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17 octubre Wittgenstein

La teoría pictórica, en donde se habla del retrato/ figura/ pintura, distintas acepciones para hablar de lo mismo, de
sus condiciones y de como por este concepto, pretende introducir una manera de ofrecernos, desde una perspectiva
distinta, nuestro modo de representarnos los hechos. La palabra representación no tiene un matiz psicológico, sino
que cuando hablamos de Bild, hace referencia a la idea de modelo alternativo para representar la realidad.

En esta ontología formal de hechos, cada uno de los hechos comparte su forma con las figuras que lo retratan, o los
retratos que lo retratan; o la figura que figuran los hechos. Hay una importancia fundamental que se da a esta
cuestión. Es el isomorfismo, es una condición necesaria, impuesta por esta interpretación lógica del mundo y el
lenguaje, común a ellos. Es un elemento más donde se puede ver como la lógica inunda tanto el mundo como el
lenguaje de la misma manera. El isomorfismo, significa que la figura y lo figurado comparten la misma forma lógica.
No hablo de algo meramente semejante, sino de una autentica unidad necesaria. Esto es muy importante para
entender la coordinación de estas tesis con las anteriores; que las tesis sobre la ontología, sigan las tesis sobre la
representación, porque primero Wittgenstein nos presenta cómo es el mundo, luego nos dice cómo es que nosotros
podemos representarnos o hacernos figuras de él. La figura representa un hecho, es un modelo de la realidad. Por el
hecho de que la figura es una combinación de elementos que isomorficamente retratan o figuran un hecho, la figura
también es un hecho. Así como para Herz, entre el modelo y el hecho no había mediación, para Wittgenstein, entre
la figura y lo figurado, no hay mediación. Los hechos se figuran con hechos, por eso, en el ámbito de la figura o
retrato, encontramos las mismas condiciones que nos exponía Wittgenstein para exponernos los hechos. Entonces,
la figura como tal, es un modelo de la realidad. La figura, figura un hecho. Pero la figura no puede figurar su propia
forma, sino que la muestra. La forma, es la condición necesaria para que algo sea figura o modelo de un hecho, es lo
que tienen en común el hecho y el modelo. Lo que la figura va a representar es el hecho, pero no puede representar
la forma que tienen en común con los hechos, eso simplemente se exhibe o muestra. La figura es como un cuadro,
que se exhibe y está ahí, muestra un hecho. Y lo hace porque cumple determinadas condiciones. Cuando la figura
concuerda con la realidad, puede ser verdadera; y si no, falsa. Es decir, que para hablar de vedad o falsedad es
necesaria la comparación con la realidad. La figura representa su sentido (el hecho que exhibe), por lo cual, el
sentido no coincide con la verdad. Por lo que una figura puede tener sentido y ser falsa, porque no coincide
actualmente con la realidad, pero puede coincidir, sino no sería figura, porque lo que yo puedo figurar, está sujeto a
las condiciones de la lógica. No hay verdad a priori. La verdad para él es la concepción clásica de correspondencia
pero limitada a la figura y lo figurado, de ahí que las proposiciones puedan ser verdaderas o falsas; la verdad se
deriva a posteriori de esta correlación, cuando yo comparo la figura con el hecho, si hay correspondencia, puedo
decir que es verdadera.

A partir del Aforismo 3, Wittgenstein empieza a aplicar la misma teoría pictórica al pensamiento y al lenguaje, que
para él están estrechamente vinculados. A lo largo de esta aplicación de la teoría pictórica al pensamiento y al
lenguaje, vamos a seguir viendo la importancia que tiene la distinción entre decir y mostrar. En el aforismo 3 dice: la
figura lógica de los hechos es el pensamiento. Y considera que el pensamiento contiene la posibilidad del estado de
cosas que piensa. Al decir que el pensamiento contiene la posibilidad, quiere decir que cuando yo piensa algo, eso
que piensa está determinado por las exigencias de la lógica. Por eso, lo que es pensable es también posible, porque
yo no puedo pensar algo que sea ilógico ya que la lógica condiciona nuestros pensamientos. En el aforismo 3.1.
Enuncia que en la proposición, el pensamiento se expresa perceptiblemente por los sentidos. Introduce Wittgenstein
el tercer elemento, en el sentido de que él va a intentar poner un límite, no al pensamiento sino a la expresión del
pensamiento: el lenguaje. Lo que sea que nosotros interpretemos lo que es el pensamiento, debe cumplir con las
mismas exigencias formales que impone la lógica en su sistema. El concepto fundamental es el de proposición, para
hablar del lenguaje. Tiene una importancia central, porque es la que figura los hechos en el plano del lenguaje. El
3.11. Intenta aclarar un poco más esta idea. Nosotros usamos el signo sensiblemente, perceptiblemente, de la
proposición, como una proyección del estado de cosas posibles. Está pendiente qué es la proposición. Hay que
analizar el termino: proposición; pensamiento y signo proposicional. El termino pensamiento es la figura lógica de los
hechos; la proposición es como un exteriorización del pensamiento a través de los signos; el signo proposicional, en
cuanto signo, vendría a ser la voz o la escritura. Sin embargo la simple voz o escritura no lo hace un signo
proposicional, sino cuando el signo está referido o proyectado a un hecho. La proposición es el signo empleado como
una proyección de un estado de cosas posibles. Es decir, el signo aplicado para proyectar un estado de cosas
posibles, es la proposición. Y el signo puede proyectar un estado de cosas posibles porque, en tanto figura o modelo,
cumple con las mismas condiciones, porque está compuesto de elementos que coinciden uno a uno con lo modelado
o hecho, y porque comparten con el hecho la misma forma lógica. La proposición también es un hecho. 3.14: el signo
proposicional consiste en esto, en que sus elementos (las palabras) están combinados de un modo determinado, en
tanto tal, el signo proposicional es un hecho.

