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com
L
A muerte ese[ precio que paga
tavida por su éxito evolutivo. Aet,
los organismos simples de
nuestro planeta no mueren: se repro-
ducen dividiéndose. Con una parte de
si mismos generan nuevos especime-
nes. Pero nosotros, los humanos, he-
mos alcanzado un grado tal de com-
plejidad que no nos es posible ya re-
producirnos con una simple segmen-
tación de nuestro cuerpo. Nosotros, los
humanos, que tan Orgullosos estamos
de nuestroalto grado evolutivo, nosve-
mos por ello obligados a una nueva
forma de reproducción. Yen precisa-
mente esa nueva forma de reproduc-
ción la que ha originado la muerte. /
Eros es causa de Tánatos. Porque
cuando uno de nuestros eepecimenes
ha generado otros —pequeñitos y lis-
rsnes—simiéndose,paraello,deun es-
pecimen de sexo contrario, esos dos
seres, que se han apareado impulsa-
dos por la fuerza de atracción de Eres,
velan detener relevancia para laespe
ce psoe llevados por la naturaleza a
los brazos delánatss, la mueve.
Pero la cuestión es que de toda la

Stanislav Grof y Joan Halifax-Grof, psiquiatras de


fauna que puebla la Tierra, sólo el
Hombre —por su inteligencia reflexiva,
de la que tan orgulloso se siente— es
capaz de advertir que salé destinado a
msrir.lrremediablemente.Yel chiste, la reconocida solvencia científica, llegaron a la
paradoja, esquela lombriz, que note- conclusión de que aprender a morir era aprender a
nace, parece queso se entera de que,
de alguna forma, sigue viviendo; en vivir. Algo que, en el fondo, era ya un patrimonio
tanto que el Hombre, que muere, sabe
de antemano que va a desaparecer. culturalmente aceptado en Egipto y en el Tibet.
PIe, no es preciente
sam gracisso.Yco
me no lo es, el Hombre se resiste a lo eterno, pero preferiría qseno habla- amante que comparta su agonía. Sólo
aceptarquenacerea nacer a lamuege, ra usted de temas tan desagrada- cosas; frascos, tubos medicinales,
empezar u morir. O, como dijo Rilke: bles".» marcapasos eléctricos, órganos artifi-
«la muerte es el núcleo mismo de la vi- ciales y monitores defunciones vitales.
da, vivir no es otra cosa que vivirla pro- Hace unosaysstave ocasióndeen-
pia mverte,,. MORIMOS EN SOLEDAD, SIN trevistar al doctor Adolfo Núñez Puer-
Lv ideada que tenemos que morir DIGNIDAD tas, presidente dele Academia de Ci-
nos resulta tan insoportable que, aún rugía de Madrid y consumado huma-
creyendo en una vida ulterior, en uy La evolución del Hombre ha arras- nista unamuniano. De toda nuestra
más allácon nuevavida, o en un retor- trado consigo taras que todos hemos conversación, hubo una afirmación
no al más acá tomando Otro cuerpo, de pagar. En loqueal tema de la muer- suya que me impresioné sobremane-
nos resistimos a la idea de la muerte te se refiere, un hecho es cierto; antes ra: «sepa que actualmente un grao nó-
—sea ésta tránsitos extinción— con to- de nuestra era tecnif cada estaba con- mero de personas muere sin dignidad.
das nuestras fuerzas. siderada como algo más cercano Agoniza en soledad, con sondas, tu-
En sus Unpopslarhssays, Bertrand aceptado. El Hombre, entonces, era bos, en ambientes fríos, horripilantes..,
Russell refiere unuanécdotaaltamen- más social. Vivía y sobrevivía en gran y la muerte debe ser algo más digno,
te ilvstratieaoiF. W. H. Mye,s, a quien medida de modo similar al de sus se- más cálido El Hombre debe monrcs-
elespinbsmnhabiainduoidoacreeren mejantes. Ahora se ha decantado por mo antes, esos cama, rodeado de fa-
una vida futura,lepregsntóasnamsjer el aislamiento, se preocupa más de si miliares...',
que acababa de perder aso hija qué mismo y de las cosas de las que se ro- Yuyadió; «la muerrtellega, esinevita-
pensaba que había ocurrido con el al- dea.Deahíque lamuerteleresulte más ble, y debemos estar preparados pum
ma de ésta La madre replicó: "bueno, dolorosa y aborrecible. Porque sabe recibirla eDecía Aristóteles que la fle-
supongo que estará gozando del que ya no habrá una voz cálida y cha que se espera llega más despacio.
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tamos así. Y porque ur anos,,.Tlas-


