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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE NICARAGUA, MANAGUA

INSTITUTO POLITÉCNICO DE SALUD

“Dr. LUIS FELIPE MONCADA”

POLISAL UNAN-MANAGUA

“Estudio de las inmunodeficiencias”

Profesor: Juan Francisco Rocha López

INTEGRANTES:

 Marcia María Gómez González


 Hixel Yaneth Arroliga Vivas
 Norma Nohemí Vanegas Sotelo

CARRERA: Bioanálisis clínico TURNO: sabatino

Año: III

Sábado 03 de Diciembre 2016


AGRADECIMIENTO

 A nuestro dios todo poderoso por guiar nuestros pasos, por darnos salud e
inteligencia para culminar esta etapa en nuestra carrera.

 A nuestros padres por darnos apoyo estimulo, por tener paciencia, y mucho
amor para forjar nuestro destino.

 A nuestro tutor MSC Juan Francisco Rocha López, por brindarnos


dedicación y paciencia para lograr concluir con mucho éxito nuestro trabajo.
DEDICATORIA

 A Dios por habernos brindado sabiduría y entendimiento para alcanzar con


éxito un peldaño más en nuestra formación profesional.

 A nuestros padres que nos dan la confianza y apoyo incondicional, que nos
insta a seguir esforzándonos por nuestros estudios y ser mejores personas
cada día.

 A nuestra tutora Mcs, Juan Francisco Rocha López, por dedicarnos su


valiosa experiencia enriquecida de apreciables conocimientos y tiempo para
la revisión de nuestro trabajo.

 A amistades y familiares que fueron de apoyo necesario para la culminación


de nuestro trabajo.
Justificación

Actualmente las enfermedades de inmunodeficiencia forman parte de un estado


patológico en el que el sistema inmunitario no cumple con el papel de protección que le
corresponde dejando al organismo vulnerable a la infección por lo tanto constituyen un
grupo muy amplio de enfermedades que afectan a uno o más componentes del sistema
inmune, tanto innato como adaptativo. Su pronóstico por tanto es muy variable, siendo a
veces muy ominoso. A consecuencia de ese funcionamiento inadecuado se padecen más o
infecciones de lo habitual, y además las infecciones se hacen más prolongadas, responden
mal a los tratamientos habituales, y aparecen también con microbios relativamente
inofensivos en las personas sin inmunodeficiencias.

Es por ello que la razón que nos permite esta investigación es examinar cuáles son
las pruebas de laboratorio que existen actualmente, que puedan ser útiles para la
confirmación diagnóstica de las inmunodeficiencias con el objetivo de brindarnos mayor
conocimiento y a su vez analizar con sencillez su clasificación

Para la formación previamente profesional de cada estudiante además esperamos que este
documento sea herramienta de consulta para otros estudiantes.
Resumen

Las inmunodeficiencias pueden ser primarias y secundarias. Las inmunodeficiencias


primarias tienen una base genética y se presentan como experimentos de naturaleza sin
factores ambientales aparentes a los cuales se les pudiera atribuir. Las inmunodeficiencias
secundarias se presentan cuando el sistema inmune se deprime de manera inespecífica por
ejemplo; en inmunidad mediada por células que pueden estar alteradas debido a un
desnutrición, la deficiencia de zinc, selenio y hierro son factores importantes en esta
alteración-

En general si las alteraciones entre el complemento, los anticuerpos y las células


fagociticas no son normales, entonces se afirma que en ese organismo existen mecanismos
básicos inmunodeficientes; es decir si se presenta deficiencia del complemento, defectos
fagociticos, deficiencia de células B de células T, o bien de una inmunodeficiencia
combinada, se puede afirmar que esa persona carece de defensas inmunológicas.
Secundariamente, el organismo puede inmunodeprimirse por una infección viral, por una
exposición a fármacos citotoxixos, radiaciones, por alimentación deficiente e inadecuada y
por trastornos linfoproliferativo.

Las Enfermedades de Inmunodeficiencia Primarias son un grupo de trastornos

causados por defectos básicos en la función inmune que son intrínsecas a, o inherentes en,

las células y tejidos del sistema inmune. Existen cerca de 100 enfermedades de

inmunodeficiencia primarias. Algunas son relativamente comunes, mientras que otras son

relativamente raras. Aunque existen algunas que afectan una sola célula o proteína del

sistema inmune, otras pueden afectar a más de un componente del sistema inmune. Aún

cuando las enfermedades de inmunodeficiencia primarias pueden diferir unas de otras en

varias formas, comparten una característica en común. Todas resultan de un defecto en una

de las funciones del sistema inmune normal.


Las inmunodeficiencias primarias resultan de defectos en los linfocitos T, linfocitos

B, células fagocíticas o del sistema complemento. La mayoría de estas son enfermedades

heredadas y pueden venir de familia, tal como la agammaglobulinemia ligada al X (XLA) o

la Inmunodeficiencia Combinada Severa (SCID). Otras inmunodeficiencias primarias, tales

como la Inmunodeficiencia Común Variable (CVID) y la Deficiencia Selectiva de IgA

parecen no ser heredadas en forma clara y predecible. En estos trastornos la causa es

desconocida pero la interacción de factores genéticos y ambientales pueden jugar un rol en

su causalidad.

Las inmunodeficiencias secundarias son aquellas que, a diferencia de las

inmunodeficiencias primarias, no son causadas por alteraciones intrínsecas en el desarrollo

y función de los componentes del sistema inmune. Estas inmunodeficiencias pueden afectar

a uno o a varios de sus componentes y pueden ser transitorias o definitivas de acuerdo a la

naturaleza y posibilidades de tratamiento o eliminación de la causa que las produce. La más

conocida es la infección por VIH y el SIDA, otros ejemplos son las inmunodeficiencias

secundarias a malnutrición, enteropatías perdedoras de proteínas, tumores malignos

linforreticulares, las inducida por cirugía y trauma, tratamientos inmunosupresores y

quimioterapia. Como grupo, las inmunodeficiencias secundarias son las más comunes

especialmente las asociadas al VIH y a la malnutrición, pudiendo presentarse a cualquier

edad.
Introducción

La inmunidad es un conjunto de mecanismos de defensa de los animales frente a


agentes externos extraños. Se adquiere al nacer, y va madurando y consolidándose durante
los primeros años de vida.

La inmunología es la ciencia biológica que estudia todos los mecanismos


fisiológicos de defensa de la integridad biológica del organismo. Dichos mecanismos
consisten esencialmente en la identificación de lo extraño y su destrucción. La inmunología
también estudia los factores inespecíficos que coadyuvan a los anteriores en sus efectos
finales.

La respuesta inmune es la actuación integrada de un gran número de mecanismos


heterogéneos de defensa contra sustancias y agentes extraños. En general, a las sustancias
extrañas se las denomina como antígenos, y son ellos los que desencadenan en el
organismo una serie de eventos celulares que provocan la producción de los mecanismos de
defensa.

La integridad del Sistema Inmune (SI) es esencial para la defensa contra organismos
infecciosos y sus productos tóxicos y, por lo tanto, para la sobrevida de los individuos.
Defectos en uno o más componentes del SI pueden llevar a enfermedades graves,
ocasionalmente fatales. Estas enfermedades se clasifican en 2 grupos: Inmunodeficiencias
Primarias (IDP) que son defectos genéticos del Sistema Inmune y se manifiestan
generalmente en la infancia e Inmunodeficiencias Secundarias que se desarrollan por una
variedad de condiciones patológicas (como cánceres diseminados, enfermedades
metabólicas, desnutrición), drogas inmunosupresoras o infecciones de las células del
Sistema Inmune (ej. Virus de la Inmunodeficiencia humana o VIH).

Tanto las Inmunodeficiencias Primarias como Secundarias se manifiestan por un


aumento de susceptibilidad a infecciones. La naturaleza de la infección depende del
componente del Sistema Inmunealterado, así por ejemplo, defectos de inmunidad humoral
se asocian a infecciones por bacterias piógenas, mientras que defectos de inmunidad
celular principalmente por virus y microorganismos intracelulares.
Objetivo general

 Describir mediante pruebas de laboratorios de inmunología clínica, estudios


inmunológicos necesarios para la orientación en el diagnóstico de inmunodeficiencias.

Objetivos específicos
 Clasificar los tipos de inmunodeficiencias
 Resaltar brevemente las inmunodeficiencias más representativas.
 Describir los aspectos clínicos más relevantes de las inmunodeficiencias
 Describir las pruebas útiles que conllevan al diagnóstico e interpretación de
resultados ante las inmunodeficiencias.
Antecedentes

Los orígenes de la inmunología están muy ligados a la microbiología, ya que el


objeto de estudio son la defensa que los animales desarrollan frente a una invasión por
microorganismos o partículas extrañas las cuales han evolucionado e integrado, por lo que
el cuerpo no las reconoce, como propios, haciendo que los mecanismos inmunes los
neutralicen y degraden.

La inmunología es una ciencia que examina la estructura y función del sistema


inmunitario. Se origina en la medicina y en los primeros estudios sobre las causas de la
inmunidad a la enfermedad.

Como tantas otras ciencias, la Inmunología presenta un prolongado período pre-


científico de observaciones y aproximaciones meramente empíricas. Registro de
enfermedades y de epidemias en los documentos épicos de Babilonia (Gilgamesh) y de las
dinastías antiguas de Egipto. 2000 a.c, así como la valorización era una práctica habitual de
la cultura china.1000 a.C. La resistencia a ulteriores ataques de una enfermedad infecciosa
fue ya recogida en escritos de la antigüedad; el historiador griego Tucídides (464-404 a.C.)
narra una epidemia acaecida durante la guerra del Peloponeso, los enfermos eran atendidos
solo por aquellos que habían sobrevivido previamente a la enfermedad, en la seguridad de
que estos no volverían a ser contagiados. Hipócrates propone alteraciones en el sistema de
los humores para explicar las enfermedades y el humor maligno como causa de la peste
(460- 377 a.c).

Ya en el siglo X, Rhazes (medico islámico) describe clínicamente a la viruela y la


diferencia de otras enfermedades eruptivas. Además establece que los sujetos que se
recuperan de la enfermedad tienen una inmunidad prolongada (teoría de la inmunidad
adquirida). Para el siglo XI Avicena propone que las enfermedades son transmitidas por
semillas pequeñas, o gérmenes.

Igualmente, en la antigua China se había observado que las personas que en


su niñez habían padecido la viruela no la adquirían más adelante en su vida. Los
mismos chinos, en el siglo XI a. C., fueron los primeros en intentar una aplicación
de estas observaciones que indicaban la inducción de un estado protector por medio
de una forma suave de la enfermedad, la inhalación de polvo de escamas de viruela
provocaba un ataque suave que confería resistencia ante infecciones posteriores.
Una modificación fue introducida en Occidente en el siglo XVIII por Pylarini y
Timoni, y fue popularizada en Gran Bretaña por Lady Mary Wortley Montague,
esposa del embajador inglés en Constantinopla, tras una serie inicial de pruebas
sobre "voluntarios" (prisioneros). Sin embargo, este tipo de prácticas no llegaron a
arraigar ampliamente, ya que no estaban exentas de riesgos, entre los cuales
figuraba la posibilidad de transmisión de otras enfermedades.

En l546 Fracastoro extiende la hipótesis de Avicena sobre el contagio de las


enfermedades y de que la protección es común para varias enfermedades eruptivas.
Se observa que el contacto del contenido de lesiones de viruela de las vacas (cow-
pox), en los ordeñadores hacía que éstos no sufrieran la enfermedad. Hieronymus
Mercurialis difiere de Fracastoro y dice que la protección contra infecciones es
específica.

En 1722, el Príncipe y la princesa de Gales en Inglaterra permiten la


variolización de su hijo favoreciéndose esta medida al resto de la población,
Voltaire en su libro de cartas filosóficas describe la variolización aplicando polvo de
las costras de las lesiones de viruela en la mucosa nasal que fue practicada por los
chinos y turcos (1733).

El contenido de lesiones de viruela de personas enfermas, en personas sanas,


las dejaba libres de contraer la enfermedad. El primer acercamiento a la
inmunización con criterios racionales fue realizado por el médico inglés Edward
Jenner (1749-1823), tras su constatación de que las vaqueras que habían adquirido
la viruela vacunal (una forma benigna de enfermedad que sólo producía pústulas en
las manos) no eran atacadas por la grave y deformante viruela humana. Esta
observación llevó a Edward Jenner, médico inglés en 1796, a transferir seis semanas
después pus de una lesión infectada de una ordeñadora (Sarah Nelmes) al brazo del
niño James Phipps y éste no enfermó. Jenner publicó sus resultados en 1798 ("An
enquiry into the causes and effects of the variolae vaccinae..."), pronosticando que
la aplicación de su método podría llegar a erradicar la viruela. Jenner fue el primero
en recalcar la importancia de realizar estudios clínicos de seguimiento de los
pacientes inmunizados, consciente de la necesidad de contar con controles fiables.
La falta de conocimiento, en aquella Época, de las bases microbiológicas de las
enfermedades infecciosas retrasó en casi un siglo la continuación de los estudios de
Jenner, aunque ciertos autores, como Turenne, en su libro "La syphilization" (1878)
lograron articular propuestas teóricas de cierto interés.

