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Navegando Por La Guía Del PMBOK
Navegando Por La Guía Del PMBOK
Para cada uno de los 47 procesos, la Guía del PMBOK® describe una serie de entradas, salidas, herramientas y
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técnicas. En total, se contabilizan 409 entradas y salidas y 209 herramientas y técnicas . Por otra parte, los 47
procesos tienen muchas relaciones y son interdependientes (algunas herramientas y técnicas se reúsan en varios
procesos, y las salidas de algunos son entradas de otros). Esto supone mucha complejidad y dificulta el estudio,
sobre todo cuando quiere seguirse el flujo lógico de las actividades de gestión a lo largo del ciclo de vida del
proyecto, desde que el proyecto comienza hasta que termina.
Con el fin de facilitar el seguimiento de los contenidos de este libro, se utilizará un método de representación
basado en el estándar IDEF0. IDEF0 es un método sencillo de especificación formal de procesos, que permite la
descomposición de procesos a través de un análisis descendente (top-down).
El estándar IDEF0 se ha adaptado en este libro con los siguientes convenios de representación:
Las cajas representan los procesos elementales (nivel más bajo de detalle, con una marca en la esquina
superior izquierda) y también los grupos de procesos que tenga sentido agrupar a este nivel, y que serán
detallados en niveles inferiores.
Las flechas entrantes a las cajas por el lado izquierdo representan las entradas (documentos, información,
eventos, etc.). Las flechas salientes por el lado derecho representan las salidas.
En IDEF0, las flechas entrantes por arriba son flechas de control, en nuestro caso representan las técnicas.
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Las flechas entrantes por abajo (flechas de mecanismo en IDEF0) representan las herramientas .
Todas las flechas entrantes o salientes a una caja aparecen en su nivel de descomposición inferior. Para
favorecer la simplicidad de la representación, a veces las flechas aparecen en la descomposición y no en el
diagrama superior (esto se marca con un paréntesis sobre la flecha, o túnel). También por simplicidad en la
representación, si una flecha se usa en todas las cajas, se representa sin entrar en ninguna de ellas.
La forma de representar los procesos basada en el estándar de modelado de procesos IDEF0 permite obtener una
visión dinámica de los procesos, sus detalles y sus dependencias. En el enlace http://goo.gl/5bKXzl puede
descargar un fichero PDF titulado “Navegador de la Guía del PMBOK®”. Pulsando en las cajas de los diagramas,
que representan procesos o grupos de procesos, podrá navegar por las 10 áreas de conocimiento y los 47
procesos. También podrá acceder a ciertos ejercicios sobre los procesos representados en cada diagrama.
1 Véase el anexo II con la enumeración completa de entradas, salidas, herramientas y técnicas para cada proceso.
2 La Guía del PMBOK® no distingue entre herramientas y técnicas. En los diagramas se han ubicado como herramientas las que pueden ser
automatizadas. Por ejemplo: “observaciones” podría ser una técnica, o bien una herramienta si se automatizan con grabaciones por vídeo.
De esta manera, una visión de alto nivel de la gestión de proyectos puede representarse de esta forma:
Si se baja a un nivel mayor de detalle, puede apreciarse cómo se resuelven las entradas y salidas a través de los
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cinco grupos de procesos :
Inicio: A partir de la información de contexto sobre el caso de negocio, el acuerdo y/o el enunciado del
trabajo, si se aprueba el proyecto, se genera el acta de constitución del proyecto, documento que
sirve para autorizar oficialmente el proyecto dentro de la organización ejecutora, nombrando al
director de proyectos, y otorgándole el nivel de autoridad para utilizar los recursos de la
organización. La otra actividad inicial no menos importante es la obtención de la información
relevante sobre los distintos interesados. Es buena práctica recomendada que el director del
proyecto esté presente antes de la aprobación del proyecto para que ayude a integrar toda la
información generada en el debate que ha mantenido la organización sobre si hacer o no el
proyecto, y para que ayude a elaborar el acta de constitución, destacando la información clave para
justificar el proyecto y reclamando por escrito su nivel de autoridad.
Planifica- A partir del acta de constitución del proyecto y el registro de interesados, siguiendo los 24
ción: procesos de planificación, se acaba produciendo el documento maestro para la ejecución y el control
del proyecto: el plan para la dirección del proyecto. Entre otra mucha documentación importante,
también se puede generar, si el proyecto requiere la concurrencia de proveedores externos a la
organización ejecutora, la documentación necesaria para efectuar las adquisiciones. En este grupo
de procesos el director de proyectos debe usar su potente imaginación, como si fuera un oráculo, o
un adivino con su bola de cristal, para visualizar el futuro del proyecto: qué habrá que hacer y qué no,
cuánto durará, cuánto costará, cómo generar un producto que logre la satisfacción del cliente o la
organización solicitante, quién deberá formar parte del equipo, qué comunicar a quién, cuándo y en
qué forma, cómo anticiparse a los problemas, qué hay que adquirir a terceros y qué estrategia hay
que seguir con los principales interesados.
3 Obsérvese que el gráfico 3-3 de la página 53 de la Guía del PMBOK® contiene básicamente la misma información.
Ejecu- El director del proyecto dirige el trabajo definido en el plan del proyecto y la implementación de las
ción: solicitudes de cambio aprobadas para obtener los entregables planificados, manteniendo
continuamente actualizados los documentos del proyecto y registrando las comunicaciones, los
incidentes y los datos de desempeño para su posterior análisis. Su objetivo es “hacer que las cosas
se hagan”, buscando más la eficiencia que la eficacia, coordinando el trabajo que deben hacer los
miembros del equipo. Podemos decir que aquí se parece a un director de orquesta que sigue la
partitura del plan del proyecto (y de los cambios aprobados) para que suene “la melodía del
proyecto”. Cuando algo no ocurre como esperaba (p.ej., un violinista desafina) no se para la música,
simplemente se emite una solicitud de cambio para su posterior evaluación y análisis.
Monito- El equipo del proyecto verifica que los entregables son correctos y el director del proyecto gestiona
rización la entrega y persigue la aceptación por parte del cliente o la organización solicitante. A partir de los
y datos de desempeño del trabajo, se juzga si el proyecto progresa adecuadamente, en fecha, en
Control: coste y si no es así se solicitan cambios para volver a las líneas base. Con ayuda de su equipo núcleo
y del comité de control de cambios, el director del proyecto gestiona integradamente los cambios
(que se solicitan en la ejecución o como resultado de la monitorización y control) para procesarlos en
bloque y atendiendo a su prioridad relativa. En este grupo de procesos, podríamos decir que el
director de proyectos se parece al médico que vigila el estado de salud del proyecto, evalúa los
progresos y propone acciones para conseguir que se cumplan los objetivos.
