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Enfermedades Durante La Cría Canina PDF
Enfermedades Durante La Cría Canina PDF
Síntomas
Definición
La compresión de los vasos sanguíneos umbilicales durante el paso a través del canal del parto
ocasiona una hipoxia fisiológica en el cachorro (aumento de la presión parcial de CO2 [pCO2]), que
provoca el primer movimiento inspiratorio. En caso de desprendimiento placentario (por
traumatismo o administración prematura de oxitocina), distocia o atonía uterina primaria o
secundaria puede producirse anoxia intrauterina.
Causas
- Distocia.
- Parto prolongado (atonía uterina, primaria o debida a un obstáculo).
- Aspiración de líquido amniótico (sobre todo en caso de presentación posterior y cuando la madre
libera mal al cachorro de los anejos fetales).
- Falta de estimulación torácica y cutánea.
- Hipotensión materna (anestesia prolongada o posición en decúbito dorsal).
- Presentación posterior.
- Desprendimiento placentario prematuro, accidental o yatrogénico (oxitocina).
- Enrollamiento del cordón umbilical
- Prematuro (cesárea precoz).
- Enfermedad de las membranas hialinas.
Diagnóstico
Tratamiento
Profilaxis
- Cuidados de los cachorros recién nacidos: limpiar el fondo de la faringe con una pera de goma,
friccionar enérgicamente el tórax y estimular el llanto secando con vigor.
Síntomas
- Debilitamiento de algunos de los cachorros de la camada.
- Palidez de las mucosas.
- Ictericia.
- Aparición en las primeras 24 a 48 horas tras el parto
Definicion
Anemia hemolítica neonatal, debida a aloinmunización materna por incompatibilidad sanguínea
fetomaterna. Otros nombres: Eritroblastosis neonatal, Enfermedad hemolítica neonatal
Causas
Cuando una perra Aa1– recibe, en una transfusión, sangre Aa1+, su sistema inmunitario sintetiza
anticuerpos anti-Aa1. Si esta perra se aparea con un semental Aa1+, los cachorros Aa1+ nacidos
de este acoplamiento reciben anticuerpos calostrales dirigidos contra sus propios glóbulos rojos, lo
que produce una hemólisis masiva.
En algún caso excepcional, la aloinmunización de la madre se produce sin transfusión previa.
Incidencia
La difusión de la transfusión sanguínea ha ocasionado un incremento de la frecuencia de este
fenómeno. Afortunadamente, la aparición de bancos de sangre canina se ha acompañado de la
tipificación de las bolsas de sangre.
Diagnóstico
Aunque el cuadro clínico es muy indicativo de esta enfermedad, el diag-nóstico seguro se establece
mediante la determinación del hematocrito (a veces inferior al 10 %) y la bilirrubinemia.
El examen físico revela hepatomegalia y esplenomegalia.
Diagnostico diferencial
- Ictericia neonatal fisiológica debida a la degradación de la hemoglobina fetal tras el nacimiento
- Leptospirosis neonatal
- Carencia de vitamina K
Pronostico
El pronóstico es incierto, puesto que, en la práctica, la exsanguinotransfusión resulta poco
realizable y la mayoría de los cachorros con anemia mueren en menos de tres días. No obstante,
algunos de ellos curan espontáneamente.
Tratamiento
Separar los cachorros enfermos de su madre y, cuando su estado lo permite, alimentarlos con
leche maternizada. En los cachorros de valor, se puede realizar una exsanguinotransfusión,
reemplazando 10 ml de sangre hemolizada por sangre del grupo A– con citrato.
Profilaxis
Síntomas
Anasarca congénita:
- Desproporción fetomaterna (los cachorros afectados pueden pesar hasta dos veces el peso
normal).
- Edema de los anejos fetales (amnios o alantocorion).
- Mortinatalidad.
- Edema particularmente acentuado en la cabeza y el cuello ("facies de hipopótamo").
Linfedema congénito:
- Cachorro normal al nacer.
- Aparición del edema en los primeros 15 días de vida.
- Edema generalizado o en declive (localizado en los miembros posteriores o anteriores, la
musculatura abdominal o la cola).
- Estado general conservado y crecimiento normal.
- Mejoría espontánea en caso de derivación linfática para permitir el drenaje natural del edema.
Definición
Otros nombres
• Anasarca congénita.
- Anasarca juvenil.
- Hidropesía fetal.
Causas
Anasarca congénita
No se conocen bien las causas (¿anomalía cardiovascular prenatal de origen genético?). No puede
excluirse un origen traumático (con desprendimiento placentario), ya que el feto con anasarca
suele ser el único ocupante de un cuerno uterino que contiene una gran cantidad de líquido
hemorrágico. También se ha atribuido a secuelas de la infección materna por el parvovirus canino
de tipo 1 (CPV-1) por vía oronasal durante el último tercio de la gestación, cuando se acompaña de
miocarditis. En este caso, la elasticidad de la piel del feto permite una extravasación del trasudado,
que se compensa por el aporte inmediato de líquido por el cordón umbilical.
Edema linfático congénito
Está relacionado con un gen autosómico dominante de expresividad variable, que se traduce en
una anomalía del drenaje linfático de las extremidades afectadas.
Factores favorecedores
Anasarca congénita
Descrita en numerosas razas (Bichón, Chow-chow, Labrador Retriever, Schnauzer, etc.), aunque
parece afectar preferentemente al Bulldog, en particular al Bulldog enano, en el que constituye una
de las principales causas de distocia.
Linfedema congénito
Descrito en perros cruzados y en muchos perros de raza (Borzoi, Pastor alemán, Bobtail, Bulldog,
Caniche, Dogo alemán, Labrador Retriever, Braco alemán, etc.), e incluso en un lobo de un parque
zoológico.
Anasarca congénita
Necropsia: hallazgo de un trasudado amarillo después de la incisión cutánea, también presente en
las cavidades torácica y abdominal, atelectasia pulmonar, necrosis hepática y miocárdica,
malformación cardíaca congénita (comunicación interventricular, tamaño o forma del corazón
anormal, doble punta, malformación valvular, malposición de la arteria pulmonar, ausencia de uno
de los ventrículos, etc.). En caso de sospecha de infección por el CPV-1, se puede buscar el virus
en los tejidos fetales por inmunofluorescencia.
Linfedema congénito
Detección de la malformación del sistema linfático de drenaje de la zona afectada mediante la
inyección intradérmica de un colorante, como azul de Evans. La reabsorción del colorante permite
visualizar la red linfática, salvo en caso de linfedema congénito
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
Anasarca congénita
- No existe ningún tratamiento para los cachorros afectados, que mueren generalmente en menos
de 36 horas.
Linfedema congénito
- Reabsorción espontánea del edema en los casos menos graves.
- Masaje y drenaje linfático de las extremidades afectadas, seguidos de la aplicación de un vendaje
elástico desde el extremo distal hasta la base del miembro afectado. El vendaje se deja durante 12
horas diarias los primeros meses y luego, durante los meses siguientes, sólo por la noche.
- 5,6-benzo-a-pirona (derivado cu-marínico sin efecto anticoagulante), 1 ó 2 mg/kg por vía oral, 2
ó 3 veces al ía.
- Prednisolona, 1 ó 2 mg/kg/día por vía oral, y ampicilina, 40-50 mg/kg, en caso de sobreinfección
flemonosa del edema.
- Los diuréticos no están indicados si al cabo de unos días de tratamiento no aportan una mejoría
rápida.
Profilaxis
Linfedema congénito
- Simple selección (se trata como cualquier anomalía genética de transmisión autosómica
dominante).
Anasarca congénita
- Administrar una autovacuna contra el CPV-1 si se sospecha la participación de este virus (p. ej.,
en caso de enzootia de anasarca en un criadero).
- No repetir los apareamientos que han originado camadas afectadas.
- Limitar las posibilidades de traumatismos violentos durante la gestación (aislar las perras
gestantes).
Síntomas
- Morbilidad del cachorro lactante (enfermedad del período de predestete)
- Aislamiento, apatía, quejidos incesantes
- A veces, petequias cutáneas visibles en la región abdominal
- Hipertermia o leucocitosis (signos inconstantes y fugaces)
Definición
Diagnóstico
Tratamiento
- Antibioticoterapia de amplio espectro, sin esperar el resultado del antibiograma. Evitar los
antibióticos que interfieren con la integridad de la pared bacteriana, puesto que provocan la
liberación masiva de endotoxinas y, por lo tanto, pueden transformar la septicemia en toxemia.
Son preferibles los macrólidos, como la espiramicina inyectable (30.000 UI/100 g/día).
- Tratamiento sintomático de los cachorros en estado de choque séptico (rehidratación).
- Sueroterapia con un antisuero dirigido contra las endotoxinas (comercializado en los EE. UU).
Profilaxis
Síntomas
En la madre: vaginitis, metritis, secreciones vulvares, poliuria y polidipsia ; una o más mamas
dolorosas ; anomalía anatómica de los conductos galactóforos (en caso de mastitis recurrente).
En los cachorros: ano violáceo "en coliflor" ; quejas y gemidos continuos.
Definición
Antes de comenzar el destete, las diarreas de los cachorros se deben generalmente a un trastorno
de la lactancia.
El síndrome de la leche tóxica es una toxinfección bacteriana (infección o intoxicación por toxinas)
de una o más crías durante la lactancia materna. Los cachorros están particularmente expuestos a
las toxinfecciones por contaminación bacteriana de la leche materna, puesto que el medio gástrico
no es todavía lo suficientemente ácido como para neutralizar los gérmenes y sus toxinas (el pH
gástrico es aproximadamente 3, en lugar de 2, como en los adultos).
Causas
Diagnóstico
- A veces, es difícil detectar una diarrea en los cachorros pequeños, puesto que la madre les lame
con frecuencia la región perianal.
- Las heces de los cachorros amamantados por su madre son normalmente de color amarillo pajizo
y tienen olor agrio. Si las heces diarreicas son verdes, hay que orientar el diag-nóstico hacia un
aumento de la secreción biliar y una aceleración del tránsito intestinal. Si el pH de los excrementos
es anormalmente ácido, hay que pensar en una maldigestión de la lactosa, mientras que si el pH es
alcalino y se percibe un olor pútrido, el diagnóstico debe orientarse hacia una maldigestión de las
proteínas o una diarrea de tipo necrótico.
- Cuando se sospecha una intoxicación por vía hemática, es preciso realizar un frotis vaginal de la
madre, para confirmar o descartar una metritis o vaginitis asociada.
Diagnóstico diferencial
con apetito, a diferencia de lo que ocurre en caso de toxinfección alimentaria (síndrome de la leche
tóxica). Cuando se observa pérdida del apetito, la presencia de una protrusión anal violácea orienta
la sospecha diagnóstica.
- Durante una diarrea por sobreconsumo, el examen microscópico de materia fecal (obtenida por
toma directa o hisopado rectal) tras una tinción con Sudán III permite poner en evidencia
numerosos glóbulos grasos.
- Campilobacteriosis neonatal (buscar, en las cercanías, excrementos o carcasas crudas de aves).
- Criptosporidiosis (enfermedad infrecuente en los criaderos caninos).
Tratamiento
- En caso de diarrea por sobreconsumo, limitar el tiempo de lactación (separar la madre de las
crías cada 3 horas).
- Inhibir de manera precoz la producción láctea de la madre e instaurar una lactancia artificial.
- Administrar a la madre un antibiótico de buena difusión mamaria (p. ej., espiramicina) mientras
se espera el resultado del antibiograma.
Profilaxis
- Desechar para la reproducción las perras que padezcan mastitis recidivantes, debidas
generalmente a malformaciones de los conductos galactóforos que favorecen las infecciones
ascendentes a partir del lecho absorbente.
- Limar las uñas de los cachorros cuando la madre presenta lesiones mamarias provocadas por los
arañazos de las crías.
Síntomas
- Asintomática al nacer.
- Debilitamiento progresivo en 4 ó 5 días.
- Quejidos incesantes.
- Apatía, anorexia, pérdida del reflejo de succión.
- Posición de lordosis persistente a partir de los 4 días de vida.
- Rechazo materno, hipotermia.
- Ausencia de ganancia diaria de peso al cabo de 2 días.
- Atrofia del timo y signos de septicemia bacteriana (hallazgos en la necropsia).
- Tríada formada por hipoxia, en los cachorros de menos de un día (ruidos espiratorios),
hipoglucemia (glucemia < 0,3 g/l), en los cachorros de 3 a 15 días (crisis convulsivas), y
deshidratación, en los cachorros de menos de 15 días (pérdida de peso, aumento de la densidad
urinaria [densidad: 1,015; valor normal: 1,007] y signo del pliegue cutáneo).
- Evolución hacia la muerte antes de las 2 semanas de edad.
Importancia clínica
Un síndrome es un conjunto de síntomas que admite un origen multifactorial (p. ej., síndrome de la
tos de las perreras). El término "síndrome del cachorro debilitado" o Fading Puppy Syndrome (FPS)
designa los cuadros con muerte precoz de cachorros (antes de las 2 semanas de vida) para los que
no se logra establecer ningún diagnóstico preciso mediante la necropsia y los estudios histológico y
bacteriológico.
El FPS constituye un verdadero "cajón de sastre" del diagnóstico o, más bien, de la ausencia de
diagnóstico. Se han sugerido diversas causas, tales como:
Dada la diversidad de causas posibles, es probable que los avances del conocimiento y la evolución
de los medios diagnósticos conduzcan, a largo plazo, a la disminución de la incidencia del FPS e
incluso a la desaparición de esta entidad nosológica.
El examen físico y la necropsia permiten descubrir una eventual malformación congénita.
Es conveniente realizar exámenes de laboratorio más específicos en caso de sospecha diagnóstica
de:
• Discinecia ciliar (ver las predisposiciones raciales): biopsia de las vías respiratorias altas.
• Herpesvirosis neonatal: pruebas serológicas para detectar una infección por el virus del herpes
canino (CHV) en la madre, 15 días después de la muerte del cachorro.
• Moquillo neonatal (en caso de privación de calostro): estudio histológico del sistema nervioso
central (búsqueda de inclusiones citoplasmáticas [cuerpos de Lentz]) y búsqueda de anticuerpos en
el líquido cefalorraquídeo.
• Síndrome de la leche tóxica: análisis bacteriológico de una muestra de leche.
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Factores favorecedores
Profilaxis
Tratamiento
- Calentar progresivamente los cachorros en hipotermia (evitar las lámparas de luz infrarroja, que
tienden a agravar la deshidratación).
- Instalar los cachorros enfermos en una incubadora, a 38 °C la primera semana y a 30 °C la
segunda, y con una humedad relativa comprendida entre un 60 y un 90 %. En cuanto los cachorros
recuperan el reflejo de succión, hay que volver a ponerlos a mamar cada 2 horas, como mínimo.
- Oxigenoterapia en la incubadora en caso de cianosis de las mucosas.
- Aporte de hidratos de carbono por vía oral o mediante una sonda esofágica (miel, leche
maternizada, suplementos nutricionales o glucosa al 10 % a razón de 1 ml/100g cada 2 horas) en
caso de hipoglucemia debida a hipogalactia, mastitis o muerte de la madre. Proseguir el
tratamiento hasta que cesen los quejidos, reaparezca espontáneamente el reflejo de succión y
aumente la temperatura rectal. No es aconsejable alimentar por la fuerza los cachorros
hipotérmicos, puesto que ello agravaría el íleo paralítico que aparece por debajo de 35 °C de
temperatura corporal.
- Inyección subcutánea o intraósea (fosa trocantérea del fémur) de una solución isotónica de tipo
Ringer, con dextrosa al 2,5 % (4 ml/100g, 2 veces al día), para corregir la deshidratación y la
hipoglucemia. Debido el riesgo de hiperhidratación, es preciso actuar con prudencia y limitar el
volumen diario de solución inyectada a 20 ml/100g.
Conclusión
Cualesquiera que sean los signos de alerta del FPS, el tratamiento debe ser sintomático, en espera
de un eventual diagnóstico más preciso, y basarse en medidas de calentamiento y rehidratación, y
en la administración de glucosa por vía oral o parenteral.
Síntomas
- Aunque los síntomas están presentes desde el nacimiento, en general, sólo resultan visibles para
el criador hacia la 2a o 3a semana de vida del cachorro, durante el período de aprendizaje normal
de la marcha.
- Movimientos de reptación o de "foca nadando" sobre el esternón, con las extremidades anteriores
"en ala de águila".
- Compresión dorsoventral y ensanchamiento lateral del tórax (pectus excavatus) cuando sólo
están afectadas las extremidades anteriores.
- Luxación medial de las rótulas.
- Insuficiencia respiratoria con disnea, boca permanentemente abierta y cianosis de las mucosas.
- A veces, regurgitación de leche.
- Ligero aumento (x 1,5) de la actividad de la creatinina-cinasa (CPK: 200 UI/l < N < 300).
- Aumento (x 5 – 10) de la actividad de la L-lactato-deshidrogenasa (LDH: N < 70 UI/l).
- En el electromiograma, registro de potenciales de acción correspondientes a una actividad
eléctrica espontánea de la mayoría de los músculos estriados.
Definición
Trastorno del desarrollo motor del cachorro (abducción permanente) que se refleja en una paresia
anterior (26 %) o, con menor frecuencia, posterior (8 %), o una tetraparesia ("posición de
paracaidista" o síndrome del "cachorro tortuga", 50 %). Esta afección puede compararse con la
hipoplasia miofibrilar del lechón (splay leg piglet disease).
Otros nombres
Causas
- Se ha sospechado un origen genético, pero parece poco probable debido a la curación espontánea
de muchos casos.
- Razas pequeñas (Teckel, Yorkshire, West Highland White Terrier y Cocker inglés).
- Razas condrodistróficas de tórax ancho y extremidades cortas (Pequinés, Cavalier King Charles,
Basset Hound y Bulldogs francés e inglés).
- También se ha descrito este síndrome en muchas razas que no poseen ninguno de los criterios
anteriores (p. ej., Boyero de Flandes, Pastor alemán y Labrador Retriever).
- No hay predominio sexual (en cambio, entre los lechones afectados, se observa el doble de
machos que de hembras).
- Cachorros de tamaño normal al nacer, pero de crecimiento más rápido que el resto de la camada.
- A veces, último cachorro en nacer de la camada.
- Cachorro de una perra que ya ha tenido cachorros nadadores en anteriores camadas.
- Este síndrome afecta también a la especie felina, pero con menor frecuencia.
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
- Moquillo.
- Toxoplasmosis (pruebas serológicas de detección de IgG específicas maternas).
- Neosporosis (diagnóstico histológico y serológico).
- Todas las causas de meningoencefalitis (en particular, micosis sistémicas).
- Espina bífida (razas de riesgo: Bulldog inglés y Beagle – diagnóstico radiológico).
- Enfermedades por almacenamiento (tesaurismosis) y degenerativas (diagnóstico histológico): ver
predisposiciones raciales.
- Miopatías (diagnóstico electromiográfico, histológico y bioquímico).
Fisiopatología
Pronóstico
Profilaxis
- Desechar para la reproducción las perras que ya hayan tenido cachorros nadadores.
- Prevenir el aplastamiento de los cachorros enfermos mediante una vigilancia estrecha o
colocando barras antiaplastamiento.
Definición
Período de transición entre la fase de inmunidad pasiva del cachorro ("memoria inmunitaria"
materna transmitida esencialmente en el calostro) y la adquisición de inmunidad activa (vacunal o
secundaria al contacto con el agente infeccioso natural).
Durante este período, los cachorros son particularmente susceptibles a las infecciones por
gérmenes que circulan en el criadero.
Importancia clínica
Conocer las características de este período crítico inevitable permite comprender muchas
situaciones, a primera vista paradójicas, que se presentan en la cría canina y en Las cuales, los
criadores tienden a cuestionar la eficacia de las medidas profilácticas tomadas:
- Por ejemplo, en la mayoría de los criaderos es posible detectar la presencia de parvovirus, sin
que se observen manifestaciones clínicas. En efecto, los adultos vacunados son portadores sanos
de parvovirus y, afortunadamente, la mayoría de los cachorros no están en contacto con este virus
durante el período crítico o incluso no presentan período crítico (ver esquema). Por lo tanto, la
parvovirosis no constituye una enfermedad vergonzosa en una perrera y cuando un criador
consulta a su veterinario por este motivo, no es necesario aconsejar medidas inconsideradas,
dictadas por el miedo, sino proporcionarle explicaciones tranquilizadoras y asesoramiento sanitario.
- Por último, el período crítico es específico para cada perro y su aparición depende de diversos
factores:
- la velocidad de crecimiento del cachorro, que condiciona la dilución de los anticuerpos pasivos;
explica, por un lado, por qué el período crítico de los cachorros de razas grandes es generalmente
más precoz que el de los cachorros de razas pequeñas, y por otro, por qué la mortalidad durante
este período suele ser superior entre los cachorros de mayor peso.
Síntomas
- Anorexia seguida de intensa postración en uno o varios cachorros de una misma camada.
- Vómitos incoercibles seguidos de diarrea con heces nauseabundas, a veces coloreadas con sangre
oscura.
- Deshidratación.
- Muerte súbita sin pródromos (forma fulminante).
- Abortos, anasarca, miocarditis (en caso de infección por el parvovirus canino de tipo 1 [CPV-1]).
Atención: actualmente, no siempre se observan todos estos síntomas.
Definición
Otros nombres
- Gastroenteritis hemorrágica
Transmisión
- Virus sin envoltura y, por lo tanto, muy resistente en el medio externo (hasta 2 años en
condiciones favorables).
- Transmisión por vía fecal-oral, principalmente, pero también a través de la saliva, la orina, el
pelaje (durante la lactación) y por contacto con vectores pasivos (p. ej., gatos y roedores) u
objetos o materiales contaminados (botas, agua para beber, etc.).
- Incubación media de 3 a 5 días.
- El virus penetra por vía oral, se multiplica en las amígdalas y alcanza el epitelio digestivo por vía
sanguínea (viremia transitoria) y luego se multiplica en las células con alta tasa de renovación
(enterocitos, leucocitos y células de la médula ósea y del timo).
- Hoy en día, ya prácticamente no se observa contagio intrauterino gracias a la vacunación de las
perras reproductoras.
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Factores favorecedores
- Cachorros durante el período crítico, de transición entre la inmunidad pasiva de origen calostral
(anticuerpos transmitidos en el calostro de la madre) y la inmunidad activa (anticuerpos producidos
por el cachorro tras vacunación o contacto con el virus).
- Superpoblación o agrupamiento de cachorros.
- Malnutrición (carencia proteínica, energética o vitamínica A, B y E).
- Cachorros de raza (puesto que viven en criaderos).
- Coronavirosis (la multiplicación de las células de las criptas intestinales constituye un terreno
favorable para el parvovirus) o campilobacteriosis asociada.
- Parasitosis digestiva simultánea (en particular, giardiosis) que agrava el cuadro infeccioso.
- No se observa predisposición racial ni sexual. No obstante, esta enfermedad afecta con mayor
gravedad a los cachorros de las razas Rottweiler, Pastor Alemán, Springer Spaniel, American
Staffordshire Terrier, Dobermann Pinscher, Greyhound y Siberian Husky. Aparentemente, el
período de receptividad es más precoz en los cachorros de razas grandes, debido a la rápida
dilución de los anticuerpos maternos.
- El período de protección de un cachorro depende del título de anticuerpos de su madre, de la
cantidad de calostro ingerida y de su velocidad de crecimiento. Por ello, dentro de una misma
camada, ciertos cachorros contraen la enfermedad y otros no, lo que puede resultar algo
desconcertante para los veterinarios que vivieron el período "epizoótico" de la parvovirosis
(afectación de toda la camada sin excepción, síntomas lo suficientemente sugestivos como para
limitar la realización de exámenes complementarios). Por ejemplo, un cachorro nacido de una
madre que haya padecido la parvovirosis menos de un año antes, puede ser resistente a la
vacunación hasta las 18 semanas de edad.
- Cualquiera que sea el protocolo de vacunación, ningún criadero está actualmente protegido
contra un episodio de parvovirosis. Hoy en día, el virus puede incluso estar presente en una
perrera sin que el criador se dé cuenta.
Diagnóstico de sospecha
Diagnóstico de certeza
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Tratamiento
Tratamiento paliativo
- Infusiones intravenosas (solución de Ringer-lactato, 100 a 150 ml/kg/día hasta que la
rehidratación sea), antieméticos (metoclopramida 0,2 a 0,5 mg/kg cada 6 horas por vía
subcutánea), protectores de la mucosa gastrointestinal, reguladores del tránsito intestinal,
antibioticoterapia por vía general (gentamicina) para disminuir el riesgo de septicemia de origen
digestivo, dieta líquida.
Tratamiento específico
- Como la muerte es generalmente consecutiva a una endotoxemia bacteriana de origen digestivo,
en los EE. UU. se ha puesto a punto un suero contra las endotoxinas secretadas por las bacterias
que originan sobreinfecciones con mayor frecuencia. En los estudios realizados, la tasa de
mortalidad fue de un 48 % en los cachorros no tratados y de un 17 % en los cachorros tratados
con este suero; ambos grupos habían recibido el mimo tratamiento sintomático.
- Realizar una transfusión o instaurar una sueroterapia precoz en los cachorros que entran en el
período crítico, con sangre extraída de un cachorro convaleciente o de la madre. La sueroterapia no
neutraliza los viriones que ya han colonizado las vellosidades intestinales.
- Vacunar a todos los cachorros entre 10 días y una semana antes del plazo promedio de aparición
de los síntomas en el criadero, con una vacuna monovalente con un alto título de antígenos (entre
105 y 106 DECP50/dosis), consecuente con la inmunidad calostral. Para cubrir el período crítico,
inyectar nuevas dosis cada 10 días hasta las 12 semanas de vida (edad a la cual, en principio, los
anticuerpos calostrales que pueden interferir con los antígenos vacunales han desaparecido).
- En caso de afectación precoz de los cachorros (lo que sugiere un inicio de ruptura en la protección
vacunal de las madres), administrar dosis de refuerzo de la valencia "parvovirosis" a todas las
perras del criadero.
- Es inútil (pero inofensivo) vacunar los cachorros convalecientes, que poseen generalmente un
alto títulode anticuerpos protectores.
- Atención: es posible vacunar a todas las perras durante la gestación (para homogeneizar el título
de anticuerpos en todos los animales del criadero y poder así sincronizar los refuerzos vacunales),
pero, por lo general, esto retrasa la aparición del período crítico en los cachorros (que corren así el
riesgo de entrar en contacto con el parvovirus después de ser vendidos). Es entonces importante
adaptar el programa de vacunación de los cachorros al de su madre y no confiar en esta "falsa
seguridad".
- El virus es resistente a los solventes orgánicos, las sustancias con amonio cuaternario y la
mayoría de los desinfectantes ácidos o alcalinos. Por lo tanto, durante el vacío sanitario, se puede
desinfectar la maternidad con aldehídos (formol y sus derivados). El hipoclorito de sodio al 6 %, la
cloramina al 10 %, el formol al 1 % y el glutaraldehído también son activos contra el parvovirus.
- Desinfección terminal de la maternidad (cartuchos de formol listos para usar en ausencia de
animales)
- El método de desinfección con vapor de agua sobrecalentado es el más eficaz y respeta el medio
ambiente.
- Bañar las perras gestantes a la entrada de la maternidad (enjuagar con una solución de
hipoclorito de sodio al 0,5 %) para limitar el riesgo de introducción de parvovirus por el pelaje.
- Aunque el parvovirus está presente en muchos criaderos, es prudente calzar cubrezapatos a la
entrada del criadero y evitar que los visitantes pasen de un criadero a otro.
- Iluminar la maternidad con luz natural (el parvovirus es sensible a la radiación ultravioleta).
- Diferir, si es posible, la venta y la participación en exposiciones de los cachorros hasta el final del
programa de vacunación.
- Instaurar una cuarentena de 15 días para los perros recién llegados al criadero y bañar los
adultos sanos vacunados que puedan transportar parvovirus en su pelaje.
Conclusión
Cualesquiera que sean los antecedentes vacunales, los síntomas descritos por el criador y las
lesiones observadas en las necropsias, hay que investigar siempre una eventual parvovirosis en
caso de mortalidad durante el período crítico (a veces desde el principio de la 5a semana), incluso
cuando la enfermedad afecta a un solo cachorro de una camada. Hoy en día, el veterinario dispone
de una amplia gama de medios diagnósticos para establecer un diagnóstico fiable. En ciertos
países, esta obligación de utilizar todos los medios a su alcance está reforzada por obligaciones
legales (leyes sobre los vicios redhibitorios en la especie canina).
Síntomas
En los adultos:
- Signos clínicos muy discretos: ligera diarrea, disminución del apetito, fiebre moderada.
En las perras gestantes:
- Abortos de carácter epizoótico.
- Cuando la contaminación vírica se produce durante las primeras semanas de gestación:
reabsorciones fetales, momificaciones y mortinatalidad.
- Cuando la contaminación es más tardía, algunos fetos pueden desarrollar una respuesta
inmunitaria y nacer normalmente.
En los cachorros:
- Nacimiento a veces normal, pero aparición de diversos signos clínicos (en particular, diarrea y
trastornos respiratorios) antes de las 5 semanas de edad; recuperación clínica posible, pero riesgo
de graves secuelas cardíacas.
- El parvovirus canino de tipo 1 (PVC-1) no tiene ninguna similitud antigénica con el parvovirus
canino de tipo 2 (PVC-2), responsable de la parvovirosis o gastroenteritis hemor-rágica.
- La seroprevalencia del PVC-1 es del orden del 50 %, particularmente entre los adultos que viven
en criaderos.
- Aunque, por el momento, la incidencia clínica se limita a casos esporádicos, esta enfermedad
puede originar pérdidas económicas considerables en un criadero.
Transmisión
Diagnóstico
- En caso de forma abortiva, el diagnóstico diferencial es muy difícil. Para el aislamiento del virus a
partir de órganos fetales (pulmones, corazón o intestino) hay que recurrir a laboratorios
especializados. Existen pruebas de inmunofluorescencia indirecta practicables en cortes de órganos
congelados.
- Las diversas pruebas diagnósticas de la parvovirosis no son de ninguna utilidad.
- En los cachorros, los trastornos clínicos permiten establecer un diag-nóstico de sospecha. En el
examen histológico, pueden observarse inclusiones nucleares.
Tratamiento - profilaxis
Definición
Las enfermedades infecciosas del tubo digestivo son, junto con las enfermedades respiratorias, las
entidades clínicas más frecuentes y temibles en los criaderos caninos. La parvovirosis canina (ver
el capítulo correspondiente) representa más de un tercio de las afecciones digestivas
diagnosticadas en la especie canina, pero existen también trastornos gastrointestinales contagiosos
provocados por otros microorganismos.
Las enfermedades gastrointestinales que se observan en los criaderos pueden ser de origen vírico
(p. ej., coronavirosis y rotavirosis), bacteriano (p. ej., salmonelosis, campilobacteriosis, Escherichia
coli y enterotoxemia) o parasitario (ver los capítulos específicos). El principal problema de estas
enfermedades radica generalmente en la dificultad para realizar el diagnóstico diferencial. En
efecto, los síntomas son equívocos, en particular en los cachorros, y el diagnóstico final sólo puede
establecerse a la luz de los resultados de las pruebas de laboratorio.
Coronavirosis canina
Importancia clínica y transmisión
- El coronavirus canino (CCV) es un virus de tropismo intestinal aislado frecuentemente en las
perreras. No obstante, existe controversia acerca de su poder patógeno real puesto que rara vez se
encuentra asociado a trastornos digestivos graves.
- El CCV es un virus específico de los cánidos domésticos y salvajes. Se transmite principalmente
por vía oronasal, a partir de excrementos de animales portadores. Es un virus con envoltura y, por
lo tanto, mucho menos resistente en el medio externo que el parvovirus canino (CPV). Es sensible
a la mayoría de los desinfectantes y a los detergentes.
- Contrariamente al CPV, el CCV se multiplica directamente en el epitelio intestinal, sin pasar por la
vía sanguínea. Su poder patógeno es menor que el del CPV, puesto que sólo destruye las células
apicales de las ve-llosidades intestinales, estimulando así su regeneración y, por lo tanto, su
multiplicación. Esta aceleración de la multiplicación de las células del epitelio intestinal favorece la
proliferación del CPV, si este virus también está presente en el criadero. Ésta es la única situación
en la que el CCV cobra particular importancia, puesto que aumenta indirectamente el poder
patógeno del CPV y la gravedad de los trastornos digestivos en los animales no vacunados. No
obstante, no es frecuente encontrar en los criaderos la asociación del CCV y el CPV.
Epidemiología
- La coronavirosis canina es más frecuente durante el invierno (el CCV se conserva mejor en el
medio externo a baja temperatura).
- Más del 70 % de los adultos poseen anticuerpos dirigidos contra el CCV; por esta razón, algunos
perros pueden eliminar partículas víricas en las heces durante varias semanas, sin padecer
trastornos intestinales (portadores asintomáticos).
- En los cachorros, los anticuerpos maternos desaparecen hacia las 4 ó 5 semanas de edad. Entre
la 6a y la 10a semana, se observa una seroconversión, que refleja una "contaminación" a partir de
los adultos. Sin embargo, los anticuerpos séricos sintetizados tienen un papel totalmente
secundario en la protección, puesto que la infección por el CCV no es sistémica, sino que se localiza
en el epitelio digestivo. Sólo los anticuerpos locales – inmunoglobulinas A (IgA) – pueden
garantizar una correcta protección contra este virus. Las IgA, generalmente presentes en la leche
materna, tapizan la mucosa digestiva de los cachorros no destetados y neutralizan el virus in situ.
Tras el destete, esta protección de origen lácteo desaparece y los cachorros se vuelven
susceptibles al virus (síndrome de "diarrea transitoria del destete"). La persistencia de la
inmunidad en un grupo de perros es muy limitada en el tiempo y sólo puede mantenerse gracias a
la circulación continua del virus en la perrera.
De manera aislada, el CCV tiene un poder patógeno reducido o nulo en los adultos. En los
cachorros, suele ocasionar una gastroenteritis de intensidad variable (vómitos y dia-rrea con heces
eventualmente anaranjadas, pero muy rara vez hemorrágica) y muy contagiosa, que no produce
hipertermia ni leucocitopenia.
Diagnóstico
- El diagnóstico puede establecerse por detección directa del CCV en la materia fecal (por
microscopia electrónica). Sin embargo, como las infecciones asintomáticas son muy frecuentes, la
presencia de coronavirus no significa forzosamente que este microorganismo sea la causa de los
trastornos observados.
- Las pruebas serológicas (a partir de dos extracciones de sangre con 4 se-manas de intervalo)
permiten establecer un diagnóstico retrospectivo si el título de IgG aumenta cuatro veces, como
mínimo, entre las dos determinaciones. En efecto, en caso de infección, el título de anticuerpos
alcanza un valor máximo entre 25 y 60 días después de la contaminación. En los criaderos, las
determinaciones deben realizarse en primer lugar en los pe-rros convalecientes o clínicamente
curados de un episodio de diarrea aguda. Al interpretar los resultados serológicos, hay que tener
en cuenta la posibilidad de reacciones cruzadas con los coronavirus felino (FCoV) y porcino (virus
de la gastroenteritis transmisible del cerdo [TGEV]), cuando los contactos entre estas especies son
posibles.
- Las eventuales lesiones macroscópicas descubiertas en la necropsia no suelen ser
patognomónicas (p. ej., edema de los ganglios mesentéricos y presencia de un contenido intestinal
muy acuoso) y también pueden observarse en muchas otras enfermedades gastrointestinales.
- Las lesiones microscópicas son a veces más específicas (atrofia y fusión de las células epiteliales
de las vellosidades intestinales), pero sólo se observan en los casos agudos.
