Está en la página 1de 22

REDEFINICIÓN DEL ANALFABETISMO:

EL ANALFABETISMO FUNCIONAL

JUAN JIMÉNEZ DEL CASTILLO*

RESUMEN. En este trabajo, tratamos de delimitar el concepto de alfabetización


funcional y el de su anverso, el analfabetismo funcional, en una perspectiva de
redefinición del concepto, propósito que abordaremos siguiendo el hilo conduc-
tor de las siguientes fuentes: UNESCO, literatura especializada y últimas investiga-
ciones realizadas sobre el analfabetismo funcional, realizando una síntesis valora-
tiva de las perspectivas conceptuales y definitorias con respecto al alfabetismo y al
analfabetismo funcional de autores de contextos tanto de economías avanzadas
(del Occidente industrial y tecnológico), como de economías en vías de desarro-
llo (principalmente de Latinoamérica). Terminamos con una aproximación y/o
redefinición del analfabetismo funcional que viene matizada, reforzada, por unas
conclusiones que intentan destacar el carácter de capacitación que relaciona la
alfabetización funcional con el proyecto social y que posibilita al alfabetizado inci-
dir sobre la realidad natural, social, cultural y política, transformando y mejoran-
do su calidad de vida.

ABSTRACT. This work tries to determine the concept of functional literacy and that
of its obverse: functional illiteracy, through the redefinition of the concept. This is
done through the following sources: UNESCO, specialised literature and recent
research on functional illiteracy, as well as through a summary assessing the con-
ceptual and distinctive perspectives defended by authors from both advanced eco-
nomies (those of the industrial and technological West) and developing econo-
mies (mainly from Latin America), in relation to functional literacy and illiteracy.
Finally, functional illiteracy is tackled and/or redefined. This redefinition is explai-
ned and reinforced through conclusions that try to emphasize the qualifying natu-
re that relates functional literacy to the social project, and that makes possible for
the literate person to have an influence on the natural, social, cultural and politi-
cal reality, therefore changing and improving his/her quality of life

(*) Departamento de Inspección Educativa (Islas Baleares).

Revista de Educación, núm. 338 (2005), pp. 273-294


Fecha de entrada: 07-10-2003 Fecha de aceptación: 13-02-2004 273
Según Ehringaus (1990, cit. por Flecha et p. 7) una primera definición de Educa-
al., 1993, p. 6), el término analfabeto fun- ción funcional de la UNESCO:
cional fue acuñado en los años treinta en
los Estados Unidos por The Civilian Con- Se considera que una persona ha reci-
servator Corps, para indicar: bido una alfabetización funcional
cuando ha adquirido los conocimien-
• La incapacidad de ciertos indivi- tos y las técnicas de lectura y escritura
duos de hacer frente a las exigen- que la capacitan para emprender de
cias de la vida diaria. modo efectivo todas las actividades en
• El indicador de identificación del que se haya adoptado la alfabetiza-
analfabetismo funcional sería el ción con normalidad a su cultura o
hecho de no haber cumplido los grupo.
tres años de escolaridad.
Remite a un componente de «adapta-
El segundo significado, relacionado bilidad» con respecto a la cultura y al
con los años de escolaridad, ha sufrido grupo, válido desde algunas perspectivas,
fluctuaciones con el paso de los años, lo si bien presenta algunas dificultades tales
que hace que esta variabilidad lo cuestio- como las relativas a la incomodidad, difi-
ne como criterio o indicador de alfabeti- cultad en el campo de la investigación y
zado funcional1. en lo relativo a si se debe exigir el mismo
contenido funcional a todos los ciudada-
nos con independencia de su formación
LA APORTACIÓN DE inicial y profesión. Dos años más tarde,
LA UNESCO AL CONCEPTO en 1957, la propia UNESCO esbozó una
propuesta:
Desde la I Conferencia Internacional de
Elsinor (Dinamarca, 1949), la UNESCO ha La alfabetización es una característica
realizado un esfuerzo por conseguir que adquirida por los individuos en grado
la alfabetización sea considerada como diverso, desde el mínimo mensurable
esencial para el desarrollo de las personas hasta un nivel superior indetermina-
y de los pueblos. Si bien la Conferencia do. (Wagner, D. 1989, p. 149).
de Elsinor no incluyó la alfabetización
entre sus objetos de estudio, ello no impi- Se produce un cierto énfasis en lo
dió mostrar el énfasis social y los cometi- social que repercute e imprime el carácter
dos funcionales que asignaba a la Educa- funcional de la alfabetización y que se hace
ción de Adultos. presente en la II Conferencia Internacio-
Como resultado de lo anterior, nal en Montreal (Canadá, 1960), dándole
encontramos en Daniel A. Wagner (1990, una visión ampliada de la Educación de

(1) En el mismo Libro Blanco (1986), el criterio de «quienes no han completado los estudios
primarios» (1986, p. 188) y «entre quienes han realizado primer grado (seis años de escolari-
dad)» (1986, p. 189) (el subrayado es nuestro). En América Latina, el CEPAL consideró como cri-
terio básico para analizar el Analfabetismo funcional el nivel de instrucción básica alcanzado en
los cuatro años o grados de escolaridad. En cambio, en Colombia la educación mínima es de 3
años de escolaridad, que se indica como límite para clasificar el analfabeto funcional (Cfr.
LONDOÑO, 1990, p. 127).

274
Adultos (EA en adelante) con carácter de en recursos humanos, en educación –edu-
exigencia para el cambio social. cación como tercer factor de produc-
El Congreso Mundial de Ministros de tividad–, significaba automáticamente
Educación para la erradicación del analfa- aumentar la producción, la rentabilidad
betismo, celebrado en Teherán en 1965, económica y, consecuentemente, los nive-
asentó la alfabetización funcional como les de vida de la población2. Pero los fraca-
exigencia del ajuste de la educación a las sos de las llamadas décadas del desarrollo
necesidades de la modernización y el des- (mantenimiento de las desigualdades
arrollo, afirmándose la perspectiva de una sociales, desempleo y aumento de bolsas
alfabetización funcional inserta en las de pobreza) hicieron que en la III Confe-
necesidades de las economías en expan- rencia Internacional de Tokio (1972) se
sión, criterio que asume la UNESCO al ampliaran los márgenes para la acción
señalar en 1972: social de la educación de adultos, consi-
deración que vino avalada por los avances
que el objetivo de la alfabetización que se le reconocieron al movimiento de
funcional estaba determinado por la la Educación Popular frente a los fracasos
urgencia de movilizar, formar y edu- y limitaciones del Programa Experimen-
car la mano de obra aún subutilizada, tal Mundial de Alfabetización (PEMA)3.
para volverla más productiva, más útil Estos factores fueron recogidos en la
a ella misma y a la sociedad (Londo- declaración de Persépolis (1975), que
ño, 1990, p. 25). considera la «alfabetización no sólo como
el aprendizaje de la lectura, la escritura y
Esta vinculación de la EA, de la alfabe- el cálculo, sino como un contribución a la
tización funcional, a la producción y al liberación del hombre y a su plena reali-
desarrollo económico fue asumida por zación» (OEI, 1975), y la recomendación
los gobiernos de economías avanzadas y de Nairobi4 (1976) que muestra nuevos
especialmente por los de América Latina enfoques del analfabetismo y la alfabetiza-
en las décadas de los cincuenta y sesenta ción que, alejándose de la perspectiva
y, obviamente también, impulsada por la economicista, explican el contenido de la
UNESCO como hemos reseñado arriba, definición de la UNESCO en su XX Confe-
motivados por la creencia de que invertir rencia General, celebrada en París el 27

(2) «… en los 60 aparece la teoría del capital humano, modelo tecno-democrático o funcio-
nalismo de Schultz, con dos objetivos: uno económico (necesidad de incrementar las inversio-
nes públicas en enseñanza primaria porque la educación es la inversión productiva clave para el
desarrollo) y un objetivo social... » (E. CANO, 1999, pp. 42-43). Además, añadimos que el llama-
do «boom educativo» de los años sesenta, producido a partir de la Segunda Guerra mundial, se
debió en los EEUU fundamentalmente al impacto psicológico del Sputnik –satélite artificial lan-
zado por la antigua Unión Soviética– lo que desencadenó una expansión de la educación, en la
década de los cincuenta, sin precedentes.
(3) Con repercusiones obvias con respecto al fracaso de la alfabetización funcional ampara-
da por la UNESCO, pues no olvidemos que dicha campaña experimental llevaba por título:
Campaña Experimental de Alfabetización Funcional Mundial (S. SINGH, 1976, p. 14).
(4) «... la alfabetización está universalmente reconocida como un factor del desarrollo políti-
co y económico, del progreso técnico y de los cambios socioculturales, y que por eso debe for-
mar parte integrante de todo plan de educación de adultos» (UNESCO, 1976, p. 1).

