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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE HUMANIDADES
PROFESORADO DE ENSEÑANZA MEDIA EN PEDAGOGÍA
Y TÉCNICO EN ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA

LICDA.:
ALMA CRUZ GUARDADO MIJANGO

CURSO:
E 12.2/3 CORRIENTES EDUCATIVAS CONTEMPORÁNEAS

EL NATURALISMO Y LA PEDAGOGÍA

ESTUDIANTE:
ANITA FRANCISCA HIDALGO MONZÓN

CARNÉ:
201607951

13/10/2018
INTRODUCCIÓN

El naturalismo que coloca a nuestra disposición Rousseau se relaciona de manera


directa con la Pedagogía por la sencilla razón que la educación es un eslabón
base en la cadena de la vida del ser humano. Nos propone de manera directa y
concisa un aprendizaje en el cual el niño se desarrolla conociendo su medio
ambiente a través de los sentidos, experimentando, haciendo objeto de su estudio
todo lo que tiene a su alrededor. Es aquí donde también toma parte integral de
este proceso la Escuela Nueva o Activa
Rousseau proclama el valor de la infancia: el niño no es un hombre en pequeño,
sino un ser con naturaleza propia; es un error buscar al hombre en el niño,
prescindiendo de lo que es antes de llegar a tal, por esto invita a los maestros:
“Comenzad por estudiar mejor a vuestros alumnos, de seguro no los conocéis”.
Por tanto, su pedagogía aconseja “partir del niño”, ver en él, el centro y el fin.
EL NATURALISMO Y LA PEDAGOGÍA
El naturalismo pedagógico de Rousseau ve en la naturaleza el fin y el método de
la enseñanza en el siglo XVIII ya que se halla arraigada al iluminismo, en el que lo
fundamental era el uso de la razón, en esta etapa aparecen jhon locke y David
hume quienes dan la base teórica al naturalismo; Rousseau con respecto a este
en su tesis pedagógica plantea:
-La naturaleza fija las etapas del educando.
-La acción natural satisface el interés del momento.

CONCEPCIÓN DE NATURALEZA Y EL IDEAL EDUCATIVO

Rousseau es el profeta del romanticismo y se opone al intelectualismo de la época


de las luces, clamando por una concepción originaria y natural de la vida. Su lema
es, volvamos a la naturaleza. Espera la rehabilitación del género humano, la lucha
contra el artificial ismo en la vida, y en la educación, solo puede lograrse
despertando en el hombre, desde niño, una manera de comprender y valorar la
existencia conforme a la naturaleza.

Por naturaleza, Rousseau entiende, la vida originaria, pura, no influida por los
convencionalismos sociales. La intrínseca naturaleza del hombre, lo propio e
innato en el, caracteriza ese estado de naturaleza.

En la base de la naturaleza humana, se hallan dos sentimientos que en cierto


modo se compensan: amor propio y compasión. La propia razón, es un aspecto de
la conciencia, menos profunda que la vida emotiva. la función intelectual de la
conciencia tiene el oficio de dirigir los impulsos y sentimientos del amor propio
(egoísmo) y del amor del prójimo (altruismo). Existir, es sentir. La sensibilidad es
anterior a la inteligencia, tenemos sentimientos antes que ideas.
Conocer el bien no es amarlo. El hombre no tiene un conocimiento innato del bien,
pero tan pronto la razón se lo hace conocer, su conciencia lo lleva a quererlo y
este sentimiento es innato.

El papel de la razón es muy importante. La razón ilumina los impulsos naturales y


hace posible, gracias al conocimiento, lo que debe querer y hacer el hombre, vale
decir, la libertad, y esta constituye el carácter especifico de la humanidad, la
dignidad por excelencia del género humano. La libertad es consecuencia de la
naturaleza del hombre.

Tres rasgos caracterizan al hombre natural: amor propio y amor del prójimo, razón
(que sin ser omnímoda se articula a la vida del sentimiento), libertad.
La libertad tiene a su vez un alto designio: proveer a la felicidad del hombre
natural. El hombre feliz, no es solo el que satisface los apetitos momentáneos y
pasajeros, pues estos traen consigo el dolor. La verdadera felicidad, reside en la
satisfacción de elevados goces, y en la espontanea realización de la virtud.
Presupuesto de la felicidad, es no querer lo que esta más allá de la propia
potencia.
La esencia e ideal de la educación para Rousseau, está conforme a la naturaleza,
en el desarrollo armonioso del amor a sí mismo y del amor al prójimo; la vida en y
por una libertad iluminada con la razón, que al mismo tiempo provee al hombre de
una verdadera felicidad.

