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04 Propiedades de Las Estructuras PDF
04 Propiedades de Las Estructuras PDF
PROPIEDADES
DE LAS
ESTRUCTURAS
Dr Ing Antonio Karzulovic
Julio 2006
10 4 10 3 10 2 10 1 10 0 10 -1
Persistencia de la estructura geológica, L ( m )
Karzulovic (2001)
Brown (1981)
Tabla 2.3
TIPOS DE ESTRUCTURAS GEOLÓGICAS SEGÚN SU GÉNESIS
Discontinuidades asociadas a grietas o fracturas en la roca, a lo largo de las cuales ha habido poco o
Juntas
J Diaclasas
ningún desplazamiento. En la práctica la denominación Junta o Diaclasa se aplica solo al caso de
discontinuidades repetitivas (a) y penetrativas (b).
Juntas, diaclasas u otro tipo de discontinuidades selladas con uno o más materiales de relleno (no
V Vetillas necesariamente más débiles que la roca de caja).
Planos de Discontinuidad presente en rocas metamórficas plegadas, que puede estar asociada a la estratificación de
FP Foliación la roca original, presencia de minerales laminares, u orientación preferencial de algunos minerales.
Planos de Planos de foliación en esquistos u otras rocas, asociados a la presencia de minerales planos, usualmente
SP Esquistosidad micas.
Discontinuidades definidas por cambios en uno o más factores (tamaño y/u orientación de los clastos,
Planos de
B Estratificación
mineralogía, química, etc.), durante la depositación de rocas estratificadas. Usualmente los planos de
estratificación son paralelos entre sí, incluso cuando han sufrido plegamientos.
Discontinuidad asociada a un plano de falla por corte que muestra claros signos de movimientos
F Fallas diferenciales en el macizo rocoso, en cualquiera de sus cajas. En la práctica se considera que la
estructura es una Falla solamente si el movimiento diferencial es mayor que 5 cm (c).
FZ Zona de Falla Zona donde ocurre un grupo de fallas paralelas, y poco espaciadas entre sí.
Zona asociada a una falla (o delimitada por dos fallas) que muestra en su interior bloques con
SZ Zona de Cizalle
desplazamientos relativos entre sí, pero no así fallas visibles.
(a) Discontinuidades REPETITIVAS son aquellas que aparecen numerosas veces en el tramo considerado.
(b) Discontinuidades PENETRATIVAS son aquellas que, en el tramo considerado, aparecen manteniendo el mismo patrón de
orientación y espaciamiento.
(c) Brown (2002) indica que Harries (2001) recomienda considerar un desplazamiento relativo igual o mayor que 0.01 m (1 cm) para
definir una discontinuidad geológica como falla; sin embargo, observaciones de terreno en el macizo rocoso primario de Mina El
Teniente hacen aconsejable aumentar este valor umbral a 0.05 m (5 cm), para facilitar el mapeo en terreno.
Stockwork que muestra principalmente vetillas TM de cuarzo, sin o con muy poco halo de
alteración (la distancia entre pernos es aprox. 1 m).
