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Libro 500 PDF
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Encuentro de Culturas
en la
Banda Oriental
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Intendente Departamental de Maldonado
Ing. Enrique Antía
Secretario General
Dr. Diego Echeverría
Director de Programación
Prof. Valentín Trujillo
Director de Educación
Prof. Andrés Rapetti
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© 2017, Intendencia de Maldonado
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Introducción
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cambios que la humanidad ha experimentado en los
últimos cinco siglos.
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Durante los meses de febrero y marzo de 2016 se
organizó una exposición denominada «500 años», que
convocó obras de destacados artistas nacionales (Nelson
Ramos, José Gamarra, Rimer Cardillo, Anhelo Hernández,
Nazar Kazanchian, Pablo Uribe, Gustavo Tabares y
Marcelo Puglia), así como también la exposición de
materiales indígenas y europeos del siglo XVI. Todo como
forma de dar a conocer las distintas culturas que fueron
protagonistas de los hechos, y también distintas posturas
de artistas que los interpretaron.
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La Intendencia también apoyó el hermanamiento
realizado entre las ciudades de Lebrija y Punta del Este,
forjando un vínculo espiritual y cultural muy enriquecedor.
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Las disputas entre dos imperios coloniales y
el Río de la Plata.
Prof. Andrés Noguez Reyes
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Intereses políticos, económicos y religiosos se
conjugaron para que dos unidades políticas en
construcción, España y Portugal, se disputaran el control
de rutas marítimas, tierras y riquezas.
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Portugal desde fines de la Edad Media e inicios de la
Época Moderna fue construyendo un imperio comercial
dominando las costas de África para llegar a la India y a las
islas de las Especias. Pero el cambio sustantivo en la
competencia por los descubrimientos geográficos
europeos lo propició el descubrimiento de América en
1492. Este significativo hecho ejemplifica en forma
excelente la conjunción de factores económicos,
científicos, tecnológicos, culturales y políticos. Ellos se
acumularon para favorecer la concreción del pensamiento
del navegante genovés Cristóbal Colón, quien sostenía que
navegando hacia el oeste llegaría al Sudeste Asiático. Para
viabilizar la expedición que demostraría la teoría de Colón
fue fundamental el proceso político que permitió la
unificación de los reinos de Aragón y Castilla por medio de
la unión por matrimonio. En 1497 Fernando de Aragón e
Isabel de Castilla accedieron a sus respectivos tronos y
unificaron esfuerzos para competir con Portugal por el
descubrimiento de nuevas rutas comerciales que aportaran
riquezas a sus reinos. La recompensa fue el encuentro de
un continente no conocido por los europeos y que
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transformaría a partir de fines del siglo XV a dos tierras y
en especial a sus habitantes, Europa y América.
El Tratado de Tordesillas
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y lo propio ocurriría con los efectuados o a efectuarse por
los castellanos hacia el oeste. El tratado fue sometido a la
Santa Sede, y el Papa Julio II lo consagró en la bula Ea quae
pro bono paxis, del 24 de enero de 1506.
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Carrera de Indias
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intención de realizar un control de carácter estatal. Y en
especial, para el tema que nos encontramos estudiando,
asumió el control de la llamada «Carrera de Indias».
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información trabajando al servicio de la Corona
portuguesa o de Castilla. El logro de información fidedigna
era muy codiciada por asesores de los gobierno para poder
planificar las empresas con el objetivo de lograr nuevas
rutas comerciales y el encuentro de nuevas riquezas.
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escribano Esteban Froes o Flores, quien continuando con
el viaje llegó a Punta del Este, que denominó Cabo del
Buen Deseo, siguiendo hasta lo que luego sería Colonia del
Sacramento. De ese viaje quedará el topónimo de isla de
Flores como vestigio de aquella primera presencia europea
en esta zona geográfica. Flores con la nave capitana en el
viaje de regreso llegó a la isla de Santo Domingo
impulsado por los vientos, siendo apresado por las
autoridades españolas. Juan de Lisboa, en cambio, pudo
regresar a Portugal en octubre o noviembre de 1512.
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Coronas, de espíritu aventurero y afán de riqueza, el
hombre europeo del Renacimiento se encontró también
impulsado por la necesidad del conocimiento científico
basado en un paradigma racional, estando abocado a la
construcción de una cartografía integral del planeta Tierra.
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forma que, junto al espionaje, los círculos que rodeaban a
las autoridades de gobierno de Lisboa y de Castilla se
enteraran de las novedades de ultramar y que éstas
sirvieran de insumo para planificar nuevas expediciones. El
viaje al Río de la Plata liderado por Juan de Lisboa apareció
nombrado en el boletín denominado Nuevas Noticias de la
Tierra del Brasil. Teniendo en cuenta esta información es
que Juan Schöner diseñó en su globo terráqueo, aparecido
en 1515, al continente americano dividido por un canal
interoceánico a la altura del Río de la Plata, dando un
enfoque equivocado de la geografía de la región.
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generados por el fallecimiento de Isabel de Castilla,
sucedido a fines del año de 1504.
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expresando que había llegado a las Indias. La realidad
indicó que el acertado era Vespucio.
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- el envío de una expedición al norte de Veragua en
busca de un canal interoceánico entre los continentes de
América y Asia, al mando conjunto de Juan Díaz de Solís
como piloto y Vicente Yáñez Pinzón como capitán en
tierra.
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llegando a lo que denominó Juan Díaz de Solís Cabo de
Santa María, la actual Punta del Este.
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costa para conocer a los nativos del lugar, pues había
observado de acuerdo a lo expresado por el cronista
Antonio de Herrera y Alcedo: «muchas casas de indios y
gente, que con mucha atención estaba mirando pasar el
navío y con señas ofrecían lo que tenían poniéndolo en el
suelo; quiso en todo caso ver qué gente era esta y tomar
algún hombre para traer a Castilla».
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El después de la muerte de Juan Díaz de Solís
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que el Mar Dulce o Mar de Solís es fluvial. Partiendo de
Sanlúcar de Barrameda el 20 de setiembre de 1519, los
expedicionarios costearon África hasta Sierra Leona, desde
donde emprendieron viaje a Brasil, para luego llegar al Río
de la Plata y durante varios días explorar sus costas.
Corresponde al capitán Juan Rodríguez Serrano descubrir
para conocimiento de los europeos el que en la actualidad
denominamos río Uruguay y que los nativos del lugar
llamaban Uruay.
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De tierras de «ningún provecho» a «minas de carne»
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pasaron a tener una significación geopolítica para detener
el avance portugués sobre el sur del Imperio colonial
español en América y ser concebidas por los europeos
como «minas de carne». En este contexto se desarrolló un
proceso de poblamiento que se inició con la fundación de
San Felipe y Santiago de Montevideo (proceso fundacional
que abarcó los años 1724 a 1730), San Fernando de
Maldonado (1755) y San Carlos (1763).
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Resignificación de la memoria y valoración de
nuestro patrimonio
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ignorante de sus deformaciones sucesivas, abierta a todo
tipo de uso y manipulación. A veces permanece latente
durante largos periodos, para luego revivir súbitamente. La
historia es la siempre incompleta y problemática
reconstrucción de lo que ya no está. La memoria pertenece
siempre a nuestra época y constituye un lazo vivido con el
presente eterno; la historia es una representación del
pasado».
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dejaron un legado para nuestra comunidad basado en el
sacrificio, esfuerzo y capacidad de superación personal.
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entre presente y pasado, interrogando a ese pasado, siendo
conscientes que la labor de los historiadores es
fundamental a la hora de construir la memoria colectiva,
pero también estando atentos al decir del historiador Norá
que «la historia es la siempre incompleta y problemática
reconstrucción de lo que ya no está».
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La UNESCO señala que el patrimonio cultural es
viviente y al mismo tiempo, representativo y basado en la
comunidad.
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que nos identifican como comunidad y que contribuyen a
desarrollar nuestra memoria colectiva.
BIBLIOGRAFÍA
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Los dos descubrimientos del Río de la Plata
Dr. Mario A. Scasso Burghi
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autor frente a las posiciones adoptadas, ahora será tiempo
de la reflexión del ciudadano del siglo XXI.
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El primero sin duda fue Américo Vespucio, un italiano,
pero él en realidad se reconocía como florentino. La Italia
del Renacimiento, o sea la de su época era una expresión
geográfica, no política.
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y lo fue de la Signoria (Señoría: el gobierno de Florencia).
Su tío abuelo Giuliano Vespucci fue gonfaloniero. Su
educación se vio influenciada por sus tíos: Fray Giorgio
Antonio, hombre humanista, instruido, que lo puso en
contacto con el ambiente de la cultura florentina, con el
latín, con la astronomía y la cartografía; su otro tío Guido
Antonio era jurista y político, fue embajador de Lorenzo
de Médicis ante el Rey Luis XI de Francia y ante la Santa
Sede.
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Antonio dal Pollaiuolo (1432-1498), pintor y escultor;
Andrea Verrocchio (1435-1488), escultor y pintor; Sandro
Botticelli (1444-1510), pintor; Lorenzo de Médicis (1449-
1492), el Magnífico, su gobernante; Doménico Ghirlandaio
(1449-1494), pintor; Leonardo da Vinci (1452-1519),
pintor, escultor e inventor; Jerónimo Savonarola (1452-
1498), místico y gobernante; Juan Pico della Mirándola
(1463-1494), humanista, director de la Academia; Miguel
Ángel Buonarotti (1475-1564), escultor, pintor y
arquitecto; Francesco Guicciardini (1483-1540),
historiador, Juan de Verrazzano (1485-1528), navegante.
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comercio con las islas Canarias, recién finalizada la
conquista entre 1402 y 1496.
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Reyes Católicos, quebraron las empresas que habían
invertido «a cuenta» de los logros económicos y
comerciales previstos inicialmente.
41
En 1499 en otra expedición con patrocinio real
(Fernando no se estaba fiando de las exploraciones
colombinas y quería tener información independiente) se
embarca con Alonso de Hojeda y Juan de la Cosa. En esta
ocasión recorrieron la costa norte de Sudamérica:
Guayanas, Venezuela y Colombia.
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antropológico y etnográfico, y sobre las costas y
adyacencias de tipo geográfico y cartográfico, que lo
revelan como un espíritu sensible e instruido.
El tercer viaje
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para navegar con viento en contra; la utilización de la
brújula, el cuadrante, el astrolabio y mayor volumen de
carga; les permitieron lograr el dominio del Océano
Atlántico. Ésto impuso una revolución en las técnicas de
navegar, antes limitadas por la violencia o la falta de los
vientos, la pequeñez de los navíos, la poca seguridad de los
mapas, que imponían una navegación costera y la posesión
de una cadena de puertos de avituallamiento, es decir de
ulteriores bases. Impusieron la navegación de altura. Así
alcanzaron las Islas Azores y las Madeira, bordearon la
costa desértica del África del norte, alcanzando el Cabo
Verde en 1445, las islas de Cabo Verde en 1460, llegaron al
Golfo de Guinea pasando el Ecuador en 1471 y doblaron
el Cabo de Buena Esperanza con Bartolomé Días en 1486,
llegando finalmente a la India con Vasco da Gama en
1498.
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astrónomo de Nuremberg Martín Behaim, quien bajó hasta
el hemisferio sur bordeando África. Determinaron el
cálculo de la latitud por la altura angular del sol al mediodía
(en su punto más alto). Pero al variar el sol en altura fuera
del Ecuador según las estaciones, se determinaron tablas
de declinación en las cuales se calcularon previamente para
cada latitud la altura angular del sol en cada día del año.
Conocían entonces la latitud, la dirección y evaluaron la
velocidad. Más difícil de evaluar era la longitud (posición
este-oeste).
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navegó al oeste de las islas de Cabo Verde, encontrando
una tierra el 22 de abril de 1500 a la que llamó Tierra de la
Santa Cruz, por ser el día del Viernes Santo, en lo que hoy
es Porto Seguro en Brasil. Según sus determinaciones de
las distancias con el tiempo de navegación estimaron que
estaban dentro de las 370 leguas de las islas de Cabo
Verde.
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averiguar primero hasta dónde llegaban sus posesiones en
ese territorio descubierto, ¿isla o tierra firme? y segundo
cuán lejos estaban los «castellanos» de sus apostaderos de
la India.
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conserva, al igual que los siguientes en la costa brasileña,
señal de que fueron determinados oficialmente.
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había ido repitiendo durante su travesía costeña, para
determinar la longitud geográfica del lugar por su cálculo
astronómico. Allí llegó a la conclusión de que por ese lugar
pasaba la línea de Tordesillas, el meridiano a 370 leguas de
Cabo Verde. Lo admirable es que la determinación tiene
diferencias menores al grado con la línea real. Allí se erigió
un padrón (padraõ), es decir un hito demarcatorio, de
mármol, con el escudo portugués tallado, que actualmente
se conserva en el Instituto Histórico y Geográfico
Brasileño.
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El interés de Vespucio era claramente de investigar esas
dilatadas costas y también buscar la comunicación con el
«Sinus Magnum» (Golfo Grande) que Ptolomeo decía que
bañaba las costas orientales del Asia.
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protección de la isla en aguas tranquilas descendieron en
nuestra costa para cargar agua fresca en la Cañada de la
Aguada entre las dunas de arena. Serían aproximadamente
los últimos días del mes de febrero de 1502.
51
navegación a vela estimado en 15 días desde Cananor. Pero
la otra acepción en latín es detención, lugar donde se
detuvieron (en la bahía junto al cerro).
52
Desde aquí se dirige hacia el sur y recorre siguiendo la
costa en una dirección cada vez más sudoeste, 500 leguas
romanas más, es decir 3.300 km., por las inhóspitas costas
patagónicas hasta el 3 de abril, a la altura de los 50 o 52° de
latitud sur. Difiere en las cartas esta determinación,
probablemente por la nubosidad del cielo debe haber sido
difícil hacer observaciones astronómicas. En este punto las
tormentas y los vientos fríos y contrarios y la ausencia de
puertos naturales lo obligan a retornar el 7 de abril. Anotó
observaciones ese día, sobre que la noche duró 15 horas,
constatando el otoño austral desde un punto jamás
alcanzado por un navegante europeo hasta ese momento.
53
Américo Vespucio le informa a don Manuel sobre la
extensión de la tierra que podían reclamar los portugueses
y que las costas recorridas estaban situadas muy lejos de la
India.
54
de la cuarta parte del mundo «la quarta pars mundi»:
Europa, Asia, África y la Cuarta. Luego de recorrer una
costa de más de 8.000 km.(1250 leguas romanas) ésto era
un continente, lejos del Asia por los datos recibidos de
Gaspar da Gama. Las conclusiones fueron importantes,
por primera vez se mencionaba ésto.
El nombre de América
55
Una segunda carta: «la lettera» (la carta, en toscano), fue
enviada desde Lisboa luego de este segundo viaje
portugués (su cuarto viaje trasatlántico). Su destinatario era
un amigo de Vespucio: Pedro Soderini, Gonfaloniero
Perpetuo de Florencia, que ejercía el poder luego de la
caída de Savonarola. En esta segunda carta relata sus
cuatro viajes. Ambas cartas fueron impresas, la segunda
traducida al latín y se divulgaron por toda Europa,
difundiendo las conclusiones de Vespucio. El florentino
respaldado por una Florencia que quería honrarse
honrando a un compatriota, logra dar a conocer al mundo
sus descubrimientos.
56
Martín Waldseemuller, se hace popular y a partir de 1538
en mapas sucesivos se extiende a toda la tierra continental.