El individuo que logra elevarse a esta altura realiza la verdadera idea de


humanidad. La pedagogía tiene ante si la idea de instaurar en el niño este
supremo propósito.

NATURALISMO Y LA PEDAGOGÍA
El naturalismo pedagógico sirvió de fundamento al surgimiento de la Escuela
Nueva o Activa; junto con la libertad del niño. El naturalismo, aplicado al campo de
la educación, derriba las pesadas puertas de la fortaleza de la escuela tradicional
protegida por la ignorancia, la inercia y el dogma religioso partidario de continuar
la cruzada contra el pecado original supuestamente anidado en el alma de los
niños.

Juan Jacobo Rousseau y el naturalismo pedagógico, nació con el propósito de


hacer conciencia sobre la educación de los niños; pues él decía, que la naturaleza
es el camino hacia la verdadera felicidad y la sabiduría; Puesto que dejar al niño
descubrir las cosas por sí solo lo ayudaran a construir su propia formación y
educación.

La educación se recibe a través de 3 instancias:

* Naturaleza, a través del desarrollo interno de nuestras facultades


* Hombres, a través de sus enseñanzas que nos muestran cómo utilizar lo que nos
ha dado la naturaleza.
* Cosas, según nos relacionemos con ellas.

El Naturalismo pedagógico de Rousseau considera 4 momentos o períodos de la


ecuación natural coincidiendo con esas necesidades e intereses antes
mencionados.

* Etapa I de 0 a 5 años, el objetivo es el desarrollo físico del niño.


* Etapa II de 5 a 10 años, el objetivos es el desarrollo de los sentidos mediante
experiencias que surgen de su relación con el mundo exterior y la naturaleza.
* Etapa III de 10 a 15 años, el objetivo es el desarrollo de la vida intelectual.
* Etapa IV de 15 a 20 años, el objetivo es el desarrollo de la vida moral y religiosa.

El naturalismo pedagógico es un poderoso principio que sirvió de fundamento al


surgimiento de la Escuela Nueva o Activa; junto con la libertad del niño, la
autoactividad, el laicismo y la coeducación, entre otros, abrió nuevos cauces con
base en los desarrollos de la biología y la psicología en las primeras décadas del
siglo XX.
El naturalismo, aplicado al campo de la educación, permutó en poderoso ariete
conceptual de filósofos y pedagogos que propugnaban derribar las pesadas
puertas de la fortaleza de la escuela tradicional protegida por la ignorancia, la
inercia, la severidad y, no menos, por el dogma religioso partidario de continuar la
cruzada contra el pecado original supuestamente anidado en el alma de los niños.

Tal naturalismo y su variante pedagógica hunden sus raíces en diversos tiempos


históricos y por eso mismo se nutre de ideas que corresponden a la filosofía
griega, a la época de la Ilustración o a la propia

A poco que se observa ese formidable movimiento cultural de transformación de la


escuela según la orientación trazada por el naturalismo, se encuentran en él
variados afluentes ideológicos provenientes de la filosofía, de la política y la
psicología. No tuvo por ello un solo cauce y, por esa misma razón, sus
expresiones concretas continentales o nacionales poseen los matices más
sorprendentes. En unos casos predominó la vertiente filosófica humanista como
en Alemania; en otros la científica-experimental, como en Estados Unidos, a cuya
cabeza se encontraba John Dewey, formidable filósofo de la educación.

PRECUSORES FUNDAMENTALES

JOHN LOCKE FRS (Wrington, Somerset, 29 de agosto de 1632-Essex, 28 de


octubre de 1704) fue un filósofo y médico inglés, considerado como uno de los
más influyentes pensadores del empirismo inglés y conocido como el «Padre
del Liberalismo Clásico».