Cierre: Una vez los interesados han satisfecho o superado sus expectativas y se han aprobado los
entregables, se procede al cierre ordenado del proyecto y a la transferencia formal del producto,
servicio o resultado final fruto del proyecto o la fase. Por lo que respecta a los contratos que se
gestionan durante el proyecto, cada vez que un proveedor cierra su proyecto, la organización
ejecutora debe cerrar formalmente el contrato y así concluye la relación contractual y la
responsabilidad legal de ambas partes.
Lo que viene a continuación es una descripción de los procesos de gestión de un proyecto, desde su inicio hasta
su cierre, a través de los cinco grupos de procesos, navegando por la Guía del PMBOK®.
El equipo de dirección del proyecto realiza, entre otras, las siguientes actividades de inicio:
Estudio de viabilidad: Realizar la valoración del proyecto sobre la base de la información disponible y
reuniones con el patrocinador, el cliente o la organización solicitante, y otros expertos en la materia, para
evaluar la viabilidad de nuevos productos o servicios considerando los supuestos y restricciones.
Alcance de alto nivel: Definir el alcance de alto nivel del proyecto a partir de los requisitos del negocio y
de cumplimiento, para cumplir las expectativas del cliente o la organización solicitante del proyecto.
Análisis de interesados clave: Realizar el análisis de los interesados clave usando tormenta de ideas,
entrevistas y otras técnicas de recopilación de información, para asegurar el alineamiento con las
expectativas y ganar apoyo para el proyecto.
Riesgos de alto nivel: Identificar y documentar los riesgos de alto nivel, supuestos y restricciones a partir
del entorno actual, información histórica y juicio de expertos, para identificar las limitaciones del proyecto y
proponer un enfoque de implementación.
Acta de constitución del proyecto: Desarrollar el acta de constitución del proyecto analizando con mayor
profundidad los requisitos de los interesados para cumplir el alcance del proyecto, hitos y entregables.
Obtener la aprobación del acta de constitución del proyecto por parte de la organización patrocinadora y la
organización solicitante (si es necesario), para formalizar la autoridad asignada al director del proyecto y
conseguir el compromiso y la aceptación del proyecto.
En la figura pueden apreciarse las principales entradas, salidas, herramientas y técnicas, del grupo de procesos de
inicio:
A partir de la información de contexto sobre la necesidad del proyecto, se genera el acta de constitución del
proyecto. La otra actividad inicial no menos importante es la elaboración de un registro de interesados con la
información relevante sobre su posición respecto al proyecto, poder, interés, conocimiento, accesibilidad, etc.
Durante el inicio del proyecto, hay que contemplar a la vez dos áreas de conocimiento: La gestión de la
integración (para resumir todo el debate organizativo de la alta dirección, expertos en la materia, estudios de
viabilidad, planes de negocio, etc. en un documento llamado acta de constitución del proyecto) y la gestión de
los interesados (para identificar a los mismos).
El grupo de procesos de planificación es sin duda el más importante de la Guía del PMBOK®, como lo demuestra
el hecho de que, de los 47 procesos, 24 pertenecen a este grupo. Simplificando mucho, podríamos decir que un
director de proyectos es un especialista en planificar líneas base, para después controlar las desviaciones durante
la ejecución (y el resto son habilidades interpersonales). Si algo distingue a los proyectos de las operaciones, en
cuanto al grado de gestión que requiere un proyecto, es la necesidad de ceñirse a un calendario, a un
presupuesto y a un alcance predeterminados, y todo esto ha de planificarse meticulosamente.
El equipo de dirección del proyecto realiza, entre otras, las siguientes actividades de planificación:
Requisitos: Evaluar detalladamente con los interesados requisitos, restricciones y supuestos a partir del
acta de constitución del proyecto, lecciones aprendidas de proyectos previos y el uso de técnicas de
recopilación de requisitos, para determinar los entregables del proyecto.
EDT: Crear una EDT con el equipo, descomponiendo el alcance para su mejor gestión.
Presupuesto: Desarrollar un presupuesto a partir del alcance del proyecto usando técnicas de estimación.
Cronograma: Desarrollar un cronograma del proyecto a partir de los plazos marcados, el alcance y los
recursos, para gestionar la conclusión en plazo del proyecto.
Recursos Humanos: Desarrollar un plan de gestión de recursos humanos definiendo los roles y
responsabilidades del los miembros del equipo del proyecto para crear una estructura organizativa efectiva
y dirigir la utilización y la gestión de los recursos.
Comunicación: Desarrollar un plan de comunicación a partir de la estructura organizativa del proyecto y los
requisitos de los interesados externos, para gestionar el flujo de información del proyecto.
Adquisiciones: Desarrollar un plan de adquisiciones a partir del alcance y el cronograma, para asegurar que
los recursos requeridos estarán disponibles.
Calidad: Desarrollar un plan de gestión de calidad a partir del alcance y los requisitos, para prevenir
defectos y reducir el coste de la calidad.
Cambios: Desarrollar un plan de gestión de cambios definiendo cómo los cambios serán gestionados
asegurando su trazabilidad.
Riesgos: Planificar la gestión de riesgos identificando, analizando y priorizando los riesgos para gestionar la
incertidumbre a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
Plan del Proyecto: Presentar el plan del proyecto a los interesados (si es necesario) para obtener la
aprobación para ejecutar el proyecto.
Kick-off: Realizar una reunión de lanzamiento para anunciar el comienzo del proyecto, comunicar los hitos
y compartir la información relevante.
Los 24 procesos de planificación pueden agruparse en tres subgrupos: 1) procesos obligatorios; 2) procesos
opcionales; y 3) procesos para cerrar la planificación.
El primer subgrupo contiene la planificación del alcance (qué hay que hacer y qué no, y cómo se
descompone el esfuerzo del proyecto), los recursos humanos (quién debe hacerlo y cómo hay que
organizar el equipo), los interesados (para quién será el producto del proyecto y cómo hay que gestionar
sus expectativas y su participación), las comunicaciones (quién debe comunicarse con quién, cómo y
cuándo) y los tiempos (cuándo hay que empezar y terminar qué actividades).
El segundo subgrupo contiene las áreas que a veces no se planifican: A veces no se planifican los riesgos o
la calidad, y muchas veces se presta poca atención a las adquisiciones cuando se subcontratan ciertas
partes del proyecto.
En el tercer subgrupo tenemos esa “segunda vuelta” que hay que darle a las actividades para cerrar el
cronograma alineado con los objetivos de tiempo, presupuesto y financiación. También tenemos la
planificación de los costes (cuánto costará el proyecto y cuándo se irá consumiendo el presupuesto). Y por
último, hay que compilarlo todo en el documento plan para la dirección del proyecto.