Pronóstico
Esta enfermedad gastrointestinal suele curar espontáneamente en 7 a 10 días y la tasa de
mortalidad asociada es muy baja (menos del 10%), salvo entre cachorros que están debilitados o
padecen otras afecciones gastrointestinales (parasitarias o bacterianas), o nacidos de madres que
nunca estuvieron en contacto con el CCV (coronavirosis neonatal).
Profilaxis
Las medidas de prevención son esencialmente higiénicas y sanitarias: desinfección regular,
administración de antiparasitarios internos, higiene del agua para beber, etc.
En algunos países se comercializan vacunas inactivadas, que se administran a las 6, 9 y 12
semanas de edad. Este programa de vacunación las hace poco utilizables en los criaderos, donde
no suelen conservarse los cachorros hasta las 12 semanas de vida. Estas vacunas estimulan la
producción de anticuerpos séricos neutralizantes y su acción se reduce a limitar la eliminación de
partículas víricas en medios infectados.
En los EE. UU. se comercializa una vacuna con virus vivos atenuados, más eficaz para prevenir esta
enfermedad de tropismo digestivo que las vacunas inactivadas. Esta vacuna protege las mucosas e
impide la colonización por el CCV.
Rotavirus canino
Definición
El rotavirus canino (CRV) puede aislarse de perros clínicamente sanos o de perros con trastornos
diarreicos. Se trata de un virus sin envoltura, muy resistente en el medio externo a pH = 3. Es
resistente a la mayoría de los desinfectantes y a los detergentes, pero, al igual que el CPV, es
Transmisión
El contagio se produce por vía oronasal, a partir de excrementos de portadores asintomáticos. La
infección se limita a la mucosa digestiva. No existe fase de viremia en el desarro-llo de este virus.
Es imposible reproducir experimentalmente esta virosis gastrointestinal en perros de más de 6
meses de edad.
Síntomas
La acción patógena del CRV es semejante a la del CCV: afectación limitada de las células epiteliales
apicales de las vellosidades intestinales del yeyuno y el íleon.
Desde un punto de vista clínico, el CRV puede resultar patógeno en los cachorros muy pequeños
(menos de 8 semanas de edad). La infección se manifiesta por una diarrea acuosa, acompañada de
cierto grado de apatía e inapetencia. No se observan vómitos, diarrea hemorrágica, hipertermia ni
leucocitopenia. Los trastornos desaparecen al cabo de algunos días, tras un tratamiento
sintomático.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa principalmente en las pruebas serológicas. En caso de contaminación por el
CRV, se observa una clara seroconversión en casi todos los perros del criadero, objetivable
mediante dos extracciones de sangre realizadas con 15 días de intervalo.
Profilaxis
No existe ninguna vacuna contra este virus. La prevención se basa exclusivamente en las medidas
sanitarias e higiénicas habituales.
Las bacterias del género Campylobac-ter son gram negativas, tienen forma curva y poseen un
flagelo en posición polar (de 1,5 a 5 µm de largo y de 0,2 a 0,5 µm de diámetro).
Las tres especies de Campylobacter que se aíslan con mayor frecuencia en perros son C.
upsaliensis, C. jejuni y C. coli.
Las principales fuentes de infección son las carnes (de ave para C. jejuni, de cerdo y de vaca para
C. coli) y la leche de vaca (para C. coli) contaminadas, y la materia fecal de perros y gatos
portadores (sobre todo para C. upsaliensis). Cuando en un criadero donde se emplean carcasas o
carne de ave cruda en la alimentación de los animales aparecen casos de gastroenteritis, hay que
sospechar una campilobacteriosis, sobre todo si se observan al mismo tiempo casos de
gastroenteritis entre el personal en contacto con los perros enfermos (zoonosis grave, en particular
en los niños).
En muchos estudios epidemiológicos realizados en diversos países, con centenares de perros en
Desde un punto de vista clínico, esta enfermedad afecta principalmente a los cachorros de menos
de 6 meses de edad, que suelen padecer una diarrea pastosa o acuosa, a veces incoercible, con
heces manchadas generalmente con estrías de bilis. Asimismo, puede observarse la presencia de
moco y sangre. En general, esta enteritis evoluciona hacia una curación espontánea en pocos días,
pero a veces se observa una evolución hacia la cronicidad durante varias semanas. En algunos
casos raros, el síndrome diarreico puede acompañarse de vómitos, anorexia e hipertermia.
Asimismo, se han señalado abortos y mortalidad relacionados con una infección por
campilobacterias en perras.
Dado el estado de portador crónico asintomático, algunos factores tienen una influencia
preponderante en la manifestación clínica de la enfermedad: situaciones de estrés (destete,
vacunación, administración de vermífugos, etc.), ingestión de alimentos contaminados (restos de
matadero), enfermedades intercurrentes (virosis digestivas, enterotoxemias, parasitosis, etc.),
malas condiciones higiénicas, etc.
La infección canina por enterobacterias del género Salmonella se observa sobre todo en cachorros
de menos de 6 meses que viven en perreras. Entre los perros adultos, se encuentra entre un 1 y
un 5 % de portadores crónicos sin trastornos aparentes, pero en ciertas condiciones, la proporción
de cachorros portadores sanos puede alcanzar un 25 %.
Las salmonelas son bacterias gramnegativas patógenas para el hombre y las demás especies
animales. Aunque los perros no constituyen el principal reservorio para la infección humana, se han
descrito casos de transmisión del perro al hombre.
La especie más frecuente en los criaderos es S. typhimurium, pero también pueden aislarse otras
especies. Los principales focos de contaminación en los criaderos son los alimentos a base de
carnes y los portadores asintomáticos (pájaros, reptiles o anfibios). En efecto, los restos cárnicos
(en particular, aves mal evisceradas) y las carnes mal conservadas o descongeladas lentamente a
temperatura ambiente suelen estar contaminados por salmonelas.
Como ocurre con las campilobacterias, la acción patógena de las salmonelas de origen alimentario
se manifiesta principalmente en los cacho-rros pequeños (en particular, durante el período del
destete), en el curso de enfermedades gastrointestinales intercurrentes o situaciones de estrés,
etc.
El cuadro clínico es generalmente similar al de la parvovirosis aguda, con una alta mortalidad entre
los cacho-rros, pero también pueden aparecer síntomas más particulares. La incubación es corta y
los primeros signos pueden manifestarse unas horas después de la ingestión del alimento
contaminado.
Los signos clínicos son siempre graves, especialmente en los cachorros. Se observa una diarrea
hemorrágica con heces nauseabundas, acompañada de deshidratación rápida y vómitos. La muerte
ocurre al cabo de algunas horas, precedida por intensos dolores abdominales.
En la necropsia, se observan lesiones limitadas al intestino, el cual se encuentra muy
congestionado y contiene un líquido sanguinolento. En el examen histológico, aparecen lesiones
necróticas y hemorrágicas de la mucosa del yeyuno y el íleon. Los exámenes bacteriológicos del
contenido intestinal y el alimento sospechoso permiten aislar fácilmente los clostridios causales,
cuando crecen en cultivo puro.
Las posibilidades de tratamiento son reducidas, debido a la aparición súbita de la enfermedad y a
su rápida evolución mortal. La mayoría de los antiinfecciosos son eficaces y su administración debe
acompañarse del tratamiento sintomático habitual (rehidratación, alimentación parenteral, etc.).
Como en el caso de la salmonelosis, la primera medida profiláctica que debe tomarse es eliminar
de la ración los alimentos que representen un eventual foco de contaminación.
En el perro, contrariamente a lo que ocurre en muchas otras especies animales, las colibacilosis
digestivas son enfermedades bastante raras y relativamente benignas.
Los colibacilos son enterobacterias gram negativas, cuyo poder patógeno se debe a la presencia de
factores de adhesión y a la producción de enterotoxinas, fenómeno limitado a cepas bien precisas.
En los perros se han identificado ciertas cepas patógenas de E. coli, en particular, O118. Las demás
cepas forman parte de la flora normal del tubo digestivo canino.
Los colibacilos pueden producir dia-rreas más o menos graves, pero en la mayoría de los casos
intervienen como factores de agravación de otras infecciones, como la parvovirosis o el moquillo.
Puede sospecharse una diarrea por E. coli en el curso de un síndrome de la leche tóxica, en
cachorros amamantados por su madre (que padece mastitis por colibacilos). El estudio histológico
de la mucosa digestiva permite a veces poner de manifiesto los factores de adhesión.
Los colibacilos pueden producir también otras infecciones, como piómetra, abscesos, pielonefritis,
cistitis, etc.
Estas afecciones se tratan con antiinfecciosos, en particular, polimixina E (colistina).
Forma clásica
- Hipertermia, congestión de las mucosas y epífora transitorias (de 1 a 3 días) durante la fase de
viremia (entre 3 y 5 días después de la contaminación).
- A continuación, período de latencia de 8 a 10 días.
- Después, hipertermia en meseta (40 °C durante varios días seguidos) acompañada de signos
respiratorios (secreción nasal y ocular, primero serosa y después mucopurulenta, tos grasa a veces
prácticamente inaudible, disnea y evolución hacia la bronconeumonía) y digestivos
(gastroenteritis).
- Linfocitopenia, proteinorraquia y sequedad ocular.
- Signos cutáneos (eritema y pústulas abdominales).
- A veces, hiperqueratosis de las almohadillas plantares (lo que explica el nombre de esta
enfermedad en inglés, hard pad disease).
- Signos nerviosos variables según la localización del virus.
Moquillo del cachorro
- Incubación mucho más corta y evolución más aguda.
- Predominio de síntomas respiratorios (diagnóstico diferencial con la tos de las perreras).
- Secuelas posibles de hipoplasia del esmalte dental.
- Tasa de mortalidad cercana con frecuencia al 80 %.
Formas atípicas (inmunidad baja o nula)
- Hipoplasia aislada del esmalte dental (debida a la afectación vírica de la capa ameloblástica).
- Forma nerviosa de entrada (esencialmente en los cachorros muy pequeños o los perros muy
viejos).
- Mielitis (sin encefalitis; debe sospecharse en caso de lesión medular sin antecedentes de
traumatismo).
- Forma atenuada o asintomática (cepas de menor tropismo epitelial o menor poder citopatógeno).
- Forma ocular (queratoconjuntivitis seca que evoluciona hacia queratitis ulcerosa, neuritis óptica y
coriorretinitis debido al neurotropismo del virus).
Causas
- El agente causal es un paramixovirus del género Morbillivirus, denominado virus del moquillo
canino (CDV); se trata de un virus con envoltura, muy poco resistente en el medio externo (15 h a
15 °C, 20 min en un exudado seroso), sensible a la mayoría de los desinfectantes y a la radiación
ultravioleta de la luz natural.
- El contagio se realiza por contacto directo y cercano, a través de todas las secreciones y
excreciones (el contagio más frecuente es entre hocicos).
- En caso de infección materna durante la gestación, pueden producirse abortos o morbilidad
neonatal en ausencia de transmisión transplacentaria del virus.
- No existen portadores sanos (no obstante, el virus se elimina durante 5 a 7 semanas en la orina y
las heces de un perro enfermo), salvo en el gato (que puede ser eventualmente un vector pasivo
del virus en una perrera) y en otras especies que constituyen reservorios naturales del virus.
- Enfermedad de Carré
- En otros idiomas: distemper, hard pad disease y old dog encephalitis en inglés, maladie de Carré
en francés, cimurro en italiano, esgana en portugués y Staube en alemán.
Factores favorecedores
- Existe un solo serotipo de CDV, pero ciertas cepas son más virulentas que otras, en función de las
variaciones genotípicas observadas.
- Reaparición durante el invierno (virus sensible al calor y la desecación).
- Omisión de dosis de refuerzo vacunal recientes en una perrera.
- Perros de caza (grupos de perros no controlados, poco respeto del programa de vacunaciones).
- Resurgimiento de la enfermedad cada 8 a 10 años en las perreras (¿disminución de la presión
vacunal?).
- Estrés, inmunodepresión o período crítico.
- Ruptura de la cadena del frío para un lote de vacunas.
Diagnóstico de sospecha
- En muchos países es obligatorio, en el marco de la lucha contra los vicios redhibitorios, cuando,
en el momento de la compra, el perro presenta por lo menos cuatro de los seis síntomas
siguientes: hipertermia persistente, catarro oculonasal, síntomas digesti vos, síntomas
respiratorios, síntomas cutáneos y síntomas nerviosos.
En Francia, por ejemplo, el período de sospecha fijado por la ley, durante el cual el veterinario del
comprador debe redactar un certificado de sospecha, es de 8 días a partir de la entrega del animal;
este plazo es insuficiente, habida cuenta de la duración de la fase asintómatica de la enfermedad.
- Entre los perros que viven en grupo, incluso cuando se respeta el programa de vacunación, se
observan casos esporádicos, principalmente entre los cachorros, durante el período crítico, o entre
los ejemplares más viejos, en los que, posiblemente, se ha disminuido la presión vacunal.
Exámenes complementarios
- No existe ningún método diagnóstico totalmente fiable, fuera del aislamiento del virus, que debe
ser realizado por laboratorios especializados, muy poco numerosos.
- Estudio del frotis conjuntival, prueba de Schirmer y examen del fondo del ojo.
- Examen histológico: búsqueda de cuerpos de inclusión eosinófilos citoplasmáticos característicos
(cuerpos de Lentz), en frotis conjuntivales obtenidos en el animal vivo o en muestras tomadas
inmediatamente después de la muerte del animal y conservadas en formol al 10 % (tercer
párpado, vejiga, cresta de la pelvis renal, bazo, timo [a partir del 13o día], ganglios linfáticos [a
partir del 9o día], pulmones, intestino delgado, estómago, cerebelo y asta de Amón). Cabe señalar,
sin embargo, la existencia de falsos positivos (hallazgo de cuerpos de Lentz en perros sanos, sobre
todo en las células de la pelvis renal, o en perros que padecen otras virosis, como por ejemplo,
parainfluenza o adenovirosis respiratorias) y de falsos negativos (infrecuentes cuando se examinan
todas las muestras mencionadas). No obstante, el hallazgo de cuerpos de Lentz en el contexto de
un cuadro clínico característico es patognomónico del moquillo. En la forma nerviosa, se observan
graves lesiones de desmielinización.
Neumonía (90 % de los casos), conjuntivitis (85 %), rinitis (80 %), diarrea (65 %), tos (45 %),
vómitos (25 %) y dermatosis (20 %). Los signos nerviosos, cuando están presentes, son:
mioclonías (45 %), calambres (45 %), ataxia (35 %), vueltas sobre sí mismo (10 %), paresia
posterior (10 %), disfagia (10 %), disminución del estado de alerta (10 %), fotofobia y ceguera
(10 %), temblores (5 %) y trismo (5 %).
- En los grupos de perros, las formas epizoóticas de moquillo (afectación de todos los animales)
son muy infrecuentes, puesto que muchos perros están protegidos por anticuerpos residuales.
Cuando aparece una forma enzoótica (afectación principalmente de los cachorros durante el
período crítico), la realización de una cinética de anticuerpos en los animales clínicamente sanos o
convalecientes que hayan estado en contacto con los ejemplares enfermos permite poner en
evidencia la circulación del virus más fácilmente; el virus natural actúa en este caso como un
refuerzo vacunal. Así, es más fácil establecer el diagnóstico dentro de un grupo de perros que en
un ejemplar aislado (interpretación facilitada de los títulos de anticuerpos según los antecedentes
vacunales de la perrera).
- Existen actualmente métodos diag-nósticos eficaces y no invasivos (pruebas inmunocitoquímicas,
técnica de transcripción inversa y reacción en cadena de la polimerasa [RT-PCR] y aislamiento del
virus en células B95a), que permiten establecer un diagnóstico rápido y fiable.
- En resumen, en caso de sospecha de moquillo en un perro, los exámenes complementarios deben
solicitarse en función del estado de evolución de la enfermedad y los antecedentes vacunales del
animal:
- Dentro de los 10 días siguientes a la aparición de los primeros signos clínicos:
• Si el perro está vacunado:
Dos extracciones de sangre con 3 semanas de intervalo para investigar una seroconversión (o RT-
PCR en una muestra sanguínea con heparina, siempre que el perro no haya sido vacunado en las 3
semanas anteriores) + búsqueda de cuerpos de Lentz en extensiones (material conjuntival, genital
o de punción ganglionar, sedimento urinario, sangre).
Pronóstico
La evolución de la enfermedad depende de la rapidez con la que el animal desarrolla una respuesta
inmunitaria:
- Se estima que del 40 al 50 % de los perros adultos no vacunados pueden producir anticuerpos
neutralizantes en los 8 días siguientes al primer contacto con el virus y presentar solamente una
forma benigna e incluso asintomática de la enfermedad. La otra mitad de los perros presentará los
síntomas típicos.
- En los cachorros no vacunados o durante el período de transición entre la inmunidad pasiva
calostral y la inmunidad activa posvacunal, la respuesta inmunitaria suele ser demasiado tardía,
por lo cual, más del 80 % de los ejemplares contaminados padecen la enfermedad.
- Las secuelas de mioclonías o crisis convulsivas rebeldes a los tratamientos tradicionales son
frecuentes tras la curación de una forma nerviosa de moquillo.
Tratamiento
- No existe ningún tratamiento específico eficaz (como para cualquier virosis), salvo la
administración precoz, durante la fase de incubación o de viremia, de un antisuero específico (5
ml/kg, por vía subcutánea o intravenosa). En cuanto el virus alcanza los epitelios, resulta
inaccesible para los anticuerpos séricos.
- Por esta razón, la "vacunoterapia" suele ser demasiado tardía, incluso por vía intravenosa.
- Tratamientos sintomáticos: antiinfecciosos de amplio espectro por aerosolterapia, para limitar las
frecuentes complicaciones bacterianas (sobre todo por Bordetella bronchiseptica), rehidratación en
caso de gastroenteritis asociada, vitaminoterapia B, E y C, corticoterapia sólo cuando se sospecha
una forma nerviosa autoinmunitaria o, en inyección retrobulbar, en caso de neuritis óptica
confirmada.
Profilaxis
Síntomas
Definición
- Esta temible enfermedad vírica es provocada por el adenovirus canino de tipo 1 (CAV-1).
- Este virus, muy patógeno, posee una gran similitud antigénica con el adenovirus canino de tipo 2
(CAV-2), que provoca una enfermedad respiratoria relativamente benigna
- En Europa occidental, esta enfermedad, relativamente frecuente y muy temida en los años
sesenta y setenta, ha prácticamente desaparecido debido a una cobertura vacunal amplia y eficaz.
Otros nombres
Enfermedad de Rubarth
Transmisión
Diagnóstico
- Es posible establecer un diagnóstico clínico de sospecha ante la muerte súbita de cachorros muy
pequeños o la aparición de hipertrofia ganglionar o edema corneal.
- La confirmación se obtiene mediante un examen histológico del hígado y la vesícula biliar, al
poner de manifiesto las inclusiones nucleares y las lesiones hepáticas características de esta
enfermedad.
- Según el país, el diagnóstico de sospecha puede ser obligatorio en el marco de la lucha contra los
vicios redhibitorios. Los principales elementos del diagnóstico clínico son bastante fáciles de
identificar: hipertermia, leucocitopenia, diarrea, adenitis y aumento de las transaminasas
musculares, cardíacas y hepáticas.
En caso de muerte del animal, el examen histológico de muestras de hígado y de los órganos
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congestionados permite confirmar retrospectivamente el diagnóstico de sospecha. En Francia, el
período de sospecha fijado por la ley, durante el cual el veterinario del comprador debe redactar un
certificado de sospecha, es de 6 días a partir de la entrega del animal; este plazo es suficiente,
habida cuenta de la corta duración de la fase de incubación.
Tratamiento
Profilaxis
- Deben tomarse las medidas sanitarias habituales (limpieza, desinfección, cuarentena, etc.). El
CAV-1 es resistente a la mayoría de los desinfectantes, excepto a las sustancias con amonio
cuaternario, que deben emplearse de manera prioritaria.
- Actualmente, la mejor prevención reside en la vacunación. Desde hace ya 20 años, no se
emplean cepas vacunales atenuadas de CAV-1, que podían provocar reacciones autoinmunitarias
oculares y renales.
- La vacunación se realiza con cepas de CAV -2, aprovechando la similitud antigénica entre ambos
tipos de virus. Las cepas vacunales no son patógenas e inducen una inmunidad de muy alto nivel y
muy duradera.
- La gran persistencia de los anticuerpos maternos puede interferir con la vacunación del cachorro
hasta las 12 semanas de edad.
- La primovacunación comprende dos dosis (hacia las 7 y las 12 semanas de edad). El primer
refuerzo se administra un año después. Dado que esta valencia es muy inmunógena y confiere una
inmunidad prolongada, a continuación sólo se necesitan refuerzos anuales
Síntomas
- Depresión, anorexia.
- Diarrea intermitente (con aumento del volumen fecal y tenesmo), transitoria (una semana de
duración, en promedio) y resistente a los tratamientos habituales.
- Retraso del crecimiento.
Definición
Causas
Factores favorecedores
Diagnóstico de certeza
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Tratamiento
De los perros
- Tratamiento sintomático.
- Halofuginona, 100 g/kg/día durante 3 días.
- La mayoría de los fármacos anticoccidianos (incluidas las sulfamidas) son inactivos contra C.
parvum.
- Medidas dietéticas: yogur, fermentos lácticos, levaduras y probióticos.
Síntomas
- Aborto tardío (entre el 30o y el 52o día de gestación) en caso de primoinfección (infrecuente).
- Mortinatalidad o mortalidad neonatal (más frecuente).
- Postración debida a una afectación central.
- Encefalitis (entre los 3 y los 18 meses).
- Neumonía.
- Polirradiculoneuritis (sobre todo en los cachorros de menos de 6 meses).
- Retinitis.
Definición
Parasitosis provocada por un coccidio, Toxoplasma gondii. El perro es uno de los numerosos
huéspedes intermediarios de este protozoario parásito y puede actuar como vector pasivo de
ooquistes, sin presentar generalmente síntomas digestivos. La toxoplasmosis congénita es una
consecuencia de la primoinfección de la madre durante la gestación.
Transmisión
Factores favorecedores
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Tratamiento
Profilaxis
Es delicado tomar medidas profilácticas, puesto que la adquisición de inmunidad supone una
infección previa.
- Limitar el contacto de las perras gestantes seronegativas con gatos potencialmente portadores de
quistes o con excrementos de estos animales.
- Limitar el acceso a zonas potencialmente contaminadas (zonas te-rrosas, huertas, etc.).
- Alimentar las perras gestantes con alimentos cocidos o industriales exclusivamente.
Síntomas
Heces de cachorros que padecen coccidiosis (presencia de moco "pegajoso") (© Royal Canin)
Definición
Protozoosis intestinal del cachorro, que se manifiesta clínicamente en el período de destete. En los
criaderos, se evidencia la presencia de coccidios en el 80 % de los análisis coproparasitológicos de
muestras conjuntas de cachorros con "diarrea" mucoide durante el destete.
- Los agentes causales son coccidios de dos especies específicas del perro, Isospora canis e
Isospora ohioensis.
- No se observa transmisión interespecífica (p. ej., a partir de aves, conejos o gatos).
factores favorecedores
Diagnóstico
- Cuadro clínico muy característico (heces "pegajosas" y "gomosas" durante el destete, estado
general conservado).
- Análisis coproparasitológico de una mezcla de muestras de materia fecal de todos los cachorros
de la camada que viven en el mismo box o comparten el mismo patio, tomadas en el momento de
máxima eliminación (5 ó 6 semanas).
- Identificación de ooquistes típicos de coccidios del género Isospora (el tamaño de los ooquistes
permite distinguir entre I. ohioensis e I. canis.).
- Paradójicamente, el análisis coproparasitológico puede resultar negativo durante el período
sintomático y positivo durante la convalecencia.
- En caso de muerte de un cachorro, es posible realizar un diagnóstico histológico retrospectivo,
siempre que se fijen las muestras (de intestino delgado distal, válvula ileocecal y colon proximal)
en formol al 10 % menos de 6 horas después de la muerte. En la necropsia, puede observarse
hepatomegalia discreta acompañada de decoloración del hígado.
diagnóstico diferencial
- Los síntomas observados en los criaderos son lo suficientemente característicos como para no
confundirlos con los relacionados con otros gérmenes causales de diarrea hemorrágica. Tras la
venta de un cachorro, puede ser más difícil establecer un diagnóstico en el animal aislado, puesto
que los excrementos más mucoides no suelen ser los que contienen la mayor concentración de
ooquistes.
- Rectocolitis hemorrágica por estrés (infrecuente a esta edad).
- Parvovirosis (leucopenia, postración, prueba de detección directa del CPV en las heces).
- Criptosporidiosis
Tratamiento
- En los criaderos, es aconsejable tratar con diclazurilo (2,5 mg/kg en una sola dosis por vía oral)
hacia las 4 semanas de edad; repetir eventualmente el tratamiento 15 días más tarde.
- También se puede administrar toltrazurilo, pero debido a su elevado pH, hay que diluirlo
previamente al 50 % en agua y al 25 % en propilenglicol.
- En caso de tratamiento después de la venta, las sulfamidas son suficientes.
- Protectores de la mucosa gastrointestinal (p. ej., esmectita)
- Levaduras
- Fermentos lácticos (yogur)
- Antiadhesinas oligosacarídicas (AAO).
Pronóstico
- El pronóstico es generalmente favorable, aunque los tratamientos sólo sirven para limitar las
manifestaciones clínicas de la enfermedad, pero no erradican el parásito del criadero.
- La gravedad de los síntomas no está correlacionada con el número de ooquistes.
- En ausencia de tratamiento, el cachorro elimina espontáneamente los parásitos y adquiere
inmunidad duradera (IgA locales).
- El pronóstico es más incierto en caso de complicación con una infección intercurrente (p. ej.,
criptosporidiosis, coronavirosis o parvovirosis).
- Cuando la infección afecta a la lamina propia (enteritis hemorrágica por I. canis, más
enteroinvasiva que I. ohioensis), pueden observarse secuelas de malabsorción crónica. La infección
por I. canis alcanza el íleon y el colon, mientras que la infección por I. ohioensis sólo llega hasta el
intestino delgado posterior.
PROFILAXIS
- Administrar diclazurilo (con la pauta mencionada) una semana antes del plazo medio de aparición
de los síntomas (en general, hacia la 3a ó 4a semana de vida).
- Combatir los vectores (roedores e insectos coprófagos).
- Disponer de instrumentos de limpieza y botas de uso exclusivo en la maternidad.
- Limpiar a diario la maternidad y evacuar los excrementos para limitar la transformación de los
ooquistes en formas esporuladas infecciosas.
- No dejar las escudillas al nivel del suelo para evitar la contaminación con materia fecal.
- No instalar a los cachorros en lechos de paja.
- Iluminar la maternidad con luz natural, dado que los ooquistes son sensibles a la radiación
ultravioleta.
- Como los ooquistes son también sensibles al calor y la desecación, es aconsejable emplear estos
medios físicos en la maternidad, durante el vacío sanitario (p. ej., limpiar con agua hirviendo o
vapor de agua sobrecalentado, pasar la llama de un soldador sobre los objetos resistentes al calor,
etc.).
- Emplear en la maternidad un sistema de calefacción por el suelo.
- En ausencia de los animales, desinfectar con amoníaco puro, que es activo contra los ooquistes.
- No utilizar hipoclorito de sodio, puesto que parece favorecer la esporulación de los ooquistes.
- Tratar los intersticios y las juntas de baldosas con silicona.
- Realizar un destete tardío o complementar el alimento de destete con leche maternizada o
lactosa.
- Realizar un análisis coproparasitológico en todos los cachorros al principio del período crítico.
Giardiasis
Síntomas
- Esteatorrea, que confiere a las heces un aspecto descolorido, graso y lustroso, semejante al de la
masilla.
- Cuadro clínico que sugiere una de insuficiencia pancreática exocrina.
- Aumento del volumen y la frecuencia de defecación (malabsorción y maldigestión).
- Adelgazamiento a pesar de un aumento del apetito y la sed.
- Coprofagia (automantenimiento de la infección).
Quistes de Giardia lamblia coloreados con solución de Lugol (© Parasitología, Escuela Nacional de
Veterinaria de Lyon, Francia)
Esteatorrea (© DR)
Definición
Causas
Importancia clínica
Persiste en estado endémico en zonas húmedas, en un reservorio constituido por los portadores
sanos. A título indicativo, este parásito se ha identificado en un tercio de los criaderos franceses.
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Factores favorecedores
- Las giardias parasitan principalmente a los cachorros (desde el destete hasta los 2 años de
edad); la eli minación en las heces es máxima entre las 6 y 12 semanas de vida.
- Como en la mayoría de las parasitosis intestinales, los cachorros, más susceptibles, constituyen la
principal fuente de quistes, mientras que los adultos, a menudo asintomáticos, son responsables de
la persistencia de la infección.
- Los quistes, sensibles a la desecación y a los desinfectantes habituales (compuestos de amonio
cuaternario), se encuentran sobre todo en lugares húmedos (p. ej., huertos). A diferencia de las
formas de resistencia de otros parásitos (p. ej., coccidios, tricuros y ascáridos), sólo resisten
algunas semanas en un medio favorable, pero son resistentes al frío (2 meses a 8 °C, 1 mes a 21
°C y 4 días a 37 °C).
Patogenia
Diagnóstico
Diagnóstico de sospecha
El diagnóstico de sospecha se basa en los elementos clínicos descritos anteriormente: diarrea
crónica intermitente del intestino delgado, de tipo seudoepizoótica y zoonótica, que afecta
principalmente a los cachorros, sin alteración grave del estado general (evolución afebril); aspecto
y pH de las heces, y hallazgo de numerosos glóbulos grasos en el análisis microscópico de materia
fecal coloreada con Sudán III.
Diagnóstico de confirmación
- Como los trofozoítos son frágiles, es difícil aislarlos en las heces, salvo a partir de un examen
directo de materia fecal recientemente evacuada.
- En cambio, los quistes vegetativos de Giardia sp., formas de resistencia que contaminan el medio
exterior, son más fáciles de detectar, aunque sólo se eliminan de manera intermitente en los
excrementos. Por esta razón, cualquiera que sea la parasitosis intestinal sospechada en un
criadero, es aconsejable efectuar un análisis coproparasitológico colectivo, mezclando las heces de
varios perros de estado dudoso. La coloración con solución de Lugol permite identificar fácilmente
los quistes cuya pared fija el color anaranjado del yodo (ver foto).
Diagnóstico diferencial
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Tratamiento
Profilaxis
- Para limitar el riesgo de reinfección, tratar el medio ambiente y los vectores potenciales,
paralelamente al tratamiento médico de los animales y, si corresponde, del personal. Para ello, el
criador debe controlar especialmente la higiene de las escudillas para beber, que deben llenarse
con agua limpia y colocarse a cierta altura para limitar el riesgo de contaminación con materia fecal
durante el período de tratamiento.
- Durante el período de tratamiento de los animales, limpiar las jaulas con detergente, enjuagarlas
con agua hirviendo, desinfectarlas con un compuesto de amonio cuaternario y, si es posible,
secarlas con aire caliente (realizar estas operaciones durante 3 días consecutivos, como mínimo).
El hipoclorito de sodio es poco activo contra los quistes de Giardia sp.
- Al comienzo y al final del tratamiento, lavar con champú el pelaje de los animales que puedan ser
portadores de quistes, enjuagarlo con una dilución acuosa de un compuesto de amonio cuaternario
y secarlo con aire caliente.
- Realizar un nuevo análisis coproparasitológico colectivo 9 semanas después del final del
tratamiento médico e higiénico, para verificar su eficacia.
Trofozoítos visibles en el examen de heces en fresco. Los trofozoitos presentan ocho flagelos
(familia Hexamitidae) (6–8 µm x 12–15 µm).(© Parasitología, Escuela Nacional de Veterinaria de
Lyon, Francia)
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Toxocariasis
Síntomas
En los perros adultos:
- A menudo asintomática en los machos (las larvas permanecen enquistadas, en estado latente)
- Signos de malabsorción y maldigestión en las hembras durante el metaestro, al final de la
gestación o durante la lactación
- Diarreas transitorias tras un tratamiento ascaricida
En los cachorros:
- Hinchazón abdominal después de mamar o comer ("vientre de rana").
- Adelgazamiento, geofagia, pica.
- Seudorraquitismo.
- Pelo sin brillo y "picado" (retraso de la "muda").
- Retraso del crecimiento.
- Tos verminosa (neumonía por presencia de larvas de ascáridos) entre los 15 días y los 3 meses
de edad.
- Vómitos de gusanos.
- Obstrucción e incluso oclusión intestinal en caso de infestación masiva.
Definición
Esta parasitosis benigna intestinal (y sistémica en el estado larvario) se debe a la colonización del
tercio anterior del intestino delgado por platelmintos del género Toxocara. Estos parásitos están
tan bien adaptados a la especie canina que su ciclo de vida coincide con el ciclo reproductor de la
perra. Por esta razón, la toxocarosis afecta actualmente al 100 % de los criaderos caninos.
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Causas
Toxocara canis es el ascárido que infesta con mayor frecuencia a los cacho-rros y las reproductoras
en los criaderos caninos. Toxascaris leonina es menos frecuente en los criaderos, puesto que sólo
parasita adultos o cachorros durante el período siguiente al destete.
Otros nombres
- Ascaridosis
- Ascaridiasis
Transmisión
Toxocarosis zoonosis
Los seres humanos se contagian por vía oral, al ingerir accidentalmente huevos embrionados o
larvas de T. canis. (el género Toxascaris no tiene potencial zoonótico). No obstante, la ingestión
accidental de huevos presentes en el pelaje no presenta riesgo alguno para un niño que acaricie a
su cachorro infestado. Aunque se trata de una zoonosis incompleta (el parásito muere), puede
tener graves consecuencias en caso de migración de las larvas hacia el sistema nervioso. Se estima
que, en medio urbano, la seroprevalencia (antígenos de excreción–secreción [ES]) en seres
humanos es del 2 al 5 % en adultos y del 7 al 15 % en niños. La toxocariasis humana se presenta
en diversas formas: larva migratoria (larva migrans) visceral en niños, toxocariasis sistémica es
adultos, toxocariasis ocular y toxocariasis neurológica. Como los ascáridos contienen potentes
alérgenos, se sospecha su participación en la amplificación alérgica en sujetos atópicos,
especialmente en niños asmáticos.
Como los tratamientos antiparasitarios son poco eficaces en los seres humanos, la profilaxis
higiénica es de primordial importancia.
Diagnóstico
- Análisis coproparasitológico de muestras conjuntas.
- Prueba de Baermann (búsqueda de larvas).
- Detección de eosinofilia (inconstante).
- Cuando el resultado el análisis coproparasitológico de muestras de un cachorro es negativo, no se
puede afirmar que el animal no padezca toxocariasis, puesto que es posible que los parásitos
intestinales todavía no se hallen en la fase de reproducción. Cabe señalar que, dada la duración del
período prepatente de esta enfermedad, el análisis coproparasitológico es generalmente negativo
en los cachorros de menos de 3 semanas, cualquiera que sea el grado de infestación.
Diagnóstico diferencial
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- Síndrome provocado por alimentos de destete de muy baja digestibilidad (generic dog food
disease o supermarket syndrome).
- Errores de transición alimentaria en el momento del destete.
Tratamiento
- La piperazina y el pirantel son los únicos fármacos "ascarífugos" (provocan la expulsión de los
parásitos enteros y vivos). Los demás productos son "ascaricidas" (matan los parásitos).
- La piperazina presenta, a veces, problemas de tolerancia en los perros de razas pequeñas
(vómitos frecuentes). No obstante, es el fármaco de primera elección en caso de sospecha de
parasitismo masivo en cachorros durante el período siguiente al destete (debe administrarse
durante tres días consecutivos), puesto que no destruye los parásitos y, por lo tanto, no induce
accidentes de "choque endotóxico" por liberación masiva de toxinas en el momento de la lisis
parasitaria. En caso de duda, también es posible utilizar un antihelmíntico, en dosis bajas el primer
día y en dosis mayores los días siguientes.
