Está en la página 1de 3

Ensayo sobre

Es bien sabido sobre el método etnográfico que este demanda un entrenamiento en

la observación, posteriormente un entrenamiento en la sintetizacion y textualizacion de

lo observado, y también es bien sabido que este se ampara en una herramienta

fundamental: el diario de campo, que antes de ser una síntesis podría ser un borrador, a

la vez recordatorio, a la vez bitácora, a la vez espacio de diagramación de lo observado

o de lo subjetivo y personal y un N número de posibilidades más asociadas a la

funcionalidad de este. Por esto quiero empezar este ensayo haciendo la relación entre el

método etnográfico y el diario de campo, porque pese a que no todos los diarios leídos

se corresponden a diarios hechos como producto de la aplicación de la etnografía,

algunos, como el de levi Strauss si nacen de aquí, y a diferencia, por ejemplo del diario

íntimo de Frida khalo, en el primero encontramos una estructuración particular de las

notas, y una suerte de objeto más que la expresión. (Pese a que puedan encontrarse

también intervenciones totalmente desligadas de la tarea del investigador, algunas como

en el diario de malinowski bastante subjetivas y personales, mas sobre el investigador y

sus sensaciones que sobre el objeto de estudio como tal) Y a su vez las cartas, que

poseen un destinatario fijo, no podrían equipararse en su estructura a los diarios de

campo, pero si un poco más a los diarios íntimos. Así que podríamos preguntarnos, ¿para

que se escribe? Y ¿en qué formato se escribe para llegar a dicho fin? En cuanto a las

cartas, podríamos pensar que se escribe para contar a un sujeto del que generalmente

se conoce lo necesario, y podríamos, a priori hacer la generalidad de que hay cierto tipo

de vínculo formal o informal, por ende, se trata de una escritura para otro, contando una

historia que otro ha de estar capacitado de leer y entender, lo que establece una
limitación y condicionamiento en la escritura. Asumiendo que las cartas sean, por norma

general, escritas para un otro conocido, podemos pensar en aspectos estructurales de

estas, una presentación del que escribe (remitente) una leve introducción (que no

necesariamente está al inicio de la misma) y después, un cuerpo de palabras que dado

el código entre el remitente y el destinatario configura un sentido a veces hermético e

indescifrable para el lector por fuera de dicho código. En cuanto a los diarios íntimos,

está claro que; por norma general, se escriben para el propio sujeto que escribe, por

ende el condicionamiento del destinatario anteriormente mencionado no necesariamente

está presente, sin embargo, el código, que en este caso es el código del propio sujeto

que escribe, lo encontramos tanto en las cartas como en los diarios íntimos, el escribir

para un alguien, involucra necesariamente un sentido particular en la escritura. Los

diarios de campo, sean íntimos o como producto de la etnografía, desbordan este tipo de

entradas subjetivas, que expresan sensaciones, observaciones, reflexiones, nos cuentan

mucho mas de quien los escribe que de aquello escrito en sí. Pero hay una distinción de

forma o de estructura entre las cartas y los diarios íntimos con los diarios de campo, si

en estos, al igual que en los anteriores se escribe para un alguien, los diarios de campo

también escriben sobre un o unos otros, precisan ser más descriptivos, mas analíticos

en sus intervenciones, podríamos llamarles, mas ‘científicos,’ el espacio del papel no

puede hallarse lleno de cabo a rabo de entradas subjetivas que no describan lo

observado, recordando que en el diario de campo el objeto principal es la textualizacion

y sintetizacion de lo observado, reflexionado, escuchado, o en general, percibido y sobre

lo que se considere hay una relación vigente con aquel tema o temas que motivan la

investigación o la etnografía.
Leer estos tipos tan disimiles de escritura, me hace pensar en el diario de campo como

una suerte de ‘todo en uno’ que sirve de carta (cuando se escribe para otro) que sirve de

diario íntimo (cuando se escribe para sí mismo) o que sirve de herramienta de

investigación cuando se usa para la descripción o para la sintetizacion. Este se

transforma en confidente y amigo, sobre el que reposan tanto las dudas más ilustres

sobre el proceso investigativo, como las sensaciones más oscuras e íntimas del

investigador, no se sabe a ciencia cierta que tantos otros van a leerlo, ni es escrito con

el propósito de entrada, de ser leído por multitudes, entonces es carta y diario íntimo, es

objeto de la relación reflexiva e investigativa y objeto de las subjetividades del

investigador, cada uno irrepetible, cada uno conteniendo días, meses e incluso años de

investigación e interacción, se hacen una extensión no solo de la mente sino del ser en

sí que investiga.

A modo de conclusión: podría decir, que pese a la evidente presencia de elementos

diferenciales entre diarios de campo, diarios íntimos y cartas, todos estos sirven a un fin

ulterior, la expresión, y esta depende de los intereses del investigador, de su subjetividad,

de aquello que resulta impregnante en lo observado,

También podría gustarte