A fines del siglo XIX Robert Koch demostró que las enfermedades
infecciosas eran provocadas por microorganismos, (virus, bacterias, hongos y
parásitos), causantes de enfermedad ó patología. Transmite el ántrax a los animales
a partir de un cultivo "in vitro", cumpliéndose los postulados de Koch. 1876. Hizo
además aportes fundamentales sobre hipersensibilidad. El primer abordaje
plenamente científico de problemas inmunológicos se debió, a Louis Pasteur.
Estudiando la bacteria responsable del cólera aviar (más tarde conocida como
Pasteurella aviseptica), observó (1880) que la inoculación en gallinas de cultivos
viejos, poco virulentos, las protegía de contraer la enfermedad cuando
posteriormente eran inyectadas con cultivos normales virulentos. De esta forma se
obtuvo la primera vacuna a base de microorganismos atenuados. Fue Pasteur quien
dio carta de naturaleza al término vacuna, en honor del trabajo pionero de Jenner.

En los años siguientes Pasteur abordó la inmunización artificial para otras


enfermedades, concretamente, estableció de forma clara que cultivos de Bacillus
anthracis atenuados por incubación a 45°C conferían inmunidad a ovejas expuestas
a contagio por carbunco. Años después, abordaría la inmunización contra la rabia,
enfermedad de la que se desconocía el agente causal. Pasteur observó que éste
perdía virulencia cuando se mantenían al aire durante cierto tiempo extractos
medulares de animales infectados, por lo que dichos extractos se podían emplear
eficazmente como vacunas. Realizó la primera vacunación antirrábica en humanos
el 6 de julio de 1885, sobre el niño Joseph Meister, que había sido mordido
gravemente por un perro rabioso. A este caso siguieron otros muchos, lo que valió a
Pasteur reconocimiento universal y supuso el apoyo definitivo a su método de
inmunización, que abría perspectivas prometedoras de profilaxis ante muchas
enfermedades. Estos logros determinaron, en buena medida, la creación del Instituto
Pasteur, que muy pronto reunió a un selecto grupo de científicos, que enfocarían sus
esfuerzos en diversos aspectos de las inmunizaciones y de sus bases biológicas. A
su vez, los norteamericanos Salmon y Smith (1886) perfeccionaron los métodos
serológicos de Pasteur, lo que les permitió producir y conservar más fácilmente
sueros tipificados contra la peste porcina.

A finales del siglo XIX existían dos teorías opuestas sobre los fundamentos
biológicos de las respuestas inmunes. Por un lado, el zoólogo ruso Ilya Ilich
Mechnikov (1845-1916), que había realizado observaciones sobre la fagocitosis en
estrellas de mar y pulgas de agua, estableció, a partir de 1883, su "Teoría de los
fagocitos", tras estudiar fenómenos de englobamiento de partículas extrañas por los
leucocitos de conejo y de humanos. Informó que existían fenómenos de eliminación
de agentes patógenos por medio de "células devoradoras" (fagocitos) que actuaban
en animales vacunados contra el carbunco, y explicó la inmunización como una
"habituación" del hospedador a la fagocitosis. Más tarde, ya integrado en el Instituto
Pasteur, propugnó la idea de que los fagocitos segregan enzimas específicos,
análogos a los "fermentos" digestivos (1900). Esta teoría de los fagocitos constituyó
el núcleo de la teoría de la inmunidad celular, de modo que la fagocitosis se
consideraba como la base principal del sistema de defensa inmune del organismo.

Por otro lado, la escuela alemana de Koch hacía hincapié en la importancia


de los mecanismos humorales (teoría de la inmunidad humoral). Emil von Behring
(1854-1917) y Shibasaburo Kitasato (1856-1931), a resultas de sus trabajos sobre
las toxinas del tétanos y de la difteria, observaron que el cuerpo produce
"antitoxinas" (más tarde conocidas como anticuerpos) que tendían a neutralizar las
toxinas de forma específica, y evidenciaron que el suero que contiene antitoxinas es
capaz de proteger a animales expuestos a una dosis letal de la toxina
correspondiente (1890). La intervención de Ehrlich permitió obtener sueros de
caballo con niveles de anticuerpos suficientemente altos como para conferir una
protección eficaz, e igualmente se pudo disponer de un ensayo para cuantificar la
"antitoxina" presente en suero. Ehrlich dirigió desde 1896 el Instituto Estatal para la
Investigación y Comprobación de Sueros, en Steglitz, cerca de Berlín, y, a partir de
1899, estuvo al frente del mejor equipado Instituto de Terapia Experimental, en
Frankfurt. Durante este último periodo de su vida, Ehrlich produce una
impresionante obra científica, en la que va ahondando en la comprensión de la
inmunidad humoral. En 1900 da a luz su "Teoría de las cadenas laterales", en la que
formula una explicación de la formación y especificidad de los anticuerpos,
estableciendo una base química para la interacción de éstos con los antígenos. Por
su lado, R. Kraus visualiza por primera vez, en 1897, una reacción
antígenoanticuerpo,al observar el enturbiamiento de un filtrado bacteriano al
mezclarlo con un suero inmune específico (antisuero). Durante cierto tiempo se
creyó que el suero posee distintas actividades inmunes humorales, cada una
denominada de forma diferente:antitoxina (neutralización de toxinas), precipitina
(precipitación de toxinas), aglutinina (aglutinación de bacterias) y bacteriolisina
(lisis de bacterias). Hubo que esperara a los años 30 para caer en la cuenta que todas
estas actividades se debían a un único tipo de entidad, que fue bautizado como
anticuerpo.

En 1898 Jules Bordet (1870-1961) descubre otro componente sérico


relacionado con la respuesta inmunitaria, al que bautiza como "alexina",
caracterizado, frente al anticuerpo, por su termolabilidad e inespecificidad (más
tarde se impondría el nombre de complemento, propuesto por Ehrlich). El mismo
Bordet desarrolló, en 1901, el primer sistema diagnóstico para la detección de
anticuerpos, basado en la fijación del complemento, y que inició un largo camino,
que llega a nuestros días.

La conciliación de las dos teorías (celular y humoral) se inició con los


trabajos de Almorth Wrigth y Stewart R. Douglas, quienes en 1904 descubren las
opsoninas, anticuerpos presentes en los sueros de animales inmunizados y que, tras
unirse a la superficie bacteriana, incrementan la capacidad fagocítica de los
leucocitos. En los años 50 se reconoce que los linfocitos son las células
responsables de los dos componentes, humoral y celular, de la inmunidad.

Una importante faceta de la inmunología de la primera mitad del siglo XX


fue la obtención de vacunas. Se lograron toxoides inmunogénicos a partir de toxinas
bacterianas, en muchos casos por tratamiento con formol: toxoide tetánico (Eisler y
Lowenstein, 1915) y toxoide diftérico (Glenny, 1921). En 1922 se desarrolla la
vacuna BCG contra la tuberculosis, haciendo uso de una cepa atenuada de
Mycobacterium tuberculosis, el bacilo de Calmette- Guérin. La utilización de
coadyuvantes se inicia en 1916, por LeMoignic y Piroy.

Otra de las grandes controversias de los primeros tiempos de la Inmunología


se refería al tipo de mecanismos postulados para explicar la especificidad de la
reacción antígeno-anticuerpo. Se propusieron dos tipos de teorías: la selectiva y la
instructiva. La primera formulación de tipo instructivo se debió a Paul Ehrlich
(teoría de las cadenas laterales):suponía que las células inmunes expresan en su
superficie una gran variedad de cadenas laterales preformadas; la unión de un agente
patógeno determinado con una cadena lateral adecuada sería análoga a la
complementariedad entre una llave y su cerradura; dicha interacción originaría la
liberación de la cadena lateral, e induciría a la célula a producir y liberar más
cadenas laterales de ese tipo concreto. Como se ve, esta teoría supone que la
selectividad de la cadena lateral está determinada previamente a la exposición al
antígeno, que sólo actúa seleccionando la producción y liberación de la cadena
adecuada.

En cambio, durante los años 30 y 40 se daba más crédito a las teorías


instructivas. En ellas, el antígeno juega un papel central a la hora de determinar la
especificidad del anticuerpo correspondiente. Se sugería que el antígeno serviría
como un molde alrededor del cual se plegaría la molécula del anticuerpo, que de
esta forma adquiriría su especificidad. Estas teorías, popularizadas sobre todo por
Linus Pauling, podían encajar en aquellos tiempos en que aún existían muchas
lagunas de los conocimientos, pero en los años 50, tras los nuevos descubrimientos
en Biología Molecular (ADN, ARN, código genético, etc.), fueron descartadas.

Una contribución esencial a las ideas sobre el mecanismo de formación de


los anticuerpos la realizó el australiano Macfarlane Burnet (1899-1985), al
establecer su teoría de la selección clonal; ésta argumenta que cada linfocito B,
previamente al contacto con el antígeno, sintetiza un único tipo de anticuerpo,
específico para cada antígeno determinante antigénico), de modo que la unión del
antígeno causa la proliferación clonal del linfocito B, con la consecuente síntesis
incrementada de anticuerpos específicos. Esta teoría resucitó las ideas selectivas, y
actualmente es el paradigma aceptado por todos los inmunólogos. Más
recientemente Niels Jerne ha realizado nuevas aportaciones y refinamientos a la
teoría de la selección clonal, proponiendo un modelo de regulación inmune
conocido como teoría de las redes idiotípicas.

Cabe citar la técnica de producción de anticuerpos monoclonales a partir de


hibridomas, desarrollada originalmente por Cesar Milstein y Georges Kohler en
1975, y que presenta una enorme gama de aplicaciones en biomedicina, o el
desentrañamiento de los fenómenos de reorganización genética responsables de la
expresión de los genes de inmunoglobulinas, por Susumu Tonegawa. Para 1983
James Allison y Kathryn Haskins aíslan el receptor para antígeno de los linfocitos
T. En 1984 Mark Davis y Tak Mak caracterizan los genes del receptor para antígeno
de linfocitos T.

Desde 1901 hasta nuestros días alrededor de 25 científicos han obtenido el


premio Nóbel por distintos descubrimientos que han sido un aporte fundamental en
Inmunología. En dos siglos de historia se han realizado grandes avances científicos
en áreas como: la serología, inmunidad celular, inmunología molecular e
inmunogenética. Mecanismos inmunológicos han permitido explicar la patogénia de
diversas enfermedades: alergias, enfermedades autoinmunes, inmunodeficiencias y
gamapatías monoclonales. Además, se han desarrollado áreas como son la
inmunofarmacología, la inmunología del cáncer y la inmunología de trasplante.
Marco teórico

Un sistema inmunitario, sistema inmune o sistema inmunológico es un conjunto de


estructuras y procesos biológicos en el interior de un organismo que le permiten mantener
la homeostasis o equilibrio interno frente a agresiones externas, ya sean de naturaleza
biológica (agentes patógenos) o físico-química (como contaminantes o radiaciones), e
internas.

El sistema inmunitario se encuentra compuesto por linfocitos, leucocitos,


anticuerpos, células T, citoquinas, macrófagos, neutrófilos, entre otros componentes que
ayudan a su funcionamiento. La detección es complicada ya que los patógenos pueden
evolucionar rápidamente. Produciendo adaptaciones que evitan el sistema inmunitario y
permiten a los patógenos infectar con éxito.

Existen dos tipos de sistemas inmunitarios:

Sistema inmunitario innato (natural o inespecífico): La inmunidad innata, primera


línea de defensa aun sin previo contacto con un agente, media una respuesta inespecífica y
no dependiente de estímulos o infecciones. Reconoce patrones Moleculares que comparten
muchos microorganismos pero que no están presentes en el ser humano, por medio de
receptores de reconocimiento distribuidos en todo el organismo (Tolllike receptors).
Incluye el sistema fagocítalo, el sistema de complemento y las barreras epiteliales naturales.

Sistema inmunitario adquirido (adaptativo o específico):

Representado por los linfocitos T y B, es capaz de reconocer estructuras específicas de


patógenos, para aprender y proliferar también específicamente, e incluso llegar a distinguir
millones de antígenos diferentes en forma simultánea. Se expresa después del sistema
inmune innato.

Estos dos sistemas actúan en concierto y son recíprocos, de manera que el sistema
innato inicia la respuesta inmune y presenta los antígenos al sistema inmune específico.
Este, a su vez, se encarga de aumentar la capacidad del sistema inmune innato para
reconocer antígenos, aumentando el proceso de defensa.

Cuando parte del sistema inmune se encuentra ya sea ausente o alguna de sus
funciones impedidas, puede resultar una enfermedad de inmunodeficiencia. Una
enfermedad de inmunodeficiencia puede ser causada ya sea por un defecto intrínseco en las
células del sistema inmune, o por que algún factor o agente ambiental extrínseco dañe el
sistema inmune.

Podemos definir un antígeno (“anti”, que significa opuesto o con propiedades


contrarias), son todas las sustancias que pueden ser reconocidas por el sistema inmunitario
adaptativo, bien sean propias o ajenas.

Un antígeno suele ser una molécula ajena o toxica para el organismo (por ejemplo,
una proteína derivada de una bacteria), que una vez dentro del cuerpo, atrae y se une con
alta afinidad a un anticuerpo específico. Cada anticuerpo es capaz de lidiar específicamente
con un único antígeno gracias a la variabilidad que le otorga la región determinante de
complementariedad del anticuerpo dentro de la fracción Fab de los mismos.