- El pirantel no atraviesa la barrera intestinal y, por lo tanto, no es activo contra las larvas durante
su migración. Por consiguiente, no se aconseja emplearlo en las madres durante el período de
reactivación larvaria ni en los cachorros pequeños (período de migración hepática y pulmonar de
las larvas).
- Para destruir las larvas durante su migración y limitar la transmisión transplacentaria, es
preferible recu-rrir a los fármacos de buena difusión tisular, como los siguientes bencimidazoles:
- fenbendazol (formas adultas y larvas)
- oxfendazol (formas adultas y larvas)
- febantel (formas adultas, ¿larvas?)
- flubendazol (formas adultas)
El febantel se transforma en el organismo en fenbendazol y luego, en oxfendazol, lo que explica los
efectos similares de estos tres fármacos.
El levamisol, presente en algunas asociaciones antihelmínticas, es peligroso en cachorros de menos
de 3 meses y no debe administrarse a las perras gestantes, lo que limita su uso.
La selamectina es activa contra los parásitos adultos presentes en la luz intestinal.
Por consiguiente, un plan de lucha lógico contra los ascáridos puede consistir, por ejemplo, en las
pautas que se detallan a continuación.
Profilaxis
- No existen productos químicos utilizables en presencia de animales que destruyan las formas de
resistencia del parásito en el medio ambiente. Por otra parte, los huevos eliminados necesitan más
de un día para volverse infestantes. Por consiguiente, es importante limpiar diariamente los
excrementos y no dejar que los animales de riesgo (perras durante el período de reproducción y
cachorros antes de la venta) defequen en las zonas de ejercicio comunes. Los fenoles (cresil al 2 %
o fenoles sintéticos) presentan una actividad y un poder residual interesantes, además de un costo
reducido y una total inocuidad para los animales.
- Lavar los patios de los boxes con un detergente para remover los elementos parasitarios,
prestando especial atención a los objetos de madera y las juntas de baldosas. Las aguas residuales
deben poder evacuarse hacia sifones individuales (uno por patio). Por último, destruir los
eventuales elementos parasitarios remanentes mediante un tratamiento con vapor de agua
sobrecalentado o con un lanzallamas. Asimismo, durante el vacío sanitario (ausencia de animales),
se pueden tratar los intersticios y las juntas de baldosas de la maternidad (zona de riesgo) con
amoníaco. Es aconsejable recubrir de silicona dichas juntas.
- Recubrir los terrenos contaminados (sobre todo en la zona de ejercicio de la maternidad) con una
capa de grava para poder sanear periódicamente estos reservorios de parásitos, regándolos
abundantemente (para favore cer la infiltración de los huevos) y pasando a continuación un
lanzallamas.
- Eliminar los roedores y los huéspedes paraténicos, que pueden albergar larvas infestantes o
favorecer la diseminación pasiva de los huevos.
- Aislar a los animales que eliminan parásitos (perras durante el periodo de reproducción y
cachorros durante el período de destete).
- Realizar un análisis coproparasitológico con muestras de todos los perros que lleguen al criadero,
al inicio de la cuarentena.
- En la maternidad, usar cubrezapatos destinados exclusivamente para este local (personal y
visitantes).
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Anquilostomosis
Síntomas
Los síntomas son generalmente más graves en caso de infestación por Ankylostoma sp. (muy
hematófago) que por Uncinaria stenocephala.
- Anemia (A. caninum) debida al carácter hematófago del parásito.
- Leucocitosis y eosinofilia.
- Adelgazamiento.
- Larva migratoria (larva migrans) cutánea, en caso de penetración transcutánea de las larvas, en
las zonas de piel lampiña (abdomen y cara interna de los muslos).
- Poliadenitis (con adenitis poplítea persistente).
- Modificación del timbre vocal.
- Pérdida transitoria del olfato (hiposmia).
- Epistaxis (en el 20 % de los casos).
- Mialgias.
- Diarrea de intestino delgado con heces muy oscuras (sangre digerida).
Definición
Parasitosis digestivas caninas debidas a la colonización del intestino delgado por nematodos
hematófagos del género Ankylostoma (colonización del duodeno y el yeyuno) o Uncinaria
(colonización del yeyuno y el íleon).
Otros nombres
- Ancilostomosis
- Anquilostomiasis (o ancilostomiasis).
- Anquilostomatidosis (o ancilostomatidosis)
- Anquilostomidosis (o ancilostomidosis) (anquilostomosis y uncinariosis).
Causas
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Importancia clínica
La prevalencia decrece, debido a la disminución del número de jaurías, la mejora de las condiciones
de cría y la eficacia de los productos ascaricidas empleados habitualmente en los criaderos.
Transmisión
- Los perros pueden contagiarse por vía transcutánea, a partir del suelo – principalmente a través
de los espacios interdigitales, donde la desecación del barro favorece el paso transcutáneo de las
larvas infestantes L3–, o por vía oral. La vía transcutánea es preponderante para A. caninum.
- A partir de la piel o el tubo digestivo, las larvas migran por vía linfática o sanguínea hacia los
pulmones (cachorros de menos de 3 meses). A continuación, el parásito se comporta de manera
semejante a Toxocara sp. (ver el capítulo correspondiente), con la posibilidad de migración
somática e hipobiosis de las larvas musculares. En la hembra gestante, las larvas pueden
reactivarse, migrar y atravesar la placenta (con mayor frecuencia U. stenocephala). Asimismo,
después del parto, pueden pasar al calostro y la leche (sólo Ankylostoma spp.).
- La transmisión de U. stenocephala es más frecuente por vía transplacentaria que por vía
calostral, a la inversa de Ankylostoma spp.
- Pueden intervenir huéspedes paraténicos, como por ejemplo, pequeños roedores, portadores de
larvas en los músculos.
- Se han descrito fenómenos de larva migratoria cutánea en seres humanos en contacto con estos
parásitos, que no conllevan un alto riesgo zoonótico en Europa (más frecuente en Asia).
Factores favorecedores
- Edad (los anquilostomas infestan principalmente perros jóvenes, que eliminan espontáneamente
los parásitos).
- Vida en grupo confinado (criaderos, perreras, jaurías, etc.).
- Clima tropical.
- Recrudecimiento estacional (otoño y verano), puesto que el calor y la humedad favorecen el
desarrollo del parásito.
- Los suelos aireados, templados, blandos, húmedos y umbríos son muy propicios para la
supervivencia de los huevos y las larvas, que pueden volverse infestantes en 3 días, pero que rara
vez resisten más de 2 meses en el medio externo. Los terrenos herbosos o arenosos, y húmedos
son muy favorables para los parásitos, mientras que los terrenos arcillosos impregnados de agua
son menos propicios.
- U. stenocephala puede encontrarse en regiones frías (p.ej., en Groenlan-dia).
Diagnóstico
- Por análisis coproparasitológico, a partir de una mezcla de heces de los animales afectados.
- La diferencia de tamaño de los huevos (del tipo "estróngilo") no permite distinguir entre los
géneros Ankylostoma y Uncinaria, salvo si se realizan mediciones precisas.
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Diagnóstico diferencial
- Tos de las perreras (cuando se produce migración de las larvas hacia las vías respiratoria).
- Otras parasitosis intestinales (toxocarosis) o respiratorias (angiostrongilosis o traqueobronquitis
verminosa).
- Rinitis alérgicas o traumáticas (p. ej., producidas por espiguillas).
- Linguatulosis (cuando se observa epistaxis).
- Otras parasitosis anemiantes (babesiosis, tricurosis).
- Ehrlichiosis (cuando se observan trastornos respiratorios).
Tratamiento
Profilaxis
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Tricurosis
Síntomas
- En caso de infestación moderada o crónica, los síntomas pueden ser poco pronunciados (salvo en
caso de poliparasitismo):
- Apatía, deshidratación, borborigmos y flatulencias.
- Cuadro clínico de colitis crónica (a veces de tiflitis).
- Diarrea a veces mucoide o coloreada con sangre.
- Alternancia de períodos de diarrea y estreñimiento en varios ejemplares del criadero.
- Anemia microcítica regenerativa (en caso de infestación masiva).
- Neutropenia, eosinofilia y monocitosis.
Definición
Helmintosis intestinal debida a la colonización del colon y el ciego por Trichuris vulpis.
Otros nombres
- Tricuriasis
- Tricocefalosis
- Tricocefaliasis
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Importancia clínica
Es una de las helmintosis más frecuentes en los perros adultos de criaderos, debido probablemente
a la simplicidad del ciclo de T. vulpis, la resistencia de sus huevos en el medio ambiente y el
hábito, en muchos criaderos, de administrar antihelmínticos "a ciegas", sin tener en cuenta el
espectro de actividad del fármaco ni el entorno.
Causas
Factores favorecedores
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
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Tratamiento
Tratamiento sintomático:
- Tratar la colitis cecal crónica.
- Corregir la anemia.
- Instaurar una dieta adecuada (enriquecida en fibras, arcillas y fructooligosacáridos). No es
aconsejable tratar de enmascarar los síntomas de colitis con ajustes dietéticos sin prescribir
paralelamente un tratamiento etiológico y ambiental.
Tratamiento etiológico
- Fenbendazol, 50 mg/kg/día, durante 3 a 5 días.
- Oxfendazol, 11,3 mg/kg/día, durante 3 días.
- Flubendazol, 22 mg/kg/día, durante 3 a 5 días.
- Febantel, 10 mg/kg/día, durante 3 días.
- Ivermectina, 100 µg/kg, bajo la responsabilidad del veterinario, puesto que ciertas razas son
sensibles a este fármaco.
- Milbemicina oxima, 0,5 mg/kg, en una dosis por vía oral.
Cuando en un criadero se identifica esta helmintosis, hay que instaurar dos veces alguno de estos
tratamientos, con un mes de intervalo. La eficacia de cada uno de estos tratamientos debe
controlarse mediante un análisis coproparasitológico conjunto, 8 días después de terminarlo y,
luego, 4 meses después de aplicar el plan de profilaxis de las recidivas.
El nitroscanato posee una actividad insuficiente contra T. vulpis. El pirantel es inactivo.
Profilaxis
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Estrongiloidosis
Síntomas
- Pápulas en los puntos de penetración cutánea de los parásitos, sobre todo en las zonas de piel
fina, como el abdomen.
- Reacciones ganglionares locorregionales.
- Signos respiratorios al producirse la migración de las larvas a las vías respiratorias altas.
- Enteritis aguda grave (infrecuente en las demás helmintosis intestinales), a veces hemorrágica
(sangre oscura), con repercusiones generales (hipertermia y apatía).
Definición
Causas
Otros nombres
- Estrongiloidiasis
- Estrongiloidiosis
- Anguilulosis
Factores favorecedores
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Transmisión
- Principalmente por penetración percutánea de las larvas L3 (en caso de ingestión, la acidez
estomacal destruye las larvas)
- Migración de las larvas por vía hemática hacia el intestino delgado, los pulmones, las cavidades
cardíacas derechas, la tráquea y la laringe, desde donde descienden por el tubo digestivo hasta el
intestino, donde originan parásitos adultos.
- Ciclo de 4 a 6 semanas.
- Enquistamiento y transmisión posible a los recién nacidos por el calostro y la leche
Diagnóstico de confirmación
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Tratamiento
Profilaxis
- Tomar las medidas necesarias para desecar las larvas en el medio externo.
- Tratar las hembras antes del parto.
- Mantener una correcta higiene en los locales.
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Espiruridosis
Síntomas
Espirocercosis:
- Síntomas variables en función de la localización del parásito (numerosas localizaciones erráticas
responsables de trastornos nerviosos o muerte súbita por hemotórax consecutivo a una ruptura de
aneurisma)
- Signos digestivos: disfagia, sialorrea, regurgitaciones, melena y hematemesis
- Signos respiratorios: disnea, síncopes por esfuerzo, tos seca
- Signos generales: anemia, tumores esofágicos, osteoartropatía pulmonar hipertrófica (síndrome
de Cadiot-Ball)
- Infestación asintomática frecuente (hallazgo fortuito en la necropsia)
Gnatostomosis:
- Gastritis nodular
- Larva migratoria (larva migrans)
- Afectación hepática
Fisalopterosis:
- Vómitos (un solo parásito basta para desencadenarlos).
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Definición
Helmintiasis digestivas de los carnívoros, debidas a la colonización de las porciones anteriores del
tubo digestivo (esófago, estómago y duodeno) por nematodos que presentan la peculiaridad de
necesitar un huésped intermediario para completar su ciclo biológico.
Causas
Espirocercosis
Afecta principalmente a perros de zonas tropicales, donde la incidencia puede alcanzar un 80 %.
No obstante, también es posible encontrarla, con menor frecuencia, en zonas templadas.
Gnatostomosis
Lejano Oriente, India, América y Australia.
Fisalopterosis
África, América del Norte y Central, Oriente Medio.
Transmisión
Espirocercosis
Los huevos de S. lupi eliminados en el medio ambiente son ingeridos por un coleóptero (huésped
intermediario), el cual, a su vez, puede ser ingerido por un huésped paraténico insectívoro
(batracio, reptil, pájaro o pequeño mamífero). El perro se infesta al ingerir el huésped
intermediario o paraténico. El período prepatente (entre la ingestión del parásito y la eliminación
de huevos) es largo (entre 170 días y 9 meses) y abarca las diversas migraciones larvarias
(estómago, trayecto arterial hasta la aorta torácica y, luego, esófago).
Gnatostomosis
El huésped intermediario (Cyclops) es ingerido por un huésped paraténico (generalmente, un pez
de agua dulce), el cual, a su vez, puede ser ingerido por un perro. El período prepatente dura 7
meses, en promedio. Las larvas llegan al estómago tras una migración hepática.
Fisalopterosis
El período prepatente es más corto (de 8 a 10 semanas). El parásito se desarrolla en el tubo
digestivo, sin migración larvaria.
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Factores favorecedores
Espirocercosis
Los perros jóvenes, de 6 meses a 3 años de edad, son más susceptibles, lo que sugiere la
adquisición, en la edad adulta, de una inmunidad que impide la multiplicación de los parásitos. La
vida en medio rural, donde los pe-rros pueden alimentarse de presas, es un factor favorecedor.
Diagnóstico
Espirocercosis
- Diagnóstico de sospecha: clínico y epidemiológico
- Diagnóstico de confirmación:
- Endoscopia esofágica, para visualizar los nódulos y extirparlos con una pinza de biopsia.
- Los huevos, eliminados de los nódulos hacia la luz del tubo digestivo, pueden detectarse
mediante un análisis coproparasitológico, aunque a veces de manera tardía (nódulos inmaduros).
Hay que buscarlos también en los vómitos y las regurgitaciones.
Gnatostomosis
- Diagnóstico de sospecha: clínico y epidemiológico
- Diagnóstico de certeza: endoscopia gástrica, análisis coproparasitológico, examen biópsico o
necrópsico de los nódulos; asimismo, hay que buscar parásitos en los vómitos.
Fisalopterosis
- Endoscopia gástrica y, sobre todo, duodenal. Examen al microscopio de las heces y los vómitos.
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Tratamiento
Profilaxis
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Teniosis
Síntomas
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Definición y causas
Otros nombres
- Teniasis
- Cestodosis
- Cestodiasis
- "Lombriz solitaria"
Distribución geográfica
Factores favorecedores
Dipylidium caninum
Transmisión
Diagnóstico
- Clínico
- Epidemiológico (posibilidad de ingestión de huéspedes intermediarios).
- En general, no es posible poner de manifiesto los huevos de platelmintos en el análisis
coproparasitológico, salvo en caso de desgarro accidental de proglotis en el tubo digestivo.
Diagnóstico diferencial
Otras helmintosis digestivas: la distinción es fácil, puesto que estos platelmintos son los únicos
gusanos con segmentos macroscópicamente detectables en las heces o el pelaje.
Pronóstico
Tratamiento
Profilaxis
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Candidosis digestivas
Síntomas
Definición
Micosis de la cavidad oral y el intestino (extremo distal del intestino delgado y colon) debida a una
levadura saprofita del tubo digestivo, Candida albicans, responsable de diarreas y, a veces, de
úlceras de la mucosa digestiva.
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Causas
- Las levaduras del género Candida pueden multiplicarse en los seres humanos y los animales, pero
no suelen ser patógenas, por lo que rara vez se las incrimina en los criaderos.
- Se pueden encontrar levaduras en la superficie de la piel y las mucosas, y en las cavidades
naturales, el tubo digestivo y los bronquios.
- Por lo general, el contagio se realiza a partir de animales enfermos o vectores pasivos.
- La contaminación sólo conduce a la infección en los sujetos debilitados.
Otros nombres
Factores favorecedores
Locales
- Humedad y maceración epidérmica
- Irritación traumática o química.
Generales
- Disminución de la resistencia del organismo por causas fisiológicas (gestación), patológicas
(deshidratación, desnutrición, diabetes sacarina [diabetes mellitus], cáncer, trastornos endocrinos,
etc.) o yatrógenas (corticoterapia, antibioticoterapia prolongada, etc.).
Diagnóstico
Candidosis oral
- Las placas cremosas blanquecinas observadas en la cavidad oral son patognomónicas de la
candidosis.
- C. albicans puede detectarse fácilmente al microscopio con una tinción de Giemsa.
Candidosis intestinal
- Para determinar el origen de los trastornos es preciso realizar un estudio micológico de las heces.
- A veces es necesario realizar un micocultivo en agar con medio de Sabouraud, para diferenciar C.
albicans de otras especies no patógenas del género Candida.
- En las necropsias, hay que buscar el hongo en las lesiones, es decir, en los microabscesos de la
pared intestinal.
Pronóstico
Candidosis oral
- Enfermedad benigna, pero reveladora de una afección subyacente más grave.
Candidosis intestinal
- Enfermedad benigna, salvo cuando la perforación de una úlcera ocasiona una peritonitis.
Tratamiento
Profilaxis
Síntomas
- Borborigmos
- Aumento del pH fecal
- Coprofagia
Definición
Causas
Importancia clínica
Las flatulencias rara vez motivan una consulta con el veterinario. No obstante, los veterinarios
pueden abordar este tema al realizar la evaluación sanitaria de un criadero, en particular, en la
evaluación alimentaria y parasitaria.
Factores favorecedores
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Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
- Contrariamente a lo que a veces se piensa, las flatulencias no son un factor favorecedor del
síndrome de dilatación y torsión del estómago, producido por otros mecanismos (ausencia de
procesos de fermentación).
- Parasitismo intestinal (en particular, giardiosis).
- El pH fecal permite orientar el diagnostico hacia una maldigestión proteínica (la maldigestión
lipídica, amilásica o glucídica se acompaña generalmente de una acidificación de los excrementos).
Tratamiento
- Dietético: acidificación del contenido colónico por aporte de probióticos o prebióticos (yogur,
lactosa o levaduras del género Saccharo-myces).
- Médico: carbón activado y gel de dimeticona.
- Conductual: modalidad de distribución de las comidas, adaptación de las raciones alimentarias y
limitación de la velocidad de ingestión.
Profilaxis
A menudo, las flatulencias se deben a una malasimilación proteínica por saturación de la actividad
proteásica. El alimento es raramente el único responsable de este síndrome.
- Fraccionar la ración diaria en varias comidas.
- Disminuir la velocidad de ingestión de los alimentos (colocar un guijarro entre las croquetas de la
ración, desparramar las croquetas por el suelo, disminuir la competencia alimentaria entre perros,
etc.).
- Emplear un alimento hiperdigestible con contenido moderado de fibra y colágeno
- Instaurar tratamientos antiparasitarios específicos contra los microorganismos detectados en el
estudio coproparasitológico.
- Evitar los juguetes con alto contenido de colágeno (huesos de cuero de búfalo, orejas de cerdo,
etc.).
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Trastornos del crecimiento óseo
Definición
Enfermedades osteoarticulares debidas a un desequilibrio nutricional que puede afectar a todos los
perros de un criadero o sólo a algunos de ellos. Este desequilibrio puede involucrar diversos
nutrientes, comenzando por el calcio, el fósforo y la vitamina D, pero también el yodo, el cobre, el
cinc, el manganeso, el flúor, las vitaminas A y C, y el equilibro proteínico-energético de la ración.
Causas
Origen metabólico
Enfermedades óseas relacionadas con los fenómenos metabólicos de osteoplasa y resorción de la
matriz ósea:
- Defecto de formación osteoide (osteoporosis)
- Defecto de mineralización osteoide (osteomalacia)
- Exceso de resorción ósea (osteofibrosis).
Origen genético
Enfermedades genéticas con repercusión ósea: mucopolisacaridosis, hemofilia, osteopetrosis
familiar, algunos tipos de enanismo, calcinosis peri-articular multicéntrica e incluso osteocondrosis.
Origen endocrino
Algunas enfermedades endocrinas primitivas pueden causar trastornos óseos, osteoporóticos
(enanismo hipofisario o hipercorticalismo adrenal), osteofibróticos (hiperparatiroidismo primario), o
relacionados con una hipermineralización (hipercalcitoinismo). Enfermedades que responden a una
intervencion dietetica
Página 64 de 258 Tema: Trastornos del crecimiento óseo Nº de pagina del tema: 1
Trastornos por exceso de calcio alimentario
Este problema es todavía frecuente en los criaderos y se relaciona, generalmente, con un exceso
de celo por parte de algunos criadores, que los lleva a añadir a los alimentos industriales
equilibrados, suplementos minerales y vitamínicos inútiles e incluso peligrosos.
El diagnóstico se basa principalmente en los datos de la anamnesis relativos a la dieta. Los
trastornos observados son muy variados: panosteítis (o enostosis), osteodistrofia hipertrófica,
osteocondritis disecante, displasia de cadera, síndrome hipotiroideo con huesos cortos (mala
captación tiroidea de yodo), osteoporosis (alteración de la absorción digestiva de cobre) e incluso
muerte precoz.
Osteocondrosis
Afectación de la osificación encondral, que puede conducir a una osteocondritis disecante en caso
de degeneración del cartílago articular. Esta enfermedad parece estar estrechamente vinculada con
un aumento excesivo de la velocidad de crecimiento, debido a una ingesta alimentaria global
demasiado abundante.
Osteodistrofia hipertrófica
Se trata del fenómeno inverso al observado en la osteoporosis, relacionado también con una
velocidad de crecimiento demasiado grande y una sobrenutrición global. Se ha sugerido la
participación de un exceso de energía, proteínas, calcio y vitamina D, así como una síntesis
deficiente de vitamina C, pero nunca se ha observado que uno de estos factores aislado origine la
enfermedad.
Forma de enanismo que afecta a las razas nórdicas, en particular al Alaskan Malamute, y produce
acortamiento e incurvación de las extremidades, principalmente las anteriores. Los cachorros
padecen, además, anemia hemolítica normocrómica y retraso en la maduración sexual. El
diagnóstico se establece fácilmente. El tratamiento consiste en una complementación nutricional
con cinc; pueden administrarse hasta 200 o 300 mg de sulfato de cinc por día sin riesgo alguno. Al
principio del tratamiento, pueden producirse vómitos; cuando persisten, es preciso reducir las dosis
de cinc.
Diagnóstico
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Tratamiento
Pronóstico
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Enfermedades Respiratorias
Síntomas
Definición
El término "tos de las perreras" designa un conjunto de signos clínicos de las vías respiratorias
altas del perro, cuyas principales características son la gran capacitad de contagio y la multiplicidad
de agentes patógenos causales.
Otros nombres
Importancia clínica
La tos de las perreras se presenta en todo el mundo como una enfermedad enzoótica. Afecta sobre
todo a perros jóvenes y, aunque desde el punto de vista médico no suele ser una enfermedad
grave, puede ocasionar pérdidas económicas considerables.
La participación en exposiciones o concursos caninos constituye un factor de riesgo importante. En
efecto, en los días siguientes a un encuentro, los perros participantes padecen con frecuencia
episodios de tos. Este riesgo es mayor cuando se presentan en una exposición perras con sus crías.
En los criaderos, esta enfermedad es mucho más frecuente en invierno, período durante el cual se
producen grandes variaciones de la temperatura y la humedad exteriores, y resulta más difícil
controlar la aireación y la humedad ambiente en los locales de la perrera. No obstante, en los
países industrializados, la generalización de la costumbre de colocar a los perros en residencias
caninas durante el verano tiende a uniformar la frecuencia de aparición de casos clínicos.
Esta enfermedad, al igual que los síndromes respiratorios porcino y felino, afecta principalmente a
los grupos de animales confinados con alta densidad de población o alta tasa de renovación
(perreras municipales, residencias temporarias, animalarios, etc.). La conocida fórmula
epidemiológica: Pi = n2 – n (donde: Pi = posibilidades de intercambios entre animales del grupo y
n = número de animales en el grupo) explica el aumento exponencial del riesgo sanitario según el
efectivo de animales que viven en el mismo lugar.
Los cachorros padecen formas graves con mayor frecuencia que los adultos, puesto que la
protección pasiva que reciben a través de los anticuerpos maternos sólo dura unas 4 ó 5 semanas,
mientras que los adultos poseen cierto grado de inmunidad activa debido a contactos repetidos con
el agente infeccioso natural.
Causas
Diversos estudios han mostrado que el principal agente causal de este síndrome respiratorio es una
bacteria, Bordetella bronchiseptica. Este cuadro también puede ser provocado por algunos virus: el
virus de la parainfluenza canina (CPiV), el adenovirus canino de tipo 2 (CAV-2) y el virus del
moquillo canino (CDV). Además, estos gérmenes pueden asociarse a otros agentes patógenos,
entre los que se encuentran bacterias (Pasteurella multocida, Pseudomonas aeruginosa y
Mycoplasma sp.) y virus (virus del herpes canino [CHV] y reovirus canino).
B. bronchiseptica es el único germen patógeno conocido capaz de producir solo los signos clínicos
de la enfermedad. Los demás agentes infecciosos incriminados sólo ocasionan trastornos
relativamente benignos y de corta duración, excepto el virus del moquillo, responsable de
trastornos respiratorios que constituyen uno de los elementos del cuadro clínico de esta
enfermedad (ver el capítulo correspondiente).
B. bronchiseptica es una bacteria ciliada, gram negativa y aerobia. Pertenece al mismo género que
una bacteria que sólo es patógena para el ser humano, B. pertussis, agente causal de la tos ferina.
Esta similitud bacteriológica explica la semejanza existente entre la tos de las perreras y la tos
ferina.
B. bronchiseptica está muy bien adaptada al aparato respiratorio. Permanece localizada en el moco
bronquial y traqueal, adhiriéndose por sus pili a las células ciliadas y los cilios del epitelio
traqueobronquial. Entre las numerosas toxinas que sintetiza, se encuentra una hemaglutinina, que
facilita la adhesión a las células respiratorias, y toxinas necróticas, que destruyen las células
ciliadas, paralizan sus movimientos vibratorios y neutralizan las respuestas inmunitarias sérica y
celular del aparato respiratorio. En determinadas condiciones, la bacteria penetra en las células de
la mucosa respiratoria, donde puede permanecer durante mucho tiempo, lo que constituye, en
cierto modo, una forma de latencia.
Hay que tener en cuenta que la localización particular de esta bacteria la protege de los
antiinfecciosos que no difunden en el moco respiratorio y que posee una gran capacidad para
escapar a los mecanismos de defensa de la mucosa respiratoria.
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
- Tos por esfuerzo.
- Tos de origen cardíaco.
- Cuerpos extraños laríngeos.
- Alergias.
- Colapso traqueal.
- Migración pulmonar de larvas helmínticas en los cachorros.
- Traqueobronquitis verminosa.
- Ehrlichiosis.
Tratamiento
- Gentamicina, 4 mg/kg/día.
- Kanamicina, 15-20 mg/kg/día.
- Polimixina B, 1,5 mg (45.000 UI)/ kg/día.
Profilaxis
Profilaxis sanitaria
- Ventilación de los locales del criadero, con un mínimo de 5 recambios de aire por hora en invierno
y hasta 30 en verano en los locales cerrados.
- Humedad relativa ambiente: el valor ideal es 65 % y el valor máximo, 75 %.
- Temperatura ambiente: 18-20 °C, aproximadamente.
- Cuarentena de los ejemplares recién llegados o de regreso de un encuentro canino.
- Desinfección regular de los locales, en particular, la maternidad y los locales de destete
- Dentro de lo posible, fumigación de los locales con formol y permanganato en ausencia de los
animales.
- Los toldos rompevientos (muy usados en la cría bovina) son útiles para limitar la propagación de
la enfermedad a los animales sanos (tener en cuenta que un estornudo puede proyectar partículas
infecciosas a más de 2 m), a la espera de la inmunidad vacunal.
Profilaxis médica
La profilaxis vacunal contra la tos de las perreras supone, en primer lugar, un programa de
vacunaciones regular contra el moquillo y la adenovirosis (cepa vacunal CAV-2). En los adultos y
los cachorros, es muy aconsejable asociar la valencia "parainfluenza" (o PI2). Cuando las
condiciones sanitarias del criadero son satisfactorias, estas tres valencias vacunales son
suficientes. La vacunación por vía sistémica contra el CPiV disminuye de manera muy considerable
el riesgo de desarrollo de este virus y su incidencia clínica.
Durante el invierno, si las condiciones higiénicas son dudosas, hay que administrar una vacuna
específica contra B. bronchiseptica.
Helmintosis respiratorias
Generalidades
Definición
En los carnívoros, fuera de la neumonía por presencia de larvas de ascáridos (ver el capítulo
"Toxocarosis"), las parasitosis respiratorias son menos frecuentes que las infecciones bacterianas o
víricas. No obstante, según el contexto epidemiológico, hay que sospecharlas ante casos de tos
rebelde en perros jóvenes que viven en un grupo confinado.
Causas
Los siguientes parásitos respiratorios pueden afectar a los perros que viven en grupo confinado:
- Estróngilos parásitos de la tráquea y los bronquios (Oslerus [Filaroides] osleri y Crenosoma
vulpis).
- Estróngilos parásitos del parénquima pulmonar (Filaroides hirthi y Filaroides milski).
- Capilarias parásitas de la tráquea y los bronquios (Capillaria aerophila).
Epidemiología
Como es natural, los parásitos que se encuentran con mayor frecuencia en las perreras son
aquellos cuya transmisión se realiza mediante un contacto cercano entre perros (sobre todo O.
osleri). Los demás, de ciclo vital heteroxeno, son más infrecuentes y afectan principalmente a los
perros adultos que viven al aire libre.
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Generalmente benigno, salvo cuando las lesiones obstruyen las vías respiratorias altas.
Tratamiento
Profilaxis
Tratar de detectar estas parasitosis durante la cuarentena, antes de introducir un nuevo animal en
el criadero, sobre todo cuando proviene de un criadero infestado o sospechoso.
Síntomas
- Traqueobronquitis crónica afebril, que suele comenzar después de la venta del cachorro.
- Tos violenta, seca, en accesos, provocada facilmente por la palpación traqueal a la entrada del
pecho.
- Tos resistente a los antitusígenos.
- Silbidos inspiratorios.
- Crisis disneicas después de un esfuerzo.
- Estado general poco afectado.
Causas
Otros nombres
- Oslerosis
- Bronquitis nodular crónica
Distribución geográfica
Esta parasitosis ha sido descrita en muchos países: Canadá, EE. UU., Francia, Gran Bretaña,
Alemania, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfri-ca, India y Rusia.
Factores favorecedores
- Cachorros de criadero (los adultos también son receptivos, pero el modo de vida de los cachorros
es más favorable a la transmisión).
- Tos de las perreras simultánea (favorece la expectoración de las larvas)
- Coprofagia (favorece la ingestión de larvas L1 más raramente presentes en las heces)
Transmisión
- Transmisión directa de larvas L1 infestantes por vía oronasal (sin huésped intermediario), al toser
o lamer, o con menor frecuencia por vía fecal-oral.
- Migración de las larvas del tubo digestivo hacia la traquea a través del conducto torácico, las
cavidades cardíacas derechas y los pulmones;
- No se produce transmisión intrauterina y el período prepatente es largo (alrededor de 10
semanas), por lo tanto, los síntomas no aparecen antes de los 2 meses de edad.
- Las perras pueden eliminar de manera intermitente larvas infestantes al expectorar, durante
varios años.
Clínico
- Traqueobronquitis crónica que suele comenzar antes del año de edad y no responde a los
tratamientos habituales.
- La aparición de los mismos síntomas respiratorios en los cachorros y la madre debe hacer
sospechar una traqueobronquitis verminosa.
Exámenes complementarios
- En las radiografías pulmonares de perfil se observan, a veces, imágenes nodulares con densidad
de líquido.
- En la broncoscopia se observan generalmente nódulos blanquecinos, grisáceos o rosados, de
algunos milímetros hasta 1 cm de longitud, a la altura de la bifurcación traqueobronquial. En los
nódulos pequeños, más recientes, pueden verse los parásitos por transparencia. Es posible
proceder a la biopsia de dichos nódulos. Este examen es el único fiable para confirmar el
diagnóstico de traqueobronquitis verminosa cuando el análisis coproparasitológico (método de
Baermann)
Diagnóstico diferencial
- Traqueobronquitis infecciosas
- Tos de las perreras por Bordetella bronchiseptica o por el virus de la parainfluenza (ver el capítulo
correspondiente).
- Tos por irritación (variables am-bientales).
- Cuerpo extraño en posición laríngea o traqueal.
- Colapso traqueal.
- Enfermedades cardíacas congénitas
- Tuberculosis.
- Migración pulmonar de larvas de anquilostomas o de ascáridos en el cachorro.
- Angiostrongilosis por Angiostron-gylus vasorum.
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- Filaroidosis por Filaroides hirthi (colonización de los alvéolos y los bronquiolos finos).
- Capilariosis por Capillaria aerophila. (colonización de la las cavidades nasales, la tráquea y los
bronquios).
- Crenosomosis por Crenosoma vulpis (infrecuente, diagnóstico por detección de larvas en el
líquido de lavado traqueobronquial).
- Dirofilariosis cardiopulmonar.
- Neumonía por Paragonimus sp. (infrecuente).
Tratamiento
Pronóstico
- Generalmente favorable.
- En ausencia de tratamiento, puede evolucionar hacia asfixia, neumomediastino o neumotórax.
Profilaxis
Síntomas
- A menudo asintomática.
- Polipnea y tos inconstante.
- A veces leucocitosis y eosinofilia.
Definición
Helmintosis respiratoria debida a la colonización de los alvéolos y los bronquiolos por estróngilos de
la especie Filaroides hirthi o, con menor frecuencia, Filaroides milksi.
Distribución geográfica
Transmisión
Diagnóstico de sospecha
Diagnóstico de confirmación
Tratamiento
- Bencimidazoles.
Capilariosis
Síntomas
Definición
- Capilariasis.
Importancia clinica
Factores favorecedores
Transmisión
Diagnóstico
Tratamiento
Profilaxis
Síntomas
Definición
- Angiostrongiliasis
- Estrongilosis cardiopulmonar
- En inglés: French heartworm
Importancia clínica
Esta parasitosis fue descrita por primera vez en el sudoeste de Francia, en la región de los Pirineos
cercana a Toulouse. En Europa, se observa actualmente en Francia, Gran Bretaña (afecta a un 4 %
de los perros en Cornualles), Irlanda, Dina-marca, Italia (alta prevalencia en zorros), Alemania y
España. Esta helmintosis suele evolucionar por focos. Los casos esporádicos provienen
generalmente de dichos focos.
Transmisión
Los perros se infestan al ingerir moluscos (babosas o caracoles terrestres o acuáticos) que actúan
como huéspedes intermediarios obligatorios. Pueden existir huéspedes paraténicos. El período
prepatente dura unas 6 ó 7 semanas.
Factores favorecedores
- Zona geográfica.
- Vida en grupo confinado.
