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LAS AVENTURAS
DE TOM SAWYER

Mark Twain
Ilustraciones de Enrique Flores

© Grupo Anaya, S. A., Madrid, 2009


Tus Libros Selección
Proyecto realizado por Ana Pinar

www.anayainfantilyjuvenil.com
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LAS AVENTURAS DE TOM SAWYER

se dice hacia el final de la novela: «reírse

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de tan buena gana es mejor para un
hombre que tener dinero en el bolsillo,
porque ahorra más cuentas del médico
que cualquier otro remedio». (Págs. 232
Vamos a leer un libro en el que lo auto- y 233).
biográfico se respira en cada uno de los

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pensamientos y acciones de Tom Sawyer,
un niño que vive con su tía Polly y que
busca la diversión donde cualquier cria- OMENTARIO
tura sensata lo haría: saltándose clases,
jugando a Robin Hood, enamorándose El seudónimo de nuestro escritor, que en
de una chica cada semana y saliendo a realidad se llamaba Samuel Clemens, es
remar con Huck Finn, su amigo vaga- una voz fluvial que alude a las dos bra-
bundo. No siempre obra con las mejores zas de profundidad necesarias para que
intenciones, y no lo pretende, ¿cómo po- los barcos que navegaban por el Misisipi
dría resistir las tentaciones que a cada pudieran hacerlo sin peligro. Recuerda
paso se le ofrecen? Pero tiene buen cora- por tanto los inicios de su azarosa vida,
zón, es valiente y ante las situaciones cuando trabajó como piloto en uno de
realmente serias no vacila en decir la ver- esos vapores que tan relevante presencia
dad o en ocultarla si es preciso proteger van a tener en sus libros.
a alguien más débil. Otros escritores estadounidenses con-
Todas sus cualidades se ponen a prue- temporáneos suyos engrandecieron las
ba cuando, junto con Huck, contempla letras: Poe, Hawthorne, Longfellow,
el asesinato del médico local a manos de Melville. Pero ninguno supo acercarse al
Joe el Indio. A pesar de exponerse a su mundo de la infancia como él. No por
venganza, acaba delatándole, aunque va- ello sus libros dejan de estar destinados a
cila, eso sí. Joe logra escapar y Tom vol- los adultos, de hecho solo cuando se ha
verá a cruzarse con él. El encuentro final vivido y dejado atrás la propia niñez se
será en una cueva donde el Indio ha es- llega a captar la añoranza que tras la risa
condido su tesoro. El asesino y ladrón destilan las hazañas de Tom Sawyer y
terminará allí sus días y Tom y Huck ve- Huckelberry.
rán cómo el dinero que pensaban gastar Esas aventuras se iniciaron en las pági-
en espadas y tambores se vuelve invisible nas que vamos a leer, en ellas se suceden
tras la ventanilla de un banco. los episodios, entre cómicos y heroicos.
Vamos a conocer a tan inolvidables Quizá porque entre la risa y la grandeza
personajes con la garantía de que, como no haya tanta distancia. Tom lo sabe y

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por eso ni se deja llevar por la pena, ni periodista y en 1876 publica Las aventu-
por la gloria, cada día trae su afán y su ras de Tom Sawyer; en 1883, Vida en el
esperanza. En el mundo de Tom Sawyer, Misisipi, y en 1884, Las aventuras de
el mismo en el que vivió Mark Twain sus Huckleberry Finn. Con estas tres obras
primeros años, no existe el papel mone- alcanzaría gran fama en su época. En
da. ¿Se puede explicar mejor de qué nos 1881 escribió El príncipe y el mendigo,
habla Samuel Clemens? que es su primera novela histórica.
Posiblemente nuestro autor, que siem-

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pre vestía de blanco y se lavaba el pelo
todos los días ante el asombro de sus ve-
cinos, nunca dejó atrás verdaderamente ALORES
sus correrías infantiles, aunque llegará a
ser tan aseado. A través de las trastadas que realizan
Naturalmente en Las aventuras de Tom y sus amigos, con ese modo de juz-
Tom Sawyer se busca un tesoro y, lo que gar los actos que parece que ha dado la
es mejor, se encuentra. Por ende lo en- vuelta a toda la moral, o moralina, del
contramos todos los lectores, no hay me- mundo adulto, el escritor pone en evi-
jor tesoro que la felicidad que produce dencia la hipocresía, la falta de compa-
leer, releer y revivir estas historias en las sión, la insolidaridad, la cicatería... que
que todo parece estar del revés cuando se daban en su país natal y que siguen
en realidad todo está, por una vez, del siendo moneda corriente en cualquier lu-
derecho. gar del mundo. Cada capítulo es casi una
«parábola», muy peculiar, ciertamente,