5, do una gran ca rduddevda no que
remos saber sude de la calidad de
muerte. Lo importanteessobrenvir,no
importa cómo ni de que macere; so-
brevivir, aun cuando ese sobrevivir en
muchos casos sea sólo prolongar el
.-..: nutrimiento
• y lu muerte.
La atufo/un médica contemporá-
nea —ha escrito Stanislav Grof, emi-
nente psiquiatra eetadouridenee-
ptffl,.uo ,. suele exclu,rlasneces,dudes amuro
Ltvra,vra, Ser'. 5-'LO . sales, fil050hcasyespintuulesdel,ns
Se nos ha privado de opinar
Canse!', que aburo .',- ribunds.
seo onsayns recio'.
4 O entornoanuestmprop,amuerto Las',
el roma de la mr'
Ar'rba a la 'aq'i inks11l - profunda moribundos
-, 4. - muchos
crisis, que es
afrontan una
básica y total
ouadru que puesto que afecta simultáneamente a
una mojar agosto LO Fr sus aspectos biológico, emocional
atendida por un
cuna enfermera u - ' , psiculogicoyesointualr
prepon casa s,,.'r,u'L - prupYsnn
hiiderecha
los medicas, poyectundo sus
os temcruu,ytums en loo mudos
e, ,,nuu 5cb de una temores que fa delegado en
otean quienes dec'den, un general, la
muente de uno enfermos, sin que el pu-
'setJi. - lente —ya en so fase term ca, casi
,.rrue , mpreagonzante— puedamunlfes-
unte su propia muerte.
E, la antigüedad, la civilización occidental EL DERECHO A ELEGIR LA
PROPIA MUERTE
concebía la muerte como algo natural, próximo y Fsoabirfuqae cuando e orruseten-
aceptado. Actualmente y debido a nuestros su, la flecha se dispara. Y cuanto más
ve tense el arco, más fuerte ueru el dis-
apegos, morir es algo doloroso y aborrecible, paro: un simple efecto de acción y
reacción. Por eso, ro es de extrañar
Y no solo eso. Siusted no teme alo respuesta —eso lo sabemos sera que surjan reacciones unte el mono-
muerte, si la bu esunado, si cabe que más serene, más eficaz, y tendrá, por polo de la muerte que tienen muchos
esta ahí aguardándole, no temerá en- tanto'más posibilidades de vencerla,. médicos, para quienes sus protisn'
rentarse a une posible dolencia. Su Pero ahora, en general, noluenfren. no son otra cosa que cerco 0000vpi'-
bies de aplicación de las maquinas de
alta lucí ologia, de artilugios movido
por un polos que bombeaydistribuye
gaso inadecolorrooaraedusyc gie
sales.
En el ano 1935,en Londres, un prei,
ligi050 médico llamado C. Kilick Mi
lardconvocoaan grupodecolegase 1
lomo a The Vuluntanj Eothanas,a So-
crety (EXIT).
EXIT se ha converl,do, en la actas
dad, en una prestigiosa agrupa o
humanitaria con ram licac ores en te-
dos los pases, incluido España. Re-u.
desdichadamente, el Hombre de nov
—que se aferra aana mala muerte
testando, a toda costa, sobrevivir 'o
gae mostrándose a los propósitos d,
esta organización muy poso receplr''
Es por esa razon que EXIT auna err
aentdad mas importantede gmn
no sobrepasa los diez mil auoc adr'
En cuanlo a ser edad y prestig o, ba,,c
decir que su presidente es uno de r.
hambres más honorabas del Reír,
Unida, el bari da Latowell (Earl esas
lulo de nobleza casi sim lar a duquo(. 1 'y ir rs. u',; von, 5500 CO/e "e 'as
Y con respecto a sus vicepresidentes, 5/ /,55 5a pcin A"oa,u
ano de ellos tas Arthur Koestler, un e .,ia'nr'. ira Si mirle 'o nc Alad, 50.0V, o'
eminente pensador que, de forma yo
lun/aria, dio fin a su vida haca pocos
anos, hecho esla que ha llevado suris
errónea interpretación popular de loc
objetivos de EXIT.
En uno de mis viajes a Londreoturc
ocasión de entrevistarme con John
Oliver, secretario general de EXIT. Su
primera observación fue la de ea fr
pasosobre la creencia de que ellos, iv
algún modo, facilitan e suicidio
cuantos lo requieren. Pese a sus -
zaciones, de hecho se penos as e
caso de Konsller, cuando la verdac e
que este escritor era un enfermo terni
nal. Aparte de sufrir el mal de Pan
son, se encontraba aquejado dei
leucemiuincurable.Pero,aun asi, p
pudo hacer EXIT, porque ayudar a ir
'su cida», aun cuando se trate de i
«nacida', con intensos dolores y'ou
cenado a una próxima muerta, su
ne, en Inglaterra, una condena de'
toros años de prisión.
'Mire —recalca el segur O ver-
ob/ehvo fundamen/a/de EXIT, e/ pu
que seguimos considerando basi
es que /a Ley acepte que todo uds',
es estado tisicamen/n terminal, peo
psíquicamente 000uciesle —de sufri-
miento, agotamiento, eta—, debido a
una enfermedad incurable, pueda re-