- Zonas de ejercicio con hierba.
- Ingestión de huéspedes intermediarios (moluscos).
- Acceso al biotopo de los huéspedes intermediarios (perros de caza).
- Pequeñas razas de caza (p. ej., Teckel) y perros de competición (p. ej., Greyhound y Whippet):
manifestaciones clínicas más rápidas.
- Jóvenes adultos (máximo de incidencia entre 2 y 5 años de edad).
Diagnóstico
Clínico
Corazón pulmonar crónico, cardiopatía acompañada de edema y ascitis, y trastornos respiratorios.
En el electrocardiograma se detecta precozmente miocarditis. En la radiografía torácica se
observan cardiomegalia ventricular derecha y aumento de la densidad intersticial de los campos
pulmonares.
Diagnóstico de certeza
- Detección de larvas L1 en materia fecal (método de Baermann). Estas larvas no suelen
encontrarse en invierno. Su eliminación en las heces es inconstante; la precisión del análisis
aumenta al mezclar muestras de heces de todos los animales afectados de una misma perrera.
Como las larvas son "aerófilas", tienden a concentrarse en la capa superficial de los excrementos
recogidos en la zona de ejercicio común (técnica de enriquecimiento de la muestra por raspado de
la capa superficial).
- Lavado broncoalveolar (hallazgo de larvas de A. vasorum).
- Estudio serológico mediante el ensayo inmunoenzimático por adsorción (ELISA) (riesgo de falsos
positivos).
Diagnóstico diferencial
- Otras cardiopatías
- Bronconeumonía crónica
- Dirofilariosis
- Neumonía por larvas de ascáridos (afecta a cachorros más pequeños)
- Tuberculosis pulmonar
- Helmintosis respiratorias (traqueobronquitis verminosa y crenosomosis)
- Diferenciación coproparasitológica de las larvas con respecto a las de otros helmintos
(Strongyloides stercoralis, Oslerus [Filaroides] osleri, Crenosoma vulpis, Filaroides spp.).
Corte histológico de un pulmón canino con larvas L1 y huevos de Angiostrongylus vasorum (tinción
con hematoxilina-eosina-safranina). (© Parasitología, Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort,
Francia)
Tratamiento
Tratamiento sintomático
- Analépticos cardiorrespiratorios, tratamiento del edema, prevención de las complicaciones
infecciosas y prevención de la trombosis (ácido acetilsalicílico, 10 mg/kg/día) y del choque
anafiláctico (corticoesteroides) durante el tratamiento.
- Reposo completo obligatorio durante toda la duración del tratamiento para limitar el riesgo de
embolización.
Tratamiento específico
- Oxfendazol, 11,3 mg/kg/día, por vía oral, durante 7 días.
- Mebendazol, 10 mg/kg, a la mañana y a la noche, durante 5 a 10 días.
- Fenbendazol, 20-40 mg/kg/día, en 2 dosis diarias, durante 3 semanas.
- Ivermectina, 0,2 mg/kg por vía subcutánea; repetir al cabo de una semana a 10 días.
Pronóstico
Dirofilariosis
Síntomas
Causas
Parasitosis debida a la colonización de las cavidades cardíacas derechas y las arterias pulmonares
por un nematodo filárico, Dirofilaria immitis. Se trata de una zoonosis menor (larva migratoria
superficial o enquistamiento nodular en el parénquima pulmonar).
Otros nombres
- Dirofilariasis
- Filariosis cardiopulmonar
- Enfermedad de los gusanos del corazón
Transmisión
- Por picaduras de mosquitos (los ectoparásitos, como las pulgas, no participan en la transmisión).
- Infestación intrauterina por vía transplacentaria posible, pero las larvas (microfilarias) así
transmitidas no alcanzan el estado adulto.
Factores favorecedores
Diagnóstico clínico
- Trastornos cardiorrespiratorios, diarrea más o menos hemorrágica, trastornos nerviosos,
trastornos cutáneos y ascitis.
Diagnóstico radiológico
- Dilatación de la arteria pulmonar lobular caudal y, con menor frecuencia, de la arteria pulmonar
craneal. Dilatación de las cavidades cardíacas derechas. Síndrome de la vena cava en caso de
infestación intensa.
Diagnóstico ecográfico
- La ecocardiografía permite visualizar las dilataciones vasculares y los gusanos adultos.
- El Doppler permite evaluar con mayor exactitud las consecuencias vasculares de la dirofilariosis
para poder establecer un pronóstico.
Diagnóstico de laboratorio
- Búsqueda de microfilarias en la sangre, preferentemente en muestras tomadas durante la noche
(abundancia de microfilarias en la sangre periférica).
- Estudio microscópico de una extensión de sangre tras una tinción de May-Grünwald-Giemsa o de
Giemsa; las microfilarias deben buscarse en los bordes de la extensión (60 % de falsos negativos).
- Método de la gota gruesa.
- Filtración con membranas.
- Pruebas serológicas: con anticuerpos monoclonales para detectar antígenos parasitarios
circulantes en plasma (ensayo inmunoenzimático por adsorción [ELISA] o prueba de
hemaglutinación). Existe también una prueba de detección rápida.
Diagnóstico post-mortem
- Hallazgo de gusanos adultos en las cavidades cardíacas derechas o los vasos sanguíneos.
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
Tratamiento sintomático
- Tónicos cardíacos.
- Aspirina (efecto antiagregante plaquetario): 5-7 mg/kg/día, durante 3 ó 4 semanas.
Profilaxis
Quimioprofilaxis
- Ivermectina, una dosis de 6 µg/kg por vía oral una vez por mes es muy eficaz contra las larvas
circulantes. Es inútil comenzar el tratamiento profiláctico antes de la estancia en una zona de
enzootia. En caso de olvido, puede administrarse una dosis mayor (50 µg/kg) en los dos meses
siguientes al retorno al criadero.
- Milbemicina, una dosis de 1 mg/kg por vía oral, una vez por mes.
- Selamectina, una dosis de 1 mg/kg aplicada con pipeta (spot-on), una vez por mes.
- Moxidectina, por vía oral, una vez por mes, o por vía subcutánea, cada 6 meses a 1 año.
Pronóstico
Aspergilosis rinosinusal
Síntomas
- Rinosinusitis, primero unilateral y luego bilateral, de evolución crónica (a veces más de un año),
que no responde a los tratamientos antiinfecciosos habituales.
- Flujo nasal generalmente profuso, mucopurulento y, a veces, con estrías sanguinolentas.
- Epistaxis.
- Estornudos.
- Sequedad ocular.
- Ulceración y despigmentación del ángulo externo de las narinas (signo de alerta casi constante).
- Epidermis nasal a veces hiperqueratósica.
- Adenitis satélite.
Importancia clínica
Causas
Enfermedad debida a la colonización de las fosas nasales y los senos frontales por un hongo
microscópico saprofito ubicuo de la especie Aspergillus fumigatus, muy común en el medio externo,
pero raramente patógeno en los criaderos, salvo en caso de inmunodepresión o parasitosis nasal
asociada.
Factores favorecedores
- Particularidades anatómicas: razas dolicocéfalas (Collie, lebreles).
- El Pastor alemán parece presentar una predisposición a padecer formas diseminadas.
- Edad: adultos jóvenes.
- Inmunodepresión o enfermedad intercurrente (p. ej., síndrome de Cushing, diabetes)
- Condiciones climáticas: calor y humedad
- Irritación crónica de la mucosa nasal (p. ej.; por humo de incendios)
- Enfermedades preexistentes de las cavidades nasales y los senos frontales, o traumatismos.
Diagnóstico de sospecha
Exámenes complementarios
- Radiografía de los senos nasales: osteólisis del tabique y de los cornetes nasales, y aumento de la
radiotransparencia muy indicativos de micosis invasiva.
- Tomografía computarizada.
- Rinoscopia o rinotomía exploradora, que permiten visualizar el granuloma fúngico (aspergiloma
A la izquierda:
Radiografía de las cavidades nasales de un perro sano. (© Imagenología médica, Escuela Nacional
de Veterinaria de Alfort
Diagnóstico de confirmación
- Examen microscopio o cultivo de una muestra tomada por rinoscopia o rinotomía (muchos falsos
negativos en agar de Sabouraud).
- Examen histológico: visualización del hongo y de aspergilomas en los tejidos, tras una tinción
específica con PAS (ácido peryódico – reactivo de Schiff) o una tinción de Gomori-Grocott.
- Pruebas serológicas: detección de anticuerpos antiaspergilares por inmunofluorescencia o
inmunoprecipitación (interpretación delicada debido a la alta proporción de falsos positivos y falsos
negativos).
Nota:
Para establecer el diagnóstico de confirmación de aspergilosis rino-sinusal, es preciso que dos o,
preferiblemente, tres de los siguientes criterios sean positivos: radiografía indicativa, observación
del aspergiloma in situ, exámenes micológicos, pruebas serológicas. La simple observación al
microscopio de hifas aspergilares en el moco nasal tras una tinción de May-Grünwald-Giemsa no
permite diferenciar una forma clínica de una banal contaminación a partir del medio ambiente. En
efecto, A. fumigatus puede colonizar las cavidades nasales de un perro sin ocasionar signos clínicos
Cabezas de conidios aspergilares al microscopio en una muestra obtenida por raspado nasal con un
hisopo (tinción con azul de lactofenol).(© Parasitología – Micología, Escuela Nacional de Veterinaria
de
Tratamiento
- Antifúngico local (asociado con un tratamiento antifúngico sistémico): enilconazol (10 mg/kg) en
lavados de las cavidades nasales y los senos frontales, 2 veces al día, durante 7 a 10 días.
- Tratamiento eventual de la queratoconjuntivitis seca asociada (ciclosporina A en colirio, por la
mañana y por la noche).
- Antifúngico sistémico: itraconazol, 300 mg/día por vía oral, durante 2 meses, o ketoconazol, 10-
30 mg/kg/día en 2 dosis diarias durante las comidas, durante por lo menos 6 a 10 semanas Efectos
secundarios frecuentes: hepatotoxicidad.
- Tratamiento quirúrgico: rinotomía extensa con eliminación de los tejidos necróticos, asociada con
tratamientos antifúngicos.
Complicaciones posibles con rinitis crónica con flujo nasal persistente y neoformación de tejidos.
- Tratamiento inespecífico: antibioticoterapia profiláctica y antihemorrágicos; no administrar
corticoesteroides (evitar las causas de inmunodeficiencia).
Profilaxis
Linguatulosis
Síntomas
- Rinitis.
- Ronquidos, resoplidos, estornudos y rinorrea.
- Prurito nasal que puede ocasionar epistaxis.
Definición
Rinitis parasitaria originada por las formas adultas de seudoartrópodos de las especies Linguatula
serrata y Linguatula rhinaria.
Importancia clínica
Enfermedad cosmopolita, más frecuente en los países de clima caluroso. No se observa en las
perreras donde se emplean exclusivamente alimentos industriales.
Transmisión
Los perros se infestan al ingerir vísceras y sobre todo ganglios mesentéricos de herbívoros,
lagomorfos o roedores que albergan ninfas. A continuación, el parásito adulto se fija en la parte
superior de las cavidades nasales superiores del animal, donde, en ausencia de tratamiento,
sobrevive 15 días, de media.
Diagnóstico
- Sospecha clínica.
- Búsqueda de huevos de Linguatula sp. en muestras de exudado nasal o mediante el análisis
coproparasitológico (método de flotación simple) de muestras conjuntas de los perros con prurito
nasal (detección de huevos deglutidos). Estos huevos poseen una gruesa envoltura viscosa y
encierran una larva.
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
Profilaxis
Paragonimosis
Síntomas
Causas
Otros nombres
- Paragonimiasis
- Distomatosis pulmonar
- Duela pulmonar
- En inglés: Human Lung Fluke (en el ser humano)
Factores favorecedores
- Zonas de riesgo: Extremo Oriente, Filipinas, islas de Oceanía y regiones tropicales de África y
América.
Diagnóstico de sospecha
Diagnóstico de confirmación
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
Prazicnantel.
Síntomas
- A veces asintomática.
- Rinitis (inconstante), estornudos, lagrimeo, epistaxis, rinorrea y
pérdida del olfato (hiposmia).
- Erosión de las narinas.
- Prurito facial y, en particular, nasal.
- Eosinofilia.
Definición
Ectoparasitosis debida a la colonización de los senos y las cavidades nasales por un ácaro adulto,
Pneumonyssoides (Pneumonyssus) caninum. Es frecuente en algunos países, como los EE. UU., los
países escandinavos (incidencia estimada en más del 25 %), Australia, Canadá, Sudáfrica y Japón.
Otros nombres
Transmisión
Factores favorecedores
Proximidad de algunas plantas de interior (agaváceas) o flores exóticas (zingiberáceas) que atraen
las larvas.
- Clínico: observación de ácaros saliendo por las narinas, por lo general a una hora determinada del
día.
- Terapéutico: mejoría con un tratamiento acaricida.
Diagnóstico de confirmación
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Benigno.
Tratamiento
- Ivermectina, 400 µg/kg en una sola inyección subcutánea (evitar administrarla a las razas
sensibles).
- Milbemicina oxima, 0,5 – 1 mg/kg por vía oral; 3 dosis con una semana de intervalo.
- Selamectina en pipeta (spot-on), 6 mg/kg, 2 aplicaciones con un mes de intervalo.
Profilaxis
- Tratar con acaricidas los perros que presenten síntomas sospechosos durante la cuarentena.
- Colocar un collar acaricida a los perros que participen en exposiciones caninas en países de
riesgo.
Síntomas
- A veces asintomática.
- Evolución lenta y afebril de una forma respiratoria hacia una forma generalizada más grave.
Forma respiratoria
- Afectación del estado general.
- Neumonía acompañada de tos no productiva y flujo nasal purulento.
Forma generalizada
- Adenopatías.
- Afectación cutánea, digestiva, ocular y renal.
- Osteomielitis (con signos de paresia posterior cuando se produce afectación vertebral).
- Meningoencefalitis.
Definición
Infección fúngica del aparato respiratorio, de origen telúrico, que afecta a muchos mamíferos,
incluido el ser humano. Aunque esta micosis no es contagiosa, puede afectar al mismo tiempo a
varios perros de un criadero, infectados a partir del mismo foco.
Causas
Otros nombres
- Regiones calurosas y áridas de América: sudoeste de los EE. UU. (California, Utah, Arizona,
Nuevo México y Texas) México, América Central y América del Sur (Argentina y Paraguay).
- Perros que hayan permanecido en zonas de riesgo.
- Actividades de caza, rastro o búsqueda en escombros.
- Terremotos (resurgimiento de esporas de origen telúrico).
Transmisión
- Por inhalación de artrosporas del hongo o, con menor frecuencia, directamente a partir del suelo,
a través de una herida cutánea.
- Diseminación subsecuente del hongo en todo el organismo.
- Diagnóstico clínico.
- Hallazgo de granulomas comparables a las lesiones tuberculosas en la radiografía de tórax
(patrón miliar) o la necropsia.
Diagnóstico de confirmación
- Cultivo en medio de Sabouraud de una muestra de exudado nasal obtenida con hisopo, líquido de
lavado broncoalveolar, material de punción de ganglios afectados o material de lesiones cutáneas
accesibles (laboratorio especializado).
- Estudio histológico de biopsias de piel o granulomas.
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
El tratamiento es largo y costoso, sobre todo cuando hay que tratar a todo un grupo de perros. Se
basa en la administración de:
- Anfotericina B en inyección intravenosa lenta.
- Ketoconazol, de 10 a 30 mg/kg/día por vía oral, durante varias semanas.
- Itraconazol, 10 mg/kg/día, durante varias semanas.
- Lufenurón, 5 mg/kg/día, durante 4 meses.
Profilaxis
Síntomas
Rhinosporidium seeberi en una muestra de mucosa pituitaria de un perro (tinción con ácido
peryódico y reactivo de Schiff [PAS]) (x10).(© Parasitología, Escuela Nacional de Veterinaria de
Alfort, Francia)
Definición
Micosis de las vías respiratorias altas, crónica y no contagiosa, debida al desarrollo del hongo
Rhinosporidium seeberi en las cavidades nasales. Es una enfermedad infrecuente en los criaderos.
Distribución geográfica
- Continente americano.
- Menos frecuente en Asia (descrita en la India y Sri Lanka).
- Excepcional en Europa (descrita en Francia e Italia).
- Zonas muy húmedas y pantanosas.
Factores favorecedores
Diagnóstico de sospecha
- Examen histológico del pólipo nasal: invasión de la mucosa y la submucosa nasales, donde se
observa una reacción inflamatoria moderada, con presencia de linfocitos y plasmocitos (laboratorio
especializado).
- Presencia ocasional de esporocistos rodeados de una roseta de polimorfonucleares neutrófilos.
- Cultivos micológicos siempre estériles.
Diagnóstico diferencial
- Difícil.
- Otras formas de rinitis unilateral (espiguilla o cuerpo extraño intranasal).
- Aspergilosis rinosinusal (afectación del tabique nasal).
Pronóstico
Tratamiento
Histoplasmosis
Síntomas
- Forma pulmonar (la más frecuente): tos seca y linfadenitis mediastínica responsable de disnea.
- Forma digestiva: diarrea.
- Forma diseminada: en caso de inmunodepresión.
Definición
Infección fúngica profunda de origen telúrico, que afecta a perros, gatos y seres humanos, debida
al desarrollo y la acción patógena de hongos del género Histoplasma, parásitos intracelulares de los
fagocitos mononucleares.
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Causas
Otros nombres
- Enfermedad de Darling
- Reticuloendoteliosis
- Fiebre de los mineros
- Fiebre de las cavernas
- "Maldición de los faraones"
Distribución geográfica
- Enfermedad cosmopolita.
- Mayor incidencia en algunos estados de los EE. UU. (Ohio y valles de los ríos Missouri y
Mississippi), América Central, África (regiones tropicales y del sur) y Asia.
Factores favorecedores
Transmisión
Tratamiento
Síntomas
Afectación respiratoria (disnea y flujo nasal) con evolución posible hacia una forma diseminada:
- Linfática.
- Ocular.
- Cutánea: nódulos y abscesos cutáneos que evolucionan hacia la fistulización (sobre todo en la
cabeza) y la calcinosis (sobre todo en región dorsolumbar).
- Osea: osteomielitis de la epífisis de los huesos largos.
Definición
Otros nombres
Enfermedad de Gilchrist.
Factores favorecedores
- Estado de inmunodepresión.
- Proximidad de un espejo de agua o de suelos húmedos, ricos en materia orgánica.
- Otoño.
- Perros jóvenes de razas grandes.
Transmisión
Diagnóstico de sospecha
Diagnóstico de confirmación
- Detección de levaduras de gran tamaño con gemación importante mediante estudio histológico
(en el líquido de lavado broncoalveolar) o histológico (en muestras de biopsias de las epífisis
afectadas).
- Pruebas serológicas.
Diagnóstico diferencial
- Es posible una evolución espontánea hacia la curación (en caso de afectación respiratoria simple).
- Exéresis quirúrgica de las lesiones circunscritas.
- Tratamiento específico:
- Itraconazol, 5 mg/kg 2 veces al día, con las comidas, hasta curación clínica (2 meses en
promedio).
- Fluconazol, con la misma posología.
- Ketoconazol, 10 mg/kg 2 veces al día con las comidas.
- Asociación de anfotericina B, 0,5 mg/kg cada 2 días en inyección intravenosa lenta, diluida en
500 ml de dextrosa al 5%, y flucitosina, 50 mg/kg 3 veces al día (mayor riesgo de efectos
secundarios).
Criptococosis
Síntomas
Definición
Micosis profunda infecciosa, de origen telúrico, provocada por una levadura encapsulada de la
especie Cryptococcus (Filobasidiella) neoformans.
Factores favorecedores
- Estado de inmunodepresión.
- Contacto con excrementos de pájaros (sobre todo de palomas).
- Clima o estación propicia (cercanía de una zona con agua).
- Edad: jóvenes adultos.
Transmisión
Diagnóstico de sospecha
Diagnóstico de confirmación
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
Tratamiento sintomático
- Exéresis quirúrgica de las lesiones circunscritas, anticonvulsivos, atropina al 1 %, en colirio para
las formas oculares.
Tratamiento antifúngico
- Itraconazol, 5-10 mg/kg/día con las comidas, hasta la curación clínica (2 meses, en promedio).
- Fluconazol (formas nerviosas), 5 mg/kg 2 veces al día, hasta la curación.
- Ketoconazol (criptococosis cutánea), 10 mg/kg 2 veces al día con las comidas.
- Asociación de anfotericina B, 0,5 mg/kg cada 2 días en inyección intravenosa lenta, diluida en
500 ml de dextrosa al 5 %, y flucitosina, 50 mg/kg 3 veces al día (mayor riesgo de efectos
secundarios).
Pronóstico
- Generalmente es funesto.
- Es posible controlar la eficacia del tratamiento siguiendo la cinética de la concentración de
antígenos.
- Es preciso tener cuidado con el riesgo de transmisión a seres humanos a partir del mismo foco de
infección (estado de inmunodepresión).
Conjuntivitis parasitaria
Síntomas
Definición
Causas
Los agentes causales de esta enfermedad son espirúridos del género Thelazia, parásitos obligados
del ojo.
Otros nombres
Telaziosis ocular
Distribución geográfica
Transmisión
- En el ciclo de este parásito participa un huésped intermediario, la mosca doméstica, que ingiere
las larvas L1 presentes en las secreciones lagrimales de un perro infestado y deposita, 2 a 4
semanas más tarde, larvas infestantes L3 sobre otro individuo.
- Período prepatente de aproximadamente un mes.
Factores favorecedores
- Abundancia de moscas.
- Infección ocular preexistente que atrae las moscas.
- Vida en grupo confinado.
- Período estival.
Diagnóstico de sospecha
Diagnóstico de confirmación
- Identificación microscópica de los gusanos adultos extraídos con pinza fina bajo anestesia local,
conservados en alcohol al 70 % y aclarados con lactofenol de Amann (laboratorio especializado).
- Presencia de huevos o larvas de espirúridos en un frotis conjuntival.
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Benigno.
Profilaxis
Neosporosis
Síntomas
- Asintomática en caso de neosporosis digestiva (fase de reproducción sexual del parásito) o en los
adultos (salvo en caso de ruptura de quistes, inmunodepresión o forma cutánea).
- Signos clínicos variados durante la multiplicación asexual del parásito: cuadro de polimiositis o
polirradiculoneuritis.
- Afectación preponderante de los cachorros de pocas semanas de edad; dentro de una misma
camada, algunos cachorros pueden permanecer asintomáticos y otros presentar signos clínicos a
edades diferentes. No obstante, la mayoría de los casos se declaran entre la cuarta y la décima
semana de vida.
- Marcha contoneante, reticencia para saltar y luego "marcha de conejo".
- Modificación de los reflejos propioceptivos y espinales
- Mialgia y amiotrofia de las extremidades posteriores
- Paresia posterior "en rana".
- Miositis acompañada de parálisis ascendente fláccida y luego espástica (con hiperextensión de las
extremidades posteriores).
- Otros síntomas más infrecuentes debidos a la presencia de taquizoítos en diferentes tejidos:
miocarditis (causante de muerte súbita en los cachorros), encefalitis, miositis de los músculos
masticadores y disfagia asociada a megaesófago (afectación de la musculosa).
- La mayoría de los cachorros afectados permanecen vivaces y despiertos hasta el estadio terminal.
Definición
- Por vía transplacentaria en los pe-rros, pero la transmisión a partir de una madre infectada no es
sistemática. A diferencia de la toxoplasmosis, el riesgo de transmisión vertical persiste durante
varias gestaciones consecutivas.
- A diferencia de la toxoplasmosis, no se ha demostrado la transmisión por ingestión de carne
contaminada. Los quistes resisten 2 semanas a + 4 °C, pero se destruyen en 24 horas por
congelación.
Factores favorecedores
Diagnóstico
Diagnóstico de sospecha
- Aumento moderado de la actividad de la creatina-fosfocinasa (CPK) (850 UI/l) y las enzimas
hepáticas.
- Punción de líquido cefalorraquídeo.
- Electromiograma.
- Recuento y fórmula leucocítica: eosinofilia y monocitosis.
Diagnóstico de confirmación
- Biopsia de los músculos afectados y coloración con hematoxilina-eosina-safranina (HES).
- Estudio histológico: visualización de los quistes en las células nerviosas y, para obtener una
mejor sensibilidad, identificación por inmunohistoquímica. En la necropsia, se deben tomar
muestras para examen histológico del encéfalo y de todo órgano que presente piogranulomas
sospechosos visibles (músculo, hígado, pulmón, páncreas, piel, estómago, ganglios linfáticos, bazo,
ojos o glándulas adrenales). Estos exámenes pueden incluso realizarse si se observa autolisis por
mala conservación del cadáver (salvo para el sistema nervioso central).
- Estudio serológico por inmunofluorescencia indirecta (IFI): es posible detectar las IgG en las tres
semanas siguientes a la infección (estos anticuerpos persisten durante toda la vida del animal); un
título alto en el cachorro enfermo (1/800) o en la madre (1/200) tiene valor diagnóstico; un título
superior a 1/50 puede reflejar una infección asintomática. La densidad parasitaria está
correlacionada con la duración de la enfermedad y con la concentración de anticuerpos séricos. En
caso de cuadro clínico indicativo en un cachorro, si la IFI es negativa, se recomienda realizar este
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examen en la madre y repetirlo en el cachorro tres semanas más tarde.
- Detección del ADN parasitario mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en
muestras de biopsias musculares (técnica en desarrollo).
- El análisis coproparasitológico no es de ninguna utilidad, ya que la neosporosis clínica no se
acompaña de eliminación de ooquistes coccidiales en las heces.
Diagnóstico diferencial
Pronóstico
Tratamiento
- Prueba de tratamiento con clindamicina (11 a 22 mg/kg, 2 a 3 veces al día durante por lo menos
un mes) o asociación de trimetoprim y sulfadiazina (15 mg/kg, 2 veces al día) y pirimetamina
(0,25 a 0,5 mg/kg).
- Vitaminoterapia neurotropa.
- Rehabilitación funcional.
Profilaxis
- Evitar todo contacto con ganado bovino, en particular con los fetos abortados y sus placentas
cuando ha habido casos de aborto por N. caninum.
- Como no existe ningún fármaco activo sobre los quistes tisulares, la transmisión vertical del
parásito de una perra a sus crías no puede evitarse mediante un tratamiento quimioprofiláctico. No
obstante, se puede administrar a las perras gestantes clindamicina (7mg/kg, 2 veces al día) del
15° al 25° día de gestación, para limitar el riesgo de transmisión a una camada ulterior.
Síntomas
Definición
Otros nombres
Triquinelosis.
Causas
Los agentes causales son nematodos del género Trichinella. Existen varias especies; las más
importantes son T. spiralis y T. britovi.
Transmisión
Tras la ingestión de carne contaminada, las triquinas adultas, sexualmente maduras, se desarrollan
en el epitelio del intestino delgado.
Las hembras producen un gran número de larvas, que alcanzan los músculos esqueléticos a través
de los vasos linfáticos y sanguíneos. Los músculos bien irrigados son los más afectados: diafragma,
músculos de la lengua, maseteros, músculos oculares, etc. La célula muscular se transforma en
célula nutricia de las larvas, que alcanzan el estado infestante entre 17 y 21 días después de la
penetración del nematodo en el organismo. Las larvas de Trichinella, dispuestas en espiral y
encapsuladas, permanecen vivas durante varios años. La cocción de la carne (como mínimo a 77
°C) y la congelación (–25 °C, durante un período que depende del grosor del trozo) destruyen las
larvas.
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Distribución geográfica
Principalmente en el hemisferio norte –en Europa (Polonia, Austria, Francia, Italia y España) y los
EE. UU.–, pero también en América Latina, África, Asia y Australia.
Epidemiología
El ciclo doméstico, en el que los cerdos se infestan por ingestión de restos de cocina o de matadero
crudos o insuficientemente cocidos, es particularmente importante. Para el hombre, el riesgo de
contagio está relacionado con el consumo de carne de animales infestados (cerdos domésticos,
jabalíes o, con menor frecuencia, caballos), cruda, mal cocida o insuficientemente congelada.
Factores favorecedores
Diagnóstico
- Diagnóstico de sospecha: cuando se han declarado casos en seres humanos en el entorno directo
de un perro cuyo estado clínico es indicativo.
- Estudio histológico.
- Detección del parásito por el método de compresión o de digestión, o por análisis serológico
(detección de anticuerpos mediante el ensayo inmunoenzimático por adsorción [ELISA]).
Diagnóstico diferencial
Tratamiento
Profilaxis
Síntomas
Risa "sardónica", trismo y orejas erectas: tres síntomas que sugieren de tétanos en los perros.(©
C. Escriou)
Definición
– Enfermedad debida a la acción de una potente toxina neuromuscular –la tetanospasmina o toxina
tetánica–, producida por un bacilo grampositivo, Clostridium tetani, que se desarrolla en una herida
anfractuosa. El tétanos puede afectar a cualquier mamífero, incluido el ser humano, en todos los
climas y regiones. No es una enfermedad contagiosa.
– El tétanos no es una enfermedad característica de los grupos de perros confinados, salvo cuando
la perrera se encuentra en un terreno "tetaní geno" (terrenos rurales ricos en materia orgánica).
Causas y transmisión
Factores favorecedores
- Las principales fuentes de contaminación son los excrementos de caballos, vacas y ovejas. Para
los seres humanos y los perros, el riesgo de contraer el tétanos es mayor cuando existe contacto
con elementos que pueden estar contaminados con materia fecal de estos herbívoros.
- Heridas (mordeduras, arañazos, cortes, heridas quirúrgicas, heridas gingivales, etc.), recientes o
no, en contacto con suelos o materiales contaminados.
- Cercanía de ganado bovino, ovino o equino, sitios de cultivo de champiñones (producidos en
estiércol de caballo), rosaledas (riesgo de lesión con espinas de rosas y abono con estiércol de
caballo), instalaciones de descuartizamiento, etc.
- Trabajos de excavación, que pueden desenterrar esporas tetánicas.
Incubación
Patogenia
La toxina tetánica liberada en la herida se disemina hacia la médula espinal a través de la vía
axonal retrógrada y bloquea las neuronas inhibidoras gabaérgicas, produciendo la "tetanización" de
la zona muscular inervada (más de 40 contracciones por minuto). Este fenómeno originó el nombre
"tétanos", derivado de una voz griega que significa "rigidez y tensión".
Diagnóstico clínico
Tétanos localizado
- Forma menos frecuente en el perro que en el gato, de diagnóstico diferencial delicado.
- Rigidez de un miembro, que coincide con la presencia relativamente reciente de una herida. De
manera espontánea o tras la palpación, se desarrollan contracciones tónicas repetidas. Por lo
general, estas contracciones originan una flexión permanente de la articulación cúbitocarpiana o
tibiotarsiana. El apetito está conservado y no se observa hipertermia. La forma localizada no cura
sin tratamiento específico y puede evolucionar hacia una forma generalizada.
Tétanos generalizado
- En los perros, la evolución hacia la forma generalizada suele comenzar por una afectación de los
músculos de la cabeza.
- Orejas permanentemente erguidas y con las bases juntas.
- Contracción de los belfos llamada "risa sardónica" (facies "trágica" patognomónica de la
Diagnóstico de certeza
Diagnóstico diferencial
- Rabia.
- Intoxicaciones por sustancias convulsionantes (en particular, estricnina).
- Trastornos locomotores que originen rigidez de la marcha (neosporosis, artrosis, polimiositis,
miopatías, etc.).
- Miositis de los músculos masticadores.
Pronóstico
Tratamiento
Tratamiento sintomático
- En primer lugar, hay que impedir el desarrollo de la bacteria en la herida. Es indispensable
desbridar la herida y desinfectarla regularmente con agua oxigenada al 3 % (10 volúmenes) o, a
falta de agua oxigenada, con clorhexidina.
- Tratamiento miorrelajante: diazepam o clonazepam, 1mg/kg por vía intravenosa o intramuscular,
cada 6 horas o cuando se considere que el animal lo necesita.
- Medidas higiénicas: reposo en un lugar oscuro y tranquilo, rehidratación y alimentación por sonda
gástrica. Estos cuidados deben realizarse durante varios días hasta mejoría del estado.
Tratamiento específico
- Suero antitetánico heterólogo (de origen equino), a razón de 250 a 500 UI/kg en inyección
intravenosa lenta, tras dilución en solución fisiológica. El suero antitetánico neutraliza la toxina
tetánica libre en el medio extracelular, pero no la toxina presente en el sistema nervioso central.
Cuando se ha identificado la herida inicial, es aconsejable inyectar localmente una fracción de
antisuero (100 UI/kg).
- Antibioticoterapia por vía general: penicilina G, 20.000 UI/kg cada 6 horas por vía intravenosa,
durante 10 días, asociada a metronidazol, 20 – 25 mg/kg/día por vía oral o 10 mg/kg cada 12
horas por vía intravenosa.
Enfermedad de aujeszky
Síntomas
La enfermedad de Aujeszky es una afección vírica extremadamente rara en los criaderos caninos.
Aunque es contagiosa en otras especies (cerdo y rumiantes), en los carnívoros domésticos debe
considerarse como una enfermedad de origen alimentario.
Otros nombres
- Seudorrabia
Causas
Distribución geográfica
- El virus se ha identificado en perros en diversos países europeos, en los EE. UU., en América del
Sur y en Japón.
- Todavía es desconocido en Australia.
Transmisión
Factores favorecedores
Diagnóstico
- Rabia: ante este cuadro clínico, el veterinario debe enviar la cabeza del animal muerto a un
laboratorio especializado. La presencia de inclusiones eosinófilas en los núcleos de las neuronas es
bastante patognomónica de la enfermedad de Aujeszky. La inoculación al conejo de un triturado de
encéfalo permite reproducir el prurito y causa la muerte al cabo de 1 ó 2 días.
- Otros trastornos de tropismo nervioso: moquillo (evolución mucho más lenta), intoxicación por
estricnina (convulsiones, opistótonos), organofosforados (ausencia de prurito, trastornos
cardiorrespiratorios), organoclorados (convulsiones), metaldehído (opistótonos, rigidez muscular) o
crimidina (convulsiones, edema de pulmón), etc.
Pronóstico
La enfermedad de Aujeszky es mortal en casi el 100 % de los casos, en todas las especies
animales, salvo el cerdo. Su evolución es siempre fulminante y, por lo general, la muerte
sobreviene entre 8 a 36 horas después de la aparición de los signos clínicos.
Tratamiento
No existe ningún tratamiento eficaz para curar esta enfermedad en ninguna especie animal. A
menudo se aconseja la eutanasia para acortar el sufrimiento del animal.
Profilaxis
Definición e importancia
Síntomas
Dermatitis alérgica por picaduras de pulgas (DAPP): lesión característica en la región dorsolumbar
(© Parasitología, Escuela de Medicina Veterinaria de Hannover, Alemania)
Infestación por pulgas, parásitos externos permanentes y corrientes de perros y gatos, cuyas
formas inmaduras viven en el medio ambiente. La especie causal más frecuente es
Ctenocephalides felis (responsable de un 90 % de las pulicosis observadas en criaderos).
Las pulgas de los roedores, los pequeños carnívoros y los pájaros son parásitos excepcionales de
los perros.
Factores favorecedores
Diagnóstico
La elección de los métodos de lucha contra las pulgas en un criadero depende de diversos factores
relacionados con los perros que hay que tratar (talla, modo de vida, pelaje, etc.), el ambiente y los
productos disponibles (actividad y costo).
El tratamiento se basa en la aplicación de insecticidas adulticidas e inhibidores del crecimiento de
los insectos (análogos de la hormona juvenil de los insectos).