Fue uno de los primeros empiristas británicos. Influido por las ideas de Francis
Bacon, realizó una importante contribución a la teoría del contrato social. Su
trabajo afectó en gran medida el desarrollo de la epistemología y la filosofía
política. Sus escritos influyeron en Voltaire y Rousseau, pensadores de
la Ilustración francesa, así como los revolucionarios estadounidenses. Sus
contribuciones al republicanismo clásico y la teoría liberal se reflejan en
la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y la Declaración de
Derechos de 1689.

La teoría de la mente de Locke es frecuentemente citada como el origen de las


concepciones modernas de la identidad y del yo, que figuran prominentemente en
las obras de filósofos posteriores como Hume, Rousseau y Kant. Locke fue el
primero en definir el yo como una continuidad de la conciencia. Postuló que, al
nacer, la mente era una pizarra o tabula rasa en blanco. Al contrario de
la cartesiana —basada en conceptos preexistentes—, sostuvo que nacemos
sin ideas innatas, y que, en cambio, el conocimiento solamente se determina por
la experiencia derivada de la percepción sensorial.
Bases del pensamiento de John Locke
Su epistemología (teoría del conocimiento) no cree en la existencia del innatismo y
el determinismo, considerando el conocimiento de origen sensorial, por lo que
rechaza la idea absoluta en favor de la probabilística matemática. Para Locke, el
conocimiento solamente alcanza a las relaciones entre los hechos, al cómo, no al
por qué. Por otra parte cree percibir una armonía global, apoyado en creencias y
supuestos evidentes por sí mismos, por lo que sus pensamientos también
contienen elementos propios del racionalismo y el mecanicismo. Cree en
un Dios creador cercano a la concepción calvinista del gran relojero, basando su
argumentación en nuestra propia existencia y en la imposibilidad de que
la nada pueda producir el ser. Es decir, un Dios tal como lo describe el pensador
racionalista, René Descartes, en el Discurso del método, en la tercera parte del
mismo. De la esencia divina solamente pueden ser conocidos los accidentes y sus
designios solamente pueden ser advertidos a través de las leyes naturales.
Trata la religión como un asunto privado e individual, que afecta solamente a la
relación del hombre con Dios, no a las relaciones humanas.[cita requerida] En
virtud de esta privatización el hombre se libera de su dependencia de las
imposiciones eclesiásticas y sustrae la legitimidad confesional a
la autoridad política,[cita requerida] puesto que considera que no hay base bíblica
para un estado cristiano.
Considera la ley natural un decreto divino que impone la armonía global a través
de una disposición mental (reverencia, temor de Dios, afecto filial natural, amor al
prójimo), concretada en acciones prohibidas (robar, matar y en definitiva toda
violación de libertad ajena), que obligan en favor de la convivencia.

Educación intelectual
Lo primero que debía considerarse para hacer posible ésta formación es que,
había que elegirse aquello que realmente fuera útil para la educación; para él, lo
“útil para la formación intelectual del hombre es todo aquello que lo acostumbra a
examinar los argumentos favorables o contrarios a una opinión dada, de modo que
pueda asumir ante ello una actitud personal.
Educar dentro del campo intelectual, significa enseñar a razonar.
Así que, partiendo de ésta idea, decía que la brevedad de la vida no permite darse
el lujo de perder el tiempo en un programa de estudio que tenga sólo valor
estético, y no práctico, pues la instrucción humanista y formal, donde la enseñanza
se enfoca principalmente en que los educandos aprendan griego y latín, sólo le
servirá a aquellos que quieran formarse como ‘sabios’ profesionales, pero su
lengua materna, el niño la aprenderá porque reconocerá que es útil y no es
necesario que alguien tenga que inculcársela y hacer que la aprenda.
Lo que verdaderamente es útil para su formación y que de verdad tiene un valor
formativo para la inteligencia, es la enseñanza de la matemática y la lógica,
porque éstas disciplinas potencian las facultades intelectuales y las habilitan para
que se pueda aprender mejor.
De entre las disciplinas importantes para él, destacan la geografía, pues amplía la
visión del caballero; la historia, porque estimula la imaginación y nos enseña
también cómo el presente se encuentra determinado por el pasado.
Educación física
El propósito de la educación física, es seguir la evolución del niño y hacer que
siga, también, una gradual disciplina. Asimismo, no sólo tiene una finalidad
higiénica o estética (como lo era para los humanistas), sino más bien ayuda a
formar el carácter y una buena moralidad.
Plantea que el cuerpo debe ser sujetado a las rígidas normas del endurecimiento,
tal como lo hacían los espartanos, para que así, el hombre en un futuro, pueda
soportar la intemperie y su resistencia física le ayude a soportar las enfermedades
o los sufrimientos.
Más que practicar gimnasia o deporte, aconseja practicar natación y equitación,
debido a que son actividades útiles para cualquier circunstancia.
Por esto, era importante estudiar anatomía, pues así se es más consciente de las
capacidades y funciones físicas que tenemos.

