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China (parte dos)

Qipao/ Cheangsam

El qipao es el traje actualmente conocido como la vestimenta típica


de China. Sin embargo, esta prenda apenas tiene trescientos años en
su historia.
El nombre qipao corresponde al chino mandarín, y los chinos que
hablan esta lengua, utilizan la palabra indistintamente para referirse
al traje femenino o masculino. Mientras que en chino cantonés,
cheangsam, es la palabra que se utiliza para referirse a ésta prenda,
pero sólo a la femenina, y chansan sirve para designar la ropa
masculina.

Cuando los manchúes conquistan el país y establecen la dinastía Qing (1644), obligan a los chinos a llevar la
indumentaria de Manchuria, que es el Qipao. Así, este traje es utilizado cotidianamente hasta mediados del
siglo XX, cuando China acoge la vestimenta occidental.

El qipao que adoptaron los chinos en el siglo XVII, era muy distinto al que
conocemos en la actualidad; aquél era bastante holgado y ocultaba
prácticamente todo el cuerpo, a excepción de la cabeza, las manos y las puntas
de los pies, y se llevaba con pantalones (ku) o falda (chang). Con el tiempo fue
sufriendo transformaciones y haciéndose más ajustado.
La versión contemporánea, la que conocemos, fue desarrollada en Shanghái,
por la década de 1920, y a este nuevo modelo se le conoce allí por zansae (lit.
vestido largo); coincidiendo con la caída del la dinastía Qing y la nueva
República, mientras la gente comenzaba a buscar un nuevo tipo de moda. Para entonces, China ya
mantenía un contacto constante con occidente y, debido a su influencia, adoptan las técnicas de la alta
costura para introducirlas en su traje, con lo que logran que el qipao sea más entallado a la silueta
femenina. De esta manera, podría considerarse que éste tipo de qipao, que ha perdurado hasta nuestros
días, es un híbrido entre el estilo occidental y la cultura asiática.
Otra de las modificaciones que sufre el traje en este nuevo estilo, es el recorte de las mangas y el uso de un
cuello alto.

Este traje se fabricaba originalmente en seda, ricamente


bordado y en colores brillantes, sin embargo, con la
industrialización, se han introducido variedades de textiles
económicos que asemejan a la seda y, por mucho, son más
baratos que los fabricados con ésta tela tan fina.
Cuando surge esta reinterpretación del qipao en Shanghái,
rápidamente gana popularidad entre la población de todo el
país, elaborándolo en textiles como el algodón o la lana, con lo
que se convierte en un traje de uso cotidiano; incluso, varias
escuelas llegan a adoptarlo como uniforme.
El quipao tiene unas notables diferencias con respecto al hanfu, especialmente con el
diseño actual. Entre las diferencias más destacables están las mangas angostas y
carentes de puño, o bien, de tenerlos, son más bien decorativos
y tan amplios como el resto de la manga. La forma primitiva de
ésta túnica, era larga y amplia, y no se ceñía al cuerpo con
cinturón alguno; además, el qipao, se cierra con botones muy
elaborados y decorados, mientras que, como ya revisamos
anteriormente, el hanfu no llevaba botones o los mantenía
ocultos.

En nuestros días, el qipao es apreciado y conocido en muchas partes del mundo, las
mujeres lo encuentran exótico y elegante, y muchas gustan de tener uno en su guardarropa, generalmente
utilizándolo como vestido de gala. No obstante, recordemos que hay en China un movimiento que está
tratando de reivindicar el hanfu como el traje típico, y quitar, así, el internacionalmente conocido qipao.

Sobre los vestidos de novia


Como dato curioso adicional, dedico unas líneas al ritual de casamiento, o más bien, a su indumentaria.
En China, las bodas tradicionales todavía están en uso y en ellas las mujeres suelen llevar elegantes vestidos
qipao en color rojo, un color popular en esta nación y el cual asocian con la buena suerte y que, además, se
cree ahuyenta a los malos espíritus. Para las novias, el traje es tan importante, que algunas llegan a utilizar
hasta seis vestidos durante una celebración de matrimonio.
A diferencia de occidente, los chinos todavía conservan la costumbre de combinar los trajes del novio y la
novia, por lo que el hombre irá también ataviado con vestimenta tradicional si la mujer lo hace. De ser así,
los trajes son bordados con motivos de dragones y el ave fénix, que representan la energía y la armonía,
respectivamente.
Las ropas, por excelencia, deberán ser confeccionadas en satín de seda fina, con los bordados en color oro y
plata; por supuesto, existen versiones económicas en algodón o textiles sintéticos, para aquellos que no
puedan costearse el lujo de la seda.
Otro dato memorable, es que el calzado llevado por las novias en la antigüedad podía ser en color rosa o
rojo, además de ir bordados con un pájaro propicio y flores. En la dinastía Han, se llevaron sandalias de
madera pintada con flores y eran atadas con cinco cintas de seda colorida. Mientras que en la dinastía Qing,
los zapatos azules de paño bordado con los caracteres de la felicidad, estuvieron en uso.

