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Ensayo Sobre La Independencia en El Peru
Ensayo Sobre La Independencia en El Peru
VENDULA KRATOCHVÍLOVÁ
Doc. PhDr. Jan Klíma
12.6.1986 3 curso, segundo ciclo Slámova 27, Prachatice, 38301 (+ 420) 602 864 820
(+34)652 209 478 Vendula.kratochvilova@gmail.com
er
Consiento que el presente trabajo pueda ser difundido entre las distintas
universidades de la República Checa y de los países Iberoamericanos, así como en la
página web oficial y otros medios que el Jurado del Premio Iberoamericano considere
pertinentes. Vendula Kratochvílová ………………………………………..
Antes de empezar…
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INTRODUCCIÓN Han pasado más de dos cientos años desde que surgieron los primeros
movimientos independentistas en Hispanoamérica. En Perú, el proceso de la
emancipación lo tenían los propios peruanos dirigidos por los criollos que jugaban
el papel de los “ideólogos”, ayudados al final por los caudillos militares de los
países vecinos que contribuyeron a materializar la acción empezada por el pueblo
peruano. Esta tesis ha sido defendida por ejemplo por el historiador Virgilio Roel,
que procura destacar la participación indígena en la independencia y recientemente
por Scarlett O´Phelan Godoy, historiadora peruana reconocida a nivel internacional,
que ha enfocado su investigación en las grandes rebeliones indígenas y movimientos
sociales del siglo XVIII los cuales considera parte del proceso de la
emancipación.5
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Una teoría crítica hacia la anterior es representada inicialmente por la obra de
Heraclio Bonilla y de Karen Spalding: La independencia en el Perú: las palabras y
los hechos. Este estudio de la historia fue tomado desde una perspectiva distinta,
con el objetivo de demostrar que la independencia de Perú fue más bien concedida
que obtenida. Según esta versión “no oficial” o “no tradicional”, la independencia
no fue un proceso nacional, un resultado de la toma de conciencia colectiva por la
mayoría de los peruanos, sino que fue un proceso surgido por objetivos meramente
políticos en el que no participaron las masas populares de Perú. Según afirman
estos autores, la sociedad del Perú colonial carecía de una identidad unificadora
típica para los estados nacionales. En el Perú no existía una nación, dicen, y por
lo tanto la independencia no podía ser un resultado de una decisión conjunta. Al
mismo tiempo estos historiadores denuncian la tesis “oficial” por manipular la
historia con el objetivo de crear una conciencia de nacionalidad peruana: “Su
función: legitimar el presente a través de la manipulación del pasado; intentar
fundar inapropiadamente las bases históricas de la nacionalidad peruana e impedir
la crítica histórica de los problemas del presente.” (Bonilla, Spalding 1972: 16)
Estas dos teorías opuestas encendieron un debate apasionado a cerca de la
independencia del Perú, que permanece hasta los días de hoy. Para poder llegar a
una conclusión propia, es necesario presentar los acontecimientos históricos.
Empecemos entonces por elaborar un retrato de la sociedad y de la economía peruana
antes de la independencia.
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CONTEXTO
INICIAR LA EMANCIPACIÓN
al Imperio. El auge de estas reformas fue la época de Carlos III, sobre todo entre
los años 1776 y 1787, empezando con la expulsión de los jesuitas y continuando por
las medidas administrativas y fiscales. Éstas fueron, como señala Cajías de la Vega
(2001: 331), sin duda las que causaron mayor irritación entre la población de las
colonias9. Otra de las reformas fundamentales era la creación del comercio libre
dentro del sistema colonial. Esta medida favoreció regiones como Buenos Aires y
Caracas10, sin embargo para Perú significó el fin de su posición privilegiada entre
las demás colonias y esta fue la causa de la caída de su producción interna, la que
vulneró a grupos ligados a la
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se empezaron a movilizar los criollos creando Juntas13, según el ejemplo de España,
jurando la lealtad a Fernando VII, pero a la vez exponiendo las exigencias de los
criollos, lo que les llevó a un conflicto con la administración colonial instalada
anteriormente. La situación en Perú fue distinta. En el virreinato no se llegaron a
formar Juntas, es más, la represión de los movimientos (el de La Paz y de Quito)
fue ejercida desde el propio Perú. Durante la lucha contra los franceses España
crea una alianza con Gran Bretaña, que gana de esa manera un acceso fácil a los
mercados de las colonias. Al retornar al trono, prohibió Fernando VII la
Constitución liberal y restableció el absolutismo en espera de recuperar las
colonias, lo que ya no fue posible dada la profunda debilidad del estado español.
