponiendo de formación.
fábricas especiales, el corte unitario se vería muy reducido.
Y en último extremo, no siendo la diferencia muy grande
Resumiendo, vemos que las minas redondas tienen todas,
entre el precio de una y otra, es cuestión que no interesa en
absolutamente todas, sin excepción, las condiciones enu
grado sumo, ya que hay que mirar, en primer lugar, los resul meradas
tados que se obtengan, y éstos se inclinan favorablemente a
La consecuencia inmediata es lógica: la inina anticarro
las redondas. debe ser redonda, pues además de las ventajas anteriores,
io. Diversidad en las leyes de Jormaídn del campo.— no hay que olvidar que tiene más efectos destructores que
Es verdad que la mina alargada se presta a más diversidad la alargada, cosa que hemos supuesto antes que era igual,
de combinaciones para formar un campo, cosa que redun para llegar a la conclusión de que los campos representados
dará en beneficio nuestro, al no ser tan fácil a los zapadores en las figuras 2. y 3a cumplían igual las condiciones de de
enemigos, en sus reconocimientos, hallar la ley de formación tención y destrucción, para de esta forma, una vez iguala
del mismo. dos, valga la frase, dichos campos, poder sacar las conse
Pero esta ventaja es sólo ficticia. Hoy en día, los campos cuencias que hemos sacado.
de minas antitanque se colocan detrás de la primera línea,
con lo que a los zapadores enemigos les será casi imposible
llegar á ellos. Y si consideramos que el enemigo avanza, CONSIDERACIONESFINALES
en parte roto nuestro dispositivo ele defensa, no cabe pen
sar que al encontrarse con el campo de minas, intenten Si en vez de comparar el campo de la figura 2.’ con el de
hallar su ley de formación; lo neutralizarán con cargas, la figura 3a, lo hacemos con el representado en la figura 9•a
abrirán brecha empleando el explosivo; pero no intentarán (ambos en punta de flecha), las ventajas de la mina redonda
levantarlo en aquel momento, ya que la progresión de sus sobre la alargada seguirán subsistiendo, no cabe duda, aunque
tanques no puede esperar que los zapadores descubran una en parte disminuidas. La detención seguirá siendo práctica
ley matemática de formación para abrirles camino. mente total en ambos; los efectos de destrucción, mayores
Y por si esto fuera poco, hay que tener en cuenta que en el de minas redondas. Llegaremos a igual densidad por
para emplazar un campo de minas, muchas veces de noche metro lineal de frente; pero las restantes condiciones segui
y en malas condiciones, hay que hacerlo, como vulgarmente rán a su favor, especialmente la vulnerabilidad, el manejo
se dice, con los ojos cerrados. Por tanto, el personal tiene que sobre el terreno, la urgencia y la rapidez de construc
estar tan familiarizado con lo que va a hacer, que tiene que ción, el transporte, que, a fin de cuentas, son las más
esenciales.

CAi0 BE MflIAS ÁLIGADÁS,Ei Pt3NT DE FLEC1A,AiALO0 AL LA FIG.2 RESUMEN


° MINAS
DE REDO1DAS.
Esc: 1/200
______________ Visto
todo lo anterior, considerarnos
---5,0O que la mina anticarro debe ser redonda,
o con una carga explosiva de unos 8 a io
o kilogramos, debido al empleo de los tan
qües superpesados de hoy en dia; pues los 5
kilogramos que tiene la mina T, alemana,
por ejemplo, pueden no ser suficientes.
Se podrian conseguir los 8 6 10 kilogramos
unas e t. ___ de carga explosiva aumentando bien el
diámetro de la misma, bien la altura, bien
ambas cosas a la vez, con lo que segui
ría siendo de fácil manejo sobre el terreno.
Aumentaríamos también hasta 120 kilo
gramos en la periferia, y 90 kilogramos en
la parte central, la presión mínima que
produce su explosión, para más seguridad
del personal que la coloque; presión que
ejerce cualquier vehículo y que haría, por
tanto, estallar la mina.
Resultando, en total, una mina antitan
que bastante manejable, segura, de gran
potencia destructora, y en que toda su
superficie superior seria órgano sensible.
FIG.—9.

66
S’e/eccion
ems
truccioncteo5
u
-

te/e,??
e’7S’t(7S;0] Comandante de Artillería FRANCISCO GONZALEZ
ARIZMENDI, de la E. de A. y T. de Artillería.
It

D Etodos es sabida la i:nfluencia e importan


cia que en el tiro de costa tiene la medi
telemetrista debe componerse de tres fases o pe
ríodos: el 1.0, de eh i’nacio’n,y en el cual se des
ción de la distancia, la cual debe obtenerse des echan los que no reunan las condiciones físico-
de el primer momento con la .máxim exactitud. psicológicas indispensables; el 2.°, reciratorio,
Los telémetros empleados para ello tienen, de carácter teórico, y el 3.0, de seleccióm y entre
como todo aparato de medida, sus errores siste nanmiento, eminentemente práctico.
máticos y accidentales, y entre estos últimos, los Antes de exponer en qué forma han de des
que más influencia ejercerL en la medición son arrollarse estos períodos, y por la íntima rela
los debidos al operador, lo que obliga a elegir el ción que con la selección e instrucción de tele
personal telemetrista entre los más aptos para metristas tiene, diremos dos palabras de los ob
ello. Esta aptitud, aunque en gran parte se logra servadores.
por una instrucción esmerada y constante, no se Las Baterías de costa normalmente no deben
obtiene por este solo hecho, sino que depende romper el fuego hasta que el blanco se halle a
además de una serie de condiciones físicas y psi distancia eficaz de combate; pero habrá situa
cológicas indispensables para ser un buen ope ciones impuestas por el enemigo, que es el que
rador, debiendo, antes de empezar una instruc lleva la iniciativa, que obligarán a hacerlo al al
ción, hacer la eliminación de los que no reunan cance máximo, lo que exige a las Baterías el te
esas condiciones máximas. ner preparado el tiro antes de que el buque entre
La designación de objet:ivos al telémetro se en su sector de fuego; y para ello es preciso que,
hace por sus coordehadas polares o rectangula con anterioridad suficiente, el Jefe de Grupo
res, acompañadas de las características del blan haya repartido objetivos entre sus Unidades,
co y su puesto en formación. Es, pues, necesario repartición que, como es sabido, se hace por el
que el telemetrista sepa diferenciar los distintos conocimiento del buque a batir, y también de
tipos de buques; es decir, que ha de ser obser esto depende la modalidad de tiro y clase de pro
vador, y debido al cansancio que produce una yectil a emplear. Estas razones obligan a identi
persistente permanencia en los oculares del telé ficar los buques de guerra enemigos a las mayo
metro, sobre todo cuando éste es de coinciden res distancias que permitan los observatorios.
cia, las mediciones se falsean y es preciso relevar Pero no sólo esto obliga a un perfecto conoci
al telemetrista, alternando a ratos, por lo menos miento del buque enemigo, sino que el Jefe de
un par de ellos, uno en el telémetro y otro en el un frente de costa ha de emplear toda o parte de
plano telemétrico, para lo cual será preciso sepa su artillería según los propósitos del enemigo;
manejar éste y sobre él medir una velocidad, un y para descubrir éstos, uno de los factores más
rumbo y unas coordenadas. importantes es la composición de la Flota que
De todo. esto se deduce que la instrucción de se ha de batir, pudiendo dar lugar un error en la

67

;1]
. ____ i
--

-ji---- -‘--a. .

- -- -I debido a su sistema óptico, presenta poca clari


dad, produciendo un cansancio grande en la vis
—1 -‘---- .L .L
ta del observador; cansancio que se ve aumen
tado por el hecho de tener que estar constante
mente haciendo una coincidencia de imágenes,
bien sea lateral o bien estereoscópica, debiendo,
apreciación de ésta a un mal empleo de los me
por lo tanto, reunir ciertas condiciones en la vis
dios de la defensa, favoreciendo incluso los pla
ta. Además, durante el combate debe permane
nes del enemigo.
cer tranquilo para hacer éstas coincidencias sin
Es, por lo tanto, no sólo necesaria la identifi
nervosismo, y ha de tener buena memoria para
cación para el tiro, sino que es importantísimo
retener las características y situaciones del tian
para el plan de defensa en general, debiendo con
co que está midiendo, ya que durante el com
tar toda organización artillera de costa con un
bate, por efecto del humo, piques y evoluciones
del enemigo, muchas veces perderá la visibilidad
determinado número de personal especializado

en la observación e identificación de blancos ma


sobre el buque designado, debiendo volver a me
rítimos distribuidos a lo largo de todo el frente.
dir sobre el mismo.
Esta identificación, debido a las grandes dis
Este período debe empezar, por lo tanto, por
tancias a que ha de realizarse y a la diversidad
un reconocimiento médico, eliminando aquéllos
de tipos de buques existentes, no basta hacerla
que tengan un defecto importante en la vista o
un acentuado desequilibrio nervioso.
sobre siluetas más o menos bien dibujadas, ya

que el relieve, las condiciones de luz, la distan


Después se pasará a realizar la prueba de me
moria con el “test” de la figura 1a, que es sen
cia, el número de buques, la acomodación de la

vista, trasóculares, etc., etc., no permiten apre


cillamente un cuadro, en cuyo anverso se dibu
ciar detalles, que en las siluetas aparecen a sim
jan varias siluetas en negro de buques parecidos,
ple vista sin dificultad alguna.
y en el reverso, aproximadamente, doble número
Es preciso, por lo tanto, acostumbrar a los
de ellos, y entre los cuales figuran, y en un orden
observadores a ver en la realidad, debiendo ha
cualquiera, todos los del anverso. El telemetrista
cerse la instrucción en la forma que más se ase
se fijará en una silueta del anverso designada
meje a aquélla, enseñándoles lo que deben ver ‘
por el instructor, debiendo identificarla en el re
lo que no interesa ver, lo que sirve y lo que no sirve,
verso. Se eliminarán aquellos que, después de
para identificar un buque.
varias preguntas, acusen una verdadera dificul
Para lograrlo, la instrucción de observadores
tad en las respuestas.
Después se pasará a determinar la agudeza
debe hacerse so bre buques iguales a ¿os verdaderos,

visual o poder separador del ojo,, que es el mínimo


con aparatos de observación verdaderos y en análo

ángulo bajo el cual es


gas condiciones a los verdaderos. Y teniendo en

capaz de ver dos pun


cuenta que, aunque lodos los telemelrislas han de

los separadamente.
ser

ser
observadores,

telemelristas,
no

la
todos

selección
lo observadores

e instrucción
han de

de
Para ello se coloca en /
ambos debe hacerse en común, eligiendo los más
una pared, y a la al
aptos para telemetristas, y dejando para obser
tura de la vista de un
individuo de estatura
vadores los que, siendo menos aptos para tele

media, el “test” de la
metristas, reunan condiciones para observadores.

Trataremos, por lo tanto, esta selección en co


figura 2a, colocado en
mún, haciendo la separación en el tercer período
condiciones de ilumi
de instrucción.
nación adecuada, y
El primer período se ha dicho que era el de
partiendo de una distancia de cuatro metros, se
eliminación.
va acercando al individuo hasta que distinga
El telemetrista ha de estar mirando constan
perfectamente las rayas de los círculos. Esta
temente por el telémetro, que es un aparato que,
prueba se hará primero con un ojo, pero no ce-

68
Formas O/mnens,e

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II
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rrando, sino tapando el otro; después se hace tido contrario, corrigiendo la falta de curvatura.
con el otro en la misma forma, y después con Tanto en un caso como en otro, el individuo,
los dos. Serán eliminados los que no separen las al mirar un objeto durante un cierto tiempo,
i-ayas a la distancia de tres metros. realiza un esfuerzo anormal que produce un can
Después se pasa a la prueba de acomodación. sancio en la vista, y si la visión se realiza tras
El ojo humano lleva, entre sus diversos órga oculares, este cansancio se hace todavía más pa
nos, el cristalino, que es un cuerpo elástico de tente.
curvatura variable, y que hace el papel de lente Esta prueba se realiza con un anteojo de Ba
convergente. Este cristalino, como toda lente tería al aire libre, y en condiciones normales de
óptica, forma la imagen del objeto que se mira luz, sobre un objeto o paisaje lejano, viendo en
en su plano de iIágenes, el cual dista de la lente las graduaciones de los oculares el número de
una magnitud dependiente de su radio de cur
dioptrías para cada ojo,’ debiendo eliminarse los
vatura. Para que un individuó pueda ver un ob que acusen más de cuatro.
•jeto, es preciso que su imagen se forme en la Como resultado de estas dos pruebas se hace
-mancha amarilla de la retina, y si el ojo es nor una primera selección de telemetristas de coin
mal, la curvatura del cristalino es tal, que se cidencia y estereoscópicos, dejando para lo pri
realiza normalmente esa coincidencia. Pero si la mero los que acusen una gran diferencia entre
curvatura del cristalino es mayor que la normal, los dos ojos, ya que normalmente han de emplear
su plano de imágenes está entre él y la retina uno solo. También servirá para hacer un primer
(ojo miope), y para ver el objeto, el individuo
señalamiento de los que pueden ser buenos ob
ha de realizar un esfuerzo muscular para llevar
servadores.•
la imagen a la retina, modificando ese exceso de Después se pasará a la prueba de agudeza es
curvatura de su cristalino. Si éste tiene menor tereoscó pica con los seleccionados para esta clase
curvatura de lo normal, la retina queda entre la de telemetristas.
imagen y el cristalino (ojo hipermotrope), de La agudeza estereoscópica es la menor di/eren
biendo realizar un esfuerzo análogo, pero en sen- cía de paralaje capaz de ser apreciada por el iii-

69
d.ividuo. Cuando esta di dividuo ha de tener, cuando menos, una agudeza
ferencia de paralaje es estereoscópica de 30”. Previamente se habrá me
menor de este límite, el dido la separación interpupilar dél individuo, la
individuo pierde la visión cual, a falta de aparato apropiado: para ello,
estereoscópica o en relieve, puede hacerse con un doble decímetro, teniendo
4 todós los objetos la vista fija en el infinito.
viendo
qr el mismo plano. en Simultaneando las pruebas cón el esteróscopo
Para lograr la visión para esta clase de telemetristas, se hará la de
binocular, es preciso que las imágenes recogidas coincidencia con los anteriormente seleccionados,
en cada ojo se formen en puntos correspondientes por medio de aparatos apropiados de entrena
de la retina. Esto se logra cuando, al visar un - miento.
objeto muy lejano, los rayos que parten de cada Los que. demuestren aptitud en estas pruebas,
ojo son sensiblemente paralelos. Si la vista no pasarán al segundo período de preparación en
posee esta, propiedad (defecto de estrabismo), el que se darán los conocimientos teóricos nece
para lograr ver el objeto, el individuo ha de rea sarios para el empleo del plano telemétrico y
lizar un esfuerzo, colocándolos en esa posición. telémetros, así como lo relativo a observadores.
El que padézca este defecto, para ver en visión Para lo primero, se les explicarán los conoci
binocular, ha de realizar dos esfuerzos: el de mientos de aritmética, geometría, óptica, topo
acomodación, indicado anteriormente, y el que grafía y telemetría indispensables. Estos son:
acaba de decirse, llamado de convergencia. Será De aritmética, el sistema métrico decimal,
preciso, por lo tanto, para tener visión estereos regla de tres simple y transformación de con
cópica, poseer determinada acomodación y con cretos.
vergencia. Estas dos últimas están ligadas por De geometría, circunferencia, medida de án
una cierta relación, que varía entre determinados gulos y triángulos.
límites, pasados los cuales, la visión no es posible De óptica y topografía se enseñarán las teo
y su valor se mide por los estereóscopos. El in rías de reflexión y. refracción de la luz, entes,

k.5
DENTtCACNDCLASES

1 Chzneneasj»d/,eds. -[/Ñm)ian/o acorazaod. Pagoda


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- ,4coraza

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Estructura
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CRUCEROS DENTIFICACIONDENAdO

Chimeneas
Nac,onaUdad Puenbe ArtiUeraprinci
N.° Forma Dinsions Siuacin
Vert,ta/co’iAncha.bj Centrao’a Aefe/aetalo.Me Oes y 9a
t’lo forzao’O
(LB.
1 Vertical Ae/as,oepaYa B 2-s ‘ coatro
8//lIJeIlto t8o.