Calzado

El calzado en China tiene una vasta historia, tanto como su indumentaria, quizá; varía de acuerdo al
periodo, pero sobre todo a la zona geográfica.
Los primeros zapatos de los que se tienen registro, son una especie de calcetines hechos con piel curtida
con una técnica llamada “ahumado”, mediante la cual la piel es preparada; primero se rasura; luego se
coloca sobre unos entramados de madera, dispuestos encima de un pozo en el cual hay vegetales que son
quemados. Posterior a éste proceso, se procedía a teñir la piel con colores vegetales. Con el tiempo, se
adopta la técnica del curtido graso, con la que se trata a la piel a base de aceites de pescado.
Estos primeros zapatos evolucionan en la bota utilizada por la milicia durante la Dinastía Zhao, debido a la
practicidad de los mismos y su buen agarre a la hora del combate. Mientras tanto, el resto del pueblo lleva
unas botas hechas de paja, confeccionadas a mano por las mujeres y que tienen la suela de madera.
En las zonas cálidas del país, se utilizaron sandalias de paja de arroz, que eran tejidas con agujas de bambú
e hilos de lino. En Shandong, surge la sandalia de paja con suela de madera que podía ser plana o estriada.

Para el periodo feudal, el calzado se convierte en distintivo de las clases sociales. Por ejemplo, durante la
Dinastía del Sur, al pueblo se le permite utilizar sandalias de paja o de tela, siempre y cuando fuera en color
azul, verde o blanco. El zapato de cuero y seda sólo podía ser llevado por la nobleza.
Mientras que en la Dinastía Qing, el calzado amarillo brillante era de uso exclusivo del emperador; el
dorado era para los nobles; y los tonos naranja estaban destinados para la gente común.

La seda juega un papel muy importante en el desarrollo del calzado en China. Ésta, gradualmente va
reemplazando al zapato de paja y, poco a poco, la nobleza comienza a llevar zapatos elaborados con este
textil, cuyo uso sólo estaba permitido para el emperador.

Con el tiempo, surge en China una moda que podríamos calificar en


nuestros días como bárbara: loto de oro, o pies de loto de oro.
Esta práctica surge a mitad del siglo XI y está rodeada de mitos, no
obstante, se sabe que se origina entre la clase alta.
Dicha moda consiste en la creencia de que el pie femenino es más
sensual y estético. El tamaño ideal de un pie es no mayor a los diez
centímetros, siendo un pie perfecto el que media nueve centímetros.
La moda se arraigo tan fuerte entre los chinos, que se creía que una mujer de pies normales tenía menos
probabilidades de encontrar marido, e incluso tener una hija cuyos pies no habían sido modificados, era
motivo de vergüenza. Lo que explicaría el por qué las mujeres se sometieron
durante siglos a este suplicio.
Para lograr este tamaño de pie, la persona era sometida a un tortuoso
procedimiento desde la tierna infancia. Iniciaba generalmente entre los cinco y
los siete años de una niña, cuando los huesos del pie están formados
mayormente por cartílago y éste aún está constituido casi en su totalidad por
agua. El pie es quebrado y modelado en un proceso que dura meses o años; un
proceso tan doloroso que imposibilita el caminar.
No se puede negar que los zapatos loto de oro son hermosos, a pesar del
trasfondo social en esta práctica. Eran decorados por las propietarias
bordándolos ricamente con diversos motivos, como podían ser la rosa canina, símbolo de la longevidad; el
bambú, de la buena fortuna; el narciso, de la renovación; o una peonia, por la primavera. El color negro se
destinó para las ancianas.
Durante la dinastía Qing, donde los vestidos fueron especialmente largos, se les añadió una plataforma de
madera que era decorada con esmero, a este tipo de zapato se le conoce como chopines.
Cuando la última dinastía es abolida, en 1911, ésta costumbre es prohibida, sin embargo, en las provincias
alejadas, se siguió practicando durante muchos años más.
Afortunadamente, en la actualidad, los pies de loto de oro, práctica con toques altamente machistas, parece
haberse extinguido, pues se cree que uno de los motivos por los cuales se realizaba era para limitar los
movimientos de las mujeres, ya que el caminar normalmente suponía un acto doloroso, así, las mujeres se
veían obligadas a transitar dando pequeños saltitos; este marchado era considerado sensual y de clase.
Además, existía la creencia de que si se mantenía a una mujer físicamente limitada, también se limitaba su
intelecto.

