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Tuberculosis cutánea
J.-J. Morand, E. Lightburn

Aunque en las regiones con alta prevalencia de infección por el virus de la


inmunodeficiencia humana se ha observado un aumento del número de casos de
tuberculosis extrapulmonares, las formas cutáneas son infrecuentes en los países
industrializados. Sin embargo, es fundamental recordar las múltiples formas
anatomoclínicas de la tuberculosis cutánea y conocer los nuevos métodos diagnósticos,
como la amplificación génica, para que esta enfermedad no pase inadvertida.
© 2008 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Tuberculosis cutánea; Lupus vulgar; Escrofuloderma;


Eritema indurado de Bazin; Mycobacterium tuberculosis

Plan considerable en los países industrializados. Sin embargo,


en los países en vías de desarrollo, la tuberculosis sigue
siendo una causa de mortalidad significativa (8 millones
¶ Introducción 1
de enfermos y 2 millones de fallecimientos en el
¶ Microbiología/epidemiología 1 mundo, sobre todo en niños).
Agente patógeno 1 La recrudescencia de la tuberculosis se ha visto
Modo de transmisión/reservorio 2 favorecida por varios factores: el descuido de las campa-
Receptividad/factores favorecedores 2 ñas de lucha contra esta endemia, el desarrollo de la
Inmunopatogenia 2 infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
Incidencia 2 (VIH), las migraciones, las crisis económicas y la resis-
¶ Medios de diagnóstico 3 tencia a los antibióticos. En las grandes ciudades euro-
Estudio directo/cultivo 3 peas, los jóvenes provenientes de la inmigración
Histología 3 constituyen uno de los principales focos endémicos. No
Reacciones tuberculínicas 3 obstante, la tuberculosis cutánea sigue siendo una
Método de amplificación génica 5 afección muy infrecuente y difícil de diagnosticar por el
¶ Formas anatomoclínicas 5 polimorfismo de los cuadros anatomoclínicos, por la
Chancro de inoculación 5 multiplicidad de los diagnósticos diferenciales y por la
Tuberculosis ulcerosa orificial (Tuberculosis cutis orificialis) 5 dificultad para objetivar el agente patógeno.
Miliaria cutánea (Tuberculosis cutis miliaris
acuta generalisata) 6
Escrofuloderma 6 ■ Microbiología/epidemiología
Gomas tuberculosos 7
Tuberculosis verrugosa (Tuberculosis verrucosa cutis) 8
Lupus vulgar (Lupus vulgaris) 8
Agente patógeno
Eritema indurado de Bazin (Erythema induratum) 10 Dentro del complejo Mycobacterium tuberculosis se
Tuberculides 10 distinguen en la actualidad varias especies y subespecies:
¶ Profilaxis/tratamiento 11 MT. hominis (o bacilo de Koch [BK], principal causa de
BCG: modalidades, complicaciones 11 la forma cutánea), MT. canettii, M. africanum (que
Tratamiento 12 comprende dos subtipos y es poco frecuente [1]), M.
microti, M. bovis, agente de la tuberculosis bovina (que
¶ Conclusión 12
es la causa de un 1-5% de los casos de tuberculosis
humana, sobre todo en las formas cutáneas) y M.
caprae [2] . El BK es una micobacteria de 2-5 µm de
■ Introducción longitud, inmóvil, muy sensible al calor pero resistente
al frío y a la desecación, que se tiñe de rojo por la
La mejora de las condiciones de vida, la disminución fucsina y no se decolora por el ácido nítrico ni por
de la promiscuidad, el descubrimiento de la vacunación el alcohol (bacilo ácido-alcohol resistente [BAAR]).
y de los medicamentos antituberculosos, así como la Se cultiva en condiciones aeróbicas estrictas, entre 35 y
eficacia de las grandes campañas preventivas han hecho 37 °C, en medios enriquecidos (en especial el de
que la incidencia de la tuberculosis disminuya de modo Löwenstein-Jensen).

Dermatología 1
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Cuadro I.
Espectro de la tuberculosis cutánea.
Formas de inoculación Formas multibacilares Formas paucibacilares Formas «reactivas»
Entidades Chancro de Tuberculosis Miliar Gomas Escrofulo- Tuberculosis Lupus Eritema indu- Tuberculi-
clínicas inoculación ulcerosa tuberculosa derma verrugosa vulgar rado de Bazin des papulo-
orificial necróticas
Cultivos + + ++ + + +/- -/+ - -
IDR - - - +/- +/- + + ++ ++
tuberculina
Característi- Lactante, Autoinocu- Inmunode- Inmunidad Inmunidad Persona Reactiva- Hiperreactividad celular
cas del pa- niño lación presión débil débil previamente ción
ciente pequeño sensibili-
zada
IDR: intradermorreacción.

Modo de transmisión/reservorio como se observa en la lepra o en la leishmaniasis. Por