LAS REBELIONES Una vez explicado el contexto histórico, económico y social, pasemos
ahora al tema de las rebeliones anteriores a la proclamación de la Independencia
del Perú. Nos fijaremos sobre todo en el origen social de las rebeliones y sus
posibles impactos en la lucha por la independencia. Durante el siglo XVIII se
registraron como mínimo 140 levantamientos, la mayoría de ellos de origen indio
(Lynch 1976: 164). La más conocida surgió en respuesta a las reformas borbónicas en
1780, conocida por el nombre de su líder, cacique indígena Túpac Amaru II14. Esta
rebelión se extendió rápidamente por el sur del Perú y más tarde también en las
provincias del Alto Perú. Este movimiento careció
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Jorge Basadre desarrolla una breve pero interesante comparativa de Túpac Amaru y
Pumacahua. La rebelión de Túpac Amaru la critica por su identidad con los
levantamientos indígenas anteriores que como dice, “son venganzas colectivas,
productos de la desesperación, estallidos locos, regionales o locales, antiurbanos,
anticriollos; en el fondo pese a la visión de dos o tres hombres admirables
rebeldías contra la civilización”. En cambio a Pumacahua lo describe como “el indio
que no se aleja de los criollos sino que se identifica con ellos, el indio que
asimila los usos, la técnica de la civilización sin desmedro de su dignidad
racial”. (Basadre 1931,1978: 121) Por otro lado Alberto Flores Galindo, otro
historiador apreciado cuya opinión describe Carlos Contreras, “vio en la rebelión
tupacamarista una alternativa más nacional que en cualquier otro proyecto criollo”.
(Contreras 2008: 22) 11
Spalding, Paredes, Lynch), la mayor razón por la que entraron las tropas del San
Martín y después las de Bolívar en el virreinato. La independencia fue proclamada
en 1821, pero se puso el fin a la resistencia realista en Ayacucho en 1824. Son
bien conocidos los acontecimientos clave del proceso libertador en Perú, por lo
tanto nos enfocaremos en la participación de los varios sectores sociales en las
luchas. La élite limeña se resistía a San Martín pensando que manteniéndose fiel a
la corona tenía mucho más que ganar, hasta que el virrey decidió escapar18 y
entonces los criollos limeños cedieron. Sin embargo, su participación en el
movimiento emancipador era baja. Sierra Central, por contrario, se organizaban
fuerzas guerrilleras para prestarle apoyo a San Martín. (Bonilla, Spalding 1972:
52) Estos grupos guerrilleros conocidos como montoneros que operaban en el centro
del Perú entre 1821 y 1824 eran, como señala Lynch (1976: 179), criollos y mestizos
de clase media en busca de venganza por el daño que les hicieron los realistas en
sus propiedades y a ellos se unieron delincuentes y bandidos. No podemos entonces
identificar estos movimientos como fuerzas meramente populistas, aunque como
señalan Bonilla y Spalding, “por lo menos uno de los líderes de la banda de
guerrillas de la Sierra Central, Ignacio Quispe Ninavilca, fue indio.” (Bonilla,
Spalding 1972: 53) Sin embargo, en contraste con el siglo XVIII, no se registraron
movilizaciones populares en 1821. Las razones podrían ser varias. Primera, que los
indígenas, sobre todo los de la sierra, no se identificaron con los libertadores.
Segunda, ni San Martín ni Bolívar insistían en la adhesión de los indígenas y de
las clases oprimidas, quizás por la experiencia del levantamiento popular en Haití.