Cabe señalar que para que un antígeno sea reconocido por un anticuerpo, estos
interactúan por complementariedad espacial. La zona donde el antígeno se une al
anticuerpo recibe el nombre de epitopo o determinante antigénico, mientras que el área
correspondiente de la molécula del anticuerpo es el paratopo. Los nombres químicos de las
proteínas de anticuerpos son “inmunoglobulina” o “gammaglobulina”.

Los anticuerpos varían de molécula a molécula con respecto a cuales


microorganismos se unan. Pueden también variar con respecto a sus funciones
especializadas en el cuerpo. Este tipo de variación en cuanto a las funciones especializadas
es determinada por la estructura química del anticuerpo, la cual a su vez determina la clase
del anticuerpo. Existen 4 tipos principales de anticuerpos o inmunoglobulinas:

Inmunoglobulina G (IgG)

Inmunoglobulina A (IgA)

Inmunoglobulina M (IgM)

Inmunoglobulina E (IgE)

Como se mencionó anteriormente se considera un antígeno a cualquier molécula o


fragmento molecular que puede ser reconocido por una gran variedad de receptores
antigénicos (receptores de células T o receptores de células B) y del sistema inmunitario
adaptativo.
De otro modo los antígenos por si solos no son capaces de provocar una respuesta
inmune protectora sin la ayuda de un adyuvante inmunológico. Los componentes
adyuvantes de las vacunas juegan un papel esencial para la activación del sistema
inmunitario innato.

Un inmunogeno es entonces, en analogía al antígeno, una sustancia (o una


combinación de sustancias) capaz de desencadenar una respuesta inmune protectora cuando
este es introducido al organismo. Entones, un inmunogeno debe iniciar una respuesta
inmune innata, para más adelante continuar con la activación del sistema inmunitario
adaptativo, mientras que un antígeno es capaz de unirse a los productos inmuno receptores
altamente variables (receptores de células T y receptores de células B)

Interacción antígeno-anticuerpo

Los antígenos y anticuerpos interactúan por complementariedad espacial y


no por uniones covalentes. La asociación específica del antígeno y el anticuerpo es
dependiente de los puentes de hidrogeno, las interacciones hidrofóbicas, fuerzas
electrostáticas y las fuerzas de van der Waals; por lo general solo son efectivas en
distancias cortas. Todos estos son uniones débiles no covalentes, aunque algunas de
las asociaciones entre antígeno y anticuerpo pueden ser bastante fuertes. Al igual
que los anticuerpos, los antígenos pueden ser multivalentes, ambos a través de
múltiples copias del mismo epítope, o a través de la presencia de múltiples epítopes
que son reconocidos por múltiples anticuerpos. Las interacciones que involucran
multivalencias pueden producir mayor estabilidad a los complejos, sin embargo la
multivalencia puede también resultar en dificultades estéricas, por lo tanto
reduciendo la posibilidad de unión.

Reacciones antigeno-anticuerpo

Las reacciones antígeno-anticuerpo se estudian más fácilmente "in vitro"


utilizando preparaciones de antígenos y antisueros.

El estudio de las reacciones antígeno-anticuerpo "in vitro" se denomina


serología y es de especial importancia en la microbiología diagnostica.

En las reacciones antígeno-anticuerpo se distinguen 2 fases: la primera consiste en la unión


del antígeno con el anticuerpo y la segunda en las manifestaciones que resultan de dicha
unión. La primera fase se realiza por la combinación de áreas pequeñas tanto del antígeno
como del anticuerpo, denominadas respectivamente determinante antigénico y sitio activo,
que al unirse forman un complejo antígeno-anticuerpo. La reacción es reversible,
siguiendo, por consiguiente, la ley de acción de masas y existen factores externos que
pueden modificar dicha unión, como son: el pH, la temperatura y la fuerza iónica.

Dependiendo de la naturaleza del antígeno y del anticuerpo y de las


condiciones de la reacción se pueden observar diferentes tipos de reacciones
serológicas:

Neutralización

Mediante anticuerpos específicos se pueden neutralizar toxinas, virus o


enzimas, Los anticuerpos neutralizantes requieren un solo tipo de combinación con
el antígeno para poder actuar y así pueden ser univalentes, aunque anticuerpos
bivalentes o multivalentes pueden neutralizar también. Un antisuero que contiene
anticuerpos neutralizantes contra una toxina se denomina "antitoxina"

Precipitación

La reacción de precipitación ocurre cuando se combina un anticuerpo, por lo


menos divalente, con un antígeno soluble y esto conlleva a la formación de
agregados que precipitan. Como las reacciones de precipitación son fácilmente
observables "in vitro", éstas resultan pruebas serológicas muy útiles, especialmente
para medir concentraciones de anticuerpos. Para que la precipitación ocurra en
forma máxima se necesita que tanto el antígeno como el anticuerpo estén en
concentraciones óptimas, cuando cualquiera de los reaccionantes están en exceso
no se pueden formar grandes agregados antígeno-anticuerpo.

Aglutinación

Cuando un antígeno particulado reacciona con su anticuerpo específico


(divalente por lo menos) se observa la formación de grumos o agregados de estas
partículas, esto se conoce como aglutinación. En estas reacciones el determinante
antigénico está sobre la superficie de una partícula o de una célula.
Estas reacciones son más sensibles que las de precipitación para detectar
pequeñas cantidades de anticuerpos, debido a que relativamente pocas moléculas
de anticuerpo pueden unir efectivamente un gran número de partículas de antígeno
en grumos gruesos macroscópicamente visibles. Es por esto que cuando queremos
aumentar la sensibilidad de una reacción de un antígeno soluble con su anticuerpo
específico, se transforma el antígeno soluble en particulado adsorbiendolo o
uniéndolo químicamente a estructuras particuladas tales como esferas de látex o
arcilla coloidal y de esta manera pueden ser detectados los anticuerpos por
reacciones de aglutinación, estos ensayos se conocen como ensayos de aglutinación
pasiva.

También se pueden aglutinar glóbulos rojos y este fenómeno se conoce


como hemaglutinación. Los anticuerpos pueden reaccionar con antígenos de los
glóbulos rojos, u otros antígenos que se pueden adsorber a los glóbulos rojos y
observarse hemaglutinación cuando se una el anticuerpo específico.

. En resumen Reacción Ag – Ac es:

• Cuando un Ac entra en contacto con un Ag contra el que está dirigido, ambos se unen
formándose un complejo Ag-Ac.

• La unión Ag-Ac es reversible.

• La permanencia de la unión depende de:

a. Grado de adaptación entre ambas moléculas.


b. Fuerza y estabilidad de los enlaces que las unen.

Enlaces que intervienen en la unión Ac-Ag

• No son covalentes. Son cuatro tipos:

1. Electrostáticos: Entre grupos iónicos (NH3+ y -COO-) de Prots. distintas.

2. Puentes de hidrógeno entre grupos polares hidrofílicos (-OH, -NH2, -COOH).

3. Hidrofóbicos: Gr. No polares hidrófobos en medio acuoso (cadenas laterales de algunos


AA.)
4. fuerzas de van der Waals: Fuerzas intermoleculares débiles de origen eléctrico que se
ejercen a distancia entre moléculas. • Las fuerzas de unión de cada uno de ellos son
menores que en los covalentes, pero en conjunto consiguen una considerable energía de
unión.

INMUNODEFICIENCIAS

Las inmunodeficiencias se deben a la ausencia o al funcionamiento anormal de uno


o más elementos del sistema inmunitario. Las inmunodeficiencias específicas se
caracterizan por anomalías de las células T o B, los principales componentes del sistema
inmunitario adaptativo. Las inmunodeficiencias inespecíficas afectan a elementos como el
complemento o los fagocitos que desempeñan un papel inespecífico en las respuestas
inmunitarias.

Las inmunodeficiencias primarias son debidas a defectos intrínsecos de las células


que integran el sistema inmunitario, y en la mayoría de los casos aparecen como
consecuencia de anomalías genéticas. Las inmunodeficiencias secundarias son debidas a
factores extrínsecos como las radiaciones, los fármacos, la desnutrición o las infecciones.
Por ejemplo, el SIDA es una inmunodeficiencia provocada por una infección vírica.

CARACTERÍSTICAS DE LAS INMUNODEFICIENCIAS

 Susceptibilidad aumentada a padecer infecciones

 Susceptibilidad aumentada a padecer ciertas neoplasias

 Mayor incidencia de fenómenos autoinmunes

Las inmunodeficiencias hacen a los pacientes más susceptibles frente a las


infecciones. A grandes rasgos, las infecciones que contraen los pacientes
inmunodeprimidos se pueden dividir en dos categorías. Los pacientes con defectos de las
inmunoglobulinas, las proteínas del complemento o los fagocitos son muy susceptibles a las
infecciones recurrentes causadas por bacterias encapsuladas, como Haemophilus
influenzae, Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus. Estas infecciones se
denominan piogénicas, porque las bacterias inducen la formación de pus. Por el contrario,
los pacientes con defectos de la inmunidad celular, es decir, de las células T, suelen
contraer graves infecciones (que pueden resultar fatales) por microorganismos ambientales
de distribución muy amplia, frente a los que los individuos normales desarrollan -
rápidamente resistencia. Por ello, estas infecciones se denominan oportunistas, entre los
microorganismos oportunistas se encuentran las levaduras y algunos virus muy comunes,
como el de la varicela.

El sistema inmune, que se compone de órganos, tejidos, proteínas, y células


especiales, a diario protege a diario a las personas de gérmenes y microorganismos. Es la
defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros invasores. Mediante una serie de
pasos llamados “respuesta inmune”, el sistema inmunológico ataca a los organismos y las
sustancias que invaden los sistemas del cuerpo y causan las enfermedades.

CLASIFICACIÓN DE LAS INMUNODEFICIENCIAS

LAS INMUNODEFIENCIAS PRIMARIAS (IDP):

Las inmunodeficiencias primarias (IDP) son un grupo heterogéneo de desórdenes


generalmente de origen hereditario que afectan la inmunidad celular (Linfocitos T) y
humoral específica (Linfocitos B) o los mecanismos de defensa no específicos del huésped
(células fagocíticas, citocinas, proteínas del complemento, entre otras). Estos desordenes en
el sistema inmune causan una incrementada susceptibilidad a las infecciones y posible
desarrollo de enfermedades autoinmunes. En la mayoría de los casos se manifiestan en los
cinco primeros años de vida (90%), no obstante, pueden presentarse a cualquier edad
incluyendo adultos. Con respecto a su distribución por sexo casi todos los registros
demuestran gran predominio masculino (60-80%). Se estima que 1 de cada 10.000 niños
nacidos vivos presentan a lo largo de su infancia algún tipo de inmunodeficiencia primaria.

Las inmunodeficiencias primarias han sido clasificadas de acuerdo al defecto


molecular que presentan en: Inmunodeficiencias ligadas a X e inmunodeficiencias
autosómicas recesivas. Hasta el momento se han definido unas 100 enfermedades por
deficiencia inmunológica. Sin embargo, esta cifra puede ser aún mayor, si se tiene en
cuenta que de los 40.000 genes estimados en el hombre, entre 1.000 y 10.000 podrían estar
involucrados en el desarrollo y la función de las células del sistema inmune.

Las manifestaciones clínicas de las inmunodeficiencias primarias pueden ser muy


variadas en función del defecto inmunológico, en algunos niños se presenta desmedro en el
crecimiento y en el desarrollo como consecuencia de las 17 infecciones que presentan a
repetición. Otros síntomas que podrían estar asociados a las inmunodeficiencias primarias
son; erupciones y alteraciones en la pigmentación de la piel, anomalías en el desarrollo de
la cara, del sistema esquelético y del corazón. Los defectos que implican alguna alteración
en la función de los linfocitos B dan lugar a infecciones pulmonares recurrentes, a menudo
relacionados con septicemia bacteriana. La carencia de la producción de anticuerpos puede
también aumentar la susceptibilidad a las infecciones por enterovirus dando como resultado
el desarrollo de meningitis viral crónica y giardiasis gastrointestinal. Las células T son
esenciales para el control de la enfermedad viral y fúngica ya que colaboran con las células
B mediante la liberación de citocinas que promueven una respuesta inmune adecuada y
efectiva. Así, desórdenes como la inmunodeficiencia combinada severa de LT y LB da
como resultado una mayor susceptibilidad a los patógenos virales, fúngicos y bacterianos.

Las deficiencias de respuesta inmune específica se clasifican, de acuerdo al Comité


de Expertos de la OMS , en tres categorías generales: a) Inmunodeficiencias combinadas,
b) Deficiencias predominantemente de anticuerpos y c) Inmunodeficiencias asociadas a
otros defectos. Por su parte, las deficiencias de inmunidad innata comprenden: a)
Deficiencias del sistema del complemento y b) Deficiencias de función fagocítica.