analogía, se puede confeccionar un cuadro inmunoclí-
Salvo en lo que respecta a MT. bovis, la transmisión de nico (Cuadro I).
la tuberculosis es interhumana. Los bacilos extracelula-
res se multiplican, a pH neutro, en las paredes reblan- Incidencia
decidas de las cavernas pulmonares y más lentamente
en los focos caseosos sólidos de los enfermos humanos. En los países industrializados se observa un aumento
Los bacilos intracelulares se multiplican con gran de la incidencia global de la tuberculosis desde hace
lentitud en los macrófagos. Al toser o hablar, los enfer- unos diez años. Esta recrudescencia se explica por la
mos bacilíferos eliminan al aire los bacilos extracelulares infección por el VIH, pero también por el aumento de
en forma de partículas finas (gotitas de Flügge) que el la precariedad y la inmigración desde países con fuerte
receptor inhala. También las heces, la orina y las lesio- endemia tuberculosa. Las formas que más han aumen-
nes cutáneas abscedadas o ulceradas de los enfermos tado son las extrapulmonares, que en los países indus-
tuberculosos constituyen posibles reservorios de conta- trializados representan cerca del 30% de los casos (un
giosidad y, a veces, de autoinoculación. 15% antes de la epidemia de SIDA). En orden de fre-
cuencia decreciente se encuentran: lesiones gangliona-
res, osteoarticulares, urogenitales, neuromeníngeas,
Receptividad/factores favorecedores medulares, hepáticas, peritoneales, cutáneas, digestivas y
La receptividad en las personas depende principal- esplénicas, otorrinolaringológicas, cardíacas, suprarrena-
mente de su inmunidad celular y del inóculo mínimo. les, etc. La asociación de un compromiso pleuropulmo-
La infección por el bacilo de Koch no es sinónimo de nar es más frecuente en los enfermos con
enfermedad tuberculosa. Todos los factores ambientales inmunodepresión (en especial en aquéllos con SIDA). El
o endógenos que favorecen el contagio y la depresión desarrollo de las bioterapias, y sobre todo de los fárma-
inmunitaria facilitan la infección y la enfermedad cos anti-factor de necrosis tumoral (TNF) alfa también
tuberculosa: influyen, por un lado, la promiscuidad y las favorece esta infección y, por tanto, las formas cutá-
malas condiciones de higiene relacionadas con el nivel neas [7]. No obstante, las formas cutáneas de la tubercu-
socioeconómico y, por otro, las edades extremas, las losis siguen siendo infrecuentes: sólo representan un
deficiencias congénitas de la inmunidad celular, las 1-2% del conjunto de las tuberculosis y una parte
infecciones virales (entre ellas el SIDA), las afecciones ínfima de las dermatosis [8].
parasitarias crónicas, las enfermedades autoinmunitarias, En 1995, un equipo español [9] publicó 11 observa-
los inmunosupresores o la corticoterapia sistémica ciones de tuberculosis cutánea recogidas a lo largo de
prolongada, el alcoholismo crónico, la malnutrición, 14 años (4 escrofulodermas, 2 lupus vulgares, 2 milia-
etcétera. rias, 2 gomas, 1 inclasificable). Dos de ellas correspon-
dían a enfermos de SIDA. En un estudio
Inmunopatogenia epidemiológico [10] realizado en Reino Unido durante un
período idéntico (de 1981 a 1995) se recogen
Suele resultar difícil, sobre todo en los adultos, saber 1.065 casos de tuberculosis en una población de
si una infección tuberculosa corresponde a la exacerba- 265.000 habitantes, con sólo 47 casos de tuberculosis
ción endógena de una infección antigua, a la evolución cutánea. Más de la mitad de éstos son escrofulodermas
de una infección exógena reciente o a una sobreinfec- asociados a las lesiones ganglionares u osteoarticulares.
ción. Cuando se produce un contagio, el riesgo de Seis enfermos padecían lupus vulgar, cuatro presentaban
enfermedad es mucho menor en una persona previa- gomas (dos de ellos en un contexto de miliaria tubercu-
mente infectada que en otra sin ningún otro contacto losa), en uno se observaba una tuberculosis orificial y en
previo, porque el hecho de haber superado la enferme- diez, tuberculides (la mitad de tipo eritema indurado de
dad en el pasado indica que existía una buena inmuni- Bazin). En un estudio realizado en la India en 1987 [11],
dad. La infección, pues, deja una protección duradera que no daba cuenta del período de recolección de datos,
comparable a la que confiere la BCG, salvo cuando se se describen 42 casos: 23 escrofulodermas, 17 lupus
produce una inmunodepresión, en cuyo caso la enfer- vulgares y 2 tuberculosis verrugosas. Las demás formas
medad puede reactivarse. El principal responsable de de tuberculosis cutáneas, en especial las tuberculides,
esta inmunidad es el par macrófago-linfocito T activado. aparentemente no se tomaron en cuenta por este
Mediante inmunomarcado se ha observado un aumento equipo, puesto que un nuevo estudio prospectivo de
del cociente linfocitos CD4/CD8 en los granulomas de 1987 a 1989 [12] presentaba valores similares, única-
tuberculides [3] y de lupus vulgar, una disminución en el mente para estas tres formas. En Pakistán se refirieron
infiltrado inflamatorio del escrofuloderma y un valor 153 casos de tuberculosis cutánea entre 1996 y 1999 [13].
intermedio en la forma verrugosa [4-6] . Los autores En el norte de la India, durante un lapso de 25 años, se
deducen que en la tuberculosis cutánea podría existir un registraron 402 enfermos, 75 de los cuales tenían menos
espectro clínico dependiente de la inmunidad celular, de 16 años [14]. Entre 1962 y 1967, en Hong Kong, se

2 Dermatología
Tuberculosis cutánea ¶ E – 98-360-A-10

recogieron 160 observaciones de tuberculosis cutá-


nea [15], con un claro predominio de la forma verrugosa
(46% de los casos), seguida por el lupus vulgar (22%),
las tuberculides papulonecróticas (13%), el eritema
indurado (10%) y los escrofulodermas (9%). Un nuevo
estudio retrospectivo llevado a cabo en Hong Kong
entre 1983 y 1992 [16] muestra 176 casos, con una
distribución de las diversas formas anatomoclínicas
totalmente distinta: la tuberculosis verrugosa sólo
representa un 4,5% de los casos, los escrofulodermas un
4% y el lupus vulgar un 6,3%. En cambio, destaca la
prevalencia de las tuberculides, con un 79,5% de erite-
mas indurados, un 4% de tuberculides papulonecróticas
y un 1,7% de lichen scrofulosorum. Estas fuertes varia-
ciones en la frecuencia de los distintos aspectos de la
Figura 1. Granuloma tuberculoide con células gigantes y epi-
tuberculosis cutánea a lo largo del tiempo y según los
telioides y corona de linfocitos (colección del Dr. J.-H. Patte).
países [17-19] pueden interpretarse de modo muy dife-
rente. Cabe suponer que, al haber disminuido la preva-
lencia de la tuberculosis en los países industrializados, se
han vuelto menos frecuentes la formas multibacilares
(miliar, escrofuloderma, chancro de inoculación) o
intermedias (tuberculosis verrugosa). También pueden
imaginarse posibles sesgos de reclutamiento o que los
criterios de diagnóstico se hayan modificado con la
evolución de los conceptos médicos y la tecnología.

■ Medios de diagnóstico
El diagnóstico de la tuberculosis cutánea es difícil,
porque se apoya en argumentos clínicos, histológicos y
microbiológicos. Cuando estos últimos faltan, como
ocurre a menudo, es preciso descartar numerosos diag-
nósticos diferenciales. Figura 2. Necrosis caseosa en el seno de un granuloma tuber-
culoide (colección del Dr. J.-H. Patte).
Estudio directo/cultivo
bacteriano (medida del consumo de O2 o desprendi-
Lo ideal para tomar las muestras cutáneas es practicar
miento de CO2). Como inconveniente, los métodos
una biopsia en la periferia de la lesión o, cuando existen
automáticos son mucho más caros.
abscesos, una punción con jeringa. Debe evitarse el
La pobreza de los resultados bacteriológicos en los
cepillado. La muestra para los análisis bacteriológicos se
estudios de grandes series [20] se explica por la dificultad
deposita «en seco» dentro de un frasco estéril (o en agua
para realizar los cultivos en algunas zonas geográficas y
destilada estéril si se prevé un tiempo de transporte
también por la frecuente esterilidad de las muestras
largo) y se remite lo más rápidamente posible al labora-
bacteriológicas en las formas paucibacilares o reactivas
torio. Allí se tritura en agua destilada estéril y se
de la tuberculosis cutánea.
siembra, antes y después del tratamiento descon-
taminante. Histología
Para realizar el diagnóstico mediante el estudio
directo de una extensión del material triturado, se La histología es un elemento esencial del diagnóstico.
aprovecha una cualidad de tinción específica de la pared La lesión característica, pero no específica, de la tuber-
de las micobacterias: la ácido-alcohol resistencia (los culosis es el folículo de Koester, que consiste en un
bacilos teñidos con fucsina fenicada de Ziehl o con un conglomerado celular redondeado en cuyo centro hay
colorante fluorescente como la auramina, no se decolo- una o varias células gigantes de tipo Langhans, con
ran por una solución de ácido y alcohol). Sin embargo, núcleos dispuestos en la periferia del citoplasma eosinó-
esta técnica rápida y accesible para todos los laborato- filo (Fig. 1), rodeadas por células epitelioides y por una
rios, es poco sensible en las formas paucibacilares y corona de linfocitos. Los folículos pueden fusionarse
además poco específica, de manera que no sirve para formando unos tubérculos compuestos (clínicamente,
establecer la diferencia entre las micobacterias del por efecto de la vitropresión, éstos aparecen como
complejo tuberculosis y las micobacterias ambientales. granos lupoides con aspecto de «jalea de manzana»).
Por consiguiente, sigue siendo imprescindible practicar Aunque la arquitectura en capas concéntricas (linfocitos,
un cultivo, tanto para el diagnóstico positivo de infec- células epitelioides, células gigantes) con necrosis
ción por micobacterias como para el diagnóstico de caseosa central (Fig. 2) es característica de la tuberculo-
especie y el antibiograma. sis, no se observa a menudo.
Las técnicas clásicas de cultivo en medios de En la literatura se encuentran numerosos cuadros
Löwenstein-Jensen y Coletsos necesitan pocos recursos y inespecíficos, con infiltrados de composición y estructura
se utilizan ampliamente. Sin embargo, la lentitud de la diversas. El diagnóstico diferencial de un granuloma
multiplicación del bacilo de Koch (tiempo de división = puede plantear dificultades en ocasiones (Cuadro II).
20 horas) supone una media de 28 días, a la que a
menudo deben sumarse otros 15-21 días de subcultivo, Reacciones tuberculínicas
hasta obtener una cantidad de colonias suficiente para Se utilizan diferentes técnicas para valorar la alergia a
el antibiograma y la identificación. Este inconveniente la tuberculina. Ésta es la proteína purificada derivada
se salva con los cultivos en medio líquido, que abrevian (PPD-Estándar) de un filtrado de bacilos tuberculosos
el plazo a 15-21 días, no sólo por la naturaleza del destruidos por calor. Los métodos cualitativos (escarifi-
medio, sino también por el uso de la lectura automática, cación, reacción cutánea con parche, anillo monotest,
que detecta de inmediato cualquier crecimiento etc.) son difíciles de reproducir.

