Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
7.el Dorado - Liborio Zerda
7.el Dorado - Liborio Zerda
EL
DORADO
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Biblioteca Popular de Cultura Colombiana
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Liborio Zerda
EL
DORADO
-TOMO 11~-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
I
Oeseoso de corresponder a 10 excltoclon con que me ha honrado el
senor Redactor del Popel Periodica IIustrado, para contribuir con mi pe-
queno contingente en esta bello e interesante publiccclcn quincenal, doy
p.rincipio extractando 10 porte principal sobre antigUedodes hallados en
10 laguna de Siecha, de un informe que di a 10 sociedad etnoloqlco de
i13erlin.Este extracta ira precedido de algunos consideraciones etnol6gi-
cas que se relacionan con el osunto de este escrito.
Ahora dedico esta figura con algunos otras que representan los C05-
tumbres, los ldolos, utensilios y ceremonias religiosas de los Chibchas,
de los Panches, de los antiguos Chocoes y pobladores de Antioquia, para
ilustror estas Iineas en el Popel Periodico, si el senor Redactor tiene a
bj~n su publicaciOn.
-5-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
-6-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Pasado este largo período, debió principiar el que los poetas llaman
edad de plato, es decir, la vida de relaciones entre los diferentes fa-
milias esparcidas en la superficie de la tíerra, entonces habitable. Lo
'edad de plota fue lo época en que principió el verdadero estada social
I que sigui6 a la simple asociación de familia; a esta última han retro-
gradado los pueblos primitivas de nuestro continente, refugiodos en lo
I parte rec6ndita de las selvas, perseguidos por la vorógine de la. conquis-
I ta; deprimidos, degradados de sus derechos y olvidados par nuestros an-
I tepasadas y por nosotras mismos. Con un esfuerzo de parte de nuestros
gobiernos, estas familias se pueden salvar aún del exterminio y atraer
a la civilización y al progreso.
Muy largo debió ser el período durante el cual los hombres reuni-
dos en el hogar doméstico por el culto y servicio del fuego vivierO!"en lo
infancia del estado social. Reducidos sus conocimientos útiles en los artes
manuales, o lo fabricación de vasijas de tierra cocida necesarias en sus
menajes; a la construcción de instrumentos de modero o de piedra,
para estas mismas artes manuales, para hacer sus chozas o cabañas y
para sus faenas agrícolas; y a la confección de armas poro la guerra.
}Los disenciones entre las diferentes familias, las condujeron natural-
(mente o lo guerra tumultuoso de familia contra familia y de tribu con-
i tra tribu, sin que ella tuviera influencia notable, ni en su exterminio,
ni para constitutuírse por el derecha de la fuerza, en agrupaciones que
fueron la base de un mejor estado social. Tal fue el estado en que en-
contraron los conquistadores y principalmente las misioneros cristianos,
las familias y tribus de los caribes, salivas, achaguas, jiraras, betoyas,
arllacas, etc.
A lo edad de plata. en la que tuvieron origen los flechas armadas
l.ccon
. aristas de pescado, las aljabas, dardos y masas de madera y los
~achas e instrumentos de piedra, siguió lo época del perfeccionamien-
i to de 'los instrumentos de piedra, hechos de cuarzo indiano, de exquisitos
I,silíceas, de obcidiana ,y en general de fragmentos de rocas duras, silf-
ceas o metam6rficas. Esta época se ha designado edad de piedra. M.
¡ Mortillet ha enseñado que la industria representado por los istrumen-
I\tos de silex, se perfeccion6 gradualmetne. "En los asientos inferiores del
-7-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
Esta época fue llamado edad de bronce, porque el cobre que ••••.••
en esto ligo, de la Que se han encontrado diversos instrumentos, fue el
metal más importante, tanto porque reemplazó lo modera y lo piedrq
en lo fabricación de instrumentos guerreros y agrícolas, como por(J~¡
con el oro V lo plato le dieron muy variados aplicaciones industrial"s JI!J
,. :':¡¡j,
artlsticas. 1':
:¡~'
',:1,
1". Se na •••• así .1 ••••• tor ••••" por las i••.,ltdllCie•••• diluvio", ••• "
.ca ,,'''ica ctletefM"a.
-8-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-9
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
Pero la ley del progreso social. no dio tregua o los tribus y nociones
americanos Que marchaban lentamente hacia él; era indispensable que
lo civilizodón europeo viniera en ayuda del continente descubierto por
Colón. Desgraciadamente muchos de los conquistadores de estos poíses
fueron aventureros insaciables en su sed de oro, y no comprendieron
la importancia de una selección progresivo y pa<:ífi<:ade estas populosas
naciones.
- 10-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
11
Si es verdad que el descubrimiento del Nueva Reino de Granada, he-
cho por Cristóbal Colón, y que hoy constituye la Unión Colombiano en
honor de este intrépido navegante dio origen a innumerables hechos de
audacia y de valor inmortalizados con la gloria de los conquistadores de
este extenso territorio, y de ellos el de Vasco Núñez de Balboa, que des-
cubrió el mar del Sur u Océano Pacífico, descubrimiento que el arte ha
idealizado con su magnífico pincel, también 'es ,cierto que gran parte del
ardor con que acometieron sus gloriosas empresas, fue estimulados por el
deseo de la adquisición de las fabulosas riquezas, cuya historia se ha per-
petuado con el nombre del Dorado. No es de ertrañarse, pues, que la
historia gloriosa de la conquista esté acompañada de las relaciones exa-
geradas de las inmensas riquezas de los primitivos pobladores de estas
regiones.
La primera provincia de tierra firme de la América Ecuatorial que
poblaron los españoles, fue la de Santa-Marta, nombre que le fue dado
por el Adelantado D. Rodriga de Bastidas, por haber arribado a ella el
día 29 de julio de 1525, día consagrado en honor de Santo Marta. El
cuantiosa botín en oro que tomaron los conquistadores o los indios Gayras,
Tagangas y Bondas, fue el primer estímulo adquirido en la vía de la co-
dicio, y el primer paso que dieron en esas grandes y numerosos peripecias
guerreras que a tantos hombres costó la vida. La tropa española, seduci-
da más que por el brilla de sus armas por el brillo del oro conquistado,
sacrificó a su Jefe, quien quiso conservar estas tesoros para los gastos
generales de su expedición.
-11-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
·Después d~ los primeros encuentros que tuvieron los españoles con los
valeros~ Bandos en 1526, el capitón D. Pedro Vadillo recogió en 1527,
entre Santo-Marta y Ria-Hacha, una gran cantidad de oro que repartió
entre sus soldados en las llanuras del Orinoco. En el valle de Buritica,
Gorda de Lerma en 1529 recibió de los indios un rico tributo de paz; y
del valle de T ayrona regresó a Santa-Marta D. Pedro de Lerma con se-
~nta mil castellanos de oro. En la vuelto que dieron dichos conquistado-
res por el valle de Upar y Cesare, llegaron hasta los mórgenes del río
Lebrija y recogieron cuarenta mil castellanos de oro.
- 12 -'-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Todos los cronistas refieren que desde el arribo de los primeros conquis-
todores a las regiones ecuatoriales de América, obtuvieron el conocimien-
to de que sus moradores poseían muchas riquezas; pero D. Juan de Cas-
tellanos en sus Elegías de varones ilustres de Indias, en una versificación
llamada de octava rima, hace mós elegante y atractiva su narración.
-13-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
-14-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
III
Los antiguos ,habitantes de las altas regiones de los Andes colombIa-
nos, principalmente los de la nación Chibcha, tenían adoratorios en sus
poblaciones, tales como el gran templo de Iraca en Tundama, cerca de
Sagamoso, en donde los conquistadores creyeron encontrar el Dorado, y de
donde Sugamuxi era Cacique y Pontífice supremo; y los templos de Bacatá
y Chía, cerca de los cuales vivían los jeques o sacerdotes encargados de
su custodio y ceremonias religiosas. Eran suntuosos por sus ricos ador-
nos de oro y por las ofrendas que hacían a sus dioses de tejuelos de oro
.¡ figuritas del mismo metal, que representaban hombres, mujeres y ani-
males, y aun partes interesantes de sus mitos, de sus costumbres, de su
industria y de sus escasas presunciones metereológicas, y que deposita-
ban en vasos de tierra cocida de diferentes formas. En la puerta del
templo de Iroca en Sogamoso, según Piedrahíta, estaba la que repre-
ª,
senta lo figura 1 que era de oro y servía poro colectar las ofrendas;
en Antioquia se ha encontrado la misma de tierra cocida.
-15-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
otras menos conocidas, pero la más célebre en la historio de estas regia-
'nes, y en la que los resultados obtenidos por los primeros que intentaron
desaguarla, confirmaron lo opinión de los historiadores, es la de Gua-
tavita. Esta laguna era, según la tradición, el adoratorio principal de
los chibchas; está en el páramo de la cordillera que domina el puebla
del misma nombre, pueblo que fue una de las principales ciudades
antes de la conquista y residencia de la corte del prfncipe muisca,
-16-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figura 1" de la relación de "El Dorado".
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figura 4~ de la relación de "El Dorado"
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LAGUNA· DE SIECHA.-Figuro 3~ de lo reloción
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LAGUNA DE GUATAVITA.-f'igura 2~ de lo relación
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
nes. Lo gente ordinaria llegaba a las orillas, y vueltas las espaidas ha-
cían sus ofrecimientos, pues tenían por desacato el que mirasen aque-
llas aguas persora que no fuese principal o calificada. También es
tradición muy antiguo la de que arrojaron en ella todo el oro y esme-
raldas luego que tuvieron noticia de que no era otra cosa lo que bus-
caban los españoles. De, esto laguna salió aquello fama del Dorado
que a tantos ha hecho decir que el Cacique de Guatavita se bañaba en
trementina y sobre ello, ponío gran cantidad de oro en polvo, librea
can que entraba dorado y resplandeciente al socrificio."
- 17-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LlBORtO ZEROA
-18-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 19-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
por una espiral concéntrico sujeto por hilos más gruesos, soldados, dos
perpendicularmente sobre los otros dos: los hilos colocados de atrás ha-
cia adelante, se prolongan por esta porte y forman un haz con otros
que estón soldados colateralmente y parece que esta reunión forma la
cabeza de la balsa, pues es hada este lado que concurren todos los ex-
tremos, y al que dan el frente todas las figuras colocadas en ella; sobre
estO balsa hay diez figuritas de oro de forma humana: una central mós
grande que las .demás, de 7 centímetros de alto; tiene en lo cabezo
un casquete o gorro, distintivo de los caciques, y en la mano un cetro
o tridente. En contorno están las nueve restantes, cuatro en un lado y
cuatro en el otro en semicírculo, de 3 V2 centímetros d~ alto; otra mós
pequeño, de :.1 centímetros, colocada delante de lo central lleva una
canasta en lo espalda y un tridente en la mano.
¡
Esto balsa de oro pesa 268 gramos, es decir, un poco más de 58 cas-
tellanos. Contiene uno ley de fino próximamente de 800 milésimos, un
poco más de 19 kilates, por consiguiente el volar del oro sin contar el
de estimación como objeto científico es de 147 pesos 700 milésimos.
- 20-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 21-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
IV
Después de fundados la ciudad de Panam6 en 1519 por D. Pedro
Arios Dóvila y lo de Santo Marta en 1525 ("') por D. Rodriga de Bastidos,
fue fundodo Cartagena, lo tercero ciudad importante del Nuevo Reino,
por D. Pedro de Heredia. El acto solemne de su fundaci6n tuvo lugar
el 21 de enero de 1533 con el nombre de Calamar, que fue el del pue-
blo cuyo sitio se le asign6, pero con el tiempo se le sustituy6 el de Cor-
tagena, nomhre que antes se le había dado a. la bahla.
- 23-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-24-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Todo este oro, de que se había hecho mención y mucho más que ad-
quirieron por lo violencia los españoles, no lo extraían los indios de!
suelo de estas comarcas, pues no era aurífero; lo obtenían de los ha-
bitantes del Zenufara can las cuales tenían relaciones comerciales, cam-
biando sus productos industriales, agrícolas y naturales por el oro de
las regiones que hoy constituyen el Estado de Antioquio y porte del
Cauca.
El coronel Acosta dice con bastante propiedad: "Ciertamente era pre-
ciso que estos habitantes fueran laboriosos para poder, después de pro-
veer a las necesidades de la subsistencia, reunir estas cantidades de
oro que representaban el tiempo consagrado en hilar, tejer, y fabricar
las hamacas y otras telas o en recoger lo sal o secar el pescado, que eran
los artículos que cambiaban por el oro que de tan lejos les venía."
-1S-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
UBORIO URDA
.;... 26 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Los esfuerzos que hicieron los habitantes de este valle poro arrojar
de allí a sus invasores, fueron inútiles al principio por la actitud pacífica
de César que dominó el ardor bélico de los naturales, y posteriormente
el intrépido lidiar de estos indios sucumbió con la muerte de su jefe Qui·
nunchú, hermano del Cacique Nutibara, señor del valle de Guaca.
Este valle era entonces una de las regiones más pobladas y más culti-
vadas que las que hoy forman el Estado de Antioquia. Sus poblaciones
estaban formadas de casas grandes, bien construí dos y cómodas. rodeo-
das de árboles frutales. Los indios cubrían porte de su cuerpo con telas
que ellos mismos tejían, eran industriosos Y ricos en alhajas e idolos de
oro.
En la jornada de Guaco encontró César sepulcros construidos con arte,
de los que sacaron cuarenta mil ducados en oro labrado en diferentes
figuras; pero no pudiendo resistir a un nuevo encuentro con estos valero-
sas y numerosos indios regresó a Cartagena.
Algún tiempo después el Iict;!nciado Vadillo, Juez; de residencio, des-
pués de haber apresado a los Heredia injustamente y de mandarlos a
España poro librarse de estos rivales afortunados, salió de Son Sebastián
de Urabó o principios del año de 1538, llevando por segundo o Francisco
César, y con una de las más fuertes V numerosos expediciones que se
formaron en esos tiempos de conquisto. Después de muchos dificultades,
penalidades y combates con los pueblos gobernados por Nutibara, des-
cubrieron el valle de Noré o Nor!. A este descubrimiento siguió lo con-
quista de las regiones casi inaccesibles de Buriticó, en donde hallaron
algunos alhajas de oro y los hornillos, moldes y demás utensilios de
que se servían los indios poro fundir y modelar el oro en muy variadas
figuras.
En el pueblo de Corí, en la ribera izquierdo del río Cauca, hacia el
Sur, murió de muerte natural el intrépida y humanitario Francisco Cé-
sar, digno de mejor suerte y de mayores glorias.
-21 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-28 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Cualquiera que seo el origen de' esto palabra, hoy mismo se designa
por los naturales de Antioquia con el nombre de Guacos los sepulturas
() santuarios de los antiguos indios, en donde se encuentran momias con
cbjetos del arte cerámica de" esos tiempos, y figuras de oro muy variados
y muy bien ejecutados; la profesión del Guaquero o buscador de gua-
cas es un arte lucrativo en esos pueblos.
- 29-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
lIBORIO ZERDA
-30-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
2. LA GUERRA.
'. EL COMERCIO.
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL O ORAD O
-31 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
. LI130RlO ZERDA
lo 5{1 tiene dos bastoncillos o estacas en las monos. Es posible que re-
presente 01 agricultor en el momento de herir lo tierra paro sembrar el
grano; simboliza, pues, lo agricultura. la agricultura era un arte ve-
nerado y el gremio de 'los agricultores el mós importante y considerado .
. No .t.Emíanorados, pero sús azadas de' piedra y en algunos pueblos, de
cobre y aun de oro, eran suficientes paro labrar y desherbar la semen-
tera> y lo semiUa lo depositaban con los estacas que llevo lo figuro des-
crito.
No fueron únicamente los vías del Zenú y del Opón las que siguieron
los conquistadores en busca del "Dorado", lo per~ecuci6n constante de
los riquezas del Nuevo Reino llevó o los españoles por donde quiera que
- 32-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
11. Diosa de los telares.
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
SEPULCRO DE LOS ABpRIGENES D;: ANTIOQUIA
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 33-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 34 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
v
E cerro de oro del valle de los Tayronas o "El Dorado" de Santa
Morta, "El Dorado" de Dobaybe y en general "El Dorado" tal COM)
creyeron encontrado los conquistadores, fueron creaciones fantósticos,
que tuvieron origen en el deseo de adquirir riquezas y en los deslum-
brantes relaciones de los indios, que Se veían en lo necesidad de apla-
car algún tanto lo actitud bélico y las exigencias de sus dominadores.
Pero fuá uno verdad séncillamente representado en lo ceremonia que
placticaban los chibchas en los lagunas de los regiones superoncJin:)s,
principalmente en lo de Guotavito, ceremonia ejecutado con el ele·
mento mós v.alioso que poseían, que servia de investidura doroda y 01
mismo tiempo acompañada con lo ofrendo de figuras que revelan que
en estas naciones aborígenes había conocimiento de un arte muy im·
partante y bastante 'adelantado, el cual da la medida de Sll civilización,
considerando los escasos recursos instrumentales que poseían poro su
ejecución.
- 35-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 36-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 37-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
UBORIOZERDA
- 38-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
las minas de oro y plato que había en sus comarcas, y por tener en las
faldas del cerro de Tayrona fraguas poro la fundición de .los metales
y para labrar las joyas de diversos figuras, con que surtían las demás
nociones circunvecinas.
- 39-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
La simple inspección de los tunjos de oro con una fuerte lente sirve paro.
salir de este error, pues son muy roros los figuras que presentan lo im-
presión de los dedos y cosi todos conservan los imperfecciones del mol-
de, lo formo de los granos de arena amoldados, y restos de la tierra del
molde en sus sinuosidades.
Codazzi dice: "Que las indios del territorio de Antioquia eran tan in-
dustriosos, que no solamente recogían el oro que les ofrecían las olu-
- 40-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Una de las piezas de oro que dan una alta idea del arte de joyeria
mdia en Antiaquia, es la representada en la figura 14 en el tamaño
natural. Es un ídolo que llevo en las manos una varilla con una sarta
de hojas de oro, cuadradas, semejantes a las montas cuadradas y pe-
queños que las indias tejían para cubrirse los hombros y el vientre, y
c:ue en Antiaquia llamaban maura; en Cundinamarca usaban estos mis-
mos mantas de algodón, llamadas I¡quiras, las que prendían en el pe-
cho, sin cubrirlo todo, con un alfiler grande de oro o plata, que tenia
lo cabezo como un cascobel y llamaban topo. También tejian de algo-
dón unas mantos rectangulares paro cubrirse el cuerpo las mujeres,
cesde la cintura, y se llamaban chircates, el que sujetaban con el
chumbe, foja de algodón.
Es muy probable que esta figuro represente la diosa de los telares o
el símbolo histórico del arte de tejer las mantas, pues es una verdad
reconocida que los indios figuraban en oro y aun en barro cocido sus
costumbres, artes y ceremonias. Además de llevar esta figura en la
mano las mantas, tiene marcados en los ojos cerrados y en la frente,
de arribo o abajo unos hilos y otro transversal en Iq boca, como poro
manifestar que la importancia de este arte está en el arreglo de los
hilos, es decir en el urdimbre de la tela, cosa que no debía perderse de
vista, pues la habilidad no es tanta en tejer cuanto en urdir. Este idolo
fue en contrado en una huaca 'cerca de Neiva, en la antiguo provincia
de Córdoba, del Estado de Antioquia; es hueca, por consiguiente unido
en sus bordes o contornos con mucha perfección, lo que demuestra que
los indios conocían el arte de soldar el oro, con ligas fusibles a uno tem-
peratura más bajo que la que necesito el oro de que está hecho lo pieza
poro fundirse.
-41-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LlBORIO ZERDA
Generalmente se cree que todas las figuras que fabricaban los indios,
prlncipolmente las de oro, eran ídolos o dioses', pero es yn error; es
verdad Que tenían numerosos deidades por su tendencia a per!i0nificor
y deifiéclr hasta los animales y objetos inanimados, pero el mayor núme-
ro de estas figuras de oro son símbolos. Por ejemplo, lo figuro que aca-
bamos de describir como diosa de los telares fue un verdadero ídolo que
presidio el arte de tejer los montos yero adorado por los indios de An-
tioquia¡ y los figuras descritos en el capítulo anterior son símbolos entre
los cuales está en primer término el simba lo del comercio de los mantos.
Estas dos figuras son recíprocamente comprobantes de los interpreta-
ciones que les hemos dado.
Mucho más il'lgeniosa es, como trabajo artístico, la jarro de oro re-
presentada. en lo figura 15, o lo cuarto porte de su tamaño natural;
tiene adornos angulares o griegos en relieve que parecen jeroglíficos;
lo figuro 16 represento el tamaño natural de los adornos desarrollados
en un plano.
- 42-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
cos o loceríos en los pueblos de Ráquira, Natá, etc., que heredaron estQ
industria de sus antepasados.