275
de noviembre de 1978. La UNESCO, nos mente), aportando algunos acentos tales
dice el Libro Blanco de EA (1986, p.182), como:
consideraba analfabeto funcional a la
• Otras denominaciones (aprendiza-
persona que no puede emprender je básico, enseñanza fundamental,
aquellas actividades en que la alfabeti- educación básica) son preferidas a
zación es necesaria para la actuación la denominación de alfabetización
eficaz en su grupo o comunidad y que funcional.
le permitan, asimismo, seguir valién- • La alfabetización como Educación
dose de la lectura, la escritura y la arit- Permanente. Existen referencias a
mética al servicio de su propio des- los dos tipos de analfabetismo defi-
arrollo y del desarrollo de la comu-
nidos en la Conferencia General de
nidad.
la UNESCO, en la 20ª reunión de
Esta visión del conocimiento académi- París de 1978, el analfabetismo
co hacia el conocimiento de la realidad absoluto y el analfabetismo funcio-
real y de lo social a lo comunitario que nal, cuando se expresan las necesi-
entraña la definición de analfabetismo dades de aprendizaje básico para
funcional fue acogida por la IV Conferen- aquellos grupos sumidos en la
cia Internacional (París, 1985) y ampliada pobreza y en la marginación social
en la recomendación de adoptar el con- y para aquellos otros que necesiten
cepto cultural de alfabetización con la esa educación básica permanente
finalidad de elevar a la persona a un nivel como consecuencia de los «progre-
competencial que le permita participar en sos de la tecnología» y de los inevi-
el desarrollo de su sociedad en términos tables ajustes derivados de los
de competencias y medios necesarios avances científicos y culturales.
para la «inserción profesional, para la • Énfasis en la llamada alfabetización
vida social y familiar y para el ejercicio social indicándose la superación
activo de la ciudadanía» (UNESCO, 1985, p. del paradigma tradicional que con-
61). A la par –en su bella declaración-, sideraba la alfabetización como una
definió los campos de ejercicio de esas inversión para el desarrollo.
competencias sobre la base del derecho a
aprender. Comienza a vislumbrarse un nuevo
Posteriormente a la Conferencia de paradigma (Hamburgo, 1997) con incor-
París, se han mantenido en los foros inter- poración de nuevos valores basados en la
nacionales convocados por la UNESCO5 ecología, el pacifismo y la autonomía per-
básicamente los mismos enfoques adop- sonal, o en los tres principios que expre-
tados en las Conferencias de París de sa el grupo de trabajo «Alfabetización y
1978 y 1985 (la Conferencia General de la estrategias de Confintea V»:
UNESCO de 1978 en su 20ª reunión de
París y la Conferencia Internacional de la • El desarrollo humano debe ser la
UNESCO de EA en París 1985, respectiva- base de todo desarrollo económico

(5) Carta de Jomtein (1990), Conferencia Internacional de Educación. 42ª reunión (Ginebra,
1990), Informe para la UNESCO «Educació hi ha un tresor amagat a dins», de la Comisión
Internacional sobre la educación para el Siglo XXI y de la V Conferencia Internacional
(Hamburgo, 1997).

276
y social, así como un desarrollo entendido como una concreción de una
sostenible, en vista de que nuestros gama de actividades prioritarias en un país
planes serán traspasados a futuras o comunidad específica (Roy-Singh, 1990).
generaciones. También se ve la alfabetización funcional
• Sólo puede lograrse la paz a través en una interpretación estrecha y ligada al
de la solidaridad intelectual y funcionalismo de Schutz: «... es funcional,
moral de la humanidad. ya que transmite competencias que deben
• La alfabetización es un medio que aumentar ingresos insuficientes...» Adises-
conduce a la autonomía. hiah (1990, p. 16), Lowe (1978) y Wagner
(1990) la interpretan en la línea expuesta
En suma, el término de la alfabetiza- por la UNESCO en 1956, como «prepara-
ción funcional ha sido promovido por la ción del hombre para una función social,
UNESCO para imprimir a la alfabetización cívica y económica». En una línea de signo
una significación y un alcance más allá de etnocéntrico, G. Tohme (1990) se ocupa
la mera capacitación técnica para la lectu- de la distinción entre el analfabeto absolu-
ra, escritura y cálculo. Sin embargo, los to (el procedente de sociedades en las que
domina la tradición oral) y el analfabeto
primeros programas impulsados por la
funcional, que él identifica con el «iletra-
UNESCO bajo esta denominación (los PEMA
do« que «sabe leer y escribir más o menos
o Campañas Experimental Mundial de
correctamente, pero sin extraer una com-
Alfabetización Funcional) pusieron el
prensión suficiente para ejercer su espíritu
acento en los aspectos productivos (el tér-
crítico» (1990, p. 2). Tanto J. A. Fernández
mino inglés work oriented literacy es (1990) como nosotros no podemos com-
ilustrativo al respecto). A partir de la Con- partir la asimilación de «iletrismo» con el
ferencia Internacional de Tokio, en 1972, analfabetismo funcional, porque en la
la UNESCO comienza a revisar el concepto intención de sus creadores era sinónimo
ampliando los márgenes hacia la acción de analfabetismo a secas. ¿Por qué el neo-
social, llegando a definir la alfabetización logismo? «Porque los franceses encontra-
funcional como un proceso de desarrollo ban peyorativo el término analfabeto. Los
de las capacidades básicas de lectura, analfabetos franceses pasaron a ser ‘‘iletra-
escritura y cálculo que permita al indivi- dos’’ y los inmigrantes continúan siendo
duo la participación plena en el conjunto ‘‘analfabetos’’» (1990, 106).
de actividades de la persona, ya sean las Este subterfugio se explica desde la
del ciudadano, las del trabajador y las del concepción del analfabetismo como
individuo inserto en su familia, barrio o «lacra» o «vergüenza social» y tolerable si
ciudad. En definitiva, se trata de una alfa- sólo lo padecen ciudadanos del tercer
betización que conduzca directamente a mundo pero nunca en el caso de que
la plena autonomía del individuo. sean nativos europeos (L. Limage, 1990).
Es un argumento más entre las numero-
sas justificaciones para mantener que
LA ALFABETIZACIÓN FUNCIONAL tanto el analfabetismo total como el par-
EN LA LITERATURA ESPECIALIZADA cial (analfabetismo funcional) son dife-
rentes en los países en vías de desarrollo
El concepto de la alfabetización funcional que en los países industrializados como
ha tenido en la literatura especializada un Francia, donde hace más de un siglo que
prolijo tratamiento que ha ido desde ser se estableció la educación pública.
considerado como un tipo más de meto- Desde una óptica distinta a las
dología (Bhola, en Singh, 1976) hasta ser expuestas, existe una aproximación a la