Clasificación de las inmunodeficiencias primarias Grupo Científico OMS (1999)


Inmunodeficiencias Combinadas
Inmunodeficiencia Combinada Severa (IDCS) T- B+
a) Ligada al cromosoma X (deficiencia γc)
b) Autosómica recesiva (deficiencia Jak3)
Inmunodeficiencia combinada severa T- Ba)
Deficiencia de RAG 1/ 2
b) Deficiencia de adenosina desaminasa (ADA)
c) Disgenesia reticular
Inmunodeficiencia combinada severa T+ Ba)
Síndrome de Omenn
b) Deficiencia del Rα+IL - 2
Síndrome Hiper IgM ligado a X
Deficiencia de fosforilasa del nucleosido purina (PNP)
Deficiencia de CMH clase II
Deficiencia de CD3 γ o CD3 ε, ZAP-70, TAP-2
Deficiencias Predominantemente de Anticuerpos
Agammaglobulinemia ligada al X / Autosómica recesiva
Deleción gen cadena pesada Igs
Deficiencia cadena Kappa
Deficiencia selectiva de Ig
Deficiencia anticuerpos con Ig normal o elevada
Inmunodeficiencia común variable (IDCV)
Síndrome de Hiper IgM no ligado al X
Hipogammaglobulinemia Transitoria de la infancia
Inmunodeficiencia Asociada a Otros Defectos
Wiskott - Aldrich
Ataxia-Telangiectasia
Anomalía de DiGeorge
ID con albinismo
Síndrome proliferativo ligado a X
Deficiencias de Complemento
Deficiencias de Número y/o Función Fagocítica
Neutropenia congénita
Neutropenia cíclica
Defecto de adhesión leucocitaria
Deficiencia de gránulos específicos
Síndrome de Schwachman
Enfermedad Granulomatosa Crónica
a) Ligada al cromosoma X
b) Autosómica recesiva
Deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa
Deficiencia de mieloperoxidasa
Defectos micobactericidas
a) Deficiencia del receptor IFN γ
b) Deficiencia del receptor IL-12
El aumento reciente sobre el conocimiento de los defectos moleculares de muchas
de las inmunodeficiencias primarias ha llevado a grandes avances en el diagnóstico y
manejo de estas patologías permitiendo clasificarlas de acuerdo al tipo de defecto genético
que presentan en:

INMUNODEFICIENCIAS LIGADAS A X:
ENFERMEDAD GRANULOMATOSA CRÓNICA (EGC)

La Enfermedad Granulomatosa Crónica (EGC) es la inmunodeficiencia primaria por


deficiencia de fagocitos más comúnmente diagnosticada, con una mayor prevalencia en
hombres que en mujeres La EGC es causada por un defecto funcional en varios
componentes de sistema NADPH oxidasa de los fagocitos .Existen dos patrones de
herencia: el primero ligado al sexo, por mutación en el gen de la phox 91 (Xp21.1),
representa la forma más frecuente (65%), de comienzo más temprano y curso más severo y
el segundo; autosómico recesivo por mutaciones en los genes de la phox.

ASPECTOS CLÍNICOS DE LAS INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS

AGAMAGLOBULINEMIA LIGADA AL SEXO (ENFERMEDAD DE


BRUTON): La Agamaglobulinemia ligada a X fue la primera inmunodeficiencia primaria
identificada en 1952 por Bruton, por lo que también es llamada agammaglobulinemia de
Bruton, en esta enfermedad hay ausencia de células B en sangre periférica y órganos
linfoides debido a un defecto molecular que imposibilita la supervivencia de la célula B.
Esta enfermedad afecta exclusivamente a varones, inicia sus manifestaciones clínicas más
tempranamente que otras formas de deficiencias de anticuerpos. Las principales
manifestaciones clínicas son las infecciones recurrentes, pero además de ellas los pacientes
pueden presentar cuadros de artritis crónica o cuadros semejantes a dermatomiocitis. Las
infecciones virales son controladas normalmente en su mayoría con excepción de
infecciones por enterovirus del sistema nervioso central (meningoencefalitis crónica). El
examen físico muestra la ausencia de ganglios linfáticos superficiales y amígdalas. Las
inmunoglobulinas séricas son indetectables o están francamente disminuidas (por lo general
la IgG es menor de 200 mg/dl) y los linfocitos B en sangre periférica están ausentes o muy
disminuidos (menor al 2 %). La inmunidad celular no está afectada.
Esta deficiencia está determinada por una alteración en la proteína kinasa Btk
(Bruton tirosin kinasa), proteína relacionada con la maduración y proliferación del linfocito
B. La falta de actividad de esta proteína como consecuencia de mutaciones en el gen que la
codifica genera un bloqueo en la maduración a nivel del estadio de células pre-B.

SÍNDROME DE HIPER IGM

Se caracteriza por presentar tanto niveles normales como muy elevados de IgM con
marcada hipogammaglobulinemia IgG e IgA. Además de las infecciones recurrentes por
gérmenes extracelulares encapsulados, los pacientes suelen presentar infecciones por
Pneumocystis carinii, episodios de neutropenia, manifestaciones de autoinmunidad
(citopenias hemáticas, artritis) y mayor predisposición a las neoplasias de estirpe linfoide
(linfomas y leucemias). Estos pacientes comúnmente presentan adenomegalias, hipertrofia
amigdalina y hepatoesplenomegalia. El recuento de linfocitos B circulantes es normal y la
inmunidad celular generalmente está conservada.

La falla molecular responsable se ubica en el ligando de CD40, molécula


normalmente expresada en linfocitos T activados, imprescindible para el cambio de isotipo
de IgM a IgG e IgA. Mutaciones en el gen de esta molécula condicionan la falta de síntesis
o la síntesis de una molécula no funcional.

SÍNDROME DE WISKOTT ALDRICH

El síndrome de Wiskott Aldrich (WAS) es una enfermedad recesiva ligada al sexo


con una incidencia mundial de 4 enfermos por cada millón de niños varones nacidos vivos.
Se manifiesta por eczema, infecciones recurrentes y trombocitopenia. Las manifestaciones
suelen aparecer durante el primer año de vida. El eczema adquiere las características de una
dermatitis atópica con gran tendencia hemorrágica. Las infecciones se localizan
principalmente en el tracto respiratorio tanto superior (conjuntivitis, sinusitis, otitis media)
como inferior (bronquitis, neumonías). Los gérmenes responsables son especialmente
microorganismos piógenos (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae). Las
infecciones virales por herpes simple o por varicela zoster suelen ser severas y condicionar
una alta morbimortalidad. El cuadro clínico puede completarse con manifestaciones de
autoinmunidad como vasculitis, glomerulonefritis o anemias.
Las concentraciones de IgM en suero son reducidas, mientras que las
concentraciones de IgA e IgE son elevadas y la IgG se encuentra normal (Lim, 2004). En
algunos casos se puede encontrar un déficit de las subclases de IgG2 e IgG4. La formación
de anticuerpos, especialmente a polisacáridos capsulares bacterianos se encuentra
defectuosa, además los pacientes presentan una pobre respuesta a antígenos de tipo
proteico, como isohemaglutininas y anticuerpos anti-neumococo.

El gen responsable del síndrome del Wiskott Aldrich codifica para la proteína
WASP localizada en el cromosoma Xp11.22-p11.23, se han identificado diferentes
mutaciones localizadas a través del gen, pero la más común envuelve la sustitución de
nucleótidos. La interacción entre la proteína WASP el Cdc42 de la familia GTPasa Rho y el
complejo organizador del citoesqueleto Arp2/3 es muy importante en la transducción de
señales que cuando presentan algún tipo de alteración se refleja en problemas a nivel de
señalización, polarización, movilidad y fagocitosis de las células.

AUTOSÓMICAS RECESIVAS

INMUNODEFICIENCIA COMBINADA SEVERA

Esta forma se presenta solamente en varones y se debe a la falta total de


diferenciación de precursores linfoides pretímicos. Como consecuencia de ello se observa
una marcada linfopenia con ausencia de linfocitos T maduros. Los linfocitos B, que se
encuentran presentes en número normal o incluso aumentado; son funcionalmente
deficientes (agammaglobulinemia). Las células NK están ausentes o francamente
disminuidas con pobre actividad citotóxica .

El defecto molecular responsable se encuentra en la cadena gamma común, cadena


que comparten los receptores para varias citocinas (IL-2, IL-4, IL-7, IL-9 e IL-15). Esta
cadena se encuentra asociada a la tirosina kinasa JAK3, unión necesaria para transmitir la
señal de activación celular hacia el interior de la célula. Mientras que la disfunción de los
receptores para IL-2 e IL-7 genera el bloqueo en el desarrollo de LT, la alteración del
receptor para la IL-15 sería la responsable de la deficiencia de células NK. Diferentes tipos
de mutaciones en el gen que codifica para la cadena gamma del receptor de IL-2 generan
alteraciones en la transcripción necesaria para una síntesis proteica normal.

DEFICIENCIA DE ADENOSIN DEAMINASA (ADA)

La deficiencia de adenosina deaminasa (ADA), representa aproximadamente el 20


% de todos los casos de Inmunodeficiencia combinada severa (IDCS) y el 40 % de los de
transmisión autosómica recesiva. ADA, es una enzima que interviene en el metabolismo de
las purinas, transforma reversiblemente la adenosina en inosina y 2' - deoxiadenosina
(dAdo) en 2' deoxiinosina. La acumulación de adenina y dAdo tiene efectos tóxicos sobre
los linfocitos, especialmente en estadíos inmaduros (timocitos). Además, Ado es
fosforilado en dATP, el cual ejerce un efecto inhibitorio sobre la ribonucleótido reductasa,
enzima requerida para la síntesis del ADN. La enzima S-adenosil – homocisteína hidrolasa
(SAH hidrolasa), enzima necesaria para la normal metilación del ADN, también se ve
inactivada por la acumulación de estos sustratos.

En el 85 % de los casos de deficiencia de ADA las manifestaciones


clínicoinmunológicas corresponden a una IDCS. Se observa una alta incidencia de
alteraciones neurológicas y, en el 50 % de los casos, una displasia osteocondral visible
radiológicamente. Estos individuos presentan una marcada linfopenia con compromiso
variable de las células NK. El diagnóstico se establece documentando una actividad
enzimática deficiente en eritrocitos y linfocitos y/o midiendo las altas concentraciones de
dATP.

DEFECTOS EN LA EXPRESIÓN DE MHC. SE LLAMÓ


ORIGINALMENTE “SÍNDROME DEL LINFOCITO DESNUDO”.

Es una inmunodeficiencia heterogénea desde el punto de vista genético ya que


puede producirse por mutaciones en distintas proteínas que promueven la transcripción de
moléculas MHC clase II. Se hereda de forma autosómica recesiva. El número de células T
CD4+ en la mayor parte de los casos está disminuido, pero el recuento de CD8+ es normal.
Se presenta con hipogamaglobulinemia y ausencia de respuesta de las células T a antígenos
específicos, con respuesta normal a estímulos mitogénicos.
DEFICIENCIA DE LA FOSFORILASA DE PURINA (PNP)

La fosforilasa de purina (PNP) juega un papel importante en la vía salvaje de purina,


la deficiencia de PNP es una enfermedad autosomica recesiva que causa una deficiencia
severa de LT con deficiencias variables en la inmunidad humoral, los pacientes con
deficiencia de PNP presentan infecciones bacterianas, virales y fúngicas recurrentes
usualmente en los primeros años de vida

DEFICIENCIA DE RAG1 Y RAG2

Se hereda en forma autosómica recesiva y resulta de un defecto en el proceso de


recombinación de los fragmentos VDJ en la recombinación genética de las
inmunoglobulinas, a consecuencia de esto se interrumpe totalmente la diferenciación de
linfocitos T y B. La diferenciación de células NK no se ve afectada por lo cual el número y
la funcionalidad de estas células se encuentra conservado.

Rag1 y Rag2 (recombinase-activating gene 1 ó 2) forman un complejo con actividad


endonucleasa requerido para iniciar el proceso de recombinación de los genes VDJ durante
la formación de los receptores para antígenos tanto de los linfocitos T (TCR) como de los B
(BCR). Estos receptores son necesarios para transmitir señales de sobrevida en precursores
linfoides durante el desarrollo de las células T y B. Distintas mutaciones en los genes Rag1
o Rag2 son responsables del desarrollo de la enfermedad.

DEFICIENCIA DE ZAP70

Esta deficiencia se transmite en forma autonómica recesiva. La proteína ZAP 70


(zeta associated protein 70), proteína kinasa expresada exclusivamente en linfocitos T y
células NK, juega un papel esencial en el proceso de selección positiva y negativa durante
la maduración tímica de los linfocitos T, principalmente para los linfocitos que expresan el
marcador CD8. Se encuentra unida a la cadena ζ del complejo CD3 interviniendo en la
señalización de estas células.
Mutaciones en el gen ZAP 70 (o SRK) generan un cuadro de inmunodeficiencia
celular variable en cuanto a su severidad. Es Característico encontrar en los niños valores
normales de linfocitos T CD3+ con predominio de CD4+ y ausencia o

disminución marcada de los CD8+. A pesar de encontrarse en número total normal o


incluso elevado, estos linfocitos CD4+ son incapaces de responder a la estimulación in
vitro frente a mitógenos específicos o células alogénicas. Los linfocitos B y las células NK
son normales tanto en número como en función .

DEFICIENCIA DE JAK3

Esta enfermedad se transmite con un patrón de herencia autosómico recesivo. El


defecto molecular se encuentra en la proteína kinasa JAK 3 (Janus associated kinase 3),
proteína asociada al dominio intracelular de la cadena gamma común que interviene en la
transducción de la señal generada tras la unión de las citocinas a sus respectivos receptores,
señal necesaria para que se complete el desarrollo de linfocitos.

