Está en la página 1de 2

“Soltar el vaso y viajar ligero”

Hay un dicho de la sabiduría popular que dice que: ” Nadie sabe lo que pesa el saco, más
que aquel que lo va cargando. A mi, me parece que ese dicho encierra una gran verdad. Yo
diría que habría que agregarle algo: ” y no sólo sabe lo que pesa, sino cuánto tiempo lleva
cargándolo.

Por eso es difícil juzgar. Porque, por buena información que se tenga sobre determinada
situación, siempre habrá cosas que no conozcamos y que hacen muy difícil verter una
opinión subjetiva que además contemple casi todas las aristas que algo conlleva.

El peso específico es un problema serio, por donde quiera que se vea, pero siempre hay
otros factores que influyen y que no son considerados cuando se juzga determinada
situación.

Una Psicóloga en una sesión grupal, levantó un vaso de agua. Todos los participantes
esperaban la pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío?, sin embargo ella preguntó:
¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas variaron entre 200 gramos y 400 gramos. La psicóloga respondió: “El peso
absoluto del vaso no es lo más importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo
sostengo un minuto, no es problema, si lo sostengo una hora me dolerá el brazo, pero si lo
sostengo durante todo el día, el brazo se me entumecerá y se paralizará. El peso del vaso no
cambia, pero mientras más tiempo lo sujeto más pesado se vuelve. Y continuó, las
preocupaciones, son como el vaso de agua, si piensas en ellas un rato no es un problema, si
piensas en ellas más tiempo, empieza a doler, pero si piensas en ellas todo el día, terminarás
paralizado e incapaz de hacer nada. “Acuérdate de soltar el vaso”.

En esta vida todos tenemos más o menos preocupaciones, pero tenemos que
acostumbrarnos a “soltar el vaso”.

Si hacemos la analogía con el equipaje que llevamos a un viaje, nos ejemplifica de manera
muy clara como vamos por la vida cargando un sin fin de cosas que no vamos a necesitar
para ese viaje y además de todo viajamos con los brazos entumidos, paralizados y llenos de
dolor cargando vasos que no necesitamos y que no nos dejan vivir.

Si queremos ser felices, tenemos que viajar ligero por la vida. Tenemos que “liberarnos” de
tantos vasos que llevamos cargando por mucho tiempo inútilmente.

Yo pienso que algo que nos puede dar una ligera idea de cómo nos afectan algunas cosas
que quizás no nos deben incumbir o que ya no necesitamos para nada, se refleja en ciertos
malos sueños que tenemos. Hay veces que me despierto de un mal sueño, en el que se
reflejan cosas que me preocuparon en el pasado y que ya no tienen importancia en mi vida
actual y aunque se tratara de algo que nos atañe actualmente, la solución a ello no es
preocuparse.

Cuando yo me despierto con una preocupación de un problema actual, lo que trato de hacer
es analizarla y tratar de resolverla de la manera más práctica que puedo, si es que puedo
resolverla, porque muchas veces no está en nuestras manos llevar a cabo ciertas acciones
para resolver algo.

Es terrible si pensamos en el peso específico de ciertas preocupaciones y como se


multiplica conforme pasa el tiempo y las seguimos cargando. Por lo que en mi opinión
debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para resolver algo que nos afecta, sin
preocuparnos de que las cosas salgan de determinada manera. A eso llamo yo “confiar en la
vida, confiar en el bien”, aunque a veces me sorprendo al descubrirme cargando vasos que
ni siquiera son míos.

Así que ojalá entendamos que de nada sirve ir por la vida cargando un vaso que sólo
terminará por entumecernos, paralizarnos y dolernos sin sentido. Ocupémonos en lo que
esté en nosotros resolver y despreocupémonos de todas las cosas, dejando que la vida haga
su papel y el resultado seguramente será el mejor que podía resultar y en adición, al menos
nosotros, no viviremos entumidos, viviremos sin dolor, viajando por la vida ligeros de
equipaje.

También podría gustarte