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Septiembre 7 del 2018


Por DEIBY ANDRES CANTICUS
Ejercicio 3.

¿Qué formas adquirió el Para hacer converger los intereses


Estado al expandirse en su de la sociedad en su conjunto y dar
cuna occidental, y fuera de sentido al término ciudadanía se
ella? torna necesario el fortalecimiento
del sujeto popular y las
organizaciones sociales. El
desmantelamiento del Estado,
entendido como la reducción de sus
obligaciones frente al ciudadano,
lleva a estos grupos a actuar al
margen de él en la búsqueda de
respuestas a sus demandas
legítimas. Pero para que no queden
convertidos en hechos aislados, es
imprescindible que entre estos
movimientos haya cierta
aglutinación, coordinación o
conjunción que desemboque en una
redefinición del Estado que
garantice el desarrollo social.
Nueva construcción en la que el
poder debe desconcentrarse y
otorgarse mayor participación a la
sociedad, lo que revestiría de
sentido a los órganos
gubernamentales representativos,
hoy desvirtuados. Como así
también daría cabida a un sujeto
reformista y autónomo que haría
valer su fragmentación como una
forma de vehicular los distintos
intereses de los grupos sociales.
¿Por qué el lugar del Estado es La expansión colonialista de los
objeto de revaluación en la países capitalistas centrales había
segunda mitad del siglo XX? modificado las relaciones de fuerzas
entre las naciones europeas –
principalmente Alemania,
Inglaterra, Francia e Italia- y había
fortalecido la posición de los
Estados Unidos, que pasó de árbitro
durante el conflicto a garante de la
paz posterior.

Otras de las funciones que se


arrogó el gobierno norteamericano,
una vez finalizado el conflicto, fue
la de financiar la reconstrucción de
las economías más afectadas por la
guerra que se desarrolló en
territorio europeo. Paralelamente a
este conflicto mundial, en el año
1917, hizo su aparición un nuevo
movimiento político denominado en
los libros de historia como
Revolución Rusa.

El gobierno comunista que asumió


el poder en Rusia luego de la caída
del Zar puso al Capitalismo, por
primera vez desde su existencia,
ante la realidad de la existencia de
un modelo económico y político
alternativo. Consolidado el poder
comunista en Rusia, la posición de
los partidos políticos y sindicatos de
izquierda en el resto del mundo se
vieron fortalecidos, inclusive en el
seno de la sociedad
norteamericana, incrementando los
niveles de conflicto social en esas
sociedades.

En este contexto, la crisis


económica mundial fue
precipitada por la crisis de la
economía norteamericana que
comenzó, en 1928, con la caída de
los precios agrícolas y estalló
cuando el 29 de octubre de 1929 se
hundió la Bolsa de Nueva York. Ese
día bajaron rápidamente los índices
de cotización de numerosos valores
-al derrumbarse las esperanzas de
los inversores, después que la
producción y los precios de
numerosos productos cayeran por
espacio de tres meses
consecutivos- y se vendieron
precipitadamente unos 16 millones
de acciones.

¿Qué cambios produce en el La dependencia de la economía


Estado la dinámica de la mundial respecto de la
mundialización? norteamericana era ya tan
sustancial -sólo en Europa los
préstamos norteamericanos entre
1924 y 1929 se elevaron a 2.957
millones de dólares-; y las
debilidades del sistema
internacional eran tan graves -
países excesivamente endeudados
y con fuertes déficit comerciales,
grandes presiones sobre las
distintas monedas, muchas de ellas
sobrevaloradas tras el retorno al
patrón-oro, numerosas economías
dependientes de la exportación de
sólo uno o dos productos- que el
resultado de la reacción
norteamericana fue catastrófico:
provocó la mayor crisis de la
economía mundial hasta
entonces conocida.

¿Qué funciones estatales Debilidad del Estado” implica un


fueron redefinidas? grado bajo de la variable
“capacidad del Estado”. Este es un
concepto que tiene dimensiones
múltiples, por lo menos tres. La
primera, se refiere a los insumos
del Estado en relación con la
sociedad, que son dos: su
autonomía, que significa
simplemente la independencia del
Estado en relación con presiones
sectoriales, y su capacidad
extractiva, o sea la capacidad de
absorber recursos de la sociedad
mediante impuestos.
Una segunda dimensión se refiere a
los productos del Estado. Un
capitalismo sólido y una democracia
de alta calidad requieren tres
servicios por parte del Estado. En
primer lugar, la existencia de un
Estado de derecho de calidad
aceptable, lo que incluye la
existencia de derechos efectivos de
propiedad. Me refiero no solamente
a la protección de la propiedad
sobre bienes, sino también sobre
ingresos y asignaciones sociales, o
sea a toda la propiedad de todos
los ciudadanos.