DEFICIENCIA DE ADHESIÓN LEUCOCITARIA

Esta enfermedad de se debe a la falta de expresión de un grupo de proteínas


expresadas en la superficie celular denominadas moléculas de adhesión (LAD-1 y LAD-2).
LAD-1, de herencia autosómica recesiva, comprende defectos en las cadenas β (CD18) de
las moléculas LFA1 (CD11a-CD18), CR3 (CD11b-CD18) y glucoproteína 150-95 (CR4 o
CD11c-CD18). La edad de comienzo de las manifestaciones clínicas y su gravedad
dependen del grado de expresión de las moléculas. Las formas severas (menos del 1% de
expresión) presentan sus primeras manifestaciones en el período neonatal con retardo en la
caída del cordón umbilical y posterior onfalitis, piodermitis necrotizantes, neumonía o
sepsis por S. aureus, Pseudomonas aeruginosa o Escherichia coli. Las formas moderadas
(expresión entre 10-20%) se presentan en edades más avanzadas con otitis media aguda,
fístulas de tejido celular subcutáneo (especialmente perianales) y periodontitis. Es típico
encontrar lesiones carentes de pus y a nivel hematológico se encuentra una marcada
neutrofilia.
El diagnóstico se confirma demostrando por citometría de flujo la ausencia o
disminución de la expresión de la molécula CD18 en la superficie celular. Las formas
severas tienen un curso fatal en los primeros años de vida por lo cual deben ser sometidas a
un transplante de medula ósea alogénico. Para LAD-2 se ha visto un número reducido de
pacientes con manifestaciones similares a LAD 1, acompañadas de talla baja y retardo
mental, en los que se ha encontrado deficiencia de otra molécula denominada Sialil-Lewis
X (CD15s).

SÍNDROME DE CHEDIAK HIGASHI

Es un desorden autosomico recesivo de todos los gránulos lisosomales contenidos


en las células con características clínicas que envuelven los sistemas hematopoyeticos y
neurológicos (Mackay, 2000). Esta enfermedad es transmitida como un rasgo autosomico
recesivo que se origina por mutaciones del gen chs1 que codifica para la proteína LYST,
esta proteína es muy importante para la regulación del transporte lisosomal y la función del
citoesqueleto. Este defecto impide la formación normal de los fagolisosomas y de los
melanosomas, vesículas importantes en el proceso de fagocitosis.

Las características clínicas de este síndrome son infecciones bacterianas recurrentes


especialmente por S. aureus y estreptococos β-Hemolíticos, defectos en los nervios
periféricos, retardo mental, albinismo ocular y cutáneo parcial, disfunción plaquetaria y
enfermedad periodontal severa.

SÍNDROME LINFOPROLIFERATIVO AUTOINMUNE

Se origina por mutaciones en el gen que codifica para la proteína adaptadora


SH2D1A que acopla moléculas que se encuentran en la superficie de los leucocitos e
interviene en las vías de señalización intracelular. La función principal de esta molécula
parece ser la regulación negativa de las señales de activación de los linfocitos T, por lo
tanto en estos pacientes se describe una proliferación linfocitaria descontrolada.

La enfermedad se manifiesta generalmente antes de los 5 años, los niños afectados


no presentan sintomatología hasta que desarrollan alguna infección por microorganismos
intracelulares como el virus de Epstein Barr el desencadenante mas común de la
sintomatología.

ATAXIA TELANGIECTASIA

La ataxia telangiectasia es una enfermedad de transmisión autosómica recesiva


caracterizada por presentar ataxia cerebelosa, telangiectasias oculo- cutáneas e infecciones
recurrentes. Estas últimas se presentan por lo general en forma de otitis, bronquitis
purulentas o neumonías. La ataxia que suele hacerse evidente cuando el niño empieza a
caminar, tiene curso progresivo llevando a una gran incapacidad. Las telangiectasias
aparecen a edades variables, por lo general antes de los 5 años de edad en conjuntiva bulbar
y/o pabellones auriculares (Oleastro, 2001).

Es característico encontrar la α-feto proteína elevada en un 95 % de los casos. La


IgG puede encontrarse dentro de los valores normales o incluso estar disminuida, y puede
estar asociada o no a deficiencias de IgG2 o IgG4. En la gran mayoría de los casos la IgA
esta ausente al igual que la IgE. La IgM puede estar normal o elevada. La inmunidad
celular, inicialmente poco afectada, va mostrando con el tiempo una franca linfopenia

Una característica muy particular de este cuadro es la hipersensibilidad a las


radiaciones ionizantes y la falla en los mecanismos normales de reparación del ADN
responsables de rupturas cromosómicas que involucran particularmente a los genes que
codifican para los receptores para el antígeno en el linfocito T y para las inmunoglobulinas
de superficie en los linfocitos B. El pronóstico es desfavorable y actualmente no se cuenta
con un tratamiento adecuado. Los pacientes suelen fallecer en la segunda década de sus
vidas por secuelas pulmonares o enfermedad linfoproliferativa.
PRUEBAS INMUNOLÓGICAS DE LABORATORIO

PRUEBAS DIAGNOSTICAS

La valoración de la inmunocompetencia en un individuo con sospecha de


inmunodeficiencia primaria requiere de un análisis cuantitativo, cualitativo o estructural y
de estudios funcionales que permitan detectar alteraciones en sus mecanismos de defensa.
De acuerdo con el mecanismo de defensa que se quiere evaluar existen diferentes estudios
que se pueden organizar por niveles de complejidad

PRUEBAS DE PRIMERA ETAPA

Adicional a los datos de la historia clínica y el examen físico, los análisis


paraclínicos básicos aportan información valiosa para orientar los estudios posteriores. Los
estudios de primera etapa para estudiar inmunocompetencia son: Cuadro hematico con
velocidad de sedimentación globular, frotis de sangre periférica (FSP) con recuento
plaquetario, electroforesis de proteínas sericas y estudios imagenológicos (Rugeles, 2004).
El FSP es el estudio de las células sanguíneas por medio de la observación en un
microscopio de preparaciones coloreadas, ha sido uno de los exámenes más antiguos e
importantes en el laboratorio clínico y su práctica es de gran utilidad en hematología ya que
permite visualizar la morfología celular, estimar el número de células en sangre periférica y
determinar la eventual presencia de elementos atípicos. Los resultados obtenidos con este
estudio son un reflejo del funcionamiento de la médula ósea y de los factores que influyen
en las diferentes poblaciones celulares. Este método permite la evaluación del estado de
maduración, las características tintoriales, el contenido de los gránulos, las inclusiones y
formas celulares, todo lo cual se correlaciona con la fisiopatología de ciertas enfermedades,
y puede proporcionar una adecuada orientación en la evaluación de la respuesta inmune y
un manejo inicial simplificado de los pacientes.

El FSP es una herramienta de gran valor en la evaluación del paciente con infección
recurrente, sus hallazgos cualitativos y cuantitativos son claves para la orientación
diagnóstica inicial de una IDP.

La electroforesis es un método de laboratorio en el que se utiliza una corriente eléctrica


controlada con la finalidad de separar biomoleculas según su tamaño y carga eléctrica, a
través de una matriz gelatinosa. Es muy útil en el diagnóstico de trastornos humanos para
proteínicos como mieloma múltiple y algunas inmunodeficiencias primarias.

En algunas ocasiones se puede detectar con esta técnica una notable disminución en
las concentraciones de gamma globulinas sericas como en el caso de la
hipogammaglobulinemia). Por este método no se puede detectar la reducción de IgA o IgM
a valores muy bajos, ya que representan una fracción relativamente pequeña del total de
inmunoglobulinas séricas.

PRUEBAS DE SEGUNDA ETAPA

PRUEBAS PARA MEDIR LA PRODUCCIÓN DE ANTICUERPOS

Existe un número de defectos bien definidos en las células que participan en la


respuesta inmune humoral, ciertas características como son el desarrollo de infecciones en
las primeras etapas de la vida y fallas en la respuesta adecuada a estas, aún después de un
tratamiento farmacológico, hacen pensar en algún tipo de deficiencia de linfocitos B. La
deficiencia de linfocitos B puede ser relativamente moderada y no presentar síntomas
mayores o puede llevar a una deficiencia severa con una completa pérdida en la síntesis y
secreción de anticuerpos.

La evaluación en la producción de anticuerpos incluye varias pruebas de laboratorio,


como: cuantificación de los niveles sericos de inmunoglobulinas, medición de subclases en
los isotipos que las presentan, producción de anticuerpos específicos y cuantificación de
linfocitos B entre otras.

CUANTIFICACIÓN DE INMUNOGLOBULINAS

El estudio de las principales clases de inmunoglobulinas A, G y M, es de especial


interés en el laboratorio de inmunología. La determinación de estas inmunoglobulinas
contribuye significativamente al diagnóstico de diversas enfermedades como
inmunodeficiencias, gammapatías monoclonales, enfermedades infecciosas crónicas y
agudas entre otras. Sus cifras séricas dependen de diversos factores del desarrollo,
genéticos y ambientales. Éstos incluyen: características étnicas, edad, sexo, antecedentes de
alergia, o infecciones recidivantes y factores geográficos. Habitualmente en el laboratorio
se cuantifican los niveles de IgG, IgM e IgA, los niveles de IgD e IgE no se realizan de
rutina.

Se han estandarizado varios métodos para la cuantificación serica de las


inmunoglobulinas. El clásico es la inmunodifusión radial que fue utilizada en por varios
años. Actualmente el método más usado para la cuantificación de inmunoglobulinas es la
turbidimetria, esta técnica es la medida de la turbidez de una solución o suspensión en la
que la cantidad de luz transmitida se cuantifica con un espectrofotómetro o se estima
mediante comparación visual con soluciones de turbidez conocida.

MEDICIÓN DE SUBCLASES DE INMUNOGLOBULINAS

Las inmunoglobulinas se han agrupado en diferentes subclases de acuerdo a


diferencias que se encuentran en las cadenas pesadas. La IgG se subdivide en IgG1, IgG2,
IgG3 e IgG4.

Una deficiencia en las subclases de IgG puede resultar en la producción alterada de


ciertos tipos de anticuerpos. La deficiencia selectiva de anticuerpos más frecuentemente
identificada, es una respuesta defectuosa a antígenos de polisacáridos, como los presentes
en la cápsula de neumococo, meningococo y Hemophilus influenzae tipo B. Dado que la
IgG2 es el isotipo de anticuerpo predominante en respuesta a determinados polisacáridos,
niveles disminuidos de esta subclase de IgG es la razón de una pobre respuesta a
infecciones por bacterias encapsuladas. Su cuantificación en el laboratorio se hace
principalmente por la técnica de nefelometría.

La nefelometría se utiliza principalmente para medir las reacciones


antígenoanticuerpo, la determinación nefelométrica de los antígenos se lleva a cabo por la
adición de cantidades constantes de antisuero específico a diversas cantidades de antígeno.
Los reactantes resultantes de antígeno y anticuerpo se colocan en un recipiente bajo un rayo
de luz y el grado de dispersión de la luz se mide en una celda fotoeléctrica como densidad
óptica.
ISOHEMAGLUTININAS

Dependiendo de la edad del paciente y su grupo sanguíneo es posible medir la


presencia de anticuerpos naturales o isohemaglutininas anti-A y anti-B, estos anticuerpos
son predominantemente de clase IgM dirigidos contra antígenos del grupo sanguíneo. Es
una prueba útil en casos de inmunodeficiencias con falla selectiva para la formación de IgM
por ejemplo el síndrome de Wiskott Aldrich.

PRODUCCIÓN DE ANTICUERPOS IGG ESPECÍFICOS

Otra prueba funcional es la medición de anticuerpos post-vacúnales, con vacunas


de bacterias encapsuladas como Haemophilus influenzae y Neumococo. La presencia de
anticuerpos producidos en respuesta a estas vacunas son indicativos de una buena respuesta
inmune de tipo humoral; sin embargo, cuando existe fallas a este nivel no se encuentran
anticuerpos, especialmente de tipo IgG, contra estos microorganismos y se asocia a una
inmunodeficiencia primaria por deficiencia de anticuerpos específicos.

Los métodos de cuantificación de anticuerpos específicos circulantes se realizan en


su mayoría utilizando análisis inmunoenzimaticos (ELISA). En esta técnica el componente
de fase sólida es un antígeno, el anticuerpo por detectarse se une al antígeno y luego se
agrega un anti-anticuerpo unido a una enzima, posteriormente se agrega el sustrato de la
enzima y al reaccionar se forma un producto colorido que se mide
espectofotométricamente. La técnica de ELISA es una prueba altamente sensible y
especifica.

CUANTIFICACIÓN DE LB POR CITOMETRÍA

Los LB expresan diversas moléculas de superficie que se pueden detectar por medio
de anticuerpos monoclonales. Las células B maduras expresan CD19, CD20 y HLA-DR.
Las células B inmaduras pueden expresar moléculas adicionales.

como CD10. Los anticuerpos monoclonales marcados con fluorocromos se utilizan para
detectar células que tienen los marcadores de LB-
La cuantificación de los LB se realiza mediante citometría de flujo. La Citometría
de Flujo (CMF) es una técnica de análisis celular multiparamétrico cuyo fundamento se
basa en hacer pasar una suspensión de partículas (generalmente células) alineadas por
delante de un haz de láser focalizado. El impacto de cada célula con el rayo de luz produce
señales que corresponden a diferentes parámetros de la célula y que son recogidos por
distintos detectores. Estos convierten dichas señales en señales electrónicas que
posteriormente serán digitalizadas para permitir la medida simultánea de varios parámetros
en una misma célula. Estos parámetros son: - Parámetros relacionados con
características intrínsecas de la célula, como su tamaño y la complejidad de su núcleo y
citoplasma. - Parámetros relacionados con características antigénicas de cada célula
(inmunofenotipo). Por lo tanto, la CMF es capaz de identificar una célula por medio de sus
características antigénicas y/o por sus características morfológicas de tamaño y
complejidad.