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Fue un hombre que nunca aspiró a la fama ni a la gloria
como Colón, más parece un burgués con apetencia a
disfrutar de la vida como experiencia, un hombre del
Renacimiento.
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conciente que en la plenitud de su razón, poderío y goce
material y físico, confía su desarrollo a sus propias fuerzas
y se preocupa más en conocer y conquistar la naturaleza y
su entorno por la ciencia y la técnica puestas a su alcance,
que en alcanzar los fines absolutos medievales (salvación,
bondad). Tiene también otro sentido de la trascendencia
individual.
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ambición implacable, conducidos por una destreza de
navegación de primera magnitud.
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En los 500 años del descubrimiento del Río de la Plata
(marzo del 2002) nadie lo recordó, seguramente el
vendaval económico se llevó el recuerdo.
61
expedición era descubrir las tierras al sur de las
portuguesas, por las que debía pasar sin desembarcar en
ellas, llegar al paso del Océano Atlántico al Mar del Sur
(Océano Pacífico), «a espaldas de la Castilla del Oro»
(Panamá).
62
afilada punta llana y rocosa que se adentraba en el mar,
constituyendo un accidente notable. Percibieron que desde
ella, el perfil de la costa que tenía una dirección oblicua
desde el norte hacia el sur hacia el oeste, cambiaba para
orientarse desde este –oeste, en forma horizontal. Ésto fue
suficientemente notable para que en el día de Nuestra
Señora de la Candelaria se denominase con ese nombre a
la bahía y a la punta rocosa, cabo de Santa María.
63
estado mayor de su armada. El escribano Alarcón, asentó
en los documentos el acto de posesión, mientras los
marinos erigieron una cruz, en un médano de arena
elevado frente a la playa, tocaron las trompetas, dispararon
los cañones de las carabelas, desplegaron las banderas y
estandartes. Los tripulantes desembarcaron, reclamaron
gritando los nombres de sus reyes, estas tierras para ellos y
cortaron a golpe de espadas ramas (que en este caso serían
matorrales de espina de cruz, que eran la principal
vegetación costera).
64
La ceremonia de colocación de una cruz, fue refrendada
por una misa, celebrada por el capellán de la armada. Eso
era inevitable, pues la expansión ultramarina del Reino de
España, a pesar de constituirse de una empresa nacional
propia, tenía el apoyo, en su «título de conquista», de la
justificación de la expansión de la fe cristiana. Es decir, que
cuando España levanta la cruz para fijar sus dominios,
también lo hace como justificación de la conquista. La
Iglesia, colaboró con la conquista, evangelización,
poblamiento y educación de las Indias.
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actuar en su vida, del que luego debe rendir cuentas a la
divinidad.
66
Ibicuí y la costa platense atlántica, con un promedio de
vida inferior a 30 años, en un estado de civilización de
8.000 años de diferencia con respecto a la que traía la
civilización mediterránea que descubría nuestras costas.
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sus marinos morirían en el primer tributo de sangre al
«encuentro cultural» en las costas del actual departamento
de Colonia a la altura de Punta Gorda.
La Candelaria
68
Cristo, al 2 de febrero. En realidad son los 40 días del
puerperio ritual judío. La purificación era el rito que
marcaba el final del puerperio, en el cual la mujer se
presentaba al templo con su hijo, como lo determinaba la
tradición judía, llevando el rescate por el hijo varón
primogénito. Desde el Éxodo, la última plaga para Egipto
significó la muerte de todos los primogénitos egipcios. En
su lugar los judíos sacrificaron un cordero y señalaron con
sangre el dintel de sus casas para mostrar que el cordero
había sido inmolado y así el ángel exterminador no pasaría
por ellos. Desde entonces el hijo varón era rescatado con
un cordero por las familias pudientes; las familias pobres lo
hacían con una tórtola, es decir, con una palomita. La
representación más antigua de la Virgen de la Candelaria
muestra a María con el Niño en brazos y una canasta con
dos palomitas. La otra palomita que lleva era para el
sacrificio de la purificación. Esta fiesta litúrgica fue
instituida en el año 492 por el Papa Gelasio I.
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procesión de velas, representando la luz que iluminaría el
mundo. Por eso en otras representaciones el Niño lleva
una vela y a veces la Virgen también. Es la representación
que nos viene de las islas Canarias, donde es su patrona.
En toda nuestra la cuenca del Plata y en toda la América
española, la Virgen de la Candelaria tiene significaciones
muy especiales. Es la patrona de Cartagena de Indias,
denomina al barrio colonial más hermoso de Santa Fe de
Bogotá, es la Virgen de Copacabana, en una península
espectacular sobre el lago Titicaca, (precisamente en
aymara, Copacabana quiere decir «vista hermosa»), y ella
misma es la representación que está en el barrio de
Copacabana, sobre una playa de Río de Janeiro, y en
Paraguay en uno de los más antiguos templos franciscanos
de la periferia de Asunción está como Nuestra Señora de
Capiatá. Candelaria, cerca de Posadas, en la provincia de
Misiones (Argentina) era la capital y centro geográfico de
las misiones jesuíticas occidentales y orientales. Como se
puede ver encontramos a esta Virgen de antiquísima
tradición en toda la América española.
70
Los guaraníes, nuestro verdadero pasado indígena
71
que los misioneros reclutados de todos los países de
Europa, eran a su vez expertos educadores, ingenieros,
arquitectos, agricultores, artesanos, médicos,
farmacéuticos, militares, músicos y en fin, artistas.
También, que la consideración de que la evangelización
exigía la previa promoción de mejores condiciones de vida
de los indígenas, y por otra parte su defensa contra las
bandeiras paulistas, para capturar esclavos para las
plantaciones de caña de azúcar y cafetales, y contra los
encomenderos asunceños y correntinos, para los cuales los
indígenas constituían una fuente de mano de obra barata y
servil. A ello se debe la adopción del idioma guaraní como
el instrumento de catequización, y su escritura. Los jesuitas
fueron los primeros cartógrafos del interior de nuestro
país, al que llamaban «la Vaquería del Mar», y a ella es a
dónde venían a realizar los arreos de ganado para provisión
de las misiones, que en el siglo XVIII llegaron a alcanzar
los 150.000 habitantes. De ellos nos vienen los nombres de
nuestros ríos, cerros y cuchillas: Yaguarón, Yí, Daymán,
Arapey, Queguay, Tacuarembó, Paysandú, Cuñapirú,
Tupambaé, Aceguá, Carapé, Aiguá. No existe ningún
nombre charrúa en nuestra geografía.
72
Luego de la expulsión de los jesuitas, los guaraníes
fueron el principal contingente de las fuerzas artiguistas
acaudillados por Andresito, contra su enemigo secular, los
portugueses. A principios del siglo XIX, la población la
Banda Oriental alcanzaba los 30.000 habitantes, las
Misiones eran cinco veces más pobladas. Los lusitanos
durante la extensa guerra, entre 1816 y 1820, destruyeron y
arrasaron los pueblos cristianos de las Misiones Orientales,
incluidas las iglesias: San Francisco de Borja, San Nicolás,
San Luis Gonzaga, San Lorenzo, San Juan Bautista, San
Miguel y Santo Ángel y las occidentales del río Uruguay,
Santo Tomé, Santos Reyes de Yapeyú, San Carlos, La
Cruz, Apóstoles, San Francisco Javier y Santa María la
Mayor. Cometieron el verdadero genocidio indígena de
guaraníes cristianos, que se llevó a cabo en nuestras tierras,
tan olvidado políticamente. Sí conviene políticamente
achacarle a Rivera el exterminio de 300 charrúas «hombres
de lanza», olvidando los centenares de muertos anotados
en los partes de victoria de los portugueses como
combatientes, ejecutando a los prisioneros y heridos, en las
olvidadas batallas de Ibiracoy, Carumbé, Arapey, Catalán,
Itacurubí, Santa María y Tacuarembó. Pero éso puede
73
englobar a los brasileños, que aún se llevaron como
esclavos a los prisioneros paraguayos en la guerra de la
Triple Alianza, lo que, además de las matanzas, llevó al
despoblamiento del Paraguay, como los portugueses lo
hicieron con las Misiones.
74
españoles «tapes») que trajo Viana para los puestos de su
estancia «La Mariscala», pero aún persisten arroyos con el
nombre «de los Tapes» en el departamento de Lavalleja.
75
Hidrovía. Pensemos que el agua de Punta del Este está
formada por la mezcla del Océano Atlántico con la que ha
bajado de los Andes por el Pilcomayo, entre Potosí y Sucre
recorriendo tierra boliviana, pasando entre Argentina y
Paraguay desembocando en el Río Paraguay frente a
Asunción. Pensemos que el Río Paraguay viene por el
Pantanal, desde el corazón del Mato Grosso; el Río Paraná
viene desde el Planalto brasileño bajando por la llanura
mesopotámica argentina y desde la Sierra Do Mar baja el
río Uruguay; todas estas aguas se juntan aquí con el
océano. Esta es la reflexión, ¿adónde tenemos que mirar
para colocar nuestros objetivos turísticos, nuevas gentes
que lleguen a nuestras costas? Tenemos regiones en
nuestra propia cuenca del Plata que hemos ignorado,
tenemos ciudades como Santa Cruz de la Sierra cuya meta
turística es el Caribe o el Brasil y no somos nosotros que
estamos más cerca. Tenemos países como Chile, cuyos
destinos turísticos extra fronteras no somos nosotros y es
por ello que tenemos que plantearnos salir a buscar otros
mercados turísticos.
76
que solo tenemos objetivos materiales, con ausencia de
trascendencia espiritual y temporal.
77
La Banda Oriental en el sistema de
Tordesillas
El viaje del Juan Díaz de Solís, descubrimiento
español en la trama de intrigas internacionales
78
2011 obtuvo en coautoría el premio de ensayo histórico 200 años del
Ejército Nacional y el premio Ensayo Histórico Literario 1811 +200 de
El País con el ensayo Artigas Esquivo, una nación en busca de un héroe,
publicado en 2012.
79
publicada entre 1601 y 1615, refería en su Década 2, libro
1, capítulo 7 en forma simple el arribo de Solís a
Maldonado, donde establecía la posesión española de estas
tierras por primera vez en la historia:
80
Este viaje no fue una pieza única, sino una parte de un
proceso mayor, la bahía de Maldonado ocupó un rol
destacado, signado por la lucha de imperios que intentaban
encontrar el pasaje interoceánico entre el Atlántico al
Pacífico. Fue éste un proceso anterior, contemporáneo y
posterior al propio viaje de Solís, donde éste dejó su huella.
Desde el descubrimiento de América por los españoles
hasta la década de los treinta en el siglo XVI pasamos de
un desconocimiento absoluto del Río de la Plata a los
intentos de ocupar el nuevo territorio, encontrándose en el
centro cronológico de este proceso la expedición de Juan
Díaz de Solís.
81
Esto no es solo una necesidad geográfica, poco a poco se
conoce con un nuevo
continente, que se expresa
oficialmente como una
realidad separada de Asia.
Este proceso se inicia con el
mapa realizado por Martin
Waldseemuller en 1507 para
acompañar una Introducción a la
Geografía.
82
trata de territorio lusitano, lo que simboliza con banderas y
buques de esta nacionalidad. Es precisamente a esta última
zona que denomina específicamente «América». Este tipo
de consideración, que imaginaba la posesión de cada país
según lo descubierto efectivamente y no en relación a
derechos adquiridos por un tratado, dejaba las zonas no
exploradas en libre acceso de otros competidores. Se
indicaba claramente que el problema de fronteras de
América, que si bien se centró en la pugna de España y
Portugal, no dejó de lado posibles intereses de terceros
países, que a su vez buscaban sus propias ventajas.
83
trasladar los datos a un mapa bidimensional, hacían de los
conocimientos adquiridos elementos imprescindibles.
84
portugués Diogo Ribeiro, de la confección y conservación
de la cartografía, indicando en las cartas la versión española
de la línea de Tordesillas, y un piloto mayor de Indias, el
cual debía formar navegantes y expedir títulos para los
mismos. En esta institución, Amerigo Vespucci fue el
primer piloto mayor en marzo de 1508 como consecuencia
de las Juntas de Navegantes de Toro y Burgos, donde se
trató la posibilidad de explorar un paso que llevara a las
islas de la Especiería. Esta Casa es parte de un proceso que
llevará al descubrimiento y conversión en frontera de la
zona del Río de la Plata. El piloto mayor, en origen, era el
encargado de realizar el Padrón Real, mapa oficial y secreto
que incorporaba los nuevos descubrimientos, estando todo
barco español obligado a enviar copias de sus documentos
a la vuelta de sus viajes a la región. Debemos marcar que
los tres primeros Pilotos Mayores, estuvieron en directa
relación con el conocimiento del Río de la Plata, pues
luego de Vespucci, quien aparentemente recorrió la zona al
servicio de Portugal, fue nombrado nuestro reconocido
Juan Díaz de Solís, español o portugués, no se tiene
seguridad de su origen, quien oficialmente descubrió esta
región. A su vez a Solís, le sucedió el veneciano Sebastián
85
Gaboto, quien exploró en profundidad la cuenca inferior
del Río de la Plata.
86
vista más que exótica, dando origen a numerosas
interpretaciones: la sección que se conserva del
mapamundi del almirante turco Piri Reis.
87
Descubierta la condición de América como un
continente interpuesto entre Europa y Asia, se debía
encontrar un paso interoceánico. Esta búsqueda era
especialmente urgente para España, que no contaba con la
posibilidad de circunnavegar África.
88
No fueron los españoles los primeros visitantes de la
región, los portugueses consideraron que esta zona se
encontraba dentro de sus posesiones, realizando
expediciones que en muchos casos tenían un carácter
secreto, tanto para reservarse la información sobre la
riqueza y viabilidad de la toma de posesión efectiva, como
para evitar reclamos españoles. El secreto de las
exploraciones portuguesas no indica necesariamente que se
considerara que estos territorios no les correspondían, sino
que se buscaba fijar si estos en realidad estaban dentro de
su soberanía. En este sentido, los mismos españoles
también dudaban con respecto a su soberanía sobre
extensas zonas. Este tipo de posibilidades se observa,
convertida en una aparente realidad en el mapa Cantino,
donde se marca una línea de Tordesillas que beneficia a los
portugueses en cuanto expresa su abrupto viraje de la costa
sudamericana hacia el este en un área en la cual en realidad
se orienta hacia el suroeste, entrando en el hemisferio
español.
89
quedaban fuera o dentro de su demarcación. Súmese a esto
el siempre conveniente uti possidetis iuris, no aceptado por el
Tratado de Tordesillas y no utilizado por muchos años en
las negociaciones posteriores, pero que en casos
específicos podía servir para negociar, como ocurrió en el
tratado de 1750
90
Colonia do Sacramento, a la cual consideraron dentro de
las fronteras de Tordesillas: al derecho legal por el tratado
se sumaba la toma de posesión efectiva de la zona platense
realizada a partir del descubrimiento vespuciano.
91
Demostrando sin embargo que la discusión no está
cerrada, otros investigadores, a pesar de criticar la obra de
Levillier, consideran que la presencia vespuciana en el Río
de la Plata fue real. Entre ellos se destaca el investigador
uruguayo Rolando Laguarda Trías, que en su obra El
hallazgo del Río de la Plata por Amérigo Vespucci en 1502,
publicada inicialmente en 1982 avala la teoría, pero
partiendo de parámetros metodológicos diferentes, donde
se acentúa el estudio de los mapas de comienzos del siglo
XVI en base a su estructura y su contenido, en especial la
toponimia.
