Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
0-S1532338210002368
Journal of Evidence-Based Dental Practice, 2011-03-01, Volumen 11, Número 1, Páginas 18-20, Copyright ©
2011
Crítico
Clemencia M. Vargas, DDS, PhD
Propósito / Pregunta
La primera parte de esta revisión sistemática aborda la efectividad de los
suplementos de flúor para prevenir la caries en niños de 0 a 16 años. La segunda
parte aborda si los suplementos de flúor producen fluorosis.
Fuente de financiación
Parcialmente financiado por el Consejo de Asuntos Científicos de la Asociación
Dental Americana (ADA).
Nivel de evidencia
Nivel 2: evidencia de calidad limitada, orientada al paciente
Resumen
Criteria de selección
(1) Suplementos de flúor y caries: Se realizaron búsquedas en cuatro bases de
datos-MEDLINE, Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados, OVID y
EMBASE-para estudios publicados en inglés hasta junio de 2006 sobre la
efectividad de los suplementos de flúor para prevenir la caries. Para ser incluidos,
los estudios debían ser longitudinales con grupos experimentales y de control, la
intervención debía centrarse en los suplementos de fluoruro y los grupos de control
no deberían haber recibido ninguna forma de fluoruro sistémico. Se excluyeron
diseños no aleatorizados. Se identificaron un total de 911 artículos sobre la
efectividad de los suplementos de flúor; de ellos, 20 informes sobre 12 ensayos
clínicos se incluyeron en la revisión sistemática. (2) suplementos de flúor y
fluorosis: 1 Teniendo en cuenta que la estrategia de búsqueda es vital para cualquier
revisión sistemática, es decepcionante que ni siquiera se haya presentado un
resumen de la estrategia utilizada en esta publicación. El tipo de estudios incluidos
fueron estudios transversales, de casos y controles o de cohortes. Esta revisión
sistemática incluyó 5 informes en los que se determinó el riesgo de fluorosis
asociado con el uso de suplementos de flúor.
Resultados principales
Veinte informes de 12 ensayos clínicos se incluyeron en el análisis de suplementos
de flúor y caries, y se incluyeron 5 informes en el análisis de suplementos de flúor y
fluorosis. Los autores clasificaron los estudios sobre los suplementos de fluoruro y
la caries según una escala de sesgo modificada. Todos los estudios se clasificaron
como con un grado de sesgo moderado o alto.
La mayoría de los estudios que incluyeron niños desde el nacimiento hasta los 6
años de edad encontraron que los niños que ingerían suplementos de flúor tenían
una DMFS media menor que los niños que no ingerían suplementos de flúor. Un
estudio de niños de 3 a 5 años de edad que incluyó 4 grupos experimentales no
encontró una diferencia entre los grupos que recibieron suplementos de fluoruro y
el grupo que recibió 0.025% de dentífrico fluorado. La mayoría de los estudios que
incluyeron niños en edad escolar mostraron una diferencia en el DMFS de niños
que recibieron suplementos de flúor y niños que no recibieron suplementos de
flúor.
Los 5 estudios que analizaron la fluorosis encontraron una fuerte asociación entre
la ingestión de suplementos de flúor y la fluorosis. También descubrieron que el
riesgo de fluorosis aumentaba con cada año adicional de ingestión de suplementos.
Conclusiones
Los autores concluyeron que hay evidencia débil e inconsistente para determinar
que los suplementos de flúor pueden prevenir eficazmente la caries en los dientes
temporales. Sin embargo, existe una fuerte evidencia de que los suplementos de
flúor pueden prevenir la caries en los dientes permanentes. El uso de suplementos
de flúor se asoció con un alto riesgo de fluorosis leve a moderada.
Comentario y análisis
Esta revisión sistemática se realizó para determinar si los suplementos de flúor
ingeridos por niños menores de 16 años previenen la caries y producen
fluorosis. Un total de 20 informes se originaron de 12 ensayos clínicos sobre
suplementos de flúor y caries, y 5 informes sobre suplementos de flúor y fluorosis
se incluyeron en esta revisión. No se intentó utilizar los resultados de los estudios
para realizar un metanálisis sobre la prevención de la caries; un metanálisis para la
fluorosis se publicó en otro lugar. 1
Referencias
1. 1 . Ismail AI y Bandekar RR: suplementos de flúor y fluorosis: un metanálisis. Community Dent
Oral Epidemiol 1999; 27: pp. 48-56 Ver en el Artículo | Cross Ref.
Journal of Evidence-Based Dental Practice, 2008-03-01, Volumen 8, Número 1, Páginas 15-16, Copyright ©
2008 Elsevier Inc.
Nivel de evidencia
Fuerza de la Recomendación no necesaria.
Propósito / Pregunta
Para investigar la prevalencia y la gravedad de la fluorosis dental, y la aparición de
caries dental, entre los niños de 12 años de áreas con alto y bajo contenido de flúor
en Lituania.
Fuente de financiación
Información no disponible.
Tipo de estudio / diseño
Estudio retrospectivo de cohortes
Resumen
Asignaturas
La población objetivo eran niños en edad escolar de 12 años que eran residentes de
por vida de Klaipeda (un área con alto contenido de flúor, 1.7-2.2 ppm) y Kaunas
(un área con bajo contenido de flúor, 0.16-0.18 ppm). El tamaño total de la muestra
fue de 600 sujetos, 301 de Klaipeda y 299 de Kaunas. En Klaipeda, 8 de 23 escuelas
secundarias, y en Kaunas, 8 de 30 fueron seleccionados intencionalmente para
cubrir la región. De cada escuela, 2 clases fueron seleccionadas al azar. Todos los
niños de las clases seleccionadas se inscribieron en el estudio. Los datos fueron
recolectados entre noviembre de 1997 y marzo de 1998.
Exposición
Concentración natural de flúor en el agua potable.
Resultados principales
La prevalencia de fluorosis dental fue del 66% en el área con alto contenido de flúor
en comparación con el 4% en el área con bajo contenido de flúor ( p <0,001). Los
dientes cariados, perdidos y llenos (CPOD) en el área con alto contenido de flúor
fueron 2.0 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 1.8, 2.3) en comparación con 3.5
(IC 95%: 3.2, 3.8) en el área con bajo contenido de flúor ( P <.001).
Conclusiones
Un nivel más alto de flúor en el agua potable se asocia con una mayor prevalencia y
gravedad de la fluorosis dental. Aunque la prevalencia de caries dental fue
significativamente mayor en el área con bajo contenido de flúor en comparación
con el área con alto contenido de flúor, todavía es alta en ambas áreas, lo que
sugiere la necesidad de medidas preventivas contra la caries.
Comentario y análisis
En este estudio, los autores investigaron la prevalencia de la fluorosis dental y la
caries dental a concentraciones de fluoruro de agua por encima de lo óptimo y por
debajo de lo óptimo. Los autores concluyeron que en el área de alto contenido de
flúor los niños tenían una mayor prevalencia y severidad de fluorosis dental y una
menor prevalencia de caries dental en comparación con el área de bajo flúor. Este
estudio, sin embargo, tiene varias limitaciones, incluyendo que la caries dental se
diagnosticó utilizando los criterios de la Organización Mundial de la Salud
(OMS). Con base en estos criterios, las etapas de caries que preceden a la cavitación
(es decir, lesiones cariosas tempranas) se codifican como sonido, lo que
generalmente conduce a la subestimación de la caries dental. Además de eso, los
autores no recopilaron información ni controlaron otros factores de riesgo que
podrían haber tenido impacto en la fluorosis y los resultados de la caries, como los
hábitos de higiene bucal, la dieta y el uso de otros fluoruros, como pasta dental con
flúor, suplementos de flúor y fórmulas infantiles. Aunque los autores mencionan
que un estudio reciente concluyó que el 41% de las niñas y el 35% de los niños en
Lituania se cepillan los dientes más de una vez al día, no recopilaron ninguna
información sobre los hábitos de higiene oral en los sujetos del estudio. En estudios
que involucran fluorosis y caries, la confiabilidad de los datos es una
preocupación; sin embargo, en el estudio actual no se evaluó la confiabilidad, ya
que no se realizaron exámenes dentales duplicados para evaluar la confiabilidad del
examinador interno, lo que aumenta la posibilidad de un sesgo de clasificación
errónea. Además, solo se realizaron análisis univariados y bivariados en este
estudio. El análisis multivariado que controló los factores de confusión hubiera
sido más útil.
El Diario de la Asociación Dental Americana (JADA), 2009-07-01, Volumen 140, Número 7, Páginas 855-862,
Copyright © 2009 American Dental Association
Métodos
Los autores utilizaron datos de una encuesta del Instituto Nacional de
Investigación Dental sobre la salud bucal de los niños estadounidenses realizada en
1986 y 1987 para determinar la prevalencia de caries y superficies cariadas,
faltantes o llenas en los primeros molares permanentes derechos maxilares en
niños de 7 a 17 años de edad que tenían un historial de residencia única. (Hasta la
fecha, este es el único conjunto nacional de datos de salud bucal en los Estados
Unidos con información detallada sobre la exposición al fluoruro). Examinaron la
asociación entre la fluorosis del esmalte y la caries mediante análisis de regresión
logística, controlando los posibles factores de confusión en comunidades con agua
a nivel niveles óptimos de fluoración y en comunidades con agua no fluorada o
subóptimamente fluorada.
Resultados
Los primeros molares derechos maxilares permanentes con fluorosis presentaron
niveles de experiencia de caries inferiores a los de los molares normales. Los odds
ratios ajustados para la prevalencia de caries en molares con fluorosis fueron 0,71
(intervalo de confianza [intervalo] 95 por ciento, 0,56-0,89) en comunidades con
agua no fluorada o subóptimamente fluorada y 0,89 (IC 95 por ciento, 0,74-1,06)
en comunidades con agua o por encima de los niveles óptimos de fluoración.
Conclusión
Los hallazgos de este estudio sugieren que los molares con fluorosis son más
resistentes a la caries que los molares sin fluorosis.
Implicaciones clínicas
Los resultados resaltan la necesidad de que aquellos que consideran las políticas
relacionadas con la reducción de la exposición al flúor tomen en consideración los
beneficios preventivos de la caries asociados con las formas más leves de fluorosis
del esmalte.
El uso de flúor es la única medida práctica conocida para controlar la caries dental a nivel
de la población. Sin embargo, la ingestión de flúor durante el desarrollo de los dientes se
asocia con un mayor riesgo de desarrollo de fluorosis del esmalte. Considerando que la
fluorosis del esmalte no se considera un efecto adverso para la salud por parte de las
agencias nacionales, 12 el informe del Consejo Nacional de Investigación (NRC) de 2006
titulado Fluoruro en el agua potable: una revisión científica de los estándares de la EPA
recomendó que la fluorosis severa del esmalte se considere un efecto adverso para la
salud. 3 Esta recomendación de la NRC se basó principalmente en la conclusión de que la
hipótesis de una relación causal entre la fluorosis del esmalte severa y la caries es plausible,
y la evidencia de esto es mixta pero de apoyo. 3 Los autores del informe de la NRC, sin
embargo, consideraron el efecto de solo la fluorosis grave en la caries; se centró en los
estudios realizados en áreas en las que el nivel de flúor en el agua era mayor que el
óptimo; dientes normales excluidos sin fluorosis de su evaluación; y no consideró los
beneficios potenciales que confieren las formas más leves de fluorosis del esmalte en
términos de prevención de la caries dental.
Aunque las formas más leves de fluorosis generalmente no son perceptibles para los
laicos, 4 preguntas sobre la importancia clínica de la fluorosis del esmalte a menudo son
planteadas por los responsables de las políticas a medida que la demanda social de
apariencia estética agradable ha aumentado. 5 Una encuesta nacional de 2002 encontró
que la prevalencia de la fluorosis del esmalte (todos los niveles de gravedad combinados)
entre las personas de 6 a 19 años en los Estados Unidos había aumentado del 23 por ciento
en el período de la encuesta de 1986-1987 al 32 por ciento en 1999 -2002 período de
encuesta. 4 Cuando se estableció el nivel óptimo de flúor en el agua potable en los Estados
Unidos, se hizo para lograr la máxima protección de la caries con una cantidad mínima de
fluorosis del esmalte en la población. 6 En la década de 1950, se anticipó que alrededor del
10 por ciento de la población experimentaría formas más leves de fluorosis del esmalte con
la introducción de la fluoración del agua. 6 Esto se consideró una compensación adecuada,
ya que la caries dental fue una enfermedad muy extendida a principios del siglo XX 4 y una
relación inversa entre "dientes moteados" y caries fue evidente a partir de los estudios
ecológicos de Dean de la década de 1930. 7 Sin embargo, la cuestión de si la fluorosis del
esmalte podría tener algún efecto beneficioso en el ambiente estadounidense de baja caries
en la actualidad no se ha respondido adecuadamente. Por lo tanto, es importante
investigar la relación entre la fluorosis del esmalte y la caries dental para facilitar la
discusión con respecto a la compensación entre el beneficio y el riesgo de niveles
recomendados de exposición al flúor.
La asociación entre la fluorosis del esmalte y el riesgo de caries se ha investigado en
diferentes niveles de exposición al flúor: población, persona y diente. 89 Los estudios que se
centran en el análisis del nivel de los dientes son los más fuertes, 8 ya que la medición de la
exposición definida como la prevalencia de la fluorosis del esmalte a nivel de población y
de persona puede dar lugar a errores de clasificación errónea debido a la naturaleza
ecológica de dichas evaluaciones. Por lo tanto, evaluamos la asociación del nivel de los
dientes entre la fluorosis del esmalte y la caries dental en primeros molares permanentes
mediante el uso de los datos de una gran encuesta nacional.
Para analizar la asociación entre la fluorosis del esmalte y la caries dental a nivel
dental, centramos nuestro análisis en el primer molar derecho maxilar derecho
(diente n. ° 3) como variable de respuesta. Seleccionamos este diente como diente
índice por varias razones:
no hay diente primario anterior y, por lo tanto, no hay posibilidad de que un diente
primario pueda afectar (ya sea positiva o negativamente) la erupción y la formación
del primer molar permanente;
centrarse en los dientes en erupción tardía conduce a la exclusión de los niños más
pequeños y, por lo tanto, a un tamaño de muestra reducido.
A nivel dental, realizamos análisis bivariados que relacionan la DMFS media (de
aquí en adelante referida como "DMFS 3 promedio " para indicar el CPOS del diente
n. ° 3) y la prevalencia de caries en el diente índice (se refiere al porcentaje con
DMFS 3). > 0) para esmaltar la fluorosis y las posibles covariables, como la edad, el
sexo, la raza o la etnia, el contenido de fluoruro de agua, el estado metropolitano, la
región escolar y el estado del sellante. Además evaluamos la asociación entre la
fluorosis del esmalte y el DMFS 3 y la prevalencia de caries en el análisis bivariado,
que fue estratificado por el nivel de flúor en el agua de la escuela (los niveles
asignados fueron <0.3, 0.3 a <0.7, 0.7-1.2 y> 1.2 ppm). Exploramos la asociación
del nivel de los dientes entre la fluorosis del esmalte y la caries en el diente índice
usando el análisis de regresión logística, controlando los posibles factores de
confusión por separado para dos niveles de fluoruro en el agua (<0.7 ppm, nivel
subóptimo; ≥ 0.7 ppm, nivel óptimo o mayor). Como el DMFS 3 el recuento fue en
gran parte cero o uno, realizamos un análisis de regresión solo para la prevalencia
de caries. Además, solo alrededor del 3 por ciento de todos los dientes tenían más
de tres superficies cariadas afectadas. Utilizamos niveles de fluoruro de agua para
la estratificación para controlar la influencia de la exposición posteruptive al
fluoruro de agua. Debido a la incertidumbre asociada con la categoría de fluorosis
"cuestionable" de Dean, la excluimos en los análisis de regresión
logística. Examinamos los odds ratios ajustados (AORs) y la significación
estadística de la prueba para los coeficientes β y Wald Fpruebas. Usamos la versión
9.0.1 de SUDAAN (Research Triangle Institute, Research Triangle Park, NC) para
estimar las varianzas apropiadas para todos los análisis, incluidos el análisis
bivariable y las regresiones logísticas multivariables. Ponderamos los resultados
para ser representativos de la población de escolares de EE. UU. De acuerdo con los
pesos de muestreo proporcionados por el NIDR.
RESULTADOS
La Tabla 1 muestra las características de la muestra seleccionada según las variables
de estudio. La DMFS promedio de los dientes permanentes fue consistentemente
menor en los niños con fluorosis del esmalte en comparación con la de los niños sin
fluorosis del esmalte. La Tabla 2 (página 859) muestra la distribución de los
primeros molares derechos superiores permanentes de acuerdo con las variables de
estudio para la prevalencia de caries y la media de DMFS 3 . Se estima que el 35 por
ciento de los primeros molares derechos superiores permanentes tenían
experiencia de caries, y un promedio de 0.6 superficies por diente se vieron
afectados por la caries. Los molares sin fluorosis tuvieron un recuento mayor de
DMFS 3 y una prevalencia de caries más alta que los molares con fluorosis. El grado
de fluorosis exhibió una relación dosis-respuesta inversa tanto para la
DMFS 3media como para la prevalencia de caries. Cuando estratificamos los datos
con el nivel de flúor en el agua de la escuela, los molares sin fluorosis también
tuvieron mayor DMFS 3 y una mayor prevalencia de caries que los molares con
fluorosis (muy leve a grave), independientemente del nivel de flúor en el
agua. Otras variables asociadas con la prevalencia de caries y la media de
DMFS 3 en los primeros molares permanentes derechos maxilares fueron la edad, el
sexo, el estado metropolitano, la región escolar y el estado del sellante.
TABLA 1
Estimaciones ponderadas a nivel de niño de la prevalencia de caries y la media de CPRE * de
dientes permanentes, de acuerdo con las variables de estudio (n = 16.873). †
VARIABLE TAMAÑO DE CARIES PVALOR MEAN PVALOR
LA PREVALENCE % DMFS
MUESTRA (SE ‡ ) (SE)
Estado de la
fluorosis, según el
agua
Contenido de flúor
(partes por
millón) ¶
¶ Medido en muestras de agua tomadas de las escuelas de los sujetos. Total puede
no sumar N debido a la falta de datos.
TABLA 2
Estimaciones ponderadas del nivel de los dientes de la prevalencia de caries y la media de
DMFS 3 , * según las variables de estudio (n = 16.873). †
Estado de la
fluorosis, de
acuerdo con el
contenido de
fluoruro de agua
(partes por millón) ¶
¶ Medido en muestras de agua tomadas de las escuelas de los sujetos. Total puede
no sumar N debido a la falta de datos.
TABLA 3
Regresión logística para la prevalencia de caries en los primeros molares permanentes
superiores derechos en lugares con contenido de fluoruro no óptimo (<0.7 ppm * ) (n =
5.893). †
Normal 1.00
7–11 0.26
12–17 1.00
Sexo 0.75–1.02
VARIABLE AOR ‡ 95% INTERVALO DE CONFIANZA
Masculino 0.88
Hembra 1.00
Raza / Etnicidad
Metropolitano 1.13
No metropolitano 1.00
Región Escolar
Sellado ¶ 0.10
VARIABLE AOR ‡ 95% INTERVALO DE CONFIANZA
No sellado 1.00
CUADRO 4
Regresión logística para la prevalencia de caries en los primeros molares derechos superiores
permanentes en lugares con un contenido óptimo o superior de fluoruro de agua (≥ 0,7 ppm * )
(n = 4,745). †
Normal 1.00
7–11 0.25
12–22 1.00
Sexo 0.67–0.92
Masculino 0.79
Hembra 1.00
VARIABLE AOR ‡ 95% INTERVALO DE CONFIANZA
Raza / Etnicidad
Metropolitano 0.99
No metropolitano 1.00
Región Escolar
Sellado ¶ 0.19
No sellado 1.00
VARIABLE AOR ‡ 95% INTERVALO DE CONFIANZA
DISCUSIÓN
Nuestro análisis mostró que los primeros dientes molares permanentes con
fluorosis tenían una experiencia de caries más baja que los molares sin
fluorosis. Estos datos son consistentes con los de dos estudios previos realizados en
los Estados Unidos que demostraron que los dientes con fluorosis leve son más
resistentes a la caries. 89 Nuestro hallazgo de que incluso los molares con fluorosis
de moderada a grave tenían una menor prevalencia de caries que los dientes sin
fluorosis es consistente con lo informado por Eklund y colegas. 8 Por el contrario,
Driscoll y sus colegas 9 encontraron una mayor proporción de dientes con fluorosis
severa que se pudrieron o llenaron, un hallazgo que atribuyeron a picaduras de
dientes, manchas de dientes o ambos. Tales imperfecciones superficiales no están
presentes en los dientes con fluorosis leve.