P
cibir, siempre que a/propio enfermo lo
desee ayuda médica para morir'
Acica mnra, Ei'/—ytcdao sus dele-
d
gacionesporque
e mande— poco puede
ara el doctor Núñez Puértolas, en la actualidad
hacer, la sociedad, naeulraso- muchas personas mueren sin dignidad, rodeadas
edad deshumanizada está dispues-
las esperarlo todo de una lee lologia de tubos, en fríos ambientes de agonías solitarias,..
'sacra izada ', de anos artilugios elec-
trónicos que han pasado a ser nues- El Hombre debería morir como antes, en su propia
tras más preciadas panaceas Yse afe-
rra a ellos sin importar el precie de in-
cama, rodeado de sus familiares.
¡dad y sufrimiento quesueobard a
ge
No obstante,EXIT ha conseguido, al
aros enInglaterra, en Holanda yen
ysros otros paises, que un paciente
:f, • nana enfermedad termina¡ ro rec -
upada médica al objeto de prolon-
gar sao da inútilmente si as desea

APRENDER A MORIR ES
APRENDER A VIVIR

Laaceptac un de lamuadc comoa


osinevitable esta levando no soo ala
creación de movimientos, romo EXIT,
sosa es piden que sea cada persa
la, por o misma, quien decida cama
morir, sino ademas a afanarse en el
it anzamiento de una mayor calidad
le muerte, de una muerte masacepta-
da, con tendencia a reducir el safr
lento yenfrentándote como algo co-
non doy casi amistoso.
A/sales de la década de loo sesen-
ta, Stanislav Grof y Joan Halifax-
Grof, reconocidos psiquiatras, lega-
ron u la conclusión de que aprender a
morir ere aprender a vivir. Algo que
habian entendido, con siglos de unte-

