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ECUADOR Y LA MARIHUANA

Rodrigo Tenorio A.
Contenido

Presentación 9
Introducción 17

Capítulo uno
Las drogas en la historia 25
Una mirada general 30
El cáñamo 35
El cáñamo en el Asia antigua 39
India y las gotas de ambrosía 43
El cáñamo en la Biblia 46
El cáñamo en las éticas y violencias del Islam 50
La marihuana en la Europa arcaica 57
La Roma de Baco 65
De España a las Américas 68
Siglo XIX: El edicto de Napoleón 71
Vida y triunfo del cannabis en las Américas 76
La asesina aspirina 83
Muerte y resurrección de la marihuana 86
Primera juventud frustrada 96
Marihuana de interiores 102
Rodrigo Vélez Valarezo
Secretario Ejecutivo del CONSEP Capítulo dos
Al comienzo era el bien 105
Los saberes paralelos 103
Autor El súper héroe 147
Rodrigo Tenorio Ambrossi
Capítulo tres
Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (CONSEP) Placer, prohibición y deseo 185
Calle Robles E4-54 entre Amazonas y 9 de Octubre. Quito, Ecuador De los efectos reales al poder imaginario 187
Teléfono (593 2) 294 0300 La renovación del sujeto 217
Deseo y prohibición 226
www.consep.gob.ec La ruta del sufrimiento 248
Diagramación e impresión Capítulo cuatro
Editorial El Conejo El retorno a casa 263
Telf: (593-2) 2227-948 Las madejas de la vida 264
Info@editorialelconejo.com La violencia como don 296
Enfrentamiento a la guerra 313
www.editorialelconejo.com
Mariguanear el mundo 331
Uruguay: ¿los caminos de la libertad? 347
ISBN: 978-9942-07-749-3
Obras citadas 353
Presentación

La historia se hace con todo aquello que acontece y que posee valor
de significación en la vida de los sujetos, de los pueblos, del país
en sus múltiples sentidos y dimensiones. También es el tiempo de
los deseos y placeres tanto como el de privaciones y sufrimientos.
El tiempo de la vida y el de la muerte. Únicamente la historia, con
sus múltiples escrituras, da cuenta de los avatares de la existencia
de los pueblos en su tiempo y en su cultura. Sin una mirada históri-
ca del mundo, los acontecimientos se convertirían en una fofa serie
de anécdotas intrascendentes.

No hay repetición sino creación y proyección. Es vana la propues-


ta de inaugurar una y otra vez el pasado. Ciertamente no se trata
siempre de realidades radicalmente distintas, pero sí lo suficiente
como para que se diferencien los modos de representarse aquel
mundo que construye y del que se apropia cada generación. La
diferencia radica en los modos de vivir la cotidianidad y en los sis-
temas lógicos y éticos de interpretar el mundo en su complejidad.
Ningún pasado puede considerarse mejor que el presente que da
cuenta de realidades que antes no existieron en las condiciones del
tiempo de hoy. Cierta ceguera originada en atávicos pesimismos se
encarga de predicar que el pasado era mejor que este presente, lle-
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no de problemas, sin duda, pero inmensamente rico, por ejemplo, tiene que ver con la cotidianidad y con las expectativas que se
en lenguajes, tecnologías, libertades y creatividades. De hecho, crean respecto al futuro que cada vez luce más incierto que nunca.
la historia no es otra cosa que el relato del tiempo que transcu-
rre creando, imaginando, produciendo, agotando. El único tiempo Es probable que uno de estos misterios de la contemporaneidad
verdadero es aquel de las esperas y las esperanzas. tenga que ver, por ejemplo, con la presencia del cannabis, con el
hecho de que algunos la usan y otros no. Con el conjunto de nor-
Mientras por una parte se prolonga la guerra a las drogas, pese a mas y de leyes que la prohíben cuando la sociedad pretende lucir
sus reconocidos fracasos, se mantienen los usos de la marihuana cada vez más tolerante de las diferencias, tomando en cuenta que
que, a veces, se acrecientan en unos lugares cuando se reducen los usos y no usos forman parte de esas diferencias. También pesa
en otros. Hace unas décadas, en Ecuador, las edades del primer el hecho de una sociedad que no es tan celosa en el cuidado de
contacto con la marihuana estaban alrededor de los 15 años. Ahora los derechos de los niños, por ejemplo, o que poco se inmuta ante
hay chicos y muchachas que la prueban hacia los 10 años e inclu- otras realidades realmente preocupantes como la violencia social
so un poco antes. Este fenómeno no puede escandalizar al mun- y familiar, el sicariato y otras formas de quitar la vida o de atentar
do porque responde a hechos inevitables como el inicio cada vez contra ella.
más tempano de adolescencias que duran cada vez menos para dar
paso a una juventud que casi no tiene fin. Psicoanalistas y sociólo- Han transcurrido más de cuatro décadas de guerra a las drogas y
gos no dudan en afirmar que está a punto de desaparecer aquella aun se la mantiene, pese a sus múltiples y reconocidos fracasos.
adolescencia descrita en los antiguos textos de psicología. Por ejemplo, los usos de la marihuana se mantienen, se amplían,
y se introducen cada vez más tempranamente en los tiempos de
Es preciso reconocer que las culturas son cada vez más dinámicas las nuevas generaciones. El país crece y se desarrolla en todos los
e inestables lo cual permite que se hallen en perennes procesos de aspectos. Pero igualmente crecen los usos de sustancias, en parti-
transformación. De hecho, las nuevas generaciones se insertan en cular del alcohol al que se no le otorga toda la importancia que me-
procesos culturales que incluyen conjuntos eminentemente móvi- rece en el orden del bienestar, de la celebración y de los malestares.
les de representaciones sobre el mundo, las tecnologías, los senti- El acento colocado en las drogas ha hecho que no se haya brindado
dos de la existencia en sí misma. Es imposible que la marihuana y la atención oportuna y adecuada a otras realidades sociales como,
sus usos puedan quedar fuera de este proceso del que nada ni nadie por ejemplo, la desnutrición, la violencia o el desempleo juvenil.
puede excluirse. En la actualidad, estos problemas ocupan ciertamente un lugar de
importante preferencia en el país.
Los cambios que se producen tienen que ver con principios, nor-
mas y sentidos que configuran la existencia en todas sus dimensio- Es innegable que los usos de la marihuana se han extendido y han
nes. Cada generación se diferencia de la anterior y estas diferen- logrado cierta legitimidad entre la gente joven, pero también entre
cias dan cuenta de los sentidos de la vida, en especial en lo que los adultos algunos de los cuales ya la usaban o han vuelto a ella o

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aquellos que recién se inician en los usos. Y, como contrapartida, a tivas que se remiten al deseo, al placer y también a la importancia
todo esto, habría que añadir la demanda cada vez más generalizada de la transgresión. Como concluye el presente informe, se trata de
de su legitimación por parte de múltiples grupos sociales a nivel una realidad eminentemente social que no puede ser ni desvalora-
internacional más que nacional. da ni menos aun eliminada.

El hecho de que haya chicas y muchachos de diez años o menos Como respuesta a esta realidad, crecen las proclamas de colectivos
que han probado marihuana no da cuenta tan solo de que bajan sociales y políticos que demandan la legalización de la marihuana
las edades de inicio. Este hecho tiene que ver principalmente con sobre la base de múltiples argumentos. Por ejemplo, el colectivo
la presencia actuante de nuevos patrones culturales en los que se Drogas y Democracia afirma que “Las políticas prohibicionistas
construyen y actúan las actuales generaciones. basadas en la represión de la producción y de interdicción al tráfico
y a la distribución, así como la criminalización del consumo, no han
Es importante tener en cuenta que esta realidad hace que la sociedad producido los resultados esperados”. Más aún, señala que “Estamos
cambie de manera muy significativa en torno a la marihuana. En más lejos que nunca del objetivo proclamado de erradicación de las
efecto, en la sociedad de la gente joven la yerba ha dejado de drogas. Una evaluación realista indica que América Latina sigue
pertenecer al mundo de lo prohibido y del tabú. Esta posición ya siendo el mayor exportador mundial de cocaína y marihuana”.
comenzó a explicitarse a finales del siglo pasado y en la actualidad
es cada vez más obvia, tan obvia que abiertamente se habla de su De hecho, América Latina se encuentra cada vez más lejos de cum-
legalización en los distintos niveles del quehacer social, tal como plir la propuesta de la erradicación absoluta de las drogas no solo
ya ha acontecido en más de un país. Es como si la marihuana de su espacio geográfico sino también, y sobre todo, de la geografía
hubiese abandonado el espacio del escándalo político y moral en de los deseos de una parte importante de su población joven.
pos de una legitimidad que la va consiguiendo en ciertos lugares
incluso en aquellos en los que habría sido absolutamente imposible Hay quienes no dudan en sostener que el actual es un mundo des-
el solo pensamiento de legitimar su uso para fines terapéuticos y bocado pues habría perdido su norte. Tal vez esa podría ser la sen-
menos aun para fines lúdicos. sación por la rapidez con la que se producen los cambios y quizás,
sobre todo, porque en ese ritmo acelerado del cambio se hallan
Es innegable que en torno a la marihuana se ha producido un per- directamente involucradas las nuevas generaciones desde el co-
manente proceso de construcción de nuevos saberes que señalan mienzo mismo de la infancia. Desde cualquier perspectiva, resulta
tanto su absoluta complejidad como la necesidad de decir algo imposible no aceptar que el cambio es incontenible y avasallador.
nuevo de una realidad eminentemente móvil. Quizás como nunca Por otra parte, resulta cada vez más cierto que este mundo, para
antes, ahora es cada más obvia la contradicción existente entre los sostenerse, pone en quiebra buena parte de los sistemas represen-
discursos oficiales que hablan, por una parte, de la necesidad del tacionales incluidos los éticos y jurídicos que antes organizaron la
sometimiento a la ley y las normas y, por otra, las posiciones subje- cultura.

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También existen guerras personales contra los usos de alcohol y modos de concebir esta realidad y de vivirla. Esto quiere decir que
cigarrillos y otras sustancias entre las que es preciso incluir los no es la misma la marihuana de hoy que la de los años ochenta y
alimentos y las bebidas gaseosas. Guerras en las que la propuesta noventa del siglo pasado cuando la guerra y la prohibición llega-
de abandono no es más que un decir que no se halla verdadera- ron a sus puntos más críticos. Estos cambios no se producen por
mente anclado en el deseo. En el fondo, las adicciones no son a las sí solos sino que responden a la conjunción de múltiples y nuevas
sustancias sino fundamentalmente al placer pero también al dolor realidades sociales, culturales, económicas, educativas que juntas
y al sufrimiento. Es esto lo que justifica y explica la inmensa difi- crean nuevos constructos sociales y éticos. Es importante el tema
cultad de abandonar los usos pese a los deseos e incluso acciones de la ética pues tan solo desde ahí es posible comprender y asumir
para lograrlo. La más grave de todas las adicciones es aquella que los cambios representacionales, actitudinales y legales en torno a
tiene que ver con el displacer y el sufrimiento. Entonces, el uso las drogas en general y a la marihuana en particular.
conflictivo se convierte en una realidad sintomal que se resiste a
toda lógica. Para terminar, vale citar a uno de los informantes que hablan en
el texto. Se trata de un joven con suficiente lucidez como para
Como dice el psicoanálisis, el deseo surge de la prohibición. Por lo mirar el mundo de hoy más allá de los moralismos que nunca
mismo, cuanto más extensa y terminante se presente la prohibición, han sido generadores de bondad y bienestar: “Lo cierto es que,
mayor será el deseo de violentar la norma. Es cierto que existe una si se legalizase, disminuirían los casos de consumo, ya sabes que
ética personal, sin embargo, la ética es ante todo social pues se lo prohibido atrae más. Si ya fuese legal, los chicos se darían un
sostiene en el principio de que todo acto personal tiene que ver toque y no la probarían más. Tú sabes, muchas veces uno busca lo
con el bien común. Por lo mismo, tal como aparece a lo largo de prohibido y también lo riesgoso, lo que te da la sensación justamente
este texto, todos los actos de los ciudadanos, incluidos los usos de quebrantar las leyes. Pero si se legaliza, ya no hay chiste”.
de marihuana, se hallan íntimamente relacionados con posiciones
éticas en torno a la vida personal y social. La ética social tiene que ver con el reconocimiento de los deseos,
saberes y expectativas de la población. Por ello el CONSEP ha
Ecuador y la marihuana se sostiene en tres miradas fundamen- realizado este trabajo que entrega a la comunidad como un aporte
tales: la histórica, la antropológica y la ética. No se trata de una imprescindible para la construcción de nuevos saberes y actitudes
historia de la marihuana en el país, pero sí de un acercamiento a la que intervengan en la toma de decisiones de orden político, jurídi-
movilidad de las representaciones que se han producido desde las co e incluso ético y preventivo.
dos últimas décadas del siglo XX hasta ahora.
Quito, octubre de 2014
Si buena parte de las sociedades de Occidente habla abiertamente
de la necesidad de legalizar la presencia y ciertos usos de la ma- Rodrigo Vélez Valarezo
rihuana, es porque han cambiado, a veces muy radicalmente, los Secretario Ejecutivo del Consep

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Introducción

Es un secreto a voces el fracaso de la guerra en contra de las drogas


y, en particular, contra la marihuana. La propuesta de un mundo
sin una sola planta de marihuana se ha convertido en un auténtico
acto fallido en el más estricto de los sentidos. Se podría decir que la
política asumida por el presidente Mujica vendría a constituir una
suerte de colofón de este fracaso cuya complejidad exige profun-
das reflexiones. Tal vez sea demasiado simple afirmar que ganó el
cannabis o sus usadores cuando no se han anulado los problemas
sociales y políticos que han crecido en torno al cannabis, esa planta
mitad real y mitad mítica.

El CONSEP, muy consciente de que esta complejidad se ha torna-


do cada vez más evidente, no ha cesado de promover espacios de
reflexión sobre una temática que le concierne de modo particular.
En efecto, los cambios que se producen exigen nuevas y más am-
plias investigaciones, reflexiones y diálogos sociales.

No se trata de que la sociedad crea que existe un triunfador llamado


cannabis al que habría que cederle el botín de los espacios sociales,
el de los deseos y fantasías de las nuevas generaciones. También el
botín del silencio y del saber. Es cierto que se han producido im-
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portantes giros lingüísticos y políticos en torno a la marihuana a lo el narcotráfico se volvería más eficiente y menos onerosa. Sin em-
largo y ancho del mundo. La guerra contra las drogas ha fracasado, bargo, no es lo mismo legalizar que legitimar. Habría que hablar de
pero ello no quiere decir que la victoria está en manos ni de los legitimar, es decir, de colocar los usos en el deseo y en la capacidad
usadores ni del cannabis. En verdad, no existen ni podrían exis- de decisión de cada sujeto. Para ello, también es necesario abando-
tir ganadores. Como en todo lo que concierne a la cultura, se han nar la idea de vicio y de enfermedad, criterios que en nada ayudan
producido cambios en los sistemas representacionales que, desde a entender y afrontar el problema de los usos especialmente aque-
luego, no podían darse hace medio siglo. llos calificados de conflictivos.

Desde hace años se habla de la despenalización ante el fracaso ro- Los usos nunca son unívocos. Aunque se use la misma marihuana,
tundo de casi todos los programas destinados a erradicar los usos o las demandas que cada usador hace a las sustancias serán siempre
por lo menos a reducirlos. Por su parte, desde el año pasado el pre- distintas. Existen importantes brechas de sentidos, algo en lo que
sidente Mujica de Uruguay ha decido legalizar el uso de marihuana no cesan de insistir los informantes en este texto. Un muchacho de
y él mismo la venderá a los usuarios. Hasta el presidente Santos de la pobreza jala cualquier basura a medio día para que el estómago
Colombia piensa que es necesario modificar los lenguajes en torno no reclame una comida que nunca llega, y a la noche para darle la
al uso de drogas. Y lo más admirable, la marihuana se abre paso en cara al frío y a la soledad. Es probable que este muchacho no tenga
los Estados Unidos pues son 34 sus estados que la han legalizado, ninguna otra alternativa que la droga para permanecer un rato más
unos tan solo para uso medicamentoso pero otros también para lo en el mundo del deseo. Para estos habitantes de la escasez la droga
recreativo. podría significar la búsqueda de identidad usurpada por una ciudad
que los abandona.
En Europa, esta tendencia va tomando cada vez más cuerpo me-
diante análisis y discursos del mundo académico e intelectual que Temas para analizarlos con serenidad y coraje. Para ello es indis-
se basan en concepciones políticas, sociales y antropológicas. Con pensable crear nuevos saberes y actitudes. Nada cambiará mientras
Savater, se podría cuestionar el poder del Estado para prohibir el se insista en pensar y explicar el problema de las drogas con crite-
uso de la marihuana y que, en Europa, se abstiene de intervenir en rios antiguos que colocan dentro de un mismo y elemental sistema
otros temas como la venta de comida chatarra que ocasiona daños la producción, el tráfico y los usos. Un sistema que se niega a mirar
más perniciosos a la salud que la marihuana. Piénsese en los niños la complejidad del sujeto que usa drogas desde posicionamientos
que se encuentran alejados de las drogas pero totalmente inmersos siempre mágicos e independientes de las ideologías que motivan la
en esas comidas. La obesidad infantil se convirtió en uno de los producción y el tráfico absolutamente ilegales e ilegítimos.
más graves problemas de salud pública en los Estados Unidos.
Hasta hace relativamente muy poco, el tema de las drogas perte-
No se pretende justificar la producción y el tráfico. En cambio se necía a dos campos fundamentales, al de la policía y al de la psi-
cree que, si se legalizasen los usos, probablemente la lucha contra quiatría. El campo policíaco para la persecución a las drogas, a sus

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Ecuador y la marihuana Consep

productores, traficantes y consumidores que, unidos y casi indife- y en el bajo, todos deben entender lo mismo cada vez que se habla
renciados, debían ser eliminados. Y el de la psiquiatría llamada a de drogas.
hacer lo mismo que la policía, es decir, reprimir dopando al sujeto,
silenciando al deseo, cercándolo hasta matarlo. En el año 2009 debía haber desaparecido la última planta de mari-
huana. Pero las cosas, con frecuencia, ocupan el lugar de los suje-
A lo largo de estas cuatro décadas, toda la atención se ha coloca- tos. Hay cosas que terminan convertidas en la metáfora del sujeto,
do en la cosa-droga, en la materialidad pura de la sustancia que de un pueblo, de un país. Pensando solo en el cannabis, si se la
incluso determinó que desapareciese el valor de significación de hubiese eliminado, ¿qué habría sucedido con el mundo, con la cul-
la planta en la cultura. Es decir, desaparecieron los sentidos que la tura? Pero en nuestro pequeño planeta no han faltado las propues-
marihuana había tenido a lo largo de los siglos y en los diferentes tas de lo único y verdadero que se ha pretendido imponer a sangre
espacios sociales y culturales. Poco se ha dicho al respecto porque, y fuego. La historia de las religiones y de las ideologías políticas
de una u otra manera, el tema de las drogas fue tan celosamente es un claro ejemplo del afán de imponer el pensamiento único y lo
colocado en el campo penitencial que ha costado un serio trabajo que ese intento ha costado a la humanidad.
devolverlo a sus espacios simbólicos originarios.
Entonces ya se pensó en la necesidad de buscar nuevas alternativas
Parafraseando a Foucault, se podría decir que resulta totalmente más lógicas, menos guerreristas, menos sangrientas, más tolerantes.
inadecuado no pensar el tema de la marihuana desde la libertad de “Debemos encontrar un punto intermedio entre criminalizar y legali-
los sujetos y no tanto desde la prohibición. Aun cuando no haya zar, planteando la estrategia menos como una guerra y más como la
sido esta la puerta explícita de entrada para la investigación, para cura de una enfermedad social”, (Viena 2009). Este trabajo del CON-
el CONSEP ha sido de suma importancia ir a las historias y a las SEP, realizado a través de su Observatorio Nacional de Drogas, forma
narrativas personales para saber de los deseos, fantasías, permisio- parte de esa propuesta que no será realidad si no se conocen a fondo
nes y prohibiciones que motivaron las relaciones de los ciudadanos las representaciones de la población sobre la marihuana, por ejemplo.
tanto de aquellos que la usaron y la usan como de quienes se abs-
tuvieron de todo uso. Hay algo muy importante que debería ser rescatado porque, de una
u otra manera, se convierte en una suerte de pivote sobre el que
En efecto, es necesario tener presente que existe un discurso oficial giran los discursos, las políticas y las acciones oficiales en torno a
internacional sobre las drogas asumidas únicamente en tanto rea- los usadores de drogas. Se trata del sujeto usador de drogas que no
lidades concretas, cosas que se producen, se fabrican, se trafican y puede ser confundido con la cosa que usa. Ese sujeto que no es un
finalmente se consumen. Esta aproximación ha creado discursos enfermo y menos todavía un criminal.
unívocos destinados a eliminar cualquier posibilidad de distinción
y, por ende, de cuestionamiento. Se trata de un discurso eminente- En el entorno latinoamericano, Ecuador, a través del CONSEP,
mente unívoco: todos, aquí y allá, arriba y abajo, en el barrio alto ha sido pionero en este proceso de rescatar al sujeto sobre todas

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Ecuador y la marihuana Consep

las cosas, de no confundirlo con las sustancias ni con calificativos sujetos, usadores o no, con un cúmulo de verdades y certezas
denigrantes como el de adicto o peor todavía de criminal. Temas estatuidas?
aparentemente sencillos pero que, sin embargo, han marcado hitos
de capital importancia en la región. Una de sus propuestas ha sido En este espacio real y simbólico se desarrolló este trabajo. Se in-
la des-unificación del discurso único sobre los usadores de sus- vestigó a informantes calificados de tres grupos de hombres y mu-
tancias de tal manera que se vea tanto a las sustancias como sobre jeres comprendidos entre los 16 y los 45 años de tal manera que
todo a los sujetos desde la diferencia. De hecho, el presente texto apareciesen tres momentos fundamentales que van desde el tiempo
versa también sobre la diferencia, esa diferencia que transita a lo en el que la marihuana se asienta en el país hasta la actualidad ca-
largo de la historia, de las geografías y de las culturas. El trabajo racterizada por usos más libres y sobre todo, atravesados o incluso
testimonial no es otra cosa que el reconocimiento y la valoración sostenidos en un nuevo discurso que pide no solo su despenaliza-
de las diferencias. ción sino su legitimación.

Es precisamente esta posición lo que condujo a realizar esta inves- Informantes de Quito, Cuenca, Lago Agrio, Manta y Guayaquil
tigación. La propuesta fue ubicar y analizar los procesos que han dan cuenta de esta historia hecha con amores y odios, con calles y
seguido los usos y las representaciones sobre el cannabis a lo largo cárceles, con silencios y palabras, con placeres y también con su-
de los últimos veinte años. frimientos. Así se ha creado una suerte de historial de las represen-
taciones sobre la marihuana producidas a lo largo de los últimos
Para que el trabajo tenga mayor coherencia, se ha realizado un 25 años.
acercamiento histórico-cultural, si vale la expresión, del cannabis
a lo largo de la historia. Esta visión da cuenta del nacimiento, de la Los relatos testimoniales han permitido armar una suerte de
vida, de la gloria y de la pasión de esta planta mágica a lo largo del historial sobre el cannabis, dan cuenta de un tiempo represen-
tiempo, de las geografías y de las ideologías. tacional en el que la marihuana ha vivido perseguida, exaltada,
maldecida y bendecida. Ha estado en el patíbulo social y ju-
Volver al sujeto presupone rescatarlo en su propia complejidad rídico, pero también y al mismo tiempo ha actuado desde una
y no como parte de un fenómeno que se resiste a cualquier clase suerte de escondite. Desde ahí ha sido parte de los procesos de
de simplificaciones. En efecto, los usadores, sobre todo cuan- significación de la vida y de la historia. Ha intervenido en los
do son las chicas y los muchachos, representan la parte menos cambios sociales y actitudinales, ha creado discursos de bandos
real, más mágica y, por lo mismo, la más sensible en todos los opuestos, ha llenado las cárceles con los pequeños traficantes y
sentidos del término, porque se hallan constituidos por series también con usadores.
indeterminadas de decires, creencias, expectativas, placeres,
persecuciones, goces y malestares. ¿No constituye, acaso, todo Hay males a los que la sociedad no sabe de qué manera darles la
esto aquello que hace al misterio? ¿Es acaso posible ir a los cara, sobre todo cuando no es posible tapar el sol con un dedo.

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Ecuador y la marihuana

¿De qué manera, en efecto, no reconocer que nuestro tiempo es


de grandes y pequeñas drogas, de ritos y ceremoniales múltiples
que no logran escenificarse sino con la presencia de lo mágico?

Capítulo uno
Quito, septiembre del 2014
Las drogas en la historia

No te envanezcas de que la autoridad (kratos) per-


mita hacer violencia a los humanos. La continencia
se encuentra siempre en la naturaleza (physis) indi-
vidual. Dionisio no obliga a las mujeres a ser castas.
La castidad depende del carácter, y la que es por na-
turaleza casta participará en las orgías sin corrom-
perse.
Homero: La Odisea

Los bombones del Búho son los más “densos” que ha


probado. Se hacen pasteles, galletas, pie de frutas a
base de mantequilla cannábica que se usa en el desa-
yuno, también espagueti bañado en esa mantequilla.
Los chocolates tienen fama. Son pequeñas bolitas
de cacao con leche, azúcar impalpable, gelatina sin
sabor y marihuana. El efecto es potente y casi inme-
diato: basta media hora para que se den resultados
psicoactivos.1

1 Marihuana: una industria que se fortalece en Quito, Hoy Domingo, Quito, mayo 11,
2014.

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Ecuador y la marihuana Consep

leznable pero que, sin embargo, puesto que vino del poder, no se le
puso en tela de duda. Por el contrario, debieron pasar casi cuarenta
De manera casi sorpresiva, en la segunda mitad del siglo XX, las años para que empiecen a ser escuchas las voces disidentes.
drogas aparecen en el escenario social, al comienzo de manera
poco llamativa, como si se tratase de algo que pertenecía a los Este proceso acusatorio a la parte más débil de la sociedad se halla
jóvenes norteamericanos rodeados de problemas muchos de los presente a lo largo y ancho de la historia. Es la estrategia mediante
cuales les habían invadido por obra y gracia de la violencia social, la cual los poderes fácticos se lavan las manos y sus conciencias
las guerras, esas guerras que, como todas, son comúnmente ajenas para dominar y para dormir en paz. Lo peor de este proceso es que,
a los que mueren en la medida en la que se originan en delirios o finalmente, también ha terminado convenciendo a cierto grupo de
prepotencias de unos que arrastran a los pueblos que, frecuente- la juventud que no se ha amilanado al acusar a sus pares de algunos
mente, poco o nada pueden decir. Por otra parte, para Occidente, de los males del mundo entre los que las drogas ocupan un lugar
eminentemente moralista y siempre ambivalente y equívoco, ha de privilegio.
sido fácil colocar el mal en los sujetos, hacerlos responsables de
todo lo que les acontece o hacen. Acusar a la juventud incluso de Es importante tomar en cuenta que el discurso antidroga y la gue-
sus sufrimientos ha sido la salida rápida y políticamente eficaz. rra contra las drogas se han sostenido gracias al poder económico
puesto en juego y también merced a un discurso eminentemen-
No se puede pasar por alto el hecho de que las guerras dejan heri- te moralista que no dejó el más mínimo resquicio para que se
das que tardan muchos años en curar. Hay unas que nunca se curan escuchen otros criterios diferentes, quizás incluso radicalmente
porque se sostienen en muertes, desapariciones, amputaciones. Las opuestos. Por su parte, el moralismo ha colocado la responsabi-
guerras amputan por igual la cultura, la ética y la estética. Los jó- lidad en el arte, la música, las ideas de cambio social y econó-
venes norteamericanos se opusieron a ir a morir bajo la lluvia de mico en las relaciones entre las comunidades. Desde luego, que,
bombas en un inhóspito mundo ajeno. para este pensamiento, el arte, unido a la renovación cultural, por
ejemplo, el rock, es uno de los responsables de los usos masivos
Siendo aún senador, J-F. Kennedy dijo: “Estoy convencido de que de drogas.
la ayuda militar norteamericana, sea cual fuere su amplitud, no
puede aplastar a un enemigo que aparece por todas partes y en nin- Sin embargo, el pensamiento antidroga no ha sido único. Más
guna parte está, un enemigo del pueblo que cuenta con el apoyo y aún, no han faltado voces destinadas a denunciar cierta compli-
simpatía de todo el pueblo”. cidad de los poderes políticos que no han sido lo suficientemente
fuertes y eficaces en la lucha contra las drogas. A ello se añaden
Cuando, a mediados del siglo pasado su presencia empezó a uni- aspectos culturales, modas musicales, estéticas y lenguajes que
versalizarse, los discursos en torno a todas las drogas fueron mo- han hecho que el imperio de las drogas domine frente a la guerra
nolíticos amalgamados con una moral y un cientificismo muy de- que debió destruirlas hace mucho tiempo.

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Ecuador y la marihuana Consep

El siguiente es el criterio de un joven perteneciente al grupo nor- poro-culturales. Pero ello, en lugar de ser un argumento en contra
teamericano calificado de emprendedor porque ha dado la espalda de su presencia casi natural en la sociedad, lo certifica. Ello no
al rock y a la marihuana para pensar en su responsabilidad empre- obsta que se tomen en cuenta aspectos de orden político y econó-
sarial y laboral y que, desde su posición acrítica, no duda en acusar mico que probablemente sostienen y explican su presencia.
a sus pares del mundo de haber ido tras el mal. No es solo la droga
la que destruye a las nuevas juventudes sino también el rock, cuya Como casi todo lo humano, la marihuana transita entre el bien y
presencia es vista como una auténtica contracultura. Desde una es- el mal, entre quienes no se amilanan ante la necesidad de alabarla
pecie de inmensa facilidad se ligan los éxitos profesionales, socia- e incluso de bendecirla, y los otros que no cesan de rechazarla e
les y económicos de la extrema derecha con un posicionamiento incluso de acusarla como la causante de buena parte de los males
claro y firme contra las drogas en el cual no existe ni la más leve que viven las actuales sociedades.
brizna de tolerancia.
Por ejemplo, para un joven maestro universitario norteameri-
Además, existiría un movimiento político amplio y profundo desti- cano, responsable de un equipo de investigadores cualificados,
nado a desbaratar los principios de la cultura occidental para crear la presencia de las drogas en la sociedad norteamericana es un
un caos en el que se pueda ejercer sin barreras el poder político, producto más de la mafia internacional y de ciertas instituciones
social y económico. La droga, en toda su compleja dinamia, no políticas apropiadas de los grandes capitales. Por supuesto que
sería más que parte de un proceso político que se sustentaría en la se trata de una mirada sesgada que pretende desconocer la com-
alienación de la población. plejidad del problema. Sin duda que tras las drogas hay mafias
que son perfectamente funcionales a la dinámica del gran capital
«La droga y la contracultura del rock, que están destruyendo a la internacional, de otra forma no se explican los 400.000 millones
juventud de la mayoría de los países industrializados, incluyendo de dólares anuales que produce el negocio.
España, es el resultado de la “guerra del opio” que dura ya más de
treinta años, organizada por círculos poderosos de Gran Bretaña Precisamente para no caer en simplificaciones inoperantes es ne-
contra los Estados Unidos. Esta guerra no sólo incluyó la guerra cesaria una visión panorámica de la realidad de la marihuana a lo
química y psicológica, sino aquel horrible proyecto militar lla- largo de la historia. Primero porque el tema de este trabajo es la
mado guerra de Vietnam». marihuana y, segundo, porque la marihuana no nació de la nada
en el siglo veinte. Por el contrario, quizás ella sea la sustancia
Más allá de estos criterios, es preciso reconocer que las drogas más vieja de la que se tiene claras noticias de su presencia en la
no aparecieron en el siglo XX sino que, por lo contrario, atravie- antigüedad, tal vez sea la famosa manzana del paraíso terrenal,
san el largo y ancho de la historia de la humanidad. Sin duda, en esa fruta prohibida que, al ser comida, abrió los ojos del sujeto a
cada época y espacio, adquieren sentidos puesto que los antiguos la complejidad de lo humano sostenido en el placer, el dolor, el
mutan para adquirir otros que se adecuan a las condiciones tém- misterio y la muerte.

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Ecuador y la marihuana Consep

Una mirada general cada tiempo. La historia de la contemporaneidad se escribirá ahora


pero será entendida mañana en su verdadera dimensión.
Todo lo que pertenece a la cultura y que se halla inserto en la his-
toria posee imbricaciones complejas que dificultan los acercamien- No es del todo aceptable la propuesta teórica de que en el siglo que
tos fuera de la complejidad. Es probable que uno de los factores viene se comprenderá y se significará el actual. Esta idea estructu-
que han determinado el fracaso de la actual guerra a las drogas se ralista impide ver que el presente posee sus propias significaciones
deba al hecho de que no se miraron o no se tuvieron en cuenta las pues es eminentemente productivo contando, sin embargo, con un
realidades históricas de la marihuana, una planta ubicada en los pasado que se halla presente no resignificándose sino modificando
espacios de lo mágico en los que se construye el misterio de la su significación supuestamente original. Tampoco el presente es
vida. Es precisamente el afán de conocer los sentidos de lo mágico una prolongación sintáctica y semiótica del pasado. Aceptando la
lo que ha conducido a las diferentes culturas y pueblos a buscar existencia de un filum que recorre con el tiempo y permite uniones,
rutas y elementos que faciliten e incluso legitimen el camino hacia la diferencia está marcada siempre entre lo actual y lo pasado. Lo
el misterio. que acontece en la actualidad con el tema de las drogas no es único,
pero tampoco es la repetición de una vieja historia. De hecho, no se
El pasado es la clase de acontecimientos que «influyen» en noso- trata tan solo de otros estilos de usar la marihuana ahora diferentes
tros, pero no recíprocamente. El pasado se genera por la muerte. El a los estilos de un siglo antes de nuestra era. Los sentidos de los
presente es el campo de los acontecimientos ligados por relaciones usos son radicalmente distintos porque el mundo en el que se dan
de reciprocidad en cuanto a la transitividad de la comunicación. El los acontecimientos es también radicalmente distinto en sus prin-
presente está siempre inmerso en una época, y una época es, gene- cipios, éticas y axiologías.
ralmente, una sucesión de presentes.
“Todas las partes de nuestro mundo están conceptualizadas (con
El pasado es el campo de estudio de la historia y la memoria es mayor o menor rigor, sin duda) mediante conceptos tecnológicos
uno de los factores que configuran nuestro pasado próximo. La o científicos y, por tanto, solo a través de los conceptos, podemos,
memoria del pasado antiguo se encuentra en los documentos y mo- en nuestro presente, enfrentarnos con nuestro mundo de un
numentos. El documento también es un monumento, como lo es modo crítico (una crítica que puede afectar, desde luego, a los
una tumba o un papiro. La historia, por otra parte, es debate en el propios conceptos). Nosotros, salvo que practiquemos la poesía,
que deben aparecer, como memoria y monumento, el tiempo y su no podremos hablar ingenuamente del agua como lo hacía Tales
escritura. La historia es el producto de ese debate perenne, a ve- de Mileto; el agua de nuestro mundo está conceptualizada por la
ces silencioso, pero nunca infructuoso. Por el contrario, el presente ciencia física y química. Se comprenderá, según esto, la pertinencia
solo puede explicarse honrada y eficientemente en el diálogo entre de tomar a «nuestro presente» como criterio para diferenciar las
el habla del pasado y la palabra del aquí y ahora. De lo contrario diversas maneras según las cuales puede entenderse la filosofía,
se pensaría que los objetos y los lenguajes se están inaugurando en en función precisamente a como estas diversas maneras se refieran

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al presente. El futuro es la clase de acontecimientos en los cuales topa con el mito. Al comienzo era el mito sin el que sería absoluta-
nosotros podemos «influir» pero de suerte que ellos ya no puedan mente imposible saber de los principios de las cosas. En el tiempo,
influir sobre nosotros”.2 mito y acontecimiento, fantasía y realidad se mezclan de manera
bizarra, se entrelazan y conforman la historia, es decir, esa narrati-
Más que saber sobre el pasado y los orígenes, el gran misterio pertene- va que explica ahora lo que aconteció ayer, en el mito. De hecho el
ce al futuro. El pasado se sostiene en la memoria, incluso en esa me- mito es la memoria de las razones que explicaron el mundo. Se tra-
moria mágica de lo dicho y transmitido, de lo acontecido e integrado ta de una suerte de liturgia en la que la mirada y la voz se pierden
a la memoria que un día se convierte en mito o historia. En parte, el en el tiempo en pos de saberes ciertos y que luego reaparecen en
pasado se explica por sí solo de la misma manera que el presente tiene forma de un cúmulo de saberes. Liturgia, porque eso es lo que dife-
sentido también en la medida en que se proyecta hacia el futuro. rencia al mito de la historia que se sustenta en acontecimientos y he-
chos reales. Finalmente, mito e historia forman parte de una liturgia
Es importante rescatar el hecho de que el futuro, lo que vendrá en la que se narran y celebran por igual ficciones y acontecimientos.
mañana, ya es capaz de influir en el presente y permitirá entender
de mejor manera al pasado. Por ejemplo, antes de que legalmente Este es el sentido de la revisión en el tiempo y en los espacios que
se modificase la ley sobre la marihuana en Uruguay, la sociedad ya hacen la mitología y la historia de la marihuana. ¿Qué más mítica
fue influenciada por esa posibilidad lo que permitió que el debate que esta planta que en nuestros días se halla atravesada por los
contase con muchas más posibilidades antes no previstas, quizás ni saberes científicos que pretenden erradicar lo mítico y los usos que
siquiera imaginadas tanto por quienes apoyan como por quienes se no hacen otra cosa que celebrar el mito? La marihuana forma parte
oponían a la propuesta. En el tema de las drogas, este principio es de ese conjunto de sustancias que poseen la capacidad de hacer
importante porque, incluso en el orden de las proyecciones estadís- que sus usadores logren traspasar las barreras de aquello que hace
ticas, se ha visto que, contra todo análisis proyectivo que preveía la vida cotidiana y arriben a lo mitológico del placer y del sufri-
un continuo incremento en el uso, los últimos datos dan cuenta de miento.
un descenso en el uso y también, en ciertos lugares de una suerte de
estancamiento. De hecho, se están produciendo nuevos discursos Culturalmente, la droga ha estado presente en muchos aspectos
en la gente joven que ya cuestiona el uso de drogas, en especial importantes de la vida y de la sociedad. Esta presencia permite
cuando sustituye el ejercicio de otras prácticas sociales ya sea para dar cuenta de la complejidad de la vida, esa complejidad que se
el divertimento o para la búsqueda de trascendencia. acrecienta no solo con el tiempo universal sino con los tiempos
personales que se juntan a las geografías y que construyen culturas
Por otra parte, es preciso reconocer que cada vez que se pretende particulares con sus propias mitologías.
ir a los orígenes de realidades sociales y culturales, casi siempre se
¿Qué es la marihuana? La marihuana es muchas cosas. Sus senti-
2 Cf. García Sierra, Pelayo, Diccionario Filosófico Biblioteca Filosofía. http://filosofia. dos y valores transitan un abanico inmenso que tiene que ver con
org/filomat

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el lugar en el que se ubica histórica y socialmente el llamado a reconocer que la marihuana no fue inventada por el siglo XX, aun-
responder a la pregunta. No es la misma para el muchacho que se que en él se la haya vuelto a usar pero ya no públicamente como
arriesga a su primera experiencia que la marihuana que fuma el antes sino en los secretos públicos que configuran la vida cotidiana.
artista porque ha realizado una liga de mutuidad imaginaria para
la creación. En consecuencia, tantas marihuanas como usadores, Es probable que el hecho de haberla colocado en los discursos ofi-
tantas marihuanas como momentos históricos e imaginarios de ciales, políticos, económicos y hasta religiosos haya influenciado
los usos. Tantas marihuanas como espacios reales, imaginarios y en su expansión casi históricamente indiscriminada, es decir, una
simbólicos en los que se cultiva. En efecto, en su valor de signi- invasión no sostenida más que en el hecho mismo de su expansión.
ficación, no es la misma planta la que cultivan para los negocios
turbios de los traficantes que aquella que, cercada de temores y
recelos, cultiva y cuida con cariño y temor un muchacho en su
propia casa. El cáñamo
Seguramente no son iguales la marihuana que fuma aquel que pre- El cáñamo es un arbusto que alcanza hasta los tres metros de altu-
tende construir un camino apto para acercase a la divinidad, a lo ra. Puede crecer de forma silvestre, aunque necesita agua abundan-
sacro, a la inspiración poética y la marihuana de la muchacha que te durante la estación seca, y sólo rinde bien con tierras abonadas
quiere abrir su mente para entender el sentido existencial de su o de gran riqueza natural. En el hemisferio norte se planta hacia
vida. finales del invierno, y no alcanza su madurez sino hasta principios
de otoño.
Lo hipnótico es lo mágico por excelencia porque es quizá la pri-
mera experiencia del sujeto enfrentado a su dormir y al dormir del Los machos, difíciles de distinguir de las hembras antes de produ-
otro y, quizás sobre todo, a aquello que se produce en el tiempo del cirse la floración, tienen cantidades mínimas de principio psicoac-
dormir: el soñar, ese conjunto mágico de imágenes y de escenas tivo -el tetrahidrocannabinol o THC-, y suelen arrancarse antes de
casi siempre sin palabras. El mundo del misterio habla en cada expulsar el polen, para que las hembras produzcan la variedad más
sueño, en ese conjunto escenográfico producido por la presencia potente y de uso más cómodo, conocida como «sin semillas». En
de poderes desconocidos y en el que hablan los deseos y la ley que efecto, los cañamones no son psicoactivos salvo para pájaros que
prohíbe su realización. los devoran con placer hasta «alocarse», como han probado di-
versos experimentos. Las hojas de las hembras, que tienen bajas
Es necesario que se aborde el tema de la marihuana reconociendo proporciones de THC, son lo que en Marruecos se denomina grifa,
que lo que acontece ahora constituye parte de un proceso mun- y una mezcla picada de hojas y flores, con algo de tabaco local,
dial gestado a lo largo de los siglos y probablemente motivado por es el llamado kif. Sin embargo, la máxima concentración de THC
acontecimientos pasados y presentes. Por lo mismo, es importante se produce en las flores maduras sin germinar, cuando las cortas

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ramificaciones de las ramas han perdido todas las hojas y aparecen como Estados Unidos, llegando a constituir uno de sus grandes
enfundadas totalmente por esas inflorescencias pilosas, cosa que y graves problemas médico-sociales. En los actuales momentos,
rara vez acontece hasta octubre en nuestras latitudes, pues hacen el cáñamo indio, bajo la forma de mariguana o marijuana u otras
falta algunas noches de fresco para consumar el ciclo. preparaciones, es sin duda la droga de más amplio uso psicodélico
a escala mundial. Sus efectos son menos graves que los de la mor-
Las plantas suelen arrancarse y secarse colgadas cabeza abajo, en fina, la heroína y la cocaína.
lugares oscuros y ventilados, durante un período de siete a diez
días. A partir de entonces están listas para ser fumadas. La absor- “Aunque Schulktes menciona, sin citar algún documento histórico,
ción por vía oral oscila entre el 50 y 70 por 100 del principio acti- que los chinos habrían utilizado el cáñamo indio hace 8.500 años,
vo. La absorción oral es irregular y muy inferior. Para potenciarla, basados en documentos ciertos como el Herbario asirio o el famo-
se hornea una mezcla de la planta con otros ingredientes, hacien- so Herbario de Shen-Nung, es posible afirmar que esta planta fue
do tortas, pasteles o cosas análogas. Las tortas o pasteles tardan utilizada ya con fines médicos y rituales entre 2500 y 3000 a.n.e.
mucho más en hacer efecto, aunque este se prolongue por más
tiempo. “En la India, según parece, mucho antes de que se iniciara el culto
a Soma, existía ya el culto de amrita, bebida sagrada que, según el
Plutarco Naranjo3, en su obra casi póstuma habla de la marihuana Atarva-Veda y el Rig-Veda, era utilizada en forma ritual para entrar
ubicándola entre el mito y la alucinación. Como homenaje a sus en contacto con las divinidades. Más aún, la amrita, bebida de la
importantes trabajos como investigador, cito íntegramente su texto. inmoralidad, era licor de los dioses, algo parecido a lo que sucedía
con la ambrosía de los dioses del Olimpo, en la cultura griega.
“La mariguana, marihuana o marijuana (hashish, entre los árabes, La amrita, como el soma, era una de las bebidas para alcanzar la
o hachís, entre otros pueblos), botánicamente es la Cannabis sati- vida eterna, y era preparada por decocción de una planta que, con
va. Es una de las plantas alucinantes más antiguamente conocidas. mucha probabilidad, fue el cannabis; dicha decocción se hacía di-
Se la llamó también cáñamo indio porque en los países orientales rectamente en leche de vaca o se la agregaba antes de la bebida
la planta fue cultivada para obtener la fibra de cáñamo, tan útil en ceremonial”.
la industria textil. También las semillas eran utilizadas para obtener
su aceite. Todos y cada uno de los objetos que, de una u otra manera, se con-
vierten en importantes e incluso imprescindibles en la cotidianidad
“Durante muchos siglos su empleo fue reduciéndose y la mayoría tienen que ligarse de manera necesaria con el mito que viene a dar
de países adoptó medidas para limitar y aun para eliminar su uso; cuenta de su origen. Si algo es importante y excepcional debió ser
inesperadamente, en los últimos cuatro o cinco decenios, su em- creado por algún poder extrahumano, de lo contrario su poder se-
pleo psicodélico ha invadido el mundo, en especial, ciertos países ría absolutamente vulgar y perecedero. El cannabis posee poderes
porque su origen es divino, de lo contrario no tendría la capacidad
3 Naranjo, P., Quito, 2012, pág. 36

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de ser, de alguna manera, una suerte de mediatizadora entre lo hu- bre que había terminado su baño y que masticaba algo (…) Y el
mano y lo divino. A lo divino pertenecen el placer y el goce que, mendigo, al verlo, quedó muy excitado deseando ardientemente
en consecuencia, aparecen como dones particulares otorgados a masticar también aquello. Entonces preguntó al otro: ¿Qué es lo
los humanos, solo a ellos y en circunstancias ciertamente excep- que masticas así, vecino? Y él respondió en voz baja para que na-
cionales. die lo oyera: “Cállate, es hachís, si quieres te daré un trozo. Y dijo
el mendigo: Sí, me gustaría probarlo. Hace tiempo que deseo saber
Según los Vedas, comenta Naranjo, el dios Visnú, convertido en qué sabor tiene. Entonces, el hombre que masticaba se sacó de la
una gran tortuga, llevó sobre su lomo una inmensa montaña que, boca un pedazo y se lo dio al otro diciéndole: Ojalá con ello alivies
finalmente, lo hundió en un mar de leche. Entonces, dioses y de- todas tus penas. (…..) Y entonces el otro sufrió un ataque de hila-
monios unieron esfuerzos para hacer que la montaña gire. En ese ridad y prorrumpió en carcajadas a lo largo de la sala. Un instante
movimiento giratorio, batieron la leche que se transformó en una después se desplomó sobre el mármol, desnudo, y quedó presa de
bebida sagrada de amrita. Los cabellos que se desprendieron de alucinaciones”.
Visnú avanzaron con las olas hacia las orillas del mar. Cuando lle-
gó la primavera, se transformaron en hermosas plantas que, al ser
comidas por los hombres, les permitieron alcanzar la felicidad y la
inmortalidad de los dioses. Entonces la llamaron vijohia que signi- El cáñamo en el Asia antigua6
fica fuente de felicidad y de vida.
Lo primero que es preciso resaltar es el hecho de que la presen-
“Tanto en la mitología como en las historia de estos pueblos, dice cia de la marihuana atraviesa toda la historia antigua de los pue-
Naranjo, se encuentran numerosas referencias a ritos y ceremonias blos asiáticos. Entre tantas otras realidades sociales y culturales,
realizadas en un ambiente de humo que, según los diversos auto- la marihuana también posee un eje transversal en la historia que
res, los llaman “humos embriagantes”, “humos narcotizantes” o llega hasta nuestros días. Como toda historia, la de la marihuana da
“humos estupefacientes”.4 cuenta de los sentidos y valores de su vida, desde la glorificación
hasta el vilipendio, desde los lugares de lo sacro hasta el del ban-
En el célebre libro Las mil y una noches se hacen frecuentes re- quillo de los acusados como si tratase de un criminal empedernido
ferencias a alucinaciones vividas por sus héroes luego de haber para el que se pide la pena de muerte. Desde hace más de cuarenta
ingerido bebidas hechas con las hojas de la planta. De uno de los años, se le declaró la guerra en pos de su exterminio. Pero como se
personajes se dice que un día “se introdujo un clavo en la planta del trata de una planta unida a lo sacro, probablemente sea en verdad
pie, provocándole fuerte hemorragia. Fue entonces al hamman5y inmortal.
entró en la sala destinada a los pobres. Se sentó al lado de un hom-

4 Naranjo, P., op. cit. pág. 39. 6 Parte del capítulo se basa en esta obra: Marín I., Historia conocida o Historia conoci-
5 Hmman: baño público. da o desconocida del Cannabis, Megamultimedia, Málaga, 2003.

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Probablemente, habría que remontarse hasta el siglo ocho antes la cáscara de la semilla y la resma adherida a ésta se utilizaba para
de nuestra era para hallar los primeros vestigios de una historia estimular el sistema nervioso.
que en la actualidad forma parte de la vida social, cultural, po-
lítica, económica y también delincuencial. Parecería que en el En esa época, las semillas se utilizaban “para combatir las inflama-
año 8.000 antes de nuestra era ya se hablaba del cáñamo y sus ciones de la piel y eran consideradas como tónico, reconstituyen-
derivados (grifa, kif, hachís). Los estudios arqueológicos revelan tes, laxantes, diuréticas y muy apropiadas para extraer los gusanos
que con el cáñamo se tejían no solamente cestos sino también a los recién nacidos y a los animales”(Marín. pag.13).
prendas de vestir.
El aceite se utilizaba como tónico para los cabellos y como an-
Para algunos, la primera referencia documental sobre el uso del cá- tídoto al envenenamiento del azufre. El jugo fresco de las hojas
ñamo pertenecería a la farmacopea china, el Pen T´saoShenNunh, servía para curar las picaduras del escorpión y la fibra para fabricar
que habría pertenecido al 3.727 a.n.e. Allí se realizan claras espe- cuerdas y tejidos.
cificaciones de los usos del cáñamo para una serie de dolencias.
Por ende, se puede suponer que el cáñamo habría sido utilizado Los más antiguos restos de fibra de cáñamo (4000 a.n.e.) han sido
incluso en la prehistoria, quizás en el período neolítico, es decir, encontrados en China, y un milenio más tarde en Turquestán, lo
unos 8.000 años antes de nuestra era, tanto en India como en China que haría presuponer la posibilidad de que sea una planta cultivada
en la confección de cestos (Marín. pag.10). originalmente allí (Marín. pag.18.10).

Por otra parte, hacia el 2.737 a.n.e, el emperador Shen-Nung, en un En otro libro de la literatura china de esta época se encuentra el
libro de farmacopea, ya indicaría que cuando se lo toma en exceso, Nei-Ching cuyo autor probablemente sería el emperador kwang-ti.
las personas podrían ver monstruos. Esto hace que se señale a la Las flores habrían servido para curar las heridas abiertas. Parecería
marihuana como la primera hierba con poderes psicodélicos de lo que la cáscara de la semilla era utilizada para provocar cierta esti-
que dan cuenta la historia y las leyendas. Por eso en el mismo texto mulación del sistema nervioso.
del emperador se dice que, si usa por un período largo, la persona
podría experimentar cambios en su cuerpo lo que le permitiría co- En la localidad china de Turpan, un grupo de arqueólogos encon-
municarse con los espíritus. Además, se recomienda su uso para la tró una momia que data de unos 2800 años a.n.e, y en buen estado
gota, la debilidad femenina, el reuma, el estreñimiento, la malaria, de conservación posiblemente gracias a que el suelo era alcalino,
la gripe y los desmayos (Marín. pag.12). como opinan los investigadores del Journal Experimental Botany.
Lo curioso del caso es que la momia en cuestión fue enterrada
En otro momento, el también emperador Kwang-ti habría escrito junto con una bolsa llena de hojas de marihuana, 789 gramos. Los
el Nei-Ching, un texto de la literatura china de esta época. Allí se estudiosos consideran que, si bien no es habitual encontrar usos de
señala que las flores sirven para curar las heridas abiertas. Además, la marihuana en la China de esa época, en este caso el hallazgo se

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dio en un enclave de gran importancia durante el esplendor de la llas con uso indefinido fueron encontradas en la región nepalí
ruta de la seda, lo que podría explicar un origen indio o tibetano de Mustang (2.200-2.500 años) y en Pazyryk, Siberia (2.400-
de la persona momificada, que, al parecer, habría sido un chamán7. 2.500 años).

Se especuló que el fruto de la planta podría haber sido almacenado El papel fue inventado en China cerca de 3.000 años después de que
para usarlo en el más allá. “Era una práctica común en los entierros los antiguos egipcios utilizaran el papiro para escribir. Cai Lun, un
proveer materiales que se necesitaban para la vida en el otro mun- oficial gubernamental de la Dinastía Han Occidental, elaboró papel
do”, detalló el neurólogo Ethan B. Russo. mezclando la corteza de una morera y fibras de bambú con agua,
escurriendo y secando la mezcla en un marco chato de bambú.
Se trata una de las momias caucásicas de las 500 tumbas excavadas
en Yanghai, en pleno desierto del Gobi y cerca de Turpán (en la Durante las Dinastías Tang y Song, los papeles fueron desarro-
región occidental china de Xinjiang) encontradas en el año 2003, llados para distintos propósitos, incluidos el papel de cáñamo, el
que llevaba unas hierbas sobre las que, una vez analizadas, no hay papel de piel, el papel de bambú, y el papel de xuan –elaborado en
ninguna duda: son marihuana. base a un tipo de pino- utilizado específicamente para caligrafía.

“Es una cuestión de deducción científica el establecer que es más


que probable que el cannabis se usara con fines psicoactivos o mé-
dicos”, declaró Russo, responsable del análisis y profesor invitado India y las gotas de ambrosía
de la Academia China de Ciencias Sociales, que señala también
que las hierbas pudieron haber sido utilizadas con fines adivina- En La India, el mundo es eminentemente mágico por lo mismo
torios. las cosas importantes de la existencia individual y colectiva pro-
ceden del otro lado de lo natural, es decir, de lo divino. El cá-
Russo dice que de los análisis practicados a 11 gramos del alijo ñamo, por sus virtudes y acciones, no puede proceder sino del
(carbono 14, fotomicrográficos, fitoquímicos y genéticos), se de- mundo celestial.
duce que la marihuana pertenecía “a una variedad de droga que se
cultivaba, no era salvaje”, y además no consta que el cáñamo se La planta aparece como productora de sustancias embriagantes
utilizara en esa zona como alimento ni para confeccionar tejidos. pero de carácter sagrado “creado junto al amarrita o poción del
soma (una planta desconocida) cuando dioses y demonios batieron
Hasta hoy, las dataciones más antiguas del uso de marihuana el océano de leche para extraer toda clase de bienes.8 El Átharva
con fines narcóticos provenían de Judea, de hace 1.700 años, 8 W. La Barre: “History and ethnography of Cannabis”, 1980b. En: W. La Barre:
donde se inhalaba como sedante en los partos, y algunas semi- Culture in context: Selected Writings of Weston La Barre (pág. 93-107). Durham
(Carolina del Norte): Duke University Press, 1980., cit. Cf. http://es.wikipedia.org/
7 http://urgente24.com/areax/2013/04/china-una-momia-con-casi-un-kilo-de-marihuana/ wiki/Historia del-cannabis

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Veda lo menciona como embriagante sagrado. De hecho, parece- car. El cannabis era utilizado de tres formas diferentes: con agua
ría que sus preparados son de carácter sagrado para el dios Shivá. (poust), con alcohol (loutki) y con opio (mourra).
En efecto, se preparaban varias pócimas que poseían caracteres
ritualísticos y que servían como una suerte de mediadores entre el La planta se llama vijonia (fuente de felicidad y victoria). Es
hombre y los dioses. Como el vino en el cristianismo que es tratado mencionada en los primeros vedas y sobre todo en el cuarto o
como el símbolo de la sangre de Cristo y de vehiculizante entre el Atharva Veda. Sus preparaciones líquidas constituyen la bebida
ser humano y Dios. favorita de Indra, el dios guerrero que representa a los invasores
arios.
“El Athara Veda considera que la planta brotó cuando cayeron del
cielo gotas de ambrosía divina. La tradición brahmánica cree que Pero también es uno de los principales medicamentos para mu-
agiliza la mente, otorgando larga vida y deseos sexuales poten- chos males. En efecto, “se toma para aliviar la fiebre, en contra
ciados”.9 Por su parte, el profeta persa Zoroastro da al cáñamo el del insomnio, para curar la disentería, lepra, caspa así como las
primer lugar en el texto sagrado, Zend-Avesta, que comprende al- jaquecas, la tosferina” y los problemas de los ojos y la vista. En
rededor de 10.000 plantas medicinales. sánscrito se denomina sana (kana en griego) y bhang (transforma
la rutina sensorial) (Marín, 35)
La religión védica veneró la planta denominándola “fuente de fe-
licidad y de vida” porque hace a la mente más abierta, clara y ágil. En algunas zonas del territorio indio, el cáñamo se convirtió en
Por otra parte, asegura la salud al tiempo que vuelve al sujeto más una especie de moneda con la que se pagan bienes e incluso ser-
fuerte y, por su puesto, con una mayor potencia sexual.10 vicios.11

“El dios Shiva trajo el cannabis para los seres humanos desde Antiguos escritos describen la ceremonia de la recolección de la
el Himalaya para que crecieran tanto en felicidad como en resina de las flores (la cual, en forma de pasta, se le conoce como
conocimiento”. Los sacerdotes Sardu viajaban a través de la hachís). Las personas designadas para esta tarea se preparaban a
India y del mundo entero compartiendo pipas que habian con- través del ayuno y la abstinencia y participaban en una ceremonia
tenido cannabis. en la que un hombre corría desnudo a través de un campo sem-
brado de Cannabis. La resina que a su paso recogía se colectaba
Desde el siglo XV a.n.e, se usa el cáñamo en la preparación de y seleccionada muy cuidadosamente. Con ella se hacían pasteles
bebidas destinadas tanto a la salud física como a la exaltación destinados a los festejos. (cf. cannabismedicinal.com.ar)
espiritual. De hecho, antiguas fuentes sánscritas hablan de las
píldoras de la felicidad, un compuesto a partir de cáñamo y azú- 11 La más completa información sobre el cáñamo en la India se encuentra en un informe
oficial efectuado entre los años 1893-94 (“Indian Hemp Drugs Comission Report”)
9 Escohotado, A., 2011, pág. 16 es el Informe de la Subdivisión de la Comisión de Narcóticos dedicada al estudio del
10 Marín, I. pág. 21 Cáñamo Indico, donde los sujetos estudiados eran consumidores de bhang.

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Es importante señalar que en 1892 el gobierno inglés dispuso se su origen del idioma semítico y no escita como generalmente se
realice una amplia investigación en buena parte del territorio indio. pensaba. Benet demostró que tiene un origen más temprano en los
En 1894, se conoció el informe que incluía el testimonio de casi idiomas semíticos como el hebreo.13
1.200 personas que incluían doctores coolies, yoguis, fakires, ca-
bezas de asilos, campesinos cultivadores de marihuana, cobradores En el curso de la historia, las dos palabras kaneh y bosm se fundie-
de impuestos, contrabandistas, oficiales del ejército, traficantes de ron en una única palabra kannabos o kannabus que se encuentra
cáñamo, operadores de Palacio y el clero. en la Mishna, el cuerpo de la ley hebrea tradicional. La palabra
lleva una similitud inequívoca al escita “cannabis”. Al cáñamo se
La conclusión fundamental dice que el uso moderado no produce lo conoce con el nombre de kanehbosm o en hebreo tradicional
prácticamente efectos dañinos. El uso excesivo, sin duda, podrá kannabus. La raíz kan es caña o cáñamo y bosm significa aro-
parecer muy perjudicial, aunque hay que admitir que en muchos mático. Es el kanbun en caldeo. Esta palabra aparece en Éxodo
consumidores excesivos la lesión no está claramente marcada. 30:23, como un ingrediente del aceite santo: Toma tú aromas es-
El daño hecho por el uso excesivo es, sin embargo, limitado casi cogidos: de mirra pura, quinientos siclos, de caña aromática,
exclusivamente a los consumidores antiguos. Estos efectos en la doscientos cincuenta).
sociedad son visibles muy excepcionalmente. Esta constituye la
característica más llamativa de la investigación. También en Cantar de Cantares 4:14: Tus brotes14, paraíso de gra-
nados / lleno de frutos exquisitos:/ nardo y azafrán,/ aroma de ca-
Por otra parte, la gran mayoría de los convocados a revisar el texto nela/.
ha señalado estar de acuerdo con este informe pues, además, nunca
se ha visto estos efectos nocivos, salvo raras excepciones. En Isaías 43:24: (se sabe que es raro y costoso). El señor se queja
y reclama: No me adquiriste caña con dinero, ni de grasa de tus
víctimas me hartaste. En Jeremías 6:20: ¿A qué traerte incienso
de Cebas y canela fina de país remoto? y Ezequiel 27:19: Porque
El cáñamo en la Biblia
13 El cáñamo es llamado “kanehbosm”, QNHBSHM, o en hebreo tradicional kan-
nabos o kannabus. La palabra “kaneh” o “keneh”, escrito QNH, se utiliza solo o
Las primeras evidencias sólidas del uso hebreo de cannabis fue- vinculado a “bosm”, escrito SBM, que es el adjetivo en hebreo o “busma” en el
ron establecidas por la investigadora y etimóloga polaca Sara Be- arameo, cuyo significado es aromático. La raíz “kan” es caña o “cáñamo” y “bosm”
significa “aromático. Esta palabra aparece en Éxodo 30:23 (se sabe que era un
netowa12del Instituto de Ciencias Antropológicas de Varsovia que ingrediente del aceite santo); Cantar de Cantares 4:14; Isaías 43:24 (se sabe que es
publica, en 1936, la investigación El cáñamo en las creencias y raro y costoso); Jeremías 6:20 y Ezequiel 27:19 (se conoce por estas dos referen-
cias que se importaba de un lugar lejano).En el curso de la historia las dos palabras
las costumbres populares. La autora afirma que el cannabis tiene “kaneh” y “bosm” se fundieron en una única palabra “kannabos” o “kannabus” que
se encuentra en la Mishna, el cuerpo de la ley hebrea tradicional. La palabra lleva
12 Benet, Sara, El cáñamo en las creencias y las costumbres populares”, The Book of una similitud inequívoca con la escita “cannabis” (cf. www.castellarte.es)
Grass, 1975. 14 Brotes: senos incipientes.

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así dice Yahvé Sabaot de las columnas, del Mar, de las basas y de neh es seguramente una abreviación de qanehtôb que significa:
los demás objetos que quedaron en esta ciudad. De estas citas se caña aromática, (Jeremías 6:20) o qanehbosem: caña balsámica
deduce que el cannabis era traído de lugares lejanos. (Ex 30: 23) y designa, el bastón aromático o caña olorosa, planta
que existiría en las marismas de la India y de Arabia cuyas raíces
Benet defiende la idea de que la palabra “cannabis” en hebreo era producen un aceite aromático (Bogaertycol, 1993:277). En mu-
conocido en tiempos del Antiguo Testamento por el pueblo israelita chas traducciones de la Biblia se encuentra el kanehbosm traducido
y que luego pasó dicha palabra del semita al escita. Sara Benetowa como cálamo o caña aromática. El cálamo es una planta de pantano
afirma que existe un parecido asombroso entre el semítico kan- muy común y barato que no tiene ni la calidad ni los valores atri-
bos y el cannabis escita. Esto la condujo a afirmar que la palabra buidos al kanehbosm. (Marín p.24)
escita era de origen semítico. “Los escitas iraníes probablemente
se relacionaron con los medos, vecinos de los semitas y pudieron Estudios de carácter botánico realizados en Mesopotamia señalan
asimilar la palabra “cannabis” de forma fácil. Los semitas también que hay cáñamo en toda esta región. Sin embargo, solamente con
pudieron extender la palabra durante sus migraciones a través de el dominio asirio (siglo IX a.n.e), la planta aparece mencionada
Asia Menor”. concretamente como cáñamo.

Además, aparece en el texto hebreo original del Antiguo Tes- Salomón canta sobre el cáñamo con el nombre de kalamo. Con
tamento utilizado como incienso, sustancia que forma parte de el nombre de suma era comúnmente bebido en la zona del Sinaí
la celebración religiosa, y que posee valores embriagantes. El y también fumado en las sinagogas. En consecuencia, para al-
humo del incienso, dice Meissner,15fue considerado parte del gunos autores, la Biblia jamás rechaza el consumo de cannabis
culto agradables a Dios en templos asirios y babilónicos, tal e incluso, algunos pasajes harían clara y directa referencia que se
como se puede leer en Proverbios 27:9:Perfume e incienso ale- trata de una sustancia buena que hasta debería ser tan utilizada
gran el corazón. como muchas otras.

Benet demostró que la palabra para el cannabis es Kaneh-bosm, en Por su parte, el profeta persa Zoroastro da al cáñamo el primer
hebreo tradicional Kaneh o también Kannabus. En muchos idio- lugar en el texto sagrado, Zend-Avesta, que incluye más de 10.000
mas antiguos, incluido el hebreo, la raíz Kan tiene el doble signifi- plantas medicinales. En Mesopotamia datos botánicos indican que
cado de caña o cáñamo y bosm significa aromático. (Marín p.24) ya hay cáñamo en toda esta región, aunque hará falta esperar el
dominio asirio (siglo IX a.n.e.) para que la planta aparezca men-
La caña en hebreo es qaneh (1 Reyes 14:15); caña arundodonax cionada, concretamente como incienso ceremonial.
(Isaías 42:3; Ezequiel 27:19; Cantar de los Cantares 4:14). El qa-
Con la venida del cristianismo, las cosas cambian casi radicalmen-
15 Meisner, Bruno, Die Kultur Babyloniensund Assyriens, Quelleund Mayer, Leipzig, te. Hay un Nuevo Testamento, es decir, un nuevo discurso llama-
1925.

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do a organizar de distinta manera la vida de los fieles que tienen Como el cristianismo, el pensamiento árabe será, por una parte
la obligación imperativa de romper con el antiguo discurso para una religión y, por otra, una cultura quizás más férreamente con-
someterse a otro nuevo. Pablo de Tarso se convierte en el corifeo solidada que el cristianismo. Pese a sus cismas, hay un hilo que se
de la nueva fe que se sostiene en la privación de todo aquello que extiende a lo largo de los siglos y que determina su fortaleza y, al
produce placer, incluido el alcohol. Su carta a los Romanos es un mismo tiempo, su debilidad pues, como toda religión monoteís-
claro ejemplo del nivel de privaciones a las que deben someterse ta, es absolutamente dogmática lo que determina que se resista al
los cristianos para ser dignos de la salvación. En este contexto debe cambio de paradigmas.
entenderse el siguiente testimonio:
El individuo no se disuelve en la comunidad. La ley del Islam
“En los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, dando oídos supone que, a través de su conducta, un hombre solo se compro-
a espíritus seductores y enseñanzas diabólicas, inducidos por la mete a sí mismo y que, en su día, solo él comparecerá ante el Juez
hipocresía de impostores, cuya conciencia se halla marcada al rojo Supremo para responder por sus acciones. No obstante, la índo-
vivo, que prohíben el matrimonio y ciertos alimentos que Dios ha le de hombres iguales ante Dios e idénticamente dependientes y
creado para que los creyentes y los que conocen la verdad los co- sometidos a las obligaciones que su ley engendra ha dado lugar
man y den gracias a Dios por ello”. (Timoteo 4:1). a la definición de la comunidad musulmana como una teocracia
igualitaria.16

Al iniciarse las búsquedas de los orígenes primeros de la vida de


El cáñamo en las éticas y violencias del Islam Mahoma, del profeta, y de los significados de la sunnah,17se en-
cuentra con el desarrollo de una verdadera erudición islámica, cu-
En los primeros siglos de nuestra era, la península Arábiga es yas cumbres se hallan, de modo particular, en el campo de la lírica
habitada por beduinos semisedentarios con los que se formará y otras expresiones literarias.
y crecerá la cultura árabe, una de las más importantes de occi-
dente. Su influencia aún perdura en buena parte de continente 16 Gardet, Louis, 1961
17 Sunnah: Se refiere a algo que es bueno. El Profeta, dijo: “Quien dé inicio
asiático, el norte de África y también parte de Europa. Esta in- a una buena Sunnah, recibirá la recompensa por ella, y la recompensa de
fluencia no es solamente cultural, sino también religiosa, polí- aquellos que lo sigan hasta el Día del Juicio. Quien inicie una mala Sun-
tica y económica. nah recibirá el castigo por hacerla y el castigo de aquellos que lo sigan”. El
significado árabe de la palabra Sunnah es Al Baian que quiere decir aclarar
algo a través de la palabra o la acción. El significado más común indica que
De hecho el florecimiento de su cultura fue tal que llegó a ser he- Sunnah es dar inicio a algo o poner un ejemplo a seguir. Entonces, si una
persona comienza algo que la gente empieza a imitar o seguir, se considerará
gemónica en países de Europa occidental, de Asia y de África. Su que ha establecido una Sunnah. El Profeta, sallallahu ‘alaihiwasallam, dijo:
presencia en España será definitoria en muchos aspectos religio- “Por cada alma injustamente asesinada, el hijo de Adán, Caín, cargará con
sos, culturales y políticos que persisten hasta ahora. ese pecado, pues él fue el primero en comenzar la Sunnah (o crimen) del
asesinato”.www.islamweb.net/esp

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A partir de siglo V, el cáñamo forma parte de las prescripciones Los asesinos hacían uso de la daga y habían convertido el asesina-
de los médicos árabes y, en el siglo XII, empieza a ejercer in- to casi en deporte o en un arte de matar de forma fácil y violenta
fluencias en algunas órdenes místicas de Persia. En el año 1155, a la vez. También se volvieron agnósticos, pues Hassam les adoc-
aparece el hachís. Son los sufís (sacerdotes místicos), los que lo trinaba sobre el arte de matar la vacuidad de los profetas. Así hizo
utilizan en sus complicadas danzas rituales para alcanzar el éxta- del agnosticismo un modo de vida. Por otra parte, los haschischins
sis a través del cual obtenían la revelación divina y la comunica- recibían una provisión abundante de hachís antes de partir hacia el
ción con Alá. combate.

Los estudios dan cuenta de que el misticismo de los sacerdotes En el año 1092 se produjo el asesinato del visir del sultanato de
sufíes procede de los seguidores de Zaratustra que sobrevivieron a Saljug, Nizam-al-Mulk, por un fidai enmascarado. A partir de ahí,
la conquista musulmana que tuvo lugar entre los siglos VII y VIII se produce una serie de asesinatos que habrian invadido el mundo
y que sufrieron la conversión al Islam. musulmán en el terror y en la crueldad.