En segundo lugar, un Estado capaz


de regular efectivamente los
mercados. Por último, un Estado
capaz de establecer una red de
seguridad compensatoria. Hay
muchas cosas que una economía de
mercado no hace o no hace bien, y
para que esta economía funcione es
necesaria una red compensatoria
en áreas tales como salud,
educación, y seguridad social, sin
las cuales tampoco es posible tener
una democracia de alta calidad.

La tercera dimensión se refiere a lo


que podríamos llamar la “caja
negra”, es decir lo que sucede
adentro del Estado, la relación
entre estos insumos y productos.
Esta relación tiene dos aspectos: la
eficiencia con la que trabaja el
Estado, es decir, la eficiencia con la
que transforma insumos en
productos, y la transparencia con
que lo hace.

Paso a examinar los lazos causales


entre la debilidad del Estado y las
dos variables dependientes a las
que me referí anteriormente, la
solidez del capitalismo argentino y
la calidad de su democracia. Una
economía de mercado sólida es
imposible sin un Estado que, aún si
es pequeño, debe ser fuerte, y
tener una capacidad más o menos
razonable de proveer los tres
servicios a los que me
referí anteriormente (el Estado de
derecho, la regulación efectiva de
los mercados, y la red de seguridad
compensatoria). Si esto no sucede,
el capitalismo no va a ser un
capitalismo de alta calidad. Por
ejemplo: el capitalismo es un
sistema económico basado en
contratos.

En una sociedad en la que no hay


garantía de cumplimiento de los
contratos, entre particulares o
entre particulares y el gobierno, no
podría esperarse un capitalismo
muy eficaz o transparente. Si no
tenemos un capitalismo de calidad
razonable, ninguna de sus tres
alternativas en una economía
basada en la propiedad privada de
los medios de producción es muy
atractiva: Tendríamos el caso
estudiado por Polanyi, un sistema
darwiniano incompatible con la
comunidad social, o una
cleptocracia, o lo que se ha llamado
“crony capitalism”, o “capitalismo
para los amigos” típico de algunos
países del sudeste asiático como
Indonesia.

Si miramos a la Argentina reciente,


es claro que la debilidad del Estado
ha sido un factor fundamental en el
proceso económico de los últimos
20 años. La crisis de 2001 no es el
efecto necesario de la perversidad
intrínseca de la economía de
mercado, sino de la manera en que
fueron realizadas las reformas de
mercado en la década de los 90s.
Uno de los aspectos fundamentales
de este proceso de implementación
fue precisamente la debilidad del
Estado. Las causas de la catástrofe
de 2001 fueron básicamente dos:
en primer lugar y
fundamentalmente, las dificultades
de financiamiento del Estado, que
se resolvió con alta inflación en los
80s y con endeudamiento después.
El endeudamiento irresponsable a
partir de la mitad de la década del
90 fue la causa primordial de la
crisis. La segunda causa fue la
convertibilidad que, de paso, fue un
mecanismo heterodoxo,
inconsistente con lo que se ha dado
en llamar el Consenso de
Washington, que propugnaba tipos
de cambio flexible. La
convertibilidad fue algo muy bueno
cuando fue establecida, porque
liquidó rápidamente las
expectativas hiperinflacionarias.
Pero debía haber sido claro que, si
no se salía de ella en los tres o
cuatro años siguientes, iba a ver un
atraso progresivo del tipo de
cambio.
En este contexto, la crisis
económica mundial fue
precipitada por la crisis de la
economía norteamericana que
comenzó, en 1928, con la caída de
los precios agrícolas y estalló
cuando el 29 de octubre de 1929 se
hundió la Bolsa de Nueva York. Ese
día bajaron rápidamente los índices
de cotización de numerosos valores
-al derrumbarse las esperanzas de
los inversores, después que la
producción y los precios de
numerosos productos cayeran por
espacio de tres meses
consecutivos- y se vendieron
precipitadamente unos 16 millones
de acciones.

