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LOS ANDES
CÁTEDRA
DELITOS
:
DE CUELLO BLANCO
CHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
CÁTEDRA : CRIMINOLOGIA
CATEDRÁTICO : RENI
HUANCAYO – PERÚ
2011
INTRODUCCIÓN
Mientras que las riquezas cambian de propietario todos los días Como fuente
destacada de información criminológica sobre el delito de cuello blanco en Grecia,
cabe destacar Contra los Minoristas del Grano, que expone un discurso pronunciado
por el orador Lisias (490 a.C.–380), que pone sus palabras en boca de un acusador
que solicita la pena de muerte contra aquellas personas que acaparan el grano.
En el Derecho hebreo antiguo se contemplaban los delitos de cuello blanco como algo
más grave que muchos delitos violentos. Era una creencia hebrea que aquellos que
llevaban a cabo sus delitos en secreto consideraban que no estaban siendo
contemplados por Dios, y por tanto merecían ser castigados todavía más severamente
por ello.
Afirmó, por ejemplo, que «el hombre de estado que desea prevenir el delito debe
protegerse de los efectos peligrosos de la riqueza en la misma medida que de los
de la pobreza»
El "delincuente ideal" del que escribe Veblen está mejor representado por el
ladrón profesional. La conducta del "hombre adinerado ideal" ejemplifica la cultura
especial del mundo de negocios igual que el "delincuente ideal" ejemplifica la
cultura especial del blanco" en comparación con el robo profesional, se detallan
más abajo, con ciertos puntos de semejanza y ciertos puntos de diferencia.
El secreto del hecho del delito de "cuello blanco" se facilita por lo complicado de
las actividades y por la amplia dispersión de los efectos en el tiempo y el espacio.
Los consumidores que están insatisfechos con el precio de un producto pueden
no darse cuenta durante años de que el precio está siendo manipulado por
acuerdos entre los productores. Los clientes que leen las virtudes en un anuncio
pueden no darse cuenta de que son fraudulentos hasta que no se efectúan
pruebas científicas.
Las características del delito de "cuello blanco" según se han descrito arriba,
dependen hasta cierto punto de la forma de la organización de negocios.
Generalmente, se plantea que las grandes firmas son más legales y más honestas
que las firmas pequeñas.
El "acomodo" de delitos de "cuello blanco", sin embargo, es mucho más amplio
que el "acomodo" de los robos profesionales. La corporación no sólo trata de
"acomodar" acusaciones particulares contra ella, sino de desarrollar opiniones
favorables generales antes de que se la acuse, y hasta prevenir que la ley se
aplique.
c) Hay una gama de delitos propios cometidos por personas que ocupan
determinados cargos o funciones públicas, en quienes el Estado ha
depositado la confianza en el buen manejo de sus negocios. Estos sujetos
abusando del cargo se apropian de los dineros públicos (peculado), o les
dan un destino no autorizado (malversación), o dolosamente permiten un
dispendio en el manejo de los dineros públicos que ocasiona un faltante en
el momento de la redención de cuentas (desfalco). Para no incurrir en falsas
apreciaciones hay que distinguir, al funcionario público que tiene poder
político y que es el verdadero delincuente "de cuello blanco", del que
reuniendo las condiciones para ser sujeto activo de un delito propio (ej.
peculado) carece de poder político, y que es un falso delincuente "de cuello
blanco". La verdadera delincuencia "de cuello blanco" es normalmente
impune por las motivaciones (supra) ya determinadas, a diferencia de la de
otros funcionarios públicos que es perseguida y sancionada.
Esto constituye un aspecto digno de comentar, toda vez que en ésta clase de
delitos la comunidad ve con furia su comisión, sin embargo no observa las
implicancias generalizadas de dichos delitos. En este punto, cuando un político,
profesional, artista reconocido en las más altas esferas sociales delinque,
generalmente ocasiona el escándalo temporal por su actitud ilícita, sin embargo
no se pone en bandeja de consideración que se afecta los intereses del
Estado, los propios intereses sociales, la lesión a la buena imagen que deben
proyectar éstas personas como pilares bases en pro de modelos a seguir por
parte de la juventud.
Una de las críticas a este concepto está dada porque su regulación y tipificación es
controlada de modo distinto y más ambivalente que la del crimen común. Se
considera que la indefinición puede tener que ver con un proceso de transición
y cambio social en el que el público no está listo para una criminalización más
directa de estas conductas.