277
alfabetización funcional en lo que se dio • Designa, en la literatura americana,
en llamar teoría general de la competen- el déficit de habilidades básicas, de
cia funcional de la persona adulta. En los competencias mínimas para funcio-
primeros años de los sesenta, se puso en nar con éxito en la sociedad.
marcha, en EEUU, el proyecto APL (Adult • Con relación a las personas con
Performance Level Project), con el objeti- deficiencias físicas, lo funcional
vo de determinar las competencias fun- viene ligado a las funciones físicas
cionales porque, según Kazemek, en mecánicas y no sólo a la comunica-
1985, (cit. por Flecha, 1990, p. 39), «la ción lingüística.
competencia adulta no sólo incluye habi- • También se emplea el analfabetis-
lidades individuales sino también los mo funcional para designar a la
requisitos de la sociedad en un momento persona que aparenta un conoci-
dado. Si cambian las demandas de la reali- miento que realmente no posee.
dad, los requisitos para la competencia
funcional cambian también». También, Carmen St. John Hunter (en
Acabamos esta primera aproximación Vilanova, 1989, p. 258) ha sintetizado tres
al analfabetismo funcional recogiendo la aproximaciones a la alfabetización funcio-
ambigüedad o polivalencia asociada al nal:
concepto expuesta por Haurtecoeur en
1985 (cit. por Flecha/Requejo/Meira, La alfabetización como un conjunto
1997, p. 30), que ve entre los usos más de habilidades y competencias, la alfa-
frecuentes del mismo los siguientes: betización como necesaria para una
mejor calidad de vida y la alfabetiza-
• El empleado por la UNESCO para ción como un reflejo de realidades
diferenciar el fenómeno de los paí- políticas y estructurales.
ses industrializados frente al del
tercer mundo (del que fue constan- Como síntesis conclusiva del aparta-
cia la significación representada do, presentamos a continuación la tabla I,
por el vocablo iletrismo en Francia, que recoge las distintas perspectivas, sus
para distinguir la población autóc- características y autor u organización que
tona de la inmigrada). la expresa.
• Designa los usos de la escritura. De las definiciones de la tabla I y de
• El nivel de desciframiento de la las características señaladas al analfabetis-
escritura que algunos llaman de mo funcional por los distintos autores u
supervivencia. organismos, concluimos como sigue:
• También utilizado por los organis-
mos de alfabetización como nivel • Desde una perspectiva didáctica,
intermedio entre analfabetos abso- vemos la existencia de un plantea-
lutos y alfabetizados, o sea, el equi- miento docente que conlleva una
valente al de semianalfabeto. metodología didáctica basada en
• Característica estadística de una unos temas unificadores que, a
población subescolarizada, que no modo de «centros de interés», se
llega a la secundaria, que posee constituyen en nexos o conectores
menos de cuatro o cinco años de entre lo enseñado en las aulas
escolaridad, y también designa esa (leer, escribir, calcular...) y lo prac-
población adulta que no supera los ticado en la realidad (económica,
ocho años de escolaridad. política, social...).

278
TABLA I
Alfabetización funcional
Definición Características Autor/Organiz.
La alfabetización es la facultad de saber * Existencia de un tema S. Singh
leer, escribir y calcular. Pero leer, escribir y unificador (sobre el que
calcular no verbos intransitivos (...). Es se aplicarán las acciones
decir, leer, escribir y calcular deben ser transitivas de leer, escri-
funciones dadas al enseñar en el aula. bir y calcular):
– el trabajo y la produc-
ción.
– la concientización.
– la agricultura.
Se ha propuesto considerarla como un * Vinculación de la ense- Luis E. Soria
proceso de formación del adulto analfabe- ñanza con la capacita- (CREFAL/UNESCO)
to, por medio del cual debe ser posible ción para el trabajo y la
una estrecha vinculación de la enseñanza producción.
de la lectura, la escritura y el cálculo con la
capacitación para el trabajo y la produc-
ción.
La alfabetización es una variable indepen- * Variables dependien- Raja Roy-Singh
diente y las variables dependientes inclu- tes= áreas prioritarias:
yen una gama de «funcionalidades» - productividad
- eficiencia
- formación profesional
La alfabetización (...) es funcional ya que * Ligada a la economía M. S. Adiseshiah.
transmite competencias que deben familiar y la formación
aumentar ingresos insuficientes. profesional.
Se considera que una persona ha recibido * Capacitar para realizar UNESCO
una alfabetización funcional cuando ha todas las actividades que
adquirido los conocimientos y las técnicas le exige su grupo y cul-
de lectura y escritura que la capacitan para tura.
emprender de modo efectivo todas las
actividades en que se haya adoptado la
alfabetización con normalidad a su cultura
o grupo.
«Iletrismo». Saber leer y escribir más o * Diferenciar el fenó- Tohmé
menos correctamente, pero sin extraer meno del analfabetismo
una comprensión suficiente para ejercer de los países industriali-
su espíritu crítico. zados frente a los del
tercer mundo.
* Aclara (el término «ile-
trismo») el trabajo de la
alfabetización en los paí-
ses industrializados.

(Continúa)

279
(Continuación)

Definición Características Autor/Organiz.

La alfabetización funcional, lejos de ser un * Preparación del hom- J. Lowe


fin en sí misma, tiene que ser concebida en bre para las funciones:
orden a la preparación del hombre para - sociales
una función social, cívica y económica que - cívicas
supere ampliamente los límites de una alfa- - económicas
betización rudimentaria, reducida a la
enseñanza de la lectura y de la escritura.

Competencia funcional bidimensional. Que exige: APL: Adult Perfor-


- conocimientos deter- mance Level Pro-
minados: lectura, escri- ject.
tura, hablar, entender y
resolución de proble-
mas
- su aplicación a deter-
minadas áreas: econo-
mía de consumo, labo-
ral, salud, recursos
comunitarios

La alfabetización funcional designa un * Ambigüedad y poliva- Haurtecour


amplio abanico de funciones: lencia
- Diferenciación entre países industriali-
zados y del tercer mundo.
- Los usos de la escritura.
- El nivel de desciframiento de la misma.
- Un nivel intermedio: los semianalfabe-
tos.
- Una población subescolarizada.
- Déficit de habilidades básicas y de com-
petencias mínimas para actuar en socie-
dad.

* La alfabetización como un conjunto de - Subraya competencias Carmen St. John


habilidades y competencias y habilidades. Hunter
* La alfabetización como necesaria para - Subraya preocupacio-
una mejor calidad de vida. nes humanistas.
* La alfabetización como un reflejo de reali- - Subraya valor contexto
dades políticas y estructurales. social.

- La incapacidad de ciertos individuos de * La incapacidad compe- The Civilian Con-


hacer frente a las exigencias de la vida dia- tencial del analfabeto servator Corps.
ria. funcional.
- El indicador de identificación del analfa- * Años de escolaridad
betismo funcional sería el hecho de no variables: dificultad co-
haber cumplido los tres años de escolari- mo indicador estadís-
dad. tico.

280
• Desde la perspectiva de la aplica- sonas con deficiencias físicas,
ción práctica de la alfabetización donde lo funcional está orienta-
funcional, se producen dos aconte- do al dominio de las funciones
ceres aplicativos: 1) Pensamos que físicas mecánicas que le permiten
dicha preocupación teórica, arriba actuar autónomamente).
mencionada, ha sido aplicada de – Visión europea: Aquí el «iletris-
manera mayoritaria al tema de la mo» diferenciador del ciudadano
capacitación para el trabajo, la for- nativo con respecto al inmigran-
mación profesional y la productivi- te, aparte de las consideraciones
dad económica en general, que- etnocéntricas y de ocultar cierta
dando los temas sociales, políticos vergüenza social, quieren signifi-
y morales olvidados en el plantea- car ese estado de competencias y
miento educativo alfabetizador por conocimientos medios –entre el
imperativos de la racionalidad ins- analfabeto absoluto y el plena-
trumental de la economía de mer- mente alfabetizado–. No obstan-
cado. 2) La que constituye la pers- te, constituye un estado compe-
pectiva política de la aplicación tencial y de habilidades básicas
docente; derivada del fracaso de no sólo insuficiente para practi-
algunas campañas alfabetizadoras y car el sentido crítico, sino para
como satisfacción a fuertes deman- atender con suficiencia a las
das sociales apoyadas por otras diversas demandas de la sociedad
campañas con éxito como las dirigi- de hoy (conocimientos informáti-
das por Paulo Freire (Brasil, Chile, cos, idiomas, lenguaje técnico-
Guinea-Bisau, Angola, Mozambi- científico y habilidades para el
que, Cabo-Verde y Tanzania), en autoempleo).
donde los temas sociales y políticos
adquieren relevancia junto a los • Desde una perspectiva global e
productivos y económicos. integrativa, vemos que el primer
• Desde la perspectiva de lo que es componente de significación dado
un analfabeto funcional, podemos al analfabetismo funcional en los
ver dos interpretaciones singulari- EEUU por The Civilian Conservator
zadas aunque con elementos com- Corps, esto es, «la incapacidad de
partidos: ciertos individuos de hacer frente a
las exigencias de la vida diaria», ha
– Visión americana: La misma idea marcado una continuidad en la
del aprendizaje real (el significati- construcción del concepto, logran-
vo y funcional) puesto en ejerci- do que la característica competen-
cio con los temas del quehacer cial de hacer frente a los quehace-
diario, entendiéndose que un res de la vida sea aceptada por
ciudadano no será analfabeto todos como marca identificatoria
funcional si dispone de aquellas de la alfabetización funcional, a la
competencias que le permitan vez que se produce una vincula-
actuar con autonomía en la vida ción entre la Alfabetización funcio-
cotidiana (aquí lo funcional ten- nal y la Educación Permanente, en
dría el mismo significado que el la medida en que ésta abarca todas
que se le viene dando a los objeti- las dimensiones de la vida o exis-
vos didácticos referidos a las per- tencia.