– Organoclorados: el único insecticida de esta familia que sigue utilizándose es el lindano. Aunque
estas sustancias se emplean desde hace mucho tiempo, conservan todavía una buena actividad
contra las pulgas. Estos productos son económicos, pero difíciles de emplear en criaderos, debido
al riesgo de ingestión por los animales al lamerse (sobre todo por los gatos). En caso de
sobredosis, pueden provocar trastornos cardiorrespiratorios, digestivos y nerviosos. Por lo tanto, es
necesario controlar de manera estricta la dosificación y dejar secar el producto después de
aplicarlo. Asimismo, no es aconsejable emplearlos en cachorros de menos de 3 meses ni en perras
en gestación o lactación, lo que convierte a estos animales en verdaderos "reservorios de pulgas"
para el resto de los perros del criadero.
– Organofosforados: es la familia de principios activos más empleada en las diversas
especialidades contra las pulgas, como los baños, los champús, los polvos, los collares y las pipetas
(spot-on) de efecto sistémico (fentión). Estos productos (por ejemplo, los diclorvos) suelen tener
efecto fulminante en las pulgas adultas, pero poseen un bajo efecto residual; para paliar esta
desventaja, se han puesto a punto diversas presentaciones (por ejemplo, microcápsulas que
garantizan una liberación progresiva del principio activo en el medio ambiente o asociación de
excipientes que favorecen su absorción transcutánea o digestiva).
Estos productos tienen la ventaja de ser completamente atóxicos para los mamíferos. Para acelerar
la desaparición de las pulgas adultas, es preciso asociarlos a un adulticida, dado que cuando se
utilizan solos, suelen necesitarse entre 2 y 4 meses de tratamiento (persistencia media de las
pulgas en el ambiente) para erradicar totalmente la infestación. Por último, en los criaderos es
aconsejable administrar un IGR una vez por mes y, además, hay que tratar todos los nuevos
perros en cuarentena, lo que dificulta su empleo en las residencias caninas.
Los veterinarios tienen un papel predominante en la lucha contra las pulgas en los criaderos,
debido a sus conocimientos sobre la biología de estos insectos, indispensables para el éxito de todo
tratamiento.
Las larvas (de 2 a 5 mm de largo) son sensibles al calor (temperatura > 35 °C) y a la desecación
(humedad relativa ambiente < 50 %). Las pulgas son muy sensibles al frío y en ninguno de los
estados resisten más de 10 días a 3 °C ni más de 5 días a 1 °C. Por lo tanto, en invierno, las
pulgas sólo sobreviven en las habitaciones y los boxes.
La baja capacidad de desplazamiento de las larvas (menos de 50 cm) y el hecho de que necesiten
ingerir excrementos de pulgas adultas para desarrollarse explica por qué, al aplicar los
tratamientos larvicidas ambientales, hay que insistir en las zonas frecuentadas por los animales
(casillas, canastos, vehículos, zonas umbrías y húmedas de la perrera, etc.).
Como las larvas son lucífugas, es importante cortar la hierba y la maleza en las zonas umbrías
alrededor de la perrera. En cambio, no es útil tratar las partes soleadas de las zonas de ejercicio o
los recorridos de agility. Asimismo, hay que obturar los tubos de barrotes huecos, que constituyen
verdaderos nidos de larvas de insectos.
Asimismo, es necesario aspirar el polvo y limpiar completamente el ambiente. Para ello, existen
aspiradores especiales, "por percusión", que, por simple efecto mecánico, "despiertan" las larvas
en estado latente del ambiente y las atraen hacia el embudo del aparato. No hay que olvidar que la
bolsa de la aspiradora y el armario donde se guarda este aparato pueden constituir verdaderos
"nidos de pulgas", por lo que es preciso tratarlos con un adulticida, cuando se pasa la aspiradora
por el pelaje de los perros, o, cuando no es así, con inhibidores del crecimiento de efecto
retardado. Los sacos llenos deben sellarse y destruirse.
A continuación, hay que tratar las superficies con un insecticida de alto poder residual y un IGR.
Los principios activos empleados deben tener poder residual, como el clorpirifos, el dimpilato y el
carbarilo. Los IGR deben ser resistentes a la radiación ultravioleta, como el fenoxicarb. El ritmo de
tratamiento depende del tiempo: un vez por mes cuando hace buen tiempo y cada 1 ó 2 semanas
si está lluvioso.
Los IGR presentan además la ventaja de inhibir el desarrollo de todos los insectos en el ambiente
(cucarachas, mosquitos, pulgas, etc.).
Profilaxis
- No utilizar alfombras de fibras largas como lechos para los perros; preferir, por ejemplo, rejillas
de goma, durante todo el período de tratamiento del ambiente.
- Los insectífugos, como el toronjil, suelen ser poco eficaces.
- Los métodos accesorios, tales como la emisión de ultrasonido, nunca han resultado realmente
eficaces.
Síntomas
- Escamas blancas (paraqueratosis), sobre todo en la región dorsal (región dorsolumbar, cuello,
nuca y base de las orejas).
- Liendres fácilmente identificables (adheridas al pelo, contrariamente a la caspa).
- Evolución crónica.
- Prurito variable.
Definición
Factores favorecedores
Diagnóstico
Diagnóstico clínico
- Fácil. Por observación de las liendres, que "suben" al crecer el pelo, o con menor frecuencia, de
los adultos (de aproximadamente 2 mm de largo), que pueden desplazarse muy rápidamente (hay
que buscarlos enganchados en la base de los pelos).
Diagnóstico microscópico
- Por observación de las liendres operculadas, pegadas al pelo mediante un cemento, o, mejor aún,
de los adultos "capturados" con una cinta adhesiva transparente (scotch test).
Diagnóstico diferencial
- Otras dermatosis pruriginosas (queiletielosis, pulicosis, etc.).
Tratamiento
Patogenia
Profilaxis
- Separar los animales infestados del resto de los perros para evitar reinfestaciones.
- Inspeccionar y cuidadosamente y asear los animales en cuarentena.
Síntomas
Definición
Otros nombres
Importancia clínica
Transmisión
- Por contacto directo con carnívoros infestados (O. cynotis sobrevive poco tiempo fuera del
conducto auditivo: aproximadamente 15 días en un ambiente frío y húmedo).
- Los ácaros pueden pasar de una oreja a la otra.
- El ciclo vital dura entre 2 y 3 semanas, en promedio (lo que explica la ausencia de síntomas en
los cacho-rros antes de esta edad).
- No se produce transmisión al hombre.
- Corta edad
- Vida en grupo confinado
- Razas de orejas caídas
- Contacto con otros carnívoros (en particular, gatitos)
Diagnóstico
Diagnóstico de confirmación
- Visualización de ácaros o de huevos en una muestra de cerumen aclarada con lactofenol.
Diagnóstico diferencial
- Otitis micótica por Malassezia pachydermatis (afecta preferentemente a los adultos y sólo
excepcionalmente los gatos de la perrera).
- Otitis alérgica.
- Sarna sarcóptica del cachorro (en caso de reflejo auriculopodal positivo).
Pronóstico
- Generalmente bueno.
Evolución
Tratamiento
- Acaricidas locales, una instilación en el conducto auditivo cada 3 días durante 3 semanas
(duración del ciclo vital del parásito), después de limpiar cuidadosamente el conducto.
- Fipronil en pipeta (spot-on), 4 gotas en cada oreja.
- Ivermectina, 400 µg/kg por vía subcutánea, 2 veces con 10 a 15 días de intervalo (la
administración por vía oral no es suficientemente activa).
- Selamectina en pipeta, 6 mg/kg.
Profilaxis
- No existen medidas profilácticas eficaces, excepto realizar un examen clínico de los perros recién
llegados en cuarentena y alejar del criadero los gatitos y los carnívoros vagabundos.
Síntomas
Definición
Parasitosis cutánea contagiosa debida al desarrollo del ácaro Sarcoptes scabiei var. canis en las
capas córneas profundas de la epidermis canina.
Otros nombres
- Acarosis sarcóptica
- Escabiosis
- Sarcoptosis
- Sarna zoonótica
- Sarna roja (en algunos países esta denominación se aplica a la demodicosis)
- Roña
Factores favorecedores
Transmisión
- Por contacto directo con perros infestados (el ácaro sobrevive poco tiempo en el medio externo) o
a través de material compartido (madera de las casillas, canastos, mantas, etc.).
Lesiones en piel humana de sarna sarcóptica de origen canino (© Parasitología, Escuela Nacional
de Veterinaria de Alfort, Francia)
Diagnóstico de sospecha
Diagnóstico de confirmación
- Estudio de numerosos raspados cutáneos profundos, realizados preferentemente en lesiones
recientes de la punta de los codos o los corvejones, y aclarados con lactofenol.
- Biopsias cutáneas de la periferia de las lesiones, si los raspados son negativos, a pesar de las
observaciones clínicas y los datos epidemiológicos (30 % de los casos).
- Prueba serológica mediante un ensayo inmunoenzimático por adsorción ([ELISA] sensibilidad del
92 % y especificidad del 96 %), disponible en algunos países.
Diagnóstico diferencial
- Alergia a otros ácaros en caso de atopia (reacción cruzada de la intradermorreacción con
Dermato-phagoïdes farinae).
- Dermatitis en las zonas de presión, que evoluciona hacia un higroma.
- Dermatitis por contacto (por ejemplo, alergia al cemento o a un producto de limpieza).
Pronóstico
- Insecticidas de acción acaricida local (fipronil, organofosforados o amitraz) en las lesiones poco
extensas o estables.
- Avermectinas / milbexicinas: ivermectina (400 µg/kg por vía subcutánea, 2 dosis con 10 días de
intervalo), selamectina (600 µg/kg en pipeta, 2 dosis con un mes de intervalo), moxidectina (300
µg/kg por vía subcutánea, 2 dosis con 15 días de intervalo) o milbemicina oxima (1 mg/kg cada 2
días, durante 2 semanas).
Profilaxis
- No existen medidas profilácticas eficaces, excepto el examen clínico de los perros recién llegados,
durante la cuarentena.
Síntomas
Aunque los cachorros pueden infestarse muy pequeños, los síntomas suelen aparecer entre los 3
meses y el año de edad.
Demodicosis seca (90 % de los casos)
- Eritema (visible sobre todo en las pieles despigmentadas).
- Zonas alopécicas, generalmente alrededor de los ojos (lesiones "en gafas"), en la comisura de los
belfos, la parte inferior del cuello y la punta de las extremidades anteriores.
- Lesiones circulares (de algunos milímetros a algunos centímetros de diámetro) o difusas.
- Seborrea (descamación fina y olor "rancio").
- Comedones y queratosis folicular (piel de textura granulosa).
- Ausencia habitual de prurito.
Demodicosis generalizada (complicación de la forma inicial, en el 20 % de los casos de demodicosis
seca)
- Pústulas superficiales (blancas) o más profundas (violáceas).
- Prurito posible.
- Adenitis reactiva.
- Afectación de las extremidades (pododemodicosis).
- Deterioro del estado general.
- Evolución posible hacia celulitis bacteriana.
Zonas alopécicas "en gafas" (© Parasitología, Escuela Nacional de Veterinaria de Lyon, Francia)
Dermatosis parasitaria muy poco contagiosa, debida al desarrollo en los folículos pilosos de un
ácaro oportunista específico del perro, Demodex canis (presente fisiológicamente en un 50 % de
los perros adultos asintomáticos).
Otros nombres
- Demodecidosis.
- Piodemodicosis (demodicosis generalizada).
- Sarna demodécica o demodéctica
- Sarna folicular.
- Sarna roja (en algunos países esta denominación se aplica a la sarna sarcóptica).
- Sarna gris.
Las tres últimas denominaciones son incorrectas, puesto que los ácaros del género Demodex no
causan sarna (no cavan galerías) y no suelen provocar prurito.
Importancia clínica
- Esta parasitosis afecta casi exclusivamente a perros jóvenes. Es infrecuente después de los 2 ó 3
años de edad, aunque a veces se observa en perros viejos o debilitados.
- Ectoparasitosis cosmopolita.
- Se observa durante todo el año.
- Es bastante frecuente en criaderos, pero suele aparecer de manera esporádica, en varios
cachorros de la misma camada.
Transmisión
- Las únicas fuentes de parásitos son los perros parasitados (enfermos o portadores sanos).
- Los cachorros se infestan por vía cutánea, por contacto directo con la madre infestada en los
primeros 3 días de vida, durante la lactación o el aseo.
- Ausencia de contagio horizontal (entre perros de la misma edad).
- Ausencia de transmisión intrauterina.
Factores favorecedores
- Perros de raza (el 80 % de los casos de demodicosis generalizada) entre 3 meses y 3 años.
- Todas las razas pueden padecer esta enfermedad, pero la incidencia es mayor entre las de pelo
corto (aproximadamente, un 60 % de los casos) y piel con pliegues.
- Humedad o baños demasiado frecuentes.
- Carencias (vitaminas A, C, K, B6 y aminoácidos azufrados) o excesos (vitamina A) alimentarios
que puedan favorecer un estado seborreico.
- Piel seborreica (los ácaros del género Demodex se alimentan con sebo), irritada, o con pH
demasiado alcalino.
- Linajes de perros que padecen una forma de inmunodeficiencia (disfunción de los linfocitos T y
proliferación de linfocitos B, que alteran el reconocimiento de los antígenos parasitarios). En este
caso, la mayoría de los cachorros de una misma camada presenta los síntomas durante el primer
año de vida. Sin embargo, esta "inmunotolerancia" es específica de D. canis y los animales
afectados responden normalmente a las vacunaciones.
- Desequilibro endocrino patológico (hipotiroidismo, diabetes, síndrome de Cushing o estrés) o
fisiológico (estro, gestación, lactación)
- Enfermedades intercurrentes (toxocarosis, sarna sarcóptica, epífora, etc.)
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Diagnóstico
Diagnóstico clínico
- Ausencia de contagio aparente y de prurito, y localización característica de las lesiones iniciales
en las zonas más húmedas del cuerpo.
Diagnóstico de laboratorio
- Búsqueda de parásitos al microscopio en una muestra de raspado cutáneo profundo con
lactofenol. Estas muestras se obtienen presionando las pústulas y recogiendo el pus blanquecino.
- Deben visualizarse huevos o formas inmaduras (reflejo de la reproducción activa del parásito)
para distinguir la colonización asintomática de la demodicosis clínica.
- A veces se encuentran parásitos de manera fortuita en un análisis coproparasitológico (ingeridos
por el animal al lamerse o mordisquearse).
- No suele ser necesario efectuar biopsias cutáneas de las lesiones para confirmar el diagnóstico
(excepto en ciertas razas, como el Shar-pei), dado que en caso de demodicosis clínica los parásitos
son generalmente muy numerosos. No obstante, los infiltrados celulares permiten confirmar el
mecanismo inmunitario.
Demodex canis obtenidos por raspado cutáneo (© Parasitología, Escuela Nacional de Veterinaria de
Alfort, Francia)
Tratamiento
Demodicosis seca
(Tratar solamente las formas extensas)
- Esquila, si es necesario.
- Champú antiseborreico (peróxido de benzoílo).
- Ácidos grasos esenciales y vitamina E.
Piodemodicosis
- Amitraz al 0,5 p. 1.000 (solución al 5 % por perro), a razón de una aplicación cada 2 días (sobre
las lesiones y en su periferia) la primera semana y luego, una vez por semana durante uno o dos
meses. Durante el tratamiento puede observarse un estado de somnolencia, que desaparece en 24
a 36 horas; es posible atenuar este efecto secundario administrando el fármaco después de una
comida o, en los casos más graves, con un antídoto (atipamezol, 0,2 mg/kg por vía intramuscular).
En cuanto se observa una mejoría (aproximadamente al cabo de 3 semanas de tratamiento), se
puede suspender el fármaco y reemplazarlo por un collar acaricida con amitraz.
- Endectocidas: utilizables cuando fracasa el tratamiento con amitraz (p. ej.: milbemicina, 1,5
mg/kg/día por vía oral, ivermectina, 600 µg/ kg/día por vía oral, moxidectina 200 µg/kg/día
durante 1 a 5 meses).
- Asociar un antiséptico local (clorhexidina o hexamidina), que no debe aplicarse los días de
tratamiento con amitraz.
- En las formas graves, es necesario instaurar una antibioticoterapia por vía general (cefalexina,
lincomicina, eritromicina, etc.)
Pronóstico
Profilaxis
- Evitar los baños demasiado frecuentes, las sustancias irritantes y la corticoterapia (sistémica o
local) antes del año de edad.
- Excluir de la reproducción las hembras que padecieron demodicosis y los machos que transmiten
una predisposición genética a esta enfermedad.
- D. canis es muy sensible a la desecación y no sobrevive en el medio externo (parásito obligado
del folículo piloso); por lo tanto, no se observa contaminación a partir del medio ambiente.
Demodex canis al microscopio en el material de raspado de una lesión (40 µm x 150-250 µm)(©
Parasitología, Escuela Nacional de Veterinaria de Lyon, Francia)
Síntomas
Definición
Importancia clinica
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
- Sarna sarcóptica u otodéctica (reflejo auriculopodal).
- Pediculosis.
- Dermatosis de origen alimentario (deficiencia de ácido linoleico, hipovitaminosis A, B2, PP, B6 y
H).
Cheyletiella yasguri observada con lupa binocular (300 µm)(© Parasitología, facultad de Veterinaria
de la Universidad de Berlín, Alemania)
Definición
Importancia clínica
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
- Sarna sarcóptica u otodéctica (reflejo auriculopodal).
- Pediculosis.
- Dermatosis de origen alimentario (deficiencia de ácido linoleico, hipovitaminosis A, B2, PP, B6 y
H).
- Dermatosis que responden al tratamiento con cinc.
Tratamiento
De los perros
C. yasguri es sensible a muchos insecticidas y acaricidas:
- Fipronil, una pulverización cada 10 días durante un mes.
- Selamectina .
- Acaricidas tópicos (carbamatos, permetrina, etc.).
- Ivermectina, 300 µg/kg por vía subcutánea.
Profilaxis
- Contaminación humana frecuente por contacto directo, pero se trata de una zoonosis benigna.
Prurigo en un ser humano infestado por Cheyletiella yasguri.(© Parasitología, Escuela Nacional de
Veterinara de Alfort, Francia)
Síntomas
- Las garrapatas se fijan generalmente en una zona de piel fina (orejas, escroto, perineo, mama,
etc.) o protegida de los mordiscos del animal (cuello).
- Permanecen prendidas hasta que terminan de alimentarse de sangre o linfa, entre 2 y 15 días
más tarde.
- Reacciones locales: pápulas, edema, dolor, cojera, abscesos.
- Riesgo de reacción de hipersensibilidad de tipo IV o retardada.
- Anemia, en caso de infestación masiva.
- Parálisis ascendente, en caso de intoxicación por glucoproteínas salivares parasitarias.
- Síntomas generales (ver el capítulo "Enfermedades transmitidas por pulgas").
Infestación por ácaros de gran tamaño, de la familia Ixodidae (géneros Ixodes, Dermacentor y
Rhipicephalus), llamados vulgarmente garrapatas duras. Los ixódidos son generalmente
ectoparásitos estacionales poco específicos de animales de sangre caliente o fría.
Tienen una importante acción patógena indirecta, debido a la inoculación de agentes infecciosos o
parasitarios a veces zoonóticos.
En los grupos de perros confinados, Rhipicephalus sanguineus ("garrapata del perro") es la
garrapata más peligrosa para la salud de los perros sedentarios, puesto que puede transmitir la
babesiosis, la hepatozoonosis, la hemobartonelosis y diversas rickettsiosis (en particular, la
ehrlichiosis).
Otros nombres
Las larvas, las ninfas y los adultos se alimentan de sangre de animales parasitados y pueden
transmitir enfermedades infecciosas.
- Los estadios larvario y ninfal de Ixodes ricinus, cuyo biotopo es principalmente silvestre, se
desarrollan sobre pequeños mamíferos salvajes, que no se encuentran en las perreras. El estadio
adulto se desarrolla principalmente sobre ungulados salvajes (corzos, ciervos, etc.) o domésticos
(bovinos), y, accesoriamente, sobre carnívoros domésticos, como el perro.
- Dermacentor reticulatus tiene particular afinidad por las zonas bajas de las riberas de ríos. Está
presente sobre todo en biotopos rurales, pero también se encuentra en zonas peri-urbanas,
terrenos eriales y baldíos. Al igual que I. ricinus, puede desarrollarse sobre diversos huéspedes.
- Rhipicephalus sanguineus tiene, en cambio, un ciclo vital monotropo: las tres etapas de su
desarrollo se llevan a cabo preferentemente en el perro. Es la especie más frecuente en los
criaderos.
El ciclo vital de las garrapatas está bien establecido. La cópula se realiza sobre el huésped,
mientras que las garrapatas se alimentan con sangre o justo después de esta ingestión necesaria
para la maduración ovárica. A continuación, la hembra cae al suelo, busca una anfractuosidad
donde pone entre 1.000 y 3.000 huevos en 1 ó 2 días, y luego muere.
Al cabo de algunas semanas los huevos eclosionan y nacen larvas que tratan de fijarse sobre su
huésped natural, según las condiciones climáticas y las especies. Las larvas pueden esperar varios
meses antes de alimentarse de sangre. Después de hacerlo, vuelven a caer al suelo para mudar y
transformarse en ninfas.
Al igual que las larvas, las ninfas buscan sus huéspedes habituales y pueden ayunar durante varios
meses. Después de alimentarse con sangre, caen al suelo, donde mudan y se transforman en
adultos.
Por lo general, los adultos trepan a plantas, donde permanecen a la espera de una "presa". Al igual
que en los estadios larvario y ninfal, su actividad depende de las condiciones climáticas. En
general, cuando el tiempo es cálido y seco, suelen tener una actividad muy reducida y descienden
hasta la tierra en busca de humedad. Este fenómeno explica la aparición estacional de las
enfermedades transmitidas por garrapatas.
Factores favorecedores
- Dependen del modo de vida de cada especie de garrapata y de cada estadio (en las perreras,
todos los estadios de R. sanguineus se desarro-llan en los intersticios de las paredes o los suelos).
- Humedad y sombra para las especies higrófilas (I. ricinus y D. reticulatus)
- Cercanía de otras especies: pequeños mamíferos, pájaros y ungulados para I. ricinus, pequeños
mamíferos y corzos para D. reticulatus, y gatos para R. sanguineus.
- Pastizales, matorrales o linde con un bosque.
- Salidas (caza en madrigueras, pruebas de trabajo [field-trial], concursos, custodia de rebaños,
etc.) (I. ricinus).
Patogenia
- Acción anemiante: una hembra adulta absorbe entre 2 y 4 cm3 de sangre; como un perro puede
llegar a albergar más de cien garrapatas, existe un riesgo de anemia, en particular en los
cachorros, en caso de infestación continua.
- Acción enzimática: durante la succión de sangre se produce una reacción inflamatoria local, con
foco necrótico e infiltración por glóbulos blancos; el desprendimiento incompleto de los quelíceros
de la garrapata puede ocasionar la formación de granulomas o, con menor frecuencia, abscesos.
- Alteraciones metabólicas: la anemia, la fiebre y la anorexia suelen ser la consecuencia directa de
la infestación por garrapatas.
- Acción patógena indirecta (principal riesgo), por transmisión posible de diversos gérmenes
patógenos durante la ingestión de sangre (ver el capítulo "Enfermedades transmitidas por
garrapatas").
Por lo general, los adultos trepan a plantas, donde permanecen a la espera de una "presa". Al igual
que en los estadios larvario y ninfal, su actividad depende de las condiciones climáticas. En
general, cuando el tiempo es cálido y seco, suelen tener una actividad muy reducida y descienden
hasta la tierra en busca de humedad. Este fenómeno explica la aparición estacional de las
enfermedades transmitidas por garrapatas.
Diagnóstico
Tratamiento
- Eliminación de las garrapatas antes de que comiencen a alimentarse con sangre, menos de 48
horas después de prenderse a la piel (se puede emplear un gancho especial para garrapatas, un
aplicador de antiparasitario de contacto, éter etílico, parafina, etc.)
- Fipronil, una vez al mes durante el período de riesgo, o lindano, piretroides, amitraz u
Página 141 de 258 Tema: Enfermedades Cutáneas Nº de pagina del tema: 25
organofosforados.
- Algunas garrapatas muertas pueden permanecer prendidas a la piel, lo cual no significa que el
tratamiento sea ineficaz.
- Algunos plaguicidas, como el imidacloprid y los inhibidores del crecimiento actualmente
disponibles, son poco activos contra los ácaros. En Australia, se comercializa un inhibidor del
crecimiento específico para los ácaros (fluazurón).
Profilaxis
- En las perreras, existe un riesgo real de contaminación de los locales por R. sanguineus, a partir
de perros o herbívoros domésticos portadores.
- Para luchar de manera eficaz contra las garrapatas es preciso identificar previamente las especies
presentes en el biotopo, por "captura" de insectos sobre los perros y los gatos que se encuentran
en la perrera o sus alrededores. Para ello, se puede arrastrar una manta por el suelo, a la que se
prenden las garrapatas, o capturar y tratar los roedores del entorno.
Para evitar la infestación de los pe-rros por garrapatas se emplean insecticidas de diversas familias
químicas:
- Organofosforados (diazinón, dimpilato, fentión, diclorvos, fenitrotión, cumafos, etc.): bajo poder
residual y riesgo de toxicidad en los vertebrados
- Organoclorados (lindano): buena acción acaricida pero bajo poder residual (1 semana); no es
aconsejable emplear lindano en los cacho-rros pequeños ni en las hembras durante la gestación y
la lactación.
- Carbamatos: actividad similar a la de los organofosforados.
- Amitraz: muy activo contra las ga-rrapatas, pero de poder residual variable, según la formulación
galénica. Los collares acaricidas son más adecuados para prevenir que para tratar la infestación por
garrapatas.
- Piretroides (permetrina, deltametrina, flumetrina, fenvalerato, etc.): poco tóxicos para el perro,
pero de poder residual variable.
- Fenilpirazoles: el fipronil es muy bien tolerado por los perros, puede administrarse a cachorros
pequeños, tiene un poder residual de aproximadamente un mes y resiste a los lavados con
champú.
Para uso terapéutico, deben preferir se los aerosoles de niebla (fase interna líquida) y las
soluciones concentradas.
A menudo, las paredes, los zócalos o el suelo de las casillas contienen verdaderos "nidos" de
garrapatas (larvas, ninfas o adultos). En estos casos, el tratamiento de los perros no es suficiente
para eliminar la contaminación masiva de los locales. La reglamentación de diversos países relativa
a los insecticidas utilizables en los locales que albergan animales domésticos limita
considerablemente la gama de productos disponibles. Además, no es aconsejable pulverizar ciertos
insecticidas (piretroides u organofosforados) en dichos locales, dado que los animales pueden
lamer las zonas tratadas. Por lo tanto, es preciso recurrir a otros métodos, como la quema de los
"nidos" con un soldador o la limpieza con vapor de agua sobrecalentado a presión.
Los locales se tratarán con insecticidas en ausencia de animales, durante el vacío sanitario. Para
ello, pueden emplearse soluciones de cumafos, dimpilato o piretroides, en las concentraciones
previstas para la aplicación en animales.
También es posible tratar la perrera con pinturas acaricias (bajo poder residual), cementar el suelo,
tapar los intersticios y anfractuosidades, y revestir las paredes con un mortero.
Un método ingenioso de lucha biológica contra las garrapatas consiste en utilizar gallinas para que
picoteen las garrapatas presentes en el ambiente, al principio del vacío sanitario.
Según las especies de garrapatas identificadas, pueden tomarse las siguientes medidas
complementarias:
- Cortar el pasto.
- Eliminar la maleza.
- Limitar el acceso de los perros a las zonas linderas con bosques.
- Plantar vegetales que repelen los ácaros, como algunas gramíneas africanas (Stylisanthes) y
leguminosas americanas.
Síntomas
Definición
Ectoparasitosis de carnívoros y del hombre, debida a la infestación por larvas del ácaro Trombicula
autumnalis.
otros nombres
- Trombidiosis
- eritema otoñal
Factores favorecedores
Patogenia
Las larvas se alimentan durante 3 a 15 días de residuos epidérmicos, que degradan con su saliva, y
luego se desprenden para desarrollarse hasta el estadio adulto en al medio exterior.
- Afectación simultánea del personal en contacto con los perros infestados: lesiones pruriginosas
localizadas generalmente en los puntos de presión (calcetines, cinturón, etc.).
Tratamiento
- Curación espontánea en pocos días en cuanto cesan las reinfestaciones (al final del otoño).
- Fipronil al 0,25 %, aplicado una o dos veces al mes en todo el cuerpo durante la temporada de
riesgo, insistiendo especialmente en las orejas, el extremo del abdomen, el perineo y la cola.
Micosis cutáneas
Síntomas
Micosis cutánea infecciosa y contagiosa, producida por hongos dermatofitos, principalmente del
género Microsporum (M. canis en más del 90 % de los casos), parásitos superficiales del estrato
córneo de la epidermis.
Otros nombres
- Tiña
- Herpes circinado (tiña corporal en el ser humano)
Importancia clínica
- Enfermedades cosmopolitas
- Incidencia alta; se manifiesta como enzootia en los lugares de gran concentración de animales
(resistencia y reproducción del dermatofito en el medio exterior).
- Enfermedad siempre contagiosa.
- Importancia médica: escasa (el estado general sigue siendo bueno).
- Importancia económica: desastrosa, puesto que la evolución es larga, la contaminación, fácil, y
los métodos de lucha, costosos y largos.
- Importancia estética: hay que retirar los ejemplares afectados de las exposiciones y los
concursos.
Fuentes infecciosas
Factores favorecedores
Diagnóstico
Diagnóstico epidemiológico
- Contagio intraespecífico e interespecífico.
- Lesiones de herpes circinado en las zonas lampiñas (cuello, puños, etc.) de las personas en
contacto con pe-rros tiñosos (sobre todo en mujeres y niños).
- Cultivo de pelos y escamas obtenidos por raspado cutáneo, en medio DTM (Dermatophyte Test
Medium), o de un trozo de moqueta estéril pasada sobre las lesiones, en agar de Sabouraud.
- Biopsia.
Diagnóstico diferencial
- Dermatosis no pruriginosas (demodicosis, dermatosis endocrina, etc.).
- Dermatosis pruriginosas (sarnas, pediculosis, dermatosis por lamido, etc.).
- Dermatitis por Malassezia sp.
- Enfermedades de la nariz y el testuz (leishmaniosis).
Tratamiento
Es preciso tratar los animales con tiña, los portadores asintomáticos, el material y los locales, así
como también a las personas potencialmente infectadas.
Tratamiento local
- Esquilar previamente el animal si el pelaje es tupido o largo.
- Fungicidas: enilconazol al 0,2 %, dos veces por semana, durante 3 ó 4 semanas (aplicar sobre las
lesiones y también en el resto del cuerpo).
- Antisépticos: alcohol yodado al 2 % o clorhexidina, en las lesiones.
- Amorolfina en crema en la onicomicosis.
Tratamiento sistémico
- Griseofulvina, 50 mg/kg/día en 2 dosis diarias administradas durante las comidas (enriquecer la
ración en materia grasa, para favorecer la absorción digestiva del principio activo), durante 5
semanas, dura ción media del crecimiento del pelo (contraindicado en las hembras gestantes).
- Ketoconazol, 10 mg/kg/día en 2 dosis diarias administradas durante las comidas, si el
tratamiento con griseofulvina es ineficaz (contraindicado en las hembras gestantes).
- Terbinafina, 30 mg/kg/día durante 15 días
- El lufenurón también es eficaz.
Profilaxis
- Transmisión frecuente al ser humano, por vía directa o indirecta (en particular, mujeres y niños,
en las zonas de piel lampiña).
- Enfermedad difícil de erradicar de los criaderos.
Síntomas
Dermatitis seborreica
- Eritema, prurito, seborrea en los belfos y el cuerpo, perionixis e intertrigo.
Otitis eritematosa ceruminosa
Caso particular: displasia epidérmica del West-Highland White Terrier (predisposición genética)
- Hipersensibilidad a los antígenos de Malassezia sp.
- Dermatitis crónica (aparece generalmente antes del año de edad).
- Alopecia difusa, prurito, eritema, hiperqueratosis, hiperpigmentación y linfadenitis periférica.
- Localización inicial principalmente en las orejas, la cara inferior del cuello, el borde de la boca y
los ojos.
Levaduras del género Malassezia al microscopio tras una tinción de May-Grünwald-Giemsa (MGG)
(© Parasitología, Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort, Francia).
Definición
Micosis provocada por levaduras del género Malassezia, que se multiplican sobre el cuerpo y dentro
del conducto auditivo externo.
Importancia clínica
Factores favorecedores
- Predisposición racial: Basset Hound, Shar-pei, West-Highland White Terrier, Labrador Retriver.
- Asociación con dermatitis alérgica (atopia, alergia alimentaria, alergia a la saliva de pulga, etc.),
ectoparasitosis, displasia epidérmica, disfunción endocrina, corticoterapia, antibioticoterapia o
estafilococosis cutánea.
Causas
- Fuentes de infección: la mayoría de los perros son portadores de Malassezia sp. sobre la piel y las
mucosas.
- Transmisión por contacto directo (colonización de la mucosa nasal y el perineo principalmente).
- Causas favorecedoras: toda modificación local del tegumento (bacterias, humedad y acumulación
de sebo o cerumen, puesto que estas levaduras son lipófilas).
- Estado de inmunosupresión o inmunodeficiencia.
Diagnóstico
Tratamiento
Tratamiento antifúngico
- Tópico: clorhexidina (en concentraciones superiores al 1 %), azoles (miconazol en champú).
- Sistémico: ketoconazol.
Tratamiento sintomático
- Champús antiseborreicos y queratomoduladores.
Profilaxis
Sintomatología
Forma exudativa
- Eritema.
- Presencia de un material blanquecino poco adherente en las lesiones.
- Alopecia difusa inconstante.
- Prurito inconstante.
- Localización preferente en los pliegues (espacios interdigitales e ingle) y las uniones
cutaneomucosas (boca,
jos, nariz, ano y aparato genital).
Forma escamocostrosa (excepcional)
- Hiperqueratosis.
- Costras gruesas.
- Paraqueratosis.
- Foliculitis asociada.
Otitis externas
- No se suele aislar levaduras del género Candida en el conducto auditivo externo de los
carnívoros, colonizado con mayor frecuencia por Malassezia.
Definición
Micosis oportunista debida al desa-rrollo de la levadura Candida albicans. Esta levadura, aunque es
saprófita del tubo digestivo de los carnívoros, siempre es patógena cuando se desarrolla sobre la
piel.
Importancia clínica
Se trata de una micosis cosmopolita, que se encuentra sólo de manera excepcional en los
criaderos, salvo entre ciertas categorías de animales.
Se trata de una micosis cosmopolita, que se encuentra sólo de manera excepcional en los
criaderos, salvo entre ciertas categorías de animales.
Factores favorecedores
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
- Enfermedades pruriginosas: sarnas
- Estado seborreico
- Ciertas formas clínicas de tiña (lesiones de tipo querión)
- Histiocitosis cutánea
- Dermatitis por Malassezia sp.
- Criptococosis
Toma de muestras
Esporotricosis
Síntomas
Definición
Importancia clínica
Transmisión
- A través de una lesión cutánea (herida por plantas, paja, espinas, mordeduras de rata, arañazo
de gato, etc.).
- Por vía oral (mucho menos frecuente).
Factores favorecedores
- Calor y humedad
- Suelos ricos en materia orgánica
- Lechos de paja
- Inmunodeficiencia
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
- Absceso bacteriano secundario a una herida.
- Otra micosis cutánea con nódulos o ulceración.
- Lesiones óseas de origen bacteriano, tumoral o fúngico.
Tratamiento
Profilaxis
Síntomas
- Lesiones cutáneas, simples o múltiples, de desarrollo lento (hasta varios años), localizadas a
menudo en la cabeza y las extremidades.
