La indiferencia es una forma
de pereza, y la pereza es
uno de los síntomas del
desamor. Nadie es haragán
ACADEMIA LIBRE
Boletín N° 269. Del 24 de noviembre al 7 de diciembre de 2018.
EDITORIAL
De actores del debate académico a resortes de la propaganda empresarial
“Si continuamos como hasta ahora, finalmente
tendremos un Ministerio de Ciencia y Tecnología que
administrará lo mismo que tenemos hoy; habrá un
montón de conocimiento especializado, pero en revistas
de pago que no tienen impacto en nuestra realidad local
y cotidiana; abundante tecnología muy rentable, pero
incapaz de resolver los problemas de nuestra sociedad”
(ciper.cl, 18 de julio de 2017). Con estas palabras, los
bioquímicos Andrea Poch Plá y Felipe Villanelo Lizana
advertían hace más de un año no solo sobre las
consecuencias del actual modelo de investigación
dirigido al mercado, sino también respecto de la
subvención estatal que recibe el proceso de
privatización del conocimiento. Con miras a ilustrar la
situación, aludieron al desastre relativo a la marea roja
en el sur del país y a la medida adoptada por la
autoridad desde el ámbito científico: la reactivación de
un concurso discontinuado de Conicyt que financiaba
el 70% de un proyecto de dos años, destinado a indagar
específicamente ese problema y orientado “a la
creación de productos o servicios comerciales”. En
opinión de ambos, tal iniciativa “demuestra de cuerpo
entero las lógicas neoliberales del fianciamiento a la
investigación: definición por competencia, proyectos
cortos sin proyección y mercados como foco de la
tecnología”. Desde luego, el conocimiento no es neutro
y la historia da cuenta, por ejemplo, de grandes
pensadores justificando la esclavitud. Pero una cosa es
discrepar profundamente sobre un modelo de sociedad
y otra muy distinta es vestir cualquier conducta con
ropaje académico. Se puede estar de acuerdo o no con
Giordano Bruno o con Hegel, pero no subordinaron sus
puntos de vista al parecer de unos tutores. Nada más
alejado de lo que ocurre hoy en el país, donde la
docencia y la investigación comenzaron a transitar hace
mucho desde la ya cuestionable condición de
funcionarias de una entidad a la de funcionales a la
institucionalidad. En esa línea, por ejemplo, ese
PÁGINAS CON HISTORIA
Juana Inés de la Cruz: cartas en defensa del derecho de la mujer a estudiar y enseñar
En 1685 se publica en México el Sermón del
mandato, pronunciado por el sacerdote Antonio Vieira
en el contexto de una retórica religiosa que intentaba
discernir cuál había sido la mayor fineza “en el amor de
Cristo”. En manos de Juana Inés de la Cruz, el
documento despertó críticas que fueron escuchadas por
el obispo Manuel Fernández, quien, enemistado con el
arzobispo Aguiar y Seijas —admirador de Vieira—, ve
en ello una oportunidad para cuestionarlo
indirectamente, por lo que solicita a la religiosa escribir
para él una carta con sus argumentos. En 1690 el obispo
divulga este texto, bajo el título de Carta atenagórica.
En esta, Juana critica el sermón por contradecir a
Agustín, a Tomás y a Crisóstomo; sin embargo, se alza
por sobre este discurso teológico para elaborar, entre
líneas, su propia defensa: “mi asunto es defender las
razones de los tres santos padres. Mal dije. Mi asunto es
Academia Libre es una comunidad autónoma y democrática que promueve una educación pública, gratuita y de excelencia. A través de la docencia, la investigación y la extensión, la universidad se propone
instalar el conocimiento en la perspectiva del proceso social. Búscanos en nuestra sede (Almirante Simpson 7) y en Facebook.
Rector: David Hevia. Vicerrector académico: Christian Castro. Vicerrectora de Docencia: Macarena Castro. Vicerrector de Investigación: Sebastián Rademacher. Vicerrectora de Extensión: Sofía Sánchez.
con lo que ama.