Entonces la cuestión es esta. Nosotros no representamos los hechos con ideas, sino que se representa con otro
hecho, no hay mediación. Se pretende evitar toda mediación, ya sea por las consecuencias psicologísta, o bien
metafísicas, que me lleven a hablar del lenguaje. La proposición exhibe un hecho posible, y como tal, es articulada al
igual que los hechos; el hecho es una articulación de objetos, la proposición es una articulación de momentos. Y de la
misma manera que no hay objetos independientes, ya que aparecen articulados en un hecho; los nombres aparecen
en el escenario de una proposición. Los nombres no tienen una función independiente de la que cumplen en el
marco de las proposiciones. En este marco, las proposiciones están en lugar de los objetos. Los nombres cumplen el
mismo rol que los objetos en los hechos. Y hacen referencia a los objetos. El nombre no tiene sentido, sino que tiene
referencia. En cambio, la proposición que es un articulación de nombres, tiene sentido. Los nombres son como
puntos; las proposiciones como flechas. Porque los nombres apuntan a los objetos, que son lo fijo. Mientras que las
proposiciones, como son figuras de los hechos, tienen sentido, que es el hecho que proyecta. En las proposiciones,
entonces, el pensamiento puede expresarse de modo que al objeto del pensamiento, corresponda los elementos del
signo proposicional. Los elementos de la proposición son los nombres. La noción de sentido está ligada a la
proposición. Solo la proposición tiene sentido, y solo en el contexto de una proposición el nombre puede tener
referencia.

A lo largo del Tractatus va considerando también lo que son los defectos del lenguaje corriente. En aforismo 3.23
dice que es muy común en nuestro lenguaje corriente, que se empleen las mismas palabras con distintos sentidos;
las mismas proposiciones para referirse a distintos hechos. Así por ejemplo, la palabras es se presenta como copula,
como signo de identidad y como expresión de la existencia. Para evitar estos errores propone la creación de un
simbolismo que los excluya, como el que hicieron Frege y Russell aunque no estén exentos de errores. A 3.5 dice: el
signo proposicional aplicado pensado es el pensamiento. La palabra clave es la de proposición, es el signo aplicado o
proyectado hacia un hecho. No habrá en definitiva, diferencias entre que algo sea pensado o que sea dicho, porque
para él todo lo que se puede pensar se puede decir, y todo lo que se puede decir se puede pensar. Af. 4. Define y
caracteriza el lenguaje. Dice a partir del 4: el pensamiento es la proposición con significado. Quiere decir, es la
proposición completa de sentido. La totalidad de las proposiciones es el lenguaje. Caracteriza el lenguaje con la
categoría lógica de totalidad.