-43 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
VI
El arte de la joyería indígena fue practicado también con bastante ha.-
bílidad por los chibchas, principalmente en Guatavita. En este lugar se
hollaron, después de la conquista, restas de hornos a fraguas de fundi-
ción, y de crisoles de arcilla refractaria con residuos del oro que fun-
dían.
- 45-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- 46-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 47-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-48 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
FIGURAS HALLADAS RECIENTEMENTE EN UNA HUACA CERCA
DE QUET AME.
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
OLL,A, DE BARRO QUE CONTCNIA EL TESbRO.-Figura 18 de la relación
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 49-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- 50-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
--.,. SI -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 52-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
VII
En este capítulo vamos o ocuparnos de otro de los medios importan-
tes en lo interpretación de los condiciones intelectuales de los diferentes
rozas humanos primitivos, este es el estudio de sus creencias sobre el
espiritualismo y, por consiguiente, el de sus prócticas religiosos. Este
estudio es mucho más importante de uno manero comparativo, método
Que emplearemos en esto exposición, poro lo c~al tomamos los ejemplos
recogidos por Mr. Brunet Tylor en algunos paises, con los que conoce-
mos del continente descubierto por Colón.
Entre los pueblos salvajes del mundo entero, tonto en épocas remotos
como en lo actual, ha sido. muy dominante el fetiquismo, es decir, lo
idolatria o culto de idolos u objetos que según lo teorio de estos pueblos
estón animados de espiritus de diferentes especies y categorias.
- 53-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-5 ..••
-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 55-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZEROA
Algunos pueblos del Nuevo Reino de Granado, tales como los Pijaos,
hobitantes de los serranías, y los Coyaimas V Natagaimas de los valles
<le Neiva, cr~ían que el hombre que moria inocente se convertía en un
dios, que proteg[a o aquel que le había hecho el beneficio de matar le,
y' también protElQíao su familia, pero no o los demós hombres, porque
era patrón muy especial. Poro convertir el hombre en un dios era nece-
sario darle muerte con este único fin. No se podio en este caso sacrificar
n un enemigo ni persono de su mismo puebla; los transeúntes hombres.
mujeres y niños eran las víctimas propicios en oros de lo amistad y pro-
tección espiritual. Los Japoneses también deificaban a los hombres vir.
tuosos después de su muerte.: próctica que encontramos en la antigua
mito!ogia griega.
Los Laches de lo provincia de Tunja adoraban su sombra que era un
tlios compañero del hombre, acordado por un gran beneficio del Sol
~Zuhé) el podre celestial; adoraban también los piedras, pues creía.,
(,ue los hombres después de muertos se convertían en piedras y que un
dio volverían a ser hombres.
Los ofrendas que se hacían en la laguna de Guatavita y 10 cerernonio
de "El Dorado", es decir, el sacrificio solemne que el Cacique hacia
coda año entrando en la laguna, con su vestidura de oro, en uno bolso
con toda su corte y con los sacerdotes, es la manifestación más explf-
dta de sos creencias espiritualistas o onimistas. AIIf invocaban la Caciea
milagrosa y o su hija, las que vivían en el fondo de ello en un lugar de-
lidoso y con todos los comodidades opetecibes, desde que en un mo-
mento de despecho se arrojó en ella huyendo de tos acusaciones de infi-
delidad con que ~a aquejaba su marido, un antiguo Cacique de aquellos
comarcas.
La teoria de los espiritus de los pueblos inferiores es más consecuent.
que lo de los pueblos medianamente civilizados de esto época, que han
alcanzado o entrever lo luz de lo verdadera filosofía, sin alcanzar una
completa ilustración en el conocimiento de los verdaderos causas de los
hechos V do los fenómenos ocurridos en el mundo real. Corna conse-
cuencia de los errores en que incurrieron aquellos rozas en los nocio-
-56-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
En casi todos los países del globo, en épocas diferentes, se han encon-
trado costumbres que concuerdan con lo teoría de los espíritus de lo fi-
losofía de las razas primitivas del nuevo continente; además de las que
dejamos expuestas, había la de matar no solamente las mujeres y es-
clavos del muerto, sino también sus caballos y sus perros paro enterrar-
los con él o quemarlos sobre su tÚmba. "Más allá de este mundo cono-
cido, en las regiones de las sombras y de los espíritus, lo sombra (fel
hombre montará en la sombra del caballo, y la sombra del perro per-
seguirá la sombra de la liebre; o bien, según la creencia de los Meji-
canos, la sombra del perro debe llevar lo de su amo más allá del río que
separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos."
- 57-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
· L1BORIO ZERDA
58 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-59-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
VIII
En el estudio del sistema de numeraclon usado en los pueblos civili-
zados, naturalmente se principia por el conocimiento de las voces nu-
merales, uno, dos, tres, etc., palabras que consideradas abstracta mente
no tienen significación etimológica, pero que referidas o grupos de
cosos a personas nos enseña el uso o osociarlas o la serie de represen-
taciones simbólicas J, 2, 3, 4, 5, etc., ocostumbrándonos o ver con lo
imaginación en coda una de estos cifras una colección de unidades y
lo unidad mismo; de esta suerte podemos adquirir el conocimiento su-
perior de los números mayores que se pueden imaginar y también el
de las más pequeños fracciones de la unidad.
- 61-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
Los Jauras del Orinoco y los Guaraníes del Paraguay contaban por
veintenos como los Mejicanos; y según refieren los misioneros, algunos
- 62-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 63-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 64-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
TUNJOS DE· i.!.A HUACA DE CHIRAJARA
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Fig. 32.-SILLA ENCONTRADA EN TERRITORIO DE LOS PANCHES
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 65 ~
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZEROA
- 66-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 67-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
IX
las extensos llanuras que forman uno gran porte de los regiones
superandinas de los Estados colombianos, fueron el asiento de profun-
dos y grandes lagos, cuyos aguas depositaron en su fondo copos suce-
sivos y horizontales del terreno acarreado por los olas y por los lluvias.
Posteriormente o lo formación de este suelo acustre que debió ser lento
y de muchos años de duración, tuvieron lugar grandes cataclismos en
los cordilleras de arenisco y de rocas calcáreos que protegían y alimen-
taban estos depósitos, ocasionados por convulsiones de lo tierra. los
rocas fracturados y dislocados dejaron poso libre o uno inmenso masa
de agua, cuyo irrupción dejó vestigios palpables aún o los ojos menos
observadores y 01 espíritu más salvaje e ignorante.
- 69-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-70 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
que en esas épocas debían ser mós abundantes y mós frecuentes que hoy
por la exuberancia de los bosques; y más regulares en sus períodos, pue's
sus siembras estaban subordinados o la estación lluvioso en relación con
las faces de lo luna. Los primeros gritos de los ranas les recordaban la
aproximación de las lluvias benéficos y necesarios paro sus sementeras,
pero 01 mismo tiempo aterradoras en su demasía por los terribles y des-
tructoras inundaciones de que eran víctimas. De un justo medio en lo
cantidad y duración de las lluvias dependía lo abundancia de la case~
cha y por cosiguiente lo felicidad de lo 'noción. He aquí por qué uno de
las deidades celestes era para ellos lo rana, dios precursor y creador de
los aguas; y por qué lo figura de este dios en sus diversas aptitudes
simboliza los diferentes faces de lo luna en relación con lo estación llu-
vioso o seco.
- 71-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L190RIO ZERDA
de veinte meses lunares (sunos), para los años civiles o de la vida co-
me,", y de treinta y siete, el año religioso, en el cual tenían lugar dife-
rentes fiestas y sacrificios. El primer mes del año se principiaba a contar
¿esde el día sigI,Jicnte al plenilunio que sigue al solsticio de invierno; un
cómputo enólogo observaban los indios del Perú y de Méjico, los Hindous
y los Chinos. Caracterizaba este signo, también, el principio del siglo,
que contaba de vcbte. años religiosos. Tonto los días como los meses V
los años se contaban por la ~e~ie nU!'l1cra I formo&' de las diez vo:~s de5d~
CIta, 1, hasta ub~hihi;;lI, 10; a;¡í d~d.:m>:ma el", p¡'jl':"e~a kldO; Sml.1 bo.a,
segundo luna, etc., SOCClm ata, año primero, soco m boso, año segundo,
ctc. El dio lo llamaban SUGI y la noche zo; se dividían en cuatro partes:
ln,o mena, la mañana desde la salido del sol hasta medio día; suomeca,
lo tarde desde medio día hasto ocultarse el sol; sosca, la primera mitad
de la noche, y sogil¡ la otro mitad hasta la salida del sol. El período
de tiemr>o mós corto era de tres días, y diez de estos períodos, o sean
treinta dklS, formaban un mes lunar o suna que significo gfon comino
empedrcc:b o celzodo para recordar el sacrificio humano que celebraban
en el término o plazo de la calzada que principiaba en la caso (tittlIUCI)
del cacique.
El año vulgar que constaba de veinte meses lunares servía poro los
negocios de la vida civil, como las compras '.1 ventas de sus producto¡
naturales, agrícolas y de sus manufacturas, ete., y también poro los
treguas en lo guerra. El grande año de 31 lunas intercalares o año as-
tronómico, se dividía en tres períodos agrícolas o sementeras y servlo
particularmente pora las faenas del campo y poro los ceremonias reli~
glosas; por esto razón el arreglo de las lunas intercalcres estaba enca-
-72-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL D.ORADO
La figura de dos ranas o sapos unidos era símobo de suno aco o no-
veno mes lunar, época en que observaban lo generación de estos ani-
males.
Una rana extendido o sin patas como signo de quietud o repaso re-
presentaba a suno gueto, luna sin influencia en las operaciones del cam-
po; era también símbolo de la felicidad en el goce de las cosechas y de
los bienes de la casa (gueta).
-73 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
-74-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Así como la rana fue uno de las deidades de esta raza, que anun-
ciaba los aguas y venía con ellas, el águila alzando su vuelo llevaba en
sus garras las ranas, es decir, se llevaba las lluvias dando lugar al ve-
rano.
-75 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
de estos pueblos. Para conseguir este fin era necesario hacer en el ado-
ratorio las ofrendas propiciatorias a estas dos deidades rivales.
-76-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
x
La naclOn de las Chibchas poblaba las extensas llanuras de Bacató y
Hunsa(hoy Bogotá y Tunja); y comprendía también los valles de Fu-
sagasugó o de los Sutagaos; los de Pocho, Ebaté, Chiquinquirá, Moni-
quiró y de Leiva; por otro porte los de Chipaque, Quetame, Fómeque,
Ebaque, Guatavita y Tenza; se extendía por Santo Rosa y Sogamoso en
el valle de Tundama, hasta la porte alto de lo coridillera, cuyo falda orien-
tal confino con los llanos de Casona re. Su longitud desde el punto extremo
01 norte al partir de Serinza, hasta el Sumapaz en el sur era 45 leguas
y su mayor anchura de oriente a occidente de 15 leguas. Ocupaba una
superficie próximamente de 600 leguas cuadrados, con una población de
2.000 habitantes por cado legua cuadrado; así es Que se le calculan
I .200.000 habitantes 01 tiempo que llegaron los Españoles (Acosta).
Este grande territorio comprendía, pues, porte del que hoy llama-
mos Cundinamarca. El origen de esto palabro no es exactamente conoci:-
do, sin embargo de Que el cronista Herrero en sus Décadas de la histo-
rio de los Indios Occidentales, refiere que en Tacunga (República del
Ecuador), Luis Daza, soldado de Belalcózar, encontró un indio extran-
jero, quien dijo era de uno gran noción llamado Cundinamarca, distante
doce jornadas de ese lugar.
-77 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-78 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL D O-R A D O
Uno de los primeros prodigios que hi.2;o Bochica, fue dar poso o los
aguas del río Funzhé, rompiendo lo roca del salto de Tequedoma; des-
pués hizo lo mismo que Manco-Capac en el Cuzco y Quetzalcoolt en el
Anahuac: ~eunió los tribus dispersas y bórboras, constituyó uno noción
bien organizado con sus respectivos Jefes; les enseñó el culto del sol, y les
dictó leyes sabias. Este hombre maravilloso, hijo del sol y gran patriarca
de Iraca, viendo Que los Jefes de vorias tribus se disputaban el mondo
o autoridad supremo, les aconsejó escogiesen por Zaque o soberano, uno
de ent~e ellos llamado Huncahua, reverenciado por su justicia y gran
sabiduria. El conseio de Bochico fue universalmente seguido, y Huicahua
llegó a someter todo el país que se extendía desde los llanos de San Juan
hasta los montañas de Op6n.
-79-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- SO-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
El gobierno de los tres jefes o QUé estaba sometido esto noción, era
despático; tenían derecho sobre las riquezas y sobre las vidas de sus
5úbditos yero un grande honor de familia el que el soberpno eligiera Q
una muchacha poro mancebo con el nombre de thiguye;
81 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- 82-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 83
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 84-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
85 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 86-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-87 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
ARTICULO 1
Consecuentes con nuestro propósito de estudiar los objetos arqueoló-
gicos que lleguen o nuestros manos, principalmente los pertenecientes
o la historia de lo antigua roza Chibcha, nos ocuparemos en este artículo
de lo pieza de oro que represento la plancho adjunta; fue encontrada
en las inmediaciones de Bogotá, y pertenece hoy 01 señor D. Antonio
Pulecio, quien bondadosamente lo ha puesto o nuestra disposición. Esta
figuro es de grande importancia en la cosmogonía de los pueblos de lo
antiguo Cundinamarca. Antes de describirla, recordaremos alguno de los
hechos históricos que dejamos relatados en los artículos de "El Dorado",
publicados en este periódico.
- 89-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
¿Qué razones hoy poro creer que esto estatuita de oro represente o lo
Bochue de lo fóbulo Chibcha? En primer lugar no se puede suponer que
(-1 artista indio empleara un trabajo ímprobo para figurar en oro una
mujer cualquiera, sino mós bien a uno mujer muy distinguido por algún
hecho tradicional digno de su atención y de su veneración; en segundo
lugar, el cronista Simón dice, (1), que los indios Chibchos veneraban a
esto mujer buena y ~ su compañero, en lo formo de estotuitos de oro, y
01 niño lo represery6bon en diferentes edades. Además de esto hoy uno
r¡otoble concordor<"cioentre los relaciones de los cronistas del Nuevo
~eino de Gronodo;\que hemos expuesto, y las figuras trabajados por los
artistas indlgenos de estos regiones y que han sido el asunto de estos ar-
ticulas.
La figura que acompaño o estas líneas es, ",iJes, sin duda alguno, el
símbolo de lo Bachue y de su esposa niño (2); lo llevaba en el brazo, y
a juzgar por dos barrillas laterales que tiene lo figuro del niño, parece
QUe lo conduce sentado en uno pequeño silla de mimbres. Bochue tiene
en lo otro mono uno insignia semejante o uno ove, probablemente ésto
¡,ería un loro, ~JMimol,de lo predilección de estos indios, pues que apren-
día o hablar en su lenguaje, yero el Intérprete enviado o Xué en sus
$ocrlficios. Esta pieza de oro peso 42 gramos 59 centigromos y mide de'
íorga 11 V;¡ centímetros.
- 90-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
que constituyen esos pueblos, sino también que las tendencias de las
socie!ades humanas han sido siempre las mismas, y que han pasado por
las mismas preocupaciones o por lo menos muy semejantes, s~gún el gra-
cia de cultura Que alcanzaron .. En el estudio d~ las supersticiones que
impropiamente se han llamado religiones, y Que más bien san cultos tri-
butados a diferentes deidades, es muy difícil llegar a un método claro
Que sirva de base general para formular una clasificación que reúna to-
das las condiciones de exactitud y de precisión que sería de desearse
tuvieran; es desde este punto de vista Que la clasi~icación adaptada par
Sir John Lubbock es la más aceptable como lo mós completa, por llenar
todos los vacíos que otros han dejado, pLles estó fundado en numerosí-
simas observaciones de los pueblas inferiores de todo el mundo, y en di-
ferentes épocas.
A pesar de que el estudio de los cultos religiosos de los pueblos sal-
vajes nos revelo generalmente groseras supersticiones, existieron pueblos
que aunque inferiores en el orden social, por sus mitos se levantaron
sobre los demás dElsu clase, o un grado intelectual bien notable. Es una
verdad comprobado que los países Que llegaron a un grado de cultura
social igual o semejante, poseyeron iguales o análogas creencias reli-
giosas, y es boja esta relación que los pueblos de la antigua Cundina-
marca, que llegaron a ún grado de cultura social análoga o lo de' los
pueblos del Perú, poseyeron creencias religiosas y cultos análogos a los
segundos; así lo prueba su historio y los crónicas que sobre estos pue-
blas corren publicados.
En general, se han clasificado los cultos religiosos según la naturaleza
del objeto adorado; así, por ejemplo, se llama fetichismo, de una ma-
nera general e impropia, el culto de los objetos terrestres; se llama tam-
bién de una manera general el culto de los ídolos idolatría; y sabeísmo
el culto de los cuerpos celestes, tan impropiamente cuanto que esta de-
signación no expresa el grado intelectual o que llegaron los pueblos que
profesaron este culto, pues en algunos nociones como las de los Chib-
chos, del Perú y México, el culto de los ostras estaba asociado a ideas
religiosos muy elevadas; mientras que otros tribus inferiores adoraban
el Sol y la Luna únicamente por ser estos cuerpos celestes brillantes o
sus ojos como brilla el fuego Que también ha sido deificado.
Los bases más racionales para lo clasificación de las creencias reli-
giosos de los pueblos inferiores, son, según Sir John Lubbock, el grado
- 91
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
de r~peto Que se tiene por la divinidad y las ideas más o menos eleva-
dos Que se tengan de lo naturaleza de un días y de su poder divino. Lo
dasificación de este sabio es la siguiente:
- 92-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Los Shamas de la Siberia pretenden que por una excitación que ter-
mina en éxtasis, el espíritu a nombre del cual hablan, les inspira y les
permite predecir el porvenir y recitar oráculos.
"En Africa Oriental solamente encontró Burton los Wanyiko que Qdo~
ron unas estatuitas llamadas kisukas. Tampoco se han encontrado ído-
los en Africa accidental, y los objetos que se han designado como tales
son simplemente fetithes; y muy excepcionalmente se cito el ídolo que
representa a Agoye en Whydah, bajo la forma de un negro deforme,
11
ll
- 93-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
lIBORIO ZERDA
Estos son los tipos de los cultos religiosos mós comúnmente esparcidos
en las diferentes razas humanos y o los cuales se pueden referir los de
las nociones primitivas.
¿En cuól de las diferentes fases religiosas deben colocarse los mitos y
cultos religiosos de las indios Chibchas? Para resolver esta cuestión nos
1undaremos en los datos históricos consignados por los historiadores mo-
dernos, como Acosto, Plaza, y en algunos de los antiguos, como el Obis-
- 94-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-95 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LISORIO ZERDA
- 96-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
AOORATORIO DE LOS ABORIGENES DE ANTIOQUIA
Figuro 27 de lo reloción
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 97-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
Más adelante dice: "Tuvo también su lugar entre los ostras el sapo,
paro acompañar 01 escorpión, y a los demás animales de los Egipcios.
Jamás ha dacl9 esto sabandija mayor brinco del charco 01 cielo, y nunca
bajó el hombre más (alude o Bochical del cielo al cieno, y de la altura
de los ostras o quienes domina por su saoiduría ... Tal fue el cielo de
los Muiscas, lleno de animales como el de los Egipcios. En él vemos in-
troducidos al Bochica y a Chía, sus fundadores, como en aquél o Osiris e
Isis: los transformaciones de aquéllos en el carnero, en el toro y otros
animales celestes, se ven igualmente imitadas, entre estas gentes, en las
transformaciones de Tomagata, a que aludían los de sus cuadrillas."
Respecto a los transformaciones del sapo, dice: "Algunas veces lo ca-
beza del sapo se ve unida a lo cabeza del hombre; otras, el cuerpo sin
patas, transformado en ídolo: esto es, con una vestidura o túnica propia
del hombre." Esto es lo que ha llamado la ciencia moderna el antro-
pomorfismo de las creencias religiosas de los pueblos inferiores que tie-
nen grandes analogías entre si.
- 98-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Después del culto de todas estas deidades que tenían los Cnibchas,
según lo refieren las historiadores y cronistas, viene noturalmente el
culto de los antepasados que, según lo clasificación de Lubbock, está
:omprendido en esto mismo sección. Prescindiendo de los datos que de-
jamos anotados, en los que se pone en evidencio que estos pueblos ado-
raron o Bochica, como o un dios ton poderoso que obligó a Chibchacum
o cargar con lo tierra y que rompió las rocas del Tequendama; como
profeta o enviado del Sol tiene su lugar en primer término en el culto
de sus antepasados. En segundo lugar viene Bachue, madre del género
humano, o quien, según Acosto, estaba encomendada lo protección de
las sementeras de legumbres, y quemaban en su honor maque y otros
resinas.
