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LOS GÉNEROS DEL “YO” (BIOGRÁFICOS)

Los géneros no constituyen universos de propiedades cerrados sobre sí mismos.


Consideradas aisladamente, las propiedades asociadas a la identidad de un género
suelen ser compartidas con otros géneros. Por ejemplo, la indicación de la fecha y del
lugar de la enunciación es común a la carta y al diario íntimo. Es decir, las propiedades
que diferencian a un género de otro, lo hacen como conjunto y no por separado.
Además, todos los géneros del “yo” biográfico (diarios, memorias, cartas,
autobiografías) tienen también en común determinadas condiciones de enunciación:
narrador biográfico y autor coinciden, son el mismo (no así en la biografía o en la
ficción). Por último, el sujeto biográfico (“yo”, narrador, autor) está, en todos estos
géneros, habilitado, estructuralmente, para constituirse en testigo de lo que recuerda,
y, por lo tanto y paralelamente, el discurso de la memoria, en un testimonio.

“Yo soy yo y mis circunstancias”

Ortega y Gasset

La identidad es un constructo, es la impresión de un 'yo' (biológico, consciente,


cultural, etc) que persiste a través del tiempo a pesar de cambios circunstanciales y
relativos, así también es la adscripción a una categoría sociales, culturales que generan
o disgregan el sentimiento de pertenencia a uno u otro grupo .

Como constructo la identidad nos obliga a explorar las bases sobre las que descansa:
la cultura, la que ha sido generalmente resumida bajo el término ethos; es decir,
aspectos cognitivos y existenciales se han designado con la expresión de cosmovisión
o visión del mundo. El ethos de un pueblo es el tono, el carácter y la calidad de vida, su
estilo moral y estético, la disposición de su ánimo; se trata de la actitud subyacente que
un pueblo tiene ante sí mismo y ante el mundo que la vida refleja.

La subjetividad social es un ángulo particular desde el cual podemos pensar la realidad


social; pero para el individuo común, la subjetividad son los ojos con los cuales ve el
mundo, lo interpreta y, en consecuencia, actúa en él:

Los procesos de memorización transforman la experiencia que almacenan.

Los procesos de rememoración (el acto de la memoria, con el sistema nervioso,


emocional, biológico y ambiental circunstancial implicado) transforman la experiencia
en el momento de traer el recuerdo.

Los individuos nunca están totalmente terminados, siguen sedimentando


experiencias y conocimientos durante toda su existencia; motivo por el que, el
fenómeno rememorado no sólo cambia debido a los procesos de la memoria, sino
también porque el propio individuo cambia con el tiempo, cambia sus propios
referentes para interpretar su pasado y su presente. Repiensa, resimboliza, valoriza y/o
reprime la historia en el momento de contarla y la ve de otras maneras porque tiene
nuevos referentes y estímulos.

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La motivación o intención estética también genera una transformación en la
experiencia narrada

El propio patrón narrativo impone un orden secuencial que reduce el caos de lo


experiencial, omite cosas, ordena unos eventos detrás de los otros, a pesar de que
muchos ocurrieron en forma simultánea

Como quiera que se ambicione predecir o estipular, la literatura del YO


siempre debe comprenderse como una voz limitada, condicionada y a la vez
enriquecida por un mundo interior único e irrepetible, pues en definitiva se reconstruye
una “vida” (o un episodio de ella)

EL DIARIO
Las literaturas del ego han ido desplazando la hegemonía de la novela como género
que, para aprovechar el signo de los tiempos, se ha potenciado a sí misma mediante
las estrategias de la autoficción:

Lo identificativo del diario es ese rasgo de escritura en marcha, agarrar la vida cuando
se está viviendo, no dejar convertirse en recuerdo lo que se relata. Eso permite que los
diarios se llenen de todo tipo de textos, fragmentos de lectura, impresiones pasajeras,
aforismos, que estorbarían en autobiografías y memorias, donde la vida ya se ha
cumplido, ya se presenta como relato estructurado porque quien lo escribe sabe el
punto de partida y el de llegada, y en el trayecto encuentra las suficientes cosas como
para decidirse a contarlas. El diarista sabe de donde parte pero se supone que no sabe
dónde llega, ni siquiera dónde va: el camino se va abriendo en tanto esté escribiendo.
Claro que esta sería la regla del diario puro. Como veremos los diarios puros se pueden
volver base para novelas o incluso para memorias. (Muchos escritores del siglo XX —ir
más atrás obligaría a hablar de Samuel Pepys, que tan secreto consideraba su diario
que lo escribió mediante unos signos que esperaba que nunca fueran desvelados—
llevaron sus diarios, desde Kafka a Papini pasando por Thomas Mann, pero solían ser
obras que no buscaban apenas la luz de la publicidad o que sabían que si la
encontraban sería cuando ellos ya no estuviesen) Aunque hay diarios que se escriben
por la necesidad del que lo escribe, sin que espere hacer obra literaria, a pesar de su
condición de escritor, también había otros que se escribían con conciencia de obra
literaria.
El diario era también lugar de amparo para quienes necesitaban dejar rastro de su paso
por la vida, como lugar de confesiones de naturalezas oprimidas por las circunstancias
históricas, de seres que necesitaban un lugar sagrado en el que ir contándose a sí
mismos el relato de sus vidas en directo.
Es imposible no referirse al valor de los diarios femeninos, entre los que cabe destacar
el de la rusa Maria Bashkirtseff, que murió joven y que parecía consciente que sus
anotaciones llevarían al futuro el fulgor de sus pasiones, la inquietud de sus días y sus
noches, la búsqueda de la libertad en un mundo patriarcal e insensible: fue muy
influyente entre las jóvenes de la Belle Époque. También es importante el de Katherine
Mansfield y es inevitable el de Anna Frank, que ha cobrado actualidad por la
publicación de los fragmentos censurados en la edición original.

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A continuación, les hago un punteo de las características:

- Textos fragmentados ordenados por fechas


- Incluye: hechos, pensamientos y reflexiones, desahogo de sentimientos
- Puede ser narrativo, descriptivo, argumentativo, expositivo.
- Puede ser una estrategia narrativa (apócrifo)
- Escritura en marcha: agarrar la vida cuando se está viviendo
- Puede incluir otros tipos de textos: fragmentos de lecturas, impresiones
pasajeras, aforismos.
- Quien escribe no sabe el punto de llegada (si en la novela) Según escribe va
marcando el camino.
- No siempre se escribe con conciencia de obra literaria.
- Testimonio: confesiones de personas oprimidas por las circunstancias.

EPISTOLAR
Si bien las cartas han sido una de las formas textuales más codificadas, resultan una
herramienta privilegiada en la búsqueda de un proceso de revisión tanto biográfico
como sociocultural, y como develación de relaciones entre el ámbito de la escritura
pública y la de carácter privado de quien emite las cartas. Desde la perspectiva del
análisis del discurso resulta posible leer y reconstruir parcelas del pasado, más allá de
la letra impresa, para descubrir un sistema ideológico que se manifiesta en ese diálogo
en ausencia, representado por las cartas.
Se trata de la presencia de un yo que escribe y un tú que está presente como receptor
o destinatario de esa escritura. Se trata en realidad de un "diálogo diferido, un diálogo
que tiene lugar en ausencia de uno de los dos interlocutores"

Considerada la carta como un género, ha sido también pensada como un diálogo "en
ausencia" o como una práctica social de la que participan dos partenaires que van
diseñando entre ambos una coreografía particular, cuando se trata de una historia
epistolar y no de una correspondencia aislada. La escritura epistolar tiene un estatuto
ambiguo entre lo privado y lo público, se mantiene en la ambivalencia entre ambos
estados.

En contraste con la literatura, la práctica epistolar está asociada a un gesto de


improvisación, a la escritura ordinaria como primera experiencia escrituraria, "escritura
no escrita", "directa, sin borrador", a la estética de la negligencia contra el trabajo de
escritorio

- ¿Por qué una carta? Porque no se puede ni hablar ni callar


- El atractivo procede de un desmedido interés de conocer la vida privada de las
personas (por algunos temas tabú, sobretodo)
- Cuando las cartas son reales; por ejemplo, las de autores escritas para sus
familiares, amigos, amantes, etc. permiten ver mejor el desarrollo de su obra
poética o intelectual, su psicología y los elementos que influenciaron su trabajo.
Ejemplo: Las cartas del poeta Lorca o las del escritor Kafka.