Educación moral
En cuanto a la educación moral, es necesaria mucha más disciplina.
El fin de ésta educación es alcanzar la virtud, la cual, para él, consiste en que
debe aprenderse a querer siempre y solamente aquello que es bueno ante la
razón y por lo tanto, es bueno no acostumbrar al hombre, desde niño, a darle todo
lo que desee.
Para explicar mejor ésta idea, Locke nos dice que «Quien de joven no ha sido
acostumbrado por la fuerza a subordinar la propia voluntad a la razón de los
demás, difícilmente aceptará someterse a la razón propia cuando esté en edad de
hacer uso de ella».
Consideraba también, que los instintos debían dominarse con una disciplina que
preparara al hombre, para que solamente hiciera aquellas cosas que no
ofendieran ni la dignidad, ni la excelencia de una criatura razonable.
Para éste tipo de educación recomendaba la lectura de Séneca y de Marco
Aurelio.
De forma no menos importante, pero que no le da tanta importancia, es importante
para él, que se conozcan las Bellas Artes, y en especial, que al caballero puede
gustarle la pintura, pero no la poesía.

DAVID HUME
Antes de que la Psicología apareciese como ciencia, era tarea de los filósofos
investigar acerca del modo en el que el ser humano percibe la realidad. A partir del
Renacimiento, dos grandes corrientes filosóficas lucharon entre sí para responder
a esa cuestión; por un lado estaban los racionalistas, que creían en la existencia
de ciertas verdades universales con las cuales ya nacemos y que nos permiten
interpretar nuestro alrededor, y por el otro estaban los empiristas, que negaban la
existencia de conocimientos innatos y creían que solo aprendemos mediante la
experiencia.
David Hume no solo fue uno de los grandes representantes de la corriente
empirista, sino que además fue uno de los más radicales en ese sentido. Sus
poderosas ideas aún tienen importancia en la actualidad y, de hecho, otros
filósofos del siglo XX fueron inspirados por ellas. Veamos en qué consistía
exactamente la teoría empirista de David Hume.

1. No existen los conocimientos innatos


Los seres humanos llegamos a la vida sin saberes previos ni esquemas de
pensamiento que delimiten cómo debemos concebir la realidad. Todo lo que
llegaremos a saber será gracias a la exposición a las experiencias.
De esta manera, David Hume negaba el dogma racionalista de que hay verdades
que existen por sí mismas y a las que podríamos tener acceso en cualquier
contexto posible, tan solo mediante la razón.

2. Existen dos tipos de contenidos mentales


Hume distingue entre las impresiones, que son esos pensamientos que se
fundamenta en cosas que hemos experimentado a través de los sentidos, y las
ideas, que son copias de las anteriores y su naturaleza es más ambigua y
abstracta al no tener los límites ni los detalles de algo que se corresponde con una
sensación originada por ojos, oídos, etc.
Lo malo de las ideas es que, a pesar de corresponderse exactamente con la
verdad, nos dicen muy poco o nada acerca de cómo es la realidad, y a la práctica
lo que importa es conocer el ambiente en el que vivimos: la naturaleza.

3. Hay dos tipos de enunciados


A la hora de explicar la realidad, Hume distingue entre los enunciados
demostrativos y los probables. Los demostrativos, como su nombre indica, son
aquellos cuya validez puede ser demostrada evaluando su estructura lógica. Por
ejemplo, decir que la suma de dos unidades equivale al número dos es un
enunciado demostrativo. Eso implica que su verdad o falsedad es evidente en sí
misma, sin necesidad de investigar acerca de otras cosas que no estén contenidas
en el enunciado o que no formen parte del marco semántico en el que se
encuadra ese enunciado.
Los probables, en cambio se refieren a lo que ocurre en un tiempo y en un espacio
determinados, y por consiguiente no se puede saber con total seguridad si son
ciertos en el momento en el que se enuncian. Por ejemplo: "mañana lloverá".