281
LA ALFABETIZACIÓN FUNCIONAL: tebrador en el concepto de alfabeti-
SÍNTESIS VALORATIVA zación funcional que bastantes
autores relacionan con el proyecto
En un afán de completar la visión dada de vida social («exigencias de la
hasta ahora, trataremos de sintetizar las vida» –The Civilian Conservator
principales perspectivas conceptuales y Coros, años treinta–; «significado
definitorias con respecto a la alfabetización añadido para comprender los
o al analfabetismo funcional6 del análisis problemas reales de la vida» –Roy-
de autores procedentes de países de eco- Singh, 1990–; «preparación del
nomías avanzadas (del Occidente indus- hombre para una función social,
trial y tecnológico) y de otros de países en cívica y económica» –Lowe, 1978–;
vías de desarrollo (principalmente de «funcional al proyecto social»
Latinoamérica), que tienen mayor grado –Perrota, 1988–; «conceptos bási-
de aceptación o consenso e indirectamen- cos para actuar críticamente» –Fer-
te señalaremos aquellas otras que no lo nández, 1988–; «Competències
poseen. essencials per actuar amb desim-
boltura en la societat actual» –Fle-
• Podemos decir que todos aceptan cha et al., 1993–) y «propiciar un
el concepto de analfabetismo abso- cambio funcional al desarrollo de
luto o total ligado a los rudimentos los individuos, grupos y países
de la lecto-escritura y el cálculo7. –Gelpi, 1990–», que es el que da
• También hay consenso o acuerdo precisamente sentido y continui-
en aceptar que existen otros analfa- dad diacrónica al concepto desde
betismos y uno de ellos es el fun- su aparición en los años treinta.
cional. Y a pesar de la falta de con- Donde se resquebraja el consenso es
senso sobre el término funcional al asimilar el analfabetismo funcional con
por la amplia gama de funcionali- el «iletrismo» pues mientras que unos
dades aplicables por definición a la establecen dicha asimilación –G. Tohmé
alfabetización funcional (funcional (1990) o R. Flecha et al. (1993)–, otros –L.
para el trabajo, para las necesida- Limage (1990) y J. A. Fernández (1988)-,
des básicas, para la cultura, para la en cambio, entienden que su asimilación
transformación, para los conceptos debería hacerse con el analfabetismo a
básicos, para el status quo...), exis- secas pues el término «iletrado» surgió
te un componente central o eje ver- como pura operación terminológica para

(6) Analfabetismo y alfabetización son dos caras de una misma realidad. El analfabetismo,
como fenómeno donde el analfabeto (persona que no sabe leer) lo es por circunstancias de no
haber precisado de la lectura (sociedades orales) y en otras por habérsele negado el derecho de
leer, representa la cara injusta, la de las consecuencias negativas y constituye un problema
ético, social y político. La alfabetización, como proceso de capacitación para comprender y uti-
lizar diferentes tipos de información y de promover el intercambio de ideas y la interconexión
social, representa la faz positiva del fenómeno por su potencial de movimiento reparador del
problema moral del analfabetismo.
(7) Hay que señalar que incluso autores desescolarizantes, o de la educación sin escuelas,
como M. McDONALD -ROSS (1977), apuntan «...cualquier tipo de sistema desescolarizado debería
hacer grandes esfuerzos para impulsar la lingüística y las matemáticas» (1977, p. 92).

282
reducir la carga peyorativa que contenía para la lectura de la realidad y su
analfabeto. transformación social y política
(Rodríguez Fuenzalida-1992 y
• Con respecto a los dos componen- César Picón-1992), hasta funcio-
tes que encierra la definición origi- nal para que los desheredados se
nal de alfabetización funcional (la conviertan en sujetos políticos a
de The civilian Conservador través de los procesos de investi-
Coros), se producen mayores coin- gación participativa de la educa-
cidencias en valorar el componente ción popular (Osorio-1990, Rive-
de capacitación para afrontar las exi- ro-1990), y hasta propiciar un
gencias de la vida que en los años de cambio funcional al desarrollo de
escolaridad cursados, dándose: los individuos, grupos y países, no
como un cambio impuesto y fun-
– Una evolución en los matices y cional a las diferentes estructuras
acentos que contemplamos en de dominación (Gelpi, 1990).
las mismas definiciones de la
UNESCO, la de 1956 con acento • El segundo componente, el relativo
de capacitación dentro de su cul- a los años de escolaridad como
tura o grupo y la de 1978 como indicador de adquisición de una
emprendimiento de actividades alfabetización funcional, hay disen-
en su grupo o comunidad, pero so pues mientras la CEPAL (1976) –y
para el desarrollo propio y el de con ella autores iberoamericanos,
su comunidad. Londoño (1990)– consideró como
– Si bien existe una coincidencia criterio básico para analizar el anal-
general en aceptar lo funcional fabetismo funcional el nivel de ins-
para la alfabetización, no hay posi- trucción alcanzado –4 grados o cur-
bilidad de hacer una alfabeti- sos, a excepción de Colombia que
zación que no sea funcional considera como educación mínima
(Perrota, 1998). Apreciamos una tres años de escolaridad, la UNESCO
evolución en el que y para quien lo elevaría a cinco. Hay autores y
debe ser funcional la alfabetiza- estudios –Flecha (1993 y 19978);
ción. Desde funcional para el tra- Fischer (1980, cit. por Flecha et
bajo y la productividad (Campa- al.,1993, p. 18)- que lo rechazan
ñas de Alfabetización Funcional como indicador por confuso y no
Mundiales de la UNESCO), hasta definitorio.
funcional para el desarrollo indivi-
dual y comunitario (Definición • Otra cuestión que suscita cierto
UNESCO, 1978), hasta funcional consenso es el llamado analfabetis-

(8) «Como xa vimos, a maioría de países seguiu ata os anos noventa utilizando o número de
anos de escolaridade como indicador de analfabetismo funcional, tal como propuxera The
Civilian Conservation Corps.Mesmo a unesco o propuso a falta doutras investigacions, limitán-
dose a estender ese número de anos a cinco. Esa alternativa tiña a vantaxe de concienciar sobre
o feito de que o problema do analfabetismo funcional era máis grave có indicado polo descen-
so dos analfabetos absolutos. Pero tiña os inconvenientes da identificación cos niveis de estu-
dios e de que, en lugar de indicador,na práctica sería utilizado como dato real e definitivo»
(Flecha/Requejo/Meira,1997, p. 37).