2 Vert/caie.go4Jtaso7e t°D//»oz’,eo’io f0 Dosy d


,»cli/’ao’as /ao’epre o’asj2’vas OSeflara-
20 2° Dos dosg’unao
c’s.
?DChaO/QU8/ OfltPO /78/OS.
3 /oc/,l’ao’as A/tas CeatçsgnunQrv- Ada/atao.iosojo.ca f.°(JflaÇOS ¿/nO1o
po oao/a’/7iaoae,7 trØoc/e. 2° Dosos f pa/os
1 /flc//l8O’6’
Cas8&jaqancfla Ade/aeeacfo.
Hedis’ Tres q o’ag
4J4 PON ti2o forzado
2 /nc4nactas/a i4’a?ca Cenraia,çNug/’a9sIde/agta /,)?o(ado
casi Tressobre/.a
escr/Jct(/ra
I6PrO8COa /ao’e/iroa .qiasarcñameo7. fl/8DOSOS 8/70/la.
tiPoforzado

3 ert/raÁ’s Medas/le! Ma,aP&/a,/lo &JO CO,? Da ‘a (v4,b/es)


gaoOs tr7oo’e. Otras OVOS
e/ltre/7&/O
gea OepO/z9.
4 Vert,-a/e.sllt&u’ dos, Centra.lasesusprup ade/8,7ta02,
Heo?o
co,qDos q OVOS.
tipotYe.

imágenes de los objetos, anteojos y puesta en sobre telones las formaciones y evoluciones de
estación de aparatos topográficos, con sus co una Flota, pasando a explicar, sobre telones tam
rrecciones de niveles, ejes ópticos, etc., así como bién, las características que sirven para diferen
la lectura y empleo del noriius; ligeras nociones ciar unos buques de otros y su nacionalidad.
sobre las mareas y empleo de las tablas. En estos telones se expondrán la forma y situa
También se les enseñará a determinar rumbos ciones de chimeneas, artillería principal, puen
y velocidades sobre el plano telemétrico, situan tes, estructura, etc., de la forma que indica la
do blancos dados por coordenadas polares y rec figura 3.a
tangulares. Una vez que estas características hayan sido
Por último, se describirá de una manera clara• aprendidas, se les mostrarán, simultáneamente,
y precisa la constitución ó]ptica y mecánica en varias siluetas en negro, en escala 1/500 (figu
toda clase de telémetros; a ser posible, sobre ra 4.a), debiendo ser identificadas con cuadros
aparatos inútiles o de estudio, despiezados. parecidos a los de las figuras 5a y 6.a, a distan
En este período, que debe ser muy breve, se cias de seis metros aproximadamente.
darán las nociones teóricas estrictam&nte i’,sdis Para estas conferencias es conveniente dispo
pesa bies para el manejo de los telémetros, pro ner de maquetas pequeñas en escala 1/1000, en
curando huir de todas aquellas explicaciones que número suficiente para componer, por lo menos,
no pudiendo ser bien comp rendidas por el arti una Flota, y con las cuales los alumnos practi
llero, retrasen la verdadera instrucción, can carán sobre formaciones, dispositivos, etc.
sando inútilmente al personal. Terminado este período de preparación, se
En lo que se refiere a observación, se les darán pasará al de selección y entrenamiento, que em
conferencias teóricas sobre nomenclatura y cla pezará por una nomenclatura detallada de los
sificación de los buques de guerra, sus caracte elementos y accesorios de toda clase de teléme
rísticas principales, velocidades, desplazamientos, tros, pasando a enseñarles la práctica de la me
artillería, protección, etc. Después se explicarán dición por un solo procedimiento. Después se ha-

71
y
‘/

‘7g

rán coincidencias sobre blanco fijo, utilizando telémetros de pequeña base (0,70 ó i metro para
los propios telémetros, y una vez que se hallen coincidencia, y 0,36 ó r metro para estereoscópi
prácticos en ello, se pasará a la selección defini cos), sobre una maqueta en escala 1/250, arras
tiva mediante serie de medidas. Estas se harán trada por una rampa sobre caballetes a distan.
utilizando telémetros previamente ajustados por cias comprendidas entre 200 y 300 metros (fig. 7)-
el instructor (bien sean verticales o monostáti Con el telémetro previamente desajustado se
cos), y haciendo series de 20 medidas sobre blan puede practicar a menor distancia.
cos fijos, a .distancias cortas, medias y largas En esta forma se continuará hasta el total
perfectamente conocidas. De los promedios obte entrenamiento, enseñándoles a dar distancias en
nidos se deducirán los errores cometidos, y en las dos formas usuales en costa; es decir, a inter
función de ellos se separarán los operadores ap valos de tiempo y a intervalos de distancia. La
tos para telémetro vertical, de coincidencia y designación de objetivos se practicará como más
estereoscópicos, dedicando ya cada uno a prac adelante se indica.
ticar en la clase de telémetro para la que haya Para la instrucción y selección definitiva de
demostrado aptitud. observadores se dispondrá de un tablero de
Esta práctica consistirá primeramente en los 5 por 3 metros, como mínimo (fig. 8.a), apoyado
telémetros verticales, en la comprobación de to en varios caballetes, sobre el cual se harán pasar
dos sus índices, rectificación de niveles, correc maquetas de madera en escala 1/500 (fig. q.),
ción de anteojos, etc. que serán observados con anteojos de Batería o
En los monáticos, ajuste en altura y distancia prismáticos desde una distancia comprendida
sobr referencias conocidas, sobre mira, sobre entre 50 y 6o metros, desde la cual se verán
un astro y autoajuste. los detalles del buque con cierta dificultad, sin
También se les ensebará a medir, por distintos que lleguen a confundirse, apreciándose además
procedimientos (por más y por menos, balan con toda claridad las graduaciones del retículo.
ceo, etc.), sobreel blanco fijó, pasando después a Esta instrucción debe hacerse en las condicio
blanco en movimiento, utilizando para ello el nes más reales posibles, orientando la línea de
ateuesto o aparato similar, el cual no es más observación sobre el mar para buscar los efectos
de luz más conveniente, dando al anteojo la al
una combinación de prismas por rotación
que, acoplado en uno de los ventanales, hace va tura necesaria para formar sobre el tablero un
riar de una manera continua la paralaje de un ángulo de situación igual al que corresponda a
blanco fijo, convirtiéndolo aparentemente en la distancia real de observación. Será preciso
blanco móvil. disponer de un juego de maquetas completo de
De no disponer de este aparato, se puede prac cada nación, en el que figuren, por lo menos, un
ticar, aunque con menos rendimient& utilizandd buque de cada tipo. De ser posible, se tendrán
Fig. 8.’

maquetas en color gris y “enmascaradas” con métrico el blanco y, midiendo sus coordenadas
combinaciones de colores convenientemente es con la regla B, colocará estos datós en su anteojo,
tudiados. debiendo decir las características del blanco que
Con los cuadros indicados anteriormente de observa. El plano de la figura ir no es más que
berán identificar, primero, la clase; después, la la reproducción a escala conveniente del tablero
nacionalidad, y después, el tipo. de observación, con la posición del anteojo de
Cuando se haya logrado esta identificación, se Batería y otra supuesta posición cualquiera del
pasarán simultáneamente varios buques de dis anteojo del Jefe de Grupo.
tintas clases y nacionalidades, debiendo identi En todo cuanto se lleva expuesto no debe ol
ficar además la formación que llevan. vidarse que un telemetrista o un observador no
Por último, se harán prácticas de medición de puede hacerse en unos días. Requiere un entre
rumbo, velocidad y eslora, empleando gráficos namiento lento, metódico y constante. No debe
adecuados. cansarse al personal con sesiones largas, que son
Si no se dispone de espacio para la instrucción contraproducentes, debiendo dedicarse, como
anterior, podrá hacerse en local cerrado con ma máximo, un par de sesiones diarias, de dos horas
quetas de 1/1000, en cuyo caso es factible mo cada una, sin pasar de una conferencia a la si
verlas sobre agua. guiente hasta que quede bien aprendida la ante
Para la práctica de designación de objetivos rior. La instrucción debe hacerse lo más amena
se pueden numerar los bordes del tablero de la posible, y aunque algunas de las ideas apunta
figura 8.a, sobre el cual se colocan distintas ma das pueden parecer algo infantiles, hay que te
quetas, y elegida una de ellas, se determinan sus ner en cuenta que aunque, por Reglamento, en
coordenadas rectangulares, que se dan al obser la instrucción de observadores y telemetristas
vador o bien se transforman en polares con la deben participar todos los Jefes y Oficiales que
regla G (fig. lo). Con estas coordenadas, el ob tengan mando de armas, Suboficiales y tropa
servador o telemetrista fijará en el 75lcno tele- de PP. MM., la forma de desarrollar la enseñanza

Fig. 9.’

LIII
debe hacerse pensando en los últimos, ya que, cal de cóincidencia o estereoscópica, disfrutando
debido a sus escasos conocimientos sobre el asun de ciertas ventajas según el número de diplomas
to y a lo pesado que se hace el repetir siempre lo obtenidos con arreglo a la aptitud demostrada.
mismo, deben emplearse procedimientos que ha Este personal, distribuído por los distintos Re
gan entrar las cosas por los ojos. No debe olvi gimientos, podría actuar, bajo la dirección de sus
darse tampoco que el éxito y provecho que pue Oficiales, como subinstructor de los especialistas
de sacarse de la enseñanza no depende de que de reemplazo, los cuales, por el reducido tiempo
ésta sea más o menos profunda, sino de que sepa de permanencia en filas.y por no servir más que
en todo momento adaptarse a la mentalidad y en un Regimiento determinado, no necesita po
conocimientos del alumno. seer la amplitud de conocimientos de los diplo
El período de tiempo total en las tres fases ex mados, bastando únicamente que sepan lo rela
puestas dependerá del número de alumnos, de .tivo a observación y al manejo del telémetro de
los aparatos disponibles y del número de instruc su Unidad. La instrucción regimental se simpli
tores, debiendo organizarse en grupos no supe ficaría, desarrollándose el primer período de eli
riores a seis, a cargo de cada instructor. minación en la P. M., desde la cual serían distri
El completo desarrollo de estos tres períodos buídos los presuntos especialistas entre las Uni
xige disponer de aparatos perfectamente selec dades según la aptitud demostrada, y en éstas
cionados entre los muchos modelos existentes y solamente se llevarían a cabo el segundo y ter
de un elevado número de telémetros de todas cer período, qu quedarían considerablemente
clases y tipos, con abundante material de obser reducidos en lo que a conocimientos teóricos se
vación, lo que únicamente se conseguirá centra refiere.
lizando las enseñanzas en un centro dedicado al Con las ideas apuntadas creo que se consegui
efecto, lo que presenta además la indudable ven ría mantener permanentemente un personal de
taja en la unificación de los métodos de ense observadores y telemetristas apto para desem
ñanza. peñar en todo momento una misión tan impor
De este Centro, al qué solamente debería con tante y principal, que, sin temor a equivocarse,
currir personal de tropa voluntario en filas, sal se puede asegurar constituye la base fundamen
drían diplomados en obsert ación, telemetría vertí- tal de la eficaca cll tiro de costa.