Dermatología 3
Cuadro II.
4

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Diagnóstico diferencial histológico de los granulomas tuberculoides.
Células gigantes Células Linfocitos Otras células Arquitectura Necrosis Topografía Tinciones
epitelioides Estudios
Tuberculosis Células de Langhans ++ De + a +++ +/- polimorfonucleares Multinodular, en Caseosa (superficie Dermis (de super- Ziehl pocas veces positiva
granulomatosa ++ en corona neutrófilos estratos concéntri- amplia, color rosa ficial a profunda) cultivo/PCR
periférica cos pálido, con grietas)
(lupus vulgar)
De 0 a ++

Lepra tuberculoide +++ ++ +/++ - Nódulos 0 Perianexial, peri- Ziehl raras veces positiva
C. de Langhans tuberculoides nerviosa, a veces
o de cuerpo extraño en contacto con la
epidermis

Micobacterias atípicas +/- + + + polimorfonucleares +/- organizada +/- Variable Ziehl


en una persona neutrófilos, cultivo
sin inmunodepresión

Micosis profundas + + + Polimorfonucleares +/- corona de linfocitos, plasmocitos, polimorfonucleares PAS


C. multinucleadas neutrófilos neutrófilos y eosinófilos alrededor de células histiocíticas que Gomori-Grocott
fagocitan los hongos (macrófagos, c. epitelioides, c. espumo-
sas, c. multinucleadas) en torno a una necrosis central
«salpicada» de polimorfonucleares neutrófilos

Sífilis terciaria + + ++ perivasculares Plasmocitos +++ Desorganizada ++ Dérmica pro- HES


C. multinucleadas funda, hipodér- Warthin-Starry
mica

Leishmaniosis en +++ ++ Al principio plasmocitos Nodular 0 De superficial Giemsa


una persona inmune + a mediana

Tularemia + ++ + Polimorfonucleares Empalizada Variable, de purulento a Variable IFD


C. multinucleadas neutrófilos de histiocitos caseoso Warthin-Starry

Sarcoidosis ++ +++ + - Generalmente +/- microfocos Dermis, de super- HES, impregnación argén-
(cuerpos asteroides, en nidos densos, a de necrosis fibrinoide ficial a profunda tica (red densa y conser-
cuerpos de Schaumann) veces dispersa o (puntiforme, rosa vada de fibras
circunscrita por intenso, lisa) de reticulina)
una fibrosis

Granuloma anular + ++ +++ Fibroblastos, macrófagos Infiltrado en em- Necrosis del colágeno Dermis profunda HES
profundo C. de Langhans palizada alrededor sustituida por material
Dermatología