92
Montevideo, nombre atribuido tradicionalmente a la
expedición de Gaboto.
93
por el comerciante Cristóbal de Haro, éste actuó en
Portugal previo a su pasaje a España en 1517, donde
constituirá un importante apoyo de la expedición de
Hernando de Magallanes. Precisamente, la información
obtenida por esta expedición, que quedó solo a la entrada
del Río de la Plata, precisamente en el área de Maldonado,
habría dado fundamentos al proyecto de Magallanes que
esperaba encontrar un canal interoceánico, que finalmente
halló bastante más al sur.
94
tocar el cabo San Roque en el actual Brasil llegó a lo que
hoy conocemos como Punta del Este, que fue llamada
Cabo de Santa María, el 2 de febrero de 1516, el vecino
puerto de Maldonado fue denominado como Nuestra
Señora de la Candelaria. La expedición costera continúo hasta
la localidad donde luego se fundó la Colonia del
Sacramento, sin que quedaran referencias de su pasaje por
Montevideo. En esa zona, justamente, luego de nombrar a
las islas de Piedras (hoy San Gabriel y otras menores
aledañas) y Martín García (la última por su despensero,
muerto y enterrado en ese lugar), Solís desembarcó en
tierra firme con dos oficiales reales y seis marineros, siendo
muerto por los nativos, salvándose solo el grumete
Francisco del Puerto. Éste se incorporó a la vida de los
indígenas uniéndose luego a la expedición de Gaboto.
95
1520 divisaron una elevación a la que le pusieron el
nombre de Monte Vidi, primera referencia al cerro de
Montevideo, altura topográficamente relevante para los
marinos que siguen la costa y buscan puntos de referencia.
96
Ante el fracaso de las conversaciones en Elvas-Badajoz
entre España y Portugal por la situación de las islas
Molucas, el 24 de julio de 1525 partía desde La Coruña la
expedición de siete naves y 450 hombres al mando del
designado capitán general de la Armada y capitán general y
gobernador de las Islas Molucas fray García Jofre de
Loaisa, e integrada también como piloto mayor por
Sebastián Elcano. Ambos personajes morirán en la
expedición. De ella prácticamente no ha quedado memoria
en la historia del Río de la Plata, signada por un fugaz
pasaje por la región en diciembre de 1525 bajando desde la
costa del Brasil y avanzando hacia el pasaje transoceánico
descubierto previamente por Magallanes.
97
la expedición desobedeció las órdenes de la Corona
española A partir de ese momento, y hasta su retorno a
España, los integrantes de la expedición se dedicaron a
explorar el territorio platense en búsqueda de la Sierra de la
Plata. En este ámbito, el 6 de abril de 1527 Gaboto arribó
al actual arroyo de las Vacas, en la costa de la Banda
Oriental, al cual llamó puerto de San Lázaro, fundando allí
un fortín y punto para reparación de las naves, primer
asentamiento permanente, si bien efímero en ese territorio.
A continuación pasó a explorar especialmente la zona del
Paraná donde fundó el fuerte de Sancti Spiritus sobre el
Carcarañá.
98
Sobre el territorio recién recorrido y explorado, y el
conocimiento real del mismo, nos queda un elemento
cartográfico de gran valor, realizado por el cosmógrafo
mayor Alfonso de Santa Cruz, quien participó de la
expedición de Gaboto, que presenta algunos aspectos de
particular interés.
99
ámbito de la cartografía y la definición, por ella, de las
soberanías española y portuguesa. En el mapamundi de
1544, aparentemente el único que se conservaría de la
importante obra de Sebastián Gaboto, queda claramente
establecido que consideraba al territorio del Río de la Plata
dentro de la demarcación española. Sin embargo, no
debemos olvidar que esta zona, aún en las fuentes
españolas, presenta dudas sobre su soberanía. Tomando
un documento de origen español, de carácter oficial, en el
mapamundi, boceto de Padrón Real, realizado por Juan
Vespucci, sobrino de Américo, en 1526, si se traslada las
370 leguas desde las islas Cabo Verde, toda la región del
Río de la Plata quedaría bajo soberanía portuguesa.
Podemos comprender mejor, luego de estas referencias, las
dudas que asaltaron al propio Magallanes con respecto a la
posesión de las nuevas tierras en 1520.
100
momento aceptaban otras opciones: frente a las
reclamaciones portuguesas fundadoras de la Colonia do
Sacramento en 1680, negaron sus planteos, pero aceptaron
una frontera en la actual Punta del Este en Maldonado.
101
de Martín Alfonso, se intentaba revertir la casi inexistente
ocupación del Brasil por un Portugal que había estado
concentrado en Asia. Al efectivizar su dominio en los
territorios americanos, incluso poblar donde fuese posible,
los lusitanos evitaban la piratería de palo Brasil y la
tentación de que otra nación, se temía especialmente por
los franceses, se estableciera en ellos.
102
Oriental debía ser llevada a cabo solo por un bergantín con
30 hombres al mando de Pero Lopes. Como ya
expresamos, la función de la nave enviada quedaba muy
clara: establecer los símbolos de la soberanía portuguesa en
la zona, con lo cual parten «… a poner unos padrones y
tomar posesión de dicho río por el Rey nuestro señor…».
103
Martín Alfonso, unida a datos previos de otras que habían
penetrado en una región que la Corona española
consideraba como propia, había llevado, a nivel de la
diplomacia entre ambos países, a una situación de tensión
en la cual España decide la toma de posesión efectiva de la
región. El 31 de agosto de 1531 se suscribe la Real Cédula
destinada al embajador español Lope Hurtado de
Mendoza, para que se informe si es cierto que de las
carabelas que el rey de Portugal envió al Brasil y Río de la
Plata, dos volvieron con oro. En ese año 1531, sin fecha,
un requerimiento enviado por el embajador español Lope
Hurtado de Mendoza a la corte portuguesa en nombre de
su soberano, establece claramente que por los viajes de
Solís, García y Gaboto, los dos últimos con una
permanencia de tres años en el Río de la Plata explorando
el río y sus afluentes, su estado tenía prelación en esta
región que consideraban propia. Como consecuencia se
solicita que no se envíen más armadas a esta región y si en
ese momento hay alguna allí, se la haga retornar. La
respuesta del monarca portugués en ese momento, enviada
a través de embajador de esa nación en España, Álvaro
Méndez de Vasconcelos, intenta crear la duda con respecto
104
a las aseveraciones españolas, considerando que la región
había sido descubierta hacía muchos años por vasallos
portugueses, si bien establece que le han dicho que un tal
Solís lo hizo para España hace muchos años. Se busca en
consecuencia complejizar la discusión y no dar los alegatos
españoles como certeros. Buscando detener una escalada
diplomática sin embargo el monarca lusitano acepta que se
retiraría si la precedencia fuera española.
105
el Río de la Plata se considera dentro de las fronteras
propias.
106
Con respecto a la capitanía do Rey, como establece el ex
gobernador de la Colonia de Sacramento Sebastiâo de
Veiga Cabral:
107
Las disputas hispano portuguesas, como sabemos,
continuaron hasta el inicio del siglo XIX, disputa en la cual
el viaje de Solís, que pautó el Cabo de Santa María, hoy
Punta del Este, como punto de referencia de todos los
navegantes, no fue olvidado, convirtiéndose cada tanto en
una referencia de dominio por los españoles y de rechazo
por parte de los portugueses. Cuando se funda la Colonia
del Sacramento y ésta es tomada por los españoles,
obligando a una reunión de lusitanos e hispanos para
defender sus derechos, sobre la propiedad del Río de la
Plata y sus tierras aledañas, Portugal hacía retrotraer al
período inmediatamente anterior a la expedición de Martín
Alfonso en 1531, un consenso hispano – portugués inicial
que en realidad nunca existió, por el cual Solís y su viaje,
había sido rechazado por la Corona española. En el Alegato
portugués anónimo por la posesión de la Colonia del
Sacramento se da un sentido vindicativo de la posesión
portuguesa a las acciones tomadas por la expedición de
Gaboto. Según esta versión, tan alejada de la realidad
según la visión española, éste habría llegado con la expresa
orden de reparar la violación de soberanía cometida por
108
Juan Díaz de Solís quien había hecho actos de posesión
soberana, según decían, en la isla de San Gabriel:
109
Fue secretario ejecutivo de la Comisión Especial Permanente de la
Ciudad Vieja de Montevideo y posteriormente, director de la Unidad
del Patrimonio de la Intendencia de Montevideo.
110
con medios precarios, instrumental elemental,
documentación muchas veces engañosa y sabiendo de
relatos fantásticos capaces de amedrantar a varios. Pero
también y sobre todo, se bucea en las motivaciones que
dieron lugar a los hechos. Privilegiando lo contextual
frente a lo episódico. Se trata de Solís y sus circunstancias.
111
podrían ser usadas como saco de dormir.
112
presentarlo como ejemplo de lo dicho, podemos ver lo
dificultoso que puede resultar conocer cosas
aparentemente tan sencillas como el lugar de nacimiento
de algunos descubridores, hecho que suponemos en
ocasiones promovido por los propios protagonistas. Como
veremos más adelante, Juan Díaz de Solís es un ejemplo de
esta circunstancia y nos resulta suficientemente singular
como para mencionarlo. Más aún el caso de Cristóbal
Colón donde la creencia más extendida lo da como
genovés, aunque en los últimos tiempos ha crecido la
hipótesis que lo cree nacido en la isla de Ibiza. Se asegura
sí que hablaba en castellano «con cierto acento portugués»
y escribía en esa misma lengua pero usando «giros propios
del catalán». Otro tipo de situación, bastante reiterado, lo
constituye el de Américo Vespucio, quien a pesar de
tenérsele como poseedor de tan grandes méritos navales
como para influir en el nombre de un país y aún dar
nombre a todo un continente, sus relatos a menudo
notoriamente fantasiosos e incongruentes, han sido
puestos bajo sospecha, añadiendo también su cuota de
confusión.
113
De quedarnos con las versiones simplificadas y dadas por
totalmente ciertas de algunas historias que desde época
escolar venimos escuchando, arriesgamos caer en creer en
lo que nunca aconteció. El carácter secreto que llegaron a
tener algunas expediciones, sobre todo de Portugal, hacen
todavía más denso el velo que oculta también lo que en
realidad ocurrió por desconocer o al menos poseer escasa
información y no siempre de fiar.
114
tiempo no fue posible por ejemplo la determinación de la
longitud de manera fiable y además para ello se dependía
de que se dieran muy particulares condiciones
astronómicas. Para establecer completamente las
coordenadas de un punto determinando la necesaria y
esquiva longitud, hacía falta encontrar un mecanismo
preciso y posible de ser utilizado bajo cualquier
circunstancia. Ello recién vino a ocurrir con la fabricación
de un reloj de precisión o cronómetro por parte del
relojero inglés John Harrison en 1761, aunque la extensión
de su uso se hizo esperar un poco.
115
la cual nuestro personaje habría contado a su vez con
cierta información dada por un moribundo marino
portugués o vizcaíno al que una serie de circunstancias
fortuitas habrían hecho derivar su nave hacia unas islas
muy alejadas de Europa, refiriéndose tal vez a las del
Caribe. Agreguemos que se presume con razón que
también tenía una copia del mapamundi de Toscanelli
(1474), a quien se considera pudo haber incluso conocido.
116
12 de octubre de 1492, sino además a la propia Xipango
cuando tuvo oportunidad de viajar a Cuba a poco de su
llegada a una de las islas de las Bahamas (Guanahaní).
Buscaba en esa otra isla mayor el oro que se decía allí
abundaba. Para su decepción en esa isla no encontró tal
cosa. Y por supuesto, tampoco especias. Como es sabido,
el almirante de la Mar Océana, murió sin saber el continente
que había descubierto.
117
Molucas llegaba el clavo de olor la nuez moscada. Con el
clavo traído por la expedición Magallanes–Elcano que
completó por primera vez la vuelta al globo terráqueo, aún
con sus costosísimas pérdidas, logró obtenerse saldo
económico positivo. En esas mismas islas crecía la nuez
moscada, cuyo precio era superior al oro en peso.
118
empresas era necesario establecer una suerte de contrato
entre la corona y el navegante responsable, lo cual daba
lugar a las llamadas capitulaciones, de cuyos extensos y
siempre complejos textos surge como factor común un
claro interés por la obtención de bienes traídos de las
tierras destino de dichas expediciones. En las ya
mencionadas Capitulaciones de Santa Fe, vinculadas al primer
viaje de Colón, se establece traer de Oriente mercancías,
especies, oro y seda. Para el viaje de Solís, del que nos
ocuparemos más adelante, se expresa como objetivo
principal la búsqueda en América de un paso a la
Especiería navegando hacia el oeste. En el caso del viaje
que emprende Magallanes y que completa Elcano, se
menciona en las respectivas capitulaciones que «en las islas
del Maluco hay la especiería», de donde obviamente se
esperaba se regresase, como aconteció, con un cargamento
de los preciados aderezos. A Gaboto se le indica volver
cargado de especies, piedras preciosas, oro y seda,
reiterando sin demasiadas variaciones las mismas
ambiciones puestas de manifiesto en anteriores
capitulaciones. Las especias, siempre presentes. Obsérvese
la enorme influencia que llegaron a tener unas costumbres
119
gastronómicas afianzadas en Europa en los viajes de los
llamados descubridores.
120
bula que concediera derechos a éstos en cuanto al
descubrimiento realizado. Existían compromisos mutuos
entre las partes que favorecían lo pretendido. Se ha dicho
que fue un acuerdo entre un papa corrupto y unos reyes
ambiciosos. Bajo la presión y posterior fiscalización de los
reyes católicos, el papa emitió en 1493 una serie de bulas,
conocidas como bulas alejandrinas, de las cuales la
denominada Breve Inter caetera II es la que nos interesa por
fijarse en ella un meridiano distante 100 leguas de
cualquiera de las islas de Azores y Cabo Verde, al oeste del
cual lo descubierto o a descubrir será de los reyes de
Castilla y León. En dicha bula no se menciona a Portugal.
El antecedente inmediato de dicho documento lo
constituye una cédula real donde dicho meridiano pasaba
por las islas nombradas y no a 100 leguas de allí.
Obsérvese que el meridiano a que refería el texto papal,
adolecía de una notoria imprecisión para su fijación.
121
quedara por debajo de las islas Canarias. Los reclamos
lusitanos forzaron una negociación de varios meses en la
localidad de Tordesillas, España.
122
que se conoce como Tratado de Tordesillas, por el cual
básicamente se desplaza el meridiano establecido por la ya
descrita bula alejandrina, situándola ahora a 370 leguas al
oeste de las islas de Cabo Verde, comprometiéndose cada
una de las partes a no invadir la zona correspondiente a la
otra, otorgándose sin embargo como excepción el derecho
a las naves españolas de transitar por el área portuguesa,
siempre que dichas naves se dirigiesen a las tierras del
Nuevo Mundo. Se solicitó al papa la ratificación del
tratado, lo que no hizo Alejandro VI sino Julio II en 1506,
aunque a nadie pareció inquietar dicha postergación.
123
tratado tuvo una vigencia de 256 años. En efecto, con la
intención de poner fin a las largas las disputas que suscitó,
recién fue sustituido por el Tratado de Madrid de 1750,
por el que se decidió proceder a tomar referencias físicas
de carácter geográfico y a la instalación de marcos
fronterizos, de los cuales se conservan en nuestro país
vestigios de tres de ellos.
124
así como la costa de Brasil con vistosas referencias a su
flora y fauna, continuando la tradición de los llamados
mapas portulanos.