El segundo bloque está colocado, a propósito, en el centro. Estos procesos están en el corazón de la planificación
porque muchos proyectos fracasan por planificar incorrectamente los riesgos (qué tenemos “derecho a creer” y
qué no), las adquisiciones (cómo hay que administrar el contrato que rige los trabajos de un tercero en nuestro
proyecto) y la calidad (qué hay que hacer para que lo que entreguemos sea aceptado como bueno por el cliente
o la organización solicitante).
Si profundizamos en este segundo bloque, como puede apreciarse en la figura, planificar los riesgos se resume en
obtener el registro de riesgos, un documento en el cual se detallan los resultados del análisis de riesgos y de la
planificación de la respuesta a los mismos. El resultado principal de planificar la calidad es el plan para la gestión
de la calidad, que describe cómo se implementarán las políticas de calidad para garantizar que se trabajará
correctamente y para controlar que los resultados que se obtendrán serán correctos. De planificar las
adquisiciones resulta el plan para la gestión de las adquisiciones, que describe cómo el equipo de proyecto
adquirirá bienes y servicios desde fuera de la organización ejecutora.
Cuando se hace un análisis post-mortem de un proyecto que ha fracasado, muchas veces descubrimos que la
causa principal se originó “aguas arriba”, al realizar planificación. Cuando un proyecto fracasa estrepitosamente
por razones de planificación, generalmente no es por haber programado erróneamente el cronograma o
estimado incorrectamente los costes: “no somos tan malos estimando”. Tampoco hay que buscar la causa en
planificar erróneamente las comunicaciones o la gestión de recursos humanos: estas áreas son muy
importantes, pero su papel es decisivo durante la ejecución, más que en la planificación.
Siendo también muy importante planificar bien el alcance, es decir, qué debe hacerse en el proyecto y qué no
debe hacerse) tampoco suele ser la principal causa de fracaso si se planifica incorrectamente, por dos razones:
La primera es que en todo proyecto siempre dedicamos tiempo y esfuerzo, lo queramos o no, a averiguar
qué quieren los interesados y qué hay que hacer en el proyecto.
La segunda razón y más importante es que, aunque no se haga bien, esto es: no gestionemos bien los
requisitos, no documentemos bien las inclusiones, exclusiones, la descripción de los paquetes de trabajo,
etc., cuando el proyecto fracasa gravemente por temas de alcance suele ser porque aparecen trabajos
inesperados que hay que incluir, debido a graves problemas que surgen y no los hemos visto venir y se
producen crisis. Esto se explica mejor desde una perspectiva de la gestión del riesgo. Otras veces hay que
asumir una gran cantidad de retrabajo para que la organización solicitante acepte los entregables. Esto se
explica mejor desde la perspectiva de gestión de la calidad.
En general, podemos decir que un proyecto fracasa desde la planificación cuando se planifican mal estas tres
áreas de conocimiento: riesgos, calidad y adquisiciones. Podríamos decir: “Fail to Plan Risk, Quality and
Procurement is Plan to Fail”.
Algunos casos que ilustran esos riesgos del tipo “tren que se acerca”:
Un proyecto de consultoría de ayuda al desarrollo de pequeñas y medianas empresas de Egipto financiado
por el gobierno, tuvo que cancelarse en marzo de 2011, después de las revueltas que derrocaron a Hosni
Mubarak. Los miembros del comité de dirección de Madrid se vieron sorprendidos por la cancelación.
Un proyecto de desarrollo software en Chile acabó siendo un fracaso financiero porque el contratista
principal nos hizo responsables de fallos funcionales. Esto sorprendió al equipo de dirección del proyecto,
que siempre asumió que nuestra responsabilidad quedaba restringida al plano técnico.
Otro caso, todo un clásico en gestión de riesgos, es el caso del aeropuerto de Denver, que tuvo que esperar
15 meses para empezar a operar (lo que supuso unas pérdidas de 500 M$) debido al retraso inesperado en
la entrega del sistema software que gestionaba el equipaje de los viajeros.
Los tres grandes pasos para planificar los riesgos son: 11.1 Planificar la Gestión de los Riesgos (definir cómo
realizar las actividades de gestión de riesgos de un proyecto), analizar los riesgos (lo que produce un registro de
riesgos con toda la información de los riesgos identificados y analizados) y por último 11.5 Planificar la
Respuesta a los Riesgos (desarrollar opciones y acciones para mejorar las oportunidades y reducir las amenazas
que afecten a los objetivos del proyecto). Las salidas principales de los procesos de planificación de los riesgos del
Proyecto son el plan de gestión de los riesgos y el registro de riesgos.
A continuación se detalla el bloque central de planificar los riesgos: analizar los riesgos:
11.2 Identificar los Riesgos: Determinar los riesgos que pueden afectar al proyecto y documentar sus
características.
11.3 Realizar el Análisis Cualitativo de Riesgos: Priorizar los riesgos para análisis o acción posterior,
evaluando y combinando la probabilidad de ocurrencia e impacto de dichos riesgos.
11.4 Realizar el Análisis Cuantitativo de Riesgos: Analizar numéricamente el efecto de los riesgos
identificados sobre los objetivos generales del proyecto.
Imagine que dirige un proyecto de desarrollo de software. Recopila los requisitos el primer mes. Trabaja con su
equipo en sus instalaciones durante seis meses, terminan y entregan. Han sido muy eficientes, por supuesto, pero
¿habrán sido igualmente eficaces?
El cliente verá el producto por vez primera el mes siete. Muy probablemente, no coincidirá con su idea inicial y
rechazará la mayor parte de la funcionalidad. Las sucesivas iteraciones de prueba y reparación no lograrán niveles
aceptables de calidad percibida. El día de la puesta en producción será imposible reducir los defectos a un nivel
aceptable para el cliente. Si se pudiera medir el riesgo del proyecto, comprobaríamos que se acumula mucha
exposición hasta el día de la entrega. En la fase de pruebas se reduce el nivel de riesgo. Por otra parte, hasta que
se produce la entrega, la calidad percibida es nula. Cuando se ve el producto, comienza a subir la percepción de
calidad, pero no hasta llegar al nivel de superar los criterios de aceptación.
Cuando un director de proyectos ha sufrido una mala relación contractual y le asignan a otro proyecto en el que
hay que subcontratar, se vuelve muy paranoico: Guarda todos los correos, todas las evidencias sobre mal
desempeño, sobre fechas de entrega, pagos, cumplimiento de hitos, etc. Pero sobre todo esto, tiene muy en
cuenta lo siguiente: “Si no está escrito en el contrato, el proveedor se puede negar a hacerlo”. Sabe que debe leer
todo el contrato, todas las cláusulas, y le preocupa mucho que los trabajos que necesita el proyecto queden
especificados lo mejor posible.
Cuando le dejan influir sobre el tipo de contrato, no quiere un contrato por tiempo y materiales porque para esa
forma de trabajar prefiere a su propio equipo, y además si algo sale mal, el proveedor se lava las manos y la culpa
es del director de proyectos. Prefiere un contrato a precio cerrado, bien especificado el alcance, eso sí, y si es
posible con incentivos por buen desempeño.