Al cáñamo los árabes lo llamaban hashish, que significa simple- Este grupo mantuvo dominio sobre vastos territorios de Siria e Irán
mente hierba. “Y fue precisamente esta palabra, esta hierba, la que de los que finalmente serán expulsados. Por otra parte, mantuvie-
dio el nombre a una de las sectas árabes más famosas y sangui- ron siempre la costumbre ritualística del uso del cáñamo que se
narias: la secta de los hashishins, de la que, a su vez, se deriva el unía al espíritu de valentía y también de lealtad. Hasta que el poder
término asesino”.18 cristiano-romano será el que elimine de una vez por todas esta cos-
tumbre árabe. Sin embargo, el uso del cáñamo ingresará a Persia y
En el año 1090, Hassan se apodera de la fortaleza del Alamut al llegará a Bagdad.
noroeste de Qazwin, estratégicamente situado en una extensión de
la cadena de Alburz Se trataría de una fortaleza casi inexplicable El Islam es una fe monoteísta demasiado perfecta para admitir ins-
convertida en su guarida. Luego hace incursiones en varias direc- tituciones de comunión, y ningún fármaco puede servir de vehícu-
ciones que tejerán una malla con otras fortalezas que conquistará lo místico. “La autoridad política-religiosa nada dice a favor o en
hasta su muerte en 1124. contra, como acontece con el opio. La única excepción conocida a
esta regla se produjo en 1378 a 1393, cuando el emir Soudum Shei-
koumi de Yoneima decretó que los comedores de haschish fuesen
18 Fue Marco Polo el primero que dirigió la atención de los europeos al uso del cáñamo
por parte de los árabes del siglo XIII. Marco Polo habló de un misterioso “viejo de la castigados con la extracción de un diente cada vez que se les sor-
montaña” que poseía un fantástico jardín lleno de delicias, entre ellas mujeres jóvenes prendiera comiéndolo o fumándolo”.
y bellas hacia las que llevaba a los hombres drogados convenciéndoles así de que
poseía la llave del paraíso. De este modo se ganaba su fidelidad y los utilizaba como
asesinos. Según la tradición este hombre no era otro que Hasan Sabah, la droga el El cáñamo era una sustancia para uso de grupos muy determina-
hashish y la secta la de los hashishin (nombre del que deriva el término moderno de dos por la fe religiosa (sufies) y de condición social baja: peque-
asesino. Cf. www.hashis.com

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ños campesinos, jornaleros, siervos urbanos y otros socialmente izquierda, diciendo: En el nombre de Dios, Señor de la Vita Eterna
similares. y de la vida terrenal, (…) das a conocer las propiedades del hachís a
aquellos en quienes te complaces e inspiras sus secretos a los elegidos
“La extensión del consumo ritual y lúdico del cáñamo en las regiones por Ti” (ibidem).
orientales del Islam es difícilmente comprensible sin tomar en consi-
deración las profundas transformaciones vividas por esos territorios Según Takiy Eddin Makrizy, historiador árabe de la primera mitad
en el siglo XII. En el contexto de esas trasformaciones vieron la luz y del siglo XV, Haider (caudillo de los esceicas) probó la denominada
se desarrollaron nuevos sistemas de pensamiento y organización reli- Kounab y dio de comer a sus discípulos para que “disipen los pen-
giosa y nuevos comportamientos sociales que durante siglos habían samientos que enturbian vuestras almas y libere vuestros espíritus”.
sido abandonado por contactos e intercambios humanos, materiales Sin embargo, en los textos de 1381 ya se condena el uso del hachís.
e intelectuales entre la cultura árabe-islámica y las culturas preislámi- “Así al que bebe vino se le llama pecador y al que come hachís se le
cas.”19 denomina infiel”.

El mismo autor añade que el uso ritualístico del cáñamo se enmarca En el mismo texto se cuenta que un beduino se presentó ante el Profeta
en el contexto de las grandes mutaciones que se dan en la doctrina y y le dijo: “Oh Profeta, tenía yo varios camellos, y se perdieron. Tras
en las prácticas ceremoniales de los sufíes. Ellos poseían una actitud buscarlos durante cinco días, y mordido por un hambre atroz, encontré
de devoción casi religiosa y su uso se hallaba rodeado de una especie una hierba cuyas hojas tenían cinco y seis dedos, con muescas en su
de profunda actitud devota. Para la tradición, se trata de un don divino parte superior, de penetrante olor y ramas rojas. Entonces comí de ella
confiado a los sufíes. y mi mente se nubló, y ahora me inclino, como ves, sin desearlo”.

A diferencia del pensamiento árabe, para los sufíes, se requiere de un El profeta respondió: Este es el árbol del zaqqum, que no sacia el ham-
nivel particular de perfección para trascender con el uso del hachís. El bre de los que de él comen. Dios los condene el día del Juicio Final.
texto, citado por Lozano, da cuenta de esa relación mística casi exac-
tamente como acontecía en el mundo cristiano con la eucaristía y cuyo Sin embargo, partiendo de la teoría humoral que habían aprendido de
ejemplo paradigmático podría verse en el arrebato de santa Teresa. los griegos, los árabes introdujeron el cáñamo en su farmacopea como
uno de los grandes recursos para enfrentar una serie de males.
“Sabed que las gentes sensatas, cultivadas, virtuosas e inteligentes, si
desean usar esta droga, superior al vino por ser lícita, deben librar su Según narra Lozano20, “los científicos árabes explicaban las pro-
cuerpo de toda impureza (…) cogerla con la mano derecha, no con la piedades curativas del cáñamo de acuerdo con los principios de la

19 Lozano, Indalecio, Análisis de la terminología árabe sufí conectada con el uso ritual 20 Lozano, Indalecio, El uso terapéutico del cannabis sativa en la medicina árabe, In-
del cáñamo, Anaquel de estudios árabes, # 7, pág. 87-108, Universidad Complutense, stituto de Estudios Semíticos, Facultad de Letras, Universidad de Granada, aslepio.
Madrid, 1996. revistas.csic.es., ingreso, diciembre, 2013.

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teoría humoral que habían aprendido de los griegos”. La parte más preocupación del adicto, para quien el sueño es una situa-
utilizada en los tratamientos terapéuticos fueron las semillas y, en ción habitual.
menor medida, las hojas. La forma de preparación difería según 2. El hachís causa la muerte súbita, trastorna la razón, provo-
las afecciones a tratar, usándose el óleo obtenido de los cañamones ca fiebre héctica, tuberculosis, hidropesía y sodomía pasi-
y el jugo de las hojas y de los cañamones verdes”. Así se atendían va. Dicen que enajena la razón, produce esterilidad, elefan-
afecciones del oído, servía de vermicida y vermífugo, como diuré- tiasis y lepra.
tico, antiepiléptico, para el tratamiento de abscesos y tumores, para 3. Acarrea enfermedades, origina convulsiones. Da mal olor a
el tratamiento de problemas uterinos, entre muchos más. la boca, diseca el semen, hace caer el pelo de los párpados,
abrasa la sangre, agujerea los dientes, revela la enfermedad
En cambio, para los árabes, el cannabis es un producto demoniaco que que estaba oculta.
debe ser rechazado de manera absoluta y sin excepciones. En sus tex- 4. Daña las vísceras, deja inválidos los miembros, ahoga la
tos originales se comenta que nada causó jamás tanta alegría al demo- respiración, fortalece las ideas extravagantes, mengua las
nio como el hachís. “Dios ha apartado de su lado a quienes consideran fuerzas, hace disminuir el pudor.
permisible el hachís y ha maldecido a los que lo declaran lícito”. 5. Amarillea el color del rostro, ennegrece los dientes, perfora
el hígado, produce ardor de estómago y halitosis, debilita y
La descripción que en ese entonces realizaron los textos árabes enturbia la vista, y genera muchas cavilaciones en la ima-
sobre lo que acontece al usador frecuente de hachís es casi textual- ginación.
mente idéntica a la descripción sobre los efectos de la marihuana 6. Finalmente, se afirma que el hachís embriaga y corrompe la
en un marihuanero de nuestros días. Es preciso señalar que a la au- razón. Aquellos que la usan sufren perturbaciones mentales
tenticidad de la descripción se añade la prohibición que, probable- y quizás les cause la muerte (Lozano, 1990).
mente, se encargó de subir el tono de los males, tal como acontece
en la actualidad.21

1. Se cuenta que vuelve apático y perezoso a quien lo toma, La marihuana en la Europa arcaica
convierte en escarabajo al león, envilece al noble y enferma
al sano. Enmudece al elocuente y abate la hombría, destru- Se encontraron restos de cáñamo en una urna funeraria de Wimerdorf,
ye la juventud, enajena el intelecto. Paraliza la inteligencia, en el actual Brandemburgo, al este de Alemania. Esta urna data del
causa sufrimiento sin fin, genera gula, habitúa al crimen y siglo X a.n.e, es decir, a comienzos del período de Halmstad de la
destruye los rasgos del rostro. El hachís hace del comer la Edad de Hierro. Los pueblos celtas como los galos o los gaélicos
21 Esta descripción se halla en el célebre texto árabe titulado Zahr Al-aris Fi Tahrin
de Irlanda fumaban cannabis: se han encontrado pipas con resto de
Al-hasis de Badr Al-din Al-zarkas. Ahí se habla sobre su nombre y sobre su momento cáñamo en diversos túmulos que prueban que el hábito de fumar es
de aparición. También se afirma que su aparición se debe a Haydar, que la descubrió al menos dos mil años anterior a la llegada del tabaco.
aproximadamente en el año 550.

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Es probable que el texto más antiguo reconocido en torno al can- tulo “Construcción de puentes sobre el Helesponto” (lo que es hoy
nabis sea el de La Odisea. Homero hace referencia al humo del el Bósforo) aparece el cáñamo implicado en el desastre militar al
olvido con lo que se estaría hablando, al mismo tiempo, directa y cruzar las tropas de Jerjes.23
líricamente de los efectos que se esperaría de la sustancia unida,
desde luego, a los poderes de los dioses. Sin embargo, los textos de la Odisea se refieren ciertamente al
cannabis aunque se utilicen nominaciones diferentes que podrían
“La cannabis es una planta de mucha utilidad para torcer cuerdas producir confusiones. La siguiente cita sería un ejemplo de esta
muy fuertes; tiene hojas como el fresno, de mal olor, tallos largos, situación. ¿Era ciertamente el nepenthe algo distinto al cáñamo?
huecos, semilla redonda, que si se come en exceso apaga la pasión, Para otros autores, la aparente diferencia no sería más que nomina-
pero cuando está verde es buena para los dolores de oídos.(...). La tiva y no sustantiva.
raíz de la cannabis agria, empapada, tiene el poder de mitigar las
inflamaciones, disolver los edemas y dispensar la sustancia acu- Para Isidoro Marín,24 la Ilíada hace referencia a una sustancia
mulada en las coyunturas. También la corteza es buena para torcer llamada nepenthe originaria de Egipto o, por lo menos, que lle-
cuerdas.22 (Robinson, 1999: 118). gaba a Grecia procedente de ese país. Omero la menciona por
primera vez en La Odisea cuando narra la experiencia de Telé-
Sin embargo, hay autores que afirman que los griegos de la maco, hijo de Ulises, que debe ir a Atenas en búsqueda de su
Odisea no conocieron el cáñamo para otros usos que no sea padre. En el transcurso de su viaje, el hijo del Héroe, visita a
la fabricación de hilo para vestidos y como cuerdas para los Menelao y a Elena, su esposa. Mientras el banquete, Menelao
trabajos de puentes, por ejemplo, y de las barcas. Para el caso, no deja de expresar su gran alegría por estar con el hijo de un
se puede recurrir al testimonio de Dioscórides que describió héroe que lucha contra los troyanos. Pero el hijo evoca el des-
la cannabisemeros (planta hembra) y la cannabis agria (planta tino que los dioses han previsto para su padre, lo cual lo llena
macho). de tristeza.

Para el profesor Antonio Escohotado (1999), los griegos antiguos Entonces, Elena ordena a los criados que echen nepenthes, la be-
desconocían las propiedades embriagadoras del cannabis, pero sí bida del olvido, en las copas de los dos héroes. Acto seguido, la
utilizaban su fibra por su durabilidad y resistencia. La construc- tristeza se desvanece y en su lugar aparece la alegría y el buen
ción de los grandes templos griegos fue gracias a la dureza de las humor de todos los que asisten al banquete. Es Elena la que había
cuerdas de cáñamo utilizadas. Existía todo un comercio en torno traído el nepentes de Egipto porque ya sabía que calma todos los
al transporte de fibra de cannabis, los barcos utilizaban cáñamo males, pues cualquiera que bebiera dicho brebaje era incapaz de
para sus cuerdas y velamen y la ropa de la época era de este sentir tristeza, “el que lo beba no derramará lágrimas por sus me-
producto. En el libro VII de Heródoto (484 al 425 a.n.e) en el tí-
23 Marín, I, op. cit. 48.
22 Robinson, R., 1999. 24 Ibidem, pág. 99.

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jillas”, incluso si su padre o su madre hubieran muerto, o su hijo o Sin embargo, hay autores que afirman que el nepenthe fue una be-
un hermano lo hubieran torturado hasta la muerte con una espada bida eminentemente cannábica preparada con cáñamo cocido en
delante de él, éste ni se inmutaría. vino y mirra. Se lo usaba para animar las reuniones sociales.

¿Qué es, en verdad el nepenthes? Etimológicamente significa “sin do- En cuanto a la realidad, dimensión y sentido de los efectos del
lor”, “que no hay dolor” o “la anulación de cualquier dolor”. Aristarco cannabis, para entonces ya había un principio de que cualquiera
de Samotracia (217-145 a.n.e.) dice que el nepenthes es una sustancia de estas sustancias, incluido el vino, hacen bien al bueno y mal al
vegetal que, de acuerdo con lo que relata Homero, era cultivado por malo. En otras palabras, si se trata de una persona buena, por más
los egipcios. También presupone que era sólido y que se lo diluía en el que tome la pócima, nunca le hará daño y hasta le permitirá acce-
vino. Aunque la cita anterior no dice que Elena diluyó el nepenthes en der a experiencias gratificantes. Por el contrario, para el malo los
el vino sino que sirvió el vino con la sustancia animadora. efectos serán siempre perniciosos.

Por su parte, Diodoro Sículo, (S.Ia.n.e) historiador griego que visi- “No te envanezcas de que la autoridad (kratos) permita hacer vio-
tó Egipto en el siglo I, narra que las mujeres de Tebas preparaban lencia a los humanos. La continencia se encuentra siempre en la
con el cáñamo una bebida que tenía el mismo efecto que el nepen- naturaleza (physis) individual. Dionisio no obliga a las mujeres a
thes de la Ilíada. De hecho, dice que las mujeres tebanas tomaban ser castas. La castidad depende del carácter, y la que es por natura-
nepenthe para curar el dolor tanto como la ira. leza casta participará en las orgías sin corromperse” (Sículo).

Ya en nuestra era, el historiador cristiano Nicetas Choniates narra Por su parte, parecería que los romanos no consumían cannabis
el hecho de que el rey de Jerusalén Amerrigus que estaba aliado con fines religiosos y ritualísticos. Pero, a diferencia de lo que
con los romanos en contra de Egipto, no asistió a la batalla porque acontecía en otros lugares, el cannabis era ampliamente utilizado
se hallaba preso de “un sueño de larga duración (Arata, 2004: 34). para animar fiestas y reuniones de carácter social. Además, tam-
bién aparece en los libros sobre medicina y farmacia.
¿Qué era en verdad el nepenthe? Miguel Psellos (siglo XI n.e) dice
que se trataba de una mezcla de varias plantas y sustancias que, En la ciudad de Roma existían fumaderos donde se podía com-
bebida, permite a las personas seguir vivos sin comer durante mu- prar y consumir hachís importado de Egipto, Oriente Medio y Asia
chos días. Probablemente las plantas con las que se hacía la bebida Menor. Como curiosidad, se puede comentar que en la capital del
pudieron ser o: hippomanes, verdolaga cretense o beleño. El es- Imperio el cannabis se pagaba diez veces más caro que el opio.
critor y periodista Thomas Quincey en su novela autobiográfica, Los mayores rivales de los romanos en el Mediterráneo Occidental
Confesiones de un inglés comedor de opio25 afirma que el nepenthe fueron unos ilustres aficionados al hachís: los cartagineses. Eran
era en verdad opio cocido. descendientes de colonos procedentes de Tiro (Fenicia) que, como
buenos cananeos, llevaron consigo el cáñamo a su nuevo hogar.
25 Quincey, Th., Confesiones de un comedor de opio, Valdemar, Madrid, 2003

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Incluso los soldados y marinos lo consumían. En 1969, una ex- • Los escitas, cuando moría algún pariente cercano, lo llevaban en-
pedición arqueológica encontró dos ánforas repletas de hachís en cima de un carro a casa de sus amigos que ofrecían una comida al
buen estado en una nave de guerra cartaginesa. El buque había sido séquito dando al muerto la misma comida que a los otros, el cadá-
hundido frente a las costas de Sicilia durante la I Guerra Púnica ver era transportado durante cuarenta días luego era sepultado.
(264-241 a.n.e).
• Una vez enterrado los escitas se purificaban mediante un rito
En la Europa noroccidental, la arqueología ha demostrado que tan- particular: se clavan tres palos en el suelo inclinados el uno ha-
to los pueblos germánicos como los celtas conocían perfectamente cia el otro. Se extienden encima y por los alrededores frazadas
el cáñamo. Han aparecido restos de fibras de cáñamo en urnas fu- de lana y, acoplándolas entre sí, ponen piedras al rojo vivo en un
nerarias. recipiente ubicado en el centro del espacio que forman los palos,
bajo las frazadas.
Las investigaciones realizadas dan cuenta de que el cannabis ha-
bría llegado a Europa hacia el 1500 a.n.e. La introducción se habría • En aquella región crecían las plantas de cáñamo, bien sea de
producido por la zona oriental propagándose así hacia la zona cen- manera espontánea o incluso cultivadas por los campesinos. Los
tral y septentrional. Existen restos de cáñamo en una urna funeraria escitas tenían una forma muy particular de usar las semillas del
de Wimerdorf (Brandeburgo) hallada en del siglo X. cáñamo. En efecto, las arrojaban sobre piedras enrojecidas por
el fuego. Entonces se producía humo y un vapor que no se igua-
El cannabis era utilizado para múltiples tareas. Quizás la más lla- laba a ningún baño griego. Los escitas aspiraban el vapor hasta
mativa consiste en la producción de papel. De hecho, los primeros quedar realmente embriagados. Se dice que, llenos de euforia,
manuscritos que se conservan son textos budistas de los siglos II y daban gritos de alegría y de felicidad.
III, conservados en el British Museum. Los estudios del investiga-
dor Wiener demuestran que el papel de entonces era una mezcla de Los celtas constituyen una de las poblaciones más antiguas del
corteza y de viejos retazos principalmente de cáñamo.26 Este europeo, situados en las estepas rusas que las habitan desde
hace más de tres mil años y organizados por pueblos sin haberse
Según Heródoto (484 al 425 a.n.e.Libro 4)27, los persas poseían nunca organizado en torno a un reino o algo similar. Hacia el siglo
una especie de baño sauna en el que arrojaban grandes trozos VI a.n.e, llegaron, primero, hasta Galicia y Portugal y luego hasta
de cáñamo (lo más seguro en forma de haschish), sobre piedras Navarra y Aragón. El apogeo de su cultura se produce a lo largo de
calentadas. Se embriagan aspirando el humo, como los griegos los siglos IV y III a.n.e
bebiendo el vino. Así los catálogos el historiador:
Existen pipas que dan cuenta de que los celtas, especialmente sus
26 El primer testimonio de su ebriedad se refiere a la población nómada de los escitas, sacerdotes, llamados, druidas, fumaban hongos y otras plantas
de las estepas siberianas entre los siglos I y III a.n.e. lo que los caracterizarían ante sus vecinos. Los historiadores dan
27 Las drogas que consumían los antiguos celtas: ttp://www.cannabismagazine.es/

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cuenta de prácticas privadas y comunitarias aparentemente pelea- El cáñamo, habría, pues, llegado a Europa por el norte con la cul-
das con toda la moral y que eran realizadas particularmente por los tura de los celtas. Ni los griegos ni los romanos cultivaron siste-
druidas. máticamente esta planta, no porque sus derivados dejaran de serles
vitales, sino porque desde el comienzo pudieron obtenerla de los
Gran parte de los territorios ocupados por esta cultura se halla cu- celtas, que ya desde el VII a.n.e tenían un asentamiento en Massi-
bierta por bosques de coníferas. Allí crecen espontáneamente estos lia, la actual Marsella. Esta ciudad se había convertido en la gran
singulares hongos. La tradición de consumir hongos sigue presente distribuidora, por tierra y mar, de cuerdas, velas y estopa a todo el
en zonas de influencia céltica como es el caso de Gales donde es Mediterráneo. Los celtas utilizaban el cannabis tanto por su fibra
consumido en la familia en el tiempo de la navidad. como por sus cogollos para infusiones y para fumar en pipas. De
hecho, en los museos arqueológicos europeos existe una rica y ar-
Según los historiadores, no cabría duda razonable sobre la rela- tística colección de pipas galorromanas.31
ción de los celtas con las solanáceas psicoactivas, plantas inme-
morialmente conectadas con el brujo y su oficio. Parece que la Las investigaciones y las tradiciones ancestrales dan cuenta de que
palabra “beleño” proviene del dios galo Belenus, al que estaba los celtas tenían ritos en los que se producían estados modificados
consagrada esta planta por “embeleñar” o envenenar con ella las de conciencia obtenidos por el uso de ciertas plantas. Del análisis
flechas.28 de los documentos se desprende que probablemente fue el primer
pueblo en haber cultivado la adormidera. En efecto, se han en-
En la mitología gala, Belenus es la gran divinidad, probablemen- contrado semillas de opio en sus antiguos asentamientos tanto en
te el sol, porque su nombre significar brillante, resplandeciente. Hallstat (Austria) como en La Téne (Suiza).
En la mitología de la Galia se lo ve como el dios de la luz, del sol
y del fuego (todas estas se creían energías renovadoras).Belenus
era para los galos lo que Apolo para griegos y romanos.
La Roma de Baco
Habiéndose constituido como la cultura más arraigada en Eu-
ropa Occidental, no es improbable que el pueblo celta haya En Roma, como en Atenas, la historia del cannabis es relativamente
contribuido con su cultivo y recolección a la extraordinaria pobre si se la compara con esa vida fecunda y múltiple de Asia, por
variedad de solanáceas alucinógenas que caracteriza al conti- ejemplo. De hecho es poco lo que se ha mantenido en la tradición
nente.29- 30 y en los textos de la época. En principio, en Roma acontece algo
similar a lo que sucede en Grecia, aunque quizás en grado menor.
28 Sin embargo, esto podría referirse más a una planta denominada la hierba del balles-
tero, una planta totalmente distinta. www.bing.com
29 Hay un pueblo en Asturias cuyo nombre es Beleño. 31 Estas pipas no fueron para fumar tabaco que tan solo aparecería en Europa el siglo
30 Las grandes fiestas del 1 de mayo irlandesas (las Baltenes) provenían del culto a esta XV con la conquista española del Nuevo Mundo. Por lo mismo, lo más seguro es que
divinidad. Su compañera sentimental era Sirona. se fumaba el cannabis. www.cannabismedicinal.com.ar

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En la Ley Cornelia se lee que Droga es una palabra indiferente, Pese a que en la Roma antigua el uso del cannabis es reducido,
donde cabe tanto lo que sirve para matar como lo que sirve para es posible pensar que el mismo se asocia a lo dionisíaco. Lo cual
curar, y los filtros de amor, pero esta ley solo reprueba lo usado también podría entenderse lo que acontece en la época actual en la
para matar a alguien.32 que también se asocia el uso de marihuana al alcohol. Por otra par-
te, siendo lo dionisíaco el referente de la juventud y de las alegrías
Posiblemente, el tema fundamental es el vino que se convierte en desbordantes de la edad, también sería ese espíritu lo que se halla
la bebida nacional, no solo de los nobles, sino también de los ple- asociado en la actualidad a los usos de la marihuana que pertenece,
beyos y hasta de los esclavos. De hecho, tempranamente el imperio casi por definición a la juventud. En su Metamorfosis, Ovidio se
romano se convierte en el gran productor de vinos que recorren la refiere a un tal Glauco que toma hierba de extraños efectos.
Europa de entonces.
El vino invadió Roma. Sin embargo, era asunto preferentemente
En sus orígenes, Baco (el Dionisos griego), es el dios por excelen- de hombres, aunque las mujeres no estaban del todo alejadas de
cia, el dios en sentido absoluto. Como señala Lenormant, la natu- la bebida, en particular en la corte. Sin embargo, en tiempos de
raleza misma de lo dionisíaco habría sido lo que llevó a los griegos Tarquino el Grande, se regulan ciertos usos. De esa época se dice
a asociar el nombre de Baco con el sumo de la inspiración divina que una mujer fue condenada a muerte por hambre a causa de ha-
y también de furor orgiástico. Sus servidores pueden ser presa de ber tenido a su cuidado una bodega de vinos. También Tito Livio
la inspiración como efecto de una suerte de posesión de parte del se refiere al caso de un hombre que asesinó a su esposa cuando la
dios. encontró bebiendo

Según Sófocles, Dionisos es el dios que reina en Italia, pero al lle- En el año 301, el edicto de Diocleciano sobre precios fija el del
gar los griegos a esos territorios, impusieron el culto de Baco que modius castrense de opio (con una capacidad para 17,5 litros) en
luego dio origen a una nueva mitológica en torno a los dos dioses 150 denarios, cuantía que sigue siendo extremadamente módico si
que terminan siendo uno solo. De hecho, los historiadores dicen se compara con los 80 denarios que costaba el kilo de hachís. El fu-
que fueron los viejos soldados griegos dejados en Calabria los que mar hachís egipcio era casi una excentricidad (valía una fortuna),
habrían introducido la vid y la fabricación del vino y el culto a mientras que el opio se consideraba un bien básico para el hogar
Baco que luego llegaron a Roma para quedarse para siempre. Los romano (Marín, 2002).
vasos de Nola, que datan de finales del siglo V y comienzos del IV,
dan cuenta de lo que seguramente era entonces el culto a lo dioni- Pero quizás lo importante de la presencia de la marihuana en Roma
síaco. Por su parte, durante el consulado se dictó una disposición es el haber rescatado su valor terapéutico para numerosos trastor-
consular que suprimía el culto a Baco en Roma, debido a los crí- nos de la salud. Un ejemplo de esto se halla en lo que escribe Plinio
menes que se habían cometido en la adoración a este dios. el Viejo (27-70 a.n.e), en su Naturae Historiarum Libri.33 El autor
32 Ley Cornelia. www.cannabismedicinal.com.ar 33 Plinio, El Viejo, Nature Historiarum Libri.

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confiere al cannabis un valor curativo realmente impresionante, De lo que se sabe, en las Américas no existía el cannabis que fuera
pese a que comienza criticando a la planta que también hace daño traído por los españoles muy al comienzo de la colonia. Sirve de
a quienes la usan fuera del campo de la salud. alimento, se la utiliza para confeccionar prendas de vestir y tam-
bién se la fuma. Se dice que fueron los caribeños los que inventa-
“Sus semillas hacen a los genitales impotentes. Su jugo expulsa de ron el porro. En 1545 habría ingresado por vez primera a Chile y,
las orejas cualquier gusano que haya entrado en ellas, pero a costa de diez años después, 1554, al Perú.
un dolor de cabeza. Es tan potente su naturaleza que puede hacerla
cuajar, y al beber de esta agua se regulan las tripas de las bestias de El uso del cáñamo en Chile se inicia en los comienzos del coloniaje
carga. Su raíz, cocida en agua, alivia los calambres de las articulacio- español. De la Península las embarcaciones traían todo lo que los
nes, así como la gota y otros dolores similares” (Marín, 2003) colonizadores requerían entre lo que se incluía necesariamente ropa
confeccionada, por lo menos una parte de la misma, con cáñamo.
A ello se añadía todo el velamen de las naves incluido aquello que
forma parte del mismo. No pasó mucho tiempo para que lleguen
De España a las Américas plantas de cáñamo que habrían sido sembradas en tierras del Valle
Central en donde fue cultivado por los campesinos y por todos aque-
Como ya se señaló, uno de los usos prioritarios del cáñamo en llos que querían sacar provecho de los beneficios de la planta.
Europa se relaciona con la fabricación de telas y de cuerdas. Para
la época, el cáñamo permite la confección de materiales de alta Pronto llegarían las semillas que fueran sembradas por el incipien-
resistencia lo que determina que sea muy cotizado por la industria te campesinado. En el siglo XVI, el gobierno contrata a investiga-
naviera. De hecho, el emperador Carlos V impone que su flota na- dor francés Claude Gay (1830) para que realice una investigación
viera, que se construía en Barcelona, cuente con jarcias, velámenes sobre la agricultura en la región. En su informe, que fuera publica-
y cordelajes hechos con cáñamo. do años más tarde en Francia, dice:

Cosa similar hace Felipe II al ordenar que en el reino se realicen “Así a fines del siglo XVI todos los frutos de la vieja Europa se
grandes plantaciones de cáñamo que será utilizado tanto para los encontraban ya en tal abundancia que toda persona podía entrar
velámenes como para confeccionar ropa, cordelería y también para libremente a una huerta y comer a su satisfacción sin temer la más
alimentos y remedios en el reino. ligera observación del propietario. Entre las plantas y las legum-
bres se cultivaban todos los que se conocen hoy día y aun el anís,
Al tiempo que se utiliza el cáñamo para estos menesteres casi in- el comino, mucho lino y cáñamo”. Gay señala que el cultivo del
dustriales, no es nada raro que se elabore un polvo que lo toman y cannabis constituye una forma de subsistir y de tener un abanico
que provoca hilaridad incontrolable a más de que permite ver cosas mayor de productos para comercializar en los mercados, principal-
maravillosas. mente de Valparaíso y de Santiago.

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En enero de 1606, se realizó en Santiago la primera Exposición de fuerza al de Rusia con mucha ventaja, y sólo ha podido competirle
Artes e Industrias, en las que estaban representadas principalmen- el de Valencia.35
te la Alfarería, Curtiduría y la Torcedura de Cáñamo. Durante el
transcurso de este siglo, debemos tener en cuenta lo que José Ben- Con el Siglo XX, llegan las crisis económicas que afectan todo el
goa describe sobre la agroindustria colonial en los Valles Transver- sistema económico chileno. La gran crisis de 1930 determinó que
sales: “Esta planta se cultiva en la zona de Aconcagua desde los descendieran de manera muy considerable la demanda de produc-
tiempos de la conquista española, época en la cual tuvo muchísima tos elaborados con el cáñamo y, por ende su cultivo e industriali-
importancia. Tan favorables condiciones encontró el cáñamo en zación.
Chile y se desarrolló tanto su industria, que en 1645 se exportaban
a España partidas de 27.300 quintales.34 A partir de la segunda mitad del siglo XX, empieza regir otra ideo-
logía sobre el cannabis comandada por los Estados Unidos. La ma-
Manuel de Salas (1754-1841), fue otro de los grandes impulsado- rihuana pierde su estatus y pasa a ser la de planta perseguida, una
res del cultivo del cáñamo en Chile. En sus trabajos da cuenta del planta a la que se le declara una guerra entre cuyos objetivos consta
avance que tuvo el comercio del cáñamo en el siglo XVIII. Para el del exterminio del cáñamo de la faz de la Tierra.
entonces, el cultivo se realiza dentro de un proceso selectivo adop-
tado por los grandes propietarios. Los nuevos cultivos exigieron
mano de obra que seleccionaran las mejores plantas que cumplan
con las exigencias de las hiladoras. Siglo XIX: El edicto de Napoleón
En el siglo XIX, se producen cambios importantes en el cultivo Es importante el llamado edicto de Napoleón porque permite ligar
del cáñamo para la industria. Con la independencia, se origina una con lo que acontecerá en el Siglo XX en el que la prohibición ya no
depresión económica que afecta a todos los espacios económicos. abarcará tan solo a la marihuana sino a todas las sustancias deno-
Bernardo O’Higgins, en 1822, firma el decreto llamado Contrato minadas psicotrópicas a las que, un nuevo Napoleón llamado ONU
de Cáñamo propuesto y aceptado por el gobierno que versa sobre declarará la guerra sin cuartel.
las condiciones de producción del cáñamo y de cómo el Estado se
comprometería para fomentar el cultivo y la industrialización. El poder político tanto como el económico y religioso se ha atri-
buido la capacidad de decidir sobre el bien y sobre el mal, so-
De la calidad del cáñamo chileno da cuenta el testimonio del ca- bre lo que real o supuestamente conviene o no a los ciudadanos.
pitán inglés Walgrave que, en 1830, dijo en Chile: “De todos los Como se ha visto hasta ahora, el cannabis es bueno o malo, salu-
cáñamos conocidos, el vuestro es sin disputa el mejor, por las prue- dable o pernicioso dependiendo del lugar que ocupa en la ideo-
bas que de él se han hecho en Inglaterra, en que ha sobrepasado en logía del poder.
34 Rivas, Nelson, Historia de la marihuana en Chile, www.cannabischile.com 35 Rivas, Nelson, ibidem.

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Desde el poder absoluto, el 8 de octubre de 1800, el general Napo- Artículo III. Todos los fardos de hachís que lleguen a la aduana
león Bonaparte dicta la siguiente ordenanza absolutamente abarca- serán confiscados y públicamente quemados.
tiva y tajante, sin resquicio para la excepción y, sobre todo, desde
una visión totalmente maniquea del mundo. Ese maniqueísmo que, Con la firma del Tratado de Tilset (1807) de Napoleón y el Zar Ale-
desde su aparición en Europa divide el mundo en dos partes irre- jandro de Rusia, se prohibía el comercio entre Rusia e Inglaterra.
conciliables: la del bien y la del mal. Este tratado no significaba sino una estrategia político-económica
destinada a limitar a su mínima expresión la posibilidad de que In-
Por otra parte, es el tiempo de la decadencia de la cultura del cerca- glaterra pudiese fortalecer su armada que utilizaba el cáñamo en la
no Oriente que involucra a Egipto que será el plato que Napoleón construcción de barcos. Sin embargo, puesto que en ello iba parte
desea para su mesa. Desde ahí se entiende su famoso edicto desti- importante de su economía y también por razones geopolíticas, ese
nado a prohibir el uso de hachís en Egipto. El mandato es absoluto comercio no se interrumpe. Napoleón, desde su posición expansio-
y no reconoce excepción alguna válida. nista, teme a Inglaterra.

Como suele acontecer con el poder, la información que se re- Entre 1810 a 1812, Napoleón indignado con el Zar por permitir el
quería se reduce más a los prejuicios que a un trabajo serio rea- tráfico ilegal de cáñamo con Gran Bretaña invade Rusia. De esta
lizado por especialistas y no por políticos o autoridades ligadas manera pretende vengarse del Zar por haber mantenido el comer-
directamente con el poder central. El poder se expresa de manera cio de cáñamo que sigue llegando a la Armada inglesa. Napoleón
inequívoca y no deja resquicio alguno para la excepción. ¿No es derrotado en Rusia.
habrá servido el texto napoleónico de documento de inspiración
a las Naciones Unidas cuando se decreta la guerra a las drogas en Es de importancia constar que el interés por el cáñamo crece en
el siglo XX? Europa y que esta actitud se verá proyectada en América, de modo
particular en los Estados Unidos y en Chile. La misma crisis que
Artículo 1. Queda prohibido en todo Egipto el consumo del bre- azota a Europa tendrá sus serias repercusiones en América y el
baje elaborado por ciertos musulmanes con cáñamo (hachís), así bajón del interés por el cáñamo en Europa por la crisis económica
como fumar su grana. Los bebedores y fumadores habituales de determinará que en países como Chile, disminuya también y de
esta planta pierden la razón y son presa de violentos delirios que forma considerable el cultivo del cáñamo.
les hacen entregarse a todos tipos de excesos.
Es preciso anotar que el interés económico por el cáñamo se tradu-
Artículo II. La elaboración de la bebida de hachís está prohibida ce también en un interés científico por la constitución química de
en todo Egipto. Las puertas de todos los cafés y albergues donde la planta. Efectivamente, en 1838 los británicos Raleigh, Esdale,
se sirva serán tapiadas y sus propietarios encerrados en prisión du- O’Birest y O’Shaunessey comienzan los experimentos científicos
rante tres meses. para estudiar las propiedades químicas y médicas del cannabis.

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A mediados de siglo, una vez pasado el movimiento romántico, los elaborada con las puntas de las plantas de cáñamo, azúcar, zumo de
intelectuales sustituyen a los científicos en su interés por el canna- naranja, canela, clavo, cardamomo, nuez moscada, almizcle, pis-
bis. Son famosas las experiencias de poetas como Henri Michaux, tachos y piñones. El Club, con estas pepitas verdes y aromáticas,
Gautier o Baudelaire -quien llegó a escribir su Poème du hashish, realizó viajes extraños.
dedicado a la planta- y que formaron parte del llamado Club de los
Hashishinos de París. Sus miembros se reunían para disfrutar del En 1839, O’Shaugnessy, profesor británico en la Escuela Médica
hachís en compañía de los amigos. La posibilidad de conseguir can- de Calcuta, publica un importante artículo sobre propiedades anal-
nabis, y no sólo cannabis, a precios baratos en las colonias, hace que gésicas, antiespasmódicas y relajantes musculares del cannabis.
las farmacias lo expendan con bastante facilidad y libertad.
En la misma época, el médico francés Aubert Roche trabajaba so-
Raleigh, Esdale y O’Birest son los primeros en realizar los estu- bre las aplicaciones del cannabis en el ámbito médico de Orien-
dios químicos en los años 1838-1839. Otros dos investigadores, te Medio. De hecho, en el hospital de Alejandría experimentó las
Easterfield y Spirey, mueren a causa de explosiones ocurridas en capacidades terapéuticas del hachís. A partir de 1834, logró curar
su laboratorio, desde luego no a causa de los elementos químicos varios casos de peste mediante el cannabis. En el Cairo conoce al
del cáñamo, sino por causas ajenas a ello. psiquiatra Moreau de Tours, autor de un tratado sobre el hachís
aparecido en 1840. En su texto da cuenta del uso realizado en tras-
W. B. O’Shaunessey, cirujano y profesor de química, descubre en tornos psiquiátricos en el hospital de Bicétre.
1839 las cualidades analgésicas y anticonvulsivas de la tintura de
cáñamo. Muere poco tiempo después, mientras se encontraba tra- En 1845, Giovanni Polli se hace cargo de una revista especializada
bajando en una nueva fase de investigación sobre la resma. de Milán: Annali di Chimica Applicata alla Medicina en la que,
a lo largo de 30 años aparecerían resúmenes sobre trabajos dedi-
“Más que crear un mundo irreal interno, transforma el mundo real. cados al cáñamo. Ahí se incluyen artículos de médicos franceses,
La alucinación es progresiva, casi voluntaria, y sólo puede llegar ingleses, alemanes, egipcios e indios.
a su madurez por medio de la imaginación. Puede parecer que los
sonidos dicen cosas extrañas, pero siempre habrá allí primigenia- Por otra parte, también se realizan investigaciones sobre las do-
mente un estímulo. Pueden verse formas extrañas; pero antes de sis máximas de hachís y las dosis extremas que podrían causar la
hacerse extrañas, las formas eran naturales”, afirmó. muerte. Spivey, Wood y Easterfield comentan que a un perro que
pesaba 12 kilos se le inyectaron 57 gramos exactos de líquido de
Jackes-Joseph Moreau de Tours, desde 1840, usa el fármaco en el cáñamo en la yugular. El animal se recuperó luego de un día y
hospital psiquiátrico de Biecétrox. En 1845, documenta los benefi- medio de permanecer inconsciente. Pese a sus constantes trabajo,
cios físicos y mentales del cannabis. En ese tiempo, llega a Francia los investigadores terminaron reconociendo que nunca pudieron
el dawamesk, una preparación hecha a partir de hachís, una masa dar con la dosis mortal.

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Al respecto, Fitz Hugh Ludlow, un joven norteamericano que pu- cáñamo produce cuatro veces más que una hectárea de otros árbo-
blicó en forma anónima el libro Hasheesh Eater (1857), cuenta que les destinados a la fabricación de papel. Además, la cosecha del
tomó 25 gramos de una sola vez y que los efectos duraron varios cáñamo implicaría un esfuerzo de maquinaria siete veces menor
días. Ludlow ensalzó el consumo de hachís como forma de hacer que con otra clase de árboles.
aventuras mentales, aunque también advertía que su consumo nun-
ca debería ser excesivo. En esa época, se llegaba a encarcelar a las personas que se negaban
a cultivar el cáñamo durante los periodos de escasez, como acon-
Más allá de las investigaciones que se realizan en el campo de la teció, por ejemplo en Virginia entre 1763 y 1767. Para entonces,
salud y de sus resultados, el criterio de los médicos es que para la todos los textos escolares en Norteamérica son impresos en papel
medicina occidental el hachís es “una droga impura y tosca, cuyo de cáñamo, costumbre que se prolongará hasta mediados del si-
uso está obviamente excluido de la terapia civilizada”. Sin embar- glo XIX. Por lo mismo, las biblias, los mapas geográficos fueron
go, es preciso resaltar que todos los investigadores coinciden en el igualmente impresos en el mismo material.
hecho de que es sumamente baja la toxicidad del cannabis y que
las diferencias fenomenológicas de las plantas no llevan consigo Puesto que el algodón recién se introduce a comienzos del siglo
ninguna diferencia real. De 1850 a 1937, el cannabis será el me- XVIII, el cáñamo sigue siendo el principal proveedor de fibra
dicamento más recetado por los facultativos para diferentes enfer- para la confección de buena parte de la ropa de la población en
medades. general.

Es igualmente curioso que en el siglo XVII, el cáñamo se haya


convertido en moneda de curso legal en los territorios que actual-
Vida y triunfo del cannabis en las Américas mente conforman los Estados Unidos. Se trató de una estrategia
destinada a animar a los granjeros a cultivar cáñamo sobre otros
A Norteamérica el cáñamo habría llegado en 1606 a Canadá, y arbustos. Pero hay algo más, quienes no se sometían a esta suer-
a Virginia cinco años después, en 1611. La primera ley sobre la te de régimen de intercambio, solían ser severamente llamados la
marihuana en las Américas data de 1619 cuando se obliga a los atención e incluso podrían ser juzgados acusados de una especie
granjeros a cultivar el cáñamo, primero en Virginia, luego en Mas- de desacato.
sachusetts, 1631, y en Connecticut en el 32.
También hay que resaltar que, desde 1740, Rusia es responsable
Más aún, en 1616, el Departamento de Agricultura de la Unión del 80% de la producción occidental y de productos de cáñamo
Americana predijo que para los años cuarenta, todos los libros se- acabados (cuerdas, redes, velas, etc...) gracias a la mano de obra
rían impresos en cáñamo lo cual significaría una reducción muy muy barata. El cannabis es el principal producto mercantil de Ru-
considerable de la tala de árboles, cuanto más que una hectárea de sia, por delante de pieles, madera y hierro. Gran Bretaña compra

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a Rusia el 90% o más del cáñamo para su armada naval. Como ya Es importante anotar que, durante la guerra civil norteamericana,
se ha señalado, la Armada inglesa utilizaba numerosos productos la marihuana fue usada como el primer analgésico, hasta la intro-
fabricados a partir del cáñamo. ducción de la morfina inyectable, a finales de 1863.

En la misma época, Robert Burton publica su The Anatomy of Me- Se presume que, hacia 1870, se habría fumado por primera vez
lancholy36 en el que sugiere el cannabis en el tratamiento de la de- un porro de marihuana en los Estados Unidos. Parecería que este
presión. Y Nicolás Culpier resumía todos los motivos por las que nuevo hallazgo de uso llegó traído desde las Antillas de donde mi-
el cannabis era considerado útil desde el punto de vista médico por graron a los Estados Unidos ciudadanos turcos procedentes de Ja-
su eficacia terapéutica. maica y Barbados.

En España, para el discurso oficial, el hachís es considerado como En el período de 1860 a 1900, en las exposiciones internacionales
una sustancia venenosa por las autoridades de salud. Según las y en las llamadas Ferias de Muestras, frecuentemente los locales
ordenanzas de 1860, los profesionales autorizados para venderlo contaban con un salón turco para fumar haschish. Por ejemplo, en
en el Estado Español eran los drogueros y los boticarios, tanto si la Exposición del Centenario de 1876 realizada en Filadelfia, hubo
se traba de pequeñas o de cantidades importantes. Los boticarios un pabellón del hachís turco.
debían “exigir una nota fechada y firmada por persona conocida
y responsable, que exprese con todas sus letras la cantidad de la En 1868 el médico E. J. Waring, en su libro sobre farmacopea in-
sustancia pedida y el uso a que se destina”. dia, cita la opinión del doctor Christison, que emplea el cáñamo en
forma de láudano o tintura alcohólica: “Por su energía, seguridad y
Ya en el Nuevo Mundo, la primera aportación norteamericana res- conveniencia, después del opio, el cáñamo indio es el mejor anal-
pecto al uso terapéutico de la marihuana data también de 1860, año gésico, hipnótico y antiespasmódico, y a veces llega a igualarlo”.
en el que la Sociedad médica de Ohio escribe sobre la acción del En la farmacopea oficial del país, se halla incluida la marihuana
cannabis para el tratamiento de espasmos y convulsiones. También (Marín. I, 2003, p.167)
hace referencia a los efectos que se obtienen en los trastornos in-
testinales. En 1868, Egipto, entonces ocupado por los turcos, es el primer
país que, prohíbe el consumo de cannabis. Los turcos se quejaban
En 1860 la compañía Ganjah Wallah Hasheesh Candy elaboró de que el uso de cáñamo hacía que los egipcios no respetasen al de
un caramelo de hachís que terminaria constituyendose en una de Sultán de manera adecuada (Marín. I, 2003)
las golosinas nacionales populares de los Estados Unidos. Se po-
día comprar libremente y se lo anunciaba en los periódicos por Las autoridades de Constantinopla, bajo cuyo régimen se encontra-
Sears-Roebuck, formando parte de su catálogo durante 40 años. ba Egipto, en 1874, autorizan oficialmente su importación median-
te el pago de un arancel aduanero. Sin embargo, tres años después,
36 Burton, Robert, The Anatomy of Melancholy, American Books, 1691

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en 1877, el gobierno turco ordena la destrucción de todo el hachís Uno de los primeros trabajos serios fue el realizado en 1894 por
hasta que en 1879 la importación queda absolutamente prohibida. una comisión anglo-india, la comisión British Raj. En siete volú-
Pero, curiosamente, en 1884, se descubrió que el hachís no había menes publica su informe: Report of the Indian Hemp Drugs Com-
sido destruido y que era vendido al extranjero en beneficio de los mission. Este informe está hecho con el testimonio de consumi-
funcionarios de aduanas. dores y el criterio de reconocidos médicos. También se incluye el
testimonio de autoridades civiles y religiosas.
En 1883, se abren legalmente salones para fumar hachís en muchas
ciudades de la Unión, tales como Nueva York, Boston, Filadelfia, Estas son algunas de las conclusiones del informe:
Chicago, San Luis, Nueva Orleans. El Boletín Oficial de la época
informa que en la ciudad de Nueva York existían alrededor de 500 • Con respecto a los efectos físicos, su uso moderado no pro-
salones para fumar hachís. (Marín. I, 2003) duce prácticamente ningún resultado nocivo.
• El uso excesivo sí causa daño pues tiende a poner al con-
En 1885 James F. Johnston publica Química de la vida común, sumidor en una situación de vulnerabilidad frente a la en-
libro que tendrá un enorme éxito. En el segundo volumen de la fermedad.
obra habla por extenso de los “narcóticos que consentimos” y el • A causa del huno que inhala, podría causar bronquitis.
capítulo XVI trata sobre “nuestra debilidad humana”. “Somos, • Su uso moderado no produce ningún efecto perjudicial en
en verdad, criaturas débiles... cuando un grano de haschish puede la mente. Sin embargo, podría producir demencia en suje-
vencernos, o unas pocas gotas de láudano postrarnos; pero ¡cuánto tos con alguna predisposición hereditaria.
más débiles de espíritu, cuando -al saber los males a que nos con- • Su uso moderado no produce trastornos morales de ningún
ducen- somos incapaces de resistir las tentaciones fascinantes de orden. Pero incluso en consumidores excesivos no se ve
esas insidiosas drogas!”, dice el autor. que cause lesión moral. Estos consumidores, por lo gene-
ral, son inofensivos.
En 1890, el médico personal de la reina Victoria de Inglaterra, Sir • No se ha encontrado relación alguna entre el uso del
Russel Reynolds, le receta cannabis para sus problemas menstrua- cannabis y sus derivados con el aparecimiento de ins-
les; “él reconoce en el primer número de la revista The Lancet que tintos criminales y, menos aún, con el cometimiento de
el cannabis cuando está puro y es administrado cuidadosamente, es crímenes.
una de las más valiosas medicinas que poseemos”(Marín, 2003).
El informe termina afirmando que: El cáñamo es una hierba san-
También escribió en su diario el 22 de mayo de 1890: “Parece ser ta y benéfica. Prohibir o restringir severamente su uso provocaría
que hay muchos casos de epilepsia en la población adulta, creo que grandes sufrimientos, molestias, y una cólera profunda en los nu-
se trata de males de origen nervioso y que el cáñamo indio cura de merosos grupos de venerados ascetas. Robaría al pueblo el disfrute
manera muy remarcable (Ibidem). de una fuente de solaz en la incomodidad, de un remedio en las

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dolencias, de un guardián cuya benévola protección libra de los La asesina aspirina


ataques de las influencias malignas, dice el informe.
El dolor constituye parte de la existencia. Está enraizado en la vida,
Entre los seguidores de Pancho Villa habría parecido, por pri- haciéndola de la misma manera que la hace el placer. Más allá de las
mera vez, la palabra marihuana. De entonces hasta la fecha, es condiciones reales, el sujeto busca incesantemente lo hedónico porque
el término que se ha impuesto en todos los idiomas de Occiden- en esa conjunción con el placer se hace y siente la existencia.
te. A esta época pertenecería el corrido que habrían entonado las
huestes de Villa: Pero el dolor y el sufrimiento están en la vida misma, no son convi-
dados de piedra sino parte de la condición humana, hacen el estar-
La cucaracha, la cucaracha en-el-mundo del sujeto. El tiempo es la máquina de la finitud y por
ya no puede caminar ende, también del dolor. Como todas las realidades que hacen la
Porque le falta, porque le falta existencia, el dolor es mimético en el sentido en el que se disfraza
Marihuana para fumar de todo. Además, es móvil y casi inaprensible.

A finales del siglo la compañía farmacéutica Grimault y Cía, con No se sufre, se padece y se muere como efecto de algún castigo
sede en España, ofrecía al príncipe Napoleón: Cigarros Indios de sobrenatural, sino como las formas que tiene el ser de explicitar su
Cannabis Indica, elaborados con extractos de cáñamo índico de limitación y su caducidad. Como diría Heidegger, así descubre su
Bengala, que poseían propiedades para combatir no sólo el asma, ser-para-la-muerte. Aunque se trate de explicar sus causas y razo-
la opresión y la sofocación, sino también otras dolencias como la nes, el dolor, por más insignificante que pudiese aparecer, siempre
tos nerviosa, el insomnio, la tisis laríngea, la ronquera, la extinción será un misterio.
de la voz y las neuralgias faciales.
El remedio para la muerte es la misma vida. Sin embargo, ha sido
Al mismo tiempo, en Italia se publica un Vademécum en el que necesario encontrar algún elemento que remedie tanto el dolor
se recomienda el cannabis para una enorme cantidad de males- como el sufrimiento, desde el acudir a instancias mágicas o sobre-
tares, como si se tratase de una suerte de varita mágica que todo naturales, hasta el recurso a lo que hace el mundo de lo cotidiano
lo arregla. El cannabis es bueno para: la angina de pecho, asma que rodea al sujeto: el agua, las plantas, las flores. Así comenzó la
bronquial, atonías gastroenteríticas, blenorragia, catarro bronquial historia de la farmacopea posiblemente la más antigua y grande de
senil y catarro crónico, cólera, glaucoma, corea, delirium tremens, todas las historias de la humanidad, incluso quizás la más variada
insomnio, disentería, hemicránea, metrorragia, epilepsia, histeria, de todas las historias.
impotencia, hipercloridia, meningitis, prostatitis, rinitis escrofulo-
sa, tétanos traumático, tisis, tos obstinada, úlcera gástrica y hasta El dolor no es unívoco, por el contrario, es eminentemente polisé-
hidrofobia (Marin, 2003) mico. Si bien su primera forma de expresión habría sido el dolor

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Ecuador y la marihuana Consep

físico, en la medida en que la conciencia de sí adquiere espacio en propiedades terapéuticas como calmar la fiebre y aliviar el dolor.
los procesos de simbolización, el sentido del dolor será cada vez Posteriores investigaciones condujeron a la ubicación del principio
más complejo porque tendrá que ver con los sentidos mismos de activo de esta planta que los científicos llamaron salicina. Más tar-
la existencia. De este proceso absolutamente complejo dan cuenta de se verá que esta sustancia será un análogo del ácido salicílico y
los usos de sustancias que se irán instalando en la vida. Así, ya del ácido acetilsalicílico.
no se invoca al cannabis únicamente para que sane un malestar
físico sino también, y sobre todo, para que ayude a enfrentar los En 1853, el químico francés Charles Frédéric Gerhardt hizo un
dolores de la existencia provocados por la soledad, la separación, primer intento de acetilación de la salicina pero la solución con-
la muerte. tenía demasiados efectos secundarios e impurezas. Aun así, sus
experimentos fueron recogidos en la literatura científica del mo-
El hombre siempre ha tratado de encontrar un remedio para sus mento, aunque a la vez olvidados por la comunidad médica. En
dolores. En la antigüedad, el remedio lo encontró, primero en la 1859, Herman Kolbe obtuvo por síntesis química el ácido salicí-
propia naturaleza. Más tarde acudirá a lo mágico del mundo y a lico. Este compuesto presentaba algunos inconvenientes, como su
lo desconocido justamente porque todo dolor lleva consigo una sabor amargo y la irritación estomacal que provocaba.
buena dosis de misterio.
Cuarenta y cuatro años más tarde, Félix Hoffmann, un químico de
Pues bien, la corteza de sauce ha sido desde tiempo inmemorial la empresa Bayer, recupera del pasado estas investigaciones. En
el tratamiento contra la fiebre y el dolor. Es decir, un antipirético 1896, La Bayer encarga a Félix Hoffmann, la resolución de una
y analgésico. A partir de la Edad Media y hasta aproximadamente variante del ácido salicílico que redujera los efectos secundarios
el siglo XVIII, la corteza de sauce quedó en el olvido probable- del original. El padre de Félix Hoffmann padecía de reumatismo
mente porque se realizaron otros intentos y otros hallazgos en la crónico tratado con ácido salicílico. El interés del joven químico
naturaleza. garantizaba el éxito de la investigación. El 10 de octubre de 1897,
Félix Hoffmann informaba del procedimiento seguido para la ob-
Sin embargo, en 1763, cuando Edward Stone presentó un infor- tención del llamado ácido acetilsalicílico. Su eficacia terapéutica
me en la Real Sociedad de Medicina Inglesa referente a las pro- como antiinflamatorio y analgésico fue descrita en 1899 por el far-
piedades terapéuticas de la corteza de sauce blanco (Salix alba), macólogo alemán Heinrich Dreser. Ese mismo año fue patentado
se abrió otra oportunidad a este extracto vegetal tan utilizado con el nombre de Aspirina.
tiempo atrás.
De esta manera, en 1901, comienza el fin de la marihuana social-
Edward destacó su efecto antipirético tras haberlo administrado mente aceptada, alabada y deseada pues no solo había traído rique-
con éxito en 50 pacientes que sufrían estados febriles. En concreto, za económica sino también salud y ese bienestar especial y único
el extracto de la corteza de sauce contiene un principio activo con del que hablaron Baudelaire, Nietzsche y mil más.

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Muerte y resurrección de la marihuana Justamente, sobre la base de esta actitud ideativa, también afec-
tiva y experiencial, la marihuana transita ciertos espacios quizás
Al comienzo del siglo XX, cuando el uso de marihuana se extiende de privilegio pues es dadora de bienestar y también de salud. Un
por los Estados Unidos, la prensa la convierte en la culpable de ejemplo de ello sería el hecho que durante buena parte del siglo
los peores crímenes de las ciudades. Junto a la marihuana, son los XX, en cualquier farmacia española podía comprarse extracto de
negros los responsables. Negro y marihuana configuran la dupla cannabis para muchos usos, particularmente, en el campo de la
requerida por la prensa y la comunidad para explicar los delitos, salud y el bienestar.
en especial los asesinatos y las violaciones. Por ejemplo, en los
periódicos de Hearst37 (de 1910 a 1920) se afirmaba que la mayoría Pese a que, como se ha señalado, tanto la práctica médica general
de los negros violadores de blancas estaban bajo los efectos de la como la especializada, nunca halló relación alguna entre el uso
cocaína, primero, y luego por la marihuana. De igual manera, si en del cannabis con enfermedad alguna y menos con enfermedades
un accidente automovilístico se encontraban restos de marihuana, llamadas psiquiátricas, no faltaron profesionales, como Bechterew
primero la hierba era la culpable y, segundo, la noticia permanecía y Magnan que, en el 1912, hablaban de psicosis por el uso del ha-
en los periódicos por varios días. chís. Además, afirmaban que, de modo particular los turcos y los
musulmanes egipcios eran especialmente sensibles a estos cuadros
En 1911, en Sudáfrica era prohibido el uso de cáñamo como una psicóticos.
estrategia para mantener el dominio y el control sobre los negros.
Más aún, la población negra era obligada a abandonar sus ritos cul- Es lógico que, esta selección tanto racial como, sobre todo,
turales si en ellos se usaba el cannabis u otras sustancias similares. cultural, desdice de cualquier afirmación que pudiese tener un
mínimo de cientificidad. La psiquiatría de entonces todavía no
Sin embargo, en prácticamente todos los lugares en los que se usa- se había despojado de aquellas relaciones antiguas entre el ma-
ba el cannabis, la sociedad no se alarmaba y además estaba con- lestar psíquico y las prácticas de vida de los sujetos, tanto en el
vencida de que ese uso no producía algún daño en particular. orden físico (alimentación, uso de bebidas, etc.) como psicoló-
gicas, pero de una psicología íntimamente ligada a lo espiritual
En su edición de 1911, la enciclopedia Espasa-Calpe, al glosar el y religioso. Además, es la época del reflejo condicionado que se
término, cáñamo, hace referencia a la embriaguez especial del ha- insertará en la psiquiatría obturando muchas vías de compren-
chís cuyos efectos finales no van más allá de un sueño tranquilo sin sión de fenómenos psiquiátricos ubicados casi desde siempre en
consecuencias secundarias desagradables. lo espiritual.
37 William Randolph Hearst, magnate estadounidense de la prensa, falleció en Berverly
Hills el 14 de agosto de 1951. Dejó como legado la más grande corporación de me-
Sin embargo, en la misma época, de manera paralela e incluso
dios de comunicación conocida a lo largo del siglo, integrada por más de 50 diarios, como una respuesta necesaria al conductismo, se desarrollan es-
periódicos y revistas, entre estas últimas las afamadas Cosmopolitan, Harper’s Ba- tudios antropológicos basados en los llamados rasgos culturales
zaar y The Word Today.

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específicos. De esta manera, para entender la existencia de los su- nacional del Opio, en Shanghái (China) en 1909, en respuesta al
jetos, sus costumbres y sus posicionamientos ante la existencia, se incremento de las críticas al comercio de opio.39
acude, desde la antropología, al material mítico. De esta manera se
rompía con la linealidad causal desde donde se explicaba el mundo La convención acordó que «los países firmantes deben realizar sus
colectivo y el personal. mejores esfuerzos para controlar, o para incitar al control, de to-
das las personas que fabriquen, importen, vendan, distribuyan y
“Los antropólogos del siglo XIX habían interpretado la informa- exporten morfina, cocaína, y sus respectivos derivados, así como
ción causal sobre pueblos primitivos suministrada por viajeros, los respectivos locales donde esas personas ejercen esa industria o
misioneros, administradores coloniales y mercaderes en función comercio».
del concepto de evolución, suponiendo que estaban contemplando
pruebas de etapas progresivas del paso de formas culturales infe- Estados Unidos, Holanda, China, Honduras, y Noruega introdu-
riores a otras superiores. Los de comienzos del siglo XX descu- jeron el mandato de la convención. En 1919, tuvo validez mun-
brieron que la heterogeneidad de las sociedades primitivas desa- dial al ser incorporada en el Tratado de Versalles. En este mismo
fiaba cualquier claro ordenamiento en una fórmula universal de año se realiza en La Haya La Convención del Opio que inaugu-
etapas de desarrollo universal.”38 raría la actual política antidrogas. Como consecuencia, los paí-
ses de Europa Occidental y Estados Unidos acuerdan limitar la
Es decir, con el siglo XX se abren nuevas propuestas teóricas des- producción y exportación del opio, heroína y cocaína. En 1915
tinadas a entender la complejidad. Como se verá más adelante, el California, Utah y Texas declaran ilegal el cannabis. Con estas
predominio de una u otra posición ideativa dará lugar a diferentes declaraciones empieza a cundir una suerte de pánico dentro y
actitudes sociales ante la realidad de las drogas. El calificativo de fuera de Norteamérica.
sustancias malas dado, por ejemplo, a la marihuana, al opio a la
coca, nace de una posición ideativa centrada en la cosa en sí misma Sin embargo, en 1916, el Boletín número 404 del Departamen-
y no en las relaciones establecidas, por ejemplo, desde los imagi- to de Agricultura de los Estados Unidos pronosticó el desarro-
narios colectivos e individuales. llo de una máquina descortezadora y recolectora y aseguró que
la industria del cáñamo sería de nuevo la principal industria
Precisamente como efecto de una de estas opciones, el 23 de oc- agrícola de la Unión Americana. De hecho, en 1917, George
tubre de 1912, se firma en La Haya la Convención Internacional Schlichten inventó la máquina descortezadora, que iba a servir
del opio. Se trata del primer tratado internacional sobre el control para recolectar de manera ocho veces más eficaz el cáñamo,
de drogas. Como respuesta a las crecientes críticas a las políti- evitando así los días en remojo y los consiguientes retardos en
cas y mecanismos referentes al comercio del opio, Estados Unidos el proceso.
patrocinó una conferencia de 13 naciones de la Comisión Inter-
39 Este tratado fue firmado por Alemania, Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido,
38 Historia de la Humanidad, T. 11, pág. 21, Planeta Sudamericana, Barcelona, 1977. Italia, Japón, Holanda, Persia, Portugal, Rusia y Siam.

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La invención de la descortezadora suponía una fuerte amenaza tura. Por ende, ni es dable interpretar procesos culturales con las
para la industria del algodón, que estaba fuertemente ligada con mismas unidades de análisis ni, menos aún, legislar para todos por
los sectores políticos más influyentes. Estos sectores, unidos a los igual, tomando en cuenta tanto el objeto de la legislación como su
medios de comunicación, se encargaron de fortalecer las ideas de forma.
prohibir el uso del cáñamo.
Por lo mismo, Mead aporta con sólidos datos que inducían a con-
“En las décadas de 1920 y 1930, los grandes sucesos perturbadores siderar la cultura como un factor esencial a la hora de fijar algunas
que destruyeron las complacencias del siglo XIX y comienzos del pautas que antes se tenían por innatas y por ende inevitables. Y
XX -la guerra, la revolución, la depresión y el desafío a la suprema- si nuestro modo de ser y vivir está más influido por los hábitos y
cía occidental- crearon un ambiente en el que comenzó a parecer patrones en que hemos sido educados que por rasgos heredados,
importante la comprensión del comportamiento social a efectos de sin duda las posibilidades de modificar nuestra percepción de la
determinar las causas de la enfermedad. Estudios antropológicos, realidad están mucho más abiertas que si un ciego determinismo
especialmente en Estados Unidos y Gran Bretaña, empezaron a po- biológico lo fijara todo.
ner en tela de juicio más que confirmar, por suposición, conceptos
prevalecientes sobre el comportamiento humano”.40 En 1925, se realiza en Ginebra la Segunda Conferencia Internacio-
nal del Opio. En esta Conferencia, se declara la marihuana como
Las nuevas actitudes ante las drogas no necesariamente toman en un narcótico y se recomienda un estricto control. Esta decisión, en
cuenta los recientes aportes de la psicología que, sin embargo, son buena parte, se toma a causa de que ni Turquía ni Egipto habían
los que producen cambios casi radicales en los modelos de entender firmado el acuerdo de restricción del opio.
tanto al sujeto como al grupo. “En unión de nuevos conceptos de-
ducidos de la psicología de la Gestalt y del psicoanálisis de Freud, La delegación inglesa sugirió incorporar el hachís porque, en su
suministraron nuevos instrumentos de observación y análisis”. La criterio, se había convertido en una suerte de símbolo contra el co-
relación política ante los posibles problemas provocados por los lonialismo sobre todo en Egipto, donde los usadores contraponían
usos de drogas no pasa por un tamiz de análisis de esta índole. una legitimidad cultural de hachís frente al whisky, la ginebra y los
Una posición de carácter más moralista que técnico determina las cigarrillos.
actitudes de los gobiernos frente a la marihuana y otras sustancias.
En esa época no se produce ningún cambio en las relaciones de
Por ejemplo, no se tuvieron en cuenta los estudios realizados por poder entre los pueblos. Como se revelará en las dos Grandes Gue-
Margaret Mead,41cuya conclusión fundamental era que lo que rras, los poderosos primarán sobre los débiles. Las partes se com-
acontece en una cultura no necesariamente se repite en otra cul- prometieron a prohibir la exportación de resma de marihuana a los
países que habían prohibido su uso. Además, en caso de darse, se
40 Historia de la humanidad, op. cit. T. 11, pág. 31. requería de un permiso especial de importación.
41 Mead, Margaret, 1965.

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Es anecdótico lo que aconteció con la enciclopedia Espasa-Cal- tiene, sin embargo, aunque en esos márgenes que para entonces no se
pe que, en 1925, se encontraba en proceso de edición. Su texto hallaban tan definidos como en el último tercio del siglo. Para algunos
original debió cambiar por el siguiente en lo que corresponde al es tan clara la inminente desaparición del cáñamo industrial que, como
haschish: Cáñamo: “Este preparado causa en la población indíge- el etnógrafo español Ramón Violanti que, 1934, se dedicó a recoger
na de Egipto casi tantas víctimas como el abuso de opio en China. con ímpetu tejidos, instrumentos y aperos relacionados con el canna-
(…). La mayor parte de la población del manicomio de El Cairo la bis. Más tarde, en 1941, creará el Museo de Artes.42
forman fumadores de hashish, cuyas facultades han quedado atro-
fiadas por el abuso de este preparado tóxico (…). Quien por la La migración a los Estados Unidos ha sido permanente y cada épo-
noche se dedique a visitar los barrios oscuros de El Cairo y Alejan- ca ha sido motivada por sus propias razones. Cuando comienza
dría podrá observar a muchos individuos que, vacilando y dando este rechazo oficial a la marihuana, inmediatamente se convierte en
tropiezos, andan de un lado para otro, hablando y riéndose consigo la imaginaria causa de la migración de los ciudadanos mexicanos.
mismos: son los fumadores de hashish”. Al mismo tiempo, en los Estados Unidos aparecen asociaciones de
ciudadanos que con nombres rimbombantes se unen en contra de
De forma parecida se describe a los fumadores de opio, “al absorber la migración y, al mismo tiempo, en contra de la marihuana. Enton-
el humo, experimentan una sensación de bienestar, sienten como re- ces aparecen sociedades que directa o camufladamente denuncian
mozarse y adquirir vigor y fuerza, aun cuando sus cabezas estén cu- tanto a la hierba como a sus usadores. No es raro leer sentencias
biertas de canas; pero, a esta agradable embriaguez sucede, un des- como las siguientes en las que la hierba se convierte en la razón de
pertar fatal; el individuo queda entorpecido, atónito y, al reincidir, la migración mexicana:
se agravan las funestas consecuencias, cuyo término es la locura...”
“La marihuana, quizá el más insidioso de los narcóticos, es conse-
Pese a este panorama bastante siniestro, en 1925 el Panama Canal cuencia directa de la inmigración mejicana. Han cogido a traficantes
Zone Report, un estudio hecho sobre los soldados consumidores mejicanos regalando cigarrillos a los niños en las escuelas. A nuestra
de cannabis en la zona del canal concluía que no había evidencia Nación le sobra mano de obra. El consumo de marihuana produce una
alguna de que el uso de cannabis fuera adictivo o perjudicial. Por rápida degeneración física y mental, depravación lujuriosa e inclina-
otra parte, el informe recomienda que no se tome acción alguna ciones irrefrenables a la violencia y al asesinato sin motivos, es un te-
para prevenir el uso o venta de marihuana. Según Antonio Escoho- rrible narcótico fumado por los criminales y otras gentes depravadas”.
tado, este estudio se realizó entre 1932-1933 y los resultados del
informe dirigidos por el doctor E. J. Siler fueron que la planta no 42 En 1935, en los Estados Unidos, se utilizaron unas 58.000 toneladas de semillas de
suponía amenaza especial para la disciplina militar. cáñamo únicamente para pinturas y barnices. Las industrias DuPont monopolizaron
prácticamente todo el mercado de aceite de cáñamo. Hubo una declaración secreta
presentada por DuPont ante el congreso y el departamento del Tesoro de los Estados
A comienzos de la cuarta década del siglo, una nube negra se cierne Unidos., en los años 1935-1937, en la que se aseguraba que el aceite de semilla de
sobre la marihuana. Ya se ha prohibido el uso personal que se man- cáñamo se podía reemplazar por aceites petroquímicos sintéticos elaborados princi-
palmente por Du Pont.

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Esta posición anti marihuana no tiene otro objetivo que el de es- latina. En el caso de que el hecho hubiese sido verdadero, la pri-
conder las verdaderas razones ubicadas en un creciente rechazo a mera razón del mismo no se podía buscar ni en el alcohol ni en la
la migración mexicana. Estas son las causas que mueven a los pe- marihuana sino en la psicosis. Pero esta ruta se hallaba proposi-
riódicos, dirigidos por Hearst a publicar el criterio de la catástrofe tivamente clausurada.
que se cierne sobre los Estados Unidos a causa de la marihuana. Toda una familia fue asesinada por un joven adicto de Florida.
Cuando los agentes llegaron a la casa, encontraron a los jóve-
“Desearía poder mostrarle lo que un pequeño cigarrillo de ma- nes tambaleándose en un matadero humano. Con un hacha había
rihuana puede hacer a uno de nuestros degenerados hispanopar- matado a su padre, a su madre, dos hermanos y una hermana.
lantes residentes. De ahí que nuestro problema sea tan grande. La Él parecía estar en un sueño. No tenía ningún recuerdo de haber
mayoría de nuestra población es hispanoparlante, débiles mentales cometido el crimen múltiple. Los agentes lo sabían como un joven
casi siempre, debido a condiciones sociales y raciales. Como re- ordinariamente sano, bastante tranquilo, pero ahora lastimosa-
presentantes de líderes cívicos y funcionarios de justicia del San mente enloquecido. Buscaron la razón, el muchacho dijo que él te-
Luis Valley, les pido ayuda.” nía el hábito de fumar algo que los amigos llamaban “muggles”,
un nombre infantil de la marihuana.
Es el tiempo en el que aparece en escena Harry Anslinger que bien Por supuesto que se trata de un relato absolutamente bizarro cuyo
podría ser el primero de los llamados zares antidrogas. Estará fren- objetivo no es otro que el de escandalizar. De hecho, Anslinger
te a la Oficina Federal de Narcóticos hasta la presidencia de Ken- repetidamente fue acusado de racismo por su posición ante los ne-
nedy. Su atención se centró en la detención del tráfico internacional gros y los latinoamericanos, especialmente mexicanos. A él mismo
para lo cual elaboró políticas de drogas tanto a nivel nacional como pertenecen estas aseveraciones, algunas de las cuales se han man-
internacional. tenido aunque vestidas con otros ropajes lingüísticos.

Para confirmar la maldad de la marihuana, por ejemplo, no hubo • Por toneladas viene a este país el veneno mortal, terrible, que
reparos en publicitar supuestas escenas de terror producidas por atormenta no solo el cuerpo sino el corazón y el alma de cada
ciudadanos, casi siempre negros o chicanos, actuando de forma ex- ser humano que, una vez que se convierte en un esclavo de
trema bajo el efecto de la marihuana, sabiendo, sin embargo, que el ella en cualquiera de sus formas crueles y devastadoras.
cannabis no conduce a esos extremos. Por su parte, los medios de • La marihuana es un atajo para el manicomio.
comunicación monopolizados no perdían oportunidad para hacer • El hachís hace un asesino que mata por amor a la muerte.
que supuestos excesos en los usos de marihuana se conviertan en Inhala el humo de cigarrillo de marihuana durante un mes, y
los responsables de crímenes horrorosos. lo que antes era su cerebro, no será más que un almacén de
horrores.
El objetivo primordial de esa clase de relatos se halla en la ur- • El Jazz creció al lado de la delincuencia. Es una especie de
gencia de crear una conciencia social en contra de la migración decadencia de la música.

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Anslinger afirmó ante el Congreso que la marihuana es la droga dos. La familia tradicional en la que las nuevas generaciones de ni-
causante de la mayor violencia conocida por el hombre. También ños y muchachos forman parte de las pertenencia familiares y son
afirmaba que aproximadamente el 50% de todos los crímenes vio- objetos del poder de los mayores, en especial del papá, empieza a
lentos cometidos en los Estados Unidos habían sido perpetrados dar lugar a una inversión irreversible y que solo será interrumpida
por hispanos, mejicanos, latinoamericanos y negros que se halla- de manera brutal por las dos Guerras Mundiales, sobre todo en la
ban bajo los efectos del cannabis. segunda en la que el nazismo no tuvo empacho alguno en armar
ejércitos con chicos que apenas tenían trece años de edad.