Como entiende el la filosofía. Toda la filosofía es crítica del lenguaje. La filosofía como un modo de pensar, que
otorga una tarea a la filosofía, que es la de aplicarse al análisis del lenguaje. Tanto Slick como Carnap se basan en
Wittgenstein. El Círculo de Viena se apropia de algunas ideas de Wittgenstein y lo interpreta bajo determinada
rigidez. En el aforismo 4.01 volvemos a la idea de que la proposición es una figura de la realidad tal como la
pensamos. A primera vista no parece que la proposición sea una figura de la realidad; de la misma manera, tampoco
la notación musical parece una figura de la música. Por lo tanto es necesaria la proyección. El aforismo 4.014 del
disco gramofónico presenta un ejemplo clásico para explicar la idea de la proyección. El disco gramofónico, el
pensamiento musical, la notación musical, las ondas sonoras, están todos unos respectos de otros, en aquella interna
relación figurativa que se mantiene entre lenguaje y mundo. A todo esto es común la estructura lógica. Es común la
estructura lógica que hay entre la notación música y la música. En el 4.015 dice: la posibilidad de toda la figuratividad
de los medios de expresión, descansan en la lógica de la figuración. La intima semejanza entre estas cosas
aparentemente tan distintas, cosiste en que hay una regla general mediante el cual el músico lee la sinfonía en la
partitura y por la cual se puede reconstruir la sinfonía grabándola en un disco gramofónico, y de este modo, por
medio de las reglas de proyección, llegar de nuevo a la partitura. Tiene que ver con la coordinación uno a uno de los
elementos entre lo que es la figura y lo figurado, en este caso, la proposición y el hecho. Pero no solo la coordinación
entre cada uno de los elementos, sino la estructura o forma que ambos comparten, esta permite la proyección y
hace que lo que está en nivel de la notación pueda ser grabado en el disco y escuchar. Por eso, a primera vista, no
parece que la proposición sea una figura de la realidad, pero los símbolos demuestran que lo son, porque nosotros
podemos escuchar lo que leemos.

En 4.021 alude a que la proposición es una figura de la realidad, porque yo conozco el estado de cosas que ella
representa, si entiendo el sentido de la proposición. Y yo entiendo la proposición sin que me haya sido explicado su
sentido. En 4.022: la proposición muestra su sentido. Quiere decir que la proposición representa o figura un hecho.
Eso que presenta es el sentido de la proposición. Ahora, como la proposición retrata un hecho, yo directamente
capto su sentido al captar esa figura, no necesito que alguien me explique su sentido. El sentido de la proposición es
la exhibición del hecho que ella representa, por eso se afirma que la proposición muestra su sentido. Entonces, hay
algo que la proposición muestra y hay algo que la proposición dice. Esta diferencia entre decir y mostrar es
importante, porque es la manera de hacer presente aquello que desborda el ámbito del decir. El ámbito del decir o
del lenguaje es el de la figuración de hechos. Y las proposiciones figuran hechos, no pueden retratar las condiciones
por las cuales ellas son hechos de un hecho. Por eso dice que la proposición muestra su sentido, si es verdadera
muestra como están las cosas, y dice que las cosas están así. El sentido tiene que ver con la posibilidad de un hecho.
Lo que muestra una proposición es su sentido. Si coincide con la realidad, y es verdadera, muestra como están las
cosas. Ej: Si digo llueve, y llueve, muestra como están las cosas. La proposición es la descripción de un hecho
atómico. En la ontología el hecho atómico eran los fundamentales, porque eran los hechos simples. La proposición
describe la realidad según sus internas propiedades. La proposición construye un mundo con la ayuda de un armazón
lógico. Entender la proposición, si es verdadera, quiere decir, saber lo que acaece. Se la entiende cuando se entiende
sus partes constitutivas. Las partes constitutivas son los nombres “p”. Puede entender una proposición sin
compararla con la realidad. Las partes constitutivas, que son los nombres son fundamentales porque representan a
los objetos, y la significación de los signos simples (las palabras) deben sernos explicada para que lo entendamos,
pero nosotros nos entendemos con las proposiciones no con las palabras, porque para él, no hay ningún objeto
aislado, y por lo tanto nombres aislados, nosotros entendemos proposiciones. Una proposición debe comunicar con
expresiones viejas, un sentido nuevo. La proposición que comunica un estado de cosas, debe estar también
esencialmente conectada con el estado de cosas, y la conexión consiste en que es una figura lógica. La proposición
solo dice algo en cuanto es una figura.

