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UN ACERCAMIENTO AL BUDA HISTÓRICO Y SUS ENSEÑANZAS

Sergio Fuster

Cerca del siglo I comienzan a aparecer en la India, más precisamente en las provincias
de Gandhara y Kapisa, una serie de representaciones físicas de un joven sentado con
una pequeña protuberancia en la frente( usnisha), orejas alargadas y tres pliegues en
el cuello. Con sus manos presentaba diversos motivos o acciones, enseñando,
durmiendo, resistiendo tentaciones, entrando en nirvana, etc. Sin duda corresponden
al arte greco-budista propuesto desde la conquista de Alejandro. Estas figuras de Buda
“greco-budista” son lineales y nos recuerda más un Apolo que a un nativo.

Lo importante es que estas imágenes representan a un aspirante a la iluminación y nos


retrotraen a un joven reformador que vivió en el norte de la India cerca del siglo VI a.
C. Para esa época el Norte se hallaba dividido políticamente por una multitud de
pequeños reinos. La literatura védica estaba establecida, la concepción filosófica-
religiosa de la multiplicidad de divinidades estaba intuida desde un principio
subyacente de unidad ( Rig Veda X 129), una fuerza misteriosa e indefinida que todo lo
anima y sostiene (Brahmán). Comenzaba así, luego de los Upanisad, el período
brahmánico, que estaba vigente en tiempos de Buda, además de estar cristalizado el
sistema de castas (Brahmanes, Kshatriyas, Vaishyas y Sudras). El Absoluto, la
liberación, el alma, la inmortalidad y Dios eran objeto de complicadas discusiones
filosóficas en aquellos tiempos.

En otras palabras, el brahmanismo de su tiempo se hallaba trabado en ritos y dogmas,


como los complejos rituales al fuego descriptos en los Aranyakas, es lo que llamamos
“religiosidad de las formas”. Esta clase de religiosidad ata al hombre, ya que tiene un
carácter mágico, supersticioso y dependiente de numinas externas (puja), y lo pone en
una posición de “deber” (servicio a la estatua) más que de “amar” (bakti), es lo que
India se llama Rta. Además de una dogmática atrapante en la rueda del samsara de
muertes y renacimientos. La gente común necesitaba una liberación.

Este fenómeno se da en todas las religiones cuando llegan a una etapa madura y
empiezan a decaer, es lo que prepara el camino a la irrupción del místico, aquel que
dice tener una experiencia de la divinidad o como en el caso de Buda, haber
encontrado la salida al dolor y al sufrimiento. Este gran maestro rompió con los
cánones impuestos por la religión matriz. No recurrió a la lógica estricta ni a lo
dogmático, tampoco construyó un sistema filosófico imponente, sino más bien busco
que cada individuo tomara conciencia de un principio vital que existe en lo profundo de
todos los hombres. Buda dejó tras de sí lo que podríamos llamar una “religiosidad
esencial”. Donde importaba la salida o liberación de la cadena karmica y no el seguir
atado a ella por innumerables dogmas y preceptos.

LA VIDA DE BUDA

¿Pero que sabemos de la vida y la obra de Buda? Lo que se conoce se basa


principalmente en las pruebas que ofrecen los textos canónicos de los cuales no hay
ninguno contemporáneo a su vida. La fuente consultada es el Budacharita (siglo II E.C.
aprox.) de Asvagosha conocido también como el evangelio de Buda.

Primero veamos el relato de cómo la madre de Buda, la reina Maha Maya, llegó a
concebir a Gautama. Un día soñó:

“Los cuatro espíritus guardianes vinieron y la levantaron, junto con su lecho, y se la


llevaron al Himalaya.(…) Entonces vinieron las esposas de los espíritus y la condujeron
al lago Anotatta, y la bañaron, para quitarle toda mancha humana(…). No muy lejos de
allí estaba el Cerro Plateado, y en él una elegante residencia dorada. Allí extendieron
un lecho divino con la cabecera hacia el este, y la acostaron sobre él. Ahora bien,
futuro Buda había llegado a ser un magnifico elefante blanco(…) Ascendió al Cerro
Plateado, y(…) caminó tres veces alrededor del lecho de su madre, con su costado
derecho hacia él, y golpeándola por el costado derecho, pareció entrar en el vientre de
ella. Así tuvo lugar la concepción.”