283
mo de retorno. Los cambios que mía avanzada que reconocía el
desde el punto de vista técnico se fenómeno de la «desalfabetización»
producen en el proceso de alfabeti- o «analfabeto por regresión». La
zación son en algunos casos de otra posición declaraba que «no
carácter temporal y en la mayoría, puede aceptarse la existencia de la
de carácter permanente, debido, y desalfabetización, como tampoco
a juicio de K. L. Baucom (1978, p. de los analfabetos por regresión»,
139), a los siguientes factores: debido a que lo que se da no es
regresión, sino que no se llegó a
– El componente semántico de la dominar el sistema en el proceso
lengua no es rígido. Está cam- de alfabetización. Aquí puede con-
biando constantemente. siderarse la hipótesis de Fernández
– En la estructura semántica de (1988) sobre el desarrollo de meca-
cada persona, el cambio puede nismos de autoprotección en niños
tener lugar tanto en el sentido de que no reconocen la cultura alfabe-
que olvide como de que apren- tizadora como propia.
da.
– Las actitudes y las reacciones Aquéllos que reconocen que se da el
emocionales pueden tanto per- fenómeno del «analfabetismo de retorno»
derse como adquirirse. se apoyan en que el abandono y la recaída
– Las unidades semánticas, las acti- en el analfabetismo «es la consecuencia
tudes y las reacciones emociona- de no haberse dado el vínculo entre la
les adquiridas en época tempra- situación de la vida real y el tipo de prácti-
na de la vida por lo general son ca de alfabetización» (Roy-Singh, 1990,
más resistentes al desvaneci- p. 7). También Sasaoka (1990, p. 3) reco-
miento o al olvido. Las adquiri- noce que, según una investigación llevada
das más tarde suelen ser más a cabo en Malasia, «... un recién alfabetiza-
inestables y menos resistentes. do al cabo de tres años de no tener nin-
– Es preciso un reforzamiento con- gún contacto con material de lectura vuel-
tinuo de las unidades semánti- ve a caer en el analfabetismo».
cas, de las actitudes y reacciones El grupo de trabajo sobre los dere-
emocionales aprendidas tardía- chos universales, la alfabetización y la
mente, en orden a prevenir su educación básica de CONFINTEA V, con-
pérdida. cretamente el grupo de alfabetización
multilingüe e intercultural, recoge que
La declaración de Persépolis (1975) muchos alumnos escolares vuelven a caer
planteó el problema cifrándolo en el «des- en el analfabetismo a consecuencia de
uso o la regresión al analfabetismo», reco- que:
nociéndose por parte de los países indus-
trializados dicha tendencia a la – No utilizan su capacidad de leer
desalfabetización. y escribir.
En la Consulta Técnica de Salamanca – La lecto-escritura no les es de uti-
sobre alfabetismo funcional (1988) se dan lidad en su vida diaria.
dos posturas (Londoño, 1990): – Se le da más valor a las tradicio-
nes orales.
• La primera, planteada desde la – La educación no formal es de
perspectiva de los países de econo- mala calidad.

284
– El contenido no tiene ninguna HACIA UNA CONCEPTUALIZACIÓN
relación con el mundo infantil. DEL ANALFABETISMO FUNCIONAL
– Las metodologías no se conciben
en torno a los problemas. Antes de responder a las exigencias del
epígrafe, conviene expresar dos conside-
• También vemos una cierta concor- raciones: la primera es relativa a rechazar
dancia en autores con respecto a la concepción del analfabetismo como
las características asociadas al con- enfermedad –como problema médico:
infección, plaga...–, que la hace recaer
cepto del analfabetismo funcional,
sobre los individuos responsabilizándo-
los cuales asocian la funcionalidad
los, cuando es un problema social y por
con la adaptabilidad a los contextos
lo tanto de naturaleza política y, en este
culturales (Kazemek, 1985; Warner, sentido, indicar mi inclinación por la con-
1990), con la relatividad finalística cepción freiriana de entenderla como
(Fernández, 1986; Roy-Singh, problema político y moral9. La segunda se
1990) y con la ambigüedad y poli- refiere a que, debido a la dificultad de
semia (Haurtecoeur, 1985; Vilano- proponer para el analfabetismo funcio-
va/Moreno, 1992), lo que confiere nal una definición universal, por la relati-
al concepto una pujante vitalidad a vidad que le da la naturaleza misma del
la par que una dificultad añadida problema que denomina y por su relación
para la realización de investigacio- con los contextos culturales determina-
nes comparadas. dos, orientaremos nuestro propósito a
presentar las características principales
• Finalmente, también se dan coinci- que mejor lo definen.
dencias en análisis sobre la funcio- Así y como hemos referenciado antes,
nalidad de las destrezas escolares, podemos recoger con Haurtecour (1985)
en la línea de la teoría general de la una significación del analfabetismo fun-
cional relacionada con la ambigüedad,
competencia funcional de la perso-
polisemia o polivalencia, características
na adulta que marcó en los años
que ha ido adquiriendo a lo largo de sus
setenta el proyecto de la APL (Adult
más de 70 años de vida. Así, el concepto se
Performance Level Project); emerge ha asociado con: un cierto etnocentrismo
la funcionalidad asociada con las occidental para distinguir a sus analfabetos
habilidades básicas y la alfabetiza- frente a los homólogos inmigrados; ciertos
ción funcional como aquel currícu- usos de la lecto-escritura; condición de
lo social mínimo que los ciudada- una población subescolarizada; déficit de
nos, de un determinado marco habilidades o competencias básicas y per-
sociocultural, necesitan saber para sona que no responde a los conocimientos
desenvolverse en él. y habilidades que aparenta.

(9) A pesar de que D. A. WAGNER, (1989) se incline por entender el analfabetismo no como
enfermedad ni como problema político, sino como problema sociocultural.
(10) Diríamos, parafraseando a RAJA ROY-SINGH (1990), que la alfabetización sería la variable
independiente y las variables dependientes incluyen una amplia gama de funcionalidades entre
las que se encuentran: la productividad, la formación profesional, los derechos laborales, recur-
sos comunitarios, participación democrática, etc.

285
Esta característica polisémica o poliva- – Estar preparado para ejercer una
lente10 del concepto de alfabetismo fun- función social, cívica y económica.
cional (implícita ya desde la primera defi- – Actuar con desenvoltura en la
nición de la UNESCO-1957) sociedad actual.
– Propiciar cambios al desarrollo de
… la capacita para emprender de los individuos, grupos y países.
modo efectivo todas las actividades en – Actuar críticamente11.
que se haya adoptado la alfabetiza-
ción con normalidad a su cultura o Finalmente, conviene reflejar la apor-
grupo tación al concepto de alfabetización fun-
cional desde la base de la información
y confiere al mismo una pujante vitali- como concepto crucial12:
dad que viene relacionada con la rela-
tividad finalística de los proyectos y con La alfabetización es la capacidad de
la adaptabilidad a los diversos contex- adquirir e intercambiar información a
tos culturales de los que se trate. Desde través de la palabra escrita. Alfabetiza-
esta perspectiva, la adaptabilidad requiere ción funcional es la posesión de y el
de la garantía de la democracia participa- acceso a las competencias e informa-
tiva para que responda siempre a los inte- ción requeridas para llevar a cabo
reses de la colectividad y en ningún caso transacciones que supongan leer y
debe conformar a los grupos hegemóni- escribir, y que un individuo desea o
cos que impongan, contra las lenguas ver- necesita llevar a cabo (Vilanova/More-
náculas de los grupos sociales, las lenguas no, 1992, p. 59).
oficiales como expresión exigible e
inequívoca de combatir el analfabetismo Dos razones apoyan la inclusión de la
funcional. información en la definición anterior:
Un componente central del concepto una, porque el intercambio de informa-
de alfabetización funcional es aquél que ción es básicamente la finalidad para la
la relaciona con el proyecto social de la cual se escribe o se lee y, otra, porque es
sociedad y que ha recibido las calificacio- imposible definir lo que es una compe-
nes al respecto de ser capaz de: tencia o habilidad sin referirse a su conte-
nido. Así, la persona alfabetizada funcio-
– Responder a las exigencias de la nal sería aquélla que ante una infor-
vida. mación13 recibida es capaz de operativi-
– Comprender y resolver los proble- zarla, o sea, de transformarla en acciones
mas reales de la existencia. consecuentes. Y, por haber sido capaz de

(11) Como aspiración suprema de la educación, al entenderse al hombre critico o con capa-
cidad crítica como aquél que ha adquirido un conocimiento comprensivo de la realidad y que
lo aplica a la vida diaria haciendo actividades cognitivas de análisis, síntesis y evaluación.
(12) La que nos proponen VILANOVA Y MORENO (1992) en aceptación de la definición de
KENNETH LEVINE de alfabetismo funcional sobre la base de la información. Así, el tipo de alfabe-
tización o de analfabetismo estaría en función del tipo de información o de conocimiento que
se es capaz, o que no se es capaz, de intercambiar, interpretar o manejar para responder a los
quehaceres y requerimientos de la vida diaria.
(13) Según VILANOVA Y MORENO (1992, p. 59) por información podría entenderse todo lo que
pasa por conocimiento en la sociedad.