La industrialización jugará un papel importante en los nuevos re-


Primera juventud frustrada gímenes sociales. La familia urbana se ve seriamente afectada por
los cambios sociales y económicos lo que crea nuevas actitudes
Si bien es cierto que el verdadero espacio de dominio de la gente paternas y maternas respecto a sus hijos. Se construyen nuevos
joven pertenecerá a la tercera parte del siglo XX, sin embargo, es principios que regirán las relaciones en las que el sujeto aparece
necesario advertir que el siglo, desde sus albores, inaugura una valorado en sí mismo y no por la tradición ni por posiciones de ca-
nueva juventud que empieza a ser rescatada ya no solo como la que rácter religioso. Esta nueva actitud incidirá de manera fundamental
regirá el futuro del mundo sino como una realidad actual que de- en la reducción de la familia pues los sujetos empiezan a tomar
manda nuevos discursos y un cambio radical de actitudes por parte conciencia de que su vida depende de sí mismos más que de un
del poder social, político y familiar. Es decir, la nueva juventud no colectivo valorado por los nexos de parentesco.
es vista fundamentalmente como el futuro de la familia y del país,
sino también como su presente, un presente cada vez más comple- Desde este momento en adelante, el mundo de la ciencia y de la tec-
jo que exige el compromiso de las nuevas generaciones. nología empezará a colocar su mirada en las nuevas generaciones
que se convertirán, de manera acelerada, en su punto fundamental
Basta pensar que con el siglo se inaugura un nuevo pensamiento de referencia pues a ellas corresponde, no solamente continuar con
sobre la vida familiar y sobre los sentidos de la subjetividad que la tarea de renovación, sino acrecentarla y fundamentarla. Quizás
habrían sido imposibles en los siglos anteriores dominados abso- por primera vez se afirma de manera explícita que el futuro se halla
lutamente por las enseñanzas religiosas y el dominio irrestricto del en el destino de las nuevas generaciones y en todo aquello que los
padre sobre los hijos sometidos a su deseo y voluntad. El Siglo XX Estados hagan por ellas.
va a producir, por ejemplo, la mayor revolución que la familia haya
soportado a lo largo de la historia de la humanidad. Por otra parte, se produce un nuevo fenómeno social: la reducción
de los miembros familiares. Se crea la idea de que reducir el nú-
De manera lenta, al comienzo, los cambios en la familia empiezan mero de hijos constituye una condición sine qua non del desarrollo
a producirse de manera especial en Europa y en los Estados Uni- social y personal. La familia pequeña incide en la economía tanto

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del grupo familiar cuanto social. La mujer empieza a jugar un rol ta el divertimento y también el sostenimiento de las autonomías
cada vez más importante, no solo en la utilización de medios de familiares que, de esta manera, se fortifican. En buena medida, el
control de la natalidad, sino por su inclusión en el sistema educati- índice del desarrollo está dado por dos criterios: la reducción del
vo y en el mundo laboral. número de nacimientos y el ingreso de las mujeres al sistema edu-
cativo superior.
Las nuevas generaciones abren las puertas de la casa para ingre-
sar en el proceso educativo de manera obligatoria y ya no como Uno de los papeles fundamentales de la familia fue el ser la gran
una alternativa determinada por los padres. Los hijos dejan de ser educadora de las nuevas generaciones, una educación sostenida en
parte de la mano de obra y, por ende, parte de los productores de la tradición. Este rol cambia de manera radical cuando el Estado
los ingresos económicos. Al liberarse los hijos de este peso de la asume esa tarea a través de las escuelas públicas. En ese momen-
economía, su tiempo es vivido y distribuido desde el dominio del to, niños y muchachos se vuelven igualmente públicos, algo que
deseo y de las alternativas sociales. Como aconteció en los Estados modificará de manera radical los sentidos y valores de las nuevas
Unidos, el trabajo de los adolescentes no se liga a la sobrevivencia sociedades. El papel de la familia como educadora también dismi-
familiar sino a las estrategias personales destinadas a proveer de un nuye a medida en que la enseñanza se aleja del contenido de la vida
ingreso, casi siempre temporal, para necesidades particulares entre familiar y del campo de experiencia de los padres. Al volverse la
las que consta el divertimento educación una tarea asumida por el Estado, los contenidos educa-
tivos se tornan más amplios y cada vez nuevos.
De hecho, son las nuevas generaciones las que se deciden a abrir
las puertas de la casa para ingresar en el proceso educativo de ma- Sin embargo, también es preciso resaltar que la familia tiene que
nera obligatoria y ya no como una alternativa determinada por los hacerse cargo de nuevas funciones que deben enmarcarse en un
padres. Los hijos dejan de ser parte de la mano de obra y, por ende, campo de ciertas virtudes antes inexistentes como, por ejemplo, la
parte de los productores de los ingresos económicos. Al liberarse tolerancia y la afectividad. La exclusiva ley del parentesco ya no
los hijos de este peso de la economía, su tiempo es vivido y dis- sirve para justificar la relación familiar sino la prevalencia de esos
tribuido desde el dominio del deseo y de las alternativas sociales. nuevos códigos como el de los intereses y deseos compartidos que
Por otra parte, la opción por la profesionalización retrasa los em- se convierten en nuevos organizadores de las relaciones y de las
barazos al tiempo que acelera el desarrollo social y las mejoras afectividades.
domésticas.
Por otra parte, en este tiempo se produce un movimiento interno
Como aconteció en los Estados Unidos, en general, el trabajo de en la familia tendiente a mejorar los niveles de vida social, eco-
los adolescentes no se liga a la sobrevivencia familiar sino a las nómica y cultural. Pero no siempre se cumplen estas metas y el
estrategias personales destinadas a proveerse de un ingreso, casi mismo movimiento también origina tensión entre sus miembros.
siempre temporal, para necesidades particulares entre las que cons- “Las ambiciones que familias con pautas de clase media trataban

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de ver realizadas en sus hijos creaban con frecuencia tensiones, Aun cuando en las dos últimas décadas del siglo XX se hace evi-
dada la incapacidad de la familia para proporcionar directamente dente la relación entre la música y la marihuana, ya en los inicios
los medios con qué satisfacer tales ambiciones, que dependían de del siglo pasado se empezó a cantar a la marihuana y a incluirla
factores sociales y de la propia realización familiar”.43 en el jazz. Se trata de un romance que no solamente no se ha roto
sino que, por el contrario, se ha fortalecido cada vez más. El jazz se
Sin embargo, esta nueva juventud que empieza a crear un mun- convirtió en el símbolo de la negritud, de la libertad y de la pasión
do diferente para habitarlo de distinta manera será conducida a la de una raza. Louis Armstrong fue condenado a cinco años por una
muerte en dos guerras que eliminaron toda esperanza. Como si las colilla, una pena que no la cumplió.
dos grandes guerras no hubiesen sido lo suficientemente crueles,
esta juventud será llevada a la fuerza, como cordero al matadero, No fueron canciones lo único que Dylan transmitió a otros músi-
a la guerra de Vietnam. En consecuencia, el tercer tercio del siglo cos: también fue él quien pasó el primer porro a los hasta entonces
XX estará marcado también por un deseo de crear un mundo de inocentes Beatles. La fecha, el 28 de agosto de 1964. El lugar,
igualdades y de respetos en los que las diferencias no deban ser ni Nueva York. Al reunirse los Beatles con Dylan en un hotel, le pasó
criticadas y menos aún eliminadas sino respetadas e incluso apo- a Lennon un canuto: asustado, el Beatle prefirió no probarlo, pero
yadas. Ringo lo aceptó y todos terminaron probándolo. Desde entonces,
palabras como high, grass o smoke serían frecuentes en la obra de
En el tercer tercio del siglo XX, se producen cambios radicales en unos Fab Four que, como reconocería el propio Lennon, fumaban
los modos de representarse la libertad y la autonomía mediante la hasta en el desayuno.44
construcción de espacios nuevos que implican un acelerado cam-
bio en los sentidos y dinamia del universo familiar. La socializa- Como Donovan, Eric Clapton o Neil Young, los Beatles tuvie-
ción, por ejemplo, deja de ser familiar y se transforma en grupal. ron problemas legales. McCartney fue condenado dos veces por
De hecho, la vida extrafamiliar se transforma en parte necesaria e posesión, pero lo pasó especialmente mal cuando, en 1980, fue
indispensable en la construcción de identidades de las nuevas ge- detenido en el aeropuerto de Tokio con un cuarto de kilo de ma-
neraciones para quienes la familia, con frecuencia, se reduce a un rihuana en la maleta. Tampoco Lennon lo tuvo fácil: las autori-
punto de referencia existencial. dades de Estados Unidos le negaron durante años la residencia
por tenencia de hachís. Y, finalmenrte, decir Jamaica es, para no
El arte jugará un papel definitivo para que en que ese proceso se pocos en el mundo de la música, decir reggae y marihuana. El
mantenga y se acreciente. En efecto, la música, la pintura y el cine encanto de Bob Marley y canciones como African herbsman o
jugarán un papel único en la transformación del mundo. El arte Redder than red lo convirtieron en embajador de la música y la
ya no es reproducción sino, ante todo, propuesta y creación de un hierba locales.45
futuro que, de pronto, se hace propuesta de vida.
44 Cf. www.unsiglodenysicaymarihuana/ingreso, agosto/2014
43 Historia de la humanidad, op. Cit., Tomo 11, pág. 262. 45 Ibidem

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Marihuana de interiores el 4 por 100. “Eso significa que el efecto de tres caladas a un ciga-
rrillo adquiere perfiles de suave viaje psicodélico, y dura unas tres
Los esfuerzos coordinados de agrónomos, químicos y biólogos horas. Es indiscernible en muchos aspectos del efecto de cualquier
desembocaron en un sistema para hacer rentable al máximo la pro- planta crecida a la intemperie, pero el habitual aguzamiento de
ducción de cáñamo, suprimiendo al mismo tiempo los riesgos tan- los sentidos se ve acompañado por más capacidad de relación con
to climáticos como policiales del cultivador a cielo abierto. Apo- otros, cosa quizá explicable atendiendo a su superior potencia46.
yándose en riego gota a gota, dosificación medida de nutrientes,
ingeniería genética y empleo de luz artificial, estos investigadores Sean cuales fuesen los modos de producirla y de tratarla, la mari-
crearon plantas asombrosas que maduran incluso en la mitad del huana pertenece, desde sus orígenes míticos, al mundo del miste-
tiempo normal y rinden en flores el doble o triple de peso. rio. Desde ahí se une a ese otro mundo igualmente mágico tanto
del deseo como de lo placentero. Es probable que todos los inten-
El equipo idóneo para criarlas cuesta en Estados Unidos y Holanda tos por destruirla y hacer que desaparezca de los espacios físicos
unos 400 dólares para cada metro cuadrado de cultivo, y permite del planeta, no han hecho otra cosa que incrementar su valor de
cosechar unas seis y nueve hembras cada dos o tres meses, de- significación en los espacios mágicos del deseo y de lo placentero.
pendiendo del régimen de luz elegido. Dicha marihuana se llama
hidropónica pues en vez de crecer sobre tierra o en macetas brota Como acontece con muchas otras sustancias, la historia de la mari-
de un pequeño pie (hecho de basalto en polvo o «lana de piedra»). huana correspondería a la historia de la parte mítica de los sujetos,
Las plantas son periódicamente humedecidas. de los pueblos y de las culturas. Por eso ha sido utilizada para
propósitos absolutamente dispares y siempre míticos. Sirve tanto
Gracias a los equipos más o menos sofisticados, la cosecha de ma- para acercase a Dios como para hallar un poco de tranquilidad en
rihuana hidropónica ha llegado a ser inmensa en Estados Unidos, cotidianidades atravesadas y sostenidas en la violencia o también
y muy considerable en Holanda. Abastece a millones de consu- para entender mejor una fórmula algebraica o para caminar con
midores, y no sólo proporciona rentas a quienes cultivan sino a menos recelos las rutas de las ternuras. Por ende, su historia corre
las grandes compañías -General Electric, Philips, Bayer, etc.- que paralela, unas veces, y otras confundida con la historia del deseo,
fabrican el instrumental y los fertilizantes más adecuados. En dos de los placentero y gozoso, como también con la historia de los
décadas, Estados Unidos ha pasado de ser el mayor importador a dolores y de las frustraciones.
ser el mayor productor del planeta. Ese autoabastecimiento evita
fugas de efectivo, alimentando una gran economía sumergida.
46 www.mariguanainteriores.com/ingreso/08/2014
En lo que tiene que ver con sus virtudes, la mejor marihuana cul-
tivada en interiores puede alcanzar el 14 por 100 de thc, mientras a.- “El Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefaciente y Psicotrópicas agra-
dece el aporte de Isidro Marín Gutiérrez en la parte correspondiente a la historia
la mejor marihuana tailandesa, africana o caribeña rara vez supera antigua de la marihuana”.

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Capítulo dos
Al comienzo era el bien

El doctor Rieux decidió redactar la narración que


aquí termina, por no ser de los que se callan, para
testimoniar en favor de los apestados, para dejar por
lo menos un recuerdo de la injusticia y de la violencia
que les había sido hecha y para decir simplemente
algo que se aprende en medio de las plagas: que hay
en los hombres más cosas dignas de admiración que
de desprecio.
A. Camus, La peste

Mis paletas son cuadradas


Las blancas son las de coco
Las verdes son más baratas
Su sabor me vuelve loco
Las que saben a amapola
Esas son de color rojo
Narcocorrido mexicano
Ecuador y la marihuana

se las convirtiera en uno de los representantes paradigmáticos del


mal. No se las quiso mirar, por ejemplo, como una de tantas formas
de expresión de lo que Lyortad denomina la condición postmoder-
na. Hacerlo habría implicado proponer una ruptura absoluta en el
poder del discurso y en el discurso del poder que simplemente las
condenaron a muerte por ser en sí mismas criminales y constructo-
ras de criminales: productores, traficantes y usadores.
En un momento absolutamente mágico pero con historia, de tanto
ser habladas y también usadas, las drogas han llegado a formar par- La posmodernidad47 busca recatar y garantizar la verdad que se
te de los lugares comunes de las sociedades, de hombres y mujeres, halla ubicada en el poder con el claro propósito de excluir y deva-
de grandes y pequeños. En los últimos cuarenta años, los discursos luar los términos inferiores de la oposición. Metafísica binaria que
sobre las drogas, en las que se halla incluida la marihuana, han ido privilegia la realidad y no la apariencia, el hablar y no el escribir,
ocupando lugares importantes en la cotidianidad personal, social, la razón y no la naturaleza, al objeto de conocimiento y no a su
nacional e internacional. En cierta medida, hasta han copado buena sujeto, al hombre y no a la mujer, al poder y no a los ciudadanos.
parte de la atención mundial tanto discursiva cuanto económica.
Realidad ubicua a la que se brinda, con frecuencia, mucha más Desde esta perspectiva, es interesante pensar las drogas como una
importancia que a otros conflictos sociales como, por ejemplo, la entidad social que permitiría la primacía del orden de la subjeti-
pobreza o la violencia a las que no se les declara la guerra con vidad sobre el de la objetividad, el del misterio sobre lo obvio de
tanta vehemencia como cuando se habla de erradicar la droga del las cosas expuestas en el mega mercado de los placeres48. Las dro-
mundo. gas aparecen, dice a Adolfo Vázquez49, para que de alguna manera
prime el orden de la subjetividad sobre la objetividad, a lo que
Se habló de manera incansable de las drogas, de productores y también habría que añadir para que prime el orden de lo placentero
traficantes y también de los calificados adictos. Pero casi nada o sobre lo real.
muy poco de los sujetos, de aquellos que hacen los discursos, la
sociedad, la comunidad, el mundo. En el sentido más estricto del Sin duda, casi en todo Occidente, el uso de drogas convierte al
concepto, las drogas se constituyeron en la cosa por excelencia en sujeto en un criminal al que se debe encerrar en una especie de
la medida en la que fueron erradicadas de los ámbitos de la cultura campo de concentración lingüístico, social, político, ético y hasta
para ubicarlos en la anti-cultura y en el mundo del mal. físico. Si las drogas son malas en sí mismas, sus usadores son cri-
47 La postmodernidad se identifica con el pensamiento de Bataille a Derrida, pasan-
Se produjeron resistencias a pensar más allá de un moralismo cla- do por Foucault, y enfrenta el pensamiento a las oposiciones binarias que rigen en
ramente bañado de fatuidad y que no dudó en dividir el mundo y Occidente: sujeto/objeto, apariencia/realidad, voz/escritura, etc. y que construyó una
sus cosas en buenas y malas. De ahí que, de manera inmediata, jerarquía de valores nada inocente.
48 Tenorio, Rodrigo, Quito, 2011.
49 Vásquez Rocca, Adolfo, N.14, 2012.

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minales que deben ser detenidos y encarcelados. La propuesta de ticas sino, sobre todo, por el exceso, ese exceso que arrebata al
las cortes de drogas de los Estados Unidos y que ha sido exportada sujeto para exaltarlo y luego para denigrarlo hasta reducirlo a casi
a algunos países latinoamericanos es un ejemplo claro del sentido un objeto. De hecho, y en cierta medida, desde lo mítico, el exceso
de crimen unido al uso. estaría presente aun antes de que al alcohol se una lo ceremonial
o, quizás, del acto ceremonial sería sumamente fácil romper el lí-
Debieron pasar más de cuarenta años para que, por múltiples razo- mite para caer en el exceso que podría ser claramente denigrante,
nes, se produzca el levantamiento de la voz de los ciudadanos, usa- tal como lo testimonia el mismo mito de Noé. Sin embargo, más
dores y no usadores. Un llamamiento al mundo para que vuelque sostenible sería la perspectiva opuesta, es decir, aquella que expli-
las miradas hacia ese inmenso grupo de ciudadanos atrapados no caría la borrachera de un Noé que asiste primero a un ceremonial y
solo en usos, algunos ciertamente conflictivos y hasta muy conflic- que luego termina en el exceso. De hecho, este suele ser el modelo
tivos, sino también en ese discurso destinado a criminalizar tanto social de los usos y excesos tanto de alcohol como de otras sustan-
las drogas como, sobre todo, a ellos, los usadores en su mayoría cias, la marihuana, por ejemplo.
con usos no conflictivos. Por otra parte, el conflicto que una droga
podría ocasionar ha sido sistemáticamente desligado de la subjeti- En cada realidad subjetiva y social es fácil que los actos y acon-
vidad para colocarlo de manera privilegiada en lo social. tecimientos transiten los extremos, aunque algunos podrían llevar
el sello de lo patológico y provocar incluso el aniquilamiento del
Hay que aceptar que la historia de las drogas forma parte, casi acto, el sentido de la cosa y, en un momento realmente extremo, la
desde sus orígenes, de la historia de la humanidad. Basta ir a la mi- anulación del sujeto. Esto podría verse en los estados de borrache-
tología para ver que el vino, por ejemplo, está ahí en la mesa de los ra permanente y también en usos de drogas absolutos en los que lo
dioses griegos y en la mesa de los llamados patriarcas fundadores que se aprecia es ese exceso en el que el usador casi ha desapare-
de la cultura del cercano y medio Oriente. En Occidente, al vino cido para que aparezca tan solo esa suerte de sobreabundancia de
“que alegra el corazón del hombre”50 cuyo héroe mitológico es el la cosa-droga.
Noé bíblico se lo eleva a la más alta categoría de significación en
la ritualística judeo-cristiana. De hecho, casi no existe celebración Esta imagen del sujeto envuelto y atrapado en el exceso construida
alguna que no se halle sostenida e incluso ratificada con el vino, por el poder es la que ha determinado y limitado los acercamientos
en cualquiera de sus formas. Por lo mismo, existiría un plus de teóricos, sociales, familiares y políticos a las drogas. En las últimas
significación que atraviesa las culturas incluso para proveerlas de cuatro décadas se clausuraron casi todas las rutas que pudieron ha-
sentidos muy particulares como en el cristianismo. ber conducido a un mejor y más adecuado entendimiento tanto del
sujeto en su relación con las drogas como las mismas sustancias.
Del vino y sus pares se ha hecho también un uso abusivo, no solo La guerra a las drogas, en buena medida, no da cuenta tan solo de
por haberlo erradicado del mundo de las simbolizaciones ritualís- la propuesta de eliminar esa droga que anula al sujeto en los exce-
50 Cf. Biblia de Jerusalén, Cantar de cantare. sos reales, sino también y ciertamente los imaginarios que sobre

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las drogas se han ido construyendo a los que también es preciso Quizás los medios silenciaron propositivamente el tema, tal vez
eliminar. por una escasa información teórica y técnica sobre la materia. Esta
sería una de las razones del acrecentamiento del problema de las
En ese planeta real e imaginario denominado droga, las sustan- drogas en Occidente: un gran silencio teórico sobre el sujeto usa-
cias-habitantes son cada vez más numerosas y poseen nombres dor como sobre las sustancias en sí mismas, sobre el tráfico y tam-
antiguos, pero también los nombres con los que las designan los bién sobre los usos. En buena medida, la función de los medios se
grupos, las regiones, los usadores, los sistemas de control. En redujo a dar cuenta del tráfico, la producción y de los consumos,
efecto, al opio, la cocaína y la marihuana, quizás las sustancias en tanto reproductores y certificadores de estadísticas dadas por
que podrían denominarse originales, se ha ido anexando un nú- algunos organismos internacionales.
mero cada vez más grande de sustancias particularmente de ori-
gen químico. Esto pone en evidencia las nuevas actitudes de los De este silencio ya daba cuenta, por ejemplo, González52 hacia fina-
pueblos respecto a ese mundo llamado droga que se mantiene en les del siglo pasado, cuando incluso criticaba que toda la atención
los espacios de los misterios, pese a esa suerte de obviedad con de la prensa estaba orientada a sobrevalorar la dimensión delictiva
la que también ha sido investida con el propósito de que desapa- tanto del tráfico como del consumo. Esta actitud implicó dejar de
rezca su parte mítica. lado los análisis pertinentes sobre los sentidos de las drogas en la
sociedad y los valores de significación de los usos.
Este sentido de obviedad constituiría una de las fundamentales
características de la contemporaneidad. Hace algunas décadas, “Los medios difunden en la sociedad el estereotipo drogas-delin-
cuando las sustancias reingresan en Occidente51, no lo hicieron cuencia: En efecto, se afirma que la preponderante y, a menudo,
sino de manera, diríase, recatada, pues la atención se concentró en casi exclusiva atención que la información periodística presta a
grupos visibles pero de carácter excepcional, una excepcionalidad las dimensiones delictivas del fenómeno de la drogadicción impi-
que jugará un papel importante en los procesos de subjetivación de que la sociedad perciba todos los aspectos del problema de la
y socialización de las sustancias y de los usos. Sin embargo, en el droga y consolida el miedo y el rechazo social al drogadicto, con
tercer tercio del siglo XX, los medios de comunicación empiezan lo que se dificulta la comprensión del problema y la rehabilitación
a invadir el mundo y, en ese proceso, las noticias sobre las drogas del drogadicto”.
empiezan a ocupar un sitio que crece de manera quizás exponen-
cial. Desde entonces, los medios jugarán un papel importante en Se habría producido, pues, una suerte de acuerdo tácito en la
las dimensiones y sentidos de las drogas. sociedad probablemente surgido de la actitud oficial de los go-
biernos capturados por la guerra a las drogas. Es probable que
51 En el Capítulo Primero se ha visto que la marihuana atraviesa la historia y que real-
esta guerra se haya convertido en la causa fundamental de los
mente nunca ha desaparecido de ninguna sociedad a la que llegó en algún momento.
Por lo mismo, esta reaparición es más simbólica que real. Se trata de su aparición 52 González, N. Estudios sobre droga y medios de comunicación en España, Comuni-
enfrentada a la prohibición. cación y Sociedad, V.v, N.1 y 2, 1992

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silencios en torno a ciertos aspectos fundamentales que tienen prevención o de tratamiento. Cuando los llamados especialistas o las
que ver con los usadores en sí mismos y sus relaciones con las autoridades hablan del tema, se refieren casi siempre a la droga, en
sustancias y, de modo particular, con la sociedad y más aún con un singular que poco significa, cuando de hecho se tocan realidades,
el poder. sustancias, productos, plantas, pastillas, hojas, flores, extractos.

El calificativo de mal universal sirvió para calificar, no solo a las Los saberes paralelos
sustancias y los traficantes, sino también y sobre todo a los usa-
dores constituidos en el último eslabón de un perverso sistema de En este casi medio siglo, se ha construido sobre las drogas una
reciprocidad causal y moral. suerte de lenguaje único y universal, repetido en todas las lenguas
posibles, a lo largo y ancho del tiempo y de las geografías físicas
Sin embargo, estos acuerdos, en lugar de mejorar la compren- y culturales. Tan importante fue la idea de la repetición que, de
sión de los problemas, probablemente han terminado impidiendo alguna manera, se la equiparó al saber y a la prevención. De hecho,
el logro de una mejor y más amplia intelección de esta realidad como parte de una repetición de antiguas posiciones educativas, se
convertida en problema por una suerte de decreto que pesa sobre supuso que el saber constituye la primera, a veces la única vía, para
las drogas y sobre los usadores. De hecho, nunca se realizaron las llegar a la prevención. El que sabe no peca, decían los teólogos. El
distinciones pertinentes y necesarias entre la cosa-sustancia y los que sabe no usa marihuana, decían los zares de las drogas. Pero el
sujetos. Quizás se produjo una suerte de cosificación de ese todo saber consistía en no decir nada más que la marihuana hace daño
que involucra la planta de marihuana, el productor, el traficante pero nada o casi nada de ella misma. Así se ha pretendido pasar por
y el usador. Es muy probable que una de las razones del rotundo alto el hecho de que la prohibición es la causa del deseo. Y que el
fracaso de la guerra a las drogas tenga que ver con este proceso ab- deseo es deseo de placer.
solutamente descalificador y atentatorio en contra de los principios
éticos y culturales de los pueblos y de los sujetos. Estos discursos cerrados sobre sí mismos pasaron por alto la capa-
cidad colectiva e individual de producir lenguajes nuevos y móvi-
En consecuencia, lo conflictivo ya no se referiría tan solo a las dro- les sobre todas y cada una de las realidades del mundo. “El proble-
gas en sí mismas, sino a los modos de abordarlas, a los discursos ma del lenguaje, cualquiera que sea lo que se piense al respecto,
que se construyen para explicarlas y a las acciones que se desarro- fue por cierto un problema entre otros. Empero nunca como en la
llan para enfrentarlas. Lo conflictivo es el poder sobre todo cuando actualidad ocupó como tal el horizonte mundial de las investiga-
se enfrenta a un fracaso no reconocido sino denegado. ciones más diversas y de los discursos más heterogéneos por su
intención, su método y su ideología”, dice Derrida.53 Se sentenció
Es preciso reconocer que este único y poderoso discurso sobre las la maldad de las sustancias y nunca más hasta ahora se ha vuelto
diferentes drogas, entre las que la marihuana ocupa un lugar parti- sobre este dogma. La reacción de Naciones Unidas frente a la de-
cular, se resiste a los distingos porque no los abandona cuando se
53 Derrida, J., De la gramatología, pág. 11.
preocupa de las investigaciones o de los denominados trabajos de
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cisión de Uruguay es un claro ejemplo del valor definitivo de la tratado de filtrar cuidadosamente los saberes sobre las drogas que
sentencia dada a esas plantas y sustancias. llegan a la comunidad. Pero en el siglo XXI las tecnologías supe-
ran a las enseñanzas emanadas del poder. El dogma de la maldad
En efecto, a lo largo de estas décadas de guerra contra las drogas, de las drogas se deshizo como un castillo de naipes. Hoy ya no
casi no se ha hecho otra cosa que repetir un único lenguaje con es posible ocultar que todo saber denominado oficial adolece de
idénticas significaciones encargado de eliminar toda diferencia y debilidad conceptual. Posiblemente a esto se referirían testimonios
distinción. Parte fundamental del fracaso de la guerra tendría que como el siguiente que proviene de un muchacho de dieciocho años
ubicase en este hecho lingüístico destinado a abolir las diferencias. de estrato económicamente alto:
La inflación del signo en lenguaje ha sido tan absoluta y total que
ha terminado anulando las diferencias. ¡Cuál discurso! Ja, ja, ja! Si en el colegio solo nos hablan de que
la marihuana es una droga igual que la cocaína y otras más. Nos
El problema fundamental del discurso único estriba en que se con- dicen que te haces adicto, que te consume el cerebro y que te mata
vierte en verdad incuestionablemente cierta. Desde el mismo ins- lentamente. Como si nosotros no supiésemos nada.
tante en el que se crea un discurso único, se lo establece primero
como saber y luego como verdad. En este caso, la verdad no apare- Para el joven informante no existe discurso en la réplica acrítica y
ce como el producto de sólidas construcciones teóricas sino como fuera de todo análisis de lo que los espacios de poder ya han deter-
producto del poder que decreta la maldad de la cosa. minado respecto a los sentidos de las drogas. Entre la ridiculez y
la soberbia del saber oficial traducido al lenguaje del maestro, a las
El discurso único, al tiempo que posee características monopó- nuevas generaciones solo les cabe el desprecio porque se trata de
licas, da cuenta de la pobreza ideativa y también del miedo que decires ajenos a la realidad de la contemporaneidad. Lo que acon-
acompaña al dueño del saber respecto a los saberes de los otros. tece con la marihuana, y en general con todas las demás drogas,
El pensamiento único, centrado en el poder, revela, primero, la in- da cuenta de que impera un anacronismo que gobierna tanto los
coherencia del poder en sí mismo pues se sostiene en la apropia- saberes como sus transmisiones que terminan siendo meras repeti-
ción del saber y, en segundo lugar, el temor de que el saber pueda ciones de lo previamente estatuido.
ser analizado y criticado por los otros.
El discurso sobre las drogas y la posición de los usadores tanto
Siempre el saber, ubicado en el poder como propiedad, se ha prote- como la de los analistas comúnmente transitan los espacios de las
gido a sí mismo de cualquier intento de crítica. Pero este principio relaciones binarias que han sostenido la historia del pensamiento
es cada vez más deleznable por cuanto las posibilidades de análisis en Occidente y que van más allá de la oposición ética bueno-ma-
y de crítica de las sociedades actuales son cada vez más grandes lo. Aunque rara vez sea explícita, es posible encontrar las huellas
por el acceso fácil a muchas fuentes de información que no nece- de la relación de El lobo y el cordero de La Fontaine. El poder y
sariamente concuerdan con el saber del poder. Por ello el poder ha las razones del lobo (la ley antidroga) se imponen por sí mismas

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y desbaratan las verdades del cordero (los usadores) que termina es casi de carácter óntico, es decir, tendría la capacidad de modificar
siendo devorado. al ser en sí mismo y de dañarlo irreparablemente. El sujeto dejaría
de ser un buen ciudadano o un buen hijo para convertirse en malo,
Es la razón del más fuerte la que ha servido de punto de apoyo para esencialmente malo, se podría decir. No hace algo malo al fumar
una relación absolutamente dispar en este tema cuando se junta sin marihuana, sino que la marihuana lo convierte en ser malo.
discrimen alguno a traficantes y usadores para que conformen el
grupo de los enemigos de la sociedad a los que el poder debe eli- Ah, y faltó lo importante: te haces ratero, violador y todo lo que se les
minar por igual. Siendo realmente víctima, el usador aparece desde ocurre. Por supuesto, nada de eso es verdad. No le robamos a nadie
el comienzo de la historia como la parte importante del mal que la para comprar marihuana, es más, siempre que queremos comprar
sociedad debe eliminar sin consideración alguna. El tema de las cor- tenemos la plata. Es que los papás nos dan para la semana y nosotros
tes de drogas da cuenta de esta posición. La comunidad de naciones administramos bien los fondos. Yo mismo a mis compañeros les hago
aparece como la parte buena, apropiada del poder, y la droga la parte los trabajos de química y los de física. Y ellos me pagan. Si fuese
mala a la que se adscriben los usadores. cierto que la mariguana te destruye el cerebro, yo sería la excepción.

Este discurso debe repetirse de manera incesante porque en ello, en el De entre todos los discursos sobre las drogas, este es el que más daño
acto de la repetición, se construye la verdad. En efecto, la repetición ha causado, no solo a la sociedad sino, de modo muy particular, a
acrítica constituye una de las características de la doxa en Occidente. las drogas en tanto sustancias porque en su torno se creó un mundo
Cuando la repetición pasa por la palabra de la autoridad, bien sea atroz. Esas sustancias se convirtieron en el mal de los males del que
desde el poder o desde el saber, entonces, lo dicho deviene dogma es preciso huir lo más lejos posible puesto que su capacidad de daño
de fe, casi como una religión. De esta manera, quienes más saben de es ilimitada.
drogas serían aquellos que de mejor manera repiten el discurso oficial
del que han terminado apropiándose. Por otra parte, cuanto más se Se trata, en consecuencia, de un relato en sí mismo incuestionable
acrecienta su reproducción, más se afianza la verdad del mismo y su que no toma en cuenta, por ejemplo, la relación directa entre el uso y
carácter de incuestionable. Desde ahí, el informante continúa: el placer, entre la prohibición y el deseo. El tema de las drogas ha sido
manejado al margen de un análisis serio sobre las subjetividades. Una
Eso no tiene nada que ver con lo que uno experimenta. No te dicen psicología fofa y adscrita al poder ha sido la llamada a hablar a nom-
que fumando te sientes tranquilo o que te ayuda a olvidarte de tus bre incluso de la Academia. Este discurso, de manera propositiva,
problemas o que simplemente te hace sentir genial. Nada de eso te jamás ha abordado el tema del placer, de esas experiencias propias de
dicen, solo lo supuestamente malo. cada subjetividad y de sus formas de estar en el mundo.

¿En qué radica ese mal? No se trataría de un ponerse mal, de enfer- Esta relación negada es, sin embargo, rescatada en todos los es-
marse, por ejemplo. El mal al que haría referencia el discurso oficial pacios sociales sean o no usadores. Lo dice, por ejemplo, un in-

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formante guayaquileño de 24 años que habla, diríase, desde una Mientras el profesor habla de la droga repitiendo aquello que el
elemental psicología del sujeto y del deseo pero que, sin embargo, discurso estatuido impone, los estudiantes construyen otro. Más
no deja de dar cuenta de la infinita complejidad que hace el mundo aún, lo dicho por el maestro se opone, lingüísticamente, a aquello
del deseo. que sobre una sustancia determinada piensan, hablan y sienten
los estudiantes.
Yo creo que la prohibición te trae más curiosidad, la prohibición
te genera más deseo porque, nos preguntamos, ¿por qué me tienen Esta discordancia constituye parte fundamental de las verdades
que negar esto? ¿Por qué me niegan esta situación? Yo no creo que se han producido sobre la mariguana a lo largo de los tiempos.
que ayude la prohibición, creo que más bien genera como que Es, por otra parte, lo que caracteriza las posiciones sobre casi todos
mayores interrogantes, te genera mayor escepticismo frente a las los objetos y circunstancias que forman parte de la cultura y que,
cosas. Es decir, es como si me prohíben y no me dan razones, en- de una u otra manera, se relacionan con los deseos y las opciones
tonces es como si yo tengo que desear más, es eso lo que hacen los subjetivas.
adolescentes. Entonces no es tan cierto que usan porque no saben
sino porque prohíben sin dar razones, y por eso ha aumentado el Desde esta perspectiva, y con el afán no explícito, pero ciertamente
consumo de drogas, porque los que manejan el tema no lo mane- presente, de no abordar los temas fundamentales que tienen que
jan ni teórica ni técnicamente, todo esto es insuficiente. Yo creo ver con los sujetos más que con las drogas, los discursos se centran
que este es uno de los errores que se han cometido. en lo anodino que así adquiere visos de cientificidad o de profun-
didad académica.
Los medios de comunicación, por su parte, no han hecho otra cosa,
que repetir el discurso oficial, casi al pie de la letra. Han sosteni- Los discursos difieren muchísimo. Lo que se hace comúnmente es
do la verdad de la verdad del estereotipo de la relación entre las hablar de la definición, de los nombres científicos de la hierba. Te
drogas y la delincuencia, por ejemplo. Si bien esta ha sido en gran hablan a cerca de las consecuencias, te hablan a cerca de lo que
medida la tarea de los medios, no se podría afirmar que ha existido ocasiona. Pero no te hablan de lo que se siente en realidad. A lo
una toma de posición de los medios respecto al carácter delincuen- mejor hablan con un sustento teórico sobre la base de un conoci-
cial de las drogas sino que ellos, en general, no han hecho otra cosa miento, pero no saben de las circunstancias que están ligadas a
que ser repetidores del discurso estatuido. La palabra se oye a sí los consumos. Si un estudiante le preguntara qué es estar volando,
misma. Y desde ese momento, se produce una repetición en cadena no sabría nada que decir, eso no sabe. No sabe lo que pasa, no
que nadie se ha atrevido ni a cuestionar peor aún a contradecir. sabe que la marihuana produce eso, volar. No sabe por qué se le
dice a la marihuana “la chistosa”. Pero los que usan sí saben por-
Para Héctor, un joven de Quito, no existe concordancia alguna que te ríes muchísimo, cuando a otros les produce sueño, pesadez
entre el discurso oficial sobre las drogas y aquel que se produ- o la otra persona se siente liviano. Nosotros nos drogábamos y
ce en la gran población, en los grupos sociales, en los usadores. poníamos reggae, y nos quedábamos ahí volados toda una tarde.

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En cambio, otros días veíamos la televisión sin volumen y nos pro- actitudes porque las nuevas generaciones poseen saberes que en
vocaba mucha risa. mucho contradicen el decir oficial del colegio o de los adultos en
general.
How to spend it....¿Cómo gastarlo? Ese es el nombre de un su-
plemento del diario británico Financial Times. Cómo invertir el Incluidos los muchachos, todos saben que el tema de las drogas
tiempo del discurso y el tiempo del silencio, el tiempo del dolor es eminentemente polémico porque en la base existen contradic-
y el del placer. Este tiempo no consta en lo que un profesor dice ciones múltiples. Estas contradicciones no vienen a desbaratar el
sobre la marihuana. Quizás sobre nada de aquello que en verdad andamiaje discursivo ni el oficial ni el de los usadores. Por el con-
interesa a las nuevas generaciones. ¿Cómo gastar el tiempo de la trario, esta oposición provee de sentido tanto al discurso interdic-
información en cuanto tiene que ver con temas importantes y no tor, en tanto lo descalifica, como al de los usadores que de ninguna
con el discurso sobre el mal? manera quedan justificados. Por ende, una actitud sana, dicen las
nuevas generaciones, consistiría en comenzar aceptando que se
Sobre todo, pero en particular sobre la marihuana, se debería cons- trata de un tema complejo y problemático a la vez. Aceptarlo im-
truir un discurso que tenga que ver con realidades que afectan a los plica dejar de lado cualquier posición lineal tal como acontece con
otros, en la medida en que es capaz de provocar afectos, del orden el discurso oficial.
que fuesen, y acontecimientos múltiples. La droga, sea cual fuese,
es aquella sustancia que afecta, cambia, modifica e incluso muta “Nuestra hipótesis es que el saber cambia de estatuto al mismo tiem-
al sujeto. El tema de la mutación ha sido anulado y, sin embargo, po que las sociedades entran en la edad llamada postindustrial y las
es clave en el proceso político, social e incluso individual pues culturas en la edad llamada postmoderna”54, Pero este principio que
sostiene todo el andamiaje oficial sobre la marihuana y las otras parecería absolutamente obvio, no lo es cuando los procesos de co-
sustancias. En efecto, casi por arte de magia, basta una primera nocimiento se refieren a temas despojados de su singularidad espe-
vez, quizás la única, para que el chico de hijo bueno, de estudiante cífica, como las drogas introducidas de lleno en una moral bivalente
común, de ciudadano respetable, se convierta en fumón, marihua- que dificulta y casi imposibilita la producción de saberes nuevos. El
nero, enfermo y delincuente. Con frecuencia, es todo esto a la vez mismo autor añade luego algo que explica mejor la casi total carencia
de tal manera que el sujeto desaparecerá para que en su lugar apa- de reflexiones teóricas sobre las drogas, los usos y sus usadores. “la
rezca el drogadicto-delincuente. sociedad no existe y no progresa más que si los mensajes que circulan
son ricos en información y fáciles de decodificar”.55
Los profesores no se encuentran al margen de este proceso de
intelección y también de transmisión. Pero el repetitivo discurso La posición moralista que se ha adoptado ante las drogas (cosas
no provoca nada más que un quemeimportismo de los estudiantes malas por sí mismas), ha hecho que ya no se teorice sobre ellas
que nada nuevo incorporan al saber sobre las drogas. Decir una
y mil veces lo mismo no cambia en absoluto ni los saberes ni las 54 Lyotard, J-F, La condición postmoderna, 13.
55 Ibidem, pág. 18.

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y sobre todo aquello que les corresponde o con lo que se hallan Así lo perciben los universitarios que ven al cannabis formando
vinculadas de manera directa e indirecta. En las cuatro décadas parte de la complejidad y misterio de la vida. No se sabe de qué
de guerra sin cuartel, no se creó una hipótesis de trabajo porque manera aceptar que la marihuana sea mala y que su uso se halle
se partió de una verdad casi dogmática: las drogas son sustancias prohibido. Si no se usa no es precisamente por un convencimiento
malas que deben ser destruidas de manera absoluta, sin contempla- sobre los supuestos daños que ocasiona sino por el miedo a que-
ciones ni excepciones. brantar una norma realmente compleja. Además, la aceptación de
la norma no responde necesariamente a una posición de convenci-
Lo polémico del tema se orienta al tráfico, a la producción y a los miento sobre el mal que ocasionaría. Se trata de una aceptación de
usos, una polémica de carácter social-administrativa más no teóri- carácter social más que personal, una aceptación que bien podría
ca. Allí radica y ahí se agota aquello que los informantes califican dar cuenta de una hipocresía social generalizada.
de polémico.
Rocío es una mujer joven de la capital. Para ella, la hipocresía es
El tema de la marihuana es muy polémico porque hay gente el determinante de los usos como de las abstenciones. En efecto,
que prefiere beber pero el problema es cuando a la gente no incluso cuando alguien afirma que no la usa, no estaría haciendo
le gusta beber. Se dan vacíos existenciales y problemas, no sé, referencia precisamente a un convencimiento personal sino al he-
familiares u otros. Entonces, la marihuana entra como un tran- cho de sencillamente no atreverse a usarla. En la sociedad se habría
quilizante. Yo pienso que el marihuanero lo es por ser solitario producido, pues, una actitud de fingimiento que gobernaría la rela-
y aislado socialmente. Yo escuché a uno que decía que podía ción de las personas con la marihuana.
pasar solo en su cuarto sin hacer nada. Justamente esa es la
marihuana. Se acepta pero de manera fingida porque muchos de los que dicen
seguir las leyes y aceptar las prohibiciones son los que fuman en
La marihuana sería, por una parte, la soledad del sujeto, el abisma- oculto o los que se van a lugares lejanos, fuera de la ciudad, no
miento del ser ante la nada. La experiencia del anonadamiento que solo a fumar marihuana sino a hacer muchas cosas más. No hay
aparece el rato menos pensado o que ha invadido como mancha de una aceptación total. En efecto, los que no fuman es por miedo
aceite la cotidianidad, quizás desde hace mucho tiempo. La mari- porque los mitos han sido más fuertes que la realidad, no se atre-
huana estaría ocupando el lugar de aquello que familiar, subjetiva ven a experimentar por ellos mismos las cosas sino que lo único
y socialmente debe significar y representar al sujeto ante su propia que quieren es agradar a los demás y guardar la imagen de ser
soledad que no se entendería como ausencia de compañía sino de buenas personas, pero el ser buena persona no radica en que sí
sentido. Una explicación que es muy común en los testimonios. Es fumas o no algo, sino en lo que te sale del corazón y en tu actuar
probable que la soledad desde la que se convoca a la marihuana diario. Siempre han sido las amenazas de los adultos pero nunca
haya terminado construyendo una suerte de identidad entre esa so- ha existido un diálogo con franqueza. No es la marihuana la que
ledad y la marihuana en sí misma. causa daño.

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Ecuador y la marihuana Consep

El saber cambia de condición al mismo ritmo que las sociedades oficial. La droga es, pues, una sustancia no solo mala sino, quizás
se modifican por efectos del desarrollo industrial y, quizás sobre sobre todo, francamente criminal. Esta ideología se sostiene en el
todo, de los cambios que se producen en el orden de la cultura. Es conjunto de prácticas sociales mediante las cuales se patologizaron
cierto que, como dice Lyotard56, parte de estas proposiciones puede los usos y se criminalizó tanto al usador como a la misma droga.
ser conjetural, sin embargo, es un hecho que la movilidad social, Como caso muy raro en la historia de occidente, se construyó el
industrial y económica implica igualmente una movilidad ideativa. estereotipo droga-delito que casi nadie cuestionó a lo largo de los
últimos cuarenta años.
A lo largo de la guerra a las drogas, una de las tareas fundamen-
tales del sistema fue sostener a toda costa un único y monolítico En esta posición repetitiva y sobre todo incuestionable, se podrían
sistema de representaciones. Una estrategia considerada funda- ver los vestigios de la posición de occidente que, si bien ha sido
mental porque de esa manera el enemigo era único en cualquier cuestionadora e incluso destructora de dogmas, sin embargo se ha
parte del planeta igual que las estrategias utilizadas para su elimi- mostrado eminentemente conservadora. Este conservadurismo oc-
nación. Es probable que parte del fracaso de esta lucha haya sido cidental se sostiene en buena medida en el dogmatismo que carac-
precisamente esta posición única e intocable en la medida en la teriza a Occidente.
que se negó a reconocer que por debajo corría otra corriente que,
seguramente incipiente y débil al comienzo, poco a poco tomaría Sin embargo, más allá de los discursos de esa estabilidad ideativa,
cuerpo hasta llegar a imponerse. De hecho, el reconocimiento del el mundo cambia y nadie puede detener ese movimiento. Lyotard
fracaso de la guerra por parte de Naciones Unidas, aunque nunca hablaba de transformación para señalar que los cambios no son
se lo dijo de manera explícita, ha implicado la aceptación tácita sencillos, formales, sino constitutivos del pensamiento. Se modi-
de ese proceso. fica la naturaleza misma del ser y, en consecuencia, de todo lo que
se llama cultura.
La escuela, como espacio de explicitación de la ideología domi-
nante, no hizo otra cosa que repetir, con una gran mediocridad, el “En esta transformación general, la naturaleza del saber no queda
discurso del mal. Por su parte los profesores no han tenido sino la intacta. No puede pasar por los nuevos canales, y convertirse en
misma tarea con los agujeros de significación que se producen en operativa, a no ser que el conocimiento pueda ser traducido en
sus saberes que, al respecto, han sido significativamente pobres.57 cantidades de información. Se puede, pues, establecer la previsión
de que todo lo que en el saber constituido no es traducible de ese
Hace veinte años, dice Javier, nos decían en el colegio lo mismo modo será dejado de lado, y que la orientación de las nuevas inves-
que dicen ahora. El sistema educativo no ha hecho ningún esfuerzo tigaciones se subordinará a la condición de traducibilidad de los
particular para pensar más allá de lo poco que se sabe del discurso eventuales resultados a un lenguaje de máquina”.58

56 Lyotard, J-F., La condición postmoderna, pág. 13


57 Tenorio, R. El sujeto y sus drogas, 2011 58 Lyotard, J-F, ib. Pág. 15

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Una de las propuestas fue que se construya y difunda un discurso posee y se debe saber. Está en el mundo a la vista de todo, en el me-
único y universal sobre las drogas. Un texto reducido a la idea de gamercado de los placeres60 al que todos están convidados a entrar.
que las drogas son malas, siempre malas. Estas drogas inicialmen-
te centradas en la coca y la marihuana, de manera secundaria el Por ello, todos los informantes concuerdan en asegurar que para
opio. Al mismo tiempo que se sembraba este discurso, ahí mismo saber de la marihuana no hay que hacer nada especial porque es
iban asomando nuevas sustancias que, desde luego, fueron incor- una de las nuevas realidades omnipresentes en todas las geografías
poradas al sistema del mal. físicas pero sobre todo lingüísticas. Lo dice María, una muchacha
universitaria:
“Colombia se convirtió en un gran país productor de cocaína. ¿Por
qué los campesinos latinoamericanos producen más coca de la que Hay mil rutas para llegar a la marihuana, todas las que se te pue-
tienen necesidad para su propio uso? La explicación reside en las dan ocurrir, no es que yo sea vieja. Pero cuando los de mi grupo
políticas impuestas a los países del sur. Contrariamente a los ricos empezamos a fumar, había gente que nos decía lo buena que era,
Estados occidentales, ellos han tenido que abrir sus mercados, en y en los colegios te daban información, pero solo el lado negativo,
efecto, a las exportaciones agrícolas norteamericanas subvencio- igual a como te hablan de la sexualidad cuando lo único que en-
nadas, que arruinan su producción nacional (…) Y precisamente focan es el tema del aborto, como si tener relaciones sexuales te
porque son racionales se dedican a producciones –como la coca o llevara necesariamente a abortar. Principalmente son los amigos
la marihuana- que les proporcionan más dinero”.59 los que hablan de la marihuana. Siempre se tiene amigos mayores
que te cuentan y te hablan de la marihuana.
Lo que hace Chomsky es marcar uno de los más grandes proble-
mas que inciden en el tema de las drogas: la pobreza del campesi- Para Sandra, una muchacha de veintitrés años, el dogma sobre las
nado latinoamericano, en particular de Colombia, Perú y Bolivia, drogas en el discurso oficial es hoy el mismo que hace cuarenta
países en los que se cultiva tanto la marihuana como la coca. Los años. No es el oficialismo, dice, el que ha cambiado sino, por el
campesinos de la pobreza ven en el cultivo de coca o marihuana contrario, las nuevas generaciones y no únicamente las que usan
una alternativa para su sobrevivencia lo cual determinará que siga drogas sino todas que cada vez saben más y mejor sobre las mis-
habiendo droga en el mundo. mas porque, en definitiva, se sabe más del mundo.

Todos los caminos conducen, pues, a la marihuana como parte de Sandra pertenece al grupo de las nuevas generaciones. Es uni-
una práctica que ha acompañado a la humanidad a través de la his- versitaria. Según cree, se abstuvo de usar marihuana pese a ha-
toria. Como si en las últimas décadas se hubiese producido un saber ber vivido un ambiente en el que buena parte de sus amigos lo
universalizado del que prácticamente nadie puede escapar porque se hacía y lo hace. Para ella es sorprendente cómo hasta muchachos
ha introducido en la cultura y, por ende, ya forma parte de lo que se todavía pequeños ya poseen un enorme acerbo de conocimien-
59 Chomsky, Noam, La droga como coartada en la política exterior norteamericana. 60 Tenorio, R., 2010.

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tos sobre ciertas drogas, sobre la marihuana, por ejemplo. Antes, nes de los sesenta y más. A partir de la última década del siglo XX,
cuando fue muchacha solo hace unos pocos años, había una sola se habría producido una suerte de cambio radical que no necesitó
marihuana. Hoy, en cambio, los chicos le hablan de múltiples un mayo, como en el 68, para hacer escuchar su voz y evidenciar
marihuanas. su presencia. Se produjo dentro del torrente de las representaciones
sobre el mundo, la libertad, la subjetividad, el placer, el goce, la
Es muy posible que la prensa haya sido parte del sostenimiento de muerte, la no violencia, la equidad de género y la libertad absoluta
este discurso prevalente sobre las drogas en general. Vale rescatar el en torno a la sexualidad.
hecho de que la prensa (periódico, radio, televisión), prestó gran parte
de su atención a lo delictivo de las drogas, ya sea en lo que respecta Las representaciones sociales son cada vez más móviles como
a la producción y tráfico como al uso. De ninguna manera este posi- condición de la existencia y de la cultura, del pensamiento y de los
cionamiento ha sido gratuito, todo lo contrario. En efecto, el discurso sistemas. Lo impredecible forma parte del proceso de construcción
oficial de las drogas no dejó resquicio alguno para otra interpretación de los sujetos y de las comunidades. Esta movilidad acelerada que
que no sea la delincuencial, aquel que tan solo vio el lado malo de la contradice a aquella sociología y psicología de laboratorio que fue
marihuana, aquel que conduce a la perdición a sus adictos. parte del siglo XX61 y que fracasó porque ignoró la libertad y la
creatividad de los sujetos. La guerra a las drogas se sustentó en un
Ahora saben mucho, mucho más que antes. Tengo un amigo me- conductismo elemental, es decir, en el desconocimiento tanto de la
nor a mí que me habla de diferentes vuelos. Me dice: mira, con la libertad como de la posición hedónica.
chola, que es la marihuana más común que la venden en la calle
y que la mezclan de tal manera que les da blancazos a los chicos. Ir a las representaciones sociales implica reconocer que en los gru-
Hay una de mejor calidad que la chola, se llama la cripy, y hay pos se producen conocimientos que determinan actitudes ante la
otras más. Mira, ahora a los dieciséis años saben todo, a esa edad vida. Por lo mismo, se trata de saberes y actitudes eminentemente
yo no sabía casi nada, y eso es sorprendente. Sorprende que te di- móviles en sí mismas y en su espacialidad lo que determina que los
gan tengo un red point que te hace tener un vuelo genial. Ellos la modos de pensar y vivir de un grupo influyen en otro pese a que
siembran y tienen que hacer una cosecha cada tres meses, y saben se encuentren geográficamente y hasta culturalmente distantes. No
cultivar y todo eso. Se la llama red point porque tiene un cogollo se trata de una pura actitud imitativa sino de procesos de culturiza-
rojo, con ella se necesita una cantidad súper mínima para tener ción absolutamente complejos y también inconscientes. Estos sa-
un vuelo demasiado alto, es fuerte. La chola te da una especie de beres y actitudes vivenciales no constituyen estructuras sino con-
chuchaqui. La regla es que se use menos cantidad y se logre un
vuelo más alto. Para esto, la red point es la mejor. 61 Durante la década de los sesenta del siglo pasado surge la teoría de las represent-
aciones sociales como alternativa a los estudios en Psicología Social los cuales se
encontraban bastante alejados de lo social al aparecer dotados de una fuerte carga de
De alguna manera se habrían agotado los constructos sociales, polí- cientificidad laboratorista, haciendo creer que a partir del análisis del comportamien-
ticos y éticos que intervinieron en la construcción de las generacio- to de ratones se podría conocer, interpretar e intervenir en el devenir del pensamiento
de los sujetos y de la sociedad.

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juntos móviles que se adecuan a las condiciones espacio-culturales condena. Es precisamente esta subjetividad la que se rescata en los
en las que se desarrollan. Además, se trata de saberes legítimos y testimonios que se hallan muy lejos de condenar ni a las drogas ni
legitimados tanto en su origen como en el producto que no es otro sus usos.
que la capacidad de producir nuevos saberes.
La mejor estrategia para saber más y mejor sobre la marihuana
El poder construyó e impuso un saber único y universal sobre las es tener un contacto directo y al menos experimentar una vez en
drogas. Tanto el contenido como el proceso mismo de transmi- tu vida, ¿Cómo sabes si es buena o mala si no la pruebas? A sí
sión debieron ser únicos. Por ejemplo, los paradigmas dile no a mismo, ¿cómo sabes si el chocolate te va a gustar o el caviar si no
las drogas o las drogas son malas en sí mismas se convirtieron en los pruebas? La gente, en lugar de hablar, debería ver de forma
unidades de significación dogmática que circuló dentro de cons- directa las cosas. En el colegio te dicen solo lo negativo, en la
trucciones paradigmáticas que, como procedían de los más altos casa igual. Y te amenazan: cuidado andes en drogas porque, si
lugares del poder político y social, fueron reactivas a cualquier no, te desconozco como hijo, te desheredo, y cosas así. Pero ni la
cuestionamiento. calan63 que uno fuma desde hace rato.

Como ya lo señalaba el mismo Moscovici,62 una de las funciones Por otra parte, es preciso tomar en cuenta que el tiempo que media
de las representaciones es crear nuevas realidades, esa realidad entre una generación y otra no solo que produce nuevos saberes so-
creada y conocida en el día a día de la existencia. En consecuencia, bre las cosas sino también nuevas realidades, en este caso, nuevas
tan solo el análisis de las representaciones que se han creado en las marihuanas. Eso implica que no es la misma marihuana aquella
poblaciones sobre las drogas da cuenta de lo que ellas son y signifi- que se usaba a mediados del siglo pasado que aquella que usa en
can en los grupos. Estos saberes construyen la verdadera realidad, la actualidad un escolar. Un joven de 23 años de Guayaquil es ca-
si puede decirse así, sobre lo que es, por ejemplo, la marihuana. No paz de ver esas diferencias. Estas diferencias no son formales sino
se trata de una definición sino de un conjunto de percepciones que constitutivas porque marcan espacios lingüísticos y desiderativos
sobre el cannabis se han producido en los distintos tiempos y en los que corren juntos marcando rutas, deseos, expectativas e incluso
distintos grupos de la sociedad. efectos distintos, algo que el discurso oficial se ha empecinado en
desconocer.
En consecuencia, el saber sobre las drogas en general y sobre la
marihuana en particular tenía que ver únicamente con la asunción Me estoy refiriendo a cuando yo era adolescentes, cuando yo tenía
y repetición de la doxa del poder. Cualquier otra vía se hallaba 13 o 14 años, en relación a lo que son ahora los adolescentes de
previamente ya descalificada y hasta condenada. Para el mundo de 13 o 14 años, las diferencias son grandes e importantes. Estuve
las representaciones, sin embargo, ese saber es, no solo cuestiona- en Latacunga con unos amigos, uno de ellos me dice: oye, vamos
ble, sino erróneo porque deja de lado la subjetividad y además la a fumar yerba. Entonces otro del grupo que era muy jovencito,
62 Moscovici, S, México, 2003 63 Calar: darse cuenta, saber.

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tan solo colegial, nos dijo: ¿ustedes seguirán con la yerba? No, la ley e incluso de la bondad de los otros. Las drogas se hallan en
vamos a pegarnos otra cosa. La hierba tiene diferentes nombres, la orilla opuesta del decir de la ley. Para el poder, los a-dictos se
hasta en los colores tiene variantes: por ejemplo la chola que la han colocado por sí mismos al margen de la bondad social y allí
venden en dos dólares, hay una que es morada, bastante cara, permanecerán para siempre.
le dicen la Billiyou, entonces, yo tengo marihuana, ustedes solo
fuman la chola, esa es bastante cara, vale 30 dólares y entonces Desde luego que el texto de Derrida pertenece al campo de la fi-
fumamos Billiyou. Lo que te digo es cómo difieren las cosas, y losofía. Sin embargo, no se lo fuerza cuando se lo conduce a este
esto habla un colegial, no estamos hablando de mis amigos de la mundo de las drogas en el que la pertenencia no-pertenencia tiene
universidad. que ver con el sencillo hecho de si usa o no alguna sustancia. De
esta manera, la droga se convierte en un clasificador social, ético
Para la población que bordea los cuarenta años o más, la relación y hasta filosófico. Sin embargo, la tarea analítica fue clausurada
de la marihuana con el concepto de droga es más sólida, más lógi- desde los inicios mismos del conflicto de tal manera que no quepa
ca y evidente. Allí no existen dudas y menos aún algún intento de duda alguna sobre los efectos de la clasificación entre no usadores
elogio directo a la marihuana como tal. Como se verá más adelante y los usadores, que equivale a entre buenos y malos ciudadanos.64
se puede llegar a justificar los usos pero no se entona el himno de
la alegría recorriendo los caminos de la libertad y de la autonomía. Cada generación constituye un tiempo lógico hecho de actitudes,
creencias, miradas, placeres, tenencias, privaciones, goces y sufri-
Por otra parte, es preciso tomar en cuenta que los saberes que se mientos. En ese momento histórico y mítico al mismo tiempo, no
producen y repiten, incluso en este tiempo, pusieron el acento en existe un sometimiento a ninguna verdad pues prima la escritura de
la parte delictiva y en el calificativo de drogadicto al usador. En otros textos que incluyen nuevas verdades. Lo nuevo podría tener la
consecuencia, el saber y la transmisión se hallan marcadas por el forma de lo antiguo, pero no lo es. La historia no se revela a través de
signo del mal. un continuum sino, por el contrario, mediante rompimientos lógicos
cuya máxima expresión son los lenguajes que se movilizan y mutan.
Con la marihuana, que constituye el paradigma de droga, sucede
algo parecido a lo que se da en otros aspectos de la realidad de los De aquí surge el verdadero sentido de contemporaneidad y tam-
sujetos, es decir, una oposición clara y tajante: quienes la usan son bién de historia. El antes y el después no se sostienen en el tiempo
diferenciados de quienes no lo hacen. Estos pertenecen al reino del sino en los registros culturales que permitieron vivir, interpretar
bien los primeros, al mundo del mal. Los unos son los drogadictos: el mundo y pensar en el futuro. No se rompe con el pasado ni
los adictos a la cosa, pero también, si vale la posibilidad, los a-dic- se rompen las tradiciones sino que se las supera para crear otras.
tos, los que se quedarán fuera de los decires, de aquellos juegos de 64 Derrida, J. :Cada vez que se vuelve a poner en cuestión un límite oposicional,
lenguaje que determinan la bondad del sujeto y de la sociedad. Los lejos de concluir de ahí la identidad, es preciso multiplicar por el contrario
a-dictos se colocan, desde el poder, al margen de los discursos de la atención para con las diferencias, afinar el análisis dentro de un campo
reestructurado. La Nación, viernes 21 de Enero de 2011.

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Como diría Bauman, en la sociedad existen potencias que deter- complicado conseguirla, sobre todo si contabas con el efectivo ne-
minan la vida y que la condicionan e igualmente perspectivas con cesario para realizar la compra, eso sí, siempre tenías que contar
características de globalidad que tienden a ignorar las fronteras y a con efectivo o al menos tener algo muy bueno que intercambiar,
desconocer el valer e incluso la historia de un Estado determinado. algo como joyas o bienes de valor que sean de fácil venta.
Perspectivas globales pueden ignorar las fronteras y las leyes del
Estado. La respuesta a esta situación medio invasiva consiste en Desde los imaginarios del poder, son absolutamente suficientes la
fortificar las viejas fronteras y trazar otras nuevas con tal de evitar ley y la prohibición para organizar el mundo, para que sus habi-
a esos supuestos invasores. tantes sean buenos, según el modelo de bondad que el poder ha
creado e impuesto. La prohibición, como expresión paradigmática
¿De dónde vienen las drogas? ¿Quiénes cultivan la marihuana y la del poder debería, pues, obrar de suyo.
coca, la heroína y el éxtasis? Desde aquella elemental perspectiva
estructuralista, estas y otras preguntas similares quedaron resuel- Una vez dictada la ley antidrogas y solemnemente declarada la
tas cuando se ubicó, destruyendo toda duda, a los productores, los prohibición absoluta de usarlas, comercializarlas y producirlas, era
traficantes y los consumidores en una relación circular. De esta lógico que nadie se atrevería a violentar ninguno de estos momen-
manera, los Estados se lavaron las manos y declararon la guerra a tos. Pero el poder siempre ha pretendido ignorar que el origen del
las tres partes de este sistema absolutamente elemental. El fracaso deseo es la prohibición.
de la guerra, el incremento en el mercado de drogas de diseño, por
ejemplo, dan cuenta de que el modelo fue, no solo inadecuado, En mis tiempos jóvenes, no era muy difícil conseguirla, lo único
sino falso. Es probable que también los procesos de globalización que precisabas era tener un poco de dinero y nada más, saber el
inapelable e inevitable se hayan encargado de minar la supuesta lugar donde conseguirla, y eso no era tampoco difícil porque los
solidez del modelo de la guerra contra las drogas. brujos te buscaban. Y cuando sabían que tenías dinero, lo prime-
ro que hacían era regalarte la primera dosis y posteriormente te
Hace treinta años, el microtráfico utilizaba similares estrategias sangraban hasta lo que no tenías con tal de venderte. En Cuenca
a las utilizadas actualmente, aunque sin los recursos con los que había varios lugares marcados para la compra y venta de mari-
cuentan hoy quienes desean fumar, es decir, sin celular, y sobre huana. Pero también había otros lugares que nadie imaginaba en
todo sin las nuevas actitudes tanto legales como sociales y familia- los que expendían droga sin ningún problema. Yo recuerdo cla-
res. Podría decirse que hace veinte o treinta años no existía la más ramente una familia que tenía un negocio pequeño de café en el
mínima tolerancia ni a la marihuana-cosa ni a los usadores-mari- Mercado 10 de agosto y que ahora es dueña de medio Cuenca, un
huaneros-corrompidos. hijo de ellos era el que vendía al grupo de chicos con los que yo
me relacionaba.
Los brujos eran muy bien conocidos, y básicamente tenían sus
centros de expendio en los lugares en los que se consumía. No era Carolina pertenece al grupo de la gente mayor y lo sigue siendo
frente a los otros en el sentido en que permanece marcando las
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diferencias generacionales que no siempre se hacen evidentes. Lo te decían que la marihuana te puede arruinar tu vida y la de tu fa-
importante es su posicionamiento testimonial a través del que da milia. No te decían de las consecuencias que tienes a largo plazo,
cuenta de que en su tiempo, como prácticamente acontece ahora, solo te decían como que un día se va a consumir como el cigarrillo
no se hablaba oficialmente de la marihuana. Todos callaban, el co- o el licor que son aceptados por la sociedad.
legio, la casa callaban. La ruta del saber estuvo marcada por los
pares entre los que, supuestamente, los usadores se convertían en En el tiempo de la informante, la marihuana se expende en lu-
los mejores y más calificados informantes. gares especiales, establecidos y vigilados. Desde la ventana de la
curiosidad otros ven todo y, más allá de la anécdota y el recuerdo,
Para saber lo que era la marihuana, en mi tiempo, había que jun- tiempo hace que las percepciones también se centren en el delito:
tarse con personas que fumaban. Entonces ellos contaban sobre las
cosas que ocurren mientras estás fumando. Algunos te contaban de Chuta, qué difícil que definamos qué es una droga. Porque gene-
cosas fantásticas que ocurrían cuando estabas fumado. Y eso era so- ralmente lo que se hace es dividir entre droga, tabaco-trago. El
lamente para poder introducirte en el mundo del consumo de drogas. tabaco y el trago no son droga. Entonces, todo lo demás es droga.
Pero para muchos, todo es droga, incluido el trago porque se dice
El usador es una fuente de información de primera mano y, por que es una cuestión de aletargamiento que afecta a los sentidos, a
ende, veraz. Sin embargo, como acontece con los maestros, tam- las percepciones.
bién su decir se halla atravesado por un posible engaño. El usador
calla, propositivamente omite decir lo que existiría tras bastidores, ¿Qué es una droga? ¿Por qué algo que, supuestamente, no se ha-
al otro lado de las prácticas y que bien podría aparecer como un llaría comprendido en aquella malhadada definición de la OMS, se
abismo en el que posiblemente habitarían el dolor, los conflictos convierte en droga? Cualquier intento de definición debería partir
familiares, la enfermedad y la misma muerte. ¿Qué hay, en verdad, no de la cosa en sí, previamente ya calificada como esa sustancia
en ese mundo fantástico del que habla el usador? que hace daño. Cuando se piensa en los sujetos y no en las cosas ni
en las instituciones, el concepto de droga se convierte en un abani-
Para la informante, en consecuencia, casi no existía en su tiempo de co de sustancias, de circunstancias, de efectos.65 Cualquier intento
muchacha una fuente adecuada y veraz de información. Hubo un 65 Esta posición oficial de la droga en general y de la marihuana en particular podría ser
vacío que debió ser llenado más tarde, con la edad. Estos saberes analizada desde la serie Breaking Bad, creada por Vince Guilligan, y cuyo tema cen-
se hallarían probablemente atravesados por los prejuicios oficiales, tral es justamente el cambio de concepción de lo que es la droga mirada, ya no desde
el cienticismo seudo académico, sino desde la experiencia personal del mundo. La
por los mismos fantasmas que habitan los discursos oficiales pero serie justamente hace evidentes los dos mundos y sus inmensas contradicciones. Es
también los personales cuando hablan del mal. esto lo que hizo que la serie sea tan vista e incluso haya ganado premios. Desde esta
perspectiva Breaking Bad sería la antítesis de Scarface en la que el tráfico desconoce
todo límite y a las drogas se las ubica en el territorio del mal, pero de un mal absoluto
O también te podían decir alguien del colegio, un profesor, por e irreverente. Al final de la película, Scarface, el héroe-maldito, muere más por la
ejemplo. Pero no siempre te decían la verdad, no, por el contrario sobredosis que por las balas, una sobredosis absolutamente absoluta, es decir, en la
que la cantidad de droga es inmedible.

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de construir un relato suficientemente claro y específico se topa de que tanto la droga como el usador son igualmente malos. Ahí se
con el hecho de que el término droga es absolutamente genérico y produce un plus frente a lo que Foucault dice del que comete una falta
que, más de allá de los esfuerzos realizados para especificarla, la social, porque en este caso, la cosa robada, por ejemplo, no es mala,
noción se diluye más aún cuando de por medio se halla el ácido del pero sí el acto y su actor. Con las drogas sucede algo mucho más
moralismo. complejo puesto que tanto la cosa (marihuana) como los actos que
se desarrollan en su torno (cultivar, vender, usar) son esencialmen-
Lo que aconteció hace cuarenta años respecto a las drogas fue una te malos. “Es, pues, necesario controlar y hacer entrar en el código
suerte de congelamiento del tiempo, de un tiempo que debía per- todas estas prácticas ilícitas. Es necesario que las infracciones estén
manecer congelado en todos los espacios sin importar nada más bien definidas y seguramente castigadas (…) y sancionadas (…) con
que el discurso prohibidor y no las culturas ni las condiciones es- una resonancia desproporcionada se determine lo que es infracción
pecíficas de cada espacio. intolerable y que se someta a su autor a un castigo que no pueda
eludir”.66
Es cierto que la ONU no es un cenáculo de filósofos sino, a lo más
y en el mejor de los casos, de políticos, algunos extremadamente Para Marcela Raiden (2012)67 lo primero que habría que anali-
moralistas. Sin embargo, todo aquello que compete a los sujetos y zar, para entender el fenómeno de las drogas, es el tema de las
a los pueblos no puede ser analizado sin ir a la filosofía y a la éti- identidades por clase porque se ha considerado que ciertas drogas
ca contemporáneas. La ONU, desde el manejo político del poder, tienen cabida en unos estratos y no en otros. Si bien existirían ra-
congeló el tiempo y unificó las culturas. A causa de su propia cons- zones más que suficientes para ello, la droga en sí misma carece
titución eminentemente política quizás no podía tomar en cuenta de fronteras. Sin embargo, es preciso rescatar la carga simbólica
las éticas, ni las estéticas, ni el hecho de que el problema del ser que posee, algo que ha sido sistemáticamente pasado por alto por
es un problema del tiempo y del espacio, no solo del ser filosófico el discurso oficial centrado en la cosa droga y no en los sujetos. El
sino del ser común y corriente en su tiempo de relojes y calenda- retorno a esa carga simbólica se constituirá en uno de los factores
rios, en sus geografías tropicales o congeladas, de las montañas o más importantes para entender los usos comunes de drogas y tam-
de los valles. No se pensó que el único tiempo posible de los seres bién su valor de significación algo que también ha sido apabullado
en todos sus espacios es única y exclusivamente el tiempo presente y hasta abolido en el discurso por la necesidad de combatir a las
y no el pasado. El ser es presentación, presente puro. De este tiem- drogas y a sus usadores.
po habló precisamente Heidegger.
El tema fundamental de las drogas es el ilegalismo que las sus-
Desde esta especie de congelamiento del tiempo, la sociedad creó tenta ya sea en sí mismas pues son tratadas como elementos casi
sobre las drogas un sistema de códigos desde los que se las calificó
y clasificó sin que se haya hecho gran cosa para comprenderlas. En 66 Foucault, Vigilar y castigar, op.cit. pág. 100.
el sistema de representaciones sociales, lo que importa es el hecho 67 Raiden, M., Drogas en el Siglo XII: mercado, consumo e identidad de clases,
CeNaReSo, Buenos Aires.

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enemigos de la civilización o bien en los usos. Se trata, en conse- guerra, al asesino, al que atenta en contra de los intereses funda-
cuencia, de un ilegalismo absoluto en el que no existe resquicio mentales de un Estado.68
alguno para que se produzcan, desde el discurso oficial, ni siquie-
ra el comienzo de un proceso de simbolización que rescate a la Sin embargo, ese ilegalismo se convierte en legal desde el poder,
cosa droga y al sujeto cosificado por la droga y la prohibición. como cuando a la guerra se la bautiza y sacramenta sabiendo que
Es decir, nunca se planteó la cuestión de la posibilidad de cómo muchos miles morirán de manera infame. Existen trabajos sobre
establecer una relación social de convivencia quizás armónica el uso de drogas en la guerra de Irak. Este es el testimonio de un
con ellas. excombatiente en Irak:

Actualmente se sabe más porque ya la gente se ha quitado la Yo aprendí a fumar cuando serví en el ejército de los Estados Uni-
máscara, es más frentera para hablar sobre el tema y, más que dos en la guerra de Irak. Juré que nunca usaría drogas, pero un
todo, lo importante es que se hable de esto en familia. Hoy en día pisé una mina y perdí una pierna. Entonces me invadía el do-
día, uno sabe no solo cuál es la mejor marihuana, sus clases y lor, pero no era solo dolor físico sino emocional. Fue entonces
calidades. Inclusive ahora uno aprende a cultivar. Ahora uno cuando un amigo me dio a probar marihuana, me quedé profun-
habla más, sobre todo cuando uno se reúne con los amigos y con damente dormido y hasta el dolor desapareció. Al otro día pedí
la gente que consume. Siempre nos dan sugerencias y uno guía a otro cigarrillo, y desde entonces no he parado: fumo tres veces al
los demás, porque no hay mejor cosa que saber en lo que uno se día, cuando no tengo marihuana, me fumo hasta tres cajetillas de
mete para poder llevar bien su vida. cigarrillos.