Cuando la reina le conto el sueño a su esposo el rey Suddhodana (de la tribu Sakya),
él llamó a 64 eminentes sacerdotes y les pidió una interpretación. Esto fue lo que
respondieron:

“¡No se inquiete, gran rey!(…) usted tendrá un hijo. Y él, si sigue llevando la vida de la
realeza, llegará a ser un monarca universal; pero si deja la vida de la realeza y se aleja
del mundo, llegará a ser un Buda, y hará retroceder las nubes (…) de la insensatez de
este mundo”.

Más tarde hubo una serie de milagros:

“De repente los diez mil mundos temblaron, se estremecieron y se sacudieron.(…) Los
fuegos de todos los infiernos se apagaron; (…) todos los instrumentos musicales
emitieron sus notas sin que nadie los estuviera tocando; (…) en el poderoso océano las
aguas se hicieron dulces;(…) los diez mil mundos llegaron a ser una masa de
guirnaldas de la mayor magnificencia posible”

Entonces Buda nació en el jardín Lumbini, mientras su madre se afianzaba a la rama


de un árbol:

“El salió del vientre de su madre como un predicador que desciende de su cátedra, o
un hombre que baja por una escalera, con ambas manos y pies extendidos, sin
mancha de impureza (…) Coloca firmemente los pies en el suelo, da siete grandes
pasos hacia el norte, (…) y examina las cuatro partes del mundo, mientras exclama
con sonido inigualable: Yo soy el primero del mundo”.

Poco sabemos del Buda histórico, a los indios no les interesaba conservar registros ni
los cambios en la sociedad, pero si se tomaron los recaudos para preservar y transmitir
sus pensamientos y enseñanzas religiosas. Las fuentes con relación al Buda histórico
son pocas, y nos resulta imposible reconstruir con reserva la vida y la personalidad de
un hombre que vivió hace casi 2500 años. Al ser un líder religioso, se comprende que
sus discípulos y seguidores hayan exaltado y endiosado su imagen, con el tiempo se
acumuló un gran caudal de material mítico y legendario a su entorno.
Históricamente Buda nace en 623 a. C. (otras fechas propuestas son 560, 563, 567)
en Kapilabastu, hoy Nepal. Su nombre fue Siddhartha Gautama. Su padre fue el rey
Suddhodana y su madre la reina Maha Maya. Ella murió pocos días después del
nacimiento de Buda y Maha Prajapati Gotami fue su madre adoptiva.

A los dieciséis años se casó con su prima la princesa Yosodhana. Sin embargo Buda
vivió un momento crucial cuando nació su hijo Rahula, en ese momento se dio cuenta
que toda persona tiene que nacer, enfermar y morir.

EL PROCESO DE ILUMINACIÓN

Cuando por primera vez en su vida vio a un hombre enfermo, a un hombre de edad
avanzada y a un muerto, ese que fue un quiebre en su proceso existencial. Esta
experiencia lo angustio profundamente y lo llevo a preguntarse acerca del significado
de la vida ¿Por qué nacían los hombres, simplemente para sufrir, envejecer y
finalmente morir? En otras palabras estar atado a la cadena karmica.

Pero el proceso siguió. Según otras versiones vio también a un santo, alguien que
había renunciado al mundo en busca de la verdad. Buda corta su cabello de un solo
movimiento con su espada, se viste con harapos, huyo de su palacio y se entrega a la
búsqueda de la respuesta a la cesación del dolor.