286
operativizarla en acciones consecuentes, políticas educativas impositivas,
diremos que posee la habilidad o compe- frente a las cuales aparecen como
tencia de procesar dicha información de reactivos mecanismos de autopro-
una forma esperada por la sociedad en la tección en los alfabetizandos que
que está inserto. no reconocen la cultura alfabetiza-
dora como propia.

CONCLUSIONES
ALFABETISMO/ALFABETIZACIÓN:
Ambos conceptos, analfabetismo y alfabe-
tización, vienen delimitados a través de • Como tendencia educativo-política
las siguientes características: viene a significar el proceso o movi-
miento reparador de ese problema
político y moral que constituye el
ANALFABETISMO: analfabetismo; es razón para que
Roy- Singh (1990, p. 8) encuentre
• Al contrario de la noción tradicio- que «al hablar de alfabetización en
nal, que consideraba el analfabetis- lugar de analfabetismo ya hemos
mo como enfermedad, como un dado un paso importante».
mal de algunos pueblos, como una • Hoy en día la alfabetización, como
manifestación de su incapacidad, capacidad de leer y escribir, consti-
consideramos el analfabetismo no tuye una condición necesaria pero
como una deficiencia o incapaci- no suficiente; para ser considerado
dad de las personas ni de los pue- alfabetizado funcional, en esta
blos, sino como un problema polí- sociedad de la información, se
tico y moral (Freire, 1990). requiere de otras nuevas formas de
• Ser analfabeto es pertenecer a una alfabetización. Señalándose a un
cultura letrada y no dominar las concepto que contemple:
técnicas de escribir y leer (Freire,
1973). De ahí que este concepto de – Además de la capacidad para
analfabeto no tendría sentido en entender palabras, la capacidad
sociedades con culturas orales. para entender imágenes, dado
• El analfabetismo constituye, como que la sociedad en general se está
problema político, una injusticia convirtiendo en una sociedad de
social y en este sentido directamen- la imagen.
te nos adentra en el tema de los – Además de la capacidad para leer
derechos humanos como funda- y calcular, se asocia a la capaci-
mento de reclamo axiológico y de dad de entender y de manejar
denuncia política mundial para su las nuevas tecnologías de la
erradicación. información.
• Considerar el llamado «analfabetis- – Además de superar carencias, es
mo de retorno» no sólo desde la un factor positivo de capacita-
reductiva perspectiva de la perdida ción humana que posibilita asu-
de las capacidades lecto-escritoras mir responsabilidades cívicas
como consecuencia del desuso o – Además, facilita y promueve el
de la no ejercitación, sino también intercambio de ideas y la inter-
como testimonio denunciador de conexión social, en tanto que el

287
lenguaje escrito es un instrumen- proceso de desarrollo de las capacidades
to fundamental para la rápida cir- básicas de lectura, escritura y cálculo que
culación de la información. permita al individuo la participación
– Además de una nueva conciencia plena en el conjunto de actividades de la
crítica que permita hacer una lec- persona, ya sean las del ciudadano, las del
tura adecuada de la realidad cir- trabajador y las del individuo inserto en
cundante. su familia, barrio o ciudad. Recogiéndose,
además, las siguientes características:
• Por todo ello, la alfabetización se
podría definir como la capacidad • Considerar consustancial con la
para comprender y utilizar diferen- alfabetización ser funcional al pro-
tes tipos de información en las acti- yecto social y desde una perspecti-
vidades de la vida diaria, en el va iberoamericana, «lo funcional se
puesto de trabajo y en la comuni- articula orgánicamente con lo
dad y como uno de los principales comunitario y lo popular» (Londo-
medios por los cuales «los oprimi- ño, 1990), enfatizándose otros
dos pueden participar en la trans- aspectos tales como la cultura
formación sociohistórica de la popular, el fortalecimiento de la
sociedad» (Freire, 1989). cooperación y la solidaridad dentro
• Abrir la alfabetización a las dimen- de un «proceso de desarrollo glo-
siones de la educación formal, no bal de los sectores populares en
formal e informal y desde esta pers- una perspectiva transformadora»
pectiva se nos exige cuestionar que (Picón, 1990).
la alfabetización sólo sea producto • El problema aparece no en la fun-
de la escolaridad formal y de que cionalidad en sí misma, sino en
con una educación inicial todo el quién la defina, cuáles son sus inte-
mundo adquiere las facultades reses y para qué de este carácter
lecto-escritoras, en tanto que existe funcional.
gente analfabeta a pesar de su pre- • Al estar cuestionada la alfabetiza-
paración formal y gran número de ción funcional por el contexto
adultos que, sin preparación for- «limitado» de referencia, se estable-
mal alguna, están plenamente alfa- ce el alcance de la educación básica
betizados. como campo de ejercicio de la fun-
cionalidad de la alfabetización que,
El término de la alfabetización funcio- entre otras, contribuirá a superar la
nal ha sido promovido por la UNESCO «limitación» cuando se transforma
para imprimir a la alfabetización una sig- en «disfuncional» al sistema pro-
nificación y alcance más allá de la mera ductivo y al orden social, como
capacitación técnica para la lectura, escri- expresión de desigualdad e injusti-
tura y cálculo. Sin embargo, el acento en cia.
los aspectos productivos, Work oriented • La funcionalidad cruza todos los
literacy, redujo su alcance y significación. ámbitos de ejercicio: el trabajo, las
Fue a partir de la Conferencia de Tokio necesidades básicas y sus satisfacto-
(1972) cuando el concepto amplió sus res, la producción y circulación de
márgenes hacia la acción social, definien- conocimientos, la recuperación
do la alfabetización funcional como un histórica, el desarrollo educativo y

288
cultural comunitario y la transfor- tismo funcional en EEUU por The
mación social. Hace relación a los Civilian Conservator Corps, esto
conocimientos utilizables y utiliza- es, la incapacidad de ciertos indi-
dos en un contexto determinado, a viduos de hacer frente a las exi-
las habilidades, convicciones y sen- gencias de la vida diaria, ha mar-
timiento que el ejercicio de los cado una continuidad en la
ámbitos enunciados requiere de construcción del concepto.
los individuos y sus comunidades. • El analfabetismo funcional, des-de
la perspectiva de la ambigüedad o
Desde las definiciones y característi- polivalencia asociada al concepto y
cas señaladas para el analfabetismo fun- expuesta por Haurtecoeur (1985),
cional a lo largo de este trabajo, conclui- muestra los si-guientes usos más
mos que: frecuentes:

• Aunque existen algunas diferencias – El empleado por la UNESCO para


entre definiciones con respecto al diferenciar el fenómeno de los
analfabetismo funcional, en buena países industrializados frente al
parte explicadas por lo que expresa del tercer mundo (del que fue
Mercedes Vilanova: constancia la significación repre-
sentada por el vocablo iletrismo
Hay que tener en cuenta que la alfa-
betización es un bien social complejo
en Francia, para distinguir la
y que nadie posee las múltiples alfa- población autóctona de la inmi-
betizaciones necesarias, lo que im- grada).
plica que indefectiblemente todos – Designa los usos de la escritura.
somos en parte analfabetos (1989, – El nivel de desciframiento de la
p. 259). escritura que algunos lo llaman
de supervivencia.
se coincide en señalar que un ciudadano – También utilizado por los orga-
no será analfabeto funcional si dispone nismos de alfabetización, como
de aquellas competencias que le permi- nivel intermedio entre analfabe-
ten actuar con autonomía en la vida coti- tos absolutos y alfabetizados, o
diana. Lo que en la práctica supondrá: sea, el equivalente al de semianal-
fabeto.
– Responder a las exigencias de la – Característica estadística de una
vida. población subescolarizada, que
– Comprender y resolver los pro- no llega a la secundaria, que
blemas reales de la existencia. posee menos de cuatro o cinco
– Estar preparado para ejercer una años de escolaridad y también
función social, cívica y económica. designa esa población adulta que
– Actuar con desenvoltura en la no supera los ocho años de esco-
sociedad actual. laridad.
– Propiciar, con la actividad crítica, – Designa, en la literatura america-
cambios al desarrollo de los indi-
na, el déficit de habilidades bási-
viduos, grupos y países.
cas, de competencias mínimas
• Significar que el primer componen- para funcionar con éxito en la
te de significación dado al analfabe- sociedad.