UNA EXPERIENCIA DE MUERTE

S
TANISLAV Grof y Joan Hah- ceseiestadodeDean habla empeoro din,
acertado <¡se cambiousted de ves/-
fax-Grof consideran que sus dopO/parc 'iohaberentradoencoma.
sesiones de LS[/ son muysm Estaba rodeado de varios parar/ea Negándoness o creer que aguan cc
ares a las aspar enrias de muele. Y quieres Intentaban corminicarse can catododa coma observara correcta-
pura ovalar o, entre otros testimonios, el; no habla reacción alguna salvo un mente a fuego recordara semejante
apodan la excepcional vivencia de marnou//aa as/oaa/v acorrpransib/o uti/cz / omnzcomoo u interrogarlo
muede de Dean, un pacierd. de 26 A pareces lamuertedeDean era inri sobre loíndole de sus expecenisas en
años con un avanzado cansar de en- venta Mientras yo consolaban Fioray la mañana de ese dic Comprobamos
ono que los vea ionadospsiquiatras a/os por/ea/es, tratando di. api/dar/oso que se haban percatad con t d/oOc
habor soor una sesion de terar- aceptarlo inevitabic, puar Ha/tan Grot tal ,daogvrteqaa seencontraba e
piepos daca. ordoa se santo /5/oto a Peor fi/e hab/a con uso/a isiaomodesasact'syc 0cm-
Heaqui lavivonciade Vean narrada suavidad utilizando u,, versión aoc/ sociocas. Inclusiva rato que, en si
por S so o/aa Grof dentalizada da las instrucciones dei momento dado r a oo hab/oc
«Er una etapa avanzada de su can- Parda Th Mal. Esencia/o voto le su- rodado por a mali los fu 2 an A/mis
ser, Sean súbitamente manifestó tina gería que se moviera hacia fa luz yse mo heicpa ar embargo, se habla en-
grave ararc a. Varas añosarte da- lindi.ro con e//a, sin temer a su es- contrado envuelto en aras r de ex-
bien debido extirpar Inc sor porque plendor E/ando/odas las asistentes penencias intotrialinf i/uE aprecicron
este padeaia un creo ro/soto maligno. parcelan haber aceptado las tuacioc desarrollarseco, por lo manos, tres ni-
Evestepact , la uretra delotro nnon se sucedió oigo totalmente inesperado. veles Escuche la voz do Joo'rp reac-
obstruyó por la infección y Dean co En e/ último mamerto, el equipo qui- ciono ante sus 6 igerenc 0,. / a scar
manco a intoxicarse non sus propios rúrgico lcr/d/o operar, Sin previo oc Jadio ciu/ fue reemplazada poruna luz
desechos. Las cirujanos demoraban so, dos eirfermeros entraron a la sao brillante y pudo acercarse y tuodirse
la api racor a y res rpreg tondo- trasladando 00eorasra arr op lo c ea Sic ,to'-earcar/v, va aro
se si taro sentida una ,ntrrvyvcion llevaran a/a sala dc operar/mes To- pv//cv/o sobre el cielo rosa. una y/a/do
que,vn/meorde/oscasos, sólo pro das /aapor ocas de, la constar representación da todaslas casas uro
lorigaría la vida de Peor para as se- curcio e oqieporeca / 00/casar as que Pobo hecho en lav/da E st
manas, brutal ac ano situación especial. rmeatc desfilaron av/ea/rostros de
Pamues de, que e/iovvnhubovasa Durante/a ovaron/so. Sean padeció toda la gente que hab/o matado en la
do ocho alas atacado por, o ira ro das poro cardiacos,que. condujeron guerra de Corea Vuelos jóvenes que
progresiva, recibimos una urgente lla a ta muerto clínica. Sin embargo, co habla y/u/peo la en su ada/esceoc a
modat leían adeauvsposoo/avc/n ambas ocasiones se le 'resucito Tuya quia sufrir /Op do/orco y agonías
co de/a rranaco Esa noche, Dejo Cuando /e visitamos. por latarde, eno de toda la yerta que habla maltratado
habiasonod mor r qayquerad a sala de terapia intensiva acababa cosa oda ym co/ras pasaba esto, tuvo
tiran asumo qua consideraba de ea prácticamente de recuperarse da /0 conciencia de /0 presencio de Dios,
trama Importancia. legue of hospital arcst 00 Miró 2 ar//'os sanar que observabay//zgabv toras co
caoi uno hora mas 'arde Para mtorr, cocar comentario imprevisto, aunque luarmiaa -
Reportaje

E dgar A. Poe difundió en sus cuentos el tema de


los «enterrados irrivos», un temor que ha perdurado
hasta nuestros días. Sin embargo, las aplicaciones
de la biolectrónica a los pacientes de muerte
aparente han conseguido disipar los miedos.