125
portugueses, lo que nunca pudo ser confirmado. Reunidos
por el monarca en 1508 un grupo de geógrafos y marinos
en Burgos, se organizó una expedición al Caribe ese
mismo año que en la que participó Solís, no logrando el
objetivo perseguido.
126
de la nueva expedición con el cargo de piloto mayor que
hasta entonces detentaba el florentino.
127
Tordesillas a partir de las declaraciones de Francisco de
Torres, uno de los pocos sobrevivientes del nada agraciado
viaje. Tal crónica la constituye la Historia general de los hechos
de los castellanos en las islas y tierra firme del mar océano. El diario
de viaje de Solís jamás fue encontrado.
128
al que se le asignaba el nombre de América, en honor al
célebre marino florentino, denominación que curiosamente
desaparece en un trabajo posterior del mismo cartógrafo
alemán.
129
aquellos que además de haber tenido una especial
trascendencia, han dado lugar a más de una interpretación,
así como en otros especialmente llamativos.
130
de toneles o «pipas» y que si tomamos como respetada en
este caso la tradición largamente conservada de que un
porcentaje de esos toneles se reservaba para transportar
vino, podemos hacernos una idea de la necesidad de un
nuevo reabastecimiento. Y así se hubiera dado para ello
otra oportunidad y la necesidad no hubiese quizá sido tan
perentoria, difícilmente se desaprovecharía. Si los cronistas
cuentan que en la llegada al lugar descubierto se llevó a
cabo tal tarea y considerando que el curso de agua citado
es el único en esos parajes, resulta bastante sensato
presumir que el mentado reabastecimiento se efectuó en el
mismo lugar donde el protocolo básicamente indicaba una
declaración de toma de posesión, corte de vegetación
circundante y colocación de una horca como símbolo de
ostentación de poder. La localización antes mencionada
cuenta además con la ventaja de protección frente a los
vientos predominantes (de ahí el topónimo «Playa
Mansa»). Un solo desembarco para los dos hechos.
131
La muerte de Solís
132
hombres ese fatídico 20 de enero de 1516, día en que al
decir del escritor argentino José Luis Borges con negra
ironía, «Solís ayunó y los indios comieron». Hoy es
ampliamente aceptado que tales indios no fueron charrúas
como se dijo durante mucho tiempo, sino guaraníes. Hay
investigadores que se alinean con el antropólogo Renzo Pi
Hugarte, quien supone que bien pudo tratarse no
exactamente de guaraníes, sino de pueblos guaranizados.
Solo nos detendremos en dos de las tantas versiones
relacionadas con lo ocurrido en aquella ocasión, por
revestir ambas curiosidad y hasta inverosimilitud,
advirtiendo que desde ellas se abren a su vez diversidad de
historias con diversidad de interpretaciones. Un árbol
particularmente frondoso.
133
el hecho de que quien vivió en un territorio prácticamente
deshabitado tuviera la suerte de ser encontrado por la
expedición de Gaboto más de diez años después de los
luctuosos hechos antes citados. En contra de lo que podría
suponerse, nunca fue llevado a España por haber
nuevamente desaparecido, siendo sospechado de traición
con quien lo encontró, en favor de unos indios con los
cuales al parecer se encontraba ya identificado. Este
personaje no figura en la crónica de Antonio de Herrera y
Tordesillas pues allí se expresa que del ataque de los indios
no hubo sobrevivientes y es recién por el citado Gaboto
que se sabe del mismo.
134
relato, Solís habría recién fallecido en 1552 con 82 años y
sus restos descansarían en el Cerro Piedras de Afilar, a
pocos metros de lo que se conocía entonces como «El
Cono».
135
El predescubrimiento del Río de la Plata
136
Malvinas. Tales méritos se los atribuye Vespucio a sí
mismo en una carta al también italiano Pietro Soderini,
fechada en Lisboa en 1504. No podemos de todos modos
dejar de recordar que en sus relatos, Vespucio no siempre
resulta creíble, entre otros aspectos por lo confuso de sus
textos y la inclusión de algunos rasgos fantasiosos.
137
según el libro mencionado, João de Lisboa habría
alcanzado una latitud que dista de la correspondiente a lo
que se conocía como Cabo Santa María. El historiador
portugués Texeira da Motas ha puesto en duda el valor
documental de lo dicho por Correia, entendiendo que no
es posible dar certezas de nombres, fechas ni longitudes
sobre lo supuestamente hecho por João de Lisboa en ese
supuesto viaje.
138
Comentarios finales
139
A riesgo de ser interpretado como producto de un
irreverente reduccionismo histórico, nos permitiremos
parafrasear en parte a Churchill y aventurar la idea que
nunca un limitado grupo perteneciente a clases pudientes
de algunas regiones del continente europeo, por su
refinado gusto en cuanto al uso de condimentos, tuvo
consecuencias tan vastas y trascendentes a lo largo del
mundo.
140
El tender a observar los hechos referidos de manera
fragmentaria y simplista, puede llevar a que no nos sea
posible percibir las cuerdas que movieron a hombres y
naves como parte de un complejo proceso regido por esas
dos causas de permanente presencia en la dinámica de las
sociedades, contribuyendo a perdernos en un engañoso
laberinto de novelescas aventuras desprovistas de ataduras
con su correspondiente contexto histórico.
141
142
La expedición de Juan Díaz de Solís en la
bahía de la Candelaria
Juan Antonio Varese
jvarese@gmail.com
143
Con motivo de cumplirse el quinto centenario del hecho
histórico de la llegada del piloto mayor Juan Díaz de Solís
al Río de la Plata y de la toma de posesión del puerto de
Nuestra Señora de la Candelaria, bahía de Maldonado, en
nombre de la corona de Castilla, emprendí la tarea de
enfocar la atención en la figura del piloto y su tiempo, sus
viajes, sus compañeros de ruta, logros y fracasos, en
especial respecto de la expedición emprendida en el año
1515 con rumbo al sur del continente americano con la
finalidad de encontrar un pasaje hacia el suroeste.
144
personajes y de las luchas hegemónicas entre España y
Portugal por alcanzar el legendario Maluco, La Meca de las
especias, por una ruta distinta a la tradicional, lo que
terminó por desembocar en un mundo nuevo.
145
acontecimientos que se hilvanan unos con otros como las
cuentas de un collar. Y a veces se llega a conclusiones
distintas a las del punto de partida, con lo que la historia se
enriquece y colorea como la más bella e imprevista de las
aventuras.
146
de Solís selló con su propia muerte la noticia del hallazgo y
el viaje realizado.
Capitulaciones
147
Francisco de Marquina y el contador y escribano Pedro de
Alarcón.
El libro de bitácora
148
efectuaban a las expediciones que retornaban, medida
rigurosamente cumplida con toda nave que volvía de
regreso y anclaba en las aguas del Guadalquivir.
149
La versión de Herrera, a diferencia de las de cronistas
anteriores, resulta más completa y con detalles que
permiten suponer que pudo haber tenido a la vista la
bitácora original del piloto o la narración de alguno de los
tripulantes, o por lo menos las actas levantadas al regreso
de la expedición, documentos que debieron extraviarse
desde entonces, tal como lo suponemos nosotros y lo
entienden a texto expreso el historiador chileno José
Toribio Medina y el americanista español Julián María
Rubio.
150
Conforme al texto de Herrera, la expedición de Solís se
hizo a la vela desde la villa de Lepe el 8 de octubre de
1515. Más precisamente debe entenderse que zarpó de la
localidad de El Terrón, recodo del río Piedras próximo a
Lepe y cercano a su desembocadura en el Atlántico.
Curioso el hecho de que no haya partido del puerto de
Sevilla o de Sanlúcar de Barrameda, donde se contaba con
mayores facilidades de maniobra y cargamento, pero se
explica y justifica en la necesidad de evitar el espionaje de
los embajadores portugueses en la figura de Solís, tanto
que ya habían hecho fracasar una expedición anterior hacia
el Maluco en el año 1512, terrible afrenta que todavía
resonaba en los oídos de Fernando el Católico y de Díaz
de Solís, por obra de las quejas y reclamaciones de Manuel
el Afortunado de Portugal, quien a instancias de su
embajador Mendes de Vasconcelos se había enterado del
viaje y utilizó todos los medios disuasorios para cancelarlo.
El Terrón era una pequeña localidad de pescadores y por
lo tanto era fácil de vigilar la llegada de espías o de
extranjeros.
151
de Torres, segunda esposa de Solís, y de Francisco de
Torres, su cuñado y segundo en el mando de la expedición.
152
No se mencionan fechas, por lo que es menester
suponerlas por el santoral. Llegados al río de Genero (de
Janeiro), que hallaron en 22 grados y un tercio,
continuaron hasta el cabo de Navidad en costa del
nordeste al sudeste con tierra baja, no parando hasta el río
de los Inocentes, que está en 23 grados y un cuarto y luego
fueron en demanda del cabo de la Cananea, que está en 25
grados.
153
anotaciones de Américo en compañía de Juan Vespucio, su
sobrino, en la que existirían referencias sobre el gran río
que su expedición bautizó como Jordán, en homenaje al
río sagrado de la Tierra Prometida. Seguramente contaba
también con alguna confidencia o adelanto sobre el río y
cabo de Santa María de labios de Juan de Lisboa o de
alguno de los marineros que integraron la expedición
portuguesa secreta de 1511. No lo sabemos oficialmente,
pero es posible suponerlo porque también en aquellos
tiempos, además de las precauciones oficiales de cada
corona, los datos corrían con abundancia en los bodegones
y mancebías, tanto de Sevilla como de los otros puertos
castellanos.
154
Desembarco en la Candelaria
155
mereció ser bautizada con el nombre de San Sebastián de
Cádiz.
156
punta rocosa protegida por una isla cubierta de palmas, las
actuales Punta del Este e Isla Gorriti. La península entre
rocas y arena que hallaron en 35 grados de latitud sur se
prolongaba a lo largo de una bahía semicircular de largo
seno que iba a rematar en otra punta que se orientaba hacia
el sur con decidido aspecto de cetáceo. Entre ambos
extremos divisaron una ensenada al abrigo del este y
sudeste y con buen fondeadero, el primero que
encontraban después de centenares de millas recorridas
desde el llamado puerto de los Patos, frente a la isla de
Santa Catalina. Un regalo del suelo, un refugio natural
después de largas jornadas de costas planas y arenosas sin
entrantes ni salientes que permitieran un cobijo contra
temporales y tormentas. Ya habían pasado 117 días desde
la partida de Lepe, tiempo razonable por tratarse de una
travesía afortunada, con alto porcentaje de vientos
propicios y poca demora en las aguas ecuatoriales.
157
más salientes de la tierra y el mar. Según el calendario que
colgaba de la recámara, la fecha correspondía la festividad
de la Virgen de la Candelaria, nombre que eligió para
bautizar el privilegiado lugar y del que tomarían posesión
en nombre de la Corona de Castilla.
158
los cánticos religiosos y ahora la de recitar los pregones.
Una docena de marineros, algunos con armas y otros con
barriles completaban el cuadro. Pedro de Alarcón, en
nombre y representación de los intereses del rey y como
escribano, era el encargado de controlar la ceremonia de
toma de posesión. En un arcón cubierto de pedrería
guardaba una copia de las instrucciones recibidas,
redactada con toda la cuidada caligrafía y minucia de su
espíritu burocrático. Dada la solemnidad del acto, de
seguro el más importante de su misión, le recordó a Díaz
de Solís los pasos que debía cumplir conforme a las
capitulaciones:
159
de la mar, poco más o menos, é a que parte é que
señas tiene[…]».
160
«[…] e haced allí hacer una horca é que algunos
pongan demanda ante vos é como nuestro capitán o
juez lo sentenciéis é determinéis de manera que en
todo toméis la dicha posesión, la cual ha de ser por
aquella parte donde la tomarédes é por todo su
partido é provincia o isla, e déllo sacaréis testimonio
signado del dicho escribano en manera que faga fée».
161
búsqueda a la que fue sometida.
162
Pocos días después Díaz de Solís ordenó que las dos
naves de mayor calado quedaran fondeadas en la bahía de
la Candelaria y partió a bordo de una carabela de velas
latinas y menor porte, rumbo a explorar las aguas del río
como mar que se abría ante ellos. Como buen piloto no
quería arriesgar la totalidad de las naves ante un destino
incierto y unas aguas que se iban tornando demasiado
tranquilas para tener rango de océano o mar abierto. Tomó
entonces rumbo al interior del río, a cumplir su fatídico
destino.
163
¿Quién era Juan Díaz de Solís?
164
Francisco López de Gómara (1511-1560)
165
A diferencia de otros conquistadores y célebres
navegantes, poco se sabe de su persona.
Nacimiento
166
ordenan la detención y secuestro de todos los bienes de
«… Juan Díaz, piloto, llamado Bofes de Bagazo, natural
de su reino de Portugal, andando en compañía de ciertos
franceses, robaron una carabela del dicho Rey, que venía
de la Mina, en que robaron más de 20.000 doblas, al cual
dicho piloto se dice que cupo su parte de este dinero, y que
ha sabido que está en nuestros reinos…».
167
El tercer documento (en realidad son tres pero que
tienen una unidad temática) lo constituyen tres cartas: dos
de Joao Mendes de Vasconcelos, embajador de Portugal
ante la corte de España, y dirigidas al Rey Manuel de
Portugal; y otra de este último dirigida al Rey Fernando de
España. Mendes de Vasconcelos, quien, tras reunirse con
Díaz de Solís en 1512, intentó infructuosamente que
regresara a Portugal y se pusiera al servicio de su Rey,
frustrando así el viaje previsto por entonces por la Corona
española al Nuevo Mundo. En ambas epístolas, y la
enviada por el Rey Manuel a su suegro el Rey Fernando, se
establece que «Joao Diz» (o también nombrado como «Jam
Dias de Solis») era súbdito portugués (a quien el ofuscado
embajador consideraba además un portugués ruin y
traidor), y que no quería regresar a Portugal porque temía
ser capturado por los crímenes cometidos.
168
huyendo a estos reinos de Castilla desde Portugal por
muchos crímenes y excesos que allá había hecho» (tomado
de la obra de Juan Antonio Varese) y que había invadido
sus dominios y que en sus tierras había cargado «palo
Brasil», reclamando su devolución. Efectivamente, ya
asesinado Díaz de Solís en el Río de la Plata, al regreso de
la expedición ésta había recalado en una factoría
portuguesa ubicada en el litoral atlántico —dominios de
Portugal— y había cargado quinientos quintales de
madera (palo Brasil, caesalpinia echinata) en forma
ilegítima.
169
navegación en Portugal, poseyendo conocimientos sobre
las rutas portuguesas y sobre su flota y estrategias (datos
estos que eran secreto de Estado).
Vida familiar
170
Blas Díaz era también piloto, trabajó en la Casa de la
Contratación, y se preparaba para participar de la
expedición a América en 1515, pero falleció el 28 de abril
de 1514.
Expediciones
171
que le permitiera a la flota española llegar a las islas de las
Especias.
172
de Solís fue tomado prisionero (había regresado sin su
carabela y había fundido sin autorización objetos de oro,
sin haberlos llevado para el reparto real). Varios cargos le
fueron instruidos, y el piloto permaneció en prisión más de
dos años (noviembre de 1509 a agosto de 1511), hasta que
fue absuelto e indemnizado.