289
– También se emplea el analfabetis- ta la dialogicidad freiriana, aún y ante los
mo funcional para designar a la soportes de los lenguajes e instrumentos
persona que aparenta un conoci- tecnológicos:
miento que realmente no posee.
Pero, si la comunicación y la informa-
• El analfabeto funcional sería aque- ción tienen lugar a nivel de vida sobre
lla persona que ante una informa- el «soporte», imaginemos su impor-
ción (o conocimiento en codifica- tancia y por tanto la de la dialogicidad
ción alfabética) es incapaz de en la existencia humana del mundo.
operativizarla en acciones conse- En este nivel la comunicación y la
cuentes y, en este sentido, diremos información se sirven de sofisticados
que no posee la habilidad de pro- lenguajes e instrumentos tecnológi-
cos que «acortan» el espacio y el tiem-
cesar dicha información de una
po. La producción social del lenguaje
forma esperada por la sociedad a
y de instrumentos con que los seres
la que pertenece.
humanos intervienen mejor en el
mundo, anuncia lo que será la tecno-
En definitiva, aquél que, ante una logía (Freire, 2002, p. 101).
información requerida, posee las compe-
tencias para llevar a cabo las transaccio- Sobre la competencia de estos lengua-
nes contenidas (descifrar, interpelar, jes e instrumentos de la tecnología infor-
manejar) en dicha información. mativa, resultado de la producción social
Pero dicha definición no rebasaría los apuntada por Freire, la funcionalidad pre-
esquemas de las elementales pautas de dicada en el analfabetismo vendrá concer-
conducta propias del conductismo meca- nida o afectada.
nicista y correría el peligro de ofrecer
una mera reproducción de la realidad sin
contenido normativo de futuro; por ello,
se hace necesario perfilar otra definición BIBLIOGRAFÍA
más en consonancia con el planteamiento
epistemológico y político que ha guiado ADISESHIAH, M. S.: «Analfabetismo y
este trabajo y, consecuentemente, más pobreza», en BHOLA, H. S. (coord.):
gestáltica, normativa y comprometida, lo Cuestiones sobre alfabetización. Bar-
que nos lleva a definir el alfabeto funcio- celona, UNESCO/OIE de Cataluña,
nal como: aquella persona que, ante una 1990.
información que suponga leer y escribir, APPLE, M.: Educación y poder. Barcelona-
posee un conjunto de capacidades y habi- Madrid, ed. Paidós/MEC, 1987.
lidades (de comprensión, de intercambio, APPLE, M. W.; NOVOA, A. (eds.): Paulo Frei-
de interpelación, de crítica), a través de re: Política e Pedagogía. Porto, Porto
las cuales incida sobre su realidad natu- editora, 1998.
ral, social, cultural y política mejorando BARREIRO, J.: «Educación y conciencia-
su calidad de vida. ción», en FREIRE, P.: La educación
Y más, añadiríamos, siguiendo a Frei- como práctica de la libertad. Madrid,
re (2002), aquellas capacidades y compe- Siglo XXI editores, 1973.
tencias que posibiliten la comunicación BATES, A. W.: «La alfabetización por radio.
para permitir al hombre reconocerse en Enseñanza de todo el mundo», en
el núcleo del fenómeno vital, al que apun- RODRÍGUEZ FUENZALIDA, E. (ed): Alfa-

290
betización y Postalfabetización por — «El Libro Blanco, abierto diez años
radio. Madrid, Ed. Popular, 1992. después. Evocaciones de un testigo»,
BAUCOM, K. L.: Los «ABC» de la alfabetiza- en Diálogos. Vol. 8, Diciembre 1996.
ción: lecciones de la lingüística. FLECHA, R.; LÓPEZ, F.; SACO, R.: Dos siglos
Madrid, Magisterio español, 1977. de Educación de Adultos: De las
BELTRÁN, J.: «Para el viaje de la esperanza: Sociedades de Amigos del País a los
educación de personas adultas y cam- modelos actuales. Barcelona, El
bio social. En torno a Raymond Roure, 1988.
Williams», en Diálogos, Año II, Vol. FLECHA, R.: Educación de las personas
19-20, Diciembre 1999, p. 129. adultas. Propuesta para los años
noventa. Barcelona, El Roure, 1990.
BHOLA, H. S.: «Factores estructurales y
FLECHA, R. et. al.: Estudi sobre l´Analfa-
sociales de la alfabetización» (1976),
betisme Funcional a Catalunya.
en SINGH, S.: Aprender a leer, y leer Generalitat de Catalunya, Dpt. Benes-
para aprender: Desarrollo de un sis- tar Social, 1993.
tema de instrucción alfabetizadora. FLECHA, R.: «Las nuevas desigualdades
Madrid, Ed. Magisterio Español, 1977. educativas», en CASTELLS, M. (coord.):
CANO, E.: Evaluación de la calidad edu- Nuevas perspectivas críticas en edu-
cativa. Madrid, Ed. La Muralla, 1999. cación. Barcelona, Paidós Educador,
CASTELLS, M.: «Flujos, redes e identida- 1994.
des: Una teoría crítica de la sociedad FREIRE, P.: La educación como práctica
informacional», en AA. VV.: Nuevas de la libertad. Madrid, Siglo XXI edi-
perspectivas críticas en educación. tores, 1973.
Barcelona: Paidós Educador, 1994. — Pedagogía del oprimido. Madrid,
DELORS, J.: Educació: Hi ha un tresor Siglo XXI, 1988.
amagat a dins. Barcelona, Centre — La naturaleza política de la educa-
UNESCO de Catalunya, 1996. ción: Cultura, poder y liberación.
FEDERIGHI, P.: La organización local de la Madrid, MEC, 1990.
Educación de Adultos. Madrid, Ed. FREIRE, P.; MACEDO, D.: Alfabetización:
Popular, 1992. Lectura de la palabra y lectura de la
— «Las teorías críticas sobre los procedi- realidad. Madrid, MEC, 1989.
mientos formativos en la edad adulto» FREIRE, P.: A educaçao na cidade. Sâo
(1996), en MARZO, A. (coord.): Secto- Paulo, Cortez Editora. 2ª ediçâo,
1995.
res emergentes en el campo de la edu-
— A la sombre de este árbol. Barcelona,
cación permanente. Palma de Mallor-
El Roure. 3ª edicción, 2002.
ca, UIB, 1998.
GELPI, E.: Educación Permanente: Proble-
FERNÁNDEZ, J. A.: El libro blanco de edu- mas laborales y perspectivas educati-
cación de adultos. Madrid, MEC, vas. Madrid, Ed. Popular, 1990.
1986. GIROUX, H.: Los profesores como intelec-
— «Contribución de la Educación de tuales: Hacia una pedagogía crítica
Adultos a la democratización: Una del aprendizaje. Madrid, MEC, 1990.
perspectiva española en el contexto GIROUX, H. A.: «La alfabetización y la
europeo» (1988), en LONDOÑO, L. pedagogía de la habilitación política»,
(ed.): El Analfabetismo Funcional: en FREIRE, P.; MACEDO, D.: Alfabetiza-
Un nuevo punto de partida. Madrid: ción: Lectura de la palabra y lectura
Ed. Popular, 1990. de la realidad. Madrid, MEC, 1989.