ación, las mas antiguas culturas, ya LA SESION CON «LSID»


que no eran otra cosa los llamados ri-
tos de muerte y resurrección. Esas civi- He aquí la descripción de una dejas
lizaciones, —Egipto, T bet, etc, saben sesionen
licos: llevadas acabo con psicodé-
que aprender es metebo izar el cono-
amento, crecervsn el, mnrira un esta- Elda de la sesión, el paciente reci-
dio paraacc,ederaotrosuperior.Losci- be una dosis de LSD que escila entra
tados doctores dieron tumben que 105 200 y 500 micro gramos, o una
nuestro conocimiento actual no era, en inyección intramuscular da 90 a 120
realidad, tal conocimiento, ya que miligramos de DPT, dependiendo de
mientras s nos permite constru rpaen cada caso particular'
tas de cemento, sin embargo, no nos Grotysus seguidores celebraban la
deja tender al tiempo puentes entre los mayoría da /as sesiones en estancias
diferentes planos que configuran privadas del Sinai Hospital; sin embar-
nuestra propio personalidad, una fa- go,caandoelastsdofuicodel paciente
cultad que ellos mismos denominan o permitía, la sesión se llevaba u cabo
'post tice,. en anude las don salas del Marylard
De esta manera, Stan slao Grot y Psychiutrio Reaaarch Cantar habilita-
Joan Hallas Grof iniciaron una terapia das especialmente para ostratamien-
psicodélica mediante la aplicación de tos, o en casa del paciente.
SDapersones próximas amorir, algo, En el transcurso Cela sesión sees-
porotrs lado,lambién propiodelasan timula al paciente a permanecer recli
tiques culturas. Y algo que ya observo nado, con los ojos cubiertos por pan-
AldousHuxleyen 1 958, cuando com tallas, ya escuchar mssica esteres fo
probo que 'las experiencias con LSD nica selecta Da acuerdo con nuestras
pueden aliviarla agonía yelevarel acto observaciones, tal internulizacion dala
fisiológico final del Hombre al nivel de sesión deLS0 conduce a las ecpenes
la conciencia y, acaso, a/dala espín cias mas profundas y beneficiosas cn,yno era infrecuentequotal copar-
ivabdad Dos terapeutas, un hombre y una ticipación resultara muy val osa, melo-
Posteriormente a Huclay, es 1963 mujer, permanecían con el paciente rundosedeeetatorrra las propias rela-
Eric Kast, de la Chicago M d ca durante el periodo activo dala droga, ciones familiares.
Scboo, realizó los primeros copar as decir, entre d ezyquincehsrasen al A/da siguiente, ydurvntaa resto de
mentoserrp cundo LSD con enfermos caso del LSD, y entre cuatro y seo a semana, los terapeutas ayudaban a
de cáncer. Y descubrió que el LSD cuundoselratabade DPT. Encaso ne- enfermo a integrar la experiencia de
tensan el cuz efecto ana/gauss—su- cesario, se le otrec a apoyo emocional, LSD en su vida cotidiana. En la mayoría
perior al de /a morfina—, observando ya fuera bandola palmadas para Iran- de los casos, el contacto entre el pa-
tumban en sus pacientes una gran qal izarle, ya tomándole dala mano, e ciente y su familia superaba esta
disminución de su estado depresivo, no/aso acunándole. «Nuestra expe- cunstancia. Si era necesario, se repetía
una me/oradesuersy,loque más ira riencia indico que ente comporta a sesión ccl ca de LSD. Algunos pa-
portuba, una disminución del temor a miantoeramasehcazquelaconversa cientes que sobrevivieron mucho
a muerte. cion. Si sala hablaba en las primeras tiempo legaron a lao seis sesiones en
Y es precisamente esa disminacion horas dala sesión, habitualmente era un periodo da varios años.
o perdida del temor ala muerte lo que para estimularlea ahondaren su cope Loo cambios observados es los
Crol está buscando. Lo intentaron rau- nencia, a confrontar todo el material moribundos cancerosos durante el
zando sesiones sin droga, en los que que emergía dael ya expresarsus sen- curoodelaterapiapoicodelicaeranes-
intervenían pacientes yfam 1 ares,tam timientos can libertad» pectaculares y afloraban da diversas
bar con posteriores contactos psico- Despaes de varas horas, cuando formas. La mas frecuente era el alivio
délicos y, finalmente, con entrevistas los procesos más importantes queda dala depresión, dala ansiedad, dala
sin utilización de droga— que tenían bar resueltos, se pedía al paciente que tensión, del aislamiento psicológico y
como tina/dad el análisis de as cope comentara la experienciaor so jode del insomnio Esto no era tan sorpren-
rencuo resultantes de la sesión con saaba.Masturda,ar lafasefinal ser- dente, puesto que previamente se
LSD. En total, unos puuuo das, tnaduuia a los familiares en esa si'oa habianohoervadorvsultadonsimilares
en diversas categorías de pacientes
psiquiátricos. Maosorprendentareoul
taba la mitigación y aun la desapari-
«IVuestas sesiones clínicas con enfermos ción del tenaz dolor físico que sufran
algunos pacientes. En los casos mas
terminales fueron muy satisfactorias. Los pacientes dramáticos, os dolor queso hablan
podido controlar con altas dosis de
cambiaron su concepción sobre la muerte.» narcóticos desaparecía durante se-
IR
manas o meses alcabode una sola se-
sión con LSD. Pero el efecto mas nota-
ble de la terapia psicodélica connislia
en una notable transformación del
concepto de monde. Algunos pacien-
tes se abrieron a ideas tales como la
primacia dele mente sobre la materia,
la Continuidad de la Conciencia des
pues de la muerte, la supervivencia del
alma o el concepto de la reencarna-