- 99-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
(6) Los Huacas eran dioses histáricos de los pueblos o provincias de'
Perú, de los cuales había figuras de piedra y de modero a quienes ofre-
cían sacrificios. En la cerámic. peruana hay Huacas y Conopas usados
como deidades (Tschudi y Rivera).
- 100
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-101-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
ARTICULO 11
De Ic:¡~ noticias consignados en las crónicas de lo conquista de estos
países, relativas o las costumbres domésticas, o las prácticos sociales y
a la industria de los pueblos Chibchas y de sus comarcanos, encontra-
mos muchas que pueden complementar el estudio que de las antigueda-
des colombianas hemos publicado can el nombre de El Dorado. Aun cuan-
00 estos hechos históricos son conocidos, nuestro intento ha sido reunir-
los bajo una forma conveniente tratando de sacar deducciones que pue-
dan ser útiles en los estudios etnotógicos; pues de lo manera como los
relatan los cronistas no ofrecen grande interés, no obstante que son
un comprobante de que la antigua Cundinamarca fue formado de pue-
blos relativamente adelantados en la civilización de las primeras edades
de los habitantes indígenas de América.
-103 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 104-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
5{1 Al desertor que huía del ejército durante la batalla, antes que el
Jefe ordenara la retirada, se le sentenciaba a muerte afrentosa;
- 105-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
10{l Uno ley especial limitaba el uso de los adornós y de las joyas a
las personas' de distinción y pudientes; los Caciques feudatarios o Uso-
c;ues eran los únicos, después del Zipa, que podían llevar orejeras y los
mós ricos joyos;
-106-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
E"L oo RA OO
ocupan de los crímenes, a menos que ellos afecten directamente los in-
tereses de la tribu en !;lenero!.
- 107-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
volumen, hundida en las espaldas por ser el cuelfo corto, es pesado, apla-
nada en el vértice; la frente ancho, muy deprimido; pómulos salientes;
ojos pequeños, nariz achatado, labios gruesos, boca grande; los cabellos
negros, lisos y rígidos; lo piel del coJor del cuero curtido.
-108-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-109-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
-110-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-111-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figuras 35 a 46 de la relación de "El
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
ARTICULO III
Las observaciones croneoscópicas demuestran que el tipo común en la
América del Norte fue el dolicocefálico, y en las regiones meridionales
el braquiocefálico (3); pero según los estudios del Profesor Broca, prac-
ticados en dos pequeñas series de cr6neos recogidos en diferentes luga-
res de Cundinamarco, la primera presenta un medio mesatlcefólico con
tendencias a la dolicocefalia¡ la otra es francamente braquiocefólica¡
por los dem6s caracteres esos cr6neos son semejantes. Según el señor
113-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
lIBORIOZERDA
Girard de Riolle, estos dos series pueden pertenecer a los restos de dos
tipos diferentes en su origen, pero que se confundieron y amalgamaron
después.
Estos caracteres craneoscópicos de las dos series Chibchas; los varia-
ciones que se observan en sus cosmogonías pera que tienden a unificarse
por sus analogías, y las dialectos de su idioma, hacen sospechar que
muchos elementos étnicos de los tribus emigrantes que llegaron o los ex-
tensas sabónas de la antigua Cundinamarca, se confundieron en la raza
Chibcha.
Debe alejarse toda sospecho de que sea posible incurrir en error, en
el estudio de los caracteres osteológicos de la cabeza de estos razas, por
la costumbre que tuvieron algunas tribus americanas, de deformar el
cróneo comprimiéndolo. entre tablillas colocadas sobre la fre~te y el occi-
pucio; pues que ademós de que fueron muy pocas los-que emplearon este
mediO para hacer piramidal la cabeza del niño, el aumento anormal del
diámetro transversal sobre el _antera posterior, es muy fácil de recono-
cerse. En las tribus de las regiones ecuatoriales solamente los Ponches,
pueblo vecino de los Chibchas, situado al Occidente hasta las riberas del
Magdalena, y confinantes por el Norte con los Colimas, y par el Sur con
íos Sutagaos, tuvieron esta costumbre, y los soldados españoles después
de sus combates con estas indios observaron en sus cadáveres la extraño
configuración del cróneo aplanado.
Este hecho 01 pal"ecer aislado y de ninguno significación, tiene rela-
ción con la misma costumbre de algunas de las tribus de la América del
Norte, de las cuales es muy probable se derive la de los Panches. Los in-
dios Chinouks, que viven al sur de lo embocadura del Colombia, son el
tipo distintivo de las tribus del Norte del Oregón; en sus formas y fac-
dones se encuentran todos los caracteres de la raza Mangola, y entre
estos salvajes existe también lo costumbre de comprimir el cráneo sobre
10 frente y el occipucio entre tablillas durante la primera infancia, para
darle la forma piramidal, pero esta costumbre no se generalizó en todas
las tribus de esas regiones. Esta práctico encontrado en pueblos tonto
de lo América del Norte como de la América Meridional, separadas por
uno grande distancio, afirma lo opinión de que las emigraciones de 105
- 114 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
pueblos nómodes que se derivaron del Norte, vinieron o poblar las re-
giones ecuatoriales trayendo sus costumbres, sus tradiciones, sus mitos
y preocupaciones religiosas, más las ideas que les sirvieron poro cons-
tituirse.
- lIS-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
lIBORIO ZERDA
-116-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-117-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
(5) Semanario del Huevo Rei.o de Granada. Influjo del clima sobre
los seres organizodos.
-118-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
las virtudes, cuál el carácter del hombre que hobita estos regiones? He
aquí lo que he recogido en mis viajes. El indio de las costas del Océano
Pacífico es de estatura mediana, rehecho Y membrudo; ,sus facciones
aunque no bellos, nodo tienen de desagradable: el pelo negro, grueso,
algún tonto ondeado; poco o ninguno barbo; lo piel bronceada, y mu-
cho más moreno que lo de los demás habitantes de lo cordillera. Sus mu-
jeres en poco se distinguen de los hombres. Lo belleza, los rasgos de-,
licados que distinguen su sexo en los demás pueblos de lo tierra, aqu'í
parece que faltan. Los pechos, lo voz, y un trozo de lienzo envuelto;
o lo cintura, son los únicos caracteres exteriores que las distinguen. Si'
los rasgos varoniles de su fisonomía los acercan o los hombres, sus ejer-
cicios los confunden con ellos. Cargo, recorre, nado, navego con lo mis-
mo intrepidez Y valentia: va o lo pesco y sigue 01 marido o lo cazo. Es
verdad que no se arma ni ataco o los fieros con volar; pero ve los com-
bates con semblante sereno Y sin estremecerse. Es verdad que hilo, lava,
teje, aderezo el alimento, aseo lo coso y su familia; pero con un aire:
de 'nobleza Y dignidad, con no sé qué de feroz que parece indicar que
obro por necesidad más bien que por inclinación. Tiene los pechos cor-
tos llenos, más bien piramidales que esféricos, y nunca lacios, o pasar
de traerlos siempre desnudos; el pelo suelto o llamado hacia la espalda
con un ligero trenzado; los orejas perforadas de donde penden peque-
i\as arcadas. Los amores en ellos son tranquilos, y manifiestan lo du.
reza de su constitución y de sus ejercicios. Apenas conocen los celos, esto
pasión terrible que enveneno todos los momentos. Ton taciturnos, tan
graves, tan serias en el tiempo de sus trabajos, y ton pacientes en lo
cosa, coma locuaces, bulliciOSOSe inquietos en sus festines. En éstos be-
ben, comen y danzan sin moderación y sin freno.
"Durante tres, cuatro y más días, oyen con igual placer. el sonido mo-
nótono de un tombor y de otros instrumentos ton rústicos como el país.
Cuando el indio remo largo tiempo, cuando derriba los árboles enormes de
sus selvas, cuando está cubierto de sudor bajo este cielo ardiente, entonces
se arroja 01 agua y se baño con el mayor placer. Si los olores gratos son
ton mortales o sus mujeres como o los nuestros cuando acaban de parir,
la dieta, el recogimiento, el abrigÓ, les son absolutamente desconocidos.
E'! baño, .el remo, los trabajos domésticas, en. uno palabra, todos los
ejerciciOS de su vida, en nado se alteran con el porto. Es ton generoso
y pródigo de lo que produce su país, como ovoro de lo que entro d. lo
- 119 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BOR10 ZERDA
"Si comparamos o éste con el indio de los demás costas que viven sobre
lo cordillera, veremos que aquél es menos bronceado, sus pasiones se pa-
recen a los de los que viven en las costas; el pelo cerdo y absolutamente
lacio. Estos son mós blancos y de carácter más dulce. Las mujeres tie-
ren belleza y se vuelven a ver en ellas los rasgos y los perfiles delicados
de este sexo. El pudor, el recato, el vestido, las ocupaciones domésticos
recobran todos sus derechos. Aquí no hay intrepidez, no se lucha con los
ondas y con los fieras. Los campos, los mieses, la dulce paz, los frutos
de la tierra, los bienes de una vida sedentario y laboriosa están derra-
mados sobre los Andes. Un culto regulado, unos principias de moral y de
justicia, una sociedad bien formada, cuyo yugo no se puede sacudir Im-
púnemente: un cielo despejado y sereno, un aire suave, una temperatura
benigna, han producido costumbres moderadas y ocupaciones tranquilos.
El amor, esto SORa tórrida del corazón humano, no tiene esos furores,
esas crueldades, ese carácter sanguinaria y feroz del mulato de lo costa.
Aquí se ha Puelsto en equilibrio con el clima, aquí las perfidias se lloran,
se cantan y toman el idioma sublime y patético de la poesía. Los ha-
lagos,. las ternuras, los obsequios, los humillaciones, los sacrificios, son
los que hacen los ataques. Los celos tan terribles en otros partes, y que
más de una vez han empapado de sangre (de otros costas) la base de
los Andes, aquí han producido odos, canciones, lógrimas y desengaños.
Pocas veces se ha honrado lo b'?lleza con la carnicería y con la muerte.
Las castas todas han cedido a lo benigna influencia del clima, y el mora-
dor de nuestros cordilleras se distingue del Que está o sus pies por ca-
racteres brillantes y decididos. Después de esto, ¿se dirá que no tiene
ninguna ¡nMuencia sobre nuestra ser el clima y lo temperatura?
•
• •
Es verdad que el indio natural de estas cordilleras es lento en todos
sus actos, pero en este defecto, común o los mestizos y descendientes de
lo rozo espoñola naturales de estos mismos lugares, encontramos uno
-120-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Los caracteres de los dos tipos descritos tan brillantemente por Cal-
das, tales como él los conoció en su tiempo (1808), cuadran perfecta-
mente y de una manera muy notable a los tipos de los habitantes de es-
tos mismas comarcas, en épocas mós remotas; estos caracteres corres-
ponden en todos sus faces al india de las costos y al natural de las re-
giones de Cundinamarca en tiempo de lo conquisto.
- 121-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
-122-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
los Incas del Perú, quienes se unían o sus hermanos y o sus parientas
más inmediatos.
Los afectos filial y paternal eran los vínculos más sagrados que IllCIn-
tenían lo estabilidad de lo familia.
Esta ley causó muy saludables efectos; pues los hombres procuraban
trato"r muy bien o sus mujeres, para no desagrodarlas y poro evitar esta
prohibición, o por lo menos poro conseguir que fuese por el tiempo más
corto posible; en general, los Chibchas eran buenos esposos, y humani-
tarios con sus semejantes; cuidaban o los enfermos y respetaban o los
ancianos.
'"
'" '"
De esta manero sencilla y recíprocamente· respetuoso se unían los dos
sexos paro constituir su familia y criar o sus hijos. boio un techo pajizo-
-123-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
Es muy probable que estas ruinas fueran el principio del templo que
quiso levantar el Cacique Garanchacha, pretendido hijo del Sol, y de una
- 12.4 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
doncella indio notural de Gachetó, lo que dio a luz una Huaco !ídolo)
c;ue se convirtió después en uno criatura humana. Esto fue criada y edu-
cado con grande veneración, y cuando llegó a mayor edad usurpó el
zacazgo matando 01 Zoque, que entonces residía en Ramiriquí. Garan-
checha quiso honrar al Sol su podre, consogróndole ese templo, para el
que hizo llevar piedras y columnas de parajes muy distantes para su
construcción; pero murió dejando apenas principiado el suntuoso edificio.
-125-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
ARTICULO IV
Naturalmente de esta vida de relaciones y de afectos íntimos, deblan
surgir elementos de moralidad, de trabajo y de industria indispensables
para el progreso social en la pacífica y cómoda satisfacción de las nece-
sidades más imperiosas de la vida.
-127-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
Estos eran los frutos príncipales de sus faenas agrkolas, los que en
los mercados se cambiaban entre las tribus de los diferentes climas para
subvenir a su subsistencia, El maíz se cosechaba una vez en el año y dos
veces las papas ...
- 128 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LA INDIA CHIBCHA
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
de Vélez, desde el año de 1537, esto es, en una época en que sólo es
verosímil suponer que este tubérculo haya podido exportarse de Quito,
Perú o Chile (2). Los indios Chibchos llamaban lo patata iom~ o iomuy,
y lo popo amarilla tiba iomYi todavía en Usme, pueblo situado 01 Sur de
Bogotó, es llamada lo popo, iomy. Hoy día en todos los pueblos de la
Sabana se llamo iomogó la parte de la cosecha de las popas que se re-
galo a los que ayudan a cogerla, y esta palabra con la mismo significa-
ción fue usada por los antiguos Indios.
-129-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-130-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
(4) Memoria sobre el cultivo del moí~ ell AntioquiCl pOr Gregorio 1
Gutiérre: Gonzólez.
-131-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LlBORIO ZERDA
-132-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-133-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Los láminas adjuntos representan varios piezas de lo cerámica indí-
gena de Cundinomarco y Antioquio pertenecientes a la colección del se~
ñor Bendix Koppel, quien bondadosamente los ha puesto o nuestro dis-
posición para estudiarlas. En primer término (número 34) se encuentro
la notable figura del Zipo con sus insignias realés y una grande narigue-
ra cbl'nó las que usaba de oro este monarca; está sentado sobre las an-
clas o palanquín, en el que conducido por sus súbditos aslstia a los fun~
ciO"e~ religiosas o visitaba sus estados y también salía o los combates.
-134-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
ARTICULO V
Los figuras 36 y 37 >lo son jarras en forma de cariátides. El número
38 es una múcuro pequeña o alcarraza con su manija y una coro huma-
na en el cuello, adornada con dibujos blancos muy simétricos. La forma
de esta pieza es muy elegante y perfectamente contorneada. Fue encon-
trada en Subachoque (Cundinamarca).
.(.) Para inteligencia de este artículo "éanse las figuras o que s. re~
fiere lo página 312.
-135-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
•
• •
la necesidad de proteger el cuerpo contra los rayos del sol y contra
los innumerables insectos de los climas abrosadores, tales como las ribe-
ras delOrinoco, del Magdalena, del Oarién, del Cauca, etc., hizo que los
naturales de estas regiones empleasen los gr~sas y resinas vegetales para
untarse la 'piel; costumbre que convirtieron los indios en uno especie de
afeite o de adorno, mezclando estas sustancias con el color negro del
jugo de lci planto llamado mue (¡aglla) y el naranjado y rojo de la •• eo
Iv¡xa) y de l~ c;hica, con los que se pintaban y adornaban con líneas V
figuras muy vóriadas y extravagantes. los tribus deIOr/noco, según el
historiador Gumilla, consideraban como desnudez lo falto de este a'feite
y adorno; y aun los niños no se presentaban ante el público, y menos o
los misioneros en la escuela, cuando no estaban untados y pintados, por-
que sentían verguenza de encontrarse desrtudos.
-136-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
137
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
llBORIO ZERDA
chibcho,sin cerrar por los costados, es uno monto cuadrado, o uno ca-
miseta o ruano. El origen, pues, de la ruano fue la manto de lo túni-
ca chibcho de lo misma forma cuadrada que el ch¡rcate y demás telas
que fabricaban.
Los telas o montos de algodón fueron una mercancía muy impo~tan-
te y estimada en el tráfico comercial de estos pueblos industriosos; por
esto razón la industria del hilado del algodón y de la fabricacion de
las telas, fue muy atendida y cuidadosamente ejecutado, tanto más
cuanto que atribuíon 01 Bochica su invención, quien en sus predicado-
nes procuró enseñarles este arte, y les dejó, según sus tradiciones, di-
bujados con tinta indeleble, en diferentes rocas, la formo de los telares.
Lo indio chibcha, después de atender a sus ocupaciones domésticos, en
el tiempo que podía disponer, hilaba el algodón de lo misma manera
Que los pueblos primitivos del Continente Europeo y Que los postores del
medio día. El h1Íso o rueca (figura 331 era el instrumento de que se vo-
lían, y la formaban de uno varilla de modero de macana o de coño de
guadua (bombuscrl de 30 o 40 centímetros de longitud, el que en uno
de sus extremos tiene uno entalladura en formo de gancho paro sujetar
el hilo y en lo otro un tortera o peso de piedra labrado en diferen-.
tes formas paro facilitar y conservar el movimiento de torsión que con
los dedos de la mano derecha se imprime a todo el instrumento, mien-
tras que con la izquierdo se sujeta el hilo, y después con ambas mo-
nos se extiende lo placa de algodón preparada de antemano paro
hacer el hilo. Se comprende que solamente el hábil manejo de este sen~
ciUo y rústico instrumento puede dar hilos de igual grosor y de la finura
que se deseo.
Lo formo de los telares (quoyty), fue lo misma que lo de los que
usan los tribus contemporáneos que se hallan sin reducir o la vida civí.7
Iizada:dos gruesos palos redondeados e imperfectamente pulimentados,
colocados horizontal y paralelamente uno arribo y otro abajo sobre dos
estacas enterrados verticalmente en el suelo constituyen el marco del
telar. Sobre los radillos o moderas horizontales se envuelve el hilo, suje-
tando codo vuelto sobre uno varilla, cuyo largo es del ancho del telar.
Los hilos verticales juntos y paralelos se entrecruzan formando los planos
Que pasan o ser alternativamente uno anterior y otro pasterior, o favor
de otro varilla y de un hilo que va sujetando codo hebra del plano pas-
terior. Esto disposición constituye el urdiembre. Cuando el plano formado
por lo serie posterior de hilos poso adelante, por un esfuerzo de tracción
-138-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
que se ejecuta sobre la varilla que los sujeta y que se llama lizo, el an-
terior queda en su puesto, y por el espacio que dejan las dos planas pasa
la trama, haciendo descender luego sobre ella para sujetarla el cruza-
miento de los hilos por medio de la macana que es una regla ancho de
bordes tallados en bisel y redondeados, hecha de modera de palma de
macana. Esta operación se continúa alternativa y sucesivamente.
-139-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
ARTICULO VI
Todos los productos, tanto naturales como los de la industria indíge-
na primitivo, principalmente la sal común compactada con el agua sa-
lada de las fuentes de Zipaquiró y Nemocón; las esmeraldas de Somon-
doco y de Muzo; los diferentes objetos del arte del alfarero; las joyas de
oro, de plata y de cobre que usaba como adornos esta roza; las mantas
de diferentes formas y pintadas de colores; el maíz, etc., eran los ar-
tículos comerciales que llevaban a las ferias o mercados que tenían esta-
blecidos tonto en los pueblos de las cordilleras como los de los valles
ardientes.
Las principales ferias o mercados tenían lugar cada tres días, en Tur-
mequé, en donde se compraban las esmeraldas de Somondoco, en cam-
bio de los tejuelos de oro, o de este metal en polvo; de mantas de algo-
dón, de sal y de productos agrícolas.
-141-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIÓ ZERDA
El comercio, pues, que en las pueblos de los Incos no existía, entre los
Chibchos iba tomando un desarrollo de grande importancia, puesto que
en cada pueblo había un mercado, y en muchos de los de lo frontero y
del territorio vecino tenían ferias periódicos en los que traficaban con las
tribus extranjeros.
Aun cuando son muy justos estas deducciones, no obstante en los tri-
bus ,inferiore¡ hoy olguna variedad en la formo de lo propiedad territo-
rial.
- 142 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
La razón de esto diferencia es, según John Lubbock, que los Pieles
Rojas se mantienen con la caza de grandes animales, mientras que los
Australianos se nutren con semivulpas, reptiles, insectos, raíces, etc.; así,
pues, si los primeros hubieran dividido la tierra en lotes de propiedad in-
dividual, hubieron estado expuestos a morir de hambre en medio de la
abundancia, en tanto que los segundos encuentran ordinariamente ali-
mentos suficientes en la propiedad privada.
-143-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZEROA
Los historiadores Joaquín Atosta y el Padre Sim6n, dicen que los Chib-
chas o Muiscas usaban monedas de diferentes dimensiones fundidos en
moldes uniformes¡ y agregan que estas monedas eran tejuelos de oro,
cuya circunferencia medían encorvando el dedo índice sobre el nacimien-
to del pulgar, pues no conocían lo medida del peso. Sus medidas usual.,
-144-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
eran la longitud del palmo (1), de la brazado y del paso; para el maíz
tenían una medido llamado hobo, nombre que daban también o este
grano.