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pero con un profundo sentido ético.
Ya advierte en el prefacio: «[...] una de
UTOR mis intenciones ha sido recordar a los
adultos con agrado lo que ellos fueron
Samuel Langhorne Clemens escribió en otro tiempo, y cómo sentían y pensa-
bajo el seudónimo de Mark Twain. ban y hablaban, y en qué raras empresas
Cuando tenía cuatro años de edad se se metían a veces». (Pág. 9). No se ideali-
trasladó con su familia a las orillas del za la infancia, pero sí se muestra su sin-
Misisipi, a Missouri. A los doce años ceridad. Lo dice el viejo refrán «en la
empieza a trabajar en el periódico local boca del niño está la verdad».
como aprendiz. En 1861, Twain se ve en ¿Qué verdades nos cuenta Tom? Que
la milicia al comenzar la guerra civil, la vida es un acontecimiento y que hay
pero sale pronto por recomendación de que alegrarse por cada día que nos es
su hermano Orion. Trabajó luego como dado: «Amaneció el sábado por la maña-

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na y todo el mundo estival relucía loza- Aprenderemos que las tradiciones no


no, rebosante de vida. En cada corazón son inmutables: «Muchas veces, cuanto
resonaba una melodía y, si el corazón era menos motivo hay para justificar una
joven, la música salía de los labios». costumbre tradicional, más difícil es des-
(Pág. 20). hacerse de ella». (Pág. 49).
Nos enseña también que las dificulta- Sabremos que no hay que confundir
des no deben frenarnos, porque siempre los juicios con los prejuicios: «[...] el pú-
hay alternativas, solo tenemos que poner blico no es lento a la hora de examinar
ilusión: «Al cabo de dos minutos, o in- pruebas y dictar sentencias». (Pág. 99).
cluso antes, había olvidado todas sus di- Descubriremos que para rezar no hace
ficultades. No porque sus dificultades falta ponerse serio: «Se llevó la mano al
fueran ni una pizca menos pesadas y bolsillo y la cara se le iluminó con un
amargas para él de lo que las de un hom- brillo de gratitud que equivalía a una
bre son para ese hombre, sino porque un oración, aunque él no lo sabía». (Pág.
interés nuevo y acuciante las venció y las 68).
desterró de su mente durante un rato , Pero sobre todo este libro enseña a
[...]». (Pág. 15). reírse del mundo, de nosotros, de los
Nos dice que un castigo puede ser una otros... No es más serio quien menos
fiesta: ¿quién, por años que pasen, no re- sonríe, sino quien con más pasión, coraje
cuerda cómo pintó la valla Tom? y sinceridad afronta cada jornada.

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dista. ¿Qué crónicas redactaría? Entre


ANTES todos recordaremos los más importantes
acontecimientos de la historia de los Es-
tados Unidos en ese periodo. Cada uno
DE LA LECTURA elegirá el acontecimiento que más le
TRAVESÍA FLUVIAL atraiga y elaborará una crónica ilustrada
¿Qué clase de barco es el que aparece en del mismo.
la cubierta del libro? ¿Cómo funciona-
ba? ¿En qué época empezaron a surcar LAS AVENTURAS DE...
las aguas este tipo de navíos? ¿Por dónde «A través de los ojos de los personajes, el
navegaban? ¿A qué río de América aso- autor nos ofrece la visión de una doble
cian su silueta? ¿En qué películas han realidad: la del mundo infantil, primiti-
visto tal embarcación? vo, que el lector adulto ya ha perdido, y
Tras responder entre todos a estas la del mundo adulto, confuso, ilógico,
cuestiones, cuando ya se sepa que Las asentado en unas convenciones que no
aventuras de Tom Sawyer tienen por so- resultan ser preferibles en ningún aspecto
noro testigo al río Misisipi, sugeriremos a los códigos de valor de un niño».
que lo busquen en el atlas y que identi- Leeremos estas palabras de la contra-
fiquen por dónde discurre su curso, por portada y se recordarán las trastadas que
qué ciudades pasa, qué afluentes tiene... cometieron los alumnos siendo niños.
¿Cómo interpretaban las reacciones de
MARK TWAIN los adultos ante ellas? Como resultado,
La vida de Mark Twain fue bien movida. cada uno elaborará un cómic sobre su
Tanto que se podría escribir una novela trastada más sonada que se titulará Las
sobre su existencia tan divertida como aventuras de...
cualquiera de las que él publicó. Pedire-
mos a los lectores que por grupos elabo- MIRANDO ATRÁS... CON GOZO
ren una reseña biográfica que incluya in- A los largo de estas páginas vamos a
formación sobre algunas de sus novelas. asistir a los juegos de Tom y de sus ami-
Después, pondremos en común los tra- gos. ¿A qué jugaban los lectores? ¿Qué
bajos para reunir la mayor cantidad de cómics leían? ¿Qué pedían como regalo
información posible sobre el autor del li- de fin de curso?
bro que estamos a punto de comenzar. Conversaremos sobre todo ello y des-
pués escribirán un pequeño relato en el
REPORTERO IMPERTINENTE que aparezca el juguete que más estima-
Mark Twain vivió entre 1835 y 1910, ron de cuantos tuvieron o que más de-
entre sus profesiones estuvo la de perio- searon y nunca llegaron a poseer.

