ESPECIALISTA EN MEDICINA INTERNA. MÁSTER EN URGENCIAS MÉDICAS. PROFESOR ASISTENTE. CONCEPTO Este síndrome consiste fundamentalmente en la expulsión de sangre procedente de una lesión situada en el tracto digestivo, desde la boca hasta el ano. Tiene dos formas fundamentales de manifestarse: Bien como expulsión de sangre roja o negra por la boca en forma de vómito (hematemesis), o bien por el recto en forma de heces de color negruzco (melena) o roja (enterorragia), lo que depende de la localización de la hemorragia, pero sobre todo de su masividad y de otros factores asociados, como se ha señalado en el estudio de los síntomas hematemesis, melena y enterorragia. FISIOPATOLOGÍA Los mecanismos de producción fundamentales de un sangramiento son las lesiones de las arterias, las venas y los capilares, que permiten la salida de la sangre de los vasos en mayor o menor cantidad. Las lesiones vasculares más comunes son: ruptura, trombosis, embolia, exulceraciones, así como las lesiones parietales de los vasos y las neoformaciones vasculares. FISIOPATOLOGÍA Otros mecanismos posibles son los cambios en la presión intravascular y las alteraciones de los factores que intervienen en la coagulación de la sangre. DIAGNÓSTICO POSITIVO Como explicamos en el estudio de la hematemesis, el diagnóstico diferencial hay que hacerlo con la sangre procedente de otros órganos no dependientes del tracto digestivo, como son: −Epistaxis. −Hemoptisis. −Estomatorragia. DIAGNÓSTICO POSITIVO Epistaxis. Hemorragia que procede de las fosas nasales y puede ser expulsada por la boca. Hemoptisis. Síntoma respiratorio que consiste en la ex- pulsión de sangre espumosa, rutilante, acompañada de otros síntomas respiratorios. Estomatorragia. Sangre producida en la propia cavidad bucal, en cuyo caso, un rápido examen físico de la boca puede comprobarla. DIAGNÓSTICO POSITIVO El diagnóstico de hematemesis o de melena es habitualmente fácil, pero en los casos de sangramiento escaso hay que recurrir a métodos complementarios (determinación de sangre oculta) para diagnosticar este síndrome. Durante su paso por el intestino la sangre se hace más oscura y en ocasiones negra. Esta alteración del color de la sangre depende de varios factores como son: localización del sangramiento, cantidad del mismo y velocidad del tránsito intestinal. DIAGNÓSTICO POSITIVO El origen habitual de la melena es en la primera parte del duodeno o en las regiones proximales del yeyuno, aunque en ocasiones las hemorragias de la porción baja del intestino delgado o del colon derecho se acompañan también de heces de aspecto negruzco y no de sangre roja. DIAGNÓSTICO POSITIVO Si el tránsito intestinal es muy rápido, parte de la sangre de las heces será roja, como ocurre después de una hemorragia copiosa por úlcera duodenal. Se calcula que la presencia de solamente unos 60 mL de sangre libre en el tracto digestivo superior es suficiente para provocar una melena. CUADRO CLÍNICO El cuadro clínico dependerá de la cantidad de sangre expulsada, así pueden apreciarse mareos, vértigos, fatiga, palidez cutaneomucosa, taquicardia e incluso shock en los sangramientos masivos. La taquicardia y la palidez constituyen signos de gran valor para hacer el diagnóstico de una hemorragia aun antes de que esta se exteriorice. La epigastralgia y el ardor gástrico son síntomas que habitualmente acompañan a las úlceras gástricas y duodenales. CUADRO CLÍNICO Los signos físicos evidentes de una cirrosis hepática, como son hepatomegalia, esplenomegalia, ascitis, telangiectasias, ayudarán a pensar en el diagnóstico de várices esofágicas rotas. Las manifestaciones hemorrágicas (petequias, equimosis) en la piel, deben hacer pensar en discrasias sanguíneas con alteraciones de