Karzulovic et al (2001)
Karzulovic et al (2001)
Karzulovic et al (2001)
CENTRO DE LA VETILLA
MATERIAL DE RELLENO
INTERFASE
RELLENO - ROCA DE CAJA
HALO DE ALTERACION
Tabla 2.4
DESCRIPCIÓN DEL ESPACIAMIENTO DE LAS ESTRUCTURAS
Tabla 2.5
DESCRIPCIÓN DE LA PERSISTENCIA DE LAS ESTRUCTURAS
Tabla 2.6
DESCRIPCIÓN DE LA APERTURA DE LAS ESTRUCTURAS
Tabla 2.7
DESCRIPCIÓN DE LA POTENCIA DE LAS VETILLAS Y ESTRUCTURAS CON RELLENO
Descripción
Clase Potencia Potencia Clase
Estructuras con Relleno Vetillas
P0 < 1 mm Pátina de material Vetilla muy fina < 1 mm V0
P1 1 a 5 mm Relleno de muy poco espesor Vetilla fina 1 a 2 mm V1
P2 5 a 10 mm Relleno de poco espesor Vetilla de espesor moderado 2 a 10 mm V2
P3 1 a 5 cm Relleno de espesor moderado Vetilla gruesa 5 a 10 mm V3
P4 5 a 10 cm Relleno ancho Vetilla muy gruesa 1 a 5 cm V4
P5 > 10 cm Potencia muy ancho Veta > 5 cm V5
Tabla 2.7
DESCRIPCIÓN DE LA GRANULOMETRÍA DEL MATERIAL DE RELLENO
Tabla 2.8
DESCRIPCIÓN DE LA CONDICIÓN DE HUMEDAD DE LAS ESTRUCTURAS
Estructura cerrada y seca. No parece posible que a través de El relleno se observa consolidado y seco. No parece posible el
I la misma circule agua. flujo de agua.
La estructura está húmeda pero no hay goteos ni otras señales Se observa un flujo continuo de agua (estimar el caudal). El
IV de agua libre. relleno puede mostrar señales de lavado.
Criterio de Mohr-Coulomb
Hoek & Bray (1981) indican que la resistencia al corte de estructuras lisas o no rugosas puede
evaluarse mediante el criterio de Mohr-Coulomb, considerando que la resistencia peak queda
dada por:
τmax = c j +
'
σ
n tan j φ
donde φj y cj corresponden al ángulo de fricción y la cohesión para la condición de resistencia
peak, y σ’n es el valor medio del esfuerzo normal efectivo actuante sobre el plano de la estructura.
En condición residual, o sea cuando se ha excedido la resistencia peak y han ocurrido
desplazamientos importantes en el plano de la estructura, la resistencia al corte queda dada por:
τ τ
CONDICION PEAK
AK
PE
Curva carga-deformación para un valor
dado del esfuerzo normal efectivo.
A
CI
EN
ST
CONDICION RESIDUAL
SI
RE
u
ID UAL
S
φj T E NCI
A RE
IS
RES
cj φ jres
cjres
σn
PROPIEDADES DE LAS ESTRUCTURAS 21
Dr Ing Antonio Karzulovic
Si bien las discusiones respecto al efecto de escala de los parámetros que definen la resistencia al
corte de las estructuras según el criterio de Mohr-Coulomb son limitadas, los antecedentes
disponibles permiten indicar que:
(a) Las determinaciones en laboratorio tienden a sobre-estimar el valor peak de la resistencia
al corte de las estructuras, especialmente en la cohesión.
(b) La resistencia peak de estructuras limpias y rocas de caja relativamente competentes, a
escalas de 10 a 30 m y en condición de muy bajo confinamiento (o sea la condición
predominante en los bancos de una mina a rajo abierto), queda definida por valores muy
bajo a nulos de la cohesión y ángulos de fricción en el rango de 45° a 60° (conforme con
los resultados de numerosos análisis retrospectivos de inestabilidades con control
estructural a nivel de bancos).
(c) En condición de bajo confinamiento y a escalas de 50 a 200 m, las estructuras con rellenos
arcillosos centimétricos presentan resistencias peak “típicas” caracterizadas por
cohesiones en el rango de 0 a 75 kPa, y ángulos de fricción en el rango de 18° a 25°.
(d) En condición de bajo confinamiento y a escalas de 25 a 50 m, las estructuras selladas con
rellenos no arcillosos presentan resistencias peak “típicas” caracterizadas por cohesiones
en el rango de 50 a 150 kPa, y ángulos de fricción en el rango de 25° a 35°.
