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Pregunta 1

aguas superficiales
Cuando el agua a tratar es agua superficial (de río, lagos, etc.), el tratamiento primario
consiste habitualmente de las siguientes etapas:
• Rejas de desbaste.
• Tamices auto limpiantes.
• Bombas de impulsión.
• Medición del caudal de tratamiento.
• Dosificación química:
- Coagulante. o
- Poli electrolito
- floculante.
- Pre cloración
• Flash mixing (mezcla rápida).
• Floculación.
• Clarificación o sedimentación.
• Filtración.
Se explican brevemente cada una de estas etapas. No necesariamente se requieren
todas. Dependiendo de las características de la fuente de agua, del caudal a tratar, etc.,
algunas pueden no existir.
Las rejas de desbaste y los tamices auto limpiantes se instalan en plantas grandes,
como aquellas destinadas a alimentar una ciudad. En estas plantas el agua del río o
lago llega por un canal, o una cañería subterránea, a la cámara de bombeo. Antes de
entrar a la cámara de bombeo el agua pasa primero por rejas gruesas, normalmente
con una separación entre barrotes de entre 5 y 10 cm. Estas rejas tienen por objeto
proteger a las bombas de sólidos grandes tales como troncos, ramas, botellas, etc., que
pudieran ser arrastrados por la corriente de agua. A continuación de las rejas gruesas
se colocan tamices autolimpiantes, con un tamaño de malla de algunos milímetros.
Estos retienen y extraen los sólidos que pudieron pasar por las rejas.
En plantas pequeñas, muchas veces se colocan directamente las bombas en el río o
lago, donde aspiran a cierta profundidad bajo la superficie. Las bombas disponen en la
aspiración de un filtro de mallas, cuyo objetivo es similar al de los tamices
autolimpiantes.
Las bombas de impulsión fuerzan el agua hacia la planta de tratamiento, donde
habitualmente la circulación interna es por gravedad.
La medición del caudal de agua cruda es importante para regular la dosificación de
productos químicos. Por lo general, se utiliza una canaleta Parshall, que permite además
actuar como elemento de mezclado rápido (flash mixing).
Los productos químicos que se agregan al agua son:
- Coagulante: Tiene por objeto neutralizar las cargas eléctricas de los coloides,
permitiendo que los mismos puedan sedimentar. Para ello se utilizan sales de
metales trivalentes, normalmente de hierro o aluminio. Entre los más comunes están
el sulfato de aluminio, cloruro férrico, sulfato ferroso, sulfato férrico, policloruro de
aluminio, etc. Las dosis, en el rango 10 a 100 ppm, se determinan
experimentalmente mediante el “Jar Test” o “Ensayo de Jarras”.
- Floculante: Tiene por objeto facilitar el agrupamiento de partículas pequeñas de
manera de formar otras mas grandes, que sedimenten mas fácilmente. Por lo
general son productos orgánicos de alto peso molecular, que uno puede imaginar
como largas cadenas que enganchan y unen las partículas. Las dosis son muy
pequeñas, menores a 1 ppm.