Aunque los datos que evaluamos eran de fines de la década de 1980, creemos que la
asociación entre la fluorosis del esmalte y la caries que se encuentra en este estudio
todavía es aplicable al entorno actual. La caries dental en los niños ha disminuido,
pero todavía afecta al 68 por ciento de las personas entre 16 y 19 años, en
comparación con el 84 por ciento de las personas de 17 años en los años
ochenta. 412 A mediados de la década de 1980, los dentífricos que contenían flúor
representaban casi el 90 por ciento de todos los dentífricos vendidos en los Estados
Unidos. 12 Además, a finales de la década de 1980, era evidente el aumento de la
prevalencia de la fluorosis del esmalte en las comunidades con agua no fluorada o
subóptimamente fluorada. 1 Por lo tanto, es razonable suponer que todos los niños
en este estudio -los que viven en comunidades con fluoración de agua igual o
superior a los niveles óptimos, así como aquellos que viven en comunidades con
agua no fluorada o subóptimamente fluorada- fueron expuestos al flúor de fuentes
distintas al agua , al menos hasta cierto punto, como los niños de hoy son
generalmente. No pudimos utilizar encuestas nacionales más recientes porque no
contienen tales datos sobre exposiciones a fluoruros.
Se han tomado muchos pasos para reducir el consumo de flúor durante la primera
infancia con la intención de reducir la aparición de fluorosis del esmalte. 192021 La
preocupación expresada en el informe de la NRC sobre el potencial para un mayor
riesgo de desarrollo de caries asociado con formas severas de fluorosis del esmalte
es de interés académico en áreas con agua fluorada, porque la concentración
recomendada es de aproximadamente 1 miligramo por litro y la prevalencia de
fluorosis severa es prácticamente cero por debajo de 2 mg / l de flúor en agua. 3 La
aparición de un grado sustancial de fluorosis de moderada a grave en los dientes
permanentes anteriores supera cualquier beneficio adicional de protección en los
dientes posteriores y, por lo tanto, debe evitarse. Sin embargo, el efecto de la menor
experiencia de caries observada entre los dientes con fluorosis leve en el ahorro
general de los costos de atención médica podría ser sustancial. De acuerdo con
estos datos, la fluorosis en solo cuatro o cinco primeros molares permanentes en
una población puede estar asociada con un promedio de aproximadamente un
DMFS menos en esa población. Para producir el mismo efecto, uno debería sellar y
mantener los selladores en cuatro a quince primeros molares permanentes, un
proceso que costaría mucho más. 2223 Por lo tanto, cualquiera que formule una guía
con respecto a la reducción de la exposición al fluoruro debe tomar en
consideración la protección asociada con las formas más leves de la fluorosis del
esmalte.
CONCLUSIÓN
Los resultados de este estudio sugieren que los dientes con fluorosis eran más
resistentes a la caries en escolares estadounidenses que los dientes sin
fluorosis. Nuestros resultados destacan la necesidad de que aquellos que están
considerando políticas relacionadas con la reducción de la exposición al flúor
tomen en consideración los beneficios preventivos de la caries asociados con las
formas más leves de fluorosis del esmalte.
1 Cuando se escribió este artículo, la Dra. Iida era residente de salud pública dental,
Oficina de Salud Dental, Departamento de Salud del Estado de Nueva York, Albany. Ahora
es investigadora principal, Departamento de Epidemiología, Escuela de Salud Pública,
Universidad de Washington, Seattle.
2 El Dr. Kumar es el director de Oral Health Surveillance and Research, Bureau of Dental
Health, Departamento de Salud del Estado de Nueva York, Albany, y profesor asociado,
School of Public Health, University en Albany, State University of New York.
Referencias
1. 1 . Servicio de Salud Pública de los EE. UU. Y Comité para Coordinar la Salud Ambiental y
Programas Relacionados: Revisión de los Beneficios y Riesgos del Fluoruro: Informe del
Subcomité Ad hoc sobre Fluoruro del Comité para Coordinar la Salud Ambiental y Programas
Relacionados. Washington: Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU.,
Servicio de Salud Pública, 1991. Ver en el Artículo
2. 2 . Instituto de Medicina, Junta de Alimentos y Nutrición, y Comité Permanente sobre la
Evaluación Científica de ingestas de referencia dietéticas: fluoruro. En (eds): Instituto de
Medicina, Junta de Alimentos y Nutrición, Comité Permanente sobre la Evaluación Científica de
ingestas de referencia dietéticas. Ingestas dietéticas de referencia para calcio, fósforo,
magnesio, vitamina D y fluoruro. Washington: National Academies Press, 1997. pp. 288-
313 Ver en el Artículo
3. 3 . Consejo Nacional de Investigación y Comité sobre el Fluoruro en el Agua Potable: Efectos del
flúor en los dientes. En el Consejo Nacional de Investigación, y el Comité sobre el Fluoruro en el
Agua Potable (eds): El flúor en el agua potable: una revisión científica de los estándares de la
EPA. Washington: National Academies Press, 2006. pp. 103-130 Ver en el Artículo
4. 4 . Beltrán-Aguilar ED, Barker LK, Canto MT, y otros: Vigilancia de caries dentales, selladores
dentales, retención de dientes, edentulismo y fluorosis del esmalte-Estados Unidos, 1988-1994
y 1999-2002. MMWR Surveill Summ 2005; 54: pp. 1-43 Ver en el Artículo
6. 6 . Burt BA y Eklund SA: Odontología, práctica dental y la comunidad. San Luis: Elsevier
Saunders, 2005. Ver en el Artículo
7. 7 . Dean HT: Fluorosis endémica y su relación con la caries dental: 1938. Public Health Rep
2006; 121: pp. 213-219 Ver en el Artículo
8. 8 . Eklund SA, Burt BA, Ismail AI y Calderone JJ: agua con alto contenido de flúor, fluorosis y
caries dental en adultos. JADA 1987; 114: pp. 324-328 Ver en el Artículo | Cross Ref.
9. 9 . Driscoll WS, Horowitz HS, Meyers RJ, Heifetz SB, Kingman A y Zimmerman ER: prevalencia
de caries dental y fluorosis dental en áreas con concentraciones de flúor insignificantes,
óptimas y por encima de lo óptimo en el agua potable. JADA 1986; 113: pp. 29-33 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
12. 12 . Brunelle JA y Carlos JP: tendencias recientes en la caries dental en niños estadounidenses y
el efecto de la fluoración del agua. J Dent Res 1990; 69: pp. 723-727 Ver en el Artículo | Cross
Ref.
13. 13 . Dean HT: La investigación de los efectos fisiológicos por el método epidemiológico. En
Moulton FR (eds): flúor y salud dental. Washington: Asociación Americana para el Avance de la
Ciencia, 1942. pp. 23-71 Ver en el Artículo
14. 14 . Robinson C, Kirkham J y Weatherell JA: Fluoruro en los dientes y los huesos. En Ekstrand J,
Fejerskov O, y Silverstone LM (eds): Fluoride in Dentistry, 2nd ed. Copenhague: Munksgaard,
1996. pp. 69-87 Ver en el Artículo
15. 15 . Fejerskov O, Larsen MJ, Richards A y Baelum V: Efectos del flúor en los tejidos
dentales. Adv Dent Res 1994; 8: pp. 15-31 Ver en el Artículo | Cross Ref.
16. 16 . Singh KA y Spencer AJ: efectos relativos del fluoruro de agua pre y post erupción en la
experiencia de caries por el tipo de superficie de los primeros molares
permanentes. Community Dent Oral Epidemiol 2004; 32: pp. 435-446 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
17. 17 . Groeneveld A, Van Eck AA, y Backer Dirks O: Fluoruro en la prevención de la caries: ¿es el
efecto pre o post eruptivo? J Dent Res 1990; 69: pp. 751-755
Ver en el Artículo | Cross Ref
18. 18 . Dirks OB, Houwink B y Kwant GW: algunas características especiales del efecto preventivo
de la caries de la fluoración del agua. Arch Oral Biol 1961; 4: pp. 187-192
Ver en el Artículo | Cross Ref
19. 19. Recommendations for using fluoride to prevent and control dental caries in the United
States. Centers for Disease Control and Prevention. MMWR Recomm Rep 2001; 50: pp. 1-42
Ver en el Artículo | Cross Ref
20. 20. American Dental Association , and Council on Scientific Affairs : Professionally Applied
Topical Fluoride: Executive Summary of Evidence-Based Clinical
Recommendations. “www.ada.org/prof/resources/pubs/jada/reports/report_fluoride_exec.pdf
”
Ver en el Artículo
21. 21. Crozier S: ADA offers interim guidance on infant formula and fluoride. ADA News Nov. 9,
2006; undefined:
Ver en el Artículo
22. 22. Dennison JB, Straffon LH, and Smith RC: Effectiveness of sealant treatment over five years
in an insured population. JADA 2000; 131: pp. 597-605
Ver en el Artículo | Cross Ref
23. 23. Leverett DH, Handelman SL, Brenner CM, and Iker HP: Use of sealants in the prevention and
early treatment of caries lesions: cost analysis. JADA 1983; 106: pp. 39-42
Ver en el Artículo | Cross Ref
https://www.clinicalkey.es/#!/content/journal/1-s2.0-S1532338217302014
y Frank Lippert
Journal of Evidence-Based Dental Practice, 2017-09-01, Volumen 17, Número 3, Páginas 293-295, Copyright
© 2017 Elsevier Inc.
Fuente de financiación
Gobierno: COLCIENCIAS (concesión No. 2012-442) y fundaciones: FUNCAMP
(Conv 4252)
CLASIFICAR PUNTUACIÓN
A B C N/A
NIVEL DE EVIDENCIA
1 2 3
Resultados principales
Los dientes con puntuaciones de TF3 y TF4 mostraron una mayor susceptibilidad a
la formación de lesiones de caries que todos los demás dientes, sin que se
observaran diferencias entre los dientes no afectados (TF0) y los dientes con
puntuaciones de TF1 y TF2. Los dientes con puntajes de TF3 y TF4 también
mostraron un área de referencia media menor que aquellos con TF1 y TF2, aunque
no se compararon con los dientes de TF0, lo que indica una mayor
hipomineralización.
Conclusiones
Los autores concluyeron que los resultados de su estudio sugieren que los dientes
con fluorosis moderada tenían una mayor susceptibilidad a la caries en
comparación con los dientes con fluorosis muy leve o nula. Plantearon la hipótesis
de que estas diferencias en la susceptibilidad a la caries se deben principalmente a
diferencias en la porosidad del esmalte en dientes fluoróticos, una mayor área
mineral subterránea está expuesta a la desmineralización, y se facilita la difusión
más profunda del ácido a través del esmalte.
Comentario y análisis
Marin et al. informe sobre una investigación que evaluó la susceptibilidad a la
formación de lesiones de caries in vitro de dientes que exhiben diversas severidades
de fluorosis. Una característica innovadora del estudio fue el hecho de que los datos
de desmineralización se normalizaron para las diferencias al inicio del
estudio. Además, se investigaron las posibles diferencias en el estado de
mineralización natural de los dientes, así como el contenido de flúor en el esmalte
fluorado y no afectado.
Referencias
1. 1 . Mabelya L., van 't Hof MA, König KG, y van Palenstein Helderman WH: Comparación de dos
índices de fluorosis dental en baja, moderada y alta fluorosis poblaciones tanzanas. Community
Dent Oral Epidemiol 1994; 22: pp. 415-420 Ver en el Artículo | Cross Ref.
2. 2 . Baelum V., Manji F., y Fejerskov O .: edad de los dientes posteruptive y severidad de la
fluorosis dental en Kenia. Scand J Dent Res 1986; 94: pp. 405-410 Ver en el Artículo | Cross
Ref.
3. 3 . Lynch RJ: La dentición primaria y mixta, la maduración del esmalte post-eruptiva y la caries
dental: una revisión. Int Dent J 2013; 63: pp. 3-13 Ver en el Artículo | Cross Ref.
4. 4 . White DJ, y Featherstone JD: Un análisis longitudinal de microdureza de los efectos del
dentífrico con flúor en la progresión de la lesión in vitro. Caries Res 1987; 21: pp. 502-512 Ver
en el Artículo | Cross Ref.
7. 7 . Bronckers ALJJ, Lyaruu DM y DenBesten PK: El impacto del flúor en los ameloblastos y los
mecanismos de la fluorosis del esmalte. J Dent Res 2009; 88: pp. 877-893 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
https://www.clinicalkey.es/#!/content/journal/1-s2.0-S000281771463899X
El Diario de la Asociación Dental Americana (JADA), 2008-11-01, Volumen 139, Número 11, Páginas 1457-
1468, Copyright © 2008 American Dental Association
Métodos
Utilizando filtros de búsqueda probados, los autores buscaron en MEDLINE, el
Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados, OVID Evidence-based Reviews
y EMBASE. Los autores estuvieron de acuerdo en la inclusión de 20 informes de 12
ensayos que cumplieron con los criterios definidos. También incluyeron cinco
estudios publicados desde 1997 sobre la asociación entre la fluorosis dental y los
suplementos.
Resultados
Once de los informes evaluaron programas de dosificación similares a los
recomendados por la Asociación Dental Americana. Un estudio potencialmente
altamente sesgado de dientes temporales de niños durante los primeros tres años
de vida informó una reducción del 47.2 por ciento en la experiencia de caries
dental. Los investigadores en un ensayo con niños de 3 a 6 años encontraron una
diferencia del 43.0 por ciento, y otro ensayo de niños en este grupo de edad no
encontró un beneficio significativo. Los investigadores en varios estudios con niños
mayores detectaron una reducción significativa en los incrementos de caries en los
dientes permanentes con el uso de suplementos de flúor. Quince de los estudios
tuvieron tasas de retiro del 30 por ciento o más.
Conclusiones
Existe evidencia débil e inconsistente de que el uso de suplementos de flúor
previene la caries dental en los dientes temporales. Existe evidencia de que dichos
suplementos previenen la caries en los dientes permanentes. La fluorosis dental
leve a moderada es un efecto secundario significativo.
Implicaciones clínicas
Las recomendaciones actuales para el uso de suplementos de flúor durante los
primeros seis años de vida deben volver a examinarse.
MÉTODOS Y MATERIALES
Estrategia de búsqueda: efectividad de los suplementos de flúor
Se hicieron búsquedas en cuatro bases de datos de los estudios pertinentes sobre la
eficacia de los suplementos de flúor: MEDLINE (enero de 1966-junio de 2006), el
Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (enero 1941 segundo trimestre
de 2006), OVID Todos los comentarios EBM (enero de 1991 a junio de 2006) y
EMBASE (1974-2006). Realizamos las búsquedas utilizando el motor de búsqueda
OVID y un filtro de búsqueda estructurado que se desarrolló sobre la base de los
filtros utilizados por la Conferencia de Desarrollo de Consenso de los Institutos
Nacionales de Salud sobre el Diagnóstico y el Manejo de la Caries Dental a lo largo
de la vida 10y la revisión sistemática del Cochrane Collaboration Oral Health Group
de los fluoruros tópicos. 11 El filtro utilizado en esta revisión capturó todos los
estudios clave que el equipo de revisión identificó antes de comenzar la
búsqueda. El filtro de búsqueda está disponible a petición de los autores.
La búsqueda de las bases de datos arrojó 988 citas. Importamos los títulos y
resúmenes en ENDNOTE (Thomson-ISI Research Software, Philadelphia). De los
988 artículos, eliminamos de la base de datos 77 que eran duplicados. De los
informes restantes del 911, 826 no cumplieron los criterios de inclusión basados en
nuestra revisión de los títulos y resúmenes. Nuestra revisión de los informes
completos de los 85 artículos restantes identificó 20 informes de ensayos clínicos
(12 ensayos clínicos únicos), nueve estudios de cohortes, 22 estudios transversales
y ocho estudios retrospectivos. De los 26 artículos restantes, siete fueron
revisiones; cuatro fueron de fluoruros sistémicos distintos de los
suplementos; cinco no tenían un grupo de control; uno incluía solo adultos
mayores; dos fueron de la distribución de flúor en esmalte, dentina o saliva; dos se
enfocaron en la experiencia de caries de los niños pero no en el uso de
suplementos; tres fueron escritos en idiomas distintos del inglés; y dos
involucraron fluorosis dental y el uso de suplementos, pero no incluyeron datos con
respecto a la caries dental. (Incluimos uno de los dos estudios en la revisión del
suplemento de fluorosis pero no el otro, porque no midió la exposición al flúor
durante los primeros seis años de vida). Para la primera pregunta, enfocamos la
revisión en el análisis de hallazgos de ensayos clínicos o basados en la comunidad
porque estos estudios fueron más apropiados que los de otros diseños. y dos
involucraron fluorosis dental y el uso de suplementos, pero no incluyeron datos con
respecto a la caries dental. (Incluimos uno de los dos estudios en la revisión del
suplemento de fluorosis pero no el otro, porque no midió la exposición al flúor
durante los primeros seis años de vida). Para la primera pregunta, enfocamos la
revisión en el análisis de hallazgos de ensayos clínicos o basados en la comunidad
porque estos estudios fueron más apropiados que los de otros diseños. y dos
involucraron fluorosis dental y el uso de suplementos, pero no incluyeron datos con
respecto a la caries dental. (Incluimos uno de los dos estudios en la revisión del
suplemento de fluorosis pero no el otro, porque no midió la exposición al flúor
durante los primeros seis años de vida). Para la primera pregunta, enfocamos la
revisión en el análisis de hallazgos de ensayos clínicos o basados en la comunidad
porque estos estudios fueron más apropiados que los de otros diseños.
Revisamos los artículos citados en los 20 informes de ensayos clínicos (12 ensayos
por separado en total) para localizar estudios adicionales que el filtro de búsqueda
no identificó. Revisamos los procedimientos de los talleres sobre el uso de
fluoruros en la prevención de caries que se llevaron a cabo en 1990 7 y 1994, 2 así
como documentos citados en una revisión previa publicada en 1994. 12 Estas
búsquedas adicionales no revelaron ensayos clínicos adicionales que cumplieran
con los criterios de inclusión utilizados en esta revisión.
Criterios de inclusión
Utilizamos los siguientes criterios para seleccionar estudios relevantes para la
primera pregunta:
Criterio de exclusión
Se excluyeron los estudios si
Evaluación de calidad
Como revisores no enmascarados, realizamos de manera independiente la
evaluación de la calidad de los estudios incluidos relevantes para la primera
pregunta, siguiendo los métodos informados en el Manual Cochrane de Revisiones
Sistemáticas (Sección 6.7). 21 Además, evaluamos el entrenamiento y la
confiabilidad de los examinadores y las razones de los retiros de los
participantes. Calificamos los estudios que cumplieron con todos los criterios como
de bajo potencial de sesgo. Calificamos los estudios que informaron su esquema de
aleatorización y tuvieron tasas de retiro del 30 por ciento o más con un potencial
moderado de sesgo, y los estudios que no cumplían con estos criterios tenían un
alto potencial de sesgo.
RESULTADOS
Suplementos de flúor y caries dental
Los cuadros 1 y 2 (página 1462) describen las características de los 20 informes
incluidos de los ensayos. 2223242526272829303132333435363738394041 Once informes de siete ensayos
proporcionaron resultados de pruebas de dosificación de suplementos de flúor en
niños con rangos de edad similares a los recomendados por el cronograma de ADA
( Tabla 1 ). Los hallazgos de estos estudios son los siguientes.