Goodman (1976)
Hoek (1999)
Hoek (1999)
Rock specimen
Shear load
system
Failure plane (discontinuity)
Shear box
Low-friction system
Franklin & Dusseault (1989)
Goodman (1989)
Criterios No Lineales
Figura 3.11: Criterio bilineal propuesto por Patton para la resistencia al corte de discontinuidades
rugosas (tomada de ITGE (1987))
Criterio de Barton-Bandis
Barton (1971,1973) propuso un modelo no lineal empírico para la resistencia al corte de las
estructuras, sugiriendo que ésta podía determinarse con una precisión razonable si se consideraba
la resistencia en compresión uniaxial de la roca de caja, JCS. Posteriormente, Barton & Choubey
(1977) extendieron el criterio para incluir distintos grados de rugosidad en términos de un índice
de rugosidad de la estructura, JRC. Barton y sus colaboradores han continuado mejorando este
criterio, que actualmente se conoce como criterio de Barton-Bandis:
⎛ ⎛ JCS ⎞ ⎞
τ max = σ n tan⎜⎜ JRC lg ⎜⎜ ⎟⎟ + φb ⎟
⎟
⎝ ⎝ σn ⎠ ⎠
donde φ b es el ángulo de fricción básico de la roca de caja de la estructura (medido sobre un
plano liso de dicha roca), JRC es el coeficiente de rugosidad de la estructura, y JCS es la
resistencia en compresión uniaxial de la roca que forma la rugosidad de la estructura.
En general los valores de φb son cercanos a 30° y, como guía para una primera estimación, en
Tabla 2.9 se resumen valores típicos del ángulo de fricción básico para distintos tipos de roca. La
determinación del coeficiente de rugosidad de la estructura, JRC, suele hacerse mediante la com-
paración visual de la estructura con perfiles de rugosidad. También puede recurrirse a ensayos
simples de terreno, como los “tilt tests” y “pull tests” descritos por Bandis et al. (1981).
Tabla 2.9
VALORES TÍPICOS DEL ANGULO BÁSICO DE FRICCIÓN
(tomada de Barton (1973) y Barton & Choubey (1977))
Condición
Roca de Caja Seca Saturada
Angulo Básico de Fricción
Anfibolita 32°
Arenisca 26° a 35° 25° a 34°
Basalto 35° a 38° 31° a 36°
Caliza 31° a 37° 27° a 35°
Conglomerado 35°
Creta 30°
Esquisto 27°
Dolomita 31° a 37° 27° a 35°
Gneiss esquistoso 26° a 29° 23° a 26°
Granito Fino 31° a 35° 29° a 31°
Granito Grueso 31° a 35° 31° a 33°
Limonita 31° a 33° 27° a 31°
Pórfido 31°
Pizarra 25° a 30° 21°
Tabla 2.10
CARACTERIZACIÓN DE LA RUGOSIDAD DE LAS ESTRUCTURAS SEGÚN LAS RECOMENDACIONES DE LA ISRM
Escala
Clase Perfil Típico de Rugosidad de la Estructura JRC20 JRC100
Intermedia Menor
I Rugosa 20 11
II Escalonada Lisa 14 9
III Pulida 11 8
IV Rugosa 14 9
V Ondulosa Lisa 11 8
VI Pulida 7 6
10 0.5
8
1
0.8
0.5
AMPLITUD DE LAS ASPEREZAS (mm)
BORDE PLANO
0.3
0.2
LONGITUD DEL PERFIL (m)
0.1
0.1 0.2 0.3 0.5 0.8 1 2 3 5 8 10
Longitud del Perfil (m)
El valor del índice JCS pude suponerse igual a la resistencia en compresión uniaxial de la roca de
caja, UCS, si ésta se observa fresca o poco meteorizada, pero en el caso de estructuras que han
sufrido fuerte meteorización el valor de JCS puede llegar a ser incluso menor que el 25% de UCS.
Para evaluar el valor de JCS puede recurrirse al martillo Schmidt, utilizando los ábacos que
presentan Hoek & Bray (1981) o bien la correlación propuesta por Miller (1965):
Bandis (1980)
Bandis et al (1985)
Barton (1974)
55
50
ANGULO DE FRICCION (grados)
LA SALBANDA ARCILLOSA
45
SE HACE MUY IMPORTANTE
40
35
30
25
20
15
0.1 1 10 100 1000 10000 100000
EXTENSION DE LA DISCONTINUIDAD, L (m)
Efecto de escala en el valor peak del ángulo de fricción de estructuras de distinta extensión, conforme con lo
valores reseñados por Pusch (1997).
