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El mono listo

Un día, en la selva, un elefante de trompa larga caminaba pesadamente por una senda cuando, de
pronto, descubrió en el suelo una hogaza de pan.
-Caramba...-murmuró el elefante mientras olía el pan recién cocido-, esto debe ser muy bueno para
comer. Voy a hacer un almuerzo fantástico.
Y cuando estaba a punto de llevarse el pan a la boca con su larga trompa, apareció un cocodrilo de
agudos dientes y abrió su gran boca para cerrarla sobre el apetitoso pan, pero le falló la dentellada.
- ¡Aparta el morro de ahí! – le gritó el elefante-. Este pan es mío. Yo lo he visto primero.
-No puedes probar que es tuyo – replicó el cocodrilo-. Voy a comérmelo, y del mismo modo me
comeré tu narizota si no la retiras de ahí.
-No me amenaces, ridículo reptil. Puedo aplastarte de una sola pisada
- tronó el elefante.
Un pequeño mono de ondulante cola oyó la discusión y se acercó a los dos adversarios. Al ver el
pan
y al oler su delicioso aroma, se le hizo agua la boca y tuvo ganas de probarlo.
Se dijo a sí mismo: “Soy tan pequeño que el cocodrilo podría tragarme en un instante y el elefante
aplastarme en menos tiempo. No puedo usar mi fiereza ni mi tamaño para luchar por el pan, pero si
utilizo mi inteligencia quizá pueda conseguir un buen trozo de él”. Se revistió de valor y se acercó
un
poco más a los contendientes.
El elefante y el cocodrilo aún no se habían dado cuenta de que el mono estaba allí, por lo que éste
tosió para que advirtiera su presencia y dijo:
- Buenos días, caballeros. Veo que están en desacuerdo respecto a quién tiene derecho a comerse
este pan. Creo que la manera más justa de decidir quién va a quedarse con él es organizar una
competencia. El ganador se quedará con el pan.
-¿Qué clase de competencia?- preguntó el cocodrilo.
- ¿Cómo pueden competir con justicia dos seres tan distintos como un elefante y un cocodrilo? –
dijo
el elefante.
- Si queremos ser totalmente imparciales –aclaró el mono-, debemos someternos a tres pruebas
distintas. Cada uno de nosotros podrá elegir la que prefiera.
- Yo escojo una competencia que permita ver cuál es el más fuerte- dijo el elefante.
-Muy bien –asintió el mono-. A ver, haga usted su demostración.
El elefante enrolló su trompa alrededor de un árbol, apoyó en él sus fuertes colmillos, ¡y lo arrancó
del
suelo!
El cocodrilo no se creyó capaz de repetir aquella proeza. Nadie podía arrancar árboles como el
elefante acababa de hacerlo.
Pero ahora le tocaba a él elegir y dijo:
- Propongo otra prueba distinta: ver quién nada hasta la orilla opuesta del río y regresa aquí con la
mayor rapidez.
El elefante se consideró vencido en aquella prueba. El cocodrilo era un hábil nadador con el que
era
inútil competir. El cocodrilo cerró bien su bocaza, se zambulló en el agua y salió disparado como
un
dardo hacia la orilla opuesta. Dio un poderoso coletazo y regresó con la velocidad de un rayo.
-Has ganado esta prueba –admitió el elefante de mala gana.
El elefante y el cocodrilo miraron entonces al mono. Éste se había hecho un nudo en la cola para
darse suerte. Se rascó la cabeza y les dijo:
Como cada uno de ustedes ha ganado una prueba, romperé para cada uno de los dos un trozo de
pan igual, y dejaré ahí la tercera parte para que se la lleve el ganador de la tercera prueba. ¿De
acuerdo?
- Me parece justo- gruño el elefante. Y se comió con avidez su porción de pan.
-Muy justo – dijo el cocodrilo, tragándose vorazmente su trozo de pan.
- Y ahora, mi prueba –dijo el mono- Consiste en ver cuál es el más inteligente de los tres.
-¿Cómo podemos probarlo? –preguntó el elefante.
- Muy fácil- contestó el mono-. El más inteligente soy yo, porque ha resuelto una discusión que
ustedes no eran capaces de terminar. ¡Por lo tanto el tercer trozo es para mí!
Y mientras el elefante y el cocodrilo intentaban salir de su pasmo, el mono se agarró con la cola a
una
larga y fuerte liana de la selva y se impulsó hacia las altas copas de los árboles, donde pudo
disfrutar
tranquilamente de su apetitosa parte del premio.
Guía de trabajo.
1. ¿Tienen relación las características del mono con tus hipótesis?
2. ¿Qué tipo de texto es el que acabas de leer?

3. ¿Cuál es el propósito del texto?


4. ¿Qué acciones del mono demuestran que es inteligente?
5. ¿Qué función cumplen las palabras subrayadas?
“un elefante de trompa larga caminaba pesadamente”
6. En la siguiente oración a quién se refiere la palabra subrayada:
“Creo que la manera más justa de decidir quién va a quedarse con él es organizar una
competencia”
7. ¿Dónde ocurren los hechos?
8. ¿Cuáles son los personajes de la historia? Describe cada uno de ellos.
9. ¿Qué habrías hecho tú para que el elefante y el cocodrilo decidieran quien quedaba con el pan?
10. ¿Consideras que estuvo bien lo que hizo el mono?
11. ¿Qué crees tú que pensó el elefante y el cocodrilo del mono?
12. ¿Qué tipo de narrador presenta el cuento?
13. Anota el significado de las siguientes palabras según su contexto
ü Hogaza:
ü Dentellada:
ü Avidez:
ü Morro:
ü Pasmo:

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