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GRUPO AÑAÑOS.

-Todo comienza en el año de mi nacimiento, ósea, 1988, en plena crisis (tal


vez la peor de la historia peruana) durante el primer gobierno de Alan García, época que se
caracterizó por una inflación generalizada y la violencia extrema por parte de Sendero
Luminoso y el MRTA.

Eran tiempos difíciles para la familia Añaños Jeri, sin duda, y el terror que se vivía en aquel
momento no les permitía vivir de su trabajo normal, la agricultura. Eso motivó al patriarca,
Eduardo Añaños Pérez, a desplazarse de su natal San Miguel hacia Huamanga (ambas en
Ayacucho). La mirada aguda de este señor permitió observar que Ayacucho —por los saqueos
constantes a los camiones repartidores— quedaba aislado comercialmente. Fue en ese
contexto que él y su esposa Mirtha Jeri, junto con sus hijos Jorge, Ángel, Álvaro, Vicky, Arturo y
Carlos decidieron reunir sus ahorros para lograr un crédito de 30.000 dólares. Este dinero
sirvió para comprar maquinaria e insumos con lo cual fabricarían su producto emblemático:
Kola Real.

La primera máquina que adquirieron fue llamada “El Atahualpa”, que se encuentra en una de
sus numerosas plantas en Perú. Cabe señalar, no obstante, que hubo ciertos factores que
permitieron el despegue de este grupo familiar, entre las que me permito destacar el
aislamiento comercial que tuvo el sur del Perú, los cupos que imponían los terroristas a todo
aquel que deseaba movilizarse por esas tierras y la formación profesional de los hermanos
Añaños (en su mayoría ingenieros).

Las primeras gaseosas tenían un sabor bastante agradable (la de naranja) y fueron
comercializadas en envases de cerveza. Si no mal recuerdo, estos envases estuvieron vigentes
hasta el año 1995 a más.

Hace poco tiempo se hablaba de disputas familiares en dicho grupo. Esto causó gran revuelo
ya que son justamente por estas discusiones que los grupos de poder se separar y terminan
vendiéndose (como pasó con WONG). Sin embargo, esta familia supo llegar al siguiente
acuerdo:

El mayor de los hermanos, Jorge Añaños, se queda con la marca Kola Real. También se le
concede la exclusividad de las ventas de los productos de AJEPER en el Perú. Y por si esto fuera
poco, ningún producto de AJEGROUP podrá entrar al mercado brasileño sin el consentimiento
de Jorge. Aunque se especula que este entrará al mercado carioca con su marca insignia: Kola
Real.

Arturo y Carlos Añaños se quedan con Ajegroup en Centro América y México, respectivamente.
El jugoso mercado mexicano (el que más gaseosas consume en el mundo) quedará al mando,
como ya mencionamos, de Carlos Añaños.

Ángel Añaños se quedaría a cargo del gigante mercado asiático (esto incluye a Tailandia y,
próximamente, China). Mientras que Álvaro se quedaría con Venezuela y Ecuador. Vicky, por su
lado, queda al mando de la fundación Eduardo y Mirtha Añaños.

Este acuerdo, lejos de ser malo, establecerá un protocolo familiar que permitiría al grupo en si
tomar decisiones sin malos entendidos, ya que cada zona tendrá una cabeza que decidirá, al
fin y al cabo, que es lo mejor para su “territorio”, si cabe el término.

Actualmente AJEGROUP posee marcas como Big Cola, Kola Real, Oro y Guaraná (en gaseosas);
Free y Cielo (en aguas); Sporade (en bebidas energizantes); Franca y Caral (en cervezas); Pulp y
Cifrut (en néctares).

AJEGROUP esta ubicado en el puesto 12 en el “Ranking de las empresas más globales de


