La intervención es el elemento nuclear de todo proceso de enseñanza- aprendizaje, cualquier intervención parte de una evaluación previa, a la que sigue un entrenamiento estratégico que finaliza con una evaluación final, útil para contrastar la eficacia de todo el procedimiento desarrollado.
Dentro de la psicología, el término de intervención se utiliza para abarcar el
conjunto de actividades y operaciones por medio del cual el psicólogo trata de alternar y mejorar el curso de los sucesos del ser humano, ya que el psicólogo es agente de cambio (Diccionario Enciclopédico de Educación Especial, 1985). Intervenir implica un conjunto de actividades y procedimientos acordes con un diagnóstico, dentro de un proceso de proceso de promoción y fomento de la salud; prevención, diagnostico, tratamiento y rehabilitación de la salud (Molina y Saint, 2001). Adelman y Taylor (1994), definieron a la intervención como un proceso que es planeado, el cual produce resultados que pueden ser la eliminación o la transformación de algún problema o de las condiciones de los contextos de la persona o del ambiente o de ambos, y ésta debe estar fundamentada en aspectos filosóficos, teóricos, empíricos y/o legales.
Dentro de la intervención educativa es preciso identificar dos perspectivas
en la cual esta contenida, la social y la educativa.
Desde punto social, la sociedad ha sufrido cambios vertiginosos en sus
relaciones económicas, políticas y sociales; se aspira a un bienestar común y mejores formas de vida. En este sentido, la educación presenta un desbordamiento de lo formal hacia lo informal, se han roto los límites de edad en la atención de los sujetos, se habla con frecuencia de educación inicial y de educación permanente. “Como respuesta surgen en los países nuevas modalidades, diferentes destinatarios e inéditos espacios y agentes educativos, agrupados en lo que se llama Educación Social” (Ventosa, 1999, p.7).
Desde esta perspectiva, un espacio de intervención educativa es la
animación sociocultural, el cual se caracteriza por desarrollarse a través de una metodología participativa que genera procesos autoorganizativos individuales, grupales y comunitarios, orientados al desarrollo cultural y social de sus destinatarios. La intervención socioeducativa puede atender las modalidades cultural, social y educativa. Las áreas en que se puede incidir son: el tiempo libre; educación de adultos; educación especializada y la formación sociolaboral. Que incluyen ámbitos como la educación ambiental, para la salud, la paz, de adultos, permanente, compensatoria, para la tercera edad, para los medios de comunicación y el desarrollo comunitario.
Por otro lado se encuentra la perceptiva educativa, a diferencia de la social, se
circunscribe al ámbito escolar. Tiene como campo la atención tanto de problemas institucionales como de alumnos y maestros, ya sea en el plano de los aprendizajes o en las formas de enseñar contenidos específicos
Retomando las dos perceptivas se puede determinar a la intervención
educativa como un proceso de acción continuo y dinámico , de optimización y transformación social , dirigido a todas las personas , en todos los ámbitos, facetas y contextos a lo largo de todo el ciclo vital, que se desarrolla a través de una acción sistemática y contextualizada , cuidadosamente planificada y evaluada y con un carácter fundamentalmente social y educativo , cuya principal finalidad es la de mediar, interrelacionar y facilitar distintos procesos de dinamización social. En este sentido la intervención educativa es un proceso continuo y dinámico que se produce a lo largo del tiempo o ciclo vital, y no sólo en momentos de crisis; De optimización y transformación social porque incluyen todos los aspectos, dimensiones, matices, fases que intervienen en la adquisición de competencias, roles y funciones necesarias para dinamizar el cambio y el desarrollo integral del ser humano. Donde se dirige a todas las personas en una acción fundamentalmente grupal, colectiva, proactiva y anticipadora. Ya que tiene un carácter educativo y social su finalidad es la transformación y/o cambio de la realidad, para conseguir la autorrealización personal y dinamización social, donde debe aplicarse en distintos ámbitos: social, comunitario, familiar, laboral, profesional, empresarial. Finalmente la intervención de esta manera debe ser concebida en forma holística e integral y se presentan de manera compleja y dinámica porque: Debe proporcionar la capacidad interpretativa y la consiguiente toma de decisiones, ubicada en contextos y escenarios específicos. Se debe desempeñar de manera competente, la ética y los valores; el contexto y el hecho de que se hace posible y factible que un sujeto formado sea competente de diferentes maneras. Facilitar el desempeño en situaciones específicas, incorporando la idea de juicio crítico.
Dentro de esta perspectiva Beltrán (2000) identifica diez posibles áreas de
intervención educativa:
a) Apoyo psicopedagógico en la escuela
b) Intervención en ámbitos de integración a la escuela de minusválidos; c) Intervención en el ámbito de la creatividad y afectividad; d) Intervención en el ámbito de la inteligencia práctica; e) Intervención en el ámbito de la estructura cognitiva f) Intervención en el ámbito del aprendizaje; g) Intervención en el ámbito del lenguaje oral y escrito; h) Intervención en el ámbito de las matemáticas; i) Intervención en el ámbito de las ciencias sociales
De esta manera el objetivo de la intervención educativa es diseñar proyectos,
dirigidos a alumnos, docentes, padres de familia, empleados y empleadores, en los ámbitos escolar, familiar, social y laboral con la finalidad planificar planes, propuestas y proyectos de intervención pertinentes que contribuyan a solucionar problemáticas identificadas en el desarrollo personal, laboral y profesional (de los sujetos y las instituciones), con una actitud colaborativa, respetuosa y dinámica. Poner en práctica planes, programas, proyectos y propuestas participativas y comunitarias, con la finalidad de intervenir de manera sistematizada en aspectos de desarrollo personal, empresarial, en problemáticas del proceso enseñanza – aprendizaje y en integración a la escuela y hacia el trabajo con una actitud de respeto, de diálogo y colaboración. Finalmente evaluar el diseño e implementación de proyectos de carácter psicosocioeducacional y laboral en relación al proyecto curricular, la programación de la práctica educativa, el desarrollo real del currículo, la vinculación escuela sociedad, las políticas de capacitación para el trabajo en función de datos o informaciones , a partir de aplicar diversas estrategias y alternativas, con la finalidad de valorar las acciones que de su actuación pudieran generarse para la toma de decisiones frente a problemas concretos o prácticas con una actitud de objetividad, juicio crítico, colaboración y apertura. REFERENCIAS
Adelman, H. y Taylor, L. (1994). On Undersatnding Intervention in Psicology and
Education, 1 y 2. Wesport, Conn.: Prager Publishers Beltran, J. et al. (2000): Intervención psicopedagógica y currículum escolar. Madrid: Pirámide Diccionario de Educación Especial (1985). México: Santillana Molina, M. y Saint , B. (2001). Modelos de intervención asistencial, socieducativo y terapéutico en trabajo social. Costa Rica: Universidad de Costa Rica. Ventosa, V. (1999). Intervención socioeducativa. CCS, Madrid,