TABLA 1
Estudios que han evaluado los esquemas de dosificación de fluoruro (F) similares a los
recomendados por la Asociación Dental Americana (ADA).
Driscoll 6 La reducción en el
y puntaje del DMFS
fue del 22.1%
EDA DOSIS ESTUDI DOSIFICACIÓN DURACI CONCLUSIONES
D RECOMEND AR ÓN
DEL ADA POR Experime Control (AÑOS)
NIÑ ADA ntal
O
TABLA 2
Estudios que han evaluado otras recomendaciones de suplementos de flúor (F).
variación;Reducci
ón de la caries en
el grupo F en
comparación con
el control en la
edad
3 años = 57%, 4
años = 54%, 5
años = 50% y 6
años = 49%
Niños de 3 a 6 años
Un ensayo reportado por Petersson y colegas 37 evaluaron la eficacia de la
masticación dos veces al día de tabletas de flúor (0,25 mg / día) durante dos años
por niños de 3 años. Los niños que usaron suplementos de flúor no presentaron
incrementos de la superficie del diente primario (dfs) significativamente cariados y
cariados significativamente diferentes en comparación con los niños del grupo de
control.
Hallazgos adicionales
Uno de los primeros estudios que evaluó los suplementos de fluoruro con vitaminas
adicionales se llevó a cabo en Indiana. Los investigadores encontraron que los
niños que comenzaron la suplementación entre el nacimiento y 3 años, siguiendo
un régimen que proporcionó una dosis más alta que las recomendaciones de la
ADA de 1994, tenían un número medio significativamente menor de caries,
extraídas por caries y superficies llenas (defs) de dientes hicieron los niños que
recibieron solo suplementos vitamínicos ( P <.001) ( Tabla 2 ). 23 Este hallazgo fue
confirmado por los hallazgos de otro estudio que también se realizó en
Indiana. 28 Las tabletas de flúor redujeron significativamente la caries en los dientes
permanentes después del uso diario durante cuatro a 5.5 años. 2426
El estudio de Leverett y sus colegas 39 evaluaron el uso de tabletas de flúor por parte
de mujeres embarazadas a partir del cuarto mes de embarazo hasta el parto ( Tabla
2). ) Después del nacimiento, los niños recibieron gotas de flúor diariamente hasta
que cumplieron los 3 años de edad. Los niños en el grupo de comparación, cuyas
madres no recibieron suplementos de flúor durante el embarazo, también
recibieron gotas de flúor después del nacimiento. Por lo tanto, el diseño permite
solo la comparación del uso de flúor prenatal en un entorno en el que se usan
suplementos de fluoruro comenzando después del nacimiento. El estudio concluyó
que los suplementos de fluoruro prenatal no tenían beneficios.
TABLA 3
Evaluación de calidad de los estudios incluidos.
el mismo
número de
niños en
cada
grupo
de cada
bloque, los
investigad
ores
asignaron
aleatoriam
ente
individuos
a uno de
tres
grupos de
estudio
fueron fueron
aleatorizad capacitad
os en os y su
cuatro técnica
grupos calibrada
consecutiv de
amente acuerdo
con los
criterios
de
examen
utilizados
en el
estudio
asignación
a grupos
se llevó a
cabo por
Highland
Health
Board, que
era solo un
grupo que
conocía
las tareas
de los
niños
en el puntajes de
diagnóstic interexamin
oy er κ
evaluació oscilaron
n de entre 0.64 y
caries 0.80
Los investigadores informaron en 1977 que los suplementos de flúor con 0,5 mg de
fluoruro de sodio caen hasta la edad de 3 años, seguidos de 1,0 mg de tabletas de
fluoruro masticables o de fluoruro de vitaminas (0,5 mg de fluoruro) durante los
siete años del estudio. 30 fue eficaz para reducir la caries en los dientes
temporales. Los investigadores en un estudio escocés de 1990 informaron que los
estudiantes que masticaron y tragaron tabletas de fluoruro de 1.0 mg
experimentaron reducciones en la caries que oscilaron entre 27.6 y 53.8 por
ciento. 22
CUADRO 4
Riesgo de fluorosis en los usuarios de suplementos de fluoruro (F): estudios transversales y
de casos y controles.
Grupo
F3: 0.25
mg / día F
desde la
edad cero
ESTUD MÉTODO GRUPOS nort PREVAL RELACIÓN D 95% GRAVEDA
IAR / EDAD DE e ENCIA E CI ‡ D DE LA
DE SUJETOS, (%) PROBABILID FLUOROS
EXPOSICI POR ADES* O IS
ÓN / PAÍS EXPOSICIO PORCENTAJ
NA E DE
SUPLEMEN RIESGO
TOS DE ATRIBUIBLE †
FLUORUR
O
hasta 2
años
solamente
Control: n
oF
suplement
os
Grupo
2:supleme
ntos
usados
durante las
edades de
2 años a 8
años
Grupo Grup
4:administr o
ado hasta 5:0.8
los 3 años -1.4
de edad
ESTUD MÉTODO GRUPOS nort PREVAL RELACIÓN D 95% GRAVEDA
IAR / EDAD DE e ENCIA E CI ‡ D DE LA
DE SUJETOS, (%) PROBABILID FLUOROS
EXPOSICI POR ADES* O IS
ÓN / PAÍS EXPOSICIO PORCENTAJ
NA E DE
SUPLEMEN RIESGO
TOS DE ATRIBUIBLE †
FLUORUR
O
versus
mayor
Grupo
5:administr
ación
irregular
versus
regular
§ mg: miligramo.
DISCUSIÓN
Realizamos esta revisión para evaluar si el uso de suplementos de flúor previno la
caries dental y aumentaba el riesgo de desarrollar fluorosis dental.
Regarding children aged 3 years to younger than 6 years, there is inconsistent and
weak evidence regarding the effectiveness of supplements on primary teeth and
permanent teeth. However, in school-aged children, the evidence is consistent
regarding the use of fluoride supplements. 222630323334353637 Children who chewed and
swallowed 1-mg fluoride tablets daily on school days had significantly lower caries
experience than did other children who did not use fluoride supplements. It is
interesting to note that fluoride tablets, when chewed and swallowed, had
significant preventive benefit for teeth that erupted during the
studies. 2931323435 However, the majority of these studies were conducted at a time
when fluoridated dentifrices were not used widely. The researcher who conducted
one more recent study 41 that focused on schoolchildren aged 12 years with high
caries experience found that the daily use of fluoride supplements for five years was
not effective in reducing caries.
Like most recent dental or medical systematic reviews, our review also
demonstrated that the majority of the studies were highly biased. Our major
concern regarding the studies we reviewed is the high rate of subjects' withdrawal,
as well as the lack of a clear definition of allocation concealment and of how the
children were examined and followed up. One of our concerns about the studies
that involved schoolchildren and in which the schools were randomized into
different study groups is the potential bias of the examiners. Additionally, none of
the investigators analyzed their data with the schools as the unit of analysis.
CONCLUSION
Fluoride supplements have been recommended for preventing caries for more than
three decades. In this systematic review, we found that the evidence supporting the
effectiveness of supplements in caries prevention in primary teeth is weak. In
permanent teeth, the daily use of supplements prevents dental caries. The use of
supplements during the first six years of life, and especially during the first three
years, is associated with a significant increase in fluorosis.
Editor's note: This systematic review of the scientific literature was commissioned by the
American Dental Association Council on Scientific Affairs to supply the evidence basis for
the development of clinical recommendations on the use of fluoride supplements in
children aged zero to 16 years. The opinions expressed in the article are solely those of the
authors, not the ADA or The Journal of the American Dental Association. The Council is in
the process of developing clinical recommendations on this topic. They will be based on the
best available scientific evidence, including but not limited to this article. Publication of the
clinical recommendations is anticipated in the summer of 2009. Disclosures. The
authors received a small grant from the American Dental Association Division of Science to
partially cover the cost of the review described in this article. The authors did not receive
any direct financial payment for writing the review from the American Dental Association
or any other organization. The authors thank Mr. Nagendra Prasad for his assistance with
the search, selection of studies and initial extraction of data.
Referencias
1. 1. American Dental Association : In (eds): Accepted Dental Therapeutics. Chicago: Council on
Dental Therapeutics of the American Dental Association, 1970–1984. pp. 399-402
Ver en el Artículo
3. 3. Riordan PJ: Fluoride supplements for young children: an analysis of the literature focusing on
benefits and risks. Community Dent Oral Epidemiol 1999; 27: pp. 72-83
Ver en el Artículo | Cross Ref
4. 4. Swan E: Dietary fluoride supplement protocol for the new millennium. J Can Dent Assoc
2000; 66: pp. 362-363
Ver en el Artículo
5. 5. Clarkson J: A European view of fluoride supplementation. Br Dent J 1992; 172: pp. 357
Ver en el Artículo | Cross Ref
6. 6. Australian Research Centre for Population Oral Health : The use of fluorides in Australia:
guidelines. Aust Dent J 2006; 51: pp. 195-199
Ver en el Artículo | Cross Ref
7. 7. Stephen KW: Discussion of session V: rational use of fluorides in prevention and therapy. J
Dent Res 1990; 69: pp. 820-823
Ver en el Artículo | Cross Ref
8. 8. Burt BA: The case for eliminating the use of dietary fluoride supplements for young children.
J Public Health Dent 1999; 59: pp. 269-274
Ver en el Artículo | Cross Ref
9. 9. Newbrun E: The case for reducing the current Council on Dental Therapeutics fluoride
supplementation schedule. J Public Health Dent 1999; 59: pp. 263-268
Ver en el Artículo | Cross Ref
10. 10. NIH : CDC: Filters. Search Filters for the National Institutes of Health Consensus
Development Conference on Diagnosis and Management of Dental Caries Throughout Life.
University of Michigan Library, 2007.
Ver en el Artículo
11. 11. Marinho VCC, Higgins JPT, Sheiham A, and Logan S: Combinations of topical fluoride
(toothpastes, mouthrinses, gels, varnishes) versus single topical fluoride for preventing dental
caries in children and adolescents. Cochrane Database Syst Rev 2004; undefined:
Ver en el Artículo
12. 12. Ismail AI: Fluoride supplements: current effectiveness, side effects, and recommendations.
Community Dent Oral Epidemiol 1994; 22: pp. 164-172
Ver en el Artículo | Cross Ref
13. 13. Ismail AI, and Bandekar RR: Fluoride supplements and fluorosis: a meta-analysis.
Community Dent Oral Epidemiol 1999; 27: pp. 48-56
Ver en el Artículo | Cross Ref
14. 14. Wang NJ, Gropen A-M, and Øgaard B: Risk factors associated with fluorosis in a non-
fluoridated population in Norway. Community Dent Oral Epidemiol 1997; 25: pp. 396-401
Ver en el Artículo | Cross Ref
15. 15. Hiller KA, Wilfart G, and Schmalz G: Developmental enamel defects in children with
different fluoride supplementation: a follow-up study. Caries Res 1998; 32: pp. 405-411
Ver en el Artículo | Cross Ref
16. 16. Pendrys DG: Risk of enamel fluorosis in nonfluoridated and optimally fluoridated
populations: considerations for the dental professional. JADA 2000; 131: pp. 746-755
Ver en el Artículo | Cross Ref
17. 17. Pendrys DG, and Katz RV: Risk factors for enamel fluorosis in optimally fluoridated children
born after the US manufacturers' decision to reduce the fluoride concentration of infant
formula. Am J Epidemiol 1998; 148: pp. 967-974
Ver en el Artículo | Cross Ref
18. 18. Bottenberg P, Declerck D, Ghidey W, Bogaerts K, Vanobbergen J, and Martens L: Prevalence
and determinants of enamel fluorosis in Flemish schoolchildren. Caries Res 2004; 38: pp. 20-28
Ver en el Artículo | Cross Ref
19. 19. Levy SM, Hillis SL, Warren JJ, et al: Primary tooth fluorosis and fluoride intake during the
first year of life. Community Dent Oral Epidemiol 2002; 30: pp. 286-295
Ver en el Artículo | Cross Ref
20. 20. Morgan L, Allred E, Tavares M, Bellinger D, and Needleman H: Investigation of possible
associations between fluorosis, fluoride exposure, and childhood behavior problems. Pediatr
Dent 1998; 20: pp. 244-252
Ver en el Artículo
21. 21. Higgins JPT, Green S, eds. Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions
4.2.5 [updated May 2005]. “www.cochrane-handbook.org/”
Ver en el Artículo
22. 22. Stephen KW, Kay EJ, and Tullis JI: Combined fluoride therapies: a 6-year double-blind
school-based preventive dentistry study in Inverness, Scotland. Community Dent Oral
Epidemiol 1990; 18: pp. 244-248
Ver en el Artículo | Cross Ref
23. 23. Hennon DK, Stookey GK, and Muhler JC: The clinical anticariogenic effectiveness of
supplementary fluoride-vitamin preparations: results at the end of three years. J Dent Child
1966; 33: pp. 3-12
Ver en el Artículo
24. 24. Hennon DK, Stookey GK, and Muhler JC: The clinical anticariogenic effectiveness of
supplementary fluoride-vitamin preparations: results at the end of four years. J Dent Child
1967; 34: pp. 439-443
Ver en el Artículo
25. 25. DePaola PF, and Lax M: The caries-inhibiting effect of acidulated phosphate-fluoride
chewable tablets: a two-year double-blind study. JADA 1968; 76: pp. 554-557
Ver en el Artículo | Cross Ref
26. 26. Hennon DK, Stookey GK, and Muhler JC: The clinical anticariogenic effectiveness of
supplementary fluoride-vitamin preparations: results at the end of five and a half years.
Pharmacol Ther Dent 1970; 1: pp. 1-6
Ver en el Artículo
27. 27. Hamberg L: Controlled trial of fluoride in vitamin drops for prevention of caries in children.
Lancet 1971; 1: pp. 441-442
Ver en el Artículo | Cross Ref
28. 28. Hennon DK, Stookey GK, and Muhler JC: Prophylaxis of dental caries: relative effectiveness
of chewable fluoride preparations with and without added vitamins. J Pediatr 1972; 80: pp.
1018-1021
Ver en el Artículo | Cross Ref
29. 29. Driscoll WS, Heifetz SB, and Korts DC: Effect of acidulated phosphate-fluoride chewable
tablets on dental caries in schoolchildren: results after 30 months. JADA 1974; 89: pp. 115-120
Ver en el Artículo | Cross Ref
30. 30. Hennon DK, Stookey GK, and Beiswanger BB: Fluoride-vitamin supplements: effects on
dental caries and fluorosis when used in areas with suboptimum fluoride in the water supply.
JADA 1977; 95: pp. 965-971
Ver en el Artículo | Cross Ref
31. 31. Driscoll WS, Heifetz SB, Korts DC, Meyers RJ, and Horowitz HS: Effect of acidulated
phosphate-fluoride chewable tablets in schoolchildren: results after 55 months. JADA 1977; 94:
pp. 537-543
Ver en el Artículo | Cross Ref
32. 32. Driscoll WS, Heifetz SB, and Korts DC: Effect of chewable fluoride tablets on dental caries in
schoolchildren: results after six years of use. JADA 1978; 97: pp. 820-824
Ver en el Artículo | Cross Ref
33. 33. Stephen KW, and Campbell D: Caries reduction and cost benefit after 3 years of sucking
fluoride tablets daily at school: a double-blind trial. Br Dent J 1978; 144: pp. 202-206
Ver en el Artículo | Cross Ref
34. 34. Driscoll WS, Heifetz SB, and Brunnelle JA: Treatment and posttreatment effects of chewable
fluoride tablets on dental caries: findings after7frac12; years. JADA 1979; 99: pp. 817-821
Ver en el Artículo | Cross Ref
35. 35. Driscoll WS, Heifetz SB, and Brunnelle JA: Caries-preventive effects of fluoride tablets in
schoolchildren four years after discontinuation of treatments. JADA 1981; 103: pp. 878-881
Ver en el Artículo | Cross Ref
36. 36. Allmark C, Green HP, Linney AD, Wills DJ, and Picton DC: A community study of fluoride
tablets for school children in Portsmouth: results after six years. Br Dent J 1982; 153: pp. 426-
430
Ver en el Artículo | Cross Ref
37. 37. Petersson LG, Koch G, Rasmusson CG, and Stanke H: Effect on caries of different fluoride
prophylactic programs in preschool children: a two-year clinical study. Swed Dent J 1985; 9: pp.
97-104
Ver en el Artículo
38. 38. Mann J, Horesh E, Ran F, and Gedalia I: The effect of fluoride drop administration on dental
caries increment: a longitudinal study. Isr J Dent Sci 1989; 2: pp. 148-152
Ver en el Artículo
39. 39. Leverett DH, Adair SM, Vaughan BW, Proskin HM, and Moss ME: Randomized clinical trial of
the effect of prenatal fluoride supplements in preventing dental caries. Caries Res 1997; 31: pp.
174-179
Ver en el Artículo | Cross Ref
40. 40. Hu D, Wan H, and Li S: The caries-inhibiting effect of a fluoride drop program: a 3-year
study on Chinese kindergarten children. Chinese J Dent Res 1998; 1: pp. 17-20
Ver en el Artículo | Cross Ref
41. 41. Kallestal C: The effect of five years' implementation of caries-preventive methods in
Swedish high-risk adolescents. Caries Res 2005; 39: pp. 20-26
Ver en el Artículo | Cross Ref
42. 42. Thylstrup A, and Fejerskov O: Clinical appearance of dental fluorosis in permanent teeth in
relation to histologic changes. Community Dent Oral Epidemiol 1978; 6: pp. 315-328
Ver en el Artículo | Cross Ref
43. 43. Clarkson J, and O'Mullane D: A modified DDE index for use in epidemiological studies of
enamel defects. J Dent Res 1989; 68: pp. 445-450
Ver en el Artículo | Cross Ref
44. 44. Pendrys D: The fluorosis risk index: a method for investigating risk factors. J Public Health
Dent 1990; 50: pp. 281-288
Ver en el Artículo
45. 45. Do LG, and Spencer A: Oral health-related quality of life of children by dental caries and
fluorosis experience. J Public Health Dent 2007; 67: pp. 132-139
Ver en el Artículo | Cross Ref
46. 46. Beltrán-Aguilar ED, Griffin SO, and Lockwood SA: Prevalence and trends in enamel fluorosis
in the United States from the 1930s to the 1980s. JADA 2002; 133: pp. 157-165
Ver en el Artículo
47. 47. Featherstone JD: Prevention and reversal of dental caries: role of low level fluoride.
Community Dent Oral Epidemiol 1999; 27: pp. 31-40
https://www.clinicalkey.es/#!/content/journal/1-s2.0-S0002817714610606
El Diario de la Asociación Dental Americana (JADA), 2010-04-01, Volumen 141, Número 4, Páginas 401-414,
Copyright © 2010 American Dental Association
Métodos
Dos examinadores cuyas técnicas fueron calibradas examinaron niños de escuela
intermedia seleccionados al azar que viven en Bergen, Noruega, donde el
suministro de agua contiene menos de 0,10 miligramos de flúor por litro, tanto
para la fluorosis del esmalte como para la caries usando el índice de riesgo de
fluorosis y Criterios del Instituto de Investigación Dental y Craneofacial. Los
autores verificaron la exposición pasada al flúor a través de un cuestionario de
seguimiento enviado a los padres.
Resultados
El cuestionario tenía una tasa de respuesta del 88 por ciento y una confiabilidad del
87 por ciento. Los análisis ajustados revelaron una fuerte asociación entre la
suplementación regular (administrada en forma de pastillas) y la fluorosis del
esmalte de leve a moderada (odds ratio [OR], 6.85; P <.05), así como la fluorosis de
menor gravedad (OR, 3.07; PAG <.05). Ningún niño que haya usado
exclusivamente solo una cantidad de pasta de dientes del tamaño de un guisante
(0.1 por ciento de fluoruro) tuvo fluorosis de leve a moderada. Los autores
encontraron una reducción del 40 por ciento en el riesgo de caries asociado con el
uso temprano de pasta de dientes fluorada del tamaño de un guisante y una
reducción del 46 por ciento asociada con el uso regular de pastillas con
suplementos de flúor.