América Latina”, elaborado por América Economía Intelligence. Y no es para menos, ya que
tiene participación en los siguientes países: Perú (AjePer), México (AjeMex), Costa Rica
(AjeCen), Tailandia (AjeThai), Ecuador (Ajecuador), Venezuela (AjeVen), Colombia
(Ajecolombia) y Guatemala (AjeMaya).
RESEÑA HISTÓRICA DE GRIPO FLORES.-La historia del Grupo Flores se inicia en Huancavelica,
ciudad de la sierra central donde residía la familia Flores. Cuando murió el patriarca de la
familia quien asumió el reto fue Aquilino quien tenía 12 años, era el hijo mayor de los Flores y
decide emigrar.
Por lo cual viaja a Pisco. Empieza apañando (recolectando) algodón, Su labor de peón lo
conduce luego a Chincha, Cañete y finalmente, a Lima.
En la capital del Perú, empezó a ganarse la vida lavando autos en los alrededores del Mercado
Central. Era un muchacho simpático y trabajador y, un día, el dueño de uno de los carros que
lavaba, le propuso que le vendiera algunos de los polos que fabricaba en su taller informal. Le
dio veinte y le dijo que se tomara todo el tiempo que le hiciera falta. Pero Aquilino vendió las
veinte camisetas en un solo día. De este modo, antes de haber alcanzado la adolescencia, paso
de lavador de autos a vendedor ambulante de ropa en el centro de la Lima Colonial. Un día le
pregunto a su proveedor de polos si los podía confeccionar con figuritas de colores, que eran
los preferidos de sus clientes, y como aquel no fabricaba ropas estampadas, Aquilino
subcontrato a un tintorero informal para que añadiera adornos e imágenes a las camisetas que
vendía.
La expansión: El éxito le sonríe de tal modo que al poco tiempo compra una máquina de coser.
Comienza a elaborar sus propias prendas, después decide ampliar a media docena de estas
maquinas.
Como el negocio funcionaba bien, Aquilino se trajo de Huancavelica a sus hermanos Manuel,
Carlos, Marcos y Armando y los puso a trabajar con el. De vendedores ambulantes pasaron
luego a ser comerciantes estables en el Mercado Central.
El gran salto: El gran salto del negocio artesanal de Aquilino Flores comenzó el día en que un
comerciante de desaguadero, la ciudad fronteriza entre Perú y Bolivia y paraíso del
contrabando y la economía informal, le hizo un pedido de ¡diez mil dólares de camisetas con
dibujitos de colores!
De inmediato, subcontrato a todos los talleres de confección del barrio y trabajando a marchas
forzadas llego a entregar los diez mil dólares de polos en los plazos prometidos.
En 1966, los hermanos Flores organizan su primer taller de confecciones de tejidos de punto.
Se comienza a teñir la tela porque los proveedores no les ofrecen la variedad de colores que
requieren. En 1982, deciden invertir en la primera parte del proceso que es la teneduría.
Se resuelve además ya no trabajar a través de comerciantes e inauguran sus primeras tiendas
en el centro de Lima y tres en la ciudad de Trujillo.
En 1983, se crea la empresa “Topy Top” Al final de 1995 construyen su primera planta modelo
Full Package para producir de 40 a 50 mil prendas diarias para la exportación.
En 1996, se inician las primeras exportaciones a países cercanos como Argentina, Paraguay,
Chile y Brasil; a grandes cadenas como Gap y Old Navy , entre otras.
En Octubre de 1997, se fusiona por
absorción con Creaciones Flores SRL. , en un proceso de disolución sin liquidación, actuando
esta ultima como empresa absorbente.
Luego de estas operaciones “Creaciones Flores SRL” cambio de denominación social,
adoptando el nombre de “Topy Top S.A.”
En el año 2000, se acordó la fusión por absorción de la compañía Perú Color Star S.A. empresa
vinculada con el grupo, dedicada a la prestación de servicios de tintorería.
Para Enero del 2001, se decide trasladar las actividades de distribución y comercialización de la
producción, a la empresa del grupo Trading Fashion Line S.A., la que compra toda la
producción para el mercado nacional.
Según la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), la empresa Topi Top,
perteneciente a la familia Flores, encabezó en el año 2009 las exportaciones textiles con un
total de 89,22 millones de dólares. No obstante, este monto representó un 8,27% menos de lo
que exportó en el año 2008: la reducción se explica por el impacto de la crisis internacional en
sus mercados de destino.
A pesar de la difícil coyuntura, los Flores continúan realizando importantes inversiones. Así, a
inicios de diciembre de 2009 se inauguró la planta de hilados de Topi Top en Lurín, al sur de
Lima, que implicó una inversión de 24 millones de dólares en maquinaria de última generación.
Esta planta tiene una capacidad instalada de aproximadamente 20 toneladas diarias de hilo de
algodón. El hilo que emplea esta empresa deber ser hecho en el Perú, pues es una de las
condiciones del TLC con Estados Unidos; es la principal razón de esta inversión.
La organización Topi Top emplea aproximadamente a 6 700 personas. Su estrategia es apostar
por tecnología de punta que permita mejores acabados y apariencia del producto, todo ello
con el fin de satisfacer las preferencias del consumidor final.
La producción de truchas a gran escala es otra de las iniciativas de los Flores. Sin embargo,
debido a la crisis internacional, todavía no se ha definido la fecha para llevar adelante este
proyecto. Se implementará en la laguna de Choclococha (Huancavelica) y se estima que
producirá 3 000 toneladas de truchas al año.
En cuanto a las tiendas Topi Top, siguen expandiéndose al mismo ritmo de los centros
comerciales. Recientemente se ha inaugurado un establecimiento en Plaza San Miguel y en el
Mall Aventura Plaza Colonial.
Esta empresa peruana de confecciones, que ya cuenta con tiendas en Colombia, adquirió en el
año 2008 a Jeans & Jackets, una cadena con 13 locaciones en Bogotá. Como se recuerda, en
agosto de 2007 Topi Top abrió en Caracas (Venezuela) su primera tienda en el extranjero.
Actualmente este grupo exporta gran parte de su producción, siendo el mercado
norteamericano el principal destino. El resto de la producción se comercializa a través de su
cadena de tiendas a nivel nacional, así como en sus tiendas de Venezuela y Colombia.
A diciembre de 2008, más del 70% de sus ingresos ya provenían del retail, con lo que Topi Top
ya no es principalmente una empresa textil.

