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Tras significar durante dos mil años toda actividad humana realizada con
habilidad y gracia, el concepto se descompuso en la nueva categoría de las
bellas artes (poesía, pintura, arquitectura y música), en oposición a la artesanía
y las artes populares (fabricar zapatos, bordar, contar cuentos, cantar canciones
populares). Cuando en el siglo XIX se abandonó el uso del adjetivo “bello” para
referirse a las artes y se empezó a hablar de arte por contraste con artesanía,
con el entretenimiento o con la sociedad, este cambio histórico en el significado
de arte cayó en el olvido. ¿Hoy en día, si preguntamos “Es realmente arte?”, ya
no queremos decir “¿Es un producto humano o natural?” sino “¿Pertenece a la
prestigiosa categoría del arte (bello)?”. (Larry Shiner, 2001)
Georg Hegel nos brinda una definición del Arte, la cual ha sido aceptada por
mucho tiempo y no ha podido ser contra argumentada con mucho éxito: “Arte es
la manifestación sensible de la idea”. A partir del análisis de esta definición nos
surge nuevas preguntas: ¿No es la manifestación sensible de una idea un arte
en sí?
Lo mencionado por Morris Weitz resulta de suma relevancia para darle otra
perspectiva a nuestra posición respecto al tema. El indica que las obras de arte
tienen similitudes entre ellas, pero ningún rasgo compartido por todas. En este
ensayo se da por hecho que hay potenciales rasgos en común entre las obras
de arte, más allá de una simple similitud, puntos que son esenciales tocar para
poder llegar a una definición integral y orgánica. Uno de estos rasgos es la
creación, toda obra de arte debe ser creada, debe haber una inteligencia detrás
realizando el acto de “hacer” algo con una cierta técnica, con ciencia, con
conocimiento y/o parámetros al respecto. Por ejemplo, el simple hecho de pensar
o comunicar puede ser arte, ya que hay una ciencia detrás, hay una técnica, la
cual puede ser el juntar palabras y letras dentro de parámetros que nos brinda
el lenguaje, sea cual sea el utilizado. Utilizamos el término “puede ser”, ya que
no pretendemos brindar una verdad, sino más bien una propuesta modular, la
cual puede mutar con el tiempo o complementarse con el aporte de personas
que se sumen a la acción de definir y parametrar el concepto de Arte.
Bibliografía