Conclusiones
Estos hallazgos sugieren que tanto el riesgo de desarrollo de fluorosis como el
beneficio preventivo de caries se asocian con el uso regular de suplementos de
flúor, y la prevención de caries se asoció con el uso temprano de una cantidad de
pasta de dientes del tamaño de un guisante.
Implicaciones clínicas
Estos hallazgos subrayan la necesidad de que los médicos consideren
minuciosamente (y analicen con los padres o tutores de un niño) los beneficios y el
riesgo potencial de desarrollo de fluorosis asociado con los agentes preventivos con
flúor antes de introducirlos. Los médicos también deben enfatizar el uso apropiado
de tales agentes.
Los investigadores han estimado que la prevalencia de la fluorosis del esmalte entre los
niños noruegos es al menos del 25 por ciento. 131415 Noruega nunca ha implementado la
fluoración ajustada del agua, y se estima que menos del 1 por ciento de la población recibe
agua potable que contiene más de 0,5 partes por millón de flúor natural. 16 Los alimentos y
bebidas que se consumen en Noruega se fabrican en áreas sin agua fluorada, 15 así que uno
no esperaría que el efecto de difusión fuera consecuencial en Noruega.
Una considerable evidencia de varios países muestra una asociación entre la fluorosis del
esmalte y el uso de suplementos dietéticos de fluoruro en niños menores de seis años que
viven en áreas sin agua fluorada. 13141517181920 En los Estados Unidos, los hallazgos de mayor
riesgo de desarrollo de fluorosis asociado con el uso de suplementos de flúor llevaron a la
adopción en 1994 de un protocolo revisado de dosificación reducida, con dosis que varían
de 0 a 1 miligramo por día, dependiendo de la edad del niño y el agua concentración de
fluoruro21 En Noruega, los suplementos de fluoruro, la mayoría en forma de
pastillas, 2223 entró en uso común a principios de 1970 1314222425 ; el protocolo fue modificado
en 1987 1526 y nuevamente en 1996. 1527 El calendario de dosificación noruego de 1987 fue
prácticamente idéntico al de 1994 en Estados Unidos para áreas con bajo contenido de
fluoruro de agua, excepto que, en comparación con el cronograma de EE. UU., El
calendario noruego era de 0,25 mg por día para niños de 24 a 36 meses y 0,25 mg por día
más bajo para niños de 72 a 96 meses. 152126 Wang y sus colegas 15 utilizó el índice de
fluorosis Thylstrup-Fejerskov 28 y un cuestionario de exposición para investigar la fluorosis
en los incisivos centrales maxilares permanentes de niños noruegos de ocho años que
reciben suplementos de fluoruro según el protocolo de 1987. Encontraron una asociación
entre fluorosis (predominantemente leve) y suplementos regulares desde el nacimiento
hasta la edad de 72 meses e informaron una odds ratio (OR) de 1.84 por año de
exposición. 15 La confirmación de este hallazgo anterior entre un grupo separado de niños
noruegos mayores, que tenían denticiones permanentes totalmente en erupción, es
importante no solo en Noruega, sino también en los Estados Unidos. Niños
estadounidenses que recibieron suplementos de flúor según el protocolo actual, establecido
en 1994 y ahora bajo revisión basada en evidencia, 29 solo recientemente han alcanzado la
edad suficiente para permitir que su dentición permanente completa sea estudiada
adecuadamente.
Los investigadores han estimado que los niños en edad preescolar tragan un promedio de
0.3 gramos de pasta de dientes por cepillado, 19 con la mayor parte del fluoruro en la pasta
de dientes tragada que se absorbe en el tracto gastrointestinal. 303132 La evidencia
epidemiológica ha sugerido consistentemente una asociación entre las conductas
tempranas de uso de pasta de dientes y la fluorosis del esmalte. 19 Wang y sus
colegas 15 informó una asociación entre el uso de pasta de dientes antes de los 14 meses y la
fluorosis del incisivo superior entre niños de ocho años en Noruega, donde el uso de pasta
de dientes con un 0,1 por ciento de flúor se ha establecido durante décadas. 1533343536 Las
organizaciones profesionales en los Estados Unidos, Noruega y otros lugares han
establecido recomendaciones en un intento de limitar la ingestión de pasta de dientes por
los niños en edad preescolar. 37383940414243 Una evaluación del beneficio potencial de estas
recomendaciones dentro de una población sin agua fluorada, como existe en Noruega, por
lo tanto, es importante.
Según las estimaciones de los investigadores, casi la mitad de los niños noruegos usan
fórmula infantil. 44Resultados del metanálisis reciente de Hujoel y colegas 45 sugirieron que
el riesgo de desarrollo de fluorosis asociado con la ingesta de fórmula infantil es bajo en
áreas con bajos niveles de fluoruro de agua, como existe en Noruega. Los investigadores en
una investigación previa encontraron que esto es cierto entre los niños estadounidenses en
áreas sin agua fluorada, 18 después de la decisión de la industria de fórmulas de reducir la
concentración de fluoruro en la fórmula, 46 que se ha mantenido bajo 47 Una evaluación de
esta relación dentro de esta población noruega sin agua fluorada, por lo tanto, sería
informativa.
El efecto preventivo de caries de la pasta de dientes fluorada está bien establecido. 194849 La
suma de la evidencia con respecto a los suplementos de flúor, aunque menos fuerte,
sugiere un beneficio protector asociado con el uso de suplementos. 1920 Es importante
equilibrar una evaluación de los comportamientos específicos asociados con la fluorosis del
esmalte con una evaluación de los posibles beneficios preventivos de la caries asociados
con estos mismos comportamientos, de modo que se pueda hacer un juicio informado de
los beneficios y los riesgos del uso de flúor.
Llevamos a cabo un estudio de casos y controles para investigar la asociación entre los
comportamientos específicos de uso temprano de flúor y la fluorosis del esmalte en la
dentición permanente de niños noruegos de secundaria, que habrían recibido suplementos
según un protocolo. 1526 prácticamente idéntico al protocolo actual de los EE. UU. 2123 En
esta investigación, exploramos más a fondo la asociación entre estos comportamientos
tempranos específicos de uso de flúor y las caries posteriores en la dentición permanente.
Seleccionamos a los niños que invitamos a participar en este estudio por medio de
una muestra aleatoria de todos los niños de escuela intermedia que vivían en
Bergen, Noruega, en 2003 (donde el suministro de agua contiene <0,10 mg de
fluoruro por litro), produciendo un un total de 2,106 niños
participantes. Obtuvimos el consentimiento informado por escrito de los padres o
tutores y el consentimiento de los niños participantes.
TABLA 1
Descripción descriptiva del historial de exposición de flúor de los participantes. *
† Se informó que todos los participantes menos uno fueron ayudados por uno de
los padres al cepillarse los dientes durante este período.
‡ Porcentaje entre los participantes que comenzaron a cepillarse los dientes desde
el nacimiento hasta la edad de 24 meses. No hay cantidad para un participante.
TABLA 2
Ajustado * OR † y PAR ‡ estimaciones para la fluorosis del esmalte de leve a moderada en las
zonas de superficie del esmalte I (formación temprana) de FRI § .
Caso Control
n= n=
11 * 278 *
Edad de 48 a 72
meses
Caso Control
n= n=
11 * 278 *
Nacimiento hasta la
edad de 24 meses
* Las estimaciones de regresión logística para cada uno de los dos períodos de
exposición al suplemento se ajustaron simultáneamente para el otro período de
exposición, así como para la edad y el examinador.
†† NA: no aplicable.
Tabla 3 muestra los hallazgos de nuestro análisis de riesgo de fluorosis para la
fluorosis leve a moderada en las zonas de superficie de esmalte de clasificación II
(formación posterior) de FRI. Descubrimos que la administración regular de flúor a
los 48 a 72 meses nuevamente se asoció fuertemente con la fluorosis del esmalte,
con un aumento de riesgo de más de 12 veces, con nuestros hallazgos que sugieren
que aproximadamente tres cuartas partes de estos casos podrían explicarse con
esta suplementación regular. También encontramos que el uso de más de una
cantidad de pasta de dientes del tamaño de un chícharo durante los primeros 24
meses estuvo fuertemente asociado con la fluorosis; sin embargo, las estimaciones
amplias de CI y pequeña PAR reflejan el pequeño número de participantes con esta
exposición en esta población. El uso de una cantidad de pasta de dientes del
tamaño de un guisante en comparación con el uso de pasta de dientes no se asoció
estadísticamente de manera significativa con la fluorosis, y no encontramos la
frecuencia del cepillado dental en sí misma como un factor de riesgo importante. El
uso exclusivo de un pozo privado se asoció con un aumento de más del sexto en el
riesgo de fluorosis del esmalte.
TABLA 3
Caso n Control
= 23 * n = 281 *
Suplementación
regular desde la edad
de 48 a 72 meses
Ninguno ** 3 76 Referencia NA NA NA NA
PARÁMETRO GRUPO O PVALOR 95% POR 95%
PARTICIPANTE CI # CI
Caso n Control
= 23 * n = 281 *
Fuente de agua
potable
†† NA: no aplicable.
‡‡ Los totales difieren de los totales del encabezado porque no se muestran los
datos para los participantes con historial de exposición mixto o faltante.
Encontramos que las estimaciones de los factores de riesgo para la fluorosis del
esmalte de una severidad menor a moderada fueron similares para las zonas
superficiales del esmalte de clasificación I y II de FRI y arrojaron las mismas
interpretaciones. Por lo tanto, presentamos los hallazgos de la fluorosis del esmalte
de esta gravedad para ambas clasificaciones FRI combinadas en Tabla 4 , que una
vez más muestra una asociación entre la fluorosis del esmalte y la suplementación
regular a la edad de 48 a 72 meses. Estos casos de severidad menor que leve a
moderada se asociaron más fuertemente con una historia de menor dosis de flúor,
en contraste con los casos de fluorosis leve a moderada, que se asociaron más
fuertemente con una mayor dosis de exposición. Las estimaciones de PAR sugieren
que aproximadamente un tercio de estos casos podría explicarse por esta
exposición. Nuevamente encontramos que el uso de una cantidad mayor a una
cantidad de pasta de dientes del tamaño de un guisante durante los primeros 24
meses se asoció fuertemente con la fluorosis del esmalte; sin embargo, el PAR
estimado fue pequeño, lo que refleja nuevamente el pequeño número de
participantes con esta historia.
CUADRO 4
Ajustado * OR † y PAR ‡ Estimaciones para la fluorosis del esmalte de gravedad leve a
moderada en cualquiera de los FRI §zonas de superficie del esmalte clasificación I o
clasificación II.
Caso n Control
= 308 * n = 278 *
Suplementación
regular desde la edad
de 48 a 72 meses
Caso n Control
= 308 * n = 278 *
Ninguno ** 83 74 Referencia NA NA NA NA
Fuente de agua
potable
* Los participantes de los casos tuvieron una fluorosis del esmalte de leve a
moderada en las superficies de clasificación I de FRI, las superficies de clasificación
II de FRI o ambas. Los participantes de control deben haber sido categorizados
como tales en ambas clasificaciones de FRI. Casos de fluorosis leve a moderada
( tablas 2 y 3) ) se excluyen por completo de este análisis.
†† NA: no aplicable.
‡‡ Los totales difieren de los totales del encabezado porque no se muestran los
datos para los participantes con historial de exposición mixto o faltante.
CUADRO 5
Estimaciones ajustadas * OR † y PF ‡ para DMFS § mayor que cero.
0: n =
309
> 0: n =
351
Duración de la
suplementación regular
Ninguno # 59 84 Referencia NA ** NA NA NA
Seis años o más 146 132 0.54 .006 0.35– 0.19 0.14–
0.84 0.24
Cantidad del tamaño de un 113 130 0.70 .09 0.46– 0.11 0.07–
guisante una vez por día 1.06 0.15
Opacidades no relacionadas
con el flúor §§
0: n =
309
> 0: n =
351
Consumo informado de
bebidas carbonatadas **
** NA: no aplicable.
†† Los totales difieren de los totales del encabezado porque no se muestran los
datos para los participantes con historial de exposición mixto o faltante.
‡‡ La categoría incluye el uso habitual de un cepillo medio o un cepillo completo
cubierto con pasta de dientes.
§§ Presente en molares.
DISCUSSION
Our findings have importance in both Norway and the United States because the
dosage protocol under which the children in our study would have received fluoride
supplementation is virtually identical to that in use in the United States and
completely identical for the 48- to 72-month supplement exposure period
identified in this investigation as most predictive of fluorosis. 152126 Norway has
never implemented adjusted water fluoridation, and foods and beverages
consumed in Norway are manufactured in areas without fluoridated water15 ; thus,
the enamel fluorosis risk assessments observed among this population of children
are free of the diffusion effect.
The findings suggest a low absolute risk of mild to moderate enamel fluorosis
among children who grew up under the effects of the 1987 Norwegian
recommendations for the use of fluoride supplements and fluoride-containing
toothpaste. The 1996 introduction in Norway of new and more restrictive
recommendations for fluoride use by children from birth to six years of age
suggests a further reduced risk of enamel fluorosis among people born after that.
Under these recommendations, the supplement dosage schedule was reduced and
simplified (0.25 mg for children aged six to 36 months; 0.50 mg for children aged
36 months through 12 years), with fluoride supplementation to be recommended
only after a caries risk assessment. 1527
At the same time, our findings suggest that under the 1994 revised protocol in use
in the United States, fluoride supplementation continues to be a risk factor for
enamel fluorosis, showing a strong association between the regular use of fluoride
supplementation during the ages of 48 to 72 months and the occurrence of mild to
moderate enamel fluorosis on both earlier-forming and later-forming permanent
tooth surfaces. These findings are in general agreement with those of Wang and
colleagues 15 for the maxillary central incisor; they reported risk modeled across the
entire period from birth to 84 months. Our PAR estimates suggest that this regular
use of supplementation accounted for between 62 and 76 percent of the mild to
moderate enamel fluorosis, depending on the specific enamel surfaces. These PAR
findings are consistent with the PAR of 65 percent reported among U.S. children in
areas without fluoridated water who received supplementation from the ages of 12
to 96 months under the protocol that preceded the current one. 56
One reasonably might expect enamel fluorosis of less than mild to moderate
severity to carry a lesser potential for meaningful esthetic effect. 7980 Nevertheless,
our findings regarding fluorosis of less than mild to moderate severity are relevant
in that they provide a complete assessment of total enamel fluorosis risk in Norway
and facilitate comparison of our findings with those of studies in which only milder
fluorosis is investigated. Our findings also suggest at least the potential for a
greater prevalence of mild to moderate fluorosis in the United States because of the
additional presence of the diffusion effect, which is absent in Norway and which
can add meaningfully to total fluoride intake. 1112
Our study results showed that infant formula use among children in this
population in an area without fluoridated water did not increase the risk of enamel
fluorosis. These findings are consistent with those of a previous study of U.S.
children living in areas without fluoridated water 18 and with the findings of a
recent meta-analysis by Hujoel and colleagues, 45 which suggested that fluorosis
risk associated with formula use increases with increasing fluoride concentration in
the drinking water. We did not explore a more detailed dietary history in this
investigation.
Our findings support the recommendation, such as exists in the United States and
Norway, that dentists should advise use of fluoride supplementation only after
performing a careful caries risk assessment and should carry out a thorough
informed consent process in which he or she discusses with the parent or guardian
the potential benefits of supplementation and the associated risk of enamel
fluorosis. 1519 Our findings suggest that use of a small amount of fluoridated
toothpaste by preschool-aged children is associated with a substantial reduction in
caries risk without elevating risk of fluorosis development. These findings support
recommendations regarding the advantage of careful supervision of preschool-aged
children, with those children using only a small smear or a pea-sized amount of
toothpaste when toothbrushing. They also support urging the parent to consult
with a health professional before introducing fluoridated toothpaste to a child
younger than 24 months so that the parent can receive counseling regarding the
most up-to-date best-practice recommendations tailored to the child's
individualized specific preventive needs. 1519383940414243
Consistent with findings from previous reports, our findings indicated that
participants with non-fluoride-related opacities were substantially more likely to
have caries on both permanent teeth 8990 and primary teeth 9192than were
participants free of these opacities. Further research is warranted to better
elucidate the underlying biological causes of these lesions and their positive
relationship with caries, as well as to determine the specific predictive value of
these lesions in caries risk assessment. Also consistent with findings in recent
literature, 93949596 our findings indicated that a history of frequent consumption of
carbonated beverages was associated with increased caries risk.
CONCLUSIONS
The findings of our investigation suggest that Norwegian children in this study
were at a low absolute risk of developing mild to moderate enamel fluorosis.
Enamel fluorosis of less than mild to moderate severity was more common. The
introduction of more restrictive fluoride-use recommendations in 1996, especially
regarding the use of dietary supplementation, would be expected to further reduce
risk among Norwegian children born subsequent to that time.
Our findings also suggest that the regular use of dietary fluoride supplementation
under the U.S. protocol remains an important risk factor in the development of
fluorosis but also can have a considerable protective effect. Therefore, the clinician
should consider the caries-preventive benefit and fluorosis risk associated with
fluoride supplementation and explain them thoroughly to the parent before
recommending supplementation. Our findings also suggest the need for direct
assessment of fluorosis risk potential among U.S. children who have grown up with
the current fluoride supplementation protocol, which was established in 1994.
Disclosure. None of the authors reported any disclosures. The research described in this
article was funded by grant DE13671 from the National Institute of Dental and Craniofacial
Research, National Institutes of Health, Bethesda, Md., with additional support from the L.
Meltzer's College Fund, Bergen, Norway, project 480171. The authors thank Ms. Alesia
Burge, Ms. Linda K. Forshaw, Ms. Anita Bugge Koldingsnes and Ms. Randi Sundfjord for
their invaluable technical and data management assistance.
Referencias
1. 1. U.S. Public Health Service : In (eds): Review of fluoride: benefits and risks—report of the Ad
Hoc Subcommittee on Fluoride of the Committee to Coordinate Environmental Health and
Related Programs. Washington: U.S. Department of Health and Human Services, 1991. pp. 59-
134
Ver en el Artículo
2. 2. Fejerskov O, Larsen MJ, Richards A, and Baelum V: Dental tissue effects of fluoride. Adv Dent
Res 1994; 8: pp. 15-31
Ver en el Artículo | Cross Ref
4. 4. Aoba T, and Fejerskov O: Dental fluorosis: chemistry and biology. Crit Rev Oral Biol Med
2002; 13: pp. 155-170
Ver en el Artículo | Cross Ref
5. 5. Pendrys DG, and Stamm JW: Relationship of total fluoride intake to beneficial effects and
enamel fluorosis. J Dent Res 1990; 69: pp. 529-538
Ver en el Artículo | Cross Ref
6. 6. Beltrán-Aguilar ED, Griffin SO, and Lockwood SA: Prevalence and trends in enamel fluorosis
in the United States from the 1930s to the 1980s. JADA 2002; 133: pp. 157-165
Ver en el Artículo
7. 7. Clark DC: Trends in prevalence of dental fluorosis in North America. Community Dent Oral
Epidemiol 1994; 22: pp. 148-152
Ver en el Artículo | Cross Ref
9. 9. Dean HT: Fluorine in the control of dental caries. Int Dent J 1954; 4: pp. 311-337
Ver en el Artículo
10. 10. Burt BA: The changing patterns of systemic fluoride intake. J Dent Res 1992; 71: pp. 1228-
1237
Ver en el Artículo | Cross Ref
11. 11. Newbrun E: Current regulations and recommendations concerning water fluoridation,
fluoride supplements, and topical fluoride agents. J Dent Res 1992; 71: pp. 1255-1265
Ver en el Artículo | Cross Ref
12. 12. Warren JJ, and Levy SM: Current and future role of fluoride in nutrition. Dent Clin North Am
2003; 47: pp. 225-243
Ver en el Artículo | Cross Ref
13. 13. Von der Fehr FR, Larsen MJ, and Bragelien J: Dental fluorosis in children on a fluoride
program. Caries Res 1989; 23: pp. 102-103
Ver en el Artículo
14. 14. Von der Fehr FR, Larsen MJ, and Bragelien J: Dental fluorosis in children using fluoride
tablets. Caries Res 1989; 23: pp. 455-456
Ver en el Artículo
15. 15. Wang NJ, Gropen AM, and Ogaard B: Risk factors associated with fluorosis in a non-
fluoridated population in Norway. Community Dent Oral Epidemiol 1997; 25: pp. 396-401
Ver en el Artículo | Cross Ref
16. 16. von der Fehr FR, and Haugejorden O: The start of caries decline and related fluoride use in
Norway. Eur J Oral Sci 1997; 105: pp. 21-26
Ver en el Artículo | Cross Ref
17. 17. Pendrys DG, and Katz RV: Risk of enamel fluorosis associated with fluoride
supplementation, infant formula, and fluoride dentifrice use. Am J Epidemiol 1989; 130: pp.