La proposición representa la existencia y no existencia del hecho atómico, porque representa un hecho posible. La
totalidad de las proposiciones verdaderas es la ciencia natural, porque se supone que la ciencia describe los hechos,
entonces las proposiciones verdaderas, las que coinciden con los hechos, sería una descripción total de la realidad. La
filosofía no es una de las ciencias naturales, está junto o bajo las ciencias naturales pero no es una de ellas. El objeto
de la filosofía es la aclaración lógica del pensamiento, no es una teoría sino una actividad de elucidación. El resultado
de la filosofía no son proposiciones filosóficas, todas las proposiciones son del mismo tipo, figura de los hechos. Sino
el esclarecer de las proposiciones. 4.114: La filosofía debe delimitar lo pensable, y con ello, lo impensable. Debe
delimitar lo pensable desde dentro de lo pensable, porque no podemos cruzar ese límite. Todo lo que puede ser
pensado, puede ser pensado claramente; todo aquello que puede ser expresado, puede ser expresado claramente.
Porque las condiciones de lo pensado y expresado, son las condiciones de la lógica, las mismas condiciones que
posee el mundo. El isomorfismo ata, se puede decir lo que se puede pensar, y se puede pensar los hechos. Se
pueden pensar los hechos porque sostiene la misma forma lógica, ya que esta permite la relación entre lenguaje y
realidad, y también la decodificación, porque el lenguaje será un modelo de la realidad, que traduce y decodifica la
realidad. Esta decodificación uno a uno se plasma en el lenguaje y no hay intermediario, ya que el lenguaje
directamente muestra los hechos que representa. Muestra su propio sentido que es: la representación de un hecho
posible. Y si están más allá de lenguaje, no están. Eso será el ámbito de lo místico, lo que desborda el ámbito del
decir forma parte de lo inefable, lo místico, aquello que se muestra pero que no se dice, por ejemplo: la lógica entre
dentro de este ámbito. 4.12: la proposición puede representar todo el ámbito de la realidad, pero no puede
representar lo que debe tener en común con la realidad para poder representar la forma lógica. El lenguaje no puede
representar lo que tiene en común con la realidad para poder representarla, eso es la forma lógica, no la puede
representar. Para poder hacerlo tenemos que colocarnos fuera de la lógica, es decir, fuera del mundo, lo que no
podemos hacer. 4.1.21: la proposición no puede representar la forma lógica, se refleja en ella. Lo que en el lenguaje
se expresa nosotros no podemos expresarlo por el lenguaje. La proposición muestra la forma lógica de la realidad,
pero dice la forma de la realidad, sino que dice un hecho, y al decirlo, muestra la forma lógica; lo que se puede
mostrar, no puede decirse. Es fundamental esta distinción entre decir y mostrar, acota en el tractatus, las
posibilidades del decir porque las pone en total correspondencia con las condiciones de la realidad o de los hechos.
Hay un ámbito que excede al decir, eso se muestra a sí mismo, no lo niega. En 4.2 dice que el sentido de una
proposición está ligado a su acuerdo o desacuerdo con las posibilidades de existencia o no existencia de un hecho
atómica. La proposición más simple, afirma la existencia de un hecho atómico. Hay proposiciones simples y
moleculares y cada proposición puede ser verdadera o falsa. La proposición es la expresión del acuerdo o desacuerdo
con las posibilidades de verdad de las proposiciones elementales, recuerden la tabla, para saber si es verdadera o
falsa se hace una combinación de todas las posibilidades de valores de verdad de cada una de las proposiciones p, q,
r. Y las posibilidades de verdad de las proposiciones elementales son las condiciones de la verdad y falsedad de las
proposiciones. La proposición es la condición de sus posibilidades de verdad.

En 4.461 dice que la proposición muestra aquello que dice. Está hablando de las tautologías y contradicciones, en
uno, la proposición es verdadera para todas las posibilidades de verdad de las proposiciones elementales, en el otro
caso, la proposición es falsa para todas las posibilidades de verdad. La proposición muestra aquello que dice: el
hecho. La tautología y la contradicción muestra que no dicen nada, es decir, no dicen el mundo, por eso, las
proposiciones lógicas desbordan el decir; la lógica que es condición del mundo y del decir, no puede ser dicha ni
traducirse en el lenguaje. La tautología no tiene condiciones de verdad, porque es incondicionalmente verdadera.
Esta dos, carecen de sentido, porque el sentido de una proposición es mostrar un hecho. Sin embargo, no son sin
sentido. Muestra la diferencia entre sinnlos (crece de sentido) y un sinning (sin sentido). Decir que carece de sentido
es decir que no tienen el sentido que tienen las proposiciones, no tienen la posibilidad de exhibir un hecho. Pero no
lo hace sin sentido, sino que son proposiciones de la lógica. Desborda el lenguaje pero no son una clase mal formada.
Tautología y contradicción no representan ningún estado de cosas, no están en ninguna relación representativa con
la realidad.

Las proposiciones siempre están referidas a un hecho. Las proposiciones moleculares son las que se siguen de la
totalidad de las proposiciones elemental. Los objetos determinan cuantos hechos puede haber; los hechos
determinan cuantas proposiciones posibles pueden darse, y las proposiciones complejas son todo aquello que se
sigue de la totalidad de las proposiciones elementales. Siempre hay un marco, determinado en última instancia por
la lógica. La forma general de una proposición es una variable, esta decía que tal y tal es lo que acaece. Que sea lo
que acaece puede variar enormemente.

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