Otra cossecuenc ade la terapia psi-


mcélica que facilitaba el encuentro
so la muerte eran los cambios es
ficas producidos en los ja cies de
'éor. Estos implicaban ur vuelco de la
des en sobre el pasado y as nquie-
ates sobre el futuro hacia un mayor
ifasis en el aqui y ahora También se
observaba una tendencia definida ha-
la pérdida de todo tipo de interés
hacia el status, el dinero, las poses o-
sesy les smb dones, yana ncremeo-
i daaprecacdn de isa cosas simples
co la vida.

La limitación -coneertda en mu-


chos casos en prohibición— a expon
nentarcon drogas psicodélicas llenos
cueestasfoeran, en gran medida, sus-
luidas por experiencias en estado de
ja conciencia, con el paciente inda
dos estados mentales de ritmos Ile
a Y puedo afirmar, por conocimiento
directo, que los estados regresivos

Zrfuierda '. -. 5' 45


Sres as 1905 gsc ¡no esper'ann
O paSen aliviar la ageste, Arrsts,.
repacida melaba en Un ,sanaocsv de n4s'
del Deea,neids de Becesc,s
Rpnm"sftc'

pueden ser tan eficaces si se efec-


túan adecuadamente— Goma las Gv
sones con psicodélicos.
La mear ca idad de muere ras s'
eones en esos estados es ura con-
cuenc a de la mejor calidad de viá,
apertura de conciencia—que seo
tiene can las experiencias regresiv
estas que el pac ente —cualquier pci
sons, cocualquier momento de su
da, lejana todas a a posibles amena-
zas de muerte— no solo se libera rl.
conferidos traumáticos, sino que a
cede, edemas, a un conocirrier
ranspersonal—transcendente— d
vda. Ose es, precisamente, lo que 1
lesee aaceptecdnde la muerte cor
algo inevitablef,, por tanto, , otra "a
co.