76
75

6’PO,OC

74
DEFENSA
INMEDIATÁDE
LAAkTILL
Comandante de Infantería, del S. de E. M., JOSÉ SOTO TORAL,

E3volaobjeto de laenRevista
acogida EJERCITO
sus páginas conceder
a las ideas, benéy
criterios que debe defenderse por sí misma, que no sólo en detener
al enemigo consiste la defensa, sino que, llegado el caso
opiniones de sus colaboradores, sin que ello signifique que
de tener que defender las piezas, hay que pensar en la
lo que en ella se publica sea “sentar doctrina”. Así es
necesidad de retirarlas; y ¿qué hace un Capitán de Bate
como deben ser considerados los conceptos que a conti ría si tiene que atender a retirar el material y a mante
nuación vamos a verter, como i(leas y criterios sin valor
ner a raya al enemigo? ¿Deja parte de los sirvientes con
doctrinal alguno; pero con el valor, poco en este caso, que teniendo y el resto lo emplea en retirar las piezas? Si tie
no se puede dejar de atribuir al fruto de la meditación ne empleado en la defensa, como marca el Reglamento
sobre un asunto. táctico de Artillería ligera, al personal de reserva, que es
precisamente el que ha de emplear en la tracción, ¿cómo
soluciona el problema?
• El Reglamento para el empleo táctico de las grandes Indiscútiblemerite, creo que la defensa inmediata de la
Unidades, en su artículo 46, dice: “... las Unidades deAr Artillería ha de correr a cargo de unas fuerzas que no
tillería, tanto en su marcha como en reposo, ofrecen una
tengan una misión concreta ni en el tiro ni en los movi
gran vulnerabilidad, y como no pueden fácilmente con el
mientos de la misma; y como no es cosa de dotar perma
fuego de sus cañones repeler ataques a corta distancia, nentemente a las Unidades de Artillería de personal cuya
para evitar pérdidas, es necesario se hallen dotadas de ar misión fija sea la de atender a la eventualidad de tener
mas adecuadas o se le afecten tropas para su propia de que defenderla contra un ataque inmediato, de ello habrá
fensa”. de encargarse la Infantería, correspondiendo al normal
He aquí cómo el origen de nuestra doctrina señala ya
apoyo y protección .que la Artillería le presta en el des
dos modos de atender a la defensa inmediata de la Arti
llería, que se traducen en dos tendencias distintas; plu arrollo normal de los combates.
ralidad de criterios que aparece en las prescripciones de Ahora bien: tendría un equivocado concepto del com
bate y de la batallamodernos quien aceptase como afir
los Reglamentos Tácticos de las Armas.
En los Reglamentos de Artillería, en efecto, se dice: mación rotunda la de que la Artillería actúa sólo con el
fuego de sus cañones, ya que ello inclinaría a la errónea
“El servicio de seguridad se montará - preferentemente
tendencia de que Los sirvientes de Artillería no precisan
con el personal de reserva, para que el montado quede
armamento individual, equivocada tendencia que tuvo
parala exploración y el enlace”, refiriéndose a las Bate
rías ligeras; sin embargo, para la artillería de montaña, en nuestro Ejército su más firme expresión en la cam
se habla en todo momento de que la defensa inmediata paña de Africa, cuando fué necesario suprimir la dota
de la Artillería correrá a cargo de la Infantería, con Uni ción de fusiles a aquellas Baterías que se cubrían de glo
ria en el acompañamiento inmediato de las Banderas de
dades que para este fin y de modo exclusivo se dediquen.
Por otra parte, el Reglamento táctico de Infantería no la Legión. Porque cuando sus piezas permanecían clava
das al terreno, llegando en innumerables ocasiones a em
establece distingos entre la defensa de la artillería ligera y plearse en el tiro con espoleta a cero, sus sirvientes aban
la de montaña, sino que, en un concepto general, la atri
donaban el servicio de las mismas y se empleaban, por
buye a fracciones de Infantería, siendo así como en su
propio impulso, con sus fusiles y bayonetas, antes de que
artículo 937 dice: “La Infantería atiende a la seguridad hubiera sido agotada la eficacia del fuego de sus cañones.
de la Artillería para defender a ésta en el combate pró
Esta misma tendencia de supresión de armamento en
ximo, si la segunda no se halla protegida por su propia
los sirvientes de Artillería era la que presidía las opinio
situación o por hallarse a la inmediación de otras tropas.” nes anteriores a la guerra del ¡4 al x8, siendo Von der
En resumen: que de las dos tendencias que se despren
Leyen quien dice que en el desarrollo de tal contienda
den del Reglamento para el empleo táctico de las gran
des Unidades, oficialmente se acepta más corrientemente fué preciso cambiar pistolas por fusiles, ante el convenci
miento—según traducción literal—de que con aquéllas
que han de ser fuerzas de Infantería las que atiendan a la
defensa inmediata de la Artillería. no se podía infligir otro daño al enemigo que lanzárselas
Además, si pensamos en el alcance que puede tener el a la cabeza.
concepto de defensa inmediata de la Artillería, deduci En una palabra: la defensa inmediata de la Artillería
debe ser siempre necesidad a cubrir por la Infantería, lo
remos, en contra de la tendencia de criterio absoluto de
que no excluye la posibilidad de que haya momentos en

75
que la Artillería tenga que defenderse por sí misma. corresponde rechazar o permitir la retirada del material.
Esto hace preciso dotarla de medios con que pueda cum A lo largo de nuestro trabajo ha estado flotando en el
plir esa su misión eventual; pero sin llegar a la asignación aire la idea de que se pueden presentar múltiples ocasio
permanente de personal con la misión exclusiva de su de nes en que los sirvientes de Artillería tengan que atender
fensa, como tampoco cabe pensar que en todos los mo a mantener la defensa le las piezas al mismo tiempo que
mentos y para todas las artillerías se prevean fracciones también flotaba el concepto de que en ningún momento
de Infantería en misión de protección inmediata de el artillero debe olvidar que su principal medio de acción
aquéllas. es el fuego de sus cañones; y como no habría colofón de
Es al Mando a quien corresponde apreciar la eventua las ideas hasta ahora expuestas, si noemitiésemos nues
lidad y, de acuerdo con ello, fijar cuándo debe afectarse tra opinión sobre los elementos de que deben ser dota
fracciones de Infantería como las normas reglamentarias dos los sirvientes de Artillería, con los que, a pesar del
señalan. peligro de la proximidad de fracciones de Infantería ene
Para mejor afianzar este concepto, hagamos un ligero miga, pueda seguir haciendo fuego con sus piezas, nos
atrevemos a señalar lo que, en nuestro humilde criterio,
recorrido por las distintas eventualidades en que puede
presentarse un ataque inmediato a la Artillería. debe ser pauta a seguir en la dotación de armamento a
En la guerra de posiciones, esta posibilidad se reduce los sirvientes de Artillería, creyendo que sería acertado
al mínimo, ya que entre la Artillería y el enemigo” hay asignar pistola solamente a aquellos sirvientes que hasta
en el momento más crítico deban atender al servicio de
una sólida Infantería que la resguarda de un ataque
iñesperado, a pesar de lo cual, en la anterior guerra mun las piezas; pues así evitaremos lo que como sucedido en
Africa hemos mencionado, y al resto, en su totalidad,
dial, y en las grandes ofensivas de 1917 y 1918, las arti
llerías francesa e inglesa se vieron, en múltiples ocasio mQsquetón. Tampoco creo que fuera desacertado que los
nes, en la precisión de defenderse con sus fusiles y ametra Jefes de piezas estuvieran dotados de fusil ametrallador
ligero; es decir, una especie de subfusil; al mismo tiempo,
lladoras contra las fracciones de Infantería enemigas,
que llegaban hasta las piezas a consecuencia de los arro siendo normal el peligro de los ataques con aviación,
lladores avances que en tales fechas se realizaron, De la existe la necesidad de que las Baterías vayan dotadas de
ametralladoras antiaéreas, y creo que la idea de asignar
nuestra de. Liberación podíamos escribirlo nosotros por
haberlo presenciado. ametralladoras que puedan emplearse en los dos tiros
—terrestre y aéreo—, es la más acertada; pues para el
También en la guerra de movimiento, aunque siempre ataque aéreo bien servirán, aunque no sea mucha su efi
se hallará la Artillería cubierta por la Infantería, existe
cacia, para completar la D. C. A. general, que ha de pro
para aquélla el peligro de una irrupción enemiga que,
teger el despliegue artillero, y, sin embargo, rápidamente
desbordando a la Infantería propia, sorprenda a la Arti podrán entrar en ‘tiro terrestre, para poder, con la má
llería con un ataque inmediato.
xima eficacia, repeler un ataque inmediato que la sor
Y entrando de lleno a considerar el aspecto moderno prenda, ya que si los dos tiros son necesarios, no debe
de las guerras, admitiremos que en éstas ha aumentado mos pensar en recargar con dotación de ametralladoras
el peligro para la Artillería, ya que existen dos nuevos de las dos características a las Baterías. Y en el caso de
enemigos que antes no se consideraban. Uno de ellos es ser de una de las dos características las ametralladoras
consecuencia inmediata del carácter total que reviste la que se asignen, sean para tiro terrestre a las Baterías, y
guerra en la actualidad, ya que si en tiempos no lejanos antiaéreas al Grupo.
era esporádica la actuación de elementos no pertenecien
Nos queda ver cómo se ha de defender la Artillería del
tes a los entonces denominados combatientes, hoy día no
peligro que representan los carros. Para éstos sí que no
hay nadie que como mero espectador contemple la mar
es eventual su misión de lanzarse contra la Artillería, que,
cha de la lucha; antes bien, por afán, desarrollado al má
en fin de cuentas, es su primer objetivo normal; y al suce
ximo en nuestros días, de cooperar al logro de la victoria
der así, no por sus sirvientes se habrá de efectuar la de
por su Ejército, en ello emplean todos sus actividades, y
fensa, sino que entrará, y de forma permanente, en el
una d estas actividades es la de los francotiradores, a
plan general de D. A. C., y únicamente cabe pensar en que
cuyos posibles ataques ha de poder oponerse la Artillería,
se podría dotar a las Baterías de cuatro fusiles antitan
Peligro representan asimismo para la Artillería los
ques para cualquier eventualidad de infiltración’en la de
ataques verticales con paracaidistas, de los que si sus ob
fensa extrema.
jetivos normales y principales son los puntos sensibles
Por último, y sin que precise razonarse, debe asignarse
del adversario, hay que reconocer que sensible ha de re
sultar la pérdida de su artillería para el que la sufra, y, a las Unidades de Artillería una dotación de granadas de
mano, tipo defensivo, al mismo tiempo que a todos los
por consecuencia, preciso será para la Artillería el dispo
ner de armamento con que autoprotegerse de dicho sirvientes debe proveérseles de machete, armas insus
peligro. tituibles para la lucha cuerpo a cuerpo.
En resumen de todo lo dicho, vemos la necesidad de Con todo lo expuesto creemos haber llegado a la con
que, aparte de que cuando el Mando lo considere necesa secuencia de que es erróneo el concepto de que cuando la
rio, se afecten a la Artillería fracciones de Infantería que Artillería no dispone de Infantería que lo haga, no se
le proporcionen la seguridad y defensa ante un ataque in puede defender; como asimismo erróneo será todo aquel
mediato contra ella dirigido, debe la Artillería disponer concepto que se tenga de la dependencia que ha de exis
de medios propios para atender por sí misma a su protec tir entre la Artillería protegida y las fracciones de Infan
tería que la han de proteger; pues estas fracciones cons
ción y poder mantenerse y contrarrestar las acciones ad
versarias que de momento inmediato la sorprendan; pero tituirán para aquélla como especie de un sostén, a cuyo
sin olvidar—recalquemos-—--qUe la verdadera defensa se Jefe le da la misión el de Artillería, pero deja a su arbi
la ha de proporcionar la Infantería, ya que, en síntesis, trio la elección de los medios apropiados a la organización
la Artillería deberá poder sostenerse, y a la Infantería de la defensa.

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BIBLiOTECA MILITAR
PARA EL OFICIAL
MANDADA PUBLICAR POR O.
DE 25 DE ENERO DE 1944
(D. O. núm. 21.)
OBRAS PUBLICADAS POR ESTA EDITORIAL
PRIMEISA Secciós.—Tratados extensos de Técnica. Militar. TRANSMISIONES.—Comandante Guiloche; 6 pesetas (176 páginas).
OBSTRUCCIONES: DESTRUCCIONES Y OBSTACULOS.—Comandante
LA DIVISION. EMPLEO TACTICO.—Coronel Torrente; 7 ptas. (o8 págs.) Gorozarrl; 7 pesetas (278 páginas).
EL CUERPO DE EJERCITO. EMPLEO TACTICO.—Teniente Corónel DEFENSA ANTIAEREA: TIRO Y EMPLEO DE LAS ARMAS.—Capitán
González de Mendoza; 8 pesetas (246 páginas). Lorenzo Garcla 8 pesetas (260 páginas).
SERVICIO DE SANIDAD.—Teniente Coronel Sancho; 7 pesetas (ao8 págs.
SEGUNDASECCIÓN—Tratadosprácticosdecampaña.
CARROS Y ANTICARROS.—Teniente Coronel Mantilla; 8 pesetas (208 p6.
ginas.
MANDO Y ESTADO MAYOR.—Teaiente Coronel López Mufliz; 6 pesetas
(296 páginas). TSRCERASzccIóN.—Morai,HistorIa,Biografía,etc.
ARIILLERIA: EL TIRO Y SU PREPARACION.—Comandante Carmona
8 pesetas (26o páginas). REFLEXIONES MORALES. CHARLAS PARA EL SOL1)AI)() —Capitán
FORTIFICACION DE CAMPAÑA.—Comandante Villar; 8 pesetas (240 pá Otto y Torra; 6 pesetas ‘228 páginas).
ginas). CONTABILIDAD DE LOS CUERPOS.—Comandante Salto; 7 pesetas
INFANTERíA: NORMAS PARA EL COMBATE DE PELOTON, SECCION, (216 páginas).
COMPAÑIA Y BATALLON.—Coronel Barrueco; 6 pesetas (240 págs.) CON LA DIVISION AZUL EN RUSIA.—Coronel Esparza; xi pesetas
INFANTERíA: COMBATE DEL REOIMIENTO.—Coronel Torrente; 6 pe (368 páginas).
setas (xzz páginas). SOCORRO DE URGENCIA EN ACCIDENTES Y HERIDAS (para todo
ARTILLERIA DE COSTA.—Comandante Martinez Lorenzo; 8 pesetas OficIal y mando subalterno).—Capitán Dominguez Navarro; 7 pese
(244 páginas). tas (250 páginas).
DEFENSA QUIMICA DE LAS UNIDA DES.—Teniente Coronel Castresana; ESTUDIOS MILITARES. Antología.—Almirante; & pesetas (o8 páginas).
6 pesetas (244 páginas). NOCIONES DE ARTE MILITAR. Selecclón.—Villamartln; pesetas
1 NrEN DEN CIA:, SERVICIO DE CAMPA5A.—Teoeute Coronel Fuxiños; (228 páginas).
6 pesetas (228 pdginas). (Agotsda.)
FARMACIA: SERVICIO DE CAMPAÑA.—Comartdante Peña. (Agotada.) ObraseditadasporcuentadesusautoresydistrlbnfduporestaEditorial.
EMPLEO DE LA ARTILLERIA.—General Martinez de Campos; 8 pesetas
(252 páginas). - TELEFON1A MILITAR.— Capitán Fernández Amigo; za pesetas (a. edi
PASO DE RIOS Y RESTABLECIMIENTO DE CAMINOS.—Comandante ción c. y a.)
Ruiz López; 8 pesetas (264 páginas). TEMAS TACTICOS DE SECCION Y COMPA1IA.—Mariscal Rommel.-
EL SERVICIO DE INFORMACION EN CAMPAÑA.—Comandante Mateo Traducción delT. Corone de E. M. don Juan Cerda; precio, io pesetas.
Marcos: 6 pesetas (140 páginas). ARTE DEL BUEN MANDAR ESPASOL (Para Generales, Jefes y Olida
DEFENSA PASWA.—Comandante Crespo; p pesetas (300 páginas). Ies).—Generai Bermúdez de Castro; xa pesetas.
La Superioridad tiene autorizados a los señores Primeros Jefes de lo Cuerpos para que proporcionen facilidades de adquisición a su. Oficiales,
mediante los fondos de las Unidades.