1199-1208
Ver en el Artículo | Cross Ref
18. 18. Pendrys DG, Katz RV, and Morse DE: Risk factors for enamel fluorosis in a nonfluoridated
population. Am J Epidemiol 1996; 143: pp. 808-815
Ver en el Artículo | Cross Ref
19. 19. Recommendations for using fluoride to prevent and control dental caries in the United
States: Centers for Disease Control and Prevention. MMWR Recomm Rep 2001; 50: pp. 1-42
Ver en el Artículo | Cross Ref
20. 20. Ismail AI, and Hasson H: Fluoride supplements, dental caries and fluorosis: a systematic
review. JADA 2008; 139: pp. 1457-1468
Ver en el Artículo | Cross Ref
21. 21. American Dental Association : Fluoride & fluoridation: fluoride supplement dosage
schedule. www.ada.org/public/topics/fluoride/fluoride_article01.asp
Ver en el Artículo
22. 22. Lökken P, and Birkeland JM: Acceptance, caries reduction and reported adverse effects of
fluoride prophylaxis in Norway. Community Dent Oral Epidemiol 1978; 6: pp. 110-116
Ver en el Artículo | Cross Ref
23. 23. Wang NJ, and Riordan PJ: Fluoride supplements and caries in a non-fluoridated child
population. Community Dent Oral Epidemiol 1999; 27: pp. 117-123
Ver en el Artículo | Cross Ref
24. 24. Rise J, Haugejorden O, Wold B, and Aarö LE: Distribution of health behaviors in Nordic
schoolchildren. Community Dent Oral Epidemiol 1991; 19: pp. 9-13
Ver en el Artículo | Cross Ref
25. 25. Rossow I, and Holst D: Use of fluoride tablets in childhood: a 10-year prospective study. J
Public Health Dent 1993; 53: pp. 146-150
Ver en el Artículo | Cross Ref
28. 28. Thylstrup A, and Fejerskov O: Clinical appearance of dental fluorosis in permanent teeth in
relation to histologic changes. Community Dent Oral Epidemiol 1978; 6: pp. 315-328
Ver en el Artículo | Cross Ref
29. 29. Garvin J: Fluoride supplements get EBD look. ADA News Today Sept. 11, 2008; undefined:
Ver en el Artículo
30. 30. Ekstrand J, and Ehrnebo M: Absorption of fluoride from fluoride dentifrices. Caries Res
1980; 14: pp. 96-102
Ver en el Artículo | Cross Ref
31. 31. Ericsson Y: Monofluorophosphate physiology: general considerations. Caries Res 1983; 17:
pp. 46-55
Ver en el Artículo | Cross Ref
32. 32. Ellingsen JE, and Ekstrand J: Plasma fluoride levels in man following intake of SnF2 in
solution or toothpaste. J Dent Res 1985; 64: pp. 1250-1252
Ver en el Artículo | Cross Ref
33. 33. Birkeland J, Haugejorden O, and von der Fehr FR: Some factors associated with the caries
decline among Norwegian children and adolescents: age specific and cohort analyses. Caries
Res 2000; 34: pp. 109-116
Ver en el Artículo | Cross Ref
34. 34. Birkeland JM, Haugejorden O, von der Fehr FR, and Løkken P: Fluoride: atter I focus.
Kariesprofylakse med fluoride i 50 år i Norge—erfaringer. Nor Tannlegeforen Tid 2001; 111: pp.
6-13
Ver en el Artículo
35. 35. Haugejorden O, and Birkeland JM: Analysis of the ups and downs of caries experience
among Norwegian children age five years between 1997 and 2003. Acta Odontol Scand 2005;
63: pp. 115-122
Ver en el Artículo | Cross Ref
36. 36. Haugejorden O, and Birkeland JM: Ecological time-trend analysis of caries experience at 12
years of age and caries incidence from age 12 to 18 years: Norway 1985–2004. Acta Odontol
Scand 2006; 64: pp. 368-375
Ver en el Artículo | Cross Ref
37. 37. American Dental Association : ADA positions & statements: interim guidance on fluoride
intake for infants and young
children. www.ada.org/prof/resources/positions/statements/fluoride_infants.asp
Ver en el Artículo
38. 38. American Academy of Pediatric Dentistry : Oral health policies reference manual. Pediatr
Dent 2008; 30: pp. 121-124
Ver en el Artículo
39. 39. Adair SM: Evidence-based use of fluoride in contemporary pediatric dental practice. Pediatr
Dent 2006; 28: pp. 133-142
Ver en el Artículo
40. 40. National Maternal and Child Health Bureau , and MCHB Expert Panel : Topical fluoride
recommendations for high-risk children: development of a decision support
matrix. www.mchoralhealth.org/PDFs/TopicalFluorideRpt.pdf
Ver en el Artículo
41. 41. Wang NJ: Government policies on fluoride utilization in Nordic countries. Acta Odontol
Scand 1999; 57: pp. 342-347
Ver en el Artículo | Cross Ref
42. 42. Scottish Intercollegiate Guidelines Network : Prevention and management of dental decay
in the pre-school child. www.sign.ac.uk/guidelines/fulltext/83/index.html
Ver en el Artículo
44. 44. Kjaernes U, Botten G, Lande B, and Nilsson D: Food intake and patterns of feeding of
Norwegian infants. Eur J Clin Nutr 1988; 42: pp. 249-259
Ver en el Artículo
45. 45. Hujoel PP, Zina LG, Moimaz SA, and Cunha-Cruz J: Infant formula and enamel fluorosis: a
systematic review. JADA 2009; 140: pp. 841-854
Ver en el Artículo | Cross Ref
46. 46. Johnson J, and Bawden JW: The fluoride content of infant formulas available in 1985.
Pediatr Dent 1987; 9: pp. 33-37
Ver en el Artículo | Cross Ref
47. 47. Siew C, Strock S, Ristic H, et al: Assessing a potential risk factor for enamel fluorosis: a
preliminary evaluation of fluoride content in infant formulas. JADA 2009; 140: pp. 1228-1236
Ver en el Artículo | Cross Ref
48. 48. Marinho VC, Higgins JP, Sheiham A, and Logan S: Fluoride toothpastes for preventing dental
caries in children and adolescents. Cochrane Database Syst Rev 2003; undefined:
Ver en el Artículo
49. 49. Twetman S, Axelsson S, Dahlgren H, et al: Caries-preventive effect of fluoride toothpaste: a
systematic review. Acta Odontol Scand 2003; 61: pp. 347-355
Ver en el Artículo | Cross Ref
50. 50. Pendrys DG: The fluorosis risk index: a method for investigating risk factors. J Public Health
Dent 1990; 50: pp. 291-298
Ver en el Artículo | Cross Ref
51. 51. Dean HT: Classification of mottled enamel diagnosis. JADA 1934; 21: pp. 1421-1426
Ver en el Artículo | Cross Ref
52. 52. Møller IJ: Clinical standards used for diagnosing fluorosis. In McClure FJ (eds): Water
Fluoridation. Bethesda, Md.: U.S. Department of Health, Education, and Welfare, 1970. pp. 57-
74
Ver en el Artículo
53. 53. Russell AL: The differential diagnosis of fluoride and nonfluoride enamel opacities. J Public
Health Dent 1963; 21: pp. 143-146
Ver en el Artículo | Cross Ref
54. 54. Pendrys DG: The differential diagnosis of fluorosis. J Public Health Dent 1999; 59: pp. 235-
238
Ver en el Artículo | Cross Ref
55. 55. Pendrys DG: Analytical studies of enamel fluorosis: methodological considerations.
Epidemiol Rev 1999; 21: pp. 233-246
Ver en el Artículo | Cross Ref
56. 56. Pendrys DG: Risk of enamel fluorosis in nonfluoridated and optimally fluoridated
populations: considerations for the dental professional. JADA 2000; 131: pp. 746-755
Ver en el Artículo | Cross Ref
57. 57. Pendrys DG, Katz RV, and Morse DE: Risk factors for enamel fluorosis in a fluoridated
population. Am J Epidemiol 1994; 140: pp. 461-471
Ver en el Artículo | Cross Ref
58. 58. Pendrys DG, and Katz RV: Risk factors for enamel fluorosis in optimally fluoridated children
born after the US manufacturers' decision to reduce the fluoride concentration of infant
formula. Am J Epidemiol 1998; 148: pp. 967-974
Ver en el Artículo | Cross Ref
59. 59. Levy SM, Hong L, Warren JJ, and Broffitt B: Use of the fluorosis risk index in a cohort study:
the Iowa fluoride study. J Public Health Dent 2006; 66: pp. 92-96
Ver en el Artículo | Cross Ref
60. 60. Hong L, Levy SM, Warren JJ, Broffitt B, and Cavanaugh J: Fluoride intake levels in relation to
fluorosis development in permanent maxillary central incisors and first molars. Caries Res
2006; 40: pp. 494-500
Ver en el Artículo | Cross Ref
61. 61. Hong L, Levy SM, Broffitt B, et al: Timing of fluoride intake in relation to development of
fluorosis on maxillary central incisors. Community Dent Oral Epidemiol 2006; 34: pp. 299-309
Ver en el Artículo | Cross Ref
62. 62. National Institute of Dental Research , and Epidemiology and Oral Disease Prevention
Program : Oral health of United States children: the National Survey of Dental Caries in U.S.
School Children, 1986–1987—national and regional findings. Bethesda, Md.: Epidemiology and
Oral Disease Prevention Program, National Institute of Dental Research, National Institutes of
Health, Public Health Service, U.S. Department of Health and Human Services, 1989.
Ver en el Artículo
63. 63. Pitts NB: Clinical diagnosis of dental caries: a European perspective. J Dental Educ 2001; 65:
pp. 972-978
Ver en el Artículo
64. 64. Coughlin SS, Benichou J, and Weed DL: Attributable risk estimation in case-control studies.
Epidemiol Rev 1994; 16: pp. 51-64
Ver en el Artículo | Cross Ref
65. 65. Greenland S: Applications of stratified analysis methods. In Rothman KJ, and Greenland S
(eds): Modern Epidemiology, 2nd ed. Philadelphia: Lippincott-Raven, 1998. pp. 295-297
Ver en el Artículo
66. 66. Benichou J: A review of adjusted estimators of attributable risk. Stat Methods Med Res
2001; 10: pp. 195-216
Ver en el Artículo
67. 67. Gargiullo PM, Rothenberg RB, and Wilson HG: Confidence intervals, hypothesis tests, and
sample sizes for the prevented fraction in cross-sectional studies. Stat Med 1995; 14: pp. 51-72
Ver en el Artículo | Cross Ref
68. 68. Fleiss JL: Statistical Methods for Rates and Proportions. New York: Wiley-InterScience,
1981.
Ver en el Artículo
69. 69. Wang NJ: Is amalgam in child dental care on its way out? Restorative materials used in
children and adolescents in 1978 and 1995 in Norway. Community Dent Health 2000; 17: pp.
97-101
Ver en el Artículo
70. 70. Gimmestad AL, Holst D, Grytten J, and Skau I: Exit amalgam? Use of amalgam in dental
practice in Norway 2002. Nor Tannlegeforen Tid 2004; 114: pp. 284-286
Ver en el Artículo
71. 71. Den Besten PK: Mechanism and timing of fluoride effects on developing enamel. J Public
Health Dent 1999; 59: pp. 247-251
Ver en el Artículo | Cross Ref
72. 72. Larsen MJ, Richards A, and Fejerskov O: Development of dental fluorosis according to age
at start of fluoride administration. Caries Res 1985; 19: pp. 519-527
Ver en el Artículo | Cross Ref
73. 73. Osuji OO, Leake JL, Chipman ML, Nikiforuk G, Locker D, and Levine N: Risk factors for dental
fluorosis in a fluoridated community. J Dent Res 1988; 67: pp. 1488-1492
Ver en el Artículo | Cross Ref
74. 74. Franzman MR, Levy SM, Warren JJ, and Broffitt B: Fluoride dentifrice ingestion and fluorosis
of the permanent incisors. JADA 2006; 137: pp. 645-652
Ver en el Artículo | Cross Ref
75. 75. Ishii T, and Suckling G: The severity of dental fluorosis in children exposed to water with a
high fluoride content for various periods of time. J Dent Res 1991; 70: pp. 952-956
Ver en el Artículo | Cross Ref
76. 76. Evans RW, and Stamm JW: An epidemiologic estimate of the critical period during which
human maxillary central incisors are most susceptible to fluorosis. J Public Health Dent 1991;
51: pp. 251-259
Ver en el Artículo | Cross Ref
77. 77. Evans RW, and Darvell BW: Refining the estimate of the critical period for susceptibility to
enamel fluorosis in human maxillary central incisors. J Public Health Dent 1995; 55: pp. 238-249
Ver en el Artículo | Cross Ref
78. 78. Bårdsen A: “Risk periods” associated with the development of dental fluorosis in maxillary
permanent central incisors: a meta-analysis. Acta Odontol Scand 1999; 57: pp. 247-256
Ver en el Artículo | Cross Ref
79. 79. Shulman JD, Maupome G, Clark DC, and Levy SM: Perceptions of desirable tooth color
among parents, dentists and children. JADA 2004; 135: pp. 595-604
Ver en el Artículo | Cross Ref
80. 80. Do LG, and Spencer A: Oral health-related quality of life of children by dental caries and
fluorosis experience. J Public Health Dent 2007; 67: pp. 132-139
Ver en el Artículo | Cross Ref
81. 81. Riordan PJ: Dental fluorosis, dental caries and fluoride exposure among 7-year-olds. Caries
Res 1993; 27: pp. 71-77
Ver en el Artículo | Cross Ref
82. 82. Skotowski MC, Hunt RJ, and Levy SM: Risk factors for dental fluorosis in pediatric dental
patients. J Public Health Dent 1995; 55: pp. 154-159
Ver en el Artículo | Cross Ref
83. 83. Pendrys DG: Risk of fluorosis in a fluoridated population: implications for the dentist and
hygienist. JADA 1995; 126: pp. 1617-1624
Ver en el Artículo | Cross Ref
84. 84. Källestål C, Wang NJ, Petersen PE, and Arnadottir IB: Caries-preventive methods used for
children and adolescents in Denmark, Iceland, Norway and Sweden. Community Dent Oral
Epidemiol 1999; 27: pp. 144-151
Ver en el Artículo | Cross Ref
85. 85. Bårdsen A, Klock KS, and Bjorvatn K: Dental fluorosis among persons exposed to high- and
low-fluoride drinking water in western Norway. Community Dent Oral Epidemiol 1999; 27: pp.
259-267
Ver en el Artículo | Cross Ref
86. 86. Haugejorden O, and Birkeland JM: Evidence for reversal of the caries decline among
Norwegian children. Int J Paediatr Dent 2002; 12: pp. 306-315
Ver en el Artículo | Cross Ref
87. 87. Dye BA, Tan S, Smith V, et al: Trends in oral health status: United States, 1988–1994 and
1999–2004. Vital Health Stat 2007; 11: pp. 1-92
Ver en el Artículo
88. 88. National Institute of Dental and Craniofacial Research : Dental caries (tooth decay) in
children (age 2 to
11). www.nidcr.nih.gov/DataStatistics/FindDataByTopic/DentalCaries/DentalCariesChildren
2to11
Ver en el Artículo
89. 89. Ellwood RP, and O'Mullane DM: Association between dental enamel opacities and dental
caries in a north Wales population. Caries Res 1994; 28: pp. 383-387
Ver en el Artículo | Cross Ref
90. 90. Ellwood RP, and O'Mullane D: The association between developmental enamel defects and
caries in populations with and without fluoride in their drinking water. J Public Health Dent
1996; 56: pp. 76-80
Ver en el Artículo | Cross Ref
91. 91. Montero MJ, Douglass JM, and Mathieu GM: Prevalence of dental caries and enamel
defects in Connecticut Head Start children. Pediatr Dent 2003; 25: pp. 235-239
Ver en el Artículo
92. 92. Hong L, Levy SM, Warren JJ, and Broffitt B: Association between enamel hypoplasia and
dental caries in primary second molars: a cohort study. Caries Res 2009; 43: pp. 345-353
Ver en el Artículo | Cross Ref
93. 93. Burt BA, Kolker JL, Sandretto AM, Yuan Y, Sohn W, and Ismail AI: Dietary patterns related to
caries in a low-income adult population. Caries Res 2006; 40: pp. 473-480
Ver en el Artículo | Cross Ref
94. 94. Sohn W, Burt BA, and Sowers MR: Carbonated soft drinks and dental caries in the primary
dentition. J Dent Res 2006; 85: pp. 262-266
Ver en el Artículo | Cross Ref
95. 95. Tahmassebi JF, Duggal MS, Malik-Kotru G, and Curzon ME: Soft drinks and dental health: a
review of the current literature. J Dent 2006; 34: pp. 2-11
Ver en el Artículo | Cross Ref
96. 96. Lim S, Sohn W, Burt BA, et al: Cariogenicity of soft drinks, milk and fruit juice in low-income
African-American children: a longitudinal study. JADA 2008; 139: pp. 959-967
Ver en el Artículo
Un estudio de caries in situ sobre la interacción
entre la dosis de flúor y la concentración en la
leche RSSDescargar PDF
F. Lippert
, E.A. Martinez-Mier
y D.T. Zero
Journal of Dentistry, 2014-07-01, Volumen 42, Número 7, Páginas 883-890, Copyright © 2014 Elsevier Ltd
Métodos
Veintiocho sujetos usaron dos muestras de esmalte cubiertas de gasa con lesiones
preformadas colocadas bucalmente en sus dentaduras parciales mandibulares
durante tres semanas. Los participantes utilizaron dentífrico sin flúor durante el
estudio y consumieron una vez al día uno de los cinco tratamientos del estudio: sin
flúor en 200 ml de leche (0F-200), 1,5 o 3 mg de flúor en 100 (1,5F-100; 3F-100) o
200 ml de leche (1.5F-200; 3F-200). Después de tres semanas, se recuperaron los
especímenes. La dureza de Knoop se usó para determinar el endurecimiento y la
resistencia a un desafío de ácido secundario. La captación de fluoruro de esmalte
(EFU) se determinó utilizando una técnica de microbiopsia.
Resultados
Se observó una dosis-respuesta de fluoruro lineal para todas las variables de
estudio que exhibieron patrones generales similares. Todos los tratamientos dieron
como resultado una reafirmación, con 0F-200 como mínimo y 3F-100 como
máximo. Además de 1.5F-200, todos los tratamientos resultaron estadísticamente
significativamente más rehardening en comparación con 0F-200. Las dosis de flúor
administradas en 100 ml proporcionaron información direccional, aunque no
estadísticamente significativa, más reafirmantes que las administradas en 200 ml
de leche. Los datos de EFU mostraron una mejor diferenciación entre los
tratamientos: todos los tratamientos con leche fluorada administraron más flúor a
las lesiones que 0F-200; el fluoruro en 100 ml demostró una EFU estadísticamente
significativamente más alta que el fluoruro en 200 ml de leche. Los hallazgos para
la resistencia a los ácidos también fueron más perspicaces que los datos de re-
endurecimiento.
Conclusiones
El presente estudio ha proporcionado más evidencia de los beneficios anticaries de
la leche fluorada. La dosis de fluoruro y la concentración parecen afectar las
propiedades cariostáticas del flúor en la leche.