El ilegalismo surge del poder que está llamado a vigilar y También las drogas forman parte de la condición postmoderna.
castigar, como diría Foucault, aunque lo primero que hace es Las guerras armadas por los poderes y vendidas como defensa
determinar lo que es bueno o malo. Pero también del conge- de la cultura y hasta de la humanidad. La postguerra. La opo-
lamiento del tiempo que se resiste a aceptar el cambio como sición tenaz e incluso litúrgica a la guerra, a la ignominia de la
condición de existencia. Porque el tiempo es lo que deja de muerte que nada tiene de sacrificial sino de acto encerrado en sí
ser, y este dejar de ser del tiempo incide en los sujetos y sus mismo. La misma guerra a las drogas en la que se han invertido
acciones, en las cosas y su presencia de significación en la millones de millones de dólares a costa de la pobreza de millo-
comunidad. nes de niños hambrientos en los países eufemísticamente cali-
ficados de tercermundistas. El tercer mundo es aquel en el que
Sin embargo, el poder crea el sentido del mal en las cosas, in-
68 El soldado estadounidense David Lawrence mató a un detenido en Afganistán cuando
clusive en actos que parecerían malos en sí mismo como, por estaba bajo el efecto de psicotrópicos. Su sentencia le fue reducida a 10 años alegan-
ejemplo, matar. Quitar la vida al otro es malo en sí mismo, pero do enfermedad mental. Recientes informes muestran que más de 110.000 militares
es bueno cuando lo hace el poder que ejecuta al prisionero de estadounidenses consumen sedantes, antidepresivos y otros fármacos de similares
efectos a los estupefacientes.

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se muere y se mata por un pan y usan los sobrantes extremos de son calificadas de ilegales en sí mismas, sin atenuante alguno. Se
todas las drogas. trata de cosas que antes no eran malas en sí mismas pero que lo son
a partir de ese momento solemnemente mágico de la prohibición.
La movilidad del tiempo crea la cultura, es decir, sujetos que vi-
ven e interpretan el mundo de maneras distintas y cada vez más Foucault, que trabaja el tema del ilegalismo, lo ve como una es-
móviles. Hay sujetos para quienes la marihuana se ha convertido trategia del poder con la que logra un mayor dominio sobre los
en el símbolo del movimiento del mundo, de las percepciones y de otros, en particular sobre los menos pudientes, sobre los despo-
los saberes. Una posición que contradice la clásica idea de que el seídos. “Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la pobla-
usador de drogas, no conflictivo, pretende quedar atrapado en el ción constituyen los dos polos alrededor de los cuales se desarrolló
pasado. la organización del poder sobre la vida”. Para el autor, el control
sobre la sexualidad, fundamentalmente la femenina, aseguraba el
Tenía un amigo que participaba en rituales chamánicos y me de- mantenimiento del poder social. De esta manera, la sexualidad se
cía: verás, fumar un fruto de marihuana, un cogollo como ellos lo convierte en la principal herramienta de lo que el autor denomina
llaman, es como comerte una manzana, sembrar una marihuana biopoder. Mediante el control de la sexualidad, el poder ejerce do-
es como criar un árbol de manzanas, me decía, tú lo siembras, minio sobre el sujeto y la comunidad. “En efecto, el sexo es una
lo cultivas, está madura, la cortas y, en vez de comerla como a bisagra en la que se cruzan las disciplinas del cuerpo y las regu-
la manzana, la fumas. Cuando te familiarizas con la marihuana, laciones de la población. El dispositivo de la sexualidad permite
algunos leen mucho sobre ella, a mí me pasó eso para tener un establecer un dominio sobre los individuos y sobre la especie, lo-
discurso y defenderla, para defender a esa población que la usa y grando por primera vez que lo biológico se refleje en la política”.69
la defiende a capa y espada. Porque para muchos, fumar un porro Con la marihuana en particular, se daría un proceso muy similar.
es un acto especial, un fenómeno inexplicable que lo podría ver en
la música reggae de la cultura rastafari. El ilegalismo se adhiere a las reformas penales que clasifican como
delito aquello que ha sido marcado como ilegal: la mariguana en
Hace 40 años, cuando las drogas empiezan a regarse por el mundo sí, primero, y luego su cultivo y tráfico. En este caso, el ilegalismo
y cuando los Estados deciden eliminarlas y atacar a los usadores se perfeccionaría cuando se adscribe al código penal afectando de
como si fuesen delincuentes, inclusive encarcelándolos, la mari- manera especial, a los débiles y socialmente desposeídos. Los des-
huana pertenece al mundo del mal y también al de la ilegalidad. poseídos, en última instancia, de palabra y de poder, encargados de
Foucault habla de la economía de los ilegalismos que ha servido proveer de imagen y solidez a los grupos socialmente pudientes.
para reestructurar las economías. Ahora bien, el ilegalismo en lo
que se refiere a las sustancias se desprende de un calificativo que Hace más de veinte años, la marihuana se ubica en los barrios
se incorpora explícitamente a su nombre y que luego desaparece marginales de las ciudades, por ejemplo en la Tola, tratándose de
cuando se apropia de la cosa en sí misma. La marihuana y la coca
69 Foucault, M, México, 1996, pág.168.

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Quito, o en El Vado, o el Barrio Blanco en Cuenca. Esta ubicación Desde los espacios del poder se construyó un discurso sobre la
geográfica probablemente no se produce al azar sino que responde maldad de la marihuana el mismo que luego se sembró a la bolea a
a un proceso destinado a que la marihuana aparezca, desde un co- lo largo y ancho de las Américas. Puesto que se trató de un discurso
mienzo, como un producto de la marginalidad, del bajo mundo y oficial, no necesitó pasar por indispensables momentos de análisis
de lo delincuencial. y discusión implícitamente vedados ya que habrían puesto quizás
en tela de duda el valor inapelable de la enseñanza oficial.
Acá en Cuenca ya se conocían los barrios en los que se expen-
día, era muy conocido el Vado, el Barrio Blanco, lugares en los El siguiente testimonio da cuenta tanto de la enseñanza oficial so-
que uno solo iba caminando con la plata en la mano, y ya te bre la marihuana como de su supuesta falsedad o, por lo menos,
vendían. de su inexactitud respecto a los dos dogmas de fe: la adicción y la
mala conducta social que se correspondían como efecto necesario
Las generaciones actuales han heredado parte de la ideología de e ineludible del uso de marihuana.
los años sesenta tanto sobre lo que es la marihuana como respecto a
los prejuicios sociales. Los cambios se producen de forma lenta, al Cuando fuimos jóvenes, todo el mundo nos dijo claramente que la
comienzo, y luego se aceleran de modo muy particular en aquello marihuana es mala, que causa daños en el organismo, que lleva a
de que la marihuana es una cosa prohibida y mala. No es al azar las personas a despersonalizarse, a perder el juicio. Además que
que se haya construido la relación casi necesaria entre la droga y la la marihuana desintegra la familia y, sobre todo, que lleva a los
delincuencia. En América del Sur, los países han realizado de ma- consumidores a la delincuencia, en especial a aquellas personas
nera realmente obligatoria investigaciones de carácter epidemioló- que no tenían cómo solventar el consumo. Algunos pensaban en lo
gico destinadas a confirmar la relación necesaria entre las drogas y que pasó en la época de los 60 cuando el boom hippie trastornó la
el delito. En algunos de los informes, es evidente el forzamiento de sociedad con sexo libre y consumo de marihuana como algo típico
los datos para que aparezca esta relación causal.70 de la época. ¿Cuántos de esos papás nuestros, tíos y más que con-
sumieron marihuana en esa época se han quedado en el consumo
La marginación de la marihuana que, seguramente aparece como como adictos? La verdad es que se les pasó la moda, y los que la
una estrategia lógica, se convierte en una estrategia social destina- probaron o consumieron de manera ya sea ocasional, moderada o
da a que, desde sus comienzos, se la vea íntimamente ligada a lo intensa, ya no lo hacen más.
socialmente desvalorado y, de ahí, por contagio geográfico, social
y moral, a lo delincuencial. En otras palabras, el informante señala que el ilegalismo pesa más que
el valor de la sustancia en sí misma. Como se explicará más adelante,
70 Las últimas investigaciones realizadas por el CONSEP, a través de su Observatorio,
han demostrado que no existe esta relación causal ni en los grupos de jóvenes meno-
las sustancias clasificadas como droga reciben el peso de la significa-
res de dieciocho años ni en los adultos. Cf. Adolescentes infractores: territorialidad y ción, incluso de los efectos posibles, desde la clasificación externa que
libertad, Quito, 2011. También podría consultarse el texto inédito de la investigación les ha dado el poder más allá de lo que podrían ser en sí mismas.
realizada en las cárceles de hombres y mujeres del país, 2012.

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Cuando algo se ubica en los barrios de la pobreza y que además Como dice la informante, la máscara que se han quitado las nuevas
poseen ciertos antecedentes de carácter delincuencial, se produce generaciones permite mirar más allá, justamente al otro lado de ese
una suerte de resignificación de los calificativos otorgados por la antifaz colocado por los supuestos saberes del discurso oficial que
sociedad a la marihuana y a su usador. Es decir, si allá va la mari- ha hecho muy poco para realizar lecturas múltiples y creativas so-
huana, si allí se la vende y se la compra si, peor aún, allí se la usa, bre las drogas. De hecho, cuando se estatuye un saber, se reducen
el sentido de lo marginal ligado al mal se impone por sí solo y se a la mínima expresión las posibilidades de crítica y de creación de
potencializa. Ir al barrio a comprar marihuana es ir por un producto nuevos saberes. De hecho, el discurso sobre las drogas no sola-
desvalorado por sí mismo y algo que pertenece, más que a la po- mente fue oficial sino, además, dogmático. En la actualidad, se ha
breza, a la parte lumpen de la ciudad. tratado de destruir tanto ese oficialismo como el dogmatismo no
ajeno a cierto dejo de lo perverso. Como se verá más adelante, la
Ya se sabía en los barrios en donde se vendía la marihuana. En las posición del presidente Mujica de Uruguay ha debido pasar prime-
cantinas de El Vado, por ahí paraba uno al que decían El Che y era ro por una crítica clara sobre lo oficial y luego deshacer el mito de
el que vendía a pretexto de pintar cuadros con paisajes de El Vado la maldad colocado en el cannabis.
y del rio. Por la 10 de Agosto en donde había unas fondas de mala
muerte, pero que eran solo la pantalla para vender la droga. En mi En consecuencia, en las últimas décadas del siglo pasado, la obten-
tiempo, la subida a Turi era de tierra y mucha maleza, entonces se ción de la marihuana no fue tarea fácil, de modo particular para los
metían al monte a fumar. En el barrio en donde estaban las casas de neófitos y más aún para lo procedentes de los estratos sociales medios
cita ahí, a más de encontrar sexo, encontrabas la marihuana. y medio altos. El pequeño traficante se camufla en espacios y activi-
dades precarias. Como acontece con otras realidades que pertenecen
El inicio de los usos de marihuana no pertenece a la marginalidad. a la marginalidad, la venta de drogas al menudeo se convierte en un
Todo lo contrario, históricamente, las drogas comenzaron siendo indicador más entre los signos y símbolos sociales que representan a la
parte de las prácticas privativas de la nobleza política y clerical, tal marginalidad. Esto implicaría que ahí el pequeño traficante posee un
como se ha señalado en el Primer Capítulo. Luego, a través de ar- espacio físico real pero, sobre todo, un espacio de simbolización de su
tistas, filósofos y académicos, descendió a los estratos populares. vida. En adelante, un pequeño traficante será nominado con muchos
Cuando a mediados del siglo XX empieza a extenderse su uso y con otros apelativos que lo ocultan y lo visibilizan al mismo tiempo.
la declaratoria de la guerra que implica la ilegalidad de los usos y del
tráfico, la venta debe necesariamente esconderse. Se esconde en los
barrios populares y marginales. En el imaginario social, la margina-
lidad crea cierta protección e incluso un nivel de inmunidad mientras El súper héroe
ciertos actos y sus actores se mantengan dentro de esas murallas que
no levanta la pobreza por sí misma sino los otros estratos sociales Como se ha señalado en el capítulo primero, en el país no existe
para protegerse del mal y de la ignominia que ahí habita. una historia antigua que dé cuenta de la presencia de la marihuana.

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Cuando se toma el escenario literario nacional el romanticismo ya marihuana de entonces se hallaban impregnados de cierto marxis-
casi olvidado en Europa, se hace evidente el uso de las drogas de mo, la verdad es que la marihuana ingresa a la Universidad como
entonces: el opio y el hachís. parte del espíritu contestatario de la época que posee más de social
que de político. Se trata de una novedad más entre las que empie-
Quizás la denominada generación decapitada71constituya el ejem- zan a vivir las nuevas generaciones, a veces barnizada con la ma-
plo tanto del uso de drogas en el ámbito literario como de su carác- rihuana que posee ese algo de rebeldía que la vuelve interesante.
ter ciertamente excepcional. Medardo Ángel Silva escribe desde la Por estas razones, parecería que los usos se centraban de manera
orilla de sus tormentos: Llamé a tu corazón... y no me ha respondi- preferente en las Facultades de Ciencias Sociales. Ello habría dado
do / Pedí a drogas fatales sus mentiras piadosas… en vano. a los usos cierto carácter social más que personal, algo, por otra
parte, que de suyo pertenece a la marihuana más que a cualquier
Seguramente ellos no fueron la excepción, pero dan cuenta de lo otra sustancia o cualquier otro uso. Es el tiempo en el que aparece
excepcional que para entonces significaba el uso de sustancias. Por la maldición sobre las drogas expresada en el acuerdo de las Na-
otra parte, es preciso tomar en cuenta que casi todos estos poetas ciones Unidas en Viena en 1970.73
vivieron en París bajo la sombra literaria de Baudelaire que no
cesó de lanzar loas literarias a la hierba tanto como a la heroína. En general, los usos se inician hacia finales de lo que era la adoles-
cencia de entonces y que fundamentalmente correspondía a los tres
A comienzos de la década de los setenta, la marihuana ya ha hecho últimos años del bachillerato. Más aún, para un grupo importante,
acto de presencia, de modo particular en los espacios universitarios el inicio se habría dado al comenzar los estudios universitarios, tal
como parte de la gran ola de Mayo 68 que conmocionó el espíri- como señala Sierra. Sin embargo, de ninguna manera ello excluye
tu académico y los sentidos de la juventud de entonces que fuera inicios más tempraneros que ciertamente se produjeron.
colocada en el banquillo de los acusados por su conformismo. El
espíritu revolucionario que siembra Mayo 68 en la juventud llega Por otra parte, también es preciso señalar que los chicos, de ma-
al país y se injerta en las universidades. nera general, se inician con el uso de alcohol mediante la cerveza,
en la Costa, y el aguardiente en la Sierra. Estudios de la época dan
Como señala Sierra,72 en la década de los 60-70, se usa fundamen- cuenta de un inicio cada vez más tempranero del uso de alcohol
talmente marihuana y quienes lo hacen se hallan involucrados en (cerveza y aguardientes por parte de colegiales urbanos).
el espíritu hippie, con cierto carácter contestatario heredado del
movimiento Mayo 68. Aunque la autora afirme que los usadores de Entonces se daban los inicios un poco tarde, tal vez a los 17 o 18
años, más o menos. Desde luego que siempre se empezaba con
71 Se trata de un grupo de cuatro poetas románticos y modernistas de comienzos del
siglo XX, dos de Guayaquil (Medardo Ángel Silva, Ernesto Noboa y Caamaño) y dos
de Quito (Arturo Borja y Humberto Fierro). Los cuatro se suicidaron, Borja murió por 73 En 1998, las Naciones Unidas, en su vigésimo período extraordinario, aprobó la
sobredosis. declaración política según la cual, para el año 2008, se habría eliminado o reducido al
72 Sierra, N., 2013. mínima expresión el uso y tráfico de drogas.

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el trago. Pero sí conocí peladitos que venían al barrio a com- Pero hay también un súper héroe, quizás un poco humilde, pero en
prar y se iban a fumar debajo del puente. A veces cambiaban nada menos valiente y decidido y que se atreve a expresar su valor
la marihuana por solución74 o por el trago. Pero como la gente haciendo aquello que todos repudian. Si el mundo ha declarado la
es inescrupulosa, era conocido que a los peladitos incluso les guerra a las drogas, y si el propósito de esta guerra es eliminar la
regalaban, y no es que les regalaban las hojas sino los palos marihuana, entonces, aparecen los héroes que se proponen salvarla
mezclados con los restos de las hojas que quedaban después de del enemigo universal. Y una forma de hacerlo no fue precisamen-
armar los paquetes. te cultivándola o escondiéndola para protegerla de la aniquilación
universal, sino usándola, viviéndola, incorporándola a la vida, a
Las percepciones sociales sobre la edad y el valor significati- su vida cotidiana, sus poderes mágicos. Hacerlo constituía, pues,
vo de la misma en las realidades y hechos sociales dependen una suerte de heroísmo. ¿Es el pequeño usador de marihuana este
de los valores criteriales que se manejan en una época deter- súper héroe?
minada. Un colegial en la década de los setenta es un mucha-
cho casi sin autonomía y capacidad de decisión personal es, Cuando fuimos jóvenes, nosotros buscábamos en la marihuana
como decía la tradición psicológica, un adolescente casi del sobre todo el hecho de aparecer como súper héroes, porque te
todo dependiente de los mayores domésticos, pese a que ya atrevías a hacer lo que los demás no podían hacer o no se atre-
se había producido el inicio del cambio cultural que tendría vían. Era buscar nuevas experiencias en la vida, salir de la rutina,
que ver de manera particular con la autonomía de las nuevas era un mundo en el que se tenía todo, y probar algo nuevo era el
generaciones. gran reto.

De hecho, casi no existe un discurso ni social y peor aún fa- En la década de los noventa los saberes comunes sobre la marihua-
miliar sobre la marihuana. El tema de la hierba roza la zona na son elementales y responden a la ideología del bien y del mal.
cultural de lo prohibido, una cosa de la que algo se sabe pero de Por su parte, el cannabis aparece como una de las expresiones del
la que casi nada se dice, algo parecido a lo que acontecía con la mal al que ni siquiera se lo debe mencionar en la vida cotidiana.
sexualidad. Por lo mismo, para entender parte de ese momento Estos son, por ejemplo, los recuerdos de Carolina, una mujer cuen-
histórico, se podría ir a la historia del súper-héroe que aparece cana que para entonces tenía 16 años y que actualmente es una
en el mundo: aquel que salva a la ciudad del mal, al mundo en- profesional.
tero de la destrucción. La marihuana y otras sustancias tienen
ya el nombre del mal. Entonces se decía que la marihuana produce alucinaciones y que
te destruye tu cerebro, que causa adicción y que, cuando la prue-
74 Solución: pegamento sintético elaborado con isarcol y de venta libre en las ferreterías.
bas, ya no puedes volver atrás porque es adictiva y que cada vez
Se colocaba una porción en una funda plástica para inhalarla. Fundear llegó a signifi- necesitas más y más. Se decía que la marihuana no solo te des-
car drogarse, de modo particular por los niños de la calle. Cf. Tenorio, R: Los niños truye el psiquismo sino que te destruye tu cuerpo porque en poco
de la calle y el uso de drogas, FNJ, Quito, 1989.

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tiempo te ves deteriorado y envejecido. Además, que llegas a un podría darse una nueva dependencia totalmente equívoca pues no
punto en el que actúas como autómata y que definitivamente no te sería precisamente o tan solo a la cosa sino a un discurso contesta-
queda o internarte o seguir consumiendo drogas. Eso era lo que tario del que ciertos usadores quizás no salieron nunca.
se decía en mi tiempo, se daba información sobre los peligros de
caer en la red de las drogas. Pero muchos hacían caso omiso de En efecto, si Lyotard, por ejemplo, habla de la condición postmo-
todo esto. derna para dar cuenta de la emancipación de la razón y de la liber-
tad, ¿no estaría la marihuana en una posición similar en la medida
Paralelo a este discurso, en la Europa académica se trabaja el tema en la que con ella se pretendería liberar a las nuevas generaciones
de la postmodernidad cuyos efectos llegan a la Academia nacional, de los múltiples y antiguos sometimientos a posiciones ideativas
aunque quizás en dosis reducidas y muy poco en el plano teórico. e icónicas como la religión, Dios, la familia (habitación del dios
En efecto, no existe una influencia directa y eficaz de lo teórico padre, el pater familias)? De igual manera, sí cabe preguntarse si
en las representaciones sobre las drogas. No se trata de tiempos habría sido posible sin la marihuana y otras drogas la ruptura que
reales sino de tiempos lógicos que poseen un carácter más espacial da origen a la condición postmoderna. Pero también sería legítima
que temporal. “La posmodernidad no es una época que se halle la pregunta inversa: ¿se habría dado esa especie de imperio de las
después de la modernidad como etapa de la historia, dice Vásquez drogas fuera de la condición posmoderna?
Rocca75. El post de la posmodernidad posee un carácter más espa-
cial que temporal. No se trata de un tiempo concreto en la historia Con las limitaciones de todo texto producido medio al azar, el tes-
del pensamiento, sino de una condición humana determinada que timonio de una muchacha de 23 años de Quito podría entender-
tiene que ver con los modos de construcción de las representacio- se en tanto surgido de esta posición eminentemente contestataria.
nes en lo que respecta al mundo y sus realidades. Una construcción Esta actitud se halla generalizada en casi todos los informantes
ideativa que implica una ruptura ideológica y, por qué no, también jóvenes que ven en la marihuana no la presencia del mal sino un
ética, como insinúa Lyotard76 en La condición postmoderna. producto de la cultura y de sus espacios vacíos de significación o
con respuestas insuficientes a los grandes cuestionamientos de la
Surge una pregunta: ¿no será que el uso de drogas se inserta en el existencia en los que no están ausentes temas como el de la violen-
tiempo lógico, discursivo y estético de la postmodernidad, como cia y el de la pobreza.
condición de vida, pero también como una estética y una ética?
Justamente, la marihuana, como ejemplo quizás paradigmático, Desde esta perspectiva, los usadores se ven casi impelidos a mos-
sería uno de los signos de la emancipación de los sujetos, en parti- trar sus usos a todos, de modo particular a quienes se hallan inves-
cular de los muchachos y jóvenes formando parte de la sujetación tidos de poder, ya sea en la escuela o en la casa, en la calle o en
a las éticas equívocas familiares y sociales. Es cierto que también el estadio. De alguna manera, se podría afirmar que los usadores
de marihuana constituyen un grupo privilegiado, como el de los
75 Vásquez Roca, Adolfo, febrero 2011. artistas, colocado en el mundo contestario frente a una sociedad /
76 Lyotard, J-F, 1998

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Estado valido de sí mismo y que ha actuado, pensado y legislado Como ya se señaló, la marihuana coloca a sus usadores en el cam-
al margen de los grupos. Ese Estado “entendido restrictivamente po de la heroicidad. Son los caballeros andantes míticos que van
y casi siempre polémicamente, como el conjunto de los aparatos pipa en rastre, aunque de manera más bien oculta, para convertirse
que un sistema social organizado ejercen el poder coactivo”, como en héroes de una causa que, como se ha terminado demostrando,
diría el filósofo de la democracia Norberto Bobbio.77 “La expre- no estuvo nunca perdida. Ellos, pues, la habrían salvado.
sión sociedad civil nació de la contraposición, desconocida por la
tradición, entre una esfera política y una esfera no política. (…) Claro que lo van a demostrar delante del papá, de la mamá, del pro-
Sociedad civil como conjunto de relaciones no reguladas por el fesor. Sí, de ley. Le digo que tengo bastantes amigos que dicen a los
Estado y, por consiguiente, como todo lo que sobra, una vez que se papás: yo fumo yerba, ¿y qué? Y claro que sí, los papás reaccionan,
ha delimitado bien el ámbito en el que se ejerce el poder estatal”. algunos se enojan y todo. Pero después lo aceptan porque también
los papás ya comienzan a verlo de otra manera, como que se dicen:
Según los informantes, hace más de 20 años, el uso de marihuana bueno, al menos me lo dijo. Y así un profesor también. Tengo un
ya poseía ese valor contestario que se expresaba en el uso cada vez amigo que precisamente en la Facultad de psicología tuvo una clase
menos oculto, cada vez más abierto, más en los patios de un cole- sobre drogas, y el man fue a dar la exposición. Había un compañero
gio, en el estadio, en la calle que en la privacidad del cuarto propio. que estaba en favor y otro en contra de las drogas, y que el man
Se podría decir más contestario al poder estatuido, por lo mismo, que estaba en contra tenía sus argumentos, y que estaba a favor
cada vez más perteneciente a la sociedad civil.78 dijo: bueno, yo voy a hablar a favor, pero primero voy a ir volado.
Y en clase dijo: sí, yo estoy volado en este momento, así que tengo
Este es el territorio significante en el que es preciso ubicar las anti- muchas razones para decir que estoy a favor de la yerba. Imagínese,
guas y nuevas actitudes de los usadores que se tornan desafiantes, admitió frente a una clase entera, frente al profesor. Ya hemos llega-
absolutamente contestarias y, desde luego, abiertamente escanda- do a ese punto en el que ya no consideran malo fumar, sino que ya lo
lizantes. Este posicionamiento no se observa únicamente en aque- consideran como un: yo soy así. Claro que no todos lo asumen así.
llos usadores que de manera propositiva lo exhiben ante el otro del
poder, ante el representante del poder, sino también en el común “Evidentemente, toda vida es un proceso de demolición”. Con esta
usador del anonimato por cuanto uno y otro se enfrentan a la pro- frase del novelista Scott Fitzgerald, G. Deleuze79 inaugura la serie
hibición y a la penalización de los usos. de paradojas de su Lógica del sentido: “Hay algo demasiado fuerte
en la vida, no es en absoluto algo necesariamente aterrador, es algo
demasiado fuerte, algo demasiado potente en la vida. Entonces,
77 Bobbio, Norberto, Estado, Gobierno y Sociedad, por una teoría general de la políti- uno cree de manera algo estúpida que bebiendo puede ponerse al
ca, pág. 2, www/pucp.edu.pe
78 Bien podría ser esta una entrada teórica para analizar la política uruguaya frente a
nivel de aquello más potente”.
la marihuana. Aunque es el gobierno el que toma a su cargo la producción y venta
del cannabis, sin embargo, el presidente Mujica, de alguna manera, se haría eco del
pensamiento y de las demandas de la sociedad civil uruguaya. 79 Deleuze, G. La lógica del sentido.

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Pues bien, ciertos usos de drogas podrían ubicarse también en los vez es más común que el que usa saque su pipa donde sea porque
espacios de lo contestatario y lo autodestructivo que se juntan para estando juntos te dicen: bueno me voy a volar, en la casa saben
dar cuenta quizá del fracaso de la respuesta que ha dado una so- que fumo, así que todo va bien.
ciedad maniquea e hipócrita a la problemática de las nuevas gene-
raciones. No se trataría de un elogio a la autodestrucción ni a una Esta posición también podría entenderse como un elogio a la auto-
posición suicida, tan solo se estaría buscando, por una parte, hacer destrucción y sus posibles formas de manifestarse: esquizofrenia,
que la sociedad de los buenos ciudadanos se enfrente a la verdad usos conflictivos e incluso extremos de alcohol y de sustancias, de-
de la hipocresía y, por otra, ofrecerse como víctimas de un proceso portes extremos, suicidio. Porque es innegable que siempre estarán
del que los buenos se resisten a convertirlo en objeto de análisis y quienes se hallan listos a los elogios de ciertas realidades incluso
no de rechazo y de condena. de aquellas que claramente atentan en contra de la seguridad e in-
tegridad personales.
Desde luego que se daría una suerte de plus de exageración no solo
en los testimonios sino, sobre todo, en las actitudes de los infor- También es preciso reconocer que cada etapa de la vida se halla
mantes que tenderían a realizar generalizaciones no necesariamen- acompañada por un deterioro inevitable, el continuum vital es inte-
te válidas. Sin embargo, es preciso tomar en cuenta que la posición rrumpido constantemente por pequeñas muertes que indican el paso
contestaría, para consolidarse, requiere de estas generalizaciones a un nuevo momento físico y psíquico. Tal modificación destructiva
que terminan constituyéndose en argumentos absolutamente váli- afecta al sentido que cada sujeto otorga a su existencia y la forma
dos al momento de las justificaciones. de vivirla entre los otros. También se podría poner el acento en una
suerte de destino al que se sometería un determinado sujeto o grupo,
El testimonio pertenece a una muchacha de 21 años de la capital. o bien pensar en el imperio de cierto nihilismo invasivo que anuncia
Es como si se hubiese producido una suerte de liberación de tal la libertad de morir y el poder de arriesgarse mortalmente.
magnitud que habrían desaparecido casi todos aquellos límites y
obstáculos que pertenecen al entorno de las drogas y de sus usado- En este punto queda abierta y justificada la posibilidad del suici-
res. Pese a que probablemente aparezca la exageración, también es dio, tanto en un sentido lato como extremo, como el uso de drogas
preciso reconocer en la misma la apertura de un mundo en el que o de alcohol, en la medida en que se logra escapar a la urgencia del
la realidad de las drogas y de sus usos ha construido espacios hasta presente, abriendo una brecha en el hilo temporal para dar lugar a
hace poco imposibles. lo inédito, el acontecimiento que se queda sin texto para la lectura
y la interpretación y que se convertiría en acto puro, como diría el
De hecho, de la mayoría de amigos que conozco, sus papás ya sa- psicoanálisis. Por la mediación de estos actos se pretendería acce-
ben que consumen, ya sabemos todos. Por el contrario, de los que der a una libertad absoluta en la que desaparecería el sometimiento
dicen que ocultan se me hace un poquito duro pensar que oculten a los procesos de normalización y de sujetación a los límites bási-
esto a sus papás o ante la sociedad porque, como te digo, cada cos de la cultura.

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Se trataría de un viraje en el momento existencial del sujeto De hecho, para Deleuze, la locura, el suicido, las drogas (o el
que no necesariamente debería implicar un estado sino una alcohol) serían los tres modos de intentar unir estas líneas que se
situación dada. Es decir, vivirse de otra manera en un mo- crean en la existencia en el afán de vivirla intensamente o de pro-
mento dado, o bien, sentir e interpretar de un modo particu- veerla de sentido. Todo lo cual, por una parte, pone en entredicho
lar una situación existencial. La marihuana se convertiría en la idea de la huida en estampida del mundo y, por otra, provee
ese elemento que permitiría al sujeto realizar esa suerte de de valor absolutamente creador a ciertos usos. Sin embargo, ha-
viraje existencial sin que se deshaga la existencia. Por otra bría que añadir que este proceso no necesariamente es consciente,
parte, también le facilitaría existir en ese momento de forma por el contrario, es probable que sea eminentemente inconsciente.
diferente. Ir a clase con la grifa dentro podría tener ese valor También se podría pensar que la sobredosis consistiría en el intento
de significación porque solo entonces el momento existencial de pasar, de sobrepasar el límite del sentido: más allá de ese límite
adquiriría ese sentido buscado. habita el sinsentido, es decir, la muerte.

¿Por qué denunciarse así ante los otros, en particular ante las auto- Deleuze afirma que todo lo bueno y grande de la humanidad se
ridades, como el profesor, por ejemplo? Deleuze dice que el sujeto piensa desde la grieta y sus bordes, es decir desde la constatación
siempre mantiene relaciones complejas entre lo que acontece en su de la incompletud y de la caducidad. De los testimonios se dedu-
exterior e interior. Allí se darían interferencias y cruces, conjuncio- ciciría que la marihuana, a diferencia de toda otra droga, incluido
nes y separaciones que, en última instancia, dan cuenta de la com- el alcohol, podría conducir al sujeto a esa grieta del ser y del saber,
plejidad del sujeto y de sus relaciones. La marihuana no vendría ni a esa suerte de vacío que, sin embargo, es capaz de significar la
a suprimir la complejidad ni a crearla, tan solo a evidenciarla. existencia.

Entonces un estudiante sí va fumado a clase porque es precisa- El informante, un joven quiteño de veinticuatro años, se refiere preci-
mente de donde y en donde quiere escapar, porque si va a clases samente a este proceso que se produciría con la marihuana con la que
es como que estoy pero no estoy, es como si dijese: eh, te gané, se lograrían saberes particulares cuando se está dentro de ella.
sistema. O sea, va fumado y nadie se da cuenta que está volando,
y él diría otra vez: mira, sistema, te gané. Y el profesor no se va Lo que también contaría y en primera instancia es el hecho de que
a dar cuenta. Y, bueno, si está en clase de semiótica o algo así, existen realidades y situaciones generacionales, un tiempo viven-
mejor, porque ahí actúa de una manera más activa, y de hecho, cial y lógico que posee una especie de peso y valor específicos que
estas son las personas que más discrepan con el profesor, son las sirven para vivir e interpretar el mundo. Un sistema que no siempre
personas que dice “no” a lo que afirma el profe, es que puede pen- funciona porque los códigos sociales vigentes ya no servirían para
sar mucho mejor que la persona que está al frente y no contradice esa interpretación. El problema no se halla en la marihuana ni en la
nada y todo acepta. Si va fumado a clase, es lo mejor que puede base. Es el sujeto el que está mal en un mundo relativamente ajeno
hacer porque va libre. pues pertenecería a los adultos.

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Con mis amigos compartimos ahora estas ideas, ya sea que estén siglo pasado y que luego se expresaría de manera dramática
usando o que ya hayan salido porque algunos ya dejamos de fumar. en los cuadros de anorexia absoluta a comienzos del presente
El problema en la sociedad no es el alcohol, el problema en la so- siglo. Ese vacío que no ha podido ser significado en el orden
ciedad no es la marihuana, no es la cocaína, no es nada de eso. El del deseo y del goce, entonces se convirtió en anorexia y, en
problema es el ser humano, es una necesidad que está ahí de por me- la actualidad, es posible, en los usos conflictivos y extremos
dio y que finalmente es lo que viene a suplir la marihuana. Es como de sustancias. Estos usos extremos no dejarán de hablar de un
correr, yo hago esa imagen, porque, cuando tú fumas, te desconectas vacío en el sujeto que se llena con sustancias y que, finalmente,
completamente del contexto. Personalmente, y después de todo este han permitido que la sociedad vuelque las miradas hacia ellos.
tiempo y ya con todo esto de estudiar, me he dado cuenta de que esta Por desgracia, el poder no mira ese vaciamiento del ser ni escu-
era una forma de escapar de mi realidad, o sea, en el fondo, lo que cha las voces lanzadas desde los vacíos de significación que in-
yo hacía era escapar del abandono de mi padre, por ejemplo, de esa vaden a las actuales generaciones. La sociedad de la represión y
situación que yo vivía en mi casa, de no sentirme entendido. de la guerra se queda en la materialidad concreta, absurdamente
concreta, de las sustancias. Quizás a esto se refiera la informan-
Existe lo que he denominado una vocación hedónica80 y que pesa te cuando habla de la felicidad que entonces se experimentaba
sobre cada sujeto, también sobre la colectividad. La sociedad ha con la marihuana.
hecho del goce un imperativo casi ineludible. Se trata de una suer-
te de imperativo que obliga a los sujetos a introducirse de manera Es que, aunque sea en un concepto abstracto, yo fumaba mari-
propositiva en la actividad del goce. La marihuana no es la provee- huana por lo bien que se sentía en la dinámica del grupo. Por
dora del placer faltante sino la encargada de denunciar la falta de eso lo hacía. Eso quiere decir que para mí, porque había ese re-
placer y de crear tanto el convencimiento de que es posible hallarlo fuerzo que me llevaba, cuando me drogaba, a compartir, que era
como de vivir esa suerte de goce como punto de llegada de esa como el ir a comprar pan, que era el estar feliz con mis amigos.
vocación hedónica social y personal. Todo eso nos llevaba a asimilar droga con felicidad o alcohol
con felicidad.
Es necesario pensar en esta vocación hedónica del sujeto y en la
función del hedonismo en la construcción de las identidades y Lacan se refiere a la búsqueda por parte del sujeto de un plus de
también de los proyectos existenciales. Pero también es necesa- goce, ese goce que aparece más allá de lo real que pueda tener
rio tomar en cuenta que la vocación hedónica igualmente podría en sí misma la sustancia, la marihuana en este caso. Es lo que,
remitir a una suerte de vacío de ser. De ese vacío al que dieron desde antes, desde un antes mítico, el discurso y el deseo ya han
tanta importancia la filosofía y la literatura del siglo pasado y colocado en la sustancia. Por lo mismo, el goce que se busca y,
también aquella a la que se refería Lipovestkky81 a finales del supuestamente se halla, en realidad no se halla, sino que lo pro-
duce cada sujeto, al usar. Lo que causa el placer es la experiencia
80 Tenorio Rodrigo, 2010. de una especie de certeza de que en verdad se ha el cumplido el
81 Lipovestkky, G, 1985.

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deseo. En consecuencia, se hablaría de un placer (goce) hacién- pretaciones y actitudes que se producen en un proceso amplio y
dose en cada acto y por la relación del deseo, la falta y la acción equívoco a la vez.
de cada sujeto.
En un comentario colgado en la red bien puede darse una cita de
Muchachos y jóvenes pretenden hacerle el quite al dolor y a la Nietzsche emparentada con una canción o el tema de una pelícu-
muerte, desde la misma posición que se lo ha hecho a lo largo y la y hasta algún texto religioso. De hecho, el anterior testimonio
ancho de la historia. Aparentemente sin negarlos, tratan de que comienza con un llamamiento a lo abstracto que, a lo mejor, no
no aparezcan en la vida cotidiana o que, si aparecen, su presencia aparece claramente, pero que es invocado porque algo de eso
sea fugaz. Por eso la mariguana, como el alcohol, también sirve se halla en la relación del sujeto con la marihuana y no necesa-
para ahuyentar el sufrimiento que ya no es un malestar cualquie- riamente con otras sustancias porque ella y casi solo ella posee
ra sino uno que afecta al ser en sí mismo, a los sentidos de la vínculos con un saber que no debería rozar la locura. Las otras
existencia. Prácticamente no existe incógnita que no verse sobre son eminentemente drogas ligadas con la locura, como el opio,
el placer, el dolor y la muerte. Una actitud que podría ser leída por ejemplo.
desde una posición postmoderna ante la vida, el placer y el su-
frimiento. En este contexto, ya no habría cabida alguna para un Las posiciones ante la marihuana no podrían entenderse al
sufrimiento que se justifique en sí mismo, o que se pueda realizar margen de los procesos de conocimiento y de las actitudes
una suerte de metarelato sobre el dolor. Por el contrario, la voca- de la sociedad ante el mundo, las críticas a los modos de pen-
ción hedónica se impone por sí sola. sar y vivir y a las interpretaciones que antes fueran impuestas
como únicas y verdaderas. De hecho, a América Latina se le
Atiborrado de cosas, aparentemente necesarias pero en realidad impusieron principios, normativas e incluso legislaciones pe-
absolutamente inservibles, la sensación de vacío no desaparece nales en todo lo que respecta a la drogas, sin tomar en cuenta
aunque se lo quiera ahogar en el humo, el saber y la experiencia de la actitud crítica y deconstructivista que, desde el siglo XX,
la marihuana. caracteriza a la región. No se ha reconocido que el espíritu
latinoamericano del siglo XX, sobre todo a partir de Mayo 68,
Esta posición sobre los sentidos del ser tendría que ver con una se vuelve absolutamente transgresivo, contestatario a lo que le
actitud postmoderna de la sociedad re-semantizada en las socie- llega de fuera.
dades latinoamericanas y también del país. Actitudes que podrían
ser calificadas de híbridas en el sentido en el que son la mezcla de De hecho, casi no se han tomado en cuenta estos aspectos en los
lo que acontece acá con lo que viene de fuera, con lo que traen, análisis que se han realizado sobre la presencia en el Continente
por ejemplo, el cine, la novelística y también las interacciones de las drogas, en particular de la marihuana. Al pasar por alto la
de las redes sociales. Quizás en este punto se hallaría el sentido posición ideativa, creativa y política de las Américas hispánicas,
más claro de lo postmoderno como un conjunto de saberes, inter- se abandonan espacios teóricos que permiten entender mejor un

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fenómeno que no puede explicarse de la misma manera en Ho- en los nuevos niños y niñas? La sociedad tiende a preocuparse del
landa que en Bolivia o Ecuador. Como señala Gadea,82 debe te- supuesto mal ejemplo y no de las razones invisibles que motivan los
nerse en cuenta que lo posmoderno no es únicamente análogo a usos y que se ligan a las experiencias y afectos de los niños.
la heterogeneidad social o al hibridismo cultural.
El hecho de que los niños fumen marihuana justamente tiene que
Estas premisas no son la conclusión final del debate sobre el ver con el peso de la idea, de la idealización, de la ideología que
tema, sino las que permiten su eventual comienzo. Por desgra- tiene la mariguana y que se ve en todos lados. Porque el niño ve
cia, el tema de las drogas ha sido visto desde una perspectiva el símbolo de la marihuana en una bandera en el estadio, en un
absolutamente unilateral, es decir, desde la concepción de cosas gorrito, en una mochila. Entonces, un niño de diez años pasa por
dañinas y peligrosas, desde la mirada de sustancias malas en sí ahí con su mamá y ve esos colores o a un tipo rastra con su mo-
mismas y que causan males a quienes las usas y también a las que chila con los colores propios de Jamaica. O ve a otros haciendo
producen. figuritas y que aparecen como diferentes, con sus barbas, y claro
que todo esto sí le llama la atención. O simplemente los ve fumar,
La propuesta de abandonar el término consumo y sustituirlo por el y todo el mundo los ve fumar con su pipa y bota el humo. Y lue-
de uso83 tiene que ver con los valores que las drogas poseen en los go el niño simplemente se pregunta: qué es eso. Todos los niños
sistemas representacionales de los sujetos y de los grupos. son esponjas y ven y absorben todo, aunque parezca que tienen
los ojos en otra parte. Entonces ellos ya tienen una idea que se
En el siguiente testimonio de Pedro, un joven adulto de Quito, po- repite y ellos empezarán a hacer lo mismo. Y más aún cuando los
dría evidenciarse el proceso de significación sobre la marihuana que niños están en los problemas sociales y familiares, en la pobreza,
los niños construirían desde las experiencias comunes de la vida co- la pobreza es una enfermedad del alma. Y hay otras enfermedades
tidiana en la que la marihuana se hallaría presente en actos y situa- que enferman a los niños como el divorcio de los papás y otros
ciones que no pertenecen a la cotidianidad de un niño, por ejemplo, problemas familiares. El niño irá a La Carolina84con su patineta y
y que en sí mismas hablan ya de su presencia inequívoca. ¿Quién hará lo que los otros están haciendo.
se ha preocupado de la falla o del fracaso de la función hedónica de
mamás y papás en los procesos de construcción de las identidades No es el discurso oficial el que ha realizado estas distinciones
sobre la realidad de la presencia de la marihuana en la vida co-
82 Gadea, Carlos, Vanguardias político culturales y la pre-historia de lo posmoderno en tidiana a la que pertenecen los niños. En efecto, para el mismo
América Latina, www.uaemex.mx/
83 Esta propuesta se la analizó de manera clara en El sujeto y sus drogas, (op.cit.). Lo no hay nada más que añadir al hecho de que la marihuana es una
importante de la propuesta estriba en la diferencia entre consumir que implica el droga maligna y que, por ende, debe ser eliminada, no solo en la
agotamiento de la cosa en sí y el uso que rescata el involucramiento del sujeto con
la sustancia, con la marihuana, por ejemplo, que posee valores de significación que
calle, sino en las tierras en las que se la cultiva. Lo que resulta
duran en el sujeto más allá del acto mismo de uso. Los valores de significación de- imprescindible es, entonces, abordar todos los elementos de aná-
terminan que la marihuana, ingresada en el sistema representacional del sujeto y del
grupo, produzca y se mantenga produciendo sentidos cada vez nuevos y diferentes. 84 Parque de la ciudad de Quito.

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lisis para comprender la especificidad de los usos de marihuana subsumido en el hacer que, por su parte, debe permanece oculto
en las prácticas sociales. convertido en secreto del que nadie debe enterarse.

En consecuencia, la idea de que algo es droga, en este caso la La informante es una chica de veintiún años y era pequeña cuando
marihuana, no surge de la cosa en sí sino de relaciones lingüís- en casa se devela el gran misterio-crimen de que el papá alguna
ticas y de prácticas sociales que la han calificado como tal y vez fumó marihuana cuando muchacho igual que sus hermanos,
la han colocado en la territorialidad lingüística de lo malo. En tíos de ella.
consecuencia, resulta imprescindible abordar las dos regiones
del decir sobre la marihuana: desde ella misma y desde el dis- Me acuerdo que estábamos en una fiesta familiar. Y mis tíos esta-
curso oficial. Al hablar de ella misma, se hace referencia a las ban borrachos y mis papás estaban ahí. Y entonces empezaron a
representaciones que se producen en torno a la marihuana al molestarle a mi papi diciendo que de joven él había sido marihua-
margen del discurso oficial que, como se ha señalado, no hace nero. A mí me llamó mucho la atención, pero de eso nunca se ha-
sino repetir una enseñanza construida desde una única posición, bló en casa. Pero después, hablando con mi mami, ella me contó
la del mal. que al hermano mayor de mi papi mi abuelo le había cachado que
fumaba. Entonces así uno va viendo cómo se forma más que una
Resulta, pues, imprescindible tomar en cuenta ambas zonas ilegalidad, un tabú. Y cómo se rechaza a esa persona como mala
discursivas para lograr una mejor comprensión de una realidad porque consume. Pero de esa gente de entonces hay quienes nos
social que va mucho más allá de la cosa-sustancia, el cannabis, dicen: bueno, hazlo, pero hazlo con conciencia. Entonces, siempre
para arribar a la marihuana usada generación tras generación hay ese doble juego: de que es un placer, pero también de que no
sabiendo que cada una de ellas produce nuevos sentidos sobre puedes hacerlo en cualquier lado. Entonces siempre hay el riesgo
una realidad eminentemente móvil. de que te tachen de drogadicto.

Pero la marihuana aparece en la sociedad del siglo pasado ya ¿Será que Occidente no puede vivir, crecer y superarse si no es
marcada por el mal. Hasta tal punto es abarcativa y absoluta con un perenne trasfondo del mal y con una ética eminentemente
esta marca del mal que ni se habla de ella ni es posible que culpígena? Lo narrado da cuenta precisamente de que el mal rodea
alguien comente sus usos antiguos a sus hijos, por ejemplo. En la vida cotidiana, desde siempre, desde el mito del Edén. A partir
efecto, cualquier uso, por más racionalizado que hubiese sido, de las década de los setenta del siglo pasado, ese mal se llama ma-
pertenecía y sigue perteneciendo de manera necesaria el orden rihuana y luego drogas, un genérico que posee mucho de perverso
del mal. Se desconoce, por negación, que las drogas aparecen por cuanto se halla destinado a que los ciudadanos pasen por la
en la sociedad para que, en cierta medida, prime el orden de la prueba de la abstención para certificar su bondad, su ética e inclu-
subjetividad sobre la objetividad, el decir sobre el hacer. Por so su propia justicia. En efecto, aquellos que usaron droga, como
ende, el saber queda casi anulado para que su espacio quede el papá y los tíos de la informante deben mantenerlo en absoluto

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secreto pues en ello se juega su reputación y también la conducta de que el uso ya no fuese un delito en sí no quiere decir que en el
de la descendencia. país se podía usar libremente ni marihuana ni ninguna otra droga.
Sin embargo, ya a partir del presente siglo, las tensiones disminu-
Será, pues, el consumo de marihuana la excusa suficiente para de- yen notablemente y de manera progresiva porque cada vez más se
clarar a los jóvenes como grupo de riesgo peligroso para la socie- disemina el discurso de que el tema de las drogas en un problema
dad panóptica. De hecho, en las tres ciudades principales (Quito, de salud. Ello determinará que los usadores ya no sean llevados a
Guayaquil, Cuenca) se realizan detenciones masivas porque tan la cárcel, puesto que no es un delito, sino a los hospitales y a los
delincuente es el que cultiva la hierba, quien la trafica y el mucha- llamados centros de tratamiento que, en verdad, no representaron
cho que la fuma. De ahí se desprende la necesidad inapelable de otra cosa que una forma distinta de cárcel, quizás mucho más ver-
guardar el secreto a toda costa. Porque, como señala el testimonio, gonzante que la cárcel común.
si se llega a saber de esas antiguas experiencias con la marihuana,
el andamiaje moral del papá se deshace. Desde luego que los usadores no son todos iguales. A lo largo
de las últimas décadas, los usos y también las sustancias adquie-
Es probable que la generación joven de los setenta y ochenta provoca- ren cierto rango lo que las hace estar en un lugar y no en otro,
se con la política y también con los usos de marihuana una especie de ser usadas por un sujeto y no por otro. Pese a los serios esfuer-
rompimiento epistémico que les permita pasar a lo que se denomina zos realizados en orden a la despenalización, la marihuana sigue
la postmodernidad, ese mundo que, en nuestro medio, se habría per- ocupando un lugar muy particular en el infierno del mal. Por otra
feccionado con el advenimiento del nuevo siglo que, de una u otra parte, las actitudes ante el cannabis y lo que se ha escrito y dicho
manera, obligó a realizar cortes. Ese corte habría cambiado el sentido al respecto no han sido suficientemente fuertes como para sacar-
de los usos que, en el campo de la subjetividad, ya no se inscribirían la del mundo de las droga, es decir, del mal social. La marihuana
de manera necesaria en el mal ni en lo puramente contestatario. Un no se halla en la cárcel sino en el patíbulo.
tema que, desde luego, será tratado con mayor amplitud. Un usador de
comienzos de siglo dice: Por otra parte, parecería que en la situación de riesgo de ser acu-
sados por la policía u otros entes sociales en la que se colocan
No teníamos ya necesidad de burlar a la policía porque no estábamos los usadores de marihuana podría llegar a incrementar lo placen-
haciendo nada malo. Además, no fumábamos en espacios públicos ni tero. Como si los riesgos que se corren amplificasen la idea del
hacíamos cosas que vayan en detrimento de la ley ni de la dignidad de enfrentamiento y de la transgresión y, por ende, la gratificación
nadie. Tal vez en la época de mis papás era como más satanizado el que surge del incumplimiento de las normas sociales realizado
asunto. Pero para nosotros era entonces mucho más abierto el consumo. ya no en la soledad de lo privado sino en el espacio público
en compañía de otros que participan de los mismos deseos. El
Sin embargo, hace veinte años la persecución policíaca era mayor siguiente testimonio de un usador de hace más o menos quince
que la actual. El hecho de que se burlara la vigilancia policíaca y años daría cuenta de esta gratificación nacida tanto de la misma

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droga como la situación del uso en un ambiente en el que se deseo aparecería en el momento lógico que sigue a la prohibición,
cuidan las normas. de tal manera que nada se desearía si no estuviese previamente
prohibido, ya sea implícita o explícitamente. La fortaleza del de-
Para conseguir lo que deseábamos, era necesario estar en el seo dependerá en consecuencia de lo perentorio de lo prohibido y
lugar correcto con las personas adecuadas, que se mantengan también de la atracción que lo prohibido ejerce sobre el sujeto. En
las normas y que nos cuidemos los unos a los otros para que el mito, si Yahvé no hubiese prohibido comer ese fruto, la pareja
no probemos, por ejemplo, otras sustancias o que no nos ex- original no lo habría ni deseado ni, por ende, probado. Con lo que,
cedamos. En mi grupo, por ejemplo, era un primo mío el que además, se prueba que el poder es, ante todo, inhibidor y castiga-
siempre nos vigilaba. En el grupo en el que me inicié y con el dor antes que organizador y gratificador.
cual comparto hasta ahora de vez en cuando, ellos tenían un
juramento que hacían al iniciar el consumo de la marihuana: El poder, que pretende ignorar este proceso casi elemental del de-
no mezclar con otras sustancias que sean nocivas para la sa- seo, se aferra a la interdicción pues se ha convencido de que basta
lud. Por lo mismo, si alguien quería probar mezclas de algo el acto prohibidor para que desaparezca el deseo. En última ins-
más, no se le permitía. Porque la marihuana sola es sana, pero tancia, se pretende ignorar que la sociedad permisiva es la única
cuando las mezclas con otras sustancias entonces sí te resulta sociedad sana.
perjudicial.
Algunos analistas aceptan que en la sociedad se han producido
Es común que el poder considere que es suficiente la ley para evitar cambios radicales que no implican necesariamente la abolición de
que algo se produzca, que es suficiente la ley para interrumpir de los órdenes de la buena convivencia, tal como señala, por ejemplo,
una vez por todas algo que está aconteciendo. El poder valido de Marcela Raiden85, para quien la presencia de las drogas, en particu-
sí mismo se auto envanece y deja de lado todas las limitaciones lar de la marihuana, ha provocado desde los años 90, “un proceso
posibles. ¿Cómo nace el deseo? Esta es una de las preguntas fun- de disolución de las formas más elementales de convivencia social.
damentales del psicoanálisis. Y la respuesta comienza con otra pre- La cohesión de la sociedad está en crisis, hay una profunda ausen-
gunta: ¿qué fue primero el deseo o la prohibición? Tema complejo cia de sentido vinculada, por lo menos a dos factores: a un crecien-
porque da cuenta quizá de lo más importante del sujeto: el desear te descreimiento de lo público y a una erosión de los canales de
como respuesta a la prohibición. En el gran mito de Occidente, participación política. Hay crisis de legitimidad de las instituciones
primero aparece la prohibición luego el deseo. Lo que quiere decir y de las prácticas. En estas condiciones, los canales de comunica-
que nada se desearía ni no estuviese prohibido. ción social están en permanente tensión y cuando se rompen, cuan-
do dejan de existir, los grupos sociales y los individuos se alienan
Cuando se afirma que el deseo proviene del Otro, es preciso enten- 85 Raiden, Marcela, Drogas en el siglo XXI: Mercado, consumo e identidad de
der que ese Otro representa al prohibidor, a ese que marca la terri- clases, Cenareso, Buenos Aires, 2011. Cenareso: Centro nacional de reedu-
torialidad simbólica de la existencia que se sostiene en la ley. El cación social de Argentina. La institución tiene que ver con el tema de las
drogas y de los socialmente diagnosticados como drogadictos.

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unos de otros, y ven al otro como un extraño, como un enemigo que ningún tratamiento, del orden que fuese, puede ser impuesto
como una amenaza”. Por otra parte, los usos indiscriminados de y que obligar a un tratamiento implica una clara violentación de
drogas han invadido de “incertidumbre que, a su vez, se han con- los derechos.
vertido en el signo de la época frente al futuro, incertidumbre que
podríamos relacionarla con la idea de desencanto weberiano, la Estas posiciones moralistas se imponen cuando no se miran los
idea de no estar, de no pertenecer”. acontecimientos como parte de las realidades sociales, de su evo-
lución y de sus producciones en los espacios de la política y de la
Este es un claro ejemplo del discurso paralelo y muy ligado a lo cultura. Para entenderla mejor, la marihuana podría ser vista como
oficial que se ha construido a lo largo de estas décadas y que, aun- parte de los procesos de transformación que se dan en Occidente
que ha evolucionado, no deja de hacer referencia al mal que la en la segunda mitad del siglo XX luego de las guerras que pusieron
marihuana, como las otras drogas, ha provocado en la sociedad. en picota la ética y la verdad estatuidas por el poder. A esa verdad
oficial sobre la marihuana y a sus compañeras de viaje se les podría
Para uno de los informantes, consumidor en los noventa, la mari- ver desde el lugar en el que nos pide colocarnos el criterio mismo
huana pertenece al orden de lo placentero y también al de la paz. Se de verdad: “La voluntad de lo verdadero, que nos arrastrará aún a
trata de esas dos condiciones básicas del sujeto a las que no puede muchas aventuras peligrosas, esa famosa veracidad de la que todos
renunciar y que tampoco cesa de buscar de manera permanente los filósofos han hablado siempre con respeto, ¡qué de problemas
más aún si, por alguna razón, cree que las ha perdido. nos ha planeado ya!”86

En general, estos discursos más o menos oficiales, desconocen “Suponiendo que la verdad sea una mujer, ¿no se nos ocurriría sos-
o pasan por alto dos aspectos fundamentales de las posiciones pechar que los filósofos, en la medida en que han sido dogmáticos,
contestatarias. La primera tiene que ver con la crítica indirecta han entendido poco a las mujeres? ¿Y que la espantosa seriedad, la
a los regímenes del poder. La segunda hace referencia al rescate torpe insistencia que hasta hoy han desplegado en la búsqueda de
del valor de la función hedónica en la existencia del sujeto y de la verdad eran procedimientos inhábiles e impropios para conquis-
la comunidad. En efecto, no se trata solamente de lo que desea y tar a una mujer? La pregunta es de Nietzsche87.
busca el sujeto en el orden del placer, sino de todo aquello que la
sociedad hace, construye, inventa para que esta función se cum- De ahí que sea necesario entender los hechos de los usos de mari-
pla, aunque sea de manera burda. En definitiva, bajo el manto de huana desde la libertad y no desde el mal, entendiendo la libertad
supuestas reflexiones teóricas, no se encuentra sino la repetición como un producto de los procesos de trasformación de la cultura.
del discurso oficial del mal, de ese mal universalizado que han En efecto, no se podría analizar con suficiente validez este fenó-
causado las drogas. Ese discurso que justifica la guerra contra las meno social si no se lo integrase a los procesos de transformación
drogas y la eliminación de sus usadores a los que se los envía a la
cárcel o a los centros de tratamiento obligatorio, pasando por alto 86 Nietzsche, F. Ibidem, pág. 39.
87 Nietzsche, F, pág. 35

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social. No es dable pedir que desaparezcan los problemas y el es- No es, como dice Raiden, que a partir de los años 90 se ha
trés, sino que se los pueda superar. producido una “disolución de las formas más elementales de
convivencia social. La cohesión de la sociedad está en crisis,
A la marihuana se le pide que te quite el estrés, que te relaje. hay una profunda ausencia de sentido vinculada a dos factores:
Como te dije, el marihuanero manifiesta que tiene pensamientos un creciente descreimiento de lo público y a una erosión de los
más profundos, que piensa en cosas en las que no piensan los canales de participación política.” Para la autora no existen sino
demás, que obviamente también tiene ideas extrañas. Pero, ¿qué los modelos antiguos de relación social y política lo que difi-
más busca al fumar? Divertirse, como yo al principio, porque eso culta comprender mejor los sistemas representacionales de las
es cuando recién empiezas a fumar: la búsqueda de la sensación nuevas generaciones y de los grupos sociales que se organizan
placentera, si un chico de 12 años al que le gustan los video-jue- y se relacionan de distinta manera incluso cuando la marihuana
gos, si fuma un poco, el video juego le parecerá espectacular. Fu- y otras drogas se hallen formando parte de una cotidianidad que
mar e ir al cine es muy divertido. Pero algunos están muy equi- no por ello deba ser ni desconocida ni marginada. Es claro que
vocados cuando dicen que te ayuda con el estudio, que te ayuda la posición de la autora da cuenta del discurso sobre las drogas
a concentrarte, eso es totalmente erróneo porque la marihuana te impuesto por el poder.
dispersa, te hace disperso, con una atención disfuncional.
En las sociedades se han producido cambios profundos tanto en
Cuando a las cosas se les pide que actúen sobre el sujeto, que pro- sus modos relacionales como en el manejo del poder. Pero no se
duzcan felicidad o que metamorfoseen la tristeza y la conviertan en ha dado la disolución de la que habla la autora desde su perspec-
alegría, entonces se ha arribado al mundo de lo mágico pues el poder tiva claramente moralista que no reconoce las diferencias. Para
de la alegría no radica precisamente en la hierba sino en los sujetos, ella, los usos de marihuana y de otras drogas constituyen, antes
en sus lenguajes y actitudes, en esa posición narcisista que es capaz que nada, un problema de orden moral.
de cambiar los sentidos de las cosas con solo desearlas. Una acti-
tud, además, eminentemente infantil, tal como lo analizó Freud, pero Es preciso reconocer que el tiempo hace a la marihuana, de la
que, sin embargo, tiene el poder de actuar y de modificar los estados misma manera que la marihuana se ha convertido en uno de los
de ánimo de los sujetos sin dejar de contar con el valor de la química agentes de cambio en las sociedades y probablemente en uno de
que ahí está presente sin que esa presencia, sin embargo, sea definiti- los signos paradigmáticos de la contemporaneidad.
va puesto que igual provoca risa o llanto, paz o agitación, sentido de
compañía o de soledad. Todo esto se daría en medio de los cambios Más allá de la complejidad que implica la vida diaria y más
que se han producido en el entorno social, una realidad que no siem- aún cuando podría estar marcada por los usos, el testimonio de
pre es tomada en cuenta cuando se habla de la marihuana y se cree Pedro tiene que ver precisamente con ese lugar que ocupa la
que es la misma en todas partes y en todos los tiempos. Efectos que marihuana en la vida. De ninguna manera es ilegítima la traspo-
no dependen directamente del ácido tetrahidro cannábico. sición a una parte importante de la sociedad que, sin necesidad

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de haberla usado, sabe que el mundo no sería lo que es si no Sin embargo, el discurso oficial la considera como la causante de
hubiese aparecido la hierba en los ejercicios de la cotidianidad. males. Ella es el mal que nada bueno puede producir ni ofrecer. En
la medida en la que representa al mal, debió ser perseguida hasta
El informante es un adulto que usó marihuana tanto cuando estu- aniquilarla y borrarla de la faz de la Tierra.
diante secundario como universitario. Para él, la marihuana ocu-
pa lugares más que reales, eminentemente simbólicos y también Con el tiempo se fue produciendo un discurso paralelo surgido
mágicos que no representan sino una suerte de reproducción o de en el campo del uso. Son sus usadores los que la rescatan y la
desdoblamiento de las relaciones que se establecen con los otros. convierten en algo más que en una sustancia que daña física y
Por otra parte, marca de manera clara la diferencia abismal que psíquicamente, en algo más que la culpable de casi todos los
mediaría entre la marihuana y cualquier otra droga porque ella y males que padecen quienes se permiten, de manera perniciosa,
solo ella se ha convertido en una auténtica compañera proveedora usarla.
de placer, de compañía e incluso de sabiduría.
Para sus usadores, la marihuana forma parte de aquello que se abre
La marihuana era mi compañera, esa compañera que nunca me a los espacios de la libertad ligada a la promesa de un futuro. Por
iba a fallar, la que nunca me dejaría. Incluso yo muchas veces lo mismo, no tendría que ver con una posición que cierra el tiempo
rechacé a mis parejas para estar con ella, para seguir fumando y que lo congela con el propósito de anular todo futuro. Aunque
marihuana. Porque yo decía que ella siempre está ahí, siempre no se halle exenta de complejidad, forma parte de los elementos
me entiende. Fue una relación tenaz que, claro, puede terminar que han cambiado ciertos sistemas simbólicos en los quehaceres
siendo una de esas relaciones tóxicas. Por ejemplo, el cocainóma- y en los sentidos de las políticas sociales, por ejemplo. Existe un
no no se relaciona con la cocaína, el bazuquero no se relaciona sistema de transformaciones que determina los modos de ser y de
de esta manera con la base, la usa como narcótico en sí, y si se estar, de vivir, trabajar y de pensar tanto el presente como el futuro.
droga y si llega a la dependencia, lo hace porque el cuerpo le pide En este sistema la marihuana está presente y no, ciertamente, como
y porque desarrolló un hábito. convidada de piedra y menos aún como enemiga a la que es preciso
eliminar a toda costa.
Con la marihuana no es así, con ella hay algo más, no la usas
como simple droga sino que hay algo más, existe toda una rela- El presente perdería su valor y sentido si no estuviese atravesado
ción, existe un vínculo, es un lazo. La marihuana era mi compañe- por la falta de sentido, por una incompletud que deberá ser llena-
ra y por eso no quería dejarla. Obviamente, yo consumí también da mañana. Es la falta de ser, el ser para la muerte heideggeriano.
otras drogas y las dejé. Pero a la marihuana no. Yo me dije: voy a Esta falta permite la prolongación de la vida de hoy a mañana,
morir fumando hierba, yo no voy a dejar de fumar nunca. Bueno, en ritmos que se repiten sin cesar porque la propuesta vital es
finalmente en la vida hay otras prioridades, el tiempo pasa y te seguir siendo lo que no es aun pero que probablemente acontezca
das cuenta de que eso es cada vez más difícil. Y así la dejé. mañana.

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Para el discurso oficial, expresado en el texto ya citado de Raiden, sustancia en sí, como acontecería con la base y la cocaína. Desde
en la marihuana como en las otras sustancias, de manera perversa el rito de armar un porro o una pipa, ya exige otro tipo de relación,
se ha producido una sobrecarga de sentido lo que da cuenta de una casi ritualística de la que carecerían las otras sustancias.
“penuria y degradación social progresiva”. La autora acusa a la
marihuana de ser la culpable de “asociación perversa con la vio- Los efectos no se pueden conseguir sino fumándola y dependen
lencia y la inseguridad”. del estado de ánimo de la persona, no es que alucinas, porque lo
que pasa es que se te agudizan los sentidos, a veces los sentidos
Este discurso oficial sobre la asociación perversa de la marihuana que tú mismo quieres, por eso es completamente variable. Ojo,
con la violencia ha servido también para negar un sinnúmero de ma- pero nada de eso consigues masticando la hoja, ni siquiera las
les que se hallan en las sociedades, en los grupos, en las familias flores que son las que más sustancia psicotrópica poseen. La ma-
de la pobreza. Cuando cierto poder se dedica a hablar de realidades rihuana solo actúa cuando la fumas. Pero también la puedes usar
sociales complejas, como la marihuana, pasa por alto los temas de la para el dolor, pero eso ya es otra cosa: la maceras en trago, en
pobreza abarcativa, de la explotación ancestral, del discrimen y de la esas puntas88 que llaman gasolina de avión: se pone un tallo de
violencia propositivamente sostenida por los poderes fácticos. marihuana y los cogollitos, ya que está macerado, eso es buenísi-
mo para todo tipo de dolor.
En estos casos, la marihuana como otras sustancias, corre el grave
riesgo de convertirse tan solo en eso, en elemento de la violencia Como se señaló en el primer capítulo, el cannabis comienza ubi-
pues sistemáticamente se han cerrado las rutas de la simbolización. cado en los lugares privilegiados del poder civil y religioso porque
Este habría sido el objetivo final de la guerra a las drogas: borrar, solo sus miembros se hallan autorizados al goce. Incluso cuando
eliminar hasta el último rastro de una marihuana que podría signi- se extiende a ciertos espacios sociales más abiertos, no pierde su
ficar algo más que un necio y casi perverso vicio. carácter eminentemente privativo y religioso entendido como la
capacidad de trascender que permite, por una parte construir rutas
La relación con la marihuana difiere bastante de aquella que se para llegar a los saberes exclusivos y, por otra, arribar a experien-
establece con otras sustancias como, por ejemplo, con la base. Es cias placenteras igualmente únicas y vedadas al común de los su-
probable que su historia tan antigua en la cultura tenga que ver jetos. Tanto lo uno como lo otro proveen a la marihuana de cierto
con el espacio simbólico en el que se ubica en los usos. Con otras orden de privilegio casi de lo místico y de lo sacro que tiene que
drogas, lo que prima es la cosa en sí, el jalar coca sin límite hasta ver con las tres instancias fundamentales de la existencia: el saber,
llegar a los extremos de la sobredosis que conduce al sujeto al bor- el gozar y el sanar. Probablemente a causa de estas realidades, sus
de de la aniquilación. usos adquieren mayor valor y especificidad que el de cualquier otra
sustancia.
Con la marihuana se construye una relación que no deja de tener
cierto aire de benignidad mutua porque ya no se trata tan solo de la 88 Puntas: con este nombre se conoce al aguardiente primero y al último que sale de un
proceso de destilación.

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De hecho, cuando de manera especial los antiguos usadores se re- Es probable que se haya desvirtuado el ceremonial a partir del
fieren a otras sustancias, como la base, por ejemplo, los lenguajes momento en el que el uso se generaliza. Sin embargo, el acto si-
son otros, casi neutros y, a veces, hasta con cierto desprecio. En gue siendo excepcional y personal aunque para lograr sentido sea
cambio cuando hablan de la hierba, las palabras y las actitudes indispensable la presencia del otro. En efecto, no existe posibili-
personales se asemejan a lo religioso, a lo sacerdotal, casi a lo dad alguna de goce sin el otro que debe estar presente aunque tan
místico. solo sea en el orden de lo imaginario. Por ende, el saber cambia
de estatuto cuando transita de uno a otro y en ese tránsito se ori-
Esta característica muy particular de la marihuana hace que no sea ginan vacíos de significación que son llenados por lo conjetural.
bien visto el uso solitario e incluso que abiertamente se lo rechace.
La marihuana pertenece al rito y, por ende, al grupo. Su uso más o menos clandestino ha permitido que la marihuana
permanezca en el orden del misterio e inclusive en el de lo sa-
Fumar en grupo era mejor porque en el grupo era donde tú con- grado. Como se señaló en el capítulo primero, el cannabis fue
seguías hacer tu ambiente. Si tenías problemas, los compartías íntimamente ligado a lo sagrado, particularmente al más allá de
mientras compartías el porro, o simplemente en el grupo escu- la muerte, a ese lado misterioso que se halla en la otra orilla de
chabas nada más a los otros, como en cierta medida era mi caso. la existencia. La muerte se resiste a toda explicación lógica. Por
En el grupo te respetaban y no exigían fumarla si no querías, eso lo mismo, en los tiempos antiguos, fueron los sacerdotes u otras
era lo bueno de estar en el grupo: te sentías acogido y sin ningún personas ligadas a lo ceremonial los únicos que tenían acceso al
tipo de obligación que no sea la de guardar el secreto de que se cannabis.
fumaba y de quiénes fumaban.
Casi imposible una cultura que, de una u otra manera, no haya
Como dice Vázquez Roca, “lo sacro tiene que ver, al mismo tiem- tenido alguna relación con elementos mágicos cuyo objetivo pri-
po, con la sustancia y con el ceremonial”.89 Seguramente ya no mordial no haya sido la búsqueda de trascendencia. Y la actual
queda nada de los antiguos ritos ceremoniales. Pero lo ceremonial no puede ser una excepción más aún cuando casi ha caducado la
también implica aquello que remeda el rito, como liar un cigarro ritualística religiosa.
o curar una pipa, incluso cuando esta se ha metamorfoseado tanto
hasta terminar transformada en una manzana. Sin embargo, vién- Para entender mejor el tema de la marihuana y su expansión en los
dolo desde el mito, la pipa-manzana remitiría a lo más antiguo países de la región y, en particular, en el nuestro, es necesario re-
del relato en Occidente y quizás haría que se ligue de manera más conocer que ya caducaron los grandes relatos sobre los sujetos, las
profunda el uso de la marihuana con lo transgresivo y lo gozoso al comunidades, la religión y la familia. Los grandes relatos sobre la
mismo tiempo.90 verdad, la solidaridad y, quizás el principal de todos, el metarrelato
sobre la igualdad de los ciudadanos ante los derechos, la ley, la
89 Op. Cit. vida e incluso la muerte.
90 La tradición occidental dice que la fruta prohibida en el mítico paraíso fue la manzana.