Los Huancaruna: los reyes del café peruano

El Grupo Huancaruna es el mayor agroexportador del Perú, con ventas al exterior que
superaron los US$260 millones al año 2012 (el 2013 sufrió una caída debido a la plaga de la
Roya y una fuerte caída del precio mundial del café). Posee siete empresas en los rubros de
agroexportación, transporte, azúcar y toda la cadena cafetalera a través de su marca estrella
Altomayo: producción, procesamiento, distribución, comercialización y exportación.

Su historia comienza en la década de los sesenta, cuando el empresario chiclayano


Antonio Huancaruna crea un negocio de traslado de café del departamento de Amazonas a
Cajamarca y la costa norte, un recorrido falto de infraestructura, que debía cruzar el río
Marañon para llegar a su destino.

Aún sin la visión de lo que estaban empezando a construir, sus hijos Ricardo y Olivio se van del
país a estudiar carreras universitarias en Alemania, pero este hecho que pudo ser el inicio del
fin del Grupo Huancaruna se convirtió en uno de los primeros hitos, ya que ambos
aprovecharon su estadía para empezar nexos con este mercados al detectar una demanda
posible de café peruano para el consumidor alemán. Las oportunidades están presentes en
hechos que parecen poco relevantes en su momento, pero los hermanos Huancaruna
convirtieron esta posibilidad en el inicio de un negocio que años después los pondría a la
cabeza del sector cafetalero.

Para inicio de los ochenta crean la marca Altomayo y la familia Huancaruna comienza a
exportar café verde, haciendo envíos con regularidad al mercado alemán para fines de esa
década. Se estaba gestando lo que podríamos llamar la versión 1.0 del Grupo Huancaruna.

Ya entrados los noventas los hermanos Ricardo y Olivio Huancaruna Perales se ponen a la
cabeza del grupo y las cosas comienzan a acelerarse. La mejor situación macroeconómica
generó la estabilidad necesaria para invertir en 1991 en nuevas máquinas para moler café,
pero lo mejor vendría después, cuando deciden arriesgarse y entrar en un mercado que estaba
dominado en un 90% por la multinacional Nestlé con sus marcas Kirma y Nescafé: el café
instantáneo. La marca instantánea de Altomayo logró captar 12% del mercado en su cuarto
mes de lanzamiento y 23% durante el primer año. Además, más allá de generar rivalidad con
Nestlé, hoy son sus proveedores de granos de café y atienden también a las multinacionales
Phillip Morris, Jacobs, General Foods, Kraft, y a Starbucks en el Perú.

Era momento de seguir arriesgando. Así, el año 2009 marca un nuevo hito en su historia con la
apertura de cafeterías de la marca Altomayo, para competir con la cadena Starbucks que
comenzaba a expandirse con velocidad en Lima. Sus locales comienzan a multplicarse
apoyados por el actual boomde los nuevos centros comerciales a nivel nacional y gracias a una
alianza con Aeropuertos del Perú, empresa del Grupo Sandoval, por la cual las cafeterías
Altomayo están presentes en los principales aeropuertos de provincias. Pero el crecimiento no
termina ahí, la innovación y los retos han continuado y han permitido a los Huancaruna
incursionar en nuevos productos como el de los espárragos, azúcar y la uva.

El grupo se encuentra ahora buscando mayor presencia para la exportación de café peruano
en el mercado asiático, en países como Corea del Sur y China. Ya cuentan con 40 destinos de
exportación y esperan crecer más y generar nuevos productos. ¿Alguien dijo chocolate?
Ricardo Huancaruna, es actualmente el presidente de la Cámara Peruana de Café y Cacao. Si el
desarrollo del cacao lo dinamizan como el del café nos espera a los peruano un gran futuro
para este mercado.

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