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LA EMPRESA.

1.1. CONCEPTO DE EMPRESA.

La empresa es un sistema en el que se coordinan factores de producción,

financiación y marketing para obtener sus fines.

De esta definición se deducen las principales características de toda empresa:

1. La empresa es un conjunto de factores de producción, entendiendo como tales


los elementos necesarios para producir (bienes naturales o semielaborados,
factor trabajo, maquinaria y otros bienes de capital); factores mercadotécnicos,
pues los productos no se venden por sí mismos, y factores financieros, pues,
para realizar las otras tareas, es preciso efectuar inversiones y éstas han de ser
financiadas de algún modo.

2. Toda empresa tiene fines u objetivos, que constituyen la propia razón de su


existencia.

3. Los distintos factores que integran la empresa se encuentran coordinados para


alcanzar sus fines. Sin esa coordinación la empresa no existiría; se trataría de
un mero grupo de elementos sin conexión entre sí y, por tanto, incapaces de
alcanzar objetivo alguno. Esa coordinación hacia un fin la realiza otro factor
empresarial que es la administración o dirección de la empresa. El factor directivo
planifica la consecución de los objetivos, organiza los factores, se encarga de
que las decisiones se ejecuten y controla las posibles desviaciones entre los
resultados obtenidos y los deseados. En definitiva, este factor se encarga de unir
los esfuerzos para conseguir los objetivos globales del sistema empresarial.

4. La empresa es un sistema. Un sistema es un conjunto de elementos o


subsistemas, interrelacionados entre sí y con el sistema global, que trata de
alcanzar ciertos objetivos. Por consiguiente, de lo reseñado anteriormente se
deduce la evidencia de que la empresa es un sistema.

1.2. ELEMENTOS Y PARTES DE LA EMPRESA.

La empresa está compuesta por un conjunto de elementos relacionados entre si


que persiguen unos objetivos comunes. Por esta razón, resulta conveniente
hacer una clasificación y análisis de los mismos. En principio y dependiendo del
papel que estos elementos desempeñan en el proceso de transformación de
valor que lleva a cabo la empresa para el logro de sus metas, el profesor Bueno
Campos distingue entre factores pasivos o bienes económicos, y los factores
activos o las personas.

Los factores pasivos representan los recursos económicos clásicos (tierra y


capital), sujetos a la característica de la escasez o de su disposición limitada.
Estos factores se pueden clasificar en:

- Capital financiero o recursos financieros líquidos.

- Capital técnico.

· Tangible:

 Inversiones técnicas o bienes de equipo e informáticos.


 Materiales y mercancías (Productos elaborados, componentes, etc).

· Intangible:

 Tecnología y software informático.

Como capital financiero citaremos todos aquellos recursos o medios líquidos con
que cuenta la empresa para abordar todas las inversiones necesarias para su
normal funcionamiento.

Dentro del capital técnico, integrado por todos aquellos elementos en los que se
ha materializado el capital financiero de la empresa, distinguimos entre tangible
e intangible siendo el elemento distintivo de pertenencia a uno u otro grupo para
los elementos, la materialidad o inmaterialidad de los mismos.
Consecuentemente, dentro del tangible se incluyen elementos como las
máquinas, materias primas, mobiliario, etc y en el intangible, como vimos en la
anterior clasificación, la tecnología, el software, etc,.

Los factores activos, también denominados recursos humanos o fuerza de


trabajo,se pueden clasificar atendiendo a la diversidad de intereses, puestos y
relaciones que los mismos tienen, desarrollan y mantienen con la empresa. Así
distinguimos entre:

 Propietarios del capital de la empresa:


Con ánimo de control.
Simples inversores financieros.
 Empleados o trabajadores.
 Directivos o administradores.

La distinción entre propietarios con ánimo de control o simples inversores


financieros surge por la existencia de las denominadas sociedades capitalistas
de las que son propietarios todas aquellas personas que suscriben
participaciones, acciones (dependiendo del tipo societario), y que no
necesariamente tiene porqué estar interesadas en el control o en la gestión de
la empresa, siendo su inversión de carácter especulativo.

Para terminar, mencionar que en toda empresa u organización además existen


un conjunto de relaciones de autoridad, de comunicación y de coordinación de
gran relevancia puesto que vertebran y dan cohesión a toda la organización.