291
— «Introducción», en FREIRE, P.: La OSORIO, J. (ed.): Educación de Adultos y
naturaleza política de la educación: Democracia. Madrid, Ed. Popular,
Cultura, poder y liberación. Madrid, 1990
MEC, 1990. PALAZÓN, F.: La investigación-acción
KEMMIS, S.: «Mejorando la educación como metodología en Educación de
mediante la IAP» (1990), en SALAZAR, Adultos. Tesis Doctoral. Universidad
M. C. (ed.): La investigación. Acción de Murcia (inédita), 1993.
participativa. Inicios y desarrollos. PERROTTA, C.: «Requerimientos estratégi-
Madrid, Ed. Popular, 1992. cos de transformación de la educa-
LEIRMAN, W.: «El proceso de educación de ción básica de adultos en relación con
las demandas de la población analfa-
adultos: hacia una autodeterminación
beta funcional» (1988), en LONDOÑO,
en solidaridad», en LEIRMAN, W. et. al.:
L. (ed.): El Analfabetismo Funcional:
La Educación de Adultos como proce- Un nuevo punto de partida. Madrid,
so. Madrid, Ed. Popular, 1991. Ed. Popular, 1990.
LIMAGE, L.: «Analfabetismo en los países PICON, C.: «Aportes y desafíos de la alfabe-
industrializados», en BHOLA, H. S. tización popular», en RODRÍGUEZ
(coord.): Cuestiones sobre alfabetiza- FUENZALIDA, E. (ed.): Alfabetización y
ción. Barcelona, UNESCO/OIE de Cata- Postalfabetización por radio. Madrid,
luña, 1990. Ed. Popular, 1992.
LONDOÑO, L. (ed.): El Analfabetismo Fun- REQUEJO, A.: Educación permanente y
cional: Un nuevo punto de partida. educación de adultos. Barcelona,
Madrid, Ed. Popular, 1990. Ariel Educación, 2003.
LOWE, J.: La educación de adultos. Pers- RODRÍGUEZ FUENZALIDA, E.: Alfabetiza-
pectivas mundiales. Salamanca, Sí- ción y Postalfabetización por radio.
gueme, 1978. Madrid, Ed. Popular, 1992.
MCDONALD -ROSS, M.: «La adquisición y RIVERO, J.: Educación de adultos en Amé-
comprobación de técnicas», en rica Latina: Desafíos de la equidad y
ILLICH, I. (coord.): Educación sin la modernización. Madrid, Ed. Popu-
escuelas. Barcelona, Ed. Península, lar, 1993.
1977. ROY-SINGH, R.: «La alfabetización de adul-
MEDINA, O.: Modelos de educación de tos como proceso educativo», en
personas adultas. Barcelona, El BHOLA, H. S. (coord.): Cuestiones
sobre alfabetización. Barcelona,
Roure, 1997.
UNESCO/OIE de Cataluña, 1990.
MOLINA, G.: «Educación en derechos
SALAZAR, M. C.: La investigación. Acción
humanos y proceso de transición a la
participativa. Inicios y desarrollos.
democracia», en OSORIO, J. (ed.): Edu- Madrid, Ed. Popular, 1992.
cación de Adultos y Democracia. SASAOKA, T.: «Cómo debe prepararse el
Madrid, Ed. Popular, 1990. material para recién alfabetizados», en
NASCIMENTO, G.: «El analfabetismo en BHOLA, H. S. (coord.): Cuestiones
cifras», EN BHOLA, H. S. (coord.): sobre alfabetización. Barcelona,
Cuestiones sobre alfabetización. Bar- UNESCO/OIE de Cataluña, 1990.
celona, UNESCO/OIE de Cataluña 1990. SINGH, S.: Aprender a leer, y leer para
OEI/EDA: euniones Internacionales Mun- aprender: Desarrollo de un sistema
diales sobre Educación de Adultos. de instrucción alfabetizadora.
Madrid, 1981. Madrid, Ed. Magisterio Español, 1977.

292
TOHMÉ, G.: «Universidad y alfabetiza- — «Alfabetización y estrategias de ense-
ción», en BHOLA, H. S. (coord.): Cues- ñanza», en Los derechos universales,
tiones sobre alfabetización. Barcelo- la alfabetización y la educación
na, UNESCO/OIE de Cataluña, 1990. básica. Hamburgo, Instituto de la
TORRE, C. A.: «A pedagogía política de UNESCO para la Educación.
Paulo Freire», en APPLE, M. W.; NOVOA, — «Alfabetización, educación y desarro-
A. (eds.): Paulo Freire: Política e llo social», en Los derechos universa-
Pedagogía. Porto, Porto editora, 1988. les, la alfabetización y la educación
TORRES, M.: «Alfabetización de adultos y básica. Hamburgo, Instituto de la
democracia», en OSORIO, J. (ed.): Edu- UNESCO para la Educación, 1999.
cación de Adultos y Democracia. — «Alfabetización multilingüe e intercul-
Madrid, Ed. Popular, 1990. tural», en Los derechos universales, la
UNESCO: Final Report. World Conference alfabetización y la educación básica.
on Adult Education (1960, Mon- Hamburgo, Instituto de la UNESCO
treal). París, UNESCO/ED/177, 1960. para la Educación, 1999.
— Final Report. Third Internacional — «Alfabetización y tecnología», en Los
Conference on Adult Education. derechos universales, la alfabetización
UNESCO. Documento policopiado, y la educación básica. Hamburgo,
1972. Instituto de la UNESCO para la Educa-
— Recomendación relativa al desarro- ción, 1999.
llo de la educación de adultos. Apro- — «Alfabetización para el futuro», en Los
bada por la Conferencia General en derechos universales, la alfabetiza-
su 19ª reunión de Nairobi. pp. 1-14. ción y la educación básica. Hambur-
Material policopiado, 1976. go, Instituto de la UNESCO para la
— Informe final. Cuarta Conferencia Educación, 1999.
Internacional sobre Educación de — «Investigación, alfabetización, evalua-
Adultos. Documento policopiado, pp. ción y estadísticas», en Los derechos
45-74, 1985. universales, la alfabetización y la
— Conferencia Internacional de Educa- educación básica. Hamburgo, Institu-
ción 42.ª reunión. Informe Final. to de la UNESCO para la Educación,
Ginebra 1990, pp. 33-43, 1990. 1999.
— Conferencia Mundial sobre Educa- — Institute for Statistics Literacy and
ción para Todos. Satisfación de las Non Formal Education Sector.
Necesidades Básicas de Aprendizaje. Diciembre. Doc. Policopiado, 2002.
Jomtien (Tailandia) 1990. 2ª edición VEIGAS, J.: «Da alfabetizaçâo/Educaçâo de
1994. adultos à educaçâo popular/comuni-
— Quinta Conferencia Internacional tária: relevância do contributo de
sobre Educación de Adultos. Declara- Paulo Freire», en APPLE, M.; NÓVOA, A.
ción de Hamburgo sobre la educa- (orgs.): Paulo Freire: Política e peda-
ción de adultos. Informe final. Ham- gogia. Porto Codees, Porto edutora
burgo, ED-97/CONFINTEA/ 5 Final, (Portugal), 1998.
1997. VILANOVA, M.: «Alfabetización y militancia.
— «Alfabetización al nivel mundial y El ‘‘descubrimiento’’ de los analfabe-
regional», en Los derechos universa- tos de Barcelona durante la Segunda
les, la alfabetización y la educación República», en Revista de Educación.
básica. Hamburgo, Instituto de la Núm.288, enero-abril 1989. Madrid,
UNESCO para la Educación, 1999. MEC, 1989.

293
VILANOVA, M.; MORENO, X.: Atlas de la WAGNER, D. A.: «El porvenir de la alfabeti-
evolución del analfabetismo en Espa- zación: Cinco problemas comunes a
ña de 1887 a 1981. Madrid, CIDE. los países industrializados y en des-
MEC, 1992. arrollo», en Revista de Educación,
VILLANUEVA, P.: La educación de adultos núm. 288, enero-abril 1989.
hoy. Necesidad y perspectiva de cam- — «Alfabetización e investigación: pasa-
bio. Valencia, Promolibro, 1984. do, presente y futuro», en BHOLA, H.
VV. AA.: Nuevas perspectivas críticas en S. (coord.): Cuestiones sobre alfabeti-
educación. Barcelona, Paidós Educa- zación. Barcelona, UNESCO/OIE de
dor, 1994. Cataluña, 1990.

294

También podría gustarte