MUERTE APARENTE Y MUERTI,


REAL

Y aceptada la muerte, liberados


la angustia que panera en nosotr
intento de negarla, no solamente
densa disfrutar mas protusdam" 1
de la vida, sino también llegaralbc
nosde laterrible obsesión que agi r
padecen respecto a ser enterrado
con sida
Antiguas regiones, que erfrerita
ben la muerte con actitud realista, obli-
gaban a constata' signos evidentes de
muerte real "n todo fallecido antes ve
proceder asu inhumación. MASALJX
ha publicado, en el numero b, un am-
plio reportaje en torno a los enterrados
19 Igunos pacientes comprendieron mejor ideas
vivas. Novop, portento a ms st rer ello, tales como a uellas que expresan la primacía de la
pero sid ré que ahora cuando intenta-
mos ignorar a rueatrou fallecidos, vr mente sobre la materia, la continuidad de la
nuestros dias de cadáveres camufla-
dos tras cristales y maquillaje, cuando
todos, especialmente las familiares ares
estamos deseando quealguien se ¡le-'
vea¡ muerto loantes posible, e temnra
ser enterrados sisas se ha acrecenta- primeros pasos Y, as¡, junto a los Nu- se treta de muerte aparente si el pH as
do. nvz Puertas, Has ey, Grof y otras mas, interior e 7,5, el rH2 es mayar a 18 y la
En la actualidad, ni la sociedad en debemos mencionar al profesor resistencia especifica supera los 120
general ni la ciencia medicaen particu- Louis-Claude Vincent, inventor del ohmios.
lar, parecen preocuparse demasiado bac ectron metro, un aparato de ata
por delimitar de una manera cara y prec sior que permite —as o afirman
csnstatube las fronteras entre muerte forenses diagnosticar una muerte UN PASO ADELANTE
aparente y muerte rea. No hay meca- real de una manera rápida y segura,
nismos definitivos para establecer un que cuenta con la gran ventaja de po- Pero lo importante es reseñar, una
diagnóstico de muerte y, si se acepte derseruti izada parcualquier persona. vez mas, que enfrentar serenamente la
come tete definitivo la respuesta plena Este aparato se basa en unos datos muerte, sin rehuirla, significa vencer a,
delencefalografo—queen ulgunasca- que se consideran incuestionables, porque conocerla muerte ea conocer
soe hay que cuestionar ,dquienuti iza porque labae ectroricahapodidaes la vda. As¡, los estudios b alectronicas
realmente el encefalsgrafa para diag- tablecer que la vida no es posible conducentes a diagnosticar la muerte
nosticar la muerte? cuando la sangre posee un pH supe- real han levado al conocimiento de la
No, loe «muertos' deben ser conge- riorab, un rH2 nferiare t Sp ura rearo- muerte aparente, y del conocimiento
lados si,, demora. Los muertos estor- telc u supesi'cu menor u BOu i i os. de ésta la posibilidad de ala reani-
ban. Sor masatos para la suciedad y En estas condiciones los csmponen- mación bioelectrón cede muertoapa
también para los médicos. Para loase- tesorgan couhar vuetoalas mylem rente, especalmente par cause de
gundos porque suelen cantemalaraa nerul zucior. ahogamiento, asfixia, infarto, trombo-
cama testimonio mudo de un trucase Y expresándose en factores globu- sis intoxicación y otras similares.
profesional. es, con les resultados obtenidos me Según el profesor V ncent, en todos
Pero, como he indicado ya, el deseo diente la combinación de mediciones bu casas oc ahogamiento y asfixia, e
de una muerte digna, asumida yfácil- efectuadas en sangre, orina y saliva, la incluso en algunos deervenenamien-
mente comprobable, este dando sus b oc ectror ira demuestra que tan sao 'u de saletas víctimas de trombosis y
nfrentar con serenidad la muerte sin rehuirla
significa haberla vencido, porque conocer la
muerte es conocer la vida.
irlos por formación de su muerte real. «Eldespertar anu-
usarlo, nunca de de—se produce algunas horas oalgu-
leerte rna ,uno tan nos días después de tu aparición de
srente, estado que signos que permiten creer en una
polarización cato muerte real Entre loo medico de con-
molecu lar. U na po- trol asados actualmente, tan soto el
duce, como en una bineleclronimetro detecte en dichos
5corrientes electn casos Ion débiles signos de supemi-
ganicas, de mase vencia
leer este lntercam- Nrlerdzextrañar, pmtar'to, que en
-c sea, pare un gesto mas en favor de lacalidad de
ta con
con hespo ar zar muerte,queeo calidad den da,un gru-
puede realizaran po de médicos truncases entes
teoxigeno en ello proyectando una asociación que ase-
tus sangrías musi guraría a sus afiliados la comproba-
opuestas del orga cnn bine ectronicade su muerte, apa
luna corriente pa - rente o real.
'nuñecade un bra Una muerte digna, acnptadu,y ase-
naperradelado gurdad de que no seremos inhuma-
dos o incinerados con vida, son las
ictorPéron-Autret premisas necesarias pura una i
lenos un diez por muefeliz. Porque enfrentarse r e
Idos yelectrocuta- sombras, so rehuirlas, es come
as v st mas de a u derlan. Y la comprensión es luz.
vos por desco-
telas condiciones Joaqur Ch

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