4. Necesitamos los enunciados probables


A pesar de que no nos podamos fiar totalmente de su validez, necesitamos
respaldarnos con enunciados probables para vivir, es decir, confiar más en unas
creencias y menos en otras. De no ser así estaríamos dudando de todo y no
haríamos nada.
Así pues, ¿en qué se fundamentan nuestros hábitos y nuestra manera de vivir
siguiendo unas creencias sólidas? Para Hume, los principios por los que nos
guiamos son valiosos porque es probable que reflejen algo cierto, no porque se
correspondan exactamente con la realidad.
5. Las limitaciones del pensamiento inductivo
Para Hume, nuestras vidas se caracterizan por estar asentadas sobre la creencia
de que conocemos ciertas características invariables acerca de la naturaleza y
todo lo que no rodea. Estas creencias nacen a partir de la exposición a varias
experiencias similares.
Por ejemplo, hemos aprendido que al abrir el grifo pueden pasar dos cosas: o cae
líquido o no cae. Sin embargo, no puede ocurrir que salga líquido pero, en vez de
caer, el chorro se proyecte hacia arriba, en dirección al cielo. Esto último parece
evidente, pero, teniendo en cuenta las premisas anteriores... ¿qué justifica que
vaya a seguir ocurriendo siempre del mismo modo? Para Hume, no hay nada que
lo justifique. De la ocurrencia de muchas experiencias similares en el pasado, no
se deriva lógicamente que siempre vaya a pasar eso.
Así pues, a pesar de que hay muchas cosas acerca de cómo funciona el mundo
que parecen evidentes, para Hume estas "verdades" no lo son realmente, y solo
actuamos como si lo fuesen por conveniencia o, más concretamente, porque
forman parte de nuestra rutina. Primero nos exponemos a una repetición de
experiencias y luego asumimos una verdad que realmente no está ahí.

ROUSSEAU Y SU APORTACIÓN A LA EDUCACIÓN

Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) formó parte de los intelectuales cuyas ideas
inspiraron la transformación del mundo durante el siglo XVIII y XIX; ideas que
propiciaron el surgimiento de las sociedades occidentales contemporáneas.
Rousseau participó activamente en el movimiento renovador de la Ilustración,
movimiento intelectual que influyó decisivamente en la Revolución Norteamericana
de 1776 (o Guerra de Independencia), la Revolución Francesa de 1789 las
guerras de Independencia de Latinoamérica y las revoluciones nacionales que
sacudieron Europa durante el siglo XIX.

Todas estas revueltas condujeron a la transformación de las sociedades


occidentales, dando paso al surgimiento de la figura del ciudadano y al ascenso de
las libertades, los derechos individuales y la razón como valores máximos entre
los hombres y para la sociedad.

Las revueltas populares a lo largo del mundo derrocaron al "acien regime" junto
con sus monarcas despóticos y sus legiones de siervos para ser remplazados por
gobiernos republicanos y ciudadanos libres e iguales.
Rousseau contribuyó a la configuración de este nuevo mundo con sus escritos,
por ejemplo El Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres
(1775), El Contrato Social (1762) y Emilio (1762).

Rousseau consideró que en el mundo que se estaba configurando los hombres


deberían abandonar su papel de siervos para convertirse en ciudadanos libres,
dueños de su destino y detentadores de la soberanía.

Al igual que Aristóteles, Rousseau consideraba a la educación como el camino


idóneo para formar ciudadanos libres conscientes de sus derechos y deberes en el
nuevo mundo que se estaba gestando. Pero el se dio cuenta de que el sistema
educativo imperante era incapaz de llevar a cabo esta labor.

Consecuentemente en Emilio (1762) define los nuevos fundamentos para una


pedagogía renovada, acorde a los nuevos tiempos. Emilio es el resultado de la
revisión de la pedagogía tradicional desde la óptica renovadora del pensamiento
de la Ilustración.