de los focos mucinoso basófilo,


principalmente periféricas
de degeneración y luego fibrinoide
del colágeno
PCR: reacción en cadena de la polimerasa; PAS: ácido peryódico de Schiff; HES: hematoxilina-eosina-azafrán; IFD: inmunofluorescencia directa; c.: células.
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Sólo resulta fiable la lectura cuantitativa tras la formas clínicas, la dificultad para demostrar el agente
inyección intradérmica estricta (método de Mantoux) de patógeno y la frecuente falta de especificidad
0,1 ml, es decir, diez unidades de tuberculina Mérieux o histológica [34-43]. En la práctica, las situaciones son muy
dos unidades de PPD-RT23 danesa. Sin embargo, sobre diferentes según el país de origen (o estancia) del
la alergia tuberculínica influyen numerosos factores. Esta paciente, su condición inmunitaria, el carácter agudo o
hipersensibilidad retardada de mediación celular crónico de las manifestaciones cutáneas y la existencia
depende de un control genético. Así pues, se observan de focos tuberculosos viscerales. La verdadera urgencia
anergias tuberculínicas familiares aunque se repitan las es la miliaria cutánea aguda en un enfermo inmunode-
vacunaciones con BCG. Todos los factores que actúan primido, generalmente con SIDA y en la mayoría de las
sobre la inmunidad (edades extremas, infecciones ocasiones de una zona endémica. Las demás formas
virales, entre las cuales se cuenta el SIDA, enfermedades multibacilares (gomas y escrofulodermas) suelen afectar
autoinmunitarias, medicamentos inmunosupresores o a los niños, en especial en los países en vías de desarro-
corticoterapia general, malnutrición, etc.) pueden llo, y pueden evolucionar hacia una úlcera de bordes
negativizar o retrasar la respuesta alérgica. Por ello, despegados, por lo que en las zonas endémicas plantean
sabiendo que los plazos de positividad pueden variar, se sobre todo un problema de diagnóstico diferencial con
debe repetir la lectura de la prueba no sólo a las la ulceración por Mycobacterium ulcerans. Las formas
72 horas, como se hace clásicamente, sino a veces hasta paucibacilares y reactivas más polimorfas se sospechan
el 6.° día. En los niños, esta variación depende sobre cuando se observa un cuadro anatomoclínico caracterís-
todo de su estado nutricional. Por otra parte, la inter- tico (placa lupoide del granuloma tuberculoide, sobre
pretación de la prueba es compleja: los valores predicti- todo en presencia de una necrosis caseosa), cuando un
vos positivos y negativos de la intradermorreacción foco visceral lleva a pensar en ellas [44] o bien, a veces,
(IDR), que permitirían sospechar una posible infección tras un tratamiento de prueba. Sólo en casos excepcio-
tuberculosa, dependen no sólo de los factores modifica- nales se identifica la forma de inoculación, que suele
dores de la inmunidad antes mencionados, sino tam- pasar inadvertida.
bién de la antigüedad de una posible vacunación con
BCG y de la prevalencia de la tuberculosis y de las otras Chancro de inoculación
micobacterias en la población, porque pueden produ-
En comparación con la primoinfección pulmonar, la
cirse reacciones cruzadas con las micobacterias ambien-
inoculación cutánea del bacilo seguida de la enfermedad
tales. En los países industrializados, donde la
(tuberculosis cutánea primaria) tiene un carácter excep-
tuberculosis y las otras micobacterias son poco frecuen-
cional. Se observa principalmente en lactantes y niños
tes, la vacunación está generalizada y la inmunodepre-
pequeños, con predominio en los miembros inferiores,
sión es una condición inhabitual que se detecta con
la cara y las mucosas orogenitales. Por lo general,
facilidad, el valor umbral de lectura de la IDR en
proviene de una herida directamente infectante (cirugía
ausencia de vacunación con BCG suele fijarse en 10 mm
tradicional, circuncisión-escisión, perforación de orejas o
de induración. Si la vacunación data de más de un año,
piercing) [45] y con menor frecuencia de una contamina-
se considera probable que se haya producido una
ción oral (leche contaminada, beso) o de la infección de
infección por el bacilo tuberculoso (lo cual no es
una herida sucia. Tras una incubación de 1-3 semanas,
sinónimo de enfermedad tuberculosa) cuando la IDR es
aparece un pequeño nódulo eritematovioláceo, firme,
superior a 14 mm, máxime si tiene aspecto flictenular.
que se convierte en una úlcera de bordes despegados y,
A escala individual, la «conversión» de la alergia tuber-
tras unas semanas, se complica con una linfangitis con
culínica (o la «superconversión» si se ha practicado la
(poli)adenopatía satélite de evolución fistulosa y gene-
vacunación con BCG) tiene un mayor valor predictivo
ralmente tórpida. El chancro tuberculoso cura de
de la infección. Una intradermorreacción negativa no
manera espontánea, pero la enfermedad puede progresar
basta para descartar una infección ni una tuberculosis
y comprometer otros órganos. Un médico que había
evolutiva, sobre todo si es reciente o si el enfermo está
practicado la autopsia de un enfermo bacilífero sufrió
inmunodeprimido.
una primoinfección del tipo de la paroniquia indolora,
con adenopatías epitrocleares y axilares [46].
Método de amplificación génica La intradermorreacción tuberculínica empieza siendo
La dificultad del diagnóstico microbiológico ha negativa. Se puede observar el bacilo de Koch mediante
llevado a aplicar técnicas de amplificación génica el estudio directo de la extensión o después de haber
(reacción en cadena de la polimerasa [PCR]) directa- realizado un cultivo. Desde el punto de vista histoló-
mente en muestras biológicas (PCR en triturado de gico, alrededor de la zona necrótica se observa un
biopsia), con resultados muy variables según los estu- infiltrado inflamatorio inespecífico con predominio de
dios. No cabe duda de que la experiencia de los labora- polimorfonucleares neutrófilos y presencia de BAAR. La
torios es determinante. En las formas multibacilares, el evolución hacia el granuloma sólo se produce después
estudio directo suele resultar positivo [21, 22], por lo que del compromiso ganglionar.
la PCR se reserva para obtener el diagnóstico de especie El diagnóstico diferencial se plantea respecto a nume-
sin necesidad de aguardar el cultivo, utilizando inicia- rosas afecciones, desde el forúnculo (fase inicial) hasta la
dores o sondas específicas del complejo Mycobacterium ectima, el chancro o la ulceración inespecífica de
tuberculosis. Estas técnicas resultan menos eficaces en las múltiples causas (infección por piógenos, leishmaniasis,
formas paucibacilares (lupus vulgar) o reactivas [23-33], micobacteriosis atípica, esporotricosis, treponematosis
con sensibilidades del orden del 50% y valores predicti- endémicas; las lesiones anogenitales llevan a formular el
vos positivos más bajos, por cuanto se trata de una diagnóstico diferencial frente a la sífilis, el chancro
forma clínica infrecuente de la tuberculosis. La biología blando, la enfermedad de Nicolas-Favre y la granuloma-
molecular aplicada directamente a los cultivos tiene una tosis venérea).
utilidad más evidente. Estas técnicas de PCR-hibridación La inoculación cutánea de M. bovis también puede
posibilitan un rápido diagnóstico de especie y la detec- afectar a personas que se hallan en contacto con ganado
ción de algunos genes de resistencia a los dos antituber- (veterinarios, ganaderos).
culosos principales: la isoniazida y la rifampicina.
Tuberculosis ulcerosa orificial
■ Formas anatomoclínicas (Tuberculosis cutis orificialis)
El diagnóstico de la tuberculosis cutánea es una labor Esta forma, secundaria a una autoinoculación a partir
especialmente compleja, por la multiplicidad de las de un foco pulmonar, laríngeo, digestivo o urinario,

Dermatología 5
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Figura 3. Tuberculosis ulcerosa orificial (colección del Dr. F.


Simon).

Figura 4. Miliaria tuberculosa en un enfermo de SIDA (colec-


presenta unas ulceraciones periorificiales subagudas ción del Dr. F. Simon).
(cavidad bucal, narinas [Fig. 3], ano, uretra). Sus locali-
zaciones más frecuentes son la lengua y los labios. Por
lo general, se trata de una úlcera única, superficial y no
indurada, con bordes irregulares, despegados y fondo
fibrinopurulento y granuloso, a veces salpicado de
granos amarillentos. Esta lesión es extremadamente
dolorosa e impide la alimentación. No tiende a cicatri-
zar de manera espontánea. Suelen aparecer múltiples
exulceraciones periféricas, pequeñas y coalescentes, con
una poliadenopatía inflamatoria homolateral [47]. Las
úlceras situadas en el ano o en los genitales muestran
una tendencia vegetante y/o verrugosa que ha llevado a
calificarlas de fungosas. Al principio, la imagen histoló-
gica de la tuberculosis ulcerosa es bastante semejante a
la del chancro de inoculación y después se desarrolla
una hiperplasia epidérmica seudoepiteliomatosa que
puede inducir a pensar en un carcinoma. Las formas
crónicas tienen un componente granulomatoso en cuyo Figura 5. Escrófula cervical en un joven de Yibuti (colección
seno ya no suelen individualizarse los bacilos. Los del Dr. F. Marrot).
cultivos suelen resultar positivos.
Escrofuloderma
Miliaria cutánea (Tuberculosis cutis El escrofuloderma (de scrofa, puerca, por analogía con
miliaris acuta generalisata) los tumores ganglionares del cerdo) es una lesión
cutánea que se produce a partir de una lesión ganglio-
La miliaria tuberculosa se origina por una disemina- nar u ósea contigua, a menudo en un paciente debilita-
ción hematógena a partir de un foco visceral, general- do [57]. Se trata de uno o varios nódulos subcutáneos
mente pulmonar [48], o por una primoinfección grave, fríos e indoloros, próximos a un foco tuberculoso
en una persona inmunodeprimida o situada en las profundo, que se reblandecen y se ulceran, en el marco
franjas de edad extremas (lactantes [49] y ancianos). Las de una alteración del estado general, pero sin fiebre. Los
lesiones están formadas por una gran cantidad de escrofulodermas ganglionares, como las adenitis tuber-
pequeñas pápulas, difusas, bastante polimorfas, a veces culosas, predominan en el cuello (tuberculosis cutis
de color eritematovioláceo, pustulosas (Fig. 4) o pur- colliquativa o escrófula, del bajo latín scrofellae [Fig. 5])
puronecróticas, que pueden ser coalescentes o seudolú- pero también pueden aparecer en los pliegues axilares
picas [50] y que evolucionan hacia el absceso. También se (Fig. 6), los huecos supraclaviculares (Fig. 7 7) y los
han descrito placas ulceronecróticas, nódulos subcutá- pliegues inguinales. Los escrofulodermas osteoarticulares
neos [51] e incluso lesiones mucosas [52]. Estas manifes- se sitúan sobre todo en la columna vertebral, el ester-
taciones cutáneas se acompañan de una intensa nón (Fig. 8 8) y los miembros. En el sitio de la lesión
alteración del estado general, con fiebre y, en muchos queda una cicatriz retráctil (Fig. 9) o un queloide. Se ha
casos, focos multiviscerales (meningitis, hepatoespleno- publicado la observación de un escrofuloderma contiguo
megalia, compromiso medular, etc.). En la exploración a una lesión tuberculosa de la glándula lagrimal [58]. El
del fondo de ojo se puede encontrar un tubérculo escrofuloderma también puede ser la fuente de una
retiniano de Bouchut. Los bacilos suelen detectarse por autoinoculación, como se sospecha que le ocurrió a un
estudio directo. Las imágenes histológicas muestran un enfermo que habría tocado con la mano el drenaje de
infiltrado, primero con polimorfonucleares neutrófilos y una fístula subcutánea situada frente a un foco tubercu-
luego con linfocitos. La IDR es negativa o se negativiza loso costal y que presentó en dicha mano un nódulo
como consecuencia de la inmunodepresión. Dos factores abscedado y una adenopatía granulomatosa axilar con
explican el alto porcentaje de fallecimientos, incluso necrosis caseosa y bacilos de Koch en el cultivo [59].
entre los pacientes adultos que han recibido un trata- Algunas micobacterias ambientales (en especial Myco-
miento adecuado [53]: la inmunodepresión subyacente, a bacterium scrofulaceum) pueden causar lesiones de ese
menudo originada por el SIDA, y la frecuente resistencia tipo, por lo que es necesario identificar el microorga-
a los fármacos [54-56]. nismo de modo preciso. Se pueden encontrar bacilos de