1
Introducción
El suministro de cantidades cariostáticas de flúor a través de la leche no es
novedoso en absoluto, ya que los primeros estudios de caries en niños se realizaron
en la década de 1960. 1 A pesar de su prolífica historia, una revisión sistemática
Cochrane 2 concluyó que "no hay pruebas suficientes para demostrar la eficacia de
la leche fluorada en la prevención de la caries dental" y destacó la necesidad de
ensayos clínicos aleatorizados adicionales. Sin embargo, se ha demostrado que la
fluoración de la leche es una medida de salud pública efectiva y estudios más
recientes han proporcionado evidencia de apoyo adicional. 13 La fluoruración de la
leche ha sido recomendada cuando la concentración de fluoruro en el agua potable
no es óptima, para grupos meta con alta prevalencia de caries y cumplimiento
deficiente para la higiene oral, en áreas sin o con fluoración de agua subóptima y en
programas escolares o de kindergarten para proporcionar leche a niños ya están en
su lugar. 34
2
materiales y métodos
2.1
Aspectos éticos
El protocolo de estudio fue revisado y aprobado por la Junta de Revisión
Institucional de IUPUI, # 1206008830. Se llevó a cabo en el Instituto de
Investigación de Salud Oral de la Facultad de Odontología de la Universidad de
Indiana. Todos los sujetos firmaron un consentimiento informado por escrito antes
del examen y recibieron exámenes de tejido blando y duro por vía oral a lo largo del
estudio.
2.2
Diseño experimental
El estudio fue aleatorizado, investigador ciego, observador-ciego, analista de
laboratorio ciego, y utilizó un diseño cruzado de 5 vías. Los sujetos fueron
parcialmente ciegos a los tratamientos (etiquetados A-E) ya que consumieron dos
volúmenes diferentes de leche a lo largo del estudio. Dos o tres días después de una
limpieza dental, se colocaron dos muestras parcialmente desmineralizadas en el
área de la brida bucal de la dentadura parcial mandibular del sujeto. Las muestras
se envolvieron individualmente en gasa de Dacron para facilitar el crecimiento de
la placa. Las muestras envueltas se montaron muy cerca unas de otras y al ras con
la superficie de la dentadura. Los sujetos fueron instruidos sobre la preparación de
la leche (ver abajo), consumió el primer tratamiento bajo supervisión en el sitio de
estudio y recibió un diario para uso doméstico que devolvieron al final de cada
período de tratamiento. Durante cada uno de los cinco períodos de prueba de tres
semanas, los sujetos tomaron su producto de prueba de leche asignado después de
la cena (en la noche), una vez al día para cinco (100 ml de dosis) o diez (200 ml de
dosis) minutos sincronizados, usando su dentaduras parciales mandibulares 24
horas al día durante el período de prueba, incluso durante las comidas. Dinnertime
fue elegido para evitar interferir con los estilos de vida de los sujetos y maximizar
los beneficios cariostáticos del flúor. los sujetos bebieron su producto de prueba de
leche asignado después de la cena (por la tarde), una vez por día para cinco (100 ml
de dosis) o diez (200 ml de dosis) minutos, usando sus prótesis mandibulares
parciales durante 24 horas durante el período de prueba incluso durante
comidas Dinnertime fue elegido para evitar interferir con los estilos de vida de los
sujetos y maximizar los beneficios cariostáticos del flúor. los sujetos bebieron su
producto de prueba de leche asignado después de la cena (por la tarde), una vez por
día para cinco (100 ml de dosis) o diez (200 ml de dosis) minutos, usando sus
prótesis mandibulares parciales durante 24 horas durante el período de prueba
incluso durante comidas Dinnertime fue elegido para evitar interferir con los
estilos de vida de los sujetos y maximizar los beneficios cariostáticos del
flúor. usando sus dentaduras parciales mandibulares 24 horas al día durante el
período de prueba, incluso durante las comidas. Dinnertime fue elegido para evitar
interferir con los estilos de vida de los sujetos y maximizar los beneficios
cariostáticos del flúor. usando sus dentaduras parciales mandibulares 24 horas al
día durante el período de prueba, incluso durante las comidas. Dinnertime fue
elegido para evitar interferir con los estilos de vida de los sujetos y maximizar los
beneficios cariostáticos del flúor. 11Los sujetos usaron dentífrico sin flúor (pasta de
dientes de árbol de té natural, Desert Essence, NY, EE. UU.) Dos o tres días antes y
continuamente durante cada período de tratamiento. Esta elección se hizo para
imitar a las poblaciones de alto riesgo, aunque los sujetos estuvieron expuestos a
agua fluorada (aproximadamente 1,0 ppm) durante el estudio. Al final de cada
período de prueba de tres semanas, los sujetos regresaron al sitio del estudio, se
extrajeron y analizaron las muestras. Todos los sujetos recibieron un tratamiento
profesional con flúor (APF Gel, PediaGel, Preventech, NC, EE. UU.) Al final del
estudio. Las principales variables de respuesta fueron la recuperación de la
microdureza superficial en porcentaje (% SMHr), la absorción de fluoruro de
esmalte (EFU) y el porcentaje de resistencia a los ácidos (% AR) medidos en las
muestras experimentales de esmalte.
2.3
Cálculo de potencia
En base a estudios previos que utilizan una variedad de productos de cuidado bucal
convencionales en este modelo [datos no publicados], la desviación estándar
dentro del producto de% SMHr se estima en 13% y se espera que la correlación
entre productos sea de aproximadamente 0.5. Con un tamaño de muestra de 28
sujetos en un estudio cruzado de 5 vías, el estudio tuvo un 80% de poder para
detectar una diferencia% SMHr del 8,6%, suponiendo que las pruebas bilaterales se
realizaron con un nivel de significación del 5%.
2.4
Especímenes de esmalte y creación de lesión
Las muestras obtenidas de dientes permanentes humanos se usaron como el
sustrato de prueba de tejido duro. Los dientes se recogieron y se transportaron a
OHRI en una solución saturada de timol. Al recibirlo, los dientes se clasificaron,
limpiaron y se eliminaron las puntas de las raíces. Los dientes se almacenaron
entonces en solución saturada de timol durante los procedimientos de preparación
de la muestra. Los dientes se seleccionaron según los siguientes criterios: sin caries
y restauraciones importantes; sin decoloración y sin marcas, como grietas, cuando
se observa bajo un microscopio a 20 aumentos; suficiente superficie del diente para
proporcionar una muestra de gran tamaño para cumplir con los requisitos del
estudio.
2.5
Población de estudio
Veintiocho sujetos entre las edades de 47 y 80 (promedio 63, desviación estándar
10, mediana 64, 11 hombres, 17 mujeres) emprendieron el estudio, con 22
completaron todos los tratamientos (la expectativa era terminar con 20). Tres
sujetos se retiraron del estudio debido al uso de antibióticos, uno se mudó fuera de
la ciudad, uno no podía usar la prótesis parcial 24 horas al día y uno se retiró
debido a un evento adverso que no estaba relacionado con el tratamiento. Los
criterios de inclusión fueron: los sujetos tenían que tener entre 18 y 80 años de
edad en el cribado y, en general, buena salud, no presentaban evidencia de caries
activa o enfermedad periodontal, tenían tasas de flujo salival estimuladas y no
estimuladas iguales o superiores al requisito mínimo de 0.8 y 0. 2 ml / min,
respectivamente. Los sujetos potenciales que informaron que estaban
embarazadas, que tenían la intención de quedar embarazadas durante el período de
estudio o lactantes fueron excluidos de la participación. También tenían que ser
capaces de tolerar el sabor y la temperatura ambiente del producto lácteo mixto,
como se demostró bebiéndolo en la selección. Los sujetos tuvieron que dejar de
usar productos de fluoruro tópicos o sistémicos durante la duración del estudio.
2.6
Tratamientos del estudio: preparación y uso de la leche
Los cinco tratamientos del estudio se muestran en la Tabla 1 . Excluding the
fluoride-free placebo, the study followed a 2 × 2 factorial design with the factors
fluoride dose (1.5 or 3 mg) and milk volume (100 or 200 ml). The investigational
drug product (fluoridated milk) was prepared by a licensed pharmacy in
Indianapolis, IN (USA) using powdered milk (Nonfat Dry Milk, Kroger,
Indianapolis, IN, US) and pharmaceutical grade sodium fluoride (PCCA Sodium
Fluoride USP 51927-1038-00). Milk powder and sodium fluoride powder were
homogenized and weighed into 100 or 200 ml bottles which contained a fill line
indicating either a 100 or 200 ml volume once reconstituted using bottled water
(Ice Mountain, Nestle, CT, USA). Subjects received 23 of the 24 bottles prepared
for each subject (i.e. one bottle per day plus two extra bottles, one bottle was
retained for analysis – see Section 2.7 ) of their assigned study treatment per test
period. They were instructed to fill the bottle to the line with the provided bottled
water (to be stored at room temperature) immediately before use and shake the
bottle for a minimum of 30 s to allow the milk powder and sodium fluoride to
dissolve (determined to be sufficient prior to study start). Subjects were instructed
to sip their assigned study treatment after dinner during either a 5- (100 ml dose)
or 10-min period (200 ml dose) by gently moving every sip around their mouth
before swallowing. Timers and product use diaries were provided to subjects.
Subjects had to refrain from eating and drinking for 30 min after milk
consumption.
tabla 1
Estudio de tratamientos
0F-200 0 200 0 10
3F-100 3 100 30 5
Código de Dosis de Volumen de Concentración de Tiempo de
tratamiento fluoruro [mg] leche [ml] fluoruro [ppm] consumo de leche
[min]
3F-200 3 200 15 10
2.7
Análisis de leche
Antes del inicio del estudio y durante todo el estudio, los análisis de la leche en
polvo reconstituida se llevaron a cabo en los laboratorios de los autores presentes
por un tercero que no participó en el estudio, para verificar el contenido de fluoruro
de la leche y conservar la ceguera. Se eligió aleatoriamente una botella por sujeto y
por período de tratamiento a partir de la asignación de cada sujeto y se procesó
para el análisis de fluoruro como se describe a continuación (antes de dispensar a
los sujetos). Además, las botellas extra devueltas por los sujetos después del
período de tratamiento 1 también se analizaron para confirmar la estabilidad del
flúor.
2.8
Recuperación de microdureza superficial
La prueba de microdureza superficial (SMH) se utilizó para evaluar los cambios en
el estado mineral de especímenes de esmalte parcialmente desmineralizados. SMH
se midió usando un comprobador de microdureza designado (2100 HT, Wilson
Instruments, Norwood, MA, EE. UU.). Cada muestra de esmalte se aseguró en una
entrada de 1 pulg. bloque de acrílico cuadrado con cera pegajosa y luego colocado
en el probador de microdureza. Cinco hendiduras basales espaciadas a 100 μm de
separación se colocaron con un diamante Knoop bajo una carga de 50 g en el centro
de una muestra de esmalte de sonido pulido y aplanado ( Fig. 1). ) SMH se
determinó midiendo la longitud de las indentaciones utilizando el software de
análisis de imágenes Clemex CMT HD versión 6.0.011. Para que las muestras de
esmalte sean aceptables para su uso en el estudio, la media de las 5 longitudes de
sangría basales debe ser de 43 ± 3 μm con una desviación estándar de <3. Después
de la desmineralización in vitro, las muestras de esmalte se volvieron a analizar con
SMH colocando cinco hendiduras de 100 μm a la izquierda de las indentaciones de
la línea base. Para calificar para el estudio, la media ( n = 5) las longitudes de
sangría de las muestras parcialmente desmineralizadas tenían que ser de 120 ± 20
μm con una desviación estándar de <10. Después de 21 días de exposición
intraoral, las muestras de esmalte se volvieron a analizar con SMH colocando cinco
indentaciones a 100 μm a la derecha de las indentaciones de la línea base. La
extensión de la reengrase (% SMHr) se calculó en base al método de Gelhard et
al. 15 :
% SMHr = D 1 - RD 1 - B×100%SMHr=re1−Rre1−B×100
B es la longitud de indentación (μm) de la muestra de esmalte al inicio del
estudio, D 1 es una longitud de indentación (μm) después de la primera
desmineralización in vitro, R es una longitud de indentación (μm) después de la
exposición intraoral (rehumectación).
2.9
Captación de fluoruro de esmalte
El análisis de microperfil de las muestras de esmalte se llevó a cabo después de 21
días de exposición intraoral para cada uno de los tratamientos, después de que se
completó el procedimiento SMH. La técnica de biopsia del esmalte de
microperforación descrita por Sakkab et al. 16 se usó para analizar el contenido de
fluoruro de las muestras de esmalte parcialmente desmineralizadas. Cada muestra
de esmalte se montó perpendicularmente al eje largo de una broca conectada a una
microperforadora especialmente diseñada, y se perforó a una profundidad de
aprox. 100 μm a través de toda la lesión (cuatro núcleos por espécimen, Fig. 1 ) La
perforación y la recolección de muestras se realizaron en una atmósfera estática
controlada para evitar la pérdida de polvo de esmalte debido a los efectos de
carga. El polvo de esmalte del taladro se recogió, se disolvió (20 μl de HClO 4 + 40
μl de tampón de citrato / EDTA + 40 μl de agua desionizada) y se analizaron en
busca de fluoruro en comparación con una curva estándar preparada de forma
similar usando un electrodo específico de iones. El diámetro del orificio de
perforación se determinó usando un microscopio calibrado interconectado con un
sistema de análisis de imágenes. La cantidad de captación de fluoruro por esmalte
se calculó en función de la cantidad de fluoruro dividida por el área de los núcleos
del esmalte y se expresó como μg F / cm 2 .
2.10
Prueba de resistencia al ácido
Para probar si los tratamientos impartieron resistencia al ácido al esmalte después
de la exposición intraoral de 21 días, se realizó una segunda desmineralización in
vitro. Las muestras se desmineralizaron sumergiéndolas cada una en 40 ml de la
solución de creación de la lesión a 37 ° C durante 5 h. Luego se evaluó SMH
colocando 5 indentaciones de 100 μm a la izquierda de las indentaciones colocadas
después del primer desafío de desmineralización. El% de resistencia al ácido (%
AR) se calculó aplicando el método de Corpron et al. 17 :
2.11
análisis estadístico
Para% SMHr, EFU y% AR, se promediaron las dos muestras para cada sujeto y
período de estudio. El tratamiento de efecto en% SMHr, EFU y% AR se realizó
usando un modelo ANOVA adecuado para un estudio cruzado (cross-over). El
ANOVA incluyó términos para el tratamiento y el período de estudio, y un efecto
aleatorio para tener en cuenta las correlaciones dentro del sujeto entre los cinco
períodos de estudio. Se probaron contrastes adicionales para comparar los dos
grupos de leche de 100 ml combinados contra los dos grupos de leche de 200 ml
con fluoruro combinado, para comparar los dos grupos de 1.5 mg F combinados
contra los dos grupos de 3 mg F combinados y para comparar el grupo placebo F
contra los dos 1. 5 mg de grupos F combinados y contra los dos grupos de 3 mg F
combinados. Las comparaciones del grupo de leche y las comparaciones del grupo
de flúor son similares a una prueba de "efectos principales" para los niveles de
leche y fluoruro de un ANOVA de 2 × 2, que deben realizarse como contrastes en
este diseño de estudio cruzado de 5 grupos. Todas las comparaciones emplearon
pruebas de dos lados en un nivel de significancia del 5%. Las comparaciones del
grupo de leche y las comparaciones del grupo de flúor son similares a una prueba
de "efectos principales" para los niveles de leche y fluoruro de un ANOVA de 2 × 2,
que deben realizarse como contrastes en este diseño de estudio cruzado de 5
grupos. Todas las comparaciones emplearon pruebas de dos lados en un nivel de
significancia del 5%. Las comparaciones del grupo de leche y las comparaciones del
grupo de flúor son similares a una prueba de "efectos principales" para los niveles
de leche y fluoruro de un ANOVA de 2 × 2, que deben realizarse como contrastes en
este diseño de estudio cruzado de 5 grupos. Todas las comparaciones emplearon
pruebas de dos lados en un nivel de significancia del 5%.
3
Resultados
Los resultados de los análisis de leche se muestran en la Tabla 2 . Todas menos
cuatro de las muestras analizadas estaban dentro del 10% de la concentración de
fluoruro objetivo; las cuatro muestras estaban dentro del 16%. El contenido de
flúor del agua embotellada estaba por debajo del límite de detección (<0.01 ppm).
Tabla 2
Concentraciones de flúor en muestras de leche reconstituida para todos los tratamientos por
períodos de tratamiento.
1 1 (muestras 2 3 4 5
devueltas)
1 1 (muestras 2 3 4 5
devueltas)
Se eliminaron todos los datos de un sujeto antes del análisis estadístico debido a
datos de SMH inusualmente altos y no representativos, probablemente debido a la
acumulación de placa calcificada que requiere que las muestras se limpien con un
bisturí. Los sujetos que no completaron todos los tratamientos no se omitieron del
análisis por protocolo: se incluyeron los datos de los períodos no afectados. No se
reemplazaron los datos faltantes por valores sustituidos para el análisis estadístico.
Tabla 3
Mínimo cuadrado significa error estándar de los mínimos cuadrados y resultados de los
análisis estadísticos para todas las variables de estudio.
4
Discusión
El presente estudio investigó la interacción entre la dosis de flúor y la
concentración en la leche utilizando un modelo establecido de caries in situ 18 con
las características clave es el uso de muestras cubiertas de gasa montadas al ras con
la superficie de la dentadura para facilitar el crecimiento y la retención de placa,
lesiones de caries prematuras suavizadas en la superficie que imitan la aparición de
caries y la simulación de un área de estancamiento propenso a caries. Además, no
se impusieron restricciones de dieta a los sujetos del estudio, y los sujetos usaron
una prótesis parcial mandibular que contenía las muestras durante 24 horas,
incluso durante las comidas. Por lo tanto, este modelo se puede considerar de alta
relevancia clínica.
El panel de sujetos consistió en adultos con buena salud oral y sin signos de caries
activa, enfermedad periodontal o xerostomía. Si bien habría sido ventajoso realizar
el presente estudio en la población objetivo para la fluoración de la leche - niños,
existen varios inconvenientes que en última instancia habrían socavado los
objetivos del estudio. Dado que los niños no son usuarios parciales de dentaduras
postizas, se debería elegir un diseño de modelo in situ diferente, siendo el más
común el modelo de dispositivo intraoral (mandibular o palatal). Los
inconvenientes comparativos de tales modelos son el deterioro del habla y la
incomodidad (que conduce a un cumplimiento deficiente), la eliminación del
aparato durante el consumo de alimentos y bebidas (eliminación del único desafío
cariogénico),
Las dosis de flúor se eligieron teniendo en cuenta los aspectos toxicológicos y las
dosis de leche considerando la practicidad y la relevancia clínica. La Academia
Estadounidense de Pediatría propuso una dosis diaria de fluoruro de entre 0.05 y
0.07 mg F / kg de peso corporal / día. 19 que generalmente se acepta como 'un
límite superior útil para la ingesta de flúor por los niños'. 20 Teniendo en cuenta este
límite superior, las concentraciones de fluoruro de leche de hasta 8-10 ppm
(dependiendo del peso corporal) podrían ser compatibles con niños mayores de
ocho años. En adultos, la población de estudio presente, un nivel tolerable superior
de ingesta de 10 mg de fluoruro por día fue recomendado por el Instituto de
Medicina de los EE. UU. (IOM) en 1997, 21 permitiendo así espacio adicional para la
investigación. La leche en polvo se eligió por varias razones: tiene una vida útil
considerablemente más larga que la leche líquida, el flúor es más estable en leche
en polvo que en leche líquida ( Tabla 2 ), 22 y se ha utilizado en un programa de
fluoración de la leche en Chile. 23
Los presentes resultados están de acuerdo con los hallazgos de dos estudios in situ
previos que investigaron los efectos de dos dosis de fluoruro y concentraciones
inferiores a las estudiadas actualmente, 0.5 y 1.0 mg o 2.5 y 5.0 ppm, en la
prevención de la desmineralización del esmalte 9 y mejora de la reafirmación de la
lesión. 8 Ambas concentraciones de fluoruro ofrecieron protección contra la
desmineralización, siendo la dosis más alta direccionalmente más eficaz, mientras
que no hubo diferencia entre las concentraciones de fluoruro en la mejora de la
reafirmación. Los modelos y diseños de estudio fueron intrínsecamente diferentes,
lo que dificulta las comparaciones de dibujos. Sin embargo, los resultados de estos
y el presente estudio in situ han demostrado que los modelos in situ se pueden
utilizar para el estudio de la leche fluorada, que tiene propiedades cariostáticas y
que sigue un patrón de dosis-respuesta de flúor. Los resultados globales, y
especialmente del presente estudio, están de acuerdo con nuestro conocimiento
actual sobre la acción anticariogénica del flúor: su eficacia depende de su
biodisponibilidad y concentración. Sin embargo, todavía es discutible si los efectos
cariostáticos de la leche son principalmente tópicos o sistémicos. El presente
estudio, tal vez de forma involuntaria, proporcionó alguna evidencia de que la leche
fluorada actúa principalmente tópica, ya que la misma dosis de fluoruro entregada
a una concentración más alta (es decir, a un volumen menor) proporcionó una
mayor EFU ( Tablas 3 y 4 ), aunque solo se observaron diferencias direccionales en%
SMHr y% AR. Debería diseñarse un estudio separado para proporcionar evidencia
más concluyente, por ejemplo, proporcionando la misma dosis de fluoruro en una
forma soluble (p. Ej. NaF) o insoluble, pero digerible (p. Ej., CaF 2 ).
