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HEMORRAGIA DIGESTIVA

PROFESOR: MsC. DR. LEONARDO CAMEJO ROVIRALTA


ESPECIALISTA EN MEDICINA INTERNA.
MÁSTER EN URGENCIAS MÉDICAS.
PROFESOR ASISTENTE.
CONCEPTO
Este síndrome consiste fundamentalmente en la
expulsión de sangre procedente de una lesión situada
en el tracto digestivo, desde la boca hasta el ano.
Tiene dos formas fundamentales de manifestarse: Bien
como expulsión de sangre roja o negra por la boca en
forma de vómito (hematemesis), o bien por el recto en
forma de heces de color negruzco (melena) o roja
(enterorragia), lo que depende de la localización de la
hemorragia, pero sobre todo de su masividad y de otros
factores asociados, como se ha señalado en el estudio
de los síntomas hematemesis, melena y enterorragia.
FISIOPATOLOGÍA
Los mecanismos de producción fundamentales
de un sangramiento son las lesiones de las
arterias, las venas y los capilares, que permiten
la salida de la sangre de los vasos en mayor o
menor cantidad.
Las lesiones vasculares más comunes son:
ruptura, trombosis, embolia, exulceraciones,
así como las lesiones parietales de los vasos y
las neoformaciones vasculares.
FISIOPATOLOGÍA
Otros mecanismos posibles son los cambios en
la presión intravascular y las alteraciones de los
factores que intervienen en la coagulación de la
sangre.
DIAGNÓSTICO POSITIVO
Como explicamos en el estudio de la
hematemesis, el diagnóstico diferencial hay que
hacerlo con la sangre procedente de otros
órganos no dependientes del tracto digestivo,
como son:
−Epistaxis.
−Hemoptisis.
−Estomatorragia.
DIAGNÓSTICO POSITIVO
Epistaxis. Hemorragia que procede de las fosas nasales
y puede ser expulsada por la boca.
Hemoptisis. Síntoma respiratorio que consiste en la ex-
pulsión de sangre espumosa, rutilante, acompañada de
otros síntomas respiratorios.
Estomatorragia. Sangre producida en la propia cavidad
bucal, en cuyo caso, un rápido examen físico de la boca
puede comprobarla.
DIAGNÓSTICO POSITIVO
El diagnóstico de hematemesis o de melena es
habitualmente fácil, pero en los casos de
sangramiento escaso hay que recurrir a métodos
complementarios (determinación de sangre
oculta) para diagnosticar este síndrome.
Durante su paso por el intestino la sangre se
hace más oscura y en ocasiones negra. Esta
alteración del color de la sangre depende de
varios factores como son: localización del
sangramiento, cantidad del mismo y velocidad
del tránsito intestinal.
DIAGNÓSTICO POSITIVO
El origen habitual de la melena es en la primera
parte del duodeno o en las regiones proximales
del yeyuno, aunque en ocasiones las
hemorragias de la porción baja del intestino
delgado o del colon derecho se acompañan
también de heces de aspecto negruzco y no de
sangre roja.
DIAGNÓSTICO POSITIVO
Si el tránsito intestinal es muy rápido, parte de la
sangre de las heces será roja, como ocurre
después de una hemorragia copiosa por úlcera
duodenal.
Se calcula que la presencia de solamente unos
60 mL de sangre libre en el tracto digestivo
superior es suficiente para provocar una
melena.
CUADRO CLÍNICO
El cuadro clínico dependerá de la cantidad de sangre
expulsada, así pueden apreciarse mareos, vértigos, fatiga,
palidez cutaneomucosa, taquicardia e incluso shock
en los sangramientos masivos. La taquicardia y la
palidez constituyen signos de gran valor para hacer el
diagnóstico de una hemorragia aun antes de que esta se
exteriorice.
La epigastralgia y el ardor gástrico son síntomas que
habitualmente acompañan a las úlceras gástricas y
duodenales.
CUADRO CLÍNICO
Los signos físicos evidentes de una cirrosis hepática,
como son hepatomegalia, esplenomegalia, ascitis,
telangiectasias, ayudarán a pensar en el diagnóstico de
várices esofágicas rotas.
Las manifestaciones hemorrágicas (petequias, equimosis)
en la piel, deben hacer pensar en discrasias sanguíneas
con alteraciones de los factores de la coagulación.
Los antecedentes de cólicos intestinales, constipación
que alterna con diarreas y tenesmo rectal inducirán a
pensar en lesiones ileales o colorrectales.
EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
Hoy día el método complementario más eficaz
para el diagnóstico de un sangramiento
digestivo alto es la endoscopia digestiva
(esofagogastroduodenoscopia), que puede
practicarse de urgencia si el estado físico del
paciente lo permite. En los sangramientos bajos
puede utilizarse la rectosigmoidoscopia o la
colonoscopia.
EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
Los estudios radiológicos contrastados de esófago,
estómago, duodeno, yeyuno, íleon y colon, son de poca
utilidad en la fase aguda, pero pueden emplearse en el
diagnóstico de úlceras, divertículos, várices esofágicas,
pólipos o tumores cuando no se dispone de un servicio
de endoscopia. Otro estudio radiológico que también
resulta útil es la arteriografía selectiva de la
mesentérica superior o de la inferior, que permite en
ocasiones localizar el sitio del vaso sangrante. Este
método tiene su mejor indicación en las hemorragias
masivas que impiden la realización de una endoscopia y
en las lesiones yeyunoileales.
ETIOLOGÍA
1. Enfermedades de la boca y de la faringe. Úlceras
y tumores de la boca, la faringe y las amígdalas,
traumatismo e infecciones estreptocócicas,
gingivitis, várices de la base de la lengua, etcétera.
2. Enfermedades del esófago. Várices esofágicas,
esofagitis, úlceras esofágicas, tumores benignos y
malignos del esófago, divertículos, síndrome de
Mallory-Weiss, etcétera.
ETIOLOGÍA
3. Enfermedades del estómago y del duodeno.
Úlceras gástrica y duodenal, gastritis
agudas y crónicas, gastritis erosivas, tumores
benignos y malignos, hernia del hiatus
diafragmático, traumatismos, cuerpos extraños,
prolapso de la mucosa gástrica en el duodeno,
divertículos, ruptura de un vaso esclerótico,
duodenitis aguda, etcétera.
ETIOLOGÍA
4. Enfermedades de las vías biliares (hemobilia). La he-
morragia dentro del tracto biliar recibe el nombre de
hemobilia. Esta puede producirse por enfermedades
intrahepáticas o extrahepáticas. Dentro de las
intrahepáticas la causa más frecuente es el traumatismo
hepático no penetrante, que da lugar a la formación de
un hematoma, el cual se drena hacia el árbol biliar. Entre
las causas extrahepáticas la más frecuente es el
aneurisma de la arteria hepática. La neoplasia de la
ampolla de Vater (ampuloma) puede originar
sangramiento digestivo.
ETIOLOGÍA