173
Indias de 1552, afirmó que pese a la cancelación del viaje,
se llevó a cabo otro secreto y sustitutivo, con destino al sur
del continente americano. Y en esa oportunidad Díaz de
Solís habría predescubierto el Río de la Plata. Por tres
peticiones formuladas por Díaz de Solís al rey Fernando
podemos conocer parte de su conducta y aspiraciones.
Curiosas peticiones
174
¿Será que el rey lo compensó con estas mercedes por su
prisión injusta durante dos años y la suspensión de su viaje
de 1512?
175
de allí en adelante es lo siguiente…». (A continuación
empezaban a enumerarse las instrucciones).
176
sacaréis testimonio signado de dicho escribano, en manera
que haga fe…».
Bibliografía
177
Medina, José Toribio. Juan Díaz de Solís. Estudio Histórico.
Santiago de Chile: J.T. Medina, 1897.
178
La patria de Juan Díaz de Solís
Cultura artística en el Reino de Sevilla entre
1470 y 1516
Lic. Ignacio J. López Hernández
179
los sistemas defensivos españoles del Caribe sur durante la segunda
mitad del siglo XVIII, centrándose fundamentalmente en el estudio de
la ingeniería militar de las principales ciudades de Tierra Firme. Forma
parte de proyectos y grupos de investigación coordinados por el
Catedrático Dr. D. Alfredo J. Morales, participando en diversos
congresos y seminarios sobre la materia americanista. Ha pronunciado
diversas conferencias y publicado trabajos sobre temas histórico-
patrimoniales.
180
como todo el territorio se vería marcado con huella
indeleble a partir de la nueva realidad que se impuso en el
mundo en el crucial año de 1492. Así, ha de apreciarse el
desarrollo general que supuso para las poblaciones que
jalonaban el curso navegable del Guadalquivir y las
inmediaciones de su desembocadura, en torno a cuyas
costas se apostaron numerosos marinos buscando una
oportunidad de integrar algunas de las expediciones rumbo
al Nuevo Mundo. Igualmente, en ciudades de tradición
marinera, caso de Lepe, habitaron experimentados nautas
que acompañaron a los oficiales en las expediciones
indianas (1). Varios serían de hecho los leperos que
integrarían la expedición de Díaz de Solís rumbo al ignoto
paso transoceánico, en cuya derrota hallaría el que
denominó «Mar Dulce», allá donde encontraría la muerte
en 1516.
181
Lebrija, cuna del descubridor
182
documentación, se data por consenso su nacimiento en
torno al año de 1470.
183
quedó vinculado a su Lebrija natal, de la que tomó su
nombre.
184
Lebrija en el prólogo que hizo sobre su arte, a la serenísima
reina doña Isabel. Y hasta ahora hay un arco y figuras en la
plaza de la mesma villa» (7). Probablemente estos vestigios
se circunscribían a la primitiva cerca romana reformada en
época almohade, que hasta finales del XV ceñía la estrecha
trama urbana, y entre cuyas puertas se encontraba el
referido arco, posiblemente coincidente con la que salía
hacia Sevilla (8). Por ella debieron entrar los Reyes
Católicos en su camino desde Sevilla hacia Sanlúcar de
Barrameda en 1477, para lo cual se engalanaron calles y se
remozaron los espacios por donde había de transitar la
comitiva real (9). No sería aventurado pensar que un Solís
aún niño asistiera a tan destacado acontecimiento.
185
adheridas al contorno norte, sur y oriental de la cerca,
tanto por el interior como al exterior de la villa, tranzando
así el sentido de la expansión de la ciudad extramuros a lo
largo del siglo XVI (11).
186
atrincherarse (14). Cuatro décadas más tarde sería
demolido la mayor parte del conjunto por peligro de
derrumbe.
187
Cada una de las naves se corresponde con una capilla de
la triple cabecera de la iglesia, a las que se acceden por
sendos arcos de medio punto para las laterales y uno
apuntado para la central, espacio donde se venera la virgen
del Castillo, obra del último cuarto del siglo XIV, aunque
muy retocada en fecha posterior. Esta imagen, junto a un
interesante Crucificado articulado del siglo XVI, son las
únicas de la iglesia que hoy reciben culto desde época de
Solís. Se trató de la primitiva parroquia de la villa, estatus
que perdería en favor de la iglesia de Santa María de la
Oliva, motivo por el cual, poco después de la muerte del
descubridor, la diócesis instaba a la parroquia a realizar
labores de limpieza y consolidación de sus muros, dado el
abandono del que fue víctima a comienzos del siglo XVI
(17). Precisamente la iglesia parroquial de Nuestra Señora
de la Oliva se constituye desde entonces como el principal
hito artístico y monumental de la ciudad. Junto con la
ermita del Castillo, supone uno de los principales
exponentes de la arquitectura mudéjar sevillana
configurada en torno al arco de herradura apuntado, una
tipología edilicia que, pese a tener un referente tan directo
en la antigua aljama de Sevilla, en pie hasta mediados del
188
siglo XV, apenas generaría unos pocos ejemplos, solo
presente también en la provincia en Sanlúcar la Mayor y
Carmona, además de en la iglesia de San Marcos de la
capital (18). La fábrica primitiva se construyó en el siglo
XIII en tiempos de la repoblación de la ciudad por
Alfonso X, aunque transformada y remodelada entre el
último cuarto del siglo XV y finales del siglo XVI. De la
iglesia mudéjar del XIII y principios del XVI se conservan
hoy los cuatro primeros tramos de las tres naves,
configurados por la intersección de arcadas
perpendiculares que arrancan de pilares cruciformes,
generando así 16 espacios independientes cubiertos por
bóvedas sobre trompas con labor de lacería de ladrillo (19).
La solución resulta especialmente interesante por no
concebir un espacio longitudinal a la usanza tradicional,
conectando, como apreciaría Velázquez Bosco, con una
tipología cercana, salvando la escala, a la mezquita-iglesia
del Cristo de la Luz de Toledo (20). Desde 1475 y durante
la mayor parte del siglo XVI se sucederán los trabajos de
ampliación de la cabecera, donde se añadió un tramo más
por cada una de las naves laterales y dos en la central,
conformando el último la capilla mayor.
189
Este nuevo
sector es el que
mejor
representa el
tránsito desde
los últimos
resabios de la
arquitectura
gótica al
Renacimiento,
con la presencia
aquí de
nervaduras en
la capilla mayor
conviviendo con bóvedas vaídas casetonadas. Las obras se
iniciarán a instancias del Arzobispado por su maestro
mayor Francisco Rodríguez, sucediéndole a partir de 1503
otros maestros como Miguel Ayllón y Hernán Ruiz II, a
quien se debe la proyección de la sacristía concluida en
1583 (21). Completaba el conjunto en tiempos de Solís el
claustro de planta cuadrada, obra iniciada y concluida
durante el último cuarto del siglo XV, aunque muy
190
reformada en épocas posteriores (22). Redefinen el aspecto
actual de la fábrica las obras llevadas a cabo con motivo de
los destrozos ocasionados por el terremoto de 1755
llamado de Lisboa, momento en el que se construirá el
campanario siguiendo el modelo de la Giralda de Sevilla.
191
el despuntar del quinientos, refieren los anales de la ciudad
que representantes de las familias nobiliarias hispalenses
acompañaban al rey católico en su lucha contra los últimos
levantamientos musulmanes (24). Esta empresa política de
tradición bajomedieval, contrastaba con la modernidad
gubernamental requerida para controlar el territorio de
ultramar recién descubierto por el almirante Cristóbal
Colón. Del mismo modo, la economía feudal fue sustituida
por un naciente capitalismo, basado en intercambios
comerciales entre la península y el Nuevo Mundo. Este
creciente mercado permitió adquirir productos hasta ahora
desconocidos en uno y otro lado del Atlántico, iniciando
un tráfico mercantil en el que las únicas monedas eran el
oro y la plata (25). Precisamente, dichos metales eran
abundantes en América, por lo que la explotación de sus
minas por los españoles supuso el enriquecimiento de la
Corona. Este beneficio se particularizó en Sevilla, cuyo
puerto, al ser interior y el principal del Guadalquivir, fue
designado como puerta de Indias. Asimismo, la fundación
por los Reyes Católicos en 1503 de la Casa de la
Contratación convirtió a dicha urbe en el eje
administrativo de todo el país, obteniendo el monopolio
192
del comercio indiano y consolidando una transformación
cultural que la asomaba al Siglo de Oro (26). Prueba de ese
renacer humanístico fue la fundación dos años más tarde
de la Universidad de Sevilla por Maese Rodrigo Fernández
de Santaella tras la promulgación de una bula por el papa
Julio II, convirtiéndose en una de las primeras instituciones
docentes de toda la nación (27). A ella se le sumaron los
Estudios de San Miguel, Santo Tomás y, ya a fines de siglo,
las fundaciones de enseñanza jesuitas, completando un
entramado de instituciones universitarias que
contribuyeron al acercamiento del Humanismo a las élites
sociales.
193
regulase la partida de las cuantiosas expediciones, caso de
la ordenada por los Reyes en 1493 a Juan Rodríguez de
Fonseca, quien debía realizar los preparativos desde Sevilla.
También desde el puerto hispalense partió Nicolás de
Ovando en 1502 junto a treinta y dos naves y acompañado
por el dominico Fray Bartolomé de las Casas (28). Es el
mismo caso de la expedición capitaneada por Pedrarias
Dávila con destino a la «Castilla del Oro» en 1514, de la
que formaban parte los mercaderes genoveses Agustín
Vivaldo y Nicolás Grimaldo, el hidalgo Diego Márquez o
el portugués Juan de Tavira (29). Esta confluencia de
personajes generó una sociedad heterogénea y caótica,
inabordable para el visitante y engorrosa para el sevillano,
que evocaba a la «Nueva Babilonia» que más tarde
describiría Lope de Vega.
194
otros tiempos. Esta burguesía, enriquecida gracias al
comercio y representada por los Enríquez de Ribera,
sustituyó a familias como los Ponce de León en los cargos
de gobierno, necesitando de una proyección de su poder
mediante el uso de la imagen. Por ello, protegieron a
artistas foráneos formados en la estética alla antica y
promovieron la introducción de un nuevo estilo en un
contexto acostumbrado a la tradición gótica. Esta
modernización fue favorecida por un incesante tráfico de
estampas, relatos y descripciones que detallaban las últimas
creaciones de los grandes artistas del Renacimiento
italiano, pues el propio don Fadrique Enríquez de Ribera
mantuvo una estrecha vinculación con la familia Médici, se
integró en los círculos neoplatónicos florentinos y visitó
Jerusalén y Roma, alcanzando un refinamiento visible en
las obras locales por él patrocinadas. En Sevilla germinaba
un ambiente alejado de la concepción del viajero alemán
Jerónimo Munzer, quien en 1495 afirmó que la ciudad
estaba llena de recuerdos árabes. Tan solo varios lustros
más tarde, el embajador veneciano Navagero calificó el
ambiente sevillano como el más semejante al de las
ciudades italianas, denotando un distanciamiento de lo
195
medieval como génesis de una centuria fructífera para las
artes (30). Este cambio de mentalidad se manifestó en
reuniones en las que artistas, oradores, músicos,
humanistas y aristócratas intercambiaban pareceres e ideas,
como germen de las tertulias que frecuentaron a lo largo
de la centuria intelectuales como Mal Lara, Arias Montano
o Fernando de Herrera.
196
concibiéndose en planta de salón, de cinco naves cubiertas
con bóvedas de crucería, siendo la central más alta y ancha,
capillas entre los contrafuertes, tres entradas en los pies,
dos en el crucero y otras dos en la cabecera. En el exterior,
se suceden una serie de arbotantes y contrafuertes en
consonancia con la estética gótica predominante en todo el
conjunto (31). Al frente de las obras se sucedieron varios
arquitectos durante el cuatrocientos, destacando la
producción del maestro Carlín, constructor de las portadas
menores del templo. En el tránsito hacia el siglo XVI,
otros culminaron las labores principales, como Simón de
Colonia, quien finalizó la capilla de la Virgen de la Antigua,
o Alonso Rodríguez, el cual cerró el cimborrio en 1506.
No obstante, pasado cinco años, la caída de uno de los
pilares produjo el derrumbe del crucero, encargándose de
su reconstrucción el arquitecto Juan Gil de Hontañón, para
cuya empresa fue asesorado por Enrique Egas y Juan de
Álava. Junto a estos trabajos, Hontañón trazó las capillas
de alabastro de la Inmaculada y la Encarnación, parejas a
las que años más tardes realizó Diego de Riaño utilizando
los modelos clásicos (32).
197
A esta línea estética respondían las obras efímeras de las
fiestas organizadas por las instituciones locales, cuyos
diseños supusieron un adelanto en la renovación producida
desde los primeros años del siglo XVI. Al utilizarse
materiales baratos para la construcción de los arcos
triunfales, exequias o monumentos, los artistas tenían la
posibilidad de experimentar con nuevos esquemas y
motivos tomados de libros y grabados llegados desde otros
puntos. De entre todas las celebraciones, destaca la entrada
del rey Fernando en 1508, para cuyo recibimiento se
alzaron una serie de arcos triunfales a través del recorrido
desde la puerta de la Macarena hasta la Catedral. Estas
arquitecturas temporales no solo ofrecían novedades en su
composición, sino que acogían un programa iconográfico
que alababa al rey católico mediante multitud de relieves y
pinturas debidas a varios creadores. Entre ellos destaca un
desconocido pintor apellidado Villegas, a quien se deben
varios de los pendones que decoraron las naves utilizadas
por Magallanes en sus viajes, y por cuya actitud ha sido
considerado como uno de los primeros pintores de la
ciudad en reclamar su arte como de categoría liberal según
la tradición humanista italiana (33).
198
Singular protagonismo tuvieron algunos escultores
llegados desde Francia a fines del siglo XV. Es el caso de
Lorenzo Mercadante de Bretaña, quien al realizar los
relieves para las portadas catedralicias del Bautismo y del
Nacimiento demostró un dominio superior de la técnica en
relación a otros escultores locales, caso de Pedro Millán
(34). Igualmente, el sepulcro del cardenal Cervantes, sito
en la capilla de San Hermenegildo, es ejemplo del dominio
del alabastro por parte de este escultor. La obra ofrece un
programa iconográfico en el que se unen los escudos
heráldicos, imágenes de profetas y temas alusivos al
difunto. De forma paralela, los artistas italianos favorecían
los encargos de las familias hispalenses con sepulcros,
retratos y portadas renacentistas que debieron suponer una
novedad en los primeros años del quinientos. Entre ellos,
destaca el del cardenal Diego Hurtado de Mendoza,
esculpido por Domenico Fancelli en 1508 e instalado en la
capilla de la Virgen de la Antigua. A partir de este hito, se
inició una continua importación de piezas de mármol de
Carrara, financiadas por destacadas familias sevillanas en
emulación de los grandes humanistas europeos. Prueba de
ello son los sepulcros de don Pedro Enríquez y su esposa
199
doña Catalina de Ribera, realizados por los escultores
italianos Pacce Gazzini y Antonio Maria Aprile da Carona
(35). A este último, se debe la portada del palacio familiar,
denominado comúnmente como Casa de Pilatos, resuelta
según los modelos conocidos por el marqués de Tarifa en
su viaje por Italia entre 1518 y 1520. En su trayecto visitó,
entre otros edificios, la Cartuja de Pavía, donde el
repertorio decorativo clásico es empleado sobre una
estructura gótica. Este mismo esquema sigue el frente del
palacio sevillano, tomado como punto de partida de la
escuela renacentista local y precedente de la producción de
arquitectos como Hernán Ruiz II a fines del siglo (36).