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Si ya no hay metarrelato, si se ha debilitado el mundo de las uto- pretaba una realidad que, por más visible que fuese, le era abso-
pías para dar paso al de las certezas, ¿con qué podrían vivir los lutamente ajena. Pero más tarde se permitirá experimentar por sí
sujetos y las comunidades? ¿No se habría ya instalado, acaso, en mismo esa realidad colocada a priori en los ámbitos del mal. Solo
cada región, “El país de las últimas cosas”, como describe la nove- entonces adquiere un saber propio con el que es capaz de construir
la Auster? De hecho, no se podría dejar de pensar que la marihuana nuevos sentidos que le permiten ser parte de los mismos juegos de
podría convertirse, si no se ha convertido ya para muchos, en aque- lenguaje de quienes fuman marihuana.
llo que salva al sujeto de esa especie de anonadamiento absoluto
que acontece en el país creado por Auster91 y que surge de ese plus Recuerdo que ellos se sentían fabulosos, pero luego venía un es-
de cosas, de ese exceso de la materialidad en detrimento de sus tado como de letargo. Y yo siempre me cuestionaba sobre cómo
sentidos y de su simbolización. es posible que se droguen para terminar así. Ahora que yo expe-
rimento, es importante destacar que cuando uno consume y llega
Ante el peso de lo real de las cosas, es probable que la marihuana a ese estado de letargo que yo pensaba, no es así. Es un estado de
permita el rescate de lo imaginario y también del orden simbólico. quietud y tranquilidad que no se puede comparar con nada. Son
De hecho, el atiborramiento de cosas que caracteriza al mundo ac- indescriptibles la paz y el sosiego.
tual impide que cursen los procesos de simbolización porque los
sujetos bien podrían morir ahítos de realidad. En consecuencia, Se lo debería experimentar, yo le invito a que lo experimente por-
para no fenecer atrapado por lo real puro del mundo, es posible que que es algo inimaginable. Es ese éxtasis que te lleva a ser uno con
la marihuana se ofrezca a producir la rehabilitación del orden de lo el cosmos y uno contigo mismo, esa sensación de tener la capaci-
imaginario para crear el puerto de la salvación. dad de superarlo todo y de hacerte sentir que eres todopoderoso.
Yo la consumo de manera terapéutica, y eso me hace sentir bien.
También Lyotard92insiste en el hecho de que la existencia de una Cuando tengo dolor y siento mi pierna que me duele, la marihua-
sociedad se asegura tan solo en el hecho de que los mensajes que na hace que el dolor desaparezca. Así me siento más estable.
circulan sean ricos en información y fáciles de decodificar. A ello
se añadiría la supresión de lo que el autor denomina factor de opa- El usador se coloca en un espacio en el que, desde luego, no se
cidad y de ruido que impide la construcción misma de mensajes y halla el investigador y que, por ello, no estaría en capacidad de
su transmisión adecuada. comprender y valorar la profundidad de las experiencias vividas.
¿Cómo caminar hacia un espacio en el que sea posible comprender
El informante habla de sus experiencia en un antes y un después. la experiencia para que no quede eclipsado en el territorio de la
En ese antes, él no pasaba de ser un mero observador crítico de lo narrativa?
que acontecía con quienes fumaban. Desde sus percepciones inter-
“Lo que se precisa para comprender (…) las relaciones sociales,
91 Auster, P., 2012. a cualquier escala que se las tome, no es únicamente una teoría
92 Lyotard, J.F

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de la comunicación sino una teoría de los juegos, que incluya a la


agonística en sus presupuestos”, comenta Lyotard,93 haciendo refe-
rencia a la teoría de los juegos de lenguaje del primer Wittgenstein.
La marihuana forma parte de los juegos de lenguaje de la contem-
poraneidad y si cambiasen los juegos y sus reglas, seguramente
cambiarían la marihuana y sus sentidos.

Capítulo tres
Placer, prohibición y deseo

Cuando por la mañana termina uno de acicalarse,


hay que acicalar también cuidadosamente el planeta.
Hay que dedicarse regularmente a arrancar los bao-
babs, cuando se los distingue de los rosales a los cua-
les se parecen mucho, cuando son pequeñitos. Es un
trabajo muy fastidioso pero muy fácil. Si los baobabs
crecieran, podrían destruir el planeta.
Antoine De Saint-Exupéry

Lo que cuenta en las cosas que dicen los hombres no


es tanto lo que estos hayan pensado más acá o más
allá de ellas, sino lo que de entrada las sistematizan
volviéndolas, para el resto del tiempo, indefinida-
mente accesibles a nuevos discursos, y abiertas a la
tarea de transformarlos.
Michel Foucault

93 Lyotard, J-F

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cima del bien la roca de la existencia y dejándola rodar para retomar


nuevamente el proceso, realidad incomprensible, si se quiere, pero
indispensable. Camus, por ejemplo, habla de un Sísifo finalmente
feliz en esa suerte de tarea absurda. Es decir, el mal no es eliminable.

Hablar de la marihuana implica abordar el tema de una de aquellas


sustancias comprendidas dentro del genérico de drogas de mayor
uso en el continente y en el país. A diferencia de la coca, la ma- De los efectos reales al poder imaginario
rihuana fue traída a América por los españoles y vino a quedarse
para siempre, pese a que se ha hecho lo posible e imposible para Cuando se divide al mundo en dos territorios morales: lo bueno y
eliminarla porque, quizás como ninguna otra planta, representaría lo malo, las relaciones que se producen serán siempre de poder y
la presencia del bien y del mal, de lo deseado y de lo prohibido, del previamente calificadas dependiendo del lugar al que se debería per-
placer y del sufrimiento. tenecer. El mal nunca podrá producir algo bueno, y viceversa. En lo
que respecta a las sustancias que forman el listado de drogas crea-
En efecto, desde sus orígenes míticos de Occidente, el bien y el mal do por Naciones Unidas todas son necesariamente malas y nada ni
comparten el mismo territorio del placer y del sufrimiento, de la nadie puede modificar ese calificativo que poseería características
vida y de la muerte: “Si comiereis del fruto de esta planta, moriréis casi ontológicas, es decir, son absolutamente malas y nada ni nadie
inmediatamente, sin posibilidad de salvación alguna”. Para ciertos podría convertir ese mal en bien. En consecuencia, deben ser elimi-
discursos, desde el momento, sin fecha, en el que alguien empezó a nadas porque contaminan el planeta, porque causan la muerte y, si
fumar la marihuana fuera de las celebraciones y con los ritos oficia- algún placer produjesen, este sería moral y hasta jurídicamente malo
les, desde ese momento ingresó el mal en el mundo. y pernicioso.

Históricamente, parte de la perfección de Occidente ha consistido en Occidente se olvidó de lo que había significado la marihuana a lo
las estrategias diseñadas y puestas en juego para enfrentar al mal y largo de la historia en las diferentes culturas tanto en el orden religio-
marcar su desaparición desde una posición bipolar filosófica, física y so ceremonial como en el campo de la salud y del poder. Todo eso
ética incuestionable. Si bien la propuesta ética consiste en el logro de desapareció para que aparezca solo la planta producida por el mal y,
la perfección, sin embargo el camino para conseguirlo no implicaría por ende, causante de la perdición de todos aquellos que se acercan
necesariamente su eliminación. El mal no desaparecerá sino cuan- a ella para usarla.
do ya no exista el bien. El mal, en consecuencia, es absolutamente
necesario para que se consolide el bien merced a esas batallas gana- Estos saberes antiguos se los cambió por un maniqueísmo social y
das y también a los fracasos. El sujeto es el producto de esa doble moral. La posición maniquea no tiene como objetivo tan solo la divi-
y necesaria presencia. Desde la mitología, es Sísifo subiendo a la sión del mundo en bueno y en malo. Su objetivo es impedir que los

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sujetos y los pueblos se acerquen a la complejidad de las cosas, enteógenas94 que se dividen en mayores y menores. La menor es la
que sean capaces de ir más allá de las apariencias, que se atrevan marihuana, las mayores son la ayahuasca, el san Pedro que son
a tomar los discursos del poder y deshacerlos hasta encontrar las plantas de poder.
verdaderas intenciones ocultas. Desde esta posición, carece de
sentido ético que alguien se dedique a saber sobre el mal y, peor Posiciones que bordean el lado extremo de lo real y que casi dilu-
aún, que pretenda probar la fruta del árbol prohibido para saber el yen lo imaginario e incluso lo simbólico de la vida. Es el lado ex-
porqué de la prohibición. El poder maniqueo acorrala la libertad tremo provocado por la misma prohibición y que es utilizado como
de los otros. defensa ante la agresión del poder. Así se pretende desconocer que
el poder real es físico, destructor e incluso mortífero porque se
Este pensamiento es el que ha primado en la posición del poder sostiene en la fuerza que se impone por sí misma. El poder del que
respecto a la marihuana que fue ubicada en el espacio del mal con habla la informante, una chica de veintiocho años, bascula entre
la prohibición absoluta a todos de acercarse a ella y peor aun de los dos extremos del bien y del mal lo que la lleva a convertir a la
usarla para saber de sus secretos. Una prohibición tan absoluta, planta casi en salvadora al mundo.
que se determinó su eliminación de la faz de la Tierra: había que
asesinar al demonio. En sentido estricto, la adicción no significa otra cosa que el efecto
de haber despojado a las sustancias de sus valores simbólicos e
A este poder se enfrentan no solo los usadores sino también quie- imaginarios para quedarse con la parte real, es decir, en lo que es la
nes han buscado teorizar sobre la marihuana y sobre el tema de cosa en sí misma, en los efectos de su química.
las prohibiciones y penalidades que rodean los usos. A ello se
añade esa posición medio divinizante que han asumido algunos La sacralidad que se atribuye a una sustancia en determinadas cir-
usadores e incluso no usadores que han ligado al cannabis con cunstancias no es más que el efecto de un discurso y de un conjun-
cierto carácter divino del que surgen virtudes y poderes muy par- to de actitudes que se centran en una cosa determinada. El vino y
ticulares. Es decir, mientras el poder la denigra y la condena, el pan consagrados en la ritualística cristiana que, habiendo pasado
algunos de sus defensores la endiosan sin mirar más allá de cierta por el rito de las palabras, se convierten en el cuerpo y la sangre
exaltación no siempre consecuente. de Cristo. Ya nunca más serán pan y vino pues el rito de la palabra
introdujo ahí nuevas categorías simbólicas pero también absolu-
Es una planta enteógena, es decir, una planta que saca tu dios in- tamente mágicas. Para los creyentes, ahí se ha producido una sa-
terior, que te ayuda a conocerte. Cuando se tiene un buen trabajo cralización absolutamente real. Imposible pensar una cultura y un
con la sustancia, te ayuda a conocerte, te ayuda a salir de proce- acto cultural sin un referente, casi siempre implícito, a un orden
sos duros de tu vida, por ejemplo, salir de una adicción a otras
sustancias. Además está su poder analgésico, hay varias plantas 94 Enteógeno: sustancias que modifican el estado de ánimo, incluso cambios profundos
muy significativos en la percepción de la realidad, incluidos espacio y tiempo, y
pueden llegar a provocar despersonalización. Neologismo de Ruck.

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simbólico que pasó en algún momento por lo mágico. Por lo mis- forma a como yo que estoy explicando o como alguien del colegio
mo, no todos los usos sacralizan la sustancia. Por el contrario, la Pacha Mama o del colegio Americano. Nadie la va a ver de la
adicción consistiría en la desacralización definitiva de la sustancia misma manera, nadie la va a fumar como yo, de la misma manera.
para quedarse con la cosa en estado puro.
No es que se pretenda colocar la marihuana en el mundo de las
Se produce, en consecuencia, una reconfiguración de los saberes ambigüedades y de los equívocos, sino que se trata de resaltar el
empíricos que las personas y las comunidades poseen sobre las hecho de que el valor de significación de una realidad, depende del
cosas y que se han extendido a lo largo de la historia. Esta sacrali- sujeto que la significa cuando se acerca a ella.
dad de la marihuana no nace en el siglo XX, proviene de aquellos
tiempos imaginarios en los que el cannabis ingresó en el mundo Imposible una existencia que no se halle atravesada por la ambi-
mágico hecho de lo innombrable y lo impredecible.95 güedad que conduce a la exaltación de algo que luego podría ser
rechazado. ¿Qué otra cosa es un sujeto que un modo de ser, de
Solamente el lenguaje hace que la cosa marihuana deje de reple- desear y también de culparse? “El hombre es un modo de ser tal
garse sobre sí misma, deje de significar lo que se halla determina- que en él se funda esta dimensión siempre abierta, nunca delimi-
do en las botánicas para abrirse hacia el mundo mágico de otros tada para siempre, sino indefinidamente recorrida, que va desde
sentidos que no cesan de producirse. Como a muchas otras plan- una parte de sí mismo que no reflexiona en un cogito, (…) al
tas, a esta se le han otorgado poderes muy particulares que van desplome de experiencias que escapan a sí mismas, a todo hori-
mucho más allá de su química real. La química real de la planta zonte silencioso de lo que se da en la extensión arenosa de lo no
es una y otra vez metamorfoseada por el deseo y los lenguajes de pensado”.96
los usadores.
Como ha acontecido con otras realidades sociales, el poder se en-
Es una planta que tiene historia, tiene contenidos que están antes cargó de crear representaciones mediante las cuales se constru-
que cualquier otra bebida, y es menos intoxicante. Viene de la yeron realidades sobrepuestas a las originales. Las cosas no son
tierra que la forma que le da los colores, que le da la forma linda ni buenas ni malas en sí mismas, simplemente son en la medida
que tiene. Pero además, es algo que depende de quien la ve, de en las que los sujetos las incluyen en sus representaciones. El
quien la siente. No es la misma la marihuana como la ve alguien cannabis está ahí con una presencia neutra, si se quiere, mientras
del colegio Mejía que no va a querer familiarizarse de la misma no haya alguien que la signifique de una manera determinada y
la valore desde ese juego de representaciones. En la práctica real,
95 Lacan pretendió anudar los órdenes imaginario, simbólico y real, hasta construir las dos representaciones se juntan, se funden, se influencian mu-
con ellos un nudo al que denominó nudo borromeo. Este nudo se constituirá en la
representación perfecta del sujeto que es capaz de vivir tres estadios diferentes de
tuamente.
la representación en un solo acto hasta el punto de identificarse con el mismo. En
la realidad, nudo imposible pero que pretende hacer referencia a tres órdenes que
actúan en cada acto humano. 96 Foucault, M., op.cit. pág. 333.

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La serie de nominaciones por la que ha pasado a lo largo de los el bien y el mal, en las prohibiciones y en las sanciones impuestas
siglos da cuenta de que se trata de algo que posee cierto valor de a quienes violentan los límites estatuidos. En la mitad de este juego
trascendencia espacio-temporal, es decir, algo que no se deja atra- de poderes se crean las nuevas formas de presencia de cosas como
par en un solo concepto o nominación. Más aún, quizás parte de la marihuana y también los juegos de la sexualidad y del placer.
su supervivencia se deba precisamente al hecho de que el cannabis
se mimetiza bajo nominaciones cambiantes, no tanto en el discur- Una sociedad representa un sistema de valores muchos de ellos
so oficial, sino en el mundo de las relaciones establecidas en la determinados por el poder y otros organizados desde la ciudada-
sociedad. Y cada nombre la hace diferente, la revive e incluso la nía. La comunicación se encarga de hacer de puente entre órdenes
inmortaliza. sociales separados ordinariamente por la disparidad en su relación
con el poder. En este interjuego de saberes, creencias y posiciona-
Uno de los grandes errores y limitaciones del discurso oficial con- mientos de carácter afectivo o político se construyen las nuevas
siste en referirse siempre a la marihuana como si se tratase de una verdades que se añaden a las cosas para nominarlas y calificarlas.
cosa única y cuyo sentido se cierra sobre sí mismo. Entonces, no
interesa para nada la polisemia que posee muchísimos valores de El principio activo del cannabis es el tetrahidrocannabinol que no
significación en el mundo social. es un alcaloide porque no contiene nitrógeno. Por ello comúnmen-
te se lo considera como una sustancia visionaria, es decir, que po-
A ver, la marihuana tiene muchos nombres: marihuana, hierba, dría conducir a producir alucinaciones. A esta química se anexa o,
mota, ganja, cogollo. Eso entre nosotros. En otros lugares, le han mejor aun, se sobrepone la química mágica del deseo que es la que,
puesto otros nombres. Si es un porro, le dicen canuto, torpedo, finalmente, actúa.
blond cuando está enrollado. Grifa es una palabra que se usa más
en los estratos medios para abajo, ¿Tienes un grifo? Un mucha- ¿Qué es una alucinación? Una producción imaginaria de realida-
cho que tiene una posición más alta, va a decir: oye, ¿tienes un des que son percibidas únicamente por quien las produce. Ahora
cogollito? O: regálame un poquito de ganja. bien, lo que produce la marihuana no son sino realidades afecti-
vas, sensaciones y no percepciones (visión) de cosas inexistentes.
Siendo el poder quien determina los campos del bien y del mal, Las sensaciones siempre pertenecen al orden de la subjetividad
la división no tiene por objetivo algo que no sea el sostenimiento no así la percepción que exige un objeto que puede ser igual-
del poder y su valoración. Esta posición no podría jamás hablar de mente percibido por otro. La sensación es una relación eminen-
los bordes en los que, a causa de las acciones del sujeto y de sus temente afectiva y, por ende, subjetiva: la alegría, la tristeza, el
deseos, algo es convertido en bueno o malo de conformidad a las cansancio, la lucidez, la modorra. Si un psicótico que se ríe a
circunstancias, sin que ello no admita que existen actos que en sí carcajadas porque se halla alucinando, la risa es el afecto ligado a
mismo son malos. De hecho, una de las expresiones paradigmáti- la experiencia que está viviendo y que, de suyo, denotaría que se
cas del poder consiste en la capacidad de clasificar y de determinar trata de algo placentero.

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Pero no se alucina la alegría. Por otra parte, si bien un afecto puede La marihuana no está para producir un afecto sino para hacer que
ser reprimido, en el sentido estricto del término, es decir, que el su- aparezcan los afectos, para que se incrementen los que se hallan
jeto evita o impide que se exprese su ira, por ejemplo, nunca podrá ya a flor de piel, para que surjan aquellos que, por razones quizás
ser inconsciente, en el sentido psicoanalítico del término. inconscientes, tienen miedo de expresarse, para que aparezca ese
miedo. No produce el miedo ni la alegría. No es, pues, en sí misma
Los efectos de la marihuana pertenecen al orden de los afectos y un hazmerreír ni tampoco un hazme sufrir.
no al de la conciencia o de la percepción en su forma alterada que
es la alucinación. El afecto constituye una experiencia sensorial Todo depende de tu estado de ánimo, depende mucho del contenido
absolutamente personal pues surge de la relación entre el sujeto y que tienes de base. Porque cuando estás triste, el volarte te lleva a
la cosa o el acontecimiento. Por otra parte, un afecto se produce que te cuelgues. Cuando no hay ningún contenido emocional que te
siempre en relación con el historial afectivo y también axiológi- diga que debes estar triste, o que te pasó algo en tu casa, es como
co del sujeto, con sus expectativas y deseos. En consecuencia, que no tienes nada de base para que te pongas triste. Pero cuando
el afecto constituye siempre una experiencia personal con una pasas por una situación difícil, cuando algo turro te está pasando,
lógica que rechaza cualquier racionalidad que pretenda limitarla entonces empezarás a sentirte triste o enojado, depende. Un ami-
e incluso explicarla. El afecto constituye la expresión más pa- go terminó con su novia y cuando fumaba, lo único que hacía era
radigmática de la subjetividad porque, además, se produce casi quedarse quieto y se volaba solo, o sea, no se reía, no se burlaba de
siempre ligado al historial afectivo y representacional del sujeto. nada. Pero cuando ya todos pasamos el examen supletorio, chuta,
En consecuencia, no existen afectos inconscientes. entonces todos nos reíamos porque ya estábamos felices. Si vas a
hacer deberes, tienes que centrarte en ese hecho y decir: esto me
Con el uso de la marihuana se da una producción de afectos o va a servir para hacer mis deberes, y es lo que tengo que hacer. En
cambios en su intensidad de la que comúnmente se tiene concien- consecuencia, el efecto de la marihuana depende de lo que tienes de
cia puesto que la conciencia del afecto viene dada con el afecto base, de las circunstancias por las que estás pasando.
mismo.
Como acontece con la misma conciencia que no se da sin la pre-
Es absolutamente irrelevante cuán consciente es o no un sujeto sencia del otro, algo similar acontece con los afectos que son una
de la magnitud de su goce o de su tristeza, de su ternura o de su forma, quizás la más privilegiada de dar cuenta del estar en el mun-
ira. Más aún, podría acontecer que el sujeto no perciba su alegría do frente a los otros. Porque nadie está en su mundo de manera
como tal sino como tristeza o que las mezcle, pero nunca acon- neutra, sin una posición afectiva que es la encargada de señalar de
tecerá que la alegría se convierta en tristeza, por ejemplo. Sin qué manera alguien se presenta en el mundo de los otros.
embargo, siempre quedará en el misterio que compete al psicoa-
nálisis las razones de los tránsitos de la alegría a la tristeza, del La marihuana existe únicamente porque existe alguien que la cono-
amor al odio. Tránsitos mas no metamorfosis. ce y la usa en un contexto absolutamente emocional. La conciencia

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emocional es la conciencia del mundo, más aun, es la forma de de mí misma, yo nunca he tenido la misma experiencia porque
estar en el mundo puesto que nadie puede relacionarse ni con los cada vez es todo diferente.
otros ni con el mundo en general de manera neutra. La marihuana
permite que, en un momento determinado, el usador adquiera una ¿Se trata acaso de un engaño del que es víctima el sujeto y al que
conciencia especial de su estar en su mundo y en el mundo de los ha sido llevado por otros igualmente ya engañados? De ninguna
otros. En esa relación, la marihuana permitiría que el sujeto pue- manera, por el contrario, en cada acto se da un compromiso del
da reconocer los afectos que lo invaden, aquellos con los que se sujeto en sentido estricto puesto que siempre se producirán afectos.
encuentra relacionándose con los otros en su cotidianidad o en un Son los afectos que aparecen los que dan cuenta de este compromi-
momento determinado de la misma. so y no las ideas que puedan surgir de la experiencia. Los afectos
no pueden guardárselos pues se los vive en el momento de su apa-
La complejidad de la vida en un momento determinado no se evi- rición, luego pueden ser parte de una narrativa, pero ya no pueden
dencia sino en el desorden que provoca en la cotidianidad a causa ser revividos. En la experiencia con la marihuana, los afectos pue-
de la falta de sentido o de ese exceso que lo desorganiza. Para den llegar a ser intensos pero solo dejan esa huella a lo más como
unos, la marihuana se convierte en el gran organizador de la coti- punto de referencia pero con la imposibilidad de volver sobre ellos
dianidad no porque esté llamada a proveerla de sentido sino porque para experimentarlos nuevamente. Existen, pues, usos reiterativos
permitiría una apertura especial de la conciencia de sí como para de marihuana que atrapan a un sujeto que busca reeditar una expe-
abordar la existencia de otra manera, quizás menos sufriente o, riencia tenida en una ocasión determinada. Es probable que se den
al revés, más dolorosa. Es igualmente posible que el usador haya usos conflictivos de drogas, es decir, compulsivamente repetidos,
convertido a la mariguana en una suerte de escenario en el que le en un sujeto que, consciente o inconscientemente, busca volver a
es posible abordar la complejidad de su vida. una experiencia pasada que bien pudo ser altamente gratificante o
quizás dolorosa. Esta sería la verdadera adicción.
Hay personas a las que la marihuana les hace sentir súper bien,
les coloca en un estado de euforia. En cambio, hay personas a las ¿Cuándo fue en realidad la primera vez, ese inicial acercamiento
que les deprime. Hay personas que fuman y que se quedan así, a la droga? La respuesta pertenece al mito, tanto social como per-
lara, lara, lara por dos horas. No es que están tostados97 porque sonal, porque el deseo carece de historia, está ahí, llega con cada
no fumaron en exceso porque ellos saben cuál es su dosis, sin sujeto, con la ley y con el placer. No es el dolor el que conduce a
embargo, es el efecto, la forma de actuar de la sustancia en ellos. la botella o a la marihuana sino el placer que una y otra ofrecen
Nunca produce los mismos efectos porque cada vez que se consu- escondido en los pliegues de sus historias y mitos. Aunque, como
me, todo depende del estado de ánimo, el estado de ánimo hace se señaló, se da con frecuencia esa especie metamorfosis del afecto
que consumas siempre como una marihuana diferente. Yo te digo que, en verdad, no es sino el tránsito rápido de un afecto a otro,
incluido su opuesto.
97 Estar o quedar tostado: un grado de inhibición afectivo-motora de los sentidos por
haber fumado quizás en exceso.

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Es que se trata de una cosa espiritual. Hay veces en las que estoy esa especie de cuerpo sin órganos y organizado con otra lógica
súper bien, en un estado armónico, todo chévere, y fumas mari- por la marihuana.
huana y sigues en ese estado armónico, chévere. Pero hay otras
veces en las que estás medio deprimido, medio decaído, y fumas, y En ese entonces, nosotros buscábamos con la marihuana contro-
eso te ayuda a estar en un estado medio armónico. O puedes estar lar los impulsos. No es que la marihuana los controle, sino que, al
en un estado súper mal, y fumas y quedas peor después de un via- controlarla a ella, uno buscaba esa inspiración que podía rozar
je, peor de lo que estamos, porque todo depende de ti, de tu forma lo genial, por ejemplo, al tocar la batería, esa aceleración que ni
interna de ser y de sentir. Si una persona está cansada, le puede uno mismo cree pero que está ahí.
llevar a dormir, y su objetivo no era dormir sino farrear, pero le
lleva a dormir porque eso es lo que su cuerpo necesita y demanda. Sobre estas experiencias, casi siempre han hablado los espectado-
Como te digo, son cosas bien, pero bien subjetivas. Hay cosas que res que bien podrían ser los teóricos de carácter moralista o aque-
no se pueden expresar sino que solo se las puede vivir. llos que se han dedicado a mirar la marihuana y a quienes la usan
desde las orillas de la ética del mal. Casi todo lo que se ha produ-
Se trata, en consecuencia, de un conjunto de experiencias vivi- cido tiene que ver directamente con una suerte de moral que pre-
das en un momento determinado, momento lógico y afectivo que viamente ya había descalificado y condenado tanto a la marihuana,
nunca se repite porque es realmente parte constitutiva y al mismo por ser la culpable al constar en los inventarios clasificadores de las
tiempo producto de una experiencia que se da y no volverá nun- plantas, como a sus usadores por haber abandonado la moral que
ca, aunque se la recuerde o se la evoque. Parafraseando a Ricardo prohíbe salir de las normas que determinan lo bueno y lo malo, lo
Espinosa,98el cuerpo que busca reeditar una experiencia tenida con conveniente y lo inconveniente, que hablan del ser humano como
la marihuana sería una especie de cuerpo sin órganos, casi inde- categoría metafísica y moral y nunca encaran la realidad del sujeto,
terminado, casi mítico al que los conjuntos metafóricos tratan de aquel de los deseos, del placer y del sufrimiento.
rehacer, de darle forma y experiencia.
Desde luego que carece de valor la idea de que tan solo experi-
Para los usadores, tanto antiguos como nuevos, la marihuana mentando se puede decir algo de lo que se habla. Existen saberes
poseería la capacidad de producir una especial unificación del válidos construidos sobre auténticos análisis del objeto de estu-
cuerpo, es decir, del mismo sujeto que se deshace en la vida dio. Por lo mismo, respecto a la mariguana, no se podría sostener
cotidiana, que se desmembra en los actos, en las expectativas que tan solo los usadores se hallan legitimados a juzgar sobre
y deseos, en los placeres y sufrimientos. La marihuana jugaría lo que es y sobre sus efectos en la vida de los ciudadanos. Estos
una función unificadora, articuladora, de ese cuerpo desparra- decires legítimos tampoco podrían arrogarse el poder del saber
mado en las cotidianidades, incluso más allá de la experiencia absoluto desdeñando aquel que nace de una experiencia atrave-
opuesta que podría producirse en un momento determinado, en sada por los juicios surgidos, aunque no exclusivamente, de los
experiencial.
98 Espinosa, Ricardo, Deleuze , 2006.

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Es necesario rescatar la experiencia de quienes se han relacionado diez o cien años. Deleuze nos advierte que las percepciones y los
con la marihuana y también los criterios de aquellos que, basados afectos pertenecen siempre al orden de la subjetividad. Pero es im-
en saberes propios o ajenos, opinan que el uso de la marihuana portante recalcar que ese sentir pertenece también al orden de la
constituye una mala aventura por lo que sería mejor que quien no realidad, ese algo que hay en cada sujeto y que se halla, de alguna
lo hizo no lo haga. manera, ligado al orden de los lenguajes lo que lo convierte en
hecho histórico.
Sin embargo, es importante aceptar que las sensaciones, del orden
y dimensión que fuesen, constituyen siempre una experiencia que Un informante de veintiocho años sabe que las sensaciones y los
pertenece al campo de la subjetividad. Por lo mismo, en rigor, no afectos producidos por el uso de marihuana caminan las rutas de
se las podría generalizar. la subjetividad y que, por lo mismo, no es posible estandarizarlos
aunque se puedan quizás generalizar ciertas experiencias.
A propósito de los afectos, del sentido de la realidad y de otras re-
acciones que provoca la mirada de una obra de arte, Deleuze99 dice: Los efectos varían porque son subjetivos porque dependen del
“Siendo espectador, no experimento la sensación sino entrando en organismo de cada uno, de la personalidad. Por lo mismo, des-
el cuadro, accediendo a la unidad de lo sentiente y de lo sentido. La graciadamente, no se puede levantar una estadística de lo que
lección de Cézanne más allá de los impresionistas: la sensación no se siente. Los efectos varían. Además, seguramente no todas las
está en el juego ‘libre’ o desencarnado de la luz y del color (impre- marihuanas te dan la misma sensación. Por ejemplo, ahora está
siones), al contrario, está en el cuerpo, aunque fuere el cuerpo de una de moda la cripy que, se supone, es más seleccionada, porque en
manzana. El color está en el cuerpo, la sensación está en el cuerpo, y la chola están mezcladas hembras y machos, te viene con semillas
no en los aires. Lo pintado es la sensación. Lo que está pintado en el y todo, y es un desastre. La cripy, se supone, es solamente hembra,
cuadro es el cuerpo, no en tanto que se representa como objeto, sino es más sativa. Hay otra variedad que se llama black window. Todo
que es vivido como experimentando tal sensación”. depende de la cantidad de Thc100. Y, bueno, a cada quien le gusta
una u otra, y cada quien tiene sus propias experiencias. Con una
En consecuencia, no es posible generalizar las experiencias senso- buena, basta una sola pitada, con la chola se necesitan hasta cin-
riales, los afectos que se producen ante una experiencia. Sin em- co pitadas para estar en estado.101
bargo, es posible que la repetición de las mismas permita armar
una suerte de patrón que podría repetirse. Pero este patrón sería 100 THC: tetrahidrocannabinol.
101 En la vida cotidiana, la marihuana ha sido bautizada con numerosos nombres.
siempre muy elemental y apenas como un pequeño señalador de lo Mariguana, porro, cacho, Canadian black, maría, pasto, toke, chocolate. ana, jua-
que se podría producir. Por otra parte, los afectos también se hallan na, maríajuana, yerbita, mary jane, yerba mala, yerba buena. Yerba de la ilusión,
yerba del rey, weed, ganja. La necesidad de protección personal y grupal ha determi-
ligados a historia y a la cultura. Es decir, no se puede reaccionar nado que el léxico varíe según las circunstancias. La idea fundamental es despistar,
hoy ante un acontecimiento como reaccionaban las personas hace no tanto a la policía, sino a la familia y a las autoridades del colegio. El hecho de
que crezca la sinonimia revela que los nombres realmente no protegen sino muy
99 Deleuze, G., Lógica de la sensación, pág. 10. circunstancialmente.

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Cuando se trata de entender los usos de marihuana, no hace falta con la marihuana porque su carácter es eminentemente pacífico y
buscar ningún tipo de racionalidad porque no pertenecen a ese or- conciliador, une al grupo y le provee de cohesión.
den, sino al orden de lo mágico y al de la libertad. Sin embargo,
es preciso también tomar en cuenta a Weber para quien es siempre Esta relación afectiva original con los otros da cuenta de que
posible la interacción de varias racionalidades subyacentes en la todo sujeto nace en un mundo social organizado con lenguajes
acción, incluyendo las “racionalidades con arreglo a los valores” y normas. Esta organización es la que permite el tránsito de los
que irían más allá de las perspectivas racionalistas. Una raciona- afectos que requieren de la presencia de los otros para surgir y
lidad, por ejemplo, que tendría que ver con los valores y fines del expresarse. Sin embargo, también es preciso reconocer que toda
sujeto. Hay que ir a la racionalidad del orden de los deseos, de la subjetividad requiere y exige para sí la privacidad que conduce a
libertad y de los afectos. En general, todas las estrategias de pre- la autonomía.
vención han fracaso porque se sostuvieron en la lógica del bien y
del mal, en la lógica de las responsabilidades personales y so- Pese a que parecería que la sociedad de las nuevas generaciones
ciales. Esa lógica que no solo no tomaba en cuenta el deseo, el se aferra a un individualismo a ratos total, la pertenecía al grupo
placear y la libertad sino que, abierta o camufladamente, los y la dinamia del mismo constituyen una de las características de
negaban. la sociedad contemporánea. Giddens,104 por ejemplo, al describir
las tendencias sociales de las nuevas generaciones, hace énfasis en
El uso de marihuana exige una relación de sentimientos y no de la individualidad contemporánea a la que considera altamente re-
razones. El sentimiento es anterior a los lenguajes y a todas las flexiva que, de alguna manera, contradice un criterio generalizado
lógicas posibles. Es el primer lenguaje con el que el niño se comu- de que a las nuevas generaciones les interesan cada vez menos los
nica con su madre y, por su mediación, con el mundo. En realidad, procesos de reflexión, análisis y crítica.
el afecto es el primer lenguaje que aprende todo hijo de mujer.102
Para filósofos como Deleuze (2002), el sentimiento infantil sería Sin embargo, lo que más caracterizaría a las nuevas generaciones
el niño en sí mismo en todas sus dimensiones, sería el sujeto en y al mundo en su conjunto sería el hecho de vivir de los aconteci-
sí. Los afectos dan cuenta de la forma de estar en el mundo. Y la mientos, hasta el punto de que la sociedad se describiría a través
marihuana se coloca precisamente en ese espacio de significación de los acontecimientos. Estos podrían ser aparentemente baladíes,
eminentemente afectiva, emocional, incluso cuando a veces termi- como el lanzamiento de la última tecnología en computación o en
ne haciendo daño. De suyo, nadie se triquea103 ni pretende hacerlo celulares o en música o en arte. Acontecimientos que se suceden a
102 Al respecto se podrían citar los versos de Virgilio de la Égloga IV: Empieza, oh ratos de manera tan rápida que no permiten reflexión alguna sobre
pequeñín / en la risa a conocer a tu madre. El poeta ubica los afectos como el primer ellos. Los acontecimientos van y vienen, aparecen y desaparecen.
lenguaje con el que el niño se comunica con el mundo a través de la madre.
103 Triquearse: El término es muy polisémico y sus sentidos dependen de la ciudad,
Lo que hace presencia en la pantalla en un momento dado es susti-
región y de los grupos. En general tiende a referirse a la experiencia de miedo e tuido de manera casi inmediata por otro evento, acontecimiento u
incluso de pavor que se experimenta en el vuelo con hongos. En ciertos casos, el
triquearse se convierte en el objetivo del uso de la sustancia. Cf. Tenorio, R, 2007. 104 Giddens, A, 1997.  

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objeto. Ni siquiera se tendría tiempo para hacerse cargo de algo en tabilidad también se expresa de manera incluso dolorosa y hasta
concreto. Quizás un mundo caracterizado por una suerte de transi- cruel.
tividad absoluta.
La identidad, por otra parte, no es un hecho dado, sino un estar
Hay mucha diferencia entre lo que buscábamos nosotros en la ma- haciéndose en medio de una inconsistencia de significados y de
rihuana a lo que buscan ahora. En mi tiempo, con la marihuana, referentes tanto familiares como sociales. La identidad se ha tor-
buscábamos popularidad y pertenencia. Ahora, de alguna mane- nado una suerte de vacío que se llena con la inestabilidad pues ya
ra, los chicos buscan pertenencia pero no tanto popularidad. Di- no posee aquellas características que imperaron hasta el segundo
ría que buscan ser parte de algo, juntarse con alguien para cubrir tercio del siglo pasado, la identidad familiar, grupal, de género.
esos vacíos que tienen en casa. También estarían buscando situa- Desde la segunda mitad del siglo veinte, la identidad se hace en
ciones que les lleven a castigar a sus padres por abandonarlos y los vacíos que dejaron las crueldades de las guerras mundiales, los
brindarles su ausencia aun viviendo en la misma casa. Por otra campos de concentración, los Archipiélagos de Gulag, las lucha
parte, son hijos de la migración, hijos de la tecnología. Son hijos por los poderes absolutos y hegemónicos, la peste camusiana, el
del abandono. Muchos de estos chicos pueden buscar refugio en ser y la nada sartrianos106.
la mariguana para lograr seguridad y hasta compañía.
La marihuana llega a finales del siglo pasado, no como un vicio,
Cada generación se hace en tiempos reales, lógicos y culturales sino como un elemento que pretende aglutinar las partes rotas de
diferentes. Y cuanto más avanza, este tiempo aparece cada vez más una sociedad en plena decadencia, como una ruta que podría llevar
acelerado y cambiante lo que hace que pierda su valor de referente a los lugares en los que las nuevas generaciones pudiesen hallar
de la existencia. El sujeto, por su parte, se halla inmerso en esa algo más que guerra y destrucción. Hacer la paz y no la guerra
movilidad que no reduce su capacidad de construir y mantener re- implicaba también fumar marihuana.
ferentes que sostengan la existencia y la provean de sentido. Gid-
dens105 señala que ya a finales del siglo pasado, el tiempo sufrió una Entonces eran problemas difíciles de sobrellevar, ni los médicos,
aceleración como no se había dado antes. El filósofo Hobsbawn ni los psicólogos ni los curas podían ayudarte. Entonces a veces
también habla de la aceleración del tiempo que habría comenzado hasta pensaba en el suicidio, sentía que mi mujer, por ejemplo,
hacia la mitad del siglo XX “el más corto de todos los siglos” y sin estaba junto a mí por lástima pero no por amor. Entonces la ma-
embargo, el más cruel de toda la historia de la humanidad. rihuana era compañía.

La conciencia de esta inestabilidad es cada vez más temprana. De La marihuana y las otras drogas no hacen los caminos para llegar a
hecho las nuevas generaciones lo perciben casi con su primer abrir 106 Los Nazis pregonaban la abstinencia en el nombre de la salud nacional. Pero a la
de ojos, con su primera mirada al entorno familiar en el que la ines- hora de librar su Blitzkrieg, no tenían reparos en poner a sus soldados hasta los topes
de drogas y alcohol. El speed era la preferida, no obstante muchos otros se hicieron
105 Giddens, A., 1994. adictos a la morfina y al alcohol.

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los sujetos, tal parecería señalar el discurso tradicional que se queda Para Giddens, un elemento fundamental en la crisis que da lugar
en una pobre fenomenología, esa que resumió la complejidad en una al aparecimiento de la nueva cultura es precisamente las transfor-
relación causal entre drogas, traficantes y consumidores. Desde esta maciones o el declive de la familia patriarcal que, en el caso de
perspectiva, absolutamente lineal y pobre, se dejó de lado la reali- nuestro país, se caracteriza por una buena dosis de hipocresía so-
dad cultural y existencial de una generación que sabía que se habían cial y religiosa. La nueva cultura, ya en los 80, deja al descubierto
perdido o por lo menos debilitado seriamente aquellos elementos la inconsistencia de la familia, particularmente de la pareja ma-
culturales, sociales y políticos que habían servido de referentes para trimonial levantada sobre la base de prejuicios sociales pero no
dar cuerpo y sostén a la subjetividad y a la colectividad. sobre serios y consistentes vínculos amorosos y de compromiso.
Se devela el hecho de que existe otra verdad que tiene que ver
Se han analizado los usos de marihuana y de otras drogas desde el con un acostumbramiento social y una necesidad de tapar la pro-
vicio e incluso desde una suerte de maldad personal y nunca des- blemática de pareja y familiar porque lo que prima es el reino de
de los llamamientos a una necesidad de consistencia por parte de las apariencias.
los sujetos y de la misma sociedad. Aquella supuesta consistencia
de la cultura se desbarataba de manera cada vez más acelerada Aquellas generaciones denuncian que los sistemas de verdad con
y no aparecieron puntos importantes de resistencia. Como señala los que se ha movido la vida individual y social fueron impuestos
Giddens, la duda tomó el lugar de las convicciones con las que ha- de manera irresistible. Bastaría recordar el discurso y las pro-
bía aportado el antiguo régimen, patriarcal y tradicional. De una u puestas de Mayo 68 que tienen que ver con similares denuncias
otra manera, pierde consistencia y hasta desaparece esa ritualística aunque enfocadas al campo académico. De ese enunciado abar-
que marcaba los tránsitos e iniciaciones de las generaciones en el cativo de familia, se pasa al reconocimiento de la individualidad
mundo de los otros que ya no es acogiente porque las nuevas ge- y la subjetividad. De hecho, en las últimas décadas del siglo pa-
neraciones se encontraron con una cultura que no pudo ocultar su sado, el concepto universalizante y cerrado de familia se rompe
pasado ominoso. para dar lugar al surgimiento de un sujeto independiente, autó-
nomo y capaz de tomar sus propias decisiones en los aspectos
Son muchos los factores ajenos al consumo per se. Yo sé que algu- más fundamentales de la vida como son la elección de carrera y
nos se engancharon, como te digo, porque tuvieron vacíos existen- la elección de pareja matrimonial. Surge, en consecuencia, una
ciales, era su propia vida y la sociedad. Unos porque terminaron nueva libertad, quizás más auténtica, que tiene que ver con la
con sus novia, otros porque los papás se divorciaron ya que antes toma de decisiones personales incluso asumidas contracorriente
nadie se divorciaba. Entonces también por falta de atención fami- del sistema familiar dominante.
liar, por una comunicación disfuncional. En mi caso, por ejemplo,
mi mamá es muy co-dependiente, ella y yo, yo y ella, me mimó, me El uso de marihuana viene a formar parte de las múltiples actitu-
encapsuló, no me dejó caerme nunca, y creo que fue uno de los des y acciones con las que las nuevas generaciones dan cuenta de
detonantes para que yo comience a consumir marihuana. su crítica al sistema antiguo y su pertenencia a un nuevo orden de

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cosas y de significaciones. No se trataría tan solo de una posición no podían cumplir esa función de referente. Entonces aparecen y
de rebeldía sino de la posibilidad de crear distintos espacios de se consolidan los vacíos.
significación y también de otros estilos de vida.
Roudinesco108se refiere a la frustración como a una situación que
De alguna manera, aquellas generaciones de los setentas y ochen- posee un carácter que podría calificarse de existencial pues tiene
tas tuvieron la sensación, quizás hasta la certeza, de que la socie- que ver con la insatisfacción de un deseo o con el rechazo del de-
dad ya había explotado todas sus posibilidades tanto en los órde- seo en sí mismo. En consecuencia, es el sentimiento de frustración
nes privados, cuyo ejemplo primordial sería la familia, como en el que viene a ocupar el lugar que debió corresponder a la gratifi-
los públicos, expresados quizás de manera más clara en el sistema cación. Sin embargo, es preciso distinguir el caso de alguien que
educativo primario y secundario y, quizás de manera muy particu- no pudo tener acceso a la satisfacción de aquel que, habiendo sido
lar, en el político. Las dictaduras que se imponen en las Américas gratificado ve, que de pronto, se le suprime el proceso de gratifica-
también fueron la respuesta a esta posición crítica de la sociedad ción. Los dos casos difieren entre sí pues en el primero no ha habi-
joven dispuestas a no seguir una historia política y social de en- do acceso a la gratificación y en el segundo lo que se ha producido
gaño. Los militares de América Latina anulan el sistema constitu- es su suspensión.
cional y se imponen la tarea de eliminar hasta los vestigios de las
nuevas ideas. Lo acontecido en el Cono Sur fue el ejemplo más Si bien aparecen los grupos que se hacen en una suerte de rebeldía
paradigmático de este proceso en el que los militares no tuvieron ante la situación social y política, también están los otros que se
reparo alguno en cometer los mayores crímenes sociales de los que encapsulan en sí mismos o, lo que es más común, en sus propios
tiene memoria América Latina. grupos. No les interesa tomar las armas para luchar en contra de las
dictaduras o de los sistemas de opresión.
En lo que corresponde al campo de la subjetividad, para el psi-
coanálisis, la frustración, más que un acto, da cuenta de un estado Entonces era como una especie de rebeldía contra los someti-
del sujeto ante la dificultad de lograr la realización de un deseo. mientos. Por eso, en la mayoría de los casos, se fumaba en grupo
Aparece “como la imposibilidad de apropiarse de lo que desea”, y muy rara vez solitos. También cuando era en grupo se evitaba
señala Chemama.107 De esta manera, el sentido de la frustración que te moleste la policía. Unos se iban a fumar a orillas del río o
adquiere dimensiones muy amplias pudiendo referirse a la impo- debajo de los puentes, sobre todo del río Tomebamba, cerca de El
sibilidad de lograr cualquier clase de objeto. Sin embargo, la frus- Vado. También había los que fumaban solos, pero ellos eran apar-
tración a la que se alude tiene que ver, no precisamente con un te, se quedaban en los parques y luego les asaltaban y hasta les
objeto determinado, sino con aquello de las realidades familiares, herían para robarles. Existen muchas diferencias entre los usos y
sociales, culturales, religiosas, políticas y económicas que habían los tiempos, aunque, aparentemente no se vea mucha diferencia y
servido de apoyo existencial y que, de pronto, ya no estaban o ya más bien similitudes entre los usos de marihuana ahora que hace
107 Chemama, R., 2002. 108 Roudinesco, E. et Plot, M., 1997.

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años. Quizás ahora se insistiría más en el hecho de sentirse parte En efecto, algo que se ha tratado de escamotear en el discurso ofi-
de un grupo. cial sobre las drogas y sus usos es el hecho de que se trata de fenó-
menos sociales cuya complejidad ni se capta ni se resuelve con un
Este es precisamente uno de los temas que importan y que deberían eslogan absolutamente elemental como el “dile no a las droga” o
ser tomados siempre en cuenta cuando se trata de entender que la “las drogas son malas” o cualquier otro con el que se ha pretendido
marihuana, como prácticamente todo lo que compete a la cultura, destruir la complejidad para que en su lugar aparezcan el mal y la
es móvil en sus sentidos, en su historia y, por ende, también en las culpa.
relaciones que establece con su usador. Por una u otra razón se
deberían separar los procesos de los contenidos de tal manera que De ello se deriva la necesidad de ir a las representaciones sociales
aparezcan en sus relaciones con ciertas reglas del sistema social y que en sí mismas constituyen un objeto de estudio pues “se hallan
los segundos aparezcan como ejemplos particulares, señala Mos- dotadas de una realidad propia no dependiente de otras ciencias y,
covici109. En el fondo, se trata de rescatar los movimientos que se por lo tanto, capaces de construir un punto sólido sobre el cual se
producen en la sociedad y que dan origen al aparecimiento de lo puede apoyar el desarrollo de la psicología social,”112 herramienta
que se denomina mentalidad o conjuntos criteriales con los que se indispensable para entender, en este caso, el tema de los usos de
interpreta el mundo y sus realidades. drogas a lo largo de los últimos tiempos.

El estudio de las representaciones sociales tiene por dominio aque- Pero las condiciones de antes eran distintas. Por ejemplo, ahora
llo que ya ha sido explorado por la psicología social, es decir, las la familia es corta, hay muchos hogares con un solo hijo. Y los
interacciones que se producen entre los sujetos de un grupo y las papás y las mamás se dedican a comprar y comprar cosas a
realidades que viven (Palmonari).110 Por lo mismo, para entender sus hijos como si estuvieran en una competencia con las otras
el fenómeno de las drogas en la sociedad, es imperativo reconocer familias, con los vecinos. Y eso hace que prácticamente se ha-
las ideologías que gobiernan las relaciones y que producen las re- yan olvidado de sus hijos. Antes las cosas eran muy diferentes.
presentaciones del mundo. En mi tiempo, se respiraba el aire familiar, sobre todo el de los
fines de semana en los que la familia se reunía y comían todos
Por más anodinos que pudiesen parecer los usos, ninguno se realiza juntos. Ahora te dejan una nota cerca del microondas diciendo
al margen de un sistema de representaciones colectivas. Moscovici111 que se fueron a una reunión de negocios, a una invitación de tal
señala que si no se toman en cuenta las representaciones sociales en o cual cosa y que te dejan la comida en el microondas para que
todo su valor, en lugar de convertirse en una ayuda para entender los la calientes.
fenómenos sociales, se convierten en un verdadero obstáculo.
Desde esta perspectiva, los usos de drogas estarían íntimamente
109 Moscovici, S.,1986. ligados a la dinamia de la familia hasta el punto de convertirse, de
110 Palmonari, A., Paris, 1986
111 Moscovici, S. 1999 112 Palmonari, Augusto, op. cit. pág. 12.

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una u otra manera, casi en la responsable de que uno de sus miem- El siguiente testimonio da cuenta de las distorsiones tanto lógicas
bros use o no marihuana. Desde los orígenes mismos de la socie- como éticas con las que se ven y analizan ciertas realidades como
dad, a la familia se le ha otorgado los máximos poderes respecto el uso de cannabis. Por cuanto la familia aparece representada por
a las nuevas generaciones de las que, en una u otra dimensión, se la pareja parental, el hijo no logra integrarse a la dinamia familiar
sienten propietarias. Por otra parte, a la familia le compete tanto la puesto que papá y mamá son la familia. Los hermanos, en este
lógica como la ética de la existencia personal y colectiva. Desde caso, no cuentan sino, como se verá, en tanto afectados por el mal
esta perspectiva, la familia, como ese todo socialmente delimitado ejemplo del hermano descarriado que fuma marihuana. Para el in-
por la paternidad, la filiación y la locación compartida, se convierte formante, lo que cuenta no es el hecho de la familia en sí sino el
en el responsable primario de la construcción y trasmisión de lo que el papá también fume y beba aunque sea de manera esporádi-
bueno y de lo socialmente aceptado. ca. Puesto que la representación social de la familia está dada por
la pareja parental (ya no necesariamente la matrimonial), el hijo
Sobre la familia gravita el armazón social del bien y el mal. Pero debería quedar libre para decidir por sí mismo.
esta familia eminentemente valorada desde una ética incuestio-
nada se reduce en la práctica a la pareja parental responsable del Qué bueno que toque este tema de la familia. La familia queda ne-
bien y del mal de los hijos. Ya no se trata, en consecuencia, de la cesariamente ausente. ¿Sabe cuál era mi discurso, mi pantalla, o
familia como realidad producida por los nexos de parentesco y sea mi teatro, para mantenerme en mi marihuana, porque, verás,
por los efectos de la unión jurídica de la pareja. La buena o mala yo fumaba bastante si? Era la universidad. Y nada que ver con
familia es aquella en la que gobiernan un papá y una mamá por- la familia. Entonces, yo decía que mientras no se metan con mis
que ni siquiera se rescata el hecho conyugal, salvo cuando este prioridades y con mi espacio de la universidad, yo estoy bien. Eso
se disuelve. Esta familia así representada construye, a su vez, un le decía a mi papá: tú te tomas tu trago de vez en cuando, tú fumas
sistema de representaciones dentro de sí misma igualmente equí- tu tabaco de vez en cuando. Si yo fumo marihuana, déjame, yo
vocas. Está claro que la sociedad termina inhibiendo opciones estoy tranquilo. Igual, estudio, estoy a punto de graduarme, tengo
mentales para entender la familia solo desde la relación de pareja. un trabajo, estoy estable. Entonces, ¿qué problema hay?
Tampoco se han creado los espacios necesarios para denunciar
este equívoco. De hecho, se entendería que el comportamiento de los hijos está
llamado a asegurar la bondad de papá y mamá, y quizás sobre todo
Pese a que se viven realidades absolutamente otras, el discurso ofi- la del papá que, hasta casi finales del siglo pasado, era el gran
cial insiste en el principio de que la familia fue y debe seguir sien- representante de la familia ante la comunidad y prácticamente el
do el factor fundante de la socialización primaria. Se pasa por alto, dueño del ente familia. Lo que comenta Baudrillard respecto a las
por ejemplo, el valor de socialización de la televisión, el internet, relaciones de los objetos, se aplicaría a la relación objetal estatuida
el Facebook, factores nuevos que adquieren territorialidad simbó- en la familia en torno a las figuras parentales. La dimensión real
lica definitiva en el presente siglo. en la que se desenvuelve la cotidianidad quedaría cautiva en la

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dimensión moral a la que deben significar como una de sus tareas básicamente lo que determina todo porque esto es lo que desde
fundamentales. Esta representación moral es la que organiza la fa- pequeños nos van enseñando. Y, claro, entonces hemos cambiado,
milia y la que determina que desde ahí se califiquen, no solo los y luego ya consideramos las cosas desde otro lugar porque ya es
comportamientos visibles, sino también las actitudes de las que otra la familia.
darían cuenta los actos de los miembros.
Este es un ejemplo claro de las vías a través de las que los acto-
Sin embargo, es preciso reconocer que se ha producido un anta- res sociales se encargan de construir las representaciones en las
gonismo cada vez más evidente entre el discurso oficial sobre, por nuevas generaciones. En este proceso de repetición, no se crea
ejemplo, los roles que deben desempeñar el papá y la mamá y lo ningún espacio para la discusión y la duda lo cual determina que
que viven los hijos en la cotidianidad. Solo con el siglo XXI las los saberes posean características dogmáticas que terminan con-
funciones de la mujer han adquirido una prestancia inusitada a cau- virtiéndose en indispensables para el sostenimiento del poder y
sa de sus nuevas libertades, de lo que se podría denominar la des- del saber. A la transmisión de estos saberes se añadieron las ame-
configuración del matrimonio y de las nuevas maternidades. nazas y los temores sobre las consecuencias que surgen de los
usos de esas sustancias íntimamente ligadas al mal, tarea asigna-
En torno a lo que ha acontecido en la familia y en la pareja matri- da a la psiquiatría.
monial, se podría decir que, como otras realidades sociales tales
como las religiosas, han debido abandonar un pedestal de siglos Al comienzo, la enseñanza está claramente orientada a que nadie
para bajar a formar parte de las realidades cotidianas absolutamen- use ninguna sustancia y luego a que se interiorice el sentido de los
te desacralizadas. De hecho, la familia occidental y cristiana for- males que provocan tanto en el momento mismo del uso como a
maba parte de una suerte de determinismo intrínseco que la con- posteriori.
vertía en la parte sagrada quizás más importante de las sociedades
occidentales. De esa suerte de sacralidad que la mantuvo inamovi- En este punto se daría el aparecimiento del conflicto entre la ense-
ble por siglos, emanaban otros principios organizadores del sujeto ñanza y la duda que todo dogma provoca por lo menos en quienes
y también del mismo conocimiento. han introducido la duda como parte de su actitud ante el saber y
el decir. Cuando existe un conflicto (entendido como la confronta-
Nosotros sabíamos que la marihuana es una droga porque eso ción de puntos de vista discrepantes), uno de los principales facto-
nos inculcaban desde el hogar, es allí en donde en primer lugar res que determinan cómo será resuelto es un nuevo estilo de com-
se dicen las cosas que son malas y de las que hay que alejarse, portamiento que aparece en los actores jóvenes. En estos casos,
como pecados. Y luego eso se ve reforzado por la educación sobre las dudas no se resuelven teóricamente sino mediante ejercicios
las drogas que nos dan en primaria hasta secundaria, allí nos prácticos como, por ejemplo, usando aquello que está prohibido
inculcan que la marihuana es una droga, también, obviamente, para comprobar si realmente ocasiona lo que se ha dicho. Hacia
el alcohol al que mucha gente no considera una droga. Esto es allá va el testimonio de una señora que la usó cuando joven:

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Para la gente joven de ahora, la marihuana es la droga más que impacta y conduce a la actuación individual. Sin embargo,
aceptable y menos dañina, pese a que todavía siga siendo un el hecho mismo de la repetición crearía ya la posibilidad de una
tabú en nuestra sociedad. Sin embargo, es algo que definitiva- reflexión crítica que no se daría en el campo teórico necesaria-
mente no falta en ninguna fiesta o reunión. Las personas que mente, sino en el actuar, tal como lo señala el anterior testimonio
consumen no lo hacen aun de una manera abierta, todavía se ve en el que, a comienzos del siglo XXI, la prohibición misma ya
que se esconden, o se van a un rincón, pero la consumen. La ver- había dejado de pesar sobre las actitudes y comportamientos de
dad es que cada día se está normalizando más el consumo, como las nuevas generaciones.
si te fumas un cigarrillo o te tomas un vaso de cerveza o incluso
menos si se tiene en cuenta que se fumaba más en nuestros días.
En nuestro tiempo, cualquier pretexto era bueno, aunque casi
siempre por las tardes. No se necesitaba ningún acontecimiento La renovación del sujeto
especial para que puedas fumar hierba, siempre lo hacíamos.
De hecho, todos los días a la tarde, a la misma hora luego de Ya a finales del siglo pasado, la utilización de la marihuana adquie-
almorzar. Bueno, podría suceder que a veces iban mis amigas y re cierta diversificación por parte de sus usadores que pretenden
ahí prendíamos una marihuana. O si pasaba algo especial, pero crear otro espacio de significación que no sea únicamente el del
incluso eso era como normal hacerlo ya que lo hacíamos prácti- supuesto o real placer que provoca, por una parte, y del vicio, des-
camente todos los días. de las perspectivas sociales. De la posición contestataria y quizás
incluso atravesada por la violencia, se pasa a una relación benigna
A propósito, Giddens113 señala que la actitud al exponer o al apro- y hasta casi religiosa.
piarnos de rasgos universales con pretensiones de verdad incues-
tionable ha sido impuesta por el poder a causa de la presencia Se trata de una serie de giros actitudinales, morales y recreativos
de problemas con características supuestamente universales. Tal que, aunque pudiesen parecer insignificantes, adquieren importan-
sería, por ejemplo el tema de las drogas. Lo que acontece acá no cia en muchos lugares del mundo. No es de extrañar esta posición
es más que la repetición de lo que sucede en otros lugares en los que va de la mano con todos aquellos elementos que la sociedad ha
que se usan drogas y se producen problemas. La repetición del utilizado para las celebraciones y los encuentros en los que se po-
discurso no incluye la posibilidad de duda o de cuestionamiento nen en juego los lazos de amistad y los acontecimientos que exigen
porque la prueba fidedigna de la verdad del decir se halla en la algún tipo de celebración.
repetición. De esta manera se habría producido una sociedad que
ha explotado todas sus posibilidades de racionalización desde sus De hecho, en el capítulo Primero, se pudo exponer que probable-
actos minúsculos hasta los macro en el campo de lo social, al gra- mente los usos originales del cannabis tuvieron que ver con lo sa-
do de conseguir una adjetivación teórica de modernidad reflexiva cro y el misterio. Los sacerdotes o la gente de poder se ponía en
contacto con las divinidades a través del cannabis que, además,
113 Giddens, A., 1997.

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podía ser colocado en la tumba, junto al cadáver, para que el falle- fluencia social arranca siempre del poder que en sí mismo aparece
cido pueda comunicarse con la divinidad. como fuente inagotable de influencia.

Desde esta perspectiva, la marihuana se convierte tanto en el espa- “En psicología social y en sociología, la influencia social se entien-
cio en el que se ejercen ciertos ritos, o como el instrumento con el de como la capacidad de un individuo de modificar el comporta-
que es posible lograr esa suerte de trascendencia o, por lo menos, miento de otro sin recurrir a la fuerza como la  transformación ob-
de superación de lo cotidiano. servable en el comportamiento de un miembro de un grupo cuando
interactúa con otro u otros o con el grupo en su conjunto”115. El
De hecho, aunque se den usos en solitario, quizás lo común sea grupo es un actor social que, aunque pareciera encontrarse en el
que se lie un porro para ser compartido en grupo. Esta igualdad total anonimato, su acción es definitiva en la producción de los
tiene que ver fundamentalmente con la posición existencial más cambios. Frente a la posición lineal del poder, el autor propone el
que social. “La psicología social considera en el funcionamiento modelo que denominó interaccionista en el que la estabilidad so-
de un grupo un sistema interno (relaciones de amistad o de igual- cial constituye tan solo un momento dentro del proceso de cambio
dad) y un sistema externo (diferenciaciones jerárquicas permite su social. En este sentido, la marginación se convierte en una realidad
eficacia)”.114 Si bien no se han realizado estudios que den cuenta necesaria porque es ahí en donde se gestan los verdaderos procesos
de estas relaciones y de sus jerarquías, en este trabajo lo que se ha de transformación. La importancia de los modos de actuar de estas
rescatado es el hecho de la importancia que posee el grupo para el minorías activas radica en la anomia y en la heterodoxia de sus
uso común de la marihuana. opiniones.

La influencia social proviene del poder puesto que él mismo se Sin embargo, las redes sociales poseen en la actualidad un poder
explica y se sustenta en la capacidad de influenciar en la sociedad. cada vez más creciente e incluso definitorio. Es probable que, a
A los políticos se anexan otros poderes que actúan entre pares a causa de su poder, ya se hayan producido importantes cambios so-
través, por ejemplo, de las redes sociales cuyo poder de comuni- ciales y políticos bajo su influencia.116
cación y de influencia es cada vez más importante y hasta defini-
torio. Sin embargo, también es preciso reconocer que el poder en En ese entonces, a la mayoría le gustaba hacerlo en grupo, en
sí mismo no necesariamente provoca cambios, más bien tendería ese tiempo era genial, no solo porque nos reíamos sino porque
a evitarlos. Al poder, en efecto, le interesa sobremanera la repeti- compartíamos entre amigos muchas cosas, muchas experiencias,
ción, la estabilidad y el orden. Las revoluciones válidas, es decir, allí pensábamos el mundo y las cosas. Arreglábamos el mundo.
aquellas que implican la imposición de un sistema de cambios, no Porque en el grupo se hace una especie de subcultura, se piensa
las hace nunca el poder. Sin embargo, lo que se denomina la in-
115 Moscovici, S., 1999.
114 Flament, C. L’analyse desimilitud: une technique pour les recherches sur les repré- 116 Un ejemplo del poder de las redes sociales constituye los logros obtenidos en torno
sentations sociales, en L’etude des représentations sociales, op. cit., pág. 139 a los derechos de los hombres y mujeres con posiciones sexuales diferentes.

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en lo natural, en Pachamama, en el Inti. Y se discutían los temas plo, al poder que tenía el papá en la casa y que hasta entonces
que no son de las drogas, sino del mundo, del país, de la casa. La estaba marcado por cierta crueldad, tú sabes que eso era tenaz.
marihuana era como la compañera porque, a más de la felicidad, Por eso la marihuana entonces era fundamentalmente contesta-
nos daba otras cosas. Por eso es atrapante, es demasiado espe- taria, con ella le respondíamos al mundo de esa manera. Yo he
cial, demasiado placentera. seguido usando ahora que soy profesor de la universidad, pero
ya es diferente, totalmente distinto a lo que fue cuando estudian-
Uno de los errores que se han cometido en torno al tema de las dro- te. Por supuesto, aunque era un gran número de usadores en ese
gas en general y de la marihuana en particular es el haberlas visto entonces en Cuenca, siempre fuimos y somos una gran minoría.
al margen de los procesos sociales o como intrusas que llegaron Hay ese otro grupo de los que deciden vivir estoicamente, desde la
para alterar los órdenes estatuidos. Por lo mismo, la guerra contra simpleza, así ven la vida. Si no estudian, bien, si tienen un peque-
ellas tuvo las características de una cruzada medioeval destinada ño trabajo, bien. Yo diría que es un grupo de mediocres que dejan
a salvar los santos lugares de una cultura ya en decadencia y sin de lado las prioridades, pero no a causa de la marihuana.
embargo siempre pensándose en sí misma y, en ese narcisismo,
haciendo caso omiso de sus graves problemas de carácter social, Autores como Moscovici y el mismo Giddens hablan de la psico-
económico, político, religioso. Hasta el momento en el que llegan logía de la influencia, es decir, aquella que pertenece a la mayoría
la marihuana y las otras drogas, todo está supuestamente tan bien y que la autoridad se encarga de representarla y normarla. Esta
que el mundo occidental se une para declararlas la guerra absoluta psicología se ha interesado en los fenómenos de la conformidad
hasta su total exterminio. La consigna es que es preciso jugarse el y de la repetición, que implica sumisión a las normas del grupo
todo por el todo con tal de salvar la cultura. y obediencia a sus mandatos de manera casi absoluta y exenta de
todo análisis y crítica. Es el control social sobre los ciudadanos y
Entonces no se pensó en que todo sistema social, no solamente se la aparente eliminación de las diferencias de tal manera que todos
halla sujeto a tensiones y conflictos, sino que el conflicto debe ser aparenten igualdad pues está prohibido marcar las diferencias que
parte necesaria del mismo. El análisis experiencial de las relacio- entorpecen el proceso de sometimiento al poder
nes sociales devela el hecho incuestionable de la complejidad y
de la violencia que dan origen al cambio. Llegará el momento de Se ha estudiado la conformidad social desde el triple punto de
investigar los cambios que las múltiples presencias de las drogas vista del control social sobre los individuos, de la eliminación de
han provocado en Occidente y sus culturas. las diferencias entre estos (des-individuación) y de la aparición de
uniformidades colectivas. Por su parte, todo acto o intento de se-
Todo el mundo busca lo propio. Pero nunca se podría decir que paración para crear diferencias es visto como atentatorio al orden.
todos buscan lo mismo. Nosotros buscamos divertirnos con la ma-
rihuana, enfrentarnos a lo prohibido y también pensar en otras Sin embargo, es preciso reconocer que los cambios que se operan a
realidades, en otras relaciones. Ya nos enfrentábamos, por ejem- partir del último tercio del siglo pasado tienen que ver también con

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un rescate sostenido e importante de la individualidad que, según y psicológicas. Una actitud profundamente humana que desecha la
estudiosos se vuelve cada vez más reflexiva y más apropiada de violencia como medio para educar e incluso para controlar.
sus propios deseos y decisiones. Por lo mismo, es necesario tomar
en cuenta que la marihuana, como las otras sustancias denomina- Con la guerra se crea un campo de juego en el que se producen
das drogas, llegan a un terreno en el que se está construyendo una los enfrentamientos psíquicos y sociológicos entre los distintos
nueva subjetividad en la que la crítica al sistema se ha enraizado posicionamientos sociales. Por ejemplo, entre quienes asumen la
y aparece, como consecuencia lógica, el interés por crear nuevas posición del cambio radical en la sociedad y quienes se aferran a
propuestas. A ello hay que añadir que nada de esto se daría si no la tradición, entre quienes asumen la legitimidad de la presencia de
se hubiese construido una posición claramente contestataria cuya las drogas en el campo social y quienes las descalifican.
expresión es mayo 68 que, si bien se produce en el campo acadé-
mico, sin embargo no deja de influenciar a las nuevas generaciones De hecho, yo creo que se forman varios grupos, por ejemplo, del
en todos los aspectos de la vida cotidiana incluidas las posiciones grupo del que yo estoy hablando específicamente corresponde a
políticas. los que deciden vivir muy estoicamente, o sea, son simples, ven la
vida simple, comen lo necesario, si no estudian, bien, si tienen un
Naciones Unidas que en los sesentas se lanzan a la guerra contra trabajo mediano, bien. Creo que en cierta medida a este grupo,
las drogas desde el prohibicionismo absoluto, no toman en cuenta se lo podría llamar mediocre, en el buen sentido, porque ellos así
nada de lo que en realidad está ya aconteciendo en las nuevas ge- llenan muchos vacíos y con eso dejan otras prioridades.
neraciones tanto europeas como de todas las Américas. Si en París
los estudiantes proclama que a las preguntas de los profesores en Por supuesto que, en algunos casos, estas nuevas perspectivas, tam-
los exámenes, por ejemplo, los estudiantes deben responder con bién pudieron dar origen a actitudes con cierto aire de estoicismo
otras preguntas a sus maestros, en Estados Unidos, el slogan no es existencial cuyo extremo podría hallarse en el fenómeno llamado
académico sino existencial: haz el amor y no la guerra. De esta ma- adicción que, en rigor, no es precisamente a lo placentero. La adic-
nera empieza a construirse una generación cada vez más reflexiva ción es a lo doloroso que inclusive implica una suerte de aferra-
que tiene entre sus objetivos la apropiación irrenunciable de sus miento al camino de la muerte. El informante califica de mediocres
lenguajes y deseos. a quienes pretenden solventar las dificultades de la vida cotidiana,
la presencia de la falta y del sufrimiento a través del uso de drogas.
En estricto rigor, la declaración de guerra a las drogas constituye la Esa mediocridad se produciría por un déficit en la capacidad del
tercera guerra mundial en el más cruel y bárbaro de todos los siglos sujeto para dar la cara a los conflictos y privaciones que forman
de la historia de la humanidad. Holanda no ha desaparecido bajo el parte necesaria de la existencia cotidiana. Los que terminan en las
peso de la ignominia de la droga. Sus políticas permisivas de con- adicciones a las drogas, particularmente a las complejas como la
trol de los usos y del tráfico tienen que ver con una actitud reflexiva heroína, mucho tiempo atrás ya habían abandonado el camino de
sobre los cambios y las nuevas actitudes sociales, antropológicas lo placentero y optaron por la ruta del dolor y de la muerte. Sin

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embargo, el poder los califica de viciosos cuando en verdad son representación social puesto que no puede quedar ningún acon-
los autocondenados que caminan lentamente, quizás sin saberlo, tecimiento marginado del saber. Este saber es la representación
el túnel de la muerte. Pero aun habría que plantearse una pregunta que de ninguna manera es ajena a la verdad. ¿Qué es la verdad, en
justa y ética: ¿son ellos, por sí mismo, los que caminan ese camino qué consiste lo verdadero? Las representaciones sociales surgen
al cadalso? causadas y valoradas por las condiciones, circunstancias y tiem-
pos en los que se dan.
La representación social constituye una forma particular de cono-
cimiento pues por su mediación es posible arribar a los saberes y Siempre estará de por medio la frustración como representación
actitudes de los sujetos. También se llega a las formas mediante las social y como realidad subjetiva. La frustración tiene que ver con
cuales se constituyen esas representaciones y cómo transitan entre la imposibilidad de que se realicen todos los deseos. Es preciso
sujetos y grupos. Como todo proceso de conocimiento, las repre- insistir en el carácter positivo del deseo que bien podría enten-
sentaciones se hallan organizadas de tal manera que sea posible derse como esa voluntad de poder del que hablaba Nietzsche, o
hacer inteligibles las realidades subjetivas y sociales. como potencia positiva, creadora y afirmativa y no solo como
aquello que surge de la carencia.
Cuando el informante aclara que las condiciones de los usos da-
dos en décadas pasadas eran diferentes a las actuales, se refiere La frustración es la sensación que surge cuando el deseo no ha
al hecho de que el universo representacional de las generaciones podido realizarse o cuando el objeto no fue el más adecuado al
pasadas era diferente al actual. Ello implica que los valores de deseo. Se entiende por frustración el estado de decepción creado
representación igualmente eran otros, es decir, que ni los sujetos emocionalmente cuando alguien espera realizar su deseo y se ve
son comparables a los actuales, ni tampoco las sustancias. En impedido de hacerlo. La importancia de la frustración ha sido
consecuencia, la marihuana de hace tres décadas era simbólica e puesta de manifiesto prácticamente por todas las ciencias socia-
imaginariamente distinta. A eso se refiere el informante cuando les. Así como se puede decir que la historia de la humanidad es la
insiste en señalar que antes las cosas eran muy diferentes. historia del deseo y sus realizaciones, también es preciso señalar
que esta historia es también la de los deseos insatisfechos.
Cuando el informante refiere que antes, en su tiempo, hace más
de veinte años, se prefería fumar la marihuana en grupo, da a El placer y el dolor son formas de expresión del deseo y de su
conocer que el grupo servía de lugar referencial en el que eran equivocidad. Pues no todo objeto de deseo conduce al placer pues
posibles los intercambios de experiencias tanto como de deseos, podría llevar también al sufrimiento e incluso a la muerte, como
temores y expectativas. puede observarse en los usos extremos de ciertas sustancias. En
consecuencia, sería imposible cualquier intento de entender los
Son las condiciones en las que se producen los acontecimientos usos de marihuana sin que de manera necesaria en ellos se halle
y las realidades sociales las que determinan la emergencia de la involucrado el deseo, el placer y también el sufrimiento.