No se sabe la edad que tenía Buda cuando decidió dar este paso. Luego de marcharse
se entregó al estudio bajo la guía de dos sabios brahmanes. Probó la religiosidad de las
formas. Pero insatisfecho con sus enseñanzas, los abandonó y siguió su camino
dispuesto a la búsqueda de la verdad por sí solo. Fue un asceta que se autonegó.
Siguió un derrotero de meditación, ayuno, y renunciamiento extremo. Pero esto no le
reveló ninguna verdad profunda. Por tanto adopto lo que llamamos “Vía intermedia”,
una línea de conducta que evitaba los extremos. Tras decidir que iba a encontrar la
respuesta a su propia condición de entidad consciente, se sentó a meditar bajo el pipal
(higuera). Allí se ilumino y aprendió la causa del sufrimiento alcanzando el nirvana.
Para entonces tenía entre treinta y treinta y cinco años.

Las escrituras se refieren a la iluminación con el término sánscrito anuttara-samyak-


sambodhi (sabiduría perfecta e insuperable), capaz de percibir y entender la verdadera
naturaleza de los interminables fenómenos. Según los Sutras Agama, el proceso de
esclarecimiento transcurrió en tres etapas, correspondientes a las tres fases de la
noche. Adquirió desapego por los objetos sensoriales y las pasiones, sintió sensación
de júbilo, paz, serenidad más allá de toda dicha y pesar. Esto se dio en el marco
teórico de los cuatro niveles de Dhyana. Buda recordó sus existencias anteriores. Dicho
proceso no se dio de manera intuitiva sino fue una evocación clara y real de su mente.

Aquí Gautama llego a ser el Buda (iluminado). También se lo llego a conocer como
Sakyamuni (sabio Sakya) o Tathagata (uno que así vino a enseñar). ¿Cuál fue la
verdad última de este proceso de iluminación? Lo dividiremos en dos etapas: 1) la ley
causal y 2) Las cuatro nobles verdades.
LA LEY CAUSAL

Según algunas versiones, en la última noche comprendió la verdad suprema de la vida


y del mundo y completó el proceso que le permitió llegar a ser un Buda. Captó la
cadena causal de doce eslabones. Esto es mayormente aceptado por la escuela
Theravaba. La causalidad en sánscrito, se conoce como pratitya-samutpada, lit.
“origen dependiente”. Es un proceso fundamental de la vida, todo lo que hay en el
universo ocurren o existen como resultado de causas generadoras, todo está sujeto a
causa y efecto y por lo tanto nada puede existir ajeno del resto de las cosas, es como
que las cosas interdependen.

La fórmula comienza con la siguiente pregunta: ¿Por qué el hombre se ve expuesto a


la vejez y la muerte? Y la respuesta se articula en doce proposiciones causales,
encadenadas entre sí, que enumeraremos en orden inverso: 12) la vejes y la muerte
son causadas por el nacimiento (sin nacimiento no habría muerte), ¿Cómo surge el
nacimiento?, 11) El nacimiento es causado por la existencia, 10) la existencia, a su vez
es causada por el apego, 9) el apego es causado por el deseo, 8)el deseo es causado
por las sensaciones, 7)las sensaciones son causadas por el contacto, 6) el contacto es
causado por los seis órganos sensoriales, 5)los seis órganos sensoriales son causados
por el nombre y la forma, 4) estos son causados por la conciencia, 3)esta es causada
por el karma, 2) el karma es causado por la ignorancia. De esta forma la ignorancia es
el primer eslabón de la cadena causal y origen de todos los sufrimientos. Si uno logra
despojarse del primer eslabón, la ignorancia, la cadena causal se rompe, y se libera de
la vejez y la muerte.