- Placas alopécicas con pápulas y pústulas (microabsceso en la dermis y la epidermis).
- O masas nodulares o seudotumorales con ulceración posible.
- Forma sistémica con paso del hongo a la sangre y tropismo nervioso pronunciado, lo que origina
ataxia, dificultad locomotora y abscesos cerebrales.
Definición
Micosis debidas a hongos filamentosos que producen un pigmento negro y se desarrollan sobre la
piel y en los tejidos subcutáneos.
Importancia clínica
Diagnóstico
Diagnóstico diferencial
- Tumores.
- Otras micosis seudotumorales.
Tratamiento
Síntomas
Definición
Causas
Factores favorecedores
- Regiones tropicales y subtropicales; descrita en los E.E. U.U. (Florida, Texas y Luisiana).
- Machos.
- Razas grandes.
Transmisión
Diagnóstico de sospecha
- Principalmente clínico.
Diagnóstico de confirmación
- Histológico
Pronóstico
Tratamiento
Profilaxis
Definición
Estas infecciones forman más bien parte de las enfermedades caninas individuales que de las
enfermedades de criadero, puesto que su transmisión requiere un contacto muy estrecho entre el
perro y el vector, la garrapata, que no siempre es un parásito habitual de las perreras. No
obstante, según la localización del criadero y su actividad, pueden observarse infestaciones
masivas por garrapatas de los locales de cría.
Las garrapatas exentas de gérmenes patógenos se contaminan al succionar sangre de un animal
infectado, esté enfermo, convaleciente o sano. Algunas infecciones, como la babesiosis, se
transmiten por vía transovárica a todos los estadios de desa rrollo de la garrapata, que se
convierte así en un reservorio del germen durante varias generaciones (3 ó 4 generaciones para
Dermacentor reticulatus, reservorio de babesias durante por lo menos 9 años, considerando una
generación cada 3 años).
Babesia canis no se transmite a través de Ixodes ricinus y se transmite poco a través de
Rhipicephalus sanguineus.
En el caso particular de Rhipicephalus sanguineus, es posible encontrar todos los estadios en el
entorno directo de los perros: casillas, suelo, grietas de las paredes, etc.
Algunas de las enfermedades transmitidas por garrapatas son zoonosis y, por lo tanto, están
descritas en seres humanos.
Babesia canis, hemoparásitos del perro visibles en los eritrocitos de la cola de un frotis sanguíneo.
© Escuela Nacional de Veterinaria de Lyon, Francia)
Definición
- Rickettsiosis causada por Ehrlichia canis, común al hombre y al perro, y transmitida en Europa
por la garrapata R. sanguineus.
- Pueden observarse infecciones mixtas con Hepatozoon canis u otras rickettsias transmitidas por
R. sanguineus.
Distribución geográfica
Muy extendida, puesto que se relaciona con la de la garrapata portadora.
Incubación
Entre 8 y 20 días, a partir de la transmisión por la garrapata, al cabo de los cuales se desarrolla la
fase aguda de la enfermedad, de 2 a 4 semanas de duración.
Patogenia
La multiplicación activa de E. canis dentro de los leucocitos mononucleares provoca una
linfadenopatía con hepatoesplenomegalia. Los monocitos infectados se adhieren al endotelio
vascular e inducen trombocitopenia.
Síntomas
- Fiebre, anorexia y letargo.
- Flujo nasal y lagrimal.
- Disnea.
- Adelgazamiento rápido.
- Linfadenopatía generalizada.
- Unos 10 días más tarde: signos hematológicos (trombocitopenia y leucopenia), acompañados de
hemorragias de las mucosas.
- Afectación de los vasos sanguíneos encefálicos, que puede provocar trastornos nerviosos
semejantes a los observados en el moquillo.
Evolución posible hacia la cronicidad (anemia no regenerativa grave, hemorragias retinianas y
pulmonares, meningoencefalitis, epistaxis, etc.)
Tratamiento
Tetraciclinas: doxiciclina, 10 mg/kg/ día, durante 1 a 3 meses para evitar las recaídas.
Otras rickettsiosis
Definición
Enfermedad infecciosa debida a la bacteria Borrelia burgdorferi "sensu lato", inoculada al perro, a
otros mamíferos y a seres humanos por la garrapata I. ricinus u otras especies del mismo género.
Seroprevalencia
Es elevada en toda Europa, sobre todo en las regiones del Nordeste (Suecia, Alemania, Austria y
Europa del este). No obstante, se observan relativamente pocos casos clínicos. En principio, se
trata de una enfermedad muy infrecuente en los criaderos caninos, debido al biotopo estrictamente
silvestre de la garrapata.
Diagnóstico
Principalmente serológico: determinación de anticuerpos mediante enzimoinmunoanálisis por
adsorción (ELISA), inmunofluorescencia o inmunoelectrotransferencia (Western-blot).
Tratamiento
La doxiciclina y la amoxicilina en la fase inicial hacen desaparecer rápidamente los trastornos. Sin
embargo, es preciso continuar el tratamiento durante varias semanas para erradicar
completamente la bacteria y evitar la evolución hacia la cronicidad o las recaídas.
Profilaxis
Existe una vacuna específica, que puede administrarse a los perros más expuestos (dos dosis con 4
semanas de intervalo y dosis de refuerzo anuales). La vacunación evita los signos clínicos y la
multiplicación del agente causal.
Definición
La babesiosis es una zoonosis producida por protozoos del género Babesia. En Europa, las especies
causales son B. canis y B. gibsoni (Nicollia annae según la taxonomía actual para las cepas
europeas).
Estos protozoarios se multiplican en los glóbulos rojos, originando su destrucción y provocando
trombocitopenia y la formación de inmunocomplejos, causantes de complicaciones clínicas,
principalmente vasculares.
Transmisión
Epidemiología
- Nicollia annae (1,9 µm x 1,2 µm) es un parásito poco habitual en Europa. Se encuentra
eventualmente en el extremo sur del continente europeo (sur de Italia y Grecia), donde su vector
es, aparentemente, R. sanguineus. Este parásito es mucho más frecuente en África o Asia, donde
se llama B. gibsoni y es transmitido por una especie particular de garrapata, Haemaphysalis
bispinosa.
- B. canis (3 µm x 6 µm) es ampliamente predominante en el sur de Europa (Francia, Italia y
España), pero existen actualmente focos autóctonos en los Países Bajos, Suiza, Alemania, Bélgica y
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Europa central. Estos focos aparecieron con la llegada de perros infectados en Europa del sur, lo
que provocó la contaminación de las cepas locales de garrapatas.
Se han descrito en Europa tres subespecies de B. canis: B. canis canis, transmitida por D.
reticulatus, B. canis vogeli, transmitida por R. sanguineus, y B. canis rossi, transmitida por otra
especie de garrapata, Haemaphysalis laechi.
Incubación
Entre 4 y 7 días, en promedio Durante este período, los parásitos inoculados por la garrapata se
multiplican en los glóbulos rojos.
Patogenia
Síntomas
- Hipertermia (> 39,5 °C) al cabo de algunas horas, acompañada de apatía (depresión) y anorexia.
- Síndrome hemolítico, con palidez de las mucosas, oscurecimiento de la orina y esplenomegalia.
En menos del 10 % de los casos se observa ictericia.
- Trombocitopenia en fase aguda (menos de 100.000 plaquetas/mm3).
- Monocitosis superior a un 40 %.
- Anemia hipocrómica regenerativa.
- Síntomas atípicos (inconstantes): paresia o parálisis del tren posterior.
Evolución
Diagnóstico
Profilaxis
Hepatozoonosis canina
Definición
Enfermedad infecciosa canina causada por Hepatozoon canis, un protozoario del orden Coccidia que
se desarrolla en la garrapata R. sanguineus y puede transmitirse al perro por ingestión de un
insecto contaminado.
Distribución geográfica
- Cosmopolita (H. americanum en los E.E. U.U.).
- En Europa: sur de Francia, Italia y España; en Alemania y Suiza se han descrito algunos casos
importados.
Ciclo vital
- Muy complejo en el perro.
- Liberación en el tubo digestivo de esporozoitos, que alcanzan ciertas localizaciones, como por
ejemplo, los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, los músculos y los glóbulos blancos, como los
neutrófilos.
- Los gametocitos infectantes para la garrapata se localizan en los polimorfonucleares. Para
establecer el diagnóstico, deben buscarse estas formas.
Síntomas
- Muy variables de un perro a otro puesto que Hepatozoon sp. suele asociarse otros gérmenes
patógenos (leishmanias, babesias, toxoplasmas, rickettsias, etc.).
- Letargo, anorexia, adelgazamiento rápido y fiebre frecuentes.
- Secreciones nasales y oculares purulentas, diarrea, vómitos, linfadenopatía, mialgias, artralgias,
anemia, leucocitosis y trombocitopenia posibles.
Diagnóstico
Detección directa del parásito en una muestra de sangre (en los neutrófilos) o de aspirado de
médula ósea.
Tratamiento
La eficacia de los diversos fármacos empleados es bastante discutida. El imidocarb, la doxiciclina y
el toltrazurilo parecen tener cierta eficacia terapéutica.
Definición
Enfermedad vírica transmitida por garrapatas de las especies Ixodes persulcatus e Ixodes ricinus.
El arbovirus causal pertenece a la familia Flaviviridae y al género Flavivirus. Dentro de este mismo
grupo de virus, se encuentran los agentes causales de la fiebre amarilla, el dengue y diversas
encefalitis.
Se trata ante todo de una enfermedad humana, endémica en Europa central y Rusia, y transmitida
también por garrapatas del género Ixodes, cuyo reservorio está constituido por diversos roedores
salvajes.
Distribución geográfica
- Enfermedad cosmopolita
- En Europa, se ha descrito en Alemania, Austria, Francia y en los países de Europa central y del
este. En Grecia e Italia, se halla seropositividad para este virus.
- Enfermedad infrecuente, pero existen focos muy localizados de alto riesgo.
Síntomas
- Forma aguda: signos neurológicos muy graves y de evolución rápida, que se acompañan de
hipertermia muy elevada.
- En las formas subaguda y crónica, la agravación de los trastornos neurológicos es más lenta.
- La evolución suele ser fatal; no existe ningún tratamiento específico.
Lesiones
La multiplicación del virus en el encéfalo produce lesiones irreversibles: necrosis de neuronas,
inflamación perivascular, etc.
Rhipicephalus sanguineus.
(© Merial)
Transmisión
Factores favorecedores
Diagnóstico epidemiológico
Viaje a una zona de enzootia.
Diagnóstico clínico
Mal estado general, dermatosis no pruriginosa y presencia de un elemento de sospecha.
Diagnóstico diferencial
- Dermatosis no pruriginosas: demodicosis, dermatofitosis, helmintosis cutánea y dermatosis
autoinmunitarias.
- Otras causas de epistaxis: aspergilosis, ehrlichiosis, etc.
- Lupus eritematoso diseminado (cuadro clínico semejante)
- Otras lesiones del testuz y la nariz: tiña
- Otras protozoosis del sistema fagocítico mononuclear en el perro: toxoplasmosis, hepatozoonosis,
histoplasmosis, encefalitozoonosis, etc.
- Enfermedades anemiantes y caquectizantes
Diagnóstico de laboratorio
Métodos directos
Identificación de leishmanias
- Búsqueda leishmanias en los macrófagos (parásito intracelular obligatorio) de una muestra de
punción ganglionar, secreciones cutáneas (técnica de impronta o raspado) o médula ósea. Las
muestras sanguíneas no son útiles, puesto que generalmente contienen pocos parásitos.
- Detección del genoma parasitario tras amplificación mediante la reacción en cadena de la
polimerasa (PCR), a partir de material de punción ganglionar o de médula ósea.
- Análisis histológico de las lesiones cutáneas: granulomas linfomonocíticos formados a partir de
histiocitos parasitados.
Métodos indirectos
- Pruebas serológicas:
Búsqueda de anticuerpos por inmunofluorescencia indirecta o enzimoinmunoanálisis por adsorción
(ELISA) (algunos falsos positivos con la toxoplasmosis). Existe una prueba comercial de detección
rápida (por inmunocromatografía o ELISA) en sangre total, plasma o suero, disponible en los
consultorios veterinarios. No obstante, cuando el resultado de la prueba no es acorde con el cuadro
clínico, es aconsejable confirmar el diagnóstico mediante detección directa del parásito (en
muestras de punción ganglionar o de médula ósea) o de su genoma tras amplificación por PCR del
material de punción ganglionar.
- Inmunoelectrotransferencia (Western blot).
Técnicas serológicas sensibles que permiten diferenciar los perros enfermos de los portadores
sanos o asintomáticos.
- Electroforesis de las proteínas séricas:
Diagnóstico post-mortem
Búsqueda de leishmanias en muestras de médula ósea, bazo, hígado, dermis y ganglios linfáticos;
conservación de las muestras en formol al 10 % para estudio histológico.
Pronóstico
Tratamiento
Específico
- Antimoniato de meglumina, 100 mg/kg/día, por vía intramuscular o subcutánea, durante 20 a 30
días (no sobrepasar 6 g por animal y por tratamiento); buena respuesta clínica, pero no se elimina
el parásito (recaída al cabo de algunos meses); riesgo de resistencia.
- Alopurinol (en asociación con el antimoniato de meglumina al principio y solo tras la curación
clínica), 30 mg/kg por vía oral, en 2 o 3 tomas diarias durante un mes; a continuación, se
prescribe un tratamiento de 10 días por mes para evitar recaídas.
Profilaxis
Leptospirosis
Síntomas
Definición
La leptospirosis es provocada por espiroquetas del género Leptospira, bacterias cosmopolitas que
pueden infectar a todas las especies de animales domésticos y al hombre (antropozoonosis). Los
principales reservorios de leptospiras, a partir de las cuales se infectan los perros, son los roedores
(principalmente la rata) y algunos mamíferos salvajes o domésticos. Las leptospiras se clasifican
según criterios serológicos de microaglutinación. Hasta ahora, se han determinado 23 serogrupos,
que comprenden más de 200 serovariedades. Entre los 10 serogrupos de leptospiras más
difundidos en la especie canina, los más patógenos son L. icterohemorragiae y L. canicola, lo que
conduce a incluir estas valencias en todas las vacunas disponibles. Los demás serogrupos
identificados en la especie canina (L. automnalis, L. grippothyphosa, L. pyrogenes, L. australis, L.
ballum, L. sejroe, L. bataviae y L. pomona) suelen producir formas clínicas más benignas e incluso
asintomáticas o crónicas (portadores sanos).
Otros nombres
- En el hombre (según la forma): fièvre des 7 jours, fièvre des tranchées, fiebre icterohemorrágica,
síndrome de Weil, fiebre del cieno y meningitis de los porquerizos.
Causas
- Las principales fuentes de infección son los roedores y algunos mamíferos salvajes o domésticos.
- Reservorios: charcas de agua estancada contaminadas con orina de roedores (sobre todo rata,
pero también campañol, ratón, jerbo y coipo o rata nutria) portadores crónicos.
- La identificación de los serogrupos de Leptospira permite determinar el vector, principal blanco de
la lucha contra esta enfermedad. No obstante, un mismo roedor puede albergar varios serogrupos.
Frecuencia
Los estudios epidemiológicos realizados en Europa y los EE. UU. muestran que L. icterohemorragiae
sigue siendo el serogrupo más frecuente, a pesar de que se observa una fuerte regresión. También
se constata una clara regresión de L. canicola en Europa del oeste. No obstante, parece
comprobarse una recrudescencia de las infecciones por otros serogrupos, como L. automnalis y L.
pyrogenes, que ya han ocasionado formas mortales en cachorros, en Francia. Este fenómeno
puede ser la consecuencia de la vacunación de los pe-rros o, con mayor probabilidad, a la
proliferación de especies naturales en las zonas urbanas y periurbanas.
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Factores favorecedores
- Perros de trabajo (los perros de jauría están particularmente expuestos a la leptospirosis, debido
a su modo de vida).
- Presencia de roedores en la perrera (maternidad, local de almacenamiento de los alimentos,
etc.).
- Proximidad de charcas de agua dulce (las leptospiras no sobreviven en el agua de mar) estancada
y tibia (entre 20 y 30 °C), pantanosas y umbrías (las leptospiras son muy sensibles a la radiación
ultravioleta): medio muy propicio para la supervivencia y la multiplicación de estas bacterias.
- Sensibilidad específica (el perro, el caballo y el hombre son muy sensibles a esta enfermedad,
contrariamente a otras especies, como el cerdo y los animales bovinos)
Transmisión
- La fragilidad de las leptospiras explica su bajo potencial zoonótico (baja tasa de transmisión de
los carnívoros domésticos al hombre). Los seres humanos y los perros se infectan principalmente a
partir de roedores, de manera anadémica (contaminación a partir de la misma fuente). Se estima
que la colonización humana de origen animal es del 20 % y el resto corresponde al origen
hidrotelúrico. En los países industrializados, la leptospirosis se considera como una zoonosis de
origen profesional (agricultores, veterinarios, alcantarilleros, etc.) o debida a baños en aguas
contaminadas. En estos casos, el hombre constituye el huésped final, a partir del cual no se
transmite la enfermedad.
- Como las leptospiras son espiroquetas muy móviles y presentan un quimiotropismo positivo por
la hemoglobina, la transmisión en las perreras se realiza principalmente por vía transcutánea
(baños en aguas contaminadas por roedores), a través de las mucosas ocular o bulbar, o de
lesiones cutáneas (grietas en las almohadillas plantares, deso-lladuras, etc.).
- Los roedores portadores son vectores sanos que presentan una infección crónica; las leptospiras
se localizan en los riñones y son eliminadas de manera intermitente al medio ambiente.
- La transmisión por vía digestiva, a partir de agua para beber (cuando las escudillas se colocan a
nivel del suelo y son contaminada por orina), es infrecuente en los perros adultos, debido a la gran
acidez del medio estomacal (1 < pH < 2), que destruye rápidamente las leptospiras.
- Cabe señalar la posibilidad de infección latente por leptospiras, de localización renal, en las perras
reproductoras. Esto explica los casos de leptospirosis neonatales, cuando no ha podido producirse
ningún contacto con vectores (la vacunación de la madre no impide su colonización y la eliminación
de leptospiras en la orina).
Patogenia
Diagnóstico
El diagnóstico de sospecha de las formas agudas se establece fácilmente en los criaderos, ante la
afectación de varios perros con algunos días de intervalo o antecedentes de contacto con aguas
contaminadas en los días anteriores a la aparición de los síntomas. El diagnóstico de confirmación
es más difícil de establecer.
Elementos de confirmación
- Estudio histológico: la hepatitis crónica activa (forma más habitual) se objetiva mediante el
hallazgo histológico de lesiones vasculares (congestión hepática) y renales (nefritis intersticial con
formación de inmunocomplejos), y colangiohepatitis.
Diagnóstico de confirmación
- Identificación del agente patógeno
Las leprospiras son bacterias muy frágiles; sólo resisten algunas horas en sangre y aún menos en
la orina ácida de los carnívoros. Por esta razón, tras la muerte, desaparecen al producirse la
autolisis de los tejidos (sangre o riñón) o la multiplicación de gérmenes de contaminación
cadavérica. Por lo tanto, es muy difícil aislarlas de la orina (fase posepticémica) o la sangre de un
cadáver (el hemocultivo puede necesitar más de dos meses). Mediante examen directo rápido de
sangre (antes del 8.° día de la enfermedad y en ausencia de antibioticoterapia) u orina (a partir del
12.° día), al microscopio de fondo oscuro, pueden visualizarse leptospiras en las 3 horas siguientes
a la obtención de la muestra. No obstante, mediante este método no es posible identificar la
serovariedad.
- Métodos serológicos
Tras la primovacunación, los anticuerpos suelen aparecer entre los días 7.° y 10.° (título > 320 en
microaglutinación). En caso de infección natural, este plazo es menor (3 a 5 días) y el título de
anticuerpos, mayor (> 640). Por lo tanto, al principio de la infección, los anticuerpos pueden ser
indetectables a pesar de la presencia de síntomas y un resultado serológico negativo no permite
descartar el diagnóstico. Por lo general, se considera que un resultado es negativo cuando la
dilución es inferior a 1/100.
En los criaderos, es más fácil objetivar la presencia de leptospiras por detección de seroconversión
en los animales supervivientes (2 muestras de suero tomadas con 5 a 7 días de intervalo). Cuando
se sospecha una infección por L. icterohemorragiae o L. canicola, es comunicar al laboratorio las
fechas de vacunación de los animales, puesto que no es posible diferenciar entre los anticuerpos
vacunales y los anticuerpos postinfecciosos. Las técnicas de microaglutinación son generalmente
adecuadas para detectar las serovariantes más frecuentes en el país (entre 6 y 15, en promedio).
Diagnóstico diferencial
- Existe un grupo de leptospiras, Leptospira biflexa, saprófita, aquícola y apatógena para la especie
canina.
- Intoxicaciones (rodenticidas cumarínicos, metales pesados, micotoicosis, intoxicaciones de origen
yatrógeno, etc.).
- Infección y septicemia por bacterias del género Aeromonas hydrophila, frecuentes en las aguas
estancadas.
- Hepatitis infecciosa canina.
- Enterotoxemia.
Tratamiento
Tratamiento sintomático
- Infusión intavenosa de solución de Ringer-lactato (60 ml/kg/día) durante la hospitalización, según
el resultado del ionograma, hasta restablecimiento de la diuresis (> 2,5 ml/kg/h).
- Antieméticos
- Protectores de la mucosa gastrointestinal.
- Reguladores del tránsito intestinal.
- Antibioticoterapia de acción intraluminal (asociación de dihidroestreptomicina, sulfaguanidina y
broxiquinolina).
Tratamiento específico
- Antibioticoterapia por vía intravenosa (ampicilina 20 mg/kg cada 6 horas) durante la fase de
septicemia (antes del 8.° día). Las penicilinas sólo afectan a las bacterias durante la multiplicación
y, por lo tanto, tienen una eficacia limitada contra las
leptospiras, cuyo tiempo de generación es muy largo (aproximadamente 10 horas).
- A continuación, asociación de penicilina y dihidroestreptomicina (100.000 UI/kg/día de
bencilpenicilina por vía intramuscular y 12 mg/kg cada 8 horas de dihidroestreptomicina).
- La estreptomicina es muy eficaz para evitar la infección renal crónica asintomática, pero sólo hay
que utilizarla después del 8.° día.
- La minociclina y la doxiciclina (10-20 mg/kg por vía oral) parecen dar buenos resultados.
- Preferir los antibióticos de tropismo intracelular.
- Los corticoides (prednisona, 0,5 mg/kg/día) sólo están indicados en caso de nefritis confirmada.
Pronóstico
- Las lesiones producidas en el curso de una infección aguda o crónica suelen ser irreversibles,
cualquiera que sea el tratamiento antimicrobiano instaurado.
- La aparición de oliguria o anuria es un elemento pronóstico desfavorable.
Profilaxis
Síntomas
Importancia clínica
Trastornos colectivos relacionados generalmente con el medio ambiente del criadero, que se
manifiestan principalmente por modificaciones del comportamiento o por la adquisición de tics, e
incluso por la aparición de trastornos digestivos o endocrinos que disminuyen el rendimiento. Su
incidencia ha disminuido con el aumento del grado de competencia técnica de los criadores.
Causas
Patogenia
Trastornos neurovegetativos
Taquicardia, taquipnea y alopecia psicógena.
Trastornos digestivos
En los perros en situación crónica de estrés intenso, cualquier acontecimiento inhabitual puede
desencadenar una diarrea aguda, denominada "diarrea por estrés", idéntica a la que se observa
frecuentemente en los perros de deporte o de trabajo (diarrea osmótica, con posibilidad de
complicaciones infecciosas).
Trastornos endocrinos
El estrés intenso y demasiado prolongado puede ocasionar hipotiroidismo inducido (afectación de la
función de reproducción, alteración del metabolismo celular con intolerancia al esfuerzo y depresión
neuromuscular) e incluso diabetes insípi da (poliuria y polidipsia de origen psicógeno) o potomanía.
Diagnóstico
- Es preciso observar varios de estos signos de alerta para estimar el grado de estrés, el cual no
siempre es percibido por el criador que vive cotidianamente en contacto con sus perros.
- La determinación de la concentración salival de cortisol (bien correlacionada con la concentración
plasmática) permite estimar el grado de estrés, aproximadamente 30 min después del estímulo
desencadenante. En cambio, las concentraciones de adrenalina y noradrenalina, la glucemia y la
frecuencia cardíaca no son buenos parámetros de evaluación del estrés.
- Aumento de la prolactinemia.
Diagnóstico diferencial
Todos los síndromes importantes que no puedan atribuirse con certeza a una causa precisa deben
sugerir una participación del estrés e incitar a analizar las prácticas de cría.
Tratamiento
En caso de enfermedad secundaria inducida, los síntomas clínicos pueden cesar con un tratamiento
médico corriente, pero las modificaciones del comportamiento no desaparecen hasta que no se
corrijan todos los componentes ambientales desencadenantes de estrés.
Profilaxis
Exige tener en cuenta todos los componentes del entorno de los pe-rros en el criadero:
- Hábitat (diseño de la perrera, limitación de las agresiones térmicas, respeto de las jerarquías,
etc.)
- Comportamientos humanos (tranquilidad, respeto de los horarios, modos de distribución
alimentaria, limitación de la entrada de extraños, entonaciones, socialización de los animales,
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ambiente sonoro, etc.).
- Análisis regular de videograbaciones que permitan observar el comportamiento de los perros en
ausencia del personal (en caso de canibalismo en la maternidad, dermatitis por lamido, heridas por
mordeduras, zona alopécica en el extremo de la cola, etc.).
- Selección de las perras reproductoras mejor adaptadas al medio ambiente.
- Socialización de los cachorros.
Definición
Comportamiento materno, más frecuente en perras primíparas, que consiste en devorar o mutilar
uno o más cachorros de la camada. El canibalismo puede deberse a un exceso de comportamiento
materno (en particular, en caso de lamido excesivo), ser un comportamiento normal (en caso de
ingestión de abortos o cachorros muertos o moribundos) o, con mayor frecuencia, ser un
comportamiento anormal en respuesta a una amenaza del medio ambiente.
En caso de parto prolongado, la madre puede morder uno de los cachorros de la camada en la
cabeza o en una de las extremidades para acelerar su expulsión. En este caso, la mutilación afectó
sólo a uno de los belfos
Causas
- Medio ambiente estresante y ansiógeno (p. ej., problemas jerárquicos, presencia nocturna de un
zorro o de roedores en la perrera, etc.).
- Ausencia de zona de intimidad o de refugio.
- Ansiedad materna por separación.
- Sordera materna.
- Alteración del olfato (debida a veces al uso, en la maternidad, de aceites esenciales, que
perturban la percepción de feromonas).
- Síndrome del cachorro debilitado (Fading Puppy Syndrome, ver el capítulo correspondiente).
- Anomalía congénita, morbilidad o mortalidad por aplastamiento.
- Cachorro huérfano colocado junto a una perra nodriza sin precauciones previas (frotamiento del
cachorro contra les propios cachorros de la nodriza).
- Parto prolongado (sobre todo en caso de presentación posterior): las perras elásticas pueden
ayudarse con los incisivos para extraer los cachorros atascados, ocasionando heridas (mutilación)
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que desencadenan el canibalismo.
- Ruptura del cordón umbilical demasiado cerca de la pared abdominal, eventración o heridas por
lamido excesivo.
Diagnóstico
Tratamiento
El único tratamiento consiste en prevenir las recidivas en las camadas siguientes o desechar para
la reproducción las perras que presentan trastornos del comportamiento incurables, que, además,
pueden perturbar la socialización interespecífica de los cachorros.
Profilaxis
Coprofagia y pica
Definición
Coprofagia
Según el sentido etimológico del término, la "coprofagia" se define como la ingestión ("-fagia") de
excrementos ("copro-").
Se trata de un trastorno del comportamiento alimentario de los carnívoros domésticos, que excluye
el lamido fisiológico de las heces de los cachorros pequeños por la madre.
Pica
La "pica" es un trastorno del comportamiento alimentario, a menudo relacionado con una gastritis
crónica, que consiste en una propensión a ingerir pasto, tierra, piedras, etc., o lamer materiales del
entorno (suelo, paredes, etc.).
Factores favorecedores
En general, los excrementos en los que persisten nutrientes poco digeridos o sin digerir (grasas,
fibras musculares, almidón, etc.) siguen siendo "apetitosos", tanto para el perro que los elimina
como para sus congéneres. Por esta razón, no hay que buscar siempre la causa de un
comportamiento coprófago en el perro que come heces, sino, a veces, en los demás ejemplares del
mismo box.
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Predisposiciones
- Algunas razas rústicas, como el Perro de pastor de Beauce, los perros de caza y los perros
nórdicos, padecen con mayor frecuencia deficiencias de amilasa (enzima que degrada el almidón)
y, por lo tanto, son más propensos a la coprofagia que otros. Cuando el perro que padece
coprofagia pertenece a una de estas razas, después de descartar las demás causas posibles de este
trastorno, hay que instaurar una dieta limitada en almidón o someter las raciones a tratamientos
térmicos (cocción) o mecánicos (trituración) que mejoren su digestibilidad.
- Con frecuencia, los perros dominados se revuelcan en los excrementos de los dominantes, para
impregnarse de los mensajes químicos (feromonas) que estos emiten. Estos mismos ejemplares
también están predispuestos a la coprofagia.
- Asimismo, las reprimendas del propietario o el criador a un perro que ha hecho sus necesidades
en un lugar inadecuado pueden incitar al animal a hacer desaparecer sus deposiciones mediante un
comportamiento coprófago.
Causas
La persistencia de elementos sin digerir en las heces puede deberse a diversas causas.
Parasitosis intestinales
Muchos parásitos intestinales pueden originar un fenómeno de malabsorción y maldigestión en los
perros y alterar así la asimilación de los hidratos de carbono, las proteínas y los lípidos de la ración.
Los ascáridos, los anquilostomas, los tricuros y las giardias son los parásitos intesti nales más
frecuentemente hallados en los análisis coproparasitológicos de muestras conjuntas en perreras
donde se observa coprofagia. Por lo tanto, este análisis debe realizarse de manera prioritaria. En el
90 % de los criaderos con casos de coprofagia el análisis coproparasitológico de muestras
conjuntas es positivo para por lo menos un parásito intestinal. Cabe señalar que este trastorno del
comportamiento alimentario con-tribuye al desarrollo completo de los ciclos parasitarios en las
perreras y, por lo tanto, a la transmisión y el automantenimiento del ciclo vicioso "maldigestión-
coprofagia".
Deficiencias enzimáticas
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Gastritis crónica
Contrariamente a lo que muchos piensan, la mayoría de los casos de pica no se deben a un
parasitismo (a veces, se cree que el animal "se purga" comiendo pasto) ni a una carencia de aporte
o de absorción de nutrientes, sino a un fenómeno de "irritación estomacal", que conduce al perro a
ingerir o lamer todo tipo de material no comestible y, preferentemente, rico en fibras solubles
(lignina de la madera, etc.) para "rascarse" el estómago. La coprofagia puede entonces ser incluida
en el comportamiento de "pica" y ciertos perros coprófagos pueden clasificarse entre los pacientes
que padecen
potencialmente gastritis crónica. Es importante tener esto en cuenta, puesto que la gastritis crónica
predispone al síndrome de dilatación y torsión del estómago en los perros de razas grandes.
La coprofagia comporta pocos riesgos sanitarios para los perros, cuya acidez gástrica puede
neutralizar la mayoría de las bacterias potencialmente patógenas. Las toxiinfecciones alimentarias
colectivas son excepcionales en las perreras.
El principal riesgo relacionado con la coprofagia en un criadero es la transmisión de parásitos. En
efecto, la coprofagia, ya sea involuntaria (contaminación de las escudillas con materia fecal) o
voluntaria, favorece la transmisión por vía fecal-oral de quistes de Giardia o formas resistentes
rápidamente infestantes (ooquistes de coccidios o de criptosporidios).
Tratamiento
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Tratamiento del parasitismo intestinal
Cualesquiera que sean los parásitos identificados, hay que considerar que todos los perros están
potencialmente infestados y tratarlos simultáneamente (a veces durante 5 días consecutivos, en
caso de tricurosis), sin olvidar desinfectar los locales del criadero ni la posibilidad de contaminación
a través del pelaje (sobre todo en caso de giardiosis).
La elección de los productos antiparasitarios depende del ciclo vital del parásito causal y de su
modo de acción. Por esta razón, ante un caso de coprofagia en un criadero, no hay que administrar
antiparasitarios internos "a ciegas" (sin análisis coproparasitológico previo): el problema no radica
en la eventual toxicidad del tratamiento, sino en su ineficacia.
Cuando el análisis coproparasitológico es positivo, el tratamiento antiparasitario es a veces
suficiente para atenuar la coprofagia en menos de una semana. No obstante, es importante
acompañar el tratamiento médico de una terapia conductual para "deshabituar" paulatinamente a
los perros que presentan este comportamiento.
Modos de alimentación
El análisis al microscopio de los excrementos con palatabilidad residual para los demás animales
aporta mucha información sobre el origen
de esta palatabilidad. Cuando este análisis objetiva maldigestión proteínica (p. ej., persistencia de
fibras musculares no hidrolizadas en las heces), malasimilación lipídica (persistencia de glóbulos de
grasa) o maldigestión amilásica (persistencia de granos de almidón), es preciso instaurar un
tratamiento dietético del perro afectado, para adecuar los aportes alimentarios a sus capacidades
digestivas y, por lo tanto, eliminar la causa primaria de coprofagia. Si este análisis pone en
evidencia trastornos de la asimilación en todos los perros del criadero, sin parasitosis asociada, es
aconsejable optar por un alimento más digestible, generalmente con menor contenido de grasa y
fibra.
Por último, es aconsejable limitar la velocidad de ingestión de las comidas. Para lograrlo, se puede
distribuir el alimento "a voluntad", para limitar la competencia alimentaria, o fraccionar las
raciones. Asimismo, es posible separar los perros durante las comidas, instalar un "distribuidor de
croquetas" que regule la ingestión de alimentos (p. ej., comederos para aves) o desparramar las
croquetas en grandes fuentes, para incitar a los perros a "picotear" en vez de "engu-llir" las
raciones.
Conclusión
Para corregir la coprofagia en una perrera es preciso investigar su origen mediante una verdadera
encuesta. El veterinario tiene actualmente a su disposición una serie de exámenes
complementarios económicos, que le permiten identificar la mayoría de las causas de coprofagia o
pica.
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Anestro
Definición
Principales causas
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Subestro
Es el caso más frecuente entre las perras de criadero.
- Celo silencioso, que pasa desapercibido: frecuente en perras jóvenes, durante la pubertad, y en
perras viejas.
- Celo atípico, sin pérdida de sangre: malformaciones anatómicas (himen persistente, que impide el
sangrado vulvar), hipoplasia vulvar (ausencia de desarrollo durante el celo), origen idiopático
(ciertas perras no pierden sistemáticamente sangre en cada período de celo).
- Período interestral anormalmente largo (> 10 meses) en algunas razas (labradores, lebreles,
etc.) y en perras viejas.
- Falta de tiempo para controlar correctamente a las perras, sobre todo en los grandes criaderos.
- Inexperiencia del criador.
- Condiciones de cría estresantes: falta de luz, sobrepoblación de animales, ruido excesivo, etc.
- Enfermedad intercurrente.
- Estado de mantenimiento muy deficiente: caquexia, etc.
Diagnóstico
Anamnesis
Etapa inicial esencial:
- Edad, raza.
- Antecedentes médicos generales.
- Antecedentes ginecológicos: administración de hormonas esteroides (progestágenos, etc.).
- Número de camadas y fechas.
- Prolificidad.
- Antecedentes relativos al celo y la duración de los períodos interestrales.