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LA TIERRA DELEITOSA ños, a ser posible divertidas. Con ellas


«La colina Cardiff, más allá y por enci- realizaremos un montaje que se titulará
ma de la aldea, verdeaba de vegetación y «Los amigos de Tom Sawyer».
quedaba a suficiente distancia como para
semejar una Tierra Deleitosa encantada,
serena y tentadora». (Pág. 20).
¿Cómo imaginan la Tierra Deleitosa?
DESPUÉS
Cada uno reflejará su peculiar visión en DE LA LECTURA
un mural, que podrá realizarse como fo-
tomontaje, collage, etc.
ANTOLOGÍA LITERARIA
¡LUNES! En la introducción de la novela se citan a
«El lunes por la mañana siempre le pasa- Poe, Hawthorne, Melville, Washington
ba lo mismo, porque empezaba otra se- Irving, Fenimore Cooper y a Thoreau.
mana de lento sufrimiento en la escuela. Sugeriremos que busquen información
Normalmente empezaba ese día desean- sobre esos escritores y que seleccionen
do que no hubieran existido días de fies- fragmentos de sus escritos o relatos cor-
ta intermedios, pues el retorno al cauti- tos para formar entre todos una antolo-
verio y las cadenas resultaba así mucho gía de la literatura estadounidense del si-
más odioso». (Pág. 54). glo XIX.
¿Quién no se identifica con estas pala-
bras? ¿Qué podemos hacer para vencer RETRATO EN NEGRO SOBRE BLANCO
tan terrible prueba? Definirán entre to- A Mark Twain se le olvida describirnos
dos un decálogo con los consejos básicos con detalle a Tom Sawyer, solo sabemos
para que el lunes no acabe con el ánimo cómo va vestido en algunas ocasiones.
del más estudioso. Lo redactarán en una Pero ¿era alto o bajo?, ¿tenía los ojos
gran cartulina y lo ilustrarán con imáge- claros u oscuros?, ¿y el pelo?, ¿cómo era
nes alusivas a las recomendaciones. (Por su expresión cuando se enfadaba?, ¿y si
favor, que sean divertidas porque sin sen- estaba pensando?, ¿tenía la nariz chata o
tido del humor no hay quien llegue al respingona?, ¿y las orejas cómo eran,
martes). aparte de estar algo sucias?
Los lectores redactarán ese relato que
ÁLBUM DE FAMILIA no hizo el autor. Les recordaremos que
Este libro trata de la infancia, ese paraíso deben escribirlo con tanto sentido del
perdido que tenemos dentro de nosotros humor como pone el autor en su libro.
mismos. Para recordarla pediremos que Después, podrán poner en común su vi-
traigan fotos suyas de cuando eran ni- sión del inolvidable Tom.

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CAMBIO DE GÉNERO SAGRADA BIBLIA