6 Dermatología
Tuberculosis cutánea ¶ E – 98-360-A-10

Figura 6. Escrófula axilar en un joven de Yibuti (colección del


Dr. F. Marrot).

Figura 9. Evolución cicatrizal retráctil de una escrófula cervical


en un niño de Yibuti (colección del Dr. F. Simon).

Figura 7. Escrofuloderma clavicular en una mujer senegalesa


(colección del Dr. P. Charpentier).

Figura 10. Gomas tuberculosos en vías de ulceración en un


niño de Costa de Marfil (colección del Prof. J.-J. Morand).

pacientes inmunodeprimidos. Se presentan como unos


nódulos dermohipodérmicos bien delimitados, indolo-
ros, firmes (Fig. 10) y luego fluctuantes, que se ulceran
(Fig. 11). Estos abscesos fríos evolucionan lentamente. Si
la inmunidad se recupera, pueden cicatrizar tras varios
meses de evolución. Es difícil distinguirlos de las supu-
raciones frías de la sífilis o de las micosis exóticas
Figura 8. Escrofulodermas múltiples en una mujer de Yibuti (cromomicosis, actinomicosis, esporotricosis). Se han
(colección del Dr. F. Marrot). descrito algunas formas esporotricoides excepcionales,
con gomas tuberculosos escalonados a lo largo de un
trayecto linfático [60]. El goma puede producirse incluso
Koch en el seno de granulomas tuberculoides con una después de la curación del foco visceral, o bien revelar-
necrosis caseosa central rodeada por un infiltrado lo [61] o diagnosticarse sólo en el estadio de ulceración
abundante en polimorfonucleares neutrófilos y, a veces, y complicarse con una fístula [62]. El bacilo de Koch se
en plasmocitos (la imagen puede simular la de la sífilis). puede identificar dentro de los granulomas tuberculoi-
La IDR suele ser positiva. Deben buscarse otros focos des intensamente caseificados. En las zonas endémicas,
tuberculosos viscerales además del foco contiguo. sobre todo si se trata de niños, se deben distinguir estas
ulceraciones (que, en su forma típica, tienen los bordes
despegados) de las úlceras causadas por Mycobacterium
Gomas tuberculosos ulcerans [63]. Con la PCR se puede diagnosticar la infec-
Son abscesos tuberculosos metastásicos formados a ción rápidamente, pero en las zonas tropicales pocas
partir de un foco visceral, que suelen observarse en veces se dispone de esta técnica.

Dermatología 7
E – 98-360-A-10 ¶ Tuberculosis cutánea

Figura 11. Gomas tuberculosos ulcerados en un enfermo de


SIDA. Obsérvense los bordes despegados de las ulceraciones
(colección del Prof. P. Hovette).

Figura 13. Lupus vulgar en una mujer argelina (colección del


Prof. J. Sayag).

(«verruga del anatomista») y en ganaderos, puede


simular una verruga vulgar. Las micobacterias ambien-
tales (en especial Mycobacterium marinum) suelen tener
esta topografía con diseminación esporotricoide.
Cuando las lesiones se sitúan en la cara, es preciso
descartar la leishmaniasis, las micosis y las piodermitis
verrugosas. La localización perianal (cuyo principal
diagnóstico diferencial es la condilomatosis por Papillo-
mavirus), secundaria a un compromiso digestivo, se
interpreta de manera diferente según las condiciones
inmunitarias: cuando la IDR es fuertemente positiva, a
menudo flictenular, se diagnostica una tuberculosis
verrugosa; en cambio, cuando la inmunidad es débil, se
trata de una tuberculosis fungosa, cuya evolución suele
ser vegetante y después ulcerosa [71]. En estos casos no
deberían utilizarse las denominaciones «lupus serpigi-
noso» o «lupus escleroso», aunque los aspectos clínicos
puedan ser muy semejantes [72], ya que la lesión ele-
mental inicial es diferente (una pápula córnea y no un
Figura 12. Tuberculosis verrugosa (colección del Prof. J. lupoma). Desde el punto de vista histológico, la tuber-
Sayag). culosis verrugosa se caracteriza por una intensa hiper-
plasia epidérmica con hiperqueratosis ortoqueratósica,
papilomatosis y acantosis. Pueden observarse microabs-
La úlcera tuberculosa atípica de Darier se presenta cesos intraepidérmicos con polimorfonucleares neutró-
como una lesión de comienzo insidioso, indolora, filos. El infiltrado inflamatorio dérmico es mixto y suele
redondeada, de bordes eritematovioláceos, irregulares, contener granulomas tuberculoides que a menudo
levemente infiltrados y a menudo epidermizados, que presentan una necrosis caseosa. Los cultivos sólo son
evoluciona lentamente hacia la cicatrización (a menudo positivos en aproximadamente un 33% de los casos.
lo hace a la manera de la pioderma gangrenoso, con
puentes entre los conductos fistulosos) [64, 65] , sin
adenopatías locales ni regionales. En el análisis histoló-
Lupus vulgar (Lupus vulgaris)
gico se encuentran lesiones granulomatosas tuberculoi- El lupus vulgar, que es la forma clínica predominante
des, pero pocas veces se identifica directamente el BK. en los países industrializados, afecta en alrededor del
En cambio, el cultivo es positivo, puesto que la ulcera- 66% de los casos al sexo femenino. Suele localizarse en
ción se produce como consecuencia de un émbolo el rostro (nariz, mejillas) (Fig. 13). Las primeras lesiones
hematógeno de origen visceral [66]. visibles son unos micronódulos dérmicos bastante
blandos (lupomas), que con la vitropresión adoptan un
Tuberculosis verrugosa (Tuberculosis color pardo amarillento (color en jalea de manzana
denominado lupoide). Por coalescencia, dichos nódulos
verrucosa cutis) van formando una placa papulosa («pastel lúpico») de
La tuberculosis verrugosa se origina por la reinocula- aspecto heterogéneo y abigarrado (alternancia de zonas
ción del bacilo de Koch en una persona previamente lisas regulares y de zonas de esclerosis irregular recubier-
sensibilizada. La mayoría de las veces se manifiesta en tas de escamas finas) cuyo centro se deprime lentamente
las extremidades, por la aparición de una o varias placas y se puebla de microulceraciones y costras, mientras que
papilomatosas, queratósicas e indoloras, rodeadas por la periferia, de tono rojo violáceo, es evolutiva [73, 74]. Al
una areola inflamatoria, de extensión progresiva, a veces principio, el término lupus se utilizó por analogía con el
serpiginosa, con atrofia central [67-70] (Fig. 12). En pocas lobo «que roe la carne», y no por comparación con la
ocasiones se observa una linfangitis con adenopatía. La «máscara lúpica» del lupus eritematoso con erupción en
localización en las manos, y en concreto en un dedo, alas de mariposa [75]. A menudo, el foco visceral tuber-
que suele observarse en profesionales sanitarios culoso evolutivo pasa inadvertido, y el diagnóstico se