( 1) Palmo, iana;u un palmo ion ta; dos palmos, ionoboso, etc. Broza~
da, pcuaca; uno brazado, pcuaco, oto, etc. Jeme, Quyhyn; un jeme
Quyhyn oto, ete. Paso, gota; un posa gota oto, etc.
-145-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L160RIO ZERDA
sido monedas hechas por los conquistadores, éstos, conservando los próc-
ticas de un !,ueb!o civilizado, habrían marcado en ella su volar relativo,
aunque hubiera sido con la punta de su dogo.
-146-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
doso cuando está seca, que los indios llaman uche. Lo estera de estó,
gramínea, que es diferente de lo africano que se cultivo en España, es
muy poco durable; sería, pues, muy oportuno y conveniente paro el
!)als proteger el cultivo del esparto o junco de bueno calidad, poro cul-
'ivor esta industria que proporciona una ocupación lucrativo o una gran
ha~o de lo población indígena. Del esparto se hacen otros objetos,
)rincipolmente las escobas, de uso' inmemorial.
Todos estos romos idustrioles de que hemos hablado podrían llegar,
con alguno protección, a un grado de adelantamiento tal, que produje_
-147 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L/BORIO ZERDA
ran una renta mós considerable que la que hoy rinden, la que se ealeu .•
la en los tres Estados del interior que hemos mencionado, en cerca c:kt
cinco millones de pesos anuales.
La hermosa llanura de Bogotá, como todas las situados sobre los An-
des colombiano_s, fueron extensos lagos, sus aguas colmaron de sedi-
mento las profundos cuencas que dejaron los pendientes de los ramales
de las cordilleras. que se levantaron. del seno del continente; en su lodo
Quedaron confundidos las restos de los rocas trituradas{ de los plantas
desarraigados y de los animales colosales que perecieron en épocas an-
teriores por el enfriamiento e inundación de los regiones en que vivieron,
y que fueron arrostrados por sus hondos, los que, levantadas por el ím-
-148-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-149-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-150-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
recoger en uno botella de Leiden, colosal, sería uno chispo capaz, tal-
vez, de quemar el carbón diamante del Rajá de Matan, y CIe producir
uno luz que sería digna rival de la luz del sol. El torrente impetuoso, a
pesar de sus contorsiones, se arroja arqueándose en chorros espumosos
de la albura de lo nieve, porque del seno de sus gotas se devue'Iven
presurosos en reflexión total los rayos de luz que penetran en ellas,
y producen lo visión de uno cascado de perlas que 01 desatarse se pul-
verizan' en su caído, y se evaporan en el espacio, ascendiendo con la
corriente del aire desalojado en copos opalescentes que o veces hacen
aparecer los cambiantes del espectro solar.
Estos son los momentos en que los recuerdos unidos o los impresiones
justifican los creaciones fantásticos de lo imaginación del Tñ(¡io chib-
cha, pues que el observador que contemplo extasiado la magnificencia
del espectáculo, aunque poseído de terror porque tal parece que una
fuerzo irresistible lo arrastra hacia el abismo, ve allí, sobre el iris que se
levanta del seno de la bruma, lo imagen del que tiene sobre la natura-
leza un gran poder divino.
-151-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
los indígenas de aquellos comarcas dicen que tras de las aguas que
forman la cascada, existe en la concavidad de la peño un genio llamado
El Mojón, nombre que sin duda alguno es corrupci6n del Mohan chib-
cha, sacerdote, adivino o agorero; éste devoraría o Quien tuviera lo
pretensión de ir o visitado; en ocasiones suele dejarse ver éon un cuer-
po luminoso; pero 01 descubrir que \o miran se conv~erte en piedra. Por
el cauce del río boja a conseguir sus alimentos en los pueblos inmediatos,
disfrazado de campesino.
'"
'" '"
Muchas personas han medido lo altura del Solto de Tequendama; se
cita como el primero el sabio botónico Mutis, quien verificó esta opera-
ción con un barómetro, pero en malos condiciones, y sin tener en cuen-
to las correcciones que en operación tan delicada es necesario hacer;
lo altura que dedujo parece algún tanto exagerada, y es de 25S varas.
152 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 153 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZEROA
,En toda la América han sido descubiertos los restos de la fauna gi.
gantesca antediluviano que dieron origen a fábulas semejantes sobre
la raza de Gigantes que habitaron la tierra. Entre las tribus del Cana-
dá existió también la fábula de los Gigantes, que de generación en
generación se trasmitió hasta la llegada de los primeros conquistadores;
esto tradición se conserva aún entre los indlgenas de Santa-Elena, si·
tuada a dos grados de latitud Sur, y un poco al Norte de Guayaqui'f.i
Cieza de León, que estuvo alll en 1550, asegura que en el seno de la
tierra fueron hallados huesos de grandes dimensfoner, y un molar del
que un fragmento dio a conocer que el peso total seria de más de media
libra.
-154-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 155 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
JOSE DOMINGO DUQUESNE
(El Dorado).
- 157 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
Pero antes de esto, debemos decir o nuestros lectores quién fue DU-
QUESNE, y de qué se ocupó durante su vida, pues de ese modo se apre-
ciará mejor el fruto de sus' profundos meditaciones y de su amor o lo
dencio.
-158-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-159-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LlBORIO ZERDA
-160-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
El. DORADO
-161-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORtO ZERDA
"El calendario de los moscas es una pieza original; los indios atri-
buían esto Invención 01 Bochica su fundador, y sirve de prueba el ha-
ber fundado sobre esta mismo idea todo su religión y todos sus cos-
tumbres, mir6ndole no sólo como una tabla astronómico paro el cóm-
puto de los tiempos sino como un cuerpo de legislación de ritos y ce-
remonias paro el Gobierno de la Noción. En efecto, el Bochlca puso
en planto su Calendario en los tierras de que se posesionó, pero traía
lo ideo de otro porte, y debemos pensar que la había recibido en aque-
llo misma escuela en que cursaron juntos todos los hombres.
"Nodo hoy ton natural como creer que los hijos de Naé extendidos
en los bostas llanuras de Senaor, convinieron entre sí en algunos regla-
mentos cómodos poro medir el tiempo arreglando por ellos los opera-
ciones de lo labranza y los negocios de lo sociedad. La medida más
sencillo de que pudieron servirse fue la luna, así por sus revoluciones
periódicas como por fa notable diversidad de sus fases, o los cuales
podían ligar sus diferentes ideas, poro sus juntos, sacrificios, estacio-
nes, teniendo todos en el cielo un libro público por donde gobernarse
con la moyor seguridad.
-162-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL' DORADO
"Si cotejamos el Calendario de los Moscas con los que usaron los
nociones del mundo antiguo, hallaremos que éste es una pieza original
que en nada se les parece sin embargo de haber tenido todos un mismo
principio. Lo ideo no puede ser más singular, o excepción de lo luna
intercalar que es un principio común sobre que ruedan todos. ¡Qué ar-
ticio! j Qué invención ton nuevo y raro conservar sin añadir ni quitar
ninguno luna, lo ad!ción de aquello luna ton extraordinaria que se
les hizo dificultoso de entender con el tiempo o los otros, y que hu-
-163-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
-164-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-165--
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L180RIO ZEROA
-166-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Las pinturas de los indios algunos veces eran uno pura escritura; ex-
plicaban sus pensamientos con imágenes, y faltando imágenes, con ca-
racteres. En el Podre Gorda se puede ver un ejemplo de la confesión de
los peruanos. Pero nuestros autores no explicaron los dichos caracteres,
ni nos han dado una lámina de ellos, en lo cual ha perdido mucho la
historio. Los egipcios nOs dejaron sus representaciones geroglíficas en
sus pirámides, los indios en sus diferentes piedras, pero los caracteres
de éstos no se entendieron y se perdió el antiguo alfabeto de aquéllos, y
de esto suerte estos dos nociones que cultivaron tonto los símbofas, se
han hecho igualmente célebres y oscuros, y así sus monumentos sirven
más paro atormentar los ingenios que para adelantar la erudición.
Pero todo esto que se admiró en los peruanos fue común o los Mos-
cas. Aunque muchos de los figuras simbólicas están tan enterrados, co-
mo las noticias de sus historias, no dejo de haber algunas descu6iertos
-167-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO %lR[)A
Los Moscas contaban por los dedos, esto significa el verbo segitisue.,
cuya raíz es igiti, el dedo. Sólo tienen nombres propios para diez, en
concluyendo con ellos pasaban de las monos a los pies, anteponiendo a
coda uno la palabro qllihieha, que significo el pie: quihieha ata, el uno
del pie u once; quihicha bosa, doce, etc.
- 168-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
1. Ata.-Los· bienes-otra cosa.
2. Bosa.-AI rededor
Basa: Unos narices y los dos ventanas.,
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figuras 48 y 49 de lo relación de "El Dorado"
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Las años pasados, meses, etc., los contaban poro atrás corno se va en
lo tobla. El año presente corresponde a Ata, el segundo o Dllc'ill, el te,-
cero a Mica, etc., y con el número 20 llenaban grandes eS¡J":'cios de
tiempo en el uso de su cronología. Los números cardinales: lo "rimero,
lo segunda, etc., Qllihino, corresponden en lo tabla a los n Ul11e,'Jks.
No sólo tenían las Moscas nombres para sus números, sino tamb¡,~"
guarismos paro expresarlos. Descubrimiento también nueva y correlativo
a 103 símbolos. Tengo el gusto de servir al lector con una tabla de esta.;
cifras que verosímilmente san las mismas que usaban 103 peruanos y de
Que sólo nos había quedado lino generalísimo y confusa noticia que nos
suministra el Padre Gorda por estas palabras: "Suelen pintar los indio~
del Perú la confesión de todos sus pecados, pintando cada uno de los
díez mandamientos par cierto modo, y luego allí haciendo ciertas seña-
les cama cifras que significan los pecados que han heo;:ho contra aquel
mandamiento."
Este cierta modo y estas ciertas señales san las que hemos descúbier-
to. Son, pues, estas cifras unos compendias de los símbolos, de los cua-
les cada uno vale uno de los números a que corresponde. El método que
tenían de llevar estas cuentas es ~I sigu:ente: representaban, por ejem-
plo, diez sujetos que debían una determinada cantidad, en diez líneas, y
al pie de. la línea ponían la cantidad pagada, por donde se conocía lo
que quedaba restando, hasta enterar todo el débito que quedaba seña-
lado con el carácter correspondiente a Glleio, que en esta su aritmético
es (según parece) no sólo 20, sino una cifra igual a cualesquiera toto-
- 169 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
El circulo fue la figuro m6s usada de los Moscas; daban esta figura
a los cercados y palaciOS de los Zipas y Zaques, a sus casas particulares,
(J sus labranzas, a sus templos, en una palabra, a todas sus cosas. Fi-
jaban en la tierra un palo, de que hacían centro, y,con una cuerda des-
cribían alrededor el círculo.
.Este parece haber sido el origen de los números: como entre ellos la
cosa y la labranza hacían todos sus bienes, el círculo con que describían
uno y otro, fue lo medido m6s propia para expresarlos. Abstascua sig-
nifica dar esto vuelto y sus dos raíces tienen una significación muy
apropiado. Abos, alrededor, y bta, volver o otra cosa, y así de estos dos
palabras formaron los dos primeros números (Ata-Sósa), porque con-
Los símbolos tienen los mismos nombres de los números, pero aplica-
dos o los meses; su representación es la siguiente: (1)
FOTOGRABADO
-170-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Estas figuras son dirigidas a expresar los meses y el año, cuya artifi~
ciosa distribución está simbolizada en estos aspectos, como vamos a ex-
poner con la mayor claridad."
En efecto, el año que vaya dar de los Moscas, es uno pieza com-
pleto y estoy perfectamente asegurado en orden o todo la que voy a ex-
poner. Me veo precisado a repetir esta advertencia, porque pudiéndose
colegir de aquí algunas importantes verdades que ilustren la historia
antigua, no quiero que se piense que me burlo con pensamientos inge-
niosos en uno materia en que interesa tanto lo erudición. Bien que,
creo que el lector erudito que se tome el trabajo de combinar bajo una
idea las noticias históricas que nos han quedado de esta· nación, si por
otra parte ha tratado con alguno frecuencia (y no superficialmente) a
los Indios; si ha penetrado su genio y su carócter misterioso y enfótico,
conocerá lo solidez de los fundamentos sobre que establecemos esta in-
terpretación. En fin, el lector juzgará como gustore: yo estoy certificado
de esta verdad.
-171-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
Mica y Muihica figuran los dos Zísígías; Mica, en los ojos abiertos,
el plenilunio y la oposici6n; Muihica en los ojos cerrados, la conjunci6n
o girante.
-172-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Ya hemos dicho muchos veces que los Moscas miraban como sagrado
el número 20. No podían menos que ajustar por él el año, porque de
otra suerte se hubieran confundido en todas sus cuentos. Los plazos
para los pagos en su comercio, las convenciones solemnes entre sus Je-
fes, el orden de los sucesos y la cronología de su nación, todo se debía
gobernar por este número: Gueta era el símbolo de la felicidad, y entre
esta gente supersticiosa hubieran sido menguados e infelices los años
que no se hubiesen sellado con este carácter; era, pues, ¡"iíexcusable entre
ellos el año de veite lunas.
- 173 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BOR 10 ZERDA
- 174-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
facilidad usamos del carácter Ubchihica, que es la- mismo para este
efecto.
Al año de veinte lunas llamaban Zoca m, que según sus raíces quiere
decir asir o aferrar de arriba, término muy significativo, que expreso la
unión del uno con el otro, esto es, del año de veinte lunas que pasó con
el de las otras veinte que sigue para seguir su vuelta en un continuada
círculo; palabra enérgica que corresponde a la xiuhmolpili con que los
mexicanos conocían aquella su célebre rueda de cincuenta y dos en cin-
cuenta y dos años, que en aquella -lengua quiere decir atadura de los:
años.
Para el otro año que estaba como embebido en éste, o no tenía voz
con qué significarlo, O le conocían por el de Cuhupcua, en cuya virtud~
para un año tan desconocido me permitirá el lector usar de términO!
nuevo, y le 1I0maremos Acrótomos; esta palabra griega significa una
cosa cuyas extremidades o partes últimas están cortadas, y así me pa-
rece que señala con toda propiedad el año de que vamos hablando.
Con lo que hemos expuesto se conoce la ideo del calendario, pero para
que se pueda formar un entero concepto de la correspondencia de todos
sus meses; hemos formado la tabla que lo contiene, y que poro mayor
claridad e individuación explicaremos en el número siguiente con todas
sus circunstancias."
.EI año acrótomos se gobierno con tres signos terminales que están co-
mo partidos, para este intento, y que sin embargo conservan -las repre-
sentaciones de su número en el año que va continuando de 20 luna9
en el modo siguiente:
Sea Ata por suposición correspondiente o Enero como opto paro las
siembras; este signo tiene dos oficios en este -coso: ser primer mes en el
cño dé veite lunas que comienza, cuyo carácter no pierde jamás; y ser
~rimero del año acr6tomos, ruyo rarócter pierde en llegando a su térmi-
no que es lo luna 37. Señalo, pues, las sementeras que se deben hacer
- 175-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORfO ZERDA
de doce en doce lunos, y que son otros tontos meses Enero del año ocrÓ.
tomos, en e! modo siguiente: (a Ato, y a los demás terminales les có-
rresponde la siembrQ primera de su respectivo año) conviene a saber, 2'
siembra Mka, 3" l-lis¡;o, 4" CLI!Jupcua, ¡noficioso intercalar, y así sigue
otro turno; entre tanto, Ata dejando este oficio a Suhusa c.ontinÚo go-
bernando su año de 20 lunos, que no se ha concluido, Suhusa en este
dTculo perpetuo y en esta situación es el mes 18; pero en el turno del
oño acrótomos le toca ser primero por exclusión de CC!iUPC:lll; en éste,
f;ues, señala las sementercs siguientes: 2" llbch¡¡,¡ca, 3<:l Baso, 4<:l núme-
ro 37, Muihica se elide por ¡noficioso; conduye su turno Suhusa, y er¡
su lugar y con lo representación d? Enero entra Aco que es nÚn'lNO
.¡ 9 en el año de 20 IU"1os;pero primero en el año acrótomos señala las
s~menteros siguientes: 2(1 Ata, 3<:l Mica, 4(1 Hisca intercalar nÚmero 37;
concluído este turno entra Ubdtihic.f!, último mes del año de 20 lunas y
;Jrimero en este turno del año acrótomoc; sus sementeras san 2<:l Basa,
3" Muil1ko, 4<:l la nLlmero 37 se elide y vuelve el turno a Ata. Este es el
';stema de! año de los indios Muiscos."
--176-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 171 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
"EL DORADO"
"Tenían los Moscas el cuidado de señalar los revoluciones del año con
las cosas más notables. No había siembro ni cosecha sin sacrificio. Tenían
en coda pueblo una calzada ancha y nivelada que salía del cercado o
casa del Cacique, y corría como por media legua, rematando en un palo
labrado en figura de una gavia, de que pendían al miserable cautivo
que ofrecían al Sol yola luna para obtener una cosecha abundante.
- 179-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
"A este mozo le llamaban Guesa, y también Quihica: Guesa, que quie-
re decir mancebo, de aquí sale el verbo guesansuca, ir creciendo en edad,
pero esta palabra tiene mucho énfasis porque denota precisamente una
edad que no puede llegar a 20 años; y así para la juventud más crecida
o mayor, tienen otro término que es Guas-guacha (1 J. Esto es asr, y se
reconoce mós buscando las rarces de que está formada, que son gue Y sa,
partícula negativa que quiere decir literalmente sin veinte; por la histo-
ria se conoce ia imposición de este nombre.
-180-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
"$e debe suponer que en esta lengua, como en todas las orienta·
¡es, cada palabro es una definición, y las compuestas encierran mu-
chos sentidos, y son muy enfáticos en todas sus alusiones. Cuhucua-
que tiene la misma raíz que Cuhupcua, o por decirlo mejor, es la
mismo voz tomada adverbialmente, y significa señal. Muihica, se com-
pone de mili y de hica: mui es el palacio, lo casa grande; hica, lo pc-
lobra, y es lo mismo que decir en nuestra lengua la palabro de la ca-
sa grande o del palacio. Mas, esto raíz, mui, es raíz del verbo muisea,
que significa tender o extender, el participio del presente que tam··
bién es muisca, significa el hombre y esta palabra que denota toda
la nación, por lo cual los españoles (aun sin entender todavía la len-
gua de este pueblo) atendiendo a su prodigiosa multitud, carromp'c-
ron el vocablo y les llamaron Moscas. Los indios tuvieron en cuenta.
el mismo fin cuando aplicaron a toda su nación este verbo, estl) es:
gente extendida. Es muy enérgíca esta voz, porque alude al barro de
que Dios formó el primer hombre, y de aquí nació también la palabra
muisquien, que significa lo naturaleza, y muihica, cosa negra, por el
color del borro y el de la gente de la misma nación. Del mismo verbo
nace la palabra Miliso, mudada la partícula sea en so, como acastum-
bran estos indios, significa cosa tendida o arrastrada, y aplicaron es-
ta voz a significar lo culebra, y los indios de hoy (1790), llaman en
español a este animal rastra, conservando el significado de su lengua.
-181-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZEROA
con una cara miro o lo posado y con otra o la futuro. Se han encon'-
trado también medallas que tenían cuatro coros, aludiendo o los cua-
tro estaciones. Lo etimología de puerto (quihica) es bien condcida,
pero se debe saber que lo imposición de este nombre no era sólo por-
que mirase los tiempos, sino porque le consideraban como una puerta
por donde entraban todos sus ruegos a l.os dioses. Así Ovidio, gran co-
mentador de la teología pagano, dice:
- 182-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-183-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L180RIO ZERD/\
tides por sí mismo las tierras en que se establecieron; ú sea que les
que se encaminaron a Bacctá necesita"en d'O suc consejos y direcciÓ¡;
paro facilitar el poso al rio Funza, que anegaba los mejores y mos
extendidos campos; ya porque se detenian en algunos estorbos forma-
dos por el inmediato diluvio; ya porque las mismos campos bajos facili-
tasen la salida de los aguas, es de suponerse que él intervino en If) di-
rección de estos obras, y que visitó muchos de aquellos lugare3. Res-
tituido a Sogomoso, murió dejando por heredero de la suprema autori-
dad, que le competía coma a cabeza y padre de toda la nación, a su
primogénito.
