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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS

Ensayo Renta Mundial

Angelica Del Carmen Pineda Boraure

Luisannys Jose Apontes Lameda

Giezzi Irany Barrios Casanova

Cabudare, agosto 2018


Las regulaciones sobre renta mundial ya están en vigencia en
Venezuela. El régimen de renta mundial implica que toda persona natural o
jurídica, residente o domiciliada en Venezuela, pagará impuestos sobre sus
rentas de cualquier origen, sea que la causa o la fuente de ingresos esté
situada dentro del país o fuera de él.

La excepción a este principio se encuentra en aquellos casos en los


cuales la causa o fuente de la renta está ubicada en un país que tenga
celebrado un Tratado para prevenir la Doble Tributación, en cuyo caso, habrá
que atender a las regulaciones del Tratado para determinar, en cada caso, si
la renta obtenida en el extranjero tributa o no en Venezuela.

El nuevo Reglamento de la Ley de Impuesto sobre la Renta (RLISLR,


GO Nº 5.662 extraordinario de 24.9.03), dedica sus dos primeros Capítulos al
desarrollo del régimen de renta mundial, contemplado en la Ley de Impuesto
sobre la Renta (LISLR).

En ellos se desarrollan algunos aspectos fundamentales para el tema


de la renta mundial, como son: (1) El concepto de residencia; (2) El concepto
de ingresos imputables a una base fija o establecimiento permanente; (3) La
determinación del enriquecimiento neto mundial; y (4) La acreditación.

1.- El concepto de residencia

La renta mundial y la tributación del enriquecimiento neto de fuente


territorial imputable a no residentes, exige que se defina previamente
el concepto de residencia.

Si bien el RLISLR optó por remitir a las disposiciones del Código


Orgánico Tributario tal definición, ha realizado, en su artículo 2, algunas
presiones importantes, al considerar que no tendrán la condición de
residentes:

a) Los miembros de misiones diplomáticas y consulares de países


extranjeros en el país y su personal técnico y administrativo de nacionalidad
extranjera que, al tiempo de su contratación no revistieran la condición de
residentes en el país de acuerdo con las disposiciones que a tal efecto
establece el Código Orgánico Tributario. Asimismo los familiares que los
acompañen que no posean dicha condición.

b) Los representantes y agentes que actúen en organismos internacionales,


en los cuales la nación sea parte y desarrollen sus actividades en el país,
cuando sean de nacionalidad extranjera y no revistieran la condición de
residentes en el país de acuerdo con las disposiciones que a tal efecto
establece el Código Orgánico Tributario al iniciar dichas actividades, así
como los familiares que los acompañen que no revistan dicha condición[1]

2.- El concepto de ingresos imputables a una base fija o establecimiento


permanente

La tributación de los no residentes se realiza, en el marco de la LISLR,


a través de un impuesto de rasgos especiales, conocido como impuesto
sobre la renta a los no residentes (ISLRNR), cuya nota determinante es su
carácter preponderantemente objetivo, al no tomar en cuenta las condiciones
subjetivas del contribuyente. Empero, los no residentes que obtengan un
enriquecimiento a través de un establecimiento fijo, se someterán a su vez a
especiales condiciones, que aproximan su régimen al propio de los
residentes.
En este sentido, el artículo 3 del RLISLR prevé que “…se entenderá
por ingresos de fuente nacional o extranjera atribuibles a una base fija o
establecimiento permanente, los que resulten del desarrollo o, en su caso,
del giro específico de la actividad realizada, directa o indirectamente, en el
país o en el exterior, en o desde dicho establecimiento permanente o base
fija...”.

3.- La determinación del enriquecimiento neto mundial

Aclara el artículo 4 del RLISLR que “…a los fines de la determinación


del enriquecimiento neto mundial, el contribuyente deberá reflejar la
determinación por cada fuente en forma independiente de acuerdo con las
normas previstas en la Ley para el cálculo de los ingresos, costos y
deducciones de los enriquecimientos de fuente territorial y
extraterritorial…”[2]. Es decir, que deberá determinarse el enriquecimiento de
fuente territorial y de fuente extraterritorial[3]. Precisamente por ello, acota la
norma que “…la determinación de la base imponible para el cálculo del
impuesto a declarar y pagar será el resultado de sumar el enriquecimiento
neto de fuente territorial al enriquecimiento neto de fuente extraterritorial. Si
la determinación del enriquecimiento neto de una de las fuentes, diera como
resultado un saldo negativo, el cálculo del impuesto a pagar, será el monto
que se obtengan de aplicar la tarifa correspondiente al enriquecimiento neto
de la fuente que obtenga saldo positivo…”.

4.- La acreditación

Uno de los principales inconvenientes de la renta mundial es la doble


imposición que puede generarse, en caso de que un contribuyente sea
gravado por el impuesto a la renta en el país de la actividad y también, en el
país de la residencia. Tal problema suele evitarse a través de los Tratados de
Doble Imposición que asignan la potestad tributaria a uno de esos dos
Estados, generalmente, al país de la residencia.

Pero en nuestro caso la LISLR regula el procedimiento de acreditación


del impuesto pagado por los establecimientos permanentes en Venezuela,
respecto el impuesto sobre la renta que se hubiese pagado en el extranjero.
Tal procedimiento ha sido regulado en algunos puntos concretos, en el
Capítulo II del RLISLR. Así, por lo que se refiere al monto máximo a
acreditar, éste “…se calculará aplicando sobre el importe del impuesto
causado correspondiente al enriquecimiento neto mundial, el coeficiente
porcentual que resulte de relacionar el enriquecimiento de fuente
extraterritorial con el enriquecimiento neto mundial del contribuyente…”
(artículo 5).