200
relieves llegados a la catedral procedente del taller de los
Della Robbia, produjeron una ruptura con la antigua
tradición mudéjar en favor de una nueva técnica de
cerámica pintada (38). A partir de aquí, fueron abundantes
los talleres locales que se dedicaron a fabricar objetos cuyas
decoraciones asentaron la estética italiana.
201
XVI lo que permitió esta confluencia de estéticas y
creaciones. La apertura de la ciudad, su vinculación con el
Nuevo Mundo y su interés por evocar un pasado mítico
glorioso, explica que Carlos I la eligiese para celebrar su
matrimonio con Isabel de Portugal, momento de singular
trascendencia en la vida sevillana, pues logró reunir a
políticos, literatos, artistas y músicos prodigiosos,
representantes del Humanismo europeo.
NOTAS
202
de la información la obra de RUBIO, Julián María. La
Exploración y conquista del Río de la Plata. Paraguay, 1942.
(7) MAL LARA, Juan de. Recibimiento que hizo la muy noble y muy
leal Ciudad de Sevilla a la C.R.M. del Rey D. Felipe… Estudio,
edición y notas Manuel Bernal Rodríguez. Sevilla, 1992, p. 115.
203
finales del reinado de Felipe III. El padrón de Bula de Santa
Cruzada de 1620. Revista de Humanidades, 2009, nº 16, p. 64.
(14) Plano del Castillo de Lebrija, Cartoteca del Centro Geográfico del
Ejército. Ar.G-T.7-C.3-456. (15) BARROSO VÁZQUEZ, Mª
Dolores. Patrimonio Histórico… op. cit., p. 35.
204
(21) MORALES, Alfredo J. Hernán Ruiz el Joven. Madrid, 1996,
p. 77.
205
(28) ESLAVA GALÁN, Juan. Una encrucijada humana. En:
MARTÍNEZ SHAW, Carlos (ed.). Sevilla. Siglo XVI. El corazón
de las riquezas del mundo. Sevilla, 1993, pp. 28-29.
206
destaca el enterramiento de Baltasar del Río en la Capilla Scala,
pues a pesar de pertenecer a una fecha más reciente, supuso el
culmen de la estatuaria funeraria renacentista sevillana.
HERNÁNDEZ DÍAZ, José. Retablos y esculturas. En:
AA.VV. La Catedral… op. cit., p. 263.
207
208
Visión geopolítica de Europa en el inicio del
siglo XVI
Dr. Jorge Enrique Méndez
209
superaba a todas las demás flotas del resto de las naciones
de Europa Occidental hasta que la Inglaterra de Oliverio
Cromwell decidió que el dominio de los mares debía ser el
principal objetivo estratégico del Imperio Británico, lo que
así sucedió desde el 1694.
210
con los cañones hacia territorios respecto de los cuales
ellos sabían que no les pertenecían.
211
vocación colonialista, que la llevó a poseer tierras en esta
América, en África y en Asia (de donde fueron echados
por los japoneses durante la 2ª Guerra Mundial).
212
más naciones, no ha variado mucho en los primeros 16
años del siglo XXI.
213
va del XXI, en perjuicio de las incipientes naciones de
Hispanoamérica y de África.
214
intervención del Estado en la economía, la mano invisible
de Adam Smith).
215
Los territorios del Río de la Plata, que carecían de oro y
plata, fueron considerados por mucho tiempo como
«tierras sin ningún provecho» hasta 1616 (exactamente 100
años después de la llegada de Díaz de Solís al Río de la
Plata), cuando Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias,
primer gobernador criollo por haber nacido en tierras
americanas), introdujo ganado vacuno en la Banda Oriental
dando comienzo así a la «Vaquería del Mar», con lo que se
designó a la nueva riqueza que aportó el negocio de los
cueros y luego el de las carnes saladas.
216
Plata, siendo Buenos Aires su puerto de salida, ciudad esta
última que culminó su fundación en 1580.
217
en consecuencia, decidieron reivindicar sus derechos,
dando lugar finalmente al proceso de la independencia de
estas colonias de España a partir de los primeros años del
siglo XIX.
218
Por su lado, el Renacimiento de los siglos XII y XIII
generó enormes beneficios, y los capitales consiguientes
fueron aportados para las empresas que giraban alrededor
de la navegación hacia el Nuevo Mundo, así como para
satisfacer los reclamos provenientes de las elites europeas,
que colmaban sus refinados gustos con piedras preciosas,
sedas del Lejano Oriente, perfumes y especias.
219
con el objetivo de impedir la intermediación de los turcos y
posibilitar a las monarquías europeas poseer la mayor parte
de las riquezas que les permitieran continuar financiando a
los viajes marítimos hacia el Nuevo Mundo, por un lado, y
llegar al autoabastecimiento por otro. Para ello, las
Coronas española, portuguesa, inglesa, holandesa y
francesa respaldaron a los navegantes dispuestos a
enfrentar los riesgos que significaba entonces hacerse hacia
un mar aún desconocido.
220
No obstante, como hemos visto, ingleses y franceses se
las ingeniaron para quedarse en el transcurso del tiempo
con las riquezas que iban llegando a España, mientras esta
nación comenzaba lenta pero seguramente un declive que
culminó con la Guerra Civil de 1936 al 1939, cuando la
recientemente creada república española fue derrotada por
el fascismo franquista, que retornó a la monarquía.
221
nacionalismos racistas, llegaron sin más al eurocentrismo,
con el que dominaron al resto del mundo desde el siglo
XV hasta después de la 1ª Guerra Mundial (1914-1918),
momento en que fueron sustituidos (hasta ahora) por el
naciente y poderoso Imperio norteamericano.
El Nuevo Mundo
222
Balboa al atravesar el istmo de Panamá en el año 1513 y
llegar al Océano Pacífico, lo que permitió concluir en que
era posible continuar la ruta hacia Oriente por mar. Esta
circunstancia hizo concluir a algunos españoles que estos
nuevos territorios constituían un obstáculo en la ruta hacia
las Indias.
223
importantísima fuente de riquezas para España,
iniciándose poco después la conquista de América de
manera sistemática.
224
exhibieron como modelo único de cultura la de Europa y
sus valores, despreciando a las indígenas. Lo mismo
hicieron en el resto del mundo ingleses, franceses y
holandeses (L. Maiztegui, ob. cit.).
225
brasileños cuyos objetivos eran obtener indios para
esclavizarlos y todo el oro que pudieran.
226
La Corona española en el inicio no envió a sus ejércitos
ni comprometió sus riquezas para la conquista y
colonización de América, sino que en vez permitió un
sistema por el que los particulares contrataban con la
monarquía las Capitulaciones para el cumplimiento de
ciertos servicios públicos, siempre en nombre de la
Corona. Ésta solo se hacía cargo del control de la empresa
privada, mientras que los particulares debían hacerse cargo
de financiar las expediciones corriendo con todos los
riesgos, armar sus barcos y marineros, y avituallar las
naves. El título de Adelantado les permitía recibir cargos
políticos y militares, derecho a construir fortalezas,
gobernar los territorios descubiertos, repartir tierras e
indios, acuñar moneda y eximir del pago de ciertos
impuestos, todo lo cual les otorgaba a los Adelantados un
enorme poder. A cambio, los Adelantados debían ceder a
la monarquía la quinta parte de todas las riquezas que
pudieran descubrir, que se llamó el «quinto real».
227
XIX. Napoleón «barrió» prácticamente con todas las
monarquías (salvo la británica), las que desde entonces
hasta hoy dejaron la impronta absolutista para convertirse
en constitucionales, es decir, limitadas por normas jurídicas
de rango superior, en que los reyes ya no reinan sino solo
representan simbólicamente al Estado.
228
La Guerra de Secesión
229
pese al libre comercio así implantado, España logró que el
comercio con las colonias permaneciera como antes, es
decir, dentro del monopolio exclusivo y excluyente. Pero
esta política falseadora llevó a la larga —inicios del siglo
XIX— a la independencia de las colonias americanas en
base a las reivindicaciones de las burguesías portuarias
criollas (L. Maiztegui ob. cit.).
230
inhóspitos a lomo de burro, cuando ello pudo solucionarse
navegando por el Atlántico desde Sevilla directamente
hasta Buenos Aires o Montevideo. Pero todo fue en aras
de las pingües ganancias para los comerciantes de Sevilla, y
luego para los de Cádiz (Sevilla debió ser sustituida por
Cádiz cuando el río Guadalquivir comenzó a hacerse
innavegable por el lodo).
231
el «Plan para la Política Exterior en Occidente» (John
Elliott, Los Imperios del Mundo Atlántico).
232
(mayúscula nuestra). Agrega luego: «Esos 185 mil
kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben
ser considerados como el primero de muchos
otros préstamos amigables de América,
destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario
sería asumir la existencia de crímenes de guerra,
lo que daría derecho no solo a exigir la
devolución inmediata, sino la indemnización por
daños y perjuicios». Y más adelante expresó:
«Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del
Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han
hecho los hermanos europeos un uso racional,
responsable o por lo menos productivo de los
fondos tan generosamente adelantados por el
Fondo Indoamericano Internacional?
Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo
dilapidaron en las batallas de Lepanto, en
armadas invencibles, en terceros Reichs y otras
formas de exterminio mutuo, sin otro destino
que terminar ocupados por las tropas gringas de
la OTAN, como en Panamá pero sin canal».
233
Conclusiones
BIBLIOGRAFÍA
234
Dougherty y Pfaltzgraff. Teorías en pugna en Relaciones
Internacionales. Grupo editor Latinoamericano, 1993.
Marín, Cristina; edit. Los amos del mundo al acecho. Planeta, 2015.
235
236
Encuentro de culturas y algo más
Mtro. Gonzalo Abella
237
pueblos de la selva húmeda subtropical, especialmente
parcialidades de la macro etnia guaraní.
238
uno de sus nombres originarios: la Tierra de Abyayala.
Pero el nombre no es lo esencial.
239
Pascua, llamada Rapa Nui por los isleños vecinos, era
llamada te pi t te ho’ o (ombligo del mundo) por los
aborígenes australianos, que la recuerdan en leyendas sobre
los dreaming times de sus ancestros, y que describen los
enormes mohái de la isla con hogueras en sus cumbres,
faros para el intercambio de semillas y del territorio
adecuado para las prácticas de reciprocidad.
240
años y se re-sembró en la sierra del Yerbal olimareña. La
coca, cultivo tropical, fue muy utilizada en la montaña.
241
estela de muerte y horror que había empezado 500 años
atrás con el saqueo de la llamada Tierra Santa en las
primeras cruzadas, que había seguido en la región francesa
de Languedoc contra bons chrétiennes y albigenses, y que
había hecho arder en la hoguera a templarios y hombres y
mujeres con pensamiento libre. La Iglesia a su servicio
había creado la Inquisición. Llamada realmente la
Congregación del Santo Oficio, la Inquisición se instaló
tempranamente en Lima y desde allí ejerció su temida
vigilancia. Pero su objetivo principal en Abyayala no era
quemar indios infieles en la hoguera, lo que también hizo
cuando lo juzgó necesario para la salvación de sus almas.
Su objetivo principal era que las tierras, las minas, los
frutos de Abyayala, quitadas a los pueblos originarios, no
cayeran en manos de herejes, ni de árabes y judíos
disfrazados de cristianos, ni de personas poseídas que
hacían tratos secretos con el Diablo. El propio virrey de
Lima temía al Inquisidor, especialmente si debía ocultar en
su árbol genealógico algún «cristiano nuevo» convertido en
tiempos lejanos.
242
portugués. Pero en los hechos los conquistadores
controlaban menos de la tercera parte de Abyayala. Había
zonas de montaña y de selva donde la invasión no había
llegado. Los imperios precolombinos sucumbieron
rápidamente, ante la indiferencia de los pueblos oprimidos,
pero las comunidades resistieron y resisten. En las
praderas, que era el ecosistema más desprotegido ante la
acción militar invasora, los pueblos adoptaron rápidamente
elementos de los invasores. Así, por ejemplo, los pueblos
de la pampa, de la pradera oriental-entrerriana y el far west,
adoptaron rápidamente el caballo a su vida y a su guerra
defensiva.
243
y en el ritual, y hasta creencias europeas precristianas que
los inmigrantes humildes trajeron casi de contrabando.
244
es Docente en la Escuela Municipal de Jardinería. Es Miembro
fundador de la Asociación Uruguaya De Arquitectura De Paisaje
(AUDADP).Miembro de la Internacional Federation of Landscape
Architects (IFLA). Miembro de la International Council on
Monuments and Sites (ICOMOS). Miembro Experto del Comité
Internacional Científico sobre Paisajes Culturales. Desde 2013 es
Presidente de la Comisión Asesora Patrimonial del Municipio de Santa
Lucía.
245
ellos para ver cómo eran las costas de otros países y de
otros hemisferios».
246
comparte una interesante descripción paisajística que la
expresa de esta manera:
247
uruguayo, expresa que: «el paisaje uruguayo es una entidad
geográfica, confluencia de la geografía física y la geografía
humana, como el escenario de un gran diálogo que como
dice Hegel, entre la Naturaleza y el Espíritu. Existen
elementos primarios del paisaje, relieve, flora, fauna, estado
peculiar de la atmósfera».
248
cuchillas. Los geólogos hablan en este caso de un relieve
senil o epilogal, limado por el desgaste de los milenios.
249
de la pradera, al igual que lo observación que realizó Dom
Pernety, podemos afirmar que los árboles se concentraban
en los montes de los ríos y en las hendiduras de las sierras.
250
los trópicos, tiene un esplendor y un brillo desconocidos
en el norte europeo».
251
«En medio de tan vasto escenario inanimado, podríase
ser llevado a decir que la tierra, como en los días primeros
del Génesis, está desordenada y vacía. Todo era yermo,
inánime, solitario» (5).
Explica que lo divino será ante todo «el prisma del cual
Colón interpreta lo Natural y lo Humano».
252
quedará de manifiesto en sus diarios de viaje, llenos de
descripciones detalladas de animales y plantas.
Para Colón los nativos no eran más que parte del paisaje
natural del Nuevo Mundo, una determinante convicción
europea de su superioridad cultural.
Daniel Vidart (7) nos expresa que «el tema del Otro, es
esa temible y a la vez despreciable criatura configurada por
el extranjero, el enemigo, el infiel, el bárbaro o el salvaje,
instalados en escenarios desmesurados o malignos —la
selva, el desierto, la estepa interminable—...».
253
«… Escenario físico de una peripecia humana signada
por el encuentro-desencuentro entre los naturales de
América y los navegantes llegados desde la Península
Ibérica.».
254
la Banda Oriental del río Uruguay. La mirada de occidente
tergiversó la realidad nativa en los inicios de la penetración
europea», expresa Daniel Vidart.
255
español, o Dias, si era portugués, ya que este es aún un
tema controvertido.» (7)
256
busca del paso entre los grandes océanos. Había que
ganarle de mano a los portugueses». (7)
257
cortaron las manos largas de los aventureros españoles y
portugueses que amenazaban hacer pie en el territorio de la
Banda Oriental para 'colonizarlo'.
258
costero, llegando en febrero de 1516, al estuario del Plata,
que llamó «Mar Dulce».
259
desembarco en diversos puntos de la costa, en Maldonado,
en Montevideo o en el arroyo Solís Grande.
260
Ante el fracaso de la expedición de Solís, se preparó una
nueva para explorar las costas americanas y encontrar el
paso que abriera el deseado camino a las Indias.