8 Dermatología
Tuberculosis cutánea ¶ E – 98-360-A-10

Figura 14. Lupus serpiginoso en una mujer de Yibuti (colec- Figura 15. Lupus vulgar escleroso de la muñeca en un varón
ción de F. Marrot). tunecino emigrado a Francia mucho tiempo atrás (colección del
Prof. J.-J. Morand).

fundamenta en los argumentos anamnésicos y anato-


moclínicos, la eliminación de las demás causas y la
respuesta al tratamiento antituberculoso.
El granuloma tuberculoide siempre está presente, con
conglomerados de células epitelioides, células gigantes
de tipo Langhans y una corona periférica de linfocitos.
La necrosis caseosa central es infrecuente. La epidermis
presenta características muy variables: puede ser atrófica
o, por el contrario, hiperplásica, y a veces está ulcerada.
Cuando se usa la tinción de Ziehl no se consigue poner
de manifiesto los bacilos. El cultivo suele resultar
negativo, aunque algunos estudios refieren un 50% de
positividad [76]. La IDR debería ser siempre positiva,
puesto que el lupus tuberculoso sería, por definición,
una reactivación cutánea de una tuberculosis quiescente.
Sin embargo, la literatura, en especial la de lengua
inglesa, suele ser contradictoria sobre este punto: en
ocasiones el término lupus vulgaris equivale a tuberculo-
sis cutánea, con independencia de la condición inmu-
nitaria, las lesiones viscerales o cutáneas asociadas, el
modo de inoculación y el agente patógeno (Mycobacte-
rium tuberculosis o bovis).
Numerosos aspectos anatomoclínicos explican la
pluralidad de los diagnósticos diferenciales:
• el lupus plano de color rojo, anaranjado o violáceo
(sobre todo en la periferia), con escamas finas o Figura 16. Lupus tumidus en una mujer argelina (colección
levemente erosionado, que evoluciona dejando una del Prof. J. Sayag).
cicatriz de centro nacarado, como el lupus eritemato-
so [77] calificado a veces de eritematoide;
• el lupus anular, con fuerte tendencia a la extensión
centrífuga, que debe distinguirse del lupus subagudo
y de las dermatofitias;
• el lupus psoriasiforme, que puede simular la mayoría
de las dermatosis eritematoescamosas, con placas
escamosas extensas e infiltradas [78];
• el lupus serpiginoso, placa que se extiende de manera
irregular y lenta a lo largo de varios años, predomina
en el tronco (Fig. 14) y los miembros; puede consti-
tuir un collar cervical de aspecto verrugoso [68] ,
simular una placa costrosa de impétigo [79] o formar
una placa infiltrada, vegetante, seudotumoral en un
miembro [80];
• el lupus escleroso, que produce un reborde papiloma-
toso indurado en los miembros, es difícil de distinguir
clínicamente de la tuberculosis verrugosa (Fig. 15);
• el lupus tumidus exhibe una masa rojo amarillenta e
infiltrada que se extiende lentamente, sin tendencia a
la ulceración (Fig. 16); se conoce un caso en el que
estaba asociado a un tuberculoma del tabique nasal y
a una queratoconjuntivitis flictenular [81]; Figura 17. Lupus vorax en una niña argelina (colección del
• el lupus ulcerovegetante o lupus vorax compromete Prof. J. Sayag).
principalmente la punta de la nariz. Ocasiona muti-
laciones, a veces impresionantes (Fig. 17), que hacen de tipo granuloma centrofacial, una micosis pro-
pensar en un carcinoma [82], una leishmaniasis, una funda, un pioderma gangrenoso o un noma (o can-
sarcoidosis, una lepra, una sífilis terciaria, un linfoma crum oris). En las zonas tropicales y en la cuenca