LAS CUATRO NOBLES VERDADES

También se despertó a la causa del sufrimiento al entender las cuatro nobles verdades.
Aquí las presentamos del Dhammacakkappavattana Suta (El fundamento del reino de
la justicia):

1) “Esta, oh bhiksus, es la noble verdad sobre el sufrimiento. El nacimiento está


acompañado de dolor, la degeneración dolorosa, las enfermedades son
dolorosas, la muerte es dolorosa. La unión con lo desagradable es dolorosa,
doloroso es separarse de lo agradable; y todo anhelo que no se satisface,
también es doloroso”.

2) “Esta, oh bhiksus, es la noble verdad sobre el origen del sufrimiento. Es verdad,


es esa sed que causa la reanudación de la existencia, acompañada del deleite
sensual, que busca satisfacción ahora aquí, después allá…es decir, el anhelo de
la satisfacción de las pasiones, o el anhelo de la vida, o el anhelo del éxito”.

3) “Esta, oh bhiksus, es la noble verdad sobre la destrucción del sufrimiento. En


verdad, es la destrucción, en la cual no queda pasión, de esta misma sed; el
dejar a un lado esta sed, el deshacerse de ella, el estar libre de ella, el ya no
tener sed”.

4) “Esta, oh bhiksus, es la noble verdad sobre el camino que lleva a la destrucción


del pesar. En verdad, es este noble sendero óctuple; es decir: puntos de vista
rectos; aspiraciones rectas; habla recta; conducta recta; modo de vivir recto;
esfuerzo recto; atención recta, y contemplación recta”.

En resumen podríamos expresarlo así: 1) Toda existencia es sufrimiento. 2) El


sufrimiento surge por el deseo o anhelo. 3) La cesación de los deseos significa el fin del
sufrimiento. 4) La cesación de los deseos se logra siguiendo la senda óctuple que
controla la conducta, el pensamiento y la creencia.

Esta es la esencia de su primer sermón y probablemente el más importante, el que


pronunció en la ciudad de Benarés, en un parque de venados a cinco discípulos. Este
discurso acerca de la vía intermedia y las cuatro Nobles Verdades comprende la
esencia de la Iluminación y se considera el epítome de la enseñanza de Buda.

Estas bellas enseñanzas son comparables a algunos pasajes de la Biblia cristiana si lo


analizamos en el Sermón de la montaña de Jesús con Mateo 6: 25-34; y algunas
cartas apostólicas y discipulares como 1 Timoteo 6: 17-19; Santiago 4: 1-3; 1 Juan 2:
15-17.Gautama no alegó que hubiera recibido este sermón por inspiración divina,
como se afirma de la Biblia, sino que el descubrió esta verdad en el fondo de su ser,
allí en nuestro interior está la fuente de sabiduría divina. Como dijo en su lecho de
muerte “Busquen salvación, solo en la verdad; no acudas por ayuda a nadie aparte de
ti mismo”.

Mientras las tradiciones bíblicas animan a buscar la fuente de conocimiento afuera al


amparo de un Ser supremo ( Job 28: 20, 21), el budismo apunta a la iluminación
interior.

Sin embargo, lo que Buda comprendió bajo el árbol bobhi de manera intuitiva y total,
fue la esencia de la vida. De esta manera advirtió la necesidad de transmitir de manera
entendible a todos los hombres.

Después de lograr la iluminación, Buda dedicó los años restantes de su vida a predicar
el Dharma o Ley, para difundir su nueva filosofía religiosa. La disyuntiva que se le
presentó era una vez alcanzada la religiosidad esencial, si debía vivir en el aislamiento
y el ascetismo o debía predicarla a los hombres.

Según los Sutras Agama cuentan que es ese momento aparecieron ante el Mara y
Brahma y lo hizo decidirse. Brotó en su propio interior la determinación de compartir
con otras personas ese estado iluminado.