"Dé aquí tomaron idea para hacer otras ."alzados. semejante;;, como
la de Bacatá, y en los lugares más señulados con las vestig'os del 80-
chica, hasta que pasó a ser adorna general de todos sus pueblos, y en-
trada de los templos y cosas de sus Caciques, en donrJe se ejecutaban
las danzas, procesiones :' sacrificios .•
-184-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figuro 50 de lo relación de "El Dorado"
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
"He aquí puesta en claro la historia del Guesa con todas sus circuns-
tancias. El 20 y el 5 veces 20 es misterioso en toda la secuela del sacri-
ficio; por eso dividieron los años terminales de cinco en cinco, acaban-
do de contar en el que habían comenzada y de esta manera cada cua-
tro acrótamos salía la víctima, del templo a recordar a 105 indios que
se acercaba esta estupenda solemnidad, pues que así acostumbraban
estarse avisando sucesivamente de varios modos de lo que tienen más
presente y nunca se les olvida. Era sacrificada la víctima al fin del quin-
to aCr'Ótomos, y ese mismo día era entregada a los sátrapas del tem-
pla de las Llanos el sucesor de esta desgraciada, y de esto manera se-
ñalado cado quinquenio con una víctima en cuatro actas detestables y
crueles, se concluía la lastimosa tragedia, y se contaba uno de los
señalados 20 que no .tenía cuando acabarse, y empezaba otra escena.
-185-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LleORIO ZEROA
mellones, etc., porque como éstos eran los teatros de sus procesiones
y sacrificias eran también el libro en que se iban registrando.
-186-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EXPLlCACION DE LOS SIMBOLOS DEL SIGLO
"Es una piedra chica, especie de jaspe negro, tersa, y su figura un1
pentágono. El primer lado es más largo que los otros, tiene de relieve
la figura de un sapo o rana, con cola y sin patas, e, sobre un plano limi-
tado por cuatro líneas; más adelante se encuentra una Hnea gruesa, f,
en forma de una culebrilla que en el dorso tiene dos líneas paralelas de
de iguales dimensiones. El segundo tiene grabado un sapo, a, en actitud
de brincar sobre un plano limitado por cuatro líneas como el anterior
El tercer lado contiene una línea gruesa en forma de un dedo, b, se-
iíalado con tres líneas gruesas transversales y en medio del dorso se le-
vanta una prominencia casi como una nariz, señalada por los Iodos con
dos puntos opuestos, uno en cada lado. El cuarto contiene otro línea
gruesa, e, coma la anterior; esta figura se distingue en que no ocupa
el centro, está hacía un lado del plano. El quinto, d, es como los dos
anteriores, conservando el centro como la primera. Uno de los planos
tiene un circulo, g, cortado por un segmento, en el cual hay uno espe-
cie de dibujo con doble línea en ángulo obtuso, h. En el otro plano se
ve un círculo menor, k, que tiene en el centro un punto, y está cortado¡
con un segmento, de cuyos extremos parten dos líneas .que se unen
hacia fuera formando un ángulo; en el mismo plano se encuentra la fi-
guro m que es una culebrilla; en su dorso se ven dos líneas paralelas;
hacía la cabeza tiene .un ángulo agudo puesto de lada yola cala un
-187-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZEROA
"b. Esto especie de dedo señala en las tres líneas gruesas, tres años.
"Omitiendo, pues, r' tldo e, que está a un lado, cuento en el dedo d,
otros tres años, que, jantos con los del dedo b, producen seis. Lo cual
denota la intercalación de Quihieha ata, que sucede puntualmente .0
los seis años muiscas, como se ve en lo toblo¡ y es de mucho conside-
ración entre los indias por pertenecer 01 sopa que arreglo toda el ca-
lendario.
-188-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
años, Que son los que don puntualmente esta notable intercalación,
Que sucede a los nueve años y cinco meses, como se ve en la tabla.
"9. Es un templo cerrado; h, es la cerradura Que hasta el día de
hoy usan los indios en sus puertas, y llaman candado cormo. Los agu-
jerosle las dos orejas sirven a las estacas que le ponen, y los dos gan-
chos interiores para asegurar la puerta. Significa la primera revolu-
ción del siglo, cerrada en Hisco, y para Que continuase el tiempo, era
necesario en su imaginación (es decir, en opinión de los indios) que
el Gueso abriese la puerta con el sacrificio de que hemos hablado y
cuyas circunstancias eran simbólicas, relativas a esta revolución del
siglo.
"El círculo menor, k, con los radios que estón en el otro plono, fi-
guran a CuhupcUG, esto es, la luna intercalar y sorda, y la unión y
conjunción particular del Sol con la Luna que veneran tan misterio-
samente yola que se dirigía esta revolución.
"La culebra m, es símbolo del tiempo. El óngulo es número cinco
como el de los Romanos: le usaban los indios para explicar cinco, por-
que contaban por los dedos levantando el dedo índice y el dedo medio
en alta, como todavla practican; esta figura y las líneas del dorso de
la culebra, que es una representación de SuhuSG, significan que se
deben tomar los terminales cinco veces, como ya hemos explicado.
"La culebra, por otra parte, ha sido el símbolo del tiempo en todas
las naciones. Esta primera revolución del siglo estaba consagrada prin-
cipalmente a las nupcias del Sol y la Luna, simbolizadas en el trión-
gula, no sólo según los indios, sino según otras naciones.
- 189-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EXPLlCACION DE LA TASLA DE LOS AÑOS MOSCAS
"El círculo interior representa las 20 lunas del año muisca vulgar,
cuyos signos todos se intercalan en el espacio del siglo.
-191-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
"EL DORADO"
Los memorias científicos del doctor Duquesne son uno fuente pre-
cioso de muchos consideraciones muy importantes en el estudio ar-
Queológico de los objetos de los Muiscas. El espíritu observador de este
sabio anticuario, fue favorablemente auxiliado por su posición como
misionero de las familias indígenas, restos de la antigua Nación chib-
cha; familias aferrados tenazmente o sus costumbres y a sus prác-
ticas civiles y religiosas tradicionales, conservadas sigilosamente en
el misterio de su hogar. La posición sacerdota.' de Duquesne, decimos,
mós el interés científíco que le ofrecía el estudio de las antigUeda-
des de este pueblo, guiado por un carócter benévolo e insinuante, le
facilitaron lo confianza de los indios para obtener sus revelaciones
Efectivamente, ellos le revelaron su sistema de numeración, las ba-
ses poro la interpretación del Calendario de piedra y los conocimientos
necesarios para hacer un estudio filosófico y muy detenido del cómputo
del tiempo de los Muiscas, y para poder relacionar todos estos hechos
con sus misteriosos ofrendas y sacrificios. Todos estos datos comparados
con las relaciones de los cronistas, fueron un material suficiente pa-
ro que el talento y el espíritu fecundo de Duquesne, aprovechando es-
tas círcunstancias, dejase para la historía sus importantes manuscritos
que hasta hoy ven lo luz público.
-193-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L/BORIO ZERDA
-"Como veo que al amo Cura le agradan las cosas de los antiguos
indios, nuestros mayores, quiero que vea objetos que le sorprenderán,
los que han sido confiados a mi cuidado y custodio, y cuyo existencia
es un secreto Que hemos conservado con mis compañeros bajo lo fe de
un juramento sagrado. Si el señor Cura Quiere verlos se los señalare-
mos, con la condición de que irá por la noche, dejándose poner uno
venda en los ojos; llevaremos los faroles de la iglesia para alumbrarnos
si así le parece bien.
-194-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
_"No sería mejor que todos estos objetos que yacen aqui ocultos, sin
utilidad alguna poro el pueblo, y cuyo uso le puede ser provechoso, se
repartan entre sus familias, de uno manera justa y equitativa?
-195-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
"Poso ahora a hablar o usted del hallazgo que se hizo, ahora trein-
ta y ocho años (1846), en uno falda muy pendiente de lo cordillera,
entre Gachantivá, pueblo extinguido del Valle de Leiva, y los minas
de cobre de Moniquirá. Iba un indio c.n un perrito persiguiendo uno
zorra, y de repente, desáparecieron lo zorro y el perrito, porque se
metieron por un pequeño agujero. El indio, por recobrar su perro, co-
menzó o covor y de golpe cayeron todas los piedras con que los on-
tiguos habían topado o disimulado la puerta de la cueva, y lo pri-
mero que el indio vió en la puerta de ésto, fue una momia, perfecta-
mente bien conservada,. sentado en una silla bajo y con orco y flecho
en lo mono, y después multitud de otros momias y objetos varios. El
indio, espantado, nado tocó por el momento. Avisó a sus amigos y
compañeros y volvió con ellos, dispersaron los momias y las trotaron
de un modo el más irreverente. Encontraron y sacaron maravillas, y
tantos montos finos de algodón que con ellas se vistieron los indios
de ese territorio. Hallaron también alhajas de oro muy curioS<1s".
-196-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
lSon aun más terminantes y expHcitas las siguientes frases que- ex-
presan una aseveración del convencimiento que tenia de la verdad de
los asuntos de que se ocupó en sus escritos.
,Este sabio dice, en uno de sus escritos, tratando del CalendariO chib-
cha grabado en piedra:
"Tengo en mi poder un manuscrito que según parece contiene una de
estas revoluciones del tiempo. Los amantes de la bella literatura gus-
tarán de leer en estos caracteres tan extraños, Y mucho más cuando
se puede mirar como un pedazo del alfabeto chibcha, con cuyas notas
se podrá imponer, y aun adelantar en otros semejantes; de suerte que
estos fragmentos que suelen encontrarse, no serán en adelante un mue-
ble vano, sino un adorno importante de un gabinete de historia".
-197-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
nemos duda de que este dibujo hoyo sido hecho con fjdelidod en el
número de sus líneas, pues M. Jomard no da de el/a ninguna ínterpre~
tación, pero ve en algunas de sus figuras flechas y carcaj, cuando los
Muiscas no usaban este último.
.... "El método que tenían (los indios) de I/evar estas cuentas, es
el siguiente: representaban, por ejemplo, diez sujetos que debían una
determinado cantidad, en diez lineos, y al fin de las líneas ponían la
cantidad pagada, por donde se conocía lo que aun se restaba, hasta en-
terar todo el débito que quedaba señalado con el carácter correspon-
diente a Gueta, que en esta su aritmética es no sólo 20, sino uno ci-
fro igual a cualesquieros totales". (1)
-198-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
'Los miembros de estos figuras están recogidos como poro brincar, ac-
titud que, según Duquesne, caracterizo lo entrado del año, como sím-
bolo correspondiente o Ata Iuno) que expreso lo primero luna del
año y del siglo.
-199-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
tres días, que constituían las diez semanas del mes lunar, cuya cuen-
ta llevaban en los diez dedos de las manos.
29 La figura del plano B representa, por su cabezo con ojos, y por su
formo en general un sopa sin patas y cubierta can una túnica. Du-
quesne dice: "Observando varios piedras con la debida atención, he
notado que figuran también el cuerpo del sapo sin patas, lo que repre-
senta el signo de Gueta (20), o también un signo de quietud, sin que
influya en los operaciones del, .campo .... otros el cuerpo sin patas
transformado en ídolo; esto es, con uno vestidura o túnica propia del
hombre" .
:En el pie de la figura, y sobre lo túnica del sapo, se notan cinco lí-
neas negros salientes y cuatro blancas, que son entrantes, sin contar
las extremos, que son parte del contorno de la figura que, como tos
demós, estÓ en relieve. La repetición de 4 veces las 5 líneas negros,
expresa,da así, puede repre.sentar un año civil o de 20 lunOs, el que
también está expresado por el sapo sin patas de lo figura, que es sím-
bolo de Gueta (20).
- 200-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figura 51 de la relación de "El Dorada"
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figuras 52 o 59 de lo relación de "El Dorado"
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
co. "Cada bienio intercalaban los Jeques una luna a la 17~ y sembra-
ban a la 18". En esta figura cada grupo de doce rombos está dividido
en series de 6 cado uno, porque cada seis lunas, o sunas tenía fugar
una ceremonia religiosa, dedicada a la Luna para suplicarle fuera bue-
na la sementero. Duquesne dice: "no había siembro ni cosecha sin
sacrificio" .
-201-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 202 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
.En lo falda del chircote (capisayo) del Jeque se ven las siete Iineos
negros o salientes que indican el término de lo primero cuadratura de
lo Luna en Cuhupcuo y el de la segundo en Muihico; y paro la terce-
ra contobon ocho, desde esta último hasta Hisco; cuento que hacíoJ
el Jeque en los dedos, pues dice Duquesne que "tenían los Moscas
su calendario descrito en los manos, teniendo en cada dedo coloca¿os
mentalmente sus signos, según el orden de sus números".
(La' figura que está inmediata o lo del Jeque, en este plano, es un']
culebra de dos cabezas, para representar en lo una, con ojos, el tiem-
po que pasó y que fue conocido o visto; y en la otra, sin ojos, el
tiempo venidero, desconocido. La culebra fue, según Duquesne, el sím-
bolo del tiempo entre los Muiscas.
Aquí debemos notar que los padres del género humano chibcha
o muisca, se convirtieron en culebras y desaparecieron en el agua de
un lago.
1 Lo culebra de esta piedra tiene en un extremo cuatro líneas grue-
sos en el dorso y cinco en el otro: las primeros recuerdan la salid::!
del Gueso coda 4 años, para avisar el estupendo sacrificio a que es-
taba destinado, recorriendo los cominos o sunas de Bochica, y los orras
cinco, el término señalado para el sacrificio.
69 La sexta cara de esta piedra o calendario, está formoda por una
pirámide cuadrangular, cuyas caras están marcadas con la letra Si
está truncada, pues que parece que se rompió, pero es muy probable
que fuera completa. Es muy notable en este calendario la piramide, si
se tiene en cuenta que fue muy usada entre los indios de la América
del Norte, principalmente entre los Mexicanos, que la llamaban
Teoeoli. Los Muiscas dividían su siglo, de 20 años intercalares o 05-
tronómicos, en cuatro períodos o revoluciones. La primera revoluciór.
se cerraba en Hisco, la segunda en Ubchihica, la tercero en Quihicho
hisca, y la cuarta en Gueta; y debemos notar que las cuatro faces de
la pirámide corresponden a los cuatro revoluciones del siglo. Esta co-
rrespondencia es más notable si se atiende a que en la base de la pi-
rámide hay una corona o anillo de 80 puntos o rombos, número que e,¡
múltiplo de 20, cifra sagrada, como para expresar cuatro períodos
máximos de 20 lunas cada uno.
- 203 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
ILa segundo piedro marcada con el número 51 tiene seis caras (.on
figuras en relieve: lo coro a tiene la forma de dos esferas unidas por
una porción ciHndrica, como la unión de dos gérmenes; la b es muy
semejante o un renacuajo pequeño; lo c es también semejante a un
J'enacuajo sin cola, y lo d tiene la forma de una túnica con cabezo
rudimental, es decir, no bien determinada; esta figura recuerda la q'ue
describe Duquesne, del sapo o rana sin patos con lo vestidura o capi-
sayo del hombre Muisca. Lo coro f es la figura de un hombre y la e
lo de uno mujer; comparadas sus cabezas, lo del hombre es más pe-
queño que lo de lo mujer; parece, pues, la de un adolescente. Estas dos
figuras por su aspecto general y por su gorro o sombrero, recuerdan lo
descripción que hacen los historiadores de los padres de la humanidad
Muisco, Bachue y su joven esposo, nacidos de las aguas de lo laguna
de Yguaque. El hombre lleva las manos unidos como en actitud de
contar, y es muy natural que el padre de los Muiscas les enseñara lJ
contar con sus manos y o seguir la cuento en los pies como lo in-
dico el arco de unión que llevo en éstos; estQ figuro no puede indi-
car otro cosa.
,Es, pues, muy natural que esta piedra fuese uno especie de libro
iconográfico del génesis de la especie humano Muisco, y del animal
más íntimamente relacionado con el cómputo del tiempo, y con sus
trabajos agrícolas.
- 204-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 205-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
NOTICIA SOBRE LAS ANTIGUEDADES DE LA NUEVA GRANADA
- 207 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
"-- 208 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 209-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZERDA
-210-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-211-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZEROA
-212-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL 09RAOO
"Creo deber agregar que, después del último viaje que hice 01 can-
·ón de Leiva, visit6 también una gran gruta que sirvi6 a los indios
poro enterrar sus muertos, y descubierto lo casualidad por los habi-
tantes del país hace dos años. En la dirección de Gachantivá, cantón
de Leiva, en el seno de la cordillera en donde se encuentran los mi-
nas de cobre de Moniquiró, y o corto distancio de esto, corre el río
que más abajo formo el Suárez, siguiendo un curso impetuoso, En
esto barranco un hombre perseguía con un perrito un zorro, cuando,
de repente, el zorro y el perro desaparecieron por un agujero. Trotan-
do aquel hombre de agrandar el agujero, o fin de, encontrar su perro,
se desprendieron algunos piedras y dejaron descubierta una gruta
-213-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
"Llegué en Junio de 1846 para visitar esto gruta, subí con mucho
trabajo la cuesta desde la embocadura del río, llevando un guía; se-
guf durante 400 varas una dirección casi vertical, arrastrándome para
osirme o los arbustos' que encontraba. En los cercanías de lo gruta des-
cubrí desde luego huesos en gran número, tales como los restos de
los momias, que habían arrojado de una manero ton deplorable. En-
trando el primero reconocí q'Je esto caverna estaba tallada en una roca
calcárea, lo que explica cómo todos los cadáveres se habían conservado
y momificado, y cómo las mantas y demós objetos de que estaban re-
vestidos se encontraban en un estado perfecto, después de transcurri-
do tanto tiempo.
-214-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-215-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
moreno del hábito de los carmelitas ,de diferentes anchos y algún ton-
to deteriorado el color por la acción del tiempO.
En nuestra primera parte de "EI Dorada" dijimos que los indias Muiscas
e Chibchas usaron mantos de algodón decoradas con pinturas de im-
presión, hechas con rollos de arcilla cocido, grabados con figuras va-
riadas, los que cargados de colores, los aplicaban sobre la tela. PO"
€ste medio se pintaban también la piel. Piedrahita dice que pintaban
sus mantos con pincel; pero este fragmento de manta, encontrado en
lo gruta de Moniquirá, nos ofrece un ejemplar de tela tejida con hilo
previamente teñido; es decir, es uno demostración de que los indios
conocían el arte de teñir las fibras vegetales. Este estudio es muy in-
teresante Y trataremos de él en un artículo separado.
-216-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figuras 60 o 67 de lo relación de "El Dorodo"
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-217-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZERDA
-218-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
IEn 1577 un fuerte huracán desarraig6 uno encina cerco del claustro
de Reyden, en el cantán de Lucerna, y en el suelo se descubrieron gran-
des osamentos, las que fueron examinados en 1584 por el doctor Fé-
Iix Plater, médico de Bale, quien atribuyó estos restos o un gigante
de 19 pies. de altura.
Un cirujano llamado Mozuryer, encontr6 en lo ribera izquierdo del
R6dano, cerca de León, dientes y otros restos de un Mastodonte. Co-
mo este animal era desconocido en eso época, Mazuryer publicó que
estas osamentas habían sido hallados en un sepulcro descubierto por
él, construído de ladrillos, que tenía de largo 30 pies sobre 15 de
ancho, y que sobre las ruinas había leído lo inscripción: TeutoboelH.ls
Re., que aludía al nombre del rey teutón, bárbaro que invadió los Igo-
lias o la cabeza de los Cimbrios, y libró batalla contra Marius cerco
de Aquoe Sextioe, llamado hoy Aix, de donde habiendo sido vencido,
fue llevado prisionero o Roma para adornar el corteja del vencedor.
fue, pues 0111, sin dudo alguna, decla Mazuryer, la tumba de este
Rey, que, según el testimonio de autoridades romanas, sobrepasaba con
lo cabezo todos los trofeos enarbolados sobre las lanzas. El esqueleto
hallado tenia 25 V2 pies de largo sobre 10 de ancho. El Rey Luis
XIII tomó grande interés por el descubrimiento de Mazuryer, y este
charlatán recorrió la Francia y lo Alemania haciendo valer su rela-
ción y exhibiendo el esqueleto del voluminoso Rey teutón.
-219-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 220-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
estaban ayudando o bien morir con uno cruz de romo bendito, la to-
mó en sus monos y halló que estaba oculta en su interior lo imagen del
Bochica".
Hoy día los gentes ignorantes del vulgo, principalmente en los cam-
pos y en los poblaciones pequeños, conservan algunos hábitos supers-
ticiosos de sus antepasados: cargan en los gargantillas, y aun en el rosa-
rio, dientes de animales, frutos secos y otras figuras extravagantes, pa-
lO preservarse de los moles que les puedan causar sus enemigos o per-
-221-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 223 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
llBORIO ZERDA
animales, como los Egipcios, los Persas y los Chibchas, lo hicieron así
para simbolizar los animales que adoraron o veneraron, porque se
adoraban con ellas en sus funciones astrológicas y religiosas.
·EI profesor lubbock cree que el culto de los animales tiene su ori-
gen en lo costumbre muy general de dar primero a las personas y des-
pués a las familias, el nombre de algunos animales, como sucede entre
los tribus de los Pieles-Rojas.
Aun cuando es muy cierto que entre lbs salvajes ha sido frecuente
la costumbre de dar ICls nombres de los animales a los personas, a los
familias, y aun o los lugares y poblaciones, este hecho enteramente
particular, no puede explicar lo general aceptación de un animal co-
mo dios de toda una Nación formada de numerosos pueblos y familias.