En Enero se publicará

LA PROXIMA GUERRA
Por el

Teniente General KINDELAN

Libro sensacional, en el que la aguda y brillante pluma de su autor


analiza las trágicas y decisivas circunstancias por que atraviesa el mundo.

Precio: 15 pesetas.

77

€ldeagfy Qef(exh1t&r

Crónicadeguerradelmesdenoviembrede1944
General JOSE M. AYMAT

FRENTE DEL OESTE trada a la cuenca del Ruhr y camino el más directo y des
pejado de Berlín.
Aunque se batalla duramente a lo largo del frente, por METZ. Fracasado el intento de octubre de ataque
las dificultades del mal tiempo y la imposibilidad de que directo al campo atrincherado, las fuerzas de Patton han
la Aviación aijada pueda desarrollar toda la superioridad generalizado el ataque desde el Luxemburgo hasta Nan
que sobre la adversaria tiene, los avances conseguidos cy. Difícil al Norte, porque Thionville (o Diedenhofen)
apenas si tienen representación en los mapas de conjunto resistía sobre el Mosela el avance, en verdad no muy
de todo el frente. profundo a sus flancos, por el Sur ha sido llevado, desde
Empuja Eisenhower en múltiples sectores, sin duda, el 7 de noviembre, con más medios y energía en un frente
para fijar las reservas germanas, escogiendo los ataques de 30 kilómetros, hasta el canal Marne-Rhin, con tenden
en los puntos más adecuados para envolver los obstácu cia a envolver Metz, y, por otra parte, en dirección de la
los que separan las zonas de ataque. depresión de los Vosgos, camino de Strasburgo, por el
SECTOR DEL ESCALDA. Ha sido éste el de mayor que al cerrar esta crónica (día 25) se ha llegado a la divi
interés inmediato, porque de resolver este problema se soria. El movimiento se ha ampliado por el Noreste hacia
derivaba la posibilidad de aprovechar la inmensa capaci la zona industrial de la cuenca del Sarre, dirección en la
dad portuaria de Amberes, de esa “pistola apuntada al cual, y apoyados en las alturas dominantes de la región,
corazón de Inglaterra”, que la llamó Napoleón, y “cuyo los alemanes han contenido la progresión aliada.
gatillo es Flesinga”, como se completó después, y para Por otra parte, la guarnición de Metz resiste tenaz
apoderarse del cual cuarenta mil ingleses desembarcaban mente en los fuertes y en islotes de la capital que se niegan
en Walcheren en 1809, como nos recuerda el trabajo sobre a rendirse, y venden caros los progresos enemigos.
Torres Vedras aparecido recientemente en EJERCITO Es de advertir que ahora es cuando se entra en la pro
(octubre). Si Amberes era belga, los Tratados inspirados pia zona de la línea Sigfrido, de la que Metz, eterna plaza
por Inglaterra dejaron después ambas orillasde la boca fronteriza, con toda la innnegable importancia de su
del Escalda en manos de Holanda, y el que las hayan campo atrincherado, no es más que una avanzada. Al
estado ocupando los germanos hasta el 9 de noviembre alcance ya el objetivo inmediato, cuenca del Sarre, con
impidió el empleo del puerto por los aliados. toda su riqueza minera e industrial, se espera en ella una
El ataque al sector de la orilla meridional, que por en- resistencia aún mayor que la desarrollada hasta ahora.
envolverlo se llamó del “canal Leopoldo”, combinó el Además, en dirección Este, el Sar.re conduce a la difícil
asalto frontal con un desembarco en la retaguardia, den región del Unsruck (ángulos entre Mosela y Rin), y es,
tro del río, que obligó a replegarse a los defensores cada más al sur, sobre el canal, por donde se está en condicio
vez más sobre la punta N., que al fin fué ocupada por los nes de seguir a través del Rin a Wurtemberg, o por
canadienses de Crerar el día 23 de octubre. Strasburgo de cooperar a la conquista de Alsacia, en com
La orilla derecha fué atacada por la calzada que une la binación con los franceses que avancen por la Puerta de
isla Walcheren al Continente, desde el día 27; y por fuer Borgoña o boquete de Belfort.
zas desembarcadas el 1.0 de noviembre en la isla, y roto Los ataques americanos de Patch, más al Sur, frente al
el dique el 3 de octubre, quedó medio inundada. Conver obstáculo de los Vosgos, carecen de interés.
gieron las fuerzas el día 6 de noviembre en el centro de la BELFORT. Mayor lo tiene el avance del Ejército
isla, y aunque no lograron vencer la encarnizada resisten francés por el boquete que conduce a Alsacia hacia el
cia de los defensores hasta el día 9, en que pudo cantarse Norte, y al Este, atravesando el Rin y las lomas que sepa
victoria y considerar, al cabo de dos meses, libre el acceso ran su desfiladero (Schafusa) de las fuentes del Danubio,
a Amberes, bien que quede aún mucho que hacer para a los llanos de Suabia, aunque sea este objetivo muy
limpiar el Escalda de minas y otros obstáculos. excéntrico respecto al principal: Berlín. Aquí, las tropas
PASILLO DE NIMEGA. Ha seguido su ensanche de Délattre de Tassigny han entrado en Alsacia.
mediante ofensiva continuada para unir los avances En Dunkerque, Lorient, Saint-Nazaire, La Rochela y
del 2.° Ejército británico de Montgomery con los cana la Gironde siguen resistiendo los destacamentos alemanes.
dienses, logrando así alcanzar la orilla del Mosa. Es de notar en este frente que tanto en Holanda, como
AQUISGRAN. Por su norte han avanzado las fuer en Lorena o en la Prusia renana (entre Rin y Mosela), se
zas del IX Ejército norteamericano (Simpson), entrado en defienden los alemanes con una tenacidad, con ser siem
línea por la zona de la Línea Sigfrido, sin que se haya pre grande, nunca vista hasta ahora, ere relación de fuer
llegado aún a las fortificaciones que cubren Colonia. Aquí zas que se consideran de sesenta Divisiones contra cien,
es donde la resistencia es mayor por cubrir Duisburg, en- porque la movilización última de la “Volksturm (oúltima

78
reserva—-soinatén—popular) no se ha traducido aún en Hawker “Tempest”, monoplano de sólo 12 metros dé
llegar nuevas Unidades al frente, y no es la desproporción envergadura, dotado de motor Napier Sabre de 2.200
de medios suficiente para arrollar las defensas, apoyadas H. P. y hélice de 4 palas y paso variable, que es capaz de
magistralmente en el terreno y un concepto preciso y alcanzarlas, llegando, a decir de los ingleses, a haber derri
puesto al día de la fortificación y contraataque, y más en bado 650 un solo Regimiento.
estación del año que no permite explotar en cuantía muy Si se ven sustituidas por la “V-2”, a la que se atribuye
considerable la superioridad aliada en Aviación. Sin velocidad ultrasonora, ya ni se oyen a tiempo ni podrán
embargo, hay que ganar tiempo, porque el optimismo ser alcanzadas por avión ninguno. en muchos años.
consecutivo a la campaña de Normandía se ha cambiado También los alemanes presentan nuevos tipos de avión,
en impresión de que el tiempo puede transcurrir a favor que son los cazas Messerschmidt 163 y 262, propulsados
de Alemania. Esto significa: el aumento de contingentes como cohete, solución que, si hace años fué ensayada con
alemanes en línea, armas nuevas, el que hay que alejar gran publicidad en Italia por Ciampini, y más secreta
las bases del “V-i” y “V-2”, que ofenden Inglaterra; mente, en 1941, en Inglaterra, no había llegado a la rea
incluso se teme se confirmen las amenazas de Doenitz, lización de su utilización práctica guerrera.
apoyadas en haber descubierto——faltaría, en todo caso, De cómo la publicidad de fines de guerra en orden al
el poner a punto—la absorción de las ondas electromag futuro trato a Alemania, cuando la acaben de vencer, ha
néticas que, al reflejarse, permiten la detección de los sublimado el. espíritu de resistencia, son prueba a la par
submarinos y constituyen su mortal enemigo. Y amén la eficacia con que se baten en Prusia oriental los viejos
de esto, la cuestión de los Bálcanes, frente a cuyos des veteranos de 1914, recién incorporados al frente ruso, y
acuerdos llamó tan significadamente la atención el Pre por el otro extremo, el ejemplo, de esos cuatro niños defen
mier británico; los petróleos del Irán, etc., etc., en el sores de Aquisgrán, fotografiados en las revistas anglo-
- sajonas. Ni serán los únicos, ni ¿qué cabe hacer con ellos?
orden político.
De las bombas volantes “V-x”, que han copiado ya los Así no es extraño que se desarrollen unas batallas que,
americanos, sé han obtenido descripciones con todo deta precedidas de preparaciones artilleras colosales tipo 1918,
lle en la Prensa diaria, incluso de la válvula intermitente malogran la sorpresa, limitan la profundidad de los avan
de persiana (o librillo), admisora del aire necesario a la ces, y aun así no evitan al atacante pérdidas muy consi
combustión, y que ha explicado el redoble o tableteo oído, derables. Son de estos momentos (19 de noviembre) las
inexplicable en la continuidad del efecto cohete. De ellas manifestaciones que se atribuyen a Eisenhower, pidiendo
no se ha -visto libre Londres, aun alejados con el avance ¡municiones y más municiones!, porque no basta su pro
aliado los posibles emplazamientos de sus rampas de ducción a cubrir el consumo, que se están empleando
lanzamiento, pues los alemanes las conducen montadas reservas acumuladas para ¡marzo! Pide, además, más
sobre bombarderos bimotores Heinkel xii, con los que material de transmisiones, ingenieros y... ¡sanitario!
se aproximan a distancia conveniente de lanzamiento ¿Dónde estarán las ioo.000 bajas presupuestas antes de
sobre el mar, dificilísimos de interceptar por la defensa. la invasión? Son norteamericanos cuatro de los siete Ejér
Ellas son, en cambio, destruidas por un caza inglés, citos desplegados en el frente del Oeste. Roosevelt hace
notar que los gastos de guerra se elevan este mes a siete
mil quinientos millones de dólares.

ITALIA

A pesar de haber atravesado los soldados del VIII Ejér


- cito aliado los Apeninos, de haber llegado a las alturas
de Rávena, de avanzar algo hasta el aeródromo de Forli
y haberse bajado algo más en dirección a Bolonia, los
avances son tan insignificantes como en meses anteriores
y nada significan ante los ambiciosós planes de dominar
rápidamente el valle del Po.
Al concluir estas líneas (día 20), habla la prensa de sín
tomas de una gran ofensiva general sobre Bolonia.
Las lluvias; el fango y las inundaciones producidas en
lo que ya es delta del Po, han contribuído a dificultar el
avance aliado.

FINLANDIA
En la región del Artico, después de la conquista rusa
de Pétsamo y de la inmediata región minera del níquel,
en la estrecha zona costera que alcanza Finlandia, ha
seguido la presión rusa en tierras noruegas, y las tropas
moscovitas han ocupado el puerto de Kirkenes, así como
• la carretera que baja luego al Báltico, en Tornea, y desde
la cual, con la dificultad que lo quebrado del terreno, la
falta de comunicaciones y la nieve imponen, se ha ido
corriendo el flanco izquierdo de la línea moscovita a lo
largo de la frontera sueca hasta llegar a la unión de las
tres fronteras, a 40 kilómetros sólo de las aguas calientes
de los fiordos noruegos de Tromsóe, y a 140 de Narvik,
y aunque el camino a recorrer no es como el de Salónica,
ello es prueba evidente del ansia rusa de alcanzar aguas
ES CA A. libres y que, en este caso, les evitaría medio millar de
, •—,. millas y los hielos de Murmansk.
9