La representación grafica de las poblaciones celulares usualmente se realizan


utilizando diagramas de puntos. Estos diagramas son usados habitualmente tanto en la
adquisición celular como en su análisis y se presentan sobre un eje de coordenadas X/Y.
Las poblaciones celulares, representadas por agrupaciones homogéneas de puntos, se
situarán dependiendo de sus características físicas de dispersión (SSC/FSC) y antigénicas

PRUEBAS PARA MEDIR LA INMUNIDAD MEDIADA POR LT

HIPERSENSIBILIDAD CUTÁNEA RETARDADA

La prueba de hipersensibilidad cutánea retardada es considerada como una


correlación In Vivo de la inmunidad mediada por células, puede ser usada como método de
monitoreo para defectos en la inmunidad mediada por células. El procedimiento de esta
prueba consiste en la inoculación intracutanea de una cantidad definida de un antígeno
conocido como PPD (derivado proteico purificado) o Candida Albicans. El sitio de la
inyección se observa por aproximadamente 48-72 horas, observando la aparición de una
pápula, si esta pápula tiene un diámetro mayor de 2 mm se considera positiva (Folds, 2003).
La mayoría de individuos inmunocompetentes presentan una prueba positiva a por
lo menos uno de los dos antígenos, mientras que los individuos con algún tipo de
inmunodeficiencia presentan resultados negativos

SUBPOBLACIONES DE LT POR CITOMETRÍA

Los linfocitos T, poseen dos subgrupos que pueden distinguirse por dos proteínas de
superficie especificas para cada uno; los linfocitos T ayudadores expresan en su superficie
la molécula CD4 y los linfocitos T citotóxicos expresan CD8. La mayor parte de los LT
CD8+ tienen actividad citotóxica es decir, tienen la propiedad de destruir células que
expresen moléculas extrañas en su superficie, estos linfocitos son muy importantes en la
defensa contra infecciones virales. Los linfocitos CD4+ funcionan como células
cooperadoras promotoras de la proliferación, maduración y función inmunitaria de otros
tipos celulares mediante la secreción de citocinas (Stites, 1999). Aproximadamente el 70%
de los linfocitos T de sangre periférica son CD4+ o CD8+ (Stites, 1999) y su cuantificación se
realiza principalmente por la técnica de citometría de flujo.

CUANTIFICACIÓN DE MOLÉCULAS DE SUPERFICIE POR CITOMETRÍA

Los LT expresan en su superficie diversas moléculas como moléculas de adhesión


entre las que se encuentran las Caherinas, la súper familia de las inmunoglobulinas, las
Integrinas, Selectinas y el Proteoglicano. También se encuentran receptores como el TCR y
los receptores tipo Toll al igual que moléculas coestimuladoras como el CD28. Todas estas
moléculas pueden ser identificadas mediante citometría de flujo, siempre que exista el
anticuerpo monoclonal específico para cada una.

CITOTOXICIDAD MEDIADA POR LT CD8+ Y NK

La citotoxicidad celular constituye uno de los mecanismos efectores de algunas


poblaciones celulares especializadas del sistema inmune. Consiste en la capacidad para
interaccionar con otras células y destruirlas. Este mecanismo de respuesta interviene en la
defensa frente a infecciones víricas y células neoplásicas, así como en la destrucción de
células alogénicas en transplante de órganos. Se consideran como prototipos de las células
especializadas en dicha función a los linfocitos T CD8+ y a las células natural killer.

La prueba de citotoxicidad por liberación de cromio se describió hace más de dos


décadas y ha sido la técnica de mayor uso para la determinación de LT CD8+ específicos
de antígeno. Sin embargo, presenta una limitada sensibilidad y el uso de un isótopo
radiactivo (51 Cr) puede ser complicado. El principio básico de la prueba de citotoxicidad
radica en la capacidad de los LT CD8+ de lisar la célula blanco mediante la liberación de
perforina. La célula blanco que a su vez presenta el antígeno esta marcada con cromio. Una
vez el complejo peptido/CMH es reconocido por la célula efectora en este caso el linfocito
T CD8+ se induce la lísis mediada por perforina con la liberación del 51Cr al medio. El
sobrenadante es recuperado y leído en un contador gama, el resultado se obtiene en cuentas
por minuto.(Herrera, 1999).

CUANTIFICACIÓN DE CÉLULAS NK

Las células NK son un componente importante del sistema inmune innato, son
capaces de lisar las células infectadas por virus o células tumorales y son la fuente de una
gran variedad de citocinas, cuando se presentan defectos en este tipo de células se
incrementa la posibilidad de presentar mayor susceptibilidad a infecciones virales.

La cuantificación de las células NK se realiza por citometría de flujo, estas células


coexpresan en su superficie las moléculas CD16/CD56 por lo que es bastante sencilla su
cuantificación en sangre periférica (Figura 9) (Folds, 2003).

PRUEBAS PARA MEDIR LA FUNCIÓN DE LAS CÉLULAS FAGOCÍTICAS

Los neutrófilos son leucocitos derivados de la medula ósea con una vida media
finita, que tienen una función principal en la defensa contra infecciones ocasionadas por
diferentes microorganismos. El neutrófilo desempeña una función principal como célula
efectora o asesina. Sin embargo, en el flujo sanguíneo y en los espacios extravasculares, los
neutrófilos ejercen efectos antimicrobianos a través de interacciones con anticuerpos,
complemento y factores quimiotacticos (Stites, 1999).

Los defectos en la función de los neutrófilos se pueden clasificar como cuantitativos


o cualitativos. En los trastornos cuantitativos el número total de neutrófilos de función
normal se encuentra bastante disminuido. En los trastornos cualitativos el numero total de
neutrófilos se encuentra normal pero no pueden ejercer sus funciones microbicidas
normales (Stites, 1999).
Para poder evaluar el tipo de defecto que presentan estas células existen varias
clases de pruebas de laboratorio como la reducción de NBT, la medición de radicales libre
de oxigeno y la expresión de beta-2 integrinas, entre otras.

REDUCCIÓN DE NBT

La muerte de un microorganismo después de su fagocitosis se debe a la producción


de iones superoxido, que ayudan a la muerte del microorganismo. En algunas enfermedades
la fagocitosis no tiene ningún problema pero la producción de sustancias toxicas para el
microorganismo no ocurre eficientemente, por lo que la destrucción no se lleva a cabo
correctamente.

El azul de tetrazolio nitrado (NBT) es un compuesto claro, amarillo y soluble en


agua que al reducirse forma el formazan, tinción de color azul oscuro. Los neutrófilos
pueden reducir el colorante después de la ingestión de látex u otras partículas, subsecuente
a la descarga metabólica abrupta generada por la vía derivada del monofosfato de hexosa.
(Stites, 199).

La reducción del NBT es una prueba útil para analizar la integridad metabólica de
los neutrófilos ya que la falla en la reducción del colorante se asocia con enfermedad
granulomatosa crónica por lo tanto los neutrófilos de estos pacientes no pueden dar muerte
a ciertos microorganismos intracelulares ni generar radicales superoxido (Stites, 1999).

Medición de radicales libres de oxigeno

El desbalance en la producción de especies reactivas de oxígeno y la defensa


antioxidante provoca un daño oxidativo conocido como estrés oxidativo, que lleva a una
gran cantidad de cambios fisiológicos y bioquímicos, los cuales provocan el deterioro y
muerte celular. Se puede medir este tipo de daño mediante métodos directos e indirectos.

Entre los métodos directos está la medición de la concentración de agentes


oxidantes, que es muy difícil debido a su corta vida media. El uso de la espectrometría de la
resonancia de rotación (espín) de electrones, es la única técnica analítica que mide
directamente las especies oxígeno reactivas, pero debido a su costo y complejidad su
aplicación en el ser humano es difícil. Los métodos indirectos se realizan mediante la
determinación de los productos finales de la acción oxidante sobre algunas moléculas
biológicas tales como los lípidos, ácidos nucleicos y proteínas. Los métodos para medir
peróxidos lipídicos son el patrón de oro, cuando se trata de probar el papel de los oxidantes
en algún tipo de daño celular. Es posible medir los dienos conjugados derivados del ácido
araquidónico mediante espectrofotometría UV, los hidroperóxidos lipídicos mediante
cromat ografía líquida de alta presión (Gastell)

Quimiotaxis

La locomoción direccional de los neutrófilos hacia diversos estímulos


quimiotacticos se cuantifican mediante el uso de la cámara de boyden. Las células por
analizar se colocan en la parte superior y se separan de la cámara inferior que contiene la
sustancia quimiotatica mediante una membrana de filtro de poro pequeño. Los neutrófilos
pueden atravesar el filtro, pero se atrapan en el tránsito hacia la membrana y luego de un
periodo de incubación, el filtro se tiñe y se observa al microscopio (Figura 10) (Stites,
1999).

Fagocitosis y actividad bactericida de los neutrófilos

La ingestión de microorganismos por neutrófilos es un proceso que requiere la


producción de energía por parte de la célula fagocítica. La internación de microorganismos
recubiertos de anticuerpos y complemento se presenta muy rápido después del contacto con
neutrófilos ya que los procesos intracelulares subsecuentes dependen del éxito de la
fagocitosis. Las pruebas para fagocitosis proporcionan un método rápido y relativamente
simple para evaluar el proceso fagocítico en general (Stites, 1999).

Adherencia

En el proceso de fagocitosis es importante el mecanismo de adhesión de las células


fagocíticas al endotelio vascular, ya que se sabe que el neutrófilo se encuentra en un estado
de “patrullaje” permanente y que el mecanismo de adherencia esta mediado por una serie
de citocinas y factores químicos que lo inducen a llevar a cabo el proceso de fagocitosis.
4.2.2.4 PRUEBAS PARA MEDIR SISTEMA DEL COMPLEMENTO

El sistema del complemento trabaja en asocio con otros componentes del sistema
inmune innato y adaptativo, proporcionando vías y mecanismos para la destrucción de
microorganismos o células dañadas. Esta conformado por más de 40 glicoproteinas que
trabajan en cascada y existen en el plasma en forma de precursores.

La mayoría de las proteínas del complemento son codificadas por genes


autosomicos. Sin embargo, individuos con defectos heterocigóticos usualmente son
asintomáticos, en contraste los pacientes que presentan condición homocigota son
sintomáticos y pueden ser detectados mediante la realización de pruebas funcionales. Las
pruebas de laboratorio especificas para los componentes del complemento incluyen: CH50,
cuantificación de C3 y C4 e inhibidor de C1 estereasa entre otros (Folds, 2003).

4.2.2.4.1 CUANTIFICACIÓN DE C3 Y C4

Muchas de las proteínas del complemento pueden ser cuantificadas por métodos
inmunoquimicos como nefelometría, inmunoprecipitación, turbidimetria, RIA y ELISA
(Wen, 2004). Actualmente la técnica más utilizada es la turbidimetria.

COMPLEMENTO HEMOLÍTICO 50 (CH50)

La prueba de CH50 esta basada en un ensayo hemolítico, en el que un complejo


inmune es formado por la adición de anticuerpos que interactúan con antígenos de la
superficie de los glóbulos rojos de carnero. Cuando el complemento es activado por los
anticuerpos que se encuentran fijados sobre la superficie de los glóbulos rojos, estos son
lisados y la hemoglobina es liberada. Los resultados son expresados en base a la última
dilución del suero que causa lisis del 50% de las células.

CD59 EN ERITROCITOS

El antígeno CD59 es un regulador fisiológico de la activación del complemento, se


encuentra disminuido o ausente en ciertas poblaciones de las células sanguíneas,
condicionando una mayor susceptibilidad a hemólisis intravascular, mediada por
complemento.

La técnica de citometría de flujo es la más utilizada para El empleo de anticuerpos


monoclonales fluorescentes específicos y su detección por citometría de flujo permite la
demostración de deficiencias, aún cuando las poblaciones celulares afectadas sean escasas.
Por ello, es común que en pacientes con esta enfermedad, la citometría de flujo sea
diagnóstica, aun cuando las pruebas tradicionales de hemólisis en medio ácido o en
presencia de inulina, que requieren de abundancia de células deficientes, arrojen resultados
negativos (Argüelles, 2002)

PRUEBAS DE TERCERA ETAPA

PRUEBAS PARA MEDIR LA PRODUCCIÓN DE ANTICUERPOS

PRODUCCIÓN DE ANTICUERPOS IN VITRO

La activación de los LB por antígenos o mitógenos genera cantidades pequeñas,


pero detectables de inmunoglobulinas policlonales. Después de 7-10 días de cultivo, estos
productos se miden mediante RIA o ELISA (Stites, 1999). El RIA es una técnica de análisis
en el que una pequeña cantidad de sustancia marcada radiactivamente, es desplazada de su
unión específica por otra similar no marcada que va a competir con la sustancia marcada
radiactivamente. Al sistema de fijación elegido se le agrega una cantidad indeterminada de
antígeno marcado, posteriormente se le agrega una cantidad de antígeno sin marcar o sea el
suero problema, así se establece la competencia por los sitios de unión del anticuerpo, sigue
la incubación a 37 grados Celsius, procediendo a los lavados mediante los cuales se realiza
la separación del antígeno unido y del libre, de la cantidad de antígeno marcado fijado a
diferentes concentraciones se hace una curva que permite encontrar cualquier concentración
de antígeno no marcado que sea desconocido (Arano, 2002). Sin embargo, esta prueba ya
no se realiza de rutina en el laboratorio.