Nos parece mós natural y acertado buscar una causo general, o que
comprenda, por lo menos, el mayor número de cosos y de circunstan-
cias; y Que aun cuando sus aplicaciones particulares sean muy varia-
das, estas puedan tener el mismo origen o alguno muy semejante. Ta-
les condiciones los encontramos reunidas en la explicación que vamos
a dar.
En atra ocaslon hemos dicho Que los razas inferieres, salvajes o se-
mi'civilizados, en la imposibilidad intelectual de conocer los verdade-
ros atributos de la divinidad, han deifcodo los individuos y objetos
de lo naturaleza Que más directamente impresionan sus sentidos y su
imaginación, y cuyas cualidades particulares les son mós fáciles de
apreciar, seo que estos cualidades obren maléfico o benéficomente. Es
por estos razones que el sabeísmo fue el culto más natural entre los
salvajes; pues, ¿Quién de ellos podría desconocer los beneficios del ca-
lor, del sol y de su luz como la de los demós astros? Pero entre los
- 224-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 225 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORtO ZERDA
- 226-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 227 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
los Antis del Perú adoraban las grandes serpientes que llamaban
Ámaru. los indios dál Cuzco y de Guamachuco refirieron o los misio-
neros que cuando Chacochumo, general.de las tropas delinca, se en-
contraba en esta provincia con su ejército,' se le apareció una serpien-
te vellosa, extraordinariamente larga, gruesa, como el muslo, cO,n una
cabeza semejante a la de un siervo y lo llamaban Uscaiguai; tenia
campanillas de oro en lo 'Colo, por la que' la consideraban cama el dios
de las riquezas' y la adorolXI" paró canseguirlas. En una segunda apa-
rición anunció este dios que regresaría al cielo, y toda la nación la
vió elevarse, hasta que desapaAtci6. (1 l
- 228-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 229-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
trológico de los Aztecas: "Es esto uno divinidad cuyo enorme nariz se
ve adornado con lo figuro de la culebra de doble cabezo o onfisbeno
misterioso, tiene en su mano un Jliquipili o bolso de incienso; de un va-
'so roto que est6 colocado sobre el hombre, sale uno serpiente; otro,
<Iesongr6ndase y hecho pedazos, se hallo delante, y la tercera, tam~
bién en trozos, se encuentro encerrada en uno caja lleno de agua, de
la que brota una planta; un hombre se descubre o lo derecho de un
jarro, yola izquierdo uno mujer engalanado de flores, probablemen-
te lo voluptuoso Tlamesquimili, que también se lo pinto con los ojos
. vendados .... Evidentemente indica dos ideas muy diferentes la fi-
S;W'0 de lo serpiente en las figuras mexicanos; en los relieves que mor-
con.la divisi6n dtt¡l año y los cielos, s610 expreso el tiempo oevum; y
es el genio del mal, un verdadero cacodaimon, pintado lo serpiente en
reloci6n con cihuac:ohualt.. lo madre de 101 homb•.•• (lo mujer-serpien-
te) o aplastada por el Gran Espfritu, cuando tomo la forma de una de
las divinidades subalternas".
- 230-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-231-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
Papel Periódico Ilustrado, número 80. Año IV. Pág. 117 o 120.
- 232-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO Y LA CONQUISTA DE LOS MUZOS
- 233 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 234-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
El DORADO
IEra natural, pues,. que siendo el yugo conyugal uno imposición sin
intervenci6n del amor, no escaseasen las infidelidades de lo mujer,
y esto ofensa hacía frecuente el suicidio en el hombre, atravesándose
el corazón con un dardo envenenado. Pero algunas veces el marido
se daba por satisfecho rompiendo el mobiliario y los útiles del me-
naje; se iba después 01 monte mós recóndito, donde se estaba du-
rante uno luna, hasta que lo mujer, después de haber provisto la co-
sa de nuevo mobiliario y útiles de cocina, iba a buscarlo, 110 hallaba
y lo trotaba ton cruelmente como cuando había sido su novio; en-
tonces se hacían las paces y volvía la tranquilidad del hogar.
- 235 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
•EI castigo del homicidio aro entre los MUZQSun acto de venganzlJ
a, que tenía derecho lo familia de lo víctima y los que llevaban ,su
mismo apellido; pero algunos presentes eran bastantes poro satis-
facer y obtener el perdón de los agraviados.
Los adoratorios en donde los Muzos rendían culto o sus deidades, es-
taban situados en dos altos peñascos, que llamaba Fura- Tena, que en
su lengua significan mujer y hombre los que, según sucosmogonía,
fueron dos gigantes que se transformaron en montañas separadas por
el río Zarbí, que se precipita tumultuoso hacia el Norte del valle y
va a regar el llamado "Otro-Mundo". En aquellos rocas hacían fre-
cuentes sacrificios y ofrecían o sus dioses, oro y esmeraldas. El nom-
bres de estos peñascos les sirvió o los españoles paro designar o una
-236-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
india distinguida por los Muzos, ·Ios que o pesar de su natural altivez
tributaban grandes homenajes o fa ofamada Furotena, señora muy
rico y poderoso que residía en el pueblo indígena de Muzo, yero po-
seedora de los ricos veneros de esmeraldas de los inmediaciones de
Itoco. Esto indio gozaba de gran nombradía entre los suyos, porque
sobresalía por sus riquezas, por sus virtudes y hermosura.
- 237 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
Una vez que hemos visto quienes eran los Muzos los f,ugares que
habitaban, cuales fueron sus costumbres y creencias, haremos la re-
lación de sus combates con los cOnquistadores españoles en las dife-
rentes expediciones acometidas para su reducción a la Corona de
CU5tilla.
- 238-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-239-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
Las triunfos de los Muzos les dieron tal asadía, que con frecuen-
cia sufrían sus asaltos los pueblas confinantes de la altiplanicie de
los Muiscas, a tal punto que el Gobierno del Adelantando. Lugo resol-
vió seriamente reprimir y castigar tales invasiones. Para este efecto fue
encargado del mando de una nueva expedición sobre los Mu%as el Ca-
pitón Melchor de Valdés, con cien hombres de infantería y algunos de
caballería.
- 240-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-241-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 242-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
~Era tal lo fama de Ursúa, que en los primeros aprestos para su jor-
nada se alistaron en sus filos hombres de lo mós florido de Véle%, de
Tunja y de Santafé, en número de 105 infantes y 20 de caballería,
armados de lanzas y acompañados de perros feroces. La expedición
marchó en el año de 1551, por lo vía de Vélez, se situó en Saboyá y
a fuerza de correrías artificiosas, logró pacificar con suavidad a estos
¡"dios alialos de los Mu%os. No quiso penetrar por los fronteras de Si-
mijaca, pues sabía que las defendían hoyos, púas envenenados, pali-
zadas y despeñaderos, con los que los indios procuraban resguardar
los estrechos cominos por donde pudieron ser invadidos, principalmen-
te los entrados de Fura- Tena, y Turtur. Penetró Ursúa con cautela en
el territorio de los Muzos, situó su campamento en lugar apropiado,
desde el c:ual haría sus excursiones sobre los tropas enemigos. Los
Mu2.os, capitaneados por sus valientes jefes Quirinaca y Atabí, y coli-
gados con los Pauras, no se recelaron de que los' Españoles penetra-
sen por aquello vía, y aunque hicieron frente con más de cinco mil
combatientes, no resistieron el impetuoso ataque de /as tropas de Ursúa,
como si la fama de este caudillo hubiese llevado el pánico 01 corazón de
los Muzos, c~dieron el campo aterrorizados de los armas españolas. En
1I11ade los correrías que hizo Ursúa al valle de Po uno, se vio en peli-
gro y le fue forzoso retirarse.
- 243-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZERDA
- 244-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 245 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO Y LA CONQUISTA DE LOS MUZOS
- 247 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
tlBORIO ZEROA
- 248-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
ESMERALDA DE MUZO. (Tamaño notural Fig. 68.)
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL· DORADO
Perú las llevadas del Nuevo Reino de Granada, sin que se haya sabi-
do con certidumbre cuales fueron esas minas; pero desde que las mi-
nas de Muzo se fueron conociendo en el mundo comercial, parece que
hubieran desaparecido las de aquellos lugares. Es, pues, de suponerse
que no habiendo existido minas de esmeraldas en el Perú, y habiéndo-
los encontrado allí los Españoles es muy posible que el comercio indí-
gena de las esmeraldas de Somondoco y de Itoco alcanzara hasta aq'ue-
Ilas regiones antes de lo Conquisto. '
- 249-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- 250-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-251-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 252-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 253 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
ltBORIO ZERDA
100.00
99-80 97·05
- 254-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 255-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZIRDA
-256-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 257 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 259-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
~EI Briti. Museum es algo mós rico que el de.1 Louvre. Fue una gran
novedad histórico y científico el hallazgo de la tumbo de Cleopatra; y
lo momio que contenía el sarcófago descubierto, estaba intacta; fue
llevado a Londres, en donde los egipt610gos creen reconocer en ella
las restas de la famosa Reino de Egipto.
Mr. Lee. Cónsul general del gobierni británica cerco del Pachá de
Egipto, llevó a Trementon Castle, uno momio perfectamente conser-
vada, sacada de las sepulturas reales de Thebas; el cuerpo estaba en-
vuelto en algunos centenares de anas de vendajes, y de franjas con
bordados de cerca de Quince pies de largo por cinco a catorce pulgadas
de ancho. El féretro estaba decorado con magnificencia y cubierto de
figuros simbólicos y de geroglíficos. Por un estudio comparativo de 105
geroglíficos trazados en la corona del cofre con los vocabularios de
nombres propios, tradUcidos por Champolion, se ha comprobado que es-
ta momio era de uno de los Faraones. Tenía la frente cubierto de uno
posta compuesta de aromas, en la que encontraron granos enteros de
cebado. (Julia Fontenellel.
- 260-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-261-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
lia y las creencias religiosas, para cumplir con sabios preceptos higié-
nicos.
- 262-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
pués de haberlas mostrada al sol los arrojaban por ser la causa de to-
dos las faltos que el hombre había cometido.
;6ory de Sain- Vicent dice: "El uso de conservar los cuerpos muertos,
que solamente fue nacional entre los Egipcios y los Guanchos, es de-
cir, entre lo noción mós sabio y los hombres menos instruídos, es lo
pruebo de uno sensibilidad profunda en los naciones en las cuales se'
generaliza". Pero poro Volney, fueron únicamente, ideas de carácter
higiénico las que motivaron la momificación entre los Egipcios, Esta
misma opinión es lo de Julio de Fontenelle, y agrego a ella las ideas
religiosos: los necesidades higiénicos los explico por el gran conocimien-
to que tenían los Egipcios de los leyes de esto ciencia, que, según Prós-
¡:ero Alpino, fue de los ciencias que mayores progresos alcanzó entre
ellos; este pueblo fue muy ilustrado y su civilización se transmitió a
los Griegos, de éstos o los Romanos, Y de los Romanos a los demás
pueblos. Los inundaciones del Nilo, que cubren anualmente uno in-
menso extensión del territorio, hacía imposible Y peligroso el enterra-
miento de los cadóveres en un suelo húmedo y anegadizo, que facili-
taría lo putrefacción Y lo infección del aire en los portes altos, el;!'
donde se encontraba acumulado uno poblQción muy denso, que daba
anualmente muchos muertos. La desecación de los cadóveres fue el
expediente apropiado para obviar esto dificultad, y uno de los medios
mós adecuados lo hallaron en el empleo del natron (subcarbo:niGto de
soda), muy abundante en los numerosos lagos de aquel territorio; es-
ta sustancio natural tiene lo propiedad de impedir lo corrupción ca-
davérico. Estos necesidades higiénicas se constituyeron en u'n' culto
religioso afianzado por sus opiniones sobre los destinos de lo huma-
nidad,
Según Rouille, la operaclon del embalsamamiento de las cadóveres
egipcios, se reducía o dos partes esenciales: la desecación paro privar-
los de la grasa y de la humedad naturales, y después lo preservación
del cuerpo desecado de la humedad exterior y del contacto del aire
La naturaleza del clima y sequedad de la atmósfera eran favorable!
para llenar la primera condición; y para la segunda se recurría al pro·
cedimiento ingenioso que encontraran mós apropiado, ayudada de le
constitución del suelo y de los subterráneos en donde eran depositado~
los cadóveres, Estas vastas cavidades, de donde, según dice Pelletan
se extrajo el material poro los monumentos suntuosos de Tebas, estár
- 263 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- 264-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
Figuro 69 de lo relación de "El Dorado".
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 265-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 266-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 267 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
11
- 269-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- 270-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
~En la Isla del' Fierro, se han hallado, sobre la mesa en donde se ha-
bía depositado el cadáver, los muebles y objetos de su uso durante su
vida. Sobre los momias de algunas personas de distinción se levan-
taban tumbas a amontonamientos tumulares; estos monumentos eran
de forma piramidal y de piedras secas, es decir, sin argamasa o ci-
mento en la unión. El muerto llevaba sus vestiduras, colocado sobre
tablas de pino con la cabeza hacia el Norte.
M. Jouannet examinó algunas momias de los Guanchos, que tenían
los ojos, las narices y la boca llenos de asfalto, como algunas mo-
mias egipcias.
IEn vista de las analogías que ofrece el sistema de momificación de
los Egipcios y de los Guanchos, no es infundada la suposición de lo pro-
cedencia egipcia de los habitantes indígenas de las Islas Canarios, o
por lo menos de sus relaciones íntimas: suposición apoyada por las ob-
servaciones de Humboldt, y porque no se puede admitir como un he-
-271-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LlBORIO .ZERDA
111
- 272-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 273 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
'Los' anticuarios del Norte, para distinguir esto rozo desconocido, pe-
ro cuyo existencia se ha reconocida por sus restos mortuorios y por
los monumentos que ha dejado, lo ha designado con el nombre de
Mound Builders, o constructores de montecillos, par ser los que mós
comúnmente se encuentran. De estas montecillos destinados o diferen-
tes usos, y ritos las más numerosos, san los mound, sepulcrales de for-
mas variadas comparables o las construcciones tumulares de las primi-
tivas rozas del antiguo Continente; en ellos las cuerpos fueron inhu-
modos, ya en posición horizontal, yo con sus miembros replegados so-
bre el tronco y sentados en su posición natural con lo barbo apoyada
sobre los rodillos, actitud en la que se encuentran generalmente los
momias de lo América del Sur, Unos veces estón aisladas bajo de es-
tos mantecillos artificiales, otras reunidos en forma de cementerio, y
los tipos mós comunes son los siguientes:
- 274-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 275 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
(2) Voyoge pittores que dons !les grands Déserts du Nouveou Mande.
- 276-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 277 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORJO ZERDA
cadóver de los señores, sus mujeres y sus servidores, y las armas, des-
tinada a acompañorlos y a servirlos en el otro mundo.
- 278-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 279-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBQRJO ZERDA
difunto, después los sacerdotes con los incensarios y los servidores lle-
vaban el muerto sobre una litera. Desde que se aproximaba al templo
salían a recibido los Coácuiles a sacerdotes; estos se preparaban para
ejercer sus funciones con ayunos, y, según algunos' historiadores, prac-
ticaban en esto ocasión las mismas costumbres que las del rey. Según
otros, se transfiguraban en demonios, llevando ropas cubiertas de ca-
bezas horribles cuyos ojos eras figurados con lóminas de mico; o des-
nudos, con el cuerpo pintado de negro y agitando bastones que debían
servir para atizar el fuego de la hoguera sagrado.
Lo cremación fue usada por las primeras tribus nómodes, que por
este medio podían transportar los restos de sus parientes. Esto costum-
bre duró mucho tiempo, y los conquqistodores lo encontraron en al-
gunos lugares, principalmente usado poro las jefes y señores principa_
les. Brasseur de Bourbourg dice que lo cremación la usaron los Tolte-
cos; Torquemada y Clovijero lo señalan entre los Chichimecas, y Vey-
-tia, en su Historio antiguo de México, dice que los cuerpos de los pri-
meros reyes Aztecas fueron quemados y posteriormente sepultados en
los Teócalli o pirámides sepulcrales.
- 280-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
Se escogían entre los esclavos los que podían ser más útiles o su
señor; en Michoacón se les daba muerte con golpes de mozo, y entre
los Aztecas los sacrificadores les abrían el pecho, estando tendidos
sobre lo piedra sagrado, y les arrancaban el corazón poro arrojarlo o
lo hoguera, retirando prontamente el cadáver. El historiador Goma-
ra del siglo XVI dice que el cadáver de la víctima era enterrado, y
otros aseguran que era quemado en uno hoguera cercano de 10 del je-
fe. Las cenicas, los osamentas calcinados, los restos de los ornamentos
se reunían poro colocarlos en uno urna, adornado con lo efigie del
Rey, y se depositaba en el Te6ca1i o los pies del dios que se quería
particularmente honrar. El Barón de Humboldt hizo notar la grande
analogía de construcción que se observo entre los Teócalis mexicanos
y el templo de Belus en Babilonia, (5). Este monumento piramidal te-
nía ocho asientos :su altura era de un estadío; lo anchura de su
base igual o su altura; el muro que formaba el circuito exterior, tenía
dos estadíos en cuadro (un estadio olímpico, común, tenía 183 me-
tros; el estadía egipcio no tenía sino 98 metros. Humboldt). Lo pirá-
mide era construída de ladrillos y de asfalto; tenía un templo o daos
en su cima, y otro cerco de su base; el superior, según Herodoto, te-
nía uno mesa de oro y un lecho; pero según Diodoro de Sicilia, este
templo tenía un altor y tres estatuas. En los Teócalis mexicanos se
distinguían, como en el templo de Belus, el naos inferior del que se
mostraba sobre lo plataforma de lo pirámide, y así lo hace notar Cor-
tés en su Historia de la Conquista. (Humboldt).
- 281 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 282-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 283 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
IV
\ Pasando de Norte a Sur el Istmo de Panamó se penetra en el terri-
torio llamado Coyba o Cueva, por los Españoles, que comprende las
provincias llamadas también "Castilla de Oro". Coyba, significa en el
idioma de las tribus del' Darién ,lejos o lugar lejano. Interrogados los
indios por los conquistadores de donde sacaban el oro, contestaron Coy-
ba, es decir, de un lugar lejano, y los Españoles tomaron este nombre
para designar el país.
En algunos distritos de Coyba, cuando algún Jefe o Señor moría,
procuraban conservar su cadáver convirtiéndolo en momia; para esto,
lo sentaban sobre una piedra, y al contorno formoban una grande ho-
guera sin que el fuego lo tocase, a fin de que solo el calor los secase,
pues toda la grasa y la humedad naturales le salían por las uñas de
los pies y de las manos, y trasudaba por la piel y se enjutaba. Des-
pués lo colocaban en determinado lugar de la casa o en una cueva, al
lado de la momia del Jefe su antecesor, de tal manera, que se padía
ver el número de Caciques que habían gobernado el país, según su or-
den de sucesión. Si el Cacique moría en un combate, o por cualquier
accidente, no pudiéndose encontrar el cadáver, su lugar quedaba VQ-
da en la serie de momias que representaban sus dinastías. Este modo
de secar los cadáveres se usaba principalmente en las provincias de
Comagre y de Chimán. En otras provincias de Coyba, después de se-
cado el cadáver, al fuego, lo envolvían en muchas telas de algodón.
(Oviedo, Hábitos y costumbres de los habitontes de lo Provincia de
Coybo) •
Las ceremonias fúnebres del Jefe o Tiba se celebraban con cánti-
cos o areytas, que se componían especialmente para enaltecer las vir-
- 285 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 286-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
'Según el historiador Gumilla, fue general entre las tribus del Ori-
naco el rito funerario de enterrar con el difunto sus armas, alhajas y
demás objetos que les habían pertenecido; también usaron la crema-
ción. Los Caribes, cuando uno de sus capitanes moría, la ceremonia que
reputaban más honorífica, era la de poner el cadáver en una hamaca,
custodiado por sus mujeres, los que se remudaban en continua centi-
nela durante treinta días, para impedir que las moscas reposasen sobre
el cuerpo del difunto. Llegado el día del entierro, los miembros de la
familia le ponían al lado sus flechas, arcos, macana y demás objetos
de su profesión, y al otro lado una de sus mujeres para que le acompa-
ñase y sirviese. Posado un año, sacaban los restos, y encerrados en
una coja, los colgaban en el techo de sus casas para perpetua me-
moria. (GumiHo, El Orinoco Ilustrado).
No obstante que fue muy general lo costumbre de danzar en los en-
tierros, algunas tribus de estas regiones se manifestaban sensibles y
dolorosamente afectadas por la pérdida de algún miembro de su fa-
milia, y aun daban a conocer su sentimiento guardando un año de lu-
to. Gumilla nos refiere que los Betoyes se congregaban junto lo se- a
pultura: los muchachos en un lado y las muchachas en el otra, y tras
de éstos los hombres 'J las mujeres, respectivamente. Principiaba lo
función entonando ::!l viudo o la viuda una lamentación acompañada de
lágrimas que en coro repetía la concurrencia: jAí asidí moni jubí! Aí,
asidí! iAy de nosotros, que ya se nos murió! iAy de nosotros 1 Esta
clase de lamentaciones las encontraron también los conquistadores en-
tre las tribus de Chile.