En Emilio, Rousseau establece las características de la educación para una


sociedad integrada por ciudadanos libres, que participan y deliberan sobre la
organización de la comunidad y los asuntos públicos: "las ideas centrales de
Rousseau son una respuesta a la necesidad de formar un nuevo hombre para una
nueva sociedad."

Uno de los principales aportes que realizó Rousseau fue señalar que el niño es
"un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución;
el niño no es un animal ni un hombre, es un niño"
A partir de esta idea Rousseau señala la necesidad de replantear los métodos de
enseñanza imperantes que consideran al niño como si fuera un adulto más,
asumiendo con ello que comparten intereses, habilidades, necesidades y
capacidades.

Rousseau señala que desconocer las diferencias fundamentales entre el niño y el


adulto conlleva a que los educadores cometan dos errores:
 Atribuirle al niño conocimientos que no posee, lo que deriva que se razone
o se discuta con él "cosas que no está capacitado para comprender e
incluso con razonamientos incomprensibles para el niño" Para Rousseau el
niño es aún incapaz de emplear la razón.
 Inducir a que el niño aprenda a partir de motivaciones que le son
indiferentes o inteligibles.

El proceso educativo debe de partir del entendimiento de la naturaleza del niño,


del conocimiento de sus intereses y características particulares. Así debe
reconocerse que el niño conoce el mundo exterior de manera natural haciendo uso
de sus sentidos, consecuentemente es erróneo hacerlo conocer el mundo en esta
etapa a partir de explicaciones o libros.

Asumiendo que por medio de las sensaciones el niño conoce el mundo que lo
rodea, se define a la observación y la experimentación como el camino por el cual
el niño inicia la aprehensión del mundo que le rodea. La interacción con el mundo
físico por medio de los juegos es una de las maneras en las que el niño comienza
a conocer.

A través de estas prácticas el niño sería capaz de desarrollar el sentido del


discernimiento, cualidad que le permite al niño diferenciar entre él yo y el mundo
que le rodea y encontrar las diferencias y las regularidades existentes. Para
Rousseau desarrollar en esta etapa este sentido de discernimiento es lo más
importante, más importante que la acumulación de conocimientos.
Para Rousseau la educación debe de adecuarse a cada una de las etapas de
desarrollo del niño; los contenidos y objetivos de la educación deben trazarse a
partir de los intereses y motivaciones del alumno acorde a su etapa de desarrollo.
Esta postura conducirá a que el alumno sienta realmente aprecio en interés por el
proceso educativo al no ser este ajeno a su situación.

Con Emilio Rousseau establece tres postulados que deben guiar a la acción
educativa:
 Considerar los intereses y capacidades del niño
 Estimular en el niño el deseo de aprender
 Analizar que y cuando debe enseñarse al niño en función de su etapa de
desarrollo

El pensamiento de Rousseau contenido en Emilio intenta socavar la educación
tradicional que en esos tiempos predominaba, una educación en la que al niño:
"le acostumbraís a que siempre se deje guiar; a que no sea otra cosa más que una
máquina en manos ajenas. Queréis que sea dócil cuando es pequeño y eso es
querer que sea crédulo y embaucado cuando sea mayor"
Y este tipo de educación no tenía cabida en el nuevo mundo que se estaba
forjando, con ciudadanos libres en ascenso.
CONCLUSIÓN

La escuela actual recoge de Rousseau las siguientes ideas:


La teoría de sobrevalorar el entorno y la naturaleza.
El rechazo a la ciudad. La primera educación debe ser puramente negativa,
consiste no en enseñar la virtud, la verdad, sino en preservar el corazón del vicio y
el espíritu del error. No se trata de que el alumno haga lo que quiera, sino de
controlar indirectamente su ambiente.
Basa su teoría en que el alumno Tenga experiencia directa, es decir, que se
interese por su propia cuenta. Se plantee un problema auténtico dentro de esta
situación. Posea información y realice las observaciones necesarias para tratarla.
O Que las soluciones se le ocurran a él. Tenga oportunidades y ocasiones para
comprobar la validez de sus ideas.
EGRAFIA

http://fernanda-historiadelaeducacin.blogspot.com

https://es.wikipedia.org/wiki/John_Locke

https://www.alaingarcia.net/ensayos/rousseau.htm

https://filosofiaehistoriadelaedu.webnode.es/rousseau-y-el-naturalismo/

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