Maquillaje y peinado

Durante la Dinastía Tang, se siguieron siete pasos para el maquillado femenino: base en polvo; aplicación
de color al rostro; delineado de la ceja con tono oscuro; aplicación de “oro para la frente” o “brillo de flores
de oro”; ocultación de los hoyuelos; coloración de las mejillas; y aplicación de color en los labios.

Los productos para los labios en la antigua China eran llamados comúnmente “bálsamos labiales” o
“bálsamo de la boca”. El bálsamo labial más primitivo no era como la barra labial que conocemos ahora,
sino que era una pasta con su contenedor individual y tenía una agradable fragancia.
Las viudas teñían sus dientes de negro como signo de renuncia a la belleza.
Los cánones estéticos chinos se basaban en una mujer delicadamente maquillada y con un cutis cuidado al
máximo. El maquillaje consistía en finos polvos de color rosado, rojo o anaranjado y los ojos se subrayaban
con bastoncillos untados en tinta china. Se cree que la pintura de uñas en su forma actual se originó en
China, donde indicaba el rango social. En el tercer milenio antes de nuestra era, los chinos ya combinaban la
goma arábiga, clara de huevo, gelatina y cera de abeja para preparar barnices, esmaltes y lacas.

La cultura china le ha dado una importancia preponderante al arreglo del cabello a lo largo de su historia y
un fuerte sentido simbólico; la forma de usar o cortarse el cabello, además de los peinados, marcaron
siempre el status social o civil, la religión o las profesiones. No cuidar el arreglo del pelo es para ellos signo
de enfermedad o depresión. Como China tiene una diversidad cultural muy amplia, hay una infinidad de
estilos.
La costumbre de la etnia han, era que los hombres llevaran el cabello peinado hacia atrás, además solían
afeitarse la frente. Mientras que durante la Dinastía Qing, se impone el estilo de los manchúes bajo pena de
muerte para quien se negara a llevarlo, al igual que con la vestimenta; el peinado consistía en afeitarse
totalmente hasta la mitad de la cabeza, dejando el pelo restante recogido en una larga trenza que colgaba
en la espalda. Para las mujeres el peinado dependía de la edad, pues de niñas usaban una trenza en la
espalda con una joya de oro o plata en la punta, y de adultas adornaban sus cabezas con ornamentos de
oro o piedras preciosas. Así también, el cabello fue indicativo de estatus social en las mujeres; las solteras
solían llevar una trenza; mientras que las casadas utilizaban un moño de pelo, anudado en la parte superior
de la cabeza. También, fue una costumbre generalizada en toda China, que las viudas que no querían volver
a casarse se cortaban totalmente el pelo como señal de desinterés.

Orfebrería

Las joyas chinas eran ricamente decoradas, muchos de sus diseños fueron religiosos, además de incluir
símbolos ampliamente utilizados en su cultura como flores, pájaros alados, dragones y el ave fénix.
El oro y la plata, alcanzaron su máximo esplendor en la Dinastía Tang, pues hasta entonces sólo se habían
utilizado como complemento a otros materiales. En el primer período de esta dinastía, las formas de los
objetos en plata y oro eran de artículos de tocador, joyas, cubiertos palillos y tijeras.

Los hombres y las mujeres utilizaron la orfebrería como símbolo de su riqueza y estatus. Las piezas más
populares fueron tocados, collares, pectorales, colgantes del templo y monedas, pulseras, anillos, anillos de
sello, joyería para la cabeza, pulseras y diademas.
Era tradicional que los hombres llevaran un pendiente y las mujeres un par de aros.

Otro material utilizado en China y que tenía un alto valor era el jade; y su talla se convirtió en un arte
sofisticado durante la Dinastía Shang. Es el símbolo de la nobleza, la prosperidad, la perfección y la
inmortalidad, además de la suerte.

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