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- A veces son privadas y suelen ser consideradas no-literarias porque no tienen
un valor estético; algunas veces son pensadas para publicar, aunque en un
principio eran personales. En otros casos, son escritas directamente como para
ver la luz a través de un libro y en muchas ocasiones son apócrifas, pasan a
conformar la estructura de una novela narrada a través de cartas.
- Por todo lo expuesto en el punto anterior, se dice que el género epistolar es
fronterizo, ya que está en la frontera entre lo literario y lo no literario.
- Muchas veces tienen un valor biográfico y literario.
- Tienen el carácter de “conversación” (emisor-mensaje-destinatario) pero a su
vez difiere de ella en tanto que se presenta en un “diálogo diferido” ya que hay
ausencia de uno de los dos interlocutores.
- Puede incluir comentarios, poemas, diálogos, notificaciones, argumentación,
etc.
- La primera novela epistolar registrada fue en 1553 y se llamó Procesos de
cartas de amores del escritor español Juan de Segura.
- Algunos ejemplos muy conocidos: Drácula, Bram Stoker (1897); La vida en la
puerta de la nevera, de Alice Kuipers: Cartas persas, Montesquieu (1721); Desde
mi celda, Gustavo Adolfo Bécquer; De profundis. Balada de la cárcel de
Reading, Oscar Wilde; El invierno que tomamos cartas en el asunto, Ángeles
Doñate; Querido Diego, te abraza Quiela, Elena Ponitiawska, Cartas a su madre,
Antoine de Saint-Exupéry; Cartas a una amiga inventada, Antoine de Saint-
Exupéry; Escritor en guerra. Correspondencia y diarios (1936-1943) , George
Orwell y tantas otras.

AUTOBIOGRAFÍA

La autobiografía y las memorias, a pesar de su vecindad, se diferencian con claridad


suficiente. Philippe Lejeune, uno de los teóricos contemporáneos más importantes de
la autobiografía, al comparar este género con el de las memorias, subrayaba una
diferencia fundamental. Las memorias, siendo también, como la autobiografía, un
“relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su propia existencia”, se
aleja de este género en la medida en que no hace suya una propiedad, según Lejeune,
inseparable de la definición de la autobiografía: la de ser un relato que pone “énfasis”
en la “vida individual” del sujeto biográfico y, agregaba, “en particular, en la historia de
su personalidad”. Claramente no es el caso de las memorias. No se escriben para
construir, con la memoria, la trayectoria de una subjetividad, la historia de un sujeto
privado, las peripecias de una identidad “personal”. Desde su aparición en Europa y su
difusión a partir del siglo XVII, las memorias se han caracterizado por ser un relato de
recuerdos de un sujeto público, es decir, de un sujeto cuya historia se inscribe en
aquellos espacios culturales y momentos en el tiempo de una sociedad por los cuales
ha transitado como testigo. Pero el suyo no es un testimonio más, uno cualquiera. El
testigo tiene conciencia de la importancia de su testimonio para la sociedad en que
vive, o, dentro de ella, de su interés para la historia de tales o cuales prácticas
específicas (culturales, artísticas). Sin duda, este género contribuye a la formación de
una memoria “colectiva” o “pública”

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-Autos: uno mismo; bios: vida; grapho: escribir.

-Relato en prosa de carácter retrospectivo que una persona escribe sobre sí misma.

-Vida individual e historia de la personalidad, sus logros, sus fracasos, sus gustos y
demás cosas que ha vivido.

-A veces, en las novelas autobiográficas, se narra una vida parecida a la que tuvo el
autor; sin embargo, este se representa como un narrador que lleva otro nombre. Un
ejemplo es El guardián entre el centeno de Salinger. También puede ocurrir que un
relato en primera persona imite las convenciones de la autobiografía, pero con un
personaje-narrador inventado, diferente del autor. Un ejemplo es La vida de Lazarillo
de Tormes y de sus fortunas y adversidades, anónimo.

Memorias

-Hechos históricos mezclados con la vida personal del autor.