79
Junto a Tromsóe, en la mañana del 13 de noviembre, a la que incluso pretendieron rodear dirigiéndose a doblar
al acorazado alemán Tirpitz ha sido objeto del ataque el ángulo que el Danubio hace en Waitzen; pero las Divi
de 29 Lancasters ingleses, que le alcanzaron con sus bom siones acorazadas que lo intentaron estuvieron a punto
bas “Terremoto”, de 12.000 libra3 (5,5 toneladas), y lo de ser copadas por refuerzos alemanes que no sólo con
hundieron en un bajo fondo que permitió comprobar, por tuvieron el avance, sino que hicieron retroceder a los rusos
fotografías, los enormes boquetes bajo su línea de flota a las posiciones de partida.
ción por la banda que quedó a la vista. Este ha sido el Más al Norte, hacia Tokai, el Tisza, y más al Sur en la
octavo ataque de los sufridos por este barco, orgullo de confluencia del Drave, el Danubio, han sido pasados por
la industria naval alemana, hermano del Bismarck de tan los rusos, ampliando con ello el frente de amenaza contra
gloriosa memoria, que llegó a ser, con sus 35.000 toneladas la capital húngara, reforzado por el General alemán
y 8 cañones de 40, la pesadilla de lOS marinos ingleses cus Friessner con 30 Divisiones, mitad alemanas y mitad
todios de la ruta del Artico, y que no tuvo más actividad húngaras.
bélica que la expedición al Spitzberg, cuya desaparición Al retirarse las fuerzas de la región subcarpática de
no llegue tal vez a tranquilizar a Inglaterra, porque abre Eslovaquia, se ha producido un alzamiento de simpati
las aguas del Mar del Norte a la actividad moscovita, y zantes de los checos y rusos.
sobre cuya pérdida no podemos, faltos de espacio en esta En Bosnia se están replegando las Divisiones alemanas
crónica, hacer las consideraciones que merece. de los Balcanes, que, perdido el camino y vía férrea del
Esas bombas de 6 toneladas son las que han sido capa Morava a Belgrado, han tenido que atravesar la zona mon
ces de romper los diques de 6o ms. de Walcheren, junto a tañosa, difícil y escasa de comunicaciones, desde Skoplije
Westcapelle, Zootelande y sur de Flesinga, produciendo y Pristina, donde se han librado duros combates. A estas
la inundación, y destruir el canal Dormund-Erns, por horas llevan ya establecida la continuidad del enlace
donde discurrían mercancías del Rhur al mar equivalen táctico con las fuerzas que defienden Hungría.
tes a cien trenes diarios. Bulgaria se avino, para entrar en paz con los angloame
ricanos, a evacuar Tracia y Macedonia. Los ingleses des
embarcaron inmediatamente en Salónica, evitando con
CURLANDIA ello la ocupación rusa y su salida al Egeo.
Un desembarco inglés en la isla de Milos ha sido, des
Gracias al dominio alemán del Báltico, los germanos pués de varios días de lucha, rechazado el 14 de noviem
han podido permitirse el lujo de conservar casi dos meses bre. Siguen conservando los alemanes las islas de Creta,
la península de Svorbe, en el extremo meridional de la Rodas, Leros, Escarpanto y alguna otra menor. Aislados,
isla d Oesel, a pesar de los reiterados ataques de los no sabemos con qué objeto ni si podrán ser recogidos por
rusos, y aun después de perdida Riga y un buen trozo de el aire, tan lejos quedaron ya, ni si esperan aún un ende
costa al norte de Memel, sostener en Letonia un buen rezamiento futuro de Alemania.
número de Divisiones que constituyen, en potencia, seria
amenaza a la retaguardia de los rusos que atacan la fron
tera norte de la Prusia oriental. Desde fines de octubre BIRMANIA
a mediados del mes en curso, con la masa de 40 Divisio
nes, los móscovitas atacaron su frente meridional, resuel El avance anglo-indo-chino se ha producido en las tres
tos a acabar con esa amenaza; pero aunque consiguieron regiones en que independientemente se viene luchando
hacer flexionar el frente en varios puntos, ha menguado hace tantos meses.
luego la actividad, como si, agotado el esfuerzo, hubieran Las fuerzas que conquistaron Miyitkyina han avanzado
dejado los rusos al tiempo el cuidado de terminar con ese hacia el Sur, a lo largo del valle del Iravadi, hasta llegar
destacamento. a Bhamo al cerrar esta crónica, y simultánemanete a
Katha a la salida de los estrechos del río, los que venían
FRENTE POLACO por el curso del ferrocarril.
Sin embargo, la apertura de la ruta de Ledo, a donde
llega el ferrocarril del Assam y que, atravesando el
Los ataques rusos en la región de la Prusia han sido no Hukuang, va por Bhamo a China, no es propiamente la
sólo contenidos, sino contestados con otros que han recu “ruta de Birmania”, de Rangoon por Mandalay.
perado Goldap, donde se han apresado elevados contin En la región de los Montes Chin, desde la base de
gentes rusos. Imphal, capital de Manipur, dos columnas, venciendo
En el resto del frente, al norte de los Cárpatos, la activi dura resistencia nipona, han convergido sobre la salida
dad bélica carece de interés. de las montañas del río Chindwin y han aproximado con
De Varsovia se ha venido en conocimiento de que la siderablemente los aliados a Mandalay.
estéril (o esterilizada por falta de apoyo) sublevación del Finalmente, en Arakan, pequeñas escaramuzas han
General Bor, costó a los polacos, en sus 63 días de dura mejorado las posiciones inglesas en los Montes Mayu, y
ción, 200.000 muertos y 100.000 prisioneros. un ataque de tropas sudafricanas ha alejado a los nipones
de la frontera india, que ocupaban hace meses, tomando
Paletwa, de donde habían partido.
HUNGRIA Los japoneses han opuesto resistencia, pero menor que
la desarrollada antes de abandonar el valle alto de Mani
Fallido durante dos meses el propósito de conjugar el pur o Myitkyina.
avance ruso a través de los Cárpatos, con la invasión a Los desacuerdos, que hace meses se hicieron patentes,
través de Rumania y Transilvania, por la tenaz resisten del General americano Stiliwell, y los que últimamente
cia de las Divisiones húngaras del Alto Tisza, con el aban agriaron sus relaciones con Chan-Kai-Chek, han ocasio
dono de la lucha del Generalísimo húngaro Woerroes, ha nado su destitución y división del Mando, substituyéndole
estado a punto de lograrse embolsando a los defensores de en China el General Wedemayer, y en el mando de las
aquel alto valle; pero gracias a la rápida reducción de la tropas yanquis de India y Birmania, a las órdenes de lord
profundidad de la bolsa y a la sustitución de los húnga Mountbatten, el Teniente General Daniel Sultán.
ros por Divisiones alemanas en los Cárpatos, se ha con Paralelamente, también ha cambiado el Mando japo
tenido sin grave daño. nés, del que se ha hecho cargo el General Kimura.
Un avance audaz de las Divisiones rusas las llevó, entre Está terminando la época de las lluvias monzónicas y
Tisza medio y Danubio, a las proximidades de Budapest, es de esperar un recrudecimiento de la lucha, para la que

80
lord Mountbatten parece cuenta con cerca de 300.00Ó Con el enlace logrado, y que hay que suponer habrán
hombres, sin contar con los chinos que vienen presio de conservar, aumenta más amplianiente la región orien
nando desde el otro lado del Saluen para abrir el camino tal de China que habrá de someterse al Gobierno de Nan
de sus suministros, que parece. tiende a alejárseles por el kín, y, por otra parte, siguiendo hacia el Noroeste, hacia
Pacífico. las fuentes del Si-kiang, se acerca-a la ruta de Birmania
De la reacción japonesa, corno es habitual en su re por Yunnan.
serva, nada se trasluce. Por el norte de los dominios de Chan-Kai-Chek tam
bién se han producido acciones contra los chinos comu
nistas, que no se han avenido a colaborar en la política
C H 1 N.A que define el Caudillo de Ching Km.
Aquí ha repercutido la ofensiva americana sobre Fili
pinas, reanimando, en consecuencia, las operaciones que PACI FICO
en su intento por parte del Japón de unir sus fuerzas a
lo largo del ferrocarril Hankeu-Cantón, cortando con ello El desembarco en Leyte por los dos Cuerpos de Ejér
a la China de Chung-Kin de ayudas que pudieran llegar- cito del Teniente General Krueger el día xq de octubre,
‘-p’í_/_____ J
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PALAO9

les algún día por la costa del Mar de la China. Como quiera logró una sorpresa, ya que parece que los japoneses se
que la situación actual, con el refuerzo de la Escuadra sentían más amenazados en Mindanao, más próxima a
inglesa del Oçéano Indico y la actividad americana tan las Palaos y Morotai, ocupadas por los americanos.
próxima ya al Mar de la China, pudieran hacer muy ex A cambio de facilitar la sorpresa, tenía Leyte el incon
puestas las comunicaciones de la metrópoli con sus posi veniente de estar rodeada de islas con sus aeródromos y
ciones en Malaca e islas del Mar de Java, el General en guarniciones que habrían de reaccionar convergentemente
Jefe, Okamura,. ha cambiado la dirección de los ataques sobre los recién desembarcados. Por otra parte, resulta
para buscar la unión desde el Norte por el ferrocarril de incierta la situación central interceptora de las comuni
Kuansi, que se desprende del central chino, y siguiendo caciones del Japón con Singapur y las islas de la Sonda
desde el Sur el valle del Si-Kiang o río del Oeste, habiendo que, siguiendo el eje del mar meridional de la China, dista
logrado confrontar las fuerzas de Yukoyhama con las de aún de él un millar de kilómetros con casi todas las Bisa
Tauka, provinentes del Sureste en Liuchou. Las prime yas, Mindoro y Paragua por medio.
ras, que se vieron detenidas en octubre ante la resistencia Como era de esperar, ni aun con un dominio absoluto
de Kueiling, siguieron, no obstante, adelante, sin que ello, del mar hubieran evitado que los refuerzos japoneses
ni los contraataques de Chan-Kai-Chek a las comunica pasaran en pocas horas de la noche los largos y frecuentí
ciones, evitara al fin la caída, el so de noviembre, de Kuei simos estrechos entre islas, para acudir a Leyte, y así ha
ling, ni la llegada, pocos días después, a Luióhou, donde los resultado que si en los primeros días pudieron extender
americanos tenían una importante base aérea. los puntos de desembarco desde Tacloban a casi toda la
Las fuerzas de Tauka siguen hacia el Suroeste con pro costa, e incluso al otro lado del largo estrecho de San Jua
pósito manifiesto, de asegurar una ruta terrestre hacia nico, ocupar una cabeza de puente en la isla de Samar,
Singapur. para evitar los refuerzos por este tan próximo vecino, y

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marcharon’ fácilmen te7en columnas convergentes desde proporciónnos permita fijar de quéladoestá el mayor
el Noreste y Sur sobre la bahía de Ormoc, en la contra- quebranto, sufrido.
costa de Poniente, adonde se habían acogido los defenso A pesar de ser como batalla naval la más importante
res; bien pronto, una fortísima reacción aérea japonesa de esta guerra, no ha sido, en verdad, ni un Trafalgar, ni
que se ha sobrepuesto a la basada en los portaaviones un Tsushima, ni aun Jutlandia.
americanos, que atacados, a su vez, por los aviones japo Aparte de esta invasión de las Filipinas, se lucha aún
neses, parece haberse tenido que alejar, y el desembarco en Pililiu y Angaul, de las Palaos, y en Morotai, cónti
de siete Divisiones japonesas, procedente alguna, incluso, nuando los desembarcos en una de las Carolinas meno
de Mindanao, permitió a su Jefe General Conde Terauchi res y alguna otra, desde las que se vigilaba e interceptaba
tomar la ofensiva, librándose una reñida batalla de por los japoneses la actividad americana.
muchos días en que encuentran graves dificultades los La Aviación americana ha seguido bombardeando
americanos, que, no obstante, siguen reforzando, a su vez, desde las Kuriles a las Riu Kiu, Bonin, a las actividades
su gente. petrolíferas de Borneo, Célebes, Timor; Manila, el 21 de
septiembre, con 5oo bombarderos, acción repetida a
mediados de octubre; Singapur mismo; en combinación
BATALLANAVAL DE LAS FILIPINAS con las fuerzas navales, un grupo de las islas Nicobar, y
desde los aeródromos sitos en la China de Chung-Kin,
reiteradamente, el centro de industria aeronáutica de
La escuadra japonesa, que hasta la batalla de Formosa Omura, junto a Nagasaki, el día io de noviembre, con
parecía eludir el choque con la norteamericana, y que, 8o superfortalezas, con tal intensidad que ha decidido al
según partes, había recibido allí golpe tan duro que la Gobierno de Tokio a ordenar la evacuación de la pobla
dejaba inútil para una buena temporada, salió a disputar ción civil no trabajadora de los centros industriales.
• a los americanos, si no el dominio absoluto del mar, como A su vez, la Aviación japonesa—de la que ha dicho el
pudo hacerlo en Tsushima, el relativo en el golfo de Leyte. Secretario de Marina, Forrestal, que ha recuperado en
Tan difíciles son de computar los resultados de los calidad del material buena parte de la inferioridad res
varios encuentros que vienen a constituir esta batalla en pecto a la americana—que parecía dormida, ha resur.gido
orden a barcos hundidos o puestos fuera de combate, al estímulo del desembarco en Filipinas y, entrando en
como llegar a enterarnos de cómo se desarrolló; pero no juego las Unidades “Kammicaze” de pilotos juramenta
podemos silenciarla. Tres parecen haber sido las Divisio dos a hacer el “jibaku”, estrellándose contra sus objeti
nes japoneses que, atravesando el Mar de la China, acu vos, en valor que recuerda los moro-moros de Joló y Min
dieron el día 23 a Filipinas: dos, procedentes de Poniente, danao de nuestra dominación en el archipiélago magallá
al parecer de Singapur, con 5 acorazados, por el Mar de nico, no sólo comprometen la seguridad de las playas de
Sibuyan (a Levante de Mindoro), y otra con 2, por el de Leyte y las unidades navales yanquis, sino que se han
Zulú (entre Paragua y Mindanao), dirigiéndose respecti aventurado a salir a bombardear lejos, a Pililiu, Morotai,
vamente a los estrechos de San Bernardino y Surigao Saipán y Tinián.
(norte y sur del grupo Samar-Leyte). Otra del Norte, con Y a todo esto, Bougainville, en las Salomón; Rabaul,
otros 2 acorazados y 4 portaaviones, que libró combate Kavieng, Truck, siguen resistiendo allá lejos. ¿Sin espe
el día 24 a Levante de Luzón. Inexplicable, con los datos ranza? ¿Abandonados? Sólo Dios lo sabe.
que tenemos. Si están los japoneses en inferioridad,
¿cómo dividieron sus fuerzas? Lo mismo si estaban los
americanos concentrados en la bahía de Leyte, como si ¿CAMINO DE LA PAZ?
divididos (como parece por la diversidad de encuentros),
y en todo caso la información japonesa debía ser com
pleta, lo lógico era haberse concentrado previamente. Tal Las manifestaciones de M. Bidault, Ministro de Nego.
vez con su división trataran de dividir las confiadas en su cios Extranjeros de De Gaulle, tienden a asegurar a Ale
superioridad fuerzas enemigas. mania una pervivencia como nación independiente,
Los combates fueron, en su mayoría, más aeronavales seguridad bien distinta de la rendición sin condiciones,
que propiamente navales; no puros, pues siempre inter y Francia, cuya adhesión cordial ha ido a acabar de recon
vino aviación, sino con lucha de barco a barco. quistar el Premier británico, ha de contar dentro de unos
Ataque aéreo en la tarde del 23 contra las dos primeras meses con el peso de su situación continental y el arma
Escuadras desde portaaviones americanos que, a su vez, mento, que trata de acelerarse, de un nuevo gran Ejér
hubieron de defenderse de la Aviación japonesa basada cito.
en las islas, y así se perdió en el estrecho de San Bernar L Situación análoga era la de 1918, salvando la proporción
dino el Princeton, única pérdida atestiguada por ambas relativa entre ambas guerras; tambiénaquélla era una
partes. muy seria conflagración mundial, y el aniversario de su
La División que venía del Norte fué objeto de ataque término nos lo trae a la memoria.
aéreo de las fuerzas destacadas en la bahía de Lamon; En 8 de octubre, ante el síntoma de relaciones inicia
pero luego, ante la salida al Pacífico de los de Sibuyan, das entre el Canciller IVIaxde Baden y Wilson a base de
la concentración americana libró otro combate contra los sus “once puntos”, el Mariscal Foch elevaba a Clemen-.
barcos japoneses. Se habla por éstos de magníficos resul ceau un proyecto de condiciones de un armisticio, recla
tados gracias a condiciones excepcionales de luz que les mando luego que los consejeros militares de los Gobiernos
permitió, al amanecer, acercarse por sorpresa, pero nada no podían ser más que el General en Jefe, único conoce
es seguro. dor exactamente de la situación militar y responsable de
A pesar del optimismo aparente de los partes inmedia la seguridad de sus tropas; a pretensiones algo excesivas
tos a la batalla, lo cierto es que los americanos siguen de otras potencias, protestaba de que pudieran prolon
desembarcando; pero el hecho de que las reservas japone gar “una lucha costosa en sangre para conquistar un
sas hayan podido llegar a Orrnoc, y el que posteriormente material naval, sin interés (entonces) para nuestras ope
se hable de otros combates navales, que demuestran la raciones”, y cuando, redactadas ya, le preguntaba el
pervivencia de una Escuadra dada por aniquilada y con Coronel Howe, consejero militar íntimo de Wilson, si
espíritu que la permita hacer frente, y las manifestaciones verdaderamente no preferiría que los alemanes rechaza
de los gobernahtes americanos que, al salir al paso del ran las condiciones para así completar mejor el éxito mili
exagerado optimismo, dicen que la Flota japonesa aun tar, contestó, enérgico, que “obtenido el fin (objetivo)
cuenta, nos inducen a creer que si ha habido pérdidas ha de la guerra, nadie tiene derecho a hacer-derramar una gota
sido por ambos lados, sin que el desconocimiento de su más de sangre. Era un soldado, todo un General, como