Tomemos de nuevo el ejemplo del proyecto de desarrollo de software en el que no se producía ninguna entrega
hasta el mes siete. Imagine ahora que practica un modelo de ciclo de vida iterativo-incremental. Observe cómo
mejora la gestión de expectativas del cliente.
En cada iteración se construye algo que se puede probar, reparar y enseñar al cliente. La calidad percibida va
creciendo desde el principio, y los niveles de riesgo se mantienen controlados. En la quinta iteración se hace una
entrega formal y una parte del sistema que ya puede usar. En la figura puede observarse que hay previstas cuatro
entregas más: la última entrega parcial servirá para cerrar el proyecto.
Cada vez que se produce una entrega, el cliente va modelando su propia imagen del producto y da
realimentación. Es muy probable que reformule algunos requisitos, que diga “eso está bien, pero…” y a
continuación una serie de elementos que quiere cambiar. Cuando en la siguiente entrega el equipo entregue lo
que había pedido, esto ya no lo va a discutir. Discutirá otras cosas, cada vez menos.
En proyectos con mucha incertidumbre, es eficaz gestionar la calidad con iteraciones incrementales. En un
esquema de despliegue iterativo-incremental, se ordenan las entregas: primero lo más importante, más complejo,
de más riesgo, o valor. Se deja para el final la funcionalidad secundaria. De esta manera, si el proyecto se cancela,
o se adelanta la fecha límite, pueden entregarse partes con valor para el cliente. Desde las primeras entregas
(prototipos, pruebas de concepto, subsistemas funcionales, etc.) los usuarios ofrecen su realimentación positiva o
negativa. Poco a poco, el sistema se va pareciendo, por aproximaciones sucesivas, a lo que realmente necesitan. El
valor del proyecto se aprecia continuamente.
Una buena planificación del alcance servirá para orientar al director del proyecto en la toma de decisiones a la
hora de decidir añadir o quitar trabajos, y al controlar qué está incluido y qué no, tanto en el proyecto como en el
producto. La planificación del alcance comprende los siguientes procesos:
5.1 Planificar la Gestión del Alcance: Crear un plan para la
gestión del alcance que documente cómo se va a definir,
validar y controlar el alcance del proyecto.
5.2 Recopilar Requisitos: Determinar, documentar y
gestionar las necesidades y los requisitos de los interesados
para cumplir con los objetivos del proyecto.
5.3 Definir el Alcance: Desarrollar una descripción detallada
del proyecto y del producto (qué hay que hacer y qué no hay que hacer).
5.4 Crear la Estructura de Desglose de Trabajo (EDT): Subdividir los entregables y el trabajo del proyecto
en componentes más pequeños y fáciles de manejar.
La línea base del alcance es la versión aprobada del enunciado del alcance, la EDT, y el diccionario de la EDT. La
línea base del alcance se utiliza como base de comparación entre el trabajo que se está ejecutando realmente y lo
que se debería ejecutar. Sólo puede cambiarse a través de procedimientos formales de control de cambios.
La gestión del tiempo del proyecto incluye los procesos necesarios para gestionar la conclusión en plazo del
proyecto. La planificación del tiempo comprende los siguientes procesos:
6.1 Planificar la Gestión del Cronograma: Establecer las políticas, los
procedimientos y la documentación necesarios para planificar, desarrollar,
gestionar, ejecutar y controlar el cronograma del proyecto.
6.2 Definir las Actividades: Identificar y documentar las acciones específicas
que se deben realizar para generar los entregables del proyecto.
6.3 Secuenciar las Actividades: Identificar y documentar las relaciones
existentes entre las actividades del proyecto.
6.4 Estimar los Recursos de las Actividades: Estimar el tipo y las cantidades
de materiales, recursos humanos, equipos o suministros requeridos para ejecutar cada una de las
actividades.
6.5 Estimar la Duración de las Actividades: Estimar la cantidad de periodos de trabajo necesarios para
finalizar las actividades individuales con los recursos estimados.
6.6 Desarrollar el Cronograma: Analizar secuencias de actividades, duraciones, requisitos de recursos y
restricciones del cronograma para crear el modelo de programación del proyecto.
Como puede apreciarse, los procesos del 6.2 al 6.5 se refieren a las actividades individualmente, mientras que en
el proceso 6.6 Desarrollar el Cronograma se integrará toda la información de las actividades para elaborar un
cronograma ajustado a los objetivos del proyecto.
La gestión de los costes del proyecto incluye los procesos necesarios para planificar, estimar, presupuestar,
financiar, obtener financiamiento, gestionar, y controlar los costes de modo que se complete el proyecto dentro
del presupuesto aprobado. La planificación de los costes comprende los siguientes procesos:
7.3 Determinar el Presupuesto: Sumar los costes estimados de las actividades individuales o de los
paquetes de trabajo para establecer una línea base de coste autorizada.
El último proceso de planificación del tiempo es el proceso 6.6. Desarrollar el Cronograma. Consiste en analizar
secuencias de actividades, duraciones, requisitos de recursos y restricciones del cronograma para crear el modelo
de programación del proyecto. Al alimentar el cronograma con la duración de las actividades es muy probable
que se obtenga un plazo superior a la fecha límite. Tras aplicar una serie de alternativas y técnicas de compresión
(o de renegociar las restricciones, por ejemplo aumentando el presupuesto) se consigue ajustar el cronograma a
las necesidades del proyecto. Es sensato que la línea base de cronograma se desarrolle como colofón a las
actividades de planificación, justo cuando ya está clara la línea base de costes y hay que integrar toda la
información para crear el plan para la dirección del proyecto, de lo cual se ocupa el proceso 4.2 Desarrollar el
Plan para la Dirección del Proyecto, del área de integración.
Para ser eficiente, además de “no improvisar”, también es muy importante "no parar". Cuando ocurre algún
incidente, o algo no es como se esperaba, se lleva un registro y se solicita un cambio, pero no se aprueba en ese
momento, normalmente. Ya se decidirá en monitorización y
control el curso de acción más apropiado. Y no será el director
del proyecto el único involucrado en esta decisión. No es buena
práctica reaccionar ante los problemas improvisando cambios en
ejecución, pues entonces el alcance cambiaría continuamente y
no habría un plan que seguir (tendríamos lo que se denomina
scope creep -corrupción del alcance). Como se verá en el grupo
de control, es importante que todos los cambios sigan el circuito
del control integrado de cambios. Es importante recordar que a
un director de proyectos no le gusta cambiar la rueda con el coche en marcha. La mejor práctica es involucrar a los
demás y buscar juntos la solución. Si el problema es verdaderamente urgente e importante, entonces sí hay que
reaccionar e improvisar, por supuesto, pero aun debemos registrar el cambio y seguir el sistema integrado de
control de cambios, aunque sea a posteriori.