Las tribus de los Jiraras y Ayricas, de las llanuras que baña el Orino-
ea, tenían manifestaciones externas de dolor muy semejantes a las
- 287 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZERDA
usados por los pueblos civilizados de lo época presente: los viudos, 10$
hermanos y los hijos se teñían de negro todo el cuerpo con la infusión
de joguo, la que da un tinte que dura mucho tiempo. Los parientes
c!e segundo grado de consanguinidad se teñían solamente los pies, las
piernas, los brazos y las manos y parte de la cara; los demás paríen~
tes se teñían los pies y las manos, y se salpicaban con ese tinte la ca-
~Q. Además los viudos y viudas rehusaban contraer nuevo matrimonio
durante un año. (Gumillal.
- 288-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
duelo, que duraba mientras había que beber, y entre tanto los con-
currentes seguían amontonando tierra sobre el sepulcro para levantar
el túmulo; así es que éste era tanto más elevado cuanto más duraba
la ceremonia fúnebre, según la riqueza y posición del personaje muer-
to. En alguno de estos túmulos, en los que el lujo de fomilia había de-
positado todas sus riquezas, encontraron los Españoles objetos de oro
en forma de estatuitas y figuras de animales, por valor de diez, veinte
y treinta mil pesos. (Coronel Joaquín Acosta, Historia del descubrimien
to y colonización de la Nueva Granada).
En el valle del Cauca y en el de Aburrá (Antioquia) se han descu-
bierto sepulturas en las cuales el cadáver momificado se hallaba sen-
tado al lado de sus armas, alhajas de oro, vasijas de tierra cocida,
con alimentos y bebidas, que revelan que se practicaban los mismos
ritos que en el Zenú y en Castillo de Oro.
Los pueblos Chibchas enterraban sus muertos con respeto y mani-
festaciones de dolor. A los Zipas, Zaques y dignidades religiosas y civi-
les, .Ies hacían entierros con gran pompa funeraria, Durante seis días
lloraban la pérdida del miembro de su familia y cantaban con lúgu-
bre entonación la historia 'de sus servicios a la Nación, como guerreros
o jefes, y la de sus merecimientos y cualidades como buenos ciudada-
nos. Los Jeques, (sacerdotes) antes de dar sepultura al Zipa, le ex-
traían las entrañas Y llenaban las cavidades que éstos dejaban con
resinas derretidas para impedir la corrupción. Envuelto después el ca-
dáver en sus mantas o telas de algodón, lo introducían en el tronco
hueco de una palmera, adornado con planchas de oro, por dentro Y por
fuera; en este ataud era depositado en un subterráneo construído en
lugar apartado, lejos de toda profanación, lugar que debía ser elegido
y preparado desde que principiaba el reinado del Zipa. U. Acosta,
Historia del descubrimiento Y colonización de la Nueva Grapadll)
'El cadáver de este Jefe, lo mismo que los de los Usaques y de los
principales señores del pueblo Chibcha, eran sepultados con sus ar-
mas de guerra, alhajas de oro, dioses penates, mobiliario de la cosa,
y revestidos con sus mejores mantas. Al lado se enterraban también sus
mujeres más queridas Y algunas personas de su servidumbre, indispen-
sables para su asistencia en el otro mundo; a éstos se les hacía tomar
el zumo de una planta narcótica (borrachero o datura arborea) paro I
- 289-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 290-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-291-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
Cieza de León, (Crónica, cap. LXII) dice: "De manera que en maA-
dar hacer las sepulturas magníficas y altas, adornodas con sus losas y
bóvedas y meter con el difunto todo su haber, mujeres y servicio, .Ymucha
cantidad de comida y no poco de cántaros de chicho, a vino del que
ellos usan, da o entender que ellos tenían conocimiento de la inmorta-
iidad del ánimo, y que en el hombre había más que el cu'!rpo mor-
tal". En algunas provincias, principalmente en los del Sur, variaban el
modo de sepultar a los vasallos. En algunas de estas partes, los caba-
lleros de sangre real, 1:uracas y otros magnates, eran depositados en
grandes vasos de oro o de plata, en formo de urnas herméticamente
cerradas. Gómara, Hist. Gen. cap. 122).
- 292-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 293 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LlBORIO ZERDA
- 294-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 295 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 297 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
· UBORIO ZERDA
- 298 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 299-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- 300-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Mós alió de los vientos alisios sigue la región de los vientos gene-
rales, separada de los primeros por una región intermedia anóloga al
c10ud ring, en donde hay también calmas completas o vientos varia-
bles, temidos por los marineros.
Ademós, todos los años los alisios cambian su dirección y esta in-
versión determinan los monzones. Estas corrientes tienen una duración
variable en el Océano Indico, soplan alternativamente los alisios y los
monzones durante seis meses; pero no sucede lo mismo en el Océano
Pacífico, donde. no presentan esta reguloridad de cambias, y los monzo-
-301-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
nes van algunas veces en esta región hasta las Islas Sandwich y
Tahití.
El agua del mar que se caliente por el calor ecuatorial tiende a dila-
tarse esparciéndose al Sur y al Norte, pero los vientos alisios la detie-
nen y la llevan hacia el Ecuador. En este caso también influye lo ve-
locidad del movimiento giratorio de la tierra de Oeste a Este, y se
produce en los aguas uno doble corriente de Este a Oeste, llamado co-
rriente ecuatorial. Estas corrientes se bifurcan dirigiéndose al Sur y
al Norte, separados por otra intermedia que marcha en sentida contra-
rio, del Oeste al Este.
Del Polo Artico desciende una corriente glacial por la costa oriental
de Groenlandia, que uniéndose a la que parte del mar de Bafin forma
con ésta la conocida con el nombre de Corriente de los Estados Unidos;
- 302-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
esta sigue las castas de este extenso país, y en tiempos remotos pudo
bvorecer las emigraciones que partieron del Continente Europeo que
llegaron a Is!anda y a Groenlandia y de estas partes se dirigieron o
fueron arrojadas sobre las costas americanas.
- 303 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 304 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 305 - -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
JI
- 307 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 308-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
I:L DORADO
rillas, más hacia los trópicos; y, finalmente, en lo porte boja del Ja-
pón, poblaciones negros que explican el tinte especial de los Califor-
nianosJl,
- 309-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
Este país fue visitado por Eríc Le Roux en 983 de nuestra Era, y
tres años después estableció la primero colonia, compuesta de Islan-
deses emigrados, sobre lo costo Sur-Oeste, y en uno de los golfos se
estableció Eric Le Roux, por lo que le limaron Ericsfiord; Heriu!f, su
compañero, se radicó en un promontorio que se llamó Heriulsnes, y
Einar, Rafn y Kétil, en los golfos o que dieron sus nombres.
-310-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
llamada así por las piedras planas que encontraron allí (hoy Terra-
Nova) a Maryland o Tierra de Madera (la Nueva Escocia) y la isla
de Nautrecket. Continuando en sus viajes llegaron a una región en la
que según su explicación "el sol se levanta a las siete y media de la
mañana y se oculta a las cuatro y media de la tarde", en los días
mós cortos". Con estos datos se ha calculado que este lugor estó en
la punta de MassQchusset. A esto región la llamaron Vinlend, porque
un alemón que los acompañaba encontró viñas que había conocido
en su patria. (3)
-311-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
-312-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-313-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
las piedros rúnicas de que hemos hecho mención han sido halladas
~ estudiadas en el corriente siglo. En l824 el groenlandés Pélinut en-
,"ontró en la Isla de Kingiktorsoak, arriba del mar de Bafin, casi fren-
~te del estrecho de Lancaster y Barrow, una piedra rúnica perfectamen-
te grabada cuya traducción, según los sabios anticuarios, es la siguiente:
Erling, hijo de Sigvat, y Biarne, hijo de Thord, y. Endride, hijo de
Odd, erigieron estos 'frogmellt03 de piedra, y desembaro%cron •• ~ugar
el s6bado antes del día de Gagudag (25 de abril) en l135.
-314-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
do los costos de los continentes. Los pueblos que Vinieron del Nord-
Oeste, siguiendo el Estrecho de Behring, naturalmente debieron dirigir-
se hacia el Sur de la América, extendiéndose en toda la porte compren-
dida entre el Océano Pacífico y lo gran codeno de los Andes, que divi-
de todo el continente desde los regiones de los Esquimales hasta la Pa-
togonio. Los emigraciones que descendieron del Nor-Este por lo
Groenlondia, comunicarían con lo tierra del Labrador, continuorion ex-
tendiéndose hacia el Sur sobre los mórgenes del Ohí6 y del Mississipl,
en el litoral del Canadá; más tarde, hacia lo provincia de lo Florida.
en lo Luissiono, y sobre las costos del Golfo de México hasta Yuca-
tán y aun más sobre el Ecuador. En esto extensísimo región oriental de
la América, comprendido entre el Océano Atlántico y lo cadena de los
Andes, es en donde fueron más numerosos y variados los tribus indl-
genos que hallaron los conquistadores españoles, lo que hace presu-
mir que los pobladores de una y otro banda de los Andes fueron mez-
clándose lentamente y adquirieron los caracteres étnicas quedan cier-
to semejanza general o los diferentes tribus y pueblos americanos.
-315-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZERDA
-316-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-317-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-319-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZEROA
- 320 --
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-321-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
lIBORIO ZERDA
- 322 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
...:- 323 --
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 324 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 325 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
UBORIO ZEROA
'"
'" '"
Existe otro clase de monudentos antiguos en la América del Norte,
que ocupan inmensas regiones, en los territorios de California, de Ari-
zona, de N[¡evo-Méxica, de Lo-Nevado, de El-Colorado y del Pais de
los Mormones. Hace paco tiempo que estos países eran enteramente
desconocidos, pues después de la Conquisto quedaron desiertos, y sola-
mente algunos miserables tribus los poblaban; pero lo influencia de lo
civilización americana los ha cruzado en todas direcciones de ferro-
carriles, '! los arqueólogos han podido estudiar y admirar las numero-
sisimos ruinas de una rozo industrioso, que es preciso no confundir con
los Mound.Builders. A esto roza don los americanistos del Norte el
nombre de Cliff-Dwellers, hombres que habitan las rocas, pues que sus
habitaciones aparecen en la porte más encumbrada de ellas, en grietas
inaccesibles y en los lugares en dandI¡! hoy hacen sus nidos las águilas.
Les ruinas de los Cliff-Dwelrers, demuestran que en estos regiones de-
!liertas habitaron poblaciones activas, inteligentes e industriosas, pues
01 lado de los ruinas de sus pueblos se hallan fortificaciones, cisternas,
rocas cubiertos de geroglíficos, figuras esculpidos, o pintados, que han
resistido a los injurias de los siglos.
',En sus relaciones el cronista Cabeza de Vaca (4) cito muchos pue-
blos en ruinas y otros aún habitados al tiempo de lo Conquista: mu-
chos, dice, eran más grandes que lo ciudad de México. Los cosos, fre-
cuentemente de muchos pisos, retirados unos de las otras, fueron cons-
truidos de piedra. Los pisos superiores eran los habitaciones de los fa-
- 326-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
El profesor Hclmes que ha sido 'de los primeros en e~tudiar estas rui-
nas adopta,' lo clasificación siguiente:
Estos pueblos, aunque diferentes entre sí, conocieron las mismas ar-
tes y ejecutaron los mismos industrias y las mismas costumbres: de-
bieron, pues, tener el mismo origen. Si hubieran sido tribus nómades y
sin residencia fija, durante' el transcurso de algunos siglos no se pa-
¿ríon explicar sus sorprendentes construcciones.
- 327 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZERDA
- 328 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
El DORADO
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
IV.
Algunos viajeros que han visitado el país de los Notches, los costos
orientafes de lo América del Norte y lo Florido, refieren que los notu-'
-331-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L180RIO ZERDA
- 332-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
¿irecc;én del meridiano y del paralelo del lugar; orientación que tam-
biín tenían las pirámides egípcias. Una escalera proporcionado con-
ducía o lo cllsp¡de truncada de lo pirámide, en lo que, sobre una pla-
taforma, se hallaban una o dos capillas de forma de torres, que conte-
nían los ídolos colosales o quienes estabo consagrado el Teocalli, y su
mterior servía de sepulcro o los reyes y a los nobles.
- 333 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIOZEROA
- 334-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 335 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
lIBORIO ZERDA
-- 336 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Parece fuera de toda duda pues, que pueblos numerosos se han di-
rigido durante siglos del Norte 01 Mediadlo, unos empujondo o los otros,
como Lino 010 impele la ola que le precede. El Marqués Naidollac
"comparo estos invasiones sucesivas a aquellas de los razas bárbaras,
cue, en los primeros siglos de lo era cristiana, se di~putoron los frag-
mentas del Imperio Romano, o mejor el de los Arias, que del fondo del
Asia se arrojoron en ardas compactas sobre la India y sobre lo Per-
sia, y después sobre diversos lugares de lo Europa, llevando o los ven-
cidos, como precio de su derroto, una civilización seguramente superior
e la que ellos habían poseído hasta entonces".
- 337 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
* 01<
- 338 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Dice Bandelier (2) que en las inmediaciones de los ruinas del río
Pecas hay pinturas que representan impresiones de pies de hombres o
ee niños, una figura humana y un círculo que contiene cúpulas seme-
jentes a las que existen en los l'I'legalitos.
En las riberas del Zuñí, afluente del Colorado-Chiquito, hay dibujos
c,ue, según Molhausen, parecen verdaderos geroglíficos.
Cerco de lo capital actual de los Mormones, los rocas del gran La-
go-Salado, están cubiertas de grabados que recuerdan las pinturas
egipcias; (3) algunos de estos son figuras humanos de tamaño natu-
tal, esculpidas en un granito azul, a más de 30 pies sobre el suelo
En el Vermont, el rio Conecticut baña rocas que contienen graba-
GaS, en una veinte cabezas, y en otra la figura del hombre. Exploradas
las cavernas de Nicaragua se hallaron en las paredes figuras semejantes
o las del Conecticut, y se juzga que son de remota antigUedad. Una
figura muy interesante, cerca de Nihapo, representa una serpiente cu-
bierta de plumas, ¿Sería la imagen de Quetzalcoatl? Es muy probable,
según el significado de esta palabra, o nombre del civilizador del
Anahuoc.
Como inscripciones geroglíficas, se citan las de Cahorca, en cuy<...':;
cercanías se levanta un montículo de rocas, de forma redondeada. $0-
bre la superficie plana de estas piedras hay numerosos signos en series
lineales, y de figuras simétricas. En las rocas del Arizona ray figuras
semejantes.
\Las Montañas-Blancas,. entre Columbus de Lo Nevada y Benton
de California, contienen figuras grabadas sobre las rocas, que repre-
~entan al hombre, animales y signos particulares. En las Montañas-
Negras, cerca de las fuentes del Tennessee, descubrió el Profesor Kerr
figuras de la misma clase, y entre ellas el Sol y la Luna, pintados con
ocre rojo en alturas inaccesibles.
- 339-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
UEORIO ZERD¡<\
- 340 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
(4) Pedro Mártir. Dec. IV, lib. VIII. Juan de Villogutiérrez y So-
")rr\cyor, Hist de la Ccnquisto de la Provi'nciCl de ItzCl, Madrid, 1701.
-341-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
- 342-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 343 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZEROA
López de Góma~o, dice que cuando Núñez de Balboo oyó hablar del
mar del Sur, partió en su busca, con 140 hombres, y atraves6 el estr.-
cho del Oarién. En su marcha batió al Cacique Careca, y en los
dominios de este encontr6 algunos prisioneros o esclavos negros; pre-
!;untando a los indios de donde eran estos negros, únicamente pudQ sa.
ber Que en lo vecindad de esta tribu había hombres de este color, CM"
los que estaban en constante guerra, t 1 )
- 344 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
no podía pertenecer a las bajeles dlil sus compañeros. Este solo testi··
monio basta paro explicar lo presencia de los negros en América; si
éstos han sido poco numerosos, depende únicamente de que no son
muy dados a las costumbres marinas". Agrega o estas observaciones,
que es de notorse que todos los puntos del Nuevo Mundo, en don-
de se encuentran tipos negros, son precisamente aquellos o donde vie-
nen o chocar las corrientes que parten de Africa. Lo corriente ecuato-
r¡al que parte del Golfo de Guinea se bifurca en el Coba San Roque; una
,.~ma se dirige al Sur, siguiendo las costas. del Brasil, y lo otro sigue 01
mar Caribe y continúa en el Golfo de México; es decir, que estas co-
rrientes bañan las castas de los países en qonde se encuentran las tri-
bus de piel negra. En la América del Norte se halló, en California, uno
tribu de piel negra en lugares o donde llego el Kuro-Siva, que pudo
traer lo roza de este color, que habita la parte boja del Jap6n.
- 345 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
!:ra flovii, la que no puede traducirse sino por rubios (blondsl. El his-
toriador Gómaro dice de los indígenas de Cumanó (Vene%uelo\:
- 346-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 347 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
Lakey cree que las pueblos salvajes de las dos Américas se derivan
de la raza mongólico o scita; y que la civilización americana provi-
no del Sur del Asia y del Egipto; su opinión la funda en los caracteres
de las lenguas, en las formas osteológicas o anatómicos, en los cono-
cimientos astron6micos, en los mitos, en los geroglíficos y pigtogrofias,
en los hábitos y costumbres, y en los construcciones orquitect6nicas, y
de ornamentación de sus edificios (41.
(En 1.669 publicó Jorge Horn un libro sobre los orígenes de los ame-
ricanos, y en él dice: "Todos los indicios son de Que por el Istmo de
Panamá se hallaron los orígenes de la población que se extendió o uno
y o otro lodo; que lo América Septentrional se civilizó primero, habien-
00 recibido co'municaciones por tres portes: los Fenicios del Oriente,
los Scitos del Septentrión, los Chinos de! Occidente, y, por intervalos,
también otras gentes. (51
- 348-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Este sabio historiador hace derivar estos pueblos de los Cares del
antiguo continente: cree Que" los Cares deiaron hueHas de su paso en
los Canarias, coma éstas las dejaron en las Antillas; y que esta raza
ocupó una "grande extensión en lo América: cita a Cares o Ceriar; en
Honduras; "Caribe, Carácera, Carabacos, Cerecell, Corios, etc. en la
,.••.
mérica ecuatorial.
D'Eckestein, a quien cita el historiador Brasseur, dice que lo rozo
de los Cares, dominó el antiguo mundo antes Que los Arios, y fueron
los predecesores de los Fenicios. Los Cores, extendieron sus relaciones
y poder en Europa, Asia y Africa. Se les designaba con el nombre de
Barbarophania (Que hablan lo lengua de los Bárbaros I nombre Que fue
generalizado por los griegos y por los romanos; y que en Asia
fueron los vecinos mós notables de los griegos, y célebres por su antI-
guo dominación en los mores. Por todos estos circunstancias, y por los
demostraciones y analogías relativas a sus costumbres y ritos, Bras-
seur de Bourbourg, dice, no debe sernos sorprendente Que se encuen-
tren los Cares o Caribes en todo lo América.
El señor. Bachiller y Morales opoya las opiniones de Horn, escritor
antigua, quien juzgo Que los emigraciones de América portieron del
Istmo de Panamó, en donde se hablaba una lengua que era común en
los islas mayores, y cuyos nombres se encuentran usados en gran nú-
mero del resto de las Indios Occidentales. Este sabio americonista cu-
DORO, fundado en largos y eruditos estudios, se pronuncia en contra
del origen yucoteco de lo santiguas habitantes de Cubo y Hoitl, y de-
muestro los estrechas relaciones de los Caribes de estos islas con los de
11erra- Firme, en donde tuvieron su origen.' (71 Como corroboración
de su opinión emitido desde 1.842, cito el siguiente pórrafo de Pes-
chel: "Las pequeños y grandes Antillas, como. los Bahamos, fueron
- 349-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BOR'IO ZERDA
habitadas antes de 1.492 por una rozo en extremo pacífica que Van
Mortius ha llamado Tcini. Los restos de su lengua que nos quedan,
aunque no don cloro indicio de su origen, se ha visto recientemente que
están relacionados con los Araguas de Sud-América que aun habitan
los Guayanas". (The Roces of Man, 1876).
- 350 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
tren razones mós a menOs plausibles para sostener sus oplr1lones sis-
kmótlcas diferentes, respecto del origen de las razas amer:canas.
Desde les rE;giones del Istmo de Panamá, en toda la América del Sur,
~e repiten las figuras y geroglíficos de la América del Norte, ya gra-
bados sobre las rocas, yo pintados con tinto rojo indeleble, a pesar del
transcurso de los siglos, y colocados en alturas casi inaccesibles. En
úmbas Américas se nota que estas pinturas y g~abados están en las
orillas de los rías.