Los episodios vividos por Tom o por La tía Polly cita la Biblia en muchas oca-
Huck en esta novela se prestan a trans- siones, lo cual era muy propio dentro de
formarse en divertidísimas páginas de te- entornos protestantes. El propio Mark
beo. Propondremos que elijan el capítulo Twain para el que si algo hay sagrado no
que más les guste y que lo transformen son los convencionalismos, se permite
en un cómic. utilizar expresiones bíblicas con cierta
guasa.
OCIO O NEGOCIO Sugeriremos que se fijen en los pasajes
«[...] el Trabajo consiste en lo que uno que aparecen en el libro y que busquen el
está obligado a hacer, y de que el Juego contexto del que se han sacado. A conti-
consiste en lo que uno no está obligado a nuación, les pediremos que integren esas
hacer [...]. Y esto le habría ayudado a u otras citas en relatos de su propia crea-
comprender por qué el confeccionar flo- ción. Pueden ser humorísticos, dramáti-
res artificiales o darle vueltas a una noria cos, realistas o fantásticos, según lo que
es un trabajo, mientras que derribar bo- tan antiguas frases les inspire.
los o escalar el Mont Blanc es solo una
diversión». (Pág. 26). EL RINCÓN DEL DISPARATE
Estas reflexiones aparecen justo des- «– [...] Los nombres de los dos primeros
pués del memorable pintado de la valla discípulos son...
de la casa de tía Polly. Las aprovechare- – ¡DAVID Y GOLIAT!». (Pág. 46).
mos para debatir con los alumnos asun- Desde luego este disparate fue mayús-
tos relacionados con el trabajo, el ocio, culo, como las letras con que lo escribe
el deber y las aficiones. Podemos propo- Mark Twain. ¿Qué barbaridades han
ner cuestiones como: contestado alguna vez en un examen o
– ¿Cuáles son vuestras aficiones? trabajo de clase? Pondremos las anécdo-
– ¿Cuántas horas les dedicáis? tas en común —seguro que pasamos un
– ¿Por qué tanto tiempo y a veces tantas buen rato— y después cada uno redacta-
molestias se toman con agrado? rá la suya con gracia y con todas forma-
– ¿En qué os gustaría trabajar? remos un divertido «manual escolar del
– ¿En qué no os gustaría trabajar en ab- disparate».
soluto?
– Si el trabajo que hacemos nos gusta, TRADICIONES DESECHABLES
¿es lo mismo que el ocio? «Muchas veces, cuanto menos motivo
– Decían los filósofos clásicos que solo el hay para justificar una costumbre tradi-
ocio permite alcanzar la sabiduría, ¿qué cional, más difícil es deshacerse de ella».
opináis sobre esta máxima? (Pág. 49).

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¿De qué costumbres se desharían los llegan a estar presentes en sus funerales.
lectores? Antes de dar una opinión defi- ¿Qué epitafios podrían haber llevado sus
nitiva, será conveniente reflexionar entre tumbas? Que no duden en imitar el do-
todos: ¿Cuál es el origen de la costum- noso estilo del letrado Tom.
bre? ¿Qué función tendría en el pasado?
¿Qué dificultades causa en la actualidad? SUPERSTICIONES
¿Qué tradiciones convendría mantener? Tanto Tom como el resto de sus amigos
¿Por qué otras se sustituirían las costum- son terriblemente supersticiosos. Recopi-
bres «derogadas»? laremos, entre todos, en un folleto todas
las supersticiones y encantamientos que
REVISTA MÉDICA aparecen en la novela y añadiremos otras
«Estaba suscrita a todas las publicacio- que conozcamos. ¿Creen en ellas los lec-
nes sobre “salud” y fraudes frenológicos, tores?
y la solemne ignorancia que exhalaban
todas ellas le era tan necesaria como el LADRONES DE CADÁVERES
aire que respiraba». (Págs. 105 y 106). En el capítulo noveno, Tom y Huck asis-
La tía Polly martiriza a Tom con cuan- ten a un macabro robo en el cementerio.
to remedio nuevo conoce. No hay conse- Es uno de los momentos más importan-
jo de revista que desperdicie. ¿Podríamos tes de la narración y en él a la sonrisa se
reconocer esa actitud en la actualidad? une un cierto estremecimiento, no exento
¿Qué hay de todos esos tratamientos in- de placer; en ello radica la aventura,
falibles anunciados en la televisión y en como saben los dos pillastres. Propon-
las revistas? Para adelgazar, para las dremos a los jóvenes que partiendo del
arrugas, para el pelo, para los dolores... tema del robo de cuerpos escriban un
Pediremos a los alumnos que recorten cuento verdaderamente terrorífico.
publicidad de ese tipo o que graben
anuncios de televisión. Después, los ana-
lizaremos entre todos y como conclusión
elaboraremos unos consejos, en lo posi-
ble rigurosos, para mejorar nuestra salud
y estar atentos ante los fraudes.

EPITAFIOS
¿Qué niño no imaginó su muerte para
ver a sus padres arrepentidos ante su
cuerpecillo inerte? Casi todos. Mark
Twain se atreve a contarlo y Tom y Huck

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