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Los objetivos terapeúticos en la DM tipo 2 se han modificado con el fin de reducir el riesgo
de complicaciones microvasculares. Los objetivos terapeúticos recomendados por la
American Diabetes Association (ADA) se describen en la tabla I. Hay que tener presente
que un tratamiento agresivo puede ser desastroso en pacientes que ya tienen
complicaciones microvasculares y/o un riesgo aumentado de hipoglucemias inadvertidas.
Tampoco sería aconsejable una terapia intensiva en diabéticos tipo 2 mayores o con una
corta esperanza de vida.
La insulina es la base para el tratamiento de casi todos los individuos con diabetes tipo 1 y
muchos de los individuos con diabetes tipo 2; pueden administrarse por vía intravenosa,
intramuscular o subcutánea. El tratamiento a largo plazo depende principalmente de
inyecciones subcutáneas. La administración subcutánea de insulina difiere de la secreción
fisiológica de la hormona en dos formas principales:
Es una insulina neutra, de aspecto turbio, que debe agitarse suavemente antes de
inyectarse y se puede utilizar sola o mezclada con insulina regular (simple o cristalina), ya
que prácticamente no existe interferencia entre ellas, además con menor potencialidad
antigénica si la comparamos con otras insulinas de acción intermedia.
Debe tenerse en cuenta que al cambiar una insulina de especie bovina/porcina por una
insulina porcina altamente purificada, es probable que el paciente necesite una menor
cantidad en unidades, por esta razón el médico de asistencia debe tener en cuenta esta
posible eventualidad y ajustar las dosis individualmente de acuerdo con los resultados de
las glucosurias y niveles glucémicos. Con dicha medida de precaución se evitarán posibles
hipoglucemias, por lo que a partir de este momento, cuando un paciente acuda a la farmacia
a buscar su dosis habitual de insulina lenta, se le debe entregar la insulina NPH y orientarle
que ésta sustituye a la insulina lenta que venía utilizando, realizando para esto una
dispensación correcta del producto y orientando, además, al paciente a que consulte a su
médico de asistencia para el posible ajuste de su dosis.
Sulfonilureas
Biguanidas
Tiazolidinedionas
Sulfonilureas:
Esta familia de drogas puede ser subdividida de acuerdo a su vida media (V½) 3 en tres
grupos los cuales se representan en el cuadro 1. Los posteriores comentarios se refieren
fundamentalmente a las drogas prototipos dentro de cada grupo.
De Duración Corta
§ Glibenclamida (droga
prototipo)
§ Tolbutamida
§ Glipizida
§ Gliquidona
§ Gliciclamida
De Duración intermedia
§ Glicazida (droga
prototipo)
§ Acetohexamida
§ Glibormurida
De duración prolongada
§ Cloropropamida
Cuadro 1. Clasificación de las sulfonilureas
Biguanidas
Dentro de esta familia de fármacos, se encuentra los
agentes fenformina, buformina (ambas retiradas del mercado farmacéutico por sus
graves efectos adversos) y metformina. El mecanismo de acción fundamental es la
inhibición de la gluconeogénesis hepática y el incremento de la glucólisis anaeróbica, con
la consiguiente elevación de alanina, glicerol y ácido láctico. Otro mecanismo implicado es
la disminución de la absorción intestinal de glucosa.
La metformina se administra por vía oral, se absorbe en el intestino delgado. Su V ½ es
de 1.3 - 4.5 horas. La droga no se une a las proteínas plasmáticas y se excreta sin cambios
por la orina
Dentro de los efectos adversos los más frecuentes son de tipo gastrointestinal (20 % de
los pacientes), estos incluyen diarreas (30%), nauseas, vómitos, anorexia y sabor metálico.
El efecto adverso de mayor riesgo es la acidosis láctica, que alcanza una mortalidad de
hasta el 50 %, con una incidencia menor al 0,1/1000 pacientes/año.
Las principales interacciones farmacológicas se presentan con la cimetidina y con el
alcohol. En el primer caso se produce una competencia con la excreción renal, por lo que
aumenta la concentración de metformina y debe ajustarse la dosis. En el segundo caso se
potencia el efecto hiperlactacidémico por lo cual debe evitarse la administración conjunta.
Su principal indicación la constituyen los pacientes con DMNID y obesidad, que no
responden a la dieta ni al ejercicio físico. Se las puede utilizar sola o combinada con
sulfonilureas o insulina.
Las contraindicaciones son similares a las de las sulfonilureas, pero se agregan
enfermedad cardiovascular grave, ulcera G-D, deficiencia de Vit.B 12, hierro y ácido fólico.
Inhibidores de la a - glucosidasas:
Dentro de este grupo se encuentran el miglitol y la acarbosa. El mecanismo de acción
fundamental es la inhibición reversible y competitiva de las a - glucosidasas en el borde en
cepillo de la mucosa intestinal, produciendo el retraso en la absorción de los hidratos de
carbono complejos, con la consiguiente reducción del pico máximo de glucemia
postprandial. Su utilización es más eficaz cuando se realiza conjuntamente a una dieta rica
en fibras y reducido en glucosa y sacarosa.