Un paso importante para seguir profundizando en la descripción de la empresa


sería determinar e identificar las diferentes partes o subsistemas de la misma.
Esta identificación nos va a permitir una mejor comprensión de su
funcionamiento. En la práctica dista de haber unanimidad a la hora de identificar
cuáles son los subsistemas más relevantes, por lo que existen numerosas
clasificaciones.

Según Cuervo, atendiendo a las diferentes áreas funcionales en que se divide


el estudio de la empresa, podríamos dividirla en tres subsistemas: real, financiero
y directivo. El subsistema real comprende las funciones de aprovisionamiento,
producción y comercialización de los productos y servicios obtenidos. Estas
funciones se corresponden básicamente con todas las operaciones que suponen
una transformación real de los factores productivos y concluyen con la
distribución del producto y el servicio postventa a los clientes de la empresa.

El subsistema financiero, en estrecha interdependencia con el subsistema real,


se encarga de la adaptación, administración y control de los medios financieros
con que cuenta la empresa, este sistema aporta criterios para la valoración de la
rentabilidad de los proyectos y el coste de las diferentes fuentes de financiación.
El subsistema directivo tiene como misión la toma de decisiones tendente a
asegurar el logro de los objetivos del sistema mediante la configuración y control
de una organización capaz de adaptarse al sistema de orden superior en el que
está inmersa.

1.3. CLASES DE EMPRESAS.

Existen una gran multitud de empresas y aunque comparten todas ellas los
rasgos generales que hemos utilizado para definir el concepto de empresa, sin
embargo, unas son muy diferentes de otras. Así, no es lo mismo la farmacia de
nuestro barrio que Telefónica o el Corte Inglés.

Puesto que las diferencias son tan grandes, es difícil establecer un sólo criterio
de clasificación, y por ello se utilizan varios. Entre ellos destacaremos:

1.- Según la naturaleza de la actividad económica que desarrolla se dividen en:

 Empresas del sector primario: como las agrícolas, ganaderas y


pesqueras. Estas tratan de situar los recursos de la naturaleza en
disposición de ser utilizados. De este tipo de empresas se excluyen las
mineras.
 Empresas del sector secundario o transformadores, desarrollar una
actividad productiva en sentido estricto, es decir existe una transformación
de inputs en outputs. Agrupa a las empresas en mineras, industriales y de
construcción.
 Empresas del sector terciario, constituye el colectivo más heterogéneo,
comprende actividades tan diversas como: lavanderías, tintorerías,
peluquerías, reparaciones, empresas de transporte, empresas de
comunicaciones, empresas comerciales, empresas de hostelería, turismo
y espectáculos, financieras, información y medios de comunicación social,
asesoramiento y de asistencia especializada y profesional, empresas
hospitalarias y de servicios sanitarios, enseñanza etc.

2.- Según su dimensión o tamaño, se distingue tradicionalmente entre empresas


grandes, medianas y pequeñas. Esta clasificación se puede hacer en función de
los recursos propios, el número de empleados, el volumen de ventas, etc.
3.- Según su ámbito de actuación hablaremos de empresas locales, regionales,
nacionales y transnacionales o multinacionales.

4.- Dependiendo de quién posea los medios de producción o el capital de la


empresa se dividen:

· Empresas Privadas. Cuyo capital es propiedad de particulares, bien personas


individuales o bien jurídicas según regula el derecho empresarial.

· Empresas Públicas. Cuyo capital es propiedad total del estado o siendo parcial
su influencia en el sistema directivo es importante

5.- Según su forma jurídica, se distingue entre:

· Empresas individuales.

· Empresas societarias.

1.3.1. Empresas Individuales

En las empresas individuales existe un único propietario. El Código de Comercio


lo denomina Empresario o comerciante individual. Se caracteriza porque asume
todas las decisiones y tiene una responsabilidad ilimitada o lo que es lo mismo
responde con todos sus bienes presentes y futuros frente a terceros.

La empresa individual tiene una serie de ventajas, derivadas de sus


características; el empresario tiene autonomía para regir como quiera su
negocio, y recibe la totalidad del beneficio. Además son empresas que gozan de
una gran flexibilidad, es decir, se adaptan con facilidad a todos los cambios
impuestos por el empresario individual.