El primer sentido de la palabra


"moderno" es filosófico; designa
una profunda transformación en
nuestra manera de pensar el
mundo y los hombres que empezó
en el siglo XVI. Simplificando al
máximo podemos decir que los
antiguos creían en la existencia de
un orden natural o divino, al cual
las sociedades y los individuos
tenían que adaptarse; por el
contrario, los modernos se
consideran autónomos; de golpe, la
libertad humana ocupa el lugar
primordial hasta entonces
mantenido por la "naturaleza". Los
individuos son iguales por derecho,
en lugar de someterse a una
jerarquía "natural", y la base del
juicio moral es la universalidad en
vez de la conformidad con la
tradición; accedemos a los valores
por medio de la discusión racional,
no a través de un acto de fe. La
expresión política de la modernidad
filosófica es el Estado democrático.
Así entendida, la modernidad es
realmente un proyecto inacabado
(actual), tal como dice Habermas, y
deseado por la gran mayoría de
nosotros -todos aquellos que no
creen en las virtudes de las utopías
totalitarias o de las nostalgias
conservadoras con respecto a las
jerarquías sociales y el orden
divino.

¿Las reformas a las El monetarismo surge como una


funciones del Estado significa reacción frente a la teoría
keynesiana surgida a principio del
el fin de este modelo de siglo XX, defendiendo una posición
organización política? contraria a la intervención estatal
en el mercado, emparentada con
los preceptos del paradigma liberal
clásico.

La corriente monetarista es una


precursora de lo que actualmente
se conoce como neoliberalismo. Su
preocupación máxima es la
inflación la que argumentan que
es un problema estrictamente
monetario.

La inflación se produce, según el


monetarismo, porque hay más
dinero en circulación en manos de
las ciudadanos del que debería
haber de acuerdo a las reservas del
Banco Central y a la actividad
económica en general. En
consecuencia, al darse esa
situación el dinero no tiene
respaldo y vale menos.
En lo referido específicamente a la
ecuación de intercambio
desarrollada por Fisher, Friedman
pensó que esta ecuación era
demasiado sencilla e inexacta para
describir la realidad. Es así como
introdujo el Método de la “brecha
inflacionaria”. Según el mismo,
con pleno empleo, si el gobierno
utiliza recursos adicionales el resto
de la economía tendrá acceso a
menos recursos.

Esta transferencia de recursos del


sector privado al sector público no
produce inflación si el incremento
del gasto es igual a lo que es
absorbido, producto del traspaso de
recursos de una esfera a otra. La
brecha inflacionaria se produce
cuando el gasto del gobierno no es
correspondido con una reducción de
la absorción. En este caso, se
produce una elevación de los
precios para forzar la caída de la
absorción. Friedman propone, para
evitar este proceso inflacionario,
reducir la absorción por medio de
impuestos.

Se declara entonces a favor del


impuesto a los gastos, es decir, a
los desembolsos y no a los
ingresos. Estos impuestos tendrían
la ventaja de estimular el ahorro y
reducir la demanda sin la necesidad
de que el Estado provoque
distorsiones en los precios. Estos
impuestos estarían dirigidos al
ingreso destinado al consumo, no
es un impuesto sobre las ventas –
como por ejemplo el IVA- ya que
estos impuestos distorsionan los
precios.

Aunque Friedman no redacta nada


absolutamente sobre la
globalización, menciona que dentro
de las relaciones internacionales
debe mantenerse el principio básico
del mercado: “comprar al que
vende más barato y vender al que
pague más”. Si este principio se
cumple en un mercado interno,
dentro del internacional su
aplicación debe ser total.

Al parecer, los gobernantes no


entienden que si se intenta
distorsionar el perfecto
desenvolvimiento del mercado, por
medio de barreras arancelarias, el
mismo mercado se encargará de
compensar lo que los productores
ganen con lo que los consumidores
pierden.
Este raciocinio lógico es justificado
por un análisis histórico de la
situación de la economía mundial y
de determinados países, como
EEUU después de la abolición de la
ley de cereales por parte del Reino
Unido. O el esplendoroso caso de
Japón al salir de la dinastía Meiji.
Pero para no referirse al pasado,
usa el ejemplo del moderno Hong
Kong, que al estar totalmente
liberalizado se ha transformado en
uno de los mayores polos de
desarrollo a nivel mundial.

El típico justificativo para tomar las


mal llamadas medidas
proteccionistas es la balanza de
pagos, pero para ello no se toma en
cuenta la regla económica de un
solo precio ni el movimiento
dinámico que ésta representa. Si
somos más baratos venderemos
más al exterior pero, de la misma
manera, deberemos canjear la
moneda que hemos recibido por
productos de otro lugar o
reconvertirla en moneda local. Esto
implicaría una apreciación del tipo
de cambio, con lo que pasaríamos a
costar un poco más; así
sucesivamente, en todos los países.

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