Las masas populares eran reclutadas
18
Después de la capitulación del virrey Pezuela fue asignado en enero 1821 un nuevo
jefe del virreinato, el general José de la Serna. Después de unas conferencias
fracasadas, en las que San Martín pidió el reconocimiento de la Independencia del
Perú, de la Serna abandonó Lima con todo su ejército. Como nueva sede de su
gobierno eligió la antigua capital inca, Cuzco. 12
por la fuerza, el engaño o las promesas tanto por los libertadores, como por los
realistas para reforzar las tropas y obtener así la fuerza suficiente 19 . Como
expone Tulio Halperín, “estaba dispuesto también él (San Martín) a emplear el
siempre disponible descontento indio de la sierra”. (Halperín 1972: 103)
RESPONDIENDO Una vez expuestos los acontecimientos básicos sobre la situación en la
que se dio la independencia del Perú, podemos pasar a una reflexión sobre las dos
teorías presentadas anteriormente. La teoría “oficial” sustenta la tesis de la
independencia como resultado de una toma de conciencia colectiva por el Perú como
unidad. Esa afirmación significaría que el Perú actuase como un agente homogéneo,
es decir, como una nación. La teoría “no oficial” rebate esta tesis, exigiendo que
en el Perú de entonces no existía el nacionalismo. Examinando la situación del Perú
justo antes de la independencia podemos llegar a la conclusión que sí había
nacionalismo, pero a nivel de grupos separados. Existió un nacionalismo “indígena”,
que iba dejando rastro a través de todo el siglo XVIII y culminó con la rebelión de
Túpac Amaru, el nacionalismo “criollo” que al final encendió el foco de luchas por
la emancipación en el Perú, pero en ningún momento se trató de un nacionalismo
“peruano”, no llegó a existir un Perú fusionado tal como lo deseaba Basadre. Con
respecto a la participación popular en el proceso de la lucha por la independencia,
la tesis de Bonilla y Spalding afirma “el gran silencio de las masas
19
A la gente de los pueblos y de las ciudades de la sierra se les exigía por parte
del ejército libertador que proporcionaran una ayuda económica para la causa
patriota – alimentos, ganado y también personal. Después de la guerra por la
emancipación quedaron tanto las zonas rurales como las urbanas devastadas y
agotadas.
13
populares”. Sin embargo hay que tener en cuenta los numerosos movimientos indígenas
del siglo XVIII y también la participación popular en la rebelión del Cuzco del
1814. Como opina el historiador Fernando Silva Santisteban, “el deseo y los
esfuerzos por liberarse de la dominación hispánica estuvieron presentes desde el
momento mismo de la conquista y se manifiesta a lo largo de todo el coloniaje en
innumerables formas de reacción”. (Paredes 2006: 10) El problema de las rebeliones
indígenas era que carecían de una visión a largo plazo y de una organización sólida
para poder combatir al virreinato más poderoso política y militarmente de toda
Hispanoamérica. Puede que la tesis de Bonilla y Spalding de que los movimientos
indígenas del siglo XVIII no tenían relación con la independencia tal como se llevó
a cabo sea cierta, pero no se puede omitir un dato tan importante como la
existencia de un deseo de emancipación por parte de los indígenas y mestizos,
aunque probablemente no coincidía con el deseo criollo. Por lo tanto podemos
afirmar una vez más, que la tesis “oficial”, la cual toma la independencia como un
producto de la conciencia y movilización nacional, es errónea. Sin embargo, tampoco
me atrevo a apoyar la tesis de la “independencia concedida”, ya que ésta surgió
tanto del deseo de parte de los criollos de mantener su bienestar, como de la
necesidad de los libertadores de consolidar la independencia de toda la región
hispanoamericana. Al afirmar que los conceptos de independencia de los indígenas y
de los criollos en el Perú no coincidían, surge una pregunta interesante: ¿De qué
clase de independencia estamos hablando? La visión “no oficial” considera que
La idea básica de San Martín era realizar la independencia del Perú por medio de
los españoles coronando a un príncipe español en el Perú independizado. El hecho de
poner en la frente del país una persona con conocimientos de política y dirección
del país debía de enseñarles a los peruanos como gobernar su nuevo estado. 21 Se
trataba de un apoyo no oficial por parte de los comerciantes, ya que Gran Bretaña
se había declarado neutral en la lucha entre las colonias y España. 15
20
económicamente por Gran Bretaña22 que necesitaba los recursos y el mercado del Perú
para intensificar su industria textil y debilitó así todavía más la frágil economía
del país.
Esta hegemonía de la Gran Bretaña fue reemplazada más adelante en el siglo veinte
por los Estados Unidos, lo que también afectó la economía peruana. El año 2009 fue
firmado el acuerdo del libre comercio entre el Perú y los EE.UU., lo cual puede
tener repercusiones sobre todo en el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas
que tienen el papel fundamental en el desarrollo del país, sobre todo de sus zonas
provinciales y rurales. 16
opinión, el proceso de la verdadera emancipación del Perú empezó a darse en el
siglo XX, cuando se empezaron a alejar las viejas supervivencias del pasado y los
prejuicios hacia las distintas partes de la sociedad peruana23 y me atrevo a decir
que este proceso perdura hasta los días de hoy.
Como fechas importantes resaltemos el año 1950 cuando se elimina la restricción del
voto femenino y el año 1979 se aprueba por la constitución el voto de los
analfabetos, es decir de la mayoría de los habitantes indígenas que se veían
excluidos hasta entonces de la toma de decisiones políticas.
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