Los efectos adversos más frecuentes incluyen malabsorción, flatulencia, meteorismo (21-
32%), cuando se administra como monodroga no se presenta hipoglucemia.
Constituyen contraindicaciones para su utilización las enfermedades intestinales
crónicas, el embarazo, lactancia, cirrosis hepática, insuficiencia renal con niveles de
creatinina superiores a 2 mg/dl.
Su principal indicación la constituyen pacientes con DMNID con valores de glucemia
basales entre 140-180 mg/dl y glucemias postprandiales elevadas (entre 180-250 mg/dl), o
aquellos casos en que exista contraindicación para el uso de sulfonilureas o metformina.
Tiazolidinedionas
Dentro de este grupo se encuentran la troglitazona, la pioglitazona y la ciglitazona, la
primera fue retirada del mercado por sus efectos hepatotóxicos
El mecanismo de acción de estos fármacos se lleva a cabo mediante la unión al subtipo
g del receptor nuclear de proliferación activado por peroxisomas (PPARg ), produciendo de
esta manera un aumento en la transcripción de genes de las enzimas que normalmente son
inducidas por la insulina, esta acción se lleva acabo fundamentalmente en el tejido muscular
y graso, todo esto se traduce en un aumento de la utilización periférica de glucosa.Otro
mecanismo descripto es la inhibición de la gluconeogénesis hepática.
La vía de administración es oral, circulan unidas a proteínas principalmente (99 %)
albúmina plasmática y se metabolizan por conjugación en sulfoconjugados, ácido
glucurónico y quinonas. Se excreta fundamentalmente por vía biliar, por lo cual no se altera
con la insusficiencia renal.
Se asocia la troglitazona con daño hepatocelular leve en un 2%, otros efectos adversos
son las molestias gastrointestinales, reducción ligera de los niveles de hemoglobina,
cardiomegalia sin hipertrofia del ventrículo izquierdo.
Su principal indicación son los pacientes con DMNID con predominio de resistencia a la
insulina, especialmente cuando existe intolerancia o contraindicación para el uso de
metformina.
Sulfonilureas
Son los antidiabéticos orales más prescritos en España. Actúan estimulando la secreción
de insulina por las células beta del páncreas, proporcionando así insulina adicional para
facilitar la captación de glucosa por las células diana.
Las sulfonilureas sólo tratan el déficit de insulina, pero no pueden mantener indefinidamente
la estimulación, ya que el deterioro de la célula beta forma parte de la progresión natural de
la enfermedad. El 50-60% de los pacientes tienen una positiva respuesta inicial a las
sulfonilureas, pero, a pesar de ello, el fracaso secundario en el control de la enfermedad se
produce con una frecuencia del 7%. Se acepta que la causa del fracaso de las sulfonilureas
es la disminución de la función de la célula beta, observándose que incluso pueden acelerar
su deterioro, por lo que este fármaco no es adecuado en pacientes con una función celular
beta muy disminuida y tampoco son adecuadas en pacientes obesos.
Se ha comprobado que el 20-30% de los pacientes tratados con sulfonilureas padecen
algún episodio de hipoglucemia.
Metformina
Pertenece a la clase de las biguanidinas. Actúa reduciendo la producción hepática de
glucosa, aunque también puede actuar a nivel periférico para mejorar la sensibilidad a la
insulina, pero de una manera mínima.
Este fármaco se administra generalmente a pacientes obesos, ya que se asocia a un menor
aumento de peso respecto a otros agentes.
La metformina ocasiona efectos indeseables gastrointestinales en un 20-30% de los
pacientes, y está contraindicada en caso de disfunción renal, insuficiencia cardíaca, infarto
de miocardio o insuficiencia respiratoria o hepática.
Acarbosa
Es un inhibidor de la alfaglucosidasa y actúa retardando la hidrólisis de los hidratos de
carbono complejos en el intestino, retrasando así su absorción. No posee un efecto directo
sobre la secreción de insulina ni sobre la resistencia a ésta. La acarbosa posee una eficacia
limitada con respecto a otros antidiabéticos orales.
Rosiglitazona
Es un nuevo fármaco que mejora la resistencia a la insulina y preserva la función de la
célula betapancreática, obteniendo un mejor control glucémico de forma mantenida. Este
fármaco puede retrasar la progresión de la diabetes tipo 2 y, finalmente, disminuir las
complicaciones asociadas a la diabetes. Además, posee un buen perfil de seguridad, es
bien tolerado y posee escasas interacciones medicamentosas.
Se administra una vez al día, por lo que contribuye al cumplimiento del tratamiento. La
rosiglitazona cubre, en suma, las necesidades fundamentales para el tratamiento de la
diabetes tipo 2.