261
Vasco Núñez de Balboa (España, 1475- Panamá, 1519)
atravesando el territorio del istmo de Panamá, descubrió
un mar el 25 de setiembre de 1513. Lo denominó «mar del
Sur». Éste se ubicaba detrás de las tierras descubiertas por
Colón, ratificando por lo tanto que la tierra descubierta
por aquel era un nuevo continente.
262
Vidart considera que Funes nos ofrece «una peculiar
versión de aquella trágica jornada».
263
fluviales del Mar de Solís, que tenían sus fuentes en el
corazón de América.»
264
Finalmente dice el relato que Solís desembarca en la
margen izquierda del arroyo de las Vacas en Carmelo o en
inmediaciones de Punta Gorda.
265
Río de la Plata: mapas y nominaciones
266
Los primeros mapas del continente americano
presentaban una amplia información expresada en sus
líneas de costas. El resto del continente al igual que los
actuales océanos, eran vacíos que presentaban
ilustraciones de seres mitológicos o monstruosos.
267
la eternidad en una existencia dichosa y feliz, en medio de
paisajes verdes y siempre floridos, bajo el sol, por
contraposición al Tártaro (donde los condenados sufrían
eternos tormentos).
268
Entre 1492 y 1498 se abrió ruta marítima hacia las Indias,
Vespucio aportó más información sobre el nuevo
continente y en 1500, Pedro Alvares Cabral (Portugal,
1467 -1520) descubrió Brasil.
Para los nativos «los sitios geográficos así como los seres
humanos y la fauna, no están arriba, debajo, o a sus lados,
simplemente los rodean.»
269
hombre mismo. Se sepultaron las piedras. Cambio de color
en el paisaje».
270
Isidro Más de Ayala (12) expresa que «la primera
denominación culta recibida por el Río de la Plata fue la de
Río Jordán, dada por la expedición de Coelho en la que
venía Vespucio en 1502, y por ello Varnhagen sugiere que
debieron entrar en sus aguas el 13 de enero, día del
bautismo de Cristo» en el río Jordán.
271
En 1527 Gaboto denomina isla de las Palmas a la actual
isla Gorriti, por el dominio del único vegetal de porte
existente en la misma. En el mismo año García de Moguer
denomina al Río de la Plata como Río de Aos (ao: perro de
agua).
272
Una Real Orden de Felipe II de 1608, decide «reducir»
los indígenas en vez de eliminarlos.
273
como he procurado determinar siempre la posición de
todas las alturas o puntos notables, porque marcando a
continuación, con la brújula, estos lugares cuya latitud me
era conocida encontraba fácilmente, por el cálculo, su
diferencia de longitud».
NOTAS
274
(6) Garduño, Everando. La Conquista de América. El problema del
otro. Tzvetan Todorov. Artículo. México, SciELO. Unam, 2010.
275
Algunas consideraciones poco frecuentes
sobre la relación entre la navegación y la
conformación de la sociedad uruguaya
Dr. Antonio Lezama Astigarraga
276
Departamento de Arqueología del Instituto de Antropología. Allí crea
en el año 2000 el Programa de Arqueología Subacuática. Desde
setiembre de 2009 organiza, en el Centro Universitario de la Región
Este de la Universidad de la República, un Centro para la Investigación
del Patrimonio Costero, a través del cual impulsa una experiencia
renovadora para la academia por su integración de actividades de
investigación, docencia, extensión y gestión patrimonial.
277
estaba sometida a lo que se conoce como el último período
glaciar (el Pleistoceno) y, cuando en estos territorios
todavía habitaba la llamada «megafauna», animales de
grandes dimensiones: como el mamut, el mastodonte, el
gliptodonte, el perezoso gigante, el tigre de dientes de sable
y el caballo. Esos primeros pobladores eran grandes
cazadores y se aprovecharon de una fauna que no estaba
preparada para enfrentar un enemigo altamente
especializado.
278
desarrollos desiguales, regiones que, a la larga, serán
determinantes de nuestro destino.
279
La otra región prehistórica es la «andina», refiriéndome
esencialmente a los Andes del centro y norte. Allí la
búsqueda de nuevos recursos pondrá su acento en la
domesticación de plantas, de la que lograrán el desarrollo
de una verdadera agricultura basada en el maíz y la papa.
Pero también en la domesticación de animales, lo que les
permitirá contar con una verdadera ganadería en base a la
cría de llamas y alpacas. Estos avances tecnológicos
generan las condiciones para un desarrollo permanente de
las fuerzas productivas: a más esfuerzo, más producción,
más gente, más esfuerzo, etc. Condiciones que,
probablemente estimuladas por desde algunas zonas en
que la concentración de recursos posibilitó la vida
sedentaria y el aumento de la demografía, provocaron,
desde hace unos 4 mil años, el surgimiento y desarrollo de
sociedades estratificadas —las llamadas «altas culturas»—
las cuales, ya en una dinámica que podríamos llamar
«moderna», en la que se retroalimentan los estímulos
sociales con los ideológicos, generaron un desarrollo de las
técnicas y de las artes, capaces de sustentar un crecimiento
del sistema en todos los planos. De esas técnicas, porque
será determinante de nuestra historia, destaco solamente
280
aquí la metalurgia, en la que alcanzaron, con la salvedad de
no haber dominado la fundición del hierro, un dominio
completo.
281
pesa a lo largo de toda la consiguiente historia del
territorio, porque, de una manera revolucionaria,
transforma lo que hasta entonces eran obstáculos —las
grandes cuencas fluviales que mencionamos— en vías de
comunicación. Toda esa vasta región será, siempre a
grandes rasgos, el territorio de las lenguas arawakas. En
particular —y ya refiriéndome en particular a la región
sudatlántica— posibilitando la existencia de lo que los
colonizadores llamarán la «lengua general», el tupí-guaraní,
una herramienta de comunicación que permite, como el
inglés actual, que los habitantes se comuniquen, aunque
tengan sus propias lenguas, a través de toda la región.
282
presencia de objetos exóticos a centenares de kilómetros
de distancia como nuestro «antropolito de Mercedes». Pero
también se descubre a través de los testimonios
etnohistóricos (las descripciones que hicieron los primeros
habitantes europeos de estas regiones). Pondré un ejemplo
recogido de la expedición de Sebastián Caboto, quién fue
el primero en circular extensamente por la cuenca del Plata
entre 1527 y 1530, cuando éste, encontrándose en el río
Paraguay, recibe información de una canoa de indios que
venían del río «Uruay» (Uruguay), a donde habían ido a
«contratar» (comerciar) sus productos.
283
esta región en comparación con el extraordinario
desarrollo de la región «andina».
284
Río de la Plata y, ese hecho, signará nuestro destino
histórico.
285
años a intentar, infructuosamente, llegar hasta la «Sierra de
la Plata» por la vía de la cuenca del Plata. Agrego que las
joyas que le proporcionaron los náufragos fueron las
únicas que obtuvo en su intento y que, agradecido por
haber sobrevivido, donó a la iglesia de Sevilla a su regreso
a España, donde quizás se encuentren hasta el día de hoy.
286
desnivel) puede, desde el Atlántico, alcanzarse la cuenca
del Río de la Plata.
287
Pero lo más singular es que ambas fracasan, ninguna
llega a la «Sierra de la Plata», Affonso debe contentarse con
dejar un puñado de hombres al pie del planalto —a cargo
de Joao Ramalho, desertor portugués que desde hacía
décadas vivía en el lugar y estaba emparentado con los
caciques locales— y Mendoza, peor aún, muere en el
intento junto con 1400 de los 1800 hombres que había
embarcado, obligando a los 400 sobrevivientes a buscar
refugio junto a los indios guaraníes de la localidad indígena
de Lambaré, en donde ahora está la ciudad de Asunción.
288
Por el lado español, esas expediciones que partían de la
rebautizada «Asunción», terminarán por encontrarse con
las avanzadas españolas de la conquista del Perú,
encuentro que tuvo como efecto, en palabras de los
propios paraguayos, el de «desencantar la tierra». No sería
por allí que se conquistaría al «Rey Blanco».
289
recurrir todos los expedientes portugueses para instalarse
en la serie de localidades portuarias que caracterizarán a la
que, entonces, se conocerá como Costa del Brasil.
290
vuelta al África. Sin embargo, es por la propia importancia
de la ruta africana (la «vuelta de África») que, en su viaje de
ida, se pega peligrosamente a la costa sudamericana, que
Portugal debe, imperativamente ocupar los puertos del
Brasil que, de otro modo, serían ocupados por potencias
navales enemigas.
291
históricas. Sucede que, mientras se desarrollan estos
procesos, la región andina, que habíamos abandonado en
la prehistoria, es ocupada por los invasores españoles.
Éstos, luego de repartirse un inmenso botín, buscarán el
origen de esos metales y descubrirán, en 1545, las minas
del «cerro rico de Potosí». Potosí era, literalmente, una
montaña de plata y, casualmente, está situada sobre un
afluente del Río de la Plata.
292
Ruta que, tan rápidamente como fue abierta, será
prohibida por las autoridades españolas. Sin entrar en
detalles, diré que las cantidades de metales preciosos que se
sacaron del Perú y el descubrimiento de la existencia de
minas que podían mantener ese abastecimiento, trastornó a
la monarquía española que creyó que aquel manantial
inagotable era la solución definitiva a su crónico déficit
fiscal. La estrategia elegida para asegurarse que esa plata
llegue hasta el gobierno es el control estricto de toda su
ruta, control que, con los rudimentarios medios de la
época, solo puede intentarse haciéndola pasar toda por el
Callao, el puerto de Lima, sede del gobierno colonial y
dirigirla hacia el Caribe en donde es transportada a España
por el sistema de flotas y galeones.
293
leyes de la economía, que por aquí, clandestinamente,
nunca deje de fluir la plata.
294
Es que el negocio del azúcar brasileño, que necesita
destinar buena parte de sus beneficios a los recursos
necesarios para el abastecimiento de esclavos, se
beneficiará notablemente con la incorporación al circuito
comercial de la plata del Potosí, relativamente mucho más
barata que la que se obtiene por la venta del azúcar en el
mercado europeo.
295
cantidades significativas, en el proceso de purificación de la
plata mediante el método de la amalgama.
296
administrativo colonial, con sus jefes y sus funcionarios.
Es por ella que se construyen fortificaciones y se
mantienen cuerpos de ejército. Es teniéndola por objetivo
que se organizan empresas comerciales. Que se crían mulas
y bueyes para el traslado de los productos desde y hacia
Potosí y que se asientan estancias con ese propósito. Es
por ella que se plantan trigales y se muele harina. Es por
ella que se talan árboles para hacer tablas para fabricar
carretas y embarcaciones. Por ella que se construyen
depósitos, supuestamente para contener solo cueros. Es
por ella que se organizan las grandes vaquerías, la caza del
ganado salvaje por su cuero, práctica que fomenta el
desarrollo del gaucho y otros habitantes de la campaña. Es
ella que dinamiza la actividad del pequeño comercio, que
requiere animales para el abasto, ropas, etc.
297
Es que, a partir de 1640, cuando Portugal se independiza
de España y los portugueses vuelven a convertirse en
«enemigos», las cosas se complican para que la población
de ese origen —y es bueno recordar que estamos hablando
muy mayoritariamente de «portugueses del Brasil» y no de
Portugal— siga organizando el contrabando desde el
propio puerto de Buenos Aires. Es necesario encontrar
otra alternativa y ésta se decanta con la fundación, en 1680,
de Colonia del Sacramento, en la otra orilla del Río de la
Plata, en el puerto natural más cercano a la propia Buenos
Aires.
298
Santa Catalina, que le correspondían por el Tratado de
Tordesillas, incluidas las «Misiones del Paraguay» a cambio
de la famosa «Colonia» y que Portugal, en el mismo
episodio, hizo todo lo posible para que ello no sucediera,
como no sucedió.
299
comercio directo entre los principales puertos de América
y de España, pero todas esas medidas son tardías y no
fueron suficientes para evitar el desenlace provocado por
las guerras napoleónicas.
300
La primera en reaccionar a la participación española en
las guerras napoleónicas es Inglaterra, ya en 1806, cuando
España y Francia todavía eran aliadas y ambas participan
juntas en la batalla de Trafalgar, de la que resultará el
dominio británico de los mares, cuando lleva adelante una
expedición de conquista del Río de la Plata, nuestras
conocidas «invasiones inglesas»; expedición a la que se
asocian cerca de un centenar de embarcaciones mercantes.
Fracasada la empresa por causa del inesperado patriotismo
de los rioplatenses, los ingleses se deciden por lo que es ya
su principal estrategia de desarrollo, el libre comercio, en la
que los precios y no las armas deciden de los beneficios
comerciales. El libre comercio requiere, como base
imprescindible para poder sostenerse, la independencia de
estas regiones del Reino de España y, como complemento
directo, la libre navegación de los ríos.
301
locales dependió siempre de las chances que veía a la
aplicación de aquellos.
302
navegación fue, en aquellas circunstancias, determinante en
la conformación de nuestro devenir histórico.
Eso era no ver que, con el transcurso del siglo XIX, pese
a las dispendiosas guerras civiles que los afectaron, todos
los, hasta entonces, pretendidos países de la región, fueron
transformándose en tales. Esto es contar con una
administración que llega a todo el territorio, una moneda,
unas leyes y un sistema de comercio e inversiones que se
va amoldando a ella. El desarrollo del ferrocarril, que
303
como elemento de comunicación/cohesión interna
acompaña este proceso, hará el resto. En cada una de las
naciones los productos concurren cada vez más hacia SUS
—con mayúscula— puertos, donde el Estado controla la
entrada y salida de productos. Cada una moderniza sus
terminales portuarias. Cada vez más los productos del
litoral argentino se encaminan hacia Buenos Aires,
mientras que los productos «gaúchos» van hacia el puerto
de Río Grande.
304
Una mirada al Río de la Plata desde el
patrimonio industrial
Prof. María Julia Burgueño
Leonardo Da Vinci
305
El Río de la Plata y el patrimonio industrial es un dúo
poco común de considerar y hasta podría decirse que se
suele mirar con indiferencia. Pero en verdad necesita de
una valoración significativa para entender la identidad del
Uruguay desde la «Banda Oriental pradera, frontera y
puerto» a la actualidad.
306
acompañadas por delirios de dominación de diferentes
manifestaciones.
307
conservación es un absurdo. Por lo que se ha debido
pensar en nuevos usos para el legado preservado. Un tema
de discusión permanente en el ámbito académico.
308
es el relato de los diferentes grupos, las diferentes historias
que van dando también diferentes sociedades en el ámbito
mundial. También porque se lo diferencia en material e
intangible.
309
También en el análisis del tema patrimonial, se hace
imperioso una revisión del concepto de territorio y su
vinculación directa a aquél.
310
transformación y en ella conviene fundamentar su
proyecto».
311
En Inglaterra por 1950 comienza el debate de distintas
expresiones del patrimonio, tal el caso de bien cultural para
no seguir identificándolo solamente con «monumento».
312
definición más acabada. En la Carta de Nizhny Tagil
definió:
313
investigar y discutir sobre esta temática. También se
iniciaron las experiencias turístico-patrimoniales, de tipo
minero- industrial y de los ferrocarriles.
314
arquitecturas, ingenierías y culturas del agua, entre tantos
otros, desde su inicio en 1999.
315
La Declaratoria de Unesco como Patrimonio de la
Humanidad al Paisaje Cultural Industrial Fray Bentos es
una puesta en valor real del patrimonio industrial, en la
región del bajo río Uruguay
316
disciplinas. Sus características geomorfológicas y
geográficas con su valor histórico y sociológico así como
su importancia geopolítica en esta región de América del
Sur nos llevan a una reflexión constante en todos los
campos del saber académico pero también económico y
político.