Respecto a la resistencia al corte de las estructuras geológicas hay un aspecto muy importante,
que usualmente es ignorado y dice relación con la forma en que se aplica la carga normal y/o se
restringe la dilatancia. De hecho, hay 3 posibilidades básicas:
Se aplica una carga normal constante y no hay restricción a la dilatancia. Este caso se puede
denominar “corte con carga normal constante”.
La restricción a la dilatancia queda definida por una rigidez normal constante, por lo que la
carga normal depende del desplazamiento tangencial al plano medio de la estructura pero la
razón carga-desplazamiento permanece constante. Este caso se puede denominar “corte con
rigidez normal constante”.
La carga normal aumenta de modo tal que se impide la dilatancia. Este caso se puede
denominar “corte sin dilatancia”.
Obviamente la resistencia al corte dependerá, especialmente en el caso de estructuras rugosas, de
la forma como se aplica la carga normal y/o se restringe la dilatancia. Esto se muestra en las
curvas de la figura siguiente, donde se tiene que:
Si una estructura rugosa se somete a un ensayo de corte con una carga normal muy baja (i.e.
sólo el peso propio del bloque que constituye la caja superior de la estructura), entonces:
→ No hay cambios en la condición inicial de la estructura (ni aumenta ni disminuye su
apertura, punto “0” en (a)).
→ La dilatancia ocurre sin restricción (Δv aumenta sin restricción al aumentar Δu, curva
σ = 0 en (b)).
→ La resistencia al corte es mínima, porque el poco confinamiento no permite
“aprovechar” la componente friccionante de la resistencia al corte de la estructura
(curva σ = 0 en (c)).
Por otra parte, si antes de aplicar el esfuerzo de corte se aplica un esfuerzo normal de
magnitud A, B, C o D (donde A < B < C < D), entonces:
→ Inicialmente se producirá inicialmente una disminución de la apertura media, igual a a,
b, c o d, respectivamente (donde a < b < c < d, como se muestra en (a)).
→ Si después de la aplicación del esfuerzo normal se aplica un esfuerzo de corte, se
producirá un desplazamiento tangencial, Δu, y un desplazamiento normal al plano de la
estructura, Δv, cuya razón dependerá de la rugosidad movilizada. Al incrementar el
esfuerzo de corte se incrementará Δu hasta alcanzar la resistencia peak de la
estructura, después de lo cual se producirá una disminución de resistencia al seguir
aumentando Δu. Esto permite obtener las curvas desplazamiento normal vs.
desplazamiento tangencial y esfuerzo de corte vs. desplazamiento tangencial para cada
valor del esfuerzo normal aplicado, como se muestra en (b) y (c).
→ En la medida que aumenta el esfuerzo normal la dilatancia disminuye, por efecto del
“cierre” inicial y, también, por el daño inducido a las asperezas de la roca de caja (que
se traduce en una disminución de la rugosidad y de la dilatancia).
→ En la medida que aumenta el esfuerzo normal aumenta la resistencia al corte, ya que se
“aprovecha más” la componente friccionante de ésta.
La resistencia efectivamente movilizada dependerá de las posibles restricciones a la dilatancia,
y puede definirse del conjunto de curvas. Así, por ejemplo:
→ Si el esfuerzo normal inicial es pequeño y existen condiciones tales que impiden la
dilatancia, entonces: cuando Δu = “1” se tendrá que σn = A (ver (b))
cuando Δu = “2” se tendrá que σn = B (ver (b))
y la variación de τ con Δu ocurrirá según el locus 0-1-2 (ver (c)).