El monto de impuesto efectivamente pagado en el extranjero originado


en enriquecimientos de esa fuente, se calculará aplicando el tipo de cambio
vigente indicado en el artículo 2° de la Ley, para cada una de las fechas en
que se efectuó el pago, sea mediante anticipos si los hubieren, retenciones
efectuadas o la cancelación del respectivo saldo, de acuerdo con la
legislación del país extranjero[4].

Ahora bien, especifica el artículo 7 que tal acreditación tendrá lugar,


únicamente, si “…los conceptos a que se refiere el párrafo anterior anticipos,
retenciones y saldos se hubieren efectivamente pagado al fisco extranjero
hasta la fecha de vencimiento fijada por la Administración Tributaria
venezolana, para la presentación de la declaración definitiva del período en
el que se incluye el enriquecimiento de fuente extraterritorial que ocasionó el
pago de los conceptos señalados…”.
Pese la redacción poco clara de la norma, entendemos que ella alude
a que la acreditación del impuesto en relación con los conceptos descritos en
el artículo 6, sólo procederá respecto aquél efectivamente pagado. Y agrega
el comentado 7 que “…se considerará que el impuesto ha sido efectivamente
pagado cuando tal hecho se demuestra mediante los comprobantes que a tal
efecto emita el fisco extranjero de que se trate…”.

Finalmente, en los casos en que el fisco extranjero determine un


excedente de impuesto no acreditado y efectivamente pagado por sujetos
residentes o domiciliados en Venezuela o aquellos residentes o domiciliados
en el extranjero que tengan base fija o establecimiento permanente en
Venezuela, en sus declaraciones definitivas de períodos anteriores “…dicho
excedente, previa demostración ante la Administración Tributaria, se
considerará un crédito para el período fiscal inmediato siguiente al que se
originó, pasado dicho ejercicio, perderá el derecho de crédito antes
señalado…”.

Puede suceder también la situación inversa, y así, según el artículo 8:


“…en los casos en que el fisco extranjero determine diferencias de impuesto
no pagados, y acreditados en forma indebida por el sujeto residente, se
restarán del monto acreditable del año en que se produjo dicho
reconocimiento. En ambos supuestos se convertirá al tipo de cambio que se
aplicó para acreditar.” A tal efecto, sostiene el artículo precitado, el
contribuyente estará obligado a informar dicha situación a la Administración
Tributaria, so pena “…de las sanciones que fuesen procedentes por la
contravención o el incumplimiento de este deber de información en los
términos establecido en el Código Orgánico Tributario…”.
Toda persona venezolana natural o jurídica en el extranjero declara y
paga el Impuesto Sobre la Renta (ISLR), informó el Servicio Nacional
Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), debido que
para la legislación tributaria nacional todo venezolano, salvo que pruebe lo
contrario, es considerado residente fiscal y, en consecuencia, debe cumplir
con su declaración definitiva de rentas en el plazo establecido hasta el 31 de
marzo.

El artículo 1 de la Ley de Impuesto Sobre la Renta cita, "...Las


personas naturales o jurídicas no residentes o no domiciliadas en la
República Bolivariana de Venezuela estarán sujetas al impuesto establecido
en esta Ley siempre que la fuente o la causa de sus enriquecimientos esté u
ocurra dentro del país, aun cuando no tengan establecimiento permanente o
base fija en la República Bolivariana de Venezuela...", en este sentido el
Superintendente Nacional Aduanero y Tributario, José David Cabello
Rondón, exhorto a las personas en el extranjero a realizar su declaración y
pago del ISLR correspondiente al año fiscal 2017.

Es importante que, se considerarán domiciliados en la República


Bolivariana de Venezuela para efectos tributarios, según el Código Orgánico
Tributario en su artículo 30, "...los venezolanos que desempeñen en el
exterior funciones de representación o cargos oficiales de la República, de
los estados, de los municipios o de las entidades funcionalmente
descentralizadas, y que perciban remuneración de cualquiera de estos entes
públicos...".

Sin embargo, el ciudadano venezolano que se encuentre en el exterior


perdería la residencia fiscal del país, si permanece fuera de Venezuela más
de 183 días y adicionalmente, acredita ante el SENIAT, a petición del mismo,
el certificado de residencia fiscal expedido por la administración tributaria del
país donde vive actualmente.
Algunos creen que, dentro de no mucho, hará falta una renta básica
universal para aquellos que pierdan su trabajo por culpa de la automatización
de cada vez más trabajos. Si estoy de acuerdo que las empresas paguen
impuestos por los robots.

Por supuesto, un robot no es una persona y no puede tributar como


tal, pero los propietarios de dichas máquinas sí son seres humanos y
deberían arrimar el hombro para subvencionar aquellos otros oficios que aún
requieran seres humanos.

De momento, esta idea ya tiene un organismo en contra: el


Parlamento Europeo, que ya rechazó en su momento una tasa para robots,
proponiendo a cambio una regulación sobre la creación y distribución de
robots en puestos de trabajo, lo que incluye multas en caso de que se infrinja
tal normativa.

Las empresas dedicadas a la construcción de estos robots prefieren la


idea promovida por la Unión Europea, desde luego, pero los grupos
preocupados por los problemas sociales que generará la automatización y la
introducción de la inteligencia artificial en más oficios parecen inclinarse más
por otras medidas.
Referencias consultadas

www.knowledgeatwharton.com.es/.../deben-pagar-impuestos-los-robots-trabajar-
lugar...
www.el-nacional.com › Mundo › Latinoamérica

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