317
de un sistema de vida institucional de los dos territorios
que ocupan sus márgenes: Argentina y Uruguay.
318
productivo desde su descubrimiento a principios del siglo
XVII hasta hoy.
319
estudios históricos, arqueológicos, recuperación de la
memoria popular, etc.
320
de industrias vinculadas a la producción ganadera como los
saladeros y frigoríficos, así como la industria textil.
321
comprobable proliferación de talleres y de toda clase de
industrias en el ámbito rioplatense.
322
No menor es el tema de las industrias que crecieron al
servicio de las demandas y necesidades del ferrocarril. «La
producción uruguaya encontró en los rieles y el puerto un
canal privilegiado de vinculación con el mercado mundial».
323
Sin duda en el período 1930-1955 se dio un proceso de
industrialización que cambió estructuralmente la economía
del Uruguay.
324
La fábrica Sudamtex llegó a ocupar 45.000 metros
cuadrados de superficie, con una ubicación estratégica, por
su cercanía al Río de la Plata, tanto a su costa como al
puerto. Lo que le permitió abastecerse de agua para su
producción así como de fuel-oil, a través de cañerías
conectadas directamente a los barcos que llegaban al
puerto de Colonia.
325
A modo de conclusión
326
cada comunidad donde se encuentra ese bien patrimonial
se vea identificada y se sienta involucrada.
327
Al decir del economista Miguel Ángel Álvarez Areces
«tratando, como es una constante en las activaciones
patrimoniales de 'dar futuro' a nuestro pasado».
328
329
Las artes visuales en los 500 años
Martín Ferrario
330
que se dio en llamar «Encuentro de Culturas», desde el
área de Bienes Culturales de la Dirección General de
Cultura de la Intendencia de Maldonado surgieron dos
propuestas que buscaron privilegiar a las artes plásticas y
visuales como protagonistas en esta conmemoración.
Ellas fueron la exposición «500 años» y el «Gran mural de
los 500».
331
diálogo que existe entre las diferentes expresiones
culturales y artísticas.
La mirada del arte contemporáneo interroga o dialoga
con las diferentes versiones sobre el proceso histórico
que nos agrupa. Para ello se invitó a participar a artistas
que con su obra se acercan a alguno de los temas
generales de la propuesta expositiva: la cartografía, lo
nativo, lo foráneo, lo natural, el pensamiento crítico, o la
recuperación histórica.
La exposición propició un marco pedagógico a través de
visitas guiadas que fueron programadas durante las
semanas siguientes al comienzo de clases con más de
quince escuelas de Maldonado participantes.
La exposición fue visitada por más de 2.300 personas,
siendo una de las más concurridas en la historia del
museo San Fernando.
La curaduría de esta exposición fue realizada en conjunto
con el Lic. Gabriel Lema, Coordinador de la Escuela de
Artes Plásticas y Visuales de la Intendencia
Departamental de Maldonado.
Artistas intervinientes:
332
Anhelo Hernández nació en 1922 en Montevideo,
Uruguay. Entre 1935 y 1941, estudió escultura y dibujo
con Alberto Savio, discípulo de Aristide Maillol. En 1941,
ingresó a la Escuela de Artes Aplicadas y estudió con
Antonio Pena, Edmundo Pratto y Federico Moller De
Berg. En 1942 ingresó como alumno de cuarto año a la
recién formada Escuela Nacional de Bellas Artes y asistió
al taller del escultor Severino Pose. A finales de 1942
ingresó al Taller de Joaquín Torres García, del que formó
parte hasta la muerte del maestro en 1949.
En 1947 realizó su primera exposición individual como
miembro del Taller Torres García en el Club Tacuarembó
(Tacuarembó). En 1969 obtuvo por concurso, la beca de
la Unión de Artistas Plásticos de Uruguay para estudiar y
trabajar en la Escuela Superior de Arte de Berlín, donde
su mentor en los estudios de grabado fue el Profesor
Arno Mohr.
Entre 1944 y 1953 trabajó como profesor de dibujo en el
Liceo Departamental de Tacuarembó. Entre 1954 y 1957,
como profesor de dibujo en la Escuela Industrial de San
Ramón, Canelones.
333
En 1976 partió al exilio en México donde, durante 11
años, Anhelo trabajó como portadista para Siglo XXI
Editores. De 1983 a 1987 fue también profesor de la
División de Postgrado de la Escuela Nacional de Artes
Plásticas, UNAM, México.
En 1989 ingresó por concurso como profesor Grado 5 al
Taller Fundamental de Libre Orientación de Estética del
Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes – IENBA,
Montevideo.
En 2003 recibió el Premio Figari a la trayectoria. El 2 de
diciembre de 2005 fue declarado Ciudadano Ilustre por la
Junta Departamental de Montevideo.
Falleció en Montevideo el 11 de marzo de 2010.
334
Museum of Latin American Art, California (EEUU),
Colección Engelman-Ost, Montevideo, entre otras.
Recibió el Premio Paul Cézanne y el Premio Salón
Municipal (1992). Fue diseñador de montaje en la Bienal
de Venecia (2009) y director artístico de la Bienal de
Montevideo (2012). Ha obtenido premios y menciones
como: Premio a la Formación, 1992; Salón Municipal,
Museo Juan Manuel Blanes, Montevideo; Nuevo Premio
«Paul Cezzane», 1992-Museo Nacional de Artes Visuales,
Montevideo.
Sus obras figuran en colecciones públicas como el Museo
de Arte Contemporáneo de Montevideo y la Embajada de
Francia en Uruguay, y la Colección Engelman-Ost; y en
colecciones privadas en Argentina, Uruguay, Brasil,
España, Francia y Estados Unidos.
335
pintura y frescos en el Instituto de Arte Contemporáneo.
En 1963 se instaló en Francia donde vive y trabaja desde
entonces.
Tuvo su primera exposición individual en el Ateneo de
Montevideo en 1947.
Desde 1959 ha realizado numerosas exposiciones
personales en galerías y museos en Montevideo, Buenos
Aires, Rio de Janeiro, San Pablo, Santiago de Chile, New
York, Londres, Manchester, Vermont (USA), Haarlem
(Holland), Amsterdam, Rotterdam, Tourcoing (Francia),
Santa Fe de Granada (España), La Habana, Bogotá, Cali,
Birmingham, Michigan, Coral Gables (USA) y Panamá.
Su obra se encuentra en museos en Rockefeller
Foundation en New York, Collection Banque Rotschild
en Zurich, Museum of Modern Art en New York,
University of Texas Art Museum en Austin, Museo d’Art
Moderne en Paris, Museum Hedendaags Kunst Utrecht
en Holanda, Museo de Artes Visuales en Montevideo,
Museos de Arte Moderno de Río de Janeiro y de San
Pablo. Fundación Torcuato di Tella y Fundación Pipino y
Marques de Buenos Aires, Museo de las Américas de
Managua, y en prestigiosas colecciones públicas y
336
privadas en Uruguay, Chile, Argentina, Brasil, Colombia,
Venezuela, Perú, Cuba, Panamá, Francia, Inglaterra,
Holanda, España, Italia, Estados Unidos, México,
Nicaragua.
337
ARENA organizada por la Liga de Fomento de Punta del
Este.
Ha obtenido diversos premios y distinciones entre los que
se destacan Beca Artes Jóvenes C.A.P. (Comisión de
Artes Plásticas), Concurso Knoll, Bienal de Salto y en
varias ediciones del Salón Municipal de Montevideo.
Su obra se encuentra en diversas colecciones en Uruguay,
Argentina, Brasil, España, Estados Unidos, Londres,
París, Paraguay y Chile.
338
publicaciones brasileños. En 1962 recorrió España,
Francia e Italia gracias a una beca del Ministerio de
Educación y Cultura de Uruguay.
Desde los años 1960 comenzó a explorar los objetos
cotidianos por medio de instalaciones. Fundó en 1971 el
Centro de Expresión Artística (CEA) donde durante más
de 30 años formó a numerosos artistas. En los años 1970
su investigación se centró en pinturas blancas cortadas
por líneas hasta que, en los años 1980, la línea se
transformó en materia: palitos, papeles, cajas, en
composiciones volumétricas. En 1963 y 1985 representó
a Uruguay en la Bienal de San Pablo, en 1991 en la IV
Bienal de La Habana y en 1997 en la XLVII Bienal de
Venecia. En 1996 recibió de parte del Banco Central del
Uruguay el Premio Figari por su destacada trayectoria y
aporte al arte visual uruguayo. Falleció en Montevideo en
el año 2006.
339
urbanas, dirigido por Antoni Muntadas; Teoría de la
imagen, a cargo de Vincent Delpeux; Taller de video,
dictado por Marcel Odenbach; y de la clínica Informe de
campo, a cargo de Justo Pastor Mellado.
Ha realizado catorce exposiciones individuales y
participado en más de cincuenta muestras colectivas en
Uruguay, Perú, Brasil, Argentina, México, Suecia,
Venezuela, Italia, Francia, Alemania y Estados Unidos.
Representó a Uruguay en varias oportunidades, entre las
que se destacan: 53º Bienal de Venecia, Italia; Afuera!
Arte en Espacios Públicos, Córdoba, Argentina; II y IV
Bienal del Mercosur, Porto Alegre, Brasil; Bienal de
Grabado de Buenos Aires, Argentina; VII Bienal de La
Habana, Cuba; Bienal Internacional de Estandartes,
México; V Bienal Vento Sul, Curitiba, Brasil.
En el año 2001 el Ministerio de Educación y Cultura le
otorgó el Gran Premio Nacional de Artes Visuales por el
tríptico Prueba de cielo.
Fue invitado al II Festival de Arte Multimedia en Belfort,
Francia; al Intermodem Intermedia Festival en el Modem
Art Centre, Debrecen, Hungría; a la residencia del Latin
American Roaming Art (LARA) en Colombia, y
340
recientemente al 33º Panorama da Arte Brasileira en el
Museo de Arte Moderno de San Pablo, Brasil.
341
Award y el Premio a la Investigación Artística y
Científica. Expuso en el Binghamton University Art
Museum (2013), Medieval Trinitarian Templespace del
Museo Kiscell, Budapest, Hungría (2010), entre otros
destacados museos y galerías en diversos países.
En 2003 fue invitado por la Tate Modern de Londres a
dar una conferencia y presentar un video sobre sus
creaciones. En 2004 el Museo de Arte Samuel Dorsky de
SUNY New Paltz organizó la primera retrospectiva de la
obra de Cardillo. En 2011 el Nassau County Museum of
Art de Long Island realizó la exposición retrospectiva
«Jornadas de la memoria», que incluyó obras realizadas
por el artista a lo largo de cuatro décadas.
342
Municipal “Dr. L. Roselli”, Nueva Palmira. Museo
Histórico Casa de Rivera, Durazno. Museo del
Patrimonio Regional, Rivera. AMEC Espacio Cultural.
2014- Frontera Seca. Al Pie de la Muralla Espacio
Cultural. Arquitectura Luso-Brasileña en Uruguay. Museo
Regional Carolino. 2013- Arquitectura Luso-Brasileña en
Uruguay (Fotograma 2013) Museo “R. Francisco
Mazzoni”. De cerca y de lejos, Museo “R. Francisco
Mazzoni”. 2012- De las vaquerías al alambrado. Galería
Jacksonville. Al mismo tiempo. Galería Jacksonville.
2011- Al mismo tiempo. Al Pie de la Muralla Espacio
Cultural. Museo “R. Francisco Mazzoni” (Fotograma
2011) De las vaquerías al alambrado. Museo Dr.
Fernando Gutiérrez, Trinidad. Escuela Rural N° 85, Altos
del Perdido, Soriano. Teatro Gral. Artigas, Cardona.
Escuela Hogar, Miguelete. Liceo Daniel Armand Ugón,
Valdense. Casa de la Cultura, Mercedes (Bicentenario).
Faros del Uruguay, Casa de la Cultura. 2010- De las
vaquerías al alambrado, CERP, Rivera. Centro
Universitario, Rivera. Faros del Uruguay, Al Pie de la
Muralla Espacio Cultural 4793 km2, Galpón del Molino
Espacio Cultural, Garzón. Casa de la Cultura, Maldonado
343
(Día del Patrimonio) Arboretum Lussich, Punta Ballena.
2009, 4793 km2 Al Pie de la Muralla Espacio Cultural. De
las vaquerías al alambrado, Museo Regional “R. Francisco
Mazzoni”. Museo Municipal “Dr. L. Roselli”, Nueva
Palmira, Casa de las Artes, Fray Bentos. 2008- De las
vaquerías al alambrado. Al Pie de la Muralla Espacio
Cultural, Casa de la Cultura, Artigas. 2007- De cerca y de
lejos, Discount Bank, Punta del Este. 2006- Patagonia
Sur, La Lupa Libros. Colaboraciones: El País Cultural: N°
890 / Noviembre 2006. Revista Dossier: N° 20/2010 N°
17/2009 N° 7/2008 N° 6/2008 N° 5/2007. Libro: “400
años de Historia de la Ganadería en el Uruguay”. Aníbal
Barrios Pintos. Ediciones Cruz del Sur, Montevideo 2011.
344
345
El «Gran mural de los 500»
Otra de las iniciativas fue la idea de confeccionar una
gran mural mosaico compuesto por 500 obras, donde se
invitó a participar a 500 artistas plásticos de todo el país y
la región para que —con total libertad temática y de
técnica— plasmaran su impresión sobre este
acontecimiento.
Por parte de la organización se le proveyó a cada uno de
los artistas un lienzo de 30x40 donde debieron realizar el
trabajo, contando incluso con escultores que apelando a
la creatividad buscaron dar versatilidad a ese soporte para
llevar a cabo su obra.
Dado que fue una tarea de largo aliento, en febrero 2016
se realizó el lanzamiento de la propuesta y se presentó —
ya terminado— en fecha del 109 aniversario de la ciudad
de Punta del Este —5 de julio de 2016— en el Complejo
Cultural Gorlero (Ex ANCAP). Es plan es que el mural
recorra el resto de los departamentos de la República. El
montaje final abarcó una superficie de aproximadamente
70 metros cuadrados, pudiendo adoptar diferentes
conformaciones según el lugar de exposición, lo que lo
torna muy versátil.
346
Se trató de un importante ejercicio colectivo
demostrativo del actual nivel de nuestros artistas en
nuestra sociedad, y que permite dar a conocer su arte y
creaciones en una muestra muy especial.
Es de destacar el trabajo que realizó desde la Dirección
General de Cultura un equipo de funcionarios liderado
por el Subdirector General de Cultura Dr. Fernando
Cairo, el autor de esta nota Martín Ferrario (curador) y el
galerista Sr. Sebastián Manuele Guria que actuó como
coordinador general, que hicieron posible la concreción
del proyecto y la exhibición del mural.
También es de destacar muy especialmente la buena
disposición de los artistas que, expresándose libremente,
asumieron el desafío y compartieron generosamente su
creación, y que también donaron sus obras a la
Intendencia de Maldonado para que formaran parte del
singular mural. También se recibió un amplio respaldo y
colaboración de parte del Municipio de Punta del Este.
La Dirección General de Cultura está orgullosa de haber
podido concretar este ambicioso proyecto y hoy exhibirlo
a la comunidad.
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ÍNDICE
Introducción………………………………………5
350
La persistente persecución del poniente.
351
Encuentro de culturas y algo más.
Martín Ferrario………………………….………….339
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353