Presenta también una serie de dificultades:

 El empresario sufre una gran concentración de riesgos, ya que todos sus


bienes están afectos a la empresa.
 Son entidades muy dependientes del talante de su fundador, por lo que
muchas veces no le sobreviven. Así, requiere que se den en una sóla
persona física: conocimientos, patrimonio y aceptación del riesgo.
 Tiene dificultades para obtener financiación, y en consecuencia para
crecer y aprovechar oportunidades rentables de inversión. Y ello debido
a que los recursos financieros son aportados por el empresario o se
obtienen en el mercado financiero. Pero este empresario en la mayoría
de los casos tiene unas posibilidades económicas limitadas y por tanto la
garantía que puede ofrecer este tipo de empresas es escasa. Por tanto
sus posibilidades de emprender ambiciosos proyectos de inversión son
también limitadas.

Este tipo de organización predomina en aquellos sectores económicos en los


que existe una tecnología que no exige grandes sumas de capital, ni
conocimientos muy complejos. Se da más en sectores como: la agricultura
minifundista, algunas empresas de servicios y algunas ramas industriales como
la textil (confección de prendas de vestir), donde proliferan las empresas con un
número reducido de empleados. Sin embargo, cuando ya nos centramos en otros
sectores más representativos de la industria moderna, como por ejemplo, la
producción de automóviles, se observa que las empresas adoptan una forma
jurídica diferente casi siempre una sociedad anónima y ello porque cuando los
negocios crecen y aumentan la complejidad, se requiere un mayor volumen de
recursos que es difícil que aporte una persona individual en concreto.

1.3.2. Empresas privadas en forma de sociedad

La insuficiencia, a veces, de medios económicos para acometer una empresa, la


responsabilidad universal que para el empresario proclama el artículo 1.911 del
Código Civil en el sentido de que el deudor responde del cumplimiento de sus
obligaciones con todos sus bienes presentes y futuros, ha hecho que el
empresario social sea el más frecuente, máxime en las sociedades capitalistas
en las que la responsabilidad de los socios queda limitada a los términos de su
aportación pero no con sus bienes personales.

Una sociedad mercantil surge cuando dos o más personas se obligan a poner
en común dinero, bienes o industria para obtener lucro mediante actividades
mercantiles. Por tanto en principio se requieren dos o más personas para el
contrato de sociedad.

Para la constitución de las sociedades se deben seguir una serie de requisitos


como por ejemplo que un notario refrende la escritura de constitución e inscribir
a la sociedad en el Registro Mercantil. Una vez constituida la sociedad mercantil,
la compañía tendrá personalidad jurídica en todos sus actos y contratos. Vamos
a analizar a continuación los rasgos más destacados de algunas formas
societarias.

1.3.2.1. Sociedades personalistas

- La Sociedad Colectiva, tiene carácter personalista (en cuanto que tiene en


cuenta la personalidad del socio, es decir, selecciona a los socios, así la entrada
de un nuevo socio o la transmisión de tal condición, requiere el consentimiento
de todos los socios) se funda en base a vínculos de mutua confianza personal
entre los asociados. El capital de la sociedad está formado por las aportaciones
de los socios. Estas aportaciones pueden consistir en dinero, bienes o trabajo
(industria). El número mínimo de socios para fundarla es de dos.

1.3.2.2. Sociedades mixtas

- La Sociedad Comanditaria, es también de carácter personalista, aunque en


grado inferior a la colectiva. Se diferencia de esta en que al lado de unos socios
colectivos (responsables con todo su patrimonio) existen otros denominados
comanditarios, en los que su responsabilidad se limita a su aportacion. Al ser
mayor la responsabilidad de los socios colectivos sobre ellos recaen las
principales funciones gestoras de la sociedad. El número mínimo para fundarla
es de dos por lo que debe existir como mínimo un socio comanditario y otro
colectivo.

Existe también una variedad de Sociedad Comanditaria en donde el


capitalcomanditario está dividido y representado por acciones. La
responsablidad de los socios colectivos es ilimitada y la de los comanditarios se
limita a su aportación. Debe existir al menos un socio colectivo. La gestión de
este tipo de sociedad puede corrosponder a los socios colectivos o a los
comanditarios, si algún socio comanditario es el administrador de la sociedad
mientras tanto responderá ilimitadamente pasando en ese período a ser un socio
colectivo.