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El placer y el sufrimiento constituyen formas paradigmáticas a Lacan pretendió hacer del padre un ser omnipotente, casi dueño
través de las que el ser da cuenta de su presencia en el mundo de de la ley, de la justicia, del orden y del castigo. El mismo Freud
los otros. El estar ahí da sentido al ser, porque marca su tempo- no dudó en inventarse un padre de una horda primitiva en la que
ralidad, su tiempo vulgar, el de la cotidianidad, el de la vida y el gobernaba de manera absoluta y en la que sistemáticamente ase-
de la muerte. Para algunos sujetos, es probable que la forma de sinaba a los hijos para no tener rivales ante las mujeres de las que
dar cuenta de este estar-ahí sea a través de la una sustancia que se había apropiado. Cansados los hijos de esta actitud mortífera, se
el poder rechaza y que los otros tampoco pueden leerla en esa juntaron para asesinarlo y recuperar los poderes que les pertene-
dimensión. cían. Quizás las nuevas generaciones, las de la segunda mitad del
siglo veinte pretendieron desconocer a un padre-sociedad-poder
que había dominado sin reparo alguno esa, sociedad de las guerras
mundiales, la de Vietnam. ¿Desde dónde aceptar formar parte de
Deseo y prohibición los ejércitos de la nueva guerra a las drogas cuando ya se habían
rebelado en contra de la propuesta de ir a morir como moscas en
¿Por qué la prohibición del uso de drogas no ha dado los resulta- guerras ajenas y en países extraños?
dos esperados? Probablemente por el hecho de que aparece como
un posicionamiento incuestionable originado en quienes manejan Al país estas realidades no son de ninguna manera ni lejanas ni ex-
poderes absolutos, que carecen de rostro y que se escenifican en el trañas. Por el contrario, para el último tercio del siglo pasado ya se
rostro de cualquiera. Es un papá que pretende imponer la no vio- han producido cambios significativos en la sociedad y ya no existía
lencia desde su propia violencia. Una sociedad que vive guerrean- ese supuesto terreno apto en el cual realizar la buena siembra de la
do y que no duda en hablar de la paz y menciona los derechos de la prohibición.
vida y no cesa en su afán de eliminar las diferencias.
En ese entonces, ya se hacía caso omiso de las palabras porque
Creo que la prohibición de usar marihuana no ha producido los chicos de mi época fumaban a gusto. Algunos de los padres se
ningún beneficio. Porque no importa la edad, es la persona enteraban y se daban golpes de pecho o se ponían a culparse entre
la que decide qué le mete al cuerpo y qué no. La prohibición ellos de que su hijo era un dañado, un drogadicto, la oveja negra
es como la cascarita que te ponen para que te resbales y cai- de la familia. Claro que habíamos los que tomábamos en serio los
gas. Siempre lo prohibido es lo más deseado. Más allá de todo consejos de los mayores quizás porque éramos tímidos. Entonces
esto, creo que es importante el ejemplo que tuviste en casa. No había profesionales de todas las ramas y de todos los niveles so-
puede ser que un padre o una madre que se emborrache con- ciales fumando marihuana. Además de todo esto, creo que había
tinuamente le diga a su hijo que no use drogas y que el hijo le una negación de muchas personas a aceptar que consumían. Por-
haga caso, o unos padres mentirosos le digan a su hijo que diga que una cosa que es prohibida tiene más atractivo. Por lo mismo,
siempre la verdad. si no se lo hubiese prohibido, no hubiéramos probado jamás, no

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habrían existido tantos brujos ni tantas personas metidas en la La historia demuestra que frustraciones vividas por grupos socia-
cárcel por vender o consumir. Porque entonces la penalización les, en una época determinada, han condicionado su actuación su-
sobre la marihuana involucraba a la persona que fumaba, en- cesiva. Al igual que en el individuo, es difícil evitar los efectos
tonces la detenía por el hecho de supuestamente haber roto una de la frustración en los grupos. Por otra parte, las frustraciones se
ley. suman hasta provocar las rebeliones.

Toda prohibición está destinada a limitar el tránsito del deseo y En general, para el psicoanálisis, la frustración se constituye en
su realización. Pero, de otra parte, la persona frustrada siente la uno de los elementos de la construcción de la identidad. Si bien
necesidad imperiosa de superar su frustración por lo cual, de una se define como el “estado de un sujeto que se encuentra en la in-
forma ambivalente, se siente atraída por lo prohibido. Un proceso capacidad de obtener el objeto de satisfacción que codicia”117, no
absolutamente inconsciente en los ejercicios de la vida cotidiana. aparece necesariamente como algo negativo. Por el contrario, da
La marihuana bien podría ocupar el lugar de numerosos objetos cuenta de la imposibilidad de un sujeto de que se realicen todos
prohibidos. La cultura ha prestado muy poca atención a los pro- sus deseos, es decir, la imposibilidad de poseer todo y el todo. La
cesos de sustitución y de proyección que se hallan presentes y frustración da cuenta de la incompletud del ser. Sin frustración, es
que actúan en todas las sociedades. decir, sin prohibición e inhibición, no sería posible la cultura.

El objeto prohibido puede transformarse en objeto de deseo para Sin frustración, no habría deseo porque se desea aquello que no se
así enfrentar el sistema de prohibiciones y violencias sociales y posee y aquello que se posee pero que se teme perderlo. La frustra-
familiares. De hecho, las prohibiciones sociales frecuentemente ción termina constituyéndose en la piedra angular de la cultura. Si
se hallan íntimamente ligadas a la violencia, no solamente por- alguien pudiese realizar todos sus deseos, perdería todo límite y se
que coartan el proceso de satisfacción sino porque provienen enfrentaría con la muerte y la locura.
del poder que, comúnmente, se abstiene de proporcionar ade-
cuadas justificaciones que no sean aquellas que pertenecen a la Nadie podría pensar y crear para sí un mundo sin límites. Como
tautología. dice la informante, la marihuana puede sacar al sujeto de los es-
pacios del mal-estar y llevarlo a otros en los que es posible vivir
Es muy posible que si no se hubiese declarado la gran cruzada experiencias de cierta beatitud quizás excepcional. Sin embargo, el
en contra de las drogas, en particular en contra de la marihuana, sujeto no puede acercarse a la marihuana sin una suerte de protec-
los usos habrían sido significativamente menores a los que se han ción eminentemente simbólica que representa al orden social.
dado en la realidad. Es común que el poder se mire a sí mismo
al legislar y no tome en cuenta la importancia y el valor de las Cuando fuimos jóvenes lo único que buscábamos era el placer,
estrategias conscientes e inconscientes que los sujetos y las co- buscábamos sentirnos a nosotros mismos grandes, más grandes
munidades ponen en juego para hacer frente a la prohibición.
117 Chemama, R., 2002

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de lo que éramos, por eso uno comenzaba casi siempre uniéndose crea un nuevo estilo de mirar y de interpretar el mundo. Se puede
con chicos más grandes que te iniciaban. En el grupo compartía- afirmar que el uso de la marihuana se insertaría, por lo menos para
mos las alegrías y también las penas. Buscábamos el placer pero ciertos usadores, en estas nuevas estéticas.
también el control, el control de los impulsos, porque no es que la
marihuana te controle a ti. Uno busca controlarla a ella, incluso La marihuana te lleva a un estado enteógeno,118 hace que te com-
cuando algunos buscan en ella inspiración como, por ejemplo, prendas a ti mismo, fumas y empiezas a entenderte a ti mismo,
un amigo que toca genial la batería, pero cuando estaba con la llegas a esos métodos de conocimiento interno, tú podrías hacerlo
hierba encima, la inspiración le llegaba de manera automática y solo, pero la marihuana te ayuda a hacerlo más rápido, entonces
no es que se alocaba, sino que se aceleraba de una manera que ni incluso ahí aprendes a relacionarte con la planta, como aprendes
él mismo se lo creía. Si estás en paz, empiezas a tener una expe- a relaciónate con el tabaco o el alcohol. Tú no estás maltratándo-
riencia pacífica. Si tienes problemas, traumas o cosas así, podría te a ti mismo, como lo haces con el cigarrillo o con el alcohol, tú
llevarte a un mal viaje o a quedarte tostado. Por eso cada vez que te conoces, conoces tus propios límites. Entonces todo está bien,
fumas necesitas tener un propósito, una intención, de lo contrario la planta te ayuda a tener una buena conversación y no necesitas
te quedas vagando, te quedas tostado. llegar a los extremos de estar tostado. Mientras tú aprendas a
relacionarte con tu planta, el mundo va a estar en paz.
Es necesario aceptar que existe lo que se podría llamar una voca-
ción hedónica que pertenece a cada sujeto y que, en buena medida, Ninguna sociedad funcionaría si no contase con una suerte de esta-
lo gobierna. A ello es preciso añadir el hecho sobre el que hay que do de frustración que se sustenta en los códigos y sistemas jurídi-
volver una y otra vez y que tiene que ver con la verdad de que cos que organizan la vida personal y social. Pese a que la sociedad
grandes prohibiciones llegan cuando existen nuevas “tecnologías” ha creado por doquier el mega-mercado de los placeres en el que
del yo, como diría Foucault y que, de hecho, dan cuenta de nuevas el sujeto puede hallar todo aquello que desde sus imaginarios re-
subjetividades. quiere para construir, sostener, acrecentar su estado de bienaven-
turanza, la frustración no podrá ser eliminada con ningún artilugio
Se ha hablado de que el uso del cannabis crea una suerte de des- creado por el consumismo.
doblamiento del sujeto e incluso su fragmentación. Este lenguaje
correspondería a lo que acontece con el arte a finales del siglo pa- El último tercio del siglo pasado marca la muerte de los megarrela-
sado. Si bien el concepto de postmodernidad surge en la filosofía, tos y su sustitución por lo que podría denominarse la cultura de lo
también se inserta de manera inmediata en el arte y también en la efímero, del simulacro y de la contingencia. “Ese reino imaginario
relación del sujeto consigo mismo. De hecho, la actitud de los usa- de tolerancia nació con la Europa moderna, es la imagen misma de
dores de marihuana, tendría que ver con esa posición postmoderna
ante el mundo y ante el saber. La postmodernidad crea una nueva 118 Enteógeno: del inglés entheogen, acuñado en 1979 por J. Bigwood y colegas sobre
actitud ante la experiencia artística y también ante lo cotidiano, el modelo de hallucinogen, a partir del latín entheos,: inspirado divinamente, que
tienes a dios dentro de sí, cf. wikipedia.

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Europa o, al menos, nuestro sueño de Europa moderna, un sueño interpretación de Gianni Vattimo.120 Aun cuando desde el poder
muchas veces traicionado pero suficientemente fuerte todavía para se proponga un mundo claro, organizado con normas que deberán
unirnos a todos en la fraternidad que se extiende más allá del pe- ser absolutamente inteligibles para todos, la verdad es que nada
queño continente europeo.”119 es así, que cada enunciado requiere ser interpretado tomando en
cuenta que el hecho interpretativo pertenece también a la subjeti-
Es probable que los conceptos de la postmodernidad en la que la vidad. “La verdad no se halla tan solo en el enunciado sino en la
contingencia y los nuevos posicionamientos ante la libertad, la ley, interpretación. Por ello se trata siempre del efecto y del producto
el deseo y el placer, hayan jugado un rol primordial en los nuevos de un proceso”.
usos y también, como respuesta del poder, en la configuración de
la lucha en contra de las drogas. No se trata de realizar una apología de la marihuana, sino de inter-
pretar los sentidos que ella ha ido creando desde las generaciones
Mientras se predica y se ejecuta la guerra a las drogas, tanto en pasadas y que se han ido imponiendo aunque siempre con diferen-
Europa como en Estados Unidos aparecen filósofos que ponen en tes matices de sentido. Por lo mismo, cada uso debería entenderse
entredicho los sistemas hegemónicos de la verdad y por lo tanto como un ejercicio hermenéutico que permite construir nuevos sa-
del poder. A las grandes enunciaciones sobre el mal de las drogas, beres sobre realidades complejas que no pueden quedar atrapadas
la filosofía, de manera paralela y no necesariamente propositiva, en en las leyes. Es lo que opina una señora, antigua usadora de mari-
el sentido de pretender algún tipo de enfrentamiento obvio, propo- huana.
ne la contingencia como nueva verdad. Inspirados en Kierkegaard,
Nietzsche, Heidegger e incluso en Freud que, con su propuesta de Poco a poco han ido cambiando los conocimientos, pero todavía
lo inconsciente, echa por los suelos el andamiaje entero de la ver- hay papás , sobre todo los que corresponden a mi generación, que
dad. Se afirma, pues, que no existe la verdad, que esta verdad no siguen creyendo que la marihuana es una cosa que te va a llevar
se encuentra en ninguna parte y que, por ende, debe ser construida. a meterte en sustancias más fuertes, algo que no es verdad. Yo co-
Todo se reduce a juegos de lenguaje. “Solo las descripciones del nozco a muchos de mi generación que dicen: la marihuana es mi
mundo pueden ser verdaderas o falsas. El mundo en sí -sin el auxi- sustancia, he probado bazuco, he probado cocaína, pero no sé por
lio de las actividades descripticas de los seres humanos- no puede qué, pero a mí me gusta esta planta y solo fumo marihuana. Esto
serlo” (Rosty). les pasa a muchísimos. También hay personas que usan la mari-
huana como tópico. Hay que cambiar de mentalidad porque no
A la postmodernidad propuesta por Lyotard, al mundo de la con- es cierta esa creencia de que la marihuana te lleve a drogas más
tingencia en torno a la verdad y los lenguajes de Rorty se podría fuertes. Pero tampoco es cierto que haya drogas más fuertes que
añadir el tema de la interpretación y hasta de ese más allá de la otras sino que cada una produce su propio efecto. Y tú tienes que
saber para qué quieres usar una droga. Si necesitas inspiración,
119 Bauman, Z. 2010. 120 Vattimo, G., 1992.

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la marihuana. Pero eso de que hoy fumas marihuana y mañana te marihuana puedo leer más. Fumo solo en las fiestas o fumo para
vas a comprar tu paquetito de bazuco y te fumas, eso no es cierto, trabajar mejor. Era la información de boca a boca en los círculos
y además no es lo que se debe hacer. La gente ha empezado a en- personales, esta es la mejor forma de comunicación, más aun aho-
tender que la marihuana es la sustancia más suave que sí te puede ra que ya casi no se lee.
ayudar, no la veas como droga.
La marihuana, como en general las otras sustancias, habría ingre-
Es probable que uno de los más perniciosos efectos de la aplica- sado en la sociedad joven como parte del fracaso total de los me-
ción irrestricta de la ley antidrogas haya sido la tabuización de las garrelatos con los que se pretendió salvar al mundo y proveer a las
drogas, pero no en el sentido de colocarlas en el mundo del mis- nuevas generaciones de sentidos firmes, lógicos y asequibles. Las
terio y, por ende, en el de la interpretación, sino en el mundo de generaciones que provienen de los horrores del siglo XX se carac-
lo prohibido como lo marcado por el tabú y al que nadie debería terizan también por un sentido de inseguridad que probablemente
acceder so pena de convertirse en víctima de los males que surgen no se tuvo antes. Para el poder, social, político, familiar, religioso,
del irrespeto al tabú. es posible que no haya sido evidente esta presencia del temor y de
la inseguridad. Como dice Bauman, cada sociedad y cada tiempo
De hecho la información que se brindaba, a finales del siglo pasado están hechos con sus pesadillas y crea sus estrategias para manejar
e inicios del actual, sobre la marihuana y las drogas en general se los miedos y las angustias, la fragilidad y las inevitables incerti-
sostuvo en el tabú, en el hecho prohibitivo que no dejó resquicio dumbres. Con la imagen filosófica del mundo líquido, cada socie-
alguno para la excepción, por ejemplo, el uso medicamentosos de dad sabe cómo licuar su problemática y sobre todo sus culpas. ¿La
la marihuana. De manera absoluta, todo se introdujo en el mundo prohibición universal de los usos de drogas no significará, acaso,
del mal con lo que el poder pretendió que se clausure, de una vez una de las formas de licuar las infinitas culpas y contradicciones
por todas, cualquier intento hermenéutico. De ahí que los saberes del siglo XX?
sobre las diferentes sustancias hayan sido pobres, repetitivos y ofi-
ciales. Desde el poder, el mundo se organiza mediante normas, permi-
siones, prohibiciones, premios y castigos. Desde los sujetos, los
En ese entonces, nadie te decía nada en la casa, ni el papá y peor organizadores son tan distintos como los objetivos propuestos y
la mamá. La familia no decía nada, porque todos esos temas eran las estrategias utilizadas para lograrlos. Se trata de distintos jue-
tabú. En realidad, la mayor cantidad de información que te lle- gos de lenguaje que determinan que la comunicación entre los dos
gaba era lo que te decían los amigos de lo que ellos habían oído niveles sea, si no imposible, realmente difícil por su complejidad
o de los que habían usado, es decir, como parte de la experien- y, sobre todo, porque al poder aquello que más le interesa tiene
cia personal. Por eso, no información científica sino la personal: que ver siempre con su capacidad de dominio y con la posición de
me pasa esto, me ha dado más hambre con la leona, me ha dado sometimiento.
náuseas, me hizo dormir o me hizo más vago. O, al revés, con la

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Esto es lo que pone en evidencia el hecho de que los grupos mane- es, como de hecho suele serlo, exclusivamente vertical, es decir,
jen diferentes juegos de lenguaje. Por ejemplo, en lo que respecta sin que los ciudadanos tengan la posibilidad de opinar, las normas
a la marihuana, el lenguaje del poder se sintetiza en la maldad de fácilmente crean espacios de desazón e incluso de resistencia.
la sustancia y en la guerra destinada a su destrucción absoluta. Las
nuevas generaciones, no solo que rechazan la guerra y la destruc- En nuestro tiempo, se prohibía la marihuana básicamente con las
ción, sino que son capaces de crear espacios de discusión en los amenazas de los mayores de la casa, incluidos los abuelos que,
que se ponga sobre el tapete la certeza de los principios que sostie- en esa época, eran los personajes más respetados en el núcleo
nen y legitiman la guerra. familiar. Se manejaba la teoría de la locura: que si te drogas, ter-
minaría loco y encerrado en un psiquiátrico. Otros te decían que
En consecuencia, correspondería a la misma sociedad la tarea de terminarás preso y siendo un delincuente. Por supuesto, yo no era
producir y sostener la incertidumbre a la que se añade, desde lue- un delincuente, fumaba, a veces hasta tres veces al día, ordinaria-
go, las propias incertidumbres de los sujetos que tampoco surgen mente una vez, a veces nada.
de la nada sino de su posicionamiento en los lenguajes ya mar-
cados por lo incierto. En esto consistiría la parte paradojal de sus ¿En dónde se hallarían los orígenes de la violencia, en el poder
relaciones con la sociedad de la que son la parte constitutiva y y la ley o en los súbditos y su deseo? Es cierto que el narcisismo
también el objeto de las regulaciones de la cotidianidad. Desde implica una preocupación sobre sí mismo pero nunca, salvo en ca-
luego que si se analizase este supuesto problema desde el poder, sos claramente patológicos, impide al sujeto establecer límites su-
es probable que sea más fácil aceptar que existen diferencias entre ficientes y válidos. Es un grave error teórico, tanto filosófico como
quienes gobiernan las sociedades y deciden por los otros que deben psicoanalítico, pensar un sujeto extraído del mundo, un sujeto que
someterse al poder. pretendiese crear un universo exclusivo para sí.

Parafraseando a Lyotard, cabe decir que el poder siempre ha tra- Sobre todo a partir de la promulgación de la ley anti drogas, la
tado de imponer a los ciudadanos una normativa supuestamente relación con las sustancias, con sus usadores y productores ha es-
clara sobre el saber-hacer, saber-oír, saber-decir, saber-juzgar. tado marcada por la violencia e incluso por la crueldad. Si es ese el
Pareciera que el poder, por el solo hecho de ser tal, contaría con ambiente propio e inevitable, resulta difícil, si no imposible, pen-
la capacidad de juzgamiento total e inapelable, seguro e inque- sar en un uso que sea absolutamente excluyente del mundo, salvo
brantable que, por ende, exige el sometimiento de todos de ma- en aquellos casos en los que lo patológico no consiste en usar una
nera irrestricta. droga sino en la necesidad urgente de un sujeto de erradicarse del
mundo de los otros.
Como tampoco se halla el poder absolutamente seguro de una re-
lación de sometimiento directo a la norma, junto a la norma se Cuando eso no acontece, es decir, cuando los usos no llegan a
instala un sistema de castigos. Además, cuando esta línea de poder aquellos extremos en los que el malestar e incluso el fantasma de

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la muerte invaden la vida, los sujetos se relacionan de una manera incluso de lo que se denominó procesos de tratamiento en los que
quizás amigable con la marihuana. ni siquiera se camufló la violencia.

Entonces la prohibían solo a través del uso de la violencia o con Esta realidad es la que ha terminado pesando, probablemente, más
la manipulación psicológica y social, te estereotipan diciendo que de lo que se ha creído y aceptado en la expansión del grupo de
una vez que caes en el vicio de la marihuana no sales. Pero no quienes usan marihuana aunque solo sea esporádicamente. Con
se daban cuenta de que hay tanta gente muriendo de obesidad y frecuencia, en el discurso común casi nadie se detiene a realizar
nadie hace nada, aunque no se ha visto a alguien que muera por las diferencias entre los distintos tipos de uso.
fumar marihuana, pero por otras cosas sí: por la obesidad, hay
gente que se vuelve cardíaca, diabética y no sé qué otras enfer- Parte importante de la guerra a las drogas fue la creación de un
medades más. Pero por la marihuana no. Te prohíben con la ley solo discurso respecto a los usos. “Fortificar las viejas fronte-
pero no con razones de peso. Hay estudios científicos que niegan ras y trazar otras nuevas, tratar de separarnos a “nosotros” de
lo que los profesores y la mayoría de personas dicen acerca de “ellos”, son reacciones naturales, si bien desesperadas, a esa
la marihuana. Pero nadie te dijo ni te dice ahora las cosas como discrepancia. Si esas reacciones son tan eficaces como vehe-
son, sino como las suponen. Y eso es manipulación. Te cortan la mentes es otra cuestión. Las soberanías locales territoriales van
libertad de elegir y de decidir. Simplemente te imponen y no te a seguir desgastándose en este mundo en rápida globalización”,
dan opciones. Cuando mis padres y mi familia se dieron un tiempo dice Bauman.
para escucharme e incluso para ellos mismos experimentar los
efectos de la marihuana, entonces y solo ahí me comprendieron La verdadera paradoja no se halla precisamente en el hecho de
y me respetaron. Entonces mi mamá empezó a fumar marihuana usar una sustancia cualquiera y la posibilidad del daño que supues-
por su migraña. El resto de la familia no lo hace. Cada quien ha tamente lo acompaña, sino en el mundo de la ley que no cesa de
decido lo que quiere. realizar enunciados que hablan de protección y, de manera paralela
y abierta, no cesa de amenazar y castigar. Freud121 ya se refirió a
La guerra a las drogas terminó construyendo una especie de nuevo esta ambivalencia que formaría parte consustancial de todo poder
muro de Berlín que separa a los que consumen marihuana u otras social y familiar.
drogas, a los traficantes y productores de la otra parte del mundo,
la de los buenos que no hacen nada de eso. Pero al mismo tiempo, El poder, incluso el paterno, se sostiene, desde los imaginarios, en
no se ha cesado de proclamar el discurso de la unidad y herman- el impulso de muerte porque la eliminación del enemigo ha sido
dad de los pueblos. La promulgación de los derechos humanos y siempre la mejor de las estrategias del poder. Cuando se transfor-
su perenne advocación ante cualquier circunstancia más o menos ma en acto, se desvincula de los órdenes de la cultura. Quien más
conflictiva contrasta con la guerra a las drogas y sus usadores y con rápidamente elimina al otro, gana y domina. Si bien todo poder
la serie de acciones que de ella derivaron en el campo del control e
121 Freud, S., Tótem y tabú, 2001.

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viene del otro, es decir, se origina en un acto de delegación de la A ello hay que añadir los calificativos indilgados a los usadores
cultura, en la tiranía la fuente del poder es el mismo tirano. que no tienen otro objetivo que la descalificación de su propia
identidad que es sustituida por la de drogadicto. Un término psi-
De hecho, muchos de los usos de drogas, conflictivos o no, se ubi- quiatrizado con el que se expresa públicamente el poder y la ca-
carían en el campo de la sometimiento-rebeldía de la que el usador pacidad de la psiquiatría de anular al sujeto. En el misma época en
se apropia para enfrentar el poder del otro. Para este, se trata de un la que se declaraba la guerra a las drogas, Basaglia, Cooper, Lain,
vicio, pero para el usador solo representa un pequeño acto de poder Szasz, Foucault y otros más denunciaban el discurso psiquiátrico
rebelde. en tanto anexado al poder para dominar mediante las exclusiones y
las calificaciones supuestamente diagnósticas pero que han estado
El poder no ha escatimado acción alguna con el propósito de que al servicio del poder.
se cumplan sus normativas, más allá de la legitimidad de la misma.
De hecho, para Weber, por ejemplo, el poder es visto como una ca- Es que nos trataron de marihuaneros, de viciosos, y nos di-
pacidad del sujeto de hacer que los otros cumplan su deseo lo cual jeron un montón de cosas más con las que encasillaron a las
implicaría un conjunto de acciones tendientes a eliminar los obs- personas, nos encasillaron en el grupo de los transgresores
táculos que se oponen a esta finalidad. ¿Por qué suponer que toda de la ley. Solo para nosotros se inventaron esos encasilla-
imposición o legislación del poder va a ser aceptada y asumida por mientos, porque no se refirieron así, por ejemplo, a las per-
los otros, incluso cuando proviene del poder legítimo? sonas que beben, a esas que beben hasta quedarse tendidos
en las calle, eso incluso es mucho más peligroso para todos
Por otra parte, es necesario reconocer que no todos aceptan de ma- y no solamente para la persona que bebe alcohol. Tampoco
nera necesaria la legitimidad de un determinado poder.122 Por el se dijo nada de las personas que son adictas al juego, y esto
contrario, más allá de su legitimidad y de la conveniencia de la sí que perjudica la salud y la de su familia, todos conocemos
norma, la resistencia es parte consustancial del sujeto en la medi- casos de personas que por el juego han perdido todo, incluso
da en que la norma restringe los márgenes imaginarios del deseo han apostado a su misma esposa e hijas en el juego. Eso es
más que los de la libertad. Todo conflicto surge en el campo del terrible. Y no se les dice nada, no se les dice delincuentes, ni
deseo que es regulado o vetado. Por otra parte, es importante que irresponsables, ni que son malas personas, ni que son enfer-
se piense el poder más allá de las estructuras estatales, tal como lo mos. Pero a los que fumamos se nos dijo de todo y se nos ha
propuso Foucault, para arribar a sentidos más amplios que permi- discriminado de la peor manera. Se nos puso sobre la frente
tan entender, por ejemplo, la ampliación de los usos de drogas, en la señal, la marca de delincuentes. Cuando un hombre es,
particular de la marihuana, luego de la promulgación de la ley que supuestamente, buena persona porque no fuma, pero es un
la prohíbe a nivel mundial. violador, un ladrón, abusador de la misma familia, a él no se
le pone en la frente ninguna etiqueta.
122 Weber, M, 1977.

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La adicción califica al sujeto de una manera extremadamente peyo- Todavía hay personas de mi generación que usan marihuana. To-
rativa pues habla de un sujeto en perenne violentación de la ley. No das son más o menos de mi edad, o un poquito mayores, más o
se refiere a un acto concreto, como robar. Se trata de un estado del menos cuarenta años, y nos reunimos todavía para fumar. No es
sujeto, una forma mediante la cual el ser se expresa en el mundo. que sea una adicción o un vicio. Pero lo hacemos porque nos hace
Es como la señal que queda grabada para siempre en la frente de sentir bien. Claro que ese bienestar no siempre lo conseguimos
Caín. Por lo mismo, una señal eminentemente violenta y segrega- con la marihuana, más bien depende también del ambiente que
dora porque el adicto, como el mítico fratricida, ya no puede ser tenemos en ese instante y lo que buscamos. Pero entre amigos lo
aceptado entre los otros. hacemos para pasar un buen rato.

Para ello fue necesario construir un discurso del que quede exclui- De hecho, la psiquiatría ha acaparado el campo de las drogas y
do cualquier referencia, por mínima que sea, a lo normal y a lo ha pontificado negando al mismo tiempo las posibilidades para
placentero. Cuán diferente aparecen otros pensamientos que, como otras respuestas y para la contradicción. Y lo que se requería no
el de Foucault, pretendieron ver más allá para tratar de entender lo era otra cosa que un análisis distinto del tema que no se detenga
que estaba aconteciendo con las drogas. en la repetición del discurso oficial. De tanto repetir lo mismo, los
criterios sobre las drogas y sus usadores se volvieron dogma de
Foucault, dice que “la posibilidad de utilizar nuestro cuerpo fe, como dicen los testimonios. En tanto aparato ideológico del
como la fuente posible de una multiplicidad de placeres es algo Estado, como diría Althusser, la psiquiatría no ha dado respuesta
importante. Si se considera, por ejemplo, la construcción tradi- alguna al tema del sufrimiento porque ocultarlo con neurolépticos
cional del placer, se constata que los placeres físicos o placeres no es otra cosa que no querer saber nada de lo que significa el pa-
de la carne son siempre la bebida, la alimentación y el sexo. A decer en la economía de los deseos y de las decepciones.124 Más y
ello se limita, me parece, nuestra comprensión del cuerpo, de los peor aconteció con el tema del placer del que no ha querido saber
placeres. Lo que frustra, por ejemplo, es que siempre se consi- nada. En la práctica, a los posibles y reales problemas derivados de
dere el problema de las drogas exclusivamente en términos de los usos, conflictivos o no, de drogas, la psiquiatría ha respondido
libertad y de prohibición. Pienso que las drogas deben llegar a ser desde el único lugar que conoce: la medicación y el internamiento.
un elemento de nuestra cultura, en tanto fuente de placer. Com- ¿Por qué es mejor y más ético vivir dopado por los neurolépticos y
prometernos a estudiar las drogas. Debemos ensayar las drogas. antidepresivos que contento y libre con la marihuana?
Debemos fabricar buenas drogas susceptibles de producir un pla-
cer muy intenso.”123 “Si hubiese menos diagnósticos psiquiátricos posibles ¿menos
gente sería considerada enferma? Una cantidad cada vez mayor de
124 Al respecto, vale la pena citar a Butler: Nunca escribo sobre tema alguno, salvo
123 Foucault, M, Sexo, poder y política de la identidad, conversación con B. Gallagher cuando creo equivocada la opinión de quienes gozan de fe pública, (…) escribo
y A. Willson, 1982. Publicada en The Advocate, N. 400, agosto, 1984, cf. artilleri- contra quienes acaparan un campo. (Citado por Szasz: Nuestro derecho a las dro-
ainmanente.com gas, pág. 23).

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expertos en la salud sospechan que la atención psiquiátrica se está Desde la fantasía de que alguien fuma un porro cada hora o que
inclinando hacia una ‘inflación de diagnósticos’ en la que la clasi- lo hace de vez en cuando, los imaginarios construyen el mundo
ficación de trastornos mentales también se infla como resultado de de la marihuana tanto con las fantasías como con una realidad
nuevos diagnósticos y no a causa de una población cada vez más que siempre se escapa, se resiste a ser atrapada en datos y he-
afligida. Lo peor es que ese proceso tal vez esté siendo impulsado chos concretos, científicamente verificables, como exigen cier-
por el mismísimo documento que, se supone, debería controlar- tos organismos internacionales. ¿En qué consiste lo verificable?
lo”125, el DSM5, en su quinta edición. ¿Quién es el llamado a testimoniar una realidad alimentada con
el fuego de los imaginarios sociales, nacionales e internaciona-
“El mayor riesgo no es el conflicto financiero de intereses sino les?126
el conflicto intelectual de intereses”, comenta Ericson, y añade:
“Tenemos ahora más muertes en las salas de urgencias por medi- Sin embargo, volviendo a los duros comentarios de Ericson, tanto
cación psiquiátrica prescrita que por drogas en la calle”. Y ya que quienes se hallan en el mundo del uso como los que lo bordean no
los diagnósticos amplios harán que los psiquiatras y proveedores se hallan libres de las hipérboles que en sí mismas dan cuenta de
de atención básica receten estas píldoras a pacientes cada vez más ese mundo mágico que puebla las territorialidades reales y simbó-
jóvenes, los hospitales a lo largo y ancho de los Estados Unidos licas de la marihuana como el de otras drogas. Referirse a que se
pronto podrían enfrentarse a una generación de pacientes que ha pueda fumar un porro cada hora significaría pensar en alguien que
llegado a pensar los dolores de la vida cotidiana como enfermeda- lo único que hace en la vida es fumar y solo fumar. Sin embargo,
des tratables”. este imposible en la vida común y corriente es posible en los ima-
ginarios de quien juzga a un usador conflictivo, por ejemplo, como
Estas equivocidades psiquiátricas terminan formando parte del a aquel que, imaginariamente, no cesa en su fumar.
discurso que se ha regado entre ciertos grupos de usadores que
analizan y valoran los usos desde posiciones imaginarias tanto Personalmente considero que sería un exceso fumar un porro
respeto a la calidad de la hierba como a la frecuencia de los usos. cada hora, podría ser, porque sería un consumo bastante alto y
También forma parte del mundo criterial de quienes hablan de eso a la vez va a impedirte estar alerta y atender otras cosas. Sin
los usadores desde la vereda de la salud o de la prevención. Las embargo, para algunas personas, por ejemplo un par de perso-
valoraciones se originan, pues, en el mundo exterior en el que se nas que conozco tienen algún problema psicótico, tienen ya un
construyen los juicios y prejuicios de los que se apropian pese a problema mental, pues consumen medicamentos, de hecho una
que las clasificaciones no signifiquen nada en la tarea de regular de ellas es bipolar, de la otra no recuerdo si está ya con algún
los usos. diagnóstico, pero al consumir mariguana dentro de su proceso

126 El discurso oficial habla de saberes científicamente verificables cuando se refiere a


125 Ericson, John, Una píldora para cada enfermo, Newsweek en español, pág. 14, las estadísticas que, de suyo, no hacen ciencia sino que tan solo producen un saber
febrero 16, 2014. numérico puntual. Eso se halla abismalmente lejos del trabajo científico.

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diario les ayuda a bajar la cantidad de medicamentos antipsi- Este paralelismo no implicaba sino otra forma de dar cuenta del
cóticos, los químicos que les manda el psiquiatra y, de hecho, estar-en-el-mundo.127 De esta relación derivaba también un sentido
creo que una de las personas ha informado a su psiquiatra que especial de propiedad que no podría compararse con la propiedad
usa mariguana, y de lo que sé, no ha habido ningún inconve- de un objeto, de una casa, por ejemplo, que es lo que toma en
niente. Entonces, no puedo decir qué es un exceso, porque esa cuenta Szasz cuando hace que el derecho a tener marihuana surja
persona creo que fuma tres porros al día y eso es lo que le ayuda del derecho común a la propiedad privada. La marihuana no es una
a bajar la dosis de la otra medicina que, en cambio, le deja en cosa cualquiera, no es un objeto in-significante. Todo lo contrario,
un estado de realidad tostado, la medicina del psiquiatra le deja es aquello capaz, dentro de ciertas circunstancias, de representar,
quieto, le deja inconsciente dos horas, al pobre le tienen que más que al sujeto, al grupo. Más que al grupo, a la cultura.
cargar a la cama después de que ha tomado esas medicinas. En
cambio, con la mariguana, es una persona funcional, trabaja, Siempre fue algo individual. Cada cual debía aprender cuál era
hace sus actividades diarias. su dosis. Yo no puedo decir que usted se está excediendo en fumar,
pero yo personalmente puedo ver si usted está sufriendo, si se está
La medicación psiquiátrica sigue perteneciendo al orden del poder excediendo en fumar, y puedo decir: compañero, para, estás fu-
pues no ha dejado de ser la camisa de fuerza química con la que mando mucho, te vas a tostar. Porque cada quien debe aprender
se domina al sujeto. A los pacientes se los duerme por varios días su dosis. Pero siempre eras tú el que sabía, nadie podía decirte:
consecutivos, todavía se los aísla del mundo familiar tal como se sabes, no fumes, te hace mal o, sabes, fuma, te hace bien. Podía
hacía en Europa hasta antes de los 70, pues se cree que las relacio- sugerirte: oye, si quieres fumar, aprende a fumar, prueba antes de
nes familiares de la cotidianidad son dañinas. Aun ahora se cosifica comenzar o de criticarla. Mi dosis eran tres pipazos128 máximo en
a un sujeto al que, sin embargo, se le considera libre y poseedor de el grupo, entonces yo estaba en un estado bonito que me duraba
derechos irrenunciables. como una hora. Entonces podía estar con los otros, conversar.
Usted puede fumarse un porro y seguir bien. Cada cuál sabe su
¿En qué consistían los excesos en los usos de marihuana? ¿Cuáles dosis, sabe si se excede o no.
eran comúnmente las dosis utilizadas? No es fácil determinarlo,
como dicen los informantes que la usaron, el tema no tenía im- De esta manera, desde los comienzos de la presencia de la mari-
portancia porque casi siempre era lo mismo, un porro compartido huana en las prácticas juveniles, el poder no se concede a la ma-
o un cigarrillo fumado entre dos. Nunca los usos en solitario han rihuana en tanto sustancia sino al deseo del sujeto. Esta posición
sido bien vistos pues dan cuenta de que algo malo le acontece al termina constituyéndose en un gran indicador de autonomía frente
usador. Al contrario, la marihuana ha poseído siempre la misión de a la cosa-sustancia algo que el discurso oficial ha tratado de desco-
convocar y unir: materia de las celebraciones grandes y pequeñas nocer de manera radical al poner el acento en la cosa.
capaz de crear entre los muchachos un mundo simbólico paralelo
al de los adultos. 127 Tenorio, R., 2007.
128 Cada pipazo corresponde a una absorción de una pipa o un bareto compartidos.

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La ruta del sufrimiento tes que actúan en el sujeto de manera permanente y que proveerían
de significación a esas experiencias que, con frecuencia, rebasan
El sufrimiento es siempre un enigma. ¿Constituye, acaso, la otra cualquier proceso de intelección. En ciertos casos, el sentido de la
cara del placer? Seguramente no. Tal vez tan solo sea la parte más vida no consistiría sino hacerle el quite a la muerte.
misteriosa e incomprensible de la existencia. Pero está ahí de forma
necesaria e impredecible porque frecuentemente llega sin preám- Es común que el tema del uso de marihuana, como el de las drogas
bulos ni signos prodrómicos. Por una parte, surge de la contin- en general, se ubique casi de manera exclusiva en el mundo del
gencia del ser, por otra la determina puesto que todo sufrimiento, placer, de una especie de goce que las drogas provocarían con solo
incluso cuando es débil o casi insignificante, lleva en sí el anuncio enunciarse. Pocas veces se piensa en el hecho de que también el
de la finitud de la existencia. dolor atraviesa la vida. No solo el dolor que surge en lo cotidiano
y que se origina en los desórdenes sociales, en la imposibilidad
El sufrimiento hace su presencia en la vida quizás de forma “anó- o dificultad en lograr los objetivos. El dolor de la presencia de la
mala y hostil, irrumpe en nosotros para imponernos brutalmente muerte, de esa muerte que, quizás sea lo único no delegable. “Des-
la evidencia de que ya no somos quienes creíamos ser.” Evidencia pués de esta vida ya no hay muerte, sólo hay exterioridad”.130
la falta de ser, es decir, el hecho de la incompletud. Sufrimiento
y dolor: realidades que sustentan el sentido del ser abocado a la El tema de los usos de drogas, incluida la marihuana, fue colocado
contingencia. La existencia se representaría a sí misma en un mo- en el reino del mal y el del sufrimiento e incluso en el de la muerte.
vimiento en el que alternan el dolor y el placer, el bien y el mal.129 Sin que se realicen los distingos necesarios, drogas y mal han con-
formado una unidad inquebrantable.
¿Es posible que exista algo que tan sólo produzca placer? Desde el
mito, el fruto tiene la función de producir placer, pero también do- Aun cuando se afirme que siempre ha estado la certeza de que la
lor, ofrece la vida y también la muerte. Pares antitéticos que forman marihuana no es por sí misma dañina, no se ha construido sobre
parte necesaria de la condición humana puesto que la sostienen. este tema un convencimiento suficientemente fuerte. En efecto, se
cree que el fumador de marihuana se pone mal porque la ha mez-
El sufrimiento posee múltiples formas de aparecimiento, pero clado con otras sustancias, en especial el alcohol.
siempre su presencia será absolutamente incomprensible, peligro-
sa y ciertamente hostil. Quizás como ninguna otra disciplina, el Pese a los nuevos discursos y a las experiencias, aun no es muy
psicoanálisis y la filosofía existencialista han dado cuenta de la consistente la representación de una marihuana absolutamente ino-
presencia necesaria del sufrimiento y de motivaciones inconscien- cua. Como parte de este ejercicio se ha visto la necesidad de colo-
car los supuestos o reales efectos dañinos no en la marihuana sino
129 Larkin: las ciegas marcas / que todas nuestras acciones llevan, / podemos hacerlas en las mezclas o en los excesos.
remontar hacerlas remontar a su origen. / Pero confesar/ en aquel descolorido atar-
decer en que nuestra muerte empieza/ lo que era, difícilmente satisfaga 130 Kovadloff, pág. 14

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Bueno, en verdad la diferencia entre lo que se pensaba de las dro- ne la enfermedad, también la soledad y la desolación. Provoca una
gas antes y ahora no es muy diferente. Lo que pasa ahora es que el suerte de retiro del sujeto del mundo de los otros para ensimismar-
uso es mucho más común y a edades más tempranas y que, sobre se. No se trata de patologizar la vida cotidiana pero tampoco de
todo, lo hacen de manera frontal, casi totalmente abierta. Es como cerrar los ojos a la presencia real del sufrimiento en una sociedad
si tuvieran el respaldo del poder. Pero la droga es la misma y que hace todo lo posible para negarlo.132
conduce a lo mismo. Los chicos se hacen los gallitos con la droga
encima. Igual te deja trabado, en un estado en el que la persona Por ello es necesario que se pongan en el banquillo de los acusados
prácticamente no se puede mover, se queda así, por unos minutos, las nomenclaturas que han servido para catalogar los usos de dro-
solo, mirando el mundo alrededor sin acción alguna para hacer gas y a sus usadores en el orden de la patología. En el Diccionario
nada. Pero no es solo que la marihuana te hace daño, a lo mejor General de la Lengua Española133, se dice de adicción: 1: “Sumi-
ni te hace daño, sino las otras personas te hacen daño. Nosotros sión de un individuo a un producto o a una conducta de la que no
veíamos a personas que habían mezclado la marihuana con otros puede o no es capaz de liberarse. 2. Hábito de quienes se dejan
productos o con licor o con cocaína y que se sentían horribles. dominar por el consumo de estupefacientes”. ¿Cuánto valen esta y
Verás, la marihuana no te daña, son los elementos extras los que otras definiciones similares que dan cuenta de un discurso oficial
te dañan. y dogmático?

Los grandes enemigos del sujeto son y han sido siempre el dolor, No se ha pensado que transitar del dolor al sufrimiento constituye
la pesadumbre, la tristeza, la muerte. Al comienzo de los mitos, el un intento, regularmente fallido, de un sujeto usador de drogas que
dolor aparece como castigo, el gran mal que invade al sujeto y que busca de esa manera significarse ante los otros. La marihuana es lo
podría incluso atraparlo hasta déjalo sin salida. El mito original de que le permitiría ser ante los otros.
cada uno se ancla en la felicidad, en una ausencia absoluta de todo
dolor, de tristeza, de soledad. El psicoanálisis, por ejemplo, pen- La psiquiatría no dudó en calificar de enfermedad a casi todos los
só que el niño, unido a su madre, vive una de las experiencias de usos, una enfermedad curable mediante otras drogas sobre las cua-
felicidad más grandes, quizás incluso la única e irrepetible. Lacan les tiene el control.134 Etiquetada como enfermedad incurable, el
habla de una relación monádica construida entre la mamá y su hijo 132 En su Psicopatología de la vida cotidiana, Freud no pretendió que todo aquello
de tal manera cerrada sobre sí misma que asegura la bienaventu- que rompe con una supuesta normalidad sea visto como patológico. Lo que buscó
ranza no solo del hijo sino también de la madre. fue hallar sentido a esos actos que comúnmente pasan desapercibidos o que,
aparentemente, carecen de sentido, como los olvidos, los actos fallidos porque en
ellos hablaría un deseo inconsciente.
Pese a su presencia inevitable, el sujeto hace lo posible para ahu- 133 Gran Diccionario General de la Lengua Española, Bibliograf, Emegé Industrias
gráficas, Barcelona, 1989
yentar el dolor131. El sufrimiento es polifacético, atraviesa y sostie- 134 Tal vez lo que más moleste a la psiquiatría sea el hecho de que, finalmente, no logra
tener el control de las sustancias y de sus dosis para controlar su paciente. En defin-
131 Me detuve en el puente y, asomado, / vi que el puente era falso, era mentira. Mario itiva, todo estaría perfectamente bien, si la psiquiatría tuviese la facultad de recetar
de Sá-Carneiro, Obras completas, Ática, Lisboa. marihuana, base, cocaína.

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usador de drogas es ubicado en un rango incomprensible respalda- como a los seis meses, se murió. Después ya no supe más de ella,
do por un diagnóstico que se sustenta en el solo hecho de usar una me imagino que ella también habrá muerto por la droga.
droga, aunque sea una sola vez debido a que la sustancia usada,
es en sí misma mala y, además, adictiva desde la primera y única Este patético testimonio forma parte de los parámetros que con-
vez. forman las sociedades tradicionales que no hicieron otra cosa que
repetir el discurso oficial, amplificándolo, para que aparezca la rea-
El testimonio da cuenta de esa especie de enredo conceptual me- lidad cruel y catastrófica de los efectos de los usos de la marihua-
diante el cual se juzgaban los usos de drogas, en particular la ma- na. Si las autoridades del colegio se hubiesen enterado de que la
rihuana. El informante coloca en el usador el tránsito de una a otra estudiante fumaba, la habrían expulsado del redil de las buenas y
droga porque no encuentra en la marihuana lo que tan afanosa- blancas ovejas. Una solución drástica e indispensable para mante-
mente busca. Pero nadie le ha preguntado al sujeto qué es lo que en ner el imperio del bien en un colegio religioso.
realidad busca porque la respuesta ya está dada desde fuera: busca
el mal. El siguiente relato se hace eco de esta posición: La guerra a las drogas se sustenta en la lógica de la sociedad tra-
dicional en la que los juicios sobre el bien y el mal se hallan tan
La marihuana no siempre producía los mismos efectos. Es por eso férreamente estatuidos que las posibilidades de excepción son ab-
que los drogadictos buscan cada más, incluso no se quedan con solutamente reducidas.
la marihuana sino que la van mezclando con todo lo que pueden,
desde trago hasta otras cosas más fuertes, incluidas las pastillas. El testimonio es ciertamente paradigmático pues da cuenta de una
Claro que la marihuana es alucinógena y siempre va a producir enseñanza moral inquebrantable. La marihuana es mala en sí mis-
alucinaciones, pero no de la misma manera o en la misma in- ma y es causante de todos los males que acontecen al infeliz que la
tensidad. Recuerdo cuando conversaba con esas chicas, no eran usa. El fantasma de la muerte se convierte en sentencia ineludible.
muy amigas, pero sabían que yo vivía en El Vado, ellas me pre- El embarazo debe terminar en aborto, y si el niño nace, inevita-
guntaban sobre las huecas en donde vendían de la buena y más blemente debe estar muy enfermo y morirá. La marihuana es la
barata. Así conversaba con ellas y me comentaban lo que sentían sentencia de muerte.
cuando se drogaban, hablaban de las cosas bien distorsionadas
que veían. Una incluso me decía que era lo mejor que podía usar Sin embargo, la necesidad de avanzar hacia el futuro, dejan-
para hacer el amor porque a ella le hacía sentir varios orgasmos do atrás el pasado, es parte necesaria tanto de la subjetividad
y un placer increíble que no sentía cuando no fumaba. Y cuando como de la colectividad. En este sentido, aquel usador que se
se embarazó, al poquito tiempo abortó, y en el colegio no se ente- adhiere a los usos de tal manera que reduce su espacio vital,
raron de eso, así que logró graduarse. Después supinos que se fue ha convertido su futuro en pasado. Y allí se ubicaría el sentido
a vivir con ese muchacho y que se embarazó nuevamente, y que el profundo de su malestar en el mundo. La adicción significaría
hijito le nació enfermito, le nació con una cabecita chiquita y que, un encadenamiento al pasado. En este sentido, el comúnmente

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denominado adicto sería un esclavo del pasado y no un enfermo la pobreza, las dificultades sociales, el tipo de colegio y otras rea-
psiquiátrico. lidades más crean un complejo social que un muchacho no puede
enfrentar directamente sino por el camino torcido del alcohol y la
Hay una mirada oblicua con la que se mira al usador de drogas. Es marihuana. En consecuencia, el problema no radica tan solo en ser
el pesar de una ética doliente porque ha perdido su valor de signifi- pobre sino en no aceptarlo, en no integrar esa realidad a la vida
cación, de sujetación y de dominio. Una de las maneras impuestas cotidiana.
de ser fiel a la cultura y sus normas ha sido el rechazo inequívoco a
todas las sustancias catalogadas como drogas mediante un discurso Desde luego que nadie menciona la angustia que podría haber na-
oficial encargado de evidenciar el mal. cido con cada sujeto de la pobreza, esa angustia a la que, quizás ni
siquiera tengan derecho. Por eso se prefiere hacer referencia a ese
El usador de marihuana vive en el mundo del mal, aislado de la complejo social, llamarlo para que sea el referente que dé cuenta
familia, de la sociedad, del bien. Ha remado contracorriente y ya de por qué los pobres usan mariguana.
no tiene salvación.
Parecería que los habitantes de la pobreza ni siquiera poseerían la
De las personas que conocía y que fumaban, algunas decían que capacidad de organizar y de simbolizar las realidades de lo cotidia-
la marihuana les hacía sentir con súper poderes. Pero los demás no. Son como los niños que, a su vez, actúan como los perros: sin
no creíamos que era así. Más bien, a todos los adictos que iban orden y sin conciencia. La marihuana representaría una cosa sin
por la droga se los veía desaliñados, descuidados en su aparien- relación alguna con los múltiples órdenes sociales, por ejemplo,
cia personal y, sobre todo, desobligados del mundo. Hubo quienes con lo mágico que pertenece a la yerba. Son perros, por supuesto,
ni siquiera continuaron sus estudios. Y, peor, ni siquiera tuvieron sin dueño, lo cual agrava aún más su situación de indigencia exis-
una buena relación con la familia, con los amigos, con la socie- tencial.
dad. Más bien esos se fueron aislando porque es a eso a lo que
conduce la droga: aislamiento y segregación. Son los mismos Hay personas que fuman solo por rebeldía. Entonces, no se van
adictos los que se alejan de la familia, y ya no son nunca más a dar cuenta de lo que les está pasando. Como fuman marihuana
parte ni de la familia ni de la sociedad. Y por más que estén en un por rebeldía, entonces van a decir: puesto que cuando fumo me da
centro de recuperación, no consiguen volver a ser otra vez parte hambre o me da sueño, entonces, fumo para tener hambre o para
de la sociedad, por lo menos no de manera activa. que me quite el hambre. Ellos no saben qué es lo que esperan de
la sustancia, es decir, fuman por fumar. Entonces simplemente la
Desde los inicios de los usos, se construyó un discurso paradig- marihuana hace lo que ellos quieren, es decir, fuman por fumar.
mático: a la yerba acuden quienes poseen conflictos morales, los Es como un niño y un perro, el niño hasta los dos años tiene la
acomplejados sociales, los que no han logrado adaptarse ni a los misma mentalidad del perro: se dispersa, hace destrozos. Enton-
regímenes familiares ni a los escolares. En el testimonio anterior, ces, hay unos que fuman por fumar, entonces la marihuana hace lo

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que quieras, y si uno le pregunta qué querías que te produzca, no Los prejuicios impiden ver las funciones de la precariedad y del su-
saben qué responder, se dispersan como el perro. Ellos no saben frimiento que también se hallan presentes no solo en los lugares de la
qué hacer con la marihuana solo la fuman y ya, como un perro, y pobreza económica sino también en los espacios de la pobreza e in-
también van a hacer destrozos porque ellos no tienen el espíritu cluso indigencia afectiva, en la pobreza de los sentidos de la vida, de
de la marihuana, es un espíritu que está ahí. Ellos ignoran que la lo que significan la filiación, la paternidad y la maternidad. Mientras
marihuana es una planta sagrada. en los espacios de la pobreza, según el discurso oficial, la marihuana
conduce al delito, en otros lugares, produce alegría e incluso felicidad.
Existe una lógica, elemental si se quiere, pero que funciona. Pues-
to que la marihuana es intrínsecamente mala, todo aquello que se Uno buscaba que te relaje, porque usualmente la marihuana te
hace bajo sus efectos nunca podrá ser algo bueno sino, al revés, produce un estado de risa. Mucha gente era eso lo que más bus-
intrínsecamente malo porque, además, quien la usa es un ser olvi- caba antes que cualquier otra cosa, es el estado más esperado y
dado de dios y del diablo. La relación de la marihuana y el delito conocido de la marihuana. Por lo tanto, el efecto depende de lo
se constituyó en una propuesta absolutamente necesaria para con- que hagas y de lo que estás esperando que acontezca. Porque si te
firmar su maldad intrínseca. Sus efectos, en los estratos populares, pasas, no vas a tener ese efecto de relajarte que esperas.
no pueden ser otros que el mal. Son ellos los que delinquen pro-
positivamente aprovechándose de los efectos de la marihuana o, La soledad constituye una de las formas más particulares de expre-
aunque no hubiese una intencionalidad clara, finalmente movidos sión del malestar personal. En la soledad, los sentidos de la finitud
por los mismos. se evidencian de manera abismalmente clara y hasta inapelable. El
dolor, dice Kovadloff,135 actúa de manera inconsulta. Simplemente se
Esta constituiría otra de las expresiones del sufrimiento que no impone e incluso posee la prepotencia de la inclemencia.
radica precisamente en el uso de la marihuana sino en las impli-
caciones sociales a causa de la inscripción de la marihuana en el El dolor aparece entre dos límites diferenciables. El primero tiene
universo del mal. que ver con el nivel de reconocimiento del dolor como tal, como
aquello que no puede ser confundido con ninguna otra sensación.
Cada grupo social se habría convertido en un punto de convergencia En segundo lugar, con su intensidad en la que la subjetividad cuen-
de todos los juicios y prejuicios. Todo lo que ahí acontece, pertenece- ta con un abanico de infinitas razones,
ría a su propio registro, es decir, la pobreza es una violencia que surge
de sí misma y no el producto de las relaciones de poder. Más aun, son Por eso se usa siempre en grupo. Son marihuaneros los que la
pobres porque son malos. Los usos de la marihuana constituirían una usan solos, los que se hunden y se van a sufrir. Con esos ni si-
expresión más de ese mal que los caracteriza. De ahí la lógica utiliza- quiera se puede hablar. Hay mucha gente a la que no le gusta la
da para ligar, en una relación causa-efecto, el uso de la marihuana al amistad, es esa gente que consume sola, a veces se los ha catego-
delito entre los pobres.
135 Kovadlov, S., 2008.

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rizado como marihuaneros, gente solitaria, a veces están idos, son Sin embargo, nadie escapa al sufrimiento ni a la posibilidad de
personas que no están ahí, son personas que consumen bastante encontrarlo a la vuelta de la esquina porque forma parte de su con-
pero no hay ninguna comparación con las personas que lo hacen dición de ser. Pese a ello, se hacen muchos y a veces complejos in-
como algo social. tentos para evitarlo, sobre todo, en la cultura actual que se sostiene
en la oferta de la bienaventuranza absoluta en la que no hay cabida
Marihuanero es el sujeto que ha quedado atrapado en la marihuana legítima para el sufrimiento. Pero la condición es que no hay sujeto
en tanto espacio real y empobrecido de lo simbólico pero en el que sin el sufrimiento originado en la cotidianidad con los otros. Los
le es permitido dar cuenta de su sufrimiento permitiendo que este sufrimientos otorgados o impuestos por los otros son los más difí-
no cese. Ahí los usos suelen ampliarse y amplificarse a un ritmo ciles de sobrellevar porque llegan con marcas ajenas, no llegan con
que se escapa del control. El usador queda entonces significado en en ese sentido de propiedad privada que hace que uno pueda vivir
ese exceso, en ese plus de uso y de rechazo. Cuando se tratan temas los propios dolores sin sentirse invadido por lo extraño.
como estos, lo más fácil ha consistido en repetir de manera acrítica
el discurso oficial que solo ve el exceso y el mal, sin que importen Hay quienes encuentran en la marihuana una posibilidad de huir del
ni el usador en sí mismo ni el historial de su existencia. Freud con dolor y del fantasma de la muerte. Como se ha señalado, unos lo
frecuencia alertaba sobre el peligro que se corre al “olvidar la va- harán de manera esporádica o ritualística porque la marihuana no ha
riedad del mundo humano y de su vida anímica”136 sido incorporada como la única alternativa posible para enfrentar el
sufrimiento. Otros, en cambio, hallaron ahí la mejor alternativa para
La búsqueda de la felicidad forma parte de la mitología personal. crear un mundo nuevo o, por lo menos, un bastión protector.
No se sabe en qué consista esa felicidad, pero es algo que cada
sujeto se ha propuesto tenerla, mantenerla y hasta transmitirla a La sociedad los ha calificado peyorativamente llamándolos adic-
los otros. Pero, ¿qué es la felicidad, cuando el sufrimiento es tan tos, una calificación pesada, azas violenta, que conlleva un com-
presente que, se diría, ha llegado a formar parte necesaria de la plejo sistema de actitudes de rechazo. Si para el usador se trata de
existencia? El verdadero malestar consiste en la falta de sentido un refugio, para la sociedad no es más que un vicio casi siempre
de la existencia que aparece a veces de manera brusca y que has- miserable o, peor aun, un delito que debe ser castigado con penas
ta podría llegar a invalidar la existencia. Es la falta de ser, como que incluyen la cárcel.
decía Heidegger, esa falta que el sujeto trata de solventar, primero
asumiéndola y, luego, enfrentándola con sus proyectos existencia- La marihuana, usada en la soledad y el aislamiento, se convierte en
les. El verdadero malestar en la cultura surge cuando la sociedad, un señalador de un silencio ya dado, casi imposible de romper. El
representada en el Estado, por ejemplo, priva a los sujetos de los sujeto se encarcela en la prisión del sufrimiento.
elementos requeridos para vivir de manera gratificante.
A nosotros no nos gusta hacerlo solos, pero tampoco comenta-
mos mucho sobre los que fuman solos, pensamos que cada quien
136 Freud, S., Obras Completas, V. 21

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quiere vivir su vida propia, su propia experiencia y entrar en su de la gente, ya es parte del grupo, se va haciendo parte de tu vida,
mundo, por eso algunos buscamos la soledad porque entras en ¿sabes? aunque no la uses. Con la marihuana te pones en onda
contacto contigo mismo, y es un mundo que te da más satisfaccio- para una fiesta, en onda con la vida. Te permite dar salida a cosas,
nes que el mundo de afuera. A veces mis amigos que fuman solos a broncas que tienes contigo mismo, con tus viejos, el colegio, con
nos han contado sus experiencias y cada quien tiene la suya. Un los manes del grupo.
día voy yo a escribir, no mi biografía, sino un libro parecido a las
revistas de historietas en las que yo sea el personaje principal y Desde el último tercio del siglo pasado, a las nuevas generaciones
así llevaré a la gente a que conozca mi mundo. De la misma mane- se les ha dicho que se hallan en deuda con el poder que ha creado
ra, mis amigos harán su propia historia, quizás no para compar- todas las condiciones requeridas para asegurar un bienestar amplio
tirla con el resto del mundo, pero sí para recordarla cuando estén y duradero. Por lo mismo, los usos de drogas no tienen cabida por-
viejos. que contradicen este mundo de bienestar en marcha.

Nunca se ha discutido tan poco por un fenómeno social como por Sin embargo, más de un usador, sobre todo cuando se trata de un
las drogas y, sobre todo, por sus usadores que han pasado de picota uso realmente conflictivo, la pregunta ya no versaría sobre el pla-
en picota, no solo en el ámbito de lo real, sino en los órdenes ima- cer, sino sobre la vida misma, sobre el estar o no vivo en un mundo
ginarios. A los llamados drogadictos se los despojó de buena parte del que se sabe excluido, perseguido y hasta condenado.
de su valor de simbolización familiar y social. Quizás a nadie le
preocupó su sufrimiento porque en ninguna parte valen los ayes de Muchos de los papás solo se interesaban en que tengamos buenas
dolor y las lágrimas de los malhechores. notas, que no les llamen del colegio a darles quejas de nada y,
sobre todo, que les hagas sentir que ellos están haciendo bien su
Pese a que se acepta que la cultura actual se sostiene en el recono- papel de padres. Pero cuando se ven decepcionados porque has
cimiento y respeto de los derechos y de las diferencias, como las fumado marihuana, entonces la familia se altera y hasta la pareja
sexuales por ejemplo, sin embargo, con el tema de las drogas las termina en divorcio porque el papá acusa a la mamá de que no te
cosas han sido y son casi absolutamente extremistas. Y, aunque se cuidó, y la mamá acusa al hijo, el hijo acusa a sus padres, y estos
legalizase su uso, el usador constante no saldrá del actual sistema finalmente a la sociedad. Y resulta que todos tienen la culpa, hasta
de descalificación. el presidente de la república. Pero nadie te dio soluciones. To-
tal, siempre estuvieron muy equivocados. Claro que la marihuana
Claro que la marihuana es una droga, y todos estamos conscien- produce algún daño. Pero más daño produce el hecho de que te
tes de que lo es. Si no lo fuese, no te haría sentir las cosas que discriminen por ser diferente y que nadie haga nada al respecto.
sientes. Te pone en una onda diferente, te lleva a experimentar La marihuana, de alguna manera, te ayuda a sobrellevar las co-
cosas increíbles y, sobre todo, es una situación que va más allá de sas traumáticas de tu vida.
la moda, es algo que está en la sociedad haciendo parte de ella y

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El punto más alto del sufrimiento se construye en el momento en


el que al hijo se le convierte en el responsable del bienestar, de
la felicidad y de la muerte de los otros. La marihuana poseería,
pues, poderes que nadie ha imaginado jamás. De esta manera se
obstruyen las rutas que conducen la fragilidad de las relaciones y
sobre la inconsistencia de las promesas sociales. Tampoco se dirá
nada sobre el sistema de las inseguridades personales, familiares y
sociales. Esa inseguridad que nace de la fragilidad de los grandes
enunciados, de los mega relatos con los que se domina el mundo. Capítulo cuatro
El retorno a casa

Cuando Abraham caminaba hacia el monte Moriah,


la tarde era sosegada; se arrojó al suelo y su rostro
tocó la tierra y pidió a Dios que le perdone el pecado
de haber querido sacrificar a Isaac, pues el padre
había olvidado su deber con el hijo. No comprendía
cómo podía ser pecado haber querido sacrificar a
Dios lo más preciado que poseía.
Kierkegaard

La guerra contra las drogas ha fracasado en reducir


el uso de estupefacientes, pero ha llenado nuestras
cárceles, ha costado millones en dólares de los con-
tribuyentes, nutrido al crimen organizado y causado
miles de muertes.
R. Branson

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dejado de preocupar a la sociedad de los adultos y a los poderes


políticos porque aceptarlo implica reconocer que quizás una parte
El tiempo corre y sigue haciendo la historia. Solo la historia, con importante de lo que se ha hecho a lo largo de medio siglo de guerra
sus múltiples escrituras, da cuerpo al tiempo e incluso cierta inmor- a las drogas ha servido muy poco en la tarea propuesta de eliminar la
talidad. Es tiempo de los deseos, de los placeres, pero también el de marihuana y de reducir a cero sus usos. Implica también aceptar que
los dolores. El tiempo de la vida y el de la muerte. Mientras por una la problemática de la droga va mucho más allá de esa relación ele-
parte se prolonga la guerra a las drogas, pese a su fracaso, los usos mental causa-efecto con la que se trabajó durante todo este tiempo y
de la marihuana se mantienen, se amplían, y se introducen cada vez que se redujo a pensar linealmente la producción, el tráfico y el uso.
más en los tiempos existenciales de las nuevas generaciones.
El hecho de que haya chicas y muchachos de diez años o menos
Las culturas son dinámicas pues se modifican de manera permanente que han probado marihuana no da cuenta tan solo de que bajan
porque además son eminentemente inestables. De hecho, las nuevas las edades de inicio. Tiene que ver con el hecho de que aparecen
generaciones crean y se insertan en nuevos procesos culturales que nuevos patrones culturales en los que se hacen las nuevas genera-
incluyen conjuntos móviles de representaciones sobre el mundo, la ciones. Es innegable que los usos de la marihuana se han extendido
cultura, los sentidos de la existencia. Es imposible que la marihuana y han logrado cierta legitimidad entre la gente joven, pero también
y sus usos puedan quedar fuera de este proceso del que nada ni nadie entre los adultos algunos de los cuales ya la abandonaron y han
puede excluirse. vuelto a ella o aquellos que recién inician los usos.

Los cambios que se producen no son únicamente formales pues tie- Es importante tener en cuenta que esta realidad hace que la socie-
nen que ver con los principios, normas, sentidos de la existencia. Es dad cambie de manera muy significativa en torno a la marihuana.
preciso aceptar que cada generación se diferencia de la anterior y En efecto, en la gente joven la yerba ha dejado de pertenecer al
que en estas diferencias se explicitan en sus éxitos y fracasos tanto mundo del misterio y del tabú. Se trata, pues, de una situación que
como sus misterios. Uno de estos misterios podría ser, por ejemplo, ya comenzó a explicitarse a finales del siglo pasado y que en la
su renovada relación con el cannabis, esa planta que transita lo sa- actualidad es cada vez más obvia, tan obvia que se habla, por ejem-
grado y lo profano, lo prohibido y lo deseado, lo oculto y lo patente. plo, de su legalización en los distintos niveles del quehacer social.
Parecería que la marihuana habría salido del espacio del escándalo
Las madejas de la vida político y social en pos de una legitimidad que va logrando en ciertos
lugares en los que habría sido imposible hace unos pocos años.
Se ha generalizado el criterio de que el uso de la marihuana crece
y que empieza cada vez más tempranamente137. Esta realidad no ha ¿Cómo no valorar la acumulación de experiencias que se insertan
en las culturas y que necesariamente la modifican? Así han evolu-
137 CONSEP-OND: Cuarta encuesta nacional sobre uso de drogas en estudiantes de cionado múltiples saberes y actitudes a lo largo de los siglos. De
12 a 17 años, Quito, 2012.

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pronto, algo que en un tiempo determinado fue socialmente consi- entredicho las políticas, los saberes y las transmisiones de los mis-
derado tabú, a la vuelta de un tiempo se constituye en una práctica mos sin crítica alguna.
casi de la vida cotidiana.
Este proceso atraviesa todos los espacios del saber y del vivir de
Como se señaló en el capítulo primero, la marihuana comenzó in- las nuevas generaciones y se apoya en las recientes construccio-
sertada en lo sagrado y en lo prohibido. Han pasado demasiados nes sobre la libertad, por ejemplo. Más allá de las formas como se
siglos como para que no se haya despojado del tabú para popula- viva la democracia fáctica, existe también un nuevo pensamiento
rizarse. Tabuizar el mundo de lo placentero y gozoso ha sido una democrático que se sostiene en formas universalistas de la ley y de
de las características del poder que, comúnmente, ha pretendido la moralidad. Una nueva democracia que ya no necesitaría precisa-
apropiarse para sí solo ciertas realidades del mundo que permane- mente de fundamentos filosóficos, tal como lo plantean pensadores
cen prohibidas para los otros. como Derrida y Rorty. Por otra parte, ya no existiría esa rígida divi-
sión entre lo público y lo privado pues lo uno y lo otro se entrecruzan
El gran tema de por medio es el placer. Para evitarlo, se prohibie- conformando al nuevo sujeto social que ya no es tan solo el adulto
ron espacios, plantas, bebidas y, sobre todo, el cuerpo que cons- sino todos, incluidos los niños, puesto que se hallan en el lugar de
tituye la primera gran fuente de placer expresada, sobre todo, en los discursos, de las necesidades, de las demandas y de los deseos.
la sexualidad. Bastaría con volver a los textos de Foucault138 para
seguir las rutas que los poderes construyeron con el propósito de El testimonio corresponde a un chico que ahora cursa el tercer año
impedir, de todas las formas posibles, el acceso del sujeto a lo pla- de bachillerato y pertenece a un estrato social medio alto. Está en-
centero y gozoso de su sexualidad. tre los 17 años de edad. A él le ofrecieron para probar sus compa-
ñeros de sexto grado de primaria que corresponde actualmente al
Una de las características de la contemporaneidad es la apropia- octavo nivel de básica, es decir cuando estaba entre los 11-12 años.
ción cada vez más seria y firme de la propia subjetividad que Fue en el paseo de término de la primaria que significaba algo así
tiene que ver con la capacidad de desear y de decidir. Los niños como el acontecimiento que abría la puerta para ver el mundo de
pertenecían a papá, a mamá, a la familia. Luego al sistema educa- los grandes.139
tivo y, en algunos países, al Estado. El matrimonio se encargaba
de liberar al hijo de esa pertenencia, pero no a la mujer que adqui- La marihuana se usa a edades cada vez más tempranas porque se
ría otra dependencia al convertirse en una propiedad más de su la ofrece en todo lado. A mí me ofrecieron marihuana la primera
esposo, y más en el orden de lo real que en el simbólico. vez cuando terminé la escuela en el paseo del grado. Había unos
amigos míos que en la habitación del hotel en el que estábamos
El último tercio del siglo XX marca una ruptura radical cuyo ori- 139 El sistema educativo actual ya no contempla este corte pues la educación básica in-
gen, simbólicamente, podría ubicarse en Mayo-68 que pone en cluye el antiguo preescolar y se va hasta el final del antes denominado tercer curso.
Por lo mismo, seguramente se van a construir otras realidades y sobre todo otros
138 Foucault, M., 1996 modelos de desarrollo psíquico y social.

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en Esmeraldas me ofrecieron primero cigarrillos para fumar. Pero otros aspectos de la cotidianidad. Eso equivaldría a afirmar que si
no me atrajo eso de fumar. Pero cuando me ofrecieron marihuana, eres capaz de poner límites a un uso, ya sea en la frecuencia y en la
eso sí que sí. La curiosidad es cada vez más brutal. Así que… sí cantidad, también podrás hacerlo con otros aspectos de la cotidia-
fumé. La curiosidad de los chicos es cada vez más brutal en lo nidad. También se señalaría que con ese primer bareto compartido
que tiene que ver con las cosas prohibidas. Y como uno siempre se asume un nuevo sistema representacional sobre la libertad, la
anda buscando verse grande, es por eso que cada vez más tem- edad, el deseo.
pranamente se fuma tabaco o se consume marihuana. Además,
esto de la marihuana te da un cierto sentido de independencia y Por su parte, las chicas se encuentran igualmente involucradas por-
de control de la vida. que el mundo en el que viven es el mismo para todos. Ya no existen
colegios exclusivamente femeninos. Ahora ellas y ellos comparten
No se trata de una curiosidad cualquiera, sino de una curiosidad los espacios sociales y culturales y viven las mismas realidades.
cuya fuerza se torna incontrolable pues posee un carácter impera-
tivo e irresistible. Desde luego que los mismos chicos ponen los El mismo informante da cuenta de lo que acontece ahora en su
límites y saben a quienes invitar y a quienes no para involucrarse unidad educativa. Utilizando la nueva categorización, se refiere a
en una actividad que, de ser descubierta, podría acarrear serios los chicos y muchachas de octavo de básica con otras actitudes
problemas. En la actualidad, esos muchachos de más o menos ante la mariguana que, en cierta medida, habría dejado buena parte
doce años poseen un sistema tal de representaciones que cierta- de su escondite para aparecer más abiertamente a la luz del día.
mente los hacen ya “grandes”. En efecto, su sistema de represen- Las distinciones que realiza tienen que ver con la geografía social
taciones se construye con cosas del futuro más que con las del y quizás también económica de los estudiantes. Desde luego que,
pasado. para un muchacho de esa edad, puede resultar sumamente difícil
hablar más allá de su grupo social y económico.
Para los chicos de esas edades beber, aunque seguramente se trata
de un trago pequeño o de un vaso a medio llenar de cerveza, im- Eso de que si hombres y mujeres comienzan a usar marihuana a la
plica dar el empujón definitivo a la puerta que les abre el mundo misma edad, depende de dónde están, en qué colegio estudian. Por
de los grandes. Pero en la actualidad quizás compartir el primer ejemplo, en mi colegio he visto que chicas y chicos, de los chucari-
bareto, seguramente muy mal liado, les aseguraría que, de una vez tos,140se inician en el octavo grado primero fumando cigarrillo y lue-
por todas, han dejado atrás la niñez social. go marihuana. Hay de los unos y de los otros, de lado y lado, porque
hay los que dicen no y de plano se van de la reunión y no participan
Es curioso que el informante asegure que el uso de marihuana les
140 Chúcaro-ra: (quechua, duro): arisco, bravío, esquivo. En Cuenca se usa la expresión
otorga una suerte de capacidad para controlar la vida. No dice de para referirse, primero a los potros indómitos y, de ahí, a los muchachos y chicas
qué clase de control se trata, pero posiblemente se pueda inferir comprendidos entre los 10 – 13 años que se caracterizan por su parecer indómito
que si controlas el uso de marihuana, de suyo podrás controlar pues no se sujetan fácilmente a las normas familiares y sociales y que, además, no
dudan en expresar su rebeldía que aparece como una cualidad a ser cultivada.