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aquéllos estrategas que quería Aristóteles, que además
de manejar las armas,, supieran atender y proveer las ne Más aún: quizás influya en humanizar los fines de gue
cesidades materiales y morales de sus soldados, porque rra, al menos los del bloque atlántico, la reelección de
ante todo les amaran. Roosevelt. Ya no puede esperar nada más en el mundo;
Y esa actitud enérgica la sostuvo ante el Tigre, pórque eso le crea una indepéndencia casi absoluta para poder
Clemenceau, al recibirle con el armisticio firmado, ló considerar serenamente si nó es mejor acabar la guerra
hizo—dice en sus. Memorias—bien poco amable; gruñía como se pueda, antes que prolongarla, buscando unos re
por lo.que había cedido a los alemanes; discutieron sobre sultados tan difíciles y costosos de lograr, como inútiles
la’ hora de las salvas anunciadoras de la victoria que Foch al bien de su país.
quería a las once, hora en que cesaba el fuego en el frente, La movilización de la Volkssturn-i comprende en Ale
mientras que. Clemenceau a las cuatro de la tarde, cuando mania a cuantos pueden combatir, y como los programas
subiera a la tribuna de la Cámara. Tan firme estuvo que de guerra aliados no ‘han-hecho- más que contribuir’ a’
Barthóu y Nail acabaron dé convencer al Presidente de exaltar. hasta el paroxismo el espíritu de resistencia del
que cediera. Luego terminó Foch: “Mi trabajo ha acabado; pueblo entero, hay qué-esperar que si Numancia en la.
el vuestro empieza ahora.” antigüedad fué la excepción, en Numancia se convierta
Entretanto, en el frente se batían aún; a pesar del am toda Alemania.. Nadie pudo temér que. los numantinos
biente de victoria que el continuado repliegue alemán conquistaran Roma y, sin embargo, tanto costó-vencer
difundía entre los aliados, de donde estaba Hannotaux, los, que llegó Numancia a merecer, aparte de la inmortá--
el historiador que acaba de morir, el cañón alemán tiraba lidad que perdura, el calificativo de “terror de la’.Repú
muerto, “como sin convicción”; el oficial que leyó el tele blica”.
grama notificando el armisticio “enrojeció, pegó un Aunque apareciera un nuevo Wilson, que, ajéno a .todo:
brinco de costado y dió un grito”. “Luego, el delirio.” estímulo, rencoroso, ofreciera una paz honrosa, es muy
Nadie acababa de creerlo al principio: “ De veras? ¿Será difícil que Alemania, escarmentada. del hundimiento de
verdad?” Baile, al fin; alegría desbordante. las ideas generosas de aquel iluso sin energía para soste
Algún filósofo añadía: “Aun’ no son las once; aun caen ner sus ideales, ni sabiduría para convencer y arrastrar
granadas. Esperándolas, guardaos. ¡ No es cosa de hacerse a su pueblo, ni altruísmo para no haberse desentendido
matar a última hora!” Y de este ambiente participaban de los dolores -de la, más que hermana, vieja Madre Euro
—icómo no?—los de la acera de enfrente. En manos de pa; Alemania no se fiaría,. falta de garantías en que apo-
Clemenceau, Versailles__mala paz—trajo esta guerra yar su capitulación Sólo: quienes no dirigieron la guerra,
actual. pueden, puesta la vista lejos, con perspectiva histÓrica,
Hoy rige Francia un General; Clemencean es Foch. hacer sincera y beneficiosamente la paz. Si la autoridad
Pero Foch era Generalísimo de todos los Ejércitos alia désinteresada, justa, ecuménica y acatada de aquellos
dos, que con su saber y su. energía .y sus éxitos se había Papas de la Edad Media, ha desaparecidoen estos tiem-’
creado un prestigio. que le permitía enfrentarse con los pos materialistas, ¿cómo la van - a tener figuras políticas
políticos, y tal vez no ocurra hoy lo mismo. de segunda fila, hoy en la oposición de los Gobiernos en
lucha?

LaborsocialdelasGranjasRegimentales
Teniente Veterinario ALEJANDRO ALONSO
MUÑOZ, de la YJJ•a Unidad Veterinaria.
En España, la explotación intensivá del ganado casi
se desconoce en el medio rural; ello se 4ebe, en parte, a podría adquirir a precios módicos productos derivados
qüé nuestro suelo se adapta más al sistema extensivo, por de la. ganadería que hoy son considerados como de lujo.
la. gran. superficie que ocupan los pastizales y baldíos. No. quiero decir con esto que la explotación extensivá
De los 505.207 kilómetros cuadrados que ocupa nuestro no se pueda mejorar; antes al contrario, considero su
solar patrio, equivalentes a’ 5o millones de hectáreas, el mejoramiento no sólo posible, sino necesario y urgente;
48 por xoo, o sea 24 millones .561) son aptas para pastos pero como el motivo del tema es la explotación del ga
y bosque. En estos terrenos sólo se pueden explotar nado en las Granjas Regimentales por el sistema intensivo,
grandes.rebajjo5 por el sistema de pastoreo, y en régimen este aspecto es el que voy a hacer objeto de estudio.
de libertad; no obstante, su rendimiento globál es escaso, El motivo de que la ganadería no sea en España lo
comparado con las demandas del mercado y las necesi floreciente que debiera, obedece a otro factor, no impon
dades nacionales. Nuestro mercado está abastecido casi .derable como el anterior: obedece a la falta’ de. cultura’
exclusivamente con carnes, leches, huevos, etc., produ zootécnica en la inmensa mayoría de nuestros campesinos,
cidos’ por-esta cabaña; pero no es suficiente, su producción porque, como ffiuy bien dice Disraeli, “la ignorancia
no llega ni con mucho a llenar las necésidades de nuestro núnca souciona un problema”, y éste es agudo y palpi..
pueblo. Por otra parte, la superficie aprovechable para tante. Eñ nuestro país, desgraciadamen0 los descubri
ganados en pastoreo y régimen de libertad, no es sus mientos de la ciencia tardan mucho en trascender a la
ceptible de aumento, porque sería restringir la superficie masa popular, quedando reducido su conocimiento a la
agrícola y caeríamos en un círculo Vicioso, abaratando esfera intelectual, o vertiéndose con lentitud, como a tra
los productos de origen animal y elevando los agrícolas. vés de un filtro, en la práctica industrial. -
No hay, por tanto, más solución que intensificar la pro El campesino desconfía de los consejos del intelectual
ducción agrícola de piensos y transformar gran parte de y, cuando más, dice irónicamente: “Eso en teoría, está
las explotaciones ganaderas, de extensivas en intensivas, muy bien; pero en la práctica..., en la práctica, ¡usted qué
aprovechando todos los residuós inservibles de la agri sabe!” Tiene que verlo prácticámente para convencerse;
csltura, que pueden ser útiles en la alimentación dél su iniciativa’ experimental es nula o muy escasa; es un
ganado, con lo cual se obtendrían mayores rendimientos avaro de sus tradiciones; lo que hacían sus abuelos, y
en menor espacio. Esto redundaría eu beneficio de la eco sigue haciendo él, es lo mejor y más práctico. Así se han
nomía nacional rural y en el del pueblo en general, que perpetuado en España procedimientos arcaicos en Agri
cultura y Zootecnia, que- si bien en lá’ Edad Media eran’

83”
modelo en su género y sérvían de tipo a otras naciones, tropa para la guerra con la formación., de hombres para
en la actualidad son antieconómicos la mayoría de las la paz. -

veces. El soldado ve que la Granja produce, porque se refleja


en su alimentación; ve procedimientos de trabajo que
La ganadería española está’.en decadencia desde la Edad nunca ha visto, razas de ganado que desconoce y cuyo
Media, y el motivo de ello es no haber apreciado en su
justo valor esta riqueza, y el no haberla orientado cien rendimiento puede apreciar, viviendas para el ganado
tíficamente como en otros países. En la Edad Media, el higiénicas y confortables, y, sobre todo, una gran masa
caballo español era el arquetipo de la especie; Gayot le de ganado en una reducida extensión de terreno, que es
llamaba “el pura sangre de otro tiempo”; los merinos lo que más le admira. El soldado campesino piensa en su
hacienda, y razona sobre lo que a él le podía convenir
adaptar lo que ve. Transporta in mente el ganado selecto
a su pequeña y ruinosa explotación, y hace cuentas para’
cuando se licencie. Si es de voluntad firme y decisión, no
hay duda de que lo pondrá en práctica; en caso contrario,
sólo se habrá conseguido despertar su interés, que ya es
bastante; el soldado de otras profesiones puede ser indi
ferente, pero también puede pensar en simultanear el
ejercicio de su profesión con alguna de las explotaciones
pecuarias, lo cual considero lógico y posible; sírvanos si no
de ejemplo a este respecto la creación de la mejor raza
de conejos de carne—el “gigante de Flandes”—por los
obreros industriales de aquel país.
No pretendo yo considerar por lo dicho anteriormente,
que las Granjas Regimentales sean modelo en su especie,
porque la mayoría están muy lejos de serlo; pero sí el que
superan con mucho a la media de las explotaciones rura
les y pueden en todo momento servir de enseñanza a la
inmensa mayoría de los soldados. La escasez de recursos
económicos y la inversión de los beneficios en la mejora
de la alimentación y otras mejoras de la tropa, impide el
que prosperen a la velocidad que lo haría una granja
Esto era anteriormente un arenal estéril, que el Parque de civil de iguales características; pero el celo y el entusiasmo
Artillería de Valladolid ha convertido en frondosa huerta. suple muchas veces este casi insuperable obstáculo, y
vemos granjas de la categoría de la de la Legión, en
Tahuima y Dar Riffien; la de la Academia de Caballería;
españoles del Infantado y los Negretti, únicos en el mun la del Regimiento de San Quintín n.° 32; la del Regimiento
do; nuestras razas de gallinas fueron de fama mundial, y de Artillería n.° 26, y otras muchas que formarían una
aquí vinieron avicultores extranjeros a llevarse la solera lista interminable.
para formar sus razas, razas que hoy importamos. Hoy La Granja Regimental fomenta en el soldado el senti
de aquéllo sólo queda el recuerdo; nuestro ganadero y miento de observación de la Naturaleza y de la grandeza
campesino, en general, siguen explotando sus haciendas
por un procedimiento arcaico, desterrado o mejorado en
casi todos los países, sin darse cuenta que la ganadería
constituye la segunda riqueza nacional, y que con la su
perficie forestal y de cultivos forman la base del floreci
miento y bienestar futuros. Sin embargo, de unos años a
esta parte se ha iniciado una verdadera revolución de pro
cedimientos agrícolas y zootécnicos en España; el cam
pesino pregunta y se interesa por los nuevos descubri
mientos, copia y aprende lo que hay de nuevo y moderno
en otras granjas, calcula como verdadero empresario la
circulación de su capital; en una palabra: trata de adap
tarse a las corrientes modernas.
El Estado, para encauzar este impulso rénovador, ha
creado Centros de experimentación y enseñanza en todas
las provincias; pero, desgraciadamente, sus-,recursos son
aún limitados para hacer que por ellos pasen en breve
plazo todos y cada uno de los trabajadores del campo.
Las Granjas RegirnentaleS no han sido autorizadas con
este fin (Orden de ‘5 de julio de 1944, D. O. núm. 156),
y sin embargo lo llenan en todos sus aspectos. Hoy en día,
en un porcentaje muy elevado, tienen las Unidades del Dos magníficos ejemplares de novillas holandesas, de la
Ejército pequeñas explotaciones agropecuarias. o simple Granja Regimental de la Academia de Caballería. Al fondo
mente pecuarias, que tras mejorar la alimentación de la pueden verse sus magníficas porquerizas, en las que explo
tropa con sus rendimientos, proporcionan a sus soldados tan cerdos York.
una enseñanza que no pueden olvidar, y despiertan afi
ciones que el día de mañana se convertirán en iniciativas.
Por el Ejército pasa la gran masa de los campesinos espa de su creación. Ningún hombre, ‘por perverso que sea,
ñoles, pero esto no basta: es que, además, vienen en la deja de encariñarse con un animal que trata, hasta tal
edad de las grandes aspiraciones, del espíritu renovador, punto que, a veces, degenera este sentimiento en una
de la iniciativa impulsiva; cuando, sin afectarse por la pasión que antepone el amor a nuestros semejantes, y si
rutina, la apatía y la abulia, se forman como soldados y, bien este último caso lo catalogan los médicos entre sus
tal vez, en el objeto de mi. tema como profesionales del enfermos mentales, el primero es el normal de todos los
campo, considerando compatible la preparación de la