-Prima el personaje histórico por sobre el personal.

-Objetivo: mostrar hechos sociales y políticos que marcaron la vida del emisor.

-Desarrollo no necesariamente cronológico.

-Introduce reflexiones sobre la sociedad, hechos históricos y personalidades de época.

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Existen varias versiones del diario de Ana Frank
Laureen Nussbaum escribió un ensayo sobre el tema

Ana Frank y su diario


El día de su cumpleaños número 13, el 12 de junio de 1942, Ana recibe como regalo el
conocido diario de tapas a cuadros rojos y blancos. Cuando, a principios de julio de 1942, a
Margot le llega una convocatoria para presentarse «a trabajar en Alemania», la familia Frank se
esconde en los pisos superiores de la «casa de atrás» del edificio situado en el número 263 del
canal Prinsengracht. Ana lleva su diario consigo.

Influenciada por la lectura de uno de sus libros favoritos «Joop ter Heul», de Cissy van
Marxveldt, a Ana se le ocurre, a fines de septiembre de 1942, dar forma de cartas a lo que
escribe en su diario. Dichas cartas estarían dirigidas a un imaginario club de amigas, entre las
cuales Kitty sería la más querida. A finales de 1942 el primer diario está completamente lleno, a
excepción de un par de lugares en blanco. Ana sigue escribiendo en cuadernos sueltos,
algunos de los cuales no han sido conservados. Por ello, falta prácticamente todo lo escrito en
1943. Estos textos escritos originalmente como anotaciones de diario (tres cuadernos, además
del diario de tapas a cuadros rojos y blancos) constituyen la versión A.

En la primavera de 1944, el ministro Bolkestein hace un llamamiento a través de Radio


Orange para que se conserven diarios personales y demás documentos escritos durante el
periodo de la ocupación alemana. A raíz de lo anterior, Ana decide reescribir las anotaciones
de su diario y convertirlas en una novela: desea que más tarde sea publicada. El 20 de mayo
de 1944 comienza muy seriamente con la reescritura, lo hace en hojas sueltas durante las más
de diez semanas que anteceden a su detención. Estos textos reescritos por Ana Frank llegan
hasta marzo de 1944 y constituyen la versión B.
Ana escribe también relatos cortos en su diario y en un «cuaderno de cuentos», y colecciona
citas en su «Libro de Frases Bonitas».

Los escondidos son delatados. El 4 de agosto de 1944 son arrestados. Después de la


detención, las dos ayudantes del grupo: Miep Gies y Bep Voskuijl, recogen y reúnen todos los
escritos de Ana que logran encontrar en la Casa de Atrás.
Cuando, un año más tarde, se sabe que Otto Frank es el único de los escondidos que ha
sobrevivido a los campos de exterminio, Miep Gies le entrega los escritos de su hija. Partiendo
de estos textos, Otto compila la edición de «El diario de Ana Frank». Esta es la versión C: una
combinación de pasajes de las versiones A y B, escritas por Ana. Otto tuvo que hacer esta
combinación debido a que la versión A no está completa, y la versión B no continúa hasta el 1
de agosto.

El 25 de junio de 1947 se publica «La Casa de atrás, Diario


en forma de cartas, 14 de junio de 1942 al 1 de agosto de
1944», en una edición de 3.000 ejemplares.

Inmediatamente después de su publicación, Otto Frank regala ejemplares de la primera edición


del diario a sus parientes y amigos. También obsequia copias de «La Casa de atrás» a los
amigos y amigas de Ana y Margot que aparecen en el texto. Además, envía ejemplares del
libro al Gerbrandy, presidente del Gobierno de los Países Bajos durante la Segunda Guerra
Mundial, y a la Casa Real holandesa.
«La Casa de atrás» obtiene reseñas favorables: "Este librito nos ayuda a creer de nuevo un
poco en la humanidad", "«La Casa de atrás» nos enseña lo agudas que pueden ser las
observaciones y apreciaciones de una menor", "Desde la liberación no he leído nada tan puro y
tan conmovedor como este diario de Ana Frank". La primera edición se agota rápidamente; en

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diciembre de 1947 se publicará la segunda, y en febrero de 1948 la tercera, de 10.000
ejemplares.
Otto Frank se esfuerza en lograr que se traduzca el diario de su hija. Después de la traducción
francesa, aparece, en 1950, la versión alemana de «El diario de Ana Frank». Dos años más
tarde, se edita la traducción del diario de Ana en el Reino Unido y en los Estados Unidos. Otto
Frank considera muy importante que se haga una traducción al alemán. En 1957 hace también
un gran esfuerzo para que se edite una edición económica en Alemania Oriental.