El resultado más destacable de la ejecución son los entregables. Mientras no hay entregables, lo único que hay es
comunicación. El director del proyecto dedica gran parte de su tiempo a comunicar y a gestionar expectativas de
interesados. Pero de vez en cuando, el equipo completa los trabajos previstos en una entrega parcial. Todavía no
se entrega al cliente, ya se verá si la entrega pasa el control de calidad y después se preparará para que el cliente
o la organización solicitante pueda validarla y expresar su aceptación, pero esto son tareas de control, no de
ejecución. En cualquier caso, el hecho de que una entrega ya esté preparada para su revisión es muy relevante.
Siguiendo el símil de la orquesta, algún músico haría sonar los platillos.
El equipo de dirección del proyecto realiza, entre otras, las siguientes actividades de ejecución:
Adquirir los recursos: Obtener y gestionar los recursos del proyecto, incluyendo los externos siguiendo el
plan de adquisiciones.
Ejecutar las actividades según se definió en el plan del proyecto, para producir los entregables dentro de
plazo y presupuesto.
Aseguramiento de calidad: Implementar el plan de gestión de calidad usando las herramientas y técnicas
apropiadas, para asegurar que el trabajo se realiza de acuerdo con los estándares de calidad exigidos.
Implementar los cambios aprobados de acuerdo al plan de gestión de cambios, para cumplir los
requisitos del proyecto.
Implementar las acciones aprobadas para dar respuesta a los riesgos: Poner en práctica las medidas
aprobadas y las soluciones necesarias para minimizar el impacto de los riesgos del proyecto.
Desarrollo del equipo: Maximizar el desempeño del equipo a través de liderazgo, mentoring, formación y
gestión del equipo.
Gestionar la participación de los interesados: Comunicarse y trabajar con los interesados para satisfacer
sus necesidades/expectativas, abordar los incidentes en el momento en que ocurren y fomentar su
adecuada participación.
La actividad principal de ejecución que desarrolla el director del proyecto junto con su equipo de gestión está
representada por el proceso 4.3 Dirigir y Gestionar el Trabajo del Proyecto, que consiste en liderar y llevar a
cabo el trabajo definido en el plan para la dirección del proyecto, así como de implementar los cambios
aprobados, con el fin de alcanzar los objetivos del proyecto. Siendo muy importante, esta actividad no es la parte
central de la ejecución. El buen desempeño depende del trabajo que haga el equipo: si no son buenos o no
trabajan bien en equipo, por mucho que se empeñe el director del proyecto, el proyecto será un fracaso. En la
ejecución tampoco es lo más importante asegurar la calidad y efectuar las adquisiciones, pues el éxito de estas
actividades viene determinado por una buena planificación. ¿Qué tiene más importancia en la ejecución?
Comunicar. Liderar.
Los seres humanos nos distinguimos de los animales en muchos aspectos, por supuesto, pero quizá sea uno de
los más relevantes nuestra necesidad de comunicarnos, sobre todo cuando hay algo que nos inquieta
especialmente porque lo vemos como un peligro, o un cambio sustancial. Para los interesados, un proyecto recae
en esta categoría de elementos preocupantes y desestabilizadores: Cuando tenemos “hambre de información”,
nos ponemos en lo peor, pensamos que algo va mal. Nunca faltan las propias experiencias pasadas, rumores y
malentendidos, para alimentar nuestras expectativas negativas y peores temores. La información es poder, pero
no es ético (ni eficaz) ocultar información para evitarnos problemas. Tampoco hay que tener miedo a dar malas
noticias. Ningún interesado opinará que somos eficaces si nuestra comunicación no es clara, concisa, completa,
oportuna, relevante, concluyente, predecible, fiable, confidencial, etc.
En los proyectos, es bueno imaginar al grupo de interesados como si fueran “bocas que alimentar”. Hasta que el
equipo no genere algún entregable, lo único que hay para ofrecerles, es comunicación. Los interesados son
"informívoros", necesitan “comer información”, pero sus necesidades varían: La PMO necesitará informes
semanales muy completos, el departamento de producción necesitará informes mensuales sobre costes
incurridos, desviaciones, pronósticos, etc. En cualquier caso, cuando sentamos a un “informívoro” (interesado) en
una mesa de nuestro restaurante (nuestro proyecto), hay que satisfacer sus necesidades únicas:
Hay que preguntarles qué desean tomar, o lo que es lo mismo: acordar con ellos sus requisitos de
comunicación, qué necesitan saber del proyecto y en qué formato.
Hay que decirles cuándo tendrán que esperar, y tomar esto como una promesa firme que cumplir. En los
proyectos, hay que planificar la comunicación indicando, por ejemplo, que habrá un informe de
seguimiento semanal que se comunicará por e-mail. No hay nada más frustrante para los interesados que
la comunicación sea esporádica e impredecible. Seguir el plan de comunicación es eficaz porque ahorramos
que nos hagan muchas preguntas (ya saben que las respuestas vendrán cuando se ha prometido).
Si queremos que vuelvan, tenemos que preguntarles si la comida les ha gustado, esto es, obtener
realimentación regular de los interesados sobre el proceso de comunicación.
Los procesos relacionados con “ejecutar la comunicación” pertenecen a dos áreas de conocimiento: gestión de las
comunicaciones y gestión de los interesados:
10.2 Gestionar las Comunicaciones: Crear, recopilar, distribuir, almacenar, recuperar y realizar la
disposición final de la información del proyecto de acuerdo con el plan de gestión de las comunicaciones.
13.3 Gestionar la Participación de los Interesados: Comunicarse y trabajar con los interesados para
satisfacer sus necesidades/expectativas, abordar los incidentes en el momento en que ocurren y fomentar la
participación adecuada de los interesados en las actividades del proyecto a lo largo del ciclo de vida del
mismo.
Que aparezca un equipo sinérgico es algo que no se puede garantizar. Usted no hace que ocurra, más bien deja
que ocurra. Es algo que depende de ellos. Como director de proyectos, usted no puede hacer proactivamente que
un equipo se forme. No deberíamos usar la expresión “team building”: no es como poner ladrillos y finalmente se
"construye" un equipo. Más adecuada sería la expresión “team growing”: podemos regar la planta, es decir,
proporcionarles la visión sobre los objetivos del proyecto, quitar impedimentos, mejorar sus condiciones de
trabajo, coubicarles en una sala bien equipada, evitarles interrupciones y distracciones innecesarias, etc. Haciendo
todo esto, usted solo puede "esperar" que el equipo se forme, pero también podría ocurrir que no encajen,
depende solo de ellos. Usted podrá minimizar las probabilidades en contra, pero no podrá hacer positivamente
que el equipo se forme. El proceso es tan frágil que no puede ser controlado.