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y no fuman ni tabaco, claro que a aquellos luego se les excluye de Se acepta que se han producido cambios radicales en las concep-
los grupos de amigos, pero no siempre. Creo que los varones somos ciones de la feminidad, pero casi nada se ha hecho para entender
más valientes que las mujeres para probar esas cosas. Desde luego, los ejercicios de la sexualidad cada vez más tempranos con los
en los colegios sí hay más varones que mujeres consumiendo no solo consiguientes riesgos de embarazos no deseados e inapropiados.
marihuana sino también otras drogas para probar esas. Aunque las Cuando se habla de la necesidad del uso de la píldora del día des-
más grandes, en cuestión de éxtasis, nos dan de largo. pués, por ejemplo, la sociedad de los adultos y sus instituciones,
como las religiosas, ponen el grito en el cielo y no cesan de hablar
Pese a los grandes cambios que se han producido en las socie- de que se está legitimando la pérdida de valores y la desacraliza-
dades y a los esfuerzos académicos por explicarlos, la sociedad ción de la mujer.
en sí misma prefiere vivir en cierta inmovilidad teórica. Sobre
todo en algunos temas sociales y psicológicos, el pensamiento La sociedad de los adultos es equívoca y con esa equivocidad lo
académico suele quedarse estancado con la idea de que las cosas único que consigue es abandonar a muchachas y chicos a su propia
siguen iguales. Esto se ve, por ejemplo, en el manejo teórico de suerte pues nada se ha conseguido con las lamentaciones sobre la
la feminidad y de la masculinidad que han permanecido teórica- imposición de una ética caduca y sobre una escala de valores que
mente estacionados. El tema de los derechos se ha convertido en los adultos ya dejaron a un lado justamente por obsoleta.
el punto nodal de todas las reflexiones pero poco o casi nada se
ha dicho sobre lo que significan en torno a los derechos sexuales. Desde estos prejuicios se analiza el tema de los usos de marihuana
Tampoco se ha teorizado sobre la adolescencia que de suyo ha que, entre las sustancias prohibidas, es a la que más fácil acceso
desaparecido pero de la que se sigue hablando cono si se viviese tienen por su presencia ubicua, por el costo y porque es lo que les
en el siglo pasado. agrada. Si bien es cierto que los ritmos del desarrollo han cambia-
do de manera radical, también lo es que las nuevas generaciones
Las nuevas generaciones crecen físicas, social y psicológicamente viven en un mundo propio en el que está la marihuana. Como se-
más rápido y más tempranamente. Aquellas etapas del desarrollo ñala la informante, una joven mujer adulta, ella comenzó a usar
psicosexual propuesta por la psicología académica ya casi nada marihuana a los dieciséis años, lo cual constituía un verdadero es-
tienen que ver con lo que acontece en el mundo contemporáneo. cándalo. Pero ahora, eso acontece antes. El testimonio también da
Es un hecho que esa adolescencia turbulenta, casi perversa, de la cuenta de esa suerte de disparidad que existía entre los hombres y
psicología ni existió ni, peor aún, existe en la actualidad. Aquellos las chicas: para ellos el mundo estuvo abierto antes que para ellas.
supuestos modelos teóricos estuvieron claramente destinados a Ahora quizás ellas anden a la cabeza en muchos aspectos, incluido
sostener la dominación de los adultos y la repetición acrítica de su- el acercamiento a la sexualidad y a la marihuana.
puestos valores sociales y familiares. El mismo sistema educativo
estuvo orientado a mantener estos regímenes y nunca a criticarlos Yo empecé a los dieciséis años, y mis amigos un poco antes.
para superarlos. Quizás yo era la quedadita del grupo, pero ahora les llevo la

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ventaja. Hay peladas que empiezan a fumar desde que entran al La marihuana que interesa a chicas y muchachos no es aquella que
colegio, pero no es que lo hagan por una razón, así, oficial. El está en internet sino la que forma parte del habla de los pares. Es
bautismo se hace de manera secreta, en un día no hay clases, y la mariguana de la calle, del pequeño traficante, la que se escon-
se inaugura a peladitos141, y peladitas, como colegiales. Enton- de entre las cosas personales. Es también aquella que, cuando por
ces, ahí se les da a fumar la marihuana. La mayoría no sigue desgracia ha sido descubierta, ha originado los grandes escándalos
consumiendo, y otros y otras que sí, a partir de ese día la toman institucionales, familiares y sociales.
como su compañera.
Nuestra marihuana es la que va de boca en boca que es la mejor
A diferencia de lo que puede acontecer con otros sistemas de re- forma que hay de comunicarnos, un poco el internet, y ya no se
presentaciones que se les impone, las nuevas generaciones tempra- recurre a libros. Desde luego que hay información distorsionada,
namente ya no le hacen el quite a todo lo que tiene que ver con los pero sin duda, hay ahora más acceso a la información y hay un
ejercicios de la sexualidad, la libertad y el divertimento. El uso de mayor conocimiento de cómo es la planta, para qué sirve. Pero
la marihuana se ubica en estos tres espacios fuera de los cuales se por desgracia no todo el mundo tiene el mismo nivel de conoci-
trataría de algo absolutamente mecánico y carente de significación. miento. Hay muchos chicos y muchachas que se han quedado en
Pero como ha sido ya insertada en este sistema representacional, lo que los papás dicen en la casa o lo que han escuchado por ahí,
los usos y sus significaciones no podrían, legítimamente, ser com- pero no han investigado. Cada cual tiene que empoderarse del
prendidos sino como parte de estas nuevas culturas. terma para opinar mejor, pero entre nosotros siempre nos comu-
nicamos, aunque no se profundice.
Se ha visto en los capítulos anteriores las vicisitudes que debían
vivir todos los antiguos usadores para conseguir marihuana. En la No necesariamente la información que transita entre pares es la
actualidad, todo eso ha desaparecido porque hay más vendedores mejor ni la más adecuada, aunque finalmente sea la que resuelve
y también porque ya no existe la persecución legal en la misma di- las inquietudes del momento. Los temas sobre la mariguana, las
mensión que antes y porque la marihuana se ha introducido en las drogas y la sexualidad formarían parte de lo indecible pero que, sin
estrategias contemporáneas de comunicación, lo cual la convierte embargo, están ahí siendo hablados y los decires trasladados de un
en algo mucho más complejo que el simple calificativo de droga. lugar a otro, de un grupo a otro, de arriba hacia abajo y, sobre todo
quizás, de abajo hacia arriba porque en los grupos se construyen
En la actualidad, chicas y muchachos no tienen que descubrir la importantes juegos de representaciones eminentemente móviles
marihuana pues ella se halla presente en su entorno social, no ne- que influyen en la construcción de los saberes sociales.
cesariamente porque sea usada en casa, sino porque los medios de
comunicación se han encargado de ello de manera cada vez más De hecho, en torno a la marihuana se daría un permanente proceso
insistente y obvia. de construcción de nuevos saberes que dan cuenta de la compleji-
dad del tema y también de la necesidad de decir algo nuevo de una
141 Pelado-pelada: pequeño, el adolescente antiguo. También se refiere al enamorado.

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realidad que se moviliza cambiando constantemente sus valores al introducirla en la cultura de tal manera que se emparente con el
de representación. ¿De qué manera unir lo público y lo privado, lo deseo. Es decir, la necesidad pierde su carácter impositivo, ciego e
estatuido por el poder y lo construido por la informalidad urbana inmediatista para sujetarse a la normativa social. Mientras se dice
de saberes organizados y sostenidos por la prohibición, el deseo y que lo instintual opera siempre a espaldas de la cultura, esta se en-
la transgresión? Es necesario, pues, aceptar que existen dos voca- carga de culturizar lo instintual.
bularios que se oponen pero que también andan de forma paralela
en la sociedad algo que no puede ni ser eliminado y menos aún La diferencia entre los usos de marihuana llamados recreativos y
desvalorado.142 aquellos que se vuelven conflictivos radica en que los primeros se
hallan en el orden de lo placentero y que, por lo mismo, son espo-
La propuesta de la guerra a las drogas cuya finalidad fundamental rádicos y pueden aparecer y desaparecer. En cambio los otros usos
incluye tanto su desaparición física del planeta como la desapari- llamados adictivos van en contra del placer, El uso se ha converti-
ción de todo usador, de todo adicto, de todo vendedor, implicó el do en requisito de sobrevivencia, como el respirar, y se ha alejado
desconocimiento absoluto de la posición del sujeto ante el deseo, totalmente del placer.
de su historia transgresiva y también de la historia de la cultura
desarrollada desde la transgresión. No hay, pues, ahora algo específico que lleve a probar la marihua-
na. Ahora no es antes ni es mañana. Tan solo es el deseo, ese movi-
Más allá de toda posición teórica respecto a la necesidad de la ley miento de la subjetividad que conduce al sujeto a los objetos que,
y de los límites destinados a organizar la vida en común y a defen- de una u otra manera, aparecen en el escenario social con ofertas
derla de cualquier clase de atropello, también es preciso reconocer de placer, de goce, de bienaventuranza, de olvido, de memoria e
que el límite viene dado desde el otro y que aparece en sus orígenes incluso, hasta para sufrir.
como una violentación del ejercicio de la libertad. En principio,
habría una suerte de contradicción entre el deseo, la libertad y la Yo creo que ahora es igual que antes, que siempre. Yo he tenido la
ley. Sin embargo, la posible contradicción no hace sino evidenciar oportunidad de hablar abiertamente sobre este tema con personas
los puntos de relación existentes y su valor en la economía simbó- mayores a mí. Lo que he escuchado antes y lo que se escucha
lica del sujeto y de la sociedad. ahora es, a mi modo de ver, igual. Antes se identificaba el uso de
marihuana con ciertos grupos, por ejemplos los hippies o algunos
La norma crea límites y barreras al deseo que debe ser entendido rockeros alternativos. Ahora ya no pasa nada de eso. Ahora ves
como la otra cara de la necesidad a la que no anula sino que supera que en cualquier grupo juvenil hay el que consume marihuana,
sean los que sea, rockeros, punkeros, o lo que sean. Porque yo
142 De hecho los procesos educativos que tengan como objetivo la prevención no serán
eficaces si no toman en cuenta este doble sistema de representaciones en el que el
tengo unos amigos que me cuentan que sus hermanos menores
valor de significación pertenece a uno y otro de manera legítima. Esos procesos y hermanas saben también fumar marihuana. Es que antes era
que se han ejecutado como programas de prevención han fracasado justamente por como un poco más tabú, se usaba de forma encubierta aunque de
la eliminación del sistema de representaciones de la población.

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todas formas se conocía lo que pasaba. Pero ahora es diferente, Antes, cuando yo era pequeña, básicamente la marihuana se rela-
es abierto y se comunica. cionaba con cierta música, el reggae, o música relajada o alegre,
y en todas las canciones se hablaba de la marihuana y eso me
La cotidianidad es cada vez más compleja, poco predecible, menos llamó la atención porque era para el relajamiento, la diversión.
estatuida. Incluso como si existiese una gran dosis de improvisa- Siempre la quise probar, pero no me atreví porque se decían ho-
ción personal y social que hace que todo sea impredecible. Sin rrores de la marihuana, algo que me daba miedo. Solo saliendo del
embargo, el mundo de la gente joven no es así pues funciona con colegio la probé ya sin tanto miedo. Ahora, las cosas son muy distin-
normas, preceptos, aprobaciones y claros rechazos de ciertos com- tas. Porque ahora hay siempre alguien que puede darte si tú tienes
portamientos de ninguna manera legitimados. curiosidad, si le dices: oye, déjame probar, dame un poquito. Y así
suele ser la primera vez. Como se dice, la curiosidad mató al gato.
Por otra parte, hay que reconocer que la cultura se halla atravesada
por lo conflictivo puesto que no todo deseo ni todo objeto de deseo Es preciso reconocer que entre deseo y cultura con frecuencia exis-
está necesariamente legitimados, unas veces por la relación con te discordia porque el deseo no siempre se sujeta a la ley y no deja
el tiempo lógico del sujeto, otras veces por el sistema axiológico de buscar objetos real o imaginariamente prohibidos, ya sea por-
propio de la cultura. En este sentido, el colegio se constituye en el que se trata de un objeto vedado o porque el deseo en sí mismo se
lugar en el que esta axiología social se devela para ser incorporada halla prohibido. No estaría prohibido el placer en sí mismo pero
por cada nueva generación. Ahí se producen las permisiones, legi- sí la marihuana que es capaz de producir placeres prohibidos. Por
timidades, prohibiciones e ilegitimidades. ende, el “pecado social” no consistiría en tener el deseo de un pla-
cer supuestamente extraordinario sino en usar la marihuana para
Hasta hace poco, estas ilegitimidades incluían las drogas en ge- conseguirlo.
neral y la marihuana en particular. Pese a que oficialmente no ha
salido del registro de lo prohibido, sin embargo, en los discursos ¿Qué es lo que en verdad se desea? Desde luego que no es única-
actuales, la yerba se halla cada vez más fuera que dentro de lo pro- mente la marihuana en sí misma ni tampoco sus efectos observa-
hibido, incluso cuando oficialmente están claras su ilegalidad e ile- bles. Como acontece con los sentidos del síntoma, el acercamiento
gitimidad. De hecho, el discurso oficial está para censurarla, pese a la marihuana podría constituir un camino más de acceso a objetos
a que las representaciones sociales sean cada vez más benignas o, que el sujeto conscientemente desconoce pero que están presen-
por lo menos, no tan censuradoras. tes en las formas mediante las cuales el usador imagina lograr la
satisfacción de sus deseos. Esto es lo que desconocen de manera
Se trata, pues, de realidades radicalmente diferentes que no pueden absoluta aquellos que pretenden, a través de técnicas de desensi-
ser pasadas por alto porque de manera directa intervienen en lo que bilización, de abstinencia progresiva o con cualquier otro método
se denominaría la cultura de la marihuana o, mejor aún, la cultura coercitivo, que alguien abandone el uso de marihuana, conflictivo
marihuana en la que viven y se hacen las nuevas generaciones. o no, como si el problema estuviese en la cosa en sí.

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Desde el comienzo existe un enfrentamiento entre deseo y ley. trucción de la identidad y de la diferencia. Es posible que los usos
¿Vino la ley a anular el deseo, a limitarlo? ¿Habrá surgido el deseo conflictivos de drogas tiendan a suprimir estas dos realidades, so-
al momento en el que algo fue vedado? ¿Cuáles son las rutas que bre todo cuando el sujeto ha caído víctima de una sobredosis en la
el deseo recorre en pos de un goce que, con frecuencia, no será más que el exceso de sentido conduce a los límites de la muerte, algo
que un dolor disfrazado de placer? Por eso es preciso agregar aquí que el discurso psiquiátrico ha desconocido de manera absoluta.
que, si no se diesen procesos metafóricos, no habría sentido alguno
en los usos de marihuana o de cualquier otra sustancia. Como el Los usos comunes no harían otra cosa que crear un espacio de
alcohol, el cigarrillo, la comida, la marihuana puede llegar a repre- reflexión y de sentido a las inquietudes y preocupaciones quizás
sentar al sujeto ante los otros y ante sí mismo. existenciales e incluso baladíes de los sujetos.

A los aceptados objetos productores de satisfacción y de placer, Cuando fumas, con tres pipazos, a los cinco minutos, estás en tu
de pronto, se añade la marihuana en calidad de objeto intruso que, punto y ya no necesitas fumar más, tal vez vuelvas a darte un pipa-
como tal, no puede recibir sino el rechazo total porque ha llegado zo a la media hora. Por otra parte, es como el licor, cuando usted
vestido con el ropaje del mal. Se rechaza no solamente su pre- está triste y quiere ahogar las penas con licor, bebe y se deprime
sencia sino todo intento de “adaptación” a la cultura pues ha sido y llora porque no es que el licor le va a dar felicidad. Lo mismo la
previamente calificada como enemiga del orden cultural. marihuana, cuando uno está triste, por más que la marihuana te
produzca un nivel de euforia y con risa, la marihuana no te hará
Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que la contemporanei- reír ni va a alegrarte la vida. Solo sabes que estás triste, compren-
dad se caracteriza por su oferta de realidades fragmentadas hasta el des que estás triste y lo aceptas. Por eso, todo depende del ánimo
punto de que cada sujeto aparece cada vez más como una realidad de cada persona. Y eso no es transferible ni tampoco es algo que
hecha de pedazos. La propuesta lacaniana de que el sujeto y su se repita de la misma manera y con la misma intensidad. Todo
deseo son obra de los lenguajes y del deseo del otro sería, con sus acontece ahí y solo ahí y solo contigo, ¿me entiendes?
salvedades, la que mejor serviría para entender que no existe una
supuesta unidad monolítica del sujeto sino que, por el contrario, su Cuando los informantes señalan que con la yerba logran compren-
unidad no es otra cosa que la sumatoria heroica o simple de discur- der el mundo, se estarían refiriendo precisamente a este proceso
sos y deseos ajenos asumidos por cada uno como si fuesen propios. psíquico de integración. Como se desprende del testimonio ante-
rior, los usos de marihuana no sirven para crear identidades sino
Es posible que el uso de la marihuana, o de otra droga, pueda en- para justificar la experiencia de la existencia en su tiempo y cir-
tenderse como un intento, ciertamente fallido, de integración sim- cunstancias. Nadie esperaría revelación alguna ni ingresar a los tú-
bólica, una propuesta de apropiación del sentido de ser entre los neles del tiempo ni ser víctima de un atrapamiento por un sistema
otros, aunque sobre la base de un aislamiento impuesto. De hecho de otras lógicas, tal como acontecería con los usos chamánicos de
los actos de la cultura tendrían dos objetivos primordiales: la cons- la ayahuasca, por ejemplo.

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Para el niño, la vida cotidiana se halla atravesada por el misterio de que la marihuana es una droga. Por eso hay campañas que se
lo que lo conduce a llenar de preguntas a los adultos que, a su vez, hacen en contra de la venta y uso de la marihuana, y también se
tampoco saben qué responder porque con frecuencia creen que la prohíbe la venta libre, y se mete presos a los que venden. Y antes,
pregunta es tan elemental que casi no cabría respuesta alguna. Los en mi tiempo, también le metían preso al que se encontraba con-
adultos creen que las preguntas de los niños versan sobre lo obvio. sumiendo porque era malo fumar y porque no andaba en sus ca-
Desde luego que no es así. Tal vez para el adulto sea obvio que si se bales, los que fumaban se volvían como locos, y andaban por las
tira un cuerpo al aire caiga necesariamente: porque sencillamente calles asaltado y violando y hasta matando a la gente. También
es así, porque todo lo que se tira cae al centro de la Tierra, pero el ahora se piensa que es una droga, y de eso la gente está conscien-
niño le volverá a preguntar: y por qué. Desde entonces, a causa de te, pero no les importa, igual siguen vendiendo, y ahora se ve a
las pésimas respuestas, la vida se configura y se desenvuelve en muchas más personas drogándose, no importa la condición social
medio de un sistema de falsas respuestas. ¿Por qué la marihuana es o la edad o el sexo. Se drogan parejito todos.143
mala? Porque sí. Y ¿por qué la usas? El mundo persiste en su exis-
tencia porque aún no se realiza la última pregunta y, sobre todo, Las noticias de la informante, aunque parezcan exageradas y fuera
porque todas las respuestas dadas son incompletas y provisionales. de cualquier límite, en realidad no hacen sino repetir no solo la
verdad del discurso oficial sino todos sus sobrantes que aparecen
El siguiente es un claro testimonio de una mujer adulta que analiza luego en los programas de prevención y más aún en los modelos
una sucinta historia del cannabis. Clara la repetición del discurso de tratamiento de los usadores asumidos, no como simples con-
oficial que se caracteriza por despojar a las cosas simples y com- traventores, sino como auténticos criminales que deberían ser en-
plejas de la cotidianidad de su parte misteriosa, de aquello que carcelados. Una estrategia drástica pero legítima para librar a la
realmente y en última instancia sostiene su presencia en el mun- comunidad de su pérfido ejemplo.
do. No se trata de la cosa en sí, de una planta más, se trata de la
marihuana, de esa infame hierva que unos criminales la usan para La presencia de la marihuana en la sociedad ha sufrido una im-
salir luego a la calle a violar mujeres y a asesinar a los indefensos portante metamorfosis como acontece con todos los fenómenos
ciudadanos. sociales. Quizás, desde el mito, todo comienza en el campo de
la prohibición, del mal y del castigo. Una estrategia utilizada
De hecho, buena parte de la sociedad, como efecto de la imposi- seguramente para que aparezca el deseo y se afiance en sí mis-
ción del discurso único, respeta, quizás de otra manera, el mismo mo. Merleau-Ponty144 se refería a la tragedia moderna como
contenido descriptivo en el que los prejuicios constituyen la única parte de esa suerte de sugestión mundana que tendría como
verdad posible y aceptable. objeto incentivar la profundización de esos acontecimientos y
situaciones que, de lo contrario, podrían pasar desapercibidos.
¿Que por qué la marihuana es una droga? Porque claro que sí lo
es, porque las leyes lo dicen, y la mayoría de la gente está segura 143 Parejito todos: todos por igual.
144 Merleau-Ponty, M., 1964.

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Justo en la siguiente década se hará evidente la imposición de quina vendían la droga más que el pan de leña145 que también se
la guerra a las drogas. vendía al frente. Veíamos cómo los chicos venían a comprar en
jorga y luego se iban a otros lados a fumar, generalmente a orillas
Desde entonces se hará todo lo posible para terminar con las dro- del río. Nos decían que eso afecta a tu carácter, a tu conciencia
gas, sus productores y sus criminales usadores. Por su parte, la y sobre todo, que luego te hacía tan dependiente que ya no po-
psiquiatría colocará a los usadores en el campo de la enfermedad. drías vivir sin fumar. Las cosas siguen igual, les ves entrando al
Prohibido146 con sus casacas negras. Allí pueden entrar y fumar
La presencia del deseo fue excluida de manera radical y sustituida y no pasa nada, porque ahora la policía no te hace nada si estás
por la del vicio. Esta constituye una de las razones por las que el fumando. Ahora en los colegios y escuelas te dan mucha informa-
tema de las drogas queda fuera del habla académica, por ejemplo, ción sobre drogas. Veo cómo mi hijo que está en primero de cole-
para convertirse en un tema moral, legal y policíaco puesto que los gio y sus amigos arman periódicos murales o carteleras porque
usos pertenecen al grupo no solo de los nuevos vicios sino de los los sábados tienen una clase sobre drogas. En mi tiempo, apenas
peores en los anales de la historia moderna. si nos decían alguna cosita.

En público no se habló abiertamente de la marihuana porque ha- De hecho, sobre la marihuana se construyen saberes fragmentados
cerlo habría implicado darle importancia, llamarla a formar parte y aparece como un rompecabezas con fichas incompletas, sustitui-
de los objetos sociales. Debió, pues, permanecer excluida del mun- das por otras y quizás muchas perdidas o escondidas para siempre.
do de los objetos sociales porque su presencia desde el comienzo Los que más saben sobre la marihuana son los encargados de su
fue inadecuada, maléfica e inmoral. control policíaco y social, es decir, quienes tienen como misión
sembrar por todo el mundo los saberes sobre las drogas que se
La marihuana es, pues, un perverso intruso cuya presencia no tiene reducen a casi nada, salvo el hecho de que se hallan absolutamente
ningún otro objetivo que no sea el de dañar, hacer el mal, pervertir prohibidas a causa de su maldad intrínseca. ¿Condujo esta posición
los órdenes familiares, escolares, sociales. Como señala el infor- extrema a que el deseo por lo prohibido terminase incrementándo-
mante, su barrio se había convertido casi en la morada y merca- se y justificándose?
do de la marihuana pues allá acudían todos los que la deseaban,
chicos y grandes. Sin embargo, puertas adentro nadie decía nada, Esta sería una de las razones por las que, como dice el informan-
como si nadie se hubiese enterado de nada. Negación absoluta de te, la sociedad no quiso hacer nada con el tema y se lo abandonó
la cosa-marihuana y de los deseos perniciosos de unos malos ciu- para que, supuestamente, se esconda tras los velos que cubren a los
dadanos. mundos de la pobreza y del aislamiento social.

Antes, el asunto era tapado, de eso no se podía hablar en la casa.


Y es irónico porque yo me crié en El Vado y veía cómo en la es- 145 Pan de leña: pan horneado en horno de leña.
146 Nombre de un bar-cantina.

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De esta posición se deprende la lógica del mal que explica aquello Unos perdían también sus bienes materiales y también perdieron
que tiene que ver con las drogas y que involucra lo que directa e in- las oportunidades de ser alguien en la vida. Y es triste saber que
directamente se relaciona con ella. Por lo mismo, el deseo de usarlas perdieron hasta su familia.
es tan malo como el acto mismo de hacerlo.147 Es preciso tener en
cuenta la relación directa que se construyó en Occidente entre el Es lo que ahora se hace en los colegios: con personas especializa-
mal pensamiento y el pensamiento del mal que la moral los separó y das se aborda el tema. Sobre todo, les mandan a los estudiantes a
catalogó moralmente de diferente manera aun cuando los homologa hacer las investigaciones y luego ellos conversan con los adictos
en tanto ambos son culpígenos. En la práctica, los denominados pro- y graban videos con los testimonios de ellos y comparten en clase
cesos de prevención han estado dirigidos a evitar las dos realidades. con el profesor y los compañeros. También les muestran películas
y documentales que son muy buenos porque les hablan de manera
Este constituye uno de los mayores cambios que se han producido: frontal, y muchas veces esos videos son tan impactantes que a
el tema de la marihuana, de la cocaína, del éxtasis y otras sustancias ellos les impresionan. También, con la facilidad que tienen, bus-
han “abandonado el closet” para caminar más libremente en todos can información en el internet. Todo esto es una ayuda muy útil
los espacios sin que sea ni social ni éticamente condenado. Ello no para poder conocer sobre el tema.
quiere decir, sin embargo, que hayan logrado la carta de ciudadanía
como el alcohol y el cigarrillo. La sociedad sabe que cuanto más se No faltan quienes sostienen que la fragmentación del mundo se debe
esconde una realidad social más atrae y causa más daños que si se la a las drogas y en particular a la marihuana. Sin embargo, el Informe
ubicase en lo abierto del discurso y de las prácticas. de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, UN-
DOC148 es radicalmente diferente a todos los anteriores por su visión
El informante se coloca en la mitad de dos mundos distintos, el que menos catastrófica, moralista y prohibicionista. Sin embargo, las dro-
vivió cuando muchacho y el actual. La marihuana los atraviesa pero gas seguirían siendo las causantes de muchos males en la humanidad,
haciendo realmente estragos como un terremoto que casi no deja más aun cuando, como ya se ha señalado, los inicios se han vuelto
piedra sobre piedra. La marihuana y las otras drogas, dice, crearon más tempraneros. Vale la pena insistir que no es precisamente que la
un caos. En la actualidad, la marihuana sigue siendo mala, pero las marihuana haya invadido el territorio de la niñez sino que la niñez se
nuevas generaciones reciben una información destinada a librarlos reduce cada vez más dando lugar a nuevos modelos de vida. También
de ese horror vivido antes. va desapareciendo de forma acelerada la antigua adolescencia que ha
cedido su espacio a una juventud ahora sí eterna.
En mi época de juventud era bien sabido que quien se metía con la 148 De suyo, este es el discurso oficial sobre las drogas. En realidad, las propuestas de
marihuana u otras drogas destruía su vida, se convertía en adicto. prevención se han centrado fundamentalmente en la parte más dañina de las mismas
y no en las condiciones del sujeto. “Se calcula que unos 230 millones de personas,
o el 5% de la población adulta del mundo, consumieron alguna droga ilícita por lo
147 De hecho, el Vaticano no tardó mucho en incluir en la lista de los nuevos pecados el menos una vez en 2010. Los consumidores problemáticos de drogas suman unos 27
uso de drogas con lo que se adhería al discurso del poder para fortalecerlo, reduci- millones, o el 0,6% de la población adulta mundial. En general, el uso de drogas
endo los campos de la libertad. ilícitas parece haberse estabilizado en todo el mundo.

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Esta reducción de la infancia y la presencia de una adolescencia familiares que no dejan de influir en las economías libidinales. Por
cada vez más efímera dan lugar a cambios radicales en todo lo que otro lado, está el mundo de la información que también interviene
corresponde a la vida personal y social de las nuevas generaciones en la economía de los deseos.
quizás sobre todo en lo que tiene que ver con los procesos de sim-
bolización, por una parte y con el tema del deseo. El tiempo de las Por supuesto que ahora se comienza cada vez más temprano y
antiguas adolescencias permitía que los procesos de crecimiento y no necesariamente porque sea más fácil conseguirla. Antes era
de inserción en el mundo de los grandes sean relativamente lentos como a los dieciséis años. Ahora, tú pasas por ahí, por cualquier
y, por ende, con mayores repercusiones en los modos de simbolizar lugar, y los vendedores están por ahí. Es que ahora es más fácil
y de vivir la cotidianidad tanto como la visión de futuro. conseguirla. Ese sería un problema porque ahora es mucho más
fácil conseguirla que en nuestro tiempo. ¿La buscan por curiosi-
Las nuevas generaciones pertenecen al mundo del desconstructi- dad? Claro que sí cuanto más que ahora son grandes o parecen
vismo y también de un nuevo pragmatismo que tiene que ver con el grandes antes de los quince años. Lo mismo pasa con el alcohol
enfrentamiento a deseos y realidades que antes pertenecían a otros y el cigarrillo. Además, tú tienes que entender que la familia es
momentos existenciales. Quizás el deseo podría ser visto como un totalmente diferente. Antes, yo me crié con mis hermanos y con
acto fallido o, mejor aún, como un sistema de actos fallidos que, a personas adultas. Ahora ni siquiera hay empleada como en mi
veces, se relacionan unos con otros pero que darían la imagen de tiempo en el que ya papá y mamá trabajaban. Ahora, los hijos
una descoordinación total. pasan el día totalmente solos y con tanta información que hay,
todo se sabe. Por una parte, es bueno tener a disposición toda la
La marihuana pertenece al orden de la discontinuidad, lo cual im- información, pero también es conflictivo porque de esta manera se
plica que las razones de sus usos pero, sobre todo, sus sentidos, comienza a usar cada vez más tempranamente.
serían cada vez diferentes. Por ello, en la actualidad el uso de ma-
rihuana se ubicaría directamente en el orden del deseo y no en una La historia de la humanidad es la historia del deseo: de los con-
posición contestaria, como aconteció en el siglo pasado. flictos del sujeto por desear y por los objeto de su deseo. Por otra
parte, desde los tiempos míticos, los sujetos siempre se han con-
Es preciso reconocer que estos fenómenos complejos escapan a frontado a su deseo y a la ley que lo prohíbe o lo regula. Casi
los modos comunes de análisis de los hechos sociales porque in- imposible desear sin que al objeto del deseo lo rodee algún tipo
volucran al sujeto y sus deseos que no pasan prioritariamente por de prohibición. Además, todo objeto de deseo incluye cierto grado
lo consciente sino también por ese mundo que actúa a espaldas del de ausencia de aquello que se busca. Es decir, no necesariamente
sujeto y que se llama inconsciente. posee lo que se supondría que posee. ¿Cómo estar seguro de que en
ese humito, como decía don Juan,149 se halla ciertamente el placer
A esto habría que añadir, como pide el informante, los cambios y no el dolor ni la muerte?
sustanciales que se han producido en los ordenamientos sociales y
149 Castaneda, C., 1974.

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Se trataría de un placer que no necesariamente se halla ligado de No hay unidad del ser, sino fragmentación de la que darían cuenta
manera directa y explícita a la sexualidad ni siquiera con una eró- ciertos usos de marihuana, en particular aquellos en los que se ve lo
tica obvia. A diferencia de lo que suele acontecer con el alcohol, conflictivo que se expresaría en la búsqueda de unidad y de aquella
no se usa marihuana para inducir a una chica a desear hacer el estabilidad soñada a lo largo de los siglos. Bastaría el solo hecho
amor. En sí misma, la marihuana no estaría entre los afrodisíacos de desear para que, por una parte, se reconozca la inestabilidad de
utilizados por las nuevas generaciones. Cuando se pretende utili- ser y, segundo, la imposibilidad de cualquier estabilidad, como esa
zarla con fines eróticos, el uso se saldría del libreto mágico. Por de la que habla el anterior testimonio. La inestabilidad es efecto
otra parte, esa intención suele ser criticada e incluso rechazada y causa del deseo que debería entenderse como impulso y como
por el grupo.150 pasión. El deseo cuestiona la estabilidad y la ley, el orden y el
mandato. Cada sujeto es un productor absoluto de inestabilidades.
No, no es cierto que se use la marihuana para una cuestión afro-
disíaca. Y nosotros lo podemos decir abiertamente porque nin- El tema de la marihuana evidencia la función trágica que atraviesa
guno de nuestros amigos va a fumar marihuana ni para ver por- la existencia en tanto aquello que evoca el placer con frecuencia
nografía ni invitamos a algunas amigas para decirlas después: vilipendiado y prohibido. Además, no existe seguridad alguna de
tengamos relaciones. No, no es común, o mejor dicho, sería ra- que realmente brinde lo que supuestamente ofrece. En efecto, se
rísimo que se asocie la marihuana con lo afrodisíaco porque confunde al sujeto del deseo con el objeto deseado y se desco-
eso no te interesa en ese momento. Lo que te interesa es volarte, noce que la voluntad de placer de ninguna manera se agota en la
colgarte, o sea no te interesa el sexo como tal. materialidad de una cosa puesto que la trasciende. Es posible que
la lucha contra las drogas y contra la marihuana no signifique otra
Se viven realidades fragmentadas porque tanto el mundo como cosa que una lucha contra la vocación hedónica del sujeto que se
los sujetos tampoco representan unidades indisolubles sino ape- expresa sin cesar en lo cotidiano y que, pese a las experiencias
nas aparenciales, momentáneas. Somos un puzle antropológico, supuestamente negativas, siempre ha buscado objetos, lugares y
como decía Foucault. Quizás ciertos usadores busquen estabili- tiempos privilegiados en los que, imaginaria y mágicamente, sea
dad en lo inestable y continuidad en una realidad discontinua en posible obtenerlo a manos llenas.
la medida en la que se halla atravesada por los lenguajes. Es pro-
bable que la sobredosis sea un intento fallido de construir estabi- Parecería que los usadores corrientes se alejan de la complejidad
lidad y continuidad perennes para una existencia construida con en pos de una relación directa con la experiencia porque el único
el sinsentido o sostenida en la violencia. Posiblemente convenga mediatizador entre el sujeto y lo que se busca es el humo que, pa-
pensar en el mal como una enfermedad particular del sujeto, de recería, debe alejarse de ciertos distractores como el alcohol.
la que nadie tiene noticia pero que se expresa en las huellas que
deja en escenarios y actos de lo cotidianidad. Al terminar el bachillerato y al comenzar la universidad, en la
marihuana se busca lo lúdico, la rebeldía. Cada vez es como un
150 Tenorio, R., 2007.

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momento especial, no se ve la sustancia en sí, nadie va precisa- establecido por la ausencia de la presencia, o a la inversa; algo que
mente a drogarse. No es consumir una droga, la marihuana es está ahí no está y quiere estar; quiere coincidir consigo mismo, rea-
otra cosa. Es el rito, por la mañana, fuman en el césped, junto lizarse, y el deseo no es más que esta fuerza que mantiene juntas,
al solcito, y pasa la gente, y unos, los que saben, piensan que sin confundirlas, la presencia y la ausencia”, dice Lyotard.151
ellos, los que están en el césped fumando, ellos tienen pensamien-
tos profundos, más profundos que el resto de gente. Pueda ser Dar lo que no se posee también es un signo de amor, quizá el acto
que en la realidad, el que fuma sea un mafioso, o que tenga ideas más amoroso posible. En efecto, al cannabis no le pertenece ni
delirantes, pero así y todo, es especial el momento de fumar si se el poseer y peor aún el ofertar y brindar aquello que de suyo no
lo hace como un ritual, el chico, por ejemplo, lleva su minicompo- posee. Son las diferentes culturas y los tiempos culturales de su
nente, pone su música favorita, depende del grupo y de la cultura historia los que han ido creando realidades y mitos. Al cannabis
con la que se identifique, puede ser reggae, rock, hip-hop. Fuma y se le ha otorgado el poder de otorgar cualquier clase de bienaven-
disfruta de fumar. El ritual podría consistir en encender velitas, o turanza.
cosas que se imaginan. Cuando hay dependencia, casi desaparece
el rito, escomo fumar cualquier cigarrillo cuando eres fumador. Justamente por ello la hierba provoca curiosidad en una parte im-
Con la marihuana, el rito es especial, muy especial porque ahí portante de la población joven, incluso en aquellos que la rechazan
está el placer. y hasta en quienes no se interesan por ella. No es cierto que quienes
se alejan abiertamente de la hierba lo hagan convencidos de que
Es precisamente esto lo que se desconoce o se pasa por alto cuan- esa planta con sus hojas y semillas no tiene nada especial que brin-
do se aborda el tema de la marihuana y sus usos desde el discurso dar, nada bueno ni útil para la vida. Incluso aquellos que propositi-
oficial que se halla sostenido y atravesado únicamente por el prin- vamente le dan la espalda, pasan por la duda: siempre se quedarán
cipio del mal. Este testimonio se refiere al rito que no tiene que ver con la idea de que a lo mejor sí son ciertos los dones que oferta.
con algo en particular sino con las actitudes que asumen quienes Quizás lo más verdadero sea que la marihuana rasga lo normal:
van a fumar como, al inicio de la mañana y con la salida del sol.
La primera razón por la que nosotros fuimos a la marihuana fue
La posición del sujeto ante la marihuana transita casi rítmicamente, por la curiosidad. Y es la misma razón que mueve ahora a los
entre la presencia y la ausencia, entre la falta y la posesión de aque- muchachos y chicas. Pero no es una curiosidad cualquiera sino
llo que se busca o, quizás mejor aún, transita entre la exigencia a una curiosidad que se fundamenta, en cierta forma, en lo que nos
la marihuana a que brinde, otorgue, conceda lo que ofrece. En la dijeron los amigos y les dicen sus amigos ahora, es una sensación
hierba se halla, la presencia y la ausencia, la cosa y su capacidad de extraña que no es fácil explicar. Quizás lo mejor sería decir que
entregar a quien la solicita desde el rito del deseo. En esto consiste lo que se busca en la marihuana es volarse, es decir, si se quiere,
precisamente el misterio del deseo cuyo objeto juega perennemen- salirse de uno mismo, tener una especial libertad, libertad para
te con la presencia y la falta. “De hecho el deseo está provocado,
151 Lyotard, J-F, 1989, pág. 82

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irse a un lugar y, sin embargo, no poder moverse. Creo que toda espacio de la ironía porque, de otra manera, no solamente que no
la gente busca en la marihuana una experiencia fantástica, una se entenderá nada de lo que acontece ahora, sino que se hará una
experiencia no común, algo fuera de la realidad, algo que no se opción por el aislamiento mental y social.
logra en el día a día. Es una experiencia que rasga lo normal.
“Expresar un enunciado que no tiene un lugar establecido en un
¿Cuáles podrían ser los alcances semánticos de este rasgar la nor- juego de lenguaje es, tal como los positivistas acertadamente han
malidad? De alguna manera, los sistemas tradicionales se propo- señalado, expresar algo que no es ni verdadero ni falso, algo que, en
nen sostener lo aceptado como normalidad, hacer que los procesos términos de Hacking, no es candidato al valor de la verdad (…) Solo
culturales se preserven a toda costa y que los cambios sean lentos es posible saborearlo o escupirlo Pero ello no quiere decir que, con
pero siempre y cuando no afecten los principios básicos estatuidos. el tiempo, no pueda convertirse en candidato al valor de verdad”.152
Sin embargo, la historia no es más que el relato de los cambios
que se han producido en esa suerte de continuidad del mundo. ¿Se Desde los espacios de una verdad dada y una verdad construida,
pretende otorgar al cannabis y sus usos un papel protagónico en el ¿cuáles serán los daños que ocasiona la yerba? Esta pregunta so-
desarrollo de la cultura? braba hasta la década pasada por cuanto no fue posible crear espa-
cios para la discusión que habría supuesto poner en tela de duda el
Desde el siglo pasado, los usos de marihuana han sido propositi- discurso oficial, algo por demás inadmisible.
vamente colocados al margen de los desarrollos sociales, no solo
como atípicos sino como opuestos a lo social y culturalmente nor- Siempre supimos que un cigarrillo normal tiene nicotina y otras
mal. Sin embargo, nuevas realidades, aparentemente marginales e cosas más y que tiene algún tipo de efecto sobre los pulmones.
incluso cuestionadas, como el Jazz, el Reggae, la Cumbia, el Rap, Ahora bien, con la marihuana, la cosa es que no te hace ningún
el Reguetón, se convierten en protagónicas en una sociedad que daño. Ahora, en el campo social, te pierdes como persona por-
dejó de sostenerse en la supuesta solidez de ciertos factores como que, cuando ya fumas demasiado, te pierdes, o como dicen los
la religión, la política y la economía de clases. Y de este proceso no chicos, estás volado, como si estuvieras en otro lado. Lo mismo
podrían ser excluidas nuevas realidades que, por su complejidad, el que fuma mucho. Entonces pierden ese contacto de persona
han sido manejadas con la simplicidad de la condena y el aisla- a persona, porque están como en otro mundo, están distraídos,
miento. La acelerada movilidad del mundo no es compatible con y a veces se pierden. Pero luego pasa, yo conozco gente que ha
ningún tipo de rechazo de este orden porque se estarían anulando fumado mucho y no les ha pasado nada. Hasta tuve un profesor
unidades de análisis imprescindibles. en la universidad, él sí que fumaba y era un gran profesor, y
sé que aún sigue fumando. De hecho, nosotros creemos que no
El último testimonio hace pensar en filósofos, como Rorty, que se hace ningún daño significativo. Te repito, a veces, te margina e
enfrentaron a lo estatuido y normado para terminar afirmando que, incluso podría deprimirte.
para entender la contemporaneidad, es necesario colocarse en el
152 Rorty, R. 1991, pág. 38

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El tema del cannabis ingresa a los juegos de lenguaje de Occidente medio siglo, dejó de ser una palabra para convertirse en un discur-
con tal fuerza que rápidamente llega a formar parte de la simbo- so al que, poco a poco, se le conferido valor de verdad absoluta. Es
logía social y personal de manera casi imprescindible pues nadie decir, si a alguien ahora se le califica de marihuanero, se ha dicho
puede ya cerrar el paso a su presencia. Está ahí y no se la puede todo sobre él, se lo ha colocado al margen de algunos procesos
desconocer. “Solo es posible saborearlo o escupirlo”. La guerra a sociales pues el término es eminentemente excluyente. Algo pare-
la marihuana y los esfuerzos por eliminarla incluso físicamente ha cido a lo que acontecía antiguamente con los leprosos. Como estos,
representado un esfuerzo incalificable. a cada marihuanero le antecede la campanilla de la fama obtenida.
Esta campanilla de la gran verdad y de la única ética no llama a los
El término marihuanero es ciertamente despectivo ya que se re- rezos sino a las condenas.
fiere a alguien que no solamente usa marihuana sino que, además,
lo hace ligado a cualquier clase de anomia social. El marihuanero Esta verdad se relaciona con lo real puro de la cosa y no con las
pertenece al bajo mundo, una suerte de delincuente porque, aunque posiciones del sujeto ante la cosa-marihuana ni ante sus propios
no robe, el solo hecho de usar la droga lo convierte en tal. Mari- usos. El calificativo de marihuanero se ha convertido en una suerte
huanero dejó de ser una palabra e incluso abandonó el campo de la de verdad-cosa que rechaza cualquier intento de metaforización.
posible metáfora para convertirse en un discurso que sintetiza, en Nietzsche dice que la verdad debe entenderse como un “móvil
una sola palabra, los desprecios y condenas que se han construido ejército de metáforas”. Acá el apelativo de marihuanero es abso-
a lo largo de los años. lutamente real, tanto como para que el sujeto así calificado sea
excluido de los regímenes sociales e incluso de lo lingüístico, y
Si empiezas a consumir cuando eres niño de once o doce años, más aún cuando es separado e introducido a la fuerza en un autoca-
puedes tener problemas con otras sustancias. Pero lo importante lificado centro de tratamiento que comúnmente no es más que una
sería que, como se sabe, nuestro cerebro en esas edades hasta los cárcel construida por la ignominia.
veintidós años está en pleno desarrollo. Entonces a lo mejor no
termina de desarrollar sus facultades. Una vez leí un artículo que La sociedad no hace distinción alguna entre los usadores ocasiona-
decía que se producen daños irreversibles. ¿Será irreversible? les, los constantes o los conflictivos. Todos son harina de un mismo
Quién sabe, eso es complicado afirmarlo. Realmente es complejo costal. A todos se los mide con la misma vara o, como se dice, a
porque vemos otras cosas. Pero algunos han dicho que el daño todos se los corta con la misma tijera. La gente no ve si consume
que produce la hierba es inmenso. Pero en verdad todo esto es una vez por semana, o si consumió en su adolescencia y fue una vez
muy polémico. y nada más, porque si se enteran de que fumaste, enseguida te dicen
que eres marihuanero o drogadicto y, para rematar, te dicen que eres
Marihuanero, término de los desprecios y las condenas sociales y un delincuente fumón. A todas las personas que consumen marihua-
también morales. Parafraseando a Rorty, a esta nominación solo es na, incluso a aquellos que no necesariamente consumen yerba sino
posible saborearlo o escupirlo. Sin embargo, a lo largo de este casi que consumen cualquier sustancia les dicen que están marihuana-

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das o que son marihuaneros. Tampoco distinguen a los usadores de Desde el comienzo de la guerra, la posesión de cualquier cantidad
los vendedores porque también a ellos les dicen marihuaneros. Así de marihuana constituye un delito, independientemente de si es
que para la sociedad no existen diferencias. Y si pueden, te meterán para uso personal o no. En la práctica, cualquiera que posee una
en esos centros, y para meterte te dirán de todo esto y más. cierta cantidad que sea más de lo que se necesitaría para liar un
porro pasa al grupo de los pequeños traficantes. Ello se desprende
Es preciso tomar en cuenta que tampoco los usos de marihuana han de la lógica de la prohibición absoluta de toda tenencia.
podido quedar fuera del contexto de la globalización del mundo.
¿No existe, acaso, una marihuana globalizada que ha unido a gene- Las drogas y los sujetos son tratados por igual, es decir, como
raciones, a grupos y geografías? Ya no es posible desconocer que, parte del lumpen social, de esa marginación de la ley y del orden,
como ninguna otra sustancia de las denominadas drogas, ha tenido Wittgenstein diría que los habitantes de la marginalidad social
la capacidad de tender lazos y de unir a generaciones de muchos se hallan marginados de los juegos de lenguaje de los otros, sus
países bajo su propio signo. pares. Sus lenguajes no les pertenecen porque ellos hablan los
lenguajes de la violencia, del crimen, de la sospecha, porque sus
Como ha acontecido con numerosas producciones sociales, como juegos de lenguaje podrían ser total talmente diferentes e incluso
el rock, la cumbia, el reggae, el impresionismo, terminan formando opuestos.153
parte de una nueva cultura que atrae y unifica, que crea lenguajes
propios y también sistemas de valores no del todo inteligibles pero Al respecto, existen dos momentos que marcan la diferencia en po-
que actúan de manera permanente y casi necesaria. Sin duda, se cos países de la región. El primero cuando se da la primera reforma
construyen procesos de seducción que terminan atrapando a secto- a la ley y el uso deja de ser un crimen y, por ende, quienes son
res de la población, en especial de la gente joven. No se trata, como hallados fumando marihuana ya no son detenidos. Sin embargo,
se podría creer, de simples mecanismos de defensa o de huida del no se señala la dosis mínima que podría llevar consigo un usador
mundo. Todo lo contrario, son procesos que brindan tanto identi- lo que determina que algunos usadores que portan un poco de ma-
dad como sentido a la existencia. rihuana para uso personal sean detenidos y encarcelados e incluso
no pocos sentenciados por tráfico.

Mientras exista la sociedad, habrá más prohibidores y más


La violencia como don prohibiciones, habrá consumidores y vendedores. Los que ro-
ban la hierba y los que te regalan, también los que venden y
Es preciso no perder de vista que, desde el momento mismo de su los que compran. Nuestra sociedad es legalista y habrá pro-
generalización en el siglo XX, la marihuana con todas las otras hibiciones. Siempre habrá razones para prohibirla. Y siempre
sustancias ocupa el lugar del mal que se halla entre las cosas que, estarán los que te detienen. Aunque en verdad, en mi tiempo,
con justa razón, deben desaparecer del mundo.
153 Cf. Tenorio, R. et al. Quito, 2012.

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a algunos los detuvieron más porque estaban plutos154que por elemento extraño, como el cigarrillo o el alcohol, con capacidad
fumados. Chuta, pero lo grave era cuando te encontraban con de alterar al sujeto aunque solo sea en un tiempo determinado. Sin
la hierba. Entonces te llevaban sin más explicaciones. Y ahí embargo, pese a que los efectos malignos de los usos de cigarrillo
comenzaba el cuento. han sido claramente estatuidos y son en mucho muy superiores a
los de la marihuana, la lucha contra el uso de tabaco no ha pasado
Se podría señalar que la fantasía social del siglo XX habría sido necesariamente ni por el calificativo de tabaquismo a todo uso ni
que, una vez liberada la sexualidad de los grilletes del mal y de por ninguna guerra para borrar al tabaco del planeta. Con tenaci-
la culpa, el mundo quedaría sin límite alguno para el flujo y la dad, se ha ido creando una conciencia social y personal en contra
realización de sus deseos. Sin embargo, quizás sea absolutamente del tabaco usado en lugares públicos. En ciertos espacios sociales,
cierto que no se puede sostener una cultura sin un sistema de pro- el fumador de cigarrillo casi se ha convertido en un paria social.
hibiciones.
“El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública
No se asalta, no se agrede, ni se viola bajo los efectos de la mari- que ha tenido que afrontar nunca el mundo. Mata a casi 6 millo-
huana. Y este es un tema muy importante. La marihuana es muy nes de personas al año, de las cuales más de cinco millones lo
accesible y con dos dólares puedes adquirir una dosis. Por lo mis- consumen o lo han consumido, y más de 600.000 son personas
mo, no te desesperas y no cometes actos delictivos como violar o no fumadoras expuestas al humo ambiental. Cada seis segundos
asaltar a alguien para conseguir droga, ni para conseguir dinero. aproximadamente muere una persona a causa del tabaco, lo que
Eso podría pasar quizás con la base que actúa de otra manera, representa una de cada 10 defunciones de adultos. El tabaco cau-
pero ni así. Como te digo, tú consumes tu dosis de marihuana só cien millones de muertes en el siglo XX. Si se mantiene la
y después te da hambre, y tal vez te fumarás uno en la noche, tendencia actual, en el siglo XXI se registrarán hasta mil millones
pero usualmente, siempre tienes hierba o siempre tienes aunque de muertes. Si no se les pone freno, las muertes relacionadas con
sea un dolarito para comprarte. Y con la marihuana no se da la el tabaco aumentarán hasta más de ocho millones al año para
compulsión como con la cocaína. Con el alcohol hay gente que 2030. Más del 80% de esas muertes se producirán en los países
comete actos delictivos, pero con la marihuana no, no. Nunca se de ingresos bajos y medios.”155
ha contado que alguien haya robado para comprar marihuana y
que haga daño a otro para eso. Con la base sí porque te acelera. Esta posición ha conducido a que se produzcan, por lo menos,
Pero la marihuana no porque te adormece, te aletarga, te da otros dos discursos paralelos y contrapuestos sobre la marihuana: el
pensamientos. oficial y el de la ciudadanía que, desde sus representaciones, no
puede hacerse eco del discurso oficial sin el riesgo de perder au-
Existen factores del orden de la salud que se hallan presentes en la tonomía. El discurso oficial tiende a reducir la autonomía a la
prohibición del uso de la marihuana puesto que no dejará de ser un mínima expresión.
154 Pluto: muy borracho. 155 OMS, Tabaco, Nota descriptiva No. 339, Washington, 2013.

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Desde que eres niño, después ya a los trece años, tu mamá te dice Desde el punto de vista de la construcción de saberes, las proposi-
que la mariguana, que las drogas son malas, tu papá te dice que ciones negativas poseen menos poder que las afirmativas. La ne-
la marihuana y las drogas son malas y en el colegio te dicen que gación, sobre todo cuando implica rechazo a un saber dado, exige
todas las drogas son malas, incluida, claro está, la marihuana. mucho más esfuerzo mental que la inscripción directa de una pro-
Las drogas son malas. Por ahí unos cursitos de prevención en los posición afirmativa. Las proposiciones negativas suelen exigir la
que también te dicen que la marihuana es mala como las otras eliminación de saberes ya estatuidos lo cual no siempre recibe la
sustancias. Entonces siempre has recibido este discurso. Lo que aceptación del sujeto que se halla dispuesto a desbaratar el anda-
pasa es que ahora un chico de 12 – 13 años ya no escucha mucho miaje del saber. Las proposiciones afirmativas fortalecen los sabe-
a su papá, prefiere escuchar a su mejor amigo que ya no dice lo res y, por ende, las seguridades.
mismo que el papá. Te digo que yo fumaba porque mi vida era
aburrida, yo fumaba para salir del aburrimiento. Por eso yo digo La ruta que ha recorrido la marihuana ha sido primero política y
que no basta con decir que las drogas son malas porque entonces luego lingüística destinada a sacarla de su contexto histórico para
es lo que desea hacer el chico, como cuando a un niño le dices que colocarla en el campo de la ética de tal manera que su valoración
no meta el dedo en el enchufe, es lo primero que va a hacer. negativa no sea cuestionada ya que el mal pertenecería entonces a
la cosa en sí. Auténtica malversación de los lenguajes.
El trabajo lógico-social realizado en los últimos cuarenta años
tuvo como objetivo precisamente que los valores de significación El siguiente testimonio es sencillamente claro y terminante en
de ciertos objetos como la marihuana, la base, la cocaína, el ba- cuanto evidencia que basta con nombrar el término marihuana
zuco, etc. se relacionen necesariamente con el mal. Este proceso para que, sin más explicaciones, se entienda que se trata de algo
se logró mediante el concepto generalizado de droga que, a su en sí mismo malo, inmoral y condenable. No hacen falta ni ex-
vez, pasó por el mismo proceso de significar siempre y en cada plicaciones ni comprobaciones. Lo que importa es que si el mu-
circunstancia, un objeto socialmente repudiado, física, psíquica y chacho tiene en su poder un poco de marihuana ya se le señale
socialmente dañino. como a alguien que ha sido presa del mal y que ha ingresado en
la ruta del mal.
Los saberes se construyen y sostienen en la medida en que forta-
lecen los sistemas representacionales. Pero un saber, para ser tal, Por otra parte, las actitudes de rechazo que asume y las acciones de
debe ligarse con los sistemas representacionales ya estatuidos. De aislamiento que realiza la familia no hacen otra cosa que certificar
hecho, las palabras solo tienen sentido en el contexto de una ora- que ese es el procedimiento adecuado ante la supuesta magnitud de
ción. Para Wittgenstein, más que el significado de la palabra en sí un problema que no podría resolverse de otra manera.
misma, lo que vale es el uso que se da a un término en las prácticas
de la lengua.156 En cuanto al centro de desintoxicación o de tratamiento de supues-
tas adicciones, el proceso es el mismo: el recurso a la violencia
156 Al respecto se puede consultar a Rorty, R. 1998.

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indiscriminada y hasta extrema para señalar a la sociedad que la dejada que le dejaron noqueado. Ahora el man está con su vida
marihuana es mala en sí misma y peor aun cuando se la usa. Un destruida y con el año lectivo perdido. Pero nadie se hace respon-
mal contagioso que ha pervertido al muchacho que no ha sabido sable y le restaura su vida.
regular sus deseos.
El sistema social busca las formas de marcar el poder mediante es-
¿A quién le interesan los efectos de una persecución en la que no trategias destinadas a producir dolor. De hecho, el poder no consis-
se miden los actos ni se piensan en las consecuencias? Quizás lo te en otra cosa que la capacidad que alguien posee de administrar
que prima no sea otra cosa que la idea de la responsabilidad social la muerte. Desde el papá que calla la boca de su hijo con amenazas,
y familiar que, con tal de hacer hijos buenos y buenos ciudadanos, el profesor que calla la boca de sus alumnos con el alimento de
no importan los medios. sus supuestas verdades. El poder no sería tal ni no pudiese llegar
a ese punto en el que la producción de sufrimiento no se convier-
Finalmente, nadie va a responsabilizase de los daños causados, de ta en el punto nodal de su ejercicio. De hecho, no habría poder
los dolores padecidos. Como dice el testimonio, nadie está ahí para sin esta capacidad de administrar la muerte, desde sus expresiones
dar la cara y responsabilizarse de lo acontecido para restaurar la más elementales hasta la muerte real en la infamia de la guerra, de
vida a un muchacho que, al tener marihuana, cometió el más grave los campos de concentración o en las cárceles a los que van a pasar
de los delitos imaginables. quienes poseen marihuana en su mochila. La muerte dada y admi-
nistrada en los autodenominados centros de tratamiento.
Por ejemplo, no se hace ninguna distinción entre los diferentes ti-
pos de usadores, que si son ocasionales, constantes o conflictivos. Detener a un muchacho porque fuma marihuana, amenazarlo con
Todos son lo mismo, todos son tratados de la misma manera. A la cárcel, llevarlo a la fuerza a un centro para un supuesto trata-
un amigo mío su papá y su mamá le descubrieron un paquete, el miento de un mal que no posee, todo eso no se daría si no se pose-
man ni siquiera consumía, él solo le dio comprando el paquete a yese la capacidad de administrar la muerte. Y la marihuana, igual
otro amigo, pero no, el papá y la mamá no le dieron tiempo para que otras sustancias, se convirtió en el pretexto social, político e
reaccionar y cuando él se dio cuenta, ya estaba internado en ese incluso familiar para el ejercicio de un poder que perdió límites.
centro que hay en Azogues. Y cuando le hicieron los exámenes No es nada aventurado comparar uno de estos centros de trata-
para ver si su sangre estaba con droga, vieron que no. Pero ya era miento de supuestas drogadicciones con un campo de concentra-
tarde, el mal ya estaba hecho. Mi amigo fue expulsado del colegio, ción moderno.
su reputación manchada y, sobre todo, el trauma porque allá, en
ese centro, sí lo drogaron ya que le metieron pastillas para dormir, El calificativo de adicto se convirtió en uno de los medios más so-
le tuvieron dormido todo el tiempo porque el man reclamaba todo fisticados y camuflados de ejercer la crueldad que inventó el siglo
el tiempo por lo que le habían hecho. Entonces le tomaron como XX luego de los campos de concentración. Por otra parte, el suje-
agresivo y, sin más, le dieron pastillas y le inyectaron alguna pen- to calificado de adicto se convirtió en el chivo expiatorio de una

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sociedad de injusticias sociales minimizadas o disimuladas en la su uso personal. Además, ciertos sectores ajenos al CONSEP han
guerra a las drogas. La adicción se constituye, pues, en el lugar que hecho serios intentos por establecer las llamadas cortes de drogas
sirve para el congelamiento de la imagen familiar pero sobre todo que ofrecen al usador o el tratamiento o la cárcel.
social de una víctima en la que se mezcla de manera absurda la en-
fermedad y el delito, algo que jamás conoció Occidente.157Además, La ética no es inamovible. Por el contrario, se desplaza y no cesa de
se los ha tratado como enfermos incurables por quienes encargan mudar de conformidad a las nuevas realidades sociales que son ana-
de supuestos tratamientos que no son más que otra demostración lizadas, vividas y juzgadas con lenguajes igualmente nuevos. Para
de la apropiación de un poder de administrar la muerte. ser justa y válida, la ética debe ser eminentemente epocal. De lo con-
trario, la complejidad no es asumida en una dimensión que permita
No se trata de un lugar propositivamente elegido puesto que allá entender de distinta manera los discursos de una generación y de
todos han sido conducidos a la fuerza. Para justificarlos, se han otra, sus sistemas axiológicos y las estrategias puestas en juego en el
producido discursos represivos que portan un saber destinado a orden del placer y también del sufrimiento. De hecho, en los usos, el
congelar la imagen de quien consume drogas. El centro “acumula sujeto bascula de un lugar a otro, de la alegría a la tristeza, del placer
un saber abortivo de la subjetividad, sumiéndolo en significaciones al sufrimiento porque así es la condición humana.158
más o menos mortificantes”. Los usadores padecen los embates
del Otro social que los segrega, los desprecia y los condena al re- “Derrida decía que, sin tomar en cuenta rigurosamente la indeci-
petido lugar del terror lingüístico y social: es un drogadicto. Basta bilidad, es imposible pensar los conceptos de decisión política y
esta enunciación para colocarlo en los límites de los desperdicios de responsabilidad ética. La indecibilidad no es un momento que
sociales. pueda ser atravesado o superado, y los conflictos del deber son in-
terminables”, comenta Chantal Mouffe.159 Es decir, todas las cosas
La sentencia es relativamente sencilla pero definitoria: es un adic- se hallan rodeadas del misterio en su significación social. ¿Qué
to, por lo tanto, irrecuperable. Desde la exaltación del poder, a este se busca y qué se halla en la marihuana? ¿Por qué esta planta se
adicto (sin palabra), se le ofrecen dos alternativas: o reconoce su transformó en promesa y en esperanza? ¿Qué es lo que realmente
mal y se somete a un tratamiento o cumple su condena en una cár- promete y ofrece? Para la sociedad la única respuesta válida fue:
cel. En el país desde el siglo pasado, no es delito usar una droga, el mal. Por ello actuó persiguiendo a los usadores y proponiéndose
por lo tanto nadie va a la cárcel. Pero muchos están presos porque eliminar la planta de la faz de la tierra. El informante da cuenta de
fueron detenidos en posesión de mínimas cantidades destinadas a la dimensión catastrófica de un mundo en el que no se habría pro-
hibido la marihuana.
157 Esta es una más de las manchas de las que no podrán lavarse la psiquiatría por cuan-
to fue la actora primordial en esta propuesta. ¿Acaso los centros de tratamiento para 158 Desde Foucault, pasando por la antipsiquiatría y el análisis de la crisis de la ética del
los diagnosticados de drogadictos no son también cárceles que han estado en manos poder, la utilización de los medicamentos psiquiátricos ha sido reiterada y profun-
de ciertos profesionales de salud? El supuesto paciente no puede salir cuando lo de- damente analizada y criticada en particular en casos como aquellos que tienen que
see. La familia es altamente dañina, por eso no podrá visitar al paciente-delincuente. ver con los usos de drogas.
La libertad se convierte en amable concesión del poder. 159 Mouffe, Ch., 1998.

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Claro, si no se hubiese prohibido la marihuana, habría habido Desde ahí se repiten los discursos del poder casi como dogmas de
cualquier cantidad de drogadictos por las calles de todas las ciu- fe ante lo cual lo único que resta es el sometimiento. Un ejemplo
dades. Muchas personas más estarían en el cementerio por causa es el siguiente texto oficial del 2002 perteneciente a una las Secre-
de la droga. Y no solo porque la consumieron sino también por los tarías Nacionales de Drogas del Latinoamérica:
crímenes que habrían aumentado a causa de ella. Imagínate, cómo
habría sido el sufrimiento de las familias a causa de los consumi- “La drogodependencia puede ser considerada como el mayor
dores. Además, los consumidores desbalijaban completamente sus reto que ha enfrentado la sociedad moderna por sus repercusio-
casa por el vicio, entonces habría sido un caos infinito, total. nes sociales, económicas y política. Ha sido catalogada como
uno de los problemas sociales y de salud pública mayor del
La marihuana abarcaría la sumatoria de todas las posibilidades de siglo XX, no sólo por las implicaciones en la salud física y
producir todos los males. El peor de estos males consistiría en la mental sino también por los aspectos legales, y criminales que
metamorfosis que se daría en los usadores que, de hijos buenos y presenta. Está asociada a actos como: crímenes contra la per-
respetuosos del orden, se convierten en malhechores sin control sona y la propiedad, tráfico ilegal, asesinatos por el control de
que no respetan ningún orden porque lo que les interesa es el mal. los “puntos”, prostitución; disfunción familiar como violencia
Usarla implica, pues, tener la posibilidad de abrir la puerta del mal doméstica, maltrato de niños, suicidio; y en la trasmisión del
e ingresar en este territorio del que nadie los sacará. Sin la prohibi- SIDA a través del intercambio de jeringuillas y otras conductas
ción, solo restaba el caos absoluto. de alto riesgo en la trasmisión de enfermedades sexuales. Es por
ello que la drogodependencia tiene un alto costo no solo para
¡Imagínate si no la hubiesen prohibido! Los jóvenes la fumarían los individuos y las familias victimas del crimen, sino para la
libremente y sin tapujos, sin miedos. Pero también hay que tomar sociedad en general”.160-161
en cuenta una cosa que, a lo mejor, también se habría consumido
menos porque, como sabes, lo prohibido ha sido siempre lo que ha Un texto absolutamente apocalíptico que pone en entredicho todo
llamado más la atención de la gente, desde el inicio de nuestros lo que el mundo ha hecho en favor de los derechos individuales, de
tiempos, solo hay que ver el caso de Adán y Eva que buscaron lo la libertad y de la soberanía de los sujetos. Un texto en el que el uso
prohibido y así se abrieron las puertas a un mundo diferente, de drogas se convierte en un crimen de lesa humanidad.
un mundo de trabajo y de sufrimiento. Así mismo la marihuana,
te saca del mundo del bien y te lleva a un mundo diferente, el 160 PR. SANAP, 2002. Es clara la relación que se hace entre el uso de drogas y el cri-
men organizado, por una parte. Y, por otra, al mismo uso se lo califica de criminal
del mal. lo cual justifica, por ejemplo, el encarcelamiento de los usadores.
161 Una publicidad de Coca-Cola en Argentina: Un partido de fútbol de potrero, dos
chicos se anotan para jugar, uno de ellos lucía un look símil de Maradona. En el
Una de las características del poder consiste en su capacidad de ad- partido uno de los jugadores le entra fuerte a un compañero y la advertencia de otro
ministrar la muerte entendida, como la capacidad de control de la no se hace esperar: “Pará loco que no es la final del mundo, jugamos por la Coca”.
palabra, del deseo, de la esperanza y también del saber y la verdad. Uno de los muchachos, pelilargo baja altura símil Maradona, que anota un gol,
repite en silencio: “Es por la coca”.

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A través de la prohibición de todo uso y de su penalización no se ha tengan la posibilidad de usar marihuana y exponerse a los reales
logrado detener los usos y peor aún eliminarlos. Todo lo contrario, e imaginarios daños que ocasiona. Quizás, como señala el testi-
estos se han incrementado aunque no en los términos previstos por monio, uno de los daños más graves ha consistido en la serie de
el prohibicionismo. De hecho, en la última reunión de las Nacio- calificativos que los usadores han recibido.163 Todos esos califica-
nes Unidas en Viena,162 los países sugirieron la despenalización tivos socialmente despectivos, humillantes y hasta marcadores del
del consumo de estupefacientes luego del análisis del estado de la destino. Quizás no se ha reflexionado sobre este aspecto porque
situación por parte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la hacerlo habría implicado ir al núcleo mismo de la legitimidad y
Droga y el Delito (ONUDD). Nadie habló de los supuestos gran- conveniencia de la guerra a las drogas y a sus usadores.164
des crímenes cometidos por los usadores de marihuana.
Es cuestionable el sentido psicológico y también antropológico de
Bueno, no creo que la prohibición haya traído beneficios al país, la adicción de un sujeto a una cosa como tal, y no a otro suje-
más bien ha causado un grave daño porque al prohibir el uso to o a experiencias tales como el bienestar. La adicción a la cosa
de la marihuana se ha causado grandes gastos en químicos para no se inserta en la cultura. La verdadera adicción es a modelos
fumigaciones, y no solo en cuestión de dinero perdido, sino tam- de representación en los que hay personajes, acciones, actitudes
bién la situación social y de salud porque con esas fumigaciones y construcción de valores y creencias y, sobre todo, experiencias
muchas familias se han visto afectadas ya que hay desde alergias placenteras.
hasta mutaciones en los niños nacidos en los lugares en los que se
han esparcido los químicos que matan las plantas de marihuana. De hecho, la marihuana no sería más que el instrumento de un
Y además, están los calificativos: a las personas que usan se las proceso en el que ella circula como señalador e incluso como
llama marihuaneros y al país, que no produce, se lo llama país de apuntador en un drama que nada tiene que ver con las adiccio-
tránsito. Además, como los niños y jovencitos no pueden ir presos, nes sino con la libertad, la autonomía, lo placentero y también
a ellos se les ha utilizado para que vendan marihuana, y es triste el sufrimiento como realidad personal y no como efecto de la
ver a estos chicos y jovencitos usados para estas cosas, y los que violencia infligida. En el “haz el amor y no la guerra” se ve con
los explotan ni siquiera les dan un pago justo por el trabajo que claridad este proceso metonímico del amor como acontece con
hacen. la yerba en escenarios absolutamente similares. La marihuana,
como las otras sustancias, se convirtió en el disfraz con el que el
Es importante reconocer que el mal que se causado a las genera- poder ocultó la violencia estatuida en contra de la diferencia y de
ciones no ha partido únicamente del hecho de que hayan tenido y 163 De conformidad a la ley de Ecuador, los llamados adolescentes no cometen deli-
tos sino infracciones. Por lo mismo, no pueden ser tratados como delincuentes, tal
162 Reunión de la Comisión de Estupefacientes (CND) de todos los Estados Miembros como sí se lo hace en otros países. Como ejemplo, puede citarse la publicación con-
de la ONU, para discutir y tomar decisiones sobre una amplia gama de cuestiones junta de una misma investigación sobre el uso de drogas por parte de adolescentes
relacionadas con el sistema mundial de control de drogas, el programa de trabajo de y su relación con el delito.
la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y la Junta 164 En el 2013, la policía habría incautado 8.7 toneladas de marihuana. Y en lo que va
Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE). En marzo de 2014. del 2014, 820 kilos.