CONCLUSIONES

Hay una diferencia fundamental entre el cristianismo y la concepción budista. Mientras


que en el cristianismo Jesús murió una vez y para siempre y con su sacrificio redimió a
la humanidad, mostrando así que la salvación cristiana deviene de ejercer fe en ese
sacrificio propiciatorio y de seguir su dechado; en el budismo se nos proporciona los
elementos para descubrir la propia budeidad en nuestro interior. No podemos ser
Cristo por merito propio pero si podemos ser un Buda con esfuerzo y dedicación.

Según el Avantamsaka Súta explica con relación a este tema:


“Sudhana preguntó: ¿Cómo se llega a esta emancipación cara a cara? ¿Cómo se logra
esta realización?

Sucandra respondió: El hombre llega a esta emancipación cara a cara cuando su


mente despierta al Pajñapáramitá y está en muy intima relación con este: pues
entonces alcanza la comprensión de sí en todo lo que percibe y entiende.

Shudana: ¿Se llega a la comprensión de sí escuchando las charlas y los discursos sobre
el Prajñápáramitá?

Sucanda: Eso no es así. La comprensión de sí nunca llega del mero escuchar y pensar.
(…) Te ilustraré (…) En un gran desierto no hay fuentes ni pozos de agua; durante la
primavera o el verano, cuando hace calor, un viajero llega del Oeste rumbo hacia el
Este; encuentra a un hombre que viene del Este y le dice: Tengo una sed terrible, te
ruego me digas dónde puedo hallar una fuente o una sombra refrescante donde pueda
beber, bañarme, descansar y revivir íntegramente.

El hombre que venía del Este satisface los deseos del viajero, dándole toda la
información detallada, diciendo: Cuando avances hacia el Este el camino se divide en
dos, a la derecha y a la izquierda. Toma el de la derecha, y siguiendo bien
directamente, con seguridad llegarás a una bella fuente y una sombra refrescante.
Ahora bien, hijo de buena familia: ¿Piensas que el viajero sediento que venía del
Oeste, al escuchar la charla sobre la fuente y los árboles umbríos, y al pensar en ir a
ese sitio tan pronto como fuese posible, podría aliviarse la sed y el calor, y refrescarse?

Sudhana: No, no podría. Porque alivia su sed, y su calor, y se refresca sólo cuando,
según el otro, llega realmente a la fuente, bebe de ella y se baña en ella.

Sucanda: Hijo de buena familia: lo mismo ocurre con el Bodhisattva. Por el mero
escuchar, pensar y entender eso, jamás llegarás a la comprensión de verdad alguna.”

El desierto significa el nacimiento y la muerte; el hombre que viene del Oeste significa
todos los seres sensibles; el calor significa todas las formas de confusión; la sed es la
codicia y el deseo; el hombre que viene del Este, que conoce el camino, es el Buda o el
Bodhisattva quien, al morar en el omniconocimiento, penetró en la naturaleza
verdadera de todas las cosas; y aliviarse del calor bebiendo de la fuente refrescante
significa la comprensión de la verdad por un mismo.

Como lo explico D.T. Suzuki, esto ( la budeidad), es algo que debe ser experimentado
personalmente por nosotros, y que el mero oír acerca de ello no nos ayuda a penetrar
en la naturaleza verdadera de la realidad misma. Nadie puede hacer el camino por
nosotros, eso es una responsabilidad personal intransferible e indeclinable.

En esto, el conocer y meditar en la vida y enseñanzas fundamentales de Buda,


recorriendo lo que sabemos de su existencia y obra puede crear en nosotros una
actitud dispuesta a transitar en la senda del conocer la verdadera naturaleza de las
cosas. Y cerrar los datos que faltan en esta empresa completándolos con la
experiencia propia en el camino de la iluminación.
BIBLIOGRAFIA

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Eliade, M.: “Técnicas de yoga”, Barcelona, 2000.

Humphreys, C.: “La sabiduría del budismo”, Bs. As. 1973.

Ikeda, D.: “El Buda viviente”, Bs. As., 2006.

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Parain, B.:”El pensamiento prefilosófico y oriental” Madrid, 2002.

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