Dermatología 9
E – 98-360-A-10 ¶ Tuberculosis cutánea

lesiones multifocales en las arterias y en las venas de


mediano y pequeño calibre, donde se forman trombos,
con necrosis fibrinoide y leucocitoclasia. Algunos de los
granulomas tuberculoides perivasculares más tardíos
contienen una necrosis caseosa. En dos mujeres que
presentaban un eritema indurado de Bazin de más de
10 años de evolución se logró objetivar in vitro la
hipersensibilidad de los linfocitos T frente a las proteí-
nas purificadas derivadas de la tuberculina [89].
El síndrome inflamatorio es moderado, los nódulos
son bacteriológicamente negativos y suele existir una
hiperreactividad a la tuberculina con una induración de
más de 10 mm.
Las controversias acerca de este síndrome son funda-
mentalmente nosológicas y se refieren a su etiología [90].
Figura 18. Eritema indurado de Bazin (colección del Prof. J. Por una parte, no se detecta el bacilo de Koch en el
Sayag). estudio directo, ni tampoco mediante el cultivo. Aun
cuando en algunos casos las nuevas técnicas de PCR
aportan argumentos a favor de un origen tuberculo-
mediterránea, la afección que más a menudo se presta so [26, 31, 91] , su especificidad y sensibilidad no son
al diagnóstico diferencial respecto al lupus vulgar es perfectas. Tampoco es específica la histología granulo-
la leishmaniasis (por lo general, el parásito se visua- matosa «tuberculoide». Por otra parte, se ha considerado
liza en los macrófagos, sobre todo en la fase ini- que es eficaz [92] la antibioticoterapia antibacilar utili-
cial) [83]. zada en algunos casos antiguos en los que ni siquiera se
• el lupus mixomatoso, cuya masa blanda y amarillenta había objetivado un foco tuberculoso subyacente [93-95]
suele localizarse en el lóbulo de la oreja, tiene un (además, el eritema indurado se ha observado pocas
aspecto semejante al de las infiltraciones linfomato- veces en enfermos con tuberculosis activa [96, 97]). Sin
sas [84]. Esta forma puede asemejarse a una observa- embargo, otros estudios más recientes demostraron que,
ción de tuberculosis nodular del lóbulo de la oreja pese a lo adecuado de los tratamientos, hubo numerosas
(cerca de antiguas cicatrices de adenopatías fistuliza- recaídas. Hay que destacar que en pacientes con cuadros
das retroauriculares) con IDR flictenular [85]; anatomoclínicos extremadamente similares se descu-
• algunas supuestas observaciones de lupus son difíciles brieron otras causas. En 1945, Montgomery [98] definió
de clasificar. Por ejemplo, se han descrito: unos por exclusión el concepto de vasculitis nodular. En
nódulos poco numerosos, de superficie costrosa, realidad, conviene considerar que el eritema indurado
localizados en los miembros de un enfermo de tuber- de Bazin forma parte de un espectro anatomoclínico
culosis pulmonar, con histología hiperplásica y cul- más amplio (probablemente con una fisiopatogenia
tivo negativo [33]; unas placas eritematoescamosas común basada en los mecanismos de la hipersensibili-
levemente infiltradas, de aspecto mamelonado, mul- dad retardada) y reservar esta denominación histórica
tifocales, situadas en el tronco y los miembros [86], para la infección tuberculosa. El estreptococo es la otra
con cultivos positivos, en un enfermo con pleuritis y gran causa infecciosa de las dermohipodermitis nodula-
hepatitis granulomatosa; un lupus que simulaba una res con vasculitis granulomatosa. Naturalmente, el
esporotricosis [87]; una lesión periorbitaria con exten- diagnóstico diferencial se plantea respecto a todas las
sión ocular [88]; etcétera. dermohipodermitis nodulares (en especial el eritema
nudoso, puesto que se le atribuyen tres causas principa-
Eritema indurado de Bazin les: el estreptococo, la sarcoidosis y la tuberculosis; las
paniculitis lobulares pancreáticas de Weber-Christian y
(Erythema induratum) por deficiencia de alfa-1-antitripsina; las paniculitis
Este síndrome anatomoclínico al que Bazin denominó mixtas, sobre todo medicamentosas) y/o la sarcoidosis,
eritema indurado en 1855 (antes de que se identificaran las vasculitis granulomatosas (enfermedad de Wegener,
la tuberculosis y el bacilo de Koch) se observaba en síndrome de Churg-Strauss, etc.) y las trombosis venu-
pacientes «escrofulosos». Afecta principalmente a muje- lares (flebitis superficiales, enfermedad de Buerger).
res (90% de los casos), a partir de la pubertad (media de
edad: 40 años). Las crisis de hipodermitis, de ritmo Tuberculides
variable, se agravan por la fatiga o el frío, evolucionan Las tuberculides papulonecróticas están formadas por
durante varios años y van precedidas por signos gene- pápulas de color púrpura, duras e infiltradas, papulo-
rales (fiebre, astenia) y una sensación de pesadez en los pústulas cubiertas por una costra ligera y lesiones
miembros inferiores. Aparecen unos nódulos inflamato- necróticas que desaparecen espontáneamente, dejando
rios de 1-2 cm de diámetro, firmes, mal circunscritos, una cicatriz deprimida [99-103] (Fig. 19). La erupción, que
generalmente móviles respecto al plano profundo, poco evoluciona por brotes, predomina de manera bilateral y
numerosos (1-10), a veces confluentes en placas indura- simétrica en las caras de extensión de los miembros, en
das, sensibles o dolorosos, sobre todo a la palpación, las caras dorsales de los dedos de las manos y de los
distribuidos de manera asimétrica, con predominio en pies, en las nalgas y en la zona lumbar. En el análisis
ambos miembros inferiores y, sobre todo, en el tercio histológico se observa el componente granulomatoso,
inferior de la cara posterior de las piernas. La epidermis, con células gigantes, linfocitos e histiocitos, y el com-
eritematoviolácea o de color normal, puede tener un ponente necrótico con una caseificación central. La IDR
collarete de descamación (Fig. 18). En aproximadamente a la tuberculina siempre es positiva y a menudo tiene
un 33% de los casos, el cuadro evoluciona hacia la carácter flictenular. La búsqueda del BK siempre resulta
ulceración, adquiriendo un aspecto semejante al de los negativa. Tras haber observado la transformación de
gomas tuberculosos. Tras unas semanas o unos meses se tuberculides papulonecróticas en lupus vulgar, algunos
alcanza la curación espontánea, con hiperpigmentación autores emitieron la hipótesis de que la erupción
cicatrizal y casi sin atrofia. granulomatosa podría corresponder a una enfermedad
Desde el punto de vista histológico, se observa un por complejos inmunitarios (tipo III) en respuesta a la
infiltrado linfohistiocítico, primero hipodérmico lobular, liberación intravascular de BK, seguida por una reacción
luego septal y por último dermohipodérmico, con de hipersensibilidad retardada (tipo IV). Se conocen

10 Dermatología
Tuberculosis cutánea ¶ E – 98-360-A-10

Figura 21. Absceso frío aparecido después de una vacunación


con BCG (colección del Prof. J.-J. Morand).

Figura 19. Tuberculides papulonecróticas en una mujer inmi-


grante (colección del Prof. J.-J. Morand).

Figura 22. Evolución hacia una úlcera con bordes despegados


(colección del Prof. J.-J. Morand).

Figura 20. Liquen scrofulosorum que reveló una tuberculosis liquenoides. La IDR a la tuberculina suele ser fuerte-
pulmonar en un joven francés de origen africano (colección del mente positiva, aunque existen unas pocas observacio-
Prof. J.-J. Morand). nes de anergia tuberculínica [110].

casos de pacientes que presentaban a la vez unas tuber-


culides papulonecróticas y un eritema indurado [3, 33,
■ Profilaxis/tratamiento
104, 105]. También se han descrito tuberculides nodulares

en enfermos infectados por el VIH [106].


BCG: modalidades, complicaciones
Los principales diagnósticos diferenciales se realizan La vacuna BCG se prepara con bacilos vivos atenua-
de forma clínica (parapsoriasis en gotas varioliforme, dos que Calmette y Guérin obtuvieron después de
acné necrótico, sifílides necróticas, prurigo) o histológica repetir varios cultivos de Mycobacterium bovis, La vacu-
(forma profunda del granuloma anular y vasculitis nación se realiza por inyección intradérmica de 0,1 ml
granulomatosa de Churg-Strauss). de vacuna liofilizada en la cara posterolateral del
El lichen scrofulosorum descrito por Hebra en deltoides en el adulto, y en la parte superolateral del
1868 puede considerarse como una forma de tuberculi- muslo en los niños. Las complicaciones específicas son:
des. Se forman unas placas granulosas por coalescencia la ulceración persistente (>4 meses) o extensa (>1 cm),
de micropápulas foliculares, rosadas, poco o nada el absceso frío subcutáneo (Fig. 21) que evoluciona
pruriginosas, a veces recubiertas por micropústulas, hacia la úlcera de bordes despegados (Fig. 22), la adeni-
escamas filiformes o espinas queratósicas, con pápulas tis y la «becegeítis» por diseminación linfática o hema-
no foliculares amarillentas de aspecto liquenoide [102, tógena, que por lo general se observa en personas con
107, 108]. La zona más afectada es el tronco, pero tam- una inmunodeficiencia, ya sea congénita (enfermedad
bién están comprometidos los miembros (Fig. 20) y, granulomatosa crónica, inmunodeficiencia combinada
pocas veces, la cara. Se observa en niños y en adultos grave, etc.) o adquirida (infección por el VIH, hemopa-
jóvenes, y casi siempre se asocia a una tuberculosis tías, corticoterapia, etc.) [111].
antigua o evolutiva, generalmente ganglionar [109] u Se han comunicado varias observaciones de lupus
ósea [107]. En el análisis histológico se encuentra un vulgar [112-116] o de tuberculides papulosas [117] después
granuloma tuberculoide, que en algunos casos sólo está de una vacunación con BCG. Los plazos de aparición,
esbozado. A lo largo del folículo piloso, cuyo orificio muy variables, van desde unas semanas hasta varios años.
está lleno de láminas córneas paraqueratósicas, se Por lo general, el lupus se localiza en el sitio de punción
observa un infiltrado. Deben plantearse los diagnósticos intradérmica y evoluciona durante mucho tiempo. Esto
diferenciales respecto al eczema y el liquen plano puede asemejarse a las tuberculides papulonecróticas
foliculares, el liquen nitidus, las sifílides y los sarcoides observadas tras una infección por Mycobacterium bovis en