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hombres. El amor a los animales es primitivo en el hom-,,
bre, y basta simplemente ezcitarJEo para qué se manifieste. res. El Veterinario militar, asesor, o director en no pocas
Decía sabiamente Moliére que “la bestias no son tan de eátas Granjás, tiéne campó para desenvolver una
parte de su actividad científica, pües, como dice el sabio
bestias como se piensa”. Hern’ianoé llamaba San Fran Carrel, “la. ciencia es generadora de riqueza, de. bien
cisco a los animales porque de la observación de su vida estar y de salud”, y, siguiendo al insigne Turró, como la
y origen nació un gran amor hacia ellos. Podemos decir, ciencia experimental ha transformado el mundo al cam
por tanto, que los soldados, cuidando el ganado, educan biar, radicalmente las condiciones económicas en que vi
su sensibilidad y espíritu observador. vían los pueblos, así la ciencia veterinaria, siguiendo por
En la Granja Regimental se capacitan técnicos pecua
riosque;.posterjormente han de rendir beneficios a las el mismo camino que aquélla, avanza y, evolucionando en
la misma forma, abrió veneros de riqueza, ocultos hasta
entonces, ‘al fijar las leyes ‘a que obede el mejoramiento
de las razas, al reducir a un problema ‘I’cánico el de su
alimentación, al descubrir nuevos medios de prevención
de epizootias, al reducir, en suma, el problema de la
riqueza pecuaria a un problema industrial.
La justificación social de la Granja Regimental está
ya hecha; ahora sólo me resta la justificación econó
mica.
Estas Granjas se han creado todas sobre una misma
base: la utilización de los desperdicios alimenticios de la
tropa; sin embargo, algunas han prosperado tanto, que
tienen necesidad de adquirir para su sostenimientu otros
productos en el mercado, productos que siempre han in
crementado su valor al transformarse. Por esto creemos
que todas las Unidades tipo Regimiento. debían contar
con una explotación pecuaria capaz de transformar loj
inservible o de casi nulo valor en productos pecuarios.
Las posibilidades de una Unidad de este tipo son muy
grandes para, con poco costo, abastecer la Granja. No
hace falta ser muy docto para darse cuenta de la gran
Gallinero intensivo de Leghorn y Castellana, explotado por cantidad de productos que se arrojan a la basura o se
la V Legión Aérea. venden a un precio a todas luces irrisorio, así como de la
revaloración que los mismos adquieren cuando se utilizan
en la alimentación del ganado.
empresas y, por extensión, a la economía nacional, pues Para la apreciación de este valor, daré unas cifras, que
si bien se eligen siempre para estos trabajos los soldados no , pretendo considerar como absolutamente exactas,
de profesiones similares, éstos no están, ni con mucho, lo sino simplemente aproximadas, ya que no responden a’
suficientemente formados en su especialidad. Hasta tal un cálculo estadístico concienzudo, sino más bien a un’J
punto es cierto esto, que al principio la técnica moderna criterio de aproximación avalado por la práctica. Para
le sobrecoge por engorrosa; no obstante, en breve plazo
se familiarizan con ella, y llegan muchos de ellos a ser
verdaderos peritos y hasta a proponer iniciativas. Verda
deramente, la actividad febril, y hasta fabril—por qué
no decirlo?—de la explotación intensiva es engorrosa;
pero sus trabajos son compensados con la multiplicación
de beneficios y el movimiento rápido del capital circu-’
lante. La renovación bastante frecuente y regular de los
soldados encargados hace que salgan con los licencia
mientos un buen número de técnicos deseosos de poner
enpráctica lo que han experimentado.
Las Granjas Regimentales son verdaderas exposicio
nes agropecuarias permanentes para toda la tropa. Los
soldados la visitan con frecuencia y comprueban la efec
tividad de la misma, sus rendimientos, su sistema de ex
plotación, etc., con lo cuál se despiertan aficiones y voca
ciones dormidas en una gran masa de ciudadanos, que
serán, al licenciarse, nuestros productores del campo.
Las Granjas Regimentales crean riqueza que, aunque
directamente va en beneficio de la tropa, indirectamente
va en el de la economía nacional.
Aun no existen estadísticas de la riqueza global de estos
establecimientos; pero podemos asegurar, sin temor a Una cerda de cría, Vitoriana, de la ‘Granja de la 7a Uni
equivocarnos, que ésta asciende a varias decenas de mi dad Veterinaria, y a cuyo fondo se ve un gallinero inten
llones, con la perspectiva de un incremento progresivo y sivo en Construcción.
rápidb.
Las Granjas Regirnentales contribuyen, a que el soldado
coñsidere el cuartel como prolongación de su casa, sienta simplificar, he réducido los valores nutritivos a unidades
las impaciencias de las cosechas y practique su acostum alimenticias, con lo cual pretendo reducir al mínimun
brado trabajo, simultaneándolo con la vida castrense. la monotonía del cálóulo y hacerlo más asimilable para
En último término, son las Granjas Regimen tales cen profanos, aunque peque de poco científico para los téc
tros de experimentación agropecuaria que en muchos nicos., Para facilitar aún más la comprensión de estas
casos no tienen que envidiar a otros organismos simila cifras, sólo me resta decir que una unidad alimenticia
viene, a equivaler a un kilogramo de cebada:

85
Equivalentes nutritivos de los residuos sin valor aparente Si se dedica al cebamiento de cerdos:
producidos anualmente en una Unidad tipo Regimiento, 47 cerdos en cebo producen 4.700 kg.
y que pueden servir de base para una explotación pecuaria. de carne47.000 pesetas.
Sise dedica a la producción de huevos:
Mondas de patata 2.100 U. A.
4.000 500 gallinas producen 5o.000 huevos. 50.000
Residuos de pescado “

1.000 “
Residuos de verdiras Si la granja es mixta de cerdos y gallinas, se pueden
Residuos de matadero regimental 1.000 “
expio tar:
Sobras de rancho 50.950
200 gallinas que producen20.000 pesetas.
Total. 19.050 cerdas de cría que producen. . . . 3.600
22 cerdos de cebo “ “22.000

Con 19.050 U. A. se pueden explotar: Total45.600


17 cerdas de cría que producen 37.400 pesetas. -
Es de aconsejar la Granja de explotación mixta, abar
ó 7 cerdos de cebo 47.000
cando el mayor número de especies posibles, tanto en el
ó gallinas ponedoras 50.000
500 aspecto social como en el económico.
Antes de terminar, quiero justificarme ante mis com
pañeros, la mayoría de los cuales saben de estas cuestio
Si se dedica a la explotación de cerdas de cría: nes más que yo; a ellos les ruego que no vean en este ar
17 cerdas producen 136 lechoncilios. 20.400 pesetas. tículo un trabajo científico, para el que no me considero
17 “ “ 1.700 kilos de
capacitado, y que, por otra parte, no llenaría el objeto
carne17.000 que pretendo, sino un tema de vulgarización que trata de
poner en evidencia la labor que realizan dentro y fuera
Total37.400 del Ejército las Granjas Regimentales.

ConkrenciasSanitariasenelRegi
mientodeTransmisionesdelEjército

Primer Cursillo (corresponde a 1943).


Segundo Cursillo (novienibre-diCiembre 5944.)

PROBLEMAS SANITARIOS QUE PLANTEA LA


ALIMENTACION DEL SOLDADO
INCORPORACION DE RECLUTAS A LOS
CUARTELES
Lección 1. Generalidades.—Capitán Médico J. P.
d’Ors. Lección 1. Capacidad corporal del recluta.—Por el
II. Los alimentos.—Capitán Médico J. P. Capitán Médico de Sanidad del Aire
d’Ors. J. L. Alvarez-Sala.
III. Las calorías—Alférez Médico J. Iveas.
“ IV. Las grasas y lipoides.—Alférez Médico II. Capacidad intelectual del recluta.—Ca pi
J. Iveas. tán Médico Antonio García M. Corcin.
“ V. Lasféculas.—Alférez Médico J. Iveas. III. Psicología y Caracterología del recluta.—
VI. Las proteínas. — Capitán Médico J. P. Comandante Médico J. A. Escudero
d’Ors. Valverde.
VII. Las sales.—Capitán Médico J. P. d’Ors, IV. en los reclutas.—
Pruebas psicotécnicas
VIII. Vitaminas.—CaPitán Médico J. P. d’Ors. Teniente Coronel Médico C. Urcelay
“ IX. Alcoholes.—Capitáfl Médico J. García Martínez.
Conde. V. Problemas higiénicos que se plantean en
X. Elagua.—Comandante Médico G. Hi la incorporación de los reclutas.—Capi
nojar. tán Médico A. Gómez López.
xi. Alimentación insuficiente.—ColTlafldante
Médico M. Aranda. VI. Importancia de las vacunaciones—Te
XII. Intoxicaciones alimenticias. — Capitán •niente Médico M. Muñoz Rogero.
• VeterinarioM. Sánchez. VII. Elproblema de la tuberculosis en laincor
xiii. Alimentación del soldado.—Comandarlte poración de los reclutas.—Comandante
de Intendencia J. Baldrich. Médico F. de los Ríos Lechuga.
“ XIV. Papeleta de rancho.—Comaridante Mé VIII. El problema del paludismo en la incorpo
dico G. Hinojar. ración de los reclutas.—Alférez Médico
“ XV. Alimentación en la División Azul.—Capi J. Iveas Serna.
tán Médico J. P. d’Ors. IX. Condiciónes que debe reunir el soldado de
XVI. Conservas.—Alférez Médico J. Iveas. Transmisiones.—CaPitán Médico J. P.
“ XVII. Alimentos sintéticos.—Alférez Médico d’Ors Pérez.
J. Iveas.

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Desercionesydesertores
Teniente de Infantería PABLO CANTERO AGRAZ,
del Regimiento de Saii Marcial, 7

El haberse anunciado por las Cortes la reforma de otros, en fin, por tener enfermo algún familiar, y hasta
nuestro actual Código de Justicia Militar me ha sugerido por estar próxima una fiesta en la localidad y no dejarle
la idea de escribir estas cuartillas por si su contenido la moza regresar al Cuerpo hasta terminar los festejos se
mereciese el honor de ser publicado en EJERCITO, pues quedaron con ella unos pocos días, por lo que unos y otros
entre los varios artículos que precisarán de una total se vieron al poco tiempo destinados a una Unidad disci
transformación se hallan, a mi modesto juicio, los que plinaria.
prevén y sancionan la deserción; no la deserción en gene Vistas así las cosas, hemos de reconocer que aunque la
ral, sino la deserción simple, que por ser sin circunstan manera de obrar de estos últimos no se halle por completo
cias calificativas que agraven la responsabilidad, se con exenta de malicia, hay en ellos un mayor fondo de igno
sidera solamente falta grave, sancionada con recargo en rancia, y, además, los móviles’ que les impulsaron a pro
el servicio, como todo el mundo sabe. ceder de este modo deben hallar también un poco de gene
Las deserciones en el Ejército afectan tanto a la con rosidad y de perdón en el corazón cristiano, siendo dis
servación o relajación de la disciplina militar, que no es tinto el caso de los primeros que casi siempre cometen
menester hacer resaltar la grandísima importancia que la deserción acompañada de un acto contra la disciplina
en este aspecto tiene el aplicar inexorablemente el Código y, sobre todo, siempre se dan cuenta de que el hecho
a esta clase de delincuentes o, por el contrario, dejarles que realizan es a todas luces punible, aunque de momento
una manera de poder burlar la Ley. como he dicho antes, no reparen en el castigo que dicha
La desercióny e! desertor. Dos clases distintas de falta ha de llevar aparejada.
deserción y de desertores son las que más propiamente Respecto a los desertores, unos son los que pudiéramos
pueden señalarse en el Ejército al tratar de la falta grave llamar vulgares o corrientes, y este grupo lo componen
de deserción simple. Deserción es, según el artículó 359 aquellos soldados que se hallan tranquilos en el Cuartel
del Código, la que comete el individuo de la clase de sin que por su imaginación haya pasado nunca la idea
tropa que se ausente del Cuartel sin permiso o sin causa de desertar, pero un día pasó aquello que citábamos ante
justificada, faltando a tres listas consecutivas de orde riormente: que faltó al cabo, y éste le amenazó con dar
nanza; y según el artículo 320, el. que hallándose ausente cuenta al Sargento; o que quitó una prenda al compa
del Cuartel por permiso o licencia temporal, etc., deja de ñero de cama, o cualquier otro disgustillo, y por temor
presentarse en las fechas o plazos previstos, etc., etc. al castigo (que siempre sería menor) opten equivocada
Parece indudable que no debiera exigirse la misma mente por desertar. Pues bien: estos soldados, cuando
responsabilidad en ambas deserciones, pues aunque de
han pasado veinticuatro horas, ya se han dado cuenta
derecho encajan las dos en el artículo 322, de hecho de su falta, y entonces unos se quedan en su casa, aco
pudiera establecerse una diferencia entre los mismos. El bardados, esperando que la Guardia Civil los detenga;
que se ausenta del Cuartel se da cuenta siempre de que otros se marchan por el campo o por los pueblos, errantes
comete un acto punible y, al hacerlo, obra en la mayoría y sin rumbo, siendo a los pocos días detenidos, y otros, los
de los casos impulsado por un motivo que envuelve evi que se atreven, optan por presentarse en su Regimiento,
dente indisciplina. Uno ha solicitado permiso para mar aunque, casi siempre por desconocimiento, lo hacen
char a la fiesta de su pueblo, y al negárselo, aun siendo cuando ya han dejado transcurrir los ocho días, con lo
fundada esta negativa, se enfurece y se toma el permiso cual han incurrido de lleno en la sanción de los dos años
por su cuenta; otro, porque le ha regañado el cabo o el de recargo.
Sargento por algún hecho reprobable y amenazado con En cambio, con todos los que llevan a cabo una deser
dar cuenta de ello al Oficial, entre temeroso y altanero ción en forma premeditada la cosa cambia por completo,
se marcha del Cuartel, creyendo que de esta forma se como vamos a ver seguidamente:
libra de la sanción a que se hizo acreedor por su falta; y Estos individuos son, por lo general, lo más indeseable
otros, en fin, por haber hurtado unas prendas o cualquier del Cuartel: vinieron al Ejército sin la menor idea de lo
cosilla, que solamente constituiría una falta leve, come que es patriotismo ni Patria, sin estar acostumbrados a
ten la deserción, que entraña una. responsabilidad mucho obedecer a nadie, y en la mayoría de los casos• también
mayor, dándose, en principio, siempre cuenta de que el poco habituados al trabajo. Por estas razones, todo lo
acto que cometen es una deserción en regla, aunque no que se les manda lo hacen de mala gana y, en consecuen
se hayan detenido a pensar en sus consecuencias. cia, lo hacen mal, dando lugar a que haya que corregir-
En cambio, no sucede lo mismo con los incluídos en el
les, con lo que aumenta en ellos la aversión a todas las
artículo 320. Yo he tenido varios casos en el Regimiento cosas del Cuartel y conciben la idea de desertar, come
de soldados que fueron con permiso y al retrasarse en su tiéndola un día en forma bien preparada, sabiendo de
incorporación al Cuerpo hubo que instruírseles un expe antemano cómo van a hacer el viaje y dónde se van a
diente judicial, siendo recargados en el servicio; sin em ocultar; generalmente lo hacen en poblaciones grandes,
bargo, habían cometido la falta por verdadera ignoracia. donde nadie los conoce o donde cuentan con alguna per
Unos habían estado enfermos en su casa, creyendo que sona que les va a encubrir y ayudar. Los individuos que
este hecho por sí solo era motivo bastante para no incor reunen estas pésimas condiciones como soldados y como
porarse, permanecieron en ella, tal vez algunos días más españoles son, por añadidura, los que, en la mayoría de
de los precisos, sin ocurrírseles ponerlo en conocimiento los casos, consiguen burlar la Ley, porque si han tardado
de las autoridades, y al presentarse en el Cuartel no se en ser detenidos existe ya, por lo general, la promulga
pudieron dar por buenas estas alegaciones, porque aparte ción de algún indulto al que pueden acogerse; y en el caso
de hallarse ya muy explotado este procedimiento de dis de que no exista este indulto, ni se promulgue mientras
culparse con una enfermedad real o supuesta, se había se sustancia el expediente judicial, saben que tienen en
comenzado ya la instrucción del expediente; hubo otros sus manos (mejor sería de,cir en sus pies) unexcelente
que por observar en su casa penuria económica decidie remedio. Volver a desertar antes de ser sentenciados y a
ron quedarse a trabajar unos días más para ganar algún ocultarse en alguna otra parte hasta dar tiempo a que el
dinero, y al incorporarse al Cuerpo lo hacían así constar, indulto se promulgue.
persuadidos de que por esto no podía pasarles nada; y en Habrá varios, de seguro, que al leer este último párrafo,