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la libertad. De hecho, el gran mal del mundo, a lo largo de su his- de cocaína y de heroína. En ese momento, ya no hay búsqueda
toria, es la diferencia. El verdadero delito de los sujetos e incluso alguna de placer, sino el anonadamiento del ser en la cosa pura en
de los pueblos es ser diferente a los otros. Ser diferente al poder. la que, por supuesto, está la muerte. Este proceso, absolutamente
Diferencias en los deseos, los lenguajes, las formas de vivir, de inconsciente, se ve en todos los excesos posibles, desde la bulimia
gozar e incluso de morir. hasta los deportes de altísimo riesgo. Se produciría entonces una
especie de hipoteca temporal del sujeto que es consciente de ello
Como ya se señaló, la verdadera adicción cursa en el orden de las pero que lo hace para vivir quizás la intensidad del abandono del
subjetividades y no de las cosas que solo aparecen como el pre- ser. En estos casos se produciría una especie de vaciamiento del
texto, como el espacio en el que se escribe el texto o el pre-texto sujeto en la marihuana que conformaría el estado marihuana al
(texto previo) de la adicción. Cuando desaparece el otro de esta que se refieren algunos usadores.
identidad, entonces la cosa ocupa su lugar determinando el dete-
rioro del sujeto. El problema de la adicción estriba en el hecho de Yo estudiaba solo cada tres meses y era cuando presentaba la
la afánisis del sujeto, para usar una expresión psicoanalítica. Es libreta. Y en casa no podían decirme nada porque yo no exigía
decir, no se trata de la desaparición del sujeto como tal, puesto nada, yo solo quería que me dejen fumar en paz. O sea, yo estoy
que está ahí, sino de su capacidad de gozar tanto en la falta como bien, me estoy riendo, voy a entrar en la universidad, o sea, sí vi-
en el deseo de plenitud. El problema verdadero aparece cuando sualizo mi futuro. Claro que la mariguana, cuando estás en esta-
cosa-marihuana pretende ocupar el lugar del sujeto. do, te quita todas las prioridades, claro que te vuelves antisocial,
no rindes académicamente, te vuelves mentalmente lento, vives
De hecho, la violencia del discurso en contra del uso de marihua- en un letargo físico y mental. Entonces es ahí cuando comienzan
na (y, por supuesto, de todas las drogas), se explicaría porque de- los problemas con la casa. Entonces te dices, ahora ves lo que
trás de las plantas están los sujetos que han realizado una relación andas mal, que no estás rindiendo. Es que ya estás medio engan-
directa y placentera con la cosa. De ahí que perseguir a las drogas chado. Pero en ese momento es cuando se produce cierto adoctri-
ha implicado perseguir a los usadores en tanto sujetos gozantes. namiento al papá, a la mamá por parte de los chicos. Porque los
Como se ha señalado, el problema de Occidente es siempre el chicos ya no tienen problemas en leer, en informarse, en defender
tema del placer que debe ser controlado, legitimado y dosificado su postura. Y decirles, por ejemplo: papá, hay profesores, profe-
por el poder. Este es el verdadero lugar de la violencia a los su- sionales, médicos, que usan marihuana. Los grandes artistas, los
jetos que, aparentemente, se los ha escondido tras las hojas del presidentes, los presidentes de Estados Unidos fuman marihua-
cannabis. na, Obama ha probado marihuana. Así sacan un montón de argu-
mentos. Y poco a poco van suavizando la situación de los papás.
En efecto, se dan períodos de usos intensos en los que el sujeto
se anonada en lo supuestamente placentero incluso hasta que se Por otra parte, ciertos fumadores de cannabis construirían una
produzca un vaciamiento del ser que se observa en las sobredosis suerte de grupo de codependencia, no de los sujetos con el canna-

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bis sino entre sí, fortalecida la unión con el cannabis. Si se juntan Enfrentamiento a la guerra
es porque la cosa utilizada como vínculo de identidad se eviden-
cia de tal manera que termina produciendo una fantasía de perte- La guerra a las drogas, en general, y a la marihuana en particular,
nencia y de seguridad. Sería un grupo de codependientes, pero constituye uno de los tantos misterios que dan cuenta de la am-
no dependientes de la marihuana sino de sí mismos, del grupo, bivalencia del poder respecto a los miembros de sus respectivas
de las relaciones ahí construidas. La marihuana, en este caso, se comunidades. En efecto, ¿cómo, legítimamente, declarar la guerra
convertiría tan solo en escenario y en instrumento de esa code- a sus propios ciudadanos? ¿Desde dónde justificar un sistema que
pendencia. ha bordeado la crueldad y que no ha escatimado violentar incluso
algunos límites de la justicia, de la tolerancia, del respeto a los
“Los individuos codependientes están habituados a encontrar su derechos ajenos? Desde luego que se podría señalar que fueron las
identidad a través de acciones o necesidades de los demás; pero en sustancias denominadas drogas el objeto de esta guerra, lo cual no
toda relación aditiva el yo tiende a quedar sumergido en el otro, ya es cierto. La guerra fue a los usadores porque sin deseo de drogas
que la adicción es una fuente primaria de seguridad ontológica”, las sustancias ya no importarían absolutamente nada. Guerra a los
señala Giddens.165 Si bien el autor se refiere a la relación entre sujetos y sus deseos calificados de malos. En buena lid, las sustan-
sujetos, la traslación de su idea al orden de la relación con los cias jugarían el papel de pretexto.
objetos es totalmente válida porque la cosa, en un momento
dado, es capaz de sustituir a un sujeto. Por lo mismo, la com- Estas aparentes contradicciones forman parte de la condición hu-
plejidad del usador radicaría en el hecho de haber cosificado sus mana, de los misterios que hacen a los sujetos y de las confusio-
relaciones de identidad porque en ese proceso el otro queda, si nes del poder que no subsiste sin enemigos y sin el afán atávico
bien no necesariamente anulado, sí reducido a mero espectador de enfrentar al enemigo destruyéndolo, aniquilándolo. Una vez
del desgarre de la subjetividad puesto que comparte similares que aparecieron el deseo y el poder, se instauró el conflicto por-
situaciones. que, de manera inmediata, surgió la rivalidad.

El discurso oficial, hipotecado en las sustancias y en las supuestas De hecho, la historia de la humanidad se halla atravesada por es-
adicciones, no se ha preocupado de los dramas de la identidad de tos principios que han hecho que los conflictos bélicos no hayan
las nuevas generaciones. Ya Régis Debray166 habló de la muerte desaparecido pese a que su presencia comienza el primer día de
de la imagen de sí de los sujetos ocasionada desde el poder. En las la historia. Se trata del poder y de la tentación de poseerlo que
guerras los sujetos son despojados de sus rostros, de sus identida- provoca los movimientos del deseo y de la destructividad huma-
des para que puedan morir sin mover la conciencia de los dueños na. La mejor estrategia de dominar al otro consiste en apropiarse
de la guerra. de sus deseos o en regularlos de tal manera que los espacios de la
libertad se reduzcan a la mínima expresión.
165 Giddens, A., 2004, pág. 90.
166 Debray, R., 1992.

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Como dice la mitología griega, la violencia y la guerra son un Las mismas Naciones Unidas han terminado aceptado que la guerra
producto de la perversión del poder que se sostiene en la inca- ha sido un fracaso rotundo pues lo obtenido es tan precario que segu-
pacidad de reacción de los pueblos dominados. Los poderosos ramente más pesa lo invertido en dinero, expectativas, persecuciones,
humillan a los más débiles por medio de la guerra para imponer muertes y enfrentamientos de todo orden. ¿Qué se ha ganado enton-
ideas, actitudes y, sobre todo, el sometimiento. ces, más allá de la misma crueldad y del sacrificio de vidas inocentes?

No bien terminadas las horrorosas guerras del siglo XX, el siglo En 2011, la Comisión Global de Políticas, formada por políticos
más cruel de la historia, Naciones Unidas declara otra guerra que, que en su momento desempeñaron funciones de alto nivel, como la
si bien aparentemente tiene características absolutamente distintas presidencia de sus países, concluyó que la guerra contra las drogas
a las guerras comunes, no deja de poseer las características so- es un fracaso y que la prohibición de ciertas sustancias no funcio-
ciales, políticas, económicas, culturales de cualquier otra guerra. na. ¿Por qué se esperó a que personajes de la importancia del ex-
¿Hay acaso guerra sin destrucción y muerte, sin recursos que se presidente Cardoso, por ejemplo, lo digan y no se hayan escuchado
invierten, sin vencedores y vencidos? La guerra no es a la planta las voces de investigadores y académicos que, desde mucho antes,
de amapola, a los arbustos llamados coca o cannabis. ya lo habían señalado? ¿Por qué ellos mismos no lo dijeron cuando
estuvieron al mando de sus países y tenían una cercanía muy espe-
Se trata de una guerra que casi ha cumplido ya 100 años. “La cruel- cial con el problema?168
dad de las guerras de las drogas es indudable; no se trata ni de
una metáfora ni de una figura alegórica, como la guerra contra la “Ya no podemos ignorar que el grado al que han llegado la violen-
pobreza, el hambre o el cáncer. Los costos humanos –en muertos, cia, el crimen y la corrupción ligados a la droga en América Latina
heridos, discapacitados, etc. son mucho mayores que los supuestos es resultado de políticas fracasadas de la guerra contra la droga.
beneficios sanitarios que tal guerra ha generado en los usuarios, los Ahora es momento de romper el tabú sobre la discusión de todas
dependientes y los adictos, así como en sus entornos familiares, las opciones de política de drogas, incluyendo alternativas a la pro-
comunitarios y sociales”, comenta Rentería.167 hibición”169, afirmó el ex presidente de Colombia César Gaviria en
un comunicado de prensa de la Comisión.
De hecho, con la prohibición no ha pasado nada importante en
lo que respecta a los consumos. Pero el mundo ha cambiado, “La guerra contra las drogas ha fracasado en reducir el uso de es-
ahora se espera que se quite la prohibición porque cualquiera tupefacientes, pero ha llenado nuestras cárceles, ha costado millo-
puede tener marihuana. Además, por el internet y otros medios,
como las redes, empiezas a enterarte de que la marihuana tiene 168 En aquella reunión estuvieron presentes, entre otros personajes, Ernesto Zedillo,
Fernando Henrique Cardoso, César Gaviria, Ruth Dreifuss, el ex secretario de Es-
muchos beneficios, incluso sabes que te ayuda medicinalmente e tado George Shultz, el ex jefe de la Reserva Federal Paul Volcker, el ex secretario
incluso psicológicamente. Entonces, es otra cosa distinta. general de la Organización de las Naciones Unidas Kofi Annan, el empresario play-
boy Richard Branson y los intelectuales Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.
167 Rentería, Ibán de, Buenos Aires, 2009. 169 Ibidem.

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nes en dólares de los contribuyentes, nutrido al crimen organizado agresividad que tenía dentro, lo agarraba el complejo de para-
y causado miles de muertes. Necesitamos un nuevo camino, uno noia, cada rato me decía: ¡por qué me miras!
que retire el poder de las manos del crimen organizado y trate a
gente con problemas de adicción como pacientes, no como crimi- Pero el ciudadano común no parte de las grandes elucubraciones,
nales”170, declaró el empresario Richard Branson. sino de lo que acontece en la vida diaria en la que no habría espa-
cio para aquellas razones que motivaron el inicio de la guerra y su
La Comisión señaló que las políticas de criminalización contra los sostenimiento a lo largo de las cuatro últimas décadas.
consumidores han obstaculizado y siguen impidiendo el apoyo de-
cidido a iniciativas de salud pública para abordar las consecuencias ¿Qué habría acontecido si se hubiese levantado la prohibición
del consumo de droga e implican enormes gastos en encarcelación hace diez años? Primero, habría sido necesaria una gran campa-
y otras medidas, todas de carácter punitivo. Finalmente, recomen- ña informativa para hacer que cambien todas las perspectivas con
dó que una buena estrategia sería legalizar el uso de ciertas drogas las que se veía y se trataba a la marihuana. Por otra parte, igual,
como, por ejemplo, la marihuana. Porque la guerra no ha sido nunca no creo que hubiese aumentado el consumo porque, si ya no es
contra las cosas sino contra los ciudadanos y los pueblos. ilegal, ya no tienes curiosidad. Porque, siendo adolescente, la ma-
yoría de muchachos actuamos o actúan en función de si es ilegal,
Sin embargo, Gil Kerlikowske, zar antidroga de Estados Unidos, si- si es prohibido es más rico. Entonces si se legalizaba hace diez
gue aferrado a la violencia por lo que simplemente rechazó la idea años, de pronto, se habrían reducido los consumos de marihuana.
de legalizar las drogas pues sostiene que tan solo serviría para dise- Habría habido menos personas con conflictos, menos arrestos y
minar aún más la enfermedad de la adicción. un montón más de consecuencias, quizás buenas.

Desde la prohibición y penalización se ha maltratado a los usado- La guerra a las drogas también implica una mirada quizás demasia-
res de múltiples formas, desde los malos tratos sociales y familiares do simplista y lineal de la condición de existencia del mundo con-
hasta el encarcelamiento y la pérdida de su valor como sujeto ante temporáneo caracterizado por la complejidad de todo orden. ¿En
los otros porque a la marihuana se le confirió el poder de destituir al qué mundo vivimos? Se tiende a hablar de un mundo unificado y
sujeto y su calidad de hijo y de ciudadano, de escolar y de amigo. El entrelazo sólidamente. La tecnología en el orden de la comunica-
marihuanero pertenece a la hez social. La violencia en contra de los ción se ha convertido en uno de los factores fundamentales de esta
usadores se ha extendido a lo largo del entramado social. supuesta unidad. A diferencia de lo que se afirma, la comunidad es
una realidad fragmentada pues no existe aquella unidad monolíti-
Mi hijo se arruinó, y yo no puedo hacer nada porque, total, es su camente constituida.
vida, eso a mí ya no me afecta, que haga lo que le dé la gana. Se
volvió tan conflictivo que ya no se podía con él, le salía toda la Por el contrario, perdura la fragmentación de las ideologías, de las
economías y de las políticas. Lo cual no deja de ser saludable porque
170 Ibidem.

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de esta manera se da al traste con el intento de establecer cualquier y superioridad, mantener los sentidos en un estado de tranquilidad,
hegemonía que se sostenga en la eliminación de las diferencias. permanecer libre de toda esclavitud interior respecto de las pasio-
nes y alcanzar un modo de ser que puede definirse por el pleno dis-
Desde luego que una parte de la población cree en la conveniencia frute de sí mismo o la perfecta soberanía de sí sobre sí mismo”.171
e incluso necesidad de la guerra ante el peso del problema tan-
to de la venta como del uso. Sin embargo, también están quienes Mis papás me prohibieron, igual que lo han prohibido a mí her-
sostienen lo contrario, es decir, que no habría pasado gran cosa mano que es ocho años menor a mí. Es que la información y los
justamente por el efecto de atracción que produce la prohibición prejuicios siguen siendo los mismos. Se sigue manteniendo el mis-
sobre lo prohibido. mo discurso de que la marihuana es mala y te va a enfermar, de
que la marihuana te hace perder clases y todas otras cosas que
Si no se hubiese prohibido, te aseguro que ni yo ni mis amigos repiten sin cesar y que por eso queda prohibida. Y te dijeron lo
hubiéramos empezado a consumir. Estaríamos centrados en el mismo hace diez años o veinte años, y ahora te van a decir lo
moto-cros y no pensando en hacer algo riesgoso como es usar mismo. Y el Código penal sigue siendo el mismo, porque así es en
drogas o marihuana. Si no se hubiera prohibido, el papá de mi todas partes, porque así funciona en todas partes. Por eso no se
compañera no se habría enriquecido como lo ha hecho, porque distingue para nada entre un distribuidor, un consumidor y mucho
todos sabemos de dónde vienen los billetes. Y eso para darte un menos de un narcotraficante súper grande. Por eso se mantiene la
ejemplo, porque sí se sabe del milagro que ha hecho ricos a bas- misma prohibición que no ha causado ningún beneficio, salvo al
tantes. Chuta, eso sí que hace milagros. Y todo porque se prohibió, tráfico que se ha enriquecido en medio de la violencia, como lo
y eso da dinero, pero mucho dinero. que acontece en México.

Es probable que las drogas formen parte importante de las piezas The Economist,172 en marzo del 2009, publicó un artículo titulado:
rechazadas de este rompecabezas en el que también se incluye la Guerra a las drogas: Han fallado los Estados y las políticas: La
utopía del progreso indefinido como el de la felicidad absoluta. legalización es la solución menos mala. Luego de realizar un resu-
¿Han sido llamadas las sustancias psicotrópicas a resolver el pro- men de una guerra declarada por los países reunidos en Shanghái,
blema del placer, del dolor, de la inconsistencia del ser? 1909, y de la declaración ahistórica de un “un mundo sin drogas”,
el balance arroja un déficit en todos los aspectos de los objetivos
¿Existe en la prohibición un problema típicamente occidental fren- esperados. Y, por el contrario, un incremento de las drogas, de los
te a la realidad del placer? El goce ha sido rechazado no solo por la usadores y, sobre todo, de la violencia ejercida en contra de la parte
moral cristiana sino aun antes. De hecho, Foucault coloca antes del más débil, los usadores.
cristianismo esta suerte de fobia por lo hedónico. “El acento se co- 171 Foucault, M., 1996, pág. 127
loca sobre la relación consigo mismo que permite no dejarse llevar 172 The Economist, Failed states and failed policies. How to stop the drug wars. Prohi-
por los apetitos y los placeres, conservar respecto a ellos dominio bition has failed; legalization is the least bad solution, London, March, 05th, 2009.
Este artículo fue publicado en El Universo, Guayaquil, 19 de enero de 2011.

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Pocos meses después, una comisión de importantes líderes polí- terior. Los autores sugieren encaminarse hacia una estrategia que
ticos e intelectuales latinoamericanos, incluyendo al ex presiden- trate a las drogas como un problema de salud pública y no como
te brasileño Fernando Henrique Cardoso, el intelectual mexicano un problema de seguridad”175. A la presente fecha, se habla de más
Enrique Krauze, y el Premio Nobel Mario Vargas Llosa173, entre de 60.000 las muertes ocasionadas en torno al tema de las drogas.
otros, presentaron un informe que sugería despenalizar ciertas sus-
tancias como la marihuana. Con la guerra a las drogas ha acontecido algo parecido a lo que
sucede con los usos reiterativos de alcohol, cigarrillo o cualquier
“Las políticas prohibicionistas basadas en la represión de la pro- otra cosa en los que la idea de que esta es la última vez, el fin de
ducción y de interdicción al tráfico y a la distribución, así como un proceso, de una práctica, de una adicción, no es sino el señala-
la criminalización del consumo, no han producido los resultados miento de una continuidad irrompible.
esperados”.174 Más aún, Drogas y Democracia no duda en afir-
mar que “Estamos más lejos que nunca del objetivo proclamado Existe una relación directa entre el surgimiento del deseo y la rela-
de erradicación de las drogas. Una evaluación realista indica que: ción del sujeto con lo prohibido. De suyo, el deseo surge de la prohi-
América Latina sigue siendo el mayor exportador mundial de co- bición que señala que el objeto prohibido encierra una verdad que el
caína y marihuana, se ha convertido en creciente productor de opio legislador no desea que se conozca. Y lo que se obtura al saber es el
y heroína, y se inicia en la producción de drogas sintéticas.” hecho de que existe algo que es capaz de producir un placer. El pla-
cer, por su parte, recorre el camino inverso al de la muerte. El placer
América Latina se encuentra cada vez más lejos de la propuesta de es el indicador primordial de la existencia, también de la libertad, de
la erradicación absoluta de las drogas no solo de la territorialidad su límite y, por supuesto, del deseo y sus lenguajes, cualidades que
física y menos aún con aquella que tiene que ver con los deseos y unidas hacen aquello que se denomina sujeto.
también con la cultura.
La sociedad es prohibidora por estereotipo. Aunque no siempre
“Felipe Calderón declaró una guerra sin tregua al narco en 2006. tenga argumentos, siempre está prohibiendo. Por estereotipo la
Los resultados de esa estrategia hasta el día de hoy incluye más marihuana es una droga y por eso se la prohíbe, además, se dice
de 30.000 asesinatos relacionados con la guerra contra las drogas, que es sumamente dañina. Este es el imaginario, como lo es el
15.000 de ellos solo en 2010. Rubén Aguilar y Jorge Castañeda que quien fuma marihuana es un vago, que se vuelve un hippy que
(ex canciller de México) describen en su libro El narco: La guerra deja de trabajar, de estudiar. Son concepciones que tiene la gente
fallida por qué la estrategia del gobierno de Calderón ha agravado como si, porque fumas, te vas a volver una persona mala y tal vez
la violencia y no ha logrado (ni podrá) eliminar el tráfico ilegal de hasta delincuente, vago. Por otra parte, como es una sociedad que
sustancias, principalmente debido a la incesante demanda en el ex- exige a la gente solo producir y producir, no acepta otras cosas
que son para descansar, para relajarte, para divertirte un poco.
173 Estos personajes y otros más forman parte del colectivo: Drogas y Democracia.
174 Drogas y democracia. 175 Calderón, G. elcato.com, enero, 21, 2011

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Ten un poco de placer, que tu vida no sea solo trabajar, porque dogmático y todos debían acogerlo de manera necesaria pues lo
también hay placeres tan legítimos como otros. Pero es esto lo que contrario habría sido social y moralmente condenado. De ahí se
se tacha, lo que no se acepta. desprende el dogma sobre la maldad de la marihuana.

Este sería uno de los puntos fundamentales de quiebre del discurso Por supuesto que es una droga. Todo el mundo está consciente
oficial: el tema del placer del que no puede decir absolutamen- de ello porque, de lo contrario, no habría tanta dificultad para
te nada puesto que pertenece exclusivamente a la subjetividad, al consumirla en lugares públicos. Tienes libertad para hacerlo en
mundo del deseo. Como se señaló antes, el placer y la prohibición privado. Porque no es lo mismo que, como pasa aquí y en otros
van de la mano hasta el punto de que se sospeche que el placer lugares públicos, que pides una copa de licor o un aperitivo, y ni
surge de un objeto pero en tanto prohibido. Lo deseable pone al se diga una cerveza para tomarte en un parque por el calor, y todo
mundo en movimiento puesto que sin esa prohibición, el sujeto eso está bien. Pero si te ven fumando marihuana en un parque, la
permanecería en una posición plana en la que prácticamente no gente hasta se aleja. Pero si estás consumiendo alcohol, a lo me-
habría cabida ni para la ley ni para el deseo y peor aún para el goce. jor alguien se acerca y te pide un trago. El otro día fui a Yunguilla
a una competencia de motocross: era impresionante ver como la
Por otra parte, sin deseo, el sujeto se aniquilaría porque carece- bebida fluía y también la droga, desde marihuana hasta crack. Y
ría de horizonte, ese horizonte que no es otra cosa que espacios y gente que ni te conocía se acercaba a pedirte un trago.
tiempos a recorrer hasta llegar al objeto del deseo y, ahí, producir
y experimentar la escena placentera. Las creencias y los decires del poder se convierten en enseñanza y
luego en verdad incuestionable hasta el punto de transformarse en
Vale recordar con Laclau que los valores éticos “están solo conver- un muro protector de la sociedad que solo excepcionalmente reali-
sacionalmente fundados, es decir que son social y discursivamente za reflexiones que conduzcan a cuestionar esa tradición. Entonces
construidos. No veo razón alguna para atribuir un rol fundacional a los convencimientos casi rozan lo dogmático porque los sostiene la
los valores éticos –ni a una experiencia primaria de la alteridad del referencia al saber del poder. El informante, un joven universitario,
otro-”.176 Esto querría decir, que es inútil pensar en las cosas como continúa:
malas en sí de tal manera que alejarse de ellas procuraría valores
éticos al sujeto. La ética, en tanto estética, depende del sujeto y su Claro que hay quienes afirman que la marihuana no es una dro-
relación con los otros mas no de la cosa en sí que siempre perma- ga, pero eso no es nada más que una mentira, un invento de
necerá éticamente neutra. quienes no quieren asumir su realidad y se enmascaran en un
doble discurso al decir que no es una droga sino un hobby o,
No se entendió que la guerra a las drogas tiene un origen geopo- peor, algo que tomas un día y lo dejas después sin ningún pro-
lítico más que ético. Por ello, el discurso estatuido se convirtió en blema. Claro que es una droga porque te cambia la vida. La
legalización de las drogas incrementaría muchísimo su consu-
176 Laclau, E. 1998, pág. 125.

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mo. La curiosidad, ya no limitada por las restricciones legales, bios rotundos de la personalidad y a veces se vuelve inmanejable,
unida al fácil acceso a la marihuana tentaría a mucha gente. o sea, se vuelve adictiva porque no puedes dejar de usarla. Yo la
Aun cuando eso solventase los problemas de la delincuencia probé de adulto, cuando era joven, y a pesar de haberme criado
asociada a las drogas, pero esa escalada del consumo significa- en los Estados Unidos, siempre consideré que era algo que jamás
ría un costo demasiado alto. probaría porque veía los efectos que tenía en muchos jovencitos.
Es como la puerta que te abre a un mundo del que ya no sales jamás
Cuando se refiere a que la legalización de los usos incrementaría y del que dependes hasta que te mueres. Pero como dice un refrán,
la delincuencia de suyo asociada a la marihuana, el informante no uno nunca debe decir de esta agua no beberé, porque no sabes lo
hace sino repetir el discurso oficial que, desde el comienzo, ligó de que te depara el destino. ¿Cómo no va a ser una droga si altera el
manera necesaria la droga y el delito, cuanto más que la droga en estado natural de la persona? Yo no veo cómo puede ser una perso-
sí misma constituye ya el cuerpo del delito. na pésima, pero que se vuela y comienza a ser mejor persona.

Las corrientes liberales contestarían que la decisión de usar drogas Es cierto que, como señala Drogas y democracia, “la violencia y el
forma parte de los derechos del sujeto y que el Estado no tiene por crimen organizado asociados al tráfico de drogas ilícitas constitu-
qué decidir qué actitudes, pensamientos o comportamientos son yen uno de los problemas más graves de América Latina. Frente a
permitidos o no aun cuando pudiesen colocar al sujeto en algún una situación que se deteriora cada día con altísimos costos huma-
tipo de riesgo. Sin embargo, un sector de la población permanecerá nos y sociales, es imperativo rectificar la estrategia de “guerra a las
alérgica a todo intento de cambio que, desde los imaginarios, im- drogas” aplicada en los últimos treinta años en la región. Este es el
plicaría santificar el mal. telón de fondo sobre el que se proyectan todos los daños que po-
drían ocasionar los usos de marihuana. Porque desde el comienzo
Por otra parte, también aparece el argumento de los universales de la guerra se ligó el tráfico al uso, mientras la violencia y el mal
mediante el cual todo el mundo en todas partes sabe que la mari- atravesaban toda la dinamia social de la marihuana.
huana es una droga y que hace daño a quienes la usan. En la prác-
tica, los adultos que no han tenido un contacto directo con la mari- Cuando los papás se enteran de que el hijo ha fumado marihuana,
huana y aquellos que han pasado por problemas por algún familiar no hay un castigo físico porque, si le dan una paliza, algo que a
especialmente con el uso de cocaína, coca o bazuco es común que veces sí sucede, porque si le dan una paliza se ahondaría el pro-
hayan adquirido una suerte de alergia a las drogas y la rechacen de blema. Pero sí le dicen: qué, tú quieres ser como esos que están
manera radical. en la calle, ese que fuma marihuana y ya ves cómo está de acaba-
do, vos eres un chico de casa, un chico de familia, vos no puedes
En todo el mundo la marihuana es una droga por los efectos que dañar la familia, no ves que tu papá ni siquiera bebe: ¿cuándo
produce en el organismo, en algunos produce somnolencia y en me has visto a mí fumando o bebiendo? Hay unos que dicen que
otros un nivel de aceleramiento en todo el organismo. Hay cam- prefieren un hijo muerto que un hijo fumón o drogadicto.

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El Estado se convirtió en el mayor agresor de los usadores porque, sentido para lo cotidiano que les brinda la marihuana.179 La ma-
incluso con la tabla de dosis máximas que un ciudadano puede rihuana otorgaría aquello que sus usadores la demandan y que,
conseguir y que fuera aprobada por el CONSEP en el 2013, la vio- sostenido en la realidad de su constitución química, le permite ir
lencia no se ha detenido. A vía de ejemplo, el siguiente es un resu- más allá de sí misma y realizar el deseo de sus usadores. Esta rea-
men de un artículo publicado en la prensa nacional.177 lidad se justifica en el hecho de que la química de la marihuana se
transforme y evolucione al ritmo del deseo, algo que es ajeno a las
“Daniel permaneció detenido nueve meses en un centro de rehabi- ideologías de la guerra.
litación social de Cuenca por supuesta tenencia de drogas. Fue libe-
rado el 15 de marzo pasado. Su historia comenzó el 7 de septiembre Tú esperas que la marihuana te lleve a experimentar cosas
del 2012, cuando tenía 17 años. La Policía halló marihuana en su más allá de lo real, que te lleve a mundos desconocidos en
mochila, que iba a ser consumida con 10 amigos. La Fiscalía lo acu- donde tú tienes el control de todo, ahí el mundo ya no te
só de posesión de droga, pese a que los amigos dijeron que la mari- controla a ti sino tú controlas el mundo. Es algo especta-
huana iba a ser usada “para fines recreativos”. En el informe médico cular porque ahí vives el momento. Y siempre es diferente.
se estableció que era consumidor habitual y él admitió que llegó a Porque, aunque tú quieras recrear algo ya vivido, siempre
fumar hasta 10 dosis diarias. En primera instancia, se lo declaró ino- resultará una nueva experiencia. Por otra parte, los de-
cente. Pero la Fiscalía volvió a acusarlo, y en segunda le condenaron más no buscan lo mismo que yo. Porque cada uno lo hace
a ocho años de prisión. Fue a Panamá mientras arreglaba su situación por una situación diferente y tiene experiencias diferentes.
legal. Allí permaneció cinco meses. Retornó en junio del 2013. Fue Por ejemplo, conocí a un amigo que piensa que fumando
apresado en el aeropuerto. “Yo consumía. Decidí regresar al país castiga a sus padres, que ni siquiera están en el país y que
para dar la cara a la justicia y decir la verdad. Nunca vendí drogas. ni siquiera saben que el man fuma. Cada quien tiene sus
En el Ecuador no hay cifras de consumidores de estupefacientes que razones y cada quien tiene sus experiencias en cada caso.
recuperaron la libertad tras ser confundidos como expendedores. Sin
embargo, información levantada por la Defensoría Pública muestra En consecuencia, siempre se tratará de una experiencia ligada a la
que, a escala nacional, entre el 2007 y el 19 de marzo de este año, se subjetividad y a los tiempos específicos de la misma porque este
reportaron 15.532 detenidos por tenencia y posesión de drogas.”178 tiempo no corresponde a la lógica sino a los afectos y a las cir-
cunstancias sociales y existenciales que acompañan a una sesión.
Del otro lado, están los usadores que no piensan ni sienten igual Por otra parte, esta subjetividad interviene en la valoración que se
que sus detractores y que, por el contrario, siguen demandando, y podría dar a la marihuana que ya no puede ser vista como una sus-
probablemente lo consiguen, ese beneficio de placer, ese plus de tancia ajena a los sujetos. Lo cual ciertamente conflictúa aún más
177 Diego Bravo. El Comercio, Quito, miércoles 26, 03, 2014. 179 Las concentraciones típicas de THC (tetrahidrocannabinol) son de menos del 0,5%
178 Es inaudito que se condene a ocho años de prisión por vender un poco de marihuana para un cáñamo inactivo, del 2al 3% para la hoja de marihuana, y del 4 al 8% para
sabiendo que el pequeño traficante ha elegido esa actividad como una estrategia de los cogollos más potentes de las semillas. Se pueden encontrar concentraciones más
sobrevivencia. Es obvia la inequidad jurídica y judicial. elevadas con extractos y tónicos.

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las posiciones oficiales porque nadie cuenta con la capacidad de Andreina Torres,180 que cita a Kalinsky, afirma que la participación
determinar y caracterizar estas especificidades de la subjeti- de las mujeres en operaciones relacionadas con el narco tráfico se
vidad. ha convertido en una de las principales causas de criminalización
de las mujeres. Esta realidad se ha convertido en campo fecundo
Además, no siempre produce los mismos efectos porque todo eso para teorizar sobre el tema de la transgresión femenina. La autora
depende de la cantidad que fumes y si mezclas con algo más fuer- pone énfasis en el hecho de que “la participación de las mujeres
te, como ponerte un poco de cocaína o simplemente beber una en el tráfico de drogas, a pesar de que constituye una realidad cada
cerveza. Y además están las cosas que uno quiere que pase en vez más evidente” ha permanecido en la oscuridad. La masculini-
el viaje. Yo siempre quiero continuar con mi visita y el siguiente zación del tema ha determinado que la violencia en contra de las
episodio para Nethederland, incluso ahí me corto, y cuando lo mujeres pase casi desapercibida lo que ha complicado aún más su
hago es increíble, mejor que un orgasmo, porque se siente el situación social y jurídica.
goteo caliente de la sangre y una agitación indescriptible, es
definitivamente algo increíblemente sublime, algo que solo se La criminalización de las drogas aparece en Occidente como una
puede experimentar con la mariguana. A Nethederland no voy estrategia más de dominio que los actores de poder han utilizado
fumado un cigarrillo, ni aspirado una línea de coca, solamente para dar cuenta de su ejercicio sobre los débiles. Pese al presunto
llego con la mariguana porque es allí en donde tengo mis tiem- poder que posee todo criminal para hacer daño a los otros, en reali-
pos conmigo mismo. dad se convierte en el prototipo de la debilidad a partir del momen-
to en el que es detenido y encarcelado. El acto del encarcelamiento
Ni ángeles ni demonios, tan solo sujetos, ciudadanos del mundo habla de la victoria del poder social sobre los descarriados que, ya
obligados a vivir cotidianidades en perenne movimiento, reali- presos, quedan a merced del sistema.
dades que cambian sin cesar y que dan lugar a otras destinadas
a una vida quizás absolutamente efímera. Una sociedad con una Cuando se trata de las mujeres, este proceso resulta mucho más
ética que ya poco tiene que ver con los sistemas axiológicos del significativo porque ellas constituyen el eslabón más débil en el
tiempo en el que se legitimó la guerra a las drogas y que, en sistema social a causa de la violencia generalizada de que han
consecuencia, no es capaz de explicar lo que acontece en la con- sido objeto. Ya detenidas, su victimización es aún mayor porque
temporaneidad. el sistema se encarga de enfrentarlas al tradicional modelo de
mujer pura, honrada, sumisa, sufriente, silenciada. Para que este
Como parte importante de este cuadro de la violencia, es preci- mensaje sea efectivo y no quepa duda alguna sobre su validez,
so señalar que en el país, como acontece en América Latina, el son otras las mujeres encargadas de re-aplicarlo a las detenidas.
mayor porcentaje de mujeres detenidas corresponde al tema de En otras palabras, son las guías penitenciarias, las doctoras, las
drogas en general y particularmente al de la marihuana que cons- psicólogas y otras más las llamadas a aplicar varios sistemas
tituye la sustancia más frecuentemente vendida.
180 Torres, A., 2008.

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fácticos para producir la redención de las extraviadas. “Las leyes actuales en las naciones latinoamericanas sancionan de
forma dura los delitos relacionados con las drogas. Esto ha pro-
Para las denominadas neurociencias,181 la marihuana, como to- vocado que, entre el 2006 y el 2011, la población penitenciaria
das las otras denominadas sustancias psicoactivas, tiene la ca- femenina de la región casi se duplicara. Pasó de 40.000 a más de
pacidad de cambiar la conciencia, el humor y el pensamiento. 74.000 internas. Corina Giacomello, del IDPC, detalló que en el
Por ende, son causantes tanto de las enfermedades físicas como Ecuador, entre el 75 y el 80% de las mujeres privadas de libertad lo
de aquellas calificadas de mentales. Los deseos, las expectati- está por drogas182., según el estudio de Mujeres, delitos de drogas,
vas, las fantasías y frustraciones nada tienen que ver en sí mis- y sistemas penitenciarios en América Latina”.183
mas sino a lo más como efectos de los procesos químicos. Es
decir, el sujeto histórico y social queda prácticamente elimina- Mariguanear el mundo184
do para que su lugar sea ocupado por la anatomía, la fisiología
y la química. Greenwald señala que, desde 2001, el consumo de sustancias le-
galmente prohibidas se ha reducido en términos absolutos y que las
Sin embargo, es necesario resaltar que la existencia es demasiado muertes relacionadas con el consumo de las mismas han disminui-
compleja como para caer en estos reduccionismos cuyo objetivo do considerablemente. Además, el número de personas que asisten a
no es otro que colocar en las realidades físicas el bien y el mal, la tratamientos se ha incrementado en un 147%. En 2006, Portugal era
alegría y la tristeza, la esperanza y las desesperanzas. Entonces, uno de los miembros de la Unión Europea con menor prevalencia de
para nada sirven los análisis sociales, políticos, económicos, an- consumo de drogas como la marihuana o la cocaína. En cambio, los
tropológicos y psicológicos. Estados Unidos, con una de las políticas más severas en contra de los
usos, posee las tasas de consumo de cocaína y de marihuana más altas
Imposible explicar el fenómeno de la inserción de las mujeres en del continente americano (y mucho más altas que las de Portugal).
el tráfico de drogas, particularmente en el microtráfico, sin ir a lo
que ella significa en la economía de los deseos, de la maternidad Estas constataciones, sin embargo, no sirven para justificar los
y de las organizaciones sociales y también su responsabilidad en cambios que la sociedad requiere en torno a la marihuana cuyo
la economía doméstica. La feminización del tráfico se halla ínti-
mamente ligada a los nuevos roles que la mujer desempeña en la 182 Giacomello, C., 2013.
familia y en la sociedad. 183 29 periodistas y trabajadores de prensa fueron asesinados en 2013. Cuatro más se
encuentran desaparecidos por la fuerza en 9 países de América Latina y el Caribe,
según el informe 2013 de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas
(CIAP) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
181 La utilización del plural, neurociencias, se encarga de develar la inconsistencia 184 Mariguanear el mundo: expresión utilizada por un joven informante de Cuenca. En
epistémica de estos saberes que no pretenden otra cosas que cerrar la vía a toda la práctica, el verbo mariguanearse forma parte de los nuevos léxicos de la gente jo-
reflexión de carácter humanista, antropológico, lingüístico, psicoanalítico, etnográf- ven. De conformidad a las actuales normativas de la RAL, se podría legítimamente
ico, por ejemplo. La linealidad de la relación causa-efecto suprime toda sospecha incorporar este verbo que, además, da clara cuenta tanto del proceso prácticamente
sobre las realidades sociales y subjetivas y su influencia en cada acto del sujeto. total del hecho de fumar marihuana, incluidos sus efectos.

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lugar es absolutamente diferente al de las otras sustancias com- Para Giddens,186 por ejemplo, la globalización aparece como uno
prendidas bajo el genérico: drogas. El tema no puede dejar de de los efectos de la revolución que se ha producido en las teleco-
relacionarse con la ética y, desde ahí, con la estética. Aunque municaciones que se han encargado de hacer el mundo cada vez
quizás convenga hablar en plural de éticas y de estéticas para más pequeño y las cercanías cada vez más intensas. Pero, a dife-
marcar la pluralidad y no la singularidad en la que se ha basado rencia de lo que afirma el autor, no habría que anunciar el adveni-
la actitud prohibicionista. miento de una nueva era porque esa era ya es vivida y cada vez de
manera más intensa y más involucradora.
“La ética se desplaza y muta, pero no tanto como desearían unos
o temerían otros”, escribe Bilbeny185. Es probable que una de las Yo creo que ya es hora de revisar todo esto. Como te dije, la ma-
razones fundamentales para haber sostenido la lucha en contra de rihuana no es necesariamente una droga y, si lo fuese, sería la
las drogas se deba, entre muchas otras razones, al desconocimiento menos dañina, pero mucho menos de lo que se ha dicho. Hay que
de esta sencilla verdad. La ética versa sobre las relaciones que los tomar en cuenta a quienes usan las drogas sin que ello sea un
sujetos, el poder, los pueblos establecen con el tema del bien y del vicio ni nada. Y también que hay gente que usa drogas desde hace
mal. Es cierto que existe una ética personal, sin embargo, en prin- muchos años, ahora son hasta profesores universitarios o profe-
cipio la ética es eminentemente social pues se sostiene en el princi- sionales, y no ha pasado nada. Mira, ahora hay gente adulta, ya
pio de que todo acto personal tiene que ver con el bien común que profesionales, que recién comienzan a usar marihuana, ¿no crees
es el objeto fundamental de la ética. que algo ha cambiado en el fondo? Ahora hay abuelitos que fu-
man marihuana que incluso tienen un previo conocimiento porque
Si de suyo para el poder es difícil aceptar los cambios en las represen- lo usaron desde su adolescencia. Y ya ves que no se han muerto.
taciones del mundo, lo es mucho más cuando debe afrontar el hecho Hay que revisar todo lo que se ha dicho y lo que se ha hecho con
de que se producen nuevas escalas de valores y nuevas formas de la marihuana. Hay también los que siguen usando como parte de
señalar y vivir el bien y el mal. El poder tiende preferentemente a ver la filosofía de vida, por ejemplo, a algunos no les interesa tanto el
los cambios en las actitudes y comportamientos, pero no se detiene a dinero o el capital, viven de otra manera, y no se han dañado ni
reconocer y analizar los cambios que se producen en los conocimien- han dejado de trabajar, solo que la marihuana dice otras cosas.
tos y en las tecnologías que han provocado verdaderas revoluciones Hay también el doctor, el ingeniero que llega cansado a la casa
científicas y actitudinales. El poder tiende a relacionarse con un mun- y decide fumar para descansar y ya, y no lo hace otra vez sino
do aparentemente llano y estable en torno a la axiología, con lo que después de mucho tiempo.
deja de ver que la contemporaneidad se caracteriza por la movilidad
y el cambio. Las culturas se transforman en tiempos cada vez más La prohibición y penalización de la marihuana y de las otras sus-
cortos, y de manera cada vez más evidente. tancias calificadas específicamente de drogas se convirtió en tema
trascendental para el poder. En parte, este apoderamiento desde
185 Bilbeny, N., 1997, pág. 31 186 Giddens, A., Taurus, Madrid, 2000.

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el poder podría explicarse como una estrategia de sobrevivencia en la contemporaneidad porque son otros los sistemas ideativos y
del poder que, habiendo pedido fuerza y presencia en las nuevas axiológicos que construyen la bondad y la maldad sin la que no es
generaciones, se apoyó en el catálogo de las sustancias prohibidas posible bien alguno. El hecho de denunciar a una bruja le abría las
con el propósito de mantener a flote ese poder hundido en las ca- puertas del cielo al supuesto devoto feligrés pese a que esta clase
tástrofes bélicas. Como ya se mencionó, Naciones Unidas opta por de denuncias y acusaciones fueron realizadas casi siempre con pro-
la guerra sabiendo a fe cierta que, al momento de las evaluaciones tervas intenciones.
y de las cuentas, era inimaginable un mundo libre de drogas.
¿Que se trata de un mundo desbocado? Tal vez esa podría ser la
Existe una revolución cognitiva que no ha sido ligada a las ac- sensación por la rapidez con la que se producen los cambios y qui-
ciones y actitudes de las poblaciones. Por el contrario, se ha dado zás sobre todo porque en ese ritmo loco del cambio se hallan direc-
por sentado que, más allá de estos cambios, la axiología debería tamente involucradas las nuevas generaciones desde su infancia.
seguir siendo la misma porque, supuestamente, lo bueno y lo malo El cambio es incontenible y avasallador. Lo que es cada vez más
se halla inconfundiblemente estatuidos por el poder, y lo que es cierto en este mundo es que, para sostenerse, pone en quiebra bue-
malo lo es ahora y siempre. Además, el poder ha sostenido que na parte de los sistemas representacionales incluidos los éticos y
el bien es tan sólidamente fuerte que se impone por sí mismo al jurídicos.
mal. Esta idea propia de una política moral elemental, no puede
sostenerse sin ofender las realidades sociales y culturales de este Ante la complejidad del tema, es preciso distinguir entre la con-
tiempo caracterizado por la volatilidad de los enunciados y de las dena y la lucha en contra de la producción y tráfico de las drogas
prescripciones. químicas, la cocaína, el bazuco, por ejemplo, y lo que acontece
con la mariguana que, casi por su propio peso, ha empezado a
Es indispensable reconocer que las actuales culturas se sostienen desprenderse de ese genérico droga y de esa guerra sin cuartel
en nuevas éticas que se hallan igualmente sometidas a la cons- para ocupar, incluso con cierto aire de santidad milagrera, en el
tancia del cambio. Probablemente el principal y original cambio campo de la salud.
consista en haber abandonado el principio de que el mundo y sus
cosas se hallan divididos por la ética binaria de lo bueno y lo malo. Lo cierto es que, como señala Chabat,187 “Las políticas prohibi-
cionistas han sido desde hace varias décadas criticadas seriamente
Es preciso reconocer que nada es malo ni bueno en sí mismo ni desde los círculos de la academia y la política. En Estados Unidos,
en cada condición existencial. La relatividad de la existencia, la a favor de eliminar la prohibición de las drogas, han hablado per-
movilidad de la cultura y de los saberes implican también cambios sonajes como Milton Friedman, Premio Nobel de Economía figura
en los sistema y modos de valorar los actos, tanto como las posi- icónica de los llamados “Chicago Boys” que privilegian la acción
ciones ideativas de los sujetos. El sentido de bien que se tenía en del mercado en la economía. (…) Ethan Nedelman, quien fuera
la Edad Media no puede ser, bajo ninguna óptica, el mismo que
187 Chabat, J., 2014, pág. 34.

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profesor de la Universidad de Princeton, y figuras políticas de la do como “guerra contra las drogas”. Algunos países latinoamerica-
alta burocracia estadounidense, como Jocelyn Elders, quien fuera nos poseen enfoques represivos, de corte moralista, que no tienen
cirujano general en el primer gobierno de Clinton y quien ha apo- nada que ver con la información que brindan las nuevas investiga-
yado abiertamente la idea de legalizar la mariguana.” ciones. Resulta al menos insólito que ciertos mandatarios emulen
a Estados Unidos en su afán represivo e intenten mostrar que son
A ellos se añaden los personajes latinoamericanos que han expre- los más malos con los narcotraficantes. En buena medida los países
sado sus criterios y que lo han hecho luego de sus experiencias latinoamericanos no han hecho otra cosa que copiar y repetir al pie
políticas, luego de ese tiempo en el que cumplieron el mandato de de la letra lo asumido por el poder de terceros.
la guerra y no se permitieron criticarla, como lo han hecho ya fuera
del poder. Chabat comenta: “En América Latina las figuras que han La sexualidad y la marihuana están íntimamente ligadas. Ahora
criticado la prohibición de las drogas incluyen a los premios Nobel las mujeres te ofrecen marihuana para acceder a ti, nadie te obli-
de Literatura Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Este ga a nada, pero ellas te ofrecen porque ellas son con la marihuana
último, con intelectuales como Carlos Fuentes o Fernando Savater, como con su sexualidad, ellas son las que saben que la sexualidad
firmaron un famoso desplegado aparecido en 1993 en la revista es libertad y también la marihuana. Ellas están en la experimen-
Cambio 16, en el cual apoyaban la legalización de las drogas”. tación de nuevas cosas y de nuevas sensaciones. Por eso es una
locura que se siga prohibiendo la marihuana cuando ya se liberó
A finales del siglo pasado, la palabra legalización sabía casi a he- la sexualidad. No se está diciendo que la marihuana sea un afro-
rejía no solo política sino también moral. Un criterio surgido de un disíaco, sino de la libertad, porque de lo contrario hablaríamos
personaje de la talla de García Márquez no iba a ser agria y abier- del éxtasis. Nos referimos al hecho de tener la libertad para fumar
tamente rechazada, pero tampoco iba a merecer un momento para como tenemos libertad para hacer el amor.
analizarla por parte del poder. Hasta ya entrado el presente siglo, la
palabra legalización constituía probablemente, no solo una herejía, A partir del uno de enero del presente año, el estado de Colorado
sino uno de los más graves crímenes en contra de la humanidad. se convirtió en el primero de los Estados Unidos en permitir la
venta y posesión de marihuana para uso lúdico. Esto implica ha-
Por su parte, Milton Romani,188 comentando el informe de la OEA, ber dado un giro representacional, lingüístico y legal no solo en
señala que la Declaración de Antigua, adoptada por la Asamblea la conceptualización misma de la marihuana y de sus usos sino
General de la Organización de Estados Americanos (OEA) de ju- fundamentalmente en lo que es un usador que, hasta ese momento,
nio, y el Informe sobre Drogas en las Américas, presentado por el fuera visto como un criminal y que pasa a retomar su estatuto de
secretario general José Miguel Insulza, son una excelente apertura sujeto anclado en el deseo y en la libertad.
al diálogo político. Reposiciona a la OEA frente al enfoque conoci-
¿Significarán, acaso, las autorizaciones estrategias para enfrentar
188 Romani, M. El informe sobre drogas de la OEA, debate abierto para cambiar, www/ la herida al narcisismo supuestamente científico de las clasifica-
informedrogasoea.com

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ciones psiquiátricas que fundaron su cientificidad en la clasifica- entonces uno se sale de la regla y entonces no marcas ninguna
ción por sí misma y no en válidos análisis teóricos? Ese trabajo diferencia a si no se prohibiese porque se usa de todas maneras.
consideró que uno de sus objetivos consiste en clasificar para Hay que reconocer que la marihuana es una droga totalmente
distinguir disimilitudes y agrupar semejanzas de tal manera que aceptada en la sociedad, podría ser que en algún ámbito sociocul-
sean posibles los conocimientos supuestamente claros y distintos tural no, pero de hecho ya está más que aceptada. Y, verás, decirle
utilizados por el poder. Esas clasificaciones que incluyeron por a una persona “no fumes”, es decirle fuma más. Porque la mejor
igual en los rangos de las enfermedades al uso de drogas, a la ho- manera de tratar el asunto es hacer que él se conozca a sí mismo
mosexualidad al uso conflictivo de alcohol y también a los usos y que se acepte. Se puede prohibir todo, pero con eso no consigues
de drogas.189 nada, peor aun cuando algo ya está aceptado.

¿Qué es la adicción? Ninguna taxonomía y menos la psiquiátrica El mundo ya no habla de despenalizar únicamente la mariguana
se halla en condiciones de ofrecer una buena respuesta, suficiente- sino todas las sustancias calificadas como drogas. Es preciso re-
mente clara y distinta. Es probable que hasta el más estricto de los cordar una vez más que el deseo surge de manera necesaria de la
científicos no tenga otro recurso que acudir a un conjunto de me- prohibición que se encarga de hacer obvio lo que probablemente
táforas para explicar una realidad que se escapa fácilmente a toda permanecía oculto y hacer más deseable el objeto.
comprensión lineal causa-efecto. La psiquiatría ha hablado cons-
tantemente de adicciones físicas y psíquicas. ¿Cómo explicar esta “Entonces, en el principio era la prohibición, la acción, el cuerpo
diferenciación desde un mínimo acercamiento epistémico? ¿Qué reglamentado por la palabra; y al producirse la prohibición y a par-
es una adicción psíquica, cómo se expresa y cómo se sostiene al tir de esta se deseará eso prohibido; entonces lo humano cumplirá
margen del cuerpo y del deseo? Imposible no reconocer que en la prohibición pero de todas maneras deseará lo que se encuentra
buena parte de estos discursos priman los posicionamientos políti- prohibido”.190
cos y no pocos intereses de clase.
Para salvar al sujeto hace falta producir modificaciones en las re-
Estas explicaciones tratan de señalar que, en todo lo que tiene que presentaciones que se han construido sobre la marihuana en sí mis-
ver con las sustancias, existen dos discursos: uno social y otro polí- ma y como una sustancia usada. “La historia muestra que los cam-
tico. La droga es mala y los usos son actividades insanas ubicables bios políticos y sociales siempre van precedidos por un cambio de
en el terreno de las enfermedades. ideas. En este sentido, lo que estamos presenciando en esta década
es un cambio en el paradigma prohibicionista de las drogas que
¿Qué por qué se castiga a un chico que está utilizando marihua- comienza a tener algún impacto en la realidad”, comenta Chabat.191
na? Este es justamente el punto. Porque haya o no haya prohibi-
ción el asunto es que uno se ponga las reglas. Si hay prohibición,
190 Arruabarrera, H., 1980.
189 Tenorio, R., Quito, 2007. 191 Chabat, J, Ibidem, pág. 35.

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La tarea de reconocimiento del deseo del otro es azas compleja posible hallar una cosa que sea en sí misma mala y que, por lo tan-
porque implica un debilitamiento del poder que se sostiene pre- to, deba ser sacada del grupo de los objetos para su eliminación. Es
ferentemente en la capacidad de producir sometimientos y en el muy probable que el narcotráfico haya sacado mucho jugo de esta
mismo sometimiento de los otros. situación manipulando a su favor el principio de que lo prohibido
se convierte de manera inmediata en poderoso objeto de deseo.
La marihuana es algo que no altera físicamente nada, pero si alte-
rase la mente de una persona y si se le reclama, él responde: está A lo largo y ancho de las Américas se construyen nuevos discurso
bien, es mi vuelo, y otros dicen: mira es mi vuelo porque quiero, y actitudes no solo en la población sino también en las autoridades,
y tú, ¿por qué tienes que estar diciéndome por qué lo hago? Lo en los pensadores, en la prensa e incluso en la Academia. Urge
hago porque ese es mi deseo. modificar las actitudes y los posicionamientos políticos y legales
respecto a todas las drogas, en particular en lo que concierne a la
Se entiende por uso problemático aquel que, independientemente marihuana que, en los lenguajes, ha sido sacada, no tanto del mun-
de la cantidad y frecuencia, pone en entredicho la libertad, la salud do de las drogas, pero sí de ese infierno de maldad que acompaña
y la eficiencia social de un sujeto. Aquel que instala el malestar y a todas las sustancias. La marihuana está volviendo a vestirse los
que bloquea las rutas de las gratificaciones. ropajes de la salud.

El uso problemático de drogas no es un vicio, comenta Romani. Un testimonio de un ciudadano en la cotidianidad santiaguina que
En la misma dimensión en que no lo son las opciones sexuales una tarde cualquiera lee en un periódico vespertino: Anarco cayó
diferentes que durante mucho tiempo fueron castigadas con pri- por marihuana. “Me quedó dando vueltas el por qué la prensa y, en
sión y hasta con la muerte. Por ende, es indispensable pensar que particular la red de medios de El Mercurio, siempre asocia la ma-
el carácter de lo lícito ha determinado que crezca en proporciones rihuana con actos ilícitos, delincuentes y anárquicos. Estos últimos
exponenciales inimaginables un negocio que no se ve realmente meses han aparecido en la prensa dos casos de interés, como el de
afectado porque un país decomise algunas toneladas de marihuana la ex directora del Servicio Nacional de Menores de Coyhaique,
o de cocaína al año. La prensa suele comentar que la policía ha quien fue formalizada el pasado 8 de marzo por el delito de cultivo
dado un duro golpe al narcotráfico porque decomisó un par de to- ilegal de marihuana, luego de un allanamiento realizado a su casa
neladas de una sustancia determinada. ¿No se tratará tan solo de la donde se encontraron 12 gramos de marihuana y unas pocas semi-
carnada en un anzuelo perfectamente bien diseñado y manejado? llas. Fue también bullado el caso del hijo de una diputada detenido
por portar 22 gramos de marihuana. Ayer, miembros de la organi-
Parte importante del problema radica en la calificación de perni- zación Cultiva tus derechos hicieron llegar a la presidenta, minis-
ciosamente malas a las sustancias. Se trata de calificativos que no tros, jueces, parlamentarios y medios de comunicación una carta
afectan a una determinada cualidad de una sustancia sino a la cosa que incluía un sobre con semillas de marihuana como una forma
en sí misma. En consecuencia, deberían ser exterminadas. Es im- de protesta aduciendo que “este es un símbolo de la insensatez,

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hipocresía y peligrosidad de las actuales políticas, leyes y discurso grandes estudios publicados sobre el tema, en los últimos años,
oficial imperantes ya que esta Cannabis es importada y comprada por la Comisión Científica de la Cámara de los Lores en el Reino
en los grandes supermercados de la capital”.192 Unido, la Academia Médica de EEUU, el Ministerio de Sanidad
francés o el Gobierno holandés, entre otros, relativizan dicho ries-
También en México soplan nuevos vientos. En efecto, ya se están go, situándolo siempre muy por debajo de los peligros derivados
dando los primeros pasos tanto para suavizar los procesos judicia- del tabaco y del alcohol”
les en contra de los usadores como para abrir la vía hacia la legali-
zación del uso de marihuana y de otras drogas. La experiencia de En cuanto a Ecuador, para el gobierno el tema de la marihuana y de
años de violencia organizada y mantenida por carteles caracteri- su legalización no es prioritario. Lo dijo el presidente Correa: “No
zados por la violencia extrema ha dado una dura lección al poder es una materia de las urgentes que tiene el gobierno, tenemos mil
político que ve la necesidad de producir un giro importante hacia la prioridades antes de este problema. Se necesita una discusión más
legalización. El senador Mario Delgado presidente de la Comisión profunda, es claro que la estrategia actual contra la droga y el nar-
del Distrito Federal, presentó la iniciativa para regular el uso de la cotráfico ha sido un fracaso completo, así que no hay que excluir
marihuana con fines médicos. “Vamos a quitarle este mercado a la ninguna posibilidad, entre ellos legalizar cierta clase de drogas”.195
delincuencia, porque la delincuencia sólo tiene una regla que es la Un informante añadiría el suyo al criterio del presidente Correa:
de la violencia. Que entre el Estado a regular. Uno de los mayores
riesgos para la juventud es morir producto de la violencia que ge- Lo cierto es que, si se legaliza, disminuirían los casos de consumo,
nera el tráfico de drogas, no por fumarse un cigarro de marihuana; ya sabes que lo prohibido atrae más. Si ya fuese legal, los chicos se
tenemos entonces que atrevernos a pensar distinto, no vale la pena darían un toque y no la probarían más. Tú sabes, muchas veces uno
seguir defendiendo el prohibicionismo.”193 busca lo prohibido y también lo riesgoso, lo que te da la sensación jus-
tamente de quebrantar las leyes. Pero si se legaliza, ya no hay chiste.
Por su parte, en 1999, el escritor Larry Collins consideraba que si
se aplicase en Italia, por ejemplo, la misma política de uso libre de Sin embargo, en mayo de 2013, Ecuador despenalizó la dosis y por-
mariguana y otras drogas, luego de 25 años el país tendría un mi- te máximo de sustancias para uso personal, tales como marihuana,
llón de adictos a la heroína y a otras drogas, incluida la marihuana. cocaína y heroína. Pero no se ha dado lugar a la discusión a nivel
Al respecto, Cebrián194 calificaba de frivolidades las afirmaciones nacional sobre la legalización de la marihuana algo que, como en
de Collins y aseguraba que esta clase de discusiones van siendo los otros países de la región, no deja de ser un tema importante, tal
superadas por las realidad de un mundo que no se ha ahogado en como lo ve la ciudadanía. Pero la idea no se ha convertido todavía
las drogas: “Sin negar los riesgos de cualquier abuso, todos los en una propuesta ni ciudadana ni de los poderes del Estado, como
192 Abramos el debate: legalización del consumo de marihuana en Chile: www.aten-
el legislativo, por ejemplo.
chile.cl
193 Htp//prd.senado.gob.mex sesión del 16, 03, 2014
194 Cebrián, G., Cambio16, nº 1.446, 23 de agosto de 1999, pp. 54-55 195 El Comercio, 22, 01, 2014, www.elcomercio.com

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Sería bueno que se legalice la marihuana porque entonces no se- carece de sentido hablar de que el sujeto es dueño de su cuerpo
ría una cosa mala, al menos cumpliendo los dieciocho años po- porque se estaría favoreciendo una dicotomía imposible y absurda.
drías tener libertad de consumirla, no habría persecución y sería Los temas del deseo y de la libertad han sido pasados por alto en
algo aceptable como el licor o el cigarrillo. Claro que segura- los discursos oficiales, tanto internacional como nacional.
mente pondrían algunas trabas para consumirla. Por ejemplo, no
podrías consumirla en ciertos lugares ni a determinadas horas o Para Chabat,196 es evidente que la izquierda partidaria de la inter-
días, así como te prohíben consumir licor los domingos. Te darán vención del Estado en las actividades de la sociedad no está de
la “libertad” pero con condiciones. acuerdo en dejar esta decisión a cada persona, a diferencia de los
liberales que privilegian la libertad individual.” Pero también hay
¿A quiénes ha beneficiado la guerra a las drogas si no es a los gran- un conservadurismo que teme que el ejercicio de las libertades in-
des traficantes que construyeron un inmenso mercado atravesado dividuales mine los cimientos de una sociedad que se sostiene en
por la violencia, el lavado de dinero y la corrupción? Es este un actitudes prohibicionistas.
saber común que se extiende a través de las generaciones actuales.
En todos los estratos sociales se dice que la prohibición ha bene- A diferencia de lo acontecido hasta comienzos de este siglo, las
ficiado a los grandes traficantes que lavan sus dineros mediante sociedades están asumiendo posiciones más liberales, unas, y otras
negocios legítimos. que lo son menos, buscan en la liberación una suerte de estrategia
para evitar el narcotráfico y la violencia social. Un ejemplo muy
Los beneficiados por la prohibición son los traficantes porque el claro de este cambio está en el hecho de que los estados de Was-
tráfico es un gran negocio. Si fuera legal, cualquier persona po- hington y Colorado hayan legalizado en el 2014 el consumo de
dría tener su planta en su casa, nadie le molestaría y podría con- marihuana con fines recreativos.
sumir y no tendría necesidad de comercializarla. Porque ahora
tienes que comprar y comprar, y detrás de toda compra está una Un sondeo realizado por Gallup concluyó que el 58 por ciento de
mafia que sí que se está ganando full dinero, esas ganancias son los participantes respalda la legalización de la marihuana. Una en-
inmensas. Justamente por eso es que últimamente como que se ha cuesta realizada por la misma firma en 1969 reveló que tan solo
hecho más fuerte ese discurso de no comprarla porque está rela- un 12 por ciento aceptaría la legalización. El 62 por ciento de la
cionado con el discurso de la legalización. Es esa la nota: no la población comprendida entre los 30 y los 49 años está de acuerdo
compres sino plántala y regala. con la legalización, mientras que el 53 por ciento de los mayores
de 53 años no apoyaría la legalización.
La pregunta versa sobre si corresponde al Estado tomar decisio-
nes sobre el campo de los deseos y expectativas personales que El estudio detalló que los cambios podrían atribuirse a transfor-
no atenten al derecho de los otros. Es obvio que cada ciudadano maciones en costumbres sociales y en una creciente aceptación
es dueño de sí mismo tanto como de sus deseos. En este contexto,
196 Chabat. J., ibidem.

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social de la marihuana. El aumento del consumo de marihuana iniciativas en Colorado y Washington, a pesar de que el cannabis si-
con fines medicinales como una manera socialmente aceptada gue siendo ilegal en el ámbito federal.197
de aliviar síntomas de enfermedades y mitigar efectos secunda-
rios de la quimioterapia podría haber contribuido a esta acep-
tación.
Uruguay: ¿los caminos de la libertad?
El respaldo a la legalización de estadounidenses entre 30 y 49
años llega a un 62 por ciento. El único grupo que estuvo clara- The Economist198 designó a Uruguay “país del año” por hacer feliz
mente en contra de la idea fue el conformado por personas de al pueblo al aprobar la ley que permite el cultivo y la distribución de
65 años o más entre las que un 53 por ciento se opondría a la mariguana en el territorio nacional. En efecto, la propuesta, prime-
legalización. ra en Occidente, presentada por el presidente Mujica, fue aprobada
por 16 votos en favor y 13 en contra. The Economist detalló que
Es la primera vez que una amplia mayoría de los estadounidenses la metodología en la que basó su decisión no tiene mucho que ver
aseguró estar a favor de la legalización de la marihuana. Por otra con los instrumentos financieros. Si se hubiera centrado en los ín-
parte, el uso sea de carácter recreativo y medicinal de la hierba dices del crecimiento del PIB, habría triunfado Sudán del Sur, que
gana aceptación a nivel nacional, indicó una encuesta. tuvo un crecimiento en 2013 del 30%. Otro posible ganador sería
Estonia, que tiene uno de los niveles más bajos de deuda dentro
“Sean cual sean las razones para una mayor aceptación de la ma- de la Unión Europea. Estas dos candidaturas ni otras han podido
rihuana por parte de los estadounidenses, es probable que este im- satisfacer su criterio principal: el impacto que tienen las decisiones
pulso estimule más los esfuerzos de legalización en todo Estados políticas de un gobierno en todos los ciudadanos y también en el
Unidos”, dijo el estudio. resto del mundo. Uruguay combina varios factores que hicieron
feliz a su gente y acabaron llevándola al primer lugar.
Los analistas afirman que en los Estados Unidos existiría una inmensa
población que superaría los 162 millones que estaría de acuerdo con “Uruguay está en el centro del mundo por leyes consideradas de
la legitimación y regulación del uso del cannabis. Las ventas de mari- avanzada. El Gobierno de Mujica va a quedar en la historia por
huana medicinal habrían superado, en el 2013, los 150.000 millones las reformas aprobadas en su mandato aunque “no son priori-
de dólares, (110.000 millones de euros), y se calcula que en 2018 tarias para toda la sociedad”. Fue el segundo Estado latinoame-
alcanzarán los 600.000 millones de dólares. Ya existe una universi- ricano y el 12º en el mundo que aprobó el matrimonio gay. De
dad en Oakland, California, dedicada exclusivamente a los negocios este modo logró aumentar la suma global de la felicidad humana
relacionados con el cannabis e importantes empresarios hasta ahora sin ningún coste financiero, argumenta The Economist. A fina-
ajenos a la materia apuestan por el sector, sobre todo después de que
el fiscal general, Eric Holder, anunciara que no se actuará contra las 197 www.lajornada.com
198 The Economist, 19, 12, 2013.

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les de este 2013, a pesar de numerosas críticas internacionales, A la ONU le ha desagradado la decisión uruguaya y, a través de la
Uruguay se convirtió en el primer país que no solo legalizó el JIFE200 ha dado a conocer su “preocupación” por la legalización
cannabis, sino también encomendó el control de su producción y que contraviene los tratados internacionales sobre drogas de los
distribución al Estado”.  que Uruguay es parte. Raymond Yans, presidente de la JIFE, seña-
ló que “la hierba de cannabis está controlada debido a sus poten-
Si bien esta aprobación produjo regocijo puertas adentro, desde ciales efectos de dependencia” y que el camino de Uruguay puede
fuera se echaron otras miradas y se escucharon otros discursos, tener “serias repercusiones para la salud pública, particularmente
tal como se lee en el reportaje escrito para La Nación199 el mismo para la juventud, además de ser una violación de los tratados” de
día. Si bien se califica de “un paso histórico” a la legalización, sin la ONU sobre drogas. La legalización del cannabis en el Uruguay
embargo se dice también que “la amplia mayoría de los uruguayos marca una tendencia peligrosa “cuando los gobiernos piensen
rechaza la reforma” que deberá ser promulgada por el presidente en adoptar futuras políticas en ese ámbito, deberían anteponer a
Mujica. La nota hace referencia, como justificación del presidente, cualquier otra consideración la salud y el bienestar de la pobla-
al hecho de que en el país se hallaba penada la producción pero no ción”.
el uso de la marihuana.
García, médico de profesión, dice hablar “no solo como legislador
Sin embargo, La Nación de alguna manera se adelanta a las reaccio- sino también como profesional de la salud”, y afirma: “Yo estoy a
nes de los organismos internacionales del área que, supuestamente, favor de la promoción de la salud y de la educación de la salud, por
no dejarán de cuestionar la opción uruguaya: “El gobierno asume el eso no estoy a favor de la legalización de la marihuana”.
riesgo de ser cuestionado internacionalmente por la reforma, pero
también la administración de Mujica sumó respaldo por la apuesta El diputado menciona a Suecia y Holanda como países “que tenían
a una decisión de vanguardia”. Por supuesto, añade, que se trata de una política liberal pero están volviendo a una política restrictiva”,
una decisión de vanguardia que rompe con la política prohibicionis- para fundamentar su idea de que no se debería seguir el camino de
ta imperante y que no ha dado los resultados esperados, es decir, la otros países que han “fracasado en el intento y hoy están volviendo
eliminación de la planta y la desaparición de los usos. sobre sus pasos”.

El País de Madrid tiene una visión más liberal, por ello se refiere En las discusiones parlamentarias, el senador oficialista Roberto
a la ruptura de un tabú que ha estado presente en la “lucha contra Conde señaló “Es pertinente para el caso de Uruguay dejar esta-
el tráfico de drogas”, al tiempo que señala que corresponderá al blecido desde ya que, tratándose de un país de tránsito (de drogas)
Estado la producción y venta de marihuana para uso recreativo. Se que ha ido incorporando consumo, recibe plenamente el impacto
trata, en efecto, de un hito importante en la discusión latinoameri- del crimen organizado”.
cana sobre la despenalización de las drogas en la región.
199 La Nación,11, 12, 2013, www.lanacion.com.ar 200 JIFE: Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.

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Por su parte, el presidente Mujica ve la legalización del uso de la emparedada entre dos gigantes: Argentina y Brasil, y a menudo
marihuana con los mismos ojos con los que vio la despenalización nos sentimos invisibles. ¡Qué refrescante es ser calificado de re-
del aborto y la legitimidad de la homosexualidad. Para el presiden- pente como un vanguardista de cambios progresivos! No es sim-
te, todas son realidades antiguas en la cultura que ya no soportan plemente una ley sobre fumar una porra. Es una ley sobre la paz
por más tiempo la ceguera de la ley y de las culturas. “Aplicamos y la seguridad. Se trata de una alternativa real para la estrategia
un principio muy simple: reconocer los hechos. El aborto es viejo fallida de EE.UU. de una guerra armada contra el narco”, comenta
como el mundo. El matrimonio gay, por favor, es más viejo que Carolina de Robertis202
el mundo”. “La aprobación de la venta y plantación de marihua-
na en el país es una medida para combatir el narcotráfico. Es una Hace 20 años, a una funcionaria española partidaria de que se deja-
herramienta de combate a un crimen grave, el narcotráfico, y para ran de prohibir las drogas se le ocurrió plantear, en una reunión en
proteger a la sociedad. Es muy serio. No es una legalización como la ONU, “alguna opción más humana” para luchar contra la lacra
las personas suponen en el exterior, los extranjeros no podrán ve- del tráfico de estupefacientes. Automáticamente un diplomático se
nir a Uruguay para comprar marihuana. No va a existir turismo de la llevó aparte. “Aquí estas cosas no se dicen ni en el cuarto de
marihuana. La lucha contra el tráfico de drogas está perdida a nivel baño”, le espetó. Hoy, la misma funcionaria explica que dentro de
mundial, por lo que hay que buscar alternativas”.201 la ONU ya circulan documentos internos que reconocen el fracaso
de la prohibición para luchar contra estas sustancias.203
Por otra parte, es necesario tomar en cuenta que Mujica ha hablado
de un “experimento” en el que se embarca el país. Ello implica que Las políticas públicas en lo que respecta al tema de drogas en ge-
los procesos tendrán en cuenta tanto las acciones y determinacio- neral, de la marihuana en particular, y al de los derechos humanos
nes cuanto las reacciones de la población en general. siguen siendo una oportunidad para el cambio y el replanteamiento
serio de los objetivos de desarrollo humano con una perspectiva
La Junta Nacional de Drogas prevé la comercialización en Uruguay de justicia y equidad social. Ninguna política que pase por alto las
de cuatro o cinco variedades de cannabis a un precio de un dólar por realidades culturales, lingüísticas y sociales actuales de los pueblos
gramo, similar a su costo en el mercado negro. Por otra parte, no se tendrá un mínimo de coherencia y menos aún de eficacia.
permitirá la venta de marihuana a ciudadanos extranjeros.
Es evidente que en las Américas conviven la violencia y el nar-
Los uruguayos mayores de edad que se registren ante las autoridades cotráfico con sus múltiples secuelas cuyo núcleo fundamental es
podrán cultivar hasta seis plantas de cannabis o a comprar en farma- una corrupción absolutamente invasiva. En el 2013, el presidente
cias hasta 40 gramos de marihuana por mes para uso recreativo. de Guatemala hizo pública su opinión respecto a la necesidad de
legalizar las drogas, particularmente la mariguana. Por su parte, el
“Los uruguayos somos una nación de tres millones de personas
202 De Robertis: columnista del diario The Huffington Post
201 www.telesurtv.net 203 www.sociedad.elpais. 2014

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ex presidente mexicano Fox dijo públicamente: “Cultivaría mari- OBRAS CITADAS


huana, si estuviera permitido”.
Arruabarrera, H. El discurso del Psicoanálisis, siglo XXI, México, 1980.
En el Foro Mundial celebrado en enero de 2014, el presidente San- Auster, Paul. El país de las últimas cosas, Seix Barral, Madrid, 2012.
tos de Colombia no dejó de plantear la complejidad del tema de la
Benet, Sara. El cáñamo en las creencias y las costumbres populares”, The Book
legalización, según el modelo uruguayo. “¿Cómo le voy a decir of Grass, 1975.
a un agricultor que puede ir a la cárcel por cultivar una hectárea Bauman, Zygmund. Europa una aventura inacabada, Losada, Buenos Ai-
de marihuana si en algunos estados de Estados Unidos es legal res,2010.
fumarla? La mayor parte de la gente, si se le pregunta si las drogas Bilbeny, Norbert. La revolución en la ética, hábitos y creencias en la sociedad
deben ser descriminalizadas o legalizadas, responde que no porque digital, Anagrama,
son malas”. En el debate, no se dejó de mencionar que el tabaco y Barcelona.1997.
el alcohol son sustancias legales y que la nicotina es la droga que Biblia de Jerusalén. Desclée De Brouwer, Bilbao,1998.
más adicción física produce con un inmenso número de víctimas
Brunner, Theodore. Marijuana in the ancient Greece and Rome The literary
mortales. evidence”. Journal of
Psychodelic Drugs 9 (3): 1977.
Chabat señala que es probable que a nivel mundial se den simila-
Burton, Robert. The Anatomy of Melancholy, American Books, 1691.
res procesos a los producidos en los Estados Unidos, sobre todo
en aquellos países en los que la guerra contra el narcotráfico “ha Castaneda, Carlos. Las enseñanzas de don Juan”, fce, México. 1976.
generado altos costos en términos de gobernabilidad y vidas, la Cebrián, Juan Luis. Cambio16, nº 1.446, 23 de agosto de 1999.
opinión pública acabe prefiriendo la legalización, al menos de la Chabat, José. Mariguana: el largo y sinuoso camino de la legalización, News-
mariguana, en la lógica de reducir dichos costos más allá de las week en español,
preferencias ideológicas de los gobiernos o de la población”. 30, marzo, 2014.
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Se abren puertas que hasta hace poco permanecieron hermética- Aires.2002.
mente cerradas. ¿Entrará el mal al mundo si se las abre en todas Chomsky, Noam. La droga como coartada en la política exterior norteameri-
partes? Tal vez acontezca todo lo contrario, es decir, que el mal que cana, en Pensamiento
ha permanecido encerrado por tanto tiempo, logre salir dejando crítico vs, pensamiento único, Debate.1998
libres a los Estados. También es posible que los ciudadanos recu- CONSEP-OND. Adolescentes infractores: territorialidad y libertad, Quito.
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