Western blot para BtK, BLNK, NEMO

Las Btk, BLNK y NEMO, están relacionadas con la maduración y proliferación del
linfocito B, y se pueden determinar por Western Blot. En la prueba de Western blot primero
se debe hacer una electroforesis en gel de duodecil sulfato sodico poliacrilamida (SDS-
PAGE), luego las proteinas obtenidas se transfieren a una matriz de soporte por ejemplo
nitrocelulosa donde se emplea un anticuerpo primario para localizar la proteína de interés
en este caso Btk, BLNK o NEMO, un segundo anticuerpo marcado con una enzima y
contra la especie en la que se produjo el anticuerpo monoclonal que usualmente es ratón. El
anticuerpo secundario se puede marcar de diversas formas con el fin de producir una señal
detectable, que va a ser observada como bandas en el papel de nitrocelulosa (Stites, 1999)

Análisis de polimorfismos conformacionales de cadena sencilla (SSCP)

SSCP es el método más simple y más usado para la detección de mutaciones. El


PCR se utiliza para amplificar la región del interés y el DNA resultante es separado como
una molécula de cadena sencilla por electroforesis en un gel de poliacrilamida no
denaturante. Cada uno de los filamentos de DNA migrara de manera diferencial de los otros
si presenta alguna mutación así sea de una sola base, se cree que estos diferentes patrones
de migración se deben a cambios en la estructura terciaria del DNA. Estas mutaciones son
detectadas como bandas nuevas en los “autoradiogramas” (detección radiactiva) ya sea por
tinción de plata o por el uso de primers fluorescentes que posteriormente se analizaran en
un secuenciador automatizado (Youil, 1996)

Pruebas para medir la inmunidad mediada por LT

Linfoproliferación con mitógenos

En esta prueba se busca medir la habilidad de los linfocitos para proliferar en


respuesta a una variedad de estímulos como son los mitógenos. Se han empleado diversas
lectinas de plantas y otras sustancias como la fitohemaglutinina y la concavalina A para
evaluar la función de linfocitos humanos. En esta técnica se obtienen linfocitos mediante
gradiente de densidad Ficoll Hypaque y se establecen cultivos por triplicado en microplacas
a una concentración de 1x 106 linfocitos por mililitro, se añaden los mitógenos a diversas
concentraciones, los cultivos se incuban a 37°C al 5% de CO2 durante 72 horas. En este
tiempo los mitógenos han producido su efecto máximo sobre la síntesis de DNA. La
síntesis de DNA se mide mediante el marcaje de los cultivos con intermitencias de timidina
tritiada (3H-Tdr), este es un precursor de nucleósido que se incorpora en el DNA que se
acaba de sintetizar. La cantidad de 3H-Tdr incorporada es relativa a la velocidad de síntesis
del DNA y se determina por la cuenta de centelleos en un espectrofotómetro de líquido de
centelleo (Stites, 1999).

Cuantificación de la producción de citocinas In vitro

Esta técnica consiste en el cultivo de células mononucleares de sangre periférica con


un antígeno especifico y anticuerpos coestimuladores, luego de aproximadamente 6-8 horas
se pueden medir las citoquinas en el sobrenadante del cultivo. La proporción de citoquinas
secretadas por las células en el cultivo se puede determinar por ELISA, ELISPOT y mas
recientemente por citometría de flujo (Folds, 2003). El ELISPOT o ensayo de inmunospot
conjugado a actividad enzimática, esta diseñado para cuantificar células individuales que
están secretando una proteína concreta in vitro. Está basado en el protocolo básico de
ELISA, originalmente diseñado para el análisis de células secretoras de anticuerpos
determinados, se ha adaptado para poder medir frecuencia de células produciendo y
secretando moléculas efectoras (citocinas), en estado de reposo, tras estimulación o en
estados patológicos.

Western blot para ZAP-70, JAK3 y STAT-1

La proteína ZAP-70 se encuentra expresada exclusivamente en linfocitos T y células


NK y juega un papel esencial en el proceso de selección positiva y negativa durante la
maduración tímica de los linfocitos T. la proteína kinasa JAK3 esta asociada al dominio
intracelular de la cadena gamma común que interviene en la transducción de la señal
generada tras la unión de las citocinas a sus respectivos receptores, señal necesaria para que
se complete el desarrollo de linfocitos, estas proteínas se encuentran alteradas
principalmente en la inmunodeficiencia combinada severa, por lo que su analisis se hace
muy importante en el diagnostico de esta patología. Su cuantificación se puede realizar
mediante la prueba de western blot utilizando anticuerpos monoclonales anti- ZAP70,
JAK3 y STAT-1.
Pruebas para medir la función de células fagocíticas

Western blot para proteínas del sistema NADPH oxidasa

Para realizar la prueba de Western Blot para evaluar el sistema NADPH oxidasa se
realiza primero una electroforesis en gel de poliacriamida (SDS-PAGE) de la membrana
del neutrófilo y sus fracciones citosolicas. A las bandas obtenidas de esta electroforesis se
le agregan anticuerpos monoclonales del ratón contra gp91phox, gp22phox, p47phox o
p67phox y se detectan con un anticuerpo anti IgG de ratón conjugada con fosfatasa alcalina
(Boer,1998).

Prueba de fijación de Complemento

Una propiedad importante del sistema del complemento es que sus


componentes son enzimáticamente alterados durante la reacción, de modo que no
reaccionarán en una nueva secuencia de reacciones, es decir si el complemento es
consumido durante las reacciones antígeno-anticuerpo esto es llamado fijación de
complemento y ocurre cuando un anticuerpo de tipo IgG o IgM reacciona con el
antígeno en presencia de complemento, aún cuando éste no sea requerido en la
reacción.

La prueba de fijación de complemento se lleva a cabo en dos fases. En la


fase primera se mezclan el suero del paciente (previamente calentado a 56°C) y el
antígeno en presencia de una cantidad determinada de complemento; esta mezcla es
generalmente incubada durante 30 minutos a 37°C. Si se forman los complejos
antígeno-anticuerpo, el complemento es fijado. En la segunda fase se añade el
sistema indicador que consiste en glóbulos rojos de carnero y anticuerpos contra
glóbulos rojos de carnero. La ocurrencia de hemólisis indica que el complemento no
fue utilizado por lo tanto, en la fase 1 no se ha producido una reacción Ag-Ac
específica. En cambio, la ausencia de hemólisis, indica que el complemento ha sido
fijado y por lo tanto que en la fase 1

Se ha producido una reacción Ag-Ac, en este caso se considera una reacción


de fijación del complemento positiva, mientras que en el primer caso se considera
negativa la reacción de fijación de complemento. Utilizando un antígeno conocido,
esta técnica puede ser empleada para detectar y medir anticuerpos presentes en
sueros. Al ocurrir la reacción del antígeno con los anticuerpos del suero, ésta
reacción Ag-Ac se puede poner de manifiesto mediante una prueba de fijación de
complemento.

Inmunodeficiencia secundaria o adquirida

Existen dos formas generales de inmunodeficiencias: las congénitas y las


adquiridas. A pesar de que estas ultimas son mucho mas frecuentes, hasta 1981 las
inmunodeficiencias congénitas era las que atraían mas interés, sobre todo por su
carácter de “experimentos de la naturaleza” y la luz que arrojaban sobre la
organización y funcionamiento del aparato inmune normal. Pero a partir de la
inicicion de la epidemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) la
atención del mundo inmunológico se ha reorientado y hoy son las formas
adquiridas, y muy especialmente el SIDA, las que se estudian con mayor interés. La
clasificación de las inmunodeficiencias, propuesta por la OMS en 1978, reconoce
cinco categorías, basadas en los efectores de la respuesta inmune:

Deficiencia de anticuerpos o de células B

Deficiencia de celulas T

Deficiencia combinada de células B y T

Disfuncines fagociticas

Deficiencias de complemento

Entre las inmunodeficiencias congénitas existen ejemplos puros de cada una


de estas categorías mientras que casi todas las adquiridas corresponden a la
categoría numero 3.

Las inmunodeficiencias congénitas o primarias (IDP) son un grupo de


enfermedades causadas por la alteración cuantitativa o funcional de distintos
mecanismos implicados en la respuesta inmunológica. Son enfermedades que
requieren exploraciones compementarias complejas para el diagnostico definitivo,
pero la sosecha clínica y las exploraciones complementarias iniciales dependen del
pediatra de atención primaria.
A excepción del déficit selectivo de IgA, que se da en 1/700 de la población,
constituyen una patología poco frecuente. La incidencia global es de 1/10.000 RN vivos
y un gran numero de casos se diagnostican en la edad pediátrica. Las manifestaciones
clínicas pueden ser muy variadas en función del defecto inmunológico.

 La sospecha clínica se establece por la elevada susceptibilidad a las infecciones, con


repercusión en el desarrollo pondoestatural del niño, especialmente en las fromas
graves. Otras manifestaciones clínicas pueden se dermatosis (eccema, exantemas,
telangiectasias), citopenias, diarrea crónica, abscesos u osteomielitis recurrentes.
Otros datos a recoger en la anamnesis ante la sspecha de una inmunodeficiencia es
en primer lugar la historia familiar de procesos similares o fallecidos a temprana
edad por infecciones graves, también la tolerancia a las inmunizaciones, ya que
puede presentar reacciones adversas frente a vacunas de virus vivos atenuados.

Los estudios deben iniciarse con la determinación de parámetros generales, muy


informativos en ocasiones, y la secuencia del estudio vendrá determinada, en parte, pòr
los síntomas y la sospecha clínica (presencia de determinados microorganismos,
momento de inicio de la clínica infecciosa).

El inicio de las infecciones desde el nacimiento es propio de inmunodeficiencias


celulares o combinadas, ya que no existe paso apreciable de células maternas y las
infecciones suelen ser mas graves.

De acuerdo con la clasificación de la OMS, la hipogammaglobulinemia congénita


ligada al croosoma X (tipo Bruton) es una deficiencia de anticuerpos o de células B.

Por otra parte existen otras formas dedeficiencia de cellas B y es probable que en
ellas los mecanismos de la enfemedad sean distintos, como la deficiencia selectiva de
IgA, la deficiencia ligada al cromosoma X con hiper IgM, la hipogammaglobulinemia
transitoria.

La deficiencia de células T puras son extremadamente raras, la mayor parte de los


pacientes muestran también cierto grado de deficiencia de células B. el síndrome de Di
George o aplasia tmica congénita, se caracteriza por una fase anormal.

El grupo de las deficiencias combinadas de células B y T es heterogéneo e incluye


deficiencias completas, como la inmunodeficiencia combinada grave, o parciales como
en la ataxia telangiectasia, seguramente la patogenia de cada una de estas
inmunodeficiencias es diferente aunque en algunos casos se han identificado defectos
enzimáticos.

Existen varios síndromes basados en disfusion fagocitica, en alguno de ellos las


células primeramente afectadas son llos leucocitos polimorfonucleares, como el
síndrome de Job o el síndrome de de leucocitp “flojo”, mientras que en otros el defecto
se encuentra en el sistema fagocitico mononuclear como en la enfermedad
granulomatosa crónica o en el síndrome de Chediak-higashi.

Afortunadamente ya se disponen de métodos diagnosticos confiables para explorar


defectos en diversas fases de la fagocitosis, peculiarmente en el diagnostico de la
enfermedad granulomatosa crónica, quizás la mas frecuente en la que los métodos
citofluorograficos permiten detectar la anormalidad en la capacidad oxidativa de los
leucocitos polimorfonucleares.

Se han descrito numerosos tipos de deficiencias del C, varios de ellos asociados a


mayor susceptibilidad a las infecciones, además, la deficiencia de C2 se acompaña de
un síndrome semejante al LED, o bien de purpura anafilactoide o dermatomiositis,
mientras que la deficiencia de c4 puede ser asintomática o también cursar con
manifestaciones de LED.

SÍNTOMAS FRECUENTES

Retraso pomdoestatural, infecciones por gérmenes oportunistas, diarrea y


mal absorción, dermarosis abscesos, enfermedades alérgicas autoinmune.

SÍNTOMAS CONSTANTES

Infecciones crónicas recurrentes, gérmenes no habituales, poca respuesta


terapéutica, persistencia de una misma localización.

SÍNTOMAS OCASIONALES

Fiebre mantenida, caída retardada del cordon umbilical. Artritis/artralgias,


periodontitis/ estomatitis, adenopatías/hepatosplenomegalia, neoplasias de origen
linfático.
Dado que no se pueden, ni deben, realizar todos los estudios en un enfermo,
ni en una primera fase, se detalla un posible algoritmo de estudio según se sospeche
uno u otro de los siguientes grupos propuestos en la clasificación internacional.

a) Defectos predominante de la síntesis de anticuerpos.

b) Defectos combinados de células T y B.

c) Defectos de las células fafociticas.

d) Defectos de la actividad micobactericida.

e) Defectos del sistema del complemento.