Examen físico
- Examen físico general: signos de caquexia, trastornos cutáneos, trastornos conductuales, etc.
- Examen ginecológico, para detectar eventuales anomalías de la diferenciación sexual:
•Vulva y vestíbulo: observar si la vulva es muy pequeña (caso infrecuente si la perra ya tuvo un
período de celo que pasó desapercibido) y si el clítoris es peniforme.
•Vagina: introducir un dedo o un hisopo para determinar si el himen está bien perforado.
•Útero.
Determinaciones hormonales
Deben realizarse sistemáticamente cuando el examen clínico es normal. No hay que tratar de
provocar el celo antes de realizar un estudio hormonal.
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Tratamiento
Malformaciones genitales
- Tratamiento quirúrgico.
Trastornos hormonales
- Hipotiroidismo: tratamiento con extractos tiroideos (atención: riesgo de transmisión genética a la
descendencia; es preferible descartar la hembra como reproductora).
- Tumor ovárico unilateral: ovariectomía unilateral.
Quistes
- Tratamiento médico: luteinización con gonadotrofina coriónica (hCG) (50 UI /kg por vía
intramuscular, tres inyecciones con intervalos de 48 horas) o GnRH, luego, lisis con
prostaglandinas (cloprostenol, 2,5 µg/kg/día, durante tres días).
- Tratamiento quirúrgico: exéresis.
Origen yatrógeno (progestágenos, dopaje, etc.)
- Esperar algunos meses antes de estimular el celo: posibilidad de inicio espontáneo de un ciclo
estral.
Causa desconocida (anestro idiopático)
- Ensayar un protocolo de estimulación del celo.
Conclusión
Ante un caso de anestro en un criadero, el veterinario debe realizar una visita para tratar de
determinar si las condiciones de vida de los animales son deficientes o si el número de animales es
excesivo. No hay que tratar de estimular el celo antes de realizar un examen clínico detallado y un
estudio hormonal completo.
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Abortos
Definición
Se trata de un trastorno mal definido y poco estudiado en medicina veterinaria: datos disponibles
fragmentarios, agentes causales y vías de transmisión incompletamente establecidos, fenómenos
de sinergia microbiana posibles, etc.
El criador y el veterinario deben aplicar:
- Medidas sanitarias estrictas: el riesgo de diseminación del agente infeccioso en el criadero es
mayor durante los días siguientes al aborto.
- Un procedimiento diagnóstico metódico.
- Una correcta elección e interpretación de los exámenes complementarios.
Los agentes infecciosos no causan sistemáticamente abortos en las perras. Además, con
frecuencia, después de uno o más abortos, las perras pueden tener una gestación y un parto
normales (inmunización).
El tamaño y el orden de expulsión de los fetos pueden aportar información sobre la vía de
transmisión (exógena cuando los primeros fetos son los más pequeños y hematógena en el caso
inverso). (© Alain Fontbonne)
Principales causas
Existen numerosas causas de aborto en la especie canina. En los criaderos, es raro que la única
manifestación de una infección sea el aborto, salvo en caso de enfermedades bien precisas (p. ej.,
brucelosis). Por lo general, se observan además otros trastornos de la reproducción (infertilidad,
mortinatalidad, mortalidad neonatal, etc.) y otros síntomas en los demás animales del criadero
(trastornos digestivos, respiratorios, etc.).
Cabe recordar que cuando el aborto ocurre antes de los 40 a 45 días de gestación, suele pasar
clínicamente desapercibido (reabsorciones fetales intrauterinas). Por esta razón, en muchos casos,
las interrupciones de la gestación se traducen en infertilidad aparente.
Causas bacterianas
Bacterias inespecíficas:
- Caso más frecuente: bacterias habitualmente presentes en las vías genitales, responsables de
endometritis crónica (bacterias saprofitas de la vagina que se multiplican en caso de
inmunodepresión o durante una profilaxis antibiótica intempestiva), ingeridas con alimentos
contaminados (salmonelas) o transmitidas durante relaciones sexuales, olfateo de productos de
abortos o ingestión de anejos fetales contaminados. No obstante, en las vías genitales de la perra,
pueden identificarse varias bacterias potencialmente patógenas que no causan sistemáticamente
abortos.
- Abortos debidos a bacterias vaginales que se vuelven patógenas, generalmente por multiplicación
excesiva más allá de un umbral de patogenia: bacterias gramnegativas (Escherichia coli, Proteus
sp.) o grampositivas (Staphylococcus sp., Streptococcus sp.).
- Pasteurelosis (Pasteurella multocida): abortos en fin de gestación, acompañados frecuentemente
de mastitis.
- Brucelosis bovina (Brucella abortus): el perro es un reservorio potencial de este germen.
- Salmonelosis
- Micoplasmosis (Ureaplasma sp., etc.)
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- Campilobacteriosis (Campylobacter jejuni)
- Infecciones por Pseudomonas sp.
- Fiebre Q (Coxiella burnetii): sospecha no probada
- Clamidiosis, hemobartonelosis: sospecha no probada (abortos en gatas)
Bacterias específicas:
- Brucelosis canina por Brucella canis
Causas víricas
- Infección por el virus del herpes canino: el aborto no es la principal manifestación clínica de esta
enfermedad.
Causas parasitarias
- Toxoplasmosis (Toxoplasma gondii)
- Neosporosis (sospecha)
Causas hormonales
- Insuficiencia lútea: disminución de la concentración plasmática de progesterona al principio de la
gestación; más frecuente en algunas razas (Pastor alemán, Rottweiler, Terranova, Boyero de
Berna, etc.)
- Hipotiroidismo: causa de aborto en la mujer, poco documentada en la perra.
- Hipercorticalismo
- Diabetes mellitus
- Causas yatrógenas: administración intempestiva de corticoesteroides, estrógenos, antimitóticos,
prostaglandinas, inhibidores de la secreción de prolactina (p. ej., cabergolina) o antagonistas de la
progesterona (por ejemplo, aglepristona).
Causas alimentarias
- Dieta pobre en sodio (< 0,03 %) al final de la gestación.
- Exceso de vitamina A entre 15 y 25 días de gestación.
- Malnutrición grave de la perra gestante: rara vez es abortiva; ocasiona sobre todo el nacimiento
de cachorros débiles.
Otras causas
- Causas uterinas "mecánicas": endometriosis, hiperplasia glandular quística, cicatrices o bridas
debidas a cesáreas (histerotomía) anteriores.
- Tóxicos (poco estudiados)
- Traumatismos (patadas, peleas, etc.)
- Mala conducción de la anestesia general (en particular, mezcla gaseosa demasiado rica en
oxígeno)
- Administración de vacunas atenuadas (riesgo inexistente según los fabricantes)
Diagnóstico
Anamnesis
Etapa inicial esencial:
- Edad y raza
- Antecedentes médicos generales
- Antecedentes ginecológicos
- Número de camadas y fechas, estado de salud de los recién nacidos
- Prolificidad
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- Ritmo de los períodos de celo
- Exámenes ya realizados: diagnóstico precoz de la gestación (palpación, ecografía y determinación
de relaxina), frotis vaginal, seguimiento hormonal de la gestación (progesterona).
Aspecto de la placenta
- Signos de autólisis.
- Hipotrofia (tamaño pequeño en relación con el feto).
- Signos de placentitis: congestión o focos infecciosos o hemorrágicos.
- Focos de necrosis (p. ej., en caso de infección herpética suelen observarse focos de necrosis
miliar, de color grisáceo).
Conducta inmediata
Pruebas de laboratorio
- Determinaciones hormonales: determinación de progesterona (y, eventualmente, tiroxina) lo más
rápidamente posible después del aborto. Suele tener poco interés diagnóstico, dado que la
concentración plasmática de progesterona disminuye rápidamente, incluso cuando la causa del
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aborto no es hormonal. No obstante, si la concentración es muy baja (< 3 ng/ml), puede
sospecharse una insuficiencia lútea primitiva que condujo al aborto.
- Pruebas serológicas: brucelosis bovina y canina, infección herpética, clamidiosis, toxoplasmosis,
moquillo, fiebre Q, etc.
- Análisis bacteriológico vaginal: muestras sin medio de transporte (bacterias vaginales saprofitas)
y con medio de transporte (micoplasmas y brucelas), tomadas con un hisopo estéril en el tercio
anterior de la vagina.
- Hemocultivo de sangre de la perra (brucelosis) o sangre cardíaca del feto abortado (se necesita
un medio de transporte).
- Análisis bacteriológico del feto o la placenta: suele realizarse en un segundo tiempo, tras
congelación (brucelosis, etc.).
- Detección del ADN del agente infeccioso tras la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en
muestras de órganos fetales: posible en ciertas enfermedades (infección herpética, brucelosis,
etc.).
- Estudio virológico de muestras de órganos fetales: infección herpética, moquillo (técnica larga y
delicada).
Conclusión
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Infertilidad de la hembra
Generalidades
Principales causas
Causas anatómicas
- Anomalías ováricas o de la bolsa ovárica que pueden perturbar la ovulación (esclerosis del ovario,
tumores, dherencias, etc.).
- Anomalías uterinas (obstrucción de los oviductos, adherencias, hiperplasia glandular quística,
endometritis, etc.) que impiden la fecundación o la anidación.
- Anomalías vaginales (tabique vaginal, prolapso vaginal, etc.) que imposibilitan la cópula.
Causas hormonales
Causas centrales
- Trastorno hipotalámico o hipofisario.
- Adenoma secretor de prolactina o hiperprolactinemia secundaria.
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Causas gonadales
- Trastorno orgánico: quiste ovárico, tumor ovárico o insuficiencia lútea.
- Trastorno funcional: anovulación.
Causas periféricas
- Hipotiroidismo
- Hipercortisolismo (síndrome de Cushing)
Causas yatrógenas
- Administración intempestiva de derivados hormonales, sobre todo antes de la pubertad
(corticoesteroides en caso de dermatosis, esteroides anabolizantes en caso de trastornos del
crecimiento o del desarrollo muscular, progestágenos para impedir la aparición del estro, productos
dopantes en las perras de trabajo o de concurso, etc.).
- Administración de fármacos antifúngicos (griseofulvina, ketoconazol, etc.), en particular, antes de
la pubertad.
Causas urinarias
- Cistitis, que puede ocasionar vaginitis o vestibulitis vulvar.
Causas genitales
- Vaginitis que vuelve el medio vaginal desfavorable para la procreación.
- Endometritis, metritis o piómetra.
Causas infecciosas
Ver el capítulo sobre los abortos.
Otras causas
- Edad: las perras no presentan menopausia, sin embargo, la fertilidad disminuye con la edad, en
particular, a partir de los 8 ó 10 años.
- Dieta: carencias nutricionales pronunciadas o malnutrición grave (delgadez extrema), y obesidad
o dietas demasiado ricas en grasas saturadas.
Diagnóstico
Anamnesis
Etapa inicial esencial:
- Edad y raza
- Antecedentes médicos generales
- Antecedentes obstétricos: número de camadas y estado de salud de los recién nacidos.
- Prolificidad.
- Ritmo estral.
- Fertilidad de los sementales empleados, etc.
Examen físico
- Examen físico general.
- Examen ginecológico: vulva, vestíbulo, vagina y útero.
- Examen urinario (debe realizarse sistemáticamente).
Orientación diagnóstica
Varía según se observe o no alteración de la frecuencia del celo.
– Período interestral prolongado: el procedimiento diagnóstico es el mismo que en caso de anestro
(ver el capítulo correspondiente).
– Período interestral de corta duración (< 4 ó 5 meses): suele deberse a un trastorno ovárico
(defecto de ovulación) o una disfunción del cuerpo lúteo (impregnación del organismo en
progesterona de corta duración).
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Según el caso, es preciso realizar:
Pronóstico
- En caso de trastorno hormonal, infeccioso o de otra índole: pronóstico variable según la causa.
Tratamiento
Trastornos urinarios
- Cistitis: tratamiento específico.
Trastornos infecciosos
- Tratamiento específico, cuando existe (ver los capítulos correspondientes)
- Brucelosis: castración sumamente recomendada.
Otras causas
- Anomalías anatómicas: tratamiento quirúrgico (vagina, etc.), inseminación artificial (a menudo, la
mejor solución).
Casos particulares
Quistes ováricos
- Tratamiento médico: luteinización con hCG (50 UI /kg por vía intramuscular, 3 inyecciones con 48
horas de intervalo) o hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), luego, lisis con
prostaglandinas (cloprostenol, 2,5 µg/kg/día, durante 3 días).
- Tratamiento quirúrgico: exéresis.
Tumor o quiste ovárico unilateral:
- Ovariectomía unilateral posible, siempre que el útero esté en buen estado (ausencia de lesiones
de hiperplasia glandular quística, si no, riesgo de piómetra).
Enfermedad orgánica
- El tratamiento específico puede mejorar la fertilidad.
Conclusión
Ante un caso de infertilidad de una perra en un criadero, el veterinario debe recordar que la causa
más frecuente de este trastorno es la inco-rrecta determinación del momento del apareamiento. En
esta situación, el seguimiento riguroso del celo y, luego, de la gestación constituye la clave del
método diagnóstico. Además, es preciso tener en cuenta la calidad del semen del macho y el ritmo
estral de la perra.
Definición
- El veterinario debe:
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- Recordar que la infertilidad en la especie canina puede deberse a:
- Una incorrecta determinación del momento óptimo para la monta (en el 50 al 80 % de los casos).
Principales causas
Existen numerosos factores que pueden provocar una disminución de la fertilidad de los perros
machos. En la gran mayoría de los casos, la infertilidad es secundaria a trastornos hormonales,
genitales (afecciones urinarias o prostáticas), psíquicos (imposibilidad o rechazo de copular) o
idiopáticos. En algunas razas, parecen intervenir también factores genéticos (linajes de perros
hipofértiles).
Causas anatómicas
Anomalías congénitas:
- Tamaño anormal del pene (micropene, que impide el abotonamiento durante la monta, o
megapene, que impide la penetración)
Anomalías adquiridas
- Obstrucción de los conductos genitales, secundaria a una inflamación (p. ej., orquitis,
epididimitis, uretritis, etc.).
- Trastorno raquídeo o de las extremidades (p. ej., la cadera), que puede impedir el correcto
apareamiento.
- Presencia de pelos (pelos perivulvares en la hembra o pelos alrededor del orificio del prepucio en
el macho) que dificultan la penetración durante la cópula en ciertas razas de pelo largo (Galgo
afgano, Collie, Yorkshire Terrier, etc.)
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Causas hormonales
Causas centrales
Causas gonadales
Causas periféricas
- Hipotiroidismo
Causas yatrógenas
Causas urinarias
- Cistitis o uretritis.
Causas prostáticas
- Los trastornos de la próstata, al modificar el volumen o las propiedades físicas o químicas de las
secreciones de este órgano, constituyen una causa frecuente de infertilidad. En efecto, como el
líquido prostático constituye la mayor parte del volumen del eyaculado, su eventual modificación
tienen una repercusión directa sobre la fertilidad.
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- Insuficiencia del volumen de líquido prostático, debido a una insuficiencia de secreción primaria o
adquirida.
Causas infecciosas
- Brucelosis
- Otras infecciones bacterianas: por bacterias inespecíficas (Escherichia coli, Proteus sp.,
estreptococos, estafilococos, etc.) o específicas (Coxiella burnetii, etc.).
- Disminución de la libido debida a una causa psicológica (p. ej., dolor durante una cópula anterior)
o falta de interés aparente por la hembra de origen jerárquico (los machos dominados vacilan en
montar las hembras dominantes).
- Influencia de la socialización del cachorro (algunos perros separados prematuramente del resto
de la camada no saben aparearse en la edad adulta).
- Negación de algunos machos a aparearse fuera de un lugar bien preciso (p. ej., su domicilio).
Causas genéticas
- Anomalías cromosómicas descritas en algunas razas o algunos linajes (diversos estados, que van
desde el animal azoospérmico morfológicamente normal hasta un estado intersexual).
- Disminución de la calidad del semen de ciertos linajes de algunas razas, debida posiblemente a
errores de selección (como la heredabilidad de la calidad de semen es alta, se puede fácilmente
seleccionar animales débiles para este carácter si no se tiene en cuenta este parámetro en la
selección).
Causas físicas
- Torsión testicular.
- Hipertermia.
- Aumento excesivo de la temperatura interna de los testículos (fiebre elevada, dermatitis escrotal,
orquiepididimitis, etc.).
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Otras causas
- Edad: la calidad del semen y, por consiguiente, la fertilidad tienden a disminuir con la edad; la
fertilidad parece disminuir más rápidamente en las razas gigantes molosoides (datos personales no
publicados).
- Enfermedades orgánicas: insuficiencia renal crónica, cirrosis hepática, diabetes mellitus, etc.
Infertilidad idiopática
En una proporción todavía grande de casos de infertilidad en perros machos no se logra identificar
la causa. Es posible observar una disminución de la calidad del semen en algunos perros que hasta
ese momento eran fértiles, acompañada o no de una disminución del tamaño de los testículos, de
origen desconocido y con frecuencia resistente a cualquier tratamiento.
Diagnóstico
Anamnesis
- Antecedentes médicos
Examen físico
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Exámenes complementarios
Espermograma:
- Dosis inseminante mínima:
100-150 x 106 espermatozoides normales en el eyaculado.
- Proporción de anomalías < 20-30 %.
- Motilidad progresiva > 60-70 %.
- Variabilidad del espermograma en un mismo perro.
- Cuando la calidad del semen es mala, hay que volver a controlarla 2 o 3 veces en un corto
período.
- Influencia de la duración del período de abstinencia en la calidad del semen.
Determinaciones hormonales
- Testosterona
- La concentración plasmática basal de testosterona tiene poco valor diagnóstico (concentración
normal > 30 nmol/l ; hipogonadismo: con-centración < 10 nmol/l:)
- Estimulación con gonadotrofina coriónica (hCG)
- T0: extracción de sangre, luego inyección intramuscular de hCG (50 UI/kg)
- T24h: 2.a extracción de sangre
- Prueba con agonistas de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) (buserelina: 2,0 µg/kg
por vía intramuscular) en curso de desarrollo.
- Estradiol y progesterona
- Cuando se sospechan ciertos tipos de tumores testiculares.
- FSH
- Disminución de la espermatogénesis
- Disminución de la concentración de testosterona
- Aumento de la concentración de FSH
- Tiroxina (cortisol)
Examen de la orina
- En caso de sospecha de cistitis o uretritis: determinación del pH.
- En caso de sospecha de eyaculación retrógrada: recogida de orina después de una eyaculación
(por sonda o cistocentesis), centrifugación de la orina recogida y recuento de espermatozoides.
Ecografía
- Ecografía testicular:
complemento para el diagnóstico de tumores.
complemento para el diagnóstico de azoospermia secretora.
- Ecografía epididimaria:
complemento para el diagnóstico de granulomas (azoospermia excretora).
Radiografía
- Sin medio de contraste: hiperplasia prostática, fractura del hueso peneano, cálculo uretral, etc.
- Con medio de contraste: deferentografía.
Pruebas serológicas
- Por ejemplo, Brucella sp.
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Biopsia testicular (epididimaria)
En caso de azoospermia u oligozoos-permia pronunciado.
Técnica de gran valor diagnóstico, que puede originar pocas complicaciones :
- Incisión.
- Biopsia con sacabocados.
- aspiración con aguja fina.
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Pronóstico
- Buen pronóstico.
- Pronóstico variable
Tratamiento
Trastornos prostáticos
Prostatitis
- Tratamientos específicos (fluoroquinolonas).
- Los antiandrógenos alteran la espermatogénesis.
- Preferir inhibidores de la 5-a-reductasa (finasterida) en perros reproductores.
Trastornos genitourinarios
Cistitis
- Tratamiento específico.
Eyaculación retrógrada
- Recoger el semen con la vejiga llena.
- Recoger la orina después de una eyaculación, centrifugación y eventual inseminación.
- Agonistas a-adrenérgicos: clorhidrato de seudoefedrina (4 mg/kg), fenilpropanolamina.
Trastornos hormonales
En caso de hipogonadismo:
- En los perros, es prácticamente imposible determinar si el trastorno primitivo es central o
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gonadal.
- GnRH y análogos / gonadotropinas.
- Andrógenos:
- naturales: hexahidroxibenzoato de testosterona, 5-20 mg/mes durante tres meses
- sintéticos: mesterolona, 0,75-1,5 mg/kg/día durante tres meses, fluoximesterona: 1-2 mg/día
durante tres meses
- Antiestrógenos: acetato de clomifeno, 25 mg/día durante 25 días.
Causas infecciosas
- Orquitis, epididimitis:
Otras causas
- Causas anatómicas:
- Inseminación artificial
Casos particulares
Enfermedad orgánica:
- El tratamiento puede mejorar la fertilidad.
Enfermedad autoinmunitaria:
- Los glucocorticoides suelen deteriorar aún más la calidad del semen.
Conclusión
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Intoxicaciones
Diagnóstico diferencial de las principales intoxicaciones
en el criadero
Causas
Las principales fuentes de este metal en un criadero son las pinturas con plomo (antioxidante con
minio rojo o gris empleado como anticorrosivo en las rejas y las puertas metálicas), las
canalizaciones antiguas de plomo y las baterías de acumuladores con plomo (riesgo en perreras
situadas cerca de un taller mecánico).
Síntomas
La intoxicación por plomo se caracteriza por trastornos nerviosos (contracturas musculares,
modificación del comportamiento con eventual agresividad y crisis epileptiformes) acompañados de
trastornos digestivos (alternancia de diarrea con heces oscuras y estreñimiento, y vómitos).
Diagnóstico
- El diagnóstico se basa en la determinación de plomo en sangre extraída con
etilendiaminotetraacetato (EDTA) o heparina (difícil de interpretar cuando la concentración es
inferior a 0,3 µg/ml), y en orina (por plomburia provocada).
- El diagnóstico diferencial con las intoxicaciones por convulsionantes se basa en la anamnesis
(intoxicación crónica por efecto acumulativo de varios días o semanas de evolución). El cuadro
clínico es a veces comparable a la forma aguda del moquillo.
Tratamiento
El tratamiento consiste en la administración de EDTA –que actúa como antídoto quelante del
plomo–, de empleo delicado, asociado eventualmente a un aporte de vitamina B1 (tiamina) en caso
de trastornos nerviosos.
Profilaxis
Verificar la ausencia de fuentes de plomo en los locales del criadero y los lugares a los que tienen
acceso los perros.
Causas
- Las intoxicaciones en criaderos pueden ser malintencionadas o accidentales.
- Se deben a la ingestión de insecticidas, herbicidas, molusquicidas, pesticidas o determinados
productos de uso doméstico. En la mayoría de los casos, se trata de productos para combatir
animales dañinos (p. ej., insecticidas organofosforados pulverizados sobre las paredes y productos
para combatir insectos, ectoparásitos, zorros, topos, babosas, etc.).
Síntomas
- Existen herbicidas poco tóxicos para los perros, que sólo producen trastornos digestivos
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benignos, y herbicidas muy tóxicos, que causan diversos trastornos graves (p. ej., dinitrofenoles,
paraquat, diquat, nitritos, etc.).
- Los trastornos también varían en función de la cantidad ingerida y el grado de dilución del
producto.
- Convulsiones intermitentes (estricnina, crimidina, cloralosa y compuestos organoclorados) o
permanentes (metaldehído) de los músculos extensores (estricnina) o flexores (crimidina), tónicas
(lindano y estricnina) o clónicas (compuestos organofosforados y metaldehído).
Diagnóstico diferencial
Se establece con todas las afecciones nerviosas que pueden acompañarse de convulsiones (rabia,
enfermedad de Aujesky, tétanos, epilepsia, hipoglucemia, eclampsia, etc.).
Definición
Intoxicaciones debidas a la ingestión de cebos raticidas, cuyo principio tóxico presenta una
analogía estructural con la vitamina K1 (fitomenadiona), indispensable para la coagulación
sanguínea.
Síntomas
Síndrome hemorrágico que se manifiesta clínicamente varios días después de la exposición al
tóxico mediante hematomas espontáneos, hemorragias pulmonares o pleurales, epistaxis,
hematemesis, hematuria, melena, palidez de las mucosas conjuntiva y gingival, etc.
Diagnóstico
Se basa en la anamnesis (exposición a este tipo de cebo), el aumento precoz del tiempo de
protrombina o tiempo de Quick (aumento > 25 % con respecto al valor determinado en un perro
testigo no expuesto al tóxico).
Es aconsejable informarse sobre la naturaleza del tóxico dirigiéndose a los servicios municipales
que hayan organizado una campaña de desratización.
Tratamiento
- Vitamina K1 por vía intravenosa, dos dosis de 5 mg/kg con un intervalo de 12 horas; se produce
un aumento del tiempo de protrombina en menos de una hora.
- A continuación, debe continuarse el tratamiento por vía oral (5 mg/kg/día) durante un período
cuya duración depende de la naturaleza del anticoagulante ingerido.
- Controlar el tiempo de protrombina entre 48 y 72 horas después de finalizado el tratamiento.
Las intoxicaciones por plantas suelen causar trastornos digestivos de gravedad variable. La
mayoría de estos trastornos son benignos y el restablecimiento es rápido.
No obstante, hay que tener cuidado con ciertas plantas.
Ricino
Sólo las semillas son tóxicas. Unas pocas semillas pueden matar a un perro de 30 kg. Los
fertilizantes a base de ricino también son tóxicos. Los síntomas característicos son vómitos
violentos, diarrea hemorrágica y fuertes cólicos. La muerte se produce en el 80 al 90 % de los
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casos.
Laureles
Principalmente el laurel rosa o adelfa, un arbusto de 2,5 a 3 metros. Todas las partes de la planta
son tóxicas y la dosis mortal para los perros es de sólo algunos gramos de hojas. La intoxicación se
caracteriza por trastornos digestivos (vómitos incoercibles, diarrea y cólicos) seguidos de
trastornos nerviosos (pérdida del equilibrio, temblores, postración y convulsiones) y, por último,
trastornos cardíacos.
Ericáceas
La masticación de hojas de rododendro provoca vómitos, dolores abdominales, pérdida del
equilibrio, anorexia y, con menor frecuencia, trastornos respiratorios y cardíacos.
Infección herpética
Síntomas
Definición
Virosis cosmopolita muy frecuente en los criaderos de perros, debida al virus del herpes canino
(HVC), que se manifiesta clínicamente por mortalidad neonatal y diversos trastornos de la
reproducción (aborto, infertilidad, etc.). La seroprevalencia es muy alta: el 48 % de los criaderos
donde se observan episodios de infertilidad o mortalidad neonatal presentan un alto grado de
seropositividad.
Causas
- Virus con envoltura (como el virus de la rinotraqueítis felina), oportunista y de baja capacidad
inmunógena, que presenta, como todos los virus herpes, un tropismo por las mucosas respiratoria
y genital, y el sistema nervioso, así como la capacidad de mantenerse en estado latente y
reactivarse periódicamente.
- Fuentes de infección: todas las secreciones y excreciones (moco vaginal, semen,
expectoraciones, saliva; orina y heces), así como los fetos y sus anejos.
- Principales vías de transmisión: genital, oronasal y transplacentaria(contacto directo)
Factores favorecedores
Diagnóstico de sospecha
- Todo episodio de mortalidad neonatal (en los 8 primeros días) que afecte preferentemente a las
camadas de una sola raza en un criadero multirracial y rara vez se relacione con una misma perra
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en dos ciclos consecutivos debe hacer pensar en la posibilidad de primoinfección herpética.
- La exploración de un síndrome de "hipofecundidad" o "infertilidad" en un criadero debe incluir la
hipótesis de "secuelas" de una infección por el HVC.
- Antecedentes de lesiones genitales en los reproductores o de rinotraqueítis.
- Ausencia de lesión macroscópica en las formas fulminantes (necropsia "en blanco").
- Focos necróticos hemorrágicos en la cortical renal (aspecto de "nuez moscada")
Aspecto característico "en nuez moscada" del riñón de un cachorro muerto tras una infección
herpética.(© Merial).
En la madre
Durante el período de reactivación vírica (15 días siguientes al parto, estro)
- Prueba de seroneutralización vírica en cultivos de células renales de cachorros (dos extracciones
de sangre de la madre en tubo seco [sin anticoagulante] con 10–15 días de intervalo; la primera
extracción se realiza en los días siguientes al aborto o la muerte de los cachorros).
- Enzimoinmunoanálisis por adsorción (ELISA) (técnica menos sensible pero más rápida).
En los cachorros
- Inclusiones intranucleares (infrecuentes) en el examen histológico de diversos órganos (riñón,
hígado, pulmones y bazo)
- Lesiones de meningoencefalomielitis en el examen histológico
- Inmunofluorescencia directa en muestras de riñones de cachorros (congeladas en las dos horas
siguientes a la muerte)
- Detección del genoma vírico tras la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en muestras de
riñones de cachorros (laboratorios especializados).
Aspecto histológico de una muestra de riñón de un cachorro infectado por el virus del herpes
canino (HVC). (inclusiones herpéticas).(© Laboratorio Mialot)
- Síndrome del cachorro debilitado (Fading Puppy Syndrome), en el que probablemente participa el
HVC.
- Cualquier otro síndrome causante de mortalidad neonatal (síndrome de la leche tóxica,
micoplasmosis, septicemia neonatal, etc.).
- Brucelosis.
Pronóstico
TRATAMIENTO
- Ineficaz una vez que los síntomas se han declarado en los cachorros.
- Se ha observado que la hipotermia favorece la infección herpética en los recién nacidos (la
respuesta inmunitaria deficiente no es óptima en los cachorros hipotérmicos). El criador puede
entonces:
- Secar los cachorros de riesgo (cachorros nacidos de una madre que ya ha padecido una
primoinfección por el HVC) cuando nacen, para limitar la disminución de la temperatura debida a la
evaporación del líquido amniótico o la saliva de la madre.
- Mantener los cachorros en una incubadora con un alto grado de humedad entre cada lactación.
PROFILAXIS
- Virus susceptible a muchos factores físicos (p. ej., temperatura > 37 °C y radiación ultravioleta) y
químicos (desinfectantes enzimáticos, productos de amonio cuaternario, biguanidas, derivados del
formol, fenoles derivados o sintéticos, hipoclorito de sodio, etc.), pero resistente al frío (incluso en
el semen congelado).
- Existe una vacuna que estimula la producción de anticuerpos neutralizantes en la perra gestante,
para inducir una protección pasiva de los cachorros recién nacidos por transmisión calostral. Para
obtener una transmisión óptima, deben administrarse dos dosis (la segunda, unos 10 días antes
del parto).
- Inyección de suero homólogo (proveniente de una madre hiperinmune) a los cachorros de riesgo.
- Inseminación artificial para impedir la transmisión venérea de la hembra al semental.
- Antisepsia vaginal durante el preparto de las perras primoinfectadas durante la gestación, para
disminuir la carga vírica vaginal.
- Exclusión temporal de la reproducción de los sementales que presentan lesiones sospechosas
para limitar el riesgo de contaminación del macho a la hembra.
Síntomas inespecíficos
- Los perros contaminados presentan pocas alteraciones del estado general. Las formas clínicas
asintomáticas son las más frecuentes (más del 50 % de los casos).
- La brucelosis no cursa casi nunca con síndrome febril. Con frecuencia, se observan adenopatías y
esplenomegalia o hepatomegalia. Asimismo, pueden presentarse signos de trastornos
osteoarticulares (espondilodiscitis de las vértebras lumbares o torácicas, artritis o poliartritis),
oculares (endoftalmia y uveítis) o neurológicos (meningitis).
Sintomas especificos
En el macho
- En la mayoría de los machos, la infección es asintomática, pero el semen es muy contaminante
(hasta 60 semanas después del final de la fase de bacteriemia). La orquiepididimitis aguda no es
sistemática. Con mayor frecuencia, se observa orquiepididimitis crónica, que pasa desapercibida,
pero ocasiona, al cabo de 4 a 6 semanas, una alteración del espermograma, con presencia de
muchos espermatozoides aglutinados y formas inmaduras. El único signo perceptible en este caso
es la infertilidad.
En la hembra
- El signo más frecuente y más fácilmente reconocible es el aborto tardío, que se produce entre el
45° día de gestación y la fecha probable de parto. No obstante, el aborto puede ocurrir más
temprano y pasar desapercibido (se habla entonces de infertilidad aparente), o más tarde y dar
entonces lugar a un parto con baja fecundidad (debido a reabsorciones fetales precoces) o al
nacimiento de cachorros muertos o que mueren rápidamente. Cuando los cachorros sobreviven,
permanecen portadores de bacterias en la sangre durante varios meses.
- Aunque con frecuencia las perras infectadas abortan dos o tres gestaciones seguidas, el aborto
espontáneo no es sistemático, incluso en ausencia de tratamiento. La mayoría de las perras que
abortan pueden presentar luego gestaciones y partos normales.
- Se han descrito casos de metritis puerperal aguda en el curso de infecciones por Brucella abortus.
- A menudo, el único signo clínico es la infertilidad después de un apareamiento y, por
consiguiente, hay que sospechar una infección brucélica en todo perro o perra que presente
trastornos de la reproducción.
Epidemiología
- El primer foco de brucelosis canina por B. canis se identificó en 1966, en los EE. UU. En Francia,
esta bacteria se aisló por primera vez en un criadero canino en 1996.
- En Francia, se han descrito varios focos caninos de infección por B. melitensis y B. abortus,
principalmente entre perros de granja.
Causas y transmisión
B. Canis
- La transmisión se produce a través de las mucosas oronasal, conjuntiva y genital. La vía sexual
(cópula u olfateo después de un aborto) es una de las principales vías transmisión. Las secreciones
corporales (saliva y secreciones nasales), la orina y los excrementos son muy poco infectantes.
- Las brucelas permanecen en el organismo durante un período muy largo. El período entre la
penetración de las bacterias en el organismo y la detección de bacterias en la sangre (bacteriemia)
es de 21 días. A continuación, se suceden fases de bacteriemia recurrentes, que duran entre
algunas semanas y varios meses. Fuera de estas fases, las bacterias permanecen localizadas en
algunos órganos (articulaciones, próstata, epidídimo, vagina, útero, etc.). Por esta razón, los
apareamientos con animales portadores son muy infectantes, incluso cuando está presente un
pequeño número de bacterias.
B. melitensis,
B. abortus y
B. suis
En general, la infección natural se debe a la ingestión de leche contaminada, fetos abortados,
placenta o anejos fetales. El perro, huésped inespecífico de estas bacterias, es bastante resistente
a la enfermedad y rara vez presenta signos clínicos.
Diagnóstico de laboratorio
Cultivo bacteriano
Es la prueba diagnóstica más eficaz. La identificación de brucelas confirma la infección.
Hemocultivo
Aunque la bacteriemia es de larga duración, la concentración de brucelas en la sangre suele ser
baja. Las bacterias comienzan a detectarse en el torrente sanguíneo al cabo de 2 a 4 semanas de
infección y, en general, se siguen detectando durante varios meses. Las brucelas se localizan en los
leucocitos. El hemocultivo es delicado de realizar y requiere un medio de transporte específico.
Pronóstico
El riesgo de mortalidad es prácticamente nulo. Todos los autores coinciden en afirmar que los
perros infectados son portadores potenciales de brucelas, incluso después de una antibioticoterapia
específica.
Tratamiento
- Los fracasos terapéuticos son frecuentes, cualquiera que sea el antibiótico administrado. Esto se
debe, sin duda, a la localización intracelular de las brucelas. Aunque un perro vuelva a ser
seronegativo después de una antibioticoterapia, no es posible afirmar que esté totalmente curado.
- En todos los casos, la castración del animal es sumamente aconsejable (problema con los perros
reproductores).
- En los protocolos terapéuticos más eficaces se asocian tetraciclinas en dosis altas y
aminoglucósidos.
Profilaxis
Micoplasmosis
Síntomas
En el cachorro
Posibilidad de mortinatalidad o mortalidad después de 2 ó 3 días de vida (cachorros muy débiles,
adinámicos).