ALDOUS HUXLEY
proceso cerró su ciclo con la emblemática advertencia
del rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio
Sánchez, quien anunció que expulsará a los facultativos
que practiquen abortos en sus pacientes, porque,
argumentó, “lo importante es la representatividad que
ellos tienen o no de nuestra institución” (emol.com, 29
de agosto de 2017). En buen castellano, las
universidades ya no son centros de discusión, porque
sus integrantes no están llamados a discrepar, sino a ser
repetidores de la opinión del rector, aunque el 76% de
sus estudiantes haya votado condenando la prohibición
que pesa sobre los médicos del plantel para interrumpir
un embarazo (elmostrador.cl, 15 de septiembre de
2017). Es un síntoma más en una sociedad en la cual el
único día en que algún académico discrepa
abiertamente de la línea oficial de su campus es cuando
postula a ser rector. El escenario, cruzado por el
marginal presupuesto público destinado en general al
sector, muestra cómo, en apenas un par de años, un
científico distinguido con el Premio Nacional, como
Mario Hamuy, puede cambiar tres veces de opinión
sobre ese mismo tema en dos años, según esté o no
ejerciendo como autoridad gubernamental, pasando, de
hecho, en solo seis meses, de afirmar con entusiasmo
que “nunca antes la ciencia había llegado tan lejos en la
arena política” (El Mercurio, 12 de abril de 2018), a
descubrir que “hay un desinterés por parte del gobierno
para implementar el Ministerio de Ciencia” (El para enseñarnos un asunto de cuya existencia la
Mercurio, 31 de octubre de 2018). Como siempre todo Psicología y la Biología nada saben, pero que a cambio
puede ser peor, en la asignatura de ductilidad no está de dinero por concepto de matrícula y arancel pretende
solo, pues Humberto Maturana, también científico y cubrise con atuendos académicos: “La nueva
ganador del Premio Nacional, acaba de pasar, en el conciencia empresarial”. Y nótese: “La nueva”. O sea,
mismo período de dos años, de declarar con ya hubo otra, pero de la que tampoco tuvimos idea
indignación que “no tengo nada que ver con el alguna, seguramente porque estábamos demasiado
coaching” (Revista Capital, 21 de enero de 2016), a sumidos en la nostalgia de recordar los tiempos en que
convertirse (La Tercera, 10 de noviembre de 2018) en la vida académica en algo se relacionaba con el debate.
rostro de una firma privada desde la que ofrece sus (En la fotografía, el teórico de “La nueva conciencia
dotes de instructor, junto a otros “grandes speakers” empresarial”).
defenderme con las razones de los tres santos padres” enseñanza: “¡Oh cuántos daños se excusaran en nuestra
(Juana Inés de la Cruz, en: Mirla Alcibíades. Polémica, república si las ancianas fueran doctas como Leta, y que
2004). Junto a esta carta aparece, además, otra misiva a supieran enseñar como manda san Pablo y mi padre san
modo de prólogo: Carta de sor Filotea de la Cruz. En Jerónimo!”. Asimismo, a través de una extensa lista,
ella, una inexistente monja Filotea (fue un secreto a visibiliza a mujeres que en otras épocas defendieron el
voces que dicho nombre escondía, en realidad, el del mismo derecho: “Veo una sapientísima reina de Saba,
obispo Fernández) se dirige a Juana para reprocharle su tan docta que se atreve a tentar con enigmas la sabiduría
dedicación al estudio de obras profanas, aclarándole del mayor de los sabios, sin ser por ello reprendida,
que, si bien la mujer puede dedicarse al estudio de las antes por ello será juez de los incrédulos (…) [Veo] A
Letras, no puede enseñarlas, sino solo entregarse como una Aspasia Milesia que enseñó filosofía y retórica y
sierva al conocimiento: “letras que engendran elación, fue maestra del filósofo Pericles”. En provecho de estos
no las quiere Dios en la mujer; pero no las reprueba el ejemplos defiende el estudiar, escribir y enseñar para
apóstol cuando no sacan a la mujer del estado de quienes “tuvieren el talento y requisitos necesarios para
obediente”. Finalmente, en 1691 Juana publica su tan sagrado empleo. Y esto es tan justo que no sólo a las
Respuesta de la poetisa a la muy ilustre sor Filotea de mujeres, que por tan ineptas están tenidas, sino a los
la Cruz, carta de carácter autobiográfico en que hombres, que con sólo serlo piensan que son sabios”.
defiende el derecho de las mujeres al estudio y