El diario de Ana Frank adquiere gran popularidad sólo a


raíz de la adaptación escénica.

Después de la primera versión teatral de diario, escrita por Meyer Levin y censurada por Otto,
el matrimonio Hackett-Goodrich trabaja, a partir de 1953, en una pieza teatral. No
obstante, Otto Frank opina que la esencia del diario se mantiene en medida suficiente y da su
conformidad. El 5 de octubre de 1955 la obra se estrena en el Cort Theatre de Nueva York.
Otto Frank no asiste al estreno de la obra de teatro en Nueva York. La idea de ver a su mujer, a
sus hijas y a sí mismo representados en escena le resulta demasiado dolorosa.
El público y los críticos que sí acuden al estreno reciben la obra con entusiasmo. «El Diario de
Ana Frank» se hace acreedora de importantes premios, como el Pullitzer, el Tony y el premio a
la mejor obra teatral otorgado por el círculo de críticos neoyorquinos. El enorme éxito
alcanzado hace que la pieza se represente también en otros países. El estreno holandés se
lleva a cabo el 27 de noviembre de 1956 en presencia de la reina Juliana y el príncipe
Bernardo. En Alemania causa una profunda impresión, la ven más de dos millones de
personas. El público guarda a menudo silencio durante varios minutos al terminar la función.

El periodista Max Tak escribe sobre la obra de teatro: "No hay nada mejor que el teatro
perfecto, y en muy pocas ocasiones nos es dado ser testigo de ello. Con su presentación de El
Diario de Ana Frank, un grupo de artistas estadounidenses nos ha brindado esa oportunidad
excepcional. Nunca como en este estreno había sentido tan claramente en qué medida el arte
depende de la realidad."

En 1958, la obra de teatro es llevada al cine por el director George Stevens. La película «El
Diario de Ana Frank» se estrena el 18 de marzo de 1959. Aunque no será un gran éxito de
público, recibirá tres premios Oscar, uno de ellos para Shelley Winters en la categoría de mejor
actriz de reparto. En abril de 1959 se lleva a cabo el estreno holandés. Al igual que en el
estreno de la obra de teatro, está representada la casa real holandesa: asisten la reina Juliana
y Beatriz, princesa heredera. Al terminar la función tocan el himno nacional.

Shelley Winters interpreta a la señora Van Pels. En sus memorias, la actriz evoca largamente la
película y recuerda un encuentro con Otto Frank: "Un día, cuando ya llevábamos unos cuatro
meses rodando, George Stevens nos contó que almorzaríamos con Otto Frank. Él nunca había
visto la obra de teatro, le resultaba muy penoso. Fue muy valiente de su parte asistir por la
tarde a nuestro rodaje. Almorzamos con él vestidos en nuestros harapos malolientes de la
Holanda ocupada durante la Segunda Guerra Mundial. Temblando y con lágrimas en los ojos,
contempló a los actores interpretando a sus amigos y familiares".

El texto editado y compilado por Otto Frank va a parar, por intermedio de terceros, a manos de
la pareja de historiadores holandeses Jan Romein y Annie Romein-Verschoor. Tras algunos
intentos infructuosos de su mujer de hallar un editor interesado, Jan Romein escribe un breve
artículo sobre el tema, sin consultarlo con Otto Frank. El artículo se publica el 3 de abril de
1946 en la portada del destacado periódico holandés Het Parool, despertando el interés de
varias editoriales.