los factores de la coagulación. Los antecedentes de cólicos intestinales, constipación que alterna con diarreas y tenesmo rectal inducirán a pensar en lesiones ileales o colorrectales. EXÁMENES COMPLEMENTARIOS Hoy día el método complementario más eficaz para el diagnóstico de un sangramiento digestivo alto es la endoscopia digestiva (esofagogastroduodenoscopia), que puede practicarse de urgencia si el estado físico del paciente lo permite. En los sangramientos bajos puede utilizarse la rectosigmoidoscopia o la colonoscopia. EXÁMENES COMPLEMENTARIOS Los estudios radiológicos contrastados de esófago, estómago, duodeno, yeyuno, íleon y colon, son de poca utilidad en la fase aguda, pero pueden emplearse en el diagnóstico de úlceras, divertículos, várices esofágicas, pólipos o tumores cuando no se dispone de un servicio de endoscopia. Otro estudio radiológico que también resulta útil es la arteriografía selectiva de la mesentérica superior o de la inferior, que permite en ocasiones localizar el sitio del vaso sangrante. Este método tiene su mejor indicación en las hemorragias masivas que impiden la realización de una endoscopia y en las lesiones yeyunoileales. ETIOLOGÍA 1. Enfermedades de la boca y de la faringe. Úlceras y tumores de la boca, la faringe y las amígdalas, traumatismo e infecciones estreptocócicas, gingivitis, várices de la base de la lengua, etcétera. 2. Enfermedades del esófago. Várices esofágicas, esofagitis, úlceras esofágicas, tumores benignos y malignos del esófago, divertículos, síndrome de Mallory-Weiss, etcétera. ETIOLOGÍA 3. Enfermedades del estómago y del duodeno. Úlceras gástrica y duodenal, gastritis agudas y crónicas, gastritis erosivas, tumores benignos y malignos, hernia del hiatus diafragmático, traumatismos, cuerpos extraños, prolapso de la mucosa gástrica en el duodeno, divertículos, ruptura de un vaso esclerótico, duodenitis aguda, etcétera. ETIOLOGÍA 4. Enfermedades de las vías biliares (hemobilia). La he- morragia dentro del tracto biliar recibe el nombre de hemobilia. Esta puede producirse por enfermedades intrahepáticas o extrahepáticas. Dentro de las intrahepáticas la causa más frecuente es el traumatismo hepático no penetrante, que da lugar a la formación de un hematoma, el cual se drena hacia el árbol biliar. Entre las causas extrahepáticas la más frecuente es el aneurisma de la arteria hepática. La neoplasia de la ampolla de Vater (ampuloma) puede originar sangramiento digestivo. ETIOLOGÍA
5. Enfermedades del intestino delgado. Tumores benignos,
entre ellos los hemangiomas, producen con frecuencia sangramientos de difícil diagnóstico, úlceras del yeyuno o el íleon, divertículo de Meckel, enteritis regional, enterocolitis hemorrágica aguda, trombosis mesentérica, así como vólvulo e invaginaciones intestinales. 6. Enfermedades del colon y del recto. Tumores benignos (pólipos, hemangiomas), tumores malignos, diverticulitis o diverticulosis, colitis ulcerativa, afecciones parasitarias (amebas), hemorroides, fisuras y cuerpos extraños en el recto. ETIOLOGÍA 7. Enfermedades de la sangre (hemopatías) y de los vasos sanguíneos. Muchas discrasias sanguíneas pueden acompañarse en ocasiones de sangramiento digestivo. Entre ellas citaremos las siguientes: policitemia vera, leucemias y linfomas, púrpura trombocitopénica, hemofilia, etcétera. Entre las enfermedades de los vasos sanguíneos una causa no frecuente de sangramiento digestivo es la telangiectasia hemorrágica hereditaria (enfermedad de Rendu-Osler). 8. Otras enfermedades. Otras afecciones capaces de producir un sangramiento digestivo en un momento dado de su evolución, son: amiloidosis, mieloma múltiple, uremia, shock, etcétera.
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