→ Si el esfuerzo normal inicial es de magnitud A y existen condiciones tales que impiden la
dilatancia, entonces: cuando Δu = “0” se tendrá que σn = A (ver (b))
cuando Δu = “4” se tendrá que σn = B (ver (b))
cuando Δu = “5” se tendrá que σn = C (ver (b))
y la variación de τ con Δu ocurrirá según el locus 0-3-6 (ver (c)).
Lo recién expuesto demuestra el hecho que la resistencia al corte de las estructuras depende de la
trayectoria de esfuerzos, debido a la interacción que existe entre las deformaciones normales y
tangenciales, la dilatancia, el esfuerzo normal y el esfuerzo de corte. Esto es usualmente ignorado
al definir la resistencia al corte de una estructura, y los criterios de resistencia al corte antes
reseñados suponen que el esfuerzo normal permanece constante durante todo el proceso de
deformación por corte, incluso si la estructura es rugosa. Esta simplificación puede ser aceptable
en el caso de taludes, donde un bloque que desliza no tiene mayores restricciones a la dilatancia
del plano de deslizamiento, pero no necesariamente es aceptable en el caso de excavaciones
subterráneas donde si pueden existir restricciones a la dilatancia (especialmente si dos de las
caras del bloque potencialmente inestable son paralelas o cuasi-paralelas).
ΔV
Apertura
A B C D
(a) 0 σ
Cierre
b Vmc
c
d
σ=0
ΔV
σ=A
Apertura
(b) σ=B
1 2
0 ΔU
σ=C
3 4 5 6
a
Cierre
σ=D
b
c
d
τ
σ=D
Trayectoria 0, 3, 6
σ=C
(c) Trayectoria 0, 1, 2
σ=B
σ=A
σ=0
ΔU
Goodman (1989)
Comportamiento Carga-Deformacion
Bandis (1993)
Discusiones detalladas sobre la rigidez normal de las estructuras pueden encontrarse en los
trabajos de Goodman (1976), Bandis et al. (1983) y Priest (1993). En general puede señalarse lo
siguiente respecto a la rigidez normal, kN :
(a) Depende de la roca de caja, de la geometría de las cajas de la discontinuidad, de la forma
en que éstas están trabadas, del relleno que pudiera haber, de la condición inicial o antes
de aplicar un incremento de esfuerzo normal efectivo, de la magnitud de este incremento, y
del número de ciclos de carga.
(b) En general tiende a ser mayor en la medida que aumenta la competencia de la roca de caja
y/o del relleno (si lo hay).
(c) A igualdad de otras condiciones es mayor en el caso de discontinuidades con buen encaje
geométrico o bien trabadas que en el caso de discontinuidades con poco o ningún encaje
geométrico.
(d) Aumenta con el número de ciclos de carga, siendo este aumento aparentemente mayor en el
caso de estructuras con rocas de caja más competentes.
(e) Los valores citados en la literatura indican que puede variar entre 0.001 y 2000 GPa/m,
pero en general presenta valores menores que 10 GPa/m en el caso de estructuras con
rellenos blandos, valores de 10 a 50 GPa/m en el caso de estructuras con rocas de caja de
competencia media, y valores de 100 a 200 GPa/m en el caso de estructuras con rocas de
caja competentes.
En base a resultados experimentales, Bandis et al. (1983) proponen, para el caso de estructuras
con buen encaje geométrico, evaluar el valor inicial de la rigidez normal tangente, kNi,tan, mediante
la siguiente expresión:
⎛ JCS ⎞
k Ni , tan ≈ − 7.15 + 1.75JRC + 0.02⎜⎜ ⎟⎟
⎝ ei ⎠
donde kNi,tan se expresa en GPa/m (i.e. MPa/mm), JRC y JCS son los coeficientes del criterio de
resistencia de Barton-Bandis, y ei es la apertura inicial de la estructura, la cual puede evaluarse
como:
⎛ 0.04σ ci ⎞
ei ≈ JRC ⎜ − 0.02 ⎟
⎝ JCS ⎠
donde ei se expresa en mm, y σci y JCS se expresan en MPa. Para el caso de estructuras con mal
encaje geométrico Bandis et al. (1983) sugieren:
k Ni , tan
k Ni , tan,mal =
2.0 + 0.0004 × JRC × JCS × σ ci
Sin bien estas relaciones tienen numerosas limitaciones, son una de las pocas herramientas
prácticas para estimar la rigidez normal de las estructuras.