5. Enfermedades del intestino delgado. Tumores benignos,


entre ellos los hemangiomas, producen con frecuencia
sangramientos de difícil diagnóstico, úlceras del yeyuno o
el íleon, divertículo de Meckel, enteritis regional,
enterocolitis hemorrágica aguda, trombosis mesentérica,
así como vólvulo e invaginaciones intestinales.
6. Enfermedades del colon y del recto. Tumores benignos
(pólipos, hemangiomas), tumores malignos, diverticulitis o
diverticulosis, colitis ulcerativa, afecciones parasitarias
(amebas), hemorroides, fisuras y cuerpos extraños en el
recto.
ETIOLOGÍA
7. Enfermedades de la sangre (hemopatías) y de los vasos
sanguíneos. Muchas discrasias sanguíneas pueden acompañarse
en ocasiones de sangramiento digestivo. Entre ellas citaremos las
siguientes:
policitemia vera, leucemias y linfomas, púrpura
trombocitopénica, hemofilia, etcétera. Entre las
enfermedades de los vasos sanguíneos una causa no
frecuente de sangramiento digestivo es la telangiectasia
hemorrágica hereditaria (enfermedad de Rendu-Osler).
8. Otras enfermedades. Otras afecciones capaces de producir un
sangramiento digestivo en un momento dado de su evolución,
son: amiloidosis, mieloma múltiple, uremia, shock, etcétera.

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