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A mi entender, este diario aparentemente insignificante de
una niña encarna toda la monstruosidad del fascismo, más
que todos los autos procesales de Núremberg en su conjunto.
Jan Romein
La editorial Contact, de Amsterdam, resulta elegida para publicar el diario. Sin embargo, el
editor exige que se eliminen determinados párrafos en los que Ana Frank escribe abiertamente
sobre su sexualidad. Además, el redactor encargado introduce en el texto una serie de
pequeñas modificaciones. El 25 de junio de 1947 se publica «La Casa de atrás, Diario en forma
de cartas, 14 de junio de 1942 al 1 de agosto de 1944», en una edición de 3.000 ejemplares,
con prólogo de Annie Romein-Verschoor. En su agenda, Otto Frank apunta ese día la palabra
"Libro". Luego, refiriéndose a aquel momento, dirá: "¡Qué orgullosa se habría sentido Ana, de
haberlo vivido!".
Al publicarse «La Casa de atrás», algunos nombres de personas se modificaron. Ana Frank
había adjuntado ya a sus apuntes una lista de nombres cambiados con vistas a una posible
publicación. Otto Frank recoge algunos de los cambios y descarta otros. Así, los nombres de
los personajes de «La Casa de atrás», quedan modificados de la siguiente manera:

AUTOEVALUACIÓN DE LO APRENDIDO

RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS que tiene por propósito verificar un


adecuado autoaprendizaje de lo abordado

1. ¿Por qué la autorreferencialidad es el rasgo esencial y comunitario del los GÉNEROS


DEL YO?

2. A partir de lo aprendido, arguye la relación de la cita que encabeza esta guía con las
características del GÉNERO DEL YO

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La realidad no existe, ella es construida.

Los materiales utilizados son las palabras,

las imágenes de las cosas y de las imágenes,

las imágenes de las imágenes de las cosas.

Didier Martin y Philippe Royer-Rastoll

3. Los “Géneros de yo” se caracterizan por

A expresar emociones a través de la poesía.


B narrar acontecimientos ficticios en tercera persona.
C presentar un conflicto entre personajes reales.
D exponer objetivamente hechos de la vida real.
E relatar experiencias personales a través de la escritura.

4. Son “Géneros de yo”:

I. actas de reuniones.
II. afiches publicitarios.
III. novelas autobiográficas.
IV. diario de vida.

5. Para que un relato de viaje sea considerado literatura debe tener

A figuras literarias que embellezcan la redacción del texto expuesto.


B una estructura coherente y cohesionada de los hechos relatados.
C diversos tipos de narradores que exploren mundos ficticios.
D capítulos, actos o estrofas como en todo género literario.
E recursos narrativos como el racconto, montaje o flash back.

6. ¿Cuál de las siguientes características no es particular a las “memorias”?

A relata objetivamente la vida de un personaje histórico.


B traspasa las fronteras de la individualidad.
C se enmarca en el contexto político y social.
D el narrador ha sido testigo de un hecho relevante.

7. Lee el siguiente texto:

“Nada haría presagiar que en esa mañana casi primaveral de septiembre, una
tormenta de miedo y muerte arrasara con la última página de esperanza y
tranquilidad que ingenuamente tratábamos de dibujar para el futuro. No era solo el
sonido de los rockers, cuales jinetes del Apocalipsis, que motivaban al rezo y la
súplica a todo dios que nos escuchara, sino, además, esa voz en la radio que parecía

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extinguirse poco a poco, anunciando su propio fin y el de los días pasados que ya
nunca volverían. Entre lágrimas de viudas de una ideología exterminada y gritos de
hombres huérfanos de sueños mejores, los cascos, las armas y la sangre comenzaron
a invadir nuestras vidas, pero no desde las fronteras de este país, sino desde cada
cuadra, ciudad y región que habíamos heredado… Pero esto ya es historia, y la
historia nunca nos ha pertenecido.”

Recuerdos sin memoria, Catalina Lisperguer

11. Se puede considerar el texto anterior como parte de los “Géneros del yo” porque

A narra objetivamente hechos personales vividos por el emisor.


B describe, subjetivamente, factores de acontecimientos históricos.
C relata sucesos de nuestro país, vividos por personajes históricos.
D presenta elementos que revelan la figura personal de un emisor.
E critica desde lo individual la historia y el pasado de este país.

12. El texto anterior puede ser considerado como parte de un(a)

A relato de viaje
B diario de vida
C memoria
D autorretrato

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