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opongan inmediatamente dos reparos que saltan a la diente judicial, y me condenarán a dós años de recargo,
vista de los no bien enterados. ¿Por qué—dirán en primer que tendré que ir a cumplir a una Unidad disciplinaria;
término—no se les mete en el calabozo en el momento si no me presento, seguiré libremente por la calle, aunque
mismo de su detención y se les tiene en él hasta que el me declaren rebelde; y como esta declaración de rebeldía
expediente se termine? no lleva consigo ninguna agravación en la responsabilidad
Pues, sencillamente, no se les tiene en el calaboz9, que ya tengo contraída, si algún día me detienen se limi
porque a ello no autoriza el Código vigente, puesto que la tarán las autoridades judiciales a dejar sin efecto tal
deserción por primera vez no es constitutiva de delito, sino acuerdo y a condenarme a la misma penalidad que si no
de una falta grave, sancionada con recargo en el servicio. hubiera sido rebelde, con la ventaja a mi favor de que
A ello dirán, con toda seguridad, que la segunda vez tal vez cuando me detengan exista alguna disposición de
que desertan es constitutiva de delito y que entonces sí indulto que me acoja, y que no existía cuando me invita
que se les puede meter ed la cárcel, de donde con toda se ron a presentarme, con lo cual tendrán que condenarme
guridad, ya no podrán escaparse. Sin embargo, en la en un folio e indultarme al mismo folio vuelto, marchán
realidad, esto no es así, puesto que aquellos individuos dome a mi casa tranquilamente o, todo lo más, tendré
a quienes se consigue detener y vuelven a desertar, lo que servir en el Ejército el tiempo que antes estuve fuera
hacen bien enterados de la Ley, y saben que mientras no de él.”
esté fallado el expediente y notificada la resolución al Esta es la realidad del caso en los reos de deserción
sancionado, no puede ser considerado desertor; sabe que ausentes, y a la vista de ello se hace necesario que a estos
en el artículo 286 de nuestro Código se requiere, para desertores se les pueda condenar en rebeldía (y hasta con
considerar un delito de deserción, que el delincuente haya una prudente agravación en la sanción); entre otras
sido anteriormente sentenciado por falta grave de deserción razones para que, al ser detenidos, si volvían a desertar,
prevista en el 319, y deje nuevamente de asistir a las tres se les pudiese exigir la responsabilidad señalada a los
listas consecutivas de ordenanza. Otra cosa sería si a todo desertores por segunda vez; y como este segundo hecho
aquel que desertase una, dos o más veces, se le pudiesen ya sería constitutivo de delito y se les podía tener en
ajustar las cuentas en las actuaciones al igual que se hace prisión rigurosa, no tendrían facilidades para “tomar
con el autor de varios hurtos, por ejemplo, imponiéndoles nuevamente las de Villadiego”, como se dice en Castilla.
por cada acción la penalidad que el Código señala; pero Cierto que no debe condenarse a nadie sin oírle; pero
al no ser así se encuentran los Jueces primero y la Autori hay que tener en cuenta que cuando un soldado desapa
dad judicial después, con una serie de inconvenientes rece del Cuartel, deponen en el expediente un cierto
para aplicar a los desertores esta Ley Penal, que demuestra número de personas, desde el Oficial de semana al cuar
bien a las claras la ineludible necesidad de llevar a cabo telero y hasta los compañeros de cama, y se acumulan
una reforma a fondo de los artículos que afectan a la tal número de pruebas, que siempre o casi siempre aclaran
deserción, sin olvidar los aplicables a los reos ausentes sin ningún géneros de dudas la consumación de la deser
afectados de deserción, porque este punto es también ción; y en el caso de que, al presentarse el desertor o
importantísimo y tendría que ser, a nuestro jucio, objeto ser capturado, probase éste su inocencia, cosa ésta a todas
de una importante reforma que impidiera a estos delin luces dificilísima, con instruirle urgentemente un expe
cuentes burlar la Ley como lo vienen haciendo, y con lo diente de indulto, quedaría solucionada la cosa en unas
cual se vería reforzado el prestigio de la Justicia Mili semanas.
tar en este aspecto; de ello pasamos a tratar seguida Aparte de esto, sería también conveniente estatuir en
mente. el Código que siempre que no se haga expresa mención
Los declarados rebeldes.Cuandoun individuo deserta en las disposiciones que se promulguen sobre concesión
y no se consigue su detención, se publica, como ya es sa de indultos, éstos no sean de aplicación a los declarados
bido, una requisitoria en los Boletines Oficiales del Estado rebeldes, cuando sean capturados, ni tampoco aunque
y Provincia y en algún periódico local, requiriendo al se presenten voluntariamente si ya se halla decretada la
desertor para que se presente ante el Juez en un plazo de declaración de rebeldía, salvo en aquellos casos en que,
cierto número de días, conminándole con ser declarado por haber transcurrido muchos años, hayan alcanzado
rebelde si no lo verifica en el tiempo señalado. los reos una edad avanzada.
Pues bien: este individuo se entera del requerimiento, Estas y algunas otras medidas, de llevarse a la realidad
lo lee, se encoge de hombros y, sonriendo socarronamente, contribuirían, a mi modesto juicio, a disminuir notable
se pregunta: “iMe declaran rebelde? ¿Y qué me va a su mente las deserciones en el Ejército, çon lo que saldría
ceder por esto?” Y la contestación se la da él mismo, de ganando mucho la disciplina, y sería, además, bien visto
la siguiente forma: “Si me presento, me fallarán un expe por todos los buenos soldados.

Acaba de publicarse
ARTE del
BUEN MANDAR
ESPAÑOL
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operativo.— mente en la resolución de los proble FormacióndoSargentos
de Infanterla,
Teniente Coronel de E. M. D. Ma mas informativos. por los Capitanes Martínez Bande,
nuel Chamorro Martínez.—Precio: de Ory Lozano y Gutiérrez Mar
20 pesetas.—Pedidos al autor: Es Tánger, porel Jalita.—Reportaje grá tín. — Editorial Dossat. — Madrid,
tado Mayor Central.—Ministerio del fico de Nicolás Muller, texto de ‘944.
Ejército. Rodolfo Gil Benumeya, publicado
por el Instituto de Estudios Polí Muy apreciable resulta la labor que
El Teniente Coronel Chamorro ticos.—Madrid, i944. los Capitanes Martínez Bande, de Ory
afronta y resuelve con indiscutible Lozano y Gutiérrez Martín, han des
acierto tema tan sugestivo e inl;ere Haciendo honor a su tradición, ha arrollado al escribir las Contestaciones
sante, no sólo para el elemento rmh editado el Instituto de Estudios Polí al Programa Oficial n.° 4 para la for
tar, sino para la población civil, ya ticos un magnífico libro lleno de primo mación de Sargentos de Infantería,
que, como dice acertadamente en una rosas fotografías, en las que se recogen explicando minuciosamente sus tres
de sus notas, hace falta una conciencia todos los aspectos de la vida en nues grupos.
informativa nacional que colabore es tro Protectorado marroquí, tan pinto La obra sigue rigurosamente las in
pontáneamente en la busca de las rioti rescos, luminosos y plenos de color... dicaciones del Programa y está des
cias y en la defensa del secreto militar, Fiestas, desfiles y recepciones, con arrollada con método y con claridad,
factores ambos indispensables para el toda su pompa y su solemnidad, figu por lo que es muy digna de recomendar
logro de la victoria. ran reseñados fielmente en el libro, a todos los aspirantes a obtener el
La obra comprende dos partes 3’ un que es un archivo gráfico muy esti empleo de Sargento.
apéndice. mable de las costumbres en nuestra
En la primera, “Introducción, al zona.
Servicio de información operativo”, LIBROSPUBLICADOS
se hace resaltar la importancia del La Princesa
de Ebolinoeratuerta,por
Servicio de información militar, así José M. March, S. J.—Hauser y
coho la necesidad de su organización Twentieth Cesziury Engineeving (Inge
Menet.—Madrid, 1944.—Sin precio.
en tiempo de paz, y se señalan normas niería del siglo XX).—Por C. H S.
para la selección del personal que ha El Padre March, agudo investiga Tupholme. New York Phulosophical
de constituirle; se ponen de manifiesto dor que busca incansablemente en la Library.
las principales características de este época de Felipe II, nos remite un inte Diciosary of ordnance tevms (Diccionário
Servicio y se facilitan datos de extra resante opúsculo sobre el asunto que
ordinario interés sobre los sistemas de de terminología industrial militar).
encabeza estas líneas, lleno de datos Por H. Strom. New York. Frederick
organización inglés, soviético, alemán, y de sugerencias.
francés e italiano. Otros capítuks se lJngar Publishing co. 5 dólares.
Niega el defecto visual generalmente
dedican a la determinación de la situa as!ghado a doña Ana de Mendoza, atri Tllusfrzted Technical Dietionary (Diccio
ción del enemigo, formas de la activi buyendo a coquetería el original ven nario técnico ilustrado).—Por Maxim
dad informativa y medios y fuentes de daje de su ojo derecho, con el que Newmark. New York. The Philosophi.
información. aparece retratada en todos los cua cal Library, 5944. 5 dólares.
La segunda parte, de extraordinario dros que conocemos.
interés práctico, expone la organiza Repetimos que es un trabajo curioso The tlsermodinamics of firearms (Termo
ción del Servicio desde Regimiento y ameno, que se lee con mucho agrado. dinámica de las armas de fuego) .—Por
hasta el Ejército, con el funcionamiento C. Shove Robinson. Pedido al “The
de sus diversos órganos y misiones del Arengas, proclamas y frases milita Coast Artillery Journal”. 631 Pennsyl
personal que les integra. res.—Seleccionadas por Eduardo vania Ave. N. W. Washingtón , D. C.
Figura, por último, un apéndice Robles.—Editorial Gran Capitán.— 2,50 dólares.
en que, sobre una situación táctica Madrid, 2944.
determinada, se plantea y resuelve Military alication of maMenoatics (Apli
un tema de Servicio de información; caciones militares de las matemáticas).
Con acierto en la selección, ha re
estudiado con toda minuciosidad, per unido el Sr. Robles en un volumen las Por Paul Hanson. Pedido al “The
mite seguir, a través de una serie de Coast Artillery J ournal”. 631 Penn
alocuciones, más o menos famosas,
cuadros, registros de noticias y gráfi sylvania Ave. N. W. Washington 4,
que los genios del arte militar pronun
cos de situación a distintas horas, todo ciaron en las situaciones críticas de sus D. C. 3 dólares.
el proceso de la información en el (les guerras. The Coast Artillery (Artillería de costa).
arrollo de las supuestas operaciones. Desde Jenofonte hásta. Franco, pa Pedido al “The Coast Artillery Jour.
Obra perfectamente lograda, que se sando por César y Napoleón, figuran nal”. 631 Pennsylvania Ave. N. W.
caracteriza por su claridad de exposi en esta antología más de un centenar Washington 4, D. C. 3 dólares.
ción, ordenación metódica y profusión de arengas, proclamas y frases milita
de datós útiles, condensa todo cuanto res de todas las épocas, dignas de ser Histovy of autornatio arns (Historia de
acerca de tan interesante Servicio debe conocidas por los Jefes y Oficiales de las armas automáticas) .—Por John
ser conocido por los Cuadros de Mando, los Ejércitos modernos, ya que la pala son Haven. Pedido al “The Coast .Ar
facilitándoles un valioso instrume:nto bra es un arma no desdeñable en cual tillery Journal”. Pennsylvania Ave.
de trabajo que les ayudará poderosa quier contienda. N. W. Washington 4, D. C. dólares.

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