Conflicto de intereses
Este estudio fue apoyado por una subvención de The Borrow Foundation.
Acknowledgements
This study was supported by a grant from The Borrow Foundation. We
acknowledge and appreciate the diligent participation of our study subjects. We
also acknowledge the clinical and laboratory staff of the Oral Health Research
Institute for their essential contributions to the quality of the research and would
like to thank George Eckert for the statistical analysis of the present data.
Referencias
1. 1 . Organización Mundial de la Salud: en Banoczy J., Petersen PE y Rugg-Gunn AJ (eds):
fluoruración de la leche para la prevención de la caries dental. Ginebra: OMS Press, 2009. Ver
en el Artículo
2. 2 . Yeung CA, Hitchings JL, Macfarlane TV, Threlfall AG, Tickle M. y Glenny AM: leche fluorada
para la prevención de la caries dental. Base de datos Cochrane de revisiones sistemáticas
2005; 3: pp. CD003876 Ver en el Artículo
3. 3 . Banoczy J., y Rugg-Gunn AJ: prevención de la caries a través de la fluoración de la leche. Una
revisión. Fogorvosi Szemle 2007; 100: pp. 185-192 Ver en el Artículo
5. 5 . Itthagarun A., Verma S., Lalloo R., King NM, Wefel JS, y Nair RG: efectos de la leche fluorada
sobre las lesiones cariosas del esmalte artificial: un estudio de ciclismo de pH. Journal of
Dentistry 2011; 39: pp. 817-824 Ver en el Artículo | Cross Ref.
7. 7 . Malinowski M., Duggal MS, Strafford SM y Toumba KJ: El efecto de la variación de las
concentraciones de leche fluorada sobre la remineralización del esmalte in vitro. Caries
Research 2012; 46: pp. 555-560 Ver en el Artículo | Cross Ref.
8. 8 . Malinowski M., Duggal MS, Strafford SM y Toumba KJ: Efecto de dos concentraciones
diferentes de leche fluorada en la remineralización in situ del esmalte. Caries Research
2010; 44: pp. 203 Ver en el Artículo | Cross Ref.
9. 9 . Malinowski M., Duggal MS, Strafford SM y Toumba KJ: el efecto sobre el esmalte dental de
diferentes concentraciones de leche fluorada con un desafío cariogénico in situ. Journal of
Dentistry 2012; 40: pp. 929-933 Ver en el Artículo | Cross Ref.
11. 11 . Kusano SC, Andalo Tenuta LM, Del Bel Cury AA y Cury JA: tiempo de uso de pasta de
dientes con flúor y desmineralización esmalte-dentina. Brazilian Oral Research 2011; 25: pp.
383-387 Ver en el Artículo | Cross Ref.
12. 12 . White DJ: uso de geles de polímero sintético para la preparación de lesiones cariosas
artificiales. Caries Research 1987; 21: pp. 228-242 Ver en el Artículo | Cross Ref.
13. 13 . Taves DR: Separación de flúor por difusión rápida usando hexametildisiloxano. Talanta
1968; 15: pp. 969-974 Ver en el Artículo | Cross Ref.
14. 14 . Martinez-Mier EA, Cury JA, Heilman JR, Katz BP, Levy SM, Li Y., et al: Desarrollo de métodos
basados en electrodos selectivos de iones de oro para el análisis de flúor. Caries Research
2011; 45: pp. 3-12 Ver en el Artículo | Cross Ref.
15. 15 . Gelhard TBFM, diez Cate JM, y Arends J .: Rehardening de lesiones artificiales del esmalte
in vivo. Caries Research 1979; 13: pp. 80-83 Ver en el Artículo | Cross Ref.
16. 16 . Sakkab NY, Cilley WA y Haberman JP: Fluoruro en dientes deciduos de un estudio clínico
anticaries. Journal of Dental Research 1984; 63: pp. 1201-1205 Ver en el Artículo | Cross Ref.
17. 17 . Corpron RE, Clark JW, Tsai A., Más FG, Merrill DF, Kowalski CJ, et al: efectos intraorales de
un dispositivo liberador de flúor en el esmalte ablandada por ácido. Revista de la Asociación
Dental Americana 1986; 113: pp. 383-388 Ver en el Artículo | Cross Ref.
18. 18 . Zero DT, Zhang JZ, Harper DS, Wu M., Kelly S., Waskow J., et al: El efecto remineralizante
de un enjuague bucal de flúor de aceites esenciales en una prueba de caries intraoral. Revista
de la Asociación Dental Americana 2004; 135: pp. 231-237 Ver en el Artículo | Cross Ref.
20. 20 . Burt BA: Los patrones cambiantes de la ingesta sistémica de flúor. Journal of Dental
Research 1992; 71: pp. 1228-1237 Ver en el Artículo | Cross Ref.
21. 21 . IOM (Institute of Medicine): comité permanente sobre la evaluación científica de ingestas
dietéticas de referencia. Junta de Alimentos y Nutrición. Ingestas dietéticas de referencia para
calcio, fósforo, magnesio, vitamina D y fluoruro. Washington: The National Academies Press,
1997. Ver en el Artículo
22. 22 . Duff EJ: fluoruro total e iónico en la leche. Caries Research 1981; 15: pp. 406-408 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
23. 23. Marino R., Villa A., and Guerrero S.: A community trial of fluoridated powdered milk in
Chile. Community Dentistry and Oral Epidemiology 2001; 29: pp. 435-442
Ver en el Artículo
24. 24. Zahlaka M., Mitri O., Munder H., Mann J., Kaldavi A., Galon H., et al: The effect of
fluoridated milk on caries in Arab children. Results after 3 years. Clinical Preventive Dentistry
1987; 9: pp. 23-25
https://www.clinicalkey.es/#!/content/journal/1-s2.0-S0300571206002028
, T. Nikaido
, DDS Weerasinghe
, KA Wettasinghe
y J. Tagami
Journal of Dentistry, 2007-04-01, Volumen 35, Número 4, Páginas 343-349, Copyright © 2006 Elsevier Ltd
materiales y métodos
Treinta y tres molares humanos se agruparon de acuerdo con el índice de
Thylstrup-Fejerskov modificado (TFI) en normal (N, TFI 0), fluorosis leve (ML,
TFI 1-3) y fluorosis moderada (DM, TFI 4-6). Se realizaron tres secciones mesio-
distales en el eje corono-apical del diente, dando muestras de esmalte y
dentina. Estaban incrustados en una resina epoxi y pulidos. La mitad de la
superficie pulida se cubrió con un barniz resistente a los ácidos y se sumergió en
una solución tampón acidificada estándar (pH 4,5) durante 48 h para crear
lesiones artificiales de caries. Se trataron con NaOCl al 5% durante 45 min y se
seccionaron longitudinalmente a lo largo del centro en dos mitades. Las superficies
cortadas fueron pulidas y observadas bajo un microscopio de escaneo láser confocal
para determinar la profundidad de la desmineralización. La morfología de las
zonas desmineralizadas se observó bajo un microscopio electrónico de barrido por
emisión de campo (FE-SEM). Los datos se analizaron usando ANOVA de una vía y
prueba de Sheffe (p = 0.05).
Resultados
Se encontró una diferencia estadísticamente significativa en la profundidad de la
desmineralización entre los grupos N y MD ( p = 0.046) en el esmalte, y entre N y
ML ( p = 0.002), N y MD ( p <0.001), ML y MD ( p = 0.029) en dentina. La
observación FE-SEM del esmalte normal mostró una disolución directa con
grandes fisuras. La apariencia esponjosa de la dentina intertubular desapareció
gradualmente de N a MD.
Conclusiones
El esmalte moderadamente fluorado mostró una resistencia significativa a la
caries. Por el contrario, la dentina fluorada leve y moderada fue significativamente
caries susceptible in vitro.
1
Introducción
El flúor se ha utilizado en todo el mundo para prevenir la caries dental a pesar de
su vínculo con la fluorosis dental. 1 Se cree que una malformación dental es causada
por la ingestión crónica de flúor durante el desarrollo del diente. 12 que es el único
efecto secundario conocido del uso sistémico de flúor en la prevención de
caries.3 Literaturas recientes han revelado un aumento de la prevalencia de la
fluorosis dental (DF) que varía entre el 7,7 y el 80,9% en las áreas con agua
fluorada y entre el 2,9 y el 42% en las áreas sin fluoruración del agua. 456
Varios estudios epidemiológicos se han llevado a cabo para evaluar la relación entre
la fluorosis dental y la experiencia de la caries. 1011 Sin embargo, la relación varía
debido a los factores sociales adicionales, como la malnutrición, la mala limpieza
de los dientes y los hábitos alimentarios desfavorables. No se han llevado a cabo
estudios in vitro para evaluar la susceptibilidad a la caries del esmalte fluorado y la
dentina en comparación con los dientes normales.
2
materiales y métodos
2.1
preparación de la muestra
Treinta y tres molares humanos extraídos de los sujetos entre 40 y 60 años que
viven en áreas endémicas para la fluorosis en Sri Lanka se utilizaron para este
estudio. Los dientes estaban libres de caries y se habían extraído por razones
periodontales. Se obtuvo el consentimiento informado de los sujetos antes de la
extracción para usar los dientes extraídos para la investigación. Se limpiaron, se
almacenaron en agua destilada en un refrigerador a 4 ° C por separado con los
detalles de la fecha de extracción, la edad y el sexo del paciente. Los dientes se
usaron menos de 4 meses después de la extracción.
tabla 1
TFI 0 1 2 3 4 5 6
Número de especímenes 11 4 3 4 3 3 5
11 11
Figura 1
Diagrama esquemático de la preparación de la muestra.
Las muestras se incrustaron en una resina epoxi (resina Epoxycure, Buehler, EE.
UU.), Con el esmalte de superficie bucal o lingual de las muestras de esmalte y la
superficie oclusal de la dentina circumpulpal de las muestras de dentina orientadas
hacia la superficie que se pulirá posteriormente. Se dejó que la resina polimerizara
a temperatura ambiente durante la noche. Después del curado de la resina epoxi,
las muestras se trituraron con una serie de papeles abrasivos a prueba de agua SiC
(280, 800, 1000, 1200 y 1500 grit) bajo agua refrigerante. Esto se realizó puliendo
con pastas de diamante (Struers, Japón) sucesivamente desde 6 μm hasta 0,25 μm
de tamaño de grano para producir una superficie de alto brillo. La molienda y
pulido de todas estas muestras fue realizada por el mismo investigador para
garantizar que todos fueran sometidos al mismo procedimiento. Después de cada
paso de pulido, se llevó a cabo una limpieza ultrasónica en agua destilada para
eliminar restos de pasta de pulido.
2.2
Observación confocal de microscopía láser de barrido (CLSM)
Las muestras se enjuagaron en agua destilada durante 60 s. Se hizo un corte a
través del centro de cada espécimen paralelo al eje largo por medio de una fresa de
diamante de rotación lenta (Isomet) bajo lavado con agua, dando como resultado
dos mitades. Una de las medias secciones de cada espécimen se pulió a alto brillo
con discos abrasivos y pastas de diamante sucesivamente desde 6 μm hasta 0,25
μm de tamaño de grano. De las mitades restantes seleccionadas al azar, se
prepararon tres muestras de esmalte y dentina de cada grupo para el examen por
microscopía electrónica de barrido por emisión de campo (FE-SEM).
2.3
FE-SEM observación
Para observar la morfología de la zona de superficie desmineralizada de la lesión de
caries y la superficie pulida no desmineralizada, las muestras se secaron y se
recubrieron por pulverización catódica con platino y paladio durante 90 s (grosor
de 4 nm) y se observaron con FE-SEM (S4500, Hitachi, Tokio, Japón) en un voltaje
de aceleración de 3 kV bajo un aumento de × 3000.
3
Resultados
3.1
Profundidad de desmineralización
Los valores medios y las desviaciones estándar de la profundidad de la
desmineralización en micrómetros (μm) se muestran en la Tabla 2 . El ANOVA de
una vía indicó una diferencia estadísticamente significativa entre los diferentes
grupos de muestra y las profundidades medias de desmineralización en el esmalte
( F = 3.773, p = 0.038) y en dentina ( F = 21.396, p <0.001). Además, la
comparación post hoc de Scheffe no mostró diferencias significativas en la
profundidad de la desmineralización entre el esmalte fluorado normal y leve. Sin
embargo, se encontró una diferencia estadísticamente significativa en la
profundidad de la desmineralización entre los grupos de esmalte con fluorosidad
normal y moderada ( p = 0.046). La desmineralización del esmalte normal fue más
profunda que el grupo fluorosado moderado. Se encontró una diferencia
significativa en la profundidad de la desmineralización en la dentina entre
fluorosidad normal y leve ( p = 0.002), fluorosidad normal y moderada
( p<0.001), grupos con fluorosidad leve y moderada ( p = 0.029), con un aumento
gradual en la profundidad del grupo de fluorosis normal a moderada.
Tabla 2
Profundidad de desmineralización en esmalte y dentina (μm)
3.2
Observación de microscopía electrónica de emisión de campo (FE-
SEM)
Las superficies no desmineralizadas del esmalte normal, fluorosado suave y
fluorosado moderado parecían planas y lisas ( Fig. 3 A-C). Mientras que el esmalte
desmineralizado normal mostró una disolución directa pronunciada formando
grandes espacios similares a fisuras y pasos correspondientes a la ubicación de las
estriaciones cruzadas del esmalte, además de las regiones interprismáticas
agrandadas ( Fig. 3). A1). Para el esmalte fluido fluorado, se observó claramente una
clara disolución de la superficie externa con muchas irregularidades superficiales
en términos de fisuras poco profundas y otros defectos ( figura 3 B1). Para el esmalte
de fluorosidad moderada, la pérdida de la microesfera externa era visible con una
superficie lisa relativamente libre de defectos y sin alteraciones ( Fig. 3). C1). Para la
dentina normal, la dentina desmineralizada exhibió una apariencia porosa con
orificios tubulares dentinarios claramente evidentes. La estructura de dentina
intertubular restante dio la apariencia de una red esponjosa ( figura 4 A1). La
dentina intertubular de la superficie no desmineralizada fue homogénea ( Fig.
4). UN). Para la dentina desmineralizada fluorada leve, la apariencia porosa era
visible. La dentina intertubular desmineralizada apareció como una superficie
rugosa erosionada ( Fig. 4 B1). Mientras que la dentina intertubular de la superficie
no desmineralizada apareció incluso ( Fig. 4 SEGUNDO). La dentina moderada
fluorada no desmineralizada mostró áreas de dentina interglobular en la región de
la dentina intertubular ( Figura 4 C). Para la dentina desmineralizada fluorada
moderadamente, se disolvió la dentina peritubular dando un aspecto irregular a los
orificios tubulares de la dentina. El área intertubular era áspera con
desprendimientos de la superficie en algunas áreas ( Fig. 4 C1).
4
Discusión
La clasificación de los dientes fluorados se realizó de acuerdo con el índice
modificado de Thylstrup y Fejerskov, que se basa en los cambios clínicos en los
dientes fluorados. 21 Esta clasificación tiene una reproducibilidad
informada. 1215 Aunque los resultados de este estudio se basaron en un número
relativamente limitado de dientes, las muestras cubrieron un rango de severidad de
fluorosis dental desde TFI 0 a TFI 6. Se usaron molares humanos para evitar el
efecto de la variación de la concentración de fluoruro en diferentes tipos de dientes
. 15
El contenido de flúor del esmalte aumenta con la gravedad cada vez mayor de la
fluorosis. 29 Esto puede ejercer un efecto ya sea al reducir la tasa de solubilidad del
tejido 30 o fomentando la remineralización en el punto de disolución. 31 También es
posible suponer que el alto contenido de proteína de la matriz de esmalte orgánica
anormal del esmalte fluorado puede ejercer un efecto protector. 32 Dicha proteína
puede reducir el acceso de iones a la superficie del cristalito 33 o prevenir la
propagación de iones pequeños responsables de disolver minerales. 34 Estos niveles
incrementados de proteínas de esmalte y flúor en el esmalte fluorado pueden jugar
un papel importante en esta protección contra el desafío ácido observado en el
esmalte fluorado.
Reconocimiento
Este trabajo fue otorgado por el programa del centro de excelencia (Tokyo Medical
and Dental University) para la investigación de Frontier sobre destrucción
molecular y reconstrucción de dientes y huesos.
Referencias
1. 1 . Den Bestan PK: fluorosis dental: su uso como biomarcador. Avances en Dental Research
1994; 8: pp. 105-110 Ver en el Artículo | Cross Ref.
2. 2 . Murray JJ, Rugg-Gunn AJ, y Jenkins GN: Fluoruro en la prevención de caries. Oxford:
Butterworth-Heinemann Ltd., 1991. Ver en el Artículo
3. 3 . Consejo nacional de investigación. Efecto de la salud del fluoruro ingerido. Washinton, DC:
National Academy Press, 1993. Ver en el Artículo
10. 10 . McInnes PM, Richardson BD, y Cleaton-Jnes PE: Comparación de la fluorosis dental y caries
en dientes temporales de niños en edad preescolar que viven en aldeas áridas de niveles altos
y bajos de flúor. Community Dentistry and Oral epidemiology 1982; 10: pp. 182-186 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
11. 11 . Grobleri SR, Louw AJ y Van Kotze TJ: Fluorosis dental y experiencia de caries en relación
con tres niveles diferentes de flúor de agua potable en Sudáfrica. Pediatric International Dental
Journal 2001; 11: pp. 372-379 Ver en el Artículo
12. 12 . Thylstrup A., y Fejerskov O .: Aspecto clínico de la fluorosis dental en dientes permanentes
en relación con cambios histológicos. Community Dentistry and oral Epidemiology 1978; 6: pp.
315-328 Ver en el Artículo | Cross Ref.
13. 13 . Cohen J .: Una co eficiente de acuerdo para escalas normnales. Medida educativa y
psicológica 1960; 20: pp. 111-116 Ver en el Artículo
14. 14 . Vieira APGF, Hancock R., Limeback H., Maia R. y Grynpas MD: la concentración de flúor en
la dentina y el esmalte es un buen indicador de la fluorosis dental. Journal of Dental Research
2004; 83: pp. 76-80 Ver en el Artículo | Cross Ref.
15. 15 . Weerasinghe DS, Nikaido T., Wettasinghe KA, Abayakoon JB, y Tagami J .: Resistencia de
enlace micro cizalla y análisis morfológico del primer autoadhesivo sistema de adhesivo para
esmalte fluorado. Journal of Dentistry 2005; 33: pp. 419-426 Ver en el Artículo | Cross Ref.