1.3.2.3. Sociedades capitalistas


La Sociedad de Responsabilidad Limitada, se caracteriza por tener su capital
dividido en participaciones iguales acumulables (que no pueden llamarse
acciones). Los socios no responderán personalmente de las deudas sociales (se
limita su responsabilidad a su aportación). Capital mínimo para fundarla 3.000
euros, que debe estar suscrito y desembolsado en el momento fundacional.
Tiene carácter tanto personalista como capitalista, aunque tradicionalmente se
la ha considerado como capitalista. Así demuestra su carácter personalista en
cuanto a la transmisión de las participaciones. Cabe la posibilidad de fundar una
sociedad limitada con un solo socio a tenor de la Duodécima Directiva
Comunitaria de 21 de Diciembre de 1989 (Directiva 89/667). En nuestro derecho
en el tema de las sociedades capitalistas unipersonales hay que recordar que la
Resolución de 21 de Junio de 1990 admite esas sociedades.

La Sociedad Anónima es el prototipo de la sociedad capitalista y es la


constitución clásica de las grandes empresas. Son sociedades capitalistas, no
interesa la identidad del socio. El capital de la sociedad suscrito totalmente en el
momento de su fundación y desembolsado al menos en un 25%, está dividido
en porciones, fácilmente transferibles de un socio a otro y que acreditan su
condición de socio. La sociedad por acciones no sólo limita el riesgo de los
accionistas a la pérdida del valor de su inversión sino que permite repartir el
riesgo del negocio entre un elevado número de socios.

RELACIONES LABORALES

Las relaciones laborales son los vínculos que se establecen en el ámbito


del trabajo. Por lo general, hacen referencia a las relaciones entre el trabajo y el
capital en el marco del proceso productivo.

En las sociedades modernas, las relaciones laborales se encuentran reguladas


por un contrato de trabajo, que estipula los derechos y obligaciones de ambas
partes. Por ejemplo, el contrato laboral señala que un trabajador accederá a una
indemnización si es despedido sin causa justa.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que las relaciones laborales pueden
ser individuales o colectivas. Las relaciones laborales individuales son las que
un trabajador aislado establece con su empleador o su representante de forma
directa. En cambio, las relaciones laborales colectivas son las que establece un
sindicato en representación de los trabajadores con una empresa u organización
patronal.
Las relaciones colectivas surgen para minimizar la situación de dependencia y
subordinación entre el trabajador y el empleador. El sindicatotiene más poder
para imponer sus condiciones y conseguir una relación laboral justa y equitativa.
Las relaciones entre organizaciones de empleadores y de trabajadores, entre si
o con el Estado como intermediario, se conocen como diálogo social. Estas
relaciones laborales se basan en el principio del tripartismo, que supone que las
cuestiones más importantes vinculadas con el empleo deben resolverse entre
las tres partes principales implicadas: el Estado, el capital y el trabajo.

Como en todos los tipos de relaciones interpersonales, existen diversos puntos


de conflicto que entorpecen el funcionamiento de las empresas. Sin lugar a
dudas, la paga representa uno de los temas más delicados a tratar entre un
empleador y sus empleados. Es importante que la remuneración sea una justa
compensación por el trabajo realizado, y esto es algo que normalmente no
ocurre.

Por un lado, muchos trabajadores se escudan en la falta de oportunidades


laborales para no exigir que se cumplan sus derechos, por miedo a ser
despedidos. Por el otro, muchos empleadores se aprovechan de esta situación
para explotar a sus empleados. Si bien, a simple vista, en este cuadro los jefes
parecen seres injustos y desconsiderados, para conseguir un cambio es
necesario modificar el comportamiento de las personas que aceptan un salario
inferior al que merecen.

El derecho a las vacaciones y a días libres por asuntos propios suele ser el
centro de muchas discusiones en las empresas, y su incumplimiento ocasiona
un profundo descontento y una falta de apego al trabajo, lo cual resulta en una
guerra silenciosa que, como en cualquier guerra, no beneficia a nadie. Si ante la
falta de respeto se responde de la misma forma, la imagen de una compañía se
empaña de situaciones tales como el desgano a la hora de atender al público,
robos de materiales por parte de los empleados y tareas mal acabadas.

En los últimos años, algunas empresas han adoptado un modelo de trabajo


conocido como “jerarquía horizontal”. Básicamente, consiste en dar a los
empleados la sensación de no estar por debajo de sus jefes, que es lo que ocurre
en las organizaciones tradicionales. No se trata de alterar el organigrama, ni de
dar la misma cantidad de poder a todos los integrantes, sino de valerse de
herramientas tales como el diálogo para mejorar la experiencia general y, por
ende, el rendimiento de la compañía. Otros recursos comunes son permitir que
cada uno vista a su gusto, ubicar todas las oficinas al mismo nivel y utilizar
paredes traslúcidas para eliminar la idea de que los empleadores son seres
superiores e inaccesibles.

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