- Precloración: No siempre se utiliza. A veces, con altos contenidos de materia


orgánica, una adición de cloro en la entrada contribuye a oxidar la materia orgánica
facilitando su remoción como precipitado en el clarificador o sedimentador. Igual
que en los casos anteriores, las dosis son determinadas experimentalmente.
El “Jar Test” o “Ensayo de Jarras” consiste en un conjunto de vasos de precipitado de 1
lt de capacidad, asistidos por un conjunto de agitadores accionados por un motor común.
En cada vaso se coloca agua cruda y distintas dosis de coagulante y floculante. Por
observación de los flocs formados en los vasos se determina cual es la dosis que mejor
resultados ofrece
Inmediatamente después de la inyección de los productos químicos (coagulante y
floculante), es necesario producir una rápida agitación para mezclar completamente
estos productos con el agua. Esto es lo que se denomina “Flash Mixing”. Para ello
pueden utilizarse varios medios. Antiguamente se utilizaba una cámara de mezcla
equipada con un agitador rápido. También puede utilizarse un mezclador estático aguas
abajo del punto de inyección de los reactivos. Otra posibilidad muy utilizada es incluir
como elemento de medición de caudal una canaleta Parshall (o un vertedero) y utilizar
la turbulencia propia de estos elementos como factor de mezclado.
El agua floculada pasa a un clarificador o sedimentador, donde se permite que las
partículas sedimenten hacia el fondo del equipo. El agua clarificada, libre de sólidos en
suspensión, es colectada en la parte superior.
Existen distintos tipos de clarificadores. Según su forma pueden ser cuadrados,
rectangulares o circulares. En todos los casos, el agua clarificada es colectada en la
parte superior por medio de canaletas o tubos perforados bajo la superficie del agua. El
parámetro más importante es la superficie horizontal disponible en el equipo. El caudal
de trabajo dividido por esta superficie da la velocidad específica de trabajo. Equipos
chicos se construyen cuadrados o circulares, de diseño estático. Tienen un fondo cónico
o piramidal invertido, donde se acumulan los lodos que precipitan. El agua entra por la
zona media del equipo y asciende hacia la superficie, mientras los sólidos precipitan
hacia el fondo. En equipos más grandes, si se mantiene el concepto de diseño estático,
deben utilizarse muchas tolvas de forma piramidal invertida, para no incrementar la
altura del equipo. Otra opción es utilizar barredores mecánicos que arrastran los lodos
precipitados hacia un extremo donde existe una tolva que los colecta. En el caso de las
clarificadoras circulares, cuando estos son grandes también disponen de barredores
circulares que arrastran los lodos hacia el centro, por donde se extraen. Los lodos se
pueden extraer en forma continua, o más frecuentemente en forma periódica, abriendo
y cerrando las válvulas de las tolvas con una frecuencia y por períodos determinados.
Finalmente es necesario filtrar el agua clarificada para eliminar los sólidos remanentes
(flocs muy pequeños que no sedimentan). La filtración del agua se efectúa sobre mantos
granulares que deben ser lavados periódicamente. Con filtros operando en forma
satisfactoria es posible obtener agua con turbiedades menores a 1 NTU. Existen una
variedad importante de filtros. En general, el elemento granular más utilizado es la
arena, por su precio y su facilidad de obtención.
agua subterránea
Cuando se utiliza agua subterránea, prácticamente todo lo que se requiere es el pozo y
la bomba. La calidad del agua obtenida en un pozo es similar a la obtenida luego de la
etapa de clarificación-filtración de aguas superficiales. A veces, más por razones de
seguridad, se pueden incluir filtros de arena.

Problema 2:
Los filtros de arena son los elementos más utilizados para filtración de aguas con cargas bajas o medianas de
contaminantes, que requieran una retención de partículas de hasta veinte micras de tamaño. Las partículas en
suspensión que lleva el agua son retenidas durante su paso a través de un lecho filtrante de arena. Una vez
que el filtro se haya cargado de impurezas, alcanzando una pérdida de carga prefijada, puede ser regenerado
por lavado a contra corriente.
La calidad de la filtración depende de varios parámetros, entre otros, la forma del filtro, altura del lecho
filtrante, características y granulometría de la masa filtrante, velocidad de filtración, etc.
Estos filtros se pueden fabricar con resinas de poliéster y fibra de vidrio, muy indicados para filtración de aguas
de río y de mar por su total resistencia a la corrosión. También en acero inoxidable y en acero al carbono para
aplicaciones en las que se requiere una mayor resistencia a la presión.

Los filtros de carbón activo se utilizan principalmente para eliminación de cloro y compuestos orgánicos en
el agua. El sistema de funcionamiento es el mismo que el de los filtros de arena, realizándose la retención de
contaminantes al pasar el agua por un lecho filtrante compuesto de carbón activo. Muy indicados para la
filtración de aguas subterráneas. Se fabrican en acero inoxidable, en acero al carbono y en fibra de vidrio.

El Filtro Pulidor

La función de este filtro es de detener las impurezas pequeñas (sólidos hasta 5 micras). Los pulidores son
fabricados en polipropileno grado alimenticio (FDA). Después de este paso se puede tener una agua
brillante y cristalina.

El Filtro Pulidor contiene en su interior uno o más cartuchos filtrantes en diferentes tamaños por lo general
son de 2.5” de diámetro y la altura varía de 10”, 20”, 30”, 40” y 50”, también varía su grado de retención de
los sólidos suspendidos expresado en micras (desde 0.1 hasta 100 micras). Los elementos filtrantes
generalmente son construidos en polipropileno, o PES, u otro polímero, también los hay en acero inoxidable.

El Filtro Pulidor como equipo (Housing) generalmente es construido en acero inoxidable o plástico.
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