En la perra Se han descrito vaginitis recurrentes, infertilidad, diminución del tamaño de las
camadas, abortos espontáneos y partos prematuros.
En el macho
Puede observarse inflamación de ciertos órganos genitales (balanopostitis, uretritis, prostatitis,
orquitis, etc.) y disminución de la fertilidad.
Definición
Infección por micoplasmas, los microorganismos más pequeños que pueden vivir en estado libre.
La colonización del aparato genital del perro por micoplasmas fue descrita hace más de 40 años,
pero todavía no se ha determinado claramente su efecto en la infertilidad y la mortalidad neonatal.
Causas
- Los micoplasmas genitales identificados con mayor frecuencia en pe-rras son Mycoplasma canis y
Ureaplasma urealyticum. Estas bacterias pueden aislarse tanto en animales sanos como en
animales que padecen trastornos de la reproducción.
- Los ureaplasmas se encuentran con mayor frecuencia en los perros que padecen trastornos de la
reproducción.
Transmisión
- Estos gérmenes son muy poco resistentes en el medio externo. La transmisión se produce por
contacto directo entre perros, principalmente por vía sexual. La transmisión por vía respiratoria
(contacto entre hocicos y olfateo) o transplacentaria también es posible.
- Aparentemente, para tener acción patógena, los micoplasmas deben alcanzar un valor umbral de
concentración. Según estudios recientes, los trastornos de la reproducción sólo pueden atribuirse a
la presencia
de micoplasmas cuando éstos se encuentran en concentraciones iguales o superiores a 106
unidades formadoras de colonias por mililitro (UFC/ml); entre 104 y 106 UFC/ml, la participación
de los micoplasmas es posible, y por debajo de 104 UFC/ml, no tienen ninguna repercusión.
- En otras especies se ha puesto de manifiesto la asociación de micoplasmas con otros gérmenes
patógenos en situaciones de inmunodepresión.
Tratamiento
- Los micoplasmas y los ureaplasmas del perro son poco sensibles a varios antibióticos de las
familias de los macrólidos y las tetraciclinas (entre un 2 y un 10 % de casos de resistencia). En el
tratamiento se emplea josamicina, eritromicina, tilosina o las nuevas fluoroquinolonas
(marbofloxacina y enrofloxacina).
- La antibioticoterapia debe durar 15 días como mínimo. Dos semanas después de finalizado el
tratamiento, es preciso realizar un estudio bacteriológico para confirmar la curación.
Profilaxis
- Es conveniente optar por la inseminación artificial y aislar a las hembras que dan a luz o han
perdido una camada.
- Hay que evitar los tratamientos "a ciegas", sin que se hayan detectado realmente micoplasmas,
puesto que pueden desequilibrar la flora genital e inducir resistencias bacterianas.
Se sospecha que algunas bacterias patógenas, como las salmonelas (presentes en alimentos
contaminados), las pasteurelas (Pasteurella multocida) y Coxiella burnetii, germen causal de la
fiebre Q y de aborto en los bovinos, pueden generar trastornos de la reproducción en la especie
canina. En este contexto, la acción de las bacterias del género Chlamydia no es claro.
La vagina de la perra contiene, en su tercio posterior, una abundante flora bacteriana, que incluye
con frecuencia:
- Escherichia coli (+++)
- Streptococcus sp. (entre ellos, los estreptococos b-hemolíticos)
- Staphylococcus sp.
- Klebsiella sp.
- Haemophilus canis
- Proteus sp.
- Mycoplasma sp.
- Ureaplasma sp.
- Bacteroides sp.
Habitualmente, estas bacterias no son patógenas (p. ej., se detectan estreptococos b-hemolíticos
en el 30 % de las perras que no presentan trastornos de la reproducción. Sin embargo, en un
organismo inmunodeprimido (por estrés o por otra enfermedad u otro germen, como el virus del
herpes canino), estas bac terias pueden multiplicarse hasta alcanzar concentraciones que
ocasionan trastornos de la reproducción (infertilidad, aborto espontáneo, mortinatalidad o
mortalidad neonatal).
Transmisión
- Los perros adultos pueden infectarse por vía sexual: posible paso de bacterias de la flora
prepucial del macho a la flora vaginal de la hembra y viceversa.
- Los cachorros suelen infectarse al nacer o poco tiempo después, al olfatear las secreciones
genitales de la madre.
Diagnóstico
Antibioticoterapia por vía sistémica, según el resultado del antibiograma, durante dos a tres
semanas, como mínimo. Cabe señalar la buena difusión en la vagina de la asociación de sulfamidas
y trimetoprim, los macrólidos y las fluoroquinolonas.
En caso de vaginitis, pueden asociarse eventualmente lavados vaginales profundos con soluciones
antisépticas de uso ginecológico o pomadas antibióticas (como las pomadas intramamarias para
bovinos).
Profilaxis
- Mantener una buena higiene genital de los reproductores; detección precoz de las balanopostitis y
las vaginitis.
- Proscribir la profilaxis antibiótica sistemática, debido a los fenómenos de resistencia bacteriana.
Para poder realizar correctamente un análisis serológico, hay que disponer de por lo menos 5 ó 6
ml de sangre. El calibre de la aguja de extracción debe ser, como mínimo, 0,9 mm, para evitar la
hemólisis.
La sangre debe recogerse en un tubo seco o un tubo especial con separador. No es aconsejable
emplear tubos con heparina o etilendiaminotetraacetato (EDTA), puesto que con este método se
obtiene plasma sanguíneo, lo que puede falsear o dificultar la lectura de los resultados.
Cuando el coágulo comienza a retraerse, hay que centrifugar el tubo y recuperar el sobrenadante.
Los métodos serológicos (prueba de neutralización vírica o enzimoinmunoanálisis por adsorción
[ELISA]) no pueden realizarse con sangre hemolizada. Por lo tanto, es imprescindible asegurarse
de la buena calidad de la extracción.
A continuación, las muestras, debidamente etiquetadas, se envían al laboratorio o se conservan en
un congelador, a la espera de la siguiente extracción.
En la gran mayoría de los casos (excepto en el diagnóstico de la rabia), no existen métodos
serológicos normalizados para diagnosticar las enfermedades infecciosas caninas. Por lo tanto, el
título de anticuerpos puede variar según las técnicas, los antígenos y los sistemas celulares
utilizados. No es posible entonces comparar los resultados provenientes de distintos laboratorios y,
por consiguiente, para realizar cinéticas de anticuerpos, es imprescindible enviar las diversas
muestras al mismo laboratorio.
Junto con las muestras, hay que adjuntar una ficha completa con los datos de la anamnesis, para
facilitar la interpretación de los resultados. Por ejemplo, es fundamental comunicar la fecha de
aparición de los síntomas, las fechas de vacunación y la fecha de extracción.
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extraída con EDTA, LCR o células conjuntivales– han revolucionado el diagnóstico. No obstante, la
interpretación es delicada en los cachorros vacunados menos de un mes antes.
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Diagnóstico de la infección herpética canina
Diagnóstico de la leptospirosis
Pruebas serológicas
Las pruebas serológicas son de poca utilidad en la forma aguda de la leptospirosis, cuya evolución
suele ser fatal antes de que se produzca seroconversión. El diagnóstico serológico se realiza
mediante la técnica de microaglutinación (MAT). Los anticuerpos correspondientes aparecen entre
3 y 10 días después del contagio. Es indispensable disponer de dos muestras de suero, extraídas
con 5 a 7 días de intervalo. La antibioticoterapia precoces pueden negativizar la prueba. En la
mayoría de los casos, el resultado de la primera muestra es negativo, pero se observa
seroconversión en la segunda extracción. En general, los anticuerpos detectados están dirigidos
contra varias serovariedades o serotipos (en efecto, existen antígenos comunes a las diversas
serovariedades que son detectados por este método). Por lo tanto, es necesario realizar la MAT con
respecto a las diferentes serovariedades sospechosas o más frecuentes (entre 6 y 15, en
promedio) (ver el capítulo "Leptospirosis").
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Diagnóstico de la ehrlichiosis canina
Pruebas serológicas
En las pruebas serológicas en muestras sanguíneas extraídas en los primeros días de infección se
obtienen títulos elevados de anticuerpos que persisten durante muchos meses, a pesar de la
antibioticoterapia. La determinación de anticuerpos postinfecciosos se realiza esencialmente por
IFI. En las zonas endémicas, se puede observar seropositividad sin sintomatología típica asociada.
La microflora bacteriana colónica normal del perro está compuesta por un 75% de
microorganismos anaerobios gramnegativos (bacteroides), un 15 % de anaerobios grampositivos
(bifidobacterias), un 7 % de bacterias lácticas (Lactobacillus sp. y Streptococcus sp.), un 1 % de
enterorobacterias (Escherichia coli, Klebsiella sp. y Enterobacter sp.) y un 2% de otras bacterias.
Límites
– Cuando la muestra de materia fecal se obtiene directamente del suelo, sin tomar las
precauciones necesarias, y se envía al laboratorio en un frasco común de coprología, sólo es
posible estimar la microflora colónica (poco sensible a la alimentación) aerobia, que representa
solamente un 10% de la microflora total.
– Algunas bacterias con potencial patógeno (incluso para el hombre), como Campylobacter sp., son
muy poco resistentes. Por lo tanto, cuando se sospecha la presencia de este germen, es preciso
estudiar la muestra fecal inmediatamente después de tomarla. Campylobacter sp. es una bacteria
oportunista, que se aísla en el 40 % de los perros de criadero con diarrea. Se han detectado
algunos casos de portadores asintomáticos de Campylobacter sp.; la proporción de portadores
sanos parece ser más alta entre los perros que viven en grupos confinados, en particular, entre los
cachorros de menos de 6 meses. La campilobacteriosis es una zoonosis grave; aparentemente, el 5
% de las infecciones humanas es de origen canino.
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– Las bacterias del tubo digestivo se hallan en un "equilibrio dinámico", autorregulado por los
antagonismos microbianos naturales (p. ej., los micrococos y E. coli inhiben el desarrollo de los
estafilococos), lo que complica la interpretación de los coprocultivos.
– Por último, por definición, los coprocultivos bacteriológicos no detectan virus, los cuales
constituyen la principal causa de diarrea infecciosa en los carnívoros (ver el capítulo "Diarreas
infecciosas"). Por lo tanto, el desequilibrio de la microflora puede ser simplemente la consecuencia
del efecto patógeno de un virus.
Aplicaciones
– Los coprocultivos son útiles cuando se sospecha que la diarrea se debe a una infección por
bacterias enterotoxígenas (Shigella sp., Bacillus cereus, Salmonella sp., E. coli enterotoxígena
[ETEC], Campylobacter jejuni, etc.). Entre dichas bacterias, las invasivas (Salmonella sp., Yersinia
sp., E. coli enteroinvasiva [EIEC] y Campylobacter sp.) deben buscarse en primer lugar en caso de
diarrea mucosa sanguinolenta contagiosa en perros adultos. Cuando se detectan factores de
adhesión en el coprocultivo o el estudio histológico de una muestra intestinal necrópsica, se puede
afirmar la participación de un colibacilo.
Conclusión
El coprocultivo cualitativo sólo es útil para la detección de bacterias de los géneros Salmonella,
Yersinia y Campylobacter, que se manifiestan clínicamente por una diarrea aguda, acompañada de
dolor abdominal y pérdida de sangre en las heces. La proliferación de estas bacterias patógenas
suele deberse a un
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desequilibrio del ecosistema digestivo (por antibioticoterapia, estasis biliar, gastritis atrófica, etc.)
en pe-rros debilitados, puesto que en los criaderos, las diarreas bacterianas parecen ser mucho
menos contagiosas que las víricas. El coprocultivo cuantitativo (recuento de gérmenes) sólo se
justifica para buscar agentes patógenos oportunistas. La interpretación de un coprocultivo es
mucho más interesante que la identificación de las bacterias: la detección de sangre y leucocitos en
las heces orienta hacia un diagnóstico de diarrea bacteriana por gérmenes invasivos; en cambio, la
ausencia de sangre y leucocitos orienta sobre todo hacia la hipótesis de virosis digestiva (p. ej.,
rotavirosis).
Definición e importancia
Con frecuencia, se subestima la importancia de estas muestras. No obstante, su análisis suele ser
más económico y proporcionar más información que muchos otros estudios que, a veces, se
realizan en primer lugar. En efecto, el análisis coprológico proporciona datos sobre numerosas
variables: interferencias de asimilación digestiva debidas a la presencia de parásitos intestinales o
trastornos enzimáticos de la absorción digestiva (maldigestión proteínica, amilásica o lipídica,
insuficiencia pancreática exocrina), eliminación vírica, etc.
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Características de la toma de muestras
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Muestras para la identificación de parvovirus
La eliminación masiva del parvovirus canino (CPV) comienza 2 a 4 días después de la aparición de
los primeros signos clínicos y continúa durante 8 a 10 días. Este virus posee una actividad
hemaglutinante respecto de los glóbulos rojos de algunos mamíferos. La detección se realiza
mediante técnicas serológicas de hemaglutinación directa (DHA) o por ELISA, en muestras de
materia fecal o del contenido de un asa intestinal.
La necropsia permite realizar una observación macroscópica de los órganos internos y externos
después de la muerte de un animal. A pesar del gran número de necropsias "en blanco" (que no
permiten establecer un diagnóstico de confirmación basándose solamente en el examen
macroscópico del cadáver), este examen presenta diversas ventajas:
- Permite aprender a distinguir entre las lesiones ante-mortem y las alteraciones cadavéricas.
- Permite tomar las muestras pertinentes, según las hipótesis diagnósticas (para estudio
histológico, reacción en cadena de la polimerasa [PCR], etc.).
- Permite que el criador, una vez establecido el diagnóstico, tome las medidas necesarias para
proteger en el futuro a los cachorros de su perrera.
Por todas estas razones, ante un caso de mortalidad en un criadero, hay que proponer
sistemáticamente la realización de una necropsia.
¿Cuándo realizarla?
Lo más rápidamente posible, tras la eutanasia o la muerte natural del animal, para evitar las
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alteraciones cadavéricas y las lesiones de autólisis.
Cuando se difiere la necropsia, es preciso conservar el cuerpo a + 4°C, envuelto en una película de
plástico, papel de aluminio o papel de periódico húmedo, para retardar la autólisis y la
contaminación exterior, que pueden dificultar la interpretación de los resultados del examen
necrópsico y los estudios histológicos. La congelación compromete la realización del estudio
histológico, pero no impide efectuar un análisis virológico (p. ej., detección de parvovirus) o
toxicológicos, ni técnicas mediante PCR.
¿Dónde realizarla?
En vez de enviar el cadáver a un laboratorio especializado, es preferible que el propio veterinario
tome y fije las muestras, lo que se realiza en poco tiempo y con poco material cuando se trata de
cadáveres de cachorros pequeños. No obstante, cuando no es posible realizar la necropsia en el
criadero, hay que
enviar el cadáver a un laboratorio especializado, en un paquete refrigerado (embalaje alimentario
de poliestireno con bloques refrigerantes) y hermético. A veces, está prohibido recurrir para este
transporte a los servicios de mensajería urgente en 24 horas. Es importante avisar al laboratorio
que se ha enviado este paquete, para asegurarse de que la recepción estará a cargo de una
persona competente.
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¿Qué resultados se obtienen?
El examen necrópsico permite, en las mejores situaciones, establecer un diagnóstico de
confirmación al poner de manifiesto una anomalía congénita (imperforación anal, fisura palatina,
etc.) o una causa evidente (aspiración, perforación intestinal, onfaloflebitis, etc.). En el caso
contrario, sirve para orientar la elección de los exámenes complementarios (estudios
histopatológico, citológico, bacteriológico o virológico, PCR, etc.), en función de las anomalías
sospechadas.
Primera etapa: examen externo y examen in situ de los órganos de las cavidades torácica y
abdominal.
Exámenes complementarios
Estudio histopatológico
Cuando no se logra establecer el
diagnóstico etiológico de manera macroscópica, es aconsejable realizar, como mínimo, un examen
histológico del hígado, los riñones, los pulmones, las lesiones macroscópicas y los órganos
visiblemente anormales.
Si se sospecha una virosis, hay que extraer los órganos directamente afectados por la enfermedad
para buscar la presencia de cuerpos de inclusión específicos.
Los fragmentos tisulares extraídos no deben tener más de 5 mm de grosor, para permitir una
penetración rápida del formol al 10%.
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Anexos
A partir de los datos más recientes sobre las enfermedades caninas hereditarias y congénitas, se
resumen a continuación los puntos débiles y las afecciones presumiblemente hereditarias de las
principales razas de perros, de tamaño pequeño, mediano y grande. La displasia de cadera no
figura en este cuadro; este trastorno afecta a un gran número de razas, de prácticamente cualquier
tamaño, pero la incidencia es mayor en las razas grandes.
Affenpinscher
- Cara
- Labio leporino
Bedlington-Terrier
- Hígado
- Hepatitis por acumulación de cobre
- Ojo - Displasia de la retina
Bichon Frisé
- Aparato locomotor
- Luxación rotuliana
- Sistema nervioso
- Epilepsia
Border-Terrier
- Mandíbulas
- Osteopatía craneomandibular
Boston-Terrier
- Riñón
- Diabetes insípida nefrógena
- Ojo
- Microftalmia, estrabismo
- Columna vertebral
- Hemivértebras
Epagneul Papillon
- Ojo
- Entropión
- Oído
- Sordera
Lhasa Apso
- Riñón
- Diabetes insípida nefrógena, nefropatía juvenil
- Ojo
- Ectropión, atrofia de la retina
Pekinés (Pekingese)
- Lengua
- Macroglosia
- Ojo
- Ectropión, luxación del globo ocular
Scottish Terrier
- Músculo
- Calambres
Sealyham Terrier
- Ojo
- Luxación del cristalino
Shetland Sheepdog
- Ojo
- Numerosas afecciones
- Cara
- Hendidura palatina
Shih-Tzu
- Riñón
- Diabetes insípida nefrógena,
efropatía juvenil
- Ojo
- Ectropión
Yorkshire Terrier
- Ojo - Microftalmia, queratitis seca
- Corazón
- Persistencia del conducto arterioso
- Columna vertebral
- Hemivértebras
- Aparato locomotor
- Necrosis de la cabeza de fémur
Basenji
- Riñon
- Nefropat
- Ojo
- Enfermedad del nervio optico
- Persistencia de la menbrana pupilar
- Sangre
- Enteropatía inmunoproliferativa
- Intestino
- Anemia por déficit enzimático
Basset Hound
- Sistema inmunitario
- Déficit inmunitario
- Ojo
- Eversión del tercer párpado
Beagle
Riñón
- Nefropatía juvenil
- Ojo
- Microftalmia, catarata
- Coagulación
- Hemofilia A
- Corazón
- Estenosis pulmonar
- Cara
- Hendidura palatina
Border Collie
- Sistema nervioso
- Trastornos del comportamientodebidos a la acumulación de pigmentos (lipofuscina) en el sistema
Bulldog inglés
- Corazón
- Estenosis pulmonar, comunicación interventricular
- Ojo
- Entropión
Bull Terrier
- Riñón
- Nefropatía poliquística juvenil
- Extremidades
- Acrodermatitis letal (dedos, mandíbulas y nariz)
- Ojo
- Malformación de los párpados
Caniche
- Riñón
- Nefropatía juvenil
- Ojo
- Catarata, defecto de implantación de pestañas
Cocker
- Riñón
- Nefropatía juvenil
- Comportamiento
- Agresividad
- Ojo
- Enfermedades oculares diversas, como ectropión y microftalmia
- Cara
- Hendidura palatina
Collie gris
- Ojo
- Enfermedades oculares diversas
- Médula ósea
- Hematopoyesis cíclica
Collie estándar
- Ojo
- Anomalía ocular del Collie, microftalmia
Página 232 de 258 Tema: Anexos Nº de pagina del tema 5
Dálmata (Dalmatinac)
- Sistema nervioso central
- Sordera, déficits enzimáticos
- Riñón
- Nefropatía juvenil, cálculos de urato
Shar-Pei
- Piel
- Mastocitoma cutáneo
- Riñón
- Amiloidosis renal
- Ojo
- Enfermedades oculares diversas, como estrabismo
- Sistema endocrino
- Hipotiroidismo
Welsh Corgi
- Ojo
- Catarata
- Aparato urinario
- Cálculos de cistina
Akita Inu
- Ojo
- Enfermedades de la retina
Alaskan Malamute
- Sistema nervioso
- Polineuropatía
- Ojo
- Distrofia corneal
- Coagulación
- Hemofilia A
- Cartílago
- Condrodisplasia
Bullmastiff
- Ojo
- Entropión
- Sistema nervioso central
- Degeneración cerebelosa
Dobermann
- Sistema nervioso
- Temblores, dolores cervicales,
Sordera
- Metabolismo
- Hipertermia maligna
- Cráneo
- Osteopatía craneomandibular
- Corazón
- Miocardiopatía dilatada
Golden Retriever
- Corazón
- Estenosis aórtica
- Ojo
- Enfermedades oculares diversas, como microftalmia y estrabismo
- Músculo
- Miopatía distrófica
- Sistema nervioso central
- Epilepsia esencial
Greyhound
- Metabolismo
- Hipertermia maligna
Groenendael (Groenendaler)
- Músculo
- Distrofia muscular
- Tubo digestivo
- Cáncer de estómago
Mastiff
- Ojo
- Microftalmia, persistencia de la membrana pupilar
Norsk Buhun
- Ojo
- Catarata
Norsk Elkhound
- Ojo
- Entropión
Rottweiler
- Músculo
- Distrofia muscular
Schnauzer
- Riñón
- Diabetes insípida nefrógena
- Ojo
- Microftalmia
- Cara - Hendidura palatina
Terranova (Newfoundland)
- Corazón
- Estenosis aórtica
- Aparato urinario
- Cálculos de cistina
- Ojo
- Ectropión
Tervueren
- Sistema nervioso
- Epilepsia
Es frecuente que un propietario diga "a mi perro lo sigue el Dr. X y tengo confianza en él porque es
el único que conoce los antecedentes de mi perro". En cambio, los criadores suelen consultar varios
veterinarios, según la competencia y la disponibilidad de cada uno, e incluso las tarifas que aplican.
Esta primera visita puede ser solicitada por el criador o por representantes de diversos
establecimientos, que visitan regularmente el criadero (por ejemplo, proveedores de materiales o
alimentos para criaderos), o propuesta por los servicios sanitarios a título preventivo
(instalaciones) o curativo (enfermedades de grupos).
El objetivo del estudio global y exhaustivo de los parámetros de cría no es detectar problemas
donde aparentemente no hay, sino establecer una primera evaluación, que luego servirá como
documento de referencia para las ulteriores visitas.
Por consiguiente, el objetivo prioritario de esta visita es pasar revista a todos los parámetros
susceptibles de interferir con el estado sanitario de los perros y con la productividad del criadero,
para establecer finalmente un "expediente del criadero", puesto que el paciente no es un individuo,
sino una colectividad. De esta manera, el criador sentirá un real seguimiento sanitario, técnico y
económico, condición esencial para establecer un vínculo de confianza y transparencia recíproca.
Esta confianza es necesaria para que el veterinario tenga acceso a información considerada a
menudo confidencial por el criador, pero indispensable para el diagnóstico de cría (alimentación,
mortalidad neonatal, taras hereditarias etc.).
Para el veterinario, esta etapa no tiene como objetivo obtener una rentabilidad inmediata, pero,
una vez constituido el "expediente del criadero", es fundamental para establecer un contrato de
colaboración a largo plazo. No obstante, se puede contemplar una remuneración a largo plazo
según un porcentaje del objetivo alcanzado, como a veces se practica en el ámbito de la ganadería.
Este tipo de enfoque, experimentado a largo plazo en diez criaderos de la región de París por la
Unidad de Medicina de la Crianza y del Deporte (UMES, por su nombre en francés, Unité Médecine
de l'Élevage et du Sport), de la Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort (Francia), presenta las
siguientes ventajas:
El expediente del criadero se establece en cinco etapas (cuatro etapas "limpias" y una "sucia").
1) la obtención de datos (formulario que el criador debe completar)
2) el análisis de los datos para preparar la visita
3) la visita del criadero (etapa "sucia") y la verificación de los documentos de cría
4) la comparación de los datos obtenidos con los de las bases de datos existentes
5) el análisis final y, eventualmente, las sugerencias de mejora
En esta etapa se debe solicitar al criadero que complete un cuestionario simple sobre los
parámetros técnicos y económicos de su establecimiento (indicando que es preferible no responder
a una pregunta cuando no se cuenta con los elementos necesarios para hacerlo). Sólo se incluirán
en este cuestionario los parámetros que el veterinario no pueda verificar en la siguiente etapa, la
visita del criadero.
En primer lugar, esta etapa permite analizar los elementos objetivos y mensurables útiles para la
evaluación (tasas de prolificidad, fecundidad y mortalidad, número de cachorros vendidos, etc.).
Por esta razón, el cuestionario no incluirá preguntas sobre, por ejemplo, el sobrepeso de los perros
o el volumen y la consistencia de sus heces, puesto que el veterinario evaluará por sí mismo estos
elementos durante la visita Este cuestionario debe:
– Ser simple y fácil de completar: los diversos detalles podrán profundizarse en una visita ulterior,
motivada por un problema particular (tos de las perreras, episodio de infertilidad, etc.)
– Permitir que el veterinario se haga una idea de la gestión y la tecnicidad del criadero y, en
particular, del interés y el valor de los resultados consignados por el criador durante los años
precedentes.
– Evaluar la motivación y la confianza del criador, en función del trabajo preparatorio que habrá
efectuado.
– Incitar al criador a plantearse algunas cuestiones (p. ej., flujo de las reservas, costo diario
medio, etc.) y a realizar una evaluación.
– Detectar eventuales señales de alerta sobre los diversos puntos explorados (alimentación,
prolificidad, rentabilidad, profilaxis, etc.) que se deberán examinar detalladamente en las visitas
ulteriores.
Los criadores interesados en un seguimiento veterinario del criadero podrán completar también
otro cuestionario, que servirá de base para constituir su expediente.
El veterinario preparará su visita del criadero a partir del cuestionario completado por el criador, en
dos etapas:
– Análisis crítico de los datos objetivos proporcionados por el criador, por comparación con la
normas aconsejadas.
En el cuadro 1 se retoman, punto por punto, los datos del criadero, a fin de compararlos con los
valores óptimos aconsejados.
Este cuadro constituye un ejemplo del análisis crítico realizado por el veterinario. Las columnas
"Proscribir" y "Aconsejar" pueden, evidentemente, adaptarse a cada caso. No obstante, se
proporcionan en este ejemplo sugerencias que pueden ser desarrolladas con el criador en las
etapas ulteriores.
b) Desarrollo
Para preparar las visitas de criadero los veterinarios deben actualizar permanentemente sus
conocimientos técnicos (relativos al diseño y la higiene de los edificios, los planes de profilaxis
colectiva, la genética, etc.), aplicadas a los riesgos particulares a los que están expuestos los
animales del criadero. Estos riesgos dependen de las razas criadas (es preciso conocer las
enfermedades hereditarias y congénitas de cada raza), el modo de funcionamiento del criadero
(participación en exposiciones, campeonatos o pruebas de trabajo), y la situación del
establecimiento, que puede exponer los animales a diversas infecciones (leptos-pirosis) o
parasitosis (leishmaniosis, piroplasmosis, dirofilariosis, etc.) localizadas.
Para ello, es aconsejable constituir un "expediente de criadero canino" que contenga, como
mínimo:
Gracias a la consulta de este expediente, el veterinario podrá comprender mejor las exigencias a
las que se halla sometido el criador, las cuales suelen estar determinadas por las normas de la
cinofilia y las contingencias económicas.
– Observar el criadero en movimiento: por esta razón, es aconsejable visitar el criadero durante los
horarios de limpieza y distribución de alimentos.
– Pasar revista a todos los parámetros subjetivos que no figuran en el cuestionario (p. ej.,
ambiente, olores, motivación del personal, aspecto de los perros, etc.).
– Examinar con el criador los diversos documentes de cría. Por lo general, los criadores no explotan
la información consignada en los documentos obligatorios (libro de entradas y salidas, libro
sanitario, etc.) y sólo los completan con el objeto de satisfacer un eventual control oficial.
Durante esta visita general, es importante examinar los siguientes parámetros, tomando la
precaución de marcar o adjudicar una nota a cada parámetro controlado:
• El aislamiento de la perrera en relación con los riesgos exteriores (cerca, protección contra ratas,
pediluvios, etc.)
• Los factores de riesgo a los que pueden estar expuestos los animales (plantas tóxicas, agua
estancada, productos de limpieza, raticidas, etc.).
• La separación entre los diferentes sectores.
• La ropa de trabajo de los empleados.
• El estado de los edificios y los materiales (verificar la resistencia al desgaste y a la limpieza)
• La facilidad y la frecuencia de limpieza de los materiales (verificar la ausencia de asperezas y
rincones).
• El ambiente de los locales habitados por los perros, en particular:
• la temperatura (evaluarla en función de la resistencia de cada raza)
• la humedad (evaluarla en función de la condensación y la temperatura)
• la iluminación (natural y artificial)
• las corrientes de aire (detectarlas prendiendo un encendedor de bolsillo o una cerilla) *
• la renovación del aire (evaluarla observando el humo de un cigarrillo) **
• Los suelos y los lechos (naturaleza y frecuencia de renovación).
• La zona de ejercicio (naturaleza del suelo, tipo de vegetación, condiciones de acceso, etc.).
• El local de cuarentena: debe poder albergar, como mínimo, dos animales.
• La maternidad: paridera, medios de calefacción, vigilancia y vacío sanitario (hermeticidad)
• La conformidad de los edificios con las normas legales vigentes, se verificará, como mínimo:
• la presencia de una zona protegida contra el sol y las inclemencias
• la ausencia de perros atados (prohibido para los cahorros)
• la presencia de una superficie seca o un enrejado de madera entre cada box y el patio
correspondiente
Estas simples observaciones proporcionan una apreciación superficial de los principales factores de
higiene y confort que deben respetarse para garantizar una producción óptima.
* La llama del encendedor debe permanecer levemente inclinada, lo que indica una velocidad de la
corriente de aire inferior a 30 cm/s.
** Al colocar un cigarrillo cerca de una boca de aireación a nivel del suelo, el humo debe evacuarse
hacia arriba, por una boca de extracción.
No se trata en esta fase de examinar individualmente todos los perros –incluso si a veces los
criadores lo solicitan–, sino de observar el aspecto general de los animales pertenecientes a los
mismos lotes (cachorros en venta, madres en el máximo de lactación, etc.). Por lo general, se
puede realizar un examen más completo de un animal "escogido al azar", como haría un eventual
comprador, para verificar la calidad de un lote (p. ej., realizar un test de socialización en un
cachorro en venta).
Durante esta visita, el veterinario tomará notas sobre los puntos siguientes:
• Comportamiento general de los animales (ausencia de estereotipias y de ladridos continuos);
evidentemente, lo ideal es observar los animales sin ser visto (p ej., mediante un sistema de
vídeo).
• Lógica de la distribución de los animales: los perros alojados en los mismos locales deben ser,
evidentemente, de carácter compatible. Los errores de distribución suelen originar trastornos
conductuales y rivalidades jerárquicas.
• Estado general de los perros (en particular, delgadez): hay que analizarlo teniendo en cuenta la
ración y la actividad cotidianas. Algunas esterotipias, como ir y venir de manera intempestiva en el
patio, no se exteriorizan cuando los animales están distraídos por la presencia de un extraño, pero
ocasionan un derroche considerable de energía.
• Presencia de irritaciones por contacto en los puntos de presión (esternón, bolsas escrotales,
codos, corvejones y base de la cola): la presencia de estas lesiones proporciona información sobre
el estado de los revestimientos (p. ej., pulverulencia del cemento) y los productos de limpieza
empleados (enjuague).
• Examen de las almohadillas plantares (pododermatitis por maceración: humedad del suelo).
La visita terminará con el examen de los documentos de cría. Durante este examen se podrá:
A lo largo de la visita, el veterinario habrá podido apreciar el grado de tecnicidad y de seriedad del
criador, en función de:
– la posesión o no de un afijo
– su grado de formación
– su participación en los diversos cursos y reuniones organizados para criadores
– el tiempo que consagra al criadero
– la evolución del número de animales
– las revistas destinadas a criadores a las que está abonado
– las eventuales quejas contra él (litigios de venta, quejas del vecindario, etc.);
– su optimismo... En efecto, la mayoría de los criadores motivados mantienen el apasionamiento a
pesar de las dificultades encontradas. Los otros encuentran siempre responsables exteriores de sus
problemas (jueces o veterinarios deshonestos, clientes irresponsables, etc.).
2) Es preciso relativizar estos valores según el número total de perros en el criadero y el número
de años de estudio. En efecto, sólo son realmente significativos a partir de 30 perras reproductoras
de la misma raza. En un criadero más pequeño, sólo sirven para orientar hacia pistas de mejora.
Por lo tanto, a veces puede resultar interesante agrupar en la evaluación las razas con parámetros
económicos similares (precio de venta de los cachorros, costo de la alimentación, etc.).
3) Todas las cuentas deben comenzar en una fecha fija (no es obligatorio que sea el 1.° de enero),
para ajustarse lo mejor posible a los ciclos sexuales (de estro a estro).
4) Se puede completar este cuadro incluyendo índices suplementarios, como por ejemplo, el
número de títulos de campeón obtenidos. Cuando es constante o aumenta, este número refleja los
esfuerzos de selección emprendidos por el criador y el éxito de la mejora genética; cuando es
variable, indica que la selección se realiza al azar o está basada en caracteres poco heredables.
5) A partir de la interpretación de este cuadro se pueden deducir, de manera clara y numérica, los
problemas latentes. En efecto, la mayoría de las enfermedades contagiosas se manifiestan
principalmente durante un período preciso (antes de los 8 días para la infección herpética canina,
durante el período crítico para la mayoría de las enfermedades víricas de los cachorros contra las
cuales las madres están inmunizadas, durante el destete o el período estresante de la venta para
las parasitosis intestinales como la coccidiosis o la ascaridosis).
En la evaluación sanitaria y económica se recapitulan las tres etapas anteriores. Con experiencia,
esta evaluación puede establecerse inmediatamente después de la visita del criadero, pero por lo
general, los veterinarios prefieren realizarla en un segundo tiempo y entregarla como informe de la
visita.
En esta evaluación se retoman de manera sintética los seis rubros clave (ver el cuadro de la página
320).
Los criadores de perros reprochan a veces a los veterinarios "rurales" cierto desinterés por el
aspecto afectivo y, a veces, pasional de su actividad. Por otro lado, reprochan a los veterinarios
"caninos" cierta ignorancia de las exigencias económicas y zootécnicas de un criadero.
Los veterinario "mixtos" ocupan entonces una buena posición para responder a las expectativas de
los criadores de perros. La realización anual de visitas de criadero hará que el criador se sienta
reconocido, seguido y asistido en su progresión por su veterinario. Por su parte, permitirá que el
veterinario se concentre en los aspectos urgentes, en caso de enfermedad de grupo, sin necesidad
de revisar los antecedentes del establecimiento, y trate cada caso clínico individual con
conocimiento cabal del contexto.
El expediente del criadero canino representa la primera etapa del establecimiento de un verdadero
"contrato de seguimiento veterinario", el cual no deberá limitarse a los aspectos relacionados con la
vacunación y el tratamiento con antiparasitariós, sino que podrá abarcar aquellos relacionados con
la gestión de la reproducción y la selección, las necropsias en caso de mortalidad neonatal, los
exámenes complementarios específicos, etc.
Una vez finalizada esta evaluación, será mucho más sencillo para el veterinario atender a lo
fundamental de los problemas cuando el criador le consulte por una enfermedad de grupo.