Por supuesto, si un miembro del equipo no encaja, usted deberá reemplazarle por otro. Pero una vez que usted
decide que no habrá más cambios, que ese es su equipo de proyecto, su mejor táctica es confiar en ellos. Como
director de proyectos, debe saber que no puede protegerse ante la incompetencia de su propio equipo. Es decir,
si los miembros del equipo no tienen la suficiente preparación, o no están orientados a resultados, o simplemente
no se entienden o no se llevan bien, entonces tenga la seguridad de que no se conseguirán los objetivos, y en
consecuencia el proyecto será un fracaso haga lo que haga usted. El director de proyectos no es nada sin su
equipo, pero si su equipo no está capacitado para realizar el proyecto, inevitablemente fracasará.
¿Qué es lo único que se puede hacer para sembrar equipo, aparte de cruzar los dedos? Aplicar un liderazgo basado
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en principios. Un líder eficaz debería ejercer los cuatro roles del liderazgo :
Modelar: Ser un modelo de integridad, una referencia para los demás, inspirar confianza.
Buscar caminos: No imponer la forma de hacer las cosas, sino considerar las sugerencias y
recomendaciones de los demás, encontrar terceras vías con ellos para que se identifiquen emocionalmente.
Alinear: Implantar procesos, estructuras, sistemas, con el fin de homogeneizar los trabajos a nivel
organizativo.
Facultar: Delegar los trabajos en las personas, conforme a sus capacidades, para permitirles madurar
profesionalmente y que encuentren su propia voz.
El liderazgo de equipos es un área tan amplia que no puede desarrollarse completamente en la Guía del
PMBOK®. Aun así, el director de proyectos puede encontrar una buena orientación sobre las principales
actividades en los procesos de ejecución de recursos humanos.
9.2 Adquirir el Equipo del Proyecto: Confirmar la disponibilidad de los recursos humanos y conseguir el
equipo necesario para completar las actividades del proyecto.
9.3 Desarrollar el Equipo del Proyecto: Mejorar las competencias, la interacción entre los miembros del
equipo y el ambiente general del equipo para lograr un mejor desempeño del proyecto.
9.4 Dirigir el Equipo del Proyecto: Realizar el seguimiento del desempeño de los miembros del equipo,
proporcionar realimentación, resolver problemas y gestionar cambios a fin de optimizar el desempeño del
proyecto.
Simplificando mucho, las actividades de ejecución que tienen que ver con los
recursos humanos del proyecto consisten en incorporar a las personas necesarias
para trabajar en el equipo del proyecto (9.2), facilitar en la medida de lo posible que
se formen como equipo proporcionándoles formación, infraestructura, visión, etc.
(9.3) y finalmente gestionar conflictos y corregir el mal desempeño (9.4). El proceso
9.2 es quizá uno de los más importantes para el director del proyecto, pues aún
queda en su zona de control proponer, exigir, o negociar que las personas idóneas
formen parte del equipo. A partir de entonces depende de ellos que acaben siendo
un equipo sinérgico y cohesionado. Desde fuera solo podemos estimular, facilitar,
orientar, guiar (9.3) o bien que corregir el mal desempeño ejerciendo nuestra
autoridad. En el peor de los casos, a veces podemos tener que prescindir de alguna
persona que no encaje (solicitamos un cambio para prescindir o reemplazar a un
miembro del equipo).
8.2 Realizar el Aseguramiento de Calidad: Auditar los requisitos de calidad y los resultados de las
mediciones de control de calidad, para asegurar que se utilicen las normas de calidad y las definiciones
operacionales adecuadas.
12.2 Efectuar las Adquisiciones: Obtener respuestas de los vendedores, seleccionarlos y adjudicarles un
contrato.
Controlar significa limitar la distancia entre lo que debería estar ocurriendo y lo que
realmente está ocurriendo. La Guía del PMBOK® nos dice que esto se consigue
solicitando cambios, que si se aprueban supondrán implementar acciones correctivas,
preventivas, de reparación de defectos o de mejora de procesos. Utilicemos el sistema
integrado de control de cambios para lo que debe quedar por escrito, pero muchas
veces es más importante lo que no da tiempo a escribir, o no hace falta dejar por
escrito. Hacer que las cosas se hagan en los proyectos se consigue tomando la
iniciativa. Generalmente hay una zona que cae dentro del ámbito de influencia del
director de proyectos, lo que cae fuera está en su ámbito de preocupación. En nuestra
profesión, la frontera entre una zona y otra no está perfectamente delimitada en la mayoría de los casos. En
muchas ocasiones, los interesados, en beneficio del proyecto, toleran que esos límites se cuestionen y se rebasen.
Muchas veces, el director del proyecto prefiere pedir perdón a pedir permiso.
El equipo de dirección del proyecto realiza, entre otras, las siguientes actividades de monitorización y control:
Medición del desempeño: Medir el desempeño del proyecto utilizando herramientas y técnicas adecuadas
para identificar y cuantificar cualquier desviación para proponer las acciones correctivas necesarias.
Gestión de cambios: Gestionar los cambios en el alcance, cronograma y costes actualizando el plan del
proyecto y comunicando los cambios aprobados al equipo, para asegurar que los objetivos revisados se
cumplen.
Control de calidad: Asegurar de que los entregables del proyecto se ajustan a las normas de calidad
establecidas en el plan de calidad del proyecto, para satisfacer los requisitos de la organización solicitante.
Control de riesgos: Actualizar el registro de riesgos y el plan de respuesta a los riesgos identificando
nuevos riesgos, reevaluando los ya identificados, y determinando e implementando las estrategias de
respuesta apropiadas, para gestionar el impacto de los riesgos en el proyecto.
Control de incidentes: Evaluar acciones correctivas en el registro de incidentes y determinar los próximos
pasos para resolver incidentes usando herramientas y técnicas apropiadas para minimizar el impacto en
plazo, coste y recursos.
Controlar la participación de los interesados: Comunicar el estado del proyecto a los interesados para
obtener su realimentación, con el fin de asegurar que el proyecto esté alineado con sus necesidades de
negocio.
En la figura, el subgrupo de la izquierda, controlar las líneas base, sirve para aplicar una serie de técnicas bien
conocidas que permiten calcular desviaciones y pronósticos. El subgrupo de la derecha, controlar los riesgos, la
calidad y las adquisiciones, permite mantener actualizados los riesgos, verificar la calidad de los entregables y
administrar los contratos, tareas muy importantes sin duda, pero más o menos mecánicas, al fin y al cabo. En la
parte central de la figura tenemos el subgrupo de controlar la comunicación la participación, los trabajos y los
cambios. Este subgrupo sí resulta determinante para el éxito o fracaso de los proyectos.