La secuencia a seguir según la patología, la facilidad del estudio y la información que


aporta podría ser el siguiente:

1. Hemograma completo y concentración de Igs.

2. Valor absoluto y porcentaje de linfocitos CD3+, CD19+ y NK

3. Existen alternativas como:

a) Ante una cifra de IgG baja, con o sin células B, realizar subclases de la IgG,
anticuerpos naturales (ASTO, isohemaglutininas) y respuesta a la vacunación (valotracion
según la edad y antecedentes de vacunación conocidos).

b) Ante alguna alteración de la cifra de CD3, realizar subpoblaciones T (CD4-CD8,


CD45RO y función linfocitaria T (respuesta a mitogenos y antígenos).

c) Ante una leucocitosis con Igs normales o altas, realizar un test de la capacidad
oxidativa de los granulocitos.

d) Estudio de los niveles de las proteínas del complemento y la actividad hemolítica


(CH50).

4. ESTUDIOS PARA DEFINIR EL DEFECTO MOLECULAR:

a) En la hipogammaglobulinemia con IgM alta y varones CD154 (CD40L). Expresion


de Btk (por western blot) ausente en XLA.
b) Expresión de la cadena de α del receptor de la IL-2 (CD132). Estudio de ADA y
PNP. Expresión de Zap-70 (IDSC con pocas CD8) y WASp en sospecha de WA (ambas
por western. Blot).

c) Moléculas de adhesión (CD18). Deteccion de anomalías en las distintas proteínas de


la cadena oxidativa.

d) Descartado un defecto de células T y capacidad oxidativa de los neutrófilos estudio


de los receptores del IFN α (CD119) y IL.

e) Estudios funcionales de los diferentes componenetes de la via clásica y alternativa


del complemento.

Poblaciones linfocitarias

• Linfocitos B: CD19, CD20

• Linfocitos T: CD3, CD4, CD8

• Células NK: CD56, CD16

Hemograma

Numero total de hematíes, plaquetas, linfocitos, monocitos y granulocitos.

Antígenos panleucocitarios

• HLA CLASE I (A, B, C)

• CD 132

• CD 18

• CD 95

Inmunofenotipo células T

• Receptor celula T: TCR α

• CD7, CD2, CD45RA, CD45RO,

CD28, CD3 α, CD57.

• Antigenos activación: HLA-DR, CD25

Inmunofenotipo células B
• Igs de membrana

• Antígenos de diferenciación. CD34, CD10, CD5, CD24, CD22

• Antígenos de activación: CD23 funcion T

• pruebas cutáneas de hgipersensibilidad retardada (in vivo)

• respuesta linfoproliferativa

• citotoxicidad T CD8

• citotoxicidad NK.

INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA

No hay duda de que la malnutrición es la causa mas común de


inmunodeficiencia adquirida en todo el mundo, incluyendo a Mexico. Una dieta
pobre en proteínas resulta en involucion timiuca, linfopenia, y disminución de
linfocitos en las zonas T-dependientes del tejido linfoide, los linfocitos obtenidos de
sangre periférica de sujetos malnutridos tienen respuestas disminuidas tanto in vivo
como in vitro, en la desnutrición infantil de 3er. Grado (kwashiorkor) la inmunidad
celular esta disminuida y aunque los niveles séricos de los Igs son normales, la
formación de anticuerpos también se encuentra afectada.

Las relaciones entre la malnutrición y las infecciones son complejas y de


reforzamiento mutuo, es por eso que un niño desnutrido se infecta con facilidad, y
un niño infectado puede caer en desnutrición rápidamente. Sin embargo, es
realmente poco lo que se sabe al nivel del mecanismo molecular. Del papel de la
IgA en la defensa de los aparatos respiratorio y digestiv en la desnutrición, de los
efectos específicos de varios constituyentes esenciales de la dieta, y de otras cosas
mas.

Hasta 1981 las inmunodeficiencias congénitas eran las que atraían mas
interés, pero a partir de la iniciación de la epidemia del síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la atención del mundo inmunológico se ha
reorientado y actualmentes, son las formas adquiridas, y muy especialmente el
SIDA.

El síndrome linfoprofielativo ligado al cromosoma X o enfermedad de


Duncan es uan reacción poco frecuente a la infección por virus de Epstein-Barr
(EBV).

El SIDA se reconocio como un brote epoidemico de neumonía por


Pneumocystis carinii, infecciones por citomegalovirus y otros gérmenes
oportunistas. Con la experiencia se han identificado otros grupos de población con
alto riesgo de desarrollar SIDA. Esta inmunodeficiencia adquirida afecta
principalmente a los linfocitos ayudantes o promotores, que se identifican por
expresar los antígenos CD3 y CD4, cuyas cifras disminuyen porque
progresivamente se destruyen con la evolución de la enfermedad, los mecanismos
de la destrucción de las células CD3/CD4 por la infección viral parecen ser
multiples.

a) Por efecto citopatico directo.

b) Por formación de sincitios.

c) Por citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos de las células infectadas en un


intento de eliminar la infección.

d) Por apoptosis mediada por mecanismos no bien definidos por productos de las
células CD8.

Como consecuencia de la destrucción masiva de las células CD4, elemento


centrales de la activación de la respuesta inmune, los individuos afectados van
perdiendo progresivamente la capacidad de responder a todo tipo de antígenos lo
que es relativamente fácil de demostrar clínicamente por medio de pruebas cutáneas
con distintos antígenos como trycophyton, candida, virus de la parotiditis y otros:
además, el bloqueo de la respuesta inmune explica satisfactoriamente todas las
fisiopatologías del SIDA.

En 1984 se identifco el agente etiológico del SIDA, se trata de un retrovirus


con especial afinidad por linfocitos ayudantes o promotores, conocidos como VIH
(virus de la inmunodeficiencia humana) del que se distinguen dos subtipos, el 1 y el
2. Las propiedades características de estos retrovirus son tropismos por linfocitos T,
su capacidad para producir células gigantes, una transcriptasa incversa del alto peso
molecular que depende de Mg2+, una proteina central de peso relativamente bajo
(24-000dalton), cierta omologia de sus acidos nucleicos y ciertos antígenos
comunes, asi como un posible origen africano.

Este virus se ha identificado no solo en los tejidos sino también el la sangre, la saliva y el
semen del paciente con SIDA y de sujeto cero positivo (vide infra) asintomático.

DIAGNOSTICOS

Diagnostico serológico del virus de la inmunodeficiencia humana VIH

Transciende de importancia a otros diagnósticos de laboratorio por la


gravedad de la enfermedad que este virus produce, la existencia hoy en día de
tratamientos muchos más eficaces por los iniciales y el conocimiento que tienen los
médicos y sanitarios de esta infección.

Además, buena parte de este conocimiento ha tenido una gran difusión entre
la población general sobre todo el mecanismo de transmisión y a la posibilidad de
diagnóstico.

El cribado de anticuerpos en muestra de suero es el método más


comúnmente empleado para el diagnóstico de laboratorio de la infección por VIH
las pruebas están basadas en distintos principios técnicos que han ido evolucionando
con el tiempo. La experiencia adquirida y las recomendaciones nacionales e
internacionales

A pesar de los avances logrados en el desarrollo de esta prueba se siguen


produciendo falsos positivos y con mejor frecuencia, falsos negativos. Estos errores
son atribuibles, en parte al enorme crecimiento de esta demanda analítica dentro de
la asistencia clínica, hospitalaria y extrahospitalaria.

Un dato muy importante que se debe tomar en cuenta son las condiciones de
laboratorio para el diagnostico de los anticuerpos anti-VIH en suero deben observar
las normas de seguridad de nivel 2. Todas las muestras deberán considerarse como
potencialmente infecciosas, para evitar la manipulación de algunos sueros con
precauciones menos estrictas. Esto supone trabajar con guantes en todos los
procesos, pipeteo mecanico, utilización de contenedores de seguridad biológica para
los desechos, las superficies de trabajo deberán ser descontaminadas con
desifectantes activos contra el VIH, tales como ciertos detergentes, incluidos en el
jabon, alcohol-acetona al 70% v/v. etc.

PRUEBAS DE CRIBADO DE ANTICUERPOS FRENTE AL VIH

Las pruebas de detección habituales han experimentado un considerable


desarrollo y mejoras desde su desarrollo inicial. Básicamente las mejoras han
afectado, principalmente al antígeno o antígenos utilizados en el ensayo y al
principio técnico en el que se fundamentan dichas reacciones. La mayoría de las
primeras técnicas utilizaron antígenos virales crudos mas o menos purificados,
denominados lisados virales.

Estos antígenos contenían gran cantidad de proteínas procedentes del sistema


celular en el que se había cultivado el virus. La posibilidad de una reacción
inespecífica del suero con algunos de estos componentes constituyo un problema
que hizo obligado el empleo de pruebas de confirmación.

Existen pruebas basadas en la técnica de aglutinación pasiva que ofrecen


ventajas por su sencillez y simplicidad de ejecución asi como la posibilidad de
realizar titulaciones de forma sencilla. La dificultad de automatización las hace poco
adecuadas para procesar gran numero de sueros, estando menos extendidas. Estas
técnicas permiten detectar tanto anticuerpos de la clase IgG como IgM.

PRUEBAS DE CONFIRMACIÓN DE ANTICUERPOS

La trascendencia de la infección por el VIHhace necesaria la confirmación


de los resultados positivos obtenidos en las pruebas de detección primaria de
anticuerpos, sin embargo en el ámbito hospitalario es cada vez mas frecuente que se
confirmen todos los resultados positivos de sueros u otras muestras, incluidos
aquellos en los que el objetivo principal no es el diagnostico de la infección, existen
diferentes pruebas de confirmación, entre ellas cabe citar las basadas en la
inmunoelectrotransferencia o westerm blot, inmunofluorescencia indirecta,
radioinmunoprecipitacion e inmunoblot con antígenos recombinantes.

Westerm blot contiene los antígenos del propio VIH, algunas de sus
proteínas precursoras y antígenos de origen celular. Existen sistemas que incorporan
en un extremo diferenciado de la tira de un péptido sintetico especifico del VIH-2,
que facilita la sospecha de la infección por el VIH2 en aquellos westerm blot
indeterminados para el VIH-1

INMUNODEFICIENCIA INDUCIDA POR CIRUGÍA Y TRAUMA

El trauma quirúrgico, ya sea accidental o en el pabellón gatilla una respuesta


inflamatoria y metabólica, destinada a controlar sus efectos y a la reparación. En
general, el estrés quirúrgico evoca una respuesta pequeña y controlable. La
inflamación local producida por este proceso es necesaria necesaria para la
reparación de la herida y para la defensa local contra los microorganismos. Esta
reacción también evoca una respuesta sistémica que, en general, es depresora de la
inmunidad, cuya finalidad sería proteger al organismo de un síndrome de
inflamación sistémico que podría llegar a ser deletéreo. El grado de
inmunodeficiencia se correlaciona con el grado de injuria y estrés y es causa de
mayor morbilidad y mortalidad en pacientes quirúrgicos y traumatizados, entre
otras, sepsis y falla orgánica múltiple.

Los individuos con mayor riesgo son los recién nacidos, senescentes,
pacientes con enfermedades severas subyacentes, especialmente las que afectan al
sistema inmune, malnutridos y alcohólicos. La identificación de estos pacientes es
importante y en pacientes con cirugía electiva es útil la evaluación previa de la
inmunocompetencia, ya que pacientes anérgicos o que se hacen anérgicos con la
cirugía tienen mayor riesgo de sepsis y también mayor mortalidad.
CONCLUSIONES

Los defectos en el sistema inmune pueden estar ocasionados por múltiples causas, lo
que desencadena inmunodeficiencias que finalmente incrementan las probabilidades de
infección. Los mecanismos que causan defectos del sistema inmune son complejos,
incluyendo enfermedades genéticas, infecciosas, drogas inmunosupresoras, alteraciones
metabólicas, falta de nutrientes y la poca o mucha cantidad de factores solubles, como las
prostaglandinas y el cortisol.

El estrés quirúrgico y del trauma lleva a una serie de eventos que finalmente ayudan

a cicatrizar, pero también puede liberar una serie de mediadores inflamatorios que

desencadenan inmunosupresión. Indudablemente, las edades extremas de la vida y las

condiciones ambientales, en particular los rayos ultravioleta y la radiación ionizante, son

desencadenantes de muchas alteraciones del sistema inmune llevando a inmunosupresión y

a alto riesgo de infecciones y neoplasias de piel.


Bibliografías:

 http://www.acadip.org/docroot/demo/images/Inmunodeficiencias_
 http://javeriana.edu.co/biblos/tesis/ciencias/tesis02.pdf
 http://www.monografias.com/trabajos65/inmunodeficiencias/inmunodeficiencias2.s
html
 www.apcontinuada.com/es/inmunodeficiencias-primarias
 OLEASTRO, M., ROSENZWEIG, S. 1998. Inmunodeficiencias Primarias Ligadas
al Cromosoma X: Aspectos Genéticos y moleculares. Archivos Argentinos de
Pediatria 96: 318-322.
 FOLDS, J., SCHMITZ, J. 2003. Clinical and laboratory assessment of immunity.
Journal Allergy and clinical immunology 11: S702-S711.
 HERRERA, S., GONZÁLEZ, J., BONELO, A., AREVALO, M., Los linfocitos T
CD8+ en la respuesta inmune celular: ¿Cómo funcionan?, ¿Cómo se evalúan?

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