No trataremos por ahora de los gerog1íficos existentes en el terri-
torio colombiano, de los que nos ocuparemos en lugar carréspondiente;
y seguiremos desde Venezuela hacia el Orinoco por toda la porte Nor-
te y Oriental de lo América del Sur.
-351-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZERDA
entre las cuales,en opinión del señor Rojos, sobresale el Ibis, símbo-
lo del corazón entre los Egipcios.
"Al Norte de Victoria, sobre una meseta de la lomo Moya, se en-
cuentran muchos rocas con figuras humanos y de animales. Esto clo-
se de rocas esculpidos se hallan también en el descenso de lo monto-
ño, hacia los vertientes del río Tuy y sobre lo costo del mor Caribe".
Los extensísimas regiones del Orinoco contiene numerosos pinturas e
inscripciones misteriosos, desde la desembocadura de este gran río hos-
to lo Cordillera de los Andes. Humboldt, vi6 estos figuras sobre el gra-
nito y la syenito, el Sur de Encaramado, en un espacio comprendido
entre los ríos Orinoco, Cosiquiori, Negro y Atabapo, y tombién en los
desiertos de Parima.
En los catorotas del Orinoco, se ve, en sus rocas, los imógenes del
Sd y de la luna; y entre estas rocas hay uno llamado K.rí, es decir
- 352 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
Mr. Schomburgk, que visitó las regiones del Orinoco por los años de
1835 o 1849, fija lo zona de los geraglíficos en una extensión com-
prendido entre los 79 10' y 19 40' de latitud Norte; y entre los 579 30'
y 669 30' de longitud Occidental del Meridiana de Greenwich.
- 353 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
jos del Brasil y del Uruguay, a les tribus Guaraní que encontraran los
Españoles, nado induce a suponer que estos salvajes tan degradados
t~vieran intención de perpetuar hechos que debieron de tener lugar el'\
toda la América; ni que dispusieran de las medios adecuados poro eje~
cutar estos pinturas y grabados. Se componen estas de hombres en oc-
titudes muy variadas, de animales, de figuras geométricos, espirales,
arobescos, etc. 110}
M. Phillippe Roy señala en la sierra de Onza, sobre las rocas que do-
minan lo ribera derecha del Río-Doce, dibujos trazados con tinto ro-
jo, yo aislados, yo agrupados, sin orden aparente.
Inscripciones geroglíficas fueron hallados en Cearó, por M. 1. Whil-
field, en las partes más poblados de bosques en el interior; las que,
según algunos anticuarios, recuerdan las de Escandinavio. El señor A.
de $oir.t-Hilaire cito rocas semejantes en Tijuco. (I})
Refiriéndose a otra región del Brasil, cuento Franz Keller, que cer-
co de los CQta~atas del Madeira descubrióQlgunos grabados en uno
piedra de superficie pulimentado, especialmente semi-círculos. Mas ha-
cia el Poniente halló ot;a piedra cubierto con líneas espirales y anillos
concéntricos. Prosiguiendo sus investigaciones encontró otro con líneas
perfectamente ordenados, que no es posible, dice, atribuirlos o simples
entretenimientos de los indios. Los geroglificos de los cercanías de lo
CotC!rata del Madeira, recuerdan los situados a 'millares de leguas de
distancio en lo Catarota dé Corantín, del Esequivo en las mórgenes
del Orinoco.
Papel Periódico /lustrado. Número 93. Año IV. Págs. 340 o 343.
- 354-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
VI.
- 355' -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LISORIO ZERDA
-- 356-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 357 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
- 358 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 359-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
*
*
A las analogías señalados por Humboldt, entre los Muiscas y los
- 360-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
-36J-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
tieron entre los Japoneses y los Muiscas, sino que investig6 01 mismo
tiempo si los primeros, ton intrépidos navegantes, como los Vascos de
los Pirineos, recibirían, como estos últimos y como los de Cundinomar-
ca antiguo, colonias sabenees, fenicios o de árabes antiguos. Hace no-
tar en su estudio que el nombre de Sabences o Sobenos, pueblo co-
merciante y .novegantes -de lo Caldeo antiguo, se encuentro en el Ja-
pón en el nombre de la lengua de este pueblo, llamado el Sewa o Sebo.
Este nombre de Sebo o Chiba se encuentro también en lo palabra Chib.
cha, nombre con que se designaban los Muisccis, y nombre de su len-
guaje (cha en Muisca y so en Japonés, significo hombres). Se encuen-
tra igualmente en los nombres muiscas de los lugares llamados Suba,
SWoehoquo, Zipaquirá, citados también por Humboldt; y en el de
Cibola, país del Norte de California.
- 362-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
han sido reconocidas como árabes, hebreas o fenicias (4) parece que
Humbaldt las sospechó, pues observa que tanto los Vascos cama los
Muiscas proceden por veintenos en su numeración. Veinte se expresa
por oguci en Vasco, y en Muisca por gue, que significo casa.
Sucede lo mismo con el número dos: bi, en Vasco bis de los Lati·
nos, pronunciado bo, bus, bos, da el baso de los Muiscos, y fouto de los
Japoneses, pues en el Japón la b se cambia en f, y lo t en ts, de suero
te que fouto ha podido venir a ser foutso, bouto, basa. También se ex-
presa en Japonés el dos diciendo ni, que es evidentemente el bi de los
Vascos y el bis conocido generalmente.
- 363 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
estas son colonias que partieron de Arabio y del Mor Rojo, en los flo-
tas de Ophir, bajo el nombre de pueblo Ou.
Estos hechos son apoyados por los libros Chinos y por lo relación his-
tórico del viaje de dos Arabes a la China, publicada por el sabio Aba-
te Ronudot, en el que describe o los Chinos del año de 851 como un
pueblo bórbaro visitado por innumerables mercaderes Arabes, Judíos y
Sabences, los que penetraron en el Japón y se mezclaron o sus habitan"
tes, y con la rozo tártaro, lIevóndoles su culto de los astros, su lengua-
je, su calendario, sus ciclos. Fue entonces según Paravey, que los nú-
merosos bajeles debieron de ser arrastrados por la corriente tempestuoso
de los mores de la Chino y del Japón, sobre las costas occidentales de
las dos Américas; pues que los señores Votentyn, Raempfer y Kotse-
bue citan Casos de que juncos japoneses, fueron traídos a los costos
americanos por los tempestades, y después regresaron o su país. De
esta manero se explico como han podido lIegor sobre las planicies de
Cundinamarco los emigrantes que vinieron con Idacansos o con Bochi.
ea, civilizador de los Muiscas. De la mismo ~anera debió de llegar Ama-
I¡baca, que civilizó los Tomanocos sobre las riberas del Orinoco. Respec-
to de las regiones accidentales del río Magdalena, encontramos en un
curiosísimo libro de Menasseh Ben Israel, teólogo y filósofo hebreo (51
Que troto este rabino Portugués de probar Que lo raza hebrea fue lo
primitiva pobladora de algunas regiones americanos, seguido de las
Tórtaros, quienes les hicieron lo guerra hasta reducirla a las montañas
recónditas. El autor apoyo su opinión en relaciones históricas de Amé-
rica, Asia y Oceonía, y en el relato de Montesinos, Judío, llamado Ahron
levi: se refiere 01 territorio colombiano.
- 364 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 365 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
*. *
••
Lo pictogrofío!rimb6/íco hollada en el territorio colombiano, fue eje•.
cutada por una rozo 'diferente de los indios, conquistados por los Es-
pañoles, En general tiene el mismo carácter que lo de los valles y cor-
dilleras de Venezuela, y de los márgenes del Orinoco; y aun cuando
hasta hoy ha sido imposible descifrarla, parece que pertenece a lo mis-
mo rozo, o m~ido que fueron extendiéndose de Norte o Sur, los emi-
grociones que 'os ejecutaron. Todos tíenen figuras comunes en todo
el Continente,
- 366-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 367 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BQRIO ZERDA
- 36g -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 369-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
En los rocas del Ohío y del Wyomuig, hoy monos 01 lodo de gel'Oglí-
fi~os (7). En uno roca del "Monte-del-Moro" en lo Sierro de Zuñí,
hay manos pintockJs 01 lado de fortificociones y de zic-1:oc, idénticos
a los de Facatativó. los montañas de Ojaca tienen algunos grutas en
aonde existen figuras pintados con ocre rajo, y entre ellos se distin-
guen impresiones de monos de color negro. En Sonoro descubrió Pinord
uno roca bosóltica cerco del río Busaniag, grabada, y una de sus ca-
ras tiene una mono debajo de dos círculos concéntricos. Estos impre-
siones de manos, se ven también, según Stephens, sobre los muros de
los ruinas de los edificios antiguos de Uxmal ,en lo América Central.
En Venezuela 01 Norte de Victoria, en la colina "Tovar" se encuentran
muchos rocas que contienen lo impresión de lo mono 01 lodo de coros
humonas, de serpientes, de lo imagen del Sol y de lo luna, etc. (8)
También en el Estoo de Guarico, en la cordillera que se extiende en su
suelo, hoy dibujos hechos con ocre rojo, y 01 lodo de figuras geométri-
cas se ven lo figuro de la rano y de la mono del hambre. Finolmen-
- 370-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
te, en el Perú, en el valle de Paucar- Tambo, hay una gruta de que ho-
b~an los viajeros, llamado Infiernillos: sobre sus paredes se ve lo figu-
ro de la mano repetido muchas veces, con tinto rojo; en la entrada
hoy figuras toscas de personajes de los dos sexOs.
-371-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
VII
-373-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
idiomas muy variados. Estos pueblos fueron. conquistQdCis por una No-
ción de extranjeros emigrantes, los que, según su misme¡.tradición, lle-
garon a lo América, por el Occidente, navegando en embarcaciones de
borcociones, sobre los Que se puede construír una habitQción ocoberti-
%0, se han usado desde tiempo inmemorial en aquellos costas. (31.
(3) Historio del Reino de Quito, pQr el P. Don Juan Velosco. 1844
(4 ¡ Acosta, Hi.taria de Indias.
- 374-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
El país gobernado por los Incas fue conocido con el nombre de TCl-
vanti.uuyu, que significa las cuatro partes del mundo (6) porque es-
tc.ba dividido pollticamente en cuatro partes, cada una de las cuates
se distinguía por un nombre especial. El centro de este imperio fue
el Cuzco, que significo ombligo, y de él partían cuatro grandes cami-
nos, que conducían respectivamente o coda una de las cuatro seccio-
r.es en que estaba dividido el país. El Cuzco estaba igualmente divi-
dido en cuatro barrios, correspondientes o los cuatro partes del impe-
rio, y en coda una de ellos habitaban familias que usabon un vestido
especial y distintivo de la regi6n o que pertenecían.·
- 375 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L/BORIO ZERDA
bel'Ú, que en el idioma indígena significa río. (7) Los indias pronun-
ciaron esto palabra en contestación a alguna pregunta que .en rela-
c.ión 01 país les hicieron los Españoles, y estos creyeron que este eró
el nombre del lugar. Sin poner en duda la explicación de Ondegardo,
nos parece importante lo que a este respecto dice Paravey: En los tiem-
pos rematas de Salomón las flotas de Ophir y de TharsíS, penetraron
en el mor de Purvaíl\l o del Oriente extremo; porque Purvo o Peruvo,
es, en 5anscrito el nombre de la playa oriental; de aquí se derivan los
nombres de Perou y de Paro, con tal o cual otra terminaci6n, nom-
bres muy frecuentes en el país situado 01 este de la India y en las re-
giones americanas: tales son Paragllo o Pcllawan, uno de las islas Fi-
lipinas; Poroguoy, río célebre de la América Meridional; Perl)u O Perú,
país de los 1ncas; Purac:é volcán de Colombia; Perote y Porote,en Mé-
xico, Pará, río afluente del Amazonas; Purus, otro afluente; Pet'IIosa,
Poracotu, Pcroná, embocaduras del Amazonas; Poromaribo, en Gua-
vana; Panamá, por alteración de Paramá, en el Istmo de Colombia, y
muchos otros nombres semejantes.
- 376-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
E LDO. R A D °
Has del lago Titicaca y sojuzgaron a sus habitantes y las condujeron
por la vía de las enseñanzas y prácticas civilizadoras que les eran des-
c.onocidas, hasta entonces. Estos fueron los primeras indicios hallados
en este pueblo, de una grande emigración llegada de regiones desco-
nocidas.
Del estudio de los monumentos antiguos, o de sus ruinas existentes,
deducen los señores Rivera y Theschudi, que el arte peruano pas6 por
cos épocas diferentes: una antes y otra después de la llegada del pri-
mer Inca. A la primera corresponden las majestuosos restos del pala-
CIO llamado ruinas del gran Chimu, en el departamento de la Liber-
tad¡ las ruinas de Huanuco el viejo¡ las del templa de Pochamoc¡ los
de las islas del lago Titicaca¡ la formdable pirámide¡ colosos de piedra
y estatuas de Tiahuanaco, en lo orilla meridional del lago Chucuito. A
la segunda época o periodo incácico corresponden las ruinas del depar-
tamento del Cuzco y de otras lugares.
- 377 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORIO ZERDA
de allí seguían necio el Sur, hasta los regiones de Chile, que fuerClp
conquistados por los Incas. Uno de estos cominos recorría lo gran tlQ~
nura de la región elevado, y el otro las tierros bajos a orillas del Po:".
,dfico. En el primero habla leguas de galedas tollados en raca duro;
ctravesaba los ríos por puentes suspendidos, construídos de bejucos y
de troncos de árboles, con pisos de tablas y barandas laterales; salva-
ban los precipicios de los barrancos con construcciones de ladrillo' y
piedra de poredes sólidas. Se calculo que lo extensión del comino prin-
cipo!, o juzgar por sus vestigios, tenío mil quinientos o dos mil miilas
de longitud. En todo esto exténsión se levantaban columnas de piedra
que medían distancias, próximamente de uno legua. Componíanse es~
tos vlas de grandes lajas de piedra cubiertos en algunos partes C(ln
una mezclo bituminoso. (8).
- 378 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
:Respecto del origen de los tribus que poblaran o Chile, las tradicio-
nes de los naturales no dan noción de lo que se puedo sacar alguna
deducción satisfactorio; únicamente los hacen derivar de estirpe ex-
tranjera, y que sus progenitores llegaron de las partes OcCidentales, es
decir, del Pacífico.
(1 O) Molina.
(11) Histqria cte Chile, inédita, citada por D. José Toríbio Medino.
- 379-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORtO ZERDA
Andes de Tierra Firme y por el mor del Sur; permanecieron en paz du-
rante un período de cerca de dos siglos, y después se hablan levanto-
do querellas entre ellas sobre lo posesión de los fuentes y de los pas-
tos, lo que produjo los primeros guerras.
Poro este sabio anticuario, Chire fue poblado por emigraciones lle-
gados del N~rte. El foco de los primeros rozas sud-americanos estuvo
radicado en los orillas del Orinoco, en tribus que se hallaban en dife-
rentes grados de civi!izoc!ón y de barbarie, pero que perteneclcn.o
fa mismo familia, y se extendieron por todo lo de América del Sur. (2),
.'
Hay uno opinión ant<!lrior o lo que dejemos expuesto, que se refiere
e6pecialmente a Chile, y fue iniciado por el Podre Gregario Gordo! Sé-
gún .6sta, los primeros pobladores de Chile fueron los habitantes de lo
l=riSlandia o lo Frisia. Los Frisios eran expertos navegantes desde épo-
cas muy remotos, conocían el arte náutico ton bien. que se cuento que
eY oño mil de nuestra era, varios nobles del pais, seguidos de algunos
aVl!lntureros, emprendieron uno expedición que se cree llegó hasta Cu-
bo .. ( 13 J El Podre Gorda agrega: Que de Frisio parece derivarse ef
nombre' de fresolano, Que usaba lo familia de que hace mención Er-
cillo en su poema.
Otro, historiador (14) dice que "supuesto la destreza en lo nove-
gación de los Frisios, V el deseo de ver tierras nuevos, no es difícil di.
ducir Que los aborígenes de Chile y aun los del Perú, desclendondt!
ellos; y que esto suposición es apoyado por .el famoso D. Alonso de Er-
cilla, o quien lo india Glaura, refirléndole sus aventuras, le aseguró.
que ero descendiente de lo antiguo sangre de Frisia.
Cuando llegaron los conquistadores Españoles o Chile hallaron entre
estos indios lo figuro del óguila de dos cabezas, figura que era muy
común en 'Frisia. Broxhormio acepto esto opini6n y se esfuerzo en de-
mostrar Que los irlandeses fueron de los antiguos Frislos. O 5 )
- 380-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
~381-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
L1BORtO ZERDA
lIo *
En la épocCl del reinado de los Incas, no se usaba en el Perú ningún
sistema de escritura geroglífica o fonético; únicamente conocían, po-
<o los usos ordinarios, los quipes, que son cordeles que llevan cardeli-
l/os de longitud variable y con determinados nudos. El color de los hi~
los, el núm~ro y lo distancia de los nudos, y lo formo, tenían uno sig-
nificación histórico o numérico. (21) Garcilaso de lo Vega refiere que
los caltipos que relataban lo historia de los Incas, eran ejecutados y cui-
dadosamente conseravdos por el Quipo-Camoyol.
!$e orlota como un hecho digno de atención, pues que enlazo entre
sí pueblos muy distantes unos de los otros, que los quipos fueron cono-
cidos también por los indios Porahuas, antes que los lncas; por los Ca-
ribes y los TQmonacos de 10$ llanuras del Orinoco; por 10$ ¡ndiosd.
MéxicQY del Canadá; y, además, los usaron en tiempos muy remotos
en la Chino, en !a Indio, y en otros paises del Asia. Los Chinos antes
de ,gobernar el Emperodor Fo-Fli (3.300 años antes de Jesucristo) no
conadan lo escritura y se servian de qvipos. Se encuentra en los escri-
tos de Confucio un pasaje que lo confirmo: "Lo.s hombres dé lo t1nti.
guedad, dice, se servían de cuerdas con nudos, para dar órdenes. los
Que ,.les sucedieron los sustituyeron con signos y figuras". (22 L
- 382-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
EL DORADO
- 383 -
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
LIBORIO ZERDA
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
INDICE DE "EL DORADO"
CAPITULO I . 5
[lAPITULO II . .. 11
[)APITULO III . .. '" . 15
~APITULO IV '" "" "" . ., . 23
~APITULO V ..... ..,. '" "" '" . 35
«:APITULO VI '" '" '" " . 45
:f
tAPITULO VII ..... 53
CAPITULO VIII '" 61
>CAPITULO IX . .' . (lil
"f"1
CAPITULO X . ..
ARTICULO I . ail
ARTICULO II . .. •• '3.' ••. , ••• lOS
!RTICULO III .... ... . .. 1:13
ARTICULO IV . .. ... . ... 121
ARTICULO V '" '" '" '" '" '" . .. 135
ARTICULO VI .,. . .. '''' . 141
El Tequendama y el Mito Chibcha . . .. .. .. 148-
Jose Domingo Duquesne .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 1,57
Anillo astron6mico de los Moscas: .. .. .. ... ... .. ·1617
I De los Geroglificos .. .. " .. .. .. .. .. 167·
II De los numeros ..... ... .... '" . .. ..... . .. 1'69:
III Orlgen de los numeros . .. . .. .. .... 1'7()'
.;....,38.-
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia
INDIOJil
r;i~=:;l~
:L':':' :.....:.:.'.::..• ~.:.":P1
S~:"'ifi~tOl:lé los M~scas y significados a alusiones de los J
¡,.í,mblesde sus vlctimas ..... '" ... '" '" '" 1'1
f>:p:lcaeión.~~ los símbolos del siglo ..• " " " " " .. 18',
f'.",) i IcacióUde la tabla de 198 Moscas " " " .. " ..... -191
]"1,.1 ¡CCI0nes que se derivan de los manuscritos de Duquesne 19Z
.·l':i"iasObrelas antigiied;tdes de' la Nueva Granada " .. 20'.
;'JC, dpclón. de. algunos objetos ~ndígenas " " " , .. , .. 2lf
¡;::j c'ltoa lOs animales en las diferentes razas de la especie
j ni,luana .. ;.:. '" '" '" ... '" ... '" ' .. '" '"
223
El p(li4do y
la conquista de los Muzos " . I •• " ••• , ••
133
El !Jul',adoy la conquista de los MUZOB (29) .. " ..•. ,.
241f
Est.udqde)as momias y las ceremonias fúnebres de algunos
PUf ':)los ..... '" '" '" ... '" '" " .. " ." .. " .
258
las momias y las ceremonias fúnebres de algu-
F13:l:::nO:~e
!
nos P~~blos (29) '" '" '" '" '" '" '" '" .
26a
}l~stl1dio'e las momias y las ceremonias fúnebres de algu-
"
Este libro fue Digitalizado por la Biblioteca virtual Luis Àngel Arango del Banco de la República, Colombia