Dermatología 11
E – 98-360-A-10 ¶ Tuberculosis cutánea

Cuadro III.
Antibioticoterapia clásica de la tuberculosis cutánea.
Antibioticoterapia Propiedades Efectos secundarios Protocolo 1 Protocolo 2 Control
antituberculosa R6H6Z2E2 R9H9E3
Rifampicina R Bactericida, buena Trastornos digestivos, 6 meses (o más 9 meses HC, ASAT, ALAT,
10 mg/kg/día penetración intratisu- reacción de hipersensibili- si el compromiso creatinina
lar e intracelular, resis- dad, inductor enzimá- es multivisceral) Interacciones farma-
tencia 0,5% tico → AVK, corticoides, cológicas ++
estrógenos-progrestágenos,
antidiabéticos orales, barbi-
túricos, digoxina, anti-
proteasa; coloración de
secreciones (anaranjado)
Isoniazida H Bactericida, biodispo- Relativamente poco tóxica 6 meses (o más 9 meses ASAT, ALAT
3-5 mg/kg/día nibilidad ++ (penetra- (hepatitis: potenciación si el compromiso es Exploración neuroló-
ción intracavitaria), con la pirazinamida multivisceral) gica (asociar sistemáti-
bajo coste; 3% de resis- y la rifampicina, riesgo camente vitamina B6)
tencia (en Francia) aumentado
si el paciente consume
alcohol, tiene hepatitis
o recibe dosis elevadas;
polineuritis (asociar
vitamina B6)
Pirazinamida Z Bactericida intracelu- Toxicidad hepática 2 meses ASAT, ALAT,
25 mg/kg/día lar, escasa resistencia tardía, hiperuricemia, creatinina, uricemia
(salvo M. bovis) contraindicada
en el embarazo
Etambutol E Bacteriostático Riesgo de neuritis óptica 2 meses 3 meses Visión cromática,
20 mg/kg/día retrobulbar: controlar agudeza visual, campo
la visión cromática y FO visual, uricemia
(d0, d15, d30)
Indicación Régimen clásico Embarazo
HC: hemograma completo; AVK: antivitamínicos K; ASAT: aspartato aminotransferasa; ALAT: alanina aminotransferasa; FO: fondo de ojo.

una mujer anciana que recibía corticoides por vía pertinencia de una corticoterapia. Existen numerosas
general a causa de una arteritis de Horton [2]. interacciones farmacológicas con la bi o triterapia
La evaluación del efecto protector directo del BCG antirretroviral.
varía según los diferentes estudios, pero un metaanálisis Las formas paucibacilares de la tuberculosis cutánea
ha demostrado una reducción global del 50% del riesgo deben recibir tratamiento antibiótico cuando exista una
de tuberculosis, tanto pulmonar como extratorácica, con prueba bacteriológica o un foco tuberculoso profundo.
un índice de protección más alto para las formas graves De lo contrario, aunque suelen prescribirse antibióticos,
(sobre todo las meningitis). Sin embargo, hoy se discute su utilidad resulta más discutible. Muchos autores
la pertinencia de la vacunación, y ya no se practica la consideran que la curación con antibióticos demuestra
revacunación sistemática en los casos de reacción el origen tuberculoso de las lesiones, pero en realidad
tuberculínica negativa. éstas pueden regresar de manera espontánea, pese a que
suelen producirse recidivas, sobre todo en el eritema
Tratamiento indurado de Bazin [118]. Parece ilógico tratar las tubercu-
lides si no existe una tuberculosis evolutiva subyacente,
El tratamiento de la tuberculosis cutánea (con presen- ya que podrían originarse por una reacción de hipersen-
cia de BK en los cultivos y/o asociación con un foco sibilidad celular retardada a los antígenos micobacteria-
óseo o ganglionar en el caso de los escrofulodermas) es nos. Aunque en estos casos se han empleado otros
idéntico al de la tuberculosis pulmonar. Comprende una tratamientos (corticoterapia local o general, colchicina,
fase inicial de cuadriterapia para evitar la aparición de yoduro de potasio, etc.), es imposible sacar conclusiones
resistencias y para que el paciente deje de ser bacilífero por lo escaso de las poblaciones y por la falta de ensayos
con rapidez. El Cuadro III muestra el protocolo clásico. controlados.
En los casos de multirresistencia se pueden utilizar
diferentes fármacos, que a veces necesitan una autoriza-
ción especial para esta indicación: moxifloxacino,
estreptomicina, amikacina, kanamicina, rifabutina, ■ Conclusión
etionamida, capreomicina, cicloserina, etc.
Las formas que se observan en los enfermos de SIDA Existen excelentes descripciones y representaciones
suelen ser multibacilares. A menudo se asocian con una históricas de la tuberculosis cutánea. En la actualidad,
miliaria tuberculosa cuyos microorganismos suelen ser esta forma es infrecuente en Europa, pese a que como
quimiorresistentes. La antibioticoterapia debe adecuarse consecuencia de la epidemia de SIDA se ha observado
al antibiograma, constar al menos de cuatro antibióticos un aumento de la incidencia de la tuberculosis, sobre
y, en todos los casos, prolongarse como mínimo durante todo en sus formas extrapulmonares. En los países en
6 meses (lo ideal son 9-12 meses) tras la negativización vías de desarrollo, la tuberculosis cutánea conserva el
de los cultivos. Después de varias semanas de trata- carácter de enfermedad endémica. Algunas entidades
miento puede observarse una reacción paradójica de son objeto de discusiones nosológicas, pero no se puede
agravación clínica, sobre todo cuando el tratamiento negar la existencia muy probable de reacciones inmu-
antirretroviral concomitante permite la restauración de nológicas tras la infección por el bacilo de Koch, ni
la inmunidad. En estos casos se puede plantear la olvidar la posibilidad de un origen tuberculoso cuando

12 Dermatología
Tuberculosis cutánea ¶ E – 98-360-A-10

los pacientes presentan lesiones cutaneomucosas granu- [20] Ramesh V, Misra RS, Jain RK. Secondary tuberculosis of the
lomatosas. La tuberculosis cutánea sigue encerrando skin. Clinical features and problems in laboratory diagnosis.
muchas incógnitas. Es de esperar que gracias al desarro- Int J Dermatol 1987;26:578-81.
llo de las técnicas de amplificación génica y de los [21] Nachbar F, Classen V, Nachbar T, Meurer M, Schirren CG,
métodos microbiológicos se consiga aclarar su clasifica- Degitz K. Orificial tuberculosis: detection by polymerase
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[22] Taniguchi S, Chanoki M, Hamada T. Scrofuloderma: the
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J.-J. Morand, Professeur agrégé (morandjj@aol.com).


E. Lightburn, Spécialiste des hôpitaux.
Service de dermatologie, Hôpital d’instruction des Armées Alphonse Laveran, BP 50, 13998 Marseille, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Morand J.-J., Lightburn E. Tuberculose cutanée. EMC
(Elsevier Masson SAS, Paris), Dermatologie, 98-360-A-10, 2007.

Disponible en www.emc-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias

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