Hay ciertos casos sencillos donde es posible calcular la rigidez normal de las estructuras. Así, si se
conocen los módulos de deformabilidad de la roca intacta, Ei, y del macizo rocoso, Em, y el macizo
rocoso presenta un único sistema de estructuras, con espaciamiento medio s, entonces la rigidez
normal de las estructuras puede evaluarse como:
Ei E m
kN =
s (E i − E m )
Por otra parte, en el caso de estructuras lisas, con relleno y perfectamente selladas, la rigidez
normal puede evaluarse en función del módulo de deformabilidad del relleno, Efill, y la potencia de
éste, t, como:
E fill
kN =
t
Lo que permite estimar la rigidez normal de este tipo de estructuras como se indica en el ejemplo
de la figura siguiente, para el caso de rellenos de anhidrita y sulfuros. En lo que dice relación con
el efecto de escala en la rigidez normal de las estructuras, éste puede considerarse implícitamente
utilizando valores “escalados” de los parámetros JRC y JCS, y un valor “adecuado” de ei para
estimar la rigidez normal.
45
Relleno de Anhidrita
Relleno de Calcopirita
40
35
25
20
15
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Potencia Media del Relleno (mm)
Discusiones detalladas sobre la rigidez tangencial de las estructuras pueden encontrarse en los
trabajos de Goodman (1976), Bandis et al. (1983) y Priest (1993). En general puede señalarse lo
siguiente respecto a la rigidez tangencial, kS :
(a) Depende de la roca de caja, de la geometría de las cajas, de la forma en que éstas están
trabadas, del relleno que pudiera haber, de la magnitud del esfuerzo normal efectivo, y de
la traza o extensión de la estructura.
(b) En general tiende a ser mayor en la medida que aumenta la competencia de la roca de caja
y/o del relleno (si lo hay).
(c) A igualdad de otras condiciones sería mayor en el caso de discontinuidades con buen
encaje geométrico, o bien trabadas, que en el caso de discontinuidades con poco o ningún
encaje geométrico, o mal trabadas.
(d) Los valores citados en la literatura indican que su valor secante en condición peak puede
variar entre 0.01 y 50 GPa/m; pero en general presenta valores menores que 1 GPa/m, en
estructuras con rellenos blandos, valores no mayores a 10 GPa/m, en estructuras con rocas
de caja de competencia media, y valores de hasta 50 GPa/m solo en estructuras trabadas en
roca competente.
Si se considera una estructura con relleno como una especie de “estrato” dentro del macizo
rocoso (lo que podría corresponder al caso de vetillas selladas y lisas) y se supone
comportamiento elástico, puede demostrarse que existe una relación entre kN y kS (Duncan &
Goodman (1968)):
kN
kS =
2(1 + υ fill )
donde νfill es la razón de Poisson del material de relleno. Si el material de relleno es isótropo νfill
debe tener un valor entre 0.0 y 0.5, por lo que kS debería variar entre 0.33 y 0.50 veces la
magnitud de kN. Esto se ilustra en la figura siguiente para el caso de estructuras con rellenos de
anhidrita o calcopirita.