Lo contrario a un proyecto controlado tiene muchas variantes, todos hemos vivido estas situaciones que por
desgracia son muy frecuentes, como cuando se improvisa continuamente, se avanza a salto de mata,
solucionando los problemas de forma reactiva, de crisis en crisis. A veces, el equipo de dirección del proyecto
puede resolver esta situación con un golpe de timón y el proyecto vuelve al camino. Cuando no hay una
planificación actualizada y realista, o el alcance cambia continuamente a capricho de ciertos interesados, entonces
ocurre lo que se denomina en inglés scope creep (corrupción del alcance): el peor sitio para estar si eres director de
proyectos.
Los siguientes procesos ayudan a que el proyecto comience, se mantenga y finalice bajo control:
10.3 Controlar las Comunicaciones: Monitorizar y controlar las comunicaciones a lo largo de todo el ciclo
de vida del proyecto para asegurar que se satisfagan las necesidades de información de los interesados del
proyecto.
13.4 Controlar la Participación de los Interesados: Monitorizar las relaciones generales de los interesados
del proyecto en general y ajustar las estrategias y los planes para involucrar a los interesados.
4.4 Monitorizar y Controlar el Trabajo del Proyecto: Dar seguimiento, revisar e informar del avance del
proyecto con respecto a los objetivos de desempeño definidos en el plan para la dirección del proyecto.
4.5 Realizar el Control Integrado de Cambios: Analizar todas las solicitudes de cambios; aprobar y
gestionar los cambios a los entregables, activos de los procesos de la organización, documentos del
proyecto y plan para la dirección del proyecto; y comunicar las decisiones correspondientes.
Lo que está ocurriendo en el proyecto, los hechos relevantes de la ejecución, son datos de desempeño del
trabajo que generalmente no son significativos por sí mismos, sin analizarlos no sirven para tomar decisiones.
Hay que procesar esos datos para transformar la información en bruto en información elaborada que sirva para
tomar decisiones. Si se trata de información relativa a interesados, se procesa en 13.4 Controlar la Participación
de los Interesados. El resto de información sobre comunicaciones, incidentes y hechos de desempeño, se procesa
en 10.3 Controlar las Comunicaciones. El resultado de ambos procesos es la información sobre el desempeño
del trabajo, que sirve para juzgar el estado del proyecto en 4.4 Monitorizar y Controlar el Trabajo del
Proyecto, y solicitudes de cambios que se tratarán, como el resto de cambios, en 4.5 Realizar el Control
Integrado de Cambios.
Es importante recordar cómo funcionan los dos procesos de integración en el grupo de control. En el proceso 4.4
Monitorizar y Controlar el Trabajo del Proyecto, la imagen a recordar es la del doctor que diagnostica la salud
del enfermo. Para ser eficiente, un médico no podría realizar todas las pruebas clínicas en misma consulta, sino
que necesita los resultados (análisis de sangre, bronquios, etc.) para decidir el tratamiento (medicación, cambio de
hábitos, etc.). De igual forma, en la reunión de seguimiento sobre de un determinado proyecto no es el momento
de analizar los datos del desempeño del trabajo que vienen de ejecución. Esos “datos en bruto” hay que
procesarlos, elaborarlos, prepararlos para su análisis ejecutivo, en forma de “información sobre el desempeño del
trabajo”, que se analiza en este proceso para comprobar que el proyecto está controlado o bien hay que solicitar
cambios. Por otra parte, en el proceso 4.5 Realizar el Control Integrado de Cambios se tratan
centralizadamente todos los cambios y se aprueban o rechazan.
El control de un proyecto no es una actividad individual exclusiva del director del proyecto. Hay que recordar
siempre que el director del proyecto no está solo: debe involucrar a los demás en los problemas y buscar con ellos
las soluciones. Como mínimo, el director del proyecto debe compartir la carga del control con su equipo de
gestión. Sin bien lo más efectivo es que en el proyecto se celebren reuniones periódicas de seguimiento, invitando
a los interesados clave que componen el comité de seguimiento. Estas reuniones de seguimiento tendrán una
determinada frecuencia y seguirán una agenda que hay que se diseña de antemano en el plan de comunicación y
depende de cada proyecto, pero suele ser muy habitual una agenda de tres puntos: 1) tratar logros y desviaciones
del periodo anterior; 2) cambios propuestos para corregir desviaciones, tendencias o defectos; y 3) plan de acción
para el periodo siguiente. Esta “ceremonia” se representa siguiendo el proceso 4.4 Monitorizar y Controlar el
Trabajo del Proyecto.
¿Cómo evitar el scope creep? Lo primero es que los cambios no se pidan de cualquier manera, como cuando nos
asaltan por el pasillo. Si decimos que sí a todo entonces ya no es proyecto, es otra cosa. Hay que hacer que los
interesados sigan un procedimiento planificado para solicitar los cambios y después es labor del equipo de
gestión analizarlos y priorizarlos y después se aceptan o se rechazan. En algunos casos, el director del proyecto
tendrá autoridad suficiente para aceptar o rechazar ciertas solicitudes de cambios, en otros casos será más
efectivo que los cambios se procesen por lotes, en la reunión con el comité de control de cambios.
Hay muchas formas correctas ya inventadas para medir cuantitativamente el desempeño de un proyecto. Sin
embargo, el análisis cuantitativo no se improvisa bien. Cuando nos piden una explicación puntual sobre los
retrasos, por ejemplo, siempre podremos preparar una hoja de cálculo o una presentación
con nuestro análisis. El problema es que si tenemos que hacer esto cada semana, no nos
quedará tiempo para hacer otra cosa, y no gestionaremos el proyecto con eficacia. En la
actualidad, hay herramientas muy eficaces para planificar lo que debería ocurrir y
contrastarlo con lo que está ocurriendo realmente. Si estas herramientas se alimentan con
regularidad, analizar desviaciones no cuesta nada. Para realizar el seguimiento, es eficaz usar
las herramientas que ya existen.
El subgrupo de “Controlar las Líneas Base” incluye cuatro procesos, que pueden considerarse como los procesos
más “técnicos” que debe dominar el director de proyectos. Son las habilidades más hard y menos soft, si
queremos decirlo así. Afortunadamente, aquí hay herramientas y técnicas que han demostrado su efectividad y
hay un camino de aprendizaje muy transitado. Por desgracia para quien no domina esas técnicas, las evidencias
de poca profesionalidad suelen ser objetivas y evidentes.