16. 16 . Yanagisawa T., Takuma S., y Fejerskov O .: Ultra estructura y la composición del esmalte en
la fluorosis dental humana. Advances in Dental Research 1989; 3: pp. 203-210 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
17. 17 . Ng'angà PM, Ogaard B., Cruz R., Chinidia ML, y Aastrum E .: Resistencia a la tracción de los
brackets de ortodoncia unidos directamente a dientes fluoróticos y no fluorados: un estudio
comparativo in vitro. American Journal of Orthodontics y Dent Facial Orthopedics 1992; 102:
pp. 244-250 Ver en el Artículo
19. 19. Okuda M., Pereira P.N.R., Nikaido , and Tagami J.: Evaluation of in vitro secondary caries
using confocal laser scanning microscope and X-ray analytical microscope. American Journal of
Dentistry 2003; 16: pp. 191-196
Ver en el Artículo
20. 20 . Creanor SL, Awawdeh LA, Saunders WP, Foya RH y Gilmour WH: El efecto de un material
restaurador de ionómero de vidrio modificado con resina sobre la caries dentinaria
desmineralizada artificialmente in vitro. Journal of Dentistry 1997; 26: pp. 527-531 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
21. 21 . Fejerskov O., Manji F. y Baelum V .: Fluorosis dental: un manual para trabajadores de la
salud. Copenhague: Munksgaard, 1988. Ver en el Artículo
22. 22 . Kidd EAM, Thylstrup A., Fejerskov O., y Silverstone M .: Hisopatología de caries como
lesiones creadas in vitro en fluorosis y esmalte sano. Caries Research 1978; 12: pp. 268-274 Ver
en el Artículo | Cross Ref.
23. 23 . Holmen L., Thylstrup A., Featherstone JDB, Fredebo L., y Shariati M .: Un estudio por
microscopía electrónica de barrido de los cambios superficiales durante el desarrollo de la
caries artificial. Caries Research 1985; 19: pp. 11-21 Ver en el Artículo | Cross Ref.
24. 24 . Yanagisawa T., Takuma S., y Fejerskov O .: Ultra estructura y composición del esmalte en la
fluorosis dental humana. Advances in Dental Research 1989; 3: pp. 203-210 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
25. 25 . Richard A., Likimani S., Baelum V., y Fejerskov O .: Concentración de fluoruro en el esmalte
humano fluorado no interrumpido. Caries Research 1992; 26: pp. 328-332 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
26. 26 . Ekanayake L., y Hoek W .: Caries dentales y defectos de desarrollo del esmalte en relación
con los niveles de flúor en el agua potable en una zona árida de Sri Lanka. Caries Research
2002; 36: pp. 398-404 Ver en el Artículo | Cross Ref.
27. 27 . Wondwossen F., Astrom AN, Bjorvant K., y Bardsen A .: La relación entre la caries dental y
la fluorosis dental en el área con agua potable moderada y alta en fluoruro en
Etiopía. Community Dentistry and Oral Epidemiology 2004; 32: pp. 337-342 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
28. 28 . Dibdin GH: área superficial del esmalte dental: comparación de los valores experimentales
con los valores calculados para sus componentes estructurales. Journal of Dental Research
1972; 51: pp. 1256-1257 Ver en el Artículo
29. 29 . Richard A., Ferjerskov O., y Baelum V .: Fluoruro de esmalte en relación con la gravedad de
la fluorosis humana. Advances in Dental Research 1989; 3: pp. 147-153 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
30. 30 . Singer L., Dale MD y Armstrong WD: efecto de la alta ingesta de flúor en la utilización de
calcio en la dieta y en la solubilidad del tejido calcificado. Journal of Dental Research 1965; 44:
pp. 582-586 Ver en el Artículo | Cross Ref.
31. 31 . Silverstone LM: fenómenos de remineralización. Caries Research 1977; 11: pp. 59-84 Ver
en el Artículo | Cross Ref.
32. 32 . Darling AL: Resistencia del esmalte a la caries dental. Journal of Dental Research 1963; 42:
pp. 488-496 Ver en el Artículo | Cross Ref.
33. 33 . Robinson C., Weatherell JA, y Hallsworth AS: Variación en la composición del esmalte
dental dentro de las secciones delgadas de los dientes rectificados. Caries Research 1971; 5:
pp. 44-57 Ver en el Artículo | Cross Ref.
34. 34 . Jenkins GN: conceptos actuales sobre el desarrollo de la caries dental. International Dental
Journal (Londres) 1972; 22: pp. 350-360 Ver en el Artículo
35. 35. Berkovitz B.K.B., Holland G.R., and Moxham B.J.: A colour atlas and text book of oral
anatomy. Wolfe publishing Ltd., 1992.
Ver en el Artículo
36. 36. Kinney J.H., Balooch M., Haupt D.L., Marshal S.J., and Marshal G.W.: Mineral distribution
and dimensional changes in human dentine during demineralization. Journal of Dental
Research 1995; 74: pp. 1179-1184
https://www.clinicalkey.es/#!/content/book/3-s2.0-
B9788445820438000345?scrollTo=%23hl0000226
CAPÍTULO
Administración de flúor
En la actualidad, la función que se le atribuía a la utilización del flúor como
sustancia para la prevención de la caries dental se ha visto modificada. Desde que
en los últimos años se ha tenido conocimiento de la actividad remineralizadora del
flúor sobre el esmalte en caso de caries incipientes, el flúor no se utiliza ya solo
como prevención de caries, sino que su utilización precoz en lesiones de caries
diagnosticadas en los estadios previos a la cavitación pueden servir como
tratamiento de las mismas con la regresión de la desmineralización inicial.
Las fuentes de flúor son múltiples y todas deben ser tenidas en cuenta, aunque no
sea posible calcular la ingesta a través de los alimentos o de las bebidas, dada su
enorme variabilidad y la falta de información válida en las etiquetas. También
deberíamos conocer la concentración de flúor del agua de consumo público de la
zona de nuestros pacientes. Una advertencia fundamental es que no se deben
combinar nunca dos fuentes de ingesta sistémica de flúor, aunque sí pueden
utilizarse conjuntamente flúor sistémico y tópico en pacientes de riesgo.
La aplicación de geles a niños no se recomienda hasta los 6 años de edad, por la posibilidad
de deglución de parte de ese gel. Por ser bioadhesivos, los barnices se podrían utilizar con
precaución en pacientes de alto riesgo que lo precisaran, incluso algo antes de los 6 años.
Clorhexidina
El uso de clorhexidina en gel o barniz se ha mostrado eficaz en la reducción de aparición de
nuevas lesiones de caries en pacientes de alto riesgo microbiológico. La reducción de caries
en niños de 11 y 14 años con alto riesgo de caries se sitúa sobre el 46%. El barniz de
clorhexidina se utiliza al 1%, y se debería aplicar cada 3-4 meses, disminuyendo su
efectividad tras 2 años de cesar el tratamiento.
Fluoruros de autoaplicación
El uso de dentífrico fluorado en la higiene diaria consigue una reducción de caries de entre
el 20 y el 35%.
Los colutorios fluorados, tanto los de uso diario al 0,05% como los de uso semanal al 0,2%,
se pueden utilizar como complemento de los dentífricos fluorados, pero en pacientes con
riesgo de caries. La combinación de dentífrico fluorado y colutorio proporciona un 10%
más de prevención de caries que lo obtenido con pastas solamente.
Tabletas de flúor
Los estudios que compararon la eficacia de las tabletas de flúor con otras formas de
aplicación tópicas, como los enjuagues o las pastas fluoradas, no encontraron beneficios en
cuanto a esta forma de administración de flúor.
Su uso solo estaría indicado en pacientes de alto riesgo que no puedan utilizar otras
medidas de aplicación de flúor y que vivan en comunidades con baja concentración de flúor
en el agua de consumo.
Se considera que los efectos posteruptivos del flúor en tabletas se deben más al contacto
tópico con la dentición al disolverse en la boca que al propio efecto sistémico.
En la actualidad se considera más importante el efecto tópico del flúor que el sistémico,
reservándose este para colectivos o comunidades en los que no se pueda intervenir de otra
manera. Por tanto, debe ser el flúor tópico el que se recomiende en la mayor parte de
nuestros pacientes.
Selladores de fisuras
Los selladores son materiales plásticos que se aplican sobre las caras oclusales de piezas
dentales, molares y premolares que presenten surcos y fosas marcadas, pero sin evidencia
de caries. Son aplicados por un odontólogo o un higienista dental.
El flúor actúa sobre las caras proximales y libres de las piezas dentales, pero no sobre las
caras oclusales, triturantes o masticatorias. Por tanto, para proporcionar una prevención más
global de las piezas, sobre todo en los molares, la aplicación de selladores de fisuras es el
complemento idóneo para la utilización del flúor. Su efectividad en la prevención de caries
oclusales en niños y adolescentes depende de la retención del sellador en la pieza aplicada,
con una reducción de caries al año del 86% y del 57% a los 4 años.
Conclusión
Los suplementos orales de flúor actualmente se deben administrar a pacientes con alto
riesgo de caries o en casos en los que no pueda utilizarse flúor tópico:
•
Se considera más importante el efecto tópico del flúor que el sistémico para la prevención
de la caries dental.
•
•
Es posible que en niños mayores sea suficiente la aplicación tópica de pasta a través del
cepillado, si este es correcto y se acompaña de una dieta no cariógena. Si se desea aplicar
más flúor tópico, hay otras técnicas probablemente más efectivas (colutorios, barnices y
geles).
•
En niños menores de 6 años que no beben agua fluorada ni usan pasta con flúor, así como
en grupos de riesgo, constituye una técnica adecuada de administración de suplementos de
flúor cuando se rechazan otros métodos.
https://www.clinicalkey.es/#!/content/journal/1-s2.0-S1696281814701842
Anales de Pediatría Continuada, 2014-05-01, Volumen 12, Número 3, Páginas 147-151, Copyright © 2014
Elsevier España, S.L.
Por otra parte, y al igual que la mayoría de las enfermedades crónicas más
frecuentes en la actualidad, es multifactorial y está muy relacionada con estilos de
vida, fundamentalmente hábitos de alimentación e higiene oral insuficiente, la
alimentación nocturna del niño, el alto consumo de azúcares, la colonización
bacteriana precoz y el bajo nivel socioeconómico de los padres 2 .
La caries dental es una patología multifactorial que como tal cuenta con unos
factores causales, una patogénesis, sus manifestaciones clínicas y una serie de
factores de riesgo predisponentes. Se considera una infección bacteriana
caracterizada por la destrucción de los tejidos calcificados del diente, debido a la
acción de los microorganismos que integran la placa dental. Es una enfermedad
transmisible y la mayoría de los niños adquieren las bacterias cariogénicas de
manera vertical de la saliva de sus madres o cuidadores 1 , 2 .
La caries se manifiesta con lesiones normalmente progresivas, que si no se tratan,
aumentarán de tamaño, progresando hacia la pulpa dentaria, dando como
resultado inflamación, dolor y finalmente, necrosis y pérdida de vitalidad del diente
( fig. 1 ). Pero a su vez, la caries no es un proceso simple y unidireccional de
desmineralización, sino que puede ser cíclico, alternando periodos de
desmineralización con periodos de remineralización, lo que posibilita la reparación
y prevención 5 .
Las bacterias acidogénicas del biofilme dental necesitan los hidratos de carbono
como fuente de energía para sus actividades celulares. Los hidratos de carbono,
como la sacarosa y lactosa, son metabolizados con rapidez por ciertos
microorganismos, produciendo mayor acidez en periodos cortos. Por otra parte, la
habilidad de los microorganismos para adherirse a la superficie y acumularse sobre
esta va ligada a la capacidad de formar polisacáridos extracelulares que, además,
sirven como fuente de energía de reserva para las bacterias durante los períodos de
carencia de nutrientes, que permitirán seguir produciendo ácido y mantener el pH
bajo 11 .
Por otra parte, son varias las características del alimento que pueden influir en el
potencial cariogénico de este: concentración de sacarosa, consistencia,
aclaramiento oral, combinación de alimentos, secuencia y frecuencia de ingestión y
pH de los alimentos 13 .
Estrategias de prevención
Prevención primaria
Siendo la caries una enfermedad transmisible, la prevención primaria se ha de
centrar en la intervención sobre la colonización de la flora oral del bebé durante el
primer año 14 . Hay datos que confirman que el éxito de la intervención es mayor
cuando se comienza con la embarazada 15 y, sobre todo, si se le motiva a cuidar su
propia boca para proteger la de su bebé se puede conseguir una colonización de la
boca del niño con menos cantidad de bacterias cariogénicas 16 , controlando así uno
de los principales factores predisponentes a presentar la enfermedad en la primera
infancia 8910 . La filosofía actual es promover una cultura de salud bucal en el hogar
que asegure cuidados apropiados y constantes desde los primeros meses de vida,
centrados en la alimentación e higiene general y bucal del bebé adecuadas, y una
valoración adecuada de la situación oral del niño durante el primer año de vida 13 .
En esta filosofía deben confluir también para darle soporte, todos los profesionales
sanitarios que estarán más próximos al niño durante los primeros años 17 .
–
Higiene oral: los padres deben limpiar los dientes del niño desde su aparición al
menos 2 veces al día una de ellas por la noche antes de acostarlo y esta
responsabilidad se debe mantener mientras el niño crece y va adquiriendo
habilidad para realizar por sí mismo la higiene.
Se puede comenzar limpiando con una gasa los primeros dientes pero se debe usar
ya un cepillo de cabezal pequeño cuando salgan los incisivos superiores,
incorporando la pasta dental tan pronto como los padres adquieran seguridad en la
efectividad de la limpieza. El cepillado dental requiere siempre un aprendizaje
paulatino tanto en la consecución de la limpieza como en el control de la
eliminación de la pasta dental sobrante enseñando progresivamente al niño a no
tragar.
–
Deben valorarse siempre todas las posibles fuentes de flúor que existan en su dieta
(agua de bebida, fórmulas de leche…) y confirmar que en conjunto no sitúen al niño
en riesgo de fluorosis, especialmente en los 30 primeros meses de vida, que es
cuando se mineralizan los incisivos permanentes y existe mayor riesgo en ellos de
fluorosis dental.
–
Figura 3
La caries de la primera infancia, cuyas consecuencias son rápidas y muy devastadoras.
Prevención secundaria
Se centraría en favorecer el equilibrio entre los factores que colocan al individuo en
situación de riesgo de desarrollar lesiones y aquellos que le protegen de hacerlo
según el enfoque actual de manejo del proceso de caries a partir del riesgo 24 .
Por último, el efecto tópico del flúor y la aplicación de selladores de fisuras son las
estrategias más efectivas para aumentar la resistencia de los dientes a las
oscilaciones de pH bucal que se producen en la boca de forma habitual ( fig.
4 ) 19202122 .
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Referencias
1. 1 . Berkowitz RJ: Streptococci Mutans: adquisición y transmisión. Pediatr Dent 2006; 28: pp.
106-109 Ver en el Artículo
3. 3. Bravo Pérez M., Llodra Calvo J.C., Cortés Martinicorena F.J., and Casals Peidró E.: Encuesta
de salud oral de preescolares en España 2007. RCOE 2007; 12: pp. 143-168
Ver en el Artículo
7. 7 . Wang X., JR Sahffer, Weyant RJ, Cuenco KT, Desensi RS, Crout R., et al: Los genes y sus
efectos sobre la caries dental pueden diferir entre las denticiones primarias y
permanentes. Caries Res 2010; 44: pp. 277-284 Ver en el Artículo
8. 8 . Harris R., Nicoll AD, Adair PM y Pine CM: factores de riesgo para la caries dental en niños
pequeños: una revisión sistemática de la literatura. Community Dent Health 2004; 21: pp. 71-
85 Ver en el Artículo
9. 9 . Leon PM, Gussy MG, Barrow SL, Silva-Sanigorski A., y Waters E .: Una revisión sistemática de
los factores de riesgo durante el primer año de vida para la caries temprana en la infancia. Int J
Paediatr Dent 2012; 22: pp. 1-16 Ver en el Artículo
10. 10 . Thenisch NL, Bachmann LM, Imfeld T., Leisebach T. y Steurer J .: ¿Los estreptococos
mutans detectados en niños en edad preescolar son un factor predictivo confiable para el
riesgo de caries dental? Una revisión sistemática Caries Res 2006; 40: pp. 366-374 Ver en el
Artículo | Cross Ref.
11. 11 . Paes Leme AF, Koo H., Bellato CM, Bedi G., y Cury JA: El papel de la sacarosa en la
formación cariogénica de biopelícula dental - nueva visión. J Dent Res 2006; 85: pp. 878-
887 Ver en el Artículo | Cross Ref.
12. 12 . Ten Cate JM, Laren MJ, Pearce EI, Fejerskov O. y Kidd EA: Interacciones químicas entre el
diente y los fluidos orales. Gorra. 12. En Fejerskov O., y Kidd E. (eds): caries dental. La
enfermedad y su manejo clínico, 2da. Blackwell Munksgaard, 2008. pp. 210-231 Ver en el
Artículo
14. 14 . Sección de Odontología Pediátrica y Salud Oral. Intervención preventiva de salud oral para
pediatras. Pediatrics 2008; 122: pp. 1387-1393 Ver en el Artículo | Cross Ref.
15. 15 . Plutzer K., Spencer AJ, y Keirse MJN: Reassesment a los 6-7 años de edad de un ensayo
controlado aleatorizado iniciado antes del nacimiento para prevenir la caries temprana en la
infancia. Community Dent Oral Epidemiol 2012; 40: pp. 116-124 Ver en el Artículo | Cross
Ref.
16. 16 . Akpabio A., Klausner CP, Inglehart MR, y Habil P .: Conocimiento de madres / tutores sobre
la promoción de la salud bucal de los niños. J Dent Hyg 2008; 82: pp. 1-11 Ver en el Artículo
17. 17 . Rayner J., Holt R., Blinkhorn F., y Duncan K .: Sociedad Británica de Odontología Pediátrica:
un documento de política sobre la atención de salud oral en niños en edad preescolar. Int J
Paediatr Dent 2003; 13: pp. 279-285 Ver en el Artículo | Cross Ref.
18. 18 . Directriz sobre la periodicidad del examen, los servicios odontológicos preventivos,
orientación / asesoramiento anticipado y tratamiento oral para niños. Pediatr Dent 2013; 35:
pp. 114-122 Ver en el Artículo
19. 19 . Ellwood R., Fejerskov O., Cury JA y Clarkson B .: Fluoruro en el control de la caries. En
Fejerskov O., y Kidd E. (eds): caries dental. La enfermedad y su manejo clínico, 2da. Blackwell
Munksgaard, 2008. pp. 288-323 Ver en el Artículo
20. 20 . Wright JT, Hanson N., Ristic H., Whal CW, Estrich CG y Zentz RR: la eficacia y seguridad de
la pasta de dientes con flúor en niños menores de 6 años. JADA 2014; 145: pp. 182-189 Ver en
el Artículo
21. 21 . Ammari AB, Bloch-Zupan A., y Ashley PF: Revisión sistemática de estudios que comparan la
eficacia contra caries de la pasta de dientes para niños que contiene 600. Caries Res 2003; 37:
pp. 85-92 Ver en el Artículo | Cross Ref.
22. 22 . Marinho VC, Higgins JP, Logan S. y Sheiham A .: Dentífrico con flúor para la prevención de
la caries dental en niños y adolescentes. Cochrane Database Syst Rev 2003; undefined: pp.
CD002278 Ver en el Artículo
23. 23 . Marinho VC: eficacia basada en la evidencia de fluoruros tópicos. Adv Dent Res 2008; 20:
pp. 3-7 Ver en el Artículo | Cross Ref.
24. 24 . Featherstone JDB, Adair SM, Anderson MH, Berkowitz RJ, Bird WF, Crall JJ, y otros: gestión
de la caries mediante declaración de consenso de evaluación de riesgos. J Calif Dent Assoc
2003; 31: pp. 257-269 Ver en el Artículo