Si se considera la razón entre el valor peak de la resistencia al corte y el desplazamiento requerido
para alcanzarlo, Δupeak, se obtiene el valor peak de la rigidez tangencial de la estructura
(Goodman (1970)):
σ n tan φ j
k S , peak =
Δu peak
45
Relleno de Anhidrita
kN
kS
40
Relleno de Calcopirita
kN
30
25
20
15
10
0
2 3 4 5 6 7 8 9
1 10
Potencia Media del Relleno (mm)
Por otra parte, Clough & Duncan (1969) ajustan una relación de tipo hiperbólico para el valor
tangente de la rigidez al corte:
⎛ τ Rf ⎞
k S , tan = k Si , tan ⎜1 − ⎟
⎜ c j + σ n tan φ j ⎟
⎝ ⎠
donde kS,tan es el valor tangente de la rigidez al corte para un esfuerzo de corte τ, kSi,tan es al valor
tangente de la rigidez al corte al inicio de la curva carga-deformación, Rf es la llamada razón de
falla y corresponde a la razón entre el valor peak de la resistencia al corte, τmax , y el valor último
o residual de ésta, τult . Clough & Duncan (1969) sugieren evaluar kSi,tan como:
nj
⎛σ ⎞
k Si , tan = k j γ w ⎜⎜ n ⎟⎟
⎝ pa ⎠
donde kj se denomina número o constante de rigidez, γw es el peso unitario del agua, σn es el
esfuerzo normal efectivo actuante sobre la estructura, pa es la presión atmosférica, y nj se
denomina exponente de rigidez. Kulhawy (1975) presenta valores de la rigidez al corte e indica
que es frecuente encontrar una condición de “fluencia” antes de alcanzar la condición peak, por
lo que considera distintos valores de la rigidez al corte: kS,yield, correspondiente a la condición de
“fluencia”, y kS,peak, correspondiente a la condición peak. Además, reseña algunos valores de nj
que varían en el rango de 0.2 a 0.4.
Barton & Choubey (1977) encontraron que típicamente la deformación que se requería para
movilizar la resistencia peak al corte, Δupeak, era del orden del 1% de la longitud de la
discontinuidad en la dirección de corte, L. Esto les permitió proponer una expresión para el valor
secante de la rigidez al corte en la condición de resistencia peak.
Estudios posteriores de Bandis et al. (1981,83) y Barton et al. (1983) permiten mejorar esta
expresión. En base a esto y considerando la evidencia que se muestra en la figura siguiente,
Barton (1990) propone la siguiente expresión:
⎛ ⎛ JCS ⎞ ⎞
σ n tan ⎜⎜ φb + JRC lg⎜⎜ ⎟⎟ ⎟
⎟
⎝ σ
⎝ n ⎠⎠
k S , peak = 0.33
L ⎛ JRC ⎞
⎜ ⎟
500 ⎝ L ⎠
donde φ b es el ángulo de fricción básico de la roca de caja de la estructura, JRC es el índice de
rugosidad de la estructura, JCS es la resistencia en compresión uniaxial de la roca que forma la
rugosidad de la estructura, σn es el esfuerzo normal efectivo actuante sobre la estructura, L es la
traza o longitud de la estructura en metros, y kS es el valor secante de la rigidez al corte medida en
la condición peak. Los valores de JCS y JRC deben ser estimados teniendo en cuenta la extensión
de la estructura. Respecto a la estimación de kS, Barton (1990) indica que:
La aplicación de esta ecuación a estructuras con L el rango de 0.1 a 10 m indica que se
produciría una disminución de la pendiente de la curva kS vs L en la medida que aumenta L.
El uso de esta ecuación en fallas geológicas mayores resulta en valores cuasi-residuales del
coeficiente de rugosidad (i.e. JRC ≈ 1°) y en valores del coeficiente JCS equivalentes a la
resistencia uniaxial de arcillas sobre-consolidadas (i.e. JCS = 1 a 10 MPa).
Esta ecuación no debe aplicarse a estructuras con rellenos arcillosos; ya que si la potencia del
relleno es tal que excede la amplitud máxima de la rugosidad, la rigidez de corte tiende a
variar menos con la magnitud del esfuerzo efectivo y muestra un mucho menor efecto de escala.
Un problema práctico de importancia dice relación con la definición de L para las
discontinuidades in situ, ya que éstas pueden presentar distintas trazas y los valores de
laboratorio NO son aplicables, a menos que los mismos se escalen adecuadamente.
Barton (1982)
FIN