En la siguiente figura se muestran los procesos dedicados a controlar las líneas base de alcance, el cronograma y
costes:
5.5 Validar el Alcance: Consiste en formalizar la aceptación de los entregables del proyecto que se hayan
completado. El equipo ya ha verificado los entregables generados en ejecución en el proceso 8.3 Controlar
la Calidad. El siguiente paso es hacerlo llegar con la configuración adecuada al cliente (o a ciertos usuarios
representativos del cliente o la organización solicitante) con el fin de que estos entregables sean validados
mediante su inspección correspondiente. Aunque la decisión está en el tejado del cliente, no por ello el
equipo de gestión tiene que desentenderse. Al contrario: es muy importante que si los entregables son
correctos, la validación se produzca, si es posible poco a poco, a medida que se va entregando
parcialmente, de tal modo que cuando la lista completa de entregables está aceptada, el equipo de
dirección ya se puede plantear el cierre del proyecto. Como el cierre de un proyecto es una de las
actividades más importantes y distintivas en gestión de proyectos, gestionar para que se den las
condiciones de cierre no es menos importante. El proceso 5.5 Validar el Alcance, muchas veces se
complica porque los clientes son reacios a aceptar. Comunicar eficazmente con estos clientes, resolver
incidentes y conflictos, escalar los problemas a otros niveles de autoridad, etc. suelen ser actividades que
implican mucha carga de gestión.
5.6 Controlar el Alcance: Consiste en monitorizar el estado del proyecto y del alcance del producto, y
gestionar los cambios a la línea base del alcance. Para medir el alcance se indican los porcentajes
completados sobre cada cuenta de control.
6.7 Controlar el Cronograma: Consiste en dar seguimiento del estado de las actividades del proyecto para
actualizar el avance del mismo y gestionar los cambios a la línea base del cronograma a fin de cumplir el
plan. Para medir el cronograma se puede representar el porcentaje completado de cada actividad y
comparar las fechas de comienzo y fin reales con las planificadas.
7.4 Controlar los Costes: Consiste en monitorizar el estado del proyecto para actualizar los costes del
mismo y gestionar posibles cambios a la línea base de costes. Para medir el desempeño de costes, se puede
comparar el presupuesto que realmente se ha ganado (conseguido, completado, producido) contra el
presupuesto previsto a la fecha y contra lo incurrido a la fecha.
8.3 Controlar la Calidad: Consiste en monitorizar y registrar los resultados de la ejecución de las
actividades de control de calidad, a fin de evaluar el desempeño y recomendar los cambios necesarios. En
este proceso, el equipo inspecciona los entregables que vienen de ejecución y los someten a las pruebas
planificadas. Si pasan las pruebas entonces son entregables verificados que ya están listos para ser
validados por la organización solicitante. En este proceso también se validan los cambios, es decir: se
controlan que los cambios han sido debidamente implementados en ejecución.
11.6 Controlar los Riesgos: Consiste en implementar los planes de respuesta a los riesgos, monitorizar los
riesgos identificados, monitorizar los riesgos residuales, identificar nuevos riesgos y evaluar la efectividad
del proceso de gestión de los riesgos a través del proyecto. La gestión de riesgos no es algo que se haga
solo al principio, solo tiene sentido gestionar riesgos si el registro de riesgos se mantiene continuamente
actualizado. La parte buena de los riesgos es que los riesgos caducan: el riesgo de que un proveedor
entregue tarde desaparece el día de la entrega, el riesgo de que el cliente no acepte un entregable
desaparece con la aceptación, al final del proyecto no hay ningún riesgo. En este proceso se lleva esa
contabilidad sobre el estado de los riesgos, con especial atención a los más importantes y urgentes, se
monitorizan y se adaptan los planes de respuesta, se revisan los riesgos y supuestos actuales y se
identifican, analizan y responden riesgos nuevos.
12.3 Controlar las Adquisiciones: Consiste en gestionar las relaciones de adquisiciones, monitorizar la
ejecución de los contratos y efectuar cambios y correcciones según corresponda. Con ayuda de este
proceso, el equipo de dirección del proyecto controla las actividades habituales al administrar un contrato,
como son las reclamaciones, los pagos, información sobre el desempeño. Dado que en este caso el director
del proyecto no lidera el equipo que realiza los trabajos, es importante que registre toda la información
significativa ya que, en el peor de los casos, tendrá que testificar en un juicio representando a su empresa.
Seguramente, esta forma de pensar tiene fuertes implicaciones psicológicas. ¿No resulta un poco alienante que
eso que nosotros hemos creado con tanta ilusión, “nuestro proyecto”, queramos hacerlo morir desde el primer
día? Sin embargo, esto es precisamente lo que se espera de nosotros: comenzamos, ejecutamos y cerramos
proyectos. Cuando has pasado por esto muchas veces, te acabas acostumbrando a esta última parte.
La ceremonia de cierre suele estar cargada de mensajes subliminales. Cuando yo cierro un proyecto, reconozco las
siguientes equivalencias entre lo que digo y lo que realmente quiero decir:
Presentación de Fin de Proyecto = “Adiós, me voy”.
Logros e hitos alcanzados = “No me queda nada por entregar y lo tengo todo aceptado”.
La documentación del proyecto se puede acceder en esta carpeta, estas son las siguientes fases = “El
producto entra en fase de operación, ya no es un proyecto, yo no seré el responsable”.
¿Dudas o aclaraciones? = “Quien tenga algo que decir, que hable ahora o calle para siempre”.
El equipo de dirección del proyecto realiza, entre otras, las siguientes actividades de cierre:
Aceptación formal: Obtener la aceptación final de los entregables del proyecto trabajando con el
patrocinador y/o la organización solicitante, para confirmar que el alcance y los entregables se han
validado.
Transición: Transferir la propiedad de los entregables a los interesados asignados de acuerdo con el plan
del proyecto.
Cierre administrativo: Obtener el cierre financiero, legal y administrativo usando prácticas generalmente
aceptadas, para comunicar el cierre formal y asegurar la liberación de responsabilidades futuras.
Informe de cierre: Distribuir el informe final del proyecto incluyendo toda la información relativa al cierre,
desviaciones e incidentes, para comunicar la situación final del proyecto a los interesados.
Lecciones aprendidas: Recopilar las lecciones aprendidas a partir de una revisión completa del proyecto,
para crear y/o actualizar la base de conocimiento de la organización.
Dossier del proyecto: Archivar los documentos y material del proyecto, con el fin de retener el
conocimiento de la organización, cumplir los requisitos legales, y garantizar la disposición de la información
para su uso potencial en futuros proyectos e internos y auditorías externas.
Satisfacción de la organización solicitante: Medir la satisfacción del cliente o la organización solicitante al
final del proyecto capturando su realimentación, para facilitar la evaluación del proyecto y mejorar las
relaciones con la organización solicitante.
En la figura pueden apreciarse los principales subgrupos del grupo de procesos de cierre:
4.6 Cerrar el Proyecto o Fase: Finalizar todas las actividades en todos los grupos de procesos de la
dirección de proyectos para completar formalmente el proyecto o una fase del mismo.
12.4 Cerrar las Adquisiciones: Finalizar cada adquisición para el proyecto.