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Estoicismo
Busto de Zenón de Citio, fundador del
estoicismo, en Atenas, Grecia.
Fases
Filosofía estoica
Los hombres nacen con un alma[5] como si fuera una "tabla rasa" pero
cuando adquieren cierta madurez pueden, mediante el uso de una
"fantasía" aceptar o rechazar las impresiones que los "iconos" que
desprenden las cosas fijan en el alma como conceptos. Cuando el
hombre maduro ejerce una "fantasía cataléptica" es capaz de
comprender la verdad de los conceptos, a partir de dichas impresiones y
elaborar a partir de los mismos juicios verdaderos y razonamientos
verdaderos.
En los animales irracionales mediante un alma sensible que percibe pero
no conoce.
Mediante un alma vegetal en las plantas.
Mediante el movimiento local de los átomos regidos por el fatum o
destino.[6]
El lógos que todo lo anima está presente en todas las cosas como lógoi
spermatikoi, razones seminales de todo lo que acontecerá. Como el mundo es
eterno y el lógos es siempre el mismo inevitablemente habrán de repetirse
todos los acontecimientos (eterno retorno) una y otra vez. El mundo se
desenvuelve en grandes ciclos cósmicos (aión, año cósmico), de duración
determinada, al final de los cuales todo volverá a comenzar de nuevo, incluso
nosotros mismos. Cada ciclo acaba con una conflagración universal o
consumación por el fuego de donde brotarán de nuevo los elementos (aire,
agua y tierra) que componen todos los cuerpos, comenzando así un nuevo
ciclo.
La filosofía no promete asegurar nada externo al hombre: en otro caso supondría
admitir algo que se encuentra más allá de su verdadero objeto de estudio y
materia. Pues del mismo modo en que el material del carpintero es la madera, y el
del escultor, bronce, el objeto del arte de vivir es la propia vida de cada cual
Epicteto.
La moral estoica
El sabio ideal es aquél que vive conforme a la razón, está libre de pasiones y se
considera ciudadano del mundo. El cosmopolitismo, que defiende la igualdad y
solidaridad de los hombres.
“Es feliz, por tanto, el que tiene un juicio recto; es feliz el que está
contento con las circunstancias presentes, sean las que quieran, y es
amigo de lo que tiene; es feliz aquel para quien la razón es quien da
valor a todas las cosas de su vida.”
“Niego que las riquezas sean un bien: pues si lo fuesen, harían hombres
buenos; ahora bien, como lo que se encuentra entre los malos no puede
llamarse un bien, les niego ese nombre. Por lo demás, concedo que han
de tenerse, que son útiles y proporcionan grandes comodidades a la
vida.”
“Esto dirá aquél a quien ha sido dada la sabiduría, a quien su alma libre
de vicios ordena reprender a los demás, no porque los odie, sino para
curarlos: “Vuestra opinión me afecta, no por mí sino por vosotros: odiar y
atacar la virtud es renunciar a la esperanza de enmienda” No me hacéis
ninguna injuria, como no la hace a los dioses los que derriban sus
altares.”
De Marco Aurelio:
¡Asia, Europa: rincones del mundo; todo el océano: una gota del
universo! El Athos: un minúsculo terrón en todo el universo; todo el
presente, un instante en la eternidad.
Aunque vayas a vivir tres mil años o tres mil veces diez mil, recuerda
que nadie deja atrás otra vida que esa que está viviendo y tampoco está
viviendo otra que no sea la que deja atrás. Se iguala por tanto lo más
[Escribir